CONCEPTO BIBLICO DEL TRABAJO

En la Biblia vemos que el trabajo es un privilegio del hombre porque

es creado a imagen de Dios, por lo que es principalmente algo
bueno porque su propósito principal era gobernar y cuidar el
mundo. Creado por Dios. Fue establecido principalmente como un
mandamiento para los hombres y también como una institución divina.

El PROBLEMA
Sucede cuando el hombre se corrompe, la caída del hombre ha afectado
todos los ámbitos de sus actividades, lo que hace que el
hombre actúe como una herramienta de rebelión contra Dios.
Un ejemplo es la torre de Babel, que se utiliza para alejarse de Dios
o para olvidarlo mientras se acumulan riquezas y bendiciones
Esta cultura humana sin Dios sigue influyéndonos; es necesario encontrar
dirección bíblica para que podamos ejercer esta profesión siempre dentro
de los parámetros que DIOS ha marcado para nuestra plena realización
como hijos de Dios. Las escuelas y universidades basan su formación
académica ignorando por completo las metas divinas confirmadas en la
palabra de Dios, y es precisamente en estas ideas que se forman los jóvenes
de nuestras congregaciones.

Martín Lutero y Juan Calvino fueron reformadores que cambiaron este

punto de vista al describir el trabajo como una vocación y
encabezaron religiones de la reforma, como la menonita, que ahora se
define como una religión del trabajo. Un lugar eminente dado al trabajo
como mandato divino que debe cumplirse con diligencia, cuidado,
honestidad y temor de Dios.
No se puede despreciar el trabajo como una carga ni divinizarlo como
centro de la vida humana o medio de realización social y personal.
La falta de verdadero bienestar de muchos cristianos se debe a su
falta de comprensión de la obra de la vida cristiana, por
eso muchos ponen la vista hacia doctrinas
de declaraciones de abundancia, que nada logran en la realidad
de quienes las adoptan