SALA SEGUNDA Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga Conflicto de competencias jurisdiccionales Expediente: 15189-2016-31-CCJ Departamento: Oruro En el conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado entre Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” y Hugo García Ballesteros, Juez Agroambiental, ambos de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del departamento de Oruro. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Alegaciones de las autoridades del Consejo de Gobierno de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” Dentro del proceso agrario de interdicto de recobrar la posesión seguido por Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo contra Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, mediante escrito presentado el 24 de noviembre de 2015, ante el Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del departamento de Oruro, Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” y Miguelina Yucra Mamani, Chiqanchir Mama T’halla del mismo Consejo, presentaron conflicto de competencia jurisdiccional solicitándole a dicha autoridad que se aparte del conocimiento del referido proceso de interdicto de recobrar la posesión de terrenos agrarios y de pastoreo en propiedad colectiva con la consiguiente remisión de los antecedentes ante las Autoridades Originarias del Consejo de Gobierno de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA”, señalando que a denuncia de la originaria Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano se enteraron de la existencia del proceso en la justicia ordinaria sobre un hecho de despojo de terrenos de agricultura y pastoreo en las Tierras Comunitarias de Origen (TCO’s) Ayllu Hiluta Chahuara, ahora Territorio Indígena Originario Campesino (TIOC). Tanto Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, que resultan ser los demandados en el proceso ante la justicia ordinaria, así como los demandantes Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huaylla López de Gerónimo, son comunarios que pertenecen al Ayllu Hiluta Chahuara; por lo que, se encuentran enmarcados en el ámbito personal de su pueblo indígena originario campesino; por otra parte, conforme a su sistema jurídico propio se vinieron resolviendo los problemas relacionados con la posesión de tierras que se encuentran dentro de su comunidad, más aun las relativas a los conflictos entre familiares sobre la posesión de tierras colectivas; por lo que, en el marco de lo dispuesto por el art. 10.II de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (LDJ), dicho conflicto se encuentra dentro del ámbito de vigencia material de su jurisdicción; y finalmente, las tierras en conflicto se encuentran en el territorio del Ayllu Hiluta Chahuara, saneado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) como TCO’s ahora TIOC; por consiguiente, se encuentra dentro de su territorio. I.2. Resolución del Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del departamento de Oruro Hugo García Ballesteros, Juez Agroambiental de Challapata, por decreto de 30 de noviembre de 2015, corrió en traslado el pedido de declinatoria de jurisdicción y competencia (fs. 88); y mediante Auto de 14 de enero de 2016, cursante a fs. 91 vta., dispuso: “A lo dispuesto” (sic); es decir que, se espere la resolución en el momento procesal dispuesto por el art. 83.2 de la Ley 1715 de 18 de octubre de 1996. I.3. Admisión y citación El conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado entre Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” y Hugo García Ballesteros, Juez Agroambiental, ambos de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del departamento de Oruro, fue admitido mediante AC 0132/2016-CA de 10 de junio, emitido por la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (fs. 120 a 124), disponiendo su notificación con la citada Resolución a las referidas Autoridades. II. CONCLUSIONES De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente: II.1. Mediante acta de consagración se da cuenta que el 1 de julio de 2014, complementando el Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA”, se consagró a Francisco Mamani Huanca y su Mama T’halla Miguelina Yucra Mamani, en el cargo de Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” (fs. 82 a 83). II.2. Cursa acta de audiencia conciliatoria celebrada en Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, el 7 de septiembre de 2014, ante el Corregimiento de Santiago de Huari, en la que intervinieron, por una parte, Cleto Gerónimo Nieto, Nicasia Huayllas López de Gerónimo, Rita Ninoska Gerónimo, Magali Gerónimo Huayllas, Juan Antonio Gerónimo Huayllas, y por otra parte, Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano, Edison Heraldo Valeriano Nieto, Franklin Sandro Valeriano Nieto, Henry Valeriano Nieto, dándose cuenta que al no haberse llegado a buen arreglo con la venia de todos los presentes se pasó el informe al superior en grado y determinado que lo sembrado se quede para los propietarios, pero que se cancelería el coste de la semilla y el tractor; y que hasta que se demuestre su derecho propietario el terreno no debía ser tocado por los denunciados (fs. 6 y vta.). II.3. Consta acta de conciliación llevada a cabo el 27 de noviembre de 2015, ante la Autoridad Originaria de la Comunidad Hiluta Chahuara, en la que intervinieron por una parte Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y sus hijos; y por otra parte, Nicasia Huayllas López de Gerónimo y Cleto Gerónimo Nieto y su hija; a cuya conclusión y ante la falta de acuerdo se dispuso pasar el caso a otra instancia (fs. 1 a 5). II.4. Por escrito presentado el 26 de junio de 2015, ante el Juez Agroambiental de Challapata, Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo, incoaron demanda de interdicto de recobrar la posesión contra Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, pidiendo que se les restituya la posesión de su terreno denominado “IRPA CAGUA” de la que fueron despojados en una extensión de cinco hectáreas aproximadamente, más el pago de costas, multa, daños y perjuicios, con la consiguiente remisión de antecedentes ante el Ministerio Público, alegando que el referido terreno de agricultura y pastoreo se encuentra en el rancho Hiluta Chahuara del Ayllu Hiluta Chahuara de la jurisdicción de Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, que lo adquirieron por sucesión hereditaria, su trabajo y posesión, el cual se encuentra saneado en la modalidad de TCO’s. Añaden que, hasta antes del despojo, en dos hectáreas y media aproximadamente de su terreno desarrollaban actividad agraria; puesto que, todos los años sembraron cebada, quinua y otros productos, existiendo sembradío de quinua en el momento de la eyección con una altura aproximada de 40 cm, habiendo procedido al barbechado o roturado con maquinaria agrícola; y que la otra mitad de su terreno lo utilizaban como pastoreo; puesto que, los pastos ahí existentes eran utilizados para alimento de sus animales, donde tenían un solar campesino con sus respectivos canchones, pozo de agua, los cuales se encontraban poseyendo de forma pacífica, pública y continuada. Empero, el 22, 23 y 24 de enero de 2015, Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y su hijo, Franklin Sandro Valeriano Nieto y otros, ingresaron a su predio con violencia donde hicieron barbechar el mismo con maquinaria agrícola, habiendo destruido su solar campesino, las paredes de sus canchones antiguos, el pozo de agua, bebederos de sus animales y su sembradío de quinua (no obstante que los demandados fueron prevenidos por las Autoridades Originarias para que no barbecharan más sus terrenos, a lo que no hicieron caso, ya que levantaron cimientos para construir casas sobre sus terrenos); extremo que fue admitido por los demandados, quienes amenazaron con matarlos, agrediendo a su hijo inclusive; por lo que, esos hechos fueron denunciados ante las Autoridades Indígena Originario Campesinos (fs. 7 a 9). II.5. Por Informe Técnico DDD-CAT-I-T 039/2015 de 25 de agosto, José Luis Yujra Bautista, Técnico I Saneamiento de la Dirección Departamental Oruro del INRA, da cuenta que de la revisión de la base de datos de la Unidad Departamental de Tierras y Catastro Rural del INRA Oruro, según coordenadas presentadas en el plano georeferenciado adjunto a la solicitud del predio de Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo, se evidencia que existe una sobre posición en un 10/16% del TIOC Ayllu “Sullca”, titulado en la modalidad de TCO’s, y 89.84% se encuentra al interior del TIOC Ayllu Hiluta Chahuara, titulada en la modalidad de TCO’s, ambos ubicados en el Municipio de Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, y que tienen la condición jurídica de titulados en la modalidad de TCO’s (fs. 36 a 37). II.6. Cursa Auto de 4 de septiembre de 2015, pronunciado por Hugo García Ballesteros, Juez Agroambiental de Challapata -hoy demandado-, mediante la cual admite la demanda de interdicto de recobrar la posesión del predio agrícola “IRPA CAGUA”, ubicado en el rancho Hiluta Chahuara del Ayllu del mismo nombre de la jurisdicción de Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, en la extensión de cinco hectáreas, disponiendo que se corra traslado a los demandados para que contesten a la demanda en el plazo de quince días (fs. 38 vta.). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA”, considera que el Juez Agroambiental de Challapata no tiene competencia para conocer y sustanciar el proceso agrario de interdicto de recobrar la posesión seguido por Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo contra Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, y que contrariamente es la justicia indígena originaria campesina (JIOC) la que tiene competencia para resolver el caso; consiguientemente, a través del presente mecanismo constitucional, corresponde dilucidar el conflicto competencial suscitado entre la jurisdicción agroambiental y la indígena originario campesina, a fin de establecer cuál de ellas es la competente para conocer y resolver el conflicto sobre posesión de tierras. En consecuencia, corresponde analizar los hechos a fin de determinar la jurisdicción competente para conocer y resolver la causa. III.1. El pluralismo jurídico y el control competencial Con relación al pluralismos jurídico como base esencial y elemento fundante del Estado boliviano, y la facultad que tiene el Tribunal Constitucional Plurinacional para ejercer el control competencial de constitucionalidad, en especial, respecto al conflicto de competencias entre la jurisdicción indígena originaria campesina, ordinaria y agroambiental, la SCP 0017/2015 de 4 de marzo, señala: “La voluntad del constituyente expresada en el texto de la Ley Fundamental, resalta el carácter diverso y plural como bases fundamentales del Estado. En ese contexto, a partir del Preámbulo y pasando por el contenido íntegro de la Norma Suprema, se presenta a la pluralidad y la diversidad expresada en diferentes ámbitos, como esencia de la existencia del Estado boliviano; así, el art. 1 de la CPE, refiere que: ‘Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país’. El precepto constitucional glosado precedentemente demuestra el establecimiento del pluralismo jurídico como base esencial y elemento fundante del Estado boliviano; por consiguiente, el ejercicio de la jurisdicción IOC debe ser entendido por este Tribunal Constitucional Plurinacional, como un derecho fundamental de las NPIOC, por la que las colectividades IOC tienen la potestad de dirimir controversias usando inclusive la fuerza pública para garantizar la ejecución de sus decisiones, de acuerdo con las reglas de cada comunidad, más aún, si el reconocimiento constitucional aludido anteriormente, es el resultado de la incansable lucha siendo que, a lo largo de la historia, los indígenas originarios campesinos procuraron conseguir una afirmación expresa en el ejercicio de sus derechos. Entonces, el hecho que la Ley Fundamental y los preceptos de orden internacional reconozcan los derechos de las NPIOC, entre ellos, el derecho a la libre determinación y, por lógica consecuencia, el derecho a ejercer jurisdicción, significa una reparación o resarcimiento de la histórica exclusión y marginación a las que fueron sometidos; en efecto, la afirmación constitucional del pluralismo jurídico, hace eco de la voluntad del constituyente en lo que respecta a la construcción de una sociedad con inclusión, ya que a partir de ello, los diferentes sistemas jurídicos e instituciones de las NPIOC, ya no son ajenas a la estructura jurídica oficial del Estado, sino que, configuran un componente propio de la impartición de justicia reconocido oficialmente por el Estado. En el marco de las consideraciones precedentemente referidas, es menester realizar un somero bosquejo de las normas que reconocen el ejercicio de la jurisdicción IOC. En ese sentido, el art. 2 de la CPE, señala que: ‘Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley’. En el mismo contexto, el art. 30.II de la Norma Suprema, refiere que: ‘En el marco de la unidad del Estado y de acuerdo con esta Constitución las naciones y pueblos indígena originario campesinos gozan de los siguientes derechos: (…) 4. A la libre determinación y territorialidad (…) 4. Al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión’. A su vez el art. 190.I de la CPE, dispone que: ‘Las naciones y pueblos indígena originario campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y procedimientos propios’. Los preceptos constitucionales citados anteriormente, armonizan con el espíritu de las disposiciones normativas de carácter internacional referido al reconocimiento de los derechos de las naciones y pueblos indígenas. En ese contexto, es preciso referir que el art. 3 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, dispone lo siguiente: ‘Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural’; así, también en su art. 5, refiere que: ‘Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a participar plenamente, si lo desean, en la vida política, económica, social y cultural del Estado’; por su parte, el art. 34 de la referida Declaración, precisa que: ‘Los pueblos indígenas tienen derecho a promover, desarrollar y mantener sus estructuras institucionales y sus propias costumbres, espiritualidad, tradiciones, procedimientos, prácticas y, cuando existan, costumbres o sistemas jurídicos, de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos’; en el mismo contexto, su art. 35 ordena que: ‘Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar las responsabilidades de los individuos para con sus comunidades’ y, el art. 40 de la citada Declaración, establece que: ‘Los pueblos indígenas tienen derecho a procedimientos equitativos y justos para el arreglo de conflictos y controversias con los Estados u otras partes, y a una pronta decisión sobre esas controversias, así como a una reparación efectiva de toda lesión de sus derechos individuales y colectivos. En esas decisiones se tendrán debidamente en consideración las costumbres, las tradiciones, las normas y los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas interesados y las normas internacionales de derechos humanos’. En el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (IOT), también se reconocen los derechos de las naciones y pueblos indígenas; así, en su art. 9.1, señala que: ‘En la medida en que ello sea compatible con el sistema jurídico nacional y con los derechos humanos internacionalmente reconocidos, deberán respetarse los métodos a los que los pueblos interesados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos cometidos por sus miembros’. En virtud a los derechos a la autonomía y libre determinación reconocidos en los arts. 2 y 30.II.4 de la CPE, las NPIOC tienen la libertad de desarrollar y determinar su condición política, su desarrollo económico, social y cultural, pero fundamentalmente de conservar y reforzar sus instituciones jurídicas, políticas, económicas, culturales y sociales. Entonces, del establecimiento del derecho a la libre determinación y autonomía se desprende el reconocimiento de los sistemas normativos, las instituciones jurídicas y el ejercicio de la jurisdicción de estas. A partir de la existencia del pluralismo jurídico en Bolivia, se hacen inminentes los conflictos de competencias jurisdiccionales, ya sea entre las jurisdicciones IOC, ordinaria, agroambiental y especiales. En ese sentido, la SCP 0874/2014 de 12 de mayo, sostuvo lo siguiente: ‘Como podrá advertirse, en el plano del ámbito jurisdiccional, la competencia de las autoridades resulta ser determinante para un debido procesamiento, de manera que, si una determinada controversia fuere resuelta o sometida a una autoridad que no tiene competencia, la consecuencia inmediata sería la franca vulneración del debido proceso y también, en el caso de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, su derecho a ejercer sus sistemas jurídicos; por lo tanto, a partir de la interpretación plural de las normas constitucionales glosadas anteriormente y en virtud a que el aspecto competencial tiene directa incidencia en los derechos fundamentales, el Tribunal Constitucional Plurinacional, tiene la obligación de asumir con celo el control competencial de constitucionalidad, en especial, respecto al conflicto de competencias entre la jurisdicción indígena originaria campesina, la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción agroambiental. Entonces, el Tribunal Constitucional Plurinacional es el órgano encargado para dirimir dichos conflictos, teniendo presente que, en mérito al principio de igualdad jerárquica de las jurisdicciones, ninguna de ellas tiene la potestad de sobreponerse ni subordinar a la otra. Entonces, es este Tribunal quien definirá, a partir de la interpretación de las normas que regulan el ejercicio de las diferentes competencias desde y conforme a la Constitución Política del Estado y las normas del bloque de constitucionalidad, qué jurisdicción es competente’”. III.2. En cuanto al conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la indígena originaria campesina, y sus ámbitos de vigencia personal, territorial y material En cuanto al conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la indígena originaria campesina, y sus ámbitos de vigencia personal, territorial y material, en la SCP 0007/2015 de 12 de febrero, se da cuenta que en: “La SCP 0026/2013 de 4 de enero, estableció que: El art. 179.I de la CPE, determina que: ‘La función judicial es única. La jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces; la jurisdicción agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la jurisdicción indígena originaria campesina se ejerce por sus propias autoridades; existirán jurisdicciones especializadas reguladas por la ley'. En este sentido, la jurisdicción indígena originario campesina es anterior a la jurisdicción ordinaria (art. 2 de la CPE). Respecto a la relación entre jurisdicción ordinaria y jurisdicción indígena originaria campesina, el art. 179.II de la CPE, establece que: 'La jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena originario campesina gozarán de igual jerarquía', es decir, en una dinámica de cooperación y coordinación (art. 192 de la CPE) y no de paternalismo. Ahora bien, ante la existencia de un conflicto de competencias el art. 202.11 de la CPE, entrega al Tribunal Constitucional Plurinacional la atribución de conocer: 'Los conflictos de competencia entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la jurisdicción ordinaria y agroambiental', en este sentido, la autoridad que considere que se usurpa su competencia '…solicitará que ésta última se aparte de su conocimiento' (art. 102 del Código Procesal Constitucional [CPCo]), así, 'Si la autoridad requerida rechaza la solicitud o no se manifiesta en el plazo de los siete días subsiguientes, a partir de la petición de la autoridad demandante, ésta se encontrará facultada para plantear el conflicto ante el Tribunal Constitucional Plurinacional'. En ese entendido, la resolución del Tribunal Constitucional Plurinacional se limita a determinar la autoridad indígena originaria campesina u ordinaria en su caso, competente para conocer un determinado asunto y si bien mediante este tipo de proceso constitucional se pretende resguardar la garantía del juez natural no por ello se observa si los estándares de la jurisdicción competente respetan o no el debido proceso pues ello corresponde en su caso a otras acciones constitucionales. Ahora bien, respecto a los ámbitos de aplicación de la jurisdicción indígena originaria campesina el art. 191.II de la CPE, determina que: 'La jurisdicción indígena originario campesina se ejerce en los (…) ámbitos de vigencia personal, material y territorial…' correspondiendo efectuar una interpretación desde y conforme a la Constitución y los Tratados del Derecho Internacional de Derechos Humanos (arts. 13.IV y 256 de la CPE) del art. 8 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, es decir: (…) Ámbito de vigencia personal El art. 30.I de la CPE, precisa: 'Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial española', por su parte el art. 2 de la Ley Fundamental, hace referencia a dos elementos a considerar que son: 'Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios…' y finalmente debe considerarse el art. 191.I de la Norma Suprema, que establece: 'La jurisdicción indígena originario campesina se fundamenta en un vínculo particular de las personas que son miembros de la respectiva nación o pueblo indígena originario campesino'. En este sentido, para este Tribunal Constitucional Plurinacional resulta claro que la interpretación del art. 9 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional que establece: 'Están sujetos a la jurisdicción indígena originaria campesina los miembros de la respectiva nación o pueblo indígena originario campesino', debe interpretarse en un sentido amplio y conforme al art. 191.II.1 de la CPE, que establece que: 'Están sujetos a esta jurisdicción los miembros de la nación o pueblo indígena originario campesino, sea que actúen como actores o demandado, denunciantes o querellantes, denunciados o imputados, recurrentes o recurridos', de donde puede extraerse que inicialmente alcanza a: 1) Los miembros de las colectividades humanas que comparten identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión con existencia precolonial y que ejercen dominio ancestral sobre sus territorios. Al respecto, la SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, aclaró que: '…debe precisarse además que en el contexto de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, su estructura organizativa por razones también de orden socio-histórico, podría estar compuesta por organizaciones campesinas, juntas vecinales u otras modalidades organizativas que reflejen un proceso de mestizaje vivido en el País, en estos casos, el reconocimiento de derechos colectivos como naciones y pueblos indígena originario campesinos, responderá a la concurrencia de cualquiera de los elementos de cohesión colectiva descritos supra, es decir a la existencia de identidad cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras…', aspecto que no debe resultar sorprendente si se considera la cantidad oficial de personas auto-identificadas como indígenas y la magnitud de migración interna provocadas por las necesidades económico - sociales en nuestro país. 2) En este sentido, debe considerarse que el vínculo 'particular' que une a los miembros de una nación o pueblo indígena originario campesino de ninguna manera podría fundarse en el nacimiento o los rasgos físicos, por ello mismo, una persona no nacida en una determinada cultura puede adoptar la misma y por ende ser juzgado por la jurisdicción indígena originaria campesina, por ello mismo el art. 1.2 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), establece que: 'La conciencia de su identidad o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio'. 3) Por otra parte y considerando que el derecho colectivo a administrar su justicia está relacionado a la construcción de su identidad social, es lógico aceptar que es posible el juzgamiento de personas que no necesariamente pertenezcan a la nación o pueblo indígena originaria campesino pero que voluntariamente de manera expresa o tácitamente se sometan a dicha jurisdicción por ejemplo al decidir ocupar sus territorios ancestrales aunque ello no implica que no deba analizarse en cada caso la concurrencia de los ámbitos territorial, material y personal referidos por el art. 191.II de la CPE. (…) Ámbito de vigencia territorial Respecto al ámbito territorial, el art. 11 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (LDJ), señala que: 'El ámbito de vigencia territorial se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena originario campesino, siempre y cuando concurran los otros ámbitos de vigencia establecidos en la Constitución Política del Estado y en la presente Ley', lo que sin duda busca preservar la seguridad jurídica en las relaciones jurídicas entendida en la SC 0287/99-R de 28 de octubre de 1999, como: '…condición esencial para la vida y el desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran. Representa la garantía de la aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la mala voluntad de los gobernantes pueda causarles perjuicio'. Ahora bien, dicha norma, también debe interpretarse en el marco del art. 191.II.3 de la CPE, que refiere: 'Esta jurisdicción se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena originario campesino', es decir: i) En general la jurisdicción indígena originaria campesina se aplica en los territorios ancestrales. ii) A hechos cometidos fuera del espacio físico de un territorio indígena originario campesino que puedan afectar la cohesión social colectiva como podría suceder; por ejemplo cuando, los mismos se produzcan por una autoridad en representación del pueblo indígena originario campesino o exista desvío de poder respecto a dicha representación. (…) Ámbito de vigencia material Respecto al art. 191.II.2 de la CPE, respecto al ámbito de vigencia material, establece que la jurisdicción indígena originaria campesina: '…conoce los asuntos indígena originario campesinos de conformidad a lo establecido en una Ley de Deslinde Jurisdiccional', pese a ello, a este Tribunal Constitucional Plurinacional le resulta absolutamente claro que las comunidades indígena originario campesinas vienen conociendo desde la antigüedad todas las controversias surgidas en la misma forma que cuentan con la presunción de competencia por su situación histórica de desventaja respecto a la jurisdicción ordinaria por lo que la interpretación de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, debe efectuarse de tal manera que lo inhibido a la jurisdicción indígena originaria campesina sea el resultado de una interpretación sistemática del texto constitucional de donde resulte que la exclusión de un 'asunto' de la competencia de la jurisdicción indígena originaria campesina busque de manera evidente y clara en el caso concreto proteger un bien jurídico de entidad nacional o internacional de acuerdo a las particularidades del caso concreto. En relación a este ámbito, el art. 10 de la LDJ, -Ley 073 de 29 diciembre de 2010-, establece que: ‘I. La jurisdicción indígena originaria campesina conoce los asuntos o conflictos que histórica y tradicionalmente conocieron bajo sus normas, procedimientos propios vigentes y saberes, de acuerdo a su libre determinación. II. El ámbito de vigencia material de la jurisdicción indígena originaria campesina no alcanza a las siguientes materias: a) En materia penal, los delitos contra el Derecho Internacional, los delitos por crímenes de lesa humanidad, los delitos contra la seguridad interna y externa del Estado, los delitos de terrorismo, los delitos tributarios y aduaneros, los delitos por corrupción o cualquier otro delito cuya víctima sea el Estado, trata y tráfico de personas, tráfico de armas y delitos de narcotráfico. Los delitos cometidos en contra de la integridad corporal de niños, niñas y adolescentes, los delitos de violación, asesinato u homicidio; b) En materia civil, cualquier proceso en el cual sea parte o tercero interesado el Estado, a través de su administración central, descentralizada, desconcentrada, autonómica y lo relacionado al derecho propietario; c) Derecho Laboral, Derecho de la Seguridad Social, Derecho Tributario, Derecho Administrativo, Derecho Minero, Derecho de Hidrocarburos, Derecho Forestal, Derecho Informático, Derecho Internacional público y privado, y Derecho Agrario, excepto la distribución interna de tierras en las comunidades que tengan posesión legal o derecho propietario colectivo sobre las mismas; d) Otras que estén reservadas por la Constitución Política del Estado y la Ley a las jurisdicciones ordinaria, agroambiental y otras reconocidas legalmente. III. Los asuntos de conocimiento de la jurisdicción indígena originaria campesina, no podrán ser de conocimiento de la jurisdicción ordinaria, la agroambiental y las demás jurisdicciones legalmente reconocidas’” (las negrillas son añadidas). III.3. De la competencia de los juzgados agroambientales El art. 39.I de la Ley 1715, modificado por el art. 23 de la Ley 3545 de 28 de noviembre de 2006, prevé que: “I. Los jueces agrarios tienen competencia para: 1. Conocer las acciones de afectación de fundos rústicos que no hubieran sido sometidos a proceso agrario ante el Servicio Nacional de Reforma Agraria; 2. Conocer las acciones que denuncien la sobreposición de derechos en fundos rústicos: 3. Conocer las acciones sobre mensura y deslinde de fundos rústicos: 4. Conocer las acciones para el establecimiento y extinción de servidumbres que puedan surgir de la actividad agropecuaria forestal o ecológica; 5. Conocer las acciones para garantizar el ejercicio del derecho de propiedad agraria; 6. Conocer acciones sobre uso y aprovechamiento de aguas; 7. Conocer interdictos de adquirir, retener y recobrar la posesión de fundos agrarios, para otorgar tutela sobre la actividad agraria; 8. Conocer otras acciones reales, personales y mixtas derivadas de la propiedad, posesión y actividad agraria, 9. Otros que le señalen las leyes”. III.4. Análisis del caso concreto En el caso en examen, Francisco Mamani Huanca, Chiqanchir Mallku de Justicia Originaria del Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA”, presentó conflicto de competencia jurisdiccional ante el Juez Agroambiental de Challapata, dentro del proceso el proceso agrario de interdicto de recobrar la posesión seguido por Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo contra Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, alegando que el despojo de la posesión de terrenos de agricultura y pastoreo que se denuncia corresponde ser resuelta por la JIOC; puesto que, se refiere a tierras que son de propiedad colectiva perteneciente a la TCO’s Hiluta Chahuara, el cual forma parte del territorio ancestral de “JAKISA”, sobre el que tiene competencia el Consejo Gobierno de Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” dado que la TIOC Hiluta Chahuara forma parte del mismo, ya que su propio sistema jurídico viene resolviendo los problemas sobre posesión de tierras cuando se suscitan entre miembros de su comunidad, como es el caso de los demandantes y demandados en el referido proceso agrario, quienes pertenecen al Ayllu Hiluta Chahuara, dentro de cuya jurisdicción territorial habría sucedido el hecho. Por su parte, el Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del departamento de Oruro, omitió dar pronunciamiento expreso sobre el fondo del pedido de inhibición de la causa, limitándose a disponer que se resolvería en “el momento procesal dispuesto por el art. 83 inc. 2) de la ley N° 1715” (sic). De acuerdo con el objeto precisado en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde analizar la problemática planteada desde la óptica de los ámbitos personal, territorial y material, para determinar quién es la autoridad competente para conocer y resolver el caso; es decir, para dilucidar si el asunto agrario de referencia, corresponde conocer a la jurisdicción agroambiental o a la JIOC. III.4.1. Respecto al ámbito de competencia personal Conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo constitucional, la JIOC se fundamenta en un vínculo particular de las personas que son miembros de la respectiva nación o pueblo indígena originario campesino (NPIOC), y que sólo los miembros de la respectiva NPIOC, ya sea que intervengan como actores o demandados, denunciantes o querellantes, denunciados o imputados, recurrentes o recurridos, estarán sujetos a la JIOC. De acuerdo a los antecedentes que cursan en obrados, las personas en conflicto son por una parte Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo, quienes son los demandantes en el proceso agrario de interdicto de recobrar la posesión; y por otra parte, Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto, que son los demandados en dicho proceso. Conforme se infiere de las actas de conciliación indicadas en las Conclusiones II.2 y II.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, todas las personas involucradas en el conflicto y que tienen la calidad de partes demandante y demandada son comunarios que pertenecen al Ayllu Hilluta Chahuara; consiguientemente, se encuentra acreditado la concurrencia del ámbito de competencia personal. III.4.2. Respecto a la vigencia del ámbito de competencia territorial Tal como disponen los arts. 191.II.3 de la Constitución Política del Estado (CPE), y 11 de la LDJ, el ámbito de vigencia territorial se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de una NPIOC, siempre y cuando concurran los otros ámbitos de vigencia (personal y material). De lo alegado en la demanda de interdicto de recobrar la posesión y lo manifestado en la demanda de conflicto de competencia jurisdiccional, el supuesto despojo habría sucedido respecto de terrenos ubicados en el rancho Hiluta Chahuara del Ayllu Hiluta Chahuara dentro de la jurisdicción territorial ancestral de la Nación Originaria Suyu Jatun Killaka Asanajaki “JAKISA” ubicado en el Municipio Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro; de lo cual resulta que, concurre el ámbito de competencia territorial. III.4.3. Respecto a la vigencia del ámbito de competencia material De los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia que Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo, el 26 de junio de 2015, presentaron ante el Juez Agroambiental de Challapata demanda de interdicto de recobrar la posesión contra Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto pidiendo que se les restituya la posesión de su terreno denominado “IRPA CAGUA” de la que dicen haber sido despojados en una extensión de cinco hectáreas aproximadamente, más el pago de costas, multa, daños y perjuicios, con la consiguiente remisión de antecedentes ante el Ministerio Público, alegando que el referido terreno de agricultura y pastoreo se encuentra en el rancho Hiluta Chahuara del Ayllu Hiluta Chahuara de la jurisdicción de Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, que lo adquirieron por sucesión hereditaria, por su trabajo y posesión y que se encuentra saneada en la modalidad de saneamiento TCO’s; y que hasta antes del despojo, en una parte de dicho terreno (dos hectáreas y media aproximadamente) todos los años sembraron cebada, quinua y otros productos, y la otra mitad de su terreno lo utilizaban como pastoreo, donde tenían un solar campesino con sus respectivos canchones y pozo de agua; empero, el 22, 23 y 24 de enero de 2015, Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y su hijo, Franklin Sandro Valeriano Nieto y otros, ingresaron a su predio con violencia donde hicieron barbechar o roturar el mismo con maquinaria agrícola, habiendo destruido su solar campesino, las paredes de sus canchones antiguos, el pozo de agua, bebederos de sus animales y su sembradío de quinua que ya tenía una altura de 40 cm, no obstante que los demandados fueron prevenidos por las Autoridades Originarias para que no barbecharan más sus terrenos, a lo que no hicieron caso, ya que levantaron cimientos para constituir casas sobre sus terrenos; extremo que fue admitido por los demandados, quienes amenazaron con matarlos, agrediendo a su hijo inclusive; por lo que, esos hechos fueron denunciados ante las Autoridades Originarias. Por las actas de conciliación individualizadas en las Conclusiones II.2 y II.3 de este fallo constitucional, se evidencia que se trata de un conflicto relativo a la posesión de tierras agrarias que se intentó resolver por vía conciliatoria ante el Corregimiento de Santiago de Huari y ante la propia autoridad de la comunidad de Hiluta Chahuara, pero sin éxito. Conforme se desprende del Informe Técnico DDD-CAT-I-T 039/2015 elaborado por la Dirección Departamental Oruro del INRA, las tierras que son objeto del litigio se encuentran tituladas en la modalidad de TCO’s; es decir, se trata de tierras sobre las cuales el Ayllu Hiluta Chahuara (en el porcentaje señalado en dicha certificación), tiene derecho propietario colectivo. Ahora bien, por disposición del art. 10.I de la LDJ, la jurisdicción indígena originaria campesina conoce los asuntos o conflictos que histórica y tradicionalmente conocieron bajo sus normas, procedimientos propios vigentes y saberes, de acuerdo a su libre determinación, salvo las excepciones previstas. Si bien es cierto que, entre tales excepciones se encuentran los conflictos sobre derecho agrario; empero, el parágrafo II inc. c) de la norma en examen, deja salvo la competencia de la JIOC a los casos sobre la distribución interna de tierras en las comunidades que tengan posesión legal o derecho propietario colectivo sobre las mismas. En el caso en examen, de los antecedentes que cursan en obrados se advierte que el supuesto hecho de despojo forma parte de una disputa por la posesión de una parcela que integra la TCO del Ayllu Hiluta Chahuara; es decir, se trata de una disputa sobre terrenos respecto de los cuales existe un derecho propietario colectivo de la NPIOC. Consiguientemente, la facultad que ha venido ejerciendo la JIOC para dirimir la controversia de las tierras colectivas de la comunidad -que es la disputa que subyace a este conflicto competencial-, se encuentra dentro del ámbito de atribuciones que la Ley de Deslinde Jurisdiccional le reconoce a la JIOC, para la distribución interna de las tierras de la comunidad sobre las que se tenga derecho propietario colectivo, como sucede en el caso que se examina. Consecuentemente, igualmente concurre la vigencia del ámbito de competencia material. Por lo que, estando acreditada la concurrencia de los ámbitos de competencia personal, territorial y material de la JIOC, corresponde reconocer su competencia para el conocimiento y resolución del problema que generó éste conflicto de competencia jurisdiccional. POR TANTO La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confiere la Constitución Política del Estado y los arts. 85.3 y 100 del Código Procesal Constitucional, resuelve: 1º Declarar COMPETENTE a las Autoridades Originarias de la Nación Suyu Jatun Killaka Asanajaqi “JAKISA” para conocer y resolver la controversia suscitada entre los comunarios, por una parte, Cleto Gerónimo Nieto y Nicasia Huayllas López de Gerónimo; y por otra parte, Leónidas Nieto Mamani Vda. de Valeriano y Franklin Sandro Valeriano Nieto. 2º Disponer que el Juez Agroambiental de Challapata, provincia Eduardo Abaroa del departamento de Oruro, que tuvo conocimiento del proceso de interdicto de recobrar la posesión, se inhiba del conocimiento del mismo y remita los antecedentes ante las Autoridades Originarias antes referidas. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. No intervienen el Presidente y los Magistrados, Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado, Neldy Virginia Andrade Martínez y Ruddy José Flores Monterrey, por ser de votos disidentes. Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga MAGISTRDA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO Fdo. Tata Efren Choque Capuma MAGISTRADO Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO
SCP 0281-2016-s2 Marco Antonio Cardozo Jemio - Derecho Autodeterminacion y Eleccion de Autoridades Pueblo Indigena Originario Campesino, No Dualidad de Autoridades