Está en la página 1de 3

La herida de la humillación.

I partecipanti camminano per lo spazio si incontrano attraverso lo sguardo e riprendono a


camminare fino a formare gruppi di tre(meglio se non si conoscono). Si guardano e
incominciano a connettersi, creano un campo per far entrare un energía di sanazione. Senza
giudizio, riconoscendo nell’altro e in se un forte desiderio di curarsi e di lavorare
internamente e profondamente. Ognuno si va mettendo più e più nell’esercizio, respirando
profondamente. Incominciamo a lavorare la ferita della ingiustizia

Come è stata nella tua vita questa ferita, quando ti sei senti disprezzato, irrespettato?
Quando ti sei barricato, congelto difronte all’ingiustizia, quando ti hanno accusato senza
prove, quando si sono approfittati di te perchè erano più grandi e forti? Questa ferita si crea
tra i 3 e i 5 anni, quando la tua si sta sviluppando la tua individualità, la tua integrità la tua
capacità di amare interamente e percepisci la freddezza, le critiche e l’intolleranza dei tuoi
genitori.

Ognuno registra come questa ferita ha segnato la sua vita e il più connesso saràCada uno va
registrando cómo esta herida ha marcado su vida y cómo la ha vivido. El que esté más
conectado va a ser A. B y C se juntan hombro con hombro y A se pone enfrente. A va a
trabajar de primeras. Trabaja la herida de la injusticia y conecta con la ventaja, la fuerza y
la alevosía con que fue herid@. Recuerda cómo vivió la desproporción de los ataques
donde un adulto se aprovechaba de su poder y su fuerza sobre un/a niñ@ pequeñ@. Y
conecta una vez más con su respuesta frente al ataque negándose el dolor y sintiéndose
muy vivo y dinámico.
Contacta con su venganza que es triunfar y ser optimista, sobre-esforzarse o mostrarse
derrotado frente al padre/ madre para que sepa que por su culpa quedó jodid@
Entonces A pide ayuda a los compañeros y los invita a estar al servicio para él. A trae a su
memoria la herida de la injusticia y recuerda cuando su niñ@ interior se sintió irrespetado,
agredido, acusado, con la sensación de no merecer.
¿Y esto que ha hecho? Que como adult@ no sienta nada, que sea una persona rígida,
cínica. Que viva en la ofensa y en pelea constante con el otro, porque es a través de revivir
la herida que este adult@ se mantiene viv@ , que siente que su corazón late fuertemente.
Entonces A, se acerca a una persona de las que tiene al frente y le pide que represente a su
madre y a su familia materna. Luego le pide al otro compañero que le represente al padre y
a la familia paterna. Entran los tres en constelación y alguno de los dos padres o los dos se
va autodenunciar. Va a asumir su responsabilidad y se va dignificar frente a su hij@ y va a
llevar la mano a su pecho. Con la mirada le va a hacer saber que esa herida viene de su
parte.
Ahora A avanza, y pone la mano sobre la cabeza de la madre y del padre, y contacta, los
toca y papá o mamá le dicen: “Fui yo quien fue injust@, yo te hice daño, tienes razón en
reclamar por la injusticia. “Tu dificultad para confiar, tu necesidad de estar a la defensiva
o de atacar constantemente es por mí. Que seas injusto es mío, que seas rígido,
intransigente y castigador es mío.
Y entramos a la segunda etapa, la de reparación. Desde la dignidad los padres han
reconocido que son el motor, el eje de la injusticia, ahora los hijos renegocian la manera de
vincularse con los padres y dicen: “Ya no me uno más a tus memorias de dolor, ni en las
injusticias y me reconcilio con mi parte injusta. Voy a dejar de castigar y de castigarme.”
“Ustedes son mis padres correctos, y esta herida aunque no la hubiera elegido me ha
servido, y si pudiera volver a elegirlos te elegiría a ti mamá y a ti te elegiría papá”. Y los
padres contestan: “tú eres el hijo correcto, te elegiría siempre. Siento tanto tanto haberte
herido. Deseo que sanes, deseo que sanes. Deseo que esto no lo lleves a tu pareja, ni a tus
hijos, deseo que no lo lleves a tu trabajo, a tu vida, deseo que sanes tu herida, deseo que
sanes esta herida.”
Y entre los tres arman una constelación chiquita, arman el encuentro para revincularse
desde otro lugar.
A empieza a reparar lenta y cuidadosamente esta herida. Se para desde el adulto y mira a
sus padres, se aleja un poco y empieza a ver que sus padres son pequeños, que se
equivocan, que son humanos. Y desde ese lugar puede renegociar y reelegir como se
relaciona conmigo mism@ y con los demás ahora.
Y ahora el hijo se voltea, se pone de espalda para recibir el apoyo de los padres, de ambos.
Elige no tener ninguna coartada o excusa para no poder ir a hacia la vida, el amor o sus
propósitos. Entonces lentamente se va y los padres se quedan mirándose, reconciliándose,
reparándose. Y el hijo se va, a donde tiene que ir, a la vida. Puede encontrarse con otros en
la vida y se encuentran. Y volvemos a casa para agradecer a los compañeros.
Se siguen los mismos pasos que se realizaron con A, para que B trabaje y luego será C quien
lo haga.
Una vez han trabajado los tres, comparten cómo se sintieron y en qué están. (5 minutos).

I genitori si appropriano di tutto ciò e tutti e tre sentono cose, comprendono, piangono.. e
da qui entriamo nella seconda tappa, quella della riparazione ora i figli fanno un salto e
dicono: “voi siete i miei genitori corretti e se potessi ritornerei a sceglierli, sceglierei te
mamma, sceglierei te papà, e se anche non avrei scelto questa ferita per me mi è servita
perchè ho dovuto essere forte, mi ha reso forte. Ora non ne ho più bisogno, mi è servita
però ora non più. Mi dispiace essermi unito a voi attraverso questa memoria di dolore, mi
dispiace che sia andata così” e i genitori rispondono “tu sei il figlio la figlia corretta, ti
sceglierei sempre. Mi dispiace tanto di averti ferito solo ora mi rendo conto che sia andata
così, mi sarebbe piaciuto che fosse andata diversamente, però posso solo accettarla così
com’è. Desidero dal profondo del mio cuore che tu possa sanare, che tu sani. Desidero che
questo non si rifletta con il tuo partner, ne con i tuoi figli, nel tuo lavoro, nella tua vita.
Desidero que tu possa sanare la tua ferita, questa ferita.

I tre si rivincolano con lo sguardo, con il cuore, senza tappare i sentimenti, le emozioni
Il figlio con la sua parte adulta può rinegoziare e scegliere nuovamente come relazionarsi
con se stesso e con gli altri. Smettendola di ripetere, di cadere nell’umiliazione, di
reprimersi, di darsi duro, di ottenere le cose attraverso la prepotenza e la provocazione. Si
gira e i genitori gli danno un sostegno con le mani da dietro. Sceglie di non avere più scuse
per andare verso la vita, verso l’amore, verso il suo proposito. Lentamente si allontana e i
genitori rimangono guardandosi, riconciliandosi, sanandosi. Il figlio va dove deve andare, si
incontra con altri nella vita..
(fino a quando non incontra una coppia con la quale sente un energia che lo attrae, che le
rappresenta qualcuno delle sue relazioni attuali con cui c’è un sospeso che riguarda la ferita
dell’umiliazione. Si mettono uno di fronte all’altro e in contatto con la forza della sanazione
che ho sperimentato, non più dalla forza della ferita ne del trauma ma dall’amore, concludo
un movimento interrotto con questa persona sento se ho bisogno di affermarmi, di
esprimere il mio desiderio, di dire basta mettendo un limite dall’adulto e non dal bambino
ferito, di chiudere scusa per aver umiliato, per averlo provocato o attraverso questo per
aver reso l’altro il cattivo e io la sua vittima, per non aver espresso i miei sentimenti reali , il
mio amore..)
Poi ritorno a casa dai miei compagni per ringraziarli. Termina il lavoro, per cambiare
l’energia un esercizio come il paradute. 5 minuti per condividere

También podría gustarte