Está en la página 1de 153

El arma de fuego.

Definición, evolución y
clasificación © IMF Smart Education
Índice
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Definiciones 3
3.1. Arma de fuego 4
3.2. Arma 5
IV. Evolución del arma de fuego 8
4.1. De la pólvora negra a la pólvora sin humo 8
4.2. De la avancarga a la retrocarga 9
4.3. Evolución de los sistemas de iniciación 12
4.4. Evolución de los sistemas de alimentación 14
V. Clasificación de las armas de fuego 18
VI. Resumen 25
VII. Caso práctico 26
Recursos 27
Bibliografía 27
Glosario. 27

2/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

El arma de fuego. Definición, evolución y


clasificación

I. Introducción
En esta unidad didáctica, el estudio se centrará en el arma de fuego y, para ello, es imprescindible
formular, en primer lugar, una definición razonada que la diferencie de cualquier otro tipo de arma. Todas
las armas comparten el concepto de finalidad (la defensa o el ataque). En este tema se sentarán los
conceptos diferenciadores de cada tipo de arma y que a su vez serán utilizados en su definición. A
continuación, se describirá la evolución del arma desde el punto de vista criminalístico, haciendo hincapié
en aquellos acontecimientos de interés para este objetivo. La clasificación final se regirá por el mismo
principio de utilidad.

Cuando se cometa un delito violento haciendo uso de un arma de fuego, y un experto balístico sea
requerido por Autoridad Judicial o grupo de investigación para informar sobre sus características técnicas,
precisará de la aplicación de unos conocimientos genéricos y concretos relativos a la propia evolución del
arma de fuego. En otros casos, la mera clasificación del arma ocupada tendrá consecuencias jurídicas o
será la base para la correcta interpretación de las circunstancias del disparo. De tal manera se pondrá
respuesta a preguntas como: ¿es un arma antigua?, ¿se ha tratado de un disparo accidental?, ¿uso de arma
automática?..

II. Objetivos
1
Conocer los aspectos que definen en exclusividad el arma de fuego.

Distinguir las etapas evolutivas del arma, hasta alcanzar el concepto de arma moderna.

Clasificar las armas de fuego de cara a su posible peritación.

III. Definiciones
La aparición del arma de fuego está ligada, como es lógico, al uso de la pólvora como medio de
propulsión, una fecha no científicamente probada, aunque en general se sitúa en el s. xiv. La pólvora es un
combustible deflagrante que, sometido a altas temperaturas o directamente a la acción de una llama,
comienza a descomponerse y genera gases. Si la descomposición ocurre en un espacio cerrado y
resistente, se origina una gran presión.

3/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

La pólvora puede arder en un espacio confinado, ya que incorpora al combustible la dosis pertinente de
comburente (oxígeno). El espacio cerrado o cámara de combustión constituirá el arma, o simplemente un
tubo o cañón cerrado y resistente (en general, de acero).

Contenidos complementarios: “La pólvora”. Universidad de Guanajuato. URL disponible en el


siguiente enlace.

Una vez incorporada la carga de propulsión (pólvora), se incluye la de proyección (proyectil). De alguna
manera, se deberá iniciar la deflagración de la pólvora para la producción del disparo. Las armas modernas
incorporan una mezcla detonante que inicia su propia descomposición al ser comprimida (percutida) entre
dos superficies o elementos duros (percutor y yunque).

En el armamento actual, todos estos elementos vienen incorporados en el objeto balístico conocido
como “cartucho”, excepto el percutor, que está en la propia arma.

Figura 1. Cartucho.
Fuente: elaboración propia.

Según todo esto, el arma de fuego estará constituida básicamente por un tubo resistente y cerrado en el
momento del disparo, con unas dimensiones que admitan la alimentación de un cartucho y un percutor
como mecanismo elemental, necesario e imprescindible.

Contenidos complementarios: “Curso completo de balística y recarga”. José Daniel Cortijo


Martínez. URL disponible en el siguiente enlace.

Figura 2. Componentes arma de fuego.


Fuente: elaboración propia.

3.1. Arma de fuego

4/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Se define como el arma que utiliza la pólvora como medio de propulsión para disparar, con dirección
controlada, bien sea con proyectil único o múltiple.

Para que un arma pueda considerarse de fuego, en primer lugar, debe estar catalogada como arma, pues
no todas las herramientas capaces de producir un daño tendrán esta consideración, así como tampoco
todas las armas lo son desde su concepción. Lo que las convierte en armas es su finalidad.

3.2. Arma
Un arma es cualquier instrumento utilizado para la defensa o el ataque (finalidad).

Una herramienta o útil de trabajo, utilizados con el fin de atacar, se convierten en armas debido a su
finalidad. Las que interesan en esta unidad son las que producen un efecto lesivo por la velocidad conferida
a un objeto (normalmente de reducido tamaño). Según la fuerza motriz utilizada para la generación de
esta velocidad, se puede realizar una primera clasificación de las armas:

Fuerza centrífuga

Fuerza centrífuga: todo tipo de hondas.

Fuerza muscular
Fuerza muscular: las lanzas y cualquier objeto contundente.

Elasticidad de la herramienta

Elasticidad de la herramienta: los arcos, las ballestas, etc.

Presión de determinados gases

Presión de determinados gases: armas accionadas por aire comprimido o precomprimido


(neumáticas), armas accionadas por gas precomprimido, armas de fuego (que utilizan la pólvora como
medio de propulsión).

Figura 3. Fuerza centrífuga.


Fuente: elaboración propia.

5/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Figura 4. Fuerza muscular.


Fuente: elaboración propia.

Figura 5. Elasticidad.
Fuente: elaboración propia.

Figura 6. Arma de gases.


Fuente: elaboración propia.

Es decir, se considerarán armas de fuego las que utilicen la pólvora como carga de propulsión para
el disparo de un proyectil único (bala) o múltiple, con la condición de que esta carga de proyección sea
sólida. Quedan, por tanto, excluidas las que utilizan cualquier otra carga de propulsión, aunque disparen
proyectiles, y las que, aunque utilicen pólvora, no disparen un proyectil sólido.

6/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Figura 7. Carga propulsión: pólvora.


Fuente: elaboración propia.

Figura 8. Carga proyección: proyectiles.


Fuente: elaboración propia.

Las armas que no son de fuego se podrían resumir en los siguientes tipos:

Armas accionadas por aire comprimido, gas comprimido, muelles (soft air), etc.

Armas de gas.

Armas de inyección anestésica, herramientas industriales, etc.

7/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Figura 9. Armas no de fuego.


Fuente: elaboración propia.

IV. Evolución del arma de fuego


La evolución del arma de fuego puede estudiarse a partir de los siguientes conceptos de desarrollo:

1. El paso de la pólvora negra a las modernas sin humo.


2. El paso de la avancarga a la retrocarga (posibilitada por la invención del cartucho).
3. La evolución de los sistemas de ignición (mecha, pedernal, rueda, pistón, etc.).
4. La evolución de los sistemas de alimentación (tiro a tiro, repetición, etc.).

4.1. De la pólvora negra a la pólvora sin humo


Pólvora negra

Mezcla física deflagrante compuesta por:

Salitre, 75 % (nitrato potásico).


Azufre, 15 %.
Carbón, 10 %.

Figura 10. Pólvora negra.


Fuente: Wikimedia Commons.

Pólvora sin humo

8/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Moderna mezcla química de propulsión cuyo principio activo es la nitrocelulosa (algodón pólvora).

Combustible con aporte de oxígeno (combustible y


comburente), que puede ser de base simple (la nitrocelulosa),
doble o triple si utiliza otros principios activos para la
gelatinización: nitroglicerina (base doble) o nitroglicerina y
nitroguanidina (base triple).

La pólvora negra es más inestable e higroscópica que las


pólvoras sin humo y su capacidad de propulsión está
relacionada con la cantidad: cuanta más pólvora, más presión. Además, deja más residuos en las armas.
Su unidad es el dracma.
Figura 11. Tipos pólvora según grano.
Fuente: elaboración propia.

En las pólvoras modernas, también conocidas como “sin humo” o “blancas”, más importante que la
cantidad es la forma del grano, ya que de ello depende su velocidad de combustión. Así, según la forma
del grano, se conseguirán pólvoras de rápida descomposición (degresivas) y de lenta descomposición
(progresivas).

Dado que la descomposición es por capas, las pólvoras de laminillas serán las de más rápida
descomposición y se utilizarán para las armas de ánima lisa, en las que se necesita que el pico de presión
sea inicial para el empuje instantáneo de los proyectiles (perdigones).

Los rifles necesitarán mantener un pico de presión constante para empujar la bala a lo largo del tubo
estriado sin someterlo a una presión momentánea excesiva, por lo que se escogerán formas esféricas,
cilíndricas, etc.

4.2. De la avancarga a la retrocarga


Armas de avancarga

Se conocen como armas de avancarga las que se alimentan por la boca de fuego mediante
introducción independiente por la boca del cañón de los elementos necesarios para el disparo (pólvora,
tacos y bala).

La pólvora que se usa en las armas de avancarga es la pólvora negra.

9/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Figura 12. Arma avancarga.


Fuente: Pixabay.

Las primeras armas de fuego cargaban por la boca de fuego todos los elementos necesarios para el
disparo, de ahí su nombre: avancarga. El arma estaba formada por un tubo grueso y resistente abierto
solo por su lado anterior. Se alimentaba con una bala de piedra (bodoque), que posteriormente sería
metálica, del diámetro del hueco interior del cañón para conseguir la obturación de los gases de la
deflagración de la pólvora. Cerca de la parte posterior del cañón, se practicaba un orificio que
comunicaba con la carga de pólvora para que, al introducir calor de cualquier manera, se iniciara su
combustión. Al principio era un hierro incandescente. Más tarde, se fue perfeccionando el sistema de
iniciación, como base en la evolución de las armas de fuego.

Figura 13. Arma avancarga (cañón de fuego).


Fuente: elaboración propia.

Estas armas tenían que ser muy voluminosas ya que, para dotar al proyectil de la velocidad necesaria,
hacía falta una gran cantidad de pólvora negra (con la consiguiente alta presión en la recámara). Por otra
parte, si se sustituían las cargas de pólvora por masa de proyectil, resultaban proyectiles de grandes
tamaños.

Estas armas debían conseguir una energía suficiente trabajando con la velocidad del proyectil
(limitada por las presiones en recámara) combinada con el tamaño (a mayor proyectil, con la misma
composición, mayor peso).

10/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

E = v2 × m / 2

Armas de retrocarga

Se denominan así las que se alimentan por la recámara. Los elementos necesarios para el disparo se
incluyen en un elemento único conocido como “cartucho”.

El cartucho es la unidad balística compuesta de vaina, carga de propulsión (pólvora), carga de


proyección (bala, perdigones, postas) e iniciador.

El cartucho de espiga o Lefaucheux se considera el primero que reúne todos los elementos necesarios
para el disparo en unas condiciones mínimas de estanqueidad (mediados del s. xix, hacia el 1845). Hasta
entonces, se habían ido dando sucesivos pasos hasta conseguir el moderno cartucho de percusión
central.

Desde los cartuchos de papel o cartón, meros dosificadores de la carga necesaria de pólvora, a los
que posteriormente se añadía el proyectil, se necesitaba una apertura anterior a la alimentación o carga
directa por su capacidad combustible. De todas formas, aún se necesitaba una iniciación externa.

Figura 14. Cartucho dosificador.


Fuente: elaboración propia.

Figura 15. Antecesores del cartucho.


Fuente: elaboración propia.

11/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Figura 16. Cartucho moderno y arma de retrocarga.


Fuente: elaboración propia.

4.3. Evolución de los sistemas de iniciación


1. Barra incandescente

La primera forma de iniciar la combustión de la pólvora fue por contacto directo de una barra
incandescente introducida por el orificio practicado a tal fin en la parte posterior del cañón. El sistema
necesitaba calentar la pieza de forma repetida, pues al cabo del tiempo se enfriaba.

2. Mecanismo de mecha

Después, aunque se sustituyó este mecanismo por una mecha, se mantuvo el tiempo de iniciación a la
vez que se perfeccionaba el sistema (serpentín con mecanismo de disparo). Sin embargo, la humedad
era perjudicial para este sistema de ignición.

12/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

3. Chispa y detonantes

Más tarde, las llaves de chispa y rueda mejoraron el sistema de iniciación, al reducir su uso
exclusivamente al momento del disparo; y, por último, con la aparición de los detonantes, su posterior
encapsulado y la incorporación de las llaves de percusión, se culminaron los avances en los mecanismos
de iniciación de la carga de propulsión.

Figura 17. Sistemas de iniciación. De arriba hacia abajo: de mecha, chispa y percusión.
Fuente: elaboración propia.

En la Figura 18 se puede observar la carga de pólvora, un dosificador, la carga de proyección


(proyectiles) y los pistones con la mezcla iniciadora o detonante.

Figura 18. Carga para arma avancarga.


Fuente: elaboración propia.

4. Cargas

Con la aparición de las cargas iniciadoras, se pasa de los cartuchos de espiga a los de percusión
lateral.

13/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

5. Lefaucheux

Con el sistema de percusión Lefaucheux (de percusión lateral), la carga de iniciación se encapsula y
se sitúa próxima a la pólvora, en el interior del cartucho. Para acceder a ella, se introduce una barrita en
el cuerpo del cartucho (espiga), barrita en la que incide el martillo percutor para provocar la detonación.

Figura 19. Revólver de percusión Lefaucheux.


Fuente: elaboración propia.

Figura 20. Cartucho de percusión Lefaucheux.


Fuente: elaboración propia.

6. Percusión lateral y central

Los sistemas de percusión se completan con los de percusión lateral y central, que actualmente
conviven, si bien los primeros más para tiro deportivo que para la defensa. Se hablará más en detalle
sobre ellos en el apartado de clasificación de las armas y en la unidad didáctica dedicada a la
cartuchería. (Contenidos complementarios: “Balística forense”. Dirección Nacional Cuerpo Técnico de
Investigación, 2005. URL disponible en: https://www.seguridadpublica.es/pdf/balisticaforense.pdf).

4.4. Evolución de los sistemas de alimentación


Con la evolución de los sistemas de iniciación y la invención del cartucho que posibilita la retrocarga con
la apertura posterior del cañón, comienza la evolución de los sistemas de repetición del disparo.

14/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Aumento de nº de cañones

Al principio se consigue mayor capacidad de disparo aumentando el número de cañones, pues no


había un depósito de cartuchos ni un sistema de alimentación, al menos manual.

Figura 21. Arma avancarga, multicañón.


Fuente: elaboración propia.

Figura 22. Revólver multirrecámara.


Fuente: elaboración propia.

Armas de repetición

Después, con la invención de estos sistemas, aparecen sucesivamente las armas de repetición,
semiautomáticas y automáticas, que solo necesitan un cañón y una recámara para conseguir la repetición
del disparo.

Sistemas de repetición

A continuación, en la tabla 1 se puede apreciar el cambio de sistema de repetición según evolucionan


los sistemas de almacenamiento de cartuchos, sistema de alimentación (aquí entendido como
posibilidad de llevar un cartucho del almacén o depósito a la recámara y posterior extracción y
expulsión de la vaina percutida para posibilitar una nueva alimentación) y sistema de disparo mediante
presión sobre la cola del disparador.

15/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

SISTEMA ALMACENAMIENTO ALIMENTACIÓN DISPARO

Tiro/Tiro No No Manual

Repetición Sí Manual Manual

Semiautomático Sí Automático Manual

Automático Sí Automático Automático

Tabla 1. Clasificación sistemas de alimentación.


Fuente: elaboración propia.

Tiro a tiro

Armas tiro a tiro (carecen de almacén de cartuchos; tantos cañones, tantos disparos):

Figura 23. Escopeta monotiro.


Fuente: elaboración propia.

Figura 24. Repetición por corredera.


Fuente: Wikimedia Commons.

16/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Figura 25. Repetición por palanca.


Fuente: Wikimedia Commons.

Figura 26. Repetición por cerrojo.


Fuente: elaboración propia.

17/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Armas de repetición

Armas de repetición (sistemas de corredera, palanca y cerrojo):

Figura 27. Pistola de tiro semiautomático.


Fuente: Pixabay.

Figura 28. Pistola de tiro automático.


Fuente: elaboración propia.

V. Clasificación de las armas de fuego


Por razones de interés forense en el tratamiento de las armas, se propone la siguiente clasificación:

Por su actualidad.
Por la forma de carga.
Por su cometido.
Por su forma de transporte.
Por su tamaño.
Por su forma de percusión.

18/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Por el tipo de cañón.


Por su ánima.
Por el sistema de propulsión.
Por la capacidad de disparo.

Contenidos complementarios: “Balística. Arma de fuego”. Repositorio Institucional de la


Universidad de Málaga. URL disponible en el siguiente enlace.

Actualidad

Se distinguen en esta categoría las armas antiguas y las armas modernas. En España, se siguen los
criterios de las directivas de la Unión Europea, en las que se fija como fecha delimitadora el 1 de enero
de 1890. Además, se consideran antiguas:

Todas las armas de avancarga, con independencia de su año de fabricación.


Las armas de sistema de percusión Lefaucheux (Comisión Interministerial de Armas y
Explosivos, CIPAE).

Ante la dificultad de datar armas de fabricación anterior a 1890, cuando se pretenda mantener como
antigua un arma de retrocarga (para cartucho), existe el deber de acreditarlo con el fin de documentarla
con un certificado de arma antigua (CIPAE).

Forma de carga

En este apartado se diferencian las armas de avancarga de las de retrocarga.

Figura 29. Avancarga. Figura 30. Retrocarga.


Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración propia.

19/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Cometido

Armas de caza Armas de tiro deportivo Armas de defensa Armas de guerra

Figura 31. Arma de caza. Figura 32. Arma de tiro F ig u r a 33. Arma de Figura 34. Arma de
Fuente: elaboración propia. deportivo. defensa. guerra.
Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración propia.

Transporte

Armas de arrastre. Necesitan un medio de transporte para Armas portátiles. Pueden portarse y usarse con la ayuda
su traslado y uso. exclusiva de las manos.

Figura 35. Arma de arrastre. Figura 36. Arma portátil.


Fuente: Pixabay. Fuente: elaboración propia.

20/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Tamaño

Hay armas cortas y armas largas. Según el Reglamento de Armas español (art. 2): “Son armas cortas
aquellas cuyo cañón no exceda de 30 cm o su tamaño total no exceda de 60 cm. Son armas largas las
que no tengan la consideración de cortas”.

De la anterior definición se deduce el siguiente cuadro para la determinación de la categoría del arma
según el tamaño total del arma o de su cañón.

Figura 37. Medidas arma corta y larga.


Fuente: elaboración propia.

Los subfusiles son, por tamaño, armas largas, pero tienen la particularidad de que su munición es de
arma corta (principalmente 9 mm Parabellum, 7,65 mm Browning o 9 mm Browning Court).

21/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Percusión

De percusión central.
De percusión anular o lateral.

Figura 38. Arma de percusión Figura 39. Arma Figura 40. Cartucho de Figura 41. Cartucho de
central. Percute los cartuchos en de percusión lateral o percusión central. Dispone de percusión anular. Tiene la carga
el centro geométrico del culote anular. Percute los cápsula con carga de de iniciación (sustancia
del cartucho. Son la gran mayoría cartuchos en la corona iniciación (pistón) alojada en detonante) distribuida por el
de las armas actuales. circular de sus bases. el centro del culote del reborde o pestaña del culote del
Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración cartucho. cartucho.
propia. Fuente: elaboración propia. Fuente: elaboración propia.

22/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Cañón

Se distinguen las armas de cañón fijo de las de cañón móvil. En función del cañón, así será el sistema de
acerrojamiento del arma. Las armas de cañón fijo atizan cartuchos poco potentes o son pesadas y de
costosa alimentación. Por el contrario, las de cañón móvil pueden ser ligeras a la vez que potentes. Las
más modernas tienen este sistema.

Figura 42. El cañón móvil (del arma superior) se fija a la parte móvil del arma, la corredera.
Fuente: Pixabay.

Figura 43. El cañón fijo (del arma superior) se fija a la parte fija del arma, el armazón.
Fuente: Pixabay.

Ánima

Armas de ánima lisa.


Armas de cañón estriado.
Armas de cañón poligonal.

23/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

El tipo de cañón está en función del proyectil que, de forma general y conceptual, va a utilizar. Si el
proyectil es único, el cañón será estriado o poligonal. Esto viene de la necesidad de conferir al proyectil
velocidad de rotación sobre su eje (giro), con el fin de aprovechar el efecto giroscópico; es decir,
dotarlo de resistencia a las dos fuerzas que se oponen al proyectil según abandona la boca de fuego: la
gravedad y la resistencia del aire a la alta velocidad de la bala. De esta forma, la bala consigue estabilidad
de vuelo y tiene mayor alcance y precisión. Si el proyectil es múltiple, el cañón será, al contrario, de
ánima lisa.

Figura 44. Ánima lisa. El Figura 45. Cañón estriado. El estriado Figura 46. Cañón poligonal. Su ánima no es
prototipo es el arma tipo se consigue "rayando" las paredes del cilíndrica como la de los cañones estriados, sino
escopeta. El pico de presión cañón, de forma helicoidal, de forma que poliédrica, con sección poligonal de cuatro a seis
debe ser inmediato para el dichas paredes quedan conformadas por caras, sin vértices, que se torsiona y obliga a la
impulso de los perdigones dos tipos de superficie de distinto bala (de cuerpo cilíndrico) a adoptar la forma
que no se ajustan al calibre diámetro, las estrías y los campos. De esta poliédrica y girar según la torsión del cañón. Las
del cañón y no sufren manera, los campos del cañón producen balas así disparadas no pierden energía por
resistencia a su paso. las estrías en la bala. fricción y calentamiento.

Fuente: elaboración Fuente: Pixabay. Fuente: Pixabay.


propia.

Propulsión

Armas accionadas por aire precomprimido o comprimido.


Armas accionadas por gas comprimido (CO2).

Armas accionadas por muelles o resortes.


Armas accionadas por los gases derivados de la deflagración de la pólvora (armas de fuego).

Disparo

Armas tiro a tiro (tantos cañones, tantos disparos). Si solo tienen un cañón, se conocen
como “monotiro”.

24/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Armas de repetición. Con depósito almacén de cartuchos y mecanismo manual que


posibilita la alimentación (introducción de cartucho en recámara y expulsión de las vainas
percutidas). Según el mecanismo utilizado, se subclasifican en los siguientes sistemas:

Sistema de palanca (lever action).


Sistema de cerrojo (bolt action).
Sistema de corredera o trombón (pump action).

Armas semiautomáticas. Utilizan parte de las presiones derivadas de la combustión de la


pólvora para las funciones de alimentación. El tirador solo debe oprimir el disparador cada
vez que quiera realizar un disparo. Al aprovechar la deflagración de la pólvora, el primer
cartucho se alimentará de forma manual.
Armas automáticas. Iguales que las semiautomáticas, salvo que, con una única presión
sobre el disparador, se realizan múltiples disparos (mientras haya cartuchos en el depósito o
almacén).

VI. Resumen
En esta unidad didáctica se han abordado los siguientes temas:

Armas de fuego

Carga de propulsión: pólvora.


Carga de proyección: proyectil o proyectiles sólidos.
Finalidad: ataque o defensa.
Máquina: cámara cerrada y resistente.
Mecanismo imprescindible: en las actuales, percutor.

Evolución de las armas de fuego

Aparición del cartucho (de la avancarga a la retrocarga).


Aparición de las pólvoras sin humo (abandono pólvoras negras).

Presiones controladas.
Mayor velocidad proyectil.
Combustión con menor producción de residuos.

25/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Clasificación

Modernas. Concepto ligado a la invención del cartucho.


Arma rayada/ánima lisa/poligonal.

Proyectil único/proyectil múltiple.


Alcance y precisión.
Posibilidades de identificación.

Cañón fijo/cañón móvil.

Acerrojamiento del cañón.


Cañón móvil.

Armas ligeras.
Potentes.

Armas tiro a tiro, repetición, semiautomáticas y automáticas

VII. Caso práctico

¿Qué tipo de arma es la que tiene un sistema de almacenamiento de cartuchos y que, para realizar
el primer disparo, necesita que se manipule manualmente un sistema que permite la alimentación
(introducir cartucho en recámara), pero los sucesivos se producirán aprovechando las presiones
de los gases del disparo, presionando el disparador para cada disparo?

Solución

Un arma semiautomática.

26/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

Álvarez Saavedra, F. J. Diccionario de criminalística. Planeta; 2003.


Barberá, F. A.; De Luis Turégano, J. V. Manual de técnica policial. Valencia: Tirant lo
Blanch; 2005.
Busta Olivar, O. A. “Armas de fuego, conceptos y reglamentación”.
Cibrian Vidrio, O. Balística técnica y forense. Buenos Aries: Ediciones La Rocca;
2014.
De Luis Turégano, J. V. Policía científica (vol. II). Valencia: Tirant lo Blanch; 1998.
Durán Salas, R; Pons Gendrau, S. Armas, municiones y tiro. Balística venatoria. “Caza
deportiva” (vol. I). Barcelona: Editorial Sintes; 1970.
Durdik, J. Armas de fuego antiguas. Madrid: Editorial Libsa; 1989.
Ezell, E. C. Small Arms of the world. Stackpole Books; 1977.
Florentiis, G. Historia de la pistola. Barcelona: Editorial de Vecchi; 1974.
Guzmán, C. A. Tratado de balística. Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de F; 2013.
Mathews, J. H. Firearms Identification. Madison: University of Wisconsin Press; 1962.
Molina López, A. Armas ligeras y sus municiones. Madrid: Escuela Superior del
Ejército; 1988.
Nieto Alonso, J. Apuntes de criminalística. Madrid: Tecnos; 2014.
Olson, J. Olson’s Encyclopedia of Small Arms. Nueva Jersey: Winchester Press; 1985.
Salas López, F. Empleo táctico del armamento. Madrid: Servicio Geográfico del
Ejército; 1960.
Söderman, H; O’Connell, J. J. Métodos modernos de investigación policíaca. México:
Limusa; 1992.

Glosario.

ACERROJAMIENTO: sistema que mantiene cerrado el cañón mientras la bala no abandone


la boca de fuego para evitar la fuga de gases y el descenso de las presiones.

AVANCARGA: que se carga, elemento a elemento, por la boca de fuego.

27/28
El arma de fuego. Definición, evolución y clasificación

BALA: proyectil de arma de fuego.

CARGA PROPULSIÓN: carga que empuja o lanza el proyectil.

ESTRIADO: rayas practicadas al ánima del cañón, con determinado giro helicoidal, para
provocar en las balas un giro que les proporcione estabilidad de vuelo.

PÓLVORA: compuesto químico combustible con aporte de oxígeno cuya descomposición


(deflagración) puede ocurrir en un espacio cerrado y generar gases y presiones.

RECÁMARA: lugar donde se encuentra el cartucho próximo a la percusión.

RETROCARGA: que se carga por detrás (recámara), utilizando cartuchos.

28/28
Mecánica de las armas © IMF Smart Education
Índice
Mecánica de las armas 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. La pistola 3
3.1. Partes fundamentales 4
3.2. Mecanismos de disparo 6
3.3. Mecanismos de percusión 7
3.4. Mecanismos de automatismo y cierre 7
3.5. Mecanismos de alimentación 9
3.6. Mecanismos de extracción y expulsión 10
3.7. Mecanismos de seguridad 11
IV. El revólver 11
4.1. Partes fundamentales 12
4.2. Mecanismos 13
V. La escopeta 18
5.1. Armas largas. Clasificación 18
5.2. Tipos de escopeta 18
5.3. Partes fundamentales de la escopeta 19
5.4. Partes y mecanismos de la escopeta 19
5.5. El calibre 22
VI. Resumen e ideas fundamentales 23
VII. Anexo fotográfico 25
VIII. Caso práctico 27
Recursos 28
Bibliografía 28
Glosario. 28

2/29
M ecánica de las armas

Mecánica de las armas

I. Introducción
En esta unidad se estudiarán los mecanismos de las armas de fuego, así como sus funciones.

Serán objeto de análisis los dos prototipos de arma corta (pistola y revólver), así como el arma por
excelencia para la caza, la escopeta. Se trata de armas que son objeto continuo de informes periciales pues
se utilizan mucho para la comisión de hechos violentos (robos, homicidios, suicidios...), accidentes, etc.

En muchos casos, se deberá informar sobre la voluntariedad del disparo o si se trata de un acto fortuito
o accidental, y para ello es de vital importancia el conocimiento de los mecanismos de disparo, percusión,
seguridad, etc.

II. Objetivos
1

Conocer las partes fundamentales de los prototipos de armas.

2
Saber determinar si un arma se encuentra en condiciones de operatividad.

3
Valorar si el estado de un arma es compatible con un disparo involuntario.

III. La pistola
Constituye uno de los dos tipos de arma corta y puede ser de tiro a tiro y de uno o varios cañones. Las
pistolas modernas son de cañón único y de tiro semiautomático, para lo cual disponen de un depósito
almacén de cartuchos (conocido como cargador) y de las partes y mecanismos que se resumen a
continuación.

Figura 1. Pistola semiautomática.


Fuente: elaboración propia.

3/29
M ecánica de las armas

3.1. Partes fundamentales

Las partes fundamentales que componen la pistola son:

1. Cañón.
2. Corredera.
3. Armazón.

Figura 2. Partes fundamentales.


Fuente: elaboración propia.

CAÑÓN
Tubo cilíndrico resistente con capacidad para soportar altas presiones y conducir la bala. Su función es
el disparo de la bala (proyectil único). Por ello, su ánima está estriada, de manera que la bala pueda girar
sobre su eje y adquirir estabilidad de vuelo para conseguir mayor alcance y precisión. La parte posterior,
sin estrías, es la recámara.

Figura 3. Partes de una pistola: recámara y cañón.


Fuente: elaboración propia.

La recámara en las pistolas es solidaria al cañón. Normalmente sin estriado, se corresponde con la
parte anterior del cañón, donde se alojará el cartucho “alimentado”. Tiene la forma y dimensiones de su
vaina. La cota de fijación es el límite de recámara en las pistolas.

Las clases de cañón son:

Según acerrojamiento

Cañón fijo.
Cañón móvil.

4/29
M ecánica de las armas

Según ánima

Ánima lisa.
Cañón estriado.
Poligonal.

Figura 4. Cañón estriado con ocho estrías y campos, de giro helicoidal a la derecha.
Fuente: elaboración propia.

Figura 5. Cañón poligonal con sección de cuatro caras sin aristas.


Fuente: Pixabay.

Figura 6. Cañón de ánima lisa.


Fuente: elaboración propia.

5/29
M ecánica de las armas

La Figura 6 es un ejemplo de cañón de ánima lisa, prototipo de las escopetas destinadas al uso
genérico de proyectiles de pequeño diámetro, inferior al del propio cañón, perdigones y postas.

Se entiende por “calibre real del arma” el diámetro entre campos opuestos. Corresponde al calibre del
cañón antes de practicar el estriado.

Figura 7. Campos y estrías.


Fuente: Seguridad pública.

El calibre real de la bala es el diámetro entre estrías opuestas, producidas por los campos del
cañón.

CORREDERA

Es la pieza móvil que se desliza sobre el armazón. Aloja el cañón y otros mecanismos.

Figura 8. Corredera.
Fuente: elaboración propia.

ARMAZÓN

Alojamiento y sostén de las otras partes fundamentales y de otros mecanismos, así como de la
empuñadura del arma

Contenidos complementarios: “Pistola semiautomática 9mm”. Teoría de armamento para


vigilantes; 25 de mayo de 2015. URL disponible en: enlace.

3.2. Mecanismos de disparo

6/29
M ecánica de las armas

Relacionados más directamente con la acción del tirador, son los que se indican en la Figura 9:

Figura 9. Mecanismos de disparo.


Fuente: elaboración propia.

3.3. Mecanismos de percusión


Tienen más relación con la acción de percusión del cartucho y aparecen reflejados en la Figura 10.

Figura 10. Mecanismos de percusión.


Fuente: elaboración propia.

3.4. Mecanismos de automatismo y cierre

7/29
M ecánica de las armas

Figura 11. Bloque de cierre.


Fuente: elaboración propia.

Figura 12. Mecanismos detallados.


Fuente: elaboración propia.

8/29
M ecánica de las armas

Sistemas más usuales de automatismo y cierre

Figura 13. Blow Back (cañón fijo).


Fuente: elaboración propia.

Figura 14. Colt-Browning (cañón móvil).


Fuente: elaboración propia.

3.5. Mecanismos de alimentación


Cargador.
Resalte bloque de cierre.

Figura 15.Mecanismos de alimentación.


Fuente: elaboración propia.

9/29
M ecánica de las armas

Figura 16. Retenida del cargador


Fuente: elaboración propia.

Figura 17. Retenida de la corredera


Fuente: elaboración propia.

3.6. Mecanismos de extracción y expulsión

Figura 18.Uña extractora.


Fuente: elaboración propia.

Figura 19. Tope de expulsión.


Fuente: elaboración propia.

10/29
M ecánica de las armas

Figura 20. Superposición uña y tope.


Fuente: elaboración propia.

3.7. Mecanismos de seguridad


Son los mecanismos dispuestos por el fabricante para evitar el disparo fortuito o accidental. Pueden ser:

Voluntarios.
Automáticos.

Pueden actuar sobre cualquiera de las partes o mecanismos del arma, y pueden concurrir varios a
la vez. De todas formas, se ha llegado al convencimiento de que el que más seguridad ofrece es el
que asegura el último mecanismo en la secuencia de disparo, que es el que bloquea la aguja
percutora e impide la percusión del cartucho alojado en la recámara.

Las piezas sobre las que actúan son:

Disparador.
Biela del disparador.
Fiador.
Martillo.
Aguja percutora.
Corredera.

IV. El revólver

Figura 21. El revólver.


Fuente: elaboración propia.

11/29
M ecánica de las armas

Es un arma de fuego corta, con sistema de alimentación giratorio y un número indeterminado de


recámaras. Los diferentes tipos de revólver se clasifican:

Por su acción

De simple acción.
De doble acción.

Por su sistema de apertura

De cañón y tambor fijo (opérculo).


De cañón y tambor basculante.
De cañón fijo y tambor oscilante.

Figura 22. Tipos según apertura y cierre.


Fuente: elaboración propia.

4.1. Partes fundamentales


Cañón

Alineado con la recámara superior.


Carece de recámara.
Estriado.
Distintas longitudes (2, 4 y 6 pulgadas, principalmente).

Figura 23. Cañón.


Fuente: Wikimedia Commons.

12/29
M ecánica de las armas

Tambor

Cilindro giratorio con recámaras o alveolos.


Número variable de recámaras (cinco o seis, principalmente).
Con giro a izquierda o derecha.

Figura 24. Tambor


Fuente: elaboración propia.

Armazón

Sirve de empuñadura y contiene gran parte de los mecanismos del arma.


Partes: empuñadura, batería de mecanismos y su tapeta, culata de cierre y hueco del tambor.

Figura 25. Armazón


Fuente: elaboración propia.

4.2. Mecanismos

13/29
M ecánica de las armas

Disparo

Disparador y muelle.
Levante.
Biela del tambor.
Tope del tambor.

Figura 26. Mecanismos de disparo.


Fuente: elaboración propia.

Percusión

Martillo.
Muelle real y vástago.
Anillo regulador de presión.
Aguja percutora y muelle antagonista.

Figura 27. Mecanismos de percusión.


Fuente: elaboración propia.

14/29
M ecánica de las armas

De cierre y apertura

Pestillo de cierre y apertura.


Bulón.
Soporte basculante.
Varilla central y muelle.

Figura 28. Mecanismo de cierre y apertura.


Fuente: elaboración propia.

Extracción

Estrella extractora.
Barrita del extractor.
Varilla central y muelle.

Figura 29. Mecanismo de extracción.


Fuente: elaboración propia.

Alimentación

Figura 30. Mecanismo de alimentación.


Fuente: elaboración propia.

Seguros

15/29
M ecánica de las armas

Son sistemas de seguridad proporcionados por el fabricante del arma (por tanto, involuntarios) para
impedir el disparo accidental. Su función, en las armas tipo revólver, consiste en alejar o limitar el
recorrido del martillo hacia el percutor o interponerse en este desplazamiento y son siempre
involuntarios. Sus tipos son:

Corredera.
Interposición de masas.
Excentricidad del martillo.
Acerrojamiento incompleto (seguro de bulón).

Figura 31. Seguro corredera de interposición de masas, seguro excentricidad del martillo en posición
de disparo y posición asegurada, respectivamente.
Fuente: elaboración propia.

El seguro de bulón o de recámara abierta (tambor mal cerrado) interrumpe la acción de disparo
mediante interposición de la parte posterior del bulón en el recorrido del martillo, de forma que lo
bloquea.

Figura 32. Seguro de recámaras abiertas.


Fuente: elaboración propia.

16/29
M ecánica de las armas

Precisión

Figura 33. Mecanismos de precisión.


Fuente: elaboración propia.

Giro de estrías

Figura 34. Cañón con estrías con giro a la derecha, junto con bala disparada por él.
Fuente: elaboración propia.

Giro de tambor

Figura 35. Giro del tambor a derecha y a izquierda.


Fuente: elaboración propia.

Las escotaduras pueden servir de referencia para conocer el giro del tambor sin necesidad de abrirlo.

17/29
M ecánica de las armas

Figura 36. Visión de la cara anterior de las recámaras, con visión de los cartuchos no percutidos, después
de producirse un disparo (por ejemplo, un suicidio). La vaina percutida queda alineada con el cañón.
Fuente: Pixabay.

V. La escopeta

5.1. Armas largas. Clasificación


Según el ánima, se pueden clasificar como:

Rayadas

Rifles.
Carabinas.

Ánima Lisa

Escopetas.

5.2. Tipos de escopeta


Según el número de cañones, se pueden clasificar como:

Monocañón.
Yuxtapuesta.
Superpuesta.
Combinada.

18/29
M ecánica de las armas

Según su capacidad de disparo:

Monotiro y tiro a tiro.


Repetidora.
Semiautomática.

5.3. Partes fundamentales de la escopeta


Las partes esenciales de la escopeta son:

Cañón.
Báscula.

5.4. Partes y mecanismos de la escopeta

Cañón.

Báscula con mecanismos de percusión.

Guardamanos.

Culata.

Mecanismos de disparo.

Extractor-expulsor.

Seguro/selector de tiro.

19/29
M ecánica de las armas

Palanca de apertura y sistema de cierre.

Figura 37. Partes escopeta.


Fuente: Seguridad Privada.

Figura 38. Mecanismos.


Fuente: Seguridad Privada.

En la Figura 38 se pueden observar las siguientes partes (numeradas):

1. Muelle del martillo.


2. Martillo percutor.
3. Levante del martillo.
4. Fiador.
5. Disparador.

El Choke

Se llama así el estrangulamiento de los cañones, en boca de fuego, fijo o intercambiable, para facilitar
una mayor concentración o dispersión del plomeo. El full choke corresponde al mayor estrangulamiento
y el CL (cilíndrico), al menor. Puede también ir referido con estrellas o muescas (como en la tabla 1 y
Figura 39).

20/29
M ecánica de las armas

DENOMINACIÓN DEL ESTRELLAS


CHOKE

Full choke *

3/4 choke **

1/2 choke ***

1/4 choke ****

Cilíndrico CL

Tabla 1. Clasificación del choke.


Fuente: elaboración propia.

21/29
M ecánica de las armas

Carga de proyección

La escopeta, al ser de ánima lisa, está concebida para el disparo de carga múltiple: perdigones y
postas; sin embargo, algunos cartuchos de escopeta están cargados con determinados y diferentes tipos
de bala única. Todos ellos están separados de la carga de propulsión (pólvora) por una pieza, múltiple o
única, conocida como “taco”.

La diferencia entre posta y perdigón radica en el tamaño:

Perdigón: diámetro < 5 mm.


Posta: diámetro > 5 mm.

Figura 40. Balas, postas y perdigones.


Fuente: elaboración propia.

Figura 41. Distintos tipos de taco.


Fuente: Pixabay.

5.5. El calibre
El calibre viene expresado por un número referencial (gauge) que expresa el número de bolas que se
pueden hacer, del diámetro del ánima del arma, con una libra de peso de plomo.

De este modo, si se hacen 12 bolas, el calibre será de 12 gauge; si se hacen 16 bolas, 16 gauge, y así
sucesivamente. A mayor número de gauge (mayor número de bolas y, por tanto, más pequeñas), menor es
el calibre del ánima del cañón (del diámetro de cada bola).

22/29
M ecánica de las armas

Figura 42. Gauge.


Fuente: Seguridad Privada.

Gauge mm

12 18,51

16 16,81

20 15,62

24 14,63

28 14,20

32 14

36 12

Tabla 2. Calibre en milímetros de referencias gauge.


Fuente: elaboración propia.

VI. Resumen e ideas fundamentales


Partes fundamentales

23/29
M ecánica de las armas

Pistola:

Cañón.
Corredera.
Armazón.

Revólver:

Cañón.
Tambor.
Armazón.

Escopeta:

Cañón.
Báscula.

Mecanismos

De disparo.
Percusión.
Acerrojamiento.
Extracción/expulsión.
Seguridad.
Precisión.

Seguros

Voluntarios (pistola, escopeta).


Involuntarios o automáticos (revólver).

Choke

Estrangulamiento cañón.
Concentración/dispersión.
Afecta a la determinación de distancia de disparo.

24/29
M ecánica de las armas

Gauge

Referencia del calibre.

VII. Anexo fotográfico

Figura 43. Escopeta monocañón.

Fuente: elaboración propia.

Figura 44. Escopeta yuxtapuesta (dos cañones).


Fuente: elaboración propia.

25/29
M ecánica de las armas

Figura 45. Escopeta superpuesta (dos cañones).


Fuente: elaboración propia.

Figura 46. Escopeta combinada (más de dos cañones) (combina cañón estriado con ánima lisa).
Fuente: elaboración propia.

Figura 47. Escopeta de repetición.


Fuente: elaboración propia.

Figura 48. Escopeta semiautomática.


Fuente: elaboración propia.

26/29
M ecánica de las armas

VIII. Caso práctico

En una pretendida lesión por accidente, por caída de un revólver Smith & Wesson con disparo
por el golpe recibido en el martillo, ¿qué examen procederá del arma para confirmar o negar el
disparo accidental?

Solución

Se revisarán los mecanismos de seguridad, concretamente la operatividad del seguro de corredera y, si


fuera necesario, el de interposición de masas.

27/29
M ecánica de las armas

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

Álvarez Saavedra, F. J. Diccionario de criminalística. Planeta; 2003.


Busta Olivar, O. A. “Armas de fuego, conceptos y reglamentación”.
De Luis Turégano, J. V. Policía científica (vol. II). Valencia: Tirant lo Blanch; 1998.
Durán Salas, R; Pons Gendrau, S. Armas, municiones y tiro. Balística venatoria. “Caza
deportiva” (vol. I). Barcelona: Editorial Sintes; 1970.
Florentiis, G. Tecnologia delle Armi da Fuoco Portatili. Hoepli; 1987.
Hogg, I. V. Jane’s Directory of Military Small Arms Ammunition. Jane’s Information
Group; 1985.
Huerta y Ramírez, F. Enciclopedia de la caza. Vol II. Barcelona: Argos Vergara; 1979.
Lanza Gutiérrez, F. Tratado de cartuchería. Madrid: Empresa Nacional Santa Bárbara;
1978.
Matunas, E. American Ammunition and Ballistics. Winchester Press; 1979.
Molina López, A. Armas ligeras y sus municiones. Madrid: Escuela Superior del
Ejército; 1988.
Molina López, A. Cartuchería española. Palencia: Valentín Merino Aguado; 1992.
Nieto Alonso, J. Apuntes de criminalística. Madrid: Tecnos; 2014.
Söderman, H; O’Connell, J. J. Métodos modernos de investigación policíaca. México:
Limusa; 1992.

Glosario.

Acerrojamiento: sistema de retardo que mantiene cerrada la recámara mientras la bala no


abandona el cañón.

Bloque de cierre: bloque que cierra el cañón por su parte posterior.

Blow back: sistema de acerrojamiento con cañón fijo.

Bulón: mecanismo de revólver que cumple funciones de apertura de tambor, a la vez que
seguro de tambor con cierre incompleto.

28/29
M ecánica de las armas

Calibre: diámetro de bala y cañón.

Corredera: parte fundamental en la pistola que cumple funciones de alimentación,


principalmente. En el revólver, es una pieza de seguro.

Escotadura: hendiduras en el tambor con acceso al tope o freno del tambor para limitar su
giro.

Expulsor: mecanismo de armas semiautomáticas, automáticas y de repetición, destinado a


conseguir que las vainas percutidas salgan del arma.

Extractor: mecanismo de armas semiautomáticas, automáticas y de repetición, destinado a


conseguir que las vainas salgan de la recámara.

Superpuesta: escopeta de dos cañones, uno encima de otro.

Yuxtapuesta: escopeta de dos cañones, uno al lado de otro.

29/29
El cartucho © IMF Smart Education
Índice
El cartucho 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Definición 3
IV. Evolución 4
V. Clasificación 8
VI. Cartucho metálico 10
6.1. Partes 10
6.1.1. Pólvora (carga de propulsión). 11
6.1.2. Bala (carga de proyección). 13
6.1.3. Vaina. 15
6.2.4. Iniciador 17
VII. El cartucho semimetálico 19
7.1. Características 19
7.2. Partes 19
7.3. Troqueles e inscripciones 23
VIII. Nomenclatura del cartucho 23
IX. Resumen 25
X. Anexo 27
XI. Caso práctico 32
Enunciado 32
Recursos 33
Bibliografía 33
Glosario. 33

2/33
El cartucho

El cartucho

I. Introducción
En esta unidad didáctica se hará un repaso a la historia del cartucho, muy ligada a la del arma de fuego,
de tal manera que la evolución de uno marcó la de la otra. Además, se establecerán clasificaciones a partir
de su composición, de sus partes, de su finalidad y de otras características técnicas de interés.

II. Objetivos
1
Comprender la importancia del cartucho en el binomio arma-cartucho.

2
Trabajar con la nomenclatura del cartucho para distinguir un elemento con múltiples variables en el
mercado.

III. Definición
El cartucho es un objeto que contiene los elementos necesarios para la producción del disparo. Dichos
elementos serán: la carga de propulsión (pólvora); la carga de proyección, única (bala) o múltiple
(perdigones, postas); la mezcla iniciadora o detonante, encapsulada o dispuesta en la pestaña o borde de la
base del cartucho; y la vaina o casquillo, contenedor del conjunto.

Figura 1. El cartucho.
Fuente: elaboración propia.

Esta definición es correcta para los cartuchos de fuego o destinados a usarse con armas de fuego, ya
que será cartucho el que disponga de pólvora y de iniciador, aunque carezca de proyectil. Así, habrá
cartuchos detonantes o de fogueo, de ejercicio, salvas...

Contenidos complementarios: “Servicio de Recuperación de Material de Guerra”. Foro restos


de la Guerra Civil. URL disponible en: enlace).

3/33
El cartucho

IV. Evolución
Hasta el s. xvi, todas las armas eran de avancarga, no existía el cartucho como unidad integradora de
todos los elementos que posibilitan el disparo, por lo que tenían que introducirse de manera independiente
por la boca de fuego del arma.

Para facilitar el proceso de carga, fueron apareciendo los dosificadores de pólvora y los cartuchos de
papel con dosis de pólvora, primero, y también con el proyectil, después.

Figura 2. Evolución del cartucho.

Fuente: elaboración propia.

No se puede hablar de cartucho hasta el descubrimiento de las mezclas detonantes. En 1800, el químico
inglés E. C. Howard descubrió el fulminato de mercurio y A. J Forsyth lo aplicó a las armas en 1807. Fue
encapsulado por primera vez alrededor de 181. En 1927, se abandonan los fulminatos y cloratos y se
sustituyen por detonantes no corrosivos. En América, el cambio se debe a la compañía Remington, y en
Europa a la alemana RWS.

El principio activo de la mezcla será el estifnato de plomo, muy sensible a los golpes y a la fricción.
Como oxidante se incorpora nitrato de bario y, como combustible, sulfuro de antimonio.

En época más reciente aparecen los cartuchos “ecológicos”, sin plomo, conocidos comercialmente
como Sintox, Nontox o Leadfree, entre otros.

4/33
El cartucho

Cartucho Dreyse

El primer cartucho que incorpora el detonante encapsulado es el cartucho Dreyse para el fusil del
mismo nombre (J. Nikolaus Dreyse, 1836). La cápsula se colocaba internamente, sobre la pólvora, lo
que obligaba al uso de largas agujas de percusión. La vaina seguía siendo de papel.

Figura 3. Cartucho completo (Dreyse).


Fuente: elaboración propia.

Cartucho Chassepot

El cartucho Chassepot, también de papel combustible, acerca el detonante a la base del cartucho.

Figura 4. Cartucho Chassepot.


Fuente: elaboración propia.

5/33
El cartucho

Cartucho espiga

En 1836 empieza a comercializarse un cartucho ideado por Casimiro Lefaucheux (cartucho de


espiga), al principio semimetálico y completamente metálico a partir de 1848. Este cartucho tiene fama
por ser el primer cartucho metálico completo. Tiene ciertos inconvenientes, como su mala estanqueidad
(por donde entra la varilla entra la humedad) y dificultades de almacenamiento y transporte.
Precisamente estos inconvenientes hicieron que CIPAE decidiera considerar como antiguas todas las
armas que participan de este sistema, con independencia del año de fabricación.

Figura 5. Cartucho espiga.


Fuente: elaboración propia.

Cartuchos Flobert

En 1945, el francés Nicolas Flobert desarrolla el cartucho conocido como Flobert. Se caracteriza por
no contener pólvora y llevar alojada la mezcla iniciadora en el perímetro de la base del cartucho
(pestaña). Estos cartuchos, al no tener carga de pólvora, no se consideraban “de fuego”, como
tampoco las armas que los usaban. Por ello, los proyectiles (cónicos y esféricos) eran de pequeño
calibre y tenían finalidad de recreo. Actualmente se admite que lleven una pequeña carga de pólvora
(según el Reglamento de Armas español, siempre que la energía del proyectil en boca de fuego no
supere los 100 J).

Figura 6. Cartuchos Flobert.


Fuente: elaboración propia.

6/33
El cartucho

Revólver S&W

El siguiente paso en la evolución del cartucho, aprovechando la percusión lateral de los Flobert,
consistió en la incorporación de pólvora como elemento propulsor.

De la sociedad creada en 1852 por Horace Smith y Daniel Baird Wesson, nace en 1857 el revólver
Smith & Wesson First Issue, con tambor de siete recámaras para cartuchos del .22 short, primer
cartucho que integra todos los elementos necesarios para el disparo, metálico y de percusión lateral o
anular (retrocarga).

La cartuchería de percusión lateral dejó rápidamente en desuso la cartuchería de espiga, pero sus
vainas tenían poca resistencia ya que su base debía deformarse fácilmente con la aguja percutora para
conseguir la percusión. Por ello, los cartuchos no podían ser muy potentes. Hoy en día, su uso es casi
únicamente deportivo, reducido a los cartuchos del .22, por la trayectoria tensa que consiguen,
estabilidad, precisión y bajo precio.

7/33
El cartucho

Cartucho percusión central

El problema se resolvió con los diseños casi simultáneos (hacia 1866) del coronel estadounidense H.
Berdan y del inglés E. M. Boxer: un cartucho con cápsula independiente que contenía la mezcla
detonadora. Se distinguían solo por la ubicación del necesario yunque.

El desarrollo del americano gustó en Europa y el del inglés en Estados Unidos, por su facilidad para
la recarga. El cartucho Berdan tiene más uso militar y el Bóxer, civil. Actualmente los cartuchos Bóxer
están más difundidos por todo el mundo.

El resultado final es el cartucho actual de percusión central.

Contenidos complementarios: “Historia y evolución del cartucho”. Escaño Policial, nº42;


septiembre de 2001. URL disponible en: enlace.

Figura 8. Cartucho percusión central.


Fuente: elaboración propia.

V. Clasificación

8/33
El cartucho

Finalidad

Guerra.
Salvas.
Deportivos.
Caza.
Prueba.
Trazadores.
Etc.

Figuras 3.9. Clasificación.


Fuente: elaboración propia.

Forma de percusión

Lefaucheux (antiguo).
Parte central.
Parte anular.

Composición

Metálicos.
Semimetálicos.

9/33
El cartucho

Carga de proyección

Detonantes, gas.
De proyectil único (bala).
De proyectil múltiple (perdigones y postas).

Figura 10. Cartuchos detonantes (sup.) e irritantes (inf.).


Fuente: elaboración propia.

VI. Cartucho metálico

Figura 11. Cartuchos metálicos.


Fuente: elaboración propia.

6.1. Partes

10/33
El cartucho

Carga de propulsión: pólvora.

Carga de proyección: generalmente bala.

Vaina.

Mezcla iniciadora:

Encapsulada (percusión central).


En reborde (percusión lateral).

Es conveniente dedicar un tiempo a cada una de las partes que integran el cartucho, para centrarse en su
evolución y composición y en la exposición de otras características técnicas.

Figura 12. Partes del cartucho.


Fuente: elaboración propia.

6.1.1. Pólvora (carga de propulsión).

Carga deflagrante.
Pólvora negra (mezcla física de salitre, carbón y azufre).
Pólvora sin humo (base simple —nitrocelulosa— o doble —nitrocelulosa y nitroglicerina—).
Clasificación según forma de los granos: esféricas, cilíndricas, discos, cordita, perforadas, etc.

11/33
El cartucho

Hasta finales de los años veinte del siglo xx, la pólvora negra era la que se usaba en las armas de fuego
como elemento propulsor. No se entrará aquí a discutir el momento de su descubrimiento ni a quién se
debe, sobre todo porque se desconoce el dato, pero sí hay documentación escrita de su composición o
fórmula datada en el s. xiii:

Salitre o nitrato potásico (comburente): 41 %.


Carbón (combustible): 29,5 %.
Azufre: 29,5 %.

Las pólvoras transforman su masa física en energía. En su descomposición, liberan muchos gases que
generan altas presiones en un lugar cerrado como es el cañón del arma (cámara de combustión) y
desencadenan un trabajo mecánico: lanzamiento del proyectil y mecanizado del arma, en su caso.

La efectividad del disparo depende de la velocidad del proyectil y de su peso, representado


principalmente por el calibre (Ec= v2 × ½ m).

Pólvora negra

Con las pólvoras negras, la velocidad dependía exclusivamente de la cantidad del propelente y no era
muy alta, por lo que se corregía la escasa velocidad con el calibre del proyectil, con las consiguientes
desventajas de diseño para la efectividad.

La potencia de las pólvoras negras se expresaba por el peso de la carga en gramos o en


grains.

12/33
El cartucho

Pólvora blanca

En 1884, Paul Vielle, al gelatinizar la nitrocelulosa con alcohol, puede amasarla y trabajar con la forma
del grano. Aparecen las pólvoras sin humo de base simple. Más tarde, al utilizar nitroglicerina para la
gelatinización (Alfred Nobel), aparecen las de base doble.

Estas pólvoras, conocidas como “blancas”, “sin humo” o simplemente “modernas”, consiguen
mayor velocidad del proyectil (tres veces más que la pólvora negra), por lo que no es necesario un
proyectil de gran calibre y se generan menos residuos.

Las pólvoras sin humo arden por capas paralelas, para lo que es relevante la forma del grano,
su volumen y peso; por ello y debido a la diversidad de tipos de pólvoras, la potencia se mide
en dracmas (dracma= potencia de 1772 gramos de pólvora negra).

6.1.2. Bala (carga de proyección).

Composición

Plomo desnudo.
Con baño metálico.
Blindadas o semiblindadas.

Figura 13. Composición de la bala.


Fuente: elaboración propia.

13/33
El cartucho

Partes

Base.
Cuerpo.
Ojiva (punta).

Figura 14. Partes bala.


Fuente: elaboración propia.

Clasificación

Por su forma: esféricas, cilíndricas (punta esférica, cónica, plana), ojivales.


Por su base: cóncavas, planas.
Por su punta: planas, romas, huecas, blandas.
Por su composición: de plomo desnudo, blindadas y semiblindadas.

Figura 15. Tipos de bala.


Fuente: elaboración propia.

14/33
El cartucho

6.1.3. Vaina.

La vaina es el elemento aglutinador de todos los que componen el cartucho, sometido a grandes
presiones en el momento del disparo, y con unas funciones que van mucho más allá de su labor de
contención: será el encargado de la obturación de recámara y participará en las acciones de alimentación y
expulsión/extracción. Para ello, deberá reunir unas cualidades determinadas de:

Resistencia (para evitar fisuras e interrupciones de disparo).


Elasticidad (para proporcionar la obturación y facilitar la extracción).

Figura 16. La vaina.


Fuente: elaboración propia.

Por ello, se escogió como material más adecuado en su fabricación el latón, aleación de cobre (72 %) y
zinc (28 %).

partes

Cilíndrica

Boca.
Cuerpo.
Culote:

Ranura.
Pestaña.

15/33
El cartucho

Agolletada

Boca.
Gollete.
Gola.
Cuerpo.
Culote:

Ranura.
Pestaña.

Figura 17. Partes vaina.


Fuente: elaboración propia.

16/33
El cartucho

clasificación

Según su cuerpo

Figura 18. Clasificación vaina por cuerpo.


Fuente: elaboración propia.

Según su culote

Figura 19. Clasificación según culote.


Fuente: elaboración propia.

Según su yunque

Figura 20. Tipos de Vaina según yunque.


Fuente: elaboración propia.

6.2.4. Iniciador

17/33
El cartucho

Figura 21. Iniciadores.


Fuente: elaboración propia.

Carga detonante.
Tipos: los primeros, mercúricos (fulminato de mercurio). En la actualidad, no corrosivos o
Sinoxid (tetrinox). Últimamente, no tóxicos o sin plomo (Sintox, Nontox).
Material de la cápsula: latón (dúctil para facilitar la percusión y resistente a golpes accidentales).
Tipos: Bóxer (con yunque) y Berdan (sin yunque).

Figura 22. Iniciador Berdan y Boxer.


Fuente: elaboración propia.

18/33
El cartucho

VII. El cartucho semimetálico

7.1. Características
Destinado al uso con armas de cañón de ánima lisa.
Generalmente armado con carga de proyección múltiple.
Parte metálica (latón): culote.
Parte no metálica (plástico, a veces cartón): cuerpo de la vaina.

Figura 23. Cartucho semimetálico.


Fuente: Pixabay.

7.2. Partes

Figura 24. Partes del cartucho semimetálico.


Fuente: elaboración propia basada en Forensic Firearms Identification.

Vaina

Es el elemento contenedor de todos los demás necesarios para el disparo.

Partes:

19/33
El cartucho

Cuerpo. No metálico, generalmente de plástico. Con determinadas inscripciones


relativas a características técnicas o a la composición del cartucho. La boca se
cierra de distintas formas, dependiendo principalmente de la carga de proyección
utilizada.
Culote. Parte metálica. Con determinadas características de elasticidad y resistencia.

Figura 25. Vaina.


Fuente: elaboración propia.

Clasificación:

Según culote.
Según cierre.

Figura 26. Tipos culote


Fuente: elaboración propia.

20/33
El cartucho

Figuras 27. Tipos cierre


Fuente: elaboración propia.

Carga de proyección

Figura 28. Carga de proyección.


Fuente: elaboración propia.

Generalmente:

Perdigones (< 5 mm).


Postas (> 5 mm).

También:

Balas de diferentes tipos.

21/33
El cartucho

Taco

Elemento casi exclusivo de la munición semimetálica que, con distintas funciones, morfología y
composición, se interpone entre carga de propulsión y carga de proyección.

Figura 29. Diversos tacos.


Fuente: elaboración propia.

Funciones del taco:

Regula las presiones iniciales (amortiguador).


Impide la fuga de gases (obturador).
Evita la fusión de perdigones (separador).
Reduce el retroceso (amortiguador).
Regula el plomeo (concentrador o dispersor).

Carga de propulsión

Actualmente, pólvora sin humo con forma generalizada de laminillas.

22/33
El cartucho

Iniciador

Hoy en día, encapsulado en un elemento (cápsula iniciadora) alojado en el centro geométrico de la


base del culote (percusión central). La cápsula siempre contiene yunque.

Figura 30. Iniciador cartucho semimetálico.


Fuente: elaboración propia.

Tipos:

Aparato abierto.
Aparato cerrado.

7.3. Troqueles e inscripciones


En el culote: aparece el fabricante, el calibre, el país de origen, etc.
En el cuerpo de la vaina: aparece el número de escala referente al perdigón, nomenclatura del
cartucho, longitud de vaina, peso carga de plomo, tipo de bala, etc.

Figuras 31. Troquelado y marcado.


Fuente: elaboración propia.

VIII. Nomenclatura del cartucho

23/33
El cartucho

Nomenclatura británica

Milésimas de pulgada (.303).


Fabricante, diseñador (.375 H & H).
Composición (BP, NE, Magnum).

Nomenclatura americana

Centésimas de pulgada (.38 SPL).


También:

Milésimas (.357).
Diversos valores de composición del cartucho (.45-100-550); (.44-40).
Calibre + marcas comerciales (.44 Henry, -32 long Colt).
Arma utilizada (.45 ACP), tipo de carga (.357 Magnum).
Atípicos (.30-06); (.25-06; .250-3000).

Nomenclatura europea

Sistema métrico decimal.


± Bala x Longitud de la vaina.
+ Fabricante, diseñador tipo de vaina, etc.

Figura 32. Cartuchería semimetálica.


Fuente: elaboración propia.

24/33
El cartucho

Denominación indirecta

Número de bolas del diámetro del cañón que pueden hacerse con una libra de peso de plomo. Si
pueden hacerse 12, el calibre será 12 gauge; si pueden hacerse 16, será 16 gauge, y así sucesivamente.

Número de bolas.
Diámetro cañón.
Libra de peso de plomo.

Figura 33. Calibre real.


Fuente: elaboración propia.

IX. Resumen
En esta unidad didáctica se ha estudiado el cartucho y sus partes:

25/33
El cartucho

Carga de proyección (bala o proyectil

a) Bala blindada.

Blindaje:

Latón (cobre 90 % - zinc 10 %; aleación conocida como Lubaloy o Nubaloy).


Bimetal (acero entre dos capas de latón de la proporción anterior).

Núcleo: plomo antimonioso. El antimonio (Sb) se utiliza como endurecedor del plomo (Pb).
Su proporción es de 2-3 % Sb.

b) Bala desnuda.

Plomo antimonioso, al 2-3 % Sb.

Vaina (casquillo)

Latón. Composición más usual: latón alfa o militar (72 % cobre y 28 % zinc).

Cápsula iniciadora (pistón)

Cápsula iniciadora (pistón).


Cápsula (latón 72-28 %).
Explosivo (Tetrinox):
Trinitoresorcinato de Pb.
Tetraceno.
Nitrato de Ba.
Sulfuro de Sb.
Peróxido de Pb.
Siliciuro cálcico.

Carga de propulsión (pólvora)

Pólvora (actualmente sin humo):

Base simple (nitrocelulosa).


Base doble (nitrocelulosa y nitroglicerina).

26/33
El cartucho

X. Anexo
Agrupaciones a distintas distancias de tiro

Es posible calcular el número de perdigones concentrados en un círculo de 75 cm, con cualquier tipo de
perdigón y con distintos chokes de cañón, usando las siguientes tablas (número de perdigón y carga).

Se incluye una tabla que permite aproximar la cantidad de perdigones que puede haber en un cartucho
semimetálico, teniendo en cuenta el número de referencia de perdigón y el peso de su carga en gramos.

Cartuchería de uso corriente

27/33
El cartucho

GRAMOS

N. 24 28 30 32 33 34 35 36

0 72 81 87 93 96 99 102 105

1 81 95 102 109 112 115 119 122

2 96 112 120 128 132 136 140 144

3 112 130 139 148 153 157 163 168

4 140 162 173 184 190 196 202 208

5 171 199 213 227 234 241 248 255

6 209 245 263 281 290 299 308 317

7 265 309 331 353 364 375 386 397

8 343 399 427 455 469 483 497 511

9 450 524 561 598 617 636 654 673

10 609 709 759 810 835 860 886 911

11 848 988 1058 1139 1154 1234 1246 1260

12 1229 1437 1541 1644 1695 1798 1810 1849

13 1893 2211 2370 4528 2607 2765 2800 2844

14 3126 3646 3906 4166 4296 4556 4610 4686

28/33
El cartucho

Tabla de valores de diámetro, peso y cálculo de la cantidad de perdigones que puede llevar un cartucho
semimetálico.

Arma corta

5,45 x 18 mm (5,45 mm Soviet Pistol - 5,45 Denisova).


5,56 x 11 mm (.22 Short).
5,56 x 16 mm Long (.22 Long) (misma bala .22 corto).
5,56 x 16 mm Long Rifle (.22 LR) (bala más larga).
5,56 x 19 mm Extra Long (.22 extra largo).
5,56 x 27 mm (.22 Magnum).
5,5 x 29 mm (6 mm Velodog).
5,7 x 28 mm (Five/Seven) (para FN P90 Pistol).
6,25 x 15 mm Browning (6,35 Browning / .25 ACP).
7,62 x 25 mm Tokarev (7,62 Tokarev).
7,63 x 25 mm Mauser (7,63 Mauser).
7,62 x 38 mm Nagant (7,62 Nagant) (bala embutida).
7,65 x 15 mm Pressin.
7,65 x 15 S&W (R) (.32 Short o corto).
7,65 x 17 mm Browning (7,65 Browning / .32 ACP).
7,65 x 20 (Mas French).
7,65 x 21,5 (7,65 Parabellum / .30 ACP).

29/33
El cartucho

7,65 x 23 S&W Long (.32 largo).


8 x 20 Knall (8 Knall o detonante).
8 x 27,5 mm Lebel (8 Lebel).
8,9 x 35 mm Knall (.35 Knall).
9 x 17 Knall (9 Knall o detonante).
9 x 17 R Kanall (.38 S&W Knall).
9 x 22 P.A. Knall (9 P.A. Knall o detonante).
9 x 17 mm Browning Court (9 corto) (.380 auto).
9 x 18 mm (9 Makarov).
9 x 18 mm (9 Ultra, Police).
9 x 19 mm Parabellum (9 Parabellum) (9 Luger).
9 x 19 mm R Short Colt (.38 Short Colt).
9 x 20 mm Browning Long (9 Brow. Long).
9 x 20 mm R Smith & Wesson (.38 corto).
9 x 21 mm (9 mm IMI).
9 x 22 Sig (.357 SIG) (golleteado).
9 x 22 mm P.A. Knall (9 Knall).
9 x 23 mm Bergmann Bayard (9 largo) (.38 super auto).
9 x 25 mm Mauser (9 mm Mauser).
9 x 26 mm Long Colt (.38 Long Colt).
9 x 29 mm Smith & Wesson Special (.38 SPL).
9 x 32 S&W Magnum (.357 Magnum).
10 x 21,5 (.40 Smith & Wesson).
10 x 25 mm (10 auto).
.41 Smith & Wesson Magnum (10,4 x 32,8 mm).
10,5 x 34 (44-40 Win).
10,89 x 24,6 mm Smith & Wesson Russian (.44 Russian).
10,89 x 32,7 (.44 Remington Magnum).
11,25 x 27,9 Colt (.44 Colt).
11,43 x 23 mm (.45 auto).
11,5 x 35 mm R (.454 Casull).
12,7 x 41 mm semR (.500 Smith & Wesson Magnum).

Arma larga

30/33
El cartucho

5,56 x 11 mm short (.22 corto).


5,56 x 16 Long Rifle (.22 largo).
5,45 x 39,5 mm (5,45 Kalashnikov).
5,56 x 45 mm Nato (.223 Remington /Armalite).
5,7 x 43 mm (.222 Remington).
7 x 57 mm (7 mm Mauser español).
7 x 63B (belted) (7 mm Remington Magnum).
7 x 64 mm (.270 Winchester).
7 mm Express Remington (.280 Remington) (cts. máx.: 7,15 x 64,2).
7 mm-08 Remington (cts. máx.: 7,2 x 51,5).
7,62 x 33 mm (.30 Carbine/.30 IMI).
7,62 x 39 mm (7,62 Kalashnikov).
7,62 x 51 mm Nato (7,62 Nato/.308 Win/.30 Nato).
7,62 x 66 B (.300 Winchester Magnum).
7,62 x 52 R (7 x 52) (30-30 Winchester/ .30 WCF).
7,62 x 63 Springfield (30-06 Springfield).
7,7 x 56 mm R (.303 British/.303 Lee-Enfield).
7,92 x 57 mm (7,92 Mauser/8 Mauser).
.44 Remington Magnum * (cts. máx.: 10,52 x 32,4).
.444 Marlin (cts. máx.: 10,57 x 56,4).
11 x 33 mm R (44-40 Winchester/44-40 WCF).
12,7 x 99 mm (.50 Browning).

Peso de balas más frecuentes*

22 Short -------------------------------------------------- 1,95 g


22 Long Rifle --------------------------------------------- 2,54 g
6,35 mm -------------------------------------------------- 3,18 g
7,65 mm -------------------------------------------------- 4,60 g
9 corto ---------------------------------------------------- 5,85 g
9 Makarov ------------------------------------------------ 6,05 g
9 Parabellum -------------------------------------------- 7,35 g
9 largo ---------------------------------------------------- 8,20 g
38 SPL ---------------------------------------------------- 10,22 g

31/33
El cartucho

45 ACP --------------------------------------------------- 14,82 g

*Los pesos varían en función de los fabricantes y modelos.

Esta tabla puede resultar de interés en ejercicios donde se trabaje con vestigios balísticos
recogidos en el escenario del crimen, para determinaciones balísticas como el número de disparos
realizados por correspondencias de vainas y balas.

XI. Caso práctico

Enunciado

Si en un cartucho semimetálico se observa la inscripción 12/70, ¿qué se debe entender?

Solución

Que es un cartucho del c.

32/33
El cartucho

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

Álvarez Saavedra, F. J. Diccionario de criminalística. Planeta; 2003.


Barberá, F. A.; De Luis Turégano, J. V. Manual de técnica policial. Valencia: Tirant lo
Blanch; 2005.
Bosquet Pastor, S. Criminalística forense. Valencia: Tirant lo Blanch; 2015.
De Luis Turégano, J. V. Policía científica (vol. II). Valencia: Tirant lo Blanch; 1998.
Ferreyro, M. F. Balística. Manual. Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de F; 2011.
Guzmán, C. A. Tratado de balística (vol. II). Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de
F; 2013.
Ibáñez Peinado, J. Técnicas de investigación criminal. Madrid: Dykinson; 2012.
Jiménez Ortiz, J. Balística forense: armas de fuego, municiones, efectos en el cuerpo
humano. Murcia: Jiménez Ortiz, J. (autor-editor); 2007.
Nieto Alonso, J. Apuntes de criminalística. Madrid: Tecnos; 2014.
Söderman, H; O’Connell, J. J. Métodos modernos de investigación policíaca. México:
Limusa; 1992.

Glosario.

ÁNIMA: paredes internas del cañón.

CIPAE: Comisión Interministerial de Armas y Explosivos.

GRAIN: 0,0648 gramos.

NOMENCLATURA: denominación técnica reconocida de un cartucho.

SALVAS: cartuchos de entrenamiento, sin balas.

YUNQUE: pieza alojada en el culote de la vaina o en la cápsula detonante que se enfrenta a la


aguja percutora para conseguir la detonación de la mezcla iniciadora.

33/33
Balística identificativa © IMF Smart Education
Índice
Balística identificativa 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Concepto de ciencia balística y balística forense 3
IV. Conceptos preliminares 4
V. Balística identificativa 8
5.1. Vainas 8
5.2. Balas 15
VI. IBIS/IBIN 17
VII. Resumen 20
VIII. Caso práctico 22
Recursos 23
Bibliografía 23
Glosario. 23

2/24
Balística identificativa

Balística identificativa

I. Introducción
El examen de los vestigios balísticos recogidos en el lugar del delito permite, por una parte, confirmar
que un arma sospechosa ha intervenido o no en ese hecho y, por otra, que el arma se haya usado en otras
acciones violentas anteriores.

Todo ello se fundamenta en que el arma produce en la vaina y en la bala ciertas lesiones que tendrán
distinto valor identificativo.

Todas las armas modernas utilizan un elemento conocido como cartucho para que cada una de sus
partes, la bala o los proyectiles puedan desarrollar su cometido balístico.

Dependiendo del tipo de arma utilizada, distintas piezas y mecanismos, inmediatamente antes, durante y
con posterioridad al disparo interactúan principalmente con las partes no combustibles del cartucho, la
vaina y la bala, produciéndoles unas lesiones y microlesiones, cuyo estudio será el fundamento de la
técnica criminalística conocida como Balística Identificativa, la cual permitirá establecer relaciones de
identidad entre los elementos balísticos y las armas que las usaron para la consecución del disparo.

II. Objetivos
1
Conocer los fundamentos de la balística identificativa.

2
Saber establecer una relación de identidad entre vainas o entre balas.

Asignar antecedentes balísticos.

III. Concepto de ciencia balística y balística forense


La ciencia balística es aquella que estudia el comportamiento de los proyectiles disparados por arma de
fuego y los factores que influyen en dicho comportamiento. Así, y según el momento de estudio del
comportamiento de los proyectiles, se distinguen las siguientes áreas de conocimiento:

Balística interna
Estudia el comportamiento de la bala desde el momento de la percusión del cartucho hasta la boca de
fuego, así como las circunstancias que influyen en ese comportamiento.

3/24
Balística identificativa

Balística externa

Estudia el comportamiento de la bala desde que esta abandona la boca de fuego hasta el impacto.

Balística de efectos
Estudia el comportamiento de la bala en el medio impactado. Si se trata de un órgano vivo, se denomina
balística de las heridas.

La balística forense es la aplicación de las técnicas de investigación de la ciencia balística a la


administración de justicia, valiéndose de las áreas de conocimiento propias de la ciencia balística.
Se podría decir que la balística forense es una especialidad dentro de la ciencia balística.

La balística forense sigue un proceso de investigación inverso a la ciencia balística. Mientras que esta
tiene como finalidad desarrollar un cartucho para que la bala consiga unas determinadas prestaciones
balísticas, disparada a través del arma también desarrollada de forma adecuada para su uso (alcance,
precisión, energía, etc.), la balística forense, a la vista del resultado producido por el proyectil y valiéndose
de los conocimientos propios de la ciencia balística, trata de determinar el tipo de bala que lo produjo, el
arma utilizada (tipo, marca y modelo), número de armas y grado de intervención, así como las
circunstancias del disparo (distancia, trayectorias, posición y postura de tirador y víctima, etc.) para,
llegado este punto, identificar el arma concreta utilizada haciendo uso exclusivamente de la técnica de
balística identificativa

Contenidos complementarios: “Balística”. Academia de Policía, Comunidad de Madrid. URL


disponible en: enlace.

IV. Conceptos preliminares


Balística identificativa

Rama exclusiva de la balística forense que permite relacionar un arma de fuego con las vainas y balas
que ha percutido y disparado, respectivamente, así como excluir categóricamente las armas no utilizadas
para el disparo. Sus principios generales son:

Cuando dos objetos o superficies entran en contacto entre sí, se produce un intercambio de
vestigios (Locard).
Cuando dos objetos entran en contacto violentamente, el de mayor dureza imprimirá sobre la
superficie del de menor dureza una impronta o sello que permitirá establecer una relación de
identidad entre ambos.

La aplicación de la balística identificativa se basa en que las piezas y partes mecánicas del arma
actúan sobre los elementos iniciador (cápsula) y contenedor del cartucho (vaina) y sobre el elemento
proyectado (bala), y causa en estos unas lesiones o microlesiones irrepetibles si no se utiliza la misma
arma.

4/24
Balística identificativa

Estudios microscópicos comparativos

Entre elementos “dubitados” recogidos, para las siguientes determinaciones:

Número de armas intervinientes.


Tipo de armas usadas.
Grado de intervención.

Entre armas y elementos “dubitados”, para determinar:

Correspondencia entre unas y otros.


Grado de intervención.

Entre armas o elementos “dubitados” y “colección de anónimas”, para:

Determinar antecedentes balísticos delictivos.

Puede consultarse el artículo “Nociones de identificación en microscopía balística”, de Gabriel


A. Gamarra Viglione, en el n. 4 de la revista Skopein (2014), disponible en: enlace.

Colección de anónimas

Se encuentran en el depósito judicial.


Están formadas por todos los elementos balísticos (vainas, balas y fragmentos) recogidos con
ocasión de la intervención de armas de fuego en un hecho delictivo.
Una vez ocupada el arma con la que se relacionen, estos elementos serán devueltos a la
autoridad judicial competente (titular del elemento depositado), junto con aquella.

Antecedentes balísticos

Facultad de establecer una relación de identidad entre un arma concreta que se somete a estudio y todos
los elementos balísticos (vainas y balas, principalmente) recogidos con ocasión de la comisión de
distintos hechos delictivos, en cualquier lugar del espacio geográfico y tiempo sometidos a control.

5/24
Balística identificativa

Fundamento científico de la balística identificativa

Todas las armas imprimen “carácter” a los elementos no combustibles (vaina y bala) integrantes del
cartucho utilizado, o, como expuso Locard: “Todos los objetos o superficies que tienen contacto entre
sí intercambian evidencia vestigial”. Su base descansa en que una serie de piezas mecánicas y partes del
arma actúan sobre los elementos iniciador (cápsula) y contenedor del cartucho (vaina) y sobre el
elemento proyectado (bala), de forma que provocan en estos unas lesiones y microlesiones irrepetibles
si no se utiliza la misma arma.

Partes o piezas del arma que confieren valor identificativo

Respecto a la vaina

Plano de la culata de cierre (parte del bloque de cierre que obtura la parte posterior de la
recámara, por donde asoman la aguja percutora y otras piezas).
Aguja percutora y su alojamiento.
Uña extractora (extractor – Ex).
Tope de expulsión (eyector).
Secundariamente, con mayor o menor valor identificativo: indicador de carga, pared de
recámara, labios del cargador, etc.

Respecto a la bala

Campos del cañón (producen estrías en la bala).


Estrías del cañón (producen campos en la bala).
Secundariamente, rampa de alimentación, manipulaciones y deficiencias del cañón, etc.

Clases de lesiones identificativas

Lesiones de características de clase


Comunes a todas las armas de una misma marca y modelo.

Forma y tamaño de las lesiones de percusión.


Forma y tamaño de las lesiones de uña extractora.
Forma y tamaño de las lesiones de tope de expulsión.
Distribución de las lesiones de culata de cierre.
Posición relativa entre lesiones de percusión, uña y tope de expulsión.
En balas, número de campos y estrías, su anchura, giro, inclinación y profundidad.

6/24
Balística identificativa

Lesiones individualizadoras

Microlesiones comprendidas en las anteriores (derivadas de la propia fabricación del arma —lesiones
de herramientas—, de su uso repetido o de manipulaciones), irrepetibles, determinantes de la
utilización de un arma en concreto, que la diferencian de todas las demás, incluso de las de la misma
marca y modelo.

Concepto de identidad balística

En toda identificación deben concurrir los siguientes requisitos:

Requisito de igualdad o equivalencia de las características de clase.


Requisito de repetición de lesiones, mediante estudio de “testigos” o debitadas entre sí.
Requisito de igualdad y equivalencia en:

Forma, tamaño y ubicación de cada lesión (vainas).


Anchura y distribución de las microlesiones (balas).

Prioridad de la calidad sobre la cantidad de las lesiones.


Convencimiento del experto y posibilidad de demostración.

Resultados identificativos

Resultado positivo

El resultado de un examen identificativo será positivo cuando:

Se llegue al convencimiento pleno de que un arma ha percutido una vaina o disparado una
bala, o de que varios elementos dubitados (vainas o balas) han sido percutidos o
disparados, respectivamente, por una misma arma aún sin intervenir. Caso afirmativo.
Se llegue al convencimiento pleno de que un arma no ha percutido o disparado las vainas o
balas en estudio. Caso excluyente.

Resultado negativo
El resultado será inconcluyente (negativo) cuando, debido a determinadas circunstancias, no pueda
afirmarse ni descartarse plenamente una relación de identidad entre armas y elementos balísticos
dubitados, entre sí o entre elementos dubitados.

Afirmativo probable
El resultado afirmativo debe darse como probable (probable identificación) cuando coinciden las
características de clase y las lesiones individualizadoras, pero no en la cantidad y calidad suficiente
para que el perito dé una afirmación categórica.

7/24
Balística identificativa

Resultado excluyente

A su vez, el resultado excluyente puede darse como probable (probable exclusión) cuando:

Coinciden las lesiones de clase y existen lesiones individualizadoras coincidentes, pero no


en número suficiente para su identificación.
Coinciden las lesiones de clase, pero se observan diferencias no suficientes para afirmar su
distinta procedencia.
El indicio o indicios no reúnen las características necesarias para realizar un estudio
identificativo.

Contenidos complementarios: “Balística forense: inicios”. Quadernos de criminología: revista


de criminología y ciencias forenses, nº12. José Jiménez Ortiz; 2011. URL disponible en: enlace.

V. Balística identificativa
Las armas utilizadas para la comisión de un hecho delictivo pueden identificarse mediante el examen de
las vainas que percutieron o de las balas que dispararon. Se estudiará por separado el proceso
identificativo a partir de cada uno de estos elementos.

5.1. Vainas
Exposición de las partes y piezas del arma que imprimen lesiones con distinto valor identificativo en las
vainas:

Plano de culata de cierre.


Aguja percutora.
Uña de extracción.
Tope de expulsión.

Como se observa en la figura 1, en los procesos de alimentación, percusión y expulsión de la vaina


percutida, determinadas piezas mecánicas actúan sobre la vaina y producen unas lesiones que pueden
dividirse en lesiones “de clase” y lesiones “individualizadoras”.

8/24
Balística identificativa

Figura 1. Orden producción lesiones.


Fuente: elaboración propia.

Lesiones de clase

Son comunes a tipo y clase de arma o modelo de arma de determinado fabricante. Se corresponden
con la forma, tamaño y ubicación de las piezas que las producen, ya que el fabricante siempre dispone
de la misma forma y localización. Estas lesiones serán las producidas por la aguja percutora (cráter de
percusión), uña extractora (lesión de extracción), tope de expulsión (lesión de expulsión) y plano de
cierre (lesión de culata de cierre). En la figura 2 se observa la disposición de estas piezas en el plano de
cierre.

9/24
Balística identificativa

Figura 2. Disposición mecanismos.


Fuente: elaboración propia.

A continuación, se muestran, a modo de ejemplo, varios planos de cierre, para observar sus
diferencias de clase respecto al modelo anterior.

Figura 3. Distintos planos de cierre.


Fuente: elaboración propia.

Los tres planos corresponden a tres modelos de arma del mismo calibre, 9 mm Parabellum, pero de
diferente fabricante, una pistola Beretta modelo 92, una CZ modelo 75 y una Walther modelo P 38.
Fácilmente se observa la disposición y forma diferente de las piezas referidas en los distintos modelos.

Los tres planos corresponden a tres modelos de arma del mismo calibre, 9 mm Parabellum, pero de
diferente fabricante, una pistola Beretta modelo 92, una CZ modelo 75 y una Walther modelo P 38.
Fácilmente se observa la disposición y forma diferente de las piezas referidas en los distintos modelos.

De la misma manera, si se examinan vainas percutidas por distintos modelos de armas, se observarán
diferencias entre ellas.

10/24
Balística identificativa

Figura 4. Lesiones en vainas.


Fuente: elaboración propia.

En ambas vainas se observan distintas lesiones en cuanto a forma, tamaño y ubicación, por la acción
de diferentes piezas mecánicas.

En estos casos, es muy característica la diferente forma de las lesiones producidas por el tope de
expulsión. Las dos han sido percutidas por dos subfusiles, la de la izquierda, por un UZI, y la de la
derecha por un francés MAT.

La formación de colecciones o bases de datos, tanto fotográficas como gráficas de planos de cierre y
de culotes de vainas percutidas por distintos modelos de armas, facilitará y posibilitará la identificación
de las utilizadas en un hecho delictivo mediante el examen del culote de las vainas recogidas en el
escenario del crimen.

Figura 5. Fichas de culatas de cierre


Fuente: elaboración propia.

En las figuras 6, 7, 8 y 9 se exponen distintas lesiones de clase correspondientes a distintas piezas


mecánicas.

11/24
Balística identificativa

Lesión de percusión

Figura 6. Lesión de percusión.


Fuente: elaboración propia.

Lesión de plano de cierre

Figura 7. Lesión de plano de cierre.


Fuente: elaboración propia.

Lesión de expulsor

Figura 8. Lesión de expulsor.


Fuente: elaboración propia.

12/24
Balística identificativa

Lesión de extractor

Figura 9. Lesión de extractor.


Fuente: elaboración propia.

Lesiones individualizadoras

Son lesiones microscópicas, localizadas en el fondo o en los bordes de cada una de las lesiones de
clase, de carácter exclusivo y originadas en el momento de la fabricación de la pieza de la que proceden
o adquiridas con el uso. Tienen valor identificativo con respecto al arma utilizada.

A continuación, se muestra la correspondencia de lesiones individualizadoras producidas por distintas


piezas, lo que demuestra que cada una de ellas puede servir para la identificación del arma utilizada.

Figura 10. Lesiones individualizadoras por culata de cierre.


Fuente: elaboración propia.

13/24
Balística identificativa

Figura 11. Lesiones individualizadoras por aguja de percusión.


Fuente: elaboración propia.

Figuras 12. Lesiones individualizadoras por tope de expulsión.


Fuente: elaboración propia.

Para que un laboratorio pueda establecer relaciones de identidad entre elementos balísticos y las
armas utilizadas, o entre elementos balísticos recogidos en distintos hechos, pero con intervención de la
misma arma, es necesario disponer de expertos cualificados en balística identificativa, técnica
reconocida científicamente y cuyos ensayos se encuentran acreditados. Además, será preciso disponer
de una herramienta que permita visualizar simultáneamente las lesiones producidas en los dos elementos
que se quieren analizar de forma directa y comparativa, con los aumentos necesarios y con la incidencia
de luz óptima en cada caso: el microscopio criminológico de comparación balística.

Figura 13. Microscopio criminológico de comparación balística.


Fuente: elaboración propia.

14/24
Balística identificativa

Finalmente, si se pretende relacionar determinados hechos delictivos en una demarcación territorial


concreta, es imprescindible disponer de una “colección de anónimas” compuesta por todos los
elementos o vestigios balísticos recogidos en los distintos hechos delictivos, con el consiguiente
depósito judicial, ya que constituyen objetos de prueba; depósito cuyo contenido deberá procesarse
para su operatividad de estudio.

Actualmente, existen sistemas que permiten procesar de forma automática estos elementos y un
estudio primario de comparación. No obstante, será el experto en balística identificativa el que realizará
la identificación definitiva.

5.2. Balas
En las balas también se producen lesiones que se pueden clasificar como de clase o individualizadoras.

Todas ellas procederán del ánima del cañón. Solo los cañones estriados y los poligonales (con las
dificultades que en su momento se referirán) son capaces de causar en las balas este tipo de lesión. Las
armas de ánima lisa carecen de valor identificativo respecto a los proyectiles que disparan.

Por cuestiones meramente técnicas y de desarrollo balístico, los fabricantes trabajan de forma
diferente el estriado de sus cañones.

Figura 14. Cañón estriado


Fuente: Pixabay.

La finalidad del estriado es que las balas disparadas a través de un cañón aprovechen el efecto
giroscópico y, revolucionadas sobre su eje, ofrezcan menos resistencia a las fuerzas opuestas (atmósfera y
gravedad), de manera que con una mayor estabilidad en vuelo adquieran mayor precisión y alcance. Con
este objetivo, se estriarán las paredes del cañón, de lo que resultan las estrías y campos que se marcarán en
las balas.

Figura 15. Correspondencia de lesiones en bala.


Fuente: elaboración propia.

15/24
Balística identificativa

Algunos fabricantes diseñan sus cañones con seis estrías, otros con cinco, otros para que las balas
disparadas giren a la derecha respecto a su eje, etc.; características que constituirán las lesiones que
definirán a un fabricante respecto a sus modelos y lo diferenciarán de otros. De esta forma, se pueden
establecer como lesiones de clase en las balas:

El número de estrías.
Sentido de giro.
Ancho de estría y de campo.
Inclinación de la estría (derivada del paso de la estría).
Profundidad de la estría (muy afectada por el uso).

Figura 16. Balas con distinto ancho de estría.


Fuente: elaboración propia.

Figura 17. Balas con distinto sentido de giro de estría.


Fuente: elaboración propia.

Figura 18. Balas con distinto ancho y giro de estría.


Fuente: elaboración propia.

16/24
Balística identificativa

Por su parte, las lesiones individualizadoras están constituidas por las microlesiones que se encuentran,
sobre todo, en el fondo de las estrías de las balas originadas por los campos del cañón, exclusivas y
propias de cada arma y, como ocurre con las vainas, generadas en el momento de la fabricación o
adquiridas por el uso.

Es importante señalar que las elevadas temperaturas y presiones del disparo hacen que las balas
sean más susceptibles de modificación por el uso.

Figura 19. Balas sometidas a estudio (dub. izda.).


Fuente: elaboración propia.

Figura 20. Visión simultánea de una estría de dos balas.


Fuente: elaboración propia.

En la figura 20 se muestra una visión simultánea de una estría de dos balas sometidas a estudio
comparativo en el microscopio criminológico de comparación balística, donde se demuestra la
correspondencia de sus lesiones individualizadoras. Ambas balas fueron disparadas por el mismo cañón
(caso afirmativo)

Contenidos complementarios: “El estriado de un cañón, diferentes tipos”. Armas de fuego; 07 de


agosto de 2009. URL disponible en: enlace.

VI. IBIS/IBIN

17/24
Balística identificativa

El IBIS (sistema integrado de identificación balística) es un sistema de procesado y búsqueda


automática de lesiones identificativas en elementos balísticos. Está desarrollado por la empresa Forensic
Technology (Ultra Electronics), de Montreal (Canadá). La versión más actual se conoce como IBIS-TRAX
HD 3D. Tiene dos estaciones de procesado: el BRASS-TRAX, para las vainas; y el BULLET-TRAX, para
las balas.

Su funcionamiento se basa en que, una vez grabado el nuevo elemento, lo compara automáticamente con
todos los vestigios grabados en el sistema (base de datos) y ofrece al especialista una selección de
candidatos por orden de similitud. El especialista debe ser quien finalmente establezca una posible relación
de identidad. (véase: enlace).

Figura 21. Estación BRASS-TRAX, para vainas.


Fuente: elaboración propia.

Figura 22. Estación BULLET-TRAX, para balas.


Fuente: elaboración propia.

El IBIN (red de Interpol de información sobre balística) es una plataforma para el intercambio y la
comparación de grandes cantidades de datos balísticos entre distintos países. Esta red, creada en
colaboración con Forensic Technology, conecta entre sí a los países miembros o los territorios que
disponen del sistema IBIS y permite el intercambio transnacional de datos sobre balística, con lo que
traspasa el sistema IBIS del ámbito nacional al internacional.

Origen

Su origen se remonta al año 2009, cuando la empresa Forensic y la Secretaría General de Interpol
firmaron un acuerdo de cooperación para el intercambio de datos balísticos, el proyecto IBIN (Interpol
Ballistic Information Network).

18/24
Balística identificativa

Actualmente

Actualmente, esta red de información balística de Interpol, con sede en Lyon, la integran los países
que se detallan en la figura 23 y está abierta a todos los países con representación en Interpol que
dispongan de sistema IBIS y que pretendan replicar sus bases de datos en el servidor común.

Figura 23. Miembros del proyecto IBIN.


Fuente: Interpol.

Existen también otros sistemas informáticos útiles en los estudios de identificación balística, pero no
están tan extendidos en el ámbito internacional. Destacan:

19/24
Balística identificativa

ALIAS

ALIAS (Advanced Ballistics Analysis System), Pyramidal Technologies.

Figura 24. Advanced Balistics Analysis System


Fuente: ALIAS.

Evofinder Ballistic Identification System (BIS)

Evofinder captura imágenes de elementos balísticos y las almacena en una base de red que los
examinadores de armas de fuego pueden utilizar como base de datos para comparar con otras
evidencias para establecer posibles identificaciones (Contenidos complementarios: “Evofinder® Video”.
Leedsforensics; 05 de diciembre de 2016. URL disponible en: enlace).

Figura 25. Evofinder.


Fuente: Evofinder.

VII. Resumen
En esta unidad se ha determinado el carácter identificativo de las lesiones impresas en vainas y balas.

20/24
Balística identificativa

Mecanismo de arma

En primer lugar, se han relacionado los mecanismos del arma que producen esas lesiones, que
principalmente, respecto a la vaina, son:

Aguja percutora.
Uña de extracción.
Tope de expulsión.
Culata de cierre.

Bala

Y respecto a la bala:

Campos.
Estrías.

A su vez, se han clasificado las lesiones, según su valor identificativo, en:

Lesiones de clase

Comunes a armas del mismo tipo y clase.


Forma, tamaño y ubicación de la lesión.

Lesiones individualizadoras

Exclusivas.
Microscópicas.
Originales y adquiridas con el uso.

Se ha destacado el valor del microscopio criminológico de comparación balística, dado que es la


herramienta que permite trabajar en la identificación de elementos balísticos al poder visualizar simultánea e
independientemente los elementos que se pretende relacionar, utilizando distintos aumentos y con diferentes
incidencias e intensidades de luz.

Se ha hablado, también, de dos herramientas informáticas de procesamiento de toda esta información:

21/24
Balística identificativa

IBIS

Permite procesar y comparar de forma automática las lesiones marcadas en vainas y balas y ayuda al
especialista en las labores de identificación, al reducir considerablemente la mecánica operativa, aunque
el especialista es, en último término, el responsable de establecer la relación de identidad.

IBIN

Red de laboratorios balísticos usuarios de IBIS para relacionar sus bases de datos, en entorno Interpol.

VIII. Caso práctico

En un examen identificativo realizado entre dos vainas, se observan idénticas lesiones de clase y
la correspondencia de algunas lesiones individualizadoras, pero no de la calidad y en la cantidad
necesarias para que el perito esté categóricamente convencido de la relación de identidad. ¿Con
qué conclusión debe terminar su estudio identificativo?

Solución

Probable identificación.

22/24
Balística identificativa

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

Álvarez Saavedra, F. J. Diccionario de criminalística. Planeta; 2003.


Barberá, F. A.; De Luis Turégano, J. V. Manual de técnica policial. Valencia: Tirant lo
Blanch; 2005.
Bosquet Pastor, S. Criminalística forense. Valencia: Tirant lo Blanch; 2015.
Busta Olivar, O. A. “Balística forense”. Ciencia policial, 1998; n. 41: pp. 75-95.
Cibrian Vidrio, O. Balística técnica y forense. Buenos Aries: Ediciones La Rocca;
2014.
De Luis Turégano, J. V. Policía científica (vol. II). Valencia: Tirant lo Blanch; 1998.
Ferreyro, M. F. Balística. Manual. Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de F; 2011.
Guzmán, C. A. Tratado de balística (vol. II). Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de
F; 2013.
Ibáñez Peinado, J. Técnicas de investigación criminal. Madrid: Dykinson; 2012.
Jiménez Ortiz, J. Balística forense: armas de fuego, municiones, efectos en el cuerpo
humano. Murcia: Jiménez Ortiz, J. (autor-editor); 2007.
Nieto Alonso, J. Apuntes de criminalística. Madrid: Tecnos; 2014.
Söderman, H; O’Connell, J. J. Métodos modernos de investigación policíaca. México:
Limusa; 1992.

Glosario.

Anónimo: elemento balístico que aún no ha sido relacionado con el arma que lo percutió o
disparó.

Bala: proyectil de arma de fuego.

Campo: meseta del ánima del cañón que produce el estriado de la bala.

Cápsula: contenedor de la mezcla iniciadora.

23/24
Balística identificativa

Dubitado: elemento recogido en el escenario del hecho delictivo, del que se desconoce su
origen y que se somete a estudio.

Estría: canal del ánima del cañón, entre campos.

Indubitado: elemento cuyo origen se conoce y se utiliza para su estudio comparativo con los
elementos dubitados.

Vaina: elemento del cartucho que aglutina los demás.

24/24
Balística de efectos © IMF Smart Education
Índice
Balística de efectos 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Tratamiento de orificios e impactos y residuos de disparo 3
3.1. Residuos 3
3.2. Técnicas analíticas 7
3.3. Determinaciones balísticas 8
IV. Balística de las heridas 13
V. Efectos de las balas en el cuerpo humano 14
VI. Signos forenses 16
VII. Inspección ocular balística 17
VIII. Prendas de vestir 19
IX. Distancia de disparo 21
X. Energía y poder de detención 22
XI. Reconstrucción de trayectorias 22
11.1. Materialización 22
11.2.- Determinación de la dirección y el sentido 22
11.3. Dirección de la trayectoria 23
11.4. Sentido de la trayectoria 23
11.5. Determinación de la inclinación y la deriva 25
XII. Tratamiento de los residuos de disparo en el laboratorio 26
12.1. Tabla de composición y valores 26
12.2. Problemática 27
12.3. Importancia del estudio de los residuos de disparo 31
XIII. iForenLIBS 33
XVI. Resumen de unidad 34
XV. Caso práctico 36
Enunciado 36
Se pide 37
Recursos 38
Bibliografía 38
Glosario. 39

2/39
Balística de efectos

Balística de efectos

I. Introducción
En esta unidad se prestará especial atención al tratamiento de los vestigios balísticos, desde el estudio de
los residuos de disparo hasta el tratamiento de los orificios e impactos, todo ello con la finalidad de
esclarecer las circunstancias del disparo, es decir: determinación del agente causal (arma utilizada), autoría
del disparo (quién realizó el disparo), distancia de disparo, materialización de trayectorias, etc.

Para ello, se mostrarán las pautas y protocolos de búsqueda, fijación y recogida de elementos
(inspección ocular), así como su posterior tratamiento en el laboratorio.

De este modo, será posible realizar un examen pertinente de la escena del delito, al objeto de observar y
fijar su ubicación.

Se tratará de la efectividad y eficacia del disparo, se clasificarán los orificios e impactos de bala, para
establecer las correspondencias que permitan establecer trayectorias y poder materializarlas para su fácil
comprensión y tratamiento.

Se establecerán las distancias de disparo para ubicar en posición y postura a víctima y agresor. Para
ello, se expondrán las técnicas de laboratorio utilizadas en la actualidad y se tratarán sus resultados.

II. Objetivos
1
Conocer los pasos de una correcta inspección ocular.

Conocer y explotar los valores demostrativos de los orificios y de los residuos de disparo.

Establecer las determinaciones balísticas necesarias para explicar las circunstancias del disparo y cómo
ocurrieron los hechos.

III. Tratamiento de orificios e impactos y residuos de


disparo

3.1. Residuos
Residuos de disparo

3/39
Balística de efectos

Cuando se realiza un disparo con un arma de fuego, esta se comporta como una verdadera cámara de
combustión y, en su interior, se generan una serie de presiones debidas a la producción confinada de
gases que escaparán, a su manera, por cualquier resquicio de la cámara, además de por la boca de
fuego. Al liberarse la presión, el gas arrastra una serie de residuos de disparo, esencialmente pólvora en
ignición, que se comportarán de muy distintas maneras:

Por proyección, impulsados por la presión generada, en la dirección de disparo (por la boca de
fuego). Alcanzarán la superficie de impacto, según la distancia, y formarán tatuajes delebles o
indelebles.

Por expansión o escape, aprovechando los resquicios de la mecánica del arma, su tipo y estado de
conservación, hasta depositarse, de forma deleble o indeleble, en las superficies próximas al arma en
el momento del disparo, sobre todo en las perpendiculares a la caída libre de los residuos.

Por contaminación, parte de los residuos se quedarán en el arma, la impregnarán (así como la
superficie de impacto) y pueden transferirse por contaminación.

Figura 1. Comportamiento residuos en el momento de disparo.


Fuente: Pixabay.

Figura 2. Residuos en superficie impacto.


Fuente: Pixabay.

4/39
Balística de efectos

Figura 3. Residuos por proximidad a cámara de combustión.


Fuente: Wikimedia Commons.

En la investigación de los delitos cometidos con arma de fuego, es de suma importancia


tratar e interpretar los residuos que se deriven de la acción del disparo como consecuencia del
uso de un arma y un cartucho y que permanezcan en el escenario del crimen.

Para recoger esos residuos, y analizarlos después, la inspección ocular balística es la técnica
o diligencia que tiene como finalidad la búsqueda, localización, fijación, recogida y
aseguramiento de cuantas armas y elementos balísticos permanezcan en el lugar en el que se ha
cometido el delito. El éxito de las conclusiones a las que lleve el tratamiento de dichos
elementos y, por ende, la investigación y el esclarecimiento de los hechos, dependerá en gran
medida de una correcta y puntual inspección ocular.

Procedencia de los residuos de disparo

Para el disparo del proyectil, las armas de fuego se sirven de las presiones originadas por la
combustión de un elemento deflagrante, la pólvora, que tiene la capacidad de arder en estado de
confinamiento. Este combustible es la nitrocelulosa (algodón nitrado).

Figura 4. Composición cartucho.


Fuente: elaboración propia.

A su vez, toda combustión necesita una iniciación, es decir, la incorporación de algún tipo de llama o
elemento incandescente (antiguamente chispa o mecha). Hoy en día, este elemento es un detonante que
actúa por fricción o compresión violenta (percusión).

5/39
Balística de efectos

Los elementos deflagrante y detonante se incorporan al cartucho, compuesto por dos partes
combustibles y dos no combustibles

La pólvora y la mezcla iniciadora (detonante).


La vaina y la bala.

¡ Ojo! Este elemento es desplegable


(Vestigios balísticos y procedencia)
Los residuos de disparo procederán sobre todo de la pólvora y del iniciador, así como de la
bala (residuos procedentes del estriado).

PARTES DEL CARTUCHO VESTIGIOS

Elementos no combustibles (vaina y Vainas.


bala).
Balas.
Fragmentos.
Tacos.
Postas.
Perdigones.

Elementos combustibles (pólvora e Residuos nítricos.


iniciador).
Partículas metálicas.

Tabla 1. Vestigios balísticos y procedencia.


Fuente: elaboración propia.

Tipología de los residuos

Se clasifican en: residuos nítricos, inorgánicos y partículas metálicas.

6/39
Balística de efectos

Residuos nítricos

Residuos nítricos (orgánicos), procedentes de la pólvora:

Nitratos: granos de pólvora sin quemar.


Nitritos: resultado de la deflagración más o menos completa de la pólvora.

Los residuos nítricos no son exclusivos del disparo, por lo que su valor es solo
orientativo.

Residuos inorgánicos
Residuos inorgánicos, partículas metálicas procedentes del iniciador (Pb, Sb, Ba, Zn, Ti).

Partículas metálicas

Partículas metálicas (Pb y Cu), procedentes del cuerpo de balas de plomo desnudo o blindadas,
respectivamente, sustraídas por los campos del cañón al practicar las estrías en la bala.
Los residuos específicamente procedentes del disparo son los metálicos procedentes de la mezcla
iniciadora y, para afirmar que un residuo procede de un disparo, se tiene que observar por
microscopía electrónica una partícula con forma esferoidal en cuya composición haya Pb, Ba y Sb.

Contenidos complementarios: “Establecer el procedimiento para la detección de residuos por


disparo de arma de fuego en el sujeto activo en la escena de crimen”. Universidad Rafael
Landívar. Gabriela Anahy Yat López; marzo de 2016. URL disponible en: enlace.

3.2. Técnicas analíticas

7/39
Balística de efectos

Pruebas cualitativas

La principal prueba cualitativa es la microscopía electrónica de barrido (SEM), con análisis de


composición por Rx (EDAX) o SEM-EDAX.

Figura 5. Microscopio electrónico de barrido, partícula de disparo y composición del residuo del
disparo, respectivamente.
Fuente: elaboración propia.

Pruebas cuantitativas

Para el examen cuantitativo de los residuos de disparo se emplean reactivos colorimétricos, que
reaccionan con color ante la presencia de Pb y Ba. Entre estas técnicas, se pueden citar el rodizonato de
sodio y la técnica Hoffman, mediante las cuales se puede observar la concentración y dispersión de los
residuos para determinar la distancia de disparo.

Figura 6. Rodizonato de sodio y Hoffman.


Fuente: elaboración propia.

3.3. Determinaciones balísticas


Es el nombre por el que se conocen las aportaciones de la balística forense a la investigación de un
delito cometido con arma de fuego.

Agente causal

8/39
Balística de efectos

Se trata de determinar la causa de un orificio, lesión o herida observados en un escenario criminal o


en una víctima de delito violento, lo cual se hará mediante examen de sus características, así como a
través del tratamiento analítico de posibles residuos recogidos de la superficie de impacto (de forma
cualitativa, por microscopía electrónica).

Características

Forma (circular, oval, irregular).


Bordes (invertidos o evertidos, en bulbo, corte).
Cercos, cintillas, tatuajes.

Figura 7. Cerco de limpieza y tatuaje, respectivamente.


Fuente: elaboración propia.

Clasificación de los orificios

De entrada y de salida.
Iniciales, intermedios y finales.
Por perforación, por penetración e impactos. Cuando existe entrada y salida, el orificio es
por perforación; cuando solo existe entrada, por penetración; y cuando la bala no puede ni
perforar ni penetrar en la superficie, se produce la figura del “impacto” (rebote). El rebote
puede atribuirse a la dureza de la superficie de impacto y a la inclinación del disparo.

9/39
Balística de efectos

Autoría

Es la determinación de la autoría del disparo, ya sea el agresor (homicida) o la víctima (suicida,


accidente), y se realiza mediante análisis positivo de residuos de disparo recogidos de la mano del autor.
Actualmente, el análisis se hace también mediante microscopía electrónica (SEM-EDAX).

Figura 8. Residuos de autor y toma de residuos de autor.


Fuente: elaboración propia.

Entrada y salida

Contenidos complementarios: “Balística de efecto y forense: determinación de trayectoria de


disparos”. Blogpericial. Juan José Hellín Rodríguez. URL disponible en: enlace.

Características de los orificios de entrada

Diámetro del orificio < diámetro de la bala (según elasticidad del blanco).
Bordes limpios, regulares e invertidos.
Forma circular u oval.
Tatuaje o anillo de Fish.

Figura 9. Dos orificios de entrada.


Fuente: elaboración propia.

10/39
Balística de efectos

Características de los orificios de salida

Diámetro del orificio > diámetro de la bala > orificio de entrada.


Bordes irregulares y evertidos.
Forma irregular.
Ausencia de tatuaje o anillo de Fish.
Gran hemorragia.
Arrastre de partículas orgánicas o del objeto perforado.

Calibre (por orificio)

Determinación del calibre del arma utilizada mediante examen del orificio inicial de entrada. El calibre
de la bala que produjo un orificio está relacionado con la elasticidad del soporte de la superficie de
impacto, por lo que las dimensiones más aproximadas son las del cerco de limpieza, el cual se produce
antes de la máxima elasticidad.

El diámetro así medido se refiere a una gama de calibres; por ejemplo: gama del 9 mm, que
comprende calibres como 9 corto, 9 Parabellum, 9 largo, .38 Spl, .357 Magnum, etc.

Figura 10. Correspondencia calibre/cerco de limpieza.


Fuente: elaboración propia.

Número de disparos

Solo es posible determinar el número mínimo de disparos efectuados, pues esta determinación vendrá
dada por la contabilización de las vainas y balas recogidas y los orificios e impactos producidos. No
todas las armas expulsan las vainas percutidas, ni todas las balas terminan su trayectoria en el escenario
del crimen o producen lesiones de impacto.

El mínimo número de disparos efectuados corresponderá al mínimo mayor de vainas, balas o


trayectorias, más la suma de los no correspondidos. Por ejemplo, si los elementos recogidos y
observados en un escenario del crimen son los siguientes:

4 vainas del 9 mm corto.

11/39
Balística de efectos

2 balas, una del 9 mm corto y otra del .38 Spl.

2 trayectorias.

El mínimo mayor lo constituyen las vainas, por lo que el número mínimo de disparos efectuados
sería cuatro, si bien a esta cifra se deberá añadir la bala del .38 Spl, pues no se corresponde con el
calibre de las vainas. La solución, en este caso, es que ha habido cinco disparos como mínimo.

Distancia de disparo

La distancia será corta o larga en función de que los residuos alcancen o no el blanco y puedan
detectarse analíticamente.

Hoy en día, con las técnicas analíticas utilizadas y en las condiciones de disparo más favorables, y si
se desconocen las circunstancias concretas del disparo (arma y munición utilizados, condiciones
climáticas, lugar del hecho —abierto o cerrado—, etc.), los residuos de disparo no pueden
detectarse en blancos situados a más de 150 cm del arma de fuego; distancia que, por otra parte,
fluctuará en función de la variabilidad de las circunstancias.

Así, mientras en disparos efectuados a corta distancia se detectan residuos de disparo en dispersión
(proyectados), a larga distancia no se dan residuos de disparo proyectados.

Se debe señalar también que el cerco de limpieza no es un residuo proyectado y puede observarse a
cualquier distancia de disparo, por cuanto supone la limpieza de la bala en su primer impacto.

Si el disparo es a corta distancia, el impacto recibirá, además, la influencia de la deflagración de la


pólvora y producirá una quemadura. Este disparo se conoce como “a quemarropa”. Si es a cañón
tocante, sin expansión libre de los gases a alta presión, se produce el típico disparo conocido como
“a bocajarro”, y pueden observarse los signos de Hoffman, de Puppe o de Benassi.

12/39
Balística de efectos

Figura 11. Disparo a bocajarro (izquierda) y disparo a quemarropa (derecha).


Fuente: elaboración propia.

Figura 12. Disparo a corta distancia (izquierda) y disparo a larga distancia (derecha).
Fuente: elaboración propia.

IV. Balística de las heridas


Cuando una bala disparada (que conserva la velocidad suficiente) penetra en el cuerpo humano (medio
blando), desaloja bruscamente las partículas del medio penetrado en dirección perpendicular a la de su
trayectoria y forma un hueco o cavidad temporal; este volumen es proporcional a la energía cedida por la
bala a su paso por el tejido y a la elasticidad de este (constante K). Dicho volumen será tanto mayor cuanta
mayor elasticidad o deformabilidad tenga el medio; volumen del hueco temporal que está en función
exclusiva de la energía cedida por la bala, por lo que las balas que cedan la misma energía, con
independencia de su velocidad, calibre y otras circunstancias, producirán el mismo resultado lesivo.

ELEMENTO CONSTANTE K

Gelatina 20 % 6

Musculatura 8

Agua 9

Masilla 3

Plastilina 2,5

Jabón (baja densidad) 1,5

13/39
Balística de efectos

Tabla 2. Constante de Coulomb en balística.


Fuente: elaboración propia.

Así, una bala capaz de producir un hueco temporal de 300 cm3 en gelatina, generará un hueco temporal
de 450 cm3 en agua.

La energía cedida estará en función de otras constantes, entre las que cabe destacar el coeficiente de
forma y el coeficiente de precesión.

El coeficiente de forma se refiere a la punta de la bala. Será menor, igual o mayor a la unidad según la
bala sea ojival, de punta roma o de punta plana.

El coeficiente de precesión —de especial interés en armas largas— está en función de la estabilidad de
vuelo de la bala y de su longitud. En la estabilidad de vuelo influye mucho el paso del rayado del ánima.

En disparos efectuados con armas ligeras sobre el cuerpo humano, la cesión de energía debe ser total
para un efecto óptimo, entre los 15 y 20 cm del trayecto, espacio en el que se localizan los órganos
vitales.

En balística de las heridas, la medida del efecto se hace mediante disparos de prueba sobre gelatina
preparada al 20 %, que permiten observar huecos temporales comparables con los que se obtendrían en
tejido muscular animal. Empleando bloques de jabón de baja densidad, se consiguen resultados de
cavidades o huecos definitivos próximos a aquellos.

Por último, se debe destacar que existe proporcionalidad entre la energía cedida y la intensidad del dolor
de la herida producida.

Contenidos complementarios: “Herida por arma de fuego”. Medicina forense en imágenes.


Cuadernos de Medicina Forense, nº31. A. Sibón Olano, P. Martínez-García y E. Santiago
Romero; enero de 2003. URL disponible en: enlace.

V. Efectos de las balas en el cuerpo humano

14/39
Balística de efectos

Efecto hidráulico

Todo sólido que penetra bruscamente en un líquido encerrado ocasiona una sobrepresión
proporcional al cuadrado de la velocidad que lo anima. Esta sobrepresión puede desgarrar o romper (a
modo de estallido) el órgano u objeto contenedor del líquido.

En el cuerpo humano, el corazón, el cráneo y la vejiga son órganos con líquido o sustancia
semilíquida, capaces de estallar al penetrarlos una bala con velocidad suficiente.

Las armas cortas con velocidades de disparo inferiores a 350 m/s consiguen sobrepresiones
inferiores a 1000 Kp/cm2 con leves estallidos. Con velocidades superiores (como las alcanzadas con el
9 mm Parabellum), pueden ocasionar el estallido de la bóveda craneal, algo que siempre ocurrirá con
armas tipo rifle mientras mantengan velocidades superiores a los 800 m/s.

Shock traumático
Los golpes secos y bruscos en ciertas partes del cuerpo —como ocurre con las balas de alta velocidad
(> 800 m/s)— pueden provocar súbitas inhibiciones pasajeras o definitivas, difíciles de explicar,
probablemente al irritar los sistemas nerviosos vago o simpático, responsables de la frecuencia cardiaca.

Efecto hidrodinámico

De escasa importancia es el efecto de la onda de choque, breve e intensa, que precede a la propia bala
(al desplazarse a la velocidad del sonido, 1500 m/s, superior a la velocidad de la bala).1 Al no desplazar
sustancias, no se producen heridas ni ningún tipo de shock.

Conclusiones

Características de las heridas. Zona hemorrágica, desgarrada y ensangrentada, en trayecto


de la herida, resultado del hueco temporal (escombros de tejido). Su diámetro no guarda
relación con el calibre, que debe determinarse por el orificio de entrada o por orificio causado
limpiamente en hueso.
Velocidad y daño. Cualquier bala con velocidad próxima a 400 m/s, que impacte en órgano
vital o con líquidos o semilíquidos, será letal. Por debajo de esa velocidad, el efecto
hidráulico es poco intenso.
Efecto hidráulico. Las balas de armas cortas rara vez causan un efecto hidráulico, salvo que
el disparo sea a bocajarro o de acción repetida. El calibre 9 mm Parabellum puede conseguirlo
a cortas distancias.
Blindaje y efectos. Balas blindadas y semiblindadas inferiores a 7,65 mm producen efectos
insuficientes (dan tiempo a la respuesta) a distancias de combate (entre 3 y 15 m). El 7,65
Browning, 9 mm corto o .38 Spl pueden producir efectos suficientes si usan balas
deformables o en acción repetida.
Eficacia. Los impactos en extremidades solo son eficaces si el hueso resulta afectado. El
“fuera de combate” instantáneo, por efecto hidráulico, solo se consigue con armas cortas en
distancias cortas, sobre órganos vitales.

15/39
Balística de efectos

1 En general, la velocidad del sonido es mayor en los sólidos que en los líquidos, y en los
líquidos mayor que en los gases.

La velocidad del sonido en el aire (a una temperatura de 20 °C) es de 340 m/s.


En el agua, es de 1600 m/s.
En la madera, es de 3900 m/s.
En el acero, es de 5100 m/s.

VI. Signos forenses


Signo de Romanese (atípico de salida).

Se produce cuando la superficie por donde se produce la salida está en contacto con otra superficie o
elemento duro o resistente, lo que origina una cintilla contuso-erosiva en el orificio de salida.

Indicadores de distancia (bocajarro).

Hoffman. Principalmente en zona craneal o próxima a hueso duro. Los residuos rebotan.

Figura 13. Signo de Hoffman.


Fuente: elaboración propia.

Puppe. Se produce en zonas de gran elasticidad.

Figura 14. Signo de Puppe.


Fuente: elaboración propia.

16/39
Balística de efectos

Benassi. En disparos en el cráneo. Mancha negruzca sobre el hueso en torno al orificio (de
entrada).

Figura 15. Signo de Benassi.


Fuente: elaboración propia.

Bonnet. Doble figura troncocónica, una en el orificio de entrada y otra en el orificio de


salida, formada en el díploe craneal, donde la base menor determina la entrada, en cada caso

Figura 16. Signo de Bonnet.


Fuente: elaboración propia.

VII. Inspección ocular balística

Los aspectos más relevantes en relación con esta diligencia son:

Formación de expertos

La formación estará dirigida al tratamiento de los vestigios balísticos, en las siguientes etapas:

Recogida.
Estudio.
Interpretación.

17/39
Balística de efectos

Protección del lugar del hecho (escenario del crimen)

Primeros funcionarios intervinientes.


Colaboración con expertos que acudan posteriormente.

Expertos de la policía científica (balística)

Recopilación de información sobre el hecho (víctima y entorno).


Formación de hipótesis (inicio de la investigación).
Búsqueda y recogida de indicios.

Búsqueda y recogida de indicios

Observación preliminar (sin alterar el escenario) de los siguientes elementos:

Víctima.
Elementos balísticos.
Desorden.
Hora, clima...

Fijación de elementos

Enumeración y círculos de ubicación.


Delimitación de indicios (en relación con puntos fijos).
Croquis y descripción escrita.
Fotografías y vídeo.

18/39
Balística de efectos

Recogida de elementos

Precauciones personales (evitar accidentes con armas).


Evitar la destrucción de indicios.
Utilizar recipientes adecuados.
Toma de muestras.
Consignación de datos de referencia.

Cadena de custodia

Estudios de laboratorio (laboratorio central)

Examen operativo de armas y elementos balísticos.


Obtención de elementos testigo.
Pruebas balísticas y analíticas.
Estudios identificativos.
Informe pericial.

Defensa y reproducción del informe en vista oral

Estudio del informe.


Recopilación de documentación y pruebas archivadas en el expediente.
Conocimiento del hecho y las circunstancias.
Aislamiento y meditación predeposición.
Compostura y serenidad durante y después de la intervención.

VIII. Prendas de vestir


Las prendas de vestir que haya que examinar en el laboratorio deben someterse a unas condiciones
asépticas de recogida y envío.

19/39
Balística de efectos

Recogida y remisión

Se recogerán para envío o para estudio las prendas con orificios o lesiones producidas por posibles
disparos de arma de fuego, así como las adyacentes.

Se adoptarán medidas de protección de residuos en su recogida y para su envío:

Aireación y secado previo de prendas impregnadas en residuos orgánicos.


Protección y aislamiento de zonas de impacto.
Empaquetamiento cuidadoso.

Examen

Una vez en el laboratorio, el orden para la obtención de los resultados pretendidos será el siguiente:

Lectura anterior de cuanta documentación acompañe o se refiera a la recogida de las prendas.

Observación previa de las prendas, con el fin de localizar orificios que deban someterse a estudio.

Examen macroscópico y microscópico de lesiones y residuos.

Descripciones y medidas de las lesiones por impacto, con expresión de forma, medidas y ubicaciones.

Fotografías de conjunto, parciales y de detalle.

Planificación de medios de examen y de prueba en unión de especialista del laboratorio de analítica.

Toma de muestras cuando sea pertinente.

Pruebas de disparo, toma de patrones para las mismas pruebas analíticas que se han hecho las prendas
objeto de estudio.

20/39
Balística de efectos

Valoración de los resultados de las pruebas analíticas.

10
Determinaciones balísticas: distancia de disparo, número de disparos, trayectorias...

Contenidos complementarios: “Persistencia de residuos de disparo en puños de prendas de


vestir”. Gaceta Internacional de Ciencias Forenses, nº6; enero-marzo de 2013. URL disponible en: e
nlace.

IX. Distancia de disparo


La distancia de disparo se puede determinar mediante el examen de la forma del orificio inicial de entrada
y por la existencia e interpretación de depósitos de residuos de disparo en torno a este, aunque en
determinados casos se puede determinar también por el examen de las trayectorias materializadas por los
impactos.

Así, si el disparo de produce a cañón tocante (bocajarro) o muy próximo, habrá que considerar el
alcance y los efectos de la llama.

Según los residuos de disparo, serán disparos efectuados a corta distancia aquellos en los que el alance
de los residuos pueda acotarse mediante estudio comparativo con patrones; mientras que, si son a larga
distancia, quedan fuera de ese alcance.

Alcance máximo Distancia caída libre.

Alcance lesivo 2/3 alcance máximo.

Alcance eficaz 50 m arma corta.

200 m arma corta.

3/4 alcance máximo.

Distancia de empleo Rendimiento de tiro 33 %.

Distancia mínima Garantiza seguridad.

Tabla 3. Distancias de tiro.


Fuente: elaboración propia.

21/39
Balística de efectos

X. Energía y poder de detención


Hará falta manejar dos conceptos: energía cinética de un cuerpo, que es directamente proporcional a su
masa y al cuadrado de su velocidad (E = ½ m × v2); y poder de detención de un proyectil, que es
directamente proporcional a su energía y a su superficie frontal de impacto (Pd = E × S en cm2).

Un .38 puede tener la misma energía que un .44 (añadiendo velocidad a aquel), pero a igual energía, este
siempre tendrá mayor Pd, por su mayor superficie de contacto.

XI. Reconstrucción de trayectorias

11.1. Materialización
Mediante:

Agujas rígidas (O orificio).


Tiraflectores de colores (contraste fondo).
Láser.
Planos, croquis y reportaje fotográfico.

11.2.- Determinación de la dirección y el sentido


Dirección de la trayectoria

Recorrido de la bala, manifestado por la mera correspondencia de orificios inicial, intermedios y final.

Figura 17. Dirección.


Fuente: elaboración propia.

22/39
Balística de efectos

Sentido de la trayectoria

Manifestado por el sentido de vuelo del proyectil, desde que abandona la boca de fuego hasta el
impacto final o lesivo de interés, previa clasificación de los orificios que materializan la trayectoria.

Figura 18. Sentido.


Fuente: elaboración propia.

11.3. Dirección de la trayectoria


Los indicadores mínimos de dirección son:

Dos orificios o impactos, como mínimo, correspondidos

Orificio inicial y otro intermedio (perforación ambos).


Dos orificios intermedios (por perforación).
Orificio intermedio (por perforación) y otro final.

Un impacto único con carácter direccional

Intermedio tangencial (rebote típico). Su eje longitudinal indica dirección.


Orificio (inicial, intermedio o final) con trayecto definido propio.

Un impacto final único, con trayectoria excluyente.

11.4. Sentido de la trayectoria


Los indicadores del sentido que deben tenerse en cuenta son:

23/39
Balística de efectos

Derivados o relacionados con el impacto final

Con o sin orificios intermedios (por perforación).


Único, con trayecto definido (penetración).
Único, con trayecto excluyente.

Derivados de la determinación del orificio de entrada

Varios orificios intermedios (por perforación).


Único intermedio (perforación), con trayecto definido.

Derivados de las características de los impactos tangenciales

Forma del impacto.


Tipo de lesión (inicio con estrías de rozamiento / abandono con cercos de presión).
Cerco o surco de limpieza.

Figura 19. Sentido de la trayectoria.


Fuente: elaboración propia.

24/39
Balística de efectos

Figura 20. Sentido de la trayectoria (2).


Fuente: elaboración propia.

11.5. Determinación de la inclinación y la deriva


a) Inclinación:

. Nivel.

. Transportador de ángulos, goniómetro.

. Respecto al plano horizontal (ascendente-descendente).

b) Deriva:

. Nivel.

. Transportador de ángulos.

. Respecto al plano perpendicular o sagital a la superficie impactada (izquierda-derecha).

Contenidos complementarios: “Reconstrucción Virtual Criminalística Balística”. Fernando Ferro;


12 de septiembre de 2006. URL disponible en: enlace.

25/39
Balística de efectos

Figura 21. Inclinación de trayectoria (respecto al plano horizontal-suelo).

Fuente: elaboración propia.

Figura 22. Deriva de trayectoria (respecto al plano perpendicular).

Fuente: elaboración propia.

XII. Tratamiento de los residuos de disparo en el


laboratorio

12.1. Tabla de composición y valores

26/39
Balística de efectos

PARTES DEL COMPOSICIÓN PRINCIPALES VALOR PRUEBA


RESIDUOS EN EL
CARTUCHO BLANCO

VAINA Latón (Cu - Zn) -------------------- -----------------

CÁPSULA Estifnato Pb – Ba – Sb Específica


INICIADORA
de plomo (Pb) Agente causal

Autoría

Distancia disparo

CARGA DE Nitrocelulosa Nitratos Orientativa


PROPULSIÓN
Nitritos Agente causal

Autoría

Distancia disparo

BALA Pb - Sb - Latón Pb - Sb - Cu Orientativa

Agente causal

Distancia disparo

Tabla 4. Clasificación de composición y valores.


Fuente: elaboración propia.

12.2. Problemática
En lo que se refiere a la existencia de residuos de disparo, su distribución y ubicación, los laboratorios
de balística deben informar sobre determinados aspectos fundamentales en la investigación de muertes
violentas por arma de fuego.

27/39
Balística de efectos

Agente causal

¿Ha sido un proyectil disparado por arma de fuego el agente causal de la lesión o herida examinada?

Mediante el examen de residuos tomados del orificio de entrada inicial, principalmente de sus bordes
(cerco de limpieza), o a su alrededor (dispersión), se puede afirmar categóricamente la existencia de
disparo. La ausencia de estos no descarta, en principio, su existencia.

Cuando se requiera determinar únicamente la existencia de disparo, bastará con recoger residuos de la
zona de impacto (cerco de limpieza o de impacto) para, mediante microscopía electrónica, comprobar
la existencia de residuos reconocidos como típicos de disparo.

Distancia del disparo

¿Se puede determinar la distancia a la que se realizó un disparo con un arma de fuego, mediante el
estudio de los residuos depositados en torno a una lesión de impacto?

Precisamente, el alcance de los residuos de disparo es el factor diferenciador de la distancia de


disparo. En técnica balística (forense), se reconocen dos distancias de disparo: corta distancia y larga
distancia, según exista o no dispersión de residuos de disparo en la zona de impacto o, lo que es lo
mismo, según alcancen o no los residuos de disparo la superficie de impacto (con vuelo independiente
de la bala).

Por ello, la primera aplicación de los laboratorios de balística será la correcta recogida de residuos.

¿Qué se debe recoger?

Si se trata de prendas de vestir, se recogerán todas las que presenten lesiones de impacto u
orificios, así como las superficies próximas (con especificación de su situación relativa).
Si se trata de cualquier otra superficie transportable, se recogerá íntegra o se fraccionará la
zona de impacto, de forma que se asegure la inclusión íntegra de posibles residuos dispersos.
Si se trata de una superficie no transportable o no procede su recogida o fragmentación, se
tomarán residuos.
En todo caso, se ocupará el arma y la munición que aparezcan en el lugar del hecho, para su
análisis conjunto y complementario.

¿Cómo se debe recoger?

En primer lugar, asegurando la asepsia de la muestra para evitar posibles y nefastas contaminaciones.
Para ello, las zonas de impacto se aislarán del resto de superficies o soportes de impacto y se
secarán las prendas con residuos orgánicos antes de su embalaje, que se hará de forma
independiente.

28/39
Balística de efectos

Si lo que procede es la recogida de residuos, para posibilitar la determinación de distancia de disparo


deberán recogerse residuos a distintos radios de distancia del orificio o impacto, referenciando
convenientemente las ubicaciones de recogida, así como blancos para confirmación de las pruebas
(del mismo soporte, pero en zona alejada).

De todas formas, lo aconsejable para optimizar la determinación es la remisión total del soporte (o
fracción contenedora), o su análisis in situ (cuando fuera aconsejable y técnicamente posible),
mediante la aplicación por parte del laboratorio de analítica de las operaciones oportunas.

Con la recogida del soporte o de los residuos y su remisión al laboratorio de analítica termina la fase
de búsqueda, localización, fijación y recogida.

A la vista de los resultados de las técnicas desarrolladas por el experto analista en el laboratorio, se
realizarán disparos de prueba a distintas distancias, utilizando el arma y munición sospechosas (si se
dispone de dichos elementos) o sustituyéndolos por otros lo más parecidos posible, haciendo
constar tal circunstancia y sus características de similitud. Los disparos se realizarán sobre el mismo
blanco o sobre uno de composición similar, reproduciendo las circunstancias ambientales del
momento de la comisión del delito. Esta operación se realizará hasta que, empleando las mismas
técnicas analíticas, se consigan idénticos patrones de dispersión. Será entonces cuando el experto en
balística finalmente dictamine e informe sobre la posible distancia de disparo.

De todo lo anterior se extrae que, cuando se disponga del arma autora o sospechosa, deberá ser
recogida junto con la munición y las superficies que se deben analizar.

¿Cuándo se efectuó el disparo? (antigüedad del disparo)

Por el examen de residuos obtenidos en el ánima de un arma de fuego, hoy en día, con la tecnología
disponible, no se puede determinar, ni siquiera por aproximación.

Hay muchos trabajos de investigación que pueden aproximar la data siempre y cuando se conozcan
todas las circunstancias de disparo y de conservación del arma disparada, siendo el disparo una etapa o
secuencia de la propia investigación.

En disparos recientísimos y por procedimientos nada científicos (ni contrastables ni replicables),


como puede ser el simple olfateo del cañón del arma, podría considerarse tal circunstancia; sin
embargo, en la mayoría de los casos lo más que podrá afirmarse es que esa arma fue disparada en algún
momento, siempre que no haya sido limpiada. La ausencia de residuos evidenciará que no fue utilizada o
que, en el peor de los casos, los residuos fueron eliminados tras su limpieza (aunque, a pesar de la
limpieza, pueden quedar algunos residuos). En el caso de armas de cañones múltiples (como las
escopetas), podría determinarse con cuál de los cañones se produjo el disparo.

29/39
Balística de efectos

Por lo tanto, nunca deberá solicitarse información sobre la antigüedad del disparo, sino sobre la
existencia o no de residuos de disparo. Para ello, lo único que se requiere del especialista es la
toma y análisis de muestras del interior de los cañones, lo que podría solicitarse directamente al
laboratorio de analítica (ante la ausencia de tratamiento balístico posterior de los resultados
obtenidos) si no se requiere otra información o determinación balística

¿Suicidio u homicidio?

La cuestión gira en torno a si existe la posibilidad de determinar si, mediante examen de residuos en
las manos de la víctima, se puede determinar la etiología de la muerte: suicidio, accidente, homicidio,
etc.

Si la víctima efectuó el disparo

Si la víctima efectuó el disparo, debió sujetar el arma de manera característica y convencional


(empuñamiento), por lo que los residuos se dispersarían y depositarían en zonas específicas y
concretas (según particularidades propias del arma utilizada: fugas de gases, ubicación recámara,
holguras...), normalmente, entre los dedos índice y pulgar.

Si a la víctima "se le coloca" el arma

Si a la víctima “se le coloca” el arma, su mano se contaminará de residuos en zonas distintas a las
propias de sujeción (normalmente en las palmas de las manos). Si la víctima está en contacto con el
arma en el momento del disparo, pero en situación de defensa, en sus manos también se depositarán
residuos de disparo, pero en forma consecuente con las circunstancias de recibir un disparo (en
palmas, mangas, brazos...). Por ello, se deben tomar muestras de distintas zonas y de ambas manos
de la víctima, (también sería recomendable de mangas y brazos), así como de las personas
sospechosas, especificando las zonas de recogida.

Una buena técnica para asegurar la correcta recogida, según zonas de depósito en dispersión,
es la conocida como “técnica del guante”, que consiste en aplicar vendas con absorbente
químico sobre toda la mano (como si de un guante se tratara), de forma que se pueda
determinar la localización relativa y la recogida de los residuos depositados o incrustados.

Hecho lo anterior, el cometido del experto balístico será la correcta recogida de muestras,
así como la interpretación de los resultados de las técnicas analíticas desarrolladas en el
laboratorio de analítica.

Se debe indagar, además, si la víctima es tirador, relacionada o próxima al mundo de las armas o si ha
realizado prácticas de tiro recientes, por si estas circunstancias pudieran ser la causa de la presencia de
residuos en sus manos.

Contenidos complementarios: “Residuos de disparo en casos de suicidio: análisis de los


resultados e interpretación”. Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales. Javier
Morais Redondo; 2015-2016. URL disponible en: enlace.

30/39
Balística de efectos

12.3. Importancia del estudio de los residuos de disparo


La comprobación de si hay o no residuos de disparo, tanto en las prendas de vestir como en cualquier
otra superficie de impacto, permitirá afirmar categóricamente si el agente causal ha sido un proyectil
disparado por un arma de fuego. Una vez se sabe esto, es posible establecer otras determinaciones
balísticas, a saber:

Distancia de disparo

Corta o larga distancia, según la dispersión de los residuos o ausencia total o parcial.

Trayectorias

Cuando previamente se han determinado los orificios de entrada y salida y tras conocer el trayecto
interno del proyectil en el interior del organismo u objeto que se está examinando (en el primer caso, casi
siempre, con el apoyo del informe de la autopsia o informe médico).

Ubicación de la víctima y el tirador

Estudio que se realizará partiendo del análisis de las trayectorias.

Mecánica de trabajo

Inicialmente, el especialista examinará las prendas de vestir o las superficies donde se asientan los
orificios. Estos estudios previos tienen como objetivo la ubicación de los orificios y el establecimiento
de sus características: morfología, dimensiones y otras típicas producidas por el paso de balas
disparadas por arma de fuego. Para ello, se examinarán, si es preciso, en el microscopio binocular de
discusión, y se harán las fotografías de conjunto y detalle necesarias.

Acto seguido, se someterán las prendas o superficies de impacto a los análisis químicos procedentes,
con el fin de determinar la presencia de residuos de disparo y su dispersión. Si se dispone del arma y de
los cartuchos utilizados en la comisión del delito, se realizarán simultáneamente las pruebas de disparo
pertinentes (a distintas distancias), en el mismo blanco u otro de similares características, sometiéndolos
a los mismos análisis.

En la actualidad, las pruebas químicas cuantitativas que se están aplicando para la determinación de
las distancias de disparo son pruebas colorimétricas, generalmente la prueba de Hoffman y la de
rodizonato (método Suchenwirth). Con estas técnicas, lo que se detecta es el plomo procedente de la
mezcla iniciadora y su dispersión.

Para la determinación exclusiva de residuos de disparo, se utiliza la prueba cualitativa de microscopía


electrónica de barrido (SEM-EDAX), que determina el agente causal en función de la existencia de
partículas de Pb, Ba y Sb.

31/39
Balística de efectos

Existen cartuchos conocidos como “ecológicos” (sin Pb ni Ba), destinados al tiro de entrenamiento y
la caza, con el fin de evitar la contaminación de estos elementos químicos. Estos cartuchos pueden dar
problemas de interpretación si se usan las técnicas referidas, sensibles o sensibilizadas a dichas
partículas, por lo que cuando se sospeche su uso, se aplicarán otras como la prueba analítica Zincon.
No obstante, aunque se usen dichos cartuchos sin Pb ni Ba, estos elementos suelen encontrarse en la
superficie de impacto, a no ser que el arma haya sido limpiada concienzudamente.

Las municiones sin plomo de las que se tiene constancia hasta la fecha, según la bibliografía
especializada, son las siguientes:

CCI Blazer. El estroncio (Sr) es el único metal significativo para su identificación.


SINTOX, de Dynamit Nobel. Con zinc y titanio (Zn, Ti).
NONTOX, de Sellier y Bellot. Se desconoce su composición.
Munición Remington, de la que se desconoce el tipo concreto.
Munición PMCGreen “TM Non Toxic Frangible”.
Munición IMI “Non Toxic” para calibres 9 mm Parabellum, 9x21 mm (9 mm IMI) y 38 Spl.

Toma de muestras

Se utiliza el método de tampones adhesivos , que consiste en un dispositivo de aluminio con forma de
seta que dispone de un adhesivo en su extremo y que va protegido para evitar su contaminación.

Los residuos de disparo se remitirán mediante los kits diseñados a tal efecto para la recogida de
muestras (cuyo manejo se especifica detalladamente en los propios kits ), teniendo en cuenta los
siguientes puntos.

Contenido complementario: “Presentación del dispositivo de recogida de residuos de disparo


diseñado por la Sección de Criminalística del Instituto de Toxicología”. Cuadernos de Medicina
Forense, nº23. A. Pérez-Cao y C. Valero Abad; enero de 2001. URL disponible en: enlace;

1. Prestar atención especial a la posible contaminación que el examinador puede generar al


realizar la extracción. Para evitarlo, debe lavarse bien las manos y ponerse guantes.

2. No debe hacerse la extracción en una estancia donde se hayan producido recientemente


disparos de armas de fuego, ni por parte de personal que los haya producido. Debe tenerse
cuidado con las propias prendas, de forma que no existan dudas respecto a la
contaminación.

3. Una vez elegida la zona, aplicar el portamuestras correspondiente al menos un mínimo de


50 veces.

32/39
Balística de efectos

4. En cuanto a la zona que se debe explorar, si se sospecha que el posible autor se ha lavado
las manos y no se ha cambiado de ropa, aplicar por zonas de forma independiente, también
sobre las mangas si las hubiere, los antebrazos y el pecho. Todo ello se hará constar en la hoja
de datos.

5. El área de mayor interés es la zona dorsal superior de la mano, comprendida entre el dedo
medio y pulgar. No se debe aplicar el mismo portamuestras en la palma de la mano si se
quiere discriminar entre la autoría del disparo o una simple manipulación del arma.

6. Seguir las indicaciones de la hoja adjunta y rellenar la hoja de datos.

XIII. iForenLIBS
Técnica LIBS

33/39
Balística de efectos

LIBS (Laser Induced Breakdown Spectroscopy) es una técnica analítica que se fundamenta en la
interacción láser-materia; un láser pulsado con suficiente energía se enfoca de forma controlada sobre la
superficie de una muestra y genera un microplasma de elevada temperatura y densidad electrónica. La
materia en el interior del plasma se convierte en iones y átomos excitados. La emisión producida por
estos átomos excitados se resuelve espectralmente para determinar la composición elemental del material
analizado. La identificación del elemento se basa en la longitud de onda de la emisión y la abundancia
relativa se relaciona con la intensidad de los picos de la emisión. El sistema recoge la luz emitida por el
plasma y, tras procesar la señal, obtiene un espectro característico que permite identificar los elementos
que componen la muestra. Las principales ventajas de LIBS, con respecto a otras técnicas, son:

Bajos límites de detección.


No requiere preparación de las muestras.
Capacidad para analizar directamente, in situ, todo tipo de superficies, con una respuesta
prácticamente inmediata.
Respuesta objetiva, no sujeta a la interpretación del especialista.
Posibilidad de identificar y cuantificar todo tipo de materia.

Equipo iForenLIBS

El equipo iForenLIBS está diseñado para el análisis forense con módulos específicos para balística
forense. Se trata de un equipo de campo con especificaciones técnicas de laboratorio, lo que permite
obtener resultados fiables y con una sensibilidad y una especificidad muy
elevadas (estos parámetros se han validado mediante estudios comparativos con microscopía
electrónica de barrido SEM-EDAX). Mediante un sencillo y rápido muestreo de las superficies, el
sistema detecta de forma automática los posibles residuos de disparo, ya sean partículas de residuos de
disparo (GSR) o restos procedentes del proyectil que pueden quedar adheridos por contacto o fricción
por impacto intermedio o final.

El equipo iForenLIBS está igualmente capacitado para facilitar la determinación de la distancia de


disparo. El cabezal del sistema se acopla a una plataforma automatizada que permite escanear la
superficie de cualquier tejido. Este análisis no interfiere con técnicas colorimétricas como el rodizonato
sódico y puede utilizarse tanto antes como después de aplicarlas. Además, no se ve afectado por la
presencia de sangre. Este cálculo permite obtener un resultado objetivo, sin la subjetividad a la que hasta
ahora estaba sometida la determinación de la distancia de disparo.

Contenidos complementarios: “iForenLIBS. Equipo Portátil de Análisis Químico”. Indra.


URL disponible en: enlace.

XVI. Resumen de unidad


En esta unidad se han estudiado distintos aspectos relativos a los residuos de disparo y los orificios,
base para distintas determinaciones balísticas. Entre ellos, destacan:

34/39
Balística de efectos

Residuos de disparo

1. Pólvora

Residuos nítricos.

Nitratos.
Nitritos.

No específicos de disparo.

2. Iniciador

Partículas metálicas.
Pb, Ba, Sb.
Específicas de disparo.

Comportamiento de los residuos de disparo

Proyección.
Expansión.
Contaminación.

Clasificación de los orificios

Entrada.

Inicial.
Intermedio.
Final.

Salida.

Impactos

Intermedios (rebote).
Finales.

35/39
Balística de efectos

Pruebas analíticas

Cualitativas:

SEM-EDAX.
iForenLIBS.

Cuantitativas:

iForenLIBS.
Colorimétricas:

Rodizonato de sodio.
Hoffman.

XV. Caso práctico

Enunciado

36/39
Balística de efectos

Vainas Calibre

9 9 Parabellum

5 9 corto

2 7,65 Browning

3 .45 ACP

Balas Calibre

4 9 Parabellum

3 9 corto

2 .38 SPL

3 7,65 Browning

3 .45 ACP

Se pide
¿Cuántos disparos se han efectuado en un lugar si se han recogido los siguientes elementos?

Solución

19 vainas + 3 balas = como mínimo, 22 disparos.

37/39
Balística de efectos

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

Álvarez Saavedra, F. J. Diccionario de criminalística. Planeta; 2003.


Balthazard, V. “Heridas por arma de fuego”. En: Balthazard, V. Medicina legal.
Barcelona: Salvat Editores; 1947. pp. 258-281.
Barberá, F. A.; De Luis Turégano, J. V. Manual de técnica policial. Valencia: Tirant lo
Blanch; 2005.
Caranta, R.; Legrain, D. L’efficacité des munitions d’armes de poing. Crépin-Leblond;
1972
Cibrian Vidrio, O. Balística técnica y forense. Buenos Aries: Ediciones La Rocca;
2014.
De Luis Turégano, J. V. Policía científica (vol. II). Valencia: Tirant lo Blanch; 1998.
Di Maio, V. Gunshot Wounds. Nueva York: CRC Press; 1999.
Frontela, L. “Lesiones por arma de fuego”.
Fuertes Rocañín, J. C. Manual de Ciencias Forenses. Madrid: Arán Ediciones; 2012.
Gayet, J. Manual de policía científica. Barcelona: Ediciones Zeus; 1962.
Guzmán, C. A. Manual de criminalística. Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de F;
2011.
Guzmán, C. A. Tratado de balística. Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de F; 2013.
Holmes, R. M.; Holmes, S. T. Profiling violent crimes. California: Sage; 2009.
ISSEP-CEU. Temario: Policía científica II. Balística. 2009.
Kneubuehl, B. P. (ed.) Wound Ballistics. Basics and Applications. Berlín: Springer-
Verlag; 2011.
Knight, B. “Lesiones por arma de fuego y explosivos”. En: Knight, B. Medicina
forense de Simpson. 2.ª edición. México: Manual Moderno; 1999. pp. 79-87.
Locard, E. Técnica policiaca. Barcelona: José Montesó; 1935.
Locles, R. J. Balística y pericia. Buenos Aires: Editorial La Rocca; 1992.
Molina López, A. Armas ligeras y sus municiones. Madrid: Escuela Superior del
Ejército; 1988.
Nieto Alonso, J. Apuntes de criminalística. Madrid: Tecnos; 2014.
Peña Torrea, A. Técnica de la inspección ocular en el lugar del delito. Manuales del
Instituto de Estudios de la Policía. Madrid; 1970.
Platt, R. En la escena del crimen: la guía definitiva de la ciencia forense. Madrid:
Alhambra; 2003.

38/39
Balística de efectos

Simonin, C. “Heridas por arma de fuego”. En: Simonin, C. Medicina Legal Judicial.
Barcelona: Ed. JIMS; 1976. pp. 123-150.
Söderman, H; O’Connell, J. J. Métodos modernos de investigación policíaca. México:
Limusa; 1992.
Ugolini, A. L’esperto balistico. Florencia: Olimpia; 1978.
Villanueva Cañadas, E. (ed.) Gisbert Calabuig. Medicina legal y toxicológica. (7.ª
edición) Barcelona: Elsevier; 2018.

Glosario.

Bocajarro: disparo a cañón tocante.

Bordes evertidos: bordes de orificio de bala, con arrastre o dirección de fibras o materia al
exterior.

Bordes invertidos: bordes con dirección al interior.

Deriva: desvío con relación al eje perpendicular.

Forense: que auxilia al foro (a los tribunales de justicia).

Inclinación: desvío con relación al plano horizontal.

Pruebas cualitativas: que determinan la composición o cualidad de lo sometido a prueba.

Pruebas cuantitativas: que determinan la cantidad y forma de distribución de lo sometido a


prueba.

Quemarropa: a distancia bajo el efecto de la llama y que produce quemadura.

Vestigio: todo lo recogido en el lugar del delito para someterlo a cualquier tipo de análisis o
estudio.

39/39

También podría gustarte