Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Varía mucho en
cada caso y depende de un montón de factores: desde la capacidad financiera que tengamos; el
profesionalismo y la seriedad del equipo que contratemos; lo organizado que tengamos el proceso de compra y
almacenamiento de materiales; hasta las condiciones climáticas. Conclusión: mientras más organizado tengas
todo, más rápido vas a poder construir. Si se retrasan las cosas que no sea por vos.
Definir los planos y organizar el proyecto no tendría que llevar más de un mes. Si demora más sentate
a hablar con el/la arquitecto/a para apurar las cosas.
Otro mes para que te aprueben los planos y poder empezar a construir.
Mientras tanto se prepara el terreno para empezar a construir: desde limpiar el terreno hasta conseguir
la luz y el agua necesarios para la obra. Esto se hace en los municipios del lugar. Ojo con esto porque
a veces demoran mucho en habilitar
Manos a la obra:
Si el equipo cuenta con dos albañiles y un peón la superestructura puede tarde unos ocho meses.
¿Las terminaciones? Otro mes. Y un mes más para imprevistos.
Los albañiles van a hacer tu casa, van a estar en tu casa y los vas a ver muy seguido. Además saben lo que
hacen y te van a guiar en el proceso.
Lo ideal es tener una buena relación con todos pero siempre vas a tratar con uno de ellos. Que esto te valga
también a la hora de hablar sobre la obra. Que vengas vos y les pidas algo, que venga tu suegro y le haga
una observación a otro y que venga tu amiga arquitecta y le comente algo a otro albañil, no colabora con el
trabajo fluido. Recordá que la paciencia es un músculo que se ejercita pero que puede desgarrarse.
Además
Tené siempre material para que trabajen. Para esto tenés que organizarte con tiempo (pediles una
lista de lo que van a necesitar en la semana). Salir corriendo a comprar porque el material no llegó
corta mucho el ritmo de trabajo.
Y si querés ganar puntos extra, ¡espéralos con los criollos y la coca!
Etapas de la construcción
¿Se acerca el momento de construir y tenés la necesidad de saber en qué orden van a pasar las
cosas? Vamos viendo por etapas para que sepas un poco lo que le va a ir sucediendo a tu casa.
Hay básicamente seis etapas de la obra, es decir, una vez que está el terreno limpio, nivelado y pipí
cucú.
Una vez terminados los cimientos comienza la etapa de la superestructura. Esto es,
la caja: piso, paredes.
Después viene la losa (el techo) y las aberturas (que en la etapa anterior quedaron planteados
los huecos donde irán).
De más está decirte que para TODAS estas etapas tenemos información para vos en este portal.
1) CIMIENTOS Y PISO: Se cavan los cimientos para la estructura de las columnas y los
encadenados. Se nivela a la altura de la capa aisladora para poder levantar las paredes. En esta
etapa los avances son lentos y no muy visibles. Sin embargo, el entusiasmo inicial te llena de
paciencia.
5) LOS REVOQUES: Se lijan las paredes y se deja listo para pintar. Se tapan los huecos de las
instalaciones y vuelven a revocar lo que habían roto. Sensación de “esto ya lo he vivido.”
6) LAS TERMINACIONES: colocación de pisos, pintura, baños. Ya tenés una casa, el chancho y
la máquina de hacer chorizos.
Las primeras tres etapas son las más rápidas. La última es la más lenta y larga. Avanza poco y
llegamos con muy poca paciencia. Peeeeeero ya es tu casa, la que diseñaste, la que va a tener la
baldosa que cuidadosamente elegiste, las paredes de colores que tanto dudaste y todas esas cosas
que te tomó esfuerzo y discusiones elegir.
El corralón es donde vas a pasar más tiempo que en tu casa. Al corralonero lo vas a ver más que a
tu familia y olvídate del gimnasio porque esos músculos se te van a formar de levantar y bajar bolsas
de Holcim.
Lo importante es tener un corralón cerca de tu casa para tener a dónde salir corriendo cada vez que
falte un poquito de cemento, un poquito de arena y otro poquito de ladrillos.
Podes buscar ofertas y estar actualizado con las promociones de los corralones y grandes
superficies, obvio, pero si haces una buena relación con tu corralón podés negociar que te guarden
las cosas y que las retires a medida que las necesitas, que te mantengan los precios y hasta que te
informen antes que nadie de las futuras ofertas.