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El libro mamut del ajedrez:

Volumen 2
Aperturas y estrategia

Graham Burgess
Traducido por Antonio Gude
Sumario
Introducción
Aperturas abiertas
Aperturas semiabiertas
Aperturas de Peón Dama
Aperturas de flanco y sistemas varios
Estrategia en las aperturas abiertas
Estrategia en las aperturas semiabiertas
Estrategia en las aperturas de Peón Dama
Estrategia en las aperturas de flanco
Investigación avanzada de aperturas
Ataque y defensa
Métodos generales de ataque
El sacrificio Axh7+
El doble sacrificio de alfiles
El sacrificio Cd5
Sacrificios “pasivos”
Posiciones bloqueadas y avalanchas de peones
Defensa activa y contraataque
Clavadas y desclavadas
¿Cacería del rey o excursión real?
Espacio y comunicación
La última fila
“Defenderse es más difícil que atacar”
Estrategia en ataque y defensa
Ejercicios de ataque y defensa
Soluciones a los ejercicios de ataque y defensa
Ajedrez práctico
Ajedrez rápido y blitz
Armagedón
Apuros de tiempo
Ajedrez 960
El timo
Aperturas basura
Índice de jugadores
Índice de aperturas
Introducción
En los cuatro capítulos siguientes aportaré detalles acerca de las
principales aperturas de ajedrez. Las aperturas se dividen en las
cuatro categorías que a continuación se describen. En los cuatro
capítulos siguientes a éstos examinaremos cierto número de partidas
comentadas, a fin de investigar las estrategias y temas que operan
en las principales aperturas.

Aperturas abiertas
Son las aperturas tradicionales que comienzan con 1 e4 e5 (D).

Hace más de un siglo, ésta era, con diferencia, la forma habitual de


iniciar una partida. Sigue siendo un importante campo de batalla en
el ajedrez de alto nivel, aunque sin ser tan dominante. No obstante,
entre los jóvenes jugadores y los aficionados, la mayoría de las
partidas comienzan de esta forma, y por esta razón me detendré en
particular en esta sección para explicar las diversas opciones para
ambos bandos, sobre todo en aperturas pasadas de moda como el
Gambito de Rey y el Gambito Evans.
Aperturas semiabiertas
Se trata de aperturas en las que las negras no responden a 1 e4 de
forma simétrica, con 1...e5. La más popular en esta sección y, desde
luego, la más popular en general es la Defensa Siciliana, 1...c5.

Aperturas cerradas
En esencia, así se conocen las aperturas de peón dama, en las que
las blancas abren el juego con 1 d4 (D).

La palabra “cerradas” puede parecer que se refiere a aperturas


“blandas”, pero no es así. Las negras pueden elegir entre la clásica
1...d5 (ahora, con 2 c4 se plantea el Gambito de Dama) y una
variedad de aperturas dinámicas, como, por ejemplo, las defensas
indias.

Aperturas de flanco
Se trata de aperturas en las que las blancas no se esfuerzan de
inmediato por ocupar el centro, sino que buscan controlarlo con
piezas y atacar los peones que las negras sitúen en el centro del
tablero. La más importante de estas aperturas es la Apertura Inglesa,
1 c4 (D).
Antes de pasar a un debate específico, he aquí algunas reflexiones
generales acerca del juego en la apertura. Observe que propongo
algunos principios antes que toda una lista de aperturas
recomendables y no recomendables. Creo que una lista así inhibe la
creatividad en la apertura y, por otra parte, ¿qué puede pensar un
debutante al comparar las partidas de los mejores grandes maestros
con las rígidas “reglas” del juego en la apertura, y cómo puede saber
cuándo las reglas pueden vulnerarse?
Los fuertes jugadores no siempre se adhieren a los principios
estándar, pero cuando no lo hacen tienen una razón para eso.
Ciertamente, la seña de identidad de un gran jugador es su
disposición a contradecir los principios tradicionales, y jugar
estrictamente de acuerdo a los requerimientos de la posición, ya
sean éstos sacrificando material, aceptando debilidades
aparentemente horribles o cualquier otra cosa no ortodoxa.

Cómo sobrevivir a la apertura


1) Realice las jugadas de peón sólo necesarias para desarrollar sus
piezas.
Avanzar peones es muy divertido. A mí me gustaba aplastar a mis
oponentes con una impresionante falange de peones. Sin embargo,
deja de ser divertido cuando las piezas del oponente dan mate a tu
rey desnudo. Dos jugadas de peón (sus peones d y e) son
suficientes para movilizar sus fuerzas.

2) Sitúe todas sus piezas en casillas activas lo antes posible.


Las piezas deberían tener amplio radio de acción para sus
movimientos. Observe que me refiero a todas sus piezas, no sólo a
una o dos. Por sí sola, una pieza no constituye una fuerza atacante.

3) Disponga sus piezas y peones de forma tal que no queden


expuestas al ataque.
Obviamente, no tiene sentido situar sus piezas en casillas en las que
su oponente puede inmediatamente expulsarlas. Sus peones pueden
ayudar al respecto, controlando algunas casillas clave.

4) No pierda ningún tiempo.


Una jugada que no contribuye a incrementar la actividad de sus
piezas debería verse con desconfianza. Naturalmente, debe
responder a las amenazas directas.

¿Qué constituye una “buena”


apertura?
Para que pueda atraer a los jugadores ante el tablero, una apertura
debe tener las siguientes cualidades:

1) No debe perder por fuerza.


A nadie le gusta el juego azaroso ante un oponente que puede haber
memorizado las continuaciones ganadoras.

2) No debería contener demasiadas simplificaciones.


Una posición muy simplificada deja poco espacio para superar al
oponente.
3) Debería ser razonablemente prometedora.
Para las blancas esto significa cierta esperanza de preservar alguna
ventaja o, al menos, encaminar el juego hacia los canales
estratégicos preferidos. Para las negras, bien que asegure la
igualdad o, al menos, sólo una pequeña desventaja, con algún
contrajuego. Que para un jugador la prioridad sea la igualdad o el
contrajuego depende de su temperamento.
Aperturas abiertas
Alfil, Apertura de (1 e4 e5 2 Ac4)

Esta es una apertura sensible, normalmente sólida para las blancas,


contra la cual las negras tienen dificultades para generar un rápido
contrajuego. Las blancas a menudo siguen un sencillo desarrollo
(2...Cf6 3 d3 y 4 Cf3), pero la preparación de planes agresivos, con
un rápido d4 o f4 también es posible. Actualmente, la Apertura de
Alfil se emplea sobre todo con un orden de jugadas para llegar a la
Apertura Italiana (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ac4), evitando así la Defensa
Petrov, 2...Cf6.
Central, Apertura (1 e4 e5 2 d4 exd4 3 Dxd4)

El principal problema de esta vieja apertura es que la dama blanca


queda demasiado expuesta en el centro del tablero. Las negras
deberían igualar el juego sin mayores dificultades. La continuación
natural es 3...Cc6, y en tal caso, 4 De3 es la respuesta más
interesante.
En años recientes, las blancas han comenzado a jugar 3 Cf3 como
un orden de jugadas anti-Petrov. Después de 3...Cc6, la apertura se
convierte en una Escocesa, mientras que 3...Cf6 es una línea
marginal de la Petrov: 1 e4 e5 2 Cf3 Cf6 3 d4 exd4, eludiendo la más
popular 3...Cxe4.
Cuatro Caballos, Apertura (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Cc3 Cf6)

Esta vieja apertura tiene la reputación de llevar a posiciones con


tendencia al empate. Ambos bandos se desarrollan metódicamente,
con escaso desequilibrio en la posición. A fines de los años ochenta
y tempranos noventa, la Cuatro Caballos fue rejuvenecida por los
grandes maestros ingleses Nigel Short, John Nunn y Murray
Chandler, y durante un tiempo se puso muy de moda. Como
acotación al margen, uno de los aspectos positivos de la Cuatro
Caballos es que puede jugarse contra la Petrov: 1 e4 e5 2 Cf3 Cf6 3
Cc3, y ahora la mejor jugada de las negras es 3...Cc6.
El juego puede continuar con 4 d4, y después de 4...exd4 5 Cxd4,
se alcanza una variante de la Apertura Escocesa. Sin embargo, hay
dos alternativas agudas: 4...Ab4 5 Cxe5 Cxe4?! 6 Dg4! Cxc3 7 Dxg7
Tf8 8 a3 (D) conduce a una confusa y caótica posición.
Entonces, en caso de 8...Cxd4?! (es más seguro 8...Aa5) 9 axb4
Cxc2+, el rey blanco sale al exterior: 10 Rd2 Cxa1 11 Rxc3. Las
blancas tienen un peligroso ataque. Por ejemplo: 11...a5 12 Ac4 De7
13 Te1 d5 (o 13...axb4+ 14 Rd2!) 14 Ab5+ c6 15 Cxc6 Dxe1+ 16 Ad2
bxc6 17 Axc6+ Ad7 18 Axd7+ Rxd7 19 Axe1 fue bueno para las
blancas en la partida Evers–Schitze, Correspondencia 1986 – una
variante increíble. La otra posibilidad interesante para las blancas es:
4...exd4 5 Cd5 (D), el Gambito Belgrado, que parece alocado, pero
que en realidad es muy peligroso.
Desafortunadamente para las blancas, las negras disponen de una
buena y sencilla respuesta: 5...Ae7, y ahora 6 Ac4 Cxe4 7 Cxd4 0-0
8 Cb5 Ac5 9 0-0 Cxf2 10 Dh5 Ce5! es bueno para las negras,
mientras que 6 Af4 d6 7 Cxd4 0-0 8 Cb5 Cxd5 9 exd5 Ce5 es
absolutamente aceptable para las negras.
Volviendo a la línea principal de la Cuatro Caballos, la cuarta
jugada normal para las blancas es 4 Ab5 (D), que presiona sobre el
peón de e5, amenazando con eliminar el caballo de c6.
Las negras tienen dos buenas respuestas: la simétrica 4...Ab4 y la
jugada de contraataque de Rubinstein, 4...Cd4. Observe que 4...Ac5
permite a las blancas el truco 5 0-0 0-0 6 Cxe5 Cxe5 7 d4 Ad6 8 f4
Cc6 9 e5, recuperando la pieza con alguna ventaja.
Después de 4...Cd4, hay una “línea de tablas”: 5 Cxd4 exd4 6 e5
dxc3 7 exf6 Dxf6 8 dxc3 De5+ 9 De2, pero si las blancas desean
jugar a ganar, entonces lo mejor es 5 Aa4 Ac5 6 Cxe5 0-0, aunque
esto puede dar a las negras un juego muy peligroso por el peón.
La Desclavada de Metger, 4...Ab4 5 0-0 0-0 6 d3 d6 7 Ag5 Axc3 8
bxc3 De7 9 Te1 Cd8 10 d4 Ce6 (D), es la respuesta clásica.
Con esta maniobra de caballo, las negras se liberan de la irritante
clavada, de lo que se deriva una tensa lucha estratégica, en la que
las negras tienen una buena cuota de posibilidades.
Tal vez pueda usted preguntarse por qué no se ha mencionado la
evidente jugada de desarrollo 4 Ac4?!. La razón es que falla por el
típico truco 4...Cxe4! 5 Cxe4 d5, que concede a las negras al menos
una cómoda igualdad. Teniendo eso presente, y el hecho de que la
línea 4 d4 permite a las negras un desarrollo tan fácil, los jugadores
han estado preguntándose si no deberían las blancas buscar una útil
jugada de espera en esta posición simétrica. Así surgieron 4 a3, que
impide ...Ab4, y 4 Ae2. Sin embargo, en ambos casos la sencilla
4...d5 parece plenamente satisfactoria para las negras, pues la
jugada extra tampoco es demasiado útil. 4 h3 quizá sea más
interesante, y ha sido empleada por Carlsen, Giri y Firouzja, entre
otros. Esta jugada es útil en diversas situaciones, por buen número
de sutilezas.
Damiano, Defensa (1 e4 e5 2 Cf3 f6?)

La historia ha sido cruel con Damiano, pues éste no es el tipo de


apertura que le gustaría que llevase su nombre a cualquiera. 2...f6?
no es forma de defender el peón de e5. Greco la analizó y concluyó
que es mala para las negras nada menos que en 1620. 3 Cxe5! fxe5
(3...De7 4 Cf3 Dxe4+ 5 Ae2 es simplemente muy bueno para las
blancas) 4 Dh5+ Re7 (4...g6 5 Dxe5+ ganando la torre de h8) 5
Dxe5+ Rf7 6 Ac4+ d5 7 Axd5+ Rg6 y ahora viene la jugada clave: 8
h4! h5 (8...h6 9 Axb7! es similar, mientras que 8...Ad6 permite 9 h5+
Rh6 10 d4+ g5 11 hxg6++ Rxg6 12 Dh5+ Rf6 {12...Rg7 13 Df7#} 13
Dg5#) 9 Axb7!!. Las blancas ganan la torre de a8, ya que 9...Axb7 10
Df5+ Rh6 11 d4+ g5 12 Df7 fuerza un rápido mate.
Danés, Gambito (1 e4 e5 2 d4 exd4 3 c3)

Este es uno de los gambitos más salvajes. Las blancas normalmente


pretenden entregar un segundo peón. Por ejemplo: 3...dxc3 4 Ac4
cxb2 5 Axb2, pero las negras tienen una línea que ha minado
sustancialmente su popularidad: 5...d5 6 Axd5 Cf6 7 Axf7+ Rxf7 8
Dxd8 Ab4+, recuperando la dama con un final igualado. Dado que
existe esta sencilla respuesta, pocos jugadores modernos están
inclinados a jugar un gambito tan arriesgado con blancas. Por cierto
que en Dinamarca esta apertura se conoce como Gambito Nórdico.
Dos Caballos, Defensa (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ac4 Cf6)

Esta es una de las aperturas más antiguas y, después del Giuoco


Piano, es una de las primeras que los principiantes tienden a
aprender. El juego de las negras es, en su naturaleza, más de
contraataque que la simétrica 3...Ac5. Las negras crean inmediata
presión sobre el peón de e4 y el hecho de que no hayan situado el
alfil en c5 significa que el plan de las blancas, a base de c3 y d4,
tiene menos impacto. Pero, por otra parte, ofrecen el tentador
objetivo de f7.
La Dos Caballos no es una apertura sencilla en modo alguno.
Algunas de sus líneas conducen a peculiares complicaciones
tácticas, del tipo en que los jugadores por correspondencia invierten
años tratando de diseccionar.
La respuesta más exigente y popular de las blancas es la cruda 4
Cg5. En su día, Steinitz condenaba rotundamente esta jugada, pero
en el ajedrez moderno está considerada el mayor test en esta
apertura. Normalmente, las negras responden 4...d5, para impedir
que una pieza blanca llegue a f7, pero hay una alternativa:

El Contragambito Wilkes-Barre (o Traxler) consiste en jugar la


sorprendente 4...Ac5?! (D), entregando el peón de f7 a cambio de un
agudo contraataque contra f2. Los grandes maestros Shirov y
Beliavsky han jugado con éxito esta variante.

Antes que entrar en el laberinto 5 Cxf7 Axf2+, las blancas


normalmente buscan una ventaja estable con 5 Axf7+ Re7 6 Ad5
(aunque podría ser mejor 6 Ac4!).

Volviendo a 4...d5, la mayoría de los jugadores han experimentado la


posición tras 5 exd5 (D), con uno u otro color.
La respuesta evidente, 5...Cxd5?!, está llena de peligro. El Ataque
Fegatello, 6 Cxf7 Rxf7 7 Df3+ obliga al rey negro a avanzar hacia el
centro del tablero, mientras que la simple 6 d4, con idea de 0-0 y un
ataque directo, se considera todavía más convincente. Se han
realizado numerosas tentativas en ajedrez por correspondencia para
defender, con negras, estas variantes, pero no puedo recomendarle
que las incluya en su repertorio.
Hay dos variantes, la Fritz, 5...Cd4 y la Ulvestad, 5...b5, que están
estrechamente relacionadas. Parece un extraño comentario, pero la
mejor respuesta a 5...b5 se considera 6 Af1 (el alfil es menos efectivo
en cualquier otra parte, mientras que 6 dxc6 bxc4 y 6 Axb5 Dxd5 son
aceptables para las negras) y ahora sigue 6...Cd4 7 c3 (D).
Después de 5...Cd4, resulta que la continuación normal es,
curiosamente, 6 c3 b5 7 Af1, ¡llegándose a la misma posición! Se
requiere algún conocimiento especializado para jugar estas líneas
con cualquier color, sobre todo contra un jugador familiarizado con
sus sutilezas.
La famosa, pero en última instancia incorrecta Variante Berliner
continúa entonces con 7...Cxd5 8 Ce4 Dh4?! (8...Ce6 9 Axb5+ Ad7
es objetivamente preferible) 9 Cg3 Ag4 10 f3 e4 11 cxd4 Ad6 12
Axb5+ (12 De2 también es difícil de responder) 12...Rd8 13 0-0! exf3
14 Txf3! (después de 14 Db3?! Tb8!!, las negras pueden hacer
tablas) 14...Tb8 15 Af1! (15 a4 a6 16 Af1 también es bueno) 15...Te8
16 Cc3, y nada da resultado para las negras: 16...Cf6 17 d3 Axf3 18
Dxf3 Cg4 19 h3 Axg3 20 Ce4! o 16...c6 17 d3 Cxc3 18 bxc3 Tb5, y la
clave es 19 d5! Txd5 20 Da4, actuando por la cuarta fila. Puede
comprobar por su cuenta lo específicas y tácticas que son estas
líneas.

La continuación normal para las negras es 5...Ca5 6 Ab5+ c6 7 dxc6


bxc6 (D).
Esto equivale a sacrificar un peón. La línea estándar solía ser 8 Ae2
h6 9 Cf3 (9 Ch3?! fue rescatada por Fischer) 9...e4 10 Ce5 Ad6 11
d4 exd3 12 Cxd3 Dc7, y puede que las negras tengan compensación
suficiente. 8 Df3 Tb8 se consideraba muy arriesgada para las
blancas, pero ha sido reevaluada en la práctica reciente, junto con 8
Ad3!?, que es la última moda. Entonces sigue 8...Cd5 9 Cf3 Ad6 10
0-0 0-0 (otra posibilidad es 10...Cf4 11 Te1 Cxd3 12 cxd3 0-0 13 Cc3
c5) 11 Te1 f5 12 Cxe5 Df6 13 Cf3 g5 14 c4 Cf4 15 Af1 g4 16 d4 gxf3
17 Dxf3 Ce6 18 Dc3 Cb7 19 c5 Ac7 20 b4 a5 21 b5 es una línea
temática, que se planteó en una de las partidas rápidas por Internet,
con mucho dinero en juego, entre So y Carlsen en 2021.

Volviendo a la cuarta jugada de las blancas, 4 d3 conduce a un


tranquilo juego de maniobras, mientras que espectacular línea 4 d4
exd4 5 0-0 Cxe4! (5...Ac5 6 e5 d5 7 exf6 es el peligroso Ataque Max
Lange) 6 Te1 d5 7 Axd5 (7 Cc3?! es la Variante Canal, y ahora
7...dxc4 8 Txe4+ Ae6 9 Cxd4 Cxd4 10 Txd4 Df6 funciona bien para
las negras) 7...Dxd5 8 Cc3 Da5 9 Cxe4 Ae6 debería ser aceptable
para las negras en términos generales, con 10 Ceg5 0-0-0 11 Cxe6
fxe6 12 Txe6 Ad6 como una probable continuación.
Elefante, Gambito (1 e4 e5 2 Cf3 d5?!)

Hasta hace poco, ésta se consideraba simplemente una mala


apertura, ya que después de 3 exd5, las negras no tienen una buena
forma de mantener el equilibrio material. 3...Dxd5 4 Cc3 costaría a
las negras demasiado tiempo, mientras que 3...e4 4 De2 tampoco les
daría resultado. Actualmente, las negras depositan sus esperanzas
en 3...Ad6, esperando movilizar su mayoría de peones en el flanco
de rey.
Escocés, Gambito (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 d4 exd4 4 Ac4)

Esta variante de la Apertura Escocesa traspone normalmente a otras


aperturas. Después de 4...Ac5 5 0-0?! (5 c3 Cf6! se alcanza una
línea del Giuoco Piano en la que la mejor apuesta de las blancas es
la línea estratégica 6 e5 d5 7 Ab5) 5...d6! (5...Cf6 6 e5! d5 7 exf6
dxc4 es el Ataque Max Lange, una opción mucho más arriesgada
para las negras) 6 c3 Ag4 7 Db3 Axf3! (antes que 7...Ca5?! 8 Da4+
c6 9 Ae2!) 8 Axf7+ (8 gxf3 Ce5) 8...Rf8 9 gxf3 (9 Axg8? Txg8 10 gxf3
g5!) 9...Cf6 las negras están bien. Las negras pueden jugar también
4...Cf6, y después de 5 e5 d5 (también es posible 5...Ce4!?) se
considera que las negras están bien, mientras que 5 0-0 es una línea
estándar de la Defensa Dos Caballos, en la que 5...Cxe4 es una
jugada perfectamente fiable.
Escocesa, Apertura (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 d4 exd4 4 Cxd4)

Durante muchos años, la Escocesa fue menospreciada,


considerándose demasiado simplificadora y monótona para los
gustos modernos. Sin embargo, el hecho de que Garri Kasparov la
haya adoptado como una de sus más importantes armas
ocasionales, ha vuelto a ponerla de moda.
Una idea marginal de las negras es jugar 4...Dh4?!, que puede
replicarse con el peligroso sacrificio de peón 5 Cb5.
Una opción capital para las negras es 4...Ac5, en cuyo caso a la
azarosa 5 Cf5?! puede seguir 5...d5! 6 Cxg7+ Rf8 7 Ch5 Dh4 8 Cg3
Cf6, y ahora las blancas pueden optar por la aguda 5 Ae3 Df6 6 c3
Cge7 7 Ac4, o la idea de Kasparov 5 Cxc6 Df6 6 Dd2 dxc6 7 Cc3
Ae6, y ahora 8 Ca4!? Td8 9 Ad3 Ad4 10 0-0 busca una ventaja
estructural.
La línea principal es 4...Cf6, y en este momento las blancas tienen
elección:
La Escocesa Cuatro Caballos normalmente continúa con 5 Cc3
Ab4 6 Cxc6 bxc6 7 Ad3 d5 8 exd5 cxd5 9 0-0 0-0 (D).
Aquí, una línea como 10 Ag5 c6 11 Ce2 (11 Df3 Ad6 12 Axf6 Dxf6 13
Dxf6 gxf6 14 Ce2 c5 ofrece poca cosa a las blancas) 11...h6 12 Ah4
Ad6, y las negras no esperan muchos sobresaltos.
10 h3 es una interpretación más moderna. Las blancas planean
Df3 y Af4, y quieren ver adonde van las piezas negras, antes de
decidirse por el ulterior desarrollo. Con todo, esto no es temible para
las negras, y después de 10...Te8 11 Df3 c6 12 Af4 Ae6 13 Ce2 Ad6,
se disponen a emprender juego en el flanco de dama.

La línea principal de la Escocesa es más aguda, y sigue así: 5 Cxc6


bxc6 6 e5 (después de 6 De2, el sorprendente gambito 6...d5! 7
exd5+ Ae7 8 dxc6 0-0 da buen resultado) 6...De7 7 De2 Cd5.
Entonces, 8 h4 ha encontrado buen número de seguidores. Esta
desconcertante jugada tiene varias motivaciones, como sugiere la
línea 8...f6 9 c4 Aa6 10 Th3 0-0-0 11 Ta3!? Cb4 12 Ta4!, lo que
explica por qué 8...a5 es una forma popular de preparar ...Aa6.
La línea estándar continúa 8 c4 Aa6 (8...Cb6 también es una
opción importante) 9 b3 (D).
La idea que se vio en Kasparov–Anand, Cto. Mundial (8), Nueva York
1995 dio buen resultado a las negras: 9...g5!? (esta extraña jugada
trata de impedir f4 de las blancas y, al mismo tiempo, preparar tanto
...Ag7 como ...Cf4; 9...g6 es más estándar y seguro, para responder
a 10 Aa3 con 10...Cb4) 10 Aa3 (10 h4!? es un test más crítico)
10...d6! (10...Dxa3?! 11 Cxa3 Ab4+ funciona a nivel táctico, pero las
negras siguen teniendo una pobre estructura de peones) 11 exd6
Dxe2+ 12 Axe2 Ag7!. Después de 13 cxd5 Axe2 14 Rxe2 Axa1 15
Tc1 0-0-0! la partida finalizó más tarde en tablas, aunque las blancas
tuvieron que descubrir algunas jugadas precisas.
Evans, Gambito (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ac4 Ac5 4 b4)

Es virtualmente imposible comentar el Gambito Evans sin utilizar la


palabra “swashbuckling” (capa y espada). El capitán galés Evans,
marino, inventó este gambito en la década de 1830, y rápidamente
se convirtió en una de las aperturas más populares del siglo XIX.
La idea es desviar al alfil de c5, y seguir con c3 y un rápido d4. Las
blancas esperan cazar al rey negro en el centro y explotar su rápido
desarrollo y las líneas abiertas para desplegar un ataque arrollador.
Durante décadas, los jugadores con negras intentaron diversas
formas de aferrarse al peón extra, algunas razonables, algunas
malas, pero las blancas siempre obtenían algún tipo de perspectivas
de ataque.
El primer campeón mundial, Wilhelm Steinitz, concibió algunas ideas
particularmente dudosas contra el Evans. Mira este lío, que ocurrió
en la partida Chigorin–Steinitz, Cto. Mundial (17), La Habana 1889.
Ni una de las piezas negras está funcionando bien. Su dama y el alfil
de c8 son especialmente torpes. El juego prosiguió así: 12...Db8? 13
Axe7 Rxe7 14 d6+ Rf8 15 Db4 f6 16 Ab3 g6 17 Cc4 Rg7 18 a4 Cf7
19 Cxb6 axb6 20 Axf7 Rxf7 21 Cxe5+!, con juego abrumador para las
blancas, aunque de algún modo Chigorin permitió a Steinitz
escaparse con unas tablas.
Sin embargo, el segundo campeón mundial, Emanuel Lasker,
asestó un duro golpe al Evans, con una idea moderna: devolver el
peón en circunstancias favorables. El plan básico es jugar 4...Axb4 5
c3 Aa5 6 0-0 d6 7 d4 Ab6 (D).
Las blancas pueden recuperar ahora el peón, pero tienen dificultades
para mantener algún tipo de iniciativa. Por ejemplo: 8 dxe5 dxe5 9
Db3 (9 Dxd8+ Cxd8 10 Cxe5 ofrece muy poco a las blancas) 9...Df6!
(un punto clave del plan) 10 Ag5 Dg6 11 Ad5?! Cge7 12 Axe7 Rxe7
13 Axc6 Dxc6 14 Cxe5 De6 es, obviamente, más que aceptable para
las negras.
Las blancas pueden variar su orden de jugadas para tratar de
evitar este problema, y eso ha dado lugar a un renacimiento del
Evans (después de 4...Axb4 5 c3 Aa5), 6 d4 entró en escena.
Entonces, 6...d6 puede contestarse con 7 Db3, mientras que
después de 6...exd4, 7 0-0 Cge7 8 cxd4 d5! 9 exd5 Cxd5 es una
línea que conserva su sólida reputación, pero se ha investigado 7
Db3.
El Evans ha atraído la atención después de que Kasparov lo
jugase con éxito en un par de ocasiones en la década de 1990
(sobre todo, a raíz de su espléndida victoria sobre Anand). También
conecta con la moderna tendencia de (re)investigar las aperturas con
significativo desequilibrio material, sobre todo cuando, como en este
caso, los módulos actuales consideran que la compensación es
razonable.
Giuoco Piano (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ac4 Ac5)

Esta es la primera apertura que los jugadores aprenden y a menudo


se muestra a los debutantes como ejemplo de juego ideal de
apertura: sitúa un peón en el centro, desarrolla un caballo, luego un
alfil, etc. En cualquier caso, es una apertura muy importante a todos
los niveles de juego. Puede ser manejada de forma dinámica y dar
lugar a agudos gambitos o a tensas maniobras estratégicas. Para
comenzar, 4 b4 plantea el Gambito Evans, antes comentado.
Uno de los gambitos más antiguos es el Ataque Greco, así llamado
por el jugador y teórico italiano del siglo XVII. Se plantea así: 4 c3
Cf6 5 d4 exd4 6 cxd4 Ab4+ 7 Cc3?! (después de 7 Ad2 Axd2+ 8
Cbxd2 d5!, las blancas tendrán juego activo de piezas a cambio de
un peón d aislado) 7...Cxe4 8 0-0 (D).
En general, funciona muy bien, excepto contra la fuerte jugada
8...Axc3!. En tal caso, la mejor posibilidad para las blancas es la idea
del jugador danés Møller: 9 d5, cuya línea principal es 9...Af6 10 Te1
Ce7 11 Txe4 d6 12 Ag5 Axg5 13 Cxg5. Ninguno de los bandos tiene
una buena razón para apartarse de esta secuencia. Las negras
tienen entonces elección: 13...0-0 es seguro, y tiende a desembocar
en tablas forzadas: 14 Cxh7 Rxh7 15 Dh5+ Rg8 16 Th4 f5 17 Dh7+
Rf7 18 Th6 Tg8 19 Te1 Df8 20 Ab5 Th8 21 Dxh8 gxh6 22 Dh7+ Rf6
23 Txe7 Dxe7 24 Dxh6+, con jaque perpetuo. Sólo las negras tienen
posibilidades de desviarse. La otra jugada, 13...h6!?, es más
ambiciosa y, al menos, obliga a las blancas a tener que luchar
duramente por unas tablas.
Estas antiguas líneas de gambito no son populares en el ajedrez
internacional de nuestros días. A nivel de club, 4 c3 Cf6 5 d4 exd4 6
e5 puede resultar muy efectivo. Las negras deben jugar 6...d5! (D)
para obtener una posición satisfactoria.
Y recientemente, algunos jugadores del más alto nivel han estado
planteando interesantes ideas para las blancas también en estas
líneas, con Wesley So, empleándolas en partidas rápidas, contra
Magnus Carlsen, por ejemplo, ganándole en 2021. Una de las líneas
principales sigue así: 7 Ab5 Ce4 8 cxd4 Ab6 9 Cc3 0-0 10 Ae3 Ag4
11 h3 Ah5 12 Dc2, con una dura lucha estratégica por delante.
Pero el principal tratamiento moderno del Giuoco Piano implica un
enfoque lento, más circunspecto. El juego sigue normalmente con 4
d3 o 4 c3 Cf6 y ahora 5 b4 Ab6 6 d3 d6 7 a4, ganando espacio o, con
mayor frecuencia, 5 d3 d6 6 0-0 0-0 7 a4 (D), con un desarrollo
tranquilo y flexible.
Estas líneas están llenas de sutilezas, incluidos varios órdenes de
jugadas. Ambos bandos pueden diferir el enroque, mientras que las
negras pueden jugar ...a6 o ...a5 para permitir la retirada del alfil a
a7, o pueden diferir ...d6, con la esperanza de jugar directamente
...d7-d5, etc. El juego a menudo recuerda a las líneas de la Ruy
López, con las blancas preparando el avance d3-d4 y maniobrando
con su caballo de dama, por d2 y f1, para llegar a e3 o g3. Se trata
de un importante campo de batalla en el ajedrez moderno de la alta
competición, con muchos de los nombres famosos implicados en el
desarrollo de nuevas ideas y órdenes de jugadas. Aunque procede
observar que esto es, en gran parte, consecuencia de los problemas
de las blancas para conseguir ventaja contra la Defensa Berlinesa o
el Ataque Marshall de la Ruy López, lo que ha llevado a las blancas a
descubrir interesantes posibilidades en el Giuoco Piano.
Göring, Gambito (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 d4 exd4 4 c3)

Este vástago de la Apertura Escocesa tiene ideas en común con el


Gambito Danés. Es muy peligroso y puede llevar a grandes
complicaciones. Sin embargo, como en muchos gambitos de este
tipo, las negras disponen de una respuesta apropiada e igualadora:
4...d5 5 exd5 Dxd5 6 cxd4 Ag4 7 Ae2 Ab4+ 8 Cc3 Axf3 9 Axf3 Dc4!
(impidiendo el enroque), introducida por Capablanca, que es muy
irritante para las blancas, pues virtualmente ha erradicado al Göring
del ajedrez de torneo: ¿por qué arriesgarse a jugar un gambito
especulativo sólo para caer en esta anodina posición?
Italiana, Apertura (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ac4)

El juego se bifurca ahora entre la aguda Defensa Dos Caballos


(3...Cf6), el sólido Giuoco Piano (3...Ac5) y, ocasionalmente, la
Defensa Húngara (3...Ae7?!, en cuyo caso 4 d4 mantiene fácilmente
ventaja).
Letón, Gambito (1 e4 e5 2 Cf3 f5?!)

Si el Gambito de Rey es arriesgado para las blancas, ¿no es esto


suicida para las negras? Bueno, lo primero a observar es que la línea
indicada en algunos viejos libros como refutación del Gambito Letón,
3 Ac4?!, no lo es en absoluto, ya que después de 3...fxe4 4 Cxe5, la
sorprendente 4...d5! es más que jugable para las negras, mientras
que incluso la vieja jugada 4...Dg5?! no pierde necesariamente,
aunque, obviamente, ambas líneas son tramposas si las blancas no
están preparadas.
Es preferible para las blancas la sensible 3 Cxe5 Df6 4 d4 (o 4
Cc4!?) 4...d6 5 Cc4 fxe4, y ahora tienen a su disposición varias
opciones satisfactorias. 6 Ae2 es una buena idea, impidiendo que la
dama negra juegue a g6, y manteniendo la flexibilidad del caballo de
b1.
Petrov, Defensa (1 e4 e5 2 Cf3 Cf6)
Es una defensa segura y extremadamente apropiada. A nivel de club
sufre un poco, debido a su reputación de ser excesivamente blanda,
pero a nivel internacional a menudo conduce a un juego
emocionante, pues las blancas tratan de demostrar que pueden
conseguir ventaja.

Lo primero que hay que notar es que después de 3 Cxe5, las negras
no deben jugar 3...Cxe4?!, ya que en tal caso 4 De2 gana material (si
el caballo negro se retira, 5 Cc6+ es un duro despertar). Dicho eso,
4...De7 5 Dxe4 d6 no es demasiado malo para las negras, ya que si
las blancas se aferran al peón extra, las negras pueden convertirlo
en un viable sacrificio de peón. Sin embargo, devolviéndolo con 6 d4
dxe5 7 dxe5 Cc6 8 Cc3 Dxe5 9 Dxe5+ Cxe5 10 Cb5, las negras caen
bajo cierta presión.
Hay dos líneas principales para las blancas:
3 Cxe5 d6 4 Cf3 Cxe4 5 d4 d5. Aquí las negras deben demostrar
que el caballo está bien situado en e4, y genera actividad. Por otra
parte, las blancas tratarán de demostrar que la posición del caballo
es inestable y si consiguen que se retire a f6, habrán ganado dos
tiempos (uno además del que permite comenzar a las blancas). En la
práctica, las blancas generalmente pueden hacer que el caballo se
retire, pero a costa de un deterioro estructural (por ejemplo, teniendo
que jugar c4), lo que tiende a equilibrar las cosas. Estas líneas son
muy sólidas para las negras, y en la reciente práctica de alto nivel las
blancas a menudo han ensayado 5 Cc3 Cxc3 6 dxc3, seguido de
agresión en el flanco de rey. Puede que esto no sea objetivamente
preferible, pero al menos conduce a un juego más desequilibrado.
3 d4 Cxe4 4 Ad3 d5 5 Cxe5 es una línea similar (sólo el caballo
blanco está situado en otra casilla) y también es una posición muy
sólida para las negras. Aquí las negras pueden elegir entre la sólida
y simétrica 5...Ad6, y la más agresiva 5...Cd7 (D).

Entonces, 6 De2 Cxe5 7 Axe4 dxe4 8 Dxe4 Ae6 se considera que


concede a las negras excelente compensación por el peón, aunque
las blancas retomen de caballo. Una línea crítica es 6 Cxd7 Axd7 7
0-0 Dh4 (7...Ad6 es más seguro y más popular) 8 c4 0-0-0 9 c5, y
ambos bandos atacarán al rey enemigo. Un material emocionante,
pero recuerde que si las blancas quieren evitar el juego agudo, es
posible 3 Cxe5 d6 4 Cf3 Cxe4 5 De2 De7 6 d3, y con damas fuera
del tablero, las tablas son el resultado previsible.
Philidor, Defensa (1 e4 e5 2 Cf3 d6)

Esta apertura se practica con frecuencia a nivel de club y ha ganado


alguna popularidad en el ajedrez internacional, pero con las negras
empleando a menudo un diferente orden de jugadas (véase más
abajo).
El concepto original de Philidor era que los peones no debían ser
obstruidos, y los caballos no debían ser situados enfrente de sus
peones. Por consiguiente, divisaba un rápido ...f5, formando una
falange de peones en el flanco de rey. Sin embargo, la variante 3 d4
f5? es demasiado debilitadora, de modo que en la práctica moderna
la Philidor es una bestia más pasiva de lo que su inventor pretendía,
respondiendo a 3 d4 con 3...exd4, 3...Cd7 o 3...Cf6, y las negras
generalmente juegan para igualar la posición. Con las dos últimas
jugadas, las negras buscan la posición resultante de 3...Cf6 4 Cc3
Cbd7 (D).
Entonces, 5 Ac4 Ae7 6 0-0 0-0 conduce a una dura lucha estratégica,
mientras que 5 g4!? es una popular idea reciente que desata el caos
inmediato, en línea con otros avances g4 que se han ensayado en
otras aperturas. Sin embargo, ambas jugadas tienen un
inconveniente específico: 3...Cd7 4 Ac4 crea problemas a las negras
con f7, mientras que en la posición abierta después de 3...Cf6 4
dxe5, las negras luchan por igualar.
En el ajedrez moderno, esta línea se alcanza a menudo por un
orden de jugadas de la Defensa Pirc: 1 e4 d6 2 d4 Cf6 3 Cc3, y
ahora 3...e5 (con idea de 4 Cf3 Cbd7 y considerando que 4 dxe5
dxe5 5 Dxd8+ Rxd8 6 Ac4 Ae6 es aceptable, pues los peones
doblados no resultarán vulnerables) o la menos habitual 3...Cbd7,
con idea de 4 Cf3 e5, pero aquí 4 f4 es una respuesta más agresiva.
En la mayoría de los casos, las negras logran lo que desean y en el
ajedrez actual, 1 e4 d6 2 d4 Cf6 3 Cc3 e5 4 Cf3 Cbd7 es
básicamente la Philidor. Como se ha dicho, las blancas disponen
entonces de una opción táctica y otra estratégica.
Ponziani, Apertura (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 c3)

Esta es una reliquia de tiempos pasados, que no es popular ni a nivel


de club ni en la alta competición. 3...Cf6 4 d4 Cxe4 5 d5 Ce7 (sencillo
y sólido; puede que aún sea mejor 5...Ac5!, pero no tiene sentido
estudiar una jugada caótica en una apertura con la que se encontrará
una vez en una década) 6 Cxe5 Cg6 es una respuesta buena y
sensible (por ejemplo: 7 De2 De7 8 Cxg6 hxg6 9 Ae3 Th5), mientras
que la oscura 3...d5 4 Da4 podría confundir a los jugadores que no
hayan estudiado la línea.
Portuguesa, Apertura (1 e4 e5 2 Ab5)

Esto parece una Ruy López en la que las blancas se han olvidado de
jugar el caballo, pero tiene cierta lógica. Las blancas pueden
encontrar una mejor continuación que Cf3; quizá d3 y f4. No
obstante, las negras disponen de elección entre varias buenas
jugadas. La más popular es 2...c6 3 Aa4 Cf6, variante en la que se
ha hecho muy famosa la miniatura Vescovi–I.Sokolov, Malmö 1995: 4
De2?! (es mejor 4 Cc3) 4...Ac5 5 Cf3 d5 6 exd5 0-0! 7 Cxe5? Te8 8
c3 Axf2+! 9 Rf1 Ag4 10 Dxf2 Txe5 11 Rg1 De7 0-1.
Rey, Gambito de (1 e4 e5 2 f4)

El Gambito de Rey era, con diferencia, la apertura más popular del


siglo XIX, y hasta el día de hoy conserva su atractivo para los
audaces jugadores de ataque. Un indicativo de su anterior dominio
sobre las demás aperturas es que en The Chess-Player’s Handbook,
publicado en 1847, Howard Staunton (alguien nada inclinado a la
práctica de gambitos) le dedica 109 páginas al Gambito de Rey, de
las 343 que cubren todas las aperturas.
En un primer vistazo, el Gambito de Rey parece una aventura
temeraria: las blancas exponen su rey y permiten a las negras situar
un peón en f4, que el primer jugador no tiene garantías de poder
recuperar. La clave, sin embargo, radica en que si las blancas
pueden mantener la iniciativa, estos problemas no tendrán
importancia. Cierto que el rey blanco puede ser jaqueado, pero si
puede mover, que así sea. Las blancas vislumbran que tras 2...exf4,
tendrán las manos libres en el centro y que podrán abrir la columna f
para lanzar un ataque a la casilla f7 y, por tanto, al rey negro. Si las
negras se aferran al peón de f4 para mantener cerrada la columna f,
entonces se obligan a realizar más jugadas debilitadoras de peón
(...g5) o alguna torpe defensa de piezas (por ejemplo: el caballo de
rey en h5 o g6). Sin embargo, en la era supuestamente científica del
ajedrez, que se inicia con Steinitz, Lasker y otros, tales gambitos
dejaron de estar de moda. La opinión de Steinitz era que un ataque
sólo estaba justificado cuando el jugador disponía de alguna ventaja,
y que esa ventaja sólo podía conseguirse si el oponente cometía un
error. Puesto que 1...e5 no es un error fatal, ¡las blancas no deberían
lanzar un ataque! En el primer cuarto del siglo XX, el nuevo
“hipermodernismo” resultó capital para el pensamiento ajedrecístico,
con jugadores como Nimzowitsch y Réti a la cabeza del movimiento.
El Gambito de Rey tampoco encajaba en su forma de pensamiento:
¡no había espacio para controlar el centro a distancia!
Con todo, algunos jugadores han vuelto al Gambito de Rey. En
particular, los grandes maestros ingleses Mark Hebden y Joe
Gallagher lo han revitalizado. Siendo adolescentes, Judit y Zsofia
Polgar también contribuyeron en buena medida a la popularidad del
Gambito de Rey, sobre todo del Gambito de Alfil, 2...exf4 3 Ac4. Sin
embargo, pocos jugadores de élite se inclinan por esta apertura, ni
siquiera en partidas rápidas o blitz. Es notable que cuando Vladimir
Kramnik, un jugador de peón dama de toda la vida, decidió añadir 1
e4 a su repertorio, examinó ampliamente todas las opciones de
gambito con ojos nuevos, por así decir. Se cuenta que si bien pudo
acabar descubriendo una motivación posicional para aperturas como
el Gambito Evans, no pudo llegar a entender por qué las blancas
debilitaban su flanco de rey jugando 2 f4.
Pese a todo, y dada la larga historia y romántico reclamo del
Gambito de Rey, es preciso pasar revista sistemática a las
principales variantes de la apertura. En primer lugar, comentaré la
aceptación del gambito, 2...exf4, ya que es la respuesta crítica. La
jugada normal entonces es 3 Cf3 (D), el Gambito de Caballo de Rey.
Las blancas tienen in mente dos ideas principales: jugar d4 y Axf4,
dominando el centro, y atacar f7 con Ac4 y 0-0. La respuesta más
consistente de las negras es 3...g5 (y entonces 4 h4 g4 5 Ce5, el
Gambito Kieseritzky, es crítico), pero hay numerosas alternativas:

Defensa Cunningham
3...Ae7 es una vieja y flexible jugada. Las negras se desarrollan y
pueden continuar con un irritante jaque en h4. Sin embargo, en h4 el
alfil puede quedar tan mal situado como el rey blanco. Una línea
entonces es 4 Cc3 Ah4+ (4...Cf6 5 e5 Cg4 6 Ac4 conduce a un juego
interesante) 5 Re2 d5 6 Cxd5 Cf6 7 Cxf6+ Dxf6 8 d4 Ag4 (D).
Las blancas tienen varias ventajas en esta posición, mientras que las
negras confían –lo que es muy razonable– en la incomodidad del rey
blanco a modo de compensación.

Defensa Fischer
Tras su derrota ante Spassky de 1960, Bobby Fischer decidió tratar
de refutar el Gambito de Rey. Poco después publicó su análisis de la
jugada 3...d6, que pretende constituir una mejora sobre las líneas
derivadas de la inmediata 3...g5. El peón d quita la casilla e5 al
caballo blanco, a la vez que se planea 4...g5, y después de 5 h4 g4,
el caballo tendrá que buscar otra casilla. La línea principal es 4 d4 g5
5 h4 (5 g3!? ha atraído la atención de los jugadores modernos,
existiendo una tendencia a este enfoque en diversas posiciones
relacionadas) 5...g4 6 Cg1 (D) (y no 6 Cg5?! f6!).
Esta posición bastante extraña ofrece a las blancas buenas
perspectivas de ataque.

Defensa Moderna
Aquí las negras esperan anular la iniciativa de las blancas,
devolviendo inmediatamente el peón, en aras de un rápido desarrollo
y un temprano enroque: 3...d5 4 exd5 Cf6 (D).
En esta posición, Hebden y Gallagher emplearon con buenos
resultados la jugada 5 Ac4. Por ejemplo: 5...Cxd5 (no es bueno
5...Ad6, ya que el peón de d5 es más valioso que el de f4) 6 0-0 Ae7
7 d4 0-0 8 Axd5 Dxd5 9 Axf4 c5 10 Cc3 Dc4?! 11 De1 Af6 12 Ad6
Axd4+ 13 Rh1 Td8 14 Ce4 f5?! 15 Dh4 Cc6 16 Ce5! (D) es una
bonita celada con la que Gallagher ha cazado a dos grandes
maestros.
En la sexta jugada, sería mejor para las negras 6...Ae6, a fin de
retomar con el alfil. Después de 7 Ab3 Ae7 8 c4 Cb6 9 d4 Cxc4 10
Axf4, un interesante sacrificio de peón, es la preferencia de Hebden y
Gallagher.

Varias terceras jugadas de las negras


a) 3...Cc6?! se replica con fuerza con 4 d4.
b) 3...h6, la Defensa Becker, puede contestarse con la rara 4 b3!?,
con idea de disuadir de ...g5, así como con la más natural y normal 4
d4 g5 5 Cc3 Ag7 6 g3 (como ya se ha dicho, esta jugada es un tema
importante en el moderno Gambito de Rey).
c) 3...Cf6 4 e5 Ch5 (D), la Defensa Schallopp, parece excéntrica,
pero no es mala.
Las blancas pueden jugar 5 d4 d5 6 c4, y si ahora 6...g5, 7 g4! es
muy interesante, ya que en caso de 7...Axg4?! 8 Tg1 abre líneas en
favor de las blancas.
d) 3...Ce7 fue jugado por Seirawan contra Spassky, pero pronto lo
lamentó tras 4 d4 d5 5 Cc3 dxe4 6 Cxe4 Cg6?! 7 h4! De7?! 8 Rf2!
Ag4 (no 8...Dxe4? 9 Ab5+ y 10 Te1) 9 h5 Ch4 (9...Axh5 10 Txh5
Dxe4 11 Ac4 da a las blancas numerosas amenazas) 10 Axf4 Cc6 11
Ab5 0-0-0 12 Axc6 bxc6 13 Dd3, lanzando un ataque decisivo.
e) 3...f5, aunque una imagen especular del tipo de jugada que las
negras ensayarían en el Gambito de Dama Aceptado, parece poco
apropiado aquí, pero las blancas deben mantenerse alerta: 4 e5 g5?!
5 d4 g4 6 Axf4! gxf3 7 Dxf3 Dh4+ 8 g3 Dg4 9 De3, y las blancas
tienen un enorme ataque por la pieza.
f) 3...h5?!, la Defensa Wagenbach, es el tipo de jugada que solía
debatirse en el Myers Openings Bulletin y otras publicaciones
especializadas en “aperturas heterodoxas”. La idea principal es jugar
4 d4 g5, respondiendo a 5 Ac4 con 5...h4, impidiendo físicamente
que las blancas rompan en el flanco de rey con 6 h4. Pero las
blancas deberían jugar 5 h4 g4 6 Cg5! (hasta ahora no jugado en
este orden, pero alcanzando una posición que ya se jugó en 1788)
6...f6 7 Axf4 fxg5 8 Axg5! Ae7 9 Dd2, y el flanco de rey de las negras
es demasiado débil.

El Gambito Kieseritzky
Pasamos ahora a la línea más crítica del Gambito de Rey. Después
de 3 Cf3, las negras defienden su peón con 3...g5 (D), con algunas
ideas de atacar el caballo de f3 con un ulterior ...g4.

Ahora, 4 Ac4 g4 (4...Ag7 es más seguro y mejor) 5 0-0 gxf3 6 Dxf3


es el notable Gambito Muzio, considerado, aunque sea difícil de
creer, una variante de tablas con el mejor juego por ambas partes.
El Kieseritzky prosigue con 4 h4 g4 5 Ce5. Observe que la cuarta
jugada de las blancas no era sólo para romper los peones negros del
flanco de rey. El peón de h4 impide ...Dh4+ y ataca la casilla g5. Las
negras disponen de muchas respuestas, pero 5...Cf6 se considera la
mejor. Entonces, 6 Cxg4 Cxe4 7 d3 Cg3 8 Axf4 Cxh1 (o 8...De7+) es
una línea aguda en la que las blancas no logran demostrar ventaja
alguna, mientras que 6 d4 d6 7 Cd3 Cxe4 8 Axf4 De7 no debería
reportar a las blancas juego suficiente por el peón.
Un ejemplo de enfoque más moderno por parte de las blancas es 4
Cc3 Ag7 (4...Cc6 5 g3 puede volver a lo mismo) 5 d4 d6 6 g3, y
después de 6...Cc6 7 d5 Ce5 8 gxf4 gxf4 9 Axf4 Ag4 10 Ae2, hay por
delante un juego complejo.

El Gambito de Alfil de Rey


Este gambito, 3 Ac4, lo jugaban a menudo las jóvenes Polgar.
Entonces, 3...Cc6 es una fuerte respuesta, pero la continuación
tradicional, 3...Cf6 4 Cc3 c6 (D), crea problemas a las blancas.

Las negras preparan ...d5, que debería reportarles buen juego. Pero
las blancas pueden mantener el juego desequilibrado. Por ejemplo: 5
d4 d5 6 exd5 cxd5 7 Ab3 Ad6 8 Cge2, planeando simplemente
retomar en f4, en cuyo caso las blancas quedan bien. Entonces
8...Ag4 9 Dd3 0-0 10 0-0 f3 11 gxf3 Ah3 12 Tf2, con idea de Ag5 no
es fácil para las negras, mientras que 8...De7!? 9 Cb5 (9 0-0?! g5!; 9
Dd3 Cc6) 9...Ab4+ 10 c3 a6 11 cxb4 axb5 12 Axf4 conduce a un
juego confuso. Si las negras juegan 8...0-0 9 0-0 g5, entonces 10 h4
h6 11 hxg5 hxg5 12 g3 mantiene la vivacidad del juego.

Las negras pueden rehusar el Gambito de Rey de varias formas,


algunas agresivas, otras sutiles, y otras peculiares. Esta apertura
tiene una larga historia y, en un momento u otro, ¡se ha ensayado
casi todo!
Contragambito Falkbeer
Aquí las negras tratan de apoderarse de la iniciativa rehusando el
gambito y proponiendo, a su vez, un sacrificio de peón: 2...d5 3 exd5.
La idea original de Falkbeer, 3...e4?!, se considera actualmente
sospechosa, debido a 4 d3, de modo que la atención se ha
desplazado a la jugada de Nimzowitsch, 3...c6 (D), aunque no sea,
precisamente, una jugada característica de Nimzowitsch.

Una línea importante entonces es 4 Cc3 exf4 5 Cf3 Ad6 6 d4 Ce7 7


dxc6 Cbxc6. El juego tiene un aspecto moderno, con ambos bandos
en búsqueda de desarrollo antes que de ganancias materiales. Sus
activas piezas compensan a las negras su sospechosa estructura de
peones.

Defensa Clásica
2...Ac5 es una jugada sensible, de las que explotan el hecho de que
las blancas no amenazan 3 fxe5, pues en tal caso seguiría el jaque
letal 3...Dh4+.
3 Dh5? es una forma imaginativa de explotar la posición del alfil en
c5, pero entonces el gambito 3...Cf6 4 Dxe5+ Ae7 y la natural 3...Cc6
4 fxe5 Cd4! son ambas muy buenas réplicas.
Después de 3 Cf3 d6, las blancas pueden elegir entre la ambiciosa
4 c3, preparando d4 (y entonces 4...Ag4 5 fxe5 dxe5 6 Da4+ Cd7 7
Cxe5 Dg5! es jugable para las negras), y la sensible 4 Cc3,
alcanzando un tipo de posición estándar. Debería mencionar también
que después de 4 c3 f5!? 5 fxe5 dxe5 6 d4 exd4 7 Ac4! fxe4,
Gallagher prefiere 8 Cxd4 a la codiciosa 8 Cg5?! Cf6 9 Cf7 De7 10
Cxh8 Cc6, que concede a las negras fuertes amenazas.

Dos raras ideas


Una respuesta inusual al Gambito de Rey es la Variante Nordwalde,
analizada extensamente por Stefan Bücker: 2...Df6?!, con el
descarado plan 3...Dxf4. No es tan mala como a primera vista
parece, pero mi consejo es “¡no la intente en casa!” Por ejemplo:
después de 3 Cc3 Dxf4 4 Cf3 d6 5 d4 Dg4 6 dxe5?! dxe5, las negras
puede que sobrevivan, pero Bücker llama la atención sobre 4 d4!.
Realmente, tales líneas son fascinantes de analizar y demostrar, de
paso, la inagotabilidad del ajedrez, pero ¡es peligroso utilizarlas en
partidas clave! El propio Bücker sólo se interesó en la línea cuando
se encontró con problemas para descubrir una refutación concreta.
Una idea más seria fue analizada por el GM alemán Matthias
Wahls: 2...Cc6 3 Cf3 (3 Cc3 es un Gambito Vienés) 3...f5 (D).
Este artículo fue titulado como “El Gambito de Rey, ¡finalmente
refutado!”, aunque seguramente fue una referencia irónica al citado
artículo de Fischer. Sin embargo, esta idea no tiene, al menos, nada
seriamente erróneo. Las blancas deben evitar 4 Ac4? fxe4! 5 Cxe5
Cxe5 6 fxe5 d5 7 exd6 Axd6 8 0-0 Dh4!. De otro modo, 4 d3 d6
conduce a un juego muy lento para un Gambito de Rey, mientras que
4 Cc3 fxe4 5 Cxe5 Cf6 6 d3 Ab4 es saludable para las negras, y 4
exf5 e4 5 Ce5 Cf6 6 d4 d6 (6...exd3 7 Axd3 Ac5 8 Cc3 0-0 9 Df3
tampoco es muy claro) 7 Ab5! dxe5 8 fxe5 Axf5 9 exf6 Dxf6 10 0-0
Ad6 deja a las negras lo bastante activas.
Ruy López (1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ab5)

Esta es una de las más antiguas y famosas aperturas del ajedrez.


Contiene muchos grandes sistemas y variantes, y enorme diversidad
estratégica.
La jugada de alfil presiona sobre el caballo de c6 y, en
consecuencia, sobre el peón de e5. Aunque todavía no existe la
amenaza de ganar el peón, existirá pronto, y las negras sienten
tradicionalmente la necesidad de expulsar al alfil con sus peones del
flanco de dama, generalmente comenzando de inmediato con 3...a6,
pero hay varias alternativas:

Defensa Steinitz
Esta defensa (3...d6) es el precedente de la más moderna Defensa
Steinitz Diferida (3...a6 4 Aa4 d6), que se comenta más adelante.

Defensa Schliemann
Esta ingeniosa respuesta, 3...f5 (D), se encuentra, a veces, a nivel
magistral.
Puede conducir a un juego bizarro e intrincado. El argumento es que,
en comparación con el Gambito Letón, las jugadas Ab5 y ...Cc6
mejoran las posibilidades de las negras, ya que un cambio en c6 les
convendría en un escenario de gambito, en el que el desarrollo es lo
más importante. La respuesta crítica de las blancas es 4 Cc3,
continuando con el desarrollo. Entonces, después de 4...fxe4
(4...Cd4 5 exf5 c6 6 Cxe5!? es un peligroso sacrificio de pieza) 5
Cxe4, las negras tienen elección. 5...Cf6 es la opción sólida, pues
tanto 6 De2 d5 7 Cxf6+ gxf6 8 d4 Ag7! 9 dxe5 0-0 como 6 Cxf6+ Dxf6
7 De2 Ae7 8 Axc6 bxc6! se considera que ofrecen a las negras una
compensación razonable por el peón. La opción más emocionante es
5...d5 6 Cxe5 dxe4 7 Cxc6 Dg5 (D).
Es asombroso que esta posición no se decante rápidamente a uno u
otro lado, pero en realidad la línea principal es 8 De2 Cf6 9 f4 Dxf4
10 Ce5+ c6 11 d4 Dh4+ 12 g3 Dh3 13 Ac4 Ae6 14 Ag5, con una
posición relativamente tranquila, en la que las negras tendrán
algunas dificultades para asegurar que la actividad de sus piezas sea
suficiente para compensar la debilidad de su peón e aislado.
Los mejores jugadores modernos responden más a menudo con 4
d3, a lo que sigue 4...fxe4 5 dxe4 Cf6 6 0-0, puesto a prueba en
numerosas partidas importantes. Esto solía considerarse demasiado
modesto como para ofrecer nada positivo a las blancas, pero las
negras no lograrán reparar fácilmente su debilidad en la diagonal a2–
g8.

Defensa Berlinesa
En esta antigua línea, las negras simplemente se desarrollan con
3...Cf6. Después de un prolongado desdén, se ha vuelto
extremadamente popular en el nuevo milenio, a raíz de haber sido
empleada por Kramnik para derrotar a Kasparov en su match de
2000. La línea principal es 4 0-0, y ahora la aguda 4...Ac5 5 c3 0-0 6
d4 Ab6 7 Ag5 h6 8 Ah4 d6 es satisfactoria para las blancas, tras la
sutil 9 a4 a5 10 Dc1!?, pero la de aspecto blandengue 4...Cxe4 5 d4
Cd6 6 Axc6 dxc6 7 dxe5 Cf5 8 Dxd8+ Rxd8 (D) es la sorprendente
base para su nueva popularidad.

Parece que las negras se enfrentan a un difícil final, debido a la


mayoría de peones blancos en el flanco de rey y a sus fracturados
peones en el flanco de dama. Sin embargo, el peón blanco puede
estar sobreextendido en e5 (las negras tienen más casillas para
maniobrar sus piezas), y esto hace que a las blancas les resulte
difícil demostrar que pueden conseguir ventaja. Algunos jugadores
incluso emplean esta línea, con negras, ¡con intención de ganar! Los
enfoques más prometedores de las blancas se basan en un juego
concreto y agudo, tratando la posición como si fuese un medio juego
antes que un final. Es una de las posiciones más intensamente
estudiadas en toda la historia de la teoría ajedrecística, con muchos
planes y secuencias precisas, elaboradas por docenas de jugadas,
hasta muy avanzado el final. Varios jugadores, entre los mejores del
mundo, son especialistas sobresalientes en la Berlinesa. Seguiremos
comentando esta defensa, junto con algunas otras opciones de las
blancas en la sección Estrategia.

Defensa Bird
El maestro inglés del siglo XIX Bird tuvo buen número de ideas
excéntricas en la apertura, y su jugada 3...Cd4 es una de ellas. No
obstante, la jugada no es mala, y gozó de cierta popularidad, al
máximo nivel, a fines de 1980. 4 Cxd4 exd4 5 Ac4 (D) es una buena
respuesta.

Esto impide 5...Ac5?, debido a 6 Axf7+ Rxf7 7 Dh5+. Una línea


crítica es 5...Cf6 6 0-0, y después de 6...Cxe4?! 7 Axf7+ Rxf7 8 Dh5+
g6 9 Dd5+ Rg7 10 Dxe4 Df6 11 d3, las blancas conservan algunas
posibilidades de victoria, debido a su superior estructura. La mejor
opción de las negras es 6...d5 7 exd5 Ae7, como jugó Carlsen, si
bien en una partida que perdió. Entonces, 8 Te1 Cxd5 9 Dh5 c6 10
Axd5 Dxd5 11 Dxd5 cxd5 es aceptable para las negras, mientras que
8 Df3 0-0 (aquí Carlsen confundió el orden de jugadas con 8...Ag4?)
9 d3 (9 h3 podría ofrecer ventaja, aunque después de 9...Dd7!?, las
negras planean ...b5) 9...Ag4 (¡ahora sí es buen!) 10 Df4 Ad6! 11
Dxd4 c5! 12 Dc3 Ch5 da a las negras suficiente juego en el flanco de
rey.

La respuesta normal es 3...a6. Las blancas generalmente retiran el


alfil a a4, pero hay una alternativa:
La Variante del Cambio
Aquí las blancas juegan 4 Axc6 dxc6. Ahora 5 Cxe5?! es pobre,
debido a 5...Dd4, recuperando el peón, mientras que 5 d4 es
demasiado simplificadora. La jugada de Fischer, 5 0-0 (D) insufló
nueva vida a la Variante del Cambio en la década de 1960.

Aunque nunca llegó a ser realmente popular, es un arma fiable en


manos de muchos jugadores. Mantiene la injustificada reputación de
que conduce a un juego aburrido. Ahora las blancas amenazan
realmente el peón de e5, pero su pensamiento está centrado en
ganar un final a largo plazo. Si consideramos la posición, retirando
del tablero todas las piezas mayores y menores, este final de
peones, que podría alcanzarse si las negras aceptan ingenuamente
el cambio masivo de piezas, estaría fácilmente ganado por las
blancas.
La razón es que pueden crear un peón pasado en el flanco de rey,
mientras que las negras no pueden hacer lo propio en el flanco de
dama. Sin embargo, si las negras conservan algunas piezas sobre el
tablero y activan sus alfiles, en apoyo de oportunos avances en el
flanco de dama, podrán disponer de una buena cuota del juego.

Después de la normal 3...a6 4 Aa4 (D) hay numerosas ideas para las
negras:
Variante Noruega
Esta es una idea dudosa y un tanto excéntrica, con la que las negras
acosan al alfil español: 4...b5 5 Ab3 Ca5. Tiene su lógica, pero pocos
jugadores, excepto unos cuantos noruegos muy patrióticos, tienen
estómago para la posición resultante de las negras tras 6 0-0 d6 7 d4
Cxb3 (7...exd4 8 Cxd4 Ab7 9 Ad2 Cxb3 10 Cxb3 tocando la casilla
a5) 8 axb3 f6 9 Cc3. Después, por ejemplo, de 9...Ab7 10 Dd3 Ce7
11 Td1 Cg6 12 Ae3, las blancas amenazan Cxb5, y lo mejor que
pueden esperar las negras es una posición bastante sólida, pero
pasiva.

Defensa Steinitz Diferida


4...d6 es una jugada impopular, aunque perfectamente respetable.
En su día, Capablanca y Keres la utilizaban con buenos resultados.
La respuesta 5 d4 tiene el inconveniente de que 5...b5 6 Ab3 Cxd4
7 Cxd4 exd4 hace difícil para las blancas recuperar el peón de forma
satisfactoria (debido a una forma de la trampa conocida como Arca
de Noé: 8 Dxd4?? c5 9 Dd5 Ae6 10 Dc6+ Ad7 11 Dd5 c4 y el alfil
está cazado), mientras que 5 c4 (para disuadir de ...b5) deja débil la
casilla d4.
5 0-0 puede contestarse con la irritante 5...Ag4, y después de 6 c3
Df6 o de 6 h3 h5, con juego agudo. 5 Axc6+ bxc6 6 d4 exd4 también
concede a las negras unas perspectivas decentes. Las blancas
tienen un poco más de espacio, pero la posición de las negras es
sólida y contiene algún potencial dinámico.
La jugada crítica es, por consiguiente, 5 c3 (D), preparando la
creación de un centro de peones, pero esto permite a las negras una
réplica muy aguda.

En este momento, con 5...f5 se plantea la agresiva Variante Siesta.


Después de 6 exf5 Axf5 7 0-0 Ad3 8 Te1 Ae7 9 Ac2 (9 Te3 e4 es otra
línea importante, y entonces las blancas pueden considerar 10
Ca3!?, a lo que puede seguir 10...Ch6 11 Db3 o 10...Cf6 11 Ce1)
9...Axc2 10 Dxc2 Cf6 11 d4 las blancas pueden buscar ventaja en las
líneas 11...0-0 12 d5! e4 13 Cg5 Ce5 14 Cd2! y 11...e4!? 12 Cg5 d5
13 f3 h6 14 Ch3 0-0 15 Cd2. Estas líneas están llenas de vida, pero
las negras pueden preferir 5...Ad7, aunque esto permite a las
blancas asumir la iniciativa.

Una de las dificultades al comentar la Ruy López es que hay


demasiadas alternativas en cada jugada. Después de 1 e4 e5 2 Cf3
Cc6 3 Ab5 a6 4 Aa4 Cf6 (D), las blancas pueden seguir con:
a) 5 d4 es demasiado simplificadora.
b) 5 d3 d6 6 c3 es una idea sutil. Parece que cuando, más tarde,
las blancas jueguen d3-d4 habrán perdido un tiempo, en
comparación con las líneas principales, pero no es el caso. En
aquellas líneas, las blancas generalmente juegan h3 para impedir
...Ag4, que sería una jugada molesta cuando el peón de d4 carece
de suficiente protección. La “gran idea” es que las blancas pueden
así poder ejecutar la maniobra Cbd2-f1-g3 (en algunas de las líneas
principales las negras pueden ejercer presión sobre e4 para impedir
esa maniobra) y jugar el peón a d4 sin una pérdida real de tiempo.
Psicológicamente, 5 d3 tiene un valor añadido para quienes
pretenden jugar la Defensa Abierta o el Ataque Marshall, y es una
elección natural para quienes responden a la Berlinesa (3...Cf6) con
4 d3.
c) 5 De2 tiende a convertirse en lo mismo, pues 5 0-0, suele
seguirse con 6 De2, pero tiene la ventaja de impedir 5...Cxe4.
d) 5 0-0 es la jugada más habitual, en cuyo caso las negras
normalmente eligen entre 5...Cxe4 (la Defensa Abierta) y 5...Ae7
(Defensa Cerrada), aunque también hay algunas otras jugadas,
como la Defensa Møller, 5...Ac5, que es similar a la Variante Neo-
Arcángel, mientras que 5...d6 tiene mucho en común con la Defensa
Steinitz Diferida.
La Neo-Arcángel (5...b5 6 Ab3 Ac5) y la Variante Arcángel, 5...b5 6
Ab3 Ab7, están estrechamente relacionadas y aquí se encuentran las
más importantes de las ideas inusuales para las negras. La última
conduce a un juego muy agudo en muchas líneas y requiere
conocimientos de especialistas. Una de las líneas principales es 7
Te1 Ac5 8 c3 d6 9 d4 Ab6 10 Ae3 0-0 11 Cbd2 h6 12 h3, mientras
que 7 c3 Cxe4 8 d4 Ca5 (D) (o 8...exd4 9 Te1 d5) es, a la vez, más
aguda y más caótica.

Entonces puede seguir 9 Cxe5 Cxb3 10 Dxb3 Cd6 11 Te1, que es


una posición crítica, mientras que 9 Ac2 exd4 10 Axe4 Axe4 11 Te1
d5 12 b4 Cc4 13 Cxd4 c5 14 bxc5 Axc5 15 f3 0-0 16 fxe4 dxe4 es un
sacrificio profundamente analizado. La Neo-Arcángel es menos
salvaje y más popular al más alto nivel.

La Ruy López Abierta (5 0-0 Cxe4) es una línea popular, que se puso
de moda a raíz de los matches por el campeonato mundial entre
Karpov y Korchnoi de 1978 y 1981, y que jugó un papel decisivo en
el match Kasparov–Anand de 1995. La línea principal continúa así: 6
d4 b5 (6...exd4?! 7 Te1 d5 se replica con fuerza con 8 c4!) 7 Ab3 d5
(las negras devuelven el peón para ganar un punto fuerte en el
centro) 8 dxe5 Ae6 (D).

Una de las líneas más emocionantes, a partir de esta posición, es 9


Cbd2 Cc5 10 c3 d4 11 Cg5 (D).

Esta jugada, una idea de Igor Zaitsev, la planteó Karpov por primera
vez, contra Korchnoi, en 1978. La idea es que si las negras toman el
caballo, 11...Dxg5, entonces 12 Df3 recupera el material (12...0-0-0
sería entonces la línea principal). Sin embargo, las negras
descubrieron algunos métodos, aparentemente razonables, de modo
que fue una sorpresa que Kasparov emplease de nuevo este arma
contra Anand, en 1995. Después de que hubiese sido vapuleado en
la línea 11...dxc3 12 Cxe6 fxe6 13 bxc3 Dd3 14 Ac2 (sugerencia de
Tal en 1978) 14...Dxc3 15 Cb3 (nueva aportación de Kasparov,
aunque quizá Tal ya la hubiese divisado), Anand abandonó la Ruy
López durante el resto del match. Naturalmente, nuevas sorpresas
esperaban a las negras en otras líneas, tras el sacrificio de pieza
(como 11...Ad5?! 12 Cxf7!), y toda la línea permanece en estado
crítico.
Tradicionalmente, la variante principal es 9 c3, algunas de cuyas
líneas se han analizado con extraordinaria profundidad a lo largo de
los años.
Después de 9...Ac5 (9...Ae7 es una importante alternativa – véase
aquí) 10 Cbd2 0-0 11 Ac2 (D), las negras deben decidir cómo
resolver el ataque a su caballo de e4.

Korchnoi jugó 11...Af5 algunas veces en 1978, pero eventualmente


Karpov logró claras ventajas en varias partidas. La línea principal es
ahora 12 Cb3 Ag6 13 Cfd4 Axd4 y entonces 14 cxd4 a5 15 Ae3 a4
16 Cd2 f6 17 f4!? o 14 Cxd4 Dd7 15 f4 Cxd4 16 cxd4 f6 17 Ae3,
aunque estas líneas deberían ser jugables para las negras.
11...f5 es una jugada muy antigua, que ha sido rescatada con
algún éxito por el siempre imaginativo gran maestro de Sarajevo Ivan
Sokolov. Después de 12 Cb3 Aa7 13 Cfd4 Cxd4 14 Cxd4 Axd4, la
combativa línea 15 cxd4 f4 16 f3 Cg3 17 hxg3?! fxg3 18 Dd3 Af5 19
Dxf5 Txf5 20 Axf5 Dh4 21 Ah3 Dxd4+ 22 Rh1 Dxe5 (llamada La
Grande Variante) el juego es muy agudo y confuso (los módulos
modernos evalúan este caótico final como “0.00” y sugieren que las
blancas deberían declinar el caballo en la jugada 17. Sin embargo,
las blancas disponen de la jugada de Bogoljubow, 15 Dxd4, que
ofrece a las blancas al menos una pequeña ventaja.
11...Cxf2 12 Txf2 f6 (D) es el Ataque Dilworth, que normalmente
conduce a finales desequilibrados y difíciles de jugar para ambos
bandos.

Vachier-Lagrave ha ensayado 13 Cf1!? Axf2+ 14 Rxf2 fxe5 15 Rg1,


pero después de 15...Ag4 16 Ce3 Ae6, no es evidente cómo podrían
progresar las blancas: 17 Ab3 se contesta con 17...e4, mientras que
17 b3 a5 impide la idea de Aa3.
La línea principal del Dilworth es 13 exf6 Axf2+ 14 Rxf2 Dxf6 15
Cf1 Ce5 16 Ae3 Tae8 17 Ac5 Cxf3 18 gxf3 Tf7 (D).
La posición negra ha resultado ser resiliente en buen número de
partidas de alto nivel, lo que sugiere que la idea de Dilworth ha sido
injustamente relegada.
La otra respuesta principal a 9 c3 es 9...Ae7, que conduce a un
juego marginalmente más tranquilo. La partida tiende a continuar así:
10 Ae3 Dd7 11 Cbd2 Td8 12 Te1 0-0 13 Ac2 (D).
La línea simplificadora 13...Af5 14 Db1 (14 h3 De6!?; 14 Cxe4 Axe4)
14...Cxd2 15 Axd2 Axc2 16 Dxc2 d4 probablemente sea la
continuación más segura para las negras.

La Ruy López Cerrada


La línea principal es 5 0-0 Ae7 6 Te1 b5 7 Ab3 (D). Cada una de
estas jugadas es perfectamente comprensible en términos de
amenazas a los peones e de ambos bandos.

Este es uno de los principales campos de batalla del ajedrez


moderno, con variantes que convienen a jugadores de casi todos los
temperamentos. Libros enteros se han consagrado a líneas
individuales de la Ruy López Cerrada, y muchas de sus variantes
han sido analizadas con extrema profundidad, y aun así sus
misterios siguen sin haber sido revelados, tal y cómo lo fueron
cuando Ruy López introdujo, por primera vez, 3 Ab5 en el siglo XVI.
La Ruy López Cerrada es una buena prueba para la comprensión
estratégica de un jugador, de modo que no es de extrañar que
Kasparov, Karpov, Fischer y Carlsen se hayan batido el cobre en esta
apertura con sus oponentes más importantes.
Aquí las negras deben tomar una decisión importante: ¿desean
jugar el Ataque Marshall? Si es así, su jugada siguiente es 7...0-0, y
si las blancas juegan 8 c3, prosiguen con 8...d5 9 exd5 Cxd5 10
Cxe5 Cxe5 11 Txe5 c6 (D).

Puede parecer que las negras han sido negligentes y han perdido un
peón. Sin embargo, el sacrificio de peón ha desnudado al flanco de
rey de las blancas y reportado a las negras ventaja en desarrollo.
Observe que la 8ª jugada blanca, cuyo propósito era crear un fuerte
centro con d4, tiene ahora poca utilidad. Las negras lo apostarán
todo por un ataque masivo contra el enroque, que ha sido analizado
en gran profundidad, aunque sin un claro veredicto. Para jugar el
Ataque Marshall con cualquier color, debe tener en cuenta que se
requiere mucha experiencia con la variante.
Las blancas pueden tratar de evitar estas complicaciones jugando
8 a4. Sin embargo, y como veremos en el capítulo “Investigación
avanzada de aperturas”, ni siquiera esto impedirá que las negras
jueguen 8...d5, aunque este gambito sigue siendo experimental.
Si las negras no desean jugar el Marshall, entonces juegan 7...d6 8
c3 (preparando d4) 8...0-0 (D).
Ahora las blancas pueden continuar inmediatamente con 9 d4, pero
entonces 9...Ag4 les dificulta mantener la tensión central. Habrá
entonces una batalla sangrienta, tanto si el juego prosigue con 10 d5
Ca5 11 Ac2 c6 12 h3 como con 10 Ae3 exd4 11 cxd4 Ca5 12 Ac2
Cc4 13 Ac1 c5 14 b3 Cb6.
La línea principal es 9 h3 (D), impidiendo la molesta ...Ag4 y
disponiéndose a jugar d4, de tal forma que las blancas puedan
mantener la tensión durante un período prolongado, haciendo difícil
el contrajuego de las negras.
Las blancas quieren jugar d4, seguido de Cbd2, Cf1 y Cg3, con una
excelente posición: e4 está firmemente protegido, ambos alfiles
pueden actuar en buenas diagonales y los dos caballos apuntan, de
forma amenazadora, al rey negro.
La mayoría de los planes defensivos de las negras se basan en
obstaculizar a las blancas en sus tentativas por reagrupar el caballo
de dama, bien mediante una actividad central, bien a base de juego
en el flanco de dama o con una presión directa sobre el peón de e4.
Después de 9...a5, la idea de Patrick Wolff, 10 d4 a4 11 Ac2 Ad7
12 Ad3 Db8 13 Ca3 b4 14 Cc4 concede a las blancas un juego
atractivo en el flanco de dama.
9...Ae6 es una jugada inusual. Después de 10 d4 Axb3 11 axb3
exd4 12 cxd4, no es fácil para las negras encontrar un juego
razonable. Por ejemplo: 12...Cb4 13 d5 c5 14 dxc6 d5 15 e5 Ce4 16
Cc3, con presión en el centro, o 12...d5 13 e5 Ce4 14 Cc3 f5 15 exf6
Cxf6 16 Ag5, y las piezas negras quedan restringidas.
Karpov jugó varias veces 9...Cd7, durante su match de 1990 por el
campeonato del mundo, pero Kasparov logró causarle un serio daño
en la 19ª partida: 10 d4 Af6 11 a4 Ab7 12 Ca3 exd4 13 cxd4 Cb6 14
Af4 bxa4 15 Axa4 Cxa4 16 Dxa4 a5 17 Ad2 Te8?! 18 d5 Cb4 19
Axb4 axb4 20 Dxb4 Tb8?! 21 Dc4! (D).
Nada da resultado aquí para las negras. Pueden tomar el peón de
b2, pero entonces el peón de c7 sería demasiado débil.

La Variante Smyslov, 9...h6, tiene algunos rasgos comunes con la


Variante Zaitsev, pero es virtualmente una pérdida de tiempo, ya que
las negras pueden arreglárselas permitiendo Cg5. Las blancas
pueden construir una satisfactoria posición sin mayores dificultades.

La Variante Breyer, 9...Cb8, es un sistema capital y sutil. La idea es


reagrupar el caballo a d7, seguido de ...Ab7. Las negras mantienen
flexible su formación de peones, presionan sobre e4 y, en muchos
casos, se reservan la posibilidad de ejecutar el avance ...d5. 10 d4
Cbd7 11 Cbd2 Ab7 12 Ac2 (observe que la pérdida de tiempo de las
negras es ilusoria, pues la presión sobre e4 obliga a las blancas a
mover su alfil, si quieren desenredar sus piezas) 12...Te8 13 Cf1 Af8
14 Cg3 g6 y ahora 15 a4 c5 16 d5 c4 17 Ag5 h6 18 Ae3 Cc5 19 Dd2
h5 20 Ag5 Ae7 21 Ah6 es una línea típica, en la que las blancas
pueden conservar una ligera iniciativa.

La Defensa Chigorin, 9...Ca5 10 Ac2 c5 (10...d5!? es un gambito


alternativo, en el espíritu del Ataque Marshall) fue muy popular
durante un tiempo, pero ahora se considera que permite demasiada
libertad a las blancas. En cualquier caso, sigue siendo un sistema
muy sólido. Después de 11 d4 (D), las negras tienen elección.

Después de 11...Ab7, 12 Cbd2 cxd4 13 cxd4 exd4 14 Cxd4 Te8 15


Cf1 Af8 16 Cg3, las blancas tienen ventaja estructural, pero la
actividad de sus piezas compensa a las negras. La alternativa 12 d5!
bloquea al alfil de dama negro. Normalmente, las blancas no deben
apresurarse a cerrar el centro, pero aquí hay una buena razón para
hacerlo.
11...Cd7 es la jugada de Keres, con algunas ideas de ...Af6.
Después de 12 Cbd2, 12...cxd4 13 cxd4 Cc6 14 Cb3 debería dar a
las blancas una modesta ventaja, pero 12...exd4 13 cxd4 Cc6 14 d5
Cce5 lleva a un juego más interesante. 12 a4!? plantea mayor
presión sobre el flanco de dama negro. Por ejemplo: 12...Tb8 13
axb5 axb5 14 b3.
Después de 11...Dc7, no hay nada malo en 12 d5, pero las blancas
también aquí tienden a mantener la tensión. Por ejemplo: 12 Cbd2
cxd4 (12...Td8 y 12...Ad7 se contestan con 13 Cf1) 13 cxd4 Cc6 14
Cb3 a5 15 Ae3 a4 16 Cbd2 Cb4 17 Ab1 Ad7 18 a3 Cc6 19 Ad3 Ca5,
y después de 20 De2 Db8 21 Tec1, las blancas mandan claramente
en los acontecimientos.
La Variante Zaitsev, 9...Ab7 10 d4 Te8 (D), es en cierto sentido la
línea principal de la Ruy López Cerrada, incluso si no es la opción
más popular para las negras.

Recibe su nombre de Igor Zaitsev, miembro durante mucho tiempo


del equipo analítico de Anatoly Karpov, quien jugó esta línea en
innumerables ocasiones, en general con éxito, a pesar de algunas
derrotas ante Kasparov en partidas por el campeonato mundial.
Tiene el inconveniente práctico de que las blancas pueden repetir
posiciones con 11 Cg5 Tf8 12 Cf3, y en tal caso las negras deben,
bien aceptar las tablas, bien elegir una línea diferente de la Ruy
López Cerrada, y esto limita la popularidad de la Variante Zaitsev.
Si las blancas buscan lograr ventaja, entonces la mejor línea es 11
Cbd2 Af8 12 a4 (las variantes en que las blancas cierran el centro en
fase temprana, con d5, son, en general algo menos críticas) 12...h6
13 Ac2, y ahora la principal tentativa de las negras de contrajuego es
13...exd4 14 cxd4 Cb4 15 Ab1 c5 16 d5 Cd7 17 Ta3 (D), cuando las
negras deben tomar una decisión importante.
17...c4, con intención de utilizar la casilla d3 como puesto avanzado
para un caballo, es viable, aunque en muchas líneas supone el
sacrificio de un peón. La jugada más ambiciosa es 17...f5, tratando
de destruir por completo el centro blanco de peones. Entonces, las
líneas críticas son 18 Tae3 Cf6 19 T3e2, 18 g4!? f4 y 18 Ch2 Cf6
(18...c4!?) 19 Tf3, y todas ellas conducen a un juego muy agudo.
Vienés, Gambito (1 e4 e5 2 Cc3 Cc6 3 f4)

Esta es una hija de la Apertura Vienesa, en la que las blancas


argumentan que después de 3...exf4, las jugadas Cc3 y ...Cc6 les
conceden una versión mejorada del Gambito de Rey Aceptado. La
evaluación depende de varias sutilezas, y mi impresión es que no es
mejor ni peor que la versión estándar, pero el juego es todavía más
violento.
Después de 4 Cf3 g5, hay algunas notables posibilidades:
a) 5 d4?! g4 6 Ac4 gxf3 7 0-0 (D) solía considerarse una buena
línea para las blancas.
Sin embargo, el inesperado golpe táctico 7...Cxd4! cambió todo eso.
8 Dxd4? pierde por 8...Dg5!, mientras que después de 8 Axf4, tanto
8...Ac5 9 Axf7+ Rxf7 10 Ae3 Re8 como 8...Ag7 9 e5 d5 son
favorables a las negras.
b) 5 h4 g4 6 Cg5 (a diferencia del Gambito de Rey, la casilla e5 no
está aquí disponible) 6...h6 7 Cxf7 Rxf7 8 d4 (D) es una de esas
antiguas líneas en las que las blancas tienden a obtener buenos
resultados, aunque en teoría debe ser buena para las negras.
Las jugadas de los caballos de dama ayudan aquí a las blancas,
pero no lo suficiente. 8...f3 (después de 8...d5?!, 9 exd5? De7+
resultó bueno para las negras en un par de partidas tempranas de
Capablanca, pero 9 Axf4! podría ser, objetivamente, aceptable para
las blancas) 9 gxf3 (o 9 Ac4+ d5! 10 Axd5+ Rg7 11 gxf3 Cf6) 9...d5!
es el tipo de cosa que deberían hacer las negras, aunque en este
concreto orden de jugadas aún no se haya ensayado.
c) 5 g3 es similar a las líneas modernas que vimos en el Gambito
de Rey, y puede fácilmente trasponer.
Las blancas incluso pueden considerar 4 d4 Dh4+ 5 Re2. En
comparación con la línea equivalente del Gambito de Rey (es decir, 2
f4 exf4 3 d4?! Dh4+ 4 Re2), 5...d5 es aquí un problema menor para
las blancas, ya que 6 exd5 ataca el caballo de c6, pero 5...b6 apunta
al rey desde una dirección diferente. Objetivamente, 6 Dd2 Aa6+ 7
Rd1 Axf1 8 Cf3 Dh5 9 Txf1 no debería ser muy bueno para las
blancas, pero en la práctica la posición es lo bastante compleja como
para esperar que el mejor jugador emerja con ventaja.
Vienesa, Apertura (1 e4 e5 2 Cc3)

En un primer vistazo, la Apertura Vienesa parece menos agresiva


que la jugada estándar 2 Cf3, puesto que las blancas no plantean
una amenaza inmediata, sino que simplemente se desarrollan. Sin
embargo, la clave es que las blancas no renuncian a la opción de
jugar f4, al estilo del Gambito de Rey. Las negras deben responder
activamente, a fin de evitar todos los problemas de afrontar el
Gambito de Rey, con escaso consuelo.
Por ejemplo: 2...Ac5 se replica bien con 3 f4. Las negras
normalmente responden 2...Cc6, provocando que las blancas
jueguen 3 f4 (el Gambito Vienés), o 2...Cf6, en cuyo caso, 3 f4 puede
responderse con el clásico golpe central 3...d5, rehusando el peón y
tratando de asegurar un buen juego activo. En general, 2...Cf6 (D) es
la jugada más fiable de las negras.
Las blancas disponen de varias jugadas. 3 Ac4 parece un tanto
inocente, y desde luego el juego es bastante tranquilo en caso de
3...Cc6 4 d3. Las blancas esperan poder ejercer cierta presión
gracias a su tiempo extra, aunque las jugadas 4...Ca5 y 4...Ab4 son
ambas defensas sólidas y muy respetadas. La respuesta crítica es
3...Cxe4, un típico sacrificio temporal. La única tentativa de las
blancas por la ventaja es entonces 4 Dh5 Cd6 5 Ab3, aunque las
negras tienen un camino seguro hacia una aproximada igualdad en
forma de 5...Ae7. La diversión empieza realmente si las negras
juegan 5...Cc6, a lo que puede seguir 6 Cb5 g6 7 Df3 f5 8 Dd5 De7 9
Cxc7+ Rd8 10 Cxa8 b6 (D).
Esto es, efectivamente, un sacrificio de calidad, ya que el caballo no
escapará. El análisis tiende a demostrar que las negras están bien
en esta línea, pero el veredicto sigue estando en cuestión, en vista
de la complejidad de las variantes. Es una posición difícil de evaluar,
sencillamente porque hay pocas variantes forzadas en este punto y
ambos bandos disponen de mucha elección en las jugadas
siguientes.
Otra posibilidad para las blancas es 3 g3 (D), buscando el
desarrollo armónico de sus fuerzas.
Sin embargo, no es especialmente agresivo o apremiante. Las
negras deben mostrarse cautelosas y no responder demasiado
activamente. Después de 3...d5 4 exd5 Cxd5 5 Ag2 Cxc3 6 bxc3, las
negras deberían estar perfectamente bien, pero deben jugar con
precisión para evitar caer bajo presión rival. Es más seguro para las
negras seguir desarrollando sus piezas, empezando por 3...Ac5 y
lanzando un ataque directo en el flanco de rey, si las blancas se
muestran descuidadas acerca de la seguridad de su rey.
La jugada más coherente con la Vienesa es 3 f4 y, como ya se ha
dicho, las negras deben responder 3...d5 (en cambio, 3...exf4? 4 e5
es muy malo para las negras). Entonces, 4 fxe5 Cxe4 (D) produce
una posición crítica, en la que las blancas no han sido capaces de
demostrar que tienen ventaja alguna.
He aquí una línea: 5 Cf3 Ae7 6 De2 Cxc3 (6...Cg5 7 d4 Cxf3+ 8 Dxf3
Cc6 9 Ae3 Ae6 es otra opción fiable para las negras) 7 dxc3 c5 8 Af4
Cc6 9 0-0-0 Ae6, que, aunque interesante, es aceptable para las
negras.
La alternativa 5 d3?! espera tentar a las negras a entrar en líneas
caótica después de 5...Dh4+?! 6 g3 Cxg3 7 Cf3 Dh5 8 Cxd5. Las
negras deberían inclinarse por 5...Cxc3 6 bxc3 d4 7 Cf3 Cc6, con
una buena posición.
Otra línea con este avance ...d4 es 5 Df3 f5 6 d3 Cxc3 7 bxc3 d4!
(D).
De esta forma, las negras dislocan los peones blancos y se aseguran
numerosas posibilidades de contrajuego.
Aperturas semiabiertas
En este grupo de aperturas, las negras responden a la jugada inicial
1 e4 de las blancas con jugadas distintas de la simétrica 1...e5. Las
principales opciones de las negras son atacar directamente el peón
de e4, dificultar los esfuerzos de las blancas por establecer un
segundo peón central en d4, o permitir que las blancas ocupen el
centro, preparándose para contraatacar al modo hipermoderno.
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