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INTRODUCCIÓN
La radiación es energía que existe de manera natural y forma parte de nuestra vida cotidiana.
Entre las fuentes de radiaciones más conocidas, se encuentran el sol –que produce
radiaciones dentro del espectro visible además de las radiaciones ultravioleta–, nuestros
microondas, el radio y los equipos de rayos X.
Las radiaciones tienen muchas aplicaciones productivas muy útiles cuando se utilizan de
manera segura y con las medidas de control adecuadas: desde médicas hasta energéticas, y
la mayoría no presentan gran riesgo a la salud de los seres humanos.
Sin embargo, existe un tipo de radiaciones conocidas como radiaciones ionizantes que
desprenden niveles de energía tan altos, que tienen la capacidad de ionizar átomos y alterar
nuestro ADN. Es decir, que a dosis elevadas, estas radiaciones pueden causar daños a nivel
celular y molecular que, a su vez, pueden detonar el desarrollo de tumores.
CARACTERIZACIONES DE LA
RADIACIÓN
En el ámbito de la higiene industrial, es común ver cinco maneras distintas de caracterizar la
radiación ionizante:
1. La capacidad radiactiva;
2. El nivel de radiación ambiental;
3. La dosis recibida;
4. La dosis equivalente, y
5. La dosis efectiva.
Cada caracterización tiene un propósito distinto y, en algunos casos, también utilizan
unidades diferentes. Así, para poder interpretar las mediciones de manera adecuada, es
importante conocer sus diferencias y para qué se utiliza cada caracterización.
LA CAPACIDAD RADIACTIVA
Las unidades de actividad, también conocidas como capacidad radiactiva, son la
cuantificación de la radiación ionizante emitida por una fuente cuyos átomos se desintegran
espontáneamente. Esta medida es inherente de la fuente emisora y no es influida por las
características del ambiente que la rodea o del organismo que absorbe la radiación.
Ilustración 1 Fuente
En este ejemplo, una de las fuentes es cobalto 60, con una capacidad radiactiva de 1.0 micro
Curies, equivalente a 37,000 Becquereles. Esto significa que el cobalto contenido dentro de
esa unidad se está decayendo a una tasa de 37,000 desintegraciones por segundo. En otras
palabras, cada segundo 37,000 núcleos de cobalto 60 decaen por desintegración beta al
isótopo estable níquel 60:
Las unidades de actividad radiactiva también son comúnmente utilizadas para medir los
niveles de radiación en el suelo o en el agua.
Por ejemplo, la NOM-201-SSA1-2015, que regula las especificaciones sanitarias del agua y
hielo para consumo humano, define un límite máximo de 1.85 Bq/L de radiactividad beta total,
y 0.56 Bq/L de radiactividad alfa total en el caso de que se trate de agua mineral natural.
El nivel de radiación ambiental por lo general se mide en Roentgen (R), que es una unidad
inglesa. El sistema métrico no define una unidad equivalente.
Ilustración 2 Fuente
Los equipos de medición directa de radiación, como los contadores Geiger Müller, por lo
general miden la radiación ambiental en Roentgen por hora (R/hr), que es equivalente a la
tasa de radiación ambiental. Para convertir esta cantidad en Roentgen, se multiplica por el
tiempo de exposición (en horas).
LA DOSIS RECIBIDA
La dosis recibida, como el nombre lo dice, se expresa en unidades de dosis. Esta medida
cuantifica la cantidad de radiación ionizante a la que está expuesta una masa y depende de
las características de la materia expuesta.
La dosis recibida se mide en Grays (Gy) en el sistema métrico y en rads (radiation absorbed
doses) en el sistema inglés. Comúnmente es utilizada para medir la dosis que recibe un tejido
durante tomografías médicas. Por ejemplo, durante una tomografía del pecho, la tiroides
recibe alrededor de 10 miliGrays (o 1 rad) de radiación.
No todas las formas de radiación (alfa, beta, gamma, rayos X) producen los mismos efectos
en los organismos expuestos a ellas, por eso existe una tabla de ponderaciones RBE
(Radiation Biological Effectivity) que traduce la dosis recibida en una medida más adecuada a
la respuesta biológica producida por la radiación absorbida.
Neutrones térmicos 3
Neutrones rápidos 10
Partículas alfa 20
Las formas de radiación con niveles más bajos de energía y con menor capacidad de
penetración tienen factores de ponderación RBE más altos, porque corresponden a un nivel de
riesgo a la salud más alto.
Los dosímetros personales que utilizan los trabajadores expuestos a radiaciones ionizantes
miden la dosis equivalente que han recibido y, por lo general, la reportan en miliSieverts.
LA DOSIS EFECTIVA
La dosis efectiva cuantifica la cantidad de radiación ionizante que absorbe una masa y
depende de las características de absorción del tejido expuesto. Esta medida corresponde al
nivel de riesgo de manifestar efectos estocásticos a raíz de la exposición a radiaciones
ionizantes. En pocas palabras, la dosis efectiva describe la probabilidad de que la radiación
induzca efectos genéticos o cancerígenos.
La dosis efectiva, al igual que la dosis equivalente, se mide en Sieverts (Sv) y en rems
(Roentgen equivalent man). Sin embargo, para poder convertir de dosis equivalente a dosis
efectiva, se necesita utilizar una tabla de ponderaciones según los tejidos expuestos a la
radiación:
TEJIDO W
T
Colon 0.12
Pulmones 0.12
Estómago 0.12
Pecho 0.12
Vejiga 0.04
Hígado 0.04
Esófago 0.04
Tiroides 0.04
Donde 1 RBE es la ponderación de efectividad biológica que corresponde a los rayos X. Para
convertir esta dosis equivalente a la dosis efectiva correspondiente a la tiroides,
multiplicamos por el factor de ponderación de 0.04:
0.0004 Sv ×0.05=0.00002=0.002%
En los casos en los cuales el cuerpo completo ha sido expuesto a radiaciones ionizantes, el
factor de ponderación es 1 y la dosis efectiva es igual a la dosis equivalente.
Como esta medida toma en cuenta la respuesta biológica del cuerpo humano a la radiación,
es comúnmente utilizada para imponer límites máximos permitidos para la conservación de
la salud de grupos de personas expuestas. Por ejemplo, el límite máximo de exposición anual
para un trabajador expuesto a radiaciones ionizantes en México es de 50 mSv (o 5 rems).
CONCLUSIÓN
Dado el riesgo a la salud que puede existir a raíz de la exposición descontrolada a radiaciones
ionizantes, es importante, primero, conocer las diversas maneras que existen de caracterizar
la radiación para saber cómo interpretarlas correctamente.
Para medir, por ejemplo, la radiación que emite una fuente, es adecuado utilizar unidades de
capacidad radiactiva (Becquereles o Curies). En el caso del límite máximo de exposición
laboral, se utilizan unidades de dosis efectiva, (Sieverts o rems). Cada tipo de caracterización
tiene un propósito específico.
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