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Vientos alisios

Viento

El viento es el fenómeno climático más común en


la Tierra (Myer, 2010). No hay nada en la
superficie de la Tierra que no esté afectado por el
viento. El viento le da forma a la tierra a través de
la erosión, impulsa a las tempestuosas olas en el
océano y refresca a las plantas y a los animales
durante un caluroso día de verano. El viento puede
ser suave o intenso. El viento permite que algunos
árboles diseminen sus semillas polinizadas. Las
aves planean en vientos oceánicos ascendentes y
descendentes. Los seres humanos aprovechan el
viento para una variedad de usos. Existen vientos fascinantes, útiles y, a veces, destructivos que
le dan forma a la faz de este planeta.

Definición
A pesar de todos los efectos que tiene sobre el planeta, al viento se lo define simplemente como
un movimiento de gases. En la Tierra, esos gases se denominan gases atmosféricos; sin
embargo, el viento no es algo característico de este planeta solamente. Los vientos solares —
gases ionizados eyectados de una estrella— son comunes en cualquier sistema estelar, incluido
el nuestro. Todos los planetas de nuestro sistema solar tienen vientos. De hecho, la Gran
Mancha Roja de Júpiter es una gigantesca tormenta impulsada por el viento (Myer, 2010). En
nuestro planeta, el viento se define por su velocidad, su dirección y su causa.

Velocidad del viento


La velocidad de los vientos en la Tierra con frecuencia se mide en nudos por viento sostenido
durante un período de 10 minutos. Las brisas suaves son vientos sostenidos por diez minutos de
entre cuatro a seis nudos. Los vientos muy fuertes se miden entre 30 y 40 nudos. (IWS, 2002).
Las ráfagas de viento se definen como un aumento de diez nudos en la velocidad durante un
minuto. La velocidad del viento es sinónimo de fuerza: mientras más rápido sople el viento, más
fuerte será. La velocidad del viento se puede medir con un anemómetro. Los anemómetros
simples usan hélices o copas que giran con el viento.

Dirección
La dirección del viento se mide a partir de la dirección en la cual se originó. Un viento sur sopla
desde el sur hacia el norte. Si bien hay vientos globales predominantes que normalmente soplan

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Vientos alisios
en una dirección en particular, la mayoría de los vientos cambian regionalmente según la
estación, la topografía y otros factores ambientales.

En tierra, la dirección del viento se puede medir con veletas, mientras que los vientos de la
atmósfera superior se miden con globos sonda y radares Doppler (IWS, 2002).

Causa
El viento se genera de varias formas. Fundamentalmente, el viento es causado por diferencias en
la presión. La topografía puede producir cambios en la presión entre montañas y valles, en
donde las altitudes mayores tienen menos presión que las altitudes menores. El movimiento del
aire desde las alturas mayores a las menores, o viceversa, es lo que genera el viento. Las
diferencias de temperatura son uno de los factores que más contribuyen a los cambios de
presión. El aire caliente se eleva y el aire frío desciende. El movimiento del aire caliente y el
aire frío genera viento. Estos factores ejercen una influencia sobre el viento, tanto a escala
regional como global.

Efectos del viento


Clima
El viento juega un papel fundamental en todos los climas de la Tierra. El viento puede generar
tormentas o impedirlas. Los vientos opuestos pueden girar en espiral y transformarse en grandes
sistemas de tormentas, como huracanes o tornados. El viento contribuye a la circulación del
calor, la humedad y el polvo. Si bien el viento es un fenómeno común —prácticamente de todos
los días— en todo el mundo, se lo asocia más frecuentemente con las tormentas.

Las tormentas con vientos de gran velocidad pueden dañar considerablemente las estructuras
naturales y las construidas por el hombre. Los vientos con velocidades superiores a los 34 nudos
(64 km/h) pueden causar daños menores a árboles y estructuras. Un huracán de categoría uno
puede tener vientos con velocidades que superan los 64 nudos (119 km/h), lo que garantiza
algunos daños menores al paisaje. Los tornados pueden tener vientos con velocidades de hasta
118 nudos (218 km/h). A pesar de que se han registrado tornados con velocidades superiores a
los 118 nudos, estos son muy poco frecuentes. Con esas grandes velocidades, se pueden prever
daños considerables a graves (IWS, 2002).

Naturaleza
El viento ha soplado todos los días en todo el planeta desde que éste se formó. Incluso antes de
que nuestro planeta tuviera una atmósfera estable, los vientos solares soplaban en la superficie
en formación del planeta. Día a día, los vientos le dan forma a la tierra y tienen un

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Vientos alisios
impacto sobre todas las criaturas en ella. A veces, estos impactos son drásticos, como en el caso
de las tormentas devastadoras; otras veces, los impactos son menos inmediatos, pero no menos
importantes.

El viento juega un papel importante en la erosión (To, 2007). Las rocas, las montañas y otras
formaciones geológicas sufren la erosión a medida que el viento sopla contra ellas de manera
implacable. Este proceso con frecuencia dura miles de años, pero los efectos evidentes también
se pueden ver en un corto período de tiempo. Las dunas de los desiertos pueden sufrir una
erosión considerable en un corto período de tiempo; mientras que las montañas pueden sufrir la
erosión durante milenios.

Las plantas y los animales también pueden sentir el impacto del viento. En áreas de grandes
vientos, los árboles luchan por mantenerse en pie debido a la erosión del suelo y a los daños que
sufren los troncos y las ramas. Algunas plantas se han adaptado a los vientos predominantes y
los usan para diseminar semillas fertilizadas (Leoni). Los animales sufren los efectos de los
vientos fríos, como los seres humanos. Los animales depredadores deben ser conscientes del
viento para no alertar a sus presas sobre su acercamiento.

Humanidad 2016
La historia de la humanidad demuestra un gran conocimiento sobre el viento, como también un
gran respeto hacia éste. Las primeras sociedades griegas moldearon sus conocimientos sobre el
viento en cuatro dioses, cada uno de los cuales representaba uno de los cuatro vientos. En la
tradición japonesa, uno de los dioses Shinto más antiguos es Fūjin (風神), el dios del viento
(Rovik, 2006). Las culturas religiosas romanas, nórdicas, celtas y mesoamericanas tenían sus
dioses del viento.

Más allá de la mitología, las culturas antiguas


comprendían los patrones del viento. Investigaciones
han demostrado que, ya en el año 1200 a. C., los
antiguos fenicios poseían un notable conocimiento sobre
los vientos costeros y oceánicos, que usaban para
facilitar sus actividades comerciales en el Mediterráneo.
Los antiguos griegos podían realizar ingeniosas
predicciones climáticas que se basaban en sus
conocimientos sobre los patrones del viento. Aunque la
tecnología moderna le permitió a los seres humanos
disponer de modelos más sofisticados de predicción
climática y de los vientos, los conocimientos
anecdóticos sobre los patrones del viento son más
comunes desde un punto de vista histórico. Algunos
sugieren que este conocimiento local es superior al conocimiento tecnológico debido a la
antigüedad del conocimiento cultural que fue pasando de generación en generación y a la
especificidad regional de dicho conocimiento.

MOVIEMIENTO

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Vientos alisios

Algunas de las culturas más antiguas de la


tierra reconocían la utilidad del viento. Desde
bombas hasta molinos y veleros impulsados
por el viento, durante miles de años los seres
humanos han creado una variedad de
tecnologías diseñadas para aprovechar la
energía del viento (Sajjateerakool, 2009).
Incluso hoy en día, las tecnologías simples y
efectivas que utilizan la energía eólica se
usan en todo el mundo.

El uso del viento

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