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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

Nájera, ubicada en la región de La Rioja en España, es una encantadora ciudad


que respira historia y tradición en cada rincón. Con raíces que se remontan a la
época romana, Nájera ha sido testigo de numerosos acontecimientos a lo largo de
los siglos, dejando un legado cultural y arquitectónico impresionante. Esta
pintoresca localidad se encuentra enclavada en un valle rodeado de colinas
cubiertas de viñedos, lo que le otorga un entorno natural y paisajístico
excepcional. Su ubicación estratégica a orillas del río Najerilla ha sido un factor
determinante en su desarrollo histórico, convirtiéndola en un importante enclave
comercial y político durante la Edad Media. Uno de los principales atractivos de
Nájera es su imponente Monasterio de Santa María la Real, un majestuoso edificio
que fue residencia real y panteón de los reyes de Navarra. La belleza gótica de su
iglesia y las impresionantes tumbas de los monarcas que descansan en su interior
son un testimonio vivo del pasado glorioso de la ciudad. Además de su patrimonio
arquitectónico, Nájera cuenta con un casco antiguo encantador, donde estrechas
calles empedradas conducen a plazas pintorescas y encantadoras plazuelas. Un
paseo por sus calles revela fachadas con balcones de hierro forjado y casas
señoriales con siglos de historia. Para los amantes del vino, Nájera es el lugar
ideal. Rodeada de viñedos y bodegas, esta región es famosa por sus vinos de alta
calidad, especialmente los famosos vinos de La Rioja. Los visitantes tienen la
oportunidad de disfrutar de catas de vino y explorar las bodegas locales para
descubrir los secretos de la producción vinícola. En resumen, Nájera es una joya
histórica en el corazón de La Rioja, donde la historia, la arquitectura y la cultura se
fusionan en un escenario pintoresco y acogedor. Ya sea que te apasione la
historia, la naturaleza o el vino, esta encantadora ciudad tiene algo especial que
ofrecer a cada visitante. Nájera, situada a orillas del Najerilla, es la principal ciudad
de la cuenca del citado río y una de las más importantes de la Rioja Alta, así como
uno de los centros espirituales por excelencia del camino de Santiago a su paso
por la región. Se sitúa a 27 km de Logroño, y se accede por la N120 en dirección a
Burgos, carretera que sigue un trazado más o menos paralelo a la ruta jacobea.
CAMINO DE SANTIAGO

Nájera ha tenido una influencia significativa en el Camino de Santiago. La ciudad


es una parada importante para los peregrinos, que encuentran en ella un lugar
para descansar y reponer fuerzas. Nájera también es un importante centro de
servicios para el Camino, con una amplia gama de alojamientos, restaurantes y
tiendas. Es un importante punto de paso del Camino de Santiago ya que la ciudad
recibe a miles de peregrinos cada año, que encuentran en ella una ciudad
acogedora y llena de historia y cultura. Nájera es una parada esencial para
cualquier peregrino que quiera experimentar la verdadera esencia del Camino de
Santiago.

La influencia de Nájera en el Camino de Santiago se puede ver en una serie de


aspectos. En primer lugar, la ciudad es un lugar de gran importancia para los
peregrinos. Nájera es una ciudad acogedora y hospitalaria, y ofrece a los
peregrinos una serie de servicios necesarios para continuar su viaje. En segundo
lugar, Nájera es un lugar de gran interés histórico y cultural. La ciudad cuenta con
un rico patrimonio que puede ser disfrutado por peregrinos y visitantes de todo el
mundo.

En los últimos años, Nájera ha experimentado un importante crecimiento turístico


debido al Camino de Santiago. La ciudad ha desarrollado una serie de servicios y
actividades para atender a los peregrinos, y se ha convertido en un importante
destino turístico para personas de todo el mundo.

A continuación, se describen algunos de los aspectos concretos de la influencia de


Nájera en el Camino de Santiago:

 Servicios para peregrinos: Nájera cuenta con una serie de albergues y


pensiones que ofrecen alojamiento a los peregrinos. La ciudad también
cuenta con una serie de restaurantes y bares que ofrecen comida y bebida
a precios asequibles.
 Lugares de culto: Nájera alberga una serie de iglesias y monasterios que
son importantes lugares de culto para los peregrinos. El Monasterio de
Santa María la Real es uno de los monumentos más importantes de la
ciudad, y es un lugar de peregrinación desde el siglo IX.

 Patrimonio histórico y cultural: Nájera cuenta con un rico patrimonio


histórico y cultural que puede ser disfrutado por peregrinos y visitantes de
todo el mundo. El Puente de Piedra, el Palacio de los Condes de Hervías y
la Iglesia de San Miguel son algunos de los monumentos más destacados
de la ciudad.

ARQUITECTURA

MONASTERIO DE SANTA MARÍA LA REAL

Fue fundado el 12 de diciembre de 1052 por el rey de Nájera-Pamplona García


Sánchez III y su esposa Estefanía de Foix, según la tradición tras el hallazgo por
parte del monarca de la imagen de la Virgen en una cueva en 1044 y con el botín
de la reconquista de Calahorra en 1045. El 5 de septiembre de 1054 la reina
Estefanía, ya viuda, confirma la fundación, y en 1056 lo hacen Sancho el de
Peñalén de Navarra, Fernando de Castilla y Ramiro de Aragón. El 29 de junio del
mismo año el monasterio es consagrado solemnemente por Guillermo Guifredo,
arzobispo de Narbona. El 18 de abril de 1052, meses antes de la fundación, los
reyes García y Estefanía habían dotado y concedido franquicias a una alberguería
de pobres o Casa de la Misericordia aneja al monasterio, que aparece en las
fuentes medievales a menudo hasta el siglo XV. Nájera concedía gran importancia
al cuidado de los necesitados, ya que se encontraba dentro del camino de
Santiago y debía poseer un hospital o alberguería donde encontraran cobijo los
peregrinos enfermos.

La imagen mariana denominada Santa María la Real es la titular del monasterio,


cuya fundación tuvo lugar, según la tradición, tras el hallazgo de dicha imagen en
una cueva por parte de Sancho Garcés III en 1044. En principio la imagen se
ubicó en la cueva, pero por la gran devoción que se le profesaba, se acabó
sacando a la iglesia. Actualmente se ubica en un camarín del centro del segundo
cuerpo del retablo mayor, y en la cueva se encuentra desde 1845 la Virgen del
Alcázar o de la Rosa, gótica del siglo XIV.

Este monasterio fue fundado en el año 1052 por el rey navarro García IV el de
Nájera, adosado a la cueva donde, según cuenta la tradición, encontró, mientras
cazaba una paloma con un azor, un conjunto de objetos: una imagen de la Virgen
María con el Niño, una campana y un jarrón con azucenas (símbolo de la
Anunciación). Pocos años después, Nájera pasa a formar parte de León y Castilla.
En 1079, el rey Alfonso VI se lo entrega a los Benedictinos de Cluny. En 1487 el
Papa lo entregó a Rodrigo de Borja, el futuro Papa Alejandro VI. Ello significó que
desde esta fecha hasta 1513 Santa María fuera una abadía independiente.

El interior está compuesto por tres altas naves separadas por pilares fasciculados
con multitud de columnillas. Las bóvedas son de crucería sencilla excepto en la
cabecera donde se tornan estrelladas y en el transepto lleva bóveda de crucería.
Sobre los dos brazos del crucero y parte de la nave principal corre un triforio
practicable con vanos muy apuntados que de lejos parecen triangulares. El
claristorio lo constituye una serie de pequeños ventanales agudos y geminados
que dejan entrar escasa luz al interior del edificio. El aspecto exterior de este
templo es un tanto desconcertante dada su altura y los cilindros que abundan en
sus esquinas lo que le confiere un aspecto de fortificación. Al oeste de la iglesia
hay una puerta de entrada del siglo XVII a la que se llega bajando una escalera
para neutralizar el desnivel.

El coro

El coro de esta iglesia tiene una de las mejores sillerías conservadas en la


arquitectura religiosa española. Su estilo es gótico florido y fue realizado hacia
1495 por los maestros Andrés y Nicolás.

Panteón de los Reyes y el sepulcro de Doña Blanca de Navarra


De la iglesia, además de su bella arquitectura gótica destacamos el Panteón de
los Reyes, situado a los pies de la iglesia.

El Panteón de los Reyes conserva hasta treinta sepulcros de reyes castellanos y


navarros como García el de Nájera, Sancho el Noble, el infante Ramiro, Sancho II
Abarca, Bermudo III de León, Sancho IV el Sabio de Navarra. Aunque los citados
personajes históricos son medievales, los sepulcros son renacentistas del siglo
XVI.

El sepulcro más relevante de todos los que se conservan en el interior de la iglesia


de Santa María la Real de Nájera es el de estilo románico perteneciente a la reina
de Doña Blanca de Navarra.

En la cara principal se esculpe la muerte de Doña Blanca, muy serena y bella


acostada en su lecho, mientras su alma (un niño desnudo) es elevada al Cielo por
dos preciosos ángeles. A los lados, separados por árboles, hay varios cortesanos
que consuelan al rey a una dama. Por encima, hay un solemne Cristo en Majestad
rodeado del Tetramorfos y el Conjunto Apostólico.

En la cara opuesta, los relieves se ocupan de algunas escenas del Ciclo de la


Natividad de Cristo: la Adoración de los Reyes Magos y la Matanza de los
Inocentes, además de la parábola de las vírgenes necias y prudentes.

La cueva

Otro de los espacios del máximo interés del Monasterio de Santa María la Real es
la cueva donde el monarca encontró la imagen de la Virgen. Pasar del ámbito del
edificio gótico a este lugar oscuro y húmedo produce una sensación
sobrecogedora. Aquí encontraremos una bella imagen gótica de la Virgen.

Claustro de los Caballeros

El claustro del monasterio se llama "Claustro de los Caballeros" porque fue el


lugar elegido por muchos nobles que pagaban con sus riquezas al monasterio
para disponer de un lugar piadoso para su enterramiento. Este claustro es una
obra maestra de la arquitectura y escultura del siglo XVI, siendo terminado en
1528.

Cuenta con sus cuatro pandas cubiertas con bóvedas tardogóticas de crucería
compleja. Lo más bello son los arcos apuntados de finales del gótico que cobijan
delicadas columnillas y tracerías platerescas. Todas ellas son distintas y en el
entramado vegetal y geométrico que las preside vemos también animales y
ángeles.

Adosadas a los pilares del claustro existe una colección de estatuas renacentistas
bajo doseletes. La mayoría están descabezadas y mutiladas. Hay que fijarse
también en las mensulillas que las soportan pues encontramos en ellas escenas
protagonizadas por animales fantásticos.

En el claustro podemos encontrar varias puertas monumentales. Una de ellas se


denomina de San Juan y es la que da acceso al templo desde el claustro. Se trata
de una estructura renacentista con decoración plateresca.

Otra se encuentra en la panda oriental del claustro y se conoce como Puerta de


los Reyes, al llevar dos escudos: uno de Castilla y León y el otro de Navarra. Daba
acceso al antiguo refectorio y a la sacristía. Es de estilo gótico isabelino con vano
delimitado por arcos carpaneles superados por decoración flamígera.

REAL CAPILLA Y PARROQUIA DE LA SANTA CRUZ

La primitiva parroquia de Santa Cruz, se fundó en el año 1052 y estuvo


situada en una capilla de Santa María la Real. Su separación en 1230, por un
decreto del Papa Honorio III. La actual Iglesia fue consagrada en 1611. El
arquitecto Juan de Raona le adosó una cúpula semiesférica sobre pechinas
rematada por una linterna con cuatro ventanas. En 1936 y 1939 sufrió serios
desperfectos. Fue reconstruida en 1940, el templo es una sólida construcción en
piedra de sillería y consta de tres naves, con varios retablos neoclásicos y
diversas tallas y lienzos. En la sacristía destaca un cristo gótico del siglo XIII y se
guardan además, otras tallas, lienzos, y ropa litúrgica de los siglos XIV- XVI-XVII.

MONASTERIO DE SANTA ELENA


En pleno camino de Santiago y contiguo a la Capilla de Madre de Dios, se alza el
Monasterio de Santa Elena, fundado a mediados del siglo XVI por doña Aldonza
Manrique de Lara, hija de los Duques de Nájera, y en la actualidad habitado por
las Hermanas Franciscanas Clarisas.

De la primitiva fábrica, entonces extramuros de la ciudad, ubicada en lo que era


Hospital de peregrinos, nada se conserva. El complejo actual es una construcción
de sillería, mampostería y ladrillo. Consta de una iglesia, un pequeño claustro a los
pies de ésta y las habituales dependencias monásticas situadas en su entorno. Es
muy vistosa la fachada exterior del edificio, adintelada, almohadillada y con
hornacina en lo alto.

Características:
La iglesia del siglo, XVII, es obra de los canteros Pedro Ezquerra de Rozas y José
de la Puente Liermo. Tiene planta de cruz latina, con una nave de cuatro tramos,
crucero y cabecera rectangular. Esta presenta columnas toscanas adosadas,
rematadas por arcos de medio punto, que configuran bóvedas de cañón con
lunetos. El crucero, en cambio, se cubre con cúpula sobre pechinas que aparecen
decoradas por pinturas del siglo XVII.

Retablo mayor:
En la cabecera se ubica el magnífico retablo mayor, compuesto de banco, un solo
cuerpo articulado en tres calles por columnas salomónicas con vides, y un ático
redondeo. Es coetáneo y muy similar al de Santa María la Real de Nájera. Ambos
son obra del maestro montañés Mateo de Rubalcaba. Es destacable la imagen
titular de Santa Elena y las historias de las calles laterales del retablo, que
representan a San Antonio, Anunciación, Bautismo de Cristo y la Asunción. El
ático muestra un Calvario con tres figuras.

Retablos barrocos:
La iglesia contiene toda una serie de objetos de gran belleza, entre ellos varios
retablos barrocos. Destacan los dos retablos rococó de la segunda mitad del siglo
XVIII, situados en ambos brazos del crucero. El de la izquierda alberga una gran
imagen clasicista de la Concepción de mediados de XVII, y el de la derecha, una
imagen de Santa Clara.

Sacristía:
La sacristía muestra un retablo clasicista de la primera mitad del siglo XVII, con
imágenes de San Felipe y de Santa Elena.

Coro:
El coro alberga una sillería en banco corrido y diversas piezas artísticas, como un
relicario en templete clasicista de mediados del XVII y varios lienzos barrocos

Clausura:
A los pies de la iglesia, una reja de hierro de dos cuerpos, fechada en 1660,
separa ésta de la clausura. Dentro de la clausura conventual existe un precioso
patio castellano del siglo XVII y se guardan diversos objetos de gran valor artístico,
como un armario-relicario americano, datado en 1751, repujado en plata dorada,
con motivos indígenas; otro armario-relicario con imagen flamenca de Santa Clara
del siglo XV, diversas pinturas en tabla del XVII, varias esculturas y pergaminos.
También son espectaculares algunas muestras de valiosa orfebrería.

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