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All content following this page was uploaded by Felipe Patrón Espinosa on 17 January 2024.
ISBN: 978-607-69613-0-8
Hecho en México
ÍN D I C E
Prólogo6
1. Introducción 14
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entendimiento del concepto conducta72
3.4. Un falso pronóstico de fallecimiento 77
Referencias84
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P R ÓL O G O
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Prólogo
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William Montgomery Urday
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Creo que el propio Bunge aceptaría que semejante afirmación
se puede aplicar a su caso. Él mismo deja consignada esta frase:
“La coherencia perfecta es un ideal, no un hecho corriente en la
vida humana”, poniéndose como uno de los ejemplos negativos
en ciertos aspectos (Bunge, 1985, p. 139).
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Prólogo
2
Hay quienes manifiestan perplejidad por el hecho de que en
el libro sobre filosofía de la psicología, donde figuran tantos
asertos inexactos sobre el conductismo radical, figure como
coautor el doctor Rubén Ardila, un conductista “militante” si
los hay, además paradigmáticamente muy cercano a Skinner.
La explicación la da el propio Bunge en una entrevista que le
realizaron (Serroni-Copello, 1989, p. 117). Allí queda claro que
Ardila, por razones de tiempo y ocupaciones, no coordinó
mayormente con su colega para escribir el citado libro conjunto,
encargándose sólo de dos capítulos.
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William Montgomery Urday
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Prólogo
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Lo que se llama “tecnología” es preexistente a Bunge y no es un
término técnico del filosofar ni una metáfora; sino una palabra
del lenguaje ordinario de tipo “modal” (que, según Ribes,
expresa estados de acción, capacidad o posibilidad), de modo
que no corresponde adaptarlo al referir idiosincrásico de cada
autor que lo utiliza. Es como si Niels Bohr hubiera redefinido
la “radiación” para su uso personal. Los psiquiatras, igual que
los psicólogos, utilizan una (o varias) tecnología(s), pero en sí
mismos son más que tecnólogos.
4
El hecho de que algunos de los primeros desarrollos de la
terapia conductual hayan estado relacionados con el trabajo de
psiquiatras como Wolpe y Lazarus, no resulta ser más que algo
incidental.
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William Montgomery Urday
* * *
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Prólogo
Referencias
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1. INTRODUCCIÓN
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1. Introducción
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1. Introducción
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2. ALGUNOS PROBLEMAS
AL ESTUDIAR LO PSICOLÓGICO
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2. Algunos problemas al estudiar lo psicológico
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2. Algunos problemas al estudiar lo psicológico
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que será útil para este trabajo, implica que unos son
formulados y refieren hechos, mientras que otros se
basan o formulan no en hechos sino en otros cons-
tructos (Smith, 2017). Tradicionalmente, en psicología
al segundo tipo de constructos se les ha denominado
hipotéticos o intervinientes y su empleo conlleva la
aceptación a nivel ontológico o explicativo de una di-
mensión distinta al de la naturaleza, dígase esquema,
ello, ego, autoestima, etcétera. Los problemas argu-
mentativos relacionados con el empleo de estos cons-
tructos han sido identificados por autores de distintas
escuelas de la psicología y la filosofía, incluyendo a
los mentalistas como se verá a continuación.
La falacia del homúnculo (fh). Este error fue
identificado en 1916 por el psicólogo estructuralista
Titchener (Hothersall, 2005). El error consiste en que
cuando las personas atribuyen las causas del compor-
tamiento a algún homúnculo o maniquí que se en-
cuentra dentro de la mente o el cuerpo la explicación
es falaz, pues de aceptarla aún sería necesario explicar
cuál es la causa del comportamiento de dicho homún-
culo. Se podría proponer un homúnculo más peque-
ño, lo que deja aún más en evidencia lo problemático
de este tipo de explicaciones, pues podríamos propo-
ner la existencia de homúnculos infinitos.
Explicación tautológica o circular (et). Implica
considerar al comportamiento como un signo produc-
to de un rasgo o entidad intrapsíquica, asumiendo que
dicha entidad que se generó a partir de la observación
de la conducta es causa de la misma conducta. Por
ejemplo, la persona se comporta X porque tiene un
rasgo X, pero ¿cómo sabemos que la persona tiene
un rasgo X? Porque se comporta X. (Pérez, Gutiérrez,
García y Gómez, 2017; Villareal, 1990).
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Independientemente de si la fragmentación de la
psicología sea conveniente o no en términos de utili-
dad, productividad, coherencia, entre otros, Bunge es
uno de los autores que, al menos en discurso, se opo-
ne a que este pronóstico se cumpla. Tal es el caso que
este autor ha brindado una solución para el problema
que conlleva adoptar “una filosofía subyacente única,
preferiblemente la que más se acerque al “espíritu
científico” (Bunge y Ardila, 2002, p. 41). Sin embar-
go, ¿a qué postura filosófica con “espíritu científico”
se refiere Bunge?, ¿al naturalismo que supuestamente
adopta pero que termina violando al caer en el anti-
naturalismo?, ¿acaso se refiere al materialismo inge-
nuo que rechaza?, ¿quizá se refiere al materialismo
emergentista que resulta ser un nuevo término para el
dualismo? Aunque la solución que Bunge proporcio-
na para la fragmentación pueda ser pertinente, como
se ha descrito antes en este trabajo, el materialismo
emergentista arrastra muchos de los problemas y va-
cíos tanto del materialismo ingenuo como del dualis-
mo. Por tanto, ésta no parece ser una buena opción
de filosofía subyacente con “espíritu científico” que
rescate a la psicología de la fragmentación.
Aunado a lo anterior, tratando el problema de
la fragmentación Bunge se contradice, pues a pesar
de que afirma estar en contra de dicho pronóstico y de
proponer su posible solución, en reiteradas ocasiones
propone que la psicología debe ser absorbida por la
biología para alcanzar el estatus científico (rb). En
palabras de dicho autor: “Cuando se embarca en ella
[psicobiología], los psicólogos se convierten en cientí-
ficos del sistema nervioso, mientras que estos últimos
se convierten en psicólogos. La barrera entre psico-
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3. RÉPLICAS DE LA PSICOLOGÍA
CONDUCTISTA
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3. Réplicas de la psicología conductista
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3. Réplicas de la psicología conductista
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4. CONCLUSIONES
Y CONSIDERACIONES FINALES
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4. Conclusiones y consideraciones finales
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4. Conclusiones y consideraciones finales
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REFERENCIAS
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