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volumen 17, núm.

62
enero_abril 2011
El concepto de autonomía en la TRIBUNA ABIERTA DEL
INSTITUT BORJA DE BIOÈTICA

medicina occidental
4 euros

1. El concepto de elecciones personales, a una dimensión


sumario
autonomía en bioética de decisión y acción desde el libre albe-
drío. Lo cual presupone racionalidad 1a6
La cuestión de la autonomía es uno de y libertad, que son, precisamente, los El concepto de autonomía
los elementos esenciales para compren- elementos que definen la autonomía en la medicina occidental
der los profundos cambios que se han trascendental kantiana. 2
producido en la medicina occidental El análisis de las diferencias entre la Editorial
en las últimas décadas, especialmente autonomía de la voluntad y el modo de
7 a 10
en lo referente a la relación clínica y el entender la autonomía en la bioética
El respeto a la autonomía,
modo de gestionar los valores. nos llevaría muy lejos. Baste decir que
según Beauchamp
En su origen, la autonomía que I. los seres humanos están obligados a to-
y Childress
Kant inaugura en el siglo XVIII es una mar decisiones, a elaborar proyectos de
autonomía trascendental, que permite acciones en orden a lograr unos fines u 11 a 13
considerar que el ser humano, como au- objetivos, y a determinar cuáles son los La autonomía, el principio
tolegislador, es un ser con capacidad de medios apropiados para alcanzarlos. En «por defecto»
autogobierno a nivel empírico. Es decir, dichas decisiones, nos jugamos no só- 14 a 17
el ser humano es un sujeto moral autó- lo unas consecuencias específicas, sino La autonomía: una visión
nomo, alguien capaz de decidir moral- todo un modo de ser que configura una desde el cuidar
mente desde su libertad y con su razón, personalidad y unas opciones vitales. De de las personas
y ser responsable de sus actos ante su ahí que el respeto a la autonomía sea un
propia conciencia. Por eso, debe ser res- elemento esencial del reconocimiento
18 a 22
La muerte de Iván Ilich: el
petado como tal. de la libertad humana.
paternalismo angustiante y el
Sin embargo, Kant habla de la auto-
acompañamiento compasivo
nomía de la voluntad, del ser humano La cuestión de la autonomía
en abstracto, como un ser racional en es uno de los elementos 23
el que su libertad es la condición de esenciales para comprender Biblioteca
posibilidad de su moralidad. No está los profundos cambios 24
hablando de un sujeto individual que que se han producido Agenda
decide cosas concretas, sino del modo en la medicina occidental
de ser propio de los seres humanos. Así, en las últimas décadas,
la autonomía es una condición previa, especialmente en
no un punto de llegada. lo referente a la
Por su parte, el concepto de autono- relación clínica
mía que suele emplearse en el ámbito
de la bioética hace referencia a la capa-
cidad que tiene una persona de realizar PASA A LA PÁGINA 3
editorial

La autonomía a debate
bioètica & debat
DIRECCIÓN
Ester Busquets Alibés
Muchos autores coinciden en afirmar principio de justicia.
que la autonomía se ha convertido en el Debemos alertar, de entrada, que el de-
CONSEJO DE REDACCIÓN
principio “estrella” o el principio “por de- bate bioético que abrimos en estas pági-
Francesc Abel Fabre
fecto” de la bioética. Este reconocimiento nas está hecho desde una visión europea
Jordi Craven-Bartle
de la autonomía de la persona, es decir, y no tan norteamericana, a pesar de que
Pau Ferrer Salvans
el reconocimiento de su capacidad para en un artículo se expone muy bien el con-
Ramon M. Nogués Carulla
tomar decisiones, ha generado un cambio cepto de autonomía de dos autores nor-
Jaume Terribas Alamego
radical de la relación sanitaria en las últi- teamericanos de primera línea, como son
Núria Terribas Sala
mas décadas, porque se ha pasado de un T. L. Beauchamp y J. F. Childress. Esta mi-
modelo de beneficencia que conducía a la rada europea considera que la autonomía
COLABORADORES
práctica del paternalismo a un modelo de es importante, o diríamos más, es esencial
Ester Busquets Alibés
autonomía que conduce a la práctica del en el marco de la relación sanitaria, pero
Montserrat Busquets Surribes
consentimiento informado. se interpreta de una manera diferente a la
Victòria Camps
No se puede negar que el reconoci- del ámbito norteamericano.
Lydia Feito Grande
miento de la autonomía en el contexto de
Joan Mir Tubau
Joan Padrós Bou
la bioética ha transformado en positivo el Y es que la bioética europea
ejercicio de las profesiones sanitarias; sin se resiste a aceptar que
DISEÑO Y MAQUETACIÓN
embargo, continúa emergiendo un deba- el individuo que toma
María José Abella Sánchez
te importante en torno a los conceptos decisiones sea un
sobre la autonomía, dado que hay dife- ser aislado del mundo.
CORRECCIÓN
rentes maneras de definir y comprender el La persona siempre está
Maria Fullana
principio de autonomía. Aún cuando, en la vinculada socialmente a
tradición filosófica occidental, ha habido un grupo, una familia,
IMPRESIÓN
grandes referentes que han desarrollado una tradición cultural
el sentido y el fundamento de la autono-
Ediciones Gráficas Rey
mía, en el ámbito de la bioética clínica la
ISSN: 1579-4865
introducción de este principio se ha hecho Mientras que en la bioética norteame-
Depósito legal: B-29288-99
sobre todo por la influencia de la tradición ricana se entiende la autonomía como un
norteamericana o anglosajona. Pero se de- acto de independencia y libre albedrío por
EDITA
be tener presente que la concepción eu- parte de un individuo aislado, en Europa
Institut Borja de Bioètica
ropea de la autonomía no es exactamente —como la filósofa Michela Marzano— nos
Fundación Privada
igual que la visión anglosajona; ésta últi- preguntamos: “¿Podemos creer que existe
c/ Santa Rosa, 39-57, 3ª planta
ma tiene una visión más individualista de una libertad ilimitada que se decide ejer-
08950 Esplugues de Llobregat (Bcn)
la autonomía; en cambio, en los países cer independientemente de cualquier
Telf. 93.600.61.06
europeos, la autonomía tiene un carácter objetivo relacional?” Y es que la bioética
Fax. 93.600.61.10
más relacional que individual. europea se resiste a aceptar que el indi-
bioetica@ibb.hsjdbcn.org
El conjunto de artículos que se presen- viduo que toma decisiones sea un ser ais-
www.ibbioetica.org
tan en este número de Bioètica & Debat lado del mundo. La persona siempre está
Bioètica & Debat está indexada en: pretende, precisamente, enriquecer este vinculada socialmente a un grupo, una
Dialnet debate sobre la autonomía, a fin de que el familia, una tradición cultural... por eso,
Base de datos de sumarios del CBUC
lector se pueda formar su propio concep- se ha ido desarrollando el concepto de la
ETHXWeb, Database from the NRCBL
Bibliography of Bioethics to de la autonomía. Ahora bien, la mayoría autonomía relacional, que tiene muy en
CUIDEN/Cuidatge de los artículos —y esta era la intención — cuenta la interrelación que hay entre las
se quedan propiamente en el análisis del personas. En el marco de la relación sani-
Bioètica & Debat no se identifica principio de autonomía y entran poco en taria ¿es mejor hacer una apuesta por la
necesariamente con las opiniones
diálogo con otros principios como el de la autonomía individualista o por la autono-
expresadas en los artículos publicados.
beneficencia o no maleficencia, o bien el mía relacional?

2 Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 2


El concepto de autonomía en la medicina occidental

VIENE DE LA PÁGINA 1 que tiene el reconocimiento de la au- es lo que, en la actualidad, conocemos


tonomía de los individuos en el ámbito con el nombre de “paternalismo”, pues
En este segundo modo de entender sanitario. Lentamente, se han ido inte- el médico adopta un papel autoritario
la autonomía, más empírico y ligado a grando en la práctica médica elementos frente a un paciente del que se espera
la decisión individual, B. L. Miller1 dis- que recogen la idea de autonomía co- que sea sumiso. El ideal moral que ani-
tingue entre cuatro posibles sentidos mo clave en la relación clínica. El marco ma esta acción es el famoso Primum non
de la autonomía, intentando una cierta tradicional de la relación sanitaria en la nocere, basado en la convicción de que
clarificación conceptual, seguida por que el enfermo era considerado incapaz hacer el bien a los demás es bueno, aun
muchos otros autores:2 de tomar decisiones morales y, por tan- en contra de su voluntad.
- La autonomía como acción libre, es de- to, debía obedecer al médico, ya no tie- En el mundo moderno, la situación
cir, que la acción responde a una inten- ne sentido. Es preciso articular un nuevo cambia notablemente, y con ella el mo-
ción de una voluntad sin coacción. Sería modelo que respete la autonomía del delo de relación clínica. La denominada
equivalente a la autodeterminación, y paciente. En él la relación será “horizon- “rebelión de los pacientes”, representada
en el ámbito sanitario se traduce en el tal”, y ya no tendrá cabida una situación paradigmáticamente por una serie de
consentimiento informado. de “paternalismo”, sino un diálogo a la casos judiciales que acabarán por crista-
- La autonomía como autenticidad, que búsqueda del mejor curso de acción po- lizar en una Carta de Derechos de los Pa-
significa que la acción es conforme a sible. El médico no es ya el sabio “padre” cientes, de la Asociación Americana de
unos valores consistentes que la perso- que conoce lo mejor para el enfermo, si- Hospitales, en 1973, supone un giro ra-
na exhibe y defiende habitualmente en no un profesional con un conocimiento dical en el esquema clásico de relación.
su vida, con los que proyecta y dota de técnico que debe transmitir al paciente Los pacientes reclaman su autonomía
sentido su vida. para que sea él, desde su propio sistema moral, es decir, la capacidad y el dere-
- La autonomía como deliberación prác- de valores, quien tome la decisión. Este cho a tomar las decisiones que afecten
tica, esto es, el examen y la ponderación nuevo modelo de relación se expresa en a su propio cuerpo o a su salud.
de las opciones relativas a la situación, la teoría del consentimiento informado,
valorando sus ventajas e inconvenien- clave en la ética médica actual. Los principios éticos son
tes, y determinando cuál es la opción el intento de determinar
que maximiza las metas del individuo, Tendremos que unos imperativos que
mediante una cuidadosa argumenta- esperar al siglo XX salvaguardan valores
ción racional. para ver las considerados
- La autonomía como reflexión moral, repercusiones más fundamentales
entendida como revisión de los valores importantes que tiene
centrales que un individuo defiende, el reconocimiento de
con el fin de reafirmar o reexaminar su la autonomía en el Frente al modelo tradicional, en el
compromiso personal con ellos. ámbito sanitario que esas decisiones eran tomadas por el
Esta distinción resulta útil para com- médico conforme al principio de bene-
prender la complejidad de la autono- ficencia, se reivindica ahora el principio
mía, al plantearse como una escala con La relación clínica ha ido cambian- de autonomía y la posibilidad de elegir
niveles, apartándose de un mero plan- do a lo largo del tiempo: en el modelo libremente conforme al sistema de va-
teamiento dicotómico (todo/nada) co- clásico, la relación estaba basada en un lores del propio sujeto. Se defiende el
mo el que se emplea en ocasiones en esquema asimétrico, en el que el mé- derecho a la libertad de conciencia y,
las decisiones de los pacientes, determi- dico desempeñaba el papel de “padre” desde él, se afirma que nadie debe ac-
nando si son autónomas o no tan sólo poderoso. En este modelo tradicional, tuar en contra de su conciencia, ni pue-
en función de si son un ejercicio de libre se consideraba que el enfermo era in- de hacer el bien a otro en contra de la
albedrío o autodeterminación, sin más capaz de tomar decisiones morales, por voluntad de éste. Por ello, las decisiones
consideraciones.3 haber perdido el equilibrio natural y, que afecten a los pacientes deben ser
por tanto, haberse convertido no sólo tomadas por ellos mismos, lo cual sig-
2. La autonomía como en alguien físicamente enfermo, sino nifica que ya no es aceptable el modelo
clave de transformación también moralmente afectado. De ahí paternalista, ni la imposición de un pre-
en el ámbito sanitario que la relación con el médico estuvie- sunto bien objetivo al paciente. Si hay
ra basada en la desigualdad y la obe- pluralidad de formas de ver el mundo,
Tendremos que esperar al siglo XX para diencia: el médico actúa en beneficio de valorar, de comprender la salud, de
ver las repercusiones más importantes del paciente, pero sin consultarle. Esto anteponer unos objetivos a otros en la

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El concepto de autonomía en la medicina occidental

vida, las decisiones de salud han de re- de la investigación. Los principios que cimiento de la capacidad de decisión y
coger esa pluralidad, y no es posible es- propusieron se consideraron tan funda- autogobierno de las personas imposibi-
tablecer un bien absoluto o un modo de mentales y básicos que se han conver- lita aceptar el paternalismo. El respeto
proceder único y universalmente válido. tido en «los principios de la bioética». a la autonomía nos lleva a considerar
La relación clínica entonces se democra- Toda la reflexión posterior trabaja con que el bien del paciente es algo que
tiza: no puede estar basada en la asime- ellos o los discute. Son un canon de sólo puede decidirse desde el sistema
tría y la relación de poder y obediencia, referencia tanto para la resolución de de valores del propio enfermo. Es decir,
sino en una igualdad básica en la que, conflictos específicos en la práctica clí- que no puede haber un bien objetivo
por supuesto, hay roles diferentes, capa- nica como para cualquier otro análisis que sea válido para todos los individuos,
cidades y obligaciones diferentes, pero de problemas bioéticos. Se trata de los sino que aquello que es bueno para una
la relación se da en condiciones de si- mismos principios que había elaborado persona sólo ella puede decidirlo, pues
metría y no puede haber imposición por el Informe Belmont, con la salvedad de el bien y el mal son elementos que ella
parte del médico. que los dos elementos que componen determina desde su perspectiva, desde
Esto es lo que recoge también la ex- el principio de beneficencia se distin- su jerarquía de valores, desde su proyec-
presión de uno de los principios de la guen como principios diferentes. to vital. Por tanto, el principio de bene-
bioética: la autonomía. Los principios ficencia está ligado indisolublemente al
éticos son el intento de determinar unos El reconocimiento de autonomía. Uno no puede entender-
imperativos que salvaguardan valores de la capacidad de se sin el otro.
considerados fundamentales. En el cam- decisión y autogobierno
po de la bioética, este tipo de reflexión de las personas Este modelo de relación
se inauguró en 1974 cuando comenzó imposibilita basado en el respeto a la
su trabajo una Comisión Nacional en aceptar el autonomía de los pacientes
Estados Unidos con el fin de identificar paternalismo es irrenunciable, pues
los principios éticos básicos aplicables a supone la observancia
la investigación con seres humanos. Los del derecho de las
resultados de esa labor se recogieron Desde esta perspectiva, se puede personas a elegir
en el Informe Belmont de 1978; en él, comprender que el principio de autono- libremente sobre su
se establecían tres principios generales mía, el respeto debido a la capacidad de vida y su salud. Sin
que atañen al respeto a las personas, a decisión del paciente, que es esencial en embargo, no está
la realización de investigaciones que les el mundo contemporáneo, obliga a una exento de conflictividad,
reporten beneficio y a la observación de reconsideración de los principios de no precisamente por
los criterios de justicia: maleficencia y beneficencia, tal como se poner en discusión
- Respeto por las personas, entendido en entendían clásicamente. En el esquema sistemas de valores
dos aspectos: naturalista, ambas cosas habían surgi- no necesariamente
1. reconocimiento de la autonomía; do unidas. La máxima del médico era coincidentes
2. protección de las personas con au- «favorecer o al menos no perjudicar»,
tonomía disminuida. donde ambos elementos tenían vincula-
- Beneficencia: que significa asegurar el ción. La misma que reflejaba el Informe 3. Dificultades en la
bienestar. También entendido de dos Belmont. Ese esquema “beneficentis- introducción de
modos: ta” es el que ha sustentado siempre el la autonomía
1. no hacer daño; objetivo de la tarea sanitaria: buscar el
2. extremar los posibles beneficios y bien del enfermo. Sin embargo, en ese Desde luego, la transición a este nue-
minimizar los posibles riesgos. modelo clásico, el bien del paciente era vo modelo de relación no ha sido fá-
- Justicia: tratamiento igualitario a todas algo que debía determinar el médico, cil, y aún en la actualidad se perciben
las personas y distribución de beneficios conocedor del orden de la naturaleza y restos del paternalismo del pasado.
y cargas. de los modos de restablecer la salud o Los médicos perciben una pérdida de
aliviar el sufrimiento. Por eso es un es- poder y sienten, en algunos casos, un
Esos principios fueron modificados quema paternalista. cuestionamiento de la labor para la
un año más tarde por dos autores, T. L. Sin embargo, al introducirse el prin- que han sido formados, al tener que
Beauchamp y J. F. Childress,4 quienes cipio de autonomía, no puede seguir aceptar las decisiones de los pacientes
intentaron buscar una aplicación de los manteniéndose este modo de entender incluso cuando consideran que no son
mismos a un ámbito más amplio que el la relación médico-enfermo. El recono- adecuadas, o no coinciden con su siste-

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El concepto de autonomíadiálogo bioético
en la medicina occidental

ma de valores. Este modelo de relación paciente, que no sentirá haber gana- conquista fundamental que ha transfor-
basado en el respeto a la autonomía do en autonomía, sino haber perdido mado el ejercicio de las profesiones sa-
de los pacientes es irrenunciable, pues la ayuda del médico, con quien resulta nitarias; sin embargo, también existe un
supone la observancia del derecho de imposible establecer una relación de importante debate acerca de la idonei-
las personas a elegir libremente sobre confianza. dad de una concepción de la autonomía
su vida y su salud. Sin embargo, no está Conviene no olvidar que la labor de “a ultranza”, sinónimo de individualismo,
exento de conflictividad, precisamente los médicos no es tan sólo ofrecer la de capacidad de actuar sin coacción,
por poner en discusión sistemas de va- mejor técnica disponible, sino también que es propia de la bioética anglosajona
lores no necesariamente coincidentes. acompañar y aliviar el sufrimiento de los y que se expresa bien en procedimien-
Las relaciones horizontales y simétricas pacientes. Es importante no renunciar al tos como el consentimiento informado.
son más conflictivas e inestables que ideal de la beneficencia, conformándose En el mundo europeo, la comprensión
las paternalistas, asimétricas y verti- con asegurar los mínimos, sino buscar de la autonomía no puede desprender-
cales; sin embargo, son las únicas que un modo de beneficiar al paciente que se de sus orígenes kantianos –aspiran-
pueden salvaguardar la libertad de sea compatible con el respeto a su auto- do a la universalidad–, ni alejarse de un
elección y el pluralismo en los valores nomía. Dado que el enfermo es el único marco más intersubjetivo, en el que los
y convicciones. que puede decidir qué es beneficioso individuos no se entienden sin su ins-
El paso del modelo de beneficencia para él o ella, conforme a su sistema de cripción en un grupo, una familia, una
que conducía al paternalismo al modelo valores, proyectos o creencias, el médi- tradición y una cultura. Por ello, se han
de autonomía que conduce al consen- co tiene que colaborar con el paciente alzado voces críticas que defienden un
timiento informado supone un proce- en la búsqueda de la solución óptima o modelo europeo de bioética, o incluso
dimiento que permite llevar a cabo esa más beneficiosa a través de un proceso un modelo mediterráneo, donde el pa-
toma de decisiones: la comunicación y de deliberación. pel de la autonomía, aun siendo esen-
el proceso deliberativo entre el médico En este sentido, se puede distinguir cial, se interpreta de modo diferente y
y el paciente. entre el llamado “paternalismo fuerte”, compatible con la justicia social.5
Si no se entiende dentro de este que considera que es lícito evitar que
marco de deliberación y respeto, la au- las personas puedan atentar contra su En el mundo europeo,
tonomía puede verse pervertida en el propia vida –o tomar decisiones que la comprensión de la
entorno sanitario. Del mismo modo que puedan ponerla en peligro– aun cuan- autonomía no puede
la beneficencia en su máxima expresión do sean adultas, capaces de tomar de- desprenderse de sus
conduce al paternalismo más extremo, cisiones y dispongan de información orígenes kantianos
también puede darse la autonomía a suficiente, y el “paternalismo débil”, que –aspirando a la
ultranza, que conduce a paradojas tan afirma que se puede y se debe actuar universalidad–, ni
graves como el paternalismo. Si el médi- a fin de evitar que una persona pueda alejarse de un marco
co adopta una visión reduccionista, con- hacerse daño a sí misma, cuando se tra- más intersubjetivo, en
siderará que su función es la de ser un te de alguien que no tenga capacidad el que los individuos no
mero técnico, que ha de tratar al pacien- de tomar decisiones o no disponga de se entienden sin su
te como un usuario o cliente, no como la información necesaria. Esta segunda inscripción en un grupo,
un paciente. Puesto que el médico es modalidad es invocada como un modo una familia, una tradición
el proveedor de los servicios sanitarios de protección de las personas sin capa- y una cultura
que el paciente demanda, y teniendo cidad, que no pueden, por tanto, ejercer
en cuenta que el enfermo tiene la úl- su autonomía plenamente. Se trataría
tima palabra en la toma de decisiones, de considerar que quienes deban tomar Los autores norteamericanos también
podría pensarse equivocadamente que decisiones por ellas tendrán que hacerlo han empezado a cuestionar esa prima-
el médico sólo debe informar, del modo siempre con un criterio de evitación del cía radical de la autonomía en el ámbi-
más aséptico y neutral posible, sobre el daño y posibilitación de la salud. to sanitario. Toda decisión en la que se
diagnóstico, pronóstico y opciones de apele a un bien común y, por tanto, a un
tratamiento, dejando la decisión al pa- 4. El debate actual: ideal de justicia, parece atentar contra
ciente y sin intervenir en ella de ningún complejidad del la libertad individual y, por ello, se con-
modo. Esta es una postura defensiva y concepto de autonomía vierte en una amenaza. De ahí que sea
claramente incorrecta, pues vulnera los inaceptable defender valores comunes
valores propios de la profesión médica. Se puede afirmar que, en la actualidad, o mínimos que, sin embargo, son esen-
Y puede conducir a un abandono del la defensa de la autonomía ha sido una ciales para la asistencia sanitaria. Por

Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 1-6


5
El concepto de autonomía en la medicina occidental

ello, algunas voces críticas denuncian cia y libre albedrío en las decisiones
este exceso, planteando si la autono- relativas a la atención sanitaria, que
mía debe ser el valor supremo, si puede es lo que se recoge en la Ley 41/2002
gestionarse de otro modo, y si puede de autonomía del paciente. Sin duda, Lydia Feito Grande
ser entendida de otro modo.6 esta regulación es necesaria y útil, pues
Departamento de Medicina Preventiva,
De hecho, las críticas a una autonomía sirve para llevar a efecto la libertad de Salud Pública e Historia de la Ciencia.
entendida como independencia y libre conciencia en el ámbito sanitario, al que Facultad de Medicina. Universidad
albedrío, que considera al individuo aún no había llegado. Sin embargo, la Complutense de Madrid.
lydia.feito@med.ucm.es
como un sujeto aislado, perfectamente auténtica transformación revolucionaria
capaz y estrictamente racional, llegan que encierra el concepto de autonomía
desde frentes muy diversos. Conviene es la afirmación de una soberanía del in- resumen
destacar cómo las éticas feministas, las dividuo sobre sí mismo y sobre su vida,
La autonomía es un concepto esencial
éticas narrativas y hermenéuticas, las que le permite elegir entre las opciones
en la medicina actual, pues ha sido la
éticas comunitaristas y, en general, to- posibles, haciéndose cargo responsa-
clave de transformación de la relación
dos los enfoques que defienden la com- blemente de esa realidad. Este espacio
clínica, que ha pasado de estar basada
prensión de los seres humanos dentro es más amplio y complejo, requiere la
en la obediencia y el paternalismo a
de relatos y contextos biográficos que formación en la libertad, en lugar de la
defender la independencia del paciente
dan sentido y forma a la identidad de obediencia acrítica a las normas, cos-
y su capacidad de tomar decisiones.
las personas, insisten, cada vez más, tumbres o modas; afirma la condición
No obstante, un exceso de énfasis en
en un concepto más abierto de auto- autónoma de las personas como condi-
la autonomía puede generar graves
nomía, en el que no se prescinde de esa ción de posibilidad de su moralidad, y
distorsiones, ocultando dimensiones
inmersión en una referencia de valores promueve un compromiso con una ma-
importantes como la relación con otras
y tradiciones. Por ello, ha ido cobrando duración moral que se sitúa en un nivel
personas, los contextos culturales,
más importancia la “autonomía rela- superior.
etc. Por ello, es preciso comprender la
cional”, en la que se entiende al sujeto
autonomía como un término complejo.
autónomo no como un ser individual y
aislado del mundo, sino principalmente REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: palabras clave
como alguien que vive y se comprende autonomía, relación clínica,
dentro de una cultura, un entorno, una 1. Miller B L. Autonomy and the refusal libertad, consentimiento
biografía, etc. Así, se defiende una antro- of lifesaving treatment. Hastings Cent informado, ética
pología más basada en la interrelación e Rep 1981; 11: 22-8.
interdependencia de las personas. 2. Schwab M, Benaroyo L. Les divers
abstract
Si la autonomía tiene sentido desde sens de la notion d’autonomie en
esta perspectiva es para completar la médecine et leur pertinente en clinique. Autonomy is an essential concept in
visión de los discursos universalistas Rev Med Suisse 2009; 5: 2163-5. our present medicine, as it has been
que defienden una dignidad igualita- 3. Brody H. Autonomy revisited: the key transformation of clinical
ria, desde Kant, y que no anulen o de- progress in medical ethics: discussion relationship, traditionally based
sestimen la diferencia y lo particular. No paper. J R Soc Med 1985; 78: 380-387. on obedience and paternalism,
sólo es preciso afirmar que los pacientes 4. Beauchamp T L, Childress J F. and now it defends the patient’s
tienen derecho a decidir sobre su vida y Principios de ética biomédica. Madrid: independence and his capacity of
su salud, sino que es esencial atender a Masson; 1999. taking decisions. Nevertheless, an
la dimensión personal de los proyectos 5. Gracia D. The intellectual basis exceeding stress in autonomy may
de vida que, dentro de un marco cultu- of bioethics in southern european generate important distortions,
ral y biográfico en relación con otras countries. Bioethics 1993; 7 (2/3): 97- hiding serious dimensions in
personas, sustentan y dan sentido a las 107. the relationship to other people,
decisiones autónomas, y exigen una 6. Callahan D. Can the moral commons cultural contexts, therefore, it’s
aproximación deliberativa en la resolu- survive autonomy? Hastings Center highly important to understand the
ción de los conflictos. Report 1996; 26 (6): 41-42. Charlesworth autonomy as a complex term.
Por supuesto, esto es mucho más M. Bioethics in a liberal society. New
exigente y va mucho más lejos que la York: Cambridge University Press; 1993. keywords
afirmación de la autonomía de los pa- autonomy, clinical relationship,
cientes como espacio de independen- freedom, informed consent, ethics

6 Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 1-6


diálogo bioético

El respeto a la autonomía, según


Joan Mir Tubau
Beauchamp y Childress, en la obra,
Profesor de Bioética. Universidad de
Principles of Biomedical Ethics
Vic. Máster en bioética IBB-UAB.
joan.mir@uvic.cat
El principio ético de autonomía, aunque un deber que se puede universalizar, la
se ha impuesto como principio “estrella”, bioética anglosajona deja de lado este
resumen
fundamental, en el campo de la bioéti- sentido kantiano y reduce la autonomía
El artículo presenta el contenido del ca, es un principio objeto de debate. a autodeterminación, a la elección au-
principio de “respeto a la autonomía”
Desde diferentes tribunas, se han subra- tónoma. Este desmarque en relación a
a partir de la sexta y última edición
de la obra de Beauchamp y Childress,
yado las sombras, las desviaciones en su Kant es recogido por diversos autores.
Principles of Biomedical Ethics, un texto de interpretación y los abusos en su aplica- En el Informe Belmont, un texto de re-
referencia en toda la bioética occidental. ción. Antes de entrar en la presentación ferencia obligada en la historia de la Bio-
Previamente a la presentación de este del contenido que Tom L. Beauchamp y ética, se entiende la autonomía como la
principio, se hacen unas puntualizaciones James F. Childress (en adelante, B&Ch) “capacidad de actuar con conocimiento
interesantes sobre el debate que surgió
dan a este principio en su obra Principles de causa y sin coacción externa” y, se-
en su momento, y continúa abierto,
alrededor de la definición y alcance del
of Biomedical Ethics, nos parece oportu- gún J. Gafo, “no se trata del concepto
“principio de autonomía”. Para los autores no dejar constancia, brevemente, del kantiano de la persona como autolegis-
citados, el contenido del principio de debate en torno a este principio ético. ladora, sino en su sentido más empírico:
autonomía es claro; para otros autores, lo que se haga con el paciente deberá
en cambio, se trata de un principio que, El principio ético de pasar siempre por el trámite del respe-
en la interpretación que se hace en
autonomía, aunque se to de su decisión. […] Últimamente, lo
algunos textos de bioética, se aleja de la
órbita kantiana.
ha impuesto como principio que subraya el principio de autonomía
“estrella”, fundamental, en es el respeto a la persona, a sus propias
palabras clave el campo de la bioética, convicciones, opciones y elecciones,
Beauchamp, Childress, principio es un principio objeto que deben ser protegidas, incluso de
de autonomía, Principios de de debate forma especial, por el hecho de estar
ética biomédica enferma”.2 Insistiendo en la misma di-
rección, y completándola, F. J. Elizari
abstract
Algunos, por ejemplo E. D. Pellegrino, señala el “particular relieve que tiene
The article presents the principles’ cuestionan la preeminencia que la bio- la cuestión de la carga cultural de este
contents ‘respect to the autonomy’ ética da a este principio: “El punto de principio. Su origen norteamericano lo
from the sixth and the last edition of partida de una ética transcultural debe ha marcado mucho con la impronta de
Beauchamp & Childress’ work, Principles
hallarse en el principio de beneficencia la sociedad norteamericana y es muy
of Biomedical Ethics, an outstanding
text all over the western bioethics. y no en el de autonomía. (…) yo no soy deudor del derecho y de un determina-
Previously to the presentation of this contrario a la autonomía del paciente, do tipo de filosofía individualista, poco
principle, some interesting specifications ni mucho menos. Lo que critico es una sensible a las vinculaciones sociales de
have been done about the debate that consideración exagerada de la autono- la persona”.3
came up in that moment and which is mía y una visión unilateral de la misma. Otros, y entre ellos Diego Gracia en
still open, about the definition and the
Siempre es necesario distinguir el prin- primera fila, establecen una jerarquía
scope of the ‘principle of autonomy’.
According to the mentioned authors, the cipio de autonomía del autonomismo. entre los principios, y consideran la au-
principle of autonomy’s content is very Beneficencia sí, paternalismo, no. Auto- tonomía como un principio propio de
clear, however, for others authors it is a nomía sí, autonomismo, no”. 1 “la ética de máximos” y dependiendo
principle that, the interpretation being Otros subrayan que, aunque es un del propio ideal de perfección y de fe-
done in some bioethics text, is far away principio ético cuyo sentido fue fijado licidad, que forma parte de lo que, en la
from Kant’s orbit.
por Kant, según el cual la autonomía es ética clásica, se llamaba deberes de obli-
keywords la capacidad que tiene la persona de gación imperfecta o de caridad. Según
Beauchamp, Childress, principle darse a sí misma la propia ley, y esta ley D. Gracia, “los principios de no malefi-
of autonomy, Principles of es incondicionada, es decir, hay que se- cencia y de justicia son, de algún mo-
biomedical ethics guirla obligatoriamente porque expresa do, independientes del de autonomía y

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El respeto a la autonomía, según Beauchamp y Childress, en la obra, Principles of Biomedical Ethics

jerárquicamente superiores a él, ya que cipio de autonomía. Sostienen que no condiciones esenciales relacionadas con
obligan aun en contra de la voluntad de hay ningún orden jerárquico entre los la autonomía: la libertad, como inde-
las personas […]. Los principios univer- principios, todos son igualmente impor- pendencia en relación a las influencias
sales o de bien común, como son el de tantes: “Bien que empecemos nuestra externas y la acción posible, como capa-
no-maleficencia y el de justicia, tienen discusión sobre los principios de la ética cidad de obrar intencionadamente.
prioridad sobre el principio particular de biomédica —escriben en Principles — por Acto seguido, B&Ch, al hablar de las
autonomía”.4 Manuel Atienza hace una el respeto a la autonomía, nuestro orden teorías de la autonomía, diferencian
crítica a esta propuesta, formulada por de presentación no implica, en ningún entre la persona autónoma (aptitud ge-
D. Gracia, de jerarquizar los principios: caso, que este principio sea prioritario neral para autogobernarse) y la elección
“Gracia entiende que los principios del sobre los otros”. Este punto de partida autónoma. Dado que B&Ch quieren ha-
primer nivel “son expresión del principio es importante tenerlo en cuenta, dado blar de la toma de decisiones, centran
general de que todos los hombres so- el debate sobre la existencia, o no, de un su atención en la elección autónoma y,
mos básicamente iguales y merecemos orden lexicográfico entre los principios para hacer ver su importancia, señalan
igual consideración y respeto” […]; pero, de la bioética. que “incluso las personas autónomas
si se acepta esto, no se entiende por qué que tienen capacidad para autogober-
la autonomía no lo es también de ese En la primera parte, sobre narse no consiguen siempre gobernar-
principio general”.5 la naturaleza de la se por elecciones particulares, por razón
Y otros, como Pablo Simón Lorda, autonomía, B&Ch de las condiciones temporales causa-
van más lejos. Simón Lorda firma un constatan que el das por la enfermedad o la depresión,
artículo con este título: “Sobre la posi- concepto de autonomía o por la ignorancia, la coerción, u otros
ble inexistencia del principio de auto- no es unívoco, ni factores que restringen sus opciones”.8
nomía”, aportación presentada en un en el lenguaje corriente Dadas, pues, estas limitaciones, B&Ch
Congreso de bioética, en Barcelona en ni en la filosofía entienden por elección autónoma
el año 1997. F. J. Elizari se hace eco del contemporánea aquella que hace referencia a personas
pensamiento de Pablo Simón Lorda, que actúan: a) intencionadamente; b)
reiterado en otro texto del año 2000, y con conocimiento; c) sin influencias
escribe: “Algunos, con todo, cuestionan Por lo que se refiere a la descripción externas que ejerzan un control sobre
la existencia de un principio específico del concepto de autonomía, B&Ch divi- su acción. Según los autores, la inten-
de autonomía. Según ellos, este pre- den su exposición en cuatro partes: en cionalidad no permite una gradación.
tendido principio carece de contenidos una primera, que es la que nos interesa, Las acciones son intencionadas o no
propios; los incorpora de los otros tres se paran a explicar la naturaleza de la lo son. En cambio, el conocimiento y la
principios. Si a estos se les devolviera el autonomía; después, en una segunda ausencia de control admiten grados. Es
“botín” robado, no habría lugar para un parte, hablan de la aptitud para tomar necesario que las decisiones, conclu-
principio de autonomía”. Elizari acaba decisiones autónomas; en la tercera, se yen B&Ch, “sean substancialmente autó-
diciendo que el “eco de esta cuestión no sumergen en la descripción de las apli- nomas, no necesariamente totalmente
parece relevante”; pero, no obstante, ha- caciones que van relacionadas con este autónomas”, ya que las acciones de las
ce notar la problemática que envuelve principio; y finalmente, la exposición se personas son raramente, por no decir
el principio de autonomía: “Supuesta la acaba con un capítulo dedicado a la to- nunca, autónomas.
existencia del principio de autonomía, ma de decisiones por un tercero. Los autores dedican unas líneas a re-
no se ve que esté libre de problemas en En la primera parte, sobre la natura- futar la opinión según la cual la acción
cuanto a su fundamentación, jerarqui- leza de la autonomía, B&Ch constatan autónoma es incompatible con la auto-
zación, limitaciones y elementos que lo que el concepto de autonomía no es ridad de los Estados, las organizaciones
integran: capacidad de decisión, liber- unívoco, ni en el lenguaje corriente ni religiosas u otras comunidades. B&Ch
tad, información adecuada para una en la filosofía contemporánea. Subra- opinan que, en ciertos casos, la autori-
decisión ponderada”.6 yan que la autonomía personal designa, dad y la autonomía son incompatibles,
Después de esta breve muestra del como mínimo, la autorregulación libre pero no porque los dos conceptos sean
debate en torno al principio de auto- de la injerencia de los otros y de las li- incompatibles. Acto seguido, plantean
nomía, entramos de lleno a ver cómo mitaciones. El individuo autónomo es la cuestión del “triunfo de la autonomía”
entienden este principio B&Ch en su aquel que obra libremente de acuerdo en el sentido de que algunos autores
obra fundamental Principles of Biomedi- con el proyecto que él mismo ha esco- acusan a los defensores de la autonomía
cal Ethics.7 De entrada, B&Ch hablan de gido. Todas las teorías sobre la autono- de imponer la elección a los pacientes
“respeto a la autonomía” y no de prin- mía coinciden en afirmar que hay dos y dejan de lado que hay pacientes que

8
Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 7-10
El respeto a la autonomía, según Beauchamp y Childress, en la obra, Principles of Biomedical Ethics

no quieren ninguna información sobre así como a animarlos a tomar la decisión petentes igualmente incapaces. B&Ch
sus enfermedades ni tomar decisiones. adecuada”.11 concluyen que, “aunque la autonomía y
B&Ch afirman que ellos no son de es- Este principio de respeto a la auto- la capacidad tengan sentidos diferentes
te parecer: “Defendemos —dicen— un nomía, como los otros principios, tiene (autonomía significando autogobierno;
principio de respeto de la autonomía que ser especificado en reglas más con- capacidad significando la aptitud para
con un derecho correlativo de elegir (y cretas, “por razón de las maneras diver- ejecutar una tarea o un conjunto de ta-
no un deber imperativo de elegir)”9, y sas en que se manifiestan los aspectos reas), los criterios de la persona autóno-
concluyen: “En el dominio de la salud, el positivos y negativos del respeto a la au- ma y los de la persona capaz de juicio
respeto a la autonomía no es un simple tonomía en la vida moral”. B&Ch derivan son muy parecidos”.12
ideal; es una obligación profesional. La de este principio las reglas siguientes: 1) Una de las cuestiones que más pre-
elección autónoma es un derecho y no Decir la verdad. 2) Respetar la intimidad ocupa es encontrar cuáles son los cri-
un deber de los pacientes”.10 de los otros. 3) Proteger la confidencia- terios que determinan la capacidad, es
Una vez definido el concepto de auto- lidad de la información. 4) Obtener el decir, las condiciones que harán que
nomía o hecha la distinción fundamen- consentimiento de los pacientes para podamos considerar si una persona es
tal entre persona autónoma y acciones las intervenciones. 5) Si lo piden, ayu- capaz o no lo es. En el ámbito biomédi-
autónomas, es el momento de entrar a dar a los otros a tomar decisiones im- co, generalmente, se considera que una
considerar las exigencias que se deri- portantes. El principio de respeto a la persona es capaz si puede comprender
van del respeto a la autonomía. B&Ch autonomía, según B&Ch, en ningún ca- en qué consiste un tratamiento o un
nos dicen que no es lo mismo ser au- so es superior a los otros principios, es proyecto de investigación, ponderar
tónomo que ser respetado como un un principio prima facie y, por tanto, a los posibles riesgos y beneficios, y tomar
sujeto autónomo: “Respetar a un in- veces puede ser ultrapasado en nombre una decisión en base a esta reflexión.
dividuo autónomo es, como mínimo, de consideraciones morales opuestas. También hay diferentes criterios para
reconocer el derecho de esta persona valorar la incapacidad.13
a tener opiniones, a hacer elecciones y Una de las cuestiones que En lo que se refiere a la toma de de-
a obrar en función de sus valores y de más preocupa es encontrar cisión por un tercero, B&Ch presentan
sus creencias. Un respeto tal implica cuáles son los criterios que un cuadro con tres criterios: juicio sus-
una acción respetuosa, y no sólo una determinan la capacidad, titutivo; autonomía pura y los mejores
actitud respetuosa. Semejante respeto es decir, las condiciones intereses del paciente. A todas las per-
implica la no intervención en los temas que harán que podamos sonas con autonomía disminuida, o
personales de los otros. Y, en ciertos considerar si una persona que es dudosa, se les tiene que buscar
contextos, incluye las obligaciones de es capaz o no lo es un sustituto en el momento de tomar
desarrollar o de mantener las aptitudes decisiones. B&Ch ponen de relieve tres
para la acción autónoma de los otros, criterios generales que quien haga la
mitigando sus miedos y otras condicio- En lo que hace referencia a la segunda función de sustituto puede utilizar a la
nes que destruyen o perturban sus ac- parte de la exposición, la aptitud para hora de tomar una decisión. En primer
ciones autónomas”.10 Después de hacer tomar decisiones autónomas, B&Ch lugar, el criterio de juicio sustitutivo: el
una referencia a I. Kant y a J. S. Mill para entran a estudiar el concepto de “ca- paciente tiene el derecho a decidir, pero
explicar por qué hemos de respetar la pacidad”. Según estos dos autores, la a veces no tiene la capacidad necesaria
autonomía de las personas, B&Ch su- capacidad para tomar decisiones está para ejercer este derecho. El criterio del
brayan que el principio de respeto a la íntimamente relacionada con la toma juicio sustitutivo exige que el sustituto
autonomía se puede formular de mane- de decisiones autónoma y la validez tome la decisión que habría tomado la
ra negativa o de manera positiva. En el del consentimiento. De aquí viene que persona si hubiese sido capaz.
ámbito biomédico, la formulación nega- se deba hacer un análisis cuidadoso del Para B&Ch, hay un criterio para la to-
tiva exige que las “acciones autónomas concepto de capacidad. En la obra de ma de decisiones más recomendable,
no tengan que estar sometidas a limita- B&Ch, la capacidad está definida como siempre y cuando se conozcan las direc-
ciones de otros”.11 Si lo expresamos de “la habilidad para realizar una tarea”. trices autónomas previas del paciente.
forma positiva, el principio de respeto a Sin embargo, los criterios sobre la ca- Se trata de la norma de la autonomía
la autonomía obliga a los profesionales pacidad varían en función del contexto, pura. Este criterio se aplica únicamente
de la salud y a los investigadores a “reve- esto es, la capacidad depende de cuál a los pacientes en otro tiempo autóno-
lar informaciones, a asegurarse de que sea la decisión que hay que tomar. No mos y ahora incapaces de juicio, y que
los sujetos las han comprendido bien, y todas las personas competentes son en el pasado tenían preferencias autó-
del carácter voluntario de sus acciones, igualmente capaces, ni todos los incom- nomas claras. B&Ch dirán que este cri-

Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 7-10 9


El respeto a la autonomía, según Beauchamp y Childress, en la obra, Principles of Biomedical Ethics

terio suprime la presencia insuficiente cepción sobre el principio de respeto a actual. En: Álvarez J. C., coord.
de la autonomía en el juicio sustitutivo la autonomía: 1) Las exigencias precisas Principios y aplicaciones en bioética.
y especifican las exigencias generales del principio de respeto a la autonomía Actas del I Congreso Interdisciplinar
del principio de respeto a la autonomía. son inciertas y abiertas a la interpreta- de Bioética. Asociación de Bioética
Existan o no directrices anticipadas, los ción y a la especificación. 2) El principio Fundamental y Clínica. Madrid:
juicios autónomos anteriores tienen de respeto a la autonomía no tiene prio- Asociación de Bioética Fundamental y
que ser aceptados. Un problema difícil ridad sobre otro principio moral sino Clínica; 2005. pp. 78-79.
es que, en general, los que deciden por que es un principio prima facie. 7. Las citas literales de Beauchamp
sustitución respeten las directrices da- Los autores más críticos hacia B&Ch y Childress corresponden a la sexta
das por los pacientes, pero que estas di- no dejan de afirmar que, digan lo que y, de momento, última edición
rectrices no correspondan exactamente digan los autores del Principles, el prin- inglesa de la obra Principles of
a la situación presente. cipio de respeto a la autonomía “juega Biomedical Ethics, publicada el
En referencia a la norma de los mejores un papel central en su sistema, como en año 2009. Dado que los autores
intereses del paciente, el que decide por toda la bioética contemporánea”.15 han enriquecido su obra con
sustitución tiene que determinar cuál es nuevos capítulos, han reordenado
el beneficio máximo, entre las opciones algunos de sus contenidos y han
disponibles, jerarquizando los intereses NOTAS Y REFERENCIAS introducido precisiones importantes,
del paciente frente a cada una de las BIBLIOGRÁFICAS: consideramos que la traducción
opciones en relación a los riesgos o a castellana (1999) de la cuarta
los costes implicados. Se trata de una 1. Torralba i Rosselló F. Filosofía de la edición inglesa de esta obra, en este
norma indisolublemente relacionada medicina. En torno a la obra de E. D. momento, ya es obsoleta.
con la calidad de vida. Así, todos los Pellegrino. Madrid: Institut Borja de 8. Beauchamp T. L., Childress J. F.
que aplican la norma de los mejores in- Bioètica, Fundación Mapfre Medicina; Principles of Biomedical Ethics. 6ª ed.
tereses de los pacientes deben tener en 2001. p. 237. New York: Oxford University Press;
cuenta las preferencias, los valores y las 2. Gafo J. Bioética teológica. Madrid: 2009. p. 100.
perspectivas del paciente que en otros Universidad Pontificia de Comillas- 9. Beauchamp T. L., Childress J. F.
tiempos era autónomo. Desclée de Brouwer; 2003. pp. 42 y 45. Principles of Biomedical Ethics. 6ª ed.
En resumen, en ética biomédica, afir- 3. Elizari F. J. Problemas de la New York: Oxford University Press;
man B&Ch, es corriente actualmente autonomía en el debate bioético 2009. p. 105.
considerar que, “para la toma de de- actual. En: Álvarez J. C, coord. 10. Beauchamp T. L., Childress J. F.
cisión de un tercero, hay un conjunto Principios y aplicaciones en bioética. Principles of Biomedical Ethics. 6ª ed.
jerarquizado de normas que van des- Actas del I Congreso Interdisciplinar New York: Oxford University Press;
de directrices anticipadas validadas de Bioética. Asociación de Bioética 2009. p. 107.
por una persona autónoma (1), hasta Fundamental y Clínica. Madrid: 11. Beauchamp T. L., Childress J. F.
los juicios sustitutivos (2) y los mejores Asociación de Bioética Fundamental y Principles of Biomedical Ethics. 6ª ed.
intereses del paciente (3), teniendo en Clínica; 2005. p. 79. New York: Oxford University Press;
cuenta que (1) tiene prioridad sobre (2) 4. Gracia D. Planteamiento general 2009. p. 104.
y que (1) y (2) tienen prioridad sobre (3) de la bioética. En: Vidal M., editor. 12. Beaucham T. L., Childress J. F.
en una situación de conflicto. Por otra Conceptos fundamentales de ética Principles of Biomedical Ethics. 6ª ed.
parte, B&Ch sugieren una economía de teológica. Madrid: Trotta; 1992. p. 433. New York: Oxford University Press;
normas, considerando como esencial- 5. Atienza M. Juridificar la Bioética. 2009. p. 113.
mente idénticas (1) y (2), ya que el prin- Bioética, Derecho y Razón práctica. 13. Beauchamp T. L., Childress J. F.
cipio de respeto a la autonomía es el Claves de Razón práctica; 1996 (61), p. Principles of Biomedical Ethics. 6ª ed.
único fundamento. Y finalmente, cuan- 2-15; citado por Simón Lorda P. Sobre New York: Oxford University Press;
do la persona que en otros tiempos era la posible inexistencia del principio 2009. p. 114.
capaz de juicio y no ha dejado ningún de autonomía. En: II Congreso 14. Beauchamp T. L., Childress J. F.
rasgo fiable de sus deseos, quien deci- Nacional de la Asociación de Bioética Principles of Biomedical Ethics. 6ª ed. New
de por sustitución tiene que adherirse Fundamental y Clínica. Barcelona: York: Oxford University Press; 2009. p. 140.
solamente a (3)”.14 Asociación de Bioética Fundamental y 15. Ferrer J. J., Álvarez J. C. Para
B&Ch acaban su exposición con dos Clínica; 1999. p. 344. fundamentar la bioética. Madrid:
conclusiones generales que deberíamos 6. Elizari F. J. Problemas de la Universidad Pontificia de Comillas-
retener para comprender bien su con- autonomía en el debate bioético Desclée de Brouwer; 2003. p. 125.

10 Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 7-10


diálogo bioético

La autonomía, el principio
«por defecto»
La autonomía se ha convertido en el porqué de este valor y el sentido que
Victòria Camps “principio por defecto de la bioética”. La debe tener. ¿Por qué es éticamente im-
expresión no es mía, sino que la encon- portante la autonomía?
Catedrática de Filosofía moral y política de
la Universidad Autónoma de Barcelona.
tré en el excelente libro de Onora O’Neill,
Presidenta del Comité de Bioética de Autonomy and Trust on Bioethics,1 que Ahora que ya no se
España y de la Fundación Víctor Grifols. me ha inspirado algunas ideas de este cuestiona el valor de la
victoriacamps@gmail.com artículo. La filósofa y experta en bioética autonomía de la persona,
británica es, como lo soy yo misma, una conviene que intentemos
defensora de la ética de las virtudes, que precisar y aclarar el porqué
resumen viene a corregir el excesivo énfasis de la de este valor y el sentido
ética moderna en los derechos y en los que tiene que tener
El reconocimiento de la autonomía
grandes principios, menospreciando o
como principio “por defecto” de la
ignorando el papel fundamental de las
bioética nos lleva a analizar distintas
obligaciones. La bioética sufre especial- Kant lo explicó de manera insuperable
concepciones de la autonomía
mente este reduccionismo después de hasta el punto de que es difícil encon-
desde la ética kantiana hasta la ética
haber consagrado la autonomía de la trar otro referente, entre los filósofos,
de Mill pasando por la ética de la
persona como el principio fundamental de una visión de la autonomía moral
virtud. Seguidamente, se expone
de la ética clínica. Quiero dejar claro de más completa y convincente. A pesar
que el respeto a la autonomía tiene
entrada, para que no se me malinterpre- de mis simpatías, que son muchas, por
su expresión en el consentimiento
te, que el reconocimiento de la libertad la obra de John S. Mill y, en especial,
informado, y por eso se analizan las
de la persona para decidir ha sido uno por su libro Sobre la libertad, este filóso-
luces y las sombras de esta práctica.
de los grandes avances del pensamien- fo nunca llega a demostrar lo que para
to liberal, del que se ha derivado un él es natural: que una persona educa-
palabras clave
cambio en la manera de entender la re- da y libre se decantará siempre por la
bioética, autonomía
lación clínica absolutamente necesaria. mejor opción. Es un optimismo que no
individualista, autonomía
Aun así, la ética necesita algo más que es atribuible a Kant, que más bien des-
relacional, consentimiento
principios abstractos, los cuales tien- confiaba de la bondad de la condición
informado, ética de la virtud
den a ser entendidos como absolutos y humana. Por eso, en la Fundamentación
prioritarios dentro de una jerarquía de de la metafísica de las costumbres, donde
abstract valores en que la decisión de la persona la autonomía adquiere una importancia
que llamamos “madura” (¿alguien lo es capital, otorga a este valor un doble sig-
The recognition of autonomy as a
siempre y del todo?) es soberana y tiene nificado. Por una parte, la autonomía es
bioethics principle “by default” brings
la última palabra. la condición indispensable de la acción
us to analyze different concepts of
moral. Quien no actúa autónomamente
autonomy from Kant’s ethics point of
La bioética sufre no puede ser sancionado por lo que ha-
view, to Mill’s ethics, going through
especialmente este ce o deja de hacer. Cuando la acción no
ethics virtue. Immediately after,
reduccionismo después es libre, el sujeto no es el responsable.
it is explained that the respect to
de haber consagrado En segundo lugar, la autonomía moral
autonomy has got its meaning with
la autonomía de la consiste, siempre según Kant, en actuar
the informed consent, and this is why
persona como el principio por deber, siguiendo los dictados de la
‘the light and shade’ of this practice
fundamental de ley moral, una ley inscrita en la razón
has been analyzed.
la ética clínica humana y, por tanto, no privativa de un
individuo en particular, sino identifica-
keywords ble con la racionalidad como tal. Así, ser
bioethics, individual autonomy, Ahora que ya no se cuestiona el valor autónomo, moralmente hablando, quie-
relational autonomy, informed de la autonomía de la persona, convie- re decir justamente actuar sin constric-
consent, ethics virtue ne que intentemos precisar y aclarar el ciones externas, al margen incluso de

Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 11-13 11


La autonomía, el principio «por defecto»
diálogo bioético

las constricciones legales, pero actuar finalmente, una ética de ideas regu- no sólo de no hacer daño al hijo, sino de
no de cualquier manera, sino con la in- ladoras; el deber —o lo que tiene que protegerlo y cuidarlo, es inseparable de
tención o la finalidad de cumplir la ley ser— queda siempre lejos de lo que es, la autonomía para decidir.
moral en cada caso. una ética instalada en la tensión per-
La ética kantiana, que es el mejor manente entre la realidad tal como es y A pesar de las deficiencias
modelo de una ética basada en la auto- como tendría que ser. Pero esta tensión que tiene, el consentimiento
nomía del sujeto, no habla de derechos es fundamental si queremos entender informado es, sin duda,
sino de obligaciones. Los derechos son la autonomía como hace falta. Dicho de una buena práctica y, como
individuales, pero las obligaciones son otra manera, la autonomía de la persona tal, conviene mantenerla.
relacionales. Y lo que es indiscutible, en no puede ser la única razón para actuar Pero, como se han cansado
todo caso, es que derechos y obligacio- moralmente. La actuación moral tiene de repetir sus partidarios
nes son inseparables. Si hemos acabado que ser autónoma y “razonable” al mis- más recalcitrantes, lo que
separando los derechos de los deberes, mo tiempo. Ser autónomo es actuar por es sobre todo importante
hasta el punto de quedarnos con ellos principios que lo puedan ser para todos. es la información y no
ignorando los deberes, es como conse- Me temo que no es esta la concepción el consentimiento.
cuencia del individualismo que, como de la autonomía que subyace en los de- Y la información es
auténticos liberales, profesamos. Pero bates más habituales de la bioética. De un proceso relacional
la ética kantiana no es individualista. la teoría kantiana, nos hemos quedado y no individualista
Porque Kant habla no de la autonomía con la autonomía como ausencia de
en abstracto, sino de “la autonomía de constricciones externas al sujeto, y nos
la razón”. Una razón que nos caracteri- hemos olvidado del deber de cumplir Recordemos que el principio de au-
za como seres racionales y nos unifica, la ley moral. Tenemos una concepción tonomía entra en la bioética con el
evitando el relativismo moral. Como se individualista de la autonomía, autono- objetivo de proteger al paciente de los
trata no de hacer lo que queremos, sino mía como independencia, más cercana posibles daños que le amenazan por su
lo que la razón considera que se tiene a las ideas de Mill que a las de Kant. A condición de debilidad y vulnerabilidad.
que hacer, para Kant la autonomía se veces, parece que el solo hecho de de- Por ello, el consentimiento informado y
manifiesta en la forma de deberes, en cidir por uno mismo otorga a la deci- el derecho a rechazar el tratamiento se
actuar “por principios”, pero siempre sión el carácter de acción bien hecha. han convertido en los dos ejemplos pa-
principios que son expresión de una ley Pero eso es más que discutible. Como radigmáticos del respeto real a la auto-
universal. Dicho de otra manera, gracias dice Onora O’Neill: “la acción indepen- nomía de la persona. Le preguntamos
a la autonomía, somos autolegisladores, diente puede ser importante o trivial, al enfermo si acepta el tratamiento que
que no quiere decir que hacemos lo que heroica o brutal, provechosa o egoísta, le proponemos después de haberle in-
queremos o lo que nos permite hacer el admirada o rechazada por los otros”. No formado adecuadamente. Y el enfermo
derecho positivo, sino que nos impone- siempre la independencia es ejemplar. tiene derecho a rechazar ser tratado, si
mos normas, nos ponemos límites. Así Al contrario, en muchas ocasiones, es así lo desea. Es su voluntad. Pero sabe-
pues, el énfasis está en la ley y no en el impulsiva, tozuda, arbitraria. Hacen falta mos también que ni el consentimiento
individuo. otras razones que la mera independen- informado se realiza como sería nece-
Le podemos reprochar a Kant —y, cia para valorar moralmente la autono- sario ni el rechazo del tratamiento es
de hecho, casi todo el mundo se lo re- mía porque, finalmente, la moralidad tan frecuente, excepto en los casos en
procha— que confía demasiado en la es necesaria porque somos sociales y que el individuo no decide tanto por él
realidad de una razón única, capaz de las razones por las cuales decidimos o mismo sino en nombre de unas creen-
unificar a los humanos bajo el mandato actuamos nacen de la realidad social. cias. Decidir en nombre de una religión
de una sola ley. Sabemos, por experien- Por eso, el ponerse en el lugar del otro, o de unas creencias es precisamente lo
cia, que no es cierto que la voluntad una actitud relacional, ha formado par- que Kant consideraba heteronomía y no
de actuar siguiendo la ley moral —o te siempre de la definición de la moral. autonomía.
racional— nos lleve a una aplicación Un ejemplo de lo que digo lo tenemos A pesar de las deficiencias que tiene,
unánime de la ley. Las sensibilidades, en lo que se llama —con fortuna o sin el consentimiento informado es, sin
las circunstancias, el contexto, cuentan fortuna— “autonomía reproductiva” de duda, una buena práctica y, como tal,
más de lo que Kant estaba dispuesto a la mujer. En la decisión reproductiva, no conviene mantenerla. Pero, como se
aceptar y, además, la razón no deja de puede expresarse sólo la autonomía in- han cansado de repetir sus partidarios
tener componentes sentimentales y dividual porque la reproducción nunca más recalcitrantes, lo que es sobre to-
circunstanciales. La ética kantiana es, es un proyecto individual. La obligación, do importante es la información y no el

12 Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 11-13


La autonomía, el principio «por defecto»
diàleg bioètic

consentimiento. Y la información es un solo. Los avances de la genética hacen todavía es más aberrante— a transgredir
proceso relacional y no individualista. Es prever un futuro en el que hará falta cualquier norma en nombre únicamente
la conversación entre el clínico y el pa- plantearse muchas preguntas cuya res- del derecho a la libertad de conciencia.
ciente, y no la lectura de un papel que puesta, si queremos hacerlo bien, exigirá ¿Es posible mantener un estado de dere-
sirve igual para un enfermo que para un debate sobre los valores que, como cho desde convicciones como estas?
otro, lo que hace de la información una sociedad, queremos priorizar. ¿Dónde Quizás tendríamos que considerar
buena base para consentir o dejar de se tienen que poner los límites a la au- seriamente que lo que hace valiosa la li-
hacerlo. La relación clínica se ha deshe- tonomía individual? En algunos casos, la bertad es verla como un medio y no co-
cho de muchos vicios paternalistas de respuesta parece bastante clara. El pa- mo un fin. Así la entendía Mill, como un
otros tiempos, es una relación mucho ciente que exige de la sanidad pública medio para la verdad o, incluso, para la
más simétrica. Pero no acaba de ser una tratamientos no accesibles no tiene que felicidad. Es la misma idea que expresa-
relación de confianza. Al contrario, la hi- ser atendido en una demanda como es- ron algunos de los padres de la constitu-
pótesis de la que parte Onora O’Neill a ta. Pero conocemos también los miedos ción de los Estados Unidos al proponer
lo largo del libro que vengo citando es de los políticos —que piensan más en la famosa Primera Enmienda. La liber-
que el énfasis en el valor de la autono- las elecciones que en el bien común— a tad de expresión merecía ser respetada
mía ha repercutido en una disminución limitar los tratamientos que tienen que porque era un medio para promover un
del sentimiento de confianza. Al adquirir ser financiados por el servicio público. debate abierto y sólido, no podía ser
más libertad, el paciente puede confiar Sobre todo cuando son tratamientos utilizada para socavar el debate. Pero el
en que su voluntad será respetada. Pe- que tienen detrás un grupo de presión hecho es que, muchas veces, apelamos
ro esta confianza es limitada, se redu- considerable. a la libertad de expresión para evitar el
ce a saber que su autonomía no corre debate y no para promoverlo. Si trasla-
peligro, y tiene el efecto no deseado de ¿Dónde se tienen que poner damos estas consideraciones a la bioé-
producir una “distancia”, una “extrañeza” los límites a la autonomía tica, nos encontramos con la tendencia
más grande entre el clínico y el enfer- individual? En algunos casos, reiterada a sacrificar la beneficencia, el
mo. A más libertad del paciente para la respuesta parece bastante bien del enfermo, en nombre de la auto-
decidir, menos connivencia entre él y el clara. El paciente que exige nomía. Es cierto que esta tendencia tie-
médico. A más autonomía, pues, menos de la sanidad pública ne otra explicación, y es la absorción de
confianza. tratamientos no accesibles la moral por el derecho. Desde el punto
De hecho, la cantidad de estudios y no tiene que ser atendido en de vista jurídico, se necesitan conceptos
análisis realizados sobre la práctica del una demanda como esta claros que no generen inseguridad a la
consentimiento informado pone de re- hora de aplicarlos. Así, si hemos reco-
lieve que la dificultad se encuentra en nocido como derecho fundamental la
todos aquellos enfermos que no están Me he referido, al empezar, a la ne- autonomía de la persona, esta siempre
en condiciones de consentir porque ya cesidad de complementar una ética de será prioritaria sobre otros bienes que
no son autónomos, porque han per- derechos o de grandes principios, entre nunca serán tipificados como derechos
dido la consciencia o porque no son los cuales, el primero es el de la liber- básicos. En resumen, el principio nacido
competentes para decidir. Pero, incluso tad, con una ética de las virtudes. Es la para definir la característica más esencial
si pensamos en aquellas personas que crítica que hacen los republicanos a la de la dignidad humana, mal aplicado y
sí pueden consentir por ellas mismas, filosofía liberal: que no ha sido capaz mal entendido, nos lleva una simplifica-
el contexto en el que se encuentran de de construir un demos que vele por el ción del razonamiento moral. No es ex-
indefensión y de debilidad hace que interés común. En lugar de un conjunto traño que Daniel Callahan escriba cosas
necesiten más proximidad y consejo de valores compartidos, tenemos como como esta: “Nada me ha irritado tanto
que nunca. La persona enferma es más baluarte un ideal de libertad que tende- como la importancia que la bioética ha
dependiente que la que está bien, no mos a identificar con la expresión indi- dado al principio de autonomía”. 2
importa que tenga la mente clara. La vidual de cada uno. Pero una sociedad
situación de enfermedad podríamos compleja necesita, además de respetar REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
decir que es la menos indicada para y garantizar las libertades individuales, 1. O’Neill O. Autonomy and Trust in
destacar, en primer plano, la autonomía unos estándares morales que compro- Bioethics. Cambridge: Cambridge
de la persona. metan a todos. Cuando estos no existen, University Press; 2002.
Por otra parte, cada vez más, nos en- nos encontramos con realidades como 2. Callahan D. Can the Moral Commons
contramos ante decisiones que el indi- la objeción de conciencia entendida con Survive Autonomy?, Hastings Center
viduo no está en condiciones de asumir el derecho individual —o colectivo, que Report . 1996; (6): 41-42.

Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 11-13 13


diálogo bioético

La autonomía: una visión desde el


cuidar de las personas

Hoy en día nadie duda de que el contex- Para relacionar la autonomía con el
to actual de la buena práctica en el ám- cuidar, partimos de unos supuestos bá-
bito de la salud viene definido, en gran sicos: el primero es que la autonomía es
Montserrat Busquets parte, por el reconocimiento de la auto- la capacidad de las personas para con-
Profesora titular de la Escuela de
nomía de las personas. De la mano de ducir su vida siguiendo sus creencias y
Enfermería de la Universidad de Barcelona. la bioética, desde el Informe Belmont, valores, el segundo es que las personas
Vocal de la comisión deontológica del el convenio de Oviedo o la legislación van aprendiendo a actuar autónoma-
Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona. actual, el buen profesional busca el me- mente durante toda la vida, aunque a
mbusquetssu@ub.edu
jor interés para la persona a través de la veces pueden aparecer situaciones –la
obtención de su consentimiento.1 Aho- enfermedad, el envejecimiento, la pér-
resumen ra bien, la autonomía en el ámbito de dida de personas queridas, el propio
Este artículo tiene como objetivo la salud es mucho más que obtener el proceso de final de la vida…– que difi-
relacionar el cuidar, propio de las consentimiento o respetar la voluntad culten esta capacidad. La autonomía no
enfermeras, con el respeto a la de la persona: es considerar que las si- es algo que conseguimos y ya tenemos
autonomía de la persona. Para mostrar tuaciones de vida son a menudo de alta para siempre jamás, es una potenciali-
esta relación, se hace un recorrido fragilidad y vulnerabilidad, y por ello la dad de la persona que, sea cual sea su
por las teorías de diferentes autores persona que atendemos muchas veces estado, puede desarrollar en la medida
y autoras: C. Gilligan, M. Mayeroff, F. no puede actuar autónomamente. Ne- de sus posibilidades y del tipo y grado
Kerouac, F. Collière, V. Henderson o cesita saber cómo hacerlo para enten- de ayuda que tenga. Trabajar respetan-
M. Leininger, porque su pensamiento der lo que le pasa o le puede pasar, para do la autonomía es una cuestión ética:
pone de manifiesto que el cuidar es poder reorganizar su vida. Esto quiere es cuidar de las personas defendiendo
un agente importante para generar decir que debemos profundizar en el la libertad y el respeto por las múltiples
autonomía. significado concreto de la autonomía formas de vida.
y relacionarlo con el de cuidar. De for-
palabras clave ma que el cuidar sea un instrumento La primera referencia
autonomía, cuidar, ética, ético que ayude a defender, mantener, al cuidar como una
profesión enfermera restablecer, la máxima autonomía de la cuestión ética la
persona en las situaciones donde ella encontramos en
abstract misma no puede hacerlo por sí sola. Carol Gilligan
Así, desde una visión enfermera, es in-
This article has got the objective to teresante preguntarse: ¿cómo cuidar de
relate medical care, which is due to las personas? ¿Qué nos hace decir que La primera referencia al cuidar como
nurses, with whole respect to the unas maneras de cuidar son mejores una cuestión ética la encontramos en
person’s autonomy. To show this que otras? ¿Cuál es el cuidar que que- Carol Gilligan.2 Ella participó en el estu-
relationship, it has been done a run- rríamos para todo el mundo? dio de L. Kohlberg en el que estudiaba
through of some different authors’ las fases del desarrollo moral. Kohlberg
theories: C. Gilligan, M. Mayeroff, F. Desde una visión planteó que los chicos desarrollaban an-
Kerouac, F. Collière, V. Henderson enfermera, es interesante tes la capacidad de razonamiento moral
o M. Leininger, as their knowledge preguntarse: ¿cómo que las chicas, y que por lo tanto éstas
shows that taking care of somebody cuidar de las personas? eran moralmente inferiores. Gilligan, co-
is an important agent to generate ¿Qué nos hace decir mo mujer, no estaba de acuerdo con la
autonomy. que unas maneras de tesis defendida por su maestro, y refutó
cuidar son mejores sus planteamientos argumentando que
keywords que otras? hay dos maneras diferentes de resolver
autonomy, nursing care, los conflictos. La primera es la denomi-
ethics, nursing nada ética de la justicia o imparcialidad,

14 Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 14-17


La autonomía: una visión desde el cuidar de las personas

según la cual para saber si una acción conflictos son necesarias y conviven La experiencia enfermera que hemos
es buena o mala es necesario buscar con las respuestas éticas. Sin embargo, ido acumulando nos permite saber que
el cumplimiento de la norma. Aquello ella se centró en la segunda y trabajó el cuidar no es un elemento neutro que
correcto es actuar según normas prees- concepto del cuidar entendido como se puede llevar a cabo de cualquier
tablecidas. La justicia y la imparcialidad el hecho de “promover el crecimiento manera, por ejemplo desde posiciones
suponen que, siempre, en situaciones facilitando el bienestar, la dignidad, paternalistas o materialistas que quie-
iguales, actuaremos del mismo modo y el respeto y preservación de todas las ren dirigir la vida de las personas que
que es, precisamente, la igualdad en las potencialidades humanas”. Por lo tanto, necesitan cuidados, como si la persona
soluciones lo que hace que la actuación cuidar es potenciar las capacidades de fuera incapaz. Más bien al contrario, pa-
sea justa. Por eso, ante la pregunta de la persona, teniendo en cuenta que ca- ra las enfermeras cuidar es, siempre, tra-
si es lícito robar un medicamento nece- da persona es única y vive en contextos bajar desde el respeto por la persona y
sario para la vida cuando no se puede diferentes. su manera de entender la vida. Por esto,
pagar, la respuesta desde este modelo Otro autor que trabaja el concepto Mayeroff y Gilligan nos son próximos. F.
es que sí, puesto que no sería justo no ético del cuidar es M. Mayeroff.3 Este Kerouac4 hace un repaso de modelos y
tenerlo. autor hace una aportación sobre las ac- teorías enfermeros y señala que el de-
titudes del cuidar en situaciones de de- nominador común es cuidar respetando
En la ética del cuidar pendencia: padres con hijos, maestros la voluntad de la persona. Ya Florence
o de la responsabilidad con alumnos, enfermeras con enfermos, Nigthingale decía que las estudiantes
aquello bueno y correcto personas con necesidades concretas... de enfermería “deben aprender a ayu-
se define a partir de y también reflexiona sobre situaciones dar al paciente a vivir”, y señalaba como
la situación concreta, de cuidar hacia uno mismo, como por un elemento esencial del cuidar la ve-
de acuerdo con los actores ejemplo un escritor o un pintor con su racidad y la paciencia.5 Paciencia que
y el entorno: el buen hacer obra. Para Mayeroff, cuidar es ayudar al nos permite saber esperar y respetar
se relaciona con la desarrollo desde el respeto profundo el ritmo de la persona sin imponerle
satisfacción de las por el otro. Se trata de ayudar al otro a el nuestro, y veracidad para ayudar a
necesidades y el bienestar ser él mismo, a desarrollarse, ayudarlo a la persona a afrontar la situación. Sin
de las personas crecer, teniendo en cuenta que el otro embargo, F. Collière nos aportó la idea
involucradas es un ser independiente. Es todo lo con- de que cuidar es lo que hace posible
trario de tratar de dirigir su camino. Su que la vida continúe, es un elemento
modelo es contrario a querer dirigir el imprescindible para la vida. Por ella,
La segunda manera de resolver los camino de otro ser. Quien cuida debe debemos diferenciar entre los cuidados
conflictos la denominó ética del cuidar plantearse seriamente la calidad de su habituales o cotidianos, que todos ha-
o de la responsabilidad. Aquí, aquello relación, viendo cuáles son las actitudes cemos para nosotros mismos cada día
bueno y correcto se define a partir de la que debe desarrollar para cuidar de esta y los cuidados extraordinarios, como
situación concreta, de acuerdo con los manera. Una idea muy sugerente de Ma- aquellos necesarios en condiciones es-
actores y el entorno: el buen hacer se yeroff es que, en este tipo de relaciones, peciales y para los cuales necesitamos
relaciona con la satisfacción de las nece- el aprendizaje es mutuo. El hijo, la niña, ayuda.6 En determinadas situaciones,
sidades y el bienestar de las personas in- el enfermo, el cuadro o el libro enseñan los cuidados cotidianos pueden volver-
volucradas. Lo que es bueno y correcto a ser padre, madre, maestro, enfermera, se extraordinarios, porque la persona
viene dado por el contexto particular de pintor o escritor. vive una situación especial. Y además,
cada situación, las redes de relaciones los cuidados extraordinarios deben
interpersonales, la necesidad de acom- Las enfermeras hemos contemplar en la medida de lo posible
pañamiento. Por ello, ante la pregunta ido “descubriendo” la cotidianidad. Por ejemplo, cuando
de si es lícito robar un medicamento, cómo el cuidar es una persona necesita ayuda para comer,
la respuesta desde la ética del cuidar un agente muy ya sea porque no puede comer sola o
es que depende de las posibilidades potente para generar porque debe cambiar de hábitos por un
de entendimiento con el farmacéutico, autonomía problema de salud, o bien porque nece-
de si se puede o no llegar a un acuerdo, sita nutrición enteral… cuidar de su ali-
de si se puede ofrecer un intercambio. mentación será, en lo posible, mirar de
Se trata de dos maneras morales de Las enfermeras hemos ido “descu- alimentarla teniendo en cuenta cómo
resolver una misma situación. Para Gi- briendo” cómo el cuidar es un agente ella lo hace, lo que le gusta, y respetan-
lligan, ambas formas éticas de resolver muy potente para generar autonomía. do su ritmo… todo esto, además de una

Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 14-17 15


La autonomía: una visión desde el cuidar de las personas

buena dieta, será un buen cuidado. O si ría con la antropología, las enfermeras, también necesita ayuda para elaborar
una persona precisa la caracterización hoy en día, están en una posición privi- su propio luto.
de una via endovenosa, cuidar consisti- legiada en la sociedad porque cuidan-
rá en respetar si es diestra o zurda, con do de las personas pueden relacionar • Cuidar ayuda a que las personas, fami-
el fin de garantizar al máximo posible el concepto de salud con el de cultura. lias y grupos consigan la mejor manera
sus movimientos. De manera implícita, Es necesario estudiar el componente de vivir en salud o de morir dignamen-
en todos estos autores, descubrimos cultural de los hábitos y costumbres te, participando con su saber, cultura y
que es necesario respetar la autonomía relacionados con las necesidades de medios. Cuidar también ayuda a que la
de la persona que precisa ayuda. salud e incluirlo en el cuidar, de mane- persona, familia o grupo, estén en las
ra que éste sea congruente desde un mejores condiciones movilizando sus
De manera implícita, punto de vista cultural. Cuidar significa recursos y/o aprendiendo de nuevo
en todos estos autores, pasar de la imposición de la cultura sa- para adaptarse, comprender y llevar a
descubrimos que es nitaria predominante a la comprensión cabo las conductas más saludables.
necesario respetar y competencia cultural de las diversas
la autonomía de maneras de satisfacer las necesidades. • Es necesario establecer una diferencia
la persona que Para M. Leininger, cuidar es “llevar a entre curar y cuidar. Los dos aspectos
precisa ayuda cabo acciones y actividades dirigidas a son necesarios y complementarios, aun-
la asistencia, apoyo o capacitación de que a veces no es posible curar. Curar es
personas o grupos que muestren nece- tratar la enfermedad, cuidar es ayudar a
Es en V. Henderson donde el respe- sidades evidentes o potenciales, con la la persona a vivirla.
to por la autonomía está incluido en finalidad de atenuar o mejorar su situa-
la propia definición del cuidar, que ción para ayudar a afrontar la muerte”.9 • Las enfermeras con la profesionaliza-
define como: “hacer lo que la persona Dar paso a la cultura a la hora de cui- ción del cuidar ayudan a las personas
haría si tuviera fuerza, voluntad o cono- dar es una profundización y concreción a satisfacer sus necesidades de salud,
cimientos. Es ayudarla a mantener sus de las ideas de autores anteriores en el cuando ellas no lo pueden hacer por sí
necesidades cubiertas y/o ayudarla a contexto actual, que es multicultural y mismas. La calidad ética del cuidar re-
morir con dignidad”.7 Por lo tanto, no plural. Hoy no se puede plantear ni la cae en ayudar a la persona a encontrar
se trata de suplir a la persona de cual- salud, ni los requerimientos para disfru- la mejor manera de cuidar de sí misma
quier manera, sino de hacerlo como ella tar de una buena o aceptable salud, a y de los otros que dependen de ella. Y
querría. Claramente, cuidar es respetar una sola forma o manera de entender. cuando la persona no puede cuidar de
y fomentar la autonomía. En H. Peplau, Es necesario respetar y trabajar al lado sí misma, la calidad ética de las enfer-
enfermera que profundizó en la impor- de las personas, sabiendo que aquello meras recae en llevar a cabo los cuida-
tancia de las relaciones interpersonales, bueno o correcto es aquello que vamos dos tal y como la persona lo haría, de
encontramos también la idea de ayudar construyendo juntos. forma que, aunque pueda haber otra
al desarrollo de la persona. Ella defen- De los contenidos de los diferentes dependencia, la persona goce de una
dió que las relaciones interpersonales se autores que hemos visto, podemos ex- máxima autonomía.
convierten en relaciones de ayuda si el traer algunas categorías esenciales del
objetivo es cuidar. Para ella, “cuidar es cuidar:10 Cuidar siempre es
una relación interpersonal que ayude a cuidar humanamente.
la persona a movilizar sus recursos de • La persona es la principal protagonista Es decir, en el cuidar, la
afrontamiento”. 8 Así pues, se trata de un del cuidar: la valoración, planificación, tecnología y la ciencia
planteamiento que entiende a la perso- actuación y evaluación se hacen cen- se ponen al servicio de
na como un ser con capacidades innatas tradas en ella, en sus necesidades, en la persona haciéndolas
que, mediante la ayuda de la enferme- su vivencia y en cómo ayudarla a vivirla compatibles con
ra, descubre y pone en marcha. Supone mejor. Cuidar entiende que la perso- el trato digno
que la persona tiene en ella misma la na afronta momentos difíciles de vida,
posibilidad de salir de las situaciones de como la enfermedad o la muerte. La
conflicto, por lo tanto, la ayuda le viene familia o los amigos necesitan ayuda Cuidar siempre es cuidar humana-
dada por quien le fomenta el desarrollo para comprender la situación y ser ca- mente. Es decir, en el cuidar, la tecno-
de estas capacidades. paces de respetar el ritmo y la manera logía y la ciencia se ponen al servicio
Finalmente, citaremos a M. Leininger. de enfrentarse a la situación de la pro- de la persona haciéndolas compatibles
Para esta autora, que vincula la enferme- pia persona. Al mismo tiempo, la familia con el trato digno. Cuidar se opone a la

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La autonomía: una visión desde el cuidar de las personas

cosificación y a la consideración de la ¿Qué nos conduce a decir que unas REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
situación de la persona enferma como maneras de cuidar son mejores que
un problema a resolver. otras? Los resultados medidos en térmi- 1. U. S. Department of Health &
nos de bienestar y de capacitación para Human Services. El informe Belmont.
Vemos que, desde el tomar decisiones y llevarlas a cabo, ya Principios y guías éticos para la
punto de vista enfermero, sea con ayuda o por sí solos. protección de los sujetos humanos
cuidar es hacer acciones ¿Cuál es el cuidar que querríamos pa- de investigación. Comisión Nacional
para la persona, ra todo el mundo? Aquel que ayuda a para la protección de los sujetos
con la persona y vivir a la persona tal y como ella quie- humanos de investigación biomédica
desde la persona re, que incluye la cultura, el contexto, y del comportamiento. Belmont:
familia y/o grupo, aquel que tiene co- US Department of Health & Human
mo objetivo prioritario incrementar y Services; 1979.
Vemos que, desde el punto de vista favorecer la máxima autonomía tanto Ley 41/2002 de 14 de noviembre,
enfermero, cuidar es hacer acciones en la toma de decisiones como en la básica reguladora de la autonomía del
para la persona, con la persona y desde capacidad para llevarlas a cabo. Por paciente y de derechos y obligaciones
la persona. Es un acto de respeto por la tanto, el cuidar que queremos para to- en materia de información y
vida de quien lo necesita, es ayudar a la do el mundo es aquel que hace que la documentación clínica. Boletín Oficial
persona a vivir la situación de la mejor dependencia inevitable, muchas veces del Estado, núm. 274, (15-04-2002).
manera, acompañándola en su expe- por la enfermedad y/o hospitalización, 2. Gilligan C. La moral y la teoría;
riencia; es considerar a la persona en sus no signifiquen pérdida de autonomía. psicología del desarrollo femenino.
relaciones con el entorno, sus posibili- Al contrario, cuando una persona vive México: Fondo de Cultura Económica;
dades, creencias, valores, costumbres, una situación de dependencia por un 1985.
deseos y forma de vida. La autonomía problema de salud, el cuidar puede ser 3. Mayeroff M. On caring. New York:
está presente como un elemento con- la ayuda necesaria para poder continuar Harper & Row Publishers; 1990.
figurativo del hacer enfermero. No obs- disfrutando de la autonomía tal y como 4. Kerouac F. El pensamiento
tante, el pensamiento enfermero es un la ha tenido en su vida, pero también enfermero. Barcelona: Masson; 1996.
elemento esencial, imprescindible, pa- puede ser una ocasión para incremen- 5. Nitghtingale F. Notas sobre
ra el desarrollo de los criterios éticos y tarla y crecer, conocer nuevas formas, enfermería: qué es y qué no es.
bioéticos en el ámbito de la salud hoy nuevas relaciones, nuevas maneras de Barcelona: Masson; 1991.
en día. hacer y de vivir. 6. Collière F. Promover la vida. Madrid:
La Dra. Anne Davis, en una confe- McGraw-Hill; 1993.
rencia organizada por el Colegio Ofi- Sin cuidados, la vida 7. Henderson V. Principios básicos de
cial de Enfermería de Barcelona, habló no es posible y que la los cuidados de enfermería. Ginebra:
sobre la dimensión ética del cuidado sociedad actual CIE; 1991.
enfermero.11Defendió que cuidar par- necesita de planteamientos 8. Peplau H. Teoría interpersonal en la
te de un posicionamiento opuesto al del cuidar que permitan práctica enfermera. Madrid: Masson-
“tradicional”, centrado en la tecnología, y fomenten la vida de las Salvat; 1996.
la curación y la focalización en la enfer- personas desde el respeto 9. Leininger M. Transcultural concepts:
medad. No obstante, constató la nece- concepts, theories, research &
sidad de seguir con la investigación de practices. New York: McGraw-Hill; 1995.
las actitudes que lo hacen posible y en Las respuestas no están cerradas, 10. Busquets M. Enfermería y ética. En
cómo se puede aprender a cuidar du- tampoco lo están las formas concretas Roca M, Caja C, Úbeda I. Elementos
rante toda la vida profesional. Si bien de llevar a cabo el cuidar. Ahora bien, conceptuales para la práctica de la
todavía no se sabe definir muy bien el lo que sí sabemos firmemente es que, enfermería comunitaria. Barcelona:
fenómeno del cuidar, sí que tenemos sin cuidados, la vida no es posible y que Monsa-Prayma; 2005. p. 181-197.
evidencias que nos permiten relacionar la sociedad actual necesita de plantea- 11. Davis A. El cuidar y la ética del
directamente el cuidar y la autonomía mientos del cuidar que permitan y fo- cuidar en el siglo XXI; qué sabemos y
y que nos guían en la búsqueda de res- menten la vida de las personas desde el qué debemos cuestionar. Barcelona:
puestas a las preguntas iniciales: respeto y fomento de las capacidades Col·legi Oficial d’Infermeria de
¿Cómo cuidar de las personas? Desde de cada uno y desde la comprensión de Barcelona; 2006.
el respeto por ellas y por su situación de las múltiples formas de vivir en salud y
vida. morir dignamente.

Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 14-17 17


diálogo bioético
biblioteca

La muerte de Iván Ilich: entre


el paternalismo angustiante y el
acompañamiento compasivo
Ester Busquets Alibés La literatura, como el cine o el teatro, nos ayudar a los profesionales de la salud a:
Directora de Bioètica & Debat. permite adentrarnos en las experiencias a) reflexionar sobre las consecuencias
Colaboradora del Institut más profundas que vivimos las perso- de la práctica del paternalismo y la im-
Borja de Bioètica (URL). nas. El amor, la felicidad, el sufrimiento, portancia del respeto a la autonomía
Profesora de Bioética. Universidad de Vic.
la muerte… son vivencias que han ins- de los enfermos, y b) reflexionar sobre
ebusquets@ibb.hsjdbcn.org
pirado muchas obras de la literatura uni- la experiencia de la enfermedad y com-
versal. En este artículo nos proponemos, prender cómo cuidar a un enfermo de
resumen a partir de la novela La muerte de Iván manera excelente.
Ilich, del literato ruso Leó Tolstói, analizar Veremos cómo el protagonista, Iván
cuáles son las consecuencias del pater- Ilich, se irrita y se atormenta ante la
A partir de la lectura de la novela La
nalismo en el proceso de enfermedad y mentira perpetuada hasta el fin por los
muerte de Iván Ilich, de León Tolstói,
muerte, y comprender cómo quiere ser médicos y su familia, y cómo se tran-
analizaremos, en primer lugar, cuáles
cuidada y acompañada la persona que quiliza ante Gerasim, su criado, que es
son las consecuencias del paternalismo
vive esta situación. A pesar de partir de la única persona que le cuida, le com-
en el proceso de enfermedad y muerte
la experiencia del protagonista de una prende y no le miente. Para contribuir
del protagonista de la novela, y la
novela, los personajes de Tolstói, como a poder hacer esta reflexión, el artículo
importancia de respetar la autonomía
señala Ch. Corbet, parecerían reales: se estructurará en tres partes: en la pri-
y, en un segundo lugar, intentaremos
“Sus personajes no nos producen la im- mera, se situará brevemente La muerte
comprender cómo quiere ser cuidada
presión de ser construcciones ficticias de Iván Ilich en el marco general de la
y acompañada la persona que vive una
de un espíritu bien dotado, sino de ha- obra de Leó Tolstói. En la segunda parte
situación de enfermedad o final de vida.
ber sido engendrados del mismo modo se presentará, más que un resumen del
que los seres reales”.1 argumento de La muerte de Iván Ilich,
palabras clave El propósito de este artículo sobre una selección de textos de la novela
La muerte de Iván Ilich, Tolstói, La muerte de Iván Ilich no coincide con que nos permita ver cómo Tolstói narra
paternalismo, autonomía, ética exactitud con el propósito del autor. el proceso de enfermedad y muerte de
del cuidar Tolstói, en su novela, quiere mostrar có- Iván Ilich. La tercera parte consistirá en
mo el dolor físico y psicológico inducen un análisis sobre la gestión paternalista
abstract a una metamorfosis, a una transforma- de la información llevada a cabo por los
ción de la propia existencia. La intuición médicos con la complicidad de la fami-
Having read the novel ‘The death of
de la proximidad de la muerte “empuja lia, y el acompañamiento exquisito de
Ivan Ilich’ by Lev Tolstoi, firstly we are
a Iván Ilich a un inmisericorde examen Gerasim, el criado, hacia Iván Ilich.
going to analyze the consequences
de conciencia, a revisar en un gradual
of paternalism are during the illness
regreso mental a su infancia las diver- 1. La muerte de Iván Ilich
and death of the main character’s
sas etapas de su vida. Tal revisión le per- en la obra de Tolstói
death, and the importance to
suade de que, de hecho, su vida ha sido
respect the autonomy, and secondly
«mal vivida».2 Así, el tema central de la La celebración del centenario de la
we will try to understand how a
obra se encuentra en esta pregunta de muerte de Leó Tolstói (Yásnaia Poliana,
person, who is living an illness or the
Iván Ilich: “¿Y si mi vida entera hubiera 1828 – Astapovo, 1910) ha desenca-
end of his life, wants to be attended
sido una equivocación?”. Según el pres- denado —como dice el crítico literario
and accompanied.
tigioso escritor ruso Vladimir Nabokov, Carles Barba— “un auténtico alud de
“en realidad, ésta no es la historia de la ediciones de sus obras y de su perso-
keywords Muerte de Iván, sino la historia de la Vi- na”.4 Tolstói es considerado, junto con
The death of Ivan Ilich, Tolstoi, da de Iván”.3 Sin embargo, la narración Dostoievsky, el escritor más importante
paternalism, autonomy, medical —tal vez secundaria— de la muerte de de la segunda mitad del siglo XIX y uno
care ethics Iván Ilich, es un buen instrumento para de los novelistas más excepcionales de

18 Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 18-22


La muerte de Iván Ilich: entre el paternalismo angustiante y el acompañamiento compasivo

todos los tiempos. Como dice Francesc de relación entrañable con su mujer, a «no cesó de repasar mentalmente lo que ha-
Torralba, “en el panteón de los clásicos crear un mundo al margen de una fami- bía dicho el médico, tratando de traducir esas
de la literatura universal, es preciso si- lia que no soportaba. Su vida, centrada palabras complicadas, oscuras y científicas a
tuar la obra novelística del escritor ruso en el trabajo y repleta de apariencias, un lenguaje sencillo y encontrar en ellas la res-
L. Tolstói que, junto con F. Dostoievsky, cambió repentinamente cuando: puesta a la pregunta: ¿Es grave lo que tengo?
representa uno de los momentos este- «una vez, al trepar por una escalerilla de mano ¿Es muy grave o no lo es todavía? Y le parecía
lares de las letras rusas. Más allá de los para mostrar al tapicero —que no lo compren- que el sentido de lo dicho por el médico era
géneros literarios y de los movimientos día— cómo quería disponer los pliegues de que la dolencia era muy grave. […] El malestar
estéticos, la obra de Tolstói ha adquirido las cortinas, perdió pie y resbaló, pero siendo que sentía, ese malestar sordo que no cesaba
con el tiempo el atributo de clásica, pre- hombre fuerte y ágil, se afianzó y sólo se dio un momento, le parecía haber cobrado un
cisamente porque en ella se trazan de un con un costado contra el tirador de la ventana. nuevo y más grave significado a consecuencia
modo inmortal los grandes resortes y las La magulladura le dolió, pero el dolor se le pasó de las oscuras palabras del médico. Iván Ilich
pequeñas miserias del alma humana”.5 pronto».8 lo observaba ahora con una nueva y opresiva
En la extensa producción literaria de Esa misma noche, cuando su esposa le atención».12
Tolstói, cabe destacar tres grandes no- preguntó cómo se había caído, Iván Ilich A pesar de las promesas médicas de la
velas largas: Guerra y paz, Ana Karenina le dijo: recuperación:
y Resurrección. Entre sus mejores nove- «—No en vano tengo algo de atleta. Otro se «Era imposible engañarse: algo terrible le esta-
las cortas sobresalen: La muerte de Iván hubiera matado, pero yo sólo me di un golpe ba ocurriendo, algo nuevo y más importante
Ilich, Los cosacos, Hadji Murad y El padre aquí… mirad. Me duele cuando lo toco, pero ya que lo más importante que hasta entonces ha-
Sergio. El belga Daniel Gillès, autor de va pasando… no es más que una contusión». 9
bía conocido en su vida. Y él era el único que lo
una biografía clásica de Tolstói, afirma Sin embargo, aquellas molestias no ce- sabía; los que le rodeaban no lo comprendían o
que, de todas las obras del literato ruso, saron, sino todo lo contrario, aumenta- no querían comprenderlo y creían que todo en
La muerte de Iván Ilich, publicada en el ron hasta que Iván estaba tan irritable este mundo iba como de costumbre. Eso era lo
año 1886, es “una novelita magistral, la que su mujer le exigió que fuera a ver que más atormentaba a Iván Ilich».13
mejor sin duda que haya salido de su un médico. Él lo hizo, y en la visita mé- Finalmente, Iván Ilich, ante el deterioro
pluma”.6 Aunque muchos de los críti- dica se dio cuenta de que: de su enfermedad, toma conciencia de
cos de la obra de Tolstói no sostendrían «para Iván Ilich, había sólo una pregunta impor- la muerte. Y se dice él mismo:
exactamente esta afirmación, según V. tante, a saber: ¿era grave su estado o no lo era? «No se trata del apéndice o del riñón, sino de la
Nabokov, La muerte de Iván Ilich es “la Pero el médico esquivó esa indiscreta pregunta. vida y… la muerte. Sí, la vida estaba ahí y ahora
obra más artística, la más perfecta y la Desde su punto de vista, era una pregunta ocio- se va, se va, y no puedo retenerla. Sí. ¿De qué
más refinada de Tolstoi”.7 Más aún, Ma- sa que no admitía discusión».10 sirve engañarme? ¿Acaso no ven todos, menos
hatma Gandhi consideraba esta obra A pesar de la argumentación disuasoria yo, que me estoy muriendo, y que sólo es cues-
como la mejor novela de toda la litera- del médico: tión de semanas, de días… quizá ahora mismo?
tura rusa. «Del resumen del médico, Iván Ilich sacó la […] La muerte. Sí, la muerte. Y esos no lo saben
Al margen de si ésta es la mejor no- conclusión de que las cosas iban mal, pero que ni quieren saberlo, y no me tienen lástima».14
vela del autor o no, Tolstói es, sin duda, al médico, y quizás a los demás, aquello les Iván Ilich veía que se moría y tanto el do-
uno de los más “grandes” escritores de traía sin cuidado, aunque para él era un asun- lor como la angustia eran permanentes,
todos los tiempos, y en todas sus obras, to funesto. Y tal conclusión afectó a Iván Ilich pero encontró consuelo en Gerasim:
también en La muerte de Iván Ilich, que- lamentablemente, suscitando en él un profun- «Gerasim era un joven campesino, limpio y
da perfectamente reflejada su geniali- do sentimiento de lástima hacia sí mismo y de lozano, siempre alegre y espabilado, que ha-
dad literaria. profundo rencor por la indiferencia del médico bía engordado con las comidas de la ciudad.
ante una cuestión importante. Pero no dijo na- Al principio, la presencia de este individuo,
2. El proceso de la da. Se levantó, puso los honorarios del médico siempre vestido pulcramente a la rusa, que
enfermedad y muerte en la mesa y comentó suspirando: hacía esa faena repugnante, perturbaba a Iván
de Iván Ilich —Probablemente, nosotros los enfermos ha- Ilich. En una ocasión en que éste, al levantarse
cemos a menudo preguntas indiscretas. Pero del orinal, sintió que no tenía fuerza bastante
Iván Ilich era un funcionario gris que as- dígame: ¿esta enfermedad es, en general, pe- para subirse el pantalón, se desplomó sobre
piraba al ascenso laboral para garantizar ligrosa o no?... […] un sillón blando y miró con horror sus muslos
su bienestar y continuar formando par- —Ya le he dicho lo que considero necesario y desnudos y enjutos, perfilados por músculos
te del mundo burgués. Casado por con- conveniente. Veremos qué resulta de un análisis impotentes.
veniencia con Praskovya Fyodorovna, posterior —y el médico se inclinó».11 Entró Gerasim con paso firme y ligero, espar-
se vio forzado, después de un tiempo Después de la primera visita médica: ciendo el grato olor a brea de sus botas recias y

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La muerte de Iván Ilich: entre el paternalismo angustiante y el acompañamiento compasivo

el fresco aire invernal. […] y sin mirar a Iván Ilich Ilich le pareció que se sentía peor. tenido arranque bastante para hacerlo. […] Veía
—por lo visto para no agraviarle con el gozo de —Gerasim —dijo—, ¿estás ocupado ahora? que nadie se compadecía de él, porque nadie
vivir que brillaba en su rostro– se acercó al orinal. —No, señor, en absoluto —respondió Gerasim, quería hacerse cargo de su situación. Única-
—Gerasim —dijo Iván Ilich con voz débil. que de los criados de la ciudad había aprendido mente Gerasim se hacía cargo de ella y le tenía
Gerasim se estremeció, temeroso al parecer de cómo hablar con los señores. lástima; y por eso, Iván Ilich se sentía a gusto
haber cometido algún desliz, y con gesto rápi- —¿Qué tienes que hacer todavía? sólo con él. Se sentía a gusto cuando Gerasim
do volvió hacia el enfermo su cara fresca, bon- —¿Qué tengo que hacer? Ya lo he hecho todo pasaba a veces la noche entera sosteniéndole
dadosa, sencilla y joven, en la que empezaba a salvo cortar leña para mañana. las piernas, sin querer ir a acostarse, diciendo:
despuntar la barba. —Entonces, levántame las piernas un poco «No se preocupe, Iván Ilich, que dormiré más
—¿Qué desea el señor? más, ¿puedes? tarde». O cuando, tuteándole, agregaba: «Si no
—Esto debe de ser muy desagradable. Perdó- —¡Cómo no he de poder! —Gerasim levantó aún estuviera enfermo, sería distinto, ¿pero qué más
name. No puedo valerme. más las piernas de su amo, y a este le pareció da un poco de ajetreo?». Gerasim era el único
—Por dios, señor –y los ojos de Gerasim brilla- que en esa posición no sentía dolor alguno. que no mentía, y en todo lo que hacía mostra-
ron al par que mostraba sus brillantes dientes —¿Y qué de la leña? ba que comprendía cómo iban las cosas y que
blancos—. No es apenas molestia. Es porque —No se preocupe, señor. Hay tiempo para ello. no era necesario ocultarlas, sino sencillamente
está usted enfermo. Iván Ilich dijo a Gerasim que se sentara y le tu- tener lástima a su débil y demacrado señor. Una
Y con manos fuertes y hábiles hizo su acostum- viera los pies levantados y empezó hablar con vez, cuando Iván Ilich le decía que se fuera, in-
brado menester y salió de la habitación con pa- él. Y, cosa rara, le parecía sentirse mejor mien- cluso llegó a decirle:
so liviano. Al cabo de cinco minutos volvió con tras Gerasim le tenía levantadas las piernas. —Todos tenemos que morir. ¿Por qué no habría
igual paso. A partir de entonces, Iván Ilich llamaba de vez de hacer algo por usted? —expresando así que
Iván Ilich seguía sentado en el sillón. en cuando a Gerasim, le ponía las piernas so- no consideraba oneroso su esfuerzo porque lo
—Gerasim —dijo cuando éste colocó en su sitio bre los hombros y gustaba de hablar con él. hacía por un moribundo y esperaba que al-
el utensilio ya limpio y bien lavado—, por favor, Gerasim hacia todo ello con tiento y sencillez, guien hiciera lo propio por él cuando llegase su
ven acá y ayúdame —Gerasim se acercó a él–. y de buena gana y con notable afabilidad, que hora. […] Esa mentira en torno suyo y dentro de
Levántame. Me cuesta mucho trabajo hacerlo conmovía a su amo».15 sí mismo emponzoñó más que nada los últimos
por mí mismo y le dije a Dimitri que se fuera. Iván Ilich sólo se encontraba bien con días de la vida de Iván Ilich».16
Gerasim fue a su amo, le agarró a la vez con Gerasim porque era el único que le com- En los últimos días, ante la visita del
fuerza y destreza —lo mismo que cuando an- prendía, le tenía lástima y no le mentía: médico:
daba—, le alzó hábil y suavemente con un bra- «El mayor tormento de Iván Ilich era la mentira. «Iván Ilich le mira como preguntando: “¿Pero es
zo, y con el otro le levantó el pantalón y quiso La mentira que por algún motivo todos acepta- que usted no se avergüenza nunca de mentir?”.
sentarle, pero Iván Ilich le dijo que le llevara al ban, según la cual él no estaba muriéndose, si- El médico, sin embargo, no quiere comprender
sofá. Gerasim, sin hacer esfuerzo ni presión al no que sólo estaba enfermo, y que bastaba con la pregunta. […] Iván Ilich tenía la sensación
parecer, le condujo casi en vilo al sofá y le de- que se mantuviera tranquilo y se atuviera a su de que la red de mentiras que le rodeaban era
positó en él. tratamiento para que se pusiera bien del todo. tan tupida que era imposible sacar nada en
—Gracias. ¡Qué bien y con cuánto tino lo haces Él sabía, sin embargo, que hiciera lo que hiciera limpio».17
todo! nada resultaría de ello, salvo padecimientos aún En una de las últimas visitas médicas,
Gerasim sonrió de nuevo y se dispuso a salir, más agudos y la muerte. Y le atormentaba esa Iván Ilich le dijo al médico:
pero Iván Ilich se sentía tan a gusto con él que mentira, le atormentaba que no quisieran ad- «—Bien sabe usted que no puede hacer nada
no quería que se fuera. mitir que ellos sabían que era mentira y que él por mí; conque déjeme en paz.
—Otra cosa. Acerca, por favor, esa silla. No, la lo sabía también, y que mintieran acerca de su —Podemos calmarle el dolor –respondió el
otra, y pónmela debajo de los pies. Me siento horrible estado y se apartaran —más aun, le obli- médico.
mejor cuando tengo los pies levantados. garan— a participar en esa mentira. La mentira —Ni siquiera eso. Déjeme.
Gerasim acercó la silla, la colocó suavemente en —esa mentira perpetrada sobre él en vísperas El médico salió a la sala y explicó a Praskovya
el sitio a la vez que levantaba los pies de Iván de su muerte— encaminada a rebajar el hecho Fyodorovna que la cosa iba mal y que el único
Ilich y los ponía en ella. A éste, le parecía sentirse atroz y solemne de su muerte al nivel de las recurso era el opio para disminuir los dolores,
mejor cuando Gerasim le tenía los pies en alto. visitas, las cortinas, el esturión de la comida… que debían de ser terribles.
—Me siento mejor cuando tengo los pies le- era un horrible tormento para Iván Ilich. Y, cosa Era cierto lo que decía el médico, que los dolo-
vantados —dijo Iván Ilich—. Ponme ese cojín extraña, muchas veces, cuando se entregaban res de Iván Ilich debían de ser atroces; pero más
debajo de ellos. Gerasim así lo hizo. De nuevo junto a él a esas patrañas, estuvo a un pelo de atroces que los físicos eran los dolores morales,
le levantó los pies y volvió a depositarlos. De gritarles: «¡dejad de mentir! ¡Vosotros bien sa- que eran su mayor tormento».18
nuevo Iván Ilich se sintió mejor mientras Gera- béis, y yo sé, que me estoy muriendo! ¡Conque, El proceso agónico de Iván Ilich fue
sim se los levantaba. Cuando los bajó, a Iván al menos, dejad de mentir!». Pero nunca había espantoso:

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La muerte de Iván Ilich: entre el paternalismo angustiante y el acompañamiento compasivo

“A partir de ese momento, empezó un aullido 3.1. La gestión paternalista de la médicos y aceptada por la familia— se
que no se interrumpió durante tres días, un información convierte en una tortura para Iván Ilich,
aullido tan atroz que no era posible oírlo sin porque lo condena a la más extrema so-
espanto a través de dos puertas».19 El paternalismo ha sido una práctica ledad, y esta soledad aumenta su dolor
Y justo en el momento de morir se preguntó: habitual en la larga tradición médica físico y psicológico.
«“Y la muerte… ¿dónde está?” occidental, y sus raíces son tan profun- Tolstói, ya en su tiempo, estaba ha-
Buscaba su anterior y habitual temor a la muer- das que aun hoy encontraríamos casos ciendo una crítica radical a los médicos,
te y no lo encontraba. “¿Dónde está? ¿Qué parecidos a los de Iván Ilich. La novela y de paso a la familia de Iván, por su
muerte?”. No había temor alguno porque tam- de Tolstói presenta un ejemplo para- incapacidad de sentir compasión por
poco había muerte. digmático de este modelo paternalista un enfermo que está a las puertas de la
En lugar de la muerte había luz. […] que “considera a los enfermos como muerte. El autor de la novela muestra el
—¡Éste es el fin! –dijo alguien a su lado. incapacitados mentales, y por tanto co- sufrimiento que genera el paternalismo,
Él oyó estas palabras y las repitió en su alma. mo personas que no pueden ni deben y cómo la incomunicación y la mentira
“Éste es el fin de la muerte —se dijo—. La decidir sobre su propia enfermedad”. 22 destruyen las relaciones, y ello sin haber
muerte ya no existe”. Cabe decir que el paternalismo, la usur- vivido el florecimiento de los derechos
Tomó un sorbo de aire, se detuvo en medio de pación de la verdad y de la capacidad humanos, ni mucho menos la aparición
un suspiro, dio un estirón y murió».20 de decidir, no tiene una finalidad male- de las declaraciones de derechos de los
ficente en medicina, todo lo contrario, pacientes, que subrayan sobre todo la
3. Análisis sobre la gestión pretende —aunque a menudo no lo autonomía del enfermo, esto es, saber la
paternalista de la informa- consigue— hacer más soportable la en- verdad. Para Tolstói, ocultar la informa-
ción y el acompañamiento fermedad. Tolstói, más allá de su mala ción a una persona que desea conocer
compasivo concepción de los médicos y de la medi- la verdad no hace otra cosa que “enve-
cina en general, reproduce en su relato nenar” la crueldad de la propia situa-
La muerte de Iván Ilich es una nove- los patrones habituales de la relación ción, y por eso el autor de La muerte de
la magnífica para darse cuenta de las médico-paciente de su tiempo. Iván Ilich propone un nuevo modelo de
consecuencias negativas que genera Iván Ilich, desde su primera visita relación. Y el paradigma de este modelo
el paternalismo en la atención a los en- médica, quería saber si su estado era es Gerasim, el criado. Gerasim es el único
fermos, y sobre todo en los enfermos grave o no, pero el primer médico que que entiende a Iván Ilich, es el único que
moribundos. La conspiración de silen- le atiende considera que la pregunta le cuida con delicadeza y sensibilidad y,
cio a la cual está sometido Iván Ilich que le dirige el enfermo es ociosa. Sin sobre todo, es el único que no le miente.
deviene su principal tormento. Pero la embargo, el médico, no contestando la Gerasim reconoce con la máxima natura-
novela, como muy bien señala Warren pregunta, no se da cuenta de que gene- lidad que su amo, “débil y demacrado”, se
T. Reich, también es un texto que ofre- ra una reacción primero de rabia, y des- está muriendo y no “era necesario ocul-
ce “un retrato magistral de lo que sig- pués de miedo, en el enfermo. Pero Iván tarlo”. Y esta actitud es, precisamente, la
nifica la compañía y el cuidado a los es un hombre terco y decidido a saber, que más consuela a Iván Ilich.
moribundos”.21 Lo que pretendemos y lo vuelve a intentar. Quiere saber si su La narración de Tolstói, escrita ahora
en este apartado es analizar estos dos enfermedad es peligrosa o no. Nueva- hace 125 años, consigue hoy su máxi-
aspectos: el paternalismo en la gestión mente el médico esquiva la pregunta, y ma actualidad porque hace referencia a
de la información y cómo acompañar y con un lenguaje científico, complicado la autonomía del paciente, un principio
cuidar de un enfermo, ya sea moribun- y confuso, va hablando para silenciar la básico en muchas concepciones de la
do o no. En la primera parte, se tratará necesidad de verdad de Iván Ilich. La vi- bioética, y un eje central de la relación
de analizar la actitud paternalista de los sita con otro doctor sigue el mismo es- sanitaria. En este sentido, la novela rusa
profesionales, que cuentan con la com- quema paternalista. Hasta otro médico, del siglo XIX se alinea perfectamente
plicidad de la familia, con el objetivo de a quien consulta Iván cuando la enfer- con las grandes declaraciones de la bio-
justificar un cambio de modelo que res- medad ya es está bastante avanzada, le ética y con las normas jurídicas vigentes
pete la autonomía del enfermo. En la se- promete que se curará. El enfermo, des- del bioderecho.
gunda parte, se tratará de presentar un concertado por la falta de información,
modelo de cuidado, encarnado por Ge- llega —totalmente solo— a la conclu- 3.2. El acompañamiento de Gerasim:
rasim, que motive a la adhesión de los sión de que está muy grave y se morirá, un modelo de cuidado
profesionales de la salud, para mejorar pero no lo puede compartir con nadie.
su práctica profesional, especialmente Esta situación, o mejor dicho, esta men- Tolstói describe la enfermedad de Iván
en la dimensión ética. tira compartida —promovida por los Ilich como algo “terrible” tanto a nivel

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La muerte de Iván Ilich: entre el paternalismo angustiante y el acompañamiento compasivo
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físico como psíquico, pero de la misma otra cosa; pero ¿por qué no he de ayu- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
manera que se esfuerza en mostrar la darte ahora? Y la ayuda de Gerasim es 1. Corbet Ch. La literatura rusa. Barcelona:
cara más desagradable de la biología y sublime: es discreto para no violentar al Vergara; 1958, p. 152.
las relaciones humanas, también dibuja enfermo en situaciones comprometidas, 2. López-Morillas J. Nota preliminar. En: Tolstói.
su cara más amable. En la novela, el es- es servicial y atento en todo momento, La muerte de Iván Ilich. Hadyi Murad. Madrid:
critor ruso vincula las relaciones huma- ya sea para sostener las piernas a Iván, Alianza Editorial; 2011. p. 13.
nas con el estado de salud del enfermo. o bien para escucharlo; es sensible en 3. Nabokov V. Curso de literatura rusa.
Mientras la presencia de los médicos y cualquier acción que decide llevar a ca- Barcelona: RBA Libros; 2010. p. 364.
la familia genera un fuerte rechazo en bo, y no le escatima tiempo, no le cuida 4. Barba C. Tolstoi, un clásico muy bien
Iván Ilich y no pueden hacer nada para a toda prisa, sino que le dedica el rato atendido. La Vanguardia. Miércoles 29 de
suavizar su dolor, Gerasim consigue que que necesita el enfermo. Y lo más impor- diciembre de 2010; Suplemento Cultura/s: 10.
Iván se encuentre bien a su lado y hasta tante, como ya hemos visto, el criado es 5. Torralba F. Antropología del cuidar. Madrid:
puede calmar —y, en algunos momen- sincero con su amo. Fundación Mapfre Medicina – Institut Borja de
tos, hacer desaparecer— su dolor. El escritor ruso, posiblemente sin ser Bioètica; 1998. p. 365.
A partir de los dos fragmentos selec- consciente, va dibujando en su novela 6. Gillès D. Tolstoi. Barcelona: Juventud; 1963.
cionados en el apartado anterior, en los un modelo de cuidado. En este senti- 7. Nabokov V. Curso de literatura rusa.
cuales Tolstói presenta la relación entre do, se podría hacer perfectamente una Barcelona: RBA Libros; 2010. p. 365.
Iván Ilich y Gerasim, veremos cuáles son aplicación de las cuatro dimensiones 8. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
las actitudes éticas que forman parte del cuidar de J. Tronto:23 1) Gerasim cui- Alianza Editorial; 2011. p. 45.
de este modelo de cuidado que encon- da de Iván Ilich en el sentido de que se 9. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
tramos en La muerte de Iván Ilich, y que preocupa y se interesa por su estado de Alianza Editorial; 2011. p. 46.
pueden ayudar a los profesionales de la salud y está atento a sus necesidades, 10. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
salud en la mejora del ejercicio de la pro- 2) Gerasim asume la responsabilidad Alianza Editorial; 2011. p. 53.
fesión, sobre todo en el aspecto ético. de hacer alguna cosa para que Iván Ilich 11. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
Gerasim, en contraposición a los mé- esté mejor, 3) Gerasim actúa con com- Alianza Editorial; 2011. p. 54.
dicos y la familia de Iván, es un modelo petencia. Pone todas sus capacidades 12. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
de humanidad y la personificación de al servicio de la atención a Iván Ilich, Alianza Editorial; 2011. p. 54-55.
la bondad. En los fragmentos seleccio- y 4) Gerasim establece un proceso de 13. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
nados, se desgranan las actitudes éti- feedback con Iván Ilich que le permite Alianza Editorial; 2011. p. 58.
cas del cuidador de Iván. Gerasim es captar con claridad que el enfermo se 14. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
alegre, tranquilo, bondadoso, discreto, siente cuidado de la manera correcta. Alianza Editorial; 2011. p. 65-66.
comprensivo, sensible, diestro, servicial, Tanto es así que, fácilmente, Iván ma- 15. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
atento, sincero… Gerasim tiene todas nifiesta su agradecimiento a Gerasim. Alianza Editorial; 2011. p. 74-76.
las cualidades para convertirse en un “Gracias” le dice a Gerasim. Y añade: 16. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
buen cuidador. Por eso, la manera de “¡Qué bien y con cuánto tino lo haces Alianza Editorial; 2011. p. 77-79
hacer de Gerasim “conmueve” a Iván todo!”. 17. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
Ilich y, en su situación de vulnerabilidad, La personalidad moral de Gerasim re- Alianza Editorial; 2011. p. 83,85.
“sólo se sentía a gusto con él”. presenta el contrapunto a la indiferencia 18. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
Tolstói decía que “el secreto de la fe- de los médicos y la frialdad con la que le Alianza Editorial; 2011. p. 100.
licidad no es hacer siempre lo que se tratan los familiares y amigos. Gerasim 19. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
quiere, sino querer siempre lo que se era uno de los criados más humildes de Alianza Editorial; 2011. p. 104.
hace”. Gerasim es un modelo de persona la casa y estaba acostumbrado a hacer 20. Tolstói L. La muerte de Iván Ilich. Madrid:
que quiere lo que hace, y eso se mani- las tareas más duras y desagradables. Alianza Editorial; 2011. p. 106-107.
fiesta a través de su rostro, siempre ale- Y este criado insignificante deviene la 21. Reich W. T. El arte de cuidar a los moribundos.
gre, tranquilo y sonriente ante Iván Ilich. persona más significativa para Iván Ilich. En: Morir con dignidad: Dilemas éticos en el Final
Gerasim es tan humano que considera Gerasim no puede salvar la vida de Iván, de la Vida. Madrid: Fundación de Ciencias de la
natural, casi instintivo, cuidar a la per- pero sí que humaniza la poca vida que Salud / Doce Calles; 1996. p. 85.
sona que está enferma. Por esto, cuan- le queda y procura que muera con la 22. Gracia D. Fundamentos de Bioética. 2ª ed.
do Iván Ilich se sorprende de ver a su dignidad propia de una persona. Madrid: Triacastela; 2007. p. 43.
criado haciendo una faena tan desagra- 23. Tronto J. Moral Boundaries: a political
dable con tanta naturalidad, Gerasim le argument for an ethic of care. New York:
responde: “Si no estuvieses malo, sería Routledge; 1993.

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Consiento, entonces existo Marzano M. Consiento, luego existo. Ética de la


autonomía. Barcelona: Proteus; 2009. p. 204.

El principio de autonomía se ha ido decidir se encuentra limitada en las si- ética. Analiza, en otro capítulo, los con-
incorporando en la relación clínica de tuaciones de enfermedad, cuando los sentimientos de los pacientes en la ética
forma progresiva en la tarea asistencial. temores sobre el futuro, al sufrimiento, clínica, desde los inicios de la tradición
Aunque su incorporación en la atención a la dependencia, a la propia muerte, del paternalismo médico a las relaciones
sanitaria tuvo lugar bastante después aparecen a menudo de forma repen- sanitarias actuales, donde la autonomía
de que se concretase, en nuestro país, tina. Por eso, muchos autores matizan de los ciudadanos tiene un papel pre-
el llamado Consentimiento Informado las posibilidades de la expresión de la eminente e indiscutible.
en la Ley General de Sanidad del 1986, autonomía. De manera ágil, en un terreno y con
nadie discute actualmente que las de- Michela Marzano, una joven filósofa un lenguaje bien conocido por los pro-
cisiones sobre los procedimientos y los italiana, enraizada en Francia y vincula- fesionales , examina diversos aspectos
tratamientos destinados a luchar contra da al Centre de Recherche Sens, Ethique, como la asimetría en la relación clínica,
las enfermedades y a mejorar la salud Société (CNRS), trabaja desde hace años el valor de la confianza, la eutanasia y la
y el bienestar de las personas hayan de en el ámbito de la ética aplicada y la donación de órganos. Así, se pregunta si
basarse en los valores de los destinata- filosofía política. En la obra Consiento, debemos de cuestionarnos, en ocasio-
rios de estas decisiones. luego existo, publicada en francés en nes, sobre las contingencias que pue-
Suele haber consenso sobre lo que se el año 2006, la autora cuestiona si el den impulsar a una persona a consentir
considera una acción autónoma. Por su hecho de consentir es suficiente por sí cualquier cosa a pesar de sus conviccio-
validez ética y legal. Siguiendo lo que se mismo para considerarlo moralmente nes y creencias personales.
ha comentado, hay que garantizar que legítimo. Justificar un acto o una con- Como otros autores y autoras de
la persona disponga de una información ducta después de haber consentido, sin nuestro país, cree que la nuestra es una
previa adecuada, que tenga compren- interrogarse sobre las capacidades o las autonomía frágil, necesitada, a menudo,
sión de los procedimientos propuestos posibilidades de expresión de la propia de ayuda, ya que las relaciones de inter-
y, en último lugar, que se cuente con autonomía, no le parece suficiente. dependencia determinan más la reali-
voluntariedad del sujeto. No se puede ignorar que el consen- dad de las decisiones que una elección
El Consentimiento Informado (CI) es timiento se inscribe siempre en la rea- pretendidamente soberana, sin la mo-
el procedimiento que hay que aplicar lidad de aquello vivido, inscrito –como dulación de los determinantes sociales,
para respetar la autonomía del enfer- decía Freud– en la fragilidad de una culturales, económicos y psicosociales.
mo en cualquier intervención, ya sea existencia marcada por los límites de la La imposición paternalista de una de-
diagnóstica o terapéutica. Hay que ver finitud y la dependencia. Todas las deci- terminada concepción del bien tiene el
el consentimiento, en definitiva, como siones que tomamos se ven a menudo riesgo de deslegitimar el consentimien-
un proceso comunicativo y deliberativo influenciadas por el contexto al que per- to. El diálogo abierto y honesto con los
entre los profesionales y los pacientes, tenecemos y por las presiones a las que pacientes sobre los procedimientos que
en cuyo decurso, los últimos –conve- estamos sometidos. se les propone, con la disposición para
nientemente informados– asumen la La autora examina con detalle, en los aclarar dudas en una deliberación con-
decisión de aceptar, o no, los procedi- primeros capítulos, la raíces filosóficas y junta, promoverá las decisiones autóno-
mientos que se les propone para afron- políticas de la autonomía y las paradojas mas que legitiman el consentimiento.
tar el problema de salud que les afecta. que envuelven el consentimiento. Así, Después de la lectura de la obra, es
Posteriormente, con el objetivo de dejar afirma que no podemos olvidar que la difícil no cuestionarse la rutina con la
constancia de su decisión, se firmará do- experiencia de la dependencia es, para que los profesionales asistenciales ob-
cumentalmente –para los procedimien- los humanos, más primeriza que la de la tenemos, muy a menudo, la aceptación
tos que haga falta– el formulario de CI. propia libertad. verbal o escrita de los pacientes en los
Para muchos profesionales, desgracia- Dedica un capítulo a examinar el con- procedimientos destinados a mejorar su
damente, este deber se ha convertido sentimiento en la sexualidad. Afirmada estado de salud.
en un procedimiento legal para legiti- desde hace años como una dimensión
mar determinadas acciones diagnóstcas de la autonomía personal, Marzano Joan Padrós i Bou
o terapéuticas que buscan, eso sí, el be- contempla diferentes escenarios como
neficio del sujeto. el de la prostitución o las relaciones sado- Médico internista.
Fundació Hospital Asil de Granollers.
Pero, ¿hasta qué punto somos autó- masoquistas, exponiendo y comparando jpadros@fhag.es
nomos? Sabemos que la capacidad de argumentos del mundo jurídico y de la

Bioètica & Debat · 2011; 17(62): 23 23


apunte agenda

“El camino
«Una idea de hauna vida serena
empezado pa-
a des-
I Congreso Nacional de Responsabilidad Médica: «Medicina y derecho:
Hacia una sinergia positiva». La Asociación Española de Defensa Médica
sa necesariamente
puntar en las últimaspor una exis-
décadas del
promueve y patrocina este congreso, que tendrá lugar los días 26 y 27 de
tencia
siglo XX,autónoma,
aunque susque obedece
orígenes son mayo en Santiago de Compostela (España).
a las convicciones
antiguos: la de unaynave a losespacial,
valores Más información: http://www.responsabilidadmedica.es
detierra,
la cada donde
uno. No se puede
navega acce-
la humani-
der aEsta
dad. unanave vidaesmaravillosa
propulsadasihoy se [El objetivo primordial del congreso es dar respuesta a la gran inquietud de los
estácuatro
por orientado desde
motores: el exterior
ciencias, téc- profesionales sanitarios ante el incremento de las demandas por responsabilidad
profesional, y dar a conocer tanto a los médicos como a los centros sanitarios cuáles
conformándose
nica, economía y ganancia,a objetivos y esos y
son los derechos, obligaciones y consecuencias jurídicas de la actividad profesional.]
creencias
motores noqueestánnobiense controlados.
comparten
y que,
No por tanto,
me inscribo en unnopensamiento
llegan a in-
teriorizarse.
binario, Pero que
y no digo entonces,
la ciencia¿quées
VIII Congreso Latinoamericano y del Caribe de Bioética y XII Jornadas
Nacionales de la Sociedad Chilena de Bioética: «Bioética y sociedad
se debe
mala, decir cuando
al contrario, alguien
pero digo que no ha
en Latinoamérica». 20 años de FELAIBE. Tanto el congreso como las
tiene la posibilidad
desarrollado poderesde dedisponer
destruc- jornadas están organizados por la Federación Latinoamericana y del
de losinauditos
ción recursosemateriales,
incontrolados. cultu- El Caribe de Instituciones de Bioética. Tendrá lugar del 23 a 25 de Junio en
rales o sociales
desarrollo que le permitirían
tecno-económico ac- Viña del Mar (Chile). Más información: www.bioeticachile.cl/felaibe
realmente
tual produce evaluar las diferentes
la degradación de
concepciones
la biosfera que ade sulavezvida? ¿Qué
arrastra la [Este encuentro pretende analizar el pasado, el presente y el futuro de la bioética en
decir cuando
degradación de las condiciones
la civilización hu- Latinoamérica. Los países que participarán serán: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia,
Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Panamá y Perú.]
son tales
mana. Dichoquedenootro se tienen
modo, la instru-
nave
mentos va
espacial necesarios
hacia una para formar,
catástrofe sin
Jornada de la Universidad de Verano Ramon Llull 2011: «La gestión de
examinar
que nada pueda o revisar sus propias
controlarla.
las emociones en el ámbito sanitario y social». La jornada, promovida
convicciones?
Todo esto muestra ¿Cómo olvidar
las ambiva- por el Institut Borja de Bioètica, en el marco de la Universidad de Verano de
que, a yveces,
lencias el individuode
las complejidades daesta
su la Universitat Ramon Llull (URL), tendrá lugar el día 12 de julio de 2011 en la
consentimiento
doble planetarización. a algo¿No sinpodría
saber Facultad de Comunicación Blanquerna de la URL en Barcelona (Cataluña).
muy bien
Europa por qué,
producir nuevos queantídotos
a veces Más información: bioetica@ibb.hsjdbcn.org
queda entrampado
surgidos de su cultura,por su pro-
a partir de
pia elección
una política de y que finalmente,
diálogo y de sim-a [La jornada consistirá en una justificación sobre la importancia de la formación en
veces, se
biosis, deinscribe en la de
una política repetición
civiliza- valores de los profesionales del ámbito sanitario y social, también se desarrollará
el marco teórico de la inteligencia emocional, y se ofrecerá un taller sobre conciencia y
de alguna
ción cosa que se cualidades
que promovería le escapa y
regulación emocional, con el objetivo de mejorar las capacidades de los profesionales.]
la que
de vida y nonosólo
llega a librarse?cues-
únicamente
Numerosas
tiones decisiones,
cuantitativas, accio-
una política
Conferencia anual de la EACME 2011: «Bioética desde una perspectiva
nes, sabría
que elecciones
detener selatoman
carreraypor se
intercultural». Organizada por the Turkish Bioethics Association, the
llevan
la a cabo ¿No
hegemonía? sin podría
una finalidad
volver a Acibadem University School of Medicine y the European Association of
precisa, sin que
alimentarse en laentren
fuente en delelhuma-
inte- Centres of Medical Ethics (EACME). La conferencia se celebrará del 15 al 17
rior deplanetario
nismo un proyecto quedeterminado.
ha forjado en de septiembre de 2011 en Estambul (Turquía).
Muchas
el pasado? otras
¿No se realizan
podría porque
reinventar el Más información: www.eacme2011.org
alguien se siente obligado a
humanismo?»
[El objetivo es analizar la interacción entre las cuestiones relacionadas con la bioética
cumplir con cierto deber o a co-
y los derechos humanos, para explorar cuáles son los valores comunes que posibiliten
rresponder
MorinaE.cierta
Breveimagen.
historia de […] la
un dialogo intercultural, y ver qué papel pueden tener los derechos humanos en una
Cualquier
barbarie endecisión
Occidente. queBarcelona:
se tome bioética internacional. Los temas principales serán: La bioética y las humanidades. El
se define ciertamente en función
Paidós; 2009. p. 61. Convenio Europeo de Biomedicina: una plataforma de diálogo. Derechos humanos
de las preferencias que puedan en bioética: universalismo y particularismo. Cuestiones conflictivas de la bioética.]
tenerse, pero esas mismas pre-
ferencias a menudo están condi- X Congreso Nacional de Bioética «Construyendo valores en la
cionadas por el contexto al que diversidad». Organizado por la Asociación de Bioética Fundamental y
pertenecen y por las presiones a
Clínica, tendrá lugar del 6 al 8 de octubre de 2011 en Pamplona (España).
Más información: www.asociacionbioetica.com
las que están sometidas.”
[Este décimo congreso de la ABFyC tendrá como eje central la reflexión sobre los
Marzano M. Consiento, luego valores en un contexto social muy diverso, y contará con la participación de grandes
existo. Ética de la autonomía. expertos españoles en bioética: Adela Cortina, Juan Masiá, Lydia Feito, Diego Gracia,
entre muchos otros.]
Barcelona: Proteus; 2009. p. 40-42.

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