LOS QUE CON LAGRIMAS SEMBRARON

Salmo 126:5-6 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segaran, ira
andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; más volverá a venir con
regocijo, trayendo sus gavillas (manojos).

1 - Los que sembraron con lágrimas.

¿Quiénes son los que sembraron con lágrimas? En este caso, el salmista se
está refiriendo a todas las lágrimas derramadas por su pueblo Israel, cuando
estuvo cautivo en Egipto. Lo cierto es que toda siembra sea física o espiritual
implica trabajo, sudor, dolor y tiempo de espera para la cosecha. La verdadera
siembra en Dios siempre se hace con lágrimas. Existen lágrimas de dolor por
el sufrimiento, de amargura por heridas del pasado, de arrepentimiento, de
quebranto en la presencia de Dios, de tristeza, de soledad, de angustia,
lágrimas por la obra y causa del Señor. Job derramo sus lágrimas ante Dios
(Job 16:20), José lloro su partida cuando lo vendieron sus hermanos, y
cuando se volvió a encontrar con ellos (Genesis 43:30). Ana derramo su alma
en llanto (1 Samuel 1:7). David lloro muchas veces, y fueron sus lágrimas su
pan de noche y de día. Jesús también lloro, y llora la madre al dar a luz a su
hijo, y llora el que tiene un gran dolor; ¿quién es el que nunca ha llorado en
este mundo? Eso es sembrar en lágrimas, sufrir, y lamentar. Muchos han
sembrado con lágrimas para que otros vivan mejor ahora, Jesús lloro y sudo
lágrimas de sangre la noche que iba a ser entregado, pero el también veía el
gozo de estar sentado al lado de su Padre en el trono celestial. Nada es fácil,
ni nada es gratis; las lágrimas nos hacen más fuertes porque nos lavan el
alma, cuando nos derramamos en llanto delante del Señor. El que tiene su
corazón duro o engrandecido no puede llorar, ni puede sembrar. El Señor
dice: Sali del Padre y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y voy al
Padre, y voy al Padre, estas cosas he hablado para que en mi tengáis paz, y
aunque en este mundo tendréis aflicción (y la aflicción causa dolor y
lágrimas), pero confiad (no tengáis miedo), yo he vencido al mundo (Juan
16:28, 33).
Beneficios de las lágrimas.
– LAS LAGRIMAS SANAN HERIDAS: José al encontrarse con sus hermanos que
lo envidiaban, lo apartaron de su hogar y lo vendieron a los egipcios, lloro
muy fuerte, tanto que lo oyeron muchos. Dice la Palabra de Dios: “Entonces
se dio a LLORAR a Gritos, y oyeron los egipcios, y oyó también el Faraón”.
Génesis 45:2 José sano todo el rencor y dolor del alma acumulado por años
fue sanado, con llanto y gritos, pudo perdonar y entender el propósito de
Dios de todos sus sufrimientos, luego vino el perdón y dijo: “Ahora pues no os
entristezcáis ni os pese de haberme vendido acá. Porque para preservación
de vida me envió Dios”. Génesis 45:5.
– LAS LÁGRIMAS TOCAN EL CORAZÓN DE DIOS: Cuando el Rey Ezequías
enfermo gravemente, oro, lloro y pidió a Dios que se acordara de él y Dios
ESCUCHO SU ORACIÓN Y VIO SUS LAGRIMAS. Así lo dice la Palabra de Dios: EL
rey Ezequías enfermó de muerte. Entonces volvió Ezequías su rostro a la
pared, e hizo Oración a Jehová…. Y LLORO EZEQUIAS CON GRAN LLORO.
Entonces vino Palabra de Dios a Isaías diciendo: “He OIDO TU ORACIÓN Y
VISTO TUS LAGRIMAS, he aquí yo añado a tus días quince (15) años…Isaías
38:1-2-4-5.
– LAS LAGRIMAS PURIFICAN, RESTAURAN Y FACILITAN LA ORACIÓN
El apóstol Pedro negó a Jesucristo tres veces, dice la Biblia que comenzó a
maldecir y a jurar que no lo conocía, pero al escuchar el gallo cantar recordó
la Palabra que Jesús le había dado antes que sucediera…. Y SALIENDO LLORO
AMARGAMENTE. Mateo 26:75. Fueron lágrimas de arrepentimiento, Pedro
fue restaurado y comenzó de nuevo. Sus lágrimas de dolor por haberle
fallado a Jesús lo purificaron. Poco tiempo después, vemos a Pedro en el libro
de los hechos capítulo 2 predicando y hablando de Jesús a una multitud, lleno
del Espíritu Santo. Ese día se convirtieron al cristianismo como tres mil. Las
lágrimas de Pedro llevaron mucho fruto.
Cuando Nehemías se enteró de la situación de cautividad de su pueblo y que
el muro de Jerusalén fue derribado y sus puertas quemadas: “Cuando oí estas
palabras me senté Y LLORE…. Y AYUNE Y ORE delante del Dios de los cielos.
Entonces Dios proveyó a Nehemías todo lo que necesitaba para comenzar la
reedificación de los muros. Creo que las lágrimas derramadas con un corazón
y motivaciones sinceras y correctas conmueven a Dios, después de todo, Él
nos hizo a su imagen y semejanza. Cuando vemos llorando a alguien que está
pasando por una situación muy difícil, nos conmovemos. Las lágrimas
sinceras facilitan La Oración y nuestra comunicación con Dios, y siempre van
de la mano con la Restauración.
– LAS LÁGRIMAS DAN LA CAPACIDAD PARA REINICIAR
Cualquier situación en ruinas nos conmueve, después de una gran tormenta o
terremoto, solo quedan los escombros, edificaciones destruidas o en ruinas,
incendios, y gente deambulando sin rumbo por las calles, llenos de
incertidumbre y de dolor. Basta mirar las noticias y ver los rostros de dolor y
lágrimas de quienes lo han perdido todo. Aplicado espiritualmente siempre
durante y después de una gran pérdida hay lágrimas bien sea un luto, un
divorcio, una separación, el abandono, quiebra económica, enfermedades
terminales, un hijo prodigo dominado por la droga, el licor, grandes
decepciones, quedar discapacitado por un accidente o la perdida de alguna
facultad. Pero de las ruinas y de los escombros de nuestras pérdidas y
problemas Dios nos da la capacidad de empezar de nuevo.
Justo después del diluvio Noé salió del arca con su familia tal como se lo
ordenó Dios, y lo primero que él hizo fue edificar un altar a Dios, no edificó
casa para su familia, no busco alimento a su familia, ni para los animalitos que
estaban con él en el arca, no inspeccionó el lugar, no hizo un inventario para
ver las clase de plantas y árboles que habían quedado y con cuales podía
contar para alimentarse. El edifico un Altar. Altar en la Biblia está relacionado
con la Oración, y dice la Palabra: Y percibió Dios OLOR GRATO y dijo: No
volveré a maldecir la tierra…. Mientras la tierra permanezca no cesarán la
sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno y el día y la
noche. A Dios le agradó esta actitud de Noe y le hizo promesa. Noe comenzó
de nuevo, fructifico de los escombros y de las ruinas que quedaron después
del diluvio, pero antes que todo Oró. Job comenzó de nuevo después de
perderlo todo dijo: “Mas ante Dios derramaré mis lágrimas” Job 16:20. Hoy
Dios se levanta de en medio de las ruinas de tu situación para decirte: Hay
esperanza.

2 Andando y llorando.
En este mundo no todo es color de rosa, algunas veces reímos por no llorar, y
otras lloramos por no reír. Y muchas veces andamos como dice el salmo,
andando y llorando. Cuantos hemos tenido una pena que solo nosotros
sabemos, y aunque por fuera reímos, por dentro lloramos. Un día llego un
pastor de la India, a nuestra iglesia, y después del servicio, yo le pedí al pastor
que orara por uno de los muchachos de la iglesia. El pastor lo ministro, y le
dijo que él era uno de los que siempre estaban llorando por algo, pero que
era muy valiente, porque solo se secaba las lágrimas y salÍa corriendo a
enfrentar un nuevo desafío. La Biblia dice que el diablo vino para robar, matar
y destruir, y eso es lo que el diablo siempre busca hacer con nosotros;
robarnos la felicidad, matar nuestros sueños y destruir el alma. Por eso nunca
faltan los sufrimientos. y vamos llorando y andando como David.
En Genesis 3:16 Dios dijo a la mujer: Multiplicare en gran manera los dolores
en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu
marido, y él se enseñoreará de ti. ~ Y que es lo que pasa cuando una mujer
tiene dolor? La mujer llora, y derrama lagrimas por ese hijo. El dolor y las
lágrimas serán parte de su vida, y mientras ella está en ese dolor, no quisiera
saber nada de nadie, y mucho menos de su marido; pero lo bueno es que ella
no permanecerá llorando todo el tiempo, sino que después que da a luz, al
ver a su bebe, se le olvidan los dolores. Así dice la Biblia en Eclesiastés 3:1, 4.
Que todo tiene su tiempo, y que todo tiene su hora, y que hay un tiempo
para llorar, pero hay otro tiempo para reír, un tiempo para lamentar, y otro
para danzar.

3 - El que lleva la preciosa semilla.

El que siembra en lágrimas la preciosa semilla, la semilla de la fe, de la
esperanza, del amor, del evangelio, siempre esperara cosechar bien, y en
grande, porque lo siembra en tierra buena y fértil; lo siembra en y para el
reino de Dios. ¿Ha tratado usted alguna vez ir de casa en casa ofreciendo la
palabra de Dios? Pues espere, que muchos le tiraran la puerta en la cara, y
eso duele. ¿O ha tratado de repartir tratados en la calle? Hay personas que
nos insultan, y otros que tiran los tratados en la calle como si fueran basura;
eso también duele, o si usted predica, cada comentario negativo también
duele, cada critica también duele; pero el salmista dice, que grande será
nuestro gozo en el Señor, porque lo hacemos por él y para él.

Conclusión.
Apocalipsis 21:3-4 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el
tabernáculo de Dios con los hombres, y el morara con ellos; y ellos serán su
pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará toda lagrima de
los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono
dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas
palabras son fieles y verdaderas.
Conozco una madre que cuando estaba embarazada, las vecinas le dijeron
que abortara porque lo que iba a tener era para sufrir. Ella lo intento una vez,
y dos, y tres veces, pero la criatura no salió. Y tal como le dijeron las vecinas,
lo que tuvo, fue para sufrimiento durante los primeros quince y treinta años,
pero lo que vino después fue gozo y alegría. Durante los últimos veinte años
de su vida, su hijo le ha dado solo alegrías, pues un día el vino a Cristo, y fue
transformado en lo que es ahora, un pastor que ha ayudado a muchos
jóvenes a salir de las drogas, y los vicios, y se ha mantenido fiel al Señor. De
todas aquellas lagrimas que esa madre sembró, ya no se acuerda, pues ha
sido recompensada con gozo, en los caminos del Señor. Si usted está pasando
ahora por ese valle de lágrimas, tenga confianza en Jesús, que todas sus
lágrimas serán tomadas en cuenta, y el gozo llegara para no irse más.
Que el Señor añada bendición a esta palabra.