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UNA SEÑAL DE GRACIA (Génesis 6 al 9)

Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que
cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré
del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio
de aguas para destruir toda carne. 16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto
perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a
Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
Génesis 9:13-17

Estamos viviendo tiempos turbulentos en muchos sentidos, guerras en varias partes del mundo,
ideologías malvadas siendo mundialmente aceptadas, la propagación a pasos agigantados de la
inmoralidad, las catástrofes naturales, todo esto nos recuerda la inminencia de la venida del Señor
donde traerá su justicia y nos recuerda el diluvio y el arca de Noé donde el Señor trajo juicio al
mundo exactamente por la misma situación moral y pecaminosa que hoy vemos. A pesar de esto
Dios decidió preservar la raza humana por Gracia y hoy gozamos de su favor en medio de una
sociedad que se aparta de Él.

Hoy somos llamados a ser pregoneros de la verdad, a vivir según la Palabra de Dios desafiando los
antivalores que son impuestos desde las escuelas hasta la universidad y que se toman las naciones
que antes fueron cristianas. Este mensaje es un llamado a vivir en la esperanza del Señor que nos
garantiza el triunfo pues Él lo obtuvo en la cruz del calvario en favor nuestro. Así que mientras vemos
que nubes grises se aproximan, recordemos que allí en el cielo hay una señal, una arco iris que nos
lleva a reconocer a Dios en todos nuestros caminos y mantener la esperanza de encontrarnos con
Él pues ha dispuesto un Salvador más grande que Noé, estando más seguros que en el arca que fue
cerrada por el dedo del Señor, pues hemos sido sellados por el Espíritu Santo como las arras de
nuestra salvación.

1. LOS DÍAS DE NOÉ Y NUESTROS DÍAS: Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la
tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el
mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo
Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la
bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló
gracia ante los ojos de Jehová. Génesis 6:5-8 Para entender el pacto de Dios con Noé y el juicio que
trajo mediante las aguas del diluvió es necesario comprender el contexto en que esto se desarrolló,
una época que no es muy diferente a lo que nosotros experimentamos hoy en día. Los días de Noé
son comparados con los días de Lot en Sodoma y Gomorra, donde la maldad pobló la tierra,
trayendo deshonra al Nombre de Dios, por lo que decidió eliminar la maldad mediante un diluvio.
Ahora como fueron esos días:

I. Fueron días con ideologías destructivas: La maldad era mucha y los sistemas de pensamiento
se mostraban al crear civilizaciones con vidas permeadas por el pecado donde se atrevían a
cantar incluso su maldad como lo hizo Lamec al componer una canción sobre el asesinato,
para que sus dos mujeres lo admiraran. Sus pensamientos eran de continuo al mal y hacían
gala de su perversidad e inmoralidad. No importó que tanto avanzaran las civilizaciones con
sus mejoras en metalurgia, música, edificación, ganadería, su propósito no era la Gloria de
Dios sino su auto exaltación como aquella ciudad que recibió el nombre de Enoc en honor al
hijo de Caín. De nada le sirve al hombre los avances tecnológicos si promueven todo aquello
que el Señor desaprueba.
II. Fueron tiempos de descomposición social: Los descendientes de Caín eran malvados como
lo vemos con Lamec, los robos, asesinatos, secuestros y crímenes estaban a la vanguardia
social, incluso se afectó a tal grado la familia que la poligamia fue aceptada. Tal y como lo
expresó nuestro Señor Jesucristo: Como fue en los días de Noé, así también será en los días
del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en
que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Lucas 17:26-27.
III. Fueron días de perversión sexual: Cristo los compara con el tiempo de Lot, donde las
personas eran pervertidas sexualmente practicando aquello que va en contra de la
naturaleza, donde la lascivia, la promiscuidad, el homosexualismo, el adulterio estaban de
moda. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían,
plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre,
y los destruyó a todos. Lucas 17:28-29.
IV. Fueron tiempos de codicia: Las personas se vanagloriaban de las riquezas que poseían, de las
ciudades que edificaban, donde las personas se hicieron ociosas y la gente se hizo insensible
hacia el dolor ajeno, ellos pensaban que gozaban de la bendición de Dios debido a las riquezas
y bienestar que disfrutaban pero estaban totalmente equivocados. He aquí que esta fue la
maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad
tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Ezequiel 16:49.

2. LA FE DE NOE EN CRISTO: Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti
he visto justo delante de mí en esta generación. De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho
y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. También
de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz
de la tierra. Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta
noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice. E hizo Noé conforme a todo
lo que le mandó Jehová. Génesis 7:1-5. En medio de una época llena de apostasía e impiedad, el
Señor preservó a un hombre de entre aquellos que invocaron al Señor.

A pesar de la intención de destruir al mundo con un diluvio, el Señor salvaría a un hombre y su


familia para preservar la simiente prometida y repoblar con la imagen de Dios la tierra. El diluvio
mitigaría la maldad y el pecado en la tierra, así como el padre de Moisés lo profetizó: y llamó su
nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa
de la tierra que Jehová maldijo. Génesis 1:29.Noé no salvó la humanidad por mérito en él, sino que
apuntaba a la obra de redención de nuestro Señor y Salvador Jesucristo quien provendría de su
linaje. La salvación de Noé incluía también al mundo animal que por causa del hombre también
sufría la maldición.

Noé escucho la voz de Dios y se puso en marcha a construir un barco de dimensiones enormes: 140
metros de longitud por 23 metros de ancho y 14 metros de altura dividida en tres compartimientos
para separar las especies de animales, los alimentos, y su familia. Noé hizo conforme le mando
Jehová y este fue el resultado: Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún
no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y
fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. Hebreos 11:7.
Que importante es escuchar la Palabra de Dios y obedecerla, así como dice Santiago que una fe sin
obras está muerta, por ello Noé fue heredero de la justicia que viene por la fe, escucho a Dios y le
creyó: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea
que le hay y que es galardonador de los que le buscan Hebreos 11: 6.

Durante la construcción del arca que duró 120 años Noé testificó del Señor siendo un pregonero, es
decir que el predicaba del juicio y la salvación: y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a
Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos.
2 Pedro 2:5. Él hablaba de la inminencia del juicio y la voluntad del Señor para realizarla, así como
hace hoy día, donde el Señor predica la Palabra antes que llegue la disciplina o el juicio del Señor.
Sin embargo la predicación de Noé no entró en sus corazones, advirtiéndonos de la dureza de ellos,
tal y como sucede en nuestros días.

Noé sería el centro de las burlas pero a su debido tiempo, el callaría y los demás gritarían, en un
momento comenzaría la lluvia que no habían visto antes, el cataclismo y como las aguas emergieron.
La gente correría y gritaría de angustia pero ya era tarde, Noé y su familia estaban guardados por
Dios en el arca y el mismo cerró la puerta para que nadie entrara o saliera de ella. Toda vida en la
tierra fue aniquilada mientras Noé, su esposa, hijos y nueras, así como los animales, fueron
preservados por el señor, mostrándonos que a unos Dios les dio justicia y a otros misericordia. Este
juicio con agua apunta al Bautismo, recordándonos que lo malo deber morir y debemos nacer de
nuevo para tener comunión con Dios y vivir con Él eternamente. NOÉ ENTRO AL ARCA SIENDO LA
MINORÍA Y SALIÓ SIENDO LA MAYORÍA.

3. UNA SEÑAL DE GRACIA: Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco
mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; y con todo ser viviente que
está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los
que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. Estableceré mi pacto con vosotros, y no
exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. Y
dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está
con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto
entre mí y la tierra. Génesis 9:8-13.

Dios trajo el diluvio para mitigar el pecado y la maldad, así mismo tras el diluvió el Señor instauraría
la pena capital para restringir el pecado del hombre. La creación fue conservada por el Señor a fin
de que la simiente prometida viniera en virtud del Pacto de Gracia, comprometiéndose con la
Creación de no destruirla con un diluvio sino que la cuidaría hasta el día del juicio donde vendría
como en los días de Lot, con fuego. Al igual que a Adán a Noé se le dio el mandato cultural: Mas
vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.
Génesis 9:7

A pesar de esta preservación de la creación la armonía del hombre con los animales se rompió, a
partir de allí dice la Escritura que estos le temieron, por lo que debía someter la naturaleza con más
fuerza. Además de este cambió, el Señor reafirmó el valor de la vida humana por ser la imagen de
Dios, estableciendo la pena de muerte a aquellos que cometieran asesinato, esto estaba implicado
también en el quitar la vida a los animales mostrando reverencia al hacerlo, indicando que la vida
del hombre tiene una alta dignidad por ser la imagen y semejanza de Dios. Todo esto establece las
bases del gobierno civil como lo vemos en Romanos 13:1-7.
Este pacto con la nueva humanidad llevaría una Señal, el arco iris en las nubes. Aun cuando el color
de las nubes cambiaran y se hicieran oscuras, los truenos y relámpagos anunciarán cual trompetas
una lluvia fuerte y amenazante, es en tras ella que vemos la señal colorida de Dios puesta en el cielo
que nos recuerda el favor inmerecido de Dios y que nos debe recordar al Dios Santo: Después de
esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta,
hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al
instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno
sentado. 3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y
había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Apocalipsis 4:1-3.

CONCLUSIÓN: El Señor bendijo a Noé y su familia, estableciendo un principio en la salvación, serás


salvo tú y toda tu casa, esto no quiere decir que Dios salvará a cada miembro necesariamente, pero
sí que en nuestros hogares somos bendecidos por el evangelio. Que gran amor del Señor que nos
permite ver en medio de la lucha contra nuestro propio pecado y en un mundo plagado de maldad
que hay esperanza, que los cielos cuentan la Gloria de Dios, donde el arco iris nos ha de llenar de
gozo y alegría al recordar que sus hijos seremos resguardados en el día del juicio porque la simiente
santa fue sacrificada en nuestro lugar y hoy gozamos de eterna salvación.

Estamos viviendo en tiempos como Noé, por tanto hemos de ser pregoneros de la verdad del Señor
y vivir vidas conforme a su Palabra dando testimonio de la obra de Cristo en nosotros mientras el
pecado es muerto y vivimos ahora para el Señor, esto es vivir por fe, confiando en Él y teniendo por
cierto que el día del Señor está cerca y mientras llega hemos buscarle con diligencia y confianza.

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