lunes, 2 de octubre de 2023

El Espíritu Santo su obra I

Serie: El Espíritu Santo

Introducción
La obra del Espíritu Santo es muy basta y es quien actualmente esta operando todo lo
que Jesús enseño y su poder regenerador.
1. El poder generador Salmo 33:6
Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, Y todo su ejército por el aliento de
Su boca.
Este versículo es similar al de Génesis 1:2b…el Espíritu de Dios se movía sobre la
super cie de las aguas. Él estaba poniendo el toque nal sobre la creación. El mismo
poder aplicado al inconverso “lo convence” (Juan 16:8) y regenera (Tito 3:5) en una
nueva creación (Juan 3:5). Lo que puede considerarse como su obra cumbre, es la
creación de la humanidad de Cristo. El Verbo “fue hecho carne” cuando siendo eterno
tomó forma humana (Lucas 1:35).
2. La fuente de inspiración. Exodo 31:3
Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en
toda clase de arte,
Este versículo nos muestra que por lo menos la capacitación del Espíritu debería
dividirse en dos secciones:
a. General
¿Por qué esta división? porque es evidente que personas como Bezaleel y Aholiab
recibieron una visión y capacidad especiales para construir los utensilios del
tabernáculo (Exodo 35:35).
Otro tanto podríamos decir de varios de los jueces (6:34; 11:29; etcétera); de Saúl
(1 Samuel 11:6); de David (1 Samuel 16:13); etcétera.
También observamos que a muchas otras personas tomó individualmente para
realizar trabajos importantes y mostrarles su voluntad en momentos determinados.
b. Particular
Nos referimos esencialmente a la inspiración de las Sagradas Escrituras. Estas
tienen su origen en Dios y según los santos hombres fueron inspirados por el Espíritu
Santo escribieron movidos por su poder (2 Pedro 1:20–21).
Los mensajes que muchos siervos de Dios recibieron (2 Crónicas 24:20) para
transmitir (Números 11:29; 2 Crónicas 20:14–15; Isaías 59:21) quedaron impresos en
las Sagradas Escrituras.
El Espíritu de Cristo habló por medio de los profetas (1 Pedro 1:11) para que
produjeran la palabra de Dios (Miqueas 3:8; comp. Deuteronomio 13:1–5; 18:20; 2

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Samuel 23:2; Amós 3:8). Así las Escrituras se convirtieron, por la acción del Espíritu
(Hechos 4:25), en la palabra de Dios viva y e caz (Heb.4:12). Estas Escrituras son
verdaderas (Salmo 119:142) en todo lo que dicen tal como Cristo lo indicó en su
oración: “tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
También descubrimos que el Nuevo Testamento está repleto con alusiones a la
manifestación del Espíritu, con rmatorias de que deben morar en nosotros (1 Corintios
2:4–11) como revelación de Dios (Hechos 7:38).
Por esta causa, las Escrituras son infalibles, no solamente por su origen (Dios) sino
también por el modo en que han llegado hasta nosotros. Son la voz de Dios para
nosotros (Mateo 9:4; Hechos 13:34–35) y por consiguiente no deja lugar a dudas la
veracidad e inerrancia de las mismas.

CONCLUSION
Es el Espíritu Santo quien obra en nosotros cosas magní cas, es el que transforma,
entusiasma y alimenta.
Debemos aprender a tener una vida que depende de Dios.

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