INTRODUCCIÓN
1
DÍA PRIMERO
1. MONICIÓN INICIAL:
5. LECTURA BÍBLICA:
Lectura la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos (15, 5-13)
6. LECTURA FRANCISCANA
3
recogedme esta noche. Y él responde: No lo haré. Vete al lugar de los
Crucíferos y pide allí. Te digo que si hubiere tenido paciencia y no me
hubiere alterado, que en esto está la verdadera alegría y la verdadera
virtud y la salvación del alma.» En alabanza de Cristo y de su siervo
Francisco. Amén.
7. REFLEXIÓN
Las realidades de nuestro mundo actual, nos han ido sumergiendo en una
comprensión pesimista del ser humano. De hecho, el papa Francisco, en
su encíclica Evangelii Gaudium afirma que:
“El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de
consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro,
de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales y de la conciencia aislada.
Ante lo cual tendremos que recurrir a la invitación que nos hace Pablo en
la Carta a los Romanos que hemos escuchado…hermanos, si participamos
del Reino de Dios, si hemos sido destinatarios de la resurrección de
Cristo, si hacemos parte de la Iglesia…desbordemos de esperanza, no nos
dejemos llevar por la tristeza o por el sinsentido que en muchas ocasiones
nos agobia.
4
una voz de esperanza que consuele a los decaídos, que anime a los tristes
y que dé mucha alegría a aquellos que han puesto su esperanza en Dios.
8. GOZOS
I IV
II V
III
5
9. PETICIONES
Escúchanos Señor
2. Tú, que nos diste a María por Madre, concede por su intercesión
la salud a los enfermos, la libertad a los cautivos y el perdón a los
pecadores.
6
12. ORACIÓN CONCLUSIVA
¡Salve, Señora, Santa Reina, Santa Madre de Dios, María Virgen hecha
Iglesia, y elegida por el Santísimo Padre del Cielo, consagrada por Él con
su Santísimo Hijo Amado, y el Espíritu Santo Consolador, que tuvo y tiene
toda la plenitud de la gracia y todo bien! Por Jesucristo nuestro Señor,
Amén.
7
DÍA SEGUNDO
8
5. LECTURA BÍBLICA:
Palabra de Dios
6. LECTURA FRANCISCANA
9
En toda predicación que hacía, antes de proponer la palabra de Dios a los
presentes, les deseaba la paz, diciéndoles: «El Señor os dé la paz».
Anunciaba devotísimamente y siempre esta paz a hombres y mujeres, a
los que encontraba y a quienes le buscaban. Debido a ello, muchos que
rechazaban la paz y la salvación, con la ayuda de Dios abrazaron la paz de
todo corazón y se convirtieron en hijos de la paz y en émulos de la
salvación eterna. En alabanza de Cristo y de su siervo Francisco.
Amén.
7. REFLEXIÓN
10
8. GOZOS
I
IV
Ven Francisco a tus Hermanos,
visita a los pobrecillos; Ven con los brazos sin armas
ven, traspasado de amor, hermano suave y pacífico,
por las heridas de Cristo. ven, Menor de los Menores
de corazón compasivo.
II
V
Ven que los hombres te vean
por el mundo peregrino Ven ángel de buenas nuevas,
liberado, sin alforja háblanos de Jesucristo,
y sin dinero en el cinto ven boca del Evangelio
Francisco también querido
III
9. PETICIONES
11
2. Señor Jesús, que nos llamas constantemente para que vivamos
en la plenitud del amor, concédenos progresar de día en día en la
construcción de un mundo más lleno de paz.
3. Señor Jesús, tú que nos has pedido que seamos sal de la Tierra y
luz del mundo, ilumínanos para que podamos cumplir de día en
día con nuestros compromisos bautismales.
12
DÍA TERCERO
5. LECTURA BÍBLICA
Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos (8, 18-23)
13
somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y
coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él
glorificados. Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no
son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros. Pues
la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos
de Dios. La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no
espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza de ser
liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa
libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime
hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también
nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos
gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo.
Palabra de Dios
6. LECTURA FRANCISCANA
14
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
que es muy útil y humilde y preciosa y casta.
7. REFLEXIÓN
15
Si tenemos en cuenta el ejemplo de San Francisco de Asís, sobretodo en el
cántico de las criaturas que acabamos de escuchar, sabremos en dónde
reside la dignidad de todo aquello que, además del ser humano, hace
parte de nosotros. Para Francisco de Asís, hombre totalmente desposeído
y reconocedor de la misericordia de Dios en él, es clarísimo que todo lo
que existe ha salido de las manos del Señor. Esta convicción hace que
Francisco comprenda y asuma a las demás criaturas como sus hermanas,
pues tienen nuestro mismo origen y nuestro mismo fin: el amor de Dios y
la plenitud de la gloria, como hemos escuchado en la lectura del Apóstol
Pablo.
8. GOZOS
I II
16
III IV
9. PETICIONES
17
6. Te pedimos por los frailes franciscanos, para que no se cansen de
luchar por el cuidado de la flora y la fauna, cumpliendo así el
legado que Francisco, hermano de la creación, les ha dejado.
18
DÍA CUARTO
Del consumismo y la superficialidad a una vida sencilla junto a Dios
1. MONICIÓN INICIAL:
5. LECTURA BÍBLICA:
Convocó a los Doce y les dio poder y autoridad sobre todos los demonios
y para sanar enfermedades. Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a
sanar enfermos, y le dijo: No lleven nada para el camino: ni bastón ni
alforja, ni pan ni dinero, ni dos túnicas. En la casa que entren permanezcan
19
hasta que se vayan. Si no los reciben, al salir de la ciudad sacudan el polvo
de los pies como prueba contra ellos. Cuando salieron, recorrieron los
pueblos anunciando la Buena noticia y sanando enfermos por todas
partes. Palabra del Señor
6. LECTURA FRANCISCANA
20
7. REFLEXIÓN
21
8. GOZOS
I III
II
IV
Y es tan hondo su amor a Jesucristo
que anhela transformarse en el que Francisco, fiel amor, padre nuestro,
ama, alcánzanos saber morir al mundo,
y se convierte en ardorosa llama, y vivir para Aquel que en lo profundo
de intensa compasión. te selló con su luz.
9. PETICIONES
Señor, Dios nuestro, que pusiste como fermento en el mundo la fuerza del
Evangelio, concédenos que, a pesar de vivir, en medio de los afanes
temporales, seamos encendidos por el fuego de tu Espíritu, para que
como san Francisco, nos entremos humildemente y sin reservas a
testimoniar, con nuestras vidas, el Evangelio en el que creemos. Por
Jesucristo nuestro Señor, Amén.
23
DÍA QUINTO
Fraternidad, don para la experiencia de un mundo
reconciliado
1. MONICIÓN INICIAL:
Muchas personas van por el mundo experimentando la
soledad, el desprecio, la marginación y el peso de no tener
alguien con quien compartir la existencia de todos los
días. El carisma franciscano, entre sus notas esenciales
desea proponer al mundo el don de la FRATERNIDAD. Así,
viviendo como hermanos, bajo la convicción profunda de
que en Cristo todos somos hijos de Dios, se podrá
proponer la reconciliación y la cercanía entre los hombres
de este mundo. Con el deseo de vivir como hermanos, y pidiendo la
intercesión de San Francisco sobre nuestra sociedad colombiana tan
necesitada de reconciliación para vivir como hermanos, iniciemos este día
quinto de la novena.
5. LECTURA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Juan (13, 31-36)
Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y
Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, Dios
24
también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.» «Hijos míos, ya
poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo
que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os
digo también ahora a vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os
améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis
también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois
discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.» Simón Pedro le
dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no
puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde.» Palabra del Señor
6. LECTURA FRANCISCANA
Lectura de la leyenda de los tres compañeros (41)
25
sus cohermanos. En alabanza de Cristo y de su siervo Francisco.
Amén.
7. REFLEXIÓN
Si para Francisco de Asís cada uno de los hombres era signo del amor
gratuito de Dios, al punto de tratarlos como una madre trata a sus hijos,
tendremos nosotros hoy la oportunidad para experimentar el Reino de
Dios, en compañía de nuestros hermanos.
26
8. GOZOS
I III
II IV
9. PETICIONES
1. Padre Santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos
tuyos, haz que tu Iglesia Santa, extendida por los confines de la
Tierra anuncie con amor el testimonio de la reconciliación.
27
3. Bendícenos Señor con la alegría, la paz y la comprensión, de
manera que podamos, de día en día, construir un mundo en el
que reine la unidad.
28
DÍA SEXTO
Llamados a una vida de penitencia
1. MONICIÓN INICIAL:
5. LECTURA BÍBLICA:
Este es el ayuno que yo amo —oráculo del Señor—: soltar las cadenas
injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y
29
romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a
los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de
tu propia carne. Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no
tardarán en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá
la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás
auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!" Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto
amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias
al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad
será como el mediodía. El Señor te guiará incesantemente, te saciará en
los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un
jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se
agotan. Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos
seculares, y te llamarán "Reparador de brechas", "Restaurador de
moradas en ruinas".
Palabra de Dios
6. LECTURA FRANCISCANA
Todos los que aman al Señor con todo el corazón, con toda el alma y con
toda la mente, con todas las fuerzas, y aman a sus prójimos como a sí
mismos, y odian a sus cuerpos con sus vicios y pecados, y reciben el
cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y hacen frutos dignos de
penitencia: ¡Oh cuán bienaventurados y benditos son ellos y ellas,
mientras hacen tales cosas y en tales cosas
perseveran!, porque descansará sobre ellos el
espíritu del Señor y hará en ellos habitación y
morada , y son hijos del Padre celestial, cuyas
obras hacen, y son esposos, hermanos y madres
de nuestro Señor Jesucristo. Somos esposos
cuando, por el Espíritu Santo, el alma fiel se une
a nuestro Señor Jesucristo. Somos para él
hermanos cuando hacemos la voluntad del
Padre que está en los cielos ; madres, cuando lo
llevamos en nuestro corazón y en nuestro
cuerpo, por el amor divino y por una conciencia
30
pura y sincera; y lo damos a luz por medio de obras santas, que deben
iluminar a los otros como ejemplo. ¡Oh cuán glorioso, santo y grande es
tener un Padre en los cielos! ¡Oh cuán santo, consolador, bello y
admirable, tener un tal esposo! ¡Oh cuán santo y cuán amado, placentero,
humilde, pacífico, dulce, amable y sobre todas las cosas deseable, tener un
tal hermano y un tal hijo: Nuestro Señor Jesucristo!, quien dio la vida por
sus ovejas y oró al Padre diciendo: Padre santo, guarda en tu nombre a los
que me has dado en el mundo; tuyos eran y tú me los has dado. Y las
palabras que tú me diste, se las he dado a ellos, y ellos las han recibido y han
creído de verdad que salí de ti, y han conocido que tú me has
enviado. Ruego por ellos y no por el mundo. Bendícelos y santifícalos, y por
ellos me santificó a mí mismo. No ruego sólo por ellos, sino también por
aquellos que, por medio de su palabra, han de creer en mí, para que
sean santificados en la unidad, como nosotros. Y quiero, Padre, que, donde
yo esté, estén también ellos conmigo, para que vean mi gloria en tu reino.
Amén. En alabanza de Cristo y de su siervo Francisco. Amén.
7. REFLEXIÓN
31
Sin embargo, en muchas ocasiones nos encontramos con hermanos que
queriendo ser fieles al Señor, dedican muchos de sus esfuerzos a su
propia satisfacción, llenándose de soberbia e incluso convirtiéndose en
jueces de aquellos hermanos que, por su debilidad, van haciendo
lentamente su camino de configuración con Cristo. Por lo cual, la
invitación hoy es a tener en cuenta las palabras del profeta Isaías. El
verdadero ayuno que agrada al Señor consiste en proponerse obras
buenas y en pro del hermano que tienda hacia la solidaridad, la
compasión, la reconciliación y la caridad. Si no tenemos amor, si no somos
humildes, si no estamos constantemente abiertos a la gracia de Dios,
quizás no estamos siendo penitentes, en el seguimiento de Cristo, sino
orgullosos en la imposición de nuestros criterios.
Que este sexto día de la novena nos deje como compromiso: vivir unidos a
Cristo, mediante la práctica constante de las virtudes y la penitencia, pero
como lo hizo Cristo…siempre en bien del hermano, siempre para la gloria
y alabanza de Dios.
8. GOZOS
I III
Luce el cielo su manto de estrellas ¡Quién eres, Señor mío y Dios mío!
en la noche callada y serena; Quién soy yo, vil gusano de tierra,
cuando todos descansan y duermen, y así pasan las horas volando
Fray Francisco absorto está en vela. y Francisco, estático sueña.
II IV
Y sus ojos, al cielo elevados,
Es el heraldo del Rey de la gloria,
son plegaria de amor y de entrega,
y su voz susurro de rezos, y la dama pobreza es su dueña.
Ya no cuentan dolores ni gozos,
convertidos en dulces poemas.
sufrimientos y dichas no cuentan.
32
V
9. PETICIONES
33
11. SALVE: Canto franciscano
34
DÍA SÉPTIMO
Identificándose con los pobres
1. MONICIÓN INICIAL:
Una de las notas esenciales con las cuales se identifica a Francisco de Asís
es su constante deseo de acompañar a los más necesitados.
Constantemente refería que deseaba seguir a Cristo pobre y crucificado.
Por lo cual, hermanos y hermanas, en este séptimo día de la novena se nos
invita trabajar por aquellos que pareciera que no tienen lugar en nuestra
sociedad, pero que en el Reino de los cielos se hacen destinatarios de la
promesas de Dios.
5. LECTURA BÍBLICA:
35
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para
vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis
de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis,
estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y
vinisteis a verme.” Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te
vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?;
¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?;
¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”
Y el rey les dirá: “Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de
éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.”
Y él replicará: “Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de
éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.” Y éstos irán al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna.»
6. LECTURA FRANCISCANA
Como cierto día rogara al Señor con mucho fervor, oyó esta
respuesta: «Francisco, es necesario que todo lo que, como
hombre carnal, has amado y has deseado tener, lo desprecies
y aborrezcas, si quieres conocer mi voluntad. Y después que
empieces a probarlo, aquello que hasta el presente te parecía
suave y deleitable, se convertirá para ti en insoportable y
amargo, y en aquello que antes te causaba horror,
experimentarás gran dulzura y suavidad inmensa».
36
Alegre y confortado con estas palabras del Señor, yendo un día a caballo
por las afueras de Asís, se cruzó en el camino con un leproso. Como el
profundo horror por los leprosos era habitual en él, haciéndose una gran
violencia, bajó del caballo, le dio una moneda y le besó la mano. Y,
habiendo recibido del leproso el ósculo de paz, montó de nuevo a caballo
y prosiguió su camino. Desde entonces empezó a despreciarse más y más,
hasta conseguir, con la gracia de Dios, la victoria total sobre sí mismo.
A los pocos días, tomando una gran cantidad de dinero, fue al hospital de
los leprosos, y, una vez que hubo reunido a todos, les fue dando a cada
uno su limosna, al tiempo que les besaba la mano. Al salir del hospital, lo
que antes era para él repugnante, es decir, ver y palpar a los leprosos, se
le convirtió en dulzura. De tal manera le echaba atrás el ver los leprosos,
que, como él dijo, no sólo no quería verlos, sino que evitaba hasta el
acercarse al lazareto. Y si alguna vez le tocaba pasar cerca de sus casas o
verlos, aunque la compasión le indujese a darles limosna por medio de
otra persona, siempre lo hacía volviendo el rostro y tapándose las narices
con las manos. Mas por la gracia de Dios llegó a ser tan familiar y amigo
de los leprosos, que, como dice en su testamento, entre ellos moraba y a
ellos humildemente servía. En alabanza de Cristo y de su siervo
Francisco. Amén.
7. REFLEXIÓN
Sin embargo, una vez que comprende que la dinámica del Reino de los
cielos exige que todos seamos destinatarios de la dignidad de Hijos de
Dios, aquello que le sabía amargo se le transformó en gozo y simpatía. Y
¡cómo no sentir alegría de ver a un hermano sonreír cuando compartimos
37
lo que tenemos con él!, ¡Cómo no sentir la presencia de Jesucristo en
aquellos que se encuentran atados a la cruz de la injusticia, pero con la fe
firme en la misericordia de Dios!
Pues bien, todos aquellos que en este séptimo día de la novena nos hemos
congregado para reconocer la acción de Dios en Francisco, hemos de
sentirnos invitados a ir al encuentro del más necesitado…pero no como
salvadores o protectores asistencialistas, sino como aquellos que se
identifican con el que sufre, como aquellos que experimentando el dolor
de su hermano, quieren hacerle experimentar la alegría y el gozo de
permanecer junto a Jesucristo.
8. GOZOS
I III
II IV
38
9. PETICIONES
39
12. ORACIÓN CONCLUSIVA
40
DÍA OCTAVO
5. LECTURA BÍBLICA:
Después de hablar así, Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: "Padre, ha
llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que
le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna
a todos los que tú le has dado. Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en
la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre,
41
glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el
mundo existiera.
6. LECTURA FRANCISCANA
7. REFLEXIÓN
42
hermano, en cada familia y en cada momento de esta historia de relación.
Por otra parte, cuando el amor está vivo y seductor, es también creativo, y
entonces nacerán nuevas formas de orar.
8. GOZOS
I II
Francisco, fiel amor, padre nuestro, Es una flor que sabe adornar
alcánzanos saber morir al mundo, ser un adorno de Dios,
y vivir para Aquel ver a las aves que saben volar,
que en lo profundo te selló con su luz. ser instrumento de Paz
43
III V
IV
9. PETICIONES
44
5. Que por intercesión de San Francisco, los frailes franciscanos, se
constituyan, en medio de nuestras sociedades, en maestros de
vida, oración y santidad.
45
DÍA NOVENO
Hemos sido llamados a la libertad
1. MONICIÓN INICIAL:
5. LECTURA BÍBLICA:
Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas (5, 1-6)
Para ser libres nos libertó Cristo. Manteneos, pues, firmes y no os dejéis
oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. Soy yo, Pablo, quien os
lo dice: Si os dejáis circuncidar, Cristo no os aprovechará nada. De nuevo
46
declaro a todo hombre que se circuncida que queda obligado a practicar
toda la ley. Habéis roto con Cristo todos cuantos buscáis la justicia en la
ley. Os habéis apartado de la gracia. Pues a nosotros nos mueve el Espíritu
a aguardar por la fe los bienes esperados por la justicia. Porque en Cristo
Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor, sino solamente la
fe que actúa por la caridad.
Palabra de Dios
6. LECTURA FRANCISCANA
47
7. REFLEXIÓN
Francisco de Asís, una vez que se dejó cautivar por el amor del Señor,
quiso renunciar libremente a su propia voluntad para acoger como norma
de vida la voluntad de Dios Padre. Para cumplir con tal deseo, no habría
otra forma más excelsa que caminar en pos de la configuración con
Jesucristo.
Quizás nos preguntamos muchas veces ¿cómo es posible ser libres? Pues
Cristo nos dirá en su evangelio que por medio de la Verdad alcanzamos la
libertad. De modo que, vivir en la verdad trae como consecuencia
experimentarse en la libertad.
48
8. GOZOS
I III
A la silla de Luzbel
por su soberbia perdió
tu humildad te sublimó
para afrenta eterna de él
9. PETICIONES
49
1. Oh Buen Dios, te encomendamos los destinos de tu Iglesia
Católica para que en su servicio sea testigo de la libertad que nos
da Cristo.
Señor mío y Dios mío que, para inflamar nuestros fríos corazones con tu
infinito amor, y en la compasión de tu sagrada pasión, imprimiste al
glorioso Padre Francisco las Llagas y señales de nuestra redención,
concédenos, por su intercesión, que llevado continuamente tu cruz en
nuestro corazón alcancemos la libertad de tu Redención. Por Jesucristo
nuestro Señor, Amén.
50