La biosostenibilidad es un tema crucial del cual todos tenemos que hablar en
diferentes ámbitos, la odontología no queda invicta, por ende, debemos empezar a aplicar todas las maneras que se puedan para lograr mantener nuestro medio ambiente sano y reducir el impacto ambiental que dejamos desde esta profesión.
La odontología genera una gran cantidad de residuos y desechos, además de
eso, utiliza recursos naturales en procesos. La huella de carbono que deja esta profesión es bastante significativa, el simple desplazamiento de pacientes y personal ocupa un 60% (sesenta por ciento) de la huella de carbono. Siendo el agua y los desperdicios los que menos porcentaje ocupan. Se necesitan crear opciones que mitiguen la gran huella de carbono que deja el transporte, como intentar que nuestros pacientes asistan solo una vez y terminar sus tratamientos. Un paso fundamental para mejorar todos estos aspectos es crear metas y victorias a corto plazo, esto con el fin de no alargar el tiempo para luego no volverlo realidad. Para superar todos estos desafíos, es de gran importancia realizar prácticas de educación, con charlas, actividades y demás que incentiven el cuidado al medio ambiente, promover la innovación y la disponibilidad de productos y tecnologías sostenibles. El paso del tiempo nos ha dejado importantes avances, como materiales a base de productos que deterioran el medio, radiografías digitales, evitando desechos.