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Lección # 2
El porqué de sembrar nuevas iglesias es de igual importancias que las metodologías que
empleamos en sembrarla, a fin de cuenta la misión no es nuestra, es de Dios. Así que
nuestras motivaciones también necesitan glorificar a Dios.
Comenzaremos en aclarar algunas motivaciones que tal vez no estén de acordes con el
corazón de Dios, sobre las cuales se debe reflexionar ya que no concuerdan con el amor de
Cristo.
● NO por querer extender el pequeño reino, dominio o influencia de nuestra
denominación u organización misionera u organización misionera, de nuestra iglesia
o de nuestro pastor. En este caso estamos abriendo nuevas sucursales de una
corporación religiosa, pero no sembrando la iglesia.
● NO porque queramos imponer forzosamente una forma de religiosidad sobre todo el
pueblo. Ya se vivió esa clase de “plantación” de la iglesia en la era colonial de
nuestro continente, con resultados desastrosos. Al contrario, la Biblia nos llama a
ofrecer una invitación abierta, amorosa, tierna y llena de gentileza a todo aquel que,
movido por el Espíritu Santo, llega a confesar su fe en Jesucristo y en base a esa fe
se hace miembro de la iglesia.
● NO estamos en competencia por adherentes en contra de otras congregaciones,
como si sembrar iglesias fuera un campeonato de fútbol. Si nuestra motivación es la
competencia, lo que hacemos tal vez sea “reciclaje de los santos” o “robo de
ovejas”, pero no la misión de Dios.
● NO estamos en competencia por adherentes en contra de otras congregaciones,
como si sembrar iglesias fuera un campeonato de fútbol. Si nuestra motivación es la
competencia, lo que hacemos tal vez sea “reciclaje de los santos” o “robo de
ovejas”, pero no la misión de Dios.
● NI TAMPOCO porque sembrar nuevas iglesias satisfaga nuestro orgullo o egoísmo
propio como para hacernos grandes o famosos. Aunque sabemos que muchos
sembradores de iglesias tienen aspectos psicológicos que apuntan a esta dirección,
es imprescindible reconocer la pecaminosidad de nuestra carne y “presentar
nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios” tanto que nuestras
actividades al sembrar nuevas iglesias saludables sean en realidad nuestro “culto
racional,” nuestra ofrenda a Dios (Rom 12:1).
Si rechazamos las motivaciones que no honran ni al Espíritu Santo ni a Jesucristo nuestro
Salvador, entonces necesitamos concentrarnos en descubrir las motivaciones correctas y
bíblicas que nos impulsen a sembrar nuevas iglesias saludables. Los fundamentos bíblicos
para esta siembra han de basarse en una misionología trinitaria.
A. Porque Dios es el Padre que busca y halla lo perdido
El primer fundamento bíblico de sembrar nuevas iglesias saludables, que también es
el más básico de todos, reside en la naturaleza misma de Dios. Todo esfuerzo de
misión, que también incluye sembrar nuevas iglesias, deriva y fluye de la misión de
Dios (missio Dei) quien tanto amó “al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn 3:16).
Así que sembrar nuevas obras saludables es fruto de una acción misionera que fluye
de la misma naturaleza de la iglesia. El amor de Cristo nos constriñe a proclamar la
salvación que Él ofrece. Y cuando aquellos que deciden seguirlo se reúnen en su
nombre, una nueva congregación nace. Es más, Jesús promete que “donde están dos
o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo enmedio de ellos” (Mt 18:20). Jesús
promete estar presente (por medio del Espíritu Santo) en el momento y en el lugar
donde seres humanos se reúnen en su nombre.
C. Porque el Espíritu Santo se dio para todo ser humano y crea la Iglesia
La tercera razón fundamental para sembrar iglesias saludables es porque esta acción
es obra del Espíritu Santo. A fin de cuentas, no somos nosotros los que sembramos
la iglesia. Tú y yo no creamos la iglesia. La iglesia toma existencia netamente por la
obra del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo quiere sembrar nuevas congregaciones locales saludables
compuestas de mujeres y hombres que representen “toda carne”. En el desarrollo de
la historia de los Hechos nos muestra que para lograr esa meta, el Espíritu Santo usa
los seguidores de Cristo unidos en iglesias locales y obra por medio de ellos para
sembrar nuevas congregaciones saludables. Este proceso es la norma del Nuevo
Testamento.
En Hechos vemos que el Espíritu Santo hace por lo menos lo siguiente.
El Espíritu Santo:
● Crea la iglesia.
● Reforma y transforma la iglesia.
● Da poder a la iglesia.
● Da nueva sabiduría e iluminación a las palabras de Jesús.
● Envía a la iglesia.
● Crea en la iglesia el deseo de crecer.
● Acompaña a la iglesia en su misión.
● Guía a la iglesia.
● Ora por medio de la iglesia e intercede por ella.
● Da a la iglesia las palabras de testimonio y proclamación
● Facilita la comunicación
● Convence de pecado, de injusticia y de juicio
● Reúne y unifica a los cristianos para que unidos juntos sean la iglesia.
● Recibe a los nuevos creyentes
Hay que considerar lo que la Biblia nos enseña acerca de la naturaleza de una
congregación saludable. Veremos las características de dos congregaciones del
Nuevo Testamento, el cual se constituye como una verdadera y autentica iglesia
local.
Hechos 2:43-47
● Hay maravillas y señales extraordinarias
● La congregación hace un impacto en su contexto
● Los miembros de la congregación tienen todo en común, se cuidan unos a
otros.
● Comen juntos y celebran una comunión y unidad especial
● Adoran y alaban a Dios
● El Señor añade cada día a la iglesia el número de los que habían de ser
salvos
1 Tesalonicenses 1:2-10
● Confiesan a Jesús como su Señor
● El evangelio llega “con poder”. Hay maravillas y señales especiales.
● Se predica la Palabra
● Experimentan una comunión de amor
● Viven una forma ejemplar de vida
● Sufren por razón del evangelio
● Demuestran un nuevo gozo espiritual
● Demuestran una conversión radical
● Su testimonio es conocido en todo el mundo
Por tanto, la esperanza del mundo y la posibilidad de transformar la realidad que nos
enfrenta hoy, yace en multiplicar millares de nuevas iglesias saludables en cada ciudad,
pueblo y aldea en todo el continente. Estas han de ser congregaciones de hijos e hijas de
Dios, seguidores de Jesucristo, dotados de la presencia y los dones del Espíritu Santo, que
intencional y cuidadosamente buscan ser señales de la venida del reino de Dios, para
alabanza de la gloria de nuestro Dios.
MI ZONA DE APRENDIZAJE
VERDADER
O FALSO
El primer fundamento bíblico de sembrar nuevas
iglesias saludables reside en la naturaleza misma de
Dios.
El sembrar nuevas iglesias que satisfaga nuestro
orgullo o egoísmo propio es una motivación que va
de acorde con el corazón de Dios
Demostrar una conversión radical es una de las
características de la congregación del libro de
Hechos.
Es la voluntad de Dios que hombres y mujeres de
todas las familias de la tierra lleguen a ser
discípulos(as) de Jesucristo.
El Espíritu Santo reúne y unifica a los cristianos
para que unidos juntos sean iglesia.
Los fundamentos bíblicos para sembrar iglesias han
de basarse en una misionología trinitaria
MI ZONA DE APRENDIZAJE
Nombre: ______________________________________________ Lección N.º: _______
VERDADER
O FALSO
El primer fundamento bíblico de sembrar nuevas
iglesias saludables reside en la naturaleza misma de
Dios.
X
El sembrar nuevas iglesias que satisfaga nuestro
orgullo o egoísmo propio es una motivación que va
de acorde con el corazón de Dios
X
Demostrar una conversión radical es una de las
características de la congregación del libro de
Hechos.
X
Es la voluntad de Dios que hombres y mujeres de
todas las familias de la tierra lleguen a ser
discípulos(as) de Jesucristo.
X
El Espíritu Santo reúne y unifica a los cristianos
para que unidos juntos sean iglesia.
X
Los fundamentos bíblicos para sembrar iglesias han
de basarse en una misionología trinitaria
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