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NUEVA GRANADA
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LA NUEVA GRANADA
A FINALES DEL 51-GLO XVIII

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FRANCISCO ANTONIO MORENO Y ESCANDON

INDIOS Y MESTIZOS DE
LA NUEVA GRANADA
A FINALES DEL SIGLO XVIII

INTRODUCCION E INDICES DE JORGE ORLANDO MELO

TRANSCRIPCION A CARGO DE GERMAN COLMENARES
Y ALONSO VALENCIA

h BIBLIOTECA
1
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t-J nooco POPUL0»
VOLUtEN 124
1 •
Bogotá, Colombia - 1985

IVERSID
,O DEl .
 INTRODUCCION
FRANCISCO ANTONIO MORENO Y ESCANDON:
RETRATO DE UN BUROCRATA COLONIAL

1EI Iunes 7 de mayo de 1781 satlió de San ta Fe, comenzando un

viaje que a través de Ca,rtagena y Panamá lo llevaría basta Lima,
a donde ocuparía un a,lto cargo, el fisca'1 de 1a Reail Audiencia,
don Francisco Antonio Moreno y Escandón. No había cump'lido
aún los cuarenta y cinco años, pero su carrera burocrática, a lo
Iar.go de la cual ,había ocupado casi todo cargo abierto al talento
de los criollos, no podía ya ofrecerle muchas perspectivas en la
Nueva Granada. Un retrato más o menos convencional, que se
encuentra en la Biblioteca Nacional, y obra de J. Gutiérrez, nos
da alguna idea de la figura que debía tener entonces: un rostro
severo y poco atractivo, con labios delgados y apretados, que
escondían la ausencia total de dentadura. 1
El viajero abandona Ja Sabana con incómoda oportunidad:
desde el 16 de marzo los pueblos del oriente colombiano habían
iniciado un movimiento de protesta contra "el mal gobierno",
y uno de los blancos de la ira popular era el señor Moreno y
Escandón. El 7 de abril un sereno encontró en Santa Fe un
© FONDO DE PROMOCION pasquín en verso, ,que fue leído el 16 a la muchedumbre amoti-
DE LA CULTURA DEL
BANCO POPULAR ' nada del Socorro; los comuneros irónicamente dieron a este texto
Bogotá, 1985 el nombre de "la real cédula" o "el superior despacho". El poema
atacaba en primer lugar al regente visitador enviado desde España
Presidente:
FLORANGELA GOMEZ DE ARANGO
para reorganizar las rentas y la administración, don Juan Fran-

Asesor Editorial: 1) El retrato está reproducido en Centenario de la Independencia,

LUIS C. ADAMES SANTOS MDCX-MCMX (Bogotá, 1911), p. 57. Con base en un óleo que fue de
Francisca Moreno Isabella, y pasó a manos de Pantaleón Contreras Ponce,
publicó el Papel Periódico Ilustrado un grabado de Antonio Rodríguez,
IMPRESO EN COLOMBIA en el vol. IV, p. 266 (Bogotá, 15 de abril de 1885). José Manuel Marro-
TALLERES GRAFIC'OS BANCO POPULAR quín opina que lo admirable era que no e~perimentaba "dificultad eJ.-
BOGOTA •
gtma para hablar ni para hacer U$0 de toda clase de viandas", "Fran-
cfs'co Antonio Moreno y Escandón''len Papel Periódico Uustrádo, vol. IV,
ISBN 958-9003-18-4
.• p. 271 (Bogotá, 15 de abril de. 188if:).
1

5
 cisco Gutiérrez de Piñeres. Pero en relación al fiscal de la Au-
diencia el ataque era de una violencia similar:
Otro demonio que hay, que lo es Moreno
Perturbador del vulgo y de la paz,
En caso que no mude de te/'l'eno
No faltará otro arbitrio tan sagaz
Para acabar con tan mortal veneno
Que en nuestra destrucción es pertinaz
Y caso que no baste arbitrio nuevo,
Muy fácil es que se le pegue fuego.
Que bien se lo merece este malvado,
Por tanta iniquidad que ha cometido,
Pues ninguno en el Reino se ha quedado
A quien este fantasma no haya zaherido,
Pues al honrado lo hiere por honrado,
Y al pícaro protege en su partido.
Y en fin, para que el nombre quede eterno,
Ha dado más quehacer que aún el in.fiemo.
¿Qué hizo con los estudios? Confundir/os,
¿Qué intentó con los frailes? Acabarlos,
¿Qué piensa con. los clérigos? Destruírlos,
¿Qué con los monasterios? Destrozarlos,
¿ Y qué con los vasallos? El fundirlos,
Y a que por sí no puede degollar/os.
Pero no hay que admirar que esto le cuadre
Cuando gustoso enloqueció a su padre.
Lo que hay de que tener mayor dolor,
En estos hechos de tanta tiranía,
Es mirar de los indios el rigor
Con que lleno de infame villanía,
A la socapa de ser su protector,
Los destruye con cruel alevosía.
¿Qué agravios, qué desaires, qué deslices
podría hallar en aquestos infelices? 2
No sabemos quién fue el autor de esta curiosa diatriba; pro•
bablemente era alguien del círculo del Marqués Jorige Miguel
L~zano de Peralta; quizás, como 1o señala John L. Phelan, un
miembro de la orden de predicadores, enemigos desde tiempo
v1e¡o del fiscal. 8 Los comuneros, por su parte, no vacilaron en
colocar a Moreno co_mo uno· de sus objetivos principales: según
2
) El texto cor~rpleto del .poema se encuentra en Pablo E. Cárdenas
Ac011t11,El movimiento COJllllnal de 1781, v9J. I, ,pp. lG!ly SS. (Bogotá, 1960).
8) .Tohn L. Phelan, El pueblo y el rey, pp. 91-93 (Bogotá, 1980).
6 7
un informe de la Real Audiencia, cuando las tropas rebeldes
llegaron el 7 de mayo a Puente Real, "se publicó solemnemente
un bando que manifestaba el implacable odio que la poseía contra
vuestro fiscal que fue de es,ta Audiencia don Francisco Antonio
Moreno ... , y contra el corregidor de Tunja, don Josef María
Campuzano, y contra Piñeres". 4 No es probable que Moreno
hubiera conocido este bando; sin embar,go· no pudo ignorar el pas-
quín rimado, pues asistió por lo menos a cuatro reuniones de
la Audiencia donde se discutió la naciente rebelión comunera y
se tomaron las primeras medidas para tratar de detenerla; allí
sugirió sin duda algunas de las acciones que se requerían pa,ra
contener a "Ja plebe insolentada".
Así pues, el mismo día en que Moreno abandonaba Ja capital
virreinal, las tropas reales recibían su humillante derrota de
Puente Real. Moreno no huía: desde hacía más de un año se le
había nombrado fiscal de Jo civil en la Audiencia de Lima, pero
no deja de ser irónico que escapara a la furia popular co11 tan
precisa casualidad. 5 Gu,tiérrez de iPiñeres, por su lado, tuvo que
seguir la misma rnta de Mo•reno apenas cinco días después, cuan-
do las autoridades se enteraron del desastre de Puente Real y
cons·ideraron conveniente que el visitador se retirara -o huyera-
a Cartagena. Los dos funcionarios compartían así un destino
similar, objeto de los odios de los comuneros. Lo curioso es que
Gutiérrez de Piñeres y Moreno y Escandón habían adoptado una
posición totalmente di.ferente, y se habían enfrentado con bas-
tante vigor durante los dos últimos años, con relación al punto
que motivaba el rechazo comunero al fiscal: la disolución de Jos
re&guardos. Pero este equívoco no es extraño, si se piensa que
una ambigüedad mayor marcaba el mismo movimiento popular,
en el que marchaban juntos los ,blancos y mestizos, beneficiarios
de las medidas de Moreno, y los indígenas que habían perdido
sus tierras en desarrollo de las políticas del fiscal.
Nunca regresó Moreno '¼Escandón a la Nueva Granada. En
Lima fue inicialmente 'fiscal de lo civil, y a este cargo agregó
luego el de fiscal del crimen; en 1785 fue nombrado oidor en la
misma Audiencia. Tuvo a su cargo, como lo había hecho en
4) Archivo General de Indias (Sevi<:hla), "Info:rane de la Audiencia", 31
de julio de 1731•, Audiencia de Santa Fe, leg. 660 y 662.
5) José Manuel Marroquín está en desacueroo con la afirmación, que
atribuye a Manuel Ancíza-r, de que Moreno, después de contribuír a• exci-
tar el descontento que dio origen a los comuneros, se fue dejando en
apuro¡¡ al ¡robierno. La afirmación no aparece en la Pe~grinación de
Alpha; por otro lado, Marroquín parece ignorar lo hecho por Moreno
con los resguardos: supone que Jsi ,produjo a,Jgún deseontento, fue pro-
bablemente ,por haber dictado P,fovidencias que mejoraran la admín-istra-
"ción tributaría en 1774. Ma-rroquln, op. cit., 267.
 Santa Fe, a plaza de protector de indios y el manejo de los
bienes de los jesuitas expatriados. En 1789 pasó a la Audiencia
de Chile como oidor, y en 1792, en ejercicio del cargo de oidor
regente de tal capitanía, murió, lejos de su esposa y de sus nu-
merosas hijas, a las que había dejado en Santa Fe para ev1tar el
considerable gasto que causaba su transporte. 6 La tradición fa-
miliar, recogida por José Manuel Marroquín, sugiere que su
última enfermedad provino de la decepción de no haber sido
nombrado regente en la Audiencia de Santa Fe; esto sin duda
exagera los afanes burocráticos de nuestro :personaje.7 Poco se
sabe sobre su actuación en Lima y Santiago; las obras de historia
general de estas regiones apenas lo mencionan. Tres años des-
pués de su muerte, su esposa, María Teresa Isabella, luchaba
todavía contra la burocracia co-lonial para lograr que se le pagara
en Santa Fe la pensión a la que tenía derecho; probablemente
nunca pudo lograrlo. 8
La carrera de Moreno había sido excepcional. Durante la era
colonial los cargos de oidor o fiscal, que eran los más elevados
en la jerarquía después de los virreyes, recayeron usualmente en
nativos de España. A veces aboga-dos criollos especialmente bri-
llantes lograban un pues,to de oidor en una plaza distinta a la
de su oriigen; en muy contados casos lograban un nombramiento
en su propia tierra. En todo el siglo XVIJI, el único oidor de ]a
Audiencia de Santa Fe nacido en su distrito fue don Joaquín
Mosquera y Figueroa, nombrado en 1787; los únicos fisca'les
fueron Manuel Antonio Zapata, designado en 1708; Moreno y
Escandón, quien ocupó este cargo· a partir de 1776, y Francisco
Berrfo y Guzmán, nombrado en 1798.8 ª
11
Don Francisco Antonio había nacido en Mariquita en 1736,
hijo de una criolla· y de un es:pañol -don Miguel- ·que había
ocupado car.gos menores -"importantes destinos", dice don José
6) "Relación de méritos y servicios del doctor Francisco Antonio Mo-
reno y Escandón", en Archivo Nacional de Colombia, Virreyes, vol. vm,
fols. 824 y ss. Sobre los gastos excesivos, ver carta de Manuel Antonio
Flórez, el viITey Jáuregui del Perú, 25 de ag,osto de 1780, en Boletín de
Historia y Antigüedades, vol. XXJ!V (Bogotá, 1936), p. 339.
7) Marroquín, op. cit., 27,1,: un corresporisa,l de la época hizo la suge-
rencia acerca de cómo se "melancolizó" Moreno al no recibir el cargo al
que aspiraba. • dante; es probable que algo similar ocurr,a en Lima y Santiago.
a) ANC, Vil'reyes, VIII, "Dofia María Teresa Isabefila ... so.licita se, le
asista ... ", fols, 809 y ss.
sa) José Maria·Restrepo Sáenz, Biografía de los mandatarios y minis-
tros de la Real Audiencia (1671 a 1819), (Bogotá, 1952), pa&Sim.
8 9
Manuel Marroquín- en la burocracia colonial: alcalde ordinario
de Mariquita y superintendente (?) en el Choc?;. l~,ego desem.pe-
ñaría en 1769, la notaría del Tribunal de la Inqms1c1on en Cartaige-
na. n 'Además de sus afanes de empleado público, intentó don Mi-
guel Moreno hacer fortuna en actividades minera_s, con el re~ultado
habitual: algunos socios lo sedujeron con mmas marav11losas,
aprovechando ",que no podía moverme" "a fi,? de e~peñarme a
que metiese la cabeza y despachase esclavos,. Met10 __ la cabez~
y envió los primeros esclavos, pero todo acabo en un fiasco, aU~
por 1752. En 1773 andaba mal de la cabeza, y el virrey ordeno
a ·don Francisco Antonio que mantuviera encerrado a su padre. 10
A los trece años fue enviado a la capital, y admitido en el co-
legio de San Bartolomé, regentado por los jesuitas, ,en donde hiZ?
sus estudios de latín y filosofía. Obtuvo luego el titulo de bachi-
ller y maestro de filosofía en la Universidad de San F~anc1sco
Javier, -también dirigida por los discípulos de San Ignacm; es;ª
misma institución le dio después fos títulos de doctor en teo'log1a
y en jurisprudencia canónica y civil. A los 22 años la universida~
lo nombró para la cátedra de instituta, y tres afios después logro
la cátedra de derecho canónico.
Los comienzos de su actividad profesional muestran a Moreno
íntimamente li.gado a los núcleos de poder. Primero al cabildo:
,1
en 1759 fue Asesor General, un año después Procurador y en
1761 Alcalde Ordinario de Santa Fe. 11 .En segundo lugar a los
virreyes: ya en 1759 Solís envió a España una elogiosa relación
de los méritos del joven abogado; en 1762 el nuevo mandatario,
Messía de la Cerda, reiteraba sus capacidades e informaba que,
en vista de las limitaciones de salud del fiscal José de Peñalver,
lo había nombrado abogado fiscal de la Audiencia. Además a los
poderes eclesiásticos: el arzobispo don Pedro Felipe de Azúa es-
cribió al rey en 1762 contando ·que usaba los servicios de Moreno
n) No existe una buena biografía de Moreno, José Manuel Marroquín,
descendie.nte directo del fiS°caJl;1f,ublicó una breve reseña de su vi.da, llena
de sentimientos filia,les, en El Mosaico (Bogotá, 1865), Fue reproducida
en el Papel Periódico Ilustra:do en 1885, y de a.Jli la citamos, en el Bole-
tín de Historia y Antigüedades, vol XXIII (1936), :129-546 y recientemen-
te, en el vc,lumen que recoge los Estudios Históricos, de Marroquín (Bo-
gotá, 1•983). José Manuel Marroquín ,Osorio, Pbro., hizo una oración
conmemorativa, .perfectamente olvidable, en 1936; se encuentra publicada
en el Boletín de Historia y Antigüedades, XXIII, 7QOss. Restrepo Sienz
(op. cit., 464) no completó la biografía sobre Mor'3no y Escandón; según
lo que alcanzó a hacer, no es muy lamentable la ipérdida. La documen-
tación en SeviJla y Bogotá sobre las activtdades del fiscal es muy abun-
10) AHN, Virreyes, VIII, &39Jrchivo General de Indias, Audiencia
de Santa Fe, fol. 734.
11) ;r, • A. Vargas Jurado, "Tie 06 Coloniales" en la Patri.!l Boba (Bo-
gotá, 190.2), p. 50.
 como asesor jurídico para las causas más serias que tocaban a
la curia. 12
Entretanto, en 1759, había contraído _matrimonio con María
Teresa Isabella, española y bien relacionada: el he1;mano era eil
cura rector de la catedral y debía andar en términos muy cerca-
noo con el arzobispo, que fo nombró su albacea. V•arios burócraitas
notables, entre ellos el secretario del virrey, estuvieron entre los
padrinos; ofició, como era lógico, ~} canóniigo Isa:~ella. 13 Pero
conexiones y cartas de recomendac10n no eran suficientes para
obtener un empleo realmente bueno: para esto el mejor camino
era intriga•rlo directamente en España. iLa Universidad Javeriana
Je dio una comisión, para gestionar "diferentes asuntos, que con-
ciernen a su mayor realce, adelantamiento y beneficio, que deben
promoverse ante la Real iPiedad"; Moreno nombró quién le subs-
ti,tuyera temporalmente en su cátedra y en 1764 salió para Eu-
ropa. 1-J Otra vez nos debemos contentar con ·lo que dice la
tradición familiar: según Marroquín, se .hizo tan notable en Ma-
drid •por sus "luces e ingenio", que todos lo señalaban en la calle;
el Consejo de Indias le habría encargado·, para -ponerlo a prueba,
un difícil expediente, dándole 15 días ipara redactar el proyecto
de sentencia sobre el caso; Moreno resolvió el asunto en tres días
y su concepto fue acogido por el Consejo. 15 El 25 de marzo de
1765 hizo so,Jicitud formal para reemplazar a:J fiscal protector de
indios, Fernando Bustillo, recientemente fallecido; el nombra-
miento se expedió poco después, y por él debió pagar 1.000 pesos
de plata. 16
Moreno regresó entonces a la Nueva Granada y en enero de
1766 asumió en Santa Fe su nuevo cargo. ,Pronto comenzó a acu-
mular nuevas funcio·nes: en enero de 1767 el virrey lo nombró
asesor general, mientras duraba la ausencia del propieta·rio, y en
abril del mismo año fue designado Juez Conservador de las rentas
de aguardiente y tabaco. De 1766 a 1780 fue uno de los hombres
claves de 1a adniinistración virreynal; durant'e estos años es di-
fícil encontrar una acción gubernamental de irnpor,tancia en la que
no haya participado el protector de indios, ,que unió a sus nu-
merosos cargos una extraordinaria influencia sobre los diferentes
virreyes que vinieron a Santa Fe, como ,lo muestra la correspon-
dencia de éstos o· incluso las quejas de sus enemigos: en 1770 Lo-
zano de Pera-Ita escribió a España quejándose de que al virrey
12) "Relación de méritos ... ", loe. cit., Archivo General de Indias, Au-
diencia de Santa Fe;• p. 7·34.
i.s) AHN, Virreyes, III, 830.
14) AHN, Colegios, IH, fols. 845-852.
1~) Marroquin, op. cit., 267.
16} Archivo General de Indias, Audiencia de Santa Fe, 676.
10
Messía de la Cerda lo manejaban el asesor Manuel Romero y
el protector de indios. 17
111
• En 1767 la corona española decidió, por razones que no e_s_del
caso discutir, la expulsión de los jesuitas de todos sus domm10s.
El ·virrey Messía de la Cerda nombró a Moreno como uno de, los
ejecutores princip~les de ~sta orden: y según Groot le enc~~go la
redacción de las mstrucc1ones enviadas a todas Jas autoudades
para el cumplimiento de la orden real; ~~1?º era nece!ario gu~r-
dar el mayor secreto, Moreno las escnb10 de su puno y let1a.
Finalmente, el 31 de julio en la noche, junto con el oidor ~t~mo
Verástegui, fue •personalmente a comunicar la orden a los 1esu1tas,
en el colegio máximo del cual había sido alumno. 16
Ex:pulsados los jesuitas, el virrey nombró .ª Moreno regent~ de
estudios de San Bartolomé y, al crearse una ¡unt¡:¡.paTa determIDar
el uso de los bienes de propiedad de -los jesuitas y ahma en manos
de la corona el mismo Moreno fue designado fiscal de ella. Desde
estos dos c;rgos inició una persisteilite acción para modific~r, l_a
situación de la enseñanza superior, cuyo impacto resulta dificil
sobreestimar y que lo puso en abierto, conflicto con las órdenes
religiosas locales.
,En efecto, hasta la expulsión de los jesuitas podían d~r gr~d~s
universitarios únicamente la Universidad de Santo Tomas, dm~t-
da por ,Ja Orden de Predicadores, y la Universidad o _A_cademia
Javeriana. Desaparecida la segunda, quedaban los domm1cos con
el monopolio de ios grados universit~rios, para Jos cuales ,se rpre-
pa;raban los estudiantes en los colegios de San Bartolome Y del
Rosario o -con tutores par>ticulares. En mayo de 17~8 11:ropuso
Moreno que se utilizaran los recursos dejados por los 1esmtas pa-
ra es1ablecer una universidad pública y estudios generales en Santa
Fe. El ,proyecto presentad5,.por el fiscal deja ver, co~? una de
ias principales razones que lo impulsan, la preocupac1on por el
acceso de los laicos a la docencia universitaria y el rechazo al
monopolio de los religiosos: en la situación existente quedaban
1 1), Carta del 9 de agosto de 1770, Archivo General de Indias, Audien-
cia de Santa Fe, '134. Según Lozano de Peralta, el virrey y sus validos
"persiguen a los espafí.oles euroµeos y americanos, y perdonan la plebe ...
y en especial cuan.do ~os sublevados son de tan ruin casta como los
mulatos y mestizos". Moreno ocupó también el cargo de Defensor de
Rentas 1Decl.1naJes. En 176'1 el virrey recomendó que se le nombrara Con-
tador en Cádiz. Id. J
18) José Manuel Groot, Histori,t eclesiástica y civil de Nueva Granitda,
(Bogotá, 1&157),II, 104, 1-10, 124.•
11
 los seglares, la necesidad de que cada orden social ejerza las fun-
'.'Jos
f _seculare_
s sujetos con la dura servidumbr·e de v1·v1·rsiempre ciones que le corresponde: "el labrador en el campo, el religioso
m enores, sm esperanza de sacudir tan pesado yugo" 19 en la contemplación, los seculares en el manejo de los negocios
La "Junta de :Extrañamiento" compuesta 1 • • • del siglo; a éstos necesita el Monarcha dootos y versados en las
B~ni,to Casal, el asesor Manuel Romero y Jº{¡s~at~e~, e-1oidor
Ya para ºentonces las actuaciones de Mor-eno en relación a los
2
yo la pro.puesta y la envió al rey con -Jo cual ••• ?reno, apo- ciencias",
lucha burocrática entre los partidarios <le la se_mtc~~ una }ar:ga
yds1;1s.opositores, en especial las órdenes religi:S~~ve~
ec1d1eron comisionar a Fray I gnacto • Buenaventura
• s omm1cos
•
ªJ
P1;1b_hca
estudios habían provocado la hostilidad de los dominicos: en
1767 éstos 1o acusaron de mantener al Colegio Seminario de
San ,Bartolomé en manos de los "h~jos de los jesuitas", al no fa-
encontraba en España tratando d bt , quien se vorecer el intento de la Orden de Predicadores de que se ,les
beneficios derivados de la ex ufsi~n e~er pa·r~ su _orden aJ,gunos
:ombatiera la propuesta que le~ uita ·í e! los 1esuit_as, para que adjudicasen los bienes y las cátedras que habían sido de fos ig-
nan~a superior. Moreno enterad~ r a -~ monopolto de la ense- nacianos. Moreno conceph1Ó a favor del nombramiento de gra-
meinorial de diciembre' de 1769 ' amplio sus arg~1mentos en un duados de San Bartolomé, siempre que prestasen el "juramento
la enseñanza impa1itida por los r~/~ el cual ataco_ el, estado de de noprofesa:r, pública ni privadamente la doctrina de los jesui-
dos se conferían sin nin ún ri o . ig1osos. ,En_su opm10n, los gra- tas", lo que sirvió para ·impedir el acceso de los dominicos -Y en 21

mente insuficiente: se i~orabf tj y la ~n~enanza era completa- buena parte de los graduados del Rosario- a San Bartolomé-
la ciencia y sólo se m~ . n ,?s ver ª eros fundamentos de Cuando en 1767 el dominico Antonio Paniagua se candidatizó
más fácil~1ente contribu;:f ~~n estlquel_~os,a1;1torestriviales, que para rector de San Bartolomé, Moreno evitó su nombramiento, y
patético". Una universidad 'bl' I o s1_og1stic,oy método peri- provocó con ello una violenta andanada de los representantes de
entre los estudianes al concf:e tea estu;nulana la competencia la Orden de Predicadores, que lo acusaron de ser el "más empeña-
evitaría el "desdoro;' que se., rse las ~?,tedras por concurso, y do sustentante de las ideas jesuitas", así como antes del extraña-
·t na, .para el Esta-do secul " "d miento había sido su defensor en "cuantas causas tenían".
s1 ar en -una sola comunidad 1e
L . ¡·1g1osa
• el tesoro de la ar '• epo-
• ,, Moreno, p.revalido de que Messía, "hechizado del -Protector de In-
a ensenanza sería entonces en .. 't d , • s ciencias • dios, ciegamente sigue sus dictámenes", habría logrado el caiigo
~o~", que garantizarían un controt~//~s pu~ltcas fra~cas a to-
ult1mo, subraya Moreno e . r ª
ero e lo ensenado. Por de regente de estudios, del colegio seminairio, "pese a ser casado
y lleno de hijos", sin sujetarse a la abjll!fación que del jesuitismo
pero utilizado para defe~de: un ~1gulmento_de corte tradicional
un esp azam1ento del poder hacia imponía a los demás, y en este cargo favorecía a los jesuitas y sua-
ristas; entre éstos estaba el presbítero Isabella, a quien había
1,1)_"Proyecto del Fiscal Moreno 22
~i~~~~a~ ':Pu'-blica
anta
en el Virreinato de 1¡;ct:~~:
Fe de Bogotá. Año d .,
~ra lad erección de Uni•
ran_a a, con sede en la
nombrado examinador.
Además de este incidente, se enfrascó Moreno en un nuevo
8
del Archivo Nacional, N9 25-27 1940 e 1768 • publicado en la Revbta ataque a -los privilegios de los dominicos al solicitar a la Real
Hernández de Alba en The ( ), 202-1,1, Y Juego por Gu'll
º.f' · . . saurus XVI 477 493
,cia 1es, peticiones, etc., surgido; -al ' -
1 errno
• Un resumen de los actos
Audiencia que señalara las exigencias para el ejercicio del dere-
gn\les :el período colonia,! por un ~~1~r ~el i3sunto fue elaborado a cho, ante la irregularidad con la que la universidad confería los
to~~aº~' ~:;~~d;:~ª 1·v~~n~~r otros d:ct~e~to~ !~c:Nioiet~ ~:b:i~ó grados, que había ].\evado a'"1ma cantidad de abo.gados en Santa
:~~~: !t~-d~os públk~s y. P<;C~l~;r~td::,3\~~'H~ 0 ~Ccooffindio ;;e lo actu~<;I~
Fe "des-proporcionada y desmedida respecto de su comercio, ne·
gocio y habita-dores". En el pleito que si,guió, Moreno puso a la
dón s_e en 1:u:~t~a~~e~~;r~ooié st~~f la propuesta dtM~re!1~~!~~~
super_10res en el Nuevo Reino d G Salazar, L?s estudios eclesiásticos defensiva a la universidad, al mostrar que ésta carecía de consti-
~<>oddro,ghit'.ez
_c~uz, O. P., Historia ~e 1:ª'~!1~e~r:,,,addard,dH,
_1946); Agueda María tuciones, daba los grados sin precisar los requisitos, contaba a
spamco (!Bog t - . 1spanoame1·ican
versidades dominican~sª'de 197l~;AV1~e'.1te Beltrán de He-refüa, O. P.,ª'u':it veces un curso por va-rios, etc., y logró que fina:lmente la Audien-
ie de Bogotá, en Ciencia tomist:.:ie~~I~:p~ñola: Universidad de Santa cia señalara que nadie podía ejercer la abogacía sin aprobar un
a':l!~c;, J;~~~~!i~;
0
:U~'~ct~si~ai~timo er~ ~~r~P~~~~B5P~~~
:e~-;:!~
como buen admirador de las idea ba de ,~pugnar la enseñanza cÍásica 20) "Proyecto del fiscal. .. ", pp. 486 y ss.
a def~~derse, y pal'tidario acérrims p:o,res1stas q_ue ~~tonces comenzaba~ 21) Groot, op. cit., II, 124 y ss. "Compendio de lo actuado ...", pp. 344-34,6.
Trunb1en Groot considera a Moren~ . e 3-,secularizac'.on de la enseñanza". 22) Carloo Cortés Vargas, "More/10 y Escandón y el rectorado de San
el primero a quien SOl'pre-ndió mfltndo ,por las ideas ilustradas. "fue Ba.rtolomé", Boletín de Historia y/ Antigüedades, XVIII, pp. 200-215 (Bo-
tan bellas formas para en a- ese e1~em1go /e~ filosofismo/ revestido de
que hizo suyas las ideas d~ ~~r las ,ontel!gencias distinguidas" y afirma gotá, 1930). •
ampomanes. Groot, op. cit., II, 124.
13
12
cierto número de cursos y ordenara a la universidad que, a falta
de reglamento propio, se ciñera al de la Universidad de 'Lima. 23
1Las maniobras alrededor de la creación de la universidad con-
tinuaron. :Moreno presentó en 1771 una propuesta general de
utilización de los bienes de los jesuitas, .señalando cuales de sus
rentas podían servir para la ,dotación de la universidad. Propuso
además la ape'11turade una biblioteca púb'lica, idea que fue acogi-
da y ,Hevó a la creación de la ,que hoy es la Biblioteca Nacional,
abierta en 1777, en el locai! que haNa sido del seminario, con unos
3.000 volúmenes. Los sectores civiles dieron su respaldo a Mo-
reno, y el cabildo de Santa •Fe encar.gó a don José Groot de
Vargas para que se enca¡,gase de apoyar la apertura de la uni-
versidad pública, En la Junta de .A!plicaciones, en diciembre de
1771, se reiteró la aprobación al proyecto, en presencia del nuevo
arzobispo, el dominico Agustín Camacho, alrededor de cuyo voto
se produjo una amplia discusión, pues a pesar de haber a,probado
l·a idea en la Junta, dejó un voto escrito disidente, con evidente
enojo de Moreno. 1El coro de opositores, ahora reforzados por el
arzobispo, creció, y tanto el colegio del Rosario como los fran-
ciscanos e:x:presaron abiertamente su oposición; para estos últimos
el proyecto llevaría a las comunidades a una total ruina, y elevaría
los costos de los .grados de $ 80 que valía un do-ctorado a unos
2.000 pesos con lo que -según su curiosa lógica- todos querrían
pretenderlo, se "arruinaría el vecindario" y "cesarían los comer-
cios", Además veían en el proyecto un intento por mantener las
doctrinas jesuitas de Suárez, impidiendo· a las demás órdenes
religiosas la enseñanza. 2 •l
23) Archivo Nacional de Colombia, Colegios, II, 755; "Com,pendio de
lo actuado ... " Un buen -análisis de la significación de estos incidentes se
encuentra en Renán José Silva, La reiforma de estudios en el Nuevo Reino
de Granada, Universidad Pedagógica Nacional, m,imeo (Bogotá, octubre
de 1981), mucho más agudo que los historiadores cita.dos en la- nota W.
Cfr. p. 35. También ti,ata el tema ¡Juan Manuel Pacheco, La ilustración
en el Nuevo Reino (Caracas, s. f.), p. -117. • el uso -de autores "modernos", la enseñanza de matemáticas y
• 24) "Compendi?, ~e· lo actuado ... ", ¡pp. 331-371; Silva, op. cit., 30 y 56,
En el Papel Period,1co de Santa Fe, N9 246, se describe la apertura y el
~~ón don?-e funcionó, en el ·lugar que hoy ocupa el Pa,lacio de San C'arLos,
tiene vemte pasos regulares de largo y siete de ancho, con tres venta-
nas grandes con sus vidrieras, su puerta de madera y cerradura, circun-
valada de estantes de madera pintados de azul y perfilados de oro con
un cu1;11drode San Ignacio sobre •la puerta de la entrada y en discur~o de
esta pieza dos mesas grandes aforradas de vaqueta con bancos de sentar
una silla de serüar ordinaria, con atril largo -de 'madera, una escalera:
cuatro .globos 1b1en maltratados y dos instrumentos de bronce del Arte
de Geografía". Un rasgo que muestra el estado de las relaciones con el
arzob_1spo Y la arrogancia y suficiencia que podía desplegar Moreno en
esta epoca es que en la Junta llamaba al arzobispo "Camaoho", "ante el
aso~b.ro de todos los p~esentes". Cfr. Silva, op. cit., 104. El ",plan que
manifiesta los ob¡etoo utiles a que ... pueden aplicarse las cosas que fu€-
ron de los seculares ex;pa,tr.j,adoe ... ", se encuentra en la Biblioteca Na-
cional, Libros raT~s y curiosos, N9 352.
14
-En España, sin embargo, el proyecto no avanzaba. Mientras
tanto el octor Moreno continuó tratando de imponer sus ideas
de reforma de la educación, cada vez más claras. En 1773 logró
que el colegio de San -Bartoloméadoptara, para la enseñanza de
filosofía, el texto de matemáticas y Jógica de Christian Wolff, Y
en 1774 una actuación de José Celestino Mutis, le dio la oportu-
1
nidad de intervenir la enseñanza superior de Santa Fe. En efecto,
en ese año el sabio español dio su famosa lección en la cual ex-
puso por primera vez en la Nueva Granada el sistema copernicano.
Los dominicos respondieron invitando a un aoto académico en el
cual mostrarían que este sistema era herético y contrario a las
Sa,gradas Escrituras. Mutis, furioso, se quejó al virrey; los domi-
nicos se retracta-ron e incluso ofrecieron, que si así placía al
virrey, defenderían la virtud del copernicanismo. Mutis no quedó
satis.fecho, y señaló que lo que querían los miembros de la Orden
de Predicadores era obstaoulizar toda enseñanza nueva y mante-
ner los privilegios de docentes "incapaces, con detrimento de las
ciencias"; lo urgente era elaborar un nuevo "método de estudios"
que rpermitiera la enseñanza de "lo útil y provechoso", 25
El expediente sobre esto llegó en agosto de 1774, a manos de
Moreno y éste inmediatamente reiteró la recomendación de Mu-
tis: lo ocurrido mostraba la urgencia de reformar "los desórdenes
que ,padece la enseñanza pública y -no· siendo aún posible poner
en práctica la idea de universidad pública- la necesidad de un nue,
vo plan de estudios. Encargado pa:ra hacerlo, el 12 de septiembre
presentó el "Método provisional e interino ~e los es,tudios que han
de observar los colegios de Santa Fe por aho-ra... " El plan í,m-
ponía a San Bartolomé y al Rosario la enseñanza de la filosofía
dentro de una orientación "útil y abierta a la búsqueda de la ver-
dad y no a la afiliación tozuda a alguna ~scuela o autor (renun-
ciando la perjudicial máxima de seguir una escuela jurada)";
recomendaba huír de la "escolástica y el peripato", y ordenaba
~ísica, el "estudio de la p,olíµea y todo lo concerniente al gobierno
mtenor del Estado", en fin, una formación "útil al Estado y con-
veniente al público". 26
25~ Si1va, La reforma, pp. 43 y ss.; John E. Lanning, "El sistema de
Copermco en Bogotá", en Revista de Histo1·1a de América VIII 279-306
(México, 1944); Guillermo Hernández de Alba, Aspectos de' la cuitura en
Colombia (Bogotá, 1947), pp, 1-15 y ss.
26) El "Método" fue ,publicado por Hernández de Alba en el B!H.A,
XXIII, y 'ha sido reproducido en varias o·casiones; cito de la Compilación
de normas sobre la educación superior, 'lcfes, mimeo. (Bogotá, 197·4), vol.
I, 97-118. Para un análisis muy valioso del plan y sus relaciones con
otros aspectos de la cultura y el~p der en la época, ver de Renán Slil,va,
a más del trabajo ya cita.do, Los estudios genera.les en el Nuevo Reino
de Grlanada, 1600-1767, Universid • Pedagógica Nacional, mimeo. (Bogo-
15
 El plan entró en vigencia y fue aplicado, en buena parte bajo
la orientación de Moreno, nombrado ahora Director Real de
Estudios, durante cinco años, en los cuales se incorporaron como
catedráticos algunos de los discípulos de Mutis (que habían ense-
ñado matemáticas en el colegio del Rosario desde 1762) y se
formaron a1'gunos de los intelectuales neogranadinos que intenta-
rían desarroHar la ciencia en las décadas siguientes. iEl virrey
Guirior, en 1776, exaltó "el feliz suceso de que en un solo año
que se ha observado este acertado método se han reconocido por
experiencias los progresos que hacen los jóvenes en la aritmética,
geometría y trigonometría", sin dejar de señalar "la repugnancia
manifiesta de algunos educados en el antiguo estilo, y principal-
mente por los conventos de regulares". 27
La oposición al nuevo método se sumaba, como es lógico, al
rechazo- a iJ.apropue&ta de univers,id,ad pública, y ambos fograiron
su oportunidad en 1779. En efeoto, en julio de 1778 se expidió
una Cédula Real en la •que .Ja corona respondía a las propuestas
de Universidad !Pública y Estudios Generales, dándoles su apro-
bación en teoría pero impidiendo su puesta en práctica: se
consideraba conveniente a·brir la universidad pública, pero se
aplazaba toda decisión acerca de los recursos ,que podrían apli-
carse a ella, ha-sta que se enviaran nuevos informes detallados
21) Esto lo cita Groot, op. cit., II, 204, para refutar la idea de Plaza de
que el plan nunca se puso en práctica, en lo que tiene razón. Sin embargo,
no habla de su suspensión en 1779, y parece creer en su vigencia indefinlda.
tá, 1983). En "Mutis y la cultura colonial", Ciencia, tecnología y desarro-
llo, vol. V, p. 490 (Bogotá, 1981,), afirma Silva que Mutis "estuvo. . . ore-
sente en la red-acción del plan de estudios de 1.7'74".Esto es probable, pero
no conozco pruebas al respecto. Lo que sf está claro es que Moreno
conoció, para la elaboración del "Método", aunque no para preparar su
propuesta de universidad pública, los proyectos de reforma universitaria
espafioles, en especial el de Pablo de Ola,vide, presentado en 17'68 y a,pro-
bado en agosto de 1•769, a,plicado en la Universidad de se.villa, y el que
se adoptó en 1-7-7•1 para Ja Universidad de Salamanca, con base en una
propuesta de Gregario May-ans y modifica¡do por el fiscal real, Pedro •Ro-
dríguez de Campomanes: Moreno cita ex;plícitam.ente los conceptos fis-
cales relativos a este •plan. Aun cuando es difícil precisar el papel de
Mutis, los apartes sobre matemá,ticas se inspiran claramente en sus lec-
ciones, y todavía a comienzos del siglo XIX consideraba el método como
un ensayo que no debía haberse interrumpido. Cfr. Gregario Hernández
de Alba (ed.), Archivo epistolar del sabio naturalista José Celestino Mutis
(Bogotá, 1968), II, 192. Por otra parte, en 1,784 Mutis se dirige a Moreno
como a alguien que le ha dado su apoyo: "He distraído la atención de
vuesa merced por haber sido testigo de mis continuadas tareas, y como
tan favorecedor mío se corn;pl•acerá en mis gustos y satisfacciones ... ",
carta a Moreno, 17 de febrero de 1784, ibid., I, 167.
No pude obtener los textos de los ¡planes españoles para confrontarlos
con los de Moreno; la escasa información de esta nota proviene de Gon-
zalo Anes, El antiguo régimen: Los borbones (•Madrid, 1975), Richard
Heer, An historical essay on modem Spain (Berkeley, 1971), y de un tr-a-
bajo, de próxima publicación, de ;Emilio Quevedo, sobre la contribución
de Mutis a la enseñanza de la medicina en la Nueva Granada.
16
sobre los bienes de los jesuitas. Adomás, se pedía que se analiza-
ran los resultados del plan vigente, y se creaba una Junta de
Es,tudios. compuesta po-r los rectores de los colegios y de la uni-
versidad, por el virrey, el obispo, un oidor, el decano del tribu-
nal de -cuentas y los dos fiscales. Una 1unta que por su composición
diluía todo el poder de Moreno y Escandón, incluso si contaba
con una mayoría de civiles, lo que ya para. 1778 o 1779 no era
1
el caso: aunque el virrey Manuel Antonio Flórez seguía prestando
i11co11dicionalrespaldo al activo criollo, la Audiencia había cam-
biado de composición y sobre todo el visitador Juan Francisco
Gutiérrez de Piñeres quería reducir el poder del fiscal.
En todo caso, el virrey, en febrero de 1779, nombró como
nuevo ''Di.rector y Protector de Estudios" al oidor Joaquín Vasco
y Vargas, probablemente por sugerencia de Gutiérrez de Piñeres.
Sin embargo, se demoró ·la convocatoria de J·a Junta de Estudios,
lo que hizo que unos meses después el oidor Vasco alegara que
como las letras habían llegado a "un total abandono con motivo
del citado plan" (de 1774), el cual no había sido aprobado, y
teniendo en cuenta que no se había convocado a· la Junta de Es-
tudios, creía necesario renunciar a su cargo de director de
estudios, para no cargar su conciencia ante Dios y el rey. La
presión del oidor llevó a la convocatoria de la Junta, la cual se
reunió el 13 y 16 de octubre de 1779, bajo la presidencia de
Gutiérrez de Piñeres (el virrey estaba en Caritagena) y con la
asistencia del nuevo arzobispo Antonio Caballero y Góngora. El
texto del acta de estas reuniones comienza con una demostración
de cortesía a Mo1·eno, al señalar que el plan de 1774 muestra "la
instrucción de su autor y el celo que Je animó en obsequio de
la juventud de este reino", pero pasa a señalar que no dio los
frutos esperados, por una multitud de razones que incluyen falta
de dineros, ausencia de catedráticos preparados, etc. Finalmente
or,dena, "de acuerdo y uniforme conformidad", que se vuelva en
términos generales al plan vi,gente antes de 1774, enseñando la
filosofía "del modo escolást.ié!o ,que antes", aunque suprimiendo
"todas aqueHas cuestiones que reflejas e impertinentes se reputan
inútiles". Como texto de fHosofía se señala a un autor tradicional,
y se suprime la obligatoriedad del curso de física para el ingreso
a los cursos de derecho o teología. Entre los elementos que con-
servan esta instrucción del pl·an de 1774 se encuentra fa insistencia
en la enseñanza del "derecho público o de gentes, cuyo estudio
tan útil y provechoso siempre ha estado olvidado en este Reyno'.'.
Moreno, en su carácter de fiscal, estuvo en la Junta, y como se
vjo, ésta aprobó unánimemente¡a vuelta al plan anterior: es sor-
prendente la aparente pasivida del fiscal, que no dejó siquiera
una opinión disidente. Sin emba: go·, sus ideas no habían cambiado,
17
y' las reiteró en varias ocasiones en los años siguientes. Por esto,
probablemente influyeron en su acütud razones puramente tácti-
cas, que lo llevaron a ver como infructuosa una lucha con :las
órdenes religiosas -sin contar con el apoyo decidido de la máxima
autoridad local (en ese momento Gutiérrez); por otra parte el
nuevo texto tenía algunos escapes que permitían alguna laxitud a
los catedráticos, que eran en buena parte partidarios de las ideas
nuevas.
,Los dominicos, por su parte, trataron de utilizar la decisión de
la Junta para recuperar las posiciones perdidas. Inmediatamente
ofrecieron, mientras celebraban que se hubiera ordenado volver
a Santo Tomás y -que las cátedras -que eran de Suárez pasaran a
ser de aq•uel (con lo que insinuaban que, contra las órdenes rea:
les, .Ja enseñanza había continuado siendo jesuítica), dar los
cursos -del San Bartolomé en forma gratuita; pidieron también
que se aceptaran -los cursos tomados en el convento de Santo
Domingo, para efectos de grado, a los laicos que los tomaran allí.
Por otro fado, el ,rector de la universidad volvió a realizar los
exámenes de grado sin participación de Jos profesores de los
colegios, como se había hecho antes de 1774, lo que llevó a la
protesta de los catedráticos Félix José de Restrepo, de San Barto-
lomé, y Andrés Rosillo, del Rosario. Moreno, como fiscal, debió
estudiar estas situaciones (que no dejaban de rastrillarle su derrota
reciente; la petición de los dominicos hablaba de cómo la orden
había finalmente triunfado de "las persecuciones que en los años
pasados ha padecido de algunos individuos") y opinó que -lo que
querían los dominicos era "resucitar de nuevo todo el desorden,
confusión y desarreglo que por desgr-acia ha reinado en la ense-
ñanza pública de esta ciudad". Insi-stió en .que la enseñanza debía
ser "pública y patente a todos, con exclusión del espíritu de par-
tido, como mortal veneno -que destruye el adelantamiento de la
instrucción pública", recalcó el lamentable atraso de la educa-
ción en Santa Fe, y sostuvo que el plan del 74 se nabía abando-
nado, no porque se dejara de tener claro "que es más vent¡ajoso
y acertado informar a la juventud de otros principios que J>Or
ahora no conceptúa acequibles Santa Fe, per-o que todo el mundo
u1'bio y las naciones más cultas de Europa J:ian adoptado", sino
Q9r razones _prácticas. No es del caso seguir la compleja secuen-
cia de maniobras burocráticas y legales alrededor de estas solici-
tudes; baste señalar que la Junta, con la presencia de Gutiérrez
de Piñeres y de Caballero y Góngora, respaldó esta vez a Mo-
reno y mantuvo Ia prohibición de reconocer los cursos de fos
conventos, obligó a que los exámenes se hicieran en presencia
de los catedráticos y, en una sorprendente interpretación de su
propia decisión, insistió en que para obtener el bachillerato en
18
filosofía era preciso aprobar el curso de física, aunque éste no se
requiriera para ingresar a teología y jurisprudencia. 28
Pese a 'los cambios en el pJ,an, a,lgunos de ~os efectos de los
esfuerzos de Moreno se mantuvieron. En efecto, uno· de los
resultados de ,todo·este proceso· fue mantener la enseñanza bajo un
fuerte contrnl del Estado: la universidad, en la práctica, se con-
virtió en una especie de cascarón vacío-. Como lo decía el virrey
Caballero y Góngora en 1788, "con excepción del derecho de
colar los grados y manejar las rentas, no se les han dejado otras
facultades a los padres rectores, y esto con dependencia del
gobierno y obligándoseles a dar cuenta al director de estudios,
que lo es el fiscal de lo civil"."" Por o·tra _parte, aunque en Jos
colegios se volvió aparentemente a Ja enseñanza escolástica y al
uso del texto del padre Goudin, los profesores utilizaron toda
clase de subterfugios para enseñar los nuevos contenidos. En
Po-payán, José Félix de Restrepo, según Caldas, hizo del curso
de lógica un curso de física; el profesor Santiago Vallecilla y
otros profesores del Rosario, en 1791, se negaban a enseñar "ni
una sola cláusula de Goudin, y en lugar de la filosofía estaban ex-
plicando ein su clase la geometría de WoJ\ff"; 30 el mismo año vein-
ticinco estudiantes de San Bartolomé escribieron que la decisión
de la Junta fue "poco conforme al espíritu del siglo, al gusto del
público y a las bellas ideas que nos inspiraron en las primeras
clases ... Estamos dispuestos a no dar entrada a esa filosofía de-
lirante, que corrompe el entendimiento y el corazón, destruye la
elocuencia y co-nvierte los hombres en fanáticos idólatras de la
opinión". Los estudiantes no sólo esgrimieron argumentos, sino
que adujeron conductas patéticas: según ellos, al conocerse la
decisión de la Junta -pensaron "muchos huírse a Popayán, donde
va a florecer la buena filosofía", y optaron al fin por devolverse
a las aulas de latinidad, en espera de mejores tiempos. Ahora,
ofrecían renunciar al .pan para con ello pagar un profesor -pro-
pusieron a Frutos Joaquín Gutié11rez-, anteponiendo "al alimento
corporal el dulce pasto. deL,espíritu". Relatan además que en el
Rosario los estudiantes planearon una quema pública de Goudin,
Y ahora sólo se escuchan burlas, motes y dichos picantes contra
los efectos del peripato, y afirman estar "resueltos a la ignominia
antes que abrazar el peripato". Renán Silva ha estudiado varios
incidentes más, que muestran el desarrollo de este conflicto en
2s) Todo lo anterior se basa en Archivo Nacional de Colombia Cole-
gios, II, fols. 710·W6: ver especialmente 742-753; la parte del nue;o plan
esté transcrita en el "Compendio de lo actuado.,.", citado antes.
20) Eduar,do Posada y Pedro Mf,j!a Ibáfiez (ed,), Relaciones de mando
(Bogotá, 1910), p. 251. / •
BO) Pacheco, op. cit., HJ. .
19
 las últimas décadas del siglo: notables son la asonada contra el
rector del Rosario en 1796 por haber pretendido sujetar los alum-
nos "a las órdenes superiores y doctrina del Angélico doctor Santo
Tomás" y el caso de Juan Francisco Vásquez Gallo, destituído de
su cátedra en 1795 por defender nuevamente el sistema coperni-
cano. La sátira del padre Duquesne contra la escolástica es otro
signo de este ambiente. 81
El mismo plan de Moreno y su propuesta de universidad vol•
vieron a la superficie bajo el mandato ilustrado de Caballero y
Góngora, quien insistió en 1787 en la urgencia de establecer fa
última y propuso un .plan de estudios acorde con las orientacio-
nes ilustradas: "Todo el objeto del 1Jlan se dirigió a sustituír las
útiles ciencias en lugar de las mera.mente especulativas en que
hasta ahora lastimosamente se ,ha perdido el tiempo, porque un
Reino ·lleno de producciones que debe utilizar, de montes que
allanar, de caminos que abrir, de pantanos y minas que secar, de
agua que dirigir, de metales ,que depurar, ciertamente que nece-
sita más de sujetos que sepan conocer y observa,r la naturaleza,
manejar el cálculo, el compás y la regla, que de quienes entien-
dan y crean el en.te de razón, la primera materia y la forma
subs,tancial". 32
En todo caso, la actuación de Moreno no fue tan inocua como
podría pensarse de su derrota burocrática a finales de la década.
Inspirado por un fuerte regalismo, que ·lo llevó a actuar con
firmeza contra sus maestros jesuitas y luego a enfrentar la tota-
lidad de las órdenes religiosas, realizó una actividad que debilitó
los •poderes de los sectores opuestos al nuevo espíritu científico.
El cambio de mentalidad que ,tuvo lugar en la década del 70
encontró nuevos estímulos en la Expedición Botánica, las tertulias
finiseculares y la prensa naciente e incluso en las universidades,
pese al freno de 1779.
Algo similar había -ocurrido en España, donde la reforma uni-
versitaria impulsada desde 1768, que se concretó en el plan de
1771, escrito en buena parte por Campomanes, fue detenida por
la acción de las órdenes religiosas. Con ello, la universidad es-
pañola no logró superar su notable atraso, pero las fuerzas inte-
lectuales disidentes mantuvieron su influencia, que se haría ma-
nifiesta en las CoJ.1tesde Cádiz, en el terreno político. El apoyo
estatal a las fuerzas reformistas se mantuvo, a pesar de todo,
hasta finales ,de siglo: fue la ejecución de Luis XVI en 1791 la
s1) El texto de la protesta de los estudiantes, publicado por Renán
Silva, en iRevtsta Colombiana de ·Educación, 11, p,p, 133 y ss. Bogotá, 1983,
Los demás casos en Silva, Los . estudios, p,p. 100 y ss. La sátira de Du-
quesne puede verse en Revista colombiana de pedagogía, 9 (Bogotá, 1982).
s2) Cito según Groot, op, cit., JJI,304.
20
que dio vi,gor suficiente a los grupos tradicionalistas para aislar
a l?s :eformadores, que quedaron reducidos a los grupos más
rad1cahzados y pudieron ejercer sólo efímeras influencias sobre
el ·Estado Borbón. Como en España, en la Nueva Granada los
sectores gubernamentales aceptaron el desarro-llo de la llustración
Y la apertura intelectual a nuevas ciencias y nuevas formas de
pensam_iento como m_eta explíci,ta del Estado entre 1760 y 1790.
A mediados de la decada del 90 las nuevas ideas ernpezarnn a
apaire_cer como sospechosas de subversión y sus defensores se
refugiaron en aquellos aspectos de las ciencias naturales menos
controvertibles, mientras subrayaban la neutralidad de la ciencia
frente a los problemas filosóficos y teológicos y dejaban de lado
todo aquello que pudiera parecer peligroso para las institucioues
civiles y religiosas.
IV
Las páginas anteriores hacen énfasis en la incansable actividad
de Moreno en el terreno cultural. No menos sistemáticos fueron
sus ,trabajos en otras áreas de la administración colonial. Ya se
vio cómo Messía de la Cerda -lo nombró juez conservador de las
r~n_tasde tabaco y aguardiente. Sus tareas .como fiscal protector
hicieron que en 1768, tras una visita a Zipaquirá que se le había
encomendado desde 1767, se ,quejara de'la forma como se mane-
jaban las salinas de Zipaquirá, cuyos beneficios orioinalmente
habían est~do reservados a los indígenas, pero paraº entohces
corre,spondian en _forma principal a los vecinos libres del pueblo.
A ra1z ~e su ·que1a se le encargó propusiera remedios, y en un
e~tenso mforme, a más de describir con especial detalle la opera-
ción de Jas salinas, sugirió un procedimiento por el cual, mantenien-
d_oJ.a Sélllinade Zipa:quirá abierta a todos los vecinos, fijaba un
sistema _det~rn?s 9ue generaba una nueva renta fiscal, aparente-
men~e. sm d1smmmr los m&r;sos de los indios, que continuaban
perc1b1endo algunos derechos menores y además conservaban como
propias las salinas de Nemocón y Tausa. TD'do lo indicado por
el protector fue aprobado, y él mismo hizo las prolijas instruccio-
nes para la administración y manejo de las salinas. Según Alberto
Corradine, Moreno habría ordenado ·la división de Zipaquirá en
dos barrios ~istintos, uno para indios y otro para los vecinos, pero
esto contradice la evidencia disponible. 33
33) Archivo Nacional de Colombia, visitas de Cundinamarca tomo n·
Archivo General,,d~ Indias, Audiei¡¡cia de Santa Fe, 595, fols.' 370 y ss'.
Moreno hizo un dictamen" sobre Jas salinas, que ha sido ,puhl.icado ,por
Lu!s Or¡uela, Minuta hi~tórica z!,{>aquirefia (Bogotá, 1909), pp. 522-538;
Or¡uela reproduce tamb1en la "Instrucción ... " elaborada por el protec-
21
 En estos mismos años presentó un informe sobre la situación gobierno y mando del excelentísimo Señor ... Don Pedro Messía
de los pobres y vagabundos de Santa Fe, como fundamento para de la Cerda". (Este extenso documento ofrece una descripción
proponer la creación de un hospicio y casa "para _reco·gimiento de todas las regiones del país, y para muchas de eJlas trata de
de mujeres y recibo de niños expósitos y su crianza"; aprobado establecer la pob1a-ción. Muestra, por otra parte, e,l interés def
el plan elaboró la "instrucción, estatuto y ordenanzas" que ha- autor en el fomento de las actividades económicas y le da ocasión
bían de regir estas instituciones. Para financiarlas, entre otros de ofrecer ideas para resolver asuntos de gobierno de, la más di-
arbitrios, propuso que se utilizaran las salinas de piedra --Jiasta versa índole. !El texto fue acompañado de un mapa elaborado por
entonces la explotación casi única de las salinas de Zipaquirá se Joseph Aparicio Morata, "formado en servicio del Rey nuestro
basaba en el uso de las fuentes de agua salada- para constituír señor por n. D. Francisco Antonio Moreno y Escandón", y en el
rentas en beneficio de los hospicios, y así se hizo en 1772. 33 ª cual se incluían varios cuadros estadísticos, en los que aparece
Otra de las preocupaciones que resultan evidentes de los escri- el primer intento de presentación de la población total del Vi-
tos de Moreno es 1a de la necesidad de contar con bas-tante rreynato. No parece tampoco que con anterioridad a este mapa
información sobre la población y los recursos del reino para poder se hubiese elaborado en la Nueva Granada otro que incluyese la
ejercer una adecuada administración y gobierno. En 1770 el totalidad del Nuevo Reino. 34
virrey solicitó a .los diversos funcionarios locales "que se forme Por otr-o lado, durante estos años ocupó en varias ocasiones
una razón individual del territorio c-omprendido en su mando, con las fiscalías de la Audiencia. -Inicialmente fue encar,gado de .Ja
expresión de los pueblos, ciudades, villas y lugares que encierra fiscalía civil a partir de marzo de 1770; en 1773 estaba también
y límites de su jurisdicción. . . significándome, aunque sea por encargado de ella, así como en 1775. En 1776 recibió, ya nom-
cálcul-o prudencial, el número de habitadores, su índole y demás brado, la fiscalía del crimen, pero continuó ocupando también la
circunstancias. . . acompañándome, si fuera asequible, un plan o de lo civil; parece que esta situación se mantuvo has-ta 1778, por lo
diseño que facilite el conocimiento". No muchos de los funcio- menos·; en 1781 desempeñaba únicamente la fiscalía de lo civil, a
narios respondieron. con suficiente detalle, pero se conocen aigu- la que, según la ",Relación de Méritos ... ", había optado. 35
nos de los informes lo-cales elaborados con este fin, como el Así pues, hubo momentos en los que Moreno .fue simultánea-
"estado general de las ciudades y pueblos del Cauca en 1771 ", mente ,Protector de Indios, Fiscal del Crimen, Fiscal de lo Civil,
la descripción de Santa Marta en 1772 y, probablemente, la "No-
ticia historial de la provincia de Cartagena de Indias", aunque ésta 31) El "Estado ... " fue publicado ,por primera vez en la Colección
de documentos inéditos 1·elativos al descubrimiento, conquista y coloni-
pudo tener un origen diferente. Con !base en esta información, zación de las posesiones españolas en Am.érica y Oceanía, 42 vols. (Ma,drid,
aunque quejándose de su insuficiencia (pocos gobernadores en- 1864-18S4), vol. XXX; fue reproducido en los Anales de la Universidad
viaron "'Iloticia del número de habitantes. . . ni los curas remiten Nacional (Bogotá, 1870), NQ 4 y en- el Boletín de Histol'ia y Antigüedades,
:><;XIII (1938), pp. 5'47-616. Las versiones son muy descuidadas y parecen
el padrón anual de sus feligreses, como manda la ley"), elaboró el provenir ele manuscritos diferentes; una ccwia figura en el catálogo del
fiscal el "Estado del Virreinato de Santa Fe ... y relación de su Britis1h Museum, Add. 1-3987. El plano o maipa está en el Instituto Geo-
gráfico Agustín Codazzi; una versión de los cuadros estadísticos se en-
cuentra en el British Museum, Add. 1398'1; recientemente fueron,publicados
33a) Archivo General de Indias, Audiencia de Santa Fe, 77Q; Francisoo en Historia y espacio, N9 8 (Cali, 1983), con base en la copia del Co-
A. Moreno y Escandón, "Estado del virreynato de Santa Fe, Nuevo Reino dazzi. La descripción de Santa.Marta está en Archivo Nacional de Co-
de Granada, y relación de su gobierno y mando del excelentisimo señor lombia, Historia ci,vil, tomo 'xv, fols. :IB3-404; el "Estado general de las
Bailío Frey don Pedro Messía de la Cetida ... ", BH.A, XXIII, p. 556. ciudades y pueblos del Cauca en 17-71" acaba de ser publicado en Víctor
Manuel Patifio (ed.), Relaciones geográficas de la Nueva Granada (siglos
tor, la cual fue puesta en vigencia por el virrey el 14 de junio de 1768, y XVI a XIX), sup,lemento 4a, Cespedesia (Ca.U, 11.l83), pp. 405-425; la
confirmada por Cédula Rea,1 de sf\l)tiembre de 1769. La opinión de Co- "Noticia de Cartagena" en Anuario colombiano de historia social y de la
rradine está en Anuario colombiano de historia social y de la cultw'tl., cultura, N9 6-7 (Bogotá, Hl<71-Hl72).
N'? 4 (Bogotá, 1969). p. 1,1. Según este autor, la división habría tenido 35) La secuencia de sus cargos no es del todo clara. La relación de
lugar en 17100.!Pero este mdsmo año el sefior Moreno, -al con{!eptuar sobre méritos dice que en agosto del 78, habiendo llegado el sujeto electo pa·ra
la solicitud del corregidor de Sogamoso de que se vendieran solares en la fiscalia criminal, Moreno 01Pt6 a la civil. En ese momento hacla la
propiedad a los v,ecinos, adujo "los deplorables s•ensibles estragos que ha visita, y se produjeron varios incidentes por las pretensiones de "el
ocasionado la citada división de Z1paquirá", lo que muestra que ésta es oidor más moderno" (¿Vasco y Vargas, Catani?) de ejerceTla. Sin em-
muy anterior a la visita del protector. Cfr. Margarita González, El res- ba¡-go los documentos sobre sus actuaciones en 1779 lo muestran siem.pre
g-uardo en el Nuevo Reino de Granada, p. 132. Basilio Vicente de Ovied.o, como "fiscal del crimen"; así ocuie por ejemplo en la junta de estu-
que escribía en 1-761, dice al hablar de Zipaqu!rá que •'tendrá 80 indiüfl dios de octubre de 1779; en la de 21 de enero de 1780 a•parece como
por todo y más de 8-00 blancos divididos en la situación del pueblo". "fiscal del crimen, que despacha mbién lo civil por fa.Jta de .propieta-
Cualidades y riquezas del Nuevo Reino de Granada (Bogotá, 1930), p. l!B/7. rio", Archivo Nacional de Colombia, Colegios, II, 748.

22
Juez Conservador de A•guardientes, Tabacns y Salinas, Juez Conr
servador de Hospicios, Regente de Estudios y Fiscal de la Junta
de Aplicaciones, cargos que parece haber desempeñado con bas-
tante eficienoia. Los expedientes que han quedado en los archi-
vos dan testimonio de una capacidad de trabajo sorprendente, y
son muchos los documentos con sus conceptos que seguramente
no han salido aún a la luz; muchos también los que han de-
saparecido de los archivos. Según la tradición familiar "dictaba
simultáneamente a ,tres amanuenses. Y hacía esto sin dejar de
ate.nder la partida de ropilla que algunos amigos solían entablar
en la pieza de su estudio, ni de dar su parecer acerca de las
jugadas". 3 G
V 1593-5, 1595-1600, 1617 y 1635, y luego se dejó la zona en
La última de las actuaciones de Moren-0 que es necesario con-
siderar es su papel en la liquidación de los resguardos indí.genas
del oriente colombiano y su actuación en la visita a esta región.
Aunque existen bastantes estudios ,que tratan parcialmente el tema,
no exis,te un tratamiento global y detallado de la visita y de sus
consecuencias. La publicación de los documentos incluídos en
este volumen puede dar una hase más orgánica :para hacetlo.
Por mi parte, me limito a hacer algunas consideraciones generales
para situarla y complementar en alguna medida los estudios ya
publicados. 37
36) Marroquín, op. cit., 27,2.
37) El -primero en hacer un uso extenso de documentos originados
esta visita fue Or,lando Flals-Borda, en. el Homblic y la tierra en Boya.cá
(Bogotá, 1957); atrrbuyó la extinción de resguardos a la "obra casi per-
sonal'' de José Maria CampU?Jano. Magnus 'IVIoerner, "las comunidades
dlgenas y la legislación segregacionista en el Nuevo Reino de Granada",
Anuario colombiano de historia social y de la cultura, N9 1 (1,963) y
Jaime I.JaramiHo, "Mesti2'aje y diferenciación social en el Nuevo Reino
d~ Granada en la- segunda mitad ,del siglo XVIII", ibid., N9 3 (19136),
hicieron nuevas contribuciones al tema. Germán Colmenares hi.zo el pri-
mer tratamiento global del proceso de la visita de Moreno enl--'.!.Antece-
d~ntes sociales de la historia de la tierra en Colombia", Revista UN, NI' 4
(Bogotá, 1969). artículo luego incluido en La provincia de Tunja en el
Nuevo Reino de Grana.da (Bogotá, mimeo., 1970) y, menos detallado, en
la Historia. social Y. económica de Colombia (Cali, 197•3); l\l[argarita Gon-
zálEz, en El resguardo en el Nuevo Reino de Granada (Bogotá, 1970) de-
dicó un breve capítulo a la visita de Moreno y publicó completos el
informe de Moreno del 18 de noviembre de 17-78 y las extensas glosas• de
Gutiérrez de Pifíeres del a de febrero de 1,7,79./Jara.millo subra,yó los as-
pectos demográficos del proceso en "Cambios demográficos y aspectos
de la politica social espafiola en el Nuevo Reino de Granada durante la
segunda• mitad del s-iglo XVILF", en La personalidad histórica de Colom-
bia. y otros ensayos (Bogotá, 19711·)y yo mismo hice un balance de la
cuestión en "¿C'uánta tierra necesita un indio?", Gaceta Colcultura,
12-13 (Bogotá, 197·8), recogi,do en J. O. Melo, sobre Historia y política
(Bogotá, 197'9).
24
Como es bien sabido, durante el período colonial se hicieron
visitas recurrentes a las áreas de densa población indígena, con
el objet-0 de enumerar los indios tributarios, determinar las tasas
con que debían contribuír a :1a corona y regular las relaciones
entre encomenderos, indígenas, doctrineros y corregidores. La
legislación relativa a esto es bastante detallada y reiterativa. Sin
embar.go, las visitas no se hicieron con la frecuencia deseada por
la corona, pues usualmente <lebía hacerla uno de los oidores, y
con frecuencia, al no encontrarse completo el número de éstos,
habría sido preciso frenar la rutina del tribunal; no debió dejar
de in,fluír en ello la poca atracción de un viaje la•rgo y difícil
fuera de la -capital. En el área de Santa Fe y Tunja se hicieron
visitas de 1a tierra en 1555, 1559-60, 1562-63, 1564, 1584, 1591,
manos de J.os poderes locales por más de un siglo.
En 1755 el o,idor Andrés Verdugo y Oquendo visitó a Tunja y
el oidor Joaquín <le Aróstegui. a Santa Fe. iEsta visita dejó iver
con claridad la magnitud de los cambios demográficos y sociales
que se 1habían producido en fa región desde la vis~ta del oidor
J.uan de Valcárce'l. Bl mestizaje resultaba ahora dominante, las
lenguas indígenas habían desaparecido, y los indígenas con de-
recho a participar de la tierra de los resguardos, que habían sido
establecidos alrededor de 1600, constituían ya una minoría de la
población. En efecto, si en 1635 había cerca de 50.000 tributarios
en la región, para 1755 se habían -reducido aproximadamente a
la mitad, mientras ,que los vecinos "libres" -ante todo mestizos-
superaban ya las 55.000 cabezas de familia.
en La disminución de 1a población indígena no era nueva; en rea-
lidad, había sido aún más brusca en las primeras décadas que
ln- si,guieron a la conquista. Desde entonces, la administración colo-
nial había tomado la decisión de reunir varios pueblos indígenas
en uno solo, cuando aquellos comenzaban a resultar demasiado
reducidos para atender su administración o su cuidado religioso.
En 1602-3 se trató de reducil los 83 pueblos de Santa if'e a 23
y los 125 de Tunja a 40. Los traslados se hicieron en forma par-
cial, debido a la resistencia coincidente de indios y encomenderos,
y a los errores administrativos que acompañaron este esfuerzo.
En 1635 no se habían efectuado muchos de los traslados orde-
nados, y cuand-0 la visita de 1755, ,todavía subsistían 75 pueblos
de indios en Tunja y Vélez y 57 en Santa iFe.38 Pero ya, como
se indicó, el problema no era la brusca disminución del número
de indios, sino su reemplazo simultáneo por una población mes-
tiza creciente, que carecía de tierras para su propio mantenimiento
N9
as) Archivo General de Indias,
¡
Audiencia de Santa Fe, 733.
25
 I
y que no encontraba un lugar en el orden social y legal español.
Muchos de los mestizos, buena parte de ellos emparentados con
los indios, vivían entre éstos, y arrendaban porciones de los res-
guardos que éstos no utilizaban. 'De este modo, el problema de-
mográfico se enmarcaba dentro de un problema de asignación y
acceso a la tierra, ·que fue percibido por la administración espa-
ñola en forma cwiosa. Aunque fa mayoría de Jas ,tienr;asestaba en
manos de un reducido número de españoles y criollos, y la pa.rte
correspondiente a los resguardos era una mínima porción del
área disponible, siempre se vio que eran las familias indígenas,
que en vez de 2 ó 3 hectáreas contaban ahora con 5 ó 6, las
que tenían tierras sobrantes, mientras que los propietarios c.rio-
Uos de centenares o miles de hectáreas aparentemente tenían lo
que justamente les correspondía. iPor supuesto, ·tras esto estaba
un elemento legal, pues la tierra de los resguardos no estaba ti-
tulada en firme a los indígenas, que disfrutaban de ella a voluntad
de la corona. También se apoyaba esto en una realidad económi-
ca: las propiedades de los crioUos estaban dedicadas más bien
-aunque no exclusivamente- a la 1ganadería, mientras que las
tierras indígenas se dedicaban ante todo a cultivos de granos,
verduras y hortalizas, mucho más intensivos en mano de obra
pero que requerían el uso de menos tierra.
En todo caso, ante esta situación los visi,tadores Verdugo y
Oquendo y Aróstegui propusieron reducir el tamaño de los res-
guardos, autorizar a los mestizos para residir entre los indios,
abandonando así la firme y reiterada prohibición legal de con-
vivencia entre ellos, y extinguir algunos pueblos de indigenas
trasladando sus habitantes a otros y en este caso, así como en
el caso de ,que se suprimieran los trozos considerados excedentes,
las tierras se remaitárían a los vecinos. Así se hizo en un número
amplio de ocasiones, como Soatá, .Motavita, Pare, Tenza, Garagoa,
Somondoco, etc. En algunos casos las autoridades no autorizaron
la extinción de los -resguardos, propuesta a veces por los vecinos;
-así, en 1756 el virrey José Sdlís opinó, ante fas peticiones de
suprimir el res,guardo de ·Ramiriquí, que tenía más de 100 indios,
que las leyes prohibían sacar a los indios de su natural. El mi&mo
Verdugo y Oquendo consideraba que la supresión de resguardos,
que proponía a veces, sólo debía autorizarse en casos excepcio-
nales, cuando "se verifique extrema necesidad ... " Afirmaba estair
en general contra una política de erradicación de los indios: "!os
traslados de indios de unos pueblos a otros, nunca se han adapta-
do a mi dictamen, pues aunque les demos el nombre de agregacio-
nes y uniones, incluyen estos el verdadero nombre de destierro ... " 30
ao) Citado en Jaramillo, La personalidad histórica de Colombia y otl'OS
ensayos, p, 175. •
26
Además de los usuales argumentos sobre las necesidades de fos
vecinos, se argüfa habitualmente que Ja supresión de pueblos
pequeños con~uci~í~ •a ahorros fiscales al dejar de requerirse
doctrmero y sunplif1carse las tareas de los corregidores. El fun-
damento legal más rec-iente se encontraba en una cédula real del
20 de diciembr~ -de 1707, que ordenaba unir a otros pueblos
r:quellos que tuvieran menos de 25 tributarios. ~.o
Así pues, hacia 1755 tuvo lugar una importante transferencia
de tierras en la región de Tunja, y algo menor en Santa Fe. Pero
con los traslados aprobados. apenas disminuyó en algo la pre-
sión sobre las tierras; el mestizaje continuaba, en el contexto de
una recuperación demográfica general, que fue elevando las tasas
de crecimiento global de la población a niveles cercanos al 1.5%
anual. 41 En los años posteriores se propusieron al¡,•1.masextincio-
nes_;1uevas. Un ejemplo está en el caso de ,Ramiúquí, cuya diso-
luc10n se propuso de nuevo en 1763, Las autoridades colo·niales
rechazaron esta pretensión por decreto de marzo de 1766, No
sería extraño ,que se hubiera seguido entonces la opinión del
nuevo protector de indios, Moreno y Escandón, quien durante
los años iniciales de su gestión parece haberse opuesto en forma
general a la supresión de ,resguardos.42 •
Como se anotó, al lado de consideraciones sociales y económi-
cas ,exi~tían razones administrativas: los corregidores, que en e!
!en:1tono del Nuevo _Reino no tenían el derecho a obligar a los
md10s a _la compra forzada de ciertos artículos, derecho que en
otras reg10nes_de las Indias constituía una de !as fuentes princi-
pales de sus mgresos, no tenían muchos incentivos para atender
poblados a su cargo demasiado pequeños o dispersos, Con ocasión
de la vacante de los corregimientos de Lajas, Chitas y los Panches
en ~7~1 se juzgó conveniente proponer al monarca que los co~
rreg1mientos _cortos fue1:an provistos por el virrey y no por el
rey Y, -que, s1 fuera posible "se ü10orpoi;asen unos en otros". ü
Co?l.º de c_ostumbre, la corona contestó, buen tiempo después,
sohc1tando mformes adicionales y una lista de los correoimientos
Y alcaldías menores, Esta: pl!rlción, hecha en 1764 y re;etida en
1768, obtuvo respuesta para 1770, cuando inició el trámite de
◄ O) Este argumento fue esgrimido por Verdugo y Oquendo.
•1) Sc~bre el crecim_iento de población, ver J. O. Melo, "La evolución
económica de Colombia", en Manual de historia de Colombia, vol. II (Bo-
gotá, 1979), p. 139. Hermes Tovar supone tas-as incluso más altas (sup<a-
r1_ores al 2%), ,pero no conozco la evidencia res,pectiva. Cfr. Hermes Tovar
Pmzón, Grandes empresas agrícolas y ganaderas (Bogotá, 1-980), p. 18.
42) Colmenares, Historia económica., p. 42,
43) La narrativa sobre la visita se basa fundamentalmente en el documen-
to qu~ se ·P1;1blica en este volumen y por lo tanto no creo necesario dar
las r~!erenc1~s precisas. El mapa m9ncionado en la p. 31 se encuentra en
Areh,:vo Nacional de Colomhia, Bibf N9 III, y tiene fecha marzo 26 de 1781.
27
costumbre por Ias ofioinas looalles: en ma~o de 177_1 se h~~í~
pasado para estudio del fiscal José de Pen~lver, qmen sohcit~
mayores datos; en noviembre, como se dec~~ que el protectm
Moreno y Escandón tenía bastante mformac1on sobre ~ste pro-
blema {debía entonces tener en sus manos muchos de los mformes
que fueron incorporados en su "Es,tado"), se pidió ~u concepto.
Moreno pidió más información, ante to·?o sobre tnbutos: pues
con parte de éstos se pagaban los salainos de los corregidores.
Alguna información se le pasó en .febrero de 1772, Y. con b~se
en ella •elaboró un extenso informe en marzo del mismo ano.
Moreno atribuía entonces el bajo ingreso tributario, que hacía
injustificado el paigo de ~os _s~larios de ~arios con'.egi?ores, a la
negligencia y escasa ·ded1cac1on al traba10 de los md1genas. Te-
niendo tierras sobrantes, los indios pref.erían muchas veces arren-
dar la tierra e irse a trabajar por un salario en las haciendas de
los alrededores. Los corre.gidores no tenían presión para impulsar
a los indios al ,trabajo, y se contentaban en muchos casos con
recibir sus tributos en especie; la corona, en general, resultaba
defraudada en sus partes del tributo. Para corregir la situación,
proponía el protector de indios que se redujera el núm~;º de
corregimientos existentes, se hiciera una nueva demarcac1on de
sus límites y se conformaran corregimientos grandes; los encar-
gados de éstos deberían responder por los tributos que les corres-
pondieran, con base en el número de indios. Para lograr todo
esto, dictaminaba que debía ordenarse -que "un minis-tro o sujeto
de inteligencia y de total satisfacción saliese a visitar la tierra
e hiciese una prolixa numeración de los indios ... "
La propuesta fue awgida por el rey: "he resuelto se haga la
visita de las Provincias. . . con la numeración de tributarios de
cada una y unión de corregimientos, por los respectivos protec-
wres de indios". Así, Moreno quedaba a cargo de esta tarea, Y
debía ir acompañado por un visitador; mientras hacía la visita
sus funciones de protector de indios debían ser encar,gadas a un
interino que recibiría medio sueldo. ,La .cédula real_ no era n:~Y
detallada, y pronto Moreno comenzo a darle una mterpretac1on
que, según se adujo luego, desbordaba su sentido. La. "unión de
corregimientos" empezó a unirse en la opinión del v1s1tador en
forma estrecha con ,la extinción de resguardos y el reagrupamiento
de los indígenas, de modo 1que aunque la cédula en ninguna parte
hablaba de ello, Moreno se sintió autorizado para ordenar la
supresión de pueblos, su traslado y el consiguiente remate de los
re&guardos. Se apoyaba para el.lo, además, en los antecedenrt~s
legales que ordenaban agrupar los pueblos de menos de 25 tn-
butarios, en el w·puesto de ,que tenía todos los poderes usuales
de un visitador de la tierra.
28
No hay que olvidar que, como protector de indios, Moreno
había objetado las agregaciones en 1767; cuando se pidió disolver
el resguardo de Sogamoso, afirmó que esto violaba la más ele-
mental justicia "si tanto se pondera el deseo de lograr propio
reclinatorio como primario objeto del descanso en las calamida-
des de la vida, cuánto más doloroso será verse despojado de su
misma patria por unos advenedizos que .contra el tenor y dispo-
sición de las leyes se albergaron acogidos por la rústica ignorancia
de los indios que ahora se ven arrojar de los mismos que antes
ampararon''.H Sin embargo, tan pronto empezó la visita, en 1775,
dio pruebas de haber cambiado de concepto: en Pandi y después
de unas diligencias hechas por el corregidor, hizo un rápido re-
corrido de la zona y en enero de 1776 ordenó la disolución de
tres resguardos (Fusagasugá, 1Pandi y Tibacuy) y el traslado de
los indios de ellos a !Pasea. Este caso sirve de ejemplo de los
temas que, con variaciones, repetirá en los tres años si-guientes
una y otra vez. Moreno subraya el amplio vecindario no indígena
y su carencia de ti-erras; como• no podían ,gozar de las de los
resguardos, tenían que tomar "la precisa ,para -su habitación y
entable de los dueños de las haciendas cornarcanas" o arrendar
una parcela en los resguardos. !En ambos casos se enconrtra'ban
sujetos al "riesgo de ser ex•pelidos al arbitrio de los dueños". Pro-
bablemente ya entonces Moreno- consideraba, como lo dijo dos
años después, que los indios tenían una afortunada dotación de
tierras: "Las tierras que para resguardos tienen los indios son sio
duda de las mejores, como escogidas a placer y sin estorbo desde
el descubrin1iento del reino y por fo común les sobran, mediante
a que en tiempo de su señalamiento eran muchos los indios, y ya
hoy han venido a total disminución, de modo que en cualquier
pueblo donde se a,greguen indios encuentran tierra con todas las
calidades ,que las leyes prescriben." Al adoptar la disolución
como respuesta al problema de tierras del vecindario, Moreno
ordenaba el traslado de los indígenas a otro pueblo, dándoles un
plazo de dos meses para quf cosecharan lo que tuvieran sembra-
do. Los indios debían recibir el pago de la·s mejoras y recibían
una exención del tributo por un :año. Si los indios se r.esistía,n,
po·dían las autoridades proceder a forzarlos, derribando sus ha-
bitaciones.
Moreno, sin embargo, no continuó personalmente la visita
iniciada en 1775: en a.gasto de este año recibió del fiscal Luis
de los Ríos e-1ca,rgo que éste tenía, el que no podía ejercer simuJ-
táneamente con la ejecución de' la visi,ta. Por ello la Junta de
Tribunales recomendó que se 1bencomendase la visita a José
• 44) Margarita González, op. cit., _¿J.
29
1VER~11.um
l 1.
María Campuzano y Sauz, quien recientemente había sido desig-
nado corregidor de Tunja. El protector redactó entonces unas
instrucciones para fa visita, en !,as que se decía que "todo pueblo
que no tuviera veinticinco indios tributarios debe ext<inguirse y
trasladarse a otro de igual temperamento", previa aprobación
por el gobierno virreinal. Igual conducta podía seguirse con los
pueblos -que tuvieran hasta cuarenta tributarios, en los casos en
que hubiera razones adicionales para ello.
Campuzano, nombrado en la segunda mitad de 177 6, remitió
algunos informes y a comienzos de 1777 pro.puso un nuevo alin-
deramiento de los .corregimientos. El corregidor de Tunja, por lo
demás, no quedó -contento con los límites propuestos en mayo
de este año y pidió que se le autorizara para demoler 1os pueblos
que tuvieran hasta 80 ó 100 indios "de macana", lo que habría
llevado a que sólo sobreviviera un puñado de ellos. Moreno y
Escandón, que era abara fiscal de la Audiencia, contestó que en
casos en ,que creyera esto conveniente hiciera la consulta al go-
bierno. Aquí vale la pena destacar un nuevo aspecto del proble-
ma: ¿·contestaba Moreno -y esto vale para todas sus actuaciones
de estos años- como fiscal, en defensa de los intereses de la
corona, que encontraba obvios beneficios en los remates de los
resguardos, o como pro1ector de indios, encargado de defenderlos?
Esta fue una consU'lta que sá'lo vino• a plantearse en 1778. Entre
tanto, como puede seguirse con prolijo detalle en el documento
que se publica en este libro, Campuzano y Sanz procedió a visitar
los pueblo3 de Tunja. Sus informes nos dan una visión compleja
y abigarrada de los pueblos indígenas, de las cargas que éstos
debían asumir, de su población, del avance del proceso de mes-
tizaje y de las diligencias hechas en caso dr~ recomendarse la
disolución de los pueblos de indios. Sorprende siempre la escasa
participación de los voceros de los indios, los que apenas parecen
actuar para rendir el reporte del número de tributarios y para
-contestar en forma rut,inaria sobre la ausencia de las más fllagrante6
violaciones a las leyes españolas. Para finales del 77 había re-
corrido ya la mayoría de los pueblos de su jurisdicción y pro-
puesto la supresión de buen número de ellos, para lo cual recibió
la pronta y diligellt-e aprobación del virrey Manuel Antonio
P.lórez, asesorado siempre por Moreno, en su carácter contradic-
torio de pmtector y fiscal.
A comienzos de 1778 llegó a Santa Ft el visitador Gutiérrez
de Piñeres, quien .consideró que nadie tenía autoridad para dele-
gar la visita, la cual había sido confiada al protector de indios,
con obligación de ·que se nombrara, mientras la desarirollaba, un
protector interino, pues sin -que hubiera un defensor de los inte-
Teses de los indios se causaría la nulidad de todo lo actuado. Las
30
autoridades acogieron esta posición, y Moreno, que sóik>había h-e-
·cho ¡personalmente, un :año antes, <lavisita de Zrpaquirá, y alligunos
otros pueblos de la Sabana, y había logrado -que se ordenara el
traslado de los indios de Zipaquirá y Nemocón a Tausa; salió en
junio a recorrer, como una ex,halación;' 5 los -pueblos del oriente
desde Turmequé a Cúcuta y de allí a la sabana de Santa Fe; los
autos que se reproducen en este volumen muestran la atención
al detalle de Moreno, su capacidad de observación y de decisión,
el interés por los aspectos sociales y económicos. La información
sobre las costumbres de fos rndios y los mestizos, las relaciones con
,Josdoctrineros, Jos problemas religio.fos, las necesidades de cam~s
y puentes: nada queda fuera de Ja mir.ada buroorática del doctor
Moreno. Sus decisiones confirman en general lo hecho por Cam-
puzano y lo amp.Jiahan, al proponer una nuev,a serre de remates.
Al llegar a Santa Fe presentó el informe general del 18 de
noviembre de 1778, el cual acompañó con un mapa de las zonas
recorridas elaborado por Francis•co Javier Caro. Este informe
confirma la transformación total de las opiniones de Moreno
sobre los resguardos; la actitud ·del protector- de indios se ha
transformado en la visión de un funcio1rnrio español, preocupado
por el aumento de los ingresos fiscales y por el bienestar de todos
los vasallos rea1les, identificabJe con el avance del Estado. :El
,
Nuevo Reino es cada vez más una nación de mestizos, y la des- I
aparición de los indios por su conversión en éstos no le produce
inquietudes: "Son muy raros los indios puros, manifestándose a ¡·
la vista sin necesidad de otra prueba haber de,generado la especie;
y es preciso que así suceda po•11quecasi no hay pueblo de indios
donde no sea mayor el número de vecinos españoles o de gentes
de color que se abrigan en las tierras de los resauardos o sus
iumc.dia,cion,es."Nada ,parece justi-f.icar la ,continua~ión de la so-
ciedad _estamental y del tributo, nada "perdería su Ma1estad,
~ntes bien, adelantaría mucho el ,gobierno si los indios se españo-
lizasen y con su casta se borrase la memoria de su tributo ... "
Sin ,embargo'. la ley esp~jjola de_ter~ina otra cosa; y mientras
sea as1 es preciso mantener a los mdws separados de las demás
~~) Entre el 1,1 de j-unio y e) 10 de septiembre es.tuvo en Onzaga, Mo-
g~tes, Cu'!'ití, Guane, Socorro, Otba, Simacota, La Robada, Zapa-toca,
G1rón, Bucaramanga, Cácota, Silos, Parn,pfona, Salazar, Cúcuta, Chiná-
cota, Chorpo, Jurado, Servitá, Tequia, Soatá, Sogamoso, Duitama, Motavita,
Gámbita, Pare, Güepsa, Chipatá, Vélez, Guabatá, Popoa, Saboyá, Tinjacá,
Sutamarchán,_ Gachantivá, Yuca, Leiva, Chíquiza, Sora, Sáchica, Samacá,
Cucaita, Tun¡a y Turmequé; del 16 a1 21 de diciembre visitó a Bogotá
(Funza), Serrezuela, Bojacá, Facatativá y Tenjo, y del 14 de enero al 1·7
de febrero estuvo en Bosa, Soacli~, T,uso, Tena, La Mesa, Suba, Chía,
Tausa, Sutatausa, Ubaté, Fúque~, Susa, Siinijaca, Cucunubá, S'ues-ca,
Chocontá, Maclietá, Seo.,quilé, Gu a y Sorpó, según el itinerario incom-
pleto establecido por Restrepo s. enz, op. cit., 464.
31
castas; pa:a ello lo mejor es unirlos en poblacio·~es donde BUnú-
mero no los deje al arbitrio de criollos o mestizos, trasladando
los grupos pequeños a los resguardos ~obrantes de otras comum-
dades. No aceptan los indios voluntanamente tales nraslad~~: no
captan sus verdaderos inteTeses, ale_ga,el prote 7toi:, y se ~1:i1een
portavoz de ellos .co·ntra lo 1quelos md1genas mismos manifiestan:
'\Rara vez aceprtan los indios con entero gusto su translación y
tenazmente conservan apego o fo suponen a la tierra, aunque se
Jes brinden las mayores ventajas. IPor cuya razón como su protector
resistí casi siempre sus translaciones, hasta que desengañado por
la experiencia he visto ser un capricho nacido de su ignorancia
0 malicia, pues voluntariamente ... s·e ausentan de sus pueblos,
sin que ninguna diligencia alcance a restituírlos, abandonando
mujer, hijos y parientes, arriendan a vecinos la parte de tierra de
su señalamiento y se alejan a vivir de concertados en haciendas
del campo o en poblaciones de españoles. . . Sólo cuando por su
beneficio y para su arreglo se ,trata del remedio por la agregación
se acuerdan del patrio suelo. Con este conocimiento acreditado
ocular y repetidamente he formado concepto que siendo ob[i,ga-
ción protejerlos por razón de mi empleo no debo silenciar ni sus
defectos ni los medios que gradúo oportunos, no para que se
condecienda ciegamente complaciéndoles en lo que apetecen, no
para su bien, sino•,para su vida libre ,que prefieren, sino dirigiendo
las providencias. . . a que se reparen los daños que causan fos
pueblos tenues ... " No deja 1Moreno de atribuír la oposición a
sus actuaciones a intereses cr,eados: curas, vecinos que se apro-
vechan de ellos, y ante todo los hacendados confinantes, que
"-tienen asegurado- con los indios el peonaje, concertándoles a
bajo precio por jornaleros en sus labores, o les abastecen con
lo que cultivan".
El informe no fue esta vez muy bien acogido: el oidor Joa,quín
Vasco y Vargas y el regente Gutiérrez de iPiñeres consideraron
que sus actuaciones habían sido contrarias a la ley y a las con-
veniencias. Vasco, encargado de la fiscalía, consideró que "aque-
llas actuaciones de los comisionados, desde su origen, vinieron
revestidas de apairiencias de utilidad pero con poquísima sustancia
de bien y de verdadera y solícita virtud y por lo tanto vimos un
gran número de hombres cebados en estos infelices / indios/ ... " 46
Gutiérrez, revisados los expedientes, presentó el 3 de febrero de
1779 un extenso ale.ga,tocontra la política de Moreno y iEs.candón,
argumentando que éste no tenía autoridad para ordena,r extinciones
de resguardos, por limitarse la cédula real de 1774 a ordenar fa
fusión de corregimientos; por no haberse obtenido el consentimien-
-JG) Colmenares, Historia económica y social, p, 46.
32
to de los indios, como era obligatorio, y por no haUarse revestido
de las facultades de. un visitador ordinario de la tierra. Además
de estos argumentos de orden jurídico sostuvo Gutiérrez que el
proceso de mes-tizaje había llegado a tal punto que era ilusorio
tratar de mantener la separación entre indios y libres, y de hacerse
el es.fuerzo del caso sólo se lograría la ruina del Estado: quizá
habría sido mejor política, afirmaba, impulsar y acelerar el mes-
tizaje mediante la mezcla y co·nvivencia de españoles e indios,
que manteniendo una se,gregación ordenada por la ley pero supe~
rada por la realidad. En vista de esto, proponía que se suspendie-
ran los pro-cedimientos de traslación de indios y extinción y remate
de resguardos en todos los casos en que no hubieran concluído;
dada la situación ya creada, aceptaba que los resguardos ya rema-
tados quedaran en manos de los compradores y los indios que ya
se hubieran. trasladado permanecieran en su nueva localidad. Del
mismo modo, en cuanto Gutiérrez no consideraba que Moreno
tuviera poder para redifinir los límites de los corregimientos, con-
sideraba que también en este caso no debía hacerse "por ahora
novedad".
Con base en estos conceptos expidió el virrey Flórez el auto
global de 17 de febrero de 1779, en el cual acogía, algo a rega-
ñadientes, las peticiones del visitador, al cual consultó previamente
el borrador de la providencia; sobre lo hecho Flórez siguió pre-
sumiendo su legalidad, y pasó a consultar al Tey cuál era "el
número de indios tributarios que debe serviir de regla para que no
llega,ndo a éJ, se extingan los pueblos de indios". Nombró además
cuatro comisionados para que revisaran la situación de los indios
trasladados:' 7
+7) Flórez siguió dando la razón a Moreno, y en su inforJne a Es.pafia
a más de manifestar que no corn,pren.día la actitud de Gutiérrez, dijo
que la opinión de Vasco "no la tengo concebida por celo, sino nacida de
la falta 'Cle luces y conocimientos del reyno y sus habitantes, y de una
disimula-da pasión contra aquél. .. ", Archivo General de Indias, Audierr-
cia de Santa Fe, 595, cuaderno 32. Además, ex;presó su acuerdo con la
visión de Moreno de que ya ~rh hora de el!iminar la diferenciación entre
indígenas y libres, irnpulsa"1!do que aquellos se disolvieran en éstos, per-
diendo así sus defectos: ",por más- que parezcan infelices, como que Jo
son porque quieren serlo, y es casi impooible vencer su natural pereza
mientras no muden de generación. Su amor al rey y a la religión no
pasa en mi concepto de los labios, les da poco abandonarlos siemJpre
que encuentren proporción de sacudir el yugo y volver a su barbarie,
por más que se miren protegidos de las leyes y de sus ministros porque
su propio verdadero bien lo estiman por agravio, como sea sacarlos de
aquella indolencia, que les es tan connatural y aun ,pegadiza. El tributo
aunque grand<e con res,pecto de su miseria y abandono. . . es para eHos
una carga exagerada e insoportable, y que a cada ·paso la tienen en la
boca, aunque no lo paguen, y nada convendría más a Vuestra Real Ha-
cienda, -a fo menos en este reino°f!opor su corto número, que eximirlos ñe
él, sefíalando a cada uno en los resguardos de su pueblo el pedazo de
tierra competente y óándole títL_ de propiedad·, . , , dej ándale en la clase
33
 Terminó así la actuación ele Moreno con relación a este asunto,
y no deja de sorprender la repentina transformación de la política
iniciada. A comienzos de 1778 era Mweno uno de los hombres
más poderosos de Santa Fe, como lo h~,bía sido ya por más_de ~~a
década· en dos años el visitador Gut1errez, pese a la est1mac1on
de sus ~apacidades, redujo su influencia en forma drástica y frustró
sus actividades en el terreno de la reforma de estudios y de la
transformación. de la situación de los indí,genas. Podría pensarse
que se trataba de un enfrentamiento ent_recriollos y españ?les, en
el que Moreno habría repres~ntado los mtereses locales. Sm ~uda
alguna, su política estaba orientada a reforzar el poder de cierta
élite criolla en el caso de la educación universitaria; en cuanto al
tratamiento de los indígenas, sus actos favorecían a los veci.nos
blancos y mestizos de los pueblos indígenas. Ahora bien, esta po-
lítica contó con un vigoroso respaldo de los funcionarios españoles
anteriores a Gutiérrez y a los nuevos oidores como Joaquín Vasco
y Vargas. La divergencia de opiniones dividió pues a los repre-
sentantes peninsulares de la monarquía. •Por otra parte, no resulta
fácil identificar vínculos muy concretos de Moreno con los criollos
santafereños; por el contrario, durante buena parte de su carrera
parecería más bien un funcionario protegido por las autoridades
españolas que chocó con frecuencia con los grupos criollos ~ás
fuertes: con el de Jorge Miguel -Lozano o con el grupo fam1har
de los Alvarez. Sus hijas lo vincularon paulatinamente con una
capa de peninsulares recién llegados, lo que constituye al menos
un indicio, así sea leve, de las afinidades sociales del fiscal. Tre3
de sus yernos se convirtieron, para finales de si•glo, en prósperos
hacendados sabaneros, y entre sus propiedades se contarnn algunas
que habían dejado el dominio indígena por causa de los remates
pro.movidos por Moreno y Escandón, pero esto es algo que no
podía estar en sus planes. 48
Es muy probable, en todo caso, que Moreno hubiera resultado
atrapado po•r la puesta en ejecución, por parte de Gutiérrez, de
una política OTientada a destruír el poder de -los criollos en la
<S) TO'Var, op. cit., 141, 143 y ss., para los ,casos de Lorenzo Marroquín,
Fernando Rodríguez y Pantaleón Gutiérrez. Este último se casó en di-
ciembre de 1,780 con Francisca Paula; los otros dos matrimonios i'ueron
muy posteriores a la s2lida de Moreno para Lima. Rodr!guez se casó en
noviembre de 178-9 con María .Josefa y Marroquín contrajo matrimonio en
1762 con Teresa Josefa. Archivo Nacional de Colombia, Virreyes, VIII, 822.
de los demás vasalJ.os, pues de este modo se españolizarían más breve
mezclándose con las otras castas y dejando el carácter de indios con tms
costumbres bárbaras o groseras, pero siempre inclinadas al gentilicio ...
no se considerarlan los vasallos sino como una sola fa.tnilia. . . si e.rulo
entonces la administración de justicia y gobierno sin diferencia ... " Loe.
cit., cuader-no 39.
34
Audiencia y en los demás tribunales de Santa Fe. Si hasta 1778,
aunque criollo, estuvo más bien cerca a los funcionarios españoles,
y tuvo frecuentes encuentros con los grupos criollos, a partir de la
Jlegada del visitador todos resultaban sospechosos por su caráoter
criollo. A Moreno, dadas sus habilidades, se le envió a un cargo
en otra audiencia, que constituía un ascenso burocrático. El grupo
de los Alvarez fue desmantelado rápidamente: el oidor Benito
Casal y Montenegro pasó al retiro, el contador Manuel Bemanfo
Alvarez fue trasladado a IJ>opayán,y nuevos oidores, todos espa-
ñoles, se posesionaron en la Audiencia. En 1777 constituían este
tribunal los oidores Casal, casado con criolla y con 30 años en
Santa Fe, Juan Francisco Pey, casado también con criolla y con
29 años de iresidencia, Juan Romualdo Navarro, nacido en Quito
y el fiscal Moreno y .Escandón; en 1780 los oidores eran !Pey y
Jos españoles Vasco, José Osario y !Pedro Catani; el fiscal era el
español Manuel Silvestre Martínez. En tres años el poder de los
criollos se había reducido a un simple recuerdo. •9
Ya se señaló la relativa ¡pasividad con la que aceptó Moreno el
cambio de sus proyectos educativos; en el casó de los resguardos
expuso su criterio con firmeza pero debió someterse: "Cuando se
resolvió diferir a la real deliberación la decisión de los puntos por
mí consultados como preliminares signifiqué verbalmente que no
podría lograrse el Heno de las reales intenciones manifestadas en
la real orden de mi comisión, no quedándome otro arbitrio que
el de la obediencia." Enfrentado a Guti"érrez, debió tener en cuenta
el peso que éste tenía en España para evitar una confrontación
abierta, que habría tenido pocas probabilidades de ganar. En esta
tensión, el_visitador, pese a las razones que lo enfrentaban a Mo-
reno, y que probablemente lo llevaron a solicitar su traslado, re-
conoció siempre las habiHdades y ca:pacidades de éste: en 1779,
tras señalar las incompatibilidades que encontraba entre los varios
ca11gosocupados por Moreno (que no sólo se referían a las de la
fiscalía civil y la protección de los indios, sino también J.as que se
daban entre su carácter de.fiscal y juez de rentas), insistía en que el
fiscal "está-radicalmente instruído en los negocios de este Reino por
.la intervención que ha tenido en el-los,y por.que es hábil y ·labo11ioso.
Ninguno mejor para desempeñar cualquier asunto de Rentas ... " 50
<o) Sobre e.l confJicto entre criollos y peninsulares y la política de Gu-
tiérrez de Piñer.es, ver ante todo John L. Phelan, "El auge y la caída d-e
los criolJos en la Audiencia de Nueva Granada", Boletín de Historia y
Antigüedades, 59 (19'il2), ,pp. 597-618, y El pueblo y el rey (Bogotá, 1980).
Sobre las auidiencia5 hispanoamericanas durante este período la mejor
guia es M. A. Burl~holder y D. S. Chandler, From impotency to authority
ol tite Spani!:h C1·own a.nd the A erican Audiences, 1687-1803 (C'olumbia,
Mo., 1977).
:;o) Al1chivo Gener.il de Indias, Attdi·mcia de Santa Fe, 654.
35
 Entre lbs desacuerdos menores del fiscal y el visitador hay que
mencionar, por último, el concepto negativo de Moreno al im-
puesto de armada de Barlovento, restablecido por Gutiérrez. Por-
que en este caso se cierra la paradoja de la caída de Moreno:
opuesto a los actos fiscalistas de Gutiérrez, mientras que éste
había enfrentado la disolución de los resguardos estimulada por
Moreno, ambos resultaron unidos en la mente de los comuneros,
sin que los indios vieran en Gutiérrez a su defensor ni los criollos
consideraran ,a Moreno su aJiado ocasional. Paira fa heterogénea
multitud que marchó a Zipa:quirá, ambos eran claros represen-
tantes del "mal gobierno" que los oprimía. Más curiosa aún es
la presencia, entre esa multitud, de Ambrosio ,Pisco: quien ahora
encarnaba los ideales indígenas y representaba sus luchas por
la supresión de los tributos y la recuperación de sus tierras había
partiicipado tres años antes, en Güepsa, en su calidad de teniente,
en fas di,ligencias de la visita de Moreno, 61 que condujeron a la
disolución y remate de ese resguardo, sin que conste que entonces
se hubiera opuesto a ello. Moreno, sin emba,rgo, no pudo ente-
rnrse de esto, pues aunque asistió ,a 'las Juntas de Tribunales a1
menos hasta la del 10 de a:brirl,ooando se ordenó enviar al oidor
José Osm,io a enfrentar a "la p~ebe insolentada", su saüda de
Sa,nta Fe se hizo antes de que l,legarn noticia de1 descatabro de
INDIOS Y MESTIZOS DE
Pue □ te Real.
LA NUEVA GRANADA
A, FINALES DEL SIGLO XVIII
VI
Sobra toda discusión del documento publicado, que queda a
Informes acerca de la visita de Francisco
disposición y estudio del lector. A1111quepor su or,igen burocrático Antonio Moreno y Escandón, transcritos por
es reiter-at,ivo y a veces rutinarrio, ofrece una visión global de ia Germán Colmenares y
adminis•traoión cOllonial y de la vida socia:! indígena, en tod:a su Alonso Valencia
complejidad, que será sin duela ú1il para historiadores y estudiosos.
JORGE ORLANDO MELO

01) Archivo General de Indias, Audiencia

blicado en este volumen).
de S,mta Fe, 5!)5, fol. 699 (,pu-
/
36
Testimonio en rela(ción) varios insertos de los
Autos ... sobre la visita practicada por Dn. Jph. M(aria)
Campuzano y el Sor. Dor (Don Francisco Antonio) Mo-
reno en la jurisdon. del (corregimiento) de Tunja, la
del Gobierno. . . Salazar de las Palmas, la de la (al-
caldía) mayor de Betas de Pamplona (del dis)trito de
esta capital en virtud (de las) Cedulas de 3 de Agosto
de 74 y ... de 78 para dar cuenta a S.M .... cumplimien-
to del Superior (Decreto) de 10 de febrero del co-
rriente año.
Duppdo.

I
 Lista de los corregimientos de Provincia y de Indios
y Alcaldías mayores del distrito de la Audieñc.ía ael
Reyno de Santa Fe, Quito, Panamá y Cartagena con
ex;presión de los que son a pT()visión_de__su ~ sala-

--
rios que tienen yde los quE;___E_or su cQtle.dad.....p veen
los virreyes.

Distrito_de-la-Audiencia__de Santa
Fe de la provisión de su Majestad

El corre imiento de la ciudad de Tunja con el sueldo

de mil· seiscientos cincuenta y cuatro pesos situados en
las Reales Cajas de Santa Fe es de Provincia.
El Corregimiento de la ciudad de Mariquita, también
de Provincia, su sueldo de mil seiscientos cincuenta y
cuatro p-¡;os, pagados en la caja de la Villa de Honda.

Gobiernos y corregimt 0 s de
Indios ~';_provee el V~
. -- --
El Gobierno de Girón se provee por cinco años y
tiene de sueldo un mil ducados a el año que se pagan
en las Reales Cajas de Santa Fe.
El Gobierno de ciudad y provincia de Neiva se
provee igualmente por el virrey por cinco años y tiene
de sueldo un mil ducados situados en el ramo d~,,quin-
tos y cobos de los oros que produce aquella :;:oyi~cia
y se pagan en la Caja de Sta Fe.
- El Gobierno de la prov.inciaaelos Llanos, se provee
por ciñco años sin sueldo fijo y estan a su cargo diez
-'\t)y SfilS_Jmee~_d~ ind10s, siendo su P:_incipal obligación
la cobranza de los tn ut'os, y segun el número de ellos
se le regula por. razón de salario treinta y un cuarto
maravedís al año por cada indio con mas seis pesos
/ por la matricula anual de cada uebl::..:º.:..·
~---
El Gobierno de la ciudad de San Faustino .se provee
por dos años mas o menos a vo un :aacíel Superim Go-
2 bierno sin sueldo fijo y sólo percl.be- }7 un seis por
Retrato de Moreno y Escandón que se encuentra ciento de o quecobra por los ramos de Real Hacienda.
en la Biblioteca Nacional de Colombia

I
41
 [corregimientos 7er:ues de indios.(
ue no tienen mas sueildo que treinta y
.lljocho y cuarto~--:- de cad•a indio tributa-(
río util, con mas seis pesos de cada lista
o pueblo, y los provee el virrey ( IJ-
El corregimiento de Zipaguirá con once pueblos de
,,..,.:)indiqsy el sueldo a,rr1ba dicho.' ~ ~- ••·• · · ·•
- \ "El CO;!egimie_nto de lll?atr, con ocho, y el salario
'tl,.que el antecedente. - -
-::l-) El corre imiento de Sogamozo tiene si~1meb~s
indios y el corregidor eI sueldo arriba dicho.
. E_l c~~re,g:imiento de R,uitama tiene cinco pueblos de
5)md1os sm otro sueldo que el <ie los antecedentes.
-¡;,) El c_orre imiento de Paeces con doce pueblos y en lo
I\ é!emas como los referidos.
El corre imiento de Servitá, con nueve pueblos de
q) indios.
El corre imiento de Tenza tiene en su partido tres
"\) pueblos. - Palma;- sirlsueldo fijo, mas queel del. premio del seis
d\) El de Ubague con nueve pueblos de indios.
Lf-) El corregimiento de Pasea tiene en su partido cuatro
'pueblos.
4') El corregimiento de Gáme~a con once pueblos.
"') El correg1m1ento de San Gil, con cuatro pueblos.
di El corregimiento de Guatavita, tiene ocho pueblos de
1'' indios en su partido.
6 ) El corregimiento el.e C~a con seis pueblos. f
+) El ~ imiento de TuTmequé siete pueblos y su
corregidor el sueldo que se dice al principo.
6) El c~gimiento de Bogotá tiene ocho pue·blos.
"') El corregimiento de Tocaima tres pueblos de indios.
"';,JE! de Sáchica tiene doce pueblos.
"i) El de ~ cinco.
~1 El de Chi!batá, Idem.
El de PanC'hes entre pueblos de indios y P-ª!!oq:_s de
f ~"''-:~ ;+. ~~ ~ue ilam~1n españoles, tiene t~·einta y dos. El
- "~--z..'-\A. correguruento solamente para la cob'I'anza de triibutos
~-¡_¡) d_e indios su gobierno.
V-..,') El corregíinto d~ _Bosa tiene cinco pueblos.
Cuyos corregimientos, con la separación y distinción
dic'ha, son los que com· rende eLdi.-ª_trito de la jurisdic-
3 ,;..¡c~ón_de Santa _!'e. / / con declaración de qúe el corre-
g1m1ento de So amos-o y Duitama lo sirve un mismo
sujeto por provisión de su Majestad, aunque antes eran
42
de la prov1s 10n del Vi.'l'rey, y lo mismo sucede con los
corregimientos de Z~irá y ~. sin que Pº: esto
tengan más sueldo que los otros corregidores citados
antecedentemente.
Alcaldes mayores de la j1!1'isd0 n
de la Audiencia de Santa F~ que prov~e
el virrey por dos años mas o menos
·-
La alcalclia mayor de ~ta.§..j_e Par~plona tiene de
de
sueldo docientos pesos, con mas el seis por ciento de
lo que recaude de Real Haciend~ Y_ tre~nta Y_ ocho Y
un cuarto de ma'I'avedis de cada md10 tnbutar10 de los
t.f'cuatro pueblos que le están agregados. .
IJ La a caldm mayor de la provincia de Ne1va agregada
al gobernador del mismo Neiva con el sueldo de tal,
sin otro sueldo por la alcaldía mayor.
La alcaldía mayor de la ciudad de SalazaE..._de l~s
porci~ntQ<Íeramos de ~ea~enda que allí se re-
cauden. - ..
<,También hay otras alcaldías mayore~ en el distnto
r ~~e dicha AÜcliencia, que por ~ima__s
y sin su':ldo
.~'Y fijo, están agregadas a los ca~1tanes de guerra, t1:;~-
·'1-/ ·tes de oficiales rea es y admimstradores de Real Ha-
cien a y son aposo ciudad de los Remedios, B..E,S2,
.- arag¿za, Lob'a, ..:!~1!.~f9Y las f,ajas ~e Mari~uita, 11-
que perciben el seis por ciento de la Real Hacienda
que recau an.
Corregimientos de indios
de la provincia de Ca.rtagena
El corregimiento,(je Turbaco tiene en su parti~o dos
pueblos de indios y su corregidor el sueldo del seis por
4 ciento de los que recauda. //
El corregimiento de Piojon tiene cinco pueblos Y el
sueldo dicho.
El corregimiento de San Benito Abad tiene tres pue-
blos y el sueldo como los antecedentes.
El corregimiento del pueblo de Sinú Idem.
El conegimiento de Tolú su corregidor el mismo
sueldo.
I
43
 El corregimiento del pueblo de Ciénega tiene el mis-
Corregimientos de la jurisdicción mo sueldo que el de Tenerife.
de la villa de Mompox
Distrito de la gobernación
El corregimiento del partido del Retiiro tiene tres
de Panama
pueblos y de sueldo su corregidor el seis por ciento
de los ramos que recauda, a excepción del de tributos, En su distrito consta hB!ber únicamente dos corr~-
pues por este tributo se le dan seis pesos de cada ma- mientos que provee el gobernador para lo~ pu~blos e
trícula de indios de cada pueblo. , de la Gorgena, tan míseros e mfehces que
El corregimiento del partido de Talaygua tiene cinco S an J uan Y ~ que las po-
únicamente se proveen por tres anos pa~~ .
pueblos, y el corregidor el sueldo que los antecedentes.
bres gentes que los haibitan tengan a qt1:1~mocurr~ ~~
En la provincia de Ohocó hay dos conegimientos que cualquier evento, sin que se haga menc1on del sa ar
son el Nóvita y Citará y tienen doce pueblos de indios ni obenciones que tenga el ministro o celador que se
y nombra el Virrey corre.gidor para cada pueblo con
obligación de cobrar los tributos y hacer matrícula nombra.
anualmente de la numeración de indios de cada pueblo, Distrito de la Audiencia de
por cuyo trabajo se le dan tres castellanos de oro que Quito
col'responden a seis pesos por cada matrícula sin más
salario, y es prevención que del ingreso de todos los Se ·ún informe que dieron los oficiales real~s de Quito,
tributos de los referidos pueblos da cuenta general el g n su jurisdicción hay dos go.b1ernos, que
parece que e B • la provincia de
Gov 0 r de dicha provincia del Chocó quien recoge las son el de San Francisco de OTJa en 1 t.
tiene de sueldo anual segun los rea es i-
de los particulares para darlas en general.

Corregimientos sujetos a la provª

:~:;:osq~~~\ 1 ducados ~e
Quijos y Macas, con e s
~~~~ ~t~~ .
:u~:~::u
de Maracaybo, cuya provisión es Uno Y otro de la provisión de . su MaJestad.
rregimtos en su
d.
is-
del virrey de Santa Fe. Así mismo consta haber seis co

El corregimiento de la La,guna tiene a su cargo cua-
tro pueblos de indios, quienes les pagan cuatro reales
por cada uno de los tributarios, fuera de la demora que
5 pa-gan a su Majestad, según la costumbre // y práctica
de aquella pTovincia.
El corregimiento de Lagunilla Idem.
El de Muchies Idem.
Provincia de Santa Marta
El corregimiento de Tenerife tiene a su cargo cuatro
pueblos de indios y el sueldo de seis por ciento de lo
que recauda, con más seis pesos por matrícula de cada
pueblo.
El corregimiento de la jurisdicción del Valledupar
tiene a su cargo siete pueblos y su sueldo el mismo
que el antecedente, bien que por tenérselo agregado el
empleo de teniente de gobor por éste goza de sueldo
doscientos pesos al año.
44
tri¡~• d~u~as~i::dad de Quito con el salario anual de dos
6 mil ducados de plata. . . . t
El de San Miguel de Ibarra co;1 qum1entos cmcuen a
oc'ho pesos prevenidos en el titulo. .
Y El del asiento de la Tacunga, con el salario de mil
ochenta Y dos pesos y siete re_ales.
El de Otavalo quinientos vemte Y dos. pesos.
El de Riobamba .mil ochenta y tres pesos. . de
El de Ohimbo mil pesos, todos de a ocho I eales
plata corriente.
Gobernación de Popayan
El gobernador de la capital, que es ~ provi~ión de .s~
Majestad, tiene de salario anual _dos mil setec1e?to~ c~:s
cuenta Y siete pesos uno Y medio reales adema~ ~
dereohos de las fianzas que ocurren en el s,egmm1ento
de causas entre partej-
45
 Aunque en esta jurisdicción hay minerales de
flo • 1 ld, o1o,
s~rven como a ca ias y sólo están reducidas a te-
nencia las del puerto de Tumaco , Iscuande' , B ar b acoas
Y el R_aposo con el agregado de corregidores de natu-
ra 1es sm que les resulte más utilidad que la d 1 ·
· t d e seis por
cien o e los oros que produce el real derecho d ·
tos alm • 'f l e qum-
, OJar1 azgo Y. a cabalas que importará al año a
la de Bar?acoas trecientos ochenta Y cinco pesos cuatro
reales Y siete maravedís·; _las de Tumaco cuarenta y dos
pesos, cuatro oreales y vemte y cinco Y m d'
dís· 1 d I d' . e 10 marave-
, a e scuan e cmcuenta Y dos pesos Y un real poco
m~s o menos, p~ra las cuales elige el superior gobierno
suJetos que la sirvan, igualmente que para las de S
Juan de Pasto Y la provincia de los Pa.stos, que an~~
gu_a~1ente fueron apeteci•bles Y en el día no les produce
utilidad a los que la sirven.
7 A~í mismo consta que hay los mismos empleos en
la cmdad de Al_maguer, Caloto, Buga, Cali Y Cartago
Y que_ las dos primeras se.hallan reducidas a la pobreza
Y_desierJas Y las dos segundas están habitadas de me-
diano numero de_ gente Y el de Carta.ge cuasi de igual
ª.fas otras, a qmenes le está encargada la administra-
c10n de Real Hacienda, Y el seis por ciento de lo que
entre. en su poder de los ramos de alcabalas aguardiente
Y qumtos. . '
El corregimiento de la ciudad de Cuenca tiene de
sueldo ochocientos pesos.
El de la Loja dos mil sesenta Y dos pesos
El go b'ierno de Jaén de Bracamoros dos mil • sesenta
Y dos pesos anuales.
El !50bierno cle Guayaquil, no consta el salario ni
obenc10nes que le están asignadas.
Madrid, ocho de Noviembre de mil setecientos
tenta. Hay una rúbrica. Y se-
RJ.Ceda EL REY: Virrey, Gobernador Y Capitán Gene-
ral d~l N1:1evoReyno de Granada Y Presidente
~e la Real Audiencia de la ciudad de Santa Fe: Con mo-
tivo de haberse tratado en el año de mil setecientos se-
se~ta Y uno del? 1:rovisión de la alcaldía mayor de Lajas
Y. ~ _los co e irruentos de Chita Panches de la juris
dicc10~ de ese virreynato, consideré conv~iente que lo~
¡rr_e~imientos cortos como éstos que hubiese en la
- me~ se ~eyeg!n por ~o~--i:-espectivosmis virrey.es
Y que s1 fuese po si'bl e, se incorporasen
~ _
• -- - unos a otros.
46
.
Para determinar con pleno conocimiento en lo respec-
tivo a ese virreynato, se ~X,Ridió cédula en dos de julio
de mil setecientos y sesenta y cuatro a esa Audiencia,
para que instruyéndose muy por menor de las alcaldías
8 mayores / / y corregimientos tenues que hay enel- dis-
fritotle ese virreynato y de las qu"e por su cortedad no
hubiese verosiñiílmente sujeto d_!!~ito que las solí.-
citase en esta Corte, me remitiese ist así de ellas como
• A de las ~eyo,E ~u in,me iación y -poca utilidad nÍ~recie-
lll tr: sen incorporarse o unirse de modo que pudiese mante-
'ñeorse los provistos'; especificando los corregimientos
•que después de- la unión deberían según sus diversas
·circunstañcias@roveerse )p~r mi(!teal Persona ')o en ese
Reyno,--eñ fa forma y términos que fuesen más de mi
rea agraao. En este estado se ha tenido presente una
lista de corregimientos comprendidos en el distrito de
ese virreinato, con las asignaciones que gozan los que
en él sirven gobiernos y corregimientos, y que algunos
carecen de aquel provedho que pudiera contribuír al
descanso de los que ejercen, sin el riesgo de la mendici-
dad a que muchos se ven reducidos finalizado el tiempo
de sus empleos. También se han tenido presentes los
corregimientos de ciudades, pueblos de indios y alcal-
días mayores que son de mi real provision y de la de
esos virreyes, los salarios que percibe y la suma corte-
dad de lo que por razón de proventos o remuneración
del trabajo que tienen en la formación de padrones o
listas anuales de cada pueblo se les bonifica en sus
cuentas a razón de seis pesos por cada pueblo y de trein-
ta y un cuarto maravedis por cada indio tributario,
siendo así que en la provincia de Maracaibo se extiende
su cons-ignación a cuatro reales por cada uno, de suerte
que si un cor.regimiento tiene ocho pueblos, no viene el
corregidor a percibir más de cincuenta y tantos pesos
9 al año cañfidad ihsuficieñte para su manutención //
y la de un criado y ~uipaje necesario para circular
de un pueblo a otro y resarcir los gastos del título, me-
dia anata, costos de residencia y de sus cuentas~
mente estando al presente privados de la facultad de
cobrar pcirsf los tributos desus partidos por ha:berse
.Y • introduc1 o a prá.ética de arrendarse, no abstante ser
este cargo muypropio de los corregidores, segun leyés,
y lo resuelto por mí en cédula de cinco de marzo de
mil setecientos sesenta; y tres sobre la visita de las cajas
de Quito, cometida a ,;i corregidor Don Manuel Sánchez
47
 ¡:le Pareja. Que de estos motivos proviene la falta de
personas de circunstancias y comodidad que soliciten:··
estos pequeÉOS corre imientos y ·que únicamente. los·-~
pretenden sujetos que por su pobreza se contentan con ..
pasar reürados el tiempo cfe'""su provisión, buscan.ció' ·er
ar l no e cültivaralgunasementera de trigo u ofrós
frutos o e poner enceba algunas cabezas de ganado
que con industria adquieren; que aunque se discurriera
la agregación ele un corre im1ento a otro ara aumen·~·
to de su ut1 l a no se considera fácil ¡;· ejecución~
e es e pensamiento por la gran istancia de sus tefr"t-t-
-nos, r10s-caudalosos o malos caminos que ub1eran d;-
rans1 ar, mayormente cuando -la experiencia eñsefüi"
que aún- estando al presente unido al corregimiento •de
Zipa·quirá eT de Ubaté y al de Sogainoso el de Duitama; ••••
no se conoce en sus corregidores mayor a:delantamientó'
e conveniencias, lo cual manifiesta no ser conveniente
es e medio~ 'ni el de ocurrir a la asignación fija de sa-
·ffibo, porque habiendo de caer en el ramo de tributos
de cada Partido en premio de la administración de jus-
0, ticia ~ue ejercen, sería preciso :estituír primero a lo~.
'l i:J
~rreg1dores la cobranza de tributos de qµe están. des-
1O ·¡ poJados Y // tantear el residuo que quedase de ellcis
despues de satisfecho el estipendio de los curas, como,
de primera deducción, y finalmente que no siendo me-
nor la dificultad que se ofrece soibre la jurisdicción
correspondiente a estos corregidores por hallarse sus
partidos comprendidos en territorios pertenecientes a -""' dado de su Excerencia, José de RoJas. .JI;
ciudades en que residen los que para ella son provistos
por mí, versa el inconveniente de haberse reputado
hasta ahora como unos receptores o cobradores de tri-
buto, con jurisdicción competente pa,ra entender en
causas de indios y españoles, aunque limitada al conoci-
miento de las civiles que no pasen de a cien pesos y en
las criminales a la formación de la sumanaria, em,bargo
de bienes y prisión de los reos hasta tomarles sus con-
fesiones para remitirlos después con sus procesos a las
justicias ordinarias de su respectiva capital mediante
a que, si ésta faltase al reconocimiento de la subordina-
ción de los partidos territoTiales, quedarían reducidos
a un estrecho recinto, y los corregidores de ciudades
con el impedimento de visitar indistintamente su pro-
vincia Y los de los partidos con total independe~cia
c~mo si fueran nombrados por mi, porque aunque e~
virtud de la facultad concedida por una Ley del título
48
de ,provisión de oficios proceden esos mis vir,reyes al
nombramiento de estos corregidores, ha parecido con-
veniente distinguirles sus prerrogativas por los incon-
venientes y disturbios que se ocasionarían a las justicias
ordinarias, si todos los corregidores fueren iguales a
ellas, demás de la inmemorial costumbre que se halla
observada en este punto. Y habiéndose visto en mi Con-
sejo de Camara de las Indias, con lo que expuso la
Contaduría General y dijo mi fiscal, he resuelto
11 con reflexión a todo lo / / referido y_ aJo ue expresa
[la adjunta copia de la citada lista, me informeis como
lo os mando, lo que se os ofreciere y pareciere sobre
este asunto. ---
ada en San Lorenzo, a ocho de Noviembre de mil
setecientos y setenta. YO EL RJEY. Por mandado del
Rey Nuestro Señor. Domingo Diaz de Arce. Hay tres
n'.ubricas.
Decto Santa Fe, diez y ocho de mayo de mil setecientos
se en a y uno: Guárdese y cúmplase esta Real
( Cedula que se obedeée en la forma ordinaria; y para que
.✓-<1"<" con la debida instrucción y conocimiento de causa se
'~"f evacúe el informe p~nido por su Majestad en materia
, ¿_.,,t..:üm•firiportanté, pasará a visfa del señor fiscal a fin de
t"') ·quecon la brevedad que demanda el asunto me exponga
'ypida laque tuviere por coñveniente al real servicio. Ei
• ayfío Frey Don Pedro Messia de la Zerda~ Por man-
Exmo. S 0 r. El fiscal de su Majestad dice: He visto
esta real cédula, dada en San Lorenzo a ocho de
)'Noviembre de mil setecientos setenta, sobre que se
,,r/'d , _informe a su Majestad de los corregimienfos tenues de
1
'12f: _!Ste virreinato, y si convendrá unir algs a otros y en
~ . qué términos y V. Excelencia, tomadas las noticias co-
i· ,,t., rrespondientes de los· c'abildos de las ciudades cabeceras
~ • o de los corregidores que han servido así en los pue-
K" blos de indios como los de provincia, quienes como
prácticos y que tienen conocimiento de las situaciones,
terrenos y distancia, darán formal razon, podrá efectuar
el informe_prevenido~ta Fe y Junio siete de mil
-setecientos. setenta y uno. Doctor Peñalver.
Decto Santa Fe, doce de Junio de mil setecientos seten-
ta y uno. Autos. Hay dos rúbricas. Rojas. - -
- _.,,,...,..-¡
~
 Otro Santa Fe y junio catorce de mil setecientos setenta
y uno. Vistos. A consecuencia de lo expuesto por el
señor fiscal, se expedirán por mi Secretaría las órdenes
convenientes a fin de adquirir la instrucción necesaria
para satisfacer con acierto el informe que porr esta Real
12 Cédula se me mandan. Hay // dos rúbricas. Rojas.
Otro Santa Fe, veinte y tres de Noviembre de mil sete-
cientos setenta y uno. Sin embargo de lOresueiúi
por decreto de catorce de Junio último a pedimento del
señor fiscal, teniendo consideración a lo que se dilataTán
las noticias que se mandan pedir a las cabezas de pro-
vincia y la confusión que envolverán así mismo las que
ministrarán los cabildos a quienes se pidan, en perjuicio
de la clara puntualidad que se desea y es necesaria para
evacuar el informe ue sep1C.fe, sabiendo que el señor
protectorfÍscal '.5oñFrancisco Moreno y Esca'ndon tie~
adquirida:s-todas las que puede conducir a un obj"él~
cie esta importancia y aún trabajado sobre él, paseJ.
el esta Real Cedula para que a su vista me informe lo
~1iue sobre el particular le ocm,ra y se le ofrezca: "li:;tá
'rubricado. Rojas.
'· Exmo. Señor. El protector general dice: Que así para
la más cumplida-instrucción de es eexpediÍúJ.te, corrió'
para evacuarcon acierto el informe que se le precep'- ..
- túa, conviene indagar el fondo del ramo de tributos ·;•w
~__...,.....,,,, ., ... .
actual esta o de sus cobranzas y satisfacc10n de las car,;
- ..
gas que sobre sí tienen; a cuyoefecto se ha- de ·s~'i-v.ir
'-V. Exa mandar ,quee1-.rrri-6unaf"de cuenta~o~cono-
·Bmieñto_ '-!e l:at_<iadas por los corregidores del distrito
de esta Real Audiencia en el último quinquenio, infoor-
.x'-!~/ ~el numero d~dios tributarios de dicho distri.to..
,';? ::¡ Lo que importa el ramo del tnbuto que deben satisfacer
~ 'b-~~ sus asas; lo que efectivamente se hubiere cobrado pó1'·
-,;.. . estarazón, con expresión de lo pagado de estipendios
y cargas; ¡_lQ_g e ha dejado de cobrarse por ausencias,
insolvencia - de los indios o por otro motivo, de modo
queseconozca e1 estado de su decadencia. Y que fecho
se le pase para poner en ejecu//ción -lo mandado por
V. excelencia. Santa Fe y Diciembre diez de mil sete-
cientos setenta y uno. Moren~.,
·-
Decto Santa Fe, once de Diciembre de mil setecientos
setenta y uno. Informe el Tribunal de cuentas en
los términos que pide el Señor fiscal prote~or: E;ta
rubrica o. Rojas:--.~-'---'--.::CC..~::::::¿_~:=..:_=..:::::..::._:_=.:~
50
Inform.e Exmo. Senor. En superior billete, su fecha cua-
tro de Julio de mil setecientos setenta y uno se
sirvió V. E. mandar se informase por este Tribunal un
estado o prolija razón de los gobiernos de este virreinato,
los corregimientos de cada uno, los pueblos y su número
de indios con las tasas de sus tributos. Formóse y remi-
tióse a V. excelencia con fecha de diciembre veinte y tres
del mismo año. Y con superior decreto de veinte y dos de
Enero del corriente año lo devuelve V. exa. pa•ra que
se evacúe el informe que pidió el senor protector sobre
el estado de tributos y su cobranza y satisfaccion de
cargas, con otros puntos por lo perteneciente al distrito
de esta Real Audiencia. Este es distinto expediente y
de menos extensión que el otro, y así distinguidos se
hallará que se evacuó cumplidamente el estado pedido
por V. excelencia y remitido por este 'J1ribunal, y ahora
se· pasa a satisfacer y responder al segundo. Y lo que
se debe advertir para el informe de que se trata es: Que
lo primero, pidiéndose por lo que consta de cuentas
en el último quinquenio, en varios partídos de corregi-
mientos no las hay por haberse ai-rendado los tributos
por el fin que luego se dirá, y con este método sólo se
entera lo que produce el asiento y contrato del arrenda-
tario y no se sabe lo que importa lo adeudado y resaga-
do por este Ramo. Lo segundo, porque en lo mucho que
hoy existe de despaoho en este Tribunal, es disculpable
y es de dispensarse la específica y menuda razón que
14 se pide por / / el señor protector, y siendo su fin y
conclusión de su pedimento por esa razón que pide, co-
nocer por ella el estado de la decadencia del ramo de
tributos, a este fin se informa lo siguiente: Hstbiéndose
reconocido la total decadencia de ese ramo y cortísimo
ingreso de él en Reales Cajas por el año de mil sete-
cientos cincuenta y siete, se consultó por este Tribunal
al Exmo Señor Virrey Don Jose de Solis se arrendasen
los tributos, creyendo que pendiese de desidia, malicia,
o mala versación de los corregidores, separando a éstos
de la administracion del ramo. Y habiéndose verificado
el sistema de arrendamiento, los mismos arrendatarios
justifica-ron el deplorable estado de los indios y sus
tributos, no pudiendo cobrarlos, por lo que hubo arren-
datario que no prosiguió; otros partidos cesaron por no
haber quién siguiese arrendándolos y otros han conti-
nuado para por este medio lograrse más segura utilidad
al Real Erario. Los murj10s clamores de curas en expe-
51
 diente que se han visto en Juntas de Tribunales para punto se les cometió a uno de los ministros de este
que de las Reales cajas se les paguen sus estipendios Tribunal propusiera al corregidor de Bogotá se le daría
pOT no alcanzar los ramos de tributos, en que a los curas un patacón por cada indio y que haibía de dar entera-
de los pueblos de indios que fueron encomendados están mente cOlbrados / / los tributos sin resago, lo que no
consignados sus estipendios. Y las justificaciones que 16 aceptó movido del experimental conocimiento del deca-
han presentado esos curas para apoyar su derecho de dente miserable estado de los indios, y no tener de
que cimforme a leyes• municipales se les pague de la donde cobrarles, sin embargo del rigor con que los co-
común Real Hacienda sus estipendios. Estos clamores rregidores los trataban para ese fin, ya poniéndolos en
así justificados dan a conocer con toda· evidencia el es- prisión y hasta castigarlos para ello, y nada tenía efecto.
tado arruinado y deplorable en que se halla este ramo.
Pues pueblos de crecido numo de indios, como Facatativá Partido de Bogota, años de mil setecientos sesenta Y seis,
Bogotá y otros, cuyos curas han ocurrido (y son de ver de setecientos sesenta y sie e, de setecientos sesenta y
sus expedientes) no alcanzan a poder pagaT docientos ocho y terCio de setecíentos sesenta y nueve
cuarenta y dos pesos, siete reales, que es el mayor y ·- .
común estipendio. Y si se hubiera franqueado esta paga Salario del co-
Resagos sin Estipen- rregor con Dro
a los curas, ni aún esas cortas cantidades de estipendio VALOR DE TRIBU'l1OS cobrar de 3 dios pa- de listas• y 6 pr
se cobrarían y su Majestad cargaría con toda la pen- as y6mess gados 100 de cobran-
zas
15 sión / / de estipendios, y el ramo absolutamente nada
contribuiría, que es lo que se ha tenido presente en las • Bogotá 1,.62131,7 1.378 1 00 257 7 00 19 3183!5
resoluciones de esos ocursos para negar semejantes PTe- - Facatativá 1.312 2116 893 022 418 2 00 29 186 O 00
-Ingativá .... 1,.438 O 03 9,133 25\~ 403 4 08% 39 12131
tensiones. Este Tribunal en los fenecimientos de cuentas
lo registra y palpa. Y aunque para cobrar los resagos _ Tenjo ...... 2.760119\~ l. 909 6 17 83'7 O 17 516 412
- Boj-acá ..... 2,473 310% 1.890 4 00 425 2 00 Media ,anata
se multiplican diligencias, son en vano y sin efecto, nada 65 O '2//
se recauda y siempre se confirma más el conocimiento
_ Serre2luela .. 651 O 19 195 1 00 355 11,7 451 3 -19
y concepto de que no cobrarse de los indios es por su LiquJdo sal.arto
- Fontibón ... 2.302 317 528 O 17 000 O 00
pobreza y total miseria. Y así sucede que aunque los - Zipacón .... 654 5 00 211600 479 O 17 de 3 afios y (6
corregidores, a fuerza de diligencias de oficiales reales, meses)
enteren en plata o mantas por tercios, según la regula- _ Seminario 103 1 23 000 O 00 000 O 00 Ente11a.d.o en
ción que en cada partido tienen, como no lo han podido
cobrar y lo han suplido de su peculio o empréstitos,
- Media anata 65 O 27 000 O 00 000 O 00 Rsca,js

luego resultan alcanzados en sus cuentas y se les de-
vuelva mucha parte de lo enterado, sin poders·e reme-
diar por las justificaciones que presentan de los curas
y certificaciones juradas que éstos da.n a los corregidores
para comprobación de sus· cuentas. Y porque no falte
alguna demostración particular y práctica a este punto
se pone el ejemplo del corregimiento de Bogotá, distrito
de esta ciudad, por donde se viene en conocimiento lo
que vale por el número de indios el ramo de lo pagado
de estipendio y resagos o deuda:;; que es así como se
verá por ella. Por motivo de esa decadencia de tributos,
y por haber prueba si consistía en desidia de corregido-
res o abandono de ellos, por el cor.to salario que gozan y
se les tiene asignado de treinta y ocho y cuarto marave-
dís de cada indio y en Junta de tribunales tratado este
1.652 0 •17
1-3.3816 1-6~4 7 .919 7 13% 3.·176125%
De manera que de esta ejemplar demostración pr_áctica
se viene a conocer que más de la mitad de los tributos
se queda-perdido adeudado en ~ag~ só~1: este_
~ partido,· pues el principal val~r es el de. txece ~11 tre-
~ • cien os ochenta y un pesos, seis reales, diez Y seis Y un
cuarto maravedís. Y los rezagos son siete mil novecien-
tos diez y nueve pesos, siete reales, tres (sic) Y medio
maravedís, quedando sólo cinco mil cuatrocien'tos y se-
senta y un pesos, siete reales dos y tres cuartos mrs.
para las cargas y entero en Cajas. Que al corregidor le
tocan los cuatTocientos- cincuenta y un pesos, tres reales
y diez y nueve maravedís en esos tres años, seis meses,
y que a los curas sólo 51=les dio lo ~ue alcanz? de -~e-
moras, pero no lo que )fus correspondía a su as1gnacion.

52 53
 17 ~ a este modo se distribuye y corre este ramo / / en
todos los pueblos de indios mjs o menos. _
odo o u 1 satisfará el deseo del señor protector
'-' 1 para el conocimiento_ del ~aido y n'liseráble ramo de t~i;
/' i; bu tos, por la miseria y pobreza suma §e los indios, sus
c_.}..' ~V contribuyentE:_S, por_ l<?,_qUeno es de alivio _ni beneficTo
-1 e""'t,'- al Real Erario y menos desempeñar sus cargas. pre·~is[s:
r•':'\tif'..,J, __Q_que aña 100 a las instrucciones e inteligencia de di-
- {~·<td.:r•• ~ho se:fior protecjQ.r,_ a que se refiere el su. erior decr~to
·'\ -t- de ~ oviembre veinte y tres del último pasado año, ~-~-~~
tara para cuanto se apetece en el cuerpo de este· ex.-..
,? ara
pediente,__ el que es c~to ocur~e a es~e 'fiil:>u_n.~l
,~.:i de cuentas de ~anta F!! y Febrero diez y siete de m1r,
·1 -<'· . ..>"I setecientos setenta y dos. Doctor Don Francisco d~.
~...(\I' 1 Vergara. Nicolás de Lastra. Vicente de Nariño. 1'-
1,,r~ f'\'°
¡,/ Billete Excelentísimo senor: En superior billete despa-
chado con fecha de cuatro de Julio de este año,
se sirvió V. excelencia prevenir a este Tribunal se le for-
me una exacta y prolija razón de los gobiernos de este
virreinato, sus corregimientos, pueblos y número de sus
indios con las tasas de tributos y especies en que tributan,
se ha formado lo más prolijamente que se ha alcanzado y
se remite a V. exa. y en donde han escaseándose las
noticias se ponen las razones de su falta. •Acompáñale
su extracto. Y aunque en todo se hallarán yerros, V.
excelencia los disculpara por lo prodijo de su trabajo y
que ha sido preciso ocurrir a él, sin faltar a todo lo más
del despaoho de este Tribunal y por eso ha dilatado.
Desea igualmente éste complacer a V. exa. en todas sus
órdenes y que Nuestro Señor guarde a V. excelencia
muchos años como lo pide el Tribunal de cuentas de
Santa Fe y Diciembre veinte y tres de mil setecientos
setenta y uno. Doctor Don Francisco de Verga. Nicolás
de la Lastra. Vicente de Nariño.
18 Decto ·Exmo. Senor Baylío Frey Don Pedro Messía de la
Cerda. Santa Fe, veinte y dos de Enero de mil
setecientos setenta y dos. Vuelva otra vez el tribunal de
cuentas para que evacúe E;1 infO!rme en los térmioos y-
con clanda de los P-Untos que pidió el señor protector· •
fiscal por no comprenderse en el que han hec!ho algunos·
de los princi ales. Está rubricado. RojaS:- --
54
Billete Exmo. Senor: Ha despachádose el expediente del
informe que pidió el señor protector distinto de
éste y por eso se remitió el pres·ente a V. excelencia, que-
dando ese otro para su despacho; y en uno y otro desea
este tribunal haber acertado para lo conducente al fin a
que se dirigen. Tribunal de Santa Fe y Febrero diez y
siete de mil setecientos setenta y dos. D 0 r Vergara,
Lastra. N ariño.
Santa Fe, diez y ocho de Febrero de mil setecientos
setenta y dos. Corra al señor protector fiscal confor-me
al decreto de veinte y tres de novJembre último para
los fines en él oontenidos. Está nibrica<lo. Rojas.
R~11tadel Exmo. Senor: El mismo contexto de esta \-:)(;:
sor Proitofl real cédula presenta a ~ista las dificul- •
• tades ue ocurren para remediar el daño
que pad;ce _!!S_!~Reino, abund~te de equeños corregi- ,
"inientos ro tan escasos que no sufragan para mante-
\l( ner decentemente a los sujetos que los sirven, quienes
't tal vez estrechados de la necesidad se valen de medios_
·pro 1 1 os, con que sufren los indios y vecinos pobres
: no pequeñas vejaciones; la justicia no se administra, la
eal Hacienda se atrasa, ..se abandona el buen gobierno
---a:é'los pue fos que estan~lgo retirados no se visitan
• ,2~ loscorregidores, pues no tienen con qué costear el
~
viafe, y fmalmente reina un desorden tan dificil de
cautel~nales superiores no pueden a
19 veces hacer// exequibles sus acertadas resoluciones poi·\
falta cte sujetos que las ejecuten, de que son tan fre-
1/" cuentes como sensibles los ejemplares.
\
.,,..;17 A la gravedad de estos males corresponde las de los
casi insuperables embarazos que dificultan el remedio.
Pero la prudencia dicta que en lances aTduos se solici-
ten los medios, aunque difíciles, más proporcionados
para el oportuno repifro, y presentemente obliga la obe-
diencia al precepto del soberano que deseoso del bién
de sus vasallos extiende a estos remotos dominios los
efectos de su 1beneficencia y a los inmediatos superiores
toca discurrir el modo más adecuado y la medicina más
conve1iJente para que no se perpetúe la dolencia.
Por e:iq>eTiencia se conoce que el motivo y origen de
1
é'stos daños consiste en la miseria y pobreza de los paí-
·ses y el aban ono de sus habitadores al trabajo; pues
efgobierrro y corregi~entode los t,lanos siendo de
igual naturaleza que 17s demás, y careciendo de renta
65
 y asignacwn de sueldo, es apreciable y medran sus co-
rregidores, no por otra causa sino por ~licació_n,
sus naturales a la siembra de algodones, gue hilan y
te· en en lienzos con ue se lo· ra un co.mercio lucido
-;;n que satisfacen el anual tributo a sÜ Magd y se
mantienen sus familias sin necesidad y sin desamparar
su provincia, lo que no acontece en lo restante del dis-
<>, trito de e Real Audiencia pretorial, donde los ind¡os
-,e: p1>r lo comun no cultivan sus tierras y _las (fu--rienda11)a"
'V""t.Y ~ 1 los vecinos particulares, ~~nsorc_0 ~ :¡:,erjudi"ca
~ (~\ll ;'l in ro uc1en o la bebida a los pueblos, sugiriéndoles es-
lf', l>'
(f:'.:r1(,,r' ~ -
'- ..!,) pecies --- ----- --
nocivas"--~q~omunmente --- dimanan sus que-'.-
1;.)/"-~ rellas y litigios con curas ycorregidores :y:_etq\:!~!'l-P}-Wl.r~r·
"' 20 s s casas, de suerte que a // tiempo de cobrárseles el
tributo s'eignora su paradero por andar-v~t~s
se
--- e~e tranbienes
-- algunos,-
siendo
- digno
ment~rse el~ago de JLU~da y f~ta de obedien¡:i_?,_ a
1!:s Qlbli_gaci.9ne:i, de cristi~nos a que no pueden. º~!-"!:rir
'1os corregidores, ya pov ue radicados en la cabecera de
p"ártifosnotienen,...ar,bitno ..para los c~ de andar
si" ¡:¡nao los pueblos de su· distrito, ya porque ·no ies
'\ tiene co~o i _ad deJar aq:1e lugar donde han vinculado
su subsistencia por med10 de alguna sementera, ceba
de ganado o seme •ante negociación de las que refiere
Ja Real .é.d.qla, y ya finalmente porque :gada.Jes im-
porta el extravío del indio, pues dándole or aus~te
. \ º!n~olvente oo tieñeñ....Q.ue re~onder
1"- cmd1endo de que la misma pobreza del corregidor es
d~r"tríb_l:lto. Pres-
causa de que le tengan ·poco respeto y sea abatido s~--
espíritu para__refrenary corregir los desó'i.·denes y ~lb¿-
rotos ~e re iten con frecuencia. • moria la práctica y estilo de lo que con feliz éxito se
El estilo y método d~ dar los corregidores sus cuen-
t~tribu e en arte al ¡::lesorden, porque para eÍ
cargo se pasa por la !,i;,,~· • fo_Iman con asisten_ci-ª
- ~ - --
del cura y en ella, estando entre sí acordes se dan or
- '-_..,,,.---~ '--'--'~--"~
ausentes y reservados a muchos indio¡; @e no lo están
m ío merecen, es- muy facil extender en el campo uri.ii
ctiligencia que aparente haberse procurado la cobranza
Y ser inverificatble, pues regularmente tienen bienes co-
nocidos, pero en la realidad no deja el indio de pagar
t~, ·ues comunm~eS'..SQQ:r_a~en_..§JJ_pe¡sonal
tratbajo, o de otro modo utilizándose el corregidor que
¡ior esta razón no es mucho se negase uno a recibir un
peso por cada tributario _gJ.fil).'º.lLruie.de_Jograr toda la_
---
tasa. De estos e iguales fraudes y de la facilidad con
- ..-;:::::::::==
56
__El!;..
21 que // se dan certificaciones hay constantes testimonios
en varios expedientes·, hasta llegar los curas a dar re-
cibo· de sus estipendios y reclamarlos después diciendo
que por las súplicas del corregidor, y por guardar co-
rrespondencia, les franquean el recibo.
Omitiendo la relación de otros graves perJmcws, lo
cierto es y por experiencia se conoce, que en los pueblos
donde los corr_egidores o curas se dedican con esmero a
fomentar a~Inds induciéndolos al trabajo, sin dejar-
los vagar ociosamente no se pierde el tributo, nl falta
con que satisfacer al cur~ y demás ensiones, y por esto
\ no pocas veces se ha visto que el pueblo qe pagaba )
?
¡ íntegra y puntualmente sus demoras con un cura, va-
riando éste no ha satisfecho la mitad y se ha perdíao \.
·y"•no con ausencia"s atrasos y demas ordinarios pretextos. 1!-
de···ii-
,..~, De todo lo cual por precisa hilación se colige que el
origen del daño consiste en falta de corregidores que
celosos cumplan sus obligacionesyhagan cumplir a los
indios las suyas, y que dicha falta dimana de no haber
-VÍ~ sujetQ.§__idóneosi.. que apetezcan los corregim1entos por
'Ilotener suel CL..competente que compense lo pesado de
Ía tarea y los reatos del ministerio, y en esa ilrttligencia
e re r' reducirse a establecer corregimientos
con salarios, . ue sir a _de estim:ulo a los ernleados Y
que no de'andoles campo al fraude, ni a la excusa, les
ons ituya responsables al lleno de sus obligaciones. Y
es o,'"Senor Excelentísimo, es lo que despues de com-
binados los sucesos y atendidas las circunstancias consi-
dero yo que debe ejecutarse e informarse a su Majestad,
en observancia de la Real Cédula, trayendo a la me-
acostumbra en el Reyno del Perú, donde a los corregi-
dores al in reso de sus empleos se les hace cargo e
22 sustri-butos y segun las listas de // los indios, sin alte-
rar los tiempos, subtogándose los que van naciendo y
negando a edad •de· tributar con los que mueren o se
reservan, a excepción de algún accidente ext-raordinario
de mortandad, epidemia o semejante que obliga a prac-
ticar retasa o numeración.
Pero para -ada tar con acierto a este distrito_l:a refe-
_rida práctica conviene a mi ver proporcionarla a las
circunstancias y Teflexionar para ello.(Lo primero,jru!JL_
la • uchedumbre de corregimientos delctistrito de esta
~Real Audiencia a~ limito mi dictámen, por lo que
- d~sexpresaré, pa ece entre otros defectos, el gra-.
57
 -~~
~ ~ ,.,/.Jl
r-r.·
-~~~~
¡,ísj1;_10. de
rritoriales, de modo
<,~~
~ l...,...r-distrito ajeno para
esta1.· m;tl demarcadas las _jurisdícci?nes. _t_e_:
que a veces pasa un corregidor P.'?!
transita~ al propio, interpolándC>~~
5;,s pueblos_c?n nota_!>le desigualdad,_ a cuyo defecto es
,t<~
I""
¡
. \'~}.,.,oque considero bastante p_or lo n¡spectivo a este distrito,
sin mclusión de Quito y sus provincias, con todo lo (
omito/po:r,que me parecía más acertado y menos e ues-
to a contingencias que para una empresa de tanta gra-
~ .t\,) preciso _o_<:._urnr. "vedacl,y de que eñ mucha parte depende el bien de los
o segundo que )lay algunos corregimientos.~de ciu- vasallos y buen gobierno de las provincias, se tomasen
j ~des, que ~en examinados su ministerio y oc aciones, las medi as2y evacuasen las diligencias con mayor so-
"'- ~lo se (reducen ~pre_cisa ~@!.~nistración de justiciª'--' 24 ·lidez a fin de / / afianzar el acierto de la providencia
como sucede en los de Mariquita, Antioquia, Tunja y en t¿das suspartes:.. -
Girón, que aunque algur{os se apellidan y tieneñ· título • Porque estos corregidores, siguiendo ~_r~ctica d~.l
d;gooernadores, no hay inconveniente en que en -~ Perú deben afianzar los tributos de sus respectivos
{ dad de corregidorf s tengan a su cargo si no todos' TO·s· \ Cii__.sfritos,~Q§tles l_ist~~.del n)'.lmero de~ tributariós Y
,(~ :pueblos de indios de su distrito, pÓr lo dilatado de la ~ / sus tasas, subrogándose los muertos por los que van
~,.f'--> .illi:.isdicci.Q.n,_a o .menos alg~,_ encargándoles la co_:_ entrando a tributar, para que de este modo, a la liber-
"'>~«,. b_ranza de los tributos, pues tienen competentes suelc:!2i) tad y abuso con que se suponen unos ausentes y otros
()' ,4.cl: y pueden cudir cómodamente a este encargo tan pro-· , insolventes y muchos rezagados: siendo éste un pru-
C/'1 pio de su obligació y: ·e 1 servicio';;como prácticamente • dente medio para que los corregidores inclinen a los
b"- sucede con los gobernadores de los llanos y de Neiva, indios al trabajo, visiten sus· pueblos y no les permitan
que corren con_el cuidado y _cobro ·de Íos trib.i.itos de la ociosidad y holgazanería que es l¡i• madre de sus
1os pueblos de su distrito. Y de este modo se su rimen vlcios ydesdiohas, pues sabiendo el corregidor que si
23 insensi- lemente al unos // corregimientos corto's: pues ño obliga al indio-il.l trabajo ha de satisfacer su tributo,
en caso necesario se lespuede aumentar en el ramo de efe que e-lecorístituye res-pónsable, cuidará de que o\
tributos el sueldo hasta dos mil pesos por el mayor tra- füen separadamente o en sementeras de co_munidad se
bajo y Tesponsabilidad que se les- acrecenta, poniéndose } ejerciten utilmente, y no tolera~á ue_ las ti~s__<i~re~:.....
uno o más teniente, se,gun pida la necesidad, para que tt,\t~guárdos se a¡:irovechen or vecmos y ~k de color sm
le ayuden a· la cobranza a la buena administra.c;j_ón. de (f , tAu.ti idad de los indios y sus pueb os como ahora sucede.
j_y.sticia
;c..--
gregándose al de
'-,'>!--=:.;.;.._..,....:..:._ Girón algunos
__ -,---;-__ -- - pueblosfpt°ies· ·--
~&,.~' or otra parte se evitará la continua deserción de los
su reducido terntono casi ninguno comprende en su pueblos, no sólo por el esmero que pondrá el corregidor
..¡-->{"'. istrito, y no hay razón ara _mantener a un gobernador en solicitar los ausentes y su paradero auxiliándose
~~~ < con _s~o para casi sola la ciudad. y una muy corta recíprocamente los corregidores para noticiarse de los
~..¡t. / circunferencia, cuyo defecto ocasiona ot-ros daños en la que encontraren del un distrito en el otro, sino también
.., 0 --f fuga de los reos que, cometido en Girón el delito, a pocos porque •sabiendo el indio ,que, .fuer-a de no ser •admitido,
½k,pasos s~ trasladan a -distintll_jurisdicción, burlándose nunca ha de lograr el vivir ocioso y vagabundo pues
~~ tt-..,1> de los jueces~ - en todas· partes le han de precisar a la labor y trabajo,
,<~'> -Para los res ntes corre imientos me arece que, su- se sujetará a sufrirlo en__eL:¡:¡eblo de~ naturaleza y
/ puesta una noticia geográfica·, perfe1:' amente instruí-da ·se remediará la horfandad de las lrunilias .... crue hoy se
ae expenmen a y que en mucha parte contribuye a su aca-
v"S
l ....
~ _,,....
' e a situación oca
~~í.
os pueblos, su comercio; d1s~
calidad de los ~os
lo demás conducente al intento, se redujesen a ~?
y j;j'~S, con bamiento y exterminio.
La responsabilidad-· de los corregidores a la satisfac-
./ , minado y proporciona o numero;) con seña amiento de' ción de los tributos no es tan absoluta que no admita
~~ 1los pueblos correspondientes~

X
cada uno; y aunque "fíu:' la justa limitación de aquellos casos contingentes que
.,, cTiera; por la ex eriencia de lo ue • citla'.rhiente"l he 25 suelen suceder aun- / / que no frecuentemente, como
/ reconocido en~ la v~redª de Barinas, Mérida:--Pam~-- de alguna epidemia o peste, que a más de impedir el
~y .> plana y Tun •a y Eºr los informes ad uiridos de otras trabajo a los indios, a¡;aba con muchos y aminora su
7
O 1,~ provincias, producir mi dictámen, fijando el número número, o cuando por/ alguna excesiva lluvia o verano

J\
/L~---- '
~"'~
'
 e padece esterilidad que imposrbilita las cosechas e
inutiliza el tralbajo, pues en éstos y semejantes, recibida
la justificación competente, se les debe atender segun
lo que conforme a las ocurrentes circunstancias dictare
la justicia, ya en cuanto a relevarles de la paga, ya
también en orden a reforma•r el número de tributarios
para los años sucesivos; con lo que arece gue uitados
los a:busos que en la actua i ad se notan, lograrán ser
efor asistidos los indios y el Erario no padecerá la~~
creci as pérdidas que experimenta - en este ramo,) qué
en parte mani~st~ el informe del tribunal de cue~t~~:.
• con mayor cla:r:idady más sentimiento se verá si se
;(' ~
~ hubiese hecho el cálculo gen~l
rf"
de t~da la renJa, como
e pidió y V. excelencia disR_uso. ( !Ji::
Y de aquí resulta la satisfacción a la rép-lica que po-
~ dría hacerse, de que siendo desmedido el trabajo de los
_(, ,1.i"J..~ corregidores por el a!fan que es correlativo a recorrer
(}"-~~t ~L. l~s pueblo_s de su ju~isdicc~ón y cuidar de. que los in-
'-' ~ d10s trabaJen, y al mismo tiempo muy temible el reato
"i1-
.. ~ y responsabilidad al importe de los tributos, no habrá
y,-~ sujeto que quiera exponerse a ruina con gravámen tan
conocido. Porque a todo se ocurre, señalándoles en el
~smo /ramo de tributos~ un sueldo· proporcionado 4~
mil ducados de plata o de dos mil pesos fuertes, con
~ cuy~uxilio y_ el de algunós tenientes que los ayuden
-, ✓ ;,,__~donde fueren necesarios, ha!brá ,muohos sujetos idóneos,
~~- 'q~e _abracen gustosos esto~ corregimientos __Y que sir-_
..el' 26 '!i//endolos como son obligados, logren una regular
v decencia para mantener sus familias, supuesto que quie-
¡ ran trabajar y ganar el salario como es debido.
J't'I Ni se reponga que este arbitrio es perjudicial al Era-
•~ ul- rio, que se gray_a con el q_esembols_o de los sueldos,
_, .\: ~rque antes es muy b-~-~ficio~o! ser una erogación
1 que le acarrea la vent-aJa; ·'10 solo del arreglado gobier-
no e la~ rovincias e indios~ino también la de rec;:i.1,1-
.dar@ grueso ramo de tributos,',que si hoy por ejemplo
produ~e diez,~.9:irá., eE!_o~ tri~lica_do,. de suerte qµ~
vendra a ganar con la paga de sueldos a corregidor~s
l~recidas cantida es que ahora p1erde, logrando de
otro~, bene~icio_s_cuales son tener encargada la a_gminis-
V t·rac10n de JJS..hci.aa personas de honor, credito y buenas
; costumbres, que teniendo que perder su misma repu-
-~ les obligue a desempeñar la confianza que de
ellos se hace y odrán los su eriores descansar en sus
aciertos partiendo el peso del f Obierno.
60
Para la acertada eJecuc10n de este pensamiento con-
véñ'éirra" que,'" ntes de reducirlo a practicarse,)se man-
ase ue u nilmstro o su· eto de inteligencÍal y de total
satisfacción saliese a~isita•r la tierra_ e ?ici~a pro-
lija numeración de los indios del distrito, examinando
geogra icamente el territorio,}distancia, comercio y trá-
ficos e unas_ po~iones a Q1;ras
1 e inquiriendo las tasas
para en caso de ~e fuese necesario alterar algunas,
pues conceptúo que si no todas, la mayor parte necesita
reforma a causa de ser muy antiguªs haber va<riado
2 7 ñota/ /1blemente las circunstancias del Reino, de s?-erte
que los pueblos más pobres suelen tener un trrbuto
*1 igual o más crecido que a,quellos que gozan más pingüe ,
comercio y frutos apreciables.
Con esta diligencia bi~utada se.E._á
----,. _
facil{demarcar ~
.,..¡~ueblos de <:_~d~.s9rregimiento:) proporcionando, los
pueblos que hubiesen de tener a su car o se sa ra el
ñúmero de indios tributarios y lo que segun su tasa
e en tributar anualmente, y bajo de estos presupues-
·tos se ent egará a cada corregTdor -el iñgi·eso a su em-
•ple o, la lista de indi~ dela cantidad @e or_tercios
á.e enentrar en clíTas y la fianza que habrá de otor-
garpaí·aindemni:dad del Real Erario, llevando una fiel,.,__
.f( \ aclministr_ación en· ~u co.branza, como est~ mandacfo en
la Real Cédula ue se cita, en la ue motiva este expe-
die;-ie;- quedandQ_ abo idoJl los agg_n__damientos~ tribu-(
tós ~ los ~}_ibres de las vejacion~ que~ causan
( (los"' arrendadoresy ,.,.
Si se logra este pensamiento, deberán dichos cone-
gidores ejercer cumplidamente la autoridad con juris-
dicción ordinaria para todo genero de causas dentro de
su respectivo territorio, gozando de las prerrogativas
que presc-riben las leyes de Indias en el título de Co-
rregidores, con lo que cesará la altercación y disputas
con los cabildos d~ las ciudades y principalmente si,
como yo pienso, se establecen en ellas, presidiendo en
los ayuntamientos, que es el modo más congruente para
conciliarse el respeto, y acudir a las funciones de su
ministerio a no haber notorio embarazo que lo impida,
y en este caso sería conveniente que en esta capital se
criase el prim~ corregimiento, como lo tienen otras:-
com rensi los ueblos ue tienen los corregimien-
28 'tos / / de Bogotá, Bosa, U.baque y ¡:>arte del corregimien-
0 de Zi¡)a·quirá, •que ~in dificultad puede gobernan.- Y
administrar un solo co regidor, y de este modo en Pam-
-=--· --- - - -
 lona, Mérida y demás principales ciudades del distrito
deesta Audiencia, pues por lo concerniente a la de
•Quito, segun estoy informado, no es tan excesiva la
muchedumbre de c~regimientos,~ n;- obitante de que
~
únoü otro u diera_(unir~ acreciénd..9_selos salarios qu~
separados no sufragan competentemente a los emplea:)
dos, como por ejemplo la villa de !barra y Asiento de
6 avalo, pero, como allí concurren distintas causas, se
requieren otras consideraciones y el dictámen de los
que allí gobiernan para caminar con seguro acierto, lo
que en parte también estimula no comprender esta
regla las provincias del Choco que, segun su estado y
circunstancias, piden muy prolijo exámen para arreglar
el buen orden de su conservación y gobierno, pues
aun ue son varios sus corregimientos y sin sueldoLpero
~ laborioso de sus naturales los hace apetecibles, no
siendo tan facil su unión por la distancia y fragosidad
~a~~ y rios caudalosos y, de cualquier mocio,
para providenciar sin riesgo, sería conveniente que este
superior gobierno se actuase radicalmente de todas la-s
not' ias concernientes a SIL.-ª-CtuaLes.tado, a fin de va-
~,¡
·r;
riarlo como creo que lo necesita, mayormeñte en orden
al curso de los rios de que abunda y con particularidad
el nombrado Atrato y su salida a la Calidonia y Darién,'
29
cuyo asunto por lo que se versa hacia los extranjeros\
'l._{ que giran y navegan aquel-las costas, comercian y se
/ introducen con los indios bárbaros, pide muy juiciosas e
importantes reflexiones que requieren // separado exá-
men para seguro de estos dominios y fomento de las
mina~. Sobre todo V. Excelencia, con superior discerni-
'íñiento; podrá aribitrar lo más conducente al servicio del
• Rey y alivio de sus vasallos._Santa Fe, Marzo v~inte de
mil setecientos setenta y dos.
Dr. Dn FRANCISCO ANTONIO_MQRENO
Decto Santa Fe, siete de Abril de mil setecientos se-
tenta y dos.
En vista de l~xpuesto por el señor fiscal protector,
saquese testim.9nio por la esoribaní-~ mayor de gobierno·•
de este ~x ediente para que se haga con él a Su Ma-
jestad el-informe prevenido en la Real Cédula que··10·
ha motivado, solicitándose entre tanto las noticias con-
ducentes respectivas al distrito de la Real Auda de
Quito y también. las que corresponden a las provincias
62
del Ohocó, según que se propone por el referido señor
protector.
Está rubricado.
Rojas.
RI Ceda
--
EL REY:
Virrey, gobernador y capitán general del Nue-
vo Reyno de Granada y Presidente de mi Real Audiencia
de la ciudad de Santa Fe. Hallándose vacantes en este
distrito la alcaldía mayor de Lajas y los _@rregimientos
de Chita y Panches, tuve a bien mandar se me füc1esen -
presentes los que por su cortedad no tuviesen verosí-
milmente quién los solicitase con mérito en esta Corte,
expresando los que por su poco producto y proximidad
pudiesen incorpora•rse y cuáles, desp_ues de la unión,
deberían segun sus diversas circunstancias proveerse
por mí o por vos en la forma y modo que fuese de mi
-.J..- real a-grado. Con este motivo se ex;pid_ió la correspon-
1 diente cedula a vuestroaiitecesor
mil set~s
en dos de julio de
sesenta y cuátro, la que se repitió a esa
30
udienc'ia en treinta y Ünode mayo de mil setecientos
sesenta y / / o~ho para que informase, como lo ejecutó
en ca1·ta de seis de mayo e- mil setecientos sesenta Y \ ;
l nueve, acompanan _o-test~onio
teñuesde
de los ~orregimie!)-~~ (
ese virreynato, de que se formó liqta, la que
se remitió a dicho vuestro antecesor on céd a de ocho
i de noviembre de mil setecientos y setenta para que
9,, ,,..., Íriformase 7ociue se le ofreciese. Así lo hizo en carta
'"e de catorce de mayo de míl setecientos setenta y dos, (~
} a_com añando _testimonio de las diligencias)u~ se prac-
~t t.tcaron y del informe que el protector de mdios de esa
'. -;:>/\J Audiencia, Don Francisco Antonio !'{Ioreno, _le _hiz~ 1:_n
Q1 s ,1...,- • te e marzo del mi o_ ño so,bre la necesid~d que \
,_r ¡I,.¡, hay de _sue se visite'n esas provincias, se numeren sus. ~
. -º r" mdios, se tasen los triiiutos y se agreguen dichos co- y_
{ \ rregÍmientos. Y habiéndose visto-enmi Consejo de Cá-
mara de ndias con lo que informó su Contaduría y dijo
mi fiscal y consultádome sobre ello, h e uelto se
h~-¡; visita de las provincias del distrito, así e esa
Audie'ñ"ciac~10 de la de Quito, con la numeración de
✓ 'tti!m.tarios de cada una y unión cfe _corregimientos por
,,('> -~ los respectivos :erotectores de indios. Que destineis un
(}'/
- ...,___.~---~---
\ mgeñiero acom añan ) a cada uno, forme cartas o
>/- _~pas de sus correspo dientes proviñcias:"Qu€"eñ jµnta
'63
,,,,... .
 de Real Hacienda señaleis a los dos protectores, al es-
cribano que debe llevar cada uno, a algún amanuense,
si s·e considera indispensable para la más pronta expe-
dición y a los ingenieros, los salarios que se regulasen
j~ recisof' ieniendo presentes las 1.eyes ctiá~~ñV
.Y cuarenta x_ll'!1ª,_título diez y seis,_;Liibro segundo de··
31 la Reco ilación de las de esos Reynos que tratan de Ji
asignaciones para los ministros cómisionados. Que se
1 libren las dos adjuntas cédulas para ambos protectores,
'5 1 acompañando con cada una copia del citado informe
del de esa Audiencia_de Santa Fe de veinte de ma-i-:z-J·•·
de mil setecientas-se~nta ·y dos, ·para que se ejecut~ •
con arre lo el la visita de las provincias y nurri:;r~~
~ \ •c10n e indios, pero omitiendo la medida total de los/
u'-- #-_ terrenos _para la formación de lanos o ma as de ~-~
y adv1r 1endo a-1 protector de_Quito debe servirle de·
f V. ex-celencia para que enterado de esta resolución a
regla dicho informe únicamente en lo que fuere adap-
table a las provincias y pueblos de aquel distrito. Que
vos nombreis dos sujetos de vuestra satisfacción que
d_urante_ la ~usencia de los ~p~1~s
sirvan mter.mamente estos empleos con medio sueldo.
Que los propietarios gocen durante la comisión, además
del íntegro de sus plazas, el que se les señalare en la
Junta de Real Hacienda. ue todos los sobresueldos o
ayudas de costa enunciadas se a uen res ectivamente
r as ;eales cajas de Santa..Fe Quit_q,W la Junti.!i.i
Real Ha'cienda no discurriere otros arbitrios para satis-
f~e·r estos-extraordinarios· gastos. Que reglados por-·ia
Junta estos puntos y puesto todo en ejecución sin pér-
dida de momento me deis cuenta con stimonio por
si en su virtud hu iese que expedir algunas nuevas
providencias para el mejor acierto de ésta ta1 úti y
,t..\ v~nt-ajosa o eración. Todo lo cual~ prevengo para gu~
1spongais, como os lo mando, su puntual observancia,
_-ª,~rigiendo a cada uno de los protectores la respectiva ••
cedula ue os incluyo. Y de este despacho se tomará
razón en la enunciada Contaduría Genernl del referido
mi Consejo.
Dadoen San Ildefonso a tres de Agosto de mil sete-
cientos y seÍentaycuatro. -----· •
YO, ELREY. -
Por mandado del Rey nuestro señor,
Miguel de San Martín Cueto.
Hay tres rúbricas.
64
Tomóse la razon en la Contaduría General de las
32 Indias. Madrid, diez y ocho de Agosto de mil setecientos
setenta y cuatro.
Don Tomas Ortiz de Landazuri.
RI Orn. A Don Luis de los Ríos y Velasco, fiscal de esa
Real Audiencia, ha concedido el Rey licencia
por dos años para venir a España y poner en cobro y dar
el correspondiente destino a los caudales de su mujer
Doña Maria de los Rios· y Loyo, que se halla en Cadiz,
bien entendido que este término es perentorio para ha-
llarse al fin de ellos en el servicio de su plaza, que ejer-
cerá por su ausencia el protector de indios Don Francisco
Antonio Moreno, y de orden de su Majestad lo aviso a
ambos ministros disponga V. Exa su cump!J.imiento. Dios
guarde a V. Exª muchos años. Aranjuez, cuatro de
mayo de mil setecientos setenta y cinco.
Don Julian de Arriaga.
Señor Virrey de Santa Fe.
Cuadno N9 2 En la ciudad de Santa Fe, a veinte de no-
viembre de mil setecientos setenta y cinco:
Convocados a Junta General de Tribunales, en una de
las salas del palacio de esta corte, el excelentísimo señor
Don Manuel de Guirior, caballero de la sagrada religión
de San Juán, teniente general de la real armada, virrey,
gobernador y capitán general de este Nuevo Reyno de
Granada y provincias adyacentes y los señores Doctor
Don Benito del Casal y Montenegro, Licenciado Don
Juan Francisco Pey Ruiz, Doctor Don Juan Romualdo
Navarro, oidores y alcaldes de corte de esta Real Audien-
cia; Doctor Don Francisco Antonio Moreno' y Escandón,
protector general dematurales, que despacha la fiscalía
por ausencia del señor fiscal real propietario; Doctor Don
Francisco de Vergara, Don Juan Martín de Zarratea
y Goyeneche, Don Nicolas de la Lastra y Don Vicente
Nariño, // regente y contadores del Tribunal y real
33 Audiencia de cuentas de las de este Reyno; y Don An-
tonio de Aya!la y Tamayo, tesorero oficial real de la
Real Hacienda y cajas de esta Corte.
Se vió el expediente seguido por el maestro Don Jose
Antonio Lopez Moscoso, cura del pueblo de Pandi sobre
1a satisfacción de su ejtipendio, con lo últimamente in-
65
 formado por el contador de diezmos; cuyo expediente
se mandó pasaT a esta Junta para su resolución, asig-
nando para ello hoy día de la fecha, en donde enterados
los señores de su contexto, dijeron:
Que en fuerza de las ~azones que largamente se van
conferenciando y demás que se ha tenido presente, no
debe gravarse a la Real Hacienda en la paga de esti-
pendio del citado cura del pueblo de Pandi, a quien
están sujetas las demoras de aquellos indios hasta donde
alcanzasen y, añadieron, que en vista del mérito que
presta este expediente para suprimir dicho pueblo y
aún los demás del partido de Fusagasugá, reduciendo
a uno todos los indios que por su corto número apenas
alcanza a formar un pueblo de consideración; y siendo
conveniente evitar los perjuicios que de ésto se ocasio-
nan, no sólo a la Real Hacienda sino a los mismos indios,
consideran por necesaria e importante al real servicio
que, practicándose por el señor fisca1l protector la visit11
de dioho partido conforme a la Real Cédula de su co-
misión, verifique la expresada unión y traslación de
indios al pueblo donde concurriesen mejores proporcio-
nes y, aún si fuese posible y lo permitiesen las ocupa-
ciones de su ministerio, se ejecutase lo mismo con los
35
indios del pueblo de Usaquén, según lo que está deter-
minado en ot1ca Junta; lo que oído por su excelencia y
34 conformándose enteramente // con lo acordado por los
señores de esta Junta, dijo se verificase y pusiese en
ejecución, cometiendo a dicho señor fiscal protector
todas las facultades que para su logro fuesen necesa-
rias, fuera de las que por su Majestad le están conce-
didas en la citada Real Cédula, con lo que se concluyó
esta Junta y los señores de que se compone la rubrican
por ante mí, el presente escribano mayor de gobierno,
de que certifico.
Está rubricado.
Ante mi, Doctor Nicolas Prieto Davila.
Concuerda este tTaslado con su original de donde se
sacó, corrigió y concertó, está cierto y verdadero, a que
me remito. Y para que conste en este expediente, pongo
el presente y firmo en Santa Fe a veinte y dos de no-
viembre de mil setecientos setenta y cinco.
Doctor Nicolas Prieto Dávr-la.
66
Carta del Excelentísimo señor:
§or Protor Habiendo resuelto aprovechar el tiempo de
las vacaciones próximas de navidad para
evacuar la visita del partido de Fusagasugá y unión de
sus pueblos, con el fin de que el público y real hacienda
no padezcan el menor atraso en el despacho de las causas
fiscales y tampoco se retarde el cumplimiento de lo acor-
dado en Junta general de tribunales, consiguiente a la
comisión real que me fué encargada, lo pongo como es de
mi obligación en noticia de V. excelencia, como también
haber para ello nombrado escribano y amanuense, de-
seoso de veTificarlo con perfección y brevedad. Y aun-
que segun la real voluntad y lo declarado en Junta
general para Quito debe acudirse a cada uno con la
asignación diaria que allí se declaro, con todo, para
que con la ausencia de V. excelencia no ocurra duda
en su paga ni se necesite nueva providencia, espero se
digne V. excelencia mandar se observe dicho seña-
lamiento y que concluida la comisión _se nos satisfaga
por oficiales reales a cada uno lo que devengasemos en
los días que co·nsumiese la ocupación, conforme a dicha
resolución, previniéndome / / lo más que fuere de su
supeTior agrado.
Dios guarde a V. excelencia muchos años. Santa Fe
y diciembre diez y oc<ho de mH setecientos setenta Y
cinco.
Excelentísimo Señor.
Beso la mano de V. E. su rendido obligado servidor.
Francisco Antonio Moreno.
Exe-elentísimo señor Don Manuel Guirior.
Decto Santa Fe, veinte de Diciembre de mil setecientos
setenta y cinco.
Teniendo franqueadas al Senor Don Francisco Anto-
nio Moreno fuera de las que le pertenecen, todas las
facultades ~ue necesita para desempeño de ru comisión
e incidencias y siendo conforme a la Real Cédula que
se le satisfa~a el diario tasado por Ley, y al escrfüano
y a-manuense, con arreglo a lo acordado en Junta ge-
• neral para 1gua'l caso en Quito: Se satisfará por oficia-
les reales lo que importaren dichas asignaciones, liqui-
dada la cuenta de los dias que ocupase la visita.
Guirior. i
I
67
 &elación En ejecución de lo cual el dicho señor doctor
Don Francisco Antonio Moreno, por auto de
veinte y tres de diciembre del mismo año, nombró es-
cribano y amanuense, y en su virtud pasaron con dicho
señor a la hacienda de La Puerta, en donde se formó un
interrogatorio cuyas preg1;mtas contenían:
Cuántos pueblos comprendfa aquel partido de Fusaga-
suga, expresando las distancias que tenían unos de otros.
Si eran iguales o diferentes en temperamento y en
~os frut_os que se cosechaban, efectos y labores en cuya
industria se ocupaban los indios, expresando· con indi-
vidualidad aquellos en que hubiera alguna diferencia
Y si en ellos eran las tierras fertiles, con buenas aguas:
pa,stos Y montes aparentes para el cultivo de frutos y
cna de ganados para conservar cómodamente la vida
humana y satisfacer el tributo.
. Si _sab~~n que los indios conservaban íntegros y sin
d1smmuc10n los resguardos y tierras que les habían sido
señaladas en las anteriores visitas, y ratificadas en la
última practicada por el señor oidor Don Joaquin de
Aróstegui.
Si tenfan noticia que padecieran a lguna opresión, ya
1 cuales distaTía el primero del s·egundo como cuatro le-
36 fi:era en la exacción del tributo, ya en la paga / / de
diezmos y primicias o cualquiera otra indebida contri-
bución, o ya finalmente en sus personas y bienes.
Si sabían la cantidad que les estaba tasada por razón
de triibuto y si la satisfacían, expresando la especie en
que lo pagaban.
Si tenían noticia de que con facilidad se ausentaban
Y abandonaban sus pueblos y familias, expresando cuál
fuera la causa a que se atribuía esta desercion y los
medios que pudieran ser oportunos para reparar la.
Si sabían que era copioso el número de vecindario
establecido en cada uno de los pueblos con sus familias
Y si la mayor parte de dichos vecinos carecía de tierras
propias que cultivar para mantenerse, de que dimanaba
que la mayor parte, viviendo retirados a distancia del
pue~lo, con dificultad de acudir a la iglesia a misa y
demas funciones espiritua 1les y de ser administrados
cón:iodamente por sus curas, habiendo muchos en que
casi se hacía imposible la administración.
Si ~lgunos de los que vivían dentro de los resguardos
1:ecesitaban pensionarse no sólo en la paga del respec-
tivo arrendamiento sino tambien a la contingencia de
ser expulsados a la voluntad de los indios, o por estar
68
prohibido su consorcio a causa de los daños que de ello
resultaban.
Si según el crecido número de vecinos· que cada pueblo
tenía en su agregación podría establecerse en parroquia
y mantener cura propio que les asistiera, vendiéndose-
les las tierras que resultasen vacantes para que se esta-
blecieran separados de los indios.
Item, expresarán todo lo que quiera contribuir a la
inda,gación de la verdad y objeto de a,que'11a visita de
público y notario, común voz y fama, edad, generales
de la ley, etc.
En cuyo cumplimiento, por ante el referido escri'bano
de visita le recibió juramento a Don Pedro Perez de la
Cadena, corregidor que había sido de aquel partido de
Fusagasugá, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que
37 le fuera preguntado, y siéndolo por el / / tenor de dicho
interrogatorio, dijo a la primera pregunta: Que sólo
existían en el distrito cuatro pueblos que eran Fusaga-
sugá, Pasea, Tibacuy y Pandi, pues aunque antigua-
mente había otros varios, habían sido por ordenes
superiores agregados a los cuatro supracitados, de los
guas, de Pandi ocho y cinco o seis de Ti-bacuy, y a pro-
porción entre sí.
Que de los cuatro referidos pueblos el de Pasea era
de temperamento frío, donde se consechaban casi los
mismos frutos que en la Sabana. Que Ifusagasugá y Ti:_
~ eran iguales en temperamento templado y Pandi
con poca diferencia algo más caliente, que sembraban
plátano, maiz, yuca y los frutos peculiares a semejantes
temperamentos. Que en todos había bastantes tierras y
aguas, con montes para lo necesario, no obstante de
que el agua de Pandi no la consideraba la mejor y que
en el Fusagasuga sólo la parte de llano servía para cría
de ganados. , .,
Que por lo que tocaba al pueblo de Fusagasugá se
mantenían los indios en posesión de los resguardos de
las tierras que se les hatbían seña,lado conforme a la
asignación que constaba de la última visita que se le
había leído y que no tenía noticia de que en los demás
hubiera habido disminución ni diferencia alguna.
Que ni en la cobranza de tributos, paga de diezmos
y primicias, ni tampoco en la libertad de sus personas,
tierras y demás bienes en común o en particular pade-
cían qpresión ni perjo/cio alguno, sin embargo de que
69
 siendo mucha su pobreza y ninguna su aplicación al tra-
ajo, siempre costaiba percibir lo que eran obli-gados a
pagar, a excepción de los de Pasea, que se apllican al
trabajo y tendrían mayor número de ganado si hubie-
sen tierr.as aparentes para su cría.
Que los del pueblo de Fusagasugá pagaban siete pes-os
de tributo, los de Pandi tres pesos seis reales, los de
Pasea cinco pesos un real y los de Tibacuy seis pesos
38 por año y comunmente satisfa//cían en plata amone-
dada y con la dificultad que tenía declarada.
Que comunmente se ausentaban los indios de sus
pueblos por propio arbitrio y sin causa, de que el testi.go
tenía experiencia, pues a excepción de algunos del pue-
blo de Pandi que habían tenido discordias con sus curas,
en los demás no se encontraba motivo para las ausen-
cias que hacían, ni consideraba pudiera haber otro
remedio que el de sujetarlos y D'bligarlos a que se res-
tituyeran a sus propios pueblos.
Que a excepción del pueblo de Pasea que no tenía
vecinos, los otros tres·, a saber, Fusagasugá, Pandi y
Tibacuy tenían bastante vecindario viviendo retirados
a causa de no poderse establecer dentro de los resguar-
dos, siendo muy pocos los que tenían tierras propias,
tomando la precisa para su habitación y entables de los
dueños de haciendas comarcanas, por cuyo motivo se
privaban de acudiT los días festivos a la Iglesia como
lo harían si estuviesen más cercanos, de que igua.Jmente
dimana la dificultad de ser administrados cómodamente
por sus curas, pues había administración que consumía
un día de mal camino como sucedía al cura de Tibacuy
con el sitio de Paguey y el Pandi para el de Cunday
consumiría dos dfas de fragosos caminos.
Que comunrrnente repugnaban los indios que los veci-
nos vivieran dentro de sus resguardos y si por casuali-
dad a uno u a otro llegaban a ¡permitir, pagándoles
arrendamiento, vivían en continuo sobresalto, expuestos
a que a su voluntad les obli.garan a saUr, ta•l vez con
pérdida, por 1-oque eran pocos los que se sujetaban a
ello.
Que por lo respectivo al pueblo de Fusagasugá, según
el número de almas y cabezas de familia de que se com-
ponía el vecindario, hacía concepto de que pudiera
39 erigirse en parroquia // y redundar en su utilidad, ven-
diéndose las tierras a los vecinos, con que podrían es-
tablecerse tomando cada uno lo que necesitara p.ai-a
70
cultivar y críar sin contingencia, con lo que se foID:en-
taría su población y comercio a beneficio de este partido.
Que era lo que sabía y podia decir en virtud del co-
nocimiento práctico que le asistía. Con lo que se con-
cluyó esta declaracion, y en la misma conformidad se
recibieron otras dos a Don Juan Barrios, vecino del
pueblo de Tibacuy y a Don Nicolas de Aya Y Lozano,
vecino de Fusaigasugá quienes contextemente declara-
ron como el antecedente.
Y en vista de dicha info11mación, se proveyó por dicho
señor visitador un auto fecho en Fusagasugá a dos de
Enero de mil setecientos setenta y seis, en que se mandó
se midieran y avaluaran las tierras del nominado pue-
blo de Fusagasuga por lo que pudieran importar, para
que trasladados los indios se vendieran por cuent~ de
la Real Hacienda como vacantes, nombrando para dwha
medida y avaluo a Luis Pérez, Pedro Pérez de la Cadena
y Francisco Labado, vecinos inteligentes de aquel valle.
En ouya virtud pasaron dichos nombrados por ante
el nominado señor y por ante el referido escribano, se
midieron dichas tierras con arreglo a los instrumentos
de propiedad y, en vista de la diligencia de medida,_ por
auto que proveyó e:l dicho señor visitador en el mismo
día dos de Enero, extinguió el dicho pueblo de Fusaga-
sugá y en su consecuencia mandó se trasladaran a ?tro
los indios, respecto a haber tan solamente doce tribu-
tarios, como fue al de Pasea, y que los avaluadores
nombrados hicieran el avalúo del asiento del pueblo,
dividido en solares de a veinte y cinco varas en cuadro
cada uno con el fin de que si llegaba el caso de esta-
blecerse ~n parroquia, pudieran venderse a sus vecinos
40 para sus / / habitaciones.
En cuya virtud el referido señor hizo comparecer ante
sí a todos los indios de ambos sexos, a quienes su se-
ñoría dió a entender' la necesidad y razones de utilidad
que persuadían indispensables su traslación a otro pue-
blo de iguales circunstancias, mediante la cortedad de
su número, que no alcanzaba a contribuir el estipendio
del cura, estar igua•lmente asistidos y acomodados en
otro de los del partido, liberándose así mismo el Real
Erario de los frecuentes gastos en el reparo de la iglesia.
y enterados de todo los referidos indios, dijeron: que
una vez que habían de ser trasladados a otro pueblo,
pasarían al de Pasea, como más inmediato, pidiendo que
para ello se les previr¡iese a los de allí no los miraran
71
 como forasteros ni ocasionaran perJmc10. Que habían
de llevar consigo las alhajas, ornamentos y demás que
pertenecía a su uso. Que se les permitiera disfrutar
todo lo que tenían sembrado y vender sus ranchos si
encontraban porción para ello.
Ultimamente suplicaban se les relevara de satisfacer
tributos en los dos primeros años. A todo lo cua,1 se les
satisfizo por el citado señor visitador, diciéndoles que
se les otor,garía el tiempo preciso para disfrutar sus
sembrados. Que no había dificultad en que Hevaran
consigo las imag.enes y ornato de la iglesia. Que pal'a
la paga de tributo se les concedía un año, interim fabri-
caban sus raneihos y se entablaban en el pueblo donde
se les había de trasladar.
Y en cumplimiento de lo mandado los avaluadores
nombrados apreciaron las referidas tierras en trecientos
pesos que les parecía su justo valor, dividiendo el asien-
to del pueblo en solares de a veinte y cinco varas cada
uno Y apreciando las del primer cuadro de dicha plaza
41 a seis pesos, los del segundo a cinco pesos y a cuatro / /
los del tercero. En cuya vista y de la lista y padrón de
los vecinos de aquel pueb'1o de Fusagasugá, tuvo a bien
dicho señor visitador proveer el auto final, que su tenor
es el siguiente:
En la hacienda de la puerta, términos del pueblo de
Fusagasugá, en ocho días del mes de Enero de mH se-
tecientos setenta y seis años, el senor doctor Don Fran-
cisco Antonio Moreno y Escandón, del Consejo de su
Majestad, su fiscal, protector de la Real Audiencia de
este Reyno y juez visitador, nombrado por su Majestad,
del distrito de ella, dijo: Que habiendo reconocido per-
sonalmente todo este valle de Fusagasugá y visitado
los cuatro pueblos de Pasea, Fusagasugá, Tibacuy y
P.a~di, a que sce han reducido los muchos pueblos que
antiguamente se fundaron en este partido, y se fueron
extinguiendo por la minoración de indios dimanada sin
duda ya de la libertad con que voluntariarmente aban-
donan sus pueblos, ya de confundirse con la multitud
de vecinos y gentes de color agregados al fe1igresado
de los mismos pueblos y sus iglesias, de que por canse-
cuenda resulta ser cada dí'a el menor número de indios
Y aumentarse el de vecinos de diferentes castas, pues
segun las listas sacadas de los libros parroquiales se
reconoce que el pueblo de Pasea, que carece de vecin-
dario, numera trecientos ochenta y tres indios de todas
72
clases y edades y entre ellos sesenta y un tributarios
que exceden los numerados en la u'ltima visita practi-
cada por el señor oidor Don Joaquin de Aróstegui y
Escoto el año pasado de mil setecientos y sesenta, y
que por el contrario, en los otros tres pueblos, ha cre-
cido el vecindario y minorádose los indios, pues en
Fusagasugá sófo se encuentran sesenta y ocho de todas
clases, inc•lusos doce trihutarios, y por el contrario se
compone el vecindario de doscientas diez y seis cabezas
de familia con novecientas ochenta y ocho almas. En
Tibacuy, el to.tal de ciento cuarenta Inds / /, los veinte
42 y uno tributarios y de vecinos noventa y seis ca•bezas
de familia con cuatrocientas sesenta y cinco almas. Y
en Pandi noventa y cuatro indios, los veinte y cuatro
tdbutarios y ciento sesenta y nueve cabezas de fami.lia
con seicientas noventa y dos almas, incluso el sitio de
Cunday, no obstante de que temerosos de s·er traslada-
dos han procurado que ningún indio se oculte.
Todo lo cual comprueba mejor la experiencia y vista
ocular que presenta en todo el valle la multitud de
casas y chozélJl de vecinos situadas dentro de los montes,
cañadas y amaga:mientos de ríos y quebradas en que
siembran algunos frutos, viviendo separados de la so-
ciedad, retirados de la iglesia, sin asistir a misa sino
muy rara vez y en manifiesto peligro de su salud eterna,
así ,por la facilidad de incuTrir en los excesos a que vive
expuesta la naturaleza, sin temor de ser conocidos ni
corregidos, como por la grave dificultad de ser socorridos
en la última hora, administrándoseles los santos sacra-
mentos por los curas, -los cuales existen a larga distancia
insuperable por la fragosidad de los caminos, que a
mayor abundamiento se ha hecho constar por la infor-
mación de testigos prácticos y vecinos en cada pueblo,
ratificándolo en sus informes algunos de los curas en
desempeño de su ¡pastbral oficio.
Cuyos daños y otros ·que sería difícil individualizar,
aunque radicalmente no pueden remediarse, se minora-
rían en mucha parte si los vecinos a quienes la pobreza y
falta de tierra donde establecerse obliga a vivir desterra-
dos tuviesen tierras más cercanas a las iglesias en qué tra-
bajar sin el riesgo de ser expelidos a arbitrio de los dueños
como ahora sucede, con lo cual al mismo tiempo se lo-
graría que, observándose exactamente la ley muni//cipal
43 que prohibe el consorcio de indios y vecinos, se liberta-
sen aquellos de los perju_y:ios que causa su contravención.
73
 En esta virtud y en la de que sin embargo de la re-
pugnancia ,que manifiestan los indios a dejar los pueblos
donde se hallan e·stablecidos, se ihace indispensable el
reunirlos donde les resulte mayores utilidades en lo
espiritual y tempora'l, pues su mayor bien no consiste en
darles gusto y complacerles en lo que por capricho ape-
tecen sino en obligarlos a lo que según razon y justicia
les es más provechoso y de menos gravámen a la Real
Hacienda. No siendo justo que se grave en pagar esti-
pendio a un doctrinero por solos diez o veinte tributa-
rios, pudiendo en igual o mayor aprovechamiento de sus
almas y educación civil y cristiana instruirlos unidos
en pueblo más numeroso, en aquel tiempo mismo que
la muchedumbre excita el celo del cura se disminuyen
las pensiones repartidas entre muchos, libertándose de
los daños que regularmente sufren del consorcio de gen-
tes de color y son mejor asistidos de los curas, como que
tienen que desamparar los pueblos ,para la administra-
ción de sacramentos, sin motivo de divertir su atencion
a otro objeto, consiguiéndose así mismo el ahorro de
45
Real Hacienda no sólo en la paga de estipendios que
se evitan sino .también en los continuos, crecidos gastos
que impende en construcción y reedificacion de Iglesias.
Por todo lo cual y demás que ha tenido presente, obser-
vado y reflexionado, tomando noticia con la madurez
que requiere la importancia y gravedad de la materia
en que se intenta el bien común y servicio de ambas
majestades, usando de fa facultad que su Majestad, Dios
le guarde, lle tiene conferida en la Real Cédula de su
44 comisión, fecha en San Ildefonso / / a tres de Agosto
de 1774 y de fas que por el excelentísimo señor virrey
se le cometen y por la Junta general de tribunales ce-
lebrada en veinte de noviembre de mil setecientos
setenta y cinco, ,poniendo en ejecución lo en ella deter-
minado, mandaba y mandó:
Que Ios indios de los pueblos de Fusagasugá, Pandi
Y Tibacuy ,se trasladen y pasen al de Pasea por ser la
cabecera del vartido y tener mayor número con tierras
abundantes ry fértiles para s·ementeras y crías de gana-
dos, de buenas aguas y temperamento benigno que
produce frutos de tierra fría y templada, que segun ha
experimentado es con poca diferencia, igual al de los
pueblos que :dejan. Y para que tengan tierra llana y de
pastos para sus ganados, -que es lo único de que padecían
alguna escasez, se les ha facilitado y aumentado la que
74
parece suficiente para comodidad de todos, de modo
que antes les sobre que falte, -pues para siembras es
abundante las· que tienen señacladas, siempre que se
apliquen a cultivarla y desmontarla con roserías.
y en su consecuencia se extinguen los referidos pue-
blos de Fusagasugá, Pandi y Tibacuy y se transferirán
los indios con todos sus bienes y los ornamentos Y de-
más perteneciente a sus iglesias para colocarse en la de
Pasea, donde son trasladados, poniéndose por inventa-
rio con separación y claridad en sus libros, para que
siempre conste, y a fin de que no experimenten el me-
nor quebranto se les conceden dos meses de plazo, que
segun el juicio de los inteligentes son bastantes para
disfrutar las cortas sementeras que ahora tienen, Y se
les reserva e'l derecho para percibir el importe de los
frutales o cualquiera otra cosa de su pertenencia, al
tiempo que se venda la tierra o se arrienda, y entretanto
satisfecho el tercio ya vencido en navidad de mil sete-
cientos setenta y cinco, se les concedera un año // de
hue~o libre de pagar tributo, con la precisa calidad de
que en dioho tiempo fabriquen sus habitaciones Y dis 0
pongan sus labranz;as en el pueblo de Pasea a que
son trasladados, en el supuesto de que si alguno aban-
donase este cuidado y se ausentase y dejase de construir
ha,bitación, será compelido a la paga del tributo Y no
gozará de la relevación. . .
Y para que no se omita arbitrio conducente a~ ahv10
de los indios y les sea menos gravosa y sensible su
traslación al pueblo de Pasea, considerando que como
que se igualan en 1a situación y terreno, deben así mis-
mo pagar uniforme el tributo, declaró, en uso de las
facultades arriba referidas, que todos .J.os indios que se
reunan en Pasea, aunque hasta aquí hayan pagado dis-
tinta cantidad, deben en adelante satisfacer la tasa
señalada a Pasea de cinco pesos un real por año Y la
mitad en cada tercio de San Juan y Navidad en que
resultan beneficiados porque los de Fusagasugá pagaban
siete pesos y seis reales, los de Tibacuy y los de Pandi
se allanaban a contribuír el tributo del primero, Y en
lo venidero logran el alivio de la minoración, para cuyo
aumento no se omitirá el establecimiento de Caja co-
mún con tres !la-ves, ,haciendo por todos cada año una
roza o sementera para que su producto, depositado en
ella, sirva a socorrer l~s necesidades del común Y los
sobrantes para ornato /del culto divino y fomento de
7.5
 los ancianos, viudas y huérfanos y auxilio de la casa
hospita1 que conforme a la ley se previno en la última
visita y parece no haber hasta ahora tenido efecto, y
deberá sin demora verificarse.
Y por cuanto se ha reconocido que, abusando de la
libertad que a los indios pe1,mite 'la ley y se les declaró
en la citada última visita por el señor Don Joaquín de
46 Aróstegui // para que· no se les impida, pa,gando el tri-
buto donde se hallaron, suelen ausentarse con frecuen-
cia ignorándose su paradero y si viven como cristianos,
con perjucio de sus mujeres y familias que abandonan,
se declara: Que para gozar los indios de esta libertad es
necesario que antes de verificar su ausencia la noticien
a su corregidor o cura, con aviso del pueblo a donde
acomodase establecerse, con la indispensable calidad de
llevar consigo 'las familias y que anotándose en los libros
y listas del pueblo que dejan y donde se transfieren,
conste debidamente y vivan en instrucción cristiana y
política, pagando el debido tributo y sin las extorsiones
y litigios que de lo contrario sufren, estrechados por dos
cobradores. Y siempre que faltasen estas precisas cir-
cunstancias, tan conducentes a1 buen gobierno, utilidad
de los mismos indios y resguardo de la Real Hacienda
no se permitirá que los indios se ausenten de los pueblos
donde una vez estuvieron radicados, y se 1es deberá so-
licitar para que donde quiera que se ha'llasen sean com-
pelidos a restituírse a sus respectivos pueblos.
Y mediante a que con esta providencia, reducido el
48
partido a un solo pueblo, como se acordó en la Junta
general de tribunales, es no sólo ocioso sino perjudicial
mantener corregidor, cuando puede cómodamente aten-
derse por aihora .por el del partido de Bosa, pues en los
tiempos anteriores se reconoce estaba todo este valle
encargado al corregidor del partido de la Sabana, y for-
malizado el corregimiento en la capital de Santa Fe,
según el espíritu de la Real Cédula, se deberá encargar
de su administración y cobro del tributo, dijo el expre-
sado señor visitador que daba y dió por extinguido y
acabado este corregimiento tenue de Fusagasugá y por
47 comprendido su distrito // en el que debe establecerse
de la capital de Santa Fe y territorio que se le demar-
care.
Y en atención a que en virtud de esta providencia
quedan vacantes las tierras de los resguardos señalados
a los pueblos extinguidos y a que con este respecto se
76
han avaluado por personas inteligentes conforme a de-
recho para que se vendan por cuenta de Real Hacienda,
se pregonarán para ello y se remitirán las diligencias
al superior gobierno con citación de los postores que
resultaren ,para asistir allí al remate, en. la inteligencia
de que según el copioso vecindario agregado a Fusaga-
sugá no es dudable se erijan en parroquia, mayormente
logrando el auxi'lio de tener ya edificadas las igle:,ias,
manteniendo los vecinos con las contribuciones que han
declarado ·hacen para el culto divino, la lámpara, cera
y otras limosnas, fuera de lo obvencional para lo que
deberán acudir a .promover lo correspondiente para su
verificación; advertidos de que ejecutada la traslación
de los indios, cesa la paga que su Majestad tiene asig-
nada de estipendio a los curas, y es regular que por su
defecto, si fos vecindarios no los nominan, se les atienda
como corresponde para proveerlos en otros beneficios
por no deber quedar incongruos.
Y aunque por lo respectivo al pueblo de Tibacuy
convienen los testigos de la información en que no podrá
el vecindario, por su pobreza y cortedad, erigir en pa-
rroquia por estar dividida, residiendo mucha parte en el
sitio de Paguey, que ha de repugnar su ejecución en el
asiento del pueblo por su distancia, con todo puede
esperarse que, teniendo las tierras del resguardo donde
establecerse comprándolas o arrendándolas a su Ma-
jestad, se agreguen otros estimulados // del alivio de
una iglesia de teja decente y, cuando asi no suceda, po-
drá mantenerse-para que el cura de Fusagasugá, a donde
por ser lo menos distante deberá agregarse, les asista
y no será difícil pueda tener allí un teniente que asista
en lo espiritual a aquel vecindario de Tibacuy, todo lo
cual así se expresa en este auto, con el fin de facilitar
el conocimiento y -los medios conducentes al alivio de
los vecinos y su instrucción política· y cristiana, como
punto tan recomendado ,por su majestad y propio del
católico celo con que promueve el beneficio de sus
vasallos.
Y porque el logro de todo lo prevenido consiste prin-
cipalmente en su exacta y arreglada ejecución, que no
puede por sí mismo ejecutar el señor juez visitador por
lo que urje su restitución a la capital de Santa Fe y
necesitarse algun tiempo, en ejercicio de sus facultades
dá comisión bastante cuanta por derecho se requiere
a Don Ignacio Pérez de/ª Cadena, vecino de es,te valle,
77
 y de quien por lo que tiene experimentado confía su
desempeño, para que bien instruido de lo resuelto y con
la prudencia y entereza que pide la materia ponga en
so
práctica la traslación de los indios de Fusagasugá, Pan-
di y Tibacuy al referido Pas·ca, haciéndoles saber esta
resolución de que ya se les iha procurado instruír y no-
tificándoles que sin perdida de tiempo vayan tomando
sus medidas y recogiendo sus bienes o providenciando
la enajenación de los que les acomodase, como también
disponiendo su establecimiento en Pasea, donde el co-
misionado arreglará en el plan del pueblo los solares
que cada uno de los indios trasladados ha de ocupar
con su habitación y huerta, en el supuesto de que pa-
sado el término de dos meses se les compelerá a salir
49 y construir sus habitaciones / / y si pasados otros dos
no lo verificasen, se les conducirá al pueblo de Pasea y
se les obligará a que allí trabajen sus ranchos o casas,
derribando las que tuvieren en los pueblos ·que ahora
habitan para que no les quede esperanza de restituírse
a ella.
Y si llegase a entender que algunos de dichos indios,
para frustrar la traslación se huyere o ausentare, se
les solicitará por medio de las justicias hasta obligades
a venir al pueblo donde son trasladados en el que serán
c.on prelación atendidos por los patricios y empleados
en los oficios y gobierno del pueblo, como se les tiene
prevenido, con apercibimiento de que serán castigados
severamente los que eontraviniesen a esta justa provi-
dencia, para cuya ejecución todas y cualesquiera justi-
cias del .partido franquearán al citado comisionado los
auxilios que necesitare y les pidiere, con responsabilidad
al interés y daños que se ocasionaren por su omisión.
Y ·porque nada podrá contr1buír tanto al apeteddo
efecto de lo mandado eomo el suave, eficaz influjo de
los curas que con sus persuaciones harán conocer a los
indios no sólo la necesidad de la resolución y fos favo-
rables provecihosos efeotos que de su observancia les
resultan, sino tambien la estrecha obligación que les
asiste de obedecer puntua•lmente lo que se Ies ordena.
En virtud de este les ruega y encarga el senor juez vi-
sitador que esfuercen su acreditado celo en servicio de
su Majestad contribuyendo en cuanto estuviese de su
parte con sus oficios a que así se verifique, como punto
en que igualmente se versa el bien espiritual de los
51
indios, por haber parecido esta providencia la más
78
adecuada para llet1ar el objeto de la Real Cédula y de
lo mandado en / / Junta general de tribunales y en su
virtud, dejándose inserta en el despacho de la comisión
y poniéndose copia legalizada en cada uno de los cua-
dernos de esta visita, se dará cuenta al excelentísimo
señor virrey.
Y por este que proveyó, así lo mandó y firmó, por
ante mí, el presente escribano real y de visita, de que
doy fe.
Doctor Don FRANCISCO ANTONIO MORENO.
Fui presente, Jose de Rojas, escribano de su Majestad
y de visita.
Sigue la Iguales diligencias se practicaron en los pue•
relación blos de Pandi, Tibacuy y Pasea, como· se men-
ciona en el auto antecedente. Y mandados por
dicho señor visitador se avaluasen los resguardos del
dicho pueblo de Pandi, nombrando para ello a Bernar-
dino Ortiz y a Baltasar Suarez, estos, en su cumplimiento
lo ejecutaron, apreciándolos en quinientos patacones.
Así mismo se mandó avaluar el resguardo de Tibacuy,
lo que así se ejecuto por los nombrados, apreciándolo
en ciento y cincuenta patacones y en otra igual cantidad
las tierras del resguardo de Panches.
Inclusas las diligencias, con copia del auto final, Te-
mitió didho señor visitador, al Exmo. señor Don Manuel
de Guirior la consulta, cuyo tenor y del decreto que a
ella se puso, uno en pos de otro, es como sigue:
Consulta he- Excelentísimo señor:
cha al Exmo. En obedecimiento de la Real Cedula que
sor Dn Manl me comete la visita del distrito de esta
de Guirior Real Audiencia y de lo acordado en Junta
general de tribunales, he visitado en el
corto espacio de sdlbs quince dias todo el partido de
Fusagasugá, incluso el pueblo de Pandi, a donde nin-
gun visitador hasta ahora había entrado personalmen-
te, y reconocido el estado de aquellos pueblos y corto
número de indios, dispuse la traslación de los que
existían en los pueblos de Tibacuy, Fusagasugá y Pandi
al de Pasea, igualándolos en la tasa, dando por extingui-
dos estos pueblos y el corregimiento, franqueándoles el
alivio // de un año hueco para la fábrica de sus habita-
ciones y sementeras, lib,ertando a la Real Hacienda de la
paga de estipendios, coyto de iglesias y utilizándola en el
79
 valor de las tierras que se han mandado pregonar y
serán de no poco beneficio para el copioso vecindario
que· tenían en su agregación, según más por extenso
reconocerá V. Excelencia por el testimonio que acom-
paño· del auto fina-1 de dicha visita, que espero merezco
la superior aprobacion de V. Exa. y que en·su consecuen-
cia se digne providenciarme y prevenirme -lo que fuere
de su superior agrado.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años. Santa Fe y
Enero trece de mil setecientos setenta y seis.
Exce-lentísimo Señor.
Beso la mano de V. Excelencia su rendido obligado
servidor.
D01;. Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo Señor virrey Don Manuel de Guirior.
Decto • Gua_duas, diez y seis de Enero de mil setecientos
setenta y seis.
Respecto a que no sólo son conformes al espíritu ele
la Real Cédula, sino también a lo acordado en Junta
general de tr1bunales las providencias expedidas por e1
señor fiscal protector Don Francisco Antonio Moreno
y Escandón en la visita que ha practicado del partido
de Fusagasugá en tan breve tiempo y con el celo que
acredita el mayor bien de los indios trasladados a un
solo pueblo con el ahorro y ventajas de la Real Hacien-
da y notorios beneficios del común de aquellos vecin-
53
daríos, se llevará todo a puro y debido efecto mediante
la justa aprobación que ha merecido. Y para que en su
inteligencia lo lleve a la perfección, se le devolverá
su consulta con este Decreto, a fin de.. que lo verifique
en fuerza de las facultades que le tengo comunicadas-, y
de nuevo se le repiten para todo lo contenido en este
Decreto y sus incidencias.
Guirior.
52 En cuya virtud se pregonaroll' las citadas tierras / /
y. se remataron, precedidas las diligencias necesarias,
las de Fusagasugá en Don Gerónimo Espinoza en canti-
dad de mil y docientos pesos. Las de Tibacuy en Don
Fernando Rodríguez en nombre de Don Miguel de Es-
pinoza en cantidad de seicientos pesos. Y las de Pandi
en Don Felipe Rangel de la Cadena en la cantidad de
doscientos y cincuenta pesos, como todo consta de los
remates que se hallan en sus respectivos autos.
80
Decto Santa Fe, veinte y cinco de Abril de mil sete-
cientos s-etenta y seis.
En atención· a que la comisión que ·se confirió al señor
protector de esta Audiencia para la división· de terrenos,
arreglo de corregimientos y reunión de unos a otros se
halla suprimida por habérsele encargado el despacho de
la fiscalía y que cada día se nota más y más la necesidad
que hay de aquella operación por la conocida utHidad
que de sus logros se seguirá a todas las provincias. del
distrito de esta Audiencia, que sólo falta ;pa1·a ello suJeto
a quien se nombre por comisionado bajo el mismo pié
que lo era dicho señor protector. Convocóse Junta de
tribunales ,para las tres- de la tar.de del día de mañana,
veinte y seis del corre (sic), en que confiriéndose la
materia se delibere nombrar para este desempeño o no
a diversos sujetos si pareciese conveniente dividir algu-
nas- de las provincias mayores, encargando a cada uno
su respectiva comisión para el más pronto y fácil modo
de ejecutar lo mandado por su Majestad, señalando los
sueldos que deba gozar cada comisionado, su escribano,
amanuense y gratificación del ingeniero que debe acom-
pañarle.
Tratándose también en la referida Junta a qué corre-
gimiento deberá agregarse la villa de Mompox, o si
por lo cuantioso de su vecindario y asuntos que en ella
se versan, deberá ponerse corregidor separado allí. Los
lugares que en este caso deberán / / agregársele en aten-
ción a que su excelencia ocular y prácticamente se ha
informado de la grave necesidad que dicha villa tiene
de remedio en la administración de justicia, cometida
en el día a dos miserables alcaldes, que por su situación
y ejercicio están muy lejos de su conocimiento y aún
disculpados en cualquier caso por su indispensable ig-
norancia para lo que deberá sueldo (sic) competente
(sic) conforme a lo' prevenido por su Majestad para la
reunión .de los corregimientos y deliberarse desde luego
respecto a la necesidad si podrá nombrarse reservando
dar cuenta a su Majestad para su aprobación, por sepa-
rado de toda la demás operación.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
l
I
81
 Junta En la ciudad de Santa Fe a veinte y seis de
de Tribuns Abril de mil setecientos setenta y seis.
Convocados a Junta General de Hacienda en una de
las salas del palacio de esta Corte, el excelentísimo se-
ñor Don Manuel Antonio Florez Maldonado Martinez
y Bodquin, comendador de Lopera en la Orden de Ca-
latrava, Teniente general de la Real armada, virrey
gobernador y capitán general de este Nuevo Reyno de
Granada y provincias adyacentes y los señores Doctor
Don Benito Casal y Montenegro, oidor decano y alcalde
de corte de esta Real Audiencia, Doctor Don Francisco
Antonio Moreno y Escandón, protector general de natu-
rales que hace las veces del señor fiscal real, Doctor
Don Francisco de Vergara, Don Nicolas de la Lastra y
Don Vicente de Nariño, regente y contadores del Tribu-
nal y Real Audiencia de cuentas de este Reyno y Don
Antonio de Ayala y Tamayo, tesorero y oficial real de la
Real Hacienda y cajas de esta Corte:
54 Habiéndose con//gregado a esta dicha Junta para
conferir los asuntos pertenecientes a ella en virtud del
superior decreto de veinte y cinco de Abril del presente
año, se trató según en él se previene sobre la necesidad
que hay que se ponga en planta la comisión conferida al
señor protector fiscal por cédula de tres de agosto de
setenta y cuatro, en orden a que se visiten las provincias
del distrito de esta Audiencia, se numeren los indios
tributarios, se arreglen los corregimientos y se unan unos
a otros, que no ha sido exequible a causa de hallarse
dicho señor encargado de la fiscalía, y si para ocunir a
esta necesidad sería conveniente nombrar en defecto del
s·eñor protector uno o varios sujetos que se encarguen de
esta comisión bajo del •mismo pie que le estaba encomen-
dado al expresado señor protector y qué sueldos deban en
este caso gozar, así los comisionados como los escribanos
amanuenses e ingenieros que indispensablemente les ha~
de acompañar y ayudarles al desempeño de su encargo.
Asi mismo se trató a qué corregimiento convendría
agregar la villa de Mompox, o si era mejor por lo cuan-
tioso del lugar y asuntos que en ella se versan erigirla
en corregimiento, poniendo allí de tal un sujeto que
supla la falta de administración de justicia que en el
día se padece, asignándole en este evento el sueldo que
deba tirar.
Y habiéndose conferenciado sobre todo lo referido
largamente, acordaron: Que respecto de hallarse aún
82
el e:x;presado señor protector despachando la fiscalía, en
virtud de real orden posterior a la Real Cedula en la
cual se le comete la visita, y que los únicos señores mi-
nistros que en la actualidad hay en la Real Audiencia
no pueden // hacerse cargo de semejante comisión por
55 la mucha falta que harían en aquel tribunal y para
que una obra tan útil y necesaria no padezca más de-
mora y con la mayor brevedad se ponga en ejecución,
podía su escelencia nombr,ar varios sujetos de su satis-
facción que la practiquen, señalándole a cada cual la
provincia o distrito dentro del cual precisamente lo han
de verificar y previniéndoseles que en todo se han de
arreglar a la Real Cedula de tres de agosto de setenta
y cuatro y al informe hecho por el señor protector de
esta Audiencia, de que se les deberá dar copia para su
gobierno y dirección, con lo más que su excelencia
tuviere a bien ordenarles para el mejor desempeño de
esta importante obra que urje a su ejecución.
Y porque puede conducir a este superior gobierno
para el arreglo de los corregimientos inmediatos· a esta
capital el tener presente su situación, la distancia que
media de unos a otros, los límites que los separan y el
número de tributarios que hay en cada uno de los pue-
blos de sus respectivos corregimientos, s·e les pidiera
de todo esto a los corregidores un informe circunst•ancia-
do, como de lo demas que juzguen digno de noticia.
Ejecutándolo del mismo modo el Tribunal de cuentas
en orden al numero de tributarios.
Por lo que mira a la agregación de la villa de Mompox
o establecimiento de un corregidor en ella, fueron uná-
nimemente de sentir: Que siendo indispensable ocurrir
a la grave necesidad que hay en dicha villa de un juez
letrado por hallarse en el día sujeta la administración
de justicia a dos alcaldes, por todas partes muy ajenos
de la ciencia legal y '!;in tener el auxilio de un faculta-
tivo que les aconseje en los casos arduos q(.!e se ofrezcan,
56 expuestos por esta razón a cometer mil yerros / / en
perjuicio del público; siendo igualmente circunstancia
que urge al remedio el ser aquel lugar de un numeroso
vecindario y crecido comercio, por cuyo motivo debía
más que ningun otro estar asistido de jueces cardados
(sic) e inteligentes, podía su escelencia, para evitar los
daños que en lo sucesivo puede ocasionar sus faltas,
nombrar interinamente r_ncalidad de corregidor un le-
trado de probidad que fjerza este empleo, para lo cual
83
 sería conveniente que se pidiera al gobernador de Car-
tagena informe sobre los lugares que deberán estar
sujetos a este corregimiento, o encargar con anticipación
a otra cualesquiera visita la respectiva a la villa de
Mompox, en la cual, como uno de los asuntos principa-
les de ella, se señalarán los límites hasta donde deba
extenderse, de todo lo cual se dará cuenta a Su Majes-
tad, luego que en la primera Junta (para la cual se
reservó) se resuelva así sobre el sueldo que deba gozar
el corregidor que se destinare como los salarios que
habrán de tirar los comisionados para la visita, sus es-
cribanos, aimanuenses e ingenieros.
Con lo que se conformó su excelencia y se concluyó
esta Junta, rubricándola con los demas señores por
ante mí, de que certifico.
Está rubricada.
58
Ante mí, Doctor Nicolas Prieto Davila.
Informe del Excelentísimo senor.
Govr de • Señor:
Cartaga Enterado de la resolución tomada en la
Junta General de Tribunales celebrada en
veinte y seis del próximo pasado abril para que por
la urgencia que allí se reflexionó se nominase por
V. excelencia un juez letrado que ejerciese jurisdic-
ción en la villa de Mompox, anticipándose la visita de
ella a otras, o adquiriendo mi informe sobre los luga-
57 res que deberán // estar sujetos a dichos corregimien-
tos, cuyo último medio se sirvió V. excelencia elegir
previamente por su superior decreto de catorce del pre-
sente, ordenándome que con la mayor brevedad in-
forme de los lugares que deba comprender con lo
demás que sobre el particular hallare convenir, según
se reconoce en el despacho que se me ha dirigido de
orden de V. excelencia por el secretario de este vi-
r~einato con fecha quince del presente, para que veri-
fique la· intención de V. excelencia.
Desp~és de reflexionado un asunto que al paso que
1~ considero de la mayor urgencia y de suma importan-
c~a a~ servicio de Dios y del Rey, tiene la asignación de
termmos a}guna confusión por lo despoblado de la tierra
Y su grande extensión, en medio de lo cual es forzoso ir
proporcionando a los vecindarios la mejor y más facil
administración de justa, bajo de cuyo supuesto y de que
procuro con sólo el objeto del bien comun desempeñar
84
esta confianza de V. excelencia, expondré lo que en-
cuentro conveniente y exequible despues de la debida
reflexión.
Sin ceñirme ahora a la jurisdicción que tiene la villa
de Mompox, por tratarse del mejor establecimiento de
su gobierno.
Me parece puede comprenderse en ella todo el terri-
torio que abraza y baña el rio de la Magdalena desde la
ciudad de Simití, inclusive en la parte que hace término
con el centro de ese Reino, corriendo rio abajo hasta el
pueblo de Zambrano que linda con la jurisdicción de
Barranca, y desde dicho Simití por la tierra firme y
sus minerales de Guamocó hasta la ciudad de Cáceres
y de allí río abajo de Cauca por la Mojana hasta desem-
bocar dicho rio en el de la Magdalena por las bocas de
Taca loa, abrazando también el rio de San / / Jorge
arriba, toda la parte que se extiende los terminas y ju-
risdicción de la villa de San Jerónimo del Monte de
Ayapel y sus minerales.
En esta extensión son comprendidos individualmente
en las orillas del rio de la Magdalena, tomando aguas
arriba desde Zambrano, las parroquias o feligresías
siguientes: dicho pueblo de Zambrano que lo es de in-
dios, como todos los demás que se nominen por pueblos,
a diferencia de los si.tíos que se entienden de vecinda-
rios de todas clases y castas de gentes. El pueblo de
Tetón, sitio de Tacamocho, pueblo de Talaygua, la dicha
villa de Mompox, los pueblos de Menchiquejo y Chilloa,
que aún separados como tres leguas de distancia son
unidos a una parroquia. El pueblo del Peñón. Los pe-
queños sitios de San Pedro Regidor o Rio Viejo, depen-
dientes de la parroquia de Norosi. Dicho sitio de Norosi,
interiorizado como una larga jornada del rio hacia el
monte firme, a donde se entra del rio de la Magdalena
por una quebrada nategable en ci.ertos tiempos del año.
Sitio de Morales, viceparroquia de Simití, dicha ciudad
de Simití, también interiorizada una jornada de la ri-
bera del rio del que se va ella por un caño navega,ble.
Puelblo de Tablada, inmediato a Simití y con cuasi igual
distancia del rio de la Magdalena.
Por 1,a parte de Cauca se hallan, tomado desde su
boca que vierte en Magdalena para arriba, inclusos va-
rios caños: sitios de Tacaloa, Cascajal; pueblo de Yati;
sitios de Magangué, San Sebastián, Retiro; pueblo de
Guaso; sitios de Tacasjluma, Santiago, San José de la
85
 yictoria o Majagual, Ojo largo, Algarrobo, Boca de
Neohí anexo a dicho Algarrobo, ciudad de Cáceres y
sitio de San Martín de Loba, fundado a la orilla del
59 caño de su nombre por donde comunica aguas· el rio de
la Magdalena al de Cauca.
El rio de San Jorge comprende sólo para el intento
a la citada villa de Ayapel y sus •terminas.
Puede también, y será util agregarse a dicho corre-
gimiento, la ciudad de Zaragoza, que aunque como la
de Cáceres son y corresponden a la jurisdicción de la
provincia de Antioquia, como que dependen en cuanto
a la Real Hacienda de las cajas de Mompox, se entiende
será muoho mas pr.oporcionada como en efecto lo es la
ocurrencia de ambos lugares a dicha villa que a la ciu-
dad de Antioquia, y de distinto modo se manejarán
aquellos jueces partidarios para las cobranzas y admi-
nistración de justicia, teniendo más inmediatos los recur-
sos a sus dudas y los castigos a sus penas dependientes
de un mismo lugar que distantes· y divididos los superio-
res, en que se ven muchos excesos del apoyo y la pasión.
Para pasar a la villa de Mompox a la de Ayapel se
encuentra en las orillas de San Jorge el pueblo de Gegua
que siempre ha corrido unido a el corregimiento del
Retiro y su producto se introduce en las cajas de Mom-
pox, pero como de la última situación del partido del
Retiro pa-ra partir a Gegual (este hoy se alla) diez o
doce leguas de distancia ( de aquél por navegacion para
ella) ,porque a los corregidores les es costoso el tránsito,
ordinariamente incomodan a los indios cuando menos
dos veces al año para -que lo transporten y no es tan
facil la cobranza del / / tributo. Esto puede remediarse
60
segregándolo de la jurisdicción de Mompox y uniéndolo
a el partido de las sabanas de Tolú y villa de San Be-
nito Abad de la que dista sólo legua y media.
Aunque está más distante agua arriba de San Jorge,
la villa de Ayapel la he considerado más bien admi-
nistrada por la villa de Mompox que por otra jurisdic-
ción, no sólo ,porque desde su agregación a esta pro-
vincia y traslación al ,paraje en que se halla ha corrido
en los intereses reales dependiente de sus cajas, sino
porque su vecindario permite tal cual alguna justicia
entre ellos y es navegable toda la distancia de una a
otra villa y no ha,y precisión de que nadie ocurra a ella
en determinados días como sucede a un pueblo de in-
dios para exigirles el tributo.
86
Es cuanto en orden a jurisdicción y territorio de este
premeditado corregimiento puedo informar a V. excelen-
cia, no pudiendo excusarme de manifestar a su superiori-
dad que la dotación de este empleo exige de necesidad
la atención a el inquieto caracter de aquellas gentes,
siempre embebidas en quimeras, para que teniendo su
decente subsistencia pueda prometer justo e imparcial
proceder sin que la falta de medios le provoque a ser
tal vez sustentante de parcialidades, poniéndole siem-
pre distante de relaciones con el vecindario; a fin de
que sobre todo se sirva resolver lo que fuere de su
agrado.
Dios guarde a V. excelencia ms as. Cartegena, veinte
y seis de Mayo de mil setecientos setenta y seis.
Excelentísimo Senor.
Señor,
Beso las manos de V. Excelencia, su más obedien-
61 te // servidor.
Juan Pimienta.
Excelentísimo Senor Don Manuel Antonio Florez.
Informe Excelentísimo Señor.
Señor.
La ocasión de tratarse en este superior gobierno de
la creación de corregimientos ,para disponer oportuna-
mente entre los vasallos de Su Majestad la buena ad-
ministración de justicia y cabal cobro de los derechos
de Real Hacienda me estimula a manifestar a V. ex-
celencia sería co~veniente la creación de un corregi-
miento en todo lo que abraza la jurisdicción de la villa
de Tolú y San Benito Abad, en que se comprenden res-
pecto de la primera las feligresías de Majagual, dicha
villa de Tolú, pueblos de indios de Tolú Viejo y Coloso,
sitio de Santero, pueblo de San Nicolás, sitio de Lorica,
pueblos de San Sel:>astián, Cereté, San Andres, Saba-
neta, San Juan de las Palmas, sitios de Pinchoroy y
Momil, y respecto de la segunda los sitios de Pileta,
Since, Sincelejo, Chinú, Sachagun, dicha villa de San
Benito y pueblos, Morroa y Sampués con el de Gegua,
si conforme a lo que hago presente a V. excelencia en re-
presentación separada de esta fecha, tratando del corre-
gimiento de Mompox, se une a el territorio de la villa.
Los expresados partidos que con regular comodidad
pueden ser socorridos por un corregidor que resida en
la parte de la Pileta, j.onde está colocada la real fábrica
87
 de aguardiente, comprenden más de cinco mil vecinos,
-in incluir indios ni los esclavos de las haciendas, que
serán ,reducidos y mantenidos entonces a una vida so-
ciable y racional y su comercio interior y exterior pro-
62 ducirá a el Rey sus competentes / / derechos, de que por
-el cuasi· abandono que han tenido se ha estado care-
ciendo.
La fábrica de aguardiente tendrá a la vista un supe-
rior que vigile las operaciones de los dependientes y
sostenga el derecho del rey ,pa.ra que no decline de lo
justo.
Es-te propuesto ministro puede ser mantenido bajo de
más moderado que el de Mompox en su asignación
porque necesita para ser respetado tan autorizada sub-
sistencia, ni tales países exigen el gasto que a el otro
es forzoso.
V. Excelencia resolverá en ello lo que fuere de su
superior agrado.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años. Ca.rtagena,
veinte y seis de mayo de mil setecientos setenta y seis.
Excelentísimo señor.
Señor: ,beso las manos de V. Excelencia, su más
obediente servidor,
Juan Pimienta.
Ex;celentísimo señor Don Manuel Antonio Florez.
Junta. ele En la ciudad de Santa Fe, a diez de Julio
Tribns de mil setecientos setenta y seis. Convoca-
dos a Junta general de tribunales en una de
las salas del palacio de esta Corte, el excelentísimo
señor Don Manuel Antonio Florez Maldonado Martí-
nez y Bodquin, comendador de Lopera en la orden
de Calatrava, teniente general de la Real Armada,
virrey gobernador y capitan general de este Nuevo
Reyno de Granada y provincias adyacentes y los seño-
res Doctor Don Benito Casal y Montenegro, licenciado
Don Juan Francisco Pey Ruiz, oidores y alcaldes de
corte de esta Real Audiencia, Doctor Don Francisco An-
tonio Moreno y Escandón, .protector general de naturales
que hace las veces del señor fiscal real, Doctor Don Fran-
cisco de Vergar-a, Don Nicolas de la Lastra y Don Vi-
cente de Nariño, regente y contadores del Tribunal y
63 real audiencia de cuentas de las / / de este Reino y Don
Manuel Revilla, contador oficial real de la Real Hacienda
Y cajas de esta corte, vióse el ex;pediente en que con
88
motivo de la Real Cedula expedida por su Maj·estad en
ocho de noviembre de mil setecientos setenta, para que
visitándose el distrito de esta Real Audiencia por el
señor fiscal protector, se supriman los corregimientos
de tenues y se arreglen los que fueren necesarios demar-
cándoseles ·su territorio, no pudo tener efecto por haber
mandado posteriormente su Majestad que dicho señor
des·pachase la fiscalía, lo que dió motivo a que por haber
reconocido ocularmente el excelentísimo señor virrey
a su tránsito por la villa de Mompox y provincia de
Cartagena la g.rave necesidad de que para su fomento
y mejor administracion de justicia se ·ejecutase allí lo
prevenido por su.Majestad, se acordó en Junta celebra-
da al intento en veinte y seis de abril de este año: Que
dicho señor excelentísimo nombrase sujetos de satis-
facción ·que en cada .provincia evacuasen las respectivas
diligencias para que una O"bra tan útil y necesaria no
padezca mayor demora y que por ser tan urgente la
necesidad de que en la villa de Mompox se estableciese
un corregimiento de Letras, se ,pidiese circunstanciado
informe al gobernador de Cartagena para verificarlo.
Y habiendo en su cumplimiento puesto en práctica lo
prevenido, exponiendo en tres representaciones :todas
de veinte y seis de mayo de este año, expresando el
territorio, ,pueblos y lugares que deberá comprender el
corregimiento .de le.tras de la villa de Mompox, redu-
cido al territorio que abraza y baña el ria de la Mag-
dalena, desde la ciudad de Simití inclusive, en la parte
que hace término en el centro de este Reyno, corriendo
64 rio abajo hasta // el pueblo de Zambrano, que linda
con la jurisdiccion de Barranca, y desde dicho Simití
por la tierra firme y sus minerales de Guamocó hasta
la ciudad de Cáceres, y de alli rio abajo de Cauca por
la Mojana hasta desembocar dicho rio en el de la Mag-
dalena por las Boca~ de Tacaloa, abrazando tambien el
río de San Jorge arriba, toda la parte que se extiende,
los terminas y jurisdicción de la villa de San Jerónimo
del Monte de Ayapel y sus minerales. ·En esta extensión
son. comprendidos individualmente, en las orillas del
rio de la Magdalena tomando aguas arriba desde Zam-
brano, las .parroquias o feligresías siguientes: dicho
pueblo de Zambrano que lo es de indios, con· todos los
demás que se nominen por pueblos, a diferencia de los
sitios que se extiend~ry de vecindario~, de_ ~odas clases
y castas de gentes. EI¡pueblo del Tetan; sitio de Taca-
89
 mooho; pueblo de Talaygua; la dicha villa de Mompox;
los ,pueblos de Minchiquejo y Chilloa que aun separados
como tres leguas de distancia son unidos a una parro-
quia. El pueblo del Peñón; los pequeños sitios de San
Pedro Regidor o Río Viejo, dependientes de la parro-
quia de Norosi. Dicho sitio de Norosi, interiorizado con
una larga jornada del rio hacia el monte firme, de donde
se entra del rio de la Magdalena .por una quebrada na-
vegable en ciertos tiempos del año, sitio de Morales,
viceparroquia de Simití. Dicha ciudad de Simiti etc.
[Nota del Editor: aquí el documento de la Junta de
tribunales en sus folios 65 y 66 reproduce literalmente el
informe del gobernador de Cartagena, ff. 58 y ss.]
67 Y otro [corregimiento] en el partido nombrado de
Tierra Adentro, aboliendo las capitanías a guerra de
Barranquilla, Santo Tomás y Real de la Cruz, que sien-
do por su ningún útil despreciable, sólo se dice puede
sobrellevarse su miseria por la esperanza de algún clan-
destino trato, el que se evitará prudentemente juzgando,
estaibleciendo un juez que regularmente dotado no sólo
no tuviese que estar a expensas de particulares sino que
69
tuviese recelo de perder conveniencia en desconcep-
tuarse. Este objeto, el de la mejor administración de
justicia y cobranza de tributos, son los que a este pen-
samiento me mueven. El vecindario que abraza el te-
rritorio designado se compone con poca diferencia de
más de dos mil quinientos vecinos en las feligresías de
los sitios de Santa Gatarina, Palma de la Candelaria,
Sabana Larga, Ponederas, Baranoa, Barranquilla, So-
ledad, Sabana Grande, Santo Tomas, Real de la Cruz y
Candelaria. Sin incluir los naturales de los pueblos de
Piojon, Usiacuri, Tubara, Galapa y Malambo, ni los es-
clavos de diferentes !haciendas de campo.
Y habiéndose conferenciado con vista de la citada
Real Cédula, que el espíritu de ella se dirige a que se
l?~re el buen gobierno y mejor administración de jus-
ticia en que tanto interesa el estado y para ouyo logro
principalmente conviene se eroguen los haberes reales,
cuando por otra parte se conseguirán no pequeñas ven-
68 tajas en su adelantamiento y sucesivamente se econo-
mizarán los gastos y sueldos que en otras provincias se
satisfacen, arreglándose progresivamente los demás co-
rregimientos, fueron acordemente de sentir que por las
razones expresadas en los informes de dicho señor go-
bernador se estaibleciesen desde luego los corregimientos
90
que propone (siendo el de Mompox y Tolú precisamente
de letras) y con declaración que a todos tres corregi-
mientos se debe entender con la demarcación que a cada
uno se le asigna como ejecutado con el debido cono-
cimiento, y que en su virtud nombrándose por su exce-
lencia los sujetos de la mayor satisfacción, inteligencia
e imparcialidad, encargándoseles de la conservación de
las rentas reales y que velen y celen a fin de evitar
cualesquier fraude, comisando lo que legítimamente no
se introdujere en sus respectivas jurisdicciones, se les
comunique la instrucción correspondiente ,para que se-
gun el informe de dioho señor fiscal protector y Real
Cédula que dispone su observancia ,procedan dichos co-
rregidores a verificar todo lo allí contenido, encargán-
dose y afianzando la cobranza de tributos, de su
respectiva jurisdicción, por cuyo trabajo o responsabi-
lidad y pensiones anexas a los empleos se asigna al de
la villa de Mompox el sueldo anual de mil seicientos
cincuenta y cuatro pesos, que es el mismo señalado a
otros corregimientos como el de Tunja y Mariquita; Y
al de Tolú el de mil pesos; y // ochocientos al del par-
tido de Tierra Adentro, a quienes se satisfarán en la
forma prevenida por las leyes, dándose cuenta a su
Majestad con testimonio e informe de los urgentes mo-
tivos que han estimulado a esta providencia para que
se digne aprobarla o determinar lo que sea de su mayor
agrado, hasta cuya resolución ·quedará pendiente la paga
del derecho de Media Anata como empleos de primera
creación, manteniéndose responsables los sueldos para
mayor resguardo.
Y mediante a que por el excelentísimó -señor virrey
se ha significado tener nombrado interinamente para
corregidor de la provincia de Tunja a Don Jose Maria
Campuzano, a quie"Q asiste cabal conocimiento para que
se .pueda deslindar su territorio partiendo limites con
el corregimiento que ,hubiere de establecerse en esta
capital,. suprimiéndose los corregimientos tenues que
dentro de una y otra ju-risdicción se encuentran, acorda-
ron con igual uniformidad se le comunique instrucción
para que según el tenor de la ya citada Real Cédula lo
verifique a fin de adelantar las diligencias conducentes
a la ejecución de la real voluntad y que pueda con su
beneplácito proceders,e al nombramiento. Con lo que
se conformó su excel/ncia y se concluyó esta junta, ru-
91
 bricándola con los demás señores, por ante mí, de que
lo certifico.
Está rubricado.
Ante mí, Doctor Nicolas Prieto Davila.
Auto Santa Fe, quince de julio de mil setecientos se-
tenta y seis.
Habiéndose acordado en Junta de tribunales la pro-
secución en la reunión de corregimientos y que los
70 sujetos que hubieren de ejecutarla se // nombren por
esta superioridad, teniendo como tengo satisfacción en
la conducta de Don José Campuzano, corregidor inte-
rino que lo he elegido para la ciudad de Tunja, lo
nom~ro_ para dicha división por lo que hace a aquella
provincia, para lo que se libre el correspondiente des-
pacho de comisión con los- insertos necesarios que cons-
ten del expediente y instrucción que le de bastante luz
para el mejor logro de la operación, y en consideración
72
a los viajes y gastos que por semejante comisión se le
han de originar indispensablemente, se le señalará por
la Junta de tribunales la ayuda de costa que pareciere
.conveniente, para lo que se convocará dicha Junta para
el dia de mañana, diez y seis del que corre.
Hay dos- ·rúbricas.
Iturrate.
Junta de Eri la ciudad de Santa Fe, a diez y siete de
Tribuns Julio de mil setecientos setenta y seis.
[Nota del editor: asistieron los mismos citados en
p. 62, con excepcion del oficial real Manuel Revilla. En
su reemplazo, Don Antonio de Ayala, tesorero de la
Caja Real.]
71 ... Ha,biéndose convocado a esta Junta en virtud del
Decreto superior de quince del presente mes y año, en
el que a cons-ecuencia de lo resuelto en Junta general
de .tribunales en orden a la visita de los corregimien-
to~ Y -reunión de los que por si fuesen tenues, y que los
suJetos que hayan de verificarla hayan de.ser de lasa-
tisfacción y nombramiento del excelentísimo señor vi-
rrey, ha destinado a Don Jose Campuzano, c~rregidor
electo para la ciudad de Tunja, para que con arreglo a
92
lo acordado -en la citada Junta, por lo respectivo a dicho
corregimiento, practique la división, reunión y demás
que se previene en la Real Cedula de tres de agosto de
mil setecientos setenta y cuatro. Y que siendo indis-
pensables los costos y gastos que por semejante comisión
se le han de originar se les- señalará .por la Junta la
ayuda de costa que pareciere conv-eniente, lo que oido
por dichos señores, acordaron unánimemente:
Que estando prevenido en la expresada Real Cédula
que al señor protector general de indios que era el de-
signado para esta comisión se le señalaran en Junta de
tribunales el salario que por esta ocupación había de
llevar con atención a lo prevenido por las leyes que
tratan de salarios de ministros comisionados, y consi-
derando que por este respecto debía de ser la asignación
de doce pesos diarios, y en atención a que el presente
comisionado es acreedor por el trabajo que precisamente
ha de impender, aunque no a tan crecido salario a lo
menos / / a uno proporcionado para ayuda de los pre-
cisos e indispensables gastos- que se la han de ocasionar
con los viajes, mayormente en la presente ocasión que
habiendo sido nombrado de corregidor interino de
aquella provincia, por cuyo empleo unicamente goza
el sueldo de ochocientos y tantos pesos, que deducido
de estos el dereoho de media anata y el diez y ocho por
ciento de conducción, apenas le quedan para el pre-
sente año docientos- pesos para su alivio y manutención,
se le señalaban por estas razones seis .pesos diarios por
el tiempo que utilmente gastara en la comisión.
Y porque para las actuaciones que necesariamente
han de ocurrir en dicha comisión y que ésta vaya con
la formalidad y autoridad debida, se hace indispensa-
ble que le acompañe un escribano qu-e elegirá dicho
comisionado a satis acción, al cual por el trabajo que
ha de tener en la actuación y costos de los viajes se
les señalaron tres pesos diarios.
Y que de esta resolución se pasara noticia a oficiales
reales para su inteligencia. Con lo que se conformó su
excelencia y se concluyó esta Junta, rubricándola con
los demas señores, por ante mí de que lo certifico.
Está rubricado.
Ant-e mí, Doctor Ni olas Prieto Davila.
7
I
93
 Decto Santa Fe, ocho de agosto de mil setecientos se-
tenta y seis.
Désele al corregidor interino que va a Tunja la ins-
truccion para la reunion de pueblos de lo que constare
en el expediente que para ello formó el señor fiscal
protector en los de Fusagasugá, Pandi y Pasea. Y si
alguna más noticia necesitare, acuda a dicho señor fiscal
que se la comunique.
Hay dos rubricas.
Iturrate.
Instrc 11 INSTRUCCION _formada por el Doctor Don
73 Francisco Antonio Moreno y Escandón, fi~~al / /
del crimen de la Real Audiencia de Santa Fe de orden
del excelentísimo señor virrey para la visita de la Pt-º=--
vincia de Tunja, cometida a Don Jose Maria Cam uzano
. corregidor rovisto de ella y-pocira aaaptarse con gene~
ralidad a los emas v1s1tadores.
~
l
Como el objetodela-vistta se dirige a \demarcar la \
5) ~, ( Qííri~dic~ los corregimientosJnumerar ~ pueblos
O ~ t}), y a~glar sus indl_os y reconocer todo lo~nª-ucente a Rey, y hacer que se avaluen las tierras que han de
-~ ",. su 'buen tr~ent~, se hará lis a ·, rofi}a de los de <;_!!_da
Y'I pueblo, tomandose igualmente razon del numero de Y.,e-
cinos"y almas que tuviere, para lo que convendrá ii.~ti-
-~c1pa"?cartas a los curas para que por sus libros tengan
anticipado ya el padrón; indagando si viven en el res-
guardo o a distancia proporcionada para ser administra-
dos, de modo que al fin de la visita se pondrá en un
/ ~¡ renglón _el número de indios, 1v1 1endo en sus clases d;
sonas les hicieren, en el supuesto de que si la contienda
tiene ya princip10 en el superior gobierno o necesita
discusión de pleito, no se embarazará en ello, difiriendo
a la Tesolución del tribunal superior si no se le comete
otra cosa. ~
}llidaj
Lo que ofrece (iriayor F-
en esta comisión es la
traslación de los pueblos menores y su reunión a 6tros,
en q o puede darse regla general porque depende
en mucha parte de las circunstancias y sólo se asegura
que todo pueblo que no tuviere veinte y cinco indios
l""'ttibutanos ~xtinguirse"trasladarse a otro de·
igual temperamento y 1buenas calidades de tierras, leñas,
' aguas etc., en cuyo caso, acreditado el cortonúiñero por
ia lista y recibida información de la utilidad de 1-atras-
lac1ón,.5on iodo lo conducente al intento, décretará ser~
conveniente que se verifique, señalando término para
ello y que los indios disfruten de sus sembrados y hagan
habitaciones, dando cuenta con las diligencias al supe-
rior obierno para que se apruebe y se remita despacho
de ejecución, para lo que deberá informar todas las
utilidades que de ello resultan, así a los indios como al
,._¡ j resultar vacantes, para que se reconozca lo que ingresa
'1 · en su_yalor y el {gñorro de estipendios, gastos de iglesia. { +.-
~~ Puede haber a'igunos pueblos que aun ue tengan más
.:-,¡v'f"~de veinte y_ cincó tn utanos sea todaví~ ~r~u n~-
~ mero, como de treinta y tantos a cuarenta y mas
75 m ios, / / convenga no obsta te trasladarlos ya sea
por su distante •s'ituacíón ue ha@_ 1ficil_JJ.cuciir a su
-4-' buen arregio, ya por la facilidad de que _!!ri.idos los

f'
~ n utanos y chusma, y en otro el número de vecinos
• o gentes de _color y de a'lmas de la misma especie. .
t pueblos puedan ser mejor asistidos y evitarse los gastos
.yi5,\ibque ocasiona suseparación, y en cualquiera. de estos
Se pone igualmente razón de distancia ue el .i-,~ ,v~-~-~ejantes 1 recibiia información de utilidad
pueblo tiene de los comarcanos, la calidad de su terñ-"" ~ U:,T~ con todo lo conducente podrá a i:darse la unión de
peramento, frutos que se cosechan y ej.ercicios en que ~ t,¿¡)l pueblos y expedirs~ rov1 encías correlativas, segun
se "ociipan, lóquepagan por razon de tas·a y si acaso es il"-~ queda insinuado en el capítulo antecedente.
o -no - pro.porc•ionada y de todo esto se pregunta a"9Tos 7 El tiempo que tardare en librarse por el superior
veéTñ2,~ la información que se recibe de trestesiigos .. gobierno la providencia, servirá de plazo a los indios
j
~ ñlancos y dos o tres indios, los más racionales, a ·confl- -
nuación del primer auto de visita.
para tomar sus medidas y prevenir lo necesario para
su traslación, para que aprobada se fabriquen pronta-
E_n la misma información se_inquieren las tierras que mente sus habitaciones, preparando la tierra para sus
tuvieren, con expresión de sus linderos y si son ae labores en el pueblo a que sean destinados, y para faci-
o mala calidad, ofaeñenalgun litigio para decirio- litarlo conviene que los indios a donde se transfieran
74 ha?ie~d onócJmiento ponien.do ·em_e//dio de ~ les ayuden y como patricios les auxilien, mirándolos
( veJac10nes.~ue los diezmeros o cualesquier~~r- no como •a extraños silo en todo iguales y en nada in-
~
__::::=::==--
94
 feriares, de que convendrá advertir les y apercibirles
. con penas y ,que elJ-ura con su respeto y medios suaves
¡ contribuya a su logro valiéndose de los medios que le
'\.._( franquea su autoridad y continua presencia.
Nada importará acordar las más acertadas providen-
cias si estas, con presteza y arreglo, no se reducen a la
práctica; y así en ésto debe ser mayor el celo y eficacia
del visitador, cuidando de que sin perdida de tiempo se
ejecuten las resoluciones una vez aprobadas, venciendo·
~añosamer~'!_f)las-d1ficultades ue por lo comi'.i~a-
76 rentanpor los // que suelen interesarse en impedirlas
or propia comodidad, poster ando la 0fITidad pública\
.e rano, :iPo-rlo cual se transferirán todos los orna-
tos de a ig esia, tomando con asistencia del cura razón
~ áe los-Y- atándose con igual formalidad la entre~a
J.f ,4._J'h.y acelerand~ las diligencias para fa venta de las tieri:asJ
~ ../'~~{ que resu an vac~~es co_p.el fin de que e • Erario ingr~
,, ~(Z,~ ~,fl: su producto y de que no quedándoles esperanza a los J
~ v("-.f' m 10s e permanecer e!;_ ell~ a•b_racen el partid2_ de )
~~-.\r,1-.,-J radicarse donde fueren trasladad~
~~ <:;Y'J!;._ ~ª1:ªello. conviene igual~ente. celar y ten:,rjórdf::~
~,.,,.v<;~i ·antici atlas ara que cualquiera maio que se ausentare
t. '<,(J_\.í)'J' o hiciere fuga a otro como acostumbran, abandonando
~-v- (,l.., sus familias para vivir en libertad, se le recoja y resti-
. .f\?:} tuya al pueblo de su-· naturaleza o asi nación, donde
' ~,,!,.p. cumpla sus obli-gaciones y viva cristianq__y civil~_te,
~ ?11;; /cuyo cuidado debe ser siem];1re recíproco entre los corre·-
', -..,¡ gidores, para que conociendo los indios que no han de
~ "-,.n eñcoñtrar abrigo en sus fugas, cada uno se aplique en
x.i su pueblo al trabajo.
- f:,rre ladosasí los pueblos que deben quedar en el
l1)( istrito~ue se dem"'a.rcase al corregimiento, se dispondrá
un diseño -que manifieste su situación dé' las parro-
_.:f° quias, villas o cm a es con la distancia que entre sí
~ '\:½ ~ ...,\,) tttv~manifestando los confines de los corregimien::-
'-1 v, ...---..,,;..-- - --- -
~.,¡-1" os con iguos y se formará un extra~to separado que en
~~ ~½- reve presente a la vista todo el estado del corregimiento
1l 77 Y o -traoajado paE_asu // arreglo en la visita, diciendo
~ t ~~ el número e pueblos, el de.,gidios y su tasa y el importe
j'<?qri:,._ total de su tributo, con distinción de ef.ectos en que lo
.f""" pagan, el temperamento de ellos y frutos que se cultivan,
como también los lugares de españoles, número de al-
mas y cabéza de. ?amilias con un breve epígrafe -de -fas
dificultades y fragosidades de sus caminos, tránsitos .°::/
rios que los fecundan. -
Todavía este arreglo no es bastante para perfeccionar
la importante obra de la visita. Requiérese también
que en lo toca·nte a indios se les reparta la tierra de su
resguardo con toda equidad, advirtiéndoles los-estrechos
encargos con que las leyes quieren se les obligue a que
trabajen para su propio bien, desterrando la ociocidad
que es raíz de su miseria y que si inobedientes no se
dedican a su cultivo y labores del pais, dispondrá el
corregidor que se aproveche ( como efectivamente lo
practicará) para que su producto se reintegre al tributo
que es de su cargo.
Dirígese igualmente este pensamiento a que por estas.
o ortunos remedios se promueva la ind~stria y_jf,,ie¿;,-,
sólo se cultiven las materias primeras sino que se n-
viertan n los tejí os ordinarios<Íuesuelen labrar los
In IOS y gentes po res e camisetas, frezada"s;°lienzos,
mantas y semejantes, para lo quesiem~ se pueda
convendríaque e corregidor obligase a que se sembrase
una proporcionada cantidad y cada indio labrase a lo
menos una o más piezas de aquella especie que se acos-
78 tuiñ:braenel respectivo // pueblo, sin que por esto
impida que con inviolaible observancia se ejecute cada
. I año la roza o sementera de comunidac! par,a los fin~s
•yt- de la le .
• El fomento de la agricultura e industria no se ha
dé limitar a los indios sinopro.pagarse generalmente a
todos los habitadores de los lu ares como asuntos de
uen gobierno en que se interesa el"'"comercio y bien
universa del Reyno, y en esta inteligencia debe dirigir
sus providencias el visitador para su logro, acomodán-
1
~"'doles a las ci~stancia~ locales y a promover el culti-
t ·vo y manufacturas de cada país, prefiriendo el algodón
p.,-J'b ' por ia facilidad de s~a y labor, que tendrá mj¡lyor
, e~ ecié o7ducido hilo- srse ~rifi<!a'°el
establecimient de aldun fábrica esta ca ital y con
él ~e sus ihos icios. Siendo verosímil que a poca
aíligencia se descubran diferentes tintes de que hasta
ahora se carece 1'·qué la experiencia resente nuevos
ramos de industria en .unos· paises tan fecund~ pero al
J. , mismo tie!!l,Po •riec!esitados del pulimento de! árte y
Y\ ápli~s ihabºtaclor~
. - ebera tam ien e visita orcomo a objeto de primera
atención observar todo lo' que estimare conducente para
facilitar y mejo~ la a¡l'!!inistra~ de ·usticia en el
• distrito de sucorregimiynto y si ara su logro, recauda-
.,.-----------~- .,,.
97
 ción de tributos y demás se necesita de algun teniente
que e sirva de auxilió para ·e1 desempeño dél minisfé-
79 no, procurando ·evitar su multiplicidad y //que sÜ resi-
• dencia sea en el lugar más .proporcioÜado y conducente
l al lleno de estas intenciones. 1gl la inteU@ncia de 9,ue
se ha de ecorrer / a ·urisdicción frecuentemente, )10 sólo
para , ue se recauden los trirbutos,excitai'.;.do-; los indios
~bajo, sino prmcipalmente con el fin de que se lle-
ven a efecto lasj:,rOVideñcias dadas yñO se desmaye en
su otrser~an~~Q_o rfuiedi~en lo~_se notare
decadencia y promoviendo lo ue hubiese surtido él
desea o ef.eéto, ya en lo concerniente al buen gobTurno
y- abilidad del distrito, ya también en el castigo a los
delin~s y cor.tar los pleitos y discordia's°qu-; tanto
~..!\ daño causan a la"°"República.
~..,;::==...:~~ - ornato decente y ser necesario para su subsistencia un
Ultimamente, en todo lo que ocurra y no fuere expre-
samente prevenido, procurará acomodarse al espíritu
de su co~n y proceder conforme ·urisáíéción
ordinaria y facultades que goza, omitiendo consultar lo
\ que por sí mismo pueda ejecutar, ni proponer dudas
que no sean bíéñ:füñdadasy con la debida clªridad y
·expresión de su propio díctámen, auxiliadO---d~--la ·c~~a
,,L( p~ e y práct!CC) con~imiento. Santa Fe y agosto
diez y nueve de mil setecientos setenta seis. -¡ ?--t---f,
DOCTOR DON F1RANCI•SCO ANTONIO MORENO.
Decreto de Santa Fe, veinte y seis de agosto de mil
aprobación de setecientos setenta y seis.
la antecedte Apruébase la antecedente Instrucción
instrucn para la visita y numeración de pueblos,
la que se una a los autos del asunto,
Y para que se verifique en todas sus partes se entre-
gará un ejemplar a todo el que cometa dicha visita,
80 remitiéndosele de contado al col /rregidor interino de
Tunja, a quien se ha encargado la de aquella provincia
Y entregándose airo al Doctor San Miguel para que no
obstante haber demarcado ya los límites del corregi-
miento de Mompox a donde está destinado cuando eje-
cute la visita que debe hacer de su corregimiento, según
las instrucciones nuevamente formadas, se arregle en lo
que juzgare oportuno a esta Instrucción, particularmente
para lo que es reunión de pueblos menores de los indios.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Representn Excelentísimo senor:
de DnJph. Lo arduo de la comisión de visita de esta
Maria provincia confiada a mi limitado talento y
Campuzo las graves dudas que para la resolución de
algunos puntos me ocurren, hacen indis-
pensable la repetición de mis consultas a la superior
justificación de V. excelencia, en cuya determinación
vinculo mis aciertos.
Los pueblos de indios que existen en la dilatada
provincia de este corregimiento los tengo hecho presente
a V. excelencia· en la demarcación que formé en la pa-
rroquia de Tequia; hay muchos de ellos que aunqu¡¡i
tienen de ochenta a cien indios de macana contemplo
necesaria su demolición, ya porque no tienen i-glesia y
crecido desembolso del Real Erario para la construcción
de ellas, lo que no es capaz de repararse en muchos
años con el producido de los tributos, pues están en
tal atraso los cobros que hoy con lo:;¡ sínodos de los
curas no se cubren, o ya por la multitud de vecinos es-
8.1 pañoles radicados y establecidos en los asientos / / y
• tierras de algunos pueblos, cuya expulsión contemplo
imposible, así por su numerosidad como por no tener
tierras en donde establecerse, lo que no acaece a los
indios, pues siempre se trasladarán a igual tempera-
mento y les he de procurar proporcionar de los mejores
resguardos por su radicación, de lo que resulta con
ventajoso ingreso a la Real Hacienda en la crecida suma
de pesos del producto de los resguardos vendidos, alhorro
de estipendios de los· doctrineros y de los crecidos gas-
tos en construcción y reparos de iglesias, sumo beneficio
a los indios, pues unidos en pueblos numerosos y sepa-
rados de los vecinos, desde luego se dedicaran entera-
mente al trabajo del campo y se abstendrán de la
continuada embriad1ez que fomentan en los pueblos
vecinos de color, y al mismo tiempo lograrán éstos el
vincular su subsistencia con tierra propia, lo que como
tal, con infatiga,ble anhelo cultivarán y será crecido
el fomento de la agricultura en esta provincia y muchos
los lugares· de vecinos españoles que se fundarán, y con-
ceptuándome sin facultad para determinar en estos
asuntos y al mismo tiempo temiendo el que los clamores
de algunos párrocos que precisamente han de quedar
incongruos, molesten lp superior atención de V. exce-
lencia o por sí o por mfdio de sus indios, declamando por

98 99
 injustas las providencias que tomare, en esta virtud
lo hago presente a la elevada comprensión de V. Exa
para-que se digne preceptuar-me lo que en los referidos
asuntos debo ejecutar.
82 Pueblo de Tópaga, once de mayo de // mil setecientos
setenta y siete.
Jose Maria Campuzano y Lanz.
Vista del Excelentísimo Señor.
sr fiscal E-1fiscal dice:
Que no siendo facil dar una regla general que
abrace asentadamente los casos particulares en que las
circunstancias puedan obligar a variar de concepto, tam-
poco puede expedirse resolución decisiva de esta consul-
ta, en que convendrá se prevenga al corregidor de Tunja
que, por lo regular, siempre que el pueblo llegase al
número de. ochenta o cien indios tributarios, procure
omitir su traslación y que si en algunos fuesen tan gra-
.ves las causas que obliguen a ella, formalice expediente
en que se justifiquen las razones de necesidad y utilidad
pública y de los mismos indios, después de la cuai re-·
quiere su consentimiento y dé cuenta a este superior
gobierno para que en su vista pueda dars·e oportuna
providencia en justicia. Santa Fe y mayo diez y siete
de mil setecientos setenta y siete.
Moreno.
Decreto Santa Fe, veinte y dos de mayo de mil sete-
cientos setenta y siete.
Prevéngase al corregidor de Tunja, en respuesta a su
consulta, se arregle a lo expuesto por el señor fiscal
en su antecedente vista, ·y únase al expediente de su
asunto.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Junta GnI En la ciudad de Santa Fe, a seis de sep-
de Tribuns tiembre de mil setecientos setenta y seis:
Convocados Junta General de tribunales en
una de las salas del palacio de esta Corte, ' subsistencia y que no pu,ede agregarse a Tunja ni a
[Nota del editor: asistieron los mismos citados en
f. 62.]
se propuso por el excelentísimo señor virrey ser
importante y necesario que a consecuencia de las pro-
100
videncias dadas para -el arreglo de corregimientos se de-
liberase el método y modo más acertado de verificarlo
en el territorio restante despues de la demarcación, que
por la parte de Pamplona se diese al de la provincia de
Tunja, y haibiéndose reflexionado con lo expuesto por
el señor fiscal, que para el mejor acierto en la resolución
se necesitan individuales noticias de las distancias y
tránsito de aquellos territorios, ya por los confines del
gobierno de Santa Marta, por lo que pueda importar
que Ocaña y su jurisdicción se agr-egue al corregimiento
que hubiese de erigirse en Pamplona, ya por lo concer-
niente al distrito del gobierno de Girón, que por ser
tan reducido conviene extinguirse, o que cuando esto
no sea posible· se le aumente territorio proporcionado,
84 con la agregación de la villa de San Gil y Socorro, / /
ya finalmente por la parte del gobierno de Maracaibo,
en que se reconocen las ciudades de Mérida, la Grita
y Barinas, con diferentes .pueblos de indios, para cuyo
mejor gobierno y buena administración de justicia se
requiere examinar si podrá verificarse sin aumento de
nuevo corregimiento que se ha de procurar evitar,
cuando la. necesidad no obligue a ello, y en caso de ser
indispensable se debe demarcar su territorio con seña-
lamiento de linderos permanentes y. expresión de las
ciudades, villas,. pueblos o lugares que convenga incluír
en su distrito, para todo lo cual a.cordaron uniforme-
mente:
Se comunique orden al teniente de Pamplona, Don
Joaquín de Fondevila y a Don Pedro Agustín de Peralta,
para que poniéndose de acuerdo con Don José María
Campuzano, corregidor de Tunja, sobre la línea que ha
de dividir su distrito del nuevo corregimiento que se
erigiese en Pamplona, procedan sucesivamE:!nte a infor-
mar con claridad y prolija especificación sobre los demás
puntos que van insinuados, exponiendo la demarcación
que co_nvendrá darse por los restantes costados, y si en
el evento de ser inexcusable establecer corregimiento
de la parte de Maracafüo, será más conveniente que se
fije en Merida o en. Barinas, e igualmente el territorio
que podrá agregarse a Girón en caso d-~ser precisa su
85 Pamplona, sobre cuyo último punto // deberá también
informar el citado Don J,osé María Campuzano en inte-
ligen~ia de que en los ~~formes se ha de incluír lista de
todas p,oblaciones y so/ distanc;ia para i.a _falta que se
101
 padece de esta precisa noticia para la acertada rnso-
lución.
Continuando en el logro de esta importante empresa
y volviendo la vista y el discurso al distrito del corre-
gimiento de la ciudad de Mariquita, siguiendo el rio de
la Magdalena (que será la línea del corregimiento de
Santa Fe) y considerando por una parte todo lo respec-
tivo al gobierno de Neyva hasta confinar con el de
Popayán y otra la fragosa montaña que intermedia de
!bagué a Cartago y territorio de las cuatro ciudades
y la concerniente a la Vega de Supía por medio de la
más oportuna demarcación logren ser atendidos en jus-
ticia por los jueces teniendo estos facultad de acudir
oportunamente a ello sin que se multipliquen inútilmen-
te, acordaron que el actual gobernador de Neyva como
que en lo presente reside en esta ciudad, informe cir-
cunstanciadamente sobre todo y que se libre orden al
gobernador de Popayán para que igualmente lo verifique
y también al teniente de !bague, Don Ignacio Buena-
ventura, con prevención de que lo ejecuten, expresando
las distancias y dificultades que por los tránsitos puedan
ocasionar los ríos o montañas, sin omitir circunstancia
que <::onsideren digna de noticia, para que recaiga sobre
todo la más adecuada providencia, a cuyo efecto no se
omitirá soli'Citar otros informes sobre el asunto de su-
jetos inteligentes y celosos del Real servicio, que puedan
86 darlos en esta capital, en sus // inmediaciones como
convendrá lo verifique Don José Armero, reservando
en vista de todo tomar la resolución que convenga.
Con lo que se conformó su excelencia y se concluyó
esta Junta, rubricándola con los demás señores, por ante
mi, de que lo certifico.
Está rubricada.
Ante mí, Doctor Nicolas Prieto Davila.
Concuerda este traslado con su original del libro de
ella, de donde se sacó, corrigio y concerto, esta cierto
y verdadero a que me remito. Y para que conste por el
expediente en las diligas que por lo respectivo al co-
rregimiento de Mariquita y demás lugares que com-
prende la segunda parte de la determinación que consta
en la superior Junta general de tribunales, se han prac-
ticado y queden separadas de las respectivas a los otros
corregimientos de las ciudades de Tunja, Pamplona,
Merida y Gobierno de Girón. Yo el infras<::rito escribano
102
de gobierno hice sacar el presente y lo firmó en Santa
Fe, a tres de octubre de mil setecientos setenta y seis
años.
Doctor Nicolas Prieto Davila.
Informe he- Excelentísimo señor:
cho por Dn Po- Uniendo el deseo de obedecer los su-
licarpo Fernan- periores mandatos con la fuerza del
dez como Govr que me obliga a informar el ánimo de
deNeyva V. Exa. y V. S. S. de las circunstancias
que por lo relativo a la gobernación de
Neiva se apetecieron tener presente en la Junta de seis
de septiembre del corriente año para reglar la importan-
te -empresa de que se trató en ella, me expongo a llenar
el precepto, desconfiando no poco de la verdad de las
noticias acumuladas, ya porque el corto tiempo que en
ésta a mi cuidado no me ha permitido sino visi//tar una
87 sola parte, y ya porque las relaciones que he tomado de
los sujetos que he considerado más expertos y prácticos
en el país no puedo persuadirlas con crédito de mi propio
conocimiento.
Bajo este concepto diré: Que la jurisdicción de Neiva
se descierne de las de Tocayma en la quebrada nomi-
nada de Batatas, desde la cual sigue el camino real
para Neiva a orillas del rio de la Magdalena, quedando
éste a la derecha. Y a distancia de cinco leguas en el
otro lado del rio se halla situada la villa de la Purifi-
cación, a la que se llega pasando las quebradas siguien-
tes: las Yeguas; la Pichioha; la Barrialosa; Agua-blanca;
Quebrada Honda; los Pozuelos; el Consuelo; el Tigre;
La Arenosa y el Contadero.
A dos leguas de distancia de Purificación se halla
una población de al,gunos vecinos llamado el sitio de
Padro (sic), que es yiceparroquia de la villa de Puri-
ficación, y antes cie llegar a él se encuentran estas
quebradas:
Monterralo; la Mata; Chenchito; y el Papayal.
A las cercanías de este sitio hay un rio que tiene el
mismo nombre de Prado, el cual se pasa para ir a
Neiva y en tiempo de lluvias tiene barqueta. Sobre la
izquierda de esta población de Prado, a distancia de
diez leguas, está situada la parroquia del Páramo de
Nuestra Señora de los Dolores y a distancia de catorce
leguas la de .A.pujarrir, cuyos caminos en todos sus
vecindarios se relacioip ser fragosos, aunque tiene al-
103
 ~unos potreros y tierras trafica,bles a distancia de diez
leguas y es interminable por lo restante.
Siguiendo la derrota desde el sitio de Prado se hallan
estas quebradas: Ata; Tortugas;. el Salado; Señorias;
88 Yavi; las Damas; Pooharco; el Jagual; los // Angeles
y Mercadillo, cuyo nombre también tienen tres que-
bradas que b_añan el terreno de un cuarto de legua con
el mismo nombre, y pasadas estas que-
,:,Este pertene- bradas hay uri pedazo de camino•:- en
ce al corregi- donde facilmente ruedan las caballerías
miento de Na- hasta parar en el rio de la Magdalena.
tag,aima Acabado este mal paso se encuentran
_ las quebradas de Anarco; la de San
Juan; la de los Gutiér-rez y el rio de Cabrera, que siem-
pr~ tiene barqueta y rara vez da vado. Aquí se termina
la jurisdicción de la villa de la Purificación y hasta este
lugar desde Prado habrá diez leguas, poco más o menos.
Comienzan la<stierras de la hacienda de Villavieja y
jurisdicción de Neiva, por lo que la capilla de esta ha-
cienda, que está en la cercanía del rio de la Magdalena,
sirve de Viceparroquia de Neiva. Y en el espacio de
doce leguas, poco más o menos, que tiene el camino
real en estas tierras, se pasan las quebradas siguientes:
el T.otumo; Tatagua; Servetana; Las Lajas; el rio de
Villavieja, que en las inundaciones suel_e detener; que-
brada de Bateas; la Arenosa y el Aceite, donde remata
la hacienda. Sigue después el rio de Fortalecillas, la
quebrada del Caimán, el Venado y las Ceibas que no
da paso en. el invierno. Y a muy corta distancia, en las
o_rillas del rio de la Magdalena, está la ciudad de Neiva,
distante del rio de Fortalecillas poco más o menos de
dos leguas.
En el contorno de esta ciudad se hallan los pueblos
de indios:
El Caguan, que distará dos leguas.
San Antonio, a distancia de tres leguas
Y Otaz a siete leguas de distancia.
En la parte opuesta del rio de la Magdalena se hallan
el Hobo, Yquira / / Retiro y N ataga, que distarán del
89
rio poco más o menos de once leguas, si no es el último
que distará veinte, y .todos siete pueblos de indios están
dentro de la jurisdicción de la ciudad de Neiva, perte-
necientes al corregimien_to de los Paeces de que estoy
encargado.
104
Tomando en Neiva el camino para la ciudad de la
Plata, se pasan los rios y quebradas cuyos nombres
son estos:
Rio del Oro; quebrada Arenosa; Rio Frio; Rio de Neiva;
La Ciénaga; El Hobo; Pescador; La Herradura; La Gua-
zinilla; el Ancón y luego se vuelve a pasar el rio de la
Magdalena, cuyo paso llaman de Domingo Arias, a doce
leguas de distancia de Neiva, cuya jurisdicción deslinda
de la villa de Timaná, hasta la cual habrá ocho leguas,
por cuyo intermedio corren las quebradas siguientes:
El Mene; el Salero; Hatonuevo; el Motilón, que en tiem-
po de lluvias no da vado; la Avería y Paycol, donde
se termina la jurisdicción de Timaná con la viceparro-
quia de la hacienda de este sitio.
Prosigue el camino de Neyva para la ciudad de la
Plata, cuya jurisdicción comienza. En este camino se
pasan estas quebradas: Matanzas; Guazgalejo; Monte-
grande; el Pedregal; y el rio de la Plata hasta cuya ciu-
dad habrá cuatro leguas de camino quebrado y muy
incómodo, con las malezas de los Pazos. A el entrar a
esta ciudad está el rio de su nombre que se pasa por
un puente de guaduas, bastantemente peligroso, que
sólo sirve para las gentes, padeciendo los comerciantes
gran demora en su tránsito por ser necesario pasar los
intereses a hombros de peones y exponer las caballerías
90 a un peligroso // nado, perdiendo muchas veces el
puerto de la salida por el rápido arrebatamiento de la
agua y la abundancia de piedras que no permiten bar-
quetas. Cuyos riesgos y peligros tan manifiestos me
movieron a esforzar a los vecinos, proponiéndoles el
proyecto de la construcción de un puente estable cuyo
pasaje pag-arían muy gustosos los comerciantes por
borrarse de tantos peligros a que estan expuestos en
su paso. Pero no han consentido en su construcción, sin
embargo de haberle~ disuelto las dificultades que me
propusieren y haberles .persuadido quedarían más se-
guros y adelantados los propios de la ciudad que están
fincados en el débil y costoso puente de guaduas, lo
que pongo en consideración de V. excelencia y V. S. S.
para que se dignen tomar las providencias que demanda
una obra tan del público.
A esta ciudad de la Plata está agregada una parcia-
lidad de indios que nombran Anaconas, pertenecientes
al corregimiento de lo~{_Paeces, y en la jurisdicción de
dicha ciudades (sic) hp tres pueblos que son San An-
105
 drés y Santa Bárbara, a distancia de media legua y el
Pedregal tres leguas, los dos primeros los administra
el cura de la Plata y son pertenecientes a la gobernación
y el último al corregimiento, el cual tiene su propio
cura. Y tomando en esta ciudad el camino para Popa-
yán, termina la jurisdicción del gobierno en Rio Negro,
antes del que en la falda de una peña se anda con el
peligro de despeñarse al rio de Paez, no sólo por la ra-
zón de la Ladera (así se llama) sino por lo estrecho del
rastro, que sólo uno puede pasar, otro poco menos pe-
lig•roso se halla pasada a corta distancia la quebrada de
91 Bue/ /nos Aires a cuya inmediación está el pueblo de
indios del Pedregal, por cuya plaza va el camino real,
su situación es sobre un cerro desde donde se mira el
Rio Negro que divide las gobernaciones de Neiva y Po-
payán y podrá la distancia de la Plata a este sitio
medirse con seis leguas.
El gobierno eclesiástico de la villa de Timaná y ciu-
dad de la Plata es del obispado de Popayán a donde
tambien tocan los pueblos del terreno y jurisdicción
de ellas. La villa de Timaná, cuya situación es entre
unos cerros a la izquierda del rio de la Magdalena, por
cuya una y otra parte extiende su jurisdicción, tiene
en ella los pueblos de indios: Jagua, que está a la iz-
quierda de la Magdalena, el Naranjal y el Pital, y a la
deredha del mismo rio está este último, desde donde en-
caminando para la P.lata por el camino real por Paycol
se gastan tres días. Pero se puede ir en un día por una
montaña bastante penosa por no estar :traficada, en don-
de se disputan los linderos de las jurisdicciones de los
cabildos de Timaná y la Plata, por lo que no pueda
estimularse a estos ca,bildos a que compongan lo que a
cada uno le toca de este camino, a menos que no se pon-
gan acordes, lo que logrado se propordonan muchas
utilidades al comercio público.
Hasta aquí ha caminado mi relación, con la vista en
gran parte por un costado del rio de la Magdalena, y
tomando a la villa de la Purificación por el otro costado
de la Magdalena, se termina la jurisdicción de esta villa
en el rio de Saldaña, que la divide de la jurisdicción de
la ciudad de !bagué, y habrá de distancia de la villa
92 a // Saldaña cuatro Leguas; marchando de Saldaña ha-
cia ar,riba antes del pueblo de Coyaima esta el rio de
Chenche, encontrándose después el pueblo de ·Ataco y
siguiendo la Magdalena arriba el pueblo de Natagayma,
106
cuyos pueblos aunque están situados en el riñón de
terreno de Neiva pertenecen al corregimiento de Co-
yayma que tiene su corr,egidor independiente de mi
jurisdicción. Y continuando el camino rio arriba a dis-
tancia -de diez leguas desde Natagayma está poblada la
parroquia de Aype, s01bre cuya derecha está el sitio de
los órganos, habitado de una parcialidad de indios cuyos
tributos se incorporan con los del Retiro; este sitio o
tierras de los origs es de una capellanía, aunque con
este nombre corren tamb1én las tierras realengas por
donde confina la jurisdicción de Popayán. Los indios
que habitan las tierras de Capellanías se hallan sin cura
po:rique no hacen pueblo formal sino que pertenecen di-
vididamente a algunos de los de mi encargo.
Entre la villa de Purificación y la parroquia de Aype
corren las aguas con estos nombres: Rio de Ylarco;
Gua"guarco; Noturco; Nanusco; Natagayma; Anchique;
Pacande; Zancudo y Yaco. El rio de Pata y el de Aype
y desde aquí a la Plata el Baohe; Peñablanca; Palogrnn-
de; San Miguel; Fune; Guagua; Charcolargo; el Totu-
mo· el Nilo· Almorzadero; San Juan y el Retiro hasta
do~de desd~ la Purificación habrá veinte leguas. A la
izquierda del rio de la Mag//dalena estan la parroquia
93
y minas de Yaguara, distantes del Retiro dos leguas, Y
tomando la derecha a cuatro leguas está el pueblo de
Yguira, luego se encuentra la parroquia de Carnicería,
a derecha de seis leguas sobre cuya distancia en la cima
de unos cerros, a dis·tancia de cuatro leguas está el pue-
blo de N ata·ga, cuyas tierras se terminan en un rio
llamado Rio Negro.
De el pueblo de lquirn hasta la Plata se pasan las
quebradas siguientes: el Callejón, Río de lquira; la
Guandinosita; Espinal; Quebrada Grande y el Rio de
Paez, que se une con el de la Magdalena.
Es cuanto puedo riohcia,r a la atención de V. excelencia
y V. S. S. en cumplimiento del superior precepto para
que se tenga presente si conduciere a los otros fines de
la empresa y con vista deliberen V. Exa. y V. S. S. las
providencias más útiles al bien común.
Santa Fe, octubre tres de mil setecientos setenta y seis.
Exmo. señor y demas señores de la Junta.
Policarpo Fernández.
J
107
 /nformede Excelentísimo señor y Señores de la Junta:
DnJph En cumplimiento del superior orden de V.
Mesa.y Ar- excelencia y V. S. S. en que se manda in-
mero. forme sobre la demarcación cómoda que se
le podrá asignar al corregimiento de Ma-
riquita en su nuevo establecimiento, diré lo que me
parece conveniente para lograr el fin según lo que mi
conocimiento alcanza, para lo que digo que la ciudad
94 de Mariquita se halla al pie de una gran se/ /rranía de
mucho grueso y toda desierta, la jurisdicción principia-
rá desde el nacimiento de los ríos que salen de ella y
desaguan en el rio grande de la Magdalena del otro lado
de dicha serranfa es la gobernación de Popayán; por el
llano llegará hasta el rio de Saldaña como ha sido hasta
lo presente y bajando por dicho rio de la Magdalena,
todo lo que queda a la izquierda será del corregimiento
hasta el puerto que llaman de Ohaguaní que está a la
derecha, bajando la Magdalena a donde pasará la dicha
jurisdicción del corregimiento y subiendo por la quebrada
de dicho Chaguaní y después de la quebrada el camino
real y s·erá jurisdicción a la mano derecha de la ciudad de
96
Tocaima y a la izquierda de dicho corregimiento hasta
la quebrada que se pasa antes de llegar a la venta del
Aserradero, viniendo de la villa de Honda a esta capital,
en cuyo terreno se halla la villa de Sn Miguel de las
Guaduas, los sitios de la Villeta, Sazaima, Nocayma y
Quebrada Negra y dos pueblos de indios nombrados San
Juan de la Vega y Nocayma; con dicha jurisdicción de
las Guaduas linda por un lado la de la ciudad de la
Palma, en la que se contienen los pueblos de Topaypí,
l\l!urca, la Peña y Yayupí con su feligresado de españo-
les Y mulatos; dicha ciudad de la Palma confina con la
de la Santísima Trinidad de Muzo que pertenece al co-
rregimiento de Tunja. Desde dicho puerto de Chaguaní
sigue dicho corregimiento rio de la Magdalena // abajo
95
por una y otra banda ·hasta el sitio de San Bartolome
y su jursid 0 n ordinaria, hasta encontrar con la de la
ciudad de los Remedios, que ésta pertenece al gobierno
de Antioquia, y la cumbre de la serranía que es la mis-
ma que sigue de Mariquita para arriba puede quedar
para dicho corregimiento; en ambas márgenes de dicho
rio de la Magdalena abajo de Honda se halla el curato
de San Antonio de Guarumo, que lo más de su feligre-
sado son mulatos y negros.
108
Desde dicha ciudad de Mariquita se trafica el camino
llamado de Herbé, por el que se va a la ciudad de Arma
y de ella a la provª de Antioquia; la jurisdicción de
Mariquita por este camino puede llegar hasta un sitio
desierto que llaman las doctrinas, con lo que esta con-
cluída la vuelta a la jurisdicción.
Por dicho camino del monte de Her,bé se va tambien
a la Vega de Supía, la que se halla del otro lado del rio
de Cauca, el que se pasa por un paso que llaman de
Velasquez, para lo que hay barqueta; dicho pueblo de
la Vega de Supía [tiene] un sitio agregado que llaman
Sevilla y otros pueblos en los que con los indios viven
españoles y otras gentes; pertenecen a la ciudad de
Anserma y ésta al gobierno de Popayán, que están dis-
tantes y no lo está tanto con mucho la ciudad de Santia-
go de Arma a donde se podrían agregar y de este modo
pertenecerían al gobierno de Antioquia que está más
cerca que dicho Popayán, por cuyo medio las justicias
podrían administrarla mejor; la mencionada jurisdicción
de la Vega es digna de aten/ /ción por tener muchas
minas de vetas de oro y especialmente los que llaman
del Marmato. Y de este modo desde el paraje dicho de
las doctrinas principiaba la jurisdicción de Arma Y
Antioquia y por Cauca arriba se tomaba la distancia que
hay hasta las ciudades de Anserma y Cartago desde la
dicha de Santiago de Arma, el que no nombro por no
tener conocimiento.
La ciudad de Tocayma tiene mucha jurisdicción del
otro lado del rio de la Magdalena, la que en esta nueva
planta se le quita y se reparti-rá a la ciudad de Mari-
quita hasta el rio de Alvarado y desde dicho rio hasta
el mencionado de Saldaña se le aplicará a la ciudad de
!bagué; a la ciudad de Mariquita se le quitará la juris-
dicción que tiene a esta banda de acá del rio de la
Magdalena que llarh~n Ohapayma, Laderas y Acero, lo
que se podrá agregar a la villa de Guaduas cuyos jueces
podrán más cómodamente administrar justicia, y dicha
villa de Guaduas, con sus términos como está dicho, per-
tenecerá como está dicho al corregimiento de Mariquita.
El camino que principia en Honda hasta el rio de Sal-
daña, que es y será el término del corregimiento, es
bueno, casi llano, tanteo será de cuarenta leguas; hay
que vadear cosa de diez rios, algunos grandes y para
cuando sus crecientes ¡·mpidan el vadear se puede en-
,
cargar a las dos ciud des de Mariquita e !bagué que
109
 cada una en su distrito cuide que haya barquetas en Terreno añadido
qué pasar, en los que se puedan poner en el camino, o
lo más cierto que las corrientes permitan para facilitar A más de lo que comprende la provª de este gobier-
el tránsito y excusar averías al comercio de Popayán y no del rio Gualí que está por medio del norte del
97 demás que pasa .por dicho / / camino. Esta es- a mi en- curato de Bocaneme y ciudad de Mariquita, hasta el río
tender la más estable y conveniente demarcación que Saldaña al sur, va añadido el mapa por esta parte la
podrá formarse, salvo el mejor acuerdo de V. excelen- jurisdicción y villa de Nuestra Senora de la Purifica-
cia Y V. S. S. y cuanto puedo producir en el asunto. ción del gobierno de Neiva que está situada entre los
J ose de Mesa y Armero. rios Saldaña y Magda,lena para arriba ha_sta el de Pata,
que escuadra al poniente la referida montaña de Quin-
Informe he- Excelentísimo Señor. dío. Su longitud de norte a sur de dicha villa al rio
cho por el Tente Señor: Pata, once leguas y cinco de latitud del levante al pue-
de gobernador Cumpliendo con los superiores órdenes blo de Ataco, en Saldaña para el poniente.
de lbaguéDn de V. excelencia de quince de octubre
Ignacio Nico- y Junta de tribunales de esta Corte de Extención de la Provª
lás Buenaven- seis de septiembre últimos sobre la
tura a el que erección de corregimiento de esta pro- El canon del rio de la Magdalena por levante que
aoomp 0 dos ma- vincia de Mariquita, con mi mayor baja de sur a norte y la cordillera de Quindío por el
pas. rendimiento, amor, al real servicio y poniente del medio día al septentrion forma su centro
causa pública, informo. Y para darme un valle de apacibles llanos con cortas quiebras que
a entender lo hago acompañando dos mapas que he for- forman la hondura de algunos de los rios y cerros que
mado según mi corto talento alcanza, demostrando lo descienden de la montaña, unas de montes y otras de
extensivo de esta provincia y parte de las de Neiva y pastos, formando ensenadas que por no confundir lo
Popayán. El primero de práctico conocimiento y el se- principal no se demuestra en el mapa. La que vierte
gundo por noticias adquiridas que especificaré, aunque veinte y cuatro copiosos rios y algunas quebradas que
sea molesto a la circunspección de V. Excelencia, y SS según la distancia de los poblaohos por donde pasan y
por no omitir circunstancias que contemple dignas de los que entran unos en otros y todos al de la Magdale-
noticia.
na, se conocen en dioho mapa y por sus nombres son
Longitud y latitud de la del tenor siguiente:
provincia de Mariquita
Rios Magdalena Pata Anohique Ohenohe
El primero comprende su longitud de norte a sur 99 Saldaña Amoyá Tetuán Peralonso
cuarenta y seis leguas comunes a cómputo prudente de Ortega Cucuana Luisa Cuello
uno a otro lugar de sus extremos. Siendo serranías lo
demás que hay a su confin para las cabeceras del rio Combeima ·ohipalo Alvarado China
Saldaña en la montaña de Quindío por el sur y poniente Totare Venadillo Rio Recio Guamo
y cincuenta leguas más o menos por serranía al presidio Bledos Lagunilla Sabandija Gualí
de Carare en el rio de la Magdalena al norte, en que
sólo hay en sus riveras algunas haciendas. Su latitud Siendo de embarcación la Magdalena y Saldaña; los
di;z leguas o poco más de este rio por levante, al lugar más caudalosos y rapidos, Amoya, Cuello, Rio Recio. y
mas remoto al pie de dicha sierra y diez y siete mas o Gualí; poco menos, Cucuana, Ohina y Totare y menores
98 menos de montaña de la misma cordillera del páramo los demás. De cálido temperamento, exceciendo (sic)
de Quindío al poniente.
cuanto se acerca al r~of de la Magdalena, templados los
inmediatos a la tierro/ y frío la montaña.

110 111
 Poblados de situación y distancia Gobiernos confinantes
con el de Mariquita

• 2 ciudades -Contiene el presente plano dos ciudades, Por levante, se previene por el superior decreto de V.
Mariquita dos villas, cinco parroquias, tres reales, Excelencia y SS'. delinie este corregimiento de Mariqui-
!bagué. quince viceparroquias, una capilla y nueve ta, el rio de la Magdalena con el de Santa Fe. Por el
2 villas pueblos, de que se listan al margen y en el
101 Sur lo hace el rio Saldaña, di,vidiéndole del gobierno
Honda mapa, en que se advierte la distancia de de Neiva. Por el poniente la serranía de la montaña de
Purificación
5 parroquias leguas que hay a Mariquita de cada uno. Quindío· con el de Popayán, aguas vertientes a uno Y
Marquetones Esta ciudad se halla situada al norte de la otro valle, desaguando las de Popayán al rio de Cauca,
oBocaneme otra, en la rivera del rio Gualí, de agua que pasa por la provincia de Antiaquia y se une al norte
Mina helada y cruda. Su temperamento algo cá- con el de la Magdalena abajo de Mompox. Por esta
Valle lido, húmedo y de fuerte sereno, cría mu- parte confina con el dioho Antioquia e ignoro la linea
Chaparral
Guamo chos cotos o hinchazones de garganta. que le divide.
3 reales La de !bagué, en· los márgenes que
Bocaneme o 100 hace la serranía de Quindío en la ca- Unión de terreno del
Marquetones becera de sus llanos, entre los rios gobierno de Nciva con el
Lajas Combeima y Chipalo, de agua suave y li- de Mariquita, su longi-
Santa Ana
gera, de templado temperamento, seco, mas tud y latitud.
. 15 · vic•e-parroqas frío que cálido, muy ameno y fértil. Al po--
Pauji
Tablazo niente de la Magdalena en el centro de la El s-egundo mapa de noticias adquiridas por no tener
Venadillo provincia, distando a los lugares- extremos práctico conocimiento mas que hasta la parroquia de
Vega veinte y tres leguas a norte y sur y diez al Aype, sigue (unido del mismo rio Pata hasta el cual
-Doyma levante. delinie el primero) por levante, rio de la Magd,alena
Espinal
Miraflores La villa de Honda, en la boca del rio para arriba a sus cabeceras en la cordillera del páramo
San Luis Gualí, que desagua por medio del poblado de Guanacas al sur, que forma costado al poniente Y
Cuira en el de la Magdalena, de calidísimo tempe- sigue excuadrando del medio día para el septentrion
Valle de las ramento, agua sana la de éste, tres leguas al por la cordillera del Quindío a la cabecera del rio Sal.-
Hermosas
Amoyá levante de Mariquita. daña, que desagua para levante en el rio de la Mag-
Retiro La de Purificación, situada en alto sobre dalena.
Guaduas la Magdalena, con alguna distancia para el De la parroquia de Aype que está poco más de tres
Saldaña uso de su agua por no haberla corriente en leguas arriba, a la boca del rio Pata del norte a la ciu-
Boca de Sal-
daña la villa, de calidísimo temperamento, a poco dad de la Plata que está entre sur y poniente, tiené de
1 Capilla más de veinte y cuatro leguas al sur de Ma- longitud treinta y siete leguas, siendo segun parece el
Buena vista riquita y diez y s-eis a !bagué. lugar más remoto del esta ciudad, dicha parroquia. Su
8 Pueblos [sic] De los demás poblados, parroquias y pue- latitud del pueblo de Nataga del poniente al rio de la
Guayabal blos se halla anotada la distancia que tiene Magdalena al Levante, quince leguas. Los pueblos de
Mendez a Mariquita, no teniendo unos de otros más
Caloya 102 Ynza, Gua/ /nacas y N ayme y los- quince de Paez no
Ambalema impedimento en tiempo de lluvias que el van con fijeza de terreno, ni cómputo de leguas por
Piedras paso de rios que median y lo molestoso de carecer de la correspondiente noticia, y por las adqui-
Cuello algunos tránsitos de camino. Que su actual ridas están en mayor latitud que Nat-aga a la Magdalena,
Coyaima
Ataco composición general de orden superior de a más de ésta hay la dicha ciudad para la cordillera de
Natagaima V. excelencia les hara apacibles. Guanacas y campos que se descubren de la quebrada
de Paycol, para el sur) dicha sierra.

112 113
 Terreno de la provincia de Por el levante corta el rio de la Magdalena la provin-
Popayán en el valle de Neyva cia de N eyva, por el sur y poniente el de Popayán, que
y el segregado dte éste para delinea la cordillera de la sierra de Guanacas y rios de
Mariquita Paez y Negro en el valle de Neyva. Y por el norte sigue
del río Pata al de Saldaña, que divide el de Mariquita
Donde se une el Río Negro con el de Paez que des- y queda concluido el segundo mapa.
aguan a levante en la Magdalena, forman una habra Segun parece de todo este valle unidos los terrenos
(sic) a dar a sus cabeceras y cordillera de Guanacas al que hay a latitud entre la cordillera de la serranía de
.poniente, en que hay la viceparroquia de Ytaibe y los la montaña de Guanacas y Quindío al rio de la Magda-
quince pueblos de Paez, perteneciente la jurisdicción a lena. Y a longitud, de la cabecera de este en dicha cor-
la ciudad de Caloto, situada al trastorno de la cordillera dillera en el sur hasta el pr-esidio de la angostura de
al poniente, que toca al gobierno de Po,payán. Carare o rio de Nare, que está algo arriba, en que pa-
Al de N ey,va pertenece el tocado en el primer mapa rece finaliza la jurisdicción de la villa de Honda, podrá
del rio Pata, entre el de la Magdalena y Saldaña, que oportunamente coro.poner dos corregimientos, uno el de
se unen en el norte que dividí por excuadrear aquel tern:0 . la Plata hasta el rio Pata, para no tener otro lugar en
su centro que pueda servir de cabecera que aquella
Poblados, situaciones y distancias ciudad, o agregándole la ciudad de Neyva y villa de
104 Timaná // que están al otro lado del rio_ d_e la Magda-
La ciudad de la Plata está situada a la rivera del rio lena. Otro del rio Pata al de Nare o pres1d10 de Carare
de su nombre, y su jurisdiccion del rio Paez del norte, que podrá ser el de Mariquita, y para· su capital ade-
por la quebrada de Paycol que le vierte a levante para cuado la ciudad de füagué como de temperamento be-
el sur a sus cabeceras y sierra de Guanacas. De esta nigno y estar en el centro de los poblados de su gobier1:10,
quebrada para levante al rio de la Magdalena, perte- lo que le hace oportuno a su manejo, o como meJor
nece a la jurisdicción de la villa de Timaná, que está parezca a la acertada resolución de la superioridad de
al otro lado de este rio. Y de el de Paez para abajo del de V. excelencia y V. S. S. Las cuatro ciudades de que se
la Magdalena hasta el de Pata sigue la jurisdicción de la hace mencion en el superior decreto citado, conocién-
ciudad de Neyva, situada tambien al otro lado de la Mag- dose por antonomasia las de Cartago, Anserma, Arma
103 dalena. La parroquia de Aype, que es// la más distante y Toro, están situadas en la provincia de Popayán, a
de la ciudad de la Plata se halla a orillas de la Magda- uno y otro lado del rio Cauca, mediando a ésta treinta
lena, entre los rios Bache y Aype, que desaguan en aquel. y cuatro leguas de serranía y montaña de Quindío, por
Las demás poblazones se descubre su posición en el mapa. lo que no parece aparente agregarse a esta nueva erec-
ción, ni la Vega de Supía por la misma razon. Salvo que
1 ciudad, de 7 pueblos Comprendiendo este valle en ju- V. EX:celencia y SS. le tengan por conveniente.
la Plata. Inzá risdicción del gobierno de Neyva Solicita de los curas del distrito explanado razón de
3. Parroqas Guanacas las almas que cada 'u'ho contiene y vecinos que incluyo,
Nayme una ciudad, tres parroquias, tres
Yaguara Pital viceparroquias y siete pueblos que lo que no se ha verificado como se apetecía y los que
Aype Retiro la han dado ha sido diminuta. Por lo que omito darla
Carnecerías sus nombres van marginales y sus
Yquira ocho ríos, excepto la viceparroquia con la individualidad que desea;ba, y ha sido causa de
3. Viceparroqs Nataga haber retardado el presente informe, siendo cuanto
Paycol de Ytaibe y quince pueblos de Paez
Hato de abajo del gobierno de Popayán, por ig- me ocurre.
Tune norar sus nombres. Nuestro señor guarde la importante vida de V. ex-
8 rios celencia muchos años, que este reino necesita. Lbagué,
-Magdalena Yaguara Gobiernos confinantes con enero veinte y occho de •mil setecientos setenta y siete.
:Vlata Bache
l>aez
Negro
Aype
Pata
el de Neyva
J
114 115
 Señor.
Ignacio Nicolás de Buenaventura.
Informe del Muy señor mio:
Teniente de Cali En vista del expediente de VS de
tres del corriente, y habiéndome cer-
105 ciorado de los límites de esta / / jurisdicción debo
decir q1:'le de esta ciudad al pueblo de RoldaniÚo hay
cuatro J_ornadas de camino, bastantemente fragoso así
por los ríos rápidos que hay en aquellas inmediacio-
nes como por lo trabajoso de dicho camino, eh cuyo
pueblo y sus· recintos hasta Río Frío y el Higuerón
se mantienen diferentes familias y habitadores en ha-
ciendas de campo y más tráficos que tienen para su
manutención. Cuya distancia imposibilita la adminis-
tración de justicia a los jueces ordinarios de esta
ciudad, no pudiendo suplir este defecto alcaldes de la
hermandad por la limitación de su jurisdicción. El
sitio del Salado y valle de Tocota es de competente
población Y sus habitadores en alguna comodidad está
distante de esta ciudad cerca de dos jornadas y c;mino
sumamente fragoso a causa de una montaña que tiene
en su inmediación que indispensablemente se ha de
pasar por ella, la que en tiempo de aguas se vuelve casi
intr~nsitable. El sitio de Jamundí, la Payla y el Estero,
cammo uno y otro de Popayán, dista una jornada de
esta ciudad, tienen dichos sitios abundancia de habita-
dores, aunque los de más de ellos gente pobre a ex-
cepción de tres o cuatro sujetos. Este camino ~e hace
bastantemente dificultoso su tránsit-o en tiempo de
aguas, así por lo cienegoso de él como por el rio nom-
brado de Jamundíl que suele echar crecientes que duran
muchos años. El sitio de la Herradura, el Yunde, se
halla. de la otra_ banda del río grande del Cauca, el que
1 06 ~or tiempo cuaJa su tránsito y en invierno / / los zan-
Jones imposibilitan el camino, distan de esta ciudad una
jornada Y ti~nen_ alguna copia de habitadores y de muy
~oc~ conveniencia. Es cuanto puedci _informar _a V. se-
~ona en el asunto, como el que en ésta ciudad se man-
tienen anuales dos alcaldes. ordinarios y dos de la Santa
Hermandad, no habiéndose nombrado pedáneos no
por,que ?º lo necesite el vecindario sino por ca;ecer
este cabildo de facultad para ello.
11.6
Nuestro señor guarde a V. S, ms años, Cali y diciembre
veinte y cuatro de mil setecientos setenta y seis.
B. la M. de VS. su más afecto y seguro servidor.
J ose Micolta.
Señor gobernador y comandante general, Don Jose
Ignacio Ortega.
Informe de los En la ciudad de Toro, en veinte y
Alces de Toro cuatro días del mes de diciembre de mil
setecientos setenta y seis años, el Doc-
tor Manuel Antonio de Lemos y Don Juan Manuel de
la Cuesta, alcaldes ordinarios en ella y su jurisdicción,
por el rey nuestro señor, dijimos:
Que en el último correo recibimos carta orden de S.
Señoría el señor Don Jose Ignacio Ortega, gobernador
y comandante general de la ciudad de Popayán y su-
perintendente de ella de la real casa de moneda, para
[que] informasemos circunstanciadamente sobre la de-
marcadón de esta jurisdicción, con especificación de
las poblaciones que en ella se comprenden, las distan-
cias y dificultades que se ofrezcan en sus tránsitos de
rios, o montañas, en cuya virtud, en obedecimiento de
lo preceptuado, hacemos la relación siguiente:
107 La jurisdicción que corresponde a esta ciudad se halla
medida por largo y tiene tres -leguas y veinte y siete
cuadras y por lo anoho, desde dicha ciudad que se halla
situada al pie de un cerro, del que comienzan las mon-
tañas que lindan con la provincia del Chocó, hasta un
rio grande que llaman de Cauéa, habrá de distancia
media legua dentro de los citados límites, se compren-
den tres poblaciones cortas. La una de San Francisco
de Hatillo y de ella a esta ciudad hay de distancia desde
la capilla que tiene pna legua y cuarenta cuadras, su
tránsito sin ningun impedimento, y sólo hay en su in-
termedio dos que,bradas muy cortas. La otra poblazón
que se nombra San Juan de Buyo Redondo, tiene su
capilla y de ella a esta dicha ciudad hay veinte y seis
cuadras, sin ningun embarazo su tránsito, y solo de por
medio la una de las dos antedichas quebradas. La ter-
cera poblazón dista de esta ciudad a ella una legua y
treinta y seis cuadras, la cual se nombra San Jose del
Hato de Lemos, lo que es de más crecido vecindario
que las antenominada9', hay en ella su capilla y se
mantiene un eclesiástiio que administra los santos sa-
117
 cramentos, su tránsito es apacible, con dos muy cortas
quebradas de por medio, que la una es la que linda con
esta ciudad, la enunciada jurisdicción, linda por la una
parte con la de la ciudad de Anserma, que su división
es en una quebrada que llaman de Ydunque, por la
otra tiene su límite un sitio que se nombra // el Por-
108 tachuelo grande. Por lo ancho llega hasta las márgenes
del referido rio de Cauca, que es la que divide la ju-
risdicción de la ciudad de Cartago, y por el otro lado
las dichas montañas confinantes a la provincia del
Chocó. Asi mismo, por lo que toca a lo Real, pertenece
a esta ciudad un valle nombrado Cajamarca, cuya dis-
tancia es de seis horas de tránsito, habiendo que tran-
sitar alguna parte por la jurisdicción de la ciudad de
Cali, que es la que comienza del ya situado Portachuelo
grande. En este dicho tránsito se encuentra una corta
montaña de cuatro o cinco cuadras, que en lo demas no
se ofrece ningun impedimento. En el dicho valle hay
un pueblo de trece indios trilbutarios y algunos vecinos,
fuera de los resguardos de dioho pueblo. Esta poblazón
por lo eclesiástico pertenece al cura del pueblo de Rdl-
danillo de la jurisdiccion de la citada ciudad de Cali.
Es cuanto en virtud del superior mandato y nuestro
obedecimiento podemos informar, quedando prontos a
ejecutar lo más que se nos preceptuase, por el cual así
lo proveimos y firmamos los dichos alcaldes ordinarios,
por ante nos, a falta de escribano público ni real.
110
D 0 r Manuel Antonio de Lemos
Juan Manuel de la Cuesta.
Otro Informe del Señor Gobernador
Tente de Cartago Señor:
Cumpliendo con la superior orden de
VS en carta decha tres de diciembre proximo pasado
para que informase circunstanciadamente con inclusión
de una lista de las poblaciones, jueces y demás asuntos
que expresa dicha orden, digo:
Que esta ciudad de Cartago, con toda su jurisdicción
que se extiende desde la quebrada de la Honda hasta
la montaña de Arma,· de norte a sur, // y de oriente a
109
poniente desde el páramo y montaña de Quindío hasta
el rio de Cauca, no contiene otros jueces que dos alcal-
des ordinarios, dos de la Santa Hermandad y dos pe-
dáneos, teniendo su residencia los dos primeros en esta
118
República y los cuatro últimos en el campo, dedicados
en sus respectivos sitios o lugares que abajo expondré.
Las poblaciones que esta citada comarca contiene son
las siguientes:
Primero, esta ciudad de Cartago, en la que habrá
poco más o menos cuatrocientos vecinos, con inclusión
de españoles, montañeses y pardos y algunos negros
libertos.
El sitio de Santa Ana, cerca de la orilla del Cauca,
que se reduce a una población bastante dispersa de cin-
cuenta vecinos pardos, con cinco españoles y algunos
montañeses, .cuya distancia a esta ciudad es de una legua
escasa, aunque el camino llano, limpio y sin algun
embarazo.
El sitio del Llano de Buga, a igual distancia y camino,
cuyos vecinos llegaran al número de treinta y de cali-
dad montañeses y pardos.
El sitio de Naranjo, camino real de esta ciudad para
la de Buga, y distante como cinco leguas, aunque la
tierra es quebrada y con algunos lodazales en tiempo
de aguas, pero sin mayor motivo de demora, tendrá
ciento cincuenta vecinos de calidad del próximo ante-
rior, y con algunos españoles, y aunque hay otros sitios
y lugarcitos comprendidos en dicho curato del Naranjo,
nominados los Micos, Potrerillo y la Honda, con distan-
cia uno de otro de a dos o tres leguas, no ofrecen el
menor obstáculo al caminante, por ser todo el país de
tierra llana / / aunque con arboleda de tierra ca-liente,
y sólo el zanjón o quebrada de los Micos detiene lo
mas del año, no por su caudal sino por su constitución
ensolvada y palizadas continuas.
Ultimamente contiene esta jurisdicción el pueblo de
los Cerritos, de naturales o indios, cuyo número con su
gobernador y alcalde llega a quince, y su asiento está
en la embocadura dM camino de dicha montaña de
Quindílo para Ibagué, distancia de esta ciudad una y
media legua de tierra llana, aunque con algunas subidas
y repechos, con el único embarazo del rio de la Vieja
que media entre él y esta ciudad, el cual tiene mediana
profundidad, .pues necesita para su tránsito el auxilio
de canoa.
El gobierno que -desde mucho tiempo a esta parte ob-
serva el Ilustre Cabildo ·de esta república es nombrar
sujetos idóneos .para el empleo de alc 5 de la Hermandad
y pedáneos que tenga ¡su vecindario en dichos sitios
119
 para que sus respectivos habitantes logren de juez
inmediato, de modo que en los sitios de Santa Ana y
Naranjo residen los jueces de la Hermandad, y en los
de Llano de Buga y Potrerillo los pedáneos.
La montaña de Quindío que cité y confina con la
jurisdicción de Iibagué, y aunque desierta y de fatigoso
tránsito, se está ahora abriendo con el mayor empeño y
todo -consta de cuenta de este vecindario, de orden su-
perior del Exmo. senor virrey actual.
1 1 1 Y la montaña de Arma o parte septentrional / / de
esta ciudad es enteramente sola, desierta e inutil por
no ser a propósito para transitar a la provincia de An-
tioquia, único fin de ella, por tener los pasajeros el
mayor camino, más firme y corriente por la jurisdicción
de Anserma.
Esta es la descrepción que de esta memorada ciudad
sus jueces, sus vecinos, jurisdicción, sitios y montañ~
he podido explanar sucintamente en observancia y cum-
plimiento de la superior orden de VS., a la cual si falta
alguna circunstancia, noticia o requisito que mi corto
talento no haya_ tenido presente, con nueva orden de
VS., lo expondré con la mayor brevedad.
Quedo, con mi debido respeto, a la Süpor obediencia
de VS. cuya importante vida felicita nuestro señor mu-
chos años. Cartago, y enero ocho de mil setecientos
setenta y siete.
Beso la mano a VS., su servidor
Miguel Jerónimo Granados.
Señor gobernador y comandante general Don José
Ignacio Ortega ..
Informe Excelentísimo Señor
d!elGov 0 r Señor:
de Popayan Para cumplir con lo mandado por la
superior Junta de tribunales en seis de
septiembre del año próximo pasado, comuniqué las res-
pect~vas órdenes a los tenientes respectivos, para que
mediante a estos tener la cosa presente, informasen
con la debida puntualidad y circunstanciadamente so-
bre los términos que comprende este gobierno terri-
torio de las cuatro ciudades, y lo convenient~ a la
Vega de Supía, y aunque lo han verificado los tenien-
tes de Cali, Buga y Cartago, como también los alcaldes
120
de la ciudad de Toro, hasta lo presente no lo han
112 hecho los alcaldes de la /-/ ciudad de Anserma, en
cuya jurisdicción esta la Vega de Supía, por lo que
remito a manos de V. Excelencia los informes corres-
pondientes a Cartago y territorio de las cuatro ciudades,
haciendo presente a V. Excelencia por lo que respecta
a la Vega de Supía que se halla distante de su cabeza
que -es Anserma, ocho días de camino fragoso, por lo
que suele estar allí un alcalde ordinario de la citada
ciudad de Anserma, y se nombra un alcalde pedáneo
para que administre su justicia en los pueblos comarca-
nos de la citada Vega, careciendo aquellos de ser aten-
didos en justicia por la dificultad que hay de que los
jueces ocurran oportunamente a su remedio por lo
intransitable de sus montañas y abundancia de rios
caudalosos, por lo que se ven precisados muchos repetir
sus clamores a este gobierno, y aunque se libren las
más estrechas providencias no suelen tener el efecto
deseado, y a veces no se halla sujeto a quién remitirlas,
pues con la coligación que tienen entre sí aquellos
vecinos se hacen infructuosos los -remedios que se de-
sean poner para el mejor arreglo de -aquel lugar, lo que
hago presente a V. Exa. para que en su virtud se con-
sigan los gloriosos fines a que aspira la superior Junta
de tribunales para alivio de los vasallos.
Dios nuestro Señor guarde la importante vida de V.
Excelencia los muchos años que este Reyno ha menester.
Popayán, y marzo diez y siete de mil setecientos setenta
y siete.
Excelentísimo señor.
Beso la mano de V. Excelencia, su atento súbdito y
servidor
113 José igna//cio Ortega
Exmo Señor virrey Don Manuel Antonio Florez.
DESCRIPCION de poblados con reflexión a la
superior Junta de tribunales de Santa Fe, celebra-
da en seis de septiembre de este año de mil sete-
cientos setenta y seis, para adquirir en el superior
gobierno las noticias conducentes a la erección
de corregimientos y por lo que a nosotros Don
Joaquín Fondevila y Don Pedro Agustín de Pe-
ralta en ella se not¡ manda la practiquemos en la
forma siguiente, eponiendo la distancia en días y
121
 horas, por no estar arreglados los caminos a leguas Bucaramanga, es pueblo o sitio más grande con tal
debiéndose entender con recuas o cargas, y que e 1~ que indios y muchos morad.ores blancos o libres de toda
la mitad menos lo andan los correos y peones de clase.
a pie, con el inconveniente que ocurre en tiempo Dias horas
de aguas o invernadas por la creciente de rios y SAN FAUSTINO. Ciudad. Confina su dis-
quebradas. trito con el de Pamplqna, villa de Sn. Cristó-
bal y montañas de indios motilones y de la
PAMPLONA, Ciudad, confina con montañas desiertas jurisdicción de la Grita por el un lado y por el
que se extienden a los Llanos de Casanare, con la pro- frente del Puente con montañas, sin haberse
vincia de Maracaybo, ciudades de San Faustino, Salazar decidido si pertenecen a Salazar, Ocaña o Ma-
Y San Juan Girón, provincia de Santa Marta y Tunja racaybo, dista de Pamplona 4
Y con las parroquias de Tequia y de San Miguel del co- Tiene el puerto llamado San Faustino, distante de la
rregimiento de Sogamoso. Consta Pamplona de los po- ciudad dos jornadas, desde donde s-e navega rio abajo a
blados siguientes: desembocar a la laguna de Maracaybo, cuatro días en
ria Boyante, uno y otro costado montañas de motilones
Dias horas
y el primer poblado, costeando la laguna, San Pedro
La parroquia de San J ose de Cúcuta, dista 3 distante de las bocas del rio tres horas de navegación,
Parroquia de Nra. Sra. del Rosario de Cúcuta 3 distrito de la ciudad de Gibraltar, que dista como ocho
Parroquia de Bochalema 1 6 horas por la misma laguna. Frente de dicho puerto,
Parroquia de Sepitá, cuatro 4 pasando el ria, se está fundando un poblado llamado San
Parroquia <le San Andres 3 Buenaventura, a que dió principio Don Sebastián José
Parroquia de Servitá 3 Guillén.
Parroquia de Nuestra Senara de la Concepon Dlas horas
de Servitá 3 SALAZAR. Ciudad. Co-nfina con Pamplona,
Esta ultima confina con Tequia
115
provincia de Santa Marta, o ciudad de Ocaña,
Parroquia de Nra. Sa del Rosario de Servitá 3 y montañas que extienden hasta la laguna de
Parroquia de Carcasí, todavía con algunos Maracaybo. Dista de Pamplona, 3
indios, confinando con el corregimiento de Y de Ocaña, en buen tiempo 7
Sogamoso 4
Tiene al norte montañas pobladas de indios motilones
114 El pueblo de Cúcuta 3
que confinan hasta la laguna de Maracaybo. Asi mismo
Pueblo de Ohinácota 1 6
tiene dos poblados, la parroquia de San Cayetano, poco
Pueblo de Ohopo 3
más de un día de distancia y la viceparroquia de San-
Pueblo del valle de Bateca 2
tiago, distante medio día con el nombre todavía de
Pueblo de Arboledas 2
pueblo de Santiago que era antes, pero hoy totalmente
Pueblo de Cácota de Velasco 6
extinguido.
Pueblo de Servitá 3 Días lloras
Pueblo de Carcasí en el nombre 4
Pueblo de Guaca 3 OCAÑA. Ciudad. Situada en la Prava de
Pueblo de Silos 1 6 Santa Marta, confina con jurisdicción de la
Res de minas de Betas Villa de Simitíl, rio Magdalena por medio,
Pueblo de Bucaramanga 4 Girón y Pamplona, dista en buen tiempo doce
Pueblo de ,Cácota de Suratá 3 dias- y en tiempo de invierno no hay fijeza por
crecer varios riachuelos y con facilidad se
Los tres pueblos cuasi sin indios- algunos y en
roban los caminos por lo deleznables, espe-
el día con un solo cura, nombrados la Mon-
tuosa Alta, la Baja y Betas 2 cialmente en los callej1!Ínes y angosturas 12
¡
122 123
 Dias horas Dias horas
Tiene Ocaña los poblados siguientes: Dista de San Gil 6
Los Llanos de la Cruz, viceparroquia 1 6 Tiene los poblados siguientes:
Parroquia o sitio del Rio de Oro 2 Parroquia de Simácota 3
Parroquia de Aguaohica 2 Parr.oquia ele Cihiná 4
El sitio del Puerto, sin iglesia 2 6 Parroquia de Oyba 4
Pueblo de Buenavista 4 Parroquia de Culatas 2
Pueblo Nuevo 1 Parroquia del Páramo 2
Pueblo Espacica, este confina· con montañas Parroquia del valle de Sn J ose 4
motilones 1 Parroquia de Charalá 1
Pueblo Boratare 1
Pueblo San Antonio 1 117 MERIDA. Ciudad. En la provincia Ma//racaybo, ex-
Pueblo de la Loma 1 ceptuando la demarcación de esta, se hará relación del
Tiene tambien otro puerto o sitio que llaman globo de tier.ra que contiene desde la orilla de la grande
San Jacinto, sin iglesia, los administra el cura laguna de las margenes de Gibraltar, a su capital Ma-
116 de Aguachica / / como a los del Puerto real. racaybo. Hay distancia, laguna de por medio, treinta
Dista San Jacinto de la ciudad de O caña 2 6 leguas.
Dicha ciudad de Mérida confina con la provincia de
SAN JUAN GIRON. Ciudad . .Confina con Caracas, ciudades de Gíbraltar, Barinas y la de la Grita,
jurisdicciones de Pamplona, Ocaña, Villa de comprendidas las tres en la nominada provincia de
San Gil y al frente con San Bartolomé del rio Maracaybo.
Magdalena de Pamplona 4 De Gibraltar dista por el camino hasta ahora trafica-
De la villa de San Gil 3 do, llamado Betihoque (de la provincia de Caracas)
Tiene Girón los poblados siguientes: ocho días, bien que puede evitarse con la p·acificación
Parroquia moderna del Pie de la Cuesta 3 de Motilones abriendo el camino que llaman Macumpu-
Puerto Cañaverales, con cura en el mismo te para que trafiquen recuas por él, pues ha sido camino
sitio a orillas del rio Magdalena, dista de de a pie para los indios Mutuchies y de esta suerte se
Girón 3 evita el haber de pasar dos días de camino por pro-
Otro puerto llamado Sogamoso, sin cura aun- vincia extraña, lo que siempre han practicado con car-
que con algunos agregados 2 gas por las • dificultades que ocurrían antes por la
El sitio de Rionegro, confinante con distrito hostilidad d.e motilones, sin embargo que ta·mbién atra-
de Pamplona con agregacion de gente, sin cura 2 viesa la montaña por Betihoque, pero como es continuo
tráfico para Maracaybo, tanto de Trujillo ( de la dic!ha
VILLA DE SAN GIL. Confina con jurisdicciones de Gi- provincia de Caracas) como de Mérida, ya· habían per-
rón, Socorro, Pamplona y Tunja. Días boras
dido el miedo y a más de excusarse de pasar por la
De Girón Dista 3 provincia extraña abriendo el de Mucumpate, también
Del Socorro 6 es mucho más cerca de Gíbraltar que al presente dura
Tiene los poblados siguientes:
ocho dias. Dias horas
Parroquia de San José de la Robadera 1 De Barinas, en buen tiempo 8
Parroquia de Zapatoca 1 De la Grita 5
Parroquia de Bariohara 6 De la Raya, confina con pr9vincia de Caracas 3
Pueblo de Curití 6
118 Tiene Mérida sus pueblos cuasi en dos cordilleras
Pueblo de Guane 1 seguidas, la una camino real de Mérida para Gíbraltar,
VILLA DEL SOCORRO. Confina con jurisdicciones la otra para el de la Grita, cada pueblo tiene vecindario
ele la de San Gil y de la ciudad de Vélez. de gente blanca o libnj y solamente una parroquia de

124 125
 españoles nombrada el Ejido, a distancia de tres horas Día,s lloras
de camino, dos viceparroquias, Estanques y Piedras y vitá y por donde puede confinar con Pamplona 8
la misión de Aricagua de la religión de San Agustín. Este Sarante, después de agregársele Urivan-
Seis pueblos hasta el confín de la raya con la de Ca- te y Caparo es Apure.
racas y la ciudad de Gfüraltar y Barinas. Se reconocen en su demarcación los poblados
Pueblo de Tabay, dista de Mérida cuatro Dlas horas siguientes:
La antigua Barinas, dista dia y medio 1 6
horas 4 4
Pueblo de Mucucuba La parroquia de Obispo
5 1
Pueblo de Mucuchíes 1 Barrancas
Mijagual 4
Pueblo de Santo Domingo 2 4
Pueblo Llano, con su viceparroquia de las Nutrias
Piedras 2
La Luz, viceparroquía de Obispos
Pueblo de Timotes 2
San Sebastián, a orillas de Sarare, viceparro-
Pueblo de Chachopo 2 quia de la ciudad 8
Hasta confines de la Grita: Tiene Barínas cuatro pueblos muy cortos y ninguno
Pueblo de la Mesa 1 paga tributo y son: Días ltorn;;
Pueblo Gagin 1 Quebradaseca, dista 4
Pueblo de San Juan 1 2 Corozo 6
Pueblo Lagunillas 1 2 Coroni, a las margenes del río Santo Domingo 6
Pueblo del Morro 1 3 Pueblo Nuevo, al otro lado dicho río 1
Pueblo de Acequias 2
Pueblo Nuevo 2 Tiene once pueblos de misiones de la Religión de
Pueblo Ohiguara, con viceparroquia de Santo Domingo, seis a las margenes de Apure, otro
Estanques 2 Sabana, afuera, frente de San José, dos a las márgenes
de Mauporco, uno a las de Canagua, y otro a las de
BARlNAS. Ciudad. Confina con la provincia de Ca- Sarare, y son: Dias lloras
l'acas, Casanare y Guayana y con las ciudades de Méri- El real que dista de Barinas dos días 2
da, Pedraza y villa de San Cristobal (estas tres últimas Palma 2
en la misma provincia de Maracaybo) y por partes San Rafael 2
desiertas con la jUl'isdicción de Pamplona, y por la San José, tres días 3
montaña del valle Bateca dicha en la demarcación de San Juan Nepomuceno 4
ésta. Dlas lloras San Vicente 4
Del rio Vocono que la divide de la ciudad de St.o Domingo de la Coriza 6
Guanare (de la provincia de Caracas) dista San Pablo de Guach·va 8
120 2
por la parte más inmediata 2 Santa Catarina
Por la más distante, que es donde entra el rio Santa Rosa 2
Portuguesa al de Apure 16 Morriones 6
119 Aunque sobre este límite hay competencia con Caracas.
Estas distancias de Barinas se entienden también con
Días horas cargas, pues de correo de a caballo, como allí acostum-
Del rio Arauca, de la divide de Casanare 12 bran aquellos moradores, son mucho menos de la mitad
De Orinoco, que la separa de Guayana 16 de distancia, pues caminan diariamente remudando de
De Mérida 8 a diez ocho o veinte leguas por ser tierra llana, y en
De Pedraza 3 6 tiempo de verano o rjo a:bajo, que de este modo son
Del rio Carare, que baja del páramo de Ser- más inmediatas, como¡rio arriba es otro tanto o más.

126 127
 PEDRAZA. Ciudad. De sólo nombre, dista de la de
GIBRALTAR. Ciudad. Confina con la ciudad de Ma-
Barinas tres días y del pueblo Cubati, único y muy co·r-
racaybo, laguna por medio, con el valle de San Ped~o
to, pero tributario, un día y del rio Caparo, que la
en la costa dé dicha laguna y con las ciudades de Me-
divide de la jurisdicción de la villa de San Cristobal
rida y San Faustino de la que divide el rio Gatatumba
ocho días y de Merida por Aricagua y Acequias poco
(sic) y no tiene parroquia ni pueblo alguno.
más o menos, y tiene un pueblo de misiones agregado Días horas
a las de BarinaS' llamado Canagua.
De Maracaybo dista treinta leguas 30
GRITA. Ciudad. Confina con la de Merida, villa de de San Pedro, siete leguas 7
San Cristobal y cuasi con la laguna de Maracaybo, a la De San Faustino, rio arriba, de cincuenta a sesenta
boca del rio Escalante donde están sus vecinos haciendo leguas, que se andan en once o doce días, pero rio abajo
labores y dando principio a navegar por dicho rio, libre boyante como se dij o hablando de San Faustino, cinco
ya de insulto de indios motilones, tiene única parroquia dias o cuatro a las bocas· del citado rio Gatatumba, de
y tres pueblos, sólo uno tributario. Merida dista con recua, como se dijo, ocho días.
Días horas Y mediante lo acordado en la Junta superior de tri-
De Mérida, dista 5 lbunales, parece ser convendra establece;rise los tres
De San Cristobal 2 corregimientos que se nos manda informemos, de esta
De la laguna de Maracaybo al tanteo, aunque suerte:
hay camino antiguo 12 122 CORREGIMIENTO DE PAMPLONA
De su parroquia N. S. Candelaria de· Bayla-
dores 1 Dicha ciudad y su Distrito
Del pueblo de Bayladores, tributario 1 6 La ciudad de Salazar y su distrito
Del pueblo de Pregonero 2 La ciudad de Ocaña y su distrito, pues a los vecinos de
ésta les es menos difícil venir a Pamplona por tierra
121 Del pueblo de Guarague y el an~e·cedente con
que haber de ir a Santa Marta por la penosa navegación
un solo cura, dista uno de otro tres horas 3
del rio Magdalena y ciénaga y también más dilatado.
SAN CRISTOBAL. Villa. Confina con jurisdicción de
Pamplona que la divide el rio Táéhira, ciudades de San GOBIERNO DE GIRON
Faustino, Pedraza, Barinas y la Grita. Dicha ciudad y su distrito
Dias horas La villa de San Gil y su distrito
De la misma ciudad de Pedraza dista: 11 La villa del Socorro y su distrito
De la de Barinas 13 Corregimiento en la provincia de Maracaybo, caso de
De la de Pamplona 4 ser inexcusable, parece convendría erigirlo en la ciudad
De San Faustino 1 6 de
De la Grita 1 6 MERIDA
Tiene los poblados siguientes:
La parroquia de San Antonio de Táchira 8 Dicha ciudad y su distrito
Lobatera 6 La ciudad de Barinas y su distrito
Tariva, viceparroquia 1 La ciudad de Pedraza
Pueblo de Guacimos 2 La ciudad de la Grita y su distrito
Pueblo de Capacho 3 La villa de San Cristobal y su distrito.
La ciudad de San Faustino, porque aunque está más
Dicha villa tiene unas misiones que llaman de Apure,
inmediata a Pamplona, este juez tendrá que pasar para
por la inmediación del rio de este nombre, las que per-
ir a dicha ciudad por jurisdicción de la villa de San
tenecen a la Religión de Santo Domingo y se dice están
muy atrasadas. Cristobal, por no hab¡ otro camino, de lo que podrían
ocurrir competencias.

128 129
 Aunque aquí consta también la ciudad de Gíbraltar de los Chiscas, donde llaman el Bao de Carrillo, Y s_i-
y valle de San Pedro, parece convendrá queden como guiendo dicho rio abajo hasta las junta_s co~ el ~10
agregados a Maracaybo y no a Mérida, tanto por estar grande de Ohicamocha que sigue por CapitaneJo abaJo,
más inmediato, como también que este juez tenía que quedando el corregimiento de Chita, como_ t?dos los
pasar por jurisdicción de la provincia de Caracas para pueblos en él comprendidos, en el corregimiento de
ir a aquella, respecto que hasta el presente el camino Tunja, y por esta razon se agregan al de Pamplona los
trillado es este, como se tiene dicho en la demarcación lugares siguientes.
de Merida.
Y siendo el superior orden del excelentísimo señor AGREGACION AL DE PAMPLONA
123 virrey y señores de la citada Junta celebrada en seis
'[)las horas
de septiembre del corriente año para que en lo que
llevamos expuesto sea de acuerdo con Don José María Parroquia de Tequia, distante de Par:iplona 3 6
Campuzano, corregidor de Tunja, lo practicamos al pre- Parroquia de San Pedro de Malaga"'.ita 4
sente, remitiéndole este plan de demarcaciones que Parroquia San Jose del llano de Enciso 3 6
hemos formado, en parte por lo que hemos visto y tra- Valle San Bartolomé Capitaneja 6
ficado Y lo más adquirido por noticias que hemos soli- Parroquia San Miguel 5
citado, y dicho señor corregidor se servirá practicar por Parroquia Macaravita 6
sí, en vista de éste, lo que a bien tenga para remitirlo El pueblo de Tequia 3 6
al superior gobierno a donde damos cuenta con esta Debiéndose entender estas distancias ..con recuas co~.º
misma fecha.
las demás de esta descripción cuyo primer plan remiti-
Pamplona y diciembre doce de mil setecientos setenta mos en doce de diciembre del año próximo pasado ~r
y seis.
mano del nominado corregidor de Tunja al _supe1'.1?r
Joaquin Fondevila gobierno y lo practicamos nosotr_os aihora con mserc10n
Pedro Agustín de Peralta. de esta ultima diligencia, que firmamos.
En la parroquia de Tequia, en veinte y uno de feb1·e- Joaquín Fondevila
ro de mil setecientos setenta y siete años, Nos, los ci- Pedro Agustín de Peralta.
tados Don Joaquín Fondevila y Don Pedro Agustín de
Peralta. Habiendo salido de la ciudad de Pamplona el DEMARCACION DE CORREGIMIENTOS DE
quince del corriente por superior orden del Excelentí- PAMPLONA y MERIDA Y AGREGACION AL
simo senor virrey, su fecha seis de enero inmediatamente CORREGIMIBNTO DE GffiON
próximo para el sitio de Capitaneja a acordar con Don [Nota del editor: aqui el documento original repro-
José Maria Campuzano, corregidor de la ciudad de duce literalmente la "descripcion de los poblados" que
Tunja, sobre la linea que ha de dividir su corregimiento comprende del f. 11,3 al f. 123.]
del que se ha de erigir en Pamplona. Hallandonos in- En la parroquia de Tequia, en veinte y un de febrero
mediato a dicho sitio, en el que llaman Juncalito el diez 135 de mil setecientos setenta y siete años.
Y nueve del presente para congregarnos el dia veinte
en el referido Capitaneja, como se nos tenía mandado Demarcación Los señores Don Jose ~ar_i~ Campuzano
por superior orden, con aviso que tuvimos de dicho y Lanz, corregidor y Justicia mayor de
señor corregidor, retrocedimos para esta parroquia en la ciudad de Tunja y su provincia y visitador de ella
donde ha·biendo conferenciado sobre dichos limites, acor- por el Excelentísimo señor virrey de este Reyno, ~on
damos que el término decisorio de los dos nominados Joaquín Fondevilla y Guerra, teniente de corr~g1dor
corregimientos debfa ser desde la Serranía que divide de la ciudad de Pamplona y Don Pedro Agustm_, de
124 los llanos de Casanare // cogiendo el alto y cuchilla Peralta, sargento mayor de milicias en ella'. hab1en-
que llaman de Siachoque, toda ella abajo a dar al rio dose congregado a /conferenciar sobre la lmea que

130 131
 ha de partir terminos con el corregimiento de la so- Junta de trfüunales celebrada en seis de septiembre del
bredicha ciudad de Tunja y el nuevo que se ha de año próximo .pasado de setenta y seis, y ha,biendo para
erigir en la de Pamplona con reconocimiento del te- 137 ello // un prolijo examen de personas prácticas sobre
rreno e instrucción de personas prácticas, acordaron: la situación, nombre, número y distancias de unos a
Que el término divisorio de los dos citados corregi- otros lugares del continente de la provincia de su co-
mientos debía ser desde la sierra que divide los llanos mando, dando ya por excluída la jurisdicción de Pam-
de Casanare, cogiendo el alto y cuchilla que llaman de plona con los siete lugares que de este corregimiento
Siachoque, toda ella abajo al rio de los Chiscas donde de Duitama se le tienen agregados a ella en la diligencia
llaman el Bao de Carrillo y siguiendo dicho rio abajo que antecede, formaba la demarcación o descripción,
hasta las· juntas con el rio grande Chicamocha que del tenor siguiente:
sigue por Capitanejo abajo quedando el corregimiento
de Chita, con todos los pueblos en él comprendidos, en AL NORTE DE SANTA FE:
la provincia de Tunja, y a la de Pamplona quedan agre- La ciudad de Tunja comprende bajo la jurisdicción
gadas la parroquia de Tequia, distante de la dicha ciu- de su corregidor seis cabildos que son, el de la misma
dad de Pamplona tres días y medio, la de San Pedro ciudad, el de la ciudad de Velez, de la ciudad de Muzo,
136 de Malagavita, distante // cuatro días, la de San Jose el de la Villa de Leyva, el de la villa de San Gil y el
de Llano de Encis'O, distante tres días y medio, el valle de la villa del Socorro. Y el continente de toda la pro-
de San Bartolomé de Capitanejo, distante seis días, la vincia confina con la jurisdicción de la ciudad de Santa
parroquia de San Miguel, distante cinco días, la de Fe, de la Palma, rio de la Magdalena, gobierno de San
Macaravita, distante seis días, y el pueblo de Tequia Juan Girón, con la jurisdicción de Pamplona y con la
distante tres días y medio, debiéndose entender estas del gobierno de los Llanos de Santiago y Casanare.
distancias con carruaje, que en la mitad menos las an- La distancia que hay de la ciudad de Tunja a las re-
dan los correos y peones de a pie, cuyos lugares han feridas, es a saber:
sido hasta la fecha del corregimiento de Duitama, si- Días horas
tuado en el continente de la provincia de Tunja y por De Tunja a Villa de Leyva 1
la distancia y fragoso camino se ha hecho siempre bas- A la ciudad de Muzo 5
tantemente dificultosa la administración de justicia a A la ciudad de Velez 3
ellos, con lo que los dichos señores concluyeron la dicha A la villa del Socorro 5
demarcación y determinaron que con testimonio de ella A la de San Gil, cinco días 5 6
se de cuenta al Excelentísimo señor virrey y señores
Comprendense en la jurisdicción del Cabildo de Tunja
de la Junta, y lo firmaron por ante mi, el pres·ente es-
nueve corregimientos, inclusos· los dos de Sogamoso y
cribano de visita, de que doy fe.
Duitama, provistos por su Majestad en Don Tomás de
Jose María Campuzano y Lanz Layseca, y son: el corregimiento de Chivatá, el de Paipa,
Joaquín Fondevila y Guerra el de Sogamoso, el de Duitama, el de Gámeza, el de
Pedro Agustín de Peralta Chita, el de Turmequé, el de Tenza, el de Sáchica.
Ante mí, Lorenzo de Medina, escribano de visita.
138 El corregimiento de Ohivatá tiene siete pueblos, que
son el dicho pueblo de Ohivatá, su distancia de la ciu-
En la parroquia de Tequia, en veinte y dos de fe-
dad, dos horas
brero de mil setecientos setenta y siete años, el señor Días horas
Don Jose Maria Campuzano y Lanz, corregidor y jus- El de Siaohoque, su distancia 3
ticia mayor por su Majestad de la ciudad de Tunja y 3
El de Toca, su distancia
su provincia y juez visitador en ella por el excelentí- 8
El de Pesca
simo señor virrey de este Reyno, dijo: 1
El de Soracá l
Que deseando darle su puntual y efectivo cumpli- 3
El de Viracachá /
miento a lo que se le tiene preceptuado en la superior 5
El de Ramiriquí

132 133
 El corregimiento de Paypa comprende seis pueblos Dias horas
y una parroquia que son, el dicho Paipa distante de la El de Tasco 3
ciudad de Tunja seis horas El de Sacha 3
El de Socotá 4
Días horas
El de Oheva 4 6
El de Motavita, dos 2 El de Betéitiva 2 6
El de Cómbita 3 El de Tutasá 3
El de Oicatá 3 El de Tobasía 1 6
El de Tuta 5 El de Busbanzá 2
El de Sotaquirá 5
La parroquia de Gámbita dista dos dias 2 El corregimiento de Ohita se compone de seis pueblos
Y tres parroquias que son, y distan de Tunja, a sa·ber:
El corregimiento de Sogamoso se compone de nueve
pueblos que son y distan de la ciudad de Tunja, a saber: Días horas
El referido pueblo de Chita, dista 4 8
Días horas El de Boavita 4 6
El pueblo de S'ogamoso 1 4 El de Guacamayas 5
El de Firavitoba 1 2 El de Chiscas 6
El de Iza, dista 1 3 El de la Salina 6
El de Cuítiva 1 3 El de Cocuy, cinco días y cuatro horas 5 4
El de Tata 1 3 La parroquia del Cocuy 5 2
El de Monguí 1 6 La de la Uvita 4 8
El de Tibasosa, dista 1 4 La de la Capilla 4 9
El de Nobsa y Chámeza 1 5 La Misión de Guycán 5 6
El corregimiento de Duitama comprende, fuera de lo El corregimiento de Turmequé comprende seis pue-
demarcado a Pamplona, cuatro pueblos y seis parroquias blos que son y distan de la ciudad de Tunja, a saber:
que son y distan de Tunja, a saber:
Días lloras
Días horas
El dicho pueblo de Turmequé, dista 10
El pueblo de Duitama 1 4 El de Chiriví 8
El pueblo de Cerinza 2 6 El de Boyacá 4
El de Sátiva 4 Tibaná dista 8
El de Onzaga 5 Lenguasaque dista 1 6
La parroquia de Santa Rosa 1 6 Guachetá 1 6
La de Cerinza 2 8
139 La de Sátiva 4 El corregimiento dJ Tenza comprende tres pueblos y
La de Soatá dista 5 cinco parroquias, que son y distan de Tunja:
La de Mogotes 6 6 Días horas
La de la Sinsalada 6 El pueblo de Guateque 4
El corregimiento de Gámeza comprende once pueblos
140 El de Sutatenza 4
El de Tegua 5
que son, y distan de la ciudad de Tunja, a saber: El de la parroquia de Zetaquira 4
Días horas La de Mira.flores 4
El pueblo de Gámeza, dista 2 La de Tenza 3 6
El de Tópaga 1 8 La de Somondoco t 4 4
El de Mangua 2 4 La de Garagoa / 3

134 135
 El corregimiento de Sáchica tiene nueve pueblos y Días horas
dos parro·quias, los tres y la una parroquia en jurisdic- El pueblo de Quipama con su agregado de
ción del cabildo de Tunja, y los otros seis con la otra Ytoco dista dos dias 2
parroquia en jurisdicción de la Villa de Leyva, que son El pueblo de Maripí con los agregados de
y distan de la dicha ciudad de Tunja, a saber: Abipí y Quinancipíl 1
La parroquia de Copere, con el agregado de
Días hOl'as la· iglesia de San Francisco de Asis de
El pueblo de Samacá, dista cinco horas 5 Sargue 8
El pueblo de Sora 4 Parroquia de Payme, con el agregado de
El pueblo de Cucaita 4 Mencipas y Ohingadista 3
La parroquia de Chiquinquirá 2 6 La parro·quia de Paumagrande 1
Al norueste Los que se hallan en la jurisdicción de la Al norueste El cabildo de la villa de San Gil, com-
Villa de Leyva, son a saber: prende en su jurisdicción dos pueblos y
Días horas
tres parroquias que son y distan de dicha villa, a saber:
El pueblo de Sáchica 1
El de Ráquira Días horas
1 4
El de Moniquirá 1 6 El pueblo de Curití dista 8
El de Tinj acá 1 4 El pueblo de Guane 9
El de Ohíquiza 8 La parroquia de Varichara 1
La parroquia de Suta, distante 1 4 La parruquia de la Robada 1
La parroquia de Zapatoca 10
Al norueste El cabildo de la ciudad de Velez compren-
de Sta Fe de en su jurisdicción los pueblos y parro- Al norueste El cabildo y jurisdicción del Socorro
quias que con sus respectivas distancias compr,ende las parroquias siguientes:
de la dicha ciudad de Velez, son en la manera siguiente:
Días horas
Días horas Parroquia de Simácota, distante de dicha
La parroquia de Puente Real 6 villa del Socorro 1
La del Corazón de Jesús 8 Parroquia de Ohimá 6
La parroquia de Pare 8 Parroquia de Oyba 1
La de Sua,yta 1 Parroquia de Culatas 1 6
La de San Benito 1 Parroquia del Paramo 8
La de Moniquirá 8 Parroquia de Oharalá 1
La de Santa Ana 10 Parroquia de San J os,e 9
La de Guadalupe 1 Viceparroquia de Ocamonte, Riachuelo y
El valle del Santo Ecce Hamo 2 Pinchote, distante de dicha villa, la que
El pueblo de Saboyá, dista 1 6 más un día 1
El de Guabatá 4
1,41 El de Geuza y Platanal 5 Debiéndose entender que todas las distancias referi-
El de Ohitaraque, distante 10 das· son con carruaje, porque escotero son más cortas
las distancias.
Al oeste de Sta Fe El cabildo de la ciudad de Muzo 142 La jurisdicción territorial de cada uno de los / / cita-
comprende en su distrito los pueblos dos cabildos confina en el modo siguiente:
Y parroquias siguientes, cuyas distancias de la dicha ciu- La del de Tunja, co~ la de la ciudad de Santa Fe,
dad son: gobierno de los Llano3/de Santiago y Casanare, con la

136 137
 ·urisdicción demarcada al corregimiento de Pamplona,
con la de San Gil, con la de Velez, Villa de Leyva y
Muzo.
La jurisdicción del cabildo de Velez confina con la
de Tunja, Muzo, el Socorro y rio de la Magdalena.
La jurisdicción del cabildo de Muzo confina con la
jurisdicción de Santa Fe, Tunja, Velez, la Palma y con
el rio de la Magdalena.
La jurisdicción del cabildo de Villa de Leyva tiene
sus confines con la ciudad de Tunja y con la de Velez.
La jurisdicción del cabildo de la villa de San Gil
confina con el de la ciudad de San Juan Girón Socorro
Pamplona y Tunja. ' '
La jurisdicción de la villa del Socorro confina con la
jurisdicción de la villa de San Gil y Velez.
Y no conceptuando preciso e indispensable el erigir
corregidor de provincia en el continente de la de toda
la ref€rida provincia por ser suficiente el que existe
asf para la administracion de justicia como para el
cobro de tributos, que podrá facilitarse con el auxilio
de tenientes idóneos que indispensablemente se requie-
ran para que con personal asistencia arreglen y cobren
los tributos en los respectivos partidos, con reflexión
a esto parece regular deber quedar sin alteración alguna
el citado corregimiento y provincia, agregándosele por
el lado de Tenza el pueblo de Tivirita y parroquia de
Manta del corregimiento de Guacavita y jurisdicción
de Santa Fe por estar más inmediatos a la ciudad de
Tunja.
143 Y por lo que // respecta al gobierno de la ciudad de
San Juan Giron, tiene por conveniente la extinción de
él con consideración a lo muy reducido de su territorio
Y a la corta distancia que dél promedia a Pamplona que
es sólo de cuatro días, pero que en caso de no estimarse
por conveniente la abolición de este gobierno, debei-an
agregarse a él las villas del Socorro y San Gil y a esta
última y su cabildo se pueden agregar el pueblo de
Onzaga y las parroquias de la Sinsalada y Mogotes que
aun·que siempre han sido del corregimiento de Duita-
ma, estan más inmediatas al dicho San Gil, con lo que
el señor corregidor y juez visitador concluyó esta de-
marcación, mandando se de cuenta con ella al exce-
lentísimo señor virrey de este Reyno y señores de la
138
Junta, quedando igual diligencia puesta en los autos
de esta visita, y la firmó por ante mí el presente es-
cribano de visita, de que doy fe.
José María Campuzano y Lanz
Ante mi, Lorenzo de Medina, escribano de visita.
Relación La cual demarcacion se remitio al excelen-
tísimo señor virrey con el correspondiente
informe. Y por auto de seis de marzo del nominado año
de mil setecientos setenta y siete se mando por dicho
señor, con dictámen de su asesor general, pasarse con
el expediente de creación de corregimientos a la Junta
de tribunales que debía celebrarse en el mismo día. Y
habiéndose pasado y vístose las diligencias de que
queda fecha mención, en la que enterados los señores
144 de su contexto, dijeron: // Que se diera vista al señor
fiscal, quien impuesto de todo respondió lo siguiente:
Respta del sor fiscal Excelentísimo señor:
El fiscal dice: Que habiendo con-
venido sustancialmente el corregidor de Tunja, el
teniente de Pamplona y Don Pedro Agustín de Peralta
en la demarcación de distrito del corregimiento de
Tunja y del que nuevamente se ha de erigir en Pam-
plona, expresando los pueblos y lugares que cada uno
ha de comprender, únicamente han discordado en que
el primero inclina en que se extinga el gobierno de
Girón y que su reducido territorio se agregue al co-
rregimiento de Pamplona, de que sólo dista cuatro
días, y los dos proponen que subdiviendo dicho
gobierno se le agregue el territorio de las villas del
Socorro y San Gil, a que añade el citado corregidor
(en caso de su permanencia) el pueblo de Onza-
ga y parroquias de la Sinsalada y Mogotes. En cuya
duda la parece al fiscal más acertado el pensamien-
to del corregidor de Tunja, ya porque no hay dificultad
alguna en que el nuevo corregidor de Pamplona pueda
ocurrir a la administración de justicia del corto recinto
de Girón, y el de Tunja a las villas de San Gil y el
Socorro, ya también porque de este modo se logra in-
demnizar a la Real Hacienda de un nuevo sueldo a que
no hay urgente motivo que obligue, pues el mismo co-
rregidor de Tunja asegura que puede acudir a todo el
continente de su provincia para la administración de
justicia y cobro de trf u tos con el auxilio de tenientes.
139
 Y sólo resta el reparo de que incluyendo los comisio-
145 pados en / la demarcación de Pamplona el distrito de
la ciudad de Ocaña, sería conveniente que antes de su
agregación se oyese el informe del gobernador de Sta.
Marta, a quien pertenece aquella ciudad, Y. que así
mismo se delibere en la Junta, con cuyo acuerdo se han
resuelto estos expedientes, el modo de cautelar el per-
juicio del actual gobernador de Girón, a quien será
preciso despojar antes de cumplir el término de su con-
cesion, si prontamente se establece el nuevo corre-
gimiento de Pamplona y no se le confiere interim cumpla.
Y por lo respectivo al corregimiento de Mérida, que
también se incluye en el informe de los comisionados,
parece conveniente, si fuere del agrado de V. Excelen-
cia y la junta, que instruyéndose del dictamen de éstos
al gobernador de Maracaybo, se le comunique orden
para que informe circunstanciadamente acompañando
un diseño geográfico de su distrito, con expresión del
modo más conveniente con que puede erigirse dioho
corregimiento, lugares y pueblos que hubiese de com-
prender, con todo lo que estime conducente para la
acertada resolución en justicia.
Santa Fe y marzo diez y ocho de mil setecientos se-
tenta y siete.
Moreno.
En cuya visita se proveyó el decreto siguiente:
Decto Santa Fe, veinte y dos de marzo de mil sete-
cientos setenta y siete.
Autos y vistos. Para proceder con todo aquel cabal
conocimiento que se requiere en materia de tanta im-
portancia, a más de resolver la erección de los corre-
146 gimientos de Pamplona y Mérida: se librará despacho
al gobernador de Santa Marta con inserción de la de-
marcación que Don Joaquín Fondevila y Don Pedro
Agustín de Peralta dan al de Pamplona, en que se
incluye Ocaña, y la antecedente vista para que informe
sobre este asunto con la correspondiente claridad. Al
gobernador de Maracaybo se librará otro insertándole
la demarcación que los mismos dan al de Mérida y lo
que sobre el asunto se le previno para esta comisión
en Junta de tribunales -de seis de septiembre del año
pasado a fin de que bien impuesto de todo evacúe el
140
informe que pide el señor fiscal con la mayor claridad,
brevedad y distinción.
:E-fa.ydos róbricas.
Iturrate.
Relación Los cuales despachos se libraron en diez de
abril del nominado año de mil setecientos se-
tenta y siete, -en cuyo cumplimiento informaron lo que
hallaron por conveniente los gobernadores de Santa
Marta y Maracaybo y remitidos que fueron a el exce-
lentísimo señor virrey, se mandaron pasar a Junta
general de tribunales como en efecto se pasaron, segun
consta de la del tenor siguiente:
Junta GenI En la ciudad de Santa Fe, en veinte Y
de Tribunas siete de enero de mil setecientos setenta
y ocho, convocados a Junta ~eneral de
tribunales en una de las salas del palacro de es~a
corte el excelentísimo señor Don Manuel Antonro
Flor~z, Maldonado, Martínez y Bodquin,. comendador
147 de Lopera en // la orden Calatrava, teme_n~e general
de la real armada, virrey, gobernador y ap~tan ger.ieral
7
de este Nuevo Reyno de Granada y provmcias de tierra
firme, y los señores, Doctor Don Benit~ del Casal . Y
Montenegro, Licenciado Don Juan Franc~sco Pey Rmz,
Doctores Don Juan Romualdo Navarro, oidores Y alc~l-
des de corte de esta real audiencia, Doctor Do~ Francis-
co Antonio Moreno y Escandón, fiscal _:lel crrm<;m q~e
despacha lo civil por ausencia del senor pr_opietarro,
Doctor Don Francisco de Vergara y Don Vicente_ de
Nariño, regentes y contador del tribunal y real audien-
cia de cuentas de las del Reyno y Don M~nuel de R~-
villa, contador oficial real de la Real Hacienda Y caJa
de esta corte.
Hízose relación def expediente agitado sobre la Junta
celebrada en seis de septiembre del año p~óximo pas_ado
de setenta y seis en que se mandó comumcar al temen-
te de Pamplona ~ a Don Pedro Agustín d~ P~ralta para
que de acuerdo con el corregidor de TunJ~ ~n~ormas~n
sucesivamente sobre la linea que ha de d1v1d1~ el ~1~-
trito de este del nuevo corregimiento q~~ se debia errg1r
en Pamplona, exponiendo la demarcacron. que conven-
dría darse por los restantes costados Y s1 en caso de
ser inexcusable establacer corregimiento por ~~ parte
de Maracaybo, será rrjas conveniente que se fiJase en
141
 Mérida o Pamplona y el territorio que podría er1grrse
148 a Girón / / en caso de ser precisa su subsistencia y que
no pudiera agregarse a Tunja ni a Pamplona, remitien-
do lista de todas las poblaciones y sus distancias. En
cuya virtud, venido que fué el informe que se le pidió
al gobernador de Santa Marta, sobre si convendría la
agregación del distrito de Ocaña al dicho corregimiento
de Pamplona y el que igualmente se le pidió al gober-
nador de Maracaybo sobre el modo más conveniente
de erigirse corregimiento en Mérida, lugares y pueblos
que había de comprender, y con precedente vista del
señor fiscal, se mandaron pasar los autos a esta Junta
-en la que conferenciado largamente el punto por los
señores de ella, dijeron:
Que habiendo variado enteramente de semblante este
proceso y sus resoluciones con motivo de la Real Cé-
dula que se ha recibido en que su Majestad desmembra
y segrega de este virreynato la provincia de Maracaybo,
cuyo territorio se extiende a confinar con el de Pam-
plona por el rio Táchira que los divide y que por lo
mismo no puede tener efecto la demarcación proyectada
del nuevo corregimiento de Pamplona, que no puede
extenderse fuera de sus antiguos límites por pertenecer
a provincia separada. Todo lo cual obliga a que se pro-
porcione la demarcación territorial en otros términos
que faciliten sin mu·ltiplicar corregimientos a mejor ad-
ministración de justicia, se tiene por más conveniente
149 que el territorio del actual // corregimiento de Tunja,
como que es preciso se extienda hasta su antiguo lin-
dero del rio de Táchirn, se proporcione colocándose su
capital en alguna población de su centro, desde donde
pueda el corregidor acudir facilmente a sus extremos,
que en las actuales circunstancias no se encuentra otra
más aparente que la nueva villa del Socorro, asi por
su competente vecindario como por su comercio, frutos
e industrias, que por este medio es de presumirse se
fomenten con beneficio común, restringiendo lo que
dicho corregimiento tiene en la actualidad desde Tunja
a esta capital, que podrá agregarse a su corregimiento
que está resuelto se establezca en esta ciudad y a que
sin dificultad puede entender el corregidor que en ella
se nombrase, para que de este modo, sin aumentarse
gasto ni sueldo en nuevo corregimiento, se consigan los
fines indicados en la Real Cédula, quedando dicha ciu-
dad de Tunja y su jurisdicción con los pueblos de in-
142
dios en ella comprendidos del distrito del corregimiento
de Santa Fe y la de Girón, con el reducido territorio
de su gobiern"O agregado al corregimiento de Tunja,
nuevamente subrrogado en la villa del Socorro, segun
lo informado por el actual corregidor Don José María
Campuzano, sin hacerse novedad en lo respectivo a la
ciudad de Ocaña y su jurisdicción que deberá perma-
necer como hasta / / aquí del gobierno de Santa Marta
150 como informa su actual gobernador.
Todo lo cual, aunque considera la Junta digno de
ejecutarse por conveniente al mejor real servicio, con-
sidera más acertado que sin ponerse en práctica se no-
ticie antes a su Majestad, con testimonio de lo actuado,
acompañándosele por el excelentísimo señor virrey el
informe correspondiente, con que se conformó su exce-
lencia y se concluyó esta Junta, rubricándola con los
demas s-eñores, por ante mi, el escribano mayor de go-
bierno, de que doy fe.
Está rubricado.
Ante mí, Doctor Nicolás Prieto Dávila.
Otra Junta En la ciudad de Santa Fe, a veinte de
marzo de mil setecientos setenta y seis,
convocados a Junta general de tribunales en una de
las salas de esta Real Audiencia, los señores, Doctor
Don Benito del Casal y Montenegro, licenciado Don
Juan Francisco Pey Ruiz, oidores y alcaldes de corte
de esta Real Audiencia, Doctor Don Francisco Antonio
Moreno y Escandón, protector de naturales que des-
pacha la fiscalía por ausencia del señor fiscal real
propietario, Doctor Don Francisco de Vergara, Don
Nicolas de la Lastra y Don Vicente de Nariño, regente
y contadores del tribunal y real audiencia de cuentas
de las de este Reyn y Don Antonio de Ayala Y Ta-
mayo, tesorero oficial real de la Real Hacienda Y cajas
de esta corte.
Se vieron los autos sobre la // obra y reparos de la
151 iglesia de Zerresuela y de ellos consta que habiéndose
librado varios despachos para el reconocimiento y ava-
lúo de los reparos que necesitaba aquella santa iglesia,
últimamente se ocurrió por el doctor Don Manuel de
Porras, presbítero, expresando: Que con ocasión de la
cercanía en que se hallaba el pueblo de Zerresuela Y
frecuente asistencia a é(quella iglesia, había visto Y no
con poco dolor lo corto/de ella para el número de indios,
143
 grandes y chicos como también para el vecindario y
feligresado y para los pasajeros que ocurrían a misa
y lo que más era hallarse viejísima y amenazando ruina'.
Por lo que deseando servir a Dios y al común de aquel
pueblo se ofrecía tener a su cargo la obra de dicha
iglesia, haciéndola en los mismos términos que la ha-
bían trazado y delineado Joaquín Fernandez y Jerónimo
Poveda, entregándosele para ella cuatro mil cuatro-
cientos y once pesos y un real en que se halla avaluada.
A lo que mediante residir en la actualidad en esta
Real Audiencia solamente dos señores ministros, se
nombró de fiscal al Doctor Don Manuel de Guzmán y
con lo que e:irpuso se mandaron pasar los autos a esta
Junta para su resolución 1 asignando para ella, hoy día
de la fecha en donde enterados los señores de lo que
viene relacionado, dijeron:
Que mediante al considerable desembolso que tiene
que sufrir la Real Hacienda en la reedificación de dicha
iglesia, lo que puede no experimentar practicándose la
visita de los pueblos de indios, respecto a que puede
extinguirse el de la Zerresuela, se suspendiera la cons-
trucción de la referida iglesia hasta la visita que ha de
152 ejecutar el senor fiscal // protector de naturales de este
Reyno, con lo que se concluyó esta Junta, que rubri-
caron los señores de ella por ante mí, que doy fe.
Está rubricado.
Ante mí, Don Jase de Rojas.
En cumplimiento de la dicha com1s10n, conferida a
Don J ose Maria Campuzano, procedio a principiar su
visita por el partido de Ohita, que se compone de seis
pueblos y tres parroquias, a saber el referido pueblo
de Ohita, Boavita, Guacamayas, Chiscas, la Salina, Co-
cuy, la parroquia de Ubita, la del Cocuy, la de la Ca-
pilla. Poniéndola en ejecución por el dicho pueblo de
Cihiscas, en donde proveyó un auto a primero de marzo
de mil setecientos setenta y siete, en que se mandó se
pasase por sí y por ante el escribano a formar lista de
todos los indios de aquel pueblo, con e:iq>resión de sus
sexos, como así mismo el número de vecinos cabezas de
familia y almas de comunión, y que todo se ejecutara
con arreglo y reflexión a la descripción y patrón ma-
nifestada por el parroco de aquella doctrina.
En cuya observancia se procedió a formar las nomi-
28 nadas listas de las que resultó haber veinte y ocho
144
tributarios. En cuya vista se formó un interrogatorio a
cuyo tenor habían de ser examinados los testigos nom-
brados para el éfecto, con arreglo a la instrucción con-
ferida por el señor Doctor Don F1rancisco Antonio
Moreno, a cuyo tenor se examinaron tres· vecinos que
lo fueron: Narciso Cuadros, Juan Carreña y Vicente
153 Duarte, quienes declararon a la prime/ /ra pregunta:
Que los pueblos de indios que exist~an en aquel par-
tido eran seis y tres parroquias, que quedan ya citados.
Que distaban al dicho pueblo de Chiscas del de Gua-
camayas, cinco horas de jornada a paso regular, al del
Cocuy cuatro horas, al de Chita un día y al de Boavita
un día. Y que de este último a la parroquia de la Ubita
habría dos horas, de ésta a la de la Capilla seis horas y
de ésta a la del Cocuy ocho horas y del pueblo de Chita
al de indios agregados que llaman de la Salina, día y
medio.
Que el temperamento de aquel pueblo, el de Guicán
y Ohita era fria, que los frutos que en ella se cose-
chaban, trigo, maiz, turmas, cebada, fríjoles y habas y
que los tres dichos resguardos era fertil y abundante
de pastos para cría de ganados mayores y menores, y
que igualmente tenían suficientes aguas y montes para
pasar cómodamente y que los cuatro pueblos y tres
parroquias restantes eran de tierra amena y templada,
que su regular cosecha era de trigo, maiz y garbanzos,
algunas legumbres de yucas, a!nacachas y turmas en
corto número; que el pueblo de Boavita, parroquia de
la Ubita y Capilla, a más de los efectos dichos, produ-
cían abundantes copiosos cañaverales de que se fabri-
caba especial azúcar.
Que les constaba y era público que los indios de aquel
pueblo de Chiscas se hallaban en posesión de sus res-
guardos, según el amparo que de ellos le hizo el Señor
154 Don Andres // Berduto en la última visita
Que no tenían noticia que los indios de aquel pueblo
hubieran padecido opresión alguna ni que se les hu•
biera hecho exacción alguna injusta, por los motivo.o
que expresaba la pregunta.
Que habían oido que los que en cada un año satisfa-
cían los indios de dichos Chiscas y demas pueblos del
partido por razón de demora y quinto eran siete pesos
y cinco reales y que con lo que pagaban los indios de
dicho pueblo el tributo 'fª en especie de plata alguna
parte, y también en mor,ilas de fique.
145
 Que tenían experiencia de que muchos indios se
ausentaban del pueblo, unos con sus familias y otras
dejándolas abandonadas, yéndose algunas veces a pue-
156
blos distantes, y las más retirándose al pantano que hay
en el Guycán en donde solían comerciar con los gentiles
Tunebos. Que la causa de su d,eserción era o porque
estaban cargados de demoras o por no asistir a las
obligaciones de su pueblo. Que no conceptuaban otro
remedio que el retirarlos de los citados Tunebos y Guy-
canes.
Que el número de cabezas de familia de que se
componía el vecindario de aquel pueblo pasaba de dos-
cientas y la mayor parte de ellas carecía de tierras
propias en qué vivir y cultivar para mantenerse, por
cuyo motivo vivían muchos ·retirados del pueblo a suma
distancia, con lo que se les dificultaba la pronta admi-
nistración de sacramentos y el asistir a oir misa y de-
más divinos oficios.
155 Que los vecinos que vivían entre el resguardo, a más
de que pagaban su respectivo arrendamiento, les obli-
gaban los indios a que concurrieran a los ejercicios que
era de la obligación de ellos y que también vivían
expuestos a que en cuanto los indios se disciplinasen les
mandaran saUr de los resguardos.
Que segun el número de vecinos agregados desde
luego podría establecerse en parroquia quitándose los
indios y vendiéndose el resguardo de cuenta de su Ma-
jestad y que desde ahora ocho años, algo más, preten-
dieron se les erigiese en parroquia por mano del
corregidor Don Ignacio de Andrade, a quien había con-
tribuído el vecindario la cantidad de doscientos y más
pesos para este fin, y que el resulto se ignoraba hasta
la fecha.
Que todo lo dioho era público y notorio y se afirmaron
157
y ratificaron en el juramento fecho. Y en virtud de
la dicha información, por auto de cuatro del mismo mes
y año se mandaron reconocer los resguardos del referi-
do pueblo de Chiscas. Lo que así se ejecutó y en vista
de la diligencia de reconocimiento se nombraron de
avaluadores de las tierras comprendidas en dicho res-
guardo a Juan Carreña, Francisco Carreña y Na-rciso
Simón Cuadros, vecinos prácticos y de toda honradez,
quienes en su observancia dijeron:
Que segun el práctico conocimiento que tenían del
resguardo 'Y su fertilidad en pastos y frutos le avaluaban
146
en cantidad de dos mil y quinientos pesos, que era el
justo valor que conceptuaban en con // ciencia tener
dioha tie1"'I"a,10· que así declaraban en fuerza del jura-
mento que ante omnia se les recibió.
Subsecuentemente se halla un auto proveido en el
mismo día cuatro de marzo por el nominado Don Jose
María Campuzano, en que consta haber hecho compa-
recer ante sí a todos los indios principales y justicias
de aquel pueblo, a quienes en presencia de su cura Y
corregidor del partido y por ante el escribano de visita
dió a entender la necesidad y razones de utilidad Y
congruencia que persuadían ser indispensable su trasla-
ción a otro pueblo de igual temperamento y circunstan-
cias, mediante el corto número de tributarios cuyas
demoras no alcanzaban a contribuir al estipendio del
cura, en que no era justo se pensionara el real erado
pudiendo estar igualmente asistidos y acomodados en
otro de los del partido, libertándose asi mismo la Real
Hacienda del crecido costo que indispensablemente
ha·bía de erogar en aquel pueblo construyendo y orna-
mentando nueva iglesia pues la que existe, ademas de
su ningun adorno, era de muy mal formadas tapias,
cubierta de paja y pequeña, en donde con suma inde-
cencia se celebraban los divinos oficios, y enterados
de todo los referidos indios dijeron:
Que como humildes vasallos obedecían cuanto se les
ordenaba y estaban prontos a ejecutarlo, suplicando al
señor juez los agregase y diese tierras en el pueblo del
Cocuy, cuyo resguardo a más de ser tierras fértiles Y
abundantes, con cuasi igual temperamento al que de-
jaban, era el más inmediato. Y al mismo tiempo pidieron
se les rebajase un año de tributo para ayuda de su
traslación y costo de construcción de casas, permitién-
doseles / / igualmente llevar consigo al citado pueblo
las imágenes y alhajas de la iglesia de su pertenencia
con algunas cortas reses de cofradías. A lo que les fue
re3pondido por dicho señor visitador que desde luego
luego les concedía la agregación al pueblo del Cocuy,
así por lo fertil y grande de su resguardo, como por lo
inmediato a aquel de Chiscas. Que igualmente les per-
mitía llevasen consigo las imágenes y alhajas de su
pertenencia y reses de cofradía. Que por lo respectivo
a la rebaja de tributos les ofrecía dar cuenta de su
solicitud ~ impetrar la (g;aci~ de~- excelentísimo señor
virrey, senalándoles po¡ termmo f1¡0 para su transporte
147
 a dicho Cocuy dos meses respecto a que aún tenían
tiempo de !hacer en él su sementera de año grande, ·para
lo que .prontamente se les señalarían las tierras nece-
sarias, preceptuando a aquellos naturales les miraran
y atendieran como a oriundos de un mismo pueblo, sin
la menor diferencia, cuyos beneficios lograrían verifi-
cando su pronta trasplantación a dicho pueblo y que
lo contrario haciendo serían apremiados a su cumpli-
miento con todo rigor. En lo que llanamente y sin re-
pugnancias convinieron.
Y por otro auto mandó se sacaran al pregón los
resguardos de dicho pueblo de Chiscas y fecho se remi-
tieron a este superior gobierno, ,para cuya ejecución se
dejará la correspondiente providencia al alcalde pe-
daneo de a1quel pueblo. Y que mediante a que aquella
doctrina inmediatamente que se verificara la traslación
158 de indios había / / de quedar extinguida, se les hiciera
así saber a los vecinos agregados para que si determi-
naban erigirla en parroquia ocurrieran al Exmo. señor
virrey para su erección y confirmación.
NOTA
Que .precedidas las solemnidades necesarias de prego-
nes y citaciones de postores en Junta de veinte y ocho
de julio del pasado año de setenta y siete, se remataron
dichas ti.erras del resguardo de Chiscas en Pablo Sar-
miento, procurador de los del número a nombre de
Eusebio Santos, Manuel Moreno y Jose Toscano en la
cantidad de tres mil y veinte y cinco pesos a reconocer
a censo redimible, pagar a interim su redención el redito
de un cinco por ciento a afianzar a satisfacción de los
señores oficiales reales y con la calidad de vender a
aquellos vecinos las diohas tierras siempre que quisieran
hacer casas.
Sigue Y el dicho señor visitador resolvió pasar al
pueblo de Guacamayas, lo que así puso en ejecu-
ción, y habiendo arribado a él convocó a los indios a fin
de que el día cinco de marzo (que seguía al en que ha-
bía llegado) estuvieran aprontados para proceder a la
lista de ellos, lo que así ejecutado procedió el día señala-
do a formar las listas y practicar las mismas diligencias
que en el de Chiscas, resultando de las referidas listas
haber en dicho pueblo de Guacamayas cuarenta tributa-
148
ríos y dos requinteros. En cuya vista y de la información
159 que así mismo se recibió, resolvió trasladarlos// al del
Cocuy, practicando la misma diligencia de intimación a
los indios, quienes dijeron estar prontos a trasladarse,
pidiendo para ayuda de su traslación el perdón de dos
tercios de tributos y llevar consigo todas las ima_genes
y alhajas de iglesia de su pertenencia con el ganado
de su hato de San Diego, cuyo número excedía de cien
reses, y que los sujetos en quienes se rematase el res-
guardo hubiesen de ser precisados a tomar por su justo
valor las labranzas de caña que en dichas tierras tenían.
A todo lo cual se les concedió, a excepción de las reba-
jas de tributos, por pender ésta de la superior justifica-
ción del Exmo. señor virrey, a quien ofreció dar cuenta
para su resolución. En cuya vista mandó dicho visitador
avaluar las tierras del resguardo del nominado pueblo
de Guacamayas, lo que ejecutaron Tomas- Vilches y
Miguel de Valderrama, apreciándolo en cantidad de mil
docientos y setenta pesos, y se mandaron pregonar por
el término de la ley.
NOTA
Que dichos resguardos se remataron en cantidad de
dos mil doscientos y cincuenta pesos.
Sigue Y dicho juez visitador siguió al pueblo de
Boa vita, en donde practicó las mismas diligencias,
que en lo tocante de la lista resultó haber treinta tribu-
tarios, y habiéndose mandado avaluar los resguardos así
se ejecutó, apreciándose por Francisco· Ortiz Lazarazu y
Francisco Cifuentes en la cantidad de doscientos pesos,
160 y habíendose mandado pregonar, precedidas // las
solemnidades necesarias en diez de septiembre del nomi-
nado año de setenta y siete, se r-emataron en Jose Joa-
quín de Zapata y Porras a nombre del vecindario de
la parroquia de la Ubita, en la cantidad de dos mil y
cuatrocientos pesos a reconocer a censo por tiempo de
cinco años, pagando en cada uno de ellos el rédito
correspondiente a razon de un cinco .por ciento, afianzar
a satisfacción de los señores oficiales reales.
Y habiendo pasado al pueblo del Cocuy, se procedió
por dioho juez visitador a formar la lista de los indios,
de la que resultó haber sesenta y dos tributarios. En
cuya vista formó el int¡rrogatorio. con arreglo a la ins~
149
 trucción, a cuyo tenor se examinaron los testigos que
tuvieron por bastantes. Y de lo que de la información
resultó, resolvió dicho juez se tomara declaración a los
indios principales, sobre padecían alguna opresión 0
perjuicio en la libertad de sus personas y bienes, si
disfrutaban sus resguardos sin disminución, como tam-
bién si se ocasionaban algunos quebrantos en el cobro
de tributos, diezmos, primicias u otros derechos, y si
todos vivían en las inmediaciones de modo que lograsen
ser asistidos y doctrinados por su cura, acudiendo a
misa y a la percepción de sacramentos.
Que igualmente expresaran el número de tributarios
útiles que existían, lo que pagaban por razon de demol'a
en cada año y en qué especie, el temperamento calidad
de resguardo y sus frutos, el ejercicio de sus naturales
161 / / qué número de vecinos arrendatarios tenían, la~
cantidades que pagaban y a quién, y si admitirían
gustosos y tratarían como a patricios a los indios de
Chiscas, Guacamayas, Boavita y a los de Guycán, si se
tuviera por conveniente su agregación.
En cumplimiento de lo cual se procedió por ante el
referido escribano a hacer comparecer ante sí a Andres
Cachira y Jose Roballo, tenientes de aquel pueblo, a
163
Pedro Patiño, Jerónimo Uguamoche, Agustín Serinza,
Domingo Bonilla, Diego Rubriche y Manuel Chachit-ai,
caciques, capitanes, a quienes habíendoles instruido de
la religión del juramento, su fuerza y gravedad, les
recibió juramento que hicieron conforme a derecho,
bajo el cual ofrecieron decir verdad en lo que les fuera
preguntado, y siéndolo conforme a lo que contenía el
citado auto, a su tenor dijeron:
No padecer opresión alguna en libertad de sus per-
sonas y bienes y que disfrutaban las tierras de sus
resguardos, segun la asignación hecha en la última
visita practicada por el señor oidor Don Anckes Berdugo
y Oquendo, a excepción del pedazo de tierra de comu-
nidad, que hasta el presente tiempo les habían tenido
usurpada los vecinos de la parroquia del Cocuy, que
no experimentaban molestia ni quebranto en el cobro
de tributos, diezmos, primicias y limosnas, pues sólo
pagaban lo corriente y acostumbrado.
Que la mayor parte de los / / naturales tienen sus
162
casas en asiento de su pueblo y que los que no las ha-
bían hecho había sido por suma pobreza, pero aunque
vivían distantes en sus estancias no faltaban a misa en
los días de p-recepto.
150
Que las parcialidades y números de tributarios exis-
tentes constaban en la lista formada Y por tanto se
remitían a ella: Que lo que cada tributario pagaba por
tercio, por razon de demoras y quintos, eran. tres, pesos
siete reales y medio, lo que regularmente satisfacian en
dinero y cargas de sal.
Que la calidad y temperamento del resguardo era
templado, su extensión grande y abundante de past?s,
montes, con dos rios y algunas quebraditas. Que la tie-
rra producía los frutos que se daban en tierra ~ria Y
caliente. Que la industria de los naturales, a mas del
cultivo del campo, era tejer ruanas· de lana, moch~las,
alpargatas, lazos y cinchas de fique y el ir a fabricar
sal al pueblo que llaman de la Salina, que era lo que
principalmente les ayudaba para mantenerse Y pagar su
demora.
Que no tenían presente el número de familias de
blancos que habitaban en aquel re~guardo, aunque ei:~n
bastantes que se remitilan al padron que de ellos tema
su cura. Que lo que habían contribuido por razón de su
arriendo habían sido unas cortas libras de cera en e1
tiempo // de semana santa y qu: con rendi~a. obedien-
cia y suma complacencia recibian y adm~tian como
hermanos y patricios a los naturales de Chiscas, Gua-
camayas y Boabita, como también a los de Guycan, si
se determinara su agregación. . ,
En vista de esta declaración se reconocieron por si
mismo y por ante el escribano de visita y en pres_enc1a
de varios vecinos ancianos los resguardos del _nomma_do
pueblo del Cocuy, en cuya posesión se amparo~ a los m:
dios y por auto de cuatro de abril del mismo ano mando
dicho juez visitador:
Que en atención a resultar del padrón formado en
aqu-el pueblo cincuenta y dos vecinos cabezas de fam,1-
lia ocupando mucha parte del resguardo, l? que a ~as
de ser expresamente prohibido, en las circunstancias
presentes estrechaba más su cumplimiento, po~ tanto
mandaba y mando se les hiciese saber a los vecmos sa-
liesen y desembarazasen las citadas tierras dentro . del
término de un mes, bajo la pena a cada uno_ de vemte
y cinco pesos de multa y lo más que ~ub1era lug~:·
Cuya providencia se hizo saber a los vecmos Y ,en v1~-
tud de todo se proveyó por el nominado Don Jase Maria
Campuzano el auto finfl del tenor siguiente:
'
151
 Auto final En la parroquia del Ca.cuy, en cinco de
abril de mil setecientos setenta y siete
años: El señor Don José Maria Campuzano y Lanz
• corregidor y justicia mayor de la ciudad de Tunja y
164 su provincia y visitador general en ella, dijo: Que ha-
biendo reconocido y visitado personalmente los pueblos
de Chiscas, Guacamayas, Boabita y el del Cocuy a
que se han reducido los varios pueblos que en tiempo
antiguo se fundaron y fueron extinguidos por la mi-
noración de indios, dimanada sin duda alguna de la
facilidad con que voluntariamente abandonan sus pue-
blos y de confundirse con la multitud de vecinos y
gentes de color agregados al feligresado de los mis-
mos pueblos y sus iglesias, de que por consecuen-
cia resulta ser cada día menor el numero de indios y
aumentarse el de vecinos de diferentes clases, pues
segun las listas formadas se reconoce que en el pueblo
de Chiscas existen docientos noventa y un indios de
todas clases, inclusos veinte y ocho tributarios útiles
y dos requinteros, que sin duda son menos de los nu-
merados en las anteriores visitas practicadas por el
señor oidor Don Andres Berdugo en el año pasado de
setecientos cincuenta y cinco, aunque en ella no consta
descripción de indios, y por el contrario, si en aquel
como en los demas pueblos ha crecido el número de
vecinos y minorádose el de indios, pues en el referido
de Chiscas se compone el vecindario de novecientas y
ochenta almas, inclusas docientas treinta y tres cabezas
165 de familia. En el de Guacamayas resul//ta haber do-
cientos cuarenta y seis indios de ambos sexos, inclusos
40 cuarenta tributarios utiles y dos requinteros y ocho-
cientas doce almas en el vecindario, inclusas ciento
ochenta Y siete cabezas de familia. En Boavita sola se
encuentran doscientos cuarenta y dos indios de todas
clases, -inclusos treinta tributarios. Y en el del Cocuy,
según se reconoce por la lista, sólo existen cuatrocien-
tos setenta y nueve indios de todas clases, inclusos
sesenta y dos tributarios, resultando desde la última
visita a la presente ciento cincuenta y cinco de mino-
ración y vecinos constan empadronados en el resguardo
docientas setenta y dos almas, inclusas cincuenta y do~
cabezas de familia no obstante de que temerosos los
indios de ser trasladados, han procurado que ninguno
se oculte, presentándose aún los ausentes de muchos
años, todo lo cual comprueba mejor la experiencia, in-
152
formaciones hechas y vista ocular que presenta en este
continente la multitud de casas y de chozas de vecinos
situadas dentro de los resguardos y otras en los montes,
cañadas y amagamientos de ríos y quebradas, en que
siembran algunos cortos frutos, viviendo separados de
la sociedad, retirados de la iglesia, sin asisitr a misa,
sino muy rara vez y en manifiesto peligro de su salud
166 eterna, así por la facilidad de instruirse / ~ en los
excesos a que vive expuesta la naturaleza, sm . temor
de ser conocidos ni corregidos, como por la d1f1cultad
de ser socorridos en la última hora, administrándoseles
los santos sacramentos por sus parrocos de quienes viven
a larga distancia, con dilatados fragosos caminos, cuyos
daños y otros que sería difí'cil individualizar, aunque
realmente no puedan remediarse si minorarían en mu-
cha parte si los vecinos a quienes la pobreza Y falta
de tierra dónde establecerse obliga a vivir desterrados,
tuviesen tierras inmediatas a las iglesias en qué poder
trabajar sin el peligro de ser expelido_s a arbitrio de
los indios, como hasta a1hora ha sucedido, con lo_ ~ual
al mismo tiempo que observándose la ley mumc1pal
exactamente, que prohibe el consorcio de indios Y ve-
cinos se libertasen aquéllos de los perjuicios que causa
su c~ntravención, en cuya atención y en la de que sin
embargo de la natural repugnancia que naturalmente
tendrán los indios de dejar los pueblos donde se hallan
establecidos, aunque no lo han manifestado, se hac_e
indispensable reunirlos donde les resulte mayores ~tr-
lidades en lo espiritual y temporal, pues su mayor bien
no consiste en complacerles en lo que por capricho
apetecen sino en obligarlos a lo que según razón Y jus-
ticia les es más provechoso y de menos gravámen al
167 Real Erario no sien/ /do justo que se pensione en pagar
estipendio ~ un doctrinero por solos treinta o cuar~nta
tributarios pudiendo 'con igual o mayor aprovechamien-
to de sus ~lmas y educación cristiana y civil instruirlos
unidos en pueblos más numerosos, en el q~e l_a·mu-
chedum/bre/ excita al celo del cura, se d1smmuyen
las pensiones repartidas entre más crecido numero.
libertándose de los daños que regularmente sufren del
consorcio de la gente de color y son mejor asistidos de
los curas, como que no tienen que desamparar _los p~e-
blos para la administración de sacramentos, m mot1v~
de divertir su atención ¡a otro objeto, consiguíendose as1
mismo el ahorro de la ¡:teal Hacienda, no sólo en la paga
153
 de estipendios que se evita, sino también en los crecidos
gastos que continuamente impende para la reedificación
de iglesias y los que en el tiempo presente necesitaba
erogar para construír las de Chiscas y Guacamayas
resultando al mismo tiempo a favor de su Majestad lo~
resguardos vacantes.
Por todo lo cual_ y demás que ha tenido presente,
observando y reflex10nando con la madurez que requiere
la importancia y gravedad de la materia en que se
interesa el bien común y servicio de ambas majestades
usando de la facultad que el excelentísimo senor virre,;
de este Reyno, en virtud de la Real Cedula de tres d~
·168 agos//to d_el año pas_ado de mil setecientos setenta y
cuatro le tiene conferida por superior decreto de quince
de julio de mil setecientos setenta y seis, 'poniendo en
ejecución lo en ella determinado, mandaba y mandó
que los indios de los pueblos de Chiscas, Guacamayas
Y Boavita se trasladen y pasen al del Cocuy, así por ser
de mayor numero de indios y tener buena iglesia, como
por tener el resguardo extensísimo de tierras muy fér-
tiles para sementeras y crías de ganados mayores y
menores, de buenos· montes, aguas y temperamento be-
nigno, que produce los frutos de tierra fría y tierra
caliente Y que el clima es igual al de los pueblos que
dejan y en su consecuencia extinguiendo los referidos
tres pueblos se transferirán los indios con todos sus
bienes Y los vasos sagrados, imagenes, ornamentos y
demas alhajas pertenecientes a sus iglesias para colocarse
en la del dicho pueblo donde son trasladados, poníen-
dose por inventario, con separación y claridad en sus
l~bros, para que siempre conste y a fin de que no expe-
rimenten el menor quebranto, les concede dicho señor
juez dos meses de plazo para su entera traslación,
respecto de no tener al presente labranza en su pueblos
a excepción de algunas pocas cañas, las que en dich~
tiempo pueden disfrutar o vender a los v.ecinos que
169 comprasen el resguardo, contra / / quienes se le reserva
el derecho para percibir el importe de ellas, o cualquiera
otros frutales y mejoras utiles de su pertenencia y que
en el interim se de cuenta al excelentísimo senor virrey
de este reyno sobre la rebaja que pretenden dichos
indios del tributo de un año, lo que desde luego se les
concederá por su magnánima piedad, con la precisa
calidad de que en el prefinido tiempo fabriquen sus
casas en dicho pueblo del Cocuy y dispongan sus labran-
154
zas en el supuesto de que si alguno abandonare este
cuidado y se ausentase y dejase de construir habitación,
será compelido· a la paga de tributos y no gozará de la
relevación.
y para que no se omita ar,bitrio conducente a el alivio
de los indios y les sea menos gravosa y sensible su
translación a dicho pueblo, en donde la tasa del tributo
es crecidísima, pues pagan al año siete pesos Y siete
reales, por cuyo motivo se hallan en notoria ~o,breza,
lo que han hecho manifiesto a su merced, supllcando~e
se establezca uniformemente para todos la tasa de seis
pesos tres reales .por año, que es la misma que han
satisfecho los de Guacamayas y Boavita, pues lo.s de
Chiscas han contribuido cada año siete pesos y cinco
reales y las de la parcialidad de Litargón cuatro pesos Y
dos reales mediante lo justo de su solicitud, Y para que la
170 uniformidad de sus pagas// evi~e.en lo s~cesiv? confusio-
nes se dé cuenta al excelent1Simo senor virrey para
qu~ su superior justificación determine lo que estime
más conveniente.
Y no contribuyendo poco al alivio y socorro de las
urgencias del común el establecimiento tan recomen-
dado por la ley y estrechamente encargado en las an-
teriores visitas de la caja común con tres llaves, se
hará por todos' cada año una sementera de corr_mnidad
en la tierra que se les tiene señalada para este fm, ?ªra
que depositándose el producto de ella en la misma
caja, sirva para las necesidades del común Y lo sob~ante
para ornato del culto divino, fomento de los ~ncianos
y viudas y huerfanos y auxilio de la casa hospital que
conforme a la ley se previno en la última visita, lo que
hasta ahora no ha tenido efecto, y deberá sin demora
verificarse.
y por cuanto se ha reconocido que abusando los indios
de la ley que les pertnite no se les impida estar en el
pueblo donde quisieren pagando el tributo, suelen
ausentarse con frecuencia, ignorándose su paradero Y
si viven como cristianos, con perjuicio de sus mujeres
y familias que abandonan, declara que para gozar los
indios de esta libertad es necesario que antes de verifi-
car su ausencia la noticien a sus corregidores y curas
con aviso del pueblo donde les acomodare establecerse,
con la indispensable calidad de llevar consigo sus fami-
lias y mu/ /jeres y que ¡motándose en los li_bros y listas
171 del pueblo que dejan¡ y donde se transfieren conste
155
 debidamente y vivan con instrucción cristiana y política,
pagando el tributo sin las extorsiones y litigios que de
lo contrario sufren, estrechados por dos cobradores, y
siempre que falten estas precisas circunstancias, tan
conducentes al buen gobierno, utilidad de los mismos
indios y resguardo de la Real Hacienda, no se permitirá
el que se ausenten de los pueblos donde una vez estu-
vieren radicados y se les deberá solicitar para que
donde quiera que se hallen sean compelidos a restituírse
a su respectivo pueblo.
Y en atención a que en virtud de esta providencia
quedan vacantes las tierras de los resguardos, sefialados
a los extinguidos, y que con este respecto se han ava-
luado por personas inteligentes para que se vendan por
cuenta de Real Hacienda y estar comisionados para
hacerlas .pregonar los respectivos alcaldes pedáneos para
que luego que se concluyan las diligencias remitir al
superior gobierno con citación de los postores que re-
sultaren y que solicitándose por los vecinos de Chiscas
y Guacamayas respectivamente erección de parroquias,
con cuyo motivo no quedan sin benefticio aqueHos curas,
se de cuenta al excelentísimo señor virrey, como también
de que no pudiéndose verificar lo mismo en el pueblo
de Boavita por no haber vecino alguno, quedan incon-
172 gruo el cura de él / / y la iglesia al cuidado del cura de
la parroquia de la Ubita, como tan inmediato a ella,
para que si s-e quisiese poner un teniente que administre
lo dilatado de su vecindario lo haga.
Y declara el señor visitador que desde el día que
quede verificada la translación de los indios, cesa la
paga de estipendios que su Majestad tiene asignada a
los doctrineros.
Todo lo cual asi se expresa en este auto, con el fin
de facilitar el conocimiento y los medios conducentes
al alivio de los indios y vecinos y su instrucción cristia-
na Y política, como punto tan recomendado por su
Majestad y propio del católico celo con que promueve
al beneficio de sus vasallos-.
Y porque el logro de todo lo prevenido consiste en su
exacta y arreglada ejecución que no puede por sí mismo
ejecutar el señor visitador, por lo que urgen la conti-
nuación de su vis·ita, da comisión bastante y cuanta por
derecho se requiere a Don Joaquín de As car za, corre-
gidw de este partido (de quien confía su desempeño)
para que bién instruido de lo resuelto y con la pruden-
156
cia y entereza que pide la materia, ponga en práctica
la translación. de los indios de Guacamayas, Chiscas y
Boavita al del Cocuy, presenciando la entrega que se
ha de hacer de vasos sagrados, ornamentos, imágenes y
demás a1hajas de iglesia por los respectivos- curas al de
173 dicho / / pueblo, haciendo igualmente se anote el número
de ganados de cada hato, instruyendo a todos los natu-
rales de -esta resolución, en que se les ha procurado
bastantemente advertir para que sin pérdida de tiempo
tomen sus medidas y s·e trasladen, como también dis-
pondrá y arreglará en el plan del pueblo los solares
que cada uno de los indios trasladados ha de ocupar
con su habitación y huerta en el supuesto de que si
cumplido el término de los dos meses y pasados otros
dos no hubiesen salido de sus pueblos, se les derribarán
las casas que tuvieren en ellos y se les conducirá al
dicho del Cocuy y se les obligará a que se sitúen en él
y edifiquen sus casas, con circunstancia de que si llegare
a entender que alguno de dichos indios, para frustrar la
traslación, se ausentare, se le solicitará por medio de
las justicias hasta obligarle a venir a dicho pueblo
donde son trasladados, en el que serán con prelación
atendidos por los patricios y empleados en los oficios y
gobierno del pueblo, como se les tiene prevenido, con
apercibimiento de que serán castigados severamente los
que contravinieren a esta justa providencia, quienes a
más del referido castigo serán agregados a distinto
pueblo, para cuya ejecución todas las justicias y veci-
nos del partido franquearán al comisionado los auxilios
17 4 que necesitare y le pidiere // con responsabilidad al
interés y daños que causare su omisión, y que por cuan-
to haberse reconocido en las listas del pueblo del Cocuy
y de los a él agregados el crecido número de caciques
o capitanes, que par:¡¡ tan pocos tributarios se ocupan
ganando la demora, no siendo justo que su Majestad
sufra tan injusto desembolso, declara no deber subsistir
en lo futuro más· parnialidades y capitanes que seis, con
sus respectivos alcaldes, cuya proporcional regulación,
con reflexión al total de tributarios, hará con igualdad
el corregidor comisionado, quien para el perfecto arreglo
del pueblo pondrá dos indios tenientes- en quienes con-
curran las circunstancias necesarias para el minister,io.
Y porque nada contribuir tanto al apetecido efecto
de lo mandado como el tuave eficaz influjo de los curas,
que sus persuaciones hArán conocer a los indios no sólo
157
 l necesidad de la resolución y los favorables proveclio-
sos efectos que de su observancia les resultan, sino
tambien la est·recha obligación que les asiste de cumplir
puntualmente lo que se les ordena, en virtud de este
les ruega y encarga el señor juez visitador que esfuercen
su acreditado celo en servicio de su Majestad, contribu-
yendo en cuanto estuviere de su parte con sus oficios a
que así se verifique, como punto en que igualmente se
175 versa el bien espi/ /ritual de los indios, por haber
parecido esta providencia la más adecuada para llenar
el objeto de la Real Cédula y el de lo preceptuado por
el excelentísimo señor virrey y mandado en Junta ge-
neral de tribunales, de la que para su mas puntual
observancia quedará testimonio en este pueblo con inclu-
sión del señalamiento y amparo hecho a los indios de él.
Que por este que proveyó, así lo mandó y firmó, por
ante mí, que doy fe.
J ose Maria Campuzano y Lanz
Ante mi, Lorenzo Medina, escribano de visita.
El cual auto se les hizo saber a los indios de los nomi-
nados de Chiscas, Guacamayas, Boavita y el Cocuy, y
el nominado comisionado Ascarza cumplió con lo que
se le mandó en el auto antecedente, poniendo en ejecu-
cion el señalamiento y traslación de todos los nominados
indios.
Y los vecinos del nominado pueblo del Cocuy hicieron
postura a un pedazo de tierra en atención a no hacer
falta a los indios como constaba al juez visitador y
admitídose la postura y habíendose pregonado por el
término de la ley, se citaron los postores y se señalo
día de remate para el veinte y seis de agosto del dicho
año de setenta y siete, en el que se remataron las dichas
tierras en Pablo Sarmiento a nombre de los indicados
vecinos del Cocuy, en la cantidad de seiscientos y treinta
176 // pesos a reconocer a censo redimible, pagar interim
su redención el rédito de cinco por ciento cada año y
a afianzar a satisfacción de los señores oficiales reales.
En prosecusión de dicha visita, el nominado Don Jose
María Campuzano pasó al pueblo de la Salina en el que
mando se formaran las listas, de las que resulto haber
veinte y cuatro tributarios, en cuya vista y de la infor-
mación que se recibió y de la declaración hecha por los
indios, se resolvió su traslación al pueblo de Chita y en
su consecuencia se mandaron avaluar los resgua1•dos
158
del referido pueblo de la Salina como en efecto así se
ejecuto, por Don Antonio de los Olivos y Antonio Es-
teban en canÚdad de mil y doscientos pesos, que era
lo más que podían valer. Y por otro auto mando se
pregonaran dichas tierras por el término de la ley, como
así mismo dijo:
Que por cuanto en la declaracion tomada a los natu-
rales de aquel pueblo resultaba que Don Manuel Guarín,
administrador o superintendente de la Salina que se
hallaba en aquel pueblo causaba grandes extorsiones a
los indios y los maltrataba con azotes y golpes, manda-
::ia y mandó se le hiciera saber a Don Joaquín Ascarza,
corregidor del partido, que dentro del termino de ocho
177 días mandase sa/ /lir desterrado del dicho pueblo y su
jurisd'Ícción al citado Guarín, compeliéndole ante todas
cosas a que satisfaga íntegramente los daños que hu-
biera causado a los indios, e igualmente las costas de
curación de los que hubiera maltratado. Lo que se hizo
saber al nominado Ascarza y pregonádo.se por el termi-
no de la ley en primero de septiembre del dicho año
de setenta y siete se remataron las tierras de dicho
resguardo en Jose Joaquín de Zapata y Porras, procu-
radm apoderado de los vecinos de dicho pueblo de la
Salina en cantidad de mil pesos a reconocer a censo
redimible, pagar interim su redención el redito de un
cinco por ciento en cada año, afianzar a satisfacción
de los señores oficiales reales.
Así mismo se remato otro pedazo de tierra del refe-
rido resguardo nombrado Samacá en primero de sep-
tiembre en el mismo procurador Jose Joaquín de Zapata
y Porras a nombre de Justo del Castillo en cantidad
de ciento ochenta pesos de contado; de lo que se les
dio los correspondientes despacihos de recudimiento.
Y habiendo pasado al pueblo de Chita, cabecera del
partido, mandó hacer lista de todos los indios y vecinos
178 y en vista de ellas se formo el interro//gatorio siguiente:
.~
INTERROGATORIO a cuyo tenor serán exami-
nados los testigos que fuesen llamados para que
declaren en lo tocante a los puntos a que se
dirige la visita que por Real Cedula de su
Majestad y en virtud de comisión del excelen-
tísimo señor virrey de este Reino hace de los
pueblos y demásf lugares comprendidos de la
ciudad de Tunjafel señor Don Jose Maria Cam-
159
 puzano y Lanz, corregidor y justicia mayor en
ella por lo respectivo a este corregimiento de
Chita, digan:
Primeramente de cuántos pueblos se compone este
partido, expresando las distancias que hubiere de unos
a otros.
Item, declaren si son iguales o diferentes en tempera-
mento, los frutos que en ellos se cosechan, efectos y
labores en cuya industria se ocupan los indios y si en
todas ellas son tierras fértiles para el cultivo de frutos
y crías de ganados.
Itero, s·i saben que disfrutan los indios íntegras y sin
disminución las tierras de los resguardos que les fueron
señaladas en la última visita practicada por el señor
oidor Don Andres Berdugo que fue de esta provincia
el año pasado de mil setecientos cincuenta y cinco.
Itero, si tienen noticia que padezcan alguna opresión,
ya sea en la exaccion del tributo, ya en la paga de diez-
mos, primicias o cualquiera otra indebida contribución,
179 ya finalmente / / en sus personas y bienes.
Itero, digan si saben la cantidad que les esta tasada
por razón de tributo, si saben la especie en que lo
pagaban y si lo satisfacían.
Itero, si tienen noticia en que con facilidad se ausen-
tan, dejando sus mujeres y familias, significando cual
sea la causa a que se contribuye esta deserción y los
medios que puedan ser oportunos para repararla.
Itero, si saben que es copioso el número de vecinos
de color establecido en este resguardo, para carecer de
tierras propias en qué vivir y cultivar, para mantenerse,
estando sujetos a pagar a los indios y a sus continuas
molestias.
Itero, digan si según la grande extensión y fertilidad
del resguardo podrán establecerse estos vecinos separa-
dos de los indios en un cuarto de él, sin que se les ocasio-
ne por esto incomodidad alguna a dichos naturales.
Itero, expresarán todo lo que pudiere contribuir a la
indagación de la verdad y objeto de esta visita de
púbHca y notorio, pública voz y fama, edad y generales
de la ley.
Que es fecho en el pueblo de Chita, en diez y siete
de abril de mil setecientos setenta y siete.
J ose Maria Campuzano y Lanz
Ante mí!, Lorenzo de Medina, escribano de visita.
160
En cuyo cumplimiento se procedió / / a recibir las
180 declaraciones, siendo una de ellas, la del tenor siguiente:
En dicho mes y año el senor Don Jose Maria Campu-
zano y Lanz, corregidor y justicia mayor de la ciudad
de Tunja y su distrito y visitador de su provincia, dijo
hizo comparecer ante sí a Don Antonio de los Olivos,
vecino de este pueblo de Chita, a quien por ante mi,
presente escribano de visita, le recibió juramento, que
hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de la cruz,
bajo del cual prometió decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado, y siéndolo por el tenor del inte-
rrogatorio que antecede, enterado de su contenido:
A la primera pregunta, dijo que este partido y corre-
gimiento comprende siete pueblos de indios y tres
parroquias de blancos, que sus nombres son este de
Chita, Boavita, Guacamayas, Chiscas, Cocuy, la misión
de Guycán y la Salina y las parroquias del Cocuy, la
Ubita y la Capilla. Que la distancia que hay de éste a
los referidos lugares es, a saber, el pueblo de Boavita
un día de camino, yendo de escotero, y con cargas algo
más, al de Guacamayas día y medio, al de Chiscas dos
días, al del Cocuy día y medio, al de Guycán lo mismo,
con corta diferencia, y al de la Salina dos días, a la
parroquia de la U.bita un día, a la de la -Capilla día y
181 medio y a la del Cocuy lo mismo que al / / pueblo de
este nombre y responde.
A la segunda, dijo: Que los· lugares referidos no son
todos de igua'1 temperamento, a causa de que el de
Boavita, Guacamayas, Cocuy y la Salina es templado
e igualmente el de las parroquias de la Ubita y la Ca-
pilla y el de los demás lugares bastantemente frío, en
unas partes más que en otras. Que los frutos que se co-
seohan en los de tierra templada son caña, de que se
fabrica a:ziúcar, plátanos, yucas, arracachas, maíz y otros
respectivos al temperamento, y en los de tierra fria se
cogen, a excepcion de caña, plátanos, y yucas de los
mismos que quedan referidos y tambien turmas, habas
y frijoles. Que Jas tierras de los resguardos y parroquia
de que tiene conocimiento son bastantemente fértiles para
el cultivo, abundantes de aguas y no escasas de montes.
A la tercera, dijo: Que le consta que los indios de
este pueblo mantienen íntegros y sin disminución sus
resguardos según el señalamiento que de ellos se les
hizo en la última visita, de la que se le instruyó al de-
elarante, y responde. ¡1
161
 A la cuarta, dijo: Que no ha experimentado que a los
indios se les extorsione sobre la exacción da tributos
diezmos y primicias, ni que se les exijan por person~
alguna derechos indebidos, y responde.
A la quinta, dijo: Que en este pueblo, que es el único
de que tiene mayor conocimiento, pagan los indios por
razon de tributo cada seis meses tres pesos / / seis rea-
182
les y medio, y que la especie en que verifican la paga
es en camisetas de lana, sal y otros frutos que produce
el pafs, y responde.
A la sexta, dijo: Que ha oído y tiene noticia de que
con facilidad se ausentan muchos indios, dejando en
abandono a sus mujeres y familia y que esta ausencia
la atribuye únicamente, sea por no trabajar y estar su-
jetos a vivir como cristianos, por lo dedicados que son
los indios de lograr de vida holgazana y libertina. Que
no discurre remedio que pueda ataja,r semejante deser-
ción, y responde.
A la séptima, dijo: Que le consta ser copioso el nú-
mero de vecinos agregados a este resguardo, viviendo
mezclados con los indios de que resultan fatales con-
secuencias y la de casarse indios con blancas, y por el
contrario, blancos con indias, a lo que da motivo la es-
casez de tierras propias que padecen los vecinos, sin
tener en qué cultivar, por cuya causa no sólo pagan
arriendo a los indios sino que viven sujetos a todos sus
mandos e impertinencias y responde.
A la octava, dijo: Que aunque hubiera otros tantos
indios en este pueblo, desde luego caben separados en
parte del resguardo los vecinos que lo habitan, sin que
por ello queden perjudicados los naturales, por ser
mucha la extensión y fertilidad de la tierra, y responde.
A la nona y última, dijo: Que lo que lleva dicho y
declarado es público y notorio y la verdad en fuerza
183 del ju//ramento que tiene fecho, en que se afirmó y
ratificó, siéndole leída su declaración, y dijo ser de
edad de cuarenta y seis años, poco más o menos, que
no le tocan generales de la ley, y lo firmó el señor juez,
por ante mí, que doy fe.
Campuzano
Jose Antonio de los Olivos
Ante mí, Lorenzo de Medina, escribano de visita.
162
En la misma conformidad declararon los otros dos
testigos, en cuya vista y de la declaracion recibida a
los indios, se mandó reconocer las tierras del resguardo,
que así se ejecuto por auto de diez y nueve de abril,
mandando dicho juez visitador a los vecinos saliesen
de las tierras de los indios, lo que se les hizo saber y
en vista de todo proveyo otro auto cuyo tenor es el
siguiente:
En el pueblo de Chita, en diez y nueve de abril de
mil setecientos setenta y siete anos. El señor Don J ose
Maria Campuzano y Lanz, corregidor y justicia mayor
de la ciudad de Tunja y su provincia, y visitador ge-
neral del distrito de ella, dijo:
Que habiendo reconocido y visitado personalmente
los pueblos de la Salina y este de Chita, y resultar de
sus listas de indios y matrículas de vecinos haber en la
Salina el total de ciento cincuenta y tres indios de
todas clases, inclusos veinte y cuatro tributarios utiles
y trecientos y un vecinos, inclusas ochenta y dos ca-
bezas de familia y en este de Chita resulta el total de
184 un mil trecientos y ochenta indios / / de todas clases,
inclusos ciento y ochenta tributaTios útiles y veinte y
dos requinteros y en el resguardo mezclados con los
indios se evidencia haber ochocientas sesenta almas,
inclusos docientas setenta y ocho familias y en la feli-
gresía del vecindario se demuestra haber un mil cua-
trocientas cuarenta y una almas, inclusas trecientas y
ochenta familias, lo que claramente manifiesta el cre-
cido número y aumento de vecinos y aniquilación de
indios causada efectivamente de su continua deserción
y de los muchos que contraen matrimonio con mestiza,
como se patentiza de las descripciones, a que contribu-
ye no poco la escasez de tierras que padecen los veci-
nos españoles y mestizos, por lo que se ven precisados
a vivir entre los naturales, sujetos a ser expelidos a su
arbitrio, como hasta aquí ha sucedido, cuyos daños y
otros que sería difícil individualizar, aunque realmente
no puedan remediarse, se minorarían en mucha parte
si los vecinos establecidos en los resguardos tuviesen
tierras inmediatas a la iglesia en qué poder trabajar,
sin el peligro de ser expelidos, con lo cual al mismo
tiempo que se observaría exactamente la ley municipal
que prohibe el consorcio de los indios y vecinos, se li-
bertarían aquellos de I¡>sperjuicios que causa su con-
travención. Y tenienf voluntariamente cedidos los
163
 naturales de este pueblo el pedazo de tierra que / / en
185 su declaración de fojas treinta y una vuelta se registra
para el establecimiento y separación de los enunciado~
vecinos, por no hacer falta para sus labores y crías de
ganados, ha tenido por conveniente el mandar que los
enumerados vecinos se pue.blen en él y que este se pre-
gone por cuenta de la Real Hacienda, de cuyas diligen-
cias se dé cuenta al gobierno superior.
Y que mediante a que por el corto número de indios
del pueblo de la Salina, y sin embargo de la natural
repugnancia que interiormente tendrán de dejar su pue-
blo, se hace indispensable reunirles a este pueblo, donde
les resulten mayores utilidades, en lo espiritual y tem-
poral, pues su mayor bien no consiste en complacerles
en lo que por capricho apetecen, sino en obligarlos a
lo que según razon y justicia les es más provechoso y
de menos gravamen a la Real Hacienda, no siendo justo
que se pensione en pagar estipendio a un doctrinero y
edificar iglesia, como allí se necesita, por tan corto
número de indios, pudiendo con igual o mayor apro-
vechamiento de sus almas y -edificación cristiana y dv-il
instruirlos en este pueblo más numeroso, en el que la
muohedumbre excita el celo del cura y se disminuyen
proporcionalmente las pensiones entre más crecido nú-
mero, libertándose al mismo tiempo de los daños que
regularmente sufren del consorcio de la gente de color,
186 y resultando a favor del Real/ /Erario el resguardo va-
cante del citado pueblo, y la parte de éste destinada
para el establecimiento de los vecinos. Por todo lo cual,
y demás que ha tenido presente, observando y reflexio-
nando con la madurez que requiere la importancia y
gravedad de la materia en que se interesa el bien común
y servicio de ambas majestades. Usando de la facultad
que el excelentísimo señor virrey de este Reyno, en virtud
de la Real Cédula de tres de agosto del año pasado de mil
setecientos setenta y cuatro le tiene conferida por supe-
rior decreto de quince de julio de mil setecientos setenta
y seis, poniendo en ejecución lo en ella determinado
mandaba y mandó que los indios del pueblo de la Salin~
sean trasladados y pasen a este de Chita ...
[Nota del editor: como se aprecia, este auto final
es idéntico al que se profirió en el Cocuy (ff. 164 y ss.),
por lo cual en adelante solo se transcribirán las varian-
tes locales, así:]
164
En el interim se dé cuenta al excelentisimo señor
187 vi;;~Y de este Reyno sobre el permiso qu~ estos i~dios
solicitan de la· cocinadura de la sal y rebaJa del tnb~t_o
para ayuda de su transporte, y de la retasa que solici-
tan los de este pueblo de Ohita, lo que desde luego se
les concederá por su magnánima piedad, siemp~e que
verifiquen en el prefinido tiempo los de la Sal'.~ª su
radicación en éste y los de él la pronta expuls10n de
los vecinos de color para verificar su establecimiento
ei1 la tierra señalada ...
188 se . presenciarán
. . y por cuanto al tiempo de la formación de l_ali_sta
(sic) al señor juez porció~ de m~10s,
mozos, reservados por quebraduras en el vientre duna-
nados de los terribles golpes que se dan en el brutal,
gentilicio y supersticioso juego que en sus festividades
usan con el nombre de la Muma, prohibe Y extingue
para en lo sucesivo tan pernicioso abuso, imp_oniendo
como impone a los contraventores la pena de cien azo-
tes y quince dias de prisión, prohibiendo igualmente,
como por el presente prohibe, en que en lo futuro se
lleven derechos a los indios por razon de sus reservas,
sean por edad o enfermedad, mediante a resistirlo las
leyes y estar así declarado por la Real Audiencia de
este Reyno ...
[Nota del Editor: este auto no incluye, natu~almente,
la provisión del folio 171 relativa a 1~ vacancia ~e los
resguardos. Pero se comisiona al mismo Joaqum de
Ascarza en los mismos términos del f. 172. Tampoco
incluye 'el mandato del f. 174 sobre eliminación de ca-
pitanes y parcialidades]
En veinte del referido mes y año, se sacó por mi el
192 presente escribano de visita el testimonio prev:nido en
el auto que antecede, el que de orden del senor Ju~z
visitador entregué a Don Joaquín de As<:arz?, corn':gi-
do·r de este partido, para que conste lo firmo conmigo,
de que doy fe.
Ascarza
Medina, escribano de visita.
Informe Excelentísimo señor: .
La visita por mi practicada en este par~1do de
Chita, que conclu[í] en el día de ayer, y con la debi~a ve-
neración dirijo a la superioridad de V. E~celenc1a, le
presentará a la vista el rjúmero de parroquias Y pueblos
165
 Y demás circunstancias de su comprensión y al mismo
tiempo lo que en virtud de las órdenes de V. Excelencia
he resuelto sobre la demolición de los pueblos de Chis-
cas, Guacamayas, Boavita y la Salina y agregación de
los tres primeros al Cocuy y del de la Salina a éste con
19 3 la cantidad en que / / se hallan estimados sus resguar-
dos, cuyas di_ligencias de pregones del de Chiscas y
Guacamayas 1gualment.e acompaño y practicaré igual
diligencia luego que se concluyan las de pregones de
los remtes. Y conceptuando necesario en ese superior
gobierno para la verificación de los ·remates los títulos
de resguardos de los pueblos demolidos, no omito re-
mitir los tres, que por sus respectivos curas se me han
entregado, pues en la Salina no le hay, y así por noti-
cias se ha hecho el avalúo.
La muchedumbre de vecinos de color mezclados con
los indios de este pueblo me ha movido a deliberar su
separación Y como éstos hayan cedido para el estable-
cimiento de aquellos un cuarto del resguardo, he man-
dado que para el efecto se avalúe y pregone éste de
cuenta de su Majestad, cuyas diligencias evacuadas
pondré en manos de V. Excelencia.
Los indios del pueblo del Cocuy y sus agregados· so-
licitan rebaja de un año de tributo para ayuda de su
e~tablecimiento y traslación e igualmente retasa, pi-
diendo la igualdad de demoras a razón de seis pesos
tres reales por año, como del expediente de dicho pueblo
se -reconoce, y pareciéndome justa su pretension, así
por la notoria pobreza a que están reducidos, como por
la suma obediencia con que han ejecutado las órdenes
de visita así unos como otros, pues casi todos están ya
haciendo sus labranzas en el citado Cocuy y haciendo
194 sus casas, no omito hacerlo // presente a la piedad de
V. Excelencia, suplicándoles (sic) se digne dispensarles
-esta gracia, e igualmente la que solicitan los indios del
pueblo de la Salina en razon de rebaja de tributo para
ayuda de su trasplantación, y los de este de Chita en
la retasa del crecido tributo, que hasta aquí han satis-
fe?ho, po-r cuyo motivo se hallan en notoria pobreza, y
as1 por esta como por la liberalidad con que han cedido
a favor de su Majestad parte de su resguardo para el
establecimiento de vecinos, les contemplo dignos de su
solicitud.
El celo Y amor con que desde mi niñez he propen-
dido al servicio de su Majestad y la ninguna prácti.ca
166
que en asuntos de la naturaleza de la presente visita
hay en este Reyno, harán dispensables en el superior
concepto de V.· Excelencia los muchos defectos que en
la formación de esta visita haya cometido, los que in-
genuamente confieso por hijos de mi ignorancia, pero
en ningún modo de mi intención. Pueblo de Chita,
veinte de abril de mil setecientos setenta y siete.
J ose María Campuzano y Lanz.
Dect 0Santa Fe, dos de mayo de mil setecientos se-
tenta y siete.
Vaya al señor fiscal con las diligencias que le acom-
pañan.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Respta del Sr Excelentísimo señor:
Fiscal El fiscal dice: Que por la visita y diligen-
cias que a consecuencia de ·la Real Cedula
de trece de agosto de mil setecientos setenta y cuatro ha
practicado el corregidor de Tunja, Don Jase Maria Cam-
puzano del partido de Chita comprendido en su corregi-
195 miento, ha resuelto trasladar los indios Chiscas, Guaca-
mayas, Boavita por su corto número al pueblo del Cocuy,
reuniéndolos allí por tener abundantes, fértiles resguar-
dos, producir iguales frutos y gozar de un mismo tem-
peramento, componiéndose del total docientos sesenta
tributarios, quedando extinguidos los tres primeros pue-
blos y beneficiado el Real Erario no sólo en el valor de
las tierras de los resguardos que resultan vacantes y s·e
han avaluado y pregonado, sino tambien en libertarse
de la paga de inútiles estipendios, por ser sin duda más
ventajoso a los indios, así en lo espiritual como en lo
civil, vivir reunidos em proporcionado número, mayor-
mente cuando por la cercanía de unos pueblos a otros
y uniformidad de frutos y temperamento, no se induce
novedad sustancial en variar de situación, a que han
consentido. Semejantemente ha trasladado el corto nú-
mero de veinte y ooho tributarios que componía e1
pueblo de la Salina al de Ohita, distante un día de
camino, en que concurren los mismos motivos y cir-
cunstancias antes -referidas, sin otra calidad que la de
concederles a los indios trasladados la relevación de
tributos en el primer ª7º para que puedan trabajar en
167
196 la fabrica de sus habitaciones, cultivo y es/ /tablecimien-
to de sus sementeras, que es justo se les conceda con-
forme al espíritu de las leyes, mayormente consiguiendo
• por esta gracia la Real Hacienda notables ventajas, y
en su virtud se ha de servir V. excelencia, aprobando
una y otra reunión y la extinción de los pueblos cuyos
indios han sido trasladados, mandar que así se le pre-
venga para que disponga su más pronto y cumplido
efecto y que noticie su verificación con orden de que,
supuesta la notable variedad de la tasa que se encuen-
tra aún en las parcialidades de un mismo pueblo y
que ésta, segun previenen las leyes, debe guardarse
según las circunstancias locales con las justificaciones
que dispone la ley veinte y una y otras del título quinto,
libro sexto de las municipales, proceda con este res-
pecto a su justa regulación y dé cuenta para que, to-
mándose razon, sirva de gobierno en la cobranza y
cuentas de corregidores, previniéndosele así mismo que
fenecida la visita en cada partido forme en papel se-
parado un extracto, en que se comprenda el numero de
pueblos e indios, con distinción de clases, habitantes
de color y distancia de unos a otros, con expresión de
los que se supriman y queden existentes, para que fa-
cilmente pueda tomarse conocimiento segun justicia.
Santa Fe y mayo dos de mil setecientos setenta y siete.
197 Moreno
Decto Santa Fe, mayo nueve de mil setecientos setenta
y siete.
A consecuencia de lo expuesto por el señor !iscal,
se aprueban las diligencias de visita que por comisión
de este superior gobierno practicó el corregidor de
Tunja en el partido de Chita, demoliendo los pueblos
nombrados la Salina, Chiscas, Guacamayas y Boavita,
y agregando el primero al de Ohita y los tres últimos
al del Cocuy por el motivo de ser muy corto el número
de sus tributarios y po:r la ventaja que es preciso lo-
gren en lo espiritual y temporal aquellos naturales,
viviendo reunidos en proporcionado número y disfru-
tando abundantes y fértiles- resguardos, cuales son los
mencionados pueblos a donde se ha resuelto su agre-
gación, y para que ésta no se les haga difícil ni muy
sensible el desamparar su patrio suelo y a fin de que
con todo alivio puedan fabricar sus habitaciones y cul-
tivar sus sementeras·, atendiendo al beneficio que re-
168
dunda a la Real Hacienda con las tierras que resultan
a su favor, se les concede y dispensa la gracia que pi-
dieron de la relevación del tributo por el primer año,
lo que se les dará a entender para estimularlos más a
la traslación por el referido corregidor, quien procurará
llevarla a puro y debido efecto, previniendo el ánimo
198 de los indios para que reciban / / con amor a los agre-
gados y los traten como si fueran nativos del pueblo
y haciendo que se pregonen por el término ordinario
las tierras que han resultado vacantes (cuya diligencia
se practicará igualmente en esta capital) y procediendo
a formar una justa regulación de los tributos con re-
flexión a las circunstancias locales y a lo que dispone
la ley veinte y uno, titulo quinto, libro sexto de las
municipales, evitando en cuanto se pueda la notable
variedad que se nota en su tasa, de la que dará cuenta
para que sirva de gobierno en las cobranzas, y fenecida
que sea la visita de ca·da partido, formará un extracto
separado, en el que se anotará el número de pueblos de
indios, con distinción de sus clases, puntualizando en
él lo que contemplare conducente a fin de facilitar el
conocimiento. Y para todo diríjase el correspondiente
despacho.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Carta Muy señor mio:
He recibido el superior despacho de aprobacion
de la visita por mí practicada en el partido de Chita que
con carta de veinte y uno del corriente me incluye V.
Md. de que quedo inteligenciado para v,erificar la
pronta traslación de los indios, con lo más que se me
previene.
Dios guarde a V. Md. muchos años. Parroquia de Sá-
199 tiva, veinte y nueve de mayo // de mil setecientos se-
tenta y siete.
Beso la mam> de V. Md., su servidor,
J ose Maria Campuzano y Lanz.
Señor Don Francisco Iturrate.
Decto Santa Fe, doce de junio de mil setecientos se-
tenta y siete.
Unase al expediente de su materia.
Hay una rúbrica. f
!turra-te. /
169
 Informe Excelentísimo Señor:
Aunque por el superior decreto de V. Excelen-
cia de nueve de mayo de setenta y siete, proveído en el
expediente de visita del partido de Chita se me precep-
túa proceda a formar una justa regulación o retasa de los
tributos con ref.lexión a las circunstancias locales y a
lo que dispone la ley veinte y una, título quinto, libro
sexto de las municipales, para evitar en cuanto se pueda
la notable variedad que se advierte en las tasas de esta
provincia, el mismo espíritu de la ley, la suma pobreza
de los naturales del distrito y la crecida cantidad que
por razón de tributo les esta señalada, me tiene hasta
lo presente sin atrever a resolver materia de tanta gra-
vedad, considerando que de retasarles a correspondencia
de su escasez, es indispensable hacerles generalmente
una crecida rebaja para que puedan cómodamente sa-
tisfacer el tributo y subvenir a sus comunes indigencias,
lo que temo se me note como perjudicial a la Real Ha-
cienda. El dejarlos con tasa crecida es ins'Oportable a
200 su miseria // y consiguientemente inverificable la sa-
tisfacción, a más de que lo contemplo temeridad por
oponerse a lo que la citada ley dispone, en cuya per-
plejidad no hallo otro arbitrio que ocurrir a la justifi-
cada benignidad de V. Escelencia para que se sirva
resolver en el asunto lo que juzgue más conforme a
beneficio del Erario y alivio de estos infelices.
Fuera de la variedad de las tasas en cuanto a su
cantidad, he notado igual disconformidad en sus espe-
cies, pues hay muchos pueblos en que el tributo se halla
regulado en mantas de algodon a tres pesos y que al
presente verifican la satisfacción en frutos y plata.. Así
mismo he reparado algunos pueblos tasados en igual
genero de mantas y que con ellas satisfacen, no obstante
de no producir el terreno ni sus inmediatos el algodón;
todos éstos me parece fuera de mayor utilidad a la
Real Hacienda y de alivio a los naturales retasarlos en
dinero, con reflexión al precio a que se expenden las
relacionadas mantas en esas reales cajas, con lo que
se evitaría el costo de conducción, el detrimento que
padecen almacenadas, la dilación que sufre su Majes-
tad en percibir su importe y se lograría con mayor
facilidad el cobrarles a los indios, sobre lo que igual-
mente suplico a V. Excelencia se digne preceptuarme
201 lo que sea de su agra'do, previ//niéndome si estima por
suficiente justificativo para proceder a la retasa las
170
informaciones hechas al tiempo de la visita, que acre-
ditan bastantemente la notoria pobreza de los indios,
0 si será necesario recibir nuevamente otras. Tun¡ja,
veinte y tres de febrero de mil setecientos setenta Y
ocho.
José María Campuzano y Lanz
Decto Santa Fe, cinco de marzo de mil setecientes se-
tenta y ocho.
Vista al señor fiscal.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Respta del sr Excelentísimo señor:
Fi.scal El fiscal dice: Que así por la gravedad de
la materia que en concepto de las leyes
requiere más circunstanciado exámen, como Pº:·lo ú:ti-
mamente resuelto en este punto, se ha de servir V. Ex-
celencia mandar que el corregidor de Tunja omita_;ª
retasa suspendiéndose en su consecuencia la resoluc10n
que p;ra verificarla solicita, y que así se le yrevenga en
respuesta, como es de justicia. Santa Fe, diez de marzo
de mil setecientos setenta y ocho.
Moreno.
Decto Santa Fe, doce de marzo de mil setecientos se-
tenta y ocho.
El corregidor de Tunja suspenderá la retasa de tri-
butos que se le mandó hacer en decreto de nu~ve ~e
mayo de año próximo pasado has~a nueva providenc1_a
de este superior gobierno, y contestesele por la _escr~-
banía con testimonio de este decreto para su inteli-
gencia.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
y habiendo pasado a seguir su visita en e~ _parti_do
202 de Ohivatá, hizo / / y practicó las mism~s. dillg~ncias
que en el de Ohita, formando listas ~ recibiendo m~or-
maciones como consta <le los expedientes, Y en vista
de las listas formadas en el pueblo de Ohivatá proveyó
un auto cuyo tenor y demás diligencias que a su con-
tinuació~ se hallan, soj del tenor siguiente:
171

En el pueblo de Ohivatá, en veinte y Mho de agosto
de mil setecientos setenta y siete, el señor Don Jo!re
María Campuzano y Lanz, corregidor y justicia mayor
de la ciudad de Tunja y su provincia y visitador ge-
neral en ella, dijo: Que a efecto de tomar la instruc-
ción necesaria y proveer lo que corresponda en todos
los puntos concernientes a esta visita, se convoquen a
los indios principales de este pueblo y se les examine
así sobre que expresen si padecen alguna opresión o
perjuicio de la libertad de sus personas y bienes y si
disfrutan sus resguardos y tierras sin disminución, como
también si les ocasiona algun quebranto en la exacción
de tributos, diezmos y primicias y cualquiera otros de-
rechos, y si todos viven en la inmediación, del modo
que logren ser asistidos y doctrinados por su cura, acu-
diendo a misa y a la percepción de los santos sacramen-
tos, con todo lo demas que fuere concerniente a indagar
su actual estado y facilitarles los alivios que las leyes
203 les dispensan, indagándose así/ !mismo sobre la calidad
del temperamento, frutos que se cosechan, la industria
en que se ocupan los naturales, qué cantidad pagan de
tributo, si lo satisfacen cumplidamente y en qué especie.
Que por este que proveyó asi lo mandó y firmó por
ante mí, el presente escribano de visita, de que doy fe.
José María Campuzano y Lanz
Ante mí, Lorenzo de Medina, escribano de visita.
En el referido pueblo de Chivata, en dicho dia, mes
y año, en conformidad de lo mandado en el auto ante-
cedente, el señor juez visitador hizo comparecer a su
presencia a Don Carlos Chonta1, indio teniente de este
pueblo, a Don José Gutierres, Don Ambrosio Gamba-
sica, Don Gregario Baptista, Don Bernardino N ensaque,
Don Bartolome Unumpaque, Don Francisco Pacabaquin,
Don José Montero, Don Laureano Ruiz y a Don Fran-
cisco Unumpaque, capitanes, a quienes no obstante ser
ladinos se les advirtió de la gravedad del juramento y
por ante mí el presente escribano de visita les recibió
su merced, el que hicieron por Dios Nuestro Senor y
una señal de Cruz en forma, bajo del cual prometieron
decir verdad en lo que supieran y les fuere preguntado,
y siéndolo conforme al contenido del auto antecedente,
inteligenciados en él uniformemente, respondieron:
Que no reciben perjuicio ni opresión alguna tocante
la libertad de sus personas, y bienes y que han disfru-
172
tado la tierra del resguardo según y como les fue se-
204 ñalada en última anterior visita practicada por el / /
señor oidor Don Andres Berdugo, que no se les causa
la menor extorsión en el cobro de tributos, diezmos,
primicias y limosnas, ni se les lleva derecho alguno por
administración de sacramentos y entierros, que algunos
de los tributarios sus sujetos no tienen casa en el asien-
to de este pueblo sino en sus estancias, pero que por
esto no faltan a misa, doctrina y demás obligaciones
de cristianos, que el temperamento es bastantemente
frio y produce los frutos peculiares a él, siendo la in-
dustria en que se ocupan los naturales, a más del culti-
vo del campo, la de tejer algunas ruanas y camisetas
de lana, que lo que satisfacen por razón de tributo en cada
tercio son veinte y tres reales y cuartillo, lo que hasta
ahora han verificado cumplidamente, sin que adeuden
cosa alguna, que ésta es la verdad so cargo del ~~ra-
mento que fecho tienen, en que se afirmaron Y ratifica-
ron siéndoles leida su declaración, no firmaron por ni,
sa'ber, hízole el señor juez por ante mí 1, de que doy fe.
Campuzano
Ante mí, Lorenzo de Medina, escribano de visita.
Diligenca de En el pueblo de Chivatá, de la Real Cor~-
recono'Cimto na, en veinte y nueve de agosto de mil
setecientos setenta y siete, el señor Don
José María Campuzano y Lanz, corregidor Y justicia
mayor de la ciudad de Tunja y su provincia )'. visita-
dor general en ella, habiendo formado las listas de
205 in//dios y fecho la competent~ _indagació~ del actual
estado de este pueblo, determmo hacer vista Y reco-
nocimiento de las tierras del resguardo señalado a di-
chos naturales, a cuyo efecto salió hoy dí~ de la fecha.
asociado de Don Antonio Navarro, corregidor del par-
tido, Don Ignacio de lil'maña, regidor perpetuo del ilus-
tre cabildo de la ciudad de Tunja, de mí, el presente
escribano de visita y de los indios teniente y capitanes
y alcaldes de este dicho pueb'lo, y habiéndose impuesto
de los linderos que citan los títulos del resguardo Y de
los vecinos lindantes, con reflexión a ellos Y a ,la qui:ta
posesión que han mantenido los indios, declaro por lin-
deros de este resguardo, desde el alto de Ripaguata,
por el camino que va de la ciudad de Tunja para el
pueblo de Siachoque, qup hoy llaman el alto ~e_la Cruz
por estar en él una de ¡nadera, desde cuyo sitio se ve
173
 con claTidad la ciudad de Tunja y dél va bajando el
ermino de este resguardo por toda la loma, dejando
a mano derecha la quebrada que llaman de Torca, que
tiene su nacimiento en unas peñas pequeñas que están
por bajo a del referido alto Ripaguata, y llegando a lo
llano sigue el lindero por la referida quebrada abajo
y llega a una obra que tiene de un lado un barranco de
piedra y de otro unas peñitas pequeñas, de la que sigue
206 quebrada abajo hasta encontrar el camino / / real que
viene de la ciudad de Tunja para el pueblo de Sogamo-
so, por cuyo camino, que es el término divisorio de este
resguardo con el Oicatá, va siguiendo el lindero hasta
el pié del alto de Uyaguata y va continuando por el
referido camino real a dar al pié del cerro que llaman
Aspero por ser de pedrisco y laja y dél continua por
el mismo comino a dar al cerrito Pasguata, del cual por
todo el camino arriba continua el lindero dividiendo
las tierras de las Pontezuelas y el resguardo hasta el
mismo alto, donde está un mojon de piedra, a cuya in-
mediación está un chorrito o cañada que dijeron los
indios llamarse del Agua vertiente, que es donde em-
pieza a lindar este resguardo con la hacienda de Toca
que posee el regidor Don Ignacio de Umaña, y siguiendo
linea recta por dicha cañada a dar a un altico pedregoso
que está cerca de los aposentos viejos y quedando éstos
a mano izquierda sigue la derecha a un mojón de pie-
dra que está inmediato a la puerta del potrero del dicho
Don Ignacio de Umaña, de donde sigue por toda la
orilla del cimiento de piedra hasta el rio que viene de
Siachoque y subiendo por él arriba hasta el sitio donde
desagua en el rio referido la quebrada que llaman Tin-
sicá o Chinica, subiendo por toda ella arriba, partiendo
207 términos con el res/ /guardo de Siaohoque hasta llegar
cerca de su nacimiento, donde atraviesa el cerro inme-
diato nombrado- Sobanquesata, del que sube a lo más
alto de la cordillera nombrada Ripaguata, hasta llegar
el camino real y cruz de Siachoque que se tomó por
primer lindero, en cuyas tierras de suso referidas dijo
el señor juez que amparaba y amparó a todos los indios
de este pueblo de Ohivatá, confirmando y aprobando
cuanto ha lugar sus límites y linderos para que como
suyas propias las cultiven, posean y disfruten sin que
por persona alguna se les ponga el menor impedimento,
aunque tengan títulos o mercedes, las que desde luego
decla1·a por nulas, de ningún valor ni efecto por ser im-
174
petradas subrepticiamente y contra el antiguo señala-
miento de este resguardo y continuada posesión que han
conservado los indios, y por tanto manda al corregidor
de este partido que al presente lo es y a los que en ade-
lante lo fueren amparen y mantengan en la posesión Y
señalamiento a' los indios bajo la pena de cien pesos de
multa aplicados en la forma ordinaria y las más que se
tengan por conveniente imponerles. .
y que en atención a reconocerse toda la tierra del
resguardo cultivada y llena de labranzas, . por ser sus
natura·les dedicados enteramente al trabaJo, de modo
208 que es cuasi ninguna / / la tierra que tienen para pastos
de sus ganados, no encontrándose alguna que poder se-
ñalar para la labranza de comunidad, tan recomen~ada
por las municipales,· se suspenda por a_h?ra d1ch~
señalamiento y se dé cuenta al excelentis1mo senor
virrey de este Reyno para que su superior justificación
provea lo que tuviere por con:7eni_ente, c~n 1~ que ~
concluyó esta diligencia que firmo el seno~ Juez poi
ante mí, el escribano de visita, de que doy fe.
José María Campuzano y Lanz
Fuí presente,
Lorenzo de Medina, escribano de visita.
En el pueblo de Chivatá ,de la Real coro~a, en tres~ de
septiembre de mil setecientos setenta y si~te, el ~en~r
Don José María Campuzano y Lanz, corregidor Y Justi-
cia mayor de la ciudad de Tunja y su provincia Y visita-
dor general en ella, dijo:
Que habiend~ visitado p~rsonah~ente l?s. p~eblos d<;
Pesca Toca Siachoque, V1racacha, Ram1nqm, Soraca
y ést~, que ~on los comprendidos en el_co~regimiento de
Chivatá y resultando de las listas de md10s Y padrones
de visita formados respectivamente en cada pueblo,
haber en el de Pesca quinientos cincuenta y tres indios
de todas clases, inc1usos ochenta y seis tributarios útiles
209 y dos mil cincuenta y cinco vecin~s de / / :odas clases,
con inclusión de cuatrocientas tremta Y cmco cabezas
de familia. En el de Toca ciento ochenta y cinco indios
de todas clases, inclusos veinte y siete tributari~s útiles
y mil ciento diez y ocho vecinos, incl':1sas docientas Y
cuarenta cabezas de familia. En el de S1achoque el total
de mil ciento y cuatro indios, con inclusi?n de c~ento
noventa y siete tributafios útiles y cuatr_ocientos _diez Y
seis vecinos de todas ¡clases, inclusos ciento tremta Y
175
 cu~tro cabeza~ de_familia. En el de Viracachá, doscientos
vei~te Y un mdios de todas clases, con inclusión de
~remta y cu_atro tributarios, ciento veinte y seis vecinos,
mclu_s~s :7emte Y ocho cabezas de familia. En el de
R_am1r1qm, oo~enta y un indios de todas clases, inclusos
diez Y ocho tributarios útiles y dos mil docientos veinte
Y n~~ve vecinos, inclusas quinientas dos cabezas de
~a~11Ia. En el de Soracá, el total de mil y cincuenta
11:1d10s,
_con inclusión de ciento oohenta y nueve tributa-
rios ut1les Y ciento cuarenta y siete vecinos de todas
clases con inclusión de veinte y tres cabezas de familia
Y en este de Ohivatá mil ciento noventa y dos indios d~
tod_as cla~es, con inclusión de ci.ento setenta y un tribu-
tarios ~~1les y catorce mestizos, inclusos tres cabezas
21 O d_efamilia, de lo que / / claramente se patentiza el cre-
cido_ au_mento de los vecinos españoles y minoración de
los md10s en muchos de los pueblos referidos, no obs-
tante de que temerosos los naturales de ser trasladados
h~n procurado que ninguno se oculte, presentándose
aun los ausentes de muchos años. Todo lo cual com-
prueba _m~jor la experiencia, informaciones hechas y
recon~c1miento ocular practicado por su merced en los
enuncia.dos pueblos, cuyo terreno presenta a la vista las
grav:s mcomodidades que sufren muchos de los vecinos
espanoles por no tener tierras propias que cultivar y en
qu: -establecerse, viviendo separados de la sociedad,
retirados de las iglesias, sin asistir a misa sino muy
ra~·a vez Y en manifiesto peligro de su salud eterna
a~i por la facilidad de instruirse en los excesos a qu~
vive expuesta la naturaleza, sin temor de ser conocidos
ni corregidos, como por la dificultad de que en su última
enfermedad se les socorra con los santos sacramentos
por sus párrocos, de quienes viven a larga distancia
con promediación de ásperos caminos, cuyos daños'
que sería dificil individualizar, aunque radicalmente n~
pue_de repara~se, se minorarían en mucha parte si los
v_ecmos a quienes la pobreza y falta de tierra donde
211 ~ituar~e // obliga a vivir desterrados, tuviesen tierras
m~ed1atas a los poblados en qué poder trabajar sin
peligro de ser expelidos a arbitrio de los indios como
hasta ahora ha sucedido, con lo cual al mismo tiempo
que _se observará exactamente la ley municipal que
prohibe el consorcio de indios y vecinos se libertarían
aquellos de los perjuicios que causa su contravención.
176
En cuya atención y en la de que sin embargo de la
natural repugnancia que tendrán los indios de dejar
los pueblos donde se hallan establecidos, se hace indis-
pensable reunirlos a donde les resulten mayores utili-
dades en lo espiritual y temporal ...
Nota del editor:
Este auto es muy parecido al de los folios 166 y ss.
Sólo hay algunas variantes, que se transcriben: cuando
(f. 167) ha'blaba de "solo treinta o cuarenta tributarios"
ahora habla de "solos cincuenta o sesenta indios tributa-
rios". Y más adelante: suprime la frase "como que no tie-
nen que desamparar los pueblos para la administración de
sacramentos". Reemplaza, naturalmente, la mención de
los poblados, asi: " ... lo que en el presente tiempo ne-
cesita erogar para la reedificación de las de Viracachá
212 y Ramiriquí que amenazan ruina". Y "mandaba y man-
dó que los indios de los pueblos de Toca y Viracachá
se trasladen y pasen al de Siachoque, por ser de igual
temperamento, fertil resguardo y el más inmediato,
y los del pueblo de Ramiriquí al de Tibaná, que última-
mente han escogido por la semejanza de temperamento
para su cómodo establecimiento, quedando existente el
de Pesca en la parte de resguardo que se le tiene señala-
do, vendiéndose la parte separada de él de cuenta de su
Majestad para el establecimiento de vecinos españoles,
y lo mismo el de Soracá, con minoración de la parte de
tierra nombrada Ubaque, que igualmente se venderá
de cuenta de la Real Hacienda por no necesitarla aque-
llos naturales, manteniéndose sin novedad alguna esta
de Ohivatá, sobre cuya escasez de tierras se tiene
213 resuelto informar al superior gobi//erno, en cuya con-
secuencia, extinguiendo los tres referidos pueblos como
por éste quedan extipguidos, se transferirán los indios
con sus familias, bienes, vasos sagrados, irnagenes, orna-
mentos y demas al!haj¡as de la pertenencia de sus
iglesias ... " (v. f. 168).
214 " ... Y para que no se admita (sic, por omita) arbitrio
conducente al alivio de los indios y les sea menos gra-
vosa y sensible esta providencia, mediante fa suma mi-
seria a que generalmente se hallan reducidos todos los
naturales de esta pTovidencia, ofrece su merced aliviar-
les en la tasa del tributo, haciendo una justa arreglada
retasa de él en virtud dé las facultades que para el efecto
tiene lo que reserva /ejecutar luego que verifique la
177
 qonclusión de estas diligencias, y que mediante a estar
prevenido por las municipales y estrechamente encar-
gado por _las anteriores visitas el establecimiento de la
caJa comun con tres llaves para el socorro de las ur-
gencias del común, que hasta lo presente no ha tenido
efecto, manda se haga por todos los indios cada año
una sementera_ de comunidad en la tierra que para el
efecto se le~ tiene señalada en cada pueblo, cuyo pro-
ducto depositado en .la referida arca desubenirá (sic)
las necesidades del común y lo sobrante se aplicará para
ornato del culto divino, fomento de los ancianos, viudas
huérfanos Y auxilio de la casa hospital. .. " (V. f. 170)
"Y que atento a que hasta la fecha han estado en
mucho pueblos sujetos a pagar tributo y descripcio•
nad_os los hijos legítimos de espa:ñio1es y mestizos
habidos en matrimonio con indios, y por el contrari~
21 5 en otros los hijos legítimos de indios / / habidos en blan-
cas o mestizas han sido sujetos a la misma pensión para
que en los sucesivo logren el alivio y libertad que les
f~·anquean las leyes municipales, declara a los tales por
libres de pa~ar _demora, quinto y requinto e igualmente
de ser descnpc10nados en listas de indios, y que sólo
deben estar empadronados como vecinos sujetos a las
cargas Y pensiones a que son astrictas los españoles pu-
dier:do. éstos siempre que les convenga llevar consigo a
las mdias sus consortes e hijos a la parroquia o vecindario
en ?-~n_dequisieren establecerse, y los que no tuvieren
pos1bll~dad para ello queden disfrutando sin carga algu-
na la tierra que en el resguardo pertenece a sus mujeres
Y que evidencíandose por la muchedumbre de ausen~
tes que de las listas resultan anotados el que los indios,
en abus_o_de la ley que les permite estar en el pueblo
que qms1eren pagando el tributo, desertan continua-
~ent';, dejando abandonadas sus mujeres y familias,
1gnorandose su paradero y si viven como cristianos
declara que para gozar los indios de esta libertad e~
necesario que antes de verificar su ausencia la noticien
a s.~ cura y corregido~, dando aviso etc ..." (v. f. 170 y 171.)
2 16 Y qu~ con reflex10n a que por algunos corregidores
se le_s_exigen a los indios derechos por razón de reservas,
serv1c10 personal, mulas y arrieros de balde para sus
transportes de un pueblo a otro, declara ser injusta
semeJante contribución y opuesta a las leyes munici-
pales,_ Y bajo las penas en ~Has establecidas, prohibe
semeJantes exacciones. E igualmente el que indio al-
178
guno pueda tener estancias en los extremos o fin del
resguardo, así por la suma distancia a que se retiran de
las iglesias, con cuyo pretexto no asisten a las obliga-
ciones de cristianos, como por las continuas inquietudes
que se ha experimentado tienen con los indios y vecinos
lindantes, por cuyos justos motivos deben quedar todos
los fines de resguardos sin labranzas y destinados para
el pastaje de los ganados, desembarazándose los pueblos
21 7 de indios / / y resguardos que quedan existentes de los
vecinos españoles y sus haciendas, quienes indefectible-
mente verificarán su salida luego que disfruten sus
sembrados, para que de este modo logren los naturales
el cómodo establecimiento que se les apetece y desde el
dia que quedaren verificadas las traslaciones de los
indios, declara el señor juez será la paga de estipendios
que su Majestad tiene asignada a los doctrineros de los
pueblos demolidos quienes, con el comprobante de ha-
ber entregado sus doctrinas, ocurrirán al superior go-
bierno a fin de que se determine su pronto acomodo.
Y que respecto a que el logro de todo lo prevenido
consiste en su exacta y arreglada ejecución que no pue-
de personalmente verificar su merced, por lo que urge
la continuación de su visita, da comisión bastante y
cuanta por derecho se requiere a Don Antonio Navarro,
corregidor de naturales de este partido (de quien con-
fía su desempeño), para que bien instruido de lo resuelto
y con la prudencia y entereza que pide la materia,
ponga en practica la translación de los indios de Toca
y Viracachá al pueblo de Siachoque y la de los de Ra-
miriquí al pueblo de Tibaná (a cuyo corr.egidor se li-
brará la correspondiente providencia), presenciando
igualmente la entrega que se ha de hacer de vasos sa-
218 grados, ornamentos //, imágenes y demas alhajas de
iglesias por los curas de los pueblos demolidos, respec-
tivamente de los que quedan existentes, haciendo asi-
mismo se anote el numero de ganados de cada hato en
el libro que corresponde e instruyendo a todos los
naturales de esta resolución, para que sin pérdida de
tiempo tomen sus medidas y se trasladen, procurando
con la posible brevedad arreglar en el plan de cada
pueblo los solares que cada uno de los indios, así patri-
_cios como trasladados, ha de ocupar, con su habitación
y huerta, las que han de formar en calles perfectamente
delineadas, señalando f-SÍ mismo a cada tributario la
tierra suficiente para lembrar y mantenerse, en el su-
179
 puesto de que se han de verificar dentro del término
de dos meses, con apercibimiento de que se les compe-
lerá a ello por todo rigor, y que si recogidas y disfru-
tadas sus labranzas no hubiere verificado la entera
translación, se les derriben las casas que estubieren
en los pueblos que ahora habitan para que no les quede
esperanza de restituirs·e a ellos, y que si llegare a
entender que alguno de dichos indios, para frustrar esta
providencia, hiciere fuga, se le solicite por medio de las
justicias, hasta obligarle a venir al pueblo de su destino,
en el que, y los más a donde son transplantados, serán
atendidos y tenidos como oriundos y patricios, alternando
21 9 en los empleos y gobierno del pueblo // sin la menor
diferencia, lo que inviolablemente hará observar dicho
comisionado, castigando públicamente con toda severi-
dad a los indios naturales que contravinieren a tan
justificadas providencias, a los que a más del castigo
agregará a distinto pueblo, quedando al prudente arbi-
trio de este corr-egidor el arreglo de parcialidades o
capitanías, con tal de que el número de tributarios
sujetos a cada capitan no baje de treinta, y que respec-
tivamente proporcione el número de ministros de justicia
que deban quedar existentes en cada pueblo para la
sujeción y arreglo de el.
Todo ln que así se expresa, con el fin de facilitar el
conocimiento y los medios conducentes al alivio de los
naturales y vecinos y su instrucción cristiana y política
como punto tan recomendado por su Majestad y propio
del católico celo con que promueve el beneficio de sus
vasallos, para cuya ejecución todas las justicias y veci-
nos de este partido franquearán a este corregidor todos
los auxilios que necesitare y les pidiere, bajo la pena
de docientos pesos aplicados en la forma ordinaria y la
de responsabilidad que <!ausare su omisión.
Y porque nada puede contribuir tanto al apetecido
efecto de lo mandado como el suave, eficaz influjo de
los curas ... " (v. f. 174).
220 Y que para que asi conste, se pongan copias legali-
zadas de este auto en los cuadernos de visita de los
pueblos que quedan existentes, dejándose en cada uno
de ellos testimonio de él y del señalamiento de este
resguardo que respectivamente se ha practicado, y que
de todo lo providenciado se dé cuenta con las diligencias
originales al excelentísimo senor virrey de este Reyno.
180
Que por este que proveyó, así lo mandó y firmó, por
ante mí el presente escribano de visita, de que doy fe.
José Maríla ·campuzano y Lanz
Ante mi, Lorenzo de Medina; escribano de visita.
•En trec-e de dicho mes, se sacó testimonio del auto de
suso, con inserción del señalamiento de resguardo, para
dejar en dicho pueblo, de ello doy fe.
Medina
Escribano de visita.
Decto Santa Fe, y octubre diez y nueve de mil sete-
cientos setenta y siete.
22 1 Vista al / / señor fiscal.
Hay dos rúbricas.
I.turrate.
Excelentísimo señor:
El fiscal dice: Que reconociéndose de este cuaderno Y
visita practicada por el corregidor de Tunja en el pue-
blo de Chivatá ser competente el numero de indios para
su permanencia, por componerse de ciento setenta_ y ~n
tributarios y el total de mil ciento noventa Y dos md~os
que viven disfrutando pacíficamente sus tierras y bie-
nes sin gravámen en la tasa ni opresión alguna, podra
V. Excelencia aprobándolo y dando por extinguido el
tenue corregimiento de su comprensión, por quedar los
pueblos con inmediata dependencia del corregimiento
de Tunja y en su mayor cercanía, mandar que así se
prevenga al corregidor y que mediante a ser uno de los
primeros objetos de la visita arr-eglar el cobro de l~s
tributos corriendo administrado a cargo de los respecti-
vos cor~egidores, conforme a la numeración y listas,
parece ser llegado el ,caso de que en los partidos en que
se ha evacuado la visita, se ponga en ejecución, para lo
que se ha de servir V. Excelencia, a consecuencia de la
Real Cédula que motiva este procedimiento, expedir las
órdenes necesarias en Justicia. Santa Fe, veinte Y cuatro
de octubre de mil setecientos setenta y siete.
Moreno.
Santa Fe, y octubre veinte y nueve de mil setecientos
setenta y siete.
Auto y vistos. Se aprtl-eban las diligencias practicadas
por el corregidor de 'iunja en la visita del pueblo de
181
222 <;hivatá, y mediante lo expueso por el señor fiscal // di-
ríjasele despacho para que informe si extinguido el
corregimiento del referido pueblo de Chivatá y agregado
por su mayor cercanía al de Tunja convendrá también
poner un teniente como también los que sean necesarios
en los partidos en que se halle evacuada la visita, en el
supuesto de que el principal objeto de esta sólo se endere-
za a que el cobro de tributos corra administrado a cargo
de los respectivos corregidores como deberá ejecutarlo
dicho corregidor en los que no se hallen en arrendamiento.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Informe Excelentísimo senor:
Impuesto del superior decreto de V. Excelen-
cia de veinte y nueve de octubre en que se digna aprobar
las diligencias de visita del pueblo de Chivatá y me pre-
ceptúa informe si extiguiendo el corregimiento de aquel
paTtido y agregado al de Tunja convendrá poner en él
un teniente, como también en los más que sean necesa-
rios en los partidos en que se halla actuada la visita,
previniendoseme al mismo tiempo deba ser de mi cargo
el cobro de tributos que no se hallan en arrendamiento,
hago presente que el dilatado continente de la provincia,
la multitud de negocios de justicia y Real Hacienda
puestos a mi cuidado, la irregular situación de los
pueblos que en el todo no es capaz de proporcionarlos
223 a distancias regulares, / / la suma pobreza a que es
notorio se hallan reducidos generalmente los indios del
distrito, como habrán demostrado a V. Excelencia los
expedientes de la visita practicada y le manifestarán
más claramente las crecidas sumas de rezagos que cada
corregidor dá en descargo, bienalmente a ese tribunal
y real audiencia de cuentas, la ninguna proporción de
haciendas y fábricas en donde aplicar y concertar los
muchos vagos, díscolos y ociosos de cada pueblo, la
inutilidad de los naturales y la escasez de hombres idó-
neos y de confianza para el ministerio de tenientes, no
solo dificulta sino moralmente imposibilita adaptar el
espíritu de la Real Cédula que motiva la presente visita
y arreglar el cobro de tributos al pie en que se hallan
en los reinos de México y Lima, en donde desde los
principios se estableció este método con arreglo y es
notoria la habilidad y aplicación de aquellos naturales
y ventajosísimas las proporciones que para ello ofrecen
182
dichos reinos, de lo que enteramente carece esta pro-
vincia, siendo. tanta la pérdida que hay en el ramo de
tributos que si la superioridad de V. Excelencia asignara
seis mil pesos de sueldo en cada año con el cargo de la
cobranza de dicho ramo de tributos y de dar cuenta con
224 pago de ellos en los términos que prescribe el Real //
orden, desde luego no aceptaría tan ventajosa renta,
pues evidentemente me exponía yo y mis fiadores a
experimentar una horrible quiebra por ser más crecida
la cantidad que al año quedan debiendo los indios y en
tales circunstancias de mayor honor y comodidad me
era hacer dimisión del empleo y sujetarme a una vida
mísera y precaria que padecer una dura prisión con mis
fiadores por lo que no ha·bía cobrado.
En vista de todo lo cual espero de la magnanimidad
de V. Excelencia se digne eximirme del relacionado
cobro de tributos, providenciando en el asunto lo que
estimare más conforme, pues yo únicamente a lo que
me puedo obligar es a auxiliar en cuanto mis facultades
alcancen a los corregidores y tenientes partidarios, pro-
curando no ejecuten estos fraude a'lguno y consiguiente-
mente que se aumente el producido de este real ramo,
para cuyo ar!·eglo y pronta administración de justicia
de los pueblos y lugares que llevo visitados y sus in-
mediatos, así de indios como vecinos, soy de dictámen
quede un teniente partidario en el partido de Chita,
pues aunque sólo hay en él dos pueblos de indios que son
el que da nombre a este corregimiento y el del Cocuy,
dista el uno del_otro un día de camino y en su continen-
225 te se hallan situados los lugares de Chiscas, Guaca/ /ma-
yas, la Capilla, la Ubita, parroquia del Cocuy y la
Salina que siempre han sido comprendidos en aquel
partido. Otro corregidor o teniente debe quedar en el
de Gámeza y a su ca¡go el pueblo de este nombre, So-
cotá, Sacha, Mongua, Tópaga y la parroquia de Tasco.
Otro en el de Sogamoso para que entienda en los pue-
blos de Nobsa, Cuítiva, Tota y Pesca con los lugares de
Monguí, Tibasosa, Firavitoba y el dicho de Sogamoso,
comprendiéndose para este mismo las parroquias de
Santa Rosa, Cerinza, Sátiva, Suta y Beteítiva. Otro en
el partido de Chivatá a cuyo cargo sean los pueblos de
Siachoque, Soracá, Oicatá, Tuta y la nueva par-roquia
de Toca. Otro en el partido de Paipa, a cuyo cuidado
estén el pueblo de Duilitima, el referido de Paipa, Sota-
quirá, Cómbita, Motabi.ta y el de Sora, a donde deberán
183

r~unirse los de Samacá y Cucáita. Otro teniente en el
de Turmequé, para el gobierno del pueblo de este nom-
bre, a donde se trasladará el de Ohiriví, para· el de
Guaohetá que se le agregará el de Lenguazaque, para
el de Tibaná a donde se reunirán los de Ramiriquí y
Boyacá y para las parroquias de Hatoviejo, Ventaque-
mada, Umbita y la que se trata de erigir en el dicho
Ramiriquí. Y otro en este partido de Tenza, a cuyo car-
go sean los dos o tres pueblos que quedaren despues
226 de actuada la presente visita y las / / parroquias de
Manta, Somondoco, Tenza, Garagoa, Zetaquira, Mira-
flores y las que se erigieren en Tiviritá y este pueblo,
cuya provisión de corregimientos partidarios o tenientes
con subordinación al corregidor de la provincia y ca-
bildo de la ciudad de Tunja conceptúo indispensable
para la pronta expedición de los negocios de Real Ha-
cienda, justicia y cobro de demoras y quintos.
Que es cuanto en el asunto puedo informar a la eleva-
da comprensión de V. Excelencia para que resuelva
proveer lo que sea de su mayor agrado.
Pueblo de Guateque, veinte y dos de noviembre de
mil setecientos setenta y siete.
J os-é María Campuzano y Lanz.
Santa Fe, cinco de diciembre de mil setecientos setenta
y siete.
Unase al decreto que cita y tráiganse.
Hay dos rúbricas.
lturrate.
Santa Fe, diez de diciembre de mil setecientos setenta
y siete.
Vista al señor fiscal.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Respta del S 0 r Ex,celentisimo senor:
fiscal El fiscal dice: Que uno de los primeros
objetos a que termina la Real C€dula,
fecha en San Ildefonso a tres de agosto de mil sete-
cientos setenta y cuatro y el informe que dió motivo
a ella y con cuyo arreglo se mandó practicar la visita
de las provincias, unión y demarcación de corregi-
227 mientos, consiste en que hecha la // numeración de
184
los indios se formalice el cobro de sus tributos, co-
rriendo a cargo de los respectivos corregidores, po-
niendo estos tenientes de su satisfacción, así para ésto
como para la mejor administración de justicia, de que
se concluye que si ésto no se verificas-e, quedaría en
la parte principal descubierto el cumplimiento de la.
citada Real Cédula y subsistente el perjuicio hasta
aquí experimentado en el ramo de tributos y sus
crecidos rezagos y frustrado el objeto de la real determi-
nación. Por cuyos motivos, aunque el fiscal no contradi-
ce el nombramiento de tenientes que el corregidor de
Tunja estima por neces·arios en su distrito, no puede
condescender en que al corregidor se le exima al cobro
de tributos, insistiendo en que se administren con arre-
glo a la numeración y sus tasas, a efecto de que usando
de las facultades que le competen por sí y por medio
de sus tenientes, facilite su exacción conforme a las
leyes, estimulando a los indios al trabajo, para que pue-
dan satisfacer esta pensión. Pero no obstante, si fuere
del agrado de V. Excelencia, para afianzar más el acierto,
en vista de las dificultades que opone el corregidor de
Tunja, podrá mandar que el tribunal y real audiencia de
cuentas, en fuerza de práctico conocimiento que le asiste
228 en la materia, informe lo que le / / parez~a, y s_i _e7:-
cuentra a-lgun medio oportuno, para que sm perJmc10
de la renta se observe la real voluntad en justicia. Santa
Fe, y diciembre veinte y cuatro de mil setecientos se-
tenta y siete.
Moreno.
Santa Fe, y enero ooho de mil setecientos setenta Y
ocho.
Póngase testimonio de la Real Cedula que se cita en
la antecedente vista y fecho pase este expediente al
tribunal y real audie:ncia de cuentas para que informe
como pide el señor fiscal.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
EL REY
[Nota del Editor: aqui se reproduce de nuevo la Real
Cedula que a,parece en los folios 29, 30 y 31.]
{
¡
185
231 Informe del Excelentísimo señor:
Tlibunal de Ha visto este tribunal lo representado por
Cuentas el corregidor de Tunj a Don José María
Campuzano sobre eximirse de la recauda-
ción de tributos de indios y ofreciendo sólo auxi-
liar a los corregidores o tenientes partidarios que
se nombrasen para administrar justicia y cobrar tributos
respectivamente cada uno en su territorio. Y con 1~
232 pedido Y expuesto por el señor // fiscal, debe decir este
tribunal que la mejoría que se desea en el ramo de
tributos y su recaudación pende de su buena adminis-
tración y esta consiste en la aplicación que con incesante
tesón deben practicar los corregidores para recoger de
los indios los tributos, practicando todas las diligen-
cias para su trabajo y aplicación, con arreglo a la ley
veinte y tres, título segundo, libro quinto con que pue-
dan verificar la satisfacción. Que para esto es necesario
haya presenciales cobradores en los partidos, que no
dejen de ocurrir a la cobranza diariamente. Por esto es
muy necesario que se nombren esos corregidores o te-
nientes en cada partido que cobren y perciban los tri-
butos. Mas no se halla por conveniente se exima al
corregidor de Tunja de esa principal intendencia y
recaudación. Sobre todo los tenientes y corregidores.
pues sobre ser lo más útil que ofrece a la Real Hacienda
para que la autoridad y jurisdicción del jefe de la pro-
vincia haga mejorar el ramo, lo hará con ventajosas
circunstancias el referido Campuzano por la acreditada
conducta en el ejercicio de sus facultades, así también
se observa la práctica corriente del Chocó, Antioquia
Y Guayaquil, en donde los gobernadores tienen tenien-
tes o corregidores quienes cobran, dan cuenta a su prin-
cipal gobernador, y éste dá la cuenta general en este
233 tribunal en segunda instancia, prece//dida la primera
ante oficiales reales, y lo mismo deberá arreglarse en
Tunja. De suerte que el honor y autoridad del principal
gobernador o corregidor vela y cela sobre sus subalter-
nos; Y éstos, teniendo a la vista el superior, se dedican
a dar las mejores cobranzas y cuentas. Y a más de ésto
se cumplen las leyes del título segundo, libro quinto
Y del título nueve, libro octavo, corriendo con tal co-
branza el corregidor y haciendo las diligencias que
previenen esas leyes y particularmente la veinte y tres
citada de ese título segundo, procurando que los indios
no sean holgazanes, que trabajen y lo demás mandado
186
en ellas para hacer efectiva la paga del tributo, pues
de lo contrario viene la pobreza, miseria e insolvencia
de los indios y de ellos las crecidas sumas de rezagos
que traen los corregidores justificados por los curas y
acreditados y no cobrados, aún con repetidas diligencias.
Y siendo esto mismo el espíritu de la Real Cédula, no
debe excluírse al corregidor, pues no se ofrece otro ar-
bitrio para mejorar la administración de tributos que
para excusar los malos efectos de ésto en los particula-
res corregidores, se arbitró en otro tiempo arrendarlos,
como se ha logrado sin incremento de ellos a la Real
Hacienda sino sólo asegurar el ramo y su cobranza,
que es cuanto ocurre decir a este tribunal mayor de
2,34 cuentas de Santa // Fe, y enero veinte y dos de mil
setecientos setenta y ocho.
Dr. Don Francisco de Vergara
Don Vicente de Nariño.
Decto Santa Fe y enero veinte y seis de mil setecientos
setenta y ocho.
Vuelva al señoT fiscal.
Hay dos rúbricas
Iturrate.
Respta del Excelentísimo señor:
sor fiscal El fiscal dice: Que por el contexto del ante-
rior informe del tribunal de cuentas se xe-
conoce la utilidad y ventajas de que los tributos se
manejen y administren por los corregidores, y ser este
el medio más oportuno de que se mejore su cobranza en
beneficio del Erario, poniéndose por el corregidor de la
provincia, no corregidores particulares, pues antes se
trata de su extinción, sino teniente que bajo las órdenes
del primero cuiden cl,el arreglo de los pueblos, instruc-
ción de los indios y percibo de sus tributos; por lo que
ratificando el concepto que tiene significado en su ante-
rior respuesta de veinte y cuatro de diciembre, que en
todo reproduce como conforme al espíritu de la Real
Cédula, se ha de servir V. Excelencia proveer como allí
tiene pedido en justicia. Santa Fe y enero veinte y siete
de mil setecientos setenta y ocho.
Moreno.
I
I
187
 Decto Santa Fe, trece de febrero de mil setecientos se-
', ten ta y ocho.
Autos ! v~stos. Con lo informado por el tribunal y
Real aud1enc1a de cuentas y expuesto por el señor fiscal
Y_~especto a que el principal objeto a que se dirige 1~
visita en que se halla entendiendo el corregidor d
235 // Tunja es e~ que con arreglo a las leyes de'l Reyn~
Y a 1~ prevenido en la Real Cédula de tres de agosto
del an? pas-ado de mil setecientos setenta y cuatro, se
formalice el cobro de tributos, corriendo a cargo de los
respecti':'os corregidores, se apruebe la demarcación de
los P~,rtidos formada por el referido corregidor y en
ate~c10n a que según lo declarado por este superior
gobierno la recaudación de tributos de aquel distrito ha
de corr~r de su ~argo nombrando tenientes que bajo
?e sus ~~denes cuiden el mejor arreglo de sus pueblos,
mstrucc10n de los indios y percibo de sus tributos y de
la bu~na administración de justicia, procederá dicho
corregidor a nombrar tenientes para los partidos donde
no los hubiesen y remitir los nombramientos a es-ta
superioridad para su aprobación y para su inteligencia
Y cumplimiento comuní-quesele por la escribanía testi-
monio de este decreto.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Excelentísimo señor:
Siendo uno de los fines a que se ha dirigido la licencia
que impetré para venir a esta capital el de tratar el
p~nt_o de la co?ranza de tributos del distrito de la pro-
vmcra de TunJa como corregidor actual de ella a que
P?r decretos de veinte y nueve de octubre del año pró-
ximo pasado Y trece de febrero del presente se me
dec!ara obligado con cargo de responsabilidad; impuesto
236 radicalmente en el res//pectivo expediente, no puedo
menos que hacer presente a la alta comprensión de V.
Excelencia que aunque para la sustanciación de él se
dió _vist~ al señor fiscal e informó el tribunal y real
aud1enc1a de cuentas, aún quedan a mi ver en su fuerza
Y vigor las- dificultades que produje en mi informe de
veinte Y dos de noviembre pasado, cuya insuperabilidad
has_t~ tanto que con algun proporcionado medio no se
facihte, me es en el todo imposible soportar tan pesada
ca~ga, corno que el mismo señor fiscal en su informe de
vemte de marzo del año pasado de setenta y dos (que
188
fué el que promovió la Real Cédula de tres de agosto
de setenta y cuatro) tiene bien conocidos- y explanados
por menor los inconvenientes y dificultades que en este
Reyno ocurren y hacen inasequible la cobranza de tri-
butos con la integridad y exactitud que previenen las
disposiciones municipales que de ello tratan.
Pues en cuanto a lo primero, es bien notoria la pobreza
y miseria en que se hallan constituidos los· indios de
este Reyno y en especial los de aquella provincia, que
generalmente se mantienen en estado de mendicidad
y faltos de aquellos aperos y semillas que son necesarias
para el cultivo y labores de sus tierras, cuya imposibili-
dad sólo podria superarse con una general habilitación
23 7 a aquellos infelices, la que a // más- de no serme fácil
por lo tenue de mis cortas facultades, aún serí"a frustra-
nea por la mala inclinación de los habilitados, su suma
desidia y flojedad, y que tal vez los cortos bienes que
se les diesen los venderían por menos precio, para fo-
mento de la embriaguez a que son muy propensos, como
es público.
Lo segundo, que siendo la extensión territorial de
aquella provincia tan dilatada, como que comprende en
sí la subyugación de siete cabildos y _muchedumbre de
parroquias de vecinos y pueblos de indios fundados a
largas distancias y con la molestia de asperísimos cami-
nos y caudalosos rios, no es acequible en los términos
que apetece la recaudación de los tributos, pues para
ella, sin embargo de la provisión de tenientes, no habría
tiempo de ejecutarla para verificar los enteros a sus
debidos tiempos y aún no me bastaría todo el año para
hacer dos visitas a cada pueblo e ir tomando a cada uno
sus cuentas a los subalternos, así de los demorados o
tributarios de su cargo, como de lo cobrado y resagado
y hacer verificable l¡i exacción de ésto y juntamente
hacer inquisición de los procedimientos de cada uno de
ellos para evitar los fraudes y comunicarles aquellas
órdenes necesarias tanto para la pronta recaudación de
las demoras como para el fomento de los indios. En cuya
238 sola intendencia se me// pasaría el transcurso del año y
de ésto s·e seguirá el perjuicio que indispensablemente
sufrirá el público en la falta de administración de jus-
ticia en todas aquellas causas que privativamente tocan
a mi juzgado y me sería imposible ejecutar las órdenes
que a cada paso se me qomunican, asi de Real Hacienda
como para el arreglo rfeaquella provincia.
189

L~ ~ercero, que aún suponiendo verificable la cobranza
de tributos en los términos prevenidos, era necesario
para ello el auxilio de once tenientes en el distrito de
la ~rovincia (no incluyendo en ella la jurisdicción del
cabildo de Pamplona), cuyos empleos era indispensable
p:oveer en_ sujetos distinguidos y de la condición que
pide materia tan ardua, los que necesariamente deberían
ser asalariados con una suficiente renta para que se
mant~vi ~en independientes dentro cualesquiera giro y
7
negociac10n, de lo que resultaría que la mayor parte de
lo ~qu; cobrasen se refundiría en ellos mismos, y de no
senalarseles sueldo competente no habría hombres· de
honor _que se <:luisiesen sujetar a este ministerio, por
cuyos mconvementes y los más que tengo expuestos en
~i citado informe (que en todo reproduzco) se ha de
dignar la superioridad de V. Excelencia de :relevarme
de este encargo, proveyendo para él lo que fuese de su
superior agrado. Santa Fe, seis de abril de mil setecien-
tos setenta y ooho.
José María Campuzano y Lanz
239 Decto Santa Fe, siete de abril de mil setecientos setenta
y ocho.
Visita al señor fiscal.
Hay dos rúbricas
Iturrate.
Excelentísimo señor:
El fiscal dice: que de ningún modo puede desociarse
el literal cumplimiento de la Real Cédula conforme a
lo ~revenid_~ por las leyes municipales y a' los capítulos
de mstrucc10n que se da a los corregidores para desem-
peño de sus o~i<;ios, que todo uniformemente conspira
a _que se admmistren los tributos, cobrándos·e por los
mismos corregidores a quienes para facilitar las difi-
cultades que ocurren por lo disperso y distante de los
pueblos Y por la natural desidia de los indios, se les
concede 1 , nombrar tenientes de su satisfacción, que
7
velen obllgandolos al trabaj0 y a que hagan sementeras
de_ ~o?1unidad y aprovechen las tierras cultivándolas y
utihzandose de ellas para su comodidad y satisfacción
de~ tributo, evitando su fuga y deserción, puestos (sic)
danos que se representan como embarazo son los mis-
mos que obligan a los corregidores a encargar su reme-
190
dio por medio de la administración de cobro de tributos
que V. Excelencia se ha de servir mandar se lleve a
debido efecto y que se proceda desde luego al seguro
de esta renta con arreglo a la numeración practicada y
sus respectivas tasas, como es de justicia. Santa Fe, once
de abril de mil setecientos setenta y ocho.
Moreno.
240 Santa Fe, veinte y nueve de abril // de mil setecien-
tos setenta y ocho.
Autos.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Dect 0 Santa Fe, dos de mayo de mil setecientos setenta
y ocho.
Siendo los inconvenientes que representa el corregidor
de Tunja para eximirse del cobro en administración de
los tributos de su partido los mismos que dieron motivo
a los proveidos de veinte y nueve de octubre del año
próximo pasado y trece de febrero del presente, funda-
dos en el espíritu de la Real Cédula de tres de agosto de
mil setecientos setenta y cuatro y en las disposiciones
de las leyes municipales que tratan del asunto, por lo
tanto no se encuentra arbitrio para exonerarlo de dicho
cargo; pues para facilitar las dificultades que propone
en su representación, como expone el señor fiscal, podrá
valerse del medio de nombrar tenientes de su satisfac-
ción que velen y obliguen a los indios al trabajo y
cultivo de sus tierras, estrechándolos a que hagan se-
mentera de comunidad y se aprovechen de las utilidades
que les ofrecen.
Hay dos rúbricas.
!turra te.
En Santa Fe, a cuatro de mayo de mil setecientos se-
tenta y ocho:
Yo, el receptor, notifiqué el superior decreto a Dn
José María Campuzano, quien enterado firma, doy fe.
Campuzano
Ramirez Neira.
{
¡
191
 Excelentísimo S'enor: 242
Don. José María Campuzano y Lanz, corregidor por
su MaJestad de la provincia de Tunja, en el expediente
sobre que sea de mi cargo la recaudación de los tribu-
241 tos // con sujeción a toda responsabilidad, con el res-
peto d~bid?,, digo: Que se me he intimado la superior
determmac10n de V. Exa, pronunciada sobre el asunto
Y porque (!hablando con la veneración que corresponde)
me es sumamente gravoso y tengo que deducir salvo
jure apelationis, y cua·lquiera otro remedio que me com-
.Peta, suplico rendidamente a la superior justificación
de V. Excelencia, se sirva mandar se me entregue el
r~ferido expediente por el término de la ley que así
tiene lugar en justicia, y para ella.
A V. Excele~~ia s~plico reverentemente se sirva pro-
veer como sohc1to, Juro lo necesario, etc.
José Miaría Campuzano y Lanz.
Pablo Sarmiento.
Decto Santa Fe, nueve de mayo de mil setecientos se-
tenta y ocho.
Por presentado, entréguesele el expediente que so-
licita.
Hay dos rúbricas
Iturrate.
243
PARTIDO DE GAMEZA
En prosecución de su comisión, el nominado Don José
María Campuzano siguió su visita por el partido de
Gámeza, donde habiendo arribado al pueblo de este
nombre, por auto de cinco de mayo del mismo año de
setenta Y siete la comenzó por allí, y en vista de las
diligencias practicadas en dicho partido y el de Duita-
ma, en cuyo pueblo precedidas las listas e informacio-
nes necesarias, proveyó el auto del tenor siguiente:
Auto En el pueblo de Duitama de la Real Corona en
final veinte y uno de junio de mil setecientos set;nta
Y siete, el señor Don José María Campuzano y
Lanz, corregidor y justicia mayor de la ciudad de Tunja
Y su provincia y visitador general en ella, dijo:
192
Que habiendo visitado y reconocido perso//nalmente
loS' pueblos de Cheva, Socota, Tasco, Gámeza, Mangua,
Tópaga, Busbanzá, Tobacía, Beteytiva y Tutasá del co-
rregimiento de Gámeza, el pueblo de Monguí del par-
tido de Sogamoso, los pueblos de Onzaga, Sátiva, Cerinza
y este de Duitama, con las parroquias de Suatá, Sátiva,
Cerinza y Santa Rosa de la comprensión de este partido
de Duitama y resultando de las listas de indios y pa-
drones de vecinos formados respectivamente en cada
pueblo haber existentes en el de Cheva, ciento sesenta
y nueve indios, de todas clases y sexos, inclusos quince
tributarios útiles y quinientos ochenta y dos vecinos de
todas clases, inclusas docientas tres cabezas de familia.
En el de Socota cuatrocientos cincuenta y dos indios de
todas clases, inclusos cuarenta y cuatro tributarios y
mil ciento cincuenta y siete vecinos, inclusas docientas
treinta y cinco cabezas de familia. En el de Socha, cua-
trocientos noventa y dos indios de todas clases, inclusos
sesenta y nueve tributarios y quinientos noventa y cinco
vecinos, inclusas ciento treinta y doS' cabezas de fami-
lia. En el de Tasco, doscientos ochenta y cinco indios de
todas clases, inclusos treinta y cuatro tributarios y sei-
cientos nueve vecinos, inclusas ciento cuarenta y una
cabezas de familia. En el de Gámeza, cuatrocientos cin-
cuenta y un indios de todas· clases, inclusos setenta tri-
butarios y cuatrocientos treinta vecinos de todas clases,
inclusas noventa y ocho cabezas de familia. En el de
Mongua, cuatrocientos ochenta y ocho indios de todas
clases, inclusos cien tributarios y ciento cuarenta y siete
vecinos de todas clases, inclusas treinta y seis cabezas
de familia. En el de Tópaga, quinientos cincuenta y
siete indios de todas clases, inclusos ciento treinta y
seis tributarios y docientos cuarenta y un vecinos de
todas clases, inclusas cincuenta y tres cabezas· de fami-
lia. En el de Busbanzá, trescientos noventa y nueve in-
dios de todas clases, inclusos sesenta tributarios y ciento
diez y siete vecinos de todas clases, inclusas cuarenta
y cinco cabezas de familia. En el de Tobasía, ciento
cuarenta y dos indios de todas clases, inclusos diez y
nueve tributarios y ochenta y ooho vecinos, inclusas
veinte y siete cabezas de familia. En el de Beteytiva
y su agregado de Tutasá, ciento setenta y tres indios
de todas clases, inclusos veinte y seis tributarios y mil
familia. En el Monguí, f
cincuenta vecinos, inclusas doscientas once cabezas de
ento ochenta y dos indios de
193
 todas clases, inclusos veinte y cuatro tributarios y cua-
trocientos treinta y dos vecinos, inclusas ciento veinte
y una cabezas de familia. En el de Onzaga, ciento ochen-
ta y dos indios de todas clases, inclusos treinta
y un tributarios y ochocientos treinta y cuatro ve-
cinos, inclusas ciento ochenta y tres cabezas de fami-
lia. En Sativa, doscientos indios de todas clases, inclusos
veinte y seis tributarios y docientos treinta y siete
244 vecinos de todas / / clases, inclusas setenta y nueve
cabezas de familia. En el de Cerinza, docientos cuarenta
y nueve indios de todas clases, inclusos treinta y siete
tributarios y docientos noventa y ocho vecinos de todas
clases, inclusas cincuenta y tres cabezas de familia. En
este de Duitama, quinientos ochenta y nueve indios de
todas clases, inclusos ciento nueve tributarios y cuatro-
cientos veinte y un vecinos, inclusas ciento y ocho
cabezas de familia. Y en la parroquia de Suatá resulta
haber dos mil ochocientos cuarenta y siete almas de
comunión, inclusas mil ochenta y ocho cabezas de fa-
milia. En la de Sativa, tres mil seicientas cuarenta y
seis almas de todas clases, inclusas ochocientas treinta
y cinco cabezas de familia. En la de Cerinza, mil ocho-
cientas sesenta y dos almas, inclusas cuatrocientas y una
cabezas de familia. Y en la de Santa Rosa, cuatro
mil seicientas cuarenta y siete almas de todas cla-
ses inclusas mil y cincuenta cabezas de familia, de
que claramente se evidencia el crecido aumento
de vecinos españoles y la mucha minoración
indios, no obstante que temerosos éstos de ser tras-
ladados han procurado que ninguno se oculte, pre-
sentándose aún los ausentes de muchos· años, todo
lo cual comprueba mejor la experiencia e informaciones
245 hec,has y reconocimiento ocular de todos // los referidos
pueblos y parroquias, cuyo terreno presenta a la vista
las graves incomodidades que sufren los vecinos espa-
ñoles por no tener tierra propia en qué establecerse,
viviendo separados de la sociedad, retirados de las
iglesias, sin asistir a misa sino muy rara vez y en ma-
nifiesto peligro de su salud eterna, así por la facilidad
de instruirse en los excesos a que vive expuesta la na-
turaleza, sin temor de ser conocidos y corregidos, como
por la dificultad de ser socorridos en la última hora,
administrándoles los santos sacramentos por sus párro-
cos, de quienes viven a larga distancia, con dilatados,
fragosos caminos, cuyos daños y otros, que sería dificil
194
individualizar, aunque radicalmente no . puedan _reme-
diarse, se minorarían en mucha p~rte si los ve~mos a
quienes la pobreza y falta de tierra dond_e s1t~arse
obliga a vivir desterrados, tuviesen ti_erras _inmediatas
a las iglesias en qué poder trabajar, sm peligro de, ser
expelidos a arbitrio de los indios, como hasta aqm ~a
sucedido, con lo cual, al mismo tiempo q~e se observar:ª
exactamente la ley municipal que prohibe el consorc10
de indios y. vecinos, se libertarían aquellos de los per-
juicios que causa su contravencion. .
En cuya atencion, y en la de que, sm emb~rgo de. la
natural repugnancia que interiormente tendran los_ m-
dios de dejar los pueblos donde se hallan establecidos,
246 se hace // indispensable el reunirlos donde les resulten
mayores utilidades ... Etc.
[Nota del editor: aqui, como se observa, re~roduce
exactamente el auto del folio 166 y ss. Se transcriben las
variantes:]
" sino también en los crecidos gastos que continua-
me~t~ impende para la construcción y aliño de iglesias,
y de lo que en el presente tiempo necesita~a erog~r
para edificar las iglesias de Cheva, Busbanza, Tobasia
y Tutasá ... "
247 Por todo lo cual (f. 167 y 168) ... mandaba Y mando
que los indios de los pueblos de Gheva Y Onzaga se
de trasladen y pasen al de Socotá. Los de Sativa Y Tasco al
de Sacha, los de Busbanzá al de Gámeza .. Los de M?n-
guí al de Mangua, los de Tobasía, Beteytlv~, Tutasa _Y
Cerinza a este de Duitama, por ser los de I?eJores Y mas
extensos resguardos, de mayores proporcwnes para su
cómodo establecimiento y de iguales tem~eramento~, a
los que dejan, quedando el de Tópaga sm alterac10n
alguna por lo esteril de su resguardo, y en su conse-
cuencia extinguiendo los referidos pueblos, . co1:no por
éste auedan extinguidos, se tranfieran los md10s con
sus fa~ilias, bienes, vasos sagrados, imágern~s, 01:namen-
tos y de mas alhajas de pertene1:<;ia de s~s iglesias p~ra
colocarse en las de su agregacwn, pomendo_se por m-
ventario, con separación y claridad en sus libros, para
que siempre conste.
y a fin de que no experimenten el menor qu~branto,
se les conceden dos meses de plazo para edificar _sus
248 habitaciones en los pu~/ /blos a donde se. han reunido,
y para su entera trmJación se les permite hasta que
195

disfruten enteramente sus labranzas que tienen en cada
pueblo, que será cuando más por fin de noviembre del
presente año, a excepción de los platanales y cañave-
rales que tuvieren, los que podrán vender a los vecinos
que compraren los resguardos, contra quienes se les
reserva su dere~ho paTa percibir el importe de dichos
frutale5 y otras mejoras útiles de su pertenencia, y que
en el entretanto se de cuenta al excelentísimo senor
virrey sobre la rebaja que pretenden los indios manda-
dos trasladar del tributo de un año, lo que desde luego
se les concederá, con la precisa calidad de que en el
tiempo prefinido fabriquen sus casas y dispongan sus
labranzas en el pueblo de su agregación, y verificada la
cosecha se trasplanten enteramente, en el supuesto de
que si alguno abandonare este cuidado y se ausentare,
será compelido a la paga del tributo y no gozará de la
relevación.
Y para que no se omita arbitrio conducente al alivio
de los indios y les sea menos gravosa y sensible su
traslación, mediante la suma pobreza a que se hallan
reducidos, ofrece su merced aliviarles en la tasa del
tributo, haciendo una justa, arreglada retasa de él, en
virtud de las facultades que para el efecto tiene, lo que
reserva ejecutar luego que verifique la conclusión de
249 estas diligencias, y que no contribuyendo poco / / al
alivio y socorro de las urgencias del común el estable-
cimiento tan recomendado por la ley y estrechamente
encargado en las anteriores visitas de la caja común con
tres llaves, que hasta lo presente no ha tenido efecto,
se haga por todos los indios cada año una sementera de
comunidad en la tierra que se les tiene señalada para
este fin, cuyo producto, depositada en la referida arca,
servirá para las necesidades del común. . . Etc.
[Nota del editor. Aqui se reproduce exactamente la
variante del folio 214 y del 215.]
250 Y reconociendo igualmente que abusando muchos
indios de la ley que les permite el estar en el pueblo
donde quisieren, pagando el tributo, suelen ausentarse
con frecuencia, dejando abandonadas sus mujeres y
familias, ignorándose su paradero y si viven como cris-
tianos, declara que para gozar los indios de esta libertad
es necesario que antes de verifica·r su auseneia, la noti-
cien a su cura y corregidor, dando aviso del pueblo
donde les acomodase establecerse, con la indispensable
196
calidad de llevar consigo sus mujeres Y familias, Y que
anotandose en los libros y listas del pueblo ... / / que de-
jan, y a donde se transfieren consta debi~amente, _Y
vivan con arreglo, y sujeción, pagando el tnb~to, Y sm
las extorciones, y litigios, que de lo contrario sufren,
estrechados, por diversos Corregidores o Cobradores, Y
siempre que faltare estas precisas circunstancias_, tan
conducentes al buen gobierno, utilidad de los mis~os
indios, y resguardo de la Real Hacienda, no se permita
el que se ausenten de los pueblos, donde una vez estu-
viesen radicados, y se les deba solicitar, para q~e ~onde
quieran que se hallen, sean compel~d~s a restitmrs~ a
su respectivo pueblo. Y que patentizandose de las 11~-
formaciones recibidas, que en muchos pueblos contn-
251 buyen los indios a sus Corregi-// dore5, con ?cho reales
de dereohos por razón de reservas, dando igualmente
servicio personal, a arrieros, y bestias de bald~ para
sus transportes: declara no debérseles exigir a los 111d10s,
tan indebida contribución, como opuesta a las Le:,yes,
veinte y seis, y veinte y siete, Título segundo, Libro
Quinto, y a las cuarenta y una, y a las cuarent~ ? tres,
Título Décimo Segundo, Libro Sexto de las Mumcipales,
bajo las penas y apercebimientos impuestos en ~llas. Y
que necesitándose para el perfecto establecimiento Y
acomodo de los indios transladados, las est~ncias que
ocuparon los resguardos, los españoles Y mes_tizos arren-
datarios, salgan éstos de ellas, luego, que disfruten sus
sembrados, y se radiquen en los resguardos / / vacantes,
a donde les tuviere mayor cuenta declarando, como
declara, que desde el día, que verifica~as l~s transla-
ciones de los indios, cesa la paga de estipend10s, que su
Majestad tiene asignados a los doctrineros. Todo_ lo_cual
así se expresa, con el fin de facilitar el conocimiento,
y los medios conducentes al alivio de los :1~turales Y
vecinos, y su instrufción cristiana y pohtica, . como
punto tan recomendado por su Majestad, Y prop10 del
católico celo, con que promueve al beneficio de sus
vasallos. y que respecto de que el logro de. todo_ , lo
prevenido consiste; en su exacta, y arregla?ª eJecuc10n,
que no puede personalmente ejecutar el _S~nor Juez'. I;>?·r
252 lo que // urge la continuación de su v1S1tada com1S1~n
bastante cuenta por derecho se requiera,_~ Don Tomas
Antonio de Layzeca, Corregidor y Justicia _Mayor de
este partido, y a Don Tomás Jauregui, Cor:eg1dor del de
Gámeza (de quienes c(mffa su desempeno) para que
¡
197
 bien instruídos de lo resuelto y con la prudencia y en-
tereza, que pide la materia, pongan en práctica la trans-
lación de los indios de Cheva, y Onsaga, al pueblo d
Socotá, la de Sátiva, y Tasco al de Sacha, la de Busban~
zá a Gámeza, la de los de Monguí, a Mongua, la de los
de Tobasia, Beteytiva, Tutasá, y Serinza a éste de Dui-
tama, presenciando igualmente la // entrega que se
ha de hacer de vasos sagrados, imágenes, ornamentos
Y de.más alhajas de iglesia, por los curas de los pue-
blos demolidos, respectivamente, a los que quedan exis-
tentes, haciendo así mismo se anote el número de
?anados de cada hato, en el libro, que corresponde, e
mstruyendo a todos los naturales, de esta resolución, en
que s_e le~ ha procurado bastantemente advertir, para
que sm perdida de tiempo tomen las medidas y se tras-
laden, procurando, con la posible brevedad arreglar en
el plan de cada pueblo los solares, que a cada uno de
los indios, así patricios, como trans'ladados ha de ocupar
253 con su habita // ción, y huerta, señalando a cada un~
la tierra suficiente, para sembrar y mantenerse, en el
supuesto de que pasado el términos de los dos meses
se les com~elerá, a salir de sus pueblos, y construh'.
sus hab1tac10nes, y que si recogidas, y disfrutadas sus
labranzas no hubieren v-erificado la entera translación
se les derriben. las casas, que tuvieren en los pueblos:
que ah?r~ habitan, para que no les quede esperanza
de restrtmrse a ellas y que, si se llegare a entender
que alguno de dichos indios, para frustrar la translació~
se ausent~re, se le solicitará, por medio de las Justicias,
hasta obligarle a venir al pueblo de su destino // en
el qu~ Y los m~s a donde son transplantados, serán
atendidos, y temdos, como oriundos, y patricios alter-
nando en los. e~~leos, y gobierno de los pueblos, sin
la men?r distmc:º:11 lo que inviolablemente harán eje-
cutar drnh~s com1s10nados, castigando públicamente, con
toda severidad, a los que contravinieren a tan justifi-
cadas P~ovide~ci~s, a los que a más del ;eferido castigo
agr~gar~1: a d1stmto pueblo; para cuya ejecución todas
las Justicias, y vecinos de los prenotados partidos fran-
quearán ~ los enunciados corregidores, los auxili~s, que
les necesitaren, y les pidieren, bajo la pena de doscien-
254 tos // ?~sos aplicados en la forma ordinaria y de res-
ponsabilidad a los daños, que causare su omisión
que~a?do al prudente arbitrio de estos dos sujeto~
(verificada, que sea la translación) el arreglo de par-
198
cialidades, o capitaní'as con tal de qu-e el número de
tributarios sujetos a cada capitán, no baje de treinta
y que respectivamente proporcionen el número de
Ministros de Justicia, que en cada pueblo deba haber,
para la sujeción, y arreglo de él. Y que porque nada
puede contribuír tanto al apetecido efecto de lo manda-
do, como el suave eficaz influjo de los curas que sus
persuaciones, harán conocer a los indios, no sólo la
necesidad de la reducción// y los favorables provechosos
efectos eme de su observancia les resulta, sino también
la estre;ha obligación, que les asiste de cumplir con
rendida obediencia, las órdenes del. Soberano, en cuya
virtud, les exhorta, y requiere, y de su parte ruega y
encarga el Señor Visitador, que esfuercen su acreditado
celo en servicio de su Majestad, contribuyéndo en cuan-
to estuviese de su parte, con sus oficios, a que así se
verifique, como punto en que igualmente se versa el
bien espiritual de los indios, por haber parecido esta
providencia la más adecuada para llenar el objeto de
255 la Real Cédula y de lo preceptuado por el Excelentí-/ /-
simo Señor Virrey, y resuelto en Junta General de
Tribunales. Y que para la más puntual observancia de
lo en esta visita determinado quede en cada pueblo,
un testimonio de este auto y del señalamiento de tierras,
hecho a cada resguardo, y que de todo se dé cuenta con
las diligencias practicadas, al Excelentísimo Señor Vi-
rrey de este Reino, poniéndose, copias legalizadas de
esta providencia en los Q.nos q.e correspond.cla que por
que por éste que proveyó, así lo mandó, y firmó, por
ante mí el presente Escribano de Visita de que doy fé=
José María Campuzano y Sanz = Ante mí Lorenzo de
Medina Escribano de Visita. ---- / /
En el cuaderno de la Visita practicada en el pueblo
de Tópaga, consta haberse formado listas, así de los
indios como de los vecinos, y formádose un interroga-
torio ~or el nominad~ Juez Visitador Don José María
Campuzano, que su primera pregunta se reducía a que
los testigos de quienes se había de formar la informa-
ción declararan, bajo la gravedad del juramento, la dis-
tancia a la cual se hallaba este pueblo de Tópaga de el
de Gámeza = Su segunda pregunta, declararán la cali-
dad del temperamento, los frutos, que se cosechaban y
labores, en cuya industria, se ocupaban los indios, si
256 eran las tierras / / fértiles, con buenas aguas-, pastos y
montes para crías de g4mados = La tercera pregunta.
I
199
 si sabían, que los indios, conservaban íntegros y sin dis-
minuci~n los resguardos, seg~n sus títulos y a~paro, que
les hab1a hecho el Sefior 01dor Visitador Don Andrés
Verdugo = _La cuarta, si tenían noticia, que padecían
algu~a opres16~, ~ª. fuera en la ~xacción del tributo, paga
de ~~ezmos, pr_1m1crns,o cualquiera otra indebida contri-
buc10n, o ya finalmente en sus personas o bienes = La
qui~ta, si s~bían la cantidad, que les estaba tasada por
razon d~ tributo al año, y si los satisfacían expresando
en que // lo verificaban = La sexta, si tení'an
la e_s1:1ec1e,
noticia, de que con facilidad se ausentaban, y abandona-
ban sus pueblos, y familias, expresando cual fuera la
causa, ª, que se atribuya, esta deserción, y los medios
que podian ser oportunos para repararla = Iten si al-
guno_s, que viví~n -dentro del resguardo, necesitaban,
pens10narse, no solo en pagar su respectivo arrendamien-
to, sino también en estar sujetos a los mandados del
pueblo, Y hacer expelidos a voluntad de los indios = Iten
?eclara1:~n todo lo demás, que pudiera contribuir a la
m,da?ac1on de la verdad, y objeto de aquella visita, de
257 pubhco Y// notorio, común voz, y fama = y habiéndo-
~e procedido a recibir las declaraciones, a tenor de dicho
m!err~gatorio, para ello se hicieron comparecer, a To-
mas Perez de edad de cincuenta años, a Francisco Caveza
de Baca, de sesenta y ocho años, a Luis Barrios de cua-
ren_ta, años tod?s vecinos de dicho pueblo de Tópaga, y
r~?1b1dole su d10ho al primero éste a la primera pregunta
d1Jo: Que dicho Pueblo distaba del de Gámeza dos Horas
d~ camino = A la segunda: Que el temperamento era
fno, Y los frutos que se cosechaban era trigo, maíz, ceba-
da, turmas, y otras legumbres. Que la industria en que
se ocupa~an l?s naturales// fuera del cultivo del campo
era en teJer, l~enzo, bayeta, camisetas, y mantas de algo-
dón, que las tierras, eran algo estériles, poco abundantes
de -a~ua Y montes = a la tercera, •que sabía, conserva-
ban mtegros sus resguardos, según sus títulos = A la
cuarta, que no sabía padecieran opresión alguna en sus
pe~s~n~s, Y_bienes, ni por el cobro de tributos, diezmos,
pr1m1c1_asm otros derechos = A la quinta q.e no sabfa,
la cantidad, que pagaban de tributo al año aquellos na-
turales_ = A la Sexta que no tenía noticia fija de su
c?ntemdo = A la séptima que sabía vivían varios ve-
258 cmos en el resguardo, que éstos // pagaban arrenda-
miento a los indios, y estaban obligados, a los mandados
del pueblo = A la octava que lo que dejaba dicho, era
200
público, y notorio, pública voz, y fama, etc. = En la
misma conformidad declararon los otros dos testigos, Y
en vista de esta información, proveyó dicho Juez Visi-
tador auto por el que mandó fueran examinados los
indio~ principales de aquel pueblo, sobre, si padecían
alguna opresión en la libertad de sus personas, o bie-
nes como si se les ocasionaba algún quebranto, en la
ex;cción del tributo, cobro de diezmos, primicias, u
otros derechos, si disfrutan cumplidamente sus resguar-
dos, según sus títulos, y seña - // - la-miento. Si todos
vivían poblados en la inmediación de la Iglesia, de mo-
do que pudieran ser asistidos, y doctrinados por su Cura,
asistiendo a Misa y los Divino$ Oficios. Que igualmente
expusieran de la calidad, del temperamento, Y frutos,
que se cosechaban, el número de tributarios,_ que exi~-
tían su tasa, efectos, en que la pagaban, y si lo verifi-
caban cumplidamente, cuantos eran los vecinos, que
ocupaban los resguardos, qué cantidad pagaban por ra-
zón de arrendamiento, y a quien = La c_ual declaración
se efectúo por dicho Juez Visitador, haciendo compare-
cer ante sí al Gobernador Teniente, Capitanes, y Al-
259 caldes de a~uel // pueblo que lo eran Don A~tonio Ló-
pez, Don Liverato Siendu, Don Pedro Curtidor, Don
Esteban Guaquira, Don Pablo Tejedor, Don Pedro de
Vargaz, Don ,Sebastian Martín y Gregorio Siachoque, a
quienes no obstante de ser bastantemente ladinos les
instruyó dicho Juez de la fuerza y gravedad del jura-
mento, y por ante el Escribano de Visita le recibió, el
que hicieron por Dios Nuestro Señor y un señal de
Cruz, so cuyo cargo ofrecieron decir verdad, de lo que
supieran y les fuera preguntado, y siéndola por el tenor
de la cita, enterados de su contenido dijeron: Que no
padecfan opresión al_guna en la libertad de sus personas,
y bienes, ni menos en el cobro de tributos, diezmos Y
primicias, y si en la ~xacción de derechos pues por las
reservas, se les llevaban // ocho reales, por los casa-
mientos ocho reales, por los entierros de grandes al que
menos, se le exigían tres pesos, por los de párvulo doce
reales, por óleos tres cuartillos, y por razón de limosnas
al año cuatro reales, y medio a los solteros, y nueve a
los casados. Que así mismo se les obligaba a dar servi-
cio personal de soltera semanero, agua, y leña. Que
igualmente daban al Corregidor para su transporte bes-
tias, y peón de balde, s~empre que venía a aquel pueblo
y que uno de los indj/>s, que se casaban con mestizas,
201
 o blancas, se les llevaba de derechos de casamiento, lo •, ciento y seis tributarios útiles,
sexos, con inclusi~n de ' tributarios ausentes, Y
mismo que a los blancos, que eran siete pesos. Que con más otros vemte Y nu~ve de todas clases inclusas
por lo respectivo a la posesión de su resguardo, • ta y un vecmos .
doscientos cuaren d f 'lia y ser la tierra de 1
260 la conservaban íntegra, por haber ya determi - // - cincuenta Y tres cabezas tél~l ~:~astas, aguas, Y montes
nado, una disputa, que tenfan, con los naturales del resguardo sumamente es 1 h determinado que de
pueblo de Mangua. Que todos los indios de dicho pueblo para acomodar otros natura :s, a:a que en lo sucesivo
de Topaga, se hallaban poblados en la inmediación de dicho pueblo exiS t ente, ~ q. p º dediquen al / /
la Iglesia, y asistían con frecuencia a Misa, Doctrina, y • d s on el debido arreg 1o, Y s~
demás obligaciones de cristiano, que la calidad del
262 vivan los yn • c. . t d us obligaciones mandaba, y
trabajo, Y cumphmien o e; dos ellos a que edifiquen
temperamento del resguardo era fría, y los frutos que mandó que les coi:npela: 1 o ueblo en' forma política, e
producían era trigo, maíz, cebada, turmas, y otras le- sus casas, en el asiento e 1! años hagan la labranza
gumbres correspondientes al temperamento, que aunque igualmente, a que to~os ue para el efecto se les
hacía el tiempo de tres años, que enteramente, se ha- de comunidad en la tie~ra'toq depositado en la arca de
bían perdido las labranzas, por cuyo motivo se habían tiene señalada, cuyo, pro n~:do en las anteriores visitas,
ausentado muchos, y los que existían, estaban padecien- tres llaves como esta ma .d d del común, Y lo sobran-
do graves necesidades, que no tenían presente el número se aplicará para las necesiD~v~:o fomento de los ancia-
de tributarios, que había // en el pueblo, por lo que te para• ornato
se remitían a la lista, que de ellos se había formado. h ,del Culto
fanos y auxi ·1·10 'de la casa hospital, que
nos, vmdas, uer d berá sin dilación constr~irse. y
Que la tasa, que tenfan de tributo en cada Tercio, conforme a la ley, e ente han sido suJetos, a
eran tres pesos seis reales, y medio, lo que verificaba en mediante a que hasta 1~ pr~s los hijos de españoles
plata o manta de algodón, cuando tenían posibles para pagar tributo Y descripc10na i°~monios con indias, para
ello, pero que de tres años a aquella parte debía la gen- I / Y mestizos, ~abidos en :~ :;ivio, Y libertad, que les
te, crecidas cantidades, a causa de las graves necesida- que en lo sucesivo logrMen . . les declara a los tales
des, que llevaban referidas. Que la industria en que 1 Leyes unicipa , .
franquean as D , quinto y requinto, e
regularmente se ocupaban los naturales a más del culto por libres de pagar, ,.ei11;ora,dos en Listas de Indios
del campo, era en tejer, lienzos, ruanas, camisetas y igualme;1te de ser ~escri~:;:::ción para con los hijos
mantas de algodón. Que los vecinos que vivían en aquel entendiendos~ 1~ m~sr;;.~ en blancas y mestizas, pues
261 pueblo, y su resguardo eran cosa de treinta familias / / legítimos de mdios , a i /~ n ser em~~dronados como
las que pagaban arriendo de las tierras que ocupaban éstos Y aquellos, solo e e . de tales pudien-
en sus sembrados; a los indios dueños de ellas, y tam- - ' • d las pens10nes
vecinos, Y ?bhga os, a t· siempre que les convenga
bién hacían los mandos del pueblo, en que se les ocu- do los espanoles, Y ~e~ izas, s consortes Y sus hijos a la
paba, que esta era la verdad, y lo que podían declarar, llevar consigo a ~as m_diadssud les acomode establecer-
en fuerza del juramento, que fecho tenían; con lo q.e • vecindano on e
Parroqma o . ren osibilidad para ello / / que-
se concluyó esta diligencia, y en vista de ello, mandó
dicho juez, se reconociera el resguardo, lo que así eje-
263 se, Y ~osf qtue ~o !~:~arga P alguna la tierra, que ~n el
den dis ru an o . eres y reconociendo
cutado, en vista del reconocimeinto proveyó el auto t ece a sus muJ .
siguiente = resguardo per en muchos indios de la Ley que
igualmente que abusa~do blo donde quieren pagando
les permite estar en e P~: con frecuencia, dejando en
Auto En el pueblo de Sogamoso en veinte y nueve de el tributo, suelen _ausenta~amilias, ignorándose su para-
fin.al junio de mil setecientos setenta y siete, el Señor abandono sus muJeres, Y_ t" declara que para gozar
Don José María Campuzano y Sanz, Corregidor dero, Y si viven com_o cns iai~~snecesario, que antes de
y Justicia Mayor de la Ciudad de Tunja, y su prov.a // los indios de esta .liberta~. . a su Cura Y Corregidor,
y Visitador General en ella dijo: Que resultando de la verificar su ausencia, la nodiciedneles acomodare estable-
visita practicada en el pueblo de Tópaga, existir el total • d 1 pueblo a on .
dando aviso e , l' d d de llevar consigo sus
de quinientos, cuarenta, y siete indios de todas clases y cerse, con la indispensJble ca i a

202 203
 mujeres, y familias, y que anotándose en los Libros, y
Listas del Pueblo, que dejan y a donde se transfieren
consten debidamente // y vivan con arreglo, y sujeción'
pagando el tributo, y sin las extorsiones y litigios, qu~
d-e lo contrario sufren, por diversos, Corregidores, 0
Cobradores y siempre que faltaren estas precisas cir-
cunstancias, tan conducentes al buen gobierno, utilidad
de los mismos indios, y resguardo de la Real Hacienda,
no se permita se ausenten del pueblo, y se les deba
solicitar para que donde quiera que se hallen, s·ean com-
pelidos a restituirse a él. Y patentizándose de las infor-
maciones recibidas, que los indios contribuyen a sus
Corregidores, con ocho reales de derechos, por razón
de reservas dando igualmente servicio personal a arrie-
264 ros, bestias de balde // para sus transportes, declara
no debérseles exigir a los indios tan indebida contribu-
ción, como opuestas, a las Ley.s veinte y seis, y veinte
y siete, Título segundo, Libro quinto, y de las cuarenta
y una, y cuarenta y tres, Título Doce Libro Sexto de
las Municipales, 1]iajo las penas, y apercebimientos
impuestos en ellas, y que todo lo prevenido, lo observe,
y haga observar, precisa e inviolablemente el actual
Corregidor de dicho pueblo, y los que en adelante le
sucedieren pena de doscientos pesos aplicados en la for-
ma ordinaria. Que por éste que proveyó asi lo mandó,
y firmó, por ante mí el presente Escribano de Visita de
que doy fe = José María Campuzano y Sanz // Ante
mí Lorenzo de Medina Escribano de Visita ........... . servar la vida humana, y cría de ganados mayores, Y
En el cuaderno de la visita practicada en el pueblo
de Mongua, consta que en ocho de mayo del año de
mil setecientos setenta y siete, mandó dicho Juez Visi-
tador Don José María Campuzano, se formaran lista y
padrón así de los indios como de los vecinos, que habfa
en aquel pueblo, lo que así se ejecutó, y luego se firmó
un interrogatorio, para que los testigos, que fueran lla-
mados declararan, sobre si sabían la distancia que ha-
bía de aquel pueblo al de Gameza = Iten declararon la
calidad del temperamento, los frutos que en él se co-
265 sechaba, Y labores en // cuya industria se ocupaban
los indios, si eran las tierras fértiles, con buenas aguas,
pastos, y montes para cría de ganado = Si sabían que
los indios, conservaban íntegros y sin disminución los
resguardos, según sus títulos, y amparo de la anterior
visita = Si tenían noticia, que padecían alguna opre-
sión, ya fuera en la exacción del tributo, paga de diez-
204
mos primicias, o cualquiera otra indebida contribución,
o ya finalmente en sus personas, o bienes = Iten dijera
la cantidad, qu-e les estaba tasada, por razón de tributo
al año, y si lo satisfacían, expresando la especie, en que
lo verificaban = Iten si tenían noticia de q.e // con fa-
cilidad, se ausentaban, y abandonaban sus pueblos, y
familias, expresando cual fuera la causa, a q.e se atri-
buya esta deserción, y los medios, que pudieran s·er
oportunos para repararla = Iten si algunos que vivían
dentro del resguardo, necesitaban obligarse no sólo a
pagar el respectivo arrendamiento, sino q.e vivían su-
jetos a los mandos del pueblo y a ser expelidos, a vo-
luntad de los indios = a cuyo tenor se examinaron tres
vecinos, que lo fueron, Juan de León Gutiérrez de
sesenta, y siete años, Juan de Dios Rodríguez de cincuen-
ta años, Antonio Pérez de cuarenta años quienes pre-
266 cedido el juramento; dec_la / / raron contestemente a la
primera pregunta, que dicho pueblo de Mongua distaba
de el de Gámeza dos horas de camino = A la segunda:
Que el temperamento de aquel pueblo,· era sumamente
frío, que los frutos, qu-e producía el terreno, eran trigo,
maíz, turmas, cebada, y habas, que la industria de los
naturales, a más del cultivo del campo, era tejer algunas
bayetas, y camisetas de lanas, mantas de algodón, con-
que satisfacían el tributo, tal cual, que solía ir a cocer
sal a la salina de Furizi, que las tierras eran muy fér-
tiles, abundantes de pastos, aguas, y montes, para con-
menores = A la terce - / / - ra que les constaban vivían
los indios, en quieta posesión de sus resguardos a ex-
cepción del pedazo de tierra del Chochal, que en litigio
habían perdido y ganado el Doctor Don Marcelino Ran-
gel = Que no sabían ni habían oído, padecieran los
indios opresión alguna en sus personas, ni bienes, ni la
exacción del tributo paga de diezmos, primicias, ni otros
derechos, pues sólo pagan lo justo, y acostumbrado =
Que lo que cada tributario pagaba por tercio en aquel
pueblo, era una manta de algodón regulada en tres pe-
sos seis reales, y medio, del quinto, lo que verificaba,
267 sin quedar debiendo cosa alguna. Que en el / / tiem-
po de treinta años, habían sido rarfsimos los indios,
que se habían ausentado = Que los pocos vecinos que
habitaban el resguardo, pagaban arrendamiento de las
tierras, que sembraban~ a los indios dueños de el~as,
y por el asiento de la ¡asa, y ganados, que manteman
205
 ran obligados a hacer fiesta, y a los mandos del pue-
blo, pero que no habían experimentado, que los natu-
raies, los expelieran, ni maltratasen = En vista de
dicha información, mandó dicho Juez Comisionado por
auto de diez de mayo del mismo año, se convocara a
los indios principales del referido pueblo, y se les exa-
minara // sobre si padecían alguna opresión en la liber-
tad de sus personas, y bienes como si se les ocasionara
algún quebranto, en la exacción del tributo, cobro de
diezmos, primicias, u otros Dros. si disfrutaban segui-
damente, las tierras de sus resguardos según sus Títulos,
si todos vivían poblados en la inmediación de la iglesia,
de modo, que lograsen ser asistidos, y doctrinados por
su cura asistiéndo a Misa y a los Divinos Oficios, que
igualmente expresaren la calidad del temperamento, y
frutos que cosechaban, el número de tributarios, que
existían, la industria en que se ocupaban, su casa, y si
la satisfacían cumplidamente, cuántos eran los vecinos
268 que ocupaban los resguardos, qué cantidad / / pagaban,
y a quién = En cuyo cumplimiento así se ejecutó, ha-
ciendo comparecer a los Indios Tenientes Capitanes, y
Alcaldes de dicho pueblo, que lo fueron Don Tomás
Ortiz, Don Salvador Poche, Don Santiago Socha, Don
Agustín Montañez, Don Tomás Vija, Don Matías Núñes,
Agustín Senejoa, y Francisco Javier Polanco, a quienes
no obstante de ser bastantemente ladinos, dió dicho
Juez a entender la fuerza, y gravedad del juramento,
y le recibió, que hicieron por Dios Nuestro Señor, con-
forme a derecho, so cuyo cargo prometieron decir ver-
dad, en lo que supieran, y les fuera preguntado, y
siéndolo por el tenor del citado auto enterados de su
contenido dijeron: Que ni en la libertad de sus perso-
nas, y bienes, ni en la exacción del tributo / / cobro de
diezmos, y primicias en común, ni en particular, habían
padecido la menor extorción, ni quebranto, por sus
superiores, y que sólo el nuevo diezmero, intentaba co-
brarles dos corderos, de cada diez ovejas parieran, o no,
Y una gallina, cada una criara, ci no criara, no obstante
de haber la costumbre, que cuando se sembraran los
solares del pueblo, no se pagaba tal diezmo de gallinas.
Que en punto de derechos se les había llevado siemnre
por sus reservas fueran por edad, o enfermedad, dos
pesos uno al cura, y otro el Corregidor a quienes igual-
mente, daba el pueblo servicio de balde, como era, china
soltera, alguacil, agua y leña, y que también se habían
206
269 dado al Corregidor, para su transporte bestias // y
peón. Que su. resguardo lo disfrutaban cumplidamente
a excepción del pedazo de tierra del Chocha!, que e~
pleito les había ganado el Doctor Don Marcelino Ran-
gel. Que todos los naturales tenían sus casas en el
asiento del pueblo, y asistían diariamente a las obliga-
c10nes de cristianos y sus hijos a la doctrina. Que el
temperamento del resguardo era frfo, y los frutos que
se cosechaban con abundancia eran turmas, maíz, ce-
bada y habas, y otros de tierra fría, aunque con esca-
cez. Que no tenían presente el número de tributarios
útiles que existían, por lo que se remitían a la lista
que de ellos se habían formado. Que la industria en que
se ocupaban a más del cultivo del campo era en tejer
algunas camisetas, lienzos y mantas de algodón, y al-
gunos que / / van a cocer sal a la salina, que tenían de
Saudi. Que lo que cada uno pagaba por razón del tri-
buto, en cada tercio era una manta, regulada en tres
pesos seis reales, y medio del quinto, de que se hallaban
debiendo algunas cantidades a causa de las necesidades
que habían padeéido los años anteriores, que los veci-
nos que vivían en el resguardo eran veinte y dos los
cuales, habfan disfrutado el resguardo como indios na-
turales de él, sin otra pensión, que hacer los mandos,
Y fiesta de Iglesia, a causa de tener su ascendencia de
los indios. Que ésta era la verdad, y lo que podían de-
clarar etc. En cuya consecuencia pasó dicho Juez a ser
vista y reconocimiento de las tierras del resguardo, y
270 concluído, declaró dicho Corregidor // por subsistente
~icho pueblo, mandó trasladar los indios de Monguí, a
el, como consta del auto final, que queda inserto, fecho
en Duitama en veinte y uno del nominado mes y año
de mil setecientos setenta y siete .....
Igualmente consta ;que habiendo pasado al pueblo de
Busbanzá, mandó en la misma conformidad que en los
otros de que queda hecha relación, formar lista y padrón
así de los indios, como vecinos, lo que así ejecutado'.
formó el mismo interrogatorio que queda hecho men-
ción a excepción de los nombres, que en substancia
contienen que los vecinos que fuesen examinados, de-
clararan la distancia que promediara de aquel pueblo
al de la Cabeza del Partido, así // mismo la calidad
del temperamento. del pueblo, los frutos, que en él se
cosechaban, y labores, len cuya industria se ocupaban
los indios, si eran las 11Íerras fértiles, con buenas aguas,
207

pastos, montes, para crías de ganados, = si los indios
conservaban íntegramente y sin disminución los res-
guardos según sus Títulos, y amparo, que les fué hecho
por el Señor Oidor Visitad01· Don Andrés Verdugo. Si
tenían noticia que los indios padecieran alguna opresión,
ya fuera en la exacción de tributos, paga de diezmos,
primicias·, o cualquiera otra indebida contribución o ya
finalmente en sus personas y bienes. Si sabían la can-
2 71 ti dad que les estaba tasada por razón de tribu- // -to
al año, y si lo satisfacían, expresando la especie en que
lo verificaba. Si tenía noticia, de que con facilidad se
ausentaba, y abandonaba sus pueblos y familias, expre-
sando cual sería la causa, a que se atribuya esta deser-
ción y los medios, que pudieran ser oportunos para
repararla. Si algunos, que vivían dentro del resguardo,
necesitaban, no solo pensionarse en pagar el respectivo
arrendamiento, sinó también a estar sujetos a los man-
dos del pueblo, y a ser expelidos a voluntad de los
indios·. = A cuyo tenor examinó dicho Juez Visitador
a tres vecinos, que lo fueron Bernardo Díaz de sesenta
años, Isidro Sánchez de cuarenta años, Manuel // Ver-
dugo de treinta años, quienes contestemente declararon,
que lo que distaba aquel pueblo al de Gámeza, qe. era
el de cabeza de partido, era medio día de camino an-
dando con cargas. Que el temperamento era frío, y
producía de todos los frutos conducentes a su calidad.
Que la ocupación de los indios, a más de la común del
cultivo del campo, era hacer algunos tejidos de lana y
algodón, que las tierras eran abundantes de pastos, y
aguas pero no de montes. Que a excepción de una
disputa que los testigos habían oído decir tenían los
indios, con el Doctor Don Vicente de Mendoza, como
272 lindante por un lado del res- / / guardo, en lo demás
tenían entendido se mantenían en quieta, y padfica
posesión. Que no tenían noticia, padecieran opresión
alguna, en cuanto a la exacción de tributos, cobro de
diezmos, primicias, ni otros derechos ni menos en la
libertad de sus personas y bienes. Que lo que satisfa-
cían de tributo en cada tercio, eran tres pesos, por razón
de demora, y seis reales y medio, el quinto, de lo que
tenían noticia, se hallaban recargados los naturales, de
algunas cantidades. Que habían visto ausentarse varios
indios del pueblo, las más veces, por su pobreza y ne-
cesidad, que ignoraban el remedio para atajar su de-
serción. / / Que los pocos vecinos, que habitaban en el
208
resguardo, pagaban arrendamientos a los indios, dueños
de tierras, de la que ocupaban con sementeras, y por
los asientos de casas y parajes de ganados, estaban
obligados, a hacer fiestas, y los mandos del pueblo. En
cuya vista se mandó comparecieran los indios principa-
les del pueblo a efecto de ser examinados sobre si pa-
decían alguna opresión en cuanto a la libertad de sus
personas y bienes, si se les ocasionaba quebranto por
la exacción del tributo, cobro de diezmos, primicias, o
otras indebidas contribuciones, si disfrutaban cumpli-
273 damente las tierras de sus// 1·esguardos, según sus Tí-
tulos y señalamiento. Que igualmente expresaran la
cantidad, que anualmente pagaran por razón de tributo,
si les satisfacfan cumplidamente, y en qe. efectos lo
v-erificaban cual era, la industria, o agencia, en que se
ocupaban los naturales, que número de vecinos de color
existía en el resguardo, la cantidad, que pagaban de
arrendamiento, y a quien. Lo que con efecto así se eje-
cutó, haciendo comparecer a los indios, Teniente, Capi-
tanes de aquel pueblo, que lo eran Don Marcos Socha,
Don Dionisia Socha, Raymundo Rodríguez, Don Fran-
cisco Gómez, Don Manuel Rivera, José Mecon // y Don
Tomás Camargo, a quienes no obstante de ser bastante
ladinos, les instruyó dicho juez, la fuerza, y gravedad
del juramento, bajo el cual prometieron decir verdad
de lo que les fuera preguntado, siéndolo por el tenor
del citado auto, enterados de él expresaron, no padecer
opresión alguna en la libertad de sus personas, y bienes,
ni menos, sobre la exacción del tributo, diezmos, y pri-
micias. Que -en punto de dereohos se les exigía por sus
curas dos reales, por los óleos, ocho reales, por las ve-
laciones, y seis reales y medio de las arras. De cofradías
27 4 nueve reales los casados, y cuatro rea-/ !les, y medio
los solteros. Por entierros de párvulos a doce reales.
Por los de grandes a, tres pesos, el que menos, y otros
a más, según los posibles, que tenía el indio, que igual-
mente, se le daba a dicho doctrinero servicio personal,
de soltera, semanero, china, alguacil, leña, agua, y lo
más que necesitaba, y lo mismo, se le contribuya al
Corregidor del partido, cuando venía dándole igual-
mente bestias, y peón de balde para su transporte y
que así mismo un peso al cura y otro al Corregidor
por las cartas, de reserva, y que la fiesta del Corpus
les importaba quince pesos y lo mismo la de Nuestra
Señora con mas otra, ju-e hacían que les costaba unas
209
 a seis, y otras a doce pesos. Que su resguardo, lo dis-
frutaban cumplidamente, a excepción de la parte / /
que lindaba con el doctor Don Vicente Mendoza, con
quien tenran disputas so·bre el lindero. Que los más de
los indios habitaban en sus estancias y no tenían casas
en el pueblo, a causa de no haber Cura residente en él,
pues el que lo era de aquel, lo era también del de To-
basia, en donde tenia su resida. y sólo venía a decirles
misa los dias festivos, por lo que estaban privados, lo
más del tiempo del consuelo espiritual de sus almas, y
sin haberse confesado aún la mayor parte de la gente,
que lo que pagaban en cada tercio por demma, era una
manta de algodón regulada en tres pesos seis reales, y
medio del quinto, de lo que debían alguna cantidad
275 atrasada. Que la industria en que se ocupaban los / /
naturales, era en hacer algunos tejidos de lana y algodón.
Que no tenían presente el número de vecinos que habi-
taban el resguardo, por lo que se remitían al padrón,
oue de ellos se había formado, que éstos pagaban arren-
damiento a los indios de las tierras que ocupaban, y les
ayudaban a hacer sus fiestas, y demás mandos del pue-
blo, y preguntados por la calidad del temperamento del
resguardo, y frutos, que producía, dijeron, ser bastante
frío, y que producía con abundancia los frutos que se
daban en temperamento de igual naturaleza, que la
tierra de él, era fértil de pastos, abundante de aguas,
aunque escasa de montes. Que ésta era // la verdad
en fuerza del juramento, con lo que se concluyó esta
diligencia, en vista de la cual se pasó por dicho Juez
Visitador, a hacer reconocimiento de fas tierras del. re.;-
guardo, y efectuado así se nombraron de avaluadores
de ellas a Martín de Olguín y Ramón de Abella, y
quienes lo aceptaron, y juraron cumplir fiel y legal-
mente con su oficio y poniéndolo en ejecusión las ava-
luaron en cantidad de mil pesos las que se mandaron
sacar al pregón en atención, a quedar extinguido dicho
pueblo, por el auto citado, y en su consecuencia dicho
Juez Visitador hizo comparecer a su presencia, a los
indios sujetos, y demás justicias del pueblo de Bus-
276 banzá, a quienes // dió a entender las razones de uti-
lidad, y congruencia, que persuadían ser indispensables
su translación a otro pueblo, de igual temperamento, y
más apetecibles circunstancias en atención, a que su
número era corto, estéril el resguardo, con notable es-
casez de aguas, pastos, y montes de que regularmente
210
dimanaba la pérdida de labranzas, y suma miseria, a
que se hallaban reducidos agregándose a éstos reparos,
el de mayor entidad, que era no tener Iglesia decente
y ornada en dicho pueblo de Busbanzá, en que no era
justo se pensionara el Real Erario, pudiéndo estar igual-
mente asistidos, y doctrinados; en otro donde la mu-
chedum-/ /bre les facilitara mayor comodidad, en cuanto
a lo que eran obligados. En todo lo cual enterados que
fueron, respondieron que no obstante de que les. sería
sumamente doloroso, el reducirse, a dejar su patrio
suelo, rendidos obedecían, cuanto se les mandaba, pero
que ya por tan justas causas, que se les representaban
para no poder subsistir en lo sucesivo en su propio
pueblo, se les señalasen el pueblo de Gameza, para su
transplantación, en donde conceptuaban podrían esta-
blecerse sin mayor trabajo, as:í' por estar cercano al de
ellos, como por ser de bastante extensión su resguardo,
2 77 que igualmente // se les concediera disfrutar sus se-
menteras, llevar consigo las alhajas de Iglesia, y que
se les relevara aunque fuera por un año de la paga del
tributo, para con este alivio poder más fácilmente efec•
tuar su translación; a lo que le respondió el citado Juez,
que en todo lo que pedían serían atendidos, siempre,
que verificaran su transmigración entre del término que
para ello se le señalaría, pues de lo contrario serían
compelidos por todo rigor, y no se les dispensarían
gracia alguna de la que pedían, con lo que se concluyó
la tal diligencia y los indios quedaron enterados, de lo
que en ella se contenia .......... .
Así mismo consta, haber pasado // el nominado Juez
Visitador a los pueblos de Beteytiva, y Tutazá, en los
cuales mandó se formaran las listas, y en vista de ellas,
hizo el interrogatorio, que contenía sus preguntas, la
distancia a la que se hallaban los dos referidos pueblos,
de el de Gameza, y la que entre sí promediaba. Si, los
testigos que habían de ser examinados sabían la calidad
de sus temperamentos, los frutos que en ellos se cose-
chaban, la industria en que se ocupaban los naturales
si las tierras eran fértiles, con buenas aguas, pastos, y
montes, para crías de ganados. si los indios conservaban
íntegros, y sin disminución los resguardos, según e]
278 último // señalamiento, que les había hecho en la úl-
tima visita el Señor Licenciado Don Andrés Verdugo
el año pasado de cinc~o/1ta y cinco. Si tenía noticia pa-
decieran alguna oprestn, en cuanto a la exacción del
211
 tributo, cobro de diezmos, primicias, u otras indebidas
contribuciones, o ya finalmente en sus personas y bie-
nes. !ten dijeron la cantidad, que les estaba tasada por
razón de tributo al año, y si lo satisfacía, expresando
los efectos en que lo verificaban. Si tenían noticia, de
que con facilidad, se ausentaban, y abandonaban sus
pueblos y familia, expr-esando cual sería la causa, a que
se atribuya esta deserción, y los medios / / que pudieran
s·er oportunos para repararla. Si sabí'an que era copioso
el número de vecinos establecidos en aquel pueblo, con
sus familias, y si la mayor parte de ellos, carecían de
tierras propias, que cultivaban para mantenerse de que
dimanaba, que los más vivían retirados a distancia de
la Iglesia, con dificultad de acudir a Misa, y demás Di-
vinos Oficios, y de s:er administrados cómodamente por
sus Curas. Si algunos que vivían dentro de los resguar-
dos necesitaban pensionarse, no sólo en la paga del
respectivo arrendamiento, sino también en la contin-
gencia de ser expulsos a la voluntad de los indios, o por
estar prohibido su consorcio a causa de los daños que
2 79 de ello re-//sultaban. Si según el número de vecinos
que tenía el pueblo en su agregación, podrían estable-
cersen en parroquia, y mantener Cura propio, que les
asistiera, vendiéndoseles las tierras, que resultasen va-
cantes, para que se establecieran separados de los· in-
dios. A este tenor se examinaron tres testigos que lo
fueron Marcelino López de edad de cuarenta y seis
años, Juan Agustín Rodríguez de cincuenta, Francisco
Angarita de cincuenta, de cuyos dichos, y de posiciones
resultó: Que el pueblo de Tutazá, y el de Beteytiva,
distaban del de Gámeza el primero un día de camino,
y el segundo medio día poco más o menos, siendola de
seis horas, la que también promediaba entre los dos =
Que el temperamento de aquel pueblo de Beteytiva era
medio tem-/ /piado, y el de Tutazá sumamente frí'o que
los frutos que se cosechaban en éste era trigo maíz
cebada, y otras legumbres produciendo igual de' fruto~
el dicho de Tutazá, a excepción de trigo, para lo que
no era aparente aquel pais. Que las tierras del resguar-
do de Beteytiva, eran bastantemente áridas por lo es-
caso de aguas, y por el contrario las de Tutazá en cuyo
resguardo lograban de mayor comodidad por su exten-
sión, fertilidad, y abundancia de aguas, pastos, y montes
para cdas de ganados que la industria de los naturales,
era los de Beteytiva, en hacer tejidos de bayetas, y los
212
de Tutazá en fabricar ollas de barro. Que conservaban
280 íntegros, y sin disminu-/ /ción sus resguardos así unos
como otros segi'.m el último señalamiento. Que no tenía~
noticia padecieran opresión alguna, en la libertad de
sus personas, y bienes· ni menos sobre el cobro de tri-
butos, diezmos, primicias, no demás obenciones. Que
no sabían con fijeza, lo que pagaban, por razón de tri-
buto en cada Tercio, ni los de Beteytiva ni los de Tuta-
zá, que lo que habían oído era que debían los indios
algunas cantidades de atraso. Que sólo tenían noticia
de tres indios ausentes de aquel pueblo, que ignoraban
la causa por que se hubieran ido. Que los vecinos feli-
greses cabezas de familia agregados al pueblo de Be-
teytiva / / podían alcanzar al número de docientos, que
los más, por carecer de tierras propias, en la inmedia-
ción de la Iglesia, se veían precisados a vivir de arren-
datarios de algunos dueños de tierras promediando
dilatado, y dificil camino, por cuyo motivo no asistían
con la frecuencia, que debían, a la Misa. y demás Fun-
ciones Espirituales, y se les r-etardaba en sus graves
enfermedades la pronta administración de los Santos
Sacr-amentos. Que los pocos vecinos, que habitaban en
el resguardo, no sólo pagaban arrendamientos de las
tierras, que ocupaban sino que estaban sujetos a los
281 mandos del pueblo, y a ser expelidos a arbitrio / / de
los indios. Que siempre que se verificaran la translación
de los indios del pueblo de Beteytiva, y se vendiera el
resguardo de cuenta de su Majestad desde luego pediría
el vecindario erección de Parroquia, y mantendría de-
centemente Cura, como hasta aquel entonces lo había
verificado, por ser muy poco en lo que ayudaban los
indios = En virtud de la cual información el referido
Juez Visitador hizo comparecer ante sí a los indios
principales· de los do~ nominados pueblos, que fueron
Don Bruno Azero, y Agustfn Azero. Capitán Fiscal del
de Beteytiva, a Don Pedro Maldonado y Don Jph. Mer-
chán, Capitán, y Alcalde de Tutazá, a efecto / / de ser
e_xaminados, sobre si padecían alguna opresión, en la
libertad de sus personas, y bienes, como si se les oca-
sionaba quebranto, en el cobro de tributos, diezmos,
primicias, y demás derechos. Si disfrutaban cumplida-
mente las tierras de sus resguardos, según los últimos
amparos que de ellos se les había hecho en la última
anterior Visita, practicaqa por el Señor Oidor Visitador
Don Andrés Verdugo, /el año pasado de cincuenta y
213
 cinco si todos vivían poblados, en la inmediación de 1
Iglesias, de modo que pudieran ser asistidos, y doctr~~
n_ados, por. s~ Cura, concurriendo a Misa y demás Fun-
282 c10nes Espmtuales. Que del / / mismo modo expresaran
la calidad del temperamento, y frutos, que producían
el. número de tributarios que existían, qué ocupació~
e mdustria tenían, cuánta era la cantidad, que pagaban
por ra_zón de tributo, en cada tercio, si los satisfacían
c~mphdamente y en qué especie, cuántos vecinos vi-
vian ~n el resguardo, qué cantidad pagaban de arren-
damiento Y a quien. Y enterados de todo lo que se les
preg_untaba los referidos indios dijeron bajo la gravedad
del Jura11;ento, de. ~ue se les instruyó por el Juez que
no padecian opres10n alguna en la libertad de sus per-
sonas, Y bienes ni que se les causaba quebranto en la
exac;ión del tributo, cobro de diezmos, primicia~, // y
demas derechos, que sólo pagaban lo justo y acostum-
brado. Que disfrutaban cumplidamente sus resguardos
s~gún el último señalamiento hecho en la anterior vi~
sita. Q~1e todos los del pueblo de Beteytiva, tenían sus
ca~as mmediatas a la Iglesia y asistían puntuales a
Misa, Y Divinos Oficios, lo que no hacían los de Tutazá
a causa de no mantener allí su Cura residencia perso~
nal. Que el temperamento de Beteytiva era algo tem-
plado, Y producía con abundancia de todos los frutos
que se cosechaban en tierra fría. Que el Tutazá era
sumamente frío, y producía los mismos frutos aunque
con más dilatado tiempo para la cosecha. Que ~l núme-
283 //ro de tributarios, existentes en el de Beteytiva era
el d~ diez Y siete, y diez en Tutazá, que la industria de
los mdios de dicho pueblo, era hacer loza y los de
Beteytiva tejer lienzos, y bayeta para su vestuario. Que
los que unos y otros pagaban por razón de tributo en
ca~a tercio eran tres pesos seis reales, y medio del
qumto, lo que verificaban en plata, y algunos frutos,
que se hallaban debiendo algunas cantidades de reza-
gos,_ a causa de su pobreza. Que en Tutazá no había
vecmo alguno y que los pocos que vivían en el res-
g_uardo de Beteytiva, pagaban arrendamiento de las
tierras JUe. ocupaban a los indios dueños de ellas, y
concurrian igualmente a los servicios y mandos // del
pueblo. En vista de la cual declaración mandó dicho
Juez Visitador se hiciese reconocimiento' de las tierras
d~ los, resguardos del pueblo de Beteytiva, como así lo
eJecuto el veinte y cinco de mayo de setenta y siete. y
214
por auto proveído en veinte y ocho del mismo mes y
año, nombró para que avaluase el referido resguardo,
a Juan Ignacio Mejía, y Francisco García vecinos de la
parroquia de Sativa quienes aceptaron, y juraron por
Dios Nuestro Señor, cumplir fielmente con su oficio, y
poniéndolo en ejecución las avaluaron en mil y cin-
cuenta pesos, y las de Tutazá en dos mil ps. Y por auto
fecho en el pueblo de Duitama, en veinte de junio del
284 mismo año / / el referido Don José María Campuzano,
hizo comparecer a los indios Justicias y demás princi-
pales del pueblo de Beteytiva, y su agregado de Tutazá,
a quienes dió a entender las razones de utilidad, y con-
gruencia, que persuadían ser indispensable su trans•
plantación a otro pueblo de igual temperamento y más
apetecible circunstancias, en atención aunque aún siendo
dos pueblos, 110 alcanzaba el número de tributarios que
en ellos existía, a cubrir con las Demoras, el corres-
pondiente estipendio al Doctrinero a que se agregaba,
que en el de Tutazá a más de estar sumamente distante
del de Beteytiva, carecían de Iglesia en que no era justo
se pensionara el Real Erario // pudiéndo estar igual-
mente asistidos, y doctrinados en otro pueblo, de mayor
numerosidad, en donde la muchedumbre les facilite
alivio en cuanto a las obligaciones que tienen. A que
respondieron demostrando bastante sentimiento, que
obedecían rendidos cuanto se les mandaba, y que no
siendo dable la subsistencia en sus pueblos, se les se-
ñalara para transladarse a aquel de Duitama, que antes
de ello se les permitiera disfrutar las sementeras, que
a la presente tenfan en Versa, que cuando salieran de
sus pueblos pudieran traer consigo las alhajas de Igle-
sia, y demás a ellos perteneciente, y que para ayuda de
285 su trans =/Ilación, se les relevara de un año de la
satisfacción del tributo. A todo lo que se le respondió,
por el citado Juez Visitador, no ofrecerse reparo, en
que se transplantarán al pueblo de Duitama, que dis-
frutaran sus sembrados, que llevarán consigo las alha-
jas de Iglesia, y en que se le relevará de un año de
tributo, con tal de que verificaran su translación dentro
del término que para ello se les señalara. De lo cual
quedaron entendidos dichos indios, y cumplieron res-
pecto a estar rematados los resguardos en Juan Agus-
tín Rodriguez como aparece de los Autos. . .....
Iguales diligencias Pfacticó dicho Don José María
Campuzano en el puebY, de Tobasia, en donde por auto
215
 d_e veinte y dos, de Mayo del :eferido año de setenta y
siete, / / mando formar padron y, listas como en los
demás pueblos, y en virtud de ellas hizo el interrogato-
rio, que se compuso de ocho preguntas, las cuales se
reducen, que los testigos declararan, primeramente la
distancia que promediara, del pueblo referido al de Gá-
meza, la calidad de temperamento, los frutos que en él
se cosechaban, y labores en cuya industria se ocupaban
los indios, si eran las tierras fértiles, con buenas aguas,
pastos, y montes, para crías de ganados = Si los indios
conservaban íntegros y sin disminución sus resguardos'
según sus títulos, y amparo que les habían sido hecho~
en las anteriores Visitas. Si padecían alguna opresión
286 ya fuera en la exacción del // tributo, paga de diezmos
primicias, o cualquiera otra contribución indebida ~
ya finalmente en sus personas y bienes. Cuánta ca~ti-
dad les estaba tasada por razón de tributo al año y si
lo satisfacía, expresando la especie en que lo verificaba.
Si tenían noticia de que con facilidad, se ausentaban y
abandonaban sus pueblos, y familias, expresando cual
serfa la causa a que s·e atribuya esta deserción, y los
medios que pudieran ser oportunos para repararla. Si
algunos que vivían dentro del resguardo, necesitaban
no sólo pagar el respectivo arrendamiento, sino tam-
bién estar sujetos a los mandos del pueblo, y a ser ex-
pelidos a voluntad de los indios, = A este // tenor se
examinaron tres vecinos que lo fueron Jerónimo Rojas
de edad de cuarenta años, Agustín Pedrozo de treinta
Y ocho años, Alejandro Martínez de cuarenta años
quienes contestemente declararon: Que la distancia qu~
regulaban del pueblo de Tobasia al de Gameza, era que
podía invertir ocho horas de camino. Que el tempera-
mento era frío en proporción, que producía de todos
frutos, esto es, de todos aquellos que se podían cosechar
en tierras de semejante naturaleza. Que los indios, se
ejercitaban en el laboreo del campo, y en hacer algu-
nos tejidos de lienzos, y bayetas. Que las tierras del
287 resguardo eran bastantemente reducidas // pero fér-
tiles, con buenas aguas, pastos y montes, proporciona-
das para crías de ganados. Que se mantenían en posesión
del resguardo, que les habfa sido señalado en la última
anterior Visita, a excepción d,e un corto pedazo de tierra,
que habían disputado con los vecinos lindantes por uno
de los costados de dicho resguardo. Que no tenían no-
ticia, padecieran los indios opresión alguna en la liber-
216
tad de sus personas, y bienes, ni menos, sobre exacción
de tributos, cobro de diezmos, primicias, y demás dere-
chos, pues sólo los obligaban a lo justo, y acostumbrado.
Que lo que satisfacía por tercio, cada indio, era una
manta de algodón regu-/ /lada en tres pesos, con más
seis reales, y medio del quinto. Que aunque se ausen-
taban varios indios, dejando abandonado su pueblo y
familia, no sabía la causa motiva que tuvieran para
ello, ni menos discurría, que arbitrio se pudiera tomar
para obviar su deserción. Que los vecinos que tenían
dentro del resguardo, pagaban arrendamiento a los in-
dios de las tierr-as que ocupaban e igualmente, eran
pensionados, en los mandos, que ocurrían del pueblo,
y no por ésto libres de ser expelidos a voluntad de los
indios, siempre, que se disgustaran = En vista de la
cual información, dicho Juez Visitador, hizo compare-
288 / / cer ante sí a los indios principales de aquel pueblo,
par-a que fueran examinados sobre si padecían alguna
opresión, en sus personas, y bienes, y si se les ocasio-
naba algún quebranto sobre exacción de ·tributo, cobro
de diezmos·, primicias, o otras indebidas contribuciones,
si disfrutaban cumplidamente las tierras de su resguar-
do según sus títulos, y señalamiento, si todos viví,an
poblados, en la inmediación de la Iglesia, de modo que
pudieran ser asistidos y doctrinados por su Cura, asis-
tiendo a Misa, los Divinos Oficios; que igualmente ex-
presaran la calidad del temperamento, frutos que se
cosechaban, el números de tributarios que existí-//an,
la industria en que se ejercitaran, su tasa, y si la satis-
facían cumplidamente, cuantos eran los vecinos que
ocupaban el resguardo, qué cantidad pagaban de arren-
damiento y a quien. De las cuales preguntas fueron
enterados los nominados indios, y bajo la religión y gra-
vedad del juramento dijeron: No padecían opresión
alguna en la libertad de sus personas, y bienes, ni que
tampoco se les ocasionaba quebranto en el cobro de
tributos, diezmos, y primicias, que por lo que respectaba
a derechos, pagaban en cada año quince reales de las
tres Cofradías, los casados, y dos reales de Monumento,
y los solteros, siete reales y medio, y un real de Monu-
mento, con más un cuartillo de Manípulo en la Pascua
289 / / de Resurrección, y otro que llamaban de Aguinaldo
en la de Navidad, que por los Bautismos, pagaban a dos
reales, por los Casamientos catorce reales y medio, por
los Entierros de adultos/ a tres pesos, y por los de páir-
217
 vulos a doce reales, por las Cartas de Reserva, un peso
al doctrinero, y un peso al Corregidor, y que igual-
mente dan ambos servicio personal de balde, como es
soltera, alguacil, agua y leña, y que al Corregidor cuan-
do se transportaba de aquel pueblo, a otro del partido
le daban bestias y peón de balde, que el resguardo lo
291
disfrutaban cumplidamente, a excepción de un pedazo
de tierra que les tenía quitado por la parte del llano
Juan Gregorio Morales; que todos los demás naturales
vivían poblados en la inmediación de la Iglesia, que la
calidad del temperamento era templada, y producía / /
de todos los frutos de tierra fría. Que el número de tri-
butarios útiles existentes, era el de diez y nueve fuera
de los reservados para oficios, que la industria de los
naturales, era el hacer tejidos de bayetas, y lienzos; que
la cantidad que pagaban por razón de tributo en cada
tercio, eran dos pesos seis reales y medio, de lo que
debfan algunas cantidades de atraso; que los vecinos,
que vivían en el resguardo eran once los que pagaban
arrendamiento de las tierras que ocupaban, y pastajes
y a más vivían obligados a los mandos del pueblo. =
En vista de la cual declaración y demás diligencias
actuadas, pasó dicho Juez Visitador, a hacer recono-
cimiento de las tierras del resguardo del nominado pue-
290 blo, Y en / / su virtud, en veinte y tres de mayo del
mismo año de setenta, hizo comparecer a todos los
indios principales, y Justicias de aquel pueblo a quie-
nes habiéndo dado a entender las razones de utilidad,
y congruencia, que persuadían su translación a otro pue-
blo de igual temperamento, y mejores circunstancias,
en atención a que en el que estaban carecían de Iglesia,
292
y que su corto número no alcanzaba a cubrir el estipen-
dio del doctrinero, en que no era justo se pensionara
el Real Erario, pudiéndo estar igualmente asistidos y
doctrinados en otro pueblo, respondieron demostrando
bastante sentimto. Y dijeron: Verificarían su transplan-
tación pidiendo se les permitiese disfrutar sus sementeras,
que ya tení-//an hechas en aquel resguardo, llevar
consigo las alhajas de Iglesia y demás bienes, a ellos
pertenecientes. Y que para ayuda de su transplantación
se les perdonara un año de tributo. A todo lo cual se le
respondió por dicho Juez no ofrecerse embarazo para
que se transladaran a Duitama, que disfrutaran sus sem-
brados, llevaran las alhajas, y se les dispensaran un año
de tributo, con tal, de que dentro del término de dos
218
meses hubiesen construído sus casas de habitación en
el referido pueblo de Duitama previniéndoles, que de no
ejecutarlo así serian compelidos a ellos, y no lograrían
de relevación alguna. De lo cual quedaron enterados
dichos indios, y luego dicho Juez Visitador, man- // dó
avaluar las tierras del resguardo nombrando para ello
a Martín de Olguín vecino de . Tópaga, y a Ramón de
Abella vecino de Sogamoso, quienes precedidas las so-
lemnidades de aceptación y juramento, avaluaron dichas
tierras en oohocientos, y cincuenta pesos, y se manda-
ron pregonar, lo que así ejecutado, se remataron en
Manuel Morales, y en su nombre y en su Procurador
Luis Camacho, por la cantidad de mil ciento, y cincuen-
a pesos, a pagarlos dentro de cinco años, pagar en el
interín el rédito correspondiente, a fianzar a satisfacción
del Corregidor del Partido, como así consta en los autos
de pregones, y remates a que se hayan agregadas las
diligencias que vienen relacionadas practi- / / cadas
por el insinuado Don José María Campuzano ......... .
En el pueblo de Sacha también del partido de Gámeza
consta haber dicho Juez Visitador, mandado en veinte
y nueve de abril del mismo se formaran listas y padro-
nes de los indios y vecinos de aquel pueblo, lo que así
ejecutado hizo el interrogatorio, para recibir la infor-
mación, que contenían sus preguntas; Primera: la dis-
tancia que habfa de dicho pueblo al de la cabeza del
partido, e igualmente a la que quedaba el pueblo de
Socotá. El temperamento del pueblo, los frutos que en
él se cosechaban, y labores en cuya industria se ocu-
paban los indios y si eran las tierras fértiles, con bue-
nas aguas, pastos, y montes / / aparentes para crías de
ga~ados = Si los indios interín los testigos habían
estado en el pueblo, conservaban íntegros, y sin dismi-
nución los resguardos, que les habían sido señalados
en las anteriores Visitas, y ratificados en la última
practicada por el Señor Oidor Don Andrés Verdugo.
Si tenían noticia que padecieran alguna opresión, ya
fuera en la exacción del tributo, paga de diezmos, Y
primicias, o cualquiera otra indebida contribución, o ya
finalmente en la libertad de sus personas, o bienes. Si
sabían la cantidad que les estaba tasada por razón de
tributo si la satisfacían, expresando la especie en que
la pag;ban. Si tenían noticia, que los indios con facili-
dad se ausentaban, y ªfan- / / donaban sus pueblos, y
familias, expresando, c¡-al sería la causa a que se atri-
219
 b1:1yaesta deserción, y los medios que podían ser opor-
tunos para repararla. Si sabían que era copioso el
número de vecinos establecidos en aquel pueblo, y sus
familias, y si la mayor parte de ellos, carecían de tierras
propias que cultivar para mantenerse, de que dimanaba
que los más vivían a distancia retirados del pueblo, co~
dificultad de acudir a la Iglesia a Misa, y demás Fun-
ciones Espirituales, y de ser administrados cómodamente
por sus Curas, habiéndo muchos en que casi se hace
imposible la administración. Si algunos, que vivían
293 dentro de los res- // guardos, necesitaban pensionarse
no sólo en la paga del respectivo arrendamiento, sino
también a la conting.a de ser expulsos a la voluntad de
los indios, o por estar prohibido su consorcio a causa
de los daños qu€ de ellos resultan. Si según el número
de vecinos que tenía aquel pueblo en su agregación,
podían establecerse en Parroquias, y mantener Cura
propio, que les asistiera vendiéndoseles las tierras, que
resultasen vacantes, para que se radicasen separados
de los indios. = A este tenor fueron examinados José
Sarmi€nto de veinte y nueve años Don Jacinto del Rin-
cón de cincuenta años Don Juan de Riaño de treinta y
cinco años, quienes bajo la Religión, y bajo la gravedad
del juramento declararon, que el pueblo de // Socha
distaba del de Gámeza una jornada y media, con dife-
rencia corta el de Socotá. Que el temperamento era
proporcionado, que no era frío ni era cálido, y la tierra
producía maíz, trigo, cebada, turmas y otros peculiares
al clima, que no era escasa de pastos, antes bien abun-
dante, y cómoda para crías de ganados, que el ejercicio
de los naturales era el cultivar las tierras, y tejer algu-
nas mantas para su vestuario. Que no sabían se halla-
sen perjudicados los indios por persona alguna en la
obtención de sus resguardos, sino que los disfrutaban
íntegros según sus señalamiento. Que ni por la exacción
de tributo, diezmos, primicias, ni otras contribuciones
294 tenían noti- // cia, fueran opresos, ni maltratados los
indios, qu€ antes bien gozaban de la libertad de sus
personas, y bienes, pagando sólo lo justo. Que lo que pa-
gaban por razón de demora eran tres pesos un real y
cuartillo en cada Tercio, y que lo verificaban en plata,
Y géneros del pais. Que comúnmente se ausentaban
algunos indios por su propio arbitrio, y a causa de la
miseria que solían padecer, o a lo menos la aparentaban
para desertar, y que no discurrían arbitrio para reparar
220
la fuga que hacían dichos indios. Que era bastante el
número de vecinos que comprendía aquella feligresía, Y
carecían de tierras propias que cultivar para mantener-
se, por cuyo motivo alguno vivían retirados de la Igle-
sia, pero no de modo que haga / / difícil su asistencia a
Misa la administración de los Santos Sacramentos en
sus enfermedades. Que los indios permitían vivir dentro
de los resguardos a algunos vecinos, satisfaciendo tal
cual arrendamiento, y q.e porque cooperaran a todo lo
demás anejo, que llamaban mandos del pueblo, y que
siempre vivían expuestos a ser expelidos a voluntad de
los indios. Que si se verificara la separación de estos
indios de los vecinos de color, no conceptuaban, que
éstos pudieran eregir parroquia, ni mantener Cura pro-
pio a causa de ser todos los más pobres, y pocos, los
de 'facultades = En vista de la cual información por
auto que proveyó dicho Juez Visitador en treinta del
295 mis-// mo mes, y año, mandó.se exa~inaran_los indios
principales de aquel pueblo, as1 sobre s1 pade;ian alguna
opresión en la libertad de sus personas y bienes, como
si se les ocasionaba algún quebranto en la exacción de
tributos diezmos, primicias, o otros derechos, si disfru-
taban c~mplidamente su resguardo según el último se-
ñalamiento, practicado en la anterior Visita, si vivían
todos poblados, en la inmediación de la Iglesia, de modo
que pudieran ser asistidos, y doctrinados por su Cura,
acudiendo a Misa y resepción de los Santos Sacra-
mentos, que igualmente expresaran la calidad del
temperamento, y frutos que producía el terreno. Que el
número de in- / / dios tributarios, que existían, cuánto
pagaban al año por razón de tributo si lo .verific~ban
cumplidamente y €n que especie, cual era la mdustr1a e:1
que regularmente se -ejercitaban. Qué números de v~;1-
nos de color habitaban el resguardo, con que pens10n,
y a quien la satisfacían. De cuyas preguntas_ ;nterados
los referidos indios dijeron no padecer opres10n alguna
en la libertad de sus personas y bienes, ni menos que-
brantos en la exacción de tributos, diezmos, primicias,
ni demás obenciones, pues solo pagaban lo justo, Y aco,s-
tumbrado. Que disfrutaban íntegro su resguardo, segun
296 el último s€ñala - // miento hecho en la última Visita.
Que los indios que tenían casa en la inmediación de_ la
Iglesia, eran pocos, y los más habitaban en ~s estanc_ias,
pero que no por eso faltaban a las asistencias precisas
de Iglesia. Que el temr¡ramento era templado, que los
221
 frutos que producía el terreno del resguardo eran trigo
·ebada, maíz, turmas, con otras legumbres de tierr~
fría, Y en las orillas del ria, algunos plátanos, garbanzos
y caña. Que no tenían presente con certeza el númer~
de tributarios con su cargo, por lo que se remitían a la
lista que se había formado. Que el tributo que pagaban
en cada Tercio era de tres pesos un real, y / / cuartillo
y que lo verificaban en dinero, trigo, camisetas, y otro~
frutos. Que del Tercio de Navidad pasado deb.ían al-
guna cantidad de rezagos. Que al industria en que se
ocupaban los naturales era en hacer camisetas, bayetas,
y algunos tejidos de lienzo, y de fique. Que el número
de vecinos que habitaban el resguardo, con diferencia
de poco, más, o menos, eran cuarenta y nueve que a
éstos, se les había dado donde vivir, y sembrar en el
resguardo, sin otro interés que el que les ayudara a los
servicios del pueblo, Mayordomías y Alferías de Iglesia.
297 Y Preguntados por el Juez Visitador si // admitirían
gustosos, y tratarían como a huérfanos, y patricios, a
los indios de los demás pueblos, que se tuvieran por
convenientes agregar a él, respondieron, estar prontos y
obedientes, con suma complacencia a recibir y tratar,
como si fueran del mismo pueblo, a los que se transla-
daran. En vista de la cual declaración, pasó dicho Don
José María Campuzano, Juez Visitador, a hacer reco-
299
nocimiento de las tierras del resguardo, en primero de
mayo del nominado año, y quedaron agregados los pue-
blos que constan del auto de veinte y uno de junio, que
queda inserto. . .....
En el cuaderno de la Visita practicada por el di0ho
Campuzano como Visitador en el pueblo de Socotá //
consta haber mandado a hacer Listas y Padrón, así de
los indios, como de los vecinos que habitaban aquel
pueblo, las que se formaron, y en vista de ellas puso
un interrogatorio, por cuyo tenor habían de ser exami-
nados los testigos que fuesen llamados para que decla-
raran en lo concerniente a los puntos, a que se dirigía
la Visita, que por Comisión del Excelentísimo Señor
Virrey de este Reino, hacía de los pueblos y demás
lugares, comprendidos en la Provincia de Tunja por
lo respectivo al Corregimiento de Gameza, que contenía
diez preguntas, la primera: Dijeran la distancia que ha-
bía, de dicho pueblo de Socotá al de la cabeza del pat·-
298 tido // e igualmente a la que quedaba el pueblo de
Cheba = s·egunda: Declararan de su temperamento los
222
frutos que en él se cosechaban, y labores en cuya indus-
tria se ocupaban los indios, y si eran las tierras :fértile3,
con buenas aguas, pastos, y montes aparentes para
crías de ganados = Tercera: Si los indios conservaban
íntegros, y sin disminución los resguardos, qu~ . les
habían sido señalados en las anteriores Visitas, Y ratifica-
das en la última practicada por el Señor Oidor Licen-
ciado Don Andrés Verdugo, y Oquendo. Cuarta: Si ten:a
noticia, que padecían alguna opresión, ya fu~ra.' _en la
exacción del tributo, paga de diezmos y pnm1c1as, o
cualquiera otra indebida contribución, o ya final .- //
mente en la libertad de sus personas y bienes = Qumta:
Dijeran, si sabían la cantidad que les estaba tasada por
razón de tributo, y si la satisfacía, expresando la espe-
cie, que la pagaban. Sexta: Si tenía noticia de que con
facilidad se ausentaban, y abandonaban sus pueblos, Y
familia, expresando cual fuera la causa a que se atribu-
ya esta deserción, y los medios, que podían ser oportu-
nos para repararla = Séptima: Si sabían que era copioso
el número de vecindarios establecido en el pueblo con
su. familia, y si la mayor parte de ellos, carecían de
tierras propias que cultivar para mantenerse, de que
dimanaba que los más vivían retirados, con distancia
del pueblo, con dificultad de acudir a la Iglesia a Misa
y // demás Funciones Espirituales, y de ser administra-
dos cómodamente, por sus Curas, habiendo muchos en
que casi se hacía imposible la administración = Si
algunos que vivían dentro del resguardo necesitaban pen-
sionarse no solo en la paga del respectivo arrendamien-
to sino también a la contingencia de ser expulsos a
v;luntad de los indios, o por estar prohibido su consorcio
a causa de los daños, que de ello resultaban = Si según
el número de vecinos que tenía aquel pueblo, en su
agregación, podrían rpantenerse en parroquia y man-
tener Cura propio, que les asistiera, vendiéndoseles las
tierras que resultasen vacantes para que se estableciesen
separados de los indios = Item expresaran todo lo que
pudieran contribuir a la indagación de la verdad Y
ob _ // jeto de la Visita= A cuyo tenor fueron exami-
nados, Don Thom.s Mendivelzo de edad de sesenta años,
Don Juan Francisco Sandoval de treinta años, Juan Be-
nitez de cincuenta quienes, bajo la religión Y gravedad
del juramento, contesten¿ente dijeron: Que aquel pueblo
distaba del de Gameza ¡os dias de camino andados con
223
 carga y uno al de Cheva. Que el temperamento era tem-
plado, y los frutos que en él se cosechaban era trigo
maíz, cebada, alverjas, y algunos sitios del resguard~
igualmente producían caña, plátanos, yucas, y arraca-
chas. Que la industria de los naturales era la de cultivar
los campos, tejer algunas camisetas de lana, y hacer
300 alpargates, que las tierras del resguardo eran bas _ ¡ ¡
tantemente fértiles, proporcionadas para crías de gana-
dos mayores y menores. Que los indios se mantenían en
posesión del resguardo de tierras, que se les había se-
ñalado, en la última visita practicada por el Señor
Oidor Don Andrés Verdugo, en el año pasado de cin-
cuenta y cinco = Que ni en la cobranza de tributos
paga de diezmos, y primicias, ni tampoco en la libertad
de sus personas, tierras, y demás bienes padecían opre-
sión, ni perjucio alguno sin embargo de que siendo
mucha su pobreza, y poca su aplicación al trabajo
siempre con dificultad, se conseguían lo que eran obli~
gados a pagar. Que ignoraban lo que estaba tasado a
aquellos indios por razón del tributo, pero que // si sa-
bían, lo satisfacían en plata cuñada, trigo, maíz y otros
frutos del pais. Que comúnmente se ausentaban los in-
dios de aquel pueblo por propio arbitrio suyo, y sin
causa que les motivara la ausencia, pero que no consi-
deraba remedio oportuno para sujetarlos. Que era crecido
el número de vecindario, que tenía el pueblo, siendo
muy ~ocas los que tenían tierra propia, tomando la que
necesitaban para su habitación de los dueños de tierras
comarcanas por cuyo motivo se privaban de acudir con
frecuenc~a a Misa y demás Divinos Oficios, de que igual-
mente dimanaba la dificultad de ser cómodamente ad-
301 ministros por // sus Curas = Que sin embargo de la
opción que comúnmente tenían los indios a los vecinos en
aquel pueblo habían permitido establecer bastante nú-
mero de ellos, pagando arrendamiento, o sujetándolos,
a los que llamaban mandos del pueblo, y no obstante
de que contribuían con la pensión que les imponía vi-
vían expuestos a ser expelidos a voluntad de los referi-
dos indios. Que según el número de cabezas de familias,
de que se componía aquel vecindario conceptuaban
pudieran eregir parroquia, y mantener Cura propio ven-
diéndoseles tierras, en que pudieran establecer :::: Con
lo cual se concluyó la informa - / / y en vista de ella
por auto de veinte y seis de abril del mismo año mandó
comparecer a los indios principales y Justicias del pue-
224
blo, a fih de examinarlos, sobre si padecían alguna
opresión en la libertad de sus personas, y bienes Y si
disfrutaban sus resguardos y tierras, sin disminución,
como también si se les ocasionaba algún quebranto en
cuanto al cobro de tributos, diezmos y primicias, o cual-
quiera otras indebidas contribuciones, y si todos vivían
en la inmediación de modo que pudieran ser asistidos
doctrinados, por su Cura acudiendo a Misa y percepción
302 de los Santos Sacramentos con todo lo demás / / que
fuera concerniente a indagar su actual estado, y fran-
quearle los alivios que las Leyes les dispensaban. A cuyo
tenor fueron examinados los indios, que bajo la religión
del juramento dijeron: No padecer opresión alguna en
sus personas, y bienes y que disfrutaban cumplidamente
~us resguardos, según el amparo que se les había hecho
en la última Visita, que no se les ocasionaba quebranto
alguno en el cobro de tributos, diezmos, primicias, ni
otros derechos, pues solo pagaban lo justo, Y acostum-
brado. Que los más, vivían poblados al son de campa-
na, y asistiendo puntualmente a las obligacio - / / nes
de cristianos. Y preguntados por el dicho Juez por el
temperamento del pueblo, frutos que producía, número
de tributarios, su tasa e industria en que se ejercitaban
respondieron ser templado. Que producía con abundan-
cia todos los frutos que se daban en tierra fría, y tierra
caliente, que no tenían presente el número de tributarios
que existían, y se remitían a la lista, que de ellos se
había formado. Que lo que pagaban por razón de tributo
en cada Tercio eran tres pesos de Demora, Y un real de
salario del Corregidor lo que verificaban en plata, camise-
303 tas, y alpargates. Y pregun- // tados! que ?,úmero de veci-
nos de color vivían el resguardo, que pens10n pagaban, Y a
quien, dijeron: Que con diferencia muy corta, discurrían
habían hasta cincuenta cabezas de familias que estos el
corto arriendo, que habían pagado algunos de ellos, ha-
bía sido a beneficio del común para obras de la Iglesia,
y que los otros habían vivido sin pagar cosa alguna, sólo
con la pensión de los mandos del pueblo = Con lo que
se concluyó esta declaración, y en vista de ella pasó
dicho Juez a hacer r-econocimiento del resguardo,
lo que así ejecutó, y en su conceq.a les señaló la tierra
correspondiente para la sementera de comunidad, Y
concluyó la Visita en el nominado pueblo de Socotá.
Así mismo consta ha2er el nomina - / / do Don José
María Campuzano pasa¡o al ,l!)ueblo de Cheva, en donde
225
 por auto de veinte y dos de abril del referido año
andó dicho Juez: Que en cumplimiento de su Comi~
sión de Visitas y de lo que sobre ella se le tenía insti-uí-
do, se pasara por sí, y por ante el Escribano de Visita
a formar, lista y descripción, de todos los indios de aquei
pueblo, practicándose con asistencia del Cura de él y
con reflexión a la lista, que había de hacer prese~te
poniéndose a su continuación el padrón de vecinos de
color, que comprendía aquella Feligresía. Todo lo cual
así se ejecutó y en vista de las referidas Listas y Pa-
drón formado, se hizo el interrogatorio, a cuyo tenor
304 habían de ser examinados los testigos, que fuesen ¡
llamados para que declararan en lo concerniente a los
puntos, a que si se dirigía la Visita, que por la Comisión
del ~xcelentísimo Señor Virrey hacía de los pueblos, y
demas lugares comprendidos en la Provincia de la Ciu-
dad de Tunja, que sus preguntas contenían: Que dichos
testigos dijeran la distancia que había de dicho pueblo
al de la cabecera del partido, declararan de su tempe-
ramento, los frutos que en él se cosechaban, y labores
en cuya industria se ocupaban los indios, y si eran la~
t.ierras fértiles, con buenas aguas, pastos, y montes apa-
rentes para crías de ganados. Si los indios conservaban
íntegros, Y sin disminución, los resguardos que les ha-
bían sido señalados en las anteriores visitas, y ratifica-
dos / / en la última practicada por el Señor Licenciado
Don Andrés Verdugo. Si padecían alguna opresión ya
fu~r~ ~n la exacción del tributo, paga de diezmos y
primicias, o cualquiera otra indebida contribución
ya finalmente en sus personas y bienes = Si sabían' la
canti~ad q_ue les estaba tasada por razón de tributo, y si
1~ sahsfacian expresando la especie en que la pagaban
s1 tenían noticia si que con facilidad se ausentaban, ;
abandonaban su pueblo y familia, expresando cual fuera
la causa a que se atribuya esta deserción y los medios
que pudieran ser oportunos para repararia. Si sabía~
que era copioso el número de vecinos establecido en
aquel pueblo, con sus familias y si la mayor parte de
305 ellos carecían // de tierras propias, que cultivar para
mantenerse, de que dimanaba que los más vivían reti-
rados con distancia del pueblo, con dificultad de acudir a
la iglesia a Misa, y demás Funciones Espirituales y de ser
administrados cómodamente por sus curas, habi~ndo mu-
chos, en que casi se hacía imposible la administración
= Si algunos que vivían dentro de los resguardos ne-
226
cesitaban pensionarse, no sólo en la paga del respectivo
arrendamiento sino también a la contingencia de ser
expulsos a vol~ntad de los indios, o por estar prohibido
su consorcio a causa de los daños que de ellos resulta-
ban. Si según el número de vecinos, que tenía el p':1eblo
en su agreción podrán establecerse en parroquia, Y
mantener / / Cura propio que les asistiera, vendiéndose-
les las tierras, que resultasen vacantes para que se esta-
bleciera separados de los indios. Iten expresaran todo
lo que pudiera contribuir a la indagación de la verdad,
y objeto de aquella Visita. En cuyo cumplimiento ente-
i rados de dicho interrogatorio, Don Tomás de Abellaneda,
Lorenzo Santos y Tomás S'epúlveda, que fueron los
testigos que declararon, en respuesta de él dijeron: Que
lo que distaba aquel pueblo del de Gámeza, que era la
cabecera del Partido, era de tres jornadas andadas a
paso regular, o con carruaje. Que el temperamento era
templado pero no muy sano, y que. los frut?s que se
cosechaban era caña de que se fabricaba azucar, per_o
306 no con / / mucha ab_undancia, trigo, maíz,. ceba~~• fn-
j oles, y otros respectivos al terreno que la mdustna, en
que se ejercitaran los indios, a más de la común del
cultivo de los campos, era en tejer camisetas de la1?ª·
Que las tierras de aquel resguardo eran bastantemte fer-
tiles, pero con el beneficio del riego, que era abundant:s
de aguas, aunque no muy buenas, y bastantem:~te este-
ril de pastos, y montes, por cuya causa _se d1f1c':1ltª?ª
la cría de ganados. Que sabían manteman los md10s
0 íntegros, y sin disminución, los resguardos, qi~e les ha-
bían sido señalados en la última Visita practicada por
el Señor Oidor Don Andrés Verdugo. Que no tenían
noticia padecieran éstos // indios, la menor extorción
en sus personas y bienes, ni menos por la exacción de
tributos, diezmos, primicias, ni otras contribuciones.
Que ignoraban la tasa que tenían aquellos indios por
razón de tributos, que si habían experimentado, que la
satisfacción la hacían en plata amonedada, y en algunas
camisetas de las que fabricaban. Que tenían experimen-
tado, que muchos indios se ausentaban del pu~blo,
dejando sus familias, sin más motivo que su antoJo, Y
por huir de trabajar y satisfacer el tributo, a que estaban
obligados, y que no discurrían arbitrio, con que se pu-
307 diera atajar tan contin1;1ada deserción. Que era // cre-
cido el número de vecinos, agregados a aquel pueblo,
y que todos los más y a 1n casi todos, carecían de tierras
227
 propias, en que trabajar para mantenerse, por cuyo mo-
tivo vivían retirados a suma distancia del pueblo, con
dificultad por lo fragoso de los caminos, de asistir con
frecuencia a Misa, y demás Divinos Oficios, y de ser
prontamente administrados por sus Curas, en las graves
enfermedades. Que era evidente que los vecinos radi-
cados en la tierra del resguardo, sin embargo de que pa-
,gaban arrendamiento, estaban e:x;puestos a que los
indios los expulsasen al menor disgusto, que tuvieran 0
porque 5e les antojasen. Que conceptuaba respecto el
número de veci - // nos agregados, pudieran cómoda-
mente establecerse en parroquia y mantener cura
siempre, que lograran la demolición de este pueblo ;
que se les vendiera las tierras, que resultasen vacantes.
Y concluída que fue la información proveyó dicho juez
visitador un auto por el que mandaba convocar a los
indios principales de a'quel pueblo, y se les examinara
sobre si padecían alguna opresión, en la libertad de su~
personas y bienes, como si se les ocasionaba algún que-
branto en la exacción de tributos, diezmos, primicias,
u otros indebidos derechos, si disfrutaban cumplidamen-
te sus resguardos, y vivfan todos poblados en la inme-
308 diación de // la Iglesia, de modo, que lograran ser
asistidos y doctrinados por su Cura, acudiendo a Misa
Y persepción de los Santos Sacramentos. Qué calidad deÍ
temperamento era la del resguardo, y cuales los frutos
q.e en él se cosechaban, que cantidad era la que pagaba~
al año por razón del tributo, y en que especie lo verifi-
caban, y si adeudaban algunas cantidades. Qué números
de indios tributarios existían en el pueblo e igualmente,
cuántas cabezas de vecinos, qué cantidad pagaban por
por razón de arriendo, y a quien a cuyo tenor se exami-
naron los indios, precedido el juramento, en que se les
instruyó por el Juez dijeron: No padecer opresión algu-
na en la li - / / bertad de sus personas, y bienes, y que
no se les ocasionaba quebranto en el cobro de tributos,
diezmos, primicias, ni otro derecho, pues sólo pagaban
lo justo y acostumbrado, y que su resguardo lo poseían
según el último amparo que de él se les había hecho por
el Señor Oidor Don Andrés Verdugo, el año de cincuenta
Y cinco. Que alguno de los indios tenían sus casas en
el pueblo y otros habitaban solamente en sus estancias
a causa de su pobreza, pero que todos asistían a las
obligaciones de Misa y Doctrina. Que el temperamento
del resguardo era templado, y los frutos que producía
228
eran, maíz, plátanos, y arracachas, cañas, y otras le-
gumbres de tierra caliente, y así mismo trigo y cebada.
309 Que en lo que cada// Tercio pagaban por razón de tributo,
eran tres pesos real, y cuartillo, que quedaban siempre
debiendo algunos rezagos. Que en lo que regularmente
satisfacían dicho tributo, era en moneda, camisetas, que
tejfan los indios, y otros efectos del pais. Que aunque
eran bastantes los vecinos que vivían en el resguardo,
no tenían presente cuántos eran, y que éstos unos pa-
gaban arriendos a los indios dueños de las estancias, y
otros vivían de balde sólo con la pensión de hacer los
servicios y mandos del pueblo. Qµe el número de tributa-
rios existentes era sólo de quince y la industria de
éstos era solo cultivar el campo, y hacer algunas ca-
misetas de lana, que su regular precio era el de diez
reales. Con lo que se concluyó esta declaración, y en
vista // de ella el nominado Juez Visitador pasó a hacer
reconocimiento de las tierras del resguardo del nomina-
do pueblo de Oheva, y concluída esta diligencia en vein-
te y tres de abril del nominado año dijo: Que en atención
a haber practicado las Diligencias de Visita que de aquel
cuaderno constaba, y resultar de ellas el crecido número
de vecinos matriculados en la feligresía y resguardos, y
los poquísimos indios que al presente existían, que ape-
nas ascendían a ciento setenta y uno de todas clases in-
cluso quince tributarios cuyas demoras no alcanzaban a
contribuir, ni aún la mitad del estipendio, y que no
siendo justo que su Majestad se pensionara en esta con-
31 O tribución // ni tampoco en la redificar la Iglesia que
en este se necesitaba, pudiendo los indios ser acomoda-
dos en otros pueblos de igual temperamento y mejores
circunstancias, sin estas cargas al Real Erario mandaba,
y mandó, se les· hiciera saber a los indios principales las
razones de utilidad, y congruencia, que hacían ser indis-
pensables su traslación a otro pueblo, en donde se les tra-
tara como a patricios, sin la menor diferencia, y se les
concedería, el que llevaran consigo todos sus bienes, y
alhajas, y para ello y su establecimiento en el pueblo, que
se les designara, se les concederían el término de dos
meses, en la inteligencia de que si cumplido dicho tér-
mino no hubieran verificado su transla-/ /ción, serían
por todo rigor compelidos a ellos = El cual auto se les
hizo saber a los indios principales de aquel pueblo dán-
dole a entender su con~enido, y en su inteligencia di-
jeron estar prontos a cu¡'nplir con lo que se les mandaba,
229
 y protestaron deducir por escrito lo que a su derecho
conviniera. En cuya atención mandaron a avaluar las
tierras del resguardo nombrando para que lo ejecutaran
a Don Manuel Rodríguez, y Agustín Fernández, quienes
precedidas las solemnidades necesarias de aceptación y
juramento, las apreciaron en la cantidad de novecientos
pesos, en cuya virtud mandó el referido Juez Visitador
311 se pregonara; y en este estado ocurrieron los // indios,
pidiendo al dicho Juez se sirviera rebajarles algunos de
los Tercios, en atención a estar constituídos en constante
miseria y que transladándose a otro pueblo, les era im-
posible pagar, así mismo, que se les concediera llevar
consigo las alhajas de Iglesia, y la mitad del hato, que
se había fundado para alumbrar a Nuestro Amo Sacra-
mentado, y la mitad se quedara con los vecinos, respec-
to a haber éstos ayudados, que así parecía de Justicia.
A lo que se le respondió, que se les concedía llevar consigo
al pueblo donde fueran transladados, todas las Imágens.
y alhajas de Iglesia de su pertenencia, e igualmente las
reses del hato. Y que por lo respectivo a la rebaja de
tributos / / que solicitaban, se diera cuenta al Excelen-
tísimo Señor Virrey de Este Reino ......... . setenta años, de cuyos diohos y deposiciones resultó,
En el cuaderno de la Visita practicada en el pueblo
de Tasco, consta (precedidas las Listas, que era la pri-
mera diligencia que se ejecutaba) un interrogatorio por
el cual habían de ser examinados, los testigos, que fue-
sen llamados·, que sus preguntas se reducían a que di-
jeran la distancia que había del dicho pueblo- de Tasco
al de Gámeza, y a cual quedaba el de Sacha. Qué calidad
de temperamento, los .frutos que en él se cosechaban, y
labores en cuya industria se ocupaban los indios, si eran
312 las tierras fértiles, con buenas aguas, pastos / / y mon-
tes, para crías de ganados. Si los indios conserva-
ban íntegros, y sin disminución sus resguardos, que
les fueron señalados en las anteriores Visitas, y ra-
tificados en la última practicada por el Señor Oidor
Don Andrés Verdugo. Si padecían alguna opresión, ya
fuera en la exacción del tributo, paga de diezmos, pri-
micias, o cualquiera otra indebida contribución, o ya
finalmente en sus personas y bienes. Qué cantidad es-
taba señalada a los indios por razón de tributos, y la
satisfacían, expresando la especie en que la pagaban. Si
tenía noticia de que con facilidad se ausentaban, y
abandonaban su pueblo, y familia expresando, cual sería
la causa a que se atribuya esta deserción y los medios,
230
que pudiera ser oportunos para repararla. Si era co-
pioso / / el número de vecinos establecidos con su fa-
milia, y si la ·mayor parte de ellos carecían de tierras
propias que cultivar para mantenerse, de que dimanaba,
que los más vivían retirados a distancia del pueblo, con
dificultad de acudir a la Iglesia a Misa, y demás Divinos
Oficios, y de ser administrados cómodamente por sus
Curas, habiendo muchos, en que se hacía imposible la
administración. Si algunos que vivían dentro del res-
guardo, necesitaban pensionarse no sólo en la paga del
respectivo arrendamiento, sino también a la contingen-
cia de ser expelidos a la voluntad de los indios, o por
estar prohibido su consorcio, a causa de los daños que
de ello resultaba. Si según el número. de vecinos, que
313 tenía aquel // pueblo en su agregación, podrían esta-
blecerse en Parroquia, y mantener Cura propio, que les
asistiera vendiéndoseles las tierras que retasen vacan-
tes para que se establecieran separados de los indios.
= A este tenor se establecieron tres vecinos que lo
fueron Martín Pontón de edad de treinta años, Nicolás
Bellesteros de cincuenta años, Francisco Fuentes de
resultó haber de distancia de aquel pueblo, al de Ga-
meza medio día de camino, y que la misma había al de
Sacha. Que la calidad del temperamento era templado,
y por lo que tocaba a lo alto fria, que los· frutos que se
cosechaban, eran maíz, cebada, alverjas, fríjoles, turmas,
y habas; que la industria de los naturales, era cultivar
el campo, tejer alguna bayeta, y hacer ruanitas. Que
las tierras eran fértiles, abundantes / / de aguas, pastos,
y montes, para crías de ganados. Que conservaban los
indios íntegros, y sin disminución sus resguardos. Que
no sabían, ni hablan oído decir, padecieran los indios,
opresión alguna en sus personas, y bienes, ni que se
les causara quebrant6, en cuanto al cobro de tributos,
diezmos, primicias, ni otras contribuciones, sin embar-
go de que regularmente quedaban debiendo. Que según
había oído lo que pagaba cada indio por razón de De-
mora al año, eran seis pesos, y tres reales de lo que
siempre quedaban debiendo mucho, y que lo poco que
satisfacían, lo satisfacían en plata, camisetas, trigo y
otros frutos. Que era continuada, la deserción de mu-
chos indios, con sus familias, sin más motivo, que su
314 natural decidía, y / / ppr no asistir a las obligaciones
del pueblo. Que eran 111stantes los vecinos establecidos
231
 eq aquel pueblo, y su feligresía, que los más de ellos
carecían de tierras propias, en que vivir, y cultivar para
mantenerse, por cuyo motivo vivían algunos a gran dis-
tancia de la Iglesia, con difícil tránsito, impedidos de
acudir con frecuencia a Misa a los Divinos Oficios, re-
tardándoles por los mismos motivos, la administración
de los Santos Sacramentos, en sus enfermedades. Que
los vecinos, que habitaban, y disfrutaban el resguardo,
no sólo tenfan pensión de servir a los indios, en cuantos
mandos los ocupaban, sino que vivían expuestos a ser
expelidos de la tierra, siempre que se disgustaran con
ellos. Que creían evidente-/ /mente, que podrían los
vecinos establecer parroquia, y mantener Cura propio,
siempre que los naturales se transladaran a otro pueblo,
y se vendieran a los vecinos las tierras del resguardo,
en cuya comodidad se avecindaban otros muchos más.
= Y en vista de la información proveyó el nominado
Juez Visitador un auto por el que manda, que los in-
dios principales y Justicia de aquel pueblo sean exami-
nados sobre si padecen alguna opresión en la libertad
de sus personas y bienes; si se les ocasiona algún que-
branto en la exacción de tributos, diezmos, primicias, u
otras indebidas contribuciones. Si disfrutaban cumpli-
damente sus resguardos, según el amparo que se les
315 había // hecho, el año pasado de cincuenta y cinco que
fue la última Visita, si todos vivían poblados en la in-
mediación de la Iglesia, de modo que pudieran ser asis-
tidos y doctrinados por su Cura, concurriendo a Misa,
y los Divinos Oficios·, que igualmente expresaran la ca-
lidad del temperamento del resguardo, y los frutos, que
producía. Qué número de tributarios, existían, qué ocu-
pación e industria tenían, cuánta era la cantidad que
pagaban por tributo en cada Tercio, si lo verificaban
cumplidamente, y en que especie; cuántos vecinos vi-
vían en el resguardo, el arrendamiento que pagaban,
y a quien. Y enterados los referidos indios de lo que
viene relacionado dijeron: (Precedido el juramento
acostumbrado) que no padecían opre-//sión alguna en
la libertad de sus personas, y bienes, ni menos quebranto
en el cobro de tributos, diezmos, primicias ni demás
contribuciones, pues sólo pagaban lo acostumbrado. Que
disfrutaban cumplidamente el resguardo, sin que nadie
se les hubiera introducido de la última Visita acá, Y
que eran pocos los naturales que tenían casa en el
asiento del pueblo por asistir los más en sus estancias.
232
Que la mayor parte del temperamento del resguardo
era templado, y producía buenos, y abundantes trigos,
maíz, cebada, turmas y otras legumbres de tierra fria,
y también produciera las de tierra caliente si se dedica-
ran a sembrarlas. Que no tenían fijamente presente el
31 6 número // de tributarios, existentes en el pueblo por-
lo que se referían a la lista, que de ellos se había for-
mado. Que la industria en que se ocupaban a más de
cultivar el campo, era en hacer algunos tejidos de lana.
Como eran ruanas, camisetas, bayetas, y otros de fique,
como lazos, alpargates, y cinchas. Que lo que pagaba
por Tercio cada tributario, eran tres pesos real, y cuar-
tillo; y que lo verificaban, los que satisfacían en plata
amonedada, trigo, su trabajo personal, y otros efectos
del país. Que siempre quedaban algunas cantidades re-
zagadas, a causa de la desidia, y flojera de los mismos
indios, pues no se querían dedicar al trabajo. Que no
sabfan el número de vecinos que habitaban en el res-
guardo, pero que éstos / / no pagaban arrendamiento,
y sólo tenían la pensión de hacer todos ios mandos del
pueblo, las Mayordomías, y Alferías. Y preguntados por
qué causa se habían ausentado tantos indios de aquel
pueblo respondieron: Que por la mala inclinación, y
flojera de ellos, por no asistir a las precisas obligacio-
nes de cristianos, ni tener, con que satisfacer el tributo,
pues su decidía los tenía en positura, que ni aún para
comer alcanzaba. = Y en vista de esta declaración pro-
cedió el nominado Don José María Campuzano a hacer
vista, y reconocimiento del resguardo, y ejecutado así
por auto de veinte y cuatro de mayo del nominado año,
dió a entender las razones de utilidad, y congruencia,
31 7 que persuadían ser indis-/ /pensable su translación al
pueblo de Socha, de igual temperamento, y más apete-
cibles circunstancias, por la fertilidad, y extensión de
su resguardo, mediante, a que el corto número de tri-
butarios no alcanzaba a cubrir el estipendio del Cura,
en que no era justo que gravara la Real Hacienda, pu-
diendo estar igualmente asistidos, y acomodados, en el
dicho de Socha, libertándose así mismo el Real Erario
de los frecuentes gastos en el reparo de Iglesia. Y inte-
ligenciados de todo, manifestando suma repugnancia, y
aún alguna desobediencia dijeron, verificarían su trans-
plantación al pueblo señalado, luego, que disfrutasen
sus sementeras, rebaján1oles para ello un año de tri-
buto, y permitiéndosel9, llevar consigo sus bienes, y
233
 la" alhajas de Iglesia // de su pertenencia; a que se
les respondió el referido Visitador, no ofrecerse emba-
razo, en que disfrutaran sus sembrados y llevaran con-
sigo las alhajas de la Iglesia y demás bienes de su
pertenencia. Y que por lo respectivo a la rebaja de
Demoras daría cuenta al Excelentísimo Señor Virrey
de este Reino, y se les señalaría por término para cons-
truir sus casas, y habitaciones en el dicho pueblo de
Sacha el de dos meses, previniéndoles, que de no eje-
cutarlo así, serían compelidos a ello por todo rigor, y
que no lograrían rebaja alguna = En cuyo estado mandó
se avaluaran las tierras del resguardo, nombrando para
que lo ejecutaran, a Juan de Dios Diaz, y a Jerónimo
31 8 Bayana vecinos del pueblo de Sogamoso, quienes // pre-
cedidas las solemnidades necesarias de aceptación, y
juramento, las avaluaron en cantidad de dos mil y tre-
cientos pesos, y sacádose al pregón para su venta, remi-
tidas, que fueron las diligencias que se practicaron, con
vista del Señor Fiscal se mandaron sacar al pregón
nuevamente en esta Capital por el término de nueve
dias; y que para que igual diligencia, se practicase en
el pueblo de Gámeza, se librase despacho al Corregidor
de Tunja, quien en defecto de postor por venta, le so-
licitase en calidad de arrendamiento, hasta tanto se ve-
rificaba su enajenación, cuyas diligencias con las de
pregones las remitiese, para en su vista proveer lo que
correspondiese. En cuya virtud, librado que fué el co-
rrespondiente despacho, y evacuándose los pregones pre-
venidos: En este estado se ocurrió // a este Superior
Gobierno por José Joaquín de Zapata y Porras, uno de
los Procuradores del Número de esta Real Audiencia,
a nombre de los principales fundadores; de la recién
erigida Parroquia de Tasco, y de los demás vecinos que
comprendía el poder, que solemnemente manifestaba
expresando: Que los resguardos del pueblo demolido
de Tasco se estaban pregonando, y que deseando sus
partes, concluir sus intenciones, al fomento de dicha
Parroquia, hacía postura a dichos resguardos, hasta en
cantidad de dos mil pesos, bajo la condición que de la
cantidad, en que se les rematasen daría la mitad al
contado dentro de quince dias; y la otra mitad la satis-
farían, sus partes en el término de cinco años, con el
cinco por ciento de rédito, en cada uno para cuyo segu-
31 9 ro / / no habían de ser obligados a dar más fianza que
las mismas tierras, y mitad del contado dichos: Bajo
234
cuyos términos suplicaba que admitida su postura se
mandase señalar día de remate. De que se dió vista al
Señor Fiscal, quien expuso: Que su Excelencia se sir-
viese admitir la postura, que a nombre del extinguido
pueblo de Tasco, se hacía en cantidad de dos mil pesos,
a satisfacer la mitad de contado, y reconocer la otra
mitad a censo, mandando que con citación, y seña-
lamiento de día se procediese a remate, con calidad, de
que estando avaluados en dos mil, y trecientos pesos
los referidos resguardos debería la parte adelantar en
aquel acto su postura para evitar la quiebra, y perjui-
cio del Erario. Al o que tuvo a bien su Excelencia de
mandar se procediese al remate de éstas / / tierras, en
la conformidad, que proponía el expresado Señor Fis-
cal, y asignando para el día primero de octubre. En
cuya virtud practicadas, que fueron las citaciones co-
rrespondientes, y enterados los Señores que asistieron
a la Junta de lo que viene relacionado, mandaron se
pregonase la postura hecha por parte del vecindario del
extinguido pueblo de Tasco, a los citados resguardos.
En cuyo acto el nominado Procurador Zapata, adelantó
la postura, que hizo a nombre de sus partes, en veinte
pesos más, y ofreció entregar toda la cantidad dentro
de quince días; por lo que el Pregonero Público se pre-
gonó dicha mejora diciendo: Dos mil, y veinte pesos de
contado dan, dentro del término de quince días, por las
tierras de los resguardos del extinguido pueblo de
320 Tasco // quien quisiere hacer mejor postura parezca
se le recibirá, la que hiciere, que se ha de rematar ahora,
y como no hubo mayor postor aunque se. repitió por
espacio de tiempo, se apercibió a remate, pasándose
noticia a su excelencia, y con su ascenso se procedió a
él, y quedaron rematadas las tierras de los resguardos
del extinguido pueblo de Tasco, en el nominado Pro-
curador Zapata, a nombre de aquel vecindario, en la
citada cantidad de dos mil, y veinte pesos, a entregar-
los de contado dentro del término de quince dí'as. En
cuya virtud juró por Dios Nuestro Señor, y una señal
de Cruz de cumplir con el tenor de este remate, y no
llamarse a engafio enorme, ni enormísimo = En cuya
virtud se le despachó el correspondiente Despacho de
Recudimiento ................ .
{
¡
235

PARTIDO DE SOGAMOSO
//
En el cuaderno de la Visita practicada por el nomi-
nado Don José María Campuzano en el pueblo de Ti-
basosa uno de los comprendidos en este Corregimiento
consta, que por auto de seis de junio del nominado añ~
del setenta y siete, mandó se formaran listas y Padro-
nes así de los indios, como de los vecinos que había en
el nominado pueblo, lo que así ejecutado en vista de
ellos, formó un interrogatorio, a cuyo tenor habían de
ser examinados los testigos que fuesen llamados para
que declararan, las distancias, que promediaban de aquel
pueblo al de la Cabecera del Partido, como al de su
32 1 agregación. Qué calidad era del tem-/ /peramento, fru-
tos que en él se cosechaban, efectos y labores en cuya
industria se ocupaban los indios, y si las tierras eran
fértiles, con buenas aguas, pastos y montes para crías
de ganado. Si los indios conservaban íntegros, y sin
disminución las tierras del resguardo, que les habían
sido señaladas en la última Visita practicada por el
Señor Licenciado Don Andrés Verdugo en el año de
cincuenta y cinco. Si tenia noticia que padeciera alguna
opresión ya fuera, en la exacción del tributo ya en la
paga de diezmos, y primicias, o cualquiera otra inde-
bida contribución, o ya finalmente en la libertad de sus
personas y bienes. Si sabían la cantidad que les estaba
tasada por razón de tributos, y si la satisfacían, expre-
sando la especie, en que / / lo pagaban. Si tenía noticia,
de que con facilidad se ausentaban, y abandonaban sus
pueblos y familias, expresando cual fuera la causa, a
que se atribuya esta deserción, y los medios, que pu-
dieran ser oportunos para repararla. Si era copioso el
número del vecindario establecido en aquel pueblo con
sus familias, y si la mayor parte carecía de tierras pro-
pias, que cultivar para mantenerse de que dimanaba,
que muchos vivían retirados a distancia del pueblo, con
dificultad de acudir a la Iglesia a Misa, y demás Divinos
Oficios, y de ser comodamte administrados por sus Cu-
ras. Si los que vivían entro de los resguardos, necesi-
taban pensionarse, no sólo en la paga del respectivo
arrendamiento, sino también a la contingencia de ser
322 expulsos a voluntad de los // indios. Si según el nú-
mero de vecinos, que tenía aquel pueblo en su agrega-
236
ción, podría establecerse en Parroquia, y mantener Cura
propio, que les asistiera, vendiéndoseles para ello las
tierras del resguardo, que resultasen vacantes. = En
cuya virtud se pasó a examinar ll José de Caldas de
edad de cincuenta y siete años, Jerónimo Bayona de
treinta y ocho años, Juan Rivera de cuarenta y nueve
años poco más o menos, de cuyas declaraciones contes·-
temente declararon: Que la distancia que promediaba
de aquel pueblo al de Sogamoso es la de hora y media
de camino, y lo mismo con diferencia corta al de Nobsa.
Que la calidad del temperamento, era frio en buena
proporción, y producía trigo, maíz, cebada, turmas y
otras varias legumbres seme-//jantes en abundancia
por ser las tierras fértiles, las que igualmente ofrecían
toda comodidad, para crías de ganados por lo abundante
de pastos, aguas y montes: Que los indios conservaban
íntegros sus resguardos, según les fueron señalados úl-
timamente por el Señor Oidor Visitador Don Andrés
Verdugo. Que no habían experimentado, padecieran los
indios la menor opresión ni quebranto; en cuanto al
cobro de tributos, diezmos, primicias, ni otras obencio-
nes, ni que se les embarazacen la libertad de sus per-
sonas, y bienes. Que ignoraban lo que les estaba tasado
por razón de tributos. Que aunque siempre se habían
ausentado algunos indios del pueblo, dejando abando-
323 nadas sus familias, no / / había sido con frecuencia, que
de dos años a esta parte habían experimentado, el fto.
dimanado de las necesidades que habían padecido por
la pérdida de sus sementeras y que para los que ya
andaban derrotados, no discurrí'a ar-bitrio conducente
para que los pudieran reducir de nuevo a su pueblo:
por lo disperso, que andaban y no saberse su paradero:
Que era crecido respectivamente el número de vecinos
agregados al pueblo, y que los más carecían de tierras
propias que cultivar, 'por cuyo motivo, o bien se aco-
modaban a vivir de arrendatarios de los indios, con pe-
ligro de ser expelidos, a voluntad de éstos, o bien en
las haciendas comarcanas, retirados del pueblo, con di-
ficultad de acudir con frecuencia a Misa, y de ser con
prontitudad // administrados por sus Parrochas, en sus
enfermedades. Que los vecinos que habitaban el res-
guardo, pagaban el correspondiente arrendamiento a los
indios, dueños de las tierras, que ocupaban, y a más
de ellos les obligaban, a, todos los mandos del pueblo,
no estando por éste librs de ser expelidos a voluntad
237
 de los indios. Que según el número de vecinos que tenía
aquel pueblo en su agregación, podía establecerse en
Parroquia, y mantener Cura propio, que les asistiet·a
vendiéndoseles para ellos las tierras del resguardo, en
caso de declararse vacantes. Y concluída que fué la
información; por auto de diez de julio del referido año
se mandó convocar a los indios, a fin de que se exami~
324 naran sobre si padecían algu-//no opresión en la liber-
tad de sus personas o bienes, y si disfrutaban sus tierras
o resguardos, sin disminución, como también si se les
ocasionaba algún quebranto en la exacción del tributo,
diezmos, primicias, o cualquiera otros derechos, o si
todos vivían en la inmediación de la Iglesia, de modo
que lograran ser asistidos y doctrinados por sus Curas,
acudiendo a Misa, y a la persepción de los Santos Sa-
cramentos. Que igualmente expresaran la cantidad que
pagaban de tributo al año, si los satisfacían cumplida-
mente, y en qué especie, cuál era la calidad del tempe-
ramento, y qué frutos se cosechaban, labores en cuya
industria se ocupaban, el número de vecinos, que ha-
bitaban el resguardo, el arrendamiento, que pagaban y
a quien. A cuya consecuencia en-/ Iterados los referidos
indios de lo que vi-ene relacionado, dijeron: No padecer
opresión alguna, en cuanto a la libertad de sus perso-
nas, y bienes, ni menos se les había extorcionado por
razón del cobro de tributos, diezmos, y primicias. Que
por lo que respectaba a derechos obencionales pagaban
lo siguiente: Doce pesos de la Fiesta del Corpus Christi,
veinte pesos por la de la Virgen, diez y ocho pesos por
la de las Animas, seis pesos por la de la Virgen de la
Candelaria, doce pesos de Semana Santa, veinte y cua-
tro pesos de Diputaciones, cuatro Misas de Aguinaldo
a ocho reales, por los entierros de grandes tres pesos,
por los de párvulos doce reales, por los casamientos
catorce reales, y medio, por las Certificac.iones de Re-
325 serva, y tam-//bien por las de ausentes, pagaban de
derechos ocho reales, que les exigía el Cura, a quien
igualmente contribuían con cuatro cargas de leña por
semana, agua y servicio personal de soltera, dos chinas,
y dos alguaciles. Que las ti-erras del resguardo, las ha-
bían disfrutado tranquilamente, según sus títulos, y
señalamiento hecho por el Señor Oidor en la última
Visita que todos tenían su casa de habitación en el
asiento del pueblo, y acudían puntuales a Misa, y demás
obligaciones de cristianos. Que el Tributo, que le estaba
238
tasado por Tercio, era de tres pesos por razón de De-
mora, y seis reales y cuartillo del quinto, que éste lo
habían satisfecho siempre cumplidamente en especie de
plata, y que sólo a la presente debían alguna cantidad
de rezagos, a causa de la necesidad, que experimenta-
ron en el próximo año antecedente. Que el // tempe-
ramento del resguardo era aunque frie muy benigno y
producí'a el terreno trigo, maíz, cebada, turmas, y otras
diferentes legumbres, que la ocupación o industria de
los naturales era la del cultivo del campo; que no tenían
presente el número de tributarios, que existían, ni
menos el de vecinos por lo que se remitían a las listas
que de ellos se había formado. En vista de la cual de-
claración paso dicho Juez Visitador a hacer recono-
cimiento de las tierras, como así lo ejecutó; por auto de
veinte y cinco de julio del nominado año, hizo compa-
recer ante sí a la mayor parte de indios de que se
componía el pueblo de Tibasosa, a quienes dió a en-
tender la necesidad y razones de utilidad y congruencia,
que persuadían ser indispensable su tran:slación a otro
326 pueblo de iguales circunstancias / / mediante la corte-
dad de su número, pudiendo estar igualmente, asistidos
y doctrinados en otros de los de aquel partido, liber-
tándose el Real Erario, de lo que en la actualidad, ne-
cesitaba erogar en el reparo de Iglesia, por estar la que
existía amenazando evidente ruina, todo lo cual urgía
mucho más en dicho pueblo de Tibasosa, por ser de la
agregación del Curato de Nobsa, y que tal vez no serían
bien asistidos de su propio Párroco, por la distancia,
que promediaba de una a otra parte. De lo cual ente-
rados, que fueron los referidos indios dijeron: Que
aunque sentían dejar su pueblo una vez, que habían
de ser transladados, a otro pasarían al de su agregación
de Nobsa, como mas inmediato, y reputarse casi como
patricios del respecto s que siempre, había sido admi-
nistrados / / por un mismo Cura, pero que para ello se
les permitiera llevar consigo, las alhajas, ornamentos,
y de más que su pertenencia tuvieran en el pueblo, que
hoy existían, que las casas medianamente buenas hu-
bieran de tomar las personas que comprasen el res-
guardo, y que se les rebajara un año del tributo para
ayuda de su translación y hacer sus habitaciones. A lo
que se les r-espondió por el nominado Juez, no haber
dificultad en que llevar5n las Imágenes, y Ornato de
la Iglesia de su perteneicia, y que en orden a la rele-
239
 vación del tributo que pedían, difería la resolución a
la que servfa expedir su resolución a la que sirviera
expedir el Superior Gobierno, y que en caso de que se
32 7 les concediera, había de ser con la precisa // calidad,
de cumplir los indios por su parte con fabricar sus ha-
bitaciones, y disponer sus labranzas respecto a ser el
resguardo de Nobsa extenso y fértil. = En cuya virtud
procedió a mandar avaluar las tierras del resguardo
nombrando para ello a Juan de Dios Díaz, y Juan
Antonio Corredor, quienes precedidas las solemnida-
des necesarias de aceptación y juramento apreciaron las
nominadas en cantidad de tres mil pesos. Y fecho el
avalúo, por auto de veinte y siete del mismo mes y año
se mandaron pregonar, como así consta del cuaderno de
la Visita, practicada en este pueblo ......... .
En la Visita practicada por dicho Campuzano, en el
pueblo de Nobsa, consta haber formado las listas de los
indios, y padrón de los vecinos, que ocupaban aquel
pueblo, como así mismo puesto un interrogatorio, a cuyo
tenor habían // de ser examinados, los testigos, que
fueron llamados: Cuánta era la distancia, que había de
aquel pueblo al de la cabecera del partido, y a la que
se hallaban sus agregados de Chameza, y Tibasosa. Qué
calidad era la del temperamento del resguardo, los
frutos que en él se cosechaban efectos, y labores, en
cuya industria se ocupaban los indios, y si las tierras
eran fértiles, con buenas aguas, pastos y montes para
crías de ganados. Si los indios conservaban íntegros, y
sin disminución las tierras del resguardo, que les habían
sido señaladas en las anteriores visitas, y ratificadas
en la última practicada, por el Señor Oidor Visitador
Don Andrés Verdugo. Si padecían alguna opresión, ya
fuera en la exacción del tributo, ya en la paga de diez-
328 mos, primicias, o cualquiera otra // indebida contribu-
ción, o ya finalmente en la libertad de sus personas y
bienes. Si sabían la cantidad, que les estaba tasada por
razón de tributo, y si lo satisfacían, expresando la es-
pecie en que lo pagaban. Si tenían noticia de que con
facilidad se ausentaban, y abandonaban su pueblo y
familia, expresando cual fuera la causa a que se atri-
buya esta deserción, y los medios, que pudieran ser
oportunos para repararla. Si los vecinos, que vivían
.dentro de los resguardos, necesitaban pensionarse, no
sólo en la paga del respectivo arrendamiento, sino tam-
bien a la contingencia de ser expulsos a voluntad de
240
los indios. = A cuyo tenor fueron examinados Agustín
de Acevedo de edad de sesenta años, poco más, o menos,
Manuel Pérez de cincuenta, y cuatro años, Antonio José
Carrero de cincuenta y seis años // de cuyas declara-
ciones resulta: Que la distancia, que había de aquel
pueblo al de Sogamoso, y sus dos agregados de Chameza
y Tibasosa, al primero una hora de camino, al segundo
tres cuartos de hora, y al tercero dos horas, que aunque
el temperamento de aquel pueblo era frío, al mismo
tiempo era muy apacible, y la tierra del resguardo,
bastantemente fecundas para el cultivo de frutos, por
que producía con abundancia trigo, maí'z, cebada, turm 6
y otros respectivos, siendo igualmente extensos, fértil
de pastos, y aguas, para poder criar cómodamente ga-
nados. Que la ocupación de los naturales, o trabajo a
que se dedicaban, era al cultivo del campo; y también,
a hacer a algunos de lienzos, bayetas, y otros semejan-
tes. Qué estos indios se habían mantenido, mantenían
329 en / / los mismos resguardos, que les habían señalado,
y según los lindexos, que constaban en la visita, que se
le había hecho presente practicada por el Señor Oidor
Don Andrés Verdugo en -el año pasado de cincuenta y
cinco. Que ninguna opresión, ni perjuicio en común ni
en particular padecían los indios en la exacción del
tributo, paga de diezmos y primicias, ni menos en la
libertad de sus personas, y bienes, no obstante de que
costaba dificultad, el que pagaran las pensiones, a que
eran obligados. Que sabía, que estos indios pagaban
de tributo en cada Tercio, una manta de algodón re-
gulada en tres pesos siete reales, y tres cuartillos del
quinto, cuya satisfacción siempre la habían verificado
cumplidamente. Que frecuentemente solían ausentarse
indios del pueblo, y en especial desde el año pasado de
setenta y seis, a causa de las necesidades, que habían
experimentado // po la pérdida de sus sementeras,
pero sujetándolos y obligándoles a volver, quedaría re-
mediada semejante deserción. Qué los vecinos que vi-
vían entro d·el resguardo pagaban arrendamiento a los
indios de las tierras, que ocupaban, y a más de ello se
halla·ban obligados a concurrir, cuando se les mandaba
a los servicios, y· mandos del pueblo pues de lo contra-
rio, les arrojarían de él. Y concluída que fué la infor-
mación, por auto de diez y seis de julio del nominado
año mandó el referido Jpez Visitador, convocara todos
los indios principales, l Justicias de aquel pueblo a
241
 efecto de examinarlos, sobre si padecían alguna opre-
sión en la libertad de sus personas, o bienes y si dis-
frutaban su resguardo sin disminución, como también
330 si se les ocasionaba algún quebranto, en la exacción //
del tributo, diezmos, primicias u otras indebidas con-
tribuciones. Si todos vivían en la inmediación de la
Iglesia, de modo, que lograran ser asistidos, y doctri-
nados por su Cura, acudiendo a Misa, y la persepción
de los Santos Sacramentos. Que igualmente expresaran
sobre la calidad del temperamt 0 . frutos, que se cose-
chaban, y labores en cuya industria se ocupaban, qué
cantidad pagaban de tributo al año, y si lo satisfacían
cumplidamente y en que especie, qué número de tribu-
tarios existentes, y si admitirían gustosos, y admitirí'an
como a patricios los indios de Tibasosa, y a los más que
se tuvieran por conveniente agregar a aquel pueblo. y
enterado de todos los referidos indios (precedido el ju-
ramento acostumbrado) dijeron: Que no padecían opre-
sión // alguna en la libertad de sus personas y bienes
que disfrutaban cumplidamente las tierras de sus res~
guardas a excepción de un pedacillo de tierra, que por
la parte de Chameza se les había quitado, PP. Agustinos
del Convento de Bethelen, que de diezmos, y primicias
pagaban lo acostumbrado, como así mismo en el cobro
de tributos, sin causarles quebranto. Que en razón de
derechos parroquiales contribuían dos reales por los
bautismos, doce reales por los entierros de párvulos,
tres pesos por los de adultos. Por los casamientos, y
velaciones ocho reales de la Misa, y seis reales, y medio
de las arras. De las tres Cofradías dos reales de cada
una los casados, y un real los solteros, de Monumento
331 lo mismo. Que las tres fiestas de // Erección las paga-
ban a doce pesos cada una entre doce Alférez, que para
ella se deputaban, los que a más de lo referido pagaban
cada uno seis reales de Camarico; que igualmente ha-
cían otra fiesta a San Jerónimo que les costaba seis
pesos, y otras seis, a diversos Santos de a cuatro pesos,
con algunas más, que por devoción costeaban a dos o
tres pesos. Que por la certificación de edades para re-
servarsen se les habían llevado ocho reales, y semejan-
temente se les había obligado siempre, a que dieran
todo el año servicio personal al Cura, y bestias, y peón
de balde al Corregidor para su transporte cuando lle-
gaban a venir al pueblo. Que la mayor parte de los
indios de aquel pueblo, tenían sus casas en el asiento
242
de él, que los de Chameza asistían todos en el sitio de
este nombre, siendo el temperamento de uno, y otro
aunque / / frío, bastante benigno, y cómodo que pro-
ducía la tierra, todos los frutos peculiares a tierra fría.
Que la industria en que se ocupaban los naturales, a más
del cultivo del campo, era en tejer lienzos, bayetas,
ruanas, frazadas, y mantas de algodón regualda en tres
pesos, seis reales, y tres cuartillos del quinto, de lo que
debían algunas cantidades rezagadas del año pasado, a
causa de la pérdida de sementeras, que habían experi-
mentado. Que el número de tributarios útiles de su
cargo era el de sesenta y siete. Que el número de veci-
nos cabeza de familia que habitaban el resguardo, eran
cosa de veinte poco más, que éstos pagaban arrenda-
miento de las tierras· que ocupaban y concurrían a los
mandos del pueblo, y que admitirían gustosos a los
indios de Tibasosa, a quienes tratarían como a patricios,
332 // y a los más, que se les agrega-ra. = En virtud de la
cual resolucion pasó el renominado Juez de Visita a
hacer reconocimiento de las tierras del 'resguardo, y de
la providencia dada para que el Padre Prior de Bethelen
deduciera su derecho por lo que respectaba al pedazo
de tierra citado, en el Superior Gobierno, mandó se le
escribieran las respectiva carta, lo cual así ejecutado,
Auto regresado que fue a la ciudad de •runja proveyó el
auto siguiente = En la Ciudad de Tunja en quince
de septiembre de mil setecientos setenta y siete. El Señor
Don José María Campuzano y Sanz Corregidor, y Justicia
Mayor de la Ciudad de Tunja y su Provincia, y Visita-
dor General en ella dijo: Que habiendo visitado perso-
nalmente los pueblos de Sogamoso, Firabitoba, Isa //
Cuítiba, Tata, Tibasosa, Chámeza, y Nobsa, que son los
comprendidos en el Corregimiento, del primero y re-
sultando de la lista 'de indios, y padrones de vecinos
formados respectivamente en cada pueblo haber exis-
tentes en el de Sogamoso, el total de quinientos ochenta
y nueve indios de todas las clases incluso setenta y seis
tributarios útiles, y en el mismo resguardo mezclados
con los indios, el total de mil seicientos cuarenta y seis
vecin©s de toda clase, con inclusión de cuatrocientas
treinta cabezas de familias, y en la Feligresía del ve•
cindario, un mil seicientas y cuatro almas inclusas tre-
cientas setenta y tres ,cabezas de familia. En el de
Fi-rabitoba trecientos ;finte indios de todas clases, y
243
333 sexos, inclusos cuarenta // y nueve tributarios útiles
y mil ciento veinte y siete vecinos de todas clases co~
inclusión trecientas siete cabezas de familias. En el de
Isa el total de doscientos dos indios, con inclusión de
veinte y siete tributarios útiles, y doscientos ochenta
vecinos de todas clases, con inclusión de setenta y tres
cabezas de familias. En el de Cuítiva cuatrocientos cua-
renta y dos indios de todas clases incluso setenta y
cuatro tributarios útiles, y ciento veinte y cinco vecinos
inclusas treinta cabezas de familias. En el de Tata sete:
cientos setenta y ocho indios de todas clases, incluso
ciento treinta y nueve tributarios útiles, y mil ciento
setenta y un vecinos, inclusos doscientos sesenta y cinco
cabezas de fa- // milia. En el de Tibasosa el total de tre-
cientos diez y nueve indios de todas clases incluso cin-
cuenta y tres tributarios útiles, y ochocientos veinte y
seis vecinos, con inclusión de doscientas una cabezas de
familia, y en el de ,Chámeza, y Nobsa el total de cuatro-
cientos setenta y un indios, con inclusión de setenta y siete
tributarios útiles y setecientos tres vecinos incluso ciento
setenta y un cabezas de familia de lo que claramente se
patentiza, ell crecido !aumento de vecinos, y minoracipn de
los indios en los referidos pueblos, no obstante de que te-
merosos los naturales de ser transladados han procurado
que ninguno se ausente, presentándose, muchos que
lo estaban, todo lo cual comprueba mejor la experiencia,
334 informaciones hechas / / y reconocimiento ocular prac-
ticado por su merced de los enunciados pueblos cuyo te-
rreno presenta a la vista las graves incomodidades que
sufren muchos de los vecinos españoles, por no tener
tierras propias que cultivar para mantenerse, y en que
establecerse viviendo separados de la sociedad, retirados
de las Iglesias sin asistir a Misa, sino muy rara vez, y
en manifiesto peligro de su salud eterna, así por la faci-
lidad de instruirse en los excesos, a que vive expuesta
la naturaleza, sin temor de ser conocidos, ni corregidos,
como por la dificultad, de que en su última enfermedad
se les socorra con los Santos Sacramentos por sus Pá-
rrocos, de quienes viven a larga distancia, con prome-
diación de ásperos caminos, cuyos daños que sería
difícil individualizar, aunque radicalmente // no pueden
repararse, se minorarían en mucha parte, si los vecinos,
a quienes la pobreza, y falta de tierras donde situarse
obliga a vivir desterrados la tuviesen inmediata a los
poblados, para poder radicarse y trabajar en ella, sin
244
peligro de ser expelidos a arbitrio de los indios como
hasta ahora ha sucedido, con lo cual al mismo tiempo
q.e se observaría exactamente, la Ley Municipal que
prohibe el Consorcio de indios y vecinos, se libertarían
aquellos de los perjuicios, que causa su contravención.
En cuya atención, y en la de que (sin embargo de la
natural repugnancia, que interiormente tendrán los in-
dios de dejar los pueblos donde se hallan establecidos)
se hace indispensable el reunirlos, a donde le resulten
335 mayores utilidades // en lo espiritual, y temporal, pues
su mayor bien, no consiste en complacerseles, en lo
que por capricho apetecen, sino en obligarlos, a lo que
según razón y Justicia les es más provechoso y de me
nor gravamen al Real Erario no siendo justo, que éste
se pensione, en pagar estipendio a un Doctrinero por
sólos cincuenta o sesenta indios tributarios, pudiendo
con igual, o mayor aprovechamiento de sus almas, y
educación cristiana, y civil instruirlos unidos en pueblo
más numeroso, en que la muchedumbre incita al celo
del Cura, se disminuyen las pensiones repartidas, entre
más crecido número se libertarían de los daños, que
regularmente sufrían del consorcio de la gente de color,
y son mejor asistidos de sus Párrocos como q.e no tienen
motivo de divertir su atención a otro objeto, consiguién-
dose no sólo el ahorro de estipendios, sino también el
de los crecidos gastos, que continuamente sufren la
Real Hacienda, en la construcción, y aliño de Iglesias,
resultando semejantemente en favor de su Majestad, Y
beneficio del público los resguardos vacantes. Por todo
lo cual y demás, que ha tenido presente observando,
con la madurez que exige la importancia y gravedad
de la materia, en que se interesa el bien común, y ser-
vicio de ambas Majestades, usando de la facultad que
en virtud de Real Cédula de tres de Ag.to del año pasa-
do de mil setecientos setenta y cuatro, le tiene confori-
336 da el / / -Excelentísimo Señor Virrey de este Reino por
su Superior Decreto de quince de julio de mil setecientos
setenta y seis, poniendo en ejecución lo en ella deter•
minado mandaba, y mandó que los· indios del pueblo de
Sogamoso se transladen, y pasen al de Paipa, por ser de
igual temperamento fértil y extenso resguardo, y muy
abundantes de aguas, y montes, de que carece el dicho
de Sogamoso, y los del pueblo de Firabitoba, y Tibasosa,
se reunan y transladen al de Nobsa de igual tempera-
mento, y mejor resguar)to, y los del pueblo de Isa se
245
 transladen, y pasen al de Cuitiva, de semejante tempe-
ramento, y buen resguardo, quedando el de Tota sin
novedad alguna, a excepción de los pedazos de tierra
que por // no necesitarla los indios, se les ha restringid~
a beneficio de la Real Hacienda para el establecimiento
de los vecinos españoles; en cuya consecuencia extin-
guiendo los cuatro referidos pueblos de Sogamoso, Ti-
basosa, Firabitoba y Isa como por éste quedaban extin-
guidos, se transferirán todos los indios de ellos, con
sus familias, y bienes, vasos sagrados, Imágenes, Orna-
mentos y demás alhajas de la pertenencia de sus Igle-
sias para colocarse en las de su agregación, poniéndose
por inventarios en sus libros de modo que siempre cons-
te. Y a fin de que no experimenten el menor quebranto
en su translación, les concede dos meses de término para
337 edificar sus habitaciones, en los pueblos a donde // se
han reunido, y para su entera radicación les permite
el tiempo, que tardaren en disfrutar sus labranzas, a
excepción de los árboles frutales, y otras mejores útiles,
que podrán vender a los vecinos que tomaren el res-
guardo, contra quienes les reserva el Derecho para
percibir su importe, y que en el entretanto se dé cuen-
ta al Excelentísimo Señor Virrey de la presente
resolución, y sobre la rebaja de un año de tributo, que
pretenden los indios mandados transladar, la que desde
luego se les concederá con la precisa calidad de que en
el tiempo prefinido, fabriquen sus casas, y dispongan
sus labranzas en el pueblo de su agregación, y verificada
la cosecha se transplanten enteramente, en el supuesto,
de que si alguno abandonare este cuidado, y se ausen-
tare / / será compelido a la satisfacción del tributo, y
no gozará de la relevación. Y que atento a estar preve-
nido por las Leyes Municipales, y estrechamente encar-
gado en las anteriores Visitas el establecimiento de la
Caja Común con tres llaves, para el socorro de las
urgencias de los pueblos y no haber tenido efecto hasta
lo presente manda se haga por todos los indios cada año,
una sementera de comunidad, en la tierra que para ello
se les tiene señalada, cuyo producto depositado en la
referida arca servirá de suvenir, o las necesidades del
común, y el sobrante se aplicará para ornato del Culto
Divino, fomento de los ancianos, viudas, huérfanos, y
auxilio de la casa hospital, que conforme a la Ley de-
berá sin demora edificarse en cada pueblo. Y que
338 mediante // a que hasta la fecha, than estado muchos
246
pueblos sujetos, a pagar tributo y descripcionados los
hijos legítimos de españoles, y mestizos, habidos, en
matrimonios con indias, y por el contrario en otros los
hijos legítimos de indios habidos en blancas, o mestizas,
han sido sujetos a la misma pensión, para que en lo
sucesivo logren el alivio, y libertad, que les franquean
las Leyes Municipales declara a los tales por libre de
pagar Demora, Quinto, y Requinto, e igualmente de ser
descripcionados en las Listas de Indios, y que sólo deban
estar empadronados, como vecinos sujetos a las cargas,
y pensiones, a que son adscritos los españoles pudiendo
éstos siempre que les convenga llevar consigo a las in-
dias sus consortes e hijos, a la Parroquia o vecindario
/ / donde quisieren establecerse, y que los que no tu-
vieren posibilidad para ello, queden disfrutando, sin
carga alguna la tierra que en el resguardo pertenece
a sus mujeres. Y que evidenciándose por la muchedum-
bre de ausentes, que al final de cada lista, resultan
anotados, el que los indios en abuso de la Ley, que les
permite estar en el pueblo, que quisieren pagando el
tributo desertan continuamente dejando abandonadas
sus m~jeres y familias, ignorándose su paradero, y si
viven como cristianos, declara, que para gozar los in-
dios de esta libertad, es necesario, que antes de verificar,
su ausencia la noticien a su Cura, y Corregidor, dando
aviso del pueblo a donde les acomodare establecerse,
con la indispensable condición de llevar consigo sus
339 mujeres, y familias, // y que anotándose en los libros,
y listas del pueblo que dejan, y a donde se transfieran
conste debidamente, y vivan con arreglo, y sujeción
pagando el tributo y sin las extorsiones, y litigios, que
de lo contrario sufren: Estrechados de diversos, Corre-
gidores, o Cobradores, y que siempre que faltaren estas
precisas circunstancias tan conducentes al buen Gobier-
no, utilidad de los mismos indios, y resguardo de la
Real Hacienda, no se permitirá el que se ausenten de
los pueblos, donde una vez estuvieran radicados, Y se
les deba solicitar para que donde quiera que se hallen,
sean compelidos, a restituirse, a su respectivo pueblo.
Y que con reflexión a que por algunos Corregidores se
les exigen a los indios derechos por razón de reservas,
servicios / / personal, mulas, y arrieros de balde para
sus transportes de un pueblo a otro, declara ser injusta
semejante contribución, y opuesta a las Leyes, y bajo
las penas en ellas estabycidas prohibe semejantes exac-
247
 ciones e igualmente, el que indio alguno pueda tener
estancias, en los extremos, o fin del res-guardo, así por
la suma distancia, a que se retiran de las Iglesias- con
cuyo pretexto no asisten a las obligaciones de cristia-
nos, como por las continuas inquietudes, que se ha ex-
perimentado tienen con los indios, y vecinos lindantes
por cuyos justos motivos, deben quedar todos los fine~
de los resguardos, sin labranza, y destinados para el
pastaje de los ganados, desembarazándose los resguar-
dos, y Pueblos de Indios, que quedan existentes, de los
340 // vecinos españoles, y sus haciendas, quienes inefecti-
blemente, verifican su salida, luego que disfruten sus
sembrados para que de antemano logren los naturales
el cómodo establecimiento, que se les apetece, y des-de
el dí'a, queden verificadas las translaciones de los in-
dios declara el Señor Juez, cesa la paga de estipendios,
que su Majestad tiene asignada a los Doctrineros de los
pueblos- demolidos, quienes con el comprobante de haber
entregado sus Doctrinas, ocurrirán al Superior Gobier-
no, a fin de que determine su pronto acomodo. Y que
respecto a que el logro de todo lo prevenido consiste en
su exacta y arreglada ejecución, que no puede personal-
mente verificar su merced, por lo que urge la continua-·
ción de su Visita dá comisión bastante, y cuanta por //
Derecho se requiere, a Don Tomás Antonio de Layzeca,
Corregidor y Justicia Mayor del enunciado Partido de
Sogamoso (de quien confía su desempeño), p,ara que
bien instruído de lo ,resuelto, y con la prudencia y en-
tereza, que pide la materia ponga en práctica la trans-
lación de los indios de Sogamoso al pueblo de Paipa
(a cuyo Corregidor se librará la correspondiente pro-
videncia) los de Firabitoba y Tibasosa al pueblo de
Nobsa, y la de los de Isa al de Cuítiba, presenciado la
entrega que se ha de hacer de vasos sagrados, imágenes,
ornamentos, y demás- alhaja de Iglesia por los Curas
de los pueblos demolidos, respectivamente a los de los
que quedan existentes, haciendo igualmente se anote el
341 número de ganados de cada hato / / en el libro que
corresponda, instruyendo a todos los naturales de esta
resolución en que se les ha procurado bastantemente
advertir, para que sin pérdida de tiempo tomen sus
medidas, y se transladen procurando con la pos-ible
brevedad, arreglar en el plan de cada pueblo, los sola-
res que a cada uno de los indios, así patricios como
transladados, ha de ocupar con su habitación y huerta,
248
las que han de formar en calles perfectamente delinea-
das, señalando así mismo a cada tributario, la tierra su-
ficiente para sembrar, y mantenerse, en el supuesto de
que lo han deverificar dentro del término de dos meses
con apercibimiento, que de lo contrario se les compelerá
a ello con todo rigor, y que si recogidas, y disfrutadas
sus labranzas, no hubieren verificado la entera transla-
ción se / / derriben las casas que tuvieren en los pueblos,
que ahora habiten, para que no les quede esperanza de
restituirse a ellas·, y que si se llegare a entender, que
alguno de dichos indios, para frustrar esta providencia,
hiciere fuga, se solicite por medio de las Justicias hasta
obligarle a venir al pueblo de su destino, en el que Y
los más a donde son transplantados, serán con prelación
atendidos-, y tenidos como oriundos, y patricios, alter-
nando en los empleos, y gobierno del pueblo sin la
menor diferencia, lo que inviolablemente hará observar
dicho comisionado, castigando públicamente, con toda
severidad, a los naturales, que contravinieren, a tan
justificadas providencias, a los que a inás del castigo
342 agre / / gará a distinto pueblo, quedando al _pr~dente
arbitrio de dicho Corregidor, el arreglo de parcialidades,
o Capitanías, con tal de que el número de tributarios
sujetos a cada Capitán, no baje de treinta y que res-
pectivamente proporcione el número de Ministros de
Justicia que deba haber en cada pueblo, para la sujeción,
y arreglo de él; todo lo que así se expresa, con el fin de
facilitar el conocimiento, y los medios conducentes al
alivio de los naturales, y su instrucción cristiana Y
política, como punto tan recomendado por su Majestad,
y propio del Católico Celo, con que promueve al benefi-
cio de sus vasallos. Para cuya ejecución todas las justi-
cias y vecinos del relacionado partido / / franquearán
al insinuado Corregidor todos los auxilios, que necesi-
tare, y les pidiere p'ena de doscientos pesos aplicados
en la forma ordinaria, y la responsabilidad de los daños,
que causare su omisión. Y porque nada puede contri-
buir tanto al apetecido efecto de lo mandado, como el
suave eficaz influjo de los Curas que sus persuaciones
harán conocer a los indios, no sólo, la necesidad de la
reducción, y los favorables provechosos efectos que
de su observancia le resulta, sino también la estrecha
obligación que les asiste, de cumplir con rendida obe-
diencia las órdenes del Soberano. En virtud de éste les
ruega, y encarga el S,ñor Visitador, que esfuercen su
249
 acreditado celo, en servicio de su Majestad, contribuyen-
343 do en cuanto estuvie - / / se de su parte con sus oficios,
a que así se verifiquen, como punto, en que igualmente
se versa el bien espiritual de las almas por haber pa-
recido esta providencia la más adecuada para llenar el
objeto de la Real Cédula, y el de su Comisión de Visita.
Y que para que conste se ponga por certificado copias
legalizadas de este auto, en los cuadernos de los pueblos
que quedan existentes, dejando en ellos igual testimo-
nio, con inserción de las diligencias sobre señalamiento
de tierras que respectivamente se han practicado en
cada uno de dichos pueblos, dándose cuenta de lo pro-
videnciado al Excelentísimo Señor Virrey de este Reino,
con las diligencias originales. Y por este que proveyó
así lo mandó y firmó // por ante mi el presente Escri-
bano de Visita de que doy fé = José María Campuzano
y Sanz = Ante mí Lorenzo de Medina Escribano de
Visita ......... .
En el cuaderno de la visita practicada por el nominado
Don José María Campuzano en el pueblo de Tota, consta
que por auto de veinte y dos de julio del nominado año
de setenta y siete, mandó formar la correspondiente lis-
ta así de indios, como de vecinos de aquel pueblo; lo
que así ejecutado en vista de ella hizo un interrogatorio
a fin de que a su tenor fueran examinados los testigos
que para el efecto habían de ser llamado, que contenía
ocho preguntas, las que se reducen a que éstos declara-
344 ran, la distancia, que promedia- // ba de algún pueblo
al de la cabecera del partido. Que calidad de tempera-
mento frutos que se cosechaban, y labores en cuya
industria se ocupaban los indios y si las tierras del
resguardo eran fértiles, con buenas aguas, pastos, y
montes cómodos para crías de ganados. Si sabí'an, que
conservaban íntegros y sin disminución los resguardos,
y tierras, que les habían sido señaladas, en las anterio-
res visitas, y ratificadas en la última practicada por el
Señor Oidor Licenciado Don Andrés Verdugo. Si tenía
noticia de que padecían alguna opresión ya fuera en
la exacción del tributo, ya en la paga de diezmos, y
primicias o cualquiera otra indebida contribución, o ya
/ /finalmente en la libertad de sus personas, y bienes.
Si sabían la cantidad, que les estaba tasada por razón
de tributo, y si lo satisfacían, expresando la especie, en
que lo pagaban = Si tenían noticia, de que con facili-
dad se ausentaba, y abandonaban su pueblo, y familia,
250
expresando, cual fuere la causa a que se atribuya esta
deserción y los medios, que pudieran ser oportunos para
repararla. Si algunos, que vivían entro del resguardo,
necesitaban pensionarse, no sólo en la paga del respecti-
vo arrendamiento, sino también a la contingencia de ser
expulsos a la voluntad de los indios. A cuyo tenor
345 fueron examinados tres veci~os, que lo - / / ~ueron 1:º-
más Martinez, Esteban Martmez, Clemente Lopez, quie-
nes precedida la gravedad, y religión del juramento
dijeron: Que regulaban de aquel pueblo al de Sogamoso,
que era la cabecera del partido, la distancia de tres o
cuatro leguas. Que el temperamento del pueblo era
frigidísimo, y los frutos que producía el terreno, eran
turmas, cebada, ajos, y trigos, en lo que era algo tem-
plado, que la ocupación de los naturales, a más del
cultivo del campo, era la de tejer, frazadas, y mantas
de algodón conque pagaban el tributo, que en razón de
tierras del resguardo, aunque todas eran de páramo lo-
graban de toda comodidad para la cría de ganados. Que
no tenían pleno conoci - // miento, de lo que compren-
día el resguardo, pero que infería, que unos vecinos,
que se apellidaban Cardozos se habían introducido en
alguna parte, por haber tenido estas varias competen-
cias con los indios en razón de tierras. Que ni en la
cobranza de tributos, diezmos, y primicias ni menos en
la libertad de sus personas y bienes, padecían opresión
alguna no obstante de que siendo suma su desidia, Y
poca la aplicación, que tenían al trabajo, constaba gra-
vísima dificultad, el que pagaban alguna parte de las
pensiones, a que eran obligados. Que lo que pagaban
de tributo en cada tercio, era una manta de algodón
346 regulada en tres pesos, y / ( cinco reales, y tres c1;1arti-
llos del quinto, de lo que siempre se hallaban debiendo
crecidas cantidades. Que aunque frecuentemente se ha-
bían ausentado alguhos indios, dejando abandonado su
pueblo, no sabían las causas que para ello habían ten~-
do, a excepción de la necesidad, que se había experi•
mentado el año pasado, la que había sido motivo de que
muchos se derrotaran de lo que ignoraba su paradero,
y por esta razón no discurrían remedio oportuno, para
que nuevamente se les redujera a su pueblo. Que los
vecinos radicados entro del resguardo, pagaban arren-
damiento a los indios de las tierras, que ocupaban con
sus sembrados, y que ¡i. más de ellos les ayudaban, en
sus fiestas // y mande¡; del pueblo, no estando por esto
251
 l"bres de ser expulsos a voluntad de los indios, al me-
nor disgusto que tuvieran. Y concluída que fue la infor-
mación el nominado Juez Visitador, por auto de treinta y
cuatro del mismo mes y año mandó se examinaran a los
indios principales y justicias de aquel pueblo, y se les exa-
minara sobre que expresaran, si padecían alguna presión
y perjuicio, en la libertad de sus personas y bienes'
Y si disfrutaban sus resguardos y tierras, sin disminu~
ción, como también si se les ocasionaba algún quebranto
en la exacción del tributo, diezmos, primicias, o cual~
quiera otros derechos, y si todos, vivían en la inmedia-
34 7 ción de pueblo, de modo que lograran ser asistidos, y
doctrinados por su Cura, acudiendo a Misa y a la pre-
sepción de los Santos Sacramentos. Que igualmente
dijeran la calidad del temperamento, frutos que se co-
sechaban y labores, en cuya industria se ocupaban. Qué
cantidad pagaban de tributo al año y si lo satisfacían
cumplidamente, y en que efectos, que números de tribu-
tarios existían, expresando así mismo el de vecinos el
arrendamiento que pagaban, y a quien. = Y enterados
los referidos indios de lo que viene relacionado dijeron:
Que no padecían opresión en la libertad de sus personas
y bienes, que disfrutaban debidamente, la tierra del
resguardo según el señalamiento, que se había hecho
en la última visitada practicada por el / / Señor Licen-
ciado Don Andrés Verdugo y Oquendo, y que no se les
ocasionaba quebranto, en el cobro de diezmos, ni en
la exacción del tributo, y que por razón de derechos se
les exigía dos reales por los bautismos, con más un real,
que pagaban al Sacristán, tres pesos por los entierros
de grandes y catorce reales poT los de párvulos, de
casamientos, y velaciones ocho reales de la Misa, por
las certificaciones de edad para reservarse ocho reales,
que de las Misas, que se decían al año de las tres Cofra-
dfas pagaban doce pesos de cada una, que igualmente
satisfacían por las tres Fiestas la misma cantidad. Por
la. Fiesta de Nuestra Señora del Rosario doce pesos, lo
mismo por la de Concep. 0 n por la Nuestra Señora de
348 Monguí / / doce pesos, lo mismo por la de la Candelaria.
Por la de San Pedro diez pesos, que así mismo costean
por devoción otras seis u ocho fiestas, que pagaban, a
cuatro, y a seis pesos. Que así mismo contribuían a su
Cura con servicio personal todo el año y semejantemente
al Corregidor cuando iba al pueblo a quien daban bes-
tias, Y peón de balde para su transporte. Que eran pocos
252
los indios que tenían casas en el asiento del pueblo por
vivir los más de ellos en sus estancias, retirados a bas-
tante distancia, que la calidad del temperamento era
sumamente fría, y únicamente producía trigo, maíz, ce-
bada y turmas, que la industria en que se ocupaban los
naturales, a más del cultivo del campo era en tejer,
mantas· de algodón, ruanas, frazadas, y ca - / /misetas.
Que lo que pagaban de tributo en cada tercio, era una
manta de algodón (ruanas), regulada en tres pesos cin-
co reales, y cuartillo del quinto, de lo que debían algu-
nas cantidades de atraso, a causa de su suma pobreza.
Que no tenían presente el número de tributarios, que
existían, por lo que se remitían a la lista que de ellos
se había formado. Que los vecinos, que habitaban el
resguardo eran treinta y seis cabezas de familia, los que
pagaban el correspondiente arrendamiento, de las tie-
rras que sembraban, a los indios dueños de ellas. = Y
concluída, que fué la información o declaración de los
referidos indios mandó el nominado Don José María
349 Campuzano, y Sanz, se hiciera // reconocimiento de las
tierras, lo que así ejecutado quedó existente este pueblo,
según consta del auto final que queda inserto.
Habiendo arribado el referido Juez Visitador al pue-
blo de Firabitoba uno de los comprendidos en el partido
de Sogamoso, mandó por auto de once de julio del mis-
mo de setenta y siete se formaran las listas así de indios
como de vecinos, y fechas se recibiera la competente
información del actual estado de aquel pueblo, y cote-
jado con el que tení'a en el tiempo de la última visita
practicada por el señor Oidor Visitador Don Andrés
Verdugo, en el año pasado de mil setecientos cincuenta
y cinco, de liberar lo más conforme a los prevenido por
su Majestad, en la Real Cédula, que daba motivo a
aquella visita, y a lo en su consecuencia acordado por el
Excelentísimo Señor // Virrey de este Reino. En cuyo
cumplimiento se pasaron a formar las listas y padrones,
como se prevenía, y fechas que fueron, se hizo el inte-
rrogatorio acostumbrado, que contenía diez preguntas
las qué se reducen a que los testigos que fueran llama-
dos declararan: Primeramente la distancia que de aquel
pueblo promediaba al de Sogamoso, e igualmente al de
Nobsa. = La calidad del temperamento, frutos que se
cosechaban, efectos, y labores, en cuya industria se ocu-
paban los indios, y si las/tierras eran fértiles, con buenas
aguas, pastos, y montes/para crías de ganados. Si sabían
253
350 que los indios conservaban íntegros, y sin disminución
sus resguardos, según les habían sido señalados por el
S.or / / Oidor Don Andrés Verdugo, el año pasado de
cincuenta y cinco. Si tenfan noticias que padecían algu-
na opresión, ya fuera en la exacción del tributo, ya en
la paga de diezmos, y primicias, o cualquiera otra inde-
bida contribución, o ya finalmente en la libertad de sus
personas o bienes. Qué cantidad les estaba tasada por
razón de tributo al año, y si lo satisfacfan, expresando
la especie en que lo pagaba. Si tenían noticia, de que
con facilidad se ausentaba, y abandonaban sus pueblos,
y familia, expresando cual fuera la causa, a que se atri-
buya esta deserción y los medios, que podían ser opor-
tunos para repararla. Si era copioso el número de
vecindario· establecido, en aquel pueblo, con sus familias
y si la mayor parte carecían de tierras propias, qu~
cultivar // para mantenerse, de que dimanaba, que
muchos vivían retirados, a distancia del pueblo, con
dificultad de acudir a la Iglesia a Misa, y demás fun-
ciones Espirituales y de ser administrados cómodamente
por sus Curas. Si los que vivían entro de los resguardos
necesitaban pensionarse no sólo en la paga del respec-
tivo arrendamiento, sino también a contingencia de ser
expulsos a voluntad de los indios. Si según el número
de vecinos, que tenía aquel pueblo en su agregación
podría establecerse en Parroquia, y mantener Cura
propio, que les asistiera vendiéndoseles para ello las
tierras del resguardo en caso de declararse vacantes.
A cuyo tenor se examinaron tres testigos, quienes con-
351 testemente dijeron: Que la // distancia que promediaba
de aquel pueblo al de Sogamoso que era la Cabecera del
Partido, era la de dos horas de camino, y cuatro horas al
de Nobsa. Que aquel temperamento aunque frío era muy
benigno, y producía el terreno, los frutos peculiares a él,
como eran trigo, maiz, cebada, turmas y otras diferentes
legumbres. Que el laboreo e industria de los naturales era
por lo general, el cultivo del campo, y tal cual, que se de-
dicaba 0. tejer lienzos, y bayetas. Que las tierras del res-
guardo eran bastantemente fértiles, así para frutos,
como para pastos, pero que no abundaba de aguas, porque
sólo era perenne la del rio, que pasaba por la inmedia-
ción del pueblo, el que también carece de .montes = Que
comúnmente había oído quejar a // los indios de que
por los vecinos lindantes a su resguardo se les habían
quitado algunas tierras de él, pero que no sabían si en
254
la realidad era así, por no tener pleno conocimiento
del globo que comprendía, el señalamiento de dicho
resguardo. Que no había llegado a noticia de los decla-
rantes, que los indios padecieran alguna opresión sobre
la exacción del tributo, que por razón de diezmos había
experimentado, les cobraban todos los años una gallina
criaran o no criaran, pero que en orden a la primicia,
y demás derechos, les exigían lo justo, y que aún mu-
chas veces solian no cumplidamente lo que debían =
Que no obstante de haber vivido siempre en el pueblo,
ignoraban lo que les estaba tasado a los indios por razón
352 de tributo. Que eran muchos los indios // que regular-
mente se estaban ausentando del pueblo, unos con sus
familias, y otros dejándolas abandonadas, a causa de la
suma miseria, a que todos los más se hallaban consti-
tuídos, dimanada en parte de su desidia, y también de
no haber quien los fomentara .para el trabajo suplién-
doles semillas, y bueyes, para el cultivo de sus tierras,
que si hubieran logrado aquel alivio, desde luego se
evitaría tan continuada deserción. Que era copioso el
número de vecinos radicados, entro del mismo resguar-
do de los indios, por carecer de tierras propias en que
establecerse pagand,o •arrendamiento 1a los indios,
por los asientos de sus casas, y por las tierras, que ocu-
paban con sementeras, concurriendo a los demás mandos
del pueblo-, por que les / / obligaban a ello precisamente,
porque no los expelieran inmediatamente y que los que
no querían sujetarse a tales pensiones, vivían de arren-
datarios, en las haciendas comarcanas, retirados del
pueblo, sin asistir con frecuencia a Misa y demás Divi-
nos Oficios, como lo harían si tuvieran tierra propia,
donde situarse sin padecer tal incomodidad. Que el ve-
cindario que asistía en aquel pueblo, y su agregación, le
parecía suficiente, para erigir parroquia, y mantener
Cura propio, siempre que los indios se trasladaran a
otro pueblo, y se les vendieran las tierras para su es-
tablecimiento. = Y concluida que fue la información
en vista de ella, por auto de trece de julio del mismo
año, mandó que a efecto de tomar cabal instrucción del
353 actual estado de // aquel pueblo, y proveer lo que co-
rrespondiera, en todos los puntos concernientes aquella
Visita, se convocaran a los indios principales, de él, y se
les examinara, sobre si padecían alguna opresión en
la libertad de sus pers¡:mas o bienes, y si disfrutaban
sus resguardos, y tier¡as, sin disminución como tam-
255
 bién, si se les ocasionaba algún quebranto, en la exac-
ción del tributo, diezmos, primicias o cualquiera otros
derechos. Si todos vivían en la inmediación de la Igle-
sia, de modo que lograran ser asistidos, y doctrinados
por su Cura, asistiendo a Misa, y a la percepción de
los Santos Sacramentos. Que igualmente expresaran la
calidad del temperamento, frutos·, que en él se cosecha-
ban, y labores en cuya industria se / / ocupaban, qué
cantidad pagaban de tributo al año, si lo satisfacían
cumplidamente, y en qué especie. Qué número de tri-
butarios existía, igualmente dijeran el de vecinos, el
arrendamiento, que pagaban estos, y a quién. ± Y ha-
biéndolos hecho comparecer, enterados de todo lo que
se les preguntaba, bajo la Religión, y gravedad del
Juramento, dijeron: Que no padecían opresión alguna
en la libertad de sus personas, y bienes, ni menos sobre
el cobro de tributos, diezmos, y primicias, que en razón
de derechos parroquiales eran pensionados en contri-
buir, por los Bautismos, cuatro reales, por Casamientos,
y Velaciones ocho reales, de la Misa, y seis- reales, y
medio de las arras. Por los entierros de párvulos doce
354 reales / / y dos de la cera, por los adultos tres pesos, y
dos reales de la cera, e igualmente pagaban de Cofra-
días, en cada año dos reales de la de Nuestro Amo, que
llamaban Monumento, dos de la Virgen, y dos de las
Animas, esto era los casados y los soltero» la mitad·
que para las seis Misas, que pagaban al año, de Nuestr~
Amo, se nombraban diez y seis Diputados por mes, y
cada uno contribuía con un real. Que así mismo costea-
ban en cada fiesta de las tres de Erección seis pesos
en cada una; que de Devoción hacían cinco fiestas, que
pagaban a seis pesos, tres de a tres pesos-, y otras seis,
unas a ocho, y otra-s a doce reales. Que por derechos de
Semana Santa, se juntaban entre todo el común treinta
pesos, que por las Certificaciones de edades, para re-
ser - / / varse, contribuyendo con ocho reales y daban
también todo el año servicio personal de balde a su
Cura, y al Corregidor del Partido cuando venía al pue-
blo, a quien a más de lo dicho daban bestias y peón de
balde para su transporte, que disfrutaban cumplidamen-
te las tierras de su resguardo, según el señalamiento que
les había sido hecho en la última Visita, y tenían sus
casas de habitación, en el asiento del pueblo, a excep-
ción de algunos que por su suma pobreza se veían pre-
dsados a vivir en sus estancias, aunque no por esto
256
dejaban de asistir a Misa, y demás obligaciones de Cris-
tianos. Que el temperamento era frío, pero muy apete-
cible, y que producía con abundancia de todos frutos
355 / / peculiares a tierra fría, que la industria en que se
ocupaban los naturales a más del cultivo del campo,
era en tejer ruanas, camisetas, y frazadas de lana, y
que también fabricaban mochilas de fique. Que la tasa
que tenían por razón de tributo en cada Tercio, era de
tres pesos de Demora, y seis reales y cuartillo del
Quinto, el que siempre habían satisfecho cumplidamente,
en especie de plata, y que sólo a la presente debfan
algunas cantidades de rezagos, a causa de las pérdidas
de las sementeras, que habían experimentado, q.e no te-
nían presente el número de tributarios que existían, y
se remitían a las listas, que de ellos se habían formado,
q.e los vecinos que habitaban el resguardo, ascendían a
cincuenta cabezas de familia, poco más, o menos, y que
pagaban / / arrendamiento de las tierras, que ocupaban
a los indios dueños· de ellas, y que igualmente les ayu-
daban a hacer sus fiestas y demás mandós del pueblo =
En cuya vista mandó hacer e hizo dicho Juez Visitador
reconocimiento de las tierras de aquel resguardo. Y en
virtud hizo comparecer a su presencia, a la mayor parte
de indios, de que se componía el pueblo de Firabitoba
a quienes dió a entender la necesidad, y razones de
utilidad, y congruencia, que persuadían ser indispensa-
ble su translación a otro pueblo de iguales circunstan-
cia's, mediante la cortedad de su número, y que pudiendo
estar igualmente asistidos, y doctrinados en otro de los
del Partido, se libertaría el Real Herario del que necesi-
taba erogar en reparar la Iglesia. De lo cual impuestos
356 que fueron los referidos indios dijeron // que aunque
s·entfan dejar su pueblo una vez, que habían de ser trans-
ladados a otro, pasarían al de Nobsa, así por la cercanía
como por contemplar'lo, de igual temperamento, y más
extenso de resguardo, y pedían que para ello se les
previniera a los indios de él, no les trataran como a fo-
rasteros, y que habían de llevar consigo, las alhajas, orna-
mentos y demás de su pertenencia, que les habían de
comprar sus casas, los que qu-edasen en el resguardo, y
que por un año se les dispensara la paga del tributo,
para ayuda de su establecimiento, y fabricar sus habita-
ciones. A lo que se les- satisfizo por el nominado Juez
Visitador, no había dififultad en que llevarían consigo
las imágenes, y ornato¡de la Iglesia; y que en orden a
257
 ll\ rele - // vac1on del tributo, que pretendían difería
la resolución, a la que se sirviera expedir el Excelentísi-
mo Señor Virrey la que en caso de conseguir, había de
ser con la precisa calidad, de que constara haber cum-
plido los indios por su parte, con fabricar sus habitacio-
nes, y disponer sus labranzas, ofreciéndoles últimamente
prevenir lo correspondiente para que se observara una
total igualdad, entre los indios de Nobsa. = En cuyo
estado nombró para avaluar las tierras del resguardo
del nominado pueblo de Firabitoba a Don Pedro Soler,
y a Don Juan Domingo Soler; quienes precedidas las
circunstancias precisas de aceptación, y juramento pa-
saron a ejecutarlo avaluando las nominadas tienas en
cinco mil pesos. Y por otro auto de veinte y siete del
357 mismo mes, y año, mandó se sacara al pregón// y así
ejecutado últimamente se remataron, y los referidos
indios, se trasladaron al pueblo, que se les mandó, por
el auto de quince de septiembre del mismo año que
quede inserto ......... . redimible, pagar el rédito anual a razón de un cinco
En el pueblo de Cuítiva consta haber mandado el
nominado Juez Visitador en veinte de julio del mencio-
nado año se formaran listas, y padrón, así de los indios,
como de los vecinos de aquel pueblo, lo que así ejecuta-
do, resultó de ellos haber un total de cuatrocientos
cuarenta y. dos indios de todas clases inclusos setenta y
cuatro tributarios útiles, por lo que, y en vista de las
diligencias de informaciónes, y declaración de los in-
dios, como así mismo reconocimiento de las tierras del
resguardo, quedó sin novedad el mencionado pueblo de
Cuitiva / / y antes bien, se agregaron a él, los del pue-
blo de Isa como consta del nombrado auto de quince de
septiembre ......... . sión formar listas y padrones de los indios y vecinos
Iguales diligencias constan haber practicado en el
pueblo de Monguí, y en vista de ellas tuvo por. conve-
niente transladar los indios de él al de Mongua y en
virtud se avaluaron las tierras en mil y quinientos
pesos, y en su consecuencia se pregonaron, y quedaron
-rematadas en José Joaquín Zapata y Porras, y nombre
y como apoderado de los vecinos agregados a el referi-
do pueblo de Monguí, en cantidad de los mil y quinien-
tos patacones, a reconocer a censo redimible, y a pagar
el rédito de un cinco por ciento, interín su redención.
En la misma conformidad consta que en el pueblo de
Isa, practicó iguales diligencias, y en vista de ellas re-
358 sol - // vió su translación a otro pueblo de iguales
258
circunstancias. mediante la cortedad de su número, que
no alcanzaba a cubrir el estipendio del Doctrinero, en
que no era justo se gravara la Real Hacienda, pudiendo
estar igualmente asistidos, y acomodados en otros de
los del Partido. En cuya consecuencia mandó avaluar
las tienas del resguardo y se ejecutó por don Pedro
Soler, y Camacho, y Don Juan Domingo Soler aprecián-
dolas en mil y ochocientos pesos, y sacádose al pregón
por el término ordinario, últimamente, quedaron rema•
tadas, en el Procurador Luis Camacho, como apoderado
del vecindario, en cantidad de dos mil pesos, a recono-
cerlos a censo redimible, pagar el rédito anual corres-
pondiente, y a afi- // anzar a satisfacción de los
Señores Oficiales Reales ......... .
Las tierras del extinguido pueblo de Tibasosa, constan
rematadas en Don Joaquín de Gaona, como apoderados
de los vecinos allí agregados, en la cantidad de tres mil
patacones la misma de su avalúo, a reconocerlos a censo
por ciento, y afianzar a satisfacción de los Señores Ofi-
ciales Reales = Y últimamente por el Derecho del tanto
quedaron nuevamente rematadas en el Procurador Luis
Camacho, a nombre del vecindario en cantidad de cinco
mil ciento veinte y cinco patacones, a reconocerlos a
censo redimible ......... .
Las tierras del resguardo del pueblo de Firabitoba
constan rematadas en la cantidad de diez mil setecientos
35 9 diez pesos / / en el Procurador José J oaquí'n Zapata y
Porras, a nombre de Don José Antonio Lago ......... .
En el pueblo de Sogamoso consta que en primero de
julio del mismo año, mandó el nominado Juez de Comi-
que habitaban en aquel pueblo, lo que así ejecutado
hizo el interrogatorio, cuyas preguntas se reducían a que
los testigos que fueran llamados dijeran: Cuántos pue-
blos contenía aquel partido de Sogamoso entro de sí,
expresando las distancias, que tení:an unos de otros. Si
eran iguales o diferentes en temperamento, y en los
frutos que se cosechaban, efectos y labores en cuya
industria se ocupaban los indios, expresando con indi-
vidualidad aque - / / llos en que hubiese alguna diferen-
cia y si en todos ellos eran las tierras fértiles, con buenas
aguas, pastos, y montes aparentes para el cultivo de
frutos y cría de ganado~ para conservar la vida huma-
na, y satisfacer el tribi¡to. = Si sabían, que los indios,
259
 conservaban íntegros, y sin disminución, los resguardos
y tierras que les habían sido señaladas, en las anteriores
Visitas, y ratificada en la última practicada por el Señor
Oidor Visitador Don Andrés Verdugo = Si tenían no-
ticia, que padecieran alguna opresión ya fuera en la
exacción del tributo, ya en la paga de diezmos y pri-
micias, o cualquiera otra indebida contribución, o ya
finalmente en la libertad de sus personas, y bienes. Si
360 sabían la cantidad, que les estaba tasada / / por razón
de tributo, y si lo satisfacían expresando la especie en
que lo pagaban. Si tenían noticia, de que con facilidad se
ausentaban y abandonaban sus pueblos y familias, ex-
presando, cual fuera la causa, a que se atribuya esta
deserción y los medios, que pudieran ser oportunos para
repararla. Si sabían que era copioso el número de ve-
cindario establecido, en cada uno de los pueblos, con
sus familias, y si la mayor parte de dichos vecinos ca-
recía de tierras propias, que cultivar para mantenerse,
de que dimanaba, que muchos vivían retirados distan-
tes de los pueblos, con dificultad de acudir a la Iglesia
a Misa, y demás funciones espirituales y de ser admi-
nistrados cómodamente por sus Curas. Si algunos, que
vivían entro los resguardos, necesitaban pensionarse no
sólo // en la paga del respectivo arrendamiento, sino
también a la contingencia de ser expulsos a la voluntad
de los indios, o estar prohibido su consorcio, a causa
de los daños que de ello resultan. Si según el crecido
número de vecinos, que cada pueblo tenía en su agre-
gación, podrían establecerse en Parroquia, y mantener
Cura propio, que les asistiera, vendiéndoles las tierras,
que resultaran vacantes para que se establecieran sepa-
rados de los indios. = A cuyo tenor fueron examinados
Juan Dionicio Romero de edad de cincuenta y seis años,
Juan de Dios Díaz de cuarenta y seis años, Manuel
Obaldo Flórez de cuarenta y seis años. quienes bajo la
Religión, y gravedad del juramento dijeron: Que eran
361 siete los pueblos, que comprendía aquel Partido // que
sus nombres eran Tota, Cuitiva, Isa, Firabitoba, Mon-
guí, aquel de Sogamoso, Nobsa, y dos anexos, Tibasosa,
y Chámeza, que las distancias que unos a otros prome-
diaba, era de una hora de camino, con diferencia corta.
Que los pueblos de Monguí, Cuitiva, y Tota, eran de
temperamento sumamente frío, por la inmediación, que
tenían a los páramos, que el de los restantes, era igual-
mente frío pero más benigno, que los frutos, que se
2·60
cosechaban eran trigo, maíz, cebada y otros peculiares,
a los climas, dándose en aquel de Sogamoso, Isa, y
Nobsa bastante cuchinilla, o grana silvestre, que los
resguardos de Isa, Cuitiva, y Mongui, eran de tierras
estériles, en especial los dos primeros, por carecer en
ellos de pastos, aguas y montes, para las crías de ga-
l/ nadas·, que los restantes eran buenos por lograrse en
ellos de toda comodidad así para el cultivo de frutos,
como para mantener hacienda. Que sabía que los indios
de aquel pueblo de Sogamoso, se mantenían en quieta,
y pacífica posesión de las tierras del resguardo, según
el último amparo, que le había sido hecho en la Visita
practicada últimamente por el Señor Oidor Don Andrés
Verdugo, que por lo tocante a los demás pueblos no te-
nían noticia. Que no sabían padecieran opresión alguna
en la libertad de sus personas, tierras y demás bienes,
ni menos en el cobro de tributos, diezmos, y primicias,
pues cuando más habían visto poner algunos en la cár-
cel por dos, o tres dias, por deudas de Demoras; que
362 habían oído pagaban algunos derechos parro- / / quiales,
pero que ignoraban qué cantidad fuera. Que habían
oído decir q.e los indios de aquel pueblo pagaban cada
seis meses diez reales de requinto, y una manta de
algodón por razón de Demora, de lo que siempre adeuda-
ban cantidad considerable de rezagos. Que habí'an expe-
rimentado ser muchos los indios, que comúnmente se
ausentaban de los pueblos, dejando en abandono sus
mujeres, y familias, a causa de la suma pobreza, a que
estaban sometidos, nacida de su decidía y holgazanería,
que no hallaban otro medio para contenerlos, sino el
que los redujesen e hiciesen trabajar, en sus pueblos.
Que en todos los referidos pueblos de aquel Partido, a
excepción del de Cuitiva, había establecido machos
vecinos españoles y mestizos, con sus familias, por no
tener // tierras propias que cultivar, y que por este
mismo motivo viven otros de arrendamiento, en las
haciendas comarcanas retirados de los poblados, con
dificultad de acudir frecuentemente a Misa, y demás
Funciones Espirituales, y de ser prontamente adminis-
trados por sus -Curas en sus enfermedades. Que todos son
vecinos, que vivían en aquel resguardo, y en los demás
del Partido pagando arrendamiento a los indios de la
tierra que ocupaban, y estaban sujetos, a hacer los ser-
vicios, y mandos del pueblo, y no obstante todo lo dicho
al menor disgusto, que/ con ellos tenían los indios los
261
 expatriaban. Que los pueblos que pudieran (quitándose
los indios y vendiéndose las tierras de cuenta del Rey)
erigirse en Parroquia eran Firabitoba, Tibasosa, y éste
363 de // Sogamoso, que era de crecidísimo vecindario, así
en el resguardo, como fuera de él. = Y concluída que
fue la información, mandó el referido Juez Visitador
por auto de cuatro del mismo mes, y año: que a efecto
de tomar la necesaria instrucción, y proveer lo que co-
rrespondiera en todos los puntos concernientes a aquella
Visita, se convocarían a los indios principales de aquel
pueblo, y se les examinara sobre si padecían alguna
opresión, en la libertad de sus personas, y bienes, y si
disfrutaban sus resguardos, y tierras, sin disminución,
como también si se les ocasionaba algún quebranto, en
la exacción de tributo, diezmos, primicias o cualquiera
otro derecho, y si todos vivían en la inmediación de
modo, que pudieran ser asistidos, y doctrinados // por
su Cura, acudiendo a Misa, y a la percepción de los
Santos Sacramentos. Que igualmente expresaran, sobre
la calidad del temperamento, frutos que se cosechaban,
labores en cuya industria se ocupaban, qué número de
tributarios existían, y qué cantidad pagaban de tributo
al año, en que especie, y si lo satisfacían cumplidamente,
qué número de vecinos habitaban entro el resguardo, el
arrendamiento que pagaban, y a quién. Y enterados de
todo los referidos indios, bajo la Religión del Juramento
dijeron: Que no padecían opresión alguna en la libertad
de sus personas, y bienes, ni menos se les ocasionaba
quebranto, por el cobro de tributos, diezmos, y primi-
cias; que disfrutaban cumplidamente sus resguardos se-
364 gún el último señalamiento hecho por // el Señor Oidor
Visitador Licenciado Don Andrés Verdugo, a excepción
de un corto pedazo de tierra que se les tenía quitado
por Pedro Calderón. Que en razón de Derechos Oben-
cionales, y fiesta pagaban de limosna al año seis reales
de la Cofradía de Nuestro Amo, los casados y tres los
solteros, de la Virgen tres reales un cuartillo· de Mani-
pulo por Pascua de Resurrección, por la fiesta de Corpus
. diez pesos lo mismo la de la Virgen, por la San Miguel
doce pesos, por la Nuestra Señora del Rosario diez pesos,
por la del Señor de Tiren seis pesos por la de Chiquin-
quirá diez pesos por la de Santa Bárbara catorce pesos,
por la de Santa Lucía seis pesos, por la del Niño Dios seis
pesos, por la de San Antonio seis pesos, por la del Milagro
seis pesos por la de San Agustín seis pesos, por derechos
262
de Semana // Santa doce pesos, que también pagaban
seis pesos por las Misas que en el viernes de cuaresma
se le decían al· Santo Cristo, que también les exigía su
Cura, ocho reales de derechos por cada c,ertificación de
reserva, que le daban agua, y leña de balde, y también
contribuían al Corregidor, con bestias y peón de balde,
cuando de aquel se transportaba a otro pueblo. Y que
no todos tenían su casa de habitación en el asiento del
pueblo, porque eran varios los que asistían en sus es-
tancias, aunque no por esto dejaban de concurrir a Misa
y demás obligaciones de cristianos. Que el temperamen-
to era frío pero bien benigno y se cosechaban de todos
frutos, como eran maíz, cebada, trigo, turmas, y otras
365 varias legumbres respectivas al clima // que su ocupa-
ción o industria a más del cultivo del campo, era de
tejer lienzos, bayetas, ruanas, y mantas de algodón.
Que no tenían presente el número de tributarios, que
existían, por lo que se remitían a la lista, que de ellos
se habÍ'a formado. Que lo que cada indio pagaba por
tributo cada Tercio era una manta de algodón, por ra-
zón de demora, regulada en tres pesos, y diez reales de
Quinto, que de ellos debían algunas cantidades de re-
zagos, a causa de las necesidades, que habían experi-
mentado en años anteriores. Que por ser crecido el
número de vecinos que habitaban el resguardo, no
podían dar individual razón de él, que éstos pagaban
un corto arrendamiento de las tierras que ocupaban, a
los ind.s / / dueños de ellas, y les coadyuvaban en sus
limosnas. Con lo cual se concluyó esta declaración, y el
nominado Juez Visitador, pasó a hacer, e hizo reconoci-
miento de las tierras de resguardo del nominado pueblo
de Sogamoso. En cuya vista por auto de cinco de julio
del referido año de setenta y siete, mandó: (Que a
efecto de tomar perfecta instruc. 0 n del actual estado de'i
pueblo, y en su vista providenciar lo que fuera confor-
me) librar exhortos al Doctor Don Agustín de Salazar,
Cura Doctrinero de aquel pueblo y Vicario del Partido;
y a Don Tomás Antonio de Layzeca, Corregidor, y Jus-
ticia Mayor, en él, para que con la fidelidad, y celo que
acostumbraban, y en fuerza del práctico conocimiento
366 que les asistía informacen ,a aquel juzgado la. co~s- / /
titución, en que al presente se hallaban los md1os de
aquel pueblo, y su modo de vida, y sería conveniente
transladarlos a otro pue]¡lo, exponiéndo las causas, que
exigieran de ésta resoh,tión, y semejantemente las uti-
263
 lidades que pudieran resultar a favor del Real IDrario
beneficio de los mismos indios, y del común del vecin~
dario. = Y librado que fué el correspondiente exhorto
al Cura de aquel pueblo Doctor Don Agustín de Salazar
como estaba mandado, en su virtud expuso: Con el mo~
tivo del crecido número de vecinos, que habitaban en
aquel pueblo, y los muchos, y graves inconvenientes
que a estos se le seguían con el inmediato comercio ;
mez- / lela con los indios, los que continuamente, pre-
tendían el abolir el mayor auge, y exaltación de aquella
corta grey, intentando avasallar a sus habitantes, con
el feudo continuo de los requinteros·, en las que única-
mente tenían fijadas sus esperanzas siendo éste el único
ramo para la contribución falible falible de sus espe-
ranzas, digo obligaciones, que era pública, y notoria la
suma decidia, pereza, y neglig.a que en aquellos reinaba.
Por lo que siendo aquella separación muy útil, y en
servicio de ambas Majestades, la tenía por conveniente
por ceder ésta en beneficio de la Real Hacienda, como
lo acreditaban los Ramos que había, pertenecientes
367 su Majestad // mayor aumento entre los blancos, paz y
tranquilidad de éstos. Y así mismo la gran comodidad,
que se esperaba a los indios, verificada la translación de
aquellas, pues con el motivo de pasar a otros territorios,
que les fueran más útiles, sin duda se libertarían de la
continua embriagm,z, decidia, y suma pobreza en que se
hallaban constituídos = El Corregidor Don Tomás An-
tonio de Layzeca expuso, que en el tiempo de más de
ocho años q.e ejercía el empleo de Corregidor de aquel
Partido de Sogamoso, había experimentado que los
indios de él, por lo propensos que eran a la bebida de
guarapos, que se hallaban introducidos en él, resultaba,
que en la maior parte, se hallaban descubiertos los tri-
butos reales de su Majestad, sin que hubieran sido su-
ficientes las eficaces diligencias / / que había practicado
para su cobro; ni que el Doctor Don Agustí'n de Salazar,
aunque se había aplicado con toda vigilancia, y celo,
para que concurrieran a lag precesas obligaciones de
que oyeran Misa en los dias festivos, que tenían asigna-
dos, no lo podían conseguir, ni menos el que mandaran
sus hijos a la enseñanza de la Doctrina Cristiana, como
le constaba de vista ocular: Por lo cual le parecía sería
muy acertado, el que los expresados· indios, se transla-
daran al pueblo, que el Juez Visitador tuviera por con-
veniente respecto a que no se les siguiera quebranto
264
368 alguno, por no aprovecharse de las tierras, que tenían,
y si arrendaban alg.as y lo que les pagaban de los asien-
tos, y solares del-expresado pueblo, convertía su cobro,
en laS"bebidas, que llevaba expre- / / sados. Que no era
de menor consideración el adelantamiento que podría
tener la Real Hacienda, que vendiéndose estos resguar-
dos, y solares del plan, en donde se hallaban radicados
bastante número de vecinos, podía tener su Majestad el
adelantamiento de catorce a diez y seis mil pesos más,
o menos. Y que hallándose establecido el estanco de
aguardiente, tabaco, pólvora, administración de correos,
fábrica de nitros, y alcabalas, si se llegara a verificar
el despojo de los vecinos, conocidamente se experimen-
taría, una total decadencia en los expresados estableci-
mientos por inferir que q.edando esto en poder de los
indios, se extinguía- todo el comercio, lo que no resulta-
ría verificándose el establecimiento de los (indios) ve-
cinos, por las crecidas / / utilidades, que redundarían al
Real Erario. = En vista de las cuales informaciones por
a auto del siete de julio del corriente año dijo dicho
Juez Visitador: Que atento a resultar de las dilig.as
de Visita practicadas en aquel pueblo haberse presen-
ciado a la lista, quinientos ochenta y nueve indios de
todas clases, inclusos sesenta y seis tributarios, y hallar-
se todog constituídos en suma miseria, con un total
abandono del trabajo, y de las obligaciones de Cristia-
nos, a causa de la suma embriaguez a que enteramente
estaban dedicados por la mucha bebida que fabricaba
el crecido vecindario de españoles, y mestizos, radicados
en aquel pueblo, cuyo número total ascendía, a mil sei. 6
369 / / cientas, cuarenta, y seis almas inclusas, cuatrocientas
treinta cabezas de !familias. Y que siendo indispensable
la demolición del pueblo, y translación de sus naturales,
a otro de iguales circunstancias, así por lo referido, co-
mo por conceptuar imposible la cómoda subsistencia de
indios, y vecinos en aquel resguardo, por la estrechez
a que quedarían reducidos unos, y otros, infiriéndose
reciprocamte. daños, en sus personas, y haciendas, no
siendo de menor consideración el notable atraso, que
sufriría el Real Erario, expeliéndose a los vecinos pues
consiguientemente vendrfan a gran disminución las Rea-
les Rentas y Administraciones, las que efectiva- //
mente tendrían crecido aumento estableciéndose aquel
lugar en Parroquia, de cuy,a erección reportaría la Real
Hacienda el crecido valor/ del resguardo, lográndose al
265
 mismo tiempo fundar un lugar, que por sus apetecibles
circunstancias, será en breve tiempo el más lúcido de
éste continente dimanado de su fundación, notorio be-
neficio a los vecinos, y ningún quebranto a los indios
pues agregados estos a otro pueblo, se dedicarían ente~
ramente al trabajo, y cumplimiento de las obligaciones
de su estado, satisfaciendo a sus plazos el tributo, que
hasta ahora no habían verificado, en aquel pueblo, y su
Majestad quedaría, libre del estipendio, que en cada año
370 satis- // facía al Doctrinero. Se combocaran a los indios
principales, y se les diera a entender con la posible sua-
vidad las justas causas, que impelían, a tomar aquella
providencia, y que en su inteligencia expresarán el pue-
blo, en que les acomode establecerse, y que lo que dicha
diligencia resultara, se diera cuenta con los autos origi-
nales de Visita al Excelentísimo Señor Virrey de éste
Reino, para que con su inspección determinara lo que
hallara más conforme. En cuyo cumplimiento el nom-
brado Juez Visitador hizo comparecer ante sí a los indios
del referido pueblo, a quienes dió a entender el conteni-
do del auto, y la necesidad, y razones de utilidad, y
congruencia que persuadí'an ser indispensable su / /
translación, a otro pueblo de iguales circunstancias, y
enterados de todo los referidos indios dijeron: Conocer
justamente lo justo de la determinación, y que les era
imposible subsistir con alivio, y comodidad en consorcio
de los muchos vecinos, que habitaban el resguardo, pero
que les era sensibilísimo dejar su propio suelo, y trans-
ladarse a otro, agravándoseles éste dolor con la pobreza,
a que estaban reducidos, lo que en parte les dificultaba
el transplantarse, y por tanto suplicaban al Visitado.r,
les dejase en la parte del resguardo, que llamaban Mo-
niquirá, en donde protestaban vivir separados de los
371 españoles; a lo que les fué respondido, no serles / / con-
veniente en manera alguna, radicarse, en dicho sitio de
Moniquirá, por no darse remedio de ningún modo los
daños Ieferidos a causa de su inmediación a aquel pue-
blo, Y que al mismo tiempo era necesario se pensionara
el Real Erario, en construír Iglesia y dotar Cura, que
les instruyese, lo que no era justo, cuando sin este
gasto, y con mayor comodidad, y áprovechamiento de
sus almas, podían situarse en otro pueblo, que para ayu-
da de su translación, se les perdonaría un año de tribu-
to, se les permitiría vender sus casas, disfrutar sus
sementeras, y llevar consigo todas las alhajas, imágenes
266
y ornamentos de su pertenencia, que había en aquella
Iglesia, a que respondieron, que // aunque conocían
las muchas utilidades, que les traía consigo lo propuesto,
no obstante reiteraban su súplica, de que se les hiciera
pueblo en dicho Moniquirá, y que en caso de negárseles
ésta pretención pedían ser les agregase al pueblo de
Paipa distante de seis horas de camino el que apetecían
por ser de iguales circunstancias a éste de Sogamoso,
y con tal de que se les concediese retasa del tributo cre-
cido, en que estaban tasados, y lo más, que se les tenía
ofrecido para ayuda de su transplantación, a lo que se
les fue advertido por el Juez Visitador, daría cuenta de
todo al Excelentísimo Señor Viney de este Reino, a
372 cuya Superior Determinación difería // la resolución
de esta materia ......... .
En el pueblo de Paipa consta haber el referido Don
José María Campuzano Juez Visitador, mandado por
decreto de nueve de enero· de mil setecientos setenta y
ocho, hacer listas, y padrones· así de los vecinos, como
de los indios que en dicho pueblo habitaban. Lo que así
ejecutado formó un interrogatorio, a cuyo tenor habían
de ser examinados los testigos que fueron llamados,
para que declararan, en lo concerniente a los puntos, a
que se dirigí'a la visita, que por comisión del Excelentí-
simo Señor Virrey de este Reino, hacía de los pueblos,
y demás lugares comprendidos en la Provincia de //
Tunja, por lo respectivo a los de aquel corregimiento
de Paipa cuyas preguntas se reducían a que declararan
primeramente cuántos pueblos contenía aquel partido,
expresándo las distancias, que había de unos a otros.
Si eran iguales, o diferentes en temperamento, y en los
frutos que se cosechaban, efectos, y labores en cuya in-
dustria se ocupaban los indios, expresando con indivi-
dualidad aquellos en que hubiese alguna diferencia, y
si en todos ellos eran· las tierras fértiles, con buenas
aguas, pastos, y montes, para el cultivo de frutos, y crías
de ganados, para conservar comodamente la vida huma-
373 na, y satisfacer el tributo. // Si sabían que los indios
conservaban íntegros, y sin disminución los resguardos,
y tierras, que les habían sido señalados, en las anterio-
res Visitas, y ratificados en la última practicada por el
Señor Oidor Don Andrés Verdugo. Si tenían noticia que
padecfan alguna opresión ya fuera en la exacción del
tributo, ya en la paga de diezmos, y primicias, o cual-
quiera otra indebida cojtribución, o ya finalmente en
267
 sus personas, y bienes. Si sabían la cantidad, que les
estaba tasada por razón de tributo, y si lo satisfacían
expresando la especie en que lo pagaban. Si tenían no-
ticia de que con facilidad se ausentaban, y abandonaban
sus // pueblos, y familias, expresando cuál fuera la cau-
sa, a que se atribuya esta deserción, y los medios, que
pudieran ser oportunos para repararla. = A este tenor,
fueron examinados tres testigos, que lo fueron José
Monroy, Antonio Sanchez, Juan de Sandoval, quienes
bajo la religión, y gravedad del Juramento, dijeron:
Que los pueblos,. que existían en aquel Partido a saber
Motavita, Combita, Oicatá, Tuta, Sotaquirá, y aquel de
P,aipa, y que el primero distaría del segundo, como dos
leguas, y a proporción los demás.
Que por lo que respectaba a temperamento, excep-
tuando el de aquel pueblo, que era benigno el de los
demás, era frigidísimo, pero que en todos ellos se cose-
37 4 chaban iguales // frutos, como eran trigo, maíz, turmas,
cebada, y otras v-arias legumbres, y con mayor abun-
dancia en aquel pueblo, por lo más fértil del terreno, no
obstante de que los demás resguardos no eran estériles,
ni carecían de aguas, ni montes, por que en todos ellos,
lograban los naturales proporciones para poder man-
tenerse cómodamente, y satisfacer el tributo, para cuyo
efecto, se dedicaban los de aquel pueblo, a más del cul-
tivo del campo a fabricar bayetas.
Que por lo tocante a aquel pueblo de Paipa, se mante-
nían los indios en posesión de las tierras, que les habían
señalado, en las anteriores Visitas, sin que en manera
alguna, se les hubieran disminuído porque antes / / bien
había decir que los naturales se habían introducido en
alguna parte de las tierras de vecinos confinantes, con
el resguardo, pero que esto no lo sabía el declarante
de positivo. Que no habían experimentado que por la
cobranza de tributos, paga de diezmos, y primicias ni
tampoco en la libertad de sus personas, tierras y demás
bienes padecieran opresión, ni quebranto alguno, no
obstante de que era notoria la morosidad, con que regu-
larmente procedían todos los más indios en satisfacer
a debido tiempo las pensiones de su cargo. Que no sa-
bían con individualidad, lo que pagaban de tributo.
Que regularmente se estaban ausentando indios de sus
375 ;; pueblos, unos por delitos que cometían, otros por
huir de pagar el tributo y otros por su propio arbitrio, y
sin causa, que por lo mismo no discurrían remedio
268
oportuno par-a sujetarlos. = Y en vista de la Informa-
ción, y demás diligencias practicadas por dicho Juez
Visitador se resolvió ultimamente la translación de los
indios de Sogamoso al dicho de Paipa ..... , ....
ZIPAQUIRA
Los indios del pueblo de Zipaquirá fueron translada-
dos, por los fundamentos propuestos por el Señor Doctor
Don Fran.-co Antonio Moreno en su oficio del
Informe tenor siguiente = Excelentísimo Señor = Sin
embargo de pertenecer las salinas, a la Rega-
lía, y Supremo Dominio del Soberano / / no ha querido
Su Majestad, se estanquen a beneficio de su Erario, sino
donde pudiere verificarse sin detrimento de los indios,
cuyo alivio, siempre ha preferido; pero en la de Zipaqui- \\·
rá ha tenido también, consideración al beneficio público,
y común de aquel vecindario; de suerte que habiéndose
mandado correr el libre uso de la sal con motivos, que
hoy no exi:;ten, en Real Cédula, fecha en Madrid a treinta
y uno -de diciembre de mil seiscientos nueve, se propuso
en este Superior Gobierno, tomar por arrendamiento las
Salinas de Zipaquirá, Nemocón y Tausa, de que con voto
del Real acuerdo, se dió cuenta su Majestad, y por Real
Cédula dada en Buen Retiro a diez y nueve de febrero
376 de mil // setecientos sesenta, se dignó mandar se man-
teng-a el uso libre común de éste género. = ' Como la
malicia humana frustra las más acertadas providencias
convirtió ésta poderosa resolución en perjuicio público
utilizándose los que en Zipaquirá gobernaban del co-
pioso ingreso de su Salina, repartiendo hornos entra
sus parciales, construyendo <ramadas) para alquilar las,
con otros desórdenes que el Fiscal descubrió, y procuró
remediar pasando personalmente a reconocerla, y esta-
bleciéndo reglas para su manejo, y la· instrucción, que
el Administrador había de observar en su distribución,
de que dada cuenta a su Majestad se sirvió aprobarlo
todo, y manifestar su complacencia en Real Cédula / /
fecha en San Ildefonso a once de septiembre de mil se-
tecientos sesenta ~ Cuya ejecución, ha sido causa
de que la po •Iac10n e Zipaquirá logre el incremento
que es notorio, y le hace digna de que se erigiese en
ViHa, y que en cajas hayan introducido muchos pesos
de estos productos, suspej-diéndose por desgracia, la con-
269
 clusión de albercas, y acueductos, en que reunidas la-s
aguas con aseo, menos costo, y mayor seguridad, se co-
ciese la sal, que es Justo se lleve a la perfección como
después se dirá. = El beneficio de los indios, y ventajas
37 J del público, concedidas en dicha instrucción, consisten
en que a los primeros se conservaron aquellos pozos
/ menores : / y lo que apellidan ~ercance de c~da horno;
Y al comun se le mande repartir la aguasal, 1mparcia:l-
mente formando lista, o padrón del vecindario, para que
alternativamente todos disfrutasen la utilidad, pagando
una moderada cantidad, que es el Fondo de la Caja,
quedándoles una crecida ganancia, con la que, y el ex-
presado de este preciso condimento, se fomenta el vecin-
dario, y su comercio, a que acuden de distintos lugares,
al expendio de sus frutos, provisionándose de la sal
que se extrae a remotas provincias, por ser la más apre-
ciable, y estar cercanas las Salinas de los pueblos de
Nemocón, o Tausa, que casi forman al intento un cuerpo
// para su comercio = Ni es único este beneficio, porque
igualmente propuso el Fiscal, se aplicase el producto de
Calera y Rute, para mantener los Reales Hospicios esta-
blecidos en esta ciudad, y los muchos indios pobres, e im-
pedidos, que a ellos se recogen de que dió noticia a su
Majestad y se dignó aprobarlo, recibiéndolos bajo su pro-
tección, y declarándolos de su Real Patronato. Con Jo \
que fielmente administrado podría socorrerse cumpli-
damente a todos los mendigos, fomentar los trabajos,
1
proporcionados en los hospicios y enseñarse a los
muchachos: pues debiendo entregarse sobre siete mil
pesos anuales, no ha llegado a cuatro mil su ingreso, ni
378 el // Fiscal por su Oficio, y como Juez Conservador
nombrado por su Majestad puede callar ni dejar de cla-
mar a V. Ex.a por oportuno remedio, conociendo que el
último informe del Administrador confunde la verda·d
Y prepara nuevos inútiles gastos de empleados, que n~
se necesitan = La Salina del pueblo de Tausa está
entregada a beneficio de sus indios, c6n la pensión que
tiene autorizada por Real Cédula fecha en Madrid a
veinte y seis de octubre de mil sescientos setenta y tres
de treinta pesos mensuales, a beneficio de esta ciudad,
Y sus propios, de que percibe trescientos pesos al año,
quedando el residuo, para remuneración del encargado
de la cobranza, pero este / / derecho, ha servido de
pretexto para continuas discordias, y que con este velo
se defraude a los indios y aún se les extorsione no ob,-
270
tante las providencias dadas para su remedio. Esta Sa-
lina según prud.te cálculo, y los experimentos practica-
dos por el Corregidor, podrá producir diez, o doce mil
pesos de utilidad, líquida cada año.
De mayor aprecio y valor considero la Salina del
pueblo de Nemocón, sin embargo de no haberse hecha
con debida prolijidad los experimentos para indagar su
verdadero producto, por hallarse entregada igualmente
por entero a los indios, interesándose el Corregidot en
379 lo qu-e rinde cinco días, y sus // y sus noches, en cada
mes. que ha reclamado el Fiscal, y pedido la restitución
de lo que sin justo título ha percibido, y merece conside-
ración, porque importa muchos pesos, que no hay razón
para que se prive de ellos· a los indios. = El alivio, que
a estos se ha procurado en dichas salinas, no ha corres-
pondido al deseo, experimentándose, con dolor, que to-
do lo que se discurre para su beneficio se convierte en
su daño, pues no obstante las riquezas de estas salinas,
y lo que se les está concedido con liberalidad, y franque-
za; apenas se encuentra indio acomodado, ni aún con
una regular decencia, y fondo para mantener su familia,
y obligaciones, malogrando por su genial desidia, las ,
ventajas // que pródigamente se les dispensan a que
en mucha parte contribuye que estando avecindados en
dichos pueblos varios sujetos de otras clases, como más
solícitos, y de mejores proporciones, les an:icipan algu- (
nos reales, o bienes y les traen con la bebida, tomando i)
en recompensa el turno, que les compete que con facili- J
dad les ceden por no tener ellos dinero, para los gastos
de leña, y demás que requiere la cocción y fábrica de
los hornos de sal, sin que para reparo de estos daños,
hayan bastado las más vigilantes presiones, que frustran
los mismos indios, prefiriendo un corto interés anticipa- .
do, y el halago de las bebidas, a sus verdaderos intere-,
ses; de que por consecuencia resulta, que no cultivan·
380 / / sus tierras, que arriendan a gentes de color, entre-'
gándose a la ociosidad, y vida rebajada. Hasta aquí he
manifestado a V. Excelencia concisamente, el estado de
estas salinas, su riqueza y los sujetos que de ella repor-
tan utilidad; y si he de hablar con la ingenua claridad,
que debo me encuentro muy embarazado en combinar
los intereses, del público de los indios y del Rey, fijando
una rigurosa administración, en que corriendo por
cuenta de Real Hacienda todos los gastos, y el espendio
de la sal por una sola mJno, se consiga el beneficio de
271
 los demás interesados, conforme que V. Exa. al mismo
tiempo que apetece la administración, y adelantamiento
del Erario, aspira con razón a que se conserve el //
beneficio común, satisfaciendo las mismas, y aún mayo-
res pensiones al vecindario de Zipaquirá, hospicios, y
se facilite el socorro de encarcelados, y me sirve de
complacencia tan cristianas atenciones. Pero después de
haber reflexionado, cuanto mi cortedad alcanza, con-
cluyo, que es muy difícil, pueda verificarse el alivio
del vecindario, fomento de su comercio y lo que disponen
las Reales Cédulas citadas, si se establece 'en Zipaquirá
rigurosa administración de su salina. No. hay dificultad,
en que del Fondo de la Administración•, se franqueas-en
a los indios, y hospicios, las cantidades que les están
consignadas con Real aprobació'nf Pero no puede esto
381 veri- // ficarse, con el vecindario; y público, . pues
aunque se formase cálculo de lo que en la' actualidad,
s-e utilizan los vecinos, con el turno de hornos de• sal
~ \ que fabrican, y esto mismo se les entregase, y repartiese
en especie o dinero; no se lograría el beneficio común,
1
que ahora se experimenta = Lo primero, porque
(prescindiendo, de que parece indecoroso a la Soberanía,
verificar esta contribución al vasallo por el título único
de avecindarse en Zipaquirá) sería muy difí'cil, y ex-
puesto a noto.rios fraudes verificar este repartimiento.
Lo segundo porque aún verificado, no sirve esto, ni
equivale para fomento de aquella población y su comer-
cio en el resto de las / / Provincias. Este consiste en
que cada vecino, se propone mayor ganancia en su hor-
no; se prepara de lo necesario para su cocción; su perso-
nal trabajo de sus hijos, y familia entra a la parte de
la utilidad; y con la sal mejor, que con el dinero, o bien
espe.ra más- adelantamiento, en el cambio de otros efec-
tos, que se expenden en las ferias, que allí se celebran,
o en carruajes propios, se translada a otros lugares,
donde se promete la sal, con mayor estimación, o cam-
biarla trayendo de retorno, efectos en que también con-
fía ganar; de suerte que este continuo giro, y circulo
de negociaciones, es el que vigoriza al comercio, no s-ólo
382 de Zipaquirá / / sino de otros muchos lugares, entre
quienes se versa la correspondencia, y canje de frutos,
y efectos, que no es asequible, aunque a cada vecino de
Zipaquirá se le diesen del Fondo de la Administración,
cincuenta, o cien pesos al año, de que asegurados des-
cuidarían, y cesaría el motivo de la agitación del co-
272
mercio de varias Provincias, como Tunja, Vélez, y aún
de otras más remotas, se conducen a esta capital, dulces,
lienzos y ~tros efectos, cuyos- dueños cuentan con la ga-
nancia de retornar sus bestias cargadas de la sal, que
toman, y adquie.ren, con alguna como~idad_ 1:ºr~ue te-
niendola casi todos los vecinos de ~1paquira, estos a
medida de / / sus designios, a particulares intereses, se
la franquean con más ventajas, que no son _v~rificables
si se vende por la única mano del Adm1mstrador a
determinado precio; si aunque se hiciese en sal el re-
partimiento, fuera que esto último trae c~nsigo el
inconveniente de fraudes inevitables, en dano de la
misma administración. Lo tercero, porque lo contrario
sería invertir lo resuelto por su Mag.d en la citada Real
Cédula de diez y nueve de febrero de mil setecientos
sesenta y ratificado en la once de septiembre de mil
setecientos sesenta y nueve pues en la primera decide,
383 que se mantenga el uso libre de la sal / / y en la segun-
da aprueba lo que dispuse para arreglo, conservando
al vecindario es-ta particular gpcia por el orden de
turnar en la cocción de hornos.l]Iágome cargo de que
a pesar de las Providencias libradas, para hacer exequi-
ble la Real voluntad, a favor del público, concediéndole
el uso libre de la sal, y sin embargo de las reglas dadas
para el repa.rtimiento de hornos, por turno a los vecinos,
y de la vigilancia, con que se ha procurado su observan-
cia todo se desvanece por la malicia, y el interés, que
po; ocultar s-endas descubren arbitrios, para d~jar ilu-
sorias la más saludables resoluciones y convertir en su
provecho la Salina siendo difícil descubrir la verdad,
y que / / casi no alcanza medio el discurso h~m~no, ~ara
poner freno a los desórdenes, de que podna mfenrse,
que si no se consigue el beneficio comúh, q_ue el Rey
1
se propuso en el libre uso de la sal, concedido en sus
Reales Cédulas, sería más cer~ado fijando UI!a_rigurosa
administración, y procurár al vecindario otros alivios,
que Io-fu·esen efectivos. A este reparo ocurre la refle-
xÍón que no obstante los fraudes, que puedan cometerse,
nunca llegan al extremo de privar al público entera-
mente de sus ventajas, aunque se las- minoren; porque
nadie pueda reasumir absolutamente, el goce, Y uso de
384 la Salina cuya monstruosi- // ?ad, ser!ª. muy visible, Y
sería fácil de escarmiento: y as1 la malicia procura otras
sendas menos- ruidosas Yj interesándose en mitad o par-
te con los que turnan, /ª postergando a unos, Y colo-
273
 cando ~ otros, 3'.'ªsuponiendo el horno en cabeza ajena,
y _semeJantes; sm q~e por esto deje de hacerse reparti-
m;ento, aunque no imparcial, como está ordenado. De
d~nde ~n~iero, que no o~~tante estos defectos ha logrado
Z1paqmra en su poblacwn, y comercio, el incremento
que es notorio, y s·e tiene a la vista, es consiguient~
f?rzos_o, _que. , facilitándosele el cumplido goce de la
fiel d1str1buc10n de los hornos serán mayores sus pro-
1-\\
gresos, Y adelantamientos / / mayormente, si se obtiene
de la Real Piedad el Título de Villa, para que tiene to-
das las proporciones; y el haber estado hasta ahoxa en
clase de pueblo, mezclado el vecindario con los indios
ha servido de atraso a su mayor lustre, y esplendor, y
entonces sería menor, o tal vez ninguno el fraude en el
repartimiento de los hornos, porque los vecinos ~onde-
corados, no sufrirían que se les perjudicase, y sei-virían
de fiscalizar cualquier defecto. = Las dificultades que
llevo propuestas, y concepto, que he formado de no set·
combinable la vigorosa administración de la salina de
385 Zipaquirá con el beneficio // público, y con lo mandado
por su Majestad, no impide que de otro modo equivalen-
temente se logren las justas intenciones de V. Excelencia
significadas en el anterior decreto, y para procede;i· a
ello ~on claridad es preciso confesar lo uno, que por lo
que tiene enseñado la experiencia, los indios en ninguno
de los tres referidos pueblos, pueden gozar quietamente
la salina, por la unión, y consorcio de los vecinos, y
gentes de color, que les pagan el beneficio, con aumentar
su propención a la embriaguez. Lo otro que como Zi-
paquirá es lugar de numeroso vecindario, éste se lleva
la atención, y no el cuidado de los indios que se mantie-
nen, allí como // agregados, y sirvientes, habiendo casi
todos por la mezcla de generaciones, salido de la clase
de ind. 5 de que sólo conservan el nombre p.a disfrutar
sus privilegios, y que finalmente existiendo allf de nú-
mero de tributarios: En el pueblo de Tausa veinte y
ocho, y cincuenta en el de Nemocón; deben por justicia,
Y por su mismo beneficio, en lo espiritual y temporal
reunirse los indios de estos tres pueblos, a uno solo que
podría ser el de N emocón, donde sin compañía de ve-
cindario alg. 0 vivirán libres de su mal ejemplo, fraudes
Y sugestiones, disfrutando por si solos de aquella salina:
386 como luego expondré, mejor asistidos // en lo espfritual
por su Cura que no tendrá otro objeto a que desviarse,
Y se verún necesitados a cultivar la tierra del resguardo,
274
que es de las más apreciables, consiguiendo el Real Era-
rio, libertarse de pagar estipendio en Zipaquirá y Tau-
sa, y el ingreso· de las tierras, que resultan vacantes, en
uno, y otro, que actualmente se arriendan, y abandonan,
sin que se les perjudique en el goce de la sal, pues la que
dejan en Zipaquirá, y Tausa, se les compensa con ven-
tajas, franqueándoles íntegramente la de Nemocón, que
se ha de convertir en su beneficio = Verificada la reu-
lnión de los indios, queda la sali~a de Tausa, po~· ent~r~ (
a bene- / / ficio de la Real Hacienda y la de Z1paqmra
libre de la pensión de percances, y demás que en ella
tienen asignados los indios. Y para que sin quebranta-
miento de las Reales Cédulas, ni daño del vecindario,
sino antes por el contrario, con ventajas del público se
logre una renta digna de consideración siguiendo mi
primer pensamiento aprobado por su Majestad, deberá
procederse, y aprobarse el método siguiente = Se con-
tinuará hasta su perfecta conclusión la obra principiada,
en Zipaquirá, en que reducidas todas las aguas a un solo
387 conducto, que vierta en su gran al- // bérca cerrada, se
reparta a seis u ocho menores, que contengan cada una
las aguas r-espectivas a un horno, para su distribución
y sucesiva cocción. El avalúo que de orden de V. Exce-
lencia, se ha hecho últimamente de ésta obra, de casi
veinte mil pesos, es no sólo excesivo, sino falto entera-
mente de conocimiento, pues el primer aprecio ejecu-
tado por el Maestro Mayor de Albañilería, fué de seis
mil, con poca difer-encia, y con ésta cantidad puede pron-
tamente verificarse por el mismo Maestro supliéndosele
de la Caja de la Salina, que se reintegrará después de
acabada la obra como en aquel tiempo se mandó por / /
Decreto de cinco de Diciembre de mil setecientos seten-
ta, y aún podrá añadirse igual número de ramadas, para
los hornos donde por cañería, y sin costo de peones
vierta el agua para sti cocción con mayor aseo, y eco-
nomía. = Executado esto se hará experimento de lo
que produce el agua de cada alberca, que se procurará
tomar por un dia natural de veinte, y cuatro horas para
evitar dudas, y según su costo, y producto líquido, se
graduará la cantidad, que deba satisfacer el vecino de-
jándole una regular ganancia, con atención a que con
dicha obra se eviten los gastos que ahora tienen en
388 celadores / / luces, cargueros, y demás; y que igualmente
cesa la contribución de 4 r~ma_das, y percances que, ac-
tualmente se pagan a ¡is md1os, entonces no habra en
275
 Zipaquirá, como transladados a Nemocón, cuyo exceso
ha de quedar por fondo de la Administración y sin du-
da será de bastante valor, como lo acreditará la expe-
riencia siendome sensible no poder desde ahora formar
el cálculo cierto, por ser necesario, que proceda tod~
lo antes insinuado. = La Administración de ésta Salina
no será rigurosa por cuenta del Erario, sino reducida ~
percibir el Administrador la cantidad destinada a cada
horno / / repartiéndose como está mandado y tiene su
Majestad aprobado, entre todos los vecinos, sin acepta-
ción de personas, siguiendo el orden del padrón que se
entregará al Administrador quien hará que se le otorgue
recibo firmado, por el que toma el horno con que debe
comprobar su cuenta con pena de privación, sino pro-
cediese fielmente en lo que se le previene, quedando a
cargo de los interesados el acopio de lo necesario para
el horno, su cocción, y expendio, según le fuere más
útil, y ventajoso, conque se logra el beneficio público,
y uso libre de la sal, decretado en la Real Cédula. =
Por lo contrario en lo concerniente a Rute, y Calera, así
389 por tenerlo V. // Majestad aplicado a los hospicios como
por cautelar los fraudes que se han experimentado
abusando de la extracción de la sal vijua, o de piedra
se requiere por necesidad una exacta, rigurosa Adminis-
tración, quedando al cuidado del Administrador princi-
pal, a cuyo cargo ha de correr, comprar la leña, tiestos
y todo lo conducente a la fábrica de hornos, su cocción
y v-enta de la sal, y para ello tendrá siempre_apropiado
un repuesto de leñas secas en almacén, celebrando con-
tratos para su abasto, y de los casos, o tiempos a fin de
economizar estos precisos gastos; no excediendo los
hornos del tamaño prevenido, ni aumentando el número,
sino uno en cada mes, con cuyo auxilio, se podrá deducir
de éste // fondo la cantidad anual de dos mil y cuatro-
cientos pesos para dar de comer a las cárceles de esta
ciudad al respecto de doscientos pesos cada mes, por
no haber renta para este preciso socorro a que obligan
todos los derechos y las Leyes de la humanidad = de nombrarme su Juez Conservador a que no satisfaTía,
La salina del pueblo de Tausa transladados los
indios a N emocón, queda íntegramente a beneficio
del Rey, así por no haber allí vecindario, como por
no seguirse daño alguno de su Administración, que
es el caso de ponerse en práctica s·egún la Ley de
Indias 13, Tit. 23, Lib. a· y debe prontamente verifi-
carse destinando el Administrador Principal de Zipa-
276
qmra, -..m particular que se entregue de su manejo,
390 bajo / / de su responsabilidad, como que les ha de
estar [ ... J • inicialmente las mismas
reglas, con que ha de ser uniforme su gobierno = Resta
únicamente la Salina del pueblo de Nemocón, donde
como se ha dicho, han de transladarse los indios de /
Zipaquirá y Tausa, y a cuyo beneficio deberá aplicarse
por entero, ya por ser justo compensar a estos lo que
dejan, ya también por no despojar a los nativos de allí
lo que siempre han disfrutado, y ya finalmente por no
incurrir en la prohibición de la Ley de Indias, que no
permite Administración de salina donde resulte daños
a los indios. Y aunque no pocas veces se ha pensado, que
libertándose a los indios del tributo // pod(ría) el
Rey disfrutar con ventaja de las salinas, pero [ ... ]
dejarlos sin este reconocimiento de vasallaje, que in-
terín no se varíe radicalmente el método establecido por
las Leyes, sirve de estimularlos, como por necesidad al
trabajo, con lo mismo del Rey, y la naturaleza, les ha
concedido. = Esto se conseguirá poniéndoles un parti-
cular administrador, por quien con arreglo a la Ins-
trucción, que se le dará, se maneje la salina, no pcir
el capricho de los indios, y a su arbitrio, que es la causa
del desorden, y de su daño; sino por reglas ciertas, y
oportunas, que si V. Excelencia tuviera a bien mandar
391 lo dispondré, en desempeño de la pro- // visión de [ ...
ilegible] que me está confiada [ ... ]
faenas, reporten de la riqueza de la salina, y la con-
viertan en su verdadero provecho, libres del consorcio
de las gentes de color, y de los perjuicios, que esta les
ocasiona. = En igual conformidad dispondré lo que
convenga observarse para la Administración de Rute,
y Calera, y cautelar el desgreño, y abultado perjuicio,
que están sufriendo los Reales Hospicios, y los pobres,
que de todo el Reinó abrigan, a quienes Su Majestad,
tiene aplicados estos productos y que estoy obligado a
cuidar, por haber merecido a la Real Piedad, la honra
si omitiese dirigir / / a V. Excelencia [ ... ]
no se ha satisfecho, según (justifica) el informe, y reco-
nocimiento fecho de orden de V. Excelencia, por Don
Pedro U garte, que precisa, a que se provea de pronto
remedio, variando de mano, y de método, pues como es
notorio a V. Excelencia,, es la Renta Principal, en que
se vincula la existencit de los Hospicios, y causa dolor
277
 q\,le les falte lo necesario, y que por falta de fondo no
se recojan los que todavía vagan por las calles·, con
daño propio, y del público, cuando si se les diese lo que
el Rey les ha concedido, tendrían para mantenerse
392 cómodamente en todo lo anejo a tan importantes //
[ ... ] de la salina de
Zipaquirá sobre el [ ... ] insinuado, porque sería
ocioso semejante trabajo, si V. Excelencia no esti(mare)
conveniente este método; pero si mereciese su Superior
aceptación, o para afianzar el acierto en materia que
por su naturaleza, y circunstancias, tanto se nececita
resolviese oir el dictamen del Real Acuerdo, y pareciese
conducente mayor exposición sobre lo que va expresado,
y fundado, en lo que he visto, y reconocido personal-
mente, ejecutaré cuanto V. Excelencia gustare preve-
nirme. Santa Fé y abril doce de mil setecientos setenta
y siete = Dor. Don Francisco Antonio / / Moreno
= En cuya vista mandó [ ... ] pasa-
se aquel ex(pediente) por voto consultivo a la Real
Audiencia; y habiéndose pasado mandaron los señores
de ella, se hiciera relación, lo que así ejecu-
Voto con- tado expuso el Dictamen del tenor siguiente
sultivo = En la ciudad de Santa Fe a cinco dias del
mes de mayo de mil setecientos sesenta y
siete: Los señores Virrey, Presidente, y Oidores de la
Real Audiencia, y Cancillería de este Nuevo Reino de
Granada; y habiéndose verificado la relación manda-
da hacer por el Decreto, que antecede dijeron: Que
reconocidos los autos remitidos por el Excelentísimo
393 // Señor Virrey de este Reino sobre el modo de [ ... ]
Salina de Zipaquirá, Nemocón, y
Tausa en Administración por cuenta de su Majestad,
sin perjuicio de los que en la actualidad tienen interés
en ella; y para instruírlo se ha tenido a la vista los
antecedentes, y después de la más seria reflexión; ha
parecido, útil, y conveniente, que poniendose desde Ju.e-
go en ejecución todos los preliminares, que fundadomente
propone el Señor Fiscal; se transladen los indios de Zi-
paquirá, y los de Tausa, reuniéndose en el pueblo de
Nemocón, se les conceda íntegramente su salina, pa.ra
que la disfruten, conforme a la Ins-trucción que el mis-
mo Señor Fiscal formase para su manejo a [ ... ]
que nombrase para su producto redunde en ver-
r dadero beneficio de los indios, sin los desórdenes, que
¡ hasta ahora se han experimentado, frustrándose los
278
alivios, que se les han procurado. = Que la salina de
Tausa, como que resulta vacante por la extinción del
pueblo, y separación de sus indios, se administre por
cuenta de su Majestad, con dependencia del Adminis-
trador Principal que se nombrare en Zipaquirá donde
deberá perfeccionarse la fábrica de albercas cerradas,
394 Y//[ ... ] y ejecutándose
su costo de [ ... ] la misma salina y con
intervención del Administrador, que desde ahora se des-
tinare, y que no deberá tener otra ocupación, para que
pueda desempeñar cabalmente este cargo. Y porque
como expresa el mismo Señor Fiscal, y ha enseñado la
experiencia de muchos años, no han bastado las más
bien meditadas providencias, para impedir los fraudes,
conque bajo diferentes pretextos, y maliciosos ardides
se convierte en utilidad de un corto número de sujetos
el beneficio públi- / / co a que se aspira así por medio
del repartimiento de los hornos [ ... ] nece-
sidad obliga [ ... ] la .Real Voluntad
sig. manda en las Reales Cédulas de diez y nueve de
febrero, de mil setecientos y sesenta, y once de septiem-
bre de mil setecientos sesenta y nueve; discurriendo
modo para que cerrada la puerta a la malicia disfrute
el público, real, y verdaderamente el alivio, que ahora
sólo goza en la apariencia: Se tiene por conveniente,
que nombrándose un administrador imparcial, fiel libre
395 de la sal, concedido por su Majestad / / [ ... ]
de al Erario en los ingresos [ ... ] de
los indios; supuesto, que re(conozca) todo lo que éstos
percibían, el cual ha de practicar todos los gastos de
leñas, peones (y lo) demás necesario, para fabricar la
sal, y concluído el acueducto, y albercas hacer experi-
mentos, que aseguren el verdadero producto de la salina,
cada día y su costo; para que con este conocimiento en
compensación de los hornos que ahora se conceden al
vecindario y no consigue su utilidad, por los fraudes,
con que se usurpa, se reparta mensualmente a los veci-
nos de Zipaquirá, el número de arrobas de sal, que sea
equivalente a la ganancia, que en el turno de hornos
reportaba, con lo / / [ ... ]
otras provincias la trafican (libre) mente se
consigue, que así ricos, como pobres, percibían las ven-
tajas, de que la malicia les ha privado, y no podrán
continuarse los fraudes, basta aquí notados; viniendo a
reducirse este método, J un género de administración,
279
 Real y Pública, porque el Administrador se elige para
que cuide de los intereses que en la salina tiene el Rey,
y el Común, dándose a cada uno lo que le pertenece
para lo que deberá formarse una prolija Instrucción,
que sirva de gobierno, y comprenda todo el mecanis-
.396 mo de esta intendencia = // [ ... ] Reales
Hospicios, [ ... ] pobres, deberá administrar llevando
el Administrador, cuenta a [ ... ] parada, y con arreglo
a la Instrucción que al intento formare el Señor Fiscal
a quien corresponde todo lo anejo a este punto, como
Juez Conservador nombrado por su Majestad de dichos
Hospicios. De todo lo cual dará noticia a su Real Persona,
con testimonio, y ofreciendo comunicar sucesivamente,
los efectos de esta Resolución en que no se descubre
inconveniente, sino manifiesta utilidad, y lo rubricaron,
de que yo, el infrascrito Escribano de Cámara certifico
Doctor Cazal = Pey = Fuí presente = Pedro Rome-
ro Sarachaga = En cuya virtud habien- // [ ... ]
que dice así = Santa Fé [ ... ] mayo de mil
setecientos setenta y siete = Visto este expediente en
lo expuesto po rel Señor Fiscal, y el Voto Consultivo de
la Real Audiencia con que me conformo: He tenido a
bien mandar, que desde luego se verifique la translación
de los indios· de Zipaquirá y Tausa, a el pueblo de Ne-
mocón, quedándoles a su beneficio la salina de este
dicho pueblo, donde se le den, y señalen los correspon-
dientes resguardos con la libertad de un año de tributos,
que les concedo, para que así, con más desahogo puedan
397 hacer sus casas, rocerías, y siembras, cuya trans- // la-
ción [ ... ] quedan los ojos de sal, que (detentan) en
Zipaquirá los indios, y la salina de Tausa, vacantes por
su ausencia en beneficio de su Majestad, que como tal
deberán correr por Administraciones separadas, de suer-
te que se ponga un Administrador en Tausa para el
manejo de aquella salina, con el premio del seis p.r
ciento de su líquido importe, y a su cuidado se ponga
la de Nemocón, para que cuidando su adelantamiento
verifique el xeparo a los indios, según su progresivo
método, para que no haya injusticias, ni quejas, y que
redunde en común utilidad de todos tal beneficio asig-
nándole por este trabajo el premio, que se / / [ ... ]
renta a su Mag.ct (le) quedará un tres
por ciento del fondo útil de la salina de Tausa, y algún
proporcionado premio por las de Nemocón: En Zipaqui-
rá se pondrá al cuidado del Administrador los ojos de
280
3al, que quedan a favor de su Majestad, pór la ausencia
de los indios, el producto, que dejare, el vecindario, por
el turno que les compete en los de Ramada, y Barranca
verificándose conforme los propone la Real Audiencia,
Y las dos salinas de piedra o sal vijua, llamada Calera
y Rute correspondiente§ al Hospicio y vecindario del
398 mismo pueblo / / aumentándose en aquellos dos hornos
mensuales para manutención de las tres cárceles de
esta ciudad donde suele haber doscientas personas [ ... ]
la menor renta de donde mantenerse por lo que padecen
innumerables necesidades. Se arreglará el repartimiento
al :7ecindario, en la de Rute, por el mismo método, y
estilo, que el que se haga en Ramada, y Barranca, para
evitar en aquel los mismos daños que se desean en éste,
pues que costeándose los hornos de cuenta del Fondo
del producto correspondiente al hospicio, podrá entre-
garse al vecino la sal, que le corresponda del que le
toque, sacados sus costos, y pensión, que hoy pagan,
conforme al experimento, que se hará para liquidar
aquellos. Sobre tal administra- / / [ ... ] para
que [ ... ] como interesados en su aumento, lo
procuren por todos medios. Para todo se formarán poT
el Señor Fiscal, Juez Protector de este Ramo, las co-
rrespondientes Instrucciones Generales, que liguen al
Administrador, Interventor, y demás operarios al cum-
plimiento de su obligación, bajo las más seguras e
inalterables reglas, señalando en ellas el premio del Ad-
ministrador y Interventor, por lo respectivo al manejo
en las de Nemocón. Se proseguirá la obra empezada
399 para el recogimiento de las aguas, en los ojos de //
[ ... ] el costo que tendrá todo por
el [ ... ] Esteban Lozano, para lo que así se (le) hará
saber. El mismo Señor Fiscal informará el modo de re-
coger los pertrechos, utencilios, aguas, y sales de Tausa,
Rute, Caler-a> como~ también el que parezca condu-
centé, para que los hornos se ejecuten, y custodien bajo
de llave, las obras, que para esto se necesitan, de casas,
ramadas, albercas y demás conducente, a efecto de que
se cocinen las sales con el mayor aseo, y eviten los des-
falcos, que pueden experimentarse, en leñas, u otros
simples precisos de acopiarse; procurando tam- // bién
el que las Instrucciones, que forme sean en todo lo po-
sible adaptables a otras· salinas del Virreinato, y se
reserva dar cuenta a su faajestad, p.ª ejecutarlo con co-
281
 pía de las Instrucciones que se formaren = Hay dos
rúbricas = Iturrate ......... . excesivas porciones de sal piedra, conque se perjudique
Y habiéndose partido el referido Señor Doctor Don
Francisco Antonio Moreno, a cumplir con su comunon
de Visita, escribió la carta del tenor siguiente: Excelen-
tísimo Señor: Muy Señor mí'o: Aprovechando la ocasión
de mi tránsito por este ,pueblo, he reconocido de nuevo
su actual estado, y el de sus salinas, moviendo a com-
pasión su desgreño, desaseo y falta de método con que
se procede en el mecanismo de recoger, conducir, y co-
400 cer las sales, / / en que ninguna expresión es, capaz de
dar a conocer, lo que ofrece su vista a los ojos, a los que
quisiera trasladar el terreno para comprobación de lo
que expondré a V. Excelencia = La salina de Rute y
Calera aplicada a su Majestad, a los Reales Hospicios
de esa ciudad, situada en unos cerros o lomas cuyas ci-
mas, son de tierra floja, y en el centro de piedra sal,
carece de plan proporcionado donde colocar una oficina
permanente para hornos, y demás operaciones condu-
centes a su labor y beneficio; con cualquiera lluvia se
derrumba la parte superior, cubre la boca - mina, impide
el trabajo, y se convierte en un fango copioso, que por
falta de discurso es costoso, limpiar / / y sería muy
fácil dando salida a las aguas de la parte derecha que es
profunda donde el mismo impulso de las aguas robaría
toda aquella breña, dejando libre el trabajo; pero toda-
vía subsiste la primera dificultad ocasionada del te-
rreno defectuoso que es invencible, y que me obligó
a pensar por menos molesto, que se sacare el número
de arrobas de sal piedra, que se consume actualmente
en los hornos establecidos, y se transladase a este pueblo
en -el cual podrían fabricarse almacén y hornos per-
manentes con albercas de piedra, para las baticiones
conque se lograría el intento, a costa de un sujeto asala-
401 riado para cui-//dar de la fidelidad tan necesaria en estas
faenas = Este pensamiento no sólo trae consigo los gas-
tos que reparn, y la contingencia de no encontrar sujetos
idóneos para confiarle su ejecución en lo presente y
venidero; sino que por mucho que trabajo en explicar-
me, no puedo desarraigarles las máximas antiguas de
que están imbuídos, y de que no es posible desviarles
= Veo al mismo tiempo que a competencia se me pre-
sentan varios vecinos solicitando en arrendamiento
dicha salina por cantidad de seis mil pesos anuales,
conociendo que el tropiezo único, que concurre en ad-
282
mitirlo, estriba en el recelo de que abusen sacando
la / / salina principal llegando al extremo del abati-
miento por la abundancia [ ... ]
de los postores para entregar en que fundan su utilidad
y encuentro, que con tal franqueza se llaman, a que se
comisionen los Jueces o particulares más opuestos y
celosos, o se nombren veedores, que visiten o vigilen,
sobre la observancia de sus Capitulaciones, publicando
que sus ventajas no las fundan en esto sino en su pro-
pia industria, y arbitrios lícitos, consistentes en su
personal trabajo, y de sus hijos, y dependientes en que
tienen montes para la saca de leñas, y otros semejantes.
De suerte que después de las más serias combinaciones,
402 he formado / / [ ... ]
perteneciente a los Reales Hospicios limitándose los
postores, como han (ofrecido) a limitar la saca de sal
piedra, y a [ ... ] de hornos en su cantidad, y tamaño a lo
que está mandado, quedándo responsables con sus fia-
dores a su cumplimto. De este modo aseguran los Hos-
picios una renta permanente, y cesan los recelos, que
han obligado a que hasta ahora, no se abrace este par-
tido, y por otra parte se excusan las contingencias y
pérdidas, que (hasta ahora se experimentan) p.r la
experiencia, se ha reconocido en la administración,
porque su naturaleza es difícil de redu- / / cirse a
oportunas reglas que cautelen los fraudes o los per-
i udiciales [ ... J
ingreso de que hasta ahora ha tenido esta preciosa finca
debilitándose cada día más, como que se deteriora el
terreno, y no se trabaja con regla, ni conocimiento, pos-
póniéndo lo útil a lo más fácil. Ni la falta de tiempo, ni la
conexión que entre sí tienen estos asuntos, me permite
poner separadas representaciones, sobre la salina prin-
cipal llamada Barrarnea, y Ramada con otras menores,
que son incidentes y en la actualidad disfrutan los indios.
Admirará a Vuestra Excelencia ver los pozos de Agua
403 cubiertos de unas // estrechas ramadas, que los circun-
dan de tanta oscuridad [ ... ] los peones
que en mucha parte se introducen [ ] dos en los pozos,
y revueltas las aguas saladas con las tierras de que es
el suelo, y la pared forman un espeso barro, que con
totumas introducen zurrones de cuero, y conducen a
hombros a los hornos para su cocción al fuego, de que
resultó, no sólo el aury-ento de gasto, y trabajo, sino
283
 también el desaseo y mala calidad de las sales, causan-
do náusea la vista de tan inmundas y mal dirigidas ma-
niobras. =. El remedio de este desorden lo propuse
hace algunos años, y se aceptó por el Excelentísi- / / mo
Señor Don Pedro Messia de la Cerda mandando [ ... ]
por el cual se condujesen a unas
albercas de piedra de sillería de las cuales, por sus llaves
se transladasen a unas, y a otras, y cada interesado
tuviesen la de su pertenencia, cubriéndose la oficina de
tejas con paredes, puertas, y llaves de seguridad, a cuya
obra se dió principio, y en mucha parte está construída
aunque algo deteriorada por la aversión, y abandono,
conq.e se ha tratado, pero no sólo no hay dificultad, sino
que urge, con instancia el que se lleve a la perfección
404 así para reparo de los desórdenes / / [ ... )
interesados, y que podrán [ ... ] en lo venidero, para que
éste [ ... ] sirva de reemplazo al costo de la obra, = para
que sin tropiezo tenga efecto el total arreglo de esta
salina, y se resuelva el punto pendiente, sobre, si se
han de administrar por cuenta del Rey, según lo apro-
bado por V. Excelencia con voto consultivo del Real
Acuerdo, o se ha de continuar el turno a beneficio del
vecindario, conforme a mi primera instrucción aprobada
por su Majestad, añadiéndosele únicamente las venta-
jas, que propuse en mi respuesta, que se hallará en //
el expediente, y [ ... ] consiguiente a la translación de
los indios de este pueblo al inmediato de Nemocón que
dista dos o tres horas de camino en el mismo valle y
temperamento, resta la desición de este punto para la
que hago presente a V. Excelencia ser ésta una materia
que requiere la mayor prudencia discreción, y conoci-
miento para no dejarse seducir de los vanos clamores
y aparentes dificultades que abultan, tomando por pre~
texto la piedad, conque el Rey manda, sean tratados, y
atendidos los indios, a quienes toman por instrumento,
los que se interesan por impedir la translación, prefi-
405 riendo su utilidad, y fines particulares // [ ... ]
encuentran en los mismos indios la protección, conque
suelen apoyarles los que sin el debido disernimienfo,
se dejan llevar de la superficie, y apariencia de las
, cosas = Lo cierto es, que este pueblo de Zipaquirá,
tiene un numeroso vecindario de españoles, y abriga
' según me he informado del Cura, cerca de tres mil
almas de comunión, aunque el Corregidor asegure as-
ciende de cinco a seis mil almas, y algunos de regular
284
caudal, y comodidad,r,con las mejores proporciones para
su adelantamiento, por el comercio que disfruta, y le
facilita, su situación / / como el expendio de las sales
y la cantidad de [ ... ]
de las leyes, que prohiben el Consorcio de indios, y
españoles y que es preciso que aquellos sufran las con-
secuencias, que son correlativas cuando es más crecido
el número de éstos, y que como se experimenta resulte
un confusión, en que no es fácil disernir la clase de este
lugar, que participa las calidades de pueblo, y de villa,
o población de españoles que como V. Excelencia ad-
vierte son incompatibles, y ocasionan monstruosidades
en su Gobierno, y aún en el cobro, y manejo de las
406 Rentas R.s = Las tierras entregadas a los / / indios
[ ... ]
que han producido, y [ ... ] puede formarse un
capital, que [ ... ] de dos mil pesos, con lo que puede
auxiliarsele, costeándose las habitaciones en el pueblo
de Nemocón, si V. Exa. le resuelve a su translación,
quedándoles algún sobrante para su establecimiento
pues no excede su num. 0 de cincuenta, y cinco tributa-
rios, y de estos apenas, se encuentra alguno q.e sea
indio puro, calificándose de esta clase los que únicamen-
te aspiran a disfrutar los alivios, que se les franquean,
por aquella calidad, y que sería menos malos, no pagarse
// el tributo [ ... ]
al arreglo a su población y aumento del Real Erario;
libertándose de pagar estipendio a un Cura que goza
una copiosa abundante renta, con más el ingreso del
valor de las pingües apetecibles tierras del resguardo,
con las que se fomentarían nuevos vecinos y tomaría
nuevo vigor el lugar, que como otras veces, e insinuado
merece erigirse en Villa = Aunque pudiera añadir va-
riedad de reflexiones, que abundantemente se ofrecen
a la imaginación, para, clarificar, y establecer este con-
407 cepto, como me persua- // do que las insinuadas bastan
para que V. Excelencia con su perspicacia, pueda for-
mar el que merece este asunto, persuadido a que sería
muy fácil su resolución, si la verdad se presentase en
el .Superior Gobierno desnuda, y sin los artificios, conque
la disfraza la pasión, el interés, y otros fines, que cada
cual propone, como le acomoda, solo me resta examinar
a mi transito, como lo ejecutaré si las tierras de aquel
resguardo, son en su extensión, y calidad bastantes para
que así aquellos indios /orno éstos si se transladasen,
285
 tengan lo necesario para sus labores, y crías de ganado,
de modo, que como manda la Ley antes le sobre que le
falte, dis- // frutando al mismo tiempo los productos
de aquella preciosa salina sin embargo de que ni éstos
ni otros mayores beneficios, serán jamás bastantes para
que dejen de repugnar su tránsito, mayormente, tenien-
do quien los apoye = Dios gue. a V. Excelencia muchos
años como deseo. Zipaquirá dos de Junio de mil sete-
cientos setenta y ocho = Excelentísimo Señor = Beso
la mano de V. Excelencia su rendido atento servidor =
Doctor Don Francisco Antonio Moreno = Excelentísimo
Señor Don Manuel Antonio Florez ......... . Zipaquirá, Nemocón y Tausa, a que por ahora debe la
El cual informe se mandó pasar al Señor Visitador
General, -respecto a tener los autos del asunto en cuya
408 // vista [ ... ]
abril, y cuatro de este mes mandó
Oficio del V. Excelencia pasarme todos los expedientes,
s,or Reg.tc que desde el año de mil seiscientos veinte y
Visit. 0 r dos, se han formado sobre el arreglo de las
Gral salinas de Zipaq.a, Nemocón y Tausa, para
que instruído el estado de las cosas, exponga
mi dictamen, en orden a las providencias últimamente
tomadas, para poner las referidas salinas, en el pie de
administración, que prescriben las Instrucciones, pues--
tas por el Señor Fiscal del Crimen Don Franc.co Antonio
Moreno, y si se han de poner desde luego en ejecución,
o diferirse, hasta la aprobación de S. Mag.d // [ ... ]
pronto curso, a los (negocios), que están a mi cargo. He
tenido que reconocer por mi mismo, cuantas diligencias
se han practicado desde el citado año, de mil seiscientos
veinte y dos, y las Reales Cédulas Antiguas, y moderna,
expedidas p.a el manejo de estas salinas. Debiendo fun-
dar mi dictamen no sólo con respecto al presente estado
de las cosas, si no también con vista de lo hasta aquí
resuelto, pues sin combinarlo, con lo que ahora proponga
no podría producirla con el acierto que deseo, tengo por
409 indispensable hacer una cronológica narración / / de
los hechos = Por Real Cédula de cinco de mayo de mil
seiscientos tres, se mandaron administrar o arrendar
por cuenta de la Real Hacienda las Salinas de los Domi-
nios de América, incorporándolos a la Corona = Las
representaciones que hicieron los Virreyes, y otros Mi-
nistros por la causa, que refiere el oficio de la Real
Cédula de treinta y uno de diciembre de mil seiscientos
nueve dieron motivo a que por ésta se mandase alzar
286
la Mano en el Estanco de la Sal y que se dejase el uso
libre de ella, como se hacía antes, hasta que su Majestad
ordenase otra cosa igual en otra Real Cédula de veinte
y ocho de marzo de mil seiscientos treinta y dos (de la
cual, y de la antecedente, se formó la Ley 13. Tit. 23.
Lib. 89 de la Recopilación de Indias) // se establecía:
Que en todas las salinas que pareciere a los Virreyes,
y Presid.tes que pueden ser de utilidad, y no resultaren
graves inconvenientes a los Ind, 5 se ponga y guarde el
Estanco, y que en las demás no se haga novedad = Con-
trayendo estas Providencias generales a las salinas de
inspección, resulta, que no se consideraron, por de la
clase de las que se mandaban a administrar, Y reducir
a Estanco, sino por la de aquellas que debían continuar
en el uso libre que anteriormente tenían ........... •
Persúadase este concepto de que por auto de veinte
y cinco de agosto de mil seiscientos veinte y dos, man-
410 dó / / el Presidente que era entonces de esta Real
Audiencia, que el Capitán Francisco Beltrán de C~yzedo,
pasase a los tres referidos pueblos, y establec1e_se el
método, que convendría observar para el maneJo de
las salin. 5 que hay en ellos. . ................. • ... • • • • •
Así lo practicó el Comisionado formando con fecha
de diez y nueve de septiembre de aquel año, las orde-
nanzas que le parecieron convenientes, compuestas de
trece Capitulas, que con ciertas modificaciones aprobó
el Presidente, en veinte y cinco de octubre del mismo
año ................................................ .
Estas ordenanzas se extendieron en el supuesto, de
que los indios de los tres pueblos, habían de beneficiar
y disfrutar privativamente sus salinas / / sin que en to-
do su contexto se encuentre una sola palabra, que haga
alusión al Estanco. Y por haberse quejado los indios a
su Majestad de las vejaciones, que recibían de sus Co-
rregidores en abuso de dichas ordenanzas, se mandaron
guardar éstas inviolablemente por Real Cédula de diez
y nueve de abril de mil seiscientos ochenta y dos. . .....
Todo el progreso de los autos persuade, que los tres
citados pueblos de Zipaquirá, Nemocón, y Tausa se
componían en los principios de solo indios y estaban
gobernados por las Reglas, que las Leyes prescriben.
Pero en contravención a lo que prev.ienen, la veinte Y
411 una, veinte y dos, veinte y tres, y veinte y cuatro / /
Título Tercero Libro Se.jto de las Municipales, se fue-
287
 ron después estableciendo, y avecindando en Zipaq.a
españoles, negros, mulatos, y mestizos, de forma que en
el día la mayor parte de aquel numeroso vecindario se
compone de estas castas que llaman libres, estando re-
ducidos los indios cincuenta y cinco tributarios, y de
éstos apenas se encuentra alguno, que se conserve su
verdadero origen. . .................................
De esta mezcla de vecindario resultó, que prevalidos
los vecinos de la mísera constitución de los indios, y
de su natural desidia, se fueron poco a poco apoderando
de toda la utilidad de las salinas. Para ello inventaron
los que llaman percances / / cuyo orígen, y verdadero
significado conviene explicar para la mejor inteligencia
de lo que después se dirá = Como la citada Real Cédula
de treinta y uno de diciembre de mil seiscientos· nueve
por la veinte y ocho de marzo de mil seicientos treint~
Y dos, por la Ley recopilada, y por otras posterio;es
resoluciones estaba prevenido, que solo aquellas salin.s
se exceptuasen del lEstanco, en que no resultase perjuicio
de indios; fué consiguiente mandar que las· de Zipaquirá,
se beneficiasen, y disfrutasen precisamente, por los que
allí habían, prohibiendo a los que llaman blancos, que
son los de otras castas, utilizarse de ellos ni entrar en
412 turno para su labor, sino que debían // repartirse alter-
nativamente el agua sal entre los primeros ...........
En fraude de esta prohibición, y del verdadero espíritu
de la Ley, y Reales Cédulas, fué que los vecinos libres
escogitaron el medio de los ercances dan
bre a fi. uell por:ció de sal conque gratificaban
in,flio que les cedía su tuTno, en equivalencia
dad, que se estimaba podría producirle: r5e que resúltó,
que aumentando con el tiempo éí número de los blancos,
o vecinos libres, y disminuído el de los indios, vinieron
los primeros a apoderarse de la principal ventaja de las
salinas contentándose los segundos, con la cortª- remu-
neración de los percances, y se erigió en una especie
de // contri • -~17:1.erecho que se reservó, a éstos
de beneficiar las minas de sal, para vivir de su traba-
jo = Continuando las cosas en este método, ocurrió en
el año de m-i-l-sete.~enta_s.: eis, la duda de
si convendría arrendar las -salinas de Zipaquirá y Ne-
_mocón. Hízose con efecto postura a ellas, y a la de
Tausa con varias condiciones. Pero los Fiscales, que
había entonces se opusieron a tal pensamiento fundados
siempre en el beneficio de los indios, y en la Real Cé-
288
dula del año de mil seicientos nueve siendo así que
consta, que a la sazón sólo había en Zipaquirá t-recienta¡¡
catorce personas de indios en que se incluían treinta
413 y ocho // tributarios; número pequeño para disfrutar
unas salinas ta;n considerables. Y habiéndose dado cuen-
ta a su Majestad con testimonio del Expediente, resultó
. que por Real Cédula, de diez y nueve de febrero de mil
setecientos sesenta, expedida a consulta del Consejo,
se desaprobase el proyectado arrendamiento, y mándase,J,
que en estas salinas, se mantuviese el uso libre común
que hasta entonces. . ............................... .
En esta Soberana Resolución se fundan los vecinos¡
l de Zipaquirá para pretender al goce de aquellas salinas,:._!
y bajo del mismo concepto se han dictado las últimas
providencias de que luego hablaré. Sin oponerme a el
que sea su verdadero sentido, no // puedo menos de ma-
nifestar aquí, que como queda expuesto el arriendo de
las salinas, se resistió por los Fiscales y Real Audiencia,
con objeto a la utilidad de los indios, y a los privilegios,
que a estos concedían, la Ley y Reales Cédu-las, sin que
se hubiese tenido en· consideración, la directa ventaja
de los vecinos, aunque indirectamente les resulte la
principal por el abuso de los percances, y otros que han
sabido introducir, en perjuicio de los verdaderos inte-
resados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................. .
.
Prescindiendo por ·ahora de ésto lo que no puede du-
darse es: que la citada Real Cédula del año de mil]
e-nom- setecientos sesenta, se expidió en el concepto de· que
al 41 4 las s•alinas de. Zi~a.quirá /1 'se disfru~aban igu~lme~te
e a •i11- por todos· los md1v1duos, 'que compoman su vecmdano,
pues esto significa el uso. común que por ella se manda
continuar. Pero no sucedf.a así:· /Porque los indios sólo
se aprovechaban de los percances. fi' el Teniente de Co-
rregidor D_mLEr:anG-isc:m tierrez _Rosal,gs_había logrado
estancar esta última nego,ciación, repartiendo las aguas
de los principales. manantiales. entre los vecinos de su
parcialidad y exigiendo de ellos crecidas sumas que
convertían en su propio beneficio y ·en el del Co;regidor,
y también el producto de la sal de piedra, o vijua· que
permitía extraer a su arbitrio. . .... •................. .
La noticia de estos excesos,' que -repre- / / sentó al
Excelentísimo Señor Virrey Pedro Messia de la Zerda,
el Señor Protector que e_ra .entonces el Señor Doctor
. Don Francisco Antonio Moreno,· pTodujo, que se le co-
misionase para, que pasandj ·a Zipaquirá, y reconocién-
289
 do aquellas salinas, propusiese los medios oportunos de
remediar, los abusos, y ponerlas en su debido arreglado
manejo ............................................ . Que en este supuesto le parecía al Señor Protector
De este reconocimiento resultó haber en Zipaquirá,
varios manantiales de aguas saladas: el principal nom-
brado la Ramada que el Teniente Gutiérrez Rosales,
acostumbraba vender a los vecinos exigiéndoles Cin-
415 cuenta y cinco p.s // por la que vertía en cinco días:
Otro nombrado Barrancas, no tan abundante, y el agua
que producía en ocho ras se vendía en cuarenta pesos.
El pozo llamado Rute, cuyo :manantial es muy corto,
pero con el agua que produce, y la dulce, que se agrega
batiéndola con la sal piedra o vijua de que se compone
el suelo de este pozo evaporada al fuego, se puede que-
mar cada ocho dfas un horno, y el agua de este tiempo
se vendía en treinta pesos. = Además de estas tres
salinas, cuyo beneficio, se hacía por los vecinos, según
el arbitrario repartimiento del Teniente Rosales, a quien
pagaban los precios, que tenía estipulados, y además
los percances, que percibían los indios, disfruta- / / ban/
éstos los pozos nombrados San Pedro, y el Manzano,
y otros pequeños de corta consideración. . ...........
Fuera de los manantiales de agua salada, hay en Zi-
paquirá una mina de sal vijua, o de piedra cuya veta
revienta en los pozos del Rute, y el Manzano: En lo an-
tiguo no se hace expresión de esta sal piedra; pero en
los tiempos modernos resulta, que se vendía pública-
mente y sacaba sin medida hasta que el mismo Señor
Protector dió órden de que se cerrase la boca mina, y
quedase prohibido el volverla a abrir = ¡Con referencia
a estos hechos propuso el Señor Protector, que ·1as uti-
41 6 lidades, que los indios· de Zipaquirá / / ( compuestos
\entonces de ses~1;1tay seis tributarios, ~ ~ue agregando
( sus mujeres e h13os, los ocupados en of1c10 como canto-
\ res etc. y también ciento cuarenta reservados, viudas, y •
\ huérfanos llegaban todos a pocos más de trescientos)
\ disfrutaban de aquellas salinas, éran que según la dis-
tinción de clases cada una de las cuatro Capitanías,
aprovechaba en común tres hornos en la de Barrancas,
en el distrito del afio, y los tributarios en particular
alternaban con el goce de los percances, que regular-
mente componían de diez y seis a veinte arrobas de sal.
Que además de ésto tenían los indios tributarios, la libre
administración del pozo nombrado San Pedro en que
igualmente alternaban, aunque por la mayor pte. / / .no
290
beneficiaban el agua, sino que la vendían a los vecinos
a medio real cada carga. . .......................... .
que para que el común del vecindario continuase en la
libertad del beneficio de aquellas salinas, como hasta
entonces, así por lo expresamente declarado en la Real
Cédula \de diez y nueve de febrero de mil setecientos
sesenta como .porque toda la crecida población de Zipa-
quirá depende de este fruto, que repartidos entre muH
chos o todos, les sirve como el dinero para el comercío
cambiándolo por otros que allí se conducen de distinto •
lugares, y conque se sustentan dos abundantes numero-
4t7 sas ferias / / que se celebran cada cinco días, por cuyo
medio se fomenta el expendio de los efectos, y se sus-
tenta el público que padecerfa manifiestos estragos y
atrasos, sLla_sª1 se expendiese por una sola_mano, y a
determinado pre~ se podría observar en adelante el
métod_o que propuso, y es. . ............... -. -........ ..
Que se continuase vendiendo a los vecinos los hornos
de sal de la Ramada, Barranca, y Rute, al precio, que
. hasta entonces era costumbre haciendose entre ellos un
,exacto, e imparcial repartimiento. . ................. .
Que además de dicho precio debiesen los comprado-
res, de los hornos, pagar los percances a los indios
tributarios sus Capitanes·, y ocupados en oficios d~ suer-
te, que siendo éstos ochenta y / / uno, y los hornos ciento\
i
sesenta y tres entrará a disfrutar el percance cada uno
dos veces al año ..................................... .
Que los pozos de San Pedro, y el Manzano quedasen
a beneficio de los indios quienes deberían aprovecharlos
por sí mismos, según el repartimiento que se hiciese,
con inclusión de las viudas, reservados, solteras, y huer-
fanos, dejándoles también los pozos pequeños, como se
había acostumbrado, pero sin que en estos ni en los
primeros se pudiese vender el agua ni arrendarlos .....
Que además de este ingreso podra concederseles a los
indios el de los·· percances de lai' Ramadas, en que se
cuecen los hornos de sal, que consistían en la porción de
418 este género // que daba el que hacía el horno al dueño
de la Ramada, por aprovecharse de ella, cuya pensión
reducida a veinte, o veinte y cuatro arrobas de sal, se-
gún el producto de cada hornada, estaban aprovechando
los que se suponían dueñ<ls de las Ramadas, y era justo
se aplicase a los indios a j!Uienes pertenecía aquel suelo,
2-91
 pqra que la disfrutasen alternando del mismo modo
que con los percances del horno, que son distintos d~
éstos. . .............. _................................
Que proveídos así con amplitud los indios, y sin in-
novar en el aprovechamiento común de los vecinos de
las salinas de la Ramada, Barranca, y Rute resultaba
que vendidos· los hornos a los precios acostumbrados'
producirían al año, siete mil ciento sesenta y cinco /
. pesos: A .saber: La Ramada cuatro mil quince por se-
_tenta y tres hornos vendidos a cincuenta y cinco pesos,
la Barraiiea miL ochocientos, por cuarenta y cinco hor-
nos· a cuarenta pesos, y Rute mil trescientos cincuenta
por. igual número. de hornos a treinta pesos. . .........
Que de esta cantidad convendría deducir ochocientos
pesos, para el sueldo •del administrador
qtie debía nombrarse. Cuatrocientos para la dotació~
del Juez Cons·ervador, que también ·convenía crear. y
doscientos par-a un Agente Fiscal· del Protector que no
de las salinas
tenía asignación, pero que esto fuese con el cargo, de
no llevar Derechos algunos a los indios. . ............
419 Que de lo restante podía formarse una // caja de
dos llaves, que exista en esta Capital, poniéndole por
fondo anual mil S€tecientos setenta y cinco pesos del
mismo Ramo, bajo las formalidades prevenidas por las
Leyes de Ind. 5 en las Cajas de Comunidad, y con el des-
tino de socorrer las urgencias y necesidades de los in-
dios en sus enfermedades en los años de esterilidad, y
ocasionales de epidemia, en que manda la Ley se les
atienda, y además de esto en los gastos; que se causasen
así en los reparos de las salinas, como en la expedición
de órdenes circulares y providencias generales que se
librasen, a beneficio común de los indios, y Ordenanzas
que para su alivio, y buen gobierno se formasen; su-
puesto, que no es extraño, que después de socorridos los
de Zipaquirá, se aplique de la salina / / lo necesario
-para auxilio universal de todos, con lo que se remedia-
ran muchos daños, que por este defecto padecen y se
libertará el Real Erario del desembolso, que del Ramo
de Tributos .había .de hacer; y podrá igualmente exone-
rarse de los considerables, que cada día se están hacien-
do para reparo de Iglesias. arruinadas, o lastimadas,
cuando en el todo en mucha parte; en la inteligencia de
que aunque. en los principios, no podrá sufrir esta Caja
Común-mayores-gastos pero con el tiempo será conside-
292
rablemente su fondo,. y sufragará a beneficio. de Real
Hacienda estas contribuciones. . .. : .................. .
. Que deducido · el salario del Administrador, Agente
420 Protector; // y g1..atificación del Juez Conservador y
Fondo de la Caja de Comunidad, quedaban sobrantes
cuatro· mil pesos cada año, que como una nueva renta
y descubrimiento aparecía a favor de· su Majestad, y
¡ que entrando en Cajas Reales serviría de auxilio a las
cargas conque está gravado el Erario en este Reino .....
Aprobadas las propuestas referidas por Decreto de
catorce de julio de mil setecientos sesenta v ocho se
pusieron desde luego en ejecución, procediendo al n~m-
. bramiento de Ju.ez Conserv. 0 r y Administrador de las
salinas, y formándose instrucción para su gobierno, _s:on
fecha de tres de agosto de aquel año, y quedó prohibid
la extracción de la sal de piedra, o vijua, y su // venta,
y beneficio. . ......................................
Habiendose dado cuenta de todo a su Majestad, se
0 .
dignó aprobarlo por Real Cédula, de once de septiembre
. de mil setecientos sesenta y nueve, con lo que debió
quedar fijo aquel establecimiento, interín que por pos-
terior Real Resolución no se variase, o mandase modi-
ficar.
Sin embargo de esto se observa, que por posteriores
resoluciones de este Superior Gobierno se ha variado
en parte el propuesto plan según él debían pagar los
compradores del horno de Rute treinta pesos por cada
uno. Pero en Decreto de veinte de marzo de mil sete-
cientos setenta, se aumentó la contribución, a treinta
42 1 Y seis peios, que es lo que en la actualidad se les //
exige. El horno de la Ramada se cocía de cinco en cinco
días. Ahora se cuece cada dos días, pagando el compra-
dor treinta y seis pesos, y seis reales por horno, los
veinte y ocho p.a la A<;lministración, y los ocho pesos
y seis reales aplicados a los indios por. razón de percan-
ces. También se h:¡i variado el método, que había en el
manantial de Barrancas, pues vendiéndose el agua, que
producía en ocho días, por cuarenta pesos, se ha reducido
el turno a sólos tres días, y por el contribuye el turna-
rio, veinte y seis pesos tr_es y medio reales, los diez y
nueve pesos y siete reales para la Administración, y lo
restante para los indios con título de percances. . ...... .
/ / Estas novedades que constan· del informe que hizo
el Corregidor Actual de/ Zipaquirá, encargado en la
293
 Administración de aquellas salinas, con fecha de diez y
siete de marzo del año próximo pasado, se introdujer.on,
cuando con motivo del abuso que se hacía de la sal de
Vijua, se mandó cerrar el pozo de Rute, bien que esto
duró poco, pues habiéndose experimentado la escasez
de la sal, a que :fué consiguiente alterarse su precio,
no sólo se volvió a permitirse el beneficio de dicho pozo,
sino también el uso de las baticiones del agua dulce,
con la sal de piedra, y aún la venta, y expendio de ésta.
Pero quedó subsistente el aumento de contribución de
422 los hornos en los manantiales de agua salada// nombra-
dos la Ramada y Barrancas, y la reducción a dinero, y
en cantidad determinada de los percances que antes se
pagaban a los indios en especie de sal, con respecto a
la más, o menos que producía cada horno. De este res-
tablecimiento del uso de la sal de Vijua en el pozo de
Rute tomó ocasión el Señor Protector para proponer en
diez y ocho de agosto de mil setecientos setenta y dos
al referido Excelentísimo Señor Virrey Don Pedro Mes-
sia de la Cerda, que respecto a que estos productos,
eran distintos a los que se calcularon en el año de mil
setecientos sesenta y ocho, para el arreglo de la salína,
y entraban, en la Caja destinada al intento, consideraba,
que perteneciendo rigurosamente y en justicia a los
indios se- // ría de particular servicio de ambas Majes-
tades, que desde luego se aplicase para socorro de los
indios e indias pobres, y enfermas que se recogiesen al
Hospicio, y Casa de Inclusa, y Recogidas, mandadas
establecer en esta Capital. Sin duda que para hacer esta
propuesta tuvo sin duda presente el Señor Protector,
que ya se habfan recrecido a los horn.s de la Ramada,
y Barrancas, los productos que en el citado año de se-
senta y ocho, se consideraron al pozo de Rute pues de
lo contrario no podía verificarse su proposición, que se
aprobó por Decreto del mismo día. . ................
Esta aplicación se halla confirmada por Real Cé-
dula de diez de junio del año próximo pasado, con
423 extensión a la salina llamada la Calera // establecida
modernamente, que como la de Rute, se benefician,
con la sal piedra, o de Vijua, con la diferencia de que
en la primera entra también el manantial de agua sa-
lada que tiene, lo que no sucede en la seg.da porque
únicamente fabrica la sal por medio de las baticiones,
que en agua dulce se hace de la piedra hasta liquidarla.
294
La salina de Rute tiene la pensión del turno, que se
concede al vecindario pagando el comprador los treinta
y seis pesos por cada horno, y además cuatro arrobas
de sal aplicadas a los indios con título de percances.
En lugar, que la de la Calera está libre de toda contri-
bución y se ha administrado de cuenta de los hospicios.,
que perciben íntegramente sus productos. // Po.r no
haber llegado éstos, a la cantidad que se consideraba
correspondiente, y ofrecídose por Ubaldo Macias seis
mil pesos anuales por las dos salinas, se trató a fines de
mil setecientos setenta y seis de su arrendamiento. Pero
V. Excelencia no tuvo a bien admitir la propuesta por
el abuso que podría hacerse en la extracción de la sal
de piedra, de modo que abundando esta al arbitrio de
los arrendadores, pues la mina se conceptúa inagotable,
vendrí'a a resultar, que la sal que producen los ma-
nantiales de Zipaquirá, Nemocón y Tausa, quedase
invendible, y notoriamente perjudicados los que tienen
intereses en estas salinas. Para ocurrir a tal inconveniente
424 y a los fraudes experimentados / / en el repartimiento
de los hornos: Al mismo tiempo que V. Excelencia
mandó continuar la Administración de las expresadas
salinas de la Calera y Rute, previniendo que en cada
una de ellas, solo se cociese un horno por semana, de
la medida de diez varas de largo, y cinco de ancho pro-
puso en Decreto de dos de abril de dicho año próximo
pasado, después de haber oído varios informes que po-
drían remediarse, poniéndose todas las salinas, bajo un
constante pie de fija Administr•ación de cuenta de su
Majestad, obligándose a pagar al vecindario de blancos
y indios, u otros cualesquiera interesados iguales, Y aún
mayores pensiones, que las que hoy reportan, en los
turnos de los hornos, cuyas utilidades // estaban re-
fundidas entre los mismos Administradores, y otros
. cuatro, ; seis que lo manejan. Y que además se podría
situar en las salinas de Zipaquirá algún horno semanal
para fondo de las cárceles de esta Capital y su manu-
tención, por cuya falta se ven hoy perecer los pobres
presos, sin que hayan valido cuantos esfuerzos han sido
imaginables para asegurar su sustento. . ............ .
Pasado el Expediente al Señor Fiscal para que expu-
siese sobre todo su dictamen lo produjo en su respuesta
de doce de abril. Re:firiéndo en ella los antecedentes
del asunto, s,e hace ca:iº de los_ perjui~ios que resu!t~-
rían al comun de vecros de Z1paq.a Sl se establec1e,,e
295
425 allí una rigurosa administración de sus salinas // pri-
,, vándoles del uso libre de la sal que les conceden las
Reales Cédulas de diez y nueve de febrero de mil sete-
cientos sesenta, y catorce de septiembre de mil seteciento~
sesenta y nueve, y de las utilidades de su comercio, y
circulación, que era la que había hecho florecer aquel
pueblo, Que ·aún no podían negarse los fraudes hasta
aquí cometidos, nunca han llegado, ni pueden llegar al
extremo de despojar la público enteramente de sus
ventajas, aunque se las minoren, y podrían evitarse,
cuidando de que los repartimientos fuesen exactos, Que
las justas intenciones de V, Excelencia se ·podrían lo-
grar por otro modo equivalente, Que para ello debía
confesarse que· los indios en ninguno de los tres pueblos
de Zi- //paquirá, Nemocón, y Tausa, podían gozar quie-
tamente de la salina, por la unión y consorcio de los
vecinos, y gente de color, que les pagan el beneficio,
con aumentar su propensión al embriaguez. Que siendo
Zipaquirá un lugar de numeroso vecindario, ésta se
lleva la atención, y no el cuidado de los indios que .se
mantiene allí, como agregados y sirvientes, habido casi
todos por la mezcla de generaciones salido de su clase,
de que solo conservan el nombre para conservar sus
privilegios, Que existiendo en Zipaquirá cincuenta y
cinco tributarios, veinte y ocho en Tausa, y cincuenta
en Nemocón debían por justicia, y por su mismo be-
426 // neficio en lo espiritual, y temporal, reunirse los in-
dios de estos tres pueblos a uno solo que podría ser el
de Nemocón, donde sin compañía de vecindario alguno,
vivirían libres de su mal ejemplo, fraudes, y sujestio-
nes disfrutando aquella salina mejor asistidos en lo
espiritual por su Cura, que no tendrá otro objeto a que
desviarse, y necesitados a cultivar las tierras del res-
guardo que son de las más considerables; consiguiendo
el Real Erario libertarse de pagar estipendio en Zipa-
quirá, y Tausa, y el ingreso de las tierras que resulten
vacantes, en uno, u otro pueblo, que hoy se arriendan,
o abandonan sin que se les perjudique en el goce de la
sal, pues la que dejan en Zipaquirá y Tausa se les com-
pensa con ventaja franqueándoles íntegramente la de
Nemocón, que se ha de convertir en su beneficio, Que
verificada la reunión de los indios, quedaba la salina
de Tausa, por entero para la Real Hacienda, y la de
Zipaq:a libre de la pensión de percances, y demás que
en ellas tienen asignados los indios. Que para que sin
296
··( opos1c1on •a las Reales Cédulas, ni daño del vecindario
se lograse una renta digna de consideración, siguiendo
. el primer pens·amiento aprobado por su Majestad, po-
dría observarse el método que proponen, ....... , ... , .
Redúcese éste a que se continúe hasta su perfecta
conclusión, la obra _t2ri cipiada en Zipaquirá, para que
427 reunidas tpdasTas aguas // a un solo conducto, que
vierta en una grande alberca cerrada, se repartan desde
ella a seis, u ocho menores, que contengan cada una el
agua respectiva a un horno para su distribución y su-
cesiva cocción, según se proyectó en el año de mil sete-
cientos sesenta y ocho, a que podría añadirse igual
número de ramadas para los hornos donde por cañerías
y sin costo de peones, se conduzca el agua sin mayor
aseo y economía. Que ejecutado esto se hiciese experi-
)
mento, de lo que producía el agua de cada alberca, que
se procuraría tomar por un día natural de veinte y cua-
tro horas, para evitar dudas., Y según su costo y producto
liqui- //do se graduaría la cantidad que debía satisfa-
cer el vecino, dejándole una regular· ganancia, con
atención a que con dicha· obra se evitan los· gastos, que
/ ahora tienen en celadores, luces, carguero, y demás; Y
/ que igualmente cesa la contribución de Ramada_,,y per-
/ canees, que actualmente se pagan a los indios, cuyo
~o ha de quedar por fondo de la Administración.
Que la de. esta salina no será rigurosa por cuenta del
Erario, sino reducida a percibir el Administrador la
cantidad destinada, a cada horno repartiéndose como
está mandado, y aprobado por su Majestad entre todos
los vecinos, quedando a cargo de los interesados el aco-
428 pio de lo necesa: / / rio, para el horno, su -Cocción Y
expendio. Con lo que se lograría el beneficio público,
y el uso libre de la sal decretados en las Reales Cédulas.
Que por el contrario en las Salinas de Rute, y la Calera,
así por estar aplicadas a los Hospicios, como por cau-
telar los fraudes, que se han experimentado, abusando
de la sal de Vijua o de piedra, se requería por necesidad
una exacta, y rigurosa administración puesta al cuidado
del Administrador Principal, con calidad de no exceder
los hornos del tamaño prevenido, ni aumentar su núme-
ro, sino uno en cada mes, con cuyo auxilio se podría
deducir de este fondo la cantidad anual de cuatro mil
J
// cuatrocientos pesos para dar de comer a las cárceles
de esta Ciudad al Tesp~cto de doscientos pesos al mes
por.no haber renta parJ este preciso socorro, a que obli-
297
 gan todos los Derechos, y las Leyes de la humanidad.
Que la salina de Tausa trasladados los indios a Nemocón
quedaba enteramente a beneficio del Rey. Así por ha-
ber allí vecindario, como por no seguirse dafio alguno
de su administración que es el caso de ponerse en prá;c-
tica, según. la Ley de Indias. Por lo que debía pronta-
mente verificarse, destinando un Administrador, que
se encargase de su manejo. Que la salina de Nemocón
podría aplicarse por entero a los indios reunidos allí
429 ponién- / / doseles un particular Administrador po;
quien se manejase bajo las reglas que el Sefior Fiscal
ofreció proponer, para q.e libres del consorcio de las
gentes de color, y de los perjuicios, que éste les
ocasionan, reporten todas las utilidades. También ofreció
exponer lo conveniente para la administración de Rute,
y Caleras y el arreglo de las demás salinas de Zipaqui-
rá siempre que se aprobase lo que llevaba propuesto ....
Remitido el expediente a voto consultivo de la Real
Audiencia lo dió en cinco de mayo, manifestando tener
por útil, que poniéndose desde luego en ejecución todos
los preliminares, que fundadamente proponía el Señor
Fiscal se trasladasen los indios de Zipaquirá, y los de
Tausa, reuniéndolos en el pueblo de Nemocón, // ínte-
gramente su salina, para que la disfruten, conforme a
la instrucción, que el mismo Señor Fiscal formase, a
que debía arreglarse el sujeto a quien se encargase su
manejo. Que la salina de Tausa, como que re-~ultaba
vacante, por la extinción del pueblo, y separación de sus
indios se administrase por cuenta de su Majest.11d, con
dependencia del Administrador principal que se nom-
brase en Zipaquirá. Que se perfeccione la fabrica de
alberca cerrada, y acueducto principiado en este último
pueblo, costeandose del fondo de la salina. Que para
evitar los fraud.& hasta ahora experimentados, en el
repartimiento de los hornos, se nombrase un adminis-
430 trador imparcial, fiel y exacto, por cuya / / mano corra
el interés, que el público tenga en el uso libre de la sal
concedido por su Majestad, y el que corresponda al
Erario en los intereses, que le pertenecen, y se aumenta
con la separación de los indios, supuesto que cae en el
Fisco lo que éstos percibían. Que este Administrador
ha de practicar todos los gastos de leña, peones, y de-
más necesario, y concluído el acueducto, y albercas, de-
berá hacer experimentos, que aseguren el verdadero
producto de la salina, cada dia, y su costo, para que
298
con este conocimiento en compensación de los hornos,
que se conceden al vecindario, y cuya utilidad no con-
sigue por los fraudes, con que se usurpa, se reparta men-
sualmente a los vecinos de Zipaquirá, el número / / de
arrobas de sal que sea equivalente a la ganancia que
en turno de hornos disfruta. Con lo cual queda libre el
uso de la sal, :franco su comercio, como que todas gozan
del género y no se perjudica, a los que de otras provin-
cias lo trafican. Viniéndose a reducir este método, a
una especie de Administración Real y pública, por que
el administrador se elige para que cuide de los intereses
que en la salina tiene el Rey, y el común dando a cada
uno lo que le pertenece, a cuyo fin debería formarse
una prolija instrucción, que sirviese de Gobierno, y
comprendiese todo el mecanismo de esta intendencia.
Que las salinas de Rute, y Caleras, destinadas a los hos-
431 picios deberían administrarse por separado. Y que / /
de todo se diese cuenta a su Majestad ofreciendo comu-
nicar sucesivamente los efectos de esta resolución. . ...
Conformándose V. Excelencia, con ·este dictamen,
mandó por decreto de nueve del mismo mes de mayo, q.e
desde luego se verificase la translación de los indios, de
Zipaquirá, y Tausa al pueblo de Nemocón, quedando a
su beneficio las salinas de él, y señalandose allí los co-
rrespondientes resguardos, con la libertad de un año de
tributos, que les concedió V. Excelencia para que así
con más desahogo pudiesen hacer sus casas, roserías, y
siembras. Que se nombrasen administrador e interven-
tor, para el manejo de la salina de Tausa, que quedaba
a beneficio de su Majestad, a quienes se encargase
también las de Nemo- // eón. Que en Zipaquirá se
pusiese igualmente Administrador e Interventor para
el manejo de aquellas salinas conforme proponfa la Real
Audiencia, repartiéndose al vecindario la porción de
sal, que se regulase corresponderle y aumentandose en
la Calera y Rute dos hornos mensuales, pa<ra la manu-
tención de las tres cárceles de esta Capital. Que para
todos se formasen instrucciones por el Señor Fiscal.
Y que se prosiguiese la obra empezada, para el recogi-
miento de las aguas en los ojos de la Ramada y Ba-
rranca, procurando introducir todo lo demás, que en
Zipaquirá quedan a beneficio del Rey por la translación
J de los indios, tasándose el costo que tendría todo por
el maestro Esteban Lozano = En consecuencia se
formaron por el Señor fiscal, las instrucciones preve- / /
299
432 nidas para el arreglo de las salinas de Zipaquirá, Tausa
y Nemocón, y como ésta se aplicó enteramente a los in-
dios allí reunidos, se tuvo a bien poner administrador
interventor separado que las manejasen bajo las Reglas
que se prescriben, distribuyendo su producto con igual-
dad entre los mismos indios, y aplicando un cuatro por
ciento que había de servir para Caja Común de aquel
pueblo, y entrar cada dos meses en el arca de tres llaves,
que existen en las Cajas Reales de esta capital. Dichas
instruccios se remitieron también a voto consultivo de
la Audiencia, que fué de dictamen ser muy arregladas
y adaptables, a cada salina, y que no hallaba embarazo
en ponerla desde luego en ejecución ................ . reales, y a tres y un cuartillo, la arroba, de forma que
Así se ha verificado en cuanto a las // salinas de Ne-
mocón y Tausa, pues consta, que para la primera nombró
V. Excelencia, administrador e interventor en dicho
año próximo pasado, y que por Decreto de veinte y dos
de diciembre del mismo, confió la administración in-
terina de la seg.da al Doctor Don Francisco Manrique
a quien expidió el Título a veinte y dos de enero de
este año. Pero en lo respectivo a la salina de Zipaquirá,
se ha suspendido poner en práctica lo resuelto porque
ha querido V. Excelencia oir antes mi dictamen, y a
este fin es que se me han pasado todos los autos y que
me ha parecido conveniente, reasumir la serie, que ha
llevado este negocio desde sus principios, para que pre-
sentadas a las vistas todas sus circunstancias y relacio-
433 nes, se pueda mas bien afian- / /zar el concepto. . .....
Con la propia idea tengo por conveniente, hacer recuer-
do de lo ultimamte sucedido, en cuanto a las salinas apli-
cadas a los hospicios, pues aunque este no sea ramo de
la Real Hacie.nda como se comprendieron en el Plan
General de Administración, no puede prescindirse de
ellas sin variar aquel = Queda dicho que las salinas de
Rute· y la Calera destinadas a los hospicios se han ad-
ministrado, . y admü)istran actualmente, por que no ha
parecido deber admitirse, las ·proposiciones de arriendo
hasta ahora hechas. El administrador que al presente
las maneja presentó con fecha de diez y nueve de junio,
que no podía vender las sales prnducidas del horno de
la Calera (que es el que· únicamente se admi- // nistra,
pues el de Rute turna al vecindario), por el batido precio
que tenía esta especie a causa de su abundancia. Y para
ocurrir a semejante .inconveniente tnandó V. Excelencia
por Decreto de veinte y uno de julio, que se suspendiese
300
la extracción de sal, no sólo en Rute y Calera, sino tam-
bién en la -Ramada, Barranca, y todos los demás ojos que
hay en Zipaquirá, hasta que se verificase la venta de la
que existía. Cuya suspensión continuó hasta que en
Decreto de veinte y cinco de octubre, se mandó a alzar,
y que se continuase las baticiones, como antes, aumentán-
dose dos hornos mensuales para los presos de las cárceles
de esta Capital. .................................... .
Posteriormente representó el mismo administrador,
434 con fecha de doce, y / / veinte y cuatro de febrero de
este año -estaba parada la venta de sales, por defecto de
compradores, pues los particulares las vendían a tres-
tenía existentes cerca de tres mil, de las que podrí'a
vender varias partidas al precio asignado de tres y me-
dio rr.s si tuviese permiso de fiar por término de dos
meses .......................................... .
Ultimamente ha representado a V. Excelencia el Señor
Fiscal, desde Zipaquirá, y Toya, con fechas de dos, y
cuatro del presente, lo que le ha parecido conveniente
sobre el arreglo de la salina de Zipaquirá y Nemocón,
translación de indios de aquel a este pueblo, y proposi-
ción de arriendo, que hace José Joaquín de la Vega, a
las salinas de Rute, y la Calera, cuyo arriendo en / / las
presentes circunstancias, considera no sólo por útil
sino por necesario. = Siendo esto en compendio todo lo
que hasta ahora ha ocurrido, en el particular de que se
trata, y sobre que de.be Tecaer la deliberación, me pa-
rece, que para no confundir las especies, conviene exa-
minarlas por separado para venir luego a recaer, en lo
que podrá ejecutarse desde luego, o consultar a su
Majestad = Todo el cimiento del nuevo proyecto estri-
ba en la separación de los indios de Zipaquirá, y Tausa
reuniéndolos a Nemocón. Así lo propuso el Señor Fiscal,
dictaminó la Audiencia, y mandó .a V. Excelencia; pero
no se ha verificado a lo menos, en lo respectivo a Zi-
paquirá donde subsisten los indios, y mientras se man-
tengan allí, no pueden ni debe despojárseles del derecho
435 que // tienen a las salinas, ni establecerse el nuevo
1nétodo ...................................... ••••••
Yo supongo que la referida translación se habrá pro-
puesto, acordado, y mandado, con arreglo al Espi<ritu de
I . la Ley.s que tratan del asunto. Conozco también, que el
numeroso vecindario de españoles, que en el día com-
prende Zipaquirá, resio}e el verdadero concepto que
301
 debe formarse de un pueblo de Indios, y que el corto
número q.e hay allí, de éstos-, hacen, que estén confun-
didos, desatendidos, y reducidos a la clase de sirvientes,
sin disfrutar los privilegios, que les conceden las Leyes,
ni las utilidades de las salinas, y resguardos que por
mil modos les usurpan los vecinos libres, como sucederá,
siempre que no les separen de su consorcio, que tanto
resiste la Legislación de estos / / dominios. . ..........
Por eso inclino a que se lleve a efecto la translación,
facilitando para esto los medios, que la hagan menos
violenta a los indios, como son aplicar los dos mil pesos,
que informa el Señor Fiscal existen del producto de los
resguardos se han arrendado en Zipaquirá para costear-
les las habitaciones en Nemocón, y el sobrante para su
establecimiento en este último pueblo, a donde se le
señale resguardos competentes, según el mismo señor
propone, en su representación de cuatro de este mes.
Pero todo será inútil, y las cosas quedarán, en el mismo
estado de inacción, que hasta ahora, si V. Excelencia no
expide las órdenes eficaces, y estrechas, p.a que se cum-
436 pla lo mandado, cuidando / / el Comisionado de hacer las
habitaciones, trasladar, y colocar en ellas los indios,
señalarles, y a posesionarles de los resguardós, y de to-
do lo demás incidente, que si se ·deja a su arbitrio nunca
llegará a verificarse. . ..............................
Hecha con efecto la translación de los- indios, y sepa-
rados estos de Zipaquirá, será cuando quedarán las
salinas, que allí disfrutan, y las pensiones que con título
de percances perciben de las otras a beneficio del Real
Erario, y servirán de aumentar el fondo propuesto en
el año de mil setecientos sesenta y ocho, y aprobado
por su Majestad. Pero resta examinar, si conforme a
sus Reales Intenciones, explicadas en las Reales Cédulas
de diez y nueve de febrero de mil setecientos sesenta,
catorce de septiembre de mil setecien- / / tos sesenta
y nueve, y veinte y seis de julio de mil setecientos seten-
ta y siete, se puede variar el método hasta aquí obser-
vado, de vender los hornos, a los vecinos por tumo,
reduciendo el manejo de la salina, a una rigurosa aclmi-
nistra(ción), que es a lo que se dirigen las últimas
instrucciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... .
Para ello debe no solo tenerse presente si semejante
novedad será útil, a los fines, que se proponen, sino
también si podrá introducir~, sin que antes recaiga la
Real Confirmación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........
302
No puede duda·rse que las salinas pertenecen originaria-
mente a la Corona, y están comprendidas entre sus
Supremas Regalías. Por lo mismo es la voluntad del
Monarca, la que debe arreglar su manejo, y distribución.
437 // Aunque las de Zipaquirá se destinasen en los princi-
pios a los indios, de que entonces se componía aquel
pueblo, y con respecto a su beneficio se exceptuasen d·el
. general Estanco. Consta que sin embargo de haber mu-
dado las cosas de constitución, por el establecimiento,
que se toleró hiciesen en aquel pueblo, los vecinos libres,
que hoy lo habitan, quiso su Majestad se extendiese a
ellos, el beneficio por medio del repartimiento de los
hornos de sal, que se propuso en el año de mil setecien-
tos sesenta y ocho, y aprobó en las dos citadas Reales
Cédulas, de catorce de septiembre de mil setecientos
sesenta y nueve, y veinte y seis de julio de mil setecien-
tos setenta y siete. De que se infiere, que sin contraria
Real Determinación, no puede // despojárseles de
un derecho, que por aquellas- han adquirido, y en cuya
posesión se hallan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... .
Además de este sustancial reparo que encuentro en la
administración proyectada dudo mucho, que de ella se
siguiesen al Estado, al Público, y a la Real Hacienda,
las ventajas que se suponen, si como corresponde se
. examina el asunto, en su verdadero punto de vista, he-
chas las debidas combinaciones. . .................... .
El numeroso vecindario de que en el día se compone
Zipaquirá, se ha formado según producen los informes,
hechos ahora por su Corregidor, y el Señor Fiscal, y las
noticias anteriores a la sombra del beneficio de las sa-
linas, y del tráfico, y comercio de la sal, que sirve de
de fomento, a las / / dos ferias semanales, que allí se
438
celebran. Los mismos informes convienen, en que si )
variándose al actual método, corriese la fábrica de sal
y su expendio a determinado precio por una sola mano,
se seguirá el trastorno, y ruina de aquel pueblo, que
por sus circunstancias, merece ser erigido en Villa.
Cotéjese ahora los perjuicios, que al Estado se ocasio-/
narían en la destrucción de una población, tan conside¡
rable, que cuesta muchos años establecer, con lás
ventajas, que podrían lograrse del nuevo proyect,do
método de administración, y se verá a donde inclina
J
la balania ...................... • •. • • • • • • • • • · · · · · ·
Conociendo V .. Excele1'cia, y el Re~l Acuerdo, el pe~o
. de este i:nconvemente t?taron de evitarlo, por el medm
303
 // de dar a los vecinos en dinero o sal aquel equivalente
que se regulase por utilidad, que reportan, en el turno
•de los hornos. Pero, además, de que como oportunamen-
te dijo el Señor Fiscal, hablando de este asunto, parece
indecoroso a la soberanía, verificar una contribución. al
·vasallo por el único título de avecindarse en Zipaquirá.
Nunca sería suficiente ésta recompensa, a reparar el
daño de la falta de· auxilios, que hoy logran los vecinos
no sólo en el libre expendio de la sal, que les sirve me-
jor que el dinero para sus cambios, y otras negociaciones,
sino también en su fábrica, y beneficio en que impenden
su trabajo, el de sus hijos, y familias que no tendrfa en
439 que emplearse verificada la rigurosa administ.on. //
Prescindiendo de lo expuesto, dificultoso, que ésta pueda
ser ventajosa al público, y al Real Erario. La experien-
cia acredita q.e todo manejo que depende del mecanismo
y menudencias a que está sujeta la fábrica de sal en Zi-
paquirá, se hace con más ahorros por cuenta de particu-
·lares que no en •Administración Pública, aún cuando
se suponga, lo que es muy difícil, que los encargados de
ésta procedan con el celo, y exactitud más exacta. Sin
mendigar otros ejemplares hay en los autos-, uno, que
califica éste pensamiento. Puesto en Administración el
horno de La Calera, perteneciente a los Hospicios, re-
sulta, que habiendo producido en un año los cuarenta
y ocho ihornos, que se labra/ron veimte y un mil quinien-
tas noventa y tres arrobas, de sal, que al respecto de
tres, y medio // reales arroba, que es el precio asigna-
do, componen nueve mil cuatrocientos cuarenta y seis
pesos siete y medio reales, importaron los gastos seis
mil novecientos ochenta y cinco pesos, seis y medio rea-
les. De forma que el líquido producto de este horno en
un año se redujo a dos- mil cuatrocientos sesenta y un
pesos, y cinco reales, de que deducido el seis por ciento
del administrador, quedaron poco más de dos mil tres-
cientos ca-torce pesos. La salina de Rute también perte-
neciente a los Hospicios-, pero que no se administra, sino
que turna entre los vecinos, produjo en el mismo tiem-
po mil setecientos veinte y ocho pesos, que importaron
los cuarenta y ocho hornos; que allí se cocieron al res-
440 pecto de treinta y seis pesos cada uno. // Además pa-
garon los- comprador.s a los indios por razón de los
percances quarenta arrobas de sal por horno que com-
ponen mil novecientas veinte arrobas, y éstas al precio
de tres, y medio reales, hacen ochocientos veinte y sie-
304
te, y medio pesos, que unidos a los mil setecientos
veinte y ocho hacen dos mil quinientos cincuenta y cin-
co, y medio pes-os. . ....................... •.......... .
Dedúcese de este paralelo: que- siendo los hornos de
Rute y la Calera, perfectamente _iguales en su número,
cabida y calidad, con la sola diferencia de beneficiarse
el primero de cuenta de personas particulares, y admi-
nistrarse el segundo, pagan aquellos doscientos cuarenta
y uno, y medio pesos anuales más de lo que produce
éste, y _quedan utilizados, pues a no ser así / / nadie
apetecería esta negociación, ni en la nueva planta se
hubieran asignado al vecindario cuarenta arrobas de sal
en cada hornada, por equivalencia al turno que ahora
disfruta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... .
Ni debe extrañarse esta mayor economía en los parti-
culares, porque entra naturalmente en la esencia de las
cosas. A ellos es fácil no sólo ocuparse personalmente,
y a sus hijos, y familia, ahorrando así el costo de jorna-
les, sino también sus bestias, empleándolas en la con-
ducción de leñas, y en la de la sal, cambiando ésta por
otros efectos, que necesiten, llevándola a vender a dis-
tintos pueblos para darle más valor fiándola, y haciendo
un sin num. 0 de negociaciones incidentes para sacar de
441 la principal, las mayores utilidades / / posibles. Sin que
nada de esto pueda verificarse en la Administración q.e
lo ha de costear todo a dinero efectivo con aumento
de sobreestantes, celadores, y otros empleados que sería
preciso destinar para evitar fraudes, y hurtos, sin poder
fiar la sal, porque esto traería mayores inconvenientes,
ni valerse de otro arbitrio, que el de mantenerla en los
almacenes, par-a cuando los compradores, quisieren ir a
comprarla, que sólo sucederfa en caso de no haberla en
manos de los particulares.
Porque no parezca ponderación esto últim_o se hallan
también en los autos ejemplares, que lo persuaden. El
Administrador del horno de la Calera, que es el único
que en Zipaquirá no disfruta el vecindario, representó
como queda dicho en junio del / / año próximo pasado,
que no podía vender las sales acopiadas, y para ocurrir
a este inconveniente, fué preciso valerse del medio rui-
noso de prohibir absolutamente la extracción y dejar
J correr y desperdiciarse los manantiales, por cerca de
dos meses. Modernamen¡e se ha repetido la misma difi-
cultad en la venta, pu¡s el administrador se queja de
305
 que no hay quien quiera las sales al precio señalado
que tiene existentes cerca de tres mil arrobas, y que só.l~
pudiera darles salida, si se le permitiese fiar por tér-
mino de dos meses.
Si esto se experimenta en un único horno administra-
do, cuyo producto es poco en comparación del de las
demás salinas de Zipaquirá: Figúrese lo que debería
442 temerse, si como se ha // pensado se redujesen todas
a rigurosa administración; porque debiéndose distribuir
el vecindario doce mil ciento veinte arrobas de sal en
especie, por equivalencia de los turnos de la Ramada
Y Barranca, Y mil novecientas veinte por el de Rute'
que ambas partidas hacen las de catorce mil cuarenta'
hasta que éstas se vendiesen no habría quien compras~
el repuesto de la administración, que no puede fiar, dar
en cambio, ni valerse de otra multitud de arbitrios, que
aprovechan los particulares, utilidad suya, y de los
compradores. . • . . . . ............................... .
Por todo lo hasta aquí discurrido me parece, que la
proyectada Administración, cuando en el día pudiera
establecerse, tiene muchos reparos // de parte de la
utilidad pública, y del Real Erario. Computados los cos-
tos en el beneficio y elaboración de los hornos, salarios
de empleados, y pensión con que se la agrava a favor
del vecindario, puede con sólidos fundamentos, dudarse
que el producto que resulta, sea tan seguro, y ventajoso,
como el que tendría, continuándose el método aprobado
con los aumentos de ingreso, que verificada la traslación
de los indios deberá agregarse. . ....................
Para que se pueda formar concepto supongo, que lo
actualmente~ rinden las dos salinas de Ramada, y Ba-
rrancas son veinte pesos, y cinco reales diarios, que
hacen siete mil setecientos treinta y cuatro, y tres
reales al año. En los mismos hornos se pagan a los in-
443 dios, con titulo de per- / / canees, seis pesos, y cuatro
reales también diarios, que equivalen a dos mil qui-
nientos treinta y un pesos anuales. En la salina de Rute
disfrutan los indios cuarenta arrobas de sal por cada
horno, Y siendo cincuenta y dos, los que corresponden
al año, a uno cada semana, como está mandado ultima-
mente _importan veinte mil ochocientos arrobas, que a tres
Y med10 reales componen novecientos diez pesos al año.
De for~a _que unidas estas partidas líquidas importan
once mil ciento setenta y cinco pesos y tres reales. Debe
aumentarse el valor de los percances de las Ramadas
306
que se aplicaron a los indios desde el año de mil sete-
cientos sesenta y ocho, que aunque por no estar deter-
minado su cuanto, no se / / puede expresar aquí, sin
duda será considerable, pues según entonces informó el
Señor Fiscal, se reducía a veinte y cuatro arrobas de
sal por cada hornada, a proporción de lo más, o menos,
que producía. Y también el producto de los pozos nom-
brados, San Pedro, el Manzano, y otros menores, que
ahora disfrutan los indios 1 y por cuya traslación han de
quedar como los percances a beneficio del Erario ...... .
Repito, que puede dudarse, que estas utilidades se-
guras, y que aún pueden aumentarse, verificada que
sea la conclusión de la obra principiada, en Zipaquirá, se
consigan por el medio de la Administración. Y así por esto
como porque en mi dictamen no hay arbitrio para va-
444 riar el método // establecido, y aprobado por su Ma-
jestad, hasta que recaiga nueva Real Resolución, me
parece que deben subsistir las salinas de Zipaquirá en
el actual método de repartimiento el vecindario, sin
más alteración que la que induzca la traslación de los
indios cuando se verifique, aplicando lo que estos di-
frutan a beneficio del Fisco. Y que sacándose testimonio
de lo actuado, se dé cuenta a su Majestad para que se
digne resolver lo que su Soberana Justificación tenga
por más conveniente. . ............................. .
Entre tanto convendrá, que mediante ha haber vacado
la administración de dichas salinas, por la muerte de
Don Juan Agustín de Castilla, y estar mandado por Real
. Cédula de veinte y seis de julio del año próximo ante-
/ J cedente, que este empleo subsista restableciéndose el
de Juez Conservador que se había suprimido, y debe
ser anejo al de Corregidor, se nombre desde luego per-
sona, que lo desempeñe, con la exactitud, y celo que
corresponde, encargándosele, y también al Juez Conser-
vador la exacta observancia de la Instrucción de tres
de agosto de mil setecientos sesenta y ocho, para que
cuiden, de que el turno entre los vecinos, se haga contra
la religiosa igualdad que está mandado, de forma que
todos disfruten del beneficio, y absteniéndose ellos de
aprovechar por si, ni por interpósita persona los hornos,
según que en la citada Instrucción se previno. . ...... .
En cuanto a las salinas de Rute, y la Calera, estando
445 aplica-das por su // Majestad, a los Hospicios, y consi-
guientemente enajenadas de la Corona, entiendo que
sólo debo hablar de el1s, en cuanto su manejo influya,
307
 para con las otras que pertenecen al Fisco, o· al común.
Veo que V. Excelencia, ha resistido con repetición, el
. ventajoso arriendo, que se ha presentado, por conside-
rarlo perjudicial al resto de las salinas. Pero la última
propuesta, que hace José Joaquín de la Vega, y adopta 447
el Señor Fiscal, Juez Conservador de dichos Hospicios,
parece evita el principal reparo que consistía en el
abuso, que podría hacerse, en la ilimitada extracción
de la sal piedra o de Vijua, pues obligándose a no benefi-
ciar más hornos, que los dos semanales, que estos de la
calidad de- / / terminada a mantener, el turno a los
vecinos, en el de Rute, y a pagar los percances, es fácil
hacerle observar unas condiciones, a que sólo pudiera
contravenir, si el Juez Conservador y Administrador de
la salina, a quien debe encargarse este asunto, prestan
su consentimiento, en cuyo caso, que no debe esperarse
ninguna precaud.ón bastaría. Por lo que me remito en
éste punto a lo que V. Excelencia que es a quien co-
rresponde determine.
Por lo respectivo a los dos hornos mensuales, que
se han mandado aumentar en dichas salinas de Rute,
y Calera, destinando su producto al socorro de los pre-
sos de las cárceles de esta capital, no puedo menos de
446 aplaudir a V. Excelencia, un pensa- / / miento tan be-
néfico, pues no habiendo otro fondo, con que subvenir
a una urgencia por todos títulos tan recomendables, y
en que además de la Justicia se interesa la caridad cris-
tiana, puede por el propuesto medio atenderse, si la
benignidad de su Majestad, se digna aprobarlo a cuyo
fin se deberá dar cuenta sin pérdida de tiempo ....... . 448
Pa·ra concluir 1o que corresponde a las salinas de Zi-
•paquirá, resta tratar de la obra proyectada desde el
año de mil setecientos sesenta y ocho para la cons-
trucción de albercas, y acueductos, a que se dió princi-
pio, y se manda concluir ahora. Es sin disputa útil, que
así se verifiqe. por los fundamentos sólidos, que para
ello existen, y constan del expedien-/ /te. Pero siendo
tan monstruosa la diferencia en la regulación de su
costo, pues los últimos inteligentes lo hacen subir a
diez y nueve mil quinientos ochenta pesos, los diez mil
novecientos veinte y ocho, y medio, para concluir las
albercas principales, y lo restante para la construcción
de cañerías, ·arcos, •puentes, y demás necesario. Y'- el
Maestro Mayor de Albañilería de esta ciudad, había
apreciado todo según dice el Señor Fiscal en poco más
308
de seis mil pesos, conviene que. previamente se examine
éste punto, practicándose el nuev.o reconocimiento, que
V. Exª. mandó hacer, por -.decreto de nueve de mayo
del año pr(>ximo pasado a fin de que comprendiéndose
/ / por el verdadero costo, que tendrá la obra, se pu~_da
con el debido conocimiento, proceder a su e¡ecuc10n,
examinándose antes si la reunión de las aguas saladas
en el acueducto, puede con el tiempo hacer, que coagu-
lándose la sal en los ·atanores, o cañería impidiese su
curso, que sería de grave inconveniente, cuya especie
que me ha ocurrido, propongo, por lo que pueda con-
ducir, sujetándola al juicio de inteligentes. . ........ .
La salina de Tausa, supuesta la traslación de los in-
dios, que allf había a Nemocón, debe considerarse por
perteneciente al Real Fisco, en cuyo concepto, no se me
ofrece reparo en que se administre bajo de las reglas
prescritas, con tal, que // su líquido producto, se entere
en Arcas Reales, como Ramo de la Real Hacienda. . ...
Lo mismo debe practicarse con el de las salinas de
Zipaquirá después de pagados los sueldos del adminis-
trador Juez Conservador, Agente Fiscal de la Protecto-
ría de Indios, y los mil setecientos setenta y cinco pesos
anuales, que se asignaron por fondo de la Caja de C~-
munidad. Porque conforme a lo propuesto en el ano
pasado de mil setecientos sesenta y ocho, Y aprobado
por su Majestad en las citadas Reales Cédulas, de once
de septiembre de mil setecientos sesenta Y nueve, Y
veinte y seis de julio de mil setecientos setenta y siete,
todo lo que quedase después de estas atenciones, debía
reputarse como nueva renta, y entrar en / / A~·cas Rea,-
les. y reparo que hasta ahora no se ha practicado as1,
sino qe. cuanto han producido las citadas saliI~as, se ~&
puesto indistintamente en el Arca de Comumdad, me-
todo qe. debe enmendarse para lo sucesivo, pues aunque
estos caudales se hayan invertido en objetos del Real
Servicio, y para desempeño de las cargas del Era\io,
conviene para el mejor método en la cuenta y razon,
que este nuevo Ramo se maneje por las mismas reglas
que los demás, y no se confunda con los caudales de la
Caja· de Comunidad, que las tiene muy diversas, Y es
distinta su aplicación.
Ultimamente en lo que conduce a la salina de Nemo-
cón aplicada por entero a los indios allí reunidos, tengo
por muy acertadas las Reglas que / / se han dictado para
su administración, y ir/mejo, sin dejar uno, Y otro a su
309
 capricho; pues la experiencia ha acreditado, que no
saben aprovecharse nunca, de las ventajas, que se les
proporcionan, y deben ser protegidos, y tratados como
menores, según el Espíritu de las Leyes. Dios guarde a
V. Excelencia muchos años. Santa Fé trece de junio de
mil setecientos setenta y ocho.
Señor Excelentísimo.
Beso la mano de V. Excelencia, su más ato. seg.uro
servidor.
Juan Gutiérrez de Piñeres.
Excelentísimo Señor Don Manuel Antonio Florez.
Dec.to Santa fé treinta de junio de mil setecientos se-
tenta y ocho.
En vista de cuanto expone el Señor Visitador Gene-
ral, en este oficio se llevará a puro, y debido efecto la
449 determinación de nueve / / de mayo del año próximo
pasado de la translación de los indios de Zipaquirá y
Tausa al pueblo de Nemocón; por lo que el 'feniente de
Ubaté últimamente comisionado para el asunto por De-
creto de nueve de mayo de este año: Inmediatamente la
pondrá en ejecusión, ayudandole a ello por todos me-
dios el Corregidor de Zipaquirá, y los Administradores
de salinas de Tausa, y Nemocón, donde transladados los
indios les señalará dicho Comisionado, los competen-tes
resg~ardos, tomando para ello, sino las hubiere del Rey,
las tierras, que estuvieren inmediatas, y a buena pro-
porción de algunos particulares, con calidad de com-
pensación, que se les hará por ellas, en otras realengas;
Y para mayor facilidad de dicha translación, respecto
a que el Señor Fiscal / / del Crimen ha informado con
fecha de dos del que corre, que en Zipaquirá de las
tierras de los indios, que están concedidas en arrenda-
miento por lo que éstos han producido y rinden en lo
presente, pueda formarse un capital, que exceda a dos
mil pesos, con lo que puede aliviárseles a los indios
costeándoles las habitaciones en Nemocón, y aún qu~
darle algún sobrante para su establecimiento. Se en-
carga, Y previene ª! Corregidor de Zipaquirá que luego,
luego haga excequ1ble, cuanto los arrendadores de las
citada~ tierr_as es~én debiendo, pues que desde luego,
se aplica a dicho fm, y para ello, lo entregará al referido
Teniente de Ubaté quien en consorcio del Administra-
310
dor de Nemocón, formará, y hará construír allí las
450 dichas habitaciones / / para los indios llevando cuenta
y razón intervenida de dicho Administrador para dar
la del sobrante, y que éste se aplique o reparta a tales
indios, a fin de su mayor alivio. El citado Comisionado
no suspenderá un punto sus acciones, hasta que se logre
la translación, y posesión de los indios en sus casas, Y
resguardos; y para que se verifique mejor se nombra al
Administrador de salinas de Nemocón por Teniente
Corregidor de aquel pueblo, y su demarcación, pues así
lo reconocerán los indios como su Juez, y respetarán
como corresponden. En inteligencia, que dicha transla-
ción ha de verificarse precisamente, en el término de
cuatro meses, lo que así logrado, y quedando como que-
dan entonces / / a beneficio del Erario, como propia de
su Majestad, los ojos
Manzano, que hoy disfrutan los indios y otros cuales·-
quiera que tuvieren y los percances, que tiraban de las
demás cociones de sal que en Zipaquirá se hacen debe-
rán aquellos, y estas administrarsen, y recaudarsen por
el Administrador que en Zipaquirá se pongan para la
Administración de las salinas principales de Ramada
y Barranca, en las que debe proseguirse el método mis-
mo, que hasta ahora ha habido de administración, de-
jando a los vecinos su turno, según que a cada uno
toque, y con arreglo a la aprobación que dicho método
tiene de su Majestad en las Reales Cédulas de catorce
451 de septiembre del año pasado de mil sete- / / cientos
sesenta y nueve y veinte y seis de julio de setenta y
siete. Como en esta se prevenía la reposición de Don Juan
Agustín Castilla al empleo de Administrador de aquellas
salinas, lo que no puede verificarse, a causa de su muerte,
se nombrará para ellas sujeto de probidad, que th'e el mis-
mo salario anual de doscientos pesos, aprobado por su Ma-
jestad y la mitad, hasta que obtenga la Real aprobación,
quedando Don Eustaquio Galavis, Corregidor de Zipa-
quirá, con el de cuatrocientos pesos por Juez Conserva-
dor de las citadas salinas, y tanto al Administrador que
se nombre como al dicho Juez Conservador, se encarga
la estrecha observancia de la Instrucción formada, en
tres de agosto del año pasado / / de mil setecientos
sesenta y ocho, a cuyo tenor deben arreglarse. No obs-
/ tante que siempre ha resistido esta Superioridad el
arrendamiento de las salinas de Rute y Calera, consi-
derando que por él se pejderían las demás, como quiera
311
 que ahora exprese el Señor Visitador General, el que
con sus precauciones propuestas por el Señor Fiscal
del Crimen, y el celo del Administrador, y Conservador
se podrán evitar los fraudes que podrán cometer los
arrendadores contra las salinas del Rey, se admitirá el
arrendamiento, y sacarán al pregón por el término acos-
tumbrado, y se dará cuenta a su Majestad de la resolu-
ción, para que en Rute y Calera, se aumentaran los dos
452 hornos mensuales, para la // manutención de las tres
cárceles de esta ciudad lo que aunque en efecto se
resolvió no se ha verificado
sin su Real aprobación y para que siga la obra proyecta-
da desde el año de sesenta y ocho, para el recogimiento,
y cocción de las aguas de Ramada, y Barranca, y los
demás ojos, que por falta de los indios queden incor-
porados en la Corona. Se practicará el nuevo avalúo
de dicha obra, prevenido en decreto de nueve de mayo
del año próximo pasado, por el Maestro Mayor Esteban
Lozano, lo que al intento se le hará saber, y de sus re-
sultas, se dará cuenta a esta Superioridad; como tam-
bién Don Eustaquio Galavis informará, si podrá suceder
el que al correr las aguas por el conducto, que se for-
men, para con- / / ducir a las albercas se coagulen lo que
podrá inferirse, averiguando si esto se ha verificado
alguna vez, con tales aguas, corriendo a su arbitrio en
los derrames, que hayan sufrido. La salina de Tausa
permanecerá administrándose bajo las reglas dadas mo-
dernamte y su importe entrará, como ahora sucede en
Reales Cajas, por ser Ramo de la Real Hacienda, lo
mismo se practicará con el producido de las de Zipaqui-
rá, después de pagados los sueldos de Administrador,
Juez Conservador, Agente Fiscal de la Protecturía de
Indios; y los mil seicientos sesenta y cinco pesos anuales,
que se asignaron por Fondo de la Caja de Comunidad,
453 pues que separadas estas paTtidas, y dado a // cada
una su destino correspondiente por el Administrador,
lo demás que ingresare en 1a Administración como res-
pectivo a su Majestad debe aquel enterarlo en Reales
Cajas, dando sus cuentas, y fianza a Oficiales Reales
de esta Capital. Y por lo que mira a la salina de Nemocón
aplicada por entero a los indios permanecerá -así bajo
las Reglas últimamente dictadas, dándose a su Majestad
-cuenta de todo, con testimonio de lo actuado, para que
su Soberana Resolución, determine lo que mejor con-
venga. Y para la ejecución de cuanto va prevenido por
312
ahora se librarán Despachos con inserción de esta De-
creto 'al Teniente de Ubaté, al Corregidor de Zipaquirá,
' administradores de / / Taus a y N emocon,.
y a los , ~or-
que así cada uno verifique lo que se le manda auxihan-
do los tres al citado Teniente, a fín de la translación,
y procurando el Corregidor de Zipaquirá q:1e cuanto
antes se haga el avalúo de la obra, a cuyo mtento de
orden de esta Superioridad, solicitará a los Maestros,
que deben practicarlo.
Hay una rúbrica de su Excelencia.
Iturrate ..... .
Cuyo auto se hizo saber a todos los en é~ comp~en~i-
dos, y se verificó la translación de los nomma,dos mdios
de Zipaquirá y Tausa, al pueblo de Nemocon, POT el
Comisionado Teniente de Ubaté. . ...
Así mismo consta, que por el Corregidor que fue de
454 Zipaquirá como Comisionado, se resolvió / / la tran~l~-
ción de los indios del pueblo de Cogua al de Tocancipa,
y dado cuenta al Exmo. Señor ':irrey mand? así_ se
ejecutara, y se notificara a los vecmos, que all1 habita-
ban ocurrieran ante su Superioridad a hacer postura a
las tierras que con la translación de los indios_ quedaban
vacantes, para lo cual se libró el correspondiente ~~s-
pacho y aunque resistieron los indios tal _translacion,
se procedió a agregarlos al nominado pueblo de Tocan-
cipá como así aparece de los autos de su asunto. . ••• • •
Ultimamente consta que dichos indios de Cogua,
hicieron una representación al Excelentísimo Señor
Virrey- en la que suplican se les restituya a su ~ueblo,
respecto a las graves inco- // modidades y trabaJos que
están padeciendo, no consta en los autos haberse dado
providencias sobre el asunto respecto a estarse saca:ndo el
presente testimonio para dar con él cuenta a su MaJestad.
El pueblo de Usaquén cuyos indios fueron translada-
dos al de Soacha consta de los autos de su materia,
haberse resuelto su translación al dicho Soacha con
atención a los pocos indios tributarios, ·que en él había,
y -que no era justo se pensionara el Real Erario en la
reedificación de la Iglesia que· actualmente amenazaba
total ruina, y que se podía erigir en parroquia si el
numeroso vecindario compraba las tierras de los res-
•._/
guardas -vacantes. . .. ·-.. • • . •
455 El Pueblo de Tuzo del Corregi- / / mi?nto de Bos~
del cual también es el jic-ho • de· U saquen consta asi
313
 mismo extinguido, y sus indios transladados al mismo
de Soacha, cuyos Curas son los Padres del convento de
San Francisco de esta Capital. ..... .
Esta translación se resolvió hacer en vista del infor-
me, que el Corregidor del Partido remitió al Exmo.
Señor Virrey, los cuales resguardos se avaluaron por
sujetos- peritos e inteligentes, que lo fueron Ignacio de
Rojas, y Francisco Angel, en cantidad de mil novecien-
tos cincuenta pesos, y el pedazo de tierra, que llamaban
de la Virgen, en cantidad de trescientos pesos, y ha-
biéndose remitido las diligencias por el Comisionado
se presentó ante el Excelentfsimo Señor Virrey, Don
F-ernando Rodri- // guez vecino, y regidor del Cabildo
de esta ciudad expresando: Que teniendo noticia que las
dilig.as que había practicado el Corregidor del Partido
de Bosa, del avalúo de las tierras del extinguido pueblo
de Tuzo las tenía remitidas a este Superior Gobierno,
hacía postura a ellas, en esta conformidad: A las de los
Resguardos y potreros de los indios, que estaban apre-
ciadas en mil novecientos y cincuenta; en mil cuatro-
cientos de contado. Y a las que llamaban de la Virgen,
que se habían apreciado por separado en trescientos
pesos; en doscientos pesos con la misma calidad del
contado; cuya postura suplicaba se admitiese, y que se
pregonase, procediendo a su remate. De que con vista
456 del Señor Fiscal se admitió / / esta postura mandándose
pregonar en esta ciudad. Cuyos pregones evacuados que
fueron se volvió a ocurri.'l· por el nominado Don Fer-
nando Rodríguez, pidiendo se mandase asignar día de
remate, en cuyo acto protestaba adelantar su postura.
De que se dió vista al Señor Fiscal, quien expuso:
Que mediante a estar pregonadas las tierras del res-
gua·rdo del extinguido pueblo de Tuzo, y no habeT
resultado mejor postura a la hecha por don Fernando
.Rodríguez, que protestaba adelantarla en el acto de
la venta. Se sirviese su Excelencia mandar que con
citación y señalamiento de día, se procediese al remate,
comprendiendo el pedazo avaluado, por separado, que
/ / debe conceptuarse de Real Hacienda, interín no se
manifieste la -donación, o título de propiedad que sin
documento se enunciaba. A lo que tuvo a bien su Ex-
celencia de mandar se hiciese, como parecía al refeddo
Señor Fiscal, asi¡nando p.a el remate de las expresadas
tierras el día quince de septiembre del año pasado d·e
mil setecientos .setenta y siete.
314
En cuya virtud practicadas que fueron las citaciones
correspondientes, y enterados los señores que asistieron
al remate, de· lo que viene relacionado mandaron se
pregonase la postura hecha por el referido Don Fernan-
do Rodríguez, a las dichas tierras. Lo que estándose
ejecutado por el pregonero público adelantó su postu-
457 ra dicho Rodrig.z // en veinte y cinco pesos mas; y
como no hubo mayor postor, se apercibió a mayor re-
mate pasándose noticia a se Excelencia, y con su ascenso
se procedió e él, y quedaron rematadas en dicho Rodrí-
guez las tierras de los resguardos, y potreros de los
indios, en la cantidad de mil cuatrocientos veinte y cin-
co p.s de contado, y las que llamaban de la Virgen, en
la cantidad de doscientos pesos también de contado.
En cuya virtud al día siguiente exibió el nominado
Don Fernando Rodríguez la cantidad en que se le rema-
taron las dichas tierras. . ...... .
Así mismo consta, que habiendo ocurrido Don José
Florencio de Sotomayor Cura del pueblo de Yacopí,
sobre que le satisfaciesen // los estipendios que se le
estaban restando de dos años, y con lo informado por
Oficiales Reales se dió vista al Señor Fiscal, quien ex-
puso lo siguiente:
Excelentísimo Señor:
El Fiscal dice:
Que para indagar si el pueblo de Yacopí, es de los en
que goza el Cura otro estipendio, que el que cubren sus
demoras, se ha de servir V. Excelencia mandar, pase
el espediente al Tribunal de Cuentas, para que informe
sobre su contenido con reserva·de proveer en su vista
lo que sea de justicia.
Santa Fé y abril diez de mil setecientos setenta y siete.
Otro sí: El corto num.o de indios de este pueblo, y sus
circunstancias, obligap, a que para su mejor instrucción,
458 y libertar al Erario del gravamen de esti- // pendio,
. se solicite su translación para lo cual se ha de servir V.
Ex.a mandar se libre despacho a los· Alcaldes Ordinarios
de la Palma para que reciban justificación del pueblo
de igual temperamento, a donde puedan transferirse,
requiJ:iendo su consentimiento, dándoles a conocer la
utilidad, que les resulta remitiendo las diligencias con
J la mayor brevedad para la resolución que sea de Justicia
ut supra.
¡•
Moreno.
315
 En cuya vista se mandó informase el Tribunal de
.Cuentas, y verificado tu:vo a bien el Excelentísimo Se-
ñor ViTrey de proveer .el Decreto siguiente:
Santa Fé diez-y siete de abril de mil setecientos setenta
y siete.
Visto. con lo expuesto por el Señor Fiscal y lo infor-
mado por el Tribunal de / / Cuentas. Declárase no -co-
rresponderle a Don José Florencio Sotomayor, Cura
Doctrinero del pueblo de Yacopí, más estipendio que
el que cubren sus. demoras, y si este sujeto, tiene más
derecho q.e el .mencionado, lo hará constar en este Su-
perior Gobierno.
Y por lo que toca a lo que pide el Señor Fiscal en el
otro sí de su vista; líbrese Despacho a los Alcaldes de la
Palma con inser.ción de ella, para que en su consecuencia,
proceda a practicar las diligencias, que en la referida
vista se previene, dando cuenta a Este Superior Gobier-
no con las diligencias, que. actúen.
Hay dos rúbricas.=
Iturrate.=
E-1 cual despacho se libró en dos de mayo pasado de
459 setenta y // siete.
En cuyo cumplimiento se procedió por los Comisio-
nados a practicar las diligencias, que se les mandaban,
y se resolvió la translación de los indios al de Guachi-
pay. Y el Señor Oidor que hizo en calidad de Fiscal
pidió fueran transladados al de Murca, pel'O no se ade-
lantó el Expediente. . . . . . • parcialidades a veinte y tres reales ·cada tercio, en que
El pueblo de Serrezuela, Engativá, y Sipacón del Co-
rregimiento de •Boiotf. consta haberse- extfoguido, y
agregádose los indios del primero al dicho de Bogotá, el
segurido a Fontibón, y el tercero a Facatativá, con aten-
ción al corto ··número de tributarios; que en ellos abía,
~ara el Real Erarióeñ1a •réedi:
. ~ ficación dela Iglesia del di_c~errezuela, -~ ame~~;-
~· na 'pronta ruina, e yas diligencias, sepfaéticaronpor el
O' ·--corregid~dicho o
Parti de Bogotá Doctor Don
r Joaquín Beriial / / Riqueyro por Comisión, que para
~,,-0t? ello se le dió _por el Excelentísimo Señor Virrey. Los
~9" {·
r¡ cuales res¡fuardos -fili_~r_egonaro12!._ per~ ~o ·se~haG":"
r ~t/.. matado, hasta lo presente. . . . . ;-===-~==:::::=::==-__
,/· • Habiendo salido de esta Capital él eñor Doctor Don
1,' -Franéts-cn Antonio Moreno, 4 efectcr e seguir su om1-
s1on e Visi a, •colfsf'a por los autos del asunto, haber
~do-aLp,y blo ~ldel Partido de[sáchica,
en donde por auto de siete de· septiembre del año pasado
l
de mil setecientos setenta Y. ocho, dijo:- Que a efecto de
practicar la visita de aquel pueblo, con arreglo a lo
prevenido por las Leyes y Real Cédula de su Comisión,
se procediera a fQ_rmar Lista y Numeración de sus .!!_i-
dios, y examinar los que parecieran .m•ás• idóneos, al
460 teñor del interrogato- / /(rio) para que en su virtud se
proveyera lo más conveniente.
Inmediatamente comparecieron Don F-rancisco Tunja-
fira, Gobernador, Don Andrés Luis Teniente, y Juan
Agustín Balbuena Capitán, indios de aquel pueblo, a
quienes, por ante el Escribano de Visita José Prudencia
Camacho, examinó el nominado Señor Visitador con-
forme a derecho y siéndolo al tenor del interrogatorio
dijeron:
·Que los indios, de que se componía aquel pueblo, eran
los mismos de que habían dado razón, en las Lista Y
Numeración, que se había formado, enque se incluían
veinte y un empleados exceptos de Demora, y para los
forajidos, que venían de otros pueblos, había un Capitán
siete del pueblo tres Alcaldes dos Fiscales, cuatro Can-
tores, un// Sacristán, un Alguacil, Ten.te y Gobernador.
Que conservaban las tierras ·de su resguardo, que eran
bu¡n:as y suficientes, en que cultivaban trigo, cebada,
maiz, turmas, y semejantes frutos de tierras frías con
que satisfacían el tributo, de veirite y dos reales por
Tercio, los de la parte de Sasa, y Chausa, y las demás
se incluían el quinto en plata, aunque en lo respectivo al
estipendio solía recibirse en frutos, de que estaba adeu-
dados y la mayor parte en pobreza,· sin que se les causare
extorción en su cobranza ni en la del diezmo y primicia.
Que eran debid¡¡_ y diariamente instruídos en la Doc-
461 trina Cristia- // na, y mantenían las Tres Cofradías,
dando para ellas, cada año trece reales los casados, y la
mitad los solteros, y veinte· y -tres pesos para las tres
fiestas; y fuera de éstas para la de la· Concepción once
pesos, la de la· Candelaria, y la de Chiquinquirá, diez pe-
sos cada una, la de San Andrés, doce pesos, la de. San
Isidro, y Niño Dios, San Pedro, y Santiago a ocho reales.
J.
Que por los bautizmos satisfacían cuatro reales, de
casamientos, ocho. reales de Misa, y seis, y medio reales
de Arras; de Entierros, tres pesos de adultos, y la mitad
de párvulos, aunque so/fa rebftjarseles.
317
 ~ue cua:ndo arriban a .aquel pueblo los alcalde~, a
formar lista que era por poco tiempo, le asistían / / con
lo que necesitaban; no se les grava en servicio doméstico
de la casa del Cura donde servían, en lo que se ofrecía,
los tres Alguaciles.
Que no tenían bienes ni Caja de Comunidad, y queda-
ban advertidos de trabajar, y dar principio a su estable-
cimiento.
Que eran muchos lo_:;;vecinos,· que vivían entro del
. ) resguardo, COñ. casa, familia, __y la~ Zq, ~d~-~!-re:u-
"' _·damiento a los indios, que en articular se los conce<l:!_~,
\J sobre que igualmente se les había prevenido, no tei1er
v-;¡;;- facultad los indios, para arrendar sus tierras,- y q~Ólo
~el.ante. - - - -· ••
on lo quese ~~yó esta diligencia, poniéndose a
462 continuación por el Escribano certificación de // que ha-
biendo reconocido el padrón del vecindario agregado a la
Iglesia de aquel pueblo, manifesta- por su Cura Doctor
Don Tomás de Burgos, resultaba, que existían cuatro-
cientos setenta y un vecinos cabezas de familia; con el
total de mil ochocientas noventa y tres almas; lo que así
certificaba de mandato del Señor Fiscal Visitador. Y
agregada, que fueron las listas, mandadas formar, resultó
decllas haber en el nomiñacfo ptteblo de Samacá, setenta
y seis tributarios, inclusos diez y ocho empleados, con
el total de quinientas cuarenta y una almas ..... .
En el pueblo de {Motavital del mismo Partido de Sá-
chica, mandó el // referido Señor Doctor Don Fran.éo
Antonio Moreno y Escandón que con el objeto de visi-
tarlo, e indagar su estado, gobierno y demás conducente
al desempeño de la Real Cédul u Comisi{>n, se
proce 1era a nombrar lista, y numeración de su0ndig_s,
y examinarse los principales,_y.· más idóneos, confor-
me al interrogatorio rese Y@do en vista de todo expedir
las prov1 en~ que correspondieran - - -
~ Incontinenti, y a consecuencia de lo prevenido, com-
. parecieron ante el Señor Fiscal Visitador, Don Miguel
Castro Teniente, y a los Capitanes Don Antonio Pulido,
Don Javi~tibo, y Don Basilio :rv;~a~,k~,I>ar-
463 cialidades de a uel pueblo a quienes, por ante / / el
Escribano, examinó al tenor del interrogatorio, y ex-
pusieron:
- ue los indios existente_s en aquel pueblo, eran los
que habían numerado, y constaban de la lista, en que
hablan dado razón de los reservados ausentes, de once
empleados en oficio, que no pagaban tributo, y que no
los había de otros pueblos.
Que conservaban. las tierras de su resguardo, .sin per-
juicio, por haber cesado los litigios que en años ante-
\. . riores habían tenido, que eran bastantes,_ y fértiles, con
cuyo cultivo de trigo, y expendio de verduras ~j-a,
sátisfacian la Demora, de cuatro pesos cuatro reales al
ano, y ocno reales de quinto, todo eñ plata, no obstante
cféque algunos indios solían atra- / / sarse en la paga,
Que eran .debidamente instruídos en la 'Doctrina
Cristiana por su Cura, o Teniente, a quien cada mes
señalaban una china soltera y un paje, y al Corr-egidor,
• cuañdo venía al puebin'"le daban leña, y un~n, Y
~ara su equipaje sin ag_a. --
Que m n eman las tres cofradías, contribuyendo el
pueblo, para la. del Señor dos pesos cada mes, para la
de Nuestra Señora un peso mensual, y- doce pesos, para
cada una de sus fiestas, y para las Animas trece pesos
po'I' mayo, a diez y ocho por diciembre. Que a más
dE(~s fiestas satisfacían las siguientes: Para la de
Nuestra Sefiora de las Aguas vemte y un pesos, para la de
464 San Roque a cuartillo cada ca-// beza. La de San Pedro
siete pesos dos reales, y lo mismo la de la Cruz, y la de
la Candelaria, la de la Navidad, y San Francisco a cinco
pesos dos reales, y a este último otra de ocho reales, y
los mismo la de la Concepción, Santa Isabel, Santa Lucia,
y San Antonio, y dos pesos para la de Santa Bárbara.
Que por cada óleo satisfacían los indios, cuatro reales,
y por los- casamientos ocho reales de la Misa, y seis
reales, y medio de Arras, por los Entierros de adultos_
tres pesos, y doce reales, los de párvulos.
ue no tenían Caja, ni Bienes de Comunidad y aunque
aquel año trabajaron de común ara la I lesia se litabía
malogrado, como o ros muchos, y que lo que tenían
sembrado / / podrían cogerlo por octubre y noviembre,
sobre, que igualmente se examinaron a I nacio José de
Tmez y a José Munevar, vecinos agregados a aquel-
ex
pueblo, quienes aseguraron los miSl110:- resando, que -
en caso de transla arse aquel os íncITos cualquieracte
los pueblos de los del Partido, era de igual temperamto,
y circunstancias, pero que les habían· visto inclinados
al de~. a donde y sus inmediatos, ~r~igualme!_!::
/ te cómoda la translación.
--cOñ lo que se concluyó 1,esta declar. 0 n y a continuación
de ella, certificó el Escr bano:
319
 Que aunque no había podido tomarse razón del num.o
de feligreses agregado:;; a aquel pueblo de Motavita, por
465 no haberse encontrado en él a su·Doctrinero Don// Jor-
ge de Cáceres, ni podídose •convoc!árpor' residir en sus
estancias, pero por la razón que habían dado los. vecinos
examinados, se colegía, que ascendería el número a
poco más, ·de treinta vecinos cabezas de familia, con el
.total de ciento y nueve almas, a quienes era fácil acudir
para el pasto espiritual a la ciudad de .Tunja éomo,
e m s remoto, 'nO excedía de media hora· ··c1.e '"iilstá'ncia,
-l~~ así certificaba de mandato del Señor ~Visitador.
- --·que fueron las listas,-----
•Y agregadas, que se formaron
resultó de ellas existir en dicho pueblo de Motavita
cuarenta y tres tributarios, inclusos catorce ~mpleados
en ·oficios del pueblo, y seis requinteros, con el total
de· docientas / / cincuenta y cinco almas: ....
Habiehdo llegado al pueblo de Cucati.a así mismo del
Partido de ~a, por~ te de septiem:Í>ie(del
mismo año dijo, el expresado Señor Visitador:
Que fiabien ·o llegado a aquel pueblo, con el fin de
practicar su Visita, conforme a los prevenido por las
Leyes y Real Cédula de su Comisión e indagar su esta-
do, gobierno, y población, se procediera a formar Lista
y ·Numeración de ·sus indios, y a examinar los principa-
les, y más idóneos, al tenor del interrogatorio para que
en su Vista se expidieran laLpr:ovidencias-, que se juz-
garan oportunas. - -
·7:ñmeéliatamen e comparecieron Don Tomás Hernán-
466 dez, Don Simón Espino Ten.te // y Santiago Gavilán,
Capitán, indios de aquel pueblo, a quienes por ante el
Escribano, examinó conforme a derecho, y siéndolo al
tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios de· que se componía aquel pueblo, eran
los mismos que habían manifestado en la lista y nume-
ración practicada en aquel día, en que se incluían un
gobernador, tres Capitanes, un ·Teniente, dos Alcaldes,
un Fiscal, y un Sacristán y tres Cantores, libres de tasa,
sin. que hubiera indios de otros pueblos, ni supieran
el paradero de los ausentes.
Que conservaban las tierras de sus resguardos, que
eran cortos pero útiles las rajas, en que cultivaban tri-
go, cebada, maíz,· conque satisfacían el tributo, al res-
pecto de seis pesos // por año, y trece reales -de quinto,
ya en plata, trabajo, ·o efectos, en que los recibía el
teniente de Cura, Don José· Marchán, por su estipend.o
320°
porque el Cura Doctor Don José Rubiano, hacía muchos
años, que· no · residía,· sin que recibieran extorción en
su exacción, ni en la del diezmo, y primicia.
Que era:n diariamente enseñados en-.la Doctrina Cris-
tiana y mantenían las tres cofradías para las que cada
mes, se recogían en el pueblo siete pesos; y doce pesos
para cada fiesta, y· solemnizaban la de Santa Lucía,
para la que pagaban seis ..pesos, y habiendo cesado otras
qüe por la providencia para que -no se les compeliese a ellas.
Que por los bautizmos entre indios satisfacían cuatro
467 reales / / por casamientos ocho reales de Misa, y seis y
·medio de Arras, y por Entierros de adultos tres pesos,
y de .párvulos .la mitad.
Que para servicio doméstico del Cura se le señalaba
china soltera, Alguacil mulero, y tres cargas de leña cada
semana, y cuando venía Corregidor, o Alcalde al pueblo,
a formar lista, no se les gravaba en servicio alguno.
Que trabajaban alguna sementera de común, para
- gastos de la Iglesia, pero que carecían de Caja y Bienes
de Comunidad para alivio del pueblo.
Que dentro del resgua1·do vivían como veinte y tantos
vecinos que pagaban arrendamiento a los- indios, que
se las arrendaban, por no // tener con que cultivarlas,
sin causarles perjuicio, como ni tampoco los indios de
Sora, conque confinaban,. y solo mediaba la distancia de
un q.to de hora.
- Que en aquel pueblo habían varias indias casadas con
mestizos, y que los hijos de los primeros, no pagaban
tributo, pero, si los de los matrimonios de indias, con
blanco o mestizos.
Con lo que concluyó dicho Señor Visitador esta dili-
gencia; y a continuación de ella, consta una certificación
puesta por el Escribano, en que. dice:
Que según el padrón del feligresado, y vecindario de
españoles agregados ai la Iglesia de aquel pueblo de
Cucaita, manifestado por el Teniente de Cura Don José
Marchán comprendía su número setenta y un vecinos,
468 cabezas de familia, en // que se incluían catorce casa-
dos con indias, y el total de docientas cuarenta y ocho
almas. Y formadas, y agregadas que fueron las listas,
resultó de ellas existir sesenta y cinco tributarios, in-
clusos, trece empleados, con el total de cuatrocientas
/ diez y siete alms.
.' Y habiendo seguido al pueblo de. Chíquiza del mismo
partido de Sáchica manr el.nominado Señor Visitador
321
 q-y.e a efecto de practicar la visita de aquel pueblo, y
su agregado de Iguaque conforme a las Leyes, y a lo
prevenido en la Real Cédula de su Comisión se proce-
diera a formar Lista y Numeración, de sus indios, y a
examinaT los que parecieran más idóneos para que en
su vista, y demás que resultase de los informes, y dili-
gencias que se practicaran pudiera provi-//denciarse lo
que pareciera más oportuno.
ln"continenti habiéndose hecho reconocimiento de las
tierras del resguardo de aquel pueblo, y sus linderos,
el citado Señor Fiscal Visitador, hizo comparecer ante
sí a Carlos Fermín Rondón Gobernador, Laureano La-
dino Teniente, José Güerfano Capitán, y Roque !bagué
Capitán, de la parcialidad de Iguaque, todos indios de
aquel pueblo, a quienes por ante el Escribano, examinó
conforme a dro. y siéndolo al tenor del interrogatorio
dijeron:
Que los· indios de aquel pueblo ei;-an los mismos de que
habían dado razón en la Lista, y Numeración que se
había formado con expresión de los empleados, y au-
sentes, sin que los hubiera de aquel en otros pueblos.
Que conservaban las tierras de su resguardo, sin liti-
469 gio, por ser // manifiestos sm; linderos, útiles para tri-
go, y demás· frutos, que cultivaban y con que satisfacían
el tributo de seis pesos ·de Demora, y trece reales de
quinto todo en plata, sin que recibieran extorción en su
cobro, ni el de diezmo, y primicia.
Que eran debida y diariamente instruídos en la Doc-
trina Cristiana: Mantenían tres cofradías, para que
mantenían dos· reales los casados, y uno los solteros,
por la fiesta del Señor satisfacían diez y siete pesos dos
y medio reales, la de Nuestra Señora Veinte y tres
pesos dos y medio reales, y la de Animas once pesos,
y la del patrón San Isidro ocho pesos; para Misas de
Aguinaldo doce pes.os, para Semana Santa veinte y
nueve pesos cuatro reales.
Que por Bautizmo satisfacían cuatro reales, de dere-
chos de // casamiento, ocho reales de Misa y seis y
medio reales de Arras. Por Entierros doce, y quince
reales· de párvulos, y de adultos tres pesos, y hasta diez,
si tenían facultades.
Que para servicio doméstico de la Casa del Cura, se
señalaba una soltera, un reservado para mulero y un
. alguacil, dos cargas de leña por semana, y una aguadora,
y que por el Corregidor o Cobrador, no se les gravaba.
322
Que sembraban de común y su producto se invertía
en la Iglesia por mano de su Cura Doctor Don Pedro
González; pero. que no tenían Caja de Comunidad para
las necesidades del pueblo.
Que dentro del resguardo vivían diez y seis vecinos,
470 con casa / / familia, y sementeras, que no pagaban
arrendamiento por contribuir a las cargas del pueblo.
Que los indios agregados a aquel· del extinguido pue-
blo de Iguaque, gozaban más tierras, en la inmediación
de la Parroquia de Santa Rosa, las que· tenían arrenda-
das al Doctor Don Bruno Murillo Cura del Pueblo de
Une, quien le satisfacía setenta pesos por año, por mitad
en -enero, y julio, cuya cantidad aplicaban para pago del
tributo, y quinto, y repartían si había algún sobrante,
cuyas tierras, les habían sido donadas por un Enco-
mendero.
Con -lo que se concluyó esta diligencia, y el Escriba•
no certificó a continuación, que reconocido el padrón
de vecinos españoles agregados al referido pueblo de
Chíquiza / / y feligreses de su Iglesia, formado y mani-
festado por su Cura Doctor Don Pedro Gonzales, resul-
taba que se componía de cuarenta y cinco vecinos
cabezas de familias, con el total de doscientas cuarenta y
tres almas de dicha clase. =
Y por auto de diez de septiembre del mismo año el
expresados Señor Visitador dijo:
Que mediante a constar por la declaración de los
ind 5 . del extinguido pueblo de Iguaque agregados a
aquel de Chíquiza, el dro. que les asistía a las tierras
cercanas a la Parroquia de Santa Rosa, y arrendamien-
to anual que percibían del Doctor Don Bruno Murillo:
Se aplicará el producto del primer año siguiente, a los
costos de su translación, que se consideraba útil, e in-
471 dispensable por la cortedad, y defectos de aquel / /
pueblo y que con reflexión hacer eclesiástico el arren-
damiento, e ignorándose si el instrumento tenía la
seguridad, y requisitos legales que correspondían, se
reservaba el Superior Gobierno las providencias, que
parecieran más convenientes.
Y habiendo pasado al pueblo de Sora del mismo co-
rregimiento de Sáchica, con el fin de visitarlo, y exa-
minar su estado, gobierno, y población, para verificarla
)
conforme a la prevenido por las Leyes, y a la Real Cé-
dula de su Comisión se procediera, a formar Lista, y
Numeración de sus indís, con distinción de clases; y a
323

examinar los que parecieran convenientes, para en su
vista expedir las providencias más conformes. Inme-
diatamente el expresado Señor Visitador, hizo compa-
recer // ante sí a Don Adrián Fache, Gobernador, Juan
Lorenzo Ladino Teniente, Vicente Capacho, y Don Mar-
celino Barajas Capitanes, indios de aquel pueblo, a quie-
nes por ante el Escribano examinó, conforme a dro. y
siendolo al tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios de aquel pueblo, estaban· divididos en
siete parcialidades, con dos Gobernadores, cinco Capi-
tanes, dos Alcaldes, dos Fiscales, un Sacristán, y seis
Cantores, libres de tributos por sus empleos, y que los
demás eran los mismos, de que se había formado lista,
en que habían dado razón de los ausentes, sin que los
hubiera de otros pueblos.
Que conservaban las tierras de su resguardo, en que
4 7 2 solo consideraban haberse introducido Guillermo / / de
Acosta, que eran buenas, y útiles, para cultivo de tod.9s
frutos y trigo, con potrero-;- que con el ·producto de sus
cosechas, satisfacían el tributo en cantidad de cuatro
pesos, cuatro reales por año, y nueve reales de quinto
en plata, sin que en su cobro recibieran extorción, ni en
el del diezmo y prim.a
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cri -
tiana, enseñándoseles diariamente, y que mantenían,
0 . fiieí·a de las tres Cofradías, la de Chiquinquirá, y Nuestra
"'\,, Señora de la Concepción, y que para ellas satisfacian,cada
'' mes, medio real por cabeza, y doce pesos para cada una
de las fiestas ·al año, y también celebraba las de Santa
Catarina, con cuatro pesos, la Candelaria, San Fran.c 0 ,
San Agatón, San Antonio, San Lo-/ /renzo, las dos últi-
mas de a. dos pesos y que solía hacerse la de San Juan.
· Que por Bautismos satisfacían cuatro· reales, por _s -
samientos ocho reales de Misa, y seis y medio de Arraª,
y por'enfi:ei-ros de adultos tres pesos, y de pitrvulos doce
reales, y.nada--;"si el'an pobres.
..Que para servicio doméstJco de la Casa del Cuira, se-
ñalaban, o daban· china soltera, y mulero.
'J Que trabajaban, y labraban sementeras de c01:nunidad
' cuyo producto hasta ahora se había destinado a bene-
l ficio de la Iglesia, pero quedaban advertidos . que en
adelante, se·había de guardar. en caja de tres llaves, y
i! aplicarse igualmente. para socorro de los indios pobres,
4 73 viudas; y enfermos con un libro, o cuaderno,· ep que //
se apunte lo que entrare,· y se gastare.
324
'::;e, ,(..,, f)Ct \ l.'i \ 1 '. 1
• e 01 •- Ór•. \ ~ ') •
Í"J \ I;¡
Que dentro del resguardo vivían noventa y un veci-
nos, de los cuales algunos tenían labranza, y pagaban
arrendamiento al indio que les concedía la tierra.
Con lo que habiéndoseles advertido la buena acogida
que debían dar a los indios de otros pueblos, que se
agregasen a aquel, ayudándoles para la fábrica de sus
casas, y su más cómodo -establecimiento, lo que ofre-
cieron cumpHr, se concluyó esta diligencia, poniendo a
continuación de ella al Escribano, certificación de que
reconocido el padrón de -vecinos españoles, agregados a
dicho pueblo de Sora, formado, y manifestado por su
Cura, Doctor Don Manuel de Valenzuela, resultaban
ciento cuarenta y tres vecinos cabezas de familia / / con
el total de docientas cincuenta y dos almas. Y forma-
das, y agregadas las listas, y numeración mandadas
practicar, resultó de ellas, existiir ciento veinte y dos
tributarios con inclusión de los empleados en oficio de
aquel pueblo, con el total de seicientas treinta y seis
almas. . . . . . . 4 J~ ~t. •• \"::ns
En el pueblo de Gachantivá del mismo partido de
Sáchica por auto de cuatro de septiembre del nominado
año el nominado S~isitador dijo:
Que habiendo reconocido, que en un solo Curato se
mantenían unidos los dos pueblos de Gachantivá, y Mo-
niquirá distantes entre sí poco más de media hora de
camino, sujetos a un solo Cura que necesitaba celebrar
dos Misas-en los días festivos, y abandona!I: uno de los
474 dos a cuidado del indio Fiscal, como / / que no podía
estar persoñalmente eñ ambos a cuyos daños, se hacía
preciso poner remedio 1 se procedería a la Lista y Nu-
meración de losindios, que residían en uno, y otro
pueblo, ya-examinar los que parecieran convenientes,
•para expedir las providencias que correspondieran.
Inmediatamente comparecie<ron ante el referido Señor
/ Fiscal Visitador, Ju.,an Miguel Caballero, Alcalde, Mel-
1
chor de la Cruz Gorgor, y Juan Francisco Escuro indios
del pueblo de Gachantiva, Santiago Carvajal, Teniep.~e,
y Pedro González del de Moniquirá a quienes por ante
el Escribano, examinó conforme a dro. diciendo:
.·Que los pueblos de uno, y. otro pueblo, eran los mis-
mos de que habían dado razón en las Lista, y Numera-
dón, que se había formado, con expre-/ /ción de nueve
empleados en Gachantivá, y nueve en Moniquirá estando
),uno y otro .sujetos a la administración de un Cura, que
residía en Gachantivj, y · celebraba . dos Misas los días
326
 festivos, por haber Iglesia en uno y otro, ~fiando la
enseñanza de doctrina en Moniquirá, al indio fiscal, slll..
-mrlre1'-tenido efecto la translac1ón, de los e uta a Mo-
niquirá, y los de Yuca a Gachantivá.
Que unos y otros disfrutan las tierras de sus res-
1
/. ,-:it•"> \ r guardos, que eran suficientes, y útiles, en Moñiqufra
\ & ,..,"=• .> para sembraduras, y en Gachantivá para uno, y otro, y
< e:,; que cosechaban de todos frutos, y particularmte el trigo,
conquesatisfacfan el tributo de seis pesos en plataeñ
4 7 5 Gachantivá y· cinco pesosdeDemora, y once reales / /
de quinto en Moniquirá, en que no recibían en su cobro
perjuicio, como ni en la de diezmo, y primicia. Que por
los bautizmos satisfacían cuatro reales, por los casamtos
e , ,">._,O"'~ ocho reales de la Misa, y seis y medio de Arras, y por
flos entierros, conforme a sus facultades.
Que en Gachantivá mantenían cinco cofradías, y Mo-
niquirá cuatro. Que los primeros pagaban dos reales y
medio por mes los casados, y la mitad los solteros, y
los segundos dos reales pr. cabeza fuera casado o solte-
ro, y uno y otro satisfacían doce pesos .e,_orcada fiesta
e igualmente por la de Santa Barba. y San Ilderoñsü,""
que era el Patrón, y San Antonio de Moniquirá, y dos
reales por cabeza, de Monumto. en Moniquirá, y seis
pesos de cada par-/ /cialidad en Gachantivá.
Que para el servicio de la casa del Cura, daban cada
mes china soltera, y leña, y no a1 Corregidor por no ha--
berlo. Que en el Resguardo de Moniquirá, había -uñ
veciño, que pagaba arrendamiento, y en el de Gachan-
tivá hahlamuchos,°" que igualmente lo satisfacían, y per-
c1 ía el Cura don Manuel Rafael de Alva. Que en uno,
ni otro pueblo, no tenían bienes de Comunidad, y que
el resguardo de Mof\iquirá, cuasi todo estaba sembrado
por los vecinos de la Villa, que lo tomaban en arren-
damiento al respecto de doce reales fanega, cuyo im-
porte percibía el Cura para pagarse de su estipendio.
A continuación de esta declaración se certificó por
476 el Escribano, haber ciento och~a y seis // vecinos
cabeza de familia en aquel dicho pueblo de Gachantivá
según el padrón manifestado por sUCura Doctor Don-
Manuel José de Alva, con el total de ochocientas se-
tenta y una almas. . . . . . . 8) 1 At.M~
En prosecución de su Comisión el referido Señor
Doctor Don F'rancisco Antonio Moreno y Escandón
siguió al pueblo de Yuca en donde por auto de cuatro
de septiembre del mismo año; dijo:
326
Que a efecto de practicar la Visita a aquel pueblo,
perteneciente al Partido, y Corregimiento de Sáchica, y
agregado para su administración al Cura de la Parroquia
de Suta de que distaba media hora, o tres cuartos de
camino, se formara Lista y Numeración de sus indios,
y se examinaran los que parecieran con-/ /(ve)nientes,
para que según los resultos, se resolviera lo conveniente.
En cuyo cumplimiento se formaron las listas, y de ellas
resultó existir cuarenta tributarios, inclusos siete emplea-
dos en oficios del pueblo, con el total de ciento noventa y
cinco almas, y comparecieron ante el referido Señor Vi-
sitador, Gabriel Núñez, Gobernador Faustino, Tino, y
Juan Francisco Ladino, indios de aquel pueblo, a quienes
por ante el Escribano de Visita, examinó conforme a dro.
y siéndolo al tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos, de que habían dado razón en la lista y
numeración, que se había formado.
Que no había Cura propio por haberse encargado, la
477 // administración de aquel pueblo, al· Cura de la Pa-
rroquia de Suta distante como media hora, o tres cuartos
de camino, el cual nombraba un sacerdote, que cui-
daba de la enseñanza de la Doctrina Cristiana, celebrar
la Misa, y administrar los Santos Sacramentos, y para
satisfacción del Estipendio se aplicaban los tributos, que
pagaban a tres ps. por Tercio en plata, para lo que
sembraban trigo, en los resgum·dos que conservaban sin
pleito, ni contradicción, y por su 'cortedad habían sido
mandados transladar, en años pasados a Gachantivá, lo
que no había tenido efecto, y que dentro de los resguar-
dos mantenían arrendatarios, con doce vecinos, sin que
se les extorcionara en el cobro de tributo, diezmo, y
pri-//micia, ni tampoco en exigirles derechos, por bau-
tismos, entierros, y casamientos.
Que mensualmente señalaban china y soltera para el
servicio del Teniente que les administraba, y mantenían
las tres cofradías, satisfaciéndo para cada una tres rea-
les los casados, y la mitad los solteros, y diez y ocho
pesos anuales para las tres fiestas.
Que no tenían bienes de Comunidad, y había cinco
reservados por empleos, a saber: Un Gobecrnador, dos
Alcaldes, un Fiscal, y el Sacristán blanco.
I Con lo cual se concluyó esta declaración y el nomi-
nado Señor Visitador resolvió pasar al pueblo de Tin-
jacá del mismo Partid} de Sáchica, en donde proveyó:
327
 Que a efecto de practicar la visita de aquel pueblo,
478 pert neciénte // al Corregimiento y Partido de Sáchica,
con arreglo a las Leyes, y Real Cédula de su Comisión,
se formara Lista, y Numeración de sus indio•s, y se exa-
minaran los que pareciera conveniente para indagar su
estado, gobierno y población, con lo demás que pareciera
·conducente. para dar las providencias, que conviniera
expedir.
En cumplimiento de lo cual se formaron las listas de
las cuales resultó haber existentes sesenta y ocho tri-
butarios, inclusos diez y seis empleados, con el total de
cuatrocientas diez y seis almas.
En cuya· virtud comparecieron ante el mencionado
Señor Doctor .Don Francisco Antonio Moreno, y Escan-
dón, Juan de. Dios Sesquilé Gobernador, Fernando Pa-
rrandero Teniente, y Casimiro Roquete Capitán, h1dios
de aquel pueble, •a quienes por // ante el Escribano
recibió juramento que hicieron conforme a derecho, e
instruídos de su gravedad dije:ron:
Que en aquel pueblo no había indios de otros y que
los de su pertenencia eran los mismos de que se había
dado razón ·en la lista, y numeración, que se había for-
mado, en que habían expresado los ausentes, reserva-
dos, y empleads ..
Que conservaban las tierras últimamente señaladas
de sus resguardos, aunque la mayor parte eran lomas
y sólo podían aprovechar las vegas, por lo que habían
disputado el potrero con Don José de Castro, que sem-
braban trigo, maíz, pero que principalmte. se valían
de las mochilas de fique para pagar el tributo, al res-
pecto de tres pesos, cada Tercio, sin que recibieran ex-
479 torción en su cobro, ni en la del diez-//mo, y primicia.
Que satisfacían por los bautismos dos reales de dere-
chos al Cura, y medio al Sacristán; de casamientos ocho
reales de la Misa, y seis, y medio reales de Arras, y tres
pesos por los. entierros, teniendo conque satisfacerlos.
Que mantenían las tres cofradías y para cada una sa-
tisfaóan dos reales los casados, y uno los solteros, y
diez pesos por cada una de sus fiestas,. y dos. reales de
monumento. Que señalaban china soltera, para el ser-
vicio doméstico de la Casa del Cm'.a, con leña, agua y
demás necesario.
Que había empleados _Gobernador, Teniente, cinco Ca-
pitanes, dos Alcaldes un Sacristán, un Riscal, y seis
Cantores.
328
Que aunque trabajaban de común para la Iglesia, y
Cofradías no tenían Caja ni bienes de Comunidad.
Que eran muchos / / los vecinos, que habitaban en el
pueblo, y su resguardo, con casa, y labranzas, y que
algunos causaban daño con sus ganados.
Con lo cual se concluyó esta declaración a cuya con-
tinuación certificó el Escribano de Visita haber reco-
nocido el padrón manifestado por el Doctor Don· Ignacio
Moreti Cura de dicho pueblo de Tinjacá y que resultaba
haber docientos once vecinos cabezas de familias con el
total de mil y siete almas.
Y el Nominado Señor Visitador resolvió pasar al pue-
blo de Ráquira lo que así ejecutó, y en tres de septiem-
bre del mismo año, de setenta y ocho, mandó que a fin
de practicar la visita de aquel pueblo, el primero de
los /del Partido de Sáchica, y indagar su número de
480 indios, y el actual // estado, gobierno, y población de
él; se practicara lista y numeración de todos, y se exa-
minaran los principales, reservando en su vista, y según
los resultos, providenciar lo que más conviniera.
En cuyo cumplimiento se formaron las listas preve-
nidas de las cuales resultó haber veinte y seis tributa-
rios, incluso doce empleados, con el total de ciento
veinte y cinco almas, y inmediatamente comparecieron
Pedro Arpero Gobernador, Felipe Pastrana Capn. ·Y
Antonio Garzón Alcalde, indios de aquel pueblo, de
quienes, por ante el Escribano, examinó dicho Señor
Visitador conforme a derechos, y siéndolo al _tenor del
interrogatorio dijeron: Que los indios de aquel pueblo,
eran los mismos, que cons-//taban en la lista y nume-
ración que se había formado, en que habían• expresado
los ausentes, y no haberlo de otros pueblos, y que había
empleados, dos Capitanes, dos Alcaldes, Fiscal, Sacris-
tán, y seis Cantores.
Que mantenían las ierras de sus resguardos, que eran
pedregales y sólo podían aprovechar las vegas, en que
sembraban muy poco, siendo el principal fruto el trigo
que se cosechaba, pero que los indios se mantenían en
mucha pobreza reducidos a trabajar la loza conqe. procu-
raban satisfacer el producto en que estaban adeudados, Y
que la parte de Gacha, pagaba tres pesos de Demora, Y
seis reales, y medio del quinto, cada tercio en plata y la
parte de Tija diez y ocho reales // de Demora y cuatro
481
reales del quinto cada 'i;ercio, sin ~ue se les ca~s~s~ ex-
torción en su cobro coyw la de diezmos, y. pnm1c1as.
329
 Q1.1e por bautismos no se les exigían derechos, por
casamtos ocho 1·eales de Misa, y seis y medio reales de
Arras, y por entierros únicamente pagaban los que te-
nían.
Que mantenían las tres cofradías ordinarias para lo
que satisfacían cuatro reales los casados y dos los sol-
teros, y doce ps. por cada fiesta, como también la de
Nuestra sa. de los Dolores, la de San Antonio, que pa-
gaba un peso cada Alférez, la de Santiago seis pesos,
la de San Pedro lo mismo Nuestra Señora del Rosa:rio
y dos reales de Monumento.
Que eran debidamente instruí-/ Idos en la Doctl'ina
Cristiana, qe. dentro del resguardo vivían muchos ve-
cinos, con casa, y familia, que solían tomar en arren-
damiento tierra para cultivar.
Que no daban servicio alguno a su Cura, ni tenían
bienes de Comunidad.
Con lo que se concluyó esta diligencia a cuya conti-
nuación puso certificación el Escribano, de que habiendo
reconocido el padrón del vecindario de aquel pueblo,
manifestado por su Cura manifestaba ele él trecientos
ochenta y un vecinos, cabezas de familia, con el total
de rhil quinientas trece almas. . .....
En este estado pasó el nominado Señor Visitador al
482 pueblo de Sáchica, en donde mandó se for-//mase Lista
y Numeración de todos los indios de aquel pueblo re-
cibiéndose información,· y examinándose, los que pare-
cieran convenientes, con reserva de expedir según sus
resultas, las providencias que correspondieran.
En cuya virtud se hicieron las· listas, y de ellas re-
sultó haber setenta y cuatro tributarios incluso treinta
empleados, con el total de docientas noventa y siete
almas.
E inmediatamente comparecieron Marcos Durán, Go-
bernador, Cipriano Llamaga Teniente, y Lorenzo Me-
dina Cap 11• todos indios de este pueblo, a quienes por
ante el Escribano examinó conforme a derecho, y sien-
dolo al tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios, de que se componía aquel / / pueblo
eran los mismos de que habían dado razón en la lista y
numeración, que se había formado en que habían ex-
puesto los aus.tes y no haberlos de otros pueblos.
Que conservaban las tierras del resguardo según la
restricción qe. se les había hecho en la última Visita en
que se les· había privado del pedazo de tierra de Ri-
330
toque, que era muy útil, y que si se le reintegrase,
podrían traerse indios de otros pueblos por la ·ventaja
de su fertilidad, para .el trigo, y facilidad de regadío,
para todo género de frutos, con cuyo cultivo podían
cómodamente satisfacer el tributo en cantidad de tres
pesos cada tercio, y seis y medio reales de quinto en
plata, sin que en su exacción y del diezmo, y primicia
483 padecieran / / extorción.
Que eran debidamente instruidos en la Doctrina Cris-
tiana que se enseñaba a mañana y tarde y que satisfa-
cían por bautizmos cuatro reales, y de casamiento, ocho
reales de la Misa, y seis y medio rr 5 , de las Arras, y
por entierros tres pesos de adulto, y doce reales de
los párvulos.
Que mantenían las tres cofradías, y satisfacían de
limosnas cuatro reales los casados, y dos los solteros,
. para cada una, y para cada fiesta de ellas doce pesos,
como también para la del Patrón San Lorenzo y lo
mismo para la de Nuestra sa. de Chiquinquirá, San
Roque y San Antonio.
Que cada mes, se señalaba para servicio doméstico,
de la casa del Cura, china soltera, y Alguacil y al Co-
rregidor cuando arribaba a / / aquel pueblo con lo
demás que pedía.
Que aunque sembraban de común y su producto se
aplicaba a la Iglesia, carecían de Caja, y Bienes de Co-
munidad, con los requisitos· que prevenía la Ley, aunque
era fácil, y útil verificarlo con sementera de trigo.
Que dentro del resguardo servía, o vivían tres veci-
nos, con casa, familia, y sementera, satisfaciendo el
arrendamiento al indio dueño de la tierra, sin causar
perjuicio a los demás, y que recibirían gustosos, y aten-
derían dandole buena acojida, conforme a como en
aquel acto se les había prevenido.
Con lo que se conéluyó la diligencia a cuya conti-
nuación certificó el Escribano, que del padrón de veci-
484 nos españoles, agregados a aquel / / pueblo de Sáchica,
resultaba, que se componía de noventa y un vecinos
cabezas de familia, con • el total de trecientas nueve
almas de dicha clase.
Auto A continuación de todo lo cual se halla puesto el
/
Final auto final del tenor siguiente:
. E~ la Ciudad de ?unja a ocho~ de septiembre de
mil s-etec1entos setenta ¡ ocho: ~nor Dop Francisco
331
1
1
1
 rc~v,•,t,'-,1,\
An onio Moreno y Escandón del Consejo de su Majestad
Fiscal del Crimen de la Real Audiencia de este Reino,
y Visitador de as Frovincias df"su Distrito dijo: -
Que de la Visita, que ha ·pracücado del Corregimiento
de. Sáchica resulta componerse de ocho pueblos en la
mayor parte pequeños, a saber el de Sac ica, coñ se-
• en a y cua· ro· tributarios, Sora, con cien-/ /to veinte y
dos tributarios, Tinjacá con sesenta y ocho tribut, 0 s,
Ráquira con veinte y seis tributarios inclusos doce tri-
butarios, Cucaita con sesenta• y cinco tributarios, in-
clusos trece empleados. Moni uirá con s:u agre ado de
Gachantivá, con cincuenta, y siete tributarios, inclusos
·quince empleados. Chíquiza, con veinte y dos tributa-
rios inclusos nue..:re empleados, Sámaca con setenta y
seis tributarios; inclusos diez y ocho empleados, y el
escaso número de cuarenta tributarios inclusos siete
empleados, que se mantienen, en el antiguo extinguido
pueblo de Yuca, situados con notoria desproporción, y
485 careciendo muchos de ellos de la debida // formalidad
y uen orden, que prescriben las Leyes, que difíciliñte.
pue e lograrse, por lo tenue de sú número, cte-modo,
que en casi todos se mantienen por el vecindario agi:e-
gado de gentes de color, que disfrutan las tierras de
los resguardos, que les arriendan en particular. los mis-
., mos indios, y con esta confianza abandonan la agricul-
,:5 tura, y trabajo de ellas, entregándose al ocio, y a la
6 bebida, en que suelen pagarseles el importe del arren-
.:-damiento, faltando a las obligaciones del pit-eblo con
":í abando~~.Vde sus familias, con otros daños difíciles de
remedi~A qe. se añade el notorio defecto, de estar
- ~ dividido el Curato de omquirá,-y-Gachantivá, en dos
parcialidades; con sus respectivas Iglesias, /1 distantes,"
entre sí una legua de camino, con poca cÍÍferencia sin
.J . 1 queel Cura pueda acudir oportunamente, a una y a
otra, teniendo la precisión de celebrar dos Misas los
días festivos, y de confiar al cuidado del indio fiscal la
Doctrina Cristiana, lo que semejantemente sucede con
los del pueblo . de Yuca, que aunque se extinguió más
lrace-de--Veinte~ años, permanecen allí al-cuidado del
Cura de la Parroquia de Suta necesitando destinar te-
niente para su instrucción, invirtiéndose los tributos en
su estipendio. Concurriendo en el pueblo de Chí uiza,
la circunstancia .de que su extraviada defectuosa situa-
486 _ción, y estar .amenazando // ruina su Igl_esia Y en el
de Cucaita -ser tanta su inmediación al de Sora, que
332
apenas dista un cuarto de legua de camino y en el de
Tinjacá, que sin embargo de ser mayor el número de
tributarios, están notoriamente viciados siendo .frecuen-
tes las riñas, esc(ndalos, y homicidios, que se ejecutan,
y· el clamor de los. circunvecinos por cuyos peculiares
motivos, - y por To generales dimanados de la mejor
ínstrucción,¡Jue los indios logran, -estando reunidos en
competente número, la mayor atención, que aplican los
. Curas a su enseñanza, correlativa. al mayor ingreso, que
· también dificulta, los inútiles gastos de que se liberta
· el Real Erario(! en multiplicados (y) necesarios esti-
µendios, fábrica, y redificacn. de Iglesias reintegrando
el tributo, que deja de percibir en los empleados de
- cada pueblo· tenue, y finalmte. que por este medio se
,"ti facilita más la cobranza de los tributos, y la mejor ad-
ministracióniie justa. venci~ndose los inconvenientes,
que de otro modo ser.ían insuperables, para -la· acertada
demarcación de los·Corregimientos, y buen Gob 0 . de las
poblaciones de españoles, que pueden establecerse, en
varios. pueblos de los extinguidos, fomeritándo__se el co-
mercio, agricultura e industria, con creces de la- Real
Hacienda por medio de las. ve'ntas de las tierras, que
resultan vacantes.
487 Se declara, gue los indios de Rá-/ /quira, los de Yuca, ¡
y su. agreg_ado a Ga_chantivá, deben reunirse, y compo-
ner un solo pueblo, con los de Sáchica cabecera del
Partido, por gozar ~no sólo de ventajosa situación,
·proporcíonada para el expendio de los frutos, y princi-
palmen e del trigo que cosechan, . sino también porque
gozando de igual, y aÍ'.m más ben1gno temperamento, no
es duffable logren los indios las utilidades; que por este ,
medio se les franquean, reintegrándoseles para el efec-
tolastierras de resto que se les desmembraron, y
vendieron en la última Visita, con las que podrán có-
modamente subsistir, sin las contingencias que ocasionan
lasíalfas de lluvias, y que .allí se cautela, con el riego
de que abunda, pudiéndose reem-/ /plazar al dueño,
"COñ.ofras tierras, o su importe en dinero de las que
produjesen las vacantes, que se reconocerán, avaluarán,
y pregonarán en la forma acostumbrada para su remate.
En igual conformidad, los indios de los pueblos de
Chíquiza, y Cucayta se agregarán · al cercano, y más
J numeroso de Sora, que goza de suficiente resguardo, y
en sustancia no se caus9r un corto tránsito por su in-
mediación, con las de sy buena situación, e igual tem-
333
 pe 11amento, lo que con poca. diferencia ~contece así
mismo con los indios del pueblo de Motavita, que de-
berán agregarse al de Samacá, por las mismas razo.nes,
quedando de este modo extinguido el pequeño Corre-
488 gi-//miento de Sáchica, y reducidos a tres pueblos que
merezcan atención, situados ventajosamente, .y en que
sin dificultad se haga excequible la cobranza de los
tributos, por quedar colocados Sáchica, Sora, y Samacá,
donde es frecuente el comercio, sin exceder medio día
de la ciudad de Tunja, cuyo Corregidor puede visitarlo
. personalmente con frecuencia sin dificultad, indagar y
saber su estado para proveer oportunamente sobre su
buen régimen, e impedir cualquiera desorden, para cuyo
efecto deberán salir de los resguardos de los tres pueblos
permanentes todos los vecinos, y gentes de color, q.ue
allí habitan, estableciéndose en Parroquia en los extin-
guidos, en que fuese acequible la erección, con el auxi-
lio de las Iglesias, como así se hará saber // por el
Comisionado, a fin de los indios vivan sin mezcla en
los pueblos disfrutando las tierras de sus asignacio:ns.
sin poderlas arrendar, como expresamente se declaran,
trabajando anualmente sementera de comunidad, y cus-
todiando su producto en arca de tres llaves pa1~a sus
urgencias, necesidades del común, observándose todo
lo demás generalmente prevenido en las agregaciones
de esta clase, sirviéndo para auxilio de las contenidas
en este auto el importe de los arrendamtos., hechos por
los indios a vecinos particulares en quienes deberá el
Comisionado, hacer embargo, y aplicarlo para los gastos
de la translación y fábrica de habitaciones en los pue-
blos. donde han de residir.
489 En la inteligencia, de que así los indios de // Sáchica,
como los de Sora concurrirán por su parte, como han
ofrecido a la construcción de casas y demás conducente
al más cómodo y breve establecimiento de los ind. 03
transladados haciéndoles buena acogida, y guardando
una perfecta hermandad, y correspondencia, como que
en nada han de ser preferidos los nativos a los trans-
ladados, antes por el contrario, se han de facilitar a
éstos todos los auxilios conducentes a su más acomo-
dado' establecimiento, ayudándole al transporte de sus
bienes, y de todo lo perteneciente a sus Iglesias, qu·e
podrán conducir con inventario intervenido por los
mismos Curas, anotándo .en sus libros para la debida
formalidad.
334
Pero para. que todo lo contenido en este // auto,
logre su mejor cumplimiento. se suspenderá su ejecu-
ción, hasta tanto. que noticiado el Superior Gov 0 . con el
expediente de· la Visita e informe que de todo se le
hará, se sirve resolver su aprobación, o lo que tenga
por más conveniente, en la inteliga. de que si en su
determinación, no puede procederse á la demarcación
territorial de Corregimiento, que prescribe la Real Cé-
dula de que dimana esta Comisión.
Y por éste que proveyó, así lo mandó, y firmó, por
ante mí el presente Escribano Público y de, Visita, de
que doy fé.
Doctor Don. Francisco ,Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho Escribano Público y de Vi-
sita .....
Y unidos todos los expedientes en un cuaderno, lo
490 ;remitió al Excelentí-//simo Señor Virrey, con el infor-
me del Señor Teniente:
Inf.me Muy Señor mío:
El adjunto proceso contiene los expedientes de
la Visita practicada, en los pueblos del Corregimiento, y
Partido de Sáchica, que es uno de los tenues, que con-
forme al precepto de la Real Cédula de mi Comisión,
merece extinguirse, reduciéndose a tres pueblos de con-
sideración, situados oportunamente donde fácilmente,
puedan ser gobernados los indios, instruídos civil, y
cristianamente, y recaudarse sin dificultad su tributo,
por el Corregidor de Tunja, que escasamente dista me-
dio día de camino de cualquiera de ellas.
El objeto, y fin que me propongo en estas providen-
cias, no se limita a // la reunión sola de los pueblos por
los motivos de utilidad, y conveniencia pública del
Erario, y de los misll}OS indios, sino que se dirige a
proporcionar, pOT estos oportunos legales arbitrios, a
facilitar la demarcación de los Corregimientos y pro-
porcionar el fomento del comercio, y expendio de frutos,
y la buena administración de justicia en los súbditos,
como que es el último complemento de mi comisión a
que termina la Real Cédula que lo promueve, y que
no podré cumplir como deseo, si se dificulta el log:ro
J de los preliminares, y medios precisos para la conse-
cución de aquel fin en que por haber hallado tropiezos
que no esperaba, he tenitlo por más conforme a reglas
491 de prudencia// y buena/política suspender la ejecución
335
 eje mis pensamientos, y providencias de esta naturaleza,
hasta que examinadas por V. Excelencia se sirva resol-
ver sobre ellas, y noticiarme sus determinaciones por
serme este conocimiento indispensable, para poner en
práctica lo demás que el Rey me ordena.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años, como deseo.
Zipaquirá y septiembre catorce de mil setecientos se-
tenta y ocho.
Exmo. Señor.
Beso la mano de V. Excelencia, su atento rendido
servidor.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Exmo. Señor Don Manuel Antonio Flórez.
PARTIDO DE 'TURMEQUE
493
En la misma conformidad el nominado Señor Fiscal
Visitador por auto fecho en el pueblo de Boyacá //•a
nueve de septiembre del mismo año de setenta y ocho
dijo:
Que para comenzar la Visita del Pa:rtido, y Corre-
gimiento de Turmequé, dándo principio por la de dicho
pueblo de Boyacá indagando su actual estado, gobierno
y población, se procediera a formar lista y numeración
de sus indios, y a examinar los que parecieran conve-
nientes, y más idóneos, conforme al interrogatorio, con
reconocimiento de las tierras de su resguardo, y demás
que pareciera conducente a llenar el objeto de las Reales
Intenciones, con .reserva de expedir en su vista las pro-
videncias que correspondieran.
En cumplimiento de lo cual se pasó por el Escribano,
a formar las listas prevenidas, de las cuales resultó
492 haber, noventa y dos tributarios, inclusos catorce //
empleados en oficios del pueblo con el total de qui-
nientas diez y ocho alm 5 •
En cuya. virtud inmediatamente comparecieron José
.Gacha Capitán, Juan Gativa Capitán, y Alcalde, y An-
tonio Carlos Alcalde, indios todos de aquel pueblo, a
quienes por an.te el Escribano examinó conforme a dro.
Y siéndolo al tenor del interrogatorio dijeron: Que los
indios de. que. se componía aquel pueblo, eran los mis-
mos que habían manifestado en la lista, y numeración
que se habí~ formado, ~n que habían dado razón de los
... ausentes, reservados, y quince empleados, inclusos. dn._co
33'6
Capitanes, y dos Fiscales, sin que hubiera indios de
otros pueblos.
Que conservaban las tierras de sus resguardos, cuyos
títulos y linderos, se habían reco-/ /nacido arreglados
a las dos anteriores Visitas, que er.an abundantes, y úti-
les para la labor, y frutos que se cosechaban de maíz,
cebada, alverjas, papas, y legumb1·es, pues gozaban de
una calera, con la que, y sus frutos, satisfacían el tri-
buto de seis pesos por año, y diez reales, y medio de
quinto en plata, y que no recibían perjuicio en su cobro,
ni en el del diezmo, y primicia.
Que por un mes habían estado sin Cura, ni Sacerdote,
que les asistiesen, porque el propietario hacía nueve
años, que padecía enfermedad en Santa Fe, aun-
que ya se les había proveído de ecónomo que les
instruyera, debida y diairiamente en la Doctrina
Cristiana. Que mantenían las tres cofradías // de
Nuestro Amo, la Virgen, las Animas, para las que sa-
tisfacía mensualmente el pueblo, cinco pesos y para las
festividades de la• Virgen y del Señor doce pesos, y la
de las Animas seis, y fuera de éstas, la de la Concep-
ción cinco pesos la de ChiquinquÍ'rá, Encarnación, Can-
delaria, Cristo Crucificado a s·eis pesos cada una, San
Agatón, Resurrección a cuatro pesos, San Juan tres
pesos, Santiago seis pesos, San Pedro ocho reales, Mon-
gui iten nueve pesos de aguinaldo, de Monumento doce
pesos y fiesta de San Javier lo mismo.
Que por Bautismos nada pagaban, por Casamientos
ocho reales de Misa y seis y medio de Arras, y por En-
tierros tres pesos de adultos, y la mi(tad) / / los pár-
vulos.
Que para servicio doméstico del Cura, señalaban cua-
tro Alguaciles, china, y soltera, que también se daba
al Corregidor, cuando }a necesitaba, con peón y bestia,
para la cama, sin paga.
Que no tenían bienes de Comunidad, aunque había
proporciones, y facilidad para ella .
Que la cofradía del Señor, tenía un hato de cuarenta
reses de ganado mayor, y la de la Virgen veinte ovejas.
Que dentro del resguardo vivirían como cincuenta
vecinos, con casa, sementera, y familia, que pagaban
J arrendamiento, y se invertía en fiestas, de cuya prohi-
bición habían quedado advertidos. Como así mismo
ofrecieron reparar el tecli>.adode la Iglesia que amena-
zaba ruina. •j
337
494 Oon lo cual se le concluyó esta declaración, a // cuya
continuación certificó el Escribano, que del padrón del
vecindario manifostado por el Cura interino de aquel
pueblo resultaban, cincuenta y siete cabezas de familia,
con el total de doscientas cincuenta y nueve almas .....
Y habiendo pasado al pueblo de Tibaná en el mismo
día mes y año dijo: Que habiendo llegado a aquel pue-
blo con el objeto de visitarlo, con arreglo a lo preve-
nido por las Leyes, y Real Cédula de su Comisión, se
procediera a formar lista, y numeración convocándose
a los indios mediante a no haberse encontrado alguno,
ni al Cura, y Corregidor del Partido, ni haberse for-
mado lista en aquel año, ni hallandose documento, ni
sujeto por donde adquirir formal no-/ /ticia del Estado,
y gobierno de aquel pueblo, y expresaT un religioso
Agustiniano, que ejercía de Cura interino no haberle
dejado papeles algunos el propietario Don Domingo
Ruiz Palazuelos; en cuyo defecto recogidos los indios
se examinaron los más idóneos al tenor del interrogat 0 •
reservando en su vista providenciar lo más conveniente.
En cuyo cumplimiento inmediatamente comparecie-
ron ante el referido Señor Fiscal Visitador, Antonio
González T~miente Francisco Siachoque, y Juan de la
Cruz Méndez, Capitanes indios de aquel pueblo, a quie-
nes por ante el Escribano examinó, conforme a dere-
chos, y siéndolo al tenor del interrogatorio dijeron:
495 Que los indios de que se componía aquel // pueblo
eran los mismos que habían manifestado en la lista, y
numeración que se había formado, en que habían dadD
razón de los ausentes, reservados, y empleados, a saber
un Gobernador que hacía de Capitán, un Teniente, dos
Alcaldes, tres Capitanes, un Sacristán, un Fiscal, y tres
Cantores.
Que en aquel pueblo habitaban un indio de Sogamoso,
otro de Siachoque, otro de Sora con sus familias, hacía
dos años, y que no pagaban tributo, ni trabajaban en
la tierra.
Que conservaban las tierras de sus resguardos sin
litigio, no obstante de que Jph. de Huertas, pretendía
introducirse por la parte nombrada Suta. Que eran bas-
tantes, muy buenas, y útiles, en que sembraban maíz,
alverjas, y semejantes frutos, con cuyo producto com-
praban algodón para tejer // lienzo, en cuya especie
al precio de dos reales vara, satisfacían el tributo, en-
tregando quince varas cada tributario, el Tercio de Na-
338
vidad, y quince y media el de San Juan, que eran pocos
los que sabían tejerlo, y necesitaban buscar, y pagar
a otros para el° efecto, sin que les causasen perjuicio, en
su cobro, ni el de diezmos cobros y primicia.
Que de los de Ramiriquí mandados transladar a aquel
pueblo, únicamte. habitaban en él tres por haberse
regresado los demás.
Que mantenían las tres cofradías para las que satis-
facían un real los casados, y la mitad los solteros, y
seis pesos de cada fiesta, con más la del PatTón San
Laurean de seis pesos, con más un real los casados, y la
mitad los solteros, y las del Rosario, y Concepción por
496 parcia-//lidades.
Que por bautismos sólo pagaban medio de Sacristán.
Por casamientos echo reales de la Misa y seis y medio de
Arras, y por Entierros, tres pesos los que tenían, y nada
los pobres. Que se les instruía diariamente en la Doctri-
na Cristiana y se les predicaba todos los domingos.
Que para el servicio doméstico del Cura, se les lle-
vaba cada domingo seis tercios de leña, señalandoles
tres Alguaciles para lo que se les ofreciera, y al Co-
rregidor se le daba bestia, y peón Pª· la cama, y le solía
dar medio real a este último.
Que no tenían bienes ni sembraban de comunidad,
aunque había facilidad para ello, y que dentro del res-
guardo vivían bastantes vecinos con casa, familia, y
sementa. / / pagando arrendamiento a los inds.
Con lo cual se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación certificó el Escribano: Que habiendo compa-
recido el Cura propietario, Don Domingo Ruiz Palazuelos,
a las ocho de la noche, con noticia de la llegada del Señor
Fiscal Visitador, con el fin y deseo de contribuir por su
parte a los objetos de la Visita, había manifestado el
padrón del vecindario agregado a aql. pueblo, del que
resultaban ciento y siete vecinos, cabezas de familia,
con el total de cuatrocientas sesenta y seis almas.
Y en vista de todo proveyó dicho Señor Fiscal Visi-
tador, el auto, que dice así:
Auto En el pueblo de Turmequé, a diez de septiembre
497 de mil setecientos set.a // y ocho. El Señor Don
Francisco Antonio Moreno y Escandón del Consejo de su
Majestad, su Fiscal del Crimen de la Real Audiencia de
este Reino, y Visitado11 de las provincias de su Dis-
trito dijo: /
339

Que en atención a lo que ocularmente ha reconocido,
y a lo que resulta en la Visita practicada en el día de
ayer en el pueblo de Tibaná, y de los informes adqui-
ridos sobre el índole de sus indios, ti,erra de sus res-
guardos, frutos que cosechaban, ocupaciones en que se
ejercitan, método, y especie en que satisfacían el tri-
buto, como también el estado de la translación mandada
practicar últimamente de los pocos indios de Ramiriquí
a este dicho pueblo de Tibaná, donde no se han encontra-
do, aunque se ha visto cultivada, la fértil, y abundante
parte de tierra, que se les ha señalado, y repar-/ /tido,
y de que frustrando el objeto de la providencia, han
abusado, dandola en arrendameinto a diferentes veci-
nos particulares, sin residir en dicho pueblo, regre-
sándose al antiguo Ramiriquí donde permanecen y según
ha expresado el indio Teniente, y otros dos, que com-
parecieron han sembrado, sin que hasta ahora hayan
transladado sus bienes, los de Iglesia, y cofradías, no
obstante el dilatado tiempo que ha ocurrido y diligen-
cias practicadas para su logro.
Para que en adelante se observe el debido buen orden,
confo·rmando lo prevenido por las Leyes, con el actual
estado del pueblo, se compondrá en adelante de solas
tres Capitanías manteniéndose encargado de una de
498 ellas, como lo está el Gobernador // y formando parcia-
lidad los inds. de Ramiriquí, con su mismo nombre go-
bernándose todos por unos mismos jueces, eligiéndose
de los más idóneos, ya sean nativos del pueblo, ya sean
de los transladados, mediante a que se han de conservar
entre todos, una exacta igualdad, prefiriéndose en caso
necesario los de RamiJ:iquí, a quienes deben los de Ti-
baná dar la mejor acogida, ayudándoles para todo lo
que les ocurra, hasta su perfecto establecimto. y radi-
cación, en la inteligencia, de que si de palabra, obra,
o de cualquiera modo, les molestasen, o agraviasen, se
les castigará con rigor, y sin disimulo, a fin de solidar
su unión, no sólo fabricarán sus habitaciones mezclan-
dolas, sino, que también se les distinguirá en los oficios
del pue-.//blo, y por el Cura, como se le ruega, y en-
carga, se promoverá por medio de los matrimonios de
unos, y otros, obligando así a los nativos, como a los de
Ramiriquí, a que tengan casa en el plan del pueblo,
para que como manda la Ley vivan a son de campana,
y acudan sin dificultad a la Doctrina, y para que no se
tolere por más tiempo la inobservancia de lo mandado,
340
pasará personalmente, y sin dilación el Corregidor del
Partido Don Andrés de Mendoza, y conducirá con arre-
glo a la lista, .a todos los indios de Ramiriquí y puestos
en Tibaná, les notificará, que si saliesen de allí se les
reducirá a prisión donde fuesen hallados, y se les apli-
carán las penas cor.respondientes; a cuyo efecto· intima-
rá a los Alcaldes partidarios de Ramiriquí, que no le:::
499 consientan // allí con pretexto alguno, y que hagan
notorio al vecindario, que ninguno les dé abrigo, sino
por el contrario denuncien a los· que se ocultasen, en
la inteligencia de que el vecino en cuya casa, o estancia,
se encontrase algún indio será obligado a satisfacer su
tributo, y sufrirá las penas correlativas, y proporciona-
das, a su culpa, no se les abonará el precio del arrenda-
miento, y por el contrario, se le obligará a pagar lo que
hubiese sembrado de los indios, y así lo verificará dicho
Corregidor, con las actuales sementeras, haciéndolas
avaluar para el efecto.
En iguales términos tomará dicho Corregidm, con
intervención del Cma Razón de todos los bienes de
Iglesia, pertenecientes a dichos indios, y hatos de cofra-
días, para que los conduzcan // consigo a Tibaná y sir-
van allí en el mismo destino, tomándose razón en sus
libros, y encargándose de todo su Cura Don Domingo
Ruiz de Palazuelos, de cuyo celo, y eficacia, se confía
promueva por su parte el logro de todo lo prevenido.
Dispondrá así mismo el citado CoTregidor, que todos
los años se labre sementera de comunidad, a que concu-
rra indistintamente todo el pueblo, incluso los reserva-
dos, y que su producto se guarde en una caja de tres
llaves, con su libro en que se apunte el producto, como
también lo que se sacase para alivio de los indios po-
bres, viudas, y enfermos, teniéndo para el efecto una
llave el Cura, otra el Corregidor, que en su ausencia
dejará al indio Alca1ide, y otra al indio Teniente, pro-
500 moviendo su / / aumento, y buena distribución a bene-
ficio del común del pueblo. •
Y por que nada perjudica tanto como el abuso de
permitir a sus indios, que arrienden sus tierras a veci-
nos y gentes de color, cuya sociedad les es perjudicial,
y se entregan al ocio ,confiando en el producto del
arriendo, de que dimana su acabamiento, y holgazane-
J ría. Se previene estrechamente a dicho CorregidoT, que
inmediatamente les notifique a todos los que habitan
dentro el resguardo, q e salgan de él el breve término
341
 que les señalare, sin tolerarlos en adelante; pues no sólo
se les expelerá, y castigará, sino también, perderán lo
que sembrasen, trabajasen, o edificasen, dando a enten-
der a los indios, que no pueden disponer de las tierras,
sino para ejercitarse en // su labor, y disfrutaTlas con
su trabajo, pues a este fin se les concede, de modo que
si no cultivasen la parte señalada se les pueda conceder
a cualquiera otro indio, que la necesitase o quiera ocu-
parse en su labor.
En cuya virtud amparándoles, como les ampara, en
el goce y posesión de las tierras, que conservan y les
fueron señaladas en las anteriores visitas, notificará el
Corregidor a José de Huertas, no les inquiete, y hará
que los tres indios de Sogamoso, Siachoque y Sora, que
se han agregado a Tibaná, y cualquiera otros, que con
sus familias se agregasen, se comprehendan en la
lista, y en el repartimiento de tierras, y se les obligue
a satisfacer el tributo, según la tasa del pueblo, quedan-
501 do advei-tido dicho Corregidor / / de que se le constituy-e
responsable al cumplimiento y resultas de todo lo
ordenado en este auto; y de que en el preciso término
de un mes, ha de dar cuenta al Superior Gobierno, de
haberlo ejecutado en documento que lo acredite: Para
lo que por ahma, y con reserva de comunicarse, los de-
más puntos generales, acordados en esta Visita, para el
buen Gobiei-no, y arreglo de los pueblos.
Se le entregará testimonio de este auto, por el cual
así lo proveyó, mandó, y firmó, por ante mí el presente
Escribano Público, y de Visita de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho, Escribano Público y de Vi-
sita ...... .
En cuyo cumplimiento se le dió testimonio del citado
auto, y el referido Señor Fiscal Visitador pasó el pue-
blo / / de Chiriví del mismo Corregimiento en donde
por auto del citado día diez de septiembre se dijo: Que
a efecto de practicar tal Visita de aquel pueblo, con
arreglo a las leyes, y a lo prevenido en la Real Cédula
de su Comisión, se procediera a formar Lista y Nu-
meración de sus indios, con distinción de clases, y a
tomar Tazón del vecindario agregado, y también de su
actual estado, gobierno, y tratamiento, examinando para
ello a los principales, y más idóneos, al tenor del inte-
rrogatorio .con reserva de expediT en su vista· las pro-
videncias correspondientes.
342
En cuyo cumplimiento por el nominado escribano, se
pasó a formar la lista y numeración prevenida, de la
cual resultaron sesenta y un tributarios, inclusos cator-
502 ce em- / / pleados, con el total de trescientas treinta y
dos almas.
E inmediatamente comparecieron Roque Gumba Go-
bernador, Juan Usa Teniente, y Agustín Castro Capitán,
indios de aquel pueblo, a quienes por ante el referido
Escribano examinó conforme a derecho, y siéndolo al
tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos que habían manifestado en la lista y nume-
ración que estaba formada, en que habían dado razón
de los ausentes reservados, y trece empleados, a saber:
Dos Gobernadores, un teniente, dos· capitanes, dos al-
caldes, un fiscal, un sacristán, y cuatro cantores, libres
de tasa, sin que hallaran en él indios de otros pueblos.
Que conservaban las tierras de su resguar- // do,
aunque Baltazar Arias ocupaba un pedazo arrendándolo,
que eran bastantes, y útiles, en que Se cosechaban los
frutos propios de su temperamento, y particularmente
maíz y tTigo, con cuyo producto compraban algodón
para tejer lienzo, en cuya expecie pagaban el tributo,
dando cada Tercio catorce varas y media, que les reci-
bían así por el Corregidor como por el Cura por su es-
tipendio a dos reales, y media vara, sin que se les
perjudicara en el cobro, ni en el del diezmo y primicia.
Que de Bautizmos nada satisfacían, de casamientos
ocho reales de la Misa y seis y medio de Arras, y de
entierros tres pesos por los adultos, y la mitad por los
párvulos.
Que mantenían las tres Cofradías de las cuales las
503 de la Virgen // la tenían los blancos, y para la del Señoi-,
y Animas, contribuían por año catorce reales los casa-
dos y siete los soltel'os, catorce pesos por fiesta y ani-
versario de la ViTgen, y seis pesos por cada una de las
otras, seis la de la Patrona Santa Clara, lo mismo la de
San Francisco, y la de Chiquinquirá, La Candelaria dos
pesos y lo mismo San Miguel, tres la de Santa Bárbara,
Santa Lucía dos pesos, la de San Pedro ocho reales, la
de San Isidro lo mismo.
Que para servicio doméstico de la casa del Cura, se
J daban seis tercios de leña cada -domingo, y dos alguaciles
para lo que se oirecíÍ, y al CCY:rregidor bestia y peón
para la Cama. ¡
343
 Que no tenían bienes, ni sementera de Comunidad, y
que dentro del // resguardo vivían ochenta y dos veci-
nos, con casa, familia, y sementera, que pagaban a los
indios que respectivamente les arrendaban las tierras.
Con lo cual se concluyó esta declaración, y a su con-
tinuación se halla certificado por el Escribano, haber
reconocido el padrón de los vecinos felig-reses de aquel
pueblo y resultar de él ciento cuarenta y seis vecinos
cabezas de familia, con el total de quinientas sesenta
y siete alm.s lo que así certificaba de mandato del nomi-
nado Señor Visitador ...... . Que para el servicio doméstico del Cura, se le daba
Y habiendo pasado al pueblo de Lenguazaque del mis-
mo Corregimiento por auto de tres de septiembre del
mismo año dijo:
Que a efecto de practicar la Visita de aquel pueblo,
504 conforme a las Leyes, y Rea~ Cédula de su Comi- / /
sión. e indagar su estado, gobierno y arreglo, se proce-
diera inmediatamente a fomar Lista y Numeración de
sus indios, examinándose al tenor del interrogatorio, los
principales y más idóneos, para según sus resultas, dar
las providencias que correspondieran.
En virtud de la cual se fOTmó la lista, y de ella resultó
haber veinte y seis tributarios, inclusos nueve emplea-
dos, con el total de doscientas diez y seis alm.s
Y inmediatamente comparecieron Francisco Olaya
Teniente, José Quimbay Capitán, y Lorenzo Macheta
Gobernador, indios de aquel pueblo, a quienes examinó
dicho Señor Visitador conforme a derecho y siéndolo
al tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios de que se / / componía aquel pueblo,
eran los mismos que habían manifestado, ·en la lista Y
numeración que sé había formado, en que habían dado
razón de los ausentes, reservados, en que se incluían
un Gobernador, un teniente, un capitán, un alcalde, un
fiscal, un sacristán y tres cantores, libres y excentos de
Demoras, sin que hubiera indios de otros pueblos.
Que poseían las tierras de sus resguardos, que eran
buenas, y en que cosechaban maíz, trigo, y demás frutos,
que en Guachetá, por ser el mismo temperamento, dis-
tante una hora de camino en el mismo valle.
Que satisfacían tres pesos de Demora, y seis reales, y
tres cuartillos cada tercio, en dinero, .sin que en su
J
505 cobro, ni del de // diezmo y primicia, recibieran que-
branto.
344
Que de bautismos satisfacían entre indios dos reales,
y de casamiento ocho reales de Misa, y seis y medio de
Arras, y de ·entierros, tres pesos los adultos, y la mitad
los párvulos.
Que mantenían las tres Cofradías, satisfaciendo para
cada una, cuatro reales los casados, y la mitad los sol-
teros, y a doce pesos cada fiesta, y cuatro reales de
Monumento cada casado, y la mitad el soltero, y de
devoción, mantenían la de Chiquinquirá, y San Lau-
rean, a seis pesos.
china soltera, y demás que necesitaba, con dos alguaci-
les, conduciendo el domingo seis tercios de leña; para
el Corregidor no se les gravaba.
Que // eran debidamente instruídos en la doctrina
cristiana.
Que no tenían Bienes, ni Caja de Comunidad, y que
dentro del resguardo vivían diez o más vecinos, con
casa, familia, y sementera, y que pagaban arrendamiento
a los indios, y que había un Alcalde Pedáneo para aquel
vecindario, y el de Guachetá.
A continuación de esta declaración certificó el Escri-
bano de Visita haber reconocido el padrón del vecindario
de aquel pueblo, del cual resultaban ciento sesenta y
siete vecinos cabezas de familia, con el total de sete-
cientas trece almas. . .....
En prosecución de su Comisión el nominado señor
Visitador, pasó al pueblo de Guachetá, en donde mandó,
506 que a efecto de practicar la // Visita de aquel pueblo,
~ conforme a lo prevenido por las Leyes, y Real Cédula
de su Comisión, se procediera a formar con la mayor
exactitud Lista y Numeración de sus indios exáminan-
dose los principales de éstos para indagar su estado, y
gobierno, poniéndose así mismo, razón por el Escribano
de los vecinos que estaban agregados a la feligresía de
aquella Iglesia, para que según sus resultas, se expidie-
ran las providencias que se juzgasen correspondientes.
En cuya virtud, se pasó por el Escribano a formar,
como en efecto formó, la Lista y Numeración prevenida
de la cual resultó haber existentes ciento y treinta y tres
fa•ibutarios, inclusos quince empleados en oficios del
pueblo, con el total de setecientas / / y cincuenta almas.
E inmediatamente comparecieron Don Juan Chíquiza,
Don Jerónimo Boyas~n, y Juan Cobarde, Teniente, y
Capitanes de aquel pyeblo, a quienes por ante el Escri-
345
I
 banp examinó conforme a Derecho, y siendolo al tenor
del interrogatorio dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo, eran
los mismos que habían manifestado en la Lista Y Nu-
meración, que se había formado, en que habían dado
razón de los ausentes, reservados, y empleados, un
Gobernador, un teniente dos alcaldes, cuatro capi-
nes, cuatro cantores, un fiscal, y un sacristán, sin que
hubieran indios de otros pueblos.
Que conservaban las tierras de su resguardo, ~ue e~an
507 // bastantes, y útiles, en que cos~chaban ma~z, trigo
y legumbres de tierra fría para satisfacer el tnb1:1to ~e
tres pesos, seis reales, y tres cuartillos, por Terc10, sin
experimentar perjuicio en su cobro, ni en el del diezmo
y primicia.
Que era diaria la enseñanza de la Doctrina Cristiana,
ni se les grava con derechos en la administración de
sacramentos, ni en los entierros, sino eran con pompa.
Que mantenían las Tres Cofradías, para las que sa-
tisfacían con ocho reales los casados y la mitad los sol-
teros, y nueve pesos seis reales por cada fiesta, Y otras
varias de devoción a distintas cantidades que se reco-
gían en aquel pueblo.
Que no se les gravaba con servicio personal para C_ura,
ni Corregidor ni tenían Caja, ni Bienes de Comumdad
// aunque, en otro tiempo la había habido, y ~ra c_~n-
veniente, quedando advertidos, de ponerla en eJec1:1~10n.
Que dentro del resguardo vivían con casa, familia Y
sementera sobre treinta vecinos de los que algunos
pagaban arrendamiento a los indios, y que los blancos
fabricaban chicha con detrimto del pueblo.
Con lo que se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación se haya certificado por el Escribano, que
habiendo reconocido el padrón de los vecinos feligreses
de aquel pueblo, manifestado por su Cura Doctor Don
508 Policarpo Camacho, resultaban ~e. él trescientos// veint_e
y siete vecinos, cabezas de familias, con el total de mil
quinientas y quince almas. . .....
Y habiendo pasado al pueblo de Turmequé cabeza de
Partido mandó: Que necesitando lo numeroso de aquel
pueblo proceder para su Visita, con la más prolija aten-
ción, para indagar su número, estado, y gobierno, y los
defectos que ocurrían para proporcionar oportuno re-
medio: Se practicara con toda exactitud, la Lista, Y
descripción de los indios con distinción de clases, se
346
hiciera reconosimiento de sus tierras, y de la disputa
que tenían pendiente sobre uno de sus linderos, y se
examinaran· los principales y más idóneos, al tenor del
interrogatorio, para que en su virtud y de los informes
que separadamente // se adquirirían, se expidieran las
providencias que correspondieran.
•En cuyo cumplimiento se pasó por el Escribano formar
Lista y Numeración de los indios, como se prevenía,
de la cual resultó haber existentes tTescientos cuarenta
y siete tributarios, con inclusión de treinta y cinco
empleados en oficios del pueblo, con el total de dos
mil novecientas siete almas.
E inmediatamente comparecieron ante el referido Se-
ñor Fiscal Visitador, Don Vicente Yaya, Gobernador,
Don Marcos Busabuebo, Capitán Principal, y Silvestre
Ruchaquirá, Capitán de segunda clase, indios todos de
aquel pueblo a quienes por ante el Escribano examinó
conforme a derecho, como también a Matías Suica Fis-
509 cal, y preguntados según el interrogatorio di- / / jeron:
Que aquel pueblo como numeroso estaba dividido en
la parte de Turmequé, y Muyachoque, teniendo cada
una su gobernador, teniente, alcalde, y fiscal, con ca-
torce capitanes la primera y ocho la segunda, a que se
agregaban cuatro cantores, y un sacristán para servicio
de la Iglesia, que entre todos componían treinta y cinco
empleados, libres de tasa, y que el número de indios,
y sus clases, era el mismo que constaba de la Lista de
Numeración, con expresión de ausentes, y sin que los
hubiera de ot·ros pueblos. Que gozaban las tierras que
se les había señalado de resguardo, con las aumentadas
últimamente de Teguaneque, y únicamente tenían
disputa en la actualidad, por lo respectivo al lin- / / dero
del Camino Real, y parte de Venta Quemada, en que
se había entendido en aquella Visita y que eran útiles,
en que sembraban trigo, maíz y toda especie de legum-
bTes, con cuyo producto compraban algodón para tejer
las mantas en que pagaban el tributo, al i·especto de una
manta cada tributario por Tercio, y otra entre cinco pa-
ra completar el Quinto; sin que experimentaran perjui-
cio en su cobro, ni del diezmo, y prim.a que satisfacían
sin exceso.
¡ Que no se les exigía a los indios, derechos por Bautis-
mos, ni por Entierros, si voluntaTiamente no solicitaban
pompa; y en los casamientos ocho reales de la Misa,
sin gravamen de Arrrs.
347
 Que aunque tenían las Tres Cofradías, no se les gra-
51 O vaba / / en limosnas, y sólo gozaban la del Señor de un
hato de algo más de sesenta reses, y la de Chiquinquirá
como de cincuenta, y para las fiestas contribuía el común
doce pesos de cada una. Y fuera de éstas otras doce
Festividades de Devoción, y para Semana Santa cuatTo
reales los casados, y la mitad los solteros, aunque no
todos pagaban.
Que para el servicio doméstico del Cura no se les
gravaba, aunque estaban pronto a lo que ocurría, y lo
mismo al Corregidor, no obstante de que anteriormente,
se le daba bestia, y peón para la cama.
Que no tenían Bienes ni Caja de Comunidad como
ni tampoco hospital, no obstante las repetidas órdenes
de las anteriores Visitas parn ella, sobre que quedaban
seriamente advertidos de reducirlas // prontamente
practica, y apercibidos por cualquiera omisión.
Que eran muchos los vecinos que habitaban dentro
los resguardos, no obstante que algunos habían S'alido
para la nueva Parroquia de Venta-Quemada, y que éstos
pagaban arr.endamiento en paTticular, a varios indios
que les arrendaban, y que sería muy conveniente sa-
liesen, para evitar muchos perjuicios, que ocasionaban
con sus ganados.
Que así mismo había dentro del resguardo siete u
ocho molinos de trigo pertenecientes, y en poder de va-
rios particulares, con las cuadras respectivas a la merced,
en que habitaban los dueños, o arrendatarios, con no
pequeños quebrantos del pueblo y sus indios, quienes por
511 separado ·tenían uno, cuyo producto, se aplicaba / / al
Culto de Nuestra Señora del Carmen.
Que la Iglesia era capaz y decente; pero la cárcel de-
fectuosa y sin seguridad, y del mismo modo del cepo, sin
prisiones alguna para freno y castigo de los delincuentes.
Que se mantenía la casa del c-ercado destinada para
hospital, pero sin ejercicio como tenían insinuado.
Con lo que se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación, certificó el Esci;ibano, haber reconocido el
padrón de los españoles feligreses de . aquel pueblo
manifestado por su Curn Doctor Don Ildefonso de Mo-
ya, y que r-esultaban de él, cuatrocientos cuarenta y
dos vecinos, cabezas · de familias, con el total de mil
quinientas sesenta y una almas.
En cuya vista y de las demás diligencias, practicadas
// de que queda hecha relación proveyó el nominado
348
Señor Visitador el Auto que dice así:
Auto En el extinguido pueblo de Zipaquirá a catorce
de septiembre de mil setecientos setenta y ocho.
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón;
del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen de la
Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las Pro-
vincias de su DistTito, dijo:
Que de la Visita, que acaba de practicar del Partido,
y Corregimiento de Turmequé, resulta que se compone
de seis pueblos a saber: Boyacá con noventa y dos tri-
butarios, y quinientas diez y ocho almas. Tibaná, a que
se agregaron los de Ramiriquí, con ochenta y nueve
tributarios, y cuatrocientas cincuenta almas, Chiriví,
512 con sesenta y un tributarios, inclusos / / catorce emplea-
a dos, que deducidos queda en cuarenta y siete útiles con
trescientas treinta y dos almas. Lenguazaque con veinte
y seis tributarios, inclusos nueve empleados, y doscien-
tas diez y seis almas. Guachetá, con ciento treinta y
tres tributarios, y setecientas cincuenta almas; y final-
mente Turmequé con trecientos cuarenta y siete tribu-
tarios inclusos· treinta y cinco empleados y el total de
dos mil novecientas siete almas.
La situación de este Partido entre Tunja y Santa Fé,
y la distancia que entTe sí tienen dichos pueblos· se
manifestará en el Plan Geográfico, pero siendo notoria-
mente inútil y perjudicial, la permanencia de los dos
pueblos de Chirivi, y Lenguazaque por su corto número
de tribut.s / / y estar situado el primero entre Tibaná,
y Turmequé, con pequeña distancia, y mucha facilidad
de que los indios se trasladen a Tibaná por su fértil
abundante resguardo, suficiente para duplicar un nú-
mero de indios, y el segundo tan distante a Guachetá,
que apenas dista media hora, en un mismo valle, con
igual temperamento, y frutos, sin que padezcan la me-
nor -incomodidad, antes sí manifiestas ventajas sepa-
rados de un pueblo, en que domina el vecindario,
libertándose el Erario de continuar los gastos de la
Iglesia que allí se está fabricando.
Con reflexión, a los demás motivos legales de bene-
ficio público, utilidad verdadera de los mismos indios,
5)3 y del Real Erario, que por repetidas en otros / / expe-
dientes de esta Visita se omite su expresión, se tiene
por conveniente que los indios del pueblo de Chirivi se
transfieran al de Tibaná,¡Y los de Lenguazaqué a Gua-
349
 chetá, y que saliendo los vecinos que habitan en uno
y otro, se señale tierra de las muchas que ambos pueblos
gozan, a log transladados, verificándolo luego que dis-
fruten sus sembrados con todos sus bienes, y los perte-
necientes a sus Iglesias, tomandose razón del valor de
las arrendadas a vecinos, que se recaudará, aplicándole
su importe para gastos de su translación, a cuyo logro
contribuirán sus Curas, Doctor Don Domingo Palazuelos
y Doctor Don Tomás Burgos como con laudable celo
han ofrecido contribuyendo a que los indios fabri- / /
quen sus habitaciones, y que entre sí guarden total
igualdad, y hermanable armonía, disfrutando recíproca-
mente, y sin distinción los honores y empleo, que de-
berán confiarse a los más idóneos, aunque sean de los
transladados, como que en todo gozan igual derecho, que
los nativos, y para que más cómodamente puedan veri-
ficar su tránsito, y radicarse con labranzas, se les liber-
tará de contribuir el tributo, por dos Tercios respectivos
a todo el año de mil setecientos setenta y nueve, de
cuya gracia no disfrutarán sino ejecutan puntualmente
lo prevenido.
ll Y mediante a quedar por separación de los indios
libre la Real Hacienda, de mantener doctrinero, en los
514 citados pueblos de ChiTivi y Lenguazaque / / desde el
día de la translación, deberán los vecindarios allí agre-
gados usar de su derecho, si se consideran con facultades
para poderse eregir en Parroquia, en la inteligencia de
que en todo lo posible, y justo, se les prestarán los auxi-
lios para su logro.
Y por cuanto en el pueblo de Turmequé, cabecera de
Partido, se ha notado la inobservancia de lo prevenid.o,
sobre mantener casa hospital, de que por su crecido
número de indios, necesita con facilidad de sustentarlo
" según en las anteriores Visitas se ha prevenido, se or~
dena al Corregidor disponga que prontamente se ejecute,
y que se fortalezca la cárcel, y que al mismo tiempo
haga saber a los dueños de los molinos establecidos
dentro del resguardo de dicho pue- / / blo, que en el
término de quince días siguientes al de la intimación,
comparezcan en el Superior Gobierno, y manifiesten el
título de propiedad, para que con su examen se provea
lo que corresponda, en órden a los inconvenientes y
perjuicios, que ocasionan la multitud de dichos mcrl.i-
nos en el resguardo, y debiendo éste estar desembaraza-
do, para que los disfu-uten y cultiven los mismos indios,
350
ll
1,
11
según el precepto de las Leyes, notificará dicho Corre-
gidor a los vecino!> que allí habitan, que salgan en el
término que se les señalare, proporcionado para el goce
de sus sembrados, a cuyo efecto se le remitirá testim. 0
del contenido de este Capítulo, y para ejecución de lo
demás, se dará cuenta al Superior Gobierno.
Y por éste que proveyó así lo mandó, y firmó por
ante / / mí el presente Escribano Público y de Visita,
515 de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí: José Camacho, E5cribano Público y de Visita.
Todos los cuales expedientes, lo remitió dicho Señor
Visitador al Excelentísimo Señor Virrey con el informe
siguiente:
Informe Excelentísimo Señor:
Muy Señor mío: Cada día más persuadido de
la utilidad y necesidad de que a beneficio del Estado, de
los indios, y del Erario, se extinga los pueblos tenues fo-
mentándose numerosos con agregación de sus indios, Y
conociendo por la experiencia, lo que se interesa en ésto
el mejor servicio:
He proveído el auto final de Visita del Partido y
Corregimto. de Turmequé, agregando al de Tibaná los
indios de Chirivi, y al de Guachetá, los de Lenguazaque,
como reconocerá V. Excelencia del adjunto proceso, que
contiene la / / Visita del expresado Corregimiento. Lle-
vando también por objeto facilitar de este modo la
dema-rcación del Corregimto., cobro y recaudación de
tributos, según lo que se me previene en la Real Cédula
de mi Comisión, para que espero que en su vista, se
sirva V. Excelencia aprobar, o providenciar, y prevenir-
me lo que tuviese por más conveniente.
Dios guarde a V. Exitelencia muchos años como deseo.
Santa Fé diez y seis ( de) septiembre de mil setecientos
setenta y ocho.
Excelentísimo Señor.
Beso la mano de V. Excelencia su atento rendido ser-
vidor.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
J Excelentísimo Señor Don Manuel Antonio Flórez.
En ocho de septiembr~ del mismo año proveyó dicho
Señor Visitador auto en¡la Ciudad de Tunja, por el que
351
516 dijo: // que sin embargo de haber reconocido la situa-
c10n, e instruídose a su tránsito del estado de los
pueblos del Partido y Corregimiento de Chivatá moder-
namente visitado por el Corregidor de la Provincia Don
José María Campuzano haciéndose por estos motivos
ocioso nuevo personal reconocimiento, en que no se
conseguiría otra cosa, que lo que ya se había examinado·
y que no obstante para solidar más este concepto, s~
tomara prolija formal razón del Corregidor de dicho
Partido Don Antonio Navarro, por quien se diera, así
de lo que había ejecutado como comisionado del referido
don José María Campuzano como igualmente de lo que
se nP.cesitaba para perfeccionar aquellas providencias, o
de los obstáculos, que hubieran ocurrido o si en su ob-
servancia ocurría algún perjuicio público, particular,
o de los indios / / para que en su virtud si pareciese
conveniente, se hiciera personal visita, y de lo contrario,
se expidieran aquellas providencias, más conducentes
a llenar el objeto de su Comisión.
En cumplimiento de lo cual, en el mismo día compa-
reció el nominado Don Antonio Navarro, y enterado de
lo prevenido en el expresado auto dijo: Que· dicho Par-
tido se componía de siete pueblos de los cuales los de
Toca, Y Viracachá se habían extinguido, y sus indios se
habían agregado al de Siachoque y los de Ramiriquí a
Tibaná, que era del Partido de Turmequé, de modo que
en la actualidad sólo se componía aquel Partido de los
cuatro pueblos: Chivatá, Soracá, Pesca y Siachoque.
Que los indios de Ramiriquí los había conducido y
517 entregado al Cura de Tiba- // ná, y Corregidor del Par-
tido Don Andrés de Mendoza, haría el tiempo de ocho
meses, repartiéndoles y dándoles posesión de las tierras
que eran mucho mejores, que las que disfrutan.
Que igualmente había conducido los indios de Toca
Y Viracachá con sus bienes y alhajas de Iglesia transpor-
tables y ,de _que necesitaban, al pueblo de Siachoque,
donde as1 mismo les había señalado, y dado posesión
de las tierras, que en aquel resguardo abundaban más
fértiles, y de mejores circunstancias, que las que en sus
antiguos pueblos gozaban, habiéndoseles concedido a los
de Viracachá, con beneplácito del rematador del resguar-
do,, que disfrutasen algunos cortos sembrados que allí
teman, Y que se les pagasen equitativamente los fru-
tales. //
352
Que lejos de ocasionarse perjuicio particular, ni a los
indios, eran notorias las ventajas, y manifiestas las
utilidades, que se experimentaban del cumplimiento de
estas providencias, de que resultaba la mejor enseñanza,
y arreglo de los pueblos, y sus indios, pues los cuatro
que permanecían, se conservaban bien gobernados, no
obstante el capricho, con que tenazmente solían los in-
dios de Toca ausentarse, y r-egresar a su antiguo suelo,
por la mala inclinación de que siempre habían sido
notados, y que le ocasionaban continuo afán, y molestia,
para reducirlos, sin embargo de los mayores beneficios
que se les franqueaban, y podían gozar en Siachoque;
y que para su remedio consideraba conveniente que no
518 / / se permitiera vecino alguno en dicho pueblo, porque
sujestiones, y guarapos que fabricaban, eran causa de
la ruina de los indios, su embriaguez, y desórdenes, con
cuya providencia esperaba su total arreglo.
Que había dado cuenta al Corregidor de la Provincia
de la ruina que estaba amenazando la iglesia del ex-
tinguido pueblo de Viracachá, y de que -por no haber
allí proporciones para erigirse en Parroquia se resolviese
sobre ello, como también sobre el Tabernáculo, que ni
se necesitaba, ni cabía en la de Siachoque, y ofrecía
comprar el vecindario de Ramiriquí.
Con lo cual se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación el nominado Señor Fiscal Visitador proveyó
el auto siguiente:
Auto En la ciudad de Timja a ocho de septiembre de
mil setecientos setenta y ocho.
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Es- / / cau-
dón del Consejo de su Majestad su Fiscal del Crimen
' ele la Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las
Provincias de su Distrito dijo:
Que en atención a lo que resulta de lo expuesto por
el Corregidor del Partido de Chivatá Don Antonio Na-
varro, y no ser en su virtud necesarias nuevas diligen-
cias sobre las que se han practicado: Deberá con la
mayor eficacia, exactitud y celo, llevar a debido efecto
la ejecución que se le ha cometido de las providen-
cias dadas por el Corregidor de la Provincia Don José
María Campuzano hasta perfeccionar la translación, y
J. reunión de los indios, a los pueblos de su destino, y
dejarlos sólidamente radicados en ellos, venciendo con
moderación y sagacidat sus caprichos y obstáculos,
353
519 con que pretextan la dilación // y ausencia que ejecu-
tan, supuesto que estando entre sí tan cercanos los
pueblos, y los indios a la vista, es muy fácil a dicho
Corregidor, conseguir el logro de lo que se le ordena,
y en su inteligencia se le constituye responsable de los
resultas, e inobservancia, y para su ejecución notificará
a los rematadores de los resguardos vacantes, que con
ningún pretexto consientan a los indios en aquellas tie-
rras, pues de lo contrario no sólo se les hará cargo del
tributo, sino que se les impondrán las penas correlativas
a su transgresión, y con este mismo objeto se librarán
sus oficios a cualesquiera jueces, en cuyo distrito tubiese
noticia abrigarse algún indio, para que se lo remita, sin
tolerar a otros prohibiendo que se arrienden de concer-
tados sin su noticia, con lo que le será / / fácil saber
su paradero, y cobrar de los hacendados el importe de
su trabajo, poniéndo ante todas cosas su atención en q.e
se fabriquen, y concluyan, las habitaciones en los pue-
blos a que han sido transladados, obligándoles a que a
su tiempo, preparen la tierra, siembren y cultiven, para
que por estos medios, y los de la Pastoral vigilancia de
los Curas, a quienes encarecidamente se les encarga, y
ruega, contribuyan con sus eficaces oficios al logro de
lo mandado, se consigan los ventajosos designios a que
se aspira.
Y siendo no solamente prohibida por las Leyes, sino
sumamente perjudicial en las presentes circunstancias,
la tolerancia de vecinos españoles, y gentes de color en
520 el pueblo de Siachoque, como que sugieren especies / /
perniciosas a los indios, y trastornan todo el buen orden,
proveyéndoles de bebidas: Se previene a dicho Corre-
gidor, que prontamente y sin excepción de alguno, no-
tifique a todos los que residen dentro del resguardo que
salgan de él, en el preciso moderado término que les
señalasen, y no ejecutándolo los expela, con embargo
de sus bienes, sin permitir que vendan y fabriquen
bebidas, derramando cuantas encontrase, y rompiendo
las vasijas, sin conceptuar al diezmero ni a persona
alguna, castigando severamente a los trasgresores.
Y por lo respectivo al estado de la iglesia del extin-
guido pueblo de Viracachá, se omite tomar providencia
mediante a expresarse, haberse dado cuenta al Supe- / /
rior Gobierno, a donde deberá acudir el vecindario de
Ramiriquí, sobre la solicitud del Tabernáculo, quedando
advertido el expresado Corregidor que no le aprovecha-
354
rá efugio alguno para disculpar la inobservancia de
cuanto se le deja prevenido, ni para libertarse del cargo,
que por ella o su omisión se le hará, a cuyo efecto
compulsándose testimonio de este auto se le entregará
poniéndose razón a continuación, por el cual así lo pro-
veyó, mandó y firmó, por ante mí el presente Escribano
Público, y de Visita de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí: José Camacho.
Escribano Público y de Visita .....
Habiendo pasado al pueblo de Paipa a fin de practicar
521 la Visita del, y de los // demás de su Partido, proveyó
el referido Señor Visitador el auto del tenor siguiente:
Auto En el pueblo de Paipa a ocho días del mes de
junio de mil setecientos setenta y ocho años.
El Señor Doctor Don Francisco Antonio Moreno, y
Escandón, Del Conjo de su Majestad, su Fiscal de la
Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las Pro-
vincias del Distrito dijo:
Que habiendo reconocido, que no obstante la transla-
ción mandada hacer a este pueblo de los indios del de
Sogamoso, no se ha verificado, sino de muy pocos, y que
todavía no tienen fabricadas sus habitaciones, e inda-
gada la causa: Se ha puesto por los mismos indios (que
casi todos han concurrido, con ocasión de su llegada)
que el motivo consis- // te en tener aún sin haber cose-
chado sus sementeras, que necesitan disfrutar para
auxiliarse con su producto, por lo que piden término
para verificarlo, ofreciendo practicar prontamente su
translación en todo el mes de julio siguiente, en cuya
propuesta han convenido, el Doctor Don Alejo de Rojas
Cura de este pueblo, como Don Juan Gavilán, Comi-
sionado para la translación.
Y deseando franquear a dichos indios todos los alivios
que permite el arbitrio, para que menos molestia pueda
transferirse y radicarse en este pueblo, se le concede
el plazo que solicitan, para que cosechados los frutos en
todo el mes próximo venidero, se transfieran, y con su
522 producto practiquen // su establecimiento, en inteligen-
cia de que pasado no se les permitirá mayor dilación,
1 sino por el contrario, se les compelerá a su cumplimien-
to, a cuyo efecto se les previene se dé principio a las
siembras de atravieza, f año chico, en este pueblo para
355
 que les sirva fomento, y no padezcan escasez, pues para
ello de nuevo, se previene al citado Comisionado Don
Juan Gavilán, que con equitativa dist-ribución, y sin
permitir, que unos indios ocupen inútilmente con exceso
las tierras, y que otros carezcan de la necesaria, se les
reparta, proporcionándolas con igualdad, y prefiriendo
en caso de duda a los nuevamente transladados, por ser
acreedores a este beneficio, señalándoles igualmente
terreno apa-rente, para sus habitaciones, en el plan del
pueblo / / para que mezclándose indistintamente no
sólo comprendan que no merecen preferencia los nativos
de Paipa, respecto de los de Sogamoso, sino que vivan
en hermandad.
Para lo que ruega y encarga al expresado Cura Doc-
tor Don Alejo de Rojas promueva en términos hábiles,
su enlace por medio de los mahimonios· y que contribuya
con las facultades de su Pastoral Ministerio a estrechar
su unión, sin permitir que se moleste a los transladados.
Lo que igualmte se previene al Corregidor del Partido,
a fín de que sin el menor disimulo proceda a castigar,
con severidad, a cualquiera indio de Paipa, que injuria-
se, o con denuestos vituperase, a los de Sogamoso,
523 tratándoles de // advenedizos, forajidos, o con semejan-
tes expresiones, que turban su tranquilidad y buena
armonía, haciéndoles entender ser en todo iguales. Para
lo cual en los oficios de alcaldes, capitanes, y demás
conducentes al Gobierno del pueblo, en común se eligi-
rán los indios de Sogamoso que fuesen idóneos.
Y por cuanto estos dejan en su pueblo las habitaciones
que allí tenían, y no es justo se les defraude de su im-
porte, que podrá sufragárseles para las que han de
fabricar en éste. Se librará Carta Orden de Oficio a
Don Antonio Arcuz, Teniente de Corregidor de Sogamo-
so, para que las haga avaluar, y compela a los vecinos,
en cuyo poder quedaren a que satisfagan de contado su
precio, que recaudado, remitirá al Comí- / / sionado
Don Juan Gavilán, con expresión de los indios, a quie-
nes pertenezca, para que éste cuide de la fábrica de
dichas habitaciones, y se evite la disipación, que de
otro modo sería temible e inevitable.
Y mediante a que reconocido el resguardo de este
pueblo por _sµ extensión, calidad, y buena disposición,
no sólo es suficiente para el número de doscientos veinte
y ocho tributarios, inclusos los setenta y dos agregados
de Sogamoso sino aún ..para muchos más, como que en
356
la Visita practicada por el Señor Oidor Egas de Guzmán,
en que se hizo su señalmto. excedían de trescientos los
tributarios no habiendo por lo mismo motivo para que
con pretexto de las tierras dejen de aplicarse al cultivo
524 de se- // menteras, y crias de ganado. Se previene al
Corregidor que con insesante desvelo los estimule al
trabajo, sin permitirles la ociosidad que tanto los perjudi-
ca, y les compela, a que conforme a lo prevenido por las
Leyes, cultiven una Sement.a de Comunidad, y que su
producto con la debida cuenta y razón se coloque en arca
de tres llaves p.ª los importantes puntos de su destino.
Todo lo cual se hará saber así al Corregidor, y Co-
misionado, como a los indios; quedando testimonio
de este auto para su observancia. Y que en caso de con-
travención se haga cargo a quien corresponda, sin per-
juicio de lo más que convenga proveer formalizada la
Visita por no permitir la urgencia de estos puntos, di-
ferir por más tiempo su resolución. De que se dará
cuenta al Excelentísimo Señor Virrey en. cuyo Superior
Gobierno penden los autos de la translación.
Y por éste que proveyó así lo mandó, y firmó por
ante mí el presente Escribano de Visita, de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho. Escribano Público y de Vi-
sita .....
Este auto se hizo saber, como se previno, al Corregi-
dor y Comisionado, p01· el Escribano, como así mismo
el referido Señor Visitador hizo comparecer en su pre-
sencia al Teniente, Capitanes, y demás indios de Soga-
moso que se hallaban en aquel pueblo de Paipa, y les
dió a entender lo providenciado, y utilidades, que de
525 ello les resul- // taban, en que habían condesendido
ofreciendo cumplir, y pidiendo se les sufragara con el
importe de los arrendamientos de sus tierras, que adeu-
daban los vecinos de Sogamoso y Moniquirá.
En el mismo pueblo de Paipa por auto de veinte y
dos de agosto del nominado año de setenta y ocho,
mandó: Que para fin de visitarlo y satisfacer a lo pre-
venido en la Real Cédula de su comisión, se procediera
inmediatamente a formar Lista y Numeración de sus
indios, y a examinar a los principales y más idóneos al
J tenor del interrogatorio, reservando en su vista provi-
denciar lo correspondiente.
Incontinenti practicadi,. la numeración de dicho Señor
Fiscal Visitador, hizo ~mparecer ante sí a Don Juan
357
 José Guaraba Cacique, Don Hipólito Ibañez Teniente,
Salvador Losiba, Juan Ventura Jacinto y Patricio Ruiz
// Capitanes, indios, de aquel pueblo, a quienes por
ante el Escribano examinó al tenor del interrogatorio,
y expusieron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo, eran
los mismos que habían manifestado en la Lista y Nu-
meración que se había formado, en que habían expresa-
dos los ausentes y empleados y que aunque habían indios
de otros pueblos se había establecido con consentimiento
de sus Curas, a quienes trataban con cariño guardando
buena armonía.
Que satisfacían anualmente por razón de Demora siete
pesos, cuatro reales, en plata los que podían, y los de-
más en bayetas, semillas, y demás frutos que producía
el pais.
Que conservaban las tierras de sus resguardos sin que
les perjudicaran los vecinos, y en que cosechaban, trigo,
526 maíz, cebada, turmas // y demás legumbres de tierra
fría, sin embargo de que Don Agustín Justo de Medina
les había quitado un pedazo de tierra fría, llamada el
Salitre, que correspondía al pueblo, en que mantenían
su ganado, impidiéndoles el paso.
Que no recibían extorsión en la cobranza del tributo,
diezmos y primicias y que por la administración de
Sacramentos, no se les exigían derechos, no obstante,
de que por los casamientos satisfacían ocho Teales de la
Misa, y que en los entierros solían pagar alguno cuan-
do el difunto lo disponía. Que mantenían las Tres Co-
fradías, y que para cada una satisfacían dos reales los
casados, y uno los solteros por año; y que para las fies-
tas, por cada una doce pesos el pueblo, nombrando un
Alférez que contribuía según la cantidad que se le
asignaba, que regu- //larmente no pasaba de ocho rea-
les y media libra de cera.
Que las Tres Cofradías tenían hato, la primera con
ciento treinta y siete ovejas, la segunda con cincuenta
y siete cabezas de ganado, y· la última con seis, y que
además de ésta tenían la de San Miguel como Patrono
que era de doce pesos, en la misma conformidad que
las antecedentes.
Que de devoción también hacían la de Chiquinquirá
la parcialidad de Bonza, para la que contribuían doce
pesos manteniendo un hato con cuarenta y seis reses,
como también la de Santa Bárbara, San Juan, San Pe-
358
dro, Santiago, Nuestra Señora de los Dolores que man-
tenía un hato con doscientas treinta reses, la de San
Isidro, la del Angel de la Guarda, Nuestra Señora de la
527 Candelaria, San Esteban// San Roque, y otras fiestas
que hacían a Nuestra Señora de los Dolores la parcia-
lidad de Saquencipá, todas a seis pesos, la de San Anto-
nio que costeaban los devotos, y la de Nuestra Señora
de la Concepción a doce pesos.
Que también se celebraba otra i;Jel Patriarca Señor
San José que se costeaba de un hato de cien ovejas
que mantenía, y así mismo la de Santa Rosa que cos-
teaba el pueblo con cuatro pesos. Que no se les perjudi-
caba por el Cura ni Corregidor, con servicio personal,
sin embargo, de que el Corregidor de Tunja, había
mandado que no les contribuyese con ningún servicio,
pero que los indios por congratularles le acudían con
china al Cura, para que cargara agua, que se muda1·a
cada ocho días, y que eran instruídos debi- // damente
en la Doctrina Cristiana, que no tenían Bienes de Co-
munidad y aunque se hacía una sementera de Nuestro
Amo se aplicaba a la Iglesia.
Con lo que se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación certificó el Escribano: Que de los padrones
del vecindario, manifestados por el Cura de aquel pue-
blo, Doctor Don Alejo de Rojas, resultaban doscientas
treinta y cinco cabezas de familias, con el total de mil
y sesenta y tres almas.
Luego sigue otra certificación del mismo Escribano
en que dice: que de la Lista y Numeración practicada
de los indios de aquel pueblo, resultaban ciento setenta
y cuatro tributarios, inclusos catorce empleados y quince
528 que no se hallaban descrip- // cionados en la que había
formado el Corregidor Campuzano, uno que se había
venido al pueblo de Firabitoba, y Luis Ibañez que se
hallaba ausente cuando la Visita del referido Corregidor,
cuyo total se componía de mil cincuenta y ocho almas.
Y que no se había podido formar la de los agregados de
Sogamoso por no haberse verificado del todo su trans-
lación, y que antes bien se les había concedido nuevo
término para el disfrute de su sementera, como consta
del auto que queda inserto .....
J Habiendo pasado al pueblo de Tuta, por auto de veinte
y tres del mismo mes y años dijo: Que habiendo llegado
en aquel día a aquel :pueblo, con designios de practi-
car la Visita con arregl,p a las Leyes y a lo prevenido en
359
 lu Real Cédula de su Comi- / / sión, se procediera inme-
diatamente a formar Lista y Numeración de sus indios,
examinándose los principales de éstos al tenor del in-
terrogatorio, para en su vista providenciar lo que co-
rrespondiera.
En cuyo cumplimiento comparecieron ante el refe1·ido
Señor Fiscal Visitador, Don Ambrosio Sipagauta Te-
niente, Casimiro Maldonado, Juan Umbacón, Capitanes,
Y ~rancisco Casalla, Alcalde, indios de aquel pueblo, a
quienes por ante el Escribano examinó al tenor del
interrogatorio, y expusieron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos que manifestados tenían en la Lista y Nu-
meración que se había formado, con distinción de au-
sentes, reservados, y empleados, a cuya exposición se
remitían.
529 Que las tie- // rras de sus resguardos eran fértiles
y abundantes, y las disfrutaban sin contradicción, po;
haber cesado las que se les había movido, con cuyo
alivio satisfacían la taim de seis pesos y trece reales
de Quinto en plata, aunque también se les recibía lienzo
Y bayeta que tejían, sin que en su cobro, ni en el del
diezmo, y primicia, padecieran extorsión, ni se les gra-
vara en servicio personal de Cura y Corregidor, aunque
voluntariamente solían destinarle china y muchacho
para lo doméstico.
Que mantenían las tres Cofradías ordinarias, de las
cuales la del Señor, y·las Animas, tenían algunas ovejas,
y para las mismas contribuían de limosna los casados
un real, y medio real los solteros, como también con-
tribuían para las tres fiestas, sin que / / se les obligara
involuntariamente a ot-ras.
Que por los bautismos nada se les cobraba, y por l~s
casamientos pagaban ocho reales de la Misa, cuando se
les aplicaba, y de lo contrario nada, y de los entierros,
cuando tenía comodidad, y se hacía con pompa, contri-
buían los derechos respectivos, según el número de
Posas y exequias que pedían los interesados·.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana, y no tenían bienes de comunidad, ni trabaj-aban
sement.a para el efecto, y que dentro del resguardo
vivían como cinco o seis vecinos.
Con lo que se concluyó esta declaración y el nominado
Señor Visitador en prosecución de su Visita pa-
só al pueblo de Oicatá y mandó que para que con-
360
530 forme a lo prevenido por las / / Leyes y Real Cédula
de su Comisión, se practicara la Visita de aquel
pueblo, a que -con designio había llegado se for-
mara Lista y Numeración de los indios d~ que se
componía, y se examinaran los principales para indagar
su estad?, gobierno y demás que correspondiera, pa1·a
las providencias que conviniera expedir.
Incontinenti comparecieron ante el Señor Fiscal Vi-
sitador, Agustín Cabeza, Salvador Cabeza, Eusebio Tan-
gua, Capitanes, y Casimiro Tangua, Teniente, indios
todos de aquel pueblo de Ocaitá, a quienes por ante el
Escribano, examinó al tenor del interrogatorio y en su
virtud expusieTon: '
Que los indios de que se componía eran los mismos
que habían manifestado en la Lista y Nu- // meración'
que se había formado con expresión de los ausentes'
reservados, y demás empleados y que no había indio~
de otros pueblos.
Que c~nservaban las tierras de sus resguardos, aunque
los confmantes solían causarles perjuicios con sus ga-
nados, y había intentado introducirse Don José Baños.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana, Y no recibían extorsión en la cobranza del tributo
que satisfacían con el cultivo de sus tierras, de sei~
pesos t_rece reales de Quinto en dinero cada año, y
respectivamente Diezmo_ y Primicia sin exceso.
Que mantenían tres Cofradías: Del Señor María San-
531 tísima Y las Animas, para las que satisf~cían // dos
reales los casados y uno los solteros con [ ... ] para la
primera, por su mayor gasto, y no tenían hatos.
Que en cuanto al servicio personal, señalaban al Cura
para lo doméstico soltera, china y alguaciles, y al Co-
rregidor cuando venía al pueblo dándole bestia y peón
para su equipaje, sin paga alg.a
Que por la administración de los Sacramentos en los
entierros satisfacían según sus facultades, sin padecer
extorsión.
Que labraban de comunidad cuyo producto se colocaba
en una arca de dos llaves, que conservaban los mayor-
domos, y se mantenía en la Iglesia, en cuyo beneficio
invertía su producto.
/ Que dentro del resguardo no vivían vecinos. En cuyo
estado se les previno por el nominado / / Señor Fiscal,
la obligación y necesidad· que como jueces tenían de
celar y castigar el viciocy 1a embriaguez, y de impedir
361
 lq fábrica de guarapos dentro del pueblo, de que hasta
ahora había estado libre, ordenándoles, la prohibiesen
y derramasen la que encontrasen aunque fuese en casa
de diezmero; como así mismo, que a costa del común
se pusiera una puerta de cerradura en la puerta de la
cárcel; y que todos los indios fabricaran sus casas en el
plan del pueblo, a son de campana para evitar los gra-
ves perjuicios que se ocasionarían de tener sus habita-
ciones distantes, dificultándose la asistencia de los
chinos, a doctrina; de que bien enterados y apercibidos
532 ofrecieron / / de su cumplimiento.
Con que se concluyó esta diligencia, a cuya continua-
ción certificó el Escribano: Que del padrón del vecinda-
rio de aquel pueblo, manifestado por su Cura, resultaban
sesenta y ocho vecinos, cabezas de familia, con el total
de trescientas cincuenta y ocho almas.
Así mismo consta, que de 1a Lista y Numeración
formada de los nominados indios de Oicatá, resultaban
ciento ochenta y seis tributarios, inclusos quince em-
pleados en oficios del pueblo, y ocho apercibidos, con
el total de novecientas treinta almas, que rebajados
diez y siete, y entre ellos tres tributarios, que se dice
hallarse ausentes, quedan líquidos novecientos trece .....
Y habiendo seguido dicho Señor Fiscal / / al pueblo
de Cómbita del mismo Partido de Paipa, y llegado a él
en veinte y cuatro del referido mes de agosto de setenta
y ocho, mandó se procediera inmediatamente a formar
Lista y Numeración de sus indios, examinando los
principales y más idóneos, al tenor del interrogatorio
para en su vista expedir las providencias que se halla-
ran más conformes.
En cumplimiento de lo cual comparecieron ante el
nominado Señor Visitador, Gerónimo Tocaruncha Te-
niente, Salvador Tebar, Laurean Motavita y Santiago
Pecaría, Capitanes, indios de aquel pueblo, a quienes
por ante el Escribano, e:x;aminó al tenor del interroga-
torio, y en su virtud expusieron:
533 Que los indios // de que se componía eran los mismos
que tenían manifestados en la Lista y Numeración, que
se había formado, en que habían expresado doce reser-
vados por oficios, ausentes, y demás empleados, sin que
hubiera indios de otros pueblos, que hubieran abando-
nado del propio.
Que satisfacían por razón de Demora anualmente,
cinco pesos cinco reales, incluso el requinto, unos en
362
plata, y los que no podían en esta especie en chumbes,
esteras, bayetas, lienzo, y otros géneros.
Que en orden al resguardo disfrutaban sus tierras,
sin embargo de que eran perjudicados, por el lado lla-
mado La Chamasera y por otro llamado el Paso Grande,
también les extorcionaban por el primero la familia de
los Beni- // tes, y en el último Don Dionicio Cadenas,
en que cosechaban trigo, maíz, cebada, turmas, y demás
frutos de tierra fría.
Que no recibían extorción en el cobro de tributo,
diezmo y primicia, que se les exigía sin exceso.
Que en orden a la administración de los Sacramentos,
se les cobraba por Oleos, dos reales, por Casamientos
ocho reales de la misa, y por entierros doce reales el
que tenía posibles. Que mantenían las tres Cofradías:
Del Señor, María Santísima, y las Animas, con sus hatos,
la primera compuesto de doscientas reses, la segunda
con ciento, y la última con ochenta, para las que satis-
facían diez y seis pesos por cada fiesta. Y que volun-
534 tariamente tenían la de San Isidro / / que era el Patrón
y costeaban con veinte pesos el pueblo, y el vecindario
la de Nuestra Señora de Chiquinquirá, San Antonio,
Nuestra Señora del Rosario, y San Agatón, de a diez pe-
sos, y de a cinco pesos la Cruz de Mayo, el Señor de
Cuitiva, Santiago, Santa María Magdalena, Nuestra Se-
ñora de las Nieves, Santa Bárbara, San Miguel, y Santa
Lucía. Que por Monumento satisfacían diez y seis pesos,
y por la Pascua de Resurrección tres.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana, y que no se les gravaba con servicio personal.
Que no tenían Bienes de Comunidad, y que dentro
del resguardo vivían tres o cuatro vecinos.
Con lo que se concluyó esta declaración, y a su con-
tinuación se halla certificado por el Escribano // haber
reconocido los padrones del vecindario de aquel pueblo,
manifestados por su Cura Doctor Don Manuel Ruiz Va-
lero, de los cuales resultaban ciento y veinte vecinos,
cabezas de familia, con el total de seiscientas quince
almas.
En cuyo estado siguió dicho Señor Fiscal Visitador al
pueblo de Sotaquirá, en donde por auto de veinte y
cinco de agosto mandó: Que a efecto de practicar la
/ Visita de aquel pueblo, con arreglo a lo prevenido por
las Leyes y Real Cédula de su Comisión, que la motiva-
ba, se procediera a forjnar Lista y Numeración de sus
363
 indios, examinándose los principales y más idóneos al
tenor del interrogatorio, para que en su vista se expi-
dieran las providencias que convinieran. A consecuencia
535 de lo cual se formó la Lis- // ta y Numeración, de la
cual resultó en dicho pueblo de Sotaquirá, ciento veinte
y siete tributarios, inclusos diez y seis empleados, con
el total de setecientas sesenta y dos almas.
En cuya vista, inmediatamente comparecieron Grega-
rio Sisa, Teniente, Bartolomé Gamboa, Domingo Ventu-
ra, y Mateo Miachán, Capitanes, indios todos de aquel
pueblo, a quienes el referido Señor Fiscal, por ante el
Escribano; examinó conforme a derecho, y preguntados
según el interrogatorio, dijeron:
Que no había en aquel pueblo indios de otros, y que
los que lo componían eran los mismos de que habían
dado razón y puesto de manifiesto en las Listas y Nu-
meración, que se había formado, con expresión de los
ausentes, y veinte y uno empleados en oficios de Iglesia
y Justicia, por haber dos fiscales, cuatro alcaldes, dos
sacris- / / tanes, cuatro cantores, ocho capitanes y un
teniente.
Que disfrutaban· sin contradicción las tierras de los
resguardos, que eran suficientes y fértiles, con cuyo
cultivo se mantenían, y vendidos los frutos de maíz,
turmas, cebada, etc., compraban algodón, que hilaban
para tejer las mantas, en que pagaban el tributo, al
respecto de dos ·mantas por año cada uno, y otras· dos
entre cuatro tributarios, para completar el Quinto, que
no satisfacían en dinero, sin que s-e les causara perjuicio
en su cobranza, ni la del diezmo, y primicia.
Que no había falta en la instrucción de la Doctrina
Cristiana, sino era ·cuando el Cura se ausentaba, y que
satisfacían cuatro reales por los bautismos y por los
casamientos ocho reales de Misa, y seis y medio de
536 Arras, Y por // los entierros de párvulos doce reales,
y de adultos t-res pesos, si tenían facultades, minorándose
a proporción de ellas. -
Que mantenían las tr-es Cofradías de las cuales para
la de Nuestra Señora se estaba fomentando un hato
que tenía veinte reses y cincuenta ovejas, y para ellas
pagaban de limosna; diez reales los casados y cinco los
solteros, y para las fiestas catorce pesos cada una. Ade-
más de éstas pagaban para la Fiesta de Santa Mónica
como Patrona, la de Chiquinquirá y San Antonio doce
pesos cada una,- la de Santa Bárbara y San Javier diez
364
pesos cada una. Dos fiestas de Nuestra Señora de la
Concepción diez y ocho -pesos. La de Santa -Lucía y
Santiago seis pesos cada una. La de.San Juan, San Mi-
guel, San Bartolomé, San Pedro y la Candelaria, a tres
pesos por cada una.
Que para servicio doméstico de la casa del / / Cura,
se le señalaba cada quince días una china, una soltera,
y un alguacil para_ conducir el agua sin paga. Y al Co-
rregidor cuando arribaba al pueblo, se le daba bestia
para la cama y un peón, a quien daba medio real.
Que no tenían Bienes de Comunidad, aunque había
facilidad, y quedaban prevenidos de sembrar de común.
Que dentro del resguardo no vivía vecino alguno, y
el pueblo tenía cárcel suficiente. En- cuyo estado se les
había significado, que en atención a la pérdida que su-
fría el Erario, cqn las mantas, y la mala calidad de las
de aquel pueblo, para que en su virtud satisfacieran dos
pesos en lugar de cada manta, en dinero, supuesto que
éste no les faltaba. par-a las fiestas; habían respondido,
se combocarían para deliberar sobre el particular.
Con lo que se concluyó esta declaración, a cuya conti-
537 nua-ción // se halla el auto final, cuyo tenor es el
siguiente:
Auto En la ciudad de Tunja, a nueve de septiem-
fin.al del bre de mil setecientos setenta y ocho:
Part.do de El Señor Don Francisco Antonio Moreno y
Paipa Escandón del Consejo de su Majestad, su
Fiscal del Crimen de la Real Audiencia de
este Reino, y Visitador de las Provincias de su Distrito,
dijo:
Que habiendo resultado -por la Visita practicada del
Partido de Paipa, componerse de seis pueblos de indios,
unidos y poco distantes entre sí, ·de los cuales el de
Paipa numera ciento -setenta y cuatro tributarios, y el
total de mil cincuenta y ocho almas, a que se añaden
los agregados del extinguido pueblo de Sogamoso. El
de Tuta con ciento once tributarios, con el total de seis-
cientas setenta y dos almas. El de Oicatá, con ciento
ochenta y seis tributarios con el total de novecientas
treinta almas. El de Combita con ciento diez y ocho //
tributarios, con el total de quinientas treinta y cuatro
J almas. El de Sotaquirá con ciento veinte y. seis tributa-
rios, con el total de setecientas sesenta y dos almas; y
que el de Motavita por/su cortedad, se ha considerado
365
 digno de extinción, y que sus indios se trasladen al de
Samacá por los legales motivos que contiene el auto
final, provehído en el Proceso de Visita del Partido
de Sáehica, atendiendo a que por la cercanía de todos
los pueblos de este pequeño Corregimiento a la ciudad
de Tunja, pueden ser comodamente asistidos, y goberna-
dos por el Corregidor de la Provincia, corriendo a su
cargo la recaudación, y cobro de tributos, por hallarse
situados a menos de medio día de distancia, y entre sí
contiguos.
Se declara deberse extinguir el Corregimiento de
Paipa, como tenue y comprendido en la disposición de
538 la / / Real Cédula fecha en San Ildefonso a tres ~e agos-
to de mil setecientos setenta y cuatro, que motiva esta
Comisión, agregándose al de Tunja, con lo más que
finalizado y concluído el Plan Geográfico del Territorio
parezca correspondiente, dándose noticia al Superior
Gobierno, y a su tiempo a su Majestad, con declaración
de que en los pueblos existentes deberán observa1·se
para su arreglo, y buen gobierno, las declaraciones he-
chas por punto general, en alivio de los indios, y exacta
observancia de las Leyes.
Y por éste que proveyó, así lo mandó, y firmó, por
ante mí el presente Escribano Público, y de Visita, de
que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho. Escribano Público y de Visita.
A consecuencia de lo cual remitió el proceso de la
Visita del nominado Partido de Paipa a1 Excelentísimo
// Señor Virrey, con el correspondiente informe, espe-
rando que en su vista se sirviera su Excelencia, comu-
nicarle su resolución por lo que conducía a la final que
hubiera de tomar dicho Señor Fiscal Visitador, pa1)a el
lleno de su Comisión ...... .
Y a consecuencia de la Comisión el nominado Señor
Doctor Don Francisco Antonio Moreno, pasó al pueblo
de Duitama, en donde por auto de veinte y uno de
agosto del mismo año de setenta y ocho, mandó: Que
para verificar la Visita de aquel pueblo, con arreglo a
las Leyes, y a lo prevenido en la Real Cédula, que mo-
tivaba aquella Comisión, se procediera a la Numer.on
de sus indios, inclusos los agregados de los pueblos ex-
tinguidos de Cerinza, Beteytiva, y Tutazá, tomándose
-razón de su estado, y gobierno, como también de la po-
366
539 blación del feligresado, examinándose los// indios prin-
cipales al tenor del interrogatorio, con lo más que
pareciera conducente paira las providencias, que convi-
nieran expedir.
A consecuencia de lo cual comparecieron ante el Señor
Fiscal Visitador: Don Nareiso Numciva, Teniente, An-
drés Tibamoso, Lázaro, Francisco Pataria, y Francisco
Solano, Capitanes, indios del r-eferido pueblo, a quienes
por ante el Escribano, examinó al tenor del interroga-
torio, y en su virtud expusieron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos que habían resultado de la Lista, en que
habían expresado los ausentes y demás empleados, no
habiendo indios de otros pueblos en él a excepción de
los de Busbanzá, de que se había hecho Numeración
en que se incluían algunos, que no constaban de la Lista
anterior, hecha por el Corregidor de Tunja.
Que satisfacían de Demora, una manta y diez reales
y medio en plata cada Tercio.
Que mantenían / / todas las tierras de su resguardo,
sin que se les perjudicara, que cosechaban trigo, maíz,
cebada, turmas, y demás legumbres, y que no recibían
extorción en el cobro de tributo, diezmo, y primicia,
sin que se les exigiera de más. Que en los casamientos
el que tenía pagaba ocho reales de Misa, y el que no
tenía posibilidad, nada, y lo mismo sucedía con los
bautismos, satisfaciendo el que tenía proporciones cua-
tro reales. Que por los entierros sucedía lo mismo sa-
tisfaciendo el que podía tres pesos. Que no se les
gravaba en servicio personal por el Cura, ni Corregidor,
dándoles ·cada mes al primero, semanero, soltera y
china.
Que no tenían Bienes de Comunidad, y que no vivían
españoles dentro del resguardo.
Que mantenían las tres Cofradías, y que cada mes
540 pagaban por éstas dos pesos, para / / la de Nuestro Amo,
uno para la Virgen por año, y real y medio los casados,
y un real los solteros para la de las Animas. Que estas
limosnas pagaban entre cuatro tributarios, unos un mes
y otros otro. Que para cada fiesta de las tres satisfacían
doce pesos, con Camarico, y que además de éstas, tenían
las de San Lorenzo, Santa Bárbara, la Virgen de la
J Piedra, Santa Lucía, Nuestra Señora de Chiquinquirá,
para las que satisfacían según sus posibilidades, y que
eran debidamente insJi-uídos en la Doctrina Cristiana.
367
 Con lo que se concluyó esta declaración, a .cuya coh 0
tinuación certificó el Escribano: Que de la Lista y Nu-
meración practicada de los indios de aque'1 pueblo de
Duitama, resultaban ciento y siete tributarios, con el
total de seiscientas treinta y tres almas, pues aunque
de la Lista // que había practicado el Corregidor de
Tunja, resultaban ciento y nueve tributarios, los nueve
se habían ausentado y otro que había muerto, con cuya
rebaja quedaban solos noventa y nueve, y el aumento,
que había habido desde noventa y nueve, hasta ciento
y siete, era de cuatro que habían entrado a tributar, Y
cuatro tributarios, que no se hallaban en la Lista prac-
ticada por el referido Corregidor.
Que en igual conformidad se había practicado la Nu-
meración de los indios agregados del pueblo de Tobasia
de la que resultaban veinte y cinco tribut. 0 s con el total
de ciento cincuenta y siete almas.
Que así mismo se había practicado la de Beteytiva y
Tutazá, de las que solamente habían resultado veinte
y siete tributarios, inclusos cinco empleados y cuatro
541 apercibidos / / pues aunque en la Lista del prenominado
Corregidor, resultaban veinte y seis tributarios, exclu-
sive los empleados, de estos se hallaban ausentes hasta
ocho, que s·egún afirmaban los Capitanes Don Bruno
Acero, y Don Pedro Maldonado, se mantenían de arren-
datarios de Juan Agustín Rodriguez, comprador, que
decían ser de aquel resguardo, componiéndose el total
de ciento ochenta y una alm 5 •
Y últimamente se había practicado la de los indios
de Cerinza por cuyo Capitán que lo era Pedro de
Vargas, se habían puesto de manifiesto cuarenta y dos
tributarios, con el tota'l de doscientas sesenta y dos
almas, afirmando mantenerse aún en el referido pueblo
extinguido de seis a siete tributarios con sus familias.
Que se había hecho numeración de los agregados de
Bus-/ /banzá, que voluntariamente se habían venido. a
aquel de Duitama, que componían el número de doce
tributarios con el total de cincuenta y dos almas.
Lo que así certificaba de mandato del Señor Visi-
tador.
Y habiendo pasado a·l pueblo extinguido de Sogamoso
dijo: Que mediante a haber concurrido todos los indios
del pueblo de Cuitiva, y los a él agregados del extin-
guido pueblo de Isa, se procediera a la Numeración de
sus tributarios, examen de su gbbierno y estado, con lo
368
más que correspondiera a la formalidad y acierto de la
Visita, en las providencias que hubieran de expedirse.
A consecuenc-ia de lo cual inmediatamente comparecie-
ron Don Isidro Piragauta, Gobernador, Don Valentín
Florez y Don Pedro Penagos, Capitanes, indios del ci-
542 tado pueblo de Cuitiva, a quienes // examinó dicho
Señor Visitador, conforme a Derecho, y preguntados
según el interrogatorio dijeron:
Que de los indios así :nativos como agregados, tenían
dada Tazón en la Numeración, que se había hecho con
expresión de los ausentes, y su paradero, a que se re-
ferían.
Que disfrutaban sus tierras sin contradicción y eran
suficientes, con cuyo cultivo satisfacían su tributo en
dos mantas, y el Quinto en plata.
Que eran debidamente instruidos en la Doctrina Cris-
tiana, pero que no tenían Bienes de Comunidad, y sólo
trabajaban de común una sementera Pª· la Iglesia, cuyo
producto percibía el Cu-ra quien les trataba con aspereza
y rigor y les obligaba a que le dieran china y muchacho
para el servicio doméstico, y ocupaba de continuo los
dos alguaciles // y tenía de paje un indio tributario
que por este motivo no pagaba demora como se había
anotado en la Lista.
Que pagaban por los bautismos dos reales al Cura y
uno al Sacristán, y por los casamientos ocho reales de
la Misa y seis y medio reales de Arras, entierros doce
reales de párvulos y tres pesos de adultos, o más si
tenían comodidad.
Que mantenían las tres Cofradías ordinarias, de las
cuales la del Señor tenía sesenta reses, la de las ánimas
cien ovejas, y la de Nuestra Señora sesenta. Que por la
primera paga el común dos pesos cada mes, y uno para
cada una de las dos restantes, y dos· pesos de Monumen-
to, con más quince pesos por la Fiesta de cada Cofradía,
y tres pesos por sus aniversarios.
543 Que tenían // la Hermandad de Cristo Crucificado,
con un hato de cincuenta yeguas, veinte reses, y ciento
y cincuenta ovejas, y pagaban cincuenta y dos pesos de
las misas de los viernes, con más la misa de cada mes
a Nuestra Señora de los Dolores, la Fiesta de Jesús
doce pesos, con cuatro de aniversario, las Fiestas del
J Rosario de San Francisco, de San Pedro a seis pesos,
como también -la de la Candelaria, nueve la de San
Roque con aniversario/seis la de Santa Lucía, que tenía
369
 cuarenta ovejas, y cuatro la de San Juan, San Antonio,
Santa Anna, San Felipe, San Bartolomé, San Pablo,
San Isidro, San José, la de Santiago siete pesos, y de
un peso la Ascención, la Cruz, y San Miguel, y de dos
pesos la Transfiguración del Señor, cuyas festividades
se solemnizaban, y se exigían las limosnas // aunque
repugnaran los indios y no tuvieran con que satisfa-
cerlas.
Que en el resguardo habitaban seis vecinos, de quie-
nes no experimentaban perjuicio, como ni del Corregi-
dor, ni en la cobranza del diezmo y primicia, con lo
que, y habiéndose advertido la hermandad, y buena
armonía, que debían conservar los nativos, y agregados,
obteniendo indistintamente los oficios de justicia, sin
multiplicar -empleados, se concluyó esta declaración, y
a su continuación certificó el Escribano:
Que habiendo comparecido ante el Señor Fiscal Vi-
sitador, los indios, gobernador y capitanes del renom-
brado pueblo de Cuitiva, se había formado la Lista y
Numeración de los indios de él, de la que habían resul-
544 tado ochenta y siete tributarios incluso trece // em-
pleados, con el total de cuatrocientos noventa y cinco
almas, que habían dicho los referidos gobernador y ca-
pitanes, hallarse existentes en dicho pueblo. Y que
preguntados por los agregados del de Isa, habían dicho
que cuatro estaban ausentes, y que aunque habían
muerto dos, en lugar de éstos entraron a tributar Félix
Ramos y Nepomuceno Mongua, por lo que a excepción
de los cuatro ausentes los demás se mantenían, en la
conformidad que los había numerado el Visitador Don
José María Campuzano; que el aumento que había ha-
bido les parecía pudiera ser de veinte, esto era en la
chusma. De cuyo relato se colige, que existían treinta
y tres tributarios, con el total de doscientas diez y ocho
almas, cuya certificación ponía de mandato de dicho
Sor.
En veinte de agosto en el mismo pueblo de Sogamoso,
mandó dicho Señor Fiscal Visitador:
Que mediante a ser urgente su tránsito al pueblo de
Duitama y a que por el extremo opuesto unicamte. res-
taba el reconocimiento del pueblo de Tota y que no
sólo habían informado el Corregidor de su partido, Y
el Then.te hallarse arreglada con los indios, contenidos
en la última numeración, y sin necesidad de nueva
providencia, por no habersele agregado otros, sino que
370
habían ocurrido a aquel pueblo el Cura e indios, de
quienes se había practicado el examen correspondiente,
y asegurádose aquel concepto. Por tanto se continuará
la Visita por el pueblo de Nobsa y sucesivamente el de
Duitama, examinándose todo lo concerniente a llenar
los objetos de aquella Visita.
545 En cum-/ /plimiento de lo cual habiendo llegado al
nominado pueblo de Nobsa, y convocado así a los indios
nativos de él, y su parcialidad de Chámeza, con los
últimamente agregados de Firabitova y Tibasosa, por
extinción de sus pueblos, mandó se hiciese Lista y Nu-
meración de todos sus tributarios e hizo comparecer
ante sí al Teniente Don Diego Ladino, a Don Gregario
Guada, que acababa de ser Gobernador, y a Don Marcos
Guasia Capitán, indios todos principales de aquel pueblo,
a quienes por ante de el Escribano de Visita examinó
conforme a derecho, y preguntado según el interroga-
torio, dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo, y
los a él trasladados, eran los mismo·s, que se había
numerado con expresión de los ausentes, y lugares donde
algunos existían.
Que gozaban íntegramente y sin litigios sus tierras
en que había capacidad para los agregados, a quienes
se había señalado y franqueado q.to podían ap~tecer,
por ser muy abun-/ /dantes y fértiles, como el mismo
Sor. Fiscal lo había reconocido, en que cultivaban el
trigo, y demás frutos que producían, y conque se ali-
mentaban y pagaban su Demora de dos mantas de hilo,
y doce reales y medio en plata por el Quinto cada año,
sin que se les extorcionarn en el cobro, ni en el del
diezmo y primicia.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana por su Cura Doctor Don Antonio Cayzedo, sin
que por éste, ni el Corregidor, se les gravara en servicio
personal, ni en la exacción de indebidos derechos por
la administracion de Sacramentos, y que mantenían las
Tres Cofradías, ninguna de las cuales tenía hato, a ex-
cepción de unas cortas ovejas que habían conducido los
546 indios trasladados de Firabitova, en// cuya virtud contri-
buían las limosnas acostumbradas para conservarlas.
Reconvenido sobre la falta de cárcel que padecía aquel
I pueblo, y de que necesitaba respondieron: Que no sólo
estaban prontos a const[uírla, para lo que esperaban dis-
frutar sus sembrados, Jmo que habían dado principio al
371
 acopio de materiales para ella, sobre que se les previno
pPocediesen eficazmente a verificarlo, y que guarda-
sen la mejor hermandad, y armonía, sin que se per-
mitiese la menor desigualdad entre los indios nativos
y transladados, siendo todos gobernados por los mismos
Jueces, y obteniéndose los empleos- indistintamente por
los más idóneos, concurriendo todos, cada año, a la se-
mentera de comunidad, de cuyos bienes carecía; adver-
tidos de que ·se les / / haría cargo de la inobservancia,
como también sino construyesen casas en el recinto del
pueblo, a son de campana.
Con lo que s-e concluyó esta diligencia, a cuya conti-
nuación certificó el Escribano:
Que habiendo practicado la Lista y Numeración de
los indios de aquel pueblo de Nobsa, con sus agregados
de Tibasosa y FiTabitova, resultaron del primero con la
parcialidad de Chámeza, ochenta y tres tributarios in-
clusos los empleados con el total de cuatrocientas no-
venta y tres almas. Del s-egundo resultaron cincuenta y
seis tributarios, con el total de trecientas cuarenta y
seis almas, fuera de diez y ocho tributarios con su fa-
milia, que habían afirmado el Capitán de la parcialidad,
54 7 mantenerse en el referido pueblo estinguido de Tiba-/ /
sosa, Y que los más de éstos, eran por decir, estar de-
clarados- por blancos por el Corregidor Don José María
Campuz 0 • Finalmente se había practicado la del último
de Firabitova, de la que resultaron cincuenta y cuatro
tributarios, inclusos ocho que habían entrado a tribu-
tar, Y rebajados tres muertos, con el total de trecientas
cincuenta y cuatro almas.
Así mismo pr-oveyó un auto el nominado Señor Fiscal
Visitador en el dicho pueblo de Sogamoso en diez y ocho
del referido mes y año, en que manda que en atención
a estar cumplido el término, que últimamente estaba
concedido a aquellos indios, para su translación al de
Paipa, sin que hasta ahora lo hubiesen ·verificado pre-
textando tener sembrado y no haber acabado de dis-
frutar // con cuyos efugios, se hacía interminable e socorriera su total pobreza.
ilusoria la providencia, se procediera en aquel día por
el Alce. Partidario, Jerónimo Bayona a hacer recono-
c~:11iento de las sementeras de dichos indios, con expre-
s10n de su cantidad, fruto, y estado, y del valor de cada
una con referencia del dueño, s-olicitando si había ve-
cinos que se obligaran a satisfacer de pronto su importe
para proceder en su vista.
372
En cumplimiento del cual auto se procedió a evacuar
con el referido Alcalde lo que queda mandado, llevando
avaluadores para que éstos justipreciaran los sembra-
dos de los nominados indios de Sogamoso.
En cuya vista el dicho Señor Visitador, por auto del
548 mismo día les amplió un mes de plazo para / / que tu-
vieran plazo, no sólo de coger sino también de expender,
y vender sus frutos, para verificar su mejor estable-
cimiento en Paipa, con calidad de qe. no ejecutándolo
así, se les obligaría a su marcha, sin nueva tregua, y
se imputaría a su desidia o malicia cualqa. perjuicio,
que le resultara, encargándose a algún vecino que prac-
ticara el expendio, lo que igualmente se observará en
cuanto a la venta de sus casas o ranchos, destinando
sus productos para los efectos anteriormente preveni-
dos a cuyo fin se comunicará orden al Comisionado Don
Juan Vale-ro Gavilán con advertencia de quedar preve-
nido el referido Alcalde Partidario Jerónimo Bayo na
de concurrir a la ejecución sin permitir con pretexto
alguno, que // dilatara por más tiempo. ·
Incontinenti se halla otro auto que contiene haber
manifestado los indios de aquel extinguido pueblo, el
derecho que les asistía al edificio de la antigua cárcel
como que la habían edificado con su trabajo y expensas;
en esta atención mandó dispusiera el Teniente de Co-
rregidor Don Antonio Arauz, que se avaluara para que
el comprador del solar, en que estaba situada, satisfa-
ciera su importe y se aplicara a beneficio de los mismos
indios-, en su translación a Paipa.
Y que correspondiéndoles algún derecho a los sobran-
tes que en aquel año no se les había pagado del arren-
damiento del plan de casas de vecinos en el pueblo, lo
549 recogiera en la misma confo:midad el citad~ Then.te //
y semejantemente cualesquiera otras cantidades, que
les perteneciera, form1;1ndo un apunte en que con dis-
tinción constar-a de todo, a fin de que con este auxilio
se les- habilitara para su establecimiento en Paipa, y se
Así mismo consta a continuación puesta una certifi-
cación por el Escribano de Visita, en que dice: Que
habiendo solicitado por los padrones del vecindario de
aquel extinguido pueblo de Sogamoso, se manifestaron
) por su Cura Doctor Don Agustín de Salazar, y Corre-
gidor Don Tomás de Layzeca unos apuntes, s-in distin-
ción de cabezas de famiya, clases, castas, etc., por cuyo
373
 motivo, y no poderse formar cabal concepto, había
requerido a dicho Cura, para que diese razón del au-
mento, o disminución, que había / / habido desde el día
primero de julio del año de mil setecientos setenta y
ocho que fué en el que el Corregidor Don Jph. María
Campuzano formó el que se halla en su respectiva Vi-
sita, lo que con efecto había verificado diciendo haber
aumentado el número de ciento treinta y dos almas,
rebajados los muertos.
A continuación, y en el mismo día, consta proveído
otro auto en que dicho Señor Visitador dijo: Que por
cuanto con motivo de indagar el estado de aquella po-
blación, en la Visita que de ella había practicado, había
reconocido estar arrendada la tienda de pulpería a Pablo
de Nosa, por los Señores Oficiales Reales, en virtud de
despacho de trece de julio de setenta y cuatro, por el
término de cinco años, tres precisos, y dos voluntarios
550 / / que comenzaron a correr desde cuatro de marzo de
dicho año, pagando en cada uno la cantidad de setenta
pesos, los treinta y siete y medio para el Erario Real,
y los treinta y dos y medio a la Iglesia de aquel pueblo,
con cuyo motivo el citado Nosa parecía haber cedido
su derecho a otros sujetos, quienes mantenían distintas
tiendas, y exigían alguna cantidad a los sujetos a quie-
nes se las permitían; cuyo estilo se necesitaba variar,
por haberse extinguido el pueblo, y que porque no se
alcanzaba el motivo de aplicarse la Iglesia, los treinta
y dos pesos cuatro reales, que percibía el Cura y se
decía aplicaba para un aniversario de difuntos, y que
aún en el caso <ie que tuviera derecho, había cesado,
desde que se haL'ía decretado la translación de los in-
dios: Se notificara al referido Pablo de Nosa, entregara
al Escribano de Visit..:,. por quien se le diera recibo, los
treinta y dos pesos cuatro reales, respectivos al cuarto
año // de su arrendamiento, cumplido en cuatro de
marzo del presente para que se exhibieran en Reales
Cajas, a disposición del Excelentísimo Señor Virrey a
quien se diera cuenta con el informe correspondiente,
para que con el arreglo a las Leyes se providenciaran
sobre la composición de pulperías en aquella, y seme-
jantes, poblaciones, que tenían comercio y las necesi-
taban, como más conviniera a beneficio del Real Haber
y a basto público.
En el mismo día el nominado Señor proveyó el auto
siguiente:
374
Auto En el extinguido pueblo de Sogamoso, a veinte de
agosto de mil setecientos setenta y ocho.
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón,
del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen de la
Audiencia de este Reino, y Visitador de las Provincias
de su Distrito, dijo:
Que según ha reconocido ocularmente, y ha resultado
551 de la Visita practicada en // este pueblo no se ha logrado
el debido adelantamiento, y arreglo de su población,
que con fundadas esperanzas se prometían con la tras-
lación decretada de sus indios al de Paipa, y con las
singulares ventajas que disfruta por su situación y co-
mercio, y por tener Iglesia cárcel construída, con el
auxilio de las tierras del resguardo vacantes, que se les
ha franqueado a los vecinos, para su más cómodo esta-
blecimiento; sin que nada haya bastado para que en el
espacio de un año, que ha mediado desde la extinción
del pueblo, hayan verificado la erección de Parroquia,
y demás correlativo a su adelantamiento, ya sea por
la falta de uniformidad, ya por carecer de la buena di-
rección, que para ello necesita. No debiendose permitir
que por más tiempo subsista esta perniciosa innacción,
se previene / / al vecindario que en el preciso término
de un mes ocurra a la ciudad de Santa Fé a solicitar
que en la forma acostumbrada se le despache título de
formal Parroquia por concurrir todos los requisitos ne-
cesarios para ella, tener demarcados sus límites por los
del pueblo y su feligresado, y no restar otra cosa sino,
que por el común se otorgue la obligación correspon-
diente para congrua del Cura, en lo que no alcansace
la parte de diezmos en su asignación, mantener las Tres
Cofradías y demás que pide el Orden Político; pues
para su logro deberá igualmente el vecindario, acelerar
las posturas así de los solares del plan de la Parroquia,
como a las tierras del resguardo dividido en pequeñas
suertes, según se ha publicado por auto del día de ayer;
552 en la inteligencia, de que sino lo ejecutare // se pro-
cederá a la enajenación de dichos resguardos y solares
sobrantes, en un solo particular, el que hiciese mas
ventaja al fisco, y se imputará al común el perjuicio
que de ello resultare, pues con este objeto se les ha
concedido su venta, con plazo a reconocer, cuya gracia
)
se entiende para los que en adelante se vendieren, y no
para los solares antes :¡-ematados al contado, en que
debe obstarse lo estipu~do.
375
 Igualmente se ordena al vecindario, que sin dilación
de principios a la construcción de sus habitaciones, por
ser obligados los veci_nos a mantener casas pobladas con
la debida formación de calles empedradas por los due-
fíos respectivos, verificándose en las de la plaza por
espacio de tres varas, y fabricandose las casas de teja,
procurando en todo lo posible su uniformidad, mediante
a que no le resulta perjuicio, como que las edifican de
nuevo, y tienen comodi-//dad para ello, pues el que no
la tuviere será postergado por interesarse el beneficio
público en su ornatos, con advertencia de que si alguno
por desidia, o culpable omisión, no cumpliese con lo
prevenido en el término de un año, se le despojará del
solar para darlo a otro, que lo edifique.
Y por cuanto sin embargo de que este pueblo, no sólo
tiene para la administración de justicia un Corregidor
Y un Teniente, sino también tres Alcaldes Partidarios,
se reconoce no obstante una nociva libertad en su vulgo,
poco respetuoso a los Jueces, y falto de la debida suje-
ción, con abuso de la bebida y continuo embriaguez, a
que son consiguientes los excesos que de ella dimanan:
Se previene al Corregidor, Teniente, y Alcaldes, no sólo
que celen y castiguen cualquiera contravención de los
553 autos de buen gobierno, sino también que inti- // men
a los dueños de las casas o tiendas donde se fabrican
y expenden los guarapos o licores, que han de ser res-
ponsables, y se les ha de hacer cargo de los escándalos,
riñas, heridas, o semejantes excesos, que se cometan en
los concursos,- que en semejantes tabernas se acostum-
bra; para que de este modo procuren por su parte evi-
tarlos, y no los promuevan con el ambicioso objeto de
sus ganancias; en que depuesta toda contemplación, y
respeto, procederán dichos jueces con inflexible recti-
tud a la inflación de las penas; y lo mismo ejecutarán
con los que les faltasen al irespeto, veneración, y obe-
diencia, por ser este delito de mal ejemplo, el más per-
nicioso al buen gobierno y administración recta de la
justicia. Y para este efecto se construirán inmediata-
mente dos fuertes argollas de hierro, que se colocarán
en dos postes de madera, a los lados de la puerta capi-
tular, para que en ellas se aseguren por la gar / / ganta,
Y con ,candados los delincuentes exponiéndolos a la
vista de todos, de modo q.e este espectáculo sirva de
freno y escarmto. a los demás, proporcionando el tiempo
a la gravedad de la culpa, con reserva de aumentar
376
las penas si esta demostración no fuera bastante a co-
rregir el desorden que se aumenta con el concurso de
gente forastera y desconocida a los mercados; pero
como al mismo tiempo que conviene reprimir con el
rigor de la penas los delitos, se necesita que las jus-
ticias no se excedan de los equitativos límites de su
naturaleza, y se haya reconocido en la lista de reos
detenidos en esta cárcel; manifestada en esta Visita,
que llega al número de once, y algunos de siete y diez
meses de prisión, sin haberles· formado causa, ni su-
maria, a excepción de Agustín Jimenez, la que no se ha
adelantado, ni fenecido en el término de diez meses,
554 que la // padece, en que se incluyen varios por causa
civil y demanda de pesos, todo lo que es muy contraria
al objeto de 'las Leyes que no permiten, ni que se de-
more el castigo, ni satisfacción pública cuando es debida,
ni que a los súbditos sin causa bastante se les pensione
con la grave pena de dilatada prisión; para que se
destierre tan pernicioso abuso en lo venidero, se obser-
vará en adelante el jurídico método, de no poner preso
a ningún deudor sino fuese por cantidad que lo merezca
y precedida la ejecución de sus bienes, para que no
denunciándolos el acreedor se ejecute lo prevenido en
derecho; y si el deudor fuere artesano, poniéndole donde
con su trabajo pueda devengar la paga, y no se inabili-
te; o por alguno de los otros medios de ordinario, o de
prudencia, practicándose todo breve, y sumariamente,
para que de esta suerte no se perjudiquen / / el deudor
o el acreedor; y en las querellas, o delitos de poca en-
tidad, se corregirán de plano como que no merecen
estrépito de ruido; pero en los de gravedad en el preciso
término de tres días, debe instruírsele proceso, y con
la posible brevedad seguirse hasta su conclusión, que-
dando el juez sujeto a responsabilidad, y penas propor-
cionadas a su culpa, y daños, que causare, sin permitir
que se exijan derechos de carcelaje a los indios, ni a los
pobres, ni con exceso a los que los causaren. Y porque
la Ley y buen orn. exigen que se forme un libro o
cuaderno donde se anote con día, mes, y año, los presos
que entran y salen de la cárcel, expresando su nombre,
causa de la prisión, juez de que dimana, y derechos
que contribuyan, se procederá desde luego a ponerlo
/ en práctica, como documento que ha de servir para ca-
lificar el arreglo, y exactitud, con .q.e se procede, sin
555 omitir la Visita de Cárc.e~ N en que haciendose relación
¡
377
 de las causas, se cuide de su adelantamiento, y se co,1-
~.da libertad a los que fueran acreedor.es a ella, anotán-
dose en el Libro de Visitas, firmandolo los jueces que
asistiesen a ellas; en la inteligencia -de que por lo conte-
nido en este auto, su omisión o inobservancia se les ha
de formar a su debido tiempo el más estrecho cargo.
Y para cautelar así el daño, que sufre el Erario, como
el buen orden de la República, abrigando indios ausen-
tes de sus pueblos, que muchas veces con abandono de
sus familias habitan en las poblaciones de españoles
entregados al robo, ociosidad, y vida libre, sin la ins-
trucción política y cristiana que el rey les facilita en
sus pueblos cuidarán dichos jueces de no permitir al-
guno y remitir los que encontrasen, con carta al Cura
o Corregidor, para que anotándolo en la lista disponga
su permanencia en el pueblo, y se eviten los perjuicios
de que // se les constituyen responsables.
Habiéndose advertido con motivo de tomar razón del
número de vecinos, y almas de este pueblo, no haberse
cumplido con la Real Orden comunicada circularmente
por el Superior Gobierno para su cumplimiento, que
prescribe la formación de exactos padr<mes, con distin-
ción de sexos, clases, castas, y estados; pues los papeles
que con este nombre se han manifestado, así por el
Cura, como por el Corregidor, carecen de orden, exacti-
tud y formalidad, de que no ha podido formarse el
debido concepto: Se previene al Corregidor de que en
el preciso término de dos meses lo practique, con la
claridad, y especificación, que prescribe la Real Orden,
y los remita al Superior Gobierno, dejando testimonio
en que cada año se anote el aumento, o disminución que
hubiere, y al mismo tiempo, cuide en consorcio del Te-
niente y Alcaldes Partidarios, de que verificada y forma-
556 !izada la// erección de Parroquia, se instruya la solicitud
de que se le conceda un escribano, ante quien se actúen
los negocios, y otorguen los instrumentos, por merecer
lo numeroso de la población, y ser conducente gobierno.
Y para que todo lo hasta aquí prevenido tenga su
puntual debido cumplimiento, se compulsará testimonio
de este auto, y se entregará al Corregidor, para que
convocando al Teniente, y Alcaldes, y haciéndolo noto-
rio al público en la -parte que le corresponde lo copie
en el archivo, a fín de que los sucesores no puedan
alegar ignorancia; dando cuenta dentro de dichos dos
meses al Superior Gobierno.
378
Y por éste que proveyó, así lo mandó y firmó por
ante mí de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí Jph. Camacho, Escribano Público y de Vi-
sita ...... .
De los autos de la Visita practicada por dicho Señor
en el Partido y Corregimiento de Gámeza, consta que
en trece -de agosto de setenta y ocho, proveyó dec.to //
en que dijo: Que habiendo de dar principio desde aque-
lla Parroquia, a que estaba contiguo el pueblo del mismo
nombre, a la Visita de los pueblos del mencionado Par-
tido, que había sido visitado por el Corregidor de Tunja
Don José María Campuzano, en que por lo mismo úni-
camente ocurría indagar si convenía añadir, perfeccionar,
o alterar alguna de sus providencias.
Y que para que así se verificara sin necesidad de
multiplicar inútilmente diligencias judiciales, y que sólo
se practicaran las precisamente indispensables en ser-
vicio del Rey, y alivio de los indios,· mandaba que a
continuación, y bajo de una cuerda, interín no hubiera
motivo urgente y particular para otra cosa, se anotara
cuanto fuese ocurriendo digno de esta formalidad, en los
pueblos por donde fuera transitando, tomando para e-1
efecto las noticias, e informes correspondientes, para que
557 con lo que minis-/ /trar-a el .reconocim~ento y vis_ta ocular,
se pudiera proveer con acierto lo mas convemente.
En cumplimiento de lo cual, habiendo llegado al
pueblo de Socotá, mandó el Señor Visitador se convo-
casen con separación así los indios de aquel pueblo pa.ra
formarse su Lista, como los del extinguido de Cheba
agregados a él, lo que así se verificó practicándo_se la
Numeración de los primeros; y en orden a los segundos
se presentaron Pedro Fuentes, Capitán reservado, el
que dijo tener tres indios tributarios a su cargo a saber,
dos en aquel pueblo, aunque no los puso de manifiesto,
y uno en el de Cheba; Antonio de Rojas declarado libre,
el que dijo tener a su cargo como Capitán cuatro tri-
butarios, que se mantenían en dicho pueblo de Cheba.
Y últimamente el Teniente Justo Pastor Cojo dijo ha-
ber otro Capitán nombrado Pedro Cojo, y que éste
tenía a su cargo dos tributarios, y que no había más.
J Y reconvenidos / / como resultando de la Nu-
meración (efectuada) , por Don José María Campú-
zano-[ ... ] ¡
379
J
 a lo que respondieron que los restantes los había dado
po , libres el Corregidor del Partido Don Tomás de
Jaúregui, fundado en ser hijos de india y mestizo.
A continuación· de lo cual proveyó auto el nominado
Señor Visitador en que expresa: Que por lo que resul-
taba de la antecedente diligencia, y que en atención a
que los indios en ella contenidos, habían expresado estar
pagando arrendamiento al rematador de los resguardos
del estinguido pueblo de Cheba, Juan de Pineda, donde
habían sembrado sin verificar su translación a aquel
de Socotá, que se les tenía prevenida y constaba apro-
bada por el Superior Gobierno, al tiempo que habían
558 gozando de la rele- // vación del tributo por .dos tercios
[ ... ] lo haría notorio a los demás
cuando que les aprovechara [ ... ] y que decían
haber [ ... ] del Corregidor [ ... ]
que no pudieron otorgarlo para sus-
pender la translación, procedieran inmediatamente
verificarla por sí, y como principales del pueblo, com-
peliendo a ello a los demás, e incluyendo a los que se
decía haber declarado por libres el citado Dqn Tomás
Jaúregui, pues que si pretendieran derecho a la libertad,
deberían acudir al Superior Gobierno a que se les de-
clarara, sin cuyo requisito debería mantenerse el Fisco
en la posesión de percibir su tributo.
Y que haciéndose reparable que el mencionado Cor-re-
gidor hubiese mantenido por tan dilatado tiempo, la
inobservancia de dicha translación, cuando por todos
títulos era obligado a dedicarse con la mayor eficacia
// y esmero a que tuviese puntual, pronto, y debido
cumplimiento: Se le prevenía que al instante se (dispu)
siera formalmente a ejecutarla quedando responsable
a sus •resultas y al preciso término de un mes que se le
asignaba por perentorio (dando) cuenta al Superior Go-
bierno de lo que en virtud de dicho auto ejecutase, y
haciendo saber al referido rematador del res.guardo de
Cheba, Juan Pineda, que si abrigase allí a los indios
dándoles tierra en arrendamiento, lo perdería y queda-
ría sujeto a las penas correlativas a su trasgresión.
Y que para que no sirviera de pretexto alg. 0 la pérdida
del ganado perteneciente a cofradías, podría, vendién-
dosele por los mejores precios, componerse su importe
a rédito de un cinco por ciento, con las seguridades
559 correspondientes, para que sin perjuicio // de su piadoso
objeto, y aún tal vez con mayor utilidad y permanencia,
380
se lograse la ejecución de lo mandado, reservando según
lo que resta en la Visita de los demás pueblos de aquel
Partido providenciando lo más que conviniera.
En el mismo día en cumplimiento de lo mandado, el
nominado Señor Fiscal Visitador hizo comparecer ante
sí a Don Domingo Cruz, Cacique, a Martín Toncón, y
Luis Samacá, Alcaldes, José Pequeño, Alguacil, Fran-
cisco Uyaban, y Antonio José Cristiano, indios todos
de aquel pueblo, a quienes por ante el Escribano exa-
minó sobre lo conducente a aquella Visita y expusieron:
Que el número de indios· era el mismo de que se había
formado Lista, y por el Corregidor se habían remitido
seis del pueblo de Tasco, que eligieron agregarse a
aquel; pero que no habían fabricado habitaciones co~o
tampoco los de Cheba / / aunque por dos veces habian
venido, y se les había señalado tierra aparente, pues
en su inteligencia lo era la de· aquel resguardo parti-
a cularmente para siembras en que se· cogía trigo, y otros
frutos- con abundancia, aunque no era la más a propósito
para ganados que también podrían criarse, siendo los
pastos contiguos comunes, y tener con que pagar la tasa
de seis pesos, en cuya cobranza ni en la del diezmo Y
primicia, no experimentaban extorción, como ni en la
que se les- gravara en servicio personal, ni otra cosa
por su Cura, y Corregidor, siendo instruídos con exac-
titud en la Doctrina Cristiana.
Que mantenían las tres Cofradías acostumbradas Y
satisfacían para cada una dos reales los casados, y uno
los solteros y solteras, y lo mismo para cera del Mo-
560 numento, nombrándose seis alfén;2 / / priostes para ~a
solemnidad de cada una, y que solo una de ellas tema
un hato que no alcanzaba a cien !reses.
Que por Dros. de bautismos- nada satisfacían, por los
entierros de adultos tres pesos, y de párvulos doce
reales, ocho reales en los matrimonios y seis y medio
reales de arras.
Que no tenían Bienes de Comunidad, que labraban Se-
mentera de Comunidad cuyo producto se expendía por
mano del Cura, a beneficio y para ornato de la Iglesia.
Y que dentro de los resguardos vivían algunos veci-
nos españoles de quienes no experimentaban perjuicio,
como ni de los demás que vivían fuera agregados a
J aquel feligresado.
A continuación de esta declaración certificó el Es-
cribano: Que habiendi' practicado Lista y Numeración
381
 de los indios de aquel pueblo, resulta·ron de ella cuatro-
(:Íentos noventa y cinco indios de todas clases / / sexos
y edades, inclusos setenta y cuatro tributarios, pues
aunque de la Visita que había practicado Don José Ma-
ría Campuzano resultaban solos cuatrocientos cincuenta
y dos, el resto hasta el completo de los noventa y cinco,
era aumento que había habido de entonces acá, incluso
Marcelo Chía, que había entrado a tributar en lugar de
Eustaquio Olivares que había muerto.
Que así mismo por el padrón del vecindario, manifes-
tado por su Cura Doctor Don Pedro José Plata, resulta-
ban doscientos diez y siete vecinos, cabezas de familia,
con el total de mil y diez y seis almas.
En prosecución de su Visita pasó al pueblo de Socha,
en donde se mandó convocasen, así los indios del pueblo
como sus agregados de Tasco, y Sátiva, lo que así se
verificó, formandose Lista del primero de la que resultó
561 que cuatro de los tributarios dijeron / / estar decla•rados
por libres, y que reconvenidos para que dijesen por
• quien se les había declarado por tales, y que manifesta-
sen la declaratoria, no lo habían ejecutado y sólo habían
dicho que porque sus antecesores no habían pagado
Demora.
Y que habiendo pasado a practicar Lista de los trans-
ladados de Tasco, resultaban de ella que seis de los tri-
butarios aún se mantenían en dichos pueblos con sus
familias; y que reconvenido Bartolomé Chiquillo, que
hacía a veces de Capitán, por hallarse el propietario
ausente por que no los había traído, dió por respuesta,
que porque los había declarado libres su Corregidor
Don Tomás de Xaugregui.
Que así mismo resultaba de la Lista q.e se había
practicado de los indios de Sátiva que solamente se
habían transladado once tributarios con sus familias,
inclusos el Capitán / / y Alcalde, a quien se había re-
convenido por que motivo no habían venido los otros
y en donde se hallaban; dió por respuesta que se man-
tenían en Sátiva, y que unos no venían porque no que-
rían, aunque él les había reconvenido varias ocasiones,
y que cuando estuvo el Corregidor Xaugregui a trans-
ladarlos, se habían escondido, y que otros era porque el
Corregidor Don José María Campuzano los había de-
clarado por libres por ser descendientes de blancos.
Con lo cual se concluyó esta declaración a cuya con-
tinuación certificó el Escribano: Que de la Lista y
382
Numeración que se había practicado en aquel pueblo,
resultaban quinientos seis indios de todas clases, sexos,
y edades, con el aumento que había habido desde que
se había practicado la Visita de Don José María Cam-
562 puzano, e inclusos sesenta ocho / / tributarios, pues
aunque en aquel tiempo había sesenta y nueve, después
había muerto Don Salvador Chía.
Que así mismo por el padrón manifestado por su
Cura Doctor Don José Riaño resultaban setenta y dos
vecinos cabezas de familia, con el total de cuatrocientas
veinte y una almas.
Luego inmediatamente dicho Señor Fiscal Visitador,
hizo comparecer ante sí a Don Baltasar Meza Teniente,
Juan García Capitán, Pedro Cabrejo, y Esteban Sota-
quirl:á, Alcaldes, indios de aquel pueblo, a quienes por
ante el Escribano examinó sobre lo conducente a la Vi-
sita, y expusieron:
Que no había en aquel pueblo indios de otros, sino
de los últimamente agregados de Sátiva y Tasco, de que
se había formado Lista, aunque no habían venido todos
sin embargo de que las tierras del resguardo eran sufi-
cientes y abundantes, y mucho más teniendo comunidad
en los / / pastos, como hasta aquí lo habían gozado en
las tierras contiguas del difunto Don Jerónimo Gutié-
rrez para sus ganados.
Que no recibían extorsión en el cobro de seis pesos
que en plata satisfacían de tributo, ni en el del diezmo
y primicia, como ni tampoco de su Corregidor ni Cura,
por quien eran debidamente instruídos en la Doctrina
Cristiana.
Que mantenían las Tres Cofradías·: Del Señor, María
Santísima, y las Animas, para las que satisfacían dos
reales los casados y uno los solteros parra cada una; con
más tres reales los prim.os y real y medio los segundos,
por la Semana Santa, y que se nombraban nueve Alfe-
rez, para la festividad de cada una, quienes satisfacían
nueve reales, una libra de cera, y una onza de incienzo.
Que por Bautismos no se les cobraban derechos, sien-
563 do marido y mu- // jer indios, ni por casamientos, sino
ocho reales sin arrras; y que los Entierros cuando no
se satisfacían tres pesos por adultos y dos reales por
párvulos, se hacían rezados, conduciendo los indios el
J
cadáver a la Iglesia.
Que trabajaban Seméntera de Comunidad., aplicando
su producto a la Iglesilt'; y que siendo la tierra señalada
383
 la, mejor, pedían que se les permitiera sembrar en ella,
a lo menos de atraviesa, por permitirlo su buena cali-
dad; y que indiferentemente se eligiera cada año tierra
para la sementera común pues también los agregados
habían solicitado se les señalare allí, no obstante, de
que por dos ocasiones se les había destinado, y dado
posesión, de modo que por este título, no tenían motivo
para dejar de verificar su translación.
Y concluída que fué esta declaración inmediata- / /
mente comparecieron ante el nominado Señor Fiscal
Visitador (transportado que fue al pueblo de Gámeza)
Martín de la Parra Teniente, José Tojanci, y Eusebio
Tinjacá, Capitanes, indios de aquel pueblo, a quienes
examinó sobre lo conducente a la Visita, y expusieron:
Que los indios de aquel pueblo, eran los mismos, de
que habían dado razón en la Lista y Numeración que
se había formado, en que únicamente había un tribu-
tario del pueblo de Tasco llamado Eduardo García,
que por esta1r casado con india de aquel pueblo, había
obtenido permiso para permanecer en él, donde pagara
la tasa que era de dos mantas y doce y medio reales,
que era de Quinto; para lo que tenían tierras abundan-
·tes, en que se habían señalado las correspondientes a
los agregados de Busbanzá, de los que no todos habían
564 venido, sin em- // bargo de la buena acogida que les
habían hecho, y que los de aquel pueblo estaban de-
biendo los de Tercios de Navidad de mil setecientos
setenta y siete, y San Juan del presente que hasta no
había venido a cobrarlos el COlrregidor, que hacía como
siete meses que no visitaba aquel pueblo. Y que por
haber padecido pérdida en sus sementeras, no hicieron
la paga aún sin cobrarseles.
Que solían trabajar labranza de comunidad cuyo
producto de un año se invirtió en una casulla; pero que
no tenían cofradías, ni hatos, pues el estilo había sido
nombrar Diputados que pagasen las Misas, y para Se-
mana Santa satisfacía un real cada indio.
Que no había defecto en la instrucción de la Doctrina
Cristiana, ni se les extorcionaba, por el Cura, ni Corre-
gor. en servicio personal, ni en el cobro de tributo,
diezmo ni primicia.
Con lo que se concluyó esta declaración.
Inmediata- / / mente, mandó se convocasen así los
indios de aquel pueblo, como los agregados de· Busbanzá;
lo que así verificado, formandose lista de unos y otros,
384
y que resultando de la primera hallall'se ausente la
mayor parte de sus tributarios se reconvino a Martín
Parra, Teniente y Capitán de la primera Parcialidad,
que llaman del Cacique, para que diera cuenta de los
indios tributarios que tenía a su cargo, que eran veinte
y cinco, y habiendo puesto de manifiesto sólo diez y
seis, había dado por razón que ocho se hallab.n ausentes,
unos por Labranza Grande, otros por Charalá y que de
otros no se sabía de su paradero, y que ninguno de éstos
pagaban la Demora, y que el restante,• para el comple-
mento de los veinte y cinco, se había ido con su fami-
lia (a) hacer pueblo al de Mongua, que no sabía si
pagaba la demora, o no ni si precedió consentimiento
565 / / de su Corregidor Don Tomás Xaugregui.
Y que pasando la Numeración de los indios de la
segunda pa,rcialidad, el Capitán de ella que lo era Don
Eusebio Tinjacá, había puesto de manifiesto diez y nue-
ve indios tributarios, y que reconvenido que como siendo
veinte y seis lo que tenía a su cargo, manifestaba sólo
diez y nueve, había dado por razón que cuatro tenía
ocupados el referido Corregidor, tres en sacas de gana-
dos de los Llanos, y el otro en Sogamoso, que los tres
restantes el uno se hallaba ausente en Niza, haría
el tiempo de dos años, y que no pagaba Demora, y que
de los dos restantes no se sabía de su paradero.
Y que habiendo seguido a la Numeración de la ter-
cera parcialidad, que llamaban de Guatavita, el Ca-
pitán, que lo era Don José Tojanci, había puesto de
manifiesto sólos veinte y un indios; y que reconvenido,
que cómo -teniendo veinte y cuatro tributarios // mani-
festaba sólo veinte y uno, había dado por razón que uno
de los·que faltaba que era Ventura Vargas, se había ido a
hacer pueblo a'l ide Tópaga, sin permilso de su Corregidor,
que ignoraba si pagaba o no, que el otro, que era Juan Jo-
sé Pesca estaba en Suatá, pagando sus Demoras, y que la
mujer pagaba por él, y. que el último, que era Lucas
Nemojón se hallaba ausente hacía cerca de dos años
y que no pagaba demora, y que tenía razón cierta que
estaba en Beteytiva.
E incontinenti habiendo pasado a practicar la Lista
de los transladados de Busbanzá,- había resultado de
ella el número de diez y ocho tributarios, inclusos cua-
J tro empleados a saber: El Teniente Don Pedro Mono,
• dos Capitanes nombrados Don Francisco Adame y Don
566 Francisco -Gómez, y el /3acritán Miguel // Socha, con
385
 diez reservados, unos por edades y otros por baldados,
y que reconvenidos sobre que se habían hecho los de-
más indios del referido pueblo de Busbanzá hab:an
dicho, que unos se habían ido a hacer pueblo a Duitama,
que otros que pasaban de doce se mantenían de arren-
datarios de Busbanzá, pw decir, que eran blancos, y
que por tales los habían declarado los Martínez vecinos
de la· Parroquia de Santa Rosa,. y que los demás se
hallaban vagando por el Valle de Cerinza, sin pagar sus
'Demoras, ni reconocer pueblo.
Así mismo se halla otra certificación puesta por el
mismo Escribano, en que expresa: Que habiendo solici-
tado por el padrón de aquel pueblo de Gámeza, se le
había respondido por el Doctor Don Agustín de la Rota,
Cura de él, no tenerla, por que aunque // en el año
antecedente lo había formado, lo había remitido a esta
ciudad de S'anta Fé, como se le tenía prevenido, y no
había dejado copia de él.
Y habiendo llegado al puebo de Tópaga del mismo
Corregimiento, con el fin de visitarlo, y halládolo
desierto y sin Cura, por haber informado a los indios
que en él se habían hallado, haberse ausentado al Con-
vento de Nuestra Señora de Monguí, conduciendo en su
compañía mucho de dichos indios, y que no pudiéndose
con este motivo impedir los progiresos de la Visita,
mandó: Que con el Teniente y dos Capitanes que esta-
ban presentes, se procediera a convocar toda la genw,
y se procediera a su Lista y Numeración, y al mismo
tiempo hizo comparecer ante sí a Juan de José Tenien-
56 7 te, Pedro Curtidor // y Sebastian Martínez, Capitanes,
. todos indios de aquel pueblo, a quienes por ante el Es-
cribano examinó por orden a derecho y según el inte-
uogatorio expusieron:
Que en aquel pueblo no había indios pertenecientes a
otros, y se componía de los mismos de que había dado
razón en la Numeración, con un Teniente, dos Alcaldes,
seis Capitanes, cuatro Cantores, un Sacristán, y dos
Fiscales.
Que mantenían las tierras de sus resguardos sin dis-
minución con cuyo cultivo, satisfacían la Demora de
dos mantas, y doce reales y medio de plata en Quinto.
Que fuera de las Tres Cofradías ordinarias, mantenían
la del Niño Dios, y San Judas Tadeo, para las que sa-
tisfacían por año nueve •reales los casados y cuatro y
medio los Sülteros, y que para sus fiestas se nombraban
386
/ / Alféreces, quienes satisfacían por la del Niño veinte
• y cuatro pesos, doce por la de San Judas Tadeo, y ~is
por cada una de las restantes.
Que por los Bautismos pagaban los indios medio real
para cera; y por Entierros doce reales los párvulos, y
de tres a seis pesos los adultos, aunque si el marido y
la mujer pagaban como vecinos, y que por los casamtos.
ocho reales, y tres de cera, que ponía el padrino.
Que se les instruía en la Doctrina Cristiana, aunque
en aquellos días de ausencia del Cura no la había ha-
bido, y no se les gravaba en servicio personal, aunque
se le ponía soltero al Corregidor, los días que asistía
al pueblo, y Alguacil y Paje al Cura.
Que dentro del 1·esguardo. vivían como diez vecinos,
con casas, y sementeras, de quienes no recibían per-
juicio.
568 Y habí- //do pasado al p~eblo de ~onguí el nomi~a-
do Señor Doctor Don Francisco Antonio Moreno en diez
y siete de Agosto del mismo año dijo: Que habiendo
llegado el día antecedente al pueblo de Gámeza, con
designio de visitar el de Mangua, lo que le había impe-
dido no sólo la dificultad del tránsito del rio intermedio,
sino también habérsele noticiado no hallarse allí el
Cura propietario, sino en Santa Fé, ni tampoco en en-
cargado en su ausencia del pueblo que estaba entera-
mente solo pues sus indios estaban en aquel pueblo de
Monguí, aún para ok Misa; había determinado despa-
char un propio, para indagarlo radicalmente y noticiar
a dichos indios estuviesen prontos, y verificada la certeza
de lo primero y su concurrencia, se procediera a su exa-
men en la forma ordinaria y a su Lista y // Numera-
ción como también. de los nuevamente agregados, con
reserva de proveer en su Lista lo correspondiente.
En cumplimiento de lo cual comparecieron ante su
Señoría los indios del pueblo de Mongua de quienes se
procedió a la formación de su Lista y Numeración, de
la que resultó faltar seis indios tributarios, sobre lo que
se reconvino del Teniente y Capitanes, que lo era Juan
Lache, Agustín Montañez, y Tomás Ortiz, y dieron por
razón, que el uno había muerto, y que los restantes se
habían quedado en dichos pueblos y que éstos ya eran,
por edades y enfermedades, reservados.
I
En igual conformidad, se practicó la Numeración de
los agregados de Mongpí de la que resultó faltar seis
indios, !obre lo que as~ mismo se reconvino al Teniente
387
569 Don Francisco Gaita, y dió por // razón, que uno se
había muerto, dos se hallaban ausentes y se ignoraba.
su paradero. Que los restantes se mantenían en Monguí
por decir estar declarados por blancos.
A continuación de esta dilig.a certificó el Escribano:
Que habiendo pasado el día diez y siete de agosto por el
pueblo de~ Tópaga, el Señor Fiscal Visitador, y en él
formado Lista y Numeración de los indios, había resul-
tado de ella que los más se hallaban en fiestas en Mon-
guí, que seis se habían muerto y que trece se hallaban
ausentes, unos por Labranza Grande, y otros por Cha-
ralá, otros que no se sabían donde paraban, cuya razón
se había tomado del Teniente Juan de José, y de los
Capitanes Pedro Curtidor, y Sebastián Martinez.
Incontinenti hizo comparecer ante sí a Agustín Lache
Teniente, a Agustín Montañez, y Don Tomás // Ortiz,
Capitanes, fadios todos de aquel pueblo, y habiéndolos
examinado conforme a derecho dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo, eran
los mismos de que se habían dado razón en la numera-
ción, habiendose agregados a él dos de Busbanzá, y uno
de Tasco, y que satisfacían por Demora dos mantas de
hilo, y doce reales y medio en plata de Quinto, en cuyo
cobro no recibían extorción, pero sí en el de diezmo,
porque pretendía exigirles aún de aquello que no
criaban.
Que dis:firutaban sus tierras sin agravio; y eran debi-
damente instruídos en la Doctrina Cristiana, sin pen-
sionarles, por el Cura ni Corregidor, en servicio personal;
pero que por los bautismos se les exigían cuatro reales
de Cura, y uno de Sacristán, y seis y medio reales de
arras en los casamientos. Y por los entierros de adultos
5 70 tres pesos / / y doce reales de los párvulos.
Que mantenían las Tres Cofradías satisfaciendo tres
cuartillos los casados y la mitad los solteros, y seis
pesos por la fiesta de cada una, a que se agregaban la
de Nuestra Señora de los Milagros; de las Aguas; de
la Concepción; del Rosario del Niño Dios; de San Pedro,
San Jerónimo, y San Agatón; de las cuales pagaban
tres pesos por la fiesta de cada una; y que no tenían
Bienes de Comunidad, ni trabajaban sementera de ella.
Con lo cual se concluyó esta declaración, y el nomi-
nado Señor Fiscal Visitador en vista de todas las dili-
gencias, de que queda hecha mención proveyó el auto
que su tenor es el siguiente:
388
Auto En el pueblo de Sogamoso a diez y nueve de
agosto de mil setecientos setenta y ocho.
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón',
del Consejo de su Majestad, su Fiscal / / del Crimen
de la Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las
Provincias de su Distrito, dijo: Que habiendo practi-
cado la visita del Partido y Corregimiento de Gámeza,
y examinado el estado de los pueblos que quedaron
existentes, inquiriendo sobre el de sus agregados, ha-
bía reconocido sin admiración que sin embargo del
tiempo que había mediado desde que se decretó y apro-
bó la extinción de varios pueblos, y translación de sus
indios con sus bienes, y los de sus Iglesias, a los que
en la actualidad permanecían, no se había verificado
ni llevado a la peirfección, sin duda por la omisión,
negligencia, y falta de actividad en el Corregidor
Comisionado para su logro, que se ha contentado con
practicar algunas diligencias superficiales, nada efica-
571 ces, y sin aquel tesón, y continua asistencia / / que pide
la importancia del asunto para impedir· la distracción,
fuga, y ocultación de los indios, y reducirlos a que se
estableciesen, fabricando habitaciones y cultivando las
tierras que se les señaló, hermanándolas, venciendo las
dificultades y resolviendo con prudencia las dudas que
les ocurre; nada de lo que excequible, hallandose, como
lo ha estado ausente de los pueblos, y aún del Partido,
como que los indios de Gámeza expusieron, que en
siete meses sólo estuvo una vez de tránsito en aquel
pueblo, sin haber hasta ahora ejecutado perfectamente
la translación de los Bienes de Iglesia permitiendo con
nota del pueblo, que los indios mandados transladar
permanezcan en sus antiguos pueblos, pagando arrenda-
miento de las mismas tierras de sus resguardo que se
ha vendido; dan- // do con esto causa a que se frustre
lo mandado, y que malog,rándose el fin de la relevación
de tributo, concedida a los indios por dos Tercios, que-
den sin efecto su agregación y se dificulte en adelante
su cobranza con perjuicio del Erario y daño de los mis-
mos indios, cuyo arreglo y buen gobierno se atrasa.
A todo lo que es en justicia responsable el dicho
Corregidor Comisionado, como así se declara, y en su
consecuencia (no obstante haber significado tener esta
renuncia de su empleo, sin acreditar con documento
bastante su admisión) s¡ le previene, que conforme a
lo resuelto en decreto ¡echo en Socotá, a catorce del
389
 presente, salga inmediatamente a reconocer en perscma
todos los pueblos de su Distrito a poner .en ejecusión
572 todas cuantas / / providencias se tienen dadas para
peirfecciona_r la translación a los pueblos de su agrega-
ción, hasta dejarlos radicados en ellos, con señalamiento
de solares, y tierra para su labor, prescribiendo las ór-
denes conducentes a su hermandad y buen orden, noti-
ficando a los compradores de resguardos que no les
permitan en ellos, ni les arrienden como que perderán
la paga y serán castigados, librando sus oficios a los
jueces de las Parroquias, y lugares comarcanos, para
que con esmero, indaguen si en ellos se abrigan algunos
indios, y los recojan y remitan a su respectivo puebio,
con cargo de responsabilidad por cualquiera contrave·n-
ción o negligencia que se justificare, y verificado así
con el transporte de los bienes de Iglesia formará Lista,
discre- / / ción, en cada pueblo, y si reconociese falta,
dispondrá indagar el paradero por medio de los Capi-
tanes hasta reducirlos al pueblo, obligándolos sino bas-
tasen los medios suaves con la corrección y castigo, a
que depuesta la ociosidad se dediquen al trabajo, y
cultivo de sus tierras, por ser suficientes las que en cada
pueblo les están señaladas, disfrutando comodidad en
los pastos los de Socotá, e igualmente los de Gámeza,
en lo· que fuese propio; incluyendo en la Lista todos los
que se numeraron como tributarios, por el Corregidor
de funja Don José_ María Campuzano, sin que aprove-
chen las declaraciones de libertad de tributo, que el
mismo Corregidor Don Thom.s Xaugregui, ha concedido
a consecuencia de la providencia que releva a los hijos
de indio y mestiza, o mestizo e india, hasta que por el
573 Superior Gobierno// a quien se informará circunstan-
ciadamente sobre este_ par~icular, se expida resolución
decisiva en el asunto mediante a que entre tanto no
debe despojarse al fisco de la posesión que disfruta en
la cobranza.
Y sin embargo de estar mandado (cultiva:r) Semen-
tera de Comunidad no se ha practicado, ni aún dádose
por dicho Corregidor el menor paso para su logro, no
obstante de que en algunos pueblos según resulta de lo
actuado en esta Visita se -trabaja Sementera _de Comu-
nidad, ordi (naria) mente se aplica a la Iglesia, perci-
biendo los Curas su producto, sin que conste debidamente
•e1 destino en que se invierte, ·ni se ponga en el Mea de
Tres Llaves prescrito por las Leyes, deberá dicho Corre-
390
gidor ejecutar literalmente lo que se tiene prevenid.o
y debe indistintamente observarse en este asunto en
todos los pueblos sin que esto impida, que si la tierra
señalada para comu- // nidad fuese en algún pueblo
(como en de Socha se ha representado) necesario pa1·a
acomodar a los indios transladados, que la apetecen se
les concede indistintamente otro pedazo aparente para
la Sementera de Comunidad, que nunca ha de faltar.
Y por cuanto así por el Superior Gobierno, como por
la Curia Eclesiástica, se han librado repetidas provi-
dencias ciTculares, que modernamente se renovaron,
para que en conformidad de las Leyes no se grave a los
indios con servicio personal de soltera, paje, ni otro
ejercicio doméstico, sin pagarles su debido salario, así
por el Cura, como por el Corregidor, ni tampoco en co-
brarles cantidad alg.a por los bautismos, por los casa-
mientos, aún con pretexto de Misas y arras, ni por los
entierros aunque sean cantados de párvulos y adultos,
en que de la Visita de este Partido resulta una total
57 4 inobser- // vancia, como también de las Leyes y Supe-
riores Determinaciones, que prohiben la exacción de
limosnas involuntarias, y d~ multitud de fiestas que se
introducen con pretexto d-e devoción y h,ermandades.
Se hace cargo a dicho Corregidor de la negligencia
con que ha procedido en no celar la fiel observancia de
estos graves asuntos, tolerando la opresión de los indios,
a quienes convocará en cada pueblo y les hará notorio
estar libre de semejantes contribuciones, para que no
las satisfagan dándoles a entender la libertad que en
esta parte gozan y les tiene el Rey dispensada, a efecto
de que en su inteligencia reclamen cualquiera perjuicio,
y pueda oportunamente proveerse de remedio en cada
caso particular, sin que esto embarace que el Corregidor
de oficio, y en fuerza de la obligación de su / / empleo
cele su ejecusíon, y Jlo cumpla por sí en la parte que le
toca, dejando testimonio de este auto en cada pueblo
para que custodiado entre los papeles de su gobierno se
logré su mejor observancia, remitiendo el correspond.te
a dicho Corregidor, con el citado decreto de catorce del
presente, _con orden de que en el -término preciso de un
mes. allí señalado dé cuenta al Superior Gobierno, con
diligencias que lo acrediten, de su puntual cumplimiento,
I quedando apercibido a sus resultos.
I'
391
 Y por este que proveyó así lo mandó, y firmó, por
ante mí el presente Escribano Público y de Visita de
que doy fé.
Doctor Don Francisco Anton. 0
Ante mi José Camacho Escribano Público y de Vi-
sita ...... .
5 75 El cual auto se hizo saber al •referido / / Corregidor e
igualmente se entregó testimonio del como se previno ...
En el pueblo de Guane consta haber el nominado Se-
ñor Visitador proveído auto en diez y nueve del mes
de junio en que dijo: Que habiendo llegado a aquel
pueblo con el objeto de visitarlo, conforme a lo preve-
nido a las leyes, y a las particularidades que envolvía
la Real Cédula fecha en San Ildelfonso a tres de agosto
de mil setecientos setenta y cuatro, mandaba, y mandó:
Que formándose matrícula y prolija Numeración de
los indios de que se componía, con separación de los
tributarios, se procediera a recibir información exa-
minándose a los más ladinos y capaces, al tenor del
interrogatorio formado para el efecto; con ·atención a
estar mandados trasladar y agregar a dicho Guane los
del pueblo de Curití, y haber pedido // los de Onzaga
su agregación a él en lugar de la que le estaba preveni-
da al pueblo de Socotá; reservando en su vista expedir
las providencias que parecieran más oportunas.
Incontinenti dicho Señor Fiscal Visitador, hizo pare-
cer ante sí a Joaquín Ramos, a Francisco Javier Baca-
reo, Cayetano Ciriaco Guaracao, Matías Joaquín de
Uribe, Ventura Granados, y Francisco Nicolás Bacareo,
Gobernador.es de las seis parcialidades de qu-e se com-
ponía aquel pueblo, de quienes por ante el Escribano
recibió juramento, que hicieron conforme a derecho, y
habiendo sido examinados por el tenor del interrogatorio
dijeron:
Que en aquel pueblo no existían indios de otros, a
excepción de los de Curití, pero casados en él.
Que de · los patricios estaban algunos ausentes que
576 constaban de la Lista que se había// mandado a agre-
gar, con expresión de aquellos cuyo paradero se sabía,
·por ignorarse de otros.
/
Que satisfacían seis pesos de tributos en alpargates,
al respecto de diez pares por cada peso, con más un
real de plata de Protecturía.
392
Que la mayor parte eran puntuales en su paga, y que
algunos por falta de aplicación la retardaban, con todo
lo verificaban con dilación.
Que las tierras que les estaban señaladas del resguar-
do, la conservaban, y disfrutaban conforme a los linderos
de sus títulos, que habían manifestado, sin ser perjudi-
cados, en que· cosechaban maíz, plátano, algodón, y
demás frutos de tierra caliente; y el fique que les
servía para la construcción de alpargates, y que aunque
dichas tierras sean extensas y fértiles, donde no abun-
daban los peñascos, que eran bastantes, les escaseaba
la // agua y cuando faltaban las lluvias padecían atraso
en las sementeras y ganados: Por cuya causa si se agre-
gaban a aquel pueblo como se les había propuesto los
indios de Onzaga y Curití, necesitaban y pedían se les
aumentara el resguardo por la parte de Chuaguete de
la pertenencia de los Gómez, mediante a que dichos
indios· fuera de sus haciendas traían los ganados de sus
cofradías, y que estaban prontos a rec_ibirlos y a tratar-
los con la mayor benignidad, como a hermanos, auxi-
liándoles en lo que alcanzacen, para su más cómodo
establecimiento, como se les había advertido.
Que no recibían extorción en la cobranza del tributo,
diezmo ni primicia, exigiéndoles sin exceso.
Que por los bautismos no se les exigían derecho5, por
5 77 los casamientos cuatro / / reales en alpargates, y por
los entierros a proporción de la pompa y facultades.
Que. conforme a la costumbre satisfacían voluntaria-
mente al respecto de tres pares de alpargates por las
cofradías del Señor y María Santísima, dos por las de
Animas, y medio alpargate de los patrones menores.
Que lograban ser instruídos perfecta y continuamte.
en la Doctrina Cristiana, concurriendo los pequeños a
aprenderla, y los atlultos a las pláticas, y extorciones
de su Cura, sin que se notara infidelidad, ni sospecha
de idolatría, ni superstición.
Que el Corregidor les precisaba, a que conducieran
los alpar(ga)tes del importe del tributo a su costa,
hasta ·el otro lado de la Cabuya de las Sardinas, y que
desde allí pasasen los Gobernadores a"l Socorro a darles
cuenta.
Que para el servicio doméstico del // Cura, se señala-
ba una soltera; una china, y un muchach·o, alternándose
en las ·parcialidades. ~ue no tenían Bienes de Comu-
393
 nidad, ni la habían conocido en aquel pueblo por no
haberla usado sus antecesores, pero que conocían la
utilidad de su establecimiento.
Que en el. resguardo vivían algunos españoles, con
voluntad de los indios, sin que les causasen perjuido,
ni extorción, a excepción de que cuando les vendían sal
experimentaban escasez en el peso.
Con lo que advertidos e interpelados, sobre si tenían
que añadir o pedir para que se providenciase su alivio,
habían expuesto, que no tenían que añadir.
Con lo que se concluyó esta declaración, y en cuyo
seguimiento de las diligencias prevenidas comparecie-
ron José Benedicto Sarmiento, Manuel José de Rueda
578 // Basilio José Días, vecinos agregados en aquel pueblo,
de quienes dicho Señor, por ante el Escribano, recibió
juramento que hicieron conforme a derecho ofreciendo
decir verdad en lo que supiesen, y les fuese preguntado,
y siéndolo al tenor del interrogatorio, a la primera
pregunta dijeron: Que aunque había algunos· indios en
aquel de otros pueblos, estaban casados y con sus fa-
milias, y que varios de los patricios estaban ausente3,
cuyo paradero, ignoraban aunque de algunos podrían
dar razón los mismos indios gobernadores.
A la segunda: Que la tasa era de seis pesos de alparga-
tes, y diez al peso, y un real en plata; que casi todos lo
pagaban pues tenían comodidad para ello y si alguno se
atrasaba, consistía en su falta de aplicación, bien que spre.
//se lograba aunque con dilación, recaudar lo rezagado.
Que aquel pueblo conservaba las tierras de su res-
guardo pacificamente, que eran extensos y fértiles, en
que cosechaban los frutos de tierra caliente y el tabaco
cuando •permitido, sin otro defecto que la escasez de
aguas y que aunque se persuadían que si se vendiese
importaría cuasi veinte mil pesos conceptuaban no
obstante, que si se agregasen a aquel los indios del
pueblo de Onzaga, y los de Curití, que distaba cuatro
horas de, camino de aquel, serían necesario que se les
aumentara alguna cosa, mediante a que teniendo los
indios de aquel pueblo varias cabezas de ganado, que
excedían de mil reses y que trayendo consigo las de su
pertenencia, la de los agregados, se. requería de aquel
5 79 auxilio, que por ningún otro costado / / podía facilitat·se
mejor, que por Chaguete en las tierras de los Gómez.
Que estos indios no recibían perjuicio en la exacción
del tributo, diezmo y primicia, antes por el contrario
394
solían ellos perjudicar al ·diezmero; no obstante de que
según el estilo de que todos pagaban una gallina, así los
que no las criaran, como los que tenían muchas.
Que no sabían se les exigieran derechos indebidos
antes bien era notorio el esmero conque el Cura, Doctor
Don Oristóbal Abreu, se dedicaba a su instrucción cris-
tiana, no obstante la poca aplicación y aún repugnancia
de parte de ellos.
Que no se les pensionaba en servicio personal indebido,
ni se les gravaba en conciertos y repartimientos, en que
como en otras cosas procedían con total libertad, aún
contra los preceptos de sus Gobernador.s // tanto en los
ejercicios del cristiano cuanto en la concurrencia a los
-mercados de la Villa, y BaTichara, que por ser los sába-
dos en la primera, y los domingos en la segunda, solían
faltar a Misa y Doctrina.
Que no se hapían conocido en aquel pueblo Bienes
de Comunidad, y que sería muy útil al común su es-
tablecimiento.
Que los declarantes vivían dentro del resguardo de
aquel pueblo, pero que lejos de causarles perjuicio, pro-
curarían en todo fomentarles su mayor alivio.
Con lo que se concluyó esta declaración, y el nominado
Señor Don F'rancisco Antonio Moreno convocó ante sí
a los indios del nominado pueblo de Guane, de quienes
por el Escribano de Visita José Prudencia Camacho, se
580 formó la Lista y // Numeración, teniendo la vista la
formada por el Corregidor Don Clemente Estevez, y re-
querídose a los Gobernadores de las seis parcialidades
para ratificar más el concepto, habían resultado dos-
cientos veinte y cuatro indios tributarios, diez y siete
empleados en oficios, ciento ochenta y cuatro indias
casadas, doscientos diez y ocho chinos de Doctrina,
doscientas cincuenta y cinco chinas de Doctrina, y vein-
te y un reservados I por edad, y enfermedad, de que
resultaba la cantidad total de mil veinte y un indios de
ambos sexos, de todas edades, y veinte y cinco indias,
y doce indios ausentes, que la mayor pte. se ignoraba
donde residían, de que con expresión de sus nomhres
se había formado Lista separada, para tratar de su re-
cogimiento, si se indagara.
I
A cuya continuación el nominado Señor proveyó / /
el auto que dice así:
1
I
395
 Auto En el pueblo de Guane a veinte dias del mes de
junio de mil setecientos setenta y ocho años:
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón,
del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen de la
Real Audiencia de esta Nuevo Reino de Granada y Vi-
sitador de las Provincias de su Distrito:
Habiendo llegado y visitado este pueblo, reconocido
su resgua•rdo, numerados los indios, y examinado su ac-
tual estado, gobierno, y enseñanza, recibido para ella
sumario información, así con los mismos indios, como
con algunos españoles, de que ha resultado que existen
doscientos veinte y cuatro tributarios, diez y siete em-
pleados en oficios, ciento ochenta y cuatro indias casadas,
doscientos diez y ocho chinos de Doctrina, doscientas
581 cincuenta / / y cinco chinas de Doctrina, y veinte y un
reservados, que componen el total de un mil veinte y
un indios, de todos sexos, clases, y edades, divididos en
seis parcialidades con sus respectivos Gobernado•res en-
cargados del cobro del tributo, y veinte y cinco ausen-
tes, cuyo paradero en la m·ayor parte se ignora, y de
cuya solicitud se ha hecho particular encargo a los go-
bernadores para que se les restituya a su nativo pueblo,
o en casa de residir en otro sea con sus familias, y
satisfaciendo· el debido producto.
Dijo: Que con reflex 11• a que por la cortedad del
número· de indios en el pueblo de Curití, inmediato a
éste, se ha mandado extinguir y que sus indios se
agreguen, como también los del extinguido pueblo de
Onzaga que lo han solicitado, y estaban mandados trans-
ladar al de Socotá, a cuya súplica se ha concedido,
debía mandar, y man-//dó:
Que al cumplimiento de los plazos que les están con-
cedidos para su translación, lo verifiquen puntualmente
eonienzando desde ahora a proporcionar los medios paTa
efectüarla sin dilación, con apercibimiento de que si no
lo ejecutare como lo han ofrecido, se les compelerá a
ello, expulsándoles y destruyéndoles sus ranchos, serán
conducidos a este de· Guane en que deben habitar, por
las ventajas que a los mismos indios al Erario, y causa
pública, resultan de esta providencia; pues para facili-
tar su práctica y con calidad de dar cuenta para su
aprobación al Superior Gobierno, se les concede rele-
vación a los de Curití de los dos Tercios de tributo res-
pectivos a todo el año próximo venidero; mediante a
que los de Onzaga han comenzado a disfrutar ya de este
396
582 beneficio, de que no gozarán los que no cumplie-/ /sen
con radicarse y poner casa poblada en este pueblo de
Guane al que podrán conducir sus pTDpios bienes y los
de sus Iglesias, formando para estos últimos inventarios,
con asistencia de los Curas, y vendiendo sus habita-
ciones o aprovechando los materiales como mejor les
acomode, quedando reservada la resolución sobre el
derecho que han representado a las tierras. Y verifica-
do: Se ordena y manda a los indios de este pueblo de
Guane, según ya s·e les ha dado a entender y tienen
ofrecidos, que no sólo admitan dando buena acogida a
los de Curití y Onzaga, sino que al mismo tiempo los
favorezcan, prefieran, y auxilien, sin permitir que nin-
guno de palabra u obra les injurie, ni moleste; en la
inteligencia de que tienen así a las tierras, como a los
hombres, y prerro-//gativas del pueblo, el mismo de-
recho que los nacidos en él; en cuya virtud serán des-
tinados para todos aquellos, para que fueses idóneos,
por refutarse en todo iguales y deber guardar una per-
fecta hermandad; sin embargo de que para el buen
régimen se aumentarán sobre las seis parcialidades de
este pueblo las dos de Onzaga y Curití, con sus res-
pectivos gobernadores, concurriendo los patricios a la
conducción de los bienes y ornatos que han de trans-
portars-e de los mismos pueblos.
Y mediante a que siendo en todos igual el terreno,
cultivo, frutos, y comercio, debe igualmente serlo la
tasa del tributo, en la cantidad y especie de su paga:
Deberán verificarlo uniformemente los de Guane, Cu-
rití y Onzaga en cantidad de seis pesos en alpargates,
583 a no ser que les acomode satisfacer su / / importe en
dinero, con más un real de plata efectiva en que debe-
rán ser puntuales mediante a estar relevados del Quinto,
y gozar de buenas proporciones para adquiri-r lo nece-
sario y manifestar este debido reconocimiento.
Y por cuanto en este pueblo se mantiene en posesión
pacifica del resguardo, que le fueron señaladas por el
Señor Don Diego Carrasquilla, cuyo señalamiento se le
ratificó por el Señor Oidor VisitadoT Don Francisco de
Vargas Campuzano en auto de veinte y dos de marzo
del año pasado de mil seicientos y setenta, cuyos lin-
/
deros son desde la Loma de Lubigará a dar a la que-
brada de "Guanentá, y a la que llaman de la Laja; y la
dicha quebrada de la Laja, abajo, a dar a una Barranca
Bermeja, que está a Ja vertiente· de la quebrada de
397
 Guanen-//tá, y de allí a dar y llegar donde entra al río
de Suárez, hasta a donde dentra en él la quebrada de
Chuaguete; y por ella arriba a dar a la single que llaman
la Chorrera; cuyos nombres se conservan y son bien
conocidos los citados linderos. En que dijo: que desde
luego les amparaba, y amparó, para que en común y en
particula,r las disfruten, y las labren como propias, sin
que por ninguna persona que les inquiete, ni perturbe,
bajo los apercibimientos y penas de derecho. Pero como
sin embargo de la extención, y feracidad de las tierras
del resguardo, tengan no obstante mucho pedrisco y
escasez de agua, con que faltando las lluvias, se malo-
gran las sementeras y se atraza el ganado, y por otra
pa-rte, a •más de aumentarse el número de indios, con
584 los agregados de Curití y // Onzaga, que necesitan tie-
rra para su labranza y ganados, se recrecen los de las
cofradías que han de conducir, con cuyas justas con-
sideraciones han pedido unos y otros qe. se les aumen-
ten. Y por las declaraciones de los testigos se acredita
serles necesario, y más útil, el pedazo de tierra que
linda con el resgua•rdo, por la parte de Chaguate perte-
nece a los Gómez, con el lindero bien conocido y per-
manente de una quebrada llamada del Canal, desde la
peña del rio. Desde luego se les aplica y adjudica a los
indios con cargo de dar cuenta para su aprobación al
Superior Gobierno, y de que medido y avaluado con-
forme a derecho, se compense a los dueños, de modo
que no reciban agravio, a cuyo goce no entrarán hasta
estar enteramente verificada la translación y estable-
cimiento de los indios de Curití y Onzaga, en cuyo in-
termedio venga la resolución y tengan los // interesados
tiempo de sembrarlas.
Cuya tierra aumentada, se aplica también con el fin
d~ que en este pueblo se establezca la Sementera de
Comunidad, tantas veces prevenida, y nunca ejecutada,
en un pueblo cuyo crecido número de indios y sus ciT-
cunstancias demandan con instancia su pronto estable-
cimiento, como así se previene el Corregidor, con orden
de que inmediatamente disponga su verificación hacien-
do que todas las parcialidades concurran a formar dicha
sementera, sembrarla, desherbarla, y cogerla, y que
vendido el fruto se guarde su producto en una caja de
ti·es llaves que se fabricará al intento, dé las cuales
te11drá una el Cura, otra el Corregidor, que en su au-
s·encia la confiará a uno de los Alcaldes, y la tel."Ceta
398
585 el indio Teniente, destinándose para las necesidades //
y urgencias comunes del pueblo, en sus enfermedades,
dolencias y semejantes, en la que habrá un cuaderno en
donde se apunten las entradas y salidas, con día, mes y
año y expresión de causa. . .......................... .
Habiéndose notado en esta Visita, que no obstante el
esmero con que el Doctor Don Cristóbal de Abreu, Cura
de este pueblo, se dedica a la instrucción y enseñanza
de la Doctrina Cristiana, proceden los indios omisos en
acudir a ella, a la celebración de Misa los días :festivos,
y demás actos de religiosa cristiandad; cuyo defecto no
es disimulable. Se manda· que todos envíen a doctrina
a sus hijos e hijas pequeños, en los días y horas seña-
ladas, y que los adultos concurran en lo que les perte-
nece, y a la Misa, siempre que les obligue el precepto,
y que no verificándolo, se les aplique la corrección y
castigo proporciona-! /do, agravándose en caso de rein•
cidencia, sobre que celarán las Justicias ·con apercimto.
de que se les hará cargo y castigará, sino desempeñan
su obligación; como así hará el Corregidor que se ve-
rifique, quedando sujeto al cargo y pena en la resi-
dencia.
Disponiendo que los indios para sahr a los mercados
de San Gil y el Socorro; lo notifiquen al Cura y Go-
bernador para que si estuvieren fuera en ·días festivos,
sean obligados a manifestar papel que acredite haber
oído misa, y no haciéndolo se les castigue, de suerte que
vivan civil y ·cristianamente, prestando respeto y obe-
diencia al Cura, y sus Justicias, a cuyo efecto y me-
diante la corta distancia de dicho pueblo será obligado
el Corregidor a franquearlo, haciéndose allí presente a
lo menos una vez en cada mes, pues ·de lo contrario no
586 es posible que desempeñe / / su obligación, ni se con-
siga el gobierno y buen arreglo del pueblo, haciendo
exequibles las providencias dadas al intento, mayor-
mente en circunstancias de radicarse los nuevamente
agregados y en caso de que se considere perjudicial la
continuación del mercado en la Parroquia de Barichara
el día domingo, como han manifestado los indios, lo
representará para que se provea de remedio; como así
mismo en cuanto a los escándalos que dichos indios
) causan en la referida parroquia, con el pretexto de que
los Alcaldes no tienen jurisdicción para corregirlos, y
con la seguridad de que muy_ rara vez viene a ella el
Corregidor, quien par,' el efecto podrá dar comisión a
399
 dichos Alcaldes, como por el presente auto se le con-
cede, para que en los casos de que los indios de Guane
ocasionen turbación con sus excesos y bebidas, proce-
dan // para la quietud del lugar, que les está enco-
mendada, a contenerlos y reducirlos a prisión, según lo
pida la naturaleza del suceso, y si fuese grave actuando
Información Sumaria, para dar cuenta al Corregidor,
por quien se les palique la merecida pena. . .........
Y porque el abuso y exceso de la bebida, que se fa-
brica y usa por dichos indios, es la causa principal de
su extravío, desórdenes y falta de obediencia, no sólo
., cuidarán sus jueces, sino particularmente el Corregidor,
a que por su parte contribuirá el Cura, de que por los
términos que dicta la prudencia, se destruya este abuso,
limitando primero su fábrica a lo preciso, y a la chicha
llana, sin permitirles que comercien, ni usen de otras
que son nocivas, y si no fuere necesario prohibiéndoles
587 la siembra de la caña // como que esto igualmente
contribuye a evitar fraudes y facilitar el arreglo de la
Renta Real de Aguardiente. . ........................
Y por cuanto no obstante ser este pueblo uno de los
más numerosos del Distrito, carece de Iglesia propor-
cionada a su número: Pues ni tiene capacidad para todo
el número de almas, ni decencia por ser de bahareque,
que ·desaliñada, aunque cubierta de teja, pues en este
pueblo es menos costosa que la paja. Se noticiará al
Superior Gobierno, mediante a que allí pende expe-
diente, sobre su construcción y fábrica, sin perjuicio
de que entre tanto cuiden los indios, como se les ha
advertido, de acopia•r materiales y proporcionar los
medios para su logro.
Y para que todo referido tenga el deseado cumplido
efecto, por el presente se encarga y ruega al Cura de
este pueblo Doctor Don Cristóbal Jo.sé de Abreu, con-
curra con el eficaz in4 /flujo de sus oficios y facultades,
noticiando cualquiera inobservancia cuando éstas no
alcanzacen a remediarlo; promoviendo la unión de los
indios patricios y nuevamente agregados, y su enlace
por medio de los matrimonios, hasta no dejar la más
remota sospecha de que se conceptúe en distintos, o
desiguales, sin disimular sus faltas y omisiones en punto
de Doctrina y cumplimiento de los preceptos divinos y
eclesiásticos, valiéndose cuando fuese necesario del
auxilio del Corregidor, pues para el efecto se le ha
prevenido su frecuente asistencia al pueblo.
400
Y para que este último cumpla literal y puntualmente
con todas y cada una de las prevenciones de este auto:
Se compulsará .testimonio que se le entregará anotán-
dose su recibo, con orden de que noticie los resultos de
588 su Comisión / / del Superior Gobierno, y de que a sus
respectivos tiempos, se transladen al pueblo de Guane,
y en él reparta la tierra del resguaTdo, con equitativa
. distribución entre sus indios, y los agregados de Curití
y Onzaga, de modo que a éstos, como más dignos de
atención en la actualidad no se les agrave aplicándoles
lo menos fructífero, señalándoles en el centro del pueblo,
plan y solar para que fabriquen sus habitaciones, es-
tando a la mira, y dando las providencias que según las
circunstancias parezcan más convenientes paTa el efec-
tivo cumplimiento de todo lo determinado, y facilitán-
doles copia legalizada, para que la agreguen a los
documentos de su resguardo. Separadamente reconocerá,
con citación de los dueños y confinantes, el pedazo de
tierra .nuevamente aumentado, desde el fín del res-
. guardo, por la parte de // Chuaguete, hasta la quebrada
del Canal, que va insinuada; y medido nombrará ava-
luadores, e inteligentes, que bajo el juTamento expongan
su verdadero valor inquiriendo con intervención del
dueño, si hay otras realengas y proporcionadas equiva-
lentes con que puedan compensársele, sin que experi-
mente agravio, con cuyas diligencias dará prontamte.
cuenta al Superior Gobierno.
Y por éste que preveyó, así lo mandó y firmó por ante
mí el presente Escribano Público y de Visita, de que
doy fé.
Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho Escribano Público y de Visita.
Del cual auto se dió el testimonio prevenido y por
otro que así mismo pr.oveyó, mandó que agregándose a
aquel cuaderno, los respectivos a las Visitas practicadas
589 en los pueblos de Onzaga, y Curití, como así / / mismo
en Bucaramanga, cuyos indios se habían mandado trans-
ladar y reuniir en el de Guane, se remitiera todo al
Exmo. Señor Virrey, acompañado del informe corres-
pondiente, para que se sirva deliberar sobre todo lo que
/ • fuese más conforme al Real Servicio, Beneficio Público,
y alivio de los indios.
¡'
401
 Y ejecutado así consta que en el extinguido pueblo
de Nuestra Señora de la Concepción de Onzaga por
auto de once de junio, dijo:
Que habiendo a su llegada reconocido, que ·sin em-
bargo de haberse extinguido aquel pueblo, y con apro-
bación del Superior Gobierno, mandádose transladar
sus indios al pueblo de Socotá se mantenían todavía
todos en el nativo, se procediera a indagar el motivo, y
sucesivamente, a todo lo que correspondiera a llenar 1os
objetos de su Visita, para lo que serían convocados y
·examinados // radicalmente, explorándoles al mismo
tiempo su voluntad, reservándose en su vista, sobre lo
que conviniera.
E incontinenti comparecieron los indios e indias de
aquel pueblo, y preguntados por que motivo no se ha-
bían transferido al de Socotá, respondieron:
Que con puntual obediencia se habían allanado a
ejecutar lo que se les había prevenido, y en su cum-
plimiento se habían transferido en consorcio del Co-
misionado Don Francisco Santiesteban vecino de aquella
. parroquia, al citado pueblo de Socotá pero que el Cura
Doctor Don Pedro Jph. Plata, les había significado, que
allí no tenían tierras, en que sembrar, mantener, y criar
sus ganados, pues faltaban aún para los indios nativos
de dicho pueblo, de que convencido y desengañado por
590 su Visita el Comisionado, había / / consentido en que se
restituyesen como lo verificaron, hasta que se tomase
providencia, por considerar, que no podían permanecer
donde· no eran admitidos, ni tenían de que subsistir. Lo
que oído, y halládose en aquel pueblo el indicado Co-
misionado compareció, y requerido. sobre que expusiese
en orden a las citas de los indios, había dicho:
Que en comprobación de su relato, exibía· en aquel
acto la certificación que para su resguardo se le había
dado por el referido Cura Doctor Don Pedro José Plata,
y la que el mismo Comisionado había dado a los indios
para que instruyesen su recurso, con cuyo contexto se
1·atificaba bajo la gravedad del juramento, que para el
efecto se le había recibido, por haber reconocido ocu-
larmente lo esteril del Tesguardo, y- que los indios de
Socotá, necesitaban // tomar en arrendamiento. las ti.e-
rras· confinantes de vecinos para ejercitarse en su labor,
y criar sus ganados.
En vista de lo cual el expresado Señor Visitador sig-
nificó a los indios, que en supuesto de ser indispensable
402
en el actual estado, y atendida la cortedad de su núme-
ro, que se verificase su translación, en fuerza de las
necesidades de utilidad, y necesidad pública, y de los
mismos indios, que obligaban a ella; eligiesen el pueblo
que más les agradace, y en que con mayor comodidad
podían disfrutar los alivios que se les aceptaban y fran-
queaban, a que reconocidos y sin esperar la proposición,
pidieron de uniforme consentimiento, como por gracia
se les concedía, transferirse al pueblo de Guane, que
591 aunque algo más distante, y de tem-//peramento menos
templado, que éste tenía para los indios, las proporcio-
nes de su más frecuente comercio, por estar en la vereda,
y que gozaba de frutos, con cuyo cultivo y manufactura
se ejercitaban particularmente en fique para la fábrica
de alpargates, en que hasta ahora habían satisfecho e1
tributo, sobre que reconvenidos para que con madurez
·reflexionasen en su oferta, como que aceptadas serían
compelidos a ella, la ratifcación, ofreciendo su puntual
observancia y añadiendo que les concediese llevar con-
sigo las imágenes, vasos sagrados y ornamentos de su
Iglesia con los bienes y ganados de sus cofradías; y que
teniendo derecho con título particular a un pedazo de
tierra en aquel pueblo, y parte del producto de Chica-
mocha, sobre que tenían despacho del Superior Go-
bierno, a su favor; se con-/ !sintió por dicho Señor Fiscal
ofreciendo en cuanto a lo demás dar cuenta para que se
les atendiera en lo que tuviesen justicia como a si mismo
providenciar en cuanto a la paga que algunos vecinos
habían de verificar, respectiva al tiempo que con sus
ganados· habían ocupado las tierras del resguardo.
Con lo que se concluyó esta declaración, .a cuya con-
tinuación el nominado Señor Fiscal Visitador dijo:
Que en virtud de la oTden que había comunicado a
los indios del pueblo de Onzaga, para que acudiesen a
aquel y que reconoc¡ido ocularmente su resguardo, si-
tuación, demás proporciones, deliberasen con perfecto
conocimiento sobre la súplica que tenían hecha de agre-
592 garse a él, y en ningún tiempo alegasen ignorancia:
Habían comparecido los principales // con el goberna-
dor Pablo Samacá el cual reconvenido a presencia de
los del pueblo de Guane expuso a nombre de -los demás,
que habiéndose instruído radicalmente de todo, ratificada
J por sí y de conocimiento de los restantes, que apetecían
venir al pueblo de Guane y no al de Socotá,. por ser
buenas y aparentes la¡'tierras, que producían dos cose-
403
 chas anuales de sus frutos, los mismos a que estaban
enseñados a cultivar; y a propósito para los ganados,
pero que siendo bastantes los que tenían, así de parti-
culares como de Cofradías pedía se les •aumentase un
pedazo proporcionado, el que pareciese más adecuado
a su alivio; en cuya virtud y habiéndoseles ofrecido
proporcionar o perfeccionar el reconocimiento de las
tierras, en aquel día, parn deliberar sobre su instancia.
Se les advirtió así / / a los indios de Onzaga, como a
los principales y todo el común de aquel pueblo de
Guane que al efecto fueron convocados, la obligación
en que se les constituía en total unión y hermandad,
sin preferencia de unos u otros en el goce de las pre-
• rrogativas y empleos, ni en otra cosa alguna, bajo la
pena de que serían severamente castigados los de Guane
si ocasionasen alguna extorción a los de Onzaga. De que
bien enterados respondieron por aclamación, que no sólo
admitían gustosos en su compañía a éstos, y a los de
Curití, sino que atenderían y ayudarían dándoles los
auxilios a que sus fuerzas alcanzacen, para que con más
comodidad y presteza pudieran fabrica•r sus habitacio-
nes y lograr su establecimiento en aquel pueblo. Con lo
593 que dando recíprocas pruebas y demos-//tracion~s de
su benevolencia, y repitiéndoseles las amonestac10nes
para su cumplimiento, se concluyó este auto.
A cuya continuación certificó el Escribano haber re-
conocido el padrón manifestado por el Doctor Don Lo-
renzo Plata, Cura del Extinguido, y nueva Paorroquia
de Onzaga, resultaba que tenían ciento y noventa Y
cinco vecinos cabezas de familia, y el total de ochocien-
tas treinta almas, y aunque no había podido formarse
perfecta Numeración de los indios, por estar mandados
transladar, examinada su Lista resultaban treinta y
cuatro tributarios y el total de docientos veinte dando
ascenso a lo expuesto por los Capitanes.
En vista de las diligencias practicadas en el pueblo
de Curiti, provéyó el nominado Señor el auto que a la
letra es como sigue:
Auto En el citado día, mes, / / y año, con vista de la
Final información recibida y demás que convino tener
presente enterado el expresado Señor Fiscal Vi-
sitador, que únicamente se compone de treinta y cuatro
. tributarios, con el total de doscientos treinta y un indio,
al mismo tiempo que el curato tiene a su cargo doscien-
404
tos españoles cabezas de familia, con setecientas diez y
nueve almas de comunión, que viven mezclados, con una
Iglesia defectuosa, y sin el debido ornato; y que por con-
siguiente ni el tributo que satisfacían algunos de los
dichos indios, por no verificarlos todos, sufraga compe-
tentemente para el estipendio; y mucho menos produce
utilidad al Real Erario, como qe. · no resulta sobrante, y
es más difícil qe. por su corto número se logre que estén
594 bien asistidos y menos gravados, como // podrán conse-
. guirlo si se transladan a otro pueblo inmediato, donde
tengan iguales y aún mejores tierras y proporciones para
mantenerse cómodamente y pagar el tributo. Convocados
dichos indios les dió a entender el expresado Señor Vi-
sitador, por medio del Gobernador, Teniente y Alcaldes,
todas estas razones, y las demás de conveniencia Y uti-
lidad pública y de ellos mismos, que persuaden serles
conveniente; y aún en las circunstancias precisa su
translación, y que en esta inteligencia eligiesen a su
arbitrio el pueblo que más les acomodase.
De que bien instruídos y enterados dél buen deseo, Y
alivios, que se les apetecen, y en cuanto sea posible se
les. otorgarán, expresa•ron: Que estaban prontos a ma-
nifestar su puntual obediencia y verificar su translación
al pueblo de Guane, que dista de // a cuatro horas de
camino de éste, y aunque su temperamento es más c~-
lido, saben que gozan buenas, aparentes, y apreciables
tierras, en que podrán ejercitarse sin variar el método
y estilo que aquí conservan; pero que al mismo tiempo
suplican, que para efectuarla, con mayor comodidad,
se les conserve el derecho que tienen alegado a las
tierras de este pueblo, para que su importe se les aplique
y les sirve par.a su establecimiento; y qe. igualmente
se les conceda el término que necesitan para disfrutar
sus sementeras, que por tardar las de algodón, estaorá
todo concluído en el mes de febrero, del año próximo
venidero, concediéndoles relevación del tributo, por los
tercios de mil setecientos setenta y nueve; y que en
adelante han de satisfacer la tasa en alpargates, a diez
595 pares al peso, como se practi-//ca en Guane; y conducir
• los ornatos y alhajas de esta Iglesia que les pertenecen;
y vender las habitaciones que aquí disfrutan a los ve-
/ cinos, si como piensan se erige en Parroquia. Lo que
oído por el referido Señor Fiscal Visitador les significó
qe. en orden a las tier 1as, en vista de sus documentos
e información, que bar¡ ofrecido. daría cuenta al Supe-
405
 rio Gobierno para su resolución, como que se versa el
. interés Real, reservando en cuanto al tributo resolver
en la Visita del pueblo de Guane, según lo que alll
resultase, lo que parezca más justo. Y que por lo res-
pectivo a las restantes solicitudes se las otorgaba el uso
de las facultades que les competen; y con calidad de
noticiar al .Superior Gobierno, la relevación de dos Ter-
cios de tributos.
En cuya virtud dijo: Que debía mandar y mandó que
el corto número de indios que / / reside en este pueblo
de Curití, se transladen al inmediato de Guane, donde
se les asignarán las tierras que necesiten con abundan-
•cia, y se prevendrá a aquellos indios el buen tratamiento
y acogida que deben darles, conservando entera igual-
dad en el mando, y obtención de los empleos, que de-
berán conferirse a los de Curití que fuesen idóneos para
su desempeño; y c&stigarse severamente y sin disimulo
a cualquier indio de Guane, que de obra o de palabra
injuriase e. }os de Curití a quienes por el mismo hecho
de hospedarse ahora en su pueblo deben atender con
preferencia. Y por ello se les facilitará por el Corregi-
dor, con la más equitativa distribucn. la tierra que ne-
cesiten, según su número, así para sus sementeras y
crías de ganado, como también para sus habitacion 8 .
596 mezclándose indistintamente, y sin // separación con
las ya edificadas de los indios de Guane, a que deberán
dar principio, tomando desde ahora medidas necesarias,
mediante su cercanía, para que llegado el mes de febre-
ro, por el cual se les previene queden efectivamente
fransladados, tenga cumplido • ef.ecto esta providencia
que se ha tomado con reflexión igualmente a lo qe. han
declarado los vecinos agregados a este pueblo, exami-
nados en este juicio. Y por qto. según lo que expresan
éstos en sus declaraciones, conviene así mismo atender
a que éstos no queden sin el. debido socorro y asist.a de
pasto espiritual, sobre que reclaman en caso de que
extinguido este pueblo no se establezca parroquia con
Cúra propio, que administre el dilatado vecindario que
habita en toda la comarca, y por la distancia y :frago-
sidad de caminos, no pueda acudir a la Villa de San
Gil. Se reserva expedir resolución; y dar oportunamen-
te cuenta así al Superior Gobierno como a la / / Curia
Eclesiástica, a consecuencias de lo curso que pretextan
en sus declaraciones y obli~aciones que ofrecen otorgar
para su verificación. Para lo cual se les dará todo el
406
auxilio y favor que corresp.da en fuerza y o-bedecimiento
del particular encargo de la Ley Municipal, que lo re-
comienda en las Visitas de esta naturaleza.
Y por este que proveyó, así lo mandó y firmó, por
ante mí el presente Escribano de Visita. De que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho Escribano Público y de Visita.
El cual auto .se hizo saber al Teniente Joaquín Jeró-
nimo de Araque y Chacón, y a continuación certificó el
Escribano: Que reconocidos los padrones manifestados,
por el Doctor Don José Vicente Cuadros, Cura de aquel
597 pueblo, respectivos a los vecinos feligreses agregados a
él, en que no constaba el nú-//mero de almas, que tam-
poco había sido posible indagar, porque por parte de los
Jueces Reales no se había practicado sin embargo de la
circular despachada para ello en obedecimiento de la
Real Cédula que lo prevenía, resultaba de ello que tenfa
este beneficio doscientos vecinos cabezas de familia, y
setecientas diez y nueve almas de comunión. . ....... .
En la Visita del pueblo de Bucaramanga por auto de
nueve de julio del mismo año el nominado Señor Vi-
sitador dijo: Que a fin de visitar aquel pueblo, a que
había Uegado aquel día, se convocarán sus indios y
teniendo a la vista la Lista que manifestara el Alcalde
Mayor, y se procediera a su Numeración y a inquirir
todo lo conducente a su estado y gobierno, examinado
los testigos que parecieran convenientes, con arreglo al
inte/ /rrogatorio tomándose de su respectivo vecindario
razón con lo más que pareciera conducente.
Incontinenti dicho Señor Fiscal Visitador hizo com-
parecer ante sí a Ignacio Javier Velazco, indio "Teniente
de aquel pueblo, a Damián Barrera, Capitán Clemente
Jurado y José Antonio Pérez, Alcaldes a quienes por
ante el dicho Escribano examinó, y siéndolo conforme
a lo prevenido dijeron:
Que no existían en aquel pueblo más tributarios que
los treinta y dos que se habían numerado, entre los
cuales se incluían los empleados, en distintos oficios,
que eran diez.
Que la tasa que tenían en unos era de cuatro castella-
; nos, cuatro tomines y seis granos, que correspondían
en plata a nueve pesos un real, en otros siete pesos
cuatro •reales, que no todos satisfacían porque muchos
598 se ausen-//taban huye¡do de satisfacerla, y otros aun-
407
 que permanecían no lo verificaban, no obstante de que
a ella se les estrechaba por el Alcalde Mayor, y de qe.
conservaban abundantes, buenas, y fértiles tierras, y no
se les causaba extorción, indebidos dros. y servicio per-
sonal, y se les instruía indebidamente en la enseñanza
de la Doctrina Cristiana y Dogmas de Religión; pero
que no tenían Bienes de Comunidad y dentTo de sus
resguardos habitaban un crecido número de españoles,
y gente de color, de que en la mayor parte se componía
aquella población.
Que los frutos que cosechaban eran los regulares de
tierras calientes, maíz, plátano, yuca, y algún cacao, y
• tal vez solían ocuparse en lavar oro.
En cuyo estado y reconociendo que de pueblo sólo
tenía nombre aquella población, habiéndose sofocado
con el // copioso número de vecinos, lo que había dado
causa a que desde años anteriOTes se decretase por el
Superior Gobierno su extinción, y translación de los
indios a otro de igual temperamento; lo que igualmte.
había pedido se llevara a efecto el Proc.or General de
la Ciudad de Girón, por ser notorias las ventajas que
al Erario y a la causa pública, resultaban de su cum-
plimiento; como que el poco tributo que satisfacían se
aplicaba al Cura, y aún no contemplaba el estipendio,
sirviendo de pTetexto para mantener un Alcalde Mayor
con otras varias razones de utilidad y nec-esidad, que
obligaban a la translación de aquellos indios a otro pue-
blo, donde fueran mejor asistidos; se le había hecho
así presente el Señor Fiscal Visitador a los declarantes,
como principales y mandones, para que bien instruídos
599 // eligiesen el que más les acomodase, y fueran de
mayor satisfacción, pues en cualquiera que fuera se les
darían las tierras necesarias para su comodidad y se les
franquearían los alivios que las circunst.as permitieran,
a que respondieron estar prontos a obedecer lo que se
les previniera, y que para deliberar, se les había de
permitir convocar y trata•r con toda la gente, como así
se les concedió.
Con lo que se concluyó esta diligencia, y después de
haber convocado a son de caja todo el pueblo, y confe-
renciado entre sí, el que podría hacerles más cómodo
por la mayor cercanía,· igualdad de temperamento, fru-
. tos y demás apetecidas circunstancias, resolvieron ulti-
mamte. preferir el pueblo de Guane, po•r la abundancia
y fertilidad de sus tierras, menor distancia, sin otra
408
diversidad en el temperamento, por ser un poco más
cálido, pero por / / lo mismo más prontas, y seguras las
cosechas de los frutos que acostumbraban cultivar, aña-
diendo que suplicaban se les añadiese algún término
paTa proporcionar su translación, para vender sus casas,
alg. 0 s árboles de cacao que uno, u otro tenían; y así
mismo conducir los Bienes de Iglesia que les pertene-
cían, y que se les eximiese de tributo por dos tercios,
como así lo otorgó por lo respectivo al de Navidad de
aquel año y el de San Juan del Corriente de setenta y
nueve, sin reparo en que llevaran consigo las Imágenes
adornos de Iglesia que tuvieran en aquel pueblo, reser-
vando el señalamiento de término que pareciera conve-
niente dentro del cual podrían vender sus habitaciones,
y entables con la estimación posible, y que de lo con-
trario se avaluarán para que no se les perjudicara en
600 la paga, y se tomarán los demás / / arbitrios que podrían
discurrirse paTa su alivio.
Y en su virtud quedaron convenidos dichos indios, y
ofrecieron verificar su translación al citado pueblo de
Guane, y concluída que fué esta declaración certificó
el Escribano: Que habiéndose practicado la Numera-
ción así de los tributarios, como de todas clases, y
chusma, de aquel pueblo de Bucaramanga, había resul-
. tado que existían veinte y nueve tributarios, de los
cuales diez, no satisfacían tributo, por estar empleados
en los oficios de Teniente, Capitán, Alcaldes, Cantores,
Fiscal, y Sacristán, y quedaban sólo diez y nueve útiles
divididos en tres tasas, según tenían declarado, y agre-
gándose ciento setenta y siete, entre mujeres, reservados,
y chusma, sumaba el total de indios. doscientas seis
almas. Examinado el padrón del vecindario manifestado
por el Cura Maestro Don Andrés / / González se com-
ponía de cuatrocientos setenta y t•res vecinos cabezas
de fama. que corresponde al total de .más de dos mil
almas.
En vista de todas las cuales diligencias, proveyó el
nominado Señor Visit. 0 .r el auto del tenor siguiente:
Auto En el pueblo de Bucaramanga a once días del mes
de julio de mil setecientos setenta y ocho años.
) El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón
del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen de la
Real Audiencia de este Nuevo Reino de •Granada, y
Visitador de las Provine/as de su Distrito, dijo:
409
 Que resultando de la Visita practicada en este pueblo,
4ue sólo tiene el nombre, pues componiéndose de solos
veinte y nueve tributarios, y de éstos empleados los
diez -en oficios, con el total de doscientas diez almas, no
es fácil pueda conservarse el arreglo, y buen orden, que
601 en las doctrinas / / prescriben las Leyes, mayormente
siendo numerosa la población de españoles y gentes de
color, que ascienden a cuatrocientos setenta y tres ve-
cinos cabezas de familia, y corresponden a más de dos
mil almas: de que resulta, que así las tierras del res-
guardo, como las realengas confinantes, no las disfru-
tan los indios sino dichos vecinos, con fincas raices,
cacaguales, y otros frutos, y que sobrepujando su nú-
mero, es preciso vivan los indios en desdicha y abati-
miento, como acredita la experiencia, y acordemente
informan el actual Alcalde Mayor y sus antecesores; y
que por lo mismo difícilmente logran cobrar, nunca el
todo y rara vez alguna parte del tributo; prescindiendo
de otras· nocivas concecuencias, que son correlativas, a
la mezcla y confusión de indios, blancos, y mulatos / /
de que proviene frecuentemente, pretenden los descen-
dientes eximirse del tributo, y que el Erario nunca per-
cibe cantidad alguna por aplicarse, lo poco que pagan,
para el estipendio del Cura, siendo esta la causa porque
desde tiempos anteriores, se trató y aún se resolvió, la
translación de estos indios, y extinción del pueblo que
es conveniente; así para que log•ren la Instrucción Cris-
tiana y Política, como para que se formalice la pobla-
ción, radicándose los demás vasallos en la tierra con
permanencia, aplicándose a su agricultura, sin recelo de
ser expulsados; mayormente siendo estas tierras las más
aparentes para las siembras de los tabacos, a que con-
viene se destinen, para el arreglo y adelantamiento de
la Renta.
En cuya vktud, y atendiendo lo representado por el
602 Síndico Procurador Gene-//ral de la Ciudad de Girón
y demás urg.tes motivos de utilidad y conveniencia pú~
blica de los mismos indios y del Erario, y a que ha-
biéndoseles dado a entender circunstanciadamente las
ventajas. que reportan de su translación, poniéndo a su
arbitrio que eligiesen pueblo de su gusto, donde trans-
ferirse, lo han ejecutado con universal consentimiento
Y acuerdo de su Alcalde Mayor, expresando que se
transportarán al pueblo de Guane, cuyo temperamento
es casi igual, en que siembran y cosechan los mismos
410
frutos, y con mayor presteza y abundancia que en éste,
conduciendo las alhajas de su pertenencia de la Iglesia,
vendiendo y reportando la utilidad de sus habitaciones
y plantaciones,' y relevándoles por un año, respectivo a
los dos tercios de Navidad del presente, y San Juan del
próximo venidero de pagar el tributo, pª. / / que con
este auxilio puedan dedicarse a perfeccionar su esta-
blecimiento en Guane.
Debía declarar, y declaró por extinguido este pueblo
de Bucaramanga, y mandó que sus pocos indios· sean
transladados al pueblo de Guane, que de común acuerdo
han elegido, en el que serán tenidos y reputados como
nativos, y gozarán sin distinción de todas las prerroga-
tivas que allí disfrutan, obteniendo el mando, empleos,
y judicatura del mismo modo que los allí nacidos, por
quien se les dat·á el buen tratamiento y acogida. que se
les tiene prevenido para con los de Curití y Onzaga.
Con apercibimiento de que si les causaren la meno•r
molestia o extorción, se les castigará rigurosamente; ob-
servando en todo una perfecta hermand.ad, y aún pro-
curando que se estrechen por el vínculo del matrimonio,
603 no obstante de // que por ahora se forme una parcialidad
con el nombre de Bucaramanga, con capitán que la go-
bierne; a cuyo efecto por ser una misma la razón, será
también igual la tasa del tributo, que deban satisfacer
y su especie, por no permitir otra cosa la equidad y
justicia.
Y por cuanto conviene que no se retarde el cumpli-
miento de esta providencia, pues no hay motivo que la
dilate, a causa de que estos indios no tienen sembrado
alguno que disfrutar, como que los cacaguales son per-
manentes: Se asignan el preciso término de dos meses
para que dentro de ellos soliciten compradores a satis-
facción, y ni encontrándolos, o no pagándoseles el jus-
tiprecio, se avaluará~ por personas de conciencia e
inteligencia, a fín de que aquellos, en quienes se irema-
tase tierra satisfagan su importe, y les // sirva para su
nuevo establecimiento y construcción de sus casas en
Guane, a que prontamente deberán dar principio; cui-
dando los Comisionados de que se verifique con cargo
de responsabilidad por cualquier omisión, y que esto
sea en lo interior del pueblo, repartiéndoseles al mismo
I tiempo, solares y la tierra necesaria para sus labores
en aquel resguardo, que con este respecto se les ha
aumentado; señalándoseles tierra de comunidad, a que
¡
411
 deben indistintamente concurrir, según las reglas pre-
venidas en el Auto de Visita de dicho pueblo.
En su consecuencia se declaran por vacantes, y per-
tenecientes a su Majestad, las que en éste han disfrutado
los indios, y para su venta y la de las demás realengas,
604 que hasta ahora no se han enagenado, se dá Comisión / /
bastante al Doctor Don Nicolás de Rojas, para qu-e te-
niendo presente lo últimamente por la Real Audiencia,
en calidad de Gobierno, en Auto de veinte· y dos de di-
ciembre de mil setecientos setenta y dos, proceda a
nuevas medidas, con citación de los circunvecinos y a
nombrar avaluadores de imparcialidad, e inteligencia
para su justiprecio, no en globo, sino por partes, y si
fuere posible, con arreglo a la demarcación que tienen
las estancias, establecidas por varios vecinos, con el fín
de que no recaigan en un sólo sujeto, sino que todos
disfruten de la utilidad, y pueda cada uno Tematar en
igualdad de precio la tierra que tuviere cultivada. Bien
atendido que si se rematase en otro será con cargo de
satisfacer lo que hubiese plantado; con cuyas utilida-
des Y teniendo presentes // las medidas, avalúas, y
posturas hechas en cumplimiento de dicho auto, por el
Comisionado Don Cristóbal Casal, sacarán al pregón,
así las tierras del Resguardo, como las demás realengas,
pasando Tequisitorio a la ciudad de Girón para que allí
~e practique lo mismo, admitiendo las posturas, y me-
Joras que se hicieren, separando antes el plan de Pa-
rroquia, que se ha de dividir en solares y avaluarse
separadamente, dando mayor valor a los del círculo de
la plaza, y proporcionalmente a los demás, para que se
vendan a los vecinos como que son obligados a tener
casa poblada; y concluídas brevemente las diligencias
las remitiTá al Superior Gobierno, con citación de los
postores para su remate, por lo que importa acelerar le
605 enajenación, no sólo por el interés del // Fisco, y re-
mover toda esperanza de su regreso a los indios sino
también para que no se dilate la siembra y cosecha de
los tabacos, para el abasto de la Administración de-
jando ileso el derecho de los Navas, en cuanto ~ los
pedazos de tierra sobre que se versa su disputa, en el
Superior Gobierno para que se ejecute lo que allí se
resolviese.
Y mediante a que sin embargo de que en el citado
Auto de la Real Audiencia se previno, que a los vecinos
establecidos así en el resguardo como en las tierras
412
realengas se les cobrase equitativamente el terraje o
arrendamiento del resguardo, se aplique a los indios y
se invierta en• la (cons)tTucción de casas que han de
fabricarse en Guane, procederá dicho Alcalde Mayor
sin perder instante de tiempo a formar lista de todos
los que tengan posesión, o estancias, con expresión
del tiempo, y can-//tidad de tierras que ocupan, y por
este respecto regularles, y extinguirles el importe del
terraje o arrendamiento, cuyo precio bajo la debida
cuente Y razón destinará para que inmediatamente se
fabriquen en Guane las habitaciones dentro de los dos
meses señalados, como abundan allí los materiales ne-
cesarios para ello.
Y con estos auxilios es fácil que en dicho término
quede todo evacuado pues para en caso, de como se
presume, no pueda por si solo ejecutarlo se nombra
para que le acompañen en la comisión de translación
y fabrica de casas en Guane, a Don Manuel Mutis y a
Don Manuel García Gómez vecino se este pueblo, quie-
nes en virtud de este auto deberán toma•r las medidas
y dar desde ahora principio a la comisión, acordandose
con el Alcalde Mayor, como que este debe por sí solo
606 evacuar lo respectivo a medidas, avaluos, / / y pregones
de tierras, tanto vacantes como del resguardo, y diri-
girse todo por su mano al Superior Gobierno, a donde
después de ocho días de cumplidos los dos meses seña-
lados deberán noticiar estar evacuadas y perfeccionadas
la translación, y responder de las omision(es) e inob-
servancia, escribiendo al Teniente de las Villas del So-
corro, y San Gil como Corregidor del pueblo de Guane,
para que como es obligado, y se le previno en las otTas
translaciones, contribuya por su parte al mismo fin.
Ultimamente resultando por la translación de estos
indios vacante su Doctrina, y quedando la agregación
del copioso número de vecindario antes insinuado, con
ventajosas proporciones para su establecimeinto en Pa-
rroquia, que con ansia anhelan y tienen manifestados
los deseos de verificarla, se les notifica,rá por medio de
los principales, que en el mis-/ /mo término de dos meses
referidos, ocurran donde y como parezcan convenirles
a promover su instancia con la instrucción correspon-
diente; e inteligenciados que desde el día del cumpli-
miento del término ha de correr el estipendio señalado
por su Majestad pa'l'a manuntención clel Cura, ni ha de
ser de su cargo su perjnanencia.
413
 Y pa. que todo lo referido, y cada uno de los puntos
insinuados logre su literal observancia: Se compulsará
testimonio de este Auto y se entregará al Alcalde Mayor
Doctor Don Nicolás de Rojas para que por su parte lo
cumpla, haciéndolo saber, así a los indios como a los
vecinos, y también a los dos asociados, sin dar lugar a
que se contravenga ni pad-ezca demora la ejecusión de
su contenido, que se remitirá original al Superior Go-
bierno, para su aprobación o resolución que corresponda.
Y por este que proveyó así lo mandó y firmó por
ante mí el presente Escribano Público y de Visita, y
de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mi José Camacho Escribano Público y de Visita.
Y agregada que fué la Lista y Numeración prevenida
con las demás diligencias, remitió el proceso al Exce-
lentísimo Señor Virrey, con el informe siguiente:
Inf.me Excelentísimo Señor:
Muy Señor mío incluyo cuatro expedientes que
comprenden la Visita de los pueblos de Onzaga, Curití,
Bucaramanga, y Guane; de los cuales el primero lo en-
contré ya extinguido, vendido su resguardo, erigido en
Parroquia, y mandados transladar sus indios al pueblo
de Socotá, pero habiéndome representado éstos que allí
no tenían tierras, acreditandolo con certificación del
Cura y del Comisionado Don Enrique Santi Esteban, a
qn. examiné, y pedídome que los transladase al pueblo
607 de Guane, donde estarían gustosos, // concedía su justa
instancia previniéndoles fuesen a reconocer las tierras
y estuviesen allí al tiempo de la Visita, como lo ejecu-
taron ratificando su complacencia, prevenidos unos y
otros de la hermandad y buena correspondencia que
entre sí deben conservar. El pueblo de Curití, que desde
su origen fué dependiente de Guane, se compone del
corto número de indios que manifiesta el espediente, en
casi ninguno se encuentra, pues desciende según se dice
de los sirvientes de un encomendero que casaron con
indias Ya·riguíes de la nac 11• que ahora se reputa, situada
en el camino que se ha proyectado abrir para el rio de
la Magdalena. Como dicho pueblo en la mayor parte se
compone de vecinos españoles, estos disfrutan las tie-
rras, y aquellos se mantienen en miseria dedicados al
ejercicio de arrieros, y rara vez pagan el tributo, que
414
608 aunque satisfacen, no sufraga // para el estipendio del
Cura por lo que y para su mayor enseñanza, en fuerza
de la razón que contiene el Auto Final de Visita dispuse
su translación al pueblo de Guane, a que estaban ante-
1'iormente agregados, y en que separados del consorcio
de españoles y gentes de color logran abundantes y me-
jores tierras, y por haberme representado que tienen
derecho particular a las de su resguardo por no ser
realengas sino donadas por su encomendero, después de
recibida información a pedimento del protector que se
les nombró, reservé la determinación de este punto a
V. Excelencia, como que requiere audiencia del Fisco,
con quien ha de contextarse. Al tiempo de practicar la
Visita al citado pueblo de Guane, concurrieron a ella
los indios de los citados pueblos de Curití y Onzaga
examinado por sí mismo el resguardo y plantaciones,
con re-//cíprocas demostraciones· de buena correspon-
dencia con los nativos de Guane; quedó ratificada su
permanencia con la circunstancia de habérseles añadido
un pedazo de tierra contigua al resguardo perteneciente
a Vicente, Pedro Antonio y Joaquín Gómez, hermanos,
que dispuse se reconozcan por el Corregidor Don Cle-
mente Estévez, y medido lo haga avaluar por inteligen-
tes, con juramento para su compensación o paga; que-
dando de este modo un solo pueblo de indios en todo
el Distrito de las dos Villas de San Gil y Socorro, conq.e
se facilita no sólo su enseñanza, sino también el cobro
de sus tributos, observándose por al Corregidor las reglas
prevenidas en el auto final, sin necesidad de acudir a
distintos pueblos, cuya molestia y gastos son causa de
que los Corregidores no les visiten y que con este aban-
609 dono se ausen(ten) // y carezcan de la sociedad, arreglo,
y buen gobierno que tanto encargan las Leyes.
Concluída la Visita de aquel distrito, y pasado a la
del pueblo de Buca'ramanga, que dista una hora de
Girón, y permanece a la Alcaldía Mayor . de Minas,
reconocí la precisa necesidad de extinguirlo, para 1o
que requerí el consentimiento de los indios poniendo
a su arbitrio la elección del pueblo a que gustasen
transferirse, y prefirieron el citado pueblo de Guane
donde cómodamente puedan permanecer con la tie-rra
aumentada. En la translación de estos indios no solo
han concurrido los urgentes motivos que en otros, sino
también la instancia dl la ciudad de Girón, y pedim.to
de su Síndico Procura¡or General, con referencia a lo
415
 acordado en tiempos anteriores, y la particular circuns-
tancia· de que siendo la tierra del resguardo la· más
aparente // para la siembra de tabacos, ni la disfrutan,
ni dejan que los demás la cultiven pues todos justamen-
te recelan emplear su trabajo a riesgo de perderlo en
tierra .aj.ena; y por otra parte es urgente la necesidad
para el perfecto establecimiento de la renta de tabaco,
y arreglar sus siembras, limitándolas al territorio de
Girón, conforme a los encargos conque me hallo del
Señor Regente Visitador General, a que se agrega, que
según el concepto que hasta aquí llevo formado, es in-
dispensable ampliar el territorio del gobierno de Girón,
dándole muy distante semblante del imperfecto que
hasta aquí ha tenido como expondré cuando llegue el
caso de la demarcación que con arreglo a la Real Cé-
dula de mi Comisión debo formar, y sólo insinuo ahora
a V. Excelencia para el concepto que deba formarse en
61 O lo que me he practicado / / cuya aprobación, o impro-
bación, necesito saber para las ulteriores provid.as que
hubiere de expedir en mi Visita, que ni puedo propo-
nerlas todas a un tpo. por la conexión que tienen unos
terrenos y pueblos con otros, ni puede por otra pte.
diferirse del cumplimiento de muchas resoluciones, por-
que su inobservancia imposibilitaría después el logro
del objeto principal; y por lo mismo si en lo que pro-
pongo ocurriese algún fundado reparn, le he de merecer
a V. Excelencia, que antes de la definitiva se me ad-
vierta, por si acaso tuviese fundamento sólido, para sa-
tisfacerlo .Y que no lo padezca el mayor servicio del
Rey, y del público, que son los objetos a que terminan
mis tareas y deseos.
Dios Guarde a V. Excelencia muchos años, como
deseo; Pamplona diez y nueve de julio de mil setecientos
setenta y ocho.
Excelentísimo // Señor.
Beso la mano de V. Excelencia su atento rendido ser-
vidor.
.Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo SeñoT Don Manuel Antonio Flórez.
Habiendo pasado al pueblo de Silos por auto· de diez
y seis de julio del mismo año, mandó el nominado Señor
Fiscal Visitador: Que habiendo llegado en aquel día con
·el fin de visitar el pueblo dicho, y examinar su gobierno,
estado, y demás •concerniente, al alivio, instrucción, y
416
buen tratamiento de los indios, se procediera inmediata-
mente a su indagación con arreglo a los puntos contenidos
en el interrogi;ttorio general, numerándose prolijamente,
con distinción de clases, y que en vista de todo se rese1·-
vaba providenciar lo más conveniente, mediante a no
hallarse allí el Corregidor, y hacer muchos años que el
Cura propietario, por enfermedad, no residía ni servía a
611 la Doctrina, verificán- / / dose por ecónomo.
Incontinenti comparecieron José Cáceres, Goberna-
dor, Pedro Acuña, Teniente, Joaquín Capacho, y Carlos
Castro, Alcaldes, Gabino Chapeta, Martín Huérfano,
Damián Villamizar, Nicolás Cacua, Capitanes, indios
todos de aquel pueblo, a quienes por ante el Escribano
examinó dho. Señor conforme a lo mandado y en su
virtud dijeron:
Que en aquel pueblo no existían indios de otros, y se
mantenían los mismos de que se había formado Lista y
Numeración, en que igualmente habían expresado los
ausentes.
Que satisfacían siete pesos cuatro Teales en dinero, y
real y cuartillo de protecturía, procurando ser puntuales.
Que disfrutaban las tierras, que les estaban señaladas
por resguardo sin ser perjudicados, a excepción de un
pedazo llamado Palomares, que se persuadían pertene-
cerles y poseían Juan José Bautista, en que cosechaban
t·rigo cebada papas maíz y demás legum- / / bres de
tierra fría, con algunas cabras y ovejas y muy pocas
bestias.
Que no se les extorcionaba en la cobranza del tributo
diezmo y primicia, ni tampoco en indebidos derechos
ni servicio personal, pero si se les pensionaba por el
Corregidor en darles bestias sin pagarles su flete cuando
venía a aquel pueblo, y se transfería a ot·ro del distrito
y en darles las indias necesarias para el servicio domés-
tico, durante su man$ión; y esto último también se eje-
cutaba por meses y semanas para el servicio de la casa
del Cura, sin que ni uno ni otro pagaran cosa alguna.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana, concurriendo diariamente los chicos a la Doct·rina
Cristiana, y que la única ceremonia que se acostumbraba
nombrada· de la Cacica que se reducía, a que en las
fiestas que se solemnizaban a Nuestra Señora de la //
Candelaria se vestía con adornos una india, y se condu-
cía cargada en silla de manos a la Iglesia, con las ofren-
das que ofrecía el pueWo, y que ya había cesado, y que
¡
417
 se obligaban a no repetirla por habérseles instruído de
su impropiedad, y sospecha, que podía inducir un rito
tan irregular.
Que no tenían Sementera, ni Bienes de Comunidad
como ni tampoco casa hospital para enfermos; y aunque
varios vecinos tenían aquel pueblo agregados, no vivían
dentro· del resguardo, pero en sus ganados y bestias
recibían varios perjuicios en sus· sementeras, por ser
solo uno el que mantenía cercas.
Con lo cual fue concluí.da esta declaración, a cuya
continuación certificó el Escribano: Que habiéndo con-
vocado varios vecinos, y formádose por medio del
Teniente de Cura de aquel pueblo; Maestro Don José
de Nava, Lista de todos los agregados a aquel pueblo,
resultaba que existían // en él sesenta vecinos cabeza
ele familia, con el total de doscientas sesenta y cinco
almas, y que por lo respectivo al pueblo, no habiéndose
encontrado descripción y practicado formal Numeración,
había resultado de ella que se componía del número
de cincuenta y un indios tributarios útiles existentes, a
que se agregaban diez y seis empleados en oficios de
Gov.or, Tenientes, dos Alcaldes, seis Capitanes, cuatro
cantores, Fiscal, y Sacristán, con cuatro ausentes, y doce
indios, que pagaban media Demora, con los cuales y chus-
ma, resultaban, el total de trecientas setenta almas de
indios, de todas clases, sexos y edades.
Y habiéndose agregado la Lista, mandó dicho Señor
Fiscal Visitador, que habiéndose diferido la determina-
ción de aquel expediente, para poder expedirla con ma-
613 yor conocimiento / / después de reconocido y visitados
los pueblos contiguos, y del Corregimiento de Servitá.
Y que estando ya verificada, se agregará a los cua-
dernos de la Visita practicada de los pueblos del Valle
de la Bateca y Cácota de Velasco, y unido todo se
trajera a la vista para proferirla según pareciera má3
conducente al servicio del Rey, y alivio de los indios.
En cumplimiento de lo cual pasó al Valle de la Bateca
en donde por auto de primero de agosto dijo: Que para
verificar la Visita de aquel pueblo, con arreglo a lo pre-
venido por las Leyes y a la Real Cédula de su Majestad
que la motivaba: Se convocarán los indios y se formará
Lista y Numeración de ellos; y que fecho se recibiera
información examinando los que pareciera convenientes
al tenor del interrogatorio, con reserva de expedir en
su Vista la providencia que co-/ /rrespondiera.
418
Incontinenti comparecieron José Antonio de León,
Teniente, Dionisia Bateca, Jacinto Chona, Salvador Bo-
chagá y Marcos Monoga indios capitanes de dicho pue-
blo, a quienes por ante el Escribano examinó conforme
a derecho, y siéndolo al tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos de que se había formado Lista y Numera-
ción, sin que se encontraran de otros, ni tuvieran noti-
cias del paradero de los ausentes.
Que satisfacían treinta reales de tributo en cada Tercio
en dinero; que para verificarlo sufrían mucha incomo-
didad por tener valor los frutos ·que cosechaban de
tierra templada, y modernamente trigo, y por ser costosa
su conducción a Pamplona, de modo que la mayor parte
614 acudía a trabajar a Cúcuta, para ganar // con que sa-
tisfacerlo. No obstante de que conservaban íntegramen-
te sus resguardos, que eran fértiles y por nadie se les
perjudicaba; que no se les extorcionaba en la cobranza
del tributo diezmo, ni primicia.
Que no satisfacían derechos por la administración de
sacramentos; pero mantenían Tres Cofradías: Nuestro
Señor, María Santísima, y las Animas que tenían sus
hatos, que excedería de cien cabezas, y de Nuestra
Señora doscientas y treinta; y no obstante satisfacían
para cada una los casados dos reales al año, y los sol-
teros y solteras la mitad, y se nombraban para sus festi-
vidades alféreces, en número de cuatro o seis, de los
cuales cada uno, si era de la Virgen pagaba ocho pesos,
y si era del Señor o las Animas veinte reales de la úl-
tima, y cinco pesos la primera, y para Semana Santa
una / / libra de cera cada capitán.
Que no se les gravaba en servicio doméstico del Cura,
sino en nombramiento de una india soltera para condu-
cir agua; y que el Corregidor les pensionaba en dos
bestias y dos peones ,cuando venía a visitar hasta el in-
mediato pueblo de Cácota, sin pagarles.
Que no tenían Bienes de Comunidad, no obstante de
que todo el pueblo trabajaba en una sementera de maíz
cuyo producto se remitía a Pamplona al Prioste Blanco,
cada año lo recibía e ignoraban si se invertía en culto de
Nuestra Señora de las Angustias, que se veneraba en
aquel pueblo, y en cuyo obsequio se cultivaba dicha se-
mentera, y el mismo Prior tomaba las cuenta y corría con
el hato de los indios.
¡ '
419
 Que aunque había mucho vecindario agregado a aquel
pueblo no vivían dentro del resguaTdo, y fin~lmen~e:
¡ / que eran debidamente instr,uídos en la Doctrma Cris-
615 tiana y Dogmas de nuestra verdadera religión, sin que
se advirtiera cosa de desdijera a ella.
A continuación de esta declaración certificó el Es-
cribano: Que habiendo reconocido el padrón manifestado
por el Cura interino de aquel pueblo, Maestro Don Angel
Barrios, resultaba doscientos veinte y doce vecinos cabe-
zas de familia, con el total de ochocientas sesenta y dos
almas de la agregación de este mismo pueblo.
En la Visita practicada en el pueblo Real de Minas
de vetas de Pamplona, consta que por auto de quince
de julio del nominado año de setenta y ocho, dijo: Que
habiendo salido del pueblo de Suratá, con el fin de re-
conocer a su tránsito el Real de Minas de Montuosa, la
Baja, y seguida este dicho de las Vetas, reconociendo //
la suma pobreza y escasez de habitadores en uno Y
otro, conque difícilmente se encontraban personas ~e
instruc.n capaces de dar •razón de todo lo que se necesi-
taba [ ... ] . tecturía, cultivando ·para ello la tierra y frutos de trigo,
ocurrir a diferentes arbitrios para averiguar los puntos
más esenciales relativos al gobierno, población, pasto
espiritual, y administración de just.ª que lograban aque-
llos habitadores: Se pusiera razón ceTtificada por el
Escribano que lo acreditara, como también de la pobla-
ción, con lista de los indios que se habían numerado,
con reserva de proveer o que ocurría.
En cumplimiento de lo cual el Escribano de Visita
certificó: Que no habiéndose reconocido Cura en aquel
sitio de Real de Vetas, se habían convocado los indios
y formádose Lista y Nu//meración de ellos, que se agre-
616 gaba al expediente, tomándose al mismo tiempo •razón
por falta de padrones, por la que había dado el teniente
del Alcalde Mayor de que [ ... ]
y un vecinos cabezas. de familia con el tot¡ü de trecien-
tos noventa y siete almas esparcidas en sus habitaciones
del campo en total pobreza, que la de Montuosa Baja
no obstante de comprenderse en el feligresado de Bateca,
los vecinos del sitio de Tona, que habían ocurrido re-
presentando al Señor ·Fiscal Visitador, serles gravoso
y que con más comodidad, sin páramo, podían acudir
a la Panoquia de la Matanza.
Con lo que se finalizaron las diligencias, y se mandó
agregar al expediente.
420
En las practicadas en el pueblo de Cácota de Velasco
mandó el Señor Fiscal Visitador: Que a fin de practicar
I / la Visita de -aquel pueblo con arreglo a lo prevenido
por las Leyes, y Real Cédula de su Comisión que la
motivaba, se hiciera numeración de sus indios, llamán-
dose alg.os de estos para que fueran examinados al tenor
del interrogatorio, para que según de lo que resultara
de su información se proveyera lo conveniente.
En cuyo cumplimiento comparecieron Juan José Ber-
besi, Teniente, Pascual Castañeda, Tomás Pantaleón y
Patricio Bauta, Capitanes, indios de aquel pueblo, a
quienes dicho Señor Examinó por ante el Escribano,
según el interrogatorio, y en su virtud dijeron:
Que los jndios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos de que habían dado cuenta y se comprendían
en la Lista y Numeración, que se había formado con
617 expresión de sus // clases inclusos dos del pueblo de
Silos establecidos en dicho Cácota, y de los ausentes.
Que satisfacían treinta reales en dinero cada Tercio
de Demora, real y cuartillo por año de salario de pro-
maíz, y demás de tierras frías, en los resguardos que
les estaban señalados y que disfrutaban considerándose
perjudicados en la parte, que por• superiores despachos
se había dado posesión a Don Andrés Cueva, y a Juan
Villamizar en la estancia que llamaban Iscatoca, como
también por el Doctor Don Antonio Valencia, y Matías
Suárez, siendo dichos resguardos fértiles y abundantes;
que no recibían agravio en la cobranza del tributo,
diezmo y primicia, que se les exigía sin exceso en la
forma regular; ni se les gravaba // en servicio personal,
ni otro género de molestia, por el CU'ra ni Corregidor,
a excepción de que este último siguiendo el estilo ob-
servado por sus antecesores, les pensionaba en darle
bestias, peones, y avíos, para transportarse al pueblo
inmediato cuando transita por el de los declarantes.
Que eran debidamente instruídos así chicos como
grandes en la enseñanza de la Doctrina Cristiana, sin
advertkse defecto en materias de Religión:
Que no se les exigía derechos por la administración
de Sacramentos; que mantenían tres Cofradías: Del Se-
j ñor, María Santísima, y Benditas Animas, y satisfacían
por la primera cuatro reales los casados, y dos los sol-
teros, y por las dos última¡; a dos reales los casados, y
uno los solteros. Y que p¡ra las fiestas se nombraban
421
..
 cuah·o o seis Priostes, que contribuían con la cera y cebo
618 necesaria; las // cuales Cofradías tenían sus hatos, la
primera con ciento y cincuenta reses, la segunda con
trecientas siete, la última por estarse presentando, con
treinta, fuera de lo que sembraban de comunidad para
su aumento.
Que no tenían Sementera, ni Bienes de Comunidad
para las urgencias del pueblo; y que dentro del res-
guardo no vivían otros vecinos, que con quien tenían
disputa sobre tierras.
Con que se concluyó esta diligencia, y a continuación
de ella certificó el Escribano: Que habiendo reconocido
el padrón manifestado por el Cura Doctor Don Manuel
Meurio, resultaban existentes agregados al pueblo de
Cácota de Velasco cuarenta y cuatro vecinos cabezas de
familia, con el total de ciento y cuarenta y tres almas.
En cuya vista y demás expedientes mandados a agre-
gar se proveyó el auto final del tenor siguiente:
.1 Auto En la Parroquia de Soatá a doce / / de agosto de
Final mil setecientos setenta y ocho:
El señor Don Francisco Antonio Moreno y Es-
candón del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen
de la Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las
Provincias de su Distrito Dijo:
Que aunque al tiempo de practicar la Visita de los
pueblos De Silos, Valle de la Bateca, y Cácota de Ve-
lasco, tomó todas las noticias correspondientes, explo-
rando la voluntad de los indios, tuvo por conveniente
diferir la resolución final, hasta reconocer todo el Par-
tido, y con presencia de las distancias, número de indios,
situación y comercio de los pueblos, afianzar el con-
cepto paTa expedirla con el acierto que apetece y tanto
conduce al alivio de los indios, y mejor servicio del
Rey, y buen gobierno.
Y resultando de cuanto se ha inquirido, y examinado
escrupulosamente, que de los referidos tres pueblos, el
619 de Silos se com- // ponía de cincuenta y un indios tri-
but. 05 que pagaban Demora entera, doce que satisfacían
media, y diez y seis empleados en oficios de justicia en
Iglesia, con el total de trescientas setenta almas.
El del Valle de Bateca de cuarenta y ocho tributarios
de Demora entera, veinte y dos de media, con diez y
seis empleados, y el total de cuatrocientas noventa y
ocho almas.
422
Y que últimamente el de Cácota de Velasco se com-
pone de cincuenta y dos tributa·rios de Demora entera,
siete de media, y trece empleados, con el total de
cuatrocientas una almas, concurriendo en este último la
apreciable circunstancia de estar situado en el camino
real de Pamplona, y distante de ella seis horas de cami-
no, que goza un extensísim·o resguardo, abundanite
fértil, y capaz de mantener y aún enriquecer un puebl~
de cuatro- / / cientos tributarios, con la proporción de
comerciar, y expender sus frutos, así en dicha ciudad de
Pamplona, como con los traficantes de la vereda, sin
salir del pueblo en que se cosechaban los mismos frutos
que en los de Silos y el Valle, por ser casi igual su
temperamento, aunque declina más frío que el último,
por cuyas razones concurren los mismos poderosos
motivos que se expresan en el Auto Final proveído con
esta fecha, para la reunión de Guaca y Servitá al Pue-
blo de Tequia, que por no repetirse, se dan aquí por
insertos; añadiéndose el de que el pueblo del Valle de
la Bateca tiene situación no solo distante algo más
de un día de camino tanto de Pamplona, como de Cá-
cota, con un páramo intermedio, sino también en un
lugar retirado ajeno de todo comercio por ser término,
620 Y último poblado, des- // pués del cual no se tiene
conocimiento de la tierra que les subsigue, y termina
con las q.e se consideran de la Provincia de los Llanos,
incultas, y solo rara vez pisadas de algunos indios bár-
baros, con quienes, sin temeridad podía recelarse ad-
quiriesen correspondencia, porque alguna vez han salido
desnudos a dicho Valle, y es facil la introducción y
fuga por el curso de los rios Ulagá, Chitagá, Balegrá, y
Bochagá, que unidos a corta distancia en el sitio de
Támara vierten al Meta, y este al Orinoco, a que se
agrega que mucha parte de dichos indios, viven casi
siempre ausentes del pueblo, concertados con abandono
de sus familias y tierras que manifiestan incultas, al
mismo tiempo, que es crecido el vecindario agregado a
dicho pueblo q.e con motivo de venerarse allí una mila-
grosa Imágen en la Advocación de las Angustias
con- / / curren a las fiestas las gentes aún de distintos
lugares, y se conserva su Cofradía a dirección de un
vecino de Pamplona sin intervención de los indios que
J se lamentaron de los perjuicios que experimentaban
con las bestias de los concurrentes.
¡'
423
 Por todo lo cual se considera, que conforme a las
Leyes que hablan del asunto, y para beneficio, seguridad,
y mejor instrucción de los mismos indios, y utilidad del
Erario que con un solo estipendio del Doctrinero podrá
satisfacer a las obligaciones de su enseñanza, e ingresar
el importe de los resguardos de uno y otro pueblo, dis-
pensando los vecinos agregados el beneficio de que se
erigiesen en Parroquia para que tienen semejantes pro-
porciones, y sería muy conveniente al estado, que
reducidos en el Pueblo de Cácota, así los indios de la
62 1 Bateca, como los de Silos, formasen un // solo pueblo,
que llegará a poco más de doscientos tributarios, que
estando a la vista y visitados con frecuencia _p_or el
Corregidor, se afianzarían en la verdadera creencia Y
dogmas de Religión, desterrándose la semilla de supers-
tición, de que se había recelado en Silos, con motivo de
la ceremonia nombrada de la Cacica, en que conducían
como en triunfo a una india adornada obligando al
Cura a que en la Iglesia le tributase incienso; y cesaría
también la barbarie acreditada pocos años hace, con la
temeridad de haber dado muerte violenta de horca a
tr-es indias, po•r propia autoridad, que suponían hechi-
cera, a cuyos desórdenes se pondría freno si todos se
estableciesen en Cácota de Velasco, como se conceptua-
ba útil, y desde luego se declara, por lo que concierne
a las facultades de esta Visita, mediante a que / / con-
curren todas las causas reales que legitiman la transla-
ción de indios, y extinción de sus pueblos; mayormente
cuando interpelados al tiempo de su examen han ma-
nifestado, que aunque les es sensible el desarraigo están
prontos a practicar su translación; la que sin disputa
ni recelo de duda, es preciso, e indispensable que se
verifique de seis indios que sin arreglo ni gobierno se
encontraron en el pueblo, o Real nombrado de las Vetas,
aunque después de la muerte del último Cura no han
tenido quien les administre, viviendo así dichos seis
indios, en que se incluye uno de Servitá como los pocos
y pobres vecinos de su agregación sin socorro espiritual,
y por lo mismo se les previno se transfiriesen a Cácota
de Velasco.
Pero no por justas consideraciones, que se tienen
622 presentes // y se expresarán en el Info~me que con
este expediente se dirijirá al Exmo. Sor Virrey, se sus-
pende la ejecución de este· pensamiento y providencia,
en lo respectivo a la agregación de Silos a la Bateca,
424
hasta que con vista de todo se sirva expedir la 1·esolu-
ción que tenga por más conven.te al Real Servicio, en
la inteligencia· de que si se dignare aprobarla se deberá
entender en igual estilo, método, y formalidades que se
han prevenido en las de igual naturaleza por lo tocante
a la relev.ación de tributo por un año, término para
disfrutar sus sembrados, para expender sus ranchos y
bienes, y recaudar ·su importe y conducir consigo los
ornatos de sus Iglesias y fondos de sus Cofradías.
Y por este que proveyó, así lo mandó y firmó, por
ante mí el presente Escribano Público y de Visita de
que doy fé.
Doctor Don / / Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho, Escribano Público y de Visita.
El cual proceso remitió dicho Señor Fiscal Visitador,
con el informe siguiente:
Inf.me Excelentísimo Señor:
Muy Señor mío: Los expedientes de la Visita
que reduciéndome a lo sustancial y preciso, he practica-
do en el Real de Vetas y el pueblo de Silos, Valle de la
Bateca, o de las Angustias, y Cácota de Velasco, y siguen
unidos bajo de una cuerda, manifestarán a V. Excelen-
cia su estado, situación, y las graves circunstancias que
me han obligado a decretar, en uso de las facultades de
mi Comisión, que sin embargo de no ser tan escaso el
número de sus tributarios, que no alcanzo a satisfacer
el estipendio de sus Curas, con algún residuo; deben no
obstante extinguirse los pueblos de Silos y la Bateca, Y
623 transladarse sus indios, / / al de Cácota _de Velasco de
fértiles, abundantes tierras, cercano a la ciudad de Pam-
plona y en el Camino Real, con las mejores propo-rciones
para el comercio, y su adelantamiento, si se aplican a
disfrutar las ventajas que se les franquean.
A esta resolución me ha estimulado no sólo lo refe-
rido, y cautelar los graves perjuicios que ocasiona la
dispersión de los pueblos a sitios pocos traficados y so-
litarios, sino también el fin de que por este medio se
facilite la buena administración de justicia y acertado
gobierno de los indios, y arreglo de sus pueblos, redu-
ciéndolos a la vereda principal del comercio, y corres-
pondencia de las provincias y lugares, así para que en
sus agravios por ocultos dejen de vindicarsen, ni sus
excesos por desconocido/' de .corregirse, como igualmente
425·
 para quitar el estorbo que hasta ahora ha dificultado
que los Corregidores visiten con frecuencia los / / pue-
blos, que por estar retirados y desviados del trato, se
fatigan en su reconocimiento, se pensionan en gastos
sin tener sueldo alguno, y por lo mismo tiranizaban a
los indios; y últimamente consumían mucho tiempo que
desean aprovechar con mayor utilidad, y menos gra-
vamen; a todo lo qe. con beneficio temporal y espiritual
de los mismos indios, se cuide con el medio propuesto,
quedando todo el corregimiento de Servitá, con esta
reunión y las demás de que por separado noticio a V.
Excelencia reducido solo a tres pueblos, incluyéndole
el de Tequia, que hasta ahora lo ha sido del Corre-
gimiento de Sogamoso, y colocados éstos en linea recta
de todo el Camino Real que gira desde esa Capital por
Pamplona a Maracaibo, a saber: Cúcuta en el extremo
que deslinda el Virreinato por el rio Táchira; Cácota
624 de Velasco // en la medianía, seis horas distante de
Pamplona; y Tequia al otro extremo que según mi
modo de pensar servirá de lindero a la demarcación
cuando llegue el caso de practicarla conforme a la Real
Cédula de mi Comisión, y de este modo no habrá difi-
cultad en que cualquiera Corregidor, aunque sea poco
activo, cobre sin fatiga los tributos, visite y arregle los
como que son pocos numerosos y situados en la vereda
por donde le es preciso transitar, siendo así, que sin
incluir a Tequia se componía hasta ahora el Corre-
gimto. de Servitá de diez pueblos tenues, esparcidos y
estraviados, a donde ni el Correg.or ni otro alguno, po-
día dar razón, si vivían política y cristianamente, ocul-
tándose y defraudándose con facilidad el tributo.
Si estas razones, que a mi juicio son demostraciones,
no convencen, confieso // a V. Excelencia, que no al-
canzo arbitrio para darme a entender, ni persuadir 1a
solidez, justicia, y necesidad de ejecutar en servicio del
Rey, lo que llevo propuesto y tengo declarado en el
Auto Final del expediente que acompaño. Pero vivo tan
desconfiado, no tanto de mi propio dictamen cuanto de
la incertidumbre y no se diga tenaz aversión, con que
se miran estos pensamientos por algunos sujetos que,
o por falta de conocimiento, por capricho, o por otras
causas, que no alcanzo a desifrar, que no obstante ha-
llarme tocando los provechosos efectos que ha de pro-
ducir la ejecusión de estas ideas, he tenido por más
conveniente suspenderla, y con moderación y prudencia
426
diferir al más acertado juicio de V. Excelencia, que pe-
sando en la fiel balanza de su cordura y celo, las razo-
625 nes que llevo insinuadas // se dignará expedir la que
estimase oportuna que será sin duda la más acertada,
ordenándome cuanto fuese de su agrado; bien que en
orden a los pocos indios encomendados en el Real de
Vetas y mandados transladar a Cácota de Ve1asco, no
creo que la más rígida censura tenga motivo para con-
tradecir; sin embargo, de que después que recibí el
oficio de V. Excelencia de diez y siete de junio, expre-
sándome haberse creído en esa ciudad, que el Erario
ha sido perjudicado con las translaciones, ya no dudo
que se crean igualmente cuantos absurdos pueda repre-
s·entar el basto campo de la imaginación.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años, como de-
seo. Parroquia de Soatá, doce de agosto de mil setecien-
tos setenta y ocho.
Excelentísimo Señor:
Beso la mano de V. Excelencia, su. rendido, atento
servidor.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo Señor Don Manuel Antonio Florez ....
En la visita practicada en el pueblo de Cúcuta, consta:
Que en veinte y ocho de julio del mismo año mandó:
Que a efecto de practicar la Visita de aquel pueblo, se
procediera a la Numeración de sus indios, y fin de exa-
minar su estado y población fueran llamados los prin-
cipales, para que al tenor del interrogatorio, expusieran
lo que tuvieran por conveniente, reservando en su vista
proveer lo correspondiente.
Incontinenti, y a consecuencia de lo cual comparecie-
ron José Antonio Ramirez, Teniente, Ignacio Albino,
Agustín Albino, Alcaldes, Romualdo Cárdenas y Manuel
Ramirez, Capitanes, indios de aquel pueblo, a quienes
dicho Señor examinó conforme a derecho, y siéndolo
segn. el interrogatorio dijeron:
Que los indios tributarios de que se componía aquel
626 pueblo, eran los mismos de que habían // dado razón
en la Lista y Numeración que se había formado, en que
igualmte. contaban los ausentes, y agregados de otros,
con el total de chusma y reservados.
Que satisfacían treh~/a reales en dinero por Demora
en cada Tercio, y te~an comodidad para pagarlo, por
427

ser útiles las tierras del resguardo, que disfrutaban y
en que sembraban todos frutos de tierra caliente, y par-
ticularmente los cacaos de que tendrían sembrados,
según prudente cálculo, sobre cien mil árboles, • que
según su industria aumentaba cada indio.
• Que no tenían título de la asignación de su resguardo,
por haberlos perdido sus antecesores y únicamente man-
tenían las diligencias de posesión practicadas en virtud
de Despacho Superior, por Francisco Antonio de Arce
Ceballos. Alcalde Ordinario de Pamplona, el año pasado
de mil setecientos / / treinta y uno, que conservaban, y
sólo se consideraban perjudicados por lo que se había
a Juan Gregorio Almeida, comprador de las haciendas de
Trapiche, y Salado que fueron de la religión extinguida.
Que no padecían extorción en la cobranza del tributo
diezmo y Primicia, que se les exigía con regularidad ;
sin exceso.
Que no se les exigían derechos por la administración
de los Sacramentos, pero que sin embargo de tener
hatos respectivos a las tres Cofradías, de los cuales el
de Nuestra Señora de Chiquinquirá tenía doscientas y
nueve 3abezas de ganado, el de las Animas siete, y el
del Senor ocho, con cuyo producto, y el de conuco de
cacao, contribuía con una res mensualmente al Cura
de que resultaba su decadencia, como también satisfa~
cer todos los casados dos reales de limosna, y los solte-
62 7 ros, Y // solteras un real, y se nombraban Alferez para
cada fiesta de Cofradía, que contribuían con cinco pesos,
y tres o cuatro mayordomos a dos pesos, gravándoseles
con tres aniversarios correspondientes a las Tres Co-
fradías; y ,q_u_elos libres casados· con indias pagaban
nueve reales p~ ano. --
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana y Dogmas de Nra. Religión, y que al actual Cura
interino no se le asistía en servicio personal doméstico,
pero que a los interiores según costumbre se les había
señalado cada mes una india para la cocina, otro para
el agua, Y otro para las arepas, y los muchachos de doc-
trina, yerba.
Que no tenían Sementera ni Bienes de Comunidad
como ni casa hospital para curación de enfermos. • '
ue dentro del resguardo vivían nueve vecinos con
sus familias, huertas, y sembrados, de quienes no reci-
bían perjuicio pero si de los demás hacenda-dos confi-
~nantes // que lo ocasionaban con sus ganados. -
428
Con lo cual se concluyó esta declaración a cuya
continuación certificó el Escribano: Que habiéndose
presentado por el Corregidor Don Santiago Sarabia la
Lista de aquel pueblo, resultaban de ella setenta iri-
b~, inclusos once empleados, con ciento ¡;oventa
almas, con chusma y -reservado, con el total de doscien-
tas sesenta personas, y que según la -declaración anterior-
mente recibida de que queda hecha relación, también
resultaba nueve vecinos cabezas de familia con el total
de ~ta y cinco almas. J ' •
En vista de lo cual tuvo a
bien el nominado Señor
Fiscal Visitador proveer el auto qqe sigue:
Auto En el~lodeCúcuta ª--.Y_ein~ y ocho de julio
d~~il setecientos (Setenta y ocho.)
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón
628 del Consejo de su Majestad, su // Fiscal del Crimen de
la Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las
provincias de su Distrito dijo:
Que reconociendo por la vista ocular, particulares
informes, y Visita practicada en este pueblo: Que a más
de componerse del número de setenta tributarios, con
once empleados, y el total de doscientos sesenta indios,
de todas clases, sexos, y edades, mantiene un resguardo
no solo extenso, sino de notoria fertilidad, en que se
cosecha todo género de frutos y particularmente el del
1
cacao, a que suelen aplicarse los indios, que mantienen
ciento y veinte y tant?s mil ár.b.oles, d_e que puede_es-
peI:a.I:S.e-S uro.ente fil se esmeran en3 u c11ltivo, con
utilidad pro ia y del Estado, sin p_erjuicio de otros fru-
t~~ y de -·mantener el ganado .. . . -de sus _cofradías y -aún
..--'-=-:~,.:....::..~~;=
• a_lg~~p~~~s, cuyos motiv·os· obligan ~ue
sm embargo de estar situado en las cercanías o in-
• medíación de j.os -parr-oquias numerosas de españoles,
no~s // San osé y el Rosario,-se sostenga· su
; pe~e!!_cia, promoyiendo su arreglo y 'a1:!_meí1,fo, fóque
• más fácilmente podrá verificarse, a~g.an.d.ós~
indios que fomenten esta impor1ª!:Re_agricultura y dis-
1
-,0~fr'iiteñ de su beneficio, como ansiosos lo han solicitado
, J:" los ocas-~~ ~aQ enclfext~ido pueblo de Ar-.:•
. ~ \,I.SI boledas, cuya resolución se difirió hasta la Visita de
~\-úi. '.J. este reconocimiento de sus proporciones-para ello: Se
\J,:, declara que deben desde luego transferirsen a este dicho
;-,.("
~ V-,"i pueblo en el preciso término· de dos meses, que es bas-
• ;,,. ~'tante para disfrutar lo poco que allí mantienen y tomar
.,.,.. - ?) ' '
~~.... ;,,.vkb-- 429
1/\. ~1/)l
 sus medidas para su cómodo establecimiento, fábrica de
habitaciones, translación de sus bienes, y de sus cofra-
días, con todas las alhajas y ornatos de Iglesia que
según los libros resultasen ser de su pertenencia, apli-
629 cándose // para los gastos indispensables el pr_oducto de
los arrendamientos que hasta ahora han satisfecho, y
sean de cargo de los vecinos que han disfrutado varios
pedazos • e tierras de aquel resguard~ con noticia del
\ Correg.or que los ha percibido en los años anteriores Y
deberá recaudar lo adeudado para dicho efecto, llevando
la debida cuenta y razón valiéndose en caso necesario
de tres o cuatro reses de los hatos que mantienen, para
invertirlas en los avíos· y bastimentas de los indios, en
su camino, y tránsito; y en caso de que se recele pérdida •
ó mor andad, en la translación de los ganados se ven-
derán por el mayor precio que sea posible, con la debida
justificación, para que con su importe se compre del
que, por estar criado en este Pais no hay riesgo de
pérdida, o se imponga para que su rédito se invierta en
el mismo destino. A cuyo / / fin dispondrá dicho ~orr.!:._-
, gidor prontamente que se facilite la fábrica de sus ha-
13Tfaciones,sin distinción de sitios ni lugares, pues deben
conservar una total igualdad y buena armonía, de modo
que no sean ·preferidos los nativos de Cúcuta a los trans-
ladados de Arboledas, sino gozar uniformemente de los
\ privilegios, fueros, y excepciones, que éstos disfrutan,
obteniendo los empleos honoríficos y de justicia como
si hubiesen nacido en Cúcuta, con apercibimiento que
si éstos les molestasen, o extorsionasen de palabra o de
obra, faltando a lo que repetidamente se les ha preve-
nido y tienen ofrecido, se les castigará con severidad;
pues por el contrario deben contribuir a su alivio, auxi-
liándoles, y dándoles favorable acogida, para lo que el
630 Corregidor // no sólo les señalará sitio aparente para
las habitaciones como queda insinuado, sino que tam-
bién les repartirá tien:a__para sus labranzas, y cocii.cos,
formando ~cialidad encargadacfo. sus respectivo
Capitán, con el nombre de Arboledas; pues para que
con mayor comodidad puedan establecersen y cumplir
con todo lo prevenido, se les conc-ede la relevación del
tributo por dos Tercios respectivos a todo el año -pre-
sente, y de San Juan del próximo venidero de mil se-
tecientos setenta y nueve, con la inteligencia de que
no gozarán de esta gracia los que no observas-en éon
exactitud el contenido de esta providencia, para cuya
430
aprobación se dará cuenta al Superior Gobierno, com-
prendiéndose en dicha translación los indios que en la
Lista y Numeración resultan estar / / ausentes, y que
se solicitarán por medio de los Capitanes como cuales-
quiera otro p ra reducirlos a 0,!_eblo en que sean doc-
) trinados conforme al estrecho encargo de las Leyes.
Y mediante a q11e..,m-vi:c.t~ esta providencia que~a
extinguida la doctrina de _í\r_12ole_g.as y libre el Real
~,¿f -:Erario de contribuir estipendio de Cura; y ue or arte
~~ ns indispensable -que se_ rovea de pasto espiytual al 1 :<
'- onsiderafile vecindario/ que se mantenía agregado a . G,_\p
.p d: ~c-9---pueblo~ará sa?er ..9r el Cor~egi<!_or, ~
t?c0 •caso de ha arse con proporciones para eregirse en Pa-
' -.,..,. 0 rroquia, acuda prontamente_a so1icitarla asegurado de
1_y( yS la-protección que se le dispensará por el Real Patr~-
~~ nato Pª· ello, quedando aplicado para el efecto el edi-
ficio de la Iglesia, y con las proporciones de que ?º sólo
631 podr'n com rar las casas // de los indios, a_ justos,
moderados precios, sino que también l~á fácil aco- I·
modarse en Jas tierras del r-esguardo, • que res~ran
vacantes, y se -;enderán de cuenta de su Majestad,. pues
al intento se da Com1sión bastante a dicho Correg~r,
para que teniendo a a__yista _los _instrum_ent~ de los ¡,
indios, que recaudará hecho reconocimiento de sus_ lin-
de~ nombre __L)Jersonas inteligent~s~ que bajo _de Ju7:a.-
mento as avalúe, y fecho, J.M_pregone or t1.:eu:lf<.~
endiého extin Üido pueblo, iudad de Pam lona, Y
Salazar de l~ Palmas, admitiendo las posturas que se
/
hiéiesei1, así al todo, como en pequeñas suertes, ,sepa-
rando el lan de la Parroquia, :íueciívldiráensolares, 1
avaluándolos para que se compren I?ºr los vecin~s que
h ieren de establ_!:!c~ y dando cuenta-con las dili-
gencias al Superior Gobierno, a fin de que, / / sin dila-
ción se proceda a su remate presediendo citaci~-
• • 1 los postores. 1
~ Y por ~o son di1mos de pronto remedio los abu-
sos introducidos en ~ pueblo, que han declarado los
\ iñdi.os, se previene por punto general como asunto de-
~ cidido por las leyes, que a los indios no se les .Quede
,~v" obligar a que involuntariamente contribuyan cantidad
'}~\ alguna en caiiaa<i deAlférez o Priostes para solemnizar
~( ¡ fiestas; y que con el fondo y limosnas de las cofradías,
..{:' :>-, seha de contribuir para las Misas, sin dar una res
Tñ'ens'ualinente al Cura, as porquedeestemoaovendi·án
1 los hatos a total ruiriá/_co!!:o porqu':__en cas~ de necesi-
431
 tarla o convenir su venta, deberá satisfacer .su_ justo,
clfrriente ~ peso, •como cualquiera otro comprador. • dinarios, de que resulta que a lo menos y particular-
632 -ue tain 6co tiene •el pueblo indios, obligación de
darle indi_,?s para servicio // de-cocfoa, agua, y demás
iisos""domesticos, ni muchacfio~_de_aoctrina para pajes
y conducciónde yerba, lo que igualmente ha de practi-
~
car para con el ~gidgr a quien tampoco deben con-
tribuír con bestias ni peones en su transporte y Visitas
de los pueblos; !l)ediante a que tanto el Cura como el
• Corregidor deben satisfacer cualquier trabajo o servicio,
eñ que ocupasen a los indios sin gravarlos, ni n:i_ole~t~E-
los en lo que no són o igados.,__
Y para que cesen los perjuicios que han representado
ocasionarseles por los confinantes hacendados y sus ga-
nados, notificará dicho Corregidor a éstos que en el
preciso proporcionado término, que les señalasen, se
cerauen como manda la Ley o pagan tantos pastores,
cua~tos'se necesiten, para impedirlo; en ·1a inteligencia-
~
que de lo ·contrario no selescondenará al resarcimiento
del daño // sino que se les coEede facultad a los indios
para que los lancen, sin reato alguno.
En atención a carecer este pueblo de Bjenes de Co-_
munidad, y que con inobservancia de las Leyes no se
, ~~~ I Ültivií' Sementa. ni mantiene Caja Común, se previene
~g'J,-20 ~ dicho Corregidor que ~nmediatamte, separe el ~ pedazo
.,, --1'1" de tierra que se ha estimado aparente para el mtento,
{,P ,:,(>..- ( ,e que disponga que los indios sin dilación den principio a
.,,,&.µ su cultivo, preparando la tierra para que se haga un
(;; canuco de cacao, en cuya siembra, riego y limpieza se
empleen indistintamente todos, y cogido. el fruto se ex-
penda con la debida cuenta y fabricada una caja de tres
llaves que introduzca en ella su producto, para que se
inviertan las urgencias comunes, teniendo una el~
rregidor, otra el Cura, y la tercera el Teni_ente.
633 'Periñá-//necerá las dos capitanías q~tien~ este
pueblo, pero con la calidad de que un Capitán sea de
presentes y otro de ausentes sino que repartidos entre
los dos tributarios, se encargue cada uno de la mitad y
cobranza de los tributos, _ya estando presentes, ya tam~
·bién solicit:mdoles si estuviesen ausentes, para lo que se
les dará lista- de los. nombres poi' donde pueden go-
bernarsen.
Y con reflexión a las quejas que se ha producido, de
que por una parte los j1:1~.ind!9s ~e exced~.n.1i;itr,od11-
ciendose a conocer de causas· de españoles, y por otra
432
resisten sujetarse a la jusrisdicción de los Alcaldes or-
mente en ausencia del Corregidor, se multiplican los
desordenes y se dificulta su remedio, se previene que
los indios Alcaldes y Justicias, no deben excederse de
las acu tades,que // para consus súbditos les concede
la Ley Municipal y de aprender y dar cuenta de los
demás; como tamorén que íos Alcaldes ordinarios pue-
en conocer de sus causas, y de las de españoles con
indios, conforme a lo dispuesto en otra Municipal en
cuya observancia deberán obedecer y aún acudir en
los lances que ocurran, para que se logre la quietud,
arreglo y buen gobierno del pueblo y ~moniosa corres-
pondencia de los ind~s._on los españole_s._
~ienoo necesaria que la tierra, ue__fill 1'."'
la actualidad disfrutan ·muchos vecinos establecidos con l..'),'.½_
sus Jamilia y senbrados dentro del resguardo se apli="
-=-3-
quen los ndios'~--- ransladados de Arboledas, y los ~) ue V0u
"= vez se - necesario transferirse de otros pueblos, de-. _.M,6-y:(' 1,üJ
era e Corregidor notificarles salgan inmediatamente ~~rú\.5~
634 de la~tie-7 /rras del resguardo, dándole~ el tiempo ~e- • el '-U>J
cesaría para disfrutar los sembrados, asi por el motivo v,t i'n'5_
.. \ antes dicho como por sel,"prevención legal. ~s;-..,rl
~ Y para que todo lo referido tenga el cumplido efecto, ¡,¿;:;;; \;,V·
se compulsará testimonio de e~auto, que se entre_gará V"\A"""5-.
al Corregidor Don Santiago Sarabia, a fin de que lo
verifiquen y pasado el término señalado dé cuenta al
Su erior Gobierno con las diligencias que lo acrediten,
vlmciendo con prudencia cualquiera dificultad que
ocurra.
Y por este que proveyó, así lo mandó y firmó, por
ante mí el presente Escribano Público y de Visita, de
que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho, Escribano Público y de Vi-
sita.
En cuyo estado y considerando que así por la. mayor
exactitud de las diligencias, como para que se practiquen
con más presteza, con-/ /viene asociar al Con;:~gidor otro
Comisionado ue concurra a la ejecusión, mayormente
habiendo pedido a los indios de Arl:io edas, que corrie-
sen coñ" s1; translación Don Manuel Fernández de la\
\ Parra agregado a diélio pueblo, a quien dichos indios
~tienen inclinación, desde¡1uego se le nombra, para que
433
 en clase de Comisionado, concurra a lo prevenido en
'este auto, a cuyo. fin se agregará por certificación al
testimonio, mandar entregar al Corregidor.
\
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho, Escribano Público y de Visita.
Y habiendo pasado el nominado Señor Fiscal Visita-
dor al pueblo de C~po, por auto de treinta y uno de
julio mandó: Que para proceder a las Visitas de aquel
pueblo, con arreglo a las Leyes, se hicieran numeración
635 de sus indios y se recibiera / / información en la forma
acostumbrada examinandose los que pareciera conb.tes
al tenor del interrogatorio, con todo lo conducente al
asunto para las provid.as correspondientes.
A consecuencia de lo cual comparecieron Pedro de
León, Teniente, Julián de Rojas, Atanasia Santimali,
Alcaldes, Pedro León Sqracá, y Silvestre Monguí, indios
de aquel pueblo, de quienes por ante el Escribano reci-
bió juramento, que hicieron conforme a derecho, bajo
el cual dijeron:
Que aquel pueblo se componía de los indios que se
contenían en la matricula y numeración que se había
formado, en que se hacía mención de los ausentes, sin
que en aquel hubiera de otros pueblos.
Que satisfacían treinta reales en dinero cada Tercio,
que adquirían unos saliendo a trabajar desconcertados,
y otros cultivando las tierras de sus resguardos, en que
cosechaban trigo, // maíz y legumbres propias de tem-
peramento medio, que extendían en Pamplona por no
tener ganados a causa de su mucha pobreza.
Que disfrutaban las tierras de sus resguardos confor-
me a los linderos que habían poseído sus antecesores,
aunque siempre persuadidos de que se perjudicaban por
la parte en qe. se juntaban los rios de Pamplona y Ton-
chalá, según el señalamiento hecho por el último Señor
Visitador, Oidor Don Juan de Villabona, en el año de
mil seicientos veinte y tres.
Que no sufrían extorción en la cobranza del tributo,
diezmo y primicia, y eran debidamente instruidos en la
Doctrina Cristiana, y Dogmas de Nuestra Religión.
Que no se les exigían derechos por la administración
de Sacramentos y mantenían las tres cofradías del Señor,
636 la Virgen y las Animas / / y las dos primeras tenían
hato, y sat~sfacían los casados dos reales por año, y los
434
solteros y solteras uno, solemnizando tres fiestas al año
a doce pesos, y la de la Virgen diez y seis.
Que no se les gravaba en servicio personal por Cura
y Corregidor.
Que no tenían Bienes de Comunidad; que dentro del
re3guardo vivían dos vecinos.
En cuyo estado habiéndoles hecho presente que por
su corto número, pobreza, y demás circunstancias que
prescriben las Leyes, era indispensable su translación
a otro pueblo, por su propio beneficio, del Estado y Real
Erario, respondieron estar prontos a verificarla donde
se les previniese haciendose cargo de las justificadas
causas que obligaban a la providencia, con cuyo motivo,
y no obstante de su resignación, conferencias entre sí
todos con libertad, y eligiesen a su arbitrio el pueblo
que mas les acomodase, // como lo verificaron.
Con lo cual se concluyó esta diligencia, y a continua-
ción de ella certificó el Escribano: Que a consecuencia
de la prevención hecha a dichos indios. habían compa-
recido ante el Señor Fiscal Visitador, significándole, que
convocado todo el pueblo suplicaba uniformemente que
se le transladase al de Cúcuta, así porque consideraba
el adelantamiento que allí podrían lograr por el mayor
comercio, y expendio de sus frutos y cacao, a cuyo cul•
tivo podían dedicarse, como porque sin embargo de ser
algo más cálido aquel temperamento estaban acostum-
brados a él a causa de que casi todos acudían a dicho
pueblo, y sus cercanías, a trabajar como concertados
en aquellas haciendas para mantenerse y pagar el tri-
buto, suplicando así mismo se les dispensara aquel
63 7 tiempo suficiente hasta fines del // año para disfrutar
sus sembrados, vender lo que allí tenían, y tomar las
medidas para su establecimiento, y que se les relevara
del tributo por los Tercios del presente año de setª. y
nueve, y se les permitiera conducir todo lo que a ellos
pertenecía del ornato d-e la Iglesia.
Y agregada que fue la Lista y Numeración mandada
a formar, consta de ella haber cuarenta tributarios,
inclusos siete empleados en oficios del pueblo, y ciento
setenta y cuatro entre reservados y chusma, que una
y otra partida componen el total de ciento noventa y
cuatro almas, con más dos indios· que se hallaban ausen-
tes, y se ignoraba su paradero. Resulta así mismo por
el padrón del vecindarfo, que existían agregados cin-
/
435
 q.ta y un vecinos, cabezas de familia, con el total de
dbscientas veinte y ocho almas.
Así mismo consta por las diligencias practicadas en
el pueblo de Arboledas que por / / auto de veinte y tres
de julio de dicho año, mandó el nominado Señor Fiscal
Visitador: Que para proceder a la Visita de aquel pue-
blo, que tal vez por lo retirado no la había sido, ni se
comprendía en la Lista del Tribunal de Cuentas que se
tenía presentes, fueran llamados y examinados los in-
dios principales-, y practicada la Numeración, se tomara
igualmente razón· del vecindario agregado para tomar
en su vista las providencias correspondientes.
En cuyo cumplimiento comparecieron José García,
Capitán y Alcalde de ·aquel pueblo, Ambrosio Cácota,
y Juan Ignacio Barrientos, indios del, a quienes exami-
nó conforme a derecho, y siéndolo según el interroga-
torio dijeron: • guardo.
Qqe los indios de que se componían eran los mismos
63Ef que constaban de la Lista que 11 habían manifestado
y de que se había hecho numeración, de los cuales Fe-
lipe y Bartolomé Barriento eran del pueblo de Capacho,
y que de aquel estaban aus.tes en Salazar, tres nombra-
dos José Salvador, José Joaquín Cruz, y Domingo Ba-
rrientos.
Que satisfacían treinta reales de Demora cada Terci0
en dinero, que se aplicaba para satisfacción del estipen-
-· aio déTPadre Cura Fray Antonio Fernández de la Parra
del Orden de San Francisco, a cuya Religión había es-
tado encargada aquella Doctrina, y que la satisfacían
con puntualidad.
Que conservaban las tierras de su resguardo, qe. les
estaban señaladas, no obstante de que algunas veces
solían introducirse algunos vecinos de los muchos que
vivían dentro del resguardo, en que cosechaban maíz,
yuca, plátanos y otros frutos como caña, y otros seme-
jantes como propios de // tierra templada, que tira a
caliente.
Que no recibían extorción en la cobranza del tributo,
ni en la del diezmo y primicia; pero que solemnizaban
tres fiestas del Señor, la Virgen, y las Animas, satis-
faciendo seis pesos para cada una, y dos- reales para
cada cofradía como también ocho reales para bautismos,
y siete pesos por casamiento siendo con libre.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana, y que eran gravados en el servicio personal, en
436
nombrar cada mes dos solteras y cocinera, y pa, el ser-
vicio en la casa del Cura.
Que no tenían Bienes de Comunidad aunque con el
señalamiento de sus resguardos se les había señalado
tierras para ello.
Que en el plan del. pueblo, tenían algunos vecinos
casas, y estancias dentro del res-guardo, en que habi-
639 taban / / diferentes gentes de color,· de quien no reci-
bían otro perjuicio que el que llevaban insinuado.
Que el pueblo de Cúcuta distaba día y rato de ca-
mino escotero, y algo más el de Chinacota de casi
iguales circunstancias, como también que el Corregidor
les gravaba precisándoles a que cuando venía le diesen
bestia y dos peones para su servicio sin pagarlo, y que
percibía las cantidades que pagaban los vecinos por el
arrendamiento de las tierras que disfrutaban en el res-
Con que se concluyó esta diligencia, y a su continua-
ción certificó el Escribano: Que practicada la Numera-
ción de indios de aquel pueblo de Arboledas, habían
resultado doce tributarios incluyendo en este número
tres ausentes, y dos del pueblo de Capacho, de suerte
que siendo dos los empleados en los oficios de Fiscal Y
Alcal-//de que ejercía juntamente de Capitán, y sepa-
rados los tres ausentes quedan siete útiles, y el total
de chusma y tributarios de sesenta y uno de todos
sexos, clases, y edades. Y que según lo que resultaba
del padrón del vecindario manifestado por el Padre
Cura, existían agregados en aquel pueblo ciento sesenta
y cinco cabezas de familia, con el total de ochocientas
setenta y dos almas.
En igual conformidad certificó: Que habiendo el Se-
ñor Fiscal Visitador significado a los indios de aquel
pueblo ser indispensable su translación, atendida su
cortedad y urgentes motivos, que obligaban a ello pa-ra
su mayor alivio y beneficio, y que en su virtud eligiesen
a su arbitrio el pueblo que más les acomodara, dándoles
tiempo para que conferenciasen entre sí, y deliberasen;
y que habiendolo ejecutado comparecieron prontamen-
640 te / / expresando estar bien instruídos- de las causas que
obligaban a su translación que desde tiempos anteriores
tenían consentida, y que en su virtud, aunque estaban
. prontos a obedecerlos transfiriendosen a donde se les
mandase, con todo por su· parte transferían al pueblo
de Cúcuta donde irían lgustosos, conociendo las venta-
¡
437
 jas que de ellos resultaban, y que lo verificarían en
to'do el mes -de octubre pidiendo se les permitiera llevar
consigo los hatos de cofradía, pues el del Señor tenía
cien reses, y el de las Animas diez, como también los
bienes, alhajas, y ornatos de la Iglesia, como que se
habían costeado con el producto de dichos hatos, otor-
gándoseles al mismo tiempo la relevación del tributo
por dos años; a que se les había respondido por di.cho
Señor Fiscal, que al tiempo de practicar la del expre-
sado pueblo de Cúcuta, determinaría si concurrirían
los // requisitos necesarios para que se transladasen
a él, y en su virtud quedó reservada la resolución final
del expediente para despedirla con aquel conocimiento.
Así mismo certificó: que habiendo reconocido el pa-
drón del vecindario de aquel pueblo, y manifestado por
el Padre Cura de él, resultaban existir ciento sesenta
vecinos, cabeza de familia, con el total de ochocientas
setenta y dos almas, ....
Por las diligencias practicadas en el pueblo de Chi-
nácota consta que por auto de treinta de julio del
nominado año de mil setecientos setenta y ocho, el ex-
presado Señor Fiscal Visitador mandó: Que a fin de
practicar la Visita de aquel pueblo, conforme a lo pre-
venido por las Leys., se hiciera Numeración de sus
indios poniendose certificación del número de indios y
641 fueran llamados y exa-/ /minados algunos de estos, para
que conforme al interrogatorio expusieran lo que su-
pieran, en lo que fuesen preguntados, agregandose al
mismo tiempo razón del vecindario de su feligresía,
para que en vista de todo se prov-eyera lo conveniente.
Incontinenti, y a consecuencia de lo mandado en el
citado auto, comparecieron Manuel y Lucas Rangel, in-
dios capitanes, José Manuel Iscala, y Domingo Chonco,
Alcaldes de aquel referido pueblo, a quienes por ante
el Escribano, después de instruídos el de su gravedad,
recibió juramento que hicieron por Dios- Nuestro Señor,
y una señal de Cruz, bajo del cual ofrecieron deciT
verdad en lo que supieran y les fuera preguntado, y
siéndolo por el tenor del interrogatorio dijeron.
Que los indios tributarios, reservados, y demás de
que se componía aquel pueblo, era / / los que se habían
tenido presente y de que se había formado Lista, en que
habían expresado los ausentes, cuyo paradero :ignoraban
aunque regularmente acudían a Cúcuta donde se con-
438
certaban a trabajar para pagar el tributo, lo que veri-
ficaban 1os mismos que existían en aquel pueblo.
Que cada Tercio satisfacían treinta reales de Demo,:a
en plata, y real y cuartillo a"l año de protecturía, y
para su cobro necesitaban los capitanes repetir viajes a
Cúcuta donde se concertaban, para recaudar el tributo,
pues- no se sujetaban a cultivar las tierras de sus res-
guardos, en que se cosechaban maices, algodones, cañas,
y demás frutos de tierra caliente, con que podrían
practicar cómodamente la paga, sino se abandonasen.
Que las tierras de sus resguardos eran fértiles y abun-
642 dantes, de que no tenían títulos / / por haberse quemado,
y conservaban la posesión de sus linderos, por tradición
de sus antepasados, desde la Quebrada de Cacua siguien-
do al Tábano, cogiendo la derecha a la Aguada de
Cintimal, y de allí a Rufa, y de aquí al Llano de Don
Diego y -de éste a la laguna del Bermeja!, y de ésta al
alto del Arado, siguiendo hasta donde se juntaba la
quebrada de Cácua con la de Iscalá, en los que única-
mente José Carrillo, vecino de Bochalema les intentaba
perjudicar.
Que no se les causaba extorción en la cobranza del
tributo, ni se les exigía con exceso, como ni tampoco
en la del diezmo y primicia, pero que el Corregidor les
ocupaba de peones sin pagarles, y les precisaba a que
les sirviera de arrieros y les dieran bestia sin pagarles,
uno ni otro, que también había cobrado cuatro pesos
de arrendamiento a Paulina Bautista, y doce reales a
José // Bautista por la tierra del resguardo que ocupa-
ban estos dos vecinos; y que para el servicio doméstico
de la Casa del Cura se daba mensualmente una barren-
dera que servía también de conducir agua:
Que satisfacían ocho reales de casamientos; tres pesos
por entierro cantado, y por bautismo solo pagaban ocho
reales cuando el padre y la madre eran libres.
Que mantenían cinco cofradías, de Nuestro Amo, la
Virgen, Nuestra Señora, las Anímas, San Juan, y Cristo
Crucificado, para las que satisfacían dos reales para
cada una los casados, y los solteros y solteras uno, de
modo que aquellos contribuían diez Teaies por año, y
éstos cinco, y que para sus festividades se nombran
Priostes y Alfereces, quienes para cada fiesta contribuían
doce reales en dinero, media libra de cera, media onza
643 de incienzo, y cebo necesario // con más un real los
casados y medio los solfteros para Monumento.
¡
439

Que el hato de las Animas tenían treinta y siete reses;
y que también tenía hato la cofradía del Señor, la Vir-
gen y San Juan, pero que ignoraban el número de su
ganado porque corría al cuidado del Cura, Doctor Don
Antonio Romualdo Villamizar, q.e nombraba vaquero, y
les tomaba la cuenta.
Que no tenían Sementera ni Bienes de Comunidad.
Que aunque había varios vecinos agregados al pueblo
solo dos vivían dentro del resguardo con sus familias,
labranzas, y ganado, de que llevaban antes hecha
mención.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina Cris-
tiana y Dogmas de Nuestra Religión.
En cuyo estado reconvenido sobre la necesidad que
por su corto número, situación extraviada del pueblo,
su pobreza, abandono // del cultivo de su resguardo, y
casi continua residencia en Cúcuta, por la mayor facili-
dad conque allí ganaban para mantenerse y pagar el
tributo, se transladarán a otro pueblo, y que en su
inteligencia se dejará a su arbitrio el que eligieran el
que más les convinieran. Que en caso de ser inevitable
su translación, preferían el pueblo de Cúcuta, por su
mayor cercanía, y que sólo distaba de siete a ocho leguas,
con igualdad de temperamento y ventajosas proporcio-
nes para el adelantamiento con la siembra de cacao,
sociedad; e instrucción pidiendo se les facilitara el alivio
de relevación de tributo, conducción de todo io de su
pertenencia, con término hasta el mes de octubre para
disfrutar lo poco que tenía'n sembrado.
Con lo que se concluyó esta declaración, y el nomina-
644 do / / Señor Fiscal Visitador proveyó el auto cuyo
tenor, y del informe, con que remitió el proceso, uno
en pos de otro es como sigue.
Auto Én la Parroquia de Soatá, a diez de agosto de
mil setecientos setenta y ocho.
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón,
del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen de la
Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las pro-
vincias de su distrito dijo: •
Que con reflexion a según resulta de la Lista y Nu-
meración de indios formada en la Visita que se actuado
en los pueblos de Chinacota y Chopo, solo existen en el
primero veinte y ciñcolndios útTies tributarios, y el
total ele doscientas cincuenta y seis almas, y en el se-
440
%~"{;l~l
,-, ,: ~<!,~V- J
Q~ .
..J'f...Z gundo treinta y tres, y el total de ciento noventa y cua-
) tro almas, de modo que en uno, ni otro, r~porta al Real
e_,__ ~ Erario utilidad a'lguna, como que m _aun -sufraga. el
~ i~·te A_uos // tributos para cubrir el respectivo
~Lc;:t;:_~ estipendio ~ los Curas, a cuya fal~a son ~orrelativos
o .µL..-Jlos perjuicios que dimanan de '?-ue v1endose mcong~uos,
Q.. ~-[; son pocos apetecidas las doctrmas, con notorio nesgo
~ de que sean mal asistidas, y que los ind.s no logren 1a
instrucción, enseñanza y arreglo que tan estrechamente
encargan las Leyes, y ~de a._gre~l!.Il~ose/v.eci_!}o_;¡ y gentes
de color, sean éstas las que disfrutan las tierras de los
r~uardos y ocasionen'. a los indios los daños que han
ir'ltentado cautelar a que se añaden, en estos pueblos
larazón particular de que viciado sus indios COI}_ el trato
del pueblo de-c•úcuta y Parroquia de su inmediación,
tienen allí continua su residencia concertandose a tra-
bajar-dejornaleros -en las haciendas, de modo que rara
vez acuden a sus pueblos sino solicit dos de sus capita-
645 n·es // al tiempo de s_ tisfacer .JQ_s---'T~rcio~ _tri~
ignorandose si vive _.como cristianos, y eump· err con· ós
preceptos Divinos y c'lesiásticos quedando por este
'< ('.¡•_medio frustrados l~s católicos, piadosos de:ignios, c?n
que por todos med10s se promueve la Ensenanza Cris-
tiana y educación política, dejando en sus pueblos Y
lugares abandonadas sus familias e inutilizadas las tie-
rras de sus resguardos como ocularmen!e_ se ha recono-
cido, y reco e_ ido§....Y convencidos de la realidad lo han
con esado, conviniendo sin mayor repugnancia, como
que la sustanciá l~iden allí, en transferirse; los _de lo~
citados ueblos de Chinacota, y Chopo, al referido de
~ Cúcuta, por haberse dejado a su elección, y arbitrio, el
que más les acomodase, supuesta la necesidad de ser
¡ trasladados como que divi(di~do~ ?º pueden ~antener
pueblo y es notoriamente er¡ud1c1al a ellos mismos al
~rario, y causa// ública la multitl!2..de ueblos tenues.
Por tanto debía mandar y mandó, que los indios de los
dos expresados pueblos, de.. ChinacQ!_a y Chopo sean
transferidos al de Cúcuta, verificándose en los primeros
e~ el mes de octubre, o principios de noviembre,
y en los segundos ampliándose'les el término hasta el fin
del año, para que en estos plazos puedan unos y otros,
coger y disfrutar lo que tengan sembrado, obserbándose
los mismos requisitos que se prescribieron para con los
del pueblo de ~ledas en el auto final de Visita pro-
(
veido en dicho pu~ de Cúcuta, a veinte y ocho de
•
441
 julio, prox1mo pasado de este año, así en cuanto a la
fabrica de sus habitaciones y medios para sus costos y
el de sus avíos, como en orden a conducir consigo sus
bienes, los de las cofradías, alhajas, y ornatos de sus
Iglesias, para lo que deberá el Corregidor Don Santia-
646 go // Sarabia a quien se comete la ejecución en con-
sorcio de Don Roque Cuevas, o en su defecto a Don
Antonio Araque, tomar anticipadamente todas las me-
didas conducentes a sus logros, observando la mayor mo-
deración y prudencia, procurándoles todos los alivios
que permitan las circunstancias y que vendan sus bienes,
ranchos o posesiones, y que recauden su importe como
mas les convengan. Sucesivamente recogiendo los títu-
_1.Q.Lg1:_1~ Esguardos, procederán los Comisionados con
su arreglo al reconocimto., avalúo, y pregones de las
tierras, de uno y otro pueblo, nombrando personas in-
teligentes de. cristiandad y celo, que bajo juramento las
avaluen, admitiendo .las posturas, que en Pamplona y
Parroquias de Cúcuta ( donde se han de :f~gonar por el
Oficial Real en la pri- // mera, y por e Alcalde ordi-
nario en la segunda) se hicieren, y remitiendo con cita-
ción de los postores las diligencias al Superior Gobierno,
a donde se dará cuenta de esta resolución para su apro-
bación y la de quedar relevados los indios trans'ladados
de la paga de tributos por dos Tercios respectivos a
todo el año inmediato venidero de mil setecientos se-
tenta y nueve así porque en esto no se grava el Erario,
pues de nada se priva, como que no percibía tributo
alguno, como también por ser justos se les dispense
este alivio, para que puedan perfeccionar su estableci-
miento, y observar todo lo que en dicho auto final queda
prevenido, para el buen gobierno del citado pueblo de
Cúcuta.
-2" roedi,mte a que cumplidos los plazos señalados_
quedan· desde lue_go extin uidas dic_has dos d ctrina"4
A4 7, y-ltore a eal / / Hacienda de mantener doctrinero por_
,b-f"~ ser a causa, notificarán dichos Comisionados a los ve~· __
r./°"~ cm arios agregados a uno y otro pueblo, que si tuviesen
rt,..f~ por conveniente erigirse en Parroquia~dan a solid~_-
0
~ t~rlo, practicando lasailigenci~nducentes al int~nt_~,
' y en caso de que no lo apetescanL o no tengan proporcio-
nes p.a ello, darán prontamente aviso dichos Comisio-
nados al Superior Gobierno, para que se pasen los oficios
conducentes al Señor Ordinario Ec'lesiástico, a fin de
que tome por-;u parte las medidas, o providencias, qtie •·
442
se tengan por oportunas sobre la profanación, o perma-
nencia, y destino de las dos Iglesias, con lo más que
se tenga por acertado, compulsándose testimonio de
este auto, para entregar a los citados Comisionados, y
dándose con los originales cuenta al Superior Gobierno,
por el cual, así lo proveyó, man- // dó y firmó, por
ante mí el Presente Escribano Público y de Visita de
que doy fé.
Dor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mi José Camacho Escribano Público y de Visita.
Informe Excelentísimo Señor:
Muy Señor mio: Paso a manos de V. Excelen-
cia el adjunto proceso que contiene los expedientes de
Visita practicada en los pueblos de Arboledas, Chiná-
cota, y Chopo, y Cúcuta; habiéndose=acordado ·como
justo y útilá los indios y al Erario, extinguir los tres
primeros y transladar sus indios al último de Cúcuta en
el cual vivían casi de continuo, por ser de comercio
pingüe en sus producciones y particularmente en el fruto
de cacao, con cuyo estímulo los indios de dichos pueblos,
que le están cercanos, abandonan sus familias y tierras
de sus resguardos y se conciertan a trabajar en las ha-
ciendas de Cúcuta; de modo que lo sustancial, la trans-
648 !ación, está ejecutada volun- // tariamente por ellos
mismos, pues aún con motivo de mi Visita no acudieron
a sus nativos pueblos, y se mantuvieron en sus conciertos
de Cúcuta, donde no pueden ser doctrinados, como pres-
criben las Leyes, ni saberse por sus Curas, si satisfacían
a los preceptos Divinos y Eclesiásticos; y esta sola razón
sería bastante para que por necesidad se resolviese su
reunión, pues es ocioso que el Rey mantenga doctrinas
para su enseñanza, si ésta no se consigue; ni que les
facilite y conceda tierras abundantes, para que se ejer-
citen en su cultivo, Si las dejan desiertas y entregadas
a uno u otro vecino, que se aprovecha de ellas con ésta
oportunidad.
Pero aún se añade la circunstancia de ser muy corto
el número de tributarios en dichos pueblos, cuyo tributo
en sólo uno, y con dificultad alcanza a cubrir el esti-
pendio del Cura, y en el de Arboledas // que es doctrina
de la Religión Seráfica, se añade su situación extraviada
con difícil tránsito de sólos doce indios, que ahora nada
producen al Erario, y unidos a los de Cúcuta, reportará
el importe de su tasa, f el de los muchos empleados en
443
 cada pueblo separado, según que para demostrar de al.-
gim modo las ventajas pecuniarias manifiesta el extracto,
con las de esta misma fecha acompaño a V. Excelencia,
persuadido a que sin necesidad de detenerme en indivi-
dualizar los fundamentos de hecho, y de derecho, con
que podría acreditar la justificación de la providencia
final, penetrará la perspicacia de Vuestra Excelencia
su legitimidad y se dignará aprobarla y conformarla,
o prevenirme lo que fuere de su mayor agrado.
649 Dios guarde a V. Excelencia mu- // chos años, como
deseo. Parroquia de Soatá, doce de agosto de mil sete-
cientos setenta y ocho.
Excelentísimo Señor.
Beso las manos de V. Excelencia, su rendido, atento,
servidor:
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo Señor Don Manuel Antonio Flórez.
Y por auto de veinte y uno de agosto del m. 0 año, se
hubo por recibido dicho informe con las diligencias con
las diligencias que le acompañaban, y que unido todo
pasará al Abogado Protector, quien en vista de todo res-
pondió lo siguiente:
Excelentísimo Señor:
El Abogado Protector dice: que considerando por' una
parte el que los pueblos de Arboledas, Chinácota, y
Chopo, según el estado en que se hallaron en la Visita,
y por el corto número de tributarios, que se encontraron
en ella, habían de venir a mayor decadencia insensible-
mente, y a quedar por su naturaleza / / demolidos, éste
sólo inconveniente, y el de que entretanto estarían mal
asistidos en lo temporal y espiritual, induce a creer la
necesidad que ha obligado a su extinción, y que la
reunión, que se hizo de ellos al de Cúcuta, en tales cir-
cunstancias se debe tener por útil y conveniente, a ellos
mismos, porque por otra parte, ya ellos la tenían cuasi
verificada en lo sustancial, con la continua residencia
que han mantenido, trabajando en aquellas haciendas,
y están acostumbrados a su clima y temperamento, y y por auto de treinta y uno del mismo mes y año
en su translación reportan mejores proporciones que en
sus pueblos nativos, porque las tierras son de conocida
fertilidad, que cosechan todo género de frutos, y parti-
cularmte. el de cacao, que les es muy apreciable p,rque
logran prontamente expenderlo,, y con su producto
444
adquieren con que pagar sus tributos y mantener sus
650 familias / / sin tener que incomodarse para salir a ex-
penderlo, porque allí mismo, como que se mantiene un
pingüe comercio, lo venden dentro de sus casas a dinero
contado, por lo que siendo todos estos motivos que jus-
tifican la utilidad, y conveniencia que reciben los indios
de dichos pueblos en su traslación al de Cúcuta, y no
bastando para expedirla, respecto de los de Chinácota,
la exclamación que estos por escrito hicieron pretendien-
do se les hubiese de mantener en su pueblo, así porque
después se les reconvino sobre la necesidad que había
de ser transladados, desistieron de ella, como porque
no propusieron razón que alcansacen a persuadir su
solicitud, siendo ésta opuesta a la verdadera utilidad
que les resulta de la citada agregación, y no habiendo
causa justa por haberse de acceder a ella, y antes sí
para persuadirse ha sido dimanada de ajenas // supers-
ticiones; la acreditada justificación de V. Excelencia en
vista de lo expuesto y de lo que consta en este expedien-
te podrá si fuese de su Superior agrado, aprobar y
confirmar en todo y por todo, así la translación mandada
ejecutar de dichos pueblos al de Cúcuta como las pro-
videncias que al tiempo de la Visita, expidió allí el Señor
Don Francisco Antonio Moreno, y en su consecuencia
mandar, que para que tenga efecto lo resuelto por él
en el auto final de ella en orden a lo que previno, se
observase sobre contribuciones indebidas, para solemni-
zar fiestas, y no ser obligados los indios al servicio do-
méstico de la Casa del Cura, se libren el correspondiente
oficio de ruego, y encargo al Discreto Provisor de este
Arzobispado para que al Cura, que es o fuere del pueblo
de Cúcuta, haga que por su parte cumpla sin hacer no-
65 1 vedad en contrario con lo man- // dado sobre el parti-
cular en dicho Auto de Visita, mediante a que es con
arreglo a las Leyes Municipales, y todo conforme a Just.ª
Santa Fé veinte y seis de agosto de mil setecientos
setenta y ocho.
Serna.
.,.-
tuvo a bien el Excelensísimo Señor Virrey con dictamen
de su Asesor General, mandar vista al Señor Oidor más
moderno, que lo es el Doctor Don Joaquln Vasco en
calidad de Fiscal, quien respondió lo siguiente:
'
¡
445
 Excelentísimo Señor:
El Oidor Fiscal, no puede menos de hacer presente a
V. Excelencia, que cuanto se ha practicado por el Señor
Moreno, en la extinción, agregación, y translación de
estos pueblos, es fuera del Espíritu de la Real Cédula,
y por tanto digno de reforma: Los tres -pueblos que vie-
nen agregados estaban situados en un terreno fértil y
ventajoso, de temperamento benigno y aguas abundan-
tes, como ellos mismos declaran, sin -que haya habido
otro motivo // para extinguirlo que la inacción que se
suponen padecían ·y su continua asistencia al de Cúcuta,
por el fertilísimo fruto y cosecha de cacaos de que
abunda aquel terreno, sin contar con las comodidades
que ellos dejan; cuyos particulares aclaran mejor el
pensamiento.
El Oidor Fiscal ha ~que en las translaciones
_ \;¡Üe hasta a uí se han hecho, a los indios, no se les ha
~\ nombrado defensor, y el que aquí tienen mas parece··
se acomoda a las 1cfeas del Señor Moreno, que a precaver
los daños y quebrantos que sufren estos infelices, que
debió ser el móvil de todos sus discursos aún separarse
un punto de las Leyes; y sino, sírvase V. Excelencia
expedir una providencia circular a todos los Curas Doc-
trineros y Justicias del territorio de los pueblos extin-
guidos que ellos dirán como que han estado a la vista,
652 que / / concepto han formado de lo actuado por el Señor
Moreno, y en cuanto a las ventajas y mayores utilidades
que este Señor gradúa a beneficio de la Real Hacienda,
que informe el Tribunal de Cuentas, y Oficiales Reales,
en orden a la rebaja que tienen los tributos; que con
lo que unos y otros expusieren, podrá V. Excelencia, si
lo tuviere a bien, dar cuenta a su Majestad qué es lo
que el Fiscal siente en Justicia.
Santa Fé y septiembre quince de mil setecientos se-
-
tenta y ocho.
----
Vasco.
A lo que proveyó el Excelentísimo Señor Virrey
~
Santa Fé y septiembre veinte y dos de mil setecientos
setenta y ocho.
Autos y Vistos: Aunque en la Real Cédula que dió
motivo a la Visita del Señor Visitador fiscal de Crimen, no.
.se pnivenga la demolición y reunión de unos pueblo a
o ros, no por eso se ha de creer que en las que dicho
446
Señor Visitador ha practicado en los pueblos // de Ar-
boledas, Chinácota, y Chopo, ~a _procedido sin la
faCultad__!!_ecesa!,'ia que ~req_Úiere, y franquean las
Leyes a esta Superioridad como es deber en las del
Título Quinto del Libro Sexto de las Municipalidades,
con cuyo arreglo expresamente se le mandó a dicho
\ Señor, procediese en las referidas demoliciones y reunío-
A¡ nes del pueblo.
J~ ·f- Y mediante a ue estas diligencias no parecen disere-
- ,{• ~ 1, 12ar e.l)._nada del Literal sentido de las citadas Leyes,
J \Jv'-)
t}-
pues _gue con la agregación de los naturales de los tres
4,J.. dichos pueblos al de Cúcuta se les proporciona las ven-
'< i)._'(b taJas, y utilidades de que en aquellos-carecían, y de las
ól. ,?j:_ q~_duda logrará el Erario con el considerable
.j;¿.; aumento ue re ortara en el Ramo de Tributos.
,...; Se P.n!!tl?fill_Y confirman, en un todo dichas agrega-
ciones _ _providencias en sus consecuencias expedidas
653 por el expresado Señor / / Fiscal Visitador, y al intento
de qu-e éstas tengan el debido cumplimiento se comu-
nicarán por la Escribanía Mayor de Gobierno copias
legalizadas de este ~to· a los Comisíoñados nombra-
t 1'._ dos, a dicho Señor; a fin de que dentro del prefinido
término procedan a verificarlas las referidas agregacio- ~
"¡ nes, arregl~d?s al auto en que por tales Comisionados .~J
V'-/se les destmo. i/'
Y con inserción del final de la Visita del pueblo de
Cúcuta, se pasará el correspondiente oficio al Señor Pro-
visor, y Vicario General para que pot su parte diTija
la más activa y eficaz providencia, al Cura Doctrinero
de aquel pueblo, a fin de que sin innovar cosa alguna
( de lo prevenido en el citado Auto Final, cumpla con su
tenor como corresponde.
Hay dos rúbricas.
Iturrate.
Así mismo consta por las diligencias practicadas por
el nominado Señor Fiscal Visitador en la ~rroquia de
el San~osé de // G~, que por auto de 'veinte y seis
de Julio del nominado año de setenta y ocho, mandó:
Que se practicara la Visita de aquella Parroquia, con
arreglo a lo prevenido en las Leyes, indagándose su
estado, gobierno, y [ ... ] con acierto a formar el debido
concepto, y providenciar lo más conducente al Real ser-
vicio y causa pública, furran llamados y examinados los
testigos que parecieran ¡convenientes al tenor del inte-
447
 rro~atorio general; y con reconocimiento del padrón,
se extendiera certificación del número de vecinos y
almas, de que se componía; y se llamara al Escribano
para que presentados su protocolo se examinara.
Incontinenti, y a consecuencia de lo cual comparecie-
ron Don Ignacio José Rubira, Don José Ventura de Soto,
Bernardo Mathey de Prieidri, y Don Francisco Quintero,
654 vecinos // de aquella Parroquia, a quienes examinó con-
forme a derecho, y siéndolo según el interrogatorio
dijeron:
• Que los vecinos habitantes en su jurisdicción vivían
política y cristianamente, de modo que pudieran .ser
asistidos en lo espiritual por su respectivo Cura, y en lo
J\. )
temporal, por las Justicias, por estar situados a distancia
proporcionada para ello.
Que los Alcaldes Ordinarios y demás Justicias, cum-
plían como eran obligados en estos encargos, sin embar-
go que los años antecedentes habían experimentado
varias injusticias, especialmente el año que ejerció el
empleo de Alcalde Ordinario Don Esteban de Ostos,
pensionando al vecindario, a unos con dinero y herra-
mientas, y a otros con su trabajo personal como única
hacienda, con motivo de una acequia que estaba sacan-
do, que no tuvo efecto, y añadió el último que no siendo
vecino de esta Parroquia, en que estaba tratando, lo
gravó / / nombrándolo de peón para esta obra a que
había contribuído con doce reales, y segunda vez le ha-
bía reconvenido con la misma pensión de concurrir
personalmente, a que se había obligado por este motivo
a abandonar la población.
\ Que en los caminos ú licos no habían ventas ni
~j mesones para abast_Q__delos andantes.
• Que no había notario en aquella Parroquia, y que el
!
único Escribano que tenía, cumplía con el ejercicio de
L?'\_
su empleo, exigiendo los derechos con arreglo a arancel.
Que ignoraban si había sido residenciado, y que habían
visto la confirmación de su oficio, y que no tenían que
deducir sobre el particular; añadiendo que no tenía Re-
gidores aquel! Parro uia, or estar su· eta ser ju~
dicción de la Ciudad de Pqmplona._ . ron Don Juan Ignacio Gutiérrez, Don Bernardo Sánchez,
Que mantenfauna ~. capaz y proporcio-
f
f" nada a 1~ circunstancias de la Parroquia.
Que no había escuela pública y_q.e solo -había un su-
je o q. enseñaba en su misma casa de acuerdo del Cura
--
655 ·y calde nombraª-C?_Juan // Bautista Rangel, de modQ._
448
- -
que asistta la juventud para su instrucción, contribu-
yendo los pobres con la cantidad proporcionada a sus
-facültades, sin e~bargo de que se conservaba una regla
fija según el.estado en qi.íé se hallaban los niños, y su
adelantamiento.
últimamente, que en arreglo de la población se
echaban de ver los defectos que tenía en la construc-
ción de las calles que se hallaban sin empedrar.
~na 1a mdios en aquella Parroquia.,JY ue aun-
que veman de sus pueblos volvían a ellos después de
haber trabajad.91....Y gue habían adquirido lo necesario
.)._ para satisfacer el tributo.
\ Con lo'que se concluyó esta declaración, y a continua-
ción certificó el Escribano: Que habiendo solicitado por
los padrones de aquella Parroquia :3e le había respon-
dido or el Alcalde-..Utdinario de Pamplona, que residía
en aquel Valle, ~o haberlo0ormado por no haber reci-
bido Or_den Real, ni Superior para ello. / / Y que
pasado a practicar la misma diligencia con el Teniente,
por hallarse el propietario ausente, se ·le dió por res-
puesta que aunque por este se había formado padrón
por todo el vecindario, pero que se había dado cuenta
con él al Señor Ordinario, como se prevenía en la Orden
Y que aunque el Doctor Don Felipe Salgar, que era el
Cura propietario de aquella Parroquia, le habfa dejado
varios papeles para su cuido, no se hallaba entre ellos
copia de dichos padrones. ••
- n vista de las cuales dilig.as determinó dicho Señor
Fiscal Visitador, pasar a la Parroquia de Nuestra Seño-
ra del Rosario, -en'cfonde por auto de veinte y nueve del
mismo mes y año, mandó:
Que para que conforme a lo prevenido por las Leyes,
se practicara la Visita de aquella Parroquia, indagar su
estado, gobierno,. y población, fueran· llamados los testi-
656 gas que parecieran convenientes, poniendoS"e razón / /
del número de vecinos y almas, por lo que resultase de
su padrón que para efecto se solicitará, reservando en
vista de todo providenciar lo conveniente.
Incontinenti, y a conse.cuencia de lo cual comparecie-
y Don Bartolomé de la Concha, vecinos de aquella
Parroquia, a quienes por ante el Escribano examinó
conforme a derecho, y siendolo al tenor del interrogato-
rio dijeron:
•
'
449
 Que los vecinos y habitadores vivían a distancia pro-
por'cionada, de modo que podían ser asistidos en lo
espiritual por su Cura, y en lo temporal por sus res-
pectivos Jueces, sin embargo de que alguno de los fe-
ligreses padecían bastantes molestias y quebrantos en
sus haciendas, cuando por no recidir bastante jurisdic-
ción en el Pedáneo se veían precisados a ocurrir al
Alcalde Ordinario de Pamplona, que permanecía en
San José.
Que los Corregidores y demás Jueces // •cumplían
como eran obligados en sus empleos, sin que tuvier-an
que deducir, no notar en el ejercicio de sus ministerios,
y que en los tránsitos de su jurisdicción no había ventas,
no mesones, para abasto de los pasajeros.
Que aquella Parroquia no tenía Escribano, y cuando
se les ofrecía otorgar algún instrumento ocurrían a la
Parroquia de San José donde residía el único, exigién-
doles los derechos conforme a arancel, y cumpliendo
este con el ejercicio de su empleo; no obstante de que
no dejaban de experimentar algún perjuicio, po~· la dis-
tancia y el rio que mediaba, que en algunos tiempos
no permitía paso por sus crecientes.
Que la cárcel era capaz y proporcionada, en las pre-
sentes circunstancias, al estado de aquella nueva funda-
ci~n, y que se persuadía, se construiría otra más fuerte,
657 en finalizandose la Iglesia // en cuya obra se estaba
entendiendo.
Que tenía dos escuelas públicas establecidas con
acuerdo de Cura, y Alcalde contribuyendo cada niño
al maestro a proporción de las facultades del padre, aun-
que algunos pobres enseñaba sin este alivio, por su
imposibilidad, y finalmente que la población tenía los
defectos que se le notaba y se iban repárando con su
establecimiento por ser moderna erección.
Que aunque residían los indios Juan Grande con su
familia, del pueblo de Arboledas, y otro Fulano Berbesi
del mismo pueblo, pagaban su tributo al Corregidor
con cuyo consentimiento se habían establecido en aque-
lla Parroquia, como también otro nombrado Adrián
Ruiz, del pueblo de Guacimos, y la india Juana Chica
con toda su familia, y aunque solían llegar otros indios
de otros pueblos, se retiraban después de la cosecha de
cacao, y que habían adquirido // lo necesario para
satisfacer el tributo.
450
Con lo que se concluyó esta declarac.n a cuya conti-
nuación certificó el Escribano: Que habiendo reconocido
el padrón, presentado por el Cura de aquella Parroquia
Doctor Don Ignacio Gutiérrez, resultaban de él doscien-
tos veinte vecinos cabezas de familia, con el -tota1 de
• uatrocientas cincuenta almas. --
En vista de todo lo cual proveyó e1 auto siguiente:
Auto En la Parroquia de Soatá a diez de agosto de mil
Final setecientos setenta y ocho:
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Es-
candón, del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen
de la Real Audiencia de este Nuevo Reino de Granada,
y Visitador de las provincias de su Distrito dijo:
Que habiendo practicado la Visita de la Parroquia de
Nuestra Señora del Rosario nombrada La Fundación en
658 el Valle de Cúcuta, y reconocido su estado, gobierno / /
y ventajosas proporciones que goza por su situación y
. comercio, ' lo interior del Reino, como para la
Provincia de MaTacaibo, y embarque de los cacaos que
-;4- produce su Distrito y fiaciendas en él establecidas: que
\ fundan esperanzas de su adelantamiento, y que en lo
sucesivo logre mayores aumentos, para que así se veri-
fique deberá el Alcalde Partidiario, no solo dedicarse
a reparar los defectos que en lo material padece la
población, con arreglo a los edificios ya fundados, y que
en adelante se fabricasen, sino también estrechara los
vecinos, y a los que lo sean de Pamplona tienen allí
situadas sus haciendas, a que concurran según_sus fa-
cultades a u~e a~t y concluya el edificio de
la glesia principiada como carga inherente a que se
impuso el feligr,esado en la erección de la Parroquia, a
\que por// su parte debe igualmente conspirar el Juez de
!Fábrica, que hubiese nombrado como así se le hará saber,
y lo tendrá entendido el que sucediese en el empleo de
Alcalde Partidario; como también, que así al presente
como a los sucesores se les ordena que en la misma con-
formidad, acordando antes si convendrá fortalecer y re-
dificar la cárcel que existe, o construir una nueva,
convoue al vecindario, y avaluado el costo, se reparta
entre todos, concurrien o unos con su trabajo personal y -
.o ros con materiales o di~o a ,E?-edida -de su caudal y \
facultade's;-conjusta equitativa distribución, para que no /
se dilate una obra que tanto conduce a poner freno a los \ ,/>.
:~lincÜentes, ~a '.:.m~or administración de justicia.
451
 Y p.r cuanto en orden al perJu1c10 que los testigos
expresan, suele expresar el vecm ano, con el recurso
659 al Alcalde o~ mario7~ g_~_reside eñ 1a Parroquia pw'"l
• (puede expe irse providencia:). como ue dimana del
. Su erior Gobierno; se difiere a su acertado arbitrio, en -
fuerza de la noticia que se le dará""coñ este expedient·e, ·-
Y el de dicha Parroquia de San José, com!l.!:!lsando tes- •
timonio q~sere:rnitirá_p_ara _ su ejecución- a ·•aicho-
Alcalde Partidario de este auto"7
Por el cual así lo proveyó, mandó y firmó por ante mi
el presente Escribano Público y de Visita de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho.
Esgribano Público y de Visita.
Por las diligencias practicadas en la Visita de la
Ciudad de Salazar de las Palmas consta, que por auto
de vein e y cuatro de julio, m"'andó:
Que a efecto de practicar la Visita de aquella ciudad,
se procediera a tomar razón de su estado, gobierno, y
población, examinándose los testigos que parecieran
convenientes al tenor / / del interrogatorio, reservando
en su vista providenciar lo conveniente.
Incontinenti y a consecuencia de lo mandado, com-
parecieron Don Fernando de la Rosa y Madrid, Don
Fernando Valderrama y Velasco, y Don Diego de Eslava,
vecinos de aquella ciudad, de quienes por ante el Es-
cribano recibió juramento que hicieron en debida forma,
bajo el cual ofrecieron d~cir verdad en lo que les fuera
preguntado, y siéndolo según el interrogatorio dijeron:
Que aquella ciudad no reconocía dependencia de Co-
rregimiento, ni gobierno alguno, sino únicamente del
Superior Gobierno y Real Aud.a y que aunque habían
oído que se extendían sus términos por la parte de
Ocaña hasta el alto de Bucarasica, pero que en la actua-
lidad únicamente reconocía hasta la quebrada de la
660 _Cueva, Y por la de Maracaibo hasta la entrada Cata- / /
tumbo en el ria de Zulia; y que por la de Pamplona se
le estrechaba ·al rio dé aquella ciudad, que corría pocas
cuadras distante de la población, y por partes sola una;
Y que éstos mismos términos, reconocía la jurisdicción
eclesiástica, a excepción de que por la parte de Pamplo-
na se extendía hasta el Alto de Siravita, por donde
confinaba con el pueblo de Arboledas y que conforme a
ellas, podían los habitadoTes ser cómodamente asistidos
452
en lo espiritual y atendidos en lo temporal por los Jue-
ces Reales, por tener aquella ciudad un Alcalde Mayor,
dos Ordinarios, y dos de la Hermandad, y Regidor Alcalde
provincial, que los Jueces no residían en la ciudad, a
donde solo acudían algunos días festivos y no todos, de
suerte que carecía la población de la debida adminis-
tración de Justicia, por no haber quien la ejerciera, ni
contuviera y castigara los alborotos // y excesos que
solían frecuentemente acontecer, mayormente con los
arrieros que transitaban, pues únicamente los del año
antecedente habían sido asistentes.
Que los caminos se habían aliñado, menos el tránsito
de Ocaña, y que en ellos no habían ventas públicas,
aunque sería útil que se pusiese.
Que carecía aquella ciudad de Escribano, y que los
instrumentos y actuaciones que ocurrían, se ejecutaban
por los Jueces ante testigos que se custodiaban para el
efecto en el archivo.
Que tenían cárcel segura y proporcionada, con pri-
siones correspondientes, pero que carecía de escuela
pública, no obstante de haberla solicitado y ser muy
necesaria para la instrucción de la juventud, y que
consideraban con la residencia de los Jueces se remedia-
ría todo abuso y se lograría el debido arreglo de aquella
ciudad.
661 Que en aque- // !la ciudad, no habitaban con perma-
nencia indios prófugos de sus pueblos, aunque también
acudían algunos al trabajo y se retiraban.
Con lo cual se concluyó esta declaración, y a su con-
tinuación certificó el Escribano: Que habiendo solicitado
de los Jueces de aquella ciudad el padrón de su vecin-
dario y población, y que respondídosele no haberse far•
mado a causa de .que no había comunicado Orden Real
ni Superior que lo previniera, había acudido de orden
del Señor Fiscal Visitador a solicitar el del Cura, Maes-
tro Don José Ambrosio Xaugregui, por quien se le había
franqueado, y reconocido y sumadas sus partidas re-
sultaban que existían en aquellas cuatrocientos vecinos
· cabeza de familia, con el total de mil seicientas y una
almas, de todos sexos, clases y edades.
En la misma conformidad certificó: Que con el motivo
de haberse indagado sobre la fundación de aquella ciu-
dad y su jurisdicción territorial, por lo que conducía
-esta noticia para la demarcación de Corregimientos,
supuesta la independendia en que se' mantenía, y de que
¡
453.
 tal vez dimanaba en alguna parte su decadencia, y que
no llegaran a ella Ordenes Circulares que se comuni-
caban:
Se había hecho manifestación de un despacho librado
por el Juzgado General de diezmos, en catorce de enero
de mil setecientos sesenta y uno, sobre cartado en veinte
y nueve de julio de mil setecientos sesenta y cinco, en
que con ocasión de la cobranza de diezmos, se insertaba
el señalamiento de la tierra demarcada en el año de
mil quinientos ochenta y siete, por su poblador el Ca-
pitán Alonso Rangel, y una Real Provisión, fecha en diez
y siete de enero del mismo año, en que se aprobaba y
662 confirmaba la poblac.n // y señalamiento de términos
hecho por el Capitán Rangel, que según parecía no con-
servaba aquella ciudad presentemente, así por lo que
mira a la parte de Pamplona, como por lo concerniente
a la de Ocaña, de -cuyos diezmos se mantenía despojada
aquella Iglesia, y Mesa Capitular de Santa Fé, no obs-
tante de estar determinado lo contrario, según expresaba
el Cura, Maestro Don José Antonio Jáuregui, por quien
había sido ganado.
Por cuya vista por auto fecho en la Parroquia de San
Cayetano a veinte y cinco de Julio del mismo año mandó
el nominado Señor Fiscal:
Que habiendo transitado en aquel día de la ciudad
de Salazar a dicha Parroquia modernamente fundada,
imponiéndose de la situación de su contigua nombrada
Santiago, que // acababa de erigirse; y reconocido por
lo mismo no podrían expedirse otras providencias que
las relativas a su adelantamiento, y que aún éstas en la
actualidad eran expuestas a frustrarse con motivo de
que habiéndose comprendido en la nueva erección de
Santiago mucha parte del vecindario de que se compo-
nía aquella de San Cayetano se había reducido a dispu-
ta, que sería sin duda perjudicial su continuación, como
que impediría los favorables progresos· que podrían espe-
rarse si se fomentaban las haciendas y agricultura del
cacao, que con abundancia producía aquel territorio y a
que se habían dedicado algunos vecinos de comodidad,
estando ya fabricada cárcel, y principiada la Iglesia
de Tapia y Teja.
663 Se tuviera todo presente para los efectos // que h1:1-
biera lugar, mediante a hacer una y otra Parroquia
compuesta de feligresado desmembrado de la ciudad
de Salazar de las Palmas; poniéndose razón del vecin-
454
dario, y número de almas para que constara el estado
de su poblac.n
De cumplimiento de lo cual certificó el Escribano:
Que según el padrón manifestado por el Cura de aque-
lla Parroquia de San Cayetano, Maestro Don Felipe
Ramirez y Sotomayor, se componía de ochenta Y nueve
vecinos, cabezas de familia, y el total de cuatrocientas
veinte y seis almas, sin incluir las que se han desmem-
brado y acrregado al de Santiago, que eran cuarenta un
vecinos cabezas de familia, y el total de ciento cincuen-
ta y siete almas.
En vista de lo cual proveyó el auto siguiente:
Auto En la Parroquia de Soatá, a diez de agosto de
mil setecientos setenta y ocho.
El sor. / / Don Francisco Antonio Moreno y Escandón
del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen de
la Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las pro-
vincias de su Distrito, dijo:
Que con reflexión al mérito que prest'a lo actuado, en
la Visita de la ciudad de Salazar de las Palmas, a lo que
ocularmente se ha reconocido en su situación y territo-
rio noticias e informes, que se han tomado Y de que
co~stantemente resulta que no obstante las proporciones
que le asisten carece aún de lo más preciso,_ que nec~-
sita el lustre de una ciudad, hallándose desierta, habi-
tando sus moradores en haciendas y estancias retiradas,
y faltándoles a los del poblado el debido ~rreglo Y buena
Administración de Justicia, por no residir en ella el
Alcalde Mayor los dos Ordinarios, ni Regidores a que
664 es consiguiente el desorden, qu~ llegó_/! en año pasa-
dos al extremo de algunos vecmos eligiesen Juez, con
notorio riesgo de la tranquilidad pública, de cuyo vi-
ciado origen puede así mismo dimanar el desarreglo de
su archivo, pérdida de sus privilegios, y de su territo-
rio jurisdiccional en lo temporal, y eclesiástico, contri-
buyendo la circunstancia de ser ciudad independiente,
sin sujeción, ni corregimiento de modo que así P?r es~o,
como por sus desviadas situación y pobreza, se priva aun
de aquellas Providencias Circulares dirigidas· al buen
gobierno, que suelen no comunicarsele, coz:no ha suce-
dido en la de formación de patrones prevemda por Real
Orden de su Majestad; deseando, que en lo que permiten
las circunstancias se rf paren estos capitales de~ectos:
Se previene al Alcalde¡Mayor, Ordinarios, y Regidores,
455
 qu~ confor(me) al precepto de las Leyes Municipales //
y al que en su observancia se ha comunicado moderna-
mente por el Superior Gobierno, residan precisamente
en la ciudad, durante el tiempo de su judicatura para
administrar justicia a los súbditos, contribuyendo al bien
de la República, y que habiendo de hacer cortas ausen-
cias a sus estancias y posesiones lo verifiquen alternati-
vamente, de modo que nunca quede la ciudad sola y sin
Juez, en la inteligencia de que no solo serán responsables
a los daños que resultaren, sino que igualmente sufrirán
las penas correlativas a su contravención.
Y por este medio podrán dedicaTse a la ejecusión de
las demás saludables providencias, concernientes al be-
neficio de la población, disponiendo que se nombre para
Maestro de Escuela Pública, un sujeto inteligente, y obli-
gando a los padres de familia a que se remitan sus hijos
665 para / / que por él sean instruídos en los primeros ru-
dimtos., contribuyéndole una moderada proporcionada
gratificación, como que sin este principio no puede es-
perarse en lo venidero progresos, ni idoneidad en el ve-
cindario. Así mismo solicitarán alguna persona idonea
que haga postura al oficio de Escribano, qe. siendo fiel e
inteligente conduce eficazmente para el acierto de las
actuaciones, arreglo y custodia del archivo.
Y con este auxilio podrá fomentarse la Renta Pública
de propios, poniendo el SuperioT Gobierno los regulares
arbitrios de su situación, y el establecimiento de ventas
_;:¡úblicasen los caminos más frecuentados de su distrito
para comodidad del comercio y traficantes; para todo lo
cual, y que el vecindario se-reduzca a poblado, notifica-
rán el Alcalde Mayor y Ordinarios, a los vecinos gµe
viven retirados y disper;,os, sin tierras propias que los
0bliguen a ellos, y con notorio per-/ /juicio de sus almas,
a que vengan a poblarse a la ciudad, señalándoles tierras
en sus ejidos, mediante a que las tiene fértiles, abundan-
tes, y desiertas, en las que con la moderada conti-ibución
de cuatro o de ocho reales, pueden ejercitarse en su labor
con aprovechamiento, logrando de la sociedad y asis-
tencia de lo temporal y espiritual, procediendo contra
los que sin legítima causa fueren omisos en el cumpli-
miento de esta orden, con cuya observancia podrán más
•facilmente desempeñar los jueces las obligaciones de
-sus empleos, y formar anualmente exacto padrón del
vecindario, con distinción de clases, sexos y estados,
dejando copia legalizada para añadir el aumento o dismi-
456
nución que hubiere; y remitiendo el original al Superior
Gobierno, conforme a lo prevenido por su Majestad en
Real Orden Cireular.
Y poTque son notorios los inconvenientes que resultan
666 de no tener dicha ciudad inmediata de-/ !pendencia de
algún gobierno o corregimiento qe. vigorice su fomento,
y debido buen orden, se reserva comprenderla en la
demarcación que en obedecimiento de la Real Cédula
que motiva esta Visita debe practicarse, e igualmente
se difiere al Superior arbitrio del Excelentísimo Señor
Virrey, en disernimiento sobre sus límites, así por lo
respectivo a la ciudad de Pamplona, como a la de Oca-
ña, y lo que convenga acordar en cuanto a la Jurisdic-
ción Eclesiástica, entre las Mitras de Santa Fé y Santa
Marta, conque se determine la duda en cuanto a la
perfección de los daños.
Y para que lo hasta aquí prevenido tenga el deseado
cumplido efecto, convocará a Cabildo el Alcalde Mayor,
haciendo presente este auto, se copiará y archivará en
sus libros, remitiendo en el término de dos meses razón
bastante al Superior Gobierno, que acredite haber cum-
plido con cuanto contiene en la inteligencia de que se
le hará cargo y deberá / / responder a sus resultos, Y
correlativas penas si fuese omiso en la ejecusión, para
lo que se compulsará y remitirá testimonio de éste.
Por lo cual así lo proveyó, mandó y firmó por ante
mi el presente Escribano Público y de Visita, de que
doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho Escribano Público y de Visita.
Así mismo consta por las diligencias practicadas en
la ciudad de San Juan Girón, que por auto de seis de
julio del mismo año de setenta y ocho, mandó:
Que para que con la debida formalidad y arreglo a
las Leyes, se practicara la Visita de aquella ciudad, se
tomara razón de su población y vecindario, y fueran
examinados los Tgos. que parecieran convenientes, al
tenor del interrogatorio, reservando según los resultos
proveer lo correspondiente.
667 Incontinenti, y a con-! /secuencia de lo cual compa-
r-ecieron Don Buenaventura Mantilla, Maestre de Campo
de Milicias, Don Salvador Navarro, y Don Pablo Cal-
derón, vecinos de aquella ciudad, de quienes por ante
el Escribano recibió jurfmentos, que hicieron por Dios
457
 Nuestro Señor, y una señal de Cruz, bajo del cual ofre-
cieron decir verdad en lo que les fuera preguntado, y
siéndolo según el interrogatorio dijeron:
Que los vecinos y habitadores de aquella ciudad vi-
vían politica y cristianamente, a distancia proporcionada
para acudir y ser asistidos así en lo temporal como en
lo espiritual por el gobernador de la provincia, Alcal-
des Ordinarios y siete Regidores, y en el Pedral, ni ca-
pitán a Guerra, para lo que allí ocurría, y en otro
Cañaverales.
Que los Jueces actuales cumplían exactamte. con sus
oficios, los caminos estaban modernamente aliñados y
en ellos no se // habían acostumbrado ventas tal vez
por el corto comercio.
Que aquella ciudad tenía un Escribano que lo ejercía
todo, que no había oído queja a excepción de la precisa
demora, como único que tenían confirmado el oficio,
como los Regidores, que tenían cumplido el término a
excepción del más moderno, de cuya falta se había dado
noticia a los Señores Oficiales de esta Capital.
Que la cárcel de aquella ciudad aunque proporcio-
nada por su tamaño a lo que ocurría estaba defectuosa
en el calaboso, por estar dañadas las maderas del co-
mején.
Que no había escuela pública y que los vecinos nece-
sitaban de valerse de uno u otro particular para la ins-
trucción de sus hijos, que lo gravan defectuosamte.
Que no se advertía defecto que pudiera repararse en
la población, pues producía los apreciables frutos de
668 cacao, tabaco, y // algodón, y lograba la saca del oro,
fuera de otros de menor consideración.
Que en el distrito de aquella ciudad, y parroquia del
Pedral, habitaban varios indios de algunos pueblos, la
mayor parte con sus familias, y que a excepción de dos
de Curití, ignoraban si los demás satisfacían el tributo
Y añadía el segundo declarante, que se persuadía n~
pagarlo los que habitaban en el Pedral.
Con lo que se concluyó esta declaración a cuya con-
tinuación certificó el Escribano: Que según el padrón
formado por el Gobernador de la Provincia Don Fran-
cisco ·Baraya y la Campa, se componía .la población de
aquella ciudad y feligresado de su Curato de mil cua-
trocientos dos vecinos cabezas de familia, inclusos trein-
ta Y tres indios con el total de cinco mil ciento setenta
Y tres almas, de todos sexos, clases, y edades; y que
458
así mismo comprendía su // distrito tres parroquias;
la primera de San Francisco Javier, nombrada el Pie
de la Cuesta, .con cuatrocientos treinta y cinco cabezas
de familia, y mil setecientas quince almas, la segunda
ele San Roque y Puerto de Botijas, o Cañaverales, con
ciento veinte y ocho cabezas de familia, y doscienta,;;
setenta almas, que distaba veinte y ocho horas de ca-
mino, y tomándose allí el rio de Cañaverales, se nave-
gaba cuatro jornadas hasta entraT en el de Lebrija por
el que se navegaba dos días más hasta desaguar en la
Magdalena, cultivando en treinta y tres estancias el fruto
de cacao. La tercera Parroquia del Pedral y Puerto
de Sogamoso que distaba treinta y una horas de camino,
las veinte y cuatro hasta el embarcadero, y las siete
restantes navegandose el rio de Sogamoso, con notable
669 riesgos, que a veces // impedían enteramente su tráfico,
continuándose por dos horas, hasta la entrada del rio
de la Magdalena, en que había algunos cacauguales y
se componía de ciento cuarenta y ocho cabezas de fa-
milia, inclusos nueve indios, y el total de trecientas
noventa y una almas de todas clases y edades.
En igual conformidad certificó: Que habiendo inti-
mado el orden del Señor Fiscal Visitador, al Escriba-
no de aquella ciudad, Pedro José Bermón, que mani-
festase sus protocolos y diese razón del número de
presos y sus causas, lo había verificado expresando ha-
llarse solos tres en la cárcel, con la causa que se estaba
siguiendo a Alberto Beltrán por hurtos, y al mismo
tiempo se habían puesto presentes los protocolos com-
prensivos desde veinte y cuatro de noviembre del año
de sesenta y seis, hasta tres de julio de mil setecientos
setenta // y ocho, añadi,endo que no había libro en que
se anotaran las entradas y salidas de los presos, y que
en ningún tiempo se visitaba la cárcel.
En la misma conformidad puso la certificación, cuyo
tenor, y del auto que a su continuación proveyó uno
en pos de otro es como sigue.
Certificó igualmente que habiéndose pedido la Real
Cédula de Fundación, y señalamiento de territorio a
este gobierno, se puso de manifiesto por el Escribano la
Ejecutoria Original y Real Provisión dadas en Santa Fé
a nueve de diciembre de mil seicientos veinte y siete
en que se inserta el auto del deslinde del tenor siguiente:
"·En la ciudad de Santa Fé a dos de diciembre de mil
"seicientos setenta añjs,
459
 "El Señor General de la Artillería Don Diego de Vi-
"llalba y Toledo, Caballero del Orden de Santiago, Señor
"de la Villa de Santa Cruz, Gentil Hombre de la Cá-
670 "mara// del Serenísimo Señor Don Juan de Austria, y
"su Mayordomo, del Consejo del Rey Nuestro Señor, y
"su Presidente Gobernador y Capitán General del Nuevo
"Reino de Granada.
"Habiendo visto los autos tocantes al gobierno del Rio
"del Oro, y San Juan Girón confirmado por su Majestad
"que por la Real Audiencia de este Reino se remitieron
"a su Señoría, para señalamiento de términos de dicha
I
"ciudad de San Juan Girón dijo: Que aprobando su
"fundación, señalaba y señaló a la dicha ciudad de San
"Juan Girón, por términos para la parte de la ciudad de
"Vélez, hasta el rio de Sogamoso, y paso que llaman de
•~Sube, y rio arriba hasta el Pescadero, con las vertien-
"tes de la Mesa de Jerida, hasta la quebrada del Manco,
"y de allí faldeando los montes y vertientes que caen al
"Pie de la Cuesta, Mata Redonda, y Bucarica, por la
"parte de Pam-/ /plona hasta la quebrada de Tonayri,
"Paso Real, y rio de Suratá, abajo, incluyendose el Sitio
"de la Loma, y exceptuando lo que se determinare por
"dicha Real Audiencia; ser resguardos de los indios de
"Bucaramanga, según el señalamiento del Señor Don
"Juan de Villabona Subiaurre, y conque por ahora se
"guarde lo proveído por dicha Real Audiencia, en esta
"razón, y que si en el dicho Gobierno, se fundare otra
"ciudad o Villa se les permita, digo pueda dar términos
"competentes de los así señalados en este auto, que en
"conformidad de lo dispuesto por la Real Cédula del
"Bosque de Segovia, y en virtud de los Reales Poderes,
"que su Señoría tiene los separa, y divide de las· dicha
"ciudades de Vélez y Pamplona, en caso de tener dere-
"cho a ella, por la larga distancia a que están pobladas,
671 "y les impone // perpetuo silencio, y de esto se de des-
"pacho, y así lo proveyó, mandó y firmó.
"Don Diego de Villalba.
"Fuí presente Don Juan Florez de Ocariz."
Y porque conste en este expediente, en virtud de
mandato del Señor Fiscal Visitador, pongo la presente
que firmo ut supra:
José C_amácho Escribano Público y de Visita.
460
Auto En la ciudad de San Juan Girón a siete de julio
1'1nal de mil setecientos setenta y ocho:
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Es-
candón, del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen
de la Real Auda. de este Reino, y Visitador de las Pro-
vincias de su Distrito, dijo:
Que habiendo practicado las diligencias conducentes
a indagar el estado, gobierno, comercio, y demarcación
de esta Provincia, y reconocido que sin embargo de
que no sólo goza abundantes frutos para subsistencia
de sus habitadores con inmediato recurso, a los que le
es·casean, sino también de los tabacos para proveer //
la administración; de cacaos que extrae según prudente
cálculo quinientas cargas anuales; de algodón y apete-
cidos lienzos, y finalmente de oro corrido que se saca
de subida ley, con todo, lejos de corresponder a estos
favorables principios, la opulencia que era correlativa
al dinero que traen sus producciones, se reconoce con
dolor su decadencia, ya en la poblacn. reducida a tres
parroquias, de las cuales únicamente subsisten las dos,
por ser puertos que vierten al rio de la Magdalena, de-
siertas de gentes, en que dificilmte. permanecen Cura,
ni Capitán Aguerra, que acudan oportunamente a lo
espiritual y político, componiéndose toda la Provincia
del escaso número de siete mil quinientas treinta Y
nueve almas de todos sexos, clases y edades, ya en la
escasa fortuna de de los habitantes, ya finalmente en el
672 lustre de la Capital, y arreglo político que carece // de
los importantes establecimientos que decoran y hacen
felices las poblaciones, considerando que mucha parte
podrá contribuir el remedio de estos daños, señalar lí-
mites a este Gobierno de modo que se logre con la
m·ejor administración de justicia, el fomento del co-
mercio, industria, y agricultura, extendiendo las facul-
tades del gobierno a todo lo que comodamente pueda
acudir y sea conducente a tan provechosos objeto.
Se reserva verificarlo conforme a lo prevenido en la
Real Cédula que dá causa a esta Visita, fecha en San
Ildefonso, a tres de agosto de mil setecientos setenta y
cuatro, y según los resultos de las ulteriores diligencias,
en los términos confinantes, pero entre tanto así se
propone y resuelve se necesita que no sólo se proceda
con actividad a refaccionár la cárcel hasta perfeccio-
nar la con la debida seguridad, sino también a facilitar
los medios más a propdsito para establecer una escuela
'
461
 pública, eligiendo // sujeto idóneo, que será examinado
para que enseñe a los niños, estrechando a los padres a
que dediquen sus hijos como son obligados a esta pre-
cisa instrucción, sin la cual nunca tendría la república
vecinos ilustrados para el desempeño de los empleos
públicos, antes por -el contrario su falta será causa d·e
no pocos yerros nocivos al interés común.
Y para su dotación contribuirá cada padre por su hijo
con uno o dos reales mensuales, no siendo notoriamente
pobres; y si esto no alcanzare se proporcionará alguna
cantidad moderada de las Rentas de Propios que son a
ellos responsables; pues aunque en la actualidad son
escasas deberá el Ilustre Cabildo celebrar acta, en que·
se arbitre medios legales facilmente excequibles para
su aumento, según lo que en otras ciudades se practica,
673 en trucos, establecimientos de venta en los // caminos,
arreglo de pulperías, de ordenanzas, y semejantes, pro-
moviendo antes con su ejemplo y después con sus insi-
nuaciones, la unión del vecindario, qe. se eviten inútiles
perjudiciales litigios que entraban la buena armonía, y
no sólo arruinan a los contendores, sino que trasciende
el daño a toda la República, mayormente siendo corta
Y enlazada en parentescos, divirtiendo los ánimos que
debieran emplearse utilmente, y que es la única causa
a que puede atribuirse el atrazo y poco adelantamiento
de la Provincia.
Siendo digno de reparo el defecto que se padece, en
que el Alguacil Mayor conforme a su oficio no tenga
libro, o cuaderno, en que el Alcayde anote el nombre
de los presos, con día, mes y año, expresando el Juez y
motivo de su prisión, día de su salida y derechos de
carcelaje, que hubiese pagado, se pron-//tamente en
ejecución, y de este modo en casos de reincidencia, será
fácil la indagación, y se tendrá presente en las Visitas
de Cárcel, que deberán hacer los Alcaldes Ordinarios,
presidido del Gobernador, o en su defecto o ausencia
solos, a lo menos cada quince días, examinando el estado
de las causas, para que no se dilaten indebidamente,
con perjuicio de los reos y buena administración de
Justicia, llevando libro para el efecto, en que se estien-
den las visitas y providencias que en ella se dieron
por ante Escribano.
Y en atención, a que los caminos públicos de ésta
jurisdicción se han aliñado con arreglo a la Instrucción,
sin gravar indebidamente a los pobres, repartiéndose
462
a los acomodados las cantidades proporcionadas a sus
facultades, que a fuerza de las acertadas providencias
dadas al intento por el Capitán de Caballería Don Fran-
67 4 cisco Ba-//raya y la Campa, actual Gobernador de ésta
Provincia, que es el único que lo ha verificado guar-
dando la debida equidad, y exactitud, nada resta sino
su continuación y frecuente reconocimiento, y que para
la más puntual observancia de todo lo prevenido en
este auto, se compulse y entregue testimonio de él para
que en el primer Cabildo que se celebrare, se hqga
notorio, y archive con cargo de responder en la parte
que a cada uno corresponda de su ejecución, y de dar
cuenta en el término de dos meses al Superior Gobierno
de su cumplimiento.
Y por éste que proveyó, así lo mandó, y firmó, por
ante mi el presente Escribano Público y de Visita, de
que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mi: José Camacho Escribano Público y de Visita.
En la Parroquia de San Francisco Javier del Pié de
Cuesta, el nominado Señor por auto de ocho de julio del
mismo año // dijo:
Que a fín de examinar conforme a lo prevenido por
las Leyes, el estado de aquella moderna Parroquia, que
manteniendo Cura desde el año pasado de mil setecien-
tos setenta y cinco, no había logrado adelantamiento
manteniéndose por Iglesia una Capilla de paja, sin
cárcel, ni progreso alguno, a causa de la desunión de
sus vecinos, que divididos aspiraban unos, a que la
Iglesia se fabricara donde existía la capilla, y otros a
distancia de pocas cuadras, donde habían comenzado a
fabricar habitaciones, sobre que habían ocurrido con
pedimento a la ciudad de Girón; y que para que esta
discordia no atrasase por más tiempo el beneficio pú-
blico, con el grave daño de encender cada día más los
ánimos, en nuevas discenciones, se tomara razón de su
población, y se hiciera reconocimiento de los sitios,
convocando a los principales vecinos, para que oídas las
6 75 razones que expusiesen, se les procurará reducir / / a
concordia, y que en su defecto se providenciara lo más
conducente al servicio del Rey, y beneficio público.
Incontinenti fueron convocados, en cumplimiento de
lo mandado, los vecinos principales de aquella Parro-
quia, a saber: Don José J,.renas, Don Blas Mantilla, Don
'
463
 Agustín Mantilla, Alcalde Partidario, ·Don Tomás Rey,
D n Diego Mantilla; Don Manuel Ordoñez, Don Cle-
mente Mantilla, Don Vicente Ordoñez, Don Vicente
Mantilla, Don Ignacio Mantilla, Don Florencia Mimttlla,
Don Vicente Prudencia Mantilla, y Don Juan Mantilla,
a quienes el Señor Fiscal Visitador, significó el justo
desagrado y compasión que causaba el atraso, y ningún
adelantamiento de aquella Parroquia, dimanado de la
discordia de los vecinos sobre la elección de sitio para
fábrica de Iglesia, y plaza, en que divididos y partidos,
y siguiendo cada uno tenazmte. su capricho, lejos de
aspirar a terminar // la disputa, la empeñaban cada día
más, adelantando la fabrica de sus habitaciones y retra-
yéndose otro de verificarlo, por el temo!' de que se
resolviera en distinto sitio, poniendoles a la vista los
graves perjuicios que su desunión y discordia les oca-
sionaba, convirtiendose en su daño la erección de Pa-
rroquia, que se había concedido para su beneficio; y
habiendoles exortado a que convencidos de estas sólidas
razones se acordasen entre sí y conviniesen armoniosa-
mente un solo dictamen, sin dar lugar a que se tomase
providencia que cortando radicalmente su contienda, se
les estrechase a su observancia como que no se alegase
motivo de preferencia de un sitio a otro, y solo se re-
conocían en el que estaba establecida la Capilla, elegido
desde el principio, la ventaja de estar más cercana a
las- aguas mayores, pues en cuanto a las pocas casas edi-
676 ficadas, // deberán imputarse los dueños el daño de la
corta incomodidad que les resultaba de alguna mayor
separación o distancia, con otras varias razones dirigi-
das a concordar sus voluntades. De que bien instruídos
y del buen deseo que había dado causa a convocarlos,
res-pondieron uniformemente que desde luego convenían
gustosos en que según el concepto que el Señor Fiscal
Visitador formase, de la Vista ocular y reconocimiento
que practica-rse del terreno, se sirviese elegir y deter-
minar el que graduase por más oportuno y aparente,
pues se ofrecían gustosos unos y otros- a concurrir al
trabajo y fábrica de la Iglesia, cárcel, y demás necesa-
rio, y a poblar allí sus casas quedando cortada toda
diferencia como que conocía las ventajas que les resul-
taba y los justos designios que habían estimulado aque-
lla resolución en su beneficio, en prueba de lo cual lo
firmaron parte de ellos, y los que lo omitieron, expre-
saron al Escribano // que sin embargo de la certeza y
464
realidad de su contenido, habían deliberado exponer
algunas razones que creían conducentes al derecho que
representaba, y consideraban les asistía, para que con
su vista se procediese a la relación.
En cuyo estado se presentó el Cura con los nominados
vecinos por medio de un escrito en que alegan varias
razones, y en vista de ella, mandó se agregara a aquel
pedimento al expediente de la Visita practicada en
aquella Parroquia, y que poniéndose por el Escribano
certificación del reconocimiento y vista ocular, en la
tarde de aquel día ocho de julio, se había ejecutado de
los sitios controvertidos-, y de todo el plan y terreno
contiguo, y se trajera a la vista para proveer lo con-
veniente.
En cumplimiento de lo cual certificó, que había salido
el Señor Fiscal Visitador en consorcio del Gobernador
677 de Girón, de Don Francisco Javier Caro // Don Mateo
Gonzáles del Castillo, y del nominado Escribano, con
el fin de reconocer el terreno y sitios diputados para la
fábrica de Iglesia y formación de plaza, y se había
advertido que del lugar donde está fabricada la Capilla,
y desde el principio se había formado la Cruz, hasta el
que se había principiado después de la cepa de cimiento
para Iglesia, y donde se habían fabricado dos casas de
teja y principiado otra, medía la distancia de cuatro
cuadras con poca diferencia, con total igualdad en ca-
lidad y llanura del ter,reno, estando el primero algo más
cercano a fa quebrada de que se proveía el lugar de
agua, o río nombrado Frío.
En la misma conformidad certificó, que reconocido
el padrón manifestado por el Cura de aquella Parroquia
Doctor Don José Ignacio Savala, resultaba que tenía
numerados doscientos cuarenta y un vecinos, cabezas
de fama. con el total de mil doscientas ochenta y tres
almas, sin embargo de que por el que se // había prac-
ticado por las Justicias, se reconocía tener cuatrocientos
treinta y cinco vecinos, y el total de mil setecientas
quince almas, siendo éste el más verósimil.
En cuya vista el nominado Señor Fiscal Visitador en
la expresada Parroquia a nueve de julio del mismo año,
proveyó el auto siguiente:
Auto Habiendo advertido: Que después de la oferta
hecha en la Junta de vecinos, suspendieron al-
·gunos firmarla, y que ,~ociados de su Cura, presentaron
465
 después escrito sosteniendo el partido que patrocinan, con
expresiones más propias de aumentarse el disgusto, que
de cortarlo, y atendiendo a que es indispensable aplicar
un remedio eficaz que corte en su raiz el origen de la
discordia, de modo que los contraventores escarmienten,
con el rigor de la pena que es necesario aplicarles para
reducirlos a lo justo, y que obre el castigo, lo que no ha.
6 78 podido / / conseguir la templanza: Se omite tomar por
ahora resolución decisiva y se remitirá a original este
expediente al Excelentísimo Señor Virrey, informándo-
le circunstanciadamente, así los graves daños que causa
el tenaz capricho de los vecinos como la necesidad de
que se corte con brevedad y vigor, antes de que tome
mayor cuerpo la contienda, insinuando los medios que
parecen oportunos para su logro.
Y por el presente Escribano se escribirá carta al Al-
calde Partidario para que hasta que ven,ga la resolución
no se adelante obra pública de Iglesia, en uno ni otro
sitio.
Moreno.
En cuyo cumplimiento remitió el expediente con el
informe del tenor sig.te:
Informe Excelentísimo Señor:
Muy Señor mío: Habiendo llegado a la Parro-
quia de San Francisco Javier del Pie de la Cuesta, distan-
te cuatro horas de camino de la ciudad de Girón, con el
fin de visitarla, fué ocioso indagar su estado // ni tratar
de su adelantamiento, porque a la primera vista se
manifiesta su atraso dimanado de la discordia_ de sus
vecinos, divididos en contrarios dictámenes; aspirando
unos a que la Iglesia se fabrique donde está construída
la capilla, y desde el principio se fijó la Cruz por el
Comisionado, parn la demarcadón y erección de Pa-
rroquia; y los otros en el lugar que ha elegido el actual
Cura, que dista como cuatro cuadras del primero y en
que algunos vecinos acomodados han comenzado a fa-
bricar casas de teja, y están concluídas dos y otra prin-
cipiada, delineada la nueva Iglesia y comenzada la cepa
del cimiento, habiendo en el primer sitio varias de paja
y algunas igualmente de tejas.
De esta oposición nace la desconfianza con que unos
y otros trabajan, sin adelantar la población, tomando
466
cada día más cuerpo el encono de las voluntades en que
679 los vecinos // que siendo todos parientes, el padre y
hermanos sigue un partido y el hijo y demás hermanos
el opuesto, negándose y contradiciendo unos lo que otros
proyectan. De modo que en vez de formarse población
se ha puesto una piedra de escándalo para arruinarse,
pues esta oposición va trascendiendo a otros asuntos
inconexos con la fábrica de Iglesia, y al soplo de su
inquietud se levanta un incendio de que participa Girón,
de que trae origen aquel vecindario.
Con este motivo: No me propuse en la Visita otro
objeto que el de conciliar las voluntades para que les
convoqué a mi presencia y les puse de manifiesto que
ellos mismos eran causa de su ruina, dejándose arrastrar
de su tenaz impertinente capricho, pues habiendo reco-
nocido el ter,reno, y medídose por Don Francisco Javier
Caro, no se encuentra motivo de preferencia, siendo en
la sustancia todo igual y tan corta la distancia como de
cuatro cuadras, y que en fuerza de las urgentes razones
de convenien-//cia propia y pública (a cuyo conven-
cimto. no pudieron negarse) se conviniesen entre sí,
acordando el lugar, y prosiguiendo en la empresa ar-
moniosamente, a que uniforme respondieron: Que lo
resolviese yo como que tenía la cosa a la vista y ejecu-
tarán gustosos lo que se le previniese. Pero separados
entre tanto se extendía lo acordado en la junta, al
tiempo de firmarla expusieron los del partido del nuevo
sitio: Que tenían que representar, y lo ejecutaron con
un escrito en que hace cabeza el Cura Doctor Don José
Ignacio Savala, lo que con otros antecedentes me rati-
ficó en el concepto de que éste sostiene el partido del
nuevo sitio, lo que se corrobora con atención a que
dicho Cura entró a disgusto de muchos vecinos, que
dijeron haber abusado el apoderado en su pretención,
como que no habían prestado su consentimiento, sino
680 para otro Eclesiástico de cuya causa se originan / / estas
funestas consecuencias, y haber variado el primer ciclo,
en que se fijó la Cruz por el Comisionado de la Curia
Eclesiástica.
En vista de la veleidad e inconstancia de los vecinos,
y de que teniendo influjo el Cura, sería aparente cua1-
quiera reconciliación; y que tal vez me vería en la
sensible necesidad de escarmentar cualquiera conti'a-
vención a la providencia que yo tomare: Tuve por
acuerdo más prudente 'omitirla y reservarla a V. Kx:ce-
/
467
 lencia, dándole cuenta de todo, como lo ejecuto en el
Expediente Original por ser materia que pide pronta
resolución, en que se versa la quietud, e interés públi-
co y el adelantamiento de una población que por todas
circunstancias merece comentarse, pues se compone de
bastantes vecinos, y muchos de éstos distinguidos, que
pierden en inútiles disputas el tiempo y caudal, que
convendrá con suma en el cultivo de sus posesiones y
siembra de tabaco, y que con el rigor de la // pena se
reduzca a concordia. Para lo que considero conveniente
e indispensable: Que V. Excelencia se sirva expedir una
rigurosa eficaz providencia, que podrá cometerse al
Gobernador de Girón, con orden de que sin disimulo
haga e:x;cequible, la que se impusiese a los contravento-
res, obligando a todos a que concurran a la fábrica de
Iglesia y cárcel, en el lugar de que se le destinase, y
que como son obliga-dos edifiquen sus casas; pasándose
al mismo tiempo oficio al Señor Ordinario Eclesiástico,
para que expida sus providencias al Cura, a efecto de
que no se mezclen en uno ni otro partido, y que en caso
de inobservancia se les separe para que su perjudicial
influjo no retarde el bien público, ni se ocasione ma-
yores inquietudes, que de lo contrario serán inevitables.
Y en desempeño de mi Comisión, he creído de verlo
manifestar a V. Excelencia para su remedio.
681 Dios // guarde a V. Excelencia muchos años como
deseo.
Bucaramanga onee de julio de mil setecientos setenta
y ocho.
Excelentísimo Señor.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo Señor Virrey Don Manuel Antonio
Flórez.
Cuyo oficio se hubo por recibido con las diligencia.s
que le acompañaban, y mandándose unir a los antéce-
dentes del asunto pasase al Señor Oidor en calidad de
Fiscal, y con lo que éste expuso tuvo a bien el Exce-
lentísimo Señor Virrey mandar librar Despacho al Go-
bernador de la ciudad de Girón, para que por sí o por
persona de su satisfacción notificará .a los vecinos del
Pié de la Cuesta procedieran inmediatamente •y sin al
menor dilación a la fábric~ de. la Iglesia y cárcel, en el
lugar que tenía desde el principio, y por su \Inánime
468
consentimiento destinado, con prevención que cuales-
quiera de ellos que contraviniese, les remitiera preso a
su costa, con la correspondiente guardia y / / Custodia
y Justificación bastante de su resistencia, para que
conforme a ella imponérsele el castigo que mereciera
su exceso; y que porque del expediente, se comprende
el influjo con que aquel Cura sostenía la discordia de
su partido, en perjuicio de todo aquel vecindario, se
librase oficio al Discreto Prov.or para que por su parte
expidiera las más eficaces providencias, a fín de que
se contuviese este Eclesiástico, y no se mezclara en
adelante en las dicenciones de sus feligreses, que antes
por su Pastoral Ministerio estaba obligado a truncar,
reduciéndo sus ánimos a vivir con la debida armonía,
pues que de lo contrario se le separaría de aquel bene-
ficio, como lo pedía la tranquilidad y quietud de sus
habitadores.
El cual oficio se libró, como así mismo el Despacho,
en cuyo cumplimiento pasó el nominado Gobernador y
con lo que actuó y diligencias que practicó informó a
682 este Superior Gobi- // erno lo que tuvo por conveniente;
de lo que se mandó dar vista al Señor Fiscal, y con lo
que expuso, mandó el Excelentísimo Señor Virrey se
librase Despacho al expresado Gobernador de Girón,
para que en la inteligencia de aprobarse la demarca-
ción de plaza, solares, cuadras y ealles, de la nominada
Parroquia de San Francisco Javier del Pié de la Cuesta,
con la asignación de los solares para casa de los Curas,
y alojamiento de los Gobernadores, compeliera a los
vecinos de dicha Parroquia a que a su propia costa se
verificar.a su construcción, y la de la Iglesia y cárcel
pública en el sitio destinado, previniéndoles, que cuan-
tos articulas suscitaren sobre el asunto debían promo-
verlos en su tribunal y determinarse en él breve y
sumariamente. El cual despacho se libró en catorce del
noviembre de dicho año de setenta y ocho, en que se
mandó librar, y no ha resultado cos•a alg.a / /
Por las diligencias practicadas en la Visita de la ciu-
dad de Pamplona, consta que por auto de diez y nueve
de julio del nominado -año de setenta y ocho, mandó el
expresado Señor Fiscal Visitador:
Que para practicar la Visita de aquella ciudad, con
arreglo a lo prevenido por las Leyes y Real Cédula de
su Comisión, fueran llamados y examinados los vecinos
que parecieran convenJentes, al tenor del interrogato-
469
 rio, y se tomara razón de su estado, gobierno y población
c<ln todo lo demás conducente al intento, reservando
en su vista expedir la providencia correspondiente.
En cumplimiento de lo cual comparecieron Francisco
de Bustos, Francisco Araque Ponce de León, Buena-
ventura Villamizar, y ·José Antonio Cáceres, vecinos
de ella, de quienes por ante el Escribano recibió jura-
mento que hicieron conforme a derecho bajo del cual
683 ofrecieron deci-r verdad en lo / / que supieran y les fue-
ra preguntado, y siéndolo al tenor del interrogatorio
dijeron:
Que los habitadores de aquella ciudad y su feligre-
sado vivían a distancia proporcionada, para ser asisti-
dos en (lo) Temporal y Espiritual a excepción de los
que residían en el sitio de Sulasquilla de aquella banda
del rio, que distaba un día de camino, y no podían acu-
dir a Misa a aquella ciudad, sino muy rara vez, y que
en lo temporal por sí y por medio de los Alcaldes Par-
tidarios del Distrito, se acudía a la Administración de
Justicia.
Que los Jueces en lo que ocurría satisfacían a su
obligación, y que el Corregidor de la Provincia, por
residir en Tunja, rara o ninguna vez era conocido en
aquella ciudad.
Que los caminos se estaban aliñando y en ellos no
había ventas públicas.
Que en aquella ciudad no había otro Escribano que
Rafael Barrero, Público y de Cabildo, un Notario de
Diezmos, Don Victor Carrero, y otro Eclesiástico José
Ignacio Amaya // que no eran Escribanos Reales, Y
ejercían sus oficios, sin excesos de derechos, ni agravio
de las partes-, que hacía algunos años no se tomaba
residencia, y que se persuadían que los Regidores te-
nían confirmación de sus oficios, a excepción del Al-
guacil Mayor.
Que aunque la cárcel era capaz, no te1úa seguridad
alguna, y frecuentemente hacían fuga los Reos, ya :fuese
por este motivo ya por el abandono de su custodia, por
no haber Alcayde, y encargarse a un sirviente, a que
se daba nombre de Alguacil que tenía las llaves- y no
vivía en la cárcel; que había escuela pública moder-
namente establecida esperando Superior Providencia,
para su tlotación de temporalidades, que se había so-
470
licitado sin que les hubiera abuso perjudicial, digno de
remedio, en el arreglo de aquella población.
Que en aquella ciudad vivían algunos indios, con sus
684 familias // que presumían pagaban el tributo.
Con lo cual se concluyó esta diligencia, a cuya con-
tinuación certificó el Escribano; Que habiendo solicitado
por la persona de Don Rafael Barreta Escribano·Público
y de Cabildo de aquella ciudad, y que hallándolo en las
casas de su morada, le había reconvenido para que
trajese sus protocolos, y diese razón de los reos, que se
hallaban presos, lo que con efecto había verificado pun-
tualmente, haciendo manifestación de los referidos
protocolos, ante el Señor Fiscal Visitador, los que re-
conocidos por su Señoría, se devolvieron haciéndo1es
las advertencias correspondientes a su arreglo.
Que igualmente había dado por razón no haber más
presos en aquella cárcel que Julián Galavís por deman-
da de pesos, y Alejandro, y Joaquina, su mujer, esclavos
presentados en ella en solicitud de amo, sobre que se
estaba siguiendo instancia.
En igual conformidad certificó: Que habiendo soli-
citado por el padrón del vecindario / / de aquella ciudad,
se le había respondido por el Teniente y Alcaldes no
haber llegado Orn. Real, ni Superior, a aquel fín; y que
habiendo practicado la misma diligenci-a con el Vicario
Teniente de Cura de la refe.rida ciudad, se le había
manifestado un padrón, que había dicho ser de todo el
vecindario, del que resultaban doscientas noventa y una
cabezas de familias, con el total de mil seicientas ochen-
ta y seis almas, aunque en concepto de varios inteli-
gentes, era mayor el número de la población.
Y en vista de todo el nominado Señor Fiscal Visita-
dor proveyó el auto final del tenor siguiente:
Auto Final En la ciudad de Pamplona a veinte y uno
de julio de mil setecientos setenta y ocho.
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón,
del Consejo de su Majestad, su Fiscal del Crimen de
la Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las P.ro-
vincias de su Distrito dijo:
Que con reflexión al mérito que presta la Visita
685 actuada en esta ciudad y / / noticias adquiridas en las
poblaciones de su Distrito, con reserva de proveer lo
que corresponda, seg¼ll las que en lo restante de su
territorio se adquier~; necesitan de pronto oportuno
471
 remedio, para alivio de los súbditos y buena adminis-
trabión de Justicia, los puntos siguientes:
Primero: El lastimero desorden que se advierte en la
poca seguridad de la cárcel, abandono en la asisteI1cia
y custodia de los reos, sin Alcaide, que habite con per-
manencia en ella, ni o.tro resguardo que nombrarse
arbitrariamente por los Alcaldes Ordinarios un sirviente
con nombre de Alguacil a quien se confían las llaves,
sin que en los casos que son frecuentes de fugas de los
reos, pueda formalizarse el juicio que corresponda. Y
siendo peculiar del empleo, y obligación del Alguacil
Mayor, este cuidado como que reporta los derechos- de
carcelaje exigiendo diez reales de cada reo, y que así
mismo se observe en todo lo perteneciente al cuidado
de cárcel y custodia de los presos, todo lo prevenido por
las Leyes: Se le previene que en el preciso término de
diez días nombre Alcaide, con noticia del Teniente y
Alcaldes Ordinarios de esta ciudad, a quien se reciba
juramento de fidelidad en su oficio, y que en el mismo
término forme libro en que se apunten las entradas y
salidas de los presos, con día, mes y año, y expresión
del motivo, y Juez de que dimana, en que se anoten
los derechos de. carcelaje que exigiese para que en todo
tiempo se tenga noticia, y pueda indagarse lo conducente
a la recta administración de Justicia; y para que con
perjuicio de ella no s·e dilate el curso de las causas
criminales de los reos, ni se demoren más de lo justo
los presos por causa civil (en que deben proceder con
la mayor circunspección los Jueces, no prendiendo por
leves motivos-, ni deudas cortas) se visitará la cárcel
686 por el Teniente y Alcaldes / / Ordinarios, o por estos
solos a falta del primero a lo menos cada quince días,
llamando a los presos por sus nombres, indagando el
tiempo y motivo de su prisión, y estado de sus caus-as,
para abreviar su conclusión y dar libertad a los que la
merezcan, providenciando lo correspondiente a su se-
guridad y buen tratamiento, para lo que deberá estar
presente el Alcaide y por el Escribano de Cabildo se
formará un libro en que se anoten las Visitas rubricadas
por los- jueces y autorizadas por él mismo, y se extien-
dan .los autos, y providencias que correspondan con
igual formalidad, como que por su tenor y contexto se
les ha de hacer <:argo en las residencias, y siempre que
convenga en la intelifencia de que si el Alguacil Mayor
no cumpliese en el término señalado con 1o que va pre-
472
venido, lo ejecutarán de oficio los Alcaldes Ordinarios,
aplicando al intento los derechos de carcelaje en la
parte que 1:;>astenpara subsistencia del Alcai- // de,
precediendo antes notificarse al Alguacil Mayor.
Segundo: Que se reconozca el edificio de la cárcel,
examinando si tiene fa seguridad correspondiente, y si
como lo han depuesto los vecinos carecen de ella for-
malizarán los Alcaldes Ordinarios diligencia del r~paro
que necesiten, con declaración jurada de Maestros inte-
ligentes para que se provea de remedios.
Tercero: Notándose que esta ciudad, sin embargo de
su antiguedad, y circunstancia, carece de Rentas Públi-
cas y de Propios, por cuyo defecto deja muchas veces
de ejecutarse lo más conducente a beneficio común, y
que sin embargo de haber acordado el Ilustre Cabildo
solicitar su aumento, abandonó la empresa por no haber
encontrado la Cédula de Fundación y Dotación de Ren-
tas, deberá subsanar la falta instruyéndo la instancia
en el Superior Gobierno, para que con el debido conoci-
miento se provea en este importante· asunto sobre los
687 Ramos de Trucos, y de- // más que tiene asignados, pa-
ra que con este auxilio pueda acudir así a la refacción
de cárcel, como a las demás cargas dirijidas al ornato,
y bien de la República.
Cuarto: Careciendo el Archivo Público del debido
arreglo y buen orden, que según depone el Escribano
no se le entregó por inventario, y se mantiene en igual
desconcierto, se procederá inmediatamente a su coordi-
nación, por abecedario, en legajos, con orden cronológico,
para que se evite la pérdida que se ha experimentado
con grave daño de sus excepciones y privilegios, y se
tengan presentes las disposicion.s Reales y Superiores
en los casos que ocurran.
Quinto: No debiéndose pensionar la vecindario, y mu-
cho menos a los- poJ:>res y artesanos, aún con el loable
pretexto de religiosa piedad, culto y Religión, que aun-
que sea muy justo y debido no hay f.acultad para gra-
varles contra su Majestad a lo que no alcanzan sus
cortas facultades, como acontece en los / / señalamientos
de alferazgos, cuadrillas y comedi,as, con que suelen
solemnizarse las- fiestas de. Nuestra Señora de las Nie-
ves; cuidarán, el Teniente y Alcaldes Ordinarios, de
que no se les impongan s-emejante gravamen, ni se les
extorcione en gastos, obligandoles con precepto, o con
la ,autoridad a que se• perjudiquen, por no desagradar
¡
473
 como no pocas veces suceda, o que se empeñen, o fal-
ten u las precisas obligaciones.
Sexto: No estando prefeccionado el establecimiento
de la Escuela Pública, que tanto conduce para la ins-
trucción de la juventud, .lustre y decoro de la República,
y que bien educados en la ni_ñez logr: después mo:~d.o-
res capaces de ilustrarla, se informara al Excelentis1mo
Señor Virrey y Junta Provincial de Temporalidades, lo
correspondiente para la breve oportuna resolución de
este importante objeto.
688 Séptimo: Estando mandado por Real Orn. // de su
Majestad, cuya observancia se previno por otra Circu-
lar del Superior Gobierno, que las Justicias Reales,
formen exactos padrones de todos los habitantes, con
distinción de clases y castas, lo que no se ha verificado
en esta ciudad, por que según han expresado no se ha
comunicado a e.na la Referida Real Detéminación: Se
previene al Teniente y Alcaldes Ordinarios, que luego
y sin la menor dilación, con la exactitud que demanda
la obediencia a los Reales Preceptos, procedan a su for-
mación y lo remitan al Superior Gobierno, dejando
copia para que cada año se aumente o disminuya como
que esta diligencia debe repetirse anualmente.
y par-a que todo lo prevenido logre el más exacto
cumplimiento, como que nada importaría acordarlo sino
se llevase a ejecución, se compulsará testimonio de este
auto y se entregará al Teniente de esta ciudad Don
Alonso de Villamizar, para / / que en el Primer Cabildo
que se celebrase, o convocandolo a extraordinario, para
el efecto se haga presente y archive en sus libros a fi:n
de que en todo tiempo se haga cargo de su inobservan-
cia o contravención a quien corresponda, y que los
sucesores en los empleos no puedan alegar ignorancia;
y con el mismo objeto, en el preciso término de _dos
meses deberá dar cuenta justificada de haberlo cumplido.
Y por este que proveyó, así lo mandó, y firmó, por
ante mí, el presente Escribano Público y de Visita de
que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho Escribano Público y de Vi-
sita .. •.....
Por las diligencias practicadas en la Parroquia de
San Joaquín de Zapatoca, consta que por auto de pd-
474
mero de julio del mismo año de setenta y ocho, mandó
el supracitado Señor Don Francisco Antonio Moreno:
689 Que para practicar conforme a las Leyes // la Visita
de aquella Parroquia, indagar su estado, gobierno y po-
blación, se tomará razón de su vecindario, y se exami-
nará los testigos que parecieran convenientes al tenor
del interrogatorio, para proveer en su lista lo corres-
pondiente.
Incontinenti y a consecuencia de lo mandado en el
citado auto, comparecieron Don Antonio de Acevedo,
Simón Serrano, y Don Ignacio de Rueda, a quienes por
ante el Escribano recibió juramento, que hicieron por
Dios Nuestro Señor y una seña-1 de Cruz, bajo del cual
ofrecieron decir verdad en lo que supieran y les fuera
preguntado, y siendolo al tenor del interrogatorio
dijeron:
Que todos los habitadores de aquella Parroquia y su
feligresado, vivían arregladamente y a distancia pro-
porcionada, de modo que no solo podían acudir y ser
asistidos en lo espiritual, sino también en lo temporal
como -efectivamente lo eran por su Cura y un Alcalde
Partidario que anualmente se mandaba.
Que los Jueces cumplían como // eran obligados sus
oficios, y los caminos se aliñaban cada seis meses, no
acostumbrándose venta tal vez por las cercanías de las
poblaciones y falta de comercio.
Que no había Escribano, ni lo necesitaba aquella Pa-
rroquia, y que cuando se ofrecía algún instrumento se
otorgaba ante el Alcalde Partidario, por quien se remi-
tía al fin del año al Protocolo de la Villa de San Gil
o se manifestaban al tiempo de la residencia.
Que la cárcel de aquella Parroquia era no solo segura
sino espaciosa y alta, que en la actualidad se estaba
acabando de perfeccionar; y que aunque no tenía es-
cuela pública, se dedicaban algunos sujetos a este ejer-
cicio, por los padres de familia lo llevaban a sus casas,
para el efecto.
Que aunque en aquella Parroquia habitaban algunos
indios y requinteros, vivían arregladamente con sus
690 mujeres y familias, satisfaciendo la tasa señalada / /
al Teniente que nombraba el Corregidor.
Con lo cual se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación certificó el Eiribano de Visita José Pruden-
475
 cio Camacho, corno habiendo reconocido el padrón de
aquella Parroquia presentado por su Cura Doctro Don
Julián José de Acevedo, resultaba que asistían en ella
cuatrocientas sesenta y dos cabezas de familia, veinte y
cuatro indios forajidos, y el total de dos doscientas se-
tenta y una almas, de todas clases y excesos.
Auto En vista de lo cual se proveyó el auto siguiente:
En la Parroquia de Zapatoca, a dos de julio de mil
setecientos setenta y ocho: El Señor Don Francisco An-
tonio Moreno y Escandón, del Consejo de su Majestad,
su Fiscal del Crimen de la Real Audiencia de este
Reino, y Visitador de las provincias del Distrito dijo:
Que constando por la información recibida y diligen-
cias practicadas,_ los progresos que ha logrado esta Pa-
rroquia, adornada con un hermoso / / templo, y cárcel
comentandose al mismo tiempo su arreglo en lo político
por medio del celo de Cura, y del vecindario, y deberá
el Alcalde Partidario aplicar toda su atención a que,
conservándose la tranquilidad y unión pública, se per-
feccione lo comenzado hasta - ornamentarse la Iglesia
y concluirse la obra de la cárcel, procurando que se
formalice la población, edificando sus vecinos sus casas·
en ella.
Inmediatamente a que se ha omitido remitir con pun-
tualidad al Protocolo de la Villa de San Gil, las Escri-
turas e instrumentos públicos, que se otorgan ante los
Alcaldes Partidarios de que ha ocurrido queja, y se ha re-
conocido no hallarse alguno archivado en el P,rotocolo
del Escribano Público del Número de la Villa de San
Gil se previene al actual Alcalde Partidario Don Luis
Forero, que no solo verifique la remesa de los de su
pertenencia / / sino que solicite los que existan de los
691 años anteriores y prontamente los entregue al citado
Escribano, que en la actualidad existe en esta Parroquia
pa,ra que sin dilación los inserte en su protocolo.
Y por este que proveyó, así lo mandó y firmó por ante
mí el Escribano Público y de Visita de que doy fé.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí José Camacho Escribano Público y de Vi-
sita ...... .
Por las practicadas en la Parroquia del Santo Ecceho-
mo de -la Matanza alias Cácota, consta que por auto de
trece de julio del mismo año de sesenta y ocho de se-
476
tenta y ocho, mandó el expresado Señor Fiscal del
_Crimen Visitador:
Que fin de practicar conforme a lo prevenido por las
Leyes la Visita de aquella Parroquia, se tomará razón
de su vecindario, gobierno y población, y se examinarán
los testigos que parecieran convenientes al tenor del
interrogatorio reservando en su lista providenciar lo
correspondiente.
Incontinenti y a conse- // cuencia de lo cual compa-
recieron Don Antonio Reyes, Manuel Picón, y Tomás
J aimes, vecinos de aquella dicha Parroquia, a quienes
por ante el Escribano recibió juramento que hicieron
por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz,_ bajo del
cual ofrecieron decir verdad en lo que les fuera pregun-
tado y siendolo según el interrogatorio dijeron: Que
mucha parte de aquel vecindario vivían a _distancia pro-
porcionada, pero que otros tenían sus habitaciones a tres
o cuatro leguas de distancia, y malos caminos bien que
alcanzaban a oir Misa, y podían celarse por los Jueces a
que excepción de los que vivían en el sitio de las Que-
brad. 5 como separados sobre dos días de distancia.
Que se padecía defecto en la administración de Jus-
ticia, a que por omisión o ignorancia faltaban los Jueces,
sin distribuirla a los pobres, sin oírles en sus· acciones
692 activas, y estrechándolos cuando // eran demandados
por los acomodados ante el Alcalde Pedáneo que anual-
mente se nombraba por el Cabildo de Pamplona, cuyos
Alcaldes Ordinarios nombraban Comisionados y altera-
ban lo que disponía e-1Partidario.
Que los caminos se habían aliñado en lo que había
permitido su terreno, y que no había en ellos ventas
públicas.
Que no había Escribano en aquella Parroquia, y los
instrumentos que ocurrían se otorgar,an ante el Alcalde
Partidario, y testigos, por quien al fin del año se :remi-
tían a Pamplona para su protocolo.
Que no había cárcel segura, capaz, ni proporcionada.
por ser un rancho de paja el que servía este destino, y
que sin embargo alguno de los Alcaldes y el actual Juan
Estaban Sebastián, exigía derechos de carcelaje a cuatro
reales por cada reo, y que en dos ocasiones que había
ocurrido ,a aquella Parroquia el Alguacil Mayor de la
ciudad de Pamplona / / había exigido diez reales, ejer-
ciendo jurisdicción, aunque ignoraban si tenían jurisdic-
ción delegada para ello./
477
 Que en la actualidad se mantenía escuela pública
para la instrucción de la juventud; y que se padecía
en la pobladón el notable defecto, de que sin embargo
de que su terreno era público por habe.rlo donado Fer-
nando Jaimes, se repartieran con notable desigualdad,
tomando unos cuadra entera, con perjuicio de otros, sin
estar las casas arregladas en forma de calle; que en
aquella Parroquia no residía indio alguno, a excepción
de uno nombrado Lucas que era del pueblo de Guaca, Y
soltero.
Con lo cual se concluyó esta declaración, y a su con-
tinuación certificó el Escribano: Que reconocido el
padrón manifestado por el Cura de aquella Parroquia
Doctor Don Juan Agustín de la Parra por no habet'lo
693 hecho / / el Alcalde Partidario, que d~cí,a no hab~r ve-
nido orden para ello, resultaba que ex1sha(n) trecientos
catorce vecinos cabezas de familia, con el total de mil
setecientos veinte y tres almas ...... .
Así mismo consta que habiendo llegado el nominado
Señor Don Francisco Antonio Moreno al pueblo de S·a-
boyá por auto de primero de septiembre del mismo año
de setenta y ocho, mandó:
Que a fin de practicar la Visita de aquel pueblo, a
cuyo efecto había llegado en aquel día, conforme a lo
prevenido por las Leyes, y Real Cédula de su Comi.ss.n
que la motivaba:
Se procediera a formar Lista y Numeración de sus
indios, examinandose los principales y más idóneos al
tenor del interrogatorio para que en su vista se expi-
dieran las providencias que parecieran oportunas, con
atención a no haberse encontrado en aquel pueblo el
Padre Cura Interino Religioso del Orden de // Predica-
·dores, a cuyo convento estaba encargada aquella doctri-
•na, por estar habitualmente enfermo el propietario ..
Incontinenti, y consecuencia de lo mandado en dicho
auto, comparecieron ante el referido Señor Fiscal Visi-
tador, Juan Antonio Combita Gobernador, Juan Vicente
Tinjacá, Fiscal y Sacristán, y Esteban Verano, indios
de dicho pmiblo de Saboyá, a quienes por ante el Es-
cribano examinó conforme a derecho al tenor del interro-
gatorio y en su virtud dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo et•an
los mismos que habían resultado de la Lista y Nume-
ración que se había formado, con expresión de los
ausentes, reservados y empleados por. oficios, sin que
478
hubiera indios que hubiesen abandonado sus pueblos,
componiéndose de dos parcialidades, la primera nom-
brada Saboyá, ·de los nativos de aquel pueblo, y la última
de Chiquinquirá, que se componía de los que allí había
694 y se agre- / / garon, los cuales aunque tenían señalada
tierra por estar el resguardo dividido entre las dos
parcialidades, no residían en el pueblo sino en Chi-
quinquirá, ni cultivaban la tierra que tenían arrendada
a varios vecinos, y por lo mismo, -ni los chicos acudían
a doctrina en los que los de Saboyá eran diariamente
instruidos, conse.rvando cada parcialidad un Gobernador
y dos Alcaldes.
Que conservaban las tierras de sus resguardos, que
eran bastantes y útiles, y que las que tenían nombradas
Tunungúa en tierra caliente por la parte de Mopora,
distantes un día de camino fragoso y el desierto habían
tenido disputa con Paolo Rivera.
Que pagaban seis pesos de tributo y dos reales más
en plata, sin que en su cobro, ni en el del diezmo y pri-
micia, experimentaran extorción, aunque al Corregidor
pagaban seis pesos, tres cada parcialidad, cuando iba
a hacer las Listas, y dos reales cada tributario con //
el nombre de cabestro.
Que fuera de las tres cofradías tenían también la de
San Vicente, para las que contribuían cada año de li-
mosna diez y ocho reales los casados y nueve los solte-
ros; y doce pesos para cada una de las cuatro fiestas;
por los bautismos cuatro reales, por casamiento ocho
reales de la Misa, y seis y medio reales de las arras,
y por los entierros tres pesos, como también señalaban
para el servicio de la Casa del Cura, china soltera, y
conducían leña, facilitando al Corregidor lo preciso
cuando llegaba .
Que no tenían Bienes de Comunidad, y cosechaban
escasamente maiz, pápa, y frutos de tierra fría, sir-
viéndoles principalmente para satisfacer el tributo el
importe de los arrendamientos de las tierras a vecinos
que se mantenían en número de treinta y tres, con sus
familias y sementeras dentro del resguardo.
695 Con lo que se concluyó esta // declaración, y a con-
tinuación certificó el Escribano: Que del padrón del
vecindario manifestado por el Cura de aquel pueblo de
Saboyá Fr.co Antonio MuI"illo, resultaban setenta y un
vecinos cabezas de famjlía, con el total de doscientas
noventa y nueve almas¡. .....
479
 .Así mismo consta, que pasó a visitar el Partido de
Velez, principiándola por el pueblo de Chitaraque, en
donde por auto de veinte y siete de agosto del dicho
año de setenta y ocho, dijo:
Que habiendo llegado en la tarde de aquel día, con
designio de visitar aquel pueblo, conforme al prescrito
de las Leyes, y a lo prevenido en la Real Cédula de
su Comisión: No habiendo encontrado en él al Corre-
gido·r del Partido, ni al Cura Propietario para que (su)
ministrasen las noticias necesarias: Se procediera a for-
mar Lista y Numeración de los indios y a inquirir la
población del vecindario, examinan- // dose de aquellos
los que parecieran convenientes, reservando según sus
resultos expedir las providencias que correspondieran,
con reflexión a que según se había reconocido se en-
contraba dividido aquel Curato, con una parte del feli-
gresado que acompañaba a los indios en aquel pueble,,
y otra en el sitio denominado Santa Ana, donde por lo
regular residía el Cura, que igualmente se reconocería
el día siguiente.
En cuyo cumplimiento, y a consecuencia de lo pre-
venido en el citado auto hizo comparecer ante sí a Egi-
dio Vargas, Teniente, Juan Er(?)anto de Ariza, Capitán,
y Pedro Díaz, Alcalde, indios todos de aquel pueblo,
a quienes por ante el Escribano recibió juramento, que
advertidos de su gravedad hicieron por Dios Nuestro
Señor y una señal de Cruz, y bajo de ella ofrecieron
decir verdad en lo· que supieran y les fuera preguntado,
696 y siéndolo // al tenor del interrogatorio dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos de que habían dado razón en la Lista y
Numeración que acababa de formarse, con expresión de
los ausentes y de no haberlos de otros pueblos.
Que la tierra del resguardo que disfrutaban eran
bastantes y útiles, en que sembraban caña, maíz, yuca,
y demás frutos de tierra templada, con que satisfacían
el tributo de seis pesos, en lo que les daba la tierra, de
que estaban debiendo aquel año.
Que se les enseñaba la Doctrina Cristiana; la Iglesia
era de pajas poco ornamentada, y que no tenían Cofra-
días, ni pagaban limosnas, a excepción de un real por
cabeza para mantener tres meses la lámpara, y también
doce reales los casados, para tres fiestas del Señor, la
Virgen, y las ánimas. //
480
Que por los bautismos satisfacían ocho reales; por
los casamientos lo mismo y trece reales de arras, y por
los entierros siendo de párvulos doce reales, y de adul-
tos según lo que cada uno podía.
Que para la casa del Cura se señal,aba una china, y
soltera, y lo mismo al Corregidor cuando regresaba(a)
aquel pueblo, como también peón para las petacas, sin
paga.
Que no tenían Bienes de Comunidad, y que dentro
del resguardo se mantenían viviendo más de veinte y
cuatro vecinos, con sus familias, casas, y labranzas.
En cuyo estado habiéndoles significado la necesidad
de- ser transladados a otro pueblo y las ventajas que de
ello les podría resultar, dejando a su arbitrio que lo
eligiesen, respondieron: Que ejecutarían con obediencia
lo que se les mandase, mirándolos en caridad, con lo que
697 se conclu- / / yó esta declaración, y de la Lista y Nu-
meración formada resultó haber veinte y un tributarios,
inclusos seis empleados, con el total de ciento ochenta
y siete almas.
Y habiendo pasado el pueblo de Guavatá y Popoa,
por auto de treinta y uno del mismo mes, y año, mandó:
Que a fin de practicar la Visita de aquella doctrina,
que todavía no se había secularizado, y permanecía
encargada a la Religión de Predicadores, se procediera
según lo prevenido en las Leyes y Real Cédula que mo-
tivaba su Visita, a formar Lista y Numeración de sus
indios y a indagar su actual estado, y •gobierno (me-
diante haberse reconocido su resguardo) examinándose
algunos de los indios principales y empleados conforme
al interrogatorio / / y según sus· , resultas se reserva
expedir la providencia correspondiente.
En cumplimiento de ello comparecieron Bartolomé
Morales, Domingo Mateos, y Juan Domingo de la Cruz,
indios Gobernadores de las tres Parcialidades de Gua-
vatá, Pabachoque, !roba y Popoa, de que se componía
aquel pueblo; a quienes examinó· conforme a derecho,
y preguntados según el interrogatorio dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos de que se había dado razón en la Lista y
Numeración, en que habían expresado los ausentes,
reservados, y empleados, a saber, tres Gobernadores,
tres Alcaldes, dos Fiscales, un Sacristán, y que no había
indios de otros pueblos. 1
I
481
698 Que las tierras que tenían señaladas de res- / / guardo
eran útiles y bastantes, siempre que se les dejara dis-
frutar ~1 potrero que se llamaba de la Iglesia, que se
man tema arrendado a Don José Beltrán Pinzón en
veinte pesos al año, que había percibido siempr~ su
Corregidor, y en el presente se había dejado para tras-
tejar la Iglei,ia, como también que se decidiera a su
beneficio la instancia que tenían pendiente en el Su-
peri~r Gobierno con Don Vicente Vanegas, a quien
consideraban introducido en una estancia por la parte
de Telechar, como que podrían acomodarse indios de
otros pueblos cultivando el maíz, caña y frutos de tierra
templada, con que satisfacían la Demora de seis pesos
dos reales en plata, sin que se les cobrara con extorción
ni en la del diezmo y primicia.
Que al Cura se le señalaba cada mes China soltera
Y paje, para servicio de su casa, y ningún se~·vicio al
Corregidor.
Que eran debidamente instruídos en la Doctri- / / na
Cristiana, aunque a veces faltaban los chinos por estar
en las haciendas cuidando las sementeras.
Que mantenían las tres cofradías ordinarias, y el co-
mún mantenía la Lámpara, y seis pesos para cada festi-
vidad, Y fuera de ésta celebraban la fiesta del Señor de
P~poa, de Santa Bárbara, y la Candelaria, contribuyendo
seis pesos para cada una.
Que ?ºr los bautismos satisfacían cuatro reales; por
lo bautismos ocho reales de Misa, y seis y medio reales
d_e ar-ras, y por los entierros de adultos seis pesos, o
siete, si tenían comodidad, y los párvulos ocho o doce
reales, a proporción de las facultades.
Que no tenían Bienes de Comunidad aunque se nece-
sitaba, Y era fácil verificar su sementera para socorro
de las necesidades del pueblo.
Que dentro del resguardo únicamente vivían cuatro
699 vecinos, Y fuera de éstos los que estaban casados con / /
indias, Y que todos mantenían casa y labranza en ellas
sin causarle perjuicio.
Con lo que se concluyó esta declaración, y habiéndose
formado la Lista y Numeración prevenida; resulta de
ella habE:1'en dicho pueblo de Guavatá y Popoa, setenta
Y dos tnbutarios inclusos doce empleados, con el total
de cuatrocientas noventa almas.
y habiendo pasado al pueblo de Guepsa p~r auto de
vemte y nueve del mismo mes y año, mandó:
482
Que habiendo llegado a dicho pueblo con el fin de
visitarlo y que reconocido hallarse dividido en dos par-
tes: La una en dicho pueblo, con Iglesia, y la otra en
la que se nombraba de Platanar, distante tres cuartos
de hora de camino, siguiendose de esta separación nota-
bles inconvenientes, así en la administración espiritual
pensionándose el Cura en celebrar dos Misas los días
festivos, sin poder a un mismo tiempo acudir oportuna-
mente a dos / / sitios distantes, como en el gobierno
temporal y político; se procediera a formar Lista y
Numeración de los indios existentes allí, y en el Plata-
nar, cuyos sitios se reconocería personalmente, y exa-
minados los indios según el interrogatorio, tomada razón
de la población y v-ecindario agregado, se reservaba
' expedir las providencias que correspondiera.
Inmediatamente hizo comparecer ante sí a Don Am-
brosio Pisco, Teniente, Ignacio Rodríguez, Alcalde, y a
Francisco Moro, indios de aquel pueblo, a quien exami-
nó conforme a derecho y siendolo al tenor del interro-
gatorio dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos· de que habían dado razón en la Lista y Nu-
meración que acaba de formarse, con expresión de haber
siete tributarios útiles, y ninguno de otro pueblo.
Que conservaban sin litigios ni perjuicio las tierras
700 de sus resguardos // que eran útiles, en que trabajaban
los indios y cosechaban caña y demás frutos de tierra
templada, y arrendaban a varios vecinos para pagar el
tributo, que de este modo ning. 0 tenía que pagarlo, y era
la tasa de seis pesos en plata, sin que en su cobro, ni
del diezmo y primicia padecieran extorción.
Que el pueblo tenía tres cofradías para las que nada
satisfacía de limosna, por haberse convenido con el
Cura Doctor Don Manuel Antonio Calderón, un pedazo
de tierra del resgu¡irdo, en compensación de dichas
limosnas; y solo hacía la fiesta del Patrón San Roque
contribuyendo como podían para ella.
Que no se les gravaba en servicio personal ni domés-
tico para el Cura, y Corregidor.
Que por los bautismos satisfacían dos y medio reales,
Y por casamientos ocho reales de la Misa, sin gravamen
en los entierros.
Que no tenían Bienes de Comunidad, y que denti·o
del resguardo vivían como veinte vecinos / / poco mas
o menos, los unos pa,gando como arrendatarios según
'483
 quedaba anteriormente insinuado, y otros graciosamente,
y que de ellos no recibían perjuicio.
Que eran debidamente instruídos en la Doctrina
Cristiana, sin que. se notara defecto en materia de Re-
ligión.
Sucesivamente compareció Antonio Arroyo, indio te-
•niente del Platanar, y examinado en la misma conformi-
dad, ratificó por su parte el contenido de la anterior
declaración, como que eran iguales en la tasa y demás
circunstancias de su gobierno, añadiendo, que la tierras
de resguardo que les estaba señalada, aunque de superior
calidad, padecía el perjuicio de que los ganados y
bestias de los confinantes se les introducían y dañaban
sus sembrados, y que allí no mantenían arrendatarios,
701 Y en lo demás seguía el mismo estilo que en Guepsa,
con lo que se concluyó esta declaración; y reconocido el
/ /padrón formado por el Escribano según lo mandado,
resultaban de él cincuenta tributarios, inclusos nueve
empleados en oficios, con el total de doscientas ochenta
y cinco almas.
Y habiendo pasado al pueblo de Chipatá del mismo
partido, mandó por auto de referido día veinte y nueve.
Que a fin de practicar la Visita de aquel pueblo con-
forme a prevenido por las Leyes, y Real Cédula de su
Comisión que la motivaba, se procediera a formar Lista
Y Numeración de sus indios, examinándose los princi-
pales y más idóneos al tenor del interrogatorio, mediante
a que los pueblos del Distrito del Feligresado de la
ciudad de Vélez no tenían agregado vecindario por co-
rrer éste a cargo del Cura de la Iglesia Matriz; con
reserva de expedir en vista de sus resultas las provi-
dencias correspondientes.
Inmediatamente hizo comparecer a Don Rafael Arias
teniente o Gobernador // Juan Mosquera, y Luis Qui~
roga, alcaldes, indios de aquel pueblo, a quienes exami-
nó según el interrogatorio y en su virtud dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos de que habían dado razón en la Lista y Nu-
meración que se había formado, en que había expresado
los ausentes, res.ervados.
Que conservaban las tierras de sus resguardos que
eran buenas, aunque no muy abundantes, y que sin
embargo de haberse ofrecido duda por la parte que
confinaba• con las tierras del Doctor Don Vicente Sales
no se había continuado el litigio, y que con su cultivo
484
de maíz y frutos de tierras templadas satisfacían la
Demora de seis pesos, con un real de Protecturía, y
otro de Corregidor, todo en plata, en cuya cobranza no
recibían perjuicio como ni en la del diezmo y primicia,
que se les exigía sin exceso.
702 Que eran bien instruídos en la Doctrina // Cristiana
y Dogmas de Nuestra Religión, sin que se notara defecto
en ésta; y que por los bautismos satisfacían dos reales,
ocho por la Misa de los casamientos, y seis reales y me-
dio de arras, y por los entierros de párvulos doce reales,
y de adultos según pedían y alcanzaban sus facultades.
Que mantenían las tres cofradías ordinarias satisfa-
ciendo nueve pesos por cada una de ellas, y de Devoción
celebraba contribuyendo seis pesos las de Jesús Naza-
reno, Nuestra Señora de los Dolores, y Santiago, con
más otros seis pesos para Semana Santa y medio real
cada cabeza para Monumento, y no se les gravaba por
servicio personal por Cura y Corredor.
Que trabajaban una Sementera de Comunidad para
cada cofradía; pero no tenían Bienes-ni.Caja de Comu-
nidad.
Que dentro del resguardo no vivían españoles ni gen-
tes de color, sino seis u ocho por estar casados // con
indias, pues antes bien necesitaban y pedían se les au-
mentara por la parte nombrada de encima de la Peña
del Batán hasta dar al Picacho por ser realengas y no
tener títulos los que se mantenían en ellas, pues en caso
necesario aún se obligarían a tomarlas por el tanto.
Con lo q.e se concluyó esta declaración, y de la Lista
y Numeración formada resultó haber sesenta tributarios,
inclusos diez empleados en oficios del pueblo, c.on el
total de doscientas noventa y cuatro almas.
En vista de todo el nominado Señor proveyó el auto
final del tenor siguiente:
Auto En la ciudad de Tunja a ocho de septiembre de
Final mil setecientos set.a y ocho.
El Señor Don Francisco Antonio Moreno y Es-
candón del Consejo d.e su Majestad, su-fiscal del Crimen
de la Real Audiencia de este Reino, y Visitador de las
provincias de su distrito, dijo:
703 •Que según ha resultad? ~a Visita qu.e ha prac~i- //
• cado del Partido y Corregimiento de Ind10s de la Cmdad
de Vélez, se compone de cinco pequeños pueblos que
los son Chipatá, Guav,\á, Guepsa, con el agregado de
485
 Platanal, Chitaraque, y Saboyá, todos tenues, de escaso
número de tributarios, y reducidos en la mayor parte a
miseria no obstante la fertilidad de las tierras que
disfrutan, ·para comerciar y vender sus frutos, ocupán-
dose en el trabajo de concertados fuera de su pueblo,
abandonando la tierra de su resguardo de que gozan
varios vecinos en arrendamiento, sin que el valor de sus
tributos sufrague para completar el estipendio y con-
grua sustentación de los doctrineros, a excepción de los
dos primeros, a que es consiguiente la falta de observancia
de las disposiciones legales, que tanto recargan la apli-
cación y buen régimen de los indios e instrucción cris-
tiana y política, que se dificulta por su corto número,
y el abundante de gentes de color, que sobrepuja y que
lleva tras sí la mayor atención en los pueblos de esta
clase, lo que visiblemente se experimenta en el de Chi-
taraque, en que sólo hay una Iglesia corta de paja sin
residencia del Cura que no habita allí, sino en el sitio
nombrado Santa Ana, que la tiene de teja y se compone
de vecindario español, nombrando en Chitaraque un
teniente, como le mereciese menor atención; y en el de
Guepsa se conserva una perjudicial división, hallándose
toda una parcialidad separada, en el sitio del Platanar,
a distancia de media hora y tres cuartos de camino,
con la precisión de que el Cura en los días festivos
celebre dos Misas.
De cuyos ant-ecedentes resulta que la multitud de
pueblos pequeños y tenues; no sólo es perjudicial al
Real Erario, que se grava con inútiles estipendios, fá-
brica y redificac.n de Iglesias, privándose del valor de
704 las // tierras que concede para resguardos, y de los
tributos que dejan de satisfacer los empleados en oficios
de gobierno e Iglesia que necesita cada pueblo, sino
también es pernicioso a la causa pública y a los mismos
indios, por que éstos no viven con la sujeción, enseñanza,
y buen orn. que lograrían reunidos en un pueblo nume-
roso, en que recíprocamente se auxiliarán, y su multitud
llama-ría la atención del Cura y Corregidor, para que en
lo espiritual y temporal estuviesen mejor asistidos, y
más arreglada la cobranza de los tributos, logrando el
público que las tierras se repartiesen entre muchos
vecinos, que teniendolas en propiedad fomentarían su
agricultura y comercio, fundandose nuevas poblaciones
y mejorandose las ya establecidas, con otras ventaj-as
que son manifiestas:
486
Se declara que los indios de los pueblos de Guavatá
/ / con el agregado de Popoa, los de Guepsa con el d.el
Platanar, y _los de Chitara-que deben reunirse; trasla-
dándose todos a formar un solo pueblo en el de Chipatá
que por su situación y circunstancia tiene las mejores
proporciones, y ha de ser el único que ha de pe-rmanecer
en el Partido y Jurisdicción de Vélez (porque a los
indios de Saboyá se les dará destino correspondiente) a
fin de que por este medio se facilite el cobro del tributo,
la Instrucción Cristiana, y Política de los indios, y sin
dificultad se les obligue a que se dediquen al trabajo,
desterrando su ociosidad que es el origen de su miseria
y desdicha, a cuyo efecto todos los Jueces, así Ordina-
rios como Pedáneos, serán obligados a indagar con par-
ticular cuidado, los indios que hubiere en las poblaciones,
haciendas o estancias de españoles, y de recogerlos, y
705 remitirlos // al pueblo sin permitirles su permanencia
fuera de él, en la inteligencia de que cualquiera contra-
vención o negligencia culpable, se hará cargo a dichos
Jueces de los tributos que dejaren de pagar los indios
que estuvieren en su Distrito, y al mismo intento harán
notorio que nadie ha de concertar indios alguno para
trabajar en sus haciendas, sin noticia del Corregidor o
de la persona a cuyo cargo estuviere su gobierno y la
recaudación de los tributos; pues de lo contrario se obli-
gará a pagarlo y se le privará de su servicio con las
demás penas correspondientes a la trasgresión de este
precepto, para que de este modo se evite al ocultación y
frecuente ausencia que hacen de sus pueblos, y la deca-
dencia del Ramo del Tributo.
Y para que no tengan pretexto alguno, abundando las
tie-1:ras útiles en dicho resguardo, con respecto al número
de doscientos tres tributarios / / de que se habrá de
componer el de Chipatá luego que se transladen los de
Guavatá, y demás antes referidos, y para ellos los Alca1-
des Ordinarios de la Ciudad de Velez, a quienes por im-
pedimento del Corregidor se comete la ejecución de este
auto (y que deberán continuar hasta su perfección, aun-
que cesen en sus oficios) procederán reconociendo pri-
mero los títulos y tierras que ahora disfrutan, a señalar
a dicho pueblo todas las demás que parezcan conve-
nientes, para que como manda la Ley, antes les sobren
que falten, en la inteligencia de que los indios han
pedido se les conceda por encima de la Peña del Batán
hasta dar al Picacho,• expresando ser estas tierras rea-
¡
487
 lengas, y no tener título sus poseedores, y en caso de
que todavía parezca necesario ampliarles por otro lado
podrán verificarlo, con cargo de compensar a los due-
706 ños con otras tierras realengas // o de las que se hu-
biesen de vender, y resultan vacantes en los pueblos
extinguidos, cuyo señalamiento ejecutarán con linderos
permanentes de modo que no se ocasione la menor duda,
ni litigio en lo venidero, y en cuyo espacio puedan re-
partirse estancias a los indios, para su comodidad y
cultivo, formalizando las diligencias con exactitud y
claridad, y remitiéndolas brevemente al Superior Go-
bierno para su aprobación.
Como el objeto y punto principal de esta providencia
estriba en practicar la translación de los indios del
modo que les sea menos gravosa, sin dar lugar a pre-
textos con que suele entorpecerse, deberán los Comi-
sionados intimar a los indios de los pueblos extinguidos,
que mediante a no tener en la actualidad sementeras
que disfrutar, ni motivo, que retarde la ejecución, dis-//
pongan desde luego todos los medios que consideren
necesarios para su logro, por ser notoria la utilidad que
de ello les resulta para su mayor bien en lo Espiritual
Y Temporal y que para su consecución vendan las habi-
taciones y bienes que tuvieren, sirviéndoles su importe
para su mejor establecimiento en Chipatá, donde darán
sus providencias los Comisionados, para que por medio
del indio Gobernador Don Rafael Arias, que es racional
y de toda satisfacción, se acopie la madera y materiales
necesarios para fábrica de las habitaciones, poniéndose
desde luego en práctica, como que en el preciso término
de dos meses ha de quedar enteramte. concluida y per-
feccionada la translacn. y para su costo se aplicará el
• importe de los arrendamientos que estuviesen deven-
707 gados, Y que en adelante se deven-//gasen, hasta el
remate de los resguardos vacantes en los extinguidos
pueblos que recaudarán dichos Comisionados, o darán
Comisión al indio• Gobernador, para que les cobre y se
reintegre del gasto, precediendo antes de construír sus
casas el señalamiento que deberá hacerse de solares en
el plan del pueblo, con formación de calles, como que
todos deben vivir a son de campana, en total hermandad
y buena armonía, sin diferencia alguna entre los indios
nativos y transladados, gozando con toda igualdad de
las preeminencias, franquezas y empleos, que se con-
ferirán siempre a los más idóneos, gobernándose todo
488
el pueblo por solos dos Alcaldes, el Gobernador, un
Fiscal, y sin otro aumento que el de un Capitán para
cada parcialidad, de las que ha de formar cada uno de
los pueblos transladados // con su respectivo nombre,
no admitiéndose reservados, con título de empleo para
la Iglesia, sino cuatro cantores y un sacristán.
En su virtud podrán conducir consigo los indios trans-
ladados, no sólo sus propios bienes, sino también todos
los que le perteneciesen a sus iglesias y cofradías, for-
mándose inventario con intervención de los respectivos
Curas, y poniéndose en los libros del pueblo de Chipatá;
promoviéndose por el Cura Doctrinero, como se le en-
carga y ruega, la unión de unos indios con otros, que
será más estrecha por el enlace de los matrimonios
entre las familias de los nativos y transladados.
Y para que con mayor comodidad puedan los indios
verificar su translación y establecimiento en Chipatá,
708 se les otorga .relevación de otorgar tributo // por los
dos tercios respectivos a San Juan y navidad del año
próximo venidero de mil setecientos setenta y nueve
con la expresa calidad de que verifiquen lo que para
su beneficio se les ordena, pues de lo contrario no dis-
frutarán esta gracia, y se les compelerá a la paga de
la tasa que permanecerá sin alteración de tres pesos en
plata, cada tercio, sin que tengan que satisfacer otra
cosa, ni con pretexto de Bautismos, casamientos, ni en-
tierros, que deberá efectuar el Doctrinero, sin exigirles
derecho alguno como disponen las Leyes, que para este
fín tienen señalado estipendio, y conforme a las mismas
tampoco se les exigirán limosnas para fiestas con pre-
texto de devoción, como que no son voluntarias en los
indios, ni cuando lo fuesen se les debe permitir, por
no alcanzar sus fuerzas y facultades, y servirles de im-
pedimento a las obligaciones de Justicia.
En esta inteligencia pasado el término / / señalado, y
verificada la translación de los indios, quedan por el
mismo hecho y por falta de sujeto suprimidas y acaba-
das las Doctrinas y libre el Real Erario de contribuir
con estipendio, aunque acreedores, los que las han ser-
vido, a que con preferencia se les atienda en la provisión
de otras.
Y mediante a que en casi todos los pueblos extingui-
dos reside copioso número de vecinos, que con aumento
y mejoramiento de la población pueden lograr ser mejor
asistidos en lo espirj11al, erigiéndose en Parroquia con
489
 el auxilio de las Iglesias ya edificadas, lo que es más
urg nte y necesario en la Provincia de Velez, donde los
vecinos cercanos a los pueblos, aunque acuden a ellos
y sus curas, reconocen únicamente al de la Iglesia Ma-
tTiz por quien no pueden ser comodamente atendidos
po.r la distancia que se extiende hasta la Parroquia de
709 San Ben.to // de que dimanan no pequeñas dudas y
contiendas, y en el pueblo de Chitaraque lo ha verifica-
do por efecto el vecindario, que se compone de quinien-
tas treinta y nueve almas, cabezas de familia, con el
t?t.al de dos mil seiscientas noventa y seis almas, y el
sitio de Santa Ana de trecientos trece vecinos, y mil
seiscientas ochenta y cuatro almas, con Iglesia y fa-
cultades para mantener Cura propio lo que igualmente
sucede en Guepsa, siempre que se les demarque terri-
torio Y feligresado, como puede oportunamente vel'ifi-
carse: Se les hará así saber a los vecindarios para que
brevemente acudan a promover las erecciones 1 si lo
tuvieren por conveniente, y que de lo contrario 10 expre-
sen para que en su inteligencia lo provea con interven-
ción d~ la Jurisdicción Eclesiástica sobre la profanación,
o destmo, que convenga a los templos.
Siendo consecuencia precisa de esta resolución la venta
Y enajenación de las tierras de los resguardos que re-
sultan vacantes a beneficio de la Real Hacienda, pro-
cederán sucesivamente los comisionados con presencia
de los títulos y citación de los confinantes al Tecono-
cimiento de ellas y sus linderos, nombrando sujetos de
satisfacción, inteligencia y celo, que con separación las
avalúen, teniendo consideración a sus apreciables cir-
cunstancias y a que cualquiera colusión o fraude se e¡¡-
carmentaría con severo castigo; y fechos los avalúos se
pregonarán por treinta dias, admitiendo las posturas
por el todo o partes de cada resguardo, remitirán las
diligencias con citación de los postores al superior go-
bierno para su remate, y entre tanto éste se verifica
mantendrán arrendadas dichas tierras a precios justos'.
71 O Y su importe servirá / / para los costos de las traslaciones
Y fábrica de casas, como queda insinuado, y únicamente
reservarán aquella tierra que se graduare necesaria
para compensar, si acaso se tomaren algunas de par-
ticulares, para el aumento del resguardo de Chipatá, en
cuyo pueblo se destinará un pedazo de tierra para se-
mentera de comunidad, en que todos los años trabajarán
los indios sin. excepción de clase, inclusos los reserva-
490
dos, Y lo que produjese se guardará en una caja que se
fabricará de tres llaves, de las cuales tendrá una el cura,
otra el gobernador y la tercera el teniente o uno de los
alcaldes del pueblo, anotándose en un libro o cuaderno
que habrá dentro y este dinero se invertirá en el soco-
rro de pobres, viudas, enfermos y habilitar a los que no
tuvieren para el trabajo, quienes lo volverán después
de la cosecha y también en ornato y servicio de la igle-
sia en casos muy necesitados, debiendo constar en el
libro el ingreso y egreso con toda claridad para cuando
se tome cuenta.
El logro de todo lo prevenido y de los favorables
efectos de esta resolución consiste principalmente en su
acertada ejecución y en la eficacia, esmero y celo de
los comisionados, que venciendo los tropiezos que oc1.t-
rra11, deben llevar con tesón a efecto cada uno de los
particulares que incluye, dándoles a entender a los in-
dios ser util y necesaria la obediencia, conduciéndose
con arte y moderación hasta trasladarlos con sus fami-
lias en Chipatá y por lo mismo se les ·previene estrecha-
mente que apliquen toda su atención a estos designios,
pues así como se atenderá su mérito del acierto que se
espera, así también será co.rrelativo el desagrado a cual-
quiera negligencia o contravención. Y para todo, dán-
711 dose cuenta con los origi//nales al superior gobierno
para su aprobación, se les remitirá testimonio auténtico
de este auto, por e! cual asi lo proveyó, mandó y firmó
por ante mí, el escribano público y de visita, de que
doy fe.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mi, Jose Camacho, escribano publico y de visita.
Todo lo cual remitió dicho señor visitador al excelen-
tísimo señor virrey con el informe siguiente:
Informe Exmo. Señor:
Muy señor mío:
- Despues de haber recorrido y visitado todos los pue-
blos del partido y corregimiento de la ciudad de Velez,
he resuelto que separado el pueblo de Saboyá por su
distancia y defectuosa demarcación que tenía aquel
distrito, se reunan los demas por su cortedad, escaso
numero de tributarios y demas urgentes motivos de
necesidad y utilidad pública, reduciéndose sus indios a
componer un solo p\4eblo en el de Chipatá, que única-
491
 me te se compondrá, ejecutada la traslación, de do-
cientos tres tributarios, con que no sólo se evitarán
inútiles gastos, sino que los indios conseguirán ser mejor
instruidos, viviendo con arreglo a lo que precriben las
leyes, cuya observancia es casi precisa en los pueblos
tenues, y al mismo tiempo quedara extinguido este pe-
queño cor.regimiento conforme al tenor de la Real Cé-
dula de mi comisión y podrá practicarse cómoda y
utilmente la recaudación de tributos, segun lo que ex-
pondré después de formalizada la carta geográfica,
proponga la demarcación territorial del corregimiento
de Tunja.
Aunque he remitido con esta fecha testimonio de mi
auto final a los alcaldes ordinarios de la ciudad de
Velez, comisionados para su ejecución, les he advertido
al mismo tiempo vayan tomando sus medidas, entre
tanto por V. Excelencia se expide la última resolución,
porque conociendo el actual sistema y estado de cosas,
tengo por precisa esta cautela, no obstante el perjuicio
71 2 que pueda ocasionar la dilación, reflexionando al mismo
tiempo que no ha de dilatar mi pronto regreso a esa
capital, en que podré persona'lmente sostener el mejor
servicio del REY y ejecución de sus soberanas dispo-
siciones.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años, como deseo.
Turmequé, y septiembre diez de mil setecientos se-
tenta y ocho.
Exmo. Señor.
-Beso la mano de V. Exa., su rendido ato serv 0 r, Dor.
Dn. Franco Anto Moreno.
Exmo. So-r Dn Manuel Antonio Florez.
En igual conformidad consta por las diligas remitidas
al supor gobo que habiendo llegado a la villa de San
Gil a efecto de practicar la visita de ella, mando por
auto de diez y siete de junio fueran llamados los testi-
gos que parecieran convenientes y examinados al tenor
del interrogatorio formado al intento y al mismo tpo.
se solicitarán los padrones para acreditar el numo de
su vecindario, con lo más que correspondiera a los obje-
tos de a_quella visita. En cuyo cumplim.t 0 comparecieron
Don Apolinar Buenahora, akalde de Santa herman- .
dad, Don Pedro Cadena, padre de menores, Don Pedro
Suares y Don Ambrosio Nieto de Paz, todos vecinos de
492
la nominada villa, y con vista de lo que en su decla-
ración expusieron y demás diligencias que se tuvieron
por conveniente practicar, se proveyó el auto final del
tenor siguiente:
Auto Final En la villa de Santa Cruz y San Gil, a diez
y ocho dias del mes de junio de mil sete-
cientos setenta y ocho años·. El senor Don Francisco
Antonio Moreno y Escandón, del Consejo de su Majestad,
su fiscal del crimen de la Real ~udienc'ia de este Nuevo
Reyno de Granada y su visitador de las provincias de
su distrito, dij o:
Que con atención de lo que resulta de la informacn
sumaria actuada en este juicio; a lo expuesto por los
alcaldes ordinarios; y a lo más que mediante la ocular
inspección y seguros desinteresados informes se ha re-
conocido para indagar todo lo conducente a llenar los
importantes objetos de la visita conforme a las leyes y
al espíritu de la Real Cedula que la mqtiva y unifor-
memente conspira a que los súbditos logren lo cristia-
713 no, civil y político, ser oportunamente asistidos así / /
en lo espiritual como en lo temporal por medio del buen
gobierno de la república e imparcial administración de
justicia, para que así se verifique en esta villa se ob-
servarán los siguientes puntos:
Primero: Estando a la vista la impropiedad y pernicio-
sa irregularidad con que están demarcados los territorios,
tanto en lo espiritual como en orden a la jurisdicción
temporal, de· modo que en vez de facilitarse a los súb-
ditos el socorro de sus almas y ni los delitos de unos,
por ignorados queden impunidos, ni los agravios de
otros sin satisfacción, que es el objeto que termina el
señalamiento de ter-ritorios, parece que como si se hu-
biese propuesto el fin opuesto, se han extendido los
términos de unos beneficios y jueces hasta tocar en el
centro de otros, de que dimana no solo confusión, sino
que frustradas las piadosas intenciones del Rey, lejos
de conseguirse la pronta administración de justicia y
cristiana instrucción de los fieles, se les dificulta con
un desorden cuyas funestas consecuencias no pueden
bastantemente explicarse ni lamentarse. Y para su re-
medio en la parte que permiten el estado y circunstan-
cias de las cosas, se formará un diseño geográfico con
que se dará cuenta al eKcelentísimo señor virrey, ex-
poniéndole lo mucho q~ en este asunto ocurre, digno
493
 de pronta resolución y el concepto que se esper_a recti-
ficar más en la visita de las cercanas poblac10nes Y
del mismo modo se pasará oficio al señor ordinario
eclesiástico para que en la parte que le corresponde
contribuya al espiritual alivio de los fieles, proporcio-
nándoles la administración de sacramentos y demas
subsidios espirituales.
Segundo: causando sensible justa admiración que no
obstante la antiguedad de esta villa, autorizada de su
ayuntamiento y de vecinos por su nacimiento y circuns-
714 tancias acreedores / / a la satisfacción de sus superiores,
con una población que numera sobre mil cabezas de
familia carezca de una escuela pública donde metódi-
cament~ se instruya su juventud en los primeros rudi-
mentos de virtud y letras en que estriba el fundamento
de la felicidad pública; como que sin este preciso ex_ordio
no es facil sean despues idóneos para el desempeno de
los ministerios políticos en cualquiera carrera que
abracen sirviendo a los padres honrados de obstáculo
radicars'e donde sus hijos no pueden lograr una crianza
proporcionada a su calidad y deseos. Se procederá d~sde
luego a su establecimiento, eligiéndose por el cab~ldo,
justicia y regimiento un sujeto, el que parezca mas a
propósito, que deberá ser examinado por :ªs pers~nas
timoratas, de instrucción y celo, que el mismo c~bildo
nombrare. Y para su dotación, como que debe dedicarse
enteramente a su desempeño, se destinará en acta ca-
pitular a pluralidad de votos la cantidad ~ue . de _las
rentas de propios, como obligada por su nativa mstitu-
ción y modernas reales cedulas a esta útil y precis_a
carga, se estimase competente, para que c?n este_ a~xi-
lio y el de dos reales mensuales que debera contnbu1rle
cada padre de familia que tuviese hijo o pupilo en la
escuela, exceptuados los notoriamente P?bres, pueda
comodamente mantenerse; quedando al cuidado del ca-
bildo y justicias celar que sea exacto y puntual en el
cumplimiento de su obligación, corregir cualquieJ" de!ec-
to u omisión y estimular a los vecinos a que reconocidos
al bien que se les dispensa se aprovechen y. c_o~tribuy.an
a su permanencia, para lo que no se permitiran escu.e-
las privadas ni arbitrarias, como reprobadas por las
leyes por los pe.rjuicios que ocasionan a la causa pública.
Tercero: siendo de la mayor importancia que la carcel
715 sea no solamente segura // y bien abastecida de pri-
siones para custodia de los reos y evitar su fuga sino
494
también de proporcionada extensión y capacidad, como
que no puede defraudárseles de los alivios a que obligan
las leyes de humanidad y con separación de piezas pa1·a
los delincuentes o presos para causa civil o menor, por
no ser justo igualar la pena donde es diferente la culpa
No pudiéndose verificar esta obra del ramo de penas
de cámara y gastos de justicia, como igualmente obli-
gados a ella según el precepto de la ley municipal y
estrechando la urgencia a que no se dilate, dispondrá
el cabildo de esta villa (celebrando para ello acta capi-
tular), que reconocido el terreno, se proporcione según
su capacidad la fábrica avaluando por menor su costo
para que convocado el vecindario se reparta equitativa-
mente, a medida de sus facultades, y se nombren los
sujetos que hayan de recaudar lo que a cada uno se
asignase, y correr con la obra por administración en
caso de que por remate no se encuentre sujeto que se
haga cargo de mayor ahorro. De que con las diligencias
deberá dar cuenta en el preciso término de dos meses
al superior gobierno.
Cuarto: resultando de fo informado por los alcaldes
ordinarios y por otras personas amantes del bien pu-
blico y también por la deposición de los testigos del
sumario el grave desorden y perjuicios que en esta re-
pública ocasiona el exceso de la bebida y multitud de
chicherías en que con la embriaguez se causan riñas,
excesos y otros escándalos, como así mismo otros exce-
sos, que los jueces no pueden remediar porque se les
pierde el respeto y se exponen ser insultados, con mal
ejemplo y menosprecio de sus empleos. No pudiéndose
acudir a este daño con la prohibición de dicha bebida
y su fábrica por ser permitida, será el medio más opor-
tuno que los jueces inquieran: si en la composición de
la chicha se mezcla algun ingrediente nocivo a la salud
como se recela por e:i¡:perimentars·e que aún en corta
716 cantidad turba el juicio; a fin de que si asi se justificase,
procedan inmediatamente contra los fabricantes, destru-
yéndoles sus oficinas y utensilios e imponiéndoles las
penas correspondientes, de modo que el público quede
satisfecho y los demás escarmentados; y en cualquiera
evento se discurrirá por el cabildo, justicia y regimiento
los arbitrios que el amor a la patria y su celo les dic-
tasen, para que sin perjuicio de lo justo se limite el
numero de chicherias al que parezca suficiente a la
población y su abasto; éomo también los sitios y lu-
¡
495
 gares donde hubieren de establecerse, previniendo a
los encargados las reglas que deben observar, así en la
composicion de dicha bebida como en su expendio para
que no se perjudique a la salud, quietud y buen gobierno
del público.
, Quinto: habiendo indagado que contraviniendo a la
instrucción y órdenes del superior gobierno se ha pro-
cedido en la composición de caminos defectuosamente y
gravándose a los pobres sin repartir, como era debido,
a los ricos y acomodados alguna cantidad que les sir-
viese de auxilio para su manutención, de que es preciso
carezcan como que no tienen otra que la que adquieren
con su trabajo; de que resulta no sólo un general per-
juicio y clamor, como también que la obra se haga con
imperfección y no se logren los favorables efectos a que
se aspira, mayormente no habiéndose esmerado como
debiera en su inspección el director Don Pedro Antonio
Nieto. Y con reflexión no sólo a que por el superior
gobierno se ha encargado ya al cabildo de esta villa el
cuidado y dirección de dichos caminos sino también a
la particular comisión y facultades conferidas en el
asunto por excelentísimo señor virrey en su carta de
oficio fecha en Santa Fe a veinte y cinco de mayo de
este año, dispondrá dicho cabildo con la mayor brevedad
que se reconozcan los caminos hasta aquí aliñados,
como que debe practicarse esta diligencia dos veces al
71 7 año y se // enmienden los defectos que padecen, conti-
nuándose su composición en los que hasta ahora no se
ha verificado, examinando la necesidad y costo que
podrán tener los dos puentes propuestos por los alcaldes
ordinarios en la quebrada de Curití, de los cuales el
paso inmediato al pueblo se conceptúa indispensable,
proceda por equitativo repartimiento entre los vecinos
que disfrutan del beneficio de su fábrica, formalizando
siempre sumaria diligencia en que conste lo S"eñalado
a cada vecino con expresión de su nombre y su d.istri-
bución, para que en todo tiempo conste la legalidad
del procedimiento. Lo que igualmente deberá practicar-
se para el adelantamiento del puente proyectado y de
suma necesidad en esta villa, cumpliendo pronta y bre-
vemente lo prevenido por el superior gobierno para que
pueda lograrse su conclusión.
Sexto: resultando así mismo en este juicio de visita
la falta de orden y desarreglo que padece, así el archivo
de escribano (segun él mismo ha declarado) como taro-
496
bién el perteneciente al cabildo, contra lo que persuade
el buen método y lo prevenido por las leyes: deberá
inmediatamente el expresado cabildo, justicia y regi-
miento de esta villa, no sólo disponer que se forme
inventario de uno y otro para que el escribano se haga
cargo del que le corresponde con la debida formalidad,
sino también que por abecedario y con distinción de
años se coordinen las reales cedulas, superiores dispo-
siciones y demás papeles y documentos, a fin de que no
se refundan ni extravíen; y que cuando ocurra motivo
se tenga presente, encontrándose con facilidad.
Séptimo: habiéndose pedido razón el número de reos
detenidos en esta real caree! y que se trajesen a la vista
sus procesos para examinar su estado: se ha visto con
admiración que hallándose siete en prisión y que el de
menos tiempo lo ha sufrido ya por dos meses, a ninguno
71 8 se le ha seguido causa // pues la que se ha manifestado
actuada contra Juan García Tinjacá, a quien se le des-
terró por auto de treinta y uno de julio del año inme-
diato pasado, no consta haberse procedido, sin embargo
de ser uno de los presos por haber quebrantado su des-
tierro y continuado sus excesos y de que aún en la pri-
sión ha escandalizado al pueblo con sus irrespetos y
embriaguez; añadiéndose a este grave desorden el de
que ni la carcel se visita ni hay libro (como manda la
ley) en que se anoten la entrada y salida de los presos.
Se previene a todos los alcaldes ordinarios, sin perjuicio
de la pena y reato que corresponda, que sin dilación
adelanten y fenezcan dicha causa del Tinjacá y forma-
licen las de los restantes, si sus delitos lo merecieren; y
que cuando sean de aquellos que no merecen proceso,
examinados· breve y sumariamente les apliquen la pena
proporcionada a su culpa; observando en lo venidero
este método, como conforme a las leyes y buena admi-
nistración de justicia. Y que así mismo se forme libro
por el alguacil mayor, a quien por su oficio incumbe
esta obligación, en que se anoten las entradas y salidas,
con el nombre de los presos, día, mes y año y expresión
de la causa y de los derechos que contribuye, firmando
el alcaide o el mismo alguacil mayor.
Octavo: no teniendo esta república el arreglo que
pide el buen gobierno económico en los pesos y medi-
tlas que corresponde al ca·bildo, no hay fiel ejecutor o
a éste, segun su título, deberá inmediatamente ponerse
en ejecución con arregli a los padrones de la capital
497
 del Reyno; promoviendo el ayuntamiento no sólo el
abasto público de los comestibles sino también el or-
. nato de la población, reparando en lo posible los de-
fectos que padece.
Y para que los puntos hasta aquí insinuados logren
su debida, puntual observancia, pues nada importaría
prevenir lo más saludable a la républica si no tuviese
719 cumplido efecto, // se compulsará testimonio de este
auto y del que se haya proveído a la representación del
procurador general, presentada al tiempo de su con-
clusión. Y notificados los alcaldes ordinarios y procu-
rador general, se les entregará para que en el primer
cabildo ordinario, o celebrándose para ello extraordi-
nario, se tenga presente y archive, a fin de que en
todo tiempo se haga cargo de su inobservancia o con-
travención a quien corresponda. Y con el mismo objeto
deberá cada uno, en la parte que le tocase en los puntos
insinuados, dar cuenta justificada al superior gobierno
de haberlo cumplido, en el preciso término de dos
meses. En el supuesto de que, no verificándolo, se proce-
derá a lo que más convenga a beneficio de la causa
pública. Para lo que a su tiempo se le dará noticia al
excelentísimo señor virrey, con testimonio de lo nece-
sario. Y por este que proveyó, asi lo mandó y firmó,
por ante mí, el presente escribano público y de visita,
de que doy fe.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí, Jose Camacho, escribano público y de visita.
Habiendo pasado a la parroquia de Barichara, de la
jurisdicción de la villa dicha de Santa Cruz y San Gil,
por auto de diez y nueve de junio del mismo año de
setenta y ocho, mandó: Que para que conforme a de-
recho se practicara la visita de aquella parroquia y se
indagara su actual estado, gobierno y los abusos que
fueran dignos de remedio, se llamaran a los vecinos
que parecieran convenientes y examinados, para que
bajo de juramento declaren al tenor del interrogatorio
formado al intento. In continenti y en cumplimiento de
lo cual fueron llamados y examinados Don Mateo de
los Reyes, Don Juan Antonio de los Reyes, Don Ignacio
Javier Carrizosa y Don Antonio Aranda, vecinos de
aquella parroquia, a quienes por ante el escribano re-
720 ci//bió juramento que hicieron por Dios Nuestro Senor,
bajo del cual dijeron:
498
Que todos los feligresen sujetos a aquella parroquia
vivían a más o menos distancia, de modo que pudieran
oportunamente acudir a la iglesia y ser asistidos en sus
urgencias espirituales y temporales, mediante a que
los jueces, con igual facilidad podían administrar jus-
ticia y los súbditos implorarla. Que los jueces habían
cumplido con la obligación de sus oficios y que los
caminos, aunque no con perfección segun habían permi-
tido sus facultades estaban aliñados·, sin que hubiera en
ellos ventas públicas, con bastimento para los traficantes.
Que en aquella parroquia no había escribano ni notario,
y que si alguna vez, que era muy rara, por venir fre-
cuentemente alguno de los de la villa de San Gil, se
otorgaba algún instrumento ante los alcaldes, se remitía
a su tiempo para que se protocolara en dicha villa.
Que aunque no estaba enteramente concluída la caree!
en lo alto, pero que tenía la capacidad y seguridad co-
rrespondiente por ser de cal y canto y poderse colocar
con separación los dos sexos. Que igualmente había dos
sujetos que mantenían escuela para la enseñanza de la
juventud, contribuyéndoles los padres alguna modera-
da gratificación. Que en lo tocante al arreglo material
de la población se promovía con esmero, del mismo
modo que en lo político. Y que el único alivio que hasta
allí habían disfrutado los vecinos y que apetecían con-
sistía en que se les conservaba la facultad de sembrar
y aliñar los tabacos de que modernamente se les había
privado, sin embargo de ser de superior calidad.
Que en aquella parroquia residían algunos indios con
sus familias, cuyos pueblos ignoraban y que los de
Guane, como inmediatos, venían los días festivos en que
721 cau//saban escándalos, que con motivo de no tener ju-
risdicción los alcaldes no podían corregirla, ocasionando
inquietud y perjuicio a los vecinos. Con lo que se con-
cluyó esta declaración, y a su continuación certificó el
escribano:
Que habiendose tomado razón de la población de
aquella parroquia, resultaba por el padrón de su cura,
Doctor Don J ose Martín Pradilla y de los remitidos por
los alcaldes pedáneos del Cabildo de la villa de San Gil,
que existían en ella y su feligresado mil trescientas
ochenta y nueve cabezas de familia y seis mil docientas
noventa y dos almas de comunión. En cuya vista, por
auto de veinte del mismo mes y año, dicho señor visi-
tador dijo: /
499
 Que resultando de la información sumaria que se
habia recibido y de lo que ocularmente se había reco-
nocido, el esmero con que se promovía el adelantamiento
de aquella parroquia, que podía lograr mayores ventajas
si con el mismo se continuaba al beneficio público,
cuidarían de verificarlo los alcaldes, a quienes con el
empleo se les confiaba este importante encargo, y para
ello se dedicaran a perfeccionar la carcel hasta su total
conclusión, no permitiendo se demoraran los reos ni sus
causas cuando fueran criminales, y en las civiles o di-
manadas de deudas, haciendo que los deudores con su
trabajo, bienes o por otros medios de equidad y pru-
dencia satisfagan sus medios, de modo que los pobres
no se atrasen y se reduzcan a mayor miseria con daño
público y de sus mismos acreedores.
Y que siendo tan conducente al mismo fin el aliño
de los caminos públicos, estrechamente prevenido por
el superior gobierno, deberían verificarlo con arreglo
a la instrucción, repartiendo a los ricos acomodados la
cantidad que en dinero corresponda a sus facultades,
que serviría para herramientas y dar de comer a los
que por su pobreza no tenían de donde adquirirlo y
722 trabajaban personalmente discurriendo las veredas más
derechas, cortas y menos gravosas y fomentando el ca-
mino llamado el Peñón, para la más facil corresponden-
cia con la ciudad de Girón y su provincia, que será de
notoria utilidad a aquella parroquia y lugares de la
comarca.
Y que porque para cautelar los escándalos y ruina
que ocasionaba la fre.cuente venida de los indios de
Guane a aquella parroquia, que aumentaba el abuso
de la bebida y la circunstancia de no conocer superior
en ella que lo~ contuviera se había dado la providencia
correspondiente en el auto final de visita de dicho pue-
blo, previniendo al corregidor cuanto había parecido
oportuno, y facultando a los alcaldes para que en ausen-
cia de dicho corregidor acudieran a impedir los referidos
escándalos y disenciones que turbaban la tranquilidad
común, y si el caso lo pidiera, requcirán a prisión a los
culpados, formalizando judicial diligencia con que dieran
cuenta al corregidor, para que según su mérito les apli-
cara el castigo de que fuen¡.n dignos, lo que tendrían así
entendido dichos alcaldes partidarios, a quienes para
su puntual ejecución de todo lo prevenido, de cuya ob-
servancia serían responsables, se les entregará testimo-
500
nio que se archivaría para que a su debido tiempo se
les hiciera cargo.
,En la misma conformidad se practicaron iguales dili-
gencias en la parroquia de San Jose y Santa Bárbara
de la Robada de la dicha jurisdiccion ele San Gil, y con
lo que de ellas resultó por auto de primero de julio,
mandó dicho s·eñor lo que tuvo por conveniente a fin de
que se fomentara su población, arreglo, estado y gobierno.
Por las diligencias ~!"acticadas en la villa del Socorro,
consta que por auto de veinte y un días del mes de
junio del mismo año mandó, que a fin de examinar
conforme a lo prevenido en las leyes el estado, gobierno,
723 población y demas conducente a llenar los // objetos
de la visita, se reconocieron los padrones que en obede-
cimiento de la Real Orden había debido formarse, de
que se pondría razón, y fecho se examinarán los testi-
gos que parecieran convenientes según el interrogatorio,
procediéndose sucesivamente a las demas diligencias.
In continenti, y a consecuencia de lo cual, compare-
cieron Don Manuel Santos del Corral, Don Juan Fran-
cisco Berbejo (sic), y Don Ignacio Martínez Nieto, a
quienes examinó conforme a derecho, y siéndolo segun
el interrogatorio, dijeron:
Que asi los habitadores que tenían casa poblada, como
los que vivían en sus haciendas y estancias, podían
acudir oportunamente y ser asistidos en lo espiritual
por no haber distancia excesiva, ni obstáculo invencible
que lo impidiera, sucediendo lo mismo en lo temporal,
mayormente teniendo abundancia de jueces, por ~xistir
el teniente, dos alcaldes ordinarios, dos de la hermandad
y alcalde provincial. Que los jueces de aquella villa
ejercían cumplidamente sus oficios y que los caminos
estaban modernamente aliñados, sin que en todo el dis-
trito de aquella villa hubiera ventas proveídas de abas-
tecimientos para los traficantes.
Que aquella villa sólo tenía un escribano del número
que desempeñaba la obligación de su oficio y un notario
eclesiástico, que no era escribano real, sin nota en el
ejercicio de su empleo y que a excepción del Alferez
real que modernamente se había recibido, los <lemas re-
gidores tenían confirmación de sus empleos y que ha-
bría el término de siete años poco más o menos que no
se había actuado residencia en aquella villa.
Que no tenía carcel segura, capaz ni proporcionada a
su población, pues la qye existía no sólo era reducida,
501
 impropia, con sólo dos cuartos y un corto corral, sino
724 también poco segura, como que hacían// frecuente fu-
ga los reos, sin embargo de que para remedio de este
daño se había pedido superior providencia, que hasta
ahora no había tenido efecto, mezclándose los malhe-
chores con los presos por causa civil, haciéndose más
reparable este defecto por la facilidad con que se redu-
cían a prisión los deudores de cortas cantidades, de mo-
do que a veces importaban más los derechos de carcelaj e
que el débito, e ignoraban si había libros de entradas,
aunque se persuadían no haberlo.
Que no había escuela pública y que uno u otro par-
ticular, oficiosa y autoritativamente se dedicaba a este
oficio, sin exámen ni otra diligencia, y que con la misma
libertad abandonaban el destino.
Que la población en lo material padecía los defectos
que estaban a la vista, con poco aseo y falta de empe-
drado las calles y en lo político eran muchos y graves-,
pero principalmente la falta de agua que se trataba de
repartir aunque faltasen medios para ello, y que por
este defecto acudían a unas cortas aguadas distantes,
donde se juntaban ambos sexos y gentes de servicio, de
cuyos consorcios resultaban funestas consecuencias.
Que tampoco tenía hospital, aunque lo necesitaba, ni
abasto seguro de carneserías (sic) y bastimentos expen-
diéndose éstos a precios eventuales, según la ab~ndancia
o escasez.
Que así dentro de aquella población como en las ha-
ciendas de campo se abrigaban varios indios, cuyos
pueblos se ignoraban, de los cuales unos permanecían
y otros con igual facilidad se ausentaban y aun algunos
aspiraban a ocultar su clase, y que en la actualidad, por
estar la cobranza de tributos- a cargo del teniente de
aquel distrito, que la tenía en arrendamiento, cuidaba
de recaudar lo que podía.
Con lo cual se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación certificó el escribano: que requerido el teniente
725 d-e aquella villa, Doctor Don Clemente Esté// vez para
que remitiera los padrones que conforme a la circular
expedida en obedecimiento de la Real Orden habían de
formarse, había remitido únicamente el de aquella villa,
expresando estar diminuto por el temor que la gente
vulgar había- contraido, sospechando le fuera gravoso
el objeto de la numeración, del que resultaba que exis-
tían en aquella villa de la clase de nobles, setecientas
502
diez y seis almas, de la de blancos dos mil novecientos
veinte y cuatro almas, de la de mestizos cuatro mil
setecientos setenta y cinco, de la de indio; ciento diez
Y finalmente de la de mulatos mil ciento se~enta y nue-
ve, que en una suma componían el total de nueve mil
no_vent_ay cuatro almas. Y que aunque para indagar lo
mas cierto se había solicitado el padrón eclesiástico
para su cotejo, había significado el cura Doctor Don
Francisco de Vargas, no tener concluído 'el que había
principiado con prolijidad, ni poder asertivamente ase-
gurar el número de almas de comunión, a cuyo precepto
muchos todavía no habían satisfecho.
En igual conformidad, certificó: que en cumplimiento
de lo mandado había comparecido el escribano del nú-
mero de aquella villa y conducido una lista de los presos
en la cárcel de ella, que contenía veinte y un reos cri-
minales, cuatro por deuda civil, cuatro mujeres por
concubinato y cinco esclavos en solicitud del amo acom-
pañando únicamente siete procesos respectivos ; los de
delito criminal, todos atrasados y con la demora que
manifestaban los proveidos y las diligencias. Que así
mismo había hecho manifestación el citado escribano
de su protocolo, que reconocido se le había devuelto,
previniéndole lo correspondiente sobre los instrumentos
otorgados en el papel del sello cuarto, por no haberlo
del tercero, mediante a que siendo este requisito de ley
726 nunca podría subsanarse. En cuya vista / / tuvo a bien
el nominado señor visitador de proveer el auto final,
del tenor siguiente:
Auto final En la villa de Nuestra Senora del Socorro
a veinte y cuatro de junio de mil setecien~
tos setenta y ocho. El señor Don Francisco Antonio
~oreno y Escandón, del Consejo de su Majestad, su
fiscal del Crimen de la Real Audiencia de este Nuevo
Reyno de Granada y visitador de las provincias de su
distrito, dijo:
~ue habiendo practicado la visita de esta villa y exa-
mmado su estado, gobierno y cuanto prescriben las le-
yes, con atención a los demás particulares encargos de
su comisión y de la Real Cédula que la motiva. y
~-esultando de la información sumaria y diligencias al
mtento practicadas ser dignos de pronta resolución al-
gunos puntos concernientes al beneficio público y eje-
cución de las leyes y prof idencias superiores, reservando
503
 ijOr ahora otros que merecen mayor exámen y noticia
de los superiores para su determinación, deberán obser•
varse y ponerse en ejecución los siguientes:
Como para proporcionar el cumplimiento de las dis-
posiciones legales en los establecimientos públicos, sean
las rentas de propios las inmediatamente responsables
a sufrir su costo y al mismo tiempo sean muchos los de
esta naturaleza de que carece esta villa por faltarle
caree!, escuela pública y hospital de enf.ermos, en cir-
cunstancias de haberse conceptuado preciso el de laza-
rinos para evitar su contagio; y de estarse tratando de
conducir agua a la población, cuya falta le ocasiona
graves perjuicios; y en ocasión de que para la composi-
728
ción de caminos públicos se ha gravado al vecindario,
que igualmente ha concurrido a la conducción de agua,
sin ser bastante para su logro, hallándose dimidiada la
obra y proyectado un puente de excesivo costo y dudoso
logro; a tiempo también para explorar un nuevo camino
se han librado trecientos pesos; siendo imposible que
• tantas empresas puedan lograrse simultáneamente y compra del todo o parte del solar contiguo, obligando
727 muy probable o ascierto que ninguna // se consiga si
todas se emprenden, obligan la razon y la prudencia
a que poniéndose en justa balanza se gradúen aquellas
obras y establecimientos que fuesen de primera y más
urgente necesidad, para que dedicada la atención y las
rentas a su verificación, se proceda sucesivamente a las
demás, pues aunque todas tengan el apoyo de superiores
determinaciones expedidas con el deseo del común ali-
vio, deberan ejecutarse con la discreción insinuada
para que por defecto de ella no queden todas frustradas.
Y en su virtud, estando ya no sólo comenzada la conduc-
ción del agua sino vencida la mayor dificultad, con
riesgo de que si no se continúa y perfecciona se malogre
y pierda lo trabajado y se recrezcan los daños y desórde-
nes que en ofensas de ambas majestades y con detri-
mento público se experimentan por su falta, como de
primera necesidad: se preferirá esta obra, invirtiendo
en ella las rentas de propios que existan separadas del
depósito y que se fueren devengando, pues se concep-
túa que para lo. que resta no exceda el gasto de sei-
cientos pesos, ya para ello: mediante a que el cabildo
de esta villa ha pedido aprobación al superior gobierno
de lo que acordó, librando trecientos pesos a dicho efec-
to, se informará al excelentísimo señor virrey con toda
especificación para que no sólo lo lleve a bien, sino que
504
dispong-a se perfeccione la obra, quedando su dirección
enteramente a cargo del regidor diputado Don Gregorio
Roldán, por tener acreditado su celo y evitar el atraso
que ocasiona la variedad de dictámenes.
En segundo lugar: merece prelación el estrecho en-
cargo con que la ley previene la construcción de cárcel
pública, cómoda, segura y capaz, como preciso funda-
mento en que estriba la quietud pública y buena admi-
nistración de justicia, por medio del castigo de los
delitos y que esta mandado se verifique por orden su-
perior con reato de los jueces. Y mediante a que la de
esta villa no tiene seguridad como que frecuen // te-
mente hacen fuga de ella los· reos, ni capacidad, pues
por defecto de los debidos departamentos se mezclan
los malhechores con lo que no lo son, ni últimamente
comodidad, pues . a veces la muchedumbre dificulta la
prisión, careciendo los presos de aquellos precisos alivios
que dictan las leyes de humanidad. Se procederá a la
a ella a el dueño, si no la ejecutase voluntariamente,
por ser de privilegiado derecho el interés público y co-
mún. Y acordada la extensión de lá obra, se pondrá en
ejecución a costa de los propios, ya sea pregonándose
y rematándose en el que ofreciese mayor basa o en su
defecto por administración, llevándose cuenta compro-
bada para acreditar la legitimidad del gasto y que en
ningun tiempo exceda del avalúo.
En tercer lugar, conviene que a la población de esta
villa, como que goza de copioso numero de vecinos, y
entre -ellos muchos caracterizados por su nacimiento,
prendas y empleos, -se le provea de escuela pública para
instrucción de su juventud en virtud y primeros rudi-
mentos de leer y escribir, por ser notorio que faltando
estos primeros principios se consiga que, escasos de
instrucción en la niñez, logren adultos aquella ilustra-
cion civil y política que tanto conduce al acierto y
y desempeño de los empleos, en que consiste el decoro
de los individuos y la felicidad de la república. Y para
que la de esta villa no se prive de ventajas tan impor-
_tantes, deberá su cabildo-, justicia y regimiento verificar
sin dilación el establecimiento de dicha escuela pública,
esmerándose en la elección de un sujeto timorato, ins-
truido, versado en lección y pluma para que examinado
por los inteligentes qlf el mismo cabildo nombrase
505
 con asistencia de los regidores diputados y por ante
escribano, se dé principio estimulando a los vecinos a
que remitan a sus hijos, en el supuesto de que desde
729 el establecimiento de la escuela pública han de / / que-
dar enteramente destruidas las particulares, sin permi-
tirse el pernicioso abuso hasta aquí tolerado de que
algunas personas (de cuya instrucción en lo moral,
político y concerniente al oficio se ignora) se dediquen
voluntariamente a este delicado ministerio, y para su
permanente dotacion satisfará el padre o tutor de cada
niño uno o dos reales mensualmente, exceptuando los
notoriamente pobres; y de las rentas de propios se le
acudirá con una pensión anual de cincuenta o cien pesos,
como que por su naturaleza y conforme a moderna Real
Cédula, son los pueblos obligados a ello, y los jueces a
no permitir voluntariedades a los padres de familia, que
gobernados de aparente y no verdadero amor a los hijos,
les privan de la cristiana y política educación, a que son
obligados.
Estos tres establecimientos, sin los cuales nunca puede
ser feliz una república, no son difíciles de lograr en esta
villa que goza por ahora de ochocientos a novecientos
pesos de renta al año, sin otro gasto que el de la fiesta
de desagravios (en los que deben omitirse los fuegos
de pólvora y candeladas) y algunas cortas pensiones,
a que todo no importa cien pesos al año, quedando
suficiente sobrante para estos legales fines y muchos
más si el cabildo, como es de su obligación, se dedica
a promover su adelantamiento, así en lo que goza como
en solicitar que se establezcan ventas públicas en los
caminos para comodidad de los viandantes, que a los
trucos se les imponga una moderada contribución, fi-
jando el número de pulperías de ordenanza, conforme a
la ley, Cédula Real y superior orden, que no ha sido
ejecutado; y otros semejanes lícitos arbitrios, sin detri-
mento comun; arreglando y llevando a ejecución el
señalamiento de las pulperías de ordenanza, conforme
a la ley, Cédula Real y orden superior del gobierno
que lo ordena y no se ha cumplido.
Aunque es igualmente carga de las rentas de propios
la composición de caminos públicos, pero no alcanzando
730 a sostenerla, como que / / son dilatados y fragosos, y
estando depositados de orden superior dos mil pesos
para construcción de un puente (sobre cuya empre¡;a
se reserva informar) por cuyo motivo se ha principiado
506
su aliño, concurriendo a verificarlo los mismos que
disfrutan del beneficio, se hace precisa la continuación
de este método legal. Pero resultando justificado no
haberse observado el que prescribe la instrucción y
consiste en que formada lista de los vecinos, según el
caudal y facultades de cada uno, se reparta a los ricos
o de alguna comodidad la cantidad proporcionada o en
dinero o herramientas, para que con éste se provea de
bastimentas a los pobres que trabajan personalmente
y no tienen de donde alimentarse, con lo que será menor
la molestia y se evitará el inconveniente de que dando
el rico un peón que trabaje, viene a quedar igualado
en la pensión con el pobre, contra razón y justicia. Por
lo que, y mediante a la omisión con que ha procedido
Don Pedro Antonio Nieto, se encargará el cabildo de
esta villa de cumplir con el tenor de la instrucción,
nombrando por turno regidores diputados para el reco-
nocimiento de los caminos y su perfecta composición,
observando las reglas que van indicadas, formalizando
breve y sumaria diligencia en que conste lo repartido
a cada vecino y modo de invertirse en su destino, para
que pueda hacerse cargo de cualquiera contravención
y el público se satisfaga de la fidelidad con que se
procede.
Careciendo esta villa de hospital para curac10n de
sus enfermos y habiéndose pedido y mandado que el
noveno y medio de diezmos aplicado por la ley y erec-
ción a este fin se convierta en el establecimiento de
uno para lazarinos, para que no se propague el contagio
que comienza a experimentarse; y siendo justo que el
reparo de un daño no impide que se cautele otro tal
731 vez mayor, y que en este conflicto se proporcionan / /
los medios y ocurrir oportunamente a ambos, se infor-
mará lo que parezca conveniente al Exmo. señor virrey,
por dimanar de su gobierno superior la providencia
dada en el asunto.
Habiéndose justificado en este juicio y ratificándose
en la lista de los procesos el lastimoso desorden que
padece esta villa en la administración de justicia, con
agravio público y de los particulares y con desdoro de
la suave dominación del soberano y sus equitativas
leyes, pues consta que en su reducida carcel existen
veinte y un presos por causa criminal, de los cuales sólo
tienen proceso los siete y éstos con notable atraso en su
seguimiento, dilación dé los proveidos y en las notifica-
/
507
 ciones, padeciendo entre tanto indebidamente las mo-
le~tias de la prisión, como que mendigan el alimento,
demorándose su castigo· y satisfacción pública, no visi-
tándose por los jueces ni guardando las precisas legales
formalidades a que son obligados con responsabilidades
a Dios y al Rey, cuyo reparo, castigo y enmienda es
uno de los puntos más recomendados, y que en esta
villa merece toda atención por la facilidad con que sin
precedencia de causa bastante se reducen los súbditos
a prisión, aún por pequeñas cantidades, habiendo llega-
do el caso de verificarse aún por la ínfima de ocho
reales. Y para que se destierre tan pernicioso abuso en
lo venidero, sin perjuicio del castigo y las providencias
que convengan expedirse en fuerza de la noticia que
se dará al superior gobierno y a Su Majestad, se obser-
vará en adelante el jurídico método de no poner preso
a ningun deudor, si no fuese por cantidad que lo merez-
ca Y precedida la ejecucion de sus bienes, para que no
denunciándolos ·el acreedor se ejecute lo prevenido en
derecho. Y si el deudor fuere artesano, poniéndole donde
con su trabajo pueda devengar la paga y no se inhabilite
o por alguno de los otrns medios ordinarios o de pruden-
cia, practicándose breve y sumariamente para que de
esta suerte no se perjudiquen el acreedor o el deudor.
Y en las querellas o delitos de corta entidad, se co-
732 negirán de plano / / como que no merecen estrépito de
juicio. Pero en los de gravedad en el preciso término
de tres días debe instruírsele proceso y con la posible
brevedad seguirse hasta su conclusión, quedando el juez
como el escribano que fuere omiso en lo que respectiva-
mente le corresponde, sujeto a la responsabilidad y manencia con lo más que corresponda de su obligación
penas proporcionadas a su culpa y daños que causaren.
Lo mismo semejantemente deberán observar en cuanto
a los esclavos que con frecuencia se presentan en solici-
tud de amos, indagando si tienen justa causa para ello,
a efecto de que se les dispense la protección de que
sean dignos, sin detrimento de la debida sujeción a sus
amos, por quienes en todo evento debe dárseles alimento
exigiéndoseles en su defecto un real por cada día d~
los que se mantuviesen en la carcel; sin permitir que
se exijan derechos de carcelaje a los pobres ni con exce-
so a los que la .causasen. Y porque la ley y buen orden
prescriben que se forme un libro o cuaderno donde se
anoten con día, mes y año los presos que entran y salen
de la cárcel, expresando su nombre, la causa de la pri-
508
s10n, juez de que dimana y derechos que contribuyen,
cuyo cargo en defecto de alguacil mayor incumbe a los
alcaldes ordinarios, se procederá desde luego a ponerlo
en práctica como documento que ha de servir para cali-
ficar el arreglo y exactitud con que se procede. Y con
reflexión a todo lo referido se practicará cada mes por
lo menos visita de carcel por el teniente y alcaldes ordi-
narios con asistencia del escribano en que haciéndose
relación de las causas se cuide de su adelantamiento y
se conceda libertad a los que fuesen acreedores a ella,
dándose principio el viernes veinte y cinco del corriente,
porque así lo requiere la multitud de procesos, tiempo
de su prisión, atrasado estado de los procesos y la falta
de motivo (pues no ha podido darlo el escribano) por-
que se hallan detenidos, en la inteligencia de que por
lo contenido en este auto, su omisión e inobservancia,
733 se les ha de formar a su debido tiempo el // más es-
trecho cargo para cautelar así el daño que sufre el
erario como el buen orden de las repúblicas. abrigando
indios ausentes de sus pueblos, que mµchas veces con
abandono de sus familias habitan en las poblaciones de
españoles, entregados al robo, ociosidad y vida libre,
sin la instrucción política y cristiana que el Rey les
facilite en los pueblos; cuidará así el teniente de esta
villa como los alcaldes ordinarios de ella que median-
te constar haber existentes y empadronados como habi-
tantes en esta villa ciento y diez indios, se examine in-
mediatamente el pueblo que a cada uno pertenece, al
cual se le remita acompañado de carta al cura o corre-
gidor para que lo anote en la lista y disponga su per-
a fin de que se eviten los pérjuicios que de lo contrario
resultan y de que a unos y otros, respectivamente, se
les constituya responsables pues para ello y que por
falta de cumplimiento no se frustre, como frecuente-
mente sucede en la~ más saludables disposiciones, se
compulsará testimonio y se entregará al teniente de esta
villa, Don Clemente Estevez, para que convocando a
cabildo a que asistan los alcaldes ordinarios lo haga en
él notorio y que se archive a efecto de que con esta
diligencia ninguno de ·sus -individuos pueda evadir la
responsabilidad en que se le -constituye si faltaren o
permitieren si:i inobservancia· en todos o cualesquiera
de los puntos que comprende, a cuyo -efecto en el pre-
ciso término de dos mooes deben dar cuenta al superior
'
509
 gobierno de lo que hubiere ejecutado, con arreglo a lo
prevenido para que con este conocimiento se corrija
cualquiera negligencia y se provea lo que segun las
circunstancias fuese más conducente al servicio del Rey,
beneficio de la causa pública y buena administración
de justicia. Y por éste que proveyó así lo mandó y firmó
734 por ante mí el presente escribano público // y de visita,
• de que doy fe.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mi Jose Camacho, escribano publico y de visita.
Iguales diligencias se practicaron en las parroquias
de Oyba y Culatas, Simácota y Chima, Charalá, el Pá-
ramo, el Valle, Ocamonte y Riachuelo de la jurisdicción
de la nominada villa del Socorro y Sinc-elada, Mogotes
del corregimiento de Duitama, Barichara y la Robada,
de la jurisdicción de San Gil, como asi mísmo en la
parroquia de Onzaga, y en cada una respectivamente
proveyó el nominado señor auto en que mandó lo que
le pareció conveniente al bien público y servicio del
Rey y buena administración de justicia. Así mismo en
las parroquias de Soatá, Téquia, Sátiva, Pare, Gámbita,
Chiquinquirá, Tasco y Nuestra Senora del Rosario del
Cerrito, la villa de Leyva y Ciudad de Tunja, con todas
las cuales dió cuenta al excelentísimo señor virrey para
que -en su vista proveyera lo conveniente.
En la misma conformidad paso a visitar los pueblos
de Guaca, Carcasí y Cácota y en vista de las diligencias,
padrones y listas que formaron, proveyó el auto que
dice asi:
Auto En el pueblo de Cácota de Surata, jurisdicción de
la alcaldía mayor de minas, a catorce de julio de
mil setecientos setenta y ocho: el señor Don Francisco
Antonio Moreno y Escandón, del consejo de su Majestad,
su fiscal del crimen de la Real Audiencia de este Reyno
Y visitador de las provincias de su distrito, dijo:
Que resultando por las diligencias de la visita prac-
ticada en este pueblo, su vista ocular, deposición de
sus indios y seguros informes de sujetos imparciales,
que sin embargo de haberse procurado el restableci-
miento de dicho pueblo después que se mandaron tras-
ladar al de Bucaramanga, no ha podido conseguirse su
adelantamiento, y que antes por el contrario experi-
735 menta mayor decadencia, reducido // el número de sus
510
tributarios a veinte y tres, de los cuales muchos no ha-
bitan en el pueblo, a que sólo acuden estrechados cuan-
do urge la paga del tributo, cuyo importe no sufraga
para el estipendio del cura, así por el corto numero de
que es preciso deducir los empleados en oficios, como
por la pobreza y miseria a que están reducidos, pues
aunque la tierra del resguardo es fértil y se mantiene
cultivada, ésto se ejecuta por los vecinos agregados al
pueblo, que son quienes las disfrutan y no los indios,
de los cuales son muy pocos los que tienen alguna
sementera corta, y por el contrario los vecinos que exce-
den incomparablemente en número, a que es consi-
guiente no poderse gobernar el pueblo, bajo las reglas
que previenen las leyes, en cuya virtud y en atención
a que habiéndoseles dado a entender circunstancia-
damente las ventajas que resultan de su traslación,
poniendo a su arbitrio y dándoles tiempo para que eligie-
sen pueblo de su gusto donde transferirse, lo han eje-
cutado de comun consentimiento, expresando que se
transportarán al pueblo de Téquia, cuyo temperamento
es igual, en que se siembran y cosechan los mismos
frutos y en particular el trigo, conduciendo las image-
nes y bienes de iglesia que les pertenezcan, vendiendo
sus casas y concedíendoseles término para disfrutar sus
sembrados, con lo más que consta de la diligencia, en
que expresaron su voluntad y relevándoseles de pagar
el tributo por un año respectivo de los tercios de San
Juan y Navidad de mil setecientos setenta y nueve,
para que libres de esta pensión puedan más cómoda-
mente pel'feccionar su establecimiento en Téquia y con
reserva de expedir al tiempo de su vista las providen-
cias que parezcan más oportunas al intento, debía de-
clarar y declaró:
Que los indios de este pueblo de Cácota de Suratá
736 sean trasladados al pe Téquia, que de / / común acuerdo
y arbitrio han elegido, en el que serán tenidos y repu-
tados como nativos y gozarán sin distinción de todas las
prerrogativas que allí disfrutan, obteniendo el mando,
empleos y judicatura del mismo modo que los allí na-
cidos, por quienes se les dará el buen tratamiento y
acogida que es debida con apercibimiento que si les
causaren la menor molestia o extorsión se les castigará
rigurosamente, observando en todo una perfecta her-
mandad y aún procurando que se estrechen por el
vínculo del matrimonio, no obstante de que ahora se
¡
511
 forme una parcialidad con el nombre de Cácota, y ca-
pitan que la gobierne.
A cuyo efecto, por ser una misma la razón, será tam-
bién igual la tasa del tributo que deban satisfacer en
adelante de cuatro pesos siete reales en dinero por no
permitir otra cosa la equidad y justicia. Y para que
esta providencia se ejecute puntualmente sin perjuicio
de los indios, se les concede hasta todo el mes de octu-
bre para que disfruten sus sementeras y tomen sus me-
didas para fabricar habitaciones, de modo que en todo
el mes de noviembre quede perfectamente evacuada la
translación, para cuyo logro se comete la ejecución de
todo lo aquí prev-enido a Don Antonio Lobo Guerrero
y a Don Javier Serrano, concediéndoles la facultad ne-
cesaria para que desde ahora vayan proporcionando los
medios y a su tiempo lleven a debido efecto esta provi-
dencia, conduciendo a los indios al pueblo de Téquia, y
con acuerdo del corregidor de aquel partido, repartíen-
doles solares para sus casas y la tierra necesaria para
sus labores en aquel resguardo, con señalamiento de
tierra de comunidad, a que todos deben indistintamente
concurrir, conforme a las reglas que se prevendrán en
dicho pueblo.
En su consecuencia se declaran por vacantes y per-
737 tenecientes a Su Majestad las // tierras del resguardo
señalado a este pueblo y para su venta procederán di-
chos comisionados, con presencia de los títulos y papeles
que para dicho efecto se les entregarán, a su recono-
cimiento y medida con citación de los circunvecinos y
a nombrar avaluadores de imparcialidad e inteligencia
que bajo de juramento· las aprecien, no en común sino
dividíendolas en partes proporcionadas a fin de que
puedan rematarse en distintos sujetos, de modo que no
uno sino todos los vecinos logren de este beneficio; des-
pues de lo cual se sacarán al pregón y admitirán las
posturas y pujas que se hiciesen y con citación de los
interesados se remitirán las diligencias al superior go-
bierno, a donde igualmente deberán noticiar, cumplido
el mes ·de noviembre, tener enteramente concluída la
translación, aplicando para el gasto de •ella los impor-
tes de los arrendamientos que pagasen los vecinos que
disfrutan las tierras ·del resguardo, por no haber otro
arbitrio para acudir a esta urgencia.
Ultimamente, resultando ·por la· translación de estos
indios extinguido el pueblo y vacante su doctrina, y
512
quedando por consiguiente el vecindario de su agrega-
;ión con proporciones para su establecimiento en pa-
rroquia, que. no solo anhelan por los beneficios en lo
espiritual y temporal les resultan, sino que han presen-
tado para ello la protección que su Majestad dispensa
a sus vasallos y recomienda en sus leyes y modernas
reales cédulas, siendo uno de los objetos dignos de
atención en las visitas, y habíendose reconocido en la
presente la necesidad de que por lo defectuoso de las
demarcaciones secular y eclesíastica se arreglen con la
debida exactitud, a efecto de que se consiga facilitar el
pasto espiritual a los fieles y buena administración de
justicia en los súbditos, se dirigirá la instancia del ve-
738 cin//dario con el oficio correspondiente al señor ordi-
nario eclesiástico para que no sólo facilite por lo pronto
la asistencia de este vecindario, sino también providen-
cie por su parte lo correspondiente, a que con seña-
lamiento de territorio oportuno tenga efecto la erección
de parroquia, sobre que igualmente se dará cuenta al
excelentísimo señor virrey, vicepatrono real, para ob-
tener sobre todo su aprobación superior, compulsándose
testimonio para entregar a los comisionados de este
auto a fin de que se arreglen y observen todo lo que en
él va prevenido, con advertencia que siendo preciso
para el establecimiento de parroquia separar del resto
de -la tierra el plan que ha de servir a la población y
dividirlas en solares para que éstos se vendan equitati-
vamente a los vecinos que deben tener casa poblada en
ella, lo ejecutarán así los comisionados avaluando Y
pregonando dichos solares, dando más valor a los más
cercanos a la plaza y de situación, reservando uno para
carcel y otro para casa de cura; que en atención a que
estando próximo a concluirse .el edificio de la iglesia,
en cuya fábrica se ha consumido casi duplicada cantidad
de los dos tercios erogados por Real Hacienda y a que
sin percibir el último que resta, se allana y ofrece el
actual cura, Doctor Don lVIarcos J ose Moreno, a perfec-
cionar la con los auxilios del vecindario, no sólo logra
éste del beneficio, sino que se libera el erario de aquella
contribución. Y. por éste que proveyó así lo mandó Y
firmó por ante mí, el presente escribano público y de
visita, de que doy fe.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mi José Camacho, escribano público y de visita.
' 1
' 513
 Así mismo consta que en v.ista de las diligencias prac-
ticarlas en el pueblo de Tequia por auto fecho en Soatá
en once de agosto del mismo año, el nominado s_eñor
739 visitador // dijo:
Que en la visita practicada en dicho pueblo de Téquia
habían manifestado los indios tener litigio pendiente
con el convento de religiosas de Santa Clara de la ciu-
dad de Tunja y su arrendatario, Don Jase Santos Car-
vajal, sobre el deslinde de las tierras de sus resguardos
que confinaban con las pertenecientes a dicho convento
y que al mismo había ocurrido éste quejándose recípro-
camente de los daños que experimentaban, y significado
el deseo que les asistía de que se dedicaba su contienda
para vivir en tranquilidad, y que cada uno reconociera
lo que le perteneciera, a cuyo efecto se habían exami-
nado los títulos de los indios y señalamiento hecho el
siglo pasado por el señor oidor Don Juan Valcazer (sic),
aumentando el resguardo que el corregidor les había
señalado, en cuyos linderos no podía habia haber duda,
así por ser conocidos como por haberse reducido a me-
dida de catorce cabuyas la tierra de la espalda de la
iglesia, por cuyo costado se versaba la disputa y porque
era facil indagar como punto de hecho quién había
gozado de la posesión, atendiendo a que sin los docu-
mentos de ambas partes en la mano, se practicaba vista
ocular de las distancias y linderos que en ellos se co-
misionaban por sujeto de fidelidad, celo e inteligencia,
era preciso quedara la duda desvanecida y fenecido el
litigio, cuya diligencia era más acertado se ejecutara
por un tercero de las apreciables circunstancias que al
intento discurrían en Don Agustin de Cárdenas, alcalde
ordinario de la ciudad de Tunja, desde luego se le oca-
sionaba y nombraba con la facultad en derecho necesa-
ria para que transfiríendose al dicho pueblo de Téquia
y recogiendo todos los papeles y documentos de los in-
dios, citando a Don José de los Santos Carvajal y al
apoderado del referido convento de Santa Clara, para
7 40 que igualmente manifes//taran los de su pertenencia,
procediera con su exámen a hacer vista de ojos y reco-
nocimiento de los linderos y medidas que parezcan
necesarias para descubrimiento de la verdad, recibiendo
para ello, si lo primero no bastase, información que ca-
lificará la verdadera ubicaciói;i de los linderos, y si los
indios o el convento habían conservado en lo pasado la
posesión de lo disputado, acordando segun lo que re-
514
sultase e informado su dictámen diera cuenta con las
diligencias al superior gobierno, a cuyo efecto se com-
pulsará y entregará testimonio del auto que serviría
igualmente para ratificar el señalamiento del lindero,
tierra de comunidad y potrero perteneciente a dicho
pueblo de Téquia, porque con motivo de aumentar el
número de sus indios con los que alli- se trasladaban de
otros extinguidos, era más necesaria esta diligencia.
Así mismo, en vista de las diligencias practicadas en
los pueblos de Servitá y demás que quedan citados,
proveyó el dicho senor visitador el auto final del tenor
siguiente:
Auto final En la parroquia de Soatá, a dos de agosto de
mil setecientos setenta y ocho: El Señor Don
Francisco Antonio Moreno y Escandón, del Consejo de su
Majestad, su fiscal del crimen de la Real Audiencia de
este reyno y visitador de las provincias de su distrito,
dijo: Que habiendo visitado los tres pueblos de ?uaca,
Servitá y Téquia, con el casi extinguido de Carcas1 Y re-
sultando que éste ya no se mantiene en calidad de pueblo
pues por su cortedad se mandaron trasladar sus indios_ a
Servitá y ahora han suplicado se verifique al de Téqu1a,
como únicamente existen tres tributarios útiles Y seis
empleados, con el total de cincuenta y dos almas'. Y que
la población se conserva en clase de parroqma, con
alcalde pedáneo, en cuyas circunstancias sería mons-
truosa su permanencia, atendiendo a que sin embargo
de aumentarse el número de indios en Guaca a setenta
y ocho tributarios, con el / / total de quinientas once
741 almas, es sólo apariencia, pues de éstos no pagan demora
entera sino treinta y siete y se rebajan diez Y siete em-
pleados en oficios de justicia e iglesia, de modo que
deduciendo del total importe de tributarios (que rara
vez se recaudan íntegramente) lo que debe satisfacerse
de estipendio al doctrinero, apenas resulta el ingreso
de ciento veinte y siete y medio pesos al :fisco, a que
se añade hallarse situado este pueblo desviado un día
de camino de la vereda real y separado con ásperos
cerros y un recio páramo con fragosas sendas del co-
mercio de las poblaciones y camino real, de suerte que
pocos y ningunos le frecuentan y el. c~rregid?r sólo por
necesidad acude a formar lista y ex1g1r el tributo, que-
dando por estas causas privados los indios de la _socie-
dad e instrucción p ítica y difíciles de corregir sus
515
 excesos ni de remediar sus agravios, pues aún de lo
concerniente a la parroquia de San Andrés, de su des-
membración se ha lamentado en este punto su cura
interino, Don Juan Gonzalo Niño, fuera ·de que actual-
mente carece dicho pueblo de iglesia y se prepara a la
real hacienda el gasto de tres o cuatro mil pesos, i·e-
flexionando por lo respectivo al pueblo de Servitá que
aunque situado en el camino real tampoco tiene más
que veinte y seis indios tributarios de entera demora y
veinte y cuatro de media y que pagado el estipendio
queda al Erario el escaso residuo de cuarenta y cinco
pesos con la notable circunstancia de carecer de res-
guardos capaces de abrigar indios de otros pueblos que
se le agregasen, mayormente estando restringidos por
ambos costados de dos parroquias modernamente esta -
blecidas, de las cuales la del Cerrito sólo dista media
legua y una la del Gallinazo, a todo lo que se añade que
el pueblo de Téquia, distante cuatro horas de Servitá y
un día de Guaca, al mismo tiempo que disfruta un
temperamento benigno y más apacible, goza también
de abundantes fértiles tierras en sus resguardos, con
un potrero separado para crías de ganados que se ex-
tiende una legua hacia Capitaneja y tierra aparente
señalada en la última visita del siglo pasado para labor
7 42 de comunidad; en que puedan comodamente // trabajar
y mantenerse sobre cuatrocientos indios tributarios como
ocularmente se ha reconocido, con la ventaja de su
cercanía al tránsito y camino. real que gira de Santa Fe
y el Re'yno a ·Pamplona y Maracaibo, que contribuye a
facilitar su comercio y el cambio y expendio de sus
frutos y por- estos medios se proporciona al corregidor
que con facilidad, sin costo y aún por necesidad fre-
cuente sus visitas, y que no pudíendose ocultar, cual-
quiera contravención, exceso o defecto se acuda pronta
y oportunamente a su r-emedio como que la experiencia
• enseña que los pueblos retirados del trato civil son los
más desarreglados y pocas veces asistidos por los corre-
gidores que repugnan el costo y penalidades que sufren
en su reconocimiento y que dimana ·el perjudicial abuso
que en esta visita se ha observado, en que gravan a los
indios, en que sin pagarles les den bestias y peones que
les sirvan en los transportes de sus personas equipajes.
Por todo lo cual, y por haber voluntariamente prefe-
rido al pueblo de Téquia para su habitación los indios
de Cácota de S'uratá y Carcasí, conociendo el perjuicio
516
que les resultan y en que siembran y cosechan indis-
tintamente trigo, plátanos, papas, yucas y todo genero
de frutos y legumbres de tierra fría y templada, se de-
clara que deben reunirse a Téquia, formando allí un
solo pueblo los indios de Servitá, Guaca, Cácota de Su-
ratá y los nueve de Carcasí con los nativos gozando con
total igualdad las tierras y los empleos y oficios sin
diferencia alguna, como que todos hubieran allí nacido,
guardando una armoniosa igualdad y conservando cada
pueblo su parcialidad con su respectivo nombre y ca-
pitán, para lo que sin embargo de que a todos se les
ha de· señalar y repartir tierras para sus labranzas y
terreno en que edifiquen sus ranchos y habitaciones,
procurara el cura, como se le ruega, y encarga, que se
enlacen por medio del vínculo del matrimonio para que
unidas las voluntades e intereses se mantengan en paz
7 43 y se promueva el ade/ /lantamiento del pueblo en be-
•neficio de todos; a cuyo fin los indios trasladados de
los pueblos ar,riba referidos podrán vender sus casas y
bienes como mejor les acomodase y disfrutar lo que
tienen sembrado, asignándose para ello hasta el mes de
noviembre a los de Carcasí y cuatro meses a los de
Servitá y Guaca, con cuyo plazo deberán tomar sus
medidas para su nuevo establecimiento y la conducción
de todo lo que les pertenece, así en particular como en
común, y lo respectivo a los ornatos y alhajas de sus
iglesias que les cor,responden y en que int-ervendran los
respectivos curas, transportando así mismo los hatos y
ganados de sus cofradías para que formen un cuerpo en
Téquia, no obstante de que estos podrán gastar tres o
cuatro cabezas• para los gastos de sus avíos tomándose
razon en los libros del pueblo de Téquia, en que for-
mará inventario, así· de lo tocante a Iglesia, con distin-
ción de lo que de cada pueblo se condujere, como de lo
respectivo a· sus cofhdías, ·para que en todo tiempo
conste y se guarde el debido arreglo por los mayordo-
mos en las cuentas de su manejo.
Y para la verificación de lo prevenido se nombran
por comisionados, en consorcio del corregidor del par-
tido Don Santiago Saravia, a Vicente Javier Calderón
y a Pedro J ose Angarita, vecinos de la parroquia del
Cerrito y Gallinazo, a fin de que como inmediatos y
que tienen -inteligencia y práctico conocimiento en la
materia contribuyan co¡:i la moderación y actividad a
que tenga cumplido ef1cto, procurando .el mayor alivio
517
 de los indios hasta su perfecta radicacion en Téquia,
facilitando los medios más oportunos para ella.
Los mismos comisionados, recogiendo los títulos y
papeles de los resguardos pertenecientes a los pueblos
de Carcasí, Guacas y Servitá, procederán al reconoci-
miento y examen de sus linder,os y con arreglo a ellos
nombrarán dos sujetos inteligentes y de notoria impar-
cialidad, que bajo juramento avalúen las tierras que
7 44 resultan vacantes, y se pregonarán / / en la parroquia
de Téquia y ciudad de Pamplona, admitiendo las pos-
turas que hiciesen en común o por partes y suertes se-
paradas y concluídas las diligencias con citacion de los
postores y agregación de los mismos títulos se remitan
al superior gobierno para que allí, segun derecho, se
proceda a su remate; en la inteligencia de que habiendo
expresado los indios de Carcasí ser propias y no realen-
gas las tierras de su situación por donacion que les hizo
un encomendero, deberán manifestar y remitirse los
documentos que lo acrediten para que en el mismo
superior gobierno se expida en el asunto la resolución
que corresponda.
Y con el fin de que con mayor alivio puedan los
indios que se manden trasladar poner en ejecución lo
que se les previene, y dar principio a las siembras en
el pueblo de Téquia, se les concede la relevación de
pagar tributo por dos tercios respectivos, al de navidad
del año presente y San Juan del próximo venidero de
mil setecientos setenta y nueve; de cuya gracia no
disfrutarán los que no cumpliesen con lo mandado,
quedando pendiente hasta la aprobación del superior
gobierno, donde se dará cuenta para su otorgamiento y
para que en el supuesto de ser igual la razón, contri-
buyan todos los indios trasladados la misma tasa que
satisfacen los del pueblo de Téquia, de cuatro pesos
siete y medio reales de plata, sin quinto, del modo que
se previno en el auto final provehido para su translacion
de los indios del pueblo de Cácota de Suratá.
Para todo 1o cual, compulsándose testimonio de este
auto, se entregará a cualquiera de los comisionados para
que procedan a su puntual cumplimiento, remitíen-
dose los originales al superior gobierno con el informe
correspondiente y la advertencia de que no quedando
en Guaca vecindario que pueda erigirse en parroquia
ni motivo para que subsita su arruinada iglesia, se po-
7 45 drán pasar los oficios correspondientes / / para su pro-
518
fa~ación bajo los puntos acostumbrados o para lo que
mas convenga en caso de aprobarse esta providencia.
Y por cuanto en orden a la del pueblo de Servitá ha
representado el vecindario de su contigua parroqui11
del Cerrito que en caso de la extinción del pueblo se
le dedique, así por su inmediación de media legua como
porque _carec_ede ella la dicha nueva parroquia y tambien
su vecmdano, de facultades para construirla mante-
níendose en una de paja y sin decencia, no e~contrán-
dose reparo en que se condescienda a esta justa solicitud
antes sí graves motivos que inducen a su otorgamient~
Y aún también a que se reuniesen en una sola parroquia
l~s vecindarios del Cerrito y Gallinazo, que juntos po-
dian componer y fomentar una población relustre y
que fuese util a ellos mismos y al estado, cuando sepa-
rados es muy difícil que ninguna de las dos puedan
lograr creces y aumento para división de fuerzas y vo-
luntades, mayormente habiendo sido en tiempos ante-
riores ambos feligresados del vecindario del mismo
pueblo de Servitá, se informará así al excelentísimo
señor vhTey con las razones que obligan a fomentar
este pensamiento y reducirlo a la práctica. En cuyo
caso, Y tomándose razon de lo que resultase en los libros
parroquiales en orden a las alhajas de la iglesia y bienes
de las cofradías que haya contribuido la piedad de los
vecinos, se podrá proveer en orden a la aplicación de
alguna parte, con la precisa calidad de que concurran
con alguna cantidad o materiales, para que se edifiquen
en el pueblo de Téquia las casas que han de habitar
los indios de Servitá, y con este auxilio y el del importe
de las que dejan, se facilite con mayor comodidad su
traslación, a que por medio de su pastoral oficio se
ruega Y encarga al cura Doctor Don Juan Agustín
Santos, e igualmente del pueblo de Guaca, Doctor Don
7 46 Ramón Durán, concurran / / a estimular a los indios
a que observen lo que se les ordena, dándoles a enten-
der las ventajas y beneficios que de su cumplimiento
les resultan; y luego que se verifique dispondrá el co-
rregidor del partido que se dediquen en común a traba-
jar sementera de comunidad en la tierra que para ella
les esta señal~da desde la última visita del siglo pasado,
Y que se repita todos los años, custodíandose su pro-
ducto en arca de tres llaves, con el arreglo y para los
fines que prescriben las leyes, en el supuesto de que
se le hará estrecho encatgo en la residencia por cual,
¡
519
 quiera omisión, prohibíendose a dicho corregidor que 74 7 Estracto que demuestra las ventajas pecuniarias que reporta el
real erario por medio de la reunión de pueblos tenues del corre-
pensibne a los indios con peones y bagajes sin pagarlos, gimiento de S'ervitá, reducidos a tres, a que cómoda y oportunamente
ni que los ocupe en su servicio sin satisfacerles su han de ser trasladados sus indios, sin embargo de que por un año se les
debido salario, hacíendolo así saber y que tampoco releve de tributo y de que sé minore su tasa en los ,cuatro que se condu-
cen al de Téquia, facilitando con su mejor instrucción el cobro de sus tri-
tienen obligación de contribuir con servicio personal al butos. Y sii:i .incluir el valor de las tierras que resultan vacantes, ni de
cura, aún para los usos domésticos, como que las leyes otros be11ef1c10s que no consisten en intereses y son de mayor entidad.
les libertan de toda carga, igualmente que de contribuir
derechos por la administración de sacramentos, bautiz- NOMBRES DE IMPORTE Dl!I
iLOSPUEBLOS LOS TRIBUTOS
mos, casamientos y entierros, pues para ello contribuye Existentes Extin- DFMOSTRACION
Pre- Fu-
el erario, la congrua y estipendio correspondiente a los guidos sentes turos
doctrineros.
Ultimamente, conviniendo evitar los perjuicios que Guaca Tiene 37 tributarios de demora
. ocasiona la bebida en que se vician los indios, concu- entera y 24 de media. Su tasa 7
ps, 4 rrs. que producen 367 ps.
rriendo frecuentemente a la parroquia de Téquia en 4 rrs, de que rebajados 240 ps.
fuerza de su proximidad, los notificará el corregidor de esttpendio, quedan a~ Rey .. 127 4
se abstengan bajo la corrección y castigo proporcionado Servitá Tiene 26 de enteras y 24 de
al exceso en caso de contravención y a los alcaldes par- media demora, que a la misma
tasa producen 285 ps. y reba-
tidarios de dicha parroquia se les previene no les con- ja dos docientos cuarenta pesos
sientan pernoctar· en ella y que los obliguen a retirarse de estipendio, quedan al Rey 45
a su pueblo, reducíendoles a prisión en caso de inob- Carcasí Con 9 trfüutarios y la misma
servancia hasta entregarlos al corregidor, reservando tasa, nada produce al erario
por aplicarse al doctrinero.
en orden a la disputa que tienen pendiente con el mo-
nasterio de religiosas de Santa Clara y sus arrendatarios Cácota de Tiene 20 tributarios utiles 'que
Suratá a la misma tasa no alcanzan a
sobre los linderos del resguardo, proveer lo correspon- cubrir el estipendio.
diente por separado, conforme al reconocimiento prac- Téquia Tiene 61 tributarios de demora
ticado en su tránsito. entera. Su tasa 4 ps. 7~~ rrs.
Y por este que proveyó, así lo mandó y firmó, por que producen 301 ps. 1% rrs. y
rebajados los docientos cua-
ante mi, el presente escribano público y de visita, que renta pesos del estipendio,
doy fe. quedan al Rey .............. .
Doctor Don Francisco Antonio Moreno. Silos Tiene 51 tributarios de demora
entera y doce de media. S'u
Ante mí, Jase Camacho, escribano público y de visita. tasa 7 ps. 4 rrs. que hacen 427
ps. 4 rs. Y rebajando docientos
Las cuales diligencias remitió dicho señor al superior cuarenta pesos cuatro reales,
gobierno con el estracto e informe, que es como sigue: quedan liquidos a,l Erario . . . 187 4
La Bateca Tiene 44 tributarios entera y
22 de media demora que a la
misma tasa hacen 412 ps. cua-
tro rrs. y deducidos 240 ps. de
estipendio; quedan al Erario . 172 4
Betas Con 6 tributarios y la misma
tasa, no alcanza a cubrir el es-
ttpe n ctio.
Cácota de Tiene 52 tributarios de demora
Velasco entera y 7 de media que a la
misma tasa hacen 4'16 ps. dos
rrs. y deducidos docientos cua-
renta del estiJ)~ndio, quedan
al Erario ..... / ..... , ........ . 176 2

520 521
 un afio, como se manifiesta en la primera. De cuya cantidad se priv.ará
IMPORTE DE en el afio de 1~ relevación que se concede a los indios trasladados. Pero
NOMBRll.'8 iDE en coonpensacion, no sólo cobra,rá en lo sucesivo, despues de pagados los
LOS PUEBLOS LOS TRIBUTOS
D E M O S T R A C l ON Pre- Fu- curas de los tre6 únicos pueblos que han de quedar existentes verificada
Existentes Extin- 1~ traslación y reunión la cantidad de dos mil novecientos cuarenta y
guidos sentes tu ros
cmco pesos reales, quedando en cada uno los respectivos indios em¡plea-
dos en oficios de justicia, gobierno e iglesia; y los correspondiente6
capttanes de las nuev,as parda•lidades que se aumentan, como que los
Arboledas Con 12 tributarios y la misma muchos empleados en distintos pueblos quedan ahora útiles a beneficio
tasa, no alcanza a cubrir el del fisco, sino que deduciendo lo que deja de ,percibir en el afio de la
esti¡pendio. relevación de la cantidad que ha de ingresar en el primero que se de
Con 25 tributarios útiles y la principio a ,la recaudación, quedará desipues cubierta la Real Hacienda
misma tasa, tampoco alcanza. utilizada en dos mil treinta y tres pesos dos y medio reales. P.or dond~
Chopo Tiene 33 tributarios que a la se evidencia que lejos •de ser perjudi.cia.Jes a~ Erario las traslaciones (como
misma tasa producen 247 ps. algunos, por falta .de conocimiento han creído), son útiles y ventajosas,
cuatro rrs. y deducido el esti- siempre que se practiquen con la debida justificación y acertado dis-
pen:dio que son 240 ps. quedan cernimiento.
al Rey ..................... •• • 7 4
Parroquia de Soatá, 12 de agosto, de 1'176
Cucuta Tiene 41 tributarios de demora
entera y 10 de medfa que a la Dor. Don Franco Antonio Moreno.
misma tasa producen 375 ps. y
rebajados 240 ps. del estipen-
dio, queda11 al Rey ......... . 135 748 Excelentísimo Señor:
Agregado Guaca a Téquia y aumentado el numero Informe El expediente que acompaño contiene cuatro
de sus tributarios, el de los que ahora tiene emplea- cuadernos relativos a la visita de los pueblos
dos a exce,pción de un capitán para su parciaHdad de Carcasí (que sólo tenía el nombre), ·Guacas, Servitá
quedará de 7.7 tributarios que a la razon de 4 ps.
71,~ rrs. cada uno, producirán ................... •••• 380 31,~ y Téquia, de los cuales los tres primeros pertenecen al
-Servitá, por la misma regla, queda con 62 trhbutarios corregimiento de Servitá y el último hasta ahora depen-
que a dicha tasa producirá ......................... . 306 1 diente del partido de Sogamoso, de donde dista cinco dias
Carcas!, con 9 tributarios y dicha tasa producirá .. . 44 ª~~ de camino y por lo mismo ha sido poco asistido no obs-
Cácota de Suratá, con 22 tributarios y dicha tasa,
producirá ........................................... . 108 5 tante la abundancia y fertilidad de sus resguardos y ven-
Téquia, aumentando un cantor para el numero de tajosas proporciones de su situacion para el comercio y
cuatro y deducido del importe de sus tributos el es-
tiipen'dio de 240 ps. al cura doctrinero, producirá .. 66 2 más fácil de ser asistido por el corregidor de Servitá, in-
cluyéndose en la jurisdicción de Pamplona, como pienso
-Silos, con 66 tributarios de demora entera y 12 de
media. Su tasa 7 pesos cuatro rrs. y deducido un ca- verificarlo en la demarcación de territorios que ejecutaré
,pitán para su pa,rcialidad agregado a Cácota de Ve- como uno de los principales puntos a que se dirige la real
lasco, produoi-rá .................................... . 540
La Bateca, con 59 de entera y 22 de media demora,
cédula de mi comisión. En cuyo cumplimiento y de lo
eX!cluso un capitán, produci-rá con dicha tasa ..... . 5:1,5 que prescriben las leyes del libro sexto, título tercero
Betas, con 6 tributarios y la misma tasa, deducido, de las municipales, he tenido por conveniente y justo,
nada producirá ..................................... . 45
Cácota de Velasco con deduccion del estiJpendio y de extinguíendo los primeros tres pueblos, reunir y tras-
tres empleados, producirá lo mismo que antes ..... . 17ü 2 ladar sus indios al de Téquia, fundado en las sólidas
-Arboledas, con 13 tributarios, deducido un ca,pitán, constantes razones que incluye el auto final, que no
a la misma tasa de 7 ps. 4 rrs. producirá ........ . 9'7 4 dudo logren el debido aprecio en el justo discernimiento
Chinácota con 31, deducido un capitán, a la misma
tasa producirá ...................................... . 232 4 de V. excelencia, en el que labrarían con mayor fuerza
Chopo con 39, deducido el capitán, a la misma tasa si como yo tuviese a la vista y por experiencia palpase
producirá ........................................... . 298 4
C'úcuta, quedando con sus empleados y deducidos
los perjuicios que ocasiona el desvío, separación de los
los 240 ps. del estipendio del cura, queda en lo mismo 1'35 pueblos y distancia de los caminos por donde se fre-
912 3~~ 2945 5 cuenta el comercio y en que regularmente están situa-
das las poblaciones, de que apartados los indios carecen
Segun se demuestra en las dos anteriores sumas, percibe en la actualidad de la sociedad y trato civil que es tan necesario para
el Real Erario del resi'duo de los tributos de los pueblos que alcanzan a
cubri·r el estipendio, novecientos doce pesos tres y medio reales en oa:da suavizar su agreste coryJ-ición y que tengan el freno de

522 523
 la censura, por cuyo medio se publican así los desórde-
nes que pueden o suelen cometer como los agravios con
que pueden ser oprimidos; viéndose al mismo tiempo
necesitados los corregidores a recorrerlos, como que no
tienen impedimento y a arreglarlos para no ser notados.
Son igualmente dignos de atención los ahorros _.de
gastos que evita la real hacienda, pues sólo en el pueblo
7 49 de Guaca por carecer de iglesia / / se le preparaba el
desembolso de tres a cuatro mil pesos en que me par.ece
estaba avaluada y para rematarse esta obra, como cons-
tará del expediente y en el de Servitá, ya me había
significado el cura que nec-esitaba de reparo, añadíen-
dose la utilidad que reporta el erario con el valor de l?s
tributos que hasta ahora no ha percibido sino a lo sumo
algun pequeño residuo por invertirse su importe en la
paga de estipendios de doctrineros, de que se liberta
en lo venidero; aumentándo al mismo tiempo el ingreso
de la tasa de diez o doce empleados en oficios de justi-
cia, cantores, fiscales y sacristanes que mantiene cada
pueblo separado y, estando reducidos a uno solo, no
hay necesidad de multiplicarse, de modo que sin contar
lo que el real erario ingresará con la venta de las tierras
vacantes ( que no será poco) y sin hacer mención del
mejoramiento de la población con el establecimiento de
parroquias numerosas y otros beneficios faciles de per-
cibir, considero: que el primer año que comience a
cobrarse el tributo ha de tener la real hacien,da la ga-
nancia que demuestra el adjunto extracto que por cu-
riosidad he formado con el objeto de que sirva de
desengaño y convencimiento (si de él son capaces) a
los que me dice V. excelencia han creído en esa ciudad
que son perjudiciales al erario las translaciones.
Se ha mezclado en este expediente otro punto que
por ser -dependiente y de precisa conexión con la extin-
ción del pueblo de Servitá no me es posible dirigirlo
poi: separado, como que la resolución del uno contribuye
el acertado discernimiento para su determinación Y con-
siste en que del vecindario que tenía agregado dicho
pueblo de Servitá se han erigido modernamente dos
pequeñas parroquias a sus costados, n_ombradas la una
•el Cerrito, que dista media legua al norte, y la otra al
Gallinazo, que dista media legua al sur de dicho pueblo;
ambas por su escaso vecindario y su. pobreza carecen
hasta ahor.a de iglesias. decentes, de cárceles_ y demas
preci~as formalidades que requiere el arreglo de las po-
524
750 blaciones, de modo que los vecinos de la / / prime1·a
con este conocimiento presentaron escrito pidiendo que
en caso de extinguirse el pueblo de Servitá se radicaran
en aquel sitio, aplicándoseles la iglesia que es de teja y
cal y canto y tomarían el resguardo porque de otra
suerte nunca podrán perfeccionar su parroquia. Lo
mismo sucede a los de la del Gallinazo, que aunque no
lo expusieron por escrito, reconvenidos lo confesaron;
y no creo que tengan otro inconveniente sino el haber
un vecino fabricado casa de teja. Pero depuesta toda
contemplación no tiene duda que los vecindarios de
ambas parroquias se redujesen formando una sola en el
extinguido pueblo de Servitá, concediéndoseles para ello
la iglesia que resulta vacante para que con utilidad
publica se lograse allí una población de alguna cantidad,
capaz de buen gobierno que no podrán tener las dos
tenues separadas, pasándose (si V. excelencia se digna
conceder este pensamiento) los oficios correspondientes
a la curia eclesíastica para que con su intervención en
lo que corresponde se proceda a su observancia con lo
más que V. Excelencia graduare por util al mejor ser-
vicio del Rey, que es el que me gobierna y ha estimu-
lado a esta propuesta, no sin contradiccion al beneficio
de la causa pública.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años, como deseo.
Parroquia de Soatá, doce de agosto de mil setecientos
setenta y ocho.
Excelentísimo señor.
Beso la mano de V. Excelencia, su rendido atento ser-
vidor.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo señor virrey Don Manuel Antonio
Florez.
Hasta aquí lo practic'ado en la visita de la jurisdic-
ción del corregimiento de Tunja, la del gobierno de
Girón; la de Salazar de las Palmas y la de la alcaldía
mayor de Betas de Pamplona.
751 Despues de lo cual, con motivo de haberse // recibido
la real Cédula, fecha en Aranjuez a nueve de junio del
año proximo pasado, despachada a consecuencia de lo
informado por el excelentísimo señor virrey en carta
de quince de septiembre de mil setecientos setenta y
seis sobre la erección de ¡orregidor en ·esta capital de
525
 Santa Fe en ministro togado de esta Real Audiencia
sin causar desembolso al real erario, sirvíendole por
término de cinco años y que turnase este encargo entre
todos y que respecto a que eran pocos los negocios en
que entendía la Real Audiencia de Quito y ser dema-
síadas las plazas togadas de ella, se agregase una a la
de Santa Fe. En que resuelve su Majestad se establezca
el propuesto corregimiento en este partido de Santa Fe,
con reunión de algunos de los tenues, establecidos en
este distrito por considerarle util al fomento, gobierno
y protección de los indios, arreglo y mejor manejo de
sus tributos, como así mismo procediera dicho excelen-
tísimo señor virrey de acuerdo con el señor regente
visitador general de este Reyno al señalamiento de la
demarcación del expresado corregimiento y al del sueldo
fijo que huviera de gozar el corregidor que se nombrase.
Se mandó pasar al referido señor regente y con lo
que expuso en oficio de veinte de octubre del expresado
año de setenta y ocho, por decreto proveido en veinte
y dos de dicho mes mandó el nominado excelentísimo
señor virrey, con parecer del Doctor Don Francisco
Robledo, su asesor, que fue: Que para dar puntual cum-
plimiento a la referida Real Cédula se procediera por
el señor Doctor Don Francisco Antonio Moreno a hacer
la visita mandada practicar en la de tres de agosto de
mil setecientos setenta y cuatro d-e todos los pueblos
que se hallaran en el distrito de esta capital y partidos
752 inme//diatos a ella, se numeraran los indios, se tasaran
los tributos donde ya no lo estuvieran, se formara el
plano chirográfico que allí se mandaba y se examinara
cuales eran los corregimientos tenues que podrían agre-
garse, todo lo cual ejecutará dicho señor Moreno cuando
el tiempo se lo permitiese y que evacuada informará cir-
cunstanciadamente cuanto le ocurriera, así en orden al
territorio que debería asignarse al nuevo corregimiento
mandado erigir en Santa Fe como a la dotación física
que habría de señalársele y fondo de que se le había
de pagar, con lo demas que estimara util.
SIGUE LA VISITA practicada últimamente por
el s·eñor Don Francisco Antonio Moreno, fiscal del
crimen de esta Real Audiencia en cumplimiento del
superior decreto de veinte y dos. de octubre de mil
setecientos setenta y ocho, en los corregimientos Y
pueblos del distrito de esta capital.
526
En cumplimiento del dicho superior decreto, el no-
minado señor Don Francisco Antonio Moreno salió a
practicar la visita prevenida y por la actuada en el
partido de Ubaque consta haberla principiado por el
pueblo de Usme, en donde por auto de veinte y dos de
Enero del corriente año mandó se practicara lista y nu-
meración de los indios con separación de sus tributarios
y se recibiera informacion que acreditara su actual es-
tado, gobierno y buen tratamiento, en cuyo cumplimiento
753 hizo comparecer ante sí a Don Blas Sechagua, / / a Don
Francisco Sosa y a Don Andres Sechagua, el primero
teniente y los dos últimos capitanes de dicho pueblo, a
quienes examinó conforme a derecho, y siéndolo al
tenor del interrogatorio formado al intento, dijeron:
Que en aquel pueblo no habia indios de otros y que
se componía de los mismos que en la numeración habían
puesto de manifiesto, tomándose razon de sus clases y
edades por los libros, con relación de los ausentes, cuyo
paradero ignoraban.
Que el comun del pueblo satisfacía por razon de tri-
buto y quinto cada año siete pesos tres reales y medio
en plata, a excepción de los de la parcialidad de Tun-
juelo, de que habían quedado muy pocos tributarios, y
pagaban cinco pesos tres reales y medio en la misma
especie, para lo que se valían de los frutos que se co-
sechaban de trigo, maíz, cebada, legumbres y demás de
tierra fria, y que sólo estaban adeudados los que estaban
ausentes, y con motivo de aquella visita se habían re-
cogido.
Que las tierras de sus resguardos eran útiles, pingües
y bastantes y las conservaban con arreglo a los linde-
ros de su señalamiento sin pleito ni disputa, aunque la
habían tenido por la venta de salteadores sobre que
habían hecho recurso al superior gobierno.
Que no experimentaban extorsión ni agravio en la
cobranza del tributo, diezmo y primicia que se les exi-
gía sin exceso, como tampoco se les gravaba en servicio
personal, ni se les imponía indebido por cura ni corre-
gidor o particulares.
Que por los baptismos satisfacían cuatro reales de
derechos, ocho reales de la misa, por las velaciones de
los matrimonios y tres pesos y medio de los entierros,
siendo rezados, pues en los cantados subía a proporcion
la paga.
'
'
527
 Que mantenían las tres cofradías, que no tenían hatos Choachí resultan cuarenta y cuatro tributarios, inclusos
a excepción de unas cuatro reses y satisfacían dos ocho empleados en oficios del pueblo, con el total de
reales cada uno al año para cada una de las tres festi-
1

ciento noventa y ocho almas, en Ubaque resultan ciento

vidades y a más de esto real y medio por mes los casados setenta y ocho tributarios, inclusos veinte empleados,
754 y tres cuartillos los casados (sic) / / para mantener con el total de novecientas y diez almas. En cuyo pueblo
dichas cofradías, para cuyas fiestas se nombraban dos se hallan así mismo cincuenta y cinco indios forajidos,
alfereces y cada uno contribuía tres pesos y el camarico y en el ultimo que es Chipaque resultan ciento setenta
de un cordero, tres pollos y tres tortas. y cinco tributarios, inclusos diez y seis empleados, con
Que diariamente se enseñaba la doctrina cristiana a el total de novecientas y veinte y dos almas.
que concurría la chusma e igualmente todo el comun Y por auto de trece de enero del mismo año, mandó
en los respectivos días, con frecuentes exhortaciones. el nominado señor Doctor Don Francisco Antonio Mo-
Que no tenían bienes de comunidad ni trabajaban reno y Escandón, del consejo de su Majestad, su fiscal
sementera de comunidad para su fomento, aunque en del crimen de la Real Audiencia de este Reyno y visi-
tiempos pasados la había habido, y tenían proporcion tador de las provincias de su distrito que se agregaran
para verificarlo. todos los expedientes formados en la visita de los
Que dentro del resguardo vivían diferentes vecinos pueblos de aquel partido de Ubaque y se remitieran al
radicados con habitacion, familia y hacienda y de algu- excelentisimo señor virrey de este Reyno con el corres-
nos de ellos experimentaban que sus bestias y ganados pondiente informe, lo que así se ejecutó, acompañando
les ocasionaban perjuicio a los indios y sus sembrados. un extracto de los pueblos de indios, su tasa, valor de
Con lo que se concluyó esta declaración, a cuya con- tributos y vecindario de españoles que comprendía el
tinuación certificó el escribano. Que habiéndose recono- partido y corregimiento de Ubaque, visitado por dicho
cido el padrón de vecinos españoles agregados a aquel señor Mor-eno en virtud de la Real Cédula de tres de
pueblo, manifestado por el teniente de cura, Don Alejo agosto de mil setecientos setenta y cuatro, cuyo tenor
Robayo, resultaban de él cincuenta y ocho vecinos cabe- y el de dicho informe, uno en pos de otro, es como sigue:
z,as de familia, con el total de docientas cincuenta y cuatro
· almas. Así mismo, consta formada la lista y numer,ación 756 EXTRACTO de los ,pueblos de indios, su tasa, valor de tributos y
vecindario de espafioles que comprende el corregimiento y partido
de los indios de dicho pueblo y de ella resultan treinta y de Ubaque, visitado por Don Francisco Antonio Moreno y Escan-
nueve tributarios, inclusos ocho empleados en oficios del dón, en virtud de la Real Cedula de 3 de Agosto de 1774. Y para
observancia de la de 9 de junio del afio proximo ,pasado, dirigida
pueblo, con el total de ciento noventa y una almas, como a fa demarcación territorial del corregimiento de Santa Fe.
así mismo cuarenta y un indios que se dicen forajidos
y se hallaban viviendo en dicho pueblo.
Iguales diligencias se practicaron en los pueblos de NOMBRESDE LOS PUEBLOS "'~
J" ·~..,, ~~
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o -s 35 ro.2
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Une, Fosca, Cáqueza, Fómeque, Choachí, Ubaque, Chi- m"
~ .o ~~ ~:e .!!!'ü
~:E ;E~§ ~~ E.:::
- 'O
U'O
paque y de las listas y numeraciones formadas por el
escribano consta que existen en el primero ciento treintr Peso,'real Pesos real
y un tributarios, inclusos diez y siete empleados en ofi- Pueblo de Usme ..... 7 2 31 224 6 39 1-91 53 264
Idem de Une . . ' . . . 5 7 1,2 114 676 7 ·Hll 675 37 Í81
cios . del pueblo, con el. total de ·seicientas setenta Y lldem de Fosca 5 4;~ 18 100 1 24 120 72 ,359
cinco almas, en el segundo resultan veinte y cuatro Idem de Cáqueza ... 5 6 65 373 6 77 418 195 988
lldem de Fómeque ., 5 o 20 100 o 28 111 354 1720
755 tributarios, inclusos seis empleados en oficios // con el Idem de Ghoachí .,. 4 2~fz 36 155 2 44 1-98 163 737
total de ciento veinte almas, en el tercero resultan se- Idem de Ubaque ,,. 5 7~fz 158 933 1% 178 910 -161 805
tenta y siete tributarios, inclusos doce empleados en Idem de C'hipaque .. 5 7~~ 159 939 Hfz ·175 922 115 571
oficios del pueblo y tres apercevidos, con el total de Total general 45 5 601. 3503 % 696 3545 1155 5625
•••••••••
cuatrocientos diez y ocho almas, en el cuarto, que es
Fómeque, ;resultan veinte y ocho tributarios, inclusos NOTAS
ocho empleados, con el total de ciento y once almas, en 1~ Que en el Numo de tribu!arios se incluyen los que están en
I'istas reputados por indios, iunque· no lo sean ,puros sino con

528 529
 me~cla de otras castas, que en el semblante se manifiesta a la
vista, sin otra indagaeión, como así mismo los casados con mesti-
zas y ,castas semejantes.
21/-En igual •conformidad se inoluyen en la 41/>columna los
empleados en oficios de justicia y servicio de ;iglesia, que en
los ocho pueblos componen el Num 0 de l}5 libres de tasa.
31).•El valor de los tr.iJbutos se deduce sin excluir ni separar el
quinto q.e unicam.te pertenece a S. M. en los pueblos encomen-
dados. De cuyo ,producto no tiene pensión, pues la del estipend'io
es del cargo del encomendero.
411-De los ocho pueblos de este partido, los tres mas numerosos,
Cáqueza, Ubaque y Cllüpaque son encomendados; y en los res-
tantes nada utiliza el Erario porque no sufragan para el esti-
pendio.
PUeblo de Soacha y enero -17 de 1-779.
MORENO
Informe Excelentísimo Senor:
757 Muy señor mío: concluída la visita del partido
y corregimiento de Ubaque, compuesto de ocho pueblos
de indios, sin población alguna de españoles, la incluyo a
V. Excelencia con el adjunto proceso que contiene ocho
cuadernos, respectivos a igual numero de pueblos. Y
un estado que al mismo tiempo que presenta a la vista
el número de sus tributarios y del total de indios, ma-
nifiesta también el de vecinos españoles y número de
almas de esta clase que excede considerablemente al de
los primeros a cuyo abrigo en la mayor parte habitan.
Y por lo mismo omito repetir lo que a V. Excelencia
expuse en este asunto en carta fecha en Tenjo a veinte
y tres de diciembre próximo pasado por la identidad de
razones que uniformemente concurren y piden unívoca
resolución en este corregimiento y el de Bogotá, me-
diante a que segun mi concepto deben incorporarse e
incluirse en la demarcación territorial del que en Real
Cédula de nueve de junio de el año inmediatamente
pasado manda su Majestad establecer en Santa Fe.
Por el referido estado advertirá V. Excelencia que los
tres pueblos de Ubaque, Chipaque y Cáqueza están
encomendados a particulares y que en ellos únicamente
ingresa el erario el escaso importe de su quinto; y que
deducido el estipendio del doctrinero se aplica el valor
de los tributos a los encomenderos. Conocerá así mismo
V. Excelencia que el pueblo de Fómeque sólo tiene
veinte indios tributarios útiles, diez ocho el de Fosca
y el de Choachí treinta y seis, cuyo tributo no alcanza
a cubrir el estipendio de sus respectivos doctrineros.
Y que el primero particularmente tiene un numeroso
vecindario de españoles, superior al de muchas parro-
530
quias, para cuyo buen gobierno se nombran anualmente
alcaldes pedáneos; con que es preciso que el me todo re -
gular establecido por las leyes para el manejo, instruc-
758 ción y enseñanza de los indios se invierta y altere en
lu mayor parte por los motivos que otra vez tengo
insinuados y es inutil repetir; por ser precisa consecuen-
cia de la anarquía que reina entre indios y españoles,
faltando uniformidad en el gobierno de cualquiera po-
blación compuesta de habitadores a quienes· rigen dis-
tintas reglas y de cuyo desorden nace el mayor gasto
del Erario, la utilidad que deja de reportar en los tribu-
tos que se invierten en inútiles estipendios, la opresión
de los indios, los lentos progresos de la población y di-
ficultades de. los medios de la felicidad pública.
Por un exceso de celo he dejado correr involuntaria-
mente la pluma por mostrar a V. Excelencia estos daños
y la necesidad de su remedio, habíendome propuesto el
objeto de dar por medio de dicho extracto una idea
fácil de conocer en cada partido por medio del número
de tributarios y cantidad de su tasa, el' valor anual de
sus tributos como podrá practicarse en los corregimien-
tos que permaneciesen de fijo establecimiento, para que
con esta noticia se tenga progresivamente la de su
aumento o decadencia, haciendo cotejo con las· listas y
enteros que en cajas reales ejecutasen los corregidores.
No obstante el cuidado con que me (he) dedicado a in-
dagar cuál pueda ser el motivo de ser diversas las tasas
en los pueblos de este partido (aún en las parcialidades
de uno mismo, como sucede en Chipaque) no encuentro
alguna que califique de justa su diferencia, por no ha-
berla sustancial en las tierras que disfrutan, frutos que
cosechan y facilidad de expenderlos, sin embargo de
que en unos es mayor la pobreza e indigencia de los
indios que en otros. Pero esto dimana no de falta de
medios sino de su negligencia, abandono y poca aplica-
ción al trabajo y de que algunos curas no se fatigan en
759 estimularlos al cultivo, al paso que otros // se esmeran
en desterrar su ociosidad. Por lo que tomando un medio
prudencial y a vista de que los de Usme, que son los
más necesitados son también los más gravados, me pa-
rece podrá fijarse con uniformidad en los ocho pueblos
de este partido ( o en los que permaneciesen si algunos
se reuniesen) la tasa invariable de cinco pesos cuatro
reales que a mi juicio fÓmodamente pueden satisfacer,
con respecto a todo lo µue para estos casos debe refle-
531
 xionarse en concepto de las leyes que tratan del asunto.
Y propongo en satisfacción de las obligaciones de mi
encargo, reservando al acertado discernimiento de V.
Excelencia la resolución que estimase por más conve-
niente.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años, como deseo.
Pueblo de Soacha y enero diez y siete de mil setecien-
tos setenta y nueve.
Excelentísimo señor,
Beso la mano de V. Excelencia, su atento rendido
servidor,
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo señor virrey Don Manuel Antonio
Florez.
Así mismo consta por las diligencias practicadas en
el partido de Basa, que por auto de catorce de enero
del presente año, fecho en el pueblo de este nombre,
dijo:
Que para dar principio a la visita de aquel partido y
corregimiento se procedera a la de aquel pueblo, con-
forme a lo prevenido en la Real Cedula de tres de agosto
.de setenta y cuatro y a lo proveido en cumplimiento de
la de nueve de junio del año inmediatamente pasado,
recibiendo información que acreditará su actual estado,
gobierno y buen tratamiento de los indios, formándose
prolija lista y numeración exacta de ellos, con distin-
ción de clases y tributarios. Y que así mismo se tomará
razón del número de vecinos españoles y sus familias
de la agregación de aquel pueblo, con todo lo que pa-
reciera conducente a llenar los objetos de su comis'ión,
y que en su virtud se expidieran las providencias que
760 más convinieran. En cuyo cumplimi // ento el señor
fiscal visitador hizo comparecer ante si a Don Pedro
José Tarquino, a Don Lorenzo Uyapaba y a Don Martín
Tunjo, el primero teniente y los dos últimos capitanes,
indios todos de aquel referido pueblo, a quienes por
ante el escribano de visita les recibio juramento bajo
del cual ofrecieron decir verdad en todo lo que supieran
y les fuera preguntado, y siéndolo al tenor del interro-
gatorio formado al intento, dijeron:
Que en aquel pueblo no tenían otros indios que los de
su pertenencia, y eran los mismos de que estaba formada
lista y numeración y en que habían. dado razon de
632
los que se habían ausentado con abandono de sus fami-
lias, ignorándose su paradero, quedando encargados de
obligarlo para que fueran restituidos.
Que tenían cuatro parcialidades, con cinco capitanías,
de las cuales la de Seuba satisfacia seis pesos de tributo
Y las restantes a ocho pesos en dinero efectivo, para
cuya satisfacción se valían del expendio de los frutos
que cosechaban de temperamento frío y particularmente
trigo, maiz y legumbres.
Que las tierras del resguardo eran bastantes, útiles y
las estaban poseyendo sin pleito ni contradicción, con
arreglo a los linderos de su señalamiento y títulos que
conservaban.
Que no se les causaba indebida extorsión en su co-
branza ni tampoco en la del diezmo y primicia y satis-
facían con puntualidad y sin exceso.
Que por derechos de baptismo contribuían cuatro
reales al cura y uno al sacristán. Para los matrimonios
ocho reales para la misa y seis y medio de arras y por
los entierros rezados a tres pesos y en los que tenían
bienes a proporción satisfacían con ellos.
Que mantenían las tres cofradías mayores del Señor
Sacramentado, María Santísima y Benditas Animas, a
que estaba destinado un hato de ganado mayor y me-
nor. Y que a más de esto contribuían alternando los
domingos mensualmente por cada una medio real los
casados y la mitad los solteros, como tambien doce pe-
sos para cada fiesta, separadamente de seis pesos que
761 gastaba el // alferez de iglesia y también doce pesos
para la fiesta del miércoles santo y veinte y cuatro pesos
para jueves y viernes santo. Así, mantenían otras cofra-
días menores como de Nuestra Señora de la Concepción,
Candelaria, Jesus Nazareno, San Roque, San Antonio,
San Pedro y Santa Bárbara, para cuyas festividades
contribuían según la. limosna que se recogía en el pue-
blo y tres pesos para la del Santo Cristo.
Que no se les gravaba en servicio personal para el
doméstico del cura ni corregidor, ni se les pensionaba
indebidamente, a excepción de los cuatro alguaciles
que se nombraban cada mes para lo que ocurría.
Que aunque en tiempos anteriores se trabajaban se-
menteras de comunidad, hacía muchos afias que no se
practicaba, sin embargo de que era fácil verificarla y
conocían la utilidad que de ellas les resultaba y queda-
ban advertidos de poner~ inmediatamente en ejecución
533
 y de los objetos útiles en que había de interesarse su y diez y seis empleados con el total de trescientas ochen-
¡:fr;oducto y del modo de custodiarlo en el arca de tres ta y ocho almas. Y formado proceso de la dicha visita
llaves. practicada ·en el referido partido de Basa, lo remitió con
Que dentro de las tierras del resguardo vivían dos - el informe y extracto del tenor siguiente:
vecinos con sus familias, pues aunque otros estaban
radicados, se hallaban casados con indias del pueblo y 763 EXTRACTO
que de uno de ellos nombrado Juan Antonio Manjarrés de los pueblos de indios, su tasa, valor de tributos, vecindario de
recibían perjuicio por el que le causaban sus ganados espafioles, inclusa una parroquia que comprende el corregimiento
Y partido de Basa visitado por Don Francisco Antonio Moreno y
en 101 sembrados. Ese.andón en virtud de la Real Cedula de 3 de agosto de 1,774. Y
Que igualmente lo experimentaban de las haciendas para la observancia de la de 9 de junio del año próximo pasado di-
confinantes de Terreros y Osario, y la última satisfacía rigida a la demarcación territorial del corregimiento de Santa Fe.
cuarenta pesos anuales por el arrendamiento del pan-
tano en que pastaban de común lag ganados y bestias, NOMBRESDE LOS
de que sacaban doce pesos para el aniversario y el resto LUGARES
se había invertido el año inmediatamente pasado en la
lámpara de Nuestro Amo.
Pueblo de Basa 63 14 8 512
Que también tenía en arrendamiento Ignacio Gaona 81 470 26 L57
Parcialidad de S'ue-
un pedazo de tierra por el que satisfacía diez pesos, que ba en el mismo 4 6 24
se habían consumido en cera y la fiesta de la Santísima Pueblo de Soacha . 30 16 8 240 266 1 319
Trinidad, de que tenía tomada razón el corregidor del Parcialidad de Ba-
quira en idem. 7 63 44 5
partido, con cuya intervención se había ejecutado. Parcialidad de Tusa
A cuya continuación certificó el escribano: que a con- agregada al mismo 22 2 8 176 91 611
762 secuencia de lo // prevenido en el auto cabeza de visita Parcialidad de Usa-
de aquel pueblo de Basa, había reconvenido al Doctor quen agregada al
dho. Soacha .... 13 78 '100 6 11-8 718
Agustín Velez, teniente de cura de dicho pueblo para
Sitio de indios- nom-
que le manifestase el padrón del vecindario de españo- brado Cusio ... . 13 2 6 78 15 73
les agregados a él, a que le había respondido no haberlo Pueblo de Suba .. . 54 16 8 41,~ 462 3 70 388 49 201
formado a causa del corto tiempo que hacía estaba sir- Parroquia de sn An-
tonio de Tena ... 59 495
viendo el curato como tal teniente y practicada la misma
diligencia con el corregidor del partido, Don José de Tota•les . . . . . . . . 206 5-1 58 5~~ 1 636 6 257 1 542 5Hl 2 890
Chaves y García, éste había manifestado uno, del cual
constaba que dicho vecindario se componía de veinte y NOTA
seis vecinos cabezas de familia, con el total de ciento Que en este extracto se han observado las mismas reglas que cons•
cincuenta y siete almas de esta clase. Iguales diligencias tan anotadas al pie de las anteriores que han acompañado a la vi-
se practicaron en el pueblo de Soacha, en el sitio de sita de los partidos y 9orregimientos de Bogotá y Ubaque. Y que
para evitar la in(iusta perjudicia,l difei,encia del tributo que con-
Cusio y parroquia de San Antonio de Tena y en el trtbuyen los indios de sus pueblos gozando todos iguales comodi-
pueblo de Suba y por la lista y numeració_n formada en dades y proporciones, se propone la retasa unifo!lme que ha
parecido más equitati,va.
el primero consta haber existentes noventa y un tribu-
Pueblo de Chía y enero 27 de 1779 MORENO.
tarios, inclusos diez y nueve empleados, con el total de
seicientas y once almas, en el dicho sitio de Cusio resultan Informe Excelentísimo Señor. Muy señor mio:
quince tributarios, inclusos dos empleados, con el total de El adjunto proceso incluye lo practicado en la
setenta y treg almas, en la referida parroquia de San visita del partido y corregimiento de Basa, que sin duda
Antonio de Tena cincuenta y nueve vecinos cabezas de se ha de comprender en 1a demarcación territorial del que
familia y el total de cuatrocientas noventa y cinco al- ha mandado su Majesjad establecer en Santa Fe. Com-
mas y en el dicho pueblo de Suba setenta tributarios poníase de cinco pue¡los de indios, a saber: Basa, Soa-

534 535
764 cha, Suba, Usaquen y Tuso, de los // cuales se han
extinguido por su corto numero los dos últimos de orden
de V. Excelencia y agregado sus pocos indios al segundo
donde permanecen radicados y sin necesidad de otro auxi-
lio que el que signifiqué a V. Excelencia en oficio fecho
en la Mesa .a diez y nueve del corriente; con cuyo otorga-
miento nada resta para verificar la traslación ya verifi-
cada sino que se trate de la venta y enajenación de las
tierras vacantes en Usaquén como se practicó con las de
Tusa y que no se retarde por más tiempo el beneficio que
en elio reportan el Erario, los indios y causa pública.
En el dicho corregimiento, a la otra parte de la se-
rranía y en temperamento templado, se comprende una
parroquia tenue de españoles nombrada San Antonio
de Tena, sin formalidad ni orden político y a ella están
agregados quince indios tributarios con sus familias,
situados a más distancia de una legua de la iglesia, en
unas tierras a las orillas del rio Bogotá, por donde des-
cuelga del Salto, nombrado Tequendama, los cuales
satisfacen seis pesos de tributo al año, de que se deducen
nueve reales por cada tributario, que por título de esti-
pendio se paga al cura de la parroquia que es obligado
a instruirlos en la doctrina cristiana y administrarles
los santos sacramentos por haberlo asi dispuesto en su
visita el señor oidor Don Jo a quin de Aróstegui y apro-
bádolo el superior gobierno· en decreto de diez y siete de
febrero de mil setecientos sesenta y uno para que se libró
despacho que he reconocido; porque viendo prolija y
ocularmente el sitio sin iglesia, la distancia, fragosidad
del camino e imposibilidad de que los párbulos concu-
rran a ser instruidos en la doctrina cristiana, se me
respondió que se ejecutaba los domingos cuando concu-
765 rrían a misa y lo demás se confiaba / / del indio fisca'l.
Venero como debo esta autorizada providencia, pero
la obligación de mi oficio y comisión no me permiten
silenciar que en mi debil juicio no se descarga la real
conciencia ni se llena el espíritu de las leyes .tolerando
que un corto número de indios vivan en un desierto y
retiro a su arbitrio, donde rara o ninguna vez entra el
corregidor ni se informa de su estado; y que por consi-
guiente sus más enormes delitos pueden quedar ignora-
dos donde no estan a son de campana como manda la
ley, carecen de la frecuente diaria instrucción de la
doctrina y dogmas de nuestra sagrada religion y donde
es facil se oculten delincuentes y excesos. Y si en los
536
pueblos donde se observa todo el método de nuestra
legislación y se tienen a la vista, todavía no puede lo-
grarse el fruto de los esmeros, ¿qué podrá esperarse
donde todo falta y las circunstancias brindan campo
abierto a la relajación? V. Excelencia pesará estas ra-
zones en el fiel de la balanza de su acertado discerni-
miento y resolverá lo más justo.
Para facilitar el conocimiento de los pueblos de dicho
corregimiento, su población de indios y vecinos de co-
lor, la diferencia de tasas y su importe, acompaño a V.
Excelencia un extracto completo comprensivo de todo,
remitiéndome en cuanto a la mezcla y consorcio de unos
Y otros y mayor número de los últimos a lo que en el
asunto tengo anteriormente expuesto a V. Excelencia.
Por lo respectivo a la variedad de tasas, graduándola
por ilegal donde no hay diferencia en tierras y frutos
Y comercio, he tomado todas las noticias que para el
caso prescriben las leyes y sin dificultad se presentan
a_la vista, y combinadas todas las circunstancias, aten-
dida la pobreza de los indios, me ·parece que debe
766 fijarse a los tres pueblos / del citado corregimiento de
Bosa una tasa igual, aboliendo la diversidad que aún
entre las parcialidades de un mismo pueblo se notan
con extrañeza y reduciéndola a la cantidad de siete
pesos que por año deberán satisfacer por mitad en los
tercios de San Juan y Navidad los indios de Basa Soa-
cha Y Suba, si V. Excelencia se digna aprobar est~ pro-
cedimiento o resolver en vista de lo expuesto y de lo
que reservo para la conclusión de la visita y demarca-
ción, lo que tuviere por más conducente al alivio de
los indios y mejor real servicio.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años, como deseo.
Pueblo de Chía, y enero veinte y siete de mil setecien-
tos setenta-y nueve.
Beso la mano de V. Excelencia, su atento rendido
servidor.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo señor virrey Don Manuel Antonio Florez.
En la misma conformidad practicó la visita del partido
y corregimiento de Bogotá que se compone del de este
nombre, Hontibón, Bojacá, Facatativa y Tenjo, cuyos
tributarios constan· en el extracto cuyo tenor y del in-
forme que en• vista qe las diligencias practicadas en
dicha visita formó, un¡ en pos de otro es como se sigue.
537
 Informe Excelentísimo Señor. Muy señor mío: castas al de los indios y que por consiguiente sobrepuja
Por el adjunto extracto que para facilitar el también el gobierno y atención de aquellos con prela-
conocimiento he dispuesto del estado de la población del ción a éstos·, que es preciso sufran las funestas conse-
corregimiento de Bogotá que he visitado, reconocerá V. cuencias de su consorcio. Así lo han representado en
Excelencia que reunidos los indios de Engativá, Serre- esta visita, exponiendo la opresión en que viven, nacida
zuela y Sipacón ha quedado reducido a cinco pueblos 768 de que los // vecinos se establecen en un corto pedazo
que son Bogota, Hontibón, Bojacá, Facatativá Y Tenjo, de tierra de que pagan escaso arrendamiento al indio
con la parroquia de españoles nombrada Subachoque. a quien pertenece, allí introducen mujer, hijos y sir-
En él se demuestra que en casi todos los pueblos exce- vientes, ponen sus bestias y ganados que no caben en
de el numero de vecinos españoles de todas clases Y la tierra arrendada y se extienden a la contigua, des-
trozando los sembrados de los indios que por defenderlos
767 EXTRACTO a cobrar el daño tienen riñas y por lo común salen
De los pueblos de indios y parroquias de espafioles que co1nprende maltratados, a que se añade que regularmente les pa-
el corregimiento de Bogotá visitado por Don Francisco Antonio
Moreno y Escandón en virtud de la Real Cedula di;_2 d~ _agosto de gan en bebida y cada casa de vecino es una taberna y
¡ 774 para observancia de la de 9 de junio de este ano d1rig1da a la todo el pueblo confusión. Los mismos indios son causa
demarcación territorial del corregimiento ele Santa Fe. de su ruina, como ctue son los que admiten a los vecinos
0 y les dan sus tierras en arrendamiento y con todo piden
indios Total de Vecinos ca~~zas d: :~~
NOMBRESDE LOS LUGARES tributarios Indios de familia mismos con instancia su expulsión del resguardo pues no trato
ahora de los vecinos que aunque feligreses de los pue-
Pueblo de Hontibón ..... 121 645 73 416 blos habitan fuera de las tierras de los indios.
P'ueblo de Engativá, extin- No obstante de que las leyes prohiben estrechamente
guido y agregado al ante-
cedente •••••••••••••••••• 68 345 15 108 que en los pueblos de indios vivan españoles y gentes
Pueblo de Bogotá .......... 126 680 de color, no me he atrevido a decretar su expulsión, ya
Pueblo de Serrezuela, extin- 199 1.032 porque una Real Cedula dispone que en este punto se
guido y agregado al ante- proceda con moderación y pulso, ya porque sería sacri-
cedente ·•·••••••••·•••••• 34 270
881 128 491 ficar muchos miles de vasallos que viven entre indios
Pueblo de Bojacá .......... 115
Pueblo de Facatativá ...... 121 692 y perecerían sin tener un palmo de tierra donde radi-
Pueblo de Sipacón, extin- 370 1.4S9 carse ni facultades con que establecerse y mantener
guido y agregado al ante- sus familias, que no parece conforme a equidad ni a
cedente •••••••••••••••••• 46 276
1.009
las piadosas intenciones de su Majestad se arruinen,
Pueblo de Tenjo .. , ....... 148 983 211
como que a todos proteje y en todos ejercita los oficios
Parroquia de Subachoque 143 7-18
de verdadero padre.
Totales .. , ...... ,, ........ 779 4.772 1.139 5.263 El medio de cortar en lo venidero radicalmente este
daño fue el que propuse a V. Excelencia, de que por
NOTAS punto general se próhiba que indio alguno pueda arren-
1~ Que se colocan por indios en ¡este extracto todos los que ~on dar la tierra que se le reparta, como que el rey se las
reputados por tales aunque len realidad no lo sean puros smo concede para que personalmente las trabajen, y deste-
mezclados de otr,as castas por ser pocos lo que no descienden
ele generación adulterada. rrada su genial ociosidad y desidia se utilicen de su
2~ Que en el número de tributarios van inclusos los requint_eros, cultivo; pero a más de que ignoro si este pensamiento
y son aquellos que no siendo indios están casados con 1nd1as Y
gozan repa-rtimiento en el pueblo ..
769 ha mereci//do la aprobacion de V. excelencia, solamen-
te cautela el désorden para lo sucesivo y no alcanza a
3~ Que aunque se ha visitado .el pueblo de _Tabio, no s_e ?om- remediar el daño ya causado y existente, con los que
prende en esta lista por pertenecer al. par.t~do y correguniento
de Zi,paquirá, donde a su tiempo se mclwrá. en la actualidad se abrigan en los pueblos que demanda
Pueblo de Tenjo, 23 de diciembre de 1778. instante resolución y me es indispensable diferir a la
Dor. Don Franco Antonio Mor-eno. que V. Exa en vista dfJlo expuesto por una y otra parte

538 539
 se d'gnare expedir, mediante a que en oficio de diez y
seis del corriente se previene que limite la visita a lo
literal de la Real Cédula.
Dios guarde a V. Excelencia muchos años.
Pueblo de Tenjo y diciembre veinte y tres de mil
setecientos setenta y ocho.
Excelentísimo señor.
Beso la mano de V. Excelencia, su atento y rendido
servidor.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Excelentísimo s·eñor virrey Don Manuel Antonio
Florez.
Por las diligencias practicadas en el partido de
Zipaquirá, consta que en el extinguido pueblo de este
nombre, por auto de veinte y ocho de enero mandó el
nominado señor fiscal visitador: Que habíendose extin-
guido aquel pueblo y trasladadose sus indios al de Ne-
mocón, se tomara por el escribano razon del vecindario,
digo, del corregidor, que acreditara si todavía perma-
necían algunos indios sin verificar su traslación o que
se hubieran regresado, poníendolo por dilig.a Y que
mediante a que extinguido el pueblo se hacía indispen-
sable que el vecindario se erigiera en parroquia, de
modo que así en lo espiritual como en lo civil y político
se estableciera el buen orden que en las poblaciones
de españoles prescribían las leyes; procediera para ello
el corregidor del partido a convocar al vecindario e
intimarle que dentro del preciso moderado término que
le asignare ocurriera donde correspondiera a verificarlo,
habilitándose desde luego para ello en la inteligencia
de que con este respecto se ha expedido las providencias
relativas a la venta de las tierras vacantes y su reparti-
770 miento y división de suertes. Y así para / / ésto como
para los demás fines de la visita se indagará el número
de españoles cabezas de familia y total de almas de
esta clase de la agregación de dicho feligresado que se
pusiera por certificación, para que en vista de todo se
proveyera lo correspondiente.
En cumplimiento de lo cual pasó el escribano y re-
convino al corredor del partido, Doctor Don Eustaquio
Galavís, a fin de que diese razon si todos los indios que
existían en aquel pueblo se hallaban en el de Nemocón
a donde se habían mandado trasladar, o aún todavía
se mantenían en él algunos sin verificarlo. A que había
540
respondido hallarse todos enteramente trasladados a
excepción de uno u otro que se hallaba trabajando en
su recinto pero sin perjuicio de ocurrir a las precisas
obligaciones y funciones del pueblo de su traslación.
Así mismo consta certificado por el escribano: que
reconocido el padrón del vecindario de españoles de su
agregación manifestado por su cura doctrinero Don
Juan de Ricas, resultaba que se componía de setecien-
tos veinte y ocho vecinos cabezas de familia, con el
total de dos mil quinientas setenta y seis almas de
esta clase.
Así mismo consta que habiendo pasado al pueblo de
Cogua, por auto de primero de febrero, dijo: que ha-
biendo reconocido a su llegada que en aquel pueblo se
mantenían todavia los indios, sin embargo de que por
disposición del superior gobierno habían sido mandados
trasladar al de Tocancipá, se procediera a indagar la
causa de la contravención a aquel superior precepto y
a inquirir si ocurría algun inconveniente y los medios
de vencerlo, con todo lo demas concerniente a propor-
cionar aquellos indios los alivios de que fueran dignos
y de que se ejecutara lo mandado, tomándose igualmente
razón así de sus tierras y modo con que en la actualidad
771 se manejaban, como del número de vecinos// españoles
y gentes de color que en aquel pueblo y su agregación
habitaban para en vista de todo proveer lo conveniente·.
En cumplimiento de ello hizo comparecer a Don Juan
de Dios Cholo, indio teniente, a Don Salvador Cholo,
reservado que había obtenido el mismo oficio y a Juan
Jase Rey, indio del mismo pueblo, a quienes examinó
conforme a derecho, y siéndolo al tenor del dicho auto,
dijeron:
Que desde mediado de diciembre del año próximo pa-
sado habían sido trasladados y conducidos todos los in-
dios de aquel pueblo por el teniente de Ubaté, Mariano
Riaño, de orden del superior gobierno al de Tocancipá,
donde les había señalado en el llano la tierra en que
habían de fabricar sus habitaciones y cultivar sus la-
branzas; que por no ser bastantes para que se extendie-
ran las bestias y ganados y tener muy distantes las agua-
das no les era dable su cómodo establecimiento, pero que
podrían verificarlo en las tierras que disfrutaban Gabriel
Rubiano y Bonifacio Sanchez que antiguamente perte-
necían al pueblo de Tocal)cipá, en las que podían lograrse
toda la comodidad que¡ apetecían. Que por el motivo
541'
 antedicho, aunque en prueba de su obedecimiento habían
ido a Tocancipá cuando se les había conducido, pero
luego se habían restituido a dicho Cogua, y unicamente
los domingos volvían a aquella -doctrina y a misa, lle-
vando a veces parte de su familia por no serles posible
verificarlo siempre ni en el todo. Que la tasa del tributo
que tenían señalada y que habían satisfecho era de
seis pesos y seis reales que pedían no se les aumentara
por ser algo más crecida la de Tocancipá, no obstante
de que como llevaban dicho no era de su satisfacción
la tierra señalada. Que la del resguardo de aquel ex-
tinguido pueblo se había avaluado y mandado pregonar
772 Y ahora se mante // nía sin cultivo, como que no se
había permitido a los indios porque lo verificaban cinco
arrendatarios que pa_gaban unos a tres- y otros a cuatro
pesos, cuyo importe lo percibían los mismos indios para
auxilio de pagar el tributo, mediante a que hasta ahora
no se habían enajenado.
Que igualmente suplicaban que en el pueblo de To-
cancipá no se les exigieran limosnas del mismo modo
que por el primer año se les había relevado del tributo
y que, o se les permitiera s-embrar este año allí, o se
les destinara ramo para socorrerles para ayuda del gasto
de las habitaciones, semillas y herramientas, en aten-
ción a que no tenían hato de cofradías y sólo disfruta-
ban algunos bienes los particulares; bien entendido que
se les había de conceder llevar consigo todo el ornato
Y bienes de la iglesia que les pertenecían, pues estaban
prontos a obedecer y únicamente solicitaban el socorro
y alivio que va insinuado.
Con lo que se concluyó esta declaración y en su vista
por auto de primero de febrero, dijo el nominado seña;
visi!ador qu~ s~n embargo de que los medios que pro-
poman los md10s en su anterior declaración, no era
aceptable el primero ya por que con la dilación se frus-
traba la ejecución de lo mandado y también porque aún
concedido no era efectivo el logro del fin a que se aspi-
raba Y que para el otorgamiento del segundo concurría
la facilidad de que se aplicara al intento el producto de
lo que importase el arrendamiento de las tierras del
resguardo vacante hasta su venta, lo que debió haberse
practicado desde el primero día en que se había ejecu-
tado la translación, así para no dilatar el ingreso pecu-
773 niario como para evitar el regreso de los indios. Se / /
tendría presente todo al tiempo de la visita del pueblo
642
de Tocancipá para rectificar con su vista el concepto
y dar cuenta circunstanciada al superior gobierno, de
que segun los resultas pareciera más conveniente.
A continuación certificó el escribano que habiendo
r-econocido el padrón de vecinos españoles agregados
al dicho pueblo de Cogua, resultaba por él que había
manifestado Don Florencia de •Sotomayor, presbítero que
servía aquel beneficio, que se componía de docientos
veinte y seis vecinos cabezas de familia, con el total
de novecientas ochenta y tres almas de esta clase.
Pasó a visitar el pueblo de Pacho del mismo corregi-
miento y por auto de veinte y nueve de enero, dijo:
que sin embargo de que al tránsito y llegada a aquel
pueblo había reconocido ocularmente la suma distancia
en que dispersos vivían los indios en las tierras
nombradas la Guerta y los Algodonales, y que las
extensas que disfrutaban de resguardo en la mayor
parte estaban incultas y embarazadas, de que resultaba
la soledad del pueblo, no haber enseñanza diaria de la
doctrina cristiana, estar la iglesia no sólo defectuosa
en lo material sino también escasa de ornato y decencia
y finalmente faltar el debido buen arreglo que prescri-
bían las leyes en los pueblos de indios. No obstante,
para dar cumplimiento a las reales cédulas que moti-
vaban aquella visita, se practicará la de dicho pueblo
formándose lista y numeración de sus indios del mejor
y mas exacto modo que fuera acequible, recibíendose
información con el teniente y principales para indagar
su estado, gobierno y demás que correspondiera, tomán-
dose así mismo razon del número de vecinos españoles
agregados a aquel pueblo, para que en vista de todo
77 4 se / / expidieran las providencias convenientes.
En cumplimiento de lo cual hizo compar-ecer ante sí
a Mauricio Santos, indio teniente de aquel pueblo, a
Victorino Zipaquirá, ;indio principal que había sido
teniente y a Jase Antonio Caycedo, alcalde, que igual-
mente había sido en él, a quienes examinó conforme
a derecho y siéndolo al tenor del interrogatorio formado
al intento, dijeron:
Que en la lista y numeración que· se había formado
habían dado la más exacta individual noticia de los
indios agregados al pueblo, con expresión de los que de
otros se habían agregado a él, mediante a ser muy pocos
los de aquella naturaleza por haberse ido extenuando
desde tiempos anteriore}!
543
•
 Que por razón de tributo satisfacían en cada un año
siete pesos cuatro reales, incluso el quinto, en dinero
efectivo, para lo que sembraban maiz y caña por ser
éstos los principales efectos que producían alguna utili-
dad, no obstante de que la tierra era fecunda para los
demás, de temperamento templado, de que gozaba aquel
pueblo en que se mantenían en posesión de las tierras
de sus resguardos conforme a los linderos de su señala-
miento y a más de éstas tenían también un pedazo
nombrado la Guerta y las que se apellidaban los Algo-
donales, que tenían a más distancia de dos leguas de
aquel pueblo en que habitaban varios tributarios con
sus familias.
Que no experimentaban vejación ni agravio en la
cobranza del tributo, ni tampoco en la del diezmo y
primicia que satisfacían sin exceso, ni se les gravaba
con servicio personal por corregidor ni cura, aunque
a éste le asistían en lo que se les ordenaba y semanal-
mente se nombraban tres peones que condujesen nueve
775 tercios // de leña para el gasto doméstico.
Que desde que habían obtenido despacho no pagaban
derechos de baptismos. Y de casamientos los ocho reales
de la misa y seis y medio de las arras, y por los entierros
a proporción de las facultades y posibilidades de cada
uno. Y que aunque satisfacían las tres cofradías ordi-
narias, se sustentaban la del Señor y su lámpara con
el producto de ochenta cabezas de ganado y que para
las fiestas se nombraban cuatro alferez en la de Nuestro
Amo y tres en la de la Virgen y Animas y cada uno
satisfacía ocho reales en dinero, cera y las aves del
camarico, que importaban regularmente ocho reales.
Que era diaria la enseñanza de la doctrina cristiana
y en la actualidad había faltado desde el mes de diciem-
bre por estar enfermo el fiscal, y que por lo comun en
tiempo de siembra y cosecha no se practicaba, sólo
v-enían dos o tres de los Algodonales y la Guerta, como
que no era dable que por la distancia lo ejecutaran
diariamente.
Que no tenían bienes de comunidad, ni jamas se
había acostumbrado trabajar s·ementera para el efecto.
Y que dentro de la tierra del resguardo vivían algunos
vecinos con casa y familia y el estanquero del aguar-
diente, de los que sólo uno satisfacía ocho reales de
arrendamiento y los demas ocurrían a las cargas comu-
nes del pueblo, de quienes no recibían perjuicio alguno.
544
Que en lo restante respectivo al gobierno del pueblo,
carecía de carcel segura por ser debil la que existía Y
que la iglesia estaba maltratada en su edificio material
y escasa en lo relativo a su decencia.
Con lo cual se concluyó esta declaración y a conti-
nuación certificó el escribano: que a consecuencia de
lo prevenido en el auto cabeza de visita de aquel pueblo
776 de Pacho, había recono // cido al padrón del vecindario
de españoles a él agregado, resultaba por él que se com-
ponía de docientos cuarenta y dos vecinos cabezas de
familia con el total de setecientas setenta y nueve almas
de esta clase.
Así mismo consta que habiendo pasado a visitar el
pueblo de Nemocón, por auto de dos de febrero del
mismo año, dijo: que habíendose agregado por disposi-
ción del superior gobierno a aquel pueblo los indios de
los extinguidos de Zipaquirá y Tausa, no sólo se exami-
nará en aquella visita, a consecuencia de las reales
cédulas que la motivaban, su actual estado, gobierno Y
buen tratamiento sino también el de los trasladados, o
si estaban radicados, o carecían de algunos de los ali-
vios que las leyes les franqueaban, formándose lista Y
numeración de unos y otros para que se proveyera
oportunamente de remedio en todo, poníendose al mismo
tiempo razón del vecindario español de su agregación
y tomándose la que correspondiera de su salina, como
fondo principal en que estribaba su subsistencia. En
cumplimiento de lo cual hizo comparecer ante sí a Don
Antonio Luna, a Don Francisco Rincón y a Don Fran-
cisco Tribiño, el primero teniente y los dos últimos
capitanes, todos indios de aquel pueblo, a quienes exa-
minó conforme a derecho, y siéndolo al tenor del expre-
sado auto e interrogatorio formado al intento, dijeron:
Que en la lista y numeración que se había formado
se había dado individual noticia de todos los indios de
que se componía aquel pueblo, con inclusión de los mo-
dername;te trasladados a él de los pueblos extinguidos
de Zipaquirá y Tausa, añadiendo dos venidos de Cho-
contá que se habían mandado incluir en la lista para
la paga del tributo.
777 Que la tasa del tributo q~e. sat~sfacían era notable-
mente diversa porque los ongmanos de aquel pueblo,
inclusa protecturía, contribuían siete pesos, cinco Y
medio reales por año. La parcialidad de Rasgata, que
era pueblo antiguam hte agregado, seis pesos sie-
545
 te reales. Los de Tausa, siete pesos cuatro reales
y los de Zipaquirá nueve pesos, valíendose para su
paga de lo que se les repartía del producto de la salina
de aquel pueblo porque eran muy raros los que se de-
dicaban al cultivo de la tierra, sin embargo de que
quedaban advertidos de verificarlo en lo venidero como
que les sobraban proporciones para ello y que con este
auxilio y el del repartimiento podían lograr las mayores
comodidades mediante a que disfrutaban las tierras de
su resguardo conforme a los linderos de su señalamiento
y eran suficientes para el efecto.
Que la exacción del tributo no padecían otra extorsión
sino la de que no obstante la tasa que llevaban expre-
sada, los de la parcialidad de Rasgata se les cobraba
igualmente que a los originarios del pueblo que satis-
facían mayor cantidad, segun llevaban declarado, sin
que en la paga del diezmo y primicia experimentaran
extorsión alguna.
Que por derechos de baptismos satisfacían ocho reales,
por casamiento ocho reales de la misa y trece reales de
arras y por entierros según sus facultades, se convenían
en la cantidad.
Que mantenían los vecinos españoles las tres cofradías
y que los indios satisfacían para la del Señor Sacramen-
tado, a cuatro reales los casados y la mitad los solteros.
Y para la de Nuestra Señora dos reales los primeros y
la mitad los ultimos, nombrando tres alferez para cada
778 una de las festividades / / que contribuían cuatro pesos
y media libra de cera y pólvora cada uno, aumentándose
a las del Señor la carga de alumbrar cuatro meses para
completar el año, y a los de la Virgen y Animas media
arroba de cebo.
Que eran debidamente instruídos en los dogmas de
nuestra religión y diariamente concurrían los párbulos,
así de los nativos como de los trasladados, a la enseñan-
za de la doctrina cristiana y que no se les gravaba con
servicio personal por cura, corregidor ni particulares,
a excepción del nombramiento de dos alguaciles que se
nombraban y despues de recoger los muchachos se ocu-
paban en lo que se les mandaba por el primero.
Que no tenían bienes de comunidad, ni se cultivaba
sementera para el efecto, quedando prevenidos de po-
nerlo en ejecución y del modo de invertir y custodiarla
su producto en. arca de tres llaves conforme a lo orde-
nado por las leyes.
546
Que hasta ahora se habían mantenido radicados y
pagando arrendamiento más de treinta vecinos dentro
de las tierras. del resguardo, sin que en el espacio de
más de tres años se hubiera repartido su importe que
había cobrado el indio teniente Francisco Aguacia y que
hasta ahora se mantenían no obstante de que ya se les
había intimado su salida por ser precisa la tierra, con
motivo de los que se habían agregado. •
Que en lo demás se mantenía el pueblo regularmente
arreglado, aunque la carcel era pequeña y de poca
seguridad.
En cuyo estado Antonio Zipaquirá, indio capitán de
la parcialidad de Zipaquirá y Benito Tabaco, de la de
Tausa, que igualmente habían concurrido a esta decla-
ración, expusieron, el primero: Que tenían fabricadas
779 de nuevo las habitaciones // y repartida tierra para los
de aquel extinguido pueblo, pero que el indio teniente
Don Francisco Antonio Camacho con toda su familia no
había obedecido ni venido a radicarse en el pueblo,
como ni tampoco el sacristán Pedro Quiguara, para que
pedían providencia.
Y el segundo dijo: que con motivo de la pobreza de
los indios de Tausa y carecer de medios para fabricar
sus habitaciones, vivían con notable incomodidad y su-
plicaban se les facilitaran los precisos para este efecto
y para proveerse de herramienta y semillas que nece-
sitaban para el cultivo de las tierras que les estaban
señaladas, manteníendose unos y otros gustosos con este
auxilio. C:on lo que se concluyó esta declaración, y a
continuación se proveyó el auto siguiente:
En el pueblo de Nemocón, a dos de febrero de mil
setecientos setenta y nueve años, el señor Don Francisco
Antonio Moreno y Escandón, del Consejo de su Majes-
tad, su fiscal del crimen en la Real Auda de este Reyno
y visitador de las provincias· de su distrito, dijo:
Que habiéndose acreditado en esta visita con ocular
reconocimiento ser cierta no sólo la incomodidad con
que viven los indios de Tausa por lo defectuoso y rui-
noso de los ranchos, sino también su pobreza, que les
dificulta dedicarse al cultivo de las tierras. Y con aten-
ción a que para -estos fines y facilitar su translación a
este pueblo se mandaron fabricar en su antigua salina
hornos de comunidad, de cuyo producto entregó Vicente
López novecientos setenta y un pesos dos reales, al
Doctor Don Eustaquio I Galavís, corregidor del partido,
'547
 quien expresa haberles repartido docientos cincuenta
780 pesl'is y permanecen en // su poder setecientos veinte
y un pesos dos reales, cuya cantidad conviene se invier-
ta en alivio de los mismos indios a quienes pertenece y
que tanto la necesitan para su mejor establecimiento: Se
entregarán por el citado Doctor Don Eustaquio Galavís
los referidos 5etecientos veinte y un pesos dos reales al
teniente de corregidor y administrador de la salina de
este pueblo, Don Raimundo Cabrera, y éste sin pérdida
de tiempo procederá a repartir las habitaciones que lo
merezcan y a fabricar de nuevo las que sean necesarias
para dichos indios de Tausa, economizando los gastos,
sin pérdida de su buena sólida construcción. Y al mismo
tiempo comprará algunas herramientas y yuntas de
bueyes con que podían trabajar la tierra, cuidando de
que lo ejecuten y de facilitarles semillas por la primera
vez, encargándoles el cuidado y responsabilidad de los
bueyes, aperos y herramientas para que nada se disipe,
llevando cuenta de todo. Y por cuanto en la lista y nu-
meración que se ha formado se ha reconocido que así en
Zipaquirá como en Tausa se mantienen todavía algunos
indios que con inobediencia a lo mandado no se han
transferido a este pueblo y entre ellos Francisco Ca-
macho y 5U familia y el sacristán Pedro Quiguara, ,pro-
cederán el expresado Don Juan Raimundo y el teniente
de Ubaté Don Mariano Riaño a conducirlos, imponíendo-
les las penas correspondientes para que ejecuten las
superiores órdenes. Y por éste que proveyó así lo mando
y firmó, por ante mí el presente escribano publico y de
visita, de que doy fe.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mi, José Cama cho, escribano público y de visita.
A continuación certificó dicho escribano que habiendo
reconocido el padrón mani / / festado por el cura de
781 dicho pueblo de Nemocón, Doctor Don Francisco Jose
de Villanueva, resultaba del componerse de docientos
cuarenta y tres vecinos cabezas de familia, con el total
de novecientos ochenta y tres almas.
Asi mismo se formó la lista y numeración prevenida
y de ella resulta haber con los dos pueblos agregados
Zipaquirá y Tausa ciento sesenta y nueve tributarios
incluso veinte y ocho requinteros y diez y nueve emplea-
dos y el total de quinientas cuarenta y cuatro almas.
648
Incontinenti se halla otra certificación puesta por dicho
escribano en que dice había pasado el señor fiscal visi-
tador, en su consorcio del administrador Don Juan
Raimundo Cabrera y de los <lemas empleados en ella,
a reconocer personalmente el estado de la salina de
aquel pueblo y método con que se manejaba y la había
encontrado bien servida y arreglada, como igualmente el
almacen, hornos y ramadas, advirtiendo la necesidad
de que se fabricara una de nuevo en el mismo lugar
en que esta situada la arruinada que pertenecía al indio
teniente Francisco Aguasia, reservando providenciar
o informar lo correspondiente para su verificación. Y
que reconociendo ser igualmente indispensable la cons--
trucción de un puente"'que facilite el tránsito de la que-
brada que intermediaba y se allanara el terreno para
el mejor servicio de la administración y alivio de los
mismos indios que se ocupaban en sus maniobras, había
dispuesto que del producto de los arrendamientos que
anteriormente se hacían de las tierras del pueblo se
aplicasen cincuenta pesos y que lo restante se invirtiese
en refacción de carcel y proveerla de prisiones de que
carecía y en fabricar un sagrario que faltaba a la iglesia,
para todo lo que se había separadamente proveido, auto
782 que se había // entregado al ,referido. Don J~an ~?i-
mundo Cabrera, a quien se habia cometido su eJecuc10n.
Habiendo pasado a visitar el pueblo de Nuestra Señora
de la Concepción de Tabio del mismo corregimiento de
Zipaquirá, dijo:
Que habíendose trasladado a visitar a aquel pueblo
con motivo de su cercanía, sin embargo de ser perte-
neciente al partido y corregimiento dicho, mediante a
que debía ser comprendido en la demarcación y terri-
torio del corregimiento de Santa Fe mandado establecer
por Real Cédula de nueve de junio de setenta y ocho,
para verificarlo conf'orme a su contenido y a lo prevenido
en la de tres de agosto de mil setecientos setenta Y
cuatro, se procediera a formar lista y n~meración ~e
sus indios, con distinción de clases, tomandose razon
del vecindario agregado, examinándose los que pare-
cieran convenientes para indagar su estado, gobierno Y
población al tenor del interrogatorio para que en su
vista se expidieran las providencias que convinieran.
En cumplimiento de lo cual hizo comparecer ante si
a Don Domingo Garcíp, indio teniente, a Felix Angel
y a Ignacio Chisco, ingios capitanes del referido pueblo,
549
 a quienes examinó conforme a derecho, y siéndolo al
tenor del interrogatorio, dijeron:
Que aquel pueblo se componía de los indios de que
habían dado razón en la lista de numeración que se
había formado, sin que se encontraran de otros.
Que satisfacían anualmente por razón de tributo ocho
pesos y tres cuartillos, aunque este pico rara vez lo
pagaban y que estaban adeudados· a causa de que los
tributarios salían con frecuencia a viajes en que se di-
lataban y regresaban sin dinero para la paga, no dando
783 cuenta al corregidor ni sus justicias, sin embargo de //
que tenían las tierras del resguardo que disfrutaban y
estaban poseyendo conforme a los linderos de su seña-
lamiento, sin contradicción ni pleito alguno, en que
cosechaban trigo y maiz para mantenerse y satisfacer
el tributo, aunque apetecían se les aumentara y exten-
diera el resguardo a proporción de su número.
Que no recibían extorsion en la cobranza del tributo
ni del diezmo y primicia, que contribuían puntualmente
y sin exceso en la cantidad y modo.
Que eran diaria y debidamente instruidos en la doc-
trina cristiana y también el común con frecuentes ex-
hortaciones, sin que recibieran perjuicio ni fueran
extorsionados con servicio personal por cura, corregidor
ni otro particular.
Que por baptismos satisfacían dos reales de cura y uno
al sacristán, ocho r-eales de la misa en los casamientos
y en los entierros de balde, cuando no tenían, y en los
demás- a proporción de sus facultades.
Que mantenían las tres cofradfas del Santísimo, Nuestra
Señora y las Animas y ninguna de ellas tenían hato y por
lo mismo satisfacían a dos reales para cada una los casa-
dos, fuera de doce pesos para cada una de sus respectivas
fiestas, a que concurría el producto del ganado que
estaba repartido para su cuidado entre natur,ales.
Que carecían de bienes de comunidad, como que no
trabajaban sementera de ella y reconociendo la utilidad
y necesidades de su establecimiento, de que se les había
instruido en aquel acto y del método que para ello
debía observarse, habían ofrecido ponerla inmediata-
mente en ejecución en la próxima cosecha.
Que dentro de las tierras del resguardo vivían varios
vecinos españoles con casa, familia y hacienda, de quie-
nes no recibían perjuicio en sus personas ni bienes, ni
784 de sus bestias y ganados.
550
Que la parcialidad de Subachoque de aquel pueblo,
tenía un pedazo de tierra que conservaba su nombre,
distante cuatro horas de camino, donde habitaban al-
gunos indios con sus familias, los- que aunque venían
los domingos a misa pero no sus hijos diariamente a
doctrina por la distancia.
Con lo que se concluyó esta declaración y a continua-
ción certificó el escribano:
Que reconocido el padrón del vecindario agregado a
aquel pueblo, resultaba del que se componía de sesenta
y cinco vecinos cabezas de familia con el total de sete-
cientas setenta y tres almas, sin incluir los indios que
con separación consta de la lista y numeración practica-
da, haber en dicho pueblo de Tabio ciento cuarenta y
dos tributarios inclusos once requinteros y diez y nueve
empleados en oficios del pueblo, con el total de sete-
cientas sesenta y siete almas.
Habiendo pasado al pueblo de Cácota (sic) por auto
de veinte y seis de enero, dijo: Que para practicar la
visita de aquel pueblo, con arreglo a lo mandado en la
Real Cedula dada en San Ildefonso a tres de agosto de
setenta y cuatro y con el objeto de que conforme a lo
dispuesto en la de nueve de junio de setenta y ocho, se
demarcara el territorio del corregimiento nuevamente
establecido en esta capital de Santa F-e, se formara lista
y exacta numeración de los indios de que s-e componía,
con distinción de clases, recibíendose información con
los mismos indios para indagar su estado, gobierno y
buen tratamiento y al mismo tiempo se tomara razón
del numero de vecinos españoles y sus familias agrega-
dos a aquel dicho pueblo para que con el debido conoci-
785 miento se resol // viera lo conveniente.
,En cuyo cumplimiento hizo comparecer ante sí a Don
Pedro Gonza, a Don Juan Bernabé Cano, a Don Juan
Vargas y a Don Juan Tibachica, el primero teniente, los
dos siguientes capitanes y el último alcalde, indios to-
dos del dicho pueblo a quienes examinó conforme a
derecho, y síendolo al tenor de interrogatorio formado
al intento, dijeron:
Que en aquel pueblo no había indios de otros y los
que existían estaba formada lista y exacta numeración
de ello, en que habían dado individual noticia de todos
y de que los ausentes estaban trabajando de concertados
y pagaban la demora. 1
I
551
 Que la tasa de ésta en aquel pueblo que se les exigí•a
era la de tres pesos y un real en cada tercio y seis pe-
sos dos reales por año que satisfacían en dinero efectivo,
para lo que cultivaban cebada, trigo, maiz y legumbres
de tierra fria en las tierras de sus resguardos que eran
fértiles y abundantes y las disfrutaban pacíficamente
y sin contradicción, conforme a los linderos que les es-
taban señalados, y eran bastantemente conocidos.
Que no recibían perjuicio en el cobro de dicho tributo
ni tampoco en el de diezmo y primicia, que igualmente
satisfacían, sin que se les extorsionara en la cantidad
y método de su exacción.
Que por derechos de baptismos satisfacían tres reales
de cura y uno de sacristán, ocho reales en la misa de
matrimonios, tres pesos por entierros de adultos y doce
reales por párbulos.
Que fuera de las tres cofradías del Señor Sacramen-
tado, María Santísima y Benditas Animas, mantenían
igualmente la· de Nuestra Señora de Chiquinquirá, para
las que satisfacían mensualmente' real y medio los ca-
sados y la mitad los solteros y que para las fiestas se
.nombraban anualmente dos tesoreros, quienes contri-
786 bu / / ían doce pesos por cada una de ella y el alferez
la cera, y la fiesta de Santa Rosa cuatro pesos, la de
Animas seis pesos, la de Santa Lucia seis pesos, la de
Santa Bárbara cuatro pesos, la de Chiquinquirá seis
pesos, la de la Cruz cuatro pesos, la de la Candelaria
cuatro pesos, la de Nuestra Señora de las Nieves cuatro
pesos, la de San Isidro cuatro pesos.
Que diariamente concurrían todos los párbulos a la
doctrina cristiana en que eran instruidos y el común en
los días festivos.
Que no se les gravaba con servicio personal por el
corregidor ni cura, a excepción de los cuatro alguaciles
y muchacho que se nombraba para que después de re-
coger la doctrina sirvieran al cura en· lo que se les
ofreciera.
Que no tenían bienes de comunidad aunque les so-
braban proporciones para trabajar sementera del común,
que quedaban advertidos de poner en práctica, como
también de los provechosos objetos a que se destinaba
su producto y del modo de custodiarlo en arca de tres
llaves con la debida cuenta.
Que dentro de la tierra de los resguardos vivían radi-
cados diferentes vecinos de color con sus familias, casas
552
y haciendas, de quienes recibían conocido perJmc10 en
sus sembrados y causaban disenciones, por lo que sin
embargo de que algunos indios particulares eran los
que les tenían arrendada la tierra de su señalamiento,
pedían se les separase para vivir con la quietud que
apetecían.
Con lo que se concluyó esta declaración y a su conti-
nuación certificó el escribano:
Que habiendo reconocido el padrón del vecindario de
españoles agregados a dicho pueblo, resultaban de él
cuarenta y tres vecinos cabezas de familia, con el total
787 de docientas treinta y seis almas de esta clase, // sin
incluir los indios; y de la lista y numeración formada
de éstos resulta haber existentes en dicho pueblo de
Cota ciento y dos tributarios, inclusos catorce emplea-
dos con el total de setecientos y veinte almas.
Habiendo pasado a practicar la visita en el pueblo de
Chía, consta por las diligencias practicadas en él que
por auto de veinte y seis de Enero del mismo año,
mandó el nominado señor fiscal visitador se formara
lista y numeración de indios, como así mismo se exami-
naran sobre su actual estado, gobierno y buen tratamien-
to y desempeño de las obligaciones del encomendero,
poníendose al mismo tiempo razón del vecindario y
sus familias para que en vista de todo se proveyera lo
conveniente.
En cuyo cumplimiento hizo comparecer ante sí a Don
Ciprián Delgado, teniente de aquel pueblo, a Don To-
más Bojacá y Don Ventura Narvaez, ambos capitanes, a
quienes examinó conforme a derecho, y siéndolo al te-
nor del interrogatorio, dijeron:
Que en aquel pueblo no había indios pertenecientes
a otros, y los que en el existían eran los mismos que
se contenían en la lista y numeración que se había for-
mado, en que habían dado razón de todos, con expresión
de los ausentes, cuyo paradero ignoraban.
Que en cada tercio de San Juan y Navidad satisfacían
por razón de tributo y quinto cuatro pesos tres reales
y medio, siendo los once reales del quinto en dinero
efectivo y la demora pertenecía a Doña Josefa de la Ro-
cha, a quien estaba concedido en encomienda aquel
pueblo. Y que par-a la paga se valían de los frutos que
cultivaban de trigo, cebada, maíz, turmas y semejantes
legumbres de tierra fría, 1 en la de su resguardo.
'
553
788 Que / / estas eran buenas y aunque de extensión, pero
como el pueblo cada día se aumentaba y según el numero
c~·ecido de la chusma, sería mayor en lo venidero, expe-
rimentaban ya escasez y falta de tierra y pedían se les
ampliara el resguardo, ya fuera con el valor de docientos
pesos que en compensación se habían adjudicado a aquel
pueblo cuando se había vendido la hacienda a él confi-
nante de Temporalidades nombrada Chucho, o del modo
que pareciera más conveniente a remediar su necesidad.
Que no recibían quebranto en la exacción del tributo
como ni en la del diezmo y primicia que se les cobrab;
sin violencia, ni exceso en la cantidad y modo.
Que por derechos de baptismos satisfacían dos reales
de cura Y medio real de sacristán, en los casamientos
ocho reales de la limosna de la misa y en los entierros
nada se les exigía a los que no tenían y los de comodidad
pagaban a proporción de la pompa que apetecían.
Que a más de las tres cofradías ordinarias mantenían
la de San Antonio, de las cuales la del Señor y las Ani-
mas gozaban de hato de ganado mayor que excedían de
cien cabezas y el de la primera estaba arrendado. Satis•-
faciendo para ellas anualmente de limosna dos reales
Y medio los casados y la mitad los solteros. Y para las
fiestas, fuera de lo que producían los hatos, se recogía
limosna que ascendía regularmente a cuarenta pesos y
los alferez contribuían la cera, fuera de lo que solem-
nizaban las fiestas de Nuestra Señora de Chiquinquirá
Y Santa Lucía a doce pesos, y de Nuestra Señora del
Rosario, del Campo y Santa Bárbara, según alcanzaba
lo que se reco_gía, sin que se les gravara por cura ni
corregidor en servicio personal, a excepción de la solte-
ra Y muchacho que se destinaba al primero para lo que
789 le ocu // rría, a que igualmente concurrían ocho algua-
ciles que se nombraban para que se recogiera la chusma
a la doctrina y en satisfacción de este trabajo no paga-
ban tributo, pero su importe lo satisfacían las indias
solteras cuyo estilo, aunque es tan repugnante, era muy
antiguo en aquel pueblo.
Que carecían de bienes de comunidad, como que para
ello no trabajaban sementera y únicamente mantenían
un potrero para cuando se atrasaban los ganados de los
hatos de cofradías, y otro para las bestias y ganados del
común del pueblo.
Que dentro de las tierras del resguardo vivían doce
vecinos españoles, a quienes habían arrendado los mis-
5-54
mas indios y se mantenían radicados con casa, familia
Y hacienda, cuya expulsión apetecían, pues reconvenidos
sobre que disfrutasen la tierra que éstos arrendatarios
ocupaban, no experimentaban la falta y escasez de que
se habían lamentado; reconocía el peso y convencimien-
to de la reconvención mediante a que sin embargo de
no haber ocurrido queja era manifiesto el riesgo de que
con sus bestias y ganados ocasionaban daños en los
sembrados contiguos de los indios.
Preguntados sobre el gobierno y buen tratamiento de
los indios, estado del pueblo y de las obligaciones del
encomendero, expresaron:
Que eran debidamente instruidos en la doctrina cris-
tiana, mantenían caree! decente y proporcionada, pero
que la iglesia como ocularmente se había reconocido
en aquella visita amenazaba ruina por estar abiertas
algunas paredes, otras lastimadas, una claraboya ruinosa,
dañados los tejados, mal enladrillada, con otros mani-
fiestos defectos que había ido y visto el Doctor Don
Manuel Campuzano, marido de la encomendera y aún
790 había remitido albañil para // su reconocimiento, pero
que en el tiempo de cinco meses que habían corrido
después, nada se había adelantado, creciendo cada día
más el daño y peligro.
Que tampoco cuidaba ni había contribuido la enco-
mendera para la decencia y ornato de la iglesia, ejecu-
tándose todo a costa de las cofradías y de los mismos
indios, pues aún se carecía de organista por ser muy
anciano el que ejercitaba el oficio y no haberse desti-
nado muchachos para aprenderlo, aunque el actual cura
lo había solicitado y promovido igualmente el estable-
cimiento de escuela.
Con lo que se concluyó esta declaración y a continua-
ción certificó el escribano que del padron del vecindario
de españoles resultapan cincuenta y tres vecinos ca-
bezas de familia, con el total de docientas setenta y
nueve almas de esta clase, y de la lista y numeración
formada resultan trescientos seis tributarios, con in-
clusión de veinte y cinco requinteros y treinta y un
empleados en oficios del pueblo.
En vista de lo cual, por auto de veinte y siete del
mismo mes y año el expresado señor fiscal visitador,
dijo: Que constando por la visita practicada en aquel
pueblo por lo que habían declarado el indio teniente
y capitanes y por el octflar reconocimiento que se había
'
5-55
 hecho de su iglesia, los notorios defectos que padecía,
as' ,en su enladrillado. y entejado como principalmente
en las paredes de su fábrica, abiertas, con manifiesta
ruina, cuyo reparo -pertenecía a la encomendera como
carga inherente a la merced real que disfrutaba y que
sin embargo de constarle a su marido, Don Manuel
Campuzano, y de haber remitido operario que la reco-
nociese, no se había proveído el remedio en el mucho
791 tiempo que había corrido, aumentándose // cada día
el daño y riesgo según declarado los indios, expresando
que no cuidaba ni contribuía para el ornato, servicio y
decencia de la iglesia, ejecutándose todo a costo de las
cofradías y limosnas de los indios, careciendo el pueblo
de organista por ser muy anciano el indio que ejercitaba
este oficio, sin destinarse muchachos que lo aprendieran,
ni haber escuela en el pueblo, aunque sobraban pro-
porciones para ello. Se diera cuenta con testimonio de
aquel auto al excelentísimo señor virrey para que sir-
viera providenciar que en caso de que la encomendera
no cumpla prontamente con lo que era de su cargo se
retuviera- la parte de su producto que conforme a la
ley de indias se destinaba al intento y que en lo suce-
sivo no se faltara a esta recomendable atención, a que
mediante a que para el fomento de escuela y elección
de dos muchachos idóneos para instruirse en la música
se había prevenido lo correspondiente a los indios jus-
ticias, con particular encargo al cura doctrinero, Doctor
Don Francisco Valderrama, para que con su acreditado
celo promoviera su logro.
Y que mediante a que igualmente había resultado el
abuso de que las indias solteras pagaran el tributo res-
pectivo a ocho alguaciles que se nombraban para recoger
la chusma a doctrina, se omitiera en adelante semejante
corruptela, interim por el excelentísimo señor virrey
no se dispusiera otra cosa en atención a que si para la
enseñanza eran necesarios dichos indios y merecían por
su trabajo la relevación, sería de cargo de la encomen-
dera, sin que por ningun pretexto se impusiera a las
solteras un gravámen .de que por todos títulos estaban
libres.
792 El cual auto se notificó a los // indios teniente y ca-
pitanes de aquel dicho pueblo.
Por las diligencias practicadas en el pueblo de Cajicá
consta que habiendo hecho comparecer ante sí el no-
556
minado señor, examinó -conforme a derecho y siéndolo
al tenor del interrogatorio, dijeron:
Que no había indios de otros pueblos en aquél, en que
unicamente se mantenían los nativos que eran los mis-
. mos que se habían numerado,. en cuyo acto habían dado
noticia individual de todos con expresión de los au-
sentes.
Que cada tercio satisfacía cada tributario cuatro pesos
cuatro reales en dinerÓ efectivo, cuya contribución era
superior a sus fuerzas por. la pobreza en que se halla-
ban constituidos y les obligaba a pedir su minoración,
y que para su paga se valían de los frutos de trigo,
maiz, turmas y demás legumbres de temperamento frío
que cosechaban en las tierras de su resguardo que eran
pingües, abundantes, y conservaban la posesión con
arreglo a los linderos de su señalamiento, sin pleito ni
contradicción alguna.
Que no experimentaban perjuicio ni extorsión en el
cobro del tributo, sin embargo de estar algunos atrasa-
dos· en su paga, como ni en la del diezmo y primicia
que satisfacían con puntualidad y sin exceso en la can-
tidad y método.
Que diariamente y con exactitud eran instruidos
los párbulos en la enseñanza de la doctrina cristiana
con separación de sexos y en los festivos todo el común.
Que en los baptismos sólo satisfacían un real de sa-
cristán, en los casamientos ocho· reales de la misa y seis
y medio de arras, y en los entierros únicamente satis-
facían derechos los que tenían comodidad para ello.
793 Que conservaban y sus/ !tentaban las tl'es cofradías
del Señor, Maria Santísima y benditas Animas y las
dos primeras gozaban de hato de ganado, estando el de
la virgen a cuidado del cura y· el de Nuestro Amo, de
ciento y veinte reses, arrendado a Don Isidro Munar en
cantidad de cien peaos por año, de que no había otor-
gado instrumento de obligación y seguro, ni satisfecho
en tres años el arrendamiento, por lo que pedían pro-
videncia para evitar su pérdida.
Que satisfacían de limosna anualmente tres reales los
casados y real y medio los solteros para cada una de
dichas cofradías. Y para· la fiesta de Nuestra Señora
del Campo, un real los casados y medio los solteros. Y
para cada fiesta se nombraban cuatro alferez de iglesia,
que cada uno contribuía dos libras de cera, medio de
incienso y un libro de }lata y ocho alferez que se nom-
557
 braban de Vta, que pagaban una libra de cera, un real
de guebos y dos gallinas.
Que no son gravados indebidamente con servicio per-
sonal, por cura, corregidor ni particulares, a excepción
de los cuatro alguaciles que servían en lo que se ofre-
cía y una soltera que se destinaba mensualmente para
el servicio doméstico de la casa del primero.
Que carecían de bienes de comunidad por no haber
caja ni trabajarse sementera para el efecto, no obstante
de ser muy facil su logro, de que quedaban prevenidos
para su pronta ejecución, como así mismo advertidos
del modo que conforme a la ley debían observar para
el manejo, custodia y buen orden de su producto.
Que dentro de la tierra del resguardo eran muchos
los vecinos que habitaban, radicados con casa, sus fa-
milias y haciendas, a quienes los mismos indios habían
dado lugar arrendándoles para satisfacer con su pro-
794 dueto el // tributo; cuando sus bestias o ganado cau-
saban daño a los confinantes los satisfacían; y que
separadamente tenían en arrendamiento su cura un po-
trero porque debía satisfacer anualmente cien pesos.
Que no les ocurría qué pedir sobre el gobierno del
pueblo que estaba arreglado, con la debida decencia de
iglesia, quedando amonestados de proceder inmediata-
mente al reparo y composición de la caree! del pueblo
por estar ruinosa y poco segura.
Con lo que se concluyó esta declaración y a conti-
nuación certificó el escribano: Que del padrón de veci-
nos españoles manifestado por su cura, Doctor Don
Tomas de León, resultaban ciento cincuenta y dos ve-
cinos cabezas de familia, con el total de setecientas
setenta y dos almas de esta clase. Y por la lista y nu-
meración formada de los indios, resultan ciento y trece
tributarios, inclusos veinte y un empleados y un re-
quintero, con el total de seicientas ochenta y un almas.
Habiendo pasado a visitar el pueblo de Gachancipá
del mismo corregimiento, por auto de trece de febrero
del mismo año mandó formar listas y numeración de
los indios, recibiendo información que acreditara el es-
tado, gobierno y población y buen tratamiento de los
indios y en su cumplimiento hizo comparecer ante sí a
Don Alejo Chanchón, teniente, y a Don Ignacio Pan-
taleón Gusto, gobernador, y Don Antonio Chonsa, ca-
pitan, indios todos de dicho pueblo de Gachancipá, a
558
quienes examinó conforme a derecho, y siéndolo al
tenor del interrogatorio formado al intento, dijeron:
Que en aquel pueblo no había indios de otros, a ex-
cepción de uno de Guatavita, que babia (sic) seis meses
795 que había venido / / y se mantiene en él cumpliendo
como los demas, y que había algunos ausentes desde el
año de la escasez, cuyo paradero ignoraban.
Que por razon de tributo satisfacían en cada un año
seis pesos y cuatro reales en dinero efectivo, para cuya
paga se valían de la Loza que para cocción de sal ex-
pedían en Zipaquirá y Nemocón y la que de todas es-
pecies conducían a Santa Fe, y también sembraban
trigo, maíz, cebada, turmas y demas legumbres de tem-
peramento frío que en abundancia producían las tierras
de su resguardo, por ser estas fértiles y buenas, las que
poseían íntegramente y sin contradicción alguna, con-
forme a sus linderos y señalamiento, a excepción de la
parte que llamaban el rincón santo, que les inquietaba
Vicente Cañón y le tenía introducido por dicha parte.
Que no recibían perjuicio en la cobranza del tributo
y primicia, y en la del diezmo recibían el de que se les
cobraba por el valor de una gallina real y medio, aun-
que no las criaran.
Que por derechos de baptismos satisfacían dos reales,
por los casamientos ocho reales de la misa y por los
entierros de adultos tres pesos y de párbulos la mitad,
teniendo comodidad para ello, y de no lo que podían,
y a los que eran sumamente pobres, de balde. Que
mantenían las tres cofradías y que para sustentarlas
por no tener hatos de ganados satisfacían semanalmente
medio real los casi:rdos y un cuartillo los solteros, y para
las tres festividades se nombraban dos alferez que con-
tribuían a seis pesos cada uno. Y que además de éstas
celebraban la de la virgen de la Purificación, para que
796 satisfacían doce pes9s entre los alferez que se nom/ /
braban; la de San Juan, seis pesos; la de San Isidro,
seis pesos; la de San Pedro, seis pesos; la de San Bar-
tolome, seis pesos; la de Santiago, seis pesos y la de
San Salvador seis pesos.
Que diariamente eran instruidos con exactitud los
párbulos en la doctrina cristiana y los domingos todo
el común del pueblo en los dogmas de nuestra sagrada
religión.
Que no se les gravaba con servicio personal por cura
ni corregidor, y que para el doméstico de la casa del
'
559
 cura se nombraba una ·china y dos alguaciles cada
quince dias y semanalmente· contribuían por partes seis
tercios de leña. ·
Que no tenían bienes de comunidad, ni trabajaban
sementera para el efecto; lo que jamás se había usado
en aquel pueblo.
Que dentro de la tierra del resguardo sólo vivía Juan
Jose Mendez y el primiciero Gregorio Rodríguez, y que
el primero por estar casado con india ocupaba la tierra
que le pertenecía a la mujer, y el segundo no ocupaba
más terreno· que el de la casa que tenía fabricada.
Que el pueblo se hallaba bien gobernado, con carcel
proporcionada e iglesia de teja, regularmente decente,
con que se concluyó esta declaración y a su· continua-
ción certificó el escribano:
Que reconociendo el padrón manifestado por el cura
Doctor Don Francisco Escobar resultaban sesenta ve-
cinos cabezas de familia con el total de trecientas veinte
y tres almas. Y por la lista y numeración mandada prac-
ticar consta haber en el referido .pueblo ciento veinte
y dos tributarios, inclus'Os quince empleados, con el total
de seicientas cuarenta y nueve almas.
Y por las diligencias practicadas en el pueblo de To-
797 cancipá, así mismo de dicho partido de Zipaquirá // re-
sulta que por auto de catorce de febrero del mismo año
de setenta y nueve, el nominado señor Doctor Don Fran-
cisco Antonio Moreno, dijo:
Que en puntual cumplimiento de la Real Cedula dada
en San Ildefonso a tres de agosto de mil setecientos
setenta y cuatro y de lo proveido en obedecimiento de la
de nueve de junio del próximo pasado, se formará lista y
numeración exacta de los indios de aquel pueblo, y los
trasladados del extinguido -de Cogua, indagándose la exis-
tencia de éstos con separación de sus tributarios y fueran
examinados los principales al- tenor del interrog"i1torio
para inquirir su actual estado y gobierno, buen trata-
miento y demás conducente al acierto de la visita, tomán-
dose al mismo tiempo razón del •vecindario español y
número de sus almas agregadas al feligresado de aquella
doctrina para en vista de todo proveer lo conveniente.
En cuyo cump-Jimiento- hizo comparecer ante sí a Don
Domingo Tinjacá, a·Don Jose Mariano Moreno y a Don
Pedro Alcántara Flautero, a quienes examinó conforme
a derecho y siéndolo al tenor del interrogatorio formado
al i:i::tte-nto,dijeron:
560
Que no había indios de otros pueblos a excepción de
los trasladados de Cogua, los que se mantenían en él y
unicamente conc.urrían los domingos a misa, de donde
había muchos ausentes y la mayor parte de ellos tenían
noticia de que estaban en Pacho.
Que por razón de tributo y quinto satisfacían en cada
un año siete pesos en dinero efectivo; para cuya paga
798 se valían unos de loza que para cocción de sal // expen-
dían en Zipaquirá y la que de todas clases de ella
conducían a Santa Fe, y otros del trigo, maiz, cebada,
turmas y demas legumbres de tierra fria que cosechaban
en la de su resguardo y por ser éstas buenas, fértiles y
abundantes, la que poseían quieta y pacíficamente, con-
forme a los linderos de su señalamiento, a e:ircepción de
la parte que llamaban pueblo de Unta, en que estaba in-
troducido Francisco Bar.acaldo, en considerable porción,
que a su parecer no discreparía de una estancia.
Y que en la exacción de tributo ni en la del diezmo
y primicia recibían perjuicio, lo que satisfacían sin
exceso;
Que por baptismos no satisfacían derechos algunos;
por casamientos ocho reales de la misa y por entierros
tres pesos de adultos y la mitad de párbulos, si tenían
comodidad para ello y de no, lo que podían y a los que
sumamente eran pobres, de balde._
Que mantenían las tres cofradías, de las cuales sola-
mente la de Nuestra Sra. tenía un hato de cuarentc1.
cabezas de ganado; y que para sustento de las dos pri-
meras contribuían los casados anualmente para cada
una a tres reales y la mitad los solteros; y que para la
última cinco reales los casados y dos y medio los solte-
ros, para cuy,a festividades satisfacían a doce pesos
entre dos alferez que se nombraban y que además de
estas se celebraban las siguientes: la de Santiago, la de
San Javier, la de iyuestra Señora de Chiquinquirá, la
de Ia Candelaria, la de las vírgenes del tránsito, y del
milagro, la de Santa Bárbara, la de Santa Lucía, la del
Corazón de Jesus, la de Nuestra Señora del Campo y
799 San Isidro, y la satisfacción de éstas // era en esta
forma: las seis primeras y la ultima a doce pesos y las
demás a seis.
Que diariamente eran instruídos los párbulos con
exaditud en la doctrina cristiana y los domingos el
común del pueblo en los dogmas de nuestra sagrada
religión. •
'561
 Que no se les gravaba con servicio personal por cura,
corregidor, ni particulares.
Que para el doméstico de la casa del primero se
nombraban cada quince dias soltera y china y servían
en lo que ocurría los alguaciles que cuidaban de reco-
ger la doctrina, contribuyendo semanalmente para el
gasto de la casa del citado cura ocho tercios de leña.
Que no tenían bienes de comunidad ni trabajaban
sementeras para el efecto.
Que dentro de la tierra del resguardo no vivía vecino
alguno ni sobre ello recibían otro perjuicio que el que
dejaban referido de Francisco Baracaldo.
Que el pueblo se mantenía bien gobernado, con ca·rcel
proporcionada e iglesia regularmente decente, con lo
que se concluyó esta declaracion y a su continuación
certificó el escribano:
Que del padrón manifestado por el cura de aquel
pueblo, Doctor Don Matías Antonio de Acero, resulta-
ban doce vecinos cabezas de familia, con el total de
noventa y cinco almas. Y así mismo consta por la lista
y numeración practicada de los referidos indios que se
compone el nominado pueblo de Tocancipá de ciento
cuarenta y cuatro tributarios, inclusos diez y siete em-
pleados y dos requinteros, y el total de seiscientas seten-
ta y cuatro almas.
Con lo que se concluyó la visita practicada en el
800 referi//do partido de Zipaquirá y pasó a practicar la
del de Ubaté, principiandola por el pueblo de este nom-
bre, en donde por auto de cuatro de febrero del mismo
año, dijo:
Que habiendo llegado en aquel día al referido pueblo
con el fin de visitarlo conforme a lo prevenido en la
Real Cédula dada en San Ildefonso, etc., se convocarán
todos los indios de que se componía y se formará lista
y numeración de ellos, con distinción de clases, y al
mismo tiempo se recibiera informacion para indagar lo
conducente a su actual estado, gobierno, población, y
proveer de remedio en lo que lo necesitase, tomándose
igualmente razón que acreditase el vecindario español
y almas de esta clase agregados al feligresado de aque-
lla doctrina, para que en vista de todo se pudiera re-
solver lo que más conviniera a su alivio y mejor real
servicio.
En cuyo cumplimiento hizo comparecer ante sí a los
tres principales indios gobernadores, Don Antonio Ra-
562
fael Chusmoque, Don Jose Antonio Rodríguez y Don
Juan José Pacalagua, a quienes examinó conforme a
d-erecho, y siéndolo al tenor del interrogatorio, dijeron:
Que los indios que se mantenían en aquel pueblo
eran los de su naturaleza, sin agregación de otros y los
mismos que se contenían en la numeración que se había
practicado, en que habían dado exacta noticia de todos,
con expresión de los ausentes, cuyo paradero ignoraban,
aunque se persuadían estar refugiados en tierra calien-
801 te, por la parte de Muzo, de donde era casi // imposible
sacarlos.
Que satisfacían por razon de tributo, incluso el quinto,
siete pesos y siete reales en dinero efectivo cada año,
de los cuales pertenecían los seis pesos y cuatro reales
de demora al encomendero, Don José Joaquín Cabrera,
y para su paga cosechaban trigo, cebada y legumbre de
tierra fría y otros se dedicaban a trabajar en las estan-
cias y en las tierras de su resguardo, que eran bastantes
y fecundas, y las conservaban conforme a los títulos
de su señalamiento, no obstante la ·contradicción que
habían experimentado por parte que confinaba la ha-
cienda del difunto Francisco Cortez, que en la actuali-
dad no podía resolverse por tener los interesados sus
títulos en Santa Fe.
Que no se les causaba perjuicio en la cobranza del
diezmo y primicia, ni tampoco en la del tributo, no
obstante de estar adeudados, y muchos en notable po-
breza con motivo del año malo y de los posteriores ve-
ranos que habían frustrado las cosechas.
Que no sólo era puntual y diaria sino tambien exacta la
enseñanza de la doctrina cristiana a que se convocaban
con exactitud los párbulos todos los días y en los domin-
gos el común del pueblo, con exhortaciones y enseñanzas
de los dogmas de la religión, así por el reverendo padre
cura, como por los religiosos, sus compañeros.
Que por derechos de baptismos satisfacían dos reales
de cura y medio de sacristán; en los matrimonios cuatro
reales de la misa de velaciones y tres pesos por los
entierros; y para cada una de las tres cofradías pagaban
de limosna dos reales los casados y uno los solteros, y
lo mismo monumento, con mas seis pesos para cada una
de sus festividades, e igualmente para del tutelar San
Diego.
Que destinaban soltera para el servicio doméstico de
802 la casa del cura, e ~ualmente // la había pretendido
563
 modernamente el teniente de corregidor, a que por su
parte se había negado el gobernador Chosmoque, fun -
-dado en un superior despacho que lo prohibía, y se les
había prevenido en aquel acto estar libres de aquella
pensión.
Que con motivo de la pobreza del pueblo y falta de fa-
cultades para semillas no se había trabajado jamás se-
mentera de comunidad, de cuyos bienes carecía el pueblo.
Que dentro de las tierras del resguardo vivían radi-
cados hasta ciento treinta y cuatro vecinos, la mayor
parte con familia y hacienda, y muchos con casa en el
recinto del pueblo, cuyos ganados y bestias ocasionaban
perjuicio, particularmente en tiempo de sementeras;
pero que todavía era mayor e insoportable el daño que
causaban con las ·chichas que fabricaban, y en cuya
especie pagaban el arrendamiento a los indios que se
entregaban a la embriaguez, a que debía atribuirse la
falta de progresos de aquel pueblo, por lo que encare-
cidamente pedían su separación, pues a ésto se agre-
gaba haberse dedicado a la cría de cerdos que habían
imitado varios indios, con notable atraso del comun,
por lo que estos animales infestaban y esterilizaban la
tierra, inutilizándola para las siembras, sin que hubiera
podido exterminarse este abuso que pedía pronto re-
medio y no alcanzaban otro que el de su destrucción
o que se limitaban a mantenerlos en la orilla del pan-
tano, desde la piedra gorda para abajo.
Que de este modo se conseguiría el mejor arreglo del
pueblo, cuyo gobierno en lo demás lo consideraban
arreglado, aunque la carcel necesitaba de algun reparo,
y que lograban buen acogimiento del encomendero y
del reverendo padre cura.
Con que se concluyó esta declaración y a continuación
803 certificó el escribano: que // el padrón del vecindario
de españoles agregado a dicho pueblo de Ubaté mani-
festado por su cura doctrinero, el muy reverendo padre
Fray Antonio de Miranda, de la regular observancia
del seráfico San Francisco, resultaban cuatrocientos no-
venta y un vecinos cabezas de familia, con el total de
dos mil docientas cuarenta y tres almas de esta clase.
Y de la lista y numeración prevenida y mandada prac-
ticar de los indios del referido pueblo resultaban cua-
trocientos treinta y seis tributarios, inclusos treinta y
siete empleados en oficios del pueblo y treinta y siete
requinteros, con el total de dos mil cuarenta almas.
564
En cuyo estado dicho señor fiscal visitador proveyó
los decretos del tenor siguiente:
•En el pueblo. de Ubaté, de la encomienda de Jose
Joaquín Cabrera, a cinco de febrero de mil setecientos
setenta y nueve afíos. El señor Doctor Don Francisco
Antonio Moreno, del consejo de su Majestad, su fiscal
del crimen de la Real Auda de este Nuevo Reino de
Granada y visitador de las provincias de su distrito,
dijo: Que habiendo constado en la visita de este referido
pueblo, por la información recibida, por lo que se ha
reconocido ocularmente y han informado el religioso
doctrinero, el teniente de corregidor y el encomendero,
los graves, irreparables perjuicios que ocasiona la multi-
tud de vecinos y gentes de color radicados en el recinto
del pueblo y dentro de las tierras de sus resguardos,
siendo cada una de sus casas una taberna donde se
fabrica y expende la chicha con que pagan un corto
arrendamiento a los indios, que entregados a la embria-
guez se pierden y relajan en vida y costumbres, no se
aplican al trabajo y se adeudan en la paga del tributo;
804 de que resulta que estrechados a ella, se ausen//tan a
tierra caliente, con abandono de sus familias y obliga-
ciones; a cuyos daños se añaden los que en tiempos de
sementeras ocasionan con sus bienes y más particular-
mente los que causa el ganado de cerda, a cuya cría se
han dedicado y viciado a algunos indios a que les imi-
ten para lograr con esta sombra su perniciosa negocia-
ción que es destructiva de toda la tierra porque estos
animales la esterilizan e inutilizan así los pastos como
se destinen a siembras, siendo de temer que si no se
ocurre con pronto oportuno remedio, se arruine el pue-
blo por falta de las tierras que son de las mas aprecia-
bles del distrito.
Y para reparo de todo, teniendo por una parte
reflexión al pulso y moderación con que su Majestad
ordena se proceda a la expulsión de gentes de color en
los pueblos de indios, y por otra a que ni los arrenda-
mientos que se les han hecho son perpetuos ni con los
requisitos en derecho necesarios y precios justos; y que
aunque todo esto no concurriere, nunca les es permitido
ocasionar perjuicio al público con la bebida y cría de
cerdos, ni que con motivo de semejante arriendo se
trastorne el buen gobierno del pueblo y fa1te a los in-
dios la tierra necesaria ~ue su Majestad liberalmente
les franquea para que s ocupen en su cultivo. Ha pa-
1
6'65
 recido conveniente prevenir conforme al espíritu del
s perior despacho librado al mismo intento que se forme
una lista de todos los vecinos que habitan en pueblo y
su resguardo, examinando la parte de tierra que cada
uno disfruta, y que aquellos que por declaración de los
805 indios Y dictámen de los tres gobernadores // son noto-
riamente perjudiciales al pueblo, o que ocupan tierra
que hace falta al común, salgan y sean expulsados
dentro del preciso término que se les señalase, para que
disfruten lo que tengan sembrado y busquen donde ra-
dicarse; y si pasado el plazo no saliesen, se les arruina-
rán las casas y posesiones. Que a los restantes a quienes
los indios no contemplen tan perjudiciales, se les arre-
gle el precio justo que con respecto a la tierra que
poseen deban satisfacer de arrendamiento; pero con la
precisa calidad de que su importe deberá entregarse
no a los indios en particular sino a los res-pectivos go-
bernadores, quienes serán obligados a llevar cuenta e
introducir estas cantidades en una caja común de tres
llaves, de las cuales tendrá la una el reverendo padre
cura y las restantes los dos gobernadores- más antiguos,
sirviendo este fondo para los mismos fines que prescri-
ben las leyes en los bienes de comunidad, observándose
en su custodia y distribución las mismas formalidades.
Será condicion precisa del arriendo la prohibición de
criar cerdos y de que los que los tuviesen los enajenen
y expendan en el preciso término de dos meses, con la
pena de que si no lo ejecutasen, se les comisarán y
aplicará su producto para el fondo de la caja común;
como igualmente que no haya de expenderse ni fabri-
carse bebida en las casas de los arrendatarios bajo la
misma pena y con igual destino. Y mediante a que no
debe permitirse a los indios la cría de cerdos con des-
806 trucción del pueblo, se les hará saber, convocados / /
para el efecto que los que quisiesen criarlos y mante-
nerlos no han de poder dejarlos en libertad sino cus-
todiarlos en chiqueros o a lo sumo limitarlos al preciso
terreno de la orilla del pantano de la Piedra Gorda para
abajo. En la inteligencia de que si por falta de cuidado se
excediere, se tendrán por perdidos todos los que se encon-
trasen fuera dañando la tierra, y como comisados se ven-
derán y se introducirá su importe en la citada caja común,
sin que por el pretexto alguno deje de ejecutarse esta pe-
na a que por su comisión serán responsables los respecti-
vos gobernadores, a quienes se confía la ejecución de todo
566
debiendo estar a la mira el teniente de corregidor y el
encomendero, para que todo tenga su más puntual cum-
plimiento. Y por cuanto con motivo de estar radicada
mucha o la mayor parte del pueblo del otro lado del
1. rio que le baña y de que particularmente en tiempo de
lluvias impide el paso para ir a misa y doctrina y ser
asistidos, peligrando la vida de no pocos que allí se han
ahogado, a cuyo daño es preciso proveer de remedio,
sin que se encuentre otro que el de fabricarle puente,
que no es difícil por estar a mano la piedra para cons-
truir estribos permanentes, a cuyo trabajo no sólo deben
concurrir por su parte los indios, s-ino también los ve-
cinos que reportan el beneficio, como lo manda la ley
municipal; dispondrá el teniente de corregidor asociado
del encomendero Don José Joaquín Cabrera, que sin
dilación se proceda al acopio de la piedra y conducción
de madera y que, sucesivamente concurriendo vecinos
e indios a proporción de sus facultades, se principie y
finalice dicho puente.
807 Ultimamente, conviniendo evitar las // quejas y re-
cursos que dimanan de que estando colindantes a los
resguardos de las tierras de Niuque del difunto Fran-
cisco Cortez, se introducen las bestias y ganados y cau-
san daño en los sembrados de los indios que de ello se
han quejado, cuyo radical remedio unicamente puede
lograrse cercándose el actual poseedor, que ha conve-
nido en ello, y para lo que no ha podido señalarse la
linea por no tener en su poder instrumentos de su per-
tenencia; se comete esta diligencia al teniente de co-
rregidor de este partido a fin de que mediante a estar
claramente especificados los linderos en los títulos de
resguardos proceda con su arreglo y los de la parte al
deslinde, señalando el lugar por donde ha de construir
la cerca, y que con este oportuno medio se consiga su
quietud y la del pueb}o. Para todo lo cual se compul-
sará y dejará testimonio de este auto, por el cual así lo
proveyó, mandó y firmó por ante mí, el escribano pú-
blico y de visita, de que doy fe.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ante mí, Jose Camacho, escribano público y de visita.
En el citado encomendado pueblo de Ubate, a seis de
febrero de mil setecientos setenta y nueve. El señor
Doctor Don Francisco Antonio Moreno y Escandón, del
Consejo de su Majestad,' etc ... , dij o:
'
567
 Que necesitando este pueblo para su mejoramiento Y
ace:rtado gobierno que se arregle y establezca la ins-
trucción y enseñanza de su juventud y que para ello
tenga una escuela para leer, escrebir y principios de la
. música, por merecerlo su numerosa chusma, · copioso
808 ve//cihdario y ventajosa situación, deberán los tres
. principales gobernadores disponer con su gente que
prontamente se perfeccione la casa de escuela y que
los padres de familia remitan a .ella a sus hijos, donde
por medio del celo e ilustración del reverendo padre
cura y religiosos sus compañeros conseguirían .su edu -
cación por haberse liberalmente ofrecido a facilitársela,
deseoso de su aprovechamiento.
Conduce igualmente al beneficio común del pueblo
que se· concluya y perfeccione la cañería cubierta por
donde del rio se conduce agua al pueblo, con que se
utilizan todos y se evitan los desórdenes que se cometen
por la distancia. Para lo que así dichos gobernadores,
como principalmente el teniente de corregidor, Don
Jose Mariano Riaño, .estrechará a los vecinos, como que
inmediatamente logran de este beneficio a que lo veri-
fiquen con exacta puntualidad. Y para que no sea que
ignorándose la edad de las chinas deje de obligárseles
cuando tengan la necesidad a que acudan a la doctrina,
la anotará en adelante en las listas, para que el reve-
rendo padre cura con este conocimiento cuide de su
asistencia, debiendo los gobernadores celar que todos
concurran a ella, y no se experimente falta en punto
tan recomendado e importante, fomentando al mismo
tiempo que se construyan en las esquinas de la plaza
las cuatro hermitas para las procesiones de que carece
este pueblo y es notable su falta, cuando las tienen los
más desdichados del Reyno. Y porque es muy perjudi-
cial que en los viernes que se hace feria o mercado
subsistan por la noche los estancieros, causando riñas Y
excesos, se previene a los citados tres gobernadores
809 cuiden de que / / antes de anochecer salgan todos, así
indios como vecinos a sus estancias, compeliéndoles a
ello, para todo lo cual como puntos relativos al mejor
arreglo del pueblo y su gobierno económico, que tanto
interesa a la obligación del encomendero, deberá éste
contribuir a su logro, como igualmente el reverendo
padre cura, a quien para ello de parte de su Majestad
exhorta y de la suya la ruega, concurra por medio de
su acreditado_ celo y prudencia a que todo tenga cum-
568
plido efecto, y estando a la mira le noticie -cualquiera
contravención o inobservancia de los puntos contenidos
en este auto, de. que para el efecto se compulsara testi-
monio, por el cual así lo proveyó, mandó y firmó por
1. ante el presente escribano público y de visita, de que
doy fe.
Doctor Don Francisco Antonio Moreno.
Ant~ mi, José Camacho, escribano público y de visita.
Habiendo pasado ál pueblo ·de Fúquene, consta que
por auto de seis del mismo mes y año mandó: que ·para
proceder a lª· visita de aquel pueblo se formará lista Y
numeración de sus indios, con distinción de sus tribu-
tarios y se recibiera informacion bastante para averi-
guar su estado, gobierno y lo que fuera conducente a
su alivio y buen tratamiento, poniéndose asi mismo
razon del número de almas y vecinos españoles agre-
gados al feligresado de aquella doctrina, reservando en
vista de todo resolver lo conveniente, en cuyo cum-
plimiento hizo comparecer ante si a Santiago Yema-
guisa, a Juan Calixto y a Isidro Bogoya, el primero
teniente y los dos últimos capitanes, todos indios de aquel
dicho pueblo, a quienes examinó / / conforme a derecho,
810
y siéndolo al tenor del interrogatorio formado al inten-
to, dijeron:
Que no había indios de aquel pueblo, a excepción de
cuatro reservados que se habían abrigado en él y uno
de Chiquinquirá, que se había casado y se había man-
dado colocar en la lista de los tributarios.
Que satisfacían anualmente por razón de tributo Y
quinto siete pesos cuatro reales en plata, aunque el
cobrador solía recibirles efectos como mochilas y otras
cosas de fique, esteras y ruanas de lana, a más de los
frutos de trigo, maíz y semejantes de tierra fría que
cosechaban en la de sus resguardos que poseían y cose-
chaban con arreglo a los linderos de su agregación, sin
controversia, sin que en el cobro de dicho tributo ni en
el de diezmo y primicia, que satisfacía sin exceso, ex-
perimentaban extorsión ni quebranto alguno.
Que los baptismos satisfacían un real, ocho reales de
la misa en los matrimonios y tres pesos en los entierros
de adultos y mitad en los de párbulos.
Que mantenían las tres· cofradías del Señor, Maria
Santísima y benditas Animas, para las que satisfacían a
cuatro reales para cada jna los casados y la· mitad los
569
 solteros; y para cada una de sus festividades pagaban.
al respecto de doce pesos y se les instruía debidamente
en la doctrina cristiana, para lo que con separación de
sexos se convocaban todos los días los párbulos y en
los domingos todo el común.
Que no experimentaban extorsión ni gravamen alguno
en servicio personal por cura, corregidor, ni particula-
res ni tenían bienes de comunidad, aunque quedaban
ad;ertidos de poner inmediatamente en ejecución el
cultivo de sementera común y del modo de verificarla,
811 de invertir su producto // y de custodiarlo en caja de
tres llaves.
Que dentro de las tierras del resguardo de aquel
pueblo no vivían vecinos que les causaban perjuicio, a
excepción de los que habitaban en las que se nombra-
ban de Capellanía, donde existían varios que con sus
bestias y ganados les causaban daño; y para su reme-dio
se había prevenido al teniente de corregidor les inti-
mara se cercaran y de lo contrario se les lanzarían Y
satisfarían el daño.
Que tenían carcel segura y proporcionada, con iglesia
decente, sin que les ocurriera que pedir por estar re-
gularmente ordenado el gobierno del pueblo.
Con lo que se concluyó esta declaración, y a conti-
nuación certificó el escribano haber reconocido el padrón
del vecindario de españoles agregados a é1, resultaba
ciento noventa y ocho vecinos cabezas de familia, con
el total de novecientas y veinte y dos almas de esta
clase, sin incluir los indios que se expresaban en la
lista y numeración, por la cual consta haber ciento Y
diez y ocho tributarios, inclusos catorce empleados Y
el total de setecientas y diez y nueve almas.
Por las diligencias practicadas en el pueblo de Susa,
consta que por auto de siete de dicho de febrero, mandó
se formara lista y numeración exacta de los indios de
aquel pueblo, con separación de sus tributarios y fueran
examinados los principales al tenor del interrogatorio
para inquirir su actual estado, gobierno y buen tra-
tamiento, y demás conducente al acierto de aquella
visita, tornándose razón del vecindario español y nume-
ración de sus almas agregados al feligresado de aquella
doctrina, para en vista de todo proveer lo conveniente;
812 en cumplimiento de esto hizo comparecer ante sí / / a
Don Juan Coyaima, teniente, a Don Francisco Teta,
gobernador de la parte de Gacha, a Don Juan Ambrosio,
570
gobernador de la parte de Ráquira, indios todos de aquel
dicho pueblo a quienes examinó conforme a derecho,
y siéndolo al tenor del interrogatorio formado al inten-
to, dijeron:
Que no había indios de otros pueblos en aquél y que
los de su pertenencia eran los contenidos en la lista y
numeración que de todos se había formado, en que ha-
bían dado razón de los que s·e habían ausentado desde
en tiempo del año malo, ignorando su paradero.
Que satisfacían anualmente por razón de quinto y
demora siete pesos, seis reales en dinero, para lo que
cosechaban trigo, cebada, rnaiz y otras legumbres de
temperamento frío en las tierras de sus resguardos que
eran aparentes y cons·ervaban sin litigio, con arreglo a
los linderos de su señalamiento, y que no obstante es-
taban adeudados desde dicho año de escasez, y que en el
importe de los tributos tenía una pensión Doña Teresa
Tejada, que pagaba por convenio con la parte el cobra-
dor, sin que les causara extorsión en su cobranza ni en la
del diezmo y primicia que contribuían sin exceso.
Que de baptismos pagaban un real de sacristán; por
casamientos ocho reales de la misa y por los entierros
tres pesos de los adultos y doce reales de los párbulos
y mantenían las tres cofradías del Señor, la virgen
santísima y benditas Animas, de las cuales las dos pri-
meras tenían hato de ganado mayor y se nombraban
mayordomos que contribuían las limosnas, y para la
813 de las / / Animas se había impuesto que pagaran tres
reales los casados y real y medio los solteros, a más del
real de monumto. y para las fiestas a doce pesos y para
la virgen diez y ocho.
Que todos los días se enseñaba a los chicos la doc-
trina cristiana en que igualmente era instruido todo el
común en los domingos, y no se les gravaba con otro
servicio personal, que, el de nombramiento de alguacil
por semana, por leña, agua y demás que ocurría en el
servicio doméstico de la casa del cura, como también
una soltera para el mismo fin.
Que no tienen bienes de comunidad, ni trabajaban
sementera para ella y quedaban prevenidos de ponerla
en ejecución, como también del modo de verificarlo y
custodiarlo para beneficio común en arca de tres llaves
conforme a las leyes.
Que dentro de la tierra del resguardo del mismo pue-
blo eran muchos los v ~inos que habitaban radicados
7
571
 con casa, familia y bienes, a quienes arrendaban los
mismos indios, y con este motivo perjudicaban a los
demas en sus sembrados, fuera de que tenían bebidas
en sus casas, en que se viciaban los indios, y que en lo
demas no les ocurría cosa particular sobre el gobierno
del pueblo; que tenían caree! proporcionada e iglesia
regularmente decente.
Con que concluyerón su declaración y a continuación
certificó el escribano:
Que del padrón manifestado por su cura, Doctor Don
Nicolás de Sierra, resultaban ciento setenta y nueve
vecinos cabezas de familia, con el total de ochocientas
treinta y ocho almas, sin incluir los indios• que se ex-
presaban en la lista y numeración que de ellos se había
814 hecho / / por la cual consta haber ciento treinta y siete
tributarios, inclusos veinte empleados, con el total de
novecientas treinta y dos almas.
Asi mismo, consta por las diligencias practicadas en
el pueblo de Simijaca, consta que por auto del mismo
día siete, mandó se formara lista y numeración de ellos
con separación de clases y se recibiera información
examinando los principales al tenor del interrogatorio
para que con este conocimiento y del número de veci-
nos españoles agregados a su feligresado, de que se
tomaría razon, se pudieran expedir las providencias que
convinieran, en cuyo cumplimiento hizo comparecer
ante si a Don Agustin Niño, a Don Simón Guzman y a
Don Pantaleón Guarín, el primero teniente y los dos
últimos capitanes, indios de aquel pueblo a quienes por
ante escribano examinó conforme a derecho y siéndolo
al tenor del interrogatorio, dijeron:
Que en aquel pueblo no había indios de otros y que
los que en él existían eran los mismos de que se había
formado lista y numeración en que habían dado indi-
vidual noticia de todos, y de ser pocos los ausentes.
Que satisfacían por razon de tributo y quinto en cada
un año siete pesos y seis reales en dinero efectivo, para
lo que algunos se concertaban a trabajar en tierra ca-
liente y otros cosechaban los frutos de trigo, cebada y
semejantes de temperamento frio en las tierras de sus
resguardos, que aunque fértiles eran cortas y apetecían
se les ampliaran sin que en su cobro, ni tampoco en el
815 del diezmo y primicia que satisfa//cían sin violencia
ni exceso experimentaran perjuicio ni extorsión.
572
Que todos los días se convocaba a los párbulos y se
les enseñaba la doctrina cristiana, como también los
domingos con exactitud y arreglo.
Que por derechos de baptismos satisfacían dos reales;
por los casamientos ocho real-es de la misa y por los
entierros de adultos tres pesos y la mitad de párbulos
Y mantenían las tres cofradías del Señor, María San-
tísima y benditas Animas, y por no tener hatos las
mantenían con limosnas, al respecto de once reales· y
medio los casados y la mitad los solteros y sus respec-
tivas festividades y no experimentaban gravamen en
servicio personal por persona alguna.
Que no tenían bienes de comunidad, ni trabajaban
sementera para este efecto, habiéndoles advertido la
obligación y modo de verificarla, como así mismo los
importantes objetos de su destino, previniéndoles su
pronta ejecución.
Que dentro de la tierra del resguardo del pueblo ha-
bitaban varios vecinos españoles, con casa, familia y
bienes, a quienes los mismos indios tenían arrendada
la tierra por pequeñas cantidades, quienes ocasionaban
frecuentes perjuicios a los demas indios convecinos en
sus sembrados, siendo causa de la ruina de muchos por
fabricar la bebida a que se entregaban con exceso, por
lo que solicitaban su expulsión, con que se evitaría la
frecuente ausencia de la mayor parte de los indios al
distrito de Muzo.
Que en cuanto al gobierno, se mantenía en regulari-
dad, con carcel proporcionada y segura, segun la calidad
del pueblo, y la iglesia con adorno y decencia corres-
816 pondiente / / sin que les ocurriera otra cosa que pedir.
Con que se concluyó esta declaración, a cuya con-
tinuación certificó el escribano que del padrón mani-
festado por el cura de aquel pueblo, doctor Don Jose
Rafael Torrijas, result¡¡ban cuatrocientos setenta y cinco
vecinos cabezas de familia con el total de dos mil cua-
trocientas doce almas. Y por la lista y numeración
mandada practicar de los indios de dicho pueblo re-
sultaban ochenta y siete tributarios, inclusos trece em-
pleados, con el total de cuatrocientas sesenta y una
almas.
Así mismo consta haber visitado el pueblo de Tausa,
del mismo corregimiento y partido de Ubaté, en donde
por auto de tres del mismo mes y año, dijo: que en
atención a estar ya dada/providencia para que los indios
573
 que todavía permanecían en aquel extinguido pueblo
se conducieran al de Nemocón como estaba mandado,
y nuevamente se les había intimado, se procedi~ra a
tomar razon del vecindario español que permanecia en
aquel sitio. Y que por separado se hiciera r~c~noci~ien-
to de su salina, orden y método de su admm1strac1on Y
manejo, a efecto de que con la debida instrucción se
evacuara el informe prevenido en Junta general de ha-
cienda, celebrada en veinte y seis de enero de este año,
sobre la necesidad de crear el oficio de sobrestante Y
peón para la pesa, para lo que siendo igualmente pre-
ciso tener consideración al producto de dicha salina, de
sus gastos, y utilidad líquida, expusiera primero a con-
tinuación de aquel decreto el administrador, con arreglo
a la cuenta que había llevado sobre estos particulares
con la mayor especificación para que en su vista pu-
diera deliberarse lo más conveniente.
En cuyo cumplimiento se practicaron varias diligen-
cias de reconocimiento de / / la salina del nominado
817 extinguido pueblo de Tausa, y habiendo pasado al de
Sutatausa, por auto de cuatro del mismo mes y año, el
nominado señor fiscal, dijo:
Que a efecto de que con arreglo a lo prevenido en la
Real Cedula dada en San Ildefonso, etc. se practicara
la visita de aquel pueblo, se formara lista y numeración
de sus indios, con distribución de tributarios Y demas
clases y al mismo tiempo se recibiera información que
acreditara su estado, modo de gobierno y tratamiento.
Y asi mismo se procediera razón del número de vecinos
españoles y gentes de esta clase que habitaban en el
pueblo agregados al feligresado de su iglesia para que
en vista de todo se procediera con cabal conocimiento
deliberar lo más conveniente, en cuyo cumplimiento
hizo comparecer ante si a Gregorio Rodríguez, a Nicolas
Rodríguez y a Juan Ignacio Pelaez, el primero gober-
nador, el segundo capitán y el tercero alcalde, a quie-
nes examinó c011forme a derecho y en inteligencia del
interrogatorio, dijeron:
Que en aquel pueblo no había indios pertenecientes
a otros y que los que en él existían eran los mismos de
que se había formado lista y numeración, con expre-
sión de los ausentes.
Que satisfacían de tributo en cada un año la cantidad
de siete pesos cuatro reales en dinero efectivo, a cuyo
efecto algunos se concertaban y dedicaban al trabaj-o
574
en haciendas y otros sembraban trigo, maiz, turmas y
semejantes frutos de tierra fría en las tierras de sus
818 resguardos // • que aunque en parte áridas eran bas-
tantes y las poseían sin pleito ni contradicción alguna,
conforme a los linderos de su señalamiento y títulos
que conservaban.
Que no recibían perjuicio en la cobranza del tributo
que tenían satisfecho y adeudaban muy poco, que igual-
mente satisfacían el diezmo y primicia, sin que se les
extorsionara en el modo y cantidad de la paga.
Que por derechos de baptismos satisfacían dos reales;
por la misa de velaciones en matrimonios ocho reales y
tres pesos por los entierros.
Que para mantener las tres cofradías, por no tener
hatos, satisfacían de limosna para la de Nuestro Amo
tres reales los casados y la mitad los solteros, lo mismo
para la de las Animas y un real para la de la Virgen
Nuestra Señora, con más cuatro reales de monumento
y para cada una de las fiestas satisfacían los alferez una
libra de cera, cebo para alumbrar, doce reales de cama-
rico y tres pesos, y lo mismo para festividad de nuestro
Señor de la Columna y para la de Nuestra Señora del
Rosario lo mismo.
Que se enseñaba diariamente la doctrina cristiana a
los párbulos y los domingos se instruía en comun a todo
el pueblo.
Que para el servicio doméstico de la casa del cura se
destinaba una soltera y aguadora, y por meses alter-
naba todo el pueblo a dar leña y un alguacil para lo
que ocurría.
Que no tenían bienes de comunidad ni se acostum-
braba trabajar sementera para dicho fin.
Que dentro de las tierras de sus resguardos habitaban
varios v-ecinos españoles radicados con casa, familia y
hacienda, de que no recibían perjuicio y pagaban arren-
damiento a proporción, cuyo importe percibía el cura
doctrinero, que segun entendían lo aplicaba al estipen-
819 dio, sin embargo de // que al mismo fin se aplicaba el
tributo que satisfacían y que carecían de carcel segura
y proporcionada y mantenían iglesia de teja regular-
mente.
Con que se concluyó esta declaración y a continuación
certificó el escribano de visita que habiendo reconocido
el padrón de vecindario de españoles agregados de aquel
pueblo, manifestado po su cura, Doctor Don Manuel
575
 Romero, resultaban docientos treinta y un vecinos ca-
bezas de familia, con el total de mil ciento sesenta y
dos almas de esta clase, sin incluir los indios que se
expresaban en la lista y numeración que de ellos se
había formado y se halla agregada al expediente, por
lo cual resultan veinte y cinco tributarios, inclusos dos
requinteros y siete empleados en oficios del pueblo,
con el total de ciento cincuenta y ocho almas.
Y habiendo pasado a visitar el pueblo de Cucunubá,
por auto de nueve de dicho febrero, mandó: que para
proceder a la visita con arreglo a lo prevenido en la
Real Cedula, etc., se formara exacta lista y numeración
de los indios de que se componía, con distinción de
sexos y tributarios y se recibiera información, exami-
nando el tenor del interrogatorio los que parecieran
convenientes para inquirir su estado, gobierno y tra-
tamiento, y se pusiera razón del número de vecinos
españoles y almas de su clase agregados a aquel feli-
gresado. En cuyo cumplimiento hizo comparecer ante
820 si a Don Eustaquio // Tinjacá, a Don Clemente Bravo
y a Don Esteban Guacaneme, el primero teniente, el
segundo gobernador y el tercero capitán, todos indios
de aquel dicho pueblo, a quienes por ante el escribano
examinó conforme a derecho y siéndolo según el inte-
rrogatorio formado al intento, dijeron:
Que en aquel pueblo no había indios de otros, y que
los que en él existían eran los mismos de que se había
formado lista y numeración y en que habían dado razon
de todos como de los ausentes, que era difícil reducir al
pueblo, ,aunque lo habían solicitado.
Que satisfacían por razón de demora y quinto siete
pesos Y cuatro reales en cada un año en dinero efectivo,
Y estaban adeudados a causa de su mucha pobreza, y de
que mucha parte de las tierras del resguardo en que se
cosechaban trigo, maíz, cebada y frutos de tierra fria
se mantenían en litigio en los tribunales superiores,
quedando muy reducidos con la posesión que se había
dado a Don Francisco de Rojas, como ocularmente se
había reconocido en aquella visita, sin embargo de que
eran fértiles y que no recibían extorsión en la cobranza
de dicho tributo, ni tampoco en la de la primicia; pero
en cuanto al diezmo se les compelía a pagar una gallina,
aunque no las criaran, sobre que habían quedado ad-
vertidos en aquel acto de que no tenían obligación de
satisfacerla, el que no las criara.
576
Que por derechos de baptismos nada se les exigía, por
los matrimonios ocho reales de la misa y por los entie-
rros de adultos _tres pesos y de párbulos la mitad.
Y para las tres cofradías que mantenían de Nuestro
Amo, Nuestra Senora de la .Concepción y benditas Ani-
821 mas, como que no / / tenían hatos, satisfacían cada mes
medio real los casados y un cuartillo los solteros. Y por
año dos reales de monumento y uno de aceite para la
lámpara, con mas seis pesos para cada una de las tres
festividades.
Que todos los días se recogían los muchachos y se les
enseñaba prolijamente la doctrina cristiana e igualmen- •
te en -los domingos e .instruido todo el comun en los
dogmas de la religión y no se les pensionaba en servicio
personal, a excepción del nombramiento de a'lguacil y
soltera.
Que aunque en tiempos antiguos se trabajaba en aquel
pueblo sementera de comunidad hacía muchos años que
no se observaba y que la tierra destinada al intento se
había repartido a los tributarios, pero según el resulta-
do del litigio pendiente podría restablecerse.
Que eran pocos, y ahora sólo recordaban cinco vecinos
que tenían casa y habitaban dentro de la tierra del
resguardo del pueblo por arrendamiento de los indios,
en particular a quienes satisfacían una pequeña pen-
sión, de cuyos ganados no recibían perjuicio, pero sí de
la chicha que fabricaban en sus casas y a donde acudían
los indios.
Que éstos estaban obedientes y mantenía el pueblo
un gobierno regular, con carcel proporcionada e iglesia
de teja decentemente ornamentada.
Con que concluyó esta declaración y a continuación
certificó el escribano que habiendo reconocido el padrón
del vecindario de españoles agregados a aquel pueblo
manifestados por su pura interino, Doctor Don Diego
Antonio Valcárcel, del cual resultaban ciento noventa
y nueve vecinos cabezas· de familia; con el total de no-
vecientas treinta y una almas de esta clase. Y por la
822 lista y numeración formada consta haber // ciento y
ocho tributarios, inclusos quince empleados, con el to-
tal de seicientas cuarenta almas.
Habiendo pasado al pueblo de Suesca, auto fecho en
él a diez de dicho febrero, mando se practicara ante to-
das cosas lista· y numeración- exacta de todos sus indios,
con distinción de clases, 'Y fecho se recibiera informacion
¡
577
 con los más idóneos, examinándolos al tenor del interro-
gatorio para averiguar su estado, gobierno, y buen trata-
miento, y así mismo se tomara razon del vecindario
español y número de almas de su clase agregados al
feligresado de aquella doctrina, para que con vista de
todo se proveyera lo conveniente; en cumplimiento de
ello hizo comparecer ante sí a Bernabe Obraguero, Fran-
cisco Fernandez y Juan Agustín Rodero, todos indios de
aquel pueblo, a quienes examinó conforme a derecho y
siéndolo al tenor del interrogatorio, dijeron:
Que los indios de que se componía aquel pueblo eran
los mismos de que se había formado lista y numeración,
por no haberlos de otros pueblos y en que habían dado
exacta razón de todos y de los ausentes cuya restitución
estaban solicitando.
Que satisfacían por razon de tributo y quinto siete
pesos y seis reales en plata, valiéndose para ello de los
frutos de trigo, cebada y otros de tierra fría que cose-
chaban en las tierras de sus resguardos que eran bue-
nas, fértiles y disfrutaban sin otro litigio que el que
habían sostenido en el superior gobierno con el convento
de Santo Domingo, como dueño de la hacienda de las
Ovejeras, y sujetos a lo prevenido en el ultimo superior
'- despacho y tenían algunas deudas de tributo por la poca
aplicación al trabajo de algunos, sin que experimenta-
ran extorsión en su cobranza, ni tampoco en la del diez-
823 mo / / y primicia que satisfacían sin exceso.
Que no les exigían involuntariamente derechos algunos
por la administración de sacramentos y en los entierros
únicamente contribuían lo que segun sus facultades y
voluntad solicitaban para sufragio de las almas y que
mantenían las tres cofradías del Señor, María Santísima
y benditas Animas, de las cuales la segunda tenia una
manada de ovejas, y para todas contribuían mensual-
mente un real los casados y medio los solteros, con más
doce pesos para cada una de las festividades.
Que eran debidamente instruidos en la enseñanza de
la doctrina cristiana, convocándose todos los días los
párbulos al intento y el común en los domingos en que
se les instruía con extorsiones, sin que se les gravara
con servicio personal en esta parte perjuicio.
Que tenían tierras de comunidad en que cultivaban
sementera, cuyo producto servía de auxilio para pagar
las demoras, pero sin guardar las formalidades preveni-
das por las leyes, que han quedado advertidos para que
578
se construyera la caja de tres llaves en que se custodia-
ra y se llevara por escrito cuenta de la cantidad y obje-
tos en que se invertía.
Que dentro de las tierras del resguardo habitaban
algunos vecinos con familia y bienes, que pagaban
arrendamiento a los indios dueños de las estancias, sin
que les causaran perjuicio, pues cuando ocasionaban da-
ños los satisfacían.
Que el pueblo tenía arreglado gobierno con carcel y
cepo proporcionado y la iglesia con r~gular decencia en
que actualmente estaban reparando un daño que había
sobrevenido a la parte del arco to1·al, con lo cual se
concluyó esta declaración, y a continuación certificó el
824 escribano que del padrón de vecinos- // españoles mani-
festado por el cura Doctor Don Manuel de Porras, del
cual resultaba que se componía de ciento noventa y ocho
vecinos cabezas de familia, con el total de novecientas
cuarenta y siete almas. Y por la lista Y numeración
formada de los indios resultan ciento cincuenta Y siete
tributarios, inclusos veinte empleados. con el total de
setecientas cuatro almas.
Habiendo pasado a visitar el partido de Guatavita,
consta por las diligencias practicadas en el pueblo de
este nombre que por auto de catorce de febrero del
mismo, mandó el nominado señor visitador se formara
exacta lista y numeración de los indios de que se com-
nonía con distinción de sexos, clases y tributarios y se
;ecibiera información, examinando al tenor del interro-
gatorio los que parecieran convenientes para inquirir
su estado, gobierno y. tratamiento, tomándose razon del
número de vecinos españoles y almas de su clase agre-
gadas a aquel feligresado. Asi se ejecutó, recibíendose
declaración a tres indios justicias y por la lista Y nume-
ración resultan trecientos treinta y tres tributarios,
inclusos diez y sei~ empleados y ocho requinteros con
el total de mil quinientas sesenta y siete almas. Y en
igual conformidad se practicaron las mismas diligencias
en los demas pueblos comprensivos en este corregimien-
to de cuyas listas resulta, a saber:
'chocontá, docientas cincuenta y siete tributarios, in-
clusos veinte y seis empleados y el total de mil treinta
y cuatro almas.
Machetá cincuenta y seis tributarios, inclusos once
empleados' y tres requinteros con el total de trecientas
cuarenta almas. /
5-79
 Sesquilé, ciento y cuatro tributarios, inclusos quince
empleados con el total de setecientas veinte y ocho
almas.
Chipasaque, ciento y seis tributarios, inclusos quince
emplea / / dos y un requintero, con el total de seicientas
825 veinte y cuatro almas.
Gachetá, ciento cincuenta y tres tributarios, inclusos
diez Y siete empleados, con el total de ochocientas trein-
ta y nueve almas .. -
Guasca; ciento .doce tributarios, inclusos diez emplea-
•dos, con el total- de _seicientas treinta y ocho almas.
Sopó, ciento ochenta y seis tributarios inclusos diez
y seis empleados con el total _de novecientas tres almas.
Y en vista de todo, proveyó dicho señor el auto· si-
guiente:
Auto En el pueblo de. Sopó a diez y siete de febrero de
mil setecientos setenta .y nueve años, el señor Don
Francisco Antonio Moreno. y Escandón, etc., dijo:
Que por ocular experiencia se ha reconocido y cons-
tado en la visita de la ..provincia de la jurisdicción de
Santa Fe que casi no se encuentra pueblo alguno donde
excediendo siempre el número de vecinos españoles al
de indios, no se encuentren radicados, viviendo en las
tierras y resguardos de los pueblos muchos vecinos con
casa, familia y bienes de bestias y ganados, que alimen-
tan en dichas tierras, las que toman regularmente en
arrendamiento pagando a los indios dueños de las es-
tancias alguna corta cantidad, que con ellos sin autoridad
ni intervención del corregidor estipulan, que nunca es
proporcionada y la satisfacen por lo comun en bebida,
que fabrican en sus mismas casas, facilitando y aún pro-
vocando la propensión de los indios a embriaguez, de
que nace el desorden, falta de buen gobierno y que
aquellos indios entregados a la ociosidad, con la vana
esperanza de percibir el importe del arrendamiento, no
826 se ocupan en el trabajo // ni tienen con que mantener
sus familias, ni llegado el caso de la paga del tributo
pueden satisfacerlo, como que han recibido en bebida
su valor.
A estos daños se añade que dichos vecinos reducen a
los indios a sus servientes, con el cebo e interes de la
bebida, les dominan y oprimen y lo que es más, que todo
el común lo padece porque las- bestias y ganados se
introducen a sus sembrados, los destrozan y quedan
580
inhabilitados los dueños para satisfacer sus obligaciones,
y con este temor abandonan la agricultura y resulta la
ruina total de_ los pueblos, sin que falte alguno en que
semejantes arriendos se ejecuten por el cura que perci-
be la cantidad y la reduce en su beneficio.
En esta inteligencia y en la de que a los indios no les
es permitido arrendar la tierra, defraudan la verdadera
intención de las leyes que tienen por objeto franqueár-
selas para que las cultiven y se mantengan ocupados,
desterrándose su ociosidad, sacando de su labor lo nece-
sario para el sustento y tributo, sólo resta la dificultad
de que en el actual sistema de la población de este
Reyno, cuyos habitadores en la mayor parte viven a
la sombra de los indios y en sus pueblos, sería aniqui-
larlos si literalmente con violencia y ejecución se les
expeliese de los pueblos, de que tal vez dimano la pre-
vención de una Real Cedula que ordena se proceda con
moderación y pulso en esta materia. Pero siendo por
otra parte forzoso ocurrir a aquellos graves daños y
combinar prudente y oportunamente los intereses y
buen gobierno de los indios con el de los demás vasa-
llos, ha parecido conveniente prevenir y declarar:
Lo primero, que en adelante no se permita a indio
827 alguno que pueda arrendar la tie / / rra que le está
señalada a vecinos y gentes de color, como que lo resis-
ten las leyes, en el supuesto de que si por no hacer falta
al comun pareciese útil en algun caso extraordinario el
arrendamiento deberá celebrarse con la autoridad del
corregidor, por el tiempo y precio justo, con las calida-
des que pidan los casos y las condiciones generales que
adelante irán declaradas.
Lo segundo, que para la permanencia o expulsión de
los que actualmente viven en los pueblos, proceda in-
mediatamente el corregidor a indagar (convocando y
oyendo para ellos a los indios) cuáles sean perjudiciales
por su genio litigioso, por el maltratamiento que les
dieren o por la abundancia de bienes que aniquilan las
sementeras y a los que se justificasen ser nocivos se les
intimará que salgan y desamparen el pueblo, señalán-
doles término proporcionado para que disfruten lo que
tuvier,en y soliciten donde radicarse, mediante a ser este
un derecho incontestable de los pueblos, que lo tienen
para reparar s11daño, y es pena legal correlativa al abu-
so de los vecinos a quienes se impone.
'
581
 Lo tercero, que resultando no ser perjudiciales algunos
de 'dichos arrendatarios y e¡ue la tierra que ocupan no
hace falta a los indios en común, ni en particular, debe-
rá el corregidor practicar el reconocimiento de la can-
tidad y calidad de ella, y por estos principios graduar el
importe que actualmente deba satisfacer, otorgándo!e
para ello instrumento bastante, con la seguridad corres-
pondiente en que se obligue a no fabricar para la venta
y expendio a los indios bebida alguna, que así mismo
poncfrá cerca de palos y no de chamba, o en su defecto
828 los pastores que sean necesarios // para impedir que
sus ganados y bestias se introduzcan y lastimen los
sembrados de los indios y que la cantidad estipulada la
satisfará a sus plazos al mismo corregidor para que se
invierta en beneficio común del pueblo con la pena de
que si contraviniere a cualquiera de estas capitulacion~s
será expelido del pueblo y castigado a proporción de
su culpa, para que de este modo no redunden los arbi-
trarios ilegales arrendamientos en daño de los pueblos
y se acuda al beneficio de los demás súbditos, siempre
que éstos no dieren causa porque se les prive del be-
neficio.
Para que el corregidor no exceda los limites de lo
justo en esta providencia, deberá proceder con informe
jurado de perito a la tasación de los arrendamientos,
formando legajo de los instrumentos judiciales que se
otorgaren, que deberá servir para el arreglo de la cuenta
que deberá llevar de estos productos, a cuyo fin forma-
rá un libro o cuaderno en que consten connotados los
nombres de los vecinos arrendatarios, con expresión del
día, mes y año de su contrata, linderos de la tierra
arrendada, o por medida, de la cantidad anual que debe
satisfacer y referencia a la foja del legajo en que se
hallare el instrumento como que ha de servir de cargo
a la cuenta y de data del dinero que exhibiere. Este se
introducirá cada dos meses, según se fuese percibiendo
en otra caja de tres diferentes llaves, de las cuales ten-
drá una el mismo corregidor, otra el cura del respectivo
pueblo y la tercera el indio gobernador o teniente para
que con asistencia de todos entre y salga el dinero
cuando fuere necesario, se apunten con la debida clari-
dad las partidas en el cuaderno que debe custodiarse en
829 la misma / / de Comun.
Se ha notado que hay pueblos donde los curas tienen
por su cuenta a.Jgun potrero o pedazo de la tierra del
582
resguardo cuyo arrendamiento rara o ninguna vez se
invierte en beneficio de los mismos indios Y en estos
casos cuidará el corregidor de observar las mismas re-
glas que van prevenidas, procurando siempre d_ejar libre
la parte necesaria para sementera de comumdad, que
por precepto de la ley debe trabajarse en todos ~os
pueblos, y por cuya omisión se le hará estrecho cargo, u~-
troducíendose con la misma buena cuenta en la refer1-
da caja, para los importantes fines de su destino, por
haberse advertido con dolor que casi en ningun pueblo
se observa esta legal disposición, sin embargo de las
proporciones que logran para verificarla. Y para el caso
de merecer la aprobacion del superior gobierno se pon-
ga en ejecución, se le dará cuenta con este auto Y
proceso.
Por el cual así lo proveyó, mandó y firmó, por ante
mi, el presente escribano público y de visita, de que
doy fe,
Doctor Don Francisco Antonio Moreno
Ante mí, José Camacho, escribano público Y de visita.
Las cuales diligencias, con las de los demas parti~os
que quedan citados, las remitió al excelentís~mo se1:or
virrey con billete de seis de marzo del cornente. ano,
el que recibido se mandó pasar al señor regente visita-
dor general. . .
Las Reales Cedulas que se mandan msertar Y se ci-
tan en los párrafos cincuenta y seis y cincuenta Y siete
del oficio de tres de febrero de este año del señor Re-
gente visitador general, son del tenor siguiente:
Rl Ceda de EL REY. Virrey, gobernador Y ca-
13 de Dice de 1750 pitán general del Nuevo Reyno de
. Granad~ y presidente de m~ Real ~u-
830 diencia que reside en la cmdad de Santa F: .. El arzo-
bispo de la iglesia metropolitana de esta cmdad, Don
Pedro Felipe de Azua, me ha representado entre otras
cosas en carta de siete de octubre del año próximo pa-
sado ser precisa en este reino la separación de espa-
ñole~ y mestizos de los pueblos de indios, expo~iendo
que para lograrse este fin considera muy p~oporcionada
la providencia de Yo me dignase de expedir una. orden
general para que, ya estén encargado_s .a doctn~er?s,
regulares o a sacerdotes seculares, se dividan en d1stm-
• sm
tas parroqmas, • cl
Tezc 1a alguna de unos con otros, Y
583
 que hecha la division segun reglas de mi real patronato,
se pbngan con la mayor prontitud y sin excusa ni pre-
texto alguno curas clérigos en la parroquia, respectiva
a los españoles. Que las utilidades de este expediente
son notorias porque la disminución de los indios (que
segun había observado en su visita no llegan a la octava
parte de los españoles) consisten en la mezcla de unos y
otros Y de los daños que reciben en quitarles ganados
Y labranzas, y acreditándose ésto con la experiencia de
que de semejantes divisiones se han formado los mejores
pueblos de españoles· de este reino, quedando los indios
sin las vejaciones que les ocasionaban, de que ha resul-
tado su comodidad y aumento, para cuya comprobacion
refiere algunos ejemplares, y haber recientemente man-
dado esa audiencia expeler del pueblo de Zipaquirá los
españoles y mestizos agregados a él, y que al tiempo
de pasar por allí solicitó a instancia de los vecinos que
habían de ser expelidos se les diesen tierras y dejó
providencia para una viceparroquia, interim que os
831 informaba // de todo para que se ejecutase formalmen-
te la división. Que así ésta como las demas las impugna-
rían vigorosamente los religiosos por la pérdida que
se les sigue, pero que con ellas lograrán los indios su
alivio, se demorarán en la mayor parte los abusos de
los regulares, no siendo tan pingües las doctrinas y ha-
brá mucha más facilidad para contener la ejecución de
obvenciones· y derechos indebidos, haciendo se obser-
ven las leyes que disponen no las paguen los indios y
que sus párrocos perciban sólo el estipendio y cesará la
ruidosa controversia sobre cuartas con el prelado, pues
faltando las dichas obvenciones que es la materia de
que se pagan, falta por necesidad su exacción y el mo-
tivo de la controversia, ponderando que siendo general
la providencia para doctrinas de religiosos y clérigos,
será menor la oposición de los primeros. Y que es igual-
mente notoria la facilidad y ninguna costa que tendrá
mi real hacienda el propuesto arbitrio, por ser constante
la gran propensión con que todos los agregados a los
pueblos de indios anhelan su separación y facilitando
la fábrica de iglesia y casas, la compra de tierras y la
paga de estipendio de curas y que resulta de la visita
tendía pendientes cuatro o cinco instancias de esta na~
turaleza, las que luego que estuviesen formalizadas os
consultaria, solamente como única dificultad la impug-
nación de los curas, que pretendía separarse, la cual no
584
832 debía prevalecer a la causa / / comun. Y visto lo refe-
rido en mi Cü'nsejo de las Indias, con lo expuesto por
mi fiscal .de .éi, he resuelto ordenaros y mandaros como
lo hago, que de acuerdo con esa audiencia y con el tiem-
po que requiere la naturaleza de esta providencia gene-
ral, y teniendo a la vista los inconvenientes que acaso
puede producir la mencionada separación de españoles
y mestizos de los pueblos de indios, la vayais poniendo
en planta, dando cuenta con toda puntualidad de las
resultas de ellas a el expresado mi Consejo, como lo
espero de vuestro celo y amor a mi real servicio. De
Buen Retiro, a trece diciembre de mil setecientos Y
cincuenta.
YO, EL REY.
Por mandado del Rey, nuestro señor, Don Joaquin
Jose Vasquez y Morales.
Hay tres rúbricas.
Otl'a del 14 EL REY. Virrey, gobernador y capitán
de Dice de 59 general del Nuevo Reino de Granada y
presidente de mi real Auda de la ciudad
de Santa Fe: En carta de veinte y dos de septiembre
de mil setecientos cincuenta y siete participasteis que
no siendo fácil, segun lo que resultó de la visita de
59 la tierra que hizo de vuestra orden el oidor Don
Andrés Verdugo, la observancia de las leyes que
prohiben a los españoles, mestizos y otras castas vivir
en los pueblos de indios, por haberse disminuido el nú-
mero de estos en muchos lugares y aumentándose con
exceso el de aquellos, tomasteis• la providencia de que
se formase en el pueblo· de Zipaquirá dos departamen-
tos y viviesen unos y otros separados bajo las reglas
833 que se// expresan en el Auto (?) de que remitís testi-
• monio, con otra car,ta de doce (?) de ·febrero del año
•• proximo pasado,' acompañó el referido oidor el informe
que hizo de resultas de la expresada visita y también
testimonio de vuestra determinación acerca de los refe-
ridos departamentos del pueblo de Zipaquirá, erección
de 1a nueva parroquia de Sutamarchán a que se unió
el sitio de Santo Eccehomo y agregación de los indios
ci.e Chiquinqúirá, al de Saboyá. Y habiendose visto en
mi Consejo de ·1as Indias, con lo que dijo mi fiscal y
consultádome sobre ello, he ·venido en aprobaros lo que
dispusisteis en todos ros puntos mencionados.
'585
 Fecha en el Buen Retiro, a c-atorce de diciembre de mil sete-
cientos y cincuenta y nueve. YO ElL REY.
Por mandato del Rey nuestro Señor 1, Don Juan Manuel Crespo.
Hay al pie tres rubricas.

INDICE GEOGRAFICO 1

Abipi, 137. Baquira, 535

Aceite, 104. Baranoa, 90.
Acequias, 126, 128. Barbacoas, 46.
Acero, 109 Barichara, 123, 137, 393, 399,498,500,
Aguablanca, 103. Barinas, 58, 101, 125-9.
Aguaohica, 124. Barranca, 87, 89, 281, 283, 290-4,
Aipé, 107, 113-4. 301, 305, 311-12. ,
Algarrobo, 86. Barranca, 87, 89, 281, 283, 290, 294,
Algodonales, 543-4. 301, 305, 31'1, 31•2.
Almaguer, 46. Barrancas, 127.
Almorzadero, 107. Barranq.uilla, 90.
Alpujarra, 103. Barrialosa, 103.
Alvarado, 109, lll. Batán, 485, 487.
Ambalema, L12. Bateas, 104.
Amo;yá, 11L1-2. Batatas, 103.
Anaconas, 105. Bermeja!, 439.
Anarco, 104. Betéitiva, 135, 183, 193, 195, 197,
Aneón, 105. 21'1-15, 223, 366, 368, 385.
Anchique, 107, 111. Betihoque, 125.
Angeles, 104. Bledos, 111.
Anserma, 109, 115, 118, 1/20-1. Boavitá, 135, 144-5, 149-52, 154-58,
Antioquia, 58, 86, 108-9, 114, 120, 186. 161, Hl6-68.
Apure, 126-8. Boca de Nechí, 86.
Ar.ad o, 439. Boca de Saldaña, 112.
NOTA SOBRE EL DOCUMENTO Arauca, 129. Bocaneme, Ul-2.
Arboledas, 122, 429-31, 433, 4:wi-7, Bochaga, 423.
4'41-4, 447, 450, 452, 522. Bochalema, 112, 439.
Arenosa, 103-5. Bocono, 126.
El documento transc11ito se encuentra en el Archivo General! Aricagua, 126, 128. Bogotá, 42, 52-3, 61, 316, 630, 535,
ele Indias de SeviUa, Audiencia de Santa Fe, 595. Se trata de Arma, 109, 1-15, 118, 120. 537-39.
Aserradero, 108. Bohío Redondo, San Juan de, 117.
una transcripción ordenada por el a,rzobis·po v~rrey Antonio Ca- As-pero, cerro, 174. Bojacá, 53, 537-39.
ballero y Góngora de los prino~pailes testimonios de las actua- Ata, 104. Bonza, 358.
ciones de la vis~ta de Moreno y Escandón y de Jas discusiones Ataco, 106, 111, 112. Boratare, 124.
Atrato, 62. Bosa, 42, 61, 313-4, 532, 534-5, 537.
posteriores. Además de lo tmnscrito, incluy,e dive•rs-oscua<lemos A vería, 105. Botijas, 4~9.
sobre tributos, remates y otros asuntos, así como el informe Ayapel, 86, 89. Boyacá, 135, 183, 335, 349.
Boyante. 1-23.
fina,] de Moreno y Escandón del 18 de noviembre de 1779 y la Bache, 107, 1-14. Bucaramanga, 1'22-3, 401, 407, 409,
detaJtlada argumentación de Franoisco Antonio Gutiérrez de Pi- Bailadores, 128. 41'1, 414-5, 51-0.
Balegra, 423. Bucarasica, 452.
ñeres en •respuesta a aque'l. Ambos se enouen:tran trasncritos en
el libro de Margarita Gonzáilez El resguardo en el Nuevo Reino
1) Este índice de nombres geográficos excluye a Santa Fe. En los
de Granada. La mayor parte de esta do.oumentación s.e encuentra casos en que la ortografía es vacilante, se ha preferido la forma más
también, más detallada pero en forlffia disperna, en [os diversos moderna. Cuando el mismo toponímico se refiere a varios sitios, se ha
fondos del Archivo Naciona-1 de Colombia. pre.ferido aewnular todas las referencias, sin intentar identificarlas en
forma precisa, por la dificultad para hacerlo en todos los casos.
¡
J. O. MELO (J. o. l\I.).

586 ' 587

Bucarica, 460. Coroni, 127. Chocha], 205. Guaohipay, 316.
Buenavista, 1-12, 124. Corozo, 1-27. Chopo, 122,434, 440-1, 443-4, 447, 522. Guachiva, 127.
Buenos Aires, lOG. C'ota, 551, 553. Chorrera, La, 398. Guadalupe, 1'l6.
Buga, 43, 4·6, 119-20. Coyaima, 106-7, 1,12. Chuaguete, 393-4, 398, 401. Guaduas, 108-9, 112.
Busbanzá, 135, 193, 195, 197, 207, Cruz, alto de la, 143. Chucho, 554. Guagua, 107.
367-8, 384-6, 388. Cubati, 128. Guaguarco, 107.
Cucaita, 13'6, 184, 320-1, 232-47, 350. Damas, 104. Gualí, 1!11~2.
Cabrera, 104. Cucuana, 1.11. Darién, 62. Guamo, 111-2.
Cáceres, 85-6, 89. Cucunubá, 576. Doima, 112. Guanacas, 113-5.
C'ácota, 476. Cúcuta, 1,22, 419, 426-7, 429, 452,522. Domingo Arias, 105. Guanaré, 1-26.
Cácota de Smatá, 1-22, 420, 510-12, Cuello, U.1-·2. Don Diego, >139. Guandimosita, 107.
51.6-18, 521-2. Cuenca, 46. Duitama, 42, 48, 132-4, 138, 183, 192-3, Guane, 124, 137, 392, 396-7,. 400-1,
Cácota de Velasco, 418-19, 421-27, Cueva, 452. 195, 198, 207, 215, 218-9, 366, 368, 403-6, 408-H, 4!13-15, 499-500.
521-2. Cuira, 112. 370-1, 386, 5'10. Guanentá, 397-8.
Caimán, 104. Cultiva, 134, 183, 243-4, 246, 248, 258, Guaragua, 128.
Caguán, 104. 260-1, 368, 370. • Ejido, 126. Guarumo, 108.
Ca,jamarca, 118. Culatas, 126, 137, 510. Enciso, 131-2. Guasca, 580.
Cajicá, 556. Curití, 124, 1.:l7, 392-4, 396-8, -401, Engativá, 53, 316, 538-9. Guásimos, 128, l50.
Calera, La, 270, 276-7, 281-2, 294-5. 404, 406, 411, 414-5, 458, 496. Escalante, 128. Guaso, 85.
297-301, 304-5, 307, 3-11-2. Cusio, 534-5. Espacica, 124. Guatavita, 42, 385, 559, 579.
Cali, 46, 116-8. Espinal, 107, 112. Guateque, 135, 184.
C'aloto, 46, 114.. Chaguaní, 108. Estanques, 126. Guayabal, 112.
Caloya, 1.12. Chamasera, 363. Estero, 116. Guayaquil, 46, 186.
Callejón, ,107. Clhámeza, ·134, 241'-44, 260, 371-2. Guazcalejo, 105.
Canagua, 127-8. Chapa,ima, 109. Facatativá, 52-3, 316, 537-9.
Guazinilla, 105.
C'anal, 398- 401. Chaparral, 112. Firabitova, 134, 183, 243, 245-6, 248,
253, 259, 260, 262, 371-2. Güepsa, 482, 484-7, 490.
Candelaria, 90. Cha.pocho, 126. Güicán, 135, 145-6, 1,59-1, 16l.
Cañaverales, 458-9. Charalá, 127, 137, 385, 388, 5'10. Fómeque, 528-30.
Fontibón, 53, 316, 537-9. Gutiérrez, 104.
Capacho, 128, <136-7. Charcola-rgo, 107.
Caparo, 127-8. Chausa, 317. )Tosca, 528-30.
Fortalecillo, 104. Hatillo, 117.
C'apellanía, 570. Chenohe, 106, 111. Hato de Abajo, 114.
Capellanías, 107. Chenchito, 103. Frío, río, 105, 11-7, 4G5.
Fune, 107. Hato de Lemos, 1!1·7.
Capilla, La, 135, 144-5, 1.61, 183. Cheva, 135, 193, 195, .198, 222, 224,
Capitanejo, 130-2, 516. Fúquene, 669. Hato Nuevo, 105.
229, 379-81.
C'áqueza, 528-30. Furizi (¿o Saudi?), 205. Hato Viejo, 184.
Chia, 553.
Caracas, 1-25-6, -130. Ohibatá, 42. Fusagasugá, 66, 68-80. Herradura, 105, 106.
Carare, 110, U5, 126. Chicamocha, 131-2, ,Jo3. Hervé, 109.
Carcas!, 1,22, 510, 515-18, 521-23. Chiguara, 126. Gacha, 329, 570. Higuerón, 1'16.
Carnicería, 107, 114. Ohilloa, 85, 90. Gachancipá, 558. Hobo, 104, 105.
Carrillo, vado de, 131-2. Chimá, .137, 510. Gachantivá, 325-6, 332-3. Honda, 108-9, 1,12, 1,15, 118-9.
Cartagena, 43, 87. Chimbo, 45. Gachetá, 580. Huerta, La, 543-4.
Cartago, 46, 102, 109, 115, 1.18-21. China, 111, 1'25. Gagin, 126.
Casanare, 122, 1•26, 130, 132-3. C'hinácota, 122, 437-8, 440-1, 443-5, Gala,pa, 90. !bagué, 102, 106, 109, 112, 1-15.
Cascaj a-1, 85. 447, 622. Gallinazo, 51'6-7, 51-9, 524-5. Ibarra, 45, 62.
Catatumbo, 453. Gámbita, :134, 510. • Idumque, 118.
Chinica, 174. Gámeza, 42, 133-4, 183, 192-3, 195,
Cauca, 85-6, 89, 109, 113, 115, 117-9. Chinú, 87. Iguaque, 322-3.
Ceibas, 104. 197, 199, 200, 205, 208, 2111--2,216, Uar,co, 108.
Chipalo, 1,11. 219-20, 222-3, 227, 230-1, 234, 379,
Cereté, 8'7. Inzá, 113-4.
Ohipaque, 528-31. 384, 386-7, 3·89-90. Iquira, 104, 107, 114.
C'erinza, 134, 183, 193-5, 1-98, 366, Chipasaque, 580.
3uB, 386. Garagoa, 1·35, 184. Iroba, 481.
Cerrito, 51.0, 516-7, 51-9, 524. Chipatá, 484-5, 487-91. Geuza, 136·. Iscala 439.
Cerritos, 1'1'9. Chiquiza, 136, 321, 323, 332-3. Gibraltar, 123, 125-6, 128-30. Iscatoca, 421.
Ciénaga, 45, 105. Chiquinquirá, 136, 479, 510, 585. Girón, 41, 58, 101, '1-22-4, 129, 131·, Iscuandé, 46.
CintimaJ, 4-39. Chiriví, 1·35, 183, 342, 349-51. 133, 138-43, 408, 410, 4'12, 415-16, Itaibe, U4.
Citará, 44. Chiscas, 132-3, 135, 144-8, 150-2, 457, 460-1, 463, 466-9, 500, 525. Itoco, 137.
Cocuy, 135, 1144-5, 147-52, 154, 157-8, 154-8, 1.61, 166-8, 18:Í. Gorgona, 45. Izá, 134, 243-6, 248, 258, 260-·1, 368,
161, 166-a, 183. Chita, 42, 46, 63, 1·32-3, 135, 144-5, Grita, La, 101, 123, 125-6, 1Q8-9. 370.
C'ogua, 313, 541, 543, 560-1. 158-9, ·160-1, 163-8, 170-1. Guabatá, 136, 481-2, 485, 487.
Coloso, 87. Ohitagá, 423:. Guaca, 22, 423, 478, 510, 515-19, Jaén de iBracamoros, 46.
Combeima, 11'1. Chitaraque, ·:136, 480, 486-7, 490. 521'-24. Jagua, 106.
Cómbita, 134, 183, 262, 268, 365. Ohivatá, 42, l(l3', 171-7, 181-3, 3·52-3, Guacama,yas, 135, 144-5, 148-52, Jagual, 104.
Consuelo, 103. Choachf-, 528-30. :1'54-56, 161, 166, 168, 185. Jamundí, 116.
Contadero, [03. Chocó, 44, 02, 1:17-8, 186. Guacavita, 138. Jegua, 86-7.
Coper, 137. Chocontá, 545, 5179. Guachetá, 135, 184, 344-5, 349, 351. / Jerida, 460. •

588 589
Labateca, 122, 126, 418, 420, 422-4, Montuosa Alta, 122. Palma, La, 108, 127, 133, 138, 315-16. Purificación, 103-4, 106-7, lH-2.
5Zl-2. Montuosa Baja, 122, 420. Palma de la Candelaria, !JO. Pueblo Nuevo, 1·24, 126-7.
Labranza Grande, 38~. 388. Montegrancle, 105. Palogrande, 107.
Ladera, 106. Monterralo, 103. PaJ.omares, 417. Quebrada Grande, 107.
Laderas, 109. Mopora, 479. Pamplona, 58, 62, 101-2, 122-4, 1'26- Quebrada Honda, 103.
Laguna, La, 44. Morales, 85, 90. 34, 138-42, 190, 416, 419, 423, 425-6, Quebrada Negra, 108.
Lagunilla(s), 44, 11'1, 126. Morriones, 127. 43'1, 442, 448-52, 437, 460, 469, 477, Quebradas, 477.
Laja, La 397. Morro, 126. 526, 518. Quijos, 45.
Lajas, Las, 43, 46, 63, 104, 112. Morroa, 87. Panamá, 44. Quinancipi, 137.
Latacunga, 45. Motavita, 134, 183, 268, 318, 320. 334, Panches. 42, 46, 63. Quindío, 11.0-11-, 1.13, 115, 118, 1,20.
Lebrija, 459. 365. Pandi, 66, 69-80. Quipama, 137.
Lenguazaque, 135, 184, 344, 349-51. Motilón, Motilones, 123-25. Papaya!, '103. Quito, 45, 47, 58, 62-4, 67.
Leyva, 133, 136, 138, 510. Mucucuba, 126 Páramo, 125, 13'7, 510.
Litargón, 155. Mucuchíes, 126. Páramo de Nuestra Señora, 103. Ramada, 281, 283, 290-4, 297, 301,
Loba, 43. Mucumpate o Macumpute, 120. Pare, 136, 510. 305, 31;1-2.
Lobatera, 128. Murca, 108, 316. Pasea, 42, 69-79. Ramiriquí, 133, 175-7, 179, 183,
Loja, 46. Muyachoque, 347. Pasguata, 1'74. 339-41-, 349, 152-4.
Loma, La 124, 460. Muzo, 108, 133, 135, 136, 563. 673. Paso Grande, 363. Ra-poso, 43, 46.
Lubigara, 397. Pa,sa Real, 460. Ráquira, 136, 32-9, 332-3, 571.
Naime, 113-14. Pasto(s), 46. Rasgata, 545-6.
Llanos Orientales, 41, 58, 122, 358, 423 Pata, 107, lll, !;13-15.
Llanos de la Cruz, 124. Nanusco, 108. Real de la Cruz, 90.
Naranjal, 106. Pauji, H2. Recio, 11.1.
Macaravita, 131-2. Naranjo, 119-20. Paumagrande, 1n. Remedios, ~3. 108.
Macas, •15. Nare, 115. Paycol, 105-6, 113-4. Retiro, 44, 85-6, 104, 107, 112, 114.
Machetá, 579. Nataga, 104, 107, l13-4. Pa.zos, 105. Riachuelo, 137, 510.
Magangué, 85. Nechí, 66. Pedral, 458-9. Rincón Santo, 559.
Magdalena, 85-6, 89, 102-4, 106-1,4, Natagaima, 106-7, 112. Pedraza, 126, 1-28•9. Riobamba, 45.
123-4, 129, 133, 138, 414, 459. Neiva, 41, 43, 58, 102-7, 110-11, 113-15. Pedregal, 105-6. Rionegro, 106-7, llA-5, 124.
Majagual, 86-7. Nemocón, 270-1. 274, 276-8, 280, Peña, La, 108. Rioviejo, ver San Pedro Regid'or.
Malagavita, 131-2. 248-8, 295-6, 298-302, 309-11, 313, Peñablanca, 107. Ripaguata, 173-4.
Malambo, 90. 540, 545, 547, 559. Pel'ión, 85, 90, 500. Ritoque, :J30.
Manco, 460. Nilo, 107. Peralonso, Hl. Robada, La, 137, 501, 510.
Manta, 138, lM. Niuque, 567. Pesca, 133, 1.75, 177, 183, 352. Roldanillo, 1-16, 11-8.
Manzano, 290-'l, 307, 311. Niza, 385. Pescadero, 460. Rosario de Cúcuta, 122, 429, 449, 451.
Maracaibo, 44, 47, 101, 122-3, 125-6, Nobsa. 134, 183, 237, 239-40, 243-45, Pescador, 105. Rufa, 439.
128-30, 140-2, 426, 45'1-2, 516. 248, 253-54, 260-·1, 371-2. Picacho, 485, 487. Rute, 270, 276-7, 281-2, 290-5, 297-
Mariquita, •U, 58, 102, 108-15. Nocaima, 108. Pie.bicha, 103. 301, 304-8, :n1-12.
Marquetones, ver Bacan.eme Norosí, 85, 90. Piedecuesta, 124, 459-60, 463, 466,
Mata, 103. Noturco, 107. 468-9. Sabaná, 127.
Mata Redonda, 460. Nóvita, 44. Piedras, 112, 126. Sabana Grande. 90.
Matanzas, 105, 420, 476. Pileta, 87. Sabandija, 1.11.
Mauporco, 127. Obispos, 127. Pinchorroy, 87. Sabaneta, 87.
Maynas, 45. Ocamonte, 13,7, 61.0. PJ.nchote, 137. Saboyá, 1.37, 478-9, 486-7, 491, 685.
Mencipas, 137. Ocaña, 10'1, 123-4, 129, 140, U2-3, Piojon, 43, 90. Sáchica, 1-33, 136, 317-8, 320-1, 323,
Menchiquejo, 85, 90. 452-3, 457. Pital, 106, 114. 325, 327-35, :r66.
Méndez, 112. Oiba, 125, 137, 510. Plata, La, 105-7. Sahagún, 87.
Mene, 105. Oicatá 134, 174, 183, 268, 360-1. 365. Platanal, 136, 483-4, 4-86-7. Salado, '104, 116, 428.
Me1·cadillo, 104. Ojo Largo, 86. Pocharco, 104. Salazar de las Palrnas, 43, 112-3,
Mérida, 62, 68, 101-2, 125-6, 128-31, Onzaga, 134, 138-9, 193-5, 198, 392-4, Ponedera, 90. 129, 431-, 436, 452, 454-5, 525.
140, 142. 396-8, 401-4, 411, 414-15, 510. Pontezuelas, 1-74. Saldaña, 106, 108-15.
Meta, 423. Oro, río del, 105, 124, 460. Papayán, 45, 102, 106-10, l13,-17 120. Salero, 105.
Micos, 119, Ortega, Ul. Popoa, ,;81--2, {87. Salina, La, 135, 144-5, 158-9, 161,
Mijagual, 127. Otavalo, 45, 62. Portachuelo Grande, 118. 163-8, 183.
Mina, 112. Otaz 104. Portuguesa, 126. Salitre, El, 358.
Miraflores, 112, 135, 184. Ovejeras, 57~. Potrerillo, 1-19-20. Samacá, 136, 159, 184, 317-8, 332,
Mogotes, 134, 138-9, 510. Pozuelos, 103. 3:J4, 36.6.
Mojana, 85, 89. Pabachoque, 481. Prado, 103-4. Sampués, 87.
Momil, 87. Pacandé, 107. Pregonero, 128. San Agustín, 126.
Mompóx, 44, 81~7, 89-91, 98, 113. Pacho, 545, 561. Pueblo Llano, 126. San Antonio, 104, 124.
Mongua, '134, 183, 193, 195, Ul8, 202, Paeces, Paez, 42. 105-7, 113-5. Pueblo Nuevo, 124, 126-7. San Antonio de Guarumo, 108.
204-5, 258, 385, 386. Paguey, 77. P-uente Real, 1'36. San Antonio de Táchira, 128.
Monguí, 134, 183, 193, 195, 198, 207, Paila, La, 116. Puerto Cañaverales, 1-26. San Andrés, 87, 105, 122.
258, 260-1, 386-8. Pai-pa, 134, 183, 245, 248, 266, 268, Puerto Real, 124. ¡ San Bartolomé, 1D8, 124, 131--2.
M'oniquirá, 136, 266-7, tl.25-6, 332, 357. 355-7, 362, 365-6, 372-3, 3'7ii. Puerto Sogamoso, 126. San Benito, 13.6, 490.

590 '
591
San Benito Abad, 43, 8G-7. Si.mij aca, 572. Tegua, 135.
San Buenaveµtura, 123. Simití, 65, 89-90, · 1•23. Tuso, 313-4, 535-6.
Teguaneque, 347. Tuta, 134, 183, 268, 359, 365.
San Cayetano, 123, 454-5. S'imácota, 125, 137, 510. Teleohar, 482.
San Cristóbal, 1·23, 126, 128-9. Sincé, 87. Tutasá, 135, ·193, 195, 198, 211.-5,
Sincelada, 134, 1·38-9, 510. Tena, S'an Antonio de, 534•36. 366, 368.
San Diego, 1.49. Tenerife, 44.
San Faustino, 41, 122-3, 1-28-9. Sincelejo, 87. Tenjo, 53, 537-40.
San Francisco de Borja, 45. Sinú, 43. Tenza, 42, 133, 135, 138, 183. Ubaque, 42, 68, 177, 527, 529-30.
San Gil, 42, 101, 124-5, • 129, 133, Siravita, 452. Tequia, 99, 121-2, 130-2, 423, 426, Ubaté, 42-3, 48, 310, 313, 541, 662,
137-9, 399, 406, 413, 4'15, 475-6, Soacha, 313-4, 532, 534-5, 537. 510-1, 51.4-23. 564-5, 567, 573.
492-3, 498-9, 501, 510. Soatá, 134, 193, 385, 422, 427, 440, Tetuán, Ul. Ulaga, 423.
San Jacinto, 124. 444, 451, 455, 610, 514, 523, 525. Tibacuy, 69-80. Umbita, 184.
San Jerónimo del Monte, 85, 69. Sobenquesaca, 174. •· · Tibaná, 135, 17·7, 179, 183, 338, 340-2, Une, 323, 528-9.
San Jorge, 85-6, 89. Socotá, 135, 183, 193, 195, 198, 219- 349, 351-2. Unta, 56'1.
San José, 125, 127, 137, 501. 220, 222, 224, 379-80, 392, 396, 402-3, Tibasosa, 1,34, 183, 236, 240, 242-6, Urivante, 127.
San José de la Robadera, 124. 1114. •
248, 259-60, 262, 371-2. Usaquén, 66, 313, 535-6.
San José de la Victoria, ver Ma- Socorro, 101, 124, 129, 1-33, 137-9, Tibirita, 138, 1B4. Usiacurí, 90.
jagual. 1'42-3, 395, 399, 413, 415, 503, • 510. Tierra Adentr.o, 90. Usme, 527, 529, 531.
San Juan, 45, 104, 107, 126. Socha, 135, 183, 193, 1-95, Hl8, ·219· Tigre, 103. Uvita, La, 135, 144-5, 149, 156, 16-1,
San Juan de las Palmas, 81. 220, 230-r, 233-4, 382, 391-. • Tija, 329. 183.
San Juan Nepomuceno, • 127. Sogamoso, 42, 48, 122, 133-4, 1.74, Timaná, 105-6, 1:14-5. Uyuguata, 174.
San Luis, 112. 183, 193, 202, 219, 234, 236-7, 241•, Timotes, 126.
San Martín de Loba, 86.· 243, 245-6, 248, 251, 253-4, 259-64, Tinjacá, 1.36, 327•8, 332-3.
San Miguel de !barra; ver !barra. 338, 355-7, 359, 365, 368, 370, 372-3, Valledupar, 44.
Tinsica, 174. Valle, 1112, 510.
San Nicolás, 87. . . • 375, 385, 389, 426, 459-60, 523. Tobasía, 135, 193, 195, 198, 210, 215-6,
S'an Pedro, 123, 129-30, 290-1, 307. Soledad, 90. Valle de las Hermosas, U2.
243-50, 368. Vega, 111.
San Pedro Regidor, 85, 90. Somondoco, 135, 184. Tocaima, 42, 103, 108-9.
San Rafael, 127. Sopó, 580. Vega, San Juan de la, 108.
San Roque, 459. Toca, 133, 173, 175-9, 183, 352-3. Velásquez, Paso d!!, 109.
Sora, 'l'.36, 183, 319, 321, 323, ·332-4, Tocancipá, 313, 541-3, 560.
Sa11''Sebastián, 85, 87, 127, 338. Vélez, 42, 124, 133, 136, 138, 273,
Tocotá, 1'16. 460, 487, 490-1.
San Vicente, 127. Soracá, 133, 175-7, 183, 352. Tolú, 43, 86-7, 91.
Santa Ana, 112, 119-29, 1.36, 486, 490. Sotaquirá, 134, 183, 268, 263-5. Venadillo, 1.1,1-2.
Tolú Viejo, 87. Venado, 104.
Santa Bárbara, 106, 501. Suaita, 136. Tona, 420.
Santa Catarina, 90, 127. Suárez, 398. Ventaquemada, 184, 347-8.
Tonayri, 460. Vetas de Pamplona, 1·22, 420, 424-5,
Santa Marta, 44, 101, 122-3, 129, Suba, 534-37. Tonchalá, 434.
140-3, 457. Subachoque, 538-9, 55'1. 427, 521, 525.
Topaipí, 108. Vieja, Río de la, -119.
Santa Rosa, 127, 134, 183, 193·-4, Sube, 460. Tópaga, 100, 1.34, 385-6, 388.
323, 386. Suesca, 577. Villavieja, 104.
Torca, 174. Villeta, 108.
Santero, 87. Sueva, 533, 535. Toro, 1.15, 117, 121.
Santiago, 85, 123, 133, 454-5, Sulasquilla, 470. Viracachá, 133, 175-7, 179, 352-4.
Tortugas, 104. Vocono, ver Bocono.
Santo Domingo, 126. • Supla, 1.02, 109, 115, 1-20-1. Tota, 134, 11l3, 193, 195, 199-200,
Santo Domingo de la Coriza, 127. Suratá, ver C'ácota. 202, 219, 243, 246, 250, 260, 370.
Santo Ecce Horno, 136, 476, 585. Suratá, 460. Totaré, 111. Yaguará, 107, 1,14.
Santo Tomás, 90. Susa, 570. Yariguíes, 414.
Saquencipá, 359. Totumo 104.
Suta, 136, 1.83, 326-7, 33'2, .338. Toya, 301. Yavi, 104.
Sarante, 127. Sutamarchán, 385. Trapiche, 428. Yati, 85.
Sarare, 127. Sutatausa, 574. Trujillo, 125. Yacopí, 315-6.
Sardinas, 393. Yayupí, 108.
Sarque, 137. Tábano, 439. Tubará, 90.
Tumaco, 46. Yeguas, 103.
Sasa, 317. Tabay, 126. Y,uca, 326, 332-3.
Sasaima, 108. Tabio, 549, 551. Tune, 1;14.
Tunebos, 146. Yunde, 116.
Sátiva, 134, 189, 183, 193, 1-98, 215, Tablada, 85.
382-3, 510. Tablazo, 112. Tunja, 41, 58, 91-2, 94, 98, 100-2,
Saudi (.o Furizi), 205, 207. Tacaloa, 85, 89. 108, 122, '124, 130-9, 141·3, 159, Zambrano, 85, 89.
Sepitá, 1.22. Tacamocho, 85, 89. 163, 171, 1173-4, 'l.84, 186, 234, 243, Zapatoca, 1-24, 137, 474, 476.
Serrezuela, 53, 143-4, 316, 638-9. Tacasaluma, B5. 267, 273, 319-20, 331, 334-5, 35'1, Zaragoza, 43, 85.
Servetana, 104. Táchira, 128, 142, 42-6. 353, 365-8, 510, 514, 625. Zetaquira, 135, 184.
Servitá, 42, 122, 126, 418, 423-4; 4'26, Tala,ygua, 44, 85, 90. Tunjuelo, 528. Zipacón, 53, 31-6, 538-9.
515--19, 521-5. Támara, 423. Tunungua, 479. Zipaquirá, 42-3, 48, 61, 269, 27·2-80,
Sesquilé, 680. Tariva, 128. Turbaco., 43. 286-313, 349, 540, 545-9, 559-62,
Seuba, 533. Tasco, 135, 183, 185, 193, 195,• 198, Turmequé, 133, 135, 183, 336, 3·39, 584-5.
S2villá., 109. 230, 234-5, 381-4, 388, 510. 346-7, 349-5'2. Zulia, 452.
Siachoque, 130, 132-3, 173-5, 1.79, -~Tatagua, 1.04. • •
183, 338, 352-4. ~Tausa, 270, 274-81, 286-8,-295°6, 29·3.
Silos, 122, 4Hi, 421-5, 521-2. • 301, 309-10, 3>13,545-8, 573-4.

592 593
'
 INDICE GENERAL
Página

Introducción: Francisco Antonio Moreno y Escandón:

Retrato de un burócrata colonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Lista de los corregimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Cédula Rea.!, 8 de noviembre de 1770 . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Informe de'\ Tribuna1J ele Cuentas, J 7 ele febrero ele 1772. 51
Concepto del Protector ele Indios, 20 ·ele marzo de 1772 . . 55
Cédll'la Real del 3 de agosto ele 177 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Rea!l Orden del 4 d·e mayo de 177 5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Junta de Tribunales del 20 de no·viembre de 1775 . . . . . . 65
Relación de la Vi-sita de Moreno, Dic. 1775-enero 1776 . . 68
Ju'llta de Tribunales del 26 de abril de 1776 .... •....... 82
Informe del Gobernador de Cartagena del 26 de mayo
de 1776 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
Junta de T•r,ibuna'les del 16 de ju:Iio de 1776 . . . . . . . . . . . 88
J.unta de Tribuna'les cleil 17 ele julio ele 177 6 . . . . . . . . . . . 92
Inst-rucciones para 1-avü¡ita de José María Campuza.no . . 94
J,unta ele Tribuna '.es cid 6 ele septiembre de 177 6 . . . . . . . 100
Informes sobre Neiva, Mariquita, !bagué, Caili, Toro, Car-
tago y Popayán (1776) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Descripción de Poblados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Demarcación ele Co-r-regimientos de ,Pa,mpfona y Mérida . . J 31
Junta de Tribunales del 27 ele enero de 1778 . . . . . . . . . . 141
Junta de Tribunales de-120 de marrzo de 1776 . . . . . . . . . 143
• Vü,ita de José Ma-ría Campúzano y Sanz . . . . . . . . . . . . . 144
, Partido de Chita (marzo de 1777) . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
Part,ido de Chivatá (agosto ele 1777) . . . . . . . . . . . . . . . 172
Solicitud de cor-regidor sobre cobro de tributos . . . . . . 183
Pantido de Gámeza (mayo de 1777) . . . . . . . . . . . . . . . . 192
·• •P.artido de Sogamoso (junio de 1777) . . . . . . . . . . . . . . . 236
Informe sobre Z~paqui-rá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269
Informe de Moreno y Esca:ndón (mayo de 1777) . . . . . . . 269
Oarta de Moreno y Esca,nclón (junio de 177 8) . . . . . . . . 282
Oficio de Gutiérrez de Piñer;es (junio de 1778) . . . . . . . 286
Decretos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 O

595
 Página

V,isita de Francisco Antonio Moreno y Escandón

Partido de Sácbica (septiembre 1778) . . . . . . . . . . . . . . 316
• Partido de Turmequé (septiembre 1778) . . . . . . . . . . . . 336
, Partido de Chivatá (septiembre 1778) . . . . . . . . . . . . . . 351
Partido de P.aipa (junio 1778) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355
Partido de Gámeza (agosto de 1778) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 379
Guam:, Onzaga, Curití y Bucaramanga . . . . . . . . . . . . . . . . 392
Silos, Labateca y Cácota . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 416
~a, Chopo, Arboledas, Chinácota, Rosario, Sa.J.azar
de las Pa1mas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427
Girón, Piedecuesta, !Pamplona, Zapatoca, Cácota . . . . . . 457
Saboyá y Partido de Vé'lez (agosto de 1778) . . . . . . . . . 478
San Gil, Bm:>icha,ra,La Robada, Socorro y otras . . . . . . 493
Corregimielllto de Servi:tá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 510
1Partido de Ubaque (enero de 1779) . . . . . . . . . . . . . . . . 527
Partido de Bosa (enero de 1779) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 532
1 Partido de Bogotá (enero de 1779) . . . . . . . . . . . . . . . . . 537
1 Partido de Zipaquirá (enero de 1779) . . . . . . . . . . . . . . 540
,Partido de Ubaté (febrero de 1779) . . . . . . . . . . . . . . . . 5 62
Nota.sobre este documento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 586
IndJ.ce Geográfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 587 Se terminó la impresión de esta
obra, en los Talleres Gráficos
del Banco Popular, en Bogotá,
el día 6 de agosto de 1985.

596 '
 O-BR-AS PUBLICADAS POR LA BIBLIOTECA BANCO POPULAR

l Hermógenes Maza. A. Miramón.

2 y 3 - Francisco Antonio Zea. Roberto Botero Saldarriaga.
4 La Civilización Chibcha. M. Triana. •
5 y 6. - Comentos Criticas sobre la Fundación de Cartagena de Indias.
Enrique Otero D'Costa.
7 y 9. - Peregrinación de Alpha. Manuel Ancizar.
8 El Jeroglifico Chibcba. M. Triana.
10 a 13. - Maravillas de la Naturaleza. Fray Juan de Santa Gertrudis, OFM.
14 Romancero Bolivariano.
15 Memorias de un Abanderado. José Maria Espinosa.
16 a 18. - Lecciones de Historia de C'olombia. Arcadio Quintero Pefia.
19 y 20. - Manuel José Castrillón. Diego Castrillón Arboleda.
21 Congreso de C(lcuta de 1&21.
02 Poesía. Diego de J. Fallan.
23 La Conjuración Septembrina y otros Ensayos. Roberto Liévano.
24 Memorias sobre las Antigüedades Neo-Granadinas. E. Uricoechea.
25 Los Trabajadores de Tierra Caliente. Medardo Rivas.
26 Los Chlbchas antes de la Conquista Espafl.ola. Vicente Restrepo.
2'I y 28. - Orientación Republicana. C'arlos E. Restrepo.
29 La Melancolía de la Raza Ind!gena y Glosario Sencillo. A. Solano.
30 La Rep(lblica en la América Espafl.ola. Sergio Arboleda.
:u Artículos Escogidos. Emiro Kastos.
~ Los Amigos del Poeta. E. Carranza.
33 Reminiscencias Tudescas y Cuentos a Sonny. Santiago Pérez Triana.
34 Colombia en la Guerra de Independencia. Cornelio Hispano. '
35 El Rejo de Enlazar. Eugenio Drnz.
36 Historia de la Revolución del 17 de Abril de Hl54. Venancio Ortiz.
37 Croniquillas de mi Ciudad. Luis Maria Mora.
38 y 39. - El Dorado. Liborio Zerda.
40 C'olombia. Germán Arciniegas.
41 a 43. - Capítulos de Historia Politice de C'olombia. Carlos Martinez Silva.
44 Escenas de la Gleba. Fermln de Pimentel y Vargas.
45 Articulas de Costumbres. R. Silva.
46 a 49. - Museo de Cuadros de Costumbres. Variedades y Viajes. Bl•
biblioteca de "El Mosaico" 1866.
50 Memorias del General Santander.
51 Montafias de Santander. Enrique Otero D'Costa.
52 El Almirante Padilla. 1
53 · y 54. - Obras de Alberto Angel Montoya. •··.¡
55 Summa de Geograffa. Martín Fernández de Enciso.
56 Memorias de un Oficiai de la Legión Británica. Richard Vawell.
57 Imagen Poética. G. Pardo Garcia.
58 y 59. - Derecho Público Interno de Colombia. José María Samper.
60 Las Culturas Andinas de Colombia. Jacinto Jijón y Caamafio.
61 Agustín Agualongo y su Tiempo. Sergio Elías Ortiz.
62 Los Ultimas Días de López y otros escritos. Alfonso López Michelsen.
63 y 64. • Historia de la Literatura en Nueva Granada. José María Ver-
gara y Vergara.
65 a 67. - C'onversaciones con mis Hijos. Francisco de Paula Borda.
68 La Verdadera y la Falsa Democracia. Rafael Rocha Gutiérrez.
69 Biografía de Córdoba. E. Posada.
70 Luna de Arena. Arturo Ca.macho Ramírez.
7l Diario de la Independencia. José Maria Caballero.
72 Del Antiguo Cúcuta. Luis Febres-Cordero F.
73 El Terremoto de C(lcuta. Luis Febres-Cordero F.
74 Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la. Ciudad y Provincia de
Santa Marta. José N. de la Rosa.
75 a 78. - Obras de Joaquín Tamayo.
79 Francisco José de Caldas. AHredo D. Bateman.
80 La Familia de Santander. Luis E. Pacheco y Leonardo Malina L.
81 Temas de Diplomacia y de Historia. Diego Uribe Vargas.
82 Constante de la Historia de Latinoamérica en García Márquez. Gus-
tavo Alfara.
83 Don Juan del Corral - Libertador de los Esclavos. Roberto Tisnés J.
84 y 85. - Obra Literaria de Alfonso Bonilla-Naar.
116 El Sa,po Burlón. G. Páez Escobar.
87 Aquellos Afios Turbulentos. Helena de la Espriella de Escobar.
88 La Gruta Simbólica y Reminlseencias del Ingenio y la Bohemia en
Bogotá. José V. Ortega Ricaurte y Antonio Ferro.
89 a 96. - Fuentes Documentales p;tl'a la Historia del Nuevo Reino de
Granada. J'uan Friede. I
97 Aguja de Marear. Otto Morales Benitez.
98 a 100. - Libros Colombianos Raros y Curiosos. Ignacio Rodríguez G.
101 y 102. - La Convención de Ocafla. José Joaquín Guerra.
103 a 108. - Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales. Fray Pedro Simón.
109 Eschtos Históricos. José Manuel Marroouín.
110 Poesía Rústica y Poesía Romántica. Daniél, Jorge y Nicolás B31YonaP.
111 Maria Martínez de Nísser y la Revolución de los Supremos. Roberto
M. Tisnés Jiménez. .
112 Compendio General de Folklore Colombiano, Guillermo Abadía M.
113 y 114. - Noticias Secretas de América. Jorge Juan, y Antonio de Ulloa.
115 a 119. - Escritos Escogidos de Luis Eduardo Nieto Caballero.
120 Vargas Vila - Sufragio, Selección. Epitafio. Malcólm Deas.
121 Tiempo del No - Tiempo del Sí: Guiomar Cuesta Escobar.
122 Obra Poética de Edgar Poe Restrepo. •
123 José María Obando - De Soldado Realista a Caudillo Republicano.
Francisco U. Zuluaga R. .
124! Indios y Mestizos de la Nueva Granada a Finales del Siglo XVliI.
Francisco Antonio Moreno y Escandón.

FUERA D:ElSERIIE
-Informe Musgrave (Bases para una Reforma Tributaria en Colombia).
-Hacia el Pleno Empleo (Estudio ·de la OIT sobre Colombia).
-Desarrollo Económico de Colombia (Informe -del Banco Mundial).
-íLa Reforma Tributaria Colombiana de 1974. M. Gillis y Charles McLure.
-..Situación Económica, Principales Problemas y Perspectivas de Desa-
rrollo de Colombia (Estudio de la Cepcies).
-Tres Puertos de Colombia. Theodore E. Nichols.
---,Las Cooperativas Agropecuarias en Colombia. Wolfgang Frank.
---,La Cibernetización - Una Conquista Silenciosa. Alberto León Betancourt.
-Historia Económica de Colombia: Un Debate en Marcha. Instituto de
E5tudios Colombianos.
-Recursos para el Futuro. Colombia: 1950-2000. Instituto de Estudios
Colombianos.
-Panamá y su Separación de Colombia. E<luardo Lemaitre.
-Colombia No Alineada. Marcos Palacios.
-América de Norte a Sur. ¿Corsarios o Libertadores? Jaime Duarte French.
--,J3ol!var en el Tiempo. Francisco Cuevas Cancino.
-Así se Hizo la Independencia. Alberto Lozano C1eves.
-Violencia, Conflicto y Política en Colombia. Paul Oquist.
-Contribución al Conocimiento de la Estratigrafía Cerámica de San
Agustín. Gerar-do Reichel-Dolmatoff.
-Cerámica y Ceraimi.stas de Ráquira. Yolanda Mora de Jara-millo.
-Arqueología de Sutamarchán; Boyacá. Ana María Falchettl. - ,
-Investigaciones Arqueológicas en los Abrigos Rocosos del Tequendama.
Gonzalo Correal Urrego y Thomas Van der Hammen. . •
-,Album de Dibujos de Alberto Urdaneta.
-Catálogo del Museo Arqueológico del Banco-POJ'.)ular, Casa del Marqués
de San Jorge. Luz Amparo Adames y Marcela Torres de Caro.
-CatálogQs de Arqueología Colombiana. Culturas Tumaco, -Quimbaya
y Chlbcha.
-Catálogo del Museo de Arte de· Medellín "Francisco Antonio Zea".
J. Cárdenas y Tulia R. de Cárdenas.

TEXTOS UNIVERSITARIOS
-Evaluación Económica de Proyectos de Inversión. A. Infante Villarreai.
-Prestaciones Sociales del Sector Privado. Guillermo González Charry.
-Elementos de Auscultación, Fonocardiografía y Apicocardlografia Clí-
nicas. Juan Consuegra Zulaica. ..
-Derecho Administrativo. Jaime Vidal Perdomo.
-Nuevo Estatuto Penal· Aduanero. Roberto Medina López.
-La Flora Ornamental Tropical y el Espacio Urbano. Lyda C. de Barrero.
-Po!ltica Económica y Sector Externo. J. Alberto Navas Sierra.
-Introducción a las ·Aves de _Colombia. Humberto -Alvarez López.
-Moneda, Banca y Teoría- Monetaria. Fernando Gaviria Cadavid.
-Colapso Gravitacionail. José ·Fern·ando Isaza D.
-Cali: Terratenientes, Mineros y Comerciantes, siglo XVITI. G. Colmenares.
-Guerra y· Economía en las Haciendas,_ Popa_yán, 1780-1830. Zamira Dlaz
de Zuluaga. • •
-Desarrollo Político, So-eial y Económico en el Valle del Cauca, 1600-1854.
José Escorcia. • • • • •
--El Crédito y la Economía, en el Valle del Cauca, 1851-1880. Ric;hard
Prestan Hyland. _• • •
-Empresarios y Tecnología en la: Formación del Sector Azucarero eh '
Colombia. 1860-1980. José María Rojas G.
Tovar- Zámbrano.- ' • :
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•
~La Intervención Económica del Estado. en Colorhb_ia, '1914-1936. Bernardo
-.Jaibanás," los verdaderos hbmbres. ·I.mis ·Guillerrrro Vasco. -
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