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Revista de Geografía Norte Grande, 48: 61-79 (2011)


Tema central

Modelación de la distribución de
especies y ecosistemas en el tiempo y
en el espacio: una revisión de las nuevas
herramientas y enfoques disponibles1

Patricio Pliscoff2 y Taryn Fuentes-Castillo3

RESUMEN
Este artículo tiene como objetivo presentar el marco conceptual y metodológico
en que se desarrollan las técnicas de modelos de distribución para especies y
ecosistemas. Se hace una revisión histórica de los conceptos que fundamentan
estas técnicas y se presentan las principales etapas metodológicas involucradas
en estos análisis. Se discute cómo estos enfoques son de gran utilidad para el
desarrollo de nuevas preguntas en el campo de la biogeografía y de la conserva-
ción biológica. Finalmente, se presenta una aplicación de técnicas de modelos
de distribución, tomando como caso de estudio Beilschmiedia miersii (belloto del
norte). Esta revisión conceptual y metodológica, así como el ejemplo aplicado,
buscan clarificar la utilidad y el potencial que tienen los modelos de distribución,
con el objetivo de invitar a la investigación en biogeografía y así seguir avanzan-
do en el conocimiento de los patrones espaciales y temporales de la distribución
de los organismos.
Palabras clave: Modelos de distribución de especies/ecosistemas, nicho ecológico,
biogeografía de la conservación, cambio climático.

ABSTRACT
This article aims to present the conceptual and methodological framework in
which models techniques for species and ecosystems distribution are developed.
An historical review of concepts behind these techniques is made as well as
the presentation of the major methodological steps involved in these tests. A
discussion on how these approaches are useful for the development of new
questions in the field of biogeography and biological conservation is generated.
Finally, an application of distribution modeling techniques, using the specie
Beilschmiedia miersii (belloto Del Norte) as a study case, is presented. This
conceptual and methodological review as well as the example applied, seeks to
clarify the usefulness and potential of distribution models techniques, with the
objective to go forward in biogeography research and thus, farther progress in
understanding spatial and temporal patterns of organism’s distribution.
Key words: Distribution models species/ecosystems, ecological niche, conservation
biogeography, climate change.

1 Artículo recibido el 27 de diciembre de 2010, acep-


tado el 15 de marzo de 2011 y corregido el 23 de
marzo de 2011. 3 Facultad de Ciencias Forestales y de Conservación
2 Laboratorio de Ecología Espacial, Universidad de de la Naturaleza, Universidad de Chile (Chile).
Lausanne (Suiza). E-mail: patricio.pliscoff@unil.ch E-mail: tarfuentes@uchile.cl
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Identificar los patrones espaciales y tem- Del concepto de nicho ecológico a los
porales de la distribución de los seres vivos modelos de distribución
sobre el planeta ha sido desde sus inicios
el centro del estudio de la biogeografía. Es El concepto de nicho se abordó en la
así como la identificación y caracterización ecología, tanto en su concepción matemá-
de “áreas de distribución” (Axelius, 1991; tica (MacArthur, 1972) como experimental
Morrone, 2009) se ha señalado como el hilo (Austin et al., 1990). A finales de la década
conductor en el desarrollo del conocimiento de los 70 se comenzaron a desarrollar los
biogeográfi co (Lomolino et al., 2010). Des- primeros modelos teóricos en los cuales se
de el viaje de Humboldt y Bonpland hacia buscaba defi nir el nicho en términos de su
América, pasando por la “Geografía botánica distribución espacial (Kessell, 1979). Durante
Rasonée” de Agustín de Candolle en 1885, se la década de los 80 comienzan a generarse
inició una tradición investigativa que ha estu- las primeras aproximaciones con carácter
diado la relación entre la distribución de las predictivo a distintos niveles de organización
especies vegetales y el clima. (especies, comunidades). Box (1981) es el pri-
mero en establecer un modelo global para la
La geobotánica en los inicios del siglo XX predicción de la distribución de los biomas.
sistematizó el conocimiento de la distribu- En Australia comienzan los trabajos de Austin
ción de las especies vegetales y su relación (1987), aplicando modelos estadísticos para
con el clima, al complementar información cuantifi car la relación vegetación-ambiente
obtenida en terreno con el nuevo conoci- (gradientes), y Nix (1986) establece los fun-
miento cartográfico del globo terrestre. Estos damentos para el algoritmo BIOCLIM, un
avances permitieron construir una relación algoritmo simple que se basa en operadores
causal entre la distribución geográfica de las booleanos, que hasta el día de hoy es utili-
especies vegetales y la distribución espacial zado para generar modelos de distribución
del clima. Posteriormente, desde la ecolo- espacial de especies (Beaumont et al., 2005).
gía, surge el concepto de nicho ecológico, Con el inicio de la masividad de los Sistemas
ampliando fuera del ámbito de la botánica de Información Geográfica en los años 90 y
la relación entre los seres vivos y los factores la mayor disponibilidad y manejo de grandes
abióticos. Este concepto tiene su origen en bases de datos, se dispone de nuevas herra-
los trabajos de los ecólogos Johnson, Grin- mientas para proyectar en el espacio ecoló-
nell y Elton, donde se buscaba establecer el gico y geográfico los modelos estadísticos de
rol de las especies e identificar la subdivisión nicho. Es así como comienzan a surgir distin-
del ambiente (hábitat) que era ocupado por tas aproximaciones estadísticas y programas
una especie. La concepción de nicho más computacionales que permiten determinar la
utilizada es la desarrollada por Hutchinson distribución espacial de las especies y ecosis-
(1957), donde se refi ere al nicho como un temas, basándose en datos de presencia/au-
hipervolumen de n-dimensiones donde se sencia (Guisan y Zimmermann, 2000; Guisan
encuentran las condiciones ambientales y Thuiller, 2005; Elith y Leathwick, 2009).
(factores) en las cuales la especie puede
sobrevivir. Esta defi nición es además clave En la actualidad, con las nuevas técnicas
en la conceptualización de los modelos de y programas computacionales disponibles, se
distribución de especies que se detallarán pueden obtener en forma muy simple mode-
más adelante, ya que permite relacionar di- los de distribución, esto ha llevado a críticas
rectamente el espacio geográfico a través de (Jiménez-Valverde et al., 2008) que se pre-
la noción de espacio multidimensional de n guntan si los modelos de distribución están
variables, donde una especie se encuentra efectivamente respondiendo a las preguntas
habitando o potencialmente lo podría hacer. ecológicas básicas sobre las cuales fueron
Es aquí donde se encuentra la distinción en- definidos (Austin, 2007). Se señala que la
tre nicho potencial o fundamental y nicho existencia de técnicas estadísticas cada vez
realizado, donde el primero indica al espacio más complejas y el manejo de gran cantidad
total de las variables y el segundo especifica de información espacial, está desviando la
el espacio geográfi co donde efectivamente pregunta central que buscan responder estas
habita la especie. aproximaciones: cuáles son los factores que
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determinan la distribución de los seres vivos Técnicas de modelación


(McGill, 2010).
Se pueden distinguir cuatro grandes fa-
Los modelos de distribución de especies/ milias de técnicas 4 de modelación de la
ecosistemas se han transformado en una de distribución geográfica de las especies/
las áreas de investigación con mayor desa- ecosistemas: las relacionadas a modelos
rrollo en el campo de la biogeografía de la estadísticos de regresiones (Modelos Linea-
conservación (Richardson y Whittaker, 2010). les Generalizados (GLM), Modelos Aditivos
Entendiendo este campo de estudios como la Generalizados (GAM)), los métodos de cla-
aplicación del conjunto de principios, teorías sifi cación (Random Forest (RF), Boosted re-
y análisis de la biogeografía a problemas con- gresion trees (BRT)), los métodos de “sobre”
cernientes a la conservación de la biodiver- (BIOCLIM, ENFA) y aquellos basados en algo-
sidad (Whittaker et al., 2005). La capacidad ritmos específicos (GARP, MAXENT). Además,
predictiva de los modelos de distribución de se puede incluir como un nuevo enfoque los
especies/ecosistemas tanto para proyectar el
espacio geográfico-ecológico en el pasado y
en el futuro, ha generado nuevas técnicas y
herramientas, generando así un nuevo dina- 4 Una revisión completa de los métodos disponibles
mismo a la disciplina biogeográfica (Guisan se encuentra en Guisan & Thullier (2005) y en
& Thuiller, 2005). Franklin (2009).

Cuadro Nº 1
Comparación de algunas de las principales técnicas para la generación de modelos de distribución

Técnicas Estudios comparativos

(BM = presente Nombre completo Referencia


en software A B C D E F
BIOMOD)
ANN (BM) Artificial Neural Networks Lek et al. (1996) +
BIOCLIM Bioclimatic Envelope Algorithm Busby (1991) - - ±

(BM = SRE)
BRT (BM) Boosting Regression Trees Friedman (2001) + +
CART (BM) Classification And Regression Trees Vayssieres et al. (2000) - - ±
ENFA Ecological Niche Factor Analysis Hirzel et al. (2002) - -
GAM (BM) Generalized Additive Models Hastie & Tibshirani (1990) ± + + ±
GARP Genetic Algorithm for Rule-set Production Stockwell & Peters (1999) ± - +
GDM Generalised Dissimilarity Modelling Ferrier et al. (2007) +
GLM (BM) Generalized Linear Models McCullagh & Nelder (1989) ± + ±
MARS (BM) Multivariate Adaptive Regression Splines Friedman (1991) ± -
MAXENT Maximum Entropy Phillips et al. (2006) + +
RF (BM) Random Forest Breiman (2001) +

Referencias para los estudios comparativos: A = Elith et al. (2006), B = Hijmans & Graham (2006), C =
Meynard & Quinn (2007), D = Prasad et al. (2006), E = Segurado & Araujo (2004), F = Tsoar et al. (2007). La
evaluación de las técnicas es indicada como: -- (muy mal), - (mal), ± (promedio) o + (buena).
Fuente: Modificado de Van Strien, 2008.
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programas que utilizan ensambles de técnicas una definición muy poco flexible del espacio
para obtener modelos de consenso, buscando ambiental, sin tomar en cuenta los distintos
disminuir los sesgos y limitaciones propias tipos de interacciones que se dan entre las
del uso en forma individual de las técnicas variables (por ejemplo colinealidad) o el efec-
estadísticas mencionadas. En el Cuadro Nº to de la distancia geográfica entre las presen-
1 se resumen las principales técnicas, los cias (autocorrelación espacial).
programas que las aplican y su rendimiento
en las principales evaluaciones que se han Algoritmos específicos para generar
realizado. modelos de distribución

Modelos estadísticos de regresiones En los últimos años ha tomado fuerza el


uso de técnicas basadas en algoritmos especí-
Los métodos basados en regresiones múl- ficos (máxima entropía, algoritmos genéticos).
tiples han sido los más utilizados para mo- Han significado un aumento exponencial
delar (Guisan et al., 2002), ya que permiten en el número de publicaciones y estudios
establecer de forma clara el modelo estadísti- asociados a la modelación de la distribución
co que describe la relación entre las variables geográfica de las especies y ecosistemas,
descriptivas y la presencia conocida de las por la facilidad de su aplicación y la rapidez
especies/ecosistemas. Además, en las evalua- con que se pueden obtener resultados. En
ciones comparativas entre técnicas de mode- este contexto destaca el software MAXENT
lación, estos métodos han sido identificados (Phillips et al., 2006; Elith et al., 2011) que,
como una de las técnicas de mejor resultado usando un algoritmo de máxima entropía, lo-
en la proyección sobre el espacio geográfico gra resultados robustos en términos de la pro-
del modelo final (Elith et al., 2006). yección espacial de la distribución, especial-
mente cuando se cuenta con pocos datos de
Métodos de clasificación presencias, sin embargo, la relevancia de las
variables ambientales y su evaluación esta-
Estos métodos se basan en clasificaciones dística se mantiene en discusión (Peterson et
basadas en reglas, donde se asigna una clase al., 2007). Pese a ello su uso se ha masificado
para cada combinación de las variables pre- en los últimos años, siendo utilizado en prác-
dictivas que generan el modelo de distribu- ticamente todas las aplicaciones de modelos
ción (Guisan & Zimmermann, 2000), algunas de distribución (Baldwin, 2009). Existen tam-
de las técnicas que se encuentran dentro de bién algunos casos en que MAXENT ha sido
esta categoría, por ejemplo Random Forest utilizado desde un enfoque de modelación de
(Breiman, 2001), han sido identificadas como ecosistemas (Thuiller et al., 2005; Deblauwe
las con mejores resultados al momento de et al., 2008; Riordan & Rundel, 2009).
discriminar la importancia de las variables
para la defi nición del modelo fi nal (Prasad Ensambles de técnicas
et al. 2006), pero a su vez, la caracterización
del conjunto de reglas que define el modelo Una reciente aproximación es utilizar
final es muy compleja, por lo que se hace di- “ensambles de técnicas” (Araujo & New,
fícil de interpretar. 2007; Marmion et al., 2009), con el objetivo
de disminuir las incertidumbres asociadas a
Métodos de “sobre” los modelos de distribución, especialmente
en relación a la validez estadística de los
Los métodos de “sobre” se basan en el resultados. BIOMOD (Thuiller, 2009) es un
establecimiento de combinaciones de ran- ejemplo de ensamble de técnicas, que per-
gos de valores mínimos y máximos, entre mite aplicar a la vez nueve técnicas de mo-
las variables utilizadas para la definición del delación. Es un software programado en el
nicho. Donde se define un espacio o “sobre” lenguaje estadístico R que ha sido utilizado
en que se da la combinación de valores de- principalmente para analizar proyecciones de
seada, dentro del espacio n-dimensional de la distribución actual bajo escenarios de cam-
las variables (Busby, 1991). Este es el enfoque bio climático, análisis del nivel de protección
más antiguo de modelación, pero se ha ido actual y futuro de especies con problemas de
abandonando con el tiempo, ya que ofrece conservación (Le Maître et al., 2008; Barbet-
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Massin et al., 2009; Parviainen et al., 2009; Datos de presencias (ausencias)


Marini et al., 2010).
La forma más básica de obtener los datos
Cómo modelar de presencia, es generando la información en
terreno mediante GPS u otros tipos de herra-
Los modelos de distribución se generan mienta de adquisición de datos, o recurrien-
usando dos tipos de fuentes de información: do a las fuentes directas de información de
los datos de presencia o ausencia de las es- especies, como son los museos o herbarios.
pecies/ecosistemas que se quiere modelar También se puede recopilar información de
y las variables descriptoras que definirán el forma indirecta mediante el uso de bases de
espacio ambiental, donde se distribuirá en el datos de libre acceso, que cada vez adquie-
espacio geográfico. La técnica de modelación ren mayor importancia. Un ejemplo es la
seleccionada establecerá una relación entre base de datos de especies GBIF (Global Bio-
la posición geográfica de la información de diversity Information Facility 5) que recopila
presencia o ausencia y el rango de valores la información de colectas para todo tipo de
del conjunto de variables donde se ubican organismos, desde diferentes fuentes (museos,
estos puntos. Esta relación es usualmente lla-
mada el ajuste del modelo de la ecuación, re-
gla de clasificación o algoritmo seleccionado 5 Se puede acceder a ella a través del sitio web http://
como técnica (Figura Nº 1). www.gbif.org

Figura Nº 1
Pasos metodológicos para la generación de modelos de distribución de especies/ecosistemas

Fuente: Modificado de Guisan et al., 2002.


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herbarios, estudios, entre otros). El uso de válidos. No obstante, el criterio a seguir es


estas fuentes de información estandarizadas, incorporar el mayor número de presencias
aunque son de gran utilidad por su fácil acce- disponibles, independiente de la calidad de
so y uso, son criticadas debido a que no toda la información, ya que es posible evaluar los
la información posee criterios mínimos de modelos según la calidad de los datos de pre-
revisión, lo que genera tanto errores de tipo sencia incorporados con posterioridad.
taxonómico (correcta identificación) como
también geográficos (errores en la localiza- Variables ambientales
ción) (Newbold, 2010). Este aspecto produce
la primera fuente de error en los modelos, El siguiente paso es la selección de las va-
generando errores independientes de las téc- riables ambientales antes de la aplicación de
nicas utilizadas (Feeley & Silman, 2009). las técnicas de modelación. El elegir un nú-
mero de variables adecuado y que releven la
Cuando existe la posibilidad de levantar información más importante de la entidad na-
información de la presencia del organismo tural analizada, es quizás el paso más crítico
que se quiere modelar, es necesario fijar una en el proceso de los modelos de distribución.
correcta estrategia de muestreo. La definición El resultado final está completamente deter-
de cómo levantar los datos tiene un efecto minado por esta elección. Las variables que
directo en el desempeño final del modelo se deben utilizar dependen del tipo de espe-
(Edwards et al., 2006) y a su vez puede ser de cie que se esté analizando y de los objetivos
gran relevancia si lo que se quiere es abordar que busca la identificación y caracterización
preguntas específicas como la identifica- del espacio ambiental donde se distribuye.
ción de especies raras (Le Lay et al., 2010).
En general, independiente de la escala de Existen principalmente dos tipos de va-
trabajo definida se deben seguir criterios de riables que se utilizan comúnmente, las
heterogeneidad en la selección de sitios de variables climáticas (bioclimáticas) y las
muestreos (privilegiar el muestreo en distintos variables topo-edáficas. Las primeras son las
ambientes) y de homogeneidad en la colec- más utilizadas, independiente del tipo de
ta (defi nir distancias regulares de muestreo entidad natural, principalmente por la facili-
con el fin de evitar la posterior correlación dad de su obtención, ya que existen bases de
espacial de las colectas). La posibilidad de datos globales a alta resolución (~1 km) de
obtener ausencias (identificar espacialmente libre acceso y uso. Una de las estrategias de
los sitios donde la entidad natural analizada selección más utilizada es trabajar con un set
no se encuentra presente) puede mejorar sus- de variables bioclimáticas predefinidas, como
tancialmente el resultado final de los modelos es el caso de las 19 variables bioclimáticas
(Guisan & Zimmermann, 2000). disponibles en la base de datos global de
superficies climáticas Worldclim (Hijmans et
Existen técnicas de modelación que in- al., 2005).
corporan las ausencias, lo que permite una
mejor discriminación de las variables descrip- Sobre el uso de este tipo de variables
toras y por lo tanto un mejor ajuste final del y el efecto que pueden tener sobre los re-
modelo. Aunque lo más común es trabajar sultados fi nales, existen varias revisiones y
solo con presencias, debido a que existen evaluaciones (Elith et al., 2002; Van Niel et
programas con técnicas especialmente adap- al., 2004; Dormann et al., 2008). Es posible
tadas para la utilización de pocos registros señalar, para el caso de Chile, que estas ba-
de presencia. En relación al número ideal de ses de datos climáticos globales (por ejemplo
presencias por unidad natural analizada, va- Worldclim) se deben utilizar criteriosamente
ría de acuerdo al objetivo planteado, de igual ya que en evaluaciones realizadas se seña-
manera de las técnicas que se quiere utilizar. la que poseen problemas en los valores de
Criterios de números mínimos para obtener las variables climáticas, especialmente en
modelos estadísticamente robustos se han aquellas zonas del país donde la cobertura
planteado en la literatura, por ejemplo, se ha de estaciones meteorológicas es menor (zona
establecido que sobre 30 (Wisz et al., 2008) o norte del país). Respecto a otros tipos de
50 (Kadmon et al., 2003) registros por especie variables como las topo-edáficas o derivadas
se pueden obtener modelos estadísticamente de imágenes satelitales, como las coberturas
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de uso de suelo o índices de productividad, ponderían a cada técnica, lo que favorece la


se ha identifi cado que pueden ser de gran interpretación de los resultados.
utilidad para obtener modelos con un mayor
ajuste (Zimmermann et al., 2007; Randin Evaluación del modelo
et al., 2009a). Especialmente en el caso de
las topo-edáficas, se ha probado que su uso La evaluación o validación se enfoca en
en forma conjunta con los datos climáticos, la caracterización de la confiabilidad de los
puede mejorar el resultado de los modelos a resultados de los modelos, más que en la
escalas espaciales de mayor detalle (Randin definición de uno como correcto o incorrecto
et al., 2009b). (Allouche et al., 2006). La forma correcta de
evaluar el resultado sería comparándolo con
Pasos para generar modelos de un conjunto de presencias independientes al
que se está usando, lo que es difícil de rea-
distribución lizar porque se tienen datos de presencia li-
mitados, esto aborda procediendo a dividir el
Una vez definida la información de las conjunto de datos en dos set: uno de calibra-
presencias y variables, se debe seleccionar ción y otro de evaluación (Guisan & Zimmer-
la técnica de modelación más adecuada para mann, 2000). La forma más básica de evaluar
las preguntas que se quieran responder y un modelo consiste en generar una matriz de
proceder a los pasos básicos que involucra el confusión o error, donde las ausencias y pre-
trabajo con modelos: calibración, evaluación, sencias predichas se comparan con las ausen-
predicción y proyección espacial (Figura cias y presencias reales. Esto permite calcular
Nº 1). indicadores para evaluar los modelos, como
la sensitividad (porcentaje de positivos verda-
Calibración del modelo deros correctamente predichos) y la sensibili-
dad (porcentaje de negativos verdaderos co-
La calibración del modelo se refiere a los rrectamente predichos) (Hirzel et al., 2006).
análisis estadísticos asociados a buscar el
ajuste del modelo que posteriormente se pro- Hay, también, otras medidas de precisión
yectará en el espacio geográfico. El tipo de de los modelos, donde un modelo es un
calibración dependerá de la técnica que se mapa con valores continuos de probabilidad
esté utilizando. El desarrollo de la aplicación presencia, la forma más básica es reclasificar
de las técnicas en los últimos años ha per- el mapa de valores continuos, basados en un
mitido realizar evaluaciones con diferentes valor de corte o umbral determinado, para
tipos de organismos, a distintas escalas espa- luego analizar cómo los puntos conocidos de
ciales y sobre diferentes espacios geográficos las presencias se distribuyen en este nuevo
(Manel et al., 2001; Hernández et al., 2006; mapa reclasificado en forma binaria (Liu et
Hirzel et al., 2006; Elith et al., 2006; Elith al., 2005; Jiménez-Valverde & Lobo, 2007;
y Graham, 2009). Estas evaluaciones sirven Freeman & Moisen, 2008). Valores sobre el
como guía para la selección de la técnica con umbral determinado se estiman como pre-
la que posteriormente se calibrarán los mo- sencia, y valores bajos como ausencia de la
delos. Existen, además, algunas herramientas entidad en estudio.
muy útiles para analizar los resultados de los
modelos, una de ellas son las superficies de Existen análisis estadísticos llamados
respuestas, que son gráficos que muestran umbral-independiente, esto quiere decir que
cómo se distribuyen las presencias sobre los se aplican para evaluar la precisión del mo-
valores de las variables descriptoras selec- delo sobre el mapa de valores continuos, sin
cionadas. Finalmente, la posibilidad de uso la necesidad de calcular un valor de corte
de softwares que calibran automáticamente o umbral (Manel et al., 2001). Los de mayor
los modelos para un conjunto de distintas utilización son AUC, Kappa y TSS. El método
técnicas, como BIOMOD (Thuiller, 2009), umbral-independiente más conocido es el
ayuda también de gran forma para el análisis AUC (Area under the curve) (Dodd & Pepe,
de los resultados de las calibraciones de los 2003), que se obtiene comparando la propor-
modelos, ya que permite interpretar estos ción de falsos y verdaderos positivos, es de-
resultados con distintas réplicas que corres- cir, desplegando en dos ejes X e Y, la propor-
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ción de falsos positivos (1-especificidad) y en vación del nicho) y ecológicos (estabilidad


el eje Y la proporción de positivos verdaderos del nicho) (Wiens & Graham, 2005; Pearman
(sensitividad). La precisión de un modelo et al., 2008b).
es mayor cuando la proporción de positivos
verdaderos es mayor a la de positivos falsos, ¿Qué pasará en el futuro?
lo que se expresa gráficamente en una curva
que mientras mayor sea su precisión, más se Proyectando los efectos del
acercará a la esquina izquierda del gráfico, cambio climático
generando un “área de curva” mayor. Esto es
lo que refleja el AUC; se estima que valores Los modelos de distribución se han trans-
sobre 0,9 de AUC dan cuenta de modelos formado en una herramienta esencial para la
con alta precisión y valores entre 0,7 y 0,9 in- evaluación del efecto del cambio climático
dican modelos con buena precisión (Thullier sobre las especies y ecosistemas (Dormann,
et al., 2009), pero se debe tener en cuenta 2007; Sinclair et al., 2010). El uso de este
que el valor del AUC depende del número enfoque se está propagando entre expertos
de presencias y del tamaño total del área de de distintos tipos de organismos, ya que en
estudio (Lobo et al., 2008). la actualidad es posible solo contando con
un número menor de registros de colectas
Predicción y proyección espacial de especies, proyectar la distribución bajo
distintos escenarios de cambio climático y
El paso final en la generación de un mo- en distintas ventanas de tiempo. Desde el
delo de distribución, es la proyección en el punto de vista de la distribución actual es
espacio geográfico del modelo que ha sido posible identificar incertidumbres asociadas
calibrado y evaluado. En este paso los valores a la generación de los modelos de distribu-
continuos de probabilidad, o los valores bina- ción (fuentes de información de presencias,
rios obtenidos de un umbral, son transferidos selección de variables adecuadas, diferencia
al espacio geográfico, por lo que se pueden entre técnicas, entre otros). Al proyectar en
representar en forma cartográfica. El modelo el futuro, se agregan nuevas incertidumbres
de distribución se puede proyectar en el es- relacionadas por ejemplo al comportamiento
pacio actual, utilizando variables descriptoras de las variables climáticas (que son las varia-
actuales, pero también se puede proyectar en bles descriptivas utilizadas en las proyeccio-
el futuro o en el pasado, utilizando variables nes), ya que se asume un cambio lineal en el
descriptoras que correspondan a los tiem- comportamiento de una variable. La posible
pos que se quieran analizar. Este proceso de existencia, dada las variaciones climáticas
transferencia temporal del modelo de distri- proyectadas, de climas “no análogos”, es de-
bución requiere de enfoques diferentes de ca- cir, de combinaciones de variables que den
libración y evaluación. En la actualidad el en- cuenta de climas que no existen en la actua-
foque más común de los trabajos de modelos lidad o que son nuevos para una determinada
de distribución involucra la proyección actual zona geográfica en particular (Williams et al.
de la entidad natural analizada y su posterior 2007; Williams & Jackson, 2007), agrega otra
proyección bajo un escenario de cambio dificultad a las proyecciones de cambio cli-
climático. Para esto existen modelos climá- mático de las distribuciones de las especies/
ticos globales, tanto para escenarios futuros ecosistemas. Nuevas versiones de programas
y pasados (Hijmans et al., 2005), que sirven de modelos de distribución permiten incor-
como fuentes para crear conjuntos de varia- porar elementos dentro del análisis de las
bles descriptoras bajo diferentes ventanas de proyecciones futuras (Elith et al., 2010). Otra
tiempo. El proyectar distribuciones presenta incertidumbre asociada a la proyección de
nuevos desafíos para la biogeografía, donde las distribuciones bajo escenarios de cambio
se abren preguntas que antes no podían ser climático es la no inclusión del cambio de
formuladas ni menos evaluadas, ya que no se uso del suelo en los modelos (Franklin, 2009);
contaba con las fuentes de datos necesarios; es posible que el efecto de la desaparición
por ejemplo, la pregunta sobre si el nicho de y fragmentación de los hábitats naturales,
una especie se mantiene en el tiempo y espa- producto del cambio de uso de suelo, sea
cio, es un tema que está cobrando relevancia temporalmente más relevante para las distri-
ya que involucra aspectos evolutivos (conser- buciones actuales que la evolución del espa-
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cio climático. La mayoría de los trabajos que actual como para hipotetizar cómo serán los
proyectan la distribución bajo escenarios de cambios esperables en el futuro (Ficetola et
cambio climático, buscan resolver preguntas al., 2010; Benito Garzón et al., 2008).
relacionadas con conservación biológica,
evaluando el riesgo de extinción y la evolu- La existencia del registro fósil es de gran
ción del estado de conservación. Reciente- utilidad para la validación de los modelos
mente se han acoplado estos modelos con pasados, sirviendo como muestras indepen-
la información genética y poblacional de las dientes en la evaluación de los modelos o
especies (Kozak et al., 2008; Swenson, 2008) también para identificar sesgos en las defini-
y también se están usando las proyecciones ciones de las áreas de distribución pasadas,
para evaluar los sistemas de reservas actuales ya que pueden representar localidades erra-
y proponer nuevos diseños (Vos et al., 2008; das de la distribución que se quiere caracteri-
Rose & Burton, 2010). zar en un tiempo determinado (Flantua et al.,
2007).
Aplicaciones en biogeografía
Se han aplicado estos métodos para
histórica: ¿el espacio identificar refugios biogeográficos (Ashcroft,
geográfico y el espacio 2010), definir rutas de migración (Martínez-
Meyer et al., 2004), evaluar hipótesis de
ecológico evolucionan juntos? conservación de nicho (Martínez-Meyer et
al., 2004; Peterson & Nyari, 2008; Evans et
De la misma forma en que los modelos de
al., 2009; Carnaval et al., 2009) y para la
distribución se pueden proyectar en el tiempo
definición de áreas de distribución en tiem-
y el espacio futuros, es posible retroyectar la
pos pasados (Benito Garzón et al., 2007). El
distribución en tiempos pasados (Yesson &
campo sigue en desarrollo así como el avan-
Culham, 2006; Pearman et al., 2008a; Willis
ce de nuevas técnicas que permitan mejorar
et al., 2009; Graham et al., 2010). Para esto
o cuantificar la incertidumbre asociada a es-
se deben evaluar dos conceptos diferentes,
tos métodos (Smith & Donoghue, 2010). Un
que al analizar la evolución y distribución
buen ejemplo de la utilidad de este enfoque
de las especies cobran un valor fundamental
es el trabajo realizado en torno al mamut
para definir los nichos o espacios climáticos.
(Nogués-Bravo et al., 2008) donde se han
Estos son el concepto de estabilidad y con-
podido evaluar las distintas hipótesis exis-
servación de nicho (Nogués-Bravo, 2009). El
tentes para la desaparición de la especie y
primero se refiere a la posibilidad de que las
definir la más fuerte según la evidencia que
especies/ecosistemas puedan mantener en
aporta la modelación de su paleodistribu-
el tiempo las condiciones climáticas en que
cion en relación a la variación del espacio
persisten, y la conservación del nicho se rela-
climático.
ciona con la posición de las especies dentro
de su árbol filogenético, donde las especies
que tienen más cercanía dentro del árbol de- Biogeografía de la
berían tener un espacio climático más similar. conservación, usando los
Si no se consideran estos dos conceptos, los
resultados que se obtienen de la retroyección modelos como herramientas
de las distribuciones en el pasado carecen de para la planificación
robustez.
Se ha identificado a los modelos de dis-
Existen diferentes métodos que permiten tribución de especies/ecosistemas como un
evaluar la estabilidad y la conservación del requerimiento clave para la biogeografía de
nicho, para posteriormente poder definir la conservación (Richardson & Whitakker,
las áreas más propicias para la distribución 2010), el mayor uso que se les ha dado a los
de una especie y su comportamiento en el modelos de distribución es como sustitutos
tiempo y el espacio. El definir el comporta- de la biodiversidad de un lugar determinado.
miento de la distribución en el pasado per- Esto se ha realizado mediante dos perspecti-
mite conocer antecedentes claves tanto para vas, la primera es sumando los modelos indi-
caracterizar de mejor forma la distribución viduales, generando ensambles de modelos
70 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

para determinar de forma indirecta la riqueza escenario de cambio climático para el año
de especies de un lugar, y la segunda busca 2050. Para generar el modelo de distribución
identificar la distribución de especies con al- del belloto del norte se definió como área de
gún problema de conservación o con alguna estudio el territorio chileno, ubicado entre
característica particular, definiendo así áreas los 30º y los 34º latitud Sur. Se utilizó como
de mayor valor donde se deberían concen- información de presencias los datos recopi-
trar los esfuerzos de protección. El objetivo lados en el proyecto “Estudio sobre distri-
de ambos enfoques es el mismo: utilizar los bución geográfica y estado de conservación
modelos para la identifi cación espacial de del belloto del norte (Beilschmiedia miersii)”
las zonas de mayor valor de protección y (CICA Ingenieros Consultores, 2002). Como
evaluar los vacíos espaciales de los esfuerzos variables descriptoras se usaron las 19 va-
de protección y conservación existentes; este riables bioclimáticas del proyecto Worldclim
enfoque se denomina también “análisis de (Hijmans et al., 2005). Estas superficies cli-
vacíos” (Urbina-Cardona & Flores-Villela, máticas cuentan con una resolución espacial
2010). de 1 km y corresponden a índices biocli-
máticos que tienen relevancia directa en la
El desarrollo de modelos más dinámicos ecología de las especies vegetales (Busby,
que dan cuenta de los movimientos de las 1991).
especies o del cambio climático, le está dan-
do un nuevo valor al rol de los modelos de Para la modelación se usó BIOMOD
distribución dentro de los procesos de planifi- 1.1-5 (Thuiller et al., 2009), utilizando 7
cación de conservación (Loiselle et al., 2003; técnicas disponibles en este software (ANN,
Wilson et al., 2005; Elith & Leathwick, 2009; CTA, GAM, GBM, GLM, MARS, RF 6 ). Se
Richardson et al., 2010). Así como es posible generaron 10.000 pseudoausencias distri-
modelar la distribución en diferentes tiem- buidas al azar dentro del área de estudio. Se
pos y con diferentes restricciones espaciales estableció un porcentaje del 70%-30% para
(dispersión, migración), se puede también definir los sets de calibración y evaluación.
evaluar de qué forma las redes de protección El modelo binario final se determinó usando
existentes van cumpliendo las metas de con- como valor de corte el umbral balanceado
servación, generando diseño de redes de pro- del ensamble final (Liu et al., 2005). El mo-
tección dinámicos que se adapten tanto en el delo futuro se obtuvo siguiendo los mismos
tiempo como en el espacio a la variación de pasos en BIOMOD, pero se actualizaron las
los rangos de distribución (Vos et al., 2008; variables descriptoras según el modelo de
Coetzee et al., 2009). En esta línea los pro- cambio climático HADCM3 (Gordon et al.,
gramas para generar modelos están tendien- 2000) bajo el escenario IPCC de emisión A2
do a complementarse y fusionarse con los (IPCC, 2007). Como primer paso se analizó
de priorización de áreas como ZONATION la correlación espacial de las 19 variables
(Moilanen et al., 2008), lo que posibilita avi- bioclimáticas en el área de estudio. Para esto
zorar nuevos desarrollos y herramientas que se calculó la correlación spearman entre
permitirán definir nuevas áreas de protección pares de variables, descartando aquellas que
y evaluar las ya existentes de forma más siste- tuviesen valores de correlación sobre 0,8. Se
mática. obtuvo un total de seis variables con menor
correlación entre sí: rango diurno promedio,
Ejemplo de modelo de isotermalidad, temperatura mínima del mes
más frío, rango de temperatura anual, tem-
distribución, distribución peratura promedio del cuarto más cálido,
actual y futura del belloto del precipitación anual. Para la evaluación del
modelo se calcularon los valores de AUC,
norte Kappa y TSS de cada técnica y se utilizó Ran-
dom Forest (RF) para la determinación de las
Para ejemplificar cómo funcionan los
modelos de distribución, a continuación se
presenta la caracterización de la distribución
potencial actual del belloto del norte (Beils- 6 Ver Cuadro Nº 1 para nombres, referencias y eva-
chmiedia miersii) y su proyección bajo un luación de los métodos.
MODELACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DE ESPECIES Y ECOSISTEMAS EN EL TIEMPO Y EN 71
EL ESPACIO: UNA REVISIÓN DE LAS NUEVAS HERRAMIENTAS Y ENFOQUES DISPONIBLES

variables con mayor importancia en el mode- 820.100 hectáreas, se disminuye en el futuro


lo final (Breiman, 2001). Los valores de eva- hasta una superfi cie de 200.700 hectáreas.
luación AUC para todas las técnicas fueron Se contrae el rango hacia el centro de su
superiores a 0,75, siendo la técnica GLM la distribución actual en la zona del valle del
más baja y la con mayor valor RF (0,84). Las Aconcagua y hacia las zonas de mayor alti-
variables de mayor relevancia para el mode- tud en los Altos de Cantillana. En la Figura
lo final fueron la temperatura promedio del Nº 4 se presenta un gráfico con la variación
cuarto más cálido y la precipitación anual. de la altitud entre el modelo actual y futuro,
En la Figura Nº 2 se comparan los valores de indicada anteriormente. Es importante señalar
ambas variables, donde se puede interpretar que en el caso de este ejemplo se utilizaron
el aumento de las temperaturas promedias solo variables climáticas para la defi nición
del cuarto más cálido y la disminución de la del espacio ambiental del belloto del norte,
precipitación anual, según el escenario de si se incluyen en este modelo otro tipo de
cambio climático determinado. restricciones, como por ejemplo mecanismos
de dispersión de la especie, el modelo podría
La Figura Nº 3 muestra el resultado final ser aún más restringido que lo obtenido. Por
del modelo binario y la proyección bajo el lo que se debe señalar que este modelo se
escenario de cambio climático HADCM3 A2. refiere a la proyección del espacio climático
Como se observa, los resultados muestran de la especie, por lo tanto, los análisis y eva-
una reducción de la distribución actual, de luaciones tienen que estar en relación a esta
una superfi cie de distribución potencial de proyección.

Figura Nº 2
Comparación de las variables más importantes para el modelo de distribución
potencial del belloto del norte*
Precipitación anual (mm)

Temperatura promedio del cuarto más cálido (ºC x 10)

* Las flechas indican la dirección de cambio entre los valores actuales (oscuros) y los valores futuros (claros).

Fuente: Elaboración propia.


72 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

Figura Nº 3
Modelos de distribución potencial actual (izquierda) y modelos de distribución proyectado bajo
escenario de cambio climático para el año 2080 (derecha), para el belloto del norte
(Beilschmiedia miersii)

Fuente: Elaboración propia.

Figura Nº 4
Variación de la altitud de la distribución potencial actual y proyectada según los modelos de
distribución, para el belloto del norte (Beilschmiedia miersii)

Distribución actual Distribución futura


Frecuencia (%)

Altitud (msnm)

Fuente: Elaboración propia.


MODELACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DE ESPECIES Y ECOSISTEMAS EN EL TIEMPO Y EN 73
EL ESPACIO: UNA REVISIÓN DE LAS NUEVAS HERRAMIENTAS Y ENFOQUES DISPONIBLES

Consideraciones finales ASHCROFT, M. B. Identifying refugia from


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Se ha presentado una revisión general 2010, vol. 37, p. 1407-1413.
de los métodos, técnicas y aplicaciones aso-
ciadas a la generación de modelos de dis- AUSTIN, M. P. Models for the analysis of
tribución desde un enfoque tanto a nivel de species’ response to environmental gradients.
especies como de ecosistemas. De la revisión Vegetatio, 1987, vol. 69, p. 35-45.
realizada se comprueba que es un campo
en creciente desarrollo y que se ha involu- AUSTIN, M. P. Species distribution models
crado en un amplio espectro de disciplinas, and ecological theory: a critical assessment
aportando nuevas herramientas para abordar and some possible new approaches.
preguntas asociadas a la distribución espacial Ecological Modelling, 2007, vol. 200, p. 1-19.
y temporal de las especies y de los ecosiste-
mas. La biogeografía se ha visto beneficiada AUSTIN, M. P.; NICHOLLS, A. O. &
por estas técnicas, desarrollando el enfoque MARGULES, C. R. Measurement of the
predictivo de la disciplina tanto en términos realized qualitative niche: environmental
de proyecciones futuras como en la mirada niches of five Eucalyptus species. Ecological
hacia el pasado. Del ejemplo presentado, se Monograph, 1990, vol. 60, p. 161-177.
comprueba la utilidad de estos métodos para
representar espacialmente la distribución AXELIUS, B. Areas of distribution and
actual de las especies. Dando cuenta, para areas of endemism. Cladistics, 1991, vol. 7,
el caso de esta especie arbórea endémica p. 197-199.
a la zona central de Chile, del patrón de
reducción del rango de distribución actual BA L DW I N , R . A . U s e o f m a x i m u m
hacia zonas de mayor altitud. Finalmente, entropy modeling in wildlife research.
los desafíos futuros que indican las nuevas Entropy, 2009, vol. 11, p. 854-866.
direcciones en el campo de los modelos de
distribución (Zimmermann et al., 2010), dan BARBET-MASSIN, M.; WALTHER, B. A.;
cuenta de la incorporación de elementos di- THUILLER, W.; RAHBEK, C. & JIGUET, F.
námicos que permiten caracterizar de mejor Potential impacts of climate change on the
forma el espacio ambiental, como es el caso winter distribution of Afro-Palearctic migrant
de las interacciones biológicas y la incorpo- passerines. Biology Letters, 2009, vol. 23, N°
ración de variables antrópicas como es el uso 5(2), p. 248-251.
del suelo. La identificación de los patrones
espaciales y temporales de la distribución B E A U M O N T, L . ; H U G H E S , L .
de los seres vivos, el objetivo central de la & POULSEN, M. Predicting species
biogeografía, retoma con estas técnicas una distributions: use of climatic parameters in
relevancia dentro de las ciencias biológicas y BIOCLIM and its impact on predictions of
ambientales como una herramienta útil para species’ current and future distributions.
analizar y evaluar los cambios globales que Ecological Modelling, 2005, vol. 10, p. 250-
se desarrollan en el planeta. 268.

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