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Aun con todas las situaciones que hay en el área profética, los profetas son necesarios. La
Palabra de Dios dice: «Sin profecía el pueblo se desenfrena» (Proverbios 29: 18a). El diablo
quiere dañar el ministerio profético para traer corrupción a la Iglesia. Es por eso, que Dios
cuenta contigo, que estás leyendo este libro, para que te levantes como un verdadero profeta,
con la única motivación y pretensión de agradar a Dios y edificar el cuerpo de Cristo. El cielo
cuenta contigo y eres muy necesario. Por lo tanto, ponte en la brecha y levántate.
1. Distorsionan y manipulan las Sagradas Escrituras. Suelen utilizar textos aislados, pocos
conocidos o fuera de contexto. Por ejemplo, cuando son descubiertos en sus errores o
señalados, la frase que suelen usar para su conveniencia es siempre la misma: «¡Ay de aquellos
que tocan a los ungidos de Jehová!».
3. Falta de carácter.
La falta de integridad es casi siempre una característica en ellos. ¡Su familia es un desastre!
Pierden la cuenta de cuántas esposas tuvieron o de cuántas novias vieron a escondidas. Los
falsos profetas siempre están involucrados en escándalos financieros. Compran y no pagan. Le
roban a la gente aludiendo a la célebre frase: «Dios dijo que tienes que sembrar en mí». Viven
de escándalo tras escándalo, lo que deja en evidencia la falta de carácter.
UN FALSO PROFETA VA MÁS ALLÁ DE UNA FALSA PROFECÍA, PUESTO QUE ADEMÁS TRAE UN
ESPÍRITU DE FALSEDAD Y DE ENGAÑO.
4. Donde ellos están o por donde ellos pasaron, siempre hay confusión.
Al tener un espíritu incorrecto, los falsos profetas siempre están rodeados de situaciones
confusas. Siembran confusión, separan familias, dividen iglesias, destruyen empresas, son un
verdadero peligro. Se asemejan a lobos rapaces en busca de nuevas presas. Por eso es
importante que estés siempre bajo el cuidado del Supremo Pastor, que con Su vara te
protegerá y te cuidará de esos engañadores.
5. Sus profecías jamás se cumplen por tener la motivación incorrecta, hablan de sus
corazones. Hasta me atrevo a decir que algunos los usa directamente el diablo para llevar
confusión y distracción al cuerpo de Cristo. Cuando Dios habla, cumple lo que dice, porque
quién habló fue Dios y no el profeta. Pero cuando un falso profeta habla no hay garantía de su
cumplimiento.
6. Montan un espectáculo en el servicio de culto, para captar toda la atención sobre ellos.
Son movidos por aplausos y gritos de gloria. Les gustan que los halaguen y los exalten. Por eso
afirmo que un falso profeta hace de un culto de adoración un verdadero espectáculo de
entretenimiento. Jamás olvides que una persona con un corazón correcto, siempre le dará la
gloria a Dios, y nunca tomará lo que no le corresponde.
9. ¡No conocen la Biblia y casi no la utilizan! Como su motivación está centrada en ellos, y no
en Dios, no les importa enseñar la Palabra.
Por eso, hablan más de ellos mismos que de Jesús. Solo quieren su propia gloria. Son como
latas vacías: Mucho ruido y poco contenido.
Palabra declarada para tu vida «Declaro y profetizo sobre tu vida que nunca serás engañado
por ningún falso profeta. Te bendigo, y declaro sobre ti que el Señor te usará en el don de
discernimiento, que no serás engañado ni engañada. El Señor te rodea de favor y gracia para
poder defenderte a la luz de la Palabra, de todo o cualquier tipo de falso profeta. Declaro que
el Señor abrirá tu conocimiento en la Palabra, y podrás discernir y reprender a aquellos que se
acercan diciendo ser y no lo son. En el nombre de Jesús. Amén.»