Buen día Lasallistas de todo el mundo, en esta oportunidad, mi persona, una
alumna de la promoción “Stella Nunquam Egreditur” de la Salle de Abancay, quiero hablarles sobre la encíclica “Laudate Deum” del Papa Francisco, que trata sobre el cambio climático del mundo. El Papa Francisco comenzó mencionando que la recurrencia de la sensibilidad de Dios hacia su pueblo, nosotros, es un aspecto fundamental, ya que somos la principal razón por la que el mundo se desmorona por nuestra falta de acción. Otro punto de discusión es que el cuidado del planeta está ligado a nuestro propio cuidado personal, lo que demuestra que tenemos una grave falta de cuidado de nosotros mismos, de nuestros vecinos y del medio ambiente en su conjunto, más allá del mínimo indispensable de protección. Tengan cuidado al atacar el medio ambiente porque somos nosotros los que nos hacemos daño, es decir, todo el daño que le hacemos al planeta recae sobre nuestros hombros, lo cual es un flagrante ejemplo de mal estructural. Permítanme mencionar también las principales causas del cambio climático, o más bien las consecuencias de nuestra falta de acción e interés, como el aumento de las temperaturas, que han aumentado 1,1 grados centígrados en todo el mundo desde 1850 hasta la actualidad, y el aumento de la acidez. del agua de mar, el oxígeno disminuye, los glaciares se derriten, las tasas de deforestación tropical son altas y, lo más importante, la economía, o más bien la forma en que se gestiona la economía mundial, afecta el cambio climático. Otro punto que mencionar sobre el tema en discusión es el paradigma tecnocrático, que es un enfoque que enfatiza el papel central de la tecnología, las técnicas de toma de decisiones y la gestión social, pero claramente estas tecnologías no están bien utilizadas, por lo tanto, podemos hacer énfasis. sobre aquellos a quienes se les ha otorgado "poder" en la tierra, quienes en su mayoría hacen un mal uso de sus recursos y posibilidades financieras. Aparte del hecho de que pensamos en el mundo desde dentro, lo que nos hace comprender que nosotros mismos no somos ajenos a nuestro planeta, podemos enfatizar el paradigma tecnocrático que socava la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Como último recurso podemos decir que es necesario ser sinceros y darnos cuenta que las soluciones más efectivas no provienen solo del esfuerzo individual, si queremos ver resultados tenemos que hacer un cambio cultural y recordar que si uno lo intenta toma el lugar de Dios, se convierte en nuestro mayor peligro. ¡Viva Jesús en nuestros corazones!