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filipenses

cuando eran gentiles y estaban fuera de las promesas y salvación de Dios. Porque sus enseñanzas y prácticas
surgieron de una confianza en la carne que se opone a la cruz de Cristo.

Pablo muestra esto examinando en detalle las mejores cosas en las que una persona puede confiar para
la salvación: su propio pedigrí y práctica. Y resulta que no sólo puede igualar a los judaizantes, sino también
superarlos en sus calificaciones. Una vez más, la circuncisión es la , seguido de tres privilegios heredados
cuestión clave y tres logros personales. Fue circuncidado al octavo día – es decir, es un hijo de judíos que
obedecieron la ley y lo circuncidaron cuando debería haberlo sido – no fue circuncidado más adelante en la
vida (como lo fueron los prosélitos o hijos de matrimonios mixtos como Timoteo). . Luego sus privilegios aumentan: es
un israelita, no un prosélito o hijo de prosélitos, y de una tribu especial. Aunque era hijo de la dispersión,
no era helenista y su familia observaba estrictamente la ley: era un hebreo de hebreos. En lo que respecta a
sus logros, estos también aumentan. En cuanto a su actitud hacia la ley, él era un fariseo – apartado para
ella y celoso de ella. Este celo se demostró en su intento de erradicar a los cristianos a quienes consideraba
que se desviaban de él. En cuanto al cumplimiento de la ley, nadie podría acusarlo de violarla (no
es lo mismo ser irreprensible que sin pecado, sino que tiene que ver con estar libre de la posibilidad de
acusación por parte de otros). Como también señala amablemente Moisés Silva, "nadie podría argumentar
que la conversión [de Pablo] al cristianismo fue atribuible a un fracaso previo en su estilo de vida judío".
(Silvap175)

Entonces Pablo les recuerda a sus lectores que deben regocijarse en el Señor buscando y, por lo tanto,
evitando la mente de los judaizantes, con su confianza en la carne. Por el lenguaje de Pablo no parece
que realmente pensara que los filipenses estuvieran en peligro de sucumbir a las enseñanzas de los judaizantes.
(ver por ejemplo el lenguaje muy diferente que usa con los gálatas cf. Gálatas 1:6). Los judaizantes parecen
estar fuera de la iglesia más que dentro de ella, aunque su mensaje es obviamente conocido y su mente
también es fácilmente discernible. Pablo ha tenido tanta confianza en su lenguaje anterior en la carta sobre
la participación de sus queridos amigos en el evangelio y su seguridad de que son participantes de la gracia
que es difícil imaginar que estén al borde de caer en la herejía. Sin embargo, su advertencia es real.

Estos cristianos de Filipos, al igual que otros cristianos de todo el mundo y el propio Pablo, se
enfrentan a una oposición que es aterradora. Estos poderosos maestros cristianos, con su forma de hacer
las cosas, su enfoque en el estatus, la gloria y los logros personales, debieron haber sido muy
atractivos, particularmente para los cristianos que se sentían débiles y vulnerables. Y aunque la iglesia podría
no estar en peligro de sucumbir a sus enseñanzas, sí podría ser mucho más probable que sucumbieran a su
metodología. Algunos de los cristianos en Roma actuaban por rivalidad y vanagloria y esto parecía tener un
paralelo en la iglesia de Filipos con la rivalidad de Euodia y Síntica. Parecía haber el peligro de que los
cristianos se alejaran de gloriarse en Jesús y recorrer el camino de la cruz para centrarse en las
personalidades y el poder tal como lo hacían los falsos maestros. Pero Pablo les recuerda que seguir ese
camino es dejar de regocijarse en Jesús y volverse a la confianza en uno mismo , algo que podría parecer
religioso, pero que en realidad resulta ser pagano y los deja frente a la destrucción (3:19).

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filipenses

V7­11: En lugar de eso, deja esto a un lado para conocer a Jesús y compartir su vida y
muerte

En un lenguaje que recuerda mucho al himno de Cristo de 2:5­11, con su secuencia de renuncia a privilegios, muerte y exaltación,
Pablo muestra primero cómo y luego por qué debe eliminarse la actitud de confianza en la carne tan característica
de los judaizantes. con.

El 'cómo' está en v7­8. Con creciente intensidad, Paul contrasta una evaluación negativa de su antigua forma de vida con una
descripción positiva de su nueva experiencia. La mente de Jesús, que no "consideraba" la igualdad con Dios como algo que
había que alcanzar, y que se desarrolla en 2:3 al "contar" a otros más importantes que uno mismo, ahora se ve aquí al "contar"
todo lo que potencialmente podría ser confiado como una pérdida, de hecho como estiércol o basura (v8). Él cuenta como
una pérdida y por eso lo abandona todo. El motivo de esta decisión contable es
visto en paralelo con esto: es por amor a Cristo y para conocerlo y ganarlo. Pablo sabe que no se puede confiar en los privilegios
ni en los logros ni en nada más y en Jesús. Son mutuamente excluyentes. Así, tal como en la parábola de la perla de gran precio,
Pablo con gusto renunció a todos sus privilegios religiosos y logros personales para ganar a Cristo.

V9­11 continúa explicando por qué se debe eliminar la confianza en la carne mostrando lo que significa ganar y conocer a
Cristo. Implica justicia, relación y resurrección. Justicia: V9 explica lo que significa ganar a Cristo. Implica ser encontrado en él,
estar unido a él ahora, pero plenamente unido en el último día. Esto es posible por la manera en que será encontrado en Cristo:
será alguien que no tendrá justicia propia. En el v.9 la justicia propia que proviene de la ley (y a la que Pablo ha renunciado)
se contrasta con la justicia que depende de la fe y viene de Dios. El centro de este pequeño quiasma muestra que este estatus
de estar correctamente relacionado con Dios no proviene de la propia fidelidad, sino de la fidelidad del Señor Jesús –
Aquel que obedeció perfectamente al Padre (cf. 2:8) y por tanto es capaz de comparte lo que es suyo con aquellos

que tienen fe en él.

Relación: Si el v9 amplía la experiencia de ganar a Cristo, el v10 amplía la experiencia de
conociéndolo (v8). La oración de Pablo en 1:9­11 es que el amor de los filipenses abunde en conocimiento y en todo.
discernimiento para que aprueben lo mejor y así sean puros e irreprensibles para el día de Cristo. Aquí
este conocimiento se describe en términos mucho más personales. No se trata sólo de las decisiones que tomas, sino
la relación que tienes. Es la experiencia del creyente de la propia muerte y resurrección de Jesús. Conocimiento
Cristo significa conocer el poder de su resurrección y la participación de sus sufrimientos en lo cotidiano.
acontecimientos de la vida. Estas cosas no se pueden separar. El poder de su resurrección es conocido y experimentado
a través de la experiencia de compartir sus sufrimientos. Y esta es una parte ineludible de ser cristiano.
En 1:29 Pablo describe creer en Jesús y sufrir por él como un regalo dado a los creyentes. Aquí en
3:10 se describe como llegando a ser como él en su muerte. Pablo considera un honor compartir la vida de Cristo.
sufrimientos, porque hacerlo es entrar en una relación más profunda con él.

Pablo explora ideas similares en 2 Corintios 4, donde habla de llevar en su cuerpo la muerte de Jesús. Allí el sufrimiento estaba
relacionado con la proclamación del evangelio, por lo que esos detalles no serán necesariamente algo que todo cristiano
experimente. Aquí el sufrimiento es para cada cristiano. Es ir por el camino de la cruz: considerar todas las cosas como pérdida
para ganar a Jesús y, en el capítulo 2, contarse a sí mismo como nada.
por el bien del progreso de los demás. Se centra en la gloria de Jesús, el progreso de su evangelio, el progreso de otros cristianos
a costa de nosotros mismos y de nuestro propio estatus y gloria. Y este sufrimiento es el medio que Dios utiliza para
transformarnos a semejanza de su Hijo.

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filipenses

Resurrección: Conocer a Jesús tiene sus raíces en el pasado: confiar en su muerte para justicia en lugar de nuestras propias
obras. Tiene implicaciones en el presente: implica compartir sus sufrimientos y experimentar su poder de resurrección a través de
ellos a medida que nos volvemos como él. Pero también tiene consecuencias permanentes para el futuro. Pablo sabe que sus
decisiones pasadas y su estilo de vida presente, al confiar en Jesús y compartir con él, lo conducirán a su gloria futura. Sea como
sea, obtendrá la resurrección de entre los muertos.
compartirá su gloria (cf. 3,21).

Solicitud

Regocíjense en el Señor, no se regocijen por el estatus o los logros. En una iglesia como la de Santa
Elena, es posible que no sintamos que corremos mucho peligro de sucumbir al error, y especialmente no al error de derivar
hacia una religión basada en obras. Sin embargo, en otros aspectos sería notablemente fácil para nosotros apartar los ojos de
Jesús y centrarnos en nosotros mismos. ¿Es posible que confiemos en nuestro estatus como líderes de grupos pequeños, por
ejemplo, como una garantía de nuestro estatus en la congregación y casi como una seguridad de nuestra salvación? ¿Utilizamos
alguna vez "pertenecemos a Santa Elena" como equivalente de "somos la circuncisión"? ¿Nuestros privilegios como iglesia nos
ciegan alguna vez ante nuestra dependencia de la gracia de Dios?
¿En qué confiamos y por qué? Al examinar nuestra conciencia, ¿hay cosas que sabemos que ponemos
¿Nuestra confianza en que debemos contar como pérdida? Si es así, ¿cómo podríamos hacerlo y seguir haciéndolo?

Regocíjate en el Señor: crece en el conocimiento de Jesús al compartir su vida y muerte. Si tuviéramos que describir el

conocimiento de Jesús, ¿qué diríamos? ¿Hasta qué punto nuestra respuesta coincide con lo que Pablo dice aquí? ¿Por qué no
dedicar un tiempo a meditar sobre el valor inconmensurable de conocer a Jesús y compartir con él? ¿Contamos como un regalo
cuando experimentamos el camino de la cruz (ya sea al enfrentar la oposición mientras lo defendemos, o anteponiendo el
crecimiento de otros a nosotros mismos o reconociendo nuestra propia falta de estatus e importancia frente a la justicia? que viene
solo de él)?
¿Cómo podemos aprender a regocijarnos en él cuando las cosas parecen difíciles? ¿Cómo debería sentirse ser su
seguidor?

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filipenses

Notas para los líderes Filipenses 3:12­4:1

Contexto, estructura y temas.

Hasta ahora hemos visto en Filipenses que vivir digno del evangelio (1:27­28), el tema principal de la carta hasta ahora, tiene
que ver con Jesús. Anhelando que sea honrado mientras lo proclaman con valentía frente a una oposición aterradora.
Pensando como él mientras caminan por el camino de la cruz – sin considerarse nada mientras buscan sus intereses –
el progreso de otros creyentes.

La V1 sirve de encabezado para todo el capítulo tres. Aquí vemos que estos creyentes deben vivir
dignos del evangelio de Cristo mientras se regocijan solo en él, algo que los mantendrá a salvo. Porque este regocijo
involucrará no sólo sus emociones, sino toda su vida. Deben identificarse con él – volviéndose como Jesús en su muerte
(3:10) – compartiendo sus sufrimientos mientras cuentan todo excepto conocerlo como una pérdida. (3:2­11) Y en la
segunda mitad del capítulo deben vivir dignos del evangelio de Cristo regocijándose en él mientras esperan ansiosamente
compartir su vida de resurrección (cf. 3:11). Esto implicará dejar de lado otras formas de pensar y avanzar hacia la meta de
compartir la gloria futura de Jesús en lugar de buscar la gloria propia presente. Entonces, el llamado del capítulo tres hace eco
del resumen de la vida cristiana que Pablo da en 1:21 y sigue el modelo de Jesús en 2:6­11. Vivir digno de él, regocijarse en
él, significa muerte ahora y glorificación por y con él en el futuro.

Por lo tanto, regocijarse en el Señor implicará evitar el ejemplo de los judaizantes del v2. Porque no se glorían en Jesús y en
el v18 resultan ser enemigos de su cruz – no sólo no lo proclaman, sino que
Tampoco piensan como él . Sólo el regocijo en el Señor permitirá a estos cristianos filipenses permanecer firmes en él
(4:1, cf. 1:27) y proclamarlo fielmente mientras lo hacen con humildad y unidad.

Estructura
12­16 Sigan adelante hacia la salvación – estén unidos en pensar de esta manera
17­21 Esperad la salvación – no viváis como enemigos de la cruz
4:1 Así te mantienes firme en el Señor.

Notas de texto

V12­16, Sigan adelante hacia la salvación – estén unidos en pensar de esta manera

V12­14

Pablo quiere contrarrestar cualquier sugerencia de que ha alcanzado la perfección, incluso si otros lo dicen de sí mismos. Y esto no es sólo una opinión personal.

Se basa en los hechos que expresó en los v10­11 y en muchos sentidos hace eco de los pensamientos de 2:12­13. Busca lograr su salvación porque sabe que ya

está segura. Dios ha comenzado una buena obra en él que continuará (1:6), compartir el sufrimiento de Cristo mientras enfrenta oposición se lo asegura (v10 cf

1:28) y sabe que los filipenses se están asociando con él para ese fin. (cf. 1:19). Sin embargo, también sabe que aún no ha alcanzado la resurrección

de entre los muertos, v11. De modo que la seguridad de su unidad con Jesús no conduce a la complacencia ni a la pasividad, sino a la actividad. Él busca

apoderarse de lo que es suyo porque Cristo Jesús ya lo hizo suyo. V13 se centra en la forma en que se sigue presionando. En los v2­11 contó sus

tiempos precristianos.

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filipenses

razones de confianza como pérdida. Aquí probablemente esté pensando incluso en sus logros como una ganancia como una
creyente en Jesús. Al igual que un atleta olímpico, no mira hacia el terreno que ya ha recorrido ni siquiera a sus oponentes. Toda
su atención está en la línea de meta por la que se esfuerza hacia adelante.

Si la v13 trata sobre la forma de correr, la v14 se centra en la carrera en sí y, en particular, en el premio otorgado a todos los que
terminan. (¡Esta no es una carrera en la que tienes que llegar primero para conseguirlo! – fíjate que en el v17 Pablo quiere que todos
se unan para imitarlo) Y fíjate también que este premio no es abstracto.
Es el premio prometido por el llamado celestial de Dios en Cristo Jesús – es decir, la salvación. Es un llamado hecho por Dios, por
lo que, en lugar de algún tipo de recompensa por el servicio, es mucho más probable que Pablo regrese a lo que acaba de hablar.
'El premio es la ganancia plena y completa de Cristo, por cuyo bien todo lo demás se ha considerado pérdida' (O'Brien P433),
garantizado por el llamado de salvación divina y celestial que Pablo ya ha recibido. El enfoque de Pablo está totalmente en
Jesús: porque está seguro de que le pertenece, lo deja todo a un lado para conocerlo aún más plenamente.

Los V15­16 contienen tres oraciones cortas, cada una de dos cláusulas. Se pueden establecer de la siguiente
esto Todos los que somos manera: pensemos
maduros Si piensas diferente Dios también te revelará esto Sólo hacia lo que hemos alcanzado
por lo mismo debemos caminar (de Silva P205)

Así como en los v12­14, el llamado de Pablo a la acción en la primera y tercera oraciones se basa en lo que ya es seguro en
Cristo. Por tanto, la segunda frase debe interpretarse a la luz de las otras dos. Y todo está ligado al pensamiento. Entonces, ¿quién
quiere que piense esto y qué es exactamente lo que quiere que piensen? Los que son los maduros, o perfectos. Algunos
comentaristas piensan que esto se usa irónicamente con respecto a los falsos maestros, pero hay poca o ninguna evidencia en el
texto que respalde esto. Es mejor verlo como un llamado generoso a todos los que se consideran cristianos reales y en crecimiento
a ser coherentes con lo que son y tienen: la idea central de gran parte de lo que ya ha dicho en este párrafo.

El qué debe estar conectado tanto con el contexto inmediato como con su uso de 'pensamiento' o 'mente' o incluso 'acuerdo' (la
misma palabra griega se traduce de varias maneras diferentes en la ESV) ya en la carta. (Ver 2:2; 2:5 y 4:2, todos los cuales usan el
mismo verbo). Pensar de esta manera es tener la mente de Cristo, 2:5, desarrollada en la humildad de 2:2. Y pensar de otra
manera, por lo tanto, no se trata tanto de una diferencia doctrinal, sino de no dejar de lado el enfoque en uno mismo y la gloria
propia al mirar sólo a Jesús, la actitud que Pablo ha estado tratando de demostrar a lo largo de este capítulo. Por supuesto, tal
actitud conduce inevitablemente a riñas y desacuerdos. Lo vimos en la iglesia de Corinto. Pablo ha visto sus efectos sobre los
cristianos en Roma. Así que no es realmente una sorpresa que incluso en Filipos esto esté sucediendo. Porque Euodia y Síntique
también piensan de manera diferente, 4:2, como veremos en el próximo estudio. Los cristianos pueden parecer maduros,
pueden hablar de piedad y crecimiento y de cuestiones teológicas profundas, pero si su enfoque no está solo en Jesús y su
salvación, entonces en realidad no son maduros.

en absoluto. Sin embargo, así como Pablo puede regocijarse por el progreso del evangelio en Roma a pesar de esto, también confía
en la obra de Dios en Filipos. Dios es quien estará obrando en sus corazones y en sus mentes para que quieran y trabajen para su
buena voluntad (cf. 2:13) y por eso Pablo sabe que es perfectamente capaz de traer
Luz para las mentes más nubladas.

La lógica puede resultarnos sorprendente, pero Pablo dice que regocijarse en Jesús protegerá a los filipenses de la desunión.
Porque cuando reconozcan tanto su propia insuficiencia como la completa suficiencia de él, se gloriarán en

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filipenses

él, no en sí mismos y compartirán la misma mente (que es la suya) y por lo tanto no habrá lugar para desacuerdos. Y así es como siempre
será avanzar hacia la salvación.

Espere la salvación – no viva como enemigos de la cruz v17­21

Como en otras ocasiones en la carta, Pablo sigue sus exhortaciones con un ejemplo y un recordatorio de sus enemigos. Después de
haberlos llamado a seguir a Cristo y haberles recordado los ejemplos de Timoteo y Epafrodito en el capítulo 2, ahora los llama
explícitamente a seguirlo a él (v17), así como a otros que están
siguiendo su ejemplo. Note también que Pablo los insta a unirse para hacer esto. No es algo que una o dos personas deban intentar; más
bien, es algo en lo que deben trabajar juntos. (En su preocupación por que cada uno comparta la mente de Cristo, todavía quiere su
unidad). Si bien esto puede parecer a primera vista más bien centrado en sí mismo, una rápida consideración del contexto debería
persuadirnos de lo contrario. Pablo esta llamando
que sean como él en su actitud y prioridades. Anteriormente dijo que aún no es perfecto, pero ha demostrado que está buscando caminar
en el camino de la cruz mientras comparte los sufrimientos de Cristo, volviéndose como él en su muerte y esforzándose por lo que
aún no es suyo. Él quiere que ellos hagan lo mismo. Y pronto se hace evidente el motivo de su urgencia. Deben imitarlo (v17)
porque muchos
caminar como enemigos de la cruz de Cristo. Pablo quiere que estén atentos a estos (v2), pero que miren a Pablo y a
también los que siguen su ejemplo. V18 nos dice dos cosas sobre estos enemigos: en primer lugar, son numerosos y, en segundo
lugar, el problema es su forma de pensar y su comportamiento . Son enemigos de la
cruzar en su caminar. Según Pablo, hay dos maneras de vivir: recorrer el camino de la cruz pensando igual que Cristo, o ser enemigo
de Él, pensando de otra manera. es algo que angustia
Pablo en gran medida – presumiblemente por el bien de aquellos que viven así y por aquellos a quienes podrían estar descarriando – y por
eso les ha advertido repetidamente.

La naturaleza particular de su caminar queda clara en el v19 con cuatro expresiones breves. Su destino es la destrucción eterna (cf.
1,28), su dios es su vientre, se glorían en su vergüenza y su mente está puesta en las cosas terrenas. Aunque a primera vista parecen
libertinos paganos, es más probable que estos enemigos sean en realidad el mismo grupo que los descritos en el v2. Pablo invierte
todas sus afirmaciones (tal como en 3:2) para mostrar lo que realmente son. Puede que prediquen la salvación, pero en realidad se dirigen
a la destrucción. Así como aquellos en 1:28 demuestran su destino por su oposición a los filipenses, así estos lo demuestran por su
enemistad de la cruz en su forma de pensar. Puede que se tomen en serio las leyes alimentarias, pero en realidad son como los paganos
que se centran en sus propios apetitos desenfrenados. Pueden llamarse a sí mismos circuncisión, pero en realidad su gloria está en su
vergüenza; no son diferentes de los gentiles sexualmente inmorales. Podrían hablar de la tierra prometida, pero en realidad su
confianza está en su carne y su mente está puesta en las cosas terrenales: el reino del pecado. Pablo ha llamado a los filipenses a vivir
dignos del evangelio de Cristo, mientras lo proclaman con valentía frente a la oposición y piensan como él al buscar humildemente sus
intereses mientras buscan el progreso de los demás (cf. 2:20­21). . Estos hombres son enemigos de la cruz en ambos aspectos: en su
mensaje , que no logra glorificar a Jesús solo, y en su forma de pensar, que es completamente opuesta a la suya, que buscan su propia
gloria en lugar de sus intereses.

Los contrastes que Pablo dibuja en el v20 son enormes y sorprendentes. Nuestra ciudadanía o comunidad está en el cielo.
– ahora pertenecemos al reino celestial que nunca pasará como sucede con las cosas terrenas . Por lo tanto
confiamos en esperar que venga un Salvador en el futuro (en lugar de enfrentar la futura destrucción de
los enemigos de la cruz). Nuestro Señor es el Rey Jesús, en lugar de que nuestro dios sea nuestro vientre y estamos seguros
que él transformará nuestros cuerpos humildes mientras compartimos su gloria en lugar de buscar ahora la gloria en nuestro
lástima. Como somos ciudadanos del cielo, Pablo está diciendo que esperaremos para compartir la gloria de Jesús en lugar de
buscando el nuestro. Seremos centrados en Jesús en lugar de centrados en nosotros mismos, con mentalidad de futuro en lugar de

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impulsados por el presente, pertenecientes a un reino celestial en lugar de buscar recompensas terrenales. Ahora es el momento
de compartir el sufrimiento y la muerte de Jesús (3:10). La seguridad de que le pertenecemos, y somos parte de su reino
celestial, esperando la salvación que ya es nuestra en él, nos da la confianza para caminar por su camino hasta ese
día. Y porque sabemos que Dios ya ha exaltado a Jesús (2:9) y sujetará todas las cosas a él (2:10­11), podemos estar seguros
de que podrá hacernos semejantes a él, transformando nuestros cuerpos para que seamos como su glorioso.

Así permaneces firme en el Señor 4:1

Regocijarnos en el Señor, tal vez sorprendentemente según el capítulo 3, implica compartir la muerte de Jesús mientras
consideramos todas las cosas como pérdida por conocerlo y esperar compartir su gloria. Todo lo que somos, tenemos y
esperamos es sobre él y su honor. Vivir realmente es Cristo y morir realmente es ganancia (cf. 1,21). Al encontrar gozo en él,
encontramos gozo en su camino y su gloria. Implica también apartarse de caminar como los enemigos de la cruz que se
preocupan por su propia gloria, que tienen una mentalidad terrenal y que tienen la mente fijada firmemente en el presente.
Parecen no pensar que necesitan un salvador, porque creen que su salvación está en sus propias manos. Lo que les importa es la
alabanza de los hombres y sus propias necesidades egoístas. Seguir su camino, dice Pablo, no es seguro: conduce a la
destrucción, tanto como lo hace la oposición abierta al pueblo de Dios en 1:28. Vivir digno del evangelio (1:27), según el
capítulo tres, significa vivir una vida centrada en la cruz – una que siempre está enfocada lejos de uno mismo – mirando al
Señor Jesús, confiando en su salvación, anhelando conocerlo más, gloriándose. solo en él y esperando el día en que lo
conoceremos plenamente y seremos encontrados en él. Y así es como estás firme en el Señor. Es un resumen de todo lo que
Paul ha dicho hasta ahora. Es lo que anhelan sus queridos amigos. También es un verso que mira hacia adelante. En los
v2­3, dé un resultado particular de esta permanencia firme en el Señor al considerar la situación de Euodia y Síntica. Porque
su rivalidad, que surge de no pensar de la misma manera, parece significar que ya no están trabajando al lado de Pablo en el
evangelio (cf. 4:2).

Solicitud

Avanzad hacia la salvación: uníos en pensar de esta manera

Regocijarnos en el Señor buscando hacer nuestro lo que ya es nuestro en él. Aunque el caminar cristiano será diferente en
diferentes etapas de la vida y en diferentes circunstancias, no debemos usar nuestra seguridad de salvación en Cristo como excusa
para sentarnos y conformarnos con la comodidad de nuestra vida cristiana. Si hemos comprendido lo que significa conocer a
Jesús, entonces esto debe motivarnos a anhelar conocerlo completamente cuando lo encontremos en el último día. Eso
significa no mirar atrás a los puntos altos anteriores de nuestra vida cristiana: las misiones estudiantiles en las que
participamos, alguna decisión difícil que tomamos cuando lo defendimos en lugar de sucumbir a la presión del mundo que
nos rodea. También significa no permitir que fracasos o decepciones anteriores nos detengan en nuestra carrera. Más
bien, significará buscar crecer en nuestro conocimiento de él y anhelar el día en que todo estará completo en él. No distraerse
con éxitos o fracasos anteriores.

Madurez significa pensar de esta manera: la gloria propia o el orgullo no tienen lugar en la iglesia de Jesús. La rivalidad y el
desacuerdo nos impiden caminar por el camino de la cruz y nos quitan la mirada de Jesús y la miran a nosotros mismos.
En una iglesia como la de Santa Elena es fácil dejar los desacuerdos sin resolver simplemente siguiendo adelante. Pero incluso si

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desconocidos por nadie más, inevitablemente nos distraerán de la carrera hacia el cielo porque debemos unirnos para imitar a
Pablo mientras camina por el camino de la cruz.

Espera la salvación, no vivas como enemigos de la cruz.

Ser enemigo de la cruz aquí no es tanto una cuestión de predicación sino de mentalidad. Vale la pena considerar
entonces dónde se centran nuestras esperanzas, sueños y miedos. ¿Hay maneras en que somos
¿Egocéntrico, centrado en el presente, buscando la gloria de los demás en nuestros propios logros? ¿Estamos esperando el
cielo o esperamos la realización en el aquí y ahora, tal vez en un trabajo o una relación, en nuestras esperanzas para nuestros
hijos o para nosotros mismos? ¿Confiamos en que lo mejor es seguro, incluso si aún no lo tenemos del todo, y que no puede
haber nada más maravilloso que estar con el Señor Jesús en el último día, compartiendo su gloria al verlo y llegar a ser como
él? ? ¿Estamos en peligro de ser enemigos de la cruz en la forma en que vivimos?

Si vamos a unirnos para seguir el ejemplo de Pablo, ¿cómo podemos hacerlo en la práctica? ¿Cómo podemos animarnos
unos a otros a caminar el camino de la cruz, anhelando el cumplimiento de nuestra salvación en Jesús y sin distraernos con otras
cosas? No somos una iglesia que se dedique a la expresión emocional, pero ¿cómo podemos animarnos unos a otros a amar y
servir al Señor con alegría mientras buscamos conocerlo y servirlo?

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Filipenses 4:2­23

Contexto, estructura y temas.

El cuerpo principal de la carta de Pablo a los Filipenses comienza en 1:27, con su llamado a sus queridos amigos a vivir una
vida digna del evangelio de Cristo, mientras luchan juntos por él . En 1:12­26, Pablo había esbozado sus preocupaciones
primordiales, tanto por el progreso del evangelio (v12) como por el progreso de los filipenses (v25).
Desde 1:27 en adelante, Pablo ha demostrado que vivir digno del evangelio de Cristo significa ir por el camino de la cruz; tener su
mente (2:5) significa compartir sus prioridades de buscar los intereses de los demás. También
significa llegar a ser como él en su muerte (3:10) considerando cualquier otra razón de confianza como pérdida, pero en lugar
de eso anhelar conocer más a Jesús y esperar pacientemente para compartir su gloria (3:20). Los enemigos de la cruz, por
el contrario, son aquellos cuyo foco no está en Jesús, sino en ellos mismos, no en el cielo sino en los asuntos terrenales, no en el
futuro sino en el presente. Su peligro para los filipenses parece no estar tanto en sus enseñanzas, sino en su actitud, porque se
opone fundamentalmente a la mente de Cristo y no contempla compartir sus sufrimientos ni considerar a otros más importantes.

Parece que algunos cristianos en Roma, aunque creen en Jesús y predican el verdadero evangelio, no están preparados para
compartir sus sufrimientos (cf. 1:29). Actúan por rivalidad y no se asociarán con Pablo en su encarcelamiento por causa de Cristo,
sino que buscan afligirlo (1:17). Aunque Pablo se regocija porque el evangelio continúa avanzando (1:12), debe estar triste porque
estos cristianos no están progresando en la fe (cf. 1:25). La oración de Pablo por sus amigos filipenses ha sido que su amor
indudable continúe abundando en conocimiento y discernimiento para que sean llenos del fruto de justicia (1:9­11).
Quiere que la mente de Cristo que ya tienen afecte su voluntad y su obra (cf. 2,13). Por eso los insta a seguir el ejemplo
del mismo Señor Jesús (2:5­11) y a dejarse guiar por los ejemplos de hombres que conocen como Timoteo y Epafrodito (2:29­30),
así como él mismo (3:17). ). Se regocija en la asociación en el evangelio de estos queridos y fieles amigos suyos (1:5), pero quiere
que esa asociación, sustentada por la mente de Cristo que busca humildemente los intereses de los demás, afecte cada aspecto
de sus relaciones, no sólo con Pablo, sino en la iglesia de Filipos. Él anhela que continúen proclamando el evangelio, incluso
frente al sufrimiento y la oposición, pero que lo hagan de una manera que lo encarne: unida, humilde y sacrificialmente.

En términos de la estructura del pasaje, los v2­3 pertenecen propiamente al cuerpo principal de la carta que va desde 1:27–
4:3. 3:20­4:3 actúan como el final de una inclusión, reiterando palabras clave de 1:27 –
ciudadanía (3:20) ('que vuestra manera de vivir' proviene de la misma raíz de la palabra), 'manteneos firmes' (4:1) y
'trabajamos codo con codo' (4:3). Sin embargo, estos versículos son también los primeros de una serie de exhortaciones que
Examinemos con más detalle lo que significa permanecer firmes en el Señor (4:1), un versículo que apunta tanto hacia adelante
como hacia atrás. Los versículos 4­9 forman una sección corta, al igual que los versículos 10­20, versículos que parecen vincularse
con los temas de 1:1­11.

Manteneos así firmes en el Señor, amados míos….

1 2­3 …con una sola mente contendiendo
4­9 …confiando en el Dios de paz

10­13 …copiando el modelo de Pablo

14­23 … colaborando en el evangelio

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filipenses

Notas de texto

Estad así firmes en el Señor... con un solo ánimo contendiendo v2­3

En una carta a cristianos que evidentemente son queridos amigos, sorprende bastante que haya tan pocos saludos personales. Al
final de la carta se debe saludar a todos los santos (v21), pero, aparte de Epafrodito, los únicos miembros de la congregación de
Filipos mencionados por su nombre son Euodia y Síntique.
Estructuralmente, esta exhortación a ellos parece caer dentro del cuerpo principal de la carta y, por eso, amplifica lo que
significa vivir de una manera digna del evangelio. Por supuesto, Pablo debe haber sido genuino en su acción de gracias por esta
iglesia que había sido colaboradora de él en el evangelio desde el primer día hasta ahora (1:5). Sin embargo, esta apelación
personal directa a dos individuos de la iglesia debe sugerir que no se trataba de una pelea menor.

El lenguaje de Pablo es muy fuerte: suplica a ambas mujeres (individualmente) que estén de acuerdo en el Señor. La ESV nos
engaña ligeramente en su traducción aquí. En realidad, es exactamente la misma frase que se usó en 2:2:
significa tener la misma opinión o, más literalmente, pensar lo mismo. Sin duda había un desacuerdo sobre el cual Pablo
estaba teniendo mucho cuidado de no tomar partido. De hecho, ni siquiera menciona qué era, aunque sin duda él, así como toda
la congregación que lo escuchaba, lo sabía. El problema más importante era que estas mujeres no pensaban como
correspondía a quienes pertenecen a Jesús y comparten su pensamiento.
No compartían sus prioridades. No consideraban al otro mejor que ellos mismos.
No estaban considerando todo como pérdida por causa de Cristo y su evangelio.

Por lo que Pablo dice aquí parece que Euodia y Síntica eran miembros clave de la congregación.
Se los describe como compañeros de trabajo y como aquellos que habían trabajado codo a codo con Pablo. Habían estado
trabajando juntos en la contienda por el evangelio. Pablo tiene claro que estas mujeres son verdaderas hermanas cristianas.
Sus nombres están en el libro de la vida. Quizás, como suele ocurrir, las presiones de la oposición externa habían
intensificado algún desacuerdo menor. Quizás la ansiedad causada por el sufrimiento del evangelio les había llevado a apartar
un poco los ojos de Jesús. Pablo dice que han trabajado en el evangelio codo a codo con él. Por supuesto, en su ausencia eso
no es físicamente posible, pero al menos debe haber alguna sugerencia de que no están trabajando codo con codo con nadie en
el evangelio en este momento. Su desacuerdo es demasiado agotador.

Pablo no les dice que tienen que llegar a la misma conclusión. Les dice que tengan la misma opinión en el Señor. En contexto,
eso debe significar mirar por el bien eterno de su hermana. En humildad considerándola más significativa. No actuar por
rivalidad o ambición egoísta. Si bien es posible proclamar el evangelio mientras se albergan sentimientos de mala voluntad
hacia otro cristiano (piense en los cristianos en Roma, cf. 1:17), es algo terrible intentar hacerlo. Realmente no puedes
proclamar el evangelio con tu boca mientras tu actitud sea más parecida a la de los enemigos de la cruz que a la del Señor
Jesús.
Y en la práctica, los desacuerdos consumen tanta energía emocional que queda muy poca para mirar hacia afuera. No es
de extrañar que Pablo llame a estas mujeres a estar de acuerdo en presencia de toda la iglesia. Una persona, el "verdadero
compañero" de Pablo (hay muchas especulaciones en los comentarios sobre la identidad de este individuo, pero no hay certeza)
debe tener una responsabilidad particular por esto, pero la implicación debe ser que todos deben desempeñar un papel. Si bien
no debemos hacer públicos los desacuerdos, una vez que los desacuerdos salen a la luz pública, este pasaje deja claro
que su resolución es responsabilidad de cada creyente. El pecado público en la familia de la iglesia no es un asunto
privado. Y este pecado en particular tenía el potencial de afectar la capacidad de toda la iglesia para proclamar el evangelio en el
mundo.

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filipenses

Estad así firmes en el Señor… confiando en el Dios de paz v4­9

V4­9 puede parecer una colección aleatoria de pensamientos, pero están más estrechamente conectados de lo que
podría parecer al principio. Nuevamente, el regocijo en el Señor es su resumen (cf. 3:1), por lo que la serie de exhortaciones es
en el contexto de su relación con el Señor. Deben regocijarse en él, confiados en que su paz guardará sus corazones y sus
mentes (v7) y que él mismo estará con ellos (v9).

Regocijarse en el Señor significa que su sensatez (mejor traducida gentileza – ver O'Brien) será conocida por todos. El gozo
en el Señor producirá un espíritu de paciencia que será testigo del cambio que él
ha hecho en sus vidas ante el mundo observando (cf. 2:14­15). Mientras se regocijan en él, recordarán que está cerca, tanto
temporal como espacialmente: pronto regresará (cf. 3:20) y está cerca de su pueblo (por ejemplo, Sal 34:18; 145:18;
119:151). ). Es sólo esa confianza la que puede llevarnos a dejar de lado la ansiedad y, en cambio, orar por todo. La paz
de Dios no es tanto una experiencia subjetiva sino el medio por el cual se guardan nuestros corazones y mentes. Se trata,
por tanto, de la relación correcta con aquel que viene a través del Señor Jesús. Es su salvación, que está más allá de nuestra
completa comprensión, la que guardará nuestros corazones y nuestras mentes. La imagen de Pablo es la de soldados
haciendo guardia, guarneciendo nuestro pensamiento, nuestra voluntad y nuestras emociones. Dios nos mantendrá a
salvo, ya sea que nuestras peticiones específicas sean concedidas o no. Así podemos tener absoluta confianza para dejar de
lado nuestra ansiedad y acudir agradecidos a Él en oración por todo.

Y no debemos permanecer pasivos en todo este proceso. Debemos llenar nuestra mente con cosas que sean buenas en sí
mismas y beneficiosas para los demás (v8­9). Los ciudadanos cristianos deben pensar en las preocupaciones del cielo.
Pablo les ha enseñado lo que son y les ha dado la oportunidad de ver este tipo de pensamiento desarrollado en su propia
vida. Los filipenses, sin duda, tenían muchas otras cosas en las que ocupar sus mentes. Se enfrentaron a la oposición
de un mundo pagano, a falsas enseñanzas de forasteros que decían ser cristianos y dos de sus miembros clave tuvieron
un serio desacuerdo público que sin duda estaba afectando a toda la iglesia. Sin embargo, Pablo los anima a regocijarse
en el Señor y a confiar confiadamente en él. Ser amable con todos de manera visible, orar siempre por todo en lugar de
regodearse en la ansiedad. Y llenando sus mentes con lo que es hermoso a sus ojos y perdurará en la nueva creación. Su
paz salvadora los mantendrá a salvo mientras lo hacen, v7, y su propia presencia permanecerá con ellos, v9.

Manteneos así firmes en el Señor…copiando el modelo de Pablo v10­13

En esta sección final de Filipenses, Pablo aborda lo que debe ser una de las razones principales para escribir la carta.
Aunque ha aludido a su recuerdo de él y su participación en el evangelio (1:3, 5) y ha hablado calurosamente de Epafrodito
y su comisión como mensajero de la iglesia de Filipos a Pablo, en realidad aún no les ha agradecido por el dinero. regalo
que le han enviado. Estas dos últimas secciones de la carta le brindan la oportunidad de hacer precisamente eso. Al mismo
tiempo, también brinda una oportunidad para que Pablo modele las cosas que les está enseñando (cf. 4:9).

Cuando Pablo llama a sus queridos amigos a regocijarse en el Señor (4:4), deja claro que esto es lo que él mismo
hace. Aunque inicialmente esto parece una reprimenda o al menos sólo una tibia acción de gracias, 10b deja en claro
que Pablo sabe que los filipenses siempre estuvieron preocupados por él, pero recién ahora tuvieron la oportunidad
de demostrarlo. (Recordaremos de nuestros estudios en 2 Corintios que la aceptación por parte de Pablo del apoyo de las
iglesias macedonias no les había caído bien a los corintios. Desde entonces, Pablo había alentado a todas las iglesias
de las que era responsable a que, en cambio, dieran a las iglesias necesitadas en

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filipenses

Judea. Bien puede ser que ahora, cuando la colecta ha sido entregada y Pablo está en prisión en Roma, esta
haya sido la primera oportunidad para que los filipenses le den de esta manera.)

Paul está claramente dividido en cómo responde. Quiere expresar su sentimiento de alegría en el Señor
por su asociación expresada por su don, pero no quiere dar la impresión de que se siente abandonado o necesitado.
Mientras los ha alentado a confiar en la perfecta provisión de Dios para ellos y a mirar su ejemplo, quiere dejar claro
que él también ha aprendido a estar contento, cualesquiera que sean sus circunstancias. Tenga en
cuenta que no es algo que suceda pasivamente. Pablo lo ha aprendido . Y lo ha aprendido al enfrentar situaciones
extremas: abundancia y hambre, abundancia y necesidad. (La implicación
es que en todos estos extremos, la satisfacción es algo que hay que aprender; no ha llegado
automáticamente, y ha habido tantas oportunidades de aprenderlo en abundancia como en necesidad física). La
forma en que ha aprendido el contentamiento aparece en el v13. El Dios que lo fortalece le ha permitido estar
contento en cada situación. El contentamiento de Pablo proviene de la dependencia del Señor y de la confianza en
que él lo equipará para cada situación y lo llevará seguro a la salvación en el último día (cf. 1:20).

De modo que Pablo está agradecido por su preocupación, pero su principal preocupación por ellos es que aprendan
que en su situación ellos también pueden confiar en que el Señor suplirá todas sus necesidades, tal como él lo
ha hecho. No tienen por qué temer ni estar ansiosos. El Dios de paz guardará sus corazones y mentes en Cristo
Jesús a través de la salvación que ha traído, estará con ellos siempre y los fortalecerá para que puedan seguir
confiando en él y regocijándose en él en cada situación.

Manténganse firmes así en el Señor… colaborando en el evangelio v14­23

En esta sección final, Pablo explica qué es lo que han hecho los filipenses al enviarle a Epafrodito con su regalo.
Han compartido su problema. Nuevamente Pablo usa el grupo de palabras de asociación (traducido aquí
como 'compartir' en el v14) que usó en 1:5 y 1:7. Su donación fue una señal no sólo de que se preocupaban por
Pablo, sino de que se identificaban con él en su ministerio y, por lo tanto, compartían con él la tarea apostólica de
proclamar el evangelio. Incluso en ausencia de Pablo, luchaban junto a él por la fe del evangelio. (cf. 1:27). Y los
v15­16 dejan claro que esto es algo que los filipenses siempre han hecho.
El comienzo del evangelio se refiere a su primera recepción. Han sido socios en el evangelio desde el primer día
hasta ahora (1:3­5) y esto se ha demostrado en su generoso y fiel apoyo financiero a Pablo. Dieron incluso
antes de que él saliera de Macedonia (v16) y dieron cuando ninguna otra iglesia lo hizo. (Consulte 2 Corintios 8
para obtener una descripción más detallada de su asociación financiera con Pablo).

Una vez más, en el v17, Pablo siente que necesita emitir un descargo de responsabilidad (cf. v11). No es
el regalo en sí lo que le interesa. Es lo que significa. En los v14­16 significó su participación en el evangelio, y
es el progreso del evangelio lo que él quiere (cf. 1:12). Y en los v17­18 deja claro que también está más
preocupado por su progreso (cf. 1,25) que por el don per se. Usando lenguaje contable, Pablo dice que está
buscando interés compuesto para sus amigos filipenses. Está interesado en el fruto que aumenta su crédito,
la respuesta a la oración de 1:9­11. Por lo tanto, es presente y futuro.
Lo obtendrán plenamente en el día del Señor Jesús, pero también lo experimentarán en el presente. A medida que
su amor abunda en la participación en el evangelio, conocerán la presencia y la bendición de Dios a medida
que conozcan más al Señor Jesús, compartiendo su sufrimiento y su poder de resurrección. Continuando con la
metáfora en el v18, Pablo dice que él mismo ya ha recibido el pago completo.

Y en 18b pasa del lenguaje comercial al sacrificial. Su regalo no sólo es un gozo para Pablo, sino que también es
de inmenso valor a los ojos de Dios. Es una ofrenda fragante (el mismo lenguaje que se usa del

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filipenses

sacrificios sacerdotales de Éxodo 29). Es posible que los filipenses no estuvieran conscientes de que al darle a Pablo para
sustentarlo estaban ofreciendo un sacrificio agradable a Dios, pero Pablo deja en claro que eso era lo que era. Al tratar de apoyar
la predicación del evangelio, están haciendo un sacrificio aceptable.
La asociación en el evangelio traerá frutos para los filipenses y agradará a Dios.

V19­20 cierra la sección y también reúne los temas de todo el libro. El lenguaje que usó en la oración de 1:9­11 se usa nuevamente
aquí, al verse la respuesta a la oración. En su oración anterior, Pablo anhela frutos que aumenten. Aquí mira al mismo Dios
glorioso para suplir esa necesidad. Pablo ha aprendido a depender de Jesús en cualquier situación mientras se concentra en el
progreso del evangelio y el progreso de otros cristianos. Ahora les asegura a sus amigos que colaboran con él en ese mismo
evangelio que ellos también compartirán esos recursos ilimitados. Note que Pablo lo llama mi Dios. Así como Dios ha hecho con
él, así confía en que lo hará también con los filipenses. A nuestro Dios sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Solicitud

Con una mente contendiendo

Santa Elena es una iglesia muy diferente de Filipos, pero si el desacuerdo entre Euodia y Síntique fue aparentemente tan
significativo en lo que a Pablo se refiere, debe valer la pena preguntarse cómo consideramos los desacuerdos dentro
de nuestra propia familia eclesial. Para nosotros personalmente, si nos encontramos en desacuerdo con alguien,
¿simplemente buscamos evitar a esa persona? Si sentimos que es un tema importante, ¿tratamos de reunir a un grupo de personas
que estén de acuerdo con nosotros para oponernos a las opiniones de esa otra persona?
¿Qué significará para nosotros pensar lo mismo que Pablo anima a hacer a estas dos mujeres? ¿Cómo podemos considerar a la
otra persona más importante que nosotros mismos? ¿Estamos alguna vez tentados a aferrarnos al orgullo y no estar dispuestos a
dar el primer paso, especialmente si estamos convencidos de que tenemos razón? ¿Cuál es la diferencia entre pensar lo
mismo y llegar a las mismas conclusiones sobre un asunto (ya sea una comprensión de lo dicho o hecho en un asunto personal o
un desacuerdo doctrinal)?

Si somos conscientes de que hay personas en nuestra familia de la iglesia que públicamente no están de acuerdo,
¿cuál debería ser nuestra responsabilidad hacia ellos? ¿Cómo podemos ayudarlos para que vuelvan a trabajar juntos
por el evangelio? ¿Cómo podemos evitar ser decisivos en la escalada de la situación? ¿Cuándo deberíamos intervenir y cuándo
no?

¿Cómo será estar más preocupados por el honor de Jesús que por el nuestro? ¿Cómo podemos asegurarnos
¿No nos distraemos de la tarea de proclamar su evangelio con nuestros desacuerdos? ¿Cómo podemos asegurarnos de que
nuestras relaciones reflejen el evangelio de paz que hemos recibido en el mundo exterior?

Confiando en el Señor

¿Qué oportunidades nos ha dado el Señor para aprender a estar contentos? ¿Qué tan bien los hemos usado? ¿Por qué estamos
ansiosos? ¿Qué nos ayudará a no serlo? ¿Hay cosas a las que elegimos aferrarnos en lugar de orar? ¿Porqué es eso? ¿Cómo
podemos mejorar en cuanto a llenar nuestra mente con las preocupaciones del cielo?
¿Cómo podría verse esto en la práctica en nuestros momentos de quietud con el Señor, en nuestras conversaciones con otros
creyentes, en nuestro uso del tiempo libre?

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filipenses

Colaborando en el evangelio

¿Cómo podemos aprender a ser socios crecientes en el evangelio a) en nuestra propia familia de la iglesia yb) con otros
que proclaman el evangelio en todo el mundo? ¿Qué papel tienen que jugar nuestras finanzas en esto? ¿Hasta qué punto
veo mi donación a la obra del evangelio como una oportunidad para mi propio crecimiento personal? ¿Hasta qué punto
comparto la actitud de los filipenses hacia el dinero? (ver también 2 Corintios 8:1­5). ¿Qué papel veo que juegan mis finanzas
para satisfacer mis propias necesidades? ¿Tengo razón al hacerlo?

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