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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

FACULTAD DE FILOSOFIA, HUMANIDADES Y ARTES.


PROFESORADO Y LICENCIATURA EN HISTORIA
CATEDRA: HISTORIA ARGENTINA I

“Manuel Dorrego”

PLAZA VIDELA, JOANA LAURA

EQUIPO DE CATEDRA:

• TITULAR: Mag. Susana Malberti de López de Aragón


• JTP: Mag. Fabiana Puebla.

Año: 2014
Parte I: Chile, Tucumán y Salta.

Argentino, Americano
En la idea y en los hechos Impulsivo y corajudo
En los embates guerreros
Recibió sendas heridas En Sansana y Nazareno
Y les pidió a sus soldados Para seguir combatiendo
Lo alzaran sobre el caballo
Así fue Manuel Dorrego
José Curbelo

El año 1828 se recuerda en nuestra historia por la trágica muerte de Manuel


Dorrego. En la localidad de Navarro yace su cadáver luego de ser fusilado, cuestión que
dividió la opinión de la sociedad en ese momento, entre quienes consideraron necesaria su
eliminación y aquellos que lamentaron el suceso.
“La historia juzgará mi accionar”, fueron las palabras del general Juan Lavalle
luego de haber tomado una de las decisiones más difíciles de su carrera política y que
inevitablemente, lo marcaron para siempre.
En efecto, el juicio de la Historia se fue expidiendo en los hechos posteriores a su
ejecución, y en la opinión de diversos historiadores que se han dedicado al estudio de este
tema. (Ejemplo de ello es alguno de los autores nombrado en este trabajo).
Manuel Dorrego, tanto en su faceta militar como política, fue un personaje activo
de nuestra historia, cuya ideología y accionar fueron el resultado de una época totalmente
controvertida, en la que le tocó vivir.
El personaje1 comenzó su accionar político en suelo trasandino. Participó en los
sucesos revolucionarios de 1810, para lograr sofocar el intento por parte de los españoles
por recuperar el poder en este país. Por su destacada participación le fue concedido el cargo
de Capitán y recibió un escudo de honor con la inscripción “Yo salvé la patria. Chile a sus
primeros defensores.”
Tiempo después se trasladó a la ex capital del virreinato, Buenos Aires, donde luego
de varios intentos fue incorporado al Ejército del Norte, quedando bajo las órdenes de
Manuel Belgrano.
1
Nació en Bs As el 11 de Junio de 1787, sus padres fueron José Antonio Orrego y María de la Asunción Salas.
Hicieron su fortuna en el comercio lo que le permitió dar a sus hijos, Luis y Manuel, la mejor educación
mandándolos primero al Colegio de San Carlos y luego a la Universidad de Chile.

2
Historia conocida es la de este abogado, Manuel Belgrano, convertido por su
patriotismo, en oficial. Sus decisiones fueron tomadas acudiendo al consejo oportuno de
sus compañeros de armas, entre ellos Dorrego, quien al momento del éxodo jujeño fue uno
de los que le recomendó la lucha para enfrentar al enemigo.
Manuel Dorrego tuvo destacada participación en dos batallas decisivas en la guerra
por la independencia. Así lo relataron los historiadores:
“…En la distribución de columnas, a él le corresponde la reserva… Trabada la
lucha, la suerte de los contendientes es incierta durante largo rato… el general en jefe se
encuentra a una legua del campo de batalla. La situación de los regimientos patriotas es
comprometida, casi desesperada. Dorrego no pierde la sangre fría ante la inminente
derrota. Sin esperar las ordenes de Belgrano… avanza con la infantería en ayuda de
Forest y Warnes… junto los dos destrozan a esa parte del ejército español”2
Con estas palabras la autora Lily Newton narra la participación de Dorrego en la
Batalla de Tucumán. Se desprenden dos cuestiones importantes: Por un lado el gran
patriotismo de nuestro protagonista al momento de enfrentar al ejército enemigo superando
todo obstáculo, y por otro, la destacada y decisiva intervención a favor de la victoria.
El accionar mesiánico de nuestro personaje se repite de manera casi idéntica en la
Batalla de Salta, logrando el segundo triunfo consecutivo de las tropas nacionales.
Tan destacada fue su participación que luego de las derrotas de Vilcapugio y
Ayohuma, Belgrano diría “Si Dorrego hubiera estado en su cuerpo no se hubiera perdido la
acción”3
Más allá de las victorias obtenidas y las derrotas sufridas en la década de 1810 en
las diferentes filas que dirigió Dorrego, siempre en ellas se destacó por un férreo y a veces
díscolo carácter, que generó continuos enfrentamientos con sus colegas y jefes, como fue
el caso de Belgrano4. Estos enfrentamientos terminaron, con su separación de las tropas
patriotas.

2
SOSA DE NEWTON, L. (1967). Dorrego. Buenos Aires: Plus Ultra. Pág. 41
3
RUIZ MORENO, I. J. (s.f.). Crímenes políticos: Dorrego, Quiroga, Maza, La Mazorca, Varela, Benavidez,
Virasoro, Aberastain, Urquiza”. Bs As: Emecé. Pág. 17.
4
La voz de Belgrano tenía un tono aflautado, lo que no lo ayudaba en nada para lograr el respeto de los
hombres de las tropas. Manuel Dorrego se burló de Belgrano ante el general San Martín, quien
inmediatamente lo destinó a Santiago del Estero como reprimenda, y por ese motivo Dorrego comenzó a
cosechar un odio profundo por Belgrano.

3
Más tarde, luego de un grave enfrentamiento con Don Gregorio Tagle, en el Ejercito
Oriental, el Director Pueyrredón lo expatrió, partiendo Manuel Dorrego hacia Estados
Unidos, dónde arribó en marzo de 1817.

Parte II: Ideología5.


Manuel Dorrego fue uno de los mayores representantes del grupo federal 6, junto a
otras figuras destacas de nuestra historia como Manuel Moreno, Domingo French, Juan
Manuel de Rosas, entro otros.
Al país del Norte llega en marzo de 1817. Su arribo no fue de la mejor manera sino
el resultado de un viaje marcado por los inconvenientes de la piratería. El capitán de la
goleta “Congreso” era José Almeida, quien se dedicaba a esta actividad y tenía la orden de
enviar a Dorrego a la Isla de Santo Domingo, pero en la Isla Jamaica fue apresado por los
ingleses. La situación se agravó aún más cuando el capitán-pirata escapó con sus papeles y
él no pudo justificar su presencia en el barco por lo que, finalmente, los ingleses lo
expulsaron de la Isla.
Más allá de todos los percances, en marzo se produjo el arribo de Manuel Dorrego a
Baltimore. Sobre su accionar en esta ciudad se sabe muy poco, siendo las únicas fuentes
para su estudio sus dos “Cartas Apologéticas”. Más allá de lo relatado en éstas, no hay
demasiados datos sobre su estadía en EE. UU7.
“En Estados Unidos, estudió la formación federal del país y tejió lazos políticos
con algunos de los principales hombres de la ciudad. Y a los pocos meses de estadía, su
exilio se convirtió en una reunión de amigos… Fueron llegando a Baltimore [adversarios
políticos de Pueyrredón] como exiliados los escritores públicos de la Crónica Argentina.

5
La práctica de sus ideas se detalla en “Su actuación en el congreso de 1824 y la defensa de sus ideas
políticas”.
6
La ideología federal en nuestro país no fue homogénea ni compacta. Estuvo marcada por los fuertes
regionalismos, y la gran separación entre los federales pertenecientes a la Provincia de Buenos Aires y los
del resto del país. Para la década de 1820, esta división no fue tan tajante como si lo sería tiempo después
durante la época de Rosas.
7
Se conoce un número de artículos publicados por él criticando la política de Pueyrredón y una historia que
según cuenta que un día Dorrego le consulta a una mujer negra si iba a poder pisar su tierra una vez más a lo
que ella le respondió “Usted va a llegar muy lejos en su país, al primer puesto, pero su fin será funesto”.
SOSA DE NEWTON, Lily. Op. cit. Pág. 101. También citado en: BRIENZA, Hernán. Op. Cit.

4
En la pujante ciudad se encontraron Manuel Moreno, Domingo French, Manuel V. Pagola,
Pedro Agrelo, Vicente Pazos Silva, Eusebio Valdenegro y Feliciano Chiclana…”8
Así de acuerdo a la lectura realizada de diferentes autores como Isidoro Ruiz
Moreno o Brienza Hernán9 podemos decir por un lado, que sus conocimientos sobre el
sistema federal se consolidaron en los Estados Unidos, baluarte del federalismo como forma de
gobierno. Por otro lado, quizás fue en Baltimore donde se producen los inicios de sector
federal de nuestro país desarrolló su accionar entrada la década del 20. Se trataría solo de
una hipótesis porque ningún autor lo confirma en sus libros, solo se habla de los contactos.

Parte III: Década de 1820. Su final.


Del veintisiete al veintiocho
En su gestión de gobierno
Propulsó el federalismo
Que siempre fuera su credo
Y cayó buscando luz
Entre las sombras envuelto
No pudo montar de vuelta
Como lo hizo en Nazareno
Y en un trece de diciembre
Se apagó Manuel Dorrego

1) Primera Gobernación (Desde julio hasta agosto de 1820)


El año 1820 constituye una bisagra para la Historia Argentina. Comenzaba la
década caracterizada por la acefalia del poder nacional10 y por la lucha por conseguir la
estabilización y la unidad, lo que originó una extensa guerra civil.
Después de concluir la Guerra de la Independencia en territorio rioplatense durante
el directorio de Martín de Pueyrredón, se inició un periodo de fuerte lucha entre dos líneas
políticas-económicas: “unitario y federales”, las cuales dividieron a los argentinos, lo que
impidió lograr el objetivo de la organización nacional. El enfrentamiento entre ambas en la

8
BRIENZA, Hernán. “El loco Dorrego. El último revolucionario”. 7° Ed, Buenos Aires, Marea, 2011. Pág. 160
9
Ídem.
RUIZ MORENO, Isidoro J. Op. Cit. Pág. 19.
10
El 1° de febrero de 1820 se produce la Batalla de Cépeda que tiene como consecuencia la caída del poder
nacional y el comienzo de las autonomías nacionales. En la misma se enfrentó el Director Rondeau y los
caudillos federales López y Ramírez que obtuvieron la victoria.

5
Batalla de Cépeda en febrero de 1820, puso fin al gobierno del último Director Supremo,
José Rondeau, y provocando la disolución del Congreso Nacional.
Posteriormente, se desarrolló en el país una serie de pactos interprovinciales como
un intento de mantener la unidad entre las provincias, más allá de la disolución del gobierno
Central. El último fue el Pacto Federal de 1831, aunque la guerra continuó hasta 1852, en
que, derrotado Juan Manuel de Rosas por Justo J. de Urquiza, se abrió el camino hacia la
organización constitucional.
En el año 1820, en un contexto que denominan “anárquico”11 algunos
historiadores12, Dorrego arribó al país tras un largo exilio que le sirvió para rectificar y
profundizar su pensamiento federal. El día de su llegada fue el 6 de abril de 1820, y sólo la
Gaceta lo anunció.
Paralelamente al arribo de Dorrego, en Bueno Aires durante el mes de febrero se
produjo la Batalla de Cepeda13 que llevó a la caída del poder nacional y a una crisis de
poder en la misma provincia debido a la sucesión de gobernadores de los diferentes grupos
político14 (Durante estos sucesos, Manuel ocupó el cargo de Comandante de Armas de la
Ciudad cuyo objetivo era la defensa de la ciudad contra una posible invasión desde el
Litoral debido a la derrota que sufrió en Cañada de la Cruz contra la caballería de López.)
Finalmente ante toda esta situación de inestabilidad política, marcada por los
enfrentamientos armados en la provincia de Buenos Aires, se daba la necesidad de nombrar
un nuevo gobernador, Martin Rodríguez, fue la figura que salió fortalecida a tal punto que

11
“La disolución del Estado de las Provincias Unidas del rio de la Plata es de toda evidencia, así como la
desaparición del gobierno nacional; lo que queda, en todo caso, es la aspiración general a constituir una
nación. Si bien es cierto que la realidad que se presenta no puede denominarse “anarquía –según suele
afirmarse-, tampoco debe recibir el nombre de federalismo –como se acostumbra insistir- sencillamente
porque este se tiene que plasmar en un Estado Federal o en una confederación de estados””.
SEGRETI, Carlos. “Desacuerdos y enfrentamientos políticos (1810-1828)”. En Nueva Historia de la Nación
Argentina. Tomo IV. Buenos Aires. Ed. Planeta. 2001. Pág. 364.
12
ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA. Historia de la Nación Argentina, dirigida por Ricardo Levene. Bs As,
El Ateneo, 1941
13
El 1° de febrero de 1820 se produce la Batalla de Cépeda que tiene como consecuencia la caída del poder
nacional y el comienzo de las autonomías nacionales. En la misma se enfrentó el Director Rondeau y los
caudillos federales López y Ramírez que obtuvieron la victoria.
14
El momento más profundo de esta crisis fue el 20 de Junio, fecha conocida por la historiografía como el
“Día de los tres gobernadores”, ya que se sucedieron en el poder Soler, el Cabildo y Ramos Mejía. Aunque
“Joaquín Pérez en su obra Historia de los primeros gobernadores de la Provincia de Bueno Aires, considera
que debería llamársele con más propiedad el día en que no hubo gobernadores…”
GARCIA, Benjamín. Acontecimientos políticos del año 1820. Pág.13

6
la nueva Junta de Representantes votó su nombramiento como nuevo gobernador, aunque él
no aceptó el cargo por considerarse más útil en la campaña. Es por eso que se le ofreció el
cargo a Manuel Dorrego, convirtiéndose en gobernador interino.
El primer mandato de Dorrego en la provincia de Buenos Aires constituye un
periodo de transición hasta la llegada de Martin Rodríguez a la gobernación y con él la
figura de Bernardino Rivadavia como ministro. Durante estos meses se dio la culminación
(parcialmente, ya que las luchas años después se reanudaran nuevamente) de los
enfrentamientos entre los federales y los directoriales. Así lo relata Benjamín García el cese
de las hostilidades:
“Mientras Rodríguez y Rosas organizaban las tropas en la campaña, Dorrego lo
hacía en la ciudad. Todos se habían unido en el odio común hacia la figura de Alvear.
Llegaron los federales hasta la puerta de la ciudad y allí se detuvieron, impresionados por
la magnitud de la defensa que los esperaba… López decidió retirarse con sus tropas, pero
Carrera y Alvear pensaron resistir y esperar circunstancias más favorables, por lo que se
quedaron en San Nicolás, Dorrego los atacó el 2 de agosto cuya victoria produjo la
desocupación total de la provincia”15
Sin embargo, la tranquilidad entre Dorrego y López no duró demasiado, los intentos
de acuerdo fracasaron y se iniciaron nuevamente las hostilidades. Un primer triunfo
correspondió a Dorrego que acompañado por Martin Rodríguez y Juan Manuel de Rosas
ocupó Santa Fe luego de la victoria de Pavón, pero posteriormente lo abandonaron.
Finalmente Dorrego fue derrotado en la Batalla de Gamonal que se dio el 2 de septiembre
de 1820.
Paralelamente, la Sala de Representantes decidió nombrar al gobernador titular; los
amigos de Dorrego presentaron su candidatura, pero el 20 de septiembre la Legislatura
nombró en su lugar al general Martín Rodríguez. Desde el frente Gamonal se retiró a su
quinta en San Isidro. En el mes de octubre, tras la revolución de su antiguo aliado Manuel
Pagola —en la que no participó— fue deportado a la Banda Oriental.
Debido a la "Ley del Olvido" que sancionó la legislatura provincial porteña en
noviembre de 1821, Dorrego —junto con otros exiliados como Alvear, Manuel de Sarratea
y Soler— pudo regresar a Buenos Aires.

15
GARCIA, Benjamín. Op. Cit. Pág. 14

7
Ayudó a aplastar la "Revolución de los Apostólicos", dirigida por Gregorio García
de Tagle, a quien logró capturar, facilitándole luego su huida. Fue éste un acto de particular
generosidad, ya que Tagle junto a Pueyrredón, años antes había firmado su destierro, lo que
en la práctica equivalía por entonces a una condena a muerte.

2) Su actuación en el congreso de 1824 y la defensa de sus ideas


políticas.
A partir de 1820 Manuel Dorrego inició su lucha a través de la palabra. El hombre
militar fue eclipsado por el hombre político, aunque siempre lo respaldó su aureola de
valerosa espada de la revolución.
Dorrego fue una de las figuras que se opuso al régimen “rivadaviano”, que se
caracterizó por la centralización del poder, que culminó con la sanción de la ley de
presidencia de 1826 nombrando como presidente a Bernardino Rivadavia y la sanción de
una constitución unitaria.
La reforma de la ley electoral de 1821, y la realización de elecciones en la provincia
cada tres años, le dio la posibilidad a Dorrego de acceder a la Sala de Representantes de la
provincia junto con su compañero de lucha Manuel Moreno en 1824, luego de haberse
separado del Partido del Orden16.
Su carrera política se caracterizó por el apoyo de los milicianos destinados a los
cuerpos del ejército regular y por su prédica a favor de los orientales que deseaban quitarse
de encima la dominación de Brasil.
Dorrego fue reelecto en 1824 y abogó por recuperar la Banda Oriental, antecedente
de lo que sucedió en su segunda gobernación.
Claramente se puede notar como el pensamiento de Manuel Dorrego se va
amoldando a las circunstancias, al contexto en que se encuentra inmerso. Ya que en su
primera gobernación el defiende con su vida a su provincia natal de una posible invasión;
mientras que durante este Congreso se desprende de ese papel provinciano para ubicarse
como una habitante de las Provincias Unidad como lo hizo la mayor parte de su vida. Es así

16
“El Partido del Orden mantenía un control sobre sectores claves de la sociedad, especialmente el ejército
y las milicias. Estimulo la participación al sufragio para que, a través de la soberanía del número el gobierno
gozara de una legitimidad irreprochable”. A este partido correspondía el grupo rivadaviano.
TERNAVASIO, Marcela. Historia de la Argentina (1806-1852). Bueno Aires: Siglo XIX. 2006. Pág. 150

8
que todos los hechos mantiene una relación, no podemos nunca aislar los acontecimientos
de su contexto.
Hasta entonces se hacía necesaria la organización nacional, debido a la presión
ejercida por los sucesos internacionales17 y el contexto provincial.
El 16 de diciembre 1824 la ciudad de Buenos Aires se impuso finalmente como
sede del Congreso Nacional. Recién al año siguiente Manuel Dorrego se incorporó,
representando a la provincia de Santiago del Estero.
Marcela Ternavasio en su libro Historia de la Argentina (1806-1852) expresa que
su elección fue posible gracias a que “el Congreso dispuso doblar el número de sus
miembros. Con este gesto los diputados por Buenos Aires buscaron reforzar su control…
La nueva elección favoreció al grupo porteño liderado por Rivadavia, aunque permitió el
ingreso de algunos líderes de la oposición porteña como Dorrego y Moreno…”18
En cada uno de los debates en los que participó se mostró como un ferviente
defensor del sistema democrático, siendo destacada su defensa por el voto de los
asalariados y “… adelantándose a Alberdi, Dorrego indicó que – las Constituciones son
buenas para el país en que fueron hechas-, mostrándose el Diputado Dorrego un firme
defensor del federalismo como forma de organización social”19
Carretero sostiene que “Ideológicamente eran federales en el sentido que aceptaban
la coparticipación con el resto de las provincias de las riquezas, el fomento de las
manifestaciones económicas de las provincias y el libre juego político en cada una de ellas
sin intentar inmiscuirse”20.
La lucha ideológica de nuestro protagonista no se circunscribió al ámbito del
Congreso, sino que fue más allá buscando incluir en su lucha a la sociedad y difundir su
pensamiento con respecto a la realidad del país a través de diferentes artículos publicados
en el “Tribuno”, periódico de la época que demuestra su posición contraria a las acciones
del gobierno unitario.

17
Gran Bretaña podía reconocer la independencia de la provincia a través de un tratado de paz y amistad
pero se requería la unidad político-estatal. Por otro lado se daba la ocupación de la Banda Oriental por parte
de Brasil.
18
TERNAVASIO, Marcela. Op. Cit. Pág. 152
19
RUIZ MORENO, Isidoro. Op. Cit. Pág. 21
20
CARRETERO, Andrés. “La llegada de Rosas al poder”. Bueno Aires, PANNEDILLE, 1971. Pág. 16

9
Pero toda la lucha llevada a cabo para impedir la sanción de determinadas leyes
quedó sola en el debate, debido a que la mayoría de las personas pertenecientes al grupo
rivadaviano o “Partido del Orden” impuso su programa a través de la sanción de diferentes
leyes (Ley de Presidencia, Ley de Capitalización y finalmente la sanción de la Constitución
en 1826)21.

3) Segunda gobernación. La muerte de Manuel Dorrego (Agosto de


1827- Diciembre 1828)
La segunda mitad de la década de 1820 estuvo marcada por la lucha sangrienta entre
las diferentes provincias buscando imponer un sistema de gobierno federal o unitario de
acuerdo a los intereses de cada una u hombre político.
¿Cómo fue el segundo gobierno de Dorrego? ¿Cuál fue el papel de la oposición?
¿Hubo algún momento de paz interior?
La finalización de la Guerra del Brasil fue buscada por el presidente Bernardino
Rivadavia, más allá de las grandes victorias conseguidas por las tropas patriotas. Éste le dio
la orden al Ministro de Guerra García, quien finalmente firmó “la renuncia a todos los
derechos que podría pretender al territorio de la provincia de Montevideo, hoy llamada
Cisplatina”. Esto provocó el aumento de la oposición, la cual anteriormente se manifestó
en contra de la sanción de las diferentes leyes.
Ante esta situación a Rivadavia solo le quedó una salida: La renuncia y el
alejamiento de la provincia, rumbo a Europa. De esta manera, se disolvió el gobierno
nacional, el cual habían pretendido consolidar los unitarios a costa de las autonomías
provinciales.

21
Ley de Presidencia: Creación de un ejecutivo unipersonal permanente.
Ley de Capitalización: Se declara a Buenos Aires capital del poder nacional, a la que se subordinaba un
territorio federal que iba desde el Puerto de Las Conchas (Tigre) hasta el Puente de Márquez y desde allí, en
línea paralela al Río de la Plata, hasta Ensenada. La Provincia de Buenos Aires, separada del distrito federal,
se reorganizaba en dos nuevos distritos: La provincia del Salado, con capital en Chascomús, y la del Paraná,
con capital en San Nicolás. Fue promulgada en marzo de 1826
Constitución de 1826: En su artículo 7 se declara explícitamente que “la nación argentina adopta para su
gobierno la forma representativa, consolidada en unidad de régimen”.
TERNAVASIO, Marcela. Op. Cit. Pág. 155

10
La provincia de Buenos Aires fue restablecida con la instalación de sus
instituciones. Dorrego fue electo gobernador por la Sala de Representantes porteña,
asumiendo el cargo el 12 de Agosto de 1827.
Las provincias del resto del país depositaron en él el manejo de las Relaciones
Exteriores, como consecuencia asumió la responsabilidad de decidir y llevar adelante la
Guerra con el Brasil. Su figura generaba confianza al ser conocido por los hombres del
resto del país; pero no era ese el concepto que tenía de él ciertos grupos bonaerenses.
Carretero sostiene en su libro “La llegada de Rosas al poder” que este grupo político, a
diferencia del grupo unitario, no tuvo trayectoria ni prestigio ya que no pertenecían a las
grandes familias de la provincia de Buenos Aires.22
Los federales porteños quisieron afirmar su triunfo, remarcándolo con la remoción
de muchos funcionarios del Partido que acompañaron a Rivadavia. Hecho que se consuma
a partir de la firma de un acuerdo secreto entre Dorrego y el gobernador de Córdoba, Juan
Bautista Bustos23. En el mismo se prohibió la salida del país de las personas de la anterior
administración, y se establecía que ellas debían presentarse ante las autoridades para
responder a los cargos por los que se las acusaran.
Con respecto a este acuerdo, Ricardo Levene nos dice que Dorrego al momento de
comenzar su gestión tenía dos cuestiones inmediatas que cumplir en el orden interno; por
un lado, el vincularse con las provincias, y por otro, reunir la Convención Nacional24.
Este acuerdo respondería al primero de los objetivos, Córdoba representaba una
pieza fundamental en el escenario político del país. Además recordemos que las provincias
de Cuyo habían firmado el acuerdo de Huanacache por el que se propiciaba el contacto con
la provincia serrana25.

22
CARRETERO, Andrés. Op. Cit. Pag. 16
23
En el tratado público ambas provincias se unían para proseguir la guerra contra Brasil y se resuelve el
envió de dos diputados para la convención.
ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA. Op. Cit. Pág. 167
24
Ídem. Pág. 166- 167
25
El Tratado o Pacto de Huanacache es una alianza ofensiva y defensiva que se firmó el 1 de abril de 1827. El
fin era celebrar un convenio que pusiera fin a los peligros de la Guerra con el Brasil y de las contingencias de
la guerra civil. En el pacto se renovaba el compromiso cuyano establecido en el Pacto de San miguel de las
Lagunas (22- 08-1822) en donde se daban las bases para un Congreso general. Además se conservaban sus
actuales derechos y libertades hasta la adopción de una Constitución.
Ídem. Pág. 166

11
Con respecto a la realización de la Convención Nacional se estableció como sede la
provincia de Santa Fe. Una de las funciones del organismo legislativo era unificar la acción
de las provincias en la guerra contra el Brasil. Tuvo como fin preparar el camino para la
formación de un Congreso, estuvo compuesta por diputados con instrucciones federales.
El día 26 de noviembre con la presencia y el juramento de 9 provincias, en sesión
secreta se acepta el Tratado de paz – desarrollada más adelante- con elogios para el
gobierno de Dorrego. Mientras se encuentra en funciones estalla la Revolución de
diciembre26.
Por otro lado, en la provincia de Buenos Aires, el prestigio ganado por Dorrego,
generó profunda preocupación en los sectores unitarios, los cuales conspiraron contra su
gobierno.
Asimismo, el partido unitario utilizó la prensa como estrategia para levantar a la
sociedad porteña, en especial a la “clase decente” contra el gobierno de turno. Sostiene
Ricardo Levene que es la primera vez que la prensa tiene tanta participación en un proceso
político.27
En este contexto, se publicaron varios diarios destinados a sostener o quebrar la
figura de Dorrego. Al momento de su elección como nuevo gobernador se publicó un
periódico para sostenerlo, “El correo político y mercantil”. Los redactores -Cavia y
Moreno- intentaron neutralizar los ataques contra el gobierno provincial, efectuados por el
periódico “El Tiempo”.
Los actos de gobierno más criticados fueron: Las elecciones de 1828, la reunión de
la Convención Nacional, las relaciones con las provincias, las gestiones internacionales y el
estado financiero. Los federales intentaron contestar a cada uno de los ataques pero no
alcanzaron el grado de intensidad e ingenio de los unitarios28.
Dos fueros las medidas que provocaron un incremento en la oposición y fueron
juzgadas como arbitrarias y dictatoriales. Por un lado, el envío de las tropas para anular a la
oposición en las elecciones y por otro, la sanción de una ley que limitaba la libertad de
imprenta, al establecer condenas por las diferentes publicaciones realizadas contra su
persona.

26
Ídem. Pág. 171.
27
Ídem. Pág. 173.
28
Ídem. Pág. 175.

12
Paralelamente se hizo cada vez más necesaria la firma de la paz con el Brasil,
debido a la falta de recursos humanos y financieros. Por esta razón, se envió una comisión
integrada por Tomas Guido y Juan Ramón Balcarce para negociar la finalización de la
contienda. El 27 de agosto de 1828, se acordó la renuncia a las pretensiones sobre la
Provincia Cisplatina la que se convirtió de ese modo en un estado independiente.
Por otro lado, esta medida no fue recibida con aplausos por el pueblo y mucho
menos por las tropas que habían estado combatiendo.
Dos generales del ejército se pusieron al frente de la revolución para poner fin al
gobierno de Manuel Dorrego, por un lado el General Juan Lavalle y por otro el General
José M. Paz.
A pesar de las críticas que recibió el Tratado de Paz, es necesario aclarar que los
soldados se encontraban cansados, enfermos, muchos de ellos heridos, tenían sueldos
atrasados, su realidad era totalmente desmoralizadora. Esta situación, sin lugar a dudas, fue
aprovechada por los unitarios que con sus dichos no hicieron otra cosa más que aumentar
esa nube de disgusto e indignación hacia el gobierno federal. Persuadieron a Lavalle de
encabezar la revolución que tendría como objetivo la destitución de Dorrego.
Ruiz Moreno Isidoro relata así lo sucedido el 1 de Diciembre de 1828: “…llegaba a
Bs As la primera división el 29 de noviembre de 1828, acampo en la recoleta… El coronel
Dorrego reconoció tarde la veracidad de los avisos y aún de noche el 1 de diciembre
despacho un edecán… para que el general Lavalle concurriera a verlo. En las primeras
horas las tropas sublevadas avanzaron hasta la plaza de la victoria… El coronel Dorrego,
conociendo que era insuficientes para sofocar el pronunciamiento abandonó por la puerta
de socorro la fortaleza”29
Como se puede notar en el párrafo anterior la revolución unitaria era un acto
conocido por la sociedad porteña y en especial por el gobierno federal, es decir que no
provoco la sorpresa de ningún político. Con respecto a la actitud del Gob. Manuel Dorrego
Carrero dice que él se negaba a aceptar que oficiales galoneados en las batallas sirvieran de
escalón a los políticos desplazados, Dorrego no era consciente de la gravedad de los hechos
que se avecinaban30.

29
RUIZ MORENO, Isidoro. Op. Cit. Pág. 32
30
CARRETERO, Andrés. Op. Cit. Pag. 120

13
Al arribar a Buenos Aires, Lavalle fue proclamado como nuevo gobernador de la
provincia con carácter provisorio, basando la legitimidad del nombramiento en la votación
que realizaron las personas que asistieron a la Iglesia de San Francisco31. Pero, este acto
carecía de legalidad porque el gobernador debía ser nombrado por las instituciones.
Los diarios de la época muestras en sus diferentes artículos la actitud de la sociedad
porteña, la misma se encontraba divida entre los adeptos a la figura de Lavalle que
correspondían a la clase alta de la provincia, hecho que manifiesta el “El Tiempo” cuando,
con respecto a la elección de gobernador dice “Jamás se ha visto en Bs As una reunión mas
numerosa, más en armonía, más decente, ni más circunspecta”, además de todos los títulos
que dedica a criticar la administración federal. Mientras que, por otro lado, el informe de
Parish, citado en Carreto, sostiene que las clases bajas y de la campaña apoyaban a Dorrego
y se sumaban a sus filas.32
Paralelamente, en la campaña se encontraba Dorrego que huyo hacia el sur de la
provincia con el objetivo de armar un ejército para lograr recuperar su cargo33. Contaba
con las tropas que debía reunir Rosas y con las fuerzas que se fueran sumando. La gran
mayoría eran milicianos mal armados e indios con lanzas.
Lavalle, al tener conocimiento de la resistencia que armaba Dorrego, el 6 de
diciembre se puso al frente de las tropas en busca del ex gobernador. Dejo en el cargo del
mando político y militar a Don Guillermo Brown. Lo acompañaron Martin Rodríguez,
Lamadrid, Pedernera, entre otros.
Finalmente se enfrentaron en Navarro el día 9 de diciembre, Lavalle lo derroto a
Dorrego casi sin oponer resistencia.
Dorrego huyó hacia el norte, buscando la protección de Ángel Pacheco. Rosas que
lo acompaño durante la batalla decidió abandonarlo y se dirigió a Santa Fe 34. Camino al

31
Lavalle fue votado por 79 personas, mientras que Alvear y Don Vicente Fidel obtuvieron un voto. Ídem.
Pág. 123
32
CARRETERO, Andrés. Op. Cit. Pag. 127
33
El almirante Brown al tener noticias de la decisión de Dorrego de enfrentarse a las fuerzas unitarias, le
envió una carta pidiéndole que desistiera de tal medida; otros amigos del ex gobernador también buscaron
disuadirlo pero todo fue en vano. Dorrego tenía tomada la decisión de enfrentarse a las fuerzas de Lavalle.
Ídem. Pág. 132.
34
Ídem. Pág. 141.

14
norte, luego de la batalla, el día 10 el ex gobernador fue arrestado por Bernardino Escribano
y Mariano Acha, dos oficiales a los que suponía leales, y entregado a Lavalle. 35
Accionar seguido en situaciones similares era el destierro del vencido, pero
sorprendentemente el destino de Manuel Dorrego fue su fusilamiento, más allá de haber
expresado por escrito y de manera verbal su voluntad de emigrar del país hacia los Estados
Unidos.
Al momento de tomar tal decisión, Lavalle fue presionado por varias figuras
unitarias que buscaban ir más allá de un simple destierro. Salvador M. Del Carril le escribe:
[...]. En tal caso, la ley es que una revolución es un juego de azar en el que gana hasta la
vida de los vencidos cuando se cree necesario disponer de ella. Haciendo la aplicación de
este principio de una evidencia práctica, la cuestión me parece de fácil resolución. Si
usted, general, la aborda así, a sangre fría, la decide; si no, yo habré importunado a usted;
habré escrito inútilmente, y lo que es más sensible, habrá usted perdido la ocasión de
cortar la primera cabeza a la hidra, y no cortará usted las restantes; ¿entonces, qué gloria
puede recogerse en este campo desolado por estas fieras ?Nada queda en la República
para un hombre de corazón”.36 Claramente se pueden leer los deseos del sanjuanino con
respecto al destino de Dorrego.
Otra de las cartas que recibe con idéntico fin fue la de Juan Cruz Varela.
Paralelamente recibió la carta del Almirante Brown buscando la liberación de Dorrego37.

35
Tuvo la posibilidad de enviar dos cartas. Una de ellas destinada al general Brown para que intercediera por
él para que le otorguen el permiso de emigrar a un país extranjero y otra al general Vélez pidiéndole una
entrevista
36
PIGNA, Felipe. Juan Lavalle (1797- 1841). Enero 2014.Disponible en la web:
http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/l/lavalle.php
37
Carta del Almirante Brown, delegado en Buenos Aires a Lavalle

12 de diciembre de 1828
Señor gobernador don Juan Lavalle:

Mi apreciado señor: La carta original de Dorrego que incluyo a usted le informará de sus deseos de salir a un
país extranjero, bajo seguridades: mi opinión a este respecto, como particular, está de conformidad, pero
asegurando su comportamiento de no mezclarse en los negocios políticos de este país… Esta es mi opinión
privada, más usted dispondrá lo que considere mejor, para asegurar los grandes intereses de la provincia;
quedando su muy atento amigo y servidor

W. Brown.
PIGNA, Felipe. Juan Lavalle (1797- 1841). Enero 2014.Disponible en la web:
http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/l/lavalle.php

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Finalmente, el 13 de diciembre de 1828, la decisión fue tomada por Lavalle. Ocho
tiros fueron los que mataron a Manuel Dorrego.
Momentos antes de su muerte logró escribir una carta a su esposa y a sus hijas. En
todo momento fue acompañado por el General Gregorio Aráoz de La Madrid.
Como podemos ver, Lavalle se convertiría así en el gran instrumento de los
unitarios, quienes conducidos por su pasión, buscaron la caída del adversario sin recabar en
los medios y sin medir las consecuencias. La muerte de Dorrego no significó de ninguna
manera el fin de un partido como el federal, sino la continuación y lamentablemente la
afirmación de la guerra civil.
Esto derrota se dio porque el federalismo constituía un grupo político que se
extiende más allá de los hombres del momentos y de los límites de la provincia. Es una
forma de pensamiento político- económico - social.
La revolución que había comenzado el primero de diciembre llegaba a su fin, puesto
que en el gobierno había un hombre fiel al bando unitario y el partido federal no tenía poder
ni en la política ni en el campo de batalla, por el momento.

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Bibliografía general
• FLORIA, C., GARCIA BELSUNCE J. “Historia de los argentinos”. Bs As, Kapeluz, 1980

• ROSA, José María. “Historia Argentina”. Bs As, Oriente, 1973.

Bibliografía especifica.
• ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA. Historia de la Nación Argentina, dirigida por
Ricardo Levene. Bs As, El Ateneo, 1941

• BRIENZA, Hernan. El loco Dorrego. El ultimo Revolucionario. (7° ed.). Bueno Aires:
Marea.2011

• CARRETERO, Andrés. “La llegada de Rosas al poder”. Bueno Aires, PANNEDILLE, 1971

• SEGRETI, Carlos. “Desacuerdos y enfrentamientos políticos (1810-1828)”. En Nueva


Historia de la Nación Argentina. Tomo IV. Buenos Aires. Ed. Planeta. 2001.

• GARCIA, Benjamin. Acontecimientos políticos del año 1820.

• RUIZ MORENO, Isidoro. Crímenes políticos: Dorrego, Quiroga, Maza, La Mazorca, Varela,
Benavidez, Virasoro, Aberastain, Urquiza”. Bs As: Emecé.

• SOSA DE NEWTON, Lily. Dorrego. Buenos Aires: Plus Ultra.1967

• TERNAVASIO, Marcela. Historia de la Argentina (1806-1852). Bueno Aires: Siglo XIX.2006

• PIGNA, Felipe. Juan Lavalle (1797- 1841). Enero 2014.Disponible en la web:


http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/l/lavalle.php

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