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EL MAUSOLEO DE TEODORICO EN RÁVENA.

El mausoleo de Teodorico en Rávena es uno de los escasos edificios que nos quedan del pueblo ostro-
godo en Italia. Su calidad constructiva y robustez sorprende cuando se analiza en detalle, sin embargo no sue-
le ser muy apreciado desde el punto artístico, tal vez debido a la desnudez de sus muros, fruto del despojo del
ornato que lo revestía, o quizás a un cierto prejuicio acerca de la arquitectura de los pueblos bárbaros. Es ver -
dad que no estamos ante una construcción técnicamente tan perfecta como la bizantina iglesia de San Vital en
la misma ciudad, pero ha de tenerse en cuenta que ambas cumplían funciones distintas.

Historia del edificio.


El mausoleo es un edificio misterioso que hasta el momento no ha sido correctamente interpretado.
Sabemos por el Anonymus Valesianus que el rey ostrogodoTeodorico (muerto en el año 526) lo mandó cons-
truir para ser su sepulcro en el año 520, pero no sabemos con seguridad si llegó a estar enterrado allí. Tampo -
co sabemos cuál fue su aspecto externo, puesto que por las huellas dejadas en sus estructuras tuvo un ornato
arquitectónico y escultórico que desapareció en algún momento de la Edad Media, tal vez cuando fue recon-
vertido en iglesia ortodoxa después del edicto de Justiniano (561) contra los arrianos. Hacia el año mil, el mo-
nasterio benedictino dedicado a Santa María lo anexionó y lo utilizó como oratorio. El monasterio desapareció
en el siglo XVII, pero nuestra construcción pervivió. No obstante, se conoce que ya a mediados del siglo XVIII
la parte inferior estaba casi completamente enterrada a causa de las inundaciones del cercano río Badareno.
El piso superior seguía utilizándose como capilla, llamándose Santa María Rotonda, y se accedía a ella por dos
escaleras frontales (1774). Desde 1844 comenzaron las excavaciones para dejar al descubierto el piso inferior.
En ellas se encontraron numerosas tumbas alrededor, puesto que muchas personas a lo largo de la historia se
enterraron en la cercanía del monumento. Las escaleras fueron eliminadas en 1918 y se le dio un nuevo acce -
so por medio de una escalera y de una pasarela que llegan al piso superior por detrás.

El Mausoleo a finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX.

Características artísticas.
Función. El edificio fue encargado para servir como tumba monumental y capilla funeraria del rey más
importante que tuvieron los ostrogodos. Teodorico había conseguido crear un reino que abarcaba las antiguas
provincias de Iliria e Italia. Su intención al ordenar erigir el edificio fue, por tanto, poner de manifiesto la gran -
deza de su reinado a la manera de los emperadores romanos. Debía ser un monumento vistoso y recordado,
que todo el que llegara a Rávena contemplara y que ensalzara al monarca y a su linaje. De ahí que su decora-
ción externa, la que ha desaparecido, debió estar muy cuidada.
Influencias. Su inspiración arquitectónica se inscribe en la
tradición de la tumba de los notables y de los emperadores ro-
manos a los que pretendía imitar. En el bagaje del arquitecto
están los edificios con forma de torre o de túmulo coronados
con templete erigidos desde el siglo I a. C.; así como los mauso-
leos de planta central con cúpula que desde el siglo III se había
levantado a las afueras de Roma (Gordiano o Santa Constanza) o
en otros lugares del imperio (Cencelles, Tarragona o Diocleciano
en Split) Su fe cristiana se hace notar a través de la forma de
cruz griega de la planta del piso inferior, que recuerda al mauso-
leo de Gala Placidia a apenas 2 kilómetros de distancia.
Materiales. Si en algo se diferencia de las anteriores
tumbas mencionadas es que aquellas utilizaron el ladrillo y el
hormigón para su erección y este edificio está construido con
sillares de mármol unidos entre sí en seco, sin ninguna argama-
sa, y con grapas de hierro internas. El uso de la piedra es una
Reconstrucción de Bruno Schuldz del Mausoleo
decisión muy meditada en una zona arcillosa donde la roca era
de Teodorico. La galería superior ha sido inter-
pretada como una logia con arcos y columnas en escasa y había que traerla de Istria, al otro lado del Adriático. De
cuyo interior reposaban las estatuas de los princi- hecho es el único edificio contemporáneo de Rávena hecho ex-
pales reyes de la dinastía goda. clusivamente en este material. Con la elección del material se
buscaba la supervivencia, lo que a la postre consiguió, y el mos-
trar a su pueblo y a la historia el poder y esplendor de Teodorico.
Los sillares se acoplan en arcos y dinteles
de forma engatillada, siguiendo una técnica cons-
tructiva del Bajo Imperio que podemos ver em-
pleada antes en edificios de ingeniería y en el pa-
lacio de Diocleciano en Split. El engatillado asegu-
raba con el resalte en forma de "L" un mejor aco-
plamiento del sillar. Por otro lado, en las esquinas
encontramos un ajuste perfecto, con bloques que
dan cara vista en dos lados a distinto nivel. Cada
uno de los sillares fue trabajado con meticulosi-
dad para encajar en su lugar exacto en el muro de
modo que la juntura apenas se nota. El acabado
final es muy meticuloso.
Elementos constructivos. El mausoleo tiene unos
cimientos de 1,50 metros bajo el nivel del suelo. Esquina y dos de los arcos externos del mausoleo de Teodorico.
Fue construido sobre una base de cal y puzolana
que llega hasta los dos metros de profundidad. Tal cimentación era necesaria debido a la inestabilidad arcillo-
sa del suelo de la zona. En superficie dis-
tinguimos dos pisos:
 El piso inferior es de planta de cruz
griega, inscrita en un decágono externo.
Los cuatro brazos interiores podrían ha-
ber contenido hasta tres sarcófagos por
brazo (9 en total, si descontamos el de
entrada). Están cubiertos por bóvedas de
cañón que forman una bóveda de arista
perfecta en su cruce. Los diez lados exte-
riores forman nichos de apenas 1,20 me-
tros de profundidad bajo un arco/bóveda
de cañón. Se ha supuesto que los pilares y
arcos externos actuarían de contrafuertes
y sostén del piso superior, aunque esta
teoría no tiene en cuenta la robustez que
ya tiene el macizo del piso inferior por sí
mismo, lo que hacía del todo punto inne-
cesario los estribos y muchos menos unos
arcos para sostener una galería superior.
Me quedo con la teoría que propone que estos arcos serían hornacinas para contener esculturas de tamaño
natural de los enterrados en el interior (de nuevo 9 hornacinas, si descontamos la entrada).
 El piso superior es también decagonal, pero la parte cubierta es algo más estrecha por haber perdido la
galería que lo rodeaba a modo de deambulatorio. El interior forma una única sala circular cubierta por la falsa
cúpula monolítica que remata el edificio. Puede que ésta fuera la cámara mortuoria de Teodorico El Grande,
lo que tendría su lógica, pues explicaría la falta de una escalera de acceso. Hoy en día se exhibe allí una bañera
de porfirio del siglo IV, que en algún momento probablemente sirvió de sarcófago y que inicialmente se en-
contraba en el llamado Palacio de Teodorico. Dudo de que en ese sepulcro fuera enterrado Teodorico. Con
seguridad la tumba fue destruida a mediados del siglo VI cuando los bizantinos eliminaron todo lo que "oliera"
a la herejía arriana, como así sucedió con los mosaicos que representaban a este mismo rey en la Iglesia de
San Apolinar Nuovo. Sobre el deambulatorio hay diversas versiones, algunas de las cuales ya he mostrado en
imágenes anteriores. Lo único cierto es que quedan huellas donde se engarzarían las piezas para sostener una
arquería, posiblemente con columnas estilizadas.
Algunas otras medidas del monumento. La altura y la anchura.

La falsa cúpula que corona el edificio es la mayor muestra de ostentación y fuerza del monarca. Es un
monolito de 11 metros de diámetro, 2,5 metros de altura y 1 metro de espesor, que pesa entre 280/300 tone-
ladas. El arquitecto que realizó el edificio tenía conocimientos suficientes como para haberlo rematado con
una

Ménsula tallada en la roca, con incisiones para engarzar una


Detalle de uno de los frisos rectangulares que rodean el piso
escultura y con la inscripción de San Paulus. Tiene la forma para
superior.
recibir un tejadilla a dos aguas
cúpula normal o en su defecto con una bóveda de arista, como la del piso inferior, pero Teodorico quiso algo
especial e hizo traer esta gran roca desde Istria a través del Adriático. El coste del transporte como de su colo -
cación debió ser muy grande. Posiblemente en el momento del ajuste se produjo la fisura que puede obser-
varse en la piedra. Para manejarla con cuerdas se debieron esculpir las 12 ménsulas o asas que luego queda -
ron como soportes escultóricos. La concavidad interior y la convexidad exterior debieron ser talladas y pulidas
una vez asentada la gran roca sobre los muros.
Elementos decorativos. Se han perdido la mayor parte de los elementos que decorarían el mausoleo,
por lo que hoy en día se hace muy difícil imaginárnoslo. Se cree que los suelos podían estar revestidos de már-
mol verde antico. También han desaparecido las puertas de bronce, posiblemente llevadas para decorar el Pa-
lacio de Aquisgrán de Carlomagno en el siglo VIII. Le falta el ornato arquitectónico de arquería viva del primer
piso del que ya hemos hablado. En las asas de la esfera posiblemente también habría decoración escultórica,
en concreto, podemos sospechar que los nombres de ocho de los apóstoles y cuatro evangelistas que apare-
cen grabados en las doce ménsulas eran pedestales para sendas esculturas. Por último, sobre el ápice de la
curvatura de la falsa cúpula hay una base plana de 77 por 52 centímetros que claramente era el soporte para
alguna escultura (¿una estatua ecuestre en bronce de Teodorico como la de Carlomagno?) que servía de re-
mate.
Se conservan algunos relieves, de entre los que destaca el friso externo que rodea el piso superior jus-
to por debajo de la cúpula. Representa un motivo repetitivo geométrico que no ha sido interpretado con satis -
facción. Se trata de unos círculos con pinzas sobre unas olas (de nuevo 9 por rectángulo). Ignoramos si tuvo un
significado concreto, aunque lo más seguro es que sea un motivo decorativo proveniente de la orfebrería ger-
mánica.

http://algargosarte.blogspot.com/2014/10/el-mausoleo-de-teodorico-en-ravena.html

EL MAUSOLEO DE TEODORICO

Si algo no tuvo Teodorico el Grande fue una vida aburrida. Nacido en algún lugar de Dacia (la actual
Rumanía) en el 454, con tan solo nueve años fue enviado a Constantinopla como rehén. A los dieciocho regre -
só con su pueblo, donde convenció a su padre, el rey Teodomiro, a internarse en los dominios del Imperio
Romano de Oriente. Con veinte años se convirtió en rey de los Ostrogodos. En el 487 llegaba con sus guerre-
ros a las puertas de Constantinopla. Allí sería nombrado patricio y magister militum por el emperador Flavio
Zenón, quien lo envió rumbo a Italia. En el 493 se convertiría en rey de la península, tras asesinar a Odoacro.
Su fuerza y prestigio hicieron que, directa o indirectamente, acabase controlando más de la mitad del territo-
rio del desaparecido Imperio Romano de Occidente, aunque nunca se hizo proclamar emperador.
Teodorico murió el año 526 en Rávena, entonces la capital de su reino italiano. Aproximadamente seis
años antes, había ordenado construir su sepultura. Como no podía ser de otra manera en un personaje que,
como pocos, protagoniza los convulsos años de transición entre la era clásica y la Edad Media, el edificio es
una mezcla de ambos mundos. Por una parte, se inspira en los monumentos funerarios romanos, como el
mausoleo de Augusto. La influencia del cristianismo se revela en la planta en forma de cruz griega y algunos
de los pocos detalles ornamentales que nos han llegado. Más polémicos son los rasgos germánicos, que algu-
nos quieren ver en su extraña cubierta, quizá una reminiscencia de sus antiguos túmulos funerarios.
La cubierta que quizá sea el elemento más enigmático del edificio. Comenzando por sus descomunales
dimensiones, más aun para la época en que fue construida. Con once metros de diámetro, dos y medio de
altura y uno de espesor, su peso se estima en el entorno de las 300 toneladas. Teniendo en cuenta que, ade-
más, debió ser transportada por barco desde Istria, al otro lado del Adriático, la pregunta es evidente: ¿era
necesario tal derroche de recursos? Quizá ese fuera precisamente su cometido: demostrar el poder de Teodo-
rico.
El mausoleo encierra más secretos, ayudado por los expolios que ha sufrido en su dilatada historia.
Comenzando con el perpetrado por los bizantinos, que en el siglo VI eliminaron cualquier objeto que pudiera
ser interpretado como contaminado por el arrianismo. Parece que Carlomagno se llevó las puertas de bronce
a su nuevo palacio de Aquisgrán. Tampoco quedan restos de los mosaicos del suelo ni de cualquier ornamen-
tación interior. En consecuencia, no sabemos cómo era la decoración del mausoleo. Hay quien dice que exte-
riormente estaba adornado con estatuas de los reyes godos y parece, por las inscripciones que aún es posible
ver, que apóstoles y evangelistas se repartían por las doce ménsulas que quizá también sirvieron para elevar
la pesada losa. Por ignorar, hasta desconocemos si realmente los restos de Teodorico llegaron a descansar
alguna vez en el interior del extraño sarcófago, con forma de bañera, que ocupa el desnudo centro de la cá-
mara superior.
Lo único que podemos afirmar con certeza es el fuerte contraste que hay entre el resto de los monu -
mentos de Rávena y el mausoleo. Aquellos, construidos en ladrillo visto y decorados con espléndidos mosai -
cos. Este, en desnudo mármol blanco de Istria, unido sin argamasa. Ubicado en un parque a las afueras de la
ciudad, algo apartado del resto del espléndido legado artístico de Rávena, quizá no sea el más visitado de sus
monumentos. Grave error. Pese a su aparente tosquedad, el mausoleo de Teodorico es una obra de arte de
primer nivel, patrimonio de la humanidad desde 1996. Sus desnudas piedras nos cuentan una interesante his-
toria, además de ayudarnos a conocer y poner en contexto la época dorada de Rávena, cuando la ciudad era
una de las principales metrópolis del occidente cristiano.

https://www.depuertoenpuerto.com/wordpress/el-mausoleo-de-teodorico/

Mausoleo de Teodorico
Una vez que dejas atrás el centro histórico y la vía del tren, en un gran parque público se encuentra
uno de los monumentos más emblemáticos de Rávena. Es el mausoleo de Teodorico, el monumento funerario
más importante construido por los ostrogodos en Italia, parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO
de Rávena. Construido como su propio lugar de enterramiento por Teodorico en el año 520 dC , el mausoleo
muestra el uso magistral de las influencias orientales y de la técnica de construcción tradicional romana, típica
de algunos otros mausoleos.
El uso de técnicas mixtas dio vida a un monumento que se convirtió en cruce de caminos entre el pue-
blo romano y los “invasores” góticos.
El monumento fue construido íntegramente con sillares de piedra de mármol Aurisina mediante un
proceso de colocación en seco. Tiene planta central y se divide en dos órdenes decagonales superpuestos.
En lo alto del mausoleo se encuentra una gran cúpula monolítica de notables dimensiones, sin igual en todo el
patrimonio arquitectónico antiguo y moderno (10,76 m de diámetro y 3,09 m de altura), coronada por doce
asas curvas con los nombres de ocho Apóstoles y cuatro evangelistas.
Según cálculos recientes, pesa unas 290 toneladas y, aún hoy, los estudiosos han adelantado una serie
de hipótesis sobre el transporte del monolito y la técnica empleada para su colocación.
Alguien cree que las asas fueron construidas específicamente para el transporte y posicionamiento del
monolito, y que debió ser una tarea bastante difícil, como sugiere la gran grieta en la cúpula.
Según una leyenda, un rayo divino abrió la cúpula del mausoleo y, golpeando a Teodorico que estaba
sentado dentro, lo mató como castigo por sus crímenes.
La planta inferior se desarrolla en una serie de hornacinas insertadas en los nueve muros, mientras que
la décima se encuentra sobre la puerta de entrada.
La celda inferior, con planta de cruz y bóveda de crucería, fue probablemente una capilla, lugar de cul-
to y entierro de Teodorico y su familia.
El piso superior, sin embargo, tiene una planta central con una pila de pórfido en su centro. Según la
tradición, los restos de Teodorico yacían en esa misma palangana.
Ninguna evidencia sugiere que hubiera una escalera interior que condujera al piso superior; esto prue-
ba que la segunda teoría es correcta, es decir, que desde la construcción, el mausoleo siempre ha tenido un
propósito funerario.
Aquí debieron conservarse los restos de Teodorico, pero fueron trasladados y perdidos tras el decreto
de Justiniano, en el año 561 d. C., cuando el mausoleo se convirtió en oratorio y se consagró al culto ortodoxo.

https://www.turismo.ra.it/en/culture-and-history/unesco-world-heritage/mausoleum-theodoric/

Mausoleo de Teodorico
TEODORICO “EL GRANDE”
Fue rey de los ostrogodos, hijo y sucesor del caudillo ostrogodo Teodomiro, del linaje de los Amalos.
Restablecido en 459 el tratado (foedus) entre los godos y el gobierno imperial de Oriente, Teodorico marchó a
Constantinopla como rehén, garante del cumplimiento por los godos de sus obligaciones militares. Es enton-
ces cuando Teodorico entra en contacto con la cultura grecolatina y adquiere cierta experiencia política.
La vuelta al reino paterno se produce en al año 469, como prueba de la máxima alianza y amistad que
el emperador León I (muerto en 474) quería tener con los tres hermanos Amalos, que entre tanto habían con -
seguido derrotar a otras monarquías militares (esciros, suevos, hunos, hérulos y rugios) integrando los ele-
mentos populares de estas, aunque tuvieran un origen étnico diverso.
En 471 la muerte de su tío Valamiro y la gran victoria lograda sobre una “monarquía militar” sármata
establecida en Singiduno (Belgrado) convirtieron al joven Teodorico en rey. Dos años después Teodorico y su
padre abandonan Panonia con su pueblo, en dirección a los Balcanes, debido a un imparable ascenso de Teo-
dorico Estrabón (‘El Tuerto’). La ambición de este, amenazaba por reducir a Teodomiro y a su hijo a un status
menor entre los godos, y para evitarlo, ambos trataron de fortalecerse atacando y viviendo sobre territorio
imperial, en Tesalia y Macedonia, evitando una confrontación directa con Teodorico Estrabón. A finales del
año 474 muere en Macedonia Teodomiro, designando a su hijo Teodorico como sucesor.
Teodorico invade Italia en el año 489, conquistando toda la península y Sicilia en el año 493, tras enga -
ñar y asesinar a su adversario Odoacro. La victoria sobre Odoacro dio al godo el dominio de toda Italia y de
esta forma se convirtió en el monarca germánico más poderoso de Occidente.
Teodorico mantuvo las diferencias entre los ostrogodos, de religión arriana, en cuyas manos dejó el
poder militar, y los romanos católicos, a quienes confió el poder civil dentro de un difícil equilibrio. Teodorico
se sintió siempre depositario de las tradiciones e instituciones imperiales, por lo que se rodeó de consejeros
latinos, e intentó armonizar las relaciones entre godos y romanos sometiendo a ambos pueblos a las mismas
leyes.
En el año 526 Teodorico muere en Rávena, y mientras en la memoria católica itálica, Teodorico dejaría
la imagen de un airado arriano, en la épica alemana medieval sería recordado como el heroico conquistador
Dietrich von Berne.
DESCRIPCIÓN DEL MAUSOLEO
El mausoleo o edificio funerario de Teodorico, situado a las afueras de Rávena, es uno de los escasos
edificios que aún prevalecen del pueblo ostrogodo en Italia y se ha convertido en la construcción funeraria
más característica de este pueblo. Su aspecto macizo es una característica implícita de la nueva estética que a
principios del siglo V incorporan los pueblos bárbaros a Occidente. Este mausoleo y su planta centralizada son
una evocación de los viejos mausoleos imperiales romanos, aunque también recuerda a la tipología de los
“martyria” cristianos de la época.
Construido como tumba para Teodorico en el año 520 d.C, en mármol blanco de Istria y de planta de-
cagonal. La impresionante cúpula, realizada en un sólo bloque de granito es lo más característico del Mauso-
leo pues está realizada por un único bloque de piedra con forma de casco, proveniente de Aurisina (Trieste,
Italia), de 300 toneladas y de 11 metros de diámetro. Se trata de un sólido edificio construido con sillares mar -
móreos unidos entre sí, en seco, sin ninguna argamasa, y con grapas de hierro internas. Los sillares se acoplan
en arcos y dinteles de forma engatillada.
Teodorico planteó un proyecto dividido en dos plantas de distinta altura, la planta inferior dedicada a
funciones de tipo religioso, ceremoniales, mientras que el piso superior sería donde descansaban los restos
mortales del monarca.
El piso inferior posee planta de cruz griega inscrita en un decágono externo y esta cruz se cubre con
bóvedas de cañón que forman una bóveda de arista perfecta en su cruce; en esta misma planta se abren -alre -
dedor de todo el perímetro- una serie de pequeñas capillas que profundizan en el paramento del muro con
forma de cruz.
La sala superior es de planta central, de menor tamaño que la inferior, decagonal al exterior y circular
al interior y en el centro alberga un «labrum» o pila de pórfido en el que, según la tradición, se colocó el cuer-
po de Teodorico. Ahora es accesible gracias a una escalera que en su momento aparecía rodeada por un
deambulatorio con columnillas que lo embellecía y del que solo quedan algunos fragmentos en el nacimiento
de los arcos de los muros. Se encuentra rematado por una cubierta monolítica que asemeja una cúpula reba-
jada. Nunca se ha encontrado rastro de una escalera de acceso a la planta superior, lo que argumenta a favor
de la teoría según la cual la celda habría tenido, desde la construcción del monumento, un destino exclusiva -
mente funerario. En el Mausoleo no se encontraron ni los restos de los familiares ni los de Teodorico; este
último, de hecho, fue derrocado en el 540 d. C., cuando los bizantinos reconquistaron Rávena. Durante la in-
vasión bizantina desapareció el cuerpo de Teodorico y se convirtió, a partir del 561, en una capilla cristiana.
A lo largo del tiempo se han perdido los elementos que decoraban el mausoleo, lo que dificulta su re-
construcción. En la parte superior pudo haber existido una galería y en las 12 asas que rematan en la falsa
cúpula pudieron existir ornamentaciones con algún elemento escultórico, pero en la actualidad solo se pue-
den observar los nombres de 8 apóstoles y de los 4 evangelistas que aparecen en las ménsulas, que pudieron
ser utilizados como pedestales para sendas esculturas. Uno de los elementos decorativos que se conservan
hoy en día es el friso esculpido que rodea el monolito, el cual contiene una decoración en forma de pinzas
donde se reproducen formas geométricas como las fíbulas de esta época.

https://origenesdeeuropa.eu/etapas/espana/mausoleo-teodorico/

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