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UN AMOR PROHIBIDO ENTRE DOS JOVENES.

En un pueblo lejano vivía una familia humilde pero honrada


que por desgracia del destino vivían en la pobreza. Gladys
era la hija mayor de Esmeralda y Pablo, padres que hacían
todo lo posible para mantener sanos a sus hijos… sin
embargo, el hermano menor de Gladys llamado Carlos,
sufrió un accidente en el cual se quebró su pierna derecha,
sus padres no podían costear sus medicamentos ya que sus
precios eran muy elevados, así que Gladys tomo una
decisión muy valiente… decidió conseguir algún trabajo en
la ciudad para mantener a su familia y costear los
medicamentos de Carlos.
Tiempo más tarde, Gladys ya tenía un trabajo como ama de
casa en la ciudad, María quien era su patrona hablo con
unas amistades de lo bien que Gladys trabajaba como ama
de casa, así que en un día común como cualquiera, un
cartero le entregó una carta a Gladys, era una carta de
contrato como sirvienta en el castillo del Monarca, ella
estaba muy feliz ya que necesitaba el dinero para su hogar,
ella se presentó al castillo y en su primer día, el mayordomo
real la orientó con sus responsabilidades en el castillo, ese
mismo día se dispuso a regar las plantas del jardín principal,
de un momento a otro se encontró con un chico elegante y
atractivo, ella se le acerca y le pregunta:
Gladys- ¿Quién es usted y cuál es su nombre?
(El muy amable le responde)
Ramiro-Me llamo Ramiro, y soy el hijo del Monarca…
(Ella muy sorprendida lo miro y dijo)
Gladys- ¡oh!... es un gusto… (estaba nerviosa) yo me llamo
Gladys… y soy la nueva sirvienta.
Ramiro- Enserio, es un placer… y de hecho me podrías hacer
un favor.
Gladys- sí, con gusto.
Ramiro- Me prestaría su regadera… (le dijo en voz baja) es
que estas rosas las sembró mi madre antes de fallecer...
Gladys- si… está bien, toma.
Luego de unos meses ellos empezaron a salir y enamorarse
a escondidas ya que su padre se negaría a su amor, ya que él
era de sangre azul y ella era una simple sirvienta, pero esto
no los iba a detener, pero ellos no sabían lo que el futuro les
esperaba, y es que el Rey Armando o también conocido
como El Monarca, estaba preparando una boda arreglada
con una chica llamada Erika de la alta sociedad y a su hijo
único, ya que Ramiro carecía de habilidades románticas o es
lo que el Rey creía.
Ramiro estaba muy molesto con esta situación ya que él no
estaba interesado para nada en Erika, ya que solo pensaba
en Gladys, esta situación fue muy intensa provocando que
Ramiro no le dijera ni una sola palabra a Gladys.
Hasta que Gladys escucho a otras sirvientas decir: ¿Cómo
crees que la prometida de él amo Ramiro se vea con su
vestido de novia?
Estas palabras perturbaron a Gladys así que decidió
confrontar a Ramiro cara a cara.
Gladys- ¡¿Ramiro acaso te vas a casar con otra mujer?!
(señalándolo muy molesta)
Ramiro- Claro que no…
Gladys- entonces porque se está rumoreando que te casaras
con una tal Erika.
Ramiro- Es que mi padre quiere que me case con ella… y yo
no puedo decepcionarlo.
Gladys- entonces que harás, ¿Acaso te casaras con ella?
Ramiro- ¡No! no lo hare, sin embargo…. Que le diré a mi
padre… si se entera de lo nuestro nos mandara la horca.
Gladys- No lo sé… (entra en llanto).
Luego de su discusión, Ramiro decide confesarle todo a su
padre… sin embargo no contaba de lo terrible y cruel que su
padre podría llegar a ser estando furioso.
Ramiro- Padre, siento interrumpirte en tu sala…
El Monarca- Tranquilo hijo, solo estaba revisando algunas
cosas sobre tu boda.
Ramiro- Apropósito tocando el tema… yo quería confesarte
algo desde hacía mucho tiempo.
El Monarca- Claro dime no hay nada que temer.
Ramiro- Es sobre la boda… Yo no me quiero casar con Erika.
El Monarca- ¿Por qué no te quieres casar con Erika? ¿Hay
algún problema?
Ramiro- Esta bien te diré la verdad… yo estoy enamorado de
Gladys, mi corazón le pertenece a ella.
El Monarca- ¡Espera que!… no estarás hablando de la
mugrosa sirvienta.
Ramiro- Sí, ella misma y para que tu sepas ella será mi
esposa y no Erika. (hace gestos molestos)
Ramiro salió de la sala mientras que El Monarca empezó a
gritar y llamar a los guardias, para detener a su hijo sin
embargo nadie acudió a su llamado.
Después de unas semanas Ramiro y Gladys estaban a punto
de huir del castillo cuando de pronto El Monarca entro a la
habitación y saco a su hijo para tener una charla con él a
solas.
El Monarca- hijo mío, tú sabes que te quiero… pero tienes
que comprender por el bien de la ciudad que no te tienes
que casar con Gladys, ya que ella no posee sangre azul y las
demás patrias no apoyarían tu decisión.
Ramiro- lo comprendo, me casare con Erika, pero tu sabes
que yo siempre amare a Gladys.
El Monarca- lo se hijo. (sonreía descaradamente)
En una puesta de sol, el altar mas hermoso y grande posible
se posaba en el césped, en donde se estaba llevando a cabo
la boda entre Ramiro y Erika… todos se encontraban ahí
desde el mayordomo mas viejo hasta el guardia mas joven,
todos se encontraban en la boda menos una persona…
Gladys, ella estaba devastada porque su primer amor estaba
apunto de casarse con otra mujer.
Tras pensar durante mucho tiempo Gladys no lo soportó y
se dirigió a la horca en donde decidió acabar con su vida,
una de las sirvientas al ver su cuerpo colgado corrió de
inmediato hacia el altar de la boda gritando: “Gladys está
muerta se ha ahorcado”. En ese momento Ramiro se dirigió
al lugar y al ver su cuerpo cortó la cuerda con un cuchillo
que había tomado del comedor, la sostuvo entre sus brazos
mientras lloraba, no lo pudo soportar y se cortó las venas
por el sufrimiento… mientras todos lloraban con sus
muertes el rey sonreía ya que era un plan para que acabaran
con sus vidas y es que el Monarca se dio cuenta del
romance que tenían entre ellos dos y le pareció un fracaso
como hijo por tener un romance prohibido.
Juan Miguel Zelaya Castillo.
Melkyn Gabriel Ruiz Aparicio.

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