CONOCIENDO AL CRISTO RESUCITADO

El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por
todos y por consiguiente todos murieron. 15 Y él murió por todos, para que los que
viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado. Así que de
ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos.
Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así.

2 Corintios 5:14 al 16

La resurrección de Jesús, lo puso en un plano eterno, el Dios hombre entrego su vida

por la humanidad cumplió con el plan redentor del Padre para la humanidad.

Dejo el plano de terrenal para pasar a estar sentado a la diestra del Padre.

El Jesús que anduvo sobre la tierra era el Jesús con barba, sandalias y túnica, un Cristo
despojado.

La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, 6 quien, siendo por naturaleza Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. 7 Por el contrario, se rebajó
voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres
humanos. 8 Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la
muerte, ¡y muerte de cruz!

Filipenses 2: 5 al 7

No es de extrañar, por lo tanto, que nos impresionen muchas cosas de las cosas que él
hizo, las cuales nos parecen grandiosas. Nos sorprende en gran manera el poder de
Jesús cuando maldijo a la higuera, y esta se secó. Pero, en realidad ¿Qué se supe que
sea, para aquel creó todo en el huerto del Edén mal decir una higuera?

No es una gran hazaña. ¿A caso nos podemos imaginar a los ángeles en cielo
sorprendidos por esa acción? Para ellos no significaba nada, pero para nosotros es algo
grande.

Lo mismo sucedió cuando calmo la tormenta del mar de Galilea, aunque en realidad
solo se trataba de un lago pero los judíos lo llamaban mar

Sin embargo a nosotros nos sorprende tremendamente. ¿Por qué?

Porque conocemos a Jesús según la carne.

Lo vemos bajo perspectiva humana y no desde el puno de vista de espíritu