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Modulo Balística-Hemisferios
Modulo Balística-Hemisferios
Definición, evolución y
clasificación © IMF Smart Education
Índice
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Definiciones 3
3.1. Arma de fuego 4
3.2. Arma 5
IV. Evolución del arma de fuego 8
4.1. De la pólvora negra a la pólvora sin humo 8
4.2. De la avancarga a la retrocarga 9
4.3. Evolución de los sistemas de iniciación 12
4.4. Evolución de los sistemas de alimentación 14
V. Clasificación de las armas de fuego 18
VI. Resumen 25
VII. Caso práctico 26
Recursos 27
Bibliografía 27
Glosario. 27
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
I. Introducción
En esta unidad didáctica, el estudio se centrará en el arma de fuego y, para ello, es imprescindible
formular, en primer lugar, una definición razonada que la diferencie de cualquier otro tipo de arma. Todas
las armas comparten el concepto de finalidad (la defensa o el ataque). En este tema se sentarán los
conceptos diferenciadores de cada tipo de arma y que a su vez serán utilizados en su definición. A
continuación, se describirá la evolución del arma desde el punto de vista criminalístico, haciendo hincapié
en aquellos acontecimientos de interés para este objetivo. La clasificación final se regirá por el mismo
principio de utilidad.
Cuando se cometa un delito violento haciendo uso de un arma de fuego, y un experto balístico sea
requerido por Autoridad Judicial o grupo de investigación para informar sobre sus características técnicas,
precisará de la aplicación de unos conocimientos genéricos y concretos relativos a la propia evolución del
arma de fuego. En otros casos, la mera clasificación del arma ocupada tendrá consecuencias jurídicas o
será la base para la correcta interpretación de las circunstancias del disparo. De tal manera se pondrá
respuesta a preguntas como: ¿es un arma antigua?, ¿se ha tratado de un disparo accidental?, ¿uso de arma
automática?..
II. Objetivos
1
Conocer los aspectos que definen en exclusividad el arma de fuego.
Distinguir las etapas evolutivas del arma, hasta alcanzar el concepto de arma moderna.
III. Definiciones
La aparición del arma de fuego está ligada, como es lógico, al uso de la pólvora como medio de
propulsión, una fecha no científicamente probada, aunque en general se sitúa en el s. xiv. La pólvora es un
combustible deflagrante que, sometido a altas temperaturas o directamente a la acción de una llama,
comienza a descomponerse y genera gases. Si la descomposición ocurre en un espacio cerrado y
resistente, se origina una gran presión.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
La pólvora puede arder en un espacio confinado, ya que incorpora al combustible la dosis pertinente de
comburente (oxígeno). El espacio cerrado o cámara de combustión constituirá el arma, o simplemente un
tubo o cañón cerrado y resistente (en general, de acero).
Una vez incorporada la carga de propulsión (pólvora), se incluye la de proyección (proyectil). De alguna
manera, se deberá iniciar la deflagración de la pólvora para la producción del disparo. Las armas modernas
incorporan una mezcla detonante que inicia su propia descomposición al ser comprimida (percutida) entre
dos superficies o elementos duros (percutor y yunque).
En el armamento actual, todos estos elementos vienen incorporados en el objeto balístico conocido
como “cartucho”, excepto el percutor, que está en la propia arma.
Figura 1. Cartucho.
Fuente: elaboración propia.
Según todo esto, el arma de fuego estará constituida básicamente por un tubo resistente y cerrado en el
momento del disparo, con unas dimensiones que admitan la alimentación de un cartucho y un percutor
como mecanismo elemental, necesario e imprescindible.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Se define como el arma que utiliza la pólvora como medio de propulsión para disparar, con dirección
controlada, bien sea con proyectil único o múltiple.
Para que un arma pueda considerarse de fuego, en primer lugar, debe estar catalogada como arma, pues
no todas las herramientas capaces de producir un daño tendrán esta consideración, así como tampoco
todas las armas lo son desde su concepción. Lo que las convierte en armas es su finalidad.
3.2. Arma
Un arma es cualquier instrumento utilizado para la defensa o el ataque (finalidad).
Una herramienta o útil de trabajo, utilizados con el fin de atacar, se convierten en armas debido a su
finalidad. Las que interesan en esta unidad son las que producen un efecto lesivo por la velocidad conferida
a un objeto (normalmente de reducido tamaño). Según la fuerza motriz utilizada para la generación de
esta velocidad, se puede realizar una primera clasificación de las armas:
Fuerza centrífuga
Fuerza muscular
Fuerza muscular: las lanzas y cualquier objeto contundente.
Elasticidad de la herramienta
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Figura 5. Elasticidad.
Fuente: elaboración propia.
Es decir, se considerarán armas de fuego las que utilicen la pólvora como carga de propulsión para
el disparo de un proyectil único (bala) o múltiple, con la condición de que esta carga de proyección sea
sólida. Quedan, por tanto, excluidas las que utilizan cualquier otra carga de propulsión, aunque disparen
proyectiles, y las que, aunque utilicen pólvora, no disparen un proyectil sólido.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Las armas que no son de fuego se podrían resumir en los siguientes tipos:
Armas accionadas por aire comprimido, gas comprimido, muelles (soft air), etc.
Armas de gas.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Moderna mezcla química de propulsión cuyo principio activo es la nitrocelulosa (algodón pólvora).
En las pólvoras modernas, también conocidas como “sin humo” o “blancas”, más importante que la
cantidad es la forma del grano, ya que de ello depende su velocidad de combustión. Así, según la forma
del grano, se conseguirán pólvoras de rápida descomposición (degresivas) y de lenta descomposición
(progresivas).
Dado que la descomposición es por capas, las pólvoras de laminillas serán las de más rápida
descomposición y se utilizarán para las armas de ánima lisa, en las que se necesita que el pico de presión
sea inicial para el empuje instantáneo de los proyectiles (perdigones).
Los rifles necesitarán mantener un pico de presión constante para empujar la bala a lo largo del tubo
estriado sin someterlo a una presión momentánea excesiva, por lo que se escogerán formas esféricas,
cilíndricas, etc.
Se conocen como armas de avancarga las que se alimentan por la boca de fuego mediante
introducción independiente por la boca del cañón de los elementos necesarios para el disparo (pólvora,
tacos y bala).
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Las primeras armas de fuego cargaban por la boca de fuego todos los elementos necesarios para el
disparo, de ahí su nombre: avancarga. El arma estaba formada por un tubo grueso y resistente abierto
solo por su lado anterior. Se alimentaba con una bala de piedra (bodoque), que posteriormente sería
metálica, del diámetro del hueco interior del cañón para conseguir la obturación de los gases de la
deflagración de la pólvora. Cerca de la parte posterior del cañón, se practicaba un orificio que
comunicaba con la carga de pólvora para que, al introducir calor de cualquier manera, se iniciara su
combustión. Al principio era un hierro incandescente. Más tarde, se fue perfeccionando el sistema de
iniciación, como base en la evolución de las armas de fuego.
Estas armas tenían que ser muy voluminosas ya que, para dotar al proyectil de la velocidad necesaria,
hacía falta una gran cantidad de pólvora negra (con la consiguiente alta presión en la recámara). Por otra
parte, si se sustituían las cargas de pólvora por masa de proyectil, resultaban proyectiles de grandes
tamaños.
Estas armas debían conseguir una energía suficiente trabajando con la velocidad del proyectil
(limitada por las presiones en recámara) combinada con el tamaño (a mayor proyectil, con la misma
composición, mayor peso).
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
E = v2 × m / 2
Armas de retrocarga
Se denominan así las que se alimentan por la recámara. Los elementos necesarios para el disparo se
incluyen en un elemento único conocido como “cartucho”.
El cartucho de espiga o Lefaucheux se considera el primero que reúne todos los elementos necesarios
para el disparo en unas condiciones mínimas de estanqueidad (mediados del s. xix, hacia el 1845). Hasta
entonces, se habían ido dando sucesivos pasos hasta conseguir el moderno cartucho de percusión
central.
Desde los cartuchos de papel o cartón, meros dosificadores de la carga necesaria de pólvora, a los
que posteriormente se añadía el proyectil, se necesitaba una apertura anterior a la alimentación o carga
directa por su capacidad combustible. De todas formas, aún se necesitaba una iniciación externa.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
La primera forma de iniciar la combustión de la pólvora fue por contacto directo de una barra
incandescente introducida por el orificio practicado a tal fin en la parte posterior del cañón. El sistema
necesitaba calentar la pieza de forma repetida, pues al cabo del tiempo se enfriaba.
2. Mecanismo de mecha
Después, aunque se sustituyó este mecanismo por una mecha, se mantuvo el tiempo de iniciación a la
vez que se perfeccionaba el sistema (serpentín con mecanismo de disparo). Sin embargo, la humedad
era perjudicial para este sistema de ignición.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
3. Chispa y detonantes
Más tarde, las llaves de chispa y rueda mejoraron el sistema de iniciación, al reducir su uso
exclusivamente al momento del disparo; y, por último, con la aparición de los detonantes, su posterior
encapsulado y la incorporación de las llaves de percusión, se culminaron los avances en los mecanismos
de iniciación de la carga de propulsión.
Figura 17. Sistemas de iniciación. De arriba hacia abajo: de mecha, chispa y percusión.
Fuente: elaboración propia.
4. Cargas
Con la aparición de las cargas iniciadoras, se pasa de los cartuchos de espiga a los de percusión
lateral.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
5. Lefaucheux
Con el sistema de percusión Lefaucheux (de percusión lateral), la carga de iniciación se encapsula y
se sitúa próxima a la pólvora, en el interior del cartucho. Para acceder a ella, se introduce una barrita en
el cuerpo del cartucho (espiga), barrita en la que incide el martillo percutor para provocar la detonación.
Los sistemas de percusión se completan con los de percusión lateral y central, que actualmente
conviven, si bien los primeros más para tiro deportivo que para la defensa. Se hablará más en detalle
sobre ellos en el apartado de clasificación de las armas y en la unidad didáctica dedicada a la
cartuchería. (Contenidos complementarios: “Balística forense”. Dirección Nacional Cuerpo Técnico de
Investigación, 2005. URL disponible en: https://www.seguridadpublica.es/pdf/balisticaforense.pdf).
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Aumento de nº de cañones
Armas de repetición
Después, con la invención de estos sistemas, aparecen sucesivamente las armas de repetición,
semiautomáticas y automáticas, que solo necesitan un cañón y una recámara para conseguir la repetición
del disparo.
Sistemas de repetición
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Tiro/Tiro No No Manual
Tiro a tiro
Armas tiro a tiro (carecen de almacén de cartuchos; tantos cañones, tantos disparos):
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Armas de repetición
Por su actualidad.
Por la forma de carga.
Por su cometido.
Por su forma de transporte.
Por su tamaño.
Por su forma de percusión.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Actualidad
Se distinguen en esta categoría las armas antiguas y las armas modernas. En España, se siguen los
criterios de las directivas de la Unión Europea, en las que se fija como fecha delimitadora el 1 de enero
de 1890. Además, se consideran antiguas:
Ante la dificultad de datar armas de fabricación anterior a 1890, cuando se pretenda mantener como
antigua un arma de retrocarga (para cartucho), existe el deber de acreditarlo con el fin de documentarla
con un certificado de arma antigua (CIPAE).
Forma de carga
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Cometido
Figura 31. Arma de caza. Figura 32. Arma de tiro F ig u r a 33. Arma de Figura 34. Arma de
Fuente: elaboración propia. deportivo. defensa. guerra.
Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración propia.
Transporte
Armas de arrastre. Necesitan un medio de transporte para Armas portátiles. Pueden portarse y usarse con la ayuda
su traslado y uso. exclusiva de las manos.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Tamaño
Hay armas cortas y armas largas. Según el Reglamento de Armas español (art. 2): “Son armas cortas
aquellas cuyo cañón no exceda de 30 cm o su tamaño total no exceda de 60 cm. Son armas largas las
que no tengan la consideración de cortas”.
De la anterior definición se deduce el siguiente cuadro para la determinación de la categoría del arma
según el tamaño total del arma o de su cañón.
Los subfusiles son, por tamaño, armas largas, pero tienen la particularidad de que su munición es de
arma corta (principalmente 9 mm Parabellum, 7,65 mm Browning o 9 mm Browning Court).
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Percusión
De percusión central.
De percusión anular o lateral.
Figura 38. Arma de percusión Figura 39. Arma Figura 40. Cartucho de Figura 41. Cartucho de
central. Percute los cartuchos en de percusión lateral o percusión central. Dispone de percusión anular. Tiene la carga
el centro geométrico del culote anular. Percute los cápsula con carga de de iniciación (sustancia
del cartucho. Son la gran mayoría cartuchos en la corona iniciación (pistón) alojada en detonante) distribuida por el
de las armas actuales. circular de sus bases. el centro del culote del reborde o pestaña del culote del
Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración cartucho. cartucho.
propia. Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración propia.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Cañón
Se distinguen las armas de cañón fijo de las de cañón móvil. En función del cañón, así será el sistema de
acerrojamiento del arma. Las armas de cañón fijo atizan cartuchos poco potentes o son pesadas y de
costosa alimentación. Por el contrario, las de cañón móvil pueden ser ligeras a la vez que potentes. Las
más modernas tienen este sistema.
Figura 42. El cañón móvil (del arma superior) se fija a la parte móvil del arma, la corredera.
Fuente: Pixabay.
Figura 43. El cañón fijo (del arma superior) se fija a la parte fija del arma, el armazón.
Fuente: Pixabay.
Ánima
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
El tipo de cañón está en función del proyectil que, de forma general y conceptual, va a utilizar. Si el
proyectil es único, el cañón será estriado o poligonal. Esto viene de la necesidad de conferir al proyectil
velocidad de rotación sobre su eje (giro), con el fin de aprovechar el efecto giroscópico; es decir,
dotarlo de resistencia a las dos fuerzas que se oponen al proyectil según abandona la boca de fuego: la
gravedad y la resistencia del aire a la alta velocidad de la bala. De esta forma, la bala consigue estabilidad
de vuelo y tiene mayor alcance y precisión. Si el proyectil es múltiple, el cañón será, al contrario, de
ánima lisa.
Figura 44. Ánima lisa. El Figura 45. Cañón estriado. El estriado Figura 46. Cañón poligonal. Su ánima no es
prototipo es el arma tipo se consigue "rayando" las paredes del cilíndrica como la de los cañones estriados, sino
escopeta. El pico de presión cañón, de forma helicoidal, de forma que poliédrica, con sección poligonal de cuatro a seis
debe ser inmediato para el dichas paredes quedan conformadas por caras, sin vértices, que se torsiona y obliga a la
impulso de los perdigones dos tipos de superficie de distinto bala (de cuerpo cilíndrico) a adoptar la forma
que no se ajustan al calibre diámetro, las estrías y los campos. De esta poliédrica y girar según la torsión del cañón. Las
del cañón y no sufren manera, los campos del cañón producen balas así disparadas no pierden energía por
resistencia a su paso. las estrías en la bala. fricción y calentamiento.
Propulsión
Disparo
Armas tiro a tiro (tantos cañones, tantos disparos). Si solo tienen un cañón, se conocen
como “monotiro”.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
VI. Resumen
En esta unidad didáctica se han abordado los siguientes temas:
Armas de fuego
Presiones controladas.
Mayor velocidad proyectil.
Combustión con menor producción de residuos.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Clasificación
Armas ligeras.
Potentes.
¿Qué tipo de arma es la que tiene un sistema de almacenamiento de cartuchos y que, para realizar
el primer disparo, necesita que se manipule manualmente un sistema que permite la alimentación
(introducir cartucho en recámara), pero los sucesivos se producirán aprovechando las presiones
de los gases del disparo, presionando el disparador para cada disparo?
Solución
Un arma semiautomática.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
Recursos
Bibliografía
Manuales de interés :
Glosario.
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El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación
ESTRIADO: rayas practicadas al ánima del cañón, con determinado giro helicoidal, para
provocar en las balas un giro que les proporcione estabilidad de vuelo.
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Mecánica de las armas © IMF Smart Education
Índice
Mecánica de las armas 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. La pistola 3
3.1. Partes fundamentales 4
3.2. Mecanismos de disparo 6
3.3. Mecanismos de percusión 7
3.4. Mecanismos de automatismo y cierre 7
3.5. Mecanismos de alimentación 9
3.6. Mecanismos de extracción y expulsión 10
3.7. Mecanismos de seguridad 11
IV. El revólver 11
4.1. Partes fundamentales 12
4.2. Mecanismos 13
V. La escopeta 18
5.1. Armas largas. Clasificación 18
5.2. Tipos de escopeta 18
5.3. Partes fundamentales de la escopeta 19
5.4. Partes y mecanismos de la escopeta 19
5.5. El calibre 22
VI. Resumen e ideas fundamentales 23
VII. Anexo fotográfico 25
VIII. Caso práctico 27
Recursos 28
Bibliografía 28
Glosario. 28
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M ecánica de las armas
I. Introducción
En esta unidad se estudiarán los mecanismos de las armas de fuego, así como sus funciones.
Serán objeto de análisis los dos prototipos de arma corta (pistola y revólver), así como el arma por
excelencia para la caza, la escopeta. Se trata de armas que son objeto continuo de informes periciales pues
se utilizan mucho para la comisión de hechos violentos (robos, homicidios, suicidios...), accidentes, etc.
En muchos casos, se deberá informar sobre la voluntariedad del disparo o si se trata de un acto fortuito
o accidental, y para ello es de vital importancia el conocimiento de los mecanismos de disparo, percusión,
seguridad, etc.
II. Objetivos
1
2
Saber determinar si un arma se encuentra en condiciones de operatividad.
3
Valorar si el estado de un arma es compatible con un disparo involuntario.
III. La pistola
Constituye uno de los dos tipos de arma corta y puede ser de tiro a tiro y de uno o varios cañones. Las
pistolas modernas son de cañón único y de tiro semiautomático, para lo cual disponen de un depósito
almacén de cartuchos (conocido como cargador) y de las partes y mecanismos que se resumen a
continuación.
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M ecánica de las armas
1. Cañón.
2. Corredera.
3. Armazón.
CAÑÓN
Tubo cilíndrico resistente con capacidad para soportar altas presiones y conducir la bala. Su función es
el disparo de la bala (proyectil único). Por ello, su ánima está estriada, de manera que la bala pueda girar
sobre su eje y adquirir estabilidad de vuelo para conseguir mayor alcance y precisión. La parte posterior,
sin estrías, es la recámara.
La recámara en las pistolas es solidaria al cañón. Normalmente sin estriado, se corresponde con la
parte anterior del cañón, donde se alojará el cartucho “alimentado”. Tiene la forma y dimensiones de su
vaina. La cota de fijación es el límite de recámara en las pistolas.
Según acerrojamiento
Cañón fijo.
Cañón móvil.
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M ecánica de las armas
Según ánima
Ánima lisa.
Cañón estriado.
Poligonal.
Figura 4. Cañón estriado con ocho estrías y campos, de giro helicoidal a la derecha.
Fuente: elaboración propia.
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M ecánica de las armas
La Figura 6 es un ejemplo de cañón de ánima lisa, prototipo de las escopetas destinadas al uso
genérico de proyectiles de pequeño diámetro, inferior al del propio cañón, perdigones y postas.
Se entiende por “calibre real del arma” el diámetro entre campos opuestos. Corresponde al calibre del
cañón antes de practicar el estriado.
El calibre real de la bala es el diámetro entre estrías opuestas, producidas por los campos del
cañón.
CORREDERA
Es la pieza móvil que se desliza sobre el armazón. Aloja el cañón y otros mecanismos.
Figura 8. Corredera.
Fuente: elaboración propia.
ARMAZÓN
Alojamiento y sostén de las otras partes fundamentales y de otros mecanismos, así como de la
empuñadura del arma
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M ecánica de las armas
Relacionados más directamente con la acción del tirador, son los que se indican en la Figura 9:
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M ecánica de las armas
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M ecánica de las armas
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M ecánica de las armas
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M ecánica de las armas
Voluntarios.
Automáticos.
Pueden actuar sobre cualquiera de las partes o mecanismos del arma, y pueden concurrir varios a
la vez. De todas formas, se ha llegado al convencimiento de que el que más seguridad ofrece es el
que asegura el último mecanismo en la secuencia de disparo, que es el que bloquea la aguja
percutora e impide la percusión del cartucho alojado en la recámara.
Disparador.
Biela del disparador.
Fiador.
Martillo.
Aguja percutora.
Corredera.
IV. El revólver
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M ecánica de las armas
Por su acción
De simple acción.
De doble acción.
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M ecánica de las armas
Tambor
Armazón
4.2. Mecanismos
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M ecánica de las armas
Disparo
Disparador y muelle.
Levante.
Biela del tambor.
Tope del tambor.
Percusión
Martillo.
Muelle real y vástago.
Anillo regulador de presión.
Aguja percutora y muelle antagonista.
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M ecánica de las armas
De cierre y apertura
Extracción
Estrella extractora.
Barrita del extractor.
Varilla central y muelle.
Alimentación
Seguros
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M ecánica de las armas
Son sistemas de seguridad proporcionados por el fabricante del arma (por tanto, involuntarios) para
impedir el disparo accidental. Su función, en las armas tipo revólver, consiste en alejar o limitar el
recorrido del martillo hacia el percutor o interponerse en este desplazamiento y son siempre
involuntarios. Sus tipos son:
Corredera.
Interposición de masas.
Excentricidad del martillo.
Acerrojamiento incompleto (seguro de bulón).
Figura 31. Seguro corredera de interposición de masas, seguro excentricidad del martillo en posición
de disparo y posición asegurada, respectivamente.
Fuente: elaboración propia.
El seguro de bulón o de recámara abierta (tambor mal cerrado) interrumpe la acción de disparo
mediante interposición de la parte posterior del bulón en el recorrido del martillo, de forma que lo
bloquea.
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M ecánica de las armas
Precisión
Giro de estrías
Figura 34. Cañón con estrías con giro a la derecha, junto con bala disparada por él.
Fuente: elaboración propia.
Giro de tambor
Las escotaduras pueden servir de referencia para conocer el giro del tambor sin necesidad de abrirlo.
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M ecánica de las armas
Figura 36. Visión de la cara anterior de las recámaras, con visión de los cartuchos no percutidos, después
de producirse un disparo (por ejemplo, un suicidio). La vaina percutida queda alineada con el cañón.
Fuente: Pixabay.
V. La escopeta
Rayadas
Rifles.
Carabinas.
Ánima Lisa
Escopetas.
Monocañón.
Yuxtapuesta.
Superpuesta.
Combinada.
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M ecánica de las armas
Cañón.
Báscula.
Cañón.
Guardamanos.
Culata.
Mecanismos de disparo.
Extractor-expulsor.
Seguro/selector de tiro.
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M ecánica de las armas
El Choke
Se llama así el estrangulamiento de los cañones, en boca de fuego, fijo o intercambiable, para facilitar
una mayor concentración o dispersión del plomeo. El full choke corresponde al mayor estrangulamiento
y el CL (cilíndrico), al menor. Puede también ir referido con estrellas o muescas (como en la tabla 1 y
Figura 39).
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M ecánica de las armas
Full choke *
3/4 choke **
Cilíndrico CL
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M ecánica de las armas
Carga de proyección
La escopeta, al ser de ánima lisa, está concebida para el disparo de carga múltiple: perdigones y
postas; sin embargo, algunos cartuchos de escopeta están cargados con determinados y diferentes tipos
de bala única. Todos ellos están separados de la carga de propulsión (pólvora) por una pieza, múltiple o
única, conocida como “taco”.
5.5. El calibre
El calibre viene expresado por un número referencial (gauge) que expresa el número de bolas que se
pueden hacer, del diámetro del ánima del arma, con una libra de peso de plomo.
De este modo, si se hacen 12 bolas, el calibre será de 12 gauge; si se hacen 16 bolas, 16 gauge, y así
sucesivamente. A mayor número de gauge (mayor número de bolas y, por tanto, más pequeñas), menor es
el calibre del ánima del cañón (del diámetro de cada bola).
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M ecánica de las armas
Gauge mm
12 18,51
16 16,81
20 15,62
24 14,63
28 14,20
32 14
36 12
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M ecánica de las armas
Pistola:
Cañón.
Corredera.
Armazón.
Revólver:
Cañón.
Tambor.
Armazón.
Escopeta:
Cañón.
Báscula.
Mecanismos
De disparo.
Percusión.
Acerrojamiento.
Extracción/expulsión.
Seguridad.
Precisión.
Seguros
Choke
Estrangulamiento cañón.
Concentración/dispersión.
Afecta a la determinación de distancia de disparo.
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M ecánica de las armas
Gauge
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M ecánica de las armas
Figura 46. Escopeta combinada (más de dos cañones) (combina cañón estriado con ánima lisa).
Fuente: elaboración propia.
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M ecánica de las armas
En una pretendida lesión por accidente, por caída de un revólver Smith & Wesson con disparo
por el golpe recibido en el martillo, ¿qué examen procederá del arma para confirmar o negar el
disparo accidental?
Solución
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M ecánica de las armas
Recursos
Bibliografía
Manuales de interés :
Glosario.
Bulón: mecanismo de revólver que cumple funciones de apertura de tambor, a la vez que
seguro de tambor con cierre incompleto.
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M ecánica de las armas
Escotadura: hendiduras en el tambor con acceso al tope o freno del tambor para limitar su
giro.
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El cartucho © IMF Smart Education
Índice
El cartucho 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Definición 3
IV. Evolución 4
V. Clasificación 8
VI. Cartucho metálico 10
6.1. Partes 10
6.1.1. Pólvora (carga de propulsión). 11
6.1.2. Bala (carga de proyección). 13
6.1.3. Vaina. 15
6.2.4. Iniciador 17
VII. El cartucho semimetálico 19
7.1. Características 19
7.2. Partes 19
7.3. Troqueles e inscripciones 23
VIII. Nomenclatura del cartucho 23
IX. Resumen 25
X. Anexo 27
XI. Caso práctico 32
Enunciado 32
Recursos 33
Bibliografía 33
Glosario. 33
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El cartucho
El cartucho
I. Introducción
En esta unidad didáctica se hará un repaso a la historia del cartucho, muy ligada a la del arma de fuego,
de tal manera que la evolución de uno marcó la de la otra. Además, se establecerán clasificaciones a partir
de su composición, de sus partes, de su finalidad y de otras características técnicas de interés.
II. Objetivos
1
Comprender la importancia del cartucho en el binomio arma-cartucho.
2
Trabajar con la nomenclatura del cartucho para distinguir un elemento con múltiples variables en el
mercado.
III. Definición
El cartucho es un objeto que contiene los elementos necesarios para la producción del disparo. Dichos
elementos serán: la carga de propulsión (pólvora); la carga de proyección, única (bala) o múltiple
(perdigones, postas); la mezcla iniciadora o detonante, encapsulada o dispuesta en la pestaña o borde de la
base del cartucho; y la vaina o casquillo, contenedor del conjunto.
Figura 1. El cartucho.
Fuente: elaboración propia.
Esta definición es correcta para los cartuchos de fuego o destinados a usarse con armas de fuego, ya
que será cartucho el que disponga de pólvora y de iniciador, aunque carezca de proyectil. Así, habrá
cartuchos detonantes o de fogueo, de ejercicio, salvas...
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El cartucho
IV. Evolución
Hasta el s. xvi, todas las armas eran de avancarga, no existía el cartucho como unidad integradora de
todos los elementos que posibilitan el disparo, por lo que tenían que introducirse de manera independiente
por la boca de fuego del arma.
Para facilitar el proceso de carga, fueron apareciendo los dosificadores de pólvora y los cartuchos de
papel con dosis de pólvora, primero, y también con el proyectil, después.
No se puede hablar de cartucho hasta el descubrimiento de las mezclas detonantes. En 1800, el químico
inglés E. C. Howard descubrió el fulminato de mercurio y A. J Forsyth lo aplicó a las armas en 1807. Fue
encapsulado por primera vez alrededor de 181. En 1927, se abandonan los fulminatos y cloratos y se
sustituyen por detonantes no corrosivos. En América, el cambio se debe a la compañía Remington, y en
Europa a la alemana RWS.
El principio activo de la mezcla será el estifnato de plomo, muy sensible a los golpes y a la fricción.
Como oxidante se incorpora nitrato de bario y, como combustible, sulfuro de antimonio.
En época más reciente aparecen los cartuchos “ecológicos”, sin plomo, conocidos comercialmente
como Sintox, Nontox o Leadfree, entre otros.
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El cartucho
Cartucho Dreyse
El primer cartucho que incorpora el detonante encapsulado es el cartucho Dreyse para el fusil del
mismo nombre (J. Nikolaus Dreyse, 1836). La cápsula se colocaba internamente, sobre la pólvora, lo
que obligaba al uso de largas agujas de percusión. La vaina seguía siendo de papel.
Cartucho Chassepot
El cartucho Chassepot, también de papel combustible, acerca el detonante a la base del cartucho.
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El cartucho
Cartucho espiga
Cartuchos Flobert
En 1945, el francés Nicolas Flobert desarrolla el cartucho conocido como Flobert. Se caracteriza por
no contener pólvora y llevar alojada la mezcla iniciadora en el perímetro de la base del cartucho
(pestaña). Estos cartuchos, al no tener carga de pólvora, no se consideraban “de fuego”, como
tampoco las armas que los usaban. Por ello, los proyectiles (cónicos y esféricos) eran de pequeño
calibre y tenían finalidad de recreo. Actualmente se admite que lleven una pequeña carga de pólvora
(según el Reglamento de Armas español, siempre que la energía del proyectil en boca de fuego no
supere los 100 J).
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El cartucho
Revólver S&W
El siguiente paso en la evolución del cartucho, aprovechando la percusión lateral de los Flobert,
consistió en la incorporación de pólvora como elemento propulsor.
De la sociedad creada en 1852 por Horace Smith y Daniel Baird Wesson, nace en 1857 el revólver
Smith & Wesson First Issue, con tambor de siete recámaras para cartuchos del .22 short, primer
cartucho que integra todos los elementos necesarios para el disparo, metálico y de percusión lateral o
anular (retrocarga).
La cartuchería de percusión lateral dejó rápidamente en desuso la cartuchería de espiga, pero sus
vainas tenían poca resistencia ya que su base debía deformarse fácilmente con la aguja percutora para
conseguir la percusión. Por ello, los cartuchos no podían ser muy potentes. Hoy en día, su uso es casi
únicamente deportivo, reducido a los cartuchos del .22, por la trayectoria tensa que consiguen,
estabilidad, precisión y bajo precio.
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El cartucho
El problema se resolvió con los diseños casi simultáneos (hacia 1866) del coronel estadounidense H.
Berdan y del inglés E. M. Boxer: un cartucho con cápsula independiente que contenía la mezcla
detonadora. Se distinguían solo por la ubicación del necesario yunque.
El desarrollo del americano gustó en Europa y el del inglés en Estados Unidos, por su facilidad para
la recarga. El cartucho Berdan tiene más uso militar y el Bóxer, civil. Actualmente los cartuchos Bóxer
están más difundidos por todo el mundo.
V. Clasificación
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El cartucho
Finalidad
Guerra.
Salvas.
Deportivos.
Caza.
Prueba.
Trazadores.
Etc.
Forma de percusión
Lefaucheux (antiguo).
Parte central.
Parte anular.
Composición
Metálicos.
Semimetálicos.
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El cartucho
Carga de proyección
Detonantes, gas.
De proyectil único (bala).
De proyectil múltiple (perdigones y postas).
6.1. Partes
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El cartucho
Vaina.
Mezcla iniciadora:
Es conveniente dedicar un tiempo a cada una de las partes que integran el cartucho, para centrarse en su
evolución y composición y en la exposición de otras características técnicas.
Carga deflagrante.
Pólvora negra (mezcla física de salitre, carbón y azufre).
Pólvora sin humo (base simple —nitrocelulosa— o doble —nitrocelulosa y nitroglicerina—).
Clasificación según forma de los granos: esféricas, cilíndricas, discos, cordita, perforadas, etc.
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El cartucho
Hasta finales de los años veinte del siglo xx, la pólvora negra era la que se usaba en las armas de fuego
como elemento propulsor. No se entrará aquí a discutir el momento de su descubrimiento ni a quién se
debe, sobre todo porque se desconoce el dato, pero sí hay documentación escrita de su composición o
fórmula datada en el s. xiii:
Las pólvoras transforman su masa física en energía. En su descomposición, liberan muchos gases que
generan altas presiones en un lugar cerrado como es el cañón del arma (cámara de combustión) y
desencadenan un trabajo mecánico: lanzamiento del proyectil y mecanizado del arma, en su caso.
Pólvora negra
Con las pólvoras negras, la velocidad dependía exclusivamente de la cantidad del propelente y no era
muy alta, por lo que se corregía la escasa velocidad con el calibre del proyectil, con las consiguientes
desventajas de diseño para la efectividad.
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El cartucho
Pólvora blanca
En 1884, Paul Vielle, al gelatinizar la nitrocelulosa con alcohol, puede amasarla y trabajar con la forma
del grano. Aparecen las pólvoras sin humo de base simple. Más tarde, al utilizar nitroglicerina para la
gelatinización (Alfred Nobel), aparecen las de base doble.
Estas pólvoras, conocidas como “blancas”, “sin humo” o simplemente “modernas”, consiguen
mayor velocidad del proyectil (tres veces más que la pólvora negra), por lo que no es necesario un
proyectil de gran calibre y se generan menos residuos.
Las pólvoras sin humo arden por capas paralelas, para lo que es relevante la forma del grano,
su volumen y peso; por ello y debido a la diversidad de tipos de pólvoras, la potencia se mide
en dracmas (dracma= potencia de 1772 gramos de pólvora negra).
Composición
Plomo desnudo.
Con baño metálico.
Blindadas o semiblindadas.
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El cartucho
Partes
Base.
Cuerpo.
Ojiva (punta).
Clasificación
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El cartucho
6.1.3. Vaina.
La vaina es el elemento aglutinador de todos los que componen el cartucho, sometido a grandes
presiones en el momento del disparo, y con unas funciones que van mucho más allá de su labor de
contención: será el encargado de la obturación de recámara y participará en las acciones de alimentación y
expulsión/extracción. Para ello, deberá reunir unas cualidades determinadas de:
Por ello, se escogió como material más adecuado en su fabricación el latón, aleación de cobre (72 %) y
zinc (28 %).
partes
Cilíndrica
Boca.
Cuerpo.
Culote:
Ranura.
Pestaña.
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El cartucho
Agolletada
Boca.
Gollete.
Gola.
Cuerpo.
Culote:
Ranura.
Pestaña.
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El cartucho
clasificación
Según su cuerpo
Según su culote
Según su yunque
6.2.4. Iniciador
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El cartucho
Carga detonante.
Tipos: los primeros, mercúricos (fulminato de mercurio). En la actualidad, no corrosivos o
Sinoxid (tetrinox). Últimamente, no tóxicos o sin plomo (Sintox, Nontox).
Material de la cápsula: latón (dúctil para facilitar la percusión y resistente a golpes accidentales).
Tipos: Bóxer (con yunque) y Berdan (sin yunque).
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El cartucho
7.1. Características
Destinado al uso con armas de cañón de ánima lisa.
Generalmente armado con carga de proyección múltiple.
Parte metálica (latón): culote.
Parte no metálica (plástico, a veces cartón): cuerpo de la vaina.
7.2. Partes
Vaina
Partes:
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El cartucho
Clasificación:
Según culote.
Según cierre.
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El cartucho
Carga de proyección
Generalmente:
También:
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El cartucho
Taco
Elemento casi exclusivo de la munición semimetálica que, con distintas funciones, morfología y
composición, se interpone entre carga de propulsión y carga de proyección.
Carga de propulsión
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El cartucho
Iniciador
Tipos:
Aparato abierto.
Aparato cerrado.
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El cartucho
Nomenclatura británica
Nomenclatura americana
Milésimas (.357).
Diversos valores de composición del cartucho (.45-100-550); (.44-40).
Calibre + marcas comerciales (.44 Henry, -32 long Colt).
Arma utilizada (.45 ACP), tipo de carga (.357 Magnum).
Atípicos (.30-06); (.25-06; .250-3000).
Nomenclatura europea
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El cartucho
Denominación indirecta
Número de bolas del diámetro del cañón que pueden hacerse con una libra de peso de plomo. Si
pueden hacerse 12, el calibre será 12 gauge; si pueden hacerse 16, será 16 gauge, y así sucesivamente.
Número de bolas.
Diámetro cañón.
Libra de peso de plomo.
IX. Resumen
En esta unidad didáctica se ha estudiado el cartucho y sus partes:
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El cartucho
a) Bala blindada.
Blindaje:
Núcleo: plomo antimonioso. El antimonio (Sb) se utiliza como endurecedor del plomo (Pb).
Su proporción es de 2-3 % Sb.
b) Bala desnuda.
Vaina (casquillo)
Latón. Composición más usual: latón alfa o militar (72 % cobre y 28 % zinc).
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El cartucho
X. Anexo
Agrupaciones a distintas distancias de tiro
Es posible calcular el número de perdigones concentrados en un círculo de 75 cm, con cualquier tipo de
perdigón y con distintos chokes de cañón, usando las siguientes tablas (número de perdigón y carga).
Se incluye una tabla que permite aproximar la cantidad de perdigones que puede haber en un cartucho
semimetálico, teniendo en cuenta el número de referencia de perdigón y el peso de su carga en gramos.
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El cartucho
GRAMOS
N. 24 28 30 32 33 34 35 36
0 72 81 87 93 96 99 102 105
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El cartucho
Tabla de valores de diámetro, peso y cálculo de la cantidad de perdigones que puede llevar un cartucho
semimetálico.
Arma corta
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El cartucho
Arma larga
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El cartucho
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El cartucho
Esta tabla puede resultar de interés en ejercicios donde se trabaje con vestigios balísticos
recogidos en el escenario del crimen, para determinaciones balísticas como el número de disparos
realizados por correspondencias de vainas y balas.
Enunciado
Solución
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El cartucho
Recursos
Bibliografía
Manuales de interés :
Glosario.
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Balística identificativa © IMF Smart Education
Índice
Balística identificativa 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Concepto de ciencia balística y balística forense 3
IV. Conceptos preliminares 4
V. Balística identificativa 8
5.1. Vainas 8
5.2. Balas 15
VI. IBIS/IBIN 17
VII. Resumen 20
VIII. Caso práctico 22
Recursos 23
Bibliografía 23
Glosario. 23
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Balística identificativa
Balística identificativa
I. Introducción
El examen de los vestigios balísticos recogidos en el lugar del delito permite, por una parte, confirmar
que un arma sospechosa ha intervenido o no en ese hecho y, por otra, que el arma se haya usado en otras
acciones violentas anteriores.
Todo ello se fundamenta en que el arma produce en la vaina y en la bala ciertas lesiones que tendrán
distinto valor identificativo.
Todas las armas modernas utilizan un elemento conocido como cartucho para que cada una de sus
partes, la bala o los proyectiles puedan desarrollar su cometido balístico.
Dependiendo del tipo de arma utilizada, distintas piezas y mecanismos, inmediatamente antes, durante y
con posterioridad al disparo interactúan principalmente con las partes no combustibles del cartucho, la
vaina y la bala, produciéndoles unas lesiones y microlesiones, cuyo estudio será el fundamento de la
técnica criminalística conocida como Balística Identificativa, la cual permitirá establecer relaciones de
identidad entre los elementos balísticos y las armas que las usaron para la consecución del disparo.
II. Objetivos
1
Conocer los fundamentos de la balística identificativa.
2
Saber establecer una relación de identidad entre vainas o entre balas.
Balística interna
Estudia el comportamiento de la bala desde el momento de la percusión del cartucho hasta la boca de
fuego, así como las circunstancias que influyen en ese comportamiento.
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Balística identificativa
Balística externa
Estudia el comportamiento de la bala desde que esta abandona la boca de fuego hasta el impacto.
Balística de efectos
Estudia el comportamiento de la bala en el medio impactado. Si se trata de un órgano vivo, se denomina
balística de las heridas.
La balística forense sigue un proceso de investigación inverso a la ciencia balística. Mientras que esta
tiene como finalidad desarrollar un cartucho para que la bala consiga unas determinadas prestaciones
balísticas, disparada a través del arma también desarrollada de forma adecuada para su uso (alcance,
precisión, energía, etc.), la balística forense, a la vista del resultado producido por el proyectil y valiéndose
de los conocimientos propios de la ciencia balística, trata de determinar el tipo de bala que lo produjo, el
arma utilizada (tipo, marca y modelo), número de armas y grado de intervención, así como las
circunstancias del disparo (distancia, trayectorias, posición y postura de tirador y víctima, etc.) para,
llegado este punto, identificar el arma concreta utilizada haciendo uso exclusivamente de la técnica de
balística identificativa
Rama exclusiva de la balística forense que permite relacionar un arma de fuego con las vainas y balas
que ha percutido y disparado, respectivamente, así como excluir categóricamente las armas no utilizadas
para el disparo. Sus principios generales son:
Cuando dos objetos o superficies entran en contacto entre sí, se produce un intercambio de
vestigios (Locard).
Cuando dos objetos entran en contacto violentamente, el de mayor dureza imprimirá sobre la
superficie del de menor dureza una impronta o sello que permitirá establecer una relación de
identidad entre ambos.
La aplicación de la balística identificativa se basa en que las piezas y partes mecánicas del arma
actúan sobre los elementos iniciador (cápsula) y contenedor del cartucho (vaina) y sobre el elemento
proyectado (bala), y causa en estos unas lesiones o microlesiones irrepetibles si no se utiliza la misma
arma.
4/24
Balística identificativa
Colección de anónimas
Antecedentes balísticos
Facultad de establecer una relación de identidad entre un arma concreta que se somete a estudio y todos
los elementos balísticos (vainas y balas, principalmente) recogidos con ocasión de la comisión de
distintos hechos delictivos, en cualquier lugar del espacio geográfico y tiempo sometidos a control.
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Balística identificativa
Todas las armas imprimen “carácter” a los elementos no combustibles (vaina y bala) integrantes del
cartucho utilizado, o, como expuso Locard: “Todos los objetos o superficies que tienen contacto entre
sí intercambian evidencia vestigial”. Su base descansa en que una serie de piezas mecánicas y partes del
arma actúan sobre los elementos iniciador (cápsula) y contenedor del cartucho (vaina) y sobre el
elemento proyectado (bala), de forma que provocan en estos unas lesiones y microlesiones irrepetibles
si no se utiliza la misma arma.
Respecto a la vaina
Plano de la culata de cierre (parte del bloque de cierre que obtura la parte posterior de la
recámara, por donde asoman la aguja percutora y otras piezas).
Aguja percutora y su alojamiento.
Uña extractora (extractor – Ex).
Tope de expulsión (eyector).
Secundariamente, con mayor o menor valor identificativo: indicador de carga, pared de
recámara, labios del cargador, etc.
Respecto a la bala
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Balística identificativa
Lesiones individualizadoras
Microlesiones comprendidas en las anteriores (derivadas de la propia fabricación del arma —lesiones
de herramientas—, de su uso repetido o de manipulaciones), irrepetibles, determinantes de la
utilización de un arma en concreto, que la diferencian de todas las demás, incluso de las de la misma
marca y modelo.
Resultados identificativos
Resultado positivo
Se llegue al convencimiento pleno de que un arma ha percutido una vaina o disparado una
bala, o de que varios elementos dubitados (vainas o balas) han sido percutidos o
disparados, respectivamente, por una misma arma aún sin intervenir. Caso afirmativo.
Se llegue al convencimiento pleno de que un arma no ha percutido o disparado las vainas o
balas en estudio. Caso excluyente.
Resultado negativo
El resultado será inconcluyente (negativo) cuando, debido a determinadas circunstancias, no pueda
afirmarse ni descartarse plenamente una relación de identidad entre armas y elementos balísticos
dubitados, entre sí o entre elementos dubitados.
Afirmativo probable
El resultado afirmativo debe darse como probable (probable identificación) cuando coinciden las
características de clase y las lesiones individualizadoras, pero no en la cantidad y calidad suficiente
para que el perito dé una afirmación categórica.
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Balística identificativa
Resultado excluyente
A su vez, el resultado excluyente puede darse como probable (probable exclusión) cuando:
V. Balística identificativa
Las armas utilizadas para la comisión de un hecho delictivo pueden identificarse mediante el examen de
las vainas que percutieron o de las balas que dispararon. Se estudiará por separado el proceso
identificativo a partir de cada uno de estos elementos.
5.1. Vainas
Exposición de las partes y piezas del arma que imprimen lesiones con distinto valor identificativo en las
vainas:
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Balística identificativa
Lesiones de clase
Son comunes a tipo y clase de arma o modelo de arma de determinado fabricante. Se corresponden
con la forma, tamaño y ubicación de las piezas que las producen, ya que el fabricante siempre dispone
de la misma forma y localización. Estas lesiones serán las producidas por la aguja percutora (cráter de
percusión), uña extractora (lesión de extracción), tope de expulsión (lesión de expulsión) y plano de
cierre (lesión de culata de cierre). En la figura 2 se observa la disposición de estas piezas en el plano de
cierre.
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Balística identificativa
A continuación, se muestran, a modo de ejemplo, varios planos de cierre, para observar sus
diferencias de clase respecto al modelo anterior.
Los tres planos corresponden a tres modelos de arma del mismo calibre, 9 mm Parabellum, pero de
diferente fabricante, una pistola Beretta modelo 92, una CZ modelo 75 y una Walther modelo P 38.
Fácilmente se observa la disposición y forma diferente de las piezas referidas en los distintos modelos.
Los tres planos corresponden a tres modelos de arma del mismo calibre, 9 mm Parabellum, pero de
diferente fabricante, una pistola Beretta modelo 92, una CZ modelo 75 y una Walther modelo P 38.
Fácilmente se observa la disposición y forma diferente de las piezas referidas en los distintos modelos.
De la misma manera, si se examinan vainas percutidas por distintos modelos de armas, se observarán
diferencias entre ellas.
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Balística identificativa
En ambas vainas se observan distintas lesiones en cuanto a forma, tamaño y ubicación, por la acción
de diferentes piezas mecánicas.
En estos casos, es muy característica la diferente forma de las lesiones producidas por el tope de
expulsión. Las dos han sido percutidas por dos subfusiles, la de la izquierda, por un UZI, y la de la
derecha por un francés MAT.
La formación de colecciones o bases de datos, tanto fotográficas como gráficas de planos de cierre y
de culotes de vainas percutidas por distintos modelos de armas, facilitará y posibilitará la identificación
de las utilizadas en un hecho delictivo mediante el examen del culote de las vainas recogidas en el
escenario del crimen.
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Balística identificativa
Lesión de percusión
Lesión de expulsor
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Balística identificativa
Lesión de extractor
Lesiones individualizadoras
Son lesiones microscópicas, localizadas en el fondo o en los bordes de cada una de las lesiones de
clase, de carácter exclusivo y originadas en el momento de la fabricación de la pieza de la que proceden
o adquiridas con el uso. Tienen valor identificativo con respecto al arma utilizada.
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Balística identificativa
Para que un laboratorio pueda establecer relaciones de identidad entre elementos balísticos y las
armas utilizadas, o entre elementos balísticos recogidos en distintos hechos, pero con intervención de la
misma arma, es necesario disponer de expertos cualificados en balística identificativa, técnica
reconocida científicamente y cuyos ensayos se encuentran acreditados. Además, será preciso disponer
de una herramienta que permita visualizar simultáneamente las lesiones producidas en los dos elementos
que se quieren analizar de forma directa y comparativa, con los aumentos necesarios y con la incidencia
de luz óptima en cada caso: el microscopio criminológico de comparación balística.
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Balística identificativa
Actualmente, existen sistemas que permiten procesar de forma automática estos elementos y un
estudio primario de comparación. No obstante, será el experto en balística identificativa el que realizará
la identificación definitiva.
5.2. Balas
En las balas también se producen lesiones que se pueden clasificar como de clase o individualizadoras.
Todas ellas procederán del ánima del cañón. Solo los cañones estriados y los poligonales (con las
dificultades que en su momento se referirán) son capaces de causar en las balas este tipo de lesión. Las
armas de ánima lisa carecen de valor identificativo respecto a los proyectiles que disparan.
Por cuestiones meramente técnicas y de desarrollo balístico, los fabricantes trabajan de forma
diferente el estriado de sus cañones.
La finalidad del estriado es que las balas disparadas a través de un cañón aprovechen el efecto
giroscópico y, revolucionadas sobre su eje, ofrezcan menos resistencia a las fuerzas opuestas (atmósfera y
gravedad), de manera que con una mayor estabilidad en vuelo adquieran mayor precisión y alcance. Con
este objetivo, se estriarán las paredes del cañón, de lo que resultan las estrías y campos que se marcarán en
las balas.
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Balística identificativa
Algunos fabricantes diseñan sus cañones con seis estrías, otros con cinco, otros para que las balas
disparadas giren a la derecha respecto a su eje, etc.; características que constituirán las lesiones que
definirán a un fabricante respecto a sus modelos y lo diferenciarán de otros. De esta forma, se pueden
establecer como lesiones de clase en las balas:
El número de estrías.
Sentido de giro.
Ancho de estría y de campo.
Inclinación de la estría (derivada del paso de la estría).
Profundidad de la estría (muy afectada por el uso).
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Balística identificativa
Por su parte, las lesiones individualizadoras están constituidas por las microlesiones que se encuentran,
sobre todo, en el fondo de las estrías de las balas originadas por los campos del cañón, exclusivas y
propias de cada arma y, como ocurre con las vainas, generadas en el momento de la fabricación o
adquiridas por el uso.
Es importante señalar que las elevadas temperaturas y presiones del disparo hacen que las balas
sean más susceptibles de modificación por el uso.
En la figura 20 se muestra una visión simultánea de una estría de dos balas sometidas a estudio
comparativo en el microscopio criminológico de comparación balística, donde se demuestra la
correspondencia de sus lesiones individualizadoras. Ambas balas fueron disparadas por el mismo cañón
(caso afirmativo)
VI. IBIS/IBIN
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Balística identificativa
Su funcionamiento se basa en que, una vez grabado el nuevo elemento, lo compara automáticamente con
todos los vestigios grabados en el sistema (base de datos) y ofrece al especialista una selección de
candidatos por orden de similitud. El especialista debe ser quien finalmente establezca una posible relación
de identidad. (véase: enlace).
El IBIN (red de Interpol de información sobre balística) es una plataforma para el intercambio y la
comparación de grandes cantidades de datos balísticos entre distintos países. Esta red, creada en
colaboración con Forensic Technology, conecta entre sí a los países miembros o los territorios que
disponen del sistema IBIS y permite el intercambio transnacional de datos sobre balística, con lo que
traspasa el sistema IBIS del ámbito nacional al internacional.
Origen
Su origen se remonta al año 2009, cuando la empresa Forensic y la Secretaría General de Interpol
firmaron un acuerdo de cooperación para el intercambio de datos balísticos, el proyecto IBIN (Interpol
Ballistic Information Network).
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Balística identificativa
Actualmente
Actualmente, esta red de información balística de Interpol, con sede en Lyon, la integran los países
que se detallan en la figura 23 y está abierta a todos los países con representación en Interpol que
dispongan de sistema IBIS y que pretendan replicar sus bases de datos en el servidor común.
Existen también otros sistemas informáticos útiles en los estudios de identificación balística, pero no
están tan extendidos en el ámbito internacional. Destacan:
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Balística identificativa
ALIAS
Evofinder captura imágenes de elementos balísticos y las almacena en una base de red que los
examinadores de armas de fuego pueden utilizar como base de datos para comparar con otras
evidencias para establecer posibles identificaciones (Contenidos complementarios: “Evofinder® Video”.
Leedsforensics; 05 de diciembre de 2016. URL disponible en: enlace).
VII. Resumen
En esta unidad se ha determinado el carácter identificativo de las lesiones impresas en vainas y balas.
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Balística identificativa
Mecanismo de arma
En primer lugar, se han relacionado los mecanismos del arma que producen esas lesiones, que
principalmente, respecto a la vaina, son:
Aguja percutora.
Uña de extracción.
Tope de expulsión.
Culata de cierre.
Bala
Y respecto a la bala:
Campos.
Estrías.
Lesiones de clase
Lesiones individualizadoras
Exclusivas.
Microscópicas.
Originales y adquiridas con el uso.
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Balística identificativa
IBIS
Permite procesar y comparar de forma automática las lesiones marcadas en vainas y balas y ayuda al
especialista en las labores de identificación, al reducir considerablemente la mecánica operativa, aunque
el especialista es, en último término, el responsable de establecer la relación de identidad.
IBIN
Red de laboratorios balísticos usuarios de IBIS para relacionar sus bases de datos, en entorno Interpol.
En un examen identificativo realizado entre dos vainas, se observan idénticas lesiones de clase y
la correspondencia de algunas lesiones individualizadoras, pero no de la calidad y en la cantidad
necesarias para que el perito esté categóricamente convencido de la relación de identidad. ¿Con
qué conclusión debe terminar su estudio identificativo?
Solución
Probable identificación.
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Balística identificativa
Recursos
Bibliografía
Manuales de interés :
Glosario.
Anónimo: elemento balístico que aún no ha sido relacionado con el arma que lo percutió o
disparó.
Campo: meseta del ánima del cañón que produce el estriado de la bala.
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Balística identificativa
Dubitado: elemento recogido en el escenario del hecho delictivo, del que se desconoce su
origen y que se somete a estudio.
Indubitado: elemento cuyo origen se conoce y se utiliza para su estudio comparativo con los
elementos dubitados.
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Balística de efectos © IMF Smart Education
Índice
Balística de efectos 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Tratamiento de orificios e impactos y residuos de disparo 3
3.1. Residuos 3
3.2. Técnicas analíticas 7
3.3. Determinaciones balísticas 8
IV. Balística de las heridas 13
V. Efectos de las balas en el cuerpo humano 14
VI. Signos forenses 16
VII. Inspección ocular balística 17
VIII. Prendas de vestir 19
IX. Distancia de disparo 21
X. Energía y poder de detención 22
XI. Reconstrucción de trayectorias 22
11.1. Materialización 22
11.2.- Determinación de la dirección y el sentido 22
11.3. Dirección de la trayectoria 23
11.4. Sentido de la trayectoria 23
11.5. Determinación de la inclinación y la deriva 25
XII. Tratamiento de los residuos de disparo en el laboratorio 26
12.1. Tabla de composición y valores 26
12.2. Problemática 27
12.3. Importancia del estudio de los residuos de disparo 31
XIII. iForenLIBS 33
XVI. Resumen de unidad 34
XV. Caso práctico 36
Enunciado 36
Se pide 37
Recursos 38
Bibliografía 38
Glosario. 39
2/39
Balística de efectos
Balística de efectos
I. Introducción
En esta unidad se prestará especial atención al tratamiento de los vestigios balísticos, desde el estudio de
los residuos de disparo hasta el tratamiento de los orificios e impactos, todo ello con la finalidad de
esclarecer las circunstancias del disparo, es decir: determinación del agente causal (arma utilizada), autoría
del disparo (quién realizó el disparo), distancia de disparo, materialización de trayectorias, etc.
Para ello, se mostrarán las pautas y protocolos de búsqueda, fijación y recogida de elementos
(inspección ocular), así como su posterior tratamiento en el laboratorio.
De este modo, será posible realizar un examen pertinente de la escena del delito, al objeto de observar y
fijar su ubicación.
Se tratará de la efectividad y eficacia del disparo, se clasificarán los orificios e impactos de bala, para
establecer las correspondencias que permitan establecer trayectorias y poder materializarlas para su fácil
comprensión y tratamiento.
Se establecerán las distancias de disparo para ubicar en posición y postura a víctima y agresor. Para
ello, se expondrán las técnicas de laboratorio utilizadas en la actualidad y se tratarán sus resultados.
II. Objetivos
1
Conocer los pasos de una correcta inspección ocular.
Conocer y explotar los valores demostrativos de los orificios y de los residuos de disparo.
Establecer las determinaciones balísticas necesarias para explicar las circunstancias del disparo y cómo
ocurrieron los hechos.
3.1. Residuos
Residuos de disparo
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Cuando se realiza un disparo con un arma de fuego, esta se comporta como una verdadera cámara de
combustión y, en su interior, se generan una serie de presiones debidas a la producción confinada de
gases que escaparán, a su manera, por cualquier resquicio de la cámara, además de por la boca de
fuego. Al liberarse la presión, el gas arrastra una serie de residuos de disparo, esencialmente pólvora en
ignición, que se comportarán de muy distintas maneras:
Por proyección, impulsados por la presión generada, en la dirección de disparo (por la boca de
fuego). Alcanzarán la superficie de impacto, según la distancia, y formarán tatuajes delebles o
indelebles.
Por expansión o escape, aprovechando los resquicios de la mecánica del arma, su tipo y estado de
conservación, hasta depositarse, de forma deleble o indeleble, en las superficies próximas al arma en
el momento del disparo, sobre todo en las perpendiculares a la caída libre de los residuos.
Por contaminación, parte de los residuos se quedarán en el arma, la impregnarán (así como la
superficie de impacto) y pueden transferirse por contaminación.
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Para recoger esos residuos, y analizarlos después, la inspección ocular balística es la técnica
o diligencia que tiene como finalidad la búsqueda, localización, fijación, recogida y
aseguramiento de cuantas armas y elementos balísticos permanezcan en el lugar en el que se ha
cometido el delito. El éxito de las conclusiones a las que lleve el tratamiento de dichos
elementos y, por ende, la investigación y el esclarecimiento de los hechos, dependerá en gran
medida de una correcta y puntual inspección ocular.
Para el disparo del proyectil, las armas de fuego se sirven de las presiones originadas por la
combustión de un elemento deflagrante, la pólvora, que tiene la capacidad de arder en estado de
confinamiento. Este combustible es la nitrocelulosa (algodón nitrado).
A su vez, toda combustión necesita una iniciación, es decir, la incorporación de algún tipo de llama o
elemento incandescente (antiguamente chispa o mecha). Hoy en día, este elemento es un detonante que
actúa por fricción o compresión violenta (percusión).
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Los elementos deflagrante y detonante se incorporan al cartucho, compuesto por dos partes
combustibles y dos no combustibles
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Residuos nítricos
Los residuos nítricos no son exclusivos del disparo, por lo que su valor es solo
orientativo.
Residuos inorgánicos
Residuos inorgánicos, partículas metálicas procedentes del iniciador (Pb, Sb, Ba, Zn, Ti).
Partículas metálicas
Partículas metálicas (Pb y Cu), procedentes del cuerpo de balas de plomo desnudo o blindadas,
respectivamente, sustraídas por los campos del cañón al practicar las estrías en la bala.
Los residuos específicamente procedentes del disparo son los metálicos procedentes de la mezcla
iniciadora y, para afirmar que un residuo procede de un disparo, se tiene que observar por
microscopía electrónica una partícula con forma esferoidal en cuya composición haya Pb, Ba y Sb.
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Pruebas cualitativas
Figura 5. Microscopio electrónico de barrido, partícula de disparo y composición del residuo del
disparo, respectivamente.
Fuente: elaboración propia.
Pruebas cuantitativas
Para el examen cuantitativo de los residuos de disparo se emplean reactivos colorimétricos, que
reaccionan con color ante la presencia de Pb y Ba. Entre estas técnicas, se pueden citar el rodizonato de
sodio y la técnica Hoffman, mediante las cuales se puede observar la concentración y dispersión de los
residuos para determinar la distancia de disparo.
Agente causal
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Características
De entrada y de salida.
Iniciales, intermedios y finales.
Por perforación, por penetración e impactos. Cuando existe entrada y salida, el orificio es
por perforación; cuando solo existe entrada, por penetración; y cuando la bala no puede ni
perforar ni penetrar en la superficie, se produce la figura del “impacto” (rebote). El rebote
puede atribuirse a la dureza de la superficie de impacto y a la inclinación del disparo.
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Autoría
Entrada y salida
Diámetro del orificio < diámetro de la bala (según elasticidad del blanco).
Bordes limpios, regulares e invertidos.
Forma circular u oval.
Tatuaje o anillo de Fish.
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Determinación del calibre del arma utilizada mediante examen del orificio inicial de entrada. El calibre
de la bala que produjo un orificio está relacionado con la elasticidad del soporte de la superficie de
impacto, por lo que las dimensiones más aproximadas son las del cerco de limpieza, el cual se produce
antes de la máxima elasticidad.
El diámetro así medido se refiere a una gama de calibres; por ejemplo: gama del 9 mm, que
comprende calibres como 9 corto, 9 Parabellum, 9 largo, .38 Spl, .357 Magnum, etc.
Número de disparos
Solo es posible determinar el número mínimo de disparos efectuados, pues esta determinación vendrá
dada por la contabilización de las vainas y balas recogidas y los orificios e impactos producidos. No
todas las armas expulsan las vainas percutidas, ni todas las balas terminan su trayectoria en el escenario
del crimen o producen lesiones de impacto.
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2 trayectorias.
El mínimo mayor lo constituyen las vainas, por lo que el número mínimo de disparos efectuados
sería cuatro, si bien a esta cifra se deberá añadir la bala del .38 Spl, pues no se corresponde con el
calibre de las vainas. La solución, en este caso, es que ha habido cinco disparos como mínimo.
Distancia de disparo
La distancia será corta o larga en función de que los residuos alcancen o no el blanco y puedan
detectarse analíticamente.
Hoy en día, con las técnicas analíticas utilizadas y en las condiciones de disparo más favorables, y si
se desconocen las circunstancias concretas del disparo (arma y munición utilizados, condiciones
climáticas, lugar del hecho —abierto o cerrado—, etc.), los residuos de disparo no pueden
detectarse en blancos situados a más de 150 cm del arma de fuego; distancia que, por otra parte,
fluctuará en función de la variabilidad de las circunstancias.
Así, mientras en disparos efectuados a corta distancia se detectan residuos de disparo en dispersión
(proyectados), a larga distancia no se dan residuos de disparo proyectados.
Se debe señalar también que el cerco de limpieza no es un residuo proyectado y puede observarse a
cualquier distancia de disparo, por cuanto supone la limpieza de la bala en su primer impacto.
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Figura 12. Disparo a corta distancia (izquierda) y disparo a larga distancia (derecha).
Fuente: elaboración propia.
ELEMENTO CONSTANTE K
Gelatina 20 % 6
Musculatura 8
Agua 9
Masilla 3
Plastilina 2,5
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Así, una bala capaz de producir un hueco temporal de 300 cm3 en gelatina, generará un hueco temporal
de 450 cm3 en agua.
La energía cedida estará en función de otras constantes, entre las que cabe destacar el coeficiente de
forma y el coeficiente de precesión.
El coeficiente de forma se refiere a la punta de la bala. Será menor, igual o mayor a la unidad según la
bala sea ojival, de punta roma o de punta plana.
El coeficiente de precesión —de especial interés en armas largas— está en función de la estabilidad de
vuelo de la bala y de su longitud. En la estabilidad de vuelo influye mucho el paso del rayado del ánima.
En disparos efectuados con armas ligeras sobre el cuerpo humano, la cesión de energía debe ser total
para un efecto óptimo, entre los 15 y 20 cm del trayecto, espacio en el que se localizan los órganos
vitales.
En balística de las heridas, la medida del efecto se hace mediante disparos de prueba sobre gelatina
preparada al 20 %, que permiten observar huecos temporales comparables con los que se obtendrían en
tejido muscular animal. Empleando bloques de jabón de baja densidad, se consiguen resultados de
cavidades o huecos definitivos próximos a aquellos.
Por último, se debe destacar que existe proporcionalidad entre la energía cedida y la intensidad del dolor
de la herida producida.
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Efecto hidráulico
Todo sólido que penetra bruscamente en un líquido encerrado ocasiona una sobrepresión
proporcional al cuadrado de la velocidad que lo anima. Esta sobrepresión puede desgarrar o romper (a
modo de estallido) el órgano u objeto contenedor del líquido.
En el cuerpo humano, el corazón, el cráneo y la vejiga son órganos con líquido o sustancia
semilíquida, capaces de estallar al penetrarlos una bala con velocidad suficiente.
Las armas cortas con velocidades de disparo inferiores a 350 m/s consiguen sobrepresiones
inferiores a 1000 Kp/cm2 con leves estallidos. Con velocidades superiores (como las alcanzadas con el
9 mm Parabellum), pueden ocasionar el estallido de la bóveda craneal, algo que siempre ocurrirá con
armas tipo rifle mientras mantengan velocidades superiores a los 800 m/s.
Shock traumático
Los golpes secos y bruscos en ciertas partes del cuerpo —como ocurre con las balas de alta velocidad
(> 800 m/s)— pueden provocar súbitas inhibiciones pasajeras o definitivas, difíciles de explicar,
probablemente al irritar los sistemas nerviosos vago o simpático, responsables de la frecuencia cardiaca.
Efecto hidrodinámico
De escasa importancia es el efecto de la onda de choque, breve e intensa, que precede a la propia bala
(al desplazarse a la velocidad del sonido, 1500 m/s, superior a la velocidad de la bala).1 Al no desplazar
sustancias, no se producen heridas ni ningún tipo de shock.
Conclusiones
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1 En general, la velocidad del sonido es mayor en los sólidos que en los líquidos, y en los
líquidos mayor que en los gases.
Se produce cuando la superficie por donde se produce la salida está en contacto con otra superficie o
elemento duro o resistente, lo que origina una cintilla contuso-erosiva en el orificio de salida.
Hoffman. Principalmente en zona craneal o próxima a hueso duro. Los residuos rebotan.
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Benassi. En disparos en el cráneo. Mancha negruzca sobre el hueso en torno al orificio (de
entrada).
Formación de expertos
La formación estará dirigida al tratamiento de los vestigios balísticos, en las siguientes etapas:
Recogida.
Estudio.
Interpretación.
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Víctima.
Elementos balísticos.
Desorden.
Hora, clima...
Fijación de elementos
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Recogida de elementos
Cadena de custodia
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Recogida y remisión
Se recogerán para envío o para estudio las prendas con orificios o lesiones producidas por posibles
disparos de arma de fuego, así como las adyacentes.
Examen
Una vez en el laboratorio, el orden para la obtención de los resultados pretendidos será el siguiente:
Observación previa de las prendas, con el fin de localizar orificios que deban someterse a estudio.
Descripciones y medidas de las lesiones por impacto, con expresión de forma, medidas y ubicaciones.
Pruebas de disparo, toma de patrones para las mismas pruebas analíticas que se han hecho las prendas
objeto de estudio.
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Determinaciones balísticas: distancia de disparo, número de disparos, trayectorias...
Así, si el disparo de produce a cañón tocante (bocajarro) o muy próximo, habrá que considerar el
alcance y los efectos de la llama.
Según los residuos de disparo, serán disparos efectuados a corta distancia aquellos en los que el alance
de los residuos pueda acotarse mediante estudio comparativo con patrones; mientras que, si son a larga
distancia, quedan fuera de ese alcance.
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Un .38 puede tener la misma energía que un .44 (añadiendo velocidad a aquel), pero a igual energía, este
siempre tendrá mayor Pd, por su mayor superficie de contacto.
11.1. Materialización
Mediante:
Recorrido de la bala, manifestado por la mera correspondencia de orificios inicial, intermedios y final.
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Sentido de la trayectoria
Manifestado por el sentido de vuelo del proyectil, desde que abandona la boca de fuego hasta el
impacto final o lesivo de interés, previa clasificación de los orificios que materializan la trayectoria.
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. Nivel.
b) Deriva:
. Nivel.
. Transportador de ángulos.
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Autoría
Distancia disparo
Autoría
Distancia disparo
Agente causal
Distancia disparo
12.2. Problemática
En lo que se refiere a la existencia de residuos de disparo, su distribución y ubicación, los laboratorios
de balística deben informar sobre determinados aspectos fundamentales en la investigación de muertes
violentas por arma de fuego.
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Agente causal
¿Ha sido un proyectil disparado por arma de fuego el agente causal de la lesión o herida examinada?
Mediante el examen de residuos tomados del orificio de entrada inicial, principalmente de sus bordes
(cerco de limpieza), o a su alrededor (dispersión), se puede afirmar categóricamente la existencia de
disparo. La ausencia de estos no descarta, en principio, su existencia.
Cuando se requiera determinar únicamente la existencia de disparo, bastará con recoger residuos de la
zona de impacto (cerco de limpieza o de impacto) para, mediante microscopía electrónica, comprobar
la existencia de residuos reconocidos como típicos de disparo.
¿Se puede determinar la distancia a la que se realizó un disparo con un arma de fuego, mediante el
estudio de los residuos depositados en torno a una lesión de impacto?
Por ello, la primera aplicación de los laboratorios de balística será la correcta recogida de residuos.
Si se trata de prendas de vestir, se recogerán todas las que presenten lesiones de impacto u
orificios, así como las superficies próximas (con especificación de su situación relativa).
Si se trata de cualquier otra superficie transportable, se recogerá íntegra o se fraccionará la
zona de impacto, de forma que se asegure la inclusión íntegra de posibles residuos dispersos.
Si se trata de una superficie no transportable o no procede su recogida o fragmentación, se
tomarán residuos.
En todo caso, se ocupará el arma y la munición que aparezcan en el lugar del hecho, para su
análisis conjunto y complementario.
En primer lugar, asegurando la asepsia de la muestra para evitar posibles y nefastas contaminaciones.
Para ello, las zonas de impacto se aislarán del resto de superficies o soportes de impacto y se
secarán las prendas con residuos orgánicos antes de su embalaje, que se hará de forma
independiente.
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De todas formas, lo aconsejable para optimizar la determinación es la remisión total del soporte (o
fracción contenedora), o su análisis in situ (cuando fuera aconsejable y técnicamente posible),
mediante la aplicación por parte del laboratorio de analítica de las operaciones oportunas.
Con la recogida del soporte o de los residuos y su remisión al laboratorio de analítica termina la fase
de búsqueda, localización, fijación y recogida.
A la vista de los resultados de las técnicas desarrolladas por el experto analista en el laboratorio, se
realizarán disparos de prueba a distintas distancias, utilizando el arma y munición sospechosas (si se
dispone de dichos elementos) o sustituyéndolos por otros lo más parecidos posible, haciendo
constar tal circunstancia y sus características de similitud. Los disparos se realizarán sobre el mismo
blanco o sobre uno de composición similar, reproduciendo las circunstancias ambientales del
momento de la comisión del delito. Esta operación se realizará hasta que, empleando las mismas
técnicas analíticas, se consigan idénticos patrones de dispersión. Será entonces cuando el experto en
balística finalmente dictamine e informe sobre la posible distancia de disparo.
De todo lo anterior se extrae que, cuando se disponga del arma autora o sospechosa, deberá ser
recogida junto con la munición y las superficies que se deben analizar.
Por el examen de residuos obtenidos en el ánima de un arma de fuego, hoy en día, con la tecnología
disponible, no se puede determinar, ni siquiera por aproximación.
Hay muchos trabajos de investigación que pueden aproximar la data siempre y cuando se conozcan
todas las circunstancias de disparo y de conservación del arma disparada, siendo el disparo una etapa o
secuencia de la propia investigación.
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Por lo tanto, nunca deberá solicitarse información sobre la antigüedad del disparo, sino sobre la
existencia o no de residuos de disparo. Para ello, lo único que se requiere del especialista es la
toma y análisis de muestras del interior de los cañones, lo que podría solicitarse directamente al
laboratorio de analítica (ante la ausencia de tratamiento balístico posterior de los resultados
obtenidos) si no se requiere otra información o determinación balística
¿Suicidio u homicidio?
La cuestión gira en torno a si existe la posibilidad de determinar si, mediante examen de residuos en
las manos de la víctima, se puede determinar la etiología de la muerte: suicidio, accidente, homicidio,
etc.
Si a la víctima “se le coloca” el arma, su mano se contaminará de residuos en zonas distintas a las
propias de sujeción (normalmente en las palmas de las manos). Si la víctima está en contacto con el
arma en el momento del disparo, pero en situación de defensa, en sus manos también se depositarán
residuos de disparo, pero en forma consecuente con las circunstancias de recibir un disparo (en
palmas, mangas, brazos...). Por ello, se deben tomar muestras de distintas zonas y de ambas manos
de la víctima, (también sería recomendable de mangas y brazos), así como de las personas
sospechosas, especificando las zonas de recogida.
Una buena técnica para asegurar la correcta recogida, según zonas de depósito en dispersión,
es la conocida como “técnica del guante”, que consiste en aplicar vendas con absorbente
químico sobre toda la mano (como si de un guante se tratara), de forma que se pueda
determinar la localización relativa y la recogida de los residuos depositados o incrustados.
Hecho lo anterior, el cometido del experto balístico será la correcta recogida de muestras,
así como la interpretación de los resultados de las técnicas analíticas desarrolladas en el
laboratorio de analítica.
Se debe indagar, además, si la víctima es tirador, relacionada o próxima al mundo de las armas o si ha
realizado prácticas de tiro recientes, por si estas circunstancias pudieran ser la causa de la presencia de
residuos en sus manos.
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Distancia de disparo
Corta o larga distancia, según la dispersión de los residuos o ausencia total o parcial.
Trayectorias
Cuando previamente se han determinado los orificios de entrada y salida y tras conocer el trayecto
interno del proyectil en el interior del organismo u objeto que se está examinando (en el primer caso, casi
siempre, con el apoyo del informe de la autopsia o informe médico).
Mecánica de trabajo
Inicialmente, el especialista examinará las prendas de vestir o las superficies donde se asientan los
orificios. Estos estudios previos tienen como objetivo la ubicación de los orificios y el establecimiento
de sus características: morfología, dimensiones y otras típicas producidas por el paso de balas
disparadas por arma de fuego. Para ello, se examinarán, si es preciso, en el microscopio binocular de
discusión, y se harán las fotografías de conjunto y detalle necesarias.
Acto seguido, se someterán las prendas o superficies de impacto a los análisis químicos procedentes,
con el fin de determinar la presencia de residuos de disparo y su dispersión. Si se dispone del arma y de
los cartuchos utilizados en la comisión del delito, se realizarán simultáneamente las pruebas de disparo
pertinentes (a distintas distancias), en el mismo blanco u otro de similares características, sometiéndolos
a los mismos análisis.
En la actualidad, las pruebas químicas cuantitativas que se están aplicando para la determinación de
las distancias de disparo son pruebas colorimétricas, generalmente la prueba de Hoffman y la de
rodizonato (método Suchenwirth). Con estas técnicas, lo que se detecta es el plomo procedente de la
mezcla iniciadora y su dispersión.
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Existen cartuchos conocidos como “ecológicos” (sin Pb ni Ba), destinados al tiro de entrenamiento y
la caza, con el fin de evitar la contaminación de estos elementos químicos. Estos cartuchos pueden dar
problemas de interpretación si se usan las técnicas referidas, sensibles o sensibilizadas a dichas
partículas, por lo que cuando se sospeche su uso, se aplicarán otras como la prueba analítica Zincon.
No obstante, aunque se usen dichos cartuchos sin Pb ni Ba, estos elementos suelen encontrarse en la
superficie de impacto, a no ser que el arma haya sido limpiada concienzudamente.
Las municiones sin plomo de las que se tiene constancia hasta la fecha, según la bibliografía
especializada, son las siguientes:
Toma de muestras
Se utiliza el método de tampones adhesivos , que consiste en un dispositivo de aluminio con forma de
seta que dispone de un adhesivo en su extremo y que va protegido para evitar su contaminación.
Los residuos de disparo se remitirán mediante los kits diseñados a tal efecto para la recogida de
muestras (cuyo manejo se especifica detalladamente en los propios kits ), teniendo en cuenta los
siguientes puntos.
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4. En cuanto a la zona que se debe explorar, si se sospecha que el posible autor se ha lavado
las manos y no se ha cambiado de ropa, aplicar por zonas de forma independiente, también
sobre las mangas si las hubiere, los antebrazos y el pecho. Todo ello se hará constar en la hoja
de datos.
5. El área de mayor interés es la zona dorsal superior de la mano, comprendida entre el dedo
medio y pulgar. No se debe aplicar el mismo portamuestras en la palma de la mano si se
quiere discriminar entre la autoría del disparo o una simple manipulación del arma.
XIII. iForenLIBS
Técnica LIBS
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LIBS (Laser Induced Breakdown Spectroscopy) es una técnica analítica que se fundamenta en la
interacción láser-materia; un láser pulsado con suficiente energía se enfoca de forma controlada sobre la
superficie de una muestra y genera un microplasma de elevada temperatura y densidad electrónica. La
materia en el interior del plasma se convierte en iones y átomos excitados. La emisión producida por
estos átomos excitados se resuelve espectralmente para determinar la composición elemental del material
analizado. La identificación del elemento se basa en la longitud de onda de la emisión y la abundancia
relativa se relaciona con la intensidad de los picos de la emisión. El sistema recoge la luz emitida por el
plasma y, tras procesar la señal, obtiene un espectro característico que permite identificar los elementos
que componen la muestra. Las principales ventajas de LIBS, con respecto a otras técnicas, son:
Equipo iForenLIBS
El equipo iForenLIBS está diseñado para el análisis forense con módulos específicos para balística
forense. Se trata de un equipo de campo con especificaciones técnicas de laboratorio, lo que permite
obtener resultados fiables y con una sensibilidad y una especificidad muy
elevadas (estos parámetros se han validado mediante estudios comparativos con microscopía
electrónica de barrido SEM-EDAX). Mediante un sencillo y rápido muestreo de las superficies, el
sistema detecta de forma automática los posibles residuos de disparo, ya sean partículas de residuos de
disparo (GSR) o restos procedentes del proyectil que pueden quedar adheridos por contacto o fricción
por impacto intermedio o final.
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Residuos de disparo
1. Pólvora
Residuos nítricos.
Nitratos.
Nitritos.
No específicos de disparo.
2. Iniciador
Partículas metálicas.
Pb, Ba, Sb.
Específicas de disparo.
Proyección.
Expansión.
Contaminación.
Entrada.
Inicial.
Intermedio.
Final.
Salida.
Impactos
Intermedios (rebote).
Finales.
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Pruebas analíticas
Cualitativas:
SEM-EDAX.
iForenLIBS.
Cuantitativas:
iForenLIBS.
Colorimétricas:
Rodizonato de sodio.
Hoffman.
Enunciado
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Vainas Calibre
9 9 Parabellum
5 9 corto
2 7,65 Browning
3 .45 ACP
Balas Calibre
4 9 Parabellum
3 9 corto
2 .38 SPL
3 7,65 Browning
3 .45 ACP
Se pide
¿Cuántos disparos se han efectuado en un lugar si se han recogido los siguientes elementos?
Solución
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Recursos
Bibliografía
Manuales de interés :
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Simonin, C. “Heridas por arma de fuego”. En: Simonin, C. Medicina Legal Judicial.
Barcelona: Ed. JIMS; 1976. pp. 123-150.
Söderman, H; O’Connell, J. J. Métodos modernos de investigación policíaca. México:
Limusa; 1992.
Ugolini, A. L’esperto balistico. Florencia: Olimpia; 1978.
Villanueva Cañadas, E. (ed.) Gisbert Calabuig. Medicina legal y toxicológica. (7.ª
edición) Barcelona: Elsevier; 2018.
Glosario.
Bordes evertidos: bordes de orificio de bala, con arrastre o dirección de fibras o materia al
exterior.
Vestigio: todo lo recogido en el lugar del delito para someterlo a cualquier tipo de análisis o
estudio.
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