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ARGUMENTO DE LOS TRES MOSQUETEROS

La historia comienza en 1625 en Francia. El protagonista es el joven D'Artagnan, nacido en una


familia noble de Gascuña venida a menos, que abandona su hogar y marcha a París para
cumplir su gran sueño: convertirse en un mosquetero de la «Compañía de Mosqueteros del
Rey». A tal efecto, lleva consigo una carta escrita por su padre al capitán de la compañía de
mosqueteros, el señor de Tréville, que también es gascón y fue compañero suyo en las guerras
de Enrique IV. Al pasar por la aldea de Meung, el joven gascón se ve envuelto en una pelea con
un caballero misterioso (que más adelante se revelará como el conde de Rochefort), quedando
herido e inconsciente. Cuando D'Artagnan recupera la consciencia, se da cuenta de que el
caballero ha robado su carta de presentación, a consecuencia de lo cual nace en él un deseo de
vengarse del misterioso personaje.
Ya en París, D'Artagnan, tras una breve y poco cálida entrevista con el Señor de Trèville que,
sin embargo, le previene contra el personaje que se encontró en Meung, es retado a duelo por
los tres mosqueteros: Athos, Porthos y Aramis. Los cuatro hombres se encuentran y, cuando
D'Artagnan está a punto de comenzar a luchar contra Athos, son interrumpidos por los
guardias del cardenal Richelieu que amenazan con arrestarlos porque los duelos están
prohibidos. Los tres mosqueteros y D'Artagnan se unen para derrotar a los guardias del
cardenal. Gracias a este hecho, el gascón se gana el respeto y la amistad de Athos, Porthos y
Aramis, volviéndose inseparables camaradas, así como el favor del Señor de Trèville. Después
de una entrevista con el rey Luis XIII, quien por su rivalidad con el cardenal queda encantado
con D'Artagnan, este último es aceptado como cadete de un regimiento de la Guardia Real al
mando del señor de Essarts, esperando la posibilidad de llegar a ser mosquetero.
Después de obtener alojamiento y tomar un criado, llamado Planchet, conoce a la joven y
bonita esposa de su maduro casero, Constance Bonacieux, de la que inmediatamente se
enamora. Constance y D'Artagnan ayudan a la reina de Francia, Ana de Austria y al duque de
Buckingham a mantener una cita secreta en el palacio del Louvre. En la cita, la reina regala a su
amante una caja de madera que contiene doce herretes de diamantes, que originalmente se
los había regalado su esposo Luis XIII. El cardenal Richelieu, informado del regalo por sus
espías, persuade al rey para que organice un baile en honor a la reina, donde se espera que
ella luzca los herretes, con la esperanza de descubrir al rey su historia de amor con
Buckingham.
Constance intenta persuadir a su esposo, el señor Bonacieux, para ir a Londres y recuperar los
herretes, pero éste, que había sido detenido, llevado a presencia del cardenal y convencido
por este de espiar a su esposa, se niega y la delata al Conde de Rochefort. D'Artagnan decide,
sin avisar a sus amigos, asumir la misión en su lugar. Parten los cuatro amigos con sus lacayos y
después de una serie de aventuras y de quedar Porthos, Aramis y Athos fuera de combate y
heridos por el camino en emboscadas de los agentes del cardenal, D'Artagnan logra llegar
a Inglaterra tras herir y dejar fuera de combate a otro de los enviados del cardenal, el Conde
de Wardes. Al ser alertado Buckingham por D'Artagnan que le han robado dos de los doce y
teniendo la certeza que ha sido obra de la condesa de Winter, cierra los puertos ingleses para
evitar que los herretes robados lleguen al cardenal y ordena a su joyero realizar dos réplicas de
los faltantes que entrega a D'Artagnan junto con los originales, tras lo cual parte para Francia y
logra devolverlos a la reina Ana justo a tiempo para salvar su honor y para vergüenza del
cardenal, que es puesto en evidencia delante del Rey.
La venganza del implacable Richelieu llega rápidamente. La noche siguiente Constance es
secuestrada. D'Artagnan parte para encontrarse con sus amigos y en Amiens, donde había
quedado Athos, recibe como confidencia de este la historia de un noble y su mujer, a la que
había ahorcado al descubrir que estaba marcada con una flor de lis en el hombro. Poco
después y a causa de una borrachera, Athos reconoce sin quererlo que el noble de la historia
en realidad es él. Poco después se batiría con Lord de Winter, barón de Sheffield, y tras
vencerle y perdonarle la vida, se hace amigo del barón.
Mientras preparan la adquisición del equipo que necesitarán en la campaña del sitio de La
Rochelle, D'Artagnan reanuda relaciones con Lord de Winter, que le presenta a su
cuñada, Milady de Winter. D'Artagnan rápidamente se enamora de la linda noble, pero pronto
se entera de que ella no le ama, siendo en realidad una agente del cardenal. Con la ayuda de
una criada llamada Ketty (a la que previamente ha seducido) se las arregla para pasar una
noche con Milady, haciéndose pasar en la oscuridad por su amante, el Conde de Wardes. Pero
poco después y tras haber tenido relaciones sexuales con ella (esta vez sin disfraces),
D'Artagnan se entera de un terrible secreto: Milady tiene una flor de lis grabada a fuego en su
hombro, marcándola como una delincuente. Milady reacciona intentando matar a D'Artagnan,
que logra escapar de su casa y acude a Athos, donde le cuenta que Milady tiene una flor de lis
en el hombro, con lo que el mosquetero tiene la certeza de que se trata de la misma mujer a la
que supuestamente había matado años antes. D'Artagnan se alivia cuando todos los guardias
del rey son enviados a La Rochelle, donde el asedio de la ciudad protestante está teniendo
lugar.
Milady hace varios intentos para matar a D'Artagnan dentro y alrededor de La Rochelle
(primero mediante dos asesinos a sueldo, luego mediante un envío de vino de Anjou que hace
pasar como proveniente de sus amigos), pero fracasa una y otra vez. Al mismo tiempo, y
gracias a la ayuda de Aramis, que es amante de la duquesa de Chevreuse, confidente de la
reina, D'Artagnan se entera de que la reina ha logrado salvar a Constance de la prisión, donde
el cardenal y Milady la habían arrojado, y que su amada está escondida en un convento.
Una noche, los mosqueteros escuchan por casualidad una conversación entre el cardenal y
Milady, en la que Richelieu le pide asesinar al duque de Buckingham (un partidario de los
rebeldes protestantes rocheleses). Ella pide a cambio la muerte de D'Artagnan. El cardenal
expide entonces un salvoconducto general a Milady ("Por orden mía y para bien del Estado, ha
hecho el portador de la presente lo que ha hecho"), dándole así permiso para matar a
D'Artagnan. Athos, revelado ahora como el conde de la Fére, rápidamente se enfrenta a su
exesposa y la obliga bajo amenaza de muerte a abandonar el salvoconducto del cardenal.
Tras una hazaña bélica, el cardenal permite a D'Artagnan ingresar por fin en los Mosqueteros.
Debido a la guerra entre Francia e Inglaterra, cualquier intento por parte de los mosqueteros
para advertir al duque de Buckingham sobre Milady sería considerado delito de traición a la
patria, pero son capaces de enviar a Planchet con una carta al cuñado de Milady (lord Winter),
que por su parte siempre ha sospechado que Milady mató a su hermano.
Milady es encarcelada por lord Winter al enterarse de su pasado y de sus planes relativos a
Buckingham al llegar a Inglaterra. Pero pronto seduce a su puritano carcelero John Felton y lo
convence, no solamente para ayudarla a escapar, sino también para asesinar al duque de
Buckingham, a quien aborrece desde hace muchos años. Mientras el ingenuo Felton asesina
con un cuchillo al primer ministro en Portsmouth, Milady logra embarcar rumbo a Francia. Tras
avisar al cardenal de lo ocurrido, se esconde en el monasterio de Béthune, al norte de Francia.
Para sorpresa suya, encuentra allí a Constance, la cual había sido enviada por la Reina.
Fingiéndose amiga de Constance, Milady averigua que su enemigo D'Artagnan llegará al
monasterio en cualquier momento para rescatarla. Logra escapar justo antes de la llegada de
los cuatro mosqueteros, pero no antes de tomar su venganza: envenenar a Constance, que
muere minutos después en los brazos de su amado D'Artagnan.
En ese momento aparece Lord de Winter y todos juntos deciden encontrar a Milady y juzgarla.
La expedición queda a cargo de Athos, que revela a Lord de Winter que es el marido de Milady,
componiéndose la expedición de los cuatro mosqueteros, sus cuatro lacayos, Lord de Winter y
un misterioso hombre enmascarado, con una capa roja. Tras encontrar a Milady, organizan un
simulacro de juicio contra ella en el que la acusan del envenenamiento de Madame Bonacieux;
los intentos de asesinar a D'Artagnan; la instigación y complicidad en el asesinato del duque de
Buckingham (del que son informados en ese momento por lord de Winter); la corrupción,
traición y posterior muerte de Felton, el siervo de Lord de Winter; el asesinato de su difunto
marido, Lord de Winter (Conde, hermano mayor del Barón). El cargo final viene cuando Athos
afirma que Milady, su esposa, es una criminal marcada con una flor de lis en el hombro.
Cuando la condesa exige que Athos presente al verdugo que la marcó, el hombre con la capa
roja se adelanta y se descubre. Ella lo reconoce inmediatamente como el verdugo de Lille, el
cual narra las primeras fechorías de Milady que llevaron a su marca, tras seducir y corromper a
un sacerdote, su hermano, que después se ahorcó por remordimientos cuando Milady lo
abandonó por el Conde de la Fère (Athos). Tras ser condenada a muerte por los improvisados
jueces, Porthos y Aramis, es ajusticiada (decapitada por espada) en la otra orilla del Lys, fuera
del territorio de Francia. En los Países Bajos Españoles, actual Bélgica.
Tras la ejecución de Milady, los cuatro mosqueteros regresan a La Rochelle. En el camino se
encuentran con el conde de Rochefort, principal agente del cardenal y viejo némesis de
D'Artagnan, quien viajaba a Armentiéres para encontrarse con Milady. Rochefort también
tiene una orden de arrestar a D'Artagnan por alta traición y espionaje. Cuando el gascón se
presenta ante Richelieu, le cuenta toda la verdad sobre Milady, y admite que él y sus amigos ya
han juzgado, condenado y ejecutado a esa malvada mujer. A continuación le presenta a
Richelieu el papel con el perdón total escrito por la propia mano del cardenal, que Athos le
había entregado semanas antes tras quitárselo a Milady. Richelieu, impresionado por el
ingenio de D'Artagnan y ya que ha conseguido lo que quería de Milady, ofrece al joven
mosquetero un despacho como teniente de mosqueteros, con el nombre en blanco. El
cardenal hace entrar a Rochefort y pide a los hombres que estén en buenos términos y se
hagan amigos.
El libro termina con D'Artagnan ofreciendo el despacho de teniente a cada uno de sus amigos,
pero ninguno acepta y Athos escribe el nombre de D'Artagnan en él. Athos continuará siendo
mosquetero, a las órdenes de D'Artagnan, hasta que entra en posesión de una herencia y se
retira a sus propiedades. Porthos ha decidido casarse con Madame Coquenard, la viuda de un
rico procurador, y deja el servicio y Aramis cumple su sueño de hacerse sacerdote, por lo que
abandona también el servicio y entra en un monasterio.
D'Artagnan se bate tres veces con Rochefort, hiriéndole las tres, pero tras eso y decirle que
seguramente le matará a la cuarta, hacen definitivamente las paces y se abrazan de todo
corazón y para siempre.

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