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Unidad 1
La psicología:
diversidad de
orígenes, objetos,
métodos y
enfoques
históricos
Texto 4) Pavesi, Pablo (2022). Dos momentos en la historia del yo. Montaigne y
Rousseau. (TEÓRICOS)
Georges Gusdorf (1912-2000)
Filósofo e historiador de las ideas francés.
Procedía de una familia judeo-alemana instalada en
Francia.
Fue alumno de Gaston Bachelard en la École normale
supérieure (ENS).
Entre 1940 y 1945, fue llevado a un campo de
detenidos (no de concentración nazi) en Lübeck,.
Acabada la guerra, Gusdorf fue profesor en la
Universidad de Estrasburgo, donde explicó filosofía y
lógica.
En los años 1950, preparó a agregados en la ENS
como sucesor de Maurice Merleau-Ponty. Fue maestro
en particular de Althusser y de Michel Foucault.
En literatura:
El yo adviene.
- memorias
- biografías,
- autobiografías,
- novelas (género novedoso en el que el personaje esconde, para
mostrar, las experiencias íntimas del autor)
- lo que Gusdorf llama la “literatura no literaria”, libre de
preocupaciones estéticas, en la que el autor escribe para él mismo,
su único lector, en el diario íntimo, o para un solo lector, en la
correspondencia.
Manifestaciones no discursivas:
- el de Michel de Montaigne
(1533-1592)
- el de Jean-Jacques Rousseau
(1712-1778)
El yo proteico. Montaigne.
Aquí el yo es moderno.
“me pinto a mí mismo… Yo mismo soy la
materia de mi libro, asunto frívolo y vano…»
1. La soledad
2. La transformación
3. la identidad del autor
Texto 4) Pavesi, P. (2022). Dos momentos en la historia del yo. Montaigne y
Rousseau.
1. La soledad:
2. La transformación:
El yo autobiográfico. Rousseau.
Las Confesiones (1781) de Jean-Jacques Rousseau se
publican tres años después de su muerte.
El título es provocativo al evocar las Confesiones de san
Agustín, que remiten a la literatura confesional escrita en
forma de diario íntimo muy vigente en el siglo XVIII.
Pero en san Agustín, la interioridad es el lugar de una
búsqueda de Dios, de “Aquél que es en mí pero no soy yo”
Texto 4) Pavesi, P. (2022). Dos momentos en la historia del yo. Montaigne y
Rousseau.
1. Transparencia y narración.
vs
la laboriosa tarea de decir todo que se enfrenta a una opacidad de
laboriosa elucidación, los “monstruos fantásticos” de Montaigne.
Texto 4) Pavesi, P. (2022). Dos momentos en la historia del yo. Montaigne y Rousseau.
2. El tiempo de la memoria.
TESIS GENERAL:
La “psicología concreta” que nace en el siglo XVIII
es opuesta a la tradición empirista espiritualista (J.
Locke, D. Hume, E. Condillac).
BIOGRAFIA Y RETRATO
Las Confesiones de San Agustín, es una de las primeras obras de la literatura del
yo, aunque en el espacio mental de la espiritualidad cristiana.
Gusdorf, G., El advenimiento del Yo (2ª parte Cap. 5) - APARTADO I
Montaigne:
LOCKE (1632-1704):
Existencia del yo desde el empirismo experimental: los estados
de consciencia personal refiere a un principio de conservación
de la individualidad, no accesible a la conciencia.
No resuelve los problemas del yo sin la perspectiva moral de un
Dios remunerador y vengador.
HUME (1711-1776):
Retoma el yo pero sin la referencia teológica.
Solo tomo posesión de mi mismo a través de la percepción.
Tanto tiempo como yo esté sin consciencia de mi mismo, yo no
existo.
Gusdorf, G., El advenimiento del Yo (2ª parte Cap. 5) - APARTADO III
La literatura del yo
reenvía la palabra a las intenciones profundas,
la confidencia, el secreto de sí a sí y de sí para sí.
2. “yo puritano”: yo activo, temporal, tan simple y visible como posible, deseoso
de ser tomado al pie de la letra. En vez de comenzar por el “hombre”, empieza por sí
mismo. Prefiere la historia, donde el sujeto participa en el presente. Aquí la
autobiografía encontrará su dominio. La autobiografía tiende a conformarse como un
modelo común, y los autores poseen en común un método de introspección. La
autobiografía puritana se da bajo la forma del culto rendido a Dios y no al yo.
Gusdorf, G., El advenimiento del Yo (2ª parte Cap. 5)
APARTADO VII
La relación con Dios era para San Agustín y los pietistas el fundamento
de la unidad personal. Desde Rousseau, Dios no cesa de alejarse y, en
el límite, muere.