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CAPA Procedimientos y Fundamentos U1
CAPA Procedimientos y Fundamentos U1
PROCEDIMIENTOS POLICIALES
Y FUNDAMENTOS DE ACTUACIÓN
UNIDAD 1: MARCO
DEONTOLÓGICO Y NORMATIVO 1
DE LA FUNCIÓN POLICIAL
Introducción
Esta unidad comienza recorriendo los marcos normativos fundamentales que
guían el accionar de las Fuerzas de Seguridad. Los suboficiales de la
Prefectura Naval Argentina necesitan conocer y comprender este conjunto de
normas ya que, un accionar contrario o de omisión al mismo, puede ocasionar
consecuencias graves para el personal, las personas involucradas y la
Institución.
EL PREÁMBULO
Video
https://youtu.be/sLEMOEbUij4?si=wkB7HVKFFpSoEiSB
la unión nacional
la paz
el orden
la justicia
la defensa común
el bienestar general
Primera Parte
Contiene una serie de preceptos de distinta naturaleza jurídica, que delimitan
un proyecto de país en el que se privilegia la dignidad humana y la libertad.
Segunda Parte
Regula la estructura jurídico política del Estado y determina la organización de
los Órganos de Poder.
Las garantías son los medios que el Estado instrumenta para amparar y
asegurar el ejercicio de los derechos fundamentales. Las garantías
resultan de suma importancia, en tanto posibilitan la protección, el
respeto y goce efectivo de los derechos enunciados en la primera parte
de la Constitución Nacional.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante
un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones
judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo
razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el
proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que
aseguren su comparecencia en el juicio.
6. El proceso penal será público salvo en los casos que sea necesario
preservar los intereses de la justicia.
5. Nadie puede ser expulsado del territorio del Estado del cual es
nacional, ni ser privado del derecho a ingresar en el mismo.
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
Las Garantías Constitucionales están establecidas en el Art. 18 de la
Constitución Nacional y son los mecanismos que la Constitución establece
para proteger los derechos de las personas.
Juicio Previo: ninguna persona puede ser penada sin juicio previo, el
que deberá ser fundado en una ley vigente al momento de la comisión
del hecho.
la presunción de inocencia;
Para la reflexión…
La última vez que se aplicó el estado de sitio en el país fue en diciembre de
2001, cuando así lo decretó el ex presidente Fernando De La Rúa, en medio
de la conmoción social del 19 y 20 de diciembre.
Fue después de varias jornadas de protestas por el corralito y de saqueos a supermercados
y almacenes en distintos puntos del país. Bajo el número 1678/2001, De la Rúa declaró el
estado de sitio por treinta días en todo el país.
En los considerandos, escribió:
"Que han acontecido en el
país actos de violencia
colectiva que han provocado
daños y puesto en peligro
personas y bienes, con una
magnitud que implica un
estado de conmoción interior.
Que esta situación merece ser
atendida por el Gobierno
Federal ejercitando todas las
facultades que la Constitución
Nacional le otorga a fin de
resguardar el libre ejercicio de
los derechos de los
ciudadanos".
El saldo de aquella medida fue una brutal represión de las distintas fuerzas de seguridad,
que dejó 38 muertos.
Fuente: Clarín.21/03/2020 17:46/ Actualizado al 22/03/2020 13:46
Extraído de https://www.clarin.com/politica/coronavirus-argentina-que-es-estado-de-sitio-y-cuando-se-aplico_0_9mpF06tUi.html
Ejemplos:
Ley 18.398
https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/45000-
49999/46324/texact.htm
Policía de seguridad
Policía judicial
Ahora bien, en una esfera de actuación interna, el rol de policía judicial tiene
lugar en la investigación e instrucción de actuaciones sumariales y periciales,
derivadas de hechos punibles o de acaecimientos de la navegación originados
en los espacios asignados por ley, tanto en los puertos y sus actividades en él
desarrolladas, como en los buques, embarcaciones surtas o en navegación y
en los sujetos involucrados, al igual que en aquellos sucesos ocurridos fuera de
jurisdicción, que fueren ordenados por el Poder Judicial.
Ley 24.059
https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-
4999/458/texact.htm
Como vimos en el apartado anterior, la Ley N°18.398 define cuáles son las
funciones primarias de la Prefectura Naval Argentina. Sin embargo, ésta
también se encuentra sujeta a las necesidades de un sistema superior o
complementario, que se encuentra articulado en la Ley de Seguridad Interior.
La Ley N°24.059 en Argentina, o Ley de Seguridad Interior, tiene por objeto
promover el respeto y resguardar las libertades individuales, las garantías de
las personas, su vida y su patrimonio.
ÁMBITO DE APLICACIÓN:
Según el artículo 4 de la citada ley, la seguridad interior tiene como ámbito
espacial el territorio de la República Argentina, sus aguas jurisdiccionales y su
espacio aéreo.
a. El Presidente de la Nación;
c. El Congreso Nacional;
Por otra parte, el artículo 23 delimita en qué casos se podrá dar curso al
empleo de las fuerzas de seguridad y policiales nacionales fuera del
ámbito de las normas que reglan la jurisdicción federal, encontrándose
estrictamente limitado a alguno de los siguientes supuestos:
Cabe aclarar que para el ejercicio de los derechos políticos se requiere una
importante condición: que los individuos sean ciudadanos.
Represión Ilegal: en busca del bien común el Estado, en uso del Poder
Público del que está investido, debe defender a la sociedad de tamaños
delitos, y complementariamente, sancionar a los responsables. Al ejercicio
de este deber se lo denomina represión, la que generalmente está a cargo
de las fuerzas policiales, y en circunstancias especiales, de las Fuerzas
Violencia Política
MANIFIESTAS Terrorismo de Estado
Tortura
Represión Ilegal
Censura
ENCUBIERTAS Xenofobia
Racismo
Pobreza y Marginalidad
El rol del Estado democrático resulta fundamental para garantizar los Derechos
Humanos de todas las personas en todos los aspectos, tanto en el plano
jurídico formal como en el social. Es decir, que es responsabilidad del Estado
garantizar que todas las personas logren un total ejercicio de sus Derechos
Humanos y, de esta manera, puedan llevar una vida plena y digna.
A fin de que todas las personas puedan gozar de los Derechos Humanos, es
necesario construir un orden social y político justo y un Estado que los organice
y los haga cumplir.
las normas elaboradas por los organismos internacionales. Para ello, las
Naciones Unidas tienen la capacidad para declarar principios y recomendarlos
a los Estados miembros. Estos tratados tienen jerarquía constitucional, no
derogan artículo alguno de la primera parte de la Constitución Nacional y deben
entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.
Para la reflexión:
El siguiente caso fue extraído del fallo correspondiente a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. Para ser presentado con fines didácticos, se realizó una selección del mismo en la
cual se explican los hechos del caso.
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
CASO ACOSTA MARTÍNEZ Y OTROS VS. ARGENTINA
SENTENCIA DE 31 DE AGOSTO DE 2020
En la madrugada de ese 5 de abril de 1996, José Delfín Acosta Martínez se encontraba en las
inmediaciones de la discoteca “Maluco Beleza”, en el centro de la ciudad de Buenos Aires. En la
vía pública inició una conversación con un ciudadano brasileño afrodescendiente de nombre
Wagner Gonçalves Da Luz. El señor Acosta Martínez actuaba y hablaba de forma coherente,
aunque algunos testigos señalaban que se encontraba ebrio. En ese momento, arribaron al lugar
dos patrulleros de la Policía Federal Argentina, de donde descendieron varios policías que
interpelaron a Wagner Gonçalves Da Luz. Los policías indicaron que habían recibido una
denuncia anónima de que en el lugar se encontraba una persona armada, que estaba
provocando disturbios. De esta forma, procedieron a requisar a Wagner Gonçalves Da Luz
contra el patrullero. Ante esta situación, Marcelo Gonçalves Da Luz, hermano de Wagner, trató
de intervenir para evitar que su hermano fuera detenido. Ambos fueron arrestados y trasladados
en el patrullero No. 105. José Delfín Acosta Martínez intentó intervenir y protestó por la detención
de los hermanos Gonçalves Da Luz, alegando que “sólo los arrestaban por ser negros”.
Un policía le pidió entonces a José Delfín Acosta Martínez su identificación, la cual fue arrojada
al suelo por el oficial, lo que provocó un fuerte reclamo por parte de Acosta Martínez. Ante ello,
los policías decidieron introducirlo en el patrullero No. 305 en donde se continuó con un forcejeo
entre los policías y Acosta Martínez.
Al momento de las detenciones, los policías revisaron a los tres detenidos y comprobaron que
ninguno de ellos portaba armas. Asimismo, constataron, mediante el sistema dígito radial, que no
existían órdenes de captura en su contra. A pesar de lo anterior, las tres personas fueron
trasladadas en los patrulleros a la Comisaría No. 5 de la Policía Federal de la Ciudad de Buenos
Aires.
En el registro de ingreso se consignó como motivo de detención de José Delfín Acosta Martínez,
la aplicación del Edicto de ebriedad que penaba con multa o arresto a aquellas personas que se
encontraran en completo estado de ebriedad o bajo la influencia de alcaloides o narcóticos.
Los hermanos Gonçalves da Luz y José Delfín Acosta Martínez fueron trasladados a la
Comisaría No. 5 de la Policía Federal Argentina a las 8 y 30 de la mañana. En un primer
momento, los tres detenidos estuvieron en un mismo pasillo. Posteriormente, José Delfín Acosta
Martínez fue llevado a un cuarto donde había un banco y una mesa, mientras que los hermanos
Gonçalves da Luz fueron conducidos a una celda en otro sector de la Comisaría.
Existen diferentes versiones sobre lo sucedido a partir de que los detenidos fueron separados.
Según la versión policial, al momento de su detención, José Delfín Acosta Martínez se
encontraba muy alterado y empezó a quitarse toda su ropa hasta quedar desnudo. Debido a su
agresividad, tuvo que ser esposado. Los policías alegaron que, en forma deliberada e
intencional, se arrojó contra el piso, golpeándose fuertemente, y que en ningún momento fue
golpeado por los policías, sino que fue víctima de una aparente convulsión. Los representantes
refutaron esta versión de los hechos y consideraron que José Delfín Acosta Martínez fue
golpeado por agentes policiales hasta perder el conocimiento y quedar gravemente herido.
Testigos presentes en la Comisaría declararon que oyeron gritos por parte del señor Acosta
Martínez mientras éste se encontraba detenido.
Una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) llegó a la Comisaría.
El médico del servicio de emergencias procedió a revisar a José Delfín Acosta Martínez. En su
declaración dada ante el Jefe de la Comisaría, indicó que el paciente efectuó una convulsión, lo
cual le produjo un pequeño golpe en la región occipital. Seguidamente, se le trasladó en una
camilla al interior de la ambulancia rumbo al hospital Ramos Mejía. Casi al arribo del hospital, el
señor Acosta Martínez sufrió de un paro cardiorrespiratorio y falleció en la ambulancia.
Posteriormente a la muerte del señor Acosta Martinez, su hermano y su madre recibieron
amenazas anónimas, siendo las mismas no investigadas por la justicia argentina al momento de
ser denunciadas.
En el año 2019, ante la intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el
Estado argentino reconoció que el caso de José Delfín Acosta Martínez no se trató de un suceso
aislado, sino que “es paradigmático de la persecución y estigmatización del colectivo
afrodescendientes en nuestro país” y que se trata de “un caso emblemático de violencia policial
durante la década del 90, caracterizada en nuestro país por la brutalidad policial y la plena
vigencia de los llamados ‘edictos policiales’
Los hechos del caso se inscriben entonces en un contexto tanto de discriminación racial como de
violencia policial contra la población afrodescendiente en Argentina al momento de los hechos,
contexto que se mantiene aún en la actualidad.
Artículo 1:
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley cumplirán en todo momento los deberes
que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra
actos ilegales, en consonancia con el alto grado de responsabilidad exigido por su profesión.
Comentarios:
El cumplimiento de la ley es un deber fundamental de los funcionarios, quienes deben tener
como premisa la protección de los derechos humanos y el servicio de asistencia a la
comunidad.
Artículo 2:
En el desempeño de sus tareas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
respetarán y protegerán la dignidad humana y mantendrán y defenderán los derechos
humanos de todas las personas.
Comentarios:
Los derechos humanos –determinados y protegidos por el Derecho nacional e internacional-
son un eje transversal en toda la actividad desplegada por los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley.
Artículo 3:
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando sea
estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas.
Comentarios:
El uso de la fuerza por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley debe ser
excepcional. Es importante destacar que en el ejercicio de sus funciones, pueden ser
autorizados a usar la fuerza en la medida en que razonablemente sea necesario, según las
circunstancias para la prevención de un delito.
El Derecho nacional restringe ordinariamente el uso de la fuerza por parte de los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley, bajo la premisa del principio de proporcionalidad
Artículo 4:
Las cuestiones de carácter confidencial de que tengan conocimiento los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley se mantendrán en secreto, a menos que el cumplimiento
del deber o las necesidades de la justicia exijan estrictamente lo contrario
Comentarios:
La información a la que accedan los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en el
ejercicio de sus labores, debe quedar en el ámbito de la confidencialidad. El uso de tal
información sólo debe proceder en cumplimiento del deber o para atender las necesidades de
la justicia.
Artículo 5:
Ningún funcionario encargado de hacer cumplir la ley podrá infligir, instigar o tolerar ningún
acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ni invocar la orden de
un superior o circunstancias especiales, como estado de guerra o amenaza de guerra,
amenaza a la seguridad nacional, inestabilidad política interna, o cualquier otra emergencia
pública, como justificación de la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.
Comentarios:
Esta prohibición procede de la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra
la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, aprobada por la
Asamblea General.
Artículo 6:
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley asegurarán la plena protección de la salud
de las personas bajo su custodia y, en particular, tomarán medidas inmediatas para
proporcionar atención médica cuando se precise.
Comentarios:
La salud, en tanto derecho humano, debe ser respetada y protegida por los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley, quienes deberán arbitrar las medidas inmediatas a fin de
proporcionar atención médica siempre que sea necesario.
Artículo 7:
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no cometerán ningún acto de corrupción.
También se opondrán rigurosamente a todos los actos de esa índole y los combatirán.
Comentarios:
Todo acto de corrupción, como así también todo abuso de autoridad, resulta incompatible con
la profesión de funcionario encargado de hacer cumplir la ley.
Artículo 8:
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán la ley y el presente Código.
También harán cuanto esté a su alcance por impedir toda violación de ellos y por oponerse
rigurosamente a tal violación.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que tengan motivos para creer que se ha
producido o va a producirse una violación del presente Código informarán de la cuestión a sus
superiores y, si fuere necesario, a cualquier otra autoridad u organismo apropiado que tenga
atribuciones de control o correctivas
Comentarios:
El cumplimiento y respeto de la ley y del presente Código resultan de fundamental importancia
en el desempeño de la labor policial, en tanto consagran principios fundados en los Derechos
Humanos y en la ética profesional
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files
/s2d1.libro_.codigo_de_conducta_web.pdf
Para la reflexión:
Procesaron a 54 agentes penitenciarios por torturas a presos de la cárcel de Ezeiza.
Los 54 efectivos del Servicio Penitenciario Federal están acusados de infringir torturas en
forma continua entre el 9 y el 13 de junio de 2019, en el Complejo Federal 1 de Ezeiza.
Cincuenta y cuatro efectivos del Servicio Penitenciario Federal (SPF) fueron procesados
como acusados de torturar a internos del penal de Ezeiza cuando en junio de 2019
intentaron disipar un reclamo de los reclusos, informaron hoy fuentes judiciales.
Así lo dispuso el juez federal subrogante de Lomas de Zamora, Luis Armella, quien hizo
lugar al requerimiento de la fiscal federal 2 de ese fuero, Cecilia Incardona.
El Ministerio Público Fiscal (MPF) de la Nación informó a través de su página institucional
(www.fiscales.gov.ar), que el magistrado también les trabó a los imputados embargos sobre
sus bienes por sumas de entre 10 y 15 millones de pesos.
En la investigación colaboraron la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), la
Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) y la Dirección General de Investigaciones
y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip).
Para los acusadores, las torturas se produjeron en forma continua entre el 9 y el 13 de junio
de 2019, en el Complejo Federal 1 de Ezeiza.
Entre los penitenciarios involucrados hubo personal del cuerpo de requisa, médicos de
guardia, bomberos del Grupo de Operaciones Anti Siniestros (GOAS), integrantes del
Grupo de Resolución de Incidentes (GERI); celadores del pabellón B; y la totalidad del
personal de la jefatura de turno de la Unidad Residencial III.
Según el MPF, todo comenzó cuando los penitenciarios ingresaron al pabellón B con el fin
de disipar un reclamo de los reclusos allí alojados y en esas circunstancias "se produjo un
uso desproporcionado e ilegítimo de la fuerza".
La imputación
De acuerdo a la imputación, los agentes "dispararon en numerosas oportunidades, con
postas de goma, en forma directa al cuerpo de las personas privadas de la libertad, a
quienes también rociaron con gas pimienta en sus rostros y sometieron a golpes cuando ya
habían sido reducidos y no oponían resistencia".
"Durante la secuencia, los médicos omitieron asistir a los lesionados a quienes, además,
expusieron sin causa justificada a los efectos del humo y el gas lacrimógeno dispensado
por los agentes penitenciarios", indicó el MPF.
Y agregó que luego las víctimas "fueron encerradas en sus celdas hasta el 13 de junio,
periodo durante el cual no se les brindó comida, ni se les dejó utilizar baños, duchas y luz
artificial", al tiempo que "tampoco se les brindó la debida atención médica".
Tras ser alertado de lo ocurrido, una comitiva del Sistema de Coordinación y Seguimiento
de Control Judicial de Unidades Carcelarias, a cargo del juez de la Cámara Federal de
Casación, Gustavo Hornos, concurrió al lugar y advirtió el estado en el que estaban los
detenidos y posteriormente "se verificó que las autoridades penitenciarias falsearon las
actuaciones administrativas y el sumario de prevención, a fin de ocultar su ilícito accionar".
Por su parte, la fiscal Incardona junto a personal de la Gendarmería Nacional Argentina
(GNA) concurrieron al complejo penitenciario para levantar rastros, recibir la declaración de
las víctimas y documentar sus lesiones.
También constataron el estado de las instalaciones carcelarias y secuestraron las
filmaciones de las cámaras de seguridad y documentación de interés para la investigación.
En paralelo, se interpuso una acción de habeas corpus, ante lo cual, la Cámara Federal de
Apelaciones de La Plata consideró que los hechos constituían un agravamiento ilegítimo de
las condiciones de detención.
En base a todos los elementos reunidos en el expediente, 54 efectivos fueron procesados
por el delito de torturas, y al jefe de día del establecimiento por la omisión de impedirlas.
Fuente: Télam Digital. 13-03-2023 | 09:52
Disponible en https://www.telam.com.ar/notas/202303/621833-procesamiento-agentes-penitenciarios-penal-
ezeiza.html
Cabe mencionar que los funcionarios que cometan dichos actos serán
investigados por la justicia, a fin de determinar la imputación o no por las
acciones cometidas, donde además los damnificados podrán ejercer la
acción de habeas corpus, ante los juzgados nacionales competentes.
Legalidad
¿Cuándo se puede usar la fuerza?
El uso de la fuerza solo está autorizado cuando el objetivo que se pretende
alcanzar y el modo en que se utiliza ese recurso se encuentran respaldados
por normas jurídicas que así lo autorizan. El uso de la fuerza por parte de las
Fuerzas de Seguridad tiene que adecuarse a las normas constitucionales,
legales y reglamentarias vigentes, así como a los TratadosInternacionales en
materia de Derechos Humanos.
Oportunidad
¿En qué momento es necesario usar la fuerza?
Cuando todos los demás medios legítimos para alcanzar ese objetivo resulten
ineficaces y el uso de la fuerza no acarree consecuencias más lesivas que
aquellas que se producirían en caso de no recurrir a ella. El uso de la fuerza es
siempre un medio para la consecución de un fin policial legítimo. Por tanto, la
oportunidad de usar la fuerza por parte del personal policial resultará de la
evaluación del riesgo que presente la situación, conforme las circunstancias
que objetivamente produzcan o pudieran producir un agravamiento o
desescalamiento del conflicto y la violencia. Digamos que su uso requiere la
evaluación desde un punto de vista táctico, así como ético.
Proporcionalidad y moderación
¿Cuánta fuerza se debe utilizar?
El nivel de fuerza aplicado debe ser proporcional a la agresión recibida, la
gravedad de la amenaza y los riesgos objetivos que de ella surjan, procurando
evitar daños innecesarios (moderación).
Para la reflexión…
Juan, policía federal, ese domingo estaba franco de servicio disfrutando del descanso junto a
su esposa y sus dos hijos, de cinco y ocho años.
En horas de la tarde, su cuñado le confirma que irá a cenar con la familia. Ante este
compromiso, salen los cuatro a realizar las compras para preparar la comida. Llegan al
supermercado del barrio, y –como era principio de mes– había mucha gente.
Después de seleccionar los productos (no muchos) van hacia la fila de la caja rápida para
hacer el pago y regresar a la casa. Llega su turno, los chicos comienzan a sacar las cosas
del carrito y Juan se dispone a realizar el pago con la tarjeta de débito. Mientras firma el
ticket de la compra y su esposa recoge las bolsas, dos hombres irrumpen en el local, con
violencia, exhibiendo sus armas de fuego. Se acercan a la zona de cajas gritándole a las
cajeras: “¡La guita! ¡La guita! ¡Dame la guita!”.
Frente a esta situación, los clientes comienzan a alarmarse y una de las empleadas,
asustada ante esta escena, se esconde debajo del mostrador dejando en línea recta a Juan
con los sujetos, distanciados a unos cinco metros.
Juan no lo duda: extrae su arma reglamentaria, la cual llevaba en la cintura, cubierta por la
campera, la esgrime apuntando hacia los delincuentes; da la voz de alto y se identifica como
policía. Inmediatamente, los delincuentes responden efectuando tres disparos continuos
hacia Juan, quien repele la agresión con varios disparos dirigidos hacia los sujetos.
Los clientes comienzan a correr, a gritar, se tiran al piso.Juan mira a sus hijos y a su esposa
y les indica que se arrojen al piso.
En el intercambio de disparos un cliente que se encontraba saliendo resultó herido en el
abdomen. Uno de los delincuentes también fue impactado y cayó abatido. El segundo
delincuente huyó de la escena a la carrera.
Con un delincuente abatido y otro que se dio a la fuga, Juan observa a su alrededor y trata
de divisar a su familia para ver en qué estado se encontraban.
Repentinamente, un tercer sujeto que, al parecer, había quedado –como se dice en la jerga–
“de campana”, aparece y dispara contra Juan, quien rápidamente advierte que ha sido
impactado y queda inmóvil en el suelo.
En el análisis de este caso hay algunas cuestiones que vale la pena considerar:
Que los hechos transcurren en un espacio público confinado
La presencia de mucha gente en el lugar
La presencia de familiares
La evaluación del escenario
El “factor sorpresa”, incluso cuando el peligro parece diluirse
La inferioridad táctica
La evaluación de la conducta de los sujetos como insumo para tomar una decisión
táctica
La implementación de medidas de autoprotección (cubierta, parapeto)
Los niveles de atención y concentración (habida cuenta que los hechos se
desarrollan en una escena de la vida doméstica)
La portación de armas en situaciones de franco de servicio
Basándonos en los Principios de Uso Racional de la Fuerza es necesario hacer referencia
al Principio de Oportunidad:
Presencia policial
La presencia policial debe ser considerada como parte fundamental y necesaria
dentro del uso racional de la fuerza. De hecho, podría considerarse como un
primer nivel de ese uso. Es ante todo preventiva, puesto que la visibilización
ostensible de la fuerza policial tiene una función disuasoria ante los posibles
infractores de la ley.
Una hostilidad o agresividad innecesaria por parte del personal puede tener
efectos adversos en el control y el manejo de la situación.
https://www.argentina.gob.ar/noticias/control-de-la-pesca-prefectura-continua-
realizando-operativos-0
https://www.argentina.gob.ar/noticias/seguridad-ciudadana-se-continua-brindando-
seguridad-en-distintos-barrios-del-pais-7
Persuasión verbal
Como segundo nivel de uso de la fuerza se presenta la técnica de diálogo
inicial; siempre que fuera posible, debe constituir la primera fase de
intervención. Se buscará expresar y mostrar confianza, respeto y cortesía;
inspirando seguridad y procurando resolver el conflicto allí donde pueda o
tenga capacidad, o interviniendo en él, dándole un cauce pacífico, descartando
la violencia como medio de interrelación.
Siempre que se accione en forma directa sobre una persona, sea para su
reducción, detención, etc., deberán comunicarse dichas acciones, así como
advertir que en caso de no colaborar se deberá hacer uso de un nivel mayor de
fuerza. Cuando las palabras y las órdenes verbales no fueran suficientes y el
peligro continuara o se incrementara, se optará por utilizar técnicas blandas o
duras según los principios de proporcionalidad y moderación del Modelo de
Uso Racional de la Fuerza.
Fuerza física
Como tercer nivel del uso de la fuerza puede considerarse el empleo de
habilidades tácticas por parte del funcionario policial para guiar, acompañar y
superar la fuerza del individuo que demuestra resistencia menor. Supone la
utilización de técnicas de control de “manos libres o abiertas”, es decir, que no
implican el uso de elementos y/o tecnologías de control, ni de procedimientos
de reducción, tales como el esposamiento.
También dentro de este nivel podemos incluir las técnicas de control físico que
se utilizan para controlar la resistencia defensiva de las personas y, en general,
incluye cualquier técnica física de manipulación, control y reducción del
oponente que no implique el empleo de un arma. Las técnicas de control físico
pueden clasificarse en blandas y duras:
Fuerza intermedia
Un cuarto nivel de uso de la fuerza refiere al uso de armas intermedias, por
ejemplo el bastón policial, o el empleo de técnicas no letales, incluyendo las
técnicas de defensa personal. Será aplicado como medida extraordinaria para
el control de las agresiones activas por parte del sujeto. No debe nunca
perderse de vista que el objetivo central de este nivel de uso de la fuerza es
neutralizar o hacer cesar la agresión y evitar las consecuencias potencialmente
lesivas..
Arma de fuego
El quinto nivel del uso de la fuerza refiere a una medida extrema, en virtud
de sus consecuencias potencialmente letales: el empleo de armas de fuego por
parte de los funcionarios policiales es considerado como última medida.
Solo se recurrirá al uso de armas de fuego en caso de que exista peligro grave,
actual e inminente para la vida o la integridad física de las personas, no
existiendo otro medio menos lesivo. El uso de la fuerza potencialmente letal
será el último nivel de fuerza y su aplicación deberá ser de carácter
extraordinario.