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¿CÓMO Y CUÁNDO SE ORIGINÓ LA VIDA?

La Tierra primitiva no era como la Tierra actual. Se calcula que la edad de la misma es de 4600 m.a. y
que se formó por la fusión de muchos planetas más pequeños llamados protoplanetas, que a su vez se
originaron de nubes de polvo cósmico desprendidas de la zona externa del Sol. A medida que los
protoplanetas se fusionaron para formar la Tierra, se fueron compactando entre sí cada vez más. En el
transcurso de millones de años los elementos radioactivos del planeta liberaron tanto calor que la Tierra
se fundió parcialmente. Con el tiempo la Tierra comenzó a enfriarse y continuó enfriándose durante
millones de años. La superficie se solidificó, excepto en lugares donde los volcanes continuaron
expulsando roca fundida y gases, principalmente vapor de agua. En el espacio frío, este vapor de agua
pudo enfriarse produciendo nubes de pequeñísimas gotas líquidas que cayeron como lluvia sobre las
rocas, aún calientes, de la corteza terrestre. El calor de las rocas pudo haber evaporado agua para
devolverla a la atmósfera terrestre, donde nuevamente fue enfriada y devuelta a la Tierra como lluvia,
a veces violentas lluvias tormentosas. Esa atmósfera era bastante inestable y esta forma de actividad
volcánica durante millones de años, pudo haber producido suficiente agua para formar los lagos, ríos y
océanos.

¿De dónde salió el primer SER VIVO?


El problema del origen de la vida ha fascinado al hombre durante siglos, pero desde siempre los hombres
de ciencia han formulado todo tipo de hipótesis para tratar de explicar este misterio.

Posibles teorías sobre el origen de la Vida:


CREACIONISMO:
El Creacionismo es el conjunto de creencias basadas en la doctrina religiosa judeocristiana, según la
cual el universo, la Tierra y cada ser vivo existente en ella provienen de la creación de un ser divino.
Esta teoría plantea que la Tierra es un planeta “estático” y se oponen a las explicaciones científicas sobre
el origen de la vida y niegan la evolución biológica, debido a que contradicen la interpretación bíblica.
FIJISMO:
Los fijistas sostienen que los seres vivos han permanecido mas o menos invariables a lo largo de la
historia; es decir, que tanto la naturaleza como las especies vivas son una realidad definida y acabada:
los seres vivos son formas inalterables, siendo hoy tal y como fueron diseñadas desde sus comienzos.
GENERACIÓ ESPONTÁNEA:
Esta teoría afirma que la vida, tanto animal como vegetal, podía surgir de manera espontánea a partir
de materia inorgánica.
Aristóteles propuso la idea de que “ciertas porciones de materia contienen un principio activo que sería
capaz de producir un ser vivo cuando las condiciones sean adecuadas”. Él pensaba que los seres vivos
podían surgir del barro y de la materia en descomposición (ej.: cocodrilos surgiendo de troncos
descompuestos en el agua).
A mediados del Siglo XVII Francesco Redi, biólogo y médico, descubrió que las larvas no surgían por sí
solas, sino que provenían de huevos de moscas. Para demostrarlo planteó un experimento sencillo pero
contundente: puso carne en descomposición en un grupo de recipientes de boca ancha, algunos abiertos
y otros con tapas bien sellados. Después de muchos días, comprobó que las larvas aparecían solamente
en los frascos que estaban destapados, donde las moscas podían entrar. Aunque no pudo ver los
diminutos huevos que las moscas depositaban en la carne, llega a la conclusión de que éste debe ser el
proceso que genera larvas. Demostró que los gusanos que aparecían eran las larvas de moscas y que no
aparecían allí espontáneamente.
La idea de generación espontánea mantuvo su dominio para ser abandonada recién a finales del siglo
XVIII.
BIOGÉNESIS:
Esta teoría se basa en la suposición de que es un organismo el que produce a otro ser vivo, y de que
todos los seres vivos que actualmente viven en la Tierra son descendientes de los protistas, plantas y
animales que han vivido antes que ellos. Es decir, que “la vida proviene solamente de vida preexistente”.
LA TEORÍA DE OPARÍ: EL “CALDO” PRIMORDIAL:
Recién comenzando el siglo XX, el científico ruso Alexander Oparín concibió una idea bastante razonable
sobre como pudieron haberse sintetizado (es decir, creado) las primeras moléculas orgánicas en el
planeta, indispensables para “construir” células vivientes.
Su idea se baso en la composición química que, probablemente, tenía el planeta y su atmósfera. Las
moléculas que abundaban en las aguas y en el aire estaban formadas con los elementos químicos
propios de las biomoléculas que hoy están presentes en cualquier célula; los más importantes entre esos
elementos son: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo, entre otros.
Posiblemente, la atmosfera primitiva haya estado formada por gas metano, gas hidrógeno, amoníaco y
vapor de agua. Seguramente carecían por completo de oxígeno.
Oparín también tuvo en cuenta las enormes y variadas fuentes de energía que había sobre la Tierra
joven: energía calórica a muy elevadas temperaturas, energía radiante proveniente del Sol (por ejemplo,
luz blanca, rayos UV), energía eléctrica descargada por las furiosas tormentas que había.
Según Oparín, si había moléculas sencillas y la energía necesaria para que se unieran entre sí, entonces
las reacciones químicas adecuadas deben haber ocurrido de forma espontánea. Como resultado de estas
reacciones, muchas de aquellas sustancias inorgánicas se transformaron en sustancias orgánicas más
complejas, que quedaron flotando en las aguas.
Si esto sucedió así, posiblemente durante millones de años, se estuvieron sintetizando aminoácidos,
nucleótidos y otras biomoléculas, tomando como materia prima, sencillas sustancias inorgánicas
disueltas en las aguas o suspendidas en la atmósfera.
Las aguas (ríos y mares) comenzaron a llenarse de biomoléculas en suspensión; así, se transformaron en
un “caldo” enriquecido, en el que estaba ocurriendo los primeros pasos para la gestación de la vida. Por
eso ha de llamárselo “caldo primordial” o “sopa primigenia”.

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