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Cass Sunstein: "Los gobiernos pueden

usar mi teoría del empujón para hacer un


buen trabajo sin invertir mucho dinero"
El director del Programa de Economía del Comportamiento y Políticas Públicas de la

Facultad de Derecho de Harvard explica las aplicaciones prácticas del concepto que

desarrolló en su libro “Un pequeño empujón”.


02 Enero de 2022 08.10

Un empujón -o nudge, en inglés- es la base de la teoría de Cass


Sunstein sobre la toma de decisiones. Catedrático norteamericano,
fundó y dirige el Programa de Economía del Comportamiento y Políticas
Públicas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard. Fue
asesor de la gestión de Barack Obama, las Naciones Unidas y el Banco
Mundial, y trabaja para el gobierno de Joe Biden.

“La teoría es que el empujón es un instrumento, una herramienta, que


puede ayudar a los gobiernos a hacer un buen trabajo sin necesidad de
invertir mucho dinero”, dice el también autor de Noise, que escribió
junto a Daniel Kahneman. Y añade: “Si les interesa la seguridad
laboral, la vacunación, la prevención de pandemias, el cambio climático,
el crecimiento económico, la reducción de la pobreza o eliminar la
discriminación en función del género, la teoría del empujón brinda varias
herramientas”.
Según la teoría del empujón, generalmente las personas eligen
la opción más fácil y no la más adecuada. ¿Cómo evitamos los
sesgos?

Una manera de explicarlo es que las personas no eligen perfectamente.


Muchas veces no necesitamos un empujón. Por ejemplo, cuando
decidimos qué pedir en el restaurante de siempre o cuando manejamos
por nuestro barrio. En cambio, si estamos en un lugar desconocido, usar
el GPS es muy útil y es una especie de empujón. Podemos ignorarlo si no
nos gusta el camino y podemos elegir a dónde queremos ir, pero nos
empuja a seguir determinado camino. En ciertos modelos de auto, si nos
pasamos de carril, escucharemos un pitido. A veces lo oímos cuando
hacemos marcha atrás y estamos a punto de golpear algo, eso también es
un empujón.

¿Cuánto influye la información que tenemos?

En todos estos ejemplos, muchas veces no tenemos la información que


necesitamos, como cuando estamos en un lugar desconocido. Otras, no
estamos prestando atención. Por ejemplo, si alguien es alérgico a las
nueces o los camarones -yo lo soy a los camarones-, un empujón que
indique que la comida frente a nosotros contiene camarones o nueces es
bienvenido. Los criterios básicos para determinar los empujones a la hora
de ayudar a alguien a tomar mejores decisiones es analizar si esa decisión
mejora su vida. La mejor forma de evitar los sesgos cuando ayudamos a
alguien a elegir es preguntarnos qué quiere la otra persona. Eso es lo que
hace el GPS o la etiqueta con los ingredientes y es lo que hacen los buenos
empujones: ayudan a las personas a mejorar su vida según sus propios
parámetros.
Muchos políticos y gobiernos lo contactaron para analizar
opciones sobre cómo aplicar la teoría a la política pública. En
2010, David Cameron creó la Unidad del Empujón. Además,
colaboró con Obama. ¿Qué es lo más relevante que han hecho
los gobiernos con esta teoría?

Mi ejemplo preferido fue durante el gobierno de Obama, cuando se creó


un programa que les daba comida gratis a niños pobres en la escuela. El
problema era que muchas familias no se anotaban. El empujón que
usamos fue inscribir automáticamente a los niños. Si no quieren, no usan
el programa. Pero, según estadísticas recientes, este programa y otros
similares les dan acceso a comidas gratis en la escuela a 15 millones de
niños. Otro ejemplo es en Alemania y Suiza, donde hay mucho interés por
reducir la contaminación y los gases de efecto invernadero. Se usó un
programa que inscribía automáticamente a empresas y viviendas
personales en el uso de energía limpia. En consecuencia, redujeron
significativamente la contaminación, incluso las emisiones de carbono. Y
eso, a su vez, mejora la salud pública.

¿Cuáles son los errores más comunes que ocurren cuando se


toman decisiones en grupo?

Un grupo puede tener sesgos y, si los individuos comparten esos sesgos, el


grupo también. En las ciencias del comportamiento, el sesgo es cognitivo,
es decir, es un alejamiento sistemático de la verdad. Si las personas creen
que su equipo preferido va a ganar, es un sesgo optimista. Si están
enfocados en el presente y no en el largo plazo, es sesgo del presente. Pero
hay una cuestión más interesante: los grupos amplifican los sesgos de sus
miembros. Si uno cree que Argentina va a ganar un partido de fútbol y
todo el grupo piensa igual, a medida que hablan entre ellos, posiblemente
pasen de estar confiados en la victoria a pensar que es inevitable. Si un
grupo de funcionarios solo piensa en el corto plazo y no en el largo plazo
del crecimiento económico de la nación, ese sesgo no solo se verá
reflejado en el grupo sino también amplificado.

¿Existe un empujón para el tipo de decisiones que hay que


tomar pero para las cuales no tenemos experiencia?

Sí. Si quiero comprar una casa, es probable que lo haga una sola vez.
Quizás una o dos veces más. Pero hay mucha información sobre la compra
de viviendas y qué cuestiones afectan el bienestar de las personas. Si
muchas personas en el área elegida informan que el precio de la vivienda
aumenta cada 15 años, significa que es una buena inversión. Si la
información muestra que quienes compraron una casa están contentas
con su decisión, también es útil. Analizar los números de todo lo que
puede explicarse con números puede evitar que tomemos decisiones
inadecuadas.

“SI UN GRUPO DE FUNCIONARIOS SOLO PIENSA EN EL CORTO


PLAZO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO Y NO EN EL LARGO PLAZO,
ESE SESGO SE VERÁ REFLEJADO EN EL GRUPO Y AMPLIFICADO”.

¿Cómo podemos cambiar nuestra vida personal aplicando su


teoría?

En el libro hablo sobre econs y humanos. Los econs son perfectos y


racionales, los humanos no. Cuando mi hijo tenía 7 años y pasábamos por
una juguetería, siempre quería entrar. Se volvió un problema. Entonces, le
dije: “Declan, hay dos operaciones cognitivas en tu mente: la econ y la
humana. La econ es el sistema dos, es deliberado y consciente. Reconoce
que tienes suficientes juguetes y que no vale la pena comprar uno más.
Pero el humano, el sistema uno, está muy enfocado en el juguete y lo
necesita ahora. Debes contrarrestar el sistema uno y seguir al sistema
dos”. Todos los padres les dicen eso a sus hijos de 7 años. Por unas
semanas funcionó. Pero unas semanas después, me dijo: “Papá, ¿tengo un
sistema dos?”.

Escribió otro libro llamado “Sludge: What Stops Us from


Getting Things Done and What to Do About It”. ¿Qué es el
sludge?

Es como una fricción, algo que se interpone entre las personas y algo que
puede mejorar su vida. Puede ser la burocracia. Quizás sea un formulario
online que hay que completar, tan complicado y confuso que es imposible
hacerlo y terminamos llorando. Quizás es la obligación de ir a algún lugar
para recibir una vacuna o certificado y es muy difícil de encontrar. Y, una
vez que llegamos, vemos una fila eterna o el encargado nos maltrata. Y
nos dice: “¿Qué certificado?” o “Estamos cerrando”.

Estas fricciones, impuestas por empresas privadas a veces y por el


gobierno otras, pueden hacer que las personas sientan que están
desmereciendo su dignidad, pueden hacer que se sientan frustradas y
humilladas, y eso es terrible. También les hacen perder tiempo. Y no solo
pierden mucho tiempo sino que además los separa de aquello a lo que
tienen derecho. Por eso, la guerra al sludge, que iniciará en 2021, o eso
espero yo, llevará unos años, pero vale la pena lucharla.
¿Cuáles son las preguntas más comunes que le hacen los
empresarios sobre la toma de decisiones?

Ahora trabajo para el gobierno, ya no con empresarios, pero, cuando lo


hacía, había dos cosas que les interesaban. Primero, ¿cómo usamos el
empujón para ganar más dinero? Y segundo, ¿cómo usamos el empujón
para tomar mejores decisiones a fin de mejorar la sociedad? Sabiendo los
temas que me interesaban, solían preguntarme cómo fomentar la salud
pública, cómo mejorar la seguridad, cómo ayudar a los consumidores a
tomar decisiones económicas adecuadas. También me preguntaban cómo
vender más.

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