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BIBLIOTECA ENCICLOPEDICA DEL ESTADO DE· MEXICO
PLANEADA Y DIRIGIDA POR
MARlO COLIN
L L.,z.
XXIX. José García Payón. La zona arqneológica de Tecaxic-Calixllahuaca
y los Matlatzincas. Primera Parte. Edición facsimilar de la de 1936,
preparada por Mario Colín. 1974.
XXX. José García Payón. la zona arqueológica de Tecaxic-Calixtlahuaca
y los Matlatzincas. Segunda Parte. •
XXXI. José García Payón. La zona arqueológica de T ecaxic-Calixtlahuaca
y los Matlatzincas. Tablas, planos e ilustraciones de . la _Segunda
Parte. •
XXXII. José García Payón. La zona arqueológica de Tecaxic'.Calixtlahuaca
y los Matlatzincas. Láminas de la Segi.mda Parte.
XXXIII. Dieg~ de Basalenque. Arte y Vocabulario de la lengua matlaltzinga
vuelto a la castellana. Versión paleográfica.
XXXIV. Diego de Basalenque. Vocabulario de la Lengua castellana vuelto
a la matlaltzinga. Versión paleográfica.
XXXV. Mieldred Kiemele Muro. Vocabulario mazahua-espa,iol y español-
mazahua. Edición preparada por Mario Colín. 1975.
XXXVI. Constitución Política del Estado de México (Texto Vigente). Edición
preparada por Mario Colín. 1974.
XXXVII. Constituciones del Estado de Jlrléxico .(1827, 1861, 1870, 1917). Edi-
ción preparada por Mario Colín. 1974.
XXXVIII. Trayectoria Constitucional del Estado de México. Edición preparada
por Mario Colín. 1974.
XXXIX. Guillermo Colín Sánchez. legislación penal del .Estado de México.
Tomo l. 1975.
XL. Guillermo Colín Sánchez. Legislación penal del Estado de México.
Tomo II, 1975.
XLI. Manuel de Olaguíbel. Onomatología del Estado d.e México. Edición
facsimilar de la de 1894, preparada por Mario Colín. 1975.
XLII. Cecilio A. Robelo. Nombres Geográficos Indígenas del Estado de
México. (Estudio crítico etimológico) . Edición facsimilar de la de
1900, preparada por Mario Colín. 1975. •
XLIII. Francisco Ja~ier Gaxiola. Gobernantes del Estado de México. Múz-
quiz-Zavala-Olaguíbel. (Estudios Históricos). Edición facsimilar de
la de 1899, preparada por Mario Colín. 1975.
XLIV. Miguel L...Muñoz. Historia Numismática del Estado de México. Li-
minar de Mario Colín. 1975.
XLV. Isauro Manuel Garrido. La Ciudad de Toluca. (Historia antigua,
descripción de la moderna ciudad). Edición facsimilar de la de 1883,
preparada por Mario Colín. 1975.
XLVI. Ráfael Heliodoro Valle. El Convento de Tepotzotlán, Estado de Mé-
:dco. Edición facsimilar de la de 1924, preparada por Mario Colín.
1975.
XLVII. José G. Montes de Oca. San Agustín Acolman, Estado de México.
Edición facsimilar de la de 1929J preparada por Mario Colín. 1975.
XLVIII. Luis de Neve y Melina. Reglas de Ortografía, Diccionario, y Arte
del Idioma Othomí. Edición facsimilar de la de 1767, preparada: por
• Mario Colín. 1975. •
XLIX. Juan Bautista Pomar. Relación ·de Tezcoco. Edición facsimilar de la
de 1891, con advertencia preliminar y notas de Joaquín García
lcazhalceta. 1975.
L. Mario Colín. ReudJlos del Señor del Huerto que se ven.eran en Atlac~-
mulco, Estado de México. 1975. •
POR PUBLICARSE
1
RELACION DE TEZCOCO
BIBLIOTECA ENCICLOPEDICA
DEL ESTADO DE .MEXICO
del
RELACION
DE
T·EZCOCO
(SIGLO XVI)
Edición facsimilar de la
L
de 1891 con advertencia
preliminar y notas de
JOAQUIN GARCIA I.CAZBALCETA
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Armas de Tezcoco concedidas por el emperador Carlos V en 1551.
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XVII . .
AL LECTOR
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todas las suertes que podían haber los que lo tenían á car-
go, reno,·ántlole cada año á cierto tiempo. Estaba el írlolo
e!_rosk~J_{).rien~: bacíanle sacr1ffoío d~ ñiños inocentes,
caila año una vez, como en su lugar se dirá. No saben dar
razón quién lo labró, ni por qné lo adorabau por dios <le los
temporales, más ele que por algunas.inteligencias ha.y sos-
pechas que lo hicieron uu género de gentes que llamaron
Tul teca que huboantiguameute en esta tierra, que se despo-
. blaron de ella muchos años antes que los cbicltimecas la tor-
nasen á poblar. Dicen queNezahualcoyotzin por reverencia
de este ídolo hizo el otro de que se ha tr;itado, i)oniéndolo
en el cu y templo principal de esta ciudad, .en compañía.
de Huitzilopucbtli, y qucNezahua.Jpitzintli, su sucesor, por
mejorar al ídolo de piedra que estaba eu el moute, mandó
hacer otro mayor, de piedra negra y más dura y pesada, de
1a grnn<leza y estatura de un cuerpo humano, y quitar el an-
tiguo y poner este en su lugar. Y que andando el tiempo
ft1é hecho pedazos por un ra~o que dió en él, y atribuyén-
dolo á milagro, toruaron á poner el otro anti~uo, desen-
terrándolo de doude lo tenían enterrado cerca de allí; y á
este halla,rou eu tiem¡lo de D. F1·. Juan Zumárra.ga., primer
Arzobispo de México, pegado el un brazo con tres gruesos
clavos ele oro y uno de cobre: que haciéndolo pedazos por ·
su ma.ndado se los quitaron.
En lo que toca á sus ceremonias y sacrificios, lo que se ha
podido sacar de raíz, investigan di> la verdad de ello, e~ que
el sacrificio de hombres á estos ídolos, que fné invención de
los mexicanos, en esta manera: que después que los seño•
res cliicbimecas de Azc:1potzalco los dejaron asentar y po-
blar adonde ahora es la ciudad de México, con título de sus
vasallos, andando el tiempo y emparentándose cou hombres
principales y sefiores de la tierra, por cnusa.s que en sus his-
torias se cuentan, se rebelaron contra sus señores, y <le tal
ma.nera, qne tomando las armas contra ellos, eu poco tiem-
po los sojuzgaron, y q~1e por lionr~t.r mi\s á sus ídolos les hi-
cieron sacrificios de hombres, de los que en Ja prosecución
de esta gue:rra y rebelión prendían, en señal y agradecí•
miento de sus victorias, para tenellos más gratos y füvo-
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bfa, y era, en1negócio liviano, era por ello <',astigado con sns-
pe'nsión p(lrpetua <le oficio real, ó por t.iempo limitnclo, y
desterrado por algún tiempo, ó reclnso -en sn ca¡;;a, todo con
pena <le muerte si lo qnebra.nti~se, la cual se ~jecutaba en
el que lo quebrantaba-. Las leyes qne gu:U'(laban con más
observancia, y con pena de muerte sin r~misión Pjecntaban,
éran la primera y principal la traición al reino, porque el
que era hallado ó tomado por principal en este clelito lo des-
pedazaban \'ÍVO, cortaban por sus coynutnras con unos pe•
dernales agndo¡;;, y tiraban con los miembros y pedazos que
cortaba,n , á la gente que á la mira se hallal)an, procurando
por esta vía eternizar en la memoria de los ·hombres.tan es-
pantable castigo, para qne no se atreviE1sen jamás á inten-
tar semejante cosa,; y á los demás que bailaban culpaclos en
ello eran ahorc.'l.dos, y los bienes muebles de los uuos y de
los otros eran darlos á sacomano, y llls cal'iaS clerribadas y
sembradas de salitrn, y las tie-rras confl¡;:cfHlas para el rey,
quedando todos sns descenclientes infames: era t:m abo-
minaule este cielito. Traición á la persona real jamfü:1 acon-
teció, si'no fné lo qne se contó de Tetzaultpiltzintli. Llama-
ban en su lengna tetzauhtlato al que Jo cometía, que es tanto
cómo decir, hecho prodi~ioso y cosa contra natura. Otro hijo
de Jsezalmalpitziutli, muy va.leroso, llamado Hnexatzinca-
tzin,se la hizo en echarse con u11a mujer de las desu pa<lrE'i,y
porello fné rnuert.o entrambos. Yla mujerlegítimadeNe-
zahualpitzintli, hija del re.v de México, también t'ué muerta
por adúltera, y con ella todos los que se hallaron culpados
' Losqne cometían el pecado nefündo eran sin re•
en el delito.
misión muertos; y era tan abomiuado entre ellos este deli•
to, que la mayor afrenta y baldón que uno potlía hacer á
otro era Uamallo cuilón, que quiere dccirpnto en nuestra len-
gua, y generalmente á los adúlteros y adúlteras, sirio era
qne los perdonaba la parte ofendida., daban la muerte con
una losa que le·s dejaban caer sobre la cabeza., haciéndose•
la plasta; y lo mismo al que forzaba doncella ó viuda, si no
era mujer de amores, que ellos llamaban aht¿iani, que se in•
terpreta mnjer que se da á holgar. Los ladrones padecían
la misma pena, aunque ahogados con lazos que les echaban
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ellos componía, y por esto. era premiado no solo ilel rey, pe-
ro de todo el resto de los nobles. Otros se daban á oir en
los Consejos, y con habilidad natural, y con cnrgo ....1 cien-
cia <le lo que en ellos sucedía venfan á ser hombres muy
prácticos, y conocidos por tales les <lal:>an cargos de justi-
cia., y otros en otras cosas virtnosas, de manera que por di·
ferentes vías, como fuese virtuosa y noblemente, subían á
VMer y ser tenidos ó estimados, arÍnque, como se ha dicho,
niugnno de estos, por famoso que fuese, ni porque fuese hi-
jo de re.y, había de llegará gozar de los privilegios de los
valientes, ni vestirse de sus hábitos ni trajes, ni traer sus
insignias, porque á ellos solos se pf'rmitía traer el cabello
afeitado en la forma que va iiquí pintado, y vestirse <le to•
das las vestid aras de las hechuras y colores qne quisiese,
salvo la ropa real azul que se ha pin.ta do el triije de los re-
yes, ni po11erse aquella corona 6 fo.signia real de que ya se
trató; y esto bacfa.n principalmente para proV0CA.R á, todos
á uno, y á envidia virtuosa, y Á Aventurarse :. la guerra, y
hacer cosas dignas de merecer lo mismo que ellos: aunque
para venir á ser tequihua., que era llegará ser afeit,~do en
la forma que se ha dicho y pintado, haMa ele haber prime-
ro muerto ó preso cuatro enemigos, que eutonces con cier-
tos padrinos y en el templo principal, ante el seüor 6 rey,
le <laban la dignidad de caballería, afeitándole y dáudole
ciertas borlas de plumas para insignia de su dignidad y ca-
ballería, y desde allí adelante gozaba de privilegios y exen-
ciones, entre las cuales eran en sentarse entre los demás
tequUiuaque., y l1allarse en los Consejos de guerra, y comer
y bailar con ellos, y sobre todo estaban en grado de alcan-
zar capitanías y oficios de gueRR.A, Y otras dignidades de
paz y gobierno de ia república, aunque no por eso había
de dejar de dar su tributo al rey, porque generalmente los
daban todos, si no eran dos géneros de personas. Los unos
eran los hijos y descendientes de Nezabualcoyotzin, y los
otros los que tenían méritos acerca de él, por haberle ayu.
dado y servido en el tiempo que fué perseguido de su re-
belde reino y naturales, matándole á su padre, como se ha
1 Roto el papel.
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caían .... veinte días ea ....1 y los cuatro días que sobraban
intercalares llamaban ellos nemontemi, que quiere decir que
ni son del año que acaba ni del que comienza. Oada 11na
de estas fiestas tenía su nombre diferente de_las otras, y
porcada una de ellas corrían los veinte días llamándolos por
de aquella fiesta, y acabados, luego corrían otros tantos del
nombre de la fiesta que se seguía, como si dijésemos un día
de la semana de Ramos ó de Pascua. Tenían por peligro-
sa la enfermedad que comenzaba en el tiempo de estos días
intercalares. .
15.' Gobernábanse con la obediencia grande que tenían
al rey y á sus ministros, los cuales eran proveídos por él en
todos los lugares y pueblos de su jurisdicción; y lo que se
había de hacer mandaba el rey, y de mano en mano iba á
parar hasta aquellos que lo ejecuta,ban y ponían por obra;
y con Guardar las costumbres y ordenanzas que ....s fa, y
castigando los excesos que se hacían al deber y con que ca-
da uno usaba del oficio y gobierno que le era encomenda-
do con mucho cuidado, y principalmente porque conocían
del rey celo grande de justicia, vivían quietos y pacíficos,
sin alterarse jamás; y sobre todo porque naturalmente los
indios son muy domésticos y pacíficos unos con otros.
Las guerras que tenían de ordinario eran con los deTlach-
calan y Huexutzinco, introducidas de voluntad y consenti-
miento de Nezahualcoyotziu, por dos cosas: la una por el
ejercicio militar, para que por ellos buenos y nobles mere-
ciesen en todo tiempo premios dignos de hechos valerosos
de armas, pareciéndoles que no era justo que lo que sus pa-
drt-s ganaron y ellos sustentaban con eSFUERzo, lo hereda-
sen y poseyesen los hijos con una ociosa y vergonzosa paz,
amiga de todos vicios, y riesgo de caer en sujeción por falta
de ejercicio y cuidado de enemigos; y así concertaron entre
1 Roto el papel.
2 15. Cómo se gobetnaban, y con quién traían guerra, y cómo pelea-
ban, y el hábito y traje que trafa.n, y el que ahora traen, y los manteni-
mientos de que antes usaban y ahora u~an, y si han vivido más ó menos·
sanos antiguamente que ahora, y la causa que dello se entendi'ere.
3 Roto el papel.
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sí que esta guerra sirviese para solo este efecto, con que si
hubiese hambre ó carestía en las tierras de los unos, cesa•
sen las guerras, y pudiesen libremente los otros entrar en
las de los otros á próveerse de provisión, y que acabada la
necesidad, tambien se acabasen las treguas; aunque esto
no aconteció jamás en espacio de poco más de setenta años
que duraron las guerras, que fué hasta la venida de los es-
pañoles á es ta tierra; y asimismo concertaron que cuando
aconteciese que los unos tuviesen necesidad del favor de
los otros para contra otros enemigos que los tuviesen en
algún aprieto y estrechura, fuesen obligados LOS OTROS á
ayudallos con todo su poder; y lo otro y más principal fué
para el servicio de sus ídolos, para que los prisioneros que
hubiese del un C&,OO y del otro fuesen para sacrificará sus
dioses, porque por la vecindad y cercanía que se tenían, ex•
cusarían de ir á lejas tierras á traer prisioneros para el or-
dinario sacrificio; y esto debe ser verdad por muchas razo-
nes y evidentes argumentos que lo comprueban. Lo prime-
ro, porque cuando Nezahualcoyotzin anduvo peregrii;io y
ajeno de su reíu0 por la rebelión de los suyos, como queda
dicho, fué acogido de los señores tlaxcaltecos en su tierra;
y como á su pariente y sangre y linaje, porque los tlaxcalte•
cos se precian de la descendencia de los chichimecas, le aytt·
daron á ganar de nuevo el reino y señorío, y lo mismo los
huexutzincas, aunque no POR obligación de parentesco sino
por amistad; y es razonable cosa de creer que Nezahualco-
yotzin, rey tau virtuoso, por no-dar muestra de ingratitud
no rompería con ellos por ninguna oca~ión ni acontecimien-
to; y así, sin embargo de la guerra que la una gente hacía á
la otra en lo público, él enviaba sus embajadores á visitar
á los señores tlaxcaltecas, enviándoles dones y riquezas de
las que ellos carecían, que ellos hacían lo mismo con él;
·aunque faltaban en presentes por ser pobres; y esta mis-
ma orden se tuvo con Nezahualpitzintli su sucesor. Yo al-
cancé á conocer uno de los embajadores, que se-llamaba
Tlalcoyotl, hombre de mucho ser, habilidad, y por esto y
por la calidad de su oficio muy tenido y estimado entre los
indios, del cual supe muchos secretos y antigüedades; cuan-
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to ruás qne lo que más testifica esta verdacl son los canto~
viejos y antiguos, donde en muchas partes <le ellos trata de
ello, demás que los huexutzincas en tiempo de Nezahual-
pitzintli, por estar perseguidos .<le las guerras ordinarias
y no poderlas sustentar, y por la que de nuevo se les recre-
ció de sus vecinos los tlaxcaltcca, se vinieron mncb.os se-
ñores de ellos {t Tezcnco, l\Iéxico y Tacub:t en nombre de su
república á someterse por tril.mfados, porque qucrfa.11 mú.s
. estar sujetos á esto, aunque inf:unemente:; que 110 estará la
continua cou sobresalto de las guerras, que era consumi-
ción <le sn patria, porque POR morir muchos hombres eu
ellas hnbí:t ya tan pocos, que <le cuatro partes u~ la geute
que en ella había, las tres eran do mnjcres, y no permitién-
dolo estos reyes, porque no cesase el ejercicio militar y el
sacrificio de los prisioneros que en la guerra SE habían, les
mandaron volver con treguas que les otorgaron con cierto
• tiempo, y les dieron tnnta cáutida.cl de gente de mexica-
nos, tepanecns y tezcnca.nos que bastasen :t defenderlos de ·
los tlaxcalteeos, hasta que s~ reformaron en el número y
fuerzas que antes tenían, y hoy día permanecen en llue-
xotzingo estas tres naciones, que están pobla1las en sus ba-
rrios ele por sí, con voz y título de dontle son; 1le manera
que por esto se colig·o qne estas dos cinfüules eran verda- ·
deramente conservadas para este efecto referido·: lo cual
confirma Jo qno Motecnhsmnn, respondió al l\farqués 1lel
Y a lle, pregnntiín<lole la causn. de no habollas ganado, pn<>s
su poder y ele los 1lem;í,s seiiores de ht tierra era ta.u ,w1m-
tajado, <licienclo qne para In. conservación del ('jercicio mi-
litar y tener (L mano prisioneros de valor para. el sacrificio
<le sus dioses no había convenido snjetn.llas, porqne confor-
me á sn uso y derecho ~le guerra, á. los qtte se daban y re11-
dían no hacían ningún mal, antes los d~jnban libremente
con sola In. im,rosición ele lo qne habían ele trilmta.r; y con-
forme {i esto, si los sujetaran, como pudieran, se ponían en
necesi<lacl y trabajo de buscar prisioneros muy lejos y á tie:
rras remotas, porque toda la cercanía tenían lhi.ua y snjeta;
y <l.an otra razón tamb.ién qne coufirma la opinión, y es qne
el principal regalo de que los señores de esta tierrn usaban
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dl i;:11 comer, era que las tortillas <le maíz ·qne habían de
comer fnesen calientes y sacadas hirviell(lo 1h•I horno, por•
qne comié1Hlolas de esta manera eran mús fáciles ele diges•
tir, y así por la misma razón, que los hombres qne se sa-
crificaban{~ los ídolos, que erau como su comida, y se ..... 1
querían que fuesen recientes y no afíejos y cousnmidos de
larga prisión y caminos. Yo,por apurar más esta ver¡lad,.
lo be preguntado Á algunos tlaxcaltecas, bom bres vil~jos y
ele autoridad, y me han confosa<lo set· vertla<l que sus. aute-
pasaclos habían impuesto de su voluutatl las guerras que
teuíau autiguamente con los señores de esta, ciudad, sólo
por el ejercido militar y servicio de los !dolos; y es general
opinión en toda ht tierra, especialmente entre los curiosos
que lian pretendido saber autigiiedades de ella.
Las demás guerras y conquistas que tenían a utes que los
csp:liíoles viniesen ernn pocas, porque como sella üicllo, te-
nía,11 totht la tierra. casi sujeta, salvo {~ :i\Iiclnrn.cán, porque
como nación valerosa. y de gran provincia no pudieron su-
jetalla, antes viuie1·9u de ;1llá rompülos uua, vez que inten-
taron entrar cu élln. 7peno 'l.'O<lo el resto de esta Nueva Es-
paiia, b:ista cerca ele Guatirnala, teuíau llano y sujeto. La
orden que tuvieron parn ello, en qne se fundó stl señorío,
fué que Tetzotzomoctli, seiior de Azcaputzalco, con el mu-
cho pO(ler qne.tuvo y el largo tiempo que vivió y la suerte
que le fifforeció, se cnseuoreó autigunmente de casi tolla
la tierra, y como. pretendiese tiranizará Tezcnco, procuró
matar á,· Ixtlilxucltitl, señor lle él, como en efecto le mató
por manos üe los suyos, que á su instancia se rel.Jchtrou, y
después, co::.vro su hijo Neznhnnlcoyotzin, con (tllimo ensal-
zado procurase cobrar el reiuo üe que estttvo despojado
nueve años, fué ayudado de los seilores mexicanos, su;; tíos,
que fué menester poca ocnsióu parnhacello, porque uno de
ellos, lla,maclo Chimalpopoca, había sido muerto eu prisióu
por el seilor de Azcaputzalco, porque dicen qne dió conse-
jo para ciertas asechanzas que le ponfau. Fi11alme11te, Ne-
zalrn:i.lcoyotzin y sus tíos Izcohuatziu y )Iotcczmna el vi('.jo
:se ,lieron tal maña y les favoreció la veutura de tal st1erte,
1 !:oto el papol.
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Este libro se terminó de imprimir el
día 30 de agosto de 1975, en los
talleres de la Editorial Libros de Mé-
xico, S. A., Av. Coyoacán 1035, Mé-
xico 12, D. F. Su tiro consta de 1 000
ejemplares.