La unión monetaria ofrece una serie de beneficios que coinciden con los de una

zona monetaria óptima. Estos beneficios incluyen:

1. Eliminación de riesgos cambiarios e incertidumbre: Al tener una moneda
común, se eliminan las fluctuaciones de los tipos de cambio entre los
países miembros, lo que estimula la producción y el comercio al reducir
la incertidumbre asociada.
2. Estímulo a la producción y comercio regional: La eliminación de barreras
cambiarias facilita el intercambio comercial dentro de la región, lo que
fomenta la actividad económica y el crecimiento.
3. Aprovechamiento de economías de escala: Al integrar los mercados
financieros y facilitar el intercambio comercial, se puede aprovechar
mejor las economías de escala, lo que puede conducir a una mayor
eficiencia y competitividad.
4. Eliminación de distorsiones sobre costes y precios: La unión monetaria
contribuye a la estabilidad de los costes y precios al eliminar las
fluctuaciones cambiarias, lo que mejora el bienestar económico general.
5. Reducción de políticas de discriminación de precios: Al tener una
moneda común, se reduce la posibilidad de que los precios se
discriminen según criterios geográficos, lo que promueve una
competencia más equitativa.
6. Ahorro en costos de intervenciones y especulación cambiaria: Al no ser
necesarias intervenciones frecuentes en los mercados de divisas y al
eliminar actividades especulativas relacionadas con el cambio de
divisas, se reducen los costos asociados.
7. Ahorro en costos de cobertura y cambio entre monedas: Las empresas y
los individuos se benefician al no tener que incurrir en costos adicionales
para cubrirse contra fluctuaciones cambiarias o al cambiar entre
diferentes monedas para pagar importaciones.
8. Ahorro en costos de cambio de divisas en desplazamientos: Los
ciudadanos que viajan dentro de la región también se benefician al no
tener que incurrir en costos adicionales al cambiar divisas al cruzar las
fronteras.
Además de estos beneficios económicos, la unión monetaria también tiene
implicaciones políticas al proporcionar un estímulo tanto real como simbólico
para la unidad de los mercados y otorgar mayor peso político internacional a la
región y a su moneda común, si la hay.