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LA SEGUNDA TROMPETA
LA SEGUNDA TROMPETA
Cuando ya los ciento cuarenta y cuatro mil de las tribus de Israel han
sido sellados, entonces ahora sí Dios permite que se haga daño a la
tierra, a los árboles y al mar. Ya en la trompeta pasada se hizo daño a
la tierra, se hizo daño a la tercera parte de la tierra, a la tercera parte
de los árboles y a las plantas. Ahora, en esta segunda trompeta, Dios
permite que se haga daño al mar; no a todo el mar, sino a una tercera
parte; ya cuando lleguemos a las copas veremos que ya es el mar en
general; las copas consuman la ira y ya el mar en general es convertido
en sangre como de muerto, pero aquí apenas es la trompeta, aquí se
está iniciando el juicio. Como hemos dicho, las trompetas inician el
juicio y las copas de la ira lo consuman. Aquí estamos viendo el juicio
del Señor sobre el mar. “El segundo ángel tocó la trompeta, y como
una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar.” Esta
palabra es bastante interesante: “Como una gran montaña ardiendo en
fuego fue precipitada en el mar”. Se pregunta uno: ¿es literal? o ¿es
simbólico? Cuando vimos la primera trompeta vimos que era literal,
vimos que las copas son literales, las plagas que vivió Egipto fueron
literales; ese granizo con relámpagos fue literal; y ahora vemos que
aquí se habla de convertir la tercera parte del mar en sangre, y
estamos viendo que Dios utilizaría otra vez en el tiempo final esta clase
de prodigios.
7Jehová de los ejércitos está con nosotros; (miren esas dos caras de la
moneda: lo terrible y a la vez la misericordia de Dios) nuestro refugio
es el Dios de Jacob. 8Venid, ved las obras de Jehová, que ha puesto
asolamientos en la tierra. 9Que hace cesar las guerras hasta los fines
de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en
el fuego. 10Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado
entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. 11Jehová de los
ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob”.
Aquí Dios da una clave, habla de las naves de Tarsis; Tarsis era en el
lenguaje bíblico antiguo lo que corresponde al Occidente; estaban los
fenicios, que eran los principales navegantes de aquella época antigua;
ellos tenían una colonia en el extremo occidente que se llamaba
Tartesos; de ahí viene la palabra Tarsis; hoy día es lo que es España;
Tarsis abarca también Portugal e Inglaterra; ese es el Occidente.
Cuando Jonás huyó de Nínive, él fue a Tarsis; eso es al extremo
Occidente. Por eso es que las naciones de la órbita occidental capitalista
son llamadas los mercaderes de Tarsis o los príncipes de Tarsis. Fíjense
en que América ¿fue colonizado por quién? Por los españoles, por los
portugueses y por los ingleses; significa que Tarsis colonizó a América;
es decir, América son los príncipes de Tarsis, y la cabeza de Tarsis está
en Europa Occidental, en la península Ibérica; eso es lo que era Tarsis,
lo que hoy es España, lo que es Portugal, lo que es Inglaterra; es el
occidente del mundo conocido en aquella época; y Dios dice que Él
haría este juicio con las naves de Tarsis. Ahí está hablando que una
tercera parte de las naves sería destruida.
Bueno, ¿y cuáles naves? Las de Tarsis; aquí Dios revela que son las de
Tarsis; o sea, está incluida América; es decir, probablemente sea el
Océano Atlántico el que va a ser afectado por la segunda trompeta, y
ahí es donde más están los barcos del Caribe; los de Europa vienen a
las islas Azores, vienen a las Canarias, luego van entrando un poco más
a la Española, a las islas de Caribe, las Antillas mayores, las menores;
ahí es donde vienen a hacer su descanso, ¿verdad? Hay islas también
en el Pacífico Sur, pero allí no se mencionó el Pacífico Sur; puede ser,
pero no lo mencionó. En cambio, Tarsis fue mencionado
específicamente. Entonces si Dios dice que con la segunda trompeta la
tercera parte de las naves fue destruida, quiere decir que esa parte del
mar que fue afectada, es allí donde esas naves serán destruidas; pero
la otra profecía dice que Dios hará juicio con las naves de Tarsis, y las
naves de Tarsis, son precisamente las del Atlántico; entonces lo más
probable, sin ser dogmático, es que esa segunda trompeta va a sonar
por los lados del Atlántico; dice que es una tercera parte, o sea, tiene
que ser alguno de esos océanos; puede ser el Atlántico, puede ser el
Pacífico, puede ser el Índico, pero cuando habla de juicio sobre las
naves de Tarsis, y aquí habla sobre la tercera parte de las naves, esa
Tarsis es el Occidente, o sea el Océano Atlántico. También la Sierra
Nevada de Santa Marta está a la vera del Atlántico, en las latitudes
centrales como para afectarlo todo mediante las corrientes marítimas.
La sierra Nevada de Santa Marta ha sido el monte mágico de los
ocultistas gnósticos, y sede de terribles matanzas y narcotráfico
mundial.
Vamos a Zacarías; allí ustedes van a ver cómo esa palabra “montes”,
no se refiere solamente a montes físicos, sino que los montes físicos
son figura de los reinos, principados que se expresan en civilizaciones,
en reinos naturales, reinos humanos. Entonces vamos a Zacarías 4:7:
“¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a
llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia
a ella”. Aquí Zorobabel figura como el reino. El sacerdote era Josué hijo
de Josadac y el reino estaba con Zorobabel edificando la casa de Dios;
pero para que la casa de Dios sea edificada, la oposición, el reino que
se opone, debe ser derruido. “¿Quién eres, tú, oh gran monte? Delante
de Zorobabel serás reducida a nada”.
Ahora, fíjense en que esa mujer está sentada sobre siete montes; esos
son siete reyes, o sea, siete imperios; cinco han caído, dice Juan en
Apocalipsis 17, o sea, los imperios que fueron antes de Juan, es decir:
Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia; esos son los cinco que habían
sido antes; uno es, dice Juan, ese es Roma; y el otro aún no ha venido;
el otro es el reino dividido donde tiene que salir el octavo que es de
entre los siete, que es el anticristo, o sea que Pablo sabía que antes de
venir el anticristo, y Juan también lo dice, tiene que caer Roma. Por eso
en Apocalipsis 17:15 dice: “15Me dijo también: Las aguas que has visto
donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y
lenguas”. Aquí el mar, que es físico, representa las multitudes. “16Y los
diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, (que
es la ciudad que reina sobre los reinos de la tierra; era Roma en tiempo
de Juan; o sea, Roma es esta gran ramera, vestida de púrpura, el
colegio episcopal, y de escarlata, el colegio cardenalicio; eso está bien
descrito allí que es Roma) y la dejarán desolada y desnuda; y
devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; 17porque Dios ha
puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de
acuerdo, (los diez cuernos) y dar su reino a la bestia, (este es el
anticristo) hasta que se cumplan las palabras de Dios. 18Y la mujer que
has visto es la gran ciudad que reina (en tiempos de Juan, Roma) sobre
los reyes de la tierra”. La gran ramera es Roma; y aquí vemos que
antes de que estos diez cuernos le den su poder a la bestia tiene que
ser destruida Roma con fuego. Aquí dice que será quemada con fuego y
también caerá en el mar. Vemos que Babilonia cae como una gran
piedra de molino al fondo del mar. ¿No dice eso Apocalipsis 18? O sea
que lo más probable es que ese espectáculo, digamos, terrible que
acontece literalmente en el mar con esos maremotos, con esas
destrucciones, representa también a lo espiritual, que es la caída de
uno de esos montes, y el monte que tiene que caer antes de que el
anticristo reine, es Roma. Entonces este monte puede tener ese
significado espiritual también, porque dice aquí: “como una gran
montaña”, o sea, que la gran montaña física, la caída del hecho físico
es una figura, una semejanza de algo espiritual, porque dice: “como”,
“hös”, esa palabra aquí en Apocalipsis 8:8: “Y como una gran montaña
ardiendo en fuego fue precipitada en el mar”; o sea que lo físico es la
montaña ardiendo, pero el “como la montaña”, es la analogía, es la
semejanza; por eso hay hermanos que interpretan esto en sentido
totalmente literal; otros que lo interpreten sólo en sentido espiritual. Yo
creo que sí hay razones para interpretación simbólica espiritual, puesto
que las montañas representan reinos; pero también hay que
interpretarlo literalmente, porque las plagas se cumplieron literalmente
allá en Egipto; por lo tanto, Dios dijo que haría nuevamente eso como
lo leímos en Miqueas, en Isaías, en Éxodo 34; por lo tanto,
posiblemente sucederá de nuevo.
Terminemos, hermanos, esta consideración de la segunda trompeta,
leyendo de nuevo los dos versos de Apocalipsis 8: “8Y el segundo ángel
tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue
precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
9Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar,
y la tercera parte de las naves fue destruida”. Esto es para que lo
tengamos presente y estemos muy alertas a todo lo que está pasando.
Vamos a orar. ☐