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REINVENTARSE Y RESETEAR NUESTRA MENTE

Gregorio Urriola Candanedo

En la fechas que corren, y desde Madrid, las brisas de la estación seca, nos han
traído a Panamá al Dr. Mario Alonso de Puig, uno de los máximos cultures del
estudio de la mente, desde una perspectiva singular de las Neurociencias, y de los
avances más importantes en las técnicas terapéuticas individuales y sociales a fin
de procurarnos una vida mejor, tanto como personas, como organizaciones y como
sociedad.
El Dr. Alonso Puig es autor de numerosos libros, casi todos ellos bestsellers
mundiales, y he escogido el título de dos de ellos para denominar estas líneas de
homenaje y celebración de su estancia en nuestro país, donde cuenta con un
cúmulo de admiradores, seguidores y estudiosos de sus propuestas, que tan alto
impacto han conseguido en la vida de personas y empresas genuinamente
interesados en utilizar los avances de las neurociencias contemporáneas.
La visita del Dr. Alonso Puig, ha coincidido en estas semanas con la celebración de
un importante evento mundial que ha pasado casi desapercibido, a no ser por los
expertos tecnológicos, pues Panamá ha sido asiento de la Conferencia sobre
desarrollo de la Inteligencia Artificial (AI) (Artificial General Intelligence- AGI
Conference), con exponentes de la talla del Dr. Jerome Glenn, CEO de The
Millennium Project, así como del Dr. José Luis Cordeiro, otro exponente de la
prospectiva de las neurociencias y neuro-tecnologías, este último, así mismo, uno
de los adalides del desarrollo de los avances científicos que permiten otear que para
el año 2045, la humanidad pueda hacer de la muerte y del envejecimiento algo
opcional para los seres humanos, ya sea por criogénesis, el rejuvenecimiento
celular, ingeniería genética, bio-nanotecnología y otros avances casi “mágicos” en
cuyos primeros estadios nos encontramos (si bien desde los años 90 realmente no
han parado de avanzar de manera logarítmica),
Llamo la atención de estos encuentros y la presencia del Dr. Alonso Puig pues,
ponen a este pequeño istmo nuestro como parte del escenario de confluencia de
las ciencias de la complejidad, en especial de las ciencias y tecnologías de la
información: Nanotecnología, IA, Biotecnología, Robótica y Neurociencias, todas
ellas derivadas del estudio profundo de la información y de los datos, pero
igualmente de nuestra concepción de lo que somos.
Y es aquí donde debo resaltar la aproximación profundamente humanística del Dr.
Alonso Puig, pues estas transformaciones, que pueden dar paso a una “ciencia sin
conciencia”, a un peligrosísimo “jugar a ser Dioses”, (una las derivaciones fácticas
contra las cuales se alza su voz médica como paladín de un humanismo propio de
la “ciencia con conciencia”, en las antípodas mismas de la tecno-burocracia
científica, la cual, sin decirlo, mira en estos avances una forma de control y
manipulación, o de simple replicación “in extenso” de las divisiones sociales y de
clase en nuestra sociedad, toda vez que tales avances pueden quedar siendo el
exclusivo patrimonio de quien pueda pagar por ellos).
En un mundo fragmentado donde el 1% de la población mundial concentra el 63%
del ingreso global (según Oxfam, ver https://www.oxfamintermon.org/es)
necesitamos de los herederos de Einstein, de Madame Curie, Pasteur o Patarroyo,
o de Carl Rogers y Erich Fromm en Psicología De esa estirpe es este español –
buen heredero de Ramón y Cajal en su talante universal- que estudió en la
Universidad Complutense, luego paso a Harvard, donde se especializó en
trastornos gastrointestinales. El sufrimiento de sus pacientes le llevó a pensar y
repensar sobre la relación mente-cuerpo, cerebro-mente, y en las posibilidades de
superar un positivismo chato, y un cientificismo pueril que ingenuamente asumió
como suyas las posiciones de la ciencia decimonónica y no la aventura del pensar
del Siglo XXI, para avanzar en un enfoque neuro-psico-biológico nuevo, opuesto al
cartesianismo que ha privado en Occidente.
Reinventarnos es un imperativo para los tiempos calamitosos que corren, con las
guerras híbridas, el genocidio, la manipulación mediática, el stress laboral, la
pobreza endémica y el cambio climático que es, en último tiempo, nuestra propia
concepción como hombre, como seres humanos que conformamos parte de la
Naturaleza, que somos Naturaleza autoconsciente.
Al filo del Armagedón nuclear, necesitamos cambiar, avanzar por el camino “del
despertar”, repensarnos y resetearos - holística e integralmente- . Apelar a lo mejor
de la herencia de la Ilustración, retomar el hilo del oro de a la espiritualidad que llena
el Cosmos, como pensadores tales como Pierre Teilhard de Chardin, Gaston
Bachelard o Edgar Morin, en tiempos próximos, han puesto de relieve. Saber que,
como decía el gran Dante Alighieri: hay una fuerza última “que mueve al sol y a las
demás estrellas.”
¡Feliz estancia en Panamá, Dr. Mario Alonso Puig! Que la luz esplendente del
trópico, nuestro clima ardiente y su gente sencilla y hospitalaria vuelvan a “resetear”
su mente y maduren su corazón generoso. Recuerdos a Isabela y a tus tres hijos,
respetado educador.

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