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Oracion de Arrepentimiento

Dios Nuestro y Dios de nuestros padres y madres,


haz que nuestras oraciones pueden llegar a Ti. No
hagas oídos sordos a nuestras plegarias, ya que no
somos tan arrogantes y tercos como para decir
ante Ti, "Adonai nuestro Dios, y Dios nuestros
padres y madres, somos perfectos y no hemos
pecado."

Más bien confesamos:


Hemos ido por mal camino, hemos pecado,
hemos transgredido. Hemos traspasado las reglas,
hemos traicionado, hemos robado, hemos
hablado calumnias; hemos actuado
perversamente, hemos hecho mal, hemos actuado
con soberbia, hemos hecho la violencia, hemos
practicado el engaño; Hemos aconsejado mal,
hemos hablado falsedad, nos hemos burlado, nos
hemos rebelado, hemos blasfemado; hemos
cometido iniquidad, hemos violado el pacto,
hemos oprimido, hemos sido de duros cerviz;
Nosotros hemos hecho todo malo, nos hemos
comportado de manera corrupta, hemos cometido
abominación; hemos ido por mal camino, hemos
llevado a otros por mal camino.

Tenemos todos los delitos cometidos; Juntos


confesamos los pecados humanos:

Los pecados de la arrogancia, la intolerancia, el


cinismo, del engaño, el egoísmo, la adulación, la
codicia, el odio, la injusticia y los celos. Algunos
de nosotros guardamos rencor, somos lujuriosos,
malicioso o de mente estrecha. Otros son
obstinados o posesivos, pendencieros, rencorosos
o egoístas. Violentos, debiles de voluntad,
impulsantes de la Xenofobia. Cedimos a la
tentación y mostramos aprecio por las malas
causas. Ahora sea tu voluntad, oh Dios de
nuestros padres y madres, de perdonar todos
nuestros pecados, de perdonar a todos nuestros
delitos y borrar todos nuestros errores. Nos
hemos alejado de Tus mandamientos y de Tus
leyes. Estamos tan pobres por nuestra
desobediencia.

Pues todo ha venido sobre nosotros. Mas Tú has


sido fiel, sin embargo, nosotros hemos hecho mal.
¿Qué podemos decir ante Tí, exaltado Dios? ¿Qué
podemos decirte, Señor del universo? Pues todo
lo sabes, lo oculto y lo evidente. Tú sabes los
misterios del universo, así como los secretos de
todos los mortales. Buscas en los rincones más
profundos del alma humana y profundizas en
todos nuestros pensamientos. Nada escapa de Ti,
nada se esconde de Ti. Por lo tanto, sea tu
voluntad, Eterno, nuestro Dios y Dios de
nuestros padres y madres, que perdones nuestros
pecados y que nos concedas la expiación para
nuestros males.

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