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Arquitectura de Barcelona

La arquitectura de Barcelona ha tenido una


evolución paralela a la del resto de la arquitectura
catalana y española, y ha seguido de forma diversa las
múltiples tendencias que se han ido produciendo en el
contexto de la historia del arte occidental. A lo largo de
su historia, Barcelona ha acogido diversas culturas y
civilizaciones, que han aportado su concepto del arte y
han dejado su legado para la posteridad, desde los
primeros pobladores íberos, pasando por los
colonizadores romanos, los visigodos y un breve
período islámico, hasta el surgimiento en la Edad
Media del arte, la lengua y la cultura catalana, con una Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, de Antoni
primera época de esplendor para el arte catalán, en que Gaudí. Declarado en 2005 Patrimonio de la
el románico y el gótico fueron períodos muy fructíferos Humanidad por la Unesco, es el monumento más
para el desarrollo artístico de la región. visitado de Barcelona.1 ​

Durante la Edad Moderna, época en que la Ciudad


Condal se vinculó a la Monarquía Hispánica, los principales estilos fueron el Renacimiento y el Barroco,
desarrollados a partir de las propuestas provenientes de los países difusores de estos estilos, principalmente
Italia y Francia. Estos estilos fueron aplicados con diversas variantes locales, y si bien algunos autores
afirman que no fue un período especialmente esplendoroso en el devenir artístico de la ciudad, la calidad de
las obras estuvo en consonancia con la del conjunto del estado, mientras que en cantidad fue un período
bastante productivo, aunque la mayor parte de las realizaciones no haya llegado a la actualidad.2 ​

El siglo xix conllevó una cierta revitalización económica y cultural, que se plasmó en uno de los períodos
más fructíferos en la arquitectura de la ciudad, el modernismo. Cabe remarcar que hasta el siglo xix la
ciudad estaba encorsetada por sus murallas de origen medieval, al tener la consideración de plaza militar,
por lo que su crecimiento estaba limitado. La situación cambió con el derribo de las murallas y la donación
a la ciudad de la Fortaleza de la Ciudadela, lo que propició la expansión de la ciudad por la llanura
contigua, hecho que se plasmó en el proyecto de Ensanche elaborado por Ildefonso Cerdá, que supuso la
mayor ampliación territorial de Barcelona. Otro aumento significativo de la superficie de la capital catalana
fue la anexión de varios municipios limítrofes entre finales del siglo xix y principios del xx. Todo ello
supuso la adecuación de los nuevos espacios urbanos y un aumento de los encargos artísticos municipales
en las vías públicas, que fueron favorecidos igualmente por diversos eventos celebrados en la ciudad, como
la Exposición Universal de 1888 y la Internacional de 1929 o, más recientemente, por los Juegos Olímpicos
de 1992 y el Fórum Universal de las Culturas de 2004.

El siglo xx supuso la puesta al día de los diversos estilos producidos por los arquitectos barceloneses, que
conectaron con las corrientes internacionales y pusieron a la ciudad en primera línea de la vanguardia. El
desarrollo arquitectónico en estos últimos años y la apuesta por el diseño y la innovación, así como la
vinculación del urbanismo con los valores ecológicos y la sostenibilidad, han convertido la capital catalana
en una de las ciudades europeas más punteras en el terreno arquitectónico, hecho que ha sido reconocido
con numerosos premios y distinciones, como la Medalla de Oro del Real Instituto de Arquitectos Británicos
(RIBA) en 1999 y el premio de la Bienal de Venecia en 2002.3 ​ En 2022, Barcelona fue elegida como
Capital Mundial de la Arquitectura para el año 2026 por la Unión Internacional de Arquitectos (UIA).4 ​

El patrimonio arquitectónico de la ciudad goza de una especial protección en virtud de la Ley 9/1993 del
Patrimonio Cultural Catalán, que garantiza la protección, conservación, investigación y difusión del
patrimonio cultural, con diversos grados de cobertura: nivel A (Bien Cultural de Interés Nacional), nivel B
(Bien Cultural de Interés Local), nivel C (Bien de Interés Urbanístico) y nivel D (Bien de Interés
Documental).5 ​

Localización
Barcelona, capital de la comunidad autónoma de Cataluña, se
encuentra en el Levante español, en la costa mediterránea. Está
ubicada en una llanura de unos 11 km de largo y 6 de ancho,
limitada en sus costados por el mar y por la sierra de Collserola
—con la cima del Tibidabo (516,2 m) como punto más alto—,
así como por los deltas de los ríos Besós y Llobregat. Por
encima de la línea de la costa y separando la ciudad del delta
del Llobregat se encuentra la montaña de Montjuic
(184,8 m).6 ​ Asimismo, desde la sierra de Collserola se
adelantan en el llano varias colinas que siguen una línea
paralela a la sierra litoral: son las colinas de la Peira (133 m), la
Rovira (261 m), el Carmelo (267 m), la Creueta del Coll Distritos de Barcelona.
(249 m), el Putget (181 m) y Monterols (121 m).7 ​

El llano de Barcelona se encuentra en una falla que va desde Montgat hasta el Garraf, originada en el
paleozoico. El terreno está formado por sustratos de pizarras y formaciones graníticas, así como arcillas y
piedras calcáreas.8 ​ La costa estaba ocupada antiguamente por marismas y albuferas, que desaparecieron al
ir avanzando la línea de costa gracias a las sedimentaciones aportadas por los ríos y torrentes que
desembocaban en la playa; se calcula que desde el siglo vi a. C. la línea de costa ha podido avanzar unos
5 km.9 ​ La zona del llano estaba antiguamente surcada por numerosos torrentes y rieras, que se agrupaban
en tres sectores fluviales: la riera de Horta en la zona cercana al río Besós (o zona de levante); la riera
Blanca y el torrente Gornal en la zona del Llobregat (o zona de poniente); y, en la zona central del llano, un
conjunto de rieras procedente de la vertiente meridional del Tibidabo, como las rieras de Sant Gervasi,
Vallcarca, Magòria y Collserola.10 ​

El clima es mediterráneo, de inviernos suaves gracias a la protección que la orografía del terreno ofrece al
llano, que queda resguardado de los vientos del norte. La temperatura suele oscilar entre los 9,5 °C y los
24,3 °C, como media. Presenta poca pluviometría, unos 600 mm anuales, y la mayoría de precipitaciones se
produce en primavera y otoño. Esta escasez provocó que antaño se tuviesen que hacer numerosas obras
para abastecer de agua la ciudad, entre pozos, canales y acequias. La vegetación propia de la zona está
compuesta principalmente por pinos y encinas, y sotobosque de brezo, durillo, madroño y plantas
trepadoras. Antaño se practicó la agricultura tanto de secano como de regadío —principalmente viñas y
cereales—, si bien hoy día la práctica totalidad de la superficie está construida.11 ​
Barcelona, con una población de 1 604 555 habitantes en 2015,12 ​ es el núcleo urbano más importante de
Cataluña a nivel demográfico, político, económico y cultural. Es la sede del gobierno autonómico y del
Parlamento de Cataluña, así como de la Diputación provincial, del arzobispado y de la IV Región Militar, y
cuenta con un puerto, un aeropuerto y una importante red de ferrocarriles y carreteras.13 ​

Antigüedad

Prehistoria
Existen escasos vestigios de época prehistórica en la ciudad. Si
bien está constatada la presencia humana en el Paleolítico, los
primeros restos por lo que atañe a la arquitectura proceden del
Neolítico, época en que el ser humano se volvió sedentario y
pasó de una subsistencia basada en la caza y la recolección a
una economía agraria y ganadera. Estos primeros vestigios
proceden de finales del neolítico (3500 a. C.-1800 a. C.), y se
manifiestan principalmente por las prácticas funerarias con Restos arqueológicos romanos, Museo de
Historia de Barcelona.
sepulcros de fosa, que solían ser de bastante profundidad y
revestidas de losas. Un exponente de ello es la tumba
descubierta en 1917 en la vertiente sudoeste de la colina de Monterols, entre las calles de Muntaner y
Copérnico; de datación imprecisa, tiene 60 cm de alto y 80 de ancho, y estaba formada por losas planas de
forma irregular. Por lo que respecta a habitáculos, de esta época solo se ha encontrado un fondo de cabaña
en lo que es la actual estación de San Andrés Condal.14 ​

De la Edad del Bronce (1800 a. C.-800 a. C.) se conservan igualmente pocos restos por lo que respecta al
llano de Barcelona. Los principales proceden de un yacimiento descubierto en 1990 en la calle de San
Pablo, donde se han hallado restos de hogares de fuego y sepulturas de inhumación individuales. También
son seguramente de este período los restos hallados en 1931 en Can Casanoves, detrás del Hospital de San
Pablo, donde se han encontrado restos de murallas de piedra y los fondos de tres cabañas circulares de unos
180 cm de diámetro. Existen por otro lado testimonios escritos de dos monumentos megalíticos, situados en
Montjuic y Campo del Arpa, de los que sin embargo no ha quedado ningún rastro material. Por último, del
calcolítico final existen unos escasos restos de la denominada «cultura de los campos de urnas», hallados en
la masía de Can Don Joan, en Horta, y en la vertiente sudoriental de la montaña de Montjuic, entre los
caminos del Molí Antic y la Font de la Mamella.15 ​

Período ibérico
Entre el siglo vi a. C. y el siglo i a. C. el llano de Barcelona estaba ocupado por los layetanos, un pueblo
íbero que ocupaba las actuales comarcas del Barcelonés, el Vallés, el Maresme y el Bajo Llobregat.16 ​ La
arquitectura ibérica se basaba en muros de tapial, con un sistema adintelado, con falsos arcos y bóvedas
realizados por aproximación de hiladas. Las ciudades solían situarse en acrópolis, con torres y sólidas
murallas para la defensa, dentro de las cuales se ubicaban las casas, de una distribución irregular,
generalmente con planta rectangular.17 ​
En Barcelona no quedan apenas restos arquitectónicos
ibéricos: los principales vestigios de esta cultura se encontraron
en las colinas de la Rovira, de la Peira y del Putget, así como
en Santa Cruz de Olorde —en el Tibidabo—, pero no han
permitido establecer unas especiales características por lo que
respecta a habitáculos o sepulcros funerarios.18 ​ Los
principales restos proceden de la Rovira, donde en 1931 se
encontraron vestigios de un poblado ibérico que,
desgraciadamente, fueron destruidos al instalarse unas baterías
antiaéreas durante la Guerra Civil. Al parecer, tenía una Territorio de los layetanos.
muralla con dos accesos, mientras que situado extramuros se
halló un conjunto de silos con 44 depósitos excavados en la
roca.19 ​

Según parece, el principal asentamiento ibérico de la zona estuvo en Montjuic —posiblemente el Barkeno
que nombran dos monedas acuñadas a finales del siglo iii a. C.—, aunque la urbanización de la montaña en
fechas recientes y su uso intensivo como cantera de piedra durante toda la historia de la ciudad ha
provocado la pérdida de la mayoría de restos. En 1928 se descubrieron en la zona de Magòria nueve silos
de gran capacidad, que probablemente formarían parte de un almacén de excedentes agrícolas. Por otro
lado, en 1984 se hallaron restos de un asentamiento en la vertiente sudoeste de la montaña, en un terreno de
unas 2 o 3 hectáreas.20 ​

Período romano
En el siglo iii a. C. llegaron los romanos a la península ibérica, en el transcurso
de la segunda guerra púnica entre Roma y Cartago, con lo que comenzó un
proceso colonizador que culminó con la incorporación de toda Hispania al
Imperio romano. En el siglo i a. C. se fundó Barcino,nota 1 ​ una pequeña
ciudad amurallada proyectada ya de entrada con aire monumental, y que tomó
la forma urbana de castrum inicialmente, y oppidum después, asentado sobre
el Mons Taber (16,9 m s. n. m.). El máximo esplendor de la época romana se
dio durante el siglo ii, con una población que debía oscilar entre los 3500 y
5000 habitantes.21 ​

Los romanos eran grandes expertos en arquitectura civil e ingeniería, y


aportaron al territorio caminos, puentes, acueductos y ciudades con un trazado Plano de Barcino
racional y con servicios básicos, como el alcantarillado, además de edificios superpuesto al plano
como templos, termas, circos y teatros. La arquitectura romana se basaba en la actual del Barrio Gótico.
utilización de aparejos de sillería, ladrillo y mampostería, y frente al sistema
arquitrabado griego introdujeron el uso del arco, la bóveda y la cúpula.
Adoptaron de los griegos el uso de los órdenes jónico y corintio, a los que añadieron el toscano y el
compuesto.22 ​

El recinto de Barcino estaba amurallado, con un perímetro de 1,5 km, que protegía un espacio de 10,4
hectáreas.23 ​ La primera muralla de la ciudad, de fábrica sencilla, se comenzó a construir en el siglo i a. C.
Tenía pocas torres, sólo en los ángulos y en las puertas del perímetro amurallado. Sin embargo, las primeras
incursiones de francos y alamanes a partir de los años 250 suscitaron la necesidad de reforzar las murallas,
que fueron ampliadas en el siglo iv. La nueva muralla se
construyó sobre las bases de la primera, y estaba formada por
un muro doble de 2 metros, con espacio en medio relleno de
piedra y mortero. El muro constaba de 74 torres de unos 18
metros de altura, la mayoría de base rectangular.24 ​

Portal del Bisbe, antigua puerta Praetoria


de la Barcino romana, con las dos torres
de defensa y restos de la muralla y del
acueducto.

El centro de la ciudad era el forum, la plaza central dedicada a


la vida pública y a los negocios. Se situaba en la confluencia Columnas del Templo de Augusto.
entre el cardus maximus (calles Llibreteria y Call) y el
decumanus maximus (calles Bisbe, Ciutat y Regomir),
aproximadamente en el centro del recinto amurallado.25 ​ En el foro se concentraban las construcciones
dedicadas a los negocios, la justicia, las termas y demás edificios públicos, y era el lugar donde las
autoridades se reunían en la Curia y la Basilica. El recinto del foro no ha sido claramente delimitado, pero
parece coincidir aproximadamente con la actual plaza de San Jaime.26 ​ En el foro se encontraba el Templo
de Augusto, primer emperador y fundador de la Barcino romana. Fue construido pocos años después de la
fundación de la ciudad, probablemente a principios del siglo i d. C. Era un edificio de planta rectangular,
sobre podium, hexástilo y períptero, de unos 35 metros de largo por 17,5 de ancho. Entre la columnata de
orden corintio se situaba la cella, un habitáculo que contenía la imagen o escultura del emperador Augusto,
accesible desde el foro. De este templo se conservan tan solo tres columnas, situadas todavía en su
emplazamiento original, aunque en la actualidad se hallan dentro del edificio del Centro Excursionista de
Cataluña, en la calle Paradís.27 ​

Del resto de elementos conservados de época romana conviene


resaltar la necrópolis, un conjunto de tumbas situado en el
exterior del área amurallada, en la actual plaza de la Villa de
Madrid: cuenta con más de 70 tumbas de los siglos ii y iii, con
restos de aras, estelas y cupas, descubiertas casualmente en
1954.28 ​También hay restos de dos acueductos que conducían
las aguas hacia la ciudad, uno de ellos desde la sierra de
Collserola, al noroeste, y otro desde el norte, tomando agua del
río Besós; ambos se unían enfrente de la puerta decumana de la
Necrópolis romana, en la plaza de la Villa ciudad —actual plaza Nova—.29 ​También existen importantes
de Madrid. restos arqueológicos conservados en el subsuelo del Museo de
Historia de la Ciudad, en la plaza del Rey.30 ​

A nivel doméstico, se conservan restos de una casa romana (domus) en la calle de Lladó, procedente del
siglo i a. C. Era de modelo itálico, con atrio de entrada y una superficie construida de 500 m². Fue excavada
en 1927 por Josep Calassanç Serra i Ràfols, y algunos de sus mosaicos se conservan en el Museo de
Arqueología de Cataluña.31 ​ Por otro lado, existen testimonios de un gran edificio termal ubicado en la
actual plaza de San Miguel, de alrededor del siglo ii d. C., sobre el que se construyó la iglesia de igual
nombre en la Edad Media, la cual conservaba hasta su derribo en 1868 un mosaico con representaciones de
tritones y otros motivos marinos.32 ​

Con la instauración del cristianismo como religión oficial en el siglo iv, la producción artística se desarrolló
alrededor de la temática religiosa, en el que se ha definido como arte paleocristiano. Este arte nació de las
formas y tipologías romanas, pero con un nuevo contenido basado en la iconografía cristiana. En la
arquitectura destacó como tipología la iglesia, heredera de la basílica romana, y se incorporaron nuevas
formas como la planta de cruz latina —símbolo de Jesús—, y nuevos edificios como el baptisterio.33 ​ El
principal templo de la época fue la basílica de la Santa Cruz (siglos v-vii), germen de la actual Catedral de
Barcelona, de la que quedan algunos restos situados en el subsuelo de la actual plaza de San Ivo y de la
calle de los Condes, así como algunos restos escultóricos que se conservan en el Museo de Historia de la
Ciudad.34 ​ Era un templo de tres naves, con un baptisterio de planta cuadrada que albergaba una piscina
octogonal.35 ​

Edad Media
Las primeras construcciones intactas que se conservan en la
ciudad proceden de la Edad Media, época en que Barcelona se
constituyó como condado y posteriormente pasó a formar parte
de la Corona de Aragón, convirtiéndose en un importante eje
marítimo y comercial del mar Mediterráneo. En el siglo xiii
surgió el Consejo de Ciento, una de las primeras instituciones
públicas de Barcelona. El recinto de la ciudad fue creciendo
desde el primitivo núcleo urbano —lo que hoy día es el Barrio
Gótico—, y en el siglo xiv surgió el barrio de El Raval.
Barcelona tenía entonces unos 25 000 habitantes.36 ​ Piscina bautismal de la basílica
paleocristiana de la Santa Cruz (siglo vi ),
Museo de Historia de Barcelona.
Prerrománico
El primer estilo producido en el ámbito del arte medieval es el
llamado prerrománico, situado entre la caída del Imperio romano y la creación de la Marca Hispánica.
Durante este período Barcelona estuvo integrada en el reino visigodo y, tras una breve ocupación islámica,
en el Imperio carolingio.

La arquitectura visigoda se caracterizó por el uso del muro de sillería, el arco de herradura y la bóveda de
cañón o de aristas. Las iglesias solían ser de planta basilical de una o tres naves, o bien de cruz griega,
generalmente con capillas exentas y pórtico de entrada.37 ​ En Barcelona hay pocos restos del período
visigodo, en el que la ciudad se mantuvo intramuros. Se conocen restos de un palacio edificado en el siglo v
sobre el antiguo foro romano, posteriormente palacio episcopal. Otro palacio, tal vez donde fuera asesinado
Ataúlfo, se descubrió bajo el actual Salón del Tinell, en la plaza del Rey, donde también se descubrió una
necrópolis de la época (siglos vi-vii).38 ​ La catedral continuó siendo la basílica paleocristiana, y hay
constancia de que ya existían iglesias como San Pablo del Campo, Santos Justo y Pastor y Santa María de
las Arenas —posteriormente del Mar—.39 ​Es probable que por un tiempo la catedral fuese adscrita al culto
arriano practicado por los primeros visigodos, hasta la conversión católica de Recaredo en el año 587.40 ​
La breve ocupación islámica de la ciudad, de apenas 83 años,
no dejó una especial huella. La población de la Barshilūna
(‫ )برشلونة‬musulmana siguió siendo mayoritariamente cristiana,
ya que los invasores no intentaron convertirlos al Islam. Los
valíes árabes habilitaron una guarnición militar en la ciudad, y
posiblemente convirtieron la catedral en una mezquita, como
ocurrió en otras ciudades, aunque no hay indicios de ello.41 ​

Posteriormente la ciudad
cayó bajo dependencia del
Acequia Condal.
Imperio carolingio, que
abarca desde la conquista
de Ludovico Pío en 801 hasta la ofensiva dirigida por Almanzor en
985. En esta época fue restaurada la catedral, gracias a la iniciativa del
obispo Frodoí hacia el año 877, en ocasión del traslado de los restos de
santa Eulalia a la cripta de la catedral.42 ​Durante los aproximadamente
dos siglos que duró la influencia carolingia en Barcelona, la ciudad
contaba además de la catedral con las iglesias urbanas de San Jaime,
San Miguel y Santos Justo y Pastor, además de las localizadas Situación del barrio judío de
Barcelona superpuesto a las
extramuros de Santa María del Pino, Santa María del Mar y los
calles actuales (la plaza del
monasterios de San Pablo del Campo y San Pedro de las Puellas; todas
centro a la derecha es la plaza de
estas iglesias fueron reformadas posteriormente en otros estilos.43 ​ San Jaime).
Alrededor del siglo x se formaron también diversas parroquias y
núcleos de población en las cercanías de la ciudad, como San Ginés
dels Agudells, San Andrés de Palomar, San Juan de Horta, San Gervasio de Cassoles y San Martín de
Provensals.44 ​

Durante la época medieval Barcelona tenía un barrio judío, el Call, situado entre las actuales calles de
Fernando, Baños Nuevos, Palla y Obispo. Fundado en el 692, pervivió hasta su destrucción en 1391 en un
asalto xenófobo. Estaba separado del resto de la ciudad por una muralla, y tenía dos sinagogas (Mayor,
actualmente un museo, y Menor, hoy en día parroquia de San Jaime), baños, escuelas y hospitales.45 ​

El desarrollo de la agricultura en el llano de Barcelona se consolidó con la construcción, a mediados del


siglo x —y seguramente por el conde Miró—, de dos canales que dirigían las aguas del río Llobregat y del
Besós a las inmediaciones de la ciudad: la del Besós era conocida como Acequia Condal o Regomir, y era
paralela a la Strata Francisca, una vía que suponía una variante de la antigua Via Augusta romana, y que
fue construida por los francos para aproximar mejor la ciudad al centro del Imperio carolingio.46 ​

Románico
El arte románico, desarrollado desde cerca del año 1000 hasta el siglo xiii, está ligado a la creación de los
condados catalanes —de los que el Condado de Barcelona adquirió preeminencia sobre el resto—, que
progresivamente fueron ganando autonomía del Imperio carolingio, al tiempo que fueron recuperando
terreno a los reinos islámicos. Se estableció el feudalismo como régimen imperante, y surgieron las lenguas
románicas, entre las que figura el catalán.47 ​ En el Condado, las principales influencias provinieron de
Lombardía y de las escuelas provenzal y tolosana, si bien se crearon nuevas tipologías en el uso de la piedra
y en la cubierta de grandes superficies con bóveda que permiten hablar de un románico auténticamente
catalán.48 ​ La arquitectura románica destaca por el uso de
bóvedas de cañón y arcos de medio punto, con muros de
piedra labrada en sillares sobre un núcleo de mampostería. Las
iglesias son de una o tres naves, con crucero ancho y girola en
algunos casos, además de la presencia de uno o varios ábsides
en la parte posterior.49 ​

Poco se sabe de la catedral de época románica, excepto que fue


consagrada en 1058, lo que permite suponer que debía ser un
edificio diferente del paleocristiano o prerrománico.
Monasterio de San Pablo del Campo.
Probablemente ocupaba el espacio central de la actual catedral
gótica, y si seguía el modelo de otras iglesias de la época debía
tener tres naves con tres ábsides escalonados y pórtico de entrada. Tenía un campanario que lindaba con el
Palacio Condal.50 ​ Del siglo xi es también la iglesia de Nuestra Señora del Coll, situada al pie del monte
Carmelo, de la que se conserva el cuerpo central y el campanario, mientras que los demás elementos
actuales de la iglesia son del siglo xx.51 ​

El principal exponente del arte románico en Barcelona es el


monasterio de San Pablo del Campo, totalmente reformado
entre los siglos xii y xiii.52 ​ La iglesia tiene planta de cruz
griega cubierta con bóvedas de cañón y una cúpula de planta
octogonal que sobresale en el exterior en forma de torre, con
tres ábsides y un pequeño claustro de columnas pareadas. La
fachada tiene un tímpano con una imagen de Jesús entre los
santos Pedro y Pablo, con el Tetramorfos y la mano de
Dios.53 ​
Monasterio de San Pedro de las Puellas.

En el siglo xii fue reformado también el monasterio de San


Pedro de las Puellas, fundado el año 945 por el conde Sunyer
pero reconstruido en estilo románico antes de 1147, fecha en
que fue consagrada la iglesia. Tenía una planta en forma de
cruz, con atrio, claustro y varias dependencias monásticas.54 ​
A mediados de siglo se creó el monasterio de Santa Ana, con
planta de cruz latina de una nave y cabecera rectangular; el
claustro es del siglo xv, de dos pisos, con una galería inferior
Palacio Real Mayor.
de arcos apuntados con columnas cuadrilobuladas.55 ​ Del
siglo xii son también: la capilla de San Lázaro, en la plaza del
Pedró, que formaba parte de una antigua leprosería; y la capilla de Marcús, perteneciente a un antiguo
hospital para pobres, con planta rectangular y un ábside que fue demolido en 1787.56 ​ De esta época sería
también probablemente la iglesia de San Juan de Horta, alrededor de la cual se creó el municipio de Horta,
destruida en los sucesos de la Semana Trágica de 1909.57 ​

En el siglo xiii el románico fue evolucionando hacia formas que apuntaban al nuevo estilo gótico.58 ​ En
este período, la pujanza de la ciudad a nivel administrativo y económico comportó la construcción de
numerosos edificios públicos y palacios para la nobleza y el clero. El principal exponente fue el Palacio
Condal, posteriormente Palacio Real Mayor, que durante los
siglos xii y xiii fue ampliamente remodelado, pasando de lo
que en un inicio debió ser seguramente una construcción
fortificada a un palacio plenamente señorial. Sin embargo, del
palacio románico, reformado posteriormente en estilo gótico,
subsisten tan solo las bóvedas de cañón que hay bajo el Salón
del Tinell, las fachadas norte y sur y las ventanas de la fachada
principal, tapiadas al construirse el Tinell.59 ​

Otro exponente fue el Palacio Episcopal de Barcelona,


Palacio Episcopal de Barcelona.
construido entre los siglos xii y xiii. Tenía una estructura de
tres pisos con patio central, del que destacan unas arcadas de
medio punto en el lado noroccidental, con unas columnas con capiteles decorados que son uno de los
escasos ejemplos que se conservan de la escultura románica civil de la ciudad.60 ​ Este palacio comprendía
la capilla de Santa Lucía (1257), integrada actualmente en el claustro de la catedral, de reducidas
dimensiones y planta cuadrada, cubierta por una bóveda apuntada, hecho que apunta ya al gótico.61 ​

La prosperidad ganada con la expansión territorial propició los primeros asentamientos extramuros de la
ciudad, una vez alejado el peligro de las incursiones musulmanas. Se crearon diversos núcleos de población
(vila nova), generalmente en torno a iglesias y monasterios: así ocurrió alrededor de la iglesia de Santa
María del Mar, donde se creó un barrio de carácter portuario; igualmente en la iglesia de San Cucufate del
Riego, de carácter agrario; el barrio de San Pedro en torno a San Pedro de las Puellas; el barrio del Pino
surgió alrededor de la iglesia de Santa María del Pino; y el Mercadal, en torno al mercado del Portal Mayor.
La creación de estos nuevos barrios obligó a ampliar el perímetro amurallado, por lo que en 1260 se
construyó una nueva muralla desde San Pedro de las Puellas hasta las Atarazanas, cara al mar. El nuevo
tramo era de 5 100 metros, y englobaba un área de 1,5 km². El recinto contaba con ochenta torres y ocho
nuevas puertas, entre las que se encontraban varios enclaves de relevancia en la actualidad, como el Portal
del Ángel, la Portaferrissa o la Boquería.62 ​
Iglesia de Monasterio Capilla de Capilla de Marcús. Capilla de
Nuestra de Santa San Lázaro. Santa Lucía.
Señora del Ana.
Coll.

Portal de la
Portaferrissa, en un
azulejo de la fuente
homónima.

Gótico
Desarrollado entre los siglos xiii y xvi, fue una época de
desarrollo económico y de expansión geográfica: Barcelona se
convirtió en uno de los principales centros políticos,
económicos, sociales, culturales y comerciales de la Corona de
Aragón, y llegaría a ser una de las principales potencias
mediterráneas en los siglos xiii, xiv y xv, en competencia con
Génova y Venecia.63 ​ La arquitectura sufrió una profunda
transformación, con formas más ligeras, más dinámicas, con un
mejor análisis estructural que permitía hacer edificios más Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia.
estilizados, con más aberturas y, por tanto, mejor iluminación.
Aparecieron nuevas tipologías como el arco apuntado y la
bóveda de crucería, y la utilización de contrafuertes y arbotantes para sostener la estructura del edificio, lo
que permitía interiores más amplios y decorados con vitrales y rosetones.64 ​

Desde mediados del siglo xiii se introdujeron en Barcelona las iglesias plenamente góticas, caracterizadas
por la planta de una nave con cabecera poligonal flanqueada por capillas laterales entre contrafuertes. Estas
iglesias fueron promovidas en sus inicios principalmente por franciscanos y dominicos, y fueron sus
primeros exponentes las iglesias-monasterio de Santa Catalina y San Francisco.65 ​La de Santa Catalina, de
la orden dominica —derribada en 1837 y sustituida por el mercado de igual nombre—, fue fundada en
1243, y tenía nave única de siete tramos con capillas laterales y cabecera heptagonal.66 ​ La iglesia de San
Francisco (1247-1297) tenía una nave con siete tramos, con capillas laterales y ábside poligonal; se
encontraba en la actual plaza del Duque de Medinaceli, hasta que fue demolida en 1837.67 ​Entre los siglos
XIII y XIV se construyó también el convento del Carmen —derribado en 1875—, con nave única con
cabecera poligonal y capillas laterales, cubierta de arcos diafragma que posteriormente fue sustituida por
una bóveda de crucería.68 ​

En 1298 se inició la reforma gótica de la Catedral de Barcelona, con una estructura de tres naves con girola
y capillas dobles, y cripta con la tumba de santa Eulalia. La cabecera está inspirada en la Catedral de
Narbona, con deambulatorio y corona de capillas radiales. El proyecto inicial es de autor desconocido,
mientras que entre 1317 y 1339 Jaume Fabre completó la cabecera y la cripta; Bernat Roca se encargó entre
1365 y 1388 del crucero y los campanarios, así como las bóvedas de las naves hasta el trascoro; entre 1398
y 1405 Arnau Bargués realizó la sala capitular; en los siguientes años se construyó el claustro, siendo
maestros de obras Jaume Solà, Bartomeu Gual y Andreu Escuder. La fachada fue construida en el siglo xix,
en estilo neogótico.69 ​

Junto a la catedral surgieron un amplio conjunto de iglesias,


siendo la primera la de Santa María del Pino, iniciada en 1319
y prácticamente concluida a finales del siglo xiv. Presenta una
sola nave de siete tramos con bóvedas de crucería, con capillas
entre los contrafuertes, siguiendo el tipo de las iglesias de
órdenes mendicantes. La fachada destaca por su gran rosetón
con tracerías radiales, comparable a las de Sant Cugat del
Vallès y la Catedral de Tarragona. Junto a la iglesia se
encuentra el campanario, de planta octogonal. En su trazado
intervinieron maestros de obras como Guillem Abiell, Francesc
Santa María del Pino (1319-finales del
siglo xiv). Basset y Bartomeu Mas.70 ​

Poco después surgió el monasterio e iglesia de Santa María de


Pedralbes, de la orden de las clarisas, fundado en 1326 por iniciativa de la reina Elisenda de Montcada, con
intervención de los maestros de obras Antoni Nató y Guillem Abiell. La iglesia tiene nave única con
cabecera heptagonal, con capillas bajas entre los contrafuertes del lado de la cabecera, y un coro en el lado
inferior de la iglesia. Posteriormente, entre los siglos xiv y xv, se construyó el claustro, a cuyo alrededor se
hallan las dependencias monásticas.71 ​

Le siguió la iglesia de Santa María del Mar, uno de los mejores


exponentes del gótico en la ciudad, construida entre 1329 y
1384 sobre la primitiva iglesia paleocristiana de Santa María de
las Arenas, con un proyecto de Berenguer de Montagut,
continuado por Ramon Despuig y Guillem Metge. Presenta
tres naves separadas por columnas octogonales, girola con
capillas radiales y un interior amplio y diáfano, donde destaca
un magnífico rosetón vidriado.72 ​

Otras iglesias de la época son: la de los Santos Justo y Pastor


Santa María del Mar (1329-1384).
(1342-1360), de Bernat Roca, con una nave de cinco tramos
con bóveda de crucería, capillas laterales con ábside, torre-
campanario octogonal y una fachada donde destaca un ventanal apuntado en vez del habitual rosetón;73 ​el
convento e iglesia de San Agustín (1347-1507), dañado durante el sitio de 1714 y que más tarde fue usado
como cuartel y actualmente como sala de exposiciones y sede del Archivo Fotográfico Municipal, del que
se conserva parte del claustro, la nave lateral de la iglesia y el refectorio;74 ​ y la iglesia de la Santísima
Trinidad (1394) —posteriormente de San Jaime tras la desaparición de la iglesia de ese nombre que había
en la plaza homónima en el siglo xix—, construida sobre la antigua sinagoga menor del barrio judío, de la
que solo se conserva de época gótica la nave y la puerta, mientras que la cabecera es del siglo xvii y el resto
de elementos son añadidos neogóticos del siglo xix.75 ​

También conviene destacar en la periferia de la ciudad la


iglesia de San Martín de Provensals, de origen incierto aunque
fue reconstruida entre los siglos xv y xvii en estilo gótico, de la
que destaca su fachada, obra de Joan Aymerich, que presenta
unas molduras flamígeras entrecruzadas y un tímpano con una
escultura de san Martín de Tours;76 ​ el monasterio de San
Jerónimo del Valle de Hebrón (1393), obra de Arnau Bargués,
con iglesia de una nave de cinco tramos con bóveda de
Salón del Tinell, Palacio Real Mayor
crucería y dos capillas entre los contrafuertes, destruido en
(1359-1370). 1835;77 ​ y el convento franciscano de Santa María de Jesús
(1427), situado en el camino de Jesús —posterior paseo de
Gracia—, que constaba de convento, claustro, iglesia,
cementerio y huerto, destruido en 1808.78 ​

En el terreno civil destacó el Palacio Real Mayor, reformado del anterior edificio románico, en el transcurso
de cuyas modificaciones se derribó la mayor parte de la estructura anterior —solo se dejaron las fachadas—,
y se construyó un gran salón de banquetes y recepciones, la Cámara Mayor o Salón del Tinell, construido
por Guillem Carbonell entre 1359 y 1370. Se trata de una sala rectangular, de 33,5 m de longitud y 17 m de
altura, con seis arcos diafragma de medio punto apoyados sobre unos pequeños pilares con capitel, y techo
de madera policromada.79 ​ En esta época se anexó al palacio la capilla de Santa Ágata, construida entre
1302 y 1310 por Bertran Riquer, la cual consta de una sola nave, con techo de madera de dos vertientes,
apoyado en arcos diafragma; en el altar se encuentra el Retablo del Condestable, de Jaume Huguet.80 ​

El mismo Carbonell reformó entre 1367 y 1368 el Palacio Real Menor de Barcelona, ubicado en la actual
calle de Ataúlfo, un edificio originario del siglo xii que había pertenecido a la Orden del Temple, que fue
reformado en estilo gótico con nuevas dependencias, como la Sala de los Caballos, realizada a imitación del
Tinell, o la Cámara Blanca, destinada al rey. Este palacio destacaba igualmente por un amplio jardín con
animales exóticos a modo de pequeño zoológico.81 ​ En la actualidad solo se conserva la capilla, reformada
entre 1542 y 1547 por Andreu Matxí, el cual sustituyó los anteriores arcos diafragmáticos por unas bóvedas
de crucería, y construyó las capillas laterales; en 1868 Elías Rogent reformó la fachada.82 ​

En esta época se creó la Casa de la Ciudad —sede del Ayuntamiento—, que en principio consistía en un
salón construido en el patio interior de la casa del escribano del Consejo de Ciento, el grupo de prohombres
que dirigía la ciudad, cuyas reuniones se celebraban hasta entonces en el convento de Santa Catalina.83 ​Se
construyó entonces el Salón de Ciento, obra de Pere Llobet inaugurada en 1373. Entre 1400 y 1402 se
edificó una nueva fachada, a cargo de Arnau Bargués, donde destacan la puerta de medio punto y una
arquería ciega sobre las aberturas, así como la decoración escultórica, de la que sobresale un San Rafael
elaborado por Pere Sanglada; se trata de la fachada que da a la calle de la Ciudad, ya que la fachada
principal actual, que da a la plaza de San Jaime, es del siglo xix, en estilo neoclásico.84 ​
Se creó entonces
también el Palacio
de la Generalidad
de Cataluña —
originalmente una
institución
recaudadora de
impuestos y actual
sede del gobierno
autonómico—,
Fachada gótica de la Casa de la Ciudad Salón de Ciento, Casa de la Ciudad
de Barcelona (1400-1402).
emplazado en una (1373).
antigua casa
señorial del Call,
adquirida por las Cortes Catalanas en 1401 tras la expulsión de los judíos. Entre 1416 y 1418 fue
remodelado por Marc Safont, principalmente en cuanto a la construcción de una nueva fachada en la calle
del Obispo, ejecutada en gótico flamígero con ornamentación escultórica de Pere Johan. Posteriormente, en
1425, el mismo Safont reformó la galería de la planta noble, y entre 1427 y 1434 construyó la capilla de
San Jorge en el espacio donde anteriormente había una torre.85 ​

Otros exponentes de la arquitectura civil fueron: las Atarazanas,


construidas entre los siglos xiii y xiv con una primera estructura
alrededor de un gran patio con pórticos y fortificado con murallas y
torres de defensa, que fue ampliada a finales del siglo xiv por Arnau
Ferrer, el cual cubrió el patio y amplió los pórticos con dos cuerpos de
ocho naves cada uno;86 ​ la Lonja de Barcelona se construyó entre
1380 y 1404 sobre un antiguo pórtico al aire libre, obra de Pere Llobet
y Pere Arvei, aunque del edificio gótico solo queda la Sala de
Contratación, que destaca por su monumentalidad (16 m de altura), de
forma rectangular con tres naves y unos grandes arcos de medio punto
que sostienen un tejado de madera, una estructura que recuerda a la
famosa Loggia dei Lanzi de Florencia;87 ​ el Hospital de la Santa Cruz
se construyó entre 1401 y 1415 en El Raval, con un proyecto inicial de
Guillem Abiell, el cual planificó un edificio rectangular de cuatro Palacio de la Generalidad de
cuerpos dispuestos alrededor de un patio central, con dos pisos, el Cataluña, fachada gótica con el
inferior resuelto con bóvedas de crucería y el superior con tejado a dos San Jorge de Pere Johan (1416-
1418).
aguas sobre arcos diafragma —actualmente acoge la Biblioteca de
Cataluña y la Escuela Massana—.88 ​

En esta época surgieron también numerosas casas de familias nobles, generalmente con una tipología
basada en un módulo cuadrangular o rectangular, con un patio interior que distribuye el espacio, y dos pisos
comunicados por una escalinata, con elementos constructivos basados en bóvedas de crucería, arcos
apuntados y tracerías caladas. Algunos exponentes son: el Palacio Requesens (siglo xiv), actual Real
Academia de Buenas Letras; el Palacio Nadal (siglo xiv), actual Museo de Arte Precolombino; la Casa de
los canónigos (siglo xiv), que antiguamente acogía canónigos de la catedral y actualmente es la residencia
oficial del presidente de la Generalidad; el Palacio Berenguer d'Aguilar (mediados del siglo xv), de Marc
Safont, actual Museo Picasso; y el Palacio Cervelló-Giudice (siglo xv), actual Galería Maeght.89 ​
Otra tipología que surgió en este período fue la de la masía
rural, un tipo de casa solariega evolucionado de las granjas
fortificadas romanas, que con el tiempo se convirtieron en
auténticas residencias señoriales. Generalmente seguían un
esquema basilical, con una planta rectangular de cuerpo central
y galería con arcada, compuesta de dos plantas y desván o
granero. Una de las más antiguas que se conserva es la de Can
Vinyals o Torre Rodona, en Les Corts, original del siglo x —
época de la que se conserva la base de la torre de defensa—
pero reformada en el XIV. Del siglo xv son Can Cortada, en
Muralla de El Raval, con el Portal de
Santa Madrona (siglos xiv-xv).
Horta; Can Fuster, igualmente en Horta; y Torre Llobeta, en
Nou Barris.90 ​

El continuo crecimiento urbanístico propició una nueva prolongación del recinto amurallado, con la
construcción de la muralla de El Raval, en la zona occidental de la ciudad, que englobó una superficie de
218 ha, con un perímetro de 6 km. Las obras duraron alrededor de un siglo, desde mediados del siglo xiv
hasta mediados del xv. El nuevo recinto urbano partía de las Atarazanas, siguiendo las actuales rondas de
San Pablo, San Antonio, Universidad y San Pedro, bajando por el actual paseo de Lluís Companys hasta el
monasterio de Santa Clara —en el actual parque de la Ciudadela—, y hasta el mar, por la actual avenida
Marqués de la Argentera. Actualmente sólo se conserva el Portal de Santa Madrona, en las Atarazanas.91 ​

Santa María de Pedralbes Iglesia de Iglesia de San Martín Capilla de


(1326). los Santos de Provensals Santa Ágata
Justo y (siglo xv). (1302-1310).
Pastor
(1342-1360).

Palacio Real Menor de Hospital de la Santa Masía de Can Vinyals


Barcelona (1367-1368). Cruz (1401-1415). o Torre Rodona
(siglo xiv).

Edad Moderna
En este período Barcelona pasó a formar parte del nuevo reino
de España surgido de la unión de las coronas de Castilla y
Aragón. Fue una época de alternancia entre períodos de
prosperidad y de crisis económicas, especialmente por las
epidemias de peste en el siglo xvi y por conflictos sociales y Barcelona en 1563, grabado de Anton van
den Wyngaerde.
bélicos como la Guerra dels Segadors y la Guerra de Sucesión
entre los siglos xvii y xviii, aunque en este último siglo repuntó
la economía gracias a la apertura del comercio con América y al inicio de la industria textil. La ciudad
seguía encorsetada en sus murallas —la única ampliación fue en la playa, el barrio de la Barceloneta—,
pese a que al final del período tenía casi 100 000 habitantes. Artísticamente fue la época del Renacimiento y
el Barroco, estilos en los que se construyeron numerosos palacios e iglesias.92 ​

Renacimiento
Artísticamente, aunque algunos autores hablan de cierta
decadencia, fue una época bastante productiva, si bien no hubo
una creación verdaderamente autóctona, ya que tanto las
formas como los estilos artísticos, y a menudo los propios
artistas, vinieron de fuera. De todas formas, las innovaciones
del Renacimiento italiano llegaron tarde, hacia finales del
siglo xvi, y mientras tanto pervivieron las formas góticas.93 ​La
arquitectura renacentista destacó por el retorno a las formas
clásicas, con el empleo de arcos de medio punto, columnas de
órdenes clásicos, bóvedas de cañón con casetones y cúpulas de Fachada del Palacio de la Generalidad
media naranja. La planta solía ser central, con espacios (1596-1619), de Pere Blai.
diáfanos y formas armónicas basadas en estrictas proporciones
matemáticas.94 ​

La pervivencia del gótico se denota en ejemplos como la fachada de la iglesia de San Miguel (1519) —
actualmente adosada a una pared lateral de la Basílica de la Merced—, de los maestros de obras Gabriel
Pellicer y Pau Mateu y del escultor francés René Ducloux, con un portal gótico con pilastras corintias
laterales y hornacinas de tracería gótica.95 ​ En esta época se hicieron también numerosas reformas y
añadidos a la iglesia del convento dominico de Santa Catalina: al edificio gótico se le añadió en 1529 la
capilla de la Natividad; en 1534 la capilla de la cofradía de sombrereros; en 1545 el coro alto y un sagrario;
en 1567 la capilla del Rosario; y en 1602 la capilla de San Raimundo de Peñafort, obra de Pere Blai, ya en
un clasicismo plenamente renacentista.96 ​ Entre 1540 y 1587 se reconstruyó la iglesia de Santa María de
Vallvidrera sobre una antigua edificación románica del siglo x; de pervivencia gótica, presenta nave única
con cabecera poligonal y un campanario de planta cuadrangular.97 ​

Las innovaciones renacentistas fueron penetrando lentamente, dando como resultado edificios híbridos entre
el gótico y el Renacimiento, como el Convento de los Ángeles y del Pie de la Cruz (1562-1566), de
Bartomeu Roig: la iglesia era de una nave con tres salas abovedadas y ábside poligonal; actualmente acoge
la institución Fomento de las Artes Decorativas.98 ​ En 1566 se construyó en los bajos de la casa de Mateu
Roig, en la calle Sant Pere més Alt, la capilla de San Cristóbal, que combina los ventanales góticos con un
portal clasicista de forma rectangular, enmarcado por columnas jónicas y un frontón triangular coronado por
acroteras con esferas de piedra.99 ​
A nivel civil, durante el siglo xvi se hicieron numerosos
trabajos en el Hospital de la Santa Cruz: entre 1509 y 1512 se
construyó en el ala de levante el Salón de Santa Magdalena, y
entre 1511 y 1518 se trabajó en el ala de poniente, donde se
situó el nuevo portal de acceso, obra de Antoni Cuberta y
Antoni Papiol, un híbrido gótico-renacentista; entre 1568 y
1575 se construyeron las escalas monumentales que
conectaban los pisos superiores con el patio, a cargo de Joan
Safont.100 ​ Otro edificio de corte civil fue el de la Universidad
Pia Almoina (1546).
de Barcelona (1536-1592), situado en el Portal de Santa Ana,
en la parte alta de la Rambla, obra de Tomàs Barsa, el cual fue
reconvertido en cuartel militar en 1720 y derribado en
1843. 101 ​En 1546 se construyó la Pia Almoina —actual Museo Diocesano de Barcelona—, una institución
benéfica de asistencia a los pobres, situada junto a la catedral. El edificio se apoyaba sobre restos de la
muralla romana, y del edificio original se conserva el cuerpo con cubierta a dos aguas, donde destaca la
galería corrida del piso superior, y el portal de medio punto.102 ​ Entre 1549 y 1557 se construyó el Palacio
del Lloctinent —actual Archivo de la Corona de Aragón—, obra de Antoni Carbonell. Tiene una fachada
gótica con torre puntiaguda y ventanas mixtilíneas, alineadas horizontal y verticalmente. El edificio es
cuadrangular, con un patio igualmente cuadrado, con arcos carpaneles, y una galería superior de arcos de
medio punto sobre columnas toscanas.103 ​ En este siglo culminaron los trabajos de reforma del Palacio
Real Mayor con la construcción del Mirador de Martín el Humano (1555), una torre rectangular de cinco
plantas con galerías de arcos de medio punto que sobresale del cuerpo del edificio, sobre el Salón del
Tinell.104 ​

Una de las primeras construcciones de espíritu plenamente renacentista fue el Salón del Trentenario de la
Casa de la Ciudad (1559), que presentaba una galería con pórtico clasicista, al que se añadió en 1580 una
puerta de influencia serliana, compuesta de un arco de medio punto enmarcado por pilastras adosadas y un
friso con triglifos y metopas, con decoración de escudos y trofeos. El Trentenario fue destruido en 1830
durante la construcción de la nueva fachada neoclásica, y parcialmente reconstruido en 1929.105 ​ Durante
este período el edificio del consistorio barcelonés se amplió también con la capilla, las escribanías y el patio
interior con galería alta (1577).106 ​

El principal exponente del nuevo estilo fue la nueva fachada


del Palacio de la Generalidad (1596-1619), de Pere Blai,
inspirada en modelos romanos tomados de Antonio da
Sangallo y Miguel Ángel.107 ​ El palacio se amplió entre 1526
y 1600 con varios edificios adyacentes, hasta ocupar toda la
manzana. Se construyeron entonces la Cámara Dorada (1526),
el Patio de los Naranjos (1532, Antoni Carbonell y Pau
Mateu), la lonja de Poniente (1536-1544), la lonja de Levante
(1547) y el Consistorio Nuevo (1570-1577, Pere Ferrer). Entre Patio de los Naranjos del Palacio de la
1596 y 1619 Blai construyó la nueva fachada de la plaza de Generalidad (1532), de Antoni Carbonell y
San Jaime y reformó la capilla de San Jorge —actual Salón de Pau Mateu.
San Jorge—, de tres naves de igual altura —al estilo
hallenkirche o «planta de salón»—, con pilares cuadrangulares
de orden dórico-toscano, bóvedas de arista y una cúpula elíptica sobre el crucero. Por sus líneas severas
denota la influencia herreriana. La fachada presenta tres cuerpos, el central más ancho que los laterales,
enmarcados por dos pilastras corintias, y con cuatro niveles: uno de basamento almohadillado, otro con
entablamento y ventanas con frontones alternos curvos y triangulares, otro con cornisa y ventanas pequeñas
—algunas ciegas—, y otro con entablamento y balaustrada. El portal es dórico con arco de medio punto,
con entablamento y una hornacina con el escudo de la Generalidad; en el siglo xix se le añadió una
escultura de San Jorge, de Andreu Aleu. La fachada se cubre con una cúpula con linterna, recubierta de
tejas verdes y amarillas.108 ​

Por lo que respecta a palacios privados, presentan una tipología basada


en un patio interior con escalera, vestíbulo de entrada y galería
superior, con decoración de grutescos y tracerías góticas. Son
exponentes de ello la casa Bassols, unida actualmente al palacio
Pignatelli y sede del Real Círculo Artístico; el palacio Centelles (1514);
y la casa Gralla (1506), de Mateu Capdevila, derribada en 1856.109 ​
También conviene recordar las casas de los gremios de caldereros y
zapateros, que fueron trasladadas de sus antiguas ubicaciones, de
donde iban a ser derribadas, a la plaza de San Felipe Neri, creando en
este lugar un conjunto de casas de planta renacentista.110 ​ Otros
exponentes son: la Casa Clariana-Padellàs (1497-1515), actual Museo
de Historia de Barcelona, que fue trasladada de la calle de Mercaderes
a la plaza del Rey durante las obras de apertura de la Vía Layetana; y
la Casa de l'Ardiaca (1490-1514), que antaño acogía al arcediano de la
catedral y actualmente es sede del Instituto Municipal de Historia y del
La Casa Gralla en 1855, poco
Archivo Histórico de la Ciudad, tras unir este edificio con la contigua
antes de su derribo.
Casa del Degà en el siglo xix, época en que se creó el claustro interior
por el que actualmente se accede al edificio.111 ​

En el siglo xvi las masías continuaron realizándose preferentemente en estilo gótico, aunque poco a poco se
fue introduciendo el nuevo estilo, principalmente en partes de la fachada como puertas, ventanas, galerías y
arcadas, que incorporaron decoración escultórica, generalmente de grutescos.112 ​Entre los siglos xvi y xvii
muchas de ellas se fortificaron, debido a la piratería y el bandolerismo. Por otro lado, el enriquecimiento de
los propietarios gracias a la sentencia de Guadalupe que puso fin a la Guerra de los Remensas propició el
embellecimiento de numerosas masías.113 ​ Algunos exponentes son: Can Mestres, en Vallvidrera —
reformada en el siglo xviii—; Ca l'Armera, en San Andrés; Can Valent, también en San Andrés; y Can
Planas, en San Martín.

En cuanto a urbanismo, en la primera mitad del siglo xvi se


construyó la muralla del Mar, donde se emplazaron los
baluartes de Levante, Torre Nueva, San Ramón y
Mediodía.114 ​ Por lo demás, la principal reforma urbanística
fue en el entorno de la catedral, donde se abrió la plaza de la
Seo, frente al portal mayor de la catedral (1546), así como la
plaza de San Ivo, con un espacio recortado al Palacio Real
Mayor. Del mismo palacio se desmembró una parte (el patio y
las alas norte y este), que fue cedida por la Corona para servir
Puerto de Barcelona, grabado alemán del
de sede a la Inquisición —actual Museo Frederic Marès—,
siglo xviii .
mientras que el resto fue reconvertido en Real Audiencia en
1542.115 ​
Por otro lado, durante los siglos xv y xvi se construyó un puerto artificial que cubriese por fin las
necesidades del importante centro mercantil que era Barcelona: paradójicamente, durante la época de
esplendor del comercio catalán por el Mediterráneo, Barcelona no contaba con un puerto preparado para el
volumen portuario que era habitual en la ciudad. El antiguo puerto al pie de Montjuic había sido
abandonado, y la ciudad contaba únicamente con la playa para recibir pasajeros y mercancías. Los barcos
de gran calado debían descargar mediante barcas y mozos de cuerda. Por fin, en 1438 se obtuvo el permiso
real para construir un puerto: en primer lugar, se hundió un barco cargado de piedras para servir de base al
muro que unió la playa con la isla de Maians; reforzado el muro en 1477, se alargó en forma de espigón en
1484. A mediados del siglo xvi se amplió el puerto ante la campaña iniciada por Carlos I contra Túnez. A
finales de siglo, el muelle contaba con una longitud de 180 m por 12 de ancho. Nuevas obras de mejora en
el siglo xvii dieron por un fin un puerto en condiciones para la ciudad.116 ​

Iglesia de Iglesia de Santa María Convento de los Ángeles Palacio del Lloctinent
San Miguel de Vallvidrera (1540- y del Pie de la Cruz (1562- (1549-1557), de Antoni
(1519). 1587). 1566), de Bartomeu Roig. Carbonell.

Casa Clariana-Padellàs Casa de l'Ardiaca Masía de Can Mestres.


(1497-1515). (1490-1514).

Barroco

siglo xvii
Como en el Renacimiento, el arte de la época siguió las corrientes llegadas desde fuera. Como pasó con las
innovaciones renacentistas, el Barroco en Cataluña fue penetrando paulatinamente, con pervivencia de las
tipologías anteriores y una nueva mezcla estilística en la ejecución de las obras.118 ​ Aun así, el Barroco
catalán es de líneas más sencillas, de estructuras simples, no tan recargadas como en el Barroco italiano, y
se evidencia más en la decoración que no en los trazados, que siguen la línea clásica. Prácticamente hasta
1660 pervivió el clasicismo renacentista, que fue sustituido por un Barroco «salomónico decorativista»
hasta 1705, fecha en que la arquitectura se fue volviendo más académica hasta desembocar en el
neoclasicismo.119 ​
La arquitectura barroca asumió unas formas más dinámicas, con una
exuberante decoración y un sentido escenográfico de las formas y los
volúmenes. Cobró relevancia la modulación del espacio, con
preferencia por las curvas cóncavas y convexas, poniendo especial
atención en los juegos ópticos (trompe-l'œil) y el punto de vista del
espectador. En convivencia con el ideario contrarreformista, el arte se
volvió propagandístico y se puso al servicio de la ostentación del
poder, tanto político como religioso.120 ​

Las primeras obras del siglo fueron todavía en un clasicismo


renacentista, como sería el caso del convento de San Francisco de
Paula (1597-1644), con una iglesia de nave única con capillas laterales,
campanario rectangular y claustro de dos pisos con columnas dóricas
en el inferior y jónicas en el superior. Le siguió el convento de la
Merced (1637-1651), donde destaca el claustro —actualmente
incorporado al edificio de la Capitanía General de Cataluña—, obra de
Túmulo del cardenal Juan Tomás
Jeroni Santacana, con cuatro arcadas de medio punto con columnas de Boxadors, convento de Santa
toscanas, galería superior con el doble de arcos que la inferior, con Catalina, obra de Salvador Gurri
columnas jónicas, y un nivel de balcones.121 ​ (1781); grabado de Pere Pasqual
Moles. En el período barroco
Otros exponentes son: el convento de la Santísima Trinidad (1619), de cobró una especial relevancia la
los trinitarios calzados, una reforma de la iglesia gótica —actualmente arquitectura efímera, una mezcla
parroquia de San Jaime—, en que se añadió la planta jesuítica, con de construcciones temporales,
escenografía y actos lúdicos o
crucero, presbiterio y capillas laterales intercomunicadas; el convento
ceremoniales, generalmente de
agustino de Santa Mónica (1626-1636), cuya iglesia —reformada en
carácter político o religioso.117 ​
1887 por Joan Martorell y destruida en 1936— seguía el mismo nota 2 ​
esquema que la anterior, mientras que el claustro —única parte que se
conserva, actual centro de arte— tiene dos pisos con arcadas sobre
pilares;122 ​ el convento servita del Buen Suceso (1626-1635), actual sede del distrito de Ciutat Vella;123 ​ y
la iglesia de San Ginés de Agudells (1671), que sustituía una del siglo x, de una nave con crucero y
campanario cuadrado de cubierta piramidal, con rectoría y un cementerio.124 ​

La incorporación de las formas barrocas tuvo más éxito en la


ornamentación que no en el lenguaje arquitectónico
propiamente dicho, como se puede percibir en la
generalización del uso de columnas salomónicas. Buenos
ejemplos son la Casa de Convalecencia del Hospital de la
Santa Cruz (1629-1680) y la iglesia de Belén (1681-1732).125 ​
La primera, obra de Pere Pau Ferrer, tiene un esquema
claustral, con dos niveles, arcos de medio punto, pilastras
dórico-toscanas, bóvedas de arista y balaustrada en el segundo
Iglesia de Belén (1681-1732), de Josep
nivel.126 ​ La iglesia jesuita de Nuestra Señora de Belén, obra
Juli. de Josep Juli, tiene planta congregacional —al estilo del Gesù
—, nave longitudinal con bóveda de cañón, nártex de entrada
bajo el coro y capillas intercomunicadas, cada una con una
cúpula elíptica con linterna. La fachada tiene un paramento de almohadillado romboidal, puerta cuadrada,
rosetón y portada-retablo con columnas salomónicas y entablamento clásico pero tratado barrocamente, con
entrantes y salientes, flanqueado por dos estatuas de san Ignacio de Loyola y san Francisco de Borja, de
Andreu Sala.127 ​ Siguió el modelo de Belén la iglesia de San Severo (1698-1705), obra de Jaume
Arnaudies por lo que corresponde al trazado original y de Jeroni Escarabatxeres en la conclusión de la
fachada y la decoración interior. Es de pequeñas proporciones (23 x 12 m), dividida en tres cuerpos
verticales por pilastras de gran tamaño, con un cuerpo central de mayor altura que acoge una hornacina con
la imagen del santo.128 ​

En este período trabajó Fray Josep de la Concepció —apodado


el Tracista—, un carmelita descalzo que desarrolló un estilo
barroco clasicista, con cierta influencia vitruviana. Entre 1668
y 1688 construyó el Palacio del Virrey, en el Pla de Palau,
reforma de un antiguo depósito de mercancías conocido como
Hala dels Draps, de planta cuadrangular con patio central, tres
niveles con balcones y fachada con elementos góticos.129 ​ En
1675 adaptó la sala capitular de la Catedral de Barcelona como
capilla de San Olegario, en estilo gótico para no romper con la
línea del templo, y un sepulcro barroco para el santo, con una Palacio del Virrey (1668-1688), de Fray
estatua de Pere Sanglada. En 1687 realizó la iglesia de los Josep de la Concepció.
carmelitas descalzos de Nuestra Señora de Gracia y San José
—apodada dels Josepets—, en la plaza de Lesseps, con nave
única, capillas intercomunicadas, bóveda de cañón con lunetas, falso transepto y cúpula sin tambor. La
fachada tiene tres arcos de entrada, frontón, entablamento y un campanario de espadaña perpendicular a la
fachada.130 ​

De esta época son también varios palacios: el palacio Dalmases


—actual sede de Òmnium Cultural—, en la calle de Montcada,
de tradición gótica por su distribución alrededor de un patio
central con escalera y dos plantas, presenta una fachada con
ventanas de moldeado roto y gárgolas, y un patio con
columnas salomónicas y arcos rampantes;131 ​ el palacio
Marimon o del marqués de Caldes de Montbui destaca por su
patio central con galería de arcos rebajados de estilo
toscano;132 ​ el palacio Maldà tiene una fachada curva por su
adaptación a la calle, hecha de pequeños sillares, y un salón de
Puente de las torres romanas (1614). varias plantas con decoración rococó;133 ​ la casa del Gremio
de Revendedores (1685) destaca por los esgrafiados de la
fachada.134 ​

En este período las masías fueron abandonando progresivamente las líneas góticas, con la introducción de
nuevos elementos como puertas adoveladas, ventanas geminadas, ménsulas y alféizares.135 ​ Algunos
exponentes son: Can Masdeu, en Horta; Can Trilla, en Gracia; Can Carabassa, en Horta; y Can Mariner,
también en Horta.

A nivel urbanístico, en el siglo xvii se amplió nuevamente la muralla de la ciudad con la construcción de
cinco nuevas puertas (San Severo, Talleres, San Antonio, San Pablo y Santa Madrona —esta última una
reconstrucción de la del siglo xiv—), se pavimentaron calles, se instalaron alcantarillas, se construyeron
fuentes de agua potable y se hicieron obras de mejora en el puerto.136 ​También se construyó un puente que
unía las dos torres de la puerta decumana de la muralla romana, junto al Palacio Episcopal (1614), formado
por dos arcos rebajados, el inferior con una pasarela con balaustrada y el superior con un cuerpo con cinco
ventanas balconeras de arco de medio punto enmarcadas por pilastras dóricas; fue derribado en 1823.137 ​

Claustro del convento Casa de Iglesia de Iglesia de Nuestra


de la Merced (1637- Convalecencia, San Severo Señora de Gracia y
1651), de Jeroni Hospital de la Santa (1698-1705), San José (1687), de
Santacana. Cruz (1629-1680), de de Jaume Fray Josep de la
Pere Pau Ferrer. Arnaudies y Concepció.
Jeroni
Escarabatxe
res.

Casa del Gremio de Masía de Can Carabassa.


Revendedores (1685).

siglo xviii
En este siglo continuaron las formas barrocas, pero más atemperadas,
no tan exuberantes como en la centuria anterior. El lenguaje
arquitectónico se volvió más clasicista, bien con un componente más
barroco (San Miguel del Puerto) o más académico (iglesia de la
Merced), hasta desembocar en el neoclasicismo que se desarrolló entre
finales de siglo e inicios del xix.138 ​

La llegada de los Borbones generó en arquitectura una serie de obras


de ingeniería militar, como el de castillo de Montjuïc y la fortaleza de la
Ciudadela, o incluso iglesias como la de San Miguel del Puerto en la
Barceloneta (1753).139 ​ El castillo de Montjuic, una pequeña fortaleza
del siglo xvii construida para la Guerra de los Segadores, fue ampliado
y reformado por Juan Martín Cermeño entre 1751 y 1779, con una
forma pentagonal y grandes fosos y baluartes, con influencia Fachada del Arsenal de la
vaubaniana; en 1960 fue convertido en Museo Militar, con una reforma Ciudadela, actualmente Palacio
de Joaquim de Ros i de Ramis.140 ​ del Parlamento de Cataluña.
Para la construcción de la Ciudadela se derribaron 1200 casas del barrio de la Ribera —quedando 4500
personas sin casa y sin indemnización—, así como los conventos de San Agustín y Santa Clara, y se desvió
la Acequia Condal.141 ​Obra de Joris Prosper van Verboom, tenía forma pentagonal, también con influencia
vaubaniana. De su conjunto destacan el edificio del arsenal, actual sede del Parlamento de Cataluña; el
palacio del gobernador, actual Instituto Verdaguer; y la capilla, actual parroquia castrense.142 ​ Esta capilla,
proyectada por Alexandre de Rez en 1727, presenta un portal clasicista con testero semicircular, al estilo de
la iglesia de la Visitación de París.143 ​

Las primeras iglesias fueron de pervivencia barroca: entre 1705


y 1716 se edificó la iglesia de San Severo y San Carlos
Borromeo —actualmente de San Pedro Nolasco—, en la plaza
de Castilla, de la orden de los paúles. Presenta nave única, con
tribunas y cúpula semiesférica, y un claustro de orden toscano,
con bóvedas de arista.144 ​ Entre 1721 y 1752 se construyó la
iglesia de San Felipe Neri, en la plaza homónima, obra de Pere
Bertran y Salvador Ausich. Presenta nave única, crucero,
capillas intercomunicadas, ábside rectangular y fachada de
Iglesia de San Felipe Neri (1721-1752) de
trazado mixtilíneo, con inicio de entablamento y acabamiento
Pere Bertran y Salvador Ausich. semicircular.145 ​ De Pere Bertran es también la iglesia de San
Agustín (1728),nota 3 ​ de nave congregacional con capillas
intercomunicadas, cúpula con linterna, bóveda de cañón y
ábside semicircular. La fachada es de Pere Costa (1735), con nártex de cinco arcos de medio punto, con
frontón mixtilíneo y cúpula elíptica, realizada solo en su parte inferior, mientras que la superior continúa
inacabada.145 ​ En 1735 se levantó la iglesia de Santa Marta, en la Riera de San Juan, anexa a un hospital
de peregrinos del mismo nombre; afectada por la apertura de la Vía Layetana, fue derribada en 1911,
aunque la fachada fue conservada y trasladada al edificio del convento del Hospital de la Santa Cruz y San
Pablo, donde aún permanece.146 ​

Entre 1736 y 1743 se construyó la Casa de la Caridad —actual Centro de Cultura Contemporánea de
Barcelona—, emplazada sobre un anterior convento medieval de monjas agustinas bombardeado en 1651,
que albergaba un complejo de diversas dependencias dispuestas alrededor de un gran patio de planta
cuadrada y claustro de doble altura con arcadas de orden toscano, conocido actualmente como patio
Manning. En el siglo xix se le incorporó la iglesia neogótica de Santa María de Montalegre, así como otro
patio llamado de Dones.147 ​

La iglesia de San Miguel del Puerto (1753), de Pedro Martín Cermeño, tiene influencia italiana,
especialmente de Maderno y Della Porta, y presenta una fachada tripartita con un cuerpo central elevado
con frontón triangular —que denota la influencia del Gesù—, y una escultura de San Miguel de Pere Costa;
la planta era cuadrada, con una cúpula central sobre cuatro pilares, pero fue reformada por Elías Rogent en
1863, fecha en que amplió el espacio de la iglesia y la distribuyó en tres naves, con una nueva cúpula sobre
un falso crucero.148 ​

Uno de los mejores exponentes del barroco religioso fue la iglesia de la Merced (1765-1775), de José Mas
Dordal, que sustituía otra gótica de la orden de los mercedarios. Presenta nave única con capillas laterales
intercomunicadas, siguiendo el esquema de las iglesias contrarreformistas catalanas, crucero con cúpula y
camarín sobre el presbiterio. La fachada denota la influencia de San Andrés del Quirinal de Bernini, con
muros laterales curvados, puerta con frontón semicircular,
rosetón y frontón superior triangular. Sobre la cúpula destaca la
imagen de Nuestra Señora de la Merced, obra original de
Maximí Sala destruida en 1936 y sustituida por una copia de
los hermanos Oslé (Miquel y Llucià).149 ​

Iglesia de San Miguel del Puerto (1753),


de Pedro Martín Cermeño.

De esta época son también dos iglesias parroquiales de


antiguos municipios colindantes de la ciudad, hoy día
incorporados como barrios: San Vicente de Sarriá, de José Mas
Iglesia de la Merced (1765-1775), de José
Dordal, construida entre 1778 y 1816 sobre los restos de una
Mas Dordal.
anterior iglesia gótica de 1379 —edificada a su vez sobre otra
románica consagrada en 1147—, tiene tres naves
intercomunicadas por arcos de medio punto, con cabecera plana y transepto con cúpula, así como capillas
laterales;150 ​ y el santuario de Santa Eulalia de Vilapicina (1782), reforma de una iglesia del siglo x, tiene
una nave de bóveda de cañón y cubierta a dos aguas, y fachada neoclásica decorada con esgrafiados y
coronada por un pequeño campanario.151 ​

La arquitectura civil, realizada principalmente por arquitectos


académicos, se fue acercando paulatinamente al neoclasicismo,
como se percibe en el Colegio de Cirugía de Barcelona (1762-
1764), obra de Ventura Rodríguez, con planta rectangular
dividida en dos áreas claramente diferenciadas: un anfiteatro
circular que servía como aula de anatomía y una zona de
dependencias administrativas y de servicios.152 ​ En 1771 se
construyó la nueva fachada del palacio del Virrey, proyectada
por el conde de Roncali, plenamente neoclásica; reformado
nuevamente en 1846 en ocasión de una visita de Isabel II, Palacio de la Lonja (1774-1802), de Joan
fecha en que pasó a ser Palacio Real, fue destruido por un Soler i Faneca.
incendio en 1875. 153 ​ Entre 1774 y 1802 se reformó
totalmente el palacio de la Lonja, con un proyecto de Joan
Soler i Faneca. Del edificio gótico solo quedó la sala de Contratación, alrededor de la cual se levantó un
nuevo edificio de corte clasicista que denota una cierta influencia palladiana.154 ​ Otro edificio ligado al
comercio fue la Aduana —actual Delegación del Gobierno—, construida entre 1790 y 1792 por el conde de
Roncali, la cual presenta trazos clasicistas, si bien denota todavía la pervivencia del decorativismo barroco;
tiene una fachada con tres aberturas, en los extremos con un frontón triangular y en el centro con uno
circular, y una decoración de estuco imitando al mármol.155 ​

Los palacios de la época suelen tener planta cuadrangular, con un patio central al que se accede por un
vestíbulo principal, que suele destacar por una amplia escalera de honor. Algunos exponentes son: el palacio
de la Virreina (1772-1778), construcción de Josep Ausich sobre un proyecto de Manuel de Amat y Junyent,
virrey del Perú; el palacio Sessa-Larrard (1772-1778), de Josep
Ribas i Margarit; el palacio Moja (1774-1789), de Josep Mas i
Dordal; la casa Marc de Reus (1775), de Joan Soler i Faneca; y
el palacio Savassona (1796), actual sede del Ateneo
Barcelonés.156 ​ Entre 1782 y 1784 se amplió también el
palacio Episcopal, con un nuevo edificio con fachada a la
plaza Nueva, obra de Josep Mas i Dordal.157 ​Cabe mencionar
también la casa de la Seda o del Gremio de Veleros (1758-
1763), obra de Joan Garrido, un edificio de tres niveles que
Palacio de la Virreina (1772-1778), de destaca por su decoración de esgrafiados, buena muestra del
Josep Ausich. decorativismo barroco.158 ​

Las masías continuaron con las líneas esbozadas el siglo


anterior, con algún elemento distintivo como la decoración en esgrafiado o los tejados a dos aguas con
coronamiento mixtilíneo. También se introdujo en esta época la construcción con bóveda catalana. Algunos
ejemplos son: Can Travi Nou, en Horta; Can Planas, en Les Corts, actualmente la famosa Masía del Fútbol
Club Barcelona; Can Tusquets, en Gracia; Can Fargas, en Horta; Can Raspall, en Sarrià; Can Rosés, en
Les Corts; Can Canet de la Riera, en Sarrià; Can Móra, en Horta; Can Sert, en Gracia; Villa Florida, en
Sant Gervasi; y Can Querol, en Horta.

A nivel urbano, hay que remarcar la construcción en 1753 del barrio de la Barceloneta, promovida por el
marqués de la Mina, el cual también reparó y amplió el puerto y fomentó la instalación del primer
alumbrado público. Entre 1776 y 1778 se realizó la urbanización de la Rambla, y se proyectaron los paseos
de San Juan y de Gracia, aunque no se realizaron hasta el cambio de siglo el primero y 1820-1827 el
segundo.159 ​ También se trazó la calle Nou de la Rambla, por iniciativa del conde del Asalto (1778-
1789).160 ​En 1797 se creó también el paseo Nuevo o de la Explanada, situado junto a la Ciudadela militar,
una amplia avenida jalonada de álamos y olmos y decorada con fuentes ornamentales —de las que se
conserva la Fuente de Hércules—; durante un tiempo fue el principal espacio verde de la ciudad, pero
desapareció en las obras de urbanización del parque de la Ciudadela.161 ​
Castillo de Montjuic Iglesia de Patio Manning, Casa Santuario de Santa
(1751-1779), de Juan San Severo de la Caridad (1736- Eulalia de Vilapicina
Martín Cermeño. y San 1743). (1782).
Carlos
Borromeo
(1705-1716).

Aduana (1790-1792), Casa de la Seda (1758- Masía de Can Raspall,


de Juan Miguel de 1763), de Joan Garrido. Sarrià.
Roncali.

siglo xix
En este período hubo una gran revitalización económica, ligada a la
Revolución Industrial —especialmente la industria textil—, lo que
comportó a su vez un renacimiento cultural. Entre 1854 y 1859 se
produjo el derribo de las murallas, por lo que la ciudad pudo
expandirse, motivo por el que se impulsó el proyecto de Ensanche
elaborado por Ildefonso Cerdá en 1859. Asimismo, gracias a la
revolución de 1868 se consiguió el derribo de la Ciudadela, cuyos
terrenos fueron transformados en un parque público. La población fue
creciendo, especialmente gracias a la inmigración del resto del estado,
llegando a finales de siglo a los 400 000 habitantes.162 ​Artísticamente,
el siglo vio la sucesión de diversos estilos de diferente signo, como el
neoclasicismo, el historicismo y el modernismo.163 ​

Neoclasicismo Auca de edificios notables de


Barcelona (1861), Imprenta Juan
El neoclasicismo, desarrollado entre finales del siglo xviii y principios Llorens.nota 4 ​
del xix, supuso un retorno al arte clásico grecorromano, impulsado por
el hallazgo de los restos de Pompeya y Herculano y la obra teórica del
historiador del arte Johann Joachim Winckelmann. En Cataluña, el impulso de la Escuela de Bellas Artes de
Barcelona (la Llotja) fue decisivo para la consolidación del arte catalán, así como su alejamiento de su
aspecto gremial y artesano. Si hasta entonces la construcción estaba confiada a maestros de obras de
formación gremial, a partir de ahora los nuevos arquitectos tendrán ya una titulación académica.164 nota
​ 5​
La arquitectura neoclásica no fue muy productiva, destacando el nombre de Antoni Cellers, arquitecto
académico y gran teórico del clasicismo. Fue autor de la iglesia actualmente desaparecida de los Carmelitas
Calzados (1832), así como del palacio Alòs i Dou (1818), en que hace una interpretación neoclásica del
tradicional patio catalán, con arcos serlianos sobre columnas jónicas, y una fachada posterior al jardín con
un tetrástilo jónico.170 ​

Discípulo suyo fue José Mas Vila, autor de la nueva fachada


de la Casa de la Ciudad (1830), plenamente clasicista y de
carácter monumental, con un cuerpo central sobresaliente del
resto, donde destacan cuatro columnas jónicas que sostienen
un ático con el escudo de la ciudad.171 ​ Mas Vila, maestro de
casas y fuentes del Ayuntamiento, también fue el encargado de
la remodelación de la plaza de San Jaime y de la urbanización
de la calle de Fernando, así como de la construcción del
mercado de La Boquería (1836-1846), inicialmente una plaza
porticada con columnata jónica, aunque a media construcción
Fachada de la Casa de la Ciudad (1830),
de José Mas Vila. se optó por el hierro para cubrirlo, en vez de la piedra prevista
por Mas.172 ​ Junto con Josep Buxareu fue igualmente el
encargado de la reconversión del convento de Santa Catalina
en el mercado del mismo nombre (1844-1848).173 ​

Cabe mencionar asimismo la presencia del arquitecto italiano


Antonio Ginesi, autor de la capilla del Cementerio del Este
(1818), de un estilo un tanto ecléctico, que mezcla el nuevo
lenguaje clásico con elementos que perduran del Barroco, así
como influencias del arte egipcio.174 ​

En 1828 se construyó la
iglesia parroquial de Santa
María de Sants, obra de
Francisco Renart de un
Capilla del Cementerio del Este (1818), de
clasicismo programático,
Antonio Ginesi.
con portada de arco de
medio punto flanqueado
por dos columnas jónicas, sobre el que se sitúa un rosetón y un frontón
triangular, y en el lateral una torre-campanario de 70 m de altura. La
iglesia fue destruida en 1936, y reconstruida entre 1940 y 1965 por
Raimundo Durán Reynals.175 ​

Un edificio emblemático de la época fue la Casa Xifré (1835-1840),


Santa María de Sants (1828), de
Francisco Renart.
obra de Josep Buxareu y Francesc Vila, un edificio de viviendas
situado frente al palacio de la Lonja, que destaca por sus pórticos de la
planta baja, de arcos de medio punto. La fachada tiene una decoración
cercana al llamado estilo isabelino, con relieves del escultor Damià Campeny.176 ​ Fue el primer edificio de
Barcelona con agua corriente.177 ​
Entre 1844 y 1848 se construyó el Portal de Mar, un
monumental pórtico de acceso a la Barceloneta desde el Pla de
Palau, obra de Josep Massanès, que fue derribado en 1859. De
estilo ecléctico, mezclaba elementos clásicos, góticos y
orientales, y estaba formado por una puerta con cuatro
columnas jónicas, frontón escalonado y cúpula, mientras que
en los laterales se situaban unos monumentales arcos de
herradura ultrapasados apoyados sobre dobles columnas.178 ​
Massanès fue autor también de un plan de ensanche en 1838,
que comprendía el triángulo situado entre Canaletas, la plaza Portal de Mar (1844-1848), de Josep
Massanès.
de la Universidad y la plaza Urquinaona, y que ya esbozaba lo
que sería la plaza de Cataluña, situada en el centro del
triángulo.175 ​

Uno de los últimos exponentes del neoclasicismo fue el Teatro Principal (1847), de Francisco Daniel
Molina, construido en sustitución del antiguo Teatro de la Santa Cruz —originario de 1568—. Presenta una
fachada clasicista de aire romántico isabelino, con tres grandes balcones con frontón triangular encastados
en arcos de medio punto.179 ​

Por lo que se refiere al urbanismo, el hecho más destacable de estos años fue la desamortización de 1836,
que dejó numerosos solares que fueron edificados o convertidos en espacios públicos: así, en la ubicación
del convento carmelita de San José, en la Rambla, se construyó el mercado de la Boquería; sobre el
convento de Nuestra Señora de la Buenanueva de los trinitarios descalzos se levantó el teatro del Liceo; en
el solar del convento de los capuchinos de Santa Madrona se situó la plaza Real; el convento-colegio
franciscano de San Buenaventura dio paso al Hotel Oriente; sobre el convento-colegio de los carmelitas
calzados de San Ángel Mártir se emplazó un cuartel de la Guardia Urbana de Barcelona; y el convento de
Santa Catalina fue sustituido por el mercado del mismo nombre.180 ​ De igual forma, las nuevas
disposiciones sanitarias promulgadas en esta época supusieron la desaparición de numerosos cementerios
parroquiales, cuyos solares se urbanizaron como nuevas plazas públicas; surgieron así plazas como la de
Santa María, del Pino, de San José Oriol, de San Felipe Neri, de San Justo, de San Pedro y de San
Jaime.181 ​

Historicismo
La arquitectura de mediados del siglo xix estuvo impregnada del nuevo espíritu romántico y, siguiendo las
directrices de teóricos como John Ruskin y Eugène Viollet-le-Duc, se enmarcó dentro del llamado
historicismo, corriente que propugnaba la revitalización de estilos arquitectónicos anteriores, sobre todo
medievales, por lo que se crearon diversas corrientes denominadas con el prefijo «neo»: neogótico,
neorrománico, neomudéjar, neobarroco, etc.182 ​

Una de sus primeras figuras destacadas fue Elías Rogent, primer director de la recién creada Escuela
Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Fue autor de la sede de la Universidad de Barcelona (1862-
1873), en la plaza de la Universidad, un edificio sobrio y de aspecto religioso pese a su carácter civil,
especialmente en los claustros interiores, que presentan un aspecto casi monástico. Tiene planta axial,
destacando en su parte central la escalera de honor y el paraninfo, un salón ecléctico que mezcla elementos
románicos, góticos e islámicos, a cuyos lados se sitúan los patios en forma de claustro, igualmente de
inspiración
Fachada de la Catedral de Barcelona.
medieval.169 ​
Fue autor
también del
Seminario
Conciliar
(1879-1882),
de estilo
neorrománico, Fachada de la Catedral de La fachada en la actualidad.
con planta de Barcelona antes de su La fachada en 1900,
antes de la
cruz griega remodelación (1880).
construcción del
que conforma
cimborrio.
cuatro alas que

convergen en una iglesia en el centro, de la que sobresale el


cimborrio.183 ​

Otro exponente fue Josep


Oriol Mestres, autor de la
remodelación del Gran
Teatro del Liceo (1862),
un edificio de Miquel
Garriga i Roca de 1847
que tuvo que ser
reconstruido tras un
incendio; de la
intervención de Mestres
Gran Teatro del Liceo (1862), de Josep
Universidad de Barcelona (1862- destaca la fachada y la Oriol Mestres.
1873), de Elías Rogent. gran sala interior, una
original composición de
lonjas en hilera lamentablemente perdida en el incendio de 1994.184
Mestres fue autor también de la nueva fachada de la Catedral de Barcelona (1887-1890), en un estilo
neogótico inspirado en el gótico francés; la fachada fue completada con un cimborrio proyectado por
Augusto Font Carreras.185 ​ Otras obras de Mestres fueron: la iglesia de Santa María del Remedio (1846-
1849), que fue iglesia parroquial de Les Corts tras separarse de Sarrià; el Teatro de los Campos Elíseos
(1853), en el paseo de Gracia —hoy desaparecido—, que destacaba por su estructura metálica; la Casa
Jover (1856), construida sobre la renacentista Casa Gralla; y el edificio de la Compañía de Tabacos de
Filipinas (1880), en el emplazamiento del antiguo colegio jesuita de Cordellas, en la Rambla.

Joan Martorell fue autor de diversas iglesias inspiradas en el gótico, como la de las Salesas, en el paseo de
San Juan (1882-1885), y la del Sagrado Corazón de los jesuitas, en la calle de Caspe (1883-1889). La
primera es de estilo ecléctico, con evidentes influencias medievales pero plasmadas de forma personal; tiene
planta de nave única con forma de cruz latina, con capillas laterales y ábside pentagonal con girola, así
como un crucero que sobresale volumétricamente en su parte exterior, mientras que en la fachada destaca
por una alta torre acabada en punta y con dos pináculos laterales. La segunda denota una cierta influencia
románico-bizantina, y presenta una planta centralizada con cúpula sobre tambor rodeada de cúpulas
menores para distribuir el peso; la fachada es sobria, y destaca por los efectos cromáticos de los materiales
utilizados.186 ​ Martorell fue el responsable del traslado de la
iglesia gótica de Santa María de Montsió —perteneciente a un
convento agustino y originaria de 1388— del Portal del Ángel
a la Rambla de Cataluña, y proyectó su nueva fachada
neogótica (1882-1890); es la actual parroquia de San
Raimundo de Peñafort.187 ​ Fue autor también del Palacio
Güell de Pedralbes, posterior Palacio Real (1862); de la iglesia
y convento de las Adoratrices (1875); y del colegio jesuita de
San Ignacio (1893-1896).
Iglesia y convento de las Salesas (1882-
Un caso análogo al de
1885), de Joan Martorell.
Montsió ocurrió con la
iglesia gótica de Santa
María de Junqueras, original del siglo xv y regentada por monjas
benedictinas, que fue trasladada en 1868 de la calle de Junqueras a la
calle de Aragón. Entre 1871 y 1888 Jeroni Granell i Mundet se
encargó de su reforma, y fue rebautizada como Basílica de la Purísima
Concepción y Asunción de Nuestra Señora. Es de una nave con
bóvedas ojivales y ábside poligonal, con un claustro rectangular de dos
plantas con una capilla neogótica adosada.188 ​

Otras iglesias de la época fueron: la parroquia de San Juan Bautista de


Gracia (1878-1884), de Magí Rius, Miquel Pascual y Francisco
Berenguer, con planta de cruz latina, capillas laterales y fachada Basílica de la Purísima
neomedievalista;189 ​ la iglesia de San Andrés de Palomar (1881), de Concepción y Asunción de
Pere Falqués, reforma de la antigua iglesia parroquial del municipio de Nuestra Señora (1871-1888), de
origen románico, remodelada con un estilo clasicista de aire ecléctico, Jeroni Granell i Mundet.
y que destaca por su gran cúpula de 61 m de altura;190 ​ también en
San Andrés y en 1881 se construyó la iglesia de San Paciano, de Joan
Torras i Guardiola, de una sola nave y cubierta con bóvedas ojivales nervadas.191 ​

En el terreno civil cabe destacar la fábrica Batlló (1870-1875),


de Rafael Guastavino, con una estructura de hierro y ladrillo de
obra vista y cubiertas de bóveda catalana; de la obra original se
conserva el edificio del Reloj, la chimenea octogonal y la
planta de hilados, mientras que el resto fue reformado entre
1927 y 1931 por Juan Rubió y convertido en la Escuela del
Trabajo.192 ​Antonio Rovira y Trías construyó los mercados de
San Antonio (1876-1882) y la Concepción (1888): el primero
está considerado el mejor edificio en hierro de la ciudad, y está
compuesto por cuatro naves longitudinales que convergen
Iglesia de San Andrés de Palomar (1881),
de Pere Falqués. diagonalmente sobre un cuerpo central con un cimborrio
octogonal; el segundo presenta tres naves paralelas con
cubierta a dos aguas, cada una con su propia fachada coronada
por un frontón triangular.193 ​
Otros arquitectos que convendría recordar de este período son: José Doménech y Estapá, autor de la Real
Academia de Ciencias y Artes, actual Teatro Poliorama (1883-1884), de fachada ecléctica que combina
elementos neomedievales y neoclásicos;194 ​ José Vilaseca, autor de los talleres de los pintores Masriera
(1882-1885), con forma de templo grecorromano,195 ​ y de la casa Bruno Quadros (1883), con una exótica
fachada de motivos egipcios y orientales, donde destaca el dragón-farola de la esquina;196 ​ Pere Falqués
proyectó el Consejo Municipal de San Martín de Provensals (1876-1887) y la torre de las Aguas del Besós
(1880); Tiberi Sabater construyó el Casino Mercantil o Bolsín (1881-1883), un edificio ecléctico de corte
neoclásico que combina elementos renacentistas con los órdenes clásicos grecorromanos;197 ​Antoni Serra i
Pujals edificó el palacio Casades, actual sede del Colegio de Abogados de Barcelona (1885); Adrià
Casademunt diseñó la iglesia parroquial del Santo Ángel Custodio de Hostafrancs (1893); y Mauricio
Garrán elaboró el Palacio de Mar (1886-1900), actual Museo de Historia de Cataluña.198 ​

Además de los estilo neomedievales en esta época se puso de


moda el orientalismo, con un conjunto de construcciones de
inspiración islámica —el llamado neoárabe o neomorisco—
influidos especialmente en la Alhambra de Granada. Algunos
exponentes fueron: el proyecto de Museo-Teatro de la
Ciudadela (1872), de Carlo Maciachini; los Baños Orientales
(1872), de Augusto Font Carreras; las casas del Teatro Español
(1872) y el Edificio Alhambra (1875) de Domènec Balet i
Nadal; la Casa del conde de Belloch, de Jeroni Granell; el
Chalet del Moro (1873), de Jaume Brossa; y el pabellón Pabellón mudéjar del Tibidabo para la
mudéjar construido en el Tibidabo para la Exposición Exposición Universal de 1888.
Universal de 1888. Un buen exponente sería también la casa
de las Aguas (o de las Alturas), actual sede del distrito de
Horta-Guinardó (1890), de Enric Figueras. Esta moda perduraría todavía en años venideros en dos plazas
de toros: la de las Arenas (1899-1900), de Augusto Font Carreras; y la Monumental (1913-1915), de
Manuel Raspall, Domingo Sugrañes e Ignasi Mas.199 ​ Otro exponente es la torre Sobirana, un palacio de
recreo del marqués de Alfarràs, rodeado de unos amplios jardines que hoy constituyen el parque del
Laberinto de Horta.200 ​

Por otro lado, el siglo xix fue la época de la Revolución Industrial, la cual tuvo una rápida consolidación en
Cataluña, siendo pionera en el territorio nacional en la implantación de los procedimientos fabriles iniciados
en Gran Bretaña en el siglo xviii. En 1800 había en Barcelona 150 fábricas del ramo textil, destacando El
Vapor, fundada por Josep Bonaplata. En 1849 se abrió en Sants el complejo La España Industrial,
propiedad de los hermanos Muntadas. La industria textil tuvo un continuo crecimiento hasta la crisis de
1861, motivada por la escasez de algodón debida a la Guerra de Secesión norteamericana. También fue
cobrando importancia la industria metalúrgica, potenciada por la creación del ferrocarril y la navegación a
vapor. En 1836 abrió la fundición Nueva Vulcano en la Barceloneta; y en 1841 arrancó La Barcelonesa,
antecedente de La Maquinista Terrestre y Marítima (1855), una de las más importantes fábricas de la
historia de Barcelona. Cabe destacar que de Barcelona partió la primera línea de ferrocarril del estado
español, que comunicaba la Ciudad Condal con la villa de Mataró (1848).201 ​

Paralelamente a los procesos industriales, Barcelona vivió a lo largo del siglo xix una amplia serie de
transformaciones urbanas: se abrieron las plazas Real (1848-1860) y Duque de Medinaceli (1849), ambas
de Francisco Daniel Molina;202 ​ se acondicionó el puerto —cada vez más importante como llegada de
materia prima, sobre todo algodón y carbón—, con la construcción de un nuevo muelle y el dragado del
puerto;203 ​ y se derribaron las murallas (1854-1856), tras
muchos recelos por parte del gobierno central, pero tras la
constatación de que era indispensable por el crecimiento de la
población y para salvaguardar la salud pública.204 ​

Plan de los alrededores de la ciudad de


Barcelona y del proyecto para su mejora y
ampliación, de Ildefonso Cerdá (1859).

Pero sin duda el gran acontecimiento urbano de la Barcelona


del siglo xix fue el proyecto de Ensanche de Ildefonso Cerdá:
Jardín del General.
en 1859 el Ayuntamiento nombró una comisión para fomentar
un concurso de proyectos de ensanche de la ciudad. El
concurso fue ganado por Antonio Rovira, pero el Ministerio de Fomento intervino e impuso el proyecto de
Cerdá, autor de un plano topográfico del llano de Barcelona y un estudio demográfico y urbanístico de la
ciudad. El Plan Cerdá instituía un trazado ortogonal entre Montjuic y el Besós, con un sistema de calles
rectilíneas de orientación noroeste-sureste, de 20 metros de anchura, cortadas por otras de orientación
suroeste-noreste paralelas a la costa y a la sierra de Collserola. Quedaban así delimitadas una serie de
manzanas de planta cuadrada de 113,3 m de lado, de las cuales Cerdá tenía previsto edificar solo dos lados
y dejar los otros espacios para jardines, aunque este punto no se cumplió y finalmente se aprovechó
prácticamente todo el suelo edificable; las edificaciones se proyectaron con una planta octogonal
característica del Ensanche, con unos chaflanes que favorecían la circulación.205 ​ El plano preveía la
construcción de varias avenidas principales: la Diagonal, la Meridiana, el Paralelo, la Gran Vía y el paseo
de San Juan; así como varias grandes plazas en sus intersecciones: Tetuán, Glorias, España, Jacint
Verdaguer, Letamendi y Universidad.206 ​

Cabe remarcar también que en el siglo xix aparecieron los primeros parques públicos, ya que el aumento de
los entornos urbanos debido al fenómeno de la Revolución Industrial, a menudo en condiciones de
degradación del medio ambiente, aconsejó la creación de grandes jardines y parques urbanos, que corrieron
a cuenta de las autoridades públicas, con lo que surgió la jardinería pública —hasta entonces
preferentemente privada— y la arquitectura paisajista.207 ​ El primer jardín público de Barcelona se creó en
1816: el Jardín del General, una iniciativa del capitán general Francisco Javier Castaños; estaba situado
entre la actual avenida Marqués de la Argentera y la Ciudadela, delante de donde hoy se halla la Estación
de Francia, y tenía una extensión de 0,4 hectáreas, hasta que desapareció en 1877 durante la urbanización
del parque de la Ciudadela.208 ​ En 1848 se crearon en el paseo de Gracia los Jardines de Tívoli, entre las
calles Valencia y Consejo de Ciento; y en 1853 se emplazó entre las calles de Aragón y Rosellón los
llamados Campos Elíseos, que contaban con un jardín, un lago con barcas, un teatro y un parque de
atracciones con montañas rusas. Estos jardines desaparecieron pocos años después al ir urbanizándose el
paseo de Gracia.209 ​
Mercado de San Teatro Talleres de los pintores Casa Bruno Casino
Antonio (1876-1882), Poliorama Masriera (1882-1885), Quadros Mercantil o
de Antonio Rovira y (1883-1884), de José Vilaseca. (1883), de Bolsín
Trías. de José José (1881-1883),
Domènech y Vilaseca. de Tiberi
Estapá. Sabater.

Plaza de toros de las Jardín de los Campos


Arenas (1899-1900), de Elíseos.
Augusto Font Carreras.

Exposición Universal de 1888


A finales de siglo se celebró un evento que supuso un gran
impacto tanto económico y social como urbanístico, artístico y
cultural para la ciudad, la Exposición Universal de 1888. Tuvo
lugar entre el 8 de abril y el 9 de diciembre de 1888, y se llevó
a cabo en el parque de la Ciudadela, un terreno anteriormente
perteneciente al ejército y ganado para la ciudad en 1868. El
incentivo de los actos feriales conllevó la mejora de las
infraestructuras de toda la ciudad, que dio un enorme salto
hacia la modernización y el desarrollo.210 ​
Vista general de la Exposición.
El proyecto de remodelación del parque de la Ciudadela se
encargó a José Fontseré en 1872, quien diseñó unos amplios
jardines para esparcimiento de los ciudadanos, y junto con la zona verde proyectó una plaza central y un
paseo de circunvalación, así como una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y
una zona de bosque, además de diversos edificios auxiliares e infraestructuras, como el Mercado del Borne
(1874-1876), un depósito de agua —actual Biblioteca de la UPF—, un matadero, un puente de hierro sobre
las líneas de ferrocarril y varias casetas de servicios.211 ​

La entrada a la Exposición se efectuaba a través del Arco de Triunfo, un monumento creado para la ocasión
que aún permanece en su lugar original, diseñado por Josep Vilaseca. De inspiración neomudéjar, tiene una
altura de 30 metros, y está decorado con una rica ornamentación escultórica, obra de Josep Reynés, Josep
Llimona, Antoni Vilanova, Torquat Tasso, Manuel Fuxà y Pere Carbonell.212 ​
A continuación venía el Salón de San Juan —actual paseo de Lluís
Companys—, una larga avenida de 50 metros de ancho donde destacaban
las balaustradas de hierro forjado, los mosaicos del pavimento y unas
grandes farolas, todo ello diseñado por Pere Falqués. El primer edificio
tras el acceso por el Arco de Triunfo era el palacio de Bellas Artes, obra
de Augusto Font Carreras, de estilo neoclásico. En el lado opuesto se
ubicaba el palacio de Ciencias, obra de Pere Falqués, de estilo neogriego,
donde también se hallaba una gran sala para celebrar congresos.213 ​

Una vez pasados estos dos


edificios se accedía al recinto
Foto histórica del Arco de propiamente dicho, en cuya
Triunfo. entrada destacaba la Cascada
Monumental, proyectada por
Fontserè en colaboración con
Antoni Gaudí, que intervino en el proyecto hidráulico y diseñó
una gruta artificial debajo de la Cascada. El conjunto
arquitectónico presenta una estructura central en forma de arco
triunfal con dos pabellones en sus costados y dos alas laterales
Cascada del Parque de la Ciudadela
con escalinatas, que acogen un estanque dividido en dos (1875-1888).
niveles. El monumento destaca por su profusión escultórica, en
la que intervinieron varios de los mejores escultores del
momento, como Rossend Nobas, Venancio Vallmitjana, Josep Gamot, Manuel Fuxá, Joan Flotats y Rafael
Atché.214 ​

A la derecha de la cascada se hallaba el restaurante, conocido como


castillo de los Tres Dragones —actual Museo de Zoología—, obra
de Lluís Domènech i Montaner, de estilo neogótico pero con unas
innovadoras soluciones estructurales que apuntaban ya al
modernismo, especialmente por la utilización del hierro y el ladrillo
visto. A su lado se encontraban el Círculo del Liceo y el
Invernáculo, obra de Josep Amargós, realizado en hierro y vidrio
Gran Hotel Internacional, de Lluís siguiendo el ejemplo del Crystal Palace de la Exposición de
Domènech i Montaner. Londres de 1851. A continuación venían el Museo Martorell de
Geología, de Antonio Rovira y Trías; el Umbráculo, de José
Fontserè; el pabellón de la Prensa, obra de Jaume Comerma; y el
pabellón de las Colonias Españolas, de Jaume Gustà i Bondia.215 ​

La zona central del recinto se correspondía con la antigua plaza de armas de la Ciudadela, donde se hallaba
el principal edificio de la exposición, el palacio de la Industria, obra de Jaume Gustà, que recogía las
secciones extranjeras de la Exposición.216 ​ Tras el palacio, pasadas las líneas de ferrocarril, se situaron
diversos edificios, como el pabellón de la Compañía Trasatlántica, obra de Antoni Gaudí, en estilo nazarí
granadino; los pabellones de la denominada Sección Marítima, los de Minería y Electricidad, y la Vaquería
Suiza, actualmente una escuela. Asimismo, en el paseo de Colón se erigió el Hotel Internacional, obra de
Lluís Domènech i Montaner, una obra efímera que fue desmontada tras la Exposición.217 ​
Fuera del recinto ferial, se realizaron numerosas obras y mejoras por toda la ciudad: se finalizó la
urbanización de todo el frente marítimo de la ciudad, entre el parque de la Ciudadela y las Ramblas, a través
de la construcción del paseo de Colón y un nuevo muelle, el de la Fusta; se dotó de iluminación eléctrica a
las primeras calles de Barcelona (la Rambla, el paseo de Colón, la plaza de San Jaime y el recinto de la
Exposición);218 ​ y se construyó el monumento a Colón en la plaza Portal de la Paz, obra de Gaietà Buïgas
con una escultura del descubridor de Rafael Atché.219 ​

El Castillo de los Tres Pabellón de la Palacio de las Palacio de Bellas Artes,


Dragones, de Lluís Compañía Trasatlántica, Ciencias, de de Augusto Font
Domènech i Montaner. de Antoni Gaudí. Pere Falqués. Carreras.

Umbráculo, de José Museo Martorell de


Fontseré. Geología, de Antonio
Rovira y Trías.

Modernismo
El modernismo fue un movimiento internacional que se desarrolló por
todo el mundo occidental,nota 6 ​ y que propugnaba la creación de un
nuevo lenguaje arquitectónico desligado de estilos anteriores —
especialmente por oposición al historicismo—, poniendo especial
énfasis en la relación de la arquitectura con las artes aplicadas, en
paralelo al fenómeno Arts and Crafts.220 ​ Desarrollado entre el
siglo xix y el siglo xx,nota 7 ​ en Cataluña tuvo suficiente personalidad
propia para hablar de modernismo catalán, por la gran cantidad y
calidad de obras realizadas y el gran número de artistas de primer
orden que cultivaron este estilo. Estilísticamente fue un movimiento
heterogéneo, con muchas diferencias entre artistas, cada uno con su
sello personal, pero con un mismo espíritu, un afán de modernizar y
europeizar Cataluña.221 ​
Casa Batlló (1904-1906), de
Algunos rasgos esenciales del modernismo fueron: un lenguaje Antoni Gaudí.
anticlásico heredero del romanticismo, con tendencia a un cierto
lirismo y subjetivismo; vinculación decidida de la arquitectura con las
artes aplicadas y los oficios artísticos (vidriería, forja, cerámica, ebanistería, marquetería, esmalte,
esgrafiado), creando un estilo remarcadamente ornamental; utilización de nuevos materiales, creando un
lenguaje constructivo mixto y rico en contrastes, en busca del efecto plástico del conjunto; fuerte
sentimiento de optimismo y fe en el progreso, que produce un arte exaltado y enfático, reflejo del clima de
prosperidad del momento, sobre todo en la clase burguesa.222 ​

El primer modernismo, desarrollado en los años 1890, era todavía un estilo no especialmente definido, cuyo
principal componente era un goticismo abarrocado desligado ya del historicismo, con pervivencia de ciertos
rasgos clasicistas y medievalistas, practicado principalmente por Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i
Cadafalch y Antoni Maria Gallissà.223 ​ En estos primeros años había un cierto sentimiento de indefinición,
como se muestra en la obra Arquitectura moderna de Barcelona (1897), de Francesc Rogent, donde
defiende la utilización del «estilo neogreco» para edificios públicos, «neogótico» para edificios particulares
y «neorrománico» para iglesias.224 ​Al mismo tiempo se seguía practicando una arquitectura academicista
ajena a las innovaciones modernistas, como se ve en la obra de arquitectos como Salvador Viñals, Cayetano
Buigas, Joan Baptista Pons i Trabal, Francisco de Paula del Villar y Carmona, etc.225 ​

Con el cambio de siglo el modernismo evolucionó hacia un cierto formalismo estilístico de influencia
secesionista, practicado por una segunda generación de arquitectos como Josep Maria Jujol, Manuel
Raspall, Josep Maria Pericas, Eduard Maria Balcells, Salvador Valeri, Alexandre Soler, Antoni de Falguera,
Bernardí Martorell, etc.226 ​ Estos arquitectos plantean la arquitectura como soporte de una exultante
ornamentación, entrando en una fase manierista del modernismo.227 ​ Por otro lado, continuaron las
tendencias neogóticas y del eclecticismo clasicista, practicadas principalmente por Enric Sagnier, José
Doménech y Estapá, Manuel Comas i Thos, Augusto Font Carreras, Joan Josep Hervàs, etc.228 ​

Antoni Gaudí
Uno de los máximos representantes del modernismo catalán
fue Antoni Gaudí, un arquitecto con un sentido innato de la
geometría y el volumen, así como una gran capacidad
imaginativa que le permitía proyectar mentalmente la mayoría
de sus obras antes de pasarlas a planos. Dotado de una fuerte
intuición y capacidad creativa, Gaudí concebía sus edificios de
una forma global atendiendo tanto a las soluciones
estructurales, como las funcionales y decorativas, integrando
igualmente los trabajos artesanales, e introdujo nuevas técnicas
en el tratamiento de los materiales, como su famoso trencadís,
Casa Vicens (1883-1888).
hecho con piezas de cerámica de desecho. Después de unos
inicios influenciado por el arte neogótico, así como ciertas
tendencias orientalizantes, Gaudí desembocó en el modernismo en su época de mayor efervescencia,
aunque el arquitecto reusense fue más allá del modernismo ortodoxo, creando un estilo personal basado en
la observación de la naturaleza, fruto del cual fue su utilización de formas geométricas regladas, como el
paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.229 ​

Sus primeras realizaciones, tanto durante su etapa de estudiante como las primeras ejecutadas al obtener el
título, destacan por la gran precisión de los detalles, la utilización de la geometría superior y la
preponderancia de las consideraciones mecánicas en el cálculo de estructuras.230 ​ De esta época destacan
las farolas de la plaza Real (1878), así como el inicio de las obras de la que sería su obra magna, el Templo
Expiatorio de la Sagrada Familia (1883).

Posteriormente pasó por una etapa orientalista, con una serie de


obras de marcado gusto oriental, inspiradas en el arte del
Próximo y Lejano Oriente, así como en el arte islámico
hispánico, principalmente el mudéjar y nazarí. Emplea con
gran profusión la decoración en azulejo cerámico, así como los
arcos mitrales, cartelas de ladrillo visto y remates en forma de
templete o cúpula.231 ​ Sus principales realizaciones en este
período son: la casa Vicens (1883-1888), los pabellones Güell
(1884-1887), el palacio Güell (1886-1888) y el pabellón de la
Parque Güell (1900-1914).
Compañía Trasatlántica para la Exposición Universal de 1888.

A continuación pasó por un período neogótico, en que se


inspiró sobre todo en el arte gótico medieval, el cual asumió de forma libre, personal, intentando mejorar sus
soluciones estructurales; en sus obras elimina la necesidad de contrafuertes mediante el empleo de
superficies regladas, y suprime cresterías y calados excesivos.232 ​En este estilo cabría citar el colegio de las
Teresianas (1888-1889) y la torre Bellesguard (1900-1909).

En el cambio de siglo desembocó finalmente en su etapa


naturalista, en la que perfeccionó su estilo personal,
inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza y
poniendo en práctica toda una serie de nuevas soluciones
estructurales originadas en los profundos análisis efectuados
por Gaudí de la geometría reglada. Partiendo de cierto
barroquismo sus obras adquirieron gran riqueza estructural, de
formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de
cualquier premisa clásica.233 ​ Entre las obras de este período
se encuentran: la casa Calvet (1898-1899), el portal Miralles Casa Milà (1906-1910).
(1900-1902), el parque Güell (1900-1914), la casa Batlló
(1904-1906) y la casa Milà (1906-1910). Estas dos últimas son
de sus obras más destacadas: la casa Batlló es muestra de su fértil imaginación, con una fachada de piedra
arenisca tallada según superficies regladas en forma alabeada, con columnas de forma ósea y
representaciones vegetales; remata la fachada una bóveda formada por arcos catenarios cubiertos con dos
capas de ladrillo, recubierta con cerámica vidriada en forma de escamas —en tonos amarillo, verde y azul
—, que recuerda el lomo de un dragón.234 ​ La casa Milà o la Pedrera presenta una fachada realizada en
piedra calcárea, salvo la parte superior cubierta de azulejos blancos; en la azotea destacan las salidas de
escalera, rematadas con la cruz gaudiniana de cuatro brazos, así como las chimeneas, recubiertas de
cerámica con unas formas que sugieren yelmos de soldados.235 ​

En los últimos años de su carrera, dedicados casi en exclusiva a la Sagrada Familia, Gaudí llegó a la
culminación de su estilo naturalista: después de la realización de la cripta y el ábside, todavía en estilo
neogótico, el resto del templo lo concibió en un estilo orgánico, imitando las formas de la naturaleza, donde
abundan las formas geométricas regladas. El templo tiene planta de cruz latina, de cinco naves centrales y
transepto de tres naves, y ábside con siete capillas, con tres fachadas dedicadas al Nacimiento, Pasión y
Gloria de Jesús, y 18 torres. El interior semeja un bosque, con un conjunto de columnas arborescentes
inclinadas, de forma helicoidal, creando una estructura a la vez simple y resistente.236 ​

Seis de las obras de Antoni Gaudí en Barcelona han sido nombradas Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco: palacio Güell, parque Güell y casa Milà (1984); casa Vicens, casa Batlló y fachada de la Natividad
y cripta de la Sagrada Familia (2005, además de la Cripta de la Colonia Güell en Santa Coloma de
Cervelló).

Lluís Domènech i Montaner


Lluís Domènech i Montaner hizo una mezcla de racionalismo
constructivo y decoración fabulosa con influencia de la
arquitectura hispano-islámica.237 ​ Fue el creador de lo que
denominaba una «arquitectura nacional»,nota 8 ​ un estilo
ecléctico basado en las nuevas técnicas y materiales, con un
afán moderno e internacional. Para ello, se inspiró en
arquitectos como Eugène Viollet-le-Duc, Karl Friedrich
Schinkel y Gottfried Semper.238 ​ En su obra busca la unidad
constructiva y estética, con planteamientos claros y ordenados,
a través de un sistema racional que asume el decorativismo Hospital de la Santa Cruz y San Pablo
como una parte consustancial de la obra.239 ​ (1902-1913).

Sus obras más relevantes fueron el Hospital de la Santa Cruz y


San Pablo (1902-1913, acabado por su hijo Pere Domènech i
Roura) y el Palacio de la Música Catalana (1905-1908). El
primero es un vasto complejo hospitalario heredero del antiguo
Hospital de la Santa Cruz, que ocupa nueve manzanas del
Ensanche, con un conjunto de 46 pabellones dispuestos en
paralelo y diagonal según la distribución en el recinto para
tener la óptima orientación solar. Son pabellones autónomos
separados por espacios intersticiales, aunque conectados por
Palacio de la Música Catalana (1905- galerías subterráneas, de los que destacan el pabellón de
1908).
administración, la sala de actos, la biblioteca, la secretaría, la
iglesia y la sala de convalecencia.240 ​ En esta obra cobran
especial relevancia las artes aplicadas, como la escultura —con obras de Eusebi Arnau y Pablo Gargallo—,
el mosaico, el azulejo y las vidrieras.241 ​ El Palacio de la Música Catalana es un edificio articulado
alrededor de la gran sala central, de forma oval y con capacidad para 2000 espectadores. En su interior
presenta tres cuerpos, el acceso, el auditorio y el escenario, con una fastuosa decoración con revestimientos
de cerámica y una gran claraboya central que cubre la sala, hecha de cristales de colores, además de
diversas esculturas de Eusebi Arnau y Pablo Gargallo. La fachada principal cubre el chaflán de las calles
Amadeu Vives y Sant Pere més Alt, con grandes arcos de acceso y un balcón que circunda toda la fachada,
con columnas recubiertas de cerámica, y rematado por una cúpula de mosaico, donde destaca el grupo
escultórico de La canción popular, de Miguel Blay.242 ​El Hospital de San Pablo y el Palacio de la Música
Catalana fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Cabe destacar también la casa Lleó Morera (1905), una reforma de un edificio construido en 1864: su
situación en un chaflán determinó el protagonismo de la esquina, donde se sitúa la tribuna principal y se
remata verticalmente con un templete; cada planta tiene un diseño distinto, donde destaca el trabajo
ornamental —con esculturas de Eusebi Arnau—, mutilado parcialmente en una reforma de la planta baja
realizada en 1943.243 ​ Otras obras suyas son: la editorial Montaner i Simón (actual Fundación Antoni
Tàpies, 1881-1886); el restaurante de la Exposición Universal de 1888, conocido como Castillo de los Tres
Dragones (actual Museo de Zoología); la casa Thomas (1895-1898); la casa Lamadrid (1902); el Hotel
España (1903); y la casa Fuster (1908-1911).

Josep Puig i Cadafalch


Josep Puig i Cadafalch adaptó el modernismo a ciertas influencias del
gótico nórdico y flamenco, así como elementos de la arquitectura
catalana rural tradicional, con fuerte presencia de artes aplicadas y
estucos.244 ​ Discípulo de Domènech i Montaner, fue arquitecto,
arqueólogo, historiador, profesor y político.245 ​ Fue presidente de la
Mancomunidad de Cataluña (1917-1924), cargo desde el que impulsó
la creación de diversas escuelas profesionales (Enfermería, Comercio,
Industrias Textiles), entidades científicas (Instituto de Estudios
Catalanes) y culturales (MNAC, Biblioteca de Cataluña).246 ​

Pasó por diversas etapas:


en los años 1890 un cierto
germanismo flamígero,
que Alexandre Cirici i Casa Amatller (1898-1900).
Pellicer denominó «época
rosa» (casa Martí o Els
Quatre Gats, 1895-1896; casa Amatller, 1898-1900; casa
Macaya, 1899-1901; palacio del Barón de Quadras, 1899-
1906; casa Terrades o de ”les Punxes”, 1903-1905); en los
años 1900 un estilo mediterranista o «época blanca» (casa
Casa Terrades o de ”les Punxes” (1903-
1905). Trinxet, 1902-1904; Can Serra, sede de la Diputación de
Barcelona, 1903-1908; casa Sastre Marquès, 1905; casa
Muntadas, 1910; casa Pere Company, 1911); y desde los años
1910 un clasicismo de influencia secesionista que desembocaría en el novecentismo, su «época amarilla»
(casa Muley-Afid, 1911-1914; fábrica Casaramona, actual Caixa Fòrum, 1915-1939; casa Rosa Alemany,
1928-1930), con influencia de la Escuela de Chicago (casa Pich i Pon, 1919-1921) y con derivación hacia
un cierto barroquismo monumentalista (palacios de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, 1923).247 ​

Entre estas realizaciones conviene destacar la casa Amatller y la casa Terrades. La primera presenta una
fachada de aspecto neogótico, con tres partes diferenciadas: un basamento de piedra con dos puertas en el
lado izquierdo, creando un efecto asimétrico; un cuerpo central de paredes esgrafiadas y ornamentación de
motivos florales, con una tribuna superior que recuerda a la de la capilla de San Jorge del Palacio de la
Generalidad; y un remate en forma de gablete escalonado de cerámica roja y dorada, con posible influencia
de la arquitectura tradicional de los Países Bajos.248 ​ La casa Terrades ocupa una manzana entera del
Ensanche, con un trazado irregular: presenta seis fachadas inspiradas en la arquitectura gótica nórdica y en
el plateresco español, rematadas por hastiales, algunos truncados por unos plafones cerámicos con imágenes
de estilo prerrafaelita, y flanqueadas por seis torres circulares coronadas con chapiteles cónicos terminados
en aguja, que dan al edificio su sobrenombre; está construida en obra vista, con ornamentación escultórica
de piedra y cerámica vidriada, y elementos de forja.249 ​

Otros arquitectos modernistas


Algunos arquitectos evolucionaron desde el historicismo al
modernismo, con diverso grado de asimilación del nuevo
estilo, si bien en líneas generales en sus obras se continuó
trasluciendo una cierta continuidad con las formas anteriores.
Algunos de los más destacados fueron: Augusto Font Carreras,
José Vilaseca, Pere Falqués y José Doménech Estapá. El
primero fue discípulo de Elías Rogent, y desarrolló un estilo
ecléctico inspirado en el neogótico y el neoárabe; entre sus
obras destacan: el palacio de les Heures (1894-1898), la sede
de la Caja de Ahorros de Barcelona de la plaza de San Jaime
Palacio Montaner (1889-1893), de José
(1903) y la iglesia de la Casa de la Caridad (1912).250 ​ Doménech Estapá.

Josep Vilaseca practicó un premodernismo de aire clasicista,


como se denota en la casa Pia Batlló (1891-1896), la casa Enric Batlló (1892-1896), la casa Àngel Batlló
(1893-1896), las casas Cabot (1901-1905), la casa Dolors Calm (1903) y la casa Comas d'Argemir (1903-
1904).251 ​

Pere Falqués fue arquitecto municipal de Barcelona, por lo que intervino en numerosas mejoras urbanísticas
de la ciudad; fue autor del mercado del Clot (1889), la fuente de Canaletas (1892), la Tenencia de Alcaldía
del Ensanche (1893), la Central Catalana de Electricidad (1896-1897), las farolas del paseo de Gracia
(1900), la casa Laribal (1902), la casa Bonaventura Ferrer (1905-1906) y el mercado de Sants (1913).252 ​

Josep Domènech i Estapà plasmó en sus obras un modernismo de corte personal, ecléctico, funcional y
grandilocuente.253 ​ Fue autor de la Cárcel Modelo de Barcelona (con Salvador Viñals, 1887-1904), el
Palacio Montaner —actual Delegación del Gobierno— (1889-1893, terminado por Antoni Maria Gallissà y
Lluís Domènech i Montaner), el edificio de Catalana de Gas (1895-1896), el Asilo de Santa Lucía —
posterior Museo de la Ciencia— (1904-1909), el Observatorio Fabra (1904-1906), el Hospital Clínico
(1904), la casa Costa (1904), la iglesia-convento de Nuestra Señora del Carmen (1909-1921) y la estación
de la Magòria (1912).254 ​

Otro arquitecto de estilo ecléctico fue Enric Sagnier, el cual siguió un estilo personal de línea clasicista con
mucho éxito entre la clase burguesa catalana. Autor prolífico, fue posiblemente el arquitecto con mayor
número de construcciones en la Ciudad Condal, con cerca de 300 edificios documentados.255 ​ Se pueden
distinguir en su trayectoria tres etapas: antes de 1900 trabajó con un estilo ecléctico, monumental y
grandilocuente; de 1900 a 1910 se acercó más al modernismo, lo que se percibe en un mayor sentido
decorativo de su obra en estas fechas, con especial influencia del arte rococó; y desde 1910 permaneció en
un estilo clasicista de influencia francesa, alejado de las modas del momento.256 ​ Entre sus obras destacan:
el palacio de Justicia de Barcelona (1887-1908, con Josep Domènech i Estapà), la casa Pascual i Pons
(1890-1891), el colegio de Jesús-María (1892-1897), la Aduana del Puerto de Barcelona (1896-1902, con
Pere Garcia Fària), la casa Arnús o “El Pinar” (1902-1904), el Templo
Expiatorio del Sagrado Corazón (1902-1961), la casa Fargas (1904), la
iglesia de Nuestra Señora de Pompeya (1907-1910), la casa Ramon
Mulleras (1910-1911), la casa Doctor Genové (1911) y la nueva iglesia
de San Juan de Horta (1911-1917).

Entre los arquitectos plenamente


modernistas conviene citar en
primer lugar a varios discípulos de
Gaudí, como Francisco
Berenguer, Juan Rubió y Josep
Maria Jujol. El primero era un
maestro de obras que no obtuvo el
título de arquitecto, por lo que sus
Templo Expiatorio del Sagrado proyectos están firmados por otros
Corazón (1902-1961), de Enric artífices. Fue autor del mercado de
Sagnier. la Libertad (1888-1893), el Real
Santuario de San José de la
Montaña (1895-1902), la casa
Burés (1900-1905), el Centro Moral de Gracia (1904), el Casa-Museo Gaudí (1905), de
Ayuntamiento de Gracia (1905), la Casa-Museo Gaudí del parque Francisco Berenguer.
Güell (1905), la casa Cama (1905) y la casa Rubinat (1909).257 ​

Juan Rubió practicó un eclecticismo goticista, con uso intensivo del aparejo de ladrillo y minuciosidad en el
diseño;258 ​ al ser nombrado arquitecto de la Diputación pasó a un clasicismo barroquizante, aunque
siempre con pervivencia gaudiniana.259 ​ Entre sus obras destacan: la casa Golferichs (1900-1901), la casa
Alemany (1900-1901), la casa Roviralta o “Frare Blanc” (1903-1913), la casa Fornells (1903), la casa
Pomar (1904-1906), la casa Casacoberta (1907), la casa Manuel Dolcet (1907), la casa Rialp (1908), la casa
Roig (1915-1918) y el puente de estilo gótico flamígero de la calle del Obispo (1928).260 ​

Josep Maria Jujol trabajó con Gaudí entre 1907 y 1914, época en la que ya mostró una fuerte personalidad
y genio creativo. Desarrolló un estilo heterodoxo, en el que mezclaba el misticismo católico con un sentido
de la decoración casi surrealista, con gusto por la caligrafía, las imágenes orgánicas —cercanas a la obra de
Joan Miró— y la mixtificación de técnicas y materiales, a veces cercano al collage.261 ​ Mucha de su
producción la realizó en el Bajo Llobregat —especialmente San Juan Despí— y Tarragona. De sus obras en
Barcelona destaca la casa Planells (1923-1924), donde muestra cierta influencia del expresionismo alemán y
del organicismo practicado en la época por Frank Lloyd Wright.262 ​ Otras obras suyas son: la finca
Sansalvador (1909-1910), la casa Queralt (1916-1917) y los talleres Manyach —actualmente Escuela Josep
Maria Jujol— (1916-1922). En la posguerra pasó a un academicismo antivanguardista de inspiración
franciscana muy alejado de sus obras iniciales.263 ​
Sede de la Caja de Casa Pia Batlló (1891- Central Catalana de Asilo de Santa Lucía,
Ahorros de Barcelona 1896), de José Electricidad (1896- posterior Museo de la
de la plaza de San Vilaseca. 1897), de Pere Ciencia (1904-1909),
Jaime (1903), de Falqués. de José Doménech y
Augusto Font Carreras. Estapà.

Iglesia de Nuestra Casa Golferichs (1900- Casa


Señora de Pompeya 1901), de Juan Rubió. Planells
(1907-1910), de Enric (1923-1924),
Sagnier. de Josep
Maria Jujol.

Otros arquitectos modernistas de interés son: Camil Oliveras, uno de los pioneros del modernismo,
especialmente por el uso de ladrillo de obra vista y la cerámica policromada, técnica que desarrolló en la
Casa Provincial de Maternidad y Expósitos de Barcelona (1883-1924, con General Guitart);264 ​ Antoni
Maria Gallissà, un arquitecto muy vinculado a las artes decorativas, como se denota en la casa Llopis Bofill
(1902), con una fachada con esgrafiados de motivos islámicos y balcones en forma de tribunas de hierro y
vidrio;265 ​ Salvador Valeri, que recibió la influencia gaudiniana, especialmente en el uso de la bóveda
catalana y el arco parabólico, como se percibe en la torre Sant Jordi (1908) y la casa Comalat (1909-
1911);266 ​ Antoni de Falguera fue discípulo de Puig i Cadafalch, y evolucionó desde un cierto
neorrománico hacia un estilo más sobrio al ser nombrado arquitecto municipal (mercado del Ninot, 1892-
1894; casa de Lactancia, 1906-1913; Conservatorio Municipal de Música de Barcelona, 1916-1928);267 ​
Jaume Gustà pasó de la austeridad inicial a un decorativismo de tipo floral, como se ve en la Tenencia de
Alcaldía de Hostafrancs, actual Ayuntamiento de Sants-Montjuïc (1908-1915, con Ubaldo Iranzo);268 ​Joan
Josep Hervàs se movió en una línea más clasicista, como queda patente en su obra más relevante, la casa
Pérez Samanillo, actual Círculo Ecuestre (1910-1911);269 ​ Salvador Viñals practicó una arquitectura
clasicista de ornamentación modernista, como evidenció en la casa Juncosa (1907-1909);270 ​Eduard Maria
Balcells otorgó especial relevancia a la vidriería, oficio del que tenía un taller, y que puso en práctica en la
casa Tosquella (1906);271 ​ Manuel Raspall puso especial énfasis en la construcción con ladrillo, hierro y
mosaico, y también diseñó vitrales (casa Barbey, 1900; Villa Hèlius, 1906-1909);272 ​Alexandre Soler fue
discípulo de Domènech i Montaner, al tiempo que recibió cierta influencia de la arquitectura vienesa,
especialmente Otto Wagner (casa Heribert Pons, 1907-1909);273 ​ Jeroni Ferran Granell i Manresa
desarrolló una personalidad propia, con depuración decorativa y un tratamiento plano de las fachadas (casa
Granell, 1902-1904; edificios de las calles Mallorca 219, Roger de Lauria 84, Padua 75 y Gerona 122,
todos entre 1900 y 1903);274 ​ Arnau Calvet recibió la influencia secesionista, evolucionando
posteriormente al novecentismo (Antigua Hidroeléctrica de Cataluña, 1905; estación del Funicular de
Vallvidrera, 1905-1906, con Bonaventura Conill; mercado de Sarrià, 1911-1913, con Marceliano
Coquillat);275 ​ similar evolución a la de Calvet tuvo Josep Maria Pericas, autor de la iglesia del Carmen
(1910-1930), que aúna la influencia gaudiniana y secesionista, así como del expresionismo alemán y la
escuela de Ámsterdam.276 ​

Casa Llopis Bofill Casa Conservatorio Casa Pérez Samanillo,


(1902), de Antoni Maria Comalat Municipal de Música de actual Círculo Ecuestre
Gallissà. (1909-1911), Barcelona (1916-1928), (1910-1911), de Joan
de Salvador de Antoni de Falguera. Josep Hervàs.
Valeri.

Casa Tosquella (1906), Casa Heribert Pons Iglesia del Carmen


de Eduard Maria (1907-1909), de (1910-1930), de Josep
Balcells. Alexandre Soler. Maria Pericas.

Conviene también mencionar a arquitectos como: Antoni Rovira i Rabassa (casa Codina, 1892; casa
Ramon Casas, 1898-1899); Manuel Comas i Thos (casa Jaume Moysi, 1893-1895; casa Viuda Marfà,
1901-1905); José Pérez Terraza (casa Francesc Farreras, 1899; torre Ignacio Portabella, 1905); Francisco de
Paula del Villar y Carmona (casa Climent Arola, 1900-1902; iglesia de Santa Madrona, 1916); Bernardí
Martorell (monasterio de Santa María de Valldonzella, 1900; casa Laplana, 1907; convento del Redentor,
1926); Joan Alsina (casa Oller, 1901); Telm Fernández i Janot (casas Felip, 1901 y 1905-1913); Ferran
Romeu i Ribot (casa Roure, 1901-1902); Salvador Soteras (casa Ibarz Bernat, 1901-1904); Adolf Ruiz i
Casamitjana (casa Llorenç Camprubí, 1901; torre Andreu o “la Rotonda”, 1906-1918); Andreu Audet
(Hotel Colón, 1902); Miquel Madorell (casa Santurce, 1902-1905); Josep Amargós (torre de las aguas de
Dos Rius, 1902-1905); Juli Batllevell (casa Trias, 1903-1906; casa Antonia Burés, 1903-1906; torre Bulart-
Rialp, 1906-1907); Bonaventura Conill (casa Matas i Ramis, 1903); Roc Cot i Cot (casa Antònia Puget,
1904-1906); Julio María Fossas (casas Josefa Villanueva, 1904-1909; casa Marià Pau, 1907); Miquel
Pascual (casa Josep Barnolas, 1905); Jaume Torres i Grau (casas Torres, 1905-1907; casas Ramos, 1906-
1908); Joaquim Codina i Matalí (casa Malagrida, 1905-1908); Juli Marial i Tey (casa Josepa Marsans,
actual albergue de Nuestra Señora de Montserrat, 1906); los hermanos Bonaventura y Joaquim Bassegoda
(casa Berenguer, 1907; casas Rocamora, 1914-1918); Jaume Bayó (casa Baurier, 1910); Josep Graner (casa
Fajol o de la Mariposa, 1912); Antoni Millàs (casa Maldonado, 1913-1914; casa Millàs, 1915); Marceliano
Coquillat (casa Josefina Bonet, 1915); y Manuel Sayrach (casa Sayrach, 1915-1918).
En último lugar es preciso señalar de este período el interés otorgado a los establecimientos comerciales,
donde junto a la estructura arquitectónica cobran un papel esencial las artes aplicadas, el interiorismo y la
decoración. Son buena muestra de ello: el colmado Múrria (1898); el Bar Torino, decorado por Antoni
Gaudí en 1902; la fábrica de pastas alimenticias Antigua Casa Figueras, decorada en 1902 por el pintor y
escenógrafo Antoni Ros i Güell; la farmacia Bolós, decorada en 1902 por Antoni de Falguera; el restaurante
Grill Room, del decorador Ricard de Campmany (1902); el horno Sarret (1906); la tienda de bellas artes
Casa Teixidor, de Manuel Joaquim Raspall (1909); la confitería Reñé, decorada por Enric Llardent en 1910;
la farmacia Puigoriol, de Marià Pau (1913-1914); y la lencería El Indio, de los decoradores Vilaró y Valls
(1922).277 ​

Casa Viuda Marfà Torre Ignacio Portabella Casa Trias (1903- Casas Josefa
(1901-1905), de (1905), de José Pérez 1906), de Juli Batllevell. Villanueva (1904-1909),
Manuel Comas i Thos. Terraza. de Julio María Fossas.

Casas Ramos (1906- Casas Rocamora


1908), de Jaume (1914-1918), de
Torres i Grau. Bonaventura y
Joaquim Bassegoda.

siglo xx
El panorama artístico en el siglo xx estuvo condicionado por la
convulsa situación política, con el fin de la monarquía en 1931
y la llegada de la Segunda República, finalizada con la Guerra
Civil y sustituida por la dictadura franquista, hasta el
restablecimiento de la monarquía y la llegada de la democracia.
Socialmente, este siglo vio la llegada masiva de inmigración a
la ciudad, con el consecuente aumento de la población: si en
1900 había 530 000 habitantes, en 1930 casi se habían doblado
(1 009 000 hab), para llegar entre 1970 y 1980 al pico máximo
(1 754 900) y a finales de siglo a 1 500 000 habitantes.278 ​ Plan Jaussely (1903).

El inicio del siglo xx estuvo marcado por la expansión


geográfica de la ciudad: en 1897 Barcelona se anexionó seis poblaciones limítrofes, hasta entonces
independientes: Sants, Les Corts, San Gervasio de Cassolas, Gracia, San Andrés de Palomar y San Martín
de Provensals. Igualmente, en 1904 fue anexionado Horta; en 1921, Sarrià; en 1924, Collblanc y la Zona
Franca; y en 1943 El Buen Pastor y el Baró de Viver, segregados de Santa Coloma de Gramanet.279 ​ La
anexión de los nuevos municipios planteó la necesidad de un plan de enlaces de la ciudad, que salió a
concurso público en 1903, resultando ganador el urbanista francés Léon Jaussely: el Plan Jaussely preveía
grandes infraestructuras viarias (paseos de ronda, diagonales, paseos marítimos), parques, enlaces
ferroviarios y áreas de servicios. Aunque solo se realizó parcialmente, inspiró el urbanismo barcelonés
durante gran parte del siglo.280 ​

Novecentismo
El novecentismo supuso un intento de renovación de la cultura
catalana acercándola a las innovaciones producidas en el recién
estrenado siglo xx, en paralelo a un ideario político de
reivindicación del catalanismo propugnado por Enric Prat de la
Riba. El principal teórico del movimiento fue Eugeni d'Ors,
que desde el diario La Veu de Catalunya escribió una serie de
artículos enalteciendo la labor de los jóvenes creadores
catalanes de principios de siglo. El primero de ellos, publicado
en 1906, supuso el inicio del novecentismo, en convivencia
por unos años con las últimas obras modernistas, y que
Iglesia de Santa María Reina (1922-1936),
perduraría prácticamente hasta los años 1940, en paralelo al de Nicolás María Rubió y Tudurí.
surgimiento de nuevas corrientes como el racionalismo en los
años 1930.281 ​

Contrariamente a los valores nórdicos y medievales que defendía el modernismo, el novecentismo retornó al
mundo mediterráneo, a la cultura clásica grecolatina. También se basaron en el clasicismo renacentista, con
especial influencia de Filippo Brunelleschi, al tiempo que su sentido sobrio y depurado de las formas les
acercaba a la arquitectura racionalista que comenzaba a despuntar en Europa.282 ​ También se inspiraron en
otros estilos del pasado, pero desligados del medievalismo al que habían recurrido los modernistas, como el
Barroco.283 ​ Por otro lado, la corriente más academicista de este movimiento practicó un monumentalismo
ecléctico influido por el estilo Beaux Arts, con un especial referente en las arquitecturas francesa e inglesa,
así como de la estadounidense Escuela de Chicago.284 ​

Dentro del novecentismo se perciben diversas corrientes: un novecentismo «gaudiniano», practicado por
discípulos de Gaudí como Juan Rubió o Cèsar Martinell; un novecentismo «neobrunelleschiano», inspirado
en la arquitectura renacentista florentina y, especialmente, en Brunelleschi, desarrollado por Josep Goday o
Nicolás María Rubió y Tudurí; un novecentismo «protorracionalista», más influido por las corrientes
internacionales, que aúna el funcionalismo con la ornamentación art déco, y tiene exponentes como los
hermanos Ramon y Antoni Puig i Gairalt, Ramon Reventós, Francesc Folguera, Raimundo Durán Reynals
y Jaume Mestres i Fossas; un novecentismo «ecléctico», de lenguaje versátil y tendencia monumentalista,
ejemplificado por Enric Sagnier, Josep Maria Pericas y Eduard Ferrés; y un novecentismo «académico»,
que sigue una línea clasicista tradicional que pervivirá en la arquitectura de posguerra, con representantes
como Francesc Nebot, Eusebi Bona, Adolf Florensa y Eugenio Cendoya.285 ​

La primera corriente estuvo representada por Juan Rubió y Cèsar Martinell, ambos discípulos de Gaudí.
Rubió evolucionó desde el modernismo, estilo en el que realizó sus mejores obras —como se ha visto en el
apartado anterior—, hasta desembocar en un clasicismo de aire barroquizante; su mejor producción en este
período fue la reforma de la Escuela Industrial de Barcelona
(1927-1931). Martinell mantuvo vivas las formas modernistas,
especialmente por el uso del ladrillo y el azulejo, como se
denota en su principal especialidad, la arquitectura agraria, con
un conjunto de bodegas repartidas por toda Cataluña que han
sido denominadas como las «catedrales del vino»; en
Barcelona su producción fue escasa, si bien se pueden citar la
Clínica Durán (1924), el edificio de la calle de Benavent 11
Escuela Industrial de Barcelona (1927-
(1928) o la fábrica Masllorens (1929-1930).286 ​
1931), de Juan Rubió.

En la corriente brunelleschiana destacaron Josep Goday y


Nicolás María Rubió y Tudurí. El primero recuperó formas
clásicas como frontones y pilastras, combinadas con un recurso
barroco como es la técnica del esgrafiado,287 ​ como queda
patente en obras como el edificio de Correos y Telégrafos
(1914-1927), de un estilo clásico abarrocado de gran
monumentalidad;288 ​ y en numerosos colegios públicos
promovidos por el Ayuntamiento de Barcelona: Ramon Llull
Correos y Telégrafos (1914-1927), de
(1919-1923), Lluís Vives (1919), Baixeras (1917-1920), Pere
Josep Goday y Jaume Torres i Grau.
Vila (1921-1930), Milà i Fontanals (1930), Collaso i Gil
(1932).289 ​ Rubió y Tudurí se dedicó especialmente a la
arquitectura paisajista: director de Parques y jardines de Barcelona entre 1917 y 1937, fue el principal
promotor del «jardín mediterráneo»,nota 9 ​lo que se denota en obras suyas como los jardines de la Tamarita
(1918), los de la plaza Francesc Macià (1925), el parque de la Font del Racó (1926), los jardines del Palacio
Real de Pedralbes (1927), los de Salvador Espriu (1929) y los del Turó Park (1933). Su principal
edificación fue la iglesia de Santa María Reina (1922-1936), una filial del monasterio de Montserrat —
inicialmente se llamó iglesia de Santa María de Montserrat de Pedralbes—, que denota la influencia de la
capilla Pazzi de Brunelleschi, así como del baptisterio de San Juan de Florencia.290 ​ Otras obras suyas, el
pabellón de Radio Barcelona (1922-1929) y las oficinas de la Metro Goldwyn Mayer (1934), son ya
prerracionalistas.291 ​

La tendencia ecléctica y academicista siguió una línea


monumentalista cuyo principal exponente fue la Vía Layetana,
que fue el principal campo de pruebas de esta corriente tras su
apertura en 1908. Influida por el Beaux Arts y la Escuela de
Chicago, sería la arquitectura que resurgiría en la posguerra.
Sus principales exponentes fueron Enric Sagnier, Josep Maria
Pericas, Eduard Ferrés, Francesc Nebot, Eusebi Bona, Adolf
Florensa y Eugenio Cendoya. De Sagnier, analizado en la
sección anterior, convendría recordar en esta etapa el edificio
Palacio Real de Pedralbes (1919-1929), de la Caja de Pensiones de Barcelona de Vía Layetana (1914-
de Francesc Nebot y Eusebi Bona. 1917), la basílica de San José Oriol (1915-1931) y el Patronato
Ribas (1920-1930). Pericas evolucionó del modernismo a un
sobrio clasicismo (casa Diagonal, 1920). Eduard Ferrés
mantuvo un estilo postsecesionista y fue pionero en el uso del hormigón armado, como se ve en la casa
Damians, posteriormente Almacenes El Siglo (1913-1915), construida con Lluís Homs e Ignasi Mas, donde
destaca su cúpula de lucernario esférico de influencia expresionista.292 ​ Francesc Nebot y Eusebi Bona
fueron autores del Palacio Real de Pedralbes (1919-1929), formado por un cuerpo central y dos alas
laterales que se abren en curva a la fachada principal, con porches de columnas toscanas y arcos de medio
punto.293 ​ En solitario, Nebot construyó el Cine Coliseum (1923), un edificio de estilo beauxartiano
inspirado en la Ópera de París;294 ​y la sede del Banco de España en la plaza de Cataluña (1927-1928).295 ​
Por su parte, Bona proyectó el edificio de La Unión y el Fénix Español (1927-1931), de influencia francesa
y estadounidense, que destaca por su cúpula de alto tambor con una escultura del rapto de Ganimedes.296 ​
Adolf Florensa fue autor de la Casa Cambó (1921-1930), el edificio de la Capitanía General (1926), el
edificio Nuevo de la Casa de la Ciudad (1927-1933, con Joaquim Vilaseca y Antoni de Falguera), el Casal
del Metge (1930), la Escuela de Náutica (1930-1933, con Joaquim Vilaseca) y el edificio de Fomento del
Trabajo Nacional (con Josep Goday, 1931-1936). Por último, Eugenio Cendoya fue autor de la iglesia de
San Miguel de los Santos y de varias sedes para bancos, como los de Bilbao y Vizcaya, aunque su principal
obra fue el Palacio Nacional de Montjuic para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, con Enric
Catà y Pere Domènech i Roura.297 ​

La línea más innovadora del novecentismo fue la que se fue


decantando hacia el racionalismo que se empezaba a
desarrollar en Europa de la mano de arquitectos como Le
Corbusier y Ludwig Mies van der Rohe. Estuvo representado
principalmente por Ramon y Antoni Puig i Gairalt, Ramon
Reventós, Francesc Folguera, Raimundo Durán Reynals y
Jaume Mestres i Fossas. Antoni Puig i Gairalt fue autor de la
fábrica Myrurgia (1928-1930), la cual sintetiza elementos del
novecentismo clasicista, el art déco y el racionalismo.298 ​ Su
hermano Ramon edificó la casa Pidelaserra (1932), de un Casal de Sant Jordi (1928-1932), de
exuberante eclecticismo.299 ​ Ramon Reventós proyectó el Francesc Folguera.
primer conjunto multirresidencial de Barcelona, la casa Masana
(1928), de influencia bauhausiana.300 ​ Francesc Folguera
construyó el Hotel Ritz (1917-1919), aunque su obra más interesante fue el Casal de Sant Jordi (1928-
1932), que refleja las enseñanzas de la revista alemana Moderne Bauformen, defensora de una arquitectura
moderna pero moderada, de ámbito burgués.301 ​ Raimundo Durán Reynals se acercó al racionalismo en
obras como el edificio de viviendas de la calle de Aribau 243 (1933-1935) o la casa Cardenal (1935),
aunque en la posguerra practicó un clasicismo academicista.302 ​ Por último, Jaume Mestres i Fossas
construyó la escuela Blanquerna (1930-1933), a medio camino entre el novecentismo y el racionalismo.303 ​

De esta época conviene mencionar igualmente a arquitectos como: Ignasi Mas i Morell (edificio David,
1929-1931), Miquel Madorell (Teatro Tívoli, 1917-1919), Arnau Calvet (casa Jorba, 1926), Francesc
Guàrdia i Vial (edificio de la Compañía Arrendataria de Tabacos, actual Delegación de Hacienda, 1929),
Josep Domènech i Mansana (iglesia de Santa Teresa del Niño Jesús, 1932-1940) y Juan Guardiola (Casa
Ferran Guardiola o “Casa China”, 1929). También es de remarcar la construcción de dos estaciones de
ferrocarril: la Estación del Norte (1910-1914), obra de Demetrio Ribes consistente en una reforma de un
anterior edificio de 1861 de Pere Andrés i Puigdoller, constaba de dos edificios que fueron unidos por Ribes
con una estructura en forma de U y cubiertos por una gran plataforma metálica, con cierta influencia
modernista y secesionista;304 ​y la Estación de Francia (1925-1930), de Pedro Muguruza, Raimundo Durán
Reynals, Salvador Soteras y Pelayo Martínez, con andenes cubiertos por dos grandes naves de hierro y un
vestíbulo de aspecto clasicista, donde destacan tres bóvedas de casetones.305 ​

Por lo que respecta al urbanismo, la actuación más importante en estos años fue la apertura de la Vía
Layetana, que conectaba el Ensanche con el mar —estaba prevista otra avenida paralela a esta, así como
otra perpendicular, que finalmente no se ejecutaron—. Surgida de un proyecto de reforma urbana de Àngel
Baixeras (Plan de reforma interior de Barcelona, 1884), las obras se realizaron en 1908, con la voluntad de
crear una avenida de aspecto uniforme, por lo que la mayoría de edificios son de aspecto novecentista, con
cierta influencia de la Escuela de Chicago.306 ​ También en los primeros años del siglo se urbanizó la falda
del Tibidabo, con una amplia avenida que unía la avenida de San Gervasio con la montaña, que fue
ocupada por casas unifamiliares al estilo de las ciudades-jardín inglesas.nota 10 ​ Para el transporte se instaló
un tranvía en la avenida y un funicular para ascender a lo alto de la montaña, donde se emplazó el Parque
de Atracciones del Tibidabo.307 ​

Casa Cine Coliseum (1923), Edificio de Fomento del Fábrica Myrurgia


Damians de Francesc Nebot. Trabajo Nacional (1928-1930), de Antoni
(1913-1915), (1931-1936), de Adolf Puig i Gairalt.
de Eduard Florensa y Josep
Ferrés, Lluís Goday.
Homs e
Ignasi Mas.

Casa Jorba (1926), de Can Guardiola o “Casa


Arnau Calvet. China” (1929), de Juan
Guardiola.

Exposición Internacional de 1929


En 1929 se celebró la Exposición Internacional en Montjuic. Para este acontecimiento se urbanizó toda la
zona de la plaza de España y la montaña de Montjuic, y se construyeron los pabellones que acogen
actualmente la Feria de Barcelona. La Exposición tuvo lugar del 20 de mayo de 1929 al 15 de enero de
1930, sobre una superficie de 118 hectáreas, y tuvo un coste de 130 millones de pesetas.308 ​
El recinto de la Exposición se construyó según un proyecto de
Josep Puig i Cadafalch. El conjunto comenzaba en la plaza de
España, diseñada por Puig i Cadafalch y Guillem Busquets,
quienes realizaron un conjunto monumental en torno a un
hemiciclo formado por una columnata de estilo barroco,
inspirada en la plaza de San Pedro del Vaticano. Aquí se
construyeron los hoteles de la Exposición, obra de Nicolás
María Rubió y Tudurí, y en el centro se situó una fuente
monumental diseñada por Josep Maria Jujol. En el acceso de la
plaza que conduce a la avenida de la Reina María Cristina se
Vista de la Exposición Internacional de
situaron dos altas torres en forma de campaniles, obra de Barcelona de 1929.
Ramon Reventós, inspirados en el campanile de San Marcos
de Venecia.309 ​

En la avenida de la Reina María Cristina se encontraba la


sección oficial, donde se situaban diversos pabellones: el
palacio de Comunicaciones y Transportes, obra de Félix de
Azúa y Adolf Florensa; el palacio del Vestido (o del Trabajo),
de Josep Maria Jujol y Andrés Calzada; el palacio de la
Metalurgia, Electricidad y Fuerza Motriz, de Amadeu Llopart y
Alexandre Soler i March; el palacio del Arte Textil, de Joan
Roig y Emili Canosa; y el palacio de Proyecciones, de Eusebi
Bona y Francisco Aznar. Cerraban la avenida los palacios de
Alfonso XIII y Victoria Eugenia —llamados inicialmente del
Palacio de Alfonso XIII, de Josep Puig i
Cadafalch. Arte Moderno y de la Arquitectura—, obra de Josep Puig i
Cadafalch. Al final de la avenida y al pie de la montaña se
construyó la famosa Fuente Mágica de Montjuic, obra de
Carles Buïgas, así como las Cuatro Columnas de Puig i Cadafalch. El edificio principal de la Exposición
era el Palacio Nacional —actual sede del MNAC—, obra de Eugenio Cendoya, Enric Catà y Pere
Domènech i Roura.297 ​

Esparcidos por la montaña se encontraban el resto de pabellones, como el de Barcelona, de Josep Goday; el
palacio de la Prensa —actual sede de la Guardia Urbana—, de Pere Domènech i Roura; el palacio de las
Artes Decorativas y Aplicadas, de Manuel Casas y Manuel Puig; el palacio de las Artes Gráficas —actual
Museo de Arqueología—, de Raimundo Durán Reynals y Pelayo Martínez; el palacio de la Agricultura —
actual Teatro Fabià Puigserver—, de Josep Maria Ribas i Casas y Manuel Maria Mayol; el pabellón de
España, de Antoni Darder; el palacio de las Diputaciones, de Enric Sagnier; el palacio de la Química, de
Antoni Sardà; el pabellón Real —conocido actualmente como Palacete Albéniz—, de Juan Moya; el
palacio del Arte Moderno y el palacio de las Misiones, ambos de Antoni Darder.

De la Sección Internacional destacó el Pabellón de Alemania, de Ludwig Mies van der Rohe, uno de los
mejores ejemplos de la arquitectura de estilo internacional por su pureza formal, su concepción espacial y su
inteligente empleo de estructuras y materiales, que convirtieron a este pabellón en el paradigma de la
arquitectura del siglo xx. De planta rectangular, se elevaba sobre un podio recubierto de travertino; la
cubierta se sostenía sobre columnas cruciformes y muros de carga, con paredes de distintos materiales.
Demolido después de la Exposición, fue reconstruido entre
1985 y 1987 en su emplazamiento original por Cristian Cirici,
Ignasi de Solà-Morales y Fernando Ramos, siguiendo los
planos dejados por Mies van der Rohe.310 nota
​ 11 ​

Palacete Albéniz, de Juan Moya.

Otras construcciones de relevancia efectuadas para la


Exposición fueron: el Teatre Grec, un teatro al aire libre
inspirado en los antiguos teatros griegos –especialmente en el
Pabellón de Alemania, de Ludwig Mies
de Epidauro–, proyectado por Ramon Reventós, que
van der Rohe.
actualmente acoge un festival de verano en la Ciudad Condal,
el Festival Grec;311 ​ el Estadio Olímpico, obra de Pere
Domènech i Roura;312 ​ y el Pueblo Español, un pequeño recinto que recoge en su interior reproducciones
de distintos ambientes urbanos y arquitectónicos de todo el conjunto del territorio nacional, obra de los
arquitectos Ramon Reventós y Francesc Folguera.313 ​

Con motivo de la Exposición se ajardinó buena parte de la montaña de Montjuic, con un proyecto de Jean-
Claude Nicolas Forestier y Nicolás María Rubió y Tudurí, que realizaron un conjunto de marcado carácter
mediterráneo y gusto clasicista, con un estilo de inspiración hispanoárabe como el que Forestier había
desarrollado en el parque de María Luisa de Sevilla: se crearon así los jardines de Laribal, los de Miramar, y
los del Teatre Grec.314 ​

Como ocurrió en 1888, la Exposición de 1929 supuso un gran


impacto para la ciudad de Barcelona a nivel urbanístico, no
sólo en la zona de Montjuic, por toda la ciudad se realizaron
obras de mejora y acondicionamiento: se ajardinaron las plazas
de Tetuán, Urquinaona y Letamendi; se construyó el puente de
Marina; se urbanizó la plaza de Cataluña; y se prolongaron la
Diagonal hacia el oeste y la Gran Vía hacia el suroeste.
También se realizaron diversas obras públicas: se mejoró el
asfaltado de calles y el alcantarillado, se instalaron lavabos
públicos y se sustituyó la iluminación de gas por la eléctrica.
Estadio Olímpico, de Pere Domènech i
Asimismo, se remodelaron diversos edificios, como el Roura.
Ayuntamiento o la Generalidad –donde se construyó el puente
flamígero que cruza la calle del Obispo–. Se terminaron el
edificio de Correos y la Estación de Francia, que llevaban varios años en obras. Asimismo, se construyó el
Palacio Real de Pedralbes como residencia de la familia real. Durante esa época se construyó asimismo el
primer rascacielos de Barcelona, el edificio de Telefónica en la plaza de Cataluña, obra de Francesc
Nebot.315 ​
Por último, se mejoraron las comunicaciones de la ciudad, con la construcción en los años 1920 del
Aeropuerto del Prat, la supresión de los pasos a nivel dentro de la ciudad, la mejora de los enlaces con los
barrios periféricos de la ciudad, el soterramiento del tren de Sarrià (Ferrocarriles de la Generalidad de
Cataluña) y la electrificación de los tranvías públicos. También se construyó el Metro de Barcelona,
inaugurado inicialmente en 1924 y ampliado en 1926 con el servicio del Metro Transversal entre Bordeta y
Catalunya (actual L1), que unía el centro de la ciudad con el recinto de la Exposición. Igualmente, se
construyó un funicular para acceder hasta lo alto de la montaña, así como un teleférico para acceder a la
misma desde el Puerto de Barcelona, obra de Carles Buïgas, aunque fue inaugurado posteriormente, en
1931. Todas estas obras públicas comportaron una fuerte demanda de empleo, provocando un gran
aumento de la inmigración hacia la Ciudad Condal, proveniente de todas partes de España. Este aumento de
población conllevó la construcción de diversos barrios obreros de «casas baratas», como el Grupo Aunós en
Montjuic y los Grupos Milans del Bosch y Baró de Viver en Besós.316 ​

Véase también: Eje de la Exposición de 1929 en Montjuic

Palacio de la Prensa. Palacio de las Artes Palacio de la Palacio del Arte Textil.
Gráficas. Agricultura.

Palacio de las Diputaciones. Palacio de las


Misiones.

Racionalismo
En los años 1930 surgió una fuerte voluntad de acercamiento a las vanguardias arquitectónicas europeas,
donde estaba despuntando el racionalismo, un estilo practicado en el centro de Europa desde inicios de los
años 1920 por arquitectos como Le Corbusier, Ludwig Mies van der Rohe, Walter Gropius y J.J.P. Oud.
Era un estilo que aunaba funcionalidad y estética, dando predominio al volumen sobre la masa, con formas
basadas en el rectángulo y las líneas horizontales, sin ocultar la estructura del edificio, con paredes lisas y
ventanas metálicas, sin recargamiento ornamental.317 ​ En Cataluña, la influencia de la arquitectura
internacional se expresó en dos líneas: un racionalismo más purista inspirado en Le Corbusier, y un
eclecticismo que aceptaba otras referencias, como el art déco o el expresionismo alemán, con un especial
referente en la Bauhaus.318 ​
En 1930 surgió en Barcelona el grupo GATCPAC (Grupo de
Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la
Arquitectura Contemporánea),nota 12 ​con voluntad renovadora
y liberadora del clasicismo novecentista, así como la de
introducir en España las nuevas corrientes internacionales
derivadas del racionalismo. El GATCPAC defendía la
realización de cálculos científicos en la construcción, así como
la utilización de nuevos materiales, como las placas de
fibrocemento o la uralita, además de materiales más ligeros Pabellón de la República Española para la
como el vidrio. 319 ​ Fue fundado por Josep Lluís Sert, Josep Exposición Internacional de París de
Torres Clavé, Germán Rodríguez Arias, Sixte Illescas, 1937, de Josep Lluís Sert y Luis Lacasa;
Cristòfor Alzamora, Ricardo de Churruca, Manuel Subiño, réplica en Barcelona de 1992, de Miquel
Espinet, Antoni Ubach y Juan Miguel
Pere Armengou y Francesc Perales; posteriormente se
Hernández León.
incorporaron otros arquitectos como Raimon Duran i Reynals,
Antoni Bonet i Castellana, Jaume Mestres i Fossas, Antoni
Puig i Gairalt, Ramon Puig i Gairalt, Alexandre Soler i March, Francesc Fàbregas y Joan Baptista Subirana.
Lamentablemente, su labor quedó truncada con el estallido de la Guerra Civil.320 ​

El racionalismo catalán tuvo unas especiales cualidades, como


serían el alejamiento del formalismo, una cierta tendencia
expresionista y una clara vinculación política con la Segunda
República,321 ​ como se denota en la creación en 1936 del
SAC (Sindicato de Arquitectos de Cataluña), dirigido por
Torres Clavé y Fàbregas, que defendía la intervención en el
control de la construcción, la colectivización de la vivienda y la
orientación de la enseñanza.322 ​Torres Clavé fue director de la
revista A. C. Documentos de Actividad Contemporánea (1931-
Casa Bloc (1932-1936), de Josep Lluís
1937), basada en revistas vanguardistas como Das Neue
Sert, Josep Torres Clavé y Joan Baptista Frankfurt, dirigida por Ernst May, o L'Esprit Nouveau, de Le
Subirana. Corbusier y Amédée Ozenfant.323 ​

Entre sus miembros destacó especialmente Josep Lluís Sert, un


arquitecto de fama internacional que tras la Guerra Civil se
estableció en Estados Unidos. Fue discípulo de Le Corbusier,
con quien trabajó en París y al que invitó a visitar la Ciudad
Condal en 1928, 1931 y 1932.324 ​ Sus dos principales obras
en Barcelona en estos años fueron la casa Bloc (1932-1936) y
el Dispensario Central Antituberculoso (1934-1938), ambos en
colaboración con Torres Clavé y Subirana. La primera se basa
en el proyecto de viviendas à redent de Le Corbusier (1922), y
es un conjunto de viviendas en forma de S, de bloques largos y Dispensario Central Antituberculoso (1934-
estrechos con estructura metálica de dos crujías, con accesos a 1938), de Josep Lluís Sert, Josep Torres
Clavé y Joan Baptista Subirana.
las viviendas a través de corredores cubiertos;325 ​ el
Dispensario presenta dos cuerpos paralelos dispuestos en
forma de L, con un jardín central que sirve de acceso.326 ​Sert fue el autor con Luis Lacasa del Pabellón de
la República Española para la Exposición Internacional de París de 1937, donde se exhibió por primera vez
el Guernica de Picasso, el cual fue reconstruido en Barcelona en 1992 por Miquel Espinet, Antoni Ubach y
Juan Miguel Hernández León.327 ​

Además de Sert conviene destacar: Sixte Illescas (casa Vilaró,


1931; edificio de viviendas de la calle de Padua 96, 1934-
1935; casa Illescas, 1934-1935; casa Masana, 1935-1940);
Germán Rodríguez Arias (edificio Astoria, 1933-1934; bloque
Diagonal, 1935-1940, con Churruca; edificio de Vía Augusta
61, 1937); Ricardo de Churruca (casa Barangé, 1931-1935;
casa Conill, 1935, almacenes Sepu, 1935-1936); Pere
Benavent de Barberà (edificio de viviendas de la calle de
Balmes 220, 1931-1932; edificio de la avenida Gaudí 56,
1933; casa Jacinto Esteva, 1935-1940); Jaume Mestres i Fossas
Bloque Diagonal (1935-1940), de Ricardo
de Churruca y Germán Rodríguez Arias. (casa Viladot, 1930-1933; casa Sans, 1933-1936); Joaquim
Lloret i Homs (clínica Barraquer, 1934-1940); Luis Gutiérrez
Soto (edificio Fàbregas o Rascacielos Urquinaona, 1936-
1944); Josep Soteras (edificio de la calle de Balmes 371 esquina ronda General Mitre, 1935-1941; edificio
de la Ronda de San Pedro 22 esquina calle Trafalgar, 1936); y Josep Maria Sagnier i Vidal (edificio de la
calle de Balmes 392-396, 1935-1942).

En el ámbito urbano cabe mencionar el Plan Macià (1932-1935), elaborado por Sert y Le Corbusier, un
proyecto que preveía una distribución funcional de la ciudad con un nuevo orden geométrico, a través de
grandes ejes vertebradores como la Gran Vía, la Meridiana y el Paralelo, y con una nueva fachada marítima
definida por rascacielos cartesianos, además de la mejora de equipamientos y servicios, el fomento de la
vivienda pública y la creación de un gran parque y centro de ocio junto al delta del Llobregat, la llamada
Ciudad de Reposo y Vacaciones. El inicio de la Guerra Civil truncó el proyecto.328 ​ También cabe
mencionar que en 1931 se creó el Colegio de Arquitectos de Cataluña, Aragón, Baleares y Logroño,
delimitado en 1933 a Cataluña y Baleares y en 1978 solo a Cataluña; esta entidad edita desde 1944 la
revista Cuadernos de Arquitectura —desde 1981 editada en catalán como Quaderns—.329 ​

Posguerra
El inicio de la dictadura franquista provocó una ruptura en la
integración vanguardista de la arquitectura catalana, ya que el
nuevo régimen apostó por un estilo más academicista. La
ausencia de un programa conceptual llevó a supeditar la obra a
la pericia de su autor, si bien el discurso ideológico imperante
fomentó el monumentalismo y el carácter áulico de las
realizaciones del momento. En los primeros años de posguerra
resurgió el estilo novecentista, con un marcado componente
académico, en un estilo neoclásico influido por el eclecticismo
americano y el neorrenacentismo mediterráneo.330 ​ Banco Vitalicio de España (1942-1950),
de Lluís Bonet i Garí.
Ante los intentos fallidos de formulación de una nueva
arquitectura del régimen, solo visibles inicialmente por la
influencia pasajera de la arquitectura italiana y alemana de tendencia historicista y regionalista, y debido a la
falta en Cataluña de encargos oficiales de las nuevas autoridades, las construcciones en la Ciudad Condal
entroncaron con el novecentismo monumentalista de los años 1920, con pervivencia incluso de un cierto
racionalismo atenuado.331 ​

Entre los arquitectos y obras de estos años se pueden


mencionar: Raimundo Durán Reynals (iglesia de Santa María
de Sants, 1940-1965; sede de Fabra & Coats, 1941-1944;
viviendas Clip, 1949-1952; palacio Julio Muñoz, 1949-1952);
Eusebi Bona (Banco Español de Crédito en la plaza Cataluña,
1940-1950; edificio comercial Pirelli, 1948); Francesc Nebot
(edificio de viviendas de la calle de Balmes 368 esquina ronda
General Mitre, 1946); Adolf Florensa (edificio de la plaza Villa
de Madrid, 1946); Lluís Bonet i Garí (Banco Vitalicio de
España, 1942-1950; Instituto Nacional de Previsión, 1947);
Residencia de Oficiales (1939-1940), de
Manuel de Solà-Morales i de Rosselló. Francesc Mitjans (edificios de viviendas de la calle de Balmes
182, 1941-1948; de la calle de Amigó 76, 1941-1944; y de la
ronda del General Mitre 140, 1947-1949); Manuel de Solà-
Morales i de Rosselló (Residencia de Oficiales, 1939-1940); Francisco Juan Barba Corsini (viviendas del
paseo de la Bonanova 105-107, 1946); Joaquim Lloret i Homs (viviendas El Rancho Grande, 1944); Pere
Benavent de Barberà (viviendas de la calle de la Reina Victoria 26 y ronda del General Mitre 55, 1946-
1950); y Josep Soteras (Fábrica Olivetti, 1940-1953; Edificio Industrial, 1947; fuente monumental del paseo
de Gracia, 1952).

En esta época se restauraron numerosas iglesias destruidas o


dañadas en el transcurso de la guerra, al tiempo que se creaban
otras nuevas, la mayoría en un estilo renacentista florentino
continuador de la línea iniciada por Rubió y Tudurí: iglesia de
Nuestra Señora de la Bonanova (1942-1962), de Josep Danés i
Torras; iglesia del convento de los Capuchinos de Sarrià
(1940-1944), de Pere Benavent de Barberà; iglesia de Nuestra
Señora de los Ángeles (1942-1957), de Josep Danés i Torras;
iglesia del Perpetuo Socorro (1950), de Joaquim Porqueras
Bañeres; iglesia de San Miguel de los Santos (1950-1963), de
Iglesia de Nuestra Señora de la Bonanova
Antoni Fisas.332 ​ (1942-1962), de Josep Danés i Torras.

Los años de la dictadura se caracterizaron por el desarrollismo


urbano, que consistió en la construcción desenfrenada de viviendas baratas, en gran parte de protección
oficial, para absorber la población procedente sobre todo, de regiones españolas como Andalucía, Murcia,
Extremadura o Galicia. La afluencia masiva de inmigración comportó un auge del chabolismo,
principalmente en Montjuic, el Somorrostro, el Pueblo Nuevo y El Carmelo, lugares donde a finales de los
años 1960 se contabilizaban unas 10 000 barracas. Aunque se fomentó la vivienda protegida, ello no frenó
la especulación.333 ​ La construcción de viviendas se llevó a cabo, en muchos casos, sin una planificación
urbanística previa, y utilizando materiales baratos que, con los años, provocarían problemas varios como la
aluminosis. La fiebre constructora provocó un notable incremento demográfico y la creación de nuevos
barrios, como El Carmelo, Nou Barris, El Guinardó, El Valle de Hebrón, La Sagrera, El Clot o el Pueblo
Nuevo.334 ​
La contienda supuso un parón en los proyectos paisajísticos de la ciudad, y en la posguerra las actuaciones
se centraron más en el mantenimiento y restauración de las áreas existentes que no en la creación de nuevas
zonas verdes. En 1940 se puso al frente de Parques y Jardines Lluís Riudor i Carol, iniciador del paisajismo
en Cataluña.335 ​Actuaciones suyas fueron el jardín de Austria —ubicado en el recinto del parque Güell—,
el parque de Monterols, el de Cervantes, y diversas intervenciones en la montaña de Montjuic encaminadas
a suprimir el chabolismo, proyecto que continuó su sucesor, Joaquim Casamor, con la creación de diversos
jardines de tipo temático, como los jardines Mossèn Costa i Llobera, especializados en cactáceas y
suculentas, y los jardines de Mossèn Cinto Verdaguer, dedicados a las plantas acuáticas, bulbosas y
rizomatosas.336 ​ Obra suya fueron también en Montjuic los jardines del Mirador del Alcalde y los jardines
de Joan Maragall, ubicados en torno al Palacete Albéniz; y, en el resto de Barcelona, el parque del Putget, el
de la Guineueta y el de Villa Amelia.337 ​

Grupo R
En los años 1950 hubo una renovación del panorama
arquitectónico gracias al Grupo R (1951-1961),338 ​ un
conjunto de arquitectos que conectaron la experiencia del
racionalismo y el GATCPAC con las nuevas corrientes
internacionales, como el Neoliberty, el neoempirismo y el
organicismo, con influencia de arquitectos como Alvar Aalto,
Oscar Niemeyer, Bruno Zevi y Gio Ponti.339 ​Se consideraban
a sí mismos posfuncionalistas, partiendo del funcionalismo
racionalista pero superado sobre la base de criterios
humanistas.340 ​ La arquitectura del Grupo R se fue Camp Nou (1954-1957), de Lorenzo
desmarcando cada vez más del estilo propio del régimen, García-Barbón, Francesc Mitjans y Josep
adquiriendo un matiz reivindicativo, en que la apuesta por la Soteras.
modernidad se consideraba una oposición al régimen.341 ​

Entre sus miembros iniciales se encontraban José Antonio Coderch, Antoni de Moragas, Josep Maria
Sostres, Manuel Valls, Joaquim Gili, Oriol Bohigas, Josep Martorell y Josep Pratmarsó; en 1953 se dieron
de baja Coderch y Valls, al tiempo que ingresaron Manuel Ribas i Piera, Josep Anton Balcells, Francesc
Bassó y Guillermo Giráldez; en 1958 ingresaron Pau Monguió y Francesc Vayreda.342 ​ Estos arquitectos
tomaron una nueva concienciación debido a la conferencia de Alberto Sartoris en el Ateneo Barcelonés en
1949, donde pedía la búsqueda de una nueva arquitectura nacional, la cual fue secundada por Oriol
Bohigas en su artículo Posibilidades de una arquitectura barcelonesa.343 ​ Sin embargo, con el tiempo la
diversidad de tendencias de estos autores, que se movían entre el neopopularismo, el neorracionalismo
miesiano, el informalismo y el neofuncionalismo, llevó a la disolución del grupo.344 ​

En esta generación destacó José Antonio Coderch, uno de los arquitectos españoles de la época con más
prestigio internacional. Influido por Aalto, sus obras muestran un alto grado de simplicidad y depuración
volumétrica, al tiempo que las formas curvilíneas y articuladas denotan un cierto componente
expresionista.345 ​ Fue un defensor de la arquitectura tradicional catalana, y mostró una gran preocupación
por el interiorismo y la adaptación al entorno.346 ​ Trabajó asociado con Manuel Valls desde 1942; en 1960
ingresó en el grupo internacional Team 10.347 ​ Entre sus obras se encuentran: la Cooperativa Obrera La
Maquinista (1951-1953), la casa de la Marina (1952-1954), el edificio de viviendas de la calle de Johann
Sebastian Bach 7 (1957-1961) y la casa Tàpies (1960-1963).
Josep Maria Sostres fue discípulo de Sixte Illescas, y recibió
posteriormente la influencia de Giuseppe Terragni, al tiempo que se
declaraba admirador de Gaudí, al que aludía para remarcar la
superación del funcionalismo racionalista.348 ​ Fue autor de la casa
Moratiel (1956-1957), la casa Iranzo (1957), y las oficinas de El
Noticiero Universal (1963-1965).

Antoni de Moragas se mostró partidario del diseño industrial frente al


trabajo artesanal; trabajó asociado a Francesc de Riba i Salas: Park
Hotel (1950-1954), cine Fémina (1950-1952), edificio de viviendas de
la avenida Vallcarca 125 (1953), casa de los Toros (1960-1962).

Por otro lado, los principales exponentes estos años de un racionalismo


de raíces miesianas y bauhausianas fueron Francesc Mitjans y
Park Hotel (1950-1954), de Antoni
Francisco Juan Barba Corsini.349 ​ El primero fue autor del edificio La
de Moragas.
Colmena (1950-1952), el conjunto Vallmajor de viviendas y Clínica
Soler Roig (1950-1954), el edificio de oficinas CYT (1953-1959), el
edificio Tokyo (1954-1957), el Hotel Barcelona (1955-1962), el edificio Seida (1955-1967, con Josep
Soteras) y el edificio de oficinas Harry Walker (1959). Barba Corsini construyó el edificio Mitre (1959-
1964) y los apartamentos de las buhardillas de la Casa Milà (1955), al estilo de los study houses de Los
Ángeles.350 ​

Uno de los miembros más jóvenes pero que despuntó


rápidamente fue Oriol Bohigas, arquitecto, crítico, profesor y
político,351 ​ defensor de una arquitectura pragmática y
funcional basada en la eficacia y la rentabilidad, con respeto a
la arquitectura tradicional y un especial valor otorgado a los
materiales, como se denota en su defensa acérrima del
ladrillo.352 ​ Trabajó en asociación con Josep Martorell desde
1951; obras suyas son: el grupo de viviendas Escorial (1952-
1955), el edificio de viviendas de la calle de Roger de Flor 215
(1954-1958), el edificio de la calle Pallars 301-319 (1955- Colegio de Arquitectos de Cataluña y
1960), la sede de la Mutua Metalúrgica de Seguros (1955- Baleares (1958-1962), de Xavier
1959) y el grupo de viviendas Milans del Bosch (1962-1964). Busquets.

En estos años surgieron una serie de obras singulares que


merecen reseñarse especialmente: el Palacio Municipal de Deportes (1953-1955), de Lorenzo García-
Barbón y Josep Soteras, de estética brutalista,353 ​ presenta un volumen atunelado con una serie de crujías
de arcos parabólicos, con dos grandes pantallas rectangulares a modo de brise-soleil en los testeros;354 ​ el
Camp Nou (1954-1957), de Lorenzo García-Barbón, Francesc Mitjans y Josep Soteras, un estadio con una
estructura de hormigón armado con capacidad para 90 000 espectadores,355 ​ con tres graderías
superpuestas dispuestas con un trazado de cuatro curvas rebajadas para facilitar la proximidad del
espectador al terreno de juego, el cual se sitúa bajo el nivel de la calle para procurar un mejor acceso a los
niveles superiores;356 ​ la editorial Gustavo Gili (1954-1961), de Joaquim Gili y Francesc Bassó, situada en
un interior de manzana del Ensanche, presenta una fachada acristalada cubierta por brise-soleil, con una
estructura diáfana plena de luz natural gracias a unos patios laterales;357 ​ el conjunto de la SEAT (1954-
1960), de Manuel Barbero, César Ortiz Echagüe, Rafael Echaide Itarte y Rafael de la Joya, un conjunto de
comedores, almacenes, laboratorios y oficinas con perfiles de
aluminio;358 ​ la sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña y
Baleares (1958-1962), de Xavier Busquets, una torre de ocho
plantas con estructura metálica en muro cortina y cuerpo bajo
de forma trapezoidal, decorado con esgrafiados de Picasso;359
y la Facultad de Derecho (1958-1959), de Guillermo Giráldez,
Pedro López Íñigo y Xavier Subías, con una retícula
estructural de cuerpos rectangulares y patios interiores, con
cerramientos de paños acristalados y paredes prefabricadas de
Facultad de Derecho (1958-1959), de gres blanco, de influencia neoplasticista.360 ​
Guillermo Giráldez, Pedro López Íñigo y
Xavier Subías.

En los años 1950 la arquitectura religiosa se abrió a los nuevos


lenguajes arquitectónicos de vanguardia, siempre respetando su
particular idiosincrasia como edificios destinados a la fe.361 ​
Ejemplos de ello serían la iglesia de los Hogares Mundet
(1954-1957), de Manuel Baldrich, que denota la influencia de
Alvar Aalto, con decoración de los escultores Josep Maria
Subirachs y Eudald Serra; la iglesia de San Gregorio
Taumaturgo (1954-1963), de Bartomeu Llongueras, de planta Iglesia de San Gregorio Taumaturgo
circular y fachada clasicista; la iglesia de Santa Cecilia (1957), (1954-1963), de Bartomeu Llongueras.

de Jordi Vidal de Llobatera, que sorprendió por su nave


interior de forma acampanada y ligeramente inclinada.362 ​

Por lo que respecta al urbanismo, en 1953 surgió el Plan Comarcal, un intento de integrar la ciudad con los
municipios colindantes en vías de satisfacer la fuerte demanda de vivienda en los años de llegada masiva de
inmigración, al tiempo que intentaba frenar la especulación inmobiliaria y mejorar el entorno urbano.363
Aunque no se llevó a cabo en su totalidad, de su planteamiento inicial surgieron diversos planes parciales,
especialmente los referentes a las zonas del Besós y del límite de la Diagonal: en la primera se crearon los
nuevos barrios de la Verneda y del Besós, mientras que en la segunda se proyectó la Zona Universitaria y se
ampliaron los barrios de Les Corts y Collblanc.364 ​

Por otro lado, en 1952 Barcelona acogió el XXXV Congreso Eucarístico Internacional, que permitió la
urbanización de un nuevo barrio conocido como Congrés, con un conjunto de viviendas proyectado por
Josep Soteras, Carles Marquès y Antoni Pineda.365 ​ En 1957 se abrió el primer tramo del paseo Marítimo,
una idea surgida en los años 1920 que aún no se había desarrollado, con un proyecto de Enric Giralt i
Ortet.366 ​ Por otro lado, el déficit de vivienda para acoger a la nueva inmigración llevó a la promulgación
del Plan de Urgencia Social de 1958, que llevó a la construcción de grandes bloques de viviendas sociales
en barrios de la periferia, como la Verneda, Torre Llobeta, Polvorín, Can Clos, la Trinidad y Verdún.366 ​

Escuela de Barcelona
Entre los años 1960 y 1970 surgió la denominada Escuela de Barcelona, según la denominación propuesta
por Oriol Bohigas en su artículo Una posible Escuela de Barcelona, publicado en la revista Arquitectura en
1968. Heredera del Grupo R, la nueva escuela se inspiró en el neorrealismo italiano que triunfaba por aquel
entonces a nivel internacional, combinando un lenguaje
constructivo racionalista con la funcionalidad y el diseño.367 ​
La Escuela de Barcelona revalorizó nuevamente el
modernismo, y puso énfasis en el papel educador y
comunicativo de la arquitectura, a la cual otorgaban un
compromiso social como elemento dinamizador de las
estructuras sociales y urbanas. Asimismo, valoraban el trabajo
artesanal y el uso de materiales tradicionales de la arquitectura
catalana, como el ladrillo y la cerámica.368 ​ También pusieron
un especial énfasis en la atención al diseño y el interés por el Torres Trade (1965-1969), de José Antonio
detalle.369 ​ Coderch y Manuel Valls.

Diversos miembros del Grupo R se englobaron también en la


Escuela de Barcelona. Al tándem Bohigas-Martorell se sumó en 1962 David Mackay, formando la firma
MBM. Además, surgió una nueva generación de arquitectos entre los que destacaban: Federico Correa,
Alfons Milà, Ricardo Bofill, Lluís Cantallops, Lluís Nadal, Albert Viaplana, Helio Piñón, Esteve Bonell o
el grupo Studio PER, formado por Lluís Clotet, Òscar Tusquets, Cristian Cirici y Josep Bonet. Con el
tiempo la Escuela sufrió algunas escisiones importantes, como la de Ricardo Bofill y su Taller de
Arquitectura; los miembros de Studio PER, adentrados en las corrientes posmodernas; el tándem Viaplana-
Piñón y su orientación hacia un formalismo abstractizante; y la trayectoria personal y ecléctica de Esteve
Bonell.370 ​ Cabe destacar que a inicios de los años 1960 se titularon las primeras mujeres arquitectas en
Barcelona, como Margarita Brender, Roser Amadó y Anna Bofill.371 ​

En este período siguieron trabajando algunos arquitectos de la


generación anterior: José Antonio Coderch se acercó al
minimalismo,372 ​ con obras como las torres Trade (1965-
1969), trazadas sobre segmentos de círculo de tal forma que la
fachada, en muro cortina de cristal negro, recorre el perfil del
edificio en una línea continua;373 ​ otras obras suyas fueron el
conjunto residencial Raset (1968-1973), el Instituto Francés
(1972-1974, ya sin la colaboración de Manuel Valls), las
oficinas de La Caixa en la avenida Diagonal (1974-1979) y la
Canódromo Meridiana (1962-1963), de
ampliación de la Escuela de Arquitectura de Barcelona (1978-
Antoni Bonet i Castellana y Josep Puig i 1984).
Torné.
Antoni Bonet i Castellana, formado en el GATCPAC y
exiliado tras la guerra, período en el que desarrolló su labor
preferentemente en Argentina y Uruguay, construyó a su vuelta el Canódromo Meridiana (1962-1963, con
Josep Puig i Torné), un edificio ligero formado por dos plantas paraboloides sobre pilares de acero, con
gradas en voladizo cubiertas de un brise-soleil de hormigón cerrado en los extremos por una estructura de
aluminio acristalada.374 ​Fue autor también de la torre Urquinaona (1966-1973).

También retornó Josep Lluís Sert, autor del conjunto residencial Les Escales Park (1967-1973) y de la
Fundación Joan Miró (1972-1975), un singular edificio construido con hormigón y placas prefabricadas y
formado por la torre de acceso con sala de actos, bar y biblioteca, desde donde se configura un conjunto de
patios que articulan las diversas salas de exposición, dispuestas en circuito cerrado.375 ​
Otras construcciones de la época fuera del ámbito de la
Escuela fueron: el edificio de oficinas Hispano Olivetti (1960-
1964), de Lodovico Barbiano di Belgiojoso, Enrico Peressutti
y Ernesto Rogers, con una fachada en muro-cortina acristalado
con cuerpos volados de forma escalonada hacia la parte
central, a imitación de las típicas ventanas-balcón del
Ensanche;376 ​ el Banco Atlántico (1966-1967), de Francesc
Mitjans y Santiago Balcells, el cual denota la influencia del
rascacielos Pirelli de Milán, de Gio Ponti;377 ​y la Torre Colón
(1965-1971), de Josep Anglada, Daniel Gelabert y Josep Fundación Joan Miró (1972-1975), de
Ribas, con un cuerpo de forma hexagonal coronado por un Josep Lluís Sert.
voladizo invertido de forma troncopiramidal.378 ​

La nueva escuela estuvo liderada —sobre todo en el terreno teórico—


por Oriol Bohigas, que en 1962 formó la firma MBM con Josep
Martorell y David Mackay. En un artículo publicado en Serra d'Or en
1962, Hacia una arquitectura realista, Bohigas señaló la crisis del
racionalismo y cómo los nuevos tiempos debían adaptarse a la realidad
sociocultural y económica, con una arquitectura que respetase las
formas tradicionales.369 ​Algunas de sus obras en estos años serían: las
viviendas sociales de la avenida Meridiana 312-318 (1960-1964), la
casa del Pati (1961-1964), el edificio de la calle del Conde Borrell 87-
89 (1963-1966), el edificio de la calle de Entenza 99-101 (1964-1967),
la Clínica Augusta (1968-1975), el conjunto residencial Bonanova
(1970-1973) y la escuela Thau (1972-1975).

Edificio Hispano Olivetti (1960-


Entre los nuevos arquitectos los que más traslucieron la influencia
1964), de Lodovico Barbiano di italiana fueron Federico Correa y Alfons Milà, autores de la torre
Belgiojoso, Enrico Peressutti y Atalaya (1966-1970) y del edificio Monitor (1968-1970), inspirado
Ernesto Rogers. este último en la torre Velasca de Lodovico Barbiano di Belgiojoso,
Enrico Peressutti y Ernesto Rogers, de aspecto brutalista y una
estructura basada en modulaciones de vanos altos y estrechos
combinados en distintas variaciones. 379 ​

Ricardo Bofill fundó su Taller de Arquitectura en 1963, una experiencia multidisciplinar que aunaba la
arquitectura con las matemáticas, la poesía, la filosofía, la economía, la publicidad y la fotografía.380
Siguió las directrices de la Escuela, pero distanciándose por el tratamiento de la planta y el volumen, a los
que aplicó un cierto componente de experimentación formal, al tiempo que introdujo rasgos tecnologicistas.
Ello se acentuó a finales de los 1960, en que denotó una fuerte influencia del grupo británico
Archigram.381 ​ En estos años fue autor de los edificios de la calle de Johann Sebastian Bach 28 (1962-
1963), Johann Sebastian Bach 2-4 (1962-1963) y Nicaragua 97-99 (1962-1965).

El Studio PER fue creado en 1964 por dos parejas de arquitectos: Òscar Tusquets y Lluís Clotet, y Josep
Bonet y Cristian Cirici. En su obra denotan la influencia del pop-art y de Robert Venturi, hecho que los
decantará hacia la arquitectura posmoderna.382 ​ En estos años fueron autores de la casa Fullà (1967-1971)
y el edificio de la calle de San Mario 36 (1969-1971) el tándem Tusquets-Clotet; y del edificio Tokyo
(1972-1974) la pareja Bonet-Cirici.
Albert Viaplana y Helio Piñón
iniciaron su obra en la ciudad con
el edificio Can Bruixa (1974-
1976), aunque enseguida se
distanciaron de la Escuela y se
adentraron en un arte conceptual y
abstracto, con influencia del grupo
Five Architects.383 ​

Esteve Bonell fue autor del


edificio Frégoli (1972-1975), un
edificio de viviendas dúplex de
estilo racionalista, con diversos
Edificio de la Banca Catalana
trazados que combinan líneas Edificio Monitor (1968-1970), de
(1965- 1968), de Enric Tous y simétricas y asimétricas, y que Federico Correa y Alfons Milà.
Josep Maria Fargas. crean una fachada irregular
marcada por tribunas de
volúmenes interrumpidos y balconadas de continuidad vertical.384 ​

Mención aparte merecen Enric Tous y Josep Maria Fargas, los cuales, ajenos a la Escuela de Barcelona, son
entusiastas de las nuevas tecnologías y seguidores del estilo high-tech, al tiempo que denotan la influencia
de Mies van der Rohe, Richard Neutra y Craig Ellwood.385 ​Son autores del edificio de la Banca Catalana
del paseo de Gracia (1965- 1968), con una fachada planteada con alternancia de módulos prefabricados y
plafones de vidrio;386 ​ y del edificio de oficinas del Banco Industrial de Bilbao de la avenida Diagonal,
actual sede del grupo Planeta (1969-1973), un conjunto de tres torres octogonales recubiertas de
vegetación.387 ​

En esta época la arquitectura religiosa, si bien no tan frecuente como la civil, dio muestras de voluntad de
pervivencia y renovación. El Concilio Vaticano II favoreció el uso de nuevas formas estilísticas y
estructurales, en consonancia con las corrientes internacionales imperantes en el momento.388 ​ Algunos
ejemplos serían: la iglesia de San Odo (1958-1960), de Francesc Salvans y Emili Bordoy; la iglesia de
Santa Tecla (1958), de Josep Soteras; la iglesia de San Medín (1958-1960), de Jordi Bonet i Armengol; y
dos iglesias del grupo Martorell-Bohigas-Mackay: la parroquia del Redentor de Gracia (1957-1963) y la
iglesia de San Sebastián del Verdún (1958, reconstruida en 1965).389 ​

El urbanismo de la era porciolista (1957-1973) destacó por su desenfreno especulador, si bien surgieron
algunos intentos de reordenación urbana, como el Plan director del Área Metropolitana de Barcelona
(1966), que pretendía compatibilizar la rentabilidad y la construcción urbana, si bien su carácter orientativo
no supuso una realización práctica; y el llamado Plan 2000 (1970), un intento algo utópico de fijar criterios
para la futura ciudad, donde predomina la importancia otorgada a las infraestructuras, al tiempo que se
adquiere un compromiso realista con el carácter desordenado del crecimiento urbano.390 ​

Transición y democracia
El fin de la dictadura y la llegada de la democracia supusieron una nueva andadura en el panorama
arquitectónico de la ciudad, cada vez más inmersa en las corrientes de vanguardia internacionales. Los
nuevos consistorios socialistas de Narcís Serra y Pasqual Maragall apostaron por el arte y la arquitectura
como señas de identidad de la ciudad, e iniciaron un amplio
programa de reformas urbanísticas, que tuvieron su punto de
culminación con la celebración de los Juegos Olímpicos. La
nueva comitencia de carácter público se vio reflejada en el
aumento de equipamientos como escuelas, parques y jardines,
vías y espacios urbanos, centros cívicos, culturales y
deportivos.391 ​

A nivel estilístico, las últimas décadas del siglo vivieron una


rápida sucesión de estilos, a veces complementarios y a veces
Teatro Nacional de Cataluña (1987-1997),
contrapuestos, que en diversas ocasiones convivieron
de Ricardo Bofill.
simultáneamente. Desde los años 1970 hasta finales de siglo se
perciben principalmente las siguientes tendencias:

Racionalismo ecléctico: heredero directo de la arquitectura racionalista, entienden su tarea


como disciplina, defendiendo la relación entre construcción y arquitectura, con especial
énfasis en la composición; destacan el compromiso entre tradición y modernidad, así como
el carácter urbano de la arquitectura. Sus principales representantes fueron: Rafael Moneo,
Josep Llinàs, Josep Lluís Mateo y los tándems Jaume Bach / Gabriel Mora y Esteve Bonell /
Francesc Rius.392 ​
Neotradicionalismo: es una tendencia que se nutre principalmente de modelos históricos,
considerando la construcción tradicional como un lenguaje arquitectónico puro, con
influencia de la arquitectura popular y regional, así como del novecentismo y el clasicismo
moderno —como el representado por Otto Wagner—, mientras que tienen como modelos
contemporáneos a Robert Venturi y Aldo Rossi, así como el grupo italiano Tendenza. Por su
intento de reconversión del clasicismo en un proyecto contemporáneo esta corriente supone
un antecedente de la arquitectura posmoderna. Estuvo representado fundamentalmente por
los miembros del Studio PER: Òscar Tusquets, Lluís Clotet, Cristian Cirici y Josep
Bonet.393 ​
Arquitectura posmoderna: defienden la libre utilización de los estilos históricos, con
tendencia al eclecticismo, desligando el lenguaje arquitectónico de su imagen resultante,
los principios de la apariencia, la construcción de la forma. El principal exponente de esta
corriente fue Ricardo Bofill.394 ​
Neoorganicismo: surgió en contraposición al
racionalismo ecléctico, con un fuerte componente
figurativista y gusto por los valores plásticos, lo que
se denota en un cierto barroquismo de las formas.
Se enmarcan en esta tendencia Santiago Calatrava
y algunas obras de Josep Llinàs.395 ​

Arquitectura neomoderna (o vanguardismo


contemporáneo): en oposición al neotradicionalismo
y el posmoderno, presentan un mayor interés por lo
conceptual y por la figuración abstractizante, y
Auditorio Municipal de Barcelona (1988-
asumen la herencia del lenguaje moderno como
experimentación. Denotan la influencia de Alvar 1994), de Rafael Moneo.
Aalto, Frank Lloyd Wright y el constructivismo ruso y,
a nivel más actual, de Frank Gehry y Álvaro Siza.
Cabría englobar en esta corriente a Enric Miralles, Carlos Ferrater y los tándems Elías
Torres / José Antonio Martínez Lapeña y Helio Piñón / Albert Viaplana.396 ​
Tradición moderna: se sitúan entre el racionalismo ecléctico y la arquitectura neomoderna,
con influencia del Estilo Internacional; sus principales valores son el funcionalismo y el
espacialismo. Se puede situar en esta línea a las parejas Jordi Garcés / Enric Sòria y Lluís
Domènech / Roser Amadó.397 ​
Rafael Moneo ocupó durante ocho años la cátedra de
Elementos de Composición de la ETSAB (1972-1980), desde
donde ejerció un notable magisterio sobre la nueva generación
de arquitectos barceloneses. También estuvo en el consejo de
redacción de la revista Arquitecturas Bis (1974-1985), junto a
Oriol Bohigas, Federico Correa y Helio Piñón, desde donde
fomentaron el interés por la arquitectura internacional.398 ​ En
la Ciudad Condal fue autor del edificio Illa Diagonal (1986-
1992), junto con Manuel de Solà-Morales i Rubió, un
Illa Diagonal (1986-1992), de Rafael «rascacielos horizontal» de sobria y elegante fachada;399 ​ y el
Moneo y Manuel de Solà-Morales i Rubió. Auditorio Municipal de Barcelona (1988-1994), un edificio
con forma de paralelepípedo con una estructura de hormigón
revestida de paneles metálicos.400 ​

Esteve Bonell y Francesc Rius fueron autores del Velódromo de Horta (1984), de forma cilíndrica, con
alternancia de paramentos de ladrillo y pilares apantallados, cubiertos por una cornisa en forma de lámina
horizontal; en su acceso se encuentra un «poema visual» de Joan Brossa.401 ​

Jaume Bach y Gabriel Mora han desarrollado un estilo ecléctico y decorativo, con diseños pensados para la
pequeña escala de ámbito doméstico: escuelas de la calle de Garcilaso (1979-1982); reforma de diversas
plazas del distrito de Gracia (Sol, Virreina, Trilla, Diamant y Raspall, 1982-1985); escuela Josep Maria Jujol
(1984-1987); polideportivo de Gracia (1988-1989).402 ​

Josep Llinàs ha evolucionado desde un racionalismo esencialista hacia


el contextualismo y el expresionismo, con influencia del funcionalismo
de Alvar Aalto y Jørn Utzon, cierta tendencia a la austeridad inspirada
en el racionalismo alemán y holandés, al tiempo que evidencia rasgos
gaudinianos o del expresionismo de Hans Scharoun o Frank Gehry.
Esta multiplicidad de influencias genera una obra ambigua, situada
entre la pureza visual y la exuberancia orgánica, y que se traduce en
una mezcla de elegancia y neutralidad: Biblioteca de la Escuela de
Ingenieros de la UPC (1987-1990), edificio de viviendas de la calle del
Carmen 55-57 (1989-1994), ampliación de la Facultad de Derecho
(1996).403 ​

Josep Lluís Mateo hace un tratamiento conceptual de la arquitectura,


cuestionando la idea de belleza tradicional y asumiendo la fealdad de la Ampliación del Palacio de la
arquitectura de periferia, como se trasluce en la reconversión de la Música Catalana (1985-2004), de
fábrica Can Felipa en Centro Cívico del Pueblo Nuevo (1984-1991) y Òscar Tusquets y Carlos Díaz.
en el complejo multifuncional de la calle de Joan Güell (1989-
1993).404 ​
Los miembros de Studio PER han tenido trayectorias divergentes: Òscar Tusquets y Lluís Clotet trabajaron
juntos hasta 1983, en un estilo ecléctico y manierista (restaurante La Balsa, 1978-1979);405 ​posteriormente
Tusquets se asoció a Carlos Díaz (ampliación del Palacio de la Música Catalana, 1985-2004; edificio Núñez
Triomf, 1992-1993),406 ​ mientras que Clotet lo hizo con Ignacio Paricio, iniciando un nuevo estilo
clasicista y monumentalista (remodelación del convento de los Ángeles, 1984-1990; Biblioteca de la UPF,
1989-2000).407 ​ Por su parte, Cristian Cirici y Josep Bonet han seguido colaborando (remodelación del
Museo de Zoología, 1989),408 ​ aunque también han realizado obras en solitario: Cirici el Vapor Llull Lofts
en el Pueblo Nuevo (1997);409 ​Bonet la reforma de la plaza del Universo (1983-1985).410 ​

Ricardo Bofill practica una arquitectura escenográfica, colorística y evocativa, sin convenciones, con un
cierto grado de superficialidad, dando valor especialmente a la imagen.411 ​ Ha desarrollado la mayor parte
de su obra en el extranjero, aunque en Barcelona cabe destacar el Teatro Nacional de Cataluña (1987-
1997), un templo clásico, con pórtico de un solo intercolumnio acristalado, que evidencia la combinación de
elementos antiguos y nuevos en un lenguaje mixtificado e innovador.412 ​

Santiago Calatrava es un arquitecto e ingeniero de fama


internacional, especializado en grandes estructuras, con un
estilo que denota influencias diversas, desde Antoni Gaudí
hasta Jørn Utzon y Fernando Higueras. Entre 1986 y 1987
construyó el puente de Bac de Roda, formado por dos arcos
gemelos de acero que se bifurcan al tocar el suelo, de donde
cuelgan cuatro series de cables que sustentan el puente.413 ​

El equipo Elías Torres / José Antonio Martínez Lapeña ha


Puente de Bac de Roda (1986-1987), de desarrollado un estilo conceptual con influencia de la
Santiago Calatrava. arquitectura mediterránea tradicional y de arquitectos como
José Antonio Coderch, Federico Correa y Alfons Milà.414 ​
Fueron autores de los jardines de Villa Cecilia (1985-1986),
con una estructura un tanto laberíntica, que busca realzar las diversas plazoletas que jalonan el recinto, y
con un mobiliario urbano en el que destacan los bancos, parecidos a grandes patinetes de vivos colores, y
las farolas, con formas semejantes a árboles.415 ​

Otro tándem fue el formado por Albert Viaplana y Helio


Piñón, los cuales practicaron una arquitectura conceptual y
minimalista, con tendencia a la desmaterialización y el rigor
compositivo, con geometrías oblicuas y quebradas que les
acercaron al deconstructivismo,416 ​ con influencia de Peter
Eisenman.417 ​ Fueron autores de la plaza de los Países
Catalanes (1981-1983), un espacio situado frente a la estación
de Sants, resuelto con un pavimento de granito rosa sobre el
que se sitúan una serie de elementos metálicos de diseño más
escultórico que arquitectónico, y que resultó ser el paradigma Plaza de los Países Catalanes (1981-
de la «plaza dura» desarrollada esos años en el urbanismo 1983), de Albert Viaplana y Helio Piñón.
barcelonés, aunque en este caso justificado por la presencia
subterránea de la estación.418 ​ Otras obras suyas fueron el
Centro de Arte Santa Mónica (1985-1989) y el Hotel Hilton (1986-1992).
Enric Miralles se formó con Viaplana y Piñón, con los que trabajó entre 1973 y 1985; entre 1983 y 1991 se
asoció con Carme Pinós, y desde 1993 con Benedetta Tagliabue. Anticonvencional, de fuerte expresividad,
se movía entre el organicismo y el expresionismo, con formas fluidas y dinámicas cercanas a la escultura,
que se expresaban en el gusto por la utilización de elementos como pérgolas, voladizos, muros curvos e
inclinados, rampas y plataformas.419 ​Desde mediados de los años 1990 se acercó al deconstructivismo.420
En estos años destacó su Pabellón de Tiro con Arco del Valle de Hebrón (1990-1992), unas estructuras
largas y estrechas dispuestas en abanico, realizadas con piezas prefabricadas de hormigón.421 ​

Carlos Ferrater recibió la influencia inicial de Coderch, para


evolucionar posteriormente a un cierto organicismo, con un
papel relevante de la geometría y la relación entre técnica y
material, con yuxtaposición de volúmenes y uso de formas
onduladas y fractales.422 ​Fue autor del Hotel Rey Juan Carlos
I (1988-1992), el edificio Núñez Mallorca-Calabria-Rocafort
(1990-1991) y las manzanas de los jardines Can Torras (1990-
1992).

Lluís Domènech i Girbau —biznieto de Domènech i Montaner


Hotel Plaza (1989-1992), de Jordi Garcés
— y Roser Amadó se movieron en una línea más cercana al
y Enric Sòria.
racionalismo tradicional. Fueron autores de la reconversión de
la editorial Montaner i Simón en la Fundación Antoni Tàpies
(1986-1990), así como de la nueva sede del Archivo de la Corona de Aragón (1990-1993).402 ​

Jordi Garcés y Enric Sòria son defensores de la artisticidad de


la arquitectura, por lo que ponen especial énfasis en la
creatividad de sus obras.414 ​ Entre ellas destacan: la
reconversión del antiguo Asilo de Santa Lucía en Museo de la
Ciencia (1978-1980), el conjunto residencial Pi i Molist (1978-
1981), el Museo Picasso (1981-1987), el Hotel Plaza (1989-
1992) y el ágora Rubió i Balaguer de la UPF —que incluye la
capilla laica diseñada por Antoni Tàpies— (1994).

Por otro lado, continuaron su labor de forma independiente el


Edificio Palau Nou de la Rambla (1990-
equipo Martorell-Bohigas-Mackay, estos años con la
1993), de Martorell-Bohigas-Mackay,
incorporación de Albert Puigdomènech: edificio Palau Nou de
Carles Buxadé y Joan Margarit.
la Rambla (1990-1993, con Carles Buxadé y Joan Margarit),
ampliación y nuevas fachadas de El Corte Inglés de la plaza de
Cataluña (1990-1994, con Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña), fachada del Hotel Claris
(1991).423 ​ Federico Correa se encargó con Javier Garrido Lagunilla de la reconversión del edificio Can
Serra de Puig i Cadafalch en sede de la Diputación de Barcelona (1987), con un nuevo edificio adosado
con fachada de muro cortina acristalado.424 ​ Lluís Nadal continuó su labor con obras de volúmenes
simples, conjuntos discretos y homogéneos y técnicas y materiales tradicionales: grupo residencial Río de
Janeiro (1978-1981).425 ​ Josep Emili Donato practicó un expresionismo purista basado en formas
geométricas: escuela Eduard Fontserè (1978-1982, con Uwe Geest), grupo de viviendas Baró de Viver
(1985-1988), residencia de ancianos Teixonera (1988-1992).426 ​
En estos años la arquitectura religiosa siguió dando muestras
de renovación, con edificios que iban más allá de su función
religiosa para convertirse en construcciones multifuncionales
que aunasen el aspecto litúrgico con el social y asistencial:427
iglesia del polígono Sant Martí, de Joan Cusidó i Cabanes; San
Juan Bautista de la Salle, de G. Sáez Aragonés y J. Santana
Grajera; santuario de Nuestra Señora del Monte Carmelo
(1985-1988), de Francesc de Paula Daumal y Miquel Campos
Pascual.428 ​
Parque de la Creueta del Coll (1981-1987),
de Martorell-Bohigas-Mackay, con la
escultura Elogio del agua de Eduardo
Chillida.

La llegada de la democracia favoreció la creación de nuevas


zonas verdes en la ciudad. En esta época la jardinería estuvo
muy vinculada al urbanismo, con una concepción que
conjugaba la estética con la funcionalidad, así como los
aspectos lúdicos, las instalaciones deportivas y los servicios a Plan General Metropolitano (1976).

determinados colectivos como niños o ancianos.429 ​ Surgieron


numerosos parques reconvertidos de antiguas instalaciones municipales, como el parque de Joan Miró
(Antoni Solanas, Màrius Quintana, Beth Galí y Andreu Arriola), realizado entre 1980 y 1982 en el solar del
antiguo matadero central de Barcelona; o bien en zonas industriales (parque de la España Industrial, 1981-
1985, Luis Peña Ganchegui, Antón Pagola y Monserrat Ruiz; parque de la Pegaso, 1982-1986, Enric Batlle
y Joan Roig; parque del Clot, 1982-1986, Daniel Freixes y Vicente Miranda) o de antiguas instalaciones
ferroviarias (parque de Sant Martí, 1985, Antonio Armesto, Carles Martí y Miquel Sodupe; parque de la
Estación del Norte, 1988, Andreu Arriola, Carme Fiol y Enric Pericas). En el solar de una antigua cantera
se estableció igualmente el parque de la Creueta del Coll (1981-1987), de Martorell-Bohigas-Mackay.208 ​

En urbanismo se creó el Plan General Metropolitano (1976), un intento de frenar la especulación y


rehabilitar los espacios urbanos más degradados, poniendo especial énfasis en los equipamientos sociales,
asistenciales y culturales. Se buscaban entonces «áreas de nueva centralidad», en aras de una ciudad más
policéntrica y mejor conectada.430 ​De este plan surgió la división administrativa actual de la ciudad en diez
distritos, la mayoría coincidentes con los antiguos municipios agregados a Barcelona.431 ​ Buena parte de
las actuaciones municipales consistieron en la adquisición de suelo urbano, hecho favorecido por la
deslocalización de fábricas y complejos industriales que se trasladaron fuera de la ciudad. Esta política se
vio favorecida por el consistorio socialista surgido de las elecciones municipales de 1979, que nombró a
Oriol Bohigas delegado de Urbanismo, con lo que se inició un período de fuerte inversión pública en la
ciudad que comportó un cambio radical en la fisonomía urbana y una nueva proyección de Barcelona a
nivel internacional, cuya puesta de largo se produjo con los Juegos Olímpicos de 1992.432 ​

Juegos Olímpicos de 1992


Otra de las profundas transformaciones de Barcelona vino con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992. El
evento supuso la remodelación de parte de la montaña de Montjuic, donde se situó el llamado Anillo
Olímpico (1985-1992), diseñado por Carles Buxadé, Joan Margarit, Federico Correa y Alfons Milà,433 ​un
amplio recinto situado entre el Estadio Olímpico Lluís
Companys —rehabilitado entre 1986 y 1989 por los propios
Buxadé, Margarit, Correa y Milà junto a Vittorio Gregotti— y
la plaza de Europa, con edificios como el Palau Sant Jordi de
Arata Isozaki (1984-1990), las Piscinas Bernat Picornell
(1988-1991, Moisés Gallego y Franc Fernández), la Torre de
telecomunicaciones de Montjuic (1991) de Santiago Calatrava
y el Instituto Nacional de Educación Física (1985-1992), de
Ricardo Bofill.434 ​
Palau Sant Jordi (1984-1990), de Arata
Isozaki.

Para el alojamiento de los deportistas se construyó un nuevo


barrio, la Villa Olímpica del Poblenou (1985-1992), con un
trazado general del equipo Martorell-Bohigas-Mackay-
Puigdomènech, y la intervención en diversos edificios de
viviendas de un amplio elenco de arquitectos, como Ricardo
Bofill, Carlos Ferrater, Esteve Bonell / Francesc Rius, Xavier
Vendrell / Manuel Ruisánchez, Albert Viaplana / Helio Piñón,
Hotel Arts (1988-1993), de Bruce Graham,
Elías Torres / José Antonio Martínez Lapeña, Òscar Tusquets /
y Torre Mapfre (1988-1992), de Íñigo Ortiz
Carlos Díaz, Federico Correa / Alfons Milà, Jordi Garcés /
y Enrique de León.
Enric Sòria, Lluís Clotet / Ignacio Paricio, etc.435 ​En la misma
zona se construyeron diversos edificios y equipamientos, como
los edificios de oficinas Eurocity 1 (1989-1992), de Roser Amadó y Lluís Domènech i Girbau, y Eurocity
2, 3 y 4 (1989-1992), de Viaplana y Piñón; la Central Telefónica (1989-1992), de Jaume Bach y Gabriel
Mora; la avenida de Icaria (1989-1992), de Enric Miralles y Carme Pinós; el Centro de Meteorología (1990-
1992), de Álvaro Siza; el Pabellón Polideportivo y Biblioteca Municipal Nova Icària (1989-1992), de Franc
Fernández y Moisés Gallego; el Centro de Convenciones, de Frank Gehry; y los rascacielos Hotel Arts
(1988-1993), de Bruce Graham, y Torre Mapfre (1988-1992), de Íñigo Ortiz y Enrique de León.436 ​

Otra área de actuación fue el barrio de El Valle de Hebrón, ordenado


según un proyecto de Eduard Bru (1989-1991), que incluía edificios e
infraestructuras como: las instalaciones de tiro con arco (1990-1991),
de Enric Miralles y Carme Pinós; el Palacio de Deportes del Valle de
Hebrón (1990-1991), de Jordi Garcés y Enric Sòria; el Club de Tenis
La Teixonera (1989-1992), de Antoni Sunyer; y la Villa Olímpica de
Prensa (1989-1991), de Carlos Ferrater.437 ​

Un elemento destacado fue la torre de telecomunicaciones de


Collserola (1989-1992), de Norman Foster, ubicada en el Tibidabo. De
288 m de altura, presenta un fuste cilíndrico de hormigón sostenido por
tres tirantes postensados anclados a la montaña con tres puntales
colocados a 120° uno de otro; en su parte central contiene una
estructura metálica de forma triangular curvilínea, que alberga un
Torre de Collserola (1989-1992),
mirador.438 ​ de Norman Foster.
Para el evento se construyó también un centro religioso
multiconfesional, la parroquia del Patriarca Abraham (1990-
1992), obra de Agustí Mateos y Josep Benedito. El nuevo
edificio acogió las necesidades espirituales de todos los
participantes en los juegos, fuese cual fuese su creencia, y
posteriormente se ha convertido en la parroquia del nuevo
barrio de la Villa Olímpica. La planta se aleja por tanto de las
tradicionales formas católicas, y presenta un diseño
almendrado basado en líneas curvas de gran sencillez
Parroquia del Patriarca Abraham (1990-
geométrica.439 ​
1992), de Agustí Mateos y Josep
Benedito.
Los Juegos Olímpicos comportaron igualmente un proceso de
creación, restauración y conservación de los parques y jardines
de la ciudad: en Montjuic, epicentro de los juegos, se instaló un
nuevo Jardín Botánico, de 14 hectáreas, dedicado a plantas de clima mediterráneo de todo el mundo, obra
de Carlos Ferrater y Bet Figueras, y se estableció el Jardín de Esculturas anexo a la Fundación Joan Miró.
Otras actuaciones relacionadas con los juegos fueron los parques del Mirador del Migdia (Beth Galí, Jaume
Benavent y Andreu Arriola), el del Valle de Hebrón (Eduard Bru), el del Poblenou (Manuel Ruisánchez y
Xavier Vendrell), el de Carlos I (Pep Zazurca y Juli Laviña) y tres diseñados por la firma Martorell-
Bohigas-Mackay: el parque de las Cascadas, el del Puerto Olímpico y el de Nueva Icaria.440 ​

Con motivo de los Juegos se remodeló también el puerto viejo


(Port Vell), con un proyecto de Jordi Henrich y Olga Tarrasó.
El nuevo espacio se dedicó al ocio, con la creación del centro
lúdico Maremàgnum (Helio Piñón, Albert Viaplana, Jordi Mir,
Rafael Coll), unido a tierra por la Rambla de Mar, un puente
pivotante diseñado por Piñón y Viaplana; se encuentran
también en este espacio el cine Imax (Jordi Garcés / Enric
Sòria) y el Aquàrium (Esteve y Robert Terradas). También se
construyó el centro de negocios World Trade Center, de Henry
Cobb (Pei, Cobb, Freed & Partners).441 ​
Puente de la Rambla de Mar (1990-1995),
de Helio Piñón y Albert Viaplana.
Otra actuación urbanística fue en el barrio de El Raval, que se
remodeló con un proyecto de Jaume Artigues y Pere Cabrera,
que consistió en la apertura de la Rambla del Raval y la adecuación del entorno de la plaza de los Ángeles
como centro cultural, donde se ubicaron el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (1990-1993) y
el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (1987-1996).442 ​ El primero surgió de la reconversión de
la antigua Casa de la Caridad, con un proyecto de Piñón y Viaplana, donde destaca el cerramiento del patio
con una pared acristalada que en su parte superior está inflexionada.443 ​El segundo es un edificio de nueva
planta diseñado por Richard Meier, formado por dos cuerpos conectados por una estructura en forma de
cilindro, el mayor de los cuales presenta una fachada acristalada que da a la calle.444 ​

Cabe destacar por último que con ocasión de los Juegos se amplió notablemente la estructura viaria de la
ciudad, especialmente con la creación de los cinturones de ronda, dispuestos en circunvalación a lo largo de
todo el perímetro urbano. Realizados entre 1989 y 1992, se encargaron de su planificación general Josep
Acebillo, director técnico del Instituto Municipal para la Promoción Urbanística, y Alfred Morales,
coordinador de transportes y circulación del Ayuntamiento de Barcelona.445 ​ Por otro lado, se hizo una
campaña de restauración de fachadas y monumentos y de adecuación de paredes medianeras, llamada
Barcelona ponte guapa (1986-1992), promovida por Josep Emili Hernández, del área de Patrimonio del
Ayuntamiento.446 ​

Torre de Eurocity 2-3 (1989- Central Telefónica Centro de Meteorología


telecomunicaciones de 1992), de Albert (1989-1992), de Jaume (1990-1992), de Álvaro
Montjuic (1991), de Viaplana y Helio Piñón. Bach y Gabriel Mora. Siza.
Santiago Calatrava.

Centro de Cultura Museo de Arte Balcones de


Contemporánea de Contemporáneo de Barcelona
Barcelona (1990-1993), Barcelona (1987-1996), (1992),
de Albert Viaplana y de Richard Meier. campaña
Helio Piñón. Barcelona
ponte guapa.

Los últimos años del siglo han estado marcados por la


búsqueda de una arquitectura más sostenible y basada en
criterios ecológicos, especialmente en cuanto al uso en
arquitectura de las células fotovoltaicas de energía solar. Esta
nueva concienciación hacia el ecologismo se reflejó también en
el urbanismo, con la búsqueda de unos espacios públicos
adaptados al entorno y proyectados para los vecinos, con
especial énfasis en los equipamientos y servicios comunitarios.
Estos criterios se definieron especialmente en el Foro Cívico
Barcelona Sostenible, celebrado en 1998.447 ​ Biblioteca de la Facultad Blanquerna
(1994-1996), de Daniel Freixes, Vicente
Entre las obras de estos últimos años merecen destacarse: el Miranda, Vicenç Bou y Eulàlia González.
edificio RACC (1990-1996), de Enric Batlle, Joan Roig y
Francesc Ribas i Barangé;448 ​ la reforma del Palacio Nacional
(1990-1996), de Gae Aulenti;297 ​ el edificio Nexus (1992-1995), de Lluís Nadal;449 ​ la Biblioteca Gabriel
Ferraté (1992-1996), de Ramon Sanabria y Ramon Artigues;450 ​ la Facultad de Ciencias de la
Comunicación “Blanquerna” de la URL (1994-1996), de Daniel Freixes, Vicente Miranda, Vicenç Bou y
Eulàlia González;451 ​ el CEMIM (Centro de Investigaciones Marinas y Medioambientales), de Pere Riera,
Josep M. Gutiérrez, Josep Sotorres, Montserrat Batlle, Bartomeu Busom y Franc Fernández (1996-
2001);452 ​el Palacio de Congresos de Cataluña (1996-2000), de Carlos Ferrater y Josep Maria Cartañà;453 ​
la ampliación del Museo Picasso (1996-2002), de Jordi Garcés;454 ​ el Instituto del Teatro (1997-2000), de
Ramon Sanabria y Luis Comerón;455 ​ la reforma del mercado de Santa Catalina (1997-2004), de Enric
Miralles y Benedetta Tagliabue;456 ​el conjunto Arcadias (1998-2000), de Jaume Bach y Gabriel Mora;457 ​
y el edificio Heron City (1999-2001), de Juli Capella.458 ​

siglo xxi
El cambio de siglo no deparó una modificación sustancial en el devenir
de la ciudad, que siguió apostando por la innovación y el diseño como
proyectos de futuro, junto al uso de nuevas tecnologías y la apuesta por
la sostenibilidad medioambiental. Estilísticamente, la transición de siglo
ha estado marcada nuevamente por el eclecticismo derivado de las
teorías posmodernas, al tiempo que ha cobrado fuerza la influencia de
corrientes internacionales como el high-tech, un estilo basado en el uso
intensivo de la alta tecnología, y el deconstructivismo, una corriente
basada en la geometría no euclidiana y el antilinealismo, con formas
curvas y “blandas” de aspecto aparentemente caótico.459 ​ Cabe
remarcar igualmente la progresiva importancia adquirida por la
informática en el diseño arquitectónico, con programas como CAD y
Power Point que han sustituido las antiguas formas de elaborar
proyectos arquitectónicos.460 ​ Torre Agbar (2000-2005), de Jean
Nouvel.
Uno de los eventos más destacados del nuevo milenio fue la
celebración del Fórum Universal de las Culturas de 2004, que permitió
nuevos cambios urbanísticos en la ciudad: se recuperó toda la zona del Besós, hasta entonces poblada de
antiguas fábricas en desuso, se regeneró todo el barrio del Pueblo Nuevo y se construyó el nuevo barrio de
Diagonal Mar, al tiempo que se dotó a la ciudad de nuevos parques y espacios para el ocio de los
ciudadanos.461 ​ El perfil de la ciudad cambió tras la construcción de un gran rascacielos de forma
cilíndrica, la Torre Agbar, así como el hotel W Barcelona, que modificó la fisonomía del Puerto de
Barcelona y, por tanto, de su frente marítimo.462 ​

La Torre Agbar (2000-2005), obra de Jean Nouvel, es uno de los edificios más emblemáticos construidos
en el nuevo milenio, y ha cambiado significativamente el skyline barcelonés.463 ​ De estilo high-tech, tiene
145 m de altura y forma de cilindro oval, inspirado según el autor en los campanarios de la Sagrada Familia
de Gaudí. La fachada tiene una doble piel de hormigón y vidrio, con un conjunto de 4000 dispositivos led
de diversos colores que se iluminan por la noche, creando unos particulares efectos de policromía.464 ​

Por las mismas fechas se construyó la nueva sede de Gas Natural (1999-2006), obra de Enric Miralles y
Benedetta Tagliabue, un edificio descompuesto en cuatro cuerpos: la «torre» es el más alto, con forma de H
compuesta de dos cuerpos de diferente altura; la «ménsula» es un cuerpo adosado a la torre que actúa de
acceso al edificio; el «portaaviones» es un cuerpo en voladizo que sobresale de la torre central y que aporta
horizontalidad al trazado del conjunto; la «cascada» es un cuerpo bajo de fachada escalonada que restituye
el alzado de las edificaciones del entorno. Todo el edificio presenta una cubierta acristalada, cuyo juego de
reflejos entre los cuatro cuerpos genera una imagen un tanto desmaterializada del conjunto.465 ​
Otros edificios de estos primeros años fueron: la Biblioteca
Jaume Fuster (2001-2004), de Josep Llinàs, de planta
romboidal y un trazado complejo y sinuoso que interactúa con
un entorno urbano de aspecto irregular;466 ​ la Illa Fort Pienc
(2001-2003), también de Llinàs, un complejo de guardería,
residencia de ancianos, biblioteca, centro cívico y mercado,
con una compleja utilización de volúmenes y espacios
diáfanos;467 ​ el conjunto residencial Illa de la Llum (2002-
2005), de Lluís Clotet e Ignacio Paricio, con tres cuerpos: un
Edificio de Gas Natural (1999-2006), obra bloque de 5 plantas flanqueado de dos torres, una de 26 plantas
de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue. y otra de 18, resueltos con unos módulos de plafones de
aluminio que se van repitiendo en la fachada, mientras que
todo el conjunto se sustenta sobre unos premarcos de tubo
galvanizado; 468 ​ y la rehabilitación del mercado de la Barceloneta (2002-2007), de Josep Miàs, con una
concepción orgánica que vertebra diferentes espacios de forma dinámica e integradora.469 ​

El principal impulso edilicio de estos años fue la celebración


del Fórum Universal de las Culturas de 2004. El recinto fue
proyectado por Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña,
del que destaca una explanada polivalente de 16 ha culminada
en uno de sus extremos por una gran placa fotovoltaica que se
convirtió en uno de los emblemas del evento.470 ​ La
construcción principal fue el edificio Fórum (2000-2004), de
Jacques Herzog y Pierre de Meuron —actual sede del Museo
de Ciencias Naturales de Barcelona—, con una planta
triangular de perfil bajo con una distribución de varios patios Edificio Fórum (2000-2004), de Jacques
interiores que generan espacios diáfanos, y una fachada de Herzog y Pierre de Meuron.
aspecto rugoso de color azul añil, surcada por diversas franjas
de vidrio.471 ​ Junto a este edificio se situó el Centro de
Convenciones Internacionales de Barcelona (2000-2004), de Josep Lluís Mateo, con una estructura
metálica de trazado irregular y formas ondulantes que oculta los elementos sustentantes, generando en el
interior unos grandes espacios diáfanos de disposición flexible.472 ​ El espacio del recinto y sus zonas
colindantes han sido posteriormente aprovechados para situar diversos parques públicos, como el parque
Lineal de Garcia Fària, de Pere Joan Ravetllat y Carme Ribas; el parque de los Auditorios, de Alejandro
Zaera; y el parque de Diagonal Mar, de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.

Entre las construcciones de los siguientes años merecen destacarse: el Parque de Investigación Biomédica
(2006), de Manuel Brullet y Alberto de Pineda, un edificio de forma troncocónica con revestimiento de
lamas de madera;473 ​el hotel Habitat Sky (2004-2007), de Dominique Perrault, un rascacielos de 120 m de
altura compuesto de dos cuerpos verticales, uno colocado en voladizo sobre el otro;474 ​ el hotel W
Barcelona —también conocido como Hotel Vela— (2009), de Ricardo Bofill, un edificio de 99 m de altura
con forma de vela de barco, con fachada de muro cortina acristalado;475 ​ el edificio de la sede de la
Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (2008-2010), de Enric Batlle y Joan Roig, con un perfil de
planimetría longitudinal asimétrica y una doble fachada de lamas horizontales que ofrece protección
solar;476 ​ el edificio Media-TIC (2010), de Enric Ruiz-Geli, tiene forma cúbica y está sustentado por unas
jácenas de hierro recubiertas por un revestimiento translúcido de plástico de burbujas inflables, que permiten
distinguir la estructura fluorescente del interior del edificio;477
la torre Diagonal Zero Zero de Telefónica (2008-2011), de
Enric Massip-Bosch, de 110 m de altura y planta romboidal,
con una fachada de nervadura de aluminio blanco;478 ​ el
edificio Disseny Hub, sede del Museo del Diseño de
Barcelona (2008-2013), de Martorell-Bohigas-Mackay, con
forma de paralelepípedo adelantado en voladizo y una fachada
de metal y vidrio, mientras que el edificio se estructura en dos
cuerpos, uno subterráneo y otro superior que da a la plaza de
Hotel W Barcelona (2009), de Ricardo las Glorias Catalanas;479 ​ y la Feria de Bellcaire o Encantes
Bofill. viejos (2013), de Fermín Vázquez Huarte-Mendicoa, una
estructura en forma de marquesina que cubre el mercado al aire
libre de los Encantes, formada por diversos módulos con
distintas inclinaciones para reflejar la luz y el paisaje circundante.480 ​

Otras obras de estos años son: el Centro Internacional de


Medicina Avanzada (2004), de Luis Alonso y Sergio Balaguer;
la ampliación de CosmoCaixa Barcelona (2004), de Esteve y
Robert Terradas; el hotel Hilton Diagonal Mar (2005), de
Òscar Tusquets; el Colegio Mayor Sant Jordi (2006), de Josep
Lluís Mateo;481 ​ el edificio departamental de la UPF (1996-
2007), de Juan Navarro Baldeweg;482 ​ la Subcentral eléctrica
del 22@ (2007), de Víctor Rahola y Jorge Vidal;483 ​ el
edificio de Mediapro (2005-2008), de Carlos Ferrater, Patrick
Genard y Xavier Martí Galí;484 ​ el edificio de viviendas Illa Edificio Disseny Hub (2008-2013), de
del Mar (2008), de Adolf Martínez, Josep Lluís Martínez, Martorell-Bohigas-Mackay.
Jorge Muñoz y Enrique Albin; el Museo Can Framis (2007-
2009), de Jordi Badia;485 ​ el conjunto de la Ciudad de la
Justicia de Barcelona y Hospitalet de Llobregat (2009), de David Chipperfield y Fermín Vázquez Huarte-
Mendicoa; el edificio Suites Avenue (2009), de Toyoo Itō; el Instituto de Microcirugía Ocular (2009), de
Josep Llinàs;486 ​ el edificio Blau (2009), de Antoni de Moragas, Eva Mercader Oliver y Susanna Itarte
Rubió;487 ​el Banco de sangre (2006-2010), de Joan Sabaté Picasó, Àlex Cazurra Basté y Horacio Espeche
Sotailo;488 ​el Centro Cívico de Can Travi (2008-2010), de Sergi Serrat, Ginés Egea y Cristina García;489 ​
la sede de GAES (2008-2010), de Jorge Mestre e Iván Bercedo; la reconversión de la plaza de toros de las
Arenas en centro comercial (2005-2011), a cargo de Richard Rogers; la sede de Bassat (2010-2011), de
Alexa Plasencia, Antonio Buendía y Albert Arraut;490 ​ el edificio Distrito 38 (2011), de Arata Isozaki,
Alejandro Zaera y Farshid Moussavi;491 ​ el edificio Vodafone (2012), de Dominique Perrault;492 ​ y el
edificio Antares (2020), de Odile Decq.493 ​

Por otro lado, la crisis económica iniciada en 2008 paralizó numerosos proyectos arquitectónicos, algunos
tan emblemáticos como la Torre La Sagrera, de Frank Gehry, o la Torre Espiral, de Zaha Hadid, poniendo
punto final a unos años de edificación en la ciudad de magnos proyectos encargados a autores de fama
internacional.494 ​
En 2022 se inauguró el edificio Cirerers, el edificio de madera más alto de España, obra de la cooperativa
de arquitectos Celobert, un proyecto sostenible basado en un sistema de construcción industrializada en
madera contralaminada.495 ​

En cuanto a arquitectura paisajística, cabe mencionar el parque


Central de Nou Barris (1997-2007), de Carme Fiol y Andreu
Arriola, estructurado en varios niveles en los que destacan unas
pérgolas que actúan como paneles lumínicos, así como la
presencia del agua, a través de tres lagos con surtidores; en
2007 recibió el premio de arquitectura International Urban
Landscape Award en Frankfurt (Alemania).496 ​ Otro espacio
verde de interés es el parque del Centro del Poblenou (2008),
de Jean Nouvel, dividido en diversos espacios temáticos, de
Parque del Centro del Poblenou (2008), de
diseño vanguardista, entre los que destacan: la Isla bajo la
Jean Nouvel. cúpula, un espacio rodeado de un canal de agua que acoge una
cúpula metálica rodeada de laureles; y el Pozo del Mundo, un
cráter formado por varias espirales de tierra.497 ​

El urbanismo del nuevo milenio ha reforzado la estructura de retícula polinuclear impulsada desde los años
1990, lo que ha favorecido la aparición de nuevos núcleos urbanos como el Fórum, el 22@ y La
Sagrera.498 ​ Actualmente se está remodelando la plaza de las Glorias Catalanas, un importante eje viario
donde está prevista la soterración del tránsito automovilístico y la recuperación del terreno para uso
público.499 ​

Las comunicaciones han mejorado con la llegada de la alta velocidad, que une la capital catalana con
Madrid y con París; se han ampliado el puerto y el aeropuerto del Prat, con el objetivo de convertir a
Barcelona en el centro logístico del sur de Europa. También se ha ampliado la red de metro, con la
prolongación de varias líneas (3 y 5), y la creación de algunas nuevas (línea 9, 10 y 11), algunas de ellas
totalmente automatizadas. En 2012 se inició una reordenación de la red de autobuses en forma ortogonal,
para crear una red de autobús de tránsito rápido.500 ​ También está prevista la construcción de un nuevo
cinturón de ronda para mejorar las comunicaciones del área metropolitana.
Parque de Diagonal Centro de Biblioteca Jaume Parque de
Mar (1999-2002), de Convenciones Fuster (2001-2004), de Investigación
Enric Miralles y Internacionales de Josep Llinàs. Biomédica (2006), de
Benedetta Tagliabue. Barcelona (2000-2004), Manuel Brullet y Alberto
de Josep Lluís Mateo. de Pineda.

Hotel Habitat Museo Can Framis Edificio Edificio Blau (2009), de


Sky (2004- (2007-2009), de Jordi Suites Antoni de Moragas,
2007), de Badia. Avenue Eva Mercader Oliver y
Dominique (2009), de Susanna Itarte Rubió.
Perrault. Toyoo Itō.
Comisión del Mercado Edificio de GAES Edificio Media-TIC Torre
de Telecomunicaciones (2008-2010), de Jorge (2010), de Enric Ruiz- Diagonal
(2008-2010), de Enric Mestre e Iván Bercedo. Geli. Zero Zero de
Batlle y Joan Roig. Telefónica
(2008-2011),
de Enric
Massip-
Bosch.

Edificio Vodafone Feria de Bellcaire o


(2012), de Dominique Encantes viejos(2013),
Perrault. de Fermín Vázquez
Huarte-Mendicoa.

Véase también
Arte de Cataluña
Historia de Barcelona
Urbanismo de Barcelona
Distritos de Barcelona
Antiguos municipios de Barcelona
Agregaciones municipales de Barcelona
Arte público de Barcelona
Arte urbano de Barcelona
Mobiliario urbano de Barcelona
Fuentes de Barcelona Placa al ganador del Concurso anual de
Parques y jardines de Barcelona edificios artísticos del año 1903, edificio
de La Caixa de la plaza de San Jaime,
Odonimia de Barcelona
obra de Augusto Font Carreras.
Modernismo catalán
Arquitectura de España
Arquitectura de Madrid
Concurso anual de edificios artísticos (Barcelona)
Premio FAD
Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe
Anexo:Basílicas de Barcelona
Anexo:Rascacielos en Barcelona
Anexo:Edificios más altos del área metropolitana de Barcelona
Patrimonio de la Humanidad en Cataluña
Bienes de interés cultural de la comarca del Barcelonés
Manzana de la discordia

Notas
1. Su nombre completo era Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino.(Barral i Altet et al.,
Jornet, p. 44)
2. Algunos ejemplos serían: el túmulo en honor del obispo Rafael de Rovirola (1609), el de
Margarita de Austria-Estiria (1612), el de Felipe III (1621), el de María Luisa de Orléans
(1689), el de Mariana de Austria (1696), el de Carlos II (1700), el de Luis XIV (1715), el de
María Amalia de Sajonia (1761), el del cardenal Juan Tomás de Boxadors (1781), el de
Carlos III (1789) o el del conde de Lacy (1793).(Triadó y Barral i Altet, 1999, p. 88-134)
3. Llamada San Agustín Nuevo para distinguirla de la iglesia del antiguo convento de San
Agustín, llamado también a veces San Agustín Viejo.
4. Aparecen los siguientes edificios: 1- ex-puertas del mar, 2- Aduana, 3- Fuente de la Aduana,
4- Jardín del General, 5- Palacio Real, 6- Casa Lonja, 7- Casa Xifré, 8- Iglesia de la Merced,
9- Palacio del Capitán General, 10- Plaza del Duque de Medinaceli, 11- Puerta de la Paz,
12- Fuerte de Atarazanas, 13- antigua fundición de cañones, 14- Casa March de Reus, 15-
Iglesia de Santa Mónica, 16- Puerta de Santa Madrona, 17- Cárcel, 18- Colegio de los PP.
Escolapios, 19- Puerta de San Antonio, 20- Iglesia de San Antonio Abad, 21- Plaza del
Padró, 22- Casa de Caridad, 23- Puerta de Isabel II, 24- Colegio del Obispo, 25- Casa del
marqués de Moya, 26- Iglesia de Belén, 27- Palacio del Virrey del Perú, 28- Plaza de San
José, 29- Patio del Hospital, 30- Teatro Principal, 31- Fuente de la plaza del Teatro, 32-
Liceo de Isabel II, 33- Iglesia del Pino, 34- Iglesia de San Jaime, 35- Casas consistoriales,
36- Diputación provincial, 37- Interior de la Catedral, 38- Palacio del Obispo, 39- Santa
Marta, 40- Santa María, 41- Paseo de San Juan, 42- ex-puerta Nueva, 43- San Pedro, 44-
ex-puerta del Ángel, 45- Torres de Canaletas, 46- Paseo de Gracia, 47- Cementerio, 48-
Plaza de Toros.(AA.VV., 1995, p. 18)
5. La construcción de edificios estuvo en manos hasta prácticamente el siglo xix de los
llamados «maestros de obras», organizados de forma gremial y cuya formación se basaba
en el aprendizaje del oficio de forma eminentemente práctica. En Barcelona estaban
agrupados en la Cofradía de los Maestros de Casas y Canteros, una organización gremial
de origen medieval que aunaba el aspecto profesional con el religioso, bajo la advocación
de los santos Pedro y Pablo. Para llegar a ser maestro de obras había que pasar un examen
promovido por el gremio, tras pasar por los grados de aprendiz y oficial. La cofradía se
regulaba a través del Llibre de ordinations de la Confraria dels Mestres de Cases y Molers
de la pnt. Ciutat, redactado entre los siglos xiv y xvii y conservado en el Archivo Histórico de
la Ciudad. Este reglamento trataba todos los aspectos relacionados con el oficio, así como
cuestiones caritativas y asistenciales entre cofrades.165 ​ En 1817, una Real Orden
promulgada por Fernando VII especificaba que los maestros de obras solo podían construir
edificios comunes, pero no públicos o eclesiásticos.166 ​ La organización gremial fue dando
paso paulatinamente a la formación reglada de tipo académico, a través de la cual se
obtenía la certificación del título de arquitecto. Durante el siglo xviii esta titulación solo se
podía obtener en la Academia de San Fernando de Madrid, y desde 1814 en la de San
Carlos de Valencia. Los intentos de fundar una institución semejante en Barcelona fueron
baldíos por un tiempo, debido a la resistencia tanto de estas academias como de las
asociaciones gremiales. El primer intento fue a principios del siglo xix en la Escuela de la
Lonja, gracias al patrocinio de la Junta de Comercio. En 1817 se creó en esta escuela una
clase de arquitectura sin estructura académica, por lo que los estudios debían ser
convalidados en Madrid o Valencia. Esta clase estuvo dirigida por Antoni Cellers, en dos
períodos comprendidos entre 1817-1825 y 1826-1835, y por Josep Casademunt entre 1835
y 1850.167 ​ Tras la desaparición de esta clase en la Lonja tomó el relevo de la formación
arquitectónica la Escuela de Maestros de Obras, que pasó por diversas etapas bajo distintos
nombres: Escuela de Maestros de Obras y Directores de Caminos Vecinales (1850-1855),
Escuela de Agrimensores y Aparejadores (1855-1859) y Escuela especial de Maestros de
Obras (1859-1870).168 ​ Por fin, en 1871 se creó la Escuela Provincial de Arquitectura de
Barcelona, dirigida en primer lugar por Elías Rogent, que ya podía expedir títulos
académicos.169 ​
6. El modernismo recibió diversos nombres según el lugar de procedencia: Art Nouveau en
Francia, Modern Style en Reino Unido, Jugendstil en Alemania, Sezession en Austria,
Liberty en Italia, etc.(Chilvers, 2007, p. 61)
7. Según Josep Francesc Ràfols, el modernismo catalán se situaría entre la exposición de
Ramon Casas, Santiago Rusiñol y Enric Clarasó celebrada en 1890 y la muerte de Isidre
Nonell en 1911, en el terreno artístico; desde la bomba del Liceo (1893) hasta la Semana
Trágica (1909) en el ámbito político; y entre la Exposición Universal de 1888 y la fundación
del Institut d'Estudis Catalans en 1907, a nivel social.(Miralles, 2008, p. 8)
8. Por su artículo En busca de una arquitectura nacional, publicado en 1879 en la revista La
Renaixença.(Huertas, Capilla y Maspoch, 2005, p. 118)
9. En 1926 propuso con el texto El problema de los espacios libres —presentado en el XI
Congreso Nacional de Arquitectos— la colocación de una serie de espacios verdes en
forma de semicírculos concéntricos entre los ríos Besós y Llobregat, a todo lo largo de la
sierra de Collserola, con pequeños enclaves en la parte interior de la ciudad al estilo de los
squares londinenses; el proyecto no fue ejecutado, excepto en pequeñas porciones.(AA.VV.,
2001, p. 66-67)
10. Las teorías de Ebenezer Howard sobre las ciudades-jardín fueron introducidas en Cataluña
por Cebrià de Montoliu en 1912 con la fundación de la Sociedad Cívica de la Ciudad-Jardín.
(Montaner, 2005, p. 64)
11. El edificio acoge actualmente la Fundación Mies van der Rohe, la cual coordina el
DoCoMoMo (Asociación Internacional para la documentación y la conservación de la
arquitectura del Movimiento moderno) y organiza el Premio de Arquitectura Contemporánea
Mies van der Rohe junto a la Unión Europea.(Midant, 2004, p. 321)
12. En primer lugar se denominó GCATSPAC (Grupo Catalán de Arquitectos Técnicos para la
Solución de Problemas de la Arquitectura Contemporánea), creado en 1930 por Josep Lluís
Sert, Sixt Illescas, Germán Rodríguez Arias, Ricardo de Churruca y Francesc Fàbregas. En
septiembre de 1930 participaron en la exposición del Ateneo Guipuzcoano de San
Sebastián de la que surgió el GATEPAC, en el que se integraron como Grupo Este o
GATCPAC.(Miralles, 2001, p. 136)

Referencias
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