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Sana Tu Relación

Con Tus Padres


SANA TU RELACIÓN CON TUS PADRES

Tus padres biológicos son quienes te han dado la vida son la conexión
directa con la fuerza vital que moviliza tu existencia.

Para sanar tu vida tienes que sanar la relación con quienes te han
abierto el camino para poder encarnar y experimentar esta experiencia.

Sanar la relación con los padres no significa tener una relación


amorosa y fluida con ellos ya que muchas veces ni siquiera están
presentes para poder hacerlo. Significa poder honrar su presencia y
tomar todo lo que te han entregado con amor, humildad y gratitud.

Sanar la relación también significa poder conversar o hablar con ellos


con amor, sin reproches, rencores, desde una mirada más objetiva y no
idealizada.

Es muy probable que si hay algo en tu vida que te duele, sea el reflejo
de la relación con tus padres, aunque a simple vista parezca que no
tiene nada que ver.

Tú elegiste los padres que tienes y ellos te han elegido a ti como


hijo. Es un pacto de almas que realizas antes de encarnar. Elegiste
a los mejores maestros para esta Encarnación.

Hoy sin importar lo que te hicieron mamá o papá, para sanar hay que
posesionarse desde el adulto.

Al reconciliarte con las energías de mamá y papá, tú recuperas tu


libertad.

Aquello que no sanamos con cualquiera de ellos, lo llevamos dentro y lo


repetiremos una y otra vez.

La relación que vivenciamos con ellos, impactará profundamente en


cómo nos vinculamos con El Mundo. En las relaciones de pareja en los
hijos, en el éxito nuestro desarrollo profesional y en la economía.
Esa relación moverá los hilos invisibles de nuestra vida adulta y de
nuestra familia.
SANA TU RELACIÓN CON TUS PADRES

Si firmas la paz con ellos, obtendrás la paz interna, de lo contrario


vivirás en una guerra interior. Vale la pena hacernos responsables y
entender los Dolores y cargas que llevamos dentro, solo así podremos
sanarlas, y crear la vida que merecemos.

Mamá es apreciar la vida es tomar la vida, es decir: aquí estoy he


venido a tener una vida!!!, y eso va a repercutir en la forma en cómo me
alimento, la relación con mi cuerpo, mi autoestima,la relación con las
personas más cercanas, la apertura la abundancia, cómo me abro a
recibir la prosperidad, el dinero, el merecimiento a recibir y a tener el
potencial para poder dar, el amor a mí misma.

La madre representa tu capacidad de alimentar, de proteger, de velar


por el bienestar tanto tuyo como de los demás. La madre interviene en
la conexión con la vida, la abundancia, el amor y el éxito, el mundo
interno, tus emociones, la conexión emocional con otras personas, el
merecimiento,

Papá simbólicamente es abrirnos al mundo por la puerta grande al


éxito en la vida, a la vocación , profesión, liderazgo, es el que nos da
permiso para salir al mundo y de ser quien somos, la fuerza para lograr
lo que queremos, la habilidad para pedir lo que se quiere, establecer
límites, tener claridad mental, capacidad de emprender, es la energía
que nos ayuda al lograr metas y objetivos que nos tracemos en la vida,
no significa que se deba tener una relación con ellos, significa sanar el
vínculo energético, es el tomar la energía femenina y masculina para
sanar.

El padre en sentido humano personifica la función de llevar la


iniciativa, de proteger, de tutelar. De ejercer la autoridad tanto en la
familia como en el grupo, en la nación o en la tribu.
SANA TU RELACIÓN CON TUS PADRES

EJERCICIO PARA SANAR RELACION CON LOS PADRES

Esta es una carta que te permitirá sanar, perdonar y transformar la


relación con papá y mamá. Bríndate un espacio tranquilo. En silencio o
con música muy relajada.

Respira profundo, pon las manos en tu corazón. Imagina frente de ti


a tus padres.
Puedes hacer una carta para cada uno de ellos o a los dos juntos.
Esto dependerá de tus heridas y su relación con alguno de ellos
puntual o no.
Encuentra lápiz y papel y comienza a escribir. Cuéntale como te
sientes. Cuáles son tus emociones hoy. Cuéntale también que cosas
recuerdas de la infancia. De qué manera las situaciones te
afectaron, describe cada una de ellas y deja que todas las
emociones afloren. No importa si son emociones negativas como el
enojo, la rabia, el dolor. Siéntete libre en este espacio de intimidad
entre ti misma y tus padres mediante la carta.
Agradéceles por todo lo que te han dado. Han hecho lo mejor que
han podido y tu alma los ha elegido para que sean tus padres.
Despídete de ellos y cuéntales que los entiendes y comprendes, pero
hoy decides hacer las cosas diferentes. Esta es una carta que te
permitirá sanar, perdonar y transformar la relación con papá y
mamá.
Cuéntales que has tomado las riendas de tu vida y que desde tu
adulta decides cada día perdonarlos y sanar las heridas que te
acompañan.
Al finalizar puedes quemar esta carta y dejar las cenizas en la
tierra (puede ser una maceta o directamente la tierra). Al momento
de quemarla debes conectar con la emoción de soltar, de perdonar
todo lo que ha sucedido.
Al enterrar las cenizas estas dejando a Madre Tierra esta
experiencia para que ella lo transforme en luz y amor. Puedes
repetir esta carta cada vez que lo necesites.

Nota: Una vez hayas realizado el ejercicio de hacer la carta a tu Madre


y a tu Padre, con las indicaciones antes descritas, Te sugiero copies tal
cual estos modelos que te adjunto de cartas y lo leas en voz alta. Al
finalizar puedes quemarla y entregar las cenizas a la madre tierra.
Carta Para Sanar La Relación Con Mamá
Esta carta es para mi madre de su hijo/a
Madre, perdóname por fundirte con mis recuerdos, por no distinguir que eres un
ser espiritual que amorosamente se prestó a la obra de teatro que protagonizamos
en la Tierra.
Perdóname por hablarte de cualquier manera, por desconocer que tenemos un
pacto, por herir tus sentimientos, a partir de mis propias percepciones. Perdóname
por cada minuto en el cual creí que todo esto se trataba de ti y no de mí.
Perdóname por nuestra historia juntas, por pretender cambiarla, por no superarla.
Perdóname, porque no me es fácil saber y sentir quién eres realmente, porque a
través de ti, sólo veo a mi niña lastimada, porque sólo percibo dolor.
Perdóname por querer marcharme de tu vida, perdóname por haberme ido,
perdóname por no querer volver a ti, perdóname por no honrarte y no amarte lo
suficiente.
Sin duda alguna, te doy gracias, porque en un acto de amor consciente o
inconsciente me trajiste a la vida, a este mundo que me ha ofrecido todo para que
yo pueda conocerlo. Gracias por lo vivido, por las experiencias juntas, por los
dolores, por las lágrimas, por las risas, por las ausencias, por las heridas abiertas,
por las palabras bonitas y por las que no fueron tanto. Todo ello me ha forjado
como el ser humano que soy. Te doy gracias porque existes en algún lugar de mi
ser y porque me escuchas ahora. Te bendigo.
Lo siento, por las memorias de dolor que comparto contigo, te pido perdón por
unir mi camino al tuyo para sanar. Te doy las gracias porque estás aquí, para mí y,
te amo por ser quién eres. También, te amo porque estás en mis recuerdos y
porque es el momento de hacerlo. Nunca antes lo fue. Estas palabras surgen,
nacen, brotan y florecen en mí ser cuando el tiempo de mi mente es perfecto, el
amor me busca ahora y me reencuentra contigo, yo elijo estar en paz contigo, yo
soy esa paz en ti y en mí. Yo soy paz. Yo honro mi vida y la tuya tal como fue, tal
como es. Yo hago una reverencia ante tu ser de luz, que es quien yo soy".
Hecho ésta. Gracias, gracias, gracias…
Carta Para Sanar La Relación Con Papá
Esta carta es para mi padre de su hijo/a
Honro todo mi linaje masculino que me viene de ti, de mis abuelos, bisabuelos,
tatarabuelos. Así, no los haya conocido, sé que están en mí.
Te honro a ti, papá, por ser el sembrador de tu semilla, en la tierra fértil de mí
madre. La vida permitió que yo fuera el fruto. Doy gracias, porque estar aquí en la
Vida, es lo más grande.
Ahora, cuando veo tu historia y reconozco tu dolor, comprendo todo lo que vivimos
juntos y, tal como fue, era lo que necesitaba para aprender y crecer, desde las
cosas que me dolieron y no me gustaron.
Si te veo, me ves y si me ves, también puedo ver a los otros hombres, más libre de
mis proyecciones y anhelos infantiles, permitiendo, además, darles un lugar en mí
vida como parejas, jefes, maestros y, no confundirme en la necesidad de ser
visto/a, reconocido/a, valorado/valorada, querido/a. En esa búsqueda pierdo la
confianza en mí, me lleno de inseguridad, miedos y busco afuera lo que he
olvidado que encuentro dentro de mí mismo/a. Es en nuestro destino e historias
vividas juntos donde encuentro lo que necesito sanar, para crecer y avanzar hacia
más vida.
Veo las historias de dolor, abandonos, infidelidades, culpas, tuyas y de los hombres
de la familia y dejo con ustedes la responsabilidad de sus acciones y sus
consecuencias. Respeto sus destinos y no los juzgo. Me declaro inocente, libre de
toda culpa y vergüenza. Así me siento libre de la necesidad de compensar o
vengar asuntos que no me corresponden.
En la medida en que voy sanando mi relación contigo, papá, estoy listo/a para ver
lo sagrado y masculino en mí, libre de juicios, con una mirada compasiva, ahora
como hombre/mujer lo íntegro y puedo darles un lugar a los hombres con respeto y
amor.
Te miro, y miro a todos los hombres que te anteceden.
LOS HONRO.
Te miro, y miro tu historia.
LA ENTIENDO.
Te miro, y miro los duelos, las heridas.
LAS COMPRENDO.
Te miro, y miro las imposibilidades.
LAS SANO EN MI CORAZÓN.
Porque cuando te miro, miro lo masculino en mí, y cuando mi mirada es en
compasión, en mí comienza a sanar, y se hace la luz.
A partir de hoy, confió en poder integrarme en mí: masculino, verdadero, auténtico.
También amoroso y presente.
Papá: TE AMO.
Hecho ésta. Gracias, gracias, gracias…

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