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Creencias sobre los Segundos Matrimonios como

n Marital y la
Predictoras de la Calidad de la Relacio
n Positiva en Parejas con Familias
Interaccio
Ensambladas: Un Modelo de Interdependencia
Actor–Pareja
CHELSEA L. GARNEAU*
BRIAN HIGGINBOTHAM†
FRANCESCA ADLER-BAEDER‡

Por medio de un Modelo de Interdependencia Actor-Pareja, analizamos las creencias


sobre los segundos matrimonios como predictoras de la calidad de la relacion marital y la
interaccion positiva en una muestra de 179 parejas con familias ensambladas. Se midieron
tres creencias usando subescalas del Remarriage Belief Inventory (RMBI) incluyendo el
exito es poco frecuente, la prioridad son los hijos y las finanzas debieran ser conjuntas. Se
encontraron varios efectos actor y efectos pareja significativos, tanto para las creencias de
las esposas como para las de los maridos. Para las esposas, la calidad de la relacion mari-
tal se asociaba positivamente con su propia creencia de que las finanzas deben ser conjun-
tas y se asociaba negativamente con su creencia de que el exito es poco frecuente. Los
reportes de las esposas sobre su propia interaccion positiva y la de sus conyuges se asocia-
ban positivamente con sus creencias acerca de que las finanzas debieran ser conjuntas. Sus
reportes sobre la interaccion positiva de sus maridos tambien se asociaban negativamente
con la creencia de estos de que el exito es poco frecuente. Para los maridos, la calidad de la
relacion marital se asociaba positivamente con la creencia de las esposas de que la priori-
dad son los hijos y con sus propias creencias de que las finanzas debieran ser conjuntas, y
se asociaba negativamente con sus propias creencias de que el exito es poco frecuente. Para
los maridos, la interacci on positiva se asociaba positivamente con la creencia de las espo-
sas acerca de que las finanzas debieran ser conjuntas, y se asociaba negativamente con su
propia creencia de que el exito es poco frecuente. Finalmente, los reportes de los maridos
acerca de la interacci on positiva de sus esposas se asociaban positivamente con la creencia
de estas de que las finanzas debieran ser conjuntas. Se discuten las implicancias para futu-
ras investigaciones que utilicen an alisis de datos di
adicos con parejas con familias ensam-
bladas.

Palabras clave: Analisis de datos di


adicos; Familias Ensambladas; Segundo Matrimonio;
Calidad de la Relaci
on Marital

Fam Proc 54:1–18, 2015

*Department of Human Development & Family Studies, University of Missouri, Columbia, MO.

Department of Family, Consumer, and Human Development, Utah State University, Logan, UT.

Department of Human Development & Family Studies, Auburn University, Auburn, AL.
La correspondencia en relaci
on a este artıculo debe dirigirse a Chelsea L. Garneau, 312 Gentry Hall,
Columbia, MO 65211. E-mail: garneauc@missouri.edu.

1
Family Process, Vol. 54, No. 4, 2015 © 2015 Family Process Institute
doi: 10.1111/famp.12153
2 / FAMILY PROCESS

reas funda-
L a calidad de la relacion marital y la interaccion de pareja representan dos a
mentales del matrimonio (Bradbury, 1995). Seg
nios las creencias generales sobre la relaci
un estudios previos, en los matrimo-
on se asocian tanto con la calidad de la relacion
marital como con la interacci on de pareja. En terminos generales, quienes tienen creencias
b
asicas menos realistas sobre las relaciones reportan un ajuste menor y menor calidad de
la relacion matrimonial (M€ oller & Van Zyl, 1991). Tener creencias incorrectas sobre las
relaciones tambi en se ha asociado positivamente con reportes de una mayor interaccion
negativa entre los esposos (Bradbury & Fincham, 1993).
Adem as de las creencias generales sobre la relacion, las nociones acerca de un
segundo matrimonio1 pueden estar asociadas con la calidad de la relacion marital y las
interacciones en las relaciones posteriores al primer matrimonio (Fine & Kurdek, 1994;
Higginbotham & Adler-Baeder, 2008; Shapiro, 2014). Desde hace tiempo se afirma que
tener creencias disfuncionales y expectativas no realistas impacta negativamente las
relaciones de pareja en los segundos matrimonios y las familias ensambladas (ver
Coleman & Ganong, 1985, 1990; Walsh, 1992). Estas afirmaciones se han mantenido en
el tiempo y son ampliamente aceptadas (por ej., Claxton-Oldfield, 2008; Deal & Olson,
2010), lo que ha generado llamados a realizar investigacion empırica para documentar
las trayectorias y procesos mediantes los cuales dichas nociones pueden estar asociadas
a las relaciones de pareja en los segundos matrimonios (Garneau, Adler-Baeder, &
Higginbotham, 2013).
A la luz de la prevalencia y disoluci on de las uniones posteriores a los primeros matri-
monios, muchos autores en el campo de las ciencias de la familia han se~ nalado que se
requiere m as investigacion sobre los factores asociados a la calidad de la relacion en nue-
vos matrimonios (por ej., Coleman, Ganong, & Fine, 2000; Sweeney, 2010). Sin embargo, a
medida que la investigaci on empırica sobre segundos matrimonios ha aumentado, el enfa-
sis ha estado en las conductas (Halford, Nicholson, & Sanders, 2007; Wilder, 2012) y en los
individuos que vuelven a casarse (Skinner, Bahr, Crane, & Call, 2002; Stanley, Markman,
& Whitton, 2002), o en el estudio de los resultados2 de las parejas, tomando a los esposos y
esposas por separado (Bouchard, 2006). La investigacion con respecto a las creencias sobre
los segundos matrimonios ha quedado rezagada (Ganong & Coleman, 2004; Higginbotham
& Adler-Baeder, 2008; Higginbotham & Agee, 2013), y los estudios sobre las asociaciones
entre las distintas concepciones de los miembros de la pareja siguen siendo escasos. En su
revision de la decada de los noventa, Coleman y Ganong identificaron por primera vez este
vacıo en la literatura y se~nalaron que las variables cognitivas en los segundos matrimonios
“se han investigado s olo en forma superficial en ni~ nos y han sido ignoradas en los adultos”
(p
ag. 936). En el a~ no 2000, Coleman y sus colaboradores afirmaron una vez m as que se
requerıa mayor investigaci on acerca de las variables cognitivas.
Recientemente, se han dado varios pasos que constituyen un progreso en las investiga-
ciones sobre los procesos cognitivo-conductuales en los segundos matrimonios. En una
etapa inicial del trabajo se valid o el Remarriage Belief Inventory (RMBI3 ), una medida de
creencias especıficas sobre familias ensambladas para ser aplicada en forma individual
(Higginbotham & Adler-Baeder, 2005) y evaluar las relaciones entre dichas creencias y
una evaluaci on individual de la calidad de la relacion marital (Higginbotham & Adler-Bae-
der, 2008; Higginbotham & Agee, 2013). M as recientemente, se ha validado el uso del

1
En ingles remarriage, que no tiene traducci
on literal. Aquı se ha traducido como nuevo o segundo mat-
rimonio, aunque tambi en puede corresponder a un matrimonio posterior al segundo. (N. de la T.)
2
En ingles outcome. En este contexto, el t
ermino resultado no alude a un resultado final, sino al estado
de ciertos par ametros de la relaci
on marital (calidad de la relaci on e interacciones positivas) en un
momento determinado, entendiendo que dichos par ametros evolucionan continuamente m as all
a del
momento de la medicion. (N. de la T.)
3
Literalmente serıa Cuestionario de creencias sobre nuevos matrimonios. (N. de la T.)

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GARNEAU, HIGGINBOTHAM, & ADLER-BAEDER / 3
RMBI con dıadas con familias ensambladas (Garneau y cols., 2013). Un proximo e impor-
tante paso es estudiar los efectos actor-pareja de las creencias acerca de los segundos
matrimonios en una muestra de parejas que forman familias ensambladas. Por lo tanto, el
presente estudio utiliza un Modelo de Interdependencia Actor-Pareja (Actor-Partner
Interdependence Model, APIM; Cook & Kenny, 2005) para evaluar tres creencias en torno
a los nuevos matrimonios (es decir, el exito es poco frecuente, la prioridad son los hijos y
las finanzas debieran ser conjuntas) como factores relacionados con la calidad de la
relacion marital y la interacci
on positiva en una muestra de parejas con familias ensam-
bladas. Aun cuando los resultados previos en muestras con participantes individuales sug-
ieren que las creencias en relaci on a las finanzas y los hijos pueden asociarse m as
estrechamente con la calidad de la relaci on evaluada por las esposas, y las creencias pes-
imistas sobre las posibilidades de exito de la relacion pueden ser m
as importantes para la
calidad de la relaci
on evaluada por los maridos (Higginbotham & Adler-Baeder, 2008; Hig-
ginbotham & Agee, 2013), el presente estudio examina si emerge un patron similar de aso-
ciaci
on entre las creencias de los miembros de la pareja y los resultados de la relacion.

MARCO CONCEPTUAL
De acuerdo a la teorıa cognitivo-conductual, las creencias de una persona tienen una
influencia directa sobre sus conductas (Bandura, 1986). Los aspectos cognitivos de las rela-
ciones, tales como las expectativas y los est andares de los individuos, predicen el ajuste
marital (Baucom y cols., 1996). Adem as, tener supuestos incorrectos o poco realistas
acerca de la propia relaci on se ha asociado especıficamente a una menor satisfaccion mari-
tal (Kurdek, 1992). De acuerdo con la teorıa familiar sistemica (Minuchin, 1974), tambien
se asume que las creencias y conductas de todos los miembros de la familia influyen sobre
los individuos. Ası, en las relaciones maritales, se espera que las conductas y resultados de
los maridos y las esposas no s olo est
en bajo la influencia de sus propias creencias y expec-
tativas, sino tambi en de las creencias y expectativas de su pareja.
Fine y Kurdek (1994) desarrollaron un modelo multidimensional cognitivo-evolutivo del
ajuste de las familias ensambladas, que combinaba los conceptos provenientes de las
teorıas cognitivo-conductuales y familiares sistemicas. Estos autores plantearon que en
las familias ensambladas, las conductas reciben la influencia de guiones especıficos o
nociones de los miembros de la familia, en particular padres y madres, padrastros y
madrastras. Tambi en sugirieron que a veces estos guiones pueden estar basados en creen-
cias o expectativas poco realistas acerca de la vida de la familia ensamblada y, cuando los
guiones son poco realistas, los miembros pueden presentar un ajuste reducido a raız de las
dificultades relacionales asociadas.
En el presente estudio, nos basamos en estas tres teorıas para estudiar las asociaciones
entre las creencias de los esposos y esposas acerca de los nuevos matrimonios y la vida de
las familias ensambladas, por una parte, y sus reportes de las interacciones positivas pro-
pias, las interacciones positivas de sus parejas y la calidad de la relacion marital, por otra.
Estudiamos las dıadas de parejas con familias ensambladas para ampliar la literatura
empırica actualmente disponible sobre ellas, y exploramos como se asocian los reportes de
los miembros de la pareja acerca de estos tres componentes del funcionamiento relacional
con las creencias de cada uno.
Adicionalmente, utilizamos elementos de la teorıa de las expectativas (Snyder, 1984) y
el interaccionismo simb olico (Blumer, 1969) para dar fundamento adicional a los supues-
tos sobre las influencias negativas de ciertas creencias especıficas con respecto a la vida en
una familia ensamblada. Seg un la teorıa de la expectativa, los individuos tienden a com-
portarse de maneras que aumentan la probabilidad de que sus expectativas sobre las rela-
ciones se vean confirmadas, como una profecıa autocumplida. El interaccionismo simbolico

Fam. Proc., Vol. 54, December, 2015


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sugiere que los significados son derivados de experiencias de relaciones familiares, y las
creencias y conductas individuales con frecuencia est
an ligadas a estos significados.

 n de las Creencias sobre Segundos Matrimonios


Medicio
Acad emicos y clınicos han afirmado durante decadas que las personas que se vuelven a
casar (especialmente las que tienen hijos) entrarıan al nuevo matrimonio con creencias
especıficas (por ej., supuestos, expectativas, etc.) que pueden influir en la calidad de la
relacion de pareja y el ajuste de la familia ensamblada (Ganong & Coleman, 2004; Visher,
Visher, & Pasley, 2003). Por ejemplo, Papernow (1987) se~ nala:
Las parejas que se vuelven a casar son afectadas por los deseos y anhelos especıficos generados
por su historia singular: el deseo de que los miembros de la nueva familia se quieran de la misma
forma que los miembros de familias biologicas; la convicci
on de que este nuevo esposo/a ser
a mejor
padre o madre para estos ni~ nos/as que la ex pareja; el deseo de que esta nueva familia sane los
dolores del divorcio previo o la muerte; la fantasıa de que el padrastro/madrastra y sus hijastros
sentir
an el mismo cari~no que se tienen los miembros de la pareja entre sı. (p
ag. 632)
Los medios de comunicaci on y la literatura popular subrayan a un mas los estereotipos
(por ej., la madrastra malvada), y se supone que estos influyen sobre las interacciones y el
funcionamiento de la familia ensamblada (Ganong & Coleman, 2004; presentan un resu-
men; Leon & Angst, 2005; Visher y cols., 2003). Tal vez por el hecho de que se supone que
los hijos son el principal estresor potencial en las familias ensambladas, no es sorpren-
dente que la mayor parte de las creencias sobre los nuevos matrimonios se relacionen con
algun aspecto de la parentalidad en una familia ensamblada (Coleman y cols., 2000). Sin
embargo, en revisiones de la literatura clınica (Ganong & Coleman, 2004; Higginbotham
& Adler-Baeder, 2005) tambi en surgieron otros temas generales de las creencias sobre los
nuevos matrimonios. Estos tienden a agruparse en torno a las caracterısticas de un nuevo
compa~ nero/a, las interacciones con las parejas anteriores, los niveles de ajuste, las com-
paraciones con estructuras familiares tradicionales, las prioridades y los temas economi-
cos.
Con base en el reconocimiento generalizado de la especificidad de las creencias en torno
a los nuevos matrimonios (Ganong & Coleman, 2004), el a~ no 2005 comenzaron esfuerzos
para desarrollar un instrumento validado que pudiera usarse en investigacion empırica
acerca de los efectos de las creencias sobre nuevos matrimonios sobre la calidad de la
relacion de pareja. El Remarriage Belief Inventory (RMBI, Higginbotham & Adler-Baeder,
2005, 2008) se desarroll o siguiendo el enfoque de dominio de referencia (domain-refer-
enced approach) de Gable y Wolfe (1993). Despues de una minuciosa revision de la literat-
ura clınica y empırica sobre nuevos matrimonios y familias ensambladas, se desarrollaron
categorıas de contenido para captar las creencias sobre nuevos matrimonios a traves de
siete factores que eval uan las siguientes creencias: (1) lo pasado, pasado est
a, (2) las famil-
ias ensambladas son inferiores, (3) el exito es poco frecuente, (4) la prioridad son los hijos,
(5) la nueva pareja es perfecta, (6) las finanzas debieran ser conjuntas y (7) el ajuste se pro-
duce r apido. Se desarroll o el instrumento de medicion y se organizaron los constructos
usando varias teorıas establecidas y pertinentes utilizadas por investigadores anteriores
para estudiar y comprender los nuevos matrimonios y las familias ensambladas.
Los factores del RMBI se han usado, por separado o en conjunto, para predecir la cali-
dad de la relaci on en el nuevo matrimonio con diversas muestras de individuos (Higgin-
botham & Adler-Baeder, 2008; Higginbotham & Agee, 2013). Los hallazgos previos
sugieren que el suscribir con m as fuerza la creencia de que las finanzas debieran ser con-
juntas se asocia positivamente con la satisfaccion y el ajuste marital; en cambio, sostener
mas firmemente la creencia de que el exito es poco frecuente se asocia negativamente con
la satisfaccion y el ajuste marital (Higginbotham & Adler-Baeder, 2008). Higginbotham y

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GARNEAU, HIGGINBOTHAM, & ADLER-BAEDER / 5
Agee (2013) observaron que la influencia de las creencias sobre la cohesion familiar vari-
aba de acuerdo al g enero, en el sentido de que la cohesion era mas alta cuando las mujeres
sostenıan la creencia de que las finanzas debieran ser conjuntas, y era m as baja cuando
ellas sostenıan la creencia de que lo prioritario son los hijos. La cohesion era menor para
hombres que creıan que la prioridad son los hijos y que el exito es poco frecuente. M as
recientemente, el RMBI fue validado como medida di adica para parejas con familias
ensambladas (Garneau y cols., 2013). Esto permite dar el siguiente e importante paso de
poner a prueba la teorıa y evaluar las influencias di adicas de las creencias acerca de los
nuevos matrimonios y las familias ensambladas sobre los procesos de las parejas y sus
resultados. En el presente estudio examinamos tres creencias que (1) cuentan con una
explicacion te
orica acerca su influencia sobre las variables dependientes y (2) con anterior-
idad han sido asociadas empıricamente con la calidad de la relacion marital en muestras
de individuos: el exito es poco frecuente, la prioridad son los hijos y las finanzas debieran
ser conjuntas. Cada una de ellas se resume a continuacion, y se presenta una justificacion
teorica.
El exito es poco frecuente
Si bien las parejas en segundos matrimonios est an dispuestas a intentar nuevamente
tener un matrimonio exitoso despu es de un divorcio o separacion, las preocupaciones y
expectativas con respecto a un posible divorcio pueden ser mayores que en las familias de
un primer matrimonio, al menos para uno de sus miembros (Coleman & Ganong, 1985).
La teorıa de la expectativa (Snyder, 1984) sugiere que cuando los individuos mantienen
ciertas expectativas sobre las relaciones, sus percepciones o conductas pueden verse alter-
adas en formas que conducen a una confirmaci on de sus expectativas. Por ejemplo, Blum y
Mehrabian (1999) encontraron que un temperamento menos agradable, incluyendo nive-
les mas altos de pesimismo, se asocia con reportes de una relacion matrimonial de inferior
calidad. Por lo tanto, hipotetizamos que un apoyo m as alto de esta creencia se asociar
a con
reportes de menor calidad de la relacion marital y menos interaccion positiva.
La prioridad son los hijos
Las personas que conforman un segundo matrimonio pueden enfocarse en la importan-
cia de su rol como progenitor o padrastro/madrastra y desatender la relacion de pareja, en
especial aquellos padres y madres que despu es de un matrimonio anterior han sido padres
solteros por un tiempo (Coleman & Ganong, 1985). Los expertos en familias ensambladas
han hecho notar la necesidad de considerar la especial arquitectura de subsistemas que
conforman a estas familias, en comparaci on con las familias nucleares conformadas por un
primer matrimonio (Browning & Artelt, 2011). Sin embargo, de acuerdo a la teorıa de sis-
temas familiares (Minuchin, 1974), es probable que las familias experimenten malestar
emocional cuando las necesidades de un subsistema sobrepasan los recursos familiares.
La investigacion que estudia los primeros matrimonios durante la transicion a la parental-
idad ha sugerido que mantener un grado de atencion hacia la relacion de pareja favore-
cerıa la estabilidad en lugar de disminuir la satisfaccion marital a lo largo del tiempo
(Shapiro, Gottman, & Carrere, 2000). Ası, la satisfaccion marital serıa mayor en parejas
que evitan priorizar a los hijos por sobre su relacion de pareja. En el presente estudio,
hipotetizamos que la creencia de que los hijos debieran ser la prioridad por sobre la
relacion de pareja se asociara con reportes de una menor calidad de la relacion marital y
menos interacci on positiva.
Las finanzas debieran ser conjuntas
Coleman y Ganong (1985, 1990) sugieren que las parejas en nuevos matrimonios
pueden creer que es mejor mantener sus finanzas separadas a raız de las dificultades

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emocionales y legales experimentadas al dividir los bienes durante el divorcio. Sin


embargo, de acuerdo al interaccionismo simb olico (Blumer, 1969), las parejas pueden con-
struir significado a partir de las interacciones familiares en torno al manejo del dinero.
Por ejemplo, los hallazgos cualitativos sugieren que la creencia de que las finanzas
debieran ser conjuntas puede asociarse con aspectos de confianza y compromiso (Burgoyne
& Morison, 1997). En la misma lınea de los resultados previos en muestras de individuos
casados por segunda vez, hipotetizamos que la creencia de que las finanzas debieran ser
conjuntas estara asociada a una mejor calidad de la relacion y una mayor interaccion posi-
tiva en este estudio.

Efectos Actor-Pareja
Como medida di adica v
alida (Garneau y cols., 2013) el RMBI puede utilizarse para eval-
uar efectos actor-pareja. Los Modelos de Interdependencia Actor-Pareja (Actor Partner
Interdependence Model, APIM) dan cuenta de la interdependencia en relaciones ensam-
bladas de varias personas. El APIM permite a los investigadores modelar efectos bidirec-
cionales en las relaciones mediante la vinculacion o correlacion de puntajes individuales
(Cook & Kenny, 2005). El APIM ha sido bastante utilizado en investigacion sobre pareja y
familia, incluyendo estudios con parejas en segundos matrimonios. Sin embargo, hasta
hoy ninguna investigaci on ha evaluado las creencias sobre nuevos matrimonios u otras
nociones. Por ejemplo, Schrodt, Soliz, y Braithwaite (2008) identificaron tanto efecto del
actor como efectos pareja en la satisfacci on con la relacion en familias ensambladas, y
encontraron que en todas las relaciones de las familias ensambladas, cuando los padras-
tros y madrastras participan en m as conversaciones cotidianas se sienten m as satisfechos/
as con sus relaciones [efecto del actor] y es m as probable que contribuyan a que otros
miembros de la familia obtengan puntajes m as altos de satisfaccion [efecto de pareja4 ].
M as a
un, mientras m as satisfechos reportaron estar los hijastros/as en las relaciones con
sus madrastras y padrastros, m as satisfechos se sentıan estos u
 ltimos con ellos/as [efecto
de reciprocidad diadica] (Schrodt y cols., 2008).
Ademas de analizar datos que no son independientes, otra ventaja del APIM es la
capacidad de identificar variables intervinientes y resultados diferenciales para cada per-
sona/rol en una relacion. Por ejemplo, la calidad de la comunicacion parental entre los pro-
genitores y las madrastras y padrastros predice positivamente su propia satisfaccion y
salud mental (pero no la del otro miembro de la pareja). Sin embargo, la comunicacion par-
ental reportada por los progenitores produce un efecto de pareja inverso sobre la salud
mental de los padrastros y madrastras, lo que sugiere que los padrastros y madrastras que
ayudan a criar a los hijos/as de sus parejas enfrentarıan un estresor especıfico asociado a
su rol (Schrodt & Braithwaite, 2011).
Otros estudios han usado t ecnicas APIM para esclarecer las diferencias de genero en
las interacciones en segundos matrimonios. En un estudio sobre patrones demanda-dis-
tanciamiento en parejas en nuevos matrimonios, los resultados muestran que cuando los
maridos adoptaban respuestas de demanda o distanciamiento, ambos miembros de la
dıada reportaban posteriormente descensos en el estado de a nimo. M as a
un, las respues-
tas de confrontacion y demanda de los maridos exacerbaban el impacto negativo del dis-
tanciamiento de las esposas sobre su propio estado de a nimo. No se encontro un impacto
significativo inter-esposos cuando las esposas demandan y se distancian (King & DeLon-
gis, 2013).

4
En el “efecto de pareja”, el t
ermino pareja se refiere al otro miembro de la relaci
on, no a la dıada. (N. de
la T.)

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EL PRESENTE ESTUDIO
La literatura existente sugiere que el APIM puede usarse en forma efectiva en contex-
tos de nuevos matrimonios y familias ensambladas. Sin embargo, hasta la fecha no hay
estudios que hayan usado t ecnicas APIM para estudiar de que manera las creencias sobre
segundos matrimonios en parejas ensambladas se asocian con la calidad de la relacion y la
conducta marital propia o la de la pareja. Todavıa es posible afirmar que “el trabajo de
exploracion de las interrelaciones que existen entre el comportamiento y las ideas no est a
bien desarrollado” (Gottman & Notarius, 2000; p ag. 938). Las teorıas existentes apuntan a
conexiones entre las ideas, la calidad de la relacion marital y las interacciones, y sugiere
la posibilidad de que el otro miembro de la pareja ejerza cierta influencia (Fine & Kurdek,
1994; Minuchin, 1974). Desde el mundo acad emico se ha planteado tambien la necesidad
de realizar m as estudios que examinen los procesos de las familias ensambladas con datos
de varios de sus miembros (Sweeney, 2010). Explorar las interrelaciones con las creencias
sobre nuevos matrimonios, dando cuenta al mismo tiempo de las creencias de las parejas,
ayudarıa a responder preguntas relativamente importantes, aclarar la direccionalidad de
la influencia y los procesos que conducen a una relacion de mejor calidad en los nuevos
matrimonios y m as interacciones positivas entre los esposos. Incluir la evaluacion de
nociones potencialmente relevantes puede ofrecer a los terapeutas nuevos aspectos que
abordar en el trabajo con parejas que se han casado nuevamente.
La investigaci on previa sugiere que para personas que se han casado nuevamente, las
creencias en relaci on a un sistema de finanzas conjuntas, la probabilidad de exito y los
ni~
nos como prioridad se asocian con los reportes de la satisfaccion y ajuste marital propios
(efecto del actor). En este estudio examinamos en mayor detalle que asociacion existe entre
las creencias en estos dominios y lo que los individuos reportan en cuanto a la propia inter-
accion positiva y calidad de la relaci
on marital (efecto del actor), como tambien los reportes
de sus esposos/as (efectos de pareja). Nuestra hipotesis es que las creencias de los esposos
y esposas en cuanto a que las finanzas debieran ser conjuntas se asociar an positivamente
con sus propios reportes y los reportes de sus parejas sobre interaccion positiva y calidad
on marital. Asimismo, se espera que las creencias el exito es poco frecuente y la
de la relaci
prioridad son los hijos se asociar an negativamente con los reportes individuales y los del
esposo/a sobre interacci on positiva y calidad de la relacion marital. Finalmente, los resul-
tados de esposos y esposas pueden recibir una influencia diferente de las creencias propias
sobre nuevos matrimonios y las de la pareja, y por lo tanto, examinamos los patrones glob-
ales del efecto del actor y del efecto de pareja al interior de las parejas en relacion a los tres
resultados.


METODOS
Muestra
Se analizaron los datos de 179 parejas casadas que participaron en el Alabama Stepfam-
ily Study (Estudio sobre Familias Ensambladas de Alabama). Los participantes fueron
reclutados para participar en una investigaci on cuyo objetivo era conocer m as sobre las
parejas con familias ensambladas. La informacion se entrego mediante un inserto en un
manual sobre el matrimonio que se distribuıa en las oficinas de registro matrimonial y
centros comunitarios para la familia de Alabama. Los materiales de reclutamiento explica-
ban que el objetivo del estudio era conocer m as sobre los segundos matrimonios, las famil-
ias ensambladas y sus fortalezas. Se incluy o en el presente estudio a las parejas en las que
ambos miembros enviaron sus cuestionarios contestados. Todas las parejas estaban en ese
momento viviendo en familias ensambladas donde al menos un miembro de cada pareja
se~nalo tener un hijo o hija menor de 18 a~
nos de una relacion anterior.

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Las y los participantes tenıan entre 19 y 61 a~ nos de edad (promedio = 38,43; DE = 9,96
para las esposas; promedio = 41,17; DE = 11,47 para los maridos). El 88% de la muestra
tenıa menos de 50 a~nos de edad. La mayorıa eran cauc asicos (74%), seguidos por afroamer-
icanos (17%), hispanos (3%) y otros (6%, por ej., multirracial, asi atico-americano, nativo
americano y otros). Aproximadamente el 60% de las esposas y 70% de los maridos tenıan
un nivel educacional universitario incompleto o menor. La mitad de las parejas informo
tener un ingreso por hogar menor a US$ 40.000.
El 26% de las mujeres y el 28% de los hombres estaban en su primer matrimonio, y el
resto estaba en su segundo matrimonio o posterior. El 59% de las mujeres tenıa tanto hijos
biologicos como hijastros; el 16,2% tenıa s
olo hijastros y el 24% tenıa solo hijos biologicos.
Entre los padres, el 56% tenıa tanto hijos biologicos como hijastros, el 21% tenıa solo hijas-
tros y el 22% tenıa s
olo hijos biol
ogicos. M
as de dos tercios de las parejas habıan convivido
antes de casarse (68%), durante un perıodo entre 1 mes y 16 a~ nos (promedio = 1,4 a~ nos,
DE = 2,4 a~ nos). Las parejas habıan estado en su matrimonio actual por un promedio de
2,9 a~nos (DE = 4,6).

Medidas
Creencias sobre nuevos matrimonios
Las creencias de las parejas sobre los nuevos matrimonio fueron evaluadas utilizando
tres subescalas del Remarriage Belief Inventory (RMBI, Higginbotham & Adler-Baeder,
2008). Los promedios, desviaciones est andar y confiabilidades se informan separadamente
para las esposas y esposos en la Tabla 1. Los ıtems de cada subescala se midieron en una
escala de 1 = definitivamente creo que esto NO es verdadero a 5 = definitivamente creo que
esto es verdadero. El exito es poco frecuente era una subescala de 4 ıtems que medıa las
creencias del individuo en relacion a que los nuevos matrimonios tienen pocas probabili-
dades de ser exitosos. Algunos ejemplos de los ıtems son “es probable que la gente que se
ha divorciado se vuelva a divorciar” y “es probable que la gente de nuevos matrimonios o
familias ensambladas repita los mismos errores que cometieron en relaciones anteriores”.
La prioridad son los hijos se midi o con dos ıtems: “los deseos de los hijos deben tener

TABLA 1
Promedios, Desviaciones Est
andar y Coeficientes Alpha para las Medidas del Estudio

Medida Promedio DE Min. M


ax. a N° de ıtems

Subescalas RMBI
Esposas

Exito 3.88 0.96 1 5 .75 4
Prioridad 2.78 0.95 1 5 .75 2
Finanzas 2.8 0.91 1 5 .71 3
Esposos

Exito 3.86 1.02 1 5 .73 4
Prioridad 2.68 0.86 1 5 .72 2
Finanzas 2.75 0.89 1 5 .7 3
Calidad de la relacion marital
Calidad seg un las esposas 6.01 1.26 1 7 .69 2
Calidad seg un los esposos 6.53 1.35 1 7 .71 2
Interaccion positiva
Interaccion segun las esposas 4.15 0.72 1 5 .74 5
Interaccion segun los esposos 3.91 0.79 1 5 .81 5
Interaccion positiva del c
onyuge
Interaccion segun las esposas (C) 3.86 0.85 1 5 .8 5
Interaccion segun los esposos (C) 3.99 0.82 1 5 .84 5

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preferencia por sobre los deseos del nuevo esposo/a” y “dar atencion a los hijos es m as
importante que dar atencion a la nueva pareja de un segundo matrimonio o familia ensam-
blada”. Las finanzas debieran ser conjuntas era una escala de tres ıtems, con ıtems como
“los recursos econ
omicos en un nuevo matrimonio o familia ensamblada debieran ser com-
partidos.” Puntajes mas altos en cada una de las subescalas indicaban un mayor grado de
acuerdo con la creencia.
Resultados/Evoluci
on de la Relaci
on
La calidad de la relacion matrimonial fue evaluada usando en conjunto dos ıtems glob-
ales (tomados de Conger y cols., 1990). El primero pedıa a los participantes que otorgaran
un puntaje a cu an felices eran en su matrimonio en una escala de 1 (extremadamente infe-
liz) a 7 (extremadamente feliz). Para el segundo ıtem, los participantes respondieron cuan
satisfechos estaban en la relaci on con su esposo/a en una escala de 1 (extremadamente
insatisfecho) a 7 (extremadamente satisfecho). La correlacion entre los ıtems fue .69 para
las esposas y .71 para los maridos. La interaccion positiva fue evaluada con una escala de
5 ıtems (adaptada de Huston & Vangelisti, 1991). Las respuestas iban de 1 (nunca) a 5
(con frecuencia a lo largo del dıa), y los participantes respondieron con que frecuencia
tenıan conductas como “Decir a su esposo/a que lo/la ama” y “Hacer algo agradable para su
esposa/o” (esposas a = .74; esposos a = .81) en un dıa tıpico. Las respuestas se promedi-
aron, y los puntajes m as elevados indicaban mayor interaccion positiva. La misma escala
se uso para evaluar el reporte de cada miembro de la interaccion positiva de su pareja
(esposas a = .80; maridos a = .84).

TABLA 2
Correlaciones entre las Creencias de Esposas y Esposos sobre Nuevos Matrimonios, Calidad de la Relaci
on
Marital e Interacci
on Positiva (N = 179 Parejas)

Esposas Esposos

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

Esposas

1. Exito
2. Prioridad .12
3. Finanzas .28** .03
4. Calidad de .24** .01 .21**
la relacion
5. Interaccion .10* .02 .28** .48**
positiva
6. Interaccion .10* .08 .26** .46** .78**
positiva
del conyuge
Esposos

7. Exito .47** .11 .21** .11 .20** .22**
8. Prioridad .06 .45** .03 .00 .06 .01 .01
9. Finanzas .16* .09 .43** .16* .16* .11 .25** .12
10. Calidad de .08 .02 .25** .50** .35** .34** .23** .09 .24**
la relacion
11. Interaccion .15 .07 .31** .20** .50** .52** .20** .13 .10 .34**
positiva
12. Interaccion .13 .08 .18* .34** .53** .49** .21** .08 .19** .48** .61**
positiva
de la conyuge

**p < .01; *p < .05.

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10 / FAMILY PROCESS

RESULTADOS
Un primer paso importante al examinar los datos di adicos es evaluar el nivel de no inde-
pendencia (Kenny, Kashy, & Cook, 2006). La no independencia se eval ua examinando las
correlaciones interpersonales entre las variables predictoras y de resultado de los miem-
bros de la pareja. El coeficiente de Pearson representa la relacion entre los resultados de
los miembros de la pareja, controlando la diferencia promedio entre los miembros de la
dıada, donde las correlaciones m as altas indican una mayor no independencia. Las correla-
ciones de las variables de resultado entre esposas y esposos estaban en un rango de r = .20
a .53, y eran todas significativas con un valor de p < .001 (ver Tabla 2). La revision de las
correlaciones tanto intrapersonales como interpersonales indico la existencia de posibles
efectos del actor y efectos de pareja tanto para las esposas como para los esposos, ofre-
ciendo apoyo adicional a la necesidad de examinar estas relaciones usando el modelo
APIM.
APIM es un m etodo de analisis de datos di
adicos que se utiliza para estudiar dıadas
identificables, en el cual el modelo estima simult aneamente la influencia de las variables
predictoras de cada uno de los esposos sobre su propios resultados (efector actor) y la influ-
encia de las variables predictoras del otro miembro de la pareja sobre sus resultados
(efecto de pareja). Si bien las parejas heterosexuales son f acilmente distinguibles por
genero, se us
o el Test de omnibus de distinguibilidad (Olsen & Kenny, 2006) antes de usar
el modelo APIM para confirmar la distinguibilidad empırica. Los resultados indicaron que
en la presente muestra maridos y esposas eran empıricamente distinguibles,
v2(75) = 2242.50, p < .001.

Éxito Calidad de Relación

Creencias Resultados
Prioridad Interacción Posiva
de la Esposa de la Esposa

Interacción Posiva
Finanzas del Cónyuge

Éxito Calidad de Relación

Creencias Resultados
Prioridad Interacción Posiva
del Esposo del Esposo

Interacción Posiva
Finanzas de Cónyuge

FIGURA 1. Resultado multivariado del modelo de interdependencia actor-pareja de creencias sobre


nuevos matrimonios y resultados de la relaci
on

Nota. Lıneas continuas = efectos del actor; lıneas discontinuas = efectos de pareja. Las
correlaciones entre las medidas de las creencias de esposas y esposos se incluyen en el
an
alisis pero no est
an graficadas aquı.

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Finalmente, los analisis de correlaci
on bivariada revelaron asociaciones significativas
entre las variables del estudio tanto para los individuos como entre los esposos. Por lo
tanto, cada uno de los tres resultados relacionales fue examinado simult aneamente en un
modelo APIM de resultado multivariado, permitiendo establecer correlaciones entre los
resultados y reduciendo el error de tipo I que se deriva de las comparaciones multiples. El
modelo fue ajustado usando un modelo de ecuacion estructural y el software Mplus 6.0
(Muth en & Muthen, 1998–2010; ver Figura 1).

Efectos de Actor
Los resultados APIM indicaron que entre las esposas, la calidad de la relacion marital
reportada fue m as alta en aquellas que suscribıan en mayor medida la creencia de que en
una familia ensamblada las finanzas debieran ser conjuntas (b = .19; p < .05) y era m as
baja en aquellas que tenıan creencias m as marcadas en relacion a que el exito es poco fre-
cuente (b = .25; p < .01). La creencia de que las finanzas debieran ser conjuntas tambien
se asociaba positivamente con la propia interaccion positiva reportada por las mujeres
(b = .20; p < .05). Finalmente, las esposas refirieron m as interaccion positiva del esposo
cuando tenıan puntajes m as altos en la creencia de que las finanzas debieran ser conjuntas
(b = .21; p < .01).
Los maridos reportaron una mejor calidad de la relacion marital cuando sostenıan m as
firmemente la creencia de que las finanzas debieran ser conjuntas (b = .16; p < .01) y su
creencia de que el exito es poco frecuente se asociaba con una calidad de relacion m as baja
(b = .20; p < .01). La creencia de los esposos de que el exito es poco frecuente tambien se
asociaba negativamente con reportes de su propia interaccion positiva (b = .18; p < .05).
Para determinar si los efectos del actor eran diferentes para los maridos y las esposas,
se realizaron analisis adicionales, incluyendo restricciones de igualdad para cada conjunto
de par ametros. Los resultados de esta comparacion entre generos indican que, si bien
algunos efectos del actor eran estadısticamente significativos con un valor de p < .05 para
los maridos y no para las esposas (o viceversa), las diferencias entre los generos no eran
estadısticamente significativas.

Efectos de Pareja
En terminos generales, los maridos tenıan mayores efectos de pareja que las esposas
(Tabla 3). Las esposas reportaron menor interaccion positiva de su esposo cuando este
apoyaba con mayor fuerza la creencia de que el exito es poco frecuente (b = .21; p < .01). No
se encontraron efectos significativos entre las creencias de los maridos por una parte, y la
calidad de la relaci
on marital segun las esposas o su interaccion positiva.
Los maridos reportaron una mejor calidad de la relacion cuando las esposas suscribıan
mas la creencia de que la prioridad son los hijos (b = .16; p < .05). Finalmente, el que las
esposas estuvieran m as de acuerdo con la creencia de que las finanzas debieran ser con-
juntas se asociaba con los reportes de los maridos tanto de su propia interaccion positiva
como la de su esposa (b = .22; p < .01 y b = .25; p < .01, respectivamente).
Para examinar si las diferencias en efectos del actor y de la pareja entre los esposos eran
estadısticamente significativas, se ajustaron varios modelos adicionales que incluıan
restricciones de igualdad. Una diferencia de g enero fue estadısticamente significativa, lo
que indica que la creencia de ambos miembros de la pareja de que las finanzas debieran
ser conjuntas se relacionaba positivamente con reportes de los maridos de interaccion posi-
tiva de la esposa, y que esto es significativamente diferente del mismo efecto de pareja en
el caso de las esposas, v2(1) = 3.94, p < .05.

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12 /

TABLA 3
Creencias sobre Nuevos Matrimonios como Predictores de Resultados de la Relaci
on: Efectos del Actor y Efectos de Pareja (N = 179 Parejas)

Calidad de la Relaci
on Marital Interacci
on Positiva Interacci
on Positiva C
onyuge

Esposas Esposos Esposas Esposos Esposas Esposos

b DE b b DE b b DE b b DE b b DE b b DE b

Efectos del actor


Finanzas .49 0.21 .19* .54 0.22 .20** .15 0.06 .21** .00 0.06 .00 .18 0.07 .21** .06 0.07 .07
Prioridad .06 0.21 .02 .19 0.26 .06 .07 0.06 .09 .13 0.08 .15 .10 0.08 .11 .06 0.08 .07

Exito .67 0.22 .25** .56 0.25 .18* .04 0.06 .05 .16 0.08 .18* .05 0.08 .06 .12 0.08 .13
Efectos de pareja
Finanzas .00 0.20 .00 .13 0.23 .05 .05 0.06 .08 .18 0.07 .22** .00 0.07 .02 .21 0.07 .25**
Prioridad .07 0.24 .02 .46 0.23 .16* .08 0.07 .10 .05 0.07 .06 .02 0.07 .02 .01 0.07 .02

Exito .29 0.23 .10 .10 0.24 .03 .09 0.07 .12 .06 0.07 .07 .16 0.08 .17* .00 0.07 .00
R2 .11* .13** .11* .10* .11* .12**

**p < .01; *p < .05.

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DISCUSION
Este estudio examin o las asociaciones entre las creencias sobre segundos matrimonios y
la calidad de la relaci on marital e interacci on positiva en parejas con familias ensam-
bladas. Utilizando un Modelo de Interdependencia Actor-Pareja (Cook & Kenny, 2005)
pusimos a prueba los supuestos te oricos y clınicos que se discuten con frecuencia en la lit-
eratura sobre familias ensambladas con respecto a como influye suscribir ciertas creencias
acerca de los segundos matrimonios sobre los procesos relacionales de las parejas con
familias ensambladas (Claxton-Oldfield, 2008; Coleman y Ganong, 1990; Deal & Olson,
2010) y ampliamos la literatura existente al examinar como se asocian las creencias de los
esposos con el comportamiento que tienen entre sı.
De acuerdo al modelo cognitivo-evolutivo multidimensional de Fine y Kurdek (1994),
cuando los individuos en familias ensambladas sostienen creencias especıficas acerca de
su matrimonio y su familia, incluyendo aquellas basadas en mitos y expectativas poco real-
istas hacia las familias ensambladas, hay m as probabilidades de que presenten un fun-
cionamiento relacional m as pobre. En la misma lınea de los hallazgos de Higginbotham y
Adler-Baeder (2008) con respecto a la satisfacci on y ajuste de la relacion, nuestros hallaz-
gos sugieren que suscribir con m as firmeza la creencia de que las finanzas debieran ser
conjuntas (en total cuatro efectos del actor) y un menor apoyo a la creencia de que el exito
es poco frecuente (en total tres efectos del actor) se asociaron positivamente con los
reportes propios de calidad de la relaci on marital e interaccion positiva.
Este estudio fue el primero en utilizar datos di adicos para examinar la relacion entre
las nociones acerca de los segundos matrimonios y el funcionamiento de la relacion, ofre-
ciendo ası la primera mirada a los efectos de pareja en esta a rea. De acuerdo con la teorıa
familiar sistemica (Minuchin, 1974), esperarıamos que incluso despues de dar cuenta de la
influencia de las creencias propias, las creencias reportadas por la pareja tuvieran todavıa
algun grado de influencia sobre los individuos. En este estudio las creencias de que las
finanzas debieran ser conjuntas (dos efectos de pareja), la prioridad son los hijos (un efecto
de pareja) y el exito es poco frecuente (un efecto de pareja) se asociaban con las evalua-
ciones de la relacion marital por parte de ambos miembros de la pareja. Sin embargo, estos
hallazgos representan s olo algunos de los efectos de pareja que fueron examinados, lo que
sugiere que en lo relativo a las creencias sobre segundos matrimonios que fueron exami-
nadas en este estudio, los reportes sobre el funcionamiento de la relacion por parte de indi-
viduos en segundos matrimonios por lo general no se asociaban con los de sus parejas. De
los pocos efectos de pareja que fueron significativos, tres fueron efectos de las creencias de
las esposas y solo uno era efecto de las creencias de los maridos.
Examinamos especıficamente posibles variaciones de los efectos del actor y de la pareja
por genero, y encontramos que tanto para las esposas como para los maridos casi ninguna
de las diferencias entre los efectos del actor y de la pareja fue estadısticamente significa-
tiva. Esto contrasta con investigaciones previas acerca de mitos sobre los segundos matri-
monios, seg un las cuales el suscribir ciertos mitos se asociaba en forma m as negativa con
la satisfacci
on familiar, marital y la experiencia de parentalidad en el caso de las madras-
tras que en el de los padrastros (Kurdek & Fine, 1991). Estudios previos que examinaban
otros aspectos de las din amicas relacionales de pareja sustentan la idea de que es posible
que las esposas est en mas orientadas a la relacion que sus maridos. Por ejemplo, se ha
visto que los efectos del actor y los efectos de pareja asociados al di alogo sobre la relacion
tienen m as influencia sobre la satisfacci on marital de las esposas (Acitelli, 1992). Sin
embargo, en el presente estudio, encontramos solo una diferencia de genero significativa
en los efectos de pareja, en la cual, los maridos reportaron mayor interaccion positiva de
sus esposas cuando  estas presentaban una mayor adherencia a la creencia de que las
finanzas debieran ser conjuntas.

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14 / FAMILY PROCESS

En la misma lınea, Higginbotham y Agee (2013) encontraron que las creencias de las
esposas con respecto a las finanzas se asociaban positivamente con reportes de union
familiar. Si bien en el presente estudio no se incluyo la estrategia concreta de adminis-
traci
on del dinero utilizada por las parejas, es probable que aquellos que suscriben la
creencia de que las finanzas debieran ser conjuntas esten de hecho compartiendo al menos
parte de su dinero, y compartir las finanzas en un segundo matrimonio puede simbolizar
(Blumer, 1969) un mayor compromiso con la familia como un todo, y no solo con los propios
hijos biologicos (Coleman & Ganong, 1985, 1990). En el presente estudio, cuando las espo-
sas suscribıan esta creencia, ellas se relacionaban m as positivamente con sus maridos,
desde el punto de vista de los  estos. Es poco claro por que estas creencias acerca del manejo
del dinero tendrıan este efecto de pareja para los esposos y no para las esposas. Sin
embargo, en los matrimonios en los que el dinero es compartido, la igualdad entre los espo-
sos tiende a ser mayor en t erminos de control y acceso a las finanzas y en otras a reas de la
relacion que no tienen que ver con el manejo del dinero (Pahl, 1995).
En la extensa investigaci on realizada con parejas que est an en su primer matrimonio,
las creencias acerca del manejo de las finanzas han demostrado en terminos generales la
asociacion m as consistente con el funcionamiento de la relacion, y los hallazgos cualita-
tivos sugieren que en las familias ensambladas existirıa un vınculo entre compartir las
finanzas y otros aspectos del funcionamiento familiar. Se ha observado que quienes eligen
compartir el dinero reportan niveles altos de compromiso y union familiar (Burgoyne &
Morison, 1997). Si bien el presente estudio no dio cuenta de las conductas concretas de las
parejas en la administraci on de las finanzas, aquellos que simplemente sostienen la creen-
cia de que el dinero debiera ser compartido reportaron un mejor funcionamiento de la
relaci
on. Los investigadores han sugerido previamente que la congruencia en las creencias
acerca de la administraci on de las finanzas serıa m as importante para el funcionamiento
de la pareja que las creencias individuales o las conductas concretas administracion de las
finanzas (Fine & Kurdek, 1994; Larsen & Olson, 1989). Sin embargo, Higginbotham y
Agee (2013) encontraron que las influencias de estas creencias sobre la union familiar eran
importantes independientemente de la congruencia, y que la congruencia no era un predic-
tor significativo. Los hallazgos del presente estudio ofrecen apoyo adicional a la importan-
cia de las creencias acerca de la administraci on del dinero para el bienestar de las familias
ensambladas.
Para los maridos, suscribir la creencia de que el exito es poco frecuente se asociaba tanto
con sus propios reportes de calidad e interacci on marital, como con los reportes de las espo-
sas acerca de la interacci on positiva de los maridos. Estos efectos de la creencia el exito es
poco frecuente eran esperables, en concordancia con la nocion de confirmacion de expecta-
tiva (Snyder, 1984), y debido a hallazgos previos que indicaban que quienes sostenıan
estas creencias reportaban niveles m as bajos de satisfaccion y ajuste marital en terminos
generales (Higginbotham & Adler-Baeder, 2008). Nuestros hallazgos, tomados en conjunto
con investigaciones previas, sugieren que las expectativas pesimistas con respecto al exito
de los segundos matrimonios pueden ser indicadores significativos de la calidad de la
relacion, especialmente cuando son los hombres quienes suscriben dichas creencias (Hig-
ginbotham & Agee, 2013).
En terminos generales, los resultados ofrecen poco sustento para la relacion entre la
creencia de que la prioridad son los hijos y los resultados maritales de las parejas con
familias ensambladas. En realidad, el u  nico hallazgo significativo fue contrario a nuestra
hipotesis de que esta creencia se asociarıa con una menor calidad de la relacion marital y
niveles m as bajos de interaccion positiva. Si bien la teorıa de los sistemas familiares (Min-
uchin, 1974) sugiere que priorizar a los hijos por sobre la relacion de pareja serıa da~ nino
para el subsistema pareja, encontramos que los maridos reportan una calidad de la
relacion marital m as alta cuando las esposas suscribıan con m as fuerza esta creencia. Mas

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de la mitad de las esposas en esta muestra tenıan tanto hijos biologicos como hijastros.
Muchas sugerencias previas en relaci on a los efectos negativos de dar prioridad a los hijos
por sobre la relacion con la pareja ensamblada se han referido principalmente a una
estructura de familia ensamblada simple, donde existe un subsistema de un padre/madre
biologico y su hijo/a y un padrastro o madrastra (por ej., Kheshgi-Genovese & Genovese,
1997). Por lo tanto, es posible que los resultados de este estudio reflejen, por una parte, la
asociacion positiva entre la b
usqueda de afinidad con los hijos del marido por parte de la
madrastra y, por otra parte, la evaluaci on de la calidad de la relacion que hace el marido.
Tambi en puede ser beneficioso para las parejas en familias ensambladas m as complejas
enfocarse en las necesidades de los hijos, lo que podrıa reducir la tension familiar rela-
cionada con los hijos/hijastros, que es el tema de discusion m as frecuente en familias
ensambladas. La abrumadora escasez de hallazgos acerca de esta creencia sobre nuevos
matrimonios sugiere la necesidad de examinar m as de cerca las din
amicas de los subsis-
temas en las familias ensambladas, en el contexto de una mayor complejidad estructural.

Limitaciones
Es importante hacer notar varias limitaciones. En primer lugar, los datos eran
transversales, ası es que no podemos determinar si las creencias sobre nuevos matrimo-
nios de las parejas con familias ensambladas tenıan un efecto causal en la calidad de la
relacion y la interacci
on positiva en los nuevos matrimonios o viceversa; tampoco pudimos
determinar c omo se modifican a lo largo del tiempo las creencias que tienen las parejas
acerca de los nuevos matrimonios, y su influencia en los resultados relacionales. Adicional-
mente, este estudio sirve como un primer paso en investigacion a nivel de la dıada con base
en las asociaciones te oricas y empıricas entre las nociones sobre nuevos matrimonios y el
funcionamiento de las relaciones de pareja ensamblada. Sin embargo, solo tres de las siete
subescalas del RMBI tenıan suficiente justificacion teorica y empırica para ser incluidas
en este estudio. A nivel te orico resulta poco claro como influirıan las otras cuatro cate-
gorıas de creencias sobre la calidad de la relacion marital y la interaccion en familias
ensambladas. Por lo tanto, un pr oximo paso serıa investigar estas relaciones de una man-
era m as exploratoria. M as a
un, el acuerdo acerca de los roles parentales, en espacial el rol
del padrastro o madrastra en la disciplina y decisiones importantes concernientes a los
hijos, ha sido foco de gran cantidad de especulacion, pero no fue incluida en este estudio
dado que el RMBI no la mide. El trabajo de Papernow (1987) sugiere que entre todas las
nociones posibles relacionadas con los nuevos matrimonios, las creencias y expectativas
acerca de los roles de los progenitores, padrastros y madrastras podrıan ser las m as estre-
chamente asociadas con los resultados del nuevo matrimonio.
Tambi en, de acuerdo al modelo de desarrollo de familia ensamblada de Papernow
(2008) y el modelo multidimensional cognitivo-evolutivo de Kurdek y Fine (1991), las pare-
jas con familias ensambladas enfrentan diversos desafıos en diferentes momentos del
desarrollo de familiar. Ciertas expectativas o creencias acerca de la vida de las familias
ensambladas pueden asociarse m as estrechamente con el funcionamiento marital en los
primeros a~ nos de una familia ensamblada. Por otra parte, a lo largo de varios a~ nos muchas
parejas ensambladas se hacen m as sabias ante los desafıos de la vida familiar y hacen
ajustes para mejorar sus relaciones. Ası, la influencia de estas creencias sobre el fun-
cionamiento relacional tambi en puede variar a lo largo del tiempo. Debido a los proced-
imientos de reclutamiento, en t erminos generales nuestra muestra representa
fundamentalmente parejas casadas recientemente, siendo el promedio de duracion del
matrimonio levemente menor a 3 a~ nos. Sin embargo, previamente Higginbotham y
Adler-Baeder (2008) encontraron en una muestra de individuos casados por segunda vez
que las creencias sobre nuevos matrimonios se asociaban con la satisfaccion en la relacion,

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16 / FAMILY PROCESS

independientemente de la duraci on del nuevo matrimonio. En terminos generales, nuestra


muestra report o una calidad de la relaci
on marital bastante alta, lo que probablemente se
deba en parte a la corta duraci on promedio del matrimonio, y se recomienda realizar
investigaci on adicional usando muestras de parejas ensambladas con un rango m as amplio
de a~
nos de relacion.
Tambi en es importante tomar en consideracion que nuestra muestra incluyo un alto
porcentaje de parejas con familias ensambladas complejas (por ej., ambos miembros de la
pareja tienen hijos de una relaci on previa). La investigacion previa sugiere que estas
familias pueden tener experiencias diferentes a las de las familias ensambladas simples
(por ej., s
olo un miembro de la pareja tiene hijos de una relacion previa). Investigacion
futura centrada en diferencias intra-grupo serıa un aporte a nuestra base de conocimiento
empırico acerca de distintos tipos de familias ensambladas. Finalmente, dado que nuestra
muestra no era representativa a nivel nacional, debemos ser cautos en la generalizacion
de estos hallazgos.

Implicancias y Orientaciones Futuras


Nuestros hallazgos sugieren que la calidad de la relacion marital y la interaccion posi-
tiva en las parejas con familias ensambladas se asocian con suscribir creencias especıficas
sobre los nuevos matrimonios, y que en esta asociacion hay un componente de interdepen-
dencia. Si bien en este estudio no puede inferirse causalidad, la teorıa sugiere que es posi-
ble que suscribir ciertas creencias sobre los nuevos matrimonios sea anterior a problemas
de mala calidad de la relacion marital o la interaccion de la pareja (Bandura, 1986; Fine &
Kurdek, 1994); en contextos clınicos puede ser u  til abordar las creencias de los dos miem-
bros de la pareja para mejorar el funcionamiento de la relacion. Las creencias acerca de
las finanzas y el 
exito de una familia ensamblada parecen ser especialmente importantes
para la calidad de la relacion de la pareja con familia ensamblada, y este patron consis-
tente de hallazgos merece ser considerado en investigaciones futuras. Por ejemplo, no est a
claro si estas creencias son especialmente importantes para las parejas con familias
ensambladas, o si las creencias sobre finanzas tendrıan la misma relacion con el exito
familiar en primeros matrimonios. Estudios futuros tambien deberıan seguir explorando
el modelo multidimensional cognitivo-evolutivo (Fine & Kurdek, 1994) con datos longitudi-
nales, y estudiando la influencia de las creencias acerca de los segundos matrimonios -
aquellas puestas a prueba aquı y otras- sobre del funcionamiento di adico en muestras de
parejas ensambladas de mayor tama~ no, mas diversas y en distintas etapas del desarrollo
de la familia ensamblada.
Finalmente, se est a reuniendo evidencia de que el manejo de las finanzas puede ser
especialmente importante para el funcionamiento relacional en familias ensambladas. Se
requieren estudios adicionales para estudiar la asociacion entre creencias y conductas de
manejo de las finanzas, para determinar c omo interact uan estos factores al ejercer su
influencia en las relaciones de las parejas con familias ensambladas.5

REFERENCIAS
Acitelli, L. (1992). Gender differences in relationship awareness and marital satisfaction among young married
couples. Personality and Social Psychology Bulletin, 1(18), 102–110.
Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action: A social cognitive theory. Englewood Cliffs, NJ:
Prentice-Hall.

5
Traduccion: Psic. Soledad S
anchez D., Instituto Chileno de Terapia Familiar, Santiago de Chile. For-
mato final: Family Process.

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Baucom, D. H., Epstein, N., Daiuto, A. D., Carels, R. A., Rankin, L. A., & Burnett, C. K. (1996). Cognitions in mar-
riage: The relationship between standards and attributions. Journal of Family Psychology, 10, 209–222.
Blum, J. S., & Mehrabian, A. (1999). Personality and temperament correlates of marital satisfaction. Journal of
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