A

NINFO?,
 56 de my k
ps NS]
 e
SOLDADURA
 PIERRE AUGUSTE
TIL
AUG
S-pan ¿sh

BRICOLAJE
SOLDADURA

1990
PARANINFO,
SEGUNDA EDICION MADRID

ABILENE PUBLIC LIBRARY

ABILENE, TEXAS
Equipo e instrumental de cubierta
cortesía: Ferretería Diher, S.A.,
Viriato, 9 -28010-MADRID. Telf.
445 37 65, especializada en enre-
jados, maquinaria eléctrica, herra-
mientas, jardinería, cerrajería, todo
para la construcción y bricolaje.

Traducido por:
PIO ACERO LOPEZ

O Editions EYROLLES, París (Francia)

O de la edición española Editorial Paraninfo, S.A.
Magallanes, 25 - 28015 Madrid
Teléfono: 4463350 - Fax: 4456218
O de la traducción española Editorial Paraninfo, S.A., Madrid (España)

Diseño de cubierta
(O) Dacuñha é Creativos

Esta obra es la traducción del libro francés de Pierre AUGUSTE:

“DEVENEZ UN BON SOUDEUR””—Serie ““Bricolez-Mieux””—
publicado por Editions EYROLLES, París (Francia)

Reservados los derechos para todos los países de lengua española.

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta,
puede ser reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma,
ni por ningún medio, sea éste electrónico, químico, mecánico,
electro-óptico, grabación, fotocopia o cualquier otro, sin la previa
autorización escrita por parte de la Editorial.

o IMPORTED 800KS
. O. Box 4-
ISBN: 84-283-1574-4 Dallas, Texas 75208
Depósito legal: M. 27.860.—1990 (214) 941-6497
FARANINFO
¡ A] — Magallanes, 25 - 28015 MADRID (06316/43/10)
Artes Gráficas BENZAL, S.A., Virtudes, 7 - 28010 MADRID
 Indice de materias

a e a O A 7
AOVEFRENCIAI ra a ai 7
Vocabulario dela soldadura 2. Le a ee 7
Goditicacionide dos tÉrMiNOS 0 ae es a e 7
Técnicas antiguas en expansión y nuevos procedi-
MICULO O O a see Fano e ela aloe 8

UtMiaje del SOMO. a 12

Hablemos el mismo lenguaje ................. 16

Soldadura por capilaridad .................... 30

ERAN O ES 38
DO CAQUERIUOGEC UE Eolo da Do A or ado ete 3 NOS 48

SOOCOIOICACUTS. TIA
ic A NO, 58
SODISte CIC UIC as 58
Soplete de OXIDO Banman it
e a Edi 60

SO IAE DONMCO” as bla 62

Aprendizaje de la soldadura por arco ........... 68
Soldadura POC Puntos ac.) oi era lada e ele 76
Soldadura lineal o emcordona. 004 ala aha ia 82
Soldadura Vertical ad: ee 88
Soldadura NOrZOntal a o a 92
Soldadira a techo oa eco roelas e 92
Soldadura de Mierro TUNCIAO ... meno Dies oe loa e 94

Soldadura AaUtOgena” ¿o di II 98
Soldadura autógena de aficionado ............. 98
Consejos sobre el funcionamiento ............. 104
 Soldadura autógena (a dos gases) .............. 106
Calentamiento, temple, destemple ............. 114
DOXICOn a 116

Soldaduras diversas ..... 118

Soldadura de hierro ...... 118
Soldadura por punto ... 118
Soldadura del aluminio . 120
Soldadura de plástico .. 120
Soldadura sobre plomo. . 122
Cuadro de recapitulación 124
 Introducción
Advertencia
Esta obra, al igual que algunas otras de
la colección “Haga mejor su bricolaje”,
está destinada al aficionado experimen-
tado más bien que al principiante.
Vocabulario de la soldadura
Los términos mal codificados, en otro
tiempo empleados, daban lugar a confu-
siones desconcertantes para los neófi-
tos e incluso para los profesionales. Así
sucedía que cuando se unían dos piezas
con estaño por capilaridad, se llamaba a
este hecho simplemente soldar; si la
unión se hacía con cobre o plata se ha-
blaba de “soldadura especial con”; la
unión de dos tubos de plomo era tam-
bién soldar a secas. Así pues, se hizo
necesario completar estas informacio-
nes con términos complementarios que
alargaban inútilmente las definiciones.
Principio de la colección. Cada descrip-
ción de una “operación manual” va se-
guida de un número de asteriscos, que
significan una mayor dificultad en su
realización.
Codificación de los términos
Soldadura
Es un término general que se aplica a to-
das las formas de empalme mediante fu-
sión. Existen diez clases de soldadura:
1%) soldadura de plomo; 2?) soldadura
blanda; 3%) soldadura fuerte; 4?) soldo-
abrasión; 5%) soldadura de arco; 6*) sol-
dadura autógena; 7”) soldadura de forja;
8”) soldadura de hierro; 9*) soldadura de
plástico; 10%) la soldadura en frío.
Las técnicas superadas son las
siguientes:
1. Soldadura de plomo, de la que se tra-
tará sucintamente para los aficionados
que tengan todavía en su instalación ca-
nalizaciones de plomo en las que preci-
san efectuar una derivación o cerrar una
fuga.
2. Soldadura de forja, totalmente supe-
rada y empleada tan sólo por los que se
dedijcan a la forja artística.
3. Soldadura en frío, procedimiento de
“chapuza” que no se tratará aquí.
Las técnicas todavía empleadas
son las siguientes:
1. Soldadura blanda. Se emplea para
las instalaciones sanitarias, principal-
mente en empalmes de canalizaciones
de agua caliente o fría a presión.
2. Soldadura de hierro, indispensable
para el empalme de aparatos de cinc y
para realizar soldaduras por punto (co-
nexiones, circuitos impresos, modelos
reducidos, Hi-Fi, televisión, etc.).
3. Soldadura por arco. Continúa pres-
tando grandes servicios en la mecánica
automovilística y agrícola para el monta-
je de piezas forjadas y para la reparación
de objetos metálicos. Figura señera en
el mercado del bricolaje durante los
veinte últimos años, ha visto palidecer
su estrella con la aparición de equipos
de soldadura autógena para el aficio-
nado.
Técnicas antiguas en expansión
y nuevos procedimientos
Soldadura fuerte
Limitada durante mucho tiempo al em-
palme de pequeñas piezas de arte o de
forja, se ha extendido en forma de sol-
dadura capilar para la instalación de ca-
nalizaciones; primeramente cuando se
ha autorizado el empleo del tubo de co-
bre para el transporte del gas, a condi-
ción de que los empalmes estén solda-
dos con cobre o plata; después, cuando
el agua de la calefacción central ha sido
conducida por canalizaciones en todo si-
milares a las de las de las instalaciones
sanitarias. Incluso entonces ha sido ne-
cesario soldar por capilaridad con cobre
o plata.
Soudosoldadura
Se emplea para unir dos piezas sin que
éstas se fusionen, mediante la aporta-
ción de un metal diferente del que tienen
las piezas unidas. Este método, que
constituye un término medio entre la
soldadura corriente y la soldadura autó-
gena, se aplica para unir piezas finas de
grandes dimensiones. Los aparatos re-
queridos son el soplete eléctrico o el de
oxipropano o de oxibutano.
Soldadura autógena
Durante algún tiempo, este sistema que-
dó un tanto al margen de aparatos adap-
tados al bricolaje; ahora, el aficionado
que no tiene equipo de soldadura por
arco se ve tentado a recurrir a la autó-
gena; en primer lugar, porque permite
realizar fácilmente soldaduras en chapas
delgadas y de tipo medio sin perforar el
metal; segundo, porque es de fácil ma-
nejo: no precisa cable eléctrico, la sol-
dadura se hace sin producir chispas y
sólo exige como protección el empleo
de gafas negras. No produce “escoria”
y por lo tanto permite empalmes más
precisos.
Su único inconveniente consiste en que,
teniendo igual eficacia, el equipo de sol-
dadura autógena es más pesado que el
de soldadura por arco. Además, quien lo
emplea tiene que proceder a la renova-
ción de las bombonas de oxígeno y de
acetileno, que se efectúa mediante cam-
bio estándar. :
Ilustración: * Soldadura blanda con soplete.
Soldadura de plástico
Este procedimiento se emplea para el
encolado de lonas y de cintas, así como
para el empalme de conductos de eva-
cuación de agua. :
Técnica de la soldadura
Si bien es cierto que el logro de una sol-
dadura de dos tubos de plomo era y si-
gue siendo labor de un profesional o de
un aficionado con mucha experiencia, la
técnica de soldadura moderna, bien sea
de hierro, por arco o autógena, es más
cuestión de conocer su modo de empleo
que de aprendizaje. Si se compara. un
aporte de soldadura con la aplicación del
contenido de un tubo de pasta, se ob-
serva que con esta última algunos logra-
rán llenar un surco con regularidad,
mientras que otros no lo lograrán jamás,
porque les falla el pulso, no tienen pa-
ciencia. Pero lo que importa, lo esencial,
es que hayan conseguido llenar este sur-
co. Así pues, lo que resulta difícil no es
la técnica de la soldadura, sino su pre-
sentación.
La soldadura, un trabajo
sin ambigúedad
La soldadura con estaño, cobre o plata
se mantiene o no se mantiene, lo cual,
se controla inmediatamente. Una y otra
se han logrado cuando la amalgama de
los metales y de los aglutinantes (metal
de aporte) presentes es total. De lo con-
trario, se produce el llamado un “enco-
10
lado” que no resiste la prueba de los gol-
pes o de la tracción. Felizmente para el
aficionado no hay logros intermedios,
salvo cuando una parte de la soldadura
se ha logrado y la otra encolado. Pero,
incluso en ese caso el control es fácil.
Otro punto tranqulizante para el aficiona-
do: el fallo de la soldadura se debe úni-
camente a que no ha seguido todas las
normas exigidas. Si ha respetado la tem-
peratura recomendada, si ha empleado
los aglutinantes necesarios y ha elimina-
do en las piezas que se han de soldar los
óxidos que actúan a manera de pantalla,
la soldadura que realiza se logrará con la
misma exactitud que se obtiene una ma-
honesa, como resultado de la acumula-
ción de factores positivos y no de apti-
tudes manuales, puesto que estas últi-
mas sólo influyen en la calidad estética
del trabajo.
Los dos secretos de la soldadura: tem-
peratura y limpieza del metal
La temperatura se obtiene y se aplica
con un aparato adecuado; la limpieza
consiste en la desoxidación y en el de-
sengrase de las partes que se han de
empalmar. Durante la «soldadura, esta
desoxidación se debe mantener, en cier-
tos casos, empleando un producto lla-
mado fundente.
Ilustración: e Soldadura de arco.
 Utillaje del soldador
Como este libro no está destinado a un
principiante, nuestros lectores com-
prenderán en seguida que la herramien-
ta del soldador no puede quedar reduci-
da al soplete de gas. En realidad, si nos
fijamos en el índice comprobaremos
que, aparte de la soldadura blanda, de la
soldadura fuerte y de la soldadura de
plomo, que se pueden realizar con la
misma herramienta, las otras técnicas
disponen de su aparato propio. He aquí,
por lo demás, una enumeración general
de los diferentes tipos de soldadura con
los aparatos que necesitan.
- Soldadura blanda: soplete de gas
propano o butano, 60 a 120 g/h (bom-
bona o cartucho).
- Soldadura fuerte: soplete de gas pro-
pano o butano.
- Soldadura de plomo: soplete 60 a
120 g/h de butano o propano.
- Soudosoldadura: soplete eléctrico o
soplete de oxigas combustible.
=- Soldadura por arco: equipo de solda-
dura de arco.
- Soldadura autógena: soplete de oxia-
cetileno y oxhídrico (este último para
profesionales).
- Soldadura de hierro: soplete equipa-
do con un hierro de soldar, calentado
previamente o de forma permanente, o
de hierro eléctrico de gran peña.
- Soldadura de punto: hierro de soldar
eléctrico de peña intercambiable o cali-
1.2
brada para la sección de las piezas que
se han de soldar.
- Soldadura de plástico: hierros espe-
ciales montados en soplete o bien en
hierro eléctrico.
Equipo de un soldador
Nuestros lectores pueden estar seguros
de, que muchos de estos aparatos son
polivalentes y, a menos que se trate de
un usuario deseoso de destacar en to-
dos los trabajos, buena parte de estos
aparatos sirve para prestar servicios
más o menos universales.
Soplete de gas
Probablemente es el primer aparato que
hace falta adquirir, aun cuando no fuese
más que para perfeccionarse en el arte
de soldar, antes de lanzarse a técnicas
más delicadas. Con un soplete, usted
puede realizar soldaduras blandas y
fuertes y soldar después en plomo. Con
un accesorio podría proceder a la solda-
dura de hierro (con cinc principalmente)
y de punto. Con otro accesorio podría
soldar sobre plástico. Igualmente se po-
drían desatrancar canalizaciones y que-
mar pinturas que necesiten decapado.
Ilustración: e Equipo de soldadura con bu-
tano y oxígeno (foto COXY-
NEL).
 Equipo de soldadura por arco
Permite realizar soldaduras autógenas
mediante fusión con arco eléctrico de
una barra de electrodo de soldadura, de
la misma naturaleza que las piezas que
se han de soldar. Pero no hace posible
la soldadura autógena sin aporte de me-
tal, pues esta propiedad queda reserva-
da a los equipos de soldadura autógena.
El equipo de soldadura por arco, dotado
de un soplete eléctrico, permite realizar
la soudosoldadura.
Primera conclusión: La adquisición de un
soplete de gas y de un equipo de solda-
dura de arco facilita la realización de
toda clase de soldaduras, a excepción
de las soldaduras sin aporte de metal.
Equipo de soldadura autógena
Sustituye al equipo de soldadura de
arco, cuando se desee soldar sin aporte
de metal. Permite también soldar con
varillas de metal de aporte. En este as-
pecto es, pues, más universal que los
equipos de soldadura por arco, pero no
permite el montaje del soplete eléctrico.
Finalmente, puede servir para la soudo-
soldadura, el calentamiento, la soldadu-
ra y el oxicorte.
tención de emplear un soplete eléctrico.
En los casos inversos se escogerá un
equipo de soldadura autógena.
Aparatos de soudosoldadura
Situados en una situación intermedia,
estos aparatos tienen su campo de apli-
cación más o menos cubierto por los
equipos de arco dotados de sopletes
eléctricos.
Tercera conclusión: Cuando no se ten-
gan que hacer muchos trabajos de sou-
dosoldadura y se disponga ya de un
equipo de soldadura por arco o de un
equipo de soldadura autógena, se em-
plearán ambos para esta clase de téc-
nica.
Si no se tiene ningún equipo (aparte del
solplete de gas) y desea especializarse
en la soudosoldadura, se adquirirá un
soplete eléctrico o bien un soplete de
oxipropano o de oxibutano.

Segunda conclusión: Después de com-

prar un soplete de gas, se escogerá un
equipo de soldadura por arco, cuando
no haya necesidad de efectuar soldadu-
ras sin metal de aporte y se tenga la in- llustración: e Soldadura de arco.

14
Hablemos el mismo lenguaje
Algunos profesionales emplean la pala-
bra soldar cuando se refieren al simple
empalme de dos piezas con estaño
como aglutinante; con ello se designa
únicamente la acción de soldar, tal y
como se venía practicando por esta pri-
mitiva y única técnica, hasta la aparición
de los numerosos sistemas hoy existen-
tes. A partir de entonces, interviene el
término soldadura, en su forma genéri-
ca, pero casi siempre acompañado de
un complemento lingúístico que precisa
el tipo de soldado que se va arealizar,
su técnica y los medios de ejecución.
aporte. Este metal debe ser de la misma
composición que las piezas que se suel-
dan (cfr. el cuadro que figura más ade-
lante).
Soudosoldadura
Empalme de dos metales de la misma o
de distinta naturaleza, sin fusión, con un
metal de aporte distinto de las piezas
que se han de unir, ya que la soudosol-
dadura se obtiene con la adhesión peli-
cular del punto (masa de metal), al con-
trario de lo que sucede con la unión ca-
pilar. (cfr. el cuadro que figura más ade-
lante).

Todo ello ha conducido al empleo de

una teminología común, que facilita ex-
traordinariamente la descripción y ejecu-
ción de todo tipo de soldadura.

Un lenguaje universal
Conviene adoptar, pues, las siguientes
definiciones que los lectores encontra-
rán a lo largo de esta obra.

Soldadura en general
Es el método consistente en unir dos
piezas, bien por fusión de ellas mismas
o por fusión de un metal de aporte, sea
o no de la misma naturaleza.

Soldadura autógena
Empalme por fusión de dos metales de llustraciones: e Equipo de soldadura por arco.
la misma naturaleza con o sin metal de e Pistola de soldar.

16

A
Soldadura sin fusión

Es la unión sin fusión de dos metales de

la misma o diferente naturaleza con un
metal de aporte también diferente. La
soldadura se obtiene únicamente por el
procedimiento de capilaridad.
Se distingue la soldadura fuerte, obteni-
da con aglutinantes que se funden a ele-
vada temperatura (cobre, plata) y la
blanda, que se obtiene con aglutinantes
que se funden a baja temperatura (esta-
ño). (Cfr. el cuadro que figura más ade-
lante sobre los aparatos y sus carac-
terísticas).

¿Y la soldadura de plomo?
Su posición es tan ambigua, como supe-
rado su empleo. Por nuestra parte, con-
tinuaremos llamándola soldadura sin
más en la medida en que, al igual que
ocurre con el arco y el oxiacetileno, el
principio consiste en unir por fusión con
O sin metal de aporte, pues la naturaleza
de la varilla de soldar (estaño + plomo)
se puede considerar idéntica a la del plo-
mo. La misma observación se puede ha-
cer del vocabulario referente a la solda-
dura de forja.

Soldado en general

Como es inútil describir los aparatos sin

hacer las descripciones de su empleo,
se procederá al detalle minucioso de los
mismos en el capítulo correspondiente.

18
 SOLDADURA SOUDOSOLDADURA SOLDADURA
AUTOGENA SIN FUSION

Definición Empalme por fusión de Empalme sin fusión de Empalme sin fusión de
dos metales de la misma dos metales de la misma dos metales de la misma
naturaleza, sin o con o distinta naturaleza me- o de diferente naturaleza
metal de aporte. Este úl- diante enganche pelicu- con ayuda de un metal
timo debe ser de la mis- lar de la junta obtenida de aporte unido por ca-
ma naturaleza. con un metal de aporte pilaridad.
de naturaleza distinta.
EE EÁIÓÁAá>=áÁá—A +++ e o ++++ +

Forma Empalme extremo a Empalme extremo a Empalme por embutido

extremo : extremo

Utillaje y 1. Equipo de soldadura 1. Soplete eléctrico 1. Lámparas de soldar

temperatura de arco (4500”) (3000”) de gasolina
obtenida por o
los aparatos 2. Soplete de oxiaceti- 2. Soplete de oxibuta- 2. Soplete de cartucho
leno (3100”) no o de oxipropano a gas (butano-propano)
(2850”)
3. Soplete de oxikireno 3. Sopletes indispensa-
(3000”) bles conectados a bom-
bona de propano o bu-
tano
4. Hierros de soldar
eléctricos lentos o rápi-
dos

Técnica Soldadura Soldadura

fuerte blanda

Temperatura de
fusión del agluti- 1600* 800 a 900” 600” 230"
nante

Utilización Forja especial, piezas de Piezas finas y de gran- Calefac- Fontane-

gran espesor. Repara- des dimensiones. Carro- ción cen- ría, elec-
ción de mecánica supe- cería. Chapas gruesas tral a gas, tricidad,
rior (más complicada) perfiladas, forja. joyería, radio, TV,
fontane- electrónica.
ría, forja.

19
Otras definiciones
El aglutinante. Es el nombre que univer-
salmente se da a! metal de aporte, aun-
que si se incluye el plástico en la solda-
dura, el aglutinante ya no sería en este
caso un metal. Sería el término que ge-
neralmente emplearemos a lo largo de
esta obra. Las temperaturas de fusión
del aglutinante condicionan las exigen-
cias al aparato de soldar.
El fundente. Como se ha venido indican-
do desde el principio, las soldaduras
sólo se logran si el aglutinante queda
amalgamado con las piezas de empal-
me. Ahora bien, de todas las “pantallas”
interpuestas entre la pieza de empalme
y el aglutinante los óxidos son los más
nocivos. Es verdad que esa pantalla se
quita raspando o bien con disolvente,
como ocurre con los demás productos;
pero, con el calor, el oxígeno que con-
tiene el aire se combina de nuevo con el
metal. Para impedir esta reoxidación,
principalmente en la soldadura de cobre
o plata, se utiliza un producto especial
diferente según sea el tipo de soldadu-
ra. Este producto —el fundente— se ex-
tiende sobre las piezas que se han de
empalmar. El nombre de estos funden-
tes se irá dando a medida que se vayan
describiendo las diferentes técnicas.
Pero, cuidado: el término fundente se
sustituye con frecuencia por el de “de-
soxidante” o “decapante” o por el de
“producto X”, que aparece en el etique-
tado de presentación. Esto, lamentable-
mente, da lugar a confusión, hasta el
punto de que muchos creen que el fun-
dente es un auténtico decapante o de-
soxidante y lo extienden sobre el empal-
me sin desoxidarlo con abrasivos. Aho-
ra bien, la acción del fundente, aunque
se le caliente, no basta para decapar una
pieza oxidada.
La capilaridad. Es el nombre que se da
al fenómeno producido por la ascensión
de un líquido en un medio donde existen
granos compactos (azúcar que se remo-
ja con el agua...) o ante dos placas pues-
tas una junto a otra. El principio de la ca-
pilaridad, bien asimilado, permite obte-
ner en seguida buena soldadura. Para
que se observe mejor, en vez de sumer-
gir el azúcar en el agua, se sumergen dos
cristales, uno junto a otro. Inmediata-
mente se podrá ver (esta experiencia es
clásica) cómo asciende el agua entre
ambos (cfr. grabado).
A
ll
i
I
0a
llustraciones: e Fundente.
e Principio de la capilaridad.
M
EAA
1. Primero, se sustituyen los dos cris-
tales por dos tubos embutidos uno en
otro sin demasiado esfuerzo, ni holgura
(bien calibrados), o bien por dos placas
de metal o dos perfilados planos que se
toquen en toda su longitud o en parte de
ella, o incluso por una madeja de hilos
metálicos enmarañados (hilos de cable
eléctrico) o por cables juntos o em-
palmados.
2. Después, se sustituye el agua por un
aglutinante en fusión que se introduce
por capilaridad en todas las partes del
empalme, siempre que este se haya
puesto a una temperatura ligeramente
superior al menos ala de fusión del aglu-
tinante; de no ser así, este último se so-
lidificará antes de haberse extendido de-
bidamente.
Utillaje complementario
del soldador
Hay cierto número de herramientas que
son comunes a toda clase de soldadu-
ras. La mayor parte son universales:
sierra de metales, tornillo de banco, |li-
mas, etc. Pero, hay otros útiles muy
prácticos que son desconocidos o poco
apreciados por los profanos.
Mandriles de adaptación. Para empalmar
dos tubos, sobre todo para soldarlos, es
necesario embutir el uno en el otro o ha-
cer un falso embutido con ayuda de un
manguito. El embutido ofrece la ventaja
de exigir tan sólo una soldadura en vez
de dos, y por lo tanto, de reducir los
riesgos de fuga que tendrían ambos. El
22
embutido de dos tubos del mismo diá-
metro se obtiene mediante un alisado,
realizado con mandriles calibrados que
se venden por unidades o en series
“Kits” dentro de un estuche. La opera-
ción consiste en mantener el tubo verti-
calmente en un tornillo de banco y, for-
zando, introducir el mandril adecuado
dando golpes sobre este último con un
martillo. Téngase en cuenta que es ne-
cesario emplear un tubo de cobre malea-
ble, pues de lo contrario sería preciso re-
cocer la parte que se ha de alisar, po-
niéndola al rojo con un soplete, sin tem-
Plarla.
Para embutir dos diámetros de tubos di-
ferentes es inútil hacer el alisado, pues-
to que se puede embutir sin alisar un diá-
metro pequeño en otro mayor.
Porta—tuercas. Para soldar un tubo que
lleve una tuerca de fijación sostenida por
un collarín (reborde), es necesario fijar
esta tuerca contra el collarín para que no
se vuelva a caer sobre la parte que se ha
de soldar. Para ello, no es preciso com-
prar una herramienta especial; basta con
emplear un trozo de alambre de gran ca-
libre (cfr. grabado).
Ilustraciones: e Mandril de adaptación.
ePorta—tuercas.
 A! PA A
Si A A O

o
A
IR
Estuche para el collarín batido. El colla-
rín batido no es propiamente hablando
un procedimiento de soldadura, pero
está tan íntimamente ligado a él que en
fontanería es prácticamente indispensa-
ble tener, si no un estuche completo, sí
al menos mandriles y bridas que corres-
pondan a los principales diámetros de
tubo. Un collarín bien preparado, desti-
nado a ser soldado directamente por ca-
pilaridad se llama casquillo.
Observación importante. Antes de sol-
dar un casquillo nunca se debe olvidar
hacer pasar previamente la tuerca de
apriete correspondiente. El batido de un
collarín se realiza como sigue:
1” Pase la tuerca y encaje la extremidad
del tubo en el alojamiento de la brida
correspondiente. Apriete la brida y sujé-
tela en las mordazas de un tornillo de
banco.
2” Introduzca el cono de ensanche
(abocardador) en el tubo y golpee por
encima con un martillo. Afloje la brida y
quite el tubo.
3” Vuelva la brida y coloque de nuevo
el tubo, aflorando la parta baja del cono
a la superficie de la brida. Apriete esta
última.
4” Introduzca en el cono el mandril
correspondiente al diámetro y golpee
por encima con un martillo hasta la for-
mación completa del collarín. (Emplee
cobre maleable; cfr. alisado, página 22).
24
Porta—tubos. Este dispositivo mantiene
alineados dos tubos extremo a extremo
y en todos los ángulos que se deseen.
Evita la holgura al embutir un tubo en un
empalme. En casos de repicado garanti-
za una estabilidad completa para el mon-
taje.
Curvadoras. Las curvaturas de tuberías
se pueden obtener mediante la soldadu-
ra de racores. Pero, aparte de que este
procedimiento es largo y costoso, da lu-
gar a pérdidas de carga elevadas y ofre-
ce riesgos de fuga. Cada vez que el cir-
cuito lo hace posible, se utiliza el curva-
do de los tubos, sistema que permite
realizar todos los valores de ángulos. In-
cluso entonces es necesario que el co-
bre sea maleable (cfr. página 22). Hay
varias clases de curvadoras: las más ba-
ratas son muelles en los que se meten
los tubos, evitando así que la curvatura
provoque su aplastamiento. Ahora bien,
con este procedimiento las curvas logra- '
das son irregulares, la extracción del
muelle es difícil y abundan los fracasos.
Ilustraciones: e Utillaje para collarín batido.
e Curvadoras.
Las curvadoras profesionales son las es tanto más importante cuanto menos
más conocidas. Su poder y amplitud de corte la moleta. Así pues, es necesario
brazos de mando permite curvar tubos cambiar esta moleta desde el momento
de cualquier diámetro y resistencia, in- en que se observe una rebaba excesiva.
cluso el cobre rígido, con lo cual no hace El raspado se debe hacer a fondo, ase-
falta volverlo a calentar. Su precio es gurándose de la desaparición total de la
prohibitivo para los aficionados. Lógica- rebaba, pues de lo contrario podría pro-
mente, aconsejamos la curvadora ma- ducir una disminución del caudal.
nual, mucho más barata y cuyo empleo
es muy sencillo (cfr. grabado). La cues- El encendedor. Cuando se pone una lla-
tión está en señalar a la vez en el tubo y ma delante de un soplete, éste la sopla
en la curvadora el comienzo de la curva y la apaga antes de encenderse. Por tan-
que se ha de formar. El único defecto de to, lo primero que se debe hacer es po-
este aparato es que se precisa uno por ner la punta de la llama debajo de la sa-
calibre de tubería. Con tres curvadoras lida del soplete, de forma que el escape
manuales se puede proceder a toda cla- de gas no sople la llama. Pero, en luga-
se de instalaciones corrientes. res de trabajo al aire libre, el viento se
encarga primero de soplar la llama y de
Corta—-tubos. Cortar un tubo con la nada sirve poner el encendedor de ca-
sierra de metales constituye el trabajo peruza frente al soplete (cfr. grabado).
mejor, porque este corte no altera en
nada el diámetro del tubo ni de su corte;
pero es un procedimiento largo, nada
cómodo, cuya eficacia sólo se logra con
un tornillo de banco, lo cual resulta mu-
chas veces difícil en la mayor parte de
los lugares en que se ha de trabajar. Es
preferible el empleo del corta—tubos. Se
pone el tubo en el lecho del aparato, se
aprieta la moleta y se da vuelta a todo
como si se tratase de una tuerca. Des-
pués de la primera vuelta, se vuelve a
apretar la moleta y así sucesivamente
hasta la caída del tubo. El corte es lim-
pio, pero no sin rebaba. Esta rebaba in-
terior es el principal defecto del cor-
ta—tubos. El inconveniente se subsana
raspando la rebaba con un triángulo es- llustraciones: e Corte con la sierra de me-
pecial del que van provistos práctica- tales.
mente todos los corta—tubos. La rebaba e Encendedor.

26
Los abrasivos. Sabemos que una pieza
que se debe empalmar con soldadura
debe ser limpiada y, sobre todo, desoxi-
dada. Para eso es emplean abrasivos.
Pero en la soldadura capilar, el empleo
de abrasivos de grano está un poco en
contradicción con el principio de capila-
ridad que exige, para la infiltración, que
las partes de que se trate estén bien li-
sas. Es cierto que esto se logra bastan-
te bien decapando con la tela de esmeril
fino, por ejemplo, pero para conseguir
un resultado más eficaz, es preferible
usar lana de acero o de nylon para fre-
gar, del tipo de Scotch Brite. Pero, cui-
dado, emplee sólo productos limpios
que no tengan grasa o jabón como
ocurre con los tapones que utilizan las
amas de casa.
La cuchilla de fresado. La mayoría de las
veces los picados se hacen con ayuda
de racores capilares llamados “T de de-
rivación”. Pero en instalaciones en las
que la pérdida de carga es un grave in-
conveniente (sobre todo en la calefac-
ción central) sucede que los tres puntos
de soldadura de T se reducen a uno sólo
haciendo un picado, es decir, un orificio
cuyo diámetro es exactamente el mismo
que el diámetro interno del tubo que se
ha de picar. Esta perforción se hace con
un taladrador de metales, aunque se uti-
lizan también cuchillas de fresado que
taladran y fresan el orificio al mismo
tiempo. Esta herramienta es indispensa-
ble para los picados de los tubos de
plomo.
28
El fresado del tubo que se ha de empal-
mar se hace con lima o mejor aún en ma-
trices especiales; lo importante es que
la adaptación de las fresas, macho y
hembra, esté suficientemente ajustada
para lograr una buena capilaridad. De to-
dos modos, esta clase de soldadura se
realiza mejor con la soudosoldadura, es
decir, con soldadura autógena, que con
soldadura de cobre o plata, porque para
asegurar la solidez del picado se guarne-
ce el empalme con una junta de metal de
aporte. Téngase en cuenta que en esta
clase de operación es indispensable el
porta—tubos.
El cono de ensanche (abocardador). En
la práctica, esta herramienta sólo sirve
para el ensanche de los tubos de plomo.
Se utiliza como un mandril de alisar, in-
troduciéndolo con un martillo. Está en-
tonces en bisagra. Para ensanchar pica-
dos, procedimiento utilizando también
para los tubos de plomo, se emplea la
tenaza de ensanche, especie de cono
cortado en dos, que se separa con el
brazo (cfr. grabado).
llustraciones: e Abrasivos.
e Conos y abocardadoras de
ensanche.
 Soldadura por capilaridad
No volveremos a describir este procedi-
miento de soldadura. Baste recordar que
se trata de una operación consistente en
empalmar dos piezas por capilaridad.
Existen dos clases:
1?. La soldadura blanda, cuando el aglu-
tinante es una aleación de estaño y de
plomo.
2”. La soldadura fuerte, cuando el aglu-
tinante es el cobre o la plata. Recorde-
mos también que la soldadura se realiza
con un soplete de gas, que puede ser
propano o butano o bien, gasolina como
antiguamente (lámpara de soldar). Final-
mente, la soldadura sólo se puede hacer
con metales convenientemente calibra-
dos, limpios, desoxidados, protegidos
con un fundente y a una temperatura de-
bidamente elevada. Así pues, se obten-
drá una buena soldadura cuando se
cumplan las condiciones siguientes:
1? que la elección del soplete sea apro-
piada (temperatura);
2” que el material elegido se encuentre
en buen estado (tubos y racores nue-
vos);
3” que se empleen productos apropia-
dos para decapar y desoxidar.
Elección del soplete
No insistiremos en el empleo de la lám-
para de soldar que usaban nuestros
abuelos, cuya utilización ha desanimado
a muchos principiantes y cuyo rudo as-
30
pecto, maloliente y misterioso, ha que-
dado reservado durante decenios a la
soldadura corriente a nivel profesional.
Actualmente, estos profesionales em-
plean incluso el soplete de gas butano o
propano.
¿Butano o propano?
La diferencia de temperatura que existe
entre ambos gases, que viene a ser de
unos 10”, no constituye un criterio apro-
piado para la elección.
En realidad, el gas butano es el más
práctico y el que utilizan corrientemente
los aficionados, porque se emplea sin
descompresor. Pero, pese al descom-
presor, los profesionales prefieren el
propano, porque como el butano sólo
tiene una presión máxima por encima de
14”C y por debajo de 5”C, es tan insufi-
ciente que el gas se hace inutilizable. La
importancia de este detalle se compren-
de cuando el lugar donde se trabaja en
invierno se encuentra al aire libre o en un
sitio insuficientemente calentado.
¿Cartucho o bombona?. El cartucho es
más práctico porque evita la existencia
de un tubo. Es de lamentar que a partir
de una cierta potencia se vacíe en unos
pocos minutos. Así pues, se le reserva
para los trabajos finos o de muy corta
duración.
llustraciones: e Soplete de cartucho.
e Soplete de bombona.
a
Do. 4
ARA
Temperatura
Es de advertir que lo que se indica a con-
tinuación a propósito de la temperatura
de la llama sólo se aplica de forma clara
al soplete de gas; respecto a los demás
aparatos, se deben tener en cuenta
otras consideraciones que se expondrán
a su debido tiempo. Muchas empresas
presentan su soplete de gas, indicando
como característica el grado de tempe-
ratura. Este modo de presentación no es
incorrecto, pero puede dejar perplejo al
principiante a quien se dice que un mi-
ni-=soplete de funcionamiento con cartu-
cho de encendedor a gas permite alcan-
zar una temperatura de 1200*C, un poco
menor que la anunciada para un gran so-
plete alimentado con bombona de buta-
no de 13 Kg.
También puede parecer excesivo el
anuncio triunfal de algunos sopletes de
gas que alcanzan la temperatura de
1850”, cuando sólo podrán ser emplea-
dos para soldaduras cuya temperatura
de fusión del aglutinante no exceda nun-
ca de los 700”. Incluso, pocas veces se
dice que esta temperatura no se encuen-
tra en toda la llama, sino sólo en parte
de ella. En una llama de soplete se dis-
tinguen dos partes: 1) la parte central de
color azul-claro, casi opaca y muy deli-
mitada, que en los sopletes clásicos tie-
ne la forma de dardo y en los de tur-
bo—reacción la forma de col. 2) La parte
azul-oscura, diáfana y tenue que rodea
a la llama azul y se conoce con el nom-
bre de penacho. Ahora bien, donde se
ha medido la temperatura máxima a la
que se hace referencia en la propaganda
es en el extremo de la parte azul—clara.
Precisamente en ese punto es donde
debe usted situar la pieza que se ha de
calentar para elevar la temperatura con
la mayor rapidez posible.
A propósito del calor, se debe añadir
que una llama normalmente regulada no
debe presentar penacho amarillo; de ser
así, es que la salida de aire del sopiete
está obturada o insuficientemente abier-
ta. Si el penacho es rojo o verdoso es
que hay partículas extrañas que se con-
sumen en la llama, aunque en realidad no
supone un inconveniente.
Si las temperaturas señaladas de los di-
ferentes modelos de sopletes son casi
idénticas ¿por qué unos son de gran ta-
maño y otros pequeños?. No se trata de
atribuir a los profesionales el empleo de
aparatos grandes ya los aficionados el
de los modelos pequeños, sino más
bien de una cuestión de potencia y de
caudal.
Ilustración: eEsquema de llamas de
sopletes.

32
 Configuración de una llama
Penacho

Punto de
calentamiento Dardo

Soplete de
turbulencia

Llama
cilíndrica
(calentamiento)

Dardo clásico
(soldadura blanda
y fuerte)

Dardo agudo
O (soldaduras por
puntos)

Llama plana
a, (engrasado, decapado)

Llama para
hierro de soldar

Corta y a saltos

Naranja Amarillo

Demasiado aire
No hay aire
suficiente
El caudal
La existencia de toda una gama de so-
pletes y de toberas adaptadas se debe
a que no toda temperatura interviene (ni
con mucho) en el calentamiento de una
pieza. Nos encontramos muy lejos de
conseguirlo, pues la llama de una vela al-
canza 800” y por lo tanto se podría em-
plear teóricamente para la soldadura
fuerte. Pero esta llama, de un débil cau-
dal, va dejando escapar las calorías, lle-
gando justamente a hacer hervir al agua
contenida en un dedal, mientras que
puesta bajo una cacerola su efecto sería
nulo. Así pues, y, sobre todo, el caudal
de un soplete es el que condiciona los
casos en que se ha de utilizar, de acuer-
do con la cantidad de calorías que trans-
mite instantáneamente. Esos casos que-
dan indicados sencillamente por las sec-
“ciones de las piezas que se han de ca-
lentar y por la naturaleza de las mismas,
e
teniendo en cuenta que, para obtener un
resultado equivalente, un soplete con
temperatura de llama de 1800* C preci-
sará un caudal de gas menor que un so-
plete con temperatura de llama de
1200*C. La clasificación de los sopletes
se efectúa por caudal horario o por gra-
mo/hora y depende de la sección de las
toberas, la cual varía según el tipo de to-
bera utilizada (consulte la nota de carac-
terísticas). Intervienen también otros pa-
rámetros, según sea la clase de solda-
dura (blanda-o fuerte), la clase de metal
o la dimensión de la sección. El cuadro
que figura más adelante está calculado
para la ejecución de soldaduras fuertes.
Para las blandas, se deben multiplicar las
secciones y los espesores de las piezas
metálicas por dos. (En cuanto a las to-
beras podrá usted informarse examinan-
do los datos que aparecen en el pros-
pecto que acompaña al aparato).

Diámoiia Caudal Sección de Sección de Espesor de Sección de

terior de la horario tubo de cobre tubo de acero chapa (abra- hierros re-
tobera zaderas) dondos

10 mm 25 g/h 4 mm 0a8/10 2a3 mm

15 mm 80 g/h 10 mm 8 mm 15/10 6 mm
18 mm 280 g/h 18 mm 15 mm 20/10 12 mm
22 mm 400 g/h 21 mm 25 mm 25/10 15 mm
28 mm 650 g/h 40 mm 30 mm 30/10 20 mm
30 mm 1000 g/h 50 mm 40 mm 40/10 30 mm

Ilustraciones: e Soldadura de los tubos por

calentamiento eléctrico.
e Calentamiento con soplete.

34
¿Es preciso comprar un soplete de gran
caudal?
Unicamente sería preciso cuando se ten-
ga la seguridad de utilizar su potencia,
puesto que su precio es elevado. Ade-
más, no siempre un gran soplete cubre
todas las necesidades. En primer lugar,
al utilizar su potente llama para objetos
pequeños, se produce una pérdida inútil
de gas.
En segundo lugar, y sobre todo, la sol-
dadura es un calentamiento localizado,
cuya extensión podría desoldar otras
soldaduras o sencillamente calcinar pie-
zas accesorias no metálicas. Por lo tan-
to, no se debe comprar un soplete de
gran caudal a menos que se precise; al
mismo tiempo, vea un juego de toberas
que van desde la más estrecha (dardo
aguja) hasta la de potencia máxima.
Sistema de encendido
Como queda indicado, se puede em-
plear la llama o el encendedor de sople-
te, aunque algunos aparatos van dota-
dos de un sistema de encendido piezoe-
léctrico que permite apagar la llama in-
cluso en las pausas breves, evitando así
el peligro de quemaduras. A este res-
pecto, compruebe si el aparato que se
dispone a comprar cuenta con un siste-
ma práctico que permita posarlo duran-
te estas pausas de trabajo; porque, aun
cuando esté apagada la llama, la eleva-
da temperatura de la tobera puede pro-
ducir degradaciones por contracción.
36
Calidad de los sopletes
Teniendo en cuenta el estado actual de
la técnica de la soldadura aplicada al bri-
colaje, se puede confiar en las grandes
marcas, tanto más cuanto que muchos
aparatos de gama elevada son emplea-
dos por los profesionales y por los afi-
cionados. Llamamos también la aten-
ción de nuestros lectores sobre los pe-
queños sopletes de cartucho de exce-
lente ejecución, siempre que no se les
exija más de aquello para lo que están
previstos (80 g/h, cfr. cuadro que figura
en la página 34).
Material de soldadura
Bien se trate de soldadura fuerte o de
soldadura blanda, usted necesita un
abrasivo para decapar, un fundente (dis-
tinto, según sea la clase de soldadura) y
un aglutinante (apropiado al tipo de sol-
dadura). Para las soldaduras por racor
(tubos) le harán falta racores capilares
de cobre presentados en forma de codo
par 30”, 45” y 90”; de T de derivación,
de cruz de derivación, de T con aumen-
to o disminución de diámetro, de man-
guitos, de prolongadores normales o
con cambio de diámetro.
Ilustraciones: eSistema de piezoencendido.
e Racores de soldadura capilar.
Soldadura blanda (*)
Es la que usted realiza casi tan sólo en
tubos destinados a canalizaciones de
agua a presión, caliente o fría. Quienes
afirman que las canalizaciones de agua
caliente necesitan una soldadura fuerte
recurren a una precaución inútil y hasta
arriesgada, toda vez que la realización
de una soldadura fuerte es más delicada
que la de una soldadura blanda. Ade-
más, una soldadura blanda incompleta
por no haber penetrado el aglutinante
por todas partes se puede completar
con un simple calentamiento, mientras
que una soldadura fuerte, repetida de la
misma forma, resulta dudosa. Con fre-
cuencia, es preferible cortar o desoldar
y comenzar de nuevo la operación.
La soldadura blanda se emplea de forma
accesoria para pequeñas placas de me-
tal, piezas de montaje de cobre, objetos
de arte y cableado eléctrico.
Principio
La soldadura blanda consiste en unir dos
piezas por capilaridad con una aleación
de plomo y estaño, una vez que se haya
desoxidado previamente la pieza con un
abrasivo y asegurado la permanencia de
esta desoxidación con un fundente.
Fundente
Es de resina para el cobre; y es de latón
o de bronce y de agua de soldar (lima-
duras de cinc disueltas en ácido clorhí-
drico, que se conoce con el nombre de
38
muriático) para el hierro. Existen funden-
tes llamados decapantes universales.
En realidad sólo sirven para los metales
citados y para la soldadura blanda.
Aglutinante
Es un hilo o una varilla formada de una
aleación de plomo y estaño, la cual jun-
to con las varillas destinadas a soldar
plomo, sirve para la soldadura blanda
que, por lo demás, sólo se puede reali-
zar con esta aleación.
Aligación de fundente
y aglutinante
La operación se puede realizar por sepa-
rado: aplicación del fundente, calenta-
miento y después aplicación del agluti-
nante. También puede ser simultánea:
1”. Con un hilo de soldar hueco que
contenga el fundente. Se le conoce con
el nombre de soldadura de ánima deca-
pante. En este caso, después de una
simple desoxidación con abrasivo, se
calientan las piezas y se procede ala sol-
dadura de ánima decapante.
2”. Con un fundente en el que flotan en
suspensión partículas minúsculas de
soldadura. Se conoce esta mezcla con el
nombre de pasta de soldar.
Ilustraciones: e Ajuste del corta—tubos.
e Colocación del tubo y
sujeción.
e Giro.
e Corte.
p RI E a z po d
No se debe confundir la pasta de soldar
con la pasta de desoxidación que algu-
nos comerciantes distraídos dan en su
lugar, pues en el lenguaje confuso de la
fontanería algunos profesionales llaman
pasta de soldar a la pasta decapante
(fundente). La pasta de soldar se aplica
a las piezas desoxidadas a manera de
fundente. Una vez que las piezas están
encajadas sólo hace falta calentarlas
(cfr. lo indicado más adelante).
Utillaje
Los aglutinantes para la soldadura blan-
da se funden entre unos 230" a 250”; no
es, pues, necesario un soplete potente
y el cuadro expuesto anteriormente le
indicará que para muchos casos será su-
ficiente un soplete de cartucho (60 y
120 g/h por término medio).
Además del soplete se precisa un abra-
sivo para desoxidar y un trapo para lim-
piar las rebabas. Según sean las piezas
que se han de soldar, será necesario un
tornillo de banco para sostenerlas o un
portatubos (página 24) y un cortafuegos
en forma de placa de amianto para reco-
ger las superficies hacia las que se diri-
ge la llama del soplete (pared, embaldo-
sinado, etc.).
Soldadura de un tubo de agua a
presión (*)
Es la operación más corriente. Una vez
queise ha logrado hacerla perfectamen-
te (al cabo de dos o tres pruebas) es po-
sible realizar la conexión de toda una ins-
40
talación tan bien como 'úun profesional
por importante que aquélla sea. Insisti-
mos en la palabra “conexión”, porque
una instalación comprende trabajos ane-
jos (cfr. el libro “Bricolaje Fontanería” (1))
que con frecuencia requieren un apren-
dizaje mayor que el de la soldadura.
Como la soldadura blanda se lleva a
cabo con racores llamados “capilares”
(cfr. página 37), hemos elegido para
nuestro ejemplo la T de derivación, cuya
técnica de soldadura es más difícil, de-
bido a los tres puntos de soldadura que
se han de realizar sin que sea deteriora-
do uno de ellos cuando se ejecuta el
otro.
Por lo demás, volvermos a poner este
ejemplo para la soldadura fuerte, porque
la técnica, un tanto diferente, se compli-
ca más aún a causa de la proximidad de
los tres puntos de soldadura.
1. Una vez que los tubos estén corta-
dos y desprovistos de las rebabas exte-
riores e interiores a nivel de su corte,
haga una prueba de embutido con los ra-
cores correspondientes. El ajuste debe
ser perfecto. De lo contrario, si la holgu-
ra es importante, se corre el riesgo de
que la capilaridad no tenga lugar por
completo.
(1) Ed. Paraninfo.
Ilustraciones: e Raspado de las rebabas.
e Decapado..
e Prueba de empalme.
e Impregnado de pasta de
soldar.
Si se fuerza el empalme se puede blo- 5. En esta fase:
quear la capilaridad. La primera vez que
esto suceda no tiene remedio y es pre- a) Si usted emplea un hilo de soldar: im-
ciso cambiar de racor (este caso no es pregne los extremos del tubo con resi-
frecuente). La segunda vez se debe pro- na Oo pasta universal tipo Hampton.
curar reducir el espesor del tubo en el
momento de proceder a la desoxida- b) Si emplea pasta de soldar: impregne
ción. Pero puede suceder, sobre todo, los extremos del tubo con esta pasta.
que el tubo esté ovalado o abollado; sal-
En ambos casos, coloque los tubos en
vo en el caso en que no se pueda cortar la T y proceda al calce minucioso del que
el extremo deformado, es mejor supri-
usted ha hecho ya pruebas anterior-
mir esta parte que sólo se puede remo- mente.
delar con un mandril de adaptación, uti-
lizando el calibre adecuado.
2. Desoxide el extremo del tubo frotan-
do bien alrededor con tela de esmeril o
con un tampón de lana de acero o de
Scotch Brite (limpio).
3. Desoxide de la misma manera el in-
terior del racor dando vueltas a una va-
rilla con abrasivo.

4. Haga una prueba de empalme. En un

tornillo de banco es fácil; pero, en el lu-
gar de trabajo, en el que el tubo tiene
que ocupar un sitio muy preciso, sobre
todo si se trata de empalmar este tubo
para que se encuentre a Y de milímetro
delante del aparato que alimenta, es ne-
cesario hacer pruebas de calce. En este
momento es cuando adquiere importan-
cia el porta—tubos.

No cuente con la posibilidad de compen- llustraciones: e Calentamiento.

sación permitida por el empalme del
tubo y del racor; ya hemos dicho que e Limpieza.
este empalme debía presenatar una hol- e Presentación.
gura suficiente para que el tubo no esté
bloqueado por el racor. e Limpieza interior.

42
6. Calentamiento de la soldadura
Caso A. Caliente en el centro de la T
para ponerla a una temperatura igual en
todas partes. Vamos a efectuar las tres
soldaduras al mismo tiempo, de forma
que al calentar una de ellas no se des-
place la otra. (Efectivamente, no se re-
comienda soldar y desoldar varias veces
seguidas una soldadura).
Para saber si el tubo se encuentra a bue-
na temperatura, presente la varilla de
aglutinante en la base de uno de esto ra-
cores. El metal caliente del tubo es el
que debe hacer fundir el aglutinante y no
la llama. Esta prueba le indicará:
1” que el metal tiene la temperatura
suficiente;
2” que, teniendo en cuenta la posición
de la llama, toda la parte que se ha de
soldar se encuentra a esta temperatura
mínima. Recuérdese que, si una parte
del empalme está insuficientemente cal-
deada, el aglutinante se solidificará y la
capilaridad cesará. Esta observación tie-
ne especial importancia en la soldadura
fuerte.
Una vez que sitúe la varilla, déjela en
esta posición hasta que el estaño brille
en la base del empalme en forma de ani-
llo. Pase rápidamente a los otros dos
empalmes sin mover la punta de la lla-
ma. Es de advertir que, si en vez de una
T suelda un empalme sólo —para estar
seguro de que la llama no hace fundir al
aglutinante— apártela del punto de sol-
dadura antes de presentar el aglutinan-
44
te. Vuelva si este último no funde, pero
apartándolo también de la llama.
Al referirnos a las varilla o hilos de sol-
dar hemos hablado de hilos de “ánima
decapante”. Puede emplearlos para la
soldadura blanda de los tubos, pero aña-
diendo fundente como si se tratase de
aglutinante sencillo, pues el fundente
contenido en el ánima del hilo es in-
suficiente.
Tenga también en cuenta que hemos ha-
blado de “base” del empalme. Esto le
debe dar a entender que la acción de la
capilaridad es idéntica si funciona de
arriba abajo o de abajo arriba. Pero se
tendrá una idea más clara sobre el esta-
do en que se encuentra el “relleno” del
empalme, si el racor cubre al tubo y obli-
ga a subir al aglutinante.
Efectivamente, en el caso inverso, el ex-
ceso de soldadura fluye por el interior
del tubo y se debe estimar que el relle-
no está terminado. Mientras que si la ca-
pilaridad “sube”, desde que llega al final
del empalme, el excedente se acumula y
la aparición de una bolita del aglutinante
indica que ha terminado el relleno.
llustraciones: e Calentamiento.
e Situación de la varilla de
soldar.
e Limpieza.
e Soldadura triple.
Caso B. Con la pasta de soldar no ten-
drá ningún problema si calienta el centro
de la T o del codo en la masa del empal-
me hasta que la pasta brille en la base
del empalme.
7. En los casos A yB, limpie las reba-
bas del aglutinante con un trapo de tela
debidamente plegado mientras el metal
está todavía en fusión. Tenga preparado
el trapo por anticipado, pues si el aglu-
tinante se ha endurecido, no se reco-
mienda volver a calentar la soldura para
volver a fundirla. Esta limpieza se hace
para presentar un trabajo limpio y esté-
tico; así pues, no es indispensable. Es
inútil templar la soldadura blanda en el
agua, a menos que tenga que asirla
pronto con la mano.
¿Varilla o pasta de soldar?. En vista de
lo que acabamos de indicar parece más
sencillo utilizar la pasta de soldadura; así
es, efectivamente cuando se dispone de
empalmes perfectos y de racores bien
calibrados. Pero, en caso contrario, su-
cede que la aligación contenida en la
pasta es insuficiente; por ello, los que
están acostumbrados a la soldadura o
los profesionales del oficio prefieren el
hilo o la varilla de soldar.
Otra aplicación de la soldadura
blanda
La soldadura blanda puede ser emplea-
da cada vez que un empalme presente
una superficie de contacto suficiente
para asegurar su solidez. Se entiende
por superficie de contacto dos superfi-
46
cies planas exactamente paralelas y a
una distancia una de otra inferior a me-
dio milímetro. Citaremos el caso de pla-
cas, de láminas, de piezas de cobre o de
latón o de hierro unidas de canto con
una junta aplicada o con una junta viva
reforzada por un fleje. No es preciso de-
cir que este montaje requiere:
1” un esmero particular en cuanto se re-
fiere al empalme;
2” la posibilidad de calentar todo el em-
palme al mismo tiempo.
No es posible realizar soldaduras capila-
res fragmentadas so pena de provocar
la aparición de fisuras. Téngase en cuen-
ta que estas fisuras no constituyen un
defecto mayor cuando se trata de un
empalme no estanco.
El endurecimiento de madejas de esteri-
lla o de empalmes de torsión metálicos
constituye un último ejemplo de aplica-
ción de soldadura capilar blanda. Cada
hilo que forma una red de capilar aspira
la soldadura del mismo modo que una
mecha aspira un líquido. Las aplicacio-
nes más frecuentes tienen lugar en el
campo de la electricidad, de la radio, de
la electrónica y de la fabricación de fila-
mentos de hierro o de acero.
llustraciones: ePrimera presentación.
e Recalentamiento.
eSegunda presentación
e Limpieza.
Soldadura fuerte (**)
En comparación con la soldadura blan-
da, esta soldadura necesita el empleo de
aglutinante y de fundente, que deben re-
sistir temperaturas elevadas del orden
de los 700” a 800“C.
El fundente. Tiene como base el boro.
Su adquisición es fácil, pues todas las
marcas venden este producto al propor-
cionar varillas de soldadura fuerte. Se
extiende después de la desoxidación del
metal, idéntica a la de la soldadura blan-
da.
El aglutinante. Se trata de varillas de co-
bre o de aleación de plata. En este últi-
mo caso, se puede llamar “soldadura de
plata” a todo aglutinante cuyo conteni-
do de plata sea al menos de un 4%.
Como las mejores soldaduras contienen
un 40%, interesa comprobar por el eti-
quetado la calidad de esta soldadura,
más sólida que el cobre. También se
practica la soldadura de aluminio, pero
trataremos de ella aparte, pues su técni-
ca difiere un poco de las anteriores.
Utillaje. Es preferible un soplete alimen-
tado con bombona de gas. Los demás
útiles son los mismos que los emplea-
dos para la soldadura blanda, salvo el
empleo del trapo, que es superfluo, de-
bido a las elevadas temperaturas que
impiden la limpieza de las rebabas. En
cambio, se puede añadir al utillaje un bal-
de de agua en el que se sumerge lo sol-
dado para enfriarlo.
48
Soldadura fuerte de un tubo de
cobre (**)
Recuérdese que el cobre se destina a las
canalizaciones de calefacción central y
eventualmente de agua caliente a eleva-
da temperatura, a las canalizaciones de
productos líquidos nocivos o corrosivos
o de elevada evaporación, así como a
las canalizaciones de gas a presión.
También es necesario para las canaliza-
ciones empotradas.
1. Haga las mismas operaciones que
para la soldadura blanda hasta el mo-
mento de impregnar con un fundente el
extremo de los tubos. Recordemos que
no hay pasta para la soldadura fuerte. La
única reacción es la del fundente + aglu-
tinante.
2. Impregne los extremos del tubo con
fundente a base de boro (que se sumi-
nistra con el fundente).
3. Empotre el racor y haga el calce
como para la soldadura blanda.
4. Prepare la varilla de soldar. Será una
aleación de fósforo para los tubos de co-
bre, ya que la plata se reserva más bien
a las soldaduras de hierro, de acero o de
latón.
Ilustraciones: e /Impreganción de fundente.
e Diámetro = cantidad de aglu-
tinante necesario.
e Tablero de calentamiento.
5. Caliente el tubo a 700” aproximada-
mente. Esta temperatura sólo se puede
obtener con un soplete de gas en un es-
pacio relativamente restringido. Esto no
trata de complicarle, sino todo lo con-
trario, especialmente si tenemos varias
soldaduras próximas unas a otras, como
ocurre en el caso de una T de derivación.
Esta vez vamos a dirigir la punta calien-
te (azul—clara) de la llama únicamente al
empalme y cuando se haya terminado la
soldadura pasaremos a los puntos si-
guientes, sin peligro de desoldar las an-
teriores, ya que el calentamiento a esta
temperatura está localizado.
Pero todavía es necesario estar seguro
de que se han alcanzado los 700”. Para
ello, trabaje con un alumbrado débil,
para ver enrojecer el cobre. Unicamente
cuando éste haya adquirido un color ro-
jo-cereza podrá usted soldar. Esta ob-
servación ofrece la ventaja de la exac-
titud y más concretamente compro-
bar si todo el empalme es del mismo
color y tiene por tanto la temperatura
apropiada.
de soldar. Aun en ese caso, no utilice un
soplete demasiado potente con el que
se corra el riesgo de desoldar las solda-
duras próximas.
6. Una vez que el empalme tenga total-
mente el color rojo-cereza, presente la
varilla de soldar en su base, teniendo
apartada siempre la llama del soplete
para que incluso entonces sea el empal-
me el que haga fundir al fundente y no la
llama. Por lo demás, al producirse este
color rojo—cereza, la fusión tendrá lugar
indefectiblemente de inmediato.
7. Deje de presentar el aglutinante en el
momento en que brille en forma de ani-
llo en la base del racor, porque no podrá
limpiar las rebabas.
8. Cuando haya terminado la soldadura
del conjunto del racor, sumérjalo en
agua fría o rocíelo si está fijo.

Pero, ¡cuidado! más todavía que para la

soldadura blanda, es necesrio tener un
soplete suficientemente potente para
elevar rápidamente la temperatura, con
el fin de que el fundente no esté dema-
siado tiempo en presencia de una llama
y se calcine, ahora bien, teniendo en
cuenta que un fundente calcinado pierde llustraciones: e Calentamiento.
sus propiedades antioxidantes. Aumen-
e Presentación.
te la rapidez del calentamiento colocan-
do un reflector refractario (ladrillo o eComplemento de calenta-
terracota) detrás de la pieza que se ha miento.

50
Soldadura de elementos
de forja (**)
Los elementos de forja se pueden unir
mediante la soudosoldadura, soldadura
por arco y soldadura autógena. Los pro-
fesionales que disponen ya de estos
aparatos prefieren su empleo, porque
están acostumbrados aellos y esta cla-
se de soldadura exige adoptar menos
precauciones que la soldadura capilar.
Pero si esta última requiere una cierta
minuciosidad en cuanto a los contactos
del empalme para que se produzca la ca-
pilaridad, la soldadura fuerte es segura-
mente el medio menos pesado y el más
cómodo, en cuanto se refiere a los apa-
ratos y a las precauciones que se han de
tomar.
Estas soldaduras se realizan con una
aleación de plata (más sólida que el co-
bre), siempre que el contenido de plata
sea suficiente: del 25% al 40% para las
piezas de forja pesadas y móviles (puer-
tas, rejillas, cercas).
Capilaridad de los empalmes. Los ele-
mentos de forja son volutas y arcos,
pero en contacto tangencial. Este con-
tacto es suficiente para crear en una lon-
gitud de 2 a 10 milímetros un efecto de
capilaridad, efecto que se prolonga en
toda la longitud del perfil, si éste está
muy plano. Se puede utilizar también
este fenómene juntando dos barras de
hierro redondo, pero la cantidad de sol-
dadura acumulada por capilaridad es in-
suficiente para asegurar una fijación só-
52
lida. Así pues, este procedimiento que-
da reservado a los pequeños objetos de
arte.
Perfiles de volutas. Son hierros planos o
cuadrados, que se adquieren en el co-
mercio ya calibrados. Están formados al
calor o al frío.
Colocación. No es cuestión de preparar
sucesivamente las volutas y pasar luego
a soldar una después de la otra. Proce-
diendo de esa forma, usted obtendrá
una puerta o una rejilla torcida. Debe
preparar todos los elementos y después
empalmarlos completamente, en una O
base totalmente plana (suelo de hormi-
gón, por ejemplo). Examine cuidadosa-
L
mente todos los contactos para com-
probar si están bien hechosalo largo del
perfil. Rectifique, si es necesario, para
poder soldar sin que toque prácticamen-
te al conjunto general de las piezas.
llustraciones: e Cepillado.
e Decapado.
e Desengrase.
e Impregnado de fundente.
Protección del suelo. Si se trata de pe- Espacio capilar. No es indispensable de-
queños hierros planos, se puede proce- jar un espacio entre los puntos de con-
der a la soldadura directamente sobre el tacto. Muy al contrario, el- contacto total
suelo de cemento; cuando son hierros aumenta la superficie de capilaridad.
grandes, se corre el riesgo de romper el
revestimiento. Así pues, en vez de co- Fundente. Se extiende con pincel y pe-
locar directamente los elementos en el netra en el empalme también por capila-
suelo, intercale una placa de amianto en- ridad. Extiéndalo a medida que va ha-
tre éste y las piezas o mejor aún una ciendo las soldaduras.
capa de ladrillos refractarios. Si no tiene
bastantes, espacíelos y póngalos tan Calentamiento. La temperatura existen-
sólo en el lugar donde vaya a hacer las te se comprueba por la colocación ro-
soldaduras. jo-oscura que toma el hierro cuando
aquélla llega a los 600” a 700”. También
entonces, cuando el color esté limpio,
Desoxidación. Desoxide después las aparte ligeramente la llama y sitúe el ma-
dos caras de empalme. Realice este tra- terial de soldar que dejará usted fundir
bajo a medida que va colocando elemen- hasta que sea rechazado.
tos en la base de calentamiento para no
tener que volver a desplazarlos. Esta
misma observación se hace respecto a
las posibles rectificaciones, porque la
rectificación de un empalme puede de-
sequilibrar otro que antes estaba correc-
to. La desoxidación se efectúa con tela
esmerilada o mejor con la lima. En cuan-
to a las piezas importantes, tenga en
cuenta que irá más deprisa con un torno
tipo muela o con una polea equipada con
un cepillo metálico rotatorio.

Calce. Si está usted acostumbrado,

pase directamente a la soldadura. De no
ser así, calce el conjunto con un cerco
de madera, no sólo para asegurarle una
estabilidad total durante la soldadura, Ilustraciones: e Calentamiento.
sino también para tener la certeza de
que el conjunto permanecerá en escua- e Presentación.
dra o al menos como usted lo había e Conjunto de volutas a mane-
deseado. ra de criba.

54
Soldadura de aluminio (***)
El principio es el mismo que el de la sol-
dadura fuerte; sin embargo, la tempera-
tura, el metal de aporte y el fundente son
distintos. Además, el aluminio se funde
a una temperatura cercana ala de su sol-
dadura, lo cual exige una gran atención
y justifica los tres asteriscos. Finalmen-
te, la soldadura de aluminio se confunde
a veces con la de estaño y plomo, pues-
to que se puede realizar por acumulación
de metal (obturación de orificios) y no
por capilaridad. Si, para poner otro
ejemplo que no sea el de la soldadura
capilar, hemos elegido la obturación de
una fuga en un recipiente de aluminio,
las posibilidades de soldadura de alumi-
nio se extienden principalmente a la sol-
dadura de elementos de abrazaderas
(estantes, marcos), de elementos deco-
rativos y de paneles que se han de
empalmar.
Obturación de una fuga
1. Desengrase con tricloretileno la par-
te que se ha de obturar.
2. Desoxídela con tela esmerilada. El
metal debe brillar, lo cual garantiza la eli-
minación completa del óxido que, al
contrario de lo que ocurre con la solda-
dura de cobre, no queda del todo elimi-
nada por el fundente. Entonces consti-
tuye una pantalla que hace rodar a la sol-
dadura en fusión como el agua sobre
una superficie grasienta.
S6
3. Para extender el fundente utilice la
varilla de soldar; así quedará impregan-
da y aportará un nuevo elemento de de-
soxidación en el momento de la solda-
dura, pues el fundente para el aluminio
tiene tendencia a calcinarse con mayor
rapidez que los otros.
El calentamiento. Al contrario de lo que
sucede con las soldaduras anteriores, es
preciso fundir la soldadura al mismo
tiempo que se calienta el metal. Para una
mejor precaución, utilice la llama
azul-oscura del soplete (el penacho) y
presente la varilla en su punto de fusión
desde los primeros momentos del ca-
lentamiento.
Cuando se funda la varilla, observe si el
aglutinante se extiende impregnándose
en el metal. En caso afirmativo, deje de
calentar, pues se ha conseguido la amal-
gama. Si no es así, continúe calentando.
Si no se produce el fenómeno anterior,
pare, limpie de nuevo y vuelva a comen-
zar. Acumule las capas de soldadura
guarneciéndolas ampliamente. Vuelva a
comenzar en la otra cara de la fuga y lim-
pie después las rebabas.
llustraciones: Colocación del fundente.
e Calentamiento.
e Presentación de la varilla de
soldar.
e Orificio vuelto a taponar.
 Soudosoldadura
Recordemos que se trata de la unión de
dos metales de la misma naturaleza sin
necesidad de fundirlos y sin utilizar el fe-
nómeno de la capilaridad, sino exten-
diendo una junta de metal de aporte, di-
ferente al del empalme.
Se emplea siempre que no se disponga
de un aparato de soldadura de arco o au-
tógena. Además, este procedimiento es
más preciso que la soldadura por arco y
conviene cuando se trata de piezas finas
de grandes dimensiones.
Utillaje
Esencialmente, se compone de un so-
plete eléctrico que se puede conectar a
un transformador de equipo de soldadu-
ra por arco, o bien de un soplete de oxi-
butano o de oxipropano.
Teniendo en cuenta la temperatura de
fusión del metal de aporte (latón), que es
del orden de 900”, cabría la posibilidad
de realizar la soudosoldadura con un so-
plete de gas, alguno de los cuales supe-
ra los 1500”. Pero, mientras que el ca-
lentamiento de una pieza que se ha de
soldar es muy difuso (se calienta todo el
empalme), para la soudosoldadura es
necesario obtener la temperatura pun-
tualmente, y por lo tanto con la ayuda
de una llama fina. Ahora bien, al hablar
de llama fina en un soplete de gas se ha-
bla de pequeño caudal y por ende de
pérdida de calorías. Así pues, utilizare-
mos los sopletes eléctricos y de oxipro-
58
pano o butano que permiten alcanzar
una temperatura de 2800” en una zona
muy concentrada.
Soplete eléctrico
Es más exactamente un soplete de arco
eléctrico. La llama de combustión es,
pues, sustituida por una chispa que bro-
ta entre dos electrodos. Pero, mientras
que en la soldadura llamada de “arco” el
primer electrodo es la pieza misma, sien-
do la varilla de soldar la segunda que se
funde por efecto del calor del arco, aquí
el arco es permanente y se maneja como
una verdadera llama. Entonces se evitan
las proyecciones y bastan unas sencillas
gafas negras para la observación del im-
pregnado del aglutinante. Además, no
existen desechos (escoria).
Es cierto que mientras que la tempera-
tura producida por un equipo de solda-
dura de arco es del orden de los 4500",
la que aquí se obtine sólo es de 2800”,
pero resulta suficiente.
Ilustraciones: eConexión del electrodo.
eRegulación del transforma-
dor.
ePresentación de los electro-
dos.
eProducción del arco.
La gran intensidad necesaria (70 a 100 Técnica de soudosoldadura
A) se obtiene con un transformador que
se puede comprar con el soplete o bien, Es totalmente idéntica a la de la solda-
como hemos indicado, con el de un dura de oxiacetileno, excepto en lo que
equipo de soldadura por arco. Uno de se refiere al metal de aporte, pues éste
los electrodos está conectado al primer no es de la misma naturaleza que el de
borne del transformador y el otro al se- las piezas que se han de empalmar. Hay
gundo. Para que el arco se produzca y que remitirse, pues, a lo que se indica en
se pueda regular, los electrodos están la página 98 y siguientes.
atornillados en dos barras corredizas
que garantizan su separación. Pero para
que no estén paralelas y sólo produzcan
un arco eléctrico en el extremo de su va-
rilla, la fijación es orientable. De esa for-
ma, se puede obtener un arco puntiagu-
do o ancho.

Soplete de oxipropano

Hace ya años, los aficionados han pues-

to a punto equipos de oxibutano u Oxi-
propano (de la clase SOLIDOX), cuyo
precio de compra es menos elevado que
el de los sopletes oxihídricos y que, fun-
cionando según el mismo principio
(combustión de un gas combustible
mezclado con oxígeno puro), permiten
obtener temperaturas de llama de 2500*
a 2800“C.

llustraciones: e Montaje.
e Regulación de su altura.
e Regulación de su espacio.
e Conexión al transformador.

60
 Soldadura por arco

Teniendo en cuenta lo que se ha dicho Aplicación

al principio de este libro, es necesario
clasificar la soldadura por arco en la de 1. El transformador constituye el “equi-
“soldado” puesto que se realiza por fu- po de soldar”.
sión de dos metales de la misma natu-
raleza, con metal de aporte de idéntica 2. Los electrodos están formados res-
naturaleza. pectivamente por una pinza de contacto
y por el aglutinante fijado a un manguito
Principio aislante, unidos ambos al equipo de sol-
dar mediante un cable eléctrico.
Un transformador reduce la corriente de 3. El arco, de una luminosidad muy in-
uso normal (220 ó 380 V) a corriente de tensa, y generador de chispas, exige
baja tensión (35 a 50 V), con objeto de que el rostro esté protegido con una
producir la intensidad necesaria para mascarilla provista de un cristal muy
que surja una fuerte chispa entre los po- oscuro.
los de dos electrodos. Este es también
el principio de la soudosoldadura. Pero, 4. La capa protectora de las varillas de
mientras que ésta emplea solamente los metal de aporte se descompone por
rayos térmicos de la chispa, en la solda- efecto del calor, produciendo una costra
dura por arco son las piezas que se han (escoria), por lo que se precisa el empleo
de empalmar las que hacen de primer de un “martillo de picar”.
electrodo, mientras que el metal de
aporte se emplea como segundo polo.
Así, se obtiene una temperatura local
muy elevada (4500”) y por tanto la po-
sibilidad de realizar una soldadura autó-
gena. Además, el metal que se funde en
los extremos del arco se funde igual-
mente en el empalme y sobre todo en el
extremo de la varilla de metal de aporte,
lo cual provoca la formación de una es-
pecie de pasta que se extiende igual que
cuando se pone pasta dentífrica en un
cepillo de dientes.

Ilustración: e Equipo de soldadura por arco

para el aficionado.

62
 Descripción y elección
de los elementos
El equipo de soldadura. Aunque el trans-
formador constituye la parte esencial, el
reducido precio de su equipo de soldar
en comparación con el del conjunto po-
dría inducir al aficionado hábil a creárse-
lo él mismo.
Sin embargo, hemos de advertir que es-
tos aparatos necesitan la adopción de
medidas de protección, de aislmiento y
de regulación, trabajos en los que el
tiempo empleado resulta a veces más
caro que el coste previsto como econo-
mía. El lector tiene la palabra.
En cuantoa la elección de la potencia, y
al contrario de lo que ocurre con el so-
plete de gas, debe decirse que cuanto
más potente sea el aparato, mayor será
la gama de sus trabajos; además, en
este aspecto, hay dos razones para mo-
derar este entusiasmo: el precio, que
sube muy deprisa con las intensidades
fuertes y, sobre todo, los límites de re-
sistencia del contador. Estos límites son
del orden de los 10 a 20 A en monofá-
sico. No se debe olvidar que los conta-
dores llamados de 35 ó 45 A para trifá-
sico son en realidad de 3 x 10 y 3 x 15
A. Un equipo de 20 A conectado a una
de estas fases haría saltar el disyuntor.
Entonces, es preciso emplear las tres fa-
ses a la vez y adquirir un equipo en tri-
fásico, lo cual reduce la sección de los
conductores del cable, pero aumenta el
precio. Dicho esto, se verá que es inútil
comprar un equipo potente, si usted no
64
va a tener nunca la ocasión de utilizar
esa potencia: el criterio al que se ha de
atender para hacerse con un equipo de
soldadura es el espesor de las chapas
que se han de soldar. Para decidir su
elección, vea en la página 65 el cuadro
de potencias necesarias en función de
los espesores que se han de soldar. En
ese cuadro se tiene en cuenta asimismo
un parámetro interesante: el porcentaje
de utilización horaria (U.H.). En efecto,
un transformador da calor y por consi-
guiente queda limitado su empleo in-
tensivo.
Cierto que este procedimiento es más
largo, más delicado (es preciso desoxi-
dar cuidadosamente entre los pasos),
que produce con frecuencia una forma
de soldadura menos estética, sobre
todo cuando uno comienza. Pero el cua-
dro de referencia le va a demostrar que
con el método de pasos aumentan con-
siderablemente las posibilidades.
Un equipo adecuado debe comprender:
un cárter estanco, un tablero de regula-
ción bien visible, un sistema de regula-
ción por contactador o cursor, dos cla-
ses de cables perfectamente protegidos
y un visor de funcionamiento.
Espesor de la Peso de refe- Intensidad Intensidad Diámetro U.H. Apa- U.H. Apa-
chapa en mm rencia del enelcon- de solda- enmmde rato de rato pro-
aparato en Kg tador dura los elec- aficionado fesional
trodos
la2 12 10A 40 A 1,6 70 80
a r2 O 12a16 15A 50 A 2 50 70
2a4 14a20 15A 715A 230 25 60
4a10 50 a 80 20A 200 A 4 40
4a10 16 a 42 20A 105 A 3,2 1 50

No deben asustar estas cifras porque se su contador no posee bastante poten-

han calculado para realizar un trabajo cia, es posible obviar ese inconveniente
práctico y rápido. Si tiene que soldar realizando varios pasos.
chapas de más de 4 mm de espesor y

Espesor del metal en

mm 08-15 1a2 Ze HAZ as MU3ia:d Sta407 O

Forma de junta plana (P)

Angulo entrante (AR) le AR E AR P AR P + AR

Diámetro en mm de los
electrodos 16a2 16a2 2 2a25 25 2,5-3,2 2,5-3,2 3z

Número de pasos 1 1 1 1 1 2 2 Sao

65
 Los electrodos. En el extremo de uno de
los cables de salida está fijada una pin-
za. Hace falta que sea un modelo sólido,
ancho y con un fuerte resorte. No dude
en cambiarla cuando sus cualidades
mermen su empleo. En el extremo del
otro cable hay un mango con un borne
en le que se fijan las varillas de aglu-
tinante.
yores de oxidación y de nitrificación, de-
bidas a las temperaturas elevadas.
5.” Al fundirse produce una funda que,
durante la fusión, protege a la soldadura
contra la oxidación. Esta funda, la esco-
ria, ralentiza el enfriamiento de la solda-
dura, lo cual permite la eliminación de
los gases disueltos en el metal en fusión.

Acerca de este punto no cabe hacer re-

comendación alguna, como no sea la de
elegir un mango que le venga bien a su
mano.
Este electrodo de soldadura se compo-
ne de una varilla metálica, cuya ánima
está guarnecida de una composición
compleja llamada encamisado. Sus co-
- metidos son varios:

1”. Dirige al arco en el eje del electrodo

en forma un poco parecida a la de la bo-
quilla del grifo que guía el juego del agua.
Sin él, no habría posibilidad alguna de
que la chispa sea dirigida adonde se de-
see, pues la pieza que se ha de soldar
está totalmente bajo tensión.
2." Al consumirse el encamisado, for-
ma una pantalla gaseosa ¡onizante que
favorece el paso de la corriente eléc-
trica. llustraciones: e Diversos elementos de un
equipo de soldadura por arco.
3.” Estabiliza al arco que guarda tam-
bién un perfil filiforme, aunque sea gene- e Equipo de soldadura al arco
rado por una corriente alterna. con cuadro exterior de utiliza-
ción de electrodos.
4.” Hace el papel de fundente, prote- ePreparación de un electrodo
giendo al aglutinante de los efectos ma- (extremo hueco).

66
La escoria, una vez endurecida, no tiene
resistencia alguna y de debe quitar,
como una ganga de herrumbre, con un
martillo de picar.
Aprendizaje de la soldadura
por arco
El. equipo. Se debe colocar a la distancia
suficiente para no estorbar las operacio-
nes de la soldadura, pero dentro del lí-
mite de la longitud de los cables, con el
reductor al alcance de la mano, que sir-
ve para cortar la corriente en caso de
“calado” prolongado (cfr. lo indicado
más adelante).

Comprende cinco partes: 1) conoci- Pieza que se ha de soldar. Debe estar

miento del arco con el proceso de fu-
sión; 2) colocación del equipo de soldar;
3) cebado del arco con la posición del
soldador; 4) soldadura por punto, que
constituye una escpecie de toma de
contacto y la primera parte del aprendi-
zaje de la operación manual; 5) la solda-
dura de cordón o soldadura lineal, con
todas las posiciones de relleno y la
eventua! ejecución en varios pasos.
desengrasada con “aguarrás” en todas
sus partes antes de ponerse en contac-
to con el electrodo y desoxidada con
lima o con esmeril en los empalmes que
se han de soldar. Como la forma de este
empalme varía según los tipos de solda-
dura, volveremos a hablar del mismo a
su debido tiempo.

El arco. La ventaja, con respecto ala lla-

ma del soplete, consiste en que la ob-
tención muy rápida de la temperatura de
fusión evita que se comunique a una su-
perficie muy grande. La localización de
una soldadura por arco es, pues, su cua-
lidad esencial.
El arco produce una serie de fenómenos
simultáneos:
1”. La fusión de las partes antiguas de
las piezas que se han de soldar.
2”. La fusión del aglutinante que se
mezcla inmediatamente con el metal del
empalme y que fluye llenando los vacíos
de este empalme. Una vez que se han
llenado los vacíos refuerza al empalme
con una pestaña.

68
 Escoria ; Gas Electrodo
solidificada caer
en fusión El arco

Metal de fusión

Pieza de añ
refuerzo Penetración

Metal solidificado Baño de fusión

(metal depositado (cráter)
+ pieza de metal)

Su cebado

sx
—E— ¡AE

Metal en fusión

El relleno
Pinza—electrodo. Debe estar fijada direc-
tamente en una de las piezas del empal-
me (no siempre posible, sobre todo
cuando la pieza-es pequeña y plana).
También es posible y preferible fijar la
pinza a caballo de las dos piezas que se
han de empalmar. Asegúrese de que en
el punto de contacto el metal está de-
soxidado y no grasiento.
Otra solución posible consiste en fijar en
un banco de taller una plancha bien de-
soxidada y desengrasada, enganchando
arriba la pinza. Las piezas que se en-
cuentran sobre esta plancha estarán au-
tómaticamente bajo tensión a condición
de que hayan sido desoxidadas y desen-
grasadas. Se utiliza este sistema para las
piezas de formas desiguales, principal-
mente para las volutas de rejillas o de
puertas.
La varilla—electrodo. Una vez escogida y
bien apretada en su mango está lista
para funcionar si ya ha sido utilizada
antes.
Si es nueva, el encamisado recubre la
extremidad y es preciso fundirlo para
darle la forma de cráter, como se indica
en el esquema de la página 69. Para ello,
si usted no tiene plancha de soporte
bajo tensión, enganche la pinza en un
trozo de metal cualquiera, ponga los
electrodos bajo tensión y frote el trozo
de metal con la punta de la varilla (inme-
diatamente) hasta que se produzca un
arco, retirando después inmediatamen-
te la varilla para que no se pegue. Pero
no crea que por eso sabe usted ya ce-
bar un arco.
70
Cebado y posición del soldador
El cebado es una operación manual, por-
que el arco no se puede producir situan-
do la varilla a una cierta distancia, inclu-
so si esta última es exactamente la que
completará al arco cuando se produzca.
Es necesario cebar, enganchar (cfr. es-
quema de la página 69). Para eso, se
toca al empalme con la punta de la vari-
lla, lo que hará saltar una chispa; pero en
ese mismo instante y simultáneamente
es necesario retirar la varilla hacia atrás,
porque si ésta se funde por el calor del
arco se suelda con el metal. Al pasar en-
tonces libremente la corriente, el arco se
apaga, la varilla se endurece en su sol-
dadura y se encuentra formando parte
del empalme. Se dice que se pega. Este
aflujo de corriente hace que se caliente
de forma anormal el transformador que
ronronea y si no se dispone de un dis-
yuntor para cortar la corriente, se corre
el riesgo de que se queme el aparato.
Ilustraciones: e Montaje del electrodo.
eColocación del empalme.
AN
MD
A
AA
"A
TS
MT
MU
MT
El conocimiento de este proceso es im-
portante, porque si una varilla “pegada”
se puede despegar con frecuencia ma-
niobrando de derecha a izquierda, cuan-
do sólo está mantenida por una fuerte
proporción de escoria y un hilo de me-
tal, a la menor resistencia es necesario
cortar la corriente.
Por este motivo hemos aconsejado que
tenga un interruptor del aparato al alcan-
ce de la mano.
Para controlar la retirada de la varilla
después de saltar la chispa, es necesa-
rio presentar esta varilla en un ángulo de
45” y frotarla sobre el metal como si fue-
ra una cerilla. En el impulso del movi-
miento de retirada de esta fricción es
cuando se levanta ligeramente la varilla.
La retirada que se tolera es del orden de
4 a 5 mm. Como a esta distancia se está
ya en el límite de ruptura de la chispa, se
aproxima la punta para obtener un arco
de 2 a 3 mm de longitud.
Observación. A veces sucede que, pese
a las precauciones tomadas, el arco se
extiende fácilmente; para mantenerlo, se
está obligado a acercar la varilla a una
distancia tal que termine por pegarse al
menor movimiento. Esto se debe a una
falta de intensidad de salida, que por
tanto tendrá usted que aumentar.
El uso de la mascarilla. A primera vista,
el cebado del arco parece bastante fácil.
Desgraciadamente, para comprobar su
longitud o simplemente para no ser des-
lumbrado en el momento de saltar la
chispa, es preciso ponerse la mascarilla:
72
ahora bien, no se puede poner antes,
porque en ese caso no se podría ver
dónde se coloca la varilla. Por eso hay
que tener la mascarilla en la mano iz-
quierda, a la izquierda de la cara, muy
cerca de los ojos, proceder después ala
fricción del electrodo con la mano dere-
cha y ponerse automáticamente la mas-
carilla en el momento de producirse el
arco (cfr. grabado de la página 81). Es
un verdadero baile que debe usted de
ejercitar.
Asegúrese de que puede hacerlo con ra-
pidez, pues el automatismo de esta ope-
ración no es fácil de lograr, sobre todo
cuando no se tiene la ocasión de soldar
con frecuencia.
En ese momento, la posición del solda-
dor es correcta. Antes de comenzar a
soldar, precisa usted todavía hacer dos
ejercicios.
Ilustraciones: e Colocación de la pinza—elec-
trodo.
e Regulación del aparato.
1. Longitud del arco. Deberá calcular a
través de la pantalla y será sensiblemen-
te a la del diámetro del electrodo. Así,
surge el primer ejercicio: entrenarse para
mantener la longitud de este arco reali-
zando cordones (cfr. lo que se indica
más adelante) sobre una placa de metal.
Por lo demás, es de advertir que este
aprendizaje no solamente es visual, sino
también auditivo. En efecto, a una bue-
na longitud le corresponde una crepita-
ción regular del arco; si está demasiado
cerca, el arco se apaga y si está dema-
siado lejos crepita de forma intermi-
tente.
2. Posición de la varilla de electrodo. Se
averigua en relación con el plano trans-
versal del soporte y con el sentido de
desplazamiento.
En cuanto al plano transversal,
la varilla
debe estar rigurosamente perpendicular.
En el caso particular en que el plano no
sea llano, sino que forme un ángulo (cur-
vado), la varilla se debe colocar en la bi-
sectriz de dicho ángulo.
En cuanto al plano de desplazamiento, la
inclinación debe ser de 35" a 40” con
respecto ala vertical, lo cual obliga a que
este desplazamiento se deba efectuar
siempre tirando y no empujando.
Finalmente, último movimiento que se
debe tener en cuenta: mantener la posi-
ción de altura y en los dos ejes, como
se ha indicado anteriormente; pero te-
niendo en cuenta una cuarta dimensión:
el acortamiento regular de la varilla que
se funde.
Ejercicios
Ejercítese primeramente con el interrup-
tor cortado, de forma que “sienta” la po-
sición del mango en la muñeca. Des-
pués, por tensión, con trozos de metal.
Picado de la escoria. Se aprovechará
esta circunstancia para picar la escoria,
constituyendo la última fase de su pri-
mer aprendizaje. Este picado de la esco-
ria se hace con un martillo especial (cfr.
grabado de la página 77). Se debe rea-
lizar con sumo cuidado, sobre todo si
tiene usted que volver a hacer una sol-
dadura o dar un segundo paso (cfr. gra-
bado de la página 82). No debe quedar
nada; es necesario terminar el trabajo
del martillo, limpiando la soldadura con
un cepillo metálico.
Aprenda a hacer un cordón correcto.
Utilice una placa de acero de 4 a 5 mm
de espesor. Intente primero formar una
línea recta con respecto al borde de la
placa, después con respecto a una línea
trazada con tiza y finalmente con rela-
ción a un cordón anterior. Para cada cor-
dón examine la forma del comienzo de
soldadura (como es natural, después de
la limpieza de la escoria) y compárelo
con lo que aparece en el grabado de la
página 77. Una vez hechas sus correc-
ciones, ejercítese con diferentes elec-
trodos de mayor o menor diámetro.
llustraciones: e Punteado.
eSoldado.
m7$ mu)
TIA
TA
add
TA
AA
TADA
TIAS
DAS
Soldadura por puntos
Este tipo de soldadura constituye la pri-
mera fase del aprendizaje en el lugar de
trabajo. Es el más sencillo y en realidad
puede comenzar antes del ejercicio del
cordón a que se ha hecho referencia en
la página 74. Se puede utilizar la solda-
dura por puntos en las piezas de forja,
en plano o elevadas. También se emplea
para fijar piezas destinadas a ser solda-
das por cordones y evitar así su de-
formación.
Deformación de las piezas soldadas. La
elevada temperatura del arco (4500*C)
somete a las piezas de metal a aumen-
tos térmicos locales, que son fuente de
deformaciones por dilatación o por re-
tracción cuando aquéllos se enfrían. Es-
tas deformaciones pueden ser lineales
cuando se encorva una sección de me-
tal. También pueden proceder de la sol-
dadura que, al retraerse, provoca una
deformación angular, volviéndose a cur-
var las partes soldadas como las pági-
nas de un libro abierto. La única solución
para las deformaciones lineales consis-
te en realizar una serie de soldaduras por
puntos; en cuanto a las deformaciones
angulares, se observará el mismo proce-
dimiento, si bien efectuando los puntos
de soldadura por abajo y por arriba, o en
cada lado del empalme, respetando una
alternancia de los lados (cfr. esquema A
de la página 85).
76
Soldadura de una rejilla o de una
puerta
El principio general consiste en preparar
todos los elementos por anticipado y
soldarlos de una sola vez. De esa forma
se tiene la seguridad de que no se pro-
duzcan deformaciones, lo cual es esen-
cial cuando se trata de una rejilla o de
una puerta.
1”. Lime los ángulos de contacto y de-
sengráselos con aguarrás.
2”. Ponga los elementos en un plano ri-
gurosamente llano (suelo de hormigón
de sótano, de garage o de terraza). En-
ganche la pinza—-electrodo. Como este
enganche puede desplazar ligeramente
al marco, sólo se debe hacer después de
haber procedido a una verificación del
escuadrado, mientras que se realiza al
mismo tiempo un calce de los elemen-
tos.
3”. Comenzando por el punto más
cerrado a la pinza—electrodo, proceda a
la colocación de cuatro puntos de fija-
ción en la parte superior de los cuatro
ángulos y después en la parte interior del
ángulo.
Si el marco es muy grueso tendrá quizás
que realizar una soldadura de cordón. En
ese caso, le remitimos a lo indicado en
las páginas 74 y 82.
llustraciones: e Cordón de soldadura.
ePicado de la escoria.
4”. Dé vueltas al marco. Compruebe si
está bien asentado. En caso afirmativo,
haga lo mismo con la otra cara; de lo
contrario, coloque un gran peso para en-
derezarlo o súbase simplemente encima
antes de soldar. Esta vez ya no se de-
formará. Con el marco osin él, las volu-
tas de la pieza que se ha de soldar de-
ben estar preparadas y dispuestas en
plano. Así pues, disponga un plano de
colocación semejante al que ha servido
para el marco.
Las piezas deben estar limpias, no im-
pregnadas ni oxidadas. Las partes que
se han de soldar tendrán que ser lima-
das o limpiadas con cepillo metálico. La
preparación previa tiene tres finalidades:
1?. evitar que una sucesión de soldadu-
ras por separación provoque deforma-
ciones;
2*. permitir, desde el punto de vista ar-
tístico, que se tenga una visión general
de la obra antes de que sea demasiado
tarde para rectificarla;
3”. asegurarse de que todas las piezas
quedan bien imbricadas en el marco pre-
visto y que sus formas son simétricas.
Pinza—electrodo. Si usted tiene una gran
chapa muy plana puede fijar la pinza arri-
ba y ordenar después todos los elemen-
tos del empalme, cuyo contacto queda-
rá así asegurado.
Si no es así, fije la pinza en un elemento
del calce y suelde después el empalme
del elemento próximo en contacto con
78
el primero. A continuación, suelde todos
los elementos si está seguro de que con
la soldadura se producirá un contacto di-
recto con el elemento portador de la pin-
za. De vez en cuando, aproxime esta pin-
za al lugar de soldadura, aunque esto no
es indispensable cuando están bien he-
chas.
Forma del punto. Este punto de solda-
dura no es en realidad un solo punto.
Más bien debe tener una forma alargada
y cubrir de 5 a 6 mm de la tangente de
la voluta.
Picado de la escoria. Es inútil picarla a
medida que se produce. Este método es
largo y se corre el peligro de desplazar
los elementos no soldados. Por eso, es
preferible soldar el conjunto y hacer des-
pués saltar la escoria punto por punto.
Cepille la soldadura a medida que se rea-
liza, para observar si está lograda; en
caso contrario, proceda en seguida a un
nuevo paso. De todos modos, irá más
deprisa señalando con tiza las soldadu-
ras insuficientes y volviéndolas a soldar
después todas al mismo tiempo.
llustraciones: eRejilla con su marco.
e Picado del conjunto.
Vuelta de la pieza. Una vez que la pieza
esté soldada, se la debe dar la vuelta
para realizar los puntos de soldadura de
la otra cara, a fin de consolidar los pri-
meros y sobre todo para evitar que al re-
traerse hagan “combar” la rejilla. Por lo
demás, es de advertir que existen mu-
chas probabilidades de que se produzca
esta clase de deformación en el momen-
to de dar la vuelta. Como queda indica-
do anteriormente, ponga un gran peso
en el centro o incluso súbase encima si
se trata de una pieza importante. Reali-
ce la soldadura como en la cara anterior.
Precauciones que se deben tomar. No
haga saltar la escoria hasta que esté to-
talmente fría (por eso interesa tratar to-
dos los puntos uno tras otro antes de
proceder a esta operación).
— La operación de soldadura quita al
metal su ganga protectora (materias gra-
sas). El punto de soldadura es, pues,
particularmente vulnerable y debe ser
tratado rápidamente con un impregnado
protector (barniz, cera o pintura).
— Al realizar su aprendizaje, usted sólo
ha esbozado lo que es la soldadura de
arco. Pero al proceder a la ejecución de
una rejilla, ya ha realizado un trabajo pro-
longado que exige tomar ahora algunas
precauciones corporales. Así, por ejem-
plo, póngase un colirio en caso de des-
lumbramiento doloroso producido en la
vista por el arco; utilice guantes de cue-
ro; proteja su cuerpó contra las insola-
ciones provocadas por la exposición
80
prolongada de la piel a las radiaciones
del arco; evite cuidadosamente el uso de
batas de nylon.
Soldadura de una pieza
en posición elevada (**)
Con este concepto nos referimos a pie-
zas de volumen, como son lámparas,
objetos de arte, atriles, arañas, apliques,
etc. Todos estos objetos pueden ser
empalmados, como hemos visto, em-
pleando la soldadura fuerte; pero aquí se
trata más bien de la soldadura de dos
piezas pequeñas, cuya unión debe que-
dar prácticamente invisible. Además, la
soldadura capilar necesita un contacto
perfecto entre las juntas, lo que no siem-
pre es fácil y obliga a emplear calces
complejos. Con el arco esto no es nece-
sario y usted puede contentarse con una
pinza, con un soporte o mejor con ayu-
da de otra persona. Con las piezas de
arte sólo se tendrá éxito, si usted reali-
za puntos de soldadura limpios, sin ex-
cesivas rebabas y sobre todo sin dema-
siada formación de cráteres para las
uniones. Es cierto que las soldaduras se
pueden limpiar, pero si se trata de pie-
zas de metal desnudo, se notará enton-
ces la rectificación.
Ilustración: e Soldadura de pieza en posi-
ción elevada; observe las dos
posiciones de la mascarilla.
Soldadura lineal o en cordón (**)
Se destina a unir dos piezas metálicas,
cuyo empalme tiene una longitud supe-
rior a 1 cm. Es necesario proceder en-
tonces al relleno de este empalme con
una pestaña de soldadura llamado cor-
dón. En la página 74 ya aprendió la for-
ma de hacer un cordón regular. Si lo ha
captado bien, lo que sigue será un juego
de niños, pues se trata de la simple apli-
cación de este trabajo manual.
Vuelta a una soldadura interrumpida. Ya
sabe usted hacer un cordón, pero aun-
que su técnica le permita seguirlo impe-
cablemente y sin interrupción, a veces
se ve limitado a causa de la longitud de
la varilla de soldar. Así pues, tiene que
aprender ahora a continuar la soldadura
de forma ininterrumpida. Lo primero que
tiene que hacer es picar la escoria y ce-
pillar minuciosamente el cordón de sol-
dadura, así como el cráter, con un cepi-
llo metálico. Coloque después la varilla
en el borde del cráter, en la parte opues-
ta a la soldadura, y cebe el arco. Levan-
te la varilla unos 6 a 7 mm y póngala en
el extremo del cordón al otro extremo
del cráter. Vuelva después al centro de
este último con una longitud de arco
normal y continúe la soldadura (siga el
orden de las letras que se indican en el
grabado de la página 83).
82
Soldadura de cordón y las juntas
Posiciones de soldadura. Son cuatro.
1?. Soldadura plana. Es la más fácil,
aunque a ser posible se procurará colo-
car en esta posición las piezas que se
hayan de soldar.
2?. Soldadura vertical. Si es imposible
colocar una pieza plana es que se trata
de una pieza importante y, nueve de
cada diez veces, de un espesor que re-
quiere soldaduras cargadas. Este méto-
do, de ejecución bastante difícil, exige
un cierto entrenamiento.
3?. Soldadura horizontal. En pieza verti-
cal o en ángulo interior. Es de dificultad
intermedia entre los dos primeros tipos
de soldadura, sobre todo para la solda-
dura en plano vertical (en cornisa).
4?*. Soldadura al techo. En realidad, si
no es la más difícil, al menos sí la más
delicada de todas. De por sí, la exten-
sión no precisa un entrenamiento espe-
cial, pero la dificultad estriba sobre todo
en la necesidad de protegerse contra la
caída de las chispas.
Ilustraciones: e Moledura del bisel.
e Presentación del bisel.
Las cuatro posiciones de la soldadura se
aplican a todos los espesores de chapas
(o casi todos) y a todas las posiciones
de juntas. Por el contrario, la técnica de
relleno y de preparación de estos pun-
tos varía con los espesores y con estas
posiciones. Se distinguen las chapas si-
guientes:
Las chapas de un espesor menor de 1,5 mm.
Las chapas de 2 a 4 mm de espesor.
Las chapas de 4 a 8 mm de espesor.
Las chapas de 8 y más mm.
Las chapas con ángulo entrante plano (menos
de 2 mm).
Las chapas con ángulo entrante chaflán (más
de 2 mm).
Las chapas de soldar para revestimiento.
Las chapas de soldar de tapón (o botoneras).
Como es preciso distinguir entre las po-
siciones de soldadura y la forma de las
piezas, vamos a presentarle todas estas
formas realizadas con soldadura plana.
Después, a medida que vayamos descri-
biendo las otras tres posiciones de sol-
dadura, añadiremos las técnicas apro-
piadas a esta posición en relación con
las formas de las piezas, remitiéndole a
la técnica de la soldadura plana cada vez
que haya lugar.
Soldadura plana. Se distingue la solda-
dura por la aproximación cabeza a cabe-
za y la soldadura de ángulo interior en
plano (como una T colocada sobre su
barra).
Aproximación cabeza a cabeza, técnica
aplicable a todos los espesores (*). Con-
84
siste en preparar piezas de forma que el
espacio de las juntas sea lo más regular
posible. Para las chapas de un espesor
superior y no achaflanadas (cfr. lo indi-
cado más adelante) deje un espacio de
2 mm entre las juntas. Como queda in-
dicado en la página 76 a propósito de la
deformación de las piezas soldadas,
puntee el empalme con pequeños cor-
dones de soldadura de 5 a 6 mm de lon-
gitud, espaciando cada uno de ellos de
8 a 12 mm. Un punto bien realizado
debe aparecer sin rebaba a nivel de la
cara opuesta. Si, por el contrario, se
desborda, reduzca la intensidad de
corriente de salida.
Soldadura de chapas de un espesor me-
nor de 1,5 mm (**). En esta técnica, la
soldadura se realiza en un paso. Pero
como a la soldadura le falta flexibilidad
en relación con la chapa que es delgada, :
debajo de la junta se coloca una banda
de refuerzo de cobre que tiene, además
y sobre todo, el papel de absorber el ca-
lor procedente del arco y de evitar que
éste pase a través de la chapa (cfr. es-
quema B). La posición del electrodo es
la misma que la indicada en la página 74.
llustraciones: ePunteado.
eLimpieza de las piezas.
> Soldadura Chapa delgada

Banda de refuerzo de cobre

Soldadura de chapa de un espesor com-
prendido entre 2 y 4 mm (*). Se realiza
también con una junta perpendicular,
pero sin banda de refuerzo (esquema B,
página 85). En cambio, es indispensable
el espacio de 2 mm entre los dos bor-
des del empalme. La soldadura se efec-
túa en dos pasos, uno arriba con inten-
sidad suficiente para hacer que penetre
un poco más del espesor de la chapa
(esquema A). El segundo paso se hace
en la otra cara de la pieza en las mismas
condiciones que el anterior (esquema B).
No quite la escoria hasta que haya sol-
dado las dos caras, salvo en el caso en
que continúe la soldadura interrumpida
(esto es aplicable a todas las solda-
duras).
Soldadura de chapa de un espesor com-
prendido entre 4 y 8 mm (**). Realizar
una soldadura en una junta derecha de
más de 4 mm quiere decir que se ha de
emplear un arco de una gran intensidad
para que la penetraación sea suficiente
o bien correr el riesgo de que la solda-
dura no alcance al corazón del empalme.
Para obviar uno y otro inconveniente, se
procede a un achaflanado de la junta y
se “rellena” esta especie de canalón así
obtenido con cordones de soldadura es-
calonados en varios pasos.
La ejecución de este chaflán no tienen lu-
gar al azar. El esquema C de la página 87
muestra las proporciones fijas, a saber:
un ángulo de 30” y un grosor desigual de
2 mm de alto, con un espacio de su fron-
tal también de 2 mm.
86
La primera pasada se realiza con una in-
tensidad fuerte para asegurar una pene-
tración de 2 mm. Después, se procede
a una serie de pequeños pasos en “acu-
mulación” representados en un orden
preciso en los esquemas E y F. El último
paso debe cubrir la totalidad, lo que se
conseguirá balanceando la varilla en sen-
tido transversal en una serie de arcos de
círculo (cfr. esquema G).
Soldadura de una chapa cuyo espesor
sea mayor de 8 mm (***). El principio
continúa siendo el mismo, aplicado en
este caso a las dos caras mediante un
doble chaflán y una serie doble de pa-
sos. También entonces es preciso ob-
servar estas dos condiciones: ángulo de
30” y desigualdad de grosor de 2 mm
con espacio del mismo valor respecto a
su frontal (cfr. esquema D).
Soldadura plana de ángulo entrante (***).
Queda descrita en el esquema H. Inme-
diatamente se ve que esta vez la impor-
tancia del cordón de soldar está en fun-
ción de la resistencia exigida al em-
palme.
Ilustración: e Prueba de arco para preparar
el extremo del electrodo.
 E Soldadura: primera pasada
m

Separación: 1 mm

Soldadura: primera pasada

7mm
T] A
sx

AS
La resistencia está en función de tres Soldadura vertical (***).
dimensiones:

1?. La longitud “1” de la base del trián- Se distingue la soldadura vertical ascen-
gulo isósceles ABC; dente sin chaflán, ascendente con cha-
flán o con ángulo entrante y soldadura
2?. Su altura “g” que se llama “la gar- vertical descendente.
ganta”; y
Ascendente sin chaflán por aproxima-
3”. La longitud “t” de los lados iguales ción. La posición del electrodo debe ser
del triángulo isósceles, que se llama “la de 85” con relación a la vertical (esque-
talla”. Las proporciones de estos tres ma C). Así pues, prácticamente es per-
factores son las siguientes: pendicular, con tendencia a estar ligera-
mente inclinada hacia arriba. Para evitar
Junta llana (grabado de la página 87): 1 = 2g. rebabas del metal de aporte es preciso
Ejemplo: g = 3 mm, por lo que 1 = 6 mm. emplear electrodos de poco diámetro (2
Junta convexa o biselada: la misma fórmula, a 2,5 mm). Se elegirá también la inten-
pero con 1 disminuída en el 30%; ejemplo: y sidad menor posible, teniendo en cuen-
= 3 mm, por lo que 1 = 5 mm o también g = ta como es natural el diámetro del elec-
7 mm, por lo que 1 = 12 mm.
trodo (cfr. cuadro de la página 65). He
aquí el procedimiento que se ha de ob-
Téngase en cuenta que todas las indica- » Servar:
ciones ya hechas para las demás solda-
duras son aplicables aquí: punteado, án-
gulo de chaflán, espaciado de juntas, pa-
sos sucesivos. Pero esta vez la varilla—e-
lectrodo debe estar inclinada de 60” a
75” con respecto al sentido de su des-
plazamiento y colocada exactamente en
la bisectriz del ángulo entrante.
Soldadura por revestimiento (*). Está de-
finida en el esquema A. No requiere pre-
paración especial, salvo que el revesti-
miento debe ser al menos igual al cuá-
druplo del espesor de la chapa.
En cuanto al cordón es de advertir que
se realiza siguiendo el principio del án-
gulo entrante: inclinación de la varilla y
número de pasadas. llustración: e Cordón con escoria.

88
1. Puntee las piezas como para una sol-
dadura plana.
2. Cebe el arco en la parte baja del em-
palme. Manténgalo muy corto hasta que
usted haya logrado depositar cierta can-
tidad de soldadura.
3. Levante el arco hacia arriba y des-
pués que el metal del cráter se haya so-
lidificado ponga el arco hacia adelante,
acercándolo. De ese modo, usted reali-
za un movimiento de crochet, cuyo es-
quema se indica en la página 89, letra D.
Observación importante. Este tipo de
acumulación de forma escalonada sólo
es posible si cada depósito de soldadu-
ra se solidifica para poder recibir la si-
guiente. Ahora bien; sucede que, aun
cuando esté alejado, el arco tiene toda-
vía bastante potencia para impedir que
se solidifique la soldadura. En este caso,
reduzca la intensidad de salida.
No acumule tampoco demasiada solda-
dura a fin de que el arco produzca sufi-
ciente calor en el cráter para asegurar
una penetración profunda. Por lo demás,
son los bordes del cráter los que al le-
vantarse forman una especie de cubeta
que recibe la nueva capa de soldadura.
Ascendente con chaflán (esquema A).
Este principio se aplica exactamente a la
soldadura de un ángulo entrante. El mé-
todo es el mismo que para una junta lla-
na. En cambio, el movimiento del elec-
trodo es diferente.
90
Después de haber guarnecido el bajo,
como se ha descrito para el caso ante-
rior, en vez de elevar directamente el
electrodo, se le hace seguir un movi-
miento triangular que aparece esquema-
tizado en el dibujo A de la página 91.
Realizando este movimiento triangular
se tiende a guardar una velocidad cons-
tante, lo que implica como consecuen-
cia la acumulación inútil de la soldadura
en la base del triángulo formado por el
chaflán. Si la junta es gruesa se realizará
un segundo paso en forma de 8 como
se indica en el esquema C, pero siempre
con un movimiento de avance y de re-
troceso del arco.
Observación importante. Los movimien-
tos sugeridos sólo pueden ser eficaces
si son autómaticos; como por otra par-
te son de poca amplitud, son difícilmen-
te controlables por la vista. Así pues,
ejercítese sin descano para lograr un tra-
bajo perfecto: vale la pena.
llustración: ePicado de escoria.
 ZN

N
DD

Primera pasada

Vista desde
Segunda pasada entrelazada arriba
Soldadura horizontal (**) — Para las soldaduras con chaflán y re-
vestimiento no hay nuevas observacio-
Se llama también soldadura de cornisa. nes que hacer.
La preparación de las piezas, en cuanto
se refiere a los espesores, es la misma Soldadura al techo (***)
que para las soldaduras anteriores (ban-
da de refuerzo para espesor delgado,
Se reiteran casi todas las técnicas ante-
separación de junta, chaflán para los es-
riores. En realidad, lo único que hay de
pesores gruesos, etc.). La posición del
electrodo es de 90” con relación al pla- nuevo es lo siguiente:
no vertical y de 85” con relación al sen- Posición. Es incómoda a causa de las
tido del avance que va de izquierda a de- chispas.
recha (esquema C).
1. Protéjase incluso antes de haber in-
— Para las chapas delgadas o con una tentado actuar sin medios de protec-
junta vertical, la intensidad elegida con- ción: chaqueta de cuero, guantes y cas-
diciona la velocidad de avance. co.
— Para las juntas achaflanadas (esque- 2. Pase el cable del electrodo por enci-
ma D) haga pasos estrechos, recubier- ma del hombro para que no le moleste.
tos con un paso ancho que usted exten-
derá como si se tratase de pasos de sol- 3. Mantenga el electrodo prácticamen-
dadura vertical, pero dirigiendo el movi- te vertical con una inclinación exacta de
miento de izquierda a derecha, exacta- 5” con respecto al sentido del avance.
mente como si siguiera las espiras de un
4. Mantenga muy corto el arco, operan-
resorte helicoidal en sentido de abajo
do con pasos estrechos y desplazando
arriba hacia el exterior (esquema E).
el electrodo en línea recta, sin sacudi-
das, ni balanceos, ni entrelaces.
—- Para las soldaduras de ángulos en-
trantes horizontales (esquemas ABC,
página 95), debe asociar las técnicas de
ángulos entrantes verticales para la po-
sición de las piezas (eventualmente el
achaflanado y la multiplicidad de los pa-
sos) con las técnicas de extensión de la
soldadura en posición del electrodo, que
debe estar situado en la bisectriz del án-
gulo y a 85” con relación al sentido del
avance (esquema E, página 95). Ilustración: eCepillado de la soldadura.

92
 Soldadura vertical descendente

ASTM 700

Cc ' Placa de
refuerzo de cobre
5. El avance debe ser rápido para impe-
dir el asentamiento de la junta de sol-
dadura.
6. Así pues, se recomiendan los pasos
estrechos, salvo para el último, cuya
longitud de extensión permite un reves-
timiento de balance, empleando para
ello la técnica adquirida con los cordo-
nes rectilíneos, que aplica usted en este
cordón en zig-zag con el mismo espe-
sor y la misma velocidad de avance
lineal.
- Empalme de chapas delgadas. Se
pueden hacer las mismas recomenda-
ciones que para las posiciones en plano
en cuanto se refiere a la forma de las
juntas.
- Empalme de chapas gruesas. Aquí
cambia la forma del chaflán. El bisel
debe ser ancho (507) y formar un total
de 100”. Su avance debe ser profundo,
de forma que presente una desigualdad
de plano de 1 mm aproximadamente. En
el primer paso se procederá entonces
como para una chapa delgada, colocan-
do, a ser posible por arriba, una junta de
chapa ligera para facilitar el enganche del
primer paso que, como hemos visto,
debe ser, al igual que todos los de te-
cho, muy poco cargado (esquema D).
Por consiguiente, se elegirá un electro-
do de 2 a 2,5 mm de diámetro con una
intensidad de salida de 50 A.
- Empalme de ángulos entrantes. Se
seguirá la misma técnica que para los
otros ángulos entrantes, teniendo en
cuenta las particularidades siguientes:
94
1”. La posición del electrodo, en el eje
de la bisectriz, debe tener una inclina-
ción de 85” con relación al sentido del
avance (esquema E).
2”. La intensidad debe ser más fuerte
que para la soldadura por aproximación
al techo.
Soldadura de hierro fundido (**)
La técnica de la soldadura del hierro fun-
dido es parecida a la del acero, si bien
con las diferencias siguientes:
— Elección de los electrodos: electro-
dos para hierro fundido no elaborables o
electrodos para piezas de hierro fundido
destinadas a ser manufacturadas.
- Preparación: decapado total; bisela-
do para todas las piezas, salvo un plano
desigual de 2 mm en contacto directo.
— Soldadura. No se debe calentar de-
masiado el hierro fundido; así pues, em-
plee electrodos y una intensidad más
débil que para el acero. Por consiguien-
te, realizará numerosas pasadas des-
pués de haber enfriado la pieza cada vez
con una' esponja mojada, pero nunca
con agua corriente ni con chorro de aire
frío.
- Si el cordón presenta fisuras. Se tra-
ta de fuerzas internas de tensión. Vuel-
va a comenzar el cordón y si no tiene
éxito deberá emplear un soplete de oxia-
cetileno.
 Recarga de arco (***)
Es un método especial que no tiene nada
que ver con la soldadura, puesto que se
trata de llenar un vacío o de compensar
un desgaste. La recarga se combina a
veces con las soldaduras, cuando las
piezas resoldadas presentan una falta
importante.
Los electrodos. La recarga es forzosa-
mente una operación de soldadura con
metal de aporte autógeno y sólo se pue-
de realizar con un arco o eventualmente
con un equipo de soldadura autógena.
Por lo tanto, los electrodos deberán ser
de un acero virtualmente idéntico al de
la pieza original, salvo cuando se trate
de una recarga debida a un desgaste. En
ese caso, se emplearán electrodos an-
ti-desgaste formados de acero o de
cromo, níquel, molibdeno o cro-
mo=manganeso molibdeno.
Preparación de las piezas. No se trata de
reponer únicamente el espesor desgas-
tado, lo cual constituirá la extensión de
una película demasiado fina. Así pues,
es necesario desgastar con muela la su-
perficie que se ha de soldar en una lon-
gitud de 2,5 a 4 cm a partir del borde.
Después, hay que colocar la pieza plana
para que reciba la soldadura a manera de
cubeta (esquema A). La pieza debe es-
tar mantenida perfectamente por aprie-
tajuntas o tornillo de banco; un calce ¿s
insuficiente.
96
Soldadura. Para las piezas de menos de
5 mm de espesor pueden bastar electro-
dos de 2,5 mm o incluso de 2 mm de
diámetro.
Si son mayores de 6 mm de espesor, es
preciso utilizar un electrodo de 3,2 mm
de espesor. Esta elección es importan-
te, porque la intensidad de salida debe
ser la más baja posible. La logrará usted
haciendo pruebas en el límite del enco-
lado; efectivamente, es necesario evitar
que el metal de aporte se funda comple-
tamente con el metal de soporte, pues
disminuiría las calidades de resistencia
propocionadas por el metal de aporte
(cfr. lo indicado anteriormente).
Haga un cordón de una longitud de 18 a
25 mm mediante una serie de pasos de
balance semicirculares (esquema B). Si
es necesario alargar el borde cortante,
haga después un pequeño cordón recto
en la arista de la pieza.
Advertencia. Usted logrará un borde
cortante por auto—afilado recargando
sólo una cara de una pieza. Como el me-
tal de aporte es más resistente, será la
otra cara la que se desgastará sola y for-
mará borde cortante (esquema D).
 25a4cm

Recarga mediante
B pasadas
entrelazadas
Metal de base

Metal de base

Recarga en
lo añadido

Refuerzo

2”. .
.

Desgaste

Metal de base
 Soldadura
Recordemos que con este nombre se
conoce el empalme obtenido por fusión
de dos metales de la misma naturaleza
sin o con metal idéntico. Si se tiene en
cuenta la definición de soldadura por
arco, se observará que es idéntica, ya
que el arco y la soldadura de oxiacetile-
no constituyen procedimientos de sol-
dadura autógenos.
Sin embargo, como este último término
se aplica con más frecuencia a la solda-
dura de oxiacetileno, mantendremos
esta terminología. Es tanto más cómo-
da cuanto que este tipo de combustión
por mezcla de dos gases implica varias
clases de combinaciones (oxiacetileno),
oxígeno-kireno (oxipac). Pero es nece-
sario tener muy en cuenta que no todas
las mezclas pueden proporcionar tem-
peraturas suficientes (3000”) para reali-
zar una soldadura autógena. Así, por
ejemplo, las mezclas de oxígeno y pro-
pano o de butano y oxígeno de gas ciu-
dad sólo permiten realizar la soudosol-
dadura.
Longitud del dardo en ES 7 ¡S
mm
Oxígeno 28h 7h
Kireno 11:25h 28 h
Conserve bien este cuadro que tendrá
que consultar con frecuencia.
98
autógena
Soldadura autógena de
aficionado
Esta distinción no tiene nada de peyora-
tiva; es sencillamente el resultado de un
estudio serio para poner al alcance del
aficionado una soldadura autógena me-
diante soplete con mezcla de gas, cuyo
precio de adquisición del aparato y di-
mensiones sean razonables. El resultado
es una mezcla de kireno-oxígeno que
alimenta a un soplete simplificado al
máximo.
Ese resultado es sorprendente. En pri-
mer lugar, por la dimensión del aparato,
igual a la de un maletín; en segundo lu-
gar, por el aspecto agradable del conjun-
to. Quedan ya lejanos los tubos negruz-
cos y las enormes bombonas metálicas
en parte descascarilladas.
Finalmente, pese a esta miniaturización,
las operaciones obtenidas hacen que
este soplete no solamente sea útil a los
aficionados experimentados, a los me-
cánicos o a los agricultores, sino tam-
bién a los artesanos de la forja.
18 20 23
3h 2h 1h30 1h
12 h 8h 6h 4h
Ilustracion eEquipo de soldadura autóge-
na de aficionado y de arte-
sano.
En realidad, la limitación principal proce-
de de la reducida autonomía de las bom-
bonas; para las de oxígeno, es de una
hora con gran lanzamiento de caudal.
Pero como para los lanzamientos clási-
cos la autonomía es de dos horas, el
margen con que cuenta el aficionado es
importante. He aquí, por lo demás, un
cuadro de estas operaciones.
Seguramente, la minaturización pura y
simple de los aparatos profesionales no
hubiera podido obtener las operaciones
con los resultados que acabamos de in-
dicar. Para lograrlos, na sido necesario
en primer lugar el empleo de kireno (que
es el nombre de una marca; cfr. descrip-
ción en la página 102). Se ha mejorado
la técnica de boquillas de llama piloto,
que tiene por objeto la concentración del
dardo de la llama. Así, se obtiene una
gran intensidad térmica en un punto lo-
calizado, lo cual favorece la fusión del
acero. Este calentamiento puntual expli-
ca el aumento de la temperatura de la
lanza, que puede sorprender alos no ini-
ciados. Añádase que se ha empleado un
metal de aporte de acero especial es-
tabilizado.
Descripción del aparato
Bombonas. En los aparatos para aficio-
nados, se trata de bombonas de unos
40 cm de alto y 10 cm de diámetro.
Contienen respectivamente oxígeno y,
en nuestro caso, kireno; las bombonas
son recargarbles y se cambien normal-
mente. Están fabricadas de acero forja-
do de elevada resistencia y ofrece una
100
seguridad total, pese a la presión de 200
bars a la que están sometidas. Van pro-
vistas de un descompresor que propor-
ciona el gas a la presión que se desee.
Descompresor para oxígeno. No precisa
regulación alguna. Su presión de salida
ha sido regulado de una vez por todas a
1,5 bars. Dispone de un manómetro que
indica constantemente la cantidad de
oxígeno que queda.
Descompresor para kireno. Como la pre-
sión del oxígeno se mantiene constante,
es la modulación de la del kireno la que
condiciona la regualación de la llama.
Como se ve, el funcionamiento se ha
simplificado notablemente, puesto que
por su parte el soplete sólo tiene dos
posiciones, “en marcha” y “parado”, sin
regulación intermedia. Por tanto, es po-
sible una vez obtenida la relación de las
presiones oxígeno—-kireno- apagar o
volver a encender el soplete sin necesi-
dad de proceder a una nueva regualción.
Téngase en cuenta que se trata de un
apagado durante el trabajo; cuando éste
termine, es necesario volver a cerrar los
descompresores y proceder a una nue-
va regulación para la vez siguiente.
Este sistema, además de su sencillez,
ofrece a los principiantes la ventaja de
poder cerrar instantáneamente el paso
del carburante y apagar la llama en caso
de falsa maniobra.
Ilustraciones: eGafas, encendedor, varillas
de soldar.
e Gama de lanzas.
Oxígeno. Presentado en forma de gas
comprimido a 200 bars (1), el oxígeno es
el carburante por excelencia. Si en vez
de oxígeno se utilizase aire, el nitrógeno
que contiene absorbería una parte del
calor desprendido. A título de ejemplo
se indica que la combinación kireno—ai-
re da una temperatura de 2000”C y la de
kireno-oxígeno 3000*C.
Kireno. Es un gas de petróleo, licuado
por presión a temperatura ambiente. Por
consiguiente, en una bombona de kire-
no, al contrario de lo que sucede en una
de oxígeno, hay una parte líquida y otra
gaseosa. Es necesario utilizar la bombo-
na verticalmente para que sea el gas y
no el líquido el que sale del soplete, pues
de lo contrario quedaría perturbado el
funcionamiento y se produciría una pér-
dida brutal de la reserva. Como detalle
curioso se advierte que el kireno líquido,
al gasificarse a medida que se utiliza,
produce lo que se llama “expansión”,
que enfría la bombona, hecho que pue-
de producir cierta sorpresa a los no ini-
ciados. La energía térmica del kireno,
combinada con la concentración del dar-
do de la llama, permite efectuar solda-
duras autógenas en aceros de 4 mm de
espesor. El kireno tiene un olor particu-
lar, lo que hace que se pueda detectar in-
mediatamente cualquier emanación que
se produzca anormalmente.
Montaje de los descompresores y cam-
bio de bombonas. Se efectúa después
de desatornillar la caperuza de protec-
(1) 1 bar = 1020 Kg/cm?.
102
ción y seguidamente el capuchón de
plástico. El atornillado del descompre-
sor de kireno se hace a mano; el de oxí-
geno, con una llave.
Para depositar un descompresor, cierre
antes el grifo de la bombona.
Tubos flexibles. Al comprar el aparato
son fijados respectivamente en las bo-
quillas de los descompresores y del so-
plete. Pero si se precisa cambiarlos
(desgaste o accidente que sólo se pue-
de comprobar con agua de jabón o con
un producto especial, pero nunca con
llama), es necesario hacer saltar los co-
llarines, cortándolos con la sierra de
metales.
El nuevo tubo flexible se introduce a pre-
sión sin dar nunca aceite, ni talco. No ol-
vide poner el nuevo collarín antes de po-
ner el tubo. Este collarín es un modelo
especial y se aprieta con tenazas.
Por lo que se refiere al soplete, los co-
llarines se llevan después hacia el inte-
rior, con unas tenazas, para que no mo-
lesten al paso del mango.
Lanzas. Hay varios modelos con cauda-
les diferentes que corresponden a las
longitudes de llama apropiadas (cfr. el
cuadro de la página 98).
llustraciones: eLanza de oxicorte.
eLanza completa de soldadura.
Soplete

Rosca - tuerca de lanza

Dispositivo de regulación del quireno

Bus n9.3== y2
intercambiable LA — Dispositivos de
A seguridad incorporados

P Rosca de |E : LU
prensa - estopa Dispositivo de regulación del oxígeno
(pastilla azul)
Encendido. Estando cerrado el grifo del
soplete, abra bien el grifo de oxígeno y
después abra ligeramente el grifo de ki-
N* de Lanza Minilanza
Longitud de lla- 5 7
ma en mm
reno. Prepare el encendedor. Este úl-
timo es indispensable, ya que la chis-
pa de un encendedor al aire libre
no produce efecto.
Sitúe la lanza en la cubeta del encende-
dor, abra el grifo del soplete y accione
el encendedor.
=- En caso de insuficiencia de kireno, no
se enciende la llama.
—- Si hay demasiado kireno, la llama se
apaga enseguida.
Graduación de la llama. Abra el kireno al
máximo, sin que sea excesivo, como
queda indicado. Se forma entonces un
halo ligero alrededor del dardo. Reduzca
la salida de kireno hasta que desaparez-
ca el halo y se obtenga un dardo, con
perfil claro y cuya longitud corresponda
al tipo de lanza elegido (cfr. lo que se
dice más adelante).
Esta graduación .es importante porque
un exceso de kireno no produce una
temperatura suficiente; una falta de kire-
no produce una llama oxidante que pro-
voca una fusión espumosa, dando como
resultado una soldadura llena de óxido
de hierro y por tanto de muy mala cali-
104
dad. Se observará, pues, que después
de todo es preferible el exceso a la insu-
ficiencia de kireno. En todo caso, com-
O) n 2 n"3 as n5
11 15 18 20 23
pruebe siempre la relación existente en-
tre el n” de lanza y la longitud de la llama.
Consejos sobre el
funcionamiento
—- Si la llama se despega de la emboca-
dura de la lanza, reduzca la salida de ki-
reno. Si esto sucede estando funcionan-
do, compruebe si los orificios de la lan-
za están obturados, sobre todo, el de la
salida de oxígeno. d
— Si se apaga la llama estando funcio-
nando, compruebe los orificios de sali-
da de gas, después de haberse asegura-
do de que las bombonas no están va-
cías.
=- En caso de que vuelva la llama, cierre
el soplete y después los descompreso-
res. Espere unos momentos y vuelva
después a encender. En caso de persis-
tir, este accidente (sumamente raro) exi-
ge una revisión del aparato.
Ilustraciones: eNo ponga nunca la bombona
en esta posición.
e Maniobra de la manecilla.
se

1194
200 Furg
MIDA
LI
— No engrase nunca las partes que es-
tán en contacto con el oxígeno. Jamás
intente desmontar el grifo de una bom-
bona de oxígeno.
Empleo de un equipo de soldadu-
ra autógena
En este capítulo estudiaremos tres ope-
raciones que le son propias: la soldadu-
ra autógena, el oxicorte y el calor, aun-
que también se puede emplear esta cla-
se de aparato para la soudosoldadura y
para las otras soldaduras. Esto quiere
decir que cuando no se tienen los apa-
ratos necesarios para estas diferentes
clases de soldaduras, el equipo de sol-
dadura de gases combinados cubre to-
das las necesidades, si no se tiene en
cuenta su dimensión.
El soldador. Su equipamiento personal
exige que se llame la atención sobre es-
tos tres puntos:
- Los ojos deben estar protegidos con
gafas especiales de soldador y no con
mascarilla, como en el caso de soldadu-
ra por arco;
- Las manos deben estar protegidas
con guantes de cuero o de productos
textiles ignífugos;
= El cuerpo, con ropas de las que que-
dan jexcluídas las materias sintéticas,
sobre todo, el nylon.
Emplazamiento. Esta clase de soldadura
emite gases quemados, lo cual exige
que se trabaje en un lugar aireado. Este
último debe ser también suficientemen-
te espacioso para que los tubos flexibles
puedan ser remplazados sin encontrar
obstáculo. En cuanto al oxicorte, que
produce chispas, procure que estén le-
jos todos los productos u objetos fácil-
mente inflamables.
Soldadura autógena (a dos
gases)
Con respecto a la soldadura por arco,
tiene la ventaja no sólo de su indepen-
dencia de una fuente de electricidad,
sino también de permitir soldaduras más
fáciles en las chapas medianas y delga-
das; carrocería de automóvil, muebles
metálicos, tubos de acero, calefaccio-
nes y canalizaciones.
Recordemos que, por definición, la sol-
dadura autógena sólo se refiere a meta-
les de la misma naturaleza.
llustraciones: e Soldaura de un tubo.
e Unión.
e Soldadura efectuada.
Reparación de las piezas. Los bordes del
empalme, así como la parte que va a ser
calentada y que recibirá las rebabas de
la soldadura, deben estar limpios, de-
sengrasados y desprovistos de toda cla-
se de revestimiento (pinturas, impregna-
do, barniz, etc.). Como se verá más ade-
lante, las piezas deben ser punteadas,
como en la soldadura por arco. Pero
para mantenerlas en su posición en el
momento del punteado, deberá usted
efectuar un calce riguroso y firme, evi-
tando así todo riesgo de desplazamien-
tos durante el trabajo.
Tenga cuidado con la clase de soporte.
Como es natural, éste no debe ser infla-
mable ni poder transmitir el calor a un
soporte inflamable. Aconsejamos em-
plear placas de chapa gruesa, no pinta-
das, apoyadas al aire en cuatro pies; o
bien placas de chapa delgada, colocadas
en un banco de taller interponiendo una
placa de amianto o bien un lecho de la-
drillos refractarios. Siempre que sea po-
sible, conviene evitar soldar en el vacío
para no producir desperdicios térmicos
que reducen el rendimiento de la llama y
obligan a colocar una lanza de mayor
potencia.
Posición de las piezas. Se distinguen
nueve formas de soldadura y de posicio-
nes distintas, que en parte se encuen-
tran también en la soldadura de arco.
1?. Extremo a extremo en plano sin me-
tal de aporte. La separación de los ex-
tremos es entonces nula, la lanza está
inclinada de 30” a 40” con respecto al
108
avance y este último va de derecha aiz-
quierda después de haber realizado un
talón (cfr. página 114).
2?. Extremo a extremo en plano con
metal de aporte. Cuando las piezas son
mas gruesas, una soldadura sin metal de
aporte combaría el empalme, formando
lo que se llama “una curvatura”. La vari-
lla de soldar está entonces con una in-
clinación de 135”, colocada delante de
la lanza que a su vez tiene una inclina-
ción de 40” a 45”. Estas inclinaciones es-
tán calculadas con respecto al sentido
del avance que va de derecha a izquier-
da (con talón). De esa manera, lanza y
varilla forman un ángulo de 90”.
3”. Extremo a extremo en plano inclina-
do de 30” a 40” con relación al plano ho-
rizontal (posición designada con el nom-
bre de “semiascendente”). Podemos ha-
cer la misma recomendación que antes:
que el ángulo formado por la lanza y la
varilla debe ser reducido ligeramente. La
posición de extremo a extremo semias-
cendente se recomienda para las piezas
gruesas, pues esta posición permite una
penetración más regular sin peligro de
caída.
Ilustraciones: e Soldadura de una chapa.
eSoldadura de una escuadra.
4?. Extremo a extremo en plano y a de- la inclinación de la varilla, de la lanza y
recha. Se reserva a los grandes espeso- del sentido de avance, que en este caso
res, cuando no es posible poner las pie- se hace sin talón.
zas de soldar en posición semiascen-
dente. Esta vez, el sentido del avance es 8?. Extremo a extremo en vertical. Se
de izquierda a derecha. La varilla está en puede hacer la misma comprobación de
la misma posición que antes, mientras simplificación que con respecto a la sol-
que la lanza está inclinada de 60” a 70”. dadura por arco. El sentido del avance
Esta soldadura no requiere talón. es ascendente (se llama soldadura “as-
cendente”). La inclinación de la varilla es
5?. Angulo entrante plano. La descrip- de 70” y la de la lanza de 60”; el avance
ción de esta posición es la misma que la se efectúa de abajo arriba sin talón.
indicada para el arco (página 15). Aquí,
la varilla y la lanza forman un ángulo de 9?. Extremo a extremo al techo. Esta
90”, como para la posición “extremo a vez, la simplificación es mayor todavía
extremo en plano”, estando la varilla de- con relación a la soldadura por arco, ya
lante del sentido de avance que va de que no hay temor a la caída de chispas.
derecha a izquierda, sin que por ello sea La varilla debe estar inclinada de 30” a
preciso efectuar un talón. Varilla y lanza 50” y la lanza 45”. El avance se hace de
están en el eje de la bisectriz del ángulo atrás adelante sin talón.
entrante.
6”. Angulo saliente plano. La posición
es la misma que la de arriba con relación
al avance; por lo que se refiere a la vari-
lla y a la lanza, esta última está un poco
más inclinada (35” a 45”). Ambas están
colocadas en la bisectriz del ángulo sa-
liente, es decir, prácticamente en la ver-
tical. El sentido del avance va de dere-
cha a izquierda con un talón.
7?. Extremo a extremo en horizontal.
Como para la soldadura por arco se lla-
ma también “de cornisa”. Pero mientras
que para la soldadura por arco este tipo
de soldadura requiere ciertas precacu-
ciones, con la soldadura autógena se
opera exactamente como para una sol- Ilustración: e Esquemas de las diferentes
dadura en plano, en cuanto se refiere a
posiciones de soldadura.

110
Extremo a extremo en plano

300 a 450
Angulo exterior en plano

Sentido de avance

Extremo a extremo en plano

Extremo a extremo en cornisa

Sentido de avance
E Sentido de avance

Extremo a extremo
semiascendente

Extremo a extremo en
ascendente

v
o
c
o
>
o
o
U
Extremo a extremo en plano y o
a derecha UD
+
E
d
Nn

Extremo a extremo al techo

Sentido de avance

Angulo interior en plano

Sentido de avance
Elección de una lanza

Se hace en función del espesor de la chapa y de. la posición del empalme.

Posición Espesor de la Longitud del Diámetro de Separación

chapa en mm dardo en mm la varilla en de la junta en

0,6 7
Extremo a extremo 0,8 11 q E
en plano sin metal de 1 11 sin sin
aporte 1,2 15
1,5 15

Extremo a extremo 1,2 15 472 sin

plano con metal 1,5 18 2 sin
de aporte 2 20 2 1,5

Extremo a extremo 3 20 2 25
en semiascendente 23

Extremo a extremo 3 20 2 2,5

en plano y a derecha 4 23 2 3

Angulo entrante ]2 Y eS .
plano 1,5 18 2 al
2 20 2

0,6 7 sin sin

0,8 11 sin sin
1 M0 sin sin
Angulo saliente 1,2 15 sin sin
plano 15 15 1,2 sin
2 18 2 sin
3 20 2 1,5
4 ES) 2 1,5

0,6 7 sin sin

0,8 11 sin sin
1 11 sin sin
Extremo a extremo 1,2 15 sin sin
en cornisa 1,5 15 1,2 sin
2 18 2 1
8 20 2 15

0,6 7 sin sin

0,8 11 sin sin
Extremo a extremo 1 11 sin sin
en ascendente 4,2 15 sin sin
1,5 15 1,2 sin
2 18 2 1
3 20 2 2

0,6 7 sin sin

0,8 11 sin sin
1 11 sin sin
Extremo a extremo 1,2 15 sin sin
al techo 1,5 15 E sin
2 18 2 1
3 20 2 2

llustración: + Calentamiento de una pieza por

punto.

112
Punteado (*). Los motivos del punteado
están explicados en la página 76. En
este tipo de soldadura la técnica es la
misma; únicamente difiere el espaciado
que en este caso es equivalente a 20 ve-
ces el espesor de las piezas que se han
de empalmar. Además, el punteado se
hace en un orden preciso que aparece in-
dicado en el esquema de la página 85.
Talón (**). Tiene por objeto realizar una
soldadura de arranque sólido. Se realiza
en una longitud de 5 a 6 cm, comenzan-
do en plena chapa para terminar en el
borde. Como este tipo de cebo sólo se
hace en las soldaduras de atrás hacia
adelante, el talón que se realiza igual-
mente en el mismo sentido obliga a vol-
ver la pieza para continuar la soldadura.
Soldadura propiamente dicha (***). Lleve
el metal en fusión a un punto situado a
un centímetro de distancia de la extre-
midad interior del talón. Para soldar,
haga pasar la extremidad de la varilla de
metal bajo el dardo a fin de depositar
una gota de metal en la cubeta de fusión.
Continúe regularmente, levantando lige-
ramente la varilla. El dardo debe produ-
cir la formación de una cubeta de fusión
de dimensión constante, pero suficien-
temente grande para lograr una buena
penetración. Así pues, el ejercicio se
debe hacer: 1) esforzándose en mante-
ner la extremidad del dardo a una altura
constante; 2) avanzando este dardo en
el eje del empalme, de forma que la cu-
beta de fusión esté siempre a caballo de
este empalme.
114
Otro ejercicio que usted puede hacer en
esta misma ocasión consiste en efectuar
un relleno regular de la cubeta, descen-
diendo lentamente la varilla que, como
es natural, se acorta progresivamente.
Es inútil ejercitarse en piezas que tengan
una función cualquiera. A menos de ser
una persona muy dotada, es necesario
extender en las extremidades de las cha-
pas algunos metros de soldadura para
lograr un cordón regular. La finura y la
eficacia de este cordón es lo que efecti-
vamente hace que tenga interés este
tipo de soldadura autógena.
En caso de interrupción de la soldadura
(cambio de varilla, por ejemplo), conti-
núe la soldadura detrás de la primera,
como se ha aconsejado para el talón.
Calentamiento, temple,
destemple (*)
Estas operaciones difícilmente se pue-
den realizar con un soplete de gas, dada
la poca potencia de este aparato. Unica-
mente los sopletes eléctricos o de oxi-
gás permiten realizar calentamientos
puntuales para la conformación al calor
o el temple.
llustraciones: e Biselado invertido.
e Relleno.
Conformado. El calentamiento puntual Corte. Se hace perpendicularmente al
permite conformar un metal en ángulo eje del soplete en dos tiempos, estando
vivo. El temple se puede realizar en zo- la llama a 90”.
nas de escasa dimensión, lo que resulta
sobre todo interesante en mecánica. Lo 1). El cebado pone al metal en blanco
propio sucede con el recocido y la forja, (1300”), funcionando entonces el sople-
principalmente para la formación de bola te como una lanza «ordinaria.
o contornos desiguales estrechos.
2). La combustión es desconectada ac-
Manera de usar el soplete. Es necesaria cionando un gatillo especial, mantenien-
una lanza cuya boquilla esté en relación do el dardo de la llama a una distancia
con la importancia de la pieza que se va de 3 mm de la línea de corte.
a soldar. Presentar aquí un cuadro servi-
ría tan sólo para inducirle a usted a error, Perforación. Se efectúa a 45”; después
pues se necesitan ensayos. Procure no se eleva al soplete a 90” para el corte.
emplear una lanza muy fuerte, ya que
aquí lo mejor es enemigo de lo bueno: el
metal correría el riesgo de fundirse. Vi-
gile el calor que no debe pasar nunca del
rojo-anaranjado para el hierro y del rojo
para el cobre.

Oxicorte

Unicamente se pueden realizar cortes de

metales con sopletes de oxigás. Ténga-
se en cuenta que el espesor de las pie-
zas que se han de cortar está en relación
con la potencia del aparato; las chapas
de buques o de cubas sólo pueden ser
cortadas con sopletes de gran potencia.
Pero un aparato de aficionado pued ya
cortar espesores de 2 mm, lo cual es su-
ficiente para la mayor parte de los traba-
jos. La ventaja del oxicorte consiste en
poder atacar en plena chapa.
Lanza. Es una lanza especial llamada dis-
positivo de corte. Se enciende como una
lanza ordinaria. llustración: eOxicorte.

116
 Soldaduras
Soldadura de hierro
La soldadura de hierro habría sido aban-
donada si no existiera el cinc. En efecto,
este último se quema en presencia de
una llama y solamente puede ser solda-
do con un hierro caliente. Cierto que no
se puede hacer en un hierro de un fon-
tanero, colocado en la tobera de una
lámpara de soldar de petróleo. Los
hierros actuales son eléctricos, y resul-
tan los más prácticos, o bien son calen-
tados por una llama con capota. El con-
junto forma un aparato que se fija en el
cuerpo de un soplete ordinario, unido a
un tubo flexible o directamente a un
cartucho. '
Soldadura propiamente dicha. A nivel de
aficionado, se reduce sobre todo a la
soldadura de vierte-aguas o de tuberías
de bajada. Esta soldadura sólo se pue-
de hacer en una pieza no oxidada. Aho-
ra bien, con mucha frecuencia sucede
que esta oxidación se encuentra en el
núcleo, siendo entonces imposible la
soldadura. Para asegurarse de que eso
no sucede, bastará decapar con el cepi-
llo o con tela de esmeril y se advertirá
que el cinc es puro desde el momento
en que brille la superficie. En caso con-
trario es preciso dejarlo.
- Desoxide las dos partes en contacto.
Se soldarán por capilaridad, siendo
guarnecidas después por arriba y por
abajo.
- Impregne el empalme con pasta de
soldar (polvo + decapante).
118
diversas
—- Sujételo con un aprieta—-juntas, si es
preciso.
- Caliente el hierro. Si es nuevo, está-
ñelo impregnándolo de pasta de soldar
y limpiándolo desde que la aligación
brille.
— Para consolidar la soldadura, impreg-
ne el conjunto con la pasta decapante y
después funda una barra de soldar que
usted extenderá frotando el conjunto en
zig-zag para obtener una cinta de 15
mm de longitud aproximadamente.
— Lije o lime las rebabas.
Soldadura por punto
Es la más fácil. Se realiza en conexiones
de cables de cobre o de plata desnuda.
Basta colocar en el empalme de un hilo
un hierro pequeño o una pistola de sol-
dadura eléctrica en la rotura estañada.
Deje que se caliente durante unos se-
gundos; después, en el empalme de
hierro y de los cables coloque un hilo de
soldar de ánima decapante. La soldadu-
ra se infiltra y eso es todo. Si rueda es
que no hay suficiente decapante.
llustraciones: eEstañado de un hierro con ca-
pota.
eImpregnación de un tubo de
cinc.
eDiferentes hierros eléctricos
(soldadura por punto).
e Soldadura por punto.
Soldadura del aluminio
La soldadura del aluminio, aparte de al-
gunos detalles, sería idéntica a la solda-
dura clásica de cobre o plata, si se apli-
case siempre por capilaridad. Pero con
frecuencia se emplea esta técnica para
la obturación de fugas y para el guarne-
cido. Análoga a una soldadura de cobre
O plata, por los efectos mecánicos y por
el empleo de sopletes, la soldadura del
aluminio es una verdadera soldadura,
puesto que se realiza con ayuda de un
metal de aporte idéntico al del empalme.
Se asemejará, pues, a la soldadura de
plomo.
Preparación de las piezas. Es idéntica a
la de la soldadura de cobre o plata y
comprende un desengrase, un decapa-
do, el empleo de un fundente y de calor
por soplete. Pero, cuidado:
1”. Se trata de un fundente especial.
2”. El metal de aporte es una varilla de
aligación de aluminio.
3”. Esta aligación se funde a una tem-
peratura un poco más baja que la del alu-
minio; es necesario proceder a un calen-
tamiento muy lento y, al contrario de lo
que sucede con la soldadura de cobre o
plata, en la que el calor del empalme
hace fundir el aglutinante, aquí es la lla-
ma la que debe fundirlo una vez que se
haya calentado el empalme.
Se sabe que el empalme ha sido calen-
tado con una buena temperatura, cuan-
do el aglutinante.
se extiende y se amal-
120
gama con el soporte en vez de rodar. En
ese instante, es necesario alejar la llama
del soplete.
Para mayor precaución, el calor se debe
producir con el penacho de la llama.
Soldadura del plástico
Es una verdadera soldadura antigua,
porque consiste en poner dos piezas
una junto a otra y calentarlas hasta que
se fundan. No obstante, es necesario te-
ner las siguientes precauciones:
1%. El empleo de una peña de martillo
espacial para los hierros o pistolas de
soldar eléctricos y de un patín de tobera
para los sopletes de gas.
2*. Un desengrase de las piezas con
aguarrás.
3”. La colocación de una cinta de teflón
entre la peña y el patín para evitar que
se peguen, precaución necesaria sobre
todo para el patín. La velocidad de avan-
ce se efectúa de acuerdo con la expe-
riencia obtenida en los ensayos.
Ilustraciones: e Calentamiento y soldadura de
plástico.
e Hierro especial de calenta-
miento.
eEmpalme por reblandeci-
miento.
eSoldadura de patín (gas).
eSoldadura con la espátula
(electricidad).
 Soldadura sobre plomo
Casi totalmente abandonada en la actua-
lidad, sólo se utiliza cuando se ha pro-
ducido una fuga o cuando hace falta em-
palmar un racor de cobre en un tubo de
plomo.
Utillaje. Un soplete de gas, un poco de
estearina (esperma de vela), una escofi-
na para madera y un trapo doblado for-
mando un 8 embebido en estearina (me-
diante el calor).
Fuga. Prepárela para formar una cubeta
en la que usted procurará acercar los
bordes en todo lo posible para que no
fluya la soldadura. Caliente la cubeta con
el soplete hasta que su temperatura pue-
da fundir la estearina. Coloque entonces
la varilla de soldar a la llama por encima
y cerca de la cubeta, dejando de calen-
tar cuando esta soldadura se extienda
« en vez de rodar. Caliente el trapo de es-
tearina y modele con él la soldadura. Si
ésta se ha endurecido, vuelva a calentar-
la ligeramente -con el penacho de la lla-
ma.
Empalme del extremo. Con ayuda de una
escofina, conforme el extremo del tubo
de plomo como indica el grabado de la
página 123. Desoxide el interior del tubo
con una escofina redonda (cola de ra-
tón).
— Estañe el extremo del tubo de cobre
(impregnado de pasta de soldar, calen-
tamiento y después limpieza).
132
— Enfile la parte estañada en el orificio
del tubo de plomo. Martille este último
si la holgura es muy importante (aunque
es preferible calibrar cuidadosamente el
tubo de cobre).
—- Caliente como para una soldadura ca-
pilar hasta que el estañado se ablande
ligeramente.
— Presente la barra de estearina. En ese
momento, la soldadura interior se efec-
túa por capilaridad.
— Deje de calentar el tubo de plomo
para llevar la llama al tubo de cobre y
presente la barra de soldar para guarne-
cer el empalme.
- Conforme la soldadura con el trapo
de estearina.
- Picado. Se puede hacer directamente
perforando el tubo de plomo, enfilando
allí un tubo de cobre estañado y proce-
diendo al guarnecido. Pero preferimos el
método más seguro y más fácil, consis-
tente en soldar el tubo de cobre con una
T (cfr. página 30) y soldar en el extremo
(cfr. grabado) las prolongaciones de la
barra de la T al tubo de plomo debida-
mente seccionado (cfr. foto n” 1).
Ilustraciones: + Diferentes elementos de una
derivación o de un picado; para
este último, la jamba de la T se
sustituye por un tubo de cobre.
» Martillado-guarnecido—forma.
 [ bl) tl | Ce | 50L 0vx0L 05:03 1 7,
8 EZ TE | SOL 0v*0b L1*S€ 0bx00 | Y
g ez e.0z TE | SL Ez DEXDE SL*DE DEXD0E| 3
9 07 * 81 z SL 0z 0Z*0Z 027x027 | E
e 3 : SS y A
EN S ez E 3 8 EZ > t£€ | SOL a 01eL

391N0 OY3DW
8 > EZ ¡SS 8 |8 A E 2 a Le6 Sm
ES e 1151 2180 PEZe0El zo aDÍ peo pee 33
E 0ze8l ¿3 =| 9 |ozegll| S| Sz7 | SL 0% 3 eBz 28
Ez UA E A GAS ME IE SL AN 36
3.13 A E O Sl sel 38
> a v 11e6 9! 0S LLeL 1e90
8 ez e 07 Ze | SOL 6z z01/06 09/06 -Q
3 8l 57 SL 67 e. 0Z 6v/01 veEl9z o A
9 [81861 ¡ET A LZl0Z 1ZISL 3$
v Sl 91 06 eLesL e1/8 Liz! 3
2 8 leg lsó Ale gls lg 7 58
mn O SY
o O 3> S o o
o o
= E ao OO II ESTO a El as a
o De Do >sS e Do] 22 oa
o
D
D
D
>?
20 o
o o == Dol| za a = A ==
0
8Z
aCS
ogo
os
[859/02
Ao o S : IS AS S NA8Es
A A e O
- :

TVLÍN
seb +09 see
A 0911199/9 =
eunpepjos
ds AXO 0911109/9 ajejdos Á a ap E
AE id AXO IXO odil
Ah =
/ (azuai¡puodsaJo9 d
JO|e9 “ayo9 eo/u99]'1J9 :9]USpuny) esnpepjosopnos eusbojne elnpepjos eel
anb
sojeledy
e1rnpepjos
|

124
 OJe¡9-oÍ0J .O00L
a
MN
efueleN ¿OSEl 2 00€l

m
o
co
eN
OOOO
o0oo0oooo
OO0ODOLnOoOo
TON
—
TOO 07 *8l
dy) ap

= SS

mem
E%

o y

ezaJa9—oÍoJ
«DGL € 009

ee eyeopesodio9u|
9:y

fr(O 00 co +5 co (O CO

*“euun¡o9
EL 06
gl eS!
0z*8l
Ez
siet!
ez
gl es!

1126

0Z
e 11
e 0Z

*02

ct
dÓ
8l

eusit
VIII

oJnaso oÍoJ
oÍoJ .OG/ L 0S9 PI
RINPRI
POPOR
PRIPOR
PRI PR
POR
POIS
ORIPOR
PRI POR .0SL V 099)
y

OIR

SS
ej
S IIA 57e91
RI
ue
Opeoipul
Ú

SS SS
RERKK

501 e SL
IIIROOSISI
RO PR PERRO
RR PORPA
RR
RR
e91usa]
7
OOBR000000

ep

ERRR ORRR
RR
CRA
RAR
RR RR
RRA
RS DIA
od]

SS SS
ÑO

0Jn9SO 010

III
PO A
POR oÍos ,0001
ROI UO9

ajuesaJajul
08x08
0808 * 0bx0p

JeJedas eJed Sezold

Z0L/06
6b/I0y
LZI0Z

Je9euJenb o
Leo

DE*0€
A
gLel

018,
Les
pee
eez

seu
e
,L

O
09/08

02x
07
vEl9z

seJazul
1ZIS1

6zxGz|

ajqisodun
NIZA
cilo

eseyas (A

us
323135
28 E

77777
00D

Y
3 E

e
315
9

OQIANNI OYY3IH epuaÁa7]

y
xo
om
»3
E
>
=
>
9

a
e/1419d
ET

125
 o -

= LO LO co co 2D
OpJep SI A el
ap pnubuo] : 0 o "OOO
; m =_—> LO
==-Ln NnMPooo
CEOAA

JO|89 ap JO|OJ) -9.06L

€059

SS

o oN:oesoy
Se =s5Í¿ 3238 o
co

Ss
TVLIÍN JO)

126
 OpI9098,
jaeJed

O 0000000000000 O ODO Oopn

Moo coe sem
20000 0 0O0O0O0OO
rso
sense s |inan
coel». esese
ss
TANTO -':-NTSYO' — —-—NS+$0O

co co
co E e. e JSco co

y
10 0 OM — in 070 — — 1000 — in MINDOO b
A ÁS > OA a AR E

O
SSSOXOS]SOooOSS
NOOO! AV
NOOO,
oO
mn SS
esossó

sr
-— oa
NTIDON NRO| » x x xXxox o Ln olooo
-DS2LS=-=aAz0
a 7 3 = RRA
anx”oo
A o LO Oy M1
mino
Quo-=a
x
01m YM +
qe x x
 Otros libros complementarios sobre el tema, publicados por

Cerrajería artística. Capdefer-Wolf. 27 tomos.

1. Puertas de entradas de inmuebles. 2. Rampas de escaleras. 3. Balcones y balaustradas. 4.
Puertas y rejas de interiores. 5. Portones y cercas. 6. Lámparas. 7. Puertas sencillas. 8. Mo-
biliario y complementos. 9. Flores. 10. Puertas de hierro. 11. Puertas de aluminio. 12. Puer-
tas de tiendas. Hierro y aluminio. 13. Ventanas de hierro y aluminio. 14. Chimeneas metáli-
cas. 15. Barandillas y zancas de escalera. 16. Rejas para ventanas. 17. Balcones modernos.
18. Mesas y sillas de terrazas y jardines. 19. Práctica del hierro forjado para el artesano y el
aficionado. 20. Faroles. 21. Letras, números y flores. 22. Forja ornamental. Animales. 23.
Puertas, ventanas e interiores. 24. Forja. Elementos sencillos. 25. Forjado de flores, apli-
ques y motivos diversos. 26. Rampas, balaustradas y antepechos. 27. Escaleras y barandillas.

Introducción a la soldadura eléctrica. Rivas. 3% edición.128 páginas. 96 ¡lustraciones.

Indice extractado: Nociones de electricidad. Accidentes más frecuentes. Grupos de solda-
dura eléctrica por arco. Los electrodos. Deformaciones causadas por la soldadura. Soldadu-
ra horizontal. Soldadura vertical ascendente. Soldadura vertical descendente. Soldadura ba-
jo techo. Soldadura de chapas biseladas en varias posiciones, con electrodos de rutilo. Sol-
dadura de pizas y chapas biseladas en varias posiciones.

Soldadura por arco. Manual práctico, Mendel. 248 páginas. 170 ilustraciones.
Indice extractado: Principios y material de la soldadura por arco. Técnica de la soldadura
de los aceros ordinarios con electrodo metálico. Técnica de la soldadura con electrodo me-
tálico de otros metales que no sean aceros ordinarios. Procedimientos especiales.

Soldadura eléctrica y sistemas T.1.G y M.A.G. Rivas. 2? edición. 348 páginas. 200 figuras.
Indice extractado: Breves nociones de metalurgia. Tratamientos térmicos de los metales.
Propiedades físicas y químicas de algunos metales. Los aceros inoxidables. Las fundiciones.
El aluminio y sus aleaciones. Soldadura de tuberías. Corte eléctrico con arco más aire. Sol-
dadura T.I.G. en aceros inoxidables. Formas de corregir algunos defectos que pueden apa-
recer en la soldadura T.I.G. con gas inerte. Modo de corregir algunos defectos que pueden
surgir en la soldadura M.I.G. o M.A.G.

Libros técnicos, científicos y universitarios

El amplio catálogo que compone el fondo editorial de PARANINFO ofrece una extensa
gama de materias, con publicaciones de máxima actualidad, tanto desde el punto de vista
teórico como práctico.

Solicite, sin compromiso, información del tema de su especialidad.

 kY

a t

'

iia

rs
e

| 4

13 1

pl 4
! h

10 (0

140]
e
fp 7$
 Colección ENE
AISLAMJE
oro
Mockingbird

BRICOLAJE

All

ARNO PATA
as NTAn
E | ISBN 84-283-1574-4

y
iii
one
rd

9"/88428"315746

DOIMA 94
a RG ESA q
NT TA =€
MO
'ALDA! | 1 y =
Ca
5

EY) =4
=x

Magallanes, 25 - 28015 Madrid 4

ps
A
A