Boni y Tigre
Kathrin Sander
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z
1
iBesitsen en perro grande. Un San
Bernardo.
Mucha gente le tiene miedo porque es
demasiado grande.
Algunos incluso cambian de acera
cuando lo ven pascando cen su amo.
A Bonifacio esto no le importa, pucs él
también le tiene miedo a la gente. Le tiene
miedo a todo el mundo. [Pensar que es un
perro tan grande y tan cobarde!Eso le molesta a su amo. El piensa que
un perro tan grande debe ser valiente,
cuidar bien al amo y ser inteligente. Pero
Bonifacio es muy cobarde y casi siempre
estd cansado. A veces es hasta un poco
tonto,
Ei mejor amigo de Bonifacio es Tigre.
Se conocieron en la terraza, cerca del
jardin, En ese momento Bonifacio estaba
durmiendo la siesta. De pronto, alguien
le hizo cosquillas en la nariz. Bonifacio
abrié un ojo y, cuando vio a Tigre, salié
corriendo.La verdad es que Tigre no es un ratén
muy grande.
—iOye! éPor qué sales corriendo?
—pregunté Tigre, y salié corriendo detcas
de Bonifacio.
Bonifacio corrié por el prado y por el
sembrado de hortalizas de su amo. Luego se
escondié detrds del cubo de la basura, que
esta detrés de la puerta del jardin.
‘No seas tonto —dijo Tigre—. No te
voy a hacer nada.
Con frecuencia, a Bonifacio le da tristeza
desilusionar a su amo y, entonces, se
propone cambiar su forma de ser.
—iSeguto? iNo me hards nada?
—pregunts asustado Bonifacio.
—Seguro. No te haré nada —dijo
Tigre—. Palabra de rat6n.
Entonces el perro salié con mucho
cuidado de su escondite,
iQuién eres? —pregunt.
—Me llaman Tigre, porque no me asusta
nada ni nadie. 2 ti quién eres?
—Soy Bonifacio dijo Bonifacio—,
peto prefiero que me lames Boni.
Bonifacio es un nombre para un perro
valiente.
Esta bien —dijo Tigre.
Y asf se volvieron amigos.Tiaie sabe que su amigo Boni es
cobarde, peto a él no le importa eso.
Cuando Tigre nota que Boni esté muy
triste por este motivo, piensa en diferentes
formas de ayudarle,
Un da tuvo una idea. Llege al jardin
cuando Bonifacio estaba dando su paseo
de la tarde,—lo Ilamé—. Tengo una
idea: Vas a aprender a ser valiente.
—iQué dices? —pregunté Boni,
—Vas a aprender a ser valiente —repitis
‘Tigre—. He pensado que si luchamos
contra tu cobardia, algtin dia la vencerés.
—iQuieres decir que me convertiré en
un perro valiente? —pregunté Boni.
—Si—dijo Tigre.
Boni se puso triste y sacudié la cabeza.
—No —dijo—. No lo creo. No dara
resultado.
~iClaro que st! —dijo Tigre—. Por lo
menos inténtalo. Hazlo por mé, ‘quieres?
—Esté bien —dijo Boni, pero no tenfa
muchas esperanzas. Y ademés, iqué tenia
‘Tigre en mente?Thee hizo una mascara de gato. La
mascara quedé igual al gato Mauricio, el
gato de la casa de al lado.
Cuando Tigre se puso la mascara, Boni
salié corriendo y pisoted el pasto y el
sembrado de hortalizas de su amo.w
El gato Mauricio tenia las garras més
Targas de todos los gatos de la manzana.
—iEspera! —le grit Tigre a Boni—
Aan no hemos empezado,
Entonces Boni regress muy despacio.
—Pon atencién —dijo Tigre—. Haré
como si fuera el gato Mauricio, pero slo
voy a fingir. Yo no soy el gato Mauricio, ide
ncuerdo?
‘Antes de que Boni le contestara, Tigre
ya se habfa puesto la mAscara de nuevo.
Sin embargo, Boni volvié a salir corriendo.
iBoni! —grité Tigre—. iNo te vayas! ¥
IRegresal
Tigre se quit6 la mascara y sacudié la
cabeza.
Boni se sintié muy avergonzado y regresd
Jentamente.
No querfa mirar a Tigre a los ojos.
‘No resulté? —pregunt6 en voz baja.
—No —dijo Tigre—. No result6.
—1Y ahora? —pregunté Boni.
—Ahora vamos a descansar —dijo
‘Tigre—. Mirta llegaré en cualquier
momento y vamos a dar un paseo por el
estangue,
Mirta era la novia de Tigre.Bion ysTi = apes a aaean
un cuarto de hora. Tigre ya empezaba
‘a preocuparse porque no podia dejar de
pensar en el gato Mauricio. Estaba muy
asustado.
—Lo mejor es que me vaya a buscar a
Mirta —dijo—. iQuieres venir conmigo,
Boni? Podriamos dar un paseo los tres.Pero Boni no querfa. A él no le gustaba
pasear porque les tenia miedo a los gatos.
Entonces sacudié la cabeza y dijo:
—No, Tigre, gracias; ya es la hora de mi
siesta. Prefiero quedarme aqui hasta que
ustedes regresen. Y... B
Boni estaba muy indeciso.
—iQué? —dijo Tigre.
—Y si algo pasa —dijo Boni—, me
Haman.
4 bien —dijo Tigre.
Hasta luego.
Entonces Tigre doblé la esquina.Despues de rue Tigre se fi, Boni se
acosté en el prado. Luego cerrd los ojos y
empez6 a roncar muy fuerte.
Nadie se dio cuenta de que el gato
Mauricio habia estado escondido detras
del érbol de manzanas mientras Boni y
Tigre hablaban. Lo habfa visto y escuchado
todo, Entonces sonrié satisfecho y se burlé
de que Boni fuera tan tonto y asustadizo.Habia escuchado con mucho cuidado
cuando Boni y Tigre hablaron sobre Mirta.
Ya se habfa fijado en la deliciosa
ratoncita, pero todavia no la habia podido
atrapar. Ella era muy lista y siempre se le
% escapaba.
Sin embargo, el gato Mauricio nunca se
daba por vencido.
«Ja, jam, pens6, «Esta vez la atraparé, Ya
ese ratén presumido también».
I yato se lamié los labios y se desliz6
espacio hacia donde estaba Boni. Luego
desapareeié por la misma esquina por la
que Tigre se habfa ido.h,
Laver nien ue a Bond done
lo siesta. Se molesta mucho cuando
alguien interrumpe su sueio. Se molesta
especialmente cuando una de las moscas
del jardin lo despierta. Entonces grufie,
nuestra los dientes y da manotadas para
‘nirapar a la mosca, Cuando hace esto se
ve como un perro muy feroz. Justo en ese
nomento vino una mosca zumbadora y se
par en la nariz de Boni.estaba sofando con una On
=
—Gnrr —gruité Boni, pero era como
sila mosca no lo hubiera ofdo—. Grerr ieliciosa salchicha. «Tal vez
—gruiié Boni de nuevo, pero la mosca Aime vyuelvo a dormir, siga
atrevida sigui6 sentada. En ese momenta J sofando con mi salchicha»,
Boni salt6, mostr6 los dientes y dio un pensd Boni.
manotazo. Por supuesto, la mosca salié Lo intenté, pero no le funciond. 3
volando, Las moscas son siempre muy «Bueno», pens6, «voy a ver si Tigre y
répidas, especialmente si las comparamos J Mirta ya regresaron de su paseo».
con un perro tan grande. “ntonces se puso de pie y salié trotando.
—iAl diablo! —murmuré Boni. Pero cuando iba a voltear la esquina, vio al
ito Mauricio.B yni no querfa encontrarse con el gato.
y por eso se devolvis y se encondis detras
dle la esquina, muy enojado.
Entonces pens6: «iQué buscard ese
tonto en el jardin de mi casa? (Qué estaré
iendo?»
Boni miré con cuidado al gato y
entonces vio algo terrible. iEl gato
Mauricio tenfa atrapada a Mirta! Tigreestaba parado junto al gato Mauricio y
estaka muy enojado.
—iSuelta a mi amiga! —gritaba Tigre—
Sino lo haces te convertiré en carne
molida.
El gato Mauricio sonrié.
—iTi! —pregunté—. 'Ya lo veremos!
—No te tengo miedo —dijo Tigte.
—IMaravilloso! —se burlé el gato—.
{Acaso no sabes lo que puedo hacerte con
mis garras?
-Primero me tienes que atrapar —dijo
Tigre.
—No es necesario—dijo el gato—.
Micntras tenga a tu amiguita, seguro que
no te irds.
Bonifacio escuchs todo desde la esquina.
Se sentfa muy mal y no sabia qué hacerBoni querfa salir cortiendo, pero no
podfa dejar a sus-amigos en medio del
peligro. Tigre era muy valiente, pero muy
pequerio para pelear contra el gato. Boni
era mas grande que el gato, pero estaba
muy asustado,
‘Tendré que pelear con el gato. No.
Pelear no es la mejor solucién. Tal vez
podamos lleger a un acuerdo. Le hablaré aMauricio y le ofreceré mi comida de toda
una semana...» ‘
Una larga semana sin comida... Esa no
era una buena idea, pero tal vez era mejor
que ponerse a pelear contra Mauricio.
36 aEstd bien», pensd.
Se llend de valor y doblé la esquina.
Hola —dijo Boni tratando de
pormanecer tranquilo— Yo... yo queria
pedicte que... si fueras tan amable de
poltar a Mirta
£Qué dices? —dijo el gato—. iEstas
loco? éSabes cudinto tiempo he esperado
este momento! No, no soltaré a la ratona.
2Y si te regalo mi comida... la de toda
wna semana? —pregunté Boni.—La comida de perro es mala y vieja,
cambio, una deliciosa ratoncita...
Mauricio se burlé e hizo un gesto
horrible.
—No, perto. Ese no es un buen negocio.
iOlvidalo!
Boni no sabia qué hacer
Mir6 a Tigre y Tigre pensé: «Si yo fuera
tan grande como Bonifacio, este gato no s
estarfa burlando de mf». Pero Tigre no era
tan grande como Bonifacio y Bonifacio er:
muy cobarde.Ya no hablemos més —dijo el gato—.
Si no les importa, nosotros nos vamos.
iNo! —grité Mira
iNo! —grit6 Tigre—. iSuelta a Mirta!
Sino lo haces...
Si no lo hago, iqué? —dijo el gato.
‘Tigre mostré sus afiladas garras,
pero Boni no dijo nada. Estaba muya]
confundido, Justo en ese momento
aparecié una de las mescas zumbadoras.
iQuerfa pararse en la natiz de Boni! iSdlo
eso Ie faltaba!
—Grrr —gruiié Boni, pero la mosca
no se movié. Entonces Boni mostré los
dientes y laded. Luego manoteé y se pus6
furioso.
Cuando el gato vio esto, pens6 que
estaba perdido. Creyé que el perro
querfa agarrarlo con sus grandes dientes.
Entonces, muy asustado, solté a Mirta y de
tun solo brinco salt6 por el muro del jardin.Boni segufa grufendo, pero pronto
se calmé pues la mosca ya se haba ido.
[Las moscas son siempre muy rpidas,
especialmente si se las compara con un
perro tan grande.
—Bravo, Boni! —dijo Tigre—. Eso
estuvo muy bien.
—Si—dijo Mitta,
—Pusiste en su sitio a ese gato tonto.—Mmmm, no lo sé... —dijo Boni
tartamudeando.
—iClaro que lo hiciste! —dijo Tigre—.
estabas tan enojado, que hasta yo me
asusté.
—S{ —dijo Mirta—. Estuviste
maravilloso. Me salvaste la vida.
—Té portaste comtrun le6n —dijo
Tigre—. (Subes una cosa, Boni? Creo que
ho vas a tener que seguir luchando para
volverte valiente.
—Mmm —dijo Boni.
Boni estaba pensando si no serfa mejor
contarles a Mirta y a Tigre lo que en
verdad habfa pasado.—iHasta luego, Boni! —gritaron Mirta
y Tiere—. Y de nuevo, muchas gracias por
todo.
—No hay de qué —dijo Boni.
Pero lo dijo tan bajo que no lo
escucharon.
Ahora... si Boni tenfa suerte, su amo no
veria el sembrado de hortalizas.
«iLes cuento?>, pensaba Boni. Esa era
una pregunta muy dificil. Mientras Boni
encontraha la respuesta, escuché la voz de
su amo.
—iBoni! iBonifacio! ‘Dénde se habré
metido ese perro?
—Miimm —dijo Boni—, me tengo que
in
Y salié corriendo a su casa.