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ACTIVIDAD # 1 GRADO 9

TEMA: EL IMPERIALISMO A FINALES SIGLO XIX


PROPOSITO: Analizar los procesos de expansión territorial desarrollados por Europa durante el siglo XIX y las nuevas
manifestaciones imperialistas observadas en las sociedades contemporáneas

EL IMPERIALISMO
El imperialismo se puede definir como el sistema en el que la
política, la economía y la cultura de una parte del mundo se
organizan en función del dominio de unos países sobre otro. La
industrialización y el enorme desarrollo tecnológico de Europa,
especialmente en la época de la Segunda Revolución Industrial,
provocaron la separación del mundo en dos grandes grupos: los
países industrializados y los no industrializados. Los primeros
terminaron por imponerse sobre los segundos, que quedaron bajo su
dependencia directa o indirecta. La Europa industrial, gracias a su
vitalidad demográfica, su superioridad industrial, técnica, comercial
y financiera impuso su modelo económico, sus valores, ideales y su
cultura a gran parte del mundo.

EL AUGE DEL NACIONALISMO EN EUROPA

Sus orígenes los encontramos en el bajo medioevo, como reacción a las estructuras políticas de dominación feudales. Con
la Revolución Francesa, en el siglo XVIII, se fortalece como movimiento que exalta la nación como entidad frente a la
monarquía absoluta. El imperio napoleónico fomentó los nacionalismos; en Italia, criticó la presencia de los austríacos,
creando un reino nacionalista en Nápoles que fue dirigido por Murat. Sin embargo, su expansionismo imperial fortaleció
los movimientos nacionalistas en su contra, como el ruso, el español o el alemán dirigido por Prusia. A partir de 1815, con
la Restauración, el
nacionalismo se opuso a la ordenación territorial artificial; así, los belgas no se sintieron integrados con Holanda; Polonia
se opuso siempre a su integración al Imperio Ruso, mientras que los checos y húngaros nunca desearon formar parte del
Imperio Austríaco.

El nacionalismo europeo tuvo su auge con las unificaciones de Italia y Alemania, que se realizaron con una integración de
territorios y pueblos, mientras que en el seno de los de los dominios austríacos y turcos se presentó con un carácter
expansionista. El nacionalismo derivó en un movimiento conservador y agresivo en la segunda mitad del siglo XIX,
supeditando la libertad y dignidad de los individuos a los intereses de diversos grupos sociales apoderados del poder. Será
la ideología que nutrirá al imperialismo y, junto a otros factores relacionados con prejuicios como el racismo y la
xenofobia, provocará conflictos que desembocarán en la 1a. Guerra Mundial.
La unificación de Italia

El caso de Italia era muy complejo, debido a la ocupación austriaca en el


noreste de la península itálica y la presencia de los Estados Pontificios, que
obligaba a los nacionalistas a enfrentarse al poder temporal del Papa. El
Estado que encauzó el sentimiento nacionalista fue el Piamonte, cuyo
monarca, Víctor Manuel II, ostentaba el título de rey de Cerdeña. El
protagonista de la unificación fue el primer ministro piamontés, Camilo
Benso, Conde de Cavour, quien recogió los frutos de las ideas de Giuseppe
Mazzini y de las hazañas de Giuseppe Garibaldi. El proceso de unificación
tuvo varias etapas:
 Guerra contra Austria (1859). Tras derrotar, con apoyo francés, a los
austriacos en las batallas de Magenta y Solferino, el armisticio de
Villafranca otorgó al Piamonte la región lombarda, pero tuvo que posponer
sus pretensiones sobre Venecia.
 Anexión al Piamonte luego de la insurrección nacionalista de los ducados
de Parma, Módena, Toscana y de la Romaña papal se celebraron plebiscitos
que sancionaron la anexión de estos territorios al Piamonte.
 En 1860 un ejército de voluntarios (los “camisas rojas”) al mando de
Garibaldi conquistó el Reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia). Entre tanto, los piamonteses invadieron Umbría y
las Marcas. Tras anexionarse todos estos territorios, Víctor Manuel se proclamó rey de Italia en 1861.
 En 1866, el reino de Italia incorporó Venecia a su territorio, tras la derrota de Austria contra Prusia.
 En 1870, aprovechando la Guerra Franco-prusiana, las tropas italianas entraron en Roma, mientras que el papa Pío IX,
se proclamaba prisionero en el Vaticano.
En las décadas que siguieron a la reunificación, Italia tuvo que enfrentarse a varios problemas como el desequilibrio entre
el Norte industrial y el Sur campesino, el conflicto con el Vaticano y la dificultad para colonizar territorios en África. El
14 de marzo de 1861, el Parlamento italiano proclamó en Turín rey de Italia a Víctor Manuel II, sin que se resolviera la
incorporación del Véneto, que seguía en manos austriacas, y los Estados Pontificios. La cuestión del Véneto se resolverá
en 1866, por la paz de Viena, en la cual Italia recuperaba el Véneto, mientras que los Estados Pontificios siguieron en
posesión de Francia, que estableció una importante guarnición en Roma para
proteger al Papa. En 1870, al estallar la guerra franco prusiana y producirse la derrota francesa en Sedán, los italianos
ocuparon Roma, donde Víctor Manuel II estableció la capital del nuevo reino, concluyendo así el proceso de unificación
italiana.

La unificación de Alemania

Luego del fracaso de 1848, el nacionalismo alemán se dividió en dos:


 Los partidarios de la Gran Alemania, agrupada en torno a Austria; potencia católica cuyo monarca había sido
emperador del Sacro Imperio hasta 1806.
 Los que preferían una Pequeña Alemania dirigida por Prusia, la principal potencia protestante, y con la exclusión de
Austria. El canciller prusiano, Otto Von Bismarck, logró la unificación a través de una serie de guerras:
 La Guerra de los Ducados. Ocurrida en 1864, enfrentó a Austria y Prusia contra Dinamarca, por la posesión de los ducados
de Schleswig y Holstein. Tras la derrota danesa, Schleswig quedó bajo control austriaco y Holstein bajo la tutela prusiana.
 La Guerra Austro-prusiana. Sucedió en1866 y enfrentó a las antiguas aliadas. Tras una
corta campaña, Prusia demostró su superioridad militar y consiguió la unificación del norte de
Alemania.
 La Guerra Franco-prusiana. Sucedida entre 1870 y 1871. Un incidente relacionado con la
candidatura prusiana al trono español llevó a Francia a declarar la guerra a Prusia y al resto de
los Estados alemanes. Luego de una serie de batallas, el emperador
El siguiente paso de Bismarck fue firmar, en 1867, una alianza militar y acuerdos comerciales
con los estados alemanes del sur, con la intención de preparar el terreno para la futura
integración del II Reich (se consideraba que el primero había sido el medieval Sacro Imperio
Romano Germánico; el tercero lo formaría Hitler). La tercera etapa en el proceso unificador
alemán se presentó con motivo de la propuesta del jefe de gobierno provisional español,
general Prim, en febrero de 1870, para nombrar como rey de España al príncipe de origen
alemán Leopoldo de Hohenzollern, que fue rechazado por Napoleón III, con lo que estalló la
Guerra Franco-
Prusiana. La victoria prusiana de Sedán, la destrucción del ejército francés en Metz, la
capitulación de París y la incorporación de los territorios franceses de Alsacia y Lorena al siguiente año, dieron fin al
Imperio de Napoleón III y formalizaron el nacimiento del Imperio Alemán.

EL NUEVO IMPULSO DE LA INDUSTRIA


Hacia 1880 el proceso de industrialización inició una nueva etapa que se conoce como Segunda Revolución Industrial. Los
cambios más destacados de esta etapa, que se extendió hasta mediados del siglo XX, fueron los siguientes:
Se comenzaron a utilizar nuevas fuentes de energía: electricidad y petróleo.
 El Reino Unido perdió su puesto privilegiado de “taller del mundo”. Surgieron nuevas potencias industriales, como
Estados Unidos, Alemania y Japón.
 La industria textil, motor de las primeras fases de la industrialización, cedió terreno frente a la siderurgia (gracias a
inventos como el convertidor Bessemer) y al auge de nuevas industrias, tales como la química o la eléctrica.
 Aparecieron nuevos medios de transporte, como el automóvil, el avión o la locomotora eléctrica. Además, se
desarrollaron las telecomunicaciones gracias a la invención del teléfono y la radio.
A diferencia de lo ocurrido en la Primera Revolución Industrial, que había estado más
relacionada con mejoras técnicas que con avances científicos sustanciales, la Segunda
Revolución Industrial estuvo íntimamente ligada a la investigación. A partir de 1850 se
produjeron avances científicos sin precedentes:
 En Biología, Charles Darwin formuló la teoría de la evolución, que tuvo un gran
impacto en el pensamiento.
 En Medicina, Louis Pasteur y Robert Koch iniciaron la microbiología, al tiempo
que se conseguían grandes avances en la antisepsia y la anestesia.
 En Física, se avanzó en el campo de la electricidad, y se abrió el camino a la
radiactividad y a la mecánica cuántica.
 En Química, se describió la tabla periódica de los elementos y los productos
sintéticos revolucionaron la industria.
 Se produjeron también grandes avances en las ciencias sociales, con el desarrollo
de la economía y la aparición de la sociología.
Tras décadas de euforia y crecimiento económico, hacia 1 873 empezó a notarse una crisis económica que duraría hasta 1
898. A pesar de que el crecimiento económico no se paralizó, se produjo un descenso general de los precios y de los
beneficios, que condujo a la aparición del paro y al surgimiento de una mayor competencia entre países y empresas.
Los cambios suscitados por la Segunda Revolución Industrial propiciaron la aparición de un gran capitalismo o
capitalismo financiero, que se caracteriza por estos rasgos:
 Se generalizaron los procesos de concentración empresarial: la quiebra de pequeñas y medianas empresas condujo a la
formación de grandes complejos industriales y financieros con tendencias monopolísticas, tales como los trusts*.
 La introducción de nuevas formas de organización de trabajo, como el taylorismo*, permitió la reducción de los
costos de producción mediante la fabricación en serie.
 Frente al librecambismo que había caracterizado las primeras fases de la industrialización, se impuso una tendencia
hacia el proteccionismo.
El gran capitalismo propició la aparición de una naciente sociedad de consumo, en la que los productos fabricados en serie
estaban al alcance de las clases medias, o incluso de la clase obrera. Paralelamente, parecían técnicas para estimular el
consumo, como la publicidad o la venta a plazos.

EL IMPERIALISMO: LA EXPANSIÓN COLONIAL

A partir del siglo XV, los europeos construyeron grandes imperios coloniales en ultramar, sobre todo en América. Este
primer colonialismo entró en crisis tras la independencia de Estados Unidos. A comienzos del siglo XIX la mayoría de estas
colonias ya se había emancipado. Aunque la nueva fase de expansión colonial comenzó hacia 1830, fue a partir de 1870
cuando los imperios alcanzaron su apogeo, asegurándose el dominio económico y cultural, y en muchas ocasiones, también
el control político directo sobre el resto del mundo.
Las causas económicas La Revolución Industrial proporcionaron a los europeos los medios necesarios para afianzar su
poder sobre el conjunto de la humanidad, gracias a su superioridad técnica, organizativa y económica, sin que las
sociedades tradicionales pudieran defenderse con éxito salvo que se transformaran profundamente. Pero, además, existían
importantes motivos económicos que impulsaban la expansión colonial:
 Las colonias suministraban a la metrópoli materias primas y mano de obra barata para extraerlas; también eran
mercado para sus manufacturas, que aseguraban mediante medidas proteccionistas.
 Los europeos, que acumulaban el 60% de las reservas de oro de todo el mundo, buscaban territorios donde poder
invertir su excedente de capital para obtener la máxima rentabilidad.
Pero las redes del colonialismo se extendían también a Estados soberanos que adeudaban grandes capitales a los
europeos, como el Imperio otomano o el chino, lo que permitía a las potencias acreedoras imponer políticas
aduaneras o monetarias que los beneficiara. Europa
era como un inmenso banco que cobraba las rentas de todo el planeta.

Causas demográficas La transición al régimen demográfico moderno produjo una auténtica explosión blanca: entre 1850
y 1914, la población europea aumentó en un 75%, pese a la emigración hacia ultramar. Algunas colonias, (casi siempre de
clima templado), absorbieron buena parte del excedente demográfico de la metrópoli: esa era la función de Canadá o
Australia en el caso británico, de Argelia en el francés o de Cuba en el español. Pero la mayoría de los emigrantes
europeos se asentaba en antiguas colonias que eran ya independientes, como Estados Unidos, Brasil o Argentina. El
aumento de la presión demográfica por la inmigración europea impulsó la conquista y la colonización de territorios
ocupados por pueblos indígenas, como en el caso del Oeste americano. Las sociedades resultantes, configuradas según el
modelo europeo, se convirtieron en exportadoras de alimentos y materias primas.

Causas políticas Al imperialismo lo impulsaron también diversos motivos políticos:


 Algunas colonias carecían de interés económico, pero estaban en una situación estratégica que permitía el dominio de
las rutas marinas, como los enclaves británicos de Gibraltar, Malta o Adén.
 Las colonias daban prestigio: se consideraba que la posesión de un imperio era condición para acceder al estatus de
gran potencia.
Entre 1870 y 1890, la escalada imperialista llevó al reparto de los territorios susceptibles de colonización. A finales de
siglo, cuando estos territorios se agotaron, se produjo un aumento de la tensión internacional, con crisis militares entre las
potencias.

El pretexto ideológico El imperialismo fue justificado por argumentos racistas. Las potencias
imperialistas creían en la superioridad de la raza blanca, en el sentido que tenían unamisión civilizadora sobre las
poblaciones indígenas. Para construir esta idea, los europeos se fundamentaron en dos grandes fuentes: la
teoría del progreso, construida entre los siglos XVIII y XIX, y el darwiniamo social, aplicación de la teoría
la selección natural de Charles Darwin para explicar el funcionamiento de la sociedad.
Los imperios coloniales europeos Con la excepción del Imperio austro- húngaro, cuya zona de expansión natural eran
los Balcanes, todas las potencias europeas aspiraban a un imperio colonial:
 El Imperio británico, el más extenso y rico, poseía alrededor de un cuarto de la superficie y de la población terrestre.
La colonia más importante era la India, que era una fuente inagotable de riqueza y prestigio para el Reino Unido.
Pero el Imperio se componía además de territorios muy diversos: desde las colonias de explotación* en África, hasta
los dominios* blancos de América y Australasia.
 El Imperio ruso, formaba una gran masa compacta que se extendía por Eurasia. La carencia de puertos en mares
abiertos y libres de hielo lo impulsaba a abrirse camino hacia el océano Índico y el mar del Japón.
 El Imperio francés, se extendía por África, Indochina y las islas de los océanos Índico y Pacífico, además del mar
Caribe. Su principal colonia era Argelia.
 Alemania e Italia llegaron tarde al reparto. La primera consiguió colonias en África y el Pacífico. La segunda, tras
fracasar en Etiopía, tuvo que esperar hasta 1911 para arrebatar Tripolitania a los turcos.
 Algunos imperios eran supervivientes de la Edad Moderna, como el portugués, que comprendía extensos territorios en
África y enclaves* en el Índico y China, y el holandés, que se extendía por Indonesia.
 En 1898 España perdió los restos del Imperio en América y el Pacífico, y tuvo
que conformarse con pequeños territorios en África.
 El Congo fue un caso especial: pues se trató de un territorio que pertenecía a la
compañía privada del rey de Bélgica, Leopoldo II. En 1908, luego de algunos
escándalos en la región, el rey decide vender el territorio del Congo al Estado
de Bélgica.
Con pocas excepciones, como Japón o Etiopía, los territorios que en 1900 seguían
siendo independientes en Asia y África eran:
 Antiguos imperios, como China, Persia o Turquía, demasiado extensos para
que las potencias permitieran que una sola los explotara.
 Estados tapón, que amortiguaban la tensión entre las áreas de expansión de dos
potencias, como Siam, que separaba las colonias británicas y las francesas en
Indochina.

Estados Unidos, de colonia a imperio El crecimiento demográfico y la abundancia de recursos naturales convirtieron a
Estados Unidos en la primera economía mundial a fines del siglo XIX. Dos rasgos habían marcado su historia hasta
entonces:
 La rivalidad entre el Sur, esclavista y agrario, y el Norte, industrial, receptor de la inmigración europea. Tras la
victoria del Norte en la Guerra de Secesión entre 1861 y 1865 y la abolición de la esclavitud, Estados Unidos se
consolidó como gran potencia industrial.
 La expansión hacia el Oeste, que se aceleró a partir del descubrimiento de oro en California alrededor de 1848.
Estados Unidos se convirtió en una potencia imperialista, ya que argumentó su derecho a intervenir zonas de América
Latina en defensa de sus intereses. En 1898, Estados Unidos se apropió de Puerto Rico y Filipinas. Poco después
comenzaba la construcción del canal de Panamá, al tiempo que extendía su influencia por el Pacífico.
El nuevo Japón La única gran potencia imperialista de origen no europeo fue Japón. Durante siglos, el archipiélago
estuvo aislado al exterior y en 1 853 fue obligado a abrir sus puertos a las potencias occidentales. La reacción fue
inmediata. El emperador o mikado, figura sagrada hasta entonces ajena al gobierno, asumió el poder, impulsando la
restauración Meiji: Japón abandonó el feudalismo y se industrializó. Construyó una potente flota e inició su expansión
hacia China y Corea.

La Paz armada (1871-1914) fue un periodo de la historia política de Europa que se extiende desde el fin de la Guerra
Franco-Prusiana hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial y que se caracteriza por el fuerte desarrollo de la industria
bélica de las potencias y por la creciente tensión en las relaciones internacionales. Esta carrera armamentística entre las
potencias europeas, o ayudadas por el crecimiento de la Belle Époque de finales del siglo XIX y principios del siglo
XX, fue una de las causas más notorias de la Primera Guerra Mundial.
Las continuas tensiones entre Estados a causa de conflictos tanto nacionalistas como imperialistas dieron lugar a que cada
Estado destinara gran cantidad del capital estatal a la inversión de la industria de armamento y al fortalecimiento del
ejército, todo este excesivo gasto militar desembocaría a la larga en quiebras nacionales. La política de la
época se basaba en la idea expresada por la máxima latina, «Si vis pacem, para bellum» que significa: Si quieres la paz,
prepárate para la guerra. Todo ello dio lugar a un complejo, reinstaurado, sistema de alianzas en las que las naciones se
hallaban en conflicto sin estar en guerra.
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