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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0077/2016

Sucre, 13 de diciembre de 2016


SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Conflicto de competencias jurisdiccionales
Expediente: 15189-2016-31-CCJ
Departamento: Oruro
En el conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado entre Francisco Mamani
Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de
Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” y
Hugo García Ballesteros, Juez Agroambiental, ambos de Challapata, provincia
Eduardo Abaroa del departamento de Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Alegaciones de las autoridades del Consejo de Gobierno de la Nación Suyu Jatun
Killaka Asanajaqi “JAKISA”
Dentro del proceso agrario de interdicto de recobrar la posesión seguido por Cleto
Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo contra Leónidas Nieto Mamani
Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, mediante escrito presentado el 24 de
noviembre de 2015, ante el Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa
del departamento de Oruro, Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia
Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun
Killaka Asanajaqi “JAKISA” y Miguelina Yucra Mamani, Chiqanchir Mama T’halla del
mismo Consejo, presentaron conflicto de competencia jurisdiccional solicitándole a dicha
autoridad que se aparte del conocimiento del referido proceso de interdicto de recobrar la
posesión de terrenos agrarios y de pastoreo en propiedad colectiva con la consiguiente
remisión de los antecedentes ante las Autoridades Originarias del Consejo de Gobierno de
la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA”, señalando que a denuncia de la
originaria Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano se enteraron de la existencia del
proceso en la justicia ordinaria sobre un hecho de despojo de terrenos de agricultura y
pastoreo en las Tierras Comunitarias de Origen (TCO’s) Ayllu Hiluta Chahuara, ahora
Territorio Indígena Originario Campesino (TIOC). Tanto Leónidas Nieto Mamani Vda. de
Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, que resultan ser los demandados en el
proceso ante la justicia ordinaria, así como los demandantes Cleto Gerónimo Nieto y
Nicasia Huaylla López de Gerónimo, son comunarios que pertenecen al Ayllu Hiluta
Chahuara; por lo que, se encuentran enmarcados en el ámbito personal de su pueblo
indígena originario campesino; por otra parte, conforme a su sistema jurídico propio se
vinieron resolviendo los problemas relacionados con la posesión de tierras que se
encuentran dentro de su comunidad, más aun las relativas a los conflictos entre familiares
sobre la posesión de tierras colectivas; por lo que, en el marco de lo dispuesto por el art.
10.II de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (LDJ), dicho conflicto se encuentra dentro del
ámbito de vigencia material de su jurisdicción; y finalmente, las tierras en conflicto se
encuentran en el territorio del Ayllu Hiluta Chahuara, saneado por el Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA) como TCO’s ahora TIOC; por consiguiente, se encuentra dentro
de su territorio.
I.2. Resolución del Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del
departamento de Oruro
Hugo García Ballesteros, Juez Agroambiental de Challapata, por decreto de 30 de
noviembre de 2015, corrió en traslado el pedido de declinatoria de jurisdicción y
competencia (fs. 88); y mediante Auto de 14 de enero de 2016, cursante a fs. 91 vta.,
dispuso: “A lo dispuesto” (sic); es decir que, se espere la resolución en el momento
procesal dispuesto por el art. 83.2 de la Ley 1715 de 18 de octubre de 1996.
I.3. Admisión y citación
El conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado entre Francisco Mamani Huanca,
Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias
de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” y Hugo García Ballesteros, Juez
Agroambiental, ambos de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del departamento de
Oruro, fue admitido mediante AC 0132/2016-CA de 10 de junio, emitido por la Comisión
de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (fs. 120 a 124), disponiendo su
notificación con la citada Resolución a las referidas Autoridades.
II. CONCLUSIONES
De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Mediante acta de consagración se da cuenta que el 1 de julio de 2014,
complementando el Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun
Killaka Asanajaqi “JAKISA”, se consagró a Francisco Mamani Huanca y su Mama T’halla
Miguelina Yucra Mamani, en el cargo de Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del
Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi
“JAKISA” (fs. 82 a 83).
II.2. Cursa acta de audiencia conciliatoria celebrada en Santiago de Huari, provincia
Sebastián Pagador del departamento de Oruro, el 7 de septiembre de 2014, ante el
Corregimiento de Santiago de Huari, en la que intervinieron, por una parte, Cleto Gerónimo
Nieto, Nicasia Huayllas López de Gerónimo, Rita Ninoska Gerónimo, Magali Gerónimo
Huayllas, Juan Antonio Gerónimo Huayllas, y por otra parte, Leónidas Nieto Mamani Vda.
de Valeriano, Edison Heraldo Valeriano Nieto, Franklin Sandro Valeriano Nieto, Henry
Valeriano Nieto, dándose cuenta que al no haberse llegado a buen arreglo con la venia de
todos los presentes se pasó el informe al superior en grado y determinado que lo sembrado
se quede para los propietarios, pero que se cancelería el coste de la semilla y el tractor; y
que hasta que se demuestre su derecho propietario el terreno no debía ser tocado por los
denunciados (fs. 6 y vta.).
II.3. Consta acta de conciliación llevada a cabo el 27 de noviembre de 2015, ante la
Autoridad Originaria de la Comunidad Hiluta Chahuara, en la que intervinieron por una
parte Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y sus hijos; y por otra parte, Nicasia
Huayllas López de Gerónimo y Cleto Gerónimo Nieto y su hija; a cuya conclusión y ante la
falta de acuerdo se dispuso pasar el caso a otra instancia (fs. 1 a 5).
II.4. Por escrito presentado el 26 de junio de 2015, ante el Juez Agroambiental de
Challapata, Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo, incoaron
demanda de interdicto de recobrar la posesión contra Leónidas Nieto Mamani Vda. de
Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, pidiendo que se les restituya la posesión de
su terreno denominado “IRPA CAGUA” de la que fueron despojados en una extensión de
cinco hectáreas aproximadamente, más el pago de costas, multa, daños y perjuicios, con la
consiguiente remisión de antecedentes ante el Ministerio Público, alegando que el referido
terreno de agricultura y pastoreo se encuentra en el rancho Hiluta Chahuara del Ayllu
Hiluta Chahuara de la jurisdicción de Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del
departamento de Oruro, que lo adquirieron por sucesión hereditaria, su trabajo y posesión,
el cual se encuentra saneado en la modalidad de TCO’s. Añaden que, hasta antes del
despojo, en dos hectáreas y media aproximadamente de su terreno desarrollaban actividad
agraria; puesto que, todos los años sembraron cebada, quinua y otros productos, existiendo
sembradío de quinua en el momento de la eyección con una altura aproximada de 40 cm,
habiendo procedido al barbechado o roturado con maquinaria agrícola; y que la otra mitad
de su terreno lo utilizaban como pastoreo; puesto que, los pastos ahí existentes eran
utilizados para alimento de sus animales, donde tenían un solar campesino con sus
respectivos canchones, pozo de agua, los cuales se encontraban poseyendo de forma
pacífica, pública y continuada. Empero, el 22, 23 y 24 de enero de 2015, Leónidas Nieto
Mamani Vda. de Valeriano y su hijo, Franklin Sandro Valeriano Nieto y otros, ingresaron a
su predio con violencia donde hicieron barbechar el mismo con maquinaria agrícola,
habiendo destruido su solar campesino, las paredes de sus canchones antiguos, el pozo de
agua, bebederos de sus animales y su sembradío de quinua (no obstante que los
demandados fueron prevenidos por las Autoridades Originarias para que no barbecharan
más sus terrenos, a lo que no hicieron caso, ya que levantaron cimientos para construir
casas sobre sus terrenos); extremo que fue admitido por los demandados, quienes
amenazaron con matarlos, agrediendo a su hijo inclusive; por lo que, esos hechos fueron
denunciados ante las Autoridades Indígena Originario Campesinos (fs. 7 a 9).
II.5. Por Informe Técnico DDD-CAT-I-T 039/2015 de 25 de agosto, José Luis Yujra
Bautista, Técnico I Saneamiento de la Dirección Departamental Oruro del INRA, da cuenta
que de la revisión de la base de datos de la Unidad Departamental de Tierras y Catastro
Rural del INRA Oruro, según coordenadas presentadas en el plano georeferenciado adjunto
a la solicitud del predio de Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo,
se evidencia que existe una sobre posición en un 10/16% del TIOC Ayllu “Sullca”, titulado
en la modalidad de TCO’s, y 89.84% se encuentra al interior del TIOC Ayllu Hiluta
Chahuara, titulada en la modalidad de TCO’s, ambos ubicados en el Municipio de Santiago
de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, y que tienen la
condición jurídica de titulados en la modalidad de TCO’s (fs. 36 a 37).
II.6. Cursa Auto de 4 de septiembre de 2015, pronunciado por Hugo García Ballesteros,
Juez Agroambiental de Challapata -hoy demandado-, mediante la cual admite la demanda
de interdicto de recobrar la posesión del predio agrícola “IRPA CAGUA”, ubicado en el
rancho Hiluta Chahuara del Ayllu del mismo nombre de la jurisdicción de Santiago de
Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, en la extensión de cinco
hectáreas, disponiendo que se corra traslado a los demandados para que contesten a la
demanda en el plazo de quince días (fs. 38 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno
de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA”,
considera que el Juez Agroambiental de Challapata no tiene competencia para conocer y
sustanciar el proceso agrario de interdicto de recobrar la posesión seguido por Cleto
Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo contra Leónidas Nieto Mamani
Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, y que contrariamente es la justicia
indígena originaria campesina (JIOC) la que tiene competencia para resolver el caso;
consiguientemente, a través del presente mecanismo constitucional, corresponde dilucidar
el conflicto competencial suscitado entre la jurisdicción agroambiental y la indígena
originario campesina, a fin de establecer cuál de ellas es la competente para conocer y
resolver el conflicto sobre posesión de tierras.
En consecuencia, corresponde analizar los hechos a fin de determinar la jurisdicción
competente para conocer y resolver la causa.
III.1. El pluralismo jurídico y el control competencial
Con relación al pluralismos jurídico como base esencial y elemento fundante del Estado
boliviano, y la facultad que tiene el Tribunal Constitucional Plurinacional para ejercer el
control competencial de constitucionalidad, en especial, respecto al conflicto de
competencias entre la jurisdicción indígena originaria campesina, ordinaria y
agroambiental, la SCP 0017/2015 de 4 de marzo, señala: “La voluntad del constituyente
expresada en el texto de la Ley Fundamental, resalta el carácter diverso y plural como
bases fundamentales del Estado. En ese contexto, a partir del Preámbulo y pasando por el
contenido íntegro de la Norma Suprema, se presenta a la pluralidad y la diversidad
expresada en diferentes ámbitos, como esencia de la existencia del Estado boliviano; así, el
art. 1 de la CPE, refiere que: ‘Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de
Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático,
intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el
pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso
integrador del país’.
El precepto constitucional glosado precedentemente demuestra el establecimiento del
pluralismo jurídico como base esencial y elemento fundante del Estado boliviano; por
consiguiente, el ejercicio de la jurisdicción IOC debe ser entendido por este Tribunal
Constitucional Plurinacional, como un derecho fundamental de las NPIOC, por la que las
colectividades IOC tienen la potestad de dirimir controversias usando inclusive la fuerza
pública para garantizar la ejecución de sus decisiones, de acuerdo con las reglas de cada
comunidad, más aún, si el reconocimiento constitucional aludido anteriormente, es el
resultado de la incansable lucha siendo que, a lo largo de la historia, los indígenas
originarios campesinos procuraron conseguir una afirmación expresa en el ejercicio de
sus derechos. Entonces, el hecho que la Ley Fundamental y los preceptos de orden
internacional reconozcan los derechos de las NPIOC, entre ellos, el derecho a la libre
determinación y, por lógica consecuencia, el derecho a ejercer jurisdicción, significa una
reparación o resarcimiento de la histórica exclusión y marginación a las que fueron
sometidos; en efecto, la afirmación constitucional del pluralismo jurídico, hace eco de la
voluntad del constituyente en lo que respecta a la construcción de una sociedad con
inclusión, ya que a partir de ello, los diferentes sistemas jurídicos e instituciones de las
NPIOC, ya no son ajenas a la estructura jurídica oficial del Estado, sino que, configuran
un componente propio de la impartición de justicia reconocido oficialmente por el Estado.
En el marco de las consideraciones precedentemente referidas, es menester realizar un
somero bosquejo de las normas que reconocen el ejercicio de la jurisdicción IOC. En ese
sentido, el art. 2 de la CPE, señala que: ‘Dada la existencia precolonial de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se
garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su
derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus
instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta
Constitución y la ley’.
En el mismo contexto, el art. 30.II de la Norma Suprema, refiere que: ‘En el marco de la
unidad del Estado y de acuerdo con esta Constitución las naciones y pueblos indígena
originario campesinos gozan de los siguientes derechos:
(…)
4. A la libre determinación y territorialidad
(…)
4. Al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión’.
A su vez el art. 190.I de la CPE, dispone que: ‘Las naciones y pueblos indígena originario
campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus
autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y procedimientos
propios’.
Los preceptos constitucionales citados anteriormente, armonizan con el espíritu de las
disposiciones normativas de carácter internacional referido al reconocimiento de los
derechos de las naciones y pueblos indígenas. En ese contexto, es preciso referir que el art.
3 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas,
dispone lo siguiente: ‘Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En
virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente
su desarrollo económico, social y cultural’; así, también en su art. 5, refiere que: ‘Los
pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas,
jurídicas, económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a participar
plenamente, si lo desean, en la vida política, económica, social y cultural del Estado’; por
su parte, el art. 34 de la referida Declaración, precisa que: ‘Los pueblos indígenas tienen
derecho a promover, desarrollar y mantener sus estructuras institucionales y sus propias
costumbres, espiritualidad, tradiciones, procedimientos, prácticas y, cuando existan,
costumbres o sistemas jurídicos, de conformidad con las normas internacionales de
derechos humanos’; en el mismo contexto, su art. 35 ordena que: ‘Los pueblos indígenas
tienen derecho a determinar las responsabilidades de los individuos para con sus
comunidades’ y, el art. 40 de la citada Declaración, establece que: ‘Los pueblos indígenas
tienen derecho a procedimientos equitativos y justos para el arreglo de conflictos y
controversias con los Estados u otras partes, y a una pronta decisión sobre esas
controversias, así como a una reparación efectiva de toda lesión de sus derechos
individuales y colectivos. En esas decisiones se tendrán debidamente en consideración las
costumbres, las tradiciones, las normas y los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas
interesados y las normas internacionales de derechos humanos’.
En el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (IOT), también se
reconocen los derechos de las naciones y pueblos indígenas; así, en su art. 9.1, señala que:
‘En la medida en que ello sea compatible con el sistema jurídico nacional y con los
derechos humanos internacionalmente reconocidos, deberán respetarse los métodos a los
que los pueblos interesados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos
cometidos por sus miembros’.
En virtud a los derechos a la autonomía y libre determinación reconocidos en los arts. 2 y
30.II.4 de la CPE, las NPIOC tienen la libertad de desarrollar y determinar su condición
política, su desarrollo económico, social y cultural, pero fundamentalmente de conservar y
reforzar sus instituciones jurídicas, políticas, económicas, culturales y sociales. Entonces,
del establecimiento del derecho a la libre determinación y autonomía se desprende el
reconocimiento de los sistemas normativos, las instituciones jurídicas y el ejercicio de la
jurisdicción de estas.
A partir de la existencia del pluralismo jurídico en Bolivia, se hacen inminentes los
conflictos de competencias jurisdiccionales, ya sea entre las jurisdicciones IOC, ordinaria,
agroambiental y especiales. En ese sentido, la SCP 0874/2014 de 12 de mayo, sostuvo lo
siguiente: ‘Como podrá advertirse, en el plano del ámbito jurisdiccional, la competencia
de las autoridades resulta ser determinante para un debido procesamiento, de manera que,
si una determinada controversia fuere resuelta o sometida a una autoridad que no tiene
competencia, la consecuencia inmediata sería la franca vulneración del debido proceso y
también, en el caso de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, su derecho
a ejercer sus sistemas jurídicos; por lo tanto, a partir de la interpretación plural de las
normas constitucionales glosadas anteriormente y en virtud a que el aspecto competencial
tiene directa incidencia en los derechos fundamentales, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, tiene la obligación de asumir con celo el control competencial de
constitucionalidad, en especial, respecto al conflicto de competencias entre la jurisdicción
indígena originaria campesina, la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción agroambiental.
Entonces, el Tribunal Constitucional Plurinacional es el órgano encargado para dirimir
dichos conflictos, teniendo presente que, en mérito al principio de igualdad jerárquica de
las jurisdicciones, ninguna de ellas tiene la potestad de sobreponerse ni subordinar a la
otra. Entonces, es este Tribunal quien definirá, a partir de la interpretación de las normas
que regulan el ejercicio de las diferentes competencias desde y conforme a la Constitución
Política del Estado y las normas del bloque de constitucionalidad, qué jurisdicción es
competente’”.
III.2. En cuanto al conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la
indígena originaria campesina, y sus ámbitos de vigencia personal, territorial y
material
En cuanto al conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la indígena
originaria campesina, y sus ámbitos de vigencia personal, territorial y material, en la SCP
0007/2015 de 12 de febrero, se da cuenta que en: “La SCP 0026/2013 de 4 de enero,
estableció que: El art. 179.I de la CPE, determina que: ‘La función judicial es única. La
jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales
departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces; la jurisdicción
agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la jurisdicción indígena
originaria campesina se ejerce por sus propias autoridades; existirán jurisdicciones
especializadas reguladas por la ley'. En este sentido, la jurisdicción indígena originario
campesina es anterior a la jurisdicción ordinaria (art. 2 de la CPE).
Respecto a la relación entre jurisdicción ordinaria y jurisdicción indígena originaria
campesina, el art. 179.II de la CPE, establece que: 'La jurisdicción ordinaria y la
jurisdicción indígena originario campesina gozarán de igual jerarquía', es decir, en una
dinámica de cooperación y coordinación (art. 192 de la CPE) y no de paternalismo.
Ahora bien, ante la existencia de un conflicto de competencias el art. 202.11 de la CPE,
entrega al Tribunal Constitucional Plurinacional la atribución de conocer: 'Los conflictos
de competencia entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la jurisdicción
ordinaria y agroambiental', en este sentido, la autoridad que considere que se usurpa su
competencia '…solicitará que ésta última se aparte de su conocimiento' (art. 102 del
Código Procesal Constitucional [CPCo]), así, 'Si la autoridad requerida rechaza la
solicitud o no se manifiesta en el plazo de los siete días subsiguientes, a partir de la
petición de la autoridad demandante, ésta se encontrará facultada para plantear el
conflicto ante el Tribunal Constitucional Plurinacional'.
En ese entendido, la resolución del Tribunal Constitucional Plurinacional se limita a
determinar la autoridad indígena originaria campesina u ordinaria en su caso, competente
para conocer un determinado asunto y si bien mediante este tipo de proceso constitucional
se pretende resguardar la garantía del juez natural no por ello se observa si los estándares
de la jurisdicción competente respetan o no el debido proceso pues ello corresponde en su
caso a otras acciones constitucionales.
Ahora bien, respecto a los ámbitos de aplicación de la jurisdicción indígena originaria
campesina el art. 191.II de la CPE, determina que: 'La jurisdicción indígena originario
campesina se ejerce en los (…) ámbitos de vigencia personal, material y territorial…'
correspondiendo efectuar una interpretación desde y conforme a la Constitución y los
Tratados del Derecho Internacional de Derechos Humanos (arts. 13.IV y 256 de la CPE)
del art. 8 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, es decir:
(…)
Ámbito de vigencia personal
El art. 30.I de la CPE, precisa: 'Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la
colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica,
instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión
colonial española', por su parte el art. 2 de la Ley Fundamental, hace referencia a dos
elementos a considerar que son: 'Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios…' y finalmente
debe considerarse el art. 191.I de la Norma Suprema, que establece: 'La jurisdicción
indígena originario campesina se fundamenta en un vínculo particular de las personas que
son miembros de la respectiva nación o pueblo indígena originario campesino'.
En este sentido, para este Tribunal Constitucional Plurinacional resulta claro que la
interpretación del art. 9 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional que establece: 'Están sujetos
a la jurisdicción indígena originaria campesina los miembros de la respectiva nación o
pueblo indígena originario campesino', debe interpretarse en un sentido amplio y conforme
al art. 191.II.1 de la CPE, que establece que: 'Están sujetos a esta jurisdicción los
miembros de la nación o pueblo indígena originario campesino, sea que actúen como
actores o demandado, denunciantes o querellantes, denunciados o imputados, recurrentes
o recurridos', de donde puede extraerse que inicialmente alcanza a:
1) Los miembros de las colectividades humanas que comparten identidad cultural, idioma,
tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión con existencia precolonial y
que ejercen dominio ancestral sobre sus territorios. Al respecto, la SCP 1422/2012 de 24
de septiembre, aclaró que: '…debe precisarse además que en el contexto de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, su estructura organizativa por razones también
de orden socio-histórico, podría estar compuesta por organizaciones campesinas, juntas
vecinales u otras modalidades organizativas que reflejen un proceso de mestizaje vivido en
el País, en estos casos, el reconocimiento de derechos colectivos como naciones y pueblos
indígena originario campesinos, responderá a la concurrencia de cualquiera de los
elementos de cohesión colectiva descritos supra, es decir a la existencia de identidad
cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad
ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras…', aspecto que no debe resultar
sorprendente si se considera la cantidad oficial de personas auto-identificadas como
indígenas y la magnitud de migración interna provocadas por las necesidades económico -
sociales en nuestro país.
2) En este sentido, debe considerarse que el vínculo 'particular' que une a los miembros de
una nación o pueblo indígena originario campesino de ninguna manera podría fundarse en
el nacimiento o los rasgos físicos, por ello mismo, una persona no nacida en una
determinada cultura puede adoptar la misma y por ende ser juzgado por la jurisdicción
indígena originaria campesina, por ello mismo el art. 1.2 del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), establece que: 'La conciencia de su
identidad o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos
a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio'.
3) Por otra parte y considerando que el derecho colectivo a administrar su justicia está
relacionado a la construcción de su identidad social, es lógico aceptar que es posible el
juzgamiento de personas que no necesariamente pertenezcan a la nación o pueblo indígena
originaria campesino pero que voluntariamente de manera expresa o tácitamente se
sometan a dicha jurisdicción por ejemplo al decidir ocupar sus territorios ancestrales
aunque ello no implica que no deba analizarse en cada caso la concurrencia de los
ámbitos territorial, material y personal referidos por el art. 191.II de la CPE.
(…)
Ámbito de vigencia territorial
Respecto al ámbito territorial, el art. 11 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (LDJ), señala
que: 'El ámbito de vigencia territorial se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se
realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena
originario campesino, siempre y cuando concurran los otros ámbitos de vigencia
establecidos en la Constitución Política del Estado y en la presente Ley', lo que sin duda
busca preservar la seguridad jurídica en las relaciones jurídicas entendida en la SC
0287/99-R de 28 de octubre de 1999, como: '…condición esencial para la vida y el
desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran. Representa la
garantía de la aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en cada
momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la
mala voluntad de los gobernantes pueda causarles perjuicio'.
Ahora bien, dicha norma, también debe interpretarse en el marco del art. 191.II.3 de la
CPE, que refiere: 'Esta jurisdicción se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se
realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena
originario campesino', es decir:
i) En general la jurisdicción indígena originaria campesina se aplica en los territorios
ancestrales.
ii) A hechos cometidos fuera del espacio físico de un territorio indígena originario
campesino que puedan afectar la cohesión social colectiva como podría suceder; por
ejemplo cuando, los mismos se produzcan por una autoridad en representación del pueblo
indígena originario campesino o exista desvío de poder respecto a dicha representación.
(…)
Ámbito de vigencia material
Respecto al art. 191.II.2 de la CPE, respecto al ámbito de vigencia material, establece que
la jurisdicción indígena originaria campesina: '…conoce los asuntos indígena originario
campesinos de conformidad a lo establecido en una Ley de Deslinde Jurisdiccional', pese a
ello, a este Tribunal Constitucional Plurinacional le resulta absolutamente claro que las
comunidades indígena originario campesinas vienen conociendo desde la antigüedad todas
las controversias surgidas en la misma forma que cuentan con la presunción de
competencia por su situación histórica de desventaja respecto a la jurisdicción ordinaria
por lo que la interpretación de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, debe efectuarse de tal
manera que lo inhibido a la jurisdicción indígena originaria campesina sea el resultado de
una interpretación sistemática del texto constitucional de donde resulte que la exclusión de
un 'asunto' de la competencia de la jurisdicción indígena originaria campesina busque de
manera evidente y clara en el caso concreto proteger un bien jurídico de entidad nacional
o internacional de acuerdo a las particularidades del caso concreto.
En relación a este ámbito, el art. 10 de la LDJ, -Ley 073 de 29 diciembre de 2010-,
establece que:
‘I. La jurisdicción indígena originaria campesina conoce los asuntos o conflictos que
histórica y tradicionalmente conocieron bajo sus normas, procedimientos propios vigentes
y saberes, de acuerdo a su libre determinación.
II. El ámbito de vigencia material de la jurisdicción indígena originaria campesina no
alcanza a las siguientes materias:
a) En materia penal, los delitos contra el Derecho Internacional, los delitos por crímenes
de lesa humanidad, los delitos contra la seguridad interna y externa del Estado, los delitos
de terrorismo, los delitos tributarios y aduaneros, los delitos por corrupción o cualquier
otro delito cuya víctima sea el Estado, trata y tráfico de personas, tráfico de armas y
delitos de narcotráfico. Los delitos cometidos en contra de la integridad corporal de niños,
niñas y adolescentes, los delitos de violación, asesinato u homicidio;
b) En materia civil, cualquier proceso en el cual sea parte o tercero interesado el Estado, a
través de su administración central, descentralizada, desconcentrada, autonómica y lo
relacionado al derecho propietario;
c) Derecho Laboral, Derecho de la Seguridad Social, Derecho Tributario, Derecho
Administrativo, Derecho Minero, Derecho de Hidrocarburos, Derecho Forestal, Derecho
Informático, Derecho Internacional público y privado, y Derecho Agrario, excepto la
distribución interna de tierras en las comunidades que tengan posesión legal o derecho
propietario colectivo sobre las mismas;
d) Otras que estén reservadas por la Constitución Política del Estado y la Ley a las
jurisdicciones ordinaria, agroambiental y otras reconocidas legalmente.
III. Los asuntos de conocimiento de la jurisdicción indígena originaria campesina, no
podrán ser de conocimiento de la jurisdicción ordinaria, la agroambiental y las demás
jurisdicciones legalmente reconocidas’” (las negrillas son añadidas).
III.3. De la competencia de los juzgados agroambientales
El art. 39.I de la Ley 1715, modificado por el art. 23 de la Ley 3545 de 28 de noviembre de
2006, prevé que: “I. Los jueces agrarios tienen competencia para:
1. Conocer las acciones de afectación de fundos rústicos que no hubieran sido sometidos a
proceso agrario ante el Servicio Nacional de Reforma Agraria;
2. Conocer las acciones que denuncien la sobreposición de derechos en fundos rústicos:
3. Conocer las acciones sobre mensura y deslinde de fundos rústicos:
4. Conocer las acciones para el establecimiento y extinción de servidumbres que puedan
surgir de la actividad agropecuaria forestal o ecológica;
5. Conocer las acciones para garantizar el ejercicio del derecho de propiedad agraria;
6. Conocer acciones sobre uso y aprovechamiento de aguas;
7. Conocer interdictos de adquirir, retener y recobrar la posesión de fundos agrarios, para
otorgar tutela sobre la actividad agraria;
8. Conocer otras acciones reales, personales y mixtas derivadas de la propiedad, posesión y
actividad agraria,
9. Otros que le señalen las leyes”.
III.4. Análisis del caso concreto
En el caso en examen, Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria
del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka
Asanajaqi “JAKISA”, presentó conflicto de competencia jurisdiccional ante el Juez
Agroambiental de Challapata, dentro del proceso el proceso agrario de interdicto de
recobrar la posesión seguido por Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de
Gerónimo contra Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano
Nieto, alegando que el despojo de la posesión de terrenos de agricultura y pastoreo que se
denuncia corresponde ser resuelta por la JIOC; puesto que, se refiere a tierras que son de
propiedad colectiva perteneciente a la TCO’s Hiluta Chahuara, el cual forma parte del
territorio ancestral de “JAKISA”, sobre el que tiene competencia el Consejo Gobierno de
Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” dado que la
TIOC Hiluta Chahuara forma parte del mismo, ya que su propio sistema jurídico viene
resolviendo los problemas sobre posesión de tierras cuando se suscitan entre miembros de
su comunidad, como es el caso de los demandantes y demandados en el referido proceso
agrario, quienes pertenecen al Ayllu Hiluta Chahuara, dentro de cuya jurisdicción territorial
habría sucedido el hecho.
Por su parte, el Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del
departamento de Oruro, omitió dar pronunciamiento expreso sobre el fondo del pedido de
inhibición de la causa, limitándose a disponer que se resolvería en “el momento procesal
dispuesto por el art. 83 inc. 2) de la ley N° 1715” (sic).
De acuerdo con el objeto precisado en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
corresponde analizar la problemática planteada desde la óptica de los ámbitos personal,
territorial y material, para determinar quién es la autoridad competente para conocer y
resolver el caso; es decir, para dilucidar si el asunto agrario de referencia, corresponde
conocer a la jurisdicción agroambiental o a la JIOC.
III.4.1. Respecto al ámbito de competencia personal
Conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo constitucional,
la JIOC se fundamenta en un vínculo particular de las personas que son miembros de la
respectiva nación o pueblo indígena originario campesino (NPIOC), y que sólo los
miembros de la respectiva NPIOC, ya sea que intervengan como actores o demandados,
denunciantes o querellantes, denunciados o imputados, recurrentes o recurridos, estarán
sujetos a la JIOC.
De acuerdo a los antecedentes que cursan en obrados, las personas en conflicto son por una
parte Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo, quienes son los
demandantes en el proceso agrario de interdicto de recobrar la posesión; y por otra parte,
Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, que son los
demandados en dicho proceso. Conforme se infiere de las actas de conciliación indicadas
en las Conclusiones II.2 y II.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, todas
las personas involucradas en el conflicto y que tienen la calidad de partes demandante y
demandada son comunarios que pertenecen al Ayllu Hilluta Chahuara; consiguientemente,
se encuentra acreditado la concurrencia del ámbito de competencia personal.
III.4.2. Respecto a la vigencia del ámbito de competencia territorial
Tal como disponen los arts. 191.II.3 de la Constitución Política del Estado (CPE), y 11 de
la LDJ, el ámbito de vigencia territorial se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se
realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de una NPIOC, siempre y
cuando concurran los otros ámbitos de vigencia (personal y material).
De lo alegado en la demanda de interdicto de recobrar la posesión y lo manifestado en la
demanda de conflicto de competencia jurisdiccional, el supuesto despojo habría sucedido
respecto de terrenos ubicados en el rancho Hiluta Chahuara del Ayllu Hiluta Chahuara
dentro de la jurisdicción territorial ancestral de la Nación Originaria Suyu Jatun Killaka
Asanajaki “JAKISA” ubicado en el Municipio Santiago de Huari, provincia Sebastián
Pagador del departamento de Oruro; de lo cual resulta que, concurre el ámbito de
competencia territorial.
III.4.3. Respecto a la vigencia del ámbito de competencia material
De los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia que Cleto Gerónimo Nieto y
Nicasia Huayllas López de Gerónimo, el 26 de junio de 2015, presentaron ante el Juez
Agroambiental de Challapata demanda de interdicto de recobrar la posesión contra
Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto pidiendo
que se les restituya la posesión de su terreno denominado “IRPA CAGUA” de la que dicen
haber sido despojados en una extensión de cinco hectáreas aproximadamente, más el pago
de costas, multa, daños y perjuicios, con la consiguiente remisión de antecedentes ante el
Ministerio Público, alegando que el referido terreno de agricultura y pastoreo se encuentra
en el rancho Hiluta Chahuara del Ayllu Hiluta Chahuara de la jurisdicción de Santiago de
Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, que lo adquirieron por
sucesión hereditaria, por su trabajo y posesión y que se encuentra saneada en la modalidad
de saneamiento TCO’s; y que hasta antes del despojo, en una parte de dicho terreno (dos
hectáreas y media aproximadamente) todos los años sembraron cebada, quinua y otros
productos, y la otra mitad de su terreno lo utilizaban como pastoreo, donde tenían un solar
campesino con sus respectivos canchones y pozo de agua; empero, el 22, 23 y 24 de enero
de 2015, Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y su hijo, Franklin Sandro Valeriano
Nieto y otros, ingresaron a su predio con violencia donde hicieron barbechar o roturar el
mismo con maquinaria agrícola, habiendo destruido su solar campesino, las paredes de sus
canchones antiguos, el pozo de agua, bebederos de sus animales y su sembradío de quinua
que ya tenía una altura de 40 cm, no obstante que los demandados fueron prevenidos por
las Autoridades Originarias para que no barbecharan más sus terrenos, a lo que no hicieron
caso, ya que levantaron cimientos para constituir casas sobre sus terrenos; extremo que fue
admitido por los demandados, quienes amenazaron con matarlos, agrediendo a su hijo
inclusive; por lo que, esos hechos fueron denunciados ante las Autoridades Originarias. Por
las actas de conciliación individualizadas en las Conclusiones II.2 y II.3 de este fallo
constitucional, se evidencia que se trata de un conflicto relativo a la posesión de tierras
agrarias que se intentó resolver por vía conciliatoria ante el Corregimiento de Santiago de
Huari y ante la propia autoridad de la comunidad de Hiluta Chahuara, pero sin éxito.
Conforme se desprende del Informe Técnico DDD-CAT-I-T 039/2015 elaborado por la
Dirección Departamental Oruro del INRA, las tierras que son objeto del litigio se
encuentran tituladas en la modalidad de TCO’s; es decir, se trata de tierras sobre las cuales
el Ayllu Hiluta Chahuara (en el porcentaje señalado en dicha certificación), tiene derecho
propietario colectivo.
Ahora bien, por disposición del art. 10.I de la LDJ, la jurisdicción indígena originaria
campesina conoce los asuntos o conflictos que histórica y tradicionalmente conocieron bajo
sus normas, procedimientos propios vigentes y saberes, de acuerdo a su libre
determinación, salvo las excepciones previstas. Si bien es cierto que, entre tales
excepciones se encuentran los conflictos sobre derecho agrario; empero, el parágrafo II inc.
c) de la norma en examen, deja salvo la competencia de la JIOC a los casos sobre la
distribución interna de tierras en las comunidades que tengan posesión legal o derecho
propietario colectivo sobre las mismas.
En el caso en examen, de los antecedentes que cursan en obrados se advierte que el
supuesto hecho de despojo forma parte de una disputa por la posesión de una parcela que
integra la TCO del Ayllu Hiluta Chahuara; es decir, se trata de una disputa sobre terrenos
respecto de los cuales existe un derecho propietario colectivo de la NPIOC.
Consiguientemente, la facultad que ha venido ejerciendo la JIOC para dirimir la
controversia de las tierras colectivas de la comunidad -que es la disputa que subyace a este
conflicto competencial-, se encuentra dentro del ámbito de atribuciones que la Ley de
Deslinde Jurisdiccional le reconoce a la JIOC, para la distribución interna de las tierras de
la comunidad sobre las que se tenga derecho propietario colectivo, como sucede en el caso
que se examina. Consecuentemente, igualmente concurre la vigencia del ámbito de
competencia material.
Por lo que, estando acreditada la concurrencia de los ámbitos de competencia personal,
territorial y material de la JIOC, corresponde reconocer su competencia para el
conocimiento y resolución del problema que generó éste conflicto de competencia
jurisdiccional.
POR TANTO
La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la jurisdicción y
competencia que le confiere la Constitución Política del Estado y los arts. 85.3 y 100 del
Código Procesal Constitucional, resuelve:
1º Declarar COMPETENTE a las Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun
Killaka Asanajaqi “JAKISA” para conocer y resolver la controversia suscitada entre los
comunarios, por una parte, Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo;
y por otra parte, Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano
Nieto.
2º Disponer que el Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del
departamento de Oruro, que tuvo conocimiento del proceso de interdicto de recobrar la
posesión, se inhiba del conocimiento del mismo y remita los antecedentes ante las
Autoridades Originarias antes referidas.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
No intervienen el Presidente y los Magistrados, Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado,
Neldy Virginia Andrade Martínez y Ruddy José Flores Monterrey, por ser de votos
disidentes.
Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga
MAGISTRDA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
Fdo. Tata Efren Choque Capuma
MAGISTRADO
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO

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