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ENSAYO

TITIULO: Yo soy (Libro de san Juan)

FECHA: 16/03/2024

NOMBRE: Ángela Herbas Sejas

CARRERA : Escuela Pastoral

ASIGNATURA: Libro de San Juan ( El Verbo)

DOCENTE: Licenciado Victor


Introducción

Este trabajo tiene como objetivo explorar y analizar las varias veces en que Jesús habla de sí
mismo como “Yo Soy” en el libro de Juan.
¿Estaba mismo Jesús diciendo que ele era Dios o ha sido apenas un equívoco? ¿Porque
que los escribas y fariseos lo querían apedrear cuando se refería a sí mismo con estas palabras?
A través de un análisis de los varios textos de Juan en que Jesús habla de sí mismo como “Yo
Soy” es mi intuito conseguir responder a estas preguntas, así como explanar de una forma
clara como Jesús Es DIOS.

Yo Soy Junto al Pozo

Está escrito en Juan 4:25 y 26 “Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el
Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla
contigo.” En este primero “Yo Soy” muchos de los estudiosos dicen que se trata solamente de
un elemente identificativo, que Jesús no dice que es Dios y claro que la mujer samaritana
tampoco lo interpreta así, pero es interesante es la forma como Jesús dice quién es. Jesús casi
nunca se identifica como el Mesías sin ser por medio de parábolas o de una forma indirecta.
En este encuentro el afirma directamente a una mujer, que solamente eso ya era algo
demasiado raro para la época, y también samaritana, considerada todavía más excluida de la
misericordia de Dios en la interpretación de los judíos, que Él es el Mesías por lo cual ellos
estaban esperando.

Analizando el contexto de este Yo Soy, lo interesante es que Jesús se identifica de esta


manera justamente después de decir que Él es la fuente de agua viva.
Estas palabras, si fuesen dichas a los fariseos, ¿no serían ellas interpretadas de una
forma completamente diferentes y hasta qué punto no serían interpretadas también como
blasfemia? Esto es algo que solamente podremos especular, pero es sin duda notable que la
primera vez que Cristo habla de sí mismo como Yo Soy es en esta situación marcaste.

Yo Soy en el Mar
La segunda vez que Jesús se identifica como Yo Soy en el Libro de Juan es a los discípulos “Y
se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. Cuando habían remado como veinticinco
o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron
miedo. Mas él les dijo: Yo soy; no temáis.”
También aquí, la mayoría de los teólogos, afirma que Jesús se está apenas a identificar y
no a afirmar su Deidad. Pero imaginemos que éramos nosotros juntamente con los discípulos
dentro de aquel barco en el medio de la tempestad. ¿Cómo entenderíamos nosotros el Yo Soy
de Jesús? ¿Cómo entenderán ellos?
Estar delante de alguien que anda sobre aguas tranquilas ya es un milagro inexplicable, que
infelizmente muchos de los mágicos de nuestra época tienen intentado replicar, pero estar
sobre las aguas en el medio de una tempestad es otra cosa todavía más inexplicable. Ahora
estando delante de este milagro Jesús dice Yo Soy. ¿No podría El estar se identificando y al
mismo tiempo diciendo que era Dios?
El Pan

El tercero Yo soy está en Juan 6:33-35 “Porque el pan de Dios es aquel que descendió del
cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el
pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed
jamás.”
El contexto de esta conversa entre Jesús y sus seguidores son los textos de Éxodo 16:13-
18, cuando Moisés escribe sobre el Mana que caía del cielo y fue el sustento del pueble de
Israel en el diserto por 40 años. Jesús ahora dice que Él es ese Mana que cayó del cielo, el pan
de vida, así como a la mujer samaritana tenía dicho que Él era agua viva. Así como el Mana
cayó del cielo para sostener el pueblo de Israel físicamente, Jesús ha venido del cielo para
sostener todo el mundo Espiritualmente.
En este texto, por la primera vez, Jesús identifica el Yo Soy con alguna cosa concreta,
dando así, un doble significado para sus oyentes. Jesús decir estas palabras era reconocer, no
solamente su Deidad, pero también el poder creador y sostenedor de Dios. Esta afirmación no
indica solamente que Jesús dice que puede dar vida, pero que Él es necesario para toda la vida,
que Él es el creador y sustentador.
Pero más adelante Jesús vuelta nuevamente a decir, más explícitamente, lo que esto
significa en Juan 6:47-51 “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo
soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el
pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que
descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es
mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.”
Imaginemos, más una vez, vivir en aquel tempo donde la comida no era una cosa garantida
todos los días. No había pasado mucho tiempo del milagro en que Jesús alimento 5000
personas.
Ahora este mismo Jesús decía que Él era el pan que les dará vida eterna pues quien comer de
El nunca más tendrá hambre y quien creer en el nunca más tendrá sed. ¿Vivir sin sed y sin
hambre, no son estas dos cosas lo suficiente para vivir eternamente? ¿Como podría Jesús decir
esto si no fuera Él lo sostenedor de todas las cosas? ¿Si Jesús no fuera Dios, no estaría el aquí
mintiendo? Jesús nunca afirma ser un mero profeta y esta es apenas una de las veces que Él
muestra su Deidad.

Yo soy La Luz

El cuarto Yo Soy está en Juan 8:12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del
mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Hasta en
nuestros días, la luz es siempre relacionada con algo bueno, con algo que no está encubierto o
con dirección, esperanza y vida. Todo nuestro planeta necesita de la luz de Sol para sobrevivir.
La mayoría de las personas sigue teniendo miedo del desconocido, aquello que esta oscuro,
que no tiene luz o que esta encubierto.
Cuando Jesús dice Yo Soy la luz, una vez más puede ser entendido doblemente por sus
oyentes. Hasta este momento, todos los profetas siempre tenían identificado todas estas
características con Dios como en Isaías 9:2, pero Jesús identifica estas características consigo
mismo, reclamando para si esas profecías. Al decir que Él es la Luz del mundo y que aquellos
que lo siguen no tendrán más tinieblas, pero si luz de la vida, Jesús no está solamente a decir
que Él es el camino para la vida eterna pero posiblemente intenta hacer recordar aquellos que
lo oyen, de cómo sus antepasados fueran guiados por una columna de Fuego para fuera de
Egipto y en el desierto.
¿Como podría un mero mortal decir ser esa luz sin ser Dios? Jesús es la luz que guía sus
seguidores a la libertad, de las tinieblas de este mundo hacia una vida eterna con Él.

La Puerta

La quinta situación donde Cristo habla de Yo Soy es en Juan 10:7-9 “Volvió, pues, Jesús a
decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí
vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que
por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.”
¿Porque tenemos puertas en nuestras casas? Hoy en día hay personas que compran puertas de
grande seguridad para se sientan seguras contra los ladrones y salteadores de este mundo.
Jesús en sus palabras habla de esa seguridad para sus ovejas.
Seguridad es un bien precioso que mucha gente toma por garantido, pero, cuando algo de malo
se pasa, tienden a reforzar las pertas y ventanas de sus casas. Jesús se refiere a sí mismo como
ese elemento protector, aquel que protege los que son suyos y que aquellos que entraren por
esta puerta tienen acceso a buenos pastos. ¿Si Cristo no fuera Dios, podría Él garantizar esta
protección?
También al ser la puerta Jesús esta diciendo que no hay otra manera de llegar a casa de
Dios. Él es el único medio por lo cual sus seguidores tienen acceso a un pasto bueno y seguro.
Una vez más, Jesús adquiere calidades semejantes ha de Dios, como elemento protector de su
pueblo y el medio de acceso la vida eterna.

El Buen Pastor

Justo de seguida a decir que Él es la puerta, la sexta situación que Jesús dice Yo Soy, está en
Juan 10:11, 14 y 15 “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” , “Yo
soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me
conoce,
y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.”
Este Yo soy es el único que Jesús dice ser una persona y no es una persona cualquier. Jesús no
es solamente la puerta de acceso y que nos protege. El aquí es el Buen Pastor, que en nuestros
días ya nos es una profesión que tengamos mucho contacto, pero en aquel tiempo era sin duda
una de las mas importantes. Siendo que los patriarcas tenían todos sido pastores o relacionados
con eso, el papel del pastor estaba siempre asociado con liderazgo, tanto política como
espiritual.
Se estuviéramos juntamente con los oyentes de Cristo, ciertamente nuestra mente seria
llevada a recordar del Salmo 23 que, hasta hoy, es tan conocido porque David se refiere a Dios
como ese pastor. Una vez más, es imposible separar este Yo Soy de Jesús de su afirmación de
ser Dios. El no solamente es el medio, pero también el que guía y que cuida de su rebaño. El a
dado su vida para que las ovejas puedan pasar una vida eterna con Él.

La Resurrección y la Vida

El Yo Soy que está en Juan 11:25 es uno de los más claros en relación a la Deidad de
Cristo“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto,

vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.”


Este Yo Soy ocurre justamente antes de la resurrección de Lázaro. En el medio de la tristeza y
del planto causado pela muerte, Jesús dice “Yo soy la resurrección y la vida”. ¿Como
entendería yo estas palabras si estuviera ahí en ese momento? En la mejor de las hipótesis
seria como Marta que dice que el era el Hijo de Dios, pero pienso que, si no fuera lo milagro
justamente después, podríamos correr el risco de pensar que esto no era verdad. Juntando toda
esta situación podríamos decir que fue una confirmación para el mundo de que Jesús no era
solamente un profeta enviado para guiar el mundo, pero Dios en la Tierra, demostrando que Él
era vida y que tenia poder para vencer la muerte.

El camino, la verdad y la vida

Juan 14:6 menciona el Yo Soy que es como un resumen de todos los que vinieran antes de
este. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis
visto.”
Esta situación ocurre cuando Jesús esta con todos los discípulos en la ultima cena. Cristo hace
como un resumen de todo lo que les fue mostrando en el tiempo que paso con ellos y este Yo
Soy no también resume todos los que él había dicho antes. Él quiere hacer recordar a sus
seguidores que, a pesar de todo lo que se iba a pasar, el do dejaba de ser estas cosas. Por eso,
antes de hablar de lo que Él es, empieza por decir “No se turbe vuestro corazón”14 y termina
con la misma expresión.
Jesús cuando habla sobre el camino, no se refiere simplemente a que él dice cuál es el mejor
camino o que Él es el que nos guía por lo camino. Jesús afirma ser el camino, no hay otro. En
aquellos días, así como hoy en día existe mucha gente que afirma que podemos llegar a al
mismo destino, pero por otros caminos, pero aquí Cristo es claro. No hay otro camino para la
vida eterna De tal manera era esta diferencia marcante para aquella época que hasta los
primeros cristianos tenían lo nombre “Los del Camino.” que vemos eso en hechos 9:2. Jesús
no es solamente este camino que lleva Dios, él es la personificación de la verdad y la verdad
es Dios. Cristo no esta solamente a decir que lo que sus palabras son verdad pero que todo su
ser es la verdad. Estas palabras son tan profundas que, si tuviéramos alguna duda en relación a
todo lo que vimos anteriormente sobre la Deidad de Jesús, aquí el afirma ser la única verdad.
Por último, pero no menos importante, Jesús dice ser la vida. Como vimos anteriormente,
Jesús también es la personificación de la vida. Él tiene vida en si mismo. Nunca un ser criado
podría hacer una afirmación como esta. Con base solamente en este versículo es muy difícil
negar que Jesús, durante su tiempo en esta tierra, ha afirmado ser Dios.

La verdadera vid

Esta Yo soy ocurre en Juan 15:1, 5 y 6 y es durante el discurso casi de despedida de Cristo
para sus discípulos. “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.”
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
Casi como una conclusión, Cristo usa la vid como una ilustración de la necesidad que
tenemos de Él en nuestras vidas. Hoy en día, principalmente para las personas que viven en
ciudades no es muy normal ver viñas, pero para los judíos de aquel tiempo las viñas eran una
grande parte de vida y de la economía de Israel.
Con este Yo Soy, Jesús intenta demonstrar que él es la vid verdadera, la que está en el
centro de todo y que soporta todas las varas. Otra ilustración con el mismo significado es lo de
la cabeza y del cuerpo. De la misma manera que los pámpanos están ligados a la vid, los
miembros al cuerpo, tenemos de estar nosotros ligados a Cristo para que podamos recibir de Él
vida Todavía, la implicación de que Jesús es la vid verdadera implica que también hagan
vides falsas. La única manera de saber a quien estamos conectados es por los frutos
producimos. Como dice Mateos “…por sus frutos los conoceréis.”y eses frutos son “…gozo,
paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay
ley.” Como centro de su discurso de despedida, Jesús enfoca la necesidad no solamente de
reconocer que el Es Dios, pero, arriba de todo, de mantener una fuerte ligación con Él. Solo
así podremos nosotros dar buenos frutos.

YO SOY final

De todas las situaciones que e descrito en este trabajo, y con el intuito de ser lo más directo
posible para responder a las cuestiones iniciales, estas dos que escogí para últimas son, para
mí, aquellas que no dejan que nadie dude de la Deidad de Jesús y de su autoridad como Dios
en la tierra.
La primera está en Juan 8:58
“Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le
dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De
cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.”
Jesús aquí afirma abiertamente su eternidad antes de este mundo. Él afirma su preexistencia
antes de Abrahán y que a sido el a guiar este patriarca. Mas todavía Jesús podría tener dicho
que Yo era, pero dice Yo Soy. Este cambio es no solamente una afirmación de que Él es, en la
realidad, Dios, pero también que Dios es. La esencia del nombre que hablamos en el inicio
esta toda en esta afirmación. ¿Conseguimos nosotros imaginar Jesús a decir estas palabras? No
es de admirar que los judíos lo tengan querido apedrear justo después de esto.
Por último, en Juan 18:4-6 “Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir,
se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo
soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy,
retrocedieron, y cayeron a tierra.”
Aquí, justamente antes de Jesús ser preso él dice el ultimo Yo Soy. Muchos teólogos dicen que
una vez mas es solamente una afirmación nominal. Pero se leemos lo que este Yo Soy produce
podemos entenderlo como mucho más. La Biblia nos dice que al oír Yo Soy, cayeron por
tierra.
Para mí, esta última situación es una clara afirmación de Jesús diciendo que es Dios y que
aquellos que lo iban a prenden, solo por esas palabras, pudieran ver un rasgo de su Deidad y
por eso cayeron por tierra.

Conclusión

¿Después de estas diez situaciones planteadas en el Libro de Juan que podemos decir sobre la
Jesús? ¿Era el Dios o no? ¿Era posible que Jesús fuera menos que Dios afirmando todo lo que
había dicho?
La conclusión que llegue después de analizar cada una de las situaciones individualmente, así
como el conjunto es que inevitablemente Jesús afirma ser Dios. Desde afirmar ser vida de
varias formas, de ser el protector, de ser el criador, en todos los Yo Soy, la Deidad de Cristo
esta siempre presente pues hacia parte de su naturaleza. Podemos hasta dudar que algunas de
las veces que Él a dicho yo soy no a sido con el intuito de decir que era Dios, pero cuando
juntamos todo, llegamos a la conclusión que Jesús no decía nada de una forma aleatoria y que
el espirito que inspiro los escritores de la Biblia los guio a escribir así por alguna razón. Por
fin, pensar o argumentar que
Jesús no era Dios después de todos los Yo Soy, seria negar la propria inspiración de la Biblia y
de la naturaleza divina en ella descrita.

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