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Los cuarenta días de la cuaresma van desde este Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de
Ramos.
La liturgia nos recuerda que «somos polvo y en polvo nos convertiremos» haciendo uso de la
cita del libro del Génesis:
Con sudor de tu frente comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella te sacaron;
pues eres polvo y al polvo volverás.
Génesis 3, 19
Cuando la Biblia cuenta que Dios creó a la humanidad modelando un poco de tierra (Gn 2, 7)
está indicando nuestra fragilidad y pequeñez.
Si tomamos conciencia de nuestra fragilidad y necesidad de Dios, nuestra relación con las
cosas, con los demás y con nosotros mismos será más auténtica y evitaremos muchas de las
tentaciones del mundo actual que nos llevan a ponernos a nosotros mismos por encima de
todo.
Sobre este polvo que somos, Dios sopla e infunde su Espíritu, llenándonos de salvación y
Vida Eterna. Por lo tanto en un proceso de conversión, en primer lugar nos reconocemos
pequeños, después confesamos nuestras faltas y pedimos perdón. Y Dios realiza su obra en
nosotros.
El significado de la ceniza
La ceniza simboliza la fragilidad del ser humano, aceptar la ceniza es reconocer que
necesitamos a Dios.
Abrahán repuso: -Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza.
Génesis 18, 27
Cuando el mensaje de Jonás llegó al rey de Nínive, se levantó del trono, se quitó el manto, se
vistió de sayal, se sentó sobre ceniza y mandó al heraldo proclamar en Nínive un decreto
real y de la corte: —Hombres y animales, vacas y ovejas no prueben bocado, no pasten ni
beban; cúbranse de sayal hombres y animales. Invoquen fervientemente a Dios; que cada cual
se convierta de su mala vida y de sus acciones violentas.
Jonás 3, 6-8
Me dirigí al Señor Dios implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza.
Daniel 9, 3
La ceniza que se emplea en la celebración del miércoles suele estar hecha a partir de las
palmas que se emplearon el Domingo de Ramos el año anterior.
No se trata de organizarnos una cuaresma flojilla, hecha a nuestra medida. Una cuaresma en
positivo y con humor puede exigir las mayores entregas y generosidades, pero sin teatralidad
y aparentar poses extrañas que no gustarían nada a Jesús.