HORNEANDO AZULEJOS, REPARTIENDO ARTE.

La siguiente obra refleja una recopilación de orígenes, tradiciones, y procesos ligados a la

realización de este mural. Surge de la propuesta de intervenir este muro para dotarlo de una
identidad muy colorida, ya que a lo largo de la historia mexicana, nuestro país ha llenado de
colores vivos y alegres nuestra vida.

El proyecto presenta un carácter social y emocional, ya que su propósito es lograr la interacción

del huésped con el arte, que no es solo un medio de expresión, sino la creación de un vínculo
pictórico.

Este mural es una representación de los azulejos de Talavera mexicanos, inspirado en las cocinas
de nuestro México antiguo. Hay una relación muy grande entre la creación de los azulejos, y la
cocina mexicana, entre su proceso y su terminología, puede extrapolarse perfecto.
El proceso de ambos es una artesanía hecha completamente a mano.

El barro al igual que la masa, se maniobran para crear una “tortilla”, se aplanan, se dejan en
reposo, se despegan, el azulejo se introduce a un horno, se calienta y decora. La cocina y la
pintura son un arte, qué mejor manera de rendirle homenaje a ambos, que en uno de los mejores
restaurantes mexicanos donde se cuida cada detalle.
Y las flores en blanco y negro, que representan la elegancia y la determinación con la que se llevan
a cabo la cocina y arte, es ver cómo nace y florece esa pasión.

Acrílico sobre concreto. 4x4 m.