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Fracturas Supracondileas de Humero Distal en Niños
Fracturas Supracondileas de Humero Distal en Niños
Suponen el 70% de las fracturas de húmero distal en niños. Ocurren más frecuentemente
en varones de 5-10 años, por caídas con el codo en extensión.
Clasificación de GARTLAND
c) Tipo III: sin contacto cortical. En extensión en el plano sagital y rotación en plano
transverso y frontal. Conminución medial.
· Tipo III: se pierde todo contacto del periostio, lo que hace la fractura inestable
con alto riesgo de lesión neurovascular o de tejido blando. Se subdivide en A si
tiene desplazamiento posteromedial o B si tiene desplazamiento posterolateral.
· Tipo IV: fractura tipo III que además tiene inestabilidad rotacional con mayor
riesgo de lesiones asociadas.
Imagenológico
Para el diagnóstico es necesaria una radiografía AP y una lateral pura. Los signos
radiológicos más importantes que ayudan al diagnóstico son:
• Signo de la almohadilla grasa. Es una radiolucencia a nivel del húmero distal, visible
en la proyección lateral, que indica hemorragia intraarticular. Puede ser anterior o
posterior. Cuando es posterior, la probabilidad de que haya una fractura es del 90%. •
Lágrima en la proyección lateral.
Opciones de tratamiento
Manejo en urgencias
Características radiográficas
Seguimiento en consulta
Las fracturas en extensión tipo 1 se tratan con un yeso a 90-100° de flexión del
codo.
Ingreso
Las fracturas en extensión tipo 2 o 3 y las fracturas en flexión se inmovilizan con
férulasin reducción y deben ser valoradas por el traumatólogo.
No quirúrgico
En las fracturas en extensión tipo 1 se retira el yeso a las 3 semanas y se inicia una
movilización completa.
Quirúrgico
Fracturas supracondíleas en extensión Las fracturas tipo 2, en las que el húmero distal
está extendido detrás de la línea humeral anterior, y todas las fracturas tipo 3 precisan
manipulación con anestesia, fijación con agujas e inmovilización con yeso durante 3
semanas (v. «Técnica quirúrgica»). Se consigue una reducción cerrada en el 90%
aproximadamente. La presencia de tumefacción extensa, equimosis o arrugas en la piel
de la fosa del codo, o una espícula medial proximal larga en las radiografías (v. fig. 24.8),
indican posibles dificultades para la reducción. Fracturas supracondíleas en flexión Estas
fracturas se reducen y se fijan con agujas con el codo en extensión casi completa. Esta
técnica quirúrgica es más complicada.
Fx gartland tipo I: sin conminución, se inmovilizan con el codo en flexión a 90° con una
férula braquiopalmar y el antebrazo en posición neutra. Se acepta un leve desplazamiento
posterior con tal de que la línea humeral anterior intercepte al capitellum en algún punto,
pues la población pediátrica tiene gran capacidad de remodelación ósea.
Fx gartland tipo III: Hay que recordar que estas fracturas tienen desplazamiento
completo y que son sumamente inestables. En ellas, la corteza anterior y la corteza
posterior no tienen contacto, sino que tienen un gran desplazamiento que generalmente
es posteromedial; son las que tienen más riesgo de presentar una lesión nerviosa o
vascular.