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“La inteligencia arĕficial no da miedo”
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26/10/2016 Compartir
• Smart Cities
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• Tecnologías Los sistemas cogniĕvos, ligados a la clásica inteligencia arĕficial, son la úlĕma gran ola en la industria tecnológica y digital. Todos
Transformación Digital los grandes jugadores están entrando en este terreno, comenzando por IBM, un pionero en la materia con Watson como
Unión Europea
baluarte de esta nueva era. Sobre las posibilidades de esta tendencia profundiza Jesús Mantas, Director General Mundial de
Consultoría de Negocio de la mulĕnacional.
Fuente: www.computerworld.es

hĥp://www.computerworld.es/pubs/cw1337/files/24.html

La tecnología cognitiva está de moda pero… ¿qué supone ésta? ¿Puede aterrizar el concepto?

Va a cambiar la forma en la que tomamos decisiones y, también, afectará a la calidad de dichas decisiones. El impacto va incluso más
allá. Lo que un sistema cognitivo puede hacer es ingerir todo el conocimiento que existe en la humanidad en cualquier formato que
esté: fotografías, documentos, información no estructurada… entenderlo y, de este modo,ayudar a un ser humano a responder a
preguntas, aprender hipótesis y resolver problemas. Todo tipo de decisión humana que requiera expandir conocimiento posiblemente
será transformado por la aplicación de un sistema cognitivo.

¿Qué permite hacer un sistema cognitivo que un humano no pueda?

Hay toda una serie de cosas que el humano hace que el sistema no puede hacer. Pero el sistema puede ayudar mucho al humano ya
que éste tiene muchos sesgos. Lo del ‘libre albedrío’ [doctrina filosófica que asevera que las personas tienen el poder de elegir y
tomar sus propias decisiones] es muy relativo. Nos creemos que tomamos decisiones basadas en contenidos pero los psicólogos
pueden demostrar que el 80% de las decisiones que tomamos están basadas en la forma y no en el fondo, es decir, en cómo nos
presentan la información y no en la información en sí. Los políticos y los publicistas saben mucho sobre este aspecto… Así que si el
sistema puede apoyar al profesional eliminando muchos de esos sesgos, el resultado es que el humano puede tomar decisiones de
mucha mejor calidad. Además, aunque uno quiera estar a la última en todo, por ejemplo un médico, es prácticamente imposible
porque la cantidad de información que se genera todos los días es tremenda. Disponer de un sistema que acompañe al humano y
que pueda leer todo y le dé una síntesis de lo que realmente necesita en cualquier momento ayuda mucho. Por este motivo la
inteligencia artificial no da miedo.

Hace ya cinco años que Watson, el sistema cognitivo de IBM, se dio a conocer mundialmente al ganar Jeopardy, el popular
concurso estadounidense ¿Qué supuso este hito?

Fue un punto de inflexión, como cuando el superordenador Deep Blue [también de IBM] compitió con el entonces campeón del
mundo, Gary Kaspárov, y le venció, en una partida en 1996. Cuando Watson ganó Jeopardy se nos despertó la imaginación y
pensamos: “Ahora que tenemos esta tecnología cognitiva, ¿a qué la podemos aplicar?”. Primero se empezó a aplicar al tema de
salud pero ahora tenemos ejemplos en todas las industrias.

¿Qué clientes están utilizando esta tecnología en España?

Trabajamos ya con muchos, pero no podemos contarlo públicamente. Un ejemplo que sí podemos mencionar es Caixabank. En esta
entidad bancaria hemos implementado una aplicación cognitiva (de hecho, yo mismo les atendí en Nueva York cuando se
interesaron por este tema) para facilitar a sus clientes el proceso de apertura de una cuenta en cualquier país, siguiendo la normativa
pertinente, etc. Un proceso que antes conllevaba mucho más tiempo. Esta tecnología la han desplegado en todas las sucursales.

Además de sanidad y banca, ¿qué otros sectores son los grandes beneficiados por el uso de la tecnología
cognitiva?

Muchos. Por ejemplo el sector de los profesionales deportivos. El equipo de la NBA Toronto Raptors (con sede en Canadá) utiliza
esta tecnología y los resultados son sorprendentes. Todos los entrenadores tienen un sistema cognitivo que se lee todo de todos los
jugadores, incluso cuando hacen un tuit. El sistema no solo ve las estadísticas (algo que ya existía) sino que también desarrolla
perfiles de personalidad de los jugadores. Cuando los entrenadores están en la mesa para ver a quién van a cambiar durante el
juego usan el sistema cognitivo.

Este es un ejemplo desde el punto de vista deportivo, pero hay muchos más de otros ámbitos, como el sector de la ingeniería. Este
nicho se enfrenta al problema de tener información muy desestructurada: planos, documentos de toda índole… sumado a que los
grandes expertos de este mercado se están jubilando. La tecnología puede ayudar en ambos sentidos. Ya hemos trabajado al
respecto con una empresa australiana de ingeniería. Y, en medicina, no solo ayuda en un área como oncología, donde llevamos
mucho tiempo trabajando con Watson, sino también, en general, en la lectura de radiografías y resonancias magnéticas. Una
resonancia implica que te hagan 180 radiografías de las que es posible que solo dos muestren algún dato clave para el paciente.
Esto supone que para localizar dos radiografías válidas el radiólogo ha tenido que ver un 98% de fotos que no sirven. Los sistemas
cognitivos ayudan a cribar esta información, ahorrando un tiempo valioso a los profesionales.

Desde luego la automatización que genera esta tecnología es muy atractiva…

Es, de hecho, una automatización de información que normalmente no podía ser procesada por sistemas de computación. Los
sistemas cognitivos aprenden con lenguaje natural, documentos e imágenes. Por ejemplo, hemos aplicado su uso a la detección de
melanoma y hemos visto cómo el sistema está empezando a superar las estadísticas de los profesionales que se dedican a esto.
Pero, continuando con los sectores, hay más ejemplos. Como las aseguradoras. Trabajamos ya con una en EE.UU. que ha
implantado un sistema de lenguaje natural que es capaz de responder al cliente en función de su personalidad. En general, y por
resumir, los sistemas cognitivos permiten mejorar la toma de decisiones y la calidad de éstas, ampliar la escalabilidad del expertise y
la profesionalidad de los empleados y reducir el ‘coste de no saber’. Esto último se ve claramente en sanidad: está comprobado que
el 44% de los diagnósticos se equivocan. El coste de ‘no saber’ aquí supone que al paciente se le hagan pruebas o le traten con
medicinas que no necesita.

Imagino que adoptar la tecnología cognitiva no será sencillo. ¿Cuáles son los grandes desafíos a los que se enfrentan sus
clientes?

La parte más complicada, cuando un cliente se embarca en este tipo de proyectos, no es la digital sino la analógica. Es decir, lo que
más cuesta es la transformación de las personas, de la cultura de la empresa, de los procesos internos y la adaptación de éstos a un
nuevo tipo de herramienta que ayudará a tomar decisiones. Otro gran reto es entender cómo se encuentra la información, cómo se
accede a ella y si ésta es fiable.

¿Cuál cree que será el siguiente gran paso de los sistemas cognitivos? ¿Hacia dónde vamos?

Hacia la consumerización, es decir, a que estén totalmente inmersos en todos los aspectos de nuestra vida. Cuando aterricé en
Estados Unidos en el año 2000 estaba convencido de que la movilidadiba a cambiar el mundo. En aquel momento todo el mundo
hablaba delpoder de los SMS. Hoy no podemos imaginar nuestra vida sin el móvil. El siguiente paso de la era cognitiva será el
mismo: de aquí a cinco años se habrá introducido en tantos aspectos de la sociedad que no podremos siquiera imaginar cómo tomar
una decisión sin utilizar esta tecnología. Viviremos una introducción silenciosa de los sistemas cognitivos en todos los sectores, con
un impacto transformacional en medicina, educación, banca… Miraremos atrás y pensaremos: “¡Qué primitivos!”.

Arrancábamos esta entrevista comentando que todos los grandes jugadores de TI y el mundo digital, desde Google a Facebook,
pasando por Microsoft, HPE y un largo etcétera, están obsesionados con el uso de la inteligencia artificial, pero ¿en qué se
diferencia la aproximación de IBM?

El hecho de que todo el mundo nos intente imitar es bueno. Significa que estamos haciendo algo importante. Nuestro factor
diferencial tiene varios niveles. El primero es que IBM está totalmente enfocada en el ámbito empresarial, en el mundo B2B. El
segundo es la convergencia de todo lo que ofrecemos. En IBM tenemos el departamento privado de matemáticas más grande del
mundo y nuestra compañía lleva varios años seguidos liderando el número de patentes. Esta base tecnológica y la profundidad de
ese equipo es muy difícil de imitar. Además, y si observamos los más de 100 años de nuestra historia, vemos que en IBM no nos da
miedo reinventarnos. El tercer nivel es, de hecho, la aplicación práctica. Hemos transformado IBM para convertirnos en una compañía
de plataforma cloud y de soluciones cognitivas. Hemos unido la consultoría con la ventaja de tecnología y el conocimiento en
profundidad de industrias. Esa intersección de la ventaja tecnológica, estar muy enfocados en B2B y el poder poner todo junto unido
al elevado conocimiento de la industria es una ecuación difícil de imitar por nuestros competidores.

No me negará, no obstante, que a la propia IBM le está costando esta transformación e implicando una importante
reorganización…

Es muy dura. Pero, como comentaba, nuestra ventaja es la capacidad que tenemos de reinventarnos, que forma parte de nuestra
historia. IBM empezó haciendo máquinas de cortar fiambre, de ahí pasamos a ofrecer tabuladoras, máquinas de escribir, PC… No
hay compañía tecnológica en el mundo que tenga la edad de IBM. En nuestro ADN está el no parar nunca de transformarnos y buscar
siempre el mayor valor. Ninguna transformación es fácil, todas son dolorosas, pero tenemos muy claro nuestro camino y lo que no es
estratégico lo estamos sacando de nuestro porfolio. En todo caso, esta dificultad no es exclusiva de IBM. Toda la industria tecnológica
y el resto de sectores se están reorientando a las necesidades de la nueva era.

Dentro del área de Consultoría que usted lidera a escala global, ¿qué peso tiene el negocio de sistemas cognitivos y cloud? ¿Es
posible cuantificarlo?

Los sistemas cognitivos entran en todos los proyectos que llevamos y es parte de nuestra estrategia en Procesos y Consultoría. La
digitalización es un paso necesario para llegar a la era cognitiva y la hemos introducido en todas las industrias y en todas las líneas
de servicios. No hay una conversación que mantenga con un cliente que no me pida introducir el área cognitiva.

Antes aseveraba que la inteligencia artificial no da miedo, pero el hecho es que muchas personas temen pérdidas de empleo
debido al uso de estos sistemas. Por no hablar de otros factores éticos más complejos que genera esta tendencia, el miedo a la
privacidad…

El 80% de las personas prefieren dar acceso a su información personal si consideran que van a tener alguna ventaja, sobre todo los
nativos digitales. En todo caso, en cualquier sistema cognitivo y digital es fundamental tener un marco de total seguridad y protección
de los datos, es algo que en IBM nos tomamos muy en serio. En cuanto a la sustitución de personas por robots, bueno, este ha sido
un miedo constante en la historia. En la primera y segunda revolución industrial surgió este temor, pero lo que se vio es que los
robots no quitan el trabajo a las personas sino que cambian la naturaleza de la labor que éstas realizan. Y la cambian a mejor.
Normalmente el tipo de trabajos que sustituyen la tecnología son de carácter repetitivo y de menor valor. Lo que pasará es que los
perfiles tendrán que evolucionar para acometer labores de mayor calidad. En realidad, este tipo de sistemas están generando una
mayor demanda de empleo. Claro que esta evolución debe ir acompañada por el sistema educativo.

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