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De acuerdo a las definiciones que el autor del libro menciona podríamos decir que,
bíblicamente hablando, la iglesia local es nada más y nada menos que la familia
local de personas que han sido salvas por la obra de Cristo (Ef. 1: 22-23; 5: 25) y
se reúnen regularmente (Heb. 10:24-25) para exaltar a Cristo (Col. 1:15-20), oír la
predicación de la Palabra (2 Ti. 3:16– 4: 5), exhortarse y animarse en la fe (He.
10:24-25; Gál. 6:1-5), vivir realizando buenas obras delante del mundo (Ef. 2:10;
Mat. 5:16), y luego salir en misión para hacer más discípulos (Mt. 28:18-20).
Los que se arrepienten y ponen su fe en Cristo son adoptados por Dios y pasan a
formar parte de Su familia. Cuando alguien pone su fe en Cristo, no solo forma parte
de la gran familia universal de Dios, la Iglesia con «I» mayúscula, sino que tiene el
gran gozo de pertenecer a la expresión local de esa misma familia, la iglesia local.
Y realmente es en esa expresión local de la familia de Dios que se practica toda la
vida cristiana.
La iglesia es una comunidad de personas que han sido llamadas por Dios, redimidas
por Jesucristo y llenas del Espíritu Santo. Esta comunidad trasciende las diferencias
sociales, étnicas y culturales, uniéndose en Cristo.
En otras palabras, la iglesia no debe limitarse a ser un lugar donde se reúnen los
creyentes una vez a la semana, sino que debe ser una comunidad comprometida
con el mensaje del evangelio, tanto en su vida personal como en su misión colectiva.
Esto implica que cada miembro de la iglesia debe vivir de acuerdo con los principios
y valores del evangelio en todas las áreas de su vida, y que la iglesia en su conjunto
debe esforzarse por cumplir con la tarea de hacer discípulos y ayudarles a crecer
en su fe.
Katerine Ojeda
Ensayo sobre Visión bíblica sobre qué es la iglesia
Materia: Plantación de Iglesias.
Academia Esser Barranquilla.