REFERENCIAS Y SU LEGISLACION EN BOLIVIA

VICTOR HOZ DE VILA

BACARREZA

2ª Edición
LOS AMIGOS DEL LIBRO
 BIBLIOTECA DIGITAL

TEXTOS SOBRE BOLIVIA

MINERÍA, FUNDICIONES, REFORMA AGRARIA, ESPACIO ANDINO,

AGRICULTURA, MERCADOS CAMPESINOS, RECURSOS NATURALES,
HIDROCARBUROS, FERROCARRILES, CARRETERAS, EXPOSICIONES
INTERNACIONALES, EXPLORADORES, EXPLORACIONES, LÍMITES Y MEDIO
AMBIENTE

FICHA DEL TEXTO

Número de identificación del texto en clasificación Bolivia: 6199

Número del texto en clasificación por autores: 22092
Título del libro: Petróleo. Referencias y su legislación en Bolivia
Autor (es): Víctor Hoz de Vila Bacarreza
Editor: Editorial Los Amigos del Libro
Derechos de autor: Depósito Legal: 2-1-68-88; ISBN: 84-8370-057-3
Imprenta: Poligraf
Año: 1988
Ciudad y país: La Paz – Bolivia
Número total de páginas: 224
Fuente: Digitalizado por la Fundación
Temática: Hidrocarburos
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11
NO LEER LO QUE BOLIVIA PRODUCE
ES IGNORAR LO QUE BOLIVIA ES

11

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VICTOR HOZ-DE VILA BACARREZA

PE TROL-E O ..
REFERENCIAS Y SU LEGISLAClON EN BOLMA

2da. Edición

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EDITORIAL LOS AMIGOS DEL LIBRO

LA PAZ - COCHABAMBA
BOLIVIA
1988
 1988 Víctor Hoz de Vila
Registro de la Propiedad Intelectual INDICE GENERAL
Depósito Legal N' 2-1-68-88

Pág.
1988 LOS AMIGOS DEL LIBRO
Todos los Derechos reservados PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION 9
La Paz, Casilla 4415 EL PORQUE DE ESTA OBRA .. 11
Cochabamba, Casilla 450
BOLIVIA 1.- EL PETROLEO . . . . . . . . . . . .. 13
l. Su defmición etimológica.- Su composición
2. Te,orías sobre el orig1:::n del petróleo ·
Colección: Ciencia y Técnica, NA 305 3. Imporcancía del pecwieo. ·

ISBN: 84-8370-057-3 II.- FUENTES DE ENERGIA SUSTITUYENTES

DEL RETROLEO . . . . . . . . . . . . . . . . .. 23
l. La energía y su importancia.
2. Energía solar.
3. Energía eólica.
4. Energía ·geotérmica. ·
5. Energia ae Jas aguas del mar.
6. Energía nuclear.
7. El carbón.
8. Arenas y esquites bituminosos.
9. Alcohol combustible.

III.- LA INDUSTRIA PETROLERA INTEGRADA 41

l. Fases de la industria petrolera.
2. Exploración.
3. Métodos que se emplean en la exploración.
4. Explotación.
5. Perforación.
6. Producción.
7. Transporte.
8. Refinación.

IV.- LOS PRIMEROS TIEMPOS DEL PETROLEO

Impreso en Bolivia - Printed in Bolivia EN AMBITO MUNDIAL . . . . . . . . . . . . . . . 55
l. El petróleo en la antigüedad.
2. El petróleo en el siglo XIX.
Editores : Editorial LOS AMIGOS DEL LIBRO 3. El petróleo en el siglo XX.
Impresores: Impresiones POLIGRAF 4. Edades ·de · la industria petrolera.
5. Grupos petroleros anteriores a 1918.
 Pág. Pág.
V.- LA STANDARD OIL COMPANY . . . . . . . . . 65 3. Exploración y selección de áreas para exp!otación.
l. John D. Rocketeller. Sus comienzos. 4.- Obligación de perforación de pozos y explotación.
2. La formación de la Standard Oíl Company. 5. Regalías en favor del Estado.
3. hl ho1umg ::;rnnoarel. 6. Plazo de vigencia del contrato.
4. Disolución de la Standard. 7. Otras disposiciones importantes.
8. Patentes de explotación.
VI.- LA SHELL ROYAL DUTCH ... 75 9. Jurisdicción de la Corte Suprema.
l. Deterding y la Royal Dutch. 10., Comentarios generales. ,
2. La Shell.- Sus inicios.
3. Fusión de la Shell con la Royal Dutch. XII.- LA STANDARD OIL NEW JERSEY EN BOLIVIA . . . . . . 165
4. La Anglo Persian. l. Su característica.
5. La Primera Guerra Mundial y la postguerra. 2. Las defraudaciones de la Standard.
6. El Acuerdo ele Achnacarry. 3. Un oleoducto clandestino.
4. Actitud de la Standard durante la Guerra del Chaco.
VII.- IMPORTANCIA DEL PETROLEO EN LA EPOCA ACTUAL 89 5. La caducidad de las concesiones de la Standard.
l. La Segunda Guerra Mundial y la postguerra. 6. La reacción de la Standard Oil y la demanda
2. Principales zonas proauctoras ele petróleo. contra el Estado.
3. La Organización de los Países Exportadores de Petróleo 7. Fallo pronunciado por la Corte Suprema.
4. La declinación de la OPEP.
5. La Organización de los Países Arabes XIII.- PERIODO 1936 A 1939 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Exportadores de Petróleo. l. Decreto de 7 de junio de 1936.
2. Ley Orgánica del Petróleo.
VIII.- HISTORIA DEL PETROLEO EN AMBITO AMERICANO 109 3. Creación de Yacimientos Petrolfferos Fiscales Bolivianos.
l. El petróleo en los países hispanoamericanos. 4. Ley Orgánica de Y.P.F.B.
2. El petróleo en Argentina. 5. Tratado con Brasil sobre Salida y Aprovechamiento
3. El petróleo en Venezuela. del Petróleo Boliviano.
4. El petróleo en México. ..
XIV.- PERIODO 1939 A 1952 ...... . .... . ....... . . . . . 191
IX.- LOS COMIENZOS DE LA INDUSTRIA PETROLERA l. Los comienzos de la producción petrolera fiscal.
EN BOLIVIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133 2. Tratado de Vinculación Ferroviaria con Argentina.
l. Referencias coloniales. 3. La misión Bohan y el petróleo.
2. Las primeras concesiones durante la República. 4. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
3. Primeras normas legales sobre petróleo. durante el Gobierno Villarroel.
4. Los adelantos de la industria petrolera en Bolivia 5. El petróleo durante los gobiernos Hertzog y Urriolagoitia.
5. Ley de 12 de diciembre de 1916.
6. Ley de 24 de enero de 1920. XV.- PERIODO 1952 A 1964 ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
7. El contrato Richmond Levering. l. El "plan 1953" y el autoabastecimiento alcanzado en 1954.
2. El contrato Me Carthy.
3. Construcción de oleoductos.
X.- LEY ORGANICA DE PETROLEOS 4. La Gerencia General de Exploración de Yacimientos
DE 20 DE JUNIO DE H>21 . . . . . . . . . . .. 145 Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
l. Consideraciones sobre la ley. , 5. Notas Reversales sobre la "Ley de Seguridad Mutua".
2. Régimen de propiedad de los hidrocarburos. 6. Código del Petróleo .
3. De las concesiones. 7. Contratos de Operación Conjunta con
4. Obligación de perforación de pozos. Bolivian Gulf y Chaco Petroleum.
5. Derechos otorgados a los concesionarios. 8. Contrato Madrejones.
6. Derecho del Estado de decretar la caducidad. 9. Otros hechos importantes.
7. Obligaciones de concesionarios y adjudicatarios.
8. Otras causales de caducidad. XVI.- EL CODIGO DEL PETROLEO . . . . . . . . . . ..
9. Disposiciones _generales de la ley. 215
l. Consideraciones de su promulgación.
2. Principales consideraciones generales.
XI.- CONTRATO SUSCRITO CON STANDARD OIL N.Y. CO. 155 3. Permisos de reconocimiento superficial y
1. Transferencia del contrato Richmond Levering. régimen de concesiones.
2. Condiciones del contrato con Standard Oil. 4. Tributación.

5. El factor de agotamiento.
6. Otras disposiciones relativas a deducciones.
7. Otras disposiciones del Código.
XVII.- PERIODO 1964 A 1982 . . . . . . . ..
l. Gobierno del General René Barrientos.
1.1. Situación de la industria petrolera.
1.2. Principales obras en materia petrolera.
1.3. Disposición constitucional sobre el régimen
de los hidrocarburos.
1.4. Carta de Intenciones de Operación Conjunta
en el Altiplano.
1.5. Otras importantes realizaciones.
1.6. Reorganización de la Dirección General de Petróleo.
l. 7. Tres hechos sobresalientes.
2. Gobierno del General Alfredo Ovando.
3. Gobierno del General Hugo Banzer.
4. Período 1978 a 1982.
XVIII.- PERIODO 1983 A 1986 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 259
l. Gobierno del Dr. Hernán Siles Zuazo-UDP.
2. Primer bienio del gobierno del Dr. Víctor Paz Estenssoro.
3. Prospección y perforación.
4. Principales trabajos cumplidos por Y. P. F. B.
5. Producción y reservas.
XIX.- LEY GENERAL DE HIDROCARBUROS . . . . . . . . . . . . . .
l. Consideraciones de su promulgación.
2. Disposiciones Generales.
3. Exploración, explotación, industrialización, transporte
y comercialización de hidrocarburos.
4. Régimen jurídico de los Contratos de Operación
y de los de Servicios Petroleros.
5. Contratos de Operación.
6. Contratos de Servicios Petroleros.
i Tributación.
8. Fiscalización.
9. Disposiciones varias.
10. A manera de comentario.
XX.- CONSIDERACIONES GENERALES EN TORNO A UNA
POLITICA NACIONAL SOBRE HIDROCARBUROS . . . .
ANEXOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . ···
INDICE DE GRAFICOS Y CUADROS .. .
INDICE DE ANEXOS . . . . . . . . . . . . . . .
OBRAS CONSULTADAS . . . . . . . . . .. .
Pág.
PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION
237
Han transcurrid<J algo más de tres años desde la publicación
de PETROLEO (Referencias y su Legislación en Bolivia). En
esa oportunidad expresé que mi única pretensión era ofrecer un
instrumento de consulta que posea cualidades compatibles con las
necesidades de los unir1ersitarios y con el tipo de profesionales que
requiere f armar el país.
La aceptación que el lector boliviano, el estudioso y el uni-
versitario han brindado al libro, justifica con creces cualquier
grado de sacrificio que se hubiera empleado en su preparación y
ha constituido un incentivo para que la prestigiosa y dinámica
editorial Los Amigos del Libro y el autor, se decidan a publicar
esta segunda edición.
Al revisar el texto, encontramos que el libro mantenía plena
267
vigencia. Sola':nente era necesario agregar lo acontecido en mate-
ria petrolera, desde 1983 hast·a la fecha y algunos datos que deben
ser permanentemente actualizados. De existir otros puntos que
pudieran ·.justificar modificaciones, anotaciones o comentarios, re-
sulta preferible, en aras de una objetividad histórica, dejarlos tal
y como fueron concebidos.
En esta edición nos hemos limitado a incluir un nuevo ca-
pítulo relativo al perfodo 1983-1986; insertar un nuevo titulo en
el capítulo VII, ¡ue nos permite concretar algunos puntos de vista
sobre la OPEP, no con el ánimo de "cargar la tinta" al referirnos
289 a esa Organización, sino para subrayar lo que significó su pre-
295 syncia en la economía mundial y, por último, hemos actualizado
fefere11cias sobre la actividad petrolera en gen eral, debiendo en
439 este punto reiterar que no resulta fácil obtener datos recientes y
439 verídicos sobre la materia, empero hemos procurado salvar esa
dificultad, con el fin de ofrecer al lector cifras y hechos ciertas,
441
que le permitan acceder a un cuadro lo más ajustado a la realidad .
.;_ 9 -
 No hemos modificado el capítulo: ALGUNAS CONSIDERA·
CIONES EN TORNO A UNA POLITICA NACIONAL SOBRf":
HIDRUCARBU ROS, con el propósito de mostrar como, en esa
época, se hicieron planteamientos que a la fecha conservan su vi·
gor y señalan, pese al tiempo transcurrido, necesidades nacionales.
Hemos preservado el rigor científico de la obra; manteniendo
su imparcialidad y objetividad. Sin embargo creemos de nuestro
deber formular en este prólogo algunas interrogantes. Si hasta hoy
el petróleo constituye la principal fuente energética sobre la que
nuestro mundo basa su desarrollo, ¿podremos acaso en un maña-
na muy cercano atrevernos a sostener lo mismo?. Si nos adelantamos
a decir que la Era del Petróleo parece estar a punto de concluir
(sin que esto signifique que este hidrpcarburo deje de mantener,
por muchos años rr,iás, una importancia resaltante en la vida de
las naciones), ¿podemos ·señalar, con alguna aproximación, cuán-
do dejará de tener notoria significación en nuestro medio pobre
y subdesarrollado?. Con el débil argumento de que nuestras reser--
vas naturales deben ser conservadas para el bienestar de las gene·
raciones por venir y, olvidando las circunstancias concurrentes que
hacen de los hidrocarburos una riqueza real y actual, ¿debemos
guardar incólumes en el subsuelo nuestro petróleo y nuestro gas,
sin buscar alternativas que nos permitan transformarlos en factór
impulsor de un desarrollo que beneficie a las generaciones actua-
les y a las futuras?. Estas preguntas, por ahora, las de¡amos como
tales, deseando que cada uno de los bolivianos preocupados por
el tema, elabore su respuesta.
Cochabamba, octubre de 1987
V.H.deV.B.
10 -:-
1
EL PORQUE DE ESTA OBRA
Cuando en 1981, el Decano de la Facultad de Derecho de la
U. M.S.S. me invitó a ejercer 1~ Cátedra de Derecho Petrolero, acepté
sin vacilación porque para m( la Universidad, pese . a sus limitaciones
y deficiencias circunstanciales, es el centro donde se cultiva la ciencia
y la cultura en la perspectiva del perfeccionamiento incesante del
hombre.
Dadas las características de la época y del medio en que vi-
vimos, es posible que la Universidad sufra atentados de diversa
naturaleza, desde la represión material hasta las manifestaciones más
sutiles de la represión ideológica y moral. Sin embargo estoy seguro de
que aún en las condiciones más adversas conservará. su esencia y se
mantendrá incólume como la estructura más importante de la sociedad.
Es por esa esencia que vale la pena comprometerse más allá de intereses
constituídos qt& con frecuencia pretenden confundir la dimensión de
la Universidad con su propia dimensión diminuta y egoísta.
Al llegar a la Universidad y cuando comencé a cumplir las
funciones que me encomendaron encontré ,q ue en materia de Derecho
Petrolero, en _la bibliografía nacional, no existía ningún texto de ense-
fianza sistematizado que sirviera a los alumnos para fa mejor com-
prensión de la materia. Esta observación de ningún modo supone negar
la calidad de algunos libros que se han escrito en conexión con el
petróleo, libros que contienen una buena relación histórica y también
análisis de carácter político, económico y jurídico dignos de toda aten-
ción. Pero de lo que se trata es de presentar un instrumento de consulta
que posea cualidades compatibles con las necesidades de los universita-
rios y con el tipo de profesionales que requiere formar el país.
Lamentablemente tal vez por la situación conflictiva de la reali-
dad nacional y del nivel de su desarrollo, el estudio y tratamiento de
los diversos temas que configuran la personería del Estado boliviano
casi siempre están sobrecargados de valoraciones subjetivas, de apre-
11 -
 f
ciaciones sectarias, que deforman los hechos proyectando conclusiones
equivocadas.
Comprendemos que en un medio como el nuestro, donde la lucha
por el destino del pafs no admite posiciones neutras, los intelectuales
están obligados a asumir actitudes definidas. Sin embargo, el peligro
de esta situación es la radicalización que siempre conlleva la presencia
de fuertes dosis emocionales que de algún modo disminuyen el rigor
cientffico del análisis de la realidad, por lo que algunas creaciones, a
despecho de su contenido o de la validez de su propos:ción política,
no son las más adecuadas para entregárselas a los estudiantes como
fuente universal de información.
Lo anotado me impulsó a organizar un texto que lograra sinte-
tizar la información adecuada en lo que respecta al petróleo, su historia,
su significación para la civilización, las características de su presencia
en el país y sobre todo el tratamiento que se ha dado a este recurso
en las distintas etapas de nuestra historia. Mi propósito se limita a
reunir en un solo libro lo que podría servir para que el estudiante de'
derer.ho . adquiei:a un conocimiento relativamente completo y útil de la
materia. He procurado no presentar una tesis desde una posición polí-
tica determinada. Lo único que pretendo es entregar al estudiante de
nuestra Universidad 1,m instrumento que le permita ahorrnr tiempo· y ·
evitarle la búsqueda y lectura de material disperso, en algunos casos
obsoleto, en otros circunscrito a consideraciones esencialmente técnicas
Y en ocasiones de difícil consecución en nuestro medio.
Espero haber logrado mi finalidad. Que este libro sea útil a los
estudiantes y a toda persona interesada en el conocimiento de uno de
los problemas esenciales del país. Como ya he dicho no es más que
un intento de sistematización de un tema. Seria , un error pretender
encontrar en él la última palabra en materia petrolera o proposiciones
filosófico-polfticas definitivas. Es un instrumento de trabajo. Su con-
tenido y redacción están en el marco de ese objetivo sencillo.
- 12 -
1
l. EL PETROLEO
l. SU DEFINICION ETIMOLOGICA. SU COMPOSICION.
La palabra· petróleo proviene de dos voces latinas, "petrum"
que significa piedra y "oleum•· que significa aceite, por lo que si
quisiéramos limitarnos a definir etimológicamente al petróleo ten-
dríamos que hacerlo diciendo que es un "aceite de piedra". Como
éHe son muchos los nombres que se le ha dado a través del tiempo.
Se lo ha llamado "jugo de la tierra", "betumen", "brea", "nafta",
"asfalto", "oro negro", "betún", relacionándole inclusive con el
origen del producto cuando se lo nombra como "nafta ele Persia",
"alquitrán de Judea", etc.
-"""""',...,
El petróleo es un líquido aceitoso, inflamable, cuyo tono
varía desde el incoloro al negro, de olor penetrante, más ligero
que el agua, que se halla formado por diversos hidrocarburos con
pequeñas cantidades de otros compuestos como azufre, nitrógeno
y oxi15eno. Generalmente se lo encuentra en el subsuelo a diversas
profundidades, de donde se lo extrae medümte perforaciones que
permiten su · salida a la superficie, aun cuando también en ésta se
pueden presentar afloraciones que a veces no sólo impregnan las
rocas y la tierra, sino que inclusive llegan a formar charcos y
hasta manantiales.
Los hidrocarburos que componen el petróleo están constitui-
dos por átomos de carbono e hidrógeno, en unos casos en moléculas
muy simples, y en otros en moléculas más complejas, con sus áto-
mos de hidrógeno y carbono enlazados de varios modos y que re-
sultan en petróleos más espesos y de más alta densidad, la cual
se mide en grados API, en relación inversa a la misma, por lo que
los petróleos más pesados poseen menor grado API que los livia-
nos. Los crudos pesados tienen hasta 27 grados API, los medianos
de 27 a 34, los ligeros de 34 a 40 y los muy ligeros de 40 adelante.
Nuestros petróleos en su mayor proporción sobrepasan los 40 gra-
dos API.
- 13 -
 MOLECULAS SENCILLAS Y COMPLEJAS
en una proporción que puede ir de un 60 a un 90% y por otras
(1) , (2) , (3) Sencillas. proporciones más pequefias de etano, butano e hidrocarburos de
(4) , (5) , (6) Complejas mayor peso molecular, pudiendo además contener algún porcen-
Metano, Etano y Octano. Benzol, Ciclopentano y Fue! oil taje pequeiio de sustancias no combustibles como dióxido de car-
_b ono y otras.

(I)

+ (2* EJ gas natural podemos clasificarlo en gas seco o gas húmedo,

según el mayor o menor contenido de hidrocarburos poco volátiles
que pueden ser recnpcrados como compuestos líquidos como el
butano y la gasolina natural.
(3) .
o
o f t !J f t t t o
Establecido lo que es el crudo y a diferencia de éste que
presenta un mayor contenido de hidrocarburos pesados, los con-
9 densarlos son aquéllos que presentan importantes contenidos de ·
(5) (6) hidrocarburos livianos, composición que además determina el co-
lor del petróleo que va desde el obscuro al de tono similar al de
la gasolina común. La proporción gas-petróleo que se obtiene en
los condensados puede variar de I0.000 a 100.000 pies cúbicos por
barril, mientrlls que esa misma relación en el crudo, puede variar
de 100 a .2.000 pies cúbicos por barril.

En los yacimientos petrolíferos, generalmente se encuentra

Es necesario dejar establecido que cuando se habla de pe- petróleo superpuesto a una capa de agua y cubierto por una capa
tróleo crudo o de "crudo" simplemente, nos referimos al petróleo gasífera, la que debido a su menor grayedad específica se acumula
tal y como se lo encuentra en su estado natural, sin que haya sido en la parte superior del yacimiento. pudiendo sin embar~o pre-
sometido a ningún proceso de refinación o eliminación de agua, sentarse ei caso de que en un yaomiento se puede encontrar agua
gas, o de cualquier otro material extraño a su propia naturaleza y gas, y no encontrarse petróleo.
y composición. La Sociedad Americana de Análisis de Materiales
(ASTM) lo define diciendo que "es una mezcla de origen natural,
consistente predominantemente de hidrocarburos y/o azufre, ni-
trógeno y/o derivados oxigenados de hidrocarburos, el cual se
extrae de la tierra en estado líquido".

El gas natural se halla constituido al igual que el petróleo

por hidrocarburos. Generalmente se halla compuesto por metano,

- 14- - 15 -
 ESCALA GEOLOGICA !!: TEORIAS, SOBRE· EL ·ORIGEN ·DEL PETROLEO.
Evolución de la vida.
Dos principales teorías mencionaremos entre las.. que, entre
Períodos Millones de Años Apariciones otras, tratan de determhrnr .el origen del petróleo. Una es la que
antes de J. C. wstiene que el petróleo tiene un origen cósmico. Según ésta el
polvo cósmico proveni~nte de la explosión de las estrellas, con
4.000 - 3.500? contenido de carbono e hidrógeno, al ser sometido a la acción de
las radiaciones solares llega a formar. los hidrocarburos tal como
Arcaico ahora los conocemos. Esta teoría expresa que la tierra, hace más
Precámbrico Algas, hongos de cuatro mil millones de años no constituía otra cosa que una
Algonquiense Gusanos, moluscos articulados nube de polvo cósmico con hidrocarburos gaseosos retenidos en
700 su superficie, los cuales al recibir la influencia de los rayos· solares
Eocámbrico Infracámbrico fueron condensándose hasta llegar a formar el petróleo. Los sos-
Plantas con vasos, esporas tened'.:nes de esta teoría aiitman, como consecuencia de la misma,
580 aéreas. que en cualquier punto .dé la tierra y a · diversas profundidades se
Cámbrico Peces. puede encontrar petróleo.
490
Silúrico Antepasados del latimeria.
400 Anfibios. La segunda teoría que mencionaremos, que es la más difundi-
*Paleozoico Devónico da y la más científicamente aceptada, es la del origen orgánico del
Primario 350 petróleo. Según esta teoría, el petróleo se habría llegado a formar
Carbonífero 280 en largos períodos de tiempo por la descomposición del planc-
·Pérmico Amnonitas. tón (*) , a cónsecuencia de una fermentación ocasionada por mi-
230 crobios que pueden vivir en ambientes totalmente privados de
Triásico 180 Mamíferos, Archioptexis, plan- aire (anaerobios).
tas de ovarios cerrados.
*Mesozoico
El petróleo· así formado empezó a sufrir grandes presiones
Secundario Jurásico 135 Flores con pétalos soldados,
Cretáceo Mamíferos con placenta. ocasionadas por los sedimentos que a través de miles o millones
70 Nummulites (unicelulares). de años fueron acumulándo~e, y ~s debido a esta presión que el
Eoceno petróleo tiende a trasladan:t: a depósitos donde las presiones re·
Oligoceno Monos sultan menores. El fluir del petróleo a · estratos más altos, donde
25 recibe menor presión, permite en algunos casos su ascenso a tra-
•·cenozoico Mioceno vés de rocas porosas o fisuras del mismo terreno, hasta la superficie
Terciario 10 terrestre, presentándose así las afloraciones.
Plioceno A ustralopiteco
*Cuaternario Pleitoceno Buey, Caballo y Elefante. En otros casos el petróleo, al alcanzar estructuras que evitan
Hombre. su dispersión, se acumula en los pliegues que se forman a conse·

(Del cuadro presentado en ''Tres mil millones

de años de vida" de André de Cayenaux). (*) El planctón está constitufdo por colonias integradas por miles de
millones de diatomeas y protozóos que se mueven bajo la ínfluencia
de las corrientes marinas.
- 16 -
- 17 -
cuenda de los empujes naturales que se producen en el interior 3. IMPORTANCIA DEL PETROLEO.
de la tierra, constituyendo lo que en el lenguaje petrolero se de·
nomina la "trampa", en la que existe una capa superior imper· El petróleo, que en la antigüedad fuera aplicado en diversos
meable que impide la salida del petróleo a la superficie, llegándose aun cu_a ndo simples usos, desde el calafateado de embarcaciones,
a formar así el yacimieuto. la iluminación y para fines medicinales, va adquiriendo a través
del tiempo una importancia cada vez más creciente y su campo
Dos clases de trampas señalan los entendidos: las estructura· de uso y aplicación se amplía cada día más.
les, en las cuales las capas de estratos rocosos dobladas o combadas
por las presiones laterales impiden el fluir del petróleo (anticlina·- El petróleo en la actualidad no solamente constituye la prin·
les) y las trampa~ estratigráficas, que se producen a raíz de que cipal fuente de energía que se utiliza en el mundo, sino que re·
por variación existente en los estratos rocosos, una roca compacta presenta una materia prima para la obtención de miles de bienes
cierra el depósito de petróleo que se ha llegado a . formar en rocas de consumo producidos por la industria manufacturera moderna,
porosas. pudiendo sostenerse, sin temor a incurrir en exageración, que los
usos del petróleo pueden calificarse de ilimitados, y que en nues•
EJEMPLOS DE TRAMPAS PETROLERAS tra actual época ningún país podría supervivir sin hidrocarburos
y sus derivados.
Hay quienes afirman que el 80% de los sabios qué ha produ·
cido la humanidad en los últimos seis mil años se encuentran
actualmente vivos. Este pensamiento nos da una idea de la cele-
~~~~~i::--- diversos ridad del avance tecnológico y científico que hemos experimentado
Arenlza en lo que va,. del presente siglo. Este avance tecnológico convierte
Gas a la energía en una de las mas primarias y elementales necesidades
de la vida moderna, por lo que se sostiene y con bastante realis-
Petróleo
mo, que si actualmente, en un momento determinado desapare·
Agua
cieran el petróleo, el gas y sus derivados, en ese momento la
actividad humana en la tierra se paralizaría.
Jean Jacques Berreby refiriéndose a la importancia del petró·
leo manifiesta: "A medida que ha crecido el consumo, su impor·
tanda en las preocupaciones de los Estados ha crecido tanto que
ha venido a colocarse entre los objetos de máxima atención de los
gobiernos, como la moneda, el ejército o la política extranjera,
problemas en los que por lo demás incide". Sería suficiente para
Petróleo nosotros, para remarcar la importancia del petróleo y su signifi-
ｾ＠ Agua cación en la supervivencia de la humanidad actual, transcribir el
;,s;:,::::...,;~~;-;-- Arena con agua
siguiente párrafo del mismo Berreby: "Sin este petróleo sin duda
la tierra no habría conocido en el siglo XX la primera civilización
i.,::::i;....:.,d,~~=--Capa Impermeable universal del planeta. A él se debe el desarrollo formidable de
los medios de comunicación, desde el automóvil privado hasta
los aviones supersónicos y los trenes rápidos que permiten ínter-

- 18 - - 19 -
 11

cambios fáciles y acelerados de mercaderías, personas e ideologías.

Ha permitido el desarrollo de una indu,;tria diversificada hasada
en el bajo costo de la energía y la materia prima. En todos los
países industrializados ha sido ·el factor clave de la creación de
nuevas riquezas. Por su papel fundamental en la industria de los
transportes, por la porción importante de ingreso_s fiscales que se-
grega, por el efecto de impulso en las industrias del acero, de la
construcción naval, de la química; por la avanzada investigación
tecnológica que ha propiciado -la explotación de los océanos, el
desarrollo de la geología, de la química, de la elaboración de pro-
teínas sintéticas, de la electrónica-; finalmente por la versatilidad
de sus usos, el petróleo reina como señor en nuestra civilización
industrial".
B. Nussbaum sostiene sobre el particular que, para que cual-
quier tecnología tenga éxito en nuestro mundo actual debe poseer
al menos las siguientes tres características. "l) Debe ser usuaria
de energía que no sólo utilice menos energía, sino que al mismo
tiempo produzca nuevas cosas que empleen menos energía. 2) De·
be ejercer un impacto inmediato y duradero en nuestras vidas,
afectándonos allí donde trabajamos y allí donde vivimos y 3) Debe
incrementar la productividad y la eficiencia utilizando menos
mano de obra y menos materias primas, dos cosas que tienen alto
precio".

Si no tuviéramos otro antecedente que nos permitiera com•

prender la importancia del petróleo, que las cifras del crecimiento
de su producción en el mundo, bastaría ese simple dato para dar·
nos una idea clara de su significación actual. De los 25 a 30
barriles diarios que produce el pozo Drake . en 1859, la pro-.
ducción mundial alcanza a 167.000.000 de barriles al . inicjarse
el siglo XX; a 690.000.000 en 1920; a 3.800.000.000 en 1960; a
16.400.000.000 en 1970 y a . 22.765.100.000 al terminar .la década, ...
de los años 70.

No obstante lo anotado, que mantiene plena validez, el mun-

do ha empezado a vivir una nueva realidad. La presión que
ejercieron los países árabes y los de la OPEP, pretendiendo cons-
tituirse en eje del movimiento económico mundial y en factor
de decisión política dentro de un nuevo ordenamiento internacio-
nal, han llevado a los principales países desarrollados a enfocar
una mayor aceleración en el avance tecnológico, en busca de fór-
mulas que les permitan un abaratamiento y el menor uso de
energía, provocand•J, de acuerdo a la tesis de destacados econo~is·
tas, una veloz transformación de la actual sociedad industrial a
otra de alta tecnología en la que destacan con caracteres amplios
la ingeniería biológica, las comunicaciones y la robotería. En esta
forma, según algunos estudiosos, estaríamos ingresando a una
nueva época en la que el petróleo dejará de constituir el factor
determinante en el desarrollo cada vez más creciente y acelerado '
de la humanidad.

- 20 -
1 - 21 -

1
'

11. FUENTES DE ENERGIA SUSTITUYENTES

DEL PETROLEO.
l. LA ENERGIA Y SU IMPORTANCIA.
' - V ~J
· t.
Es indiscutible que el mayor consumo útil de energía se en-
cuentra en relación directa con el desarrollo de los países, y con
un mejor nivel de vida de sus pueblos. Los hidrocarburos siguen
constituyendo el principal elemento productor de energía en la
sociedad contemporánea pese a las medidas adoptadas por los
paises consumidores y a una mayor dedicación del hombre a la
búsqueda de fuentes energéticas sustitutivas.

Si pretendemos referirnos a la energía como tal, no podemos

aceptarla como algo ''indefinible, producto de múltiples transfor-
maciones y que constituye uno de los misterios más grandes de la
humanidad, pero que representa sin embargo el motor que hace
mover a la tierra, a los astros y al universo". Nos limitaremos a
utilizar la definición corriente que se aplica a la energía y que la
señala como la capacidad necesaria para realizar un trabajo. La
energía puede dividirse en dos clases: la cinética que es aquella
que tienen los cuerpos en movimiento y la potencial que es la que
se encuentra en reposo, susceptible de convertirse en cinética cuan-
do media una causa o un agente externo que la libera.

La materia que es la sustancia de todos los cuerpos, forII1ada

por moléculas, que a su vez están integradas por átomos, y la
energía, son una misma cosa; por lo que rodemos perfectamente
8eñalar que la materia no es otra cosa que energía almacenada,
apareciendo ésta a consecuencia de una transformación que se
produce en dicha materia.

La energía se manifiesta en diversas formas y son múltiples

los agentes que la producen. L_a energía vital o animada es la que
desarrollan el hombre y los animales, y la que se produce en el
organismo de los vegetales. Recibe esta denominación porque se

- 23 -
 encuentra asociada al proceso de la vida y al fenómeno del cre-
cimiento. En cambio la energía que producen diversidad de ele-
mentos inanimados, a consecuencia de agentes y circunstancias
externas, como la que se desarrolla mediante la reacción de sus·
tandas químicas cuando son manipuladas; o cuando el petróleo
arde; o la que provoca una caída de agua, se denomina energía
inanimada y puede ser de diversas clases, pudiendo citarse entre
ellas la mecánica, la química, la eléctrica, la magnética, la nu·
clear etc.
En dos grandes grupos se pueden clasificar las fuentes de
energía: las renovables o contínuas y las no renovables. Entre
las primeras podemos citar la radiación solar, los vientos, el calor
propio de la tierra la fisión y fusión atómicas, etc. Entre las
segundas podemos citar los combustibles fósiles como el carbón, el
gas, el petróleo, los esquitos bituminosos, que son actualmente las
fuentes de energía que más utiliza la humanidad, y cuyo agota·
miento más temprano o más tarde es inevitable.
Entre las fuentes de energía no renovables o agotables, el
petróleo, sujeto de la materia que tratamos, constituye hoy por hoy
una de las principales, sino la más importante y salvo la utiliza-
ción creciente del gas natural que representa actualmente el me·
jor y más completo sustituyente del petróleo, no se vislumbra por
lo menos hasta después del año 2.000, ninguna otra fuente que lo
reemplace en el porcentaje en que actualmente satisface las nece-
sidades energéticas de la Humanidad.
En la actualidad las necesidades del consumo de energía en
el mundo son satisfechas por el petróleo, el gas, el carbón, la
energía hidroeléctrica, y todas las demás fuentes de energía, (nu·
clear, geotérmica, de las mareas, químicas, etc.) en ese orden. La
certidumbre de que el petróleo y el gas, así como las demás fuentes
. de energía no renovables, aun cuando todavía se encuentran en
la naturaleza en cantidades enormes, tienen un límite en su exis·
tencia y se agotarán en un momento determinado, sumado al he-
cho de que el petróleo ha dejado de ser una fuente de energía
barata, ha ocasionado que los países más industrializados, e inclu-
sive aquéllos que se encuentran en vías de desarrollo y hasta los
rnbdesarrollados, vayan aumentando su preocupación por encon·
- 24 -
trar nuevas fuentes de energía que sean renovables y más econó-
micas, y adopten sistemas y normas que permitan una utilización
óptima de todas las que actualmente disponen, evitando su de·
rroche y dispendio.
En agosto de 1981 se reúne en Nairobi, Kenya, la Conferencia
de Naciones Unidas Sobre Fuentes de Energía Nuevas y Reno-
vables, para ocuparse de 14 fuentes no convencionales de energía
que son la solar, la geotérmica, la eólica, la hidroeléctrica, la
conversión de la biomasa, la leña, el carbón vegetal, los esquitos
bituminosos, las arenas bituminosas, la energía de los mares, la
energía de las olas y de las mareas, la térmica marina, la turba y
la fuerza muscular animal.
La Conferencia, al decir de sus organizadores y dirigentes,
tiene como uno de sus fundamentales objetivos "tratar de encon·
trar una respuesta al desafío que representa la transición desde una
economía mundial basada casi exclusivamente en el consumo de
hidrocarburos y de otros recursos energéticos no renovables, hacia
una nueva etapa en la que b comunidad internacional asuma la
recesidad de aprovechar y utilizar fuentes de energía nuevas y
renovables ten miras · a satisfacer las necesidades globales, especial•
mente la de los países en desarrollo".
El embajador mejicano Porfirio Muñoz Ledo, al dirigirse a
los participantes en la Conferencia, después de referirse al hecho
de que era necesario buscar las medidas que pudieran conducir a
"una transición ordenada, integral y justa", entre nuestra actual
época que se caracteriza por su dependencia a los hidrocarburos
y la futura, que utilizará fundamentalmente fuentes de energía
renovables, subraya el hecho de que el desarrollo energético tiene
necesariamente que estar vinculado a un nuevo orden económico
internacional, cuando manifiesta que "la solución de la cuestión
energética se encuentra estrechamente vinculada a los problemas
de las materias primas, del comercio y de la alimentación. Tam·
bién y vitalmente con la reforma monetaria, la transferencia de
r1:cursos financieros y el alivio de la deuda externa". Manifiesta:
'Por ello esta Conferencia es parte de nuestro compromiso de
instaurar un nuevo orden energético mundial y de promover la
cooperación económica internacional para el desarrollo".
- 25 -
 La Conferencia que reunió a 5.000 representantes de 125
países y de varias organizaciones, después de tres semanas de deli-
beración adopta el llamado Plan de Acción de Nairobi, que 8e-
ñala entre otros conceptos el que "los recursos de hidrocarburos
no seguirán siendo disponibles a los niveles tradicion::iles·•, y que
sin embargo en el futuro previsible los hidrocarburos seguirán
desempeñando un papel fundamental en la satisfacción de las
necesidades de energía.
El documento establece el princ1p10 de que "el desarrollo de
ciertas fuentes, no debe interpretarse de manera que limite el ac-
ceso de los países en desarrollo a las fuentes tradicionales de
energía, las que seguirán teniendo un papel importante en su
desarrollo".
El programa de acción identifica 10 fuentes de energía nuevas
y renovables: el agua, la leña y el carbón vegetal, la biomasa,
• las energías solar, geotérmica, eólica, de tracción animal y la
oceánica, las arenas breosas y la lutita y la turba. Recomienda
entre otras acciones la reforestación en gran escala, para lograr
que en el año 2.000 llegue a quintuplicarse la tasa anual de
siembra de árboles.
Hace hincapié el documento expedido por la Conferencia en
la necesidad de crear centros de información sobre energh, los que
una vez organizados, deberían llegar a integrar una red mundial
de información que facilite la acción de los países en la búsr¡ueda
y aplicacirin de nuevas fuentes rcnov:iblcs. Demanda de los países
y organizaciones concurrentes su trabajo y dedicación en cinco áreas
de importancia: la evaluación y planificación de la energía; los
flujos de información; la investigación, desarrollo y demostración;
la transferencia, adaptación y aplicación de tecnologfas maduras,
y la educación y capacitación.
En lo relacionado con nuestra materia, al referirnos a aquellas
fuentes de energía que pudieran ir reemplazando al petróleo, nos
limitaremos a señalar, más que a analizar, algunas fuentes que
en los últimos años se han ido desarrollando en un afán de reem-
plazar al petróleo y al gas natural, y entre ellas algunos casos de
aplicación novedosa y práctica.
- 26
2. ENERGIA SOLAR.
La energía térmica del sol representa una fuente inagotable
de energía. Es a ella a la que debemos el origen de todas las demás
fuentes energéticas existentes en la tierra, y de la que depende
toda manifestación de vida que se presenta en nuestro planeta.
Esta fuente de vida y de fuentes de energía, tiene su origen,
según los científicos modernos, en una reacción en cadena de la
desintegración nuclear atómica de los elementos que contiene el
sol, principalmente del hidrógeno que existe en él en cantidades
inmensas. Los científicos que durante siglos han ido tratando de
explicar el origen de la energía solar, dando en ese afán muchas
versiones y teorías, comparan al sol con un inmenso reactor nu-
clear que funciona desde hace algunos millones de años en forma
incesante, irradiando una enorme cantidad de calor, del cual sólo
una pequeña parte llega a la tierra, permitiendo el desarrollo de
la vida.
En dos formas se nos manifiesta la energía solar, en forma de
calor y en forma de luz. Al pretender los científicos darnos una
idea de la luminosidad de la superficie solar, la comparan con la
que represerJ.taría el arco voltaico que se usa en la soldadura del
hierro multiplicada por 10.000 veces, y en lo que se refiere a las
ondas caloríficas que nos llegan a través de 159.000.000 de kiló-
metros. calculan que anualmente la tierra recibe- I.946 caloría!.
pequeñas por centímetro cuadrado de superficie y por minuto (*) .
Respecto a la utilización artificial de la energía 5olar por el
hombre, excepto el episodio de Arquímedes, utilizando rayos sola-
res concentrados en espejos o discos para proyectarlos sobre las
naves romanas que sitiaban Siracusa e incendiarlas, sólo en la
época moderna nace la idea del aprovechamiento de la energía
solar, y vemos en 1887, . ideada por el francés Monchot, una má-
quina que mediante la captación de calor ·solar, para cuyo efecto
(*) La caloría pequefia es la cantidad de calor que requiere un gramo
de agua pura, a una temperatura de 15 grados centígrados para
elevar su temperatura en un grado más.
- 27.:...
se utiliza un espejo cónico de 20 m2., logra generar una potencia
de un kilowat hora ("*).
A partir del experimento mencionado, se m1cia teda una suer-
te de pruebas tendientes al aprovechamiento de la energía solar, y
se concluye la construcción de un aparato instalado en Mont Louis,
en los Pirineos Franceses que logra mediante el uso de 3.500 espe-
jos cóncavos, obtener en el foco sobre el cual se concentran éstos,
ttmperaturas elevadas de algunos miles de grados centígrados. Se
C'Onsigue también la construcción . de pilas eléctricas solares, la des-
tilación de agua mediante el calor solar y otras aplicaciones, que
no hán logrado su divulgación comercial debido a los altos costos
que requiere su fabricación e instalación, por lo que en realidad el
uso casi único de la energía solar que se está generalizando en el
mundo es para la provisión de agua caliente para fines domésticos,
y la de calefacción para casas y edificios.
Aun cuando es innegable que una de las actuales preocupa-
ciones del hombre de ciencia es la búsqueda de métodos y siste-
mas que le permitan el uso de esa enorme e inagotable fuente ele
energía que representan la luz y el calor del sol, y de la que se
puede teµer la seguridad de que, con el transcurso del . tiempo
y el avance de la técnica, la humanidad llegará a aprovechar a
plenitud, el porcentaje con que actualmente contribuye la ener-
gfa solar al consumo mundial _de energía es pequeño, pese a que,
segµn Davi<i O'Hall, de _la Universidad de Londres, en su calidad
de President'.! del Foro Mundial Soh,tr realizado en 1981, en Brig- .
thon, Inglaterra, el 15% de las necesidades energéticas mundiaies
son cubiertas en la actualidad por la energía solar, "principalmen-
te en la forma de biomasa" y que, en .Japón por ejemplo, "existen
actnalmente 3.000.000 de colectores solares para usos domésticos y
de oficina".
La N.AS.A. sostiene a su vez, que en el año 2.000, Estados
Unidos de Norteamérica cubrirá mediante la energía solar el 20%
(**) Si encendemos 10 Himparas de 100 vatios estaremos utilizando
electricidad equivalente a 1 kilovatio; al cabo de una horá de man-
tener encendidas esas lámparas se habrá consumido un kilovatio
hora, equivalente aproximadamente a una energía de 1.33 hp.
- 28 ,-
de sus necesidades energéticas; datos que nos vienen demostrando
el des.arrollo cada vez mayor que está experimentando eI uso por
el hombre de la energía solar (*) y (**) .
3. ENERGIA EOLICA.
La masa de aire en mov1m1ento que constituye el viento re-
1,
presenta una fuente permanente de energía, aun cuando una de
su~ cai:acterísticas es su poca constancia tanto en dirección como
'
1: en intensidad.
1:
11
El viento posee una fuerza enorme, la cual se encuentra en
11 proporción con la tercera potencia de su vélocidad, y si considera-
mos que el aire contenido en un kilómetro cúbico representa un
peso de un millón de toneladas, la fuerza de una masa de aire
en movimiento a velocidades más o menos altas, se convierte en
un poder destructivo que no admite obstáculos en su camino.
La energía del viento es una de las primeras que supo apro-
vechar el hombre y fue posiblemente la invención de la vela para
fines ·de nav~ación, "una de _las primeras y más beneficiosas formas
(*) El ingeniero norteamericano Paul Mac Cready consiguió después
de más de un año de trabajo, y una. inversión cercana al millón
de dólares, construir el primer avión solar al que lo denomina Solar
Challenger, movido por dos motores eléctricos de 4 centímetros de
diámetro y de- 2.400 watts, alimentado por 16.128 células fotovol-
taicas y con el cual, después de una primera tentativa fracasada,
el piloto de California, Stephen Ptacek, de 26 años y de 55 kilos
de peso logra atravesar el Canal de la Mancha, cubriendo una
distancia de 370 kms. a una velocidad máxima de 76 kilómetros por
hora, en el trayecto del aeropuerto de Corneilles-en-Vexin de donde
decola, hasta la base aérea de Manston, a 20 kilómetros de Dover,
en 9 horas y 24 minutos.
(**) En Meekatharra, ciudad de 1.280 habitantes, en Australia, se ha
construído la mayor central eléctrica del hemisferio Sur alimentada
con energíá solar. Dispone de colectores solares con una superficie
receptora de rayos del sol de 960 metros cuadrados, y tiene una
c :ipacidad generadora de 300.000 watios hora anual, con lo que
cubrirá la quinta parte del consumo de energía de Meekatharra.
La construcción, de car~cter experimental, se la ha cumplido en
cooperación entre 1a comisión de energía de Australia y el Minis-
terio de Ciencia y Tecnología de Alemania Occidental.
- 29 -
1
,
11

de su utilización, y con mucha posterioridad a ella, pero sí desde
hate varios siglos, el hombre empieza a utilizar la energía del
viento para poner en marcha sus molinos. Segím cita L. Postigo,
el Dr. Ulrich Hutter calcula que los molinos existentes en Europa
Occidental en el siglo XIX, producían en un año un total de
10.000.000 de kilowatios hora.
La invención de motores alimentados por aire y el rotor
inventado por el alemán A. Flettner se han convertido en aplica-
ciones positivas de la energía eólica, y resulta indiscutible que el
momento en que el hombre pueda encontrar las fórmulas de con-
trolar siquiera en parte la potencia y dirección del aire en movi-
miento, podrá contar con una fuente de energía inmensurable y
permanente.
4. ENERGIA GEOTERMICA.
Conforme se va penetrando en el interior de la tierra, el
calor que ésta posee aumenta en una proporción de un grado por
aproximadamente 33 metros de profundidad, razón por lo que,
a una profundidad de algunos centenares de metros en el interior
de algunas minas, el calor resulta intenso. Esto obliga a emplear
diversos métodos de enfriamiento, y a que los hombres tengan
que trabajar virtualmente desnudos y por períodos cortos, dada la
dificultad de soportar las altas temperaturas existentes (e) .
tados por los geiseres, las fumarolas, los siffioni y las fuentes y
riachuelos termales(*) .
La energía térmica es actualmente objeto de especial atención
por parte de los científicos que buscan fórmulas y sistemas para
su aprovechamiento y es en esta labor que se han llegado a
crear centrales térmicas que aprovechan el calor terrestre en la
producción de energía. Ejemplos de esto encontramos en Island~a,
donde podemos citar la ciudad capital Reykjavik, en la que se ha
construido uní!. red de tubos de acero que distribuye el agua caliente
de muchos geiseres a la población citadina para usos domésticos,
la cual además está siendo ampliada al uso indust_rial, calculándose
que la energía geotérmica total que producen actualmente las
islas neozelandesas es de aproximadamente 800.000 kilowatios.
Otro ejemplo de aprovechamiento de la energía gcotérmica,
en mayor magnitud que el de las experiencias neozelandesas, lo
encontramos en la población de Lardarello en Italia, en la que
se han aprovechado múltiples fumarolas y siffioni para transfor-
mar mediante un enorme complejo indu~trial la geotermia en
electricidad, que se distribuye a través de extensas áreas .
..
Si bien, como vemos por los ejemplos anotados, se están
aprovechando algunas de las manifestaciones espontáneas de la
energía geotérmica, se puede decir que el aprovechamiento genera-
lizado de ésta, por los altos costos que demandaría su obtención
mediante. perforaciones profundas y la instalación de complicadas
plantas, no se encuentra en los planes inmediatos del hombre, aún

(*)
Como una de las más caracterizadas manifestaciorr% de la
energía térmica de la tierra, tenemos los volcanes, que poseen una
c-nergía hasta ahora incontrolada por el hombre. Además de éstos,
encontramos en la superficie terrestre otras válvulas de escape del
calor térmico o manifestaciones menores de volcanismo represen-
(*) Al conocerse con exactitud cuál es el diámetro de la tierra, se cal-
cula que en el centro del globo terráqueo la temperatura asciende
a 195.000 grados.
- 30 -
Los volcanes son válvulas de escape por donde son arrojadas al
exterior las materias ígneas que se hallan en el interior de la tie-
rra. Los geiseres son fuentes intermitentes de agua caliente que
surgen de la tíE.rra en forma de surtidor, mezclados generalmente
con vapor de agua, y con una temperatura que por lo general al-
canza al grado de ebullición. Las fumarolas son emanaciones gaseo-
sas, con temperaturas elevadas, que van desde 500 a menos de 300
grados, y que de acuerdo con la temperatura que alcanzan pueden
estar formadas por vapores de cloruro de sodio, ácido clorhídrico
y sulfuroso, vapor de agua y amoníaco, y vapores de agua e hidró•
geno sulfurado. Los siffioni, constituyen fuentes de vapor de agua
que emergen de la tierra a temperaturas que alcanzan generalmente
entre los 100 a los 300 grados, y a presiones elevadas que alcanzan
a veces hasta 30 atmósferas.
- 31
cuando dentifitos .americanos · . han 'lanzado · un :-prayecto que ·se.
halla en estudio en los laboratorios Sandia eh Albuquerque que:
tiende a la construcción de centrales eléctricas que puedan utilizar
el magma O "hulla roja", que podría encontrarse en forma de
bolsones a profundidades accesibles.
5. ENERGIA DE LAS AGUAS DEL MAR.
La energía que encierra el movn~uento de las aguas del m~r,
refiriéndonos al de las corrientes mannas, que son verdaderos nos
de agua salada que recorren los océanos, al de la_s olas y ondas
provocadas por el viento, y al de las mareas produc1d~s a causa de
las acciones de atracción del sol y de la luna, constituye una de
las más poderosas que se presentan en la naturaleza. El hombre,
pese a los muchos intentos realizados procurando el aprovecha-
miento de la energía que producen las olas y las o~das, no _ha_
logrado controlarla y pone~la a s1;1 ~erv~cio y ~n cuanto a _l~ que_
producen las corrientes marmas, m siquiera ha mtentado ut1hzarla.
Las mareas no constituyen otra cosa que el ascenso (flujo) o
descenso (reflujo) de las aguas marinas. La ~iferencia_de nivel q1;1e
existe, entre el pleamar que rep~esenta _~l mvel máx1?10 ~e! flujo
y la bajamar que constituye el mvel mímmo del reflujo, d1fier~ de
unos puntos a otrós en las costas, en algunos de los cuales alcanzan
amplitudes de apenas unos 20 cm. .m ientras en otros llegan hasta
13.60 metros.
Basados en ideas expuestas por científicos que en la primera
lt
)1litarl del siglo XVIJI se 9cuparon de este campo, se han estu~iado
y ejecutado varios proyectos que buscaban el aprovechamiento
de 'ia energía que crean las mareas. Después de muchos años ~e
pruebas y de estudios encontramos que en Rance, en la Bretana
francesa, aprovechando una a_mplitud de marea de 13.5_0 metros,
se ha construido una complep planta con un audaz sistema de
turbinas reversibles que genera más de 500,000.000 de Kw/h.
anuales, constituyéndose en el primer generador de electricidad
mediante el aprovechamiento de la energía de las mareas. En la
Argentina, en la Patagonia, en Rusia, en el Mar ~1~nco y en España,
se están realizando instalaciones de plantas s1m1lares.
- 32 -
6. ENERGIA NUCLEAR.
E= mc2. Energía igual a "masa multiplicada por el cuadrado
de la velocidad de la luz". Mediante esta sencilla fórmula el hom-
bre ha desatado una de las fuerzas más terroríficas actualmente
conocidas: la energía atómica.
Es a principios de nuestro siglo, que la ciencia determina que
el átomo no es un cuerpo indivisible como se lo consideraba hasta
entonces. En su extraordinaria pequeñez, igual a l: IOU.000.000 de
centímetro, dimensión incomprensible a la mente humana, consti-
tuye una especie de sistema solar en miniatura, con un núcleo
que tiene una dimensión igual a I: l.000.000.000.000 de centíme-
1
tro y en el cual se encuentran un número de protones o cargas
positivas y un número igual de electrones o · cargas negativas; estos
últimos con una masa igual :i 1.840 veces menor que la del protón.
Cuando la cienéia descubre posteriormente el neutrón o par-
tícula neutra, y logra producir un bombardeo artificial de neutro-
nes contra el núcleo, · a una velocidad cercana a la de la luz obtiene
que al llegar a chocar un neutrón contra uno de los protones el
;.úcleo estalli con una violencia inmensa creando una cantidad
también inmensa de energía calorífica, mecánica y química. En
' esta forma nace la •energía nuclear. Cuando al producirse la mo-
numental explosión que hemos referido se ponen en libertad los
neutrones del núcleo y a grandes velocida_d es chocan contra los nú-
cleos de otros átomos v.ecinos, provocando en cada caso otra ex-
plosión similar a la primera y este mismo fenómeno se va
sucediendo una vez tras otra, se ha producido lo que se llama una
n:acción en cadena, la que en un período de unas cuantas diez
milésimas de segundo llega a crear una temperatura que alcanza
;1 millones de grados y una fuerza mecánica inmensurable.
La energía atómica provocada por el hombre, se manifiesta
con toda su pavorosa realidad en el uso de bombas cuya inhumana
rlemostración se la realiza el 6 de agosto de 1945; en la construc·
dón de artefactos bélicos de muchísima mayor potencia como la
bomba H y en la de imprevisibles resultados como los que provo-
caría el estallido de la bomba de cobalto; pero también la energía
~itómica controlada se la aplica en la producción de energía para
.ac 33 -
usos industriales mediante la construcción de reactores atómicos
y centrales de energía nuclear; en la propulsión de naves como
los submarinos que poseen Estados Unidos, Rusia, Inglaterra y
otras naciones, como el rompehielos ruso Lenin o el portaaviones
'1mericano Entrerprise; en el proyectado uso para la propulsión
de aviones, y en una multiplicidad de usos pacíficos, que muestran
a la energía nuclear como una solución de las necesidades ener-
géticas humanas, que podría ser óptima, si no fuera por los peligros
de contaminación radioactiva y de destrucción que como conse-
cuencia de su uso se ciernen sobre la humanidad.
Dos procesos nucleares se pueden desarrollar para la produc-
ción de energía, la desintegración o fisión de los núcleos atómicos
cuyo proceso se cumple en la forma como ya hemos explicado, y a
cuya consecuencia se convierten núcleos densos en otros más livia-
nos, y la fusión que consiste en juntar átomos ligeros mediante el
empleo de calor, a temperaturas que van desde los 15.000.000 hasta
lós 300.000.000 de grados Celsios, (*) el cual provoca que los
electrones se desprendan de los átomos abandonando los núcleos
y que tanto núcleos como electrones empiecen a girar a velocidades
de muchos miles de kilómetros por segundo. Los choques que a esa
velocidad se producen entre núcleos hacen que éstos se fundan
entre sí, produciéndose con este hecho, al que se lo llama "síntesis"
o "fusión nuclear", cantidades inmensas de energía.
La producción de energía nuclear mediante la fusión, cons·
tituye a criterio de los entendidos un procedimiento que trae
apa1ejado una contaminación radioactiva relativamente baja, de-
pendiendo del combustible que se utilice. El deuterio, una variante
pesada del hidrógeno, representa en opinión de los científicos un
combustible ideal, porque además de disminuir el riesgo de conta-
minación, el hombre puede disponer de cantidades casi ilimitadas
de deuterio, siendo la energía que se desprende de la fusión del
hidrógeno cuatro veces superior a la que se desprende de Ja fisión
del uranio. La dificultad de lograr la producción de calor hasta
las altas temperaturas que se requieren para el proceso de fusión
(") La temperatura desarrollada en el interior de la masa solar se calcula
en 15.000.000 de grados, y una bomba nuclear puede producir hasta
. 300.000.000 de grados.
- 34 -
y el costo que representa el uso de la electricidad nece~aria para
' convertir el agua en hidrógeno son, entre otros, los principales
obstáculos con los que tropiezan los hombres de ciencia en esta
labor de encontrar la fórmula de generalizar la producción de
energía mediante la fusión nuclear.
La fus_ión nuclear conlleva el riesgo permanente de una con-
. taminación radioactiva de funestas consecuencias. Esta puede llegar
a producirse a consecuencia del propio trabajo de una central
nuclear, como emergencia de un accidente durante el transp0rte
del combustible o por un imprevisto deficiente manejo en el al-
macenamiento de los deshechos radioactivos, algunos de los cuales
1
mantienen su radioactividad dentro de límites letales, por cientos
y por miles de años, como es el caso del plutonio 242, cuyo tér-
mino medio de vida es de · 380.000 años. Sobre este particular el
Dr. Albin Weinberg, destacado físico nuclear, al manifestar que
los físicos nucleares habían hecho un "pacto con el diablo", sos-
tenía que la humanidad nunca se podrá librar de la preocupación
sobre la seguridad de los reactores, sobre la del transporte de los
materiales radioa~tivos y sobre la disposición de los deshechos".
7. EL CARBON.
El carbón, en sus diferentes calidades, ha sido utilizado como
fuente de energía virtualmente desde principios del siglo XV, pero
t:n realidad se puede sostener que su uso intensivo se inicia a
partir del siglo XVIII, fundamentalmente a consecuencia del per-
feccionamiento de la máquina de vapor y de su utilización en los
altos hornos con la que se logra un aumento en el rendimiento
del hierro. Ambos hechos coinciden con un notorio agotamiento de
bosques que va descartando a la madera como c0mb1.1stib le. E ;te
período, que podríamos llamarlo como el de la "Era del Carbón",
dura hasta mediados del presente ~iglo en que todavía aporta con
el mayor porcentaje a la energía gastada en el mundo.
Con el desarrollo de la industria petrolera a partir de finales
1
del siglo XIX y principios del actual, el carbón va siendo paulati-
1 namente desplazado por el petróleo y el gas natural. Es a partir
de la década del 50, donde se observa una fuerte y progresiva
disminución en la producción de carbón, el cual encuentra cada
- 35
 1
vez menos compradores y un cada vez mayor número de sus yaci-
mientos que se abandonan. Dos factores principales se señalan
como los causantes de este fenómeno: el primero, que mientras
un kilogramo del mejor carbón, la antracita, proporciona en su
total combustión 8.500 calorías grandes, un kilogramo de petróleo
proporciona 24.800 y más de 21.000 un metro cúbico de gas natu-
ral; y el segundo, el hecho de que la industria carbonífera, en sus
procesos de extracción, transporte, manipuleo y almacenamiento, ,
exigía mayores gastos y procedimientos mucho más complejos que
esas mismas etapas en la explotación del petróleo.
Ante la cada vez mayor demanda de petróleo y menor reque-
rimiento de carbón, se inicia la búsqueda de fórmulas que permitan
transformar este último en petróleo. Sobre esto son dignos de
destacar los resultados obtenidos por el sabio alemán Bergius, que
logró después de 1910, mediante un proceso que permitía una
mayor hidrogenación del carbón, obtener hidrocarburos ligeros y
productos análogos a los obtenidos por destilación del petróleo,
como gasolina y lubricantes. Este · descubrimiento, patentado en
1914, fue mantenido en re!-Crva y permitió a Alemania subvenir
en parte sus necesidades de combustible durante la primera gue-
rra. F. Fischer y H. Trospch, perfeccionando el procedimiento
de Bergius, · obtuvieron petróleo sintético partiendo del gas de
agua, y pese a este avance y al perfeccionamiento logrado en los
procedimientos para la labricación de petróleo sintético, el precio
de éste continúa siendo elevado y su calidad inferior al natural,
por lo que aún en la actualidad le resulta muy difícil competir
con él.
No obstante lo señalado, referente al desplazamiento del car-
hón por petróleo y gas natural, se ha continuado con una impor-
tante producción carbonífera, la que en 1980 alcanza a 2.221.
333.000 de toneladas, ocupando Estados Unidos, Rusia, Polonia y
el Reino Unido los primeros lug~rcs de esta actividad en el mundo.
Ante el aumento de precios experimentado por el petróleo
en la década del 70, el carbón vuelve a ser considerado como
una de las principales fuentes de energía, y el mundo dirige nue-
vamente sus miradas ha.cia este producto como uno de los más
destacados sustituyentes del petróleo. Es en esta virtud que nos
- 36 -
éncontramos con el hecho de que yacimientos carboníferos que
habían sido abandonados, vuelven a ser explotados, al convertirse
en factores productivos rentables(*) .
En todo caso, las reservas de carbón existentes en Estados
Unidos, en Siberia, en Gran Bretaña, en Polonia, en la cuenca
del Ruhr, en Colombia, en México, en Venezuela y en otros países,
es enorme y en cualquier momento su utilización puede volv~r a
ocupar un lugar de privilegio en la provisión de energía en el
mundo, sin contar con la importancia que le viene otorgando la
diversidad de productos que empiezan a obtenerse de él, mediante
el desarrollo de la todavía joven Carboquímica.
8. ARENAS Y ESQUITOS BITUMINOSOS.
Las arenas bituminosas se encuentran en estratos superiores'
aren~sos impregnados de petróleo, punto· hasta donde posiblemente
afloro é~te en estado natural. Se las encuentra en unos casos en
forma seca, y en otros en forma pastosa, generalmente en la su-
perficie o a escasa profundidad en el subsuelo.
" Canadá, donde se encuentran yacimientos de arenas
En Alberta,
bituminosas considerados como uno de los depósitos más grandes
del mundo, encontramos estratos desde la superficie . hasta l_o s·
2.000 metros de profundidad.
(") A~e_más_ de _los pe)igros de contaminación ambiental que conlleva la
u~ltZ'.3-Clón mdustnal de combustibles fósiles como el petróleo, y
prmc1palme1;1te. el carbón, que g_en~ra al ser quemado grandes canti-
dades . de d1ó~1do de carbono, d1óx1do de azufre, ó?{idos de nitrógeno
y cemzas, existe el grave riesgo de la esterilización de la tierra y
consiguiente transformación de la naturaleza que se produce cuando
se explota el. carbón a cielo abierto, o sea cuando en lugar de pro-
ced~r~e a explotarlo mediante la excavación de túneles que lleven al
yac11:n1~nto, y extraerlo de él a la superficie, se procede simplemente
a ehmmar o_ levantijr la capa de tierra que cubre al yacimiento de
C'.3-rbón, ocas1onan~o grandes problemas ambientales, y la conver-
sión de zonas fértiles en yermos y desiertos.
No obs~ante severas leyes y normas que regulan este sistema de
explotación, mediante el cual se extrae un gran porcentaje del car-
bón que se consume actualmente, no se han podido controlar los
graves peligros que éste entraña.
- 37 -
 ,
En muchos puntos se han descubierto arenas bituminosas.
Podemos citar entre ellos California y Utha en Estados Unidos y
Monagas, Anzoategui y Guarico en Venezuela, calculándose, de
acuerdo con un estudio re~lizado por el profesor Clark, que sola-
mente en América existen arenas bituminosas en cantidad tal, que
de ellas se pueden extraer unos 40.000.000.000.000 de toneladas de
petróleo.
De las arenas bituminosas se obtiene petróleo mediante diver-
sos sistemas, entre ellos el tratamiento con agua caliente o vapor
de agua que permite limpiar de petróleo la superficie de las arenas.
También se emplean solventes y otras sustancias químicas que
facilitan la extracción del petróleo.
Los esquitos o pizarras bituminosas ofrecen menores y más
costosas posibilidades de recuperación de petróleo que las arenas.
Las pizarras contienen oxidaciones de petróleo seco cuya recupe-
ración es más dificultosa, y se consigue por medio de destilación,
calentando las pizarras a elevadas temperaturas, lo que ocasiona
que éstas se hinchen haciendo problemático el almacenamiento
posterior a la destilación por el considerable aumento de volumen,
sin contar con que la proporción de petróleo que se obtiene de
ellas es baja y en algunos casos hasta nula, lo que eleva los costos
de producción hasta límites que resultan económicamente poco
interesantes.
9. ALCOHOL COMBUSTIBLE.
Ante la realídad del aumento paulatino y constante de las
necesidades de energía y del inevitable agotamiento de todas sus
fuentes no renovables, el hombre además de procurar el desarrollo
de todas las más posibles fuentes de energía renovablés en las que
ha empezado a trabajar, y que son más o menos de conocimiento
general, no ha descuidado la búsqueda de nuevas fuentes y mé-
todos que le permitan paliar su apremiante necesidad energética.
En este afán, alentados por los resultados obtenidos en el
Brasil, en muchos países se estaría enfocando reemplazar la gaso-
lina con alcohol, como combustible para su use, en mltomotores,
entre ellos en el nuestro, en el que, de acuerdo con declaraciones
- 38 -
de personeros de la Corporadón Boliviana de Fomento realizadas
el 23 de enero de _I 98~, se habrían iniciado los estudios en procura
de lograr la combmación de la gasolma con aproximadamente un
5% de alcohol de caña.
El proyecto brasilero denominado Programa Nacional del
Alcohol (Proalcool), instituído al finalizar 1975 tenía como fina-
lidad la paulatina sustitución de la gasolina por alcohol para uso
?e m~tores a combustión, programa para cuya realización se ha
mcent1vado fuertemente la producción de caña.
Por declaraciones realizadas al comenzar 1981 por el Presi-
dente de )a Comisión Nacional de Energía del Brasil, para ese
año · debían haberse producido 300.000 nuevos vehículos alimenta-
dos por alcohol, y convertido a este sistema unos 90.000 más de
lo& ya existentes. En sus declaraciones, sostiene que durante I 98 l
deberían producirse cuatro billones de litros de alcohol, con lo
q_t~c ~e satisfarían las necesidades de combustible en una propor·
cion igual al 35% del consumo -de gasolina.
Según el entonces Presidente Figueiredo, cuando la O.P.E.P.
a~mentab~ do.s dólares al precio de barril de petróleo, Brasil pre-
nsaba mas 4e $us. 600.000.000 para absorber esa diferencia de
precio. Es por esto que Brasil requería encontrar una alternativa
que le. permiti~r.a despr~nderse siquiera en parte de la dependencia
de la 1mportac1on de hidrocarburos, y esta alternativa la encontró
en Proalcool, cuya meta para 1985 era la de llegar a producir
I0.7 billones de litros de alcohol(*).
~umplido 1986, se puede decir que la produ'cción de vehícu-
los alimentados por alcohol alcanza a ca.si el 90% de la producción
total de automóviles, con aproximadamente 20.000 vehículos
mensuales: La importante reducción en el consumo de gasolina
que constituye el hecho. anotado y el descubrimiento de importan-
tes nuevos campos petrolíferos ha permitido al Brasil disminuir
en más del 50% sus adqui~iciones externas de petróleo.
(*) Se s?stiene qu~ a comienzos de este siglo, una cervecería de BerHn
pose1a un camión de propulsión a alcohol y que en una carrera au-
tomovilística de 136 kilómetros entre 'París y Chantilly se usó
alcohol como combustible. ' ·
- 39 -
1

111. LA INDUSTRIA PETROLERA INTEGRADA.

l. FASES DE LA INDUSTRIA PETROLERA.

El quehacer petrolero abarca diversas etapas, actividades u

operaciones claramente diferenciadas, que al irse integrar>do
conforman en conjunto lo que se dado en llamar la Industria
Petrolera.

Cinco etapas básicas se puede decir que engloba la industria

del petróleo. Las tres principales son la exploración, la explota-
cibn y el refino, a las cuales debemos agregar el transporte y la
distribución o comercialización.

2. EXPLORACION.

La expl&ración constituye la etapa primaria y · fundamental

de la industria petrolera: Es ella la que permite establecer la
presenci;i de hidrocarburos que puedan ser rentablemente explo-
tados. Abarca diversas operaciones que van desde 1~ simple obser-
vación del terreno hasta la realización de perforaciones, pasando
por una serie de procedimientos geofísicos y geoquímicos, tanto
más avanzados cuanto más avanza la técnica y la inventiva huma-
nas; labores todas que dan como resultado final el . señalar la
posibilidad de la existencia -de petróleo en una determiuada zona,
aun cuando es mediante la perforación la única forma que hasta
el momento se tiene de lograr la evidencia de la existencia de
hidrocarburos.

3. METODOS QUE SE EMPLEAN EN LA EXPLORACION.

La corteza terrestre se encuentra formada por tres clases de

rocas: las ígneas o magmáticas que . resultan del enfriamiento o
solidificación del magma, que es la m~sa ígnea y líquida que se
forma a elevadas temperaturas y altas presiones eu las profundi-
dades de la tierra; las sedimentarias, que resultan de la acumula-
ción que se realiza de trozos de roca y arena que han sido movidos
por las aguas y los vientos, que con el transcurso del tiempo se
van compactando; y las metamórficas, que son aquellas rocas que
originalmente han sido ígneas o sedimentarias y que debido a la
acción de altas temperaturas y otros diversos agentes naturales,
han perdido sus características originales, por lo que no es posible
clasificarlas ni como ígneas ni como sedimentarias. Es en las
cuencas formadas a través de millones de años de sedimentación,
llamadas por esta razón "sedimentarias", en las que se puede
encontrar petróleo.
El geólogo, como primera medida y en una fase básica de la
exploración, examina el terreno tratando de encontrar indicios de
la posible presencia de hidrocarburos, los, que pueden ser entre
otros: afloraciones asfálticas, emanaciones de gas, presencia de
ozoquerita o cera mineral, etc.; concluída la cual se procede al
levantamiento topográfico de la zona. La aerofotogrametría cons-
tituye una valiosa ayuda para el geólogo, por los precisos datos
topográficos y algunas evidencias geológiéas que le proporcionan
esta clase de fotografías.
La prospección sismométrica constituye uno de los métodos
actualmente más generalizados que se aplican en la explotación.
Es mediante ella que se puede obtener un conocimier..to de la
estructura geológica del subsuelo. En su aplicación, se producen
descargas de explosivos que provocan temblores o movimientos
sísmicos artificiales cuyas ondas son registradas por sismógrafos
de manera que al medirse la intensidad y velocidad de éstas, se
establezca el tipo de roca a través de las c.uales han viajado.
La densidad de las diferentes rocas existentes en una zona se
la obtiene con el uso de instrumentos de al ta sensibilidad como el
gravímetro, la balanza de torsión y el péndulo, que permiten
medir con bastante precisión las variantes que la atracción de la
fuerza de gravedad ejerce en la tierra, y cuya magnitud y direc-
ción van determinando esa densidad buscada.
La medición de las propiedades ma~éticas de las rocas, uti-
lizada en la fase exploratoria, da también una idea de la confor-
- 42 -
mación geológica de una determinada zona. Esta medición se la
realiza con aparatos de alta sensibilidad, que permiten su utiliza-
ción incluso desde un avión en vuelo, hecho que facilita y acelera
la obtención de los datos requeridos mediante esta operación.
Otro procedimiento que se emplea en esta fase de la indus-
tria petrolera, y que permite obtener datos para determinar la
forma, e incluso la composición de las rocas, comiste en la pros-
pección electrométrica· que se cumple con la ayuda de un aparato,
el electrómetro, que registra las corrientes que se producen a
consecuencia de descargas de energía eléctrica a que son sometidas
una barras, que para el efecto se introducen en la . tierra a cierta
distancia unas de otras. ·
Anali:tando muestras de aire, se puede detectar la presencia
d~ gases en milésima~ y h~sta en millonésimas partes, lo que per-
mite es.tablecer la existencia de escapes .,gasífer,o s que de otra ma-
nera pasarían totalmente , desapercibidos. ,El análisis de muestras
de_ rocas, que se obtienen en perforaciones poco profundas dise-
nunadas en un área de terreno, permite _llegar a determinar la
calidad de los estratos qne i;onforman una determinada zona. Es-
tos métodos f).e análisis químico, así como la intervención de la
paleontología que media_nte_ el estudio· de restos fósiles puede
dedudr la edad geológica de los .sedimentos, constituyen, entre
otros similares, algunos de los procedimientos que también se. em-
plean en la fase exploratoria de la industria petrolera, la . cual no
se lim.ita a aplicar uno u otro mét.o do, sino muchos de ellos, o
tod~s, en su conjunto, lo :iue permite identifir.ar con cierta aproxi-
macwn zonas donde posiblemente se encuentren hidrocarburos
aun cuando no está de más · reiterar que resulta concluyente el
hecho de que pese a los adelantos científicos que se han alcanzado,
p~se a la diver~idad de métodos que se emplean y al perfecciona-
miento de los instrumentos que se utilizan, el único método efi-
cazmente cierto, para determinar la ubicación de un yacimiento
de hidrocarburos es la perforación.
4. EXPLOTACION.
. La fase de la explotación en la industria petrolera se puede
deor que comprende las operaciones de perforación; la de produc-
- 43 -
/
 11
ción de petróleo o gas, consistente en la extracción misma de los
hidrocarburos desde el subsuelo hasta la superficie, incluyendo la
aplicación de métodos que permitan lograr un rendimiento, el más
óptimo posible, en la producción y por último el empleo de siste-
1,
mas para ejercer un control permanente y poder establecer el com-
portamiento del campo petrolífero en conjunto y el de cada pozo
en particular.
5. PERFORACION.
La perforación de un pozo petrolífero representa una activi-
dad compleja, que al mismo tiempo que requiere amplios conoci-
mientos técnicos y costosos equipos. comprende una serie de labo-
res que deben cumplirse con gran habilidad, esfuerzo y especia-
lización.
La perforación se . la realiza mediante una barrena de acero
cortante, cuya clase y calidad varían según la formación geológica
del terreno que se perfora. Esta barrena que perfora mediante un
sistema de rotación, se halla enroscada en la parte inferior de una
columna rígida de tubos de acero que se unen entre sí, y que se
van aumentando conforme avanza la perforación. A tiempo que se
realiza este trabajo de perforación, se vá introduciendo en los tu-
bos, a presión, el denommado '"lodo de perforación"', el que pa-
sando por los agujeros que tiene la barrena, regresa a la superficie
por el espacio libre que se forma entre las paredes del pozo y la
parte exterior de la tubería, llevando consigo los trozos de roca
que han sido triturados, siendo ésta, al mismo tiempo que el
enfriamiento o refrigeración de la barrena, la principal función
del "lodo".
Otra de las operaciones importantes que se cumple durante
la perforación la constituye la cementación, que se re::iliza después
de haber introducido al pozo una columna de tubos, denominada
"tubería revestidora", que impide que las paredes del pozo se des-
moronen o surja gas o agua, perjudiciales a las labores de perfora-
ción. Mediante la cementación, procedimiento que requiere mucha
habilidad y conocimiento técnico y haciendo que el cemento llene
un pequeño espacio dentro del pozo y el espacio anular existente
entre la tubería revestidora y las paredes del pozo, se evitan des-
- 44 -
1
prendimientos y se puede continuar la perforación utilizando una
barrena de menor diámetro. Dependiendo de la profundidad, en
un pozo se puede llegar a usar más de una columna revestidora.
Despues de efectuar un "torpedeamiento a balas", que se rea-
liza con un aparato especial que se hace descender dentro del pozo,
y que contiene bolas de acero que se desprenden eléctricamente,
se introduce en el pozo el llamado "tubo colador", que consiste
en una tubería corta que llega a cubrir las paredes de la zona
productiva e impide que areniscas y sedimentos ingresen_ a _la tu-
bería juntamente con el petróleo, lo que llegaría a per1ud1car el
fluio normal. Concluida esta labor se introduce en el pozo una
tubería de diámetro más pequeño, generalmente de hasta 10 cen-
tímetros por la cual subirá el petróleo hasta la superficie, llamada
"tubería de producción", la que en su terminal superior se halla
cerrada con un juego de conexiones y válvulas que controlan la
salida del petróleo, y que se denomina "árbol de navidad".
6. PRODUCCION.
Lograr que el petróleo fluya en forma técnica y con~olada,
desde los est:i"'atos productivos hasta punto de almacenamiento o
cabeza de oleoducto, constituye la etapa de producción dentro de
la industria petrolera.
Muchas veces el petróleo fluye espontáneamente debido a la
fuerza expansiva de los gases; a la propia fuerza de gravedad, ｾ＠ _al
empuje de ias aguas marginales que lo llevan hasta la su¡.>crhcie.
En este caso la producción se estaría realizando por flujo natural.
Cuando la presión 'desciende hasta hacer que el petróleo no fluya
naturalmente, es necesario emplear procedimientos artificiales para
hacer que aflore a ia superficie, utilizando lo que se llaman "mé-
todos de recuperación primaria", entre los que podemos anotar la
inyección de gas en el pozo a alta presión, y el uso de bombas que
i.e aplica cuando la extracción artificial por gas no da resultado
0 result'l antieconómica y que también se aplica en los casos en
que no se ha presentado flujo natural o éste se ha detenido.
El petróleo, aun cuando en algunas oportunidades se lo en-
cuentra en el interior de la tierra formando bolsones de petróleo
- 45 -
T
líquido, normalmente se lo encuentra impregnado en rocas espon-
josas o estratos de arena. ne estas últimas formas en que se pre·
senta resultan las dificultades _en lograr altos índices de recupera-
ción, por lo que, y para alcanzar éstos, se van aplicando perma·
nentemente nuevos y más perfeccionados procedimientos, que
rt-presentan lo que se ha dado en llamar "métodos de recuperación
secundaria", sin embargo de los cuales, y- de su aplicación com-
binada, el porcentaje de recuperación logrado en la actualidad
alcanza aproximadamente sólo un 65%.
. _Entre los métod~s de recup~ración secundaria iueados por los
tecmcos, podemos senalar el de myectar en el yacimiento miles de
toneladas de agua que al aumentar la presión sobre el petróleo
retenido en las porosidades de las rocas, permite un mejoramiento
pros)..uctivo. ·
En la búsqueda de mejores procedimientos de ri!cuperación, al
agua inyectada en el 'pozo se le añadió sustañcias detergentes, las ·
que lavan los poros de las rocas extrayendo de ellas el petróleo.
Un otro procedimiento que podemos anotar consiste en provocar'
un fuerte desprendi~iento de calor en el interior del pozo, que al
romumcarse ton las moléculas de los hidrocarburos, facilita la
salida del petróleo bajo la ··presión de los gases(*) . ,
Algunos técnicos, en la permanente búsqueda_ de fórmulas ·
más perfeccionadas de recuperación, que al mismo tiempo dismi-
nuyan . el costo · de los · procedimientos, han planteado el uso de
explos~ones atómicai; subterráneas como el mejor medio productor ·
de c~l?r, con capaci~ad suficiente para fluidificar todo el petróleo
y fac1htar su extracción. Esta proposición, hasta la fecha, al menos
por lo que se conoce, no ha sido puesta en práctica.
(*) Refiere Rafael Ulises Peliiez en "Los betunes del padre Barba" por
relato de M. F. Oldcr, empleado de la Standard; casado con boli~iana
".I a cuyo c?-r~o. se encontraba la producción del campo y de la refi:
ne:fa de Ca_m m que abastecían al Ejército; que en cierta oportunidad
deJó de fluu el pozo N• . 3, ·c~l?cando en situación difícil al Ejétcito
e,n lo referente a la satisfacc10n de sus necesidades de gasolina.
Cuantos recursos técnicos se emplearon .para la recuper3.dón del
pozo resultaron inútiles, hasta que el mismo Sr. Older como un
rec~rso. extremo, hizo calentar piedras al rojo vivo y la~ arrojó en
el .mtenor del pozo. El calor que se desprendía de las piedras, des-
pués de elevar a través de la tubería una columna de humo hizo
que el petróleo volviera a fluir. · '
- 46 -
'
7. TRANSPORTE.
Uno de los objetivos perseguidos por la industria petrolera
ha sido el de encontrar métodos · que permitan el abaratamiento
en el transporte de sus productos, el cual, en los comienzos de la
1 industria se realizaba trasladando el petróleo desde los puertos
de almacenamiento hasta las refinerías, envasado en barricas de
madera y utilizando otros tipos de envase, generalmente recipien-
tes de hojalata, para llevar el producto terminado desde el punto
de refinación hasta los mercados de consumo, empleando en am-
bos casos medios de transporte lentos y costosos limitados al bar-
co, al ferrocarril, a la carretera o a la tracción animal .
Hoy día el transporte cie petróleo y de los productos de refi-
no se realiza mediante el uso de · complicados sistemas de tuberías,
o empleando vagones cisternas, camiones cisternas y buques cister-
nas, todos ellos especialmente construídos:
Aun cuando el sistema de duetos ya fue utilizado rudimenta·
riamente en la antigüedad, como en el caso de China donde em-
pleaban tubería de madera ·p ara transportar el gas que usaban en
sus trabajos c;le evaporación de la sal, se puede decir que los pri-
meros oleoductos se empezaron a utilizar en los Estados Unidos en
la década de 1860, construidos todos ellos con una capacidad limi-
tada e n su diámetro, y para distancias que no superaban los 50
kms. Fue recién en 1879 en que se revoluciona el transporte por
01eoducto cuando la Tidewater Pipe Company, a iniciativa de
Byron de Benson, y bajo la dirección del Ing. Germán Haoupt,
eI más famoso del momento en Estados Unidos, inaugura el 28
de mayo un oleoducto de 110 millas que llegaba hasta !a costa
cruzando la Sierra de los Alleghney, con una capacidad de 6 p ul-
gadas de diámetro. Este oleoducto, construido después de sortear
much;oi~ dificultades. viscitudes y pérdidas, hace que el costo del
transporte del petróleo baje de 40 a 17 centavos el barril.
Actualmente, en ios cinco continentes se extiende una red de
duetos que transportan crudo, gas y derivados de petróleo, a través
ele largas distancias de tendido, que en algunos casos han cubierto
los 4.000 Kms., con di~metros que h an Ilegado a superar el metro,
con enormes capacidades de transporte.
- 47 -
 Además de los vagones cisternas y de los carros cisternas cons·
truídos especialmente, cada vez con mayores volúmenes de capaci•
dad de .carga, que se encuentran rodando por todos los caminos
de la tierra, sin reemplazar sin embargo totalmente el transporte en
turriles y garrafas, debemos hacer especial mención al transporte
en buques petroleros, los que en conjunto representan actualmente
más de la mitad de toda la flota marítima mundial.
I•
En diciembre de 1861, en Filadelfia, se carga en el Elizabeth
Watts la primera partida de kerosene destinada a cumplir una
larga travesía, en viaje a Europa. En esta oportunidad, ante el
conocimiento de la calidad de la carga que transportaban, toda la
tripulación abandona el barco, negándose a maniobrar y obligando
a los armadores a formar una improvisada tripulación con_ vaga·
bundos, borrachos y desesperados reclutados al efecto, y que se
prestaron a transportar una carga tan "peligrosa'".
Las primeras experiencias de tramporte marítimo del Eliza·
beth \Vatts, las del barco Charles que fue reacondicionado con
tanques de hierro para permitir el transporte sin envase, las de los
primitivos buques petroleros rusos que muchas veces estallaban
en plena travesía y las del primer buque petrolero construído para
el efecto en 1886, el Glaukailf, cuya estructura estaba constituida
en su mayor parte por tanques. para petróleo, culminan cuando
Marcus Samuel abre, en agosto de 1892, la ruta al Oriente por
el Canal de Suez, con el Murex, 'de 4.000 toneladas, construído
de acuerdo con planos y diseños aprobados por él y por las auto·
ridades del Canal. Transcurrido poco más de un afio, ya eran once
los petroleros de Samuel que cr~zaban el Canal de Suez.
En nuestra época el transporte petrolero naval constituye una
de las actividades de mayor importancia dentro de la economía
mundial. Poderosos armadores entre los que se han destacaüo los
Niarchos, los Onassis y otros de diversas nacionalidades, poseen el
60% de la flota petrolera naval a nivel mundial, encontrándose
casi todo el porcentaje restante en poder de diferentes compañías
petrol,eras.
Frente a los pnm1t1vos barcos petroleros que se iniL:aron con
capacidad muy limitada, los actuales barcos, además de que por
su mismo alto tonelaje abaratan en gran · manera el transporte,
- 48 -
son v~fdade~s .colosos por · su · <rapacidad · de carga: Para damos·· una
aproximada .1dea ~del volum~n :irle -.un strperpetroTero, basta , seña:lai•
lo a nota~o por un trat¡i.dista · de 1a materia' :-en· sentido.. . <le que
cualesqmera de los barcos ·de 300.000 toneladas de la. Shell tiene
una extension de . l.IOO pies; en la que: podrían , extenderse ·tres.
e~t~dios reglamentarios de "foot hall''. · Sin embargo y pese a Ias-
d1facultades q~e .se· les presentan 'll estos ·s uperbuques por su calado
y en las mamobras de carga y· descarga,: por :deficiencia de muelles
y embarcaderos, algunas ·compañías ya,, •harr estudiado. •la construc•·
ción de;·barc?s que se acer~a~. al millón de toneladas de capacidad
y están analizando las pos1b1hdades del · uso de la- energía nuclear
para impulsarlos.
ｾ＠
8. .REFINACION.
_Hemos visto q'.1e los hidrocarburos que conforman el petró-
!eo se hal!an constituidos por átomos de· carbón e hidrógeno en•
lazados entre sí, formando·· moléculas que en algunos casos se
presentan en formas muy sencillas como el metano, cada una de
rnyas moléculas consta de· un· átomo · oc .
carbono combinado con
cuatro d~ hicl,rógeno. y en ctros _e_n moléculas mucho más complejas,
con los atomos de carbono e hidrógeno enlazados entre s{ de
diversas maneras.
En los hidrocarburos, los átomos de carbono se encuentran
generalmente enlazados entre sí por un solo enlace químico, pero
tam~ién en algunos casos se encuentran · ligados por enlaces· dobles
y triples; en unos las cadenas son ramificadas y en otros se hallan
cerradas, conformando ciclos, todo lo cual crea una variedad calcu·
hida en , ~~c~nas de miles de hidrocarburos que esencialmente
pueden d1v1dirse en tres clases: los parafínicos, con moléculas cuyos
átomos se enlazan formando cadenas rectas o ramificadas que a
su vez pueden ser simples, como el etano, metano, butan~ y pro·
pano o con cadenas formadas por 15 a 16 átomos de corbono 0
sólidos, que contienen más de 18 átomos de carbono; lo~ nafténicos,
en los que se presentan cadenas cerradas de átomos de carbono
Y los aromáticos, que deben su denominación a su olor caracterís·
tico y cuya presencia en los petróleos es generalmente muy pe·
queña.
- 49 ._ ·
 El uso que se puede dar al petróleo natural extraído del
suelo es muy limitado. Virtualmente podríamos emplearlo simple-
mente como combustible. Es por eso que para obtener los nume·
roso~ productos que de él se derivan, tiene que ser sometido a. una
serie de procesos que en su conjunto se denominan "refinacíón"
y que producen como consecuencia, en unos casos la separación
de los hidrocarburos que poseen moléculas simples o más livianas
de aquellos que poseen moléculas más compuestas o más pesadas
y en otros casos la transformación o fraccionamiento de aquéllos
hidrocarburos que poseen moléculas muy compuestas, en otros que
poseen moléculas más simples.
En las primeras épocas de la industria petrolera las refinerías
constituían simples alambiques alojados en barrancones, con un
primitivo sistema de cañerías que servían para transportar los pro-
ductos destilados, para ser envasados en barricas de madera.
El primitivo procedimiento de destilación que se empleaba
permitía la obtención de gasolina, kerosene y algún lubricante,
desechándose todo el saldo de hidrocarburos existentes e inclusive,
siendo el kerosene el principal producto comerciable antes de la
invención y posterior desarrollo del automóvil, hasta la gasolina
llegó a ser considerada como desecho y arrojada a las tierras y ríos
vecinos a las refinerías.
Hoy en día, las refinerías forman inmensos complejos e
instalaciones mecanizadas, con un alto grado de automatismo y con
sus calderas, hornos de calefacción, condensadores, torres de frac-
cionamiento, etc., de diversas formas y tamaños, donde se cumple·n
labores ·esencialmente técnicas, que van desde la atención de los
sofisticados laboratorios destinados al análisis de la calidad y ca-
racterística de los crudos que ingresan a la refinería, hasta el d:,
la obtención de los más perfeccionados derivados que de ellos s,-
obtienen.
La primera etapa del refino la constituye la destilación pri-
maria que no es otra cosa que el fraccionamiento del petróleo
mediante la aplicación de calor entre los 200 a los 350 grados.
Las moléculas fraccionadas por este procedimiento van ascendien-
do a través de una "torre de fraccionamiento", en la que los hi-
- 50 -
drccarburos gaseosos ascienden a lo ·m ás· alto y los más pesados
se van condensando en estado liquido a distinto~ . niveles de la
torre y a diferentes temperaturas, obteniéndose en esta forma,
después de los gases combustibles, la gasolina, el kerosene, el gas
oíl, los lubricantes y aceites especiales y el residuo, derivados que
a su vez son sometidos, cada uno de ellos a un proceso de purifica-
ción, y en algunos casos a una nueva destilación, antes de su co-
mercialización y uw.
El cada vez mayor crec1m1ento de la demanda de derivados
del petróleo, y el escaso porcentaje de éstos que se recupera por la
destilación, ha llevado al hombre a buscar nuevas fórmulas me-
diante las cuales pueda obtener un mayor rendimiento. Logra este
objetivo al proceder a un fraccionamiento de moléculas complejas
en otras más simples, y es a este procedimiento de ruptura o desin-
tegración molecular, que se lo ha denominado el "craking" o
craqueo.
El "craking" puede ser térmico o catalítico. El primero con-
siste en someter al petróleo, o en su caso a los residuos obtenidos
de la destilación primaria, a altas temperaturas y a elevada pre-
sión, para coil'Vertir los productos pesados en productos más livia-
nos mediante la desintegración o fraccionamiento molecular. En
el "craking" catalítico se utilizan ciertas substancias (catalizado-
res) , que con su sola presencia aceleran la desintegración, sin
tomar ellas parte en el proceso, ni sufrir ningún cambio químico
en su estructura.
Las plantas de refino, con monumentales instalaciones como
las de Abadán en el Irán con una capacidad que supera los
~5.000.000 de toneladas anuales, hasta las de capacidad limitada
como la "Carlos Montenegro" que poseemos en Sucre, con una
capacidad de 150.000 toneladas, requieren fuertes inversiones de
capital en su construcción y elevados costos de mantenimiento, por
lo que los técnicos insisten en que resulta más económico el refino
realizado en plantas de alta capacidad. P . H- Fraukel y W. L.
Newton, en "La localización de las refinerías", sostienen la teoría
de que una refinería inferior a 2.000.000 de toneladas anuales de
capacidad es siempre antieconómica y sin embargo de esta afir-
mación, en el mundo existen un gran número de plantas cuya
- 51 -
 capacidad es inferior a los 2.000.000 de toneladas anuales. Según
entendidos, la existencia de un número tan crecido de refinerías
de baja capacidad se explica en la mayoría de los casos por la
escasa demanda que presentan los países que poseen estas refine-
rías y porque en algunos ha primado en su construcción otra
clase de factores, entre los que señalan dos fundamentales: el pri-
mero, el afán de esos países de encontrar fórmulas que les permi-
tan lograr un ahorro de divisas evitando la importación de deri-
vados y el segundo, el de que muchos países consideran que dü,poner
de una capacidad de refinación de petróleo forma parte de la
demostración objetiva de su independencia política y económica.
Este último concepto, un tanto subjetivo, hace que las plantas de
refino adquieran también un significado de orden político. Sobre
el particular P. Odell, en "Geografía Económica del Petróleo"
sostiene. "Además de la presión económica nacional para la cons-
trucción de una refinería, se ha presentado a menudo una conside-
, ración menos defendible. Reside en la creencia de qúe una refi-
nería, al igual que una compaiiía aérea o marítima, constituye
/
un símbolo del ·"status" nacional, sin el cual no puede pasar
ningún Estado que se respete a sí mismo".

- _52; ~ ---
 IV. LOS PRIMEROS TIEMPOS DEL -PETROLEO
EN AMBITO MUNDIAL.
1

1 1. EL PETROLEO EN LA ANTIGUEDAD.

Desde los tiempos más antiguos empezamos: a encontrar

referencias sobre la existencia de lo que hoy conocemos por hidro-
¡
carburos y sobre algunos de los usos en que éstos se aplicaban.

La Biblia nos da algunas referencias claras sobre la presencia

de petróleo y de algunos otros hidrocarburos. En el Génesis, al
relatar el episodio de la construcción del Arca refiere que Dios dijo
1,
a Noé' "hazte un arca de madera de gofer, harás aposentos en el
arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera" y al referirse
al episodio de la Torre de Babel, en el Géne~i!>, capítulo 11, ver-
sículo 2, refiere: "y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra y el
asfalto en lu~r de mezcla"y en el capítulo 14, versículo 10, relata
que "el valle de Sidin estaba lleno de pozos de asfalto y cuando
huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí".
11
En el libro del Exodo, capítulo 2, versículo 3, al relatar el naci-
miento de Moi,és, refiriéndose a la hermana del Faraón, nos dice:
'·Pero no pudiendo ocultarlo por más tiempo, tomó una arquilla
de juncos y la calafateó con asfalto y brea ... ".
!

Herudoto, el historiador que vivió en el siglo V a.c., se refiere

a la fuentes de petróleo de la isla griega de Zante. En Persia,
los .rntiguos zoroastianos utilizaban petróleo para la iluminación
y para el mantenimiento de fuegos simbólicos en sus templos. Los
11 egipcios empleaban el petróleo como uno de lo~ elementos de sus
11
técnicas de embalsamamiento. Los romimos lo utilizaron con fines
¡¡ de iluminación, medicinales y bélicos.
1:

Documentos de China y de Japón anteriores a la era cnsuana,

nos enseñan a estos dos pueblos aplicando los hidrocarburos a
diferentes usos. El petróleo lo empleaban con fines de iluminación

- 55 -

y medicinales, y en China, en el siglo II a.c., empleaban el gas
para evaporar la sal, conduciéndolo por tuberías de madera. En
el siglo XIII, Marco Polo hace referencia a una fuente de petróleo,
posiblemente en la región del Cáucaso, que desprendía tal canti-
dad que "con el que surgía en una hora, se podían llenar 100
barcos a la vez".
En la América precolonial encontramos muchos datos que nos
muestran un uso bastante generalizado del petróleo con fines me-
dicinales, iluminativos y religiosos. Su presencia se nos revela en
muchos episodios que_ nos llegan de las tribus indígenas que ocupa-
ban los territorios que hoy son Canadá y Estados Unidos, en el
"cahapapote" de los mejicanos, o en el "itani" de los chiriguanos.
2. EL PETROLEO EN EL SIGLO XIX.
Hasta muy entrado el primer cuarto del siglo XIX, no tene-
mos otras referencias sobre el petróleo que las que se tenían sobre
la existencia en diversos puntos de la tierra de ese aceite que
servía fundamentalmente para el calafateado de naves, para usos
iluminativos, medicinales y en algunos casos, aunque incipiente-
mente, como combustible; usos que fueron fundamentalmente los
mismos que se aplicaron en diversas épocas desde la antigüedad.
Es recién en la década de 1830 que aparecen datos más concretos
sobre posibles exploraciones de hidrocarburos.
Se afirma que sabios e~ropeos entre ellos el francés Selligné,'
inician en 1834 experimentos en procura de obtener del petróleo
algunos productos como gas y lubricantes, constituyendo este he-
cho el primer intento conocido de industrialización del petróleo
que se habría realizado.
Como espi:cialmente destacado, debemos detenerno~ en el epi-
sodio de la carta que el 3 de octubre de 1839, dirige el Dr. José
María Vargas al Secretario de Estado en el Despacho de Hacienda
y Relaciones Exteriores de Venezuela, haciéndole conocer su in-
forme sobre el análisis que le fuera solicitado por e,e Ministerio,
de una "substancia mineral" encontrada en el sitio de Pedernales,
en el bajo Orinoco, y que la llama "asfalto o betún de Judea" 0
"pez mineral" y que seguramente eran afloraciones asfálticas. ·
- 56 -
1
Autores soviéticos, entre ellos I. Velkin, y V. Mezentzev,. afir-
man que fue en las orillas del Caspio donde en 18-18 se realiza
la primera perforación de un pozo petrolífero, habiendo sido este
sistema de perforación aplicado a propuesta de F. Semionov, fun-
cionario del Departamento de Minas de Rusia y que fue en 1855
cuando el ruso Sidorov encuentra petróleo mediante perforaciones
que realiza en el río Ujta.
1,
11 En el Perú, en 1849, don José de Lama descubre en la región .
de Pariñas una afloradón petrolífera y en ella inicia la primera
11 explotación petrolera en ese país.
Es también de destacar la versión canadiense que señala a
James M. Williams como al pionero de las perforaciones petrolí-
li feras, por haber sido él quien perforó el primer pozo en Lambton-
11
Ontario, el año 1857.
11
Todo lo anteriormente mencionado, nos lleva a la evidencia
11
de que después de los primeros treinta años del siglo pasado . se
habría iniciado la explotación del petróleo, pero no en forma
sostenida, por lo que se hace necesario coincidir con el criterio ·casi
unánime de Jos autores sobre el tema, de qu_e es el año 1859 el
que marca la verdadera iniciación de la explotación petrolífera
y con ella el nacimiento de la industria del petróleo llamada a
convertirse en la más universal y millonaria de las actividades
económicas del hombre.
George Bisel!, un abogado neoyorkino, en una de las v1s1tas
que efectúa a la Universidad de Darmouth, es informado de ex-
perimentos que se estaban realizando en esa Universidad con
petróleo, el cual, al decir de los experimentadores, se convertía
mediante un proceso de refinación en un producto muy superior
al hacía poco introducido kerosene de carbón y por ende al aceite
de ballena y a las velas de cera, que constituían el sistema de
iluminación imperante en lá época.
ConveP..cido Bisel! de que el petróleo podría llegar a con-
vertirse en un producto básico para la iluminación y en un medio
de lograr grandes beneficios, · adquiere en Titusville, en Pensil-
vania, la propiedad en donde se había encontrado la muestra
l - -57 -

analizada en Darmouth, y funda, bajo la razón social de Seneca
Oil Co., una sociedad destinada a la explotación del petróleo, con
resultados muy poco exitosos debido a los procedimientos que se
aplicaban, que no eran otros que el cavado del terreno con he-
rramienta~ manuales.
Por una de esas circunstancias extrañas que cambian el acon-
tecer histórico, 'Edwin L. Drake, nacido en Vermont, un clásico
aventurero de la época, que en el curso de su vida había incur-
sionado en diversas actividades de trabajo~ entra en contacto con
Bisell y mediante el aporte de algún capital a la Seneca Oil que
se encontraba en dificultades económicas, obtiene hacerse cargo
de la producción de la empresa. · pionero, muy pronte>, ante el cese dt la producción de _su pozo y
Esta ·unión del visionario Bisell con el activo ·y emprendedor
Drake, da como resultado la iniciación de un nuevo método· de
perforación adoptado por este último,, que consistfa, mediante la
erección de una torre de madera equipada ·con un balancín y un
volante, permitir subir y bajar una herramienta de perforación
fabricada de hierro, la que con un peso de· cerca de doscientas
libras, horadaba el terreno mediante un sistema de percusión a
través de tubos de acero que se introducían en la tierra unidos
entre sí.
El autotituktdo '"coronel" Drake vio coronados sus esfuerzos
el 27 de agosto de 1859, fecha en la que después dé haber perfo-
rado 69 l/2 pies (23 mts.) -que constituye la menor profundidad
en que hasta la fecha se ha encontrado un yacimiento- aflora
el petróleo, que extraído mediante una bomba da una produc-
ción de 25 a 30 barriles, que al precio de $us 20.00 el barril, pro-
duce una renta de $us. 600.00 diarios, éxito económico que provo-
ca una verdadera inmediata ·fiebre de perforaciones en Titusville,
alrededor de la realizada por Drake.
Titusville y Pensilvania se convierten en esta forma en el
epicentro de la naciente industria petrolera que poco a poco se va
extendiendo a todo el país. Se produce una incontrolable activi-
dad de especuladores y una afluencia de aventureros que preten-
den un pronto enriquecimiento . con el nuevo producto cuya de-
manda aumenta en forma incontenible.
-58 -
'
Esta presencia de especuladores .y ·aventureros, aparejada a la.
creación de múltiples actividades que se van desarrollando alredc~
dor de las zonas de perforación, · provoca lo . que podríamos llamar
la "fiebre del petróleo", que trae como consecuencia una explota-
ción indiscriminada y un- afán de exfraér en el menor tiempo·
posible la mayor cantidad de petróleo, sin interesar los méto<los
ni la técnica; 'iniciándose er, esta forma u'na era de increíble derro-
che del producto. Esta indiscriminada y alocada actividad de pei:--
foración y el consiguiente aumento' en la producción, provoca a
menos de un año del descubrimiento -del primer pozo, , un aumento
muy grande en la úferta del producto y .su precio baja hasta Sus.
2.00 el barril, hecho que trae ·consigo muchas quiebras. Drake el
1
la bancarrota de su .compafiía1 tiene . que volver a · la bú~queda
de nuevas ocupaciones, y muere pobre después de haber sido
! el iniciador de la industria que más rique~a produciría en el
mundo.
La Guerra de Secesión no paraliza la actividad petrolera,
aunque es en esa época en la que se producen las mayores bajas
en el precio, con fluctuaciones que, van desde $us 0.10 a $us. 16.00
el barril. Es •ambién durante la guerra que se inicia la exporta-
11
ción de kerosene a Europa y en la que . comienza el verdadero
11
desarrollo del refino. Otra de las consecuencias de la guerra es la
de que su conclusión marca el inicio de una verdadera revolución
11 económica. Después de la devastación que sufren .los Estados del
Sur por la acción de los vencedores norteños, ellos inician en for-
ma esforzada y acelerada su proceso de recuperación. El Norte en
tanto, que había recogido los frutos de la victoria, se desarrolla
11 rápidamente; y en conjunto los Estados Unidos inician un creci-
miento desmesurado. Los ferrocarriles, la agricultura, la indu!'-tria
manufacturera, la metalurgia, una acelerada explotación de los
recursos naturales, el desarrollo de orgaqismos financieros, infini•
dad de nuevos inventos, la extensión del comercio exterior, el cre-
cimiento de las ciudades y un aumento demográfico robustecido
por millones de inmigrantes, grandes descubriniientos de yacimien-
tos minerales, el poblamiento del Oeste, van creando un nuevo
imperio en el cual el petróleo adquiere un puesto de primera
importancia, y la industria petrolera se destaca por ser una de las
que adquiere mayor impulso en su crecimiento, tanto que en el
-59'- ·
',

/
mismo año 1865, a una semana de la rendición del Gral. Robert
Lee, que se produce el 3 de abril, se registran 20 nuevas compa-
ñías petroleras con un capital de 12.000.000 de dólares.
3. EL PETROLEO EN EL SIGLO XX.
El ingreso a la era del maquinismo y de la industrialización en
gran escala, que comienza con el siglo XX, convierte al petróleo
en un elemento básico que llena las crecientes necesidades de
combustible que se presentan.
El desarrollo en 19ll del automóvil Ford, de la Ford Motor
C. fundada en 1903 por Enrique Ford, un obrero maquinista que
inicia sus trabajos para resolver los problemas y la_s dificultades del
primitivo automóvil y que convierte a su fábrica en la más im-
portante del mundo, famosa por sus sistemas de producción y
trabajo en serie, constituye otro de los factores que generalizando
el uso del motor a explosión, contribuye al rápido y progresivo
crecimiento de la industria petrolera y permite además del au-
mento en el empleo de los carpurantes, el uso masivo de la gaso-
lina que hasta hacía poco se la consideraba un desecho.
La invención por Rodolfo Diesel del motor que lleva su nom-
bre, y que es un motor de combustión interna que requiere el
empleo de combustibles pesados, es otro de los factores que al
iniciar el uso del Diesel Oil contribuye al desarrollo de la in-
dustria del petróleo.
El avance técnico de la refinación mediante la destilación
continua inventada por los hermanos Nobel, y que es aplicada en
sus comienzos en Rusia, permite una más completa y perfeccionada
obtención de derivados.
Los factores anotados, entre otros, hacen que la industria del
petróleo se convierta en la que logra el crecimiento más rápido y
el desarrollo económico más grande de entre todas las de la época
moderna. Una demostración de esto es el hecho de que mientras
en 1863, la producción mundial del petróleo fue de 11.000.000 de
barriles, ésta se eleva a 120.000.000 en 1895, a 167.000.000 en 1901,
a 690.000.000 en 1920, a l.500.000.000 en sólo la década siguiente
y a 21.660.000.000 al terminar la década del · 70.
- 60
.
ｾ＠
- ".
'
:
4. EDADES DE LA INDUSTRIA PETROLERA.
Muchos autores dividen la historiá de la industria petrolera
en épocas. Harvey O'Connor nos habla de las cuatro edades del
petróleo: La era del kerosene dominada por Rockefeller, y en la
que · la obtención de ese producto era el objetivo básico de la
explotación petrolífera, desechándose casi en su integridad todos
los demás derivados que se obtenían por medio de la incipiente
refinación de la época; la era del petróleo cuya iniciación la de-
11 termina con el descubrimiento del pozo Spindletop que trae como
consecuencia dos hechos, el primero consistente en excesivas fluc-
tuaciones en el precio del petróleo, ajustadas al agotamiento o
descubrimiento de nuevos pozos en la zona, llegando en 1902 a
bajar hasta cinco centavos de dólar el barril y el segundo, el fin
del dominio casi absoluto que ejercía la Standard en el mercado
americano, con la aparición de otros de los grandes del petróleo:
la Texas y la Gulf, constituyéndose ésta última en la primera em-
presa petrolera integrada; la era de la gasolina que la señala en
19ll, coincidente con el perfeccionamiento del automóvil Ford y
＠
con la disolución legal de la Standard y la era de la producción
autorizada, cuya iniciación la señala en_ 1930 con el.descubrimiento
que logra c. M. Jainer de nuevos campos petrolíferos al este de
Texas, donde a raíz del descubrimiento se produce una divisién
de_l campo entre miles de campesinos propietarios de pequeñas
extensiones y en igualmente miles de lotes urbanos, en donde todo
el que poseía tierras se dedicaba a perforar, haciendo que el
mercado se inundara de petróleo barato, para cuya extracción se
usaban Jos métodos más extravagantes, constituyéndose en la épo-
ca de peor derroche de este producto.
Paralela a esta inundación de petróleo se erigen cientos de
pequeñas refinerías levantadas para la producción de gasolina, lo
que también hecha por tierra el precio de este producto. Estos
hechos, acaecidos en Texas, llevan a las autoridades a aplicar nor-
mas legales restrictivas que imponen un ordenamiento a la pro-
ducción, evitan el derroche y controlan el mercado.
Hay otros autores que dividen la industria petrolera en épocas
basándose. únicamente en el uso que en cada una de ellas se hace
de los derivados de este producto, y señalan tres principales: la
- GI -
1
n- - - - - - - ~ - - - - - - - - - - - - - ~- r- - - - - - - ~ - - - ~ - ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ - ,
1

primera de 1859 a 1874 que- la denominan como etapa del kero-
nese, la segunda de 1874 a 1911 que la identifican como etapa de
los lubricantes y la tercera de 1911 en adelante que la señalan como
la era de la gasolina. No se detienen estos autores en la que se
podría llamar época del gas que nace pasada la segunda guerra
mundial y fundamentalmente no consideran que es recién con la
petroqliímica imperante en la actual época, cuando se obtiene el
más racional y óptimo rendimiento de los hidrocarburos.
En todo caso creemos que a partir de la primera mitad del
siglo pasado hasta nuestros días, con perspectivas que posible-
mente vayan hasta muy entrado el próximo siglo, la humanidad
está viviendo la era del petróleo por la dependencia a que se halla
sujeta a este producto.
5. GRUPOS PETROLEROS ANTERIORES A 1918.
reses que posteriormente van siendo transferidos a otras empresas
principalmente a la Shell y que en Rusia terminan por desapare-
cer con el advenimiento del gobierno bolchevique.
Este tercer grupo tenía su principal centro de producción en
Rusia, donde a partir de 1873 habían iniciado la explotación los
hermanos Nobel que se caracterizan por la aplicación de mejores
sistemas sociales que los que entonces imperaban y porgue utiliza-
ban su extraordinaria inventiva mejorando diversas fases de la
industria, resultando tan importante su producción que entre 1899
y 1901 llega a cubrir el 55% del total mundial, pudiendo decirse
que distribuyendo el petróleo y sus derivados en toda Rusia, en
Europa y en el Extremo Oriente, llegan a asestar a la Standard
uno de los golpes más fuertes que recibe en su hasta entonces
incontenible avance hegemónico.

Con anterioridad a 1918 y casi desde las primeras épocas de

la explotación petrolífera·,- aparecen ttes principales grupos de
empresas petroleras privadas de los que se puede decir, que en
conjunto, han dominado la industria. Dos de ellos subsisten hasta la
actualidad y son los que empiezan desde cierto momento a dispu- ..
1
tarse la hegemonía mundial del petróleo. Estos grupos ron los
siguientes:

l. El grupo norteamericano, que representa la mayor fuerza

económica del mundo petrolero, encabezado por la Standard Oil
de New Jersey e integrada por otros grandes consorcios como la
Texaco de los Morgan, la Gulf Oil que es dominada por los
Mellon y otras compañías de menor significación que pueden
ubicarse como independientes.

2 El grupo inglés-holandés integrado principalmente por la

Shell Royal Ducht, y la Anglo Persian de la cual el gobierno
británico ·es uno de los principales accioni 5tas.
11, 3. El grupo ruso-franco-rumano formado principalmente por
[[¡
los intereses pertenecientes a los hermanos Ludwing, Robert y Al-
fred Nobel, de nacionalidad sueca, y los Roschild, de nacionali- 11
dad francesa; que explotaban petróleo en Rumania y Rusia, inte-

- 62 - 63
1,
i V . . LA STANDARD OIL COMPANY.

l. JOHN D. ROCKEFELLER.- SUS COMIENZOS.

I!

1
Es incuestionable el hecho de que al hablar de la historia del
petróleo no es posible dejar de referirse a John Rockefeller, lla-
mado "el Zar del Petróleo", fundador y constructor de la mayor
compañía petrolífera del mundo y de uno de · los imperios econó-
micos privados más grandes de la tierra y . a f{enry Deterding, al
que muchos autores denominan el "Napoleón del Petróleo" y del
que nos ocuparemos más adelante.

Rockefeller nace en Moravia, Estado de New York, el 8 de

julio de 1839. Su formación, como el mayor de seis hermanos,
,.
es fruto, más de la disciplina y convicción religiosa de la madre,
que de la vida un tanto aventurera y desordenada del padre, que
eu algw;a época aparece ejerciendo la profesión de médico.

1 Una conciencia! práctica religic~a, una e\':dente actitud filan-

trópica, (*) una mentalidad emprendedora, caracterizan a Rockefe-
ller, el· cual, sin embargo de esas condiciones positivas, se presenta
a través de su historia como el hombre que no escatima esfuerzo
alguno, no acepta obstáculos y emplea toda suerte de recursos,
para desarrollar y consolidar su imperio financiero.

Radicado en Cleveland, organiza en 1859, juntamente con

Mauricio Clark, un inmigrante inglés, la agencia comercial Clark

(*) Se sabe, por el orden en que Rockefeller llevaba sus cuentas desde
el primer dfa en que empieza a ganar dinero, que de les primeros
95 dólares que percibió en cuatro meses de trabajo, distribuyó en-
tre gente necesitada 9.09 dólares.

- 65 -
 11

acabado e imponer al consumidor sus condiciones. Este convenci-

Rockefeller, mediante la cual negocia con toda ~uerte de Iartícu:
y kerosene La Guerra de Secesión, con a con
l?s ! entre pellos dconde toda ~!ase de bienes y productos para el
siguiente d_man a . . e ue la a encia prospere muy rá-
s~stenimiento de~e:1i:c1to~l h;; laq posicióng estratégica de Cleveland
miento lleva a Rockeíeller a una labor de pt:rmanente absorción,
11
y en su caso destrucción de todo competidor y muy pronto la
.
Standard se convierte en la primera empresa refinera del país,

p1damente. Es~e.
como un efectn o cen r
d
t de distribución, lleva a los socios a formar,
ndrews otro inmigrante inglés, experto Asumiendo cada vez mayor control sobre la refinación, sabe
11
juntamente con Samuel A d di, d a la refinación de petróleo 11 Rockefeller que sin embargo de las ventajas que le depara esta
en refinación, una empresa e ca a actividad, e! transporte del petróleo crudo desde el centro de pro-
y a la obtención de kerosene. ducción hasta refinería y el del producto terminado desde ésta a
mercado de consumo, constituyen un factor de fundamental im-
portancia, sobre todo si se tiene en cuenta que los ferrocarriles
2. LA FORMACION DE LA STANDARD OIL COMPANY. habían llegado a convertirse en un elemento determinante para
el desarrollo de las diferentes regiones del pais y en un poder
capaz de definir el crecimiento de pueblos y ciudades.
. . · Clark Rockefeller compra
Por desintehgelnciraesf1·nc~~a suqu:°~:re tant~ se había convertido ,!
·ª éste su, parte en dª Cl land ' y le transf:en.:
• sus acc10nes en la Las primeras empresas refineras de Estados Unidos entre las
en la mas grande e eve cuales la Standard ocupaba el puesto de privilegio, acuerdan la
agencia comercial. organización de una empresa ·de transporte bajo la razón social
1
de South Improvement Company. Esta empresa y las tres princi-
ás em rendedor, utiliza el crédito para adqu~rir pales organizaciones ferroviarias: la Erie, la New York Center y la
Rockefeller, m p ltJO 000 Para aumentar la im- i-'ennsylvania~ a iniciativa de esta última, resuelven concluir un
. , la que paga $us. • ·
la re finena por . a Henry Fiager y a Stephen
• d la empresa asocia a e11 a . ,1cuerdo mediante el cual los ferroviarios, a cambio de asegurar
portancia e ' . Andrews y su hermano Wilhams, volúmenes de carga y después de elevar sus tarifas, otorgarían a
V H knes Con ellos su socio
. ar . d 'de 1875 la Standard Oil Company, con un los socios de la lmprovement sustanciales rebajas por su propia
funda el 10 e enero 1 año siguiente resuelve elevar a 11
carga y les entregarían a manera de diferencial o participación,
11
capital de $us. 1.000.00t~~e d: rocurar la adquisición del ma- los mismos porcentajes de aumento en los precios que paguen <;us
$us. 2:500.000, c?bnl eld,,º /efinerías P dentro de la política • monopo- competidores. Este acuerdo no llega a ponerse en práctica a raíz
yor numero posi e ' • d
lista que empieza a caracterizar a la Standar . de la publicación prematura de las nuevas tarifas, por acción de
11
un subordinado de una de las oficinas ferroviarias, al cual, debido
a la enfermedad del hijo del principal, se le había puesto en
. das quiebras que se producen enne los que e_xp~otan
Las contmua . de la roducción con su consiguiente conocimiento de las mismas, sin advertirle que era necesario espe-
petróleo, !as veleidades d 1 d p to y por ende en los. precios, rar una orden para su aplicación simultánea en todas las depen-
fluctuación en la ofert~ e pro u~o• poco atrayentes las activida- dencias de las tres empresas ferroviarias.
11
llevan a Rockefeller a e~cartar :tación del crudo. Comprende en
des d: búsqul~~aro~o~~er;~;i::.prepresentando un eslabón entre el El descubrimiento pre!llaturo del acuerdo provoca una fuerte
cambio que . constitu e una_. actividad más segura y indignación, no solamente entre _los directamente perjudicados, smo
productor y consumidor, , Yb.é que si obtiene un control
en toda la opinión pública. Los miembros del acuerdo fueron
más productiva. Se_ da cuenta ~amm~~jar el precici del producto
importante del refmo, se pue e objetu de una investigación por parte d el Congres0 Federal fuer-

- 66 - 11
 1
11
.
temente atacados por prensa y objeto de un corte de suminis.tros
por p:irte de los productores, que a este objeto organizan la Pe-
troleum Producers · Oleum. De estos acontecimientos nace la fama
de monopolista que pasará a constituir una de las características
de la · Standard, aun cuando en este acuerdo, Rockefeller fue el
menos entusiasta debido a la multiplicidad de elementos que in-
tervenían.
Tres meses después de los hechos relatados que se producen
a comienzos de 1872, los ánimos se calman, se estabilizan las tari-
fas ferroviarias, y la Standard reinicia su política de absorción de
competidores, favorecida en esta acción por la depresión que se
produce en la época y por las verticales caídas en el precio del
petróleo y de sus derivados, factores que convencen a muc~o~ re-
fineros a verificar transferencias de sus empresas en cond1c10nes
que indiscutiblemente resultaban ventajosas para ellos; aplicando
la Standard contra aquéllos que no cedían voluntariamente, todos
los métodos imaginables de presión en procura de lograr su obje-
tivo. En esta forma la Standard, antes de cumplir una década de
existencia, llega a controlar el 90% de la capacidad de refino de
los Estados U nidos.
Para este crecimiento, además de la "variedad" de sus méto-
dos Rockefeller no solamente se valía de su indiscutida capacidad
y
1
,d e administración dedicación a los mínimos detalles de su acti-
vidad, (*) sino también de su enorme habilidad en obtener la
colaboración de los elementos más idóneos en cada materia.
La Standard no podía limitar su acción al refino, ni se con-
forma con los acuerdos secretos a los que arriba nuevamente con
(*) G. Tugendhat relata una anéctoda de J. D. Rockefeller según la
cual, observando éste en una ocasión el trabajo del soldado de las
latas de kerosene, averigua mediante el encargado que _!!e utilizaban
40 gotas de soldadura para cerrar herméticamente cada lata. Cuando
preguntó si habfan probado hacerlo solamente con 38, se le contestó
1: negativamente, ante lo que orden? que p~obar~~ de soldar las latas
con ese número de gotas. Cumplida su d1spos1c1ón se demostró que
con 38 gotas un 7% de ellas dejaban escapar lfquido, pero que en
cambio se requerían sólo 39 gotas pa:ra lograr una soldadura per
fecta.
- 68 -
"
'
los ferrocarriles, por los cuales, mientras e.lla. paga $us. 0.80 · por
el transporte de Titusville a New York, los demás refineros y
11 los productores debían pagar $us. l.44, recibiendo la Standard,
además de la rebaja que se aplicaba a su carga, toda la diferencia
que pagaban sus competidores. Incursiona también en el trans-
porte por oleoductos, los cuales en esa época eran de corta exten-
sión y df limitados diámetros, tendidos únicamente para el trans-
porte desde las zonas petroleras hasta las líneas ferroviarias.
Una serie de incidencias, entre ellas una lucha abierta de
tarifas ferroviarias que se desata en 1867 y una huelga de trabaja-
i
dores ferroviarios que desencadena en violentos saqueos, coloca a
la Empire Transportation Co., empresa propietaria de oleoductos,
carros cisternas y refinerías y que constituía el más poderoso opo-
nente de la Standard; en la necesidad de transferir a ésta sus
instalaciones. Esto y la política permanente que sigue la Compañía
de continuar adquiriendo oleoductos y refinerías, hace sostener
¡ a un autor, refiriéndose a Rockefeller, que "hacia fines de 1877
difícilmente podía un barril de petróleo . llegar a un ferrocarril
sin su consentimiento".
,.
Otro acontec1m1ento destacado en la lucha hegemónica en la
l que va triunfando Rockefeller, es la transferencia que logra en
!
1883 de los bienes de la Tidewater Pipe Co., la que a través de
muchas dificultades, salvando los problemas que le había ido
! creando la propia Standard, logra construir un oleoducto de 110
millas, con un diámetro de seis pulgadas, que al llevar petróleo
hasta la costa tramontando alturas de más de 2.600 pies, no so-
lamente abarata, sino que revoluciona el sistema de transporte al
servicio de la industria petrolera.
Logrado el control casi íntegro del refino, y el del transporte
11 por oleoductos, en todo el territorio estadounidense, Rockefeller
incursiona también en la labor de distribución de sus propios
r productos, apoderándose de la -casi totalidad de las empresas que
. se dedican a este trabajo, lo que coloca más a la vista de la opi-
I¡ nión pública el afán monopolista de la Standard y aun cuando
,, - 69 -
,,
11

Rockefeller continuaba manteniendo la idea de lo peligroso Y
aieatorio que resultaba el dedicarse a la explotació~ del petróleo,
llega a comprender que en un momento determinado podría
produdrs, alguna acción conjunta de ~os ~roductores en contra
de sus compañías y colocar a éstas en situación de no contar c~n
crudo que refinar, dejando paralizado todo el inmenso com~leJo
que constituían sus plantas de refino, sus oleoductos, sus ~i~t:r·
nas y sus empresas distribu_idoras. Es ant~ _e~~e temor que uuci~,
aunque en forma muy limitada, la adqmsic10~ de po~o~ petroh-
feros, ingresando así al campo de la explotación, actividad que
1
parte de los administradores no eran residentes del mismo, me-
diante resolución de su Tribun;il Supremo dictamina en 1892 la
disolución de la Compañía. Este hecho no afecta sin embargo ni
! la existencia ni el desarrollo del holding, ya que lo único que ha-
cen sus directivas ante esta orden, es convertir a la Standard de
New Jersey en !a wmpañía holding, poseedora de las acciones de
las demás filiales. En suma trasladan a otra Standard el control
,I y administración de todo el imperio.
'I
4. DISOLUCION DE LA STANDARD.
Ir

más tarde irá desarrollando y extendiendo a través de todas las

regiones del mundo.
11
Ir
3. EL HOLDING STANDARD.
La Standard era una empresa legalmente establecida en Ohi'o,
pese a que sus actividades abarcaban todo el país. Según la legis-
lación de Ohio, la Standard no podía ser dueña de empresas esta·
blecidas en otros estados, por lo que Rockefeller tuvo que burlar
esta prohibición haciendo que fueran sus directivos y no la. com-
pañía, los que adquirieran las acciones de sus empresas radicadas
en otros estados. Esta situación, si bien mantenía el control de
todas las empresas, dificultaba la posibilidad de una administr~-
ción uniforme y centralizada, dificultad que logran superar si·
guiendo la recomendación del abogado Samuel Dodd. creando :n
cada Estado compañías ~tandard, cada una de las cuales era duena
de las acciones de todo el grupQ de compañías que poseía en
su respectivo Estado, quedando las Standard así creadas, sujetas
a la administración común del Consejo Directivo de una sola com-
pañía, en este caso la de Ohio, en cuyas manos se encontra~::i.n las
acciones de todas las demás Standard, la cual a su vez emiua en
cambio títulos de propiedad sobre el conjunto del "trust".
Ohio, con su severa legislación, no permite por mucho tiempo
Pocas compamas han sido tan combatidas y perseguidas como
la St~1ndard, no solamente por sus competidores y p<lr la opinión
pública, sino también por los gobiernos y congresos estatales y
federales de los Estados Unidos y en todo el ámbito mundial.
Entre sus procedimientos, el más usual era el apoderarse de las
empresas competidoras o eliminarlas y llevarlas a la quiebra, apli-
cando para lograr este objeto precios tan bajos para sus productos,
que sólo ella era capaz de sostenerlos con sus mayores ingresos
derivados de otras zonas o regiones. El soborno, la compra de
~ecretos comieciales, la conquista a cualquier costo de los mejores
funcionarios y técnicos, el espionaje, los acuerdos secretos con los
ferroviarios y prestatarios de servicios en perjuicio de sus compe-
tidores, hace.u cada vez más antipática ante la opinión de su país
y del mundo la imagen de ese coloso que se yergue por encima
de gobiernos estatales, del federal y hasta de gobiernos de países
extranjeros hasta donde llega su influencia.
A .pesar de que la Standard, en sus horas de mayor auge y
expansión no llega a tener más de un 80 a 90% del control de 1as
actividades a que se dedica, su figura se presenta ante su país y
ante el mundo como la expresión más negativa de los trust y del
monopolio. La empresa, que -al contrario de otro& grandes trust de
su época, que llevaban el mal trato a sus trabajadores hasta lími-
tes de inconcebible esclavitud- mantiene con su personal de em-
pleados y obreros las mejores relaciones, con sueldos y salarios muy
1
por encima de los usuales y con métodos de seguridad industrial y
1

de asistencia social muy avanzados para ese tiempo, tiene que en-
la presencia del trust en el Estado. Basándose en que la mayor
11
- -71 ~-
- 70 -

li
,¡¡;
frentar una hostilidad general que trae como consecuencia múlti-
ples investigaciones y procesos en los que se ve envuelta en varios
Estados, sobre todo en la época en que toma vigor la aplicación de
]a Ley Sherman y otras leyes anti trust, durante la que, según
la cita de Frances Whitney, "el espíritu de los tiempos se reflejó
en la multa que le fue impuesta a aquella compañía de $us.--
29.240.000.- por 1.462 cargos separados".
La afluencia del petróleo ruso a mercados europeos y del Ex-
tremo Oriente, el descubrimiento de Spindletop, (*) la erección y
desarrollo de otros colosos petroleros como la Texaco y la Gulf, las
continuadas derrotas que le infringe la Shell Royal en diversos
mercados, son otros factores que debilitan de manera importante
la posición de la Standard.
En 1907 la Standard Oíl se ve enfrentada a varios procesos.
Uno de ellos, instaurado ante el Tribunal Supremo de Missouri,
deviene en 1909 en un fallo que determina la disolución de la
Compañía. La apelación a que recurre ésta es desestimada por la
Corte Suprema de los Estados Unidos, la que el 1.5 de mayo de
1911 da un plazo de seis meses para la disolución del holding. El
colosal imperio creado por John D. Rockefeller acaba por desmo-
ronarse y cuando este se retira personalmente de la actividad pe-
trolera ante el fraccionamiento de que es objeto la Stand,ud y según
(*) El 10 de enero de 1901 se descubre el pozo Spindletop, en una
pequeña colina de ese nombre ubicada cerca al pueblo de Beumont,
en Texas. Su descubrimiento se produce acompañado de una fuerte
explosión y una columna de petróleo de varias decenas de metros
de altura, y aún cuando su elevada producción empieza a disminuir
en un corto tiempo, este pozo, considerado el "más famoso del
mundo", marca con su aparición una de las fundamentales etapas
de la historia del petróleo y el nacimiento de los ricos campos pe-
trolíferos de Texas, de Luisiana y Oklahoma.
Todo el mérito del descubrimiento de Spindletop debe atribuírselo
al leñador manco a quien llamaban Patillo Higgins el cual,· en el
convencimiento de que en la zona existía petróleo, gastó todo su
patrimonio y muchos años de su vida en d~ostrar lo cierto de
su creencia, convenciendo además a Anthony Lucas a invertir todo
su dinero en esta empresa. Posteriormente tuvieron que transferir
sus derechos a una compafifa dependiente de los Mellon, quien fue
la que encontró petróleo. Lucas logró una pequefi.a proporción e -
los beneficios del descubrimiento, y Higgins murió pobre y desam-
parado.
- 72 -
nos relata Nevins, lo único que llega a mantener de los restos de
su poderosa empresa es una sola acción, que la conserva por una
actitud sentimental en razón de llevar ésta el NQ l.
A fines de 1911, año en que se ordena su disolución, la Stan-
dard queda dividida en más de 30 compañías, cada una de ellas
con d}rectorios independientes y con sus acciones en poder de los
accionistas del antiguo holding, entre quienes se las había dividido
a ~rorrata. Estas compañías mantienen en un principio su organi-
zaci_ón propietaria y sus primitivos nombres, y una especie de soli-
daridad ｾ＠ ~ooperación entre sí, pero al cabo de unos pocos años
van convirtiéndose en entes económicos totalmente diferentes, con
distintas conformaciones accionarias e intereses que sólo mantie-
nen entre sí ·la ligazón de la actividad común.
A pesar. d_e este fraccionamiento, cada una de las compañías
1
en que se divide la Standard llega a constituir por sí un verda-
dero poder económico, con activos enormes y presupuestos que
en algunos casos superan a los de varios países de la tierra, que-
dando la _S_tandard de New Jersey colocada como la mayor dentro
de la activrd,;id petrolera, no solamente de fütados Unidos sino de
1
todo el mundo. Baste señalar como prueba del poder económico
con que quedan las compañías fraccionadas, que entre las siete
mayores del mundo, cinco son norteamericanas, y de ellas, dos,
además de la New Jersey que como dijimos ocupa el primer lugar,
.1
son compañías desprendidas de la primitiva Standai:d: la Socony
Mob1l y la Standard California, y siguiendo a ellas tenemos mu-
11
chas otras cuyo poder económico y financiero las coloca entre las
11 grandes del mundo como la St.indard Indiana, la Atlantic, la
Standard de Ohio, la Continental, la Ohio Oil y otras.
Refiriéndose a la Standard New Jersey, la principal y más
grande compañía petrolera de la tierra, Harvey O'Connor, en "El
Imperio del Petróleo" (edición 1958), dice : "La Standard Oíl Co.
New J~rsey, es la principal heredera de la antigua compañía Stan-
dard disuelta en 19ll Esta maravilla del mundo occidental, este
coloso que cabalga sobre la avalancha de petróleo proveniente
:
de los más ricos campos, tanto del este como del oeste, que recauda
1
 . l uier otra sociedad anónima hajo el sol,
mayores mgresos que cu~ q t n·1· vende en el mercado una
. · f na m transpor a,
m produce, m re 1 , d . d grande para tomar en cuenta
sola gota de petróleo. Es. .:::1aJ;rse sólo retiene, piensa y pla·
semejantes problemas ~o~di322 ~ompaAías ya es ciertamente taena.
nea. Retener el contro e b .d. . como la Creole y la Humhle VI. LA SHELL ROYAL DUTCH.
Cuand? _alguna~ del tal:ássu a;\a~ar;:;poraciones del mundo, pensar
se clas1hcan. entre as ho más importante que retener". y al l. DETERDING Y LA ROYAL DUTCH.
y planear viene a ser mue , f de su obra "Quién es el
'C nor en otro parra o
preguntarse O on ?" dice· "La respuesta de
dueño de la Standard New Jersey 'd n s d
0
65 000.000 de partí- J. B. Augusto Kessler, un holandés, auténtico producto de su
que la Compañía_ es de 297.000 tn~ic~ret~; y. no revela nada". época, funda en 1890 la Royal Dutch Company con la finalidad
cipaciones en acciones comunes, o de dedicarse a la comercialización de petróleo y sus derivados en
el Extremo Oriente. Como muchas compañías que habían sido
creadas al calor de las posibilidades que abría el petróleo pero que
no contaban con el capital necesario, empieza a tropezar con gran-
des dificultades económicas, sin poder obtener créditos bancarios
i para sortearlas. Al lograr Kessler ser designado consejero de un
banco a consecuencia de haber seguido los consejos de Henry De-
terding, -un empleado de la Compañía de Comercio de Holanda,
radicado en las Indias Holandésas--, incorpora a éste a su empresa,
marcando con Iste hecho el comienzo de la carrera del que estaría
11 llamado a convertirse en una de las dos más grandes figuras de la
historia petrolífera mundial, y el único que logra enfrentarse con
creciente éxito a Rockefeller y a la Standard Oil.

1
Deterding, con una personalidad afecta a los placeres y a la
buena vida, con una inclinación irrefrenable hacia las mujeres her-
mo~as, ostentoso y dadivoso, era sin embargo un intatigable traba-
jador. Como hombre de negocios sabía aprovechar las circunstan-
oas que se le presentaban, con una gran perspectiva de futuro. Su
1
habilidad e instintivo conocimiento de la personalidad de los
1
hombres rnn quienes trataba, le hacen merecedor del calilicativo
de "Napoleón del Petróleo" con que lo han bautizado algunos
autores.

1
A la muerte de Kessler, acaecida al finalizar el año 1900,
Deterding ocupa el puesto de éste y se puede decir que en ese
momento se inicia la gestación de un nueyo imperio peLrolero
llamado a disputar la primada de la industria a la poderosa
Standard.

-7-i- - 75 -

Mientras Rockefeller ba5a su lucha por la hegemonía mun-
dial en la guerra de precios, Deterding, al referirse a este procedi-
miento decía que "se podía llamar a eso una forma refinad? de
degollar o de estrangular. una lucha cic perros o cualquier otra
cosa insultante", y sostenía que cuando se reducían los precios
como sistema, también disminuía la demanda y que por el con-
trario, cuando los precios se estabilizaban, los consumidores iban
almacenando existencias del producto y por comiguiente aumen-
taba la demanda. Creía Deterding que antes que buscar la des·
trucción del competidor, se debían establecer reglas que permitie-
ran una cooperación mutua en busca de beneficios comunes.
Otro punto de vista que lo diferenciaba de Rockefeller, era
el de que mientras éste pensaba que lo fundamental para el éxito
económico de una empresa constituía la conquista de los mercados,
Deterding creía que el limitarse a la conquista de mercados era
peligroso e insuficiente, y que lo fundamental era obtener el control
del centro productivo más cercano al mercado de consumo.
Estas dos extraordinarias personalidades, estos dos astros de
las finanzas, estos dos pensamientos, y estas diferencias de méto·
dos, desencadenan una guerra permanente, cruel, en la que los
hombres, las empresas y hasta las naciones entran en juego, dentro
del afán hegemónico de las dos más grandes figuras petroleras de
la Humanidad.(*).
2. LA SHELL.- SUS INICIOS.
Más de 10 años antes de que Kessler fundara la Royal, los
hermanos Samuel, Marcus y Sam, hijos de un próspero comer-
ciante londinense que había hecho su fortuna traficando con el
Oriente, forman su propia empresa comercial para negociar entre
el Japón e Inglaterra. Los hermanos Samuel trafican con toda
clase de productos. Incitados por un agente de los Roschild, deci-
den incursionar en el negocio del kerosene, vendiendo el produci·
élo en Rusia en los mercados del Extremo Oriente, donde hasta
(*) Existen autores que consideran que la guerra boliviano-paraguaya
fue promovida por la Shell, cuyos intereses en Paraguay buscaban no
solamente apoderarse de zonas petrolíferas bolivianas sino también
neutralizar los intereses que en nuestro país tenía la Standard.
- 76 -
r
1
entonces imperaba la Standard con su producto envasado en reci-
pientes de hojalata forrados con madera.
_Marcus Samuel, en un vi~j~ a Rusia, había visto operar pe-
quenos barcos-tanque que se utilizaban en ese país para el traslado
~e petróleo ! kerosene sin envase. Calculando las enormes venta·
}ªs que. podri~ depararle transportar el kerosene ruso hasta el Le-
pno ?_nente ~m el costo que significaba el envase, lo que le podría
permitir rebapr precios y competir en un plano de ventaja con la
I!
I¡ Standard;_ lleva a la práctica ~sta idea mediante la construcción
de su primer buque-tanque que zarpa de los astilleros de West
Hortlepool el 24 de agosto de 1892 y aun cuando el primer trans-
porte de kerosene sin envases les resulta un fracaso, debido a la
demanda que en los mercados del Extremo Oriente tenían los
<:nvases de hojalata, utilizados por los consumidores de kerosene
en múltiples aplicacio1:es, los hermanos Samuel supieron solucio-
nar _este problema fabricando los envases en los mismos puntos de
1
desuno de su kerosen_e. Les resulta tan exitosa la experiencia que
en poco más de un ano poseen una flota de I I buques-tanque que
transportan el petróleo ruso de los Roschild, cada barco con el
nombre de una concha, llevando todos ellos la misma figura como
11 emblema, _q1.\f más tarde ~s adopta_d a por la Shell Transporting
11
ª?d Tra~n~g Co. que funda Marcus Samuel en 1897, la que no
sol? se h1~11ta a comerciar con productos rusos de petróleo en el
Oriente, smo qu.e llega a comerciar con el petróleo de Texas en
Europa.
3. LA FUSION DE LA SHELL CON LA ROYAL DUTCH.
El. au.?e de la Shell hace que la Standard, dentro de su acción
expans1omsta, trate de apoderarse de esa compañía. A este efecto
hace, desde mediados de la década del 90, atrayentes ofertas de
compra, que en IJOI eleva a la suma de ocho millones de libras,
11 prec10 muy superior al valor de los activos con que contaba la
Sh~ll. Durante esos mismos años, Kessler, hasta su muerte fue tra-
11
baJando e~ la posi~ilidad de unir su compañía, que po/ entonces
ya se hab1a convertido pasadas sus iniciales dificultades en la inás
~ande empres~ petrolera de Holanda, con la Shell de Marcus
~a~uel. J?eterdmg su sucesor, conoce que esta unión representa la
umca sahda para enfrentar con posibilidades de éxito a la Stan-
- 77 -
 T
dard y en procura de lograr ese objetivo juega con tres factores: el
primero, la conformidad que obtiene de los Roschild para llegar a
formar con ellos una sola unidad económica; el segundo, la presión
cada vez mayor que ejerce la Standard en su afán de adquirir la
Shell; y el tercero, las veleidades de mejoramiento social que ca-
racterizan a Marcus Samuel, que hace que vaya subordinando la
atención de sus negocios a sus ocupaciones sociales y públicas.
Deterding logra primero una unidad parcial con la Shell
limitada a los negocios en el Extremo Oriente, para la ejecución de
lús ·cuales acuerdan organizar una nueva empresa: la Asiatic Pe-
troleum Co. Esta no llega a organizarse legalmente, pero en la
práctica Deterding, por determinación propia, toma a su cargo la
dirección de los negocios de la Shell eu Asia, al mismo tiempo que
los de su propia compañia. Posteriormente fuerza a Marcos Samuel
a la fusión total y definitiva de ambas compañías, a cuya conse-
cuencia se organiza en 1907 la Shell Royal Dutch, de la cual De-
• tercling asume la dirección y obtiene el 60% de las acciones, que-
dando el 40% restante en poder de Marcus Samuel. No obst.inte
este predominio accionario de Deterding y de la Ro-pl, la nueva
empresa asume el distintivo de la Shell, y establece su domicilio
en Londres.
4. LA ANGLO PERSIAN.
Williams Knox D'Arcy, un inglés que había hecho su fortuna
explotando minas de oro en Australia, había regresado a Londres
donde vivía opulenta y ostentosamente.
Ante la propue~ta que recibe de un funcionario persa que le
ofrece la posibilidad de adquirir concesiones petrolíferas en Persia,
envía a ese país a su _secretario, el que obtiene para D'Arcy una
concesión para explotar petróleo en una ext~nsión de 480.000
millas cuadradas, liberada de todo impuesto a cambio de una par-
ticipación en favor • del gobierno persa -del 16% sobre producción,
participación estatal que a pesar de ser favorable al concesionario
resultaba· mayor que las usuales de la época.
D'Arcy inicia de inmediato la explotación en Persia en medio
de grandes dificul~ades, agravadas por lo fuerte del clima, por el
- 7'ti - ·
difícil transporte y por la anarquía que reinaba en el país, donde
jeques y caudillos locales imponían su arbitraria autoridad por •
encima de las resoluciones del Sha. La cada vez mayor prolonga-
ción de las exploraciones y el costo de éstas, llegan a colocar a
D'Arcy en difícil situación económica, que motiva una fuerte de-
clinación en los trabajos exploratorios.
Por esa época es nombrado Lord Fischer como Primer Lord
del Almirantazgo Británico. Convencido de que el petróleo debía
reemplazar al carbón como combustible en los barcos de la marina
británica, considera imprescindible que Inglaterra tenga control 1
de la explotación petrolera en zonas en las que el reino tuviera
fácil acceso, y ve a Persia como a un país que llena ese requisito;
por lo que propicia la unión de D'Arcy con la Burmah Oíl Co.,
la cual aportaría el capital necesario para la explotación petrolí-
iera en las concesiones persas de D'Arcy. Con este aporte se inten-
sifica temporalmente la búsqueda de petróleo, pero las cada vez
más difíciles situaciones que se les presentan, hace presentir la
aproximación del cese de los trabajos, lo que finalmente es orde-
nado al supervisor G. B. Reynolds mediante telegrama, en cir-
cunstancias en que . en una perforación que se realizaba en la 1
sierra de Zagro~ se había llegado a los 1.100 metros de profun-
didad en mayo de 1908. Reynolds, de gran experiencia en perfo-
raciones y embargado de esa fiebre del descubrimiento de petró-
leo que no escatima sacrificios en la persecución de su objetivo,
resuelve desconocer -la ord_en telegráfica y continuar las perfora-
ciones hasta recibir confirmación escrita de Londres. A las dos
semanas de haber asumido este riesgo, el 26 de mayo, ve premiados
sus esfuerzos cuando surge de la perforación un surtidor de pe-
tróleo. 1
El descubrimiento del petróleo persa trae como consecuencia
inmediata la organización de la Anglo Persian, (*) compañía a
la que por acción del nuevo ·Primer Lord del Almirantazgo, \Vins-
ton Churchill, la Corona Británica, autorizada en 1914 por ley
promulgada por el Parlamento, resuelve_ ingresar con un . paquete
~ccionario por valor de 2.000.000.- de libras, con un derecho de
( *) L.a Anglo Persian cambia su. nombre por el de Anglo Iránian en _1935,
y vuelve a cambiarlo por el de British Petroleum en 1954.
J
voto estipulado en más del 50% y con la prerrogativa de designar
d.os éonsejeros, los cuales 'tienen derecho a veto en todo asunto
relacionado con estrategia. En .esta forma adviene al mundo otro
de los que constituirá uno de los más grandes consorcios econó·
micos.
Entretanto se producían los acontecimientos relatados referi-
dos a la Anglo Persian, Deterding desde 1906 había ido consoli-
dando las posicione~ de la Shell en et mundo, infringiendo graves
denotas a la Standard. La Shell logra, además de la primacía
petrolífera en Europa y Extremo Oriente, controlar Australia,
Borneo, Sarawak y Egipto e incursiona en América: en Venezuela,
Trinidad y México y no conforme con todo esto, decide enfren·
tarse a la Standard en su propio territorio y adquiere campos
petrolíferos en algunos Estados de Estados Unidos. Trata de
comprar la Union Oíl que constituía la principal compañía de
California, intención a la que se oponen muchos accionistas em·
pujados por un sentimiento nacionalista nacido como reacción a
la invasión económica que realizaba la Shell, la que sin embargo
logra sentar sus bases firmes en Estados Unidos hasta convertirse
en una de las principales compañías petroleras en ese país.
Deterding amplía sus explotaciones petrolíferas a Rumania y
adquiere los intereses rusos de los Roschild. Posteriormente, antes
del estallido de la primera guerra, forma parte con un 22.50% de
la Turkish Petroleum Co., organizada para la explotación de pe·
tróleo en las provincias de Bagdad y Mosu1 en Mesopotamia, hoy
Irak. Los otros accionistas de la Turkish eran el Deutsche Bank
con otro 22.50%, Calonte Sadkis Gubalkian, que desde niño había
estado ligado a las perspectivas petroleras de Mesopotamia, con
un 5%, y la Anglo PersiaJl. con el 50% restante. La Tnrkish no
pudo iniciar trabajos debido al desencadenamiento de la guerra a
cuya consecuencia se procluce el embargo de la parte correspon·
diente al Deutsche Bank. Se pu<:de decir que antes de la Primera
Guerra Mundial . se observa en el panorama petrolero el triunfo
casi total de Deterding, que al mando de la Shell Royal Dutch y
sus subsidiarias, controla en gran porcentaje el mundo petrolero
fuera de los Estados Unidos y sienta sus bases, .por intermedio
de la Turkish, en la futura producción del Oriente Medio.
- 80 -
5. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LA POST GUERRA.
El desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial muestra
sin lugar a la menor duda la creciente importancia y el enorme
valor estratégico del petróleo. La gran movilización de tropas y
de abastecimientos que demanda la guerra, el uso del avión y del
submarino como armas de combate, él desplazamiento del carbón
por combustibles pesados derivados del petróleo para uso de los
buques mercantes y de guerra, requieren la provisión de grandes
<antidcdes de petróleo, lo que lleva a las potencias mundiales al
convencimiento de que uno de los factores básicos para el logro de
la hegemonía política, económica y bélica, constituye el petróleo
y el control de las zonas productivas de este hidrocarburo.
I
Durante la guerra, los aliados contaban con el petróleo ruso,
con la producción de la Shel! en las Indias Orientales y en Vene·
zuela, con el crudo de México y Birmania, con el producido por la
Anglo• Persian en Irán, donde empiezan a trabajar las refinerías de
Abadan, y por último con el incontenible caudal petrolero esta-
dounidense. En Alemania y entre sus aliados, sobre todo al prome-
diar y al final de la guerra, la situación era insostenible en lo
referente a aisponibilidades petroleras. Algo que habían salvado
del petróleo rumano, algunas existencias mantenidas al principio
de la guerra a consecuencia de compras efectuadas a la Standard,
que no pudieron prolongarse en el curso del conflicto, y el petró-
leo sintético obtenido gracias a la inventiva alemana, además de
una insignificante producción propia, fue con lo que sostuvieron
sus necesidades bélicas, haciendo patente la desventaja en que la
falta de este producto los colocaba en relación con sus adver-
sar.íos.
Cabe destacar un hecho que se produce en esa época y de
significación en el ámbito petrolero mundial. Los yacimientos rusos,
principalmente en los campos de Bakú, Grosny y Emba, que esta-
ban siendo explotados por empresas pertenecientes al grupo Nobel,
a la Shell Royal, a la Vacum y a la New Jersey, pasan a raíz de la
revolución bolchevique de 1917 al control del nuevo régimen ruso.
La influencia de las petroleras, principalmente la ejercida por la
Shell y por Deterding ante el Gobierno británico, logra que se or·
ganice, en base a un ejército de rusos blancos, de turcos y de in-
- 81 _;_
11
gleses, una fuerza intervencionista que busca como objetivo el
control de los campos petrolíferos rusos, llegando en 1918 a tomar
Bakú, y reforzando su posición en esa ciudad portuaria con la
presencia en el mar Caspio de efectivos de la flota inglesa. El con-
trol de Bakú es mantenido en medio de encontrados intereses
ingleses y norteamericanos y de graves contradicciones entre las
compafüas hasta el año 1920, en que es reconquistada por el go-
bierno soviético.
, área que según los franceses -que fueron los proponentes- cons-
Concluida la . guerra, Francia exige una participación en la
posible producción petrolera en el Oriente medio. Pide que se le
adjudique el paquete accionario de la Turkish Petroleum que
había sido embargado al Deutsche Bank.
En la Conferencia de San Remo de abril de 1920, Francia e
Inglaterra, sin tomar en cuenta a su aliado Estados Unidos, termi-
nan un acuerdo petrolero mediante el cual Irak debía quedar bajo
la hegf;monía de Inglaterra y Siria bajo la de Francia, obteniendo
además esta última un 25% de las acciones de Ja Turkish y ei
derecho a com.truir un oleoducto hasta el Mediterníneo. En estas
circunstancias y para la efectivización de esos objetivos, el gobier-
no francés funda la Compañía Francesa de Petróleo, llamada a
convertirse en otra de las fuertes organizaciones petrolíferas a nivel
mundial.
Estados Unidos, que había tomado conciencia de que hasta
enton<:es su riqueza petrolera habfa venido manteniendo en gran
parte las necesidades mundiales de consumo, sin haberse preocu-
pado de un posible agotamiento de sus reservas y sin importarle
la obtención del control de yacimientos fuera de su territorio,
convencido además de la importancia estratégica del petróleo, pro-
clama la llamada política de "puertas abiertas" mediante la cual
busca expandir su esfera de influencia. Al amparo de esta tesis
exige a sus aliados el que compañfas estadounidenses participen
en la explotación de los recursos petroleros del Medio Oriente.
Las compañías francesa e inglesa, a pesar de estar protegidas
por ms respectivos gobiernos, ceden a la presión norteamericana
e invitan a los petroleros estadounidenses a formar parte de la
Turkish Petroleum, que posteriormente cambia su · nombre por el
- 82 - ···
.
de Irak Petroleum. A consecuencia de negociaciones iniciarlas en
1922, se llega después de seis años a un acuerdo mediante el cual
las acciones de la Turkish se dividen en un .23.75% para cada una
de las partes intervinientes: la Anglo Persian, la Shell, la Compa-
fiía Francesa del Petróleo y el Grupo Americano, y un 5% para
l 'I
Gubalkian y se establece el Hamado "acuerdo de la línea roja"
(Red Airline Agreement), mediante el cual la5 partes convienen
en no competir entre sí, salvo un previo acuerdo, dentro de un
tituía el territorio que había sido el imperio turco y que com-
11
prendía casi toda la Península Arábiga incluyendo Turquía, Siria.
11
Irak y Ar;ibia Saudita, acuerdo que se mantiene vigente h asta
11 despufs de la segunda guerra. . ·,
' -
Algunas de las compañías que forman parte del grupo ame-
ricano integranté de la Irak Petroleum, apartándose de sus socios
y por consiguiente de los acuerdos de la "línea roja", logran obte-
ner concesiones propias en zonas productivas del Medio Oriente.
En esta forma encontramos a la Gulf iniciando trabajos en Kuwait
en sociedad con la Anglo Persian y la Standard California. Estas
mismas compañías obtienen posteriormente concesiones en Arabia
Saudita y Bahraim, que comparten más tarde ron la Texas Oil
Co. En esta forma, por intermedio de sus principales empresas
petroleras, entre 1as que también se· hallan la Standard de New
Jersey y la Standard New York, conformando la Irak Petroleum,
los Estados U nidos logran ingresar al Oriente Medio.
6. EL ACUERDO DE ACHNACARRY.
En el p anorama petrolero de la época se observa un evidente
avance en la influencia de las compañías americanas, que aparte
de su ingreso en Oriente Medio, también incursionan en Vene-
zuela, Indias Holandesas, México y otros puntos. No obstante,
pese a haber perdido Deterding y sus compañías asociadas él im-
portante caudal del p etróleo ruso, contin úan manteniendo una si-
tuación de primacía en Centro ·y Sud América, en México, _en
Rumania, Egipto y Trin id ad, én las Indias H olandesas, Ceylán,
Malasia, China, Siam, Filipinas y o tros centros productivos, ade-
más del Oriente Medio y del desarrollo logrado por la Shell en
el propio Estados U nidos.
ｾ＠ 83 -
 No obstante de esta posmon de privilegio, Deterding se da
cuenta de que sus éxitos corren el riesgo de transformarse en derro-
ta y de que sus fuert~s posiciones· pueden llegar a ser destruidas
por el empuje de los Estados Unidos y la cada vez mayor influen-
cia del dólar, a lo que debe sumarse el deterioro constante de los
precios de petróleo ocasionado por la guerra que se mantiene entre
su grupo y las compañías del grupo americano, deterioro .agravado
por nuevos descubrimientos como los producidos en el pozo Ba-
rroso 2 en Venezuela y otros yacimientos en el Cercano Oriente,
que hacen aumentar excesivamente la oferta del producto.
Lo mencionado ·lleva a este estratega de la guerra petrolera _
a comprender la necesidad de lograr un sólido acuerdo entre los
más grandes consorcios petroleros, que· además de evitar un derro-
che de energías y dispendiosos gastos, les permita actuar en forma
armónica en la búsqueda de beneficios comunes. En este sentido,
en el mes de septiembre de 1928, reúne con él en Achnacarry House,
posesión que tenía alquilada en las agrestes tierras altas de Esco-
cia, a Walter C. Tagle, Presi<lente de la Standard Ncw Jersey y a
Sir J ohn Cadman, Presidente de la Anglo Persian. En esta ocasión,
como culminación de reuniones previas que se habían venido
cumpiiendo entre las tres compañías, se establece el Pool Aso-
ciation de 17 de septiembre de 1928, más conocido por el Pacto
de Achnacarry, que en el fondo no constituye otra cosa que la
creación de un cartel mundial del petróleo para controlar la in-
dustria en beneficio de sus miembros. La decisión de adoptar un
precio único, basado en el precio vigente Jen el Golfo de México,
al que debe agregarse el valor del transporte desde el golfo hasta
destino, cualquiera sea el punto de producción (Gulf plus) y la
disposición de las compañías integrantes de regular la producción
de acuerdo con las necesidades de los mercados, los que deberían
distribuirse entre ellos sobre la base de que cada mercado tendría
que ser abastecido por el centro productor más próximo -lo que
permitiría un ahorro importante en el transporte, que redundaría
en beneficio de los miembros del pool- son las principales dis-
posiciones adoptadas en Achnacarry.
Siete principios básicos quedan determinados en el Acuerdo:
- 84 - ·
"l. Los grupos integrantes aceptan el volumen de negocios
que poseen en ese momento y éste servirá como referencia para
determinar la producción que corresponda a cada integrante en
los futuros incrementos que se realicen. ·
2. Teniendo en cuenta que las instalaciones existentes son
suficientes para cubrir el c.onsumo actual, ellas deben ponerse a
disposición de los productores, los que deberán pagar por su uso
una cantidad menor que la que les costaría crear esas instalaciones,
pero en ningún caso inferior al verdadero desembolso que hubiese
realizado el dueño de las instalaciones.
3. Los integrantes se comprometen a crear solamente aquellas
nuevas instalaciones que sean necesarias para satisfacer el incre-
mento de la . demanda de derivados de petróleo.
4. Los productores conservarán las ventajas de su situación
geográfica y cada zo~a productora deberá abastecer el consumo en
el territorio tributario geográficamente, el cual debe ser respetado
•para la producción de esa zona.
5. Con e! objeto de lograr la mayor economía posible en el
transporte, la oferta del producto debe provenir de la zona pro-
ductiva más cercana. .
6. Si la producción llegara a ser ,superior al consumo en la
correspondiente área geográfica, los sobrantes serán considerados
como excedentes de producción y sólo podrán ser liquidados o re-
tirándolos del mercado u c,freciéndolos a un precio que lo haga
competitivo con la producción de otras áreas geográficas.
7. Debe desalentarse la adopción de medidas que tiendan a
aumentar lo~ costos o a disminuir el consumo".
Además de ios puntos anteriores, las Compañías concurrentes
a Achnacarry definen los siguientes puntos de acción operativa:
''l. El acuerdo no es aplicable ni a las exportaciones ni a las
importaciones de los EE. UU.
, ._ 2. Las cuotas que determinen los derechos de cada grupo se
calcularán semestral~ente.
- ss· - · -
 3. Los precios serán .calculados de acuerdo con el precio
vigente en el Golfo de México, sin tener en cuenta el origen del
producto.
4. Se tenderá a una standarización de la éalidad de los pro-
ductos, para lo que se fijarán normas en base a acuerdos parti-
culares.
5. Los excedentes de flota que no se utilicen, serán puestos en
pool, a disposición del conjunto de los grupos.
6. A efecto de economizar transporte, se podrán intercambiar
próáuctos entre los grupos.
7. Los excedentes de producción serán puestos a disposición
de los grupos, a men~r precio que el que se exigiría a terceros".
La depresión de los años 30, el descubrimiento ·ae nuevos
grandes yacimi~ntos texanos y de otros importantes yacimientos
en Cercano Onente y la disminución notable del consumo son
factores que influyen para que los acuerdos del cartel no se 'cum-
plan sino _en parte, pese a los protocolos adicionales que se aprue-
ban en anos postenores, como el Memorándum Sobre Mercado
Europeo de ~93_0, el Acuer?o. de Distribución de 1932 y el Memo-
rándum Prehmmar de Pnnc1pios de 1934. En todo caso resulta
indiscutible el hecho de que los convenios establecidos entre los
grandes del petróleo han dado resultados beneficiosos para los con·
sordos, entre' ellos el relativo al "gulf plus", que ha sido la base
sobre la que du~ante muchos años ha regido el precio del petróleo
en todas las regrnnes del mundo donde existen subsidiarias de los
grandes colosos petroleros.

Constituido el "cartel", no tardan en sumarse a éste muchas

otras compañías, siendo las siete mayores de todo el conjunto, o
"las siete hermanas" como se ha dado en denominarlas, las siguien-
tes:
"
l. La Standard OH de New Jersey.
/
2. La Shell Royal Dutch.

-~- La Mobil Oil (antigua Standard de California) .

4. La Texaco Oil Co.

5. La Gulf Oil Co.

6. La Standard Oil de California.

7. La Anglo Persian.

De las siete mayores cinco son americanas, una anglo holan- ,

desa y la séptima, inglesa. Algunos autores incorporan dentro de
la relación de las grandes, en octavo lugar, a la Compañía Fran-
cesa de Petróleo.

- 86 ' - - 87 -
 VII. IMPORTANCIA DEL PETROLEO
EN LA EPOCA ACTUAL.
l. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y LA POST GUERRA.

La Segunda Guerra Mundial trae consigo un aumento colosal

de las necesidades de petróleo y sus derivados.

En el año 1938, el . principal productor de petróleo seguía

siendo con mucha difere.n cia Estados Unidos con 162.000.000 de
toneladas. Le seguían Venezuela con 28.000.000, Irán con algo
más de. 10.000.000, México con casi 6.000.000 e Irak con 4.500.000,
escoltados por países como Rusia, Rumania, las Indias Orientales,
Polonia y otros.

Alemania poseía unos pequeños campos petrolíferos que ape-

nas alcanzan a producir 571.000 toneladas en 1938, y aún cuando
ese mismo año había adquirido más de 5.000.000 de toneladas de
la Anglo Iranian, la Standard ·y la Shell, su situación en cuanto a
abastecimientos petroleros era muy débil, sobre todo si se toma
en cuenta que entre Estados Unidos, Inglaterra, Holanda y Fran·
cia controlaban el 80% de la producción mundial. Es por esta
razón que con la toma de abastecimientos petrolíferos y con la
fabricación en gran escala de petróleo sintético, pretende solu-
cionar su deficiente abastecimiento, y pese a que al comienzo de
la guerra logra obtener algunas reservas petroleras existentes en los
países conquistados, ya que se calcula que en l 941 las fábricas de
petróleo artificial producían 800.000 toneladas, la dependencia
alemana en la materia resulta a la postre definitiva en el resultado
del conflicto.

La demanda inusitada que acarrea la Segunda Guerra Mun-

dial, ratifica el valor estratégico de los hidrocarburos y logra uri
desarrolJo acelerado de la petroquímica. La goma sintética, el tuo·
leno necesario para la fabricación de TN.T., fertilizantes, deter-
 ..
gentes, fibra textil artificial, la enorme gama de productos metáii-
cos y de madera reemplazados por el plástico; hacen que muchas
materias primas se vayan convirtiendo en cada vez más pr~cindi-
bles, y en cada vez más imprescindible el petróleo para la vida y
el desarrollo de las naciones y de los pueblos.
Con el avance de la petroquímica que había dado sus primeros
pinitos en la década del 20, el petróleo, además de mantener
hasta hoy su condición de principal fuente de energía, se con-
vierte en el más increíbie proveedor de materias primas para la
industria manufacturera y para la satisfacción del cada vez más
acelerado avance científico y tecnológico que experimenta la Hu-
manidad a partir de la Segunda Guerra.
La base de la petroquímica no consiste en otra cosa que en
la descomposición o fraccionamiento de las moléculas de carbono
e hidrógeno de que están compuestos los hidrocarburos y su rea-
grupamiento en moléculas de distinta conformación, por lo que
dada la enorme versatilidad que caracteriza al carbono y al hidró-
geno y a la variedad de agrupamientos en que pueden constituirse
sus moléculas, se puede obtener una gama inmensa de productos
derivados de la aplicación de la química en los hidrocarburos.
Concluida la Segunda Guerra se inicia una explosión incon-
tenible de desarrollo industrial y tecnológico y una verdadera
transformación en el orden político y económico del mundo.
Estados U nidos emerge de la guerra como primera potencia
indiscutible y empieza a señalar las pautas por la.s que se encamina
la política mundial, hasta que la U. R -S.S., f11crtemente ayudada
en su recuperación y potencia.miento post-bélicos por el capital,
la tecnología y la cooperación humana estadounidenses, empieza
a: mostrarse como una potencia de primera magnitud, y a dispu-
tarle a los Estados Unidos la primera posición. Esta pugna que
por los sistemas que se usan, por la gran capacidad de la propa-
ganda que se emplea, por los recursos que se destinan, y por la
divergencia doctrinal sobre la que pretenden ambas potencias asen-
tar sus pretensiones imperialistas y de control de naciones, rique-
ias y pueblos, ha colocado a toda la Humanidad en una situación
de lucha deshumanizada y cruel, · sangrienta y total, no solamente
-90-
entre zonas geográficas y entre e5tados, sino lo que es más lamen-
table, entre ciudadanos de un mismo país, sobre todo en aquéllos
que se encuentran en proceso de desarrollo y en los subdesarrolla-
dos, que constituyen un campo fértil para la propagac,ón de doc-
trinas, sistemas y prácticas contrarias al más elemental humanis-
mo.
El mapa político de Europa y del mundo se transforma a
partir de la guerra. Con la entrega efectuada en Ya.Ita y P.ostdam;
países de Europa Oriental y media Alemania aparecen bajo el
control directo de los soviets rusos, cuya influencia continúa avan-
zando hacia Africa, Asia e incluso América, creando un verdadero
neocolonialismo absorbente y cruel. Al mismo tiempo las colonias
dt'pendientes de los países europeos van recobrando su indepen-
dencia y nacen nuevos Estados que transforman el mapa político
de la tierra.
En el aspecto económico y paralelamente a la acc10n antico-
Ionial que se impone en el mundo, nace un sentimiento de reac-
ción contra los gi-::tndes conrnrcios capitalistas y en contra de los
países de que son oriundos, sentimiento hábilmente tomentado
por la Unión "5oviética.
En el campo científico y tecnológico el avance ha sido y con-
tinúa siendo tan desarrollado, que se tiene que aceptar el hecho
de que el hombre actual no se encuentra en capacidad de poder
adaptarse al ritmo con que avanzan la ciencia y la tecnología.
Sostienen muchos autores que la tecnología se alimenta a sí misma
y que ella ah,1rca tres fases clannnente clefinicias: la primera la
constituye la aparición de la idea creadora posible de ser realizada,
la segunda estaría constituida por la aplicación práctica ele esta
idea, y la tercera no representa otra cosa que la difusión de esta
aplicación en la sociedad, etapa esta última que trae como conse-
cuencia el nacimiento de nuevas ideas, más adelantadas y audaces,
que inician a su vez otros. ciclos de avance tecnológico. El naci-
miento de cada ciclo no tendría, según los mismos autores, otra
<;ignificación que la que tenía este fenómeno en la antigüedad y
~tún hace pocos años atrás, en nuestra época, sino fuera por el
hecho de que actualmente las fases del avance tecnológico se su-
ceden unas a otras en forma acelerada y entre el nacimiento de la
- 91 -
idea, la puesta en práctica y su difusión, no s~ present~n retrasos
de significación, e inclusive ya no se acepta m se concibe · que se
puedan producir retrasos.
Se ha pretendido calificar en distintas formas a la época
actual. Boúlding la ha lla~ado la_ post-civilización, D~niel Bell _la
señala como la etapa post-mdustnal, otros la denomman transm-
dustrial, era de la cibernética, sociedad tecnocrática, era de la
energía y algunos la denominan como superindustrial, calificaci-0n
esta última que creemos apropiada porque con ella se _está mos-
trando el avance experimentado en ese campo, el cual sm embar-
go, al decir de · los entendidos, estaría quedando atrás.
Este enorme y acelerado desarrollo que experimenta la Huma-
nidad, trae como consecuencia inmediata un crecimiento cada vez
mayor de las necesidades del hombre y de los pueblos, no sola-
mente por el hecho de la multiplicación de las necesidades pri-
marias, sino también por el crecimiento demográfico, que sobrepa-
i.ará los 7 .000.000.000 de hombres al iniciarse el siglo venidero,
lo que convierte a la energía en un elemento básico para la
supervivencia humana, sin cuya presencia no sólo se frenaría todo
proceso, sino que se paralizaría la actividad del mundo. Es como
consecuencia de esta realidad, que nos encontramos con el hecho
de que el petróleo consti_tuye uno de los elemento~ de los que
depende actualmente la vida del hombre sobre la tierra y repr~-
senta por consiguiente un factor prep<>nderante en la economia
del mundo moderno al que proporciona el 50% de la energía
que consume y si admitimos que existe una relación directa entre
energía y desarrollo, no puede extrañarnos el hecho de q'!e las
grandes potencias y entre ellas las dos mayores, Estados Umdos y
Rusia, además de preocuparse por la creación y aplicación de
nuevas fuentes de energía, traten de controlar, o al menos man-
tener un acceso a las principales zonas de prodm:ción de petróleo,
y a las rutas por donde tenga que tramportarse este producto.
Enrique Mariaca, en Mito y Realidad del Petróleo en _Bolivi~,
sostiene que "la demanda de energía s~ halla :n corr:lación evi-
dente con el nivel económico general, mvel med10 de v1da y capa•
üdad de defensa nacional. Dicha demanda, siendo la energía
factor indispensable de protlucción y bien de _consu~10 final, ~.s
causa y efecto al mismo tiempo del desarrollo económico general .
- 92 -
2. PRINCIPALES ZONAS PRODUCTORAS DE PETROLEO.
En la actualidad son el Medio Oriente, Norteamérica, com·
prendiendo Estados U nidos, Canadá y México, y Rusia, las prin·
cipales zonas productoras de petróleo, y las que cuentan con mayo-
res reservas probadas en el mundo.
Estados Unidos, salvo en cortos períodos en los que perdiera
su primacía, fue desde 1859 el mayor productor de petróleo y
durante casi una centuria el principal exportador. Ha dejado de
ser ambas cosas. Como productor, llegó a ser superado, además
de Rusia, por Arabia Saudita que lo desplazó al tercer lugar.
Desde 1983 retoma el segundo puesto, con una producción de
3.208.350.000 barriles en 1986, más por la disminución que expe-
rimenta Arabia Saudí, que por su propio incremento productivo.
En cuanto a sus necesidades de consumo interno, son mantenidas
en importantes porcentajes por petróleo importado.
Rusia, que en realidad fue el país que inició la producción
de petróleo, y.. que entre 1899 y 1901 superó ·1a producción estado-
unidense, tuvo fuertes altibajos a través de su historia petrolera,
hasta que pasada la II Guerra reconstruye sus campos de Bakú,
Grosny, Kubán y Emba e inicia la explotación en nuevos campos
como los de Tuymazy y Oktyabrak y el de Tyumen en Siberia
Occidental. Construye una extensa red de oleoductos de distribu·
ción interna y de exportación a los países de Europa Oriental
<' inicia importantes exportaciones a Europa Occidental; esto ade·
más de la intensificación de la exploración, y exportación de gas
de Yakuta y Tyumen, dentro de cuyos proyectos ha firmado en
1976 un convenio para exportar gas a Francia, Alemania Occiden-
tal y Austria por un volumen de 500.000.000.000 de metros cúbicos
anuales, a través de un gasoducto de más de 4.000 Kms. que se
concluye desde la zona de Siberia a puerto del Pacifico, financiado
por empresas occidentales transnacionales.
Rusia, en su meteórica carrera productiva, llega en 1958 a
ocup2r el tercer lugar en la producción mundial, ocupa el segundo
puesto en 1961, y en la acfualidad es el primer productor de
- 93 -
 (1985) Rusia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.373.437 .000
petróleo ·con 615.000.000 de toneladas en 1985, superando a Esta-· (1986) EE.UU.................... . 3.208.350.000
dos Unidos y a Arabia Saudita que ocupan el segundo y tercer lu- (1985) Arabia Saudita . .. .. . . . . . . .. l.180.181.000
gar respectivamente. (1986) México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900.820.000
(l 981) Iraq ....... . . 1.282.000.000
Lo que se conoce por Oriente Medio es la región que abarca
(1985) Reino Unido .. . . . . . .. . . . .. . 886 22ú.OOO
desde el Egipto hasta el Irán. incluyendo toda la Península Ará-
(1985) Irán . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . 818.750.000
biga, Libia y el Sudán y es alrededor del Golfo Pérsico, en la Pe-
(1981) Kuwait .... . .............. . 682.0ÓO.OOO
nínsula Arábiga y el Irán, donde se sitúan las mayores reservas
(l 981) Nigeria .......... . 680.000.000
de la región que llega a superar el 50% del total mundial y una
producción, en 1986, de 613.900.000 metros cúbicos, inferior a la (1986) Venezuela ........ . 607 .668.500
(1981) Libia ........... . 667 .500.000
de años inmediatamente anteriores por las restricciones de produc-
(1981) Emiratos Arabes .. . 637.500.000
ción impuestas por la OPEP. Indonesia . . . .. . . .. 577.500.000
(1981)
China Continental posee, sin lugar a dudas, importantes ya- (1986) Canadá . : · 538.484.500
cimientos petroleros, aún cuando en incipiente explotación, debi- (l 981) Argelia . . . . . . . . . . . . . . . ... . 367 .500.000
do a dificultades financieras. Se destaca Tanghing y los campos (1981) Egipto ..... . . . . . . . . . . . . . . . 225.000.000
ubicados en Yumen. Tasaidam y Se-tchuan y se cree en la existen- (1986) Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 214.225.000
cia de importantes reservas, principalmente en la plataforma con- (1981) Noruega ................... . 180.000.000
ti11ental, sin tomar en cuenta la cual, el geólogo americano Me- (1986) Argentina ................. . 157.023.000
yerhoff, ha llegado a estimar las reservas de China Continental en (1981) Katar .................... . 172.500.000
2.700.000.000 de toneladas. A 1985 China habría obtenido una (1981) Australia .. . .. . .. . . . . . . . . .. . 135.000.000
producción de 144.900.000 toneladas. (1986) • Colombia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118.333.000
(1981) Ornan .................... . 105.000.000
Venezuela es el primer país sudamericano productor de petró- (1986) Ecuador ............ ....... . 98.586.500
leo y uno de los principales del mundo. Argentina, Colombia, (1981) Rumania .. . ..... . 90.000.000
Trinidad, Brasil, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Guatemala y Su- (1986) Perú ..................... . 65.335.000
rinam, en ese orden, son otros productores sudamericanos, aun (1986) Trinidad Tobago . . . . . . . . . .. 61.283.500
cuando en conjunto, apenas alcanzan a igualar en 1986 la ' produc- (1986) Chile .................... . 12.556.000
ción venezolana. (I 986) Bolivia . . . . . . . . . . . . . . . . ... . 6.570.000
(1986) Guatemala ................. . 1.788.500
El Caribe, El Extremo Oriente, Africa Occidental y del Norte, Barbados .................. .
(l 986) 657.000
son consideradas aún como zonas de limitadas reservas. (1986) Surinam . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 657.000
Para los países de Europa Occidental, con una producción en El cuadro anterior y su ordenamiento lo hemos confecciona-
1986 de 1.423.135.000 barriles, para el Japón y para los demás do en base a datos de 1981, incorporando a ellos los obtenidos
países desprovistos de reservas propias, el futuro petrolero ·no es
a !9~5 y 1986. El aumento de producción en algunos países como
muy tranquilizador y su dependencia de la U.R.S.S. y de los
'."1ex1co que pasa a ocupar el cuarto lugar o como Colombia, que
inestables países del Cercano Oriente y de Africa del Norte, es mgresa_ a ocupar un puest_~ importante en la relación productiva
evidente y peligrosa. La distribución de la producción mundial en e- Br_astl co1; una producc10n en I 986 cuatro veces mayor que la
barriles por año, calculada en algunos casos (por falta de datos)
de 1951, as1 como la disminución experimt:ntada por países inte-
a 1981 y en los demás a 1985 y 1986, es la siguiente:
- 95 -
- 94 -

1
gr¡,_nt~vd-eJ Jª •· Qf EP y _otros, modificarán nece.sarja'.piente(,el ·.orden En un princ1p10, las compañías petroleras consideraban que
prop1,1e&to,: ' . , · .': f:, ,,¡-·. la OPEP, no llegaría a con¡;tituir una fuerza que pudiera oponerse
~· ; ., .
:
a ellas, en razón de estar integrada por países, todos ellos en un
Tomando cifras globales, con (:latos obtenj\f.o.s- a 198!); la pro- grado incipiente de desarrollo, y con sistemas de gobierno no sola-
ducción t~tal mundi¡il de 20.393.725.500 barriles, estaría · distri- mente disimiles sino hasta antagónicos. Sin embargo, muy pronto
buid~ por region:es, de }a siguiente maner~: estos países y la OPEP van obteniendo de los consorcios condicio-
nes cada vez más ventajosas en la distribución de beneficios, y
Prodocc;:ión_tbtal Europa Ocddental · 1.423..354.00.0 barriles llegan a asumir un inmediato control en la determinación de los
;, ' Medio Oriente 4.499.939.000 precios, que hasta entonces había constituido un factor de absoluta
. ·" ｾ＠
definición por parte de las petroleras.
" Africa 1.736..195,500
.,, l.156.'5 75.500
Asia
Con la OPEP comienza el desmoronamiento del cartel de los
-- .
Hemisferio Occidental 5.988.956.500
,·,
·, consorcios privados, y nace otro cartel, más poderoso aún, con me-
" Países dél área comunista . 5.590.705.000
tas que no se limitan a la consecución de beneficios económicos,
sino que además enmarca su acción en la búsqueda de objetivos
3. LA ORGÁNIZACION DE LOS PAISES EXPQRT ADO~ES políticos, en unos casos influenciados por una u otra de las dos
DE PETROLEO.· .. . . ' grandes potencias, y en otros por pretensiones de ejercer un lide-
razgo poco fundamentado.
Las nacionalizaciones y expropiaciones . de . campos petroleros
que se han venido sm:ediendo en países del Ce~?mo. Oriente, Al crearse la OPEP sus organizadores buscan como objetivos
principales los siguientes:
Africa y América, el logro de cada vez mayores part1c1pac10ne;5 ~ue
han venido obteniendo los estados productores en la explotaoón
..
"l. Lograr la estabilización de los precios.
petrolera, así como los mayo~es c~mtroles estatales ~ue van _r~du-
ciendo las participaciones acc10nanas y los porcenta1es de uuhdad
2. Uniformar las políticas petroleras de los países miembros.
de las empresas, han ido ·debilitando' cada vez más al o~rora pode-
roso cartel de· los grandes' consorcios petroleros, p_ero sm duda el
3. Hacer que los países miembros obtengan con la produc-
mayor y más contundente golpe que récibe éste lo constituye la
ción petrolera mayores ingresos que les permitan enfocar
creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
programas de desarrollo efectivo.
"OPEP".
4. Lograr que el uso que se haga del petróleo como recurso
En agosto de 1960, ·las grandes compañías petroler~s dispu- no renovable sea racional, y beneficioso aJ país productor.
sieron, por segunda vez en un lapso de 15 meses, una rebap e_n los
precios del crudo. Esta decisión unila 1_eral provoca. la molestia de 5. Lograr la captación de sus respectivos ciudadanos en las
los países productores, y el 14 de sepuembr<:, reu,mdos en ~agdad diferentes fases de la industria petrolera.
Jos representantes de Ira~, Venezuela, K1:1wa~t, Iran y ,Arabia Sau-
6. Conformar un grupo de presión que pueda imponer un
dita, proceden a la creación de la O_rgamzac1ón de Pa_1ses Exporta-
dores de Petróleo a la que postenormente se van mcorporando nuevo orden en el comercio internacional".
Qatar, Libia, Indonesia, Argelia, Nigeria, la Unión de Emiratos
Tres resoluciones aprueba la OPEP en su Primera Conferen-
Arabes, Ecuador, y Gabón.
cia de Bagdad realizada del IO al 14 de septiembre de 1960:

- ..96 .,_ - 97 -
 RESOLUCION l. l. ·
"l. Que los miembros no podrán permanecer por más tiempo .
indiferentes ante la actitud adoptada hasta ahora por las compa-
ñías petroleras al efectuar modificaci~nes de precio".
"2. Que los miembros exigírán que las compañías petroleras
mantengan sus precios estables y libres de toda fluctuación inne-
cesaria; que los miembros tratt,lrán de restablec~r los precios ~ctua~,
les, por todos los medios a su alcance, a los mveles_ prevaleoentes
antes de la reducción; que se asegurarán de que s1 surge alguna
nueva circunstancia que según las compañías petroleras necesitase
modificaciones df' precio. dichas compañías deben entrar en con-
sultas con el miembro o miembros ¡¡.rectados, para explicar cabal-
mente las circunstancias".
"3. Que los miembros estudiarán y ~ormularán nn siste~a
para asegurar la estabilización . ?e los precio~, entre ~;ros ~ed10s
por la regulación de la producoon con la debida atenc10_n haoa los
intereses de las naciones productoras y de las consumidoras, y a
la necesidad de asegnrar una entrada estable a los países produc- .
tóres, un abastecimiento eficiente, económico y regular de esta
fuente de energía a las naciones consumidoras, y una justa ganan-
cia para su capital a quienes inviertan en la industria del petróleo".
"4. Que si como resultado de la aplicación de cualquier de-
cisión unánime de esta conferencia se emplearen cmilesquiera re-
presalias directa o indirectamente por alguna compañía intf'resada
contra uno o más países miembros, ningún otro miembro aceptará
oferta alguna de tratamiento ventajoso, bien sea en la forma de un
aumento en las exportaciones o de una mejora de 'los precios, que
s.e le pudiera hacer por una o más de dichas compañías con la
intencfon de desalentar la aplicación de la decisión unánime to-
mada por la Conferencia".
RESOLUCION 1.2.
"l. Con miras a hacer efectivas las previsiones de la Resolu-
ción No. I, la Conferencia decide formar un orgamsmo permanente
llamado Organización de los Países Exportadores de Petróleo, para
- · gg - -
consultas regulares entre sus miembros con vista a coordinar y uni-
ficar las políticas de los miembros y determinar entre otros asun-
tos, la actitud que los miembros deben adoptar cada vez que surjan
circunstancias tales como las contempladas en el parágrato 2 de la
· · resolución l. l.".
"2. Los países representados en esta Conferencia serán miem-
bros fundadores de la Organización de Países Productores de Pe-
tróleo".
"3. Cualquier país con una exportación neta sustancial de
petróleo puede llegar a ser miembro si es aceptado unánimemente
por los cinco miembros fundadores de la Organización".
"4. El principal objetivo de la Organización será la unifi-
cación .de las políticas petroleras por los países miembros y la
determinación de i.os mejores medios de salvaguardar los intereses
de los países miembros individual ,Y colectivamenté".
"5. La Organización efectuará reuniones por lo menos dos
veces al año y si es necesario, más frecuentemente, en la capital de
uno u otro de los p~íses miembros o en cualquier otro lugar que
sea aconsejable''.
"6. a) Para organizar y coordinar el trabajo de la Organiza-
ción se e5tablecerá un Secretariado de la Organización de los
Países E:'portadores de Petróleo".
"b) Un subcomité formado de por lo menos un miembro de
cada país, se reunirá en Bagdad no más tarde ·· del primero de
diciembre de 1960, con el objeto de elaborar y someter a la próxi- .
ma Conferencia un anteproyecto de reglamento concerniente ｾ＠ la
estructura y funciones del secretariado, de proponer el presupues-
to del secretariado para el primer año y estudiar y pr?po_ner la
sede más conveniente pa_ra él ~ecretariado".
·· RESOLUCION l. 3. ·
''l. Los: miembros participantes en ésta Conferen~ia someteiá11
añtes' tlel 30.. d'e ·'oicie'ínbre los textos de las-resoluciones a· las ·aüto-
ridades'' é6iripeientes >de SUS' respectivos ~íses para SÚ' ,aprobación
-- 99 ;_ _
y, tan pronto como sea obtenida dicha -aprobación, . notificarán
consecuencialmente a_l presidente de la Primera Conferencia (Mi-
nistro de Petróleo de la República de Irak) ".
"2. El presidente de la Conferencia fijará de acuerdo con los
otros miembros la fecha y lugar de la próxima Conferencia".
La OPEP, integrada por países que como dijimos mantienen
formas de gobierno diferentes, desde la monárquica como Arabia
Saudita, o la teocrática como la actual dirección política del Irán,
hasta la socialista como Argelia, reúne en conjunto una superficie
de 12.761.765 Kms2., y pese a 1a . escasa población que caracteriza
a algunos de sus países miembros, controla una población cercana
a los 300.000.000 de habitantes.
La creación de la OPEP, que en sus primeras etapas logra la
estabilización de los precios del petróleo, trasladando a su organi-
zación los factores de d~cisión que se habían mantenido en poder
de las compañías productoras privadas, consigue un efectivo incre-
mento de las participaciones estatales hasta lograr en muchos ca-
ws el que sus países miembros lleguen a _controlar el 100% de la
propiedad y explotación de los yacimientos. Busca una transforma-
ción del orden económico internacional, pero basándose en una
política de elevación indiscriminada de precios, sin relación con
una realidad de costos y en la presunción de que mediante esa
presión pueden llegar a dictar normas de conducta a los países con-
sumidores. Esta actitud, además de provocar un verdadero des-
equilibrio en la economía de todos los países del mundo, ha traído
aparejada la llamada crisis petrolera o de energía, la que no cons-
títuye otra cosa que una crisis de precios de petróleo y no es con-
secuencia de una disminución de las reservas mundiales de ese
producto.
La llamada cr1s1s del petróleo tiene su verdadera génesis en
las tensas relaciones árabe-israelíes, que partiendo de 1948 se acre-
cientan con las guerras de 1956, la de los seis días de 1967 y la de
1973. Esta guerra árabe israelí, casi permanente, produce un fuerte
malestar de los países árabes contra las potencias de Occidente,
principalmente contra Estados U nidos, a quien consideran el ver-
dadeFo responsable de las actitudes de Israel y de , -impedir las
- 100 -
reivindicaciones de los palestinos, cuya influencia en los países
árabe~ es un factor importante en el mantenimiento y agudización
constante· de la situación crítica del Levante.
Por otra parte el avance nacionalista que se produce en todos
los países de la OPEP, principalmente en los del Golfo Pérsico,
la revolución libia de 1969, después de la cual el gobierno libio
logra además de la evacuación de las . bases inglesas y norteameri-
canas, un constante y paulatino aumento en sus participaciones so-
bre la producción petrolera, hasta legar al 100%, actitud que es
imitada por otros países africanos y por algunos del Golfo Pérsico
como Kuwait, hacen que las relaciones de la' Organizaciéin con los
países occidentales se vayan tornando cada vez más duras, hasta
que er nuevo conflicto árabe-israelí de 1973 y la · ayuda estadouni-
dense otorgada a lo~ israelíes, se constituye en el detonante que
provoca un embargo, por parte de los países árabes agrupados en
la OPAEP, del petróleo destinado a Estados Unidos. La OPEP a
su vez impone restricciones a- sus exportadores, y· los precios del
petróleo suben de $us. 1.99 a $us. 3.44 el barril, y se acuerda entre
los miembws de la Organización una limitación a la producción
en un orden superior al 25%,. limitación y restricciones que se van
manteniendo ¡nientras el precio del petróleo sigue subiendo hasta
llegar a $us. 11.56 el barril en 1974.
Todos los acontecimientos mencionados, pero fundame:ntal-
mente el alza acelerada de . los p~ecios .del crudo, motiva el que
empiece a hablarse de up.a crisis del . petróleo, que insistimos, en
ningún momento ha constituido un~ crisis de escasez; ha sido ,una
crisis p:,,ovocada por precios unilateralmente impuestos por la
acción monopólica de la poderosa OPEP, que en enero de 1979
fija un -precio uniforme de $us. 12.93 el barril, disponiendo a fines
de ese mismo año, por dificultades que se le presentan para la
fijación de un nuevo precio uniforme, dejar a sus miembros en
libertad de señalar sus propios ,precios, los cuales en . ene.ro de
1980 suben en una extraña uniformidad a $us 30.00 · el barril, para
ir fluctuando durante 1981 de $us. 34.00 a $u_s. 36.00 el ·barril,
excepción hecha del precio fijado por Arabia Saudita que mantiene
una posición firme frente a sus aliados de la OPEP, sosteniendo
su petróleo en .$us. 32.00 el barril, en franca oposición a la _ ten-
dencia alcista planteada por sus socios que no cejan_en suposición
- 101'-
intransigente, sobre todo Libia y Venezuela. Esta actitud de Ara·
bia Saudita establece un desequilibrio interno y una disminución
en las ventas de los demás miembros de la Organización, la que
se ve forzada a buscar fórmulas de solución cediendo en su posi·
ción intransigente y bajando por primera vez en su historia el
precio del crudo que lo fija en $us. 34.00 en su reunión de 29 de
octubre de 1981 realizada en Ginebra.
Si se pretende hacer un balance de la actuación de la OPEP
se establecen logros positivos y resultados negativos. Entre los
primeros podemos señalar sin lugar a dudas el mayor aprovecha-
miento de la explotación petrolífera por parte de los países pro-
ductores, consecuente esto con la Resolución 626 (VII) de 21 de
diciembre de 1952, de la O.N.U. que determina el derecho de
los Estados a ejercer su plena soberanía sobre los recursos natura-
les que produce su territorio,(*) ratificada por las Resoluciones
del mismo organismo, lb03 (XVII) de 14 de diciembre de 1962,
2158 (XXI) de 25 de noviembre de 1966, 2386 (XXIII) de 19 de
noviembre de 1968, 2625 (XXV) de 24 de octubre de 1970, 2692
(XXV) de I I de diciembre de 1970, 3016 (XXVII) de 18 de di-
ciembre de 1973, la 1337 (LIV) de 4 de mayo de 1973, y algunas
otras que proclaman el mismo principio.
En contraposición a lo señalado, resulta evidente que el alza
exagerada de los precios, sin otro justificativo que un afán irre·
frenable de aumentar sus ingresos y una pretensión incontrolada
de convertirse en factores de decisión en política internacional, ha
tenido consecuencias negativas en la economía, no solamente de
las grandes potencias, sino también, y con mayor fuerza, en la de
los países en vías de desarrollo y en la de los subdesarrollados
-principalmente en aquéllos que no cuentan con suficientes re-
cursos energéticos- los que se han visto obligados a frenar 1a diná·
mica de su desarrollo y aumentar considerablemente su deuda
externa; además de la grave inflación mundial que ha provocado
la OPEP con el uso indiscriminado dd poder que le proporciona
su gran riqueza petrolera.
(*) Ver anexo l.
- 102 -
l
El alza de los precios repercute en los países consumidores
agudamente a partir de 1974, con diferentes grados de insidencia
en relación a la mayor o menor dependencia de las importaciones
de petróleo. El presupuesto de adquisiciones de petróleo sube en
estos países en varias veces al que tenían establecido para años
anteriores. Baste señalar como ejemplo el caso de Estados U nidos
en el que, en 1974, el alza es de 600% con relación a 1972.
La inflación alcanza a todos los países, desde los superdesa-
rrollados hasta los subdesarrollados. En 1974 la inflación en Es-
tados Unidos alcanza a un 12%, en Japón llega hasta el 24%, en
los países de Europa Occidental fluctúa de un 20 a un 25%, y
en las naciones de América, Asia y Africa alcanza, entre las más
pobres, a porcentajes que en algunos casos sobrepasa el 45%.
Los países del tercer mundo se ven obligados a utilizar sus
presupuestos destinados a la ejecución de proyectos de desarrollo
en la compra del petróleo que requieren para la cobertúra de sus
necesirlades, sin contar con qne muchos de ellos, además de ver dete-
riorarse gravemente su economía con la disminución de sus reser·
vas monetarias, tienen que aumentar su deuda externa con créditos
obtenidos en ran proporción de fuentes privadas, a cortos plazos
y a elevados costos financieros; sobrepasando en algunos casos to-
da capacidad de endeudamiento y alcanzando límites que los si-
túan al borde de la bancarrota.
El PIB de los países más industrializados alcanza en la décad~
del 70 un promedio de necimiento de 3% en una ostensible haia
con relación al alcanzado en la década anterior; lo mismo sucede
con los países en desarrollo. Como un ejemplo típico se cita el
caso brasileño que hasta 1972-1~73 era un país en franco progre-
so, con una tasa de crecimiento de su PIB que en 1973 alcanza al
11 % y que a partir de ese año declina, hasta alcanzar sólo al 4%
en t976.
La subida de los precios de todos lo~ productos provenientes
del petróleo (fertilizantes, insecticidas, plásticos, sintéticos. etc) y
el alza indirecta de · todos los productos industriales, agrícolas y
otros, trae aparejada una disminución del poder adquisitivo de los
salarios que a su vez provoca una baja en los índices de produc-
ción y un aumento de la desocupación ..
- · 103 -
 Mientras el déficit acumulado en la cuenta corriente de la
balanza de pagos de los países en desarrollo sobrepasa los $us. -
70.000.000.000 en 1980, el superávit en cuenta corr,ente de la ba-
lanza de pagos de los miembros de la OPEP sobrepasa ese mismo
aiio a los ,$us. 155.000.000.000.
Es innegable que la actitud de la OPEP ha mostrado la de-
bilidad y dependencia en que se encuentran los países consumi-
dores, sobre todo aquéllos que no cuentan con reservas petroleras,
pero también ha obligado a éstos a cambiar su política energética.
y pese a las restricciones de producción que ha venido manteniendo
la OPEP, en 1982 · después de más de ocho años, se han visto
forzados a acordar una rebaja ofiaal en los precios del petróleo, y
..ada vez logran menor control sobre sus miembros en· lo relacio-
m,jo a sus cuotas de producción.
Fuentes de energía cuya implementación y explotación resul-
taban antieconómicas ante un petróleo barato, empiezan o vuelven
a convertirse en opciones comercialmente convenientes, yacimien-
tos de carbón que habían sido cerrados en razón de su poca r ~nta-
bilidad, vuelven a ser trabajados; la explotacíón de las arenas
bi.tuminosas resulta económicamente favorable en relación a los
altos precios del petróleo; el avance y desarrollo de fuentes de
energía no convencionales; el descubrimiento de nuevas zonas pe-
troleras como el caso de Guatemala y otros pafaes americanos que
tratan de incrementar su producción con mtras a la exportación;
el aumento considerable de las reservas mexicanas que coloc.m a
·e~te país en los primeros puestos entre los de mayores reservas en
el mundo; la baja del consumo del petróleo en los países indus-
trializados que mientras en el período 1968-1973 mostraba una
tasa anual de crecimiento de 5.8%, queda reducida al 0.7% anual
en el período 1973-1977, hecho que es consecuencia de una nueva
conciencia generalizada en el mundo de evitar el derroche del
petróleo y sus derivados, y procurar su óptima utilización; el au-
mento de fuentes de energía como la hidroeléctrica, la nuclear, la
solar, la utilización de las mareas y otras renovables y fundamen-
talmente el desarrollo tecnológico que está disminuyendo cada vez
más el consumo de energía, han llevado a una evidente disminu-
ción del poder de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo y aun cuando es indiscutible que su actuación y sus de-
- 104 -
terminaciones mantendrán por algunos años una importante
significación en el acontecer económico del mundo, es también
indiscutible que han sido sus propias presiones las que han deter-
minado su paulatino debilitamiento.(•).
4. LA DECLINACION DE LA. OPEP.
Si quisiéramos resumir la actuación _y la actual situación de
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) , em-
pezaríamos diciendo que 1982 es el año del que se puede decir
marca el principio de su fin. Fue el primer año, desde comienzos
de la década del 60, en que la Organización es superada como el
mayor productor de petróleo y en el que los .miles de millones de
dólares que incrementaron en un flujo continuo las cuentas de
los países petroleros, que fomentaron el endeudamiento de los
países en vfas de desarrollo y sirvieron de marco al ostentoso
derroche de jeques árabes, empieza a disminuir y a desaparecer
en circunstancias en que las naciones de la OPEP estaban recién
iniciando ambiciosos planes de desarrollo.
La actitud de la OPEP trastocó la economía mundial. En
\lDa década resuelve alzas que elevan en más de 16 veces el precio
del petróleo ~igente en I 97 l. Los países industrializados ven pro-
ducirse multimillonarias transferencias de fondos de sus tesoros a
las arcas de los países de la OPEP. Al mismo destino, llegaban
los recursos que los países en vías de desarrollo tuvieron que sus-
traer de sus proyectos de crecimiento económico, para invertirlos
en la compra del petróleo necesario a su subsistencia. La desocu-
pación· aumenta en proporciones pocas veces experimentada. Las
sociedad~s desarrolladas ven cerrarse sus industrias del acero, de
maquinaria pesada, de textiles, mientras los países productores de
materias primarias se encuentran con grandes existencias de sus
productos atiborrados y, en algunos casos, pudriéndose en puertos
de embarque. El crecimiento económico mundial experimenta una
violenta disminución; en algunos países se detiene y en otros in-
gresa a una escala negativa. Los dirigentes de países exportadores
("') El 14 de marzo de 1983 la OPEP acuerda rebajar una vez m4s el
preciQ del petróleo fijándolo en Sus. 29 el barril y limitar alln más
la producción total de la Organización }\asta 17.5 millones de barri-
les diarios.
- 105 - ·
de petróleo, principalmente de Medio Oriente y Africa, que asom-
braban al mündo con una fástuosidad y despilfarro increíbles y
habían prometido . a ~UJ p~eblos er.radicar _ep. p9cos años su mile-
naria pobreza; creyendo a1emás _ poder -~onvertir a sµs naciones.
no solamente en determinantes de la política internacional, sino
en nuevos colosos industriales y bélicos del siglo XX, se constitu:
yeron en casi los únicos grandes ·compradores de la producción
industrial de Occídente.
Esta compleja situa¿ión · produce ·como consecuencia inme-
diata una menor demanda en el consumo de energía y por comi•
guiente de petróleo;· posición reforz~da por los logros q·u e se van
obteniendo en la búsqueda ,e implantación de_ nuevas fuentes
energéticas sustituyentes del · petróleo, el retorno en gran escala · ·a
la explotación del carbón y un desa,rrollo tecnológico acelerado,
que tiende_ al empleo cada vez más_reduddo de _energía, debiendo
agregarse la· presencia _de pahes pr~~uctores de petróleo, ajenos . a
la Organización~ que saturan el. 'mercado mundial con _ sus . cre-
cientes Ofertas. La · OPEP se ve foriada, en procüra de mantener
sus precios, a imponer a sus miembros severas restricciones· eh lá
producción, lo cual no detiene, ni la caída de los precios, ni el
aumento de la oferta, provocando más bien abiertas .transgresiones
a dicha medida por parte de sus asociados, que v.en llegar a sus
cuentas cada vez· menos dinero, colocándolos en situaci¿n .de - no
contar con disponibilidades fina-ncieras ~uficientes para: responder
a las _facturas de sus proveedores y, a sus compromisos internacio-
nales.
El cuadro antérior nos muestra a p'aíses como México, ajenos
a la OPEP, impelidos a increme'n tar su producción, ofreciendo
petróleo a precios cada vez más bajos,. como un<t _fórmula que· les
permita continuar satisfaciendo su-s ~bligaciones y evitar el _corte
_
radical de sus programas de _desarrollo y a otros como _venezuela,
Libia o Argelia, p_e rtenecientes a · la OPEP, ·que ven reducidos sus
ingresos en própon;iones tale!>; que . tienen . necesidad de frenár
drásticamente -sus proyectos de _ci-eci_miento económico -y_ deman·
dar ayuda fimiriciera externa. · - -· ·
_ . La política de la OPEP y su. decadencia, que alguien la cali-
fim~ra como "uni sencilla histori,a•. de codicia", está· reeditando
la fábula de la "gallina.e ·d e los huevos·' de oro".
-:: 106
5. LA ORGANIZACION DE LOS PAISES ARABES
EXPORTADORES DE PETROLEO.
El 9 de enero de 1968, en la ciudad de Beirut, 10 países árabes
exportadores de petróleo suscriben el acuerdo por el que establecen
la Organización de los Países Arabes Exportadores de Petróleo
(OPAEP) . Señalan como sus objetivos principales la aecesidad de
estrechar lazos de cooperación entre los miembros, la defensa del
petróleo como principal fuente de ingreso de los países producto-
res, sobre el que se fijan como obligación el desarrollarlo y hacer
que los ingresos que de él provengan se utilicen en inversiones
productivas que permitan un robustecimiento económico nacional,
y una mejora en la vida de sm pueblos.
Entre los aspectos acordados por ~ste nuevo organismo está
la obligatoriedad de los países miembros de acatar las disposiciones
emanadas de la OPEP, aún para aquéllos que no pertenecen a
ésta.
La mayor ligazón que caracteriza a los miembros de la OPAEP,
de común origen religioso, e influenciados por la población pales-
tina diseminacta en sus territorios, la convierte en un organismo
combativo; y es precisamente la OPAEP la que en octubre de 1973
determina el embargo del petróleo destinado a los EE. UU., lo
que da comienzo a la llamada "crisis de energía", y aun cuando
la importancia y significación de esta Organización es menor que la
de la OPEP, no puede dejar de considerársela un factor que en
determinado momento pueda influir en la política petrolera mun•
dial.
- 107 -
 { ｾ＠ F, t:
,, \ ..;~ · ·-:." ,¡.., ,. ,_.7.: ,.. } ;. :,.:: '-:1

·'!!, ; :~
-'·> ..ｾ＠ ' ! . ;, } ?, . ., VIII. HISTORIA DEL PETROLEO
·:, j
EN AMBITO AMERICANO.
/ - _,
l. EL PETROLEO EN LOS PAISES HISPANOAMERICANOS.

Si nos referimos a la explotación de petróleo en América

, r
excluyendo a Estados Unidos y a Canadá, que en 1986 ocupan el
,)
20 y 14<> lugares respectivamente en la producción mundial, tene·
- .,_ .-· ~· ··, -~-·
., , , #' . ..... ,~. ' ...
mos al norte México, uno de los principales países hispanoameri-
canos, ocupando uno de los p_!'imeros puestos en la producción
total del mundo. En Centro América y el Caribe sólo se pueden
considerar como productores a Trinidad y Tobago, a Barbados, a
Guatemala con posibilidades debido a campos recién -descubiertos
y con índices bajos, Haití y Cuba, aun cuando la mayoría de los
países de América Central y el Caribe, debido a su capacidad
refinera, incluyen derivados del petróleo en su producción indus-
trial. ...
En América del Sur, además de Guyana, se puede decir que
sólo Paraguay y Uruguay no son productores de petró!eo. Los de-
más constituyen interesantes fuentes productivas, desde Venezuela
cuya importancia petrolera la coloca entre los primeros produc-
tores del mundo, hasta Surinam que alcanza apenas a 657 .000
barriles eQ 1986.

Siendo de interés para nosotros, nos tletendremos en el que-

hacer petrolero de tres países que creemos de importante con·
sideración y ' que son los tres principales productores de Hispano-
américa: México, Venezuela y Argentina; el segundo de los cuales,
junto con Ecuador, constituyen los únicos países de América que
integran la OPEP.

2. EL PETROLEO EN LA ARGENTINA.

En la República Argentina, fuera de los primeros intentos de

perforación y explotación petrolera que realiza Martin de Moucey
CUENCAS SEDIMENTARIAS EN AMERICA
-- 109 -
 11
11
en 1865 en la provincia de Jujuy, y los realizados en 1866 en la
localidad de Cacheuta en la provincia de Mendoza, es en realidad,
el 13 de diciembre de 1907, cuando en circunstancias en que se
realizaban perforaciones en busca de agua se encuentra petróleo
en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, que se inicia la
historia de la industria petrolera argentina. Posteriormente a este
descubrimiento se van encontrando posibilidades petroleras en
Salta, en la zona del Sonseado, provincia Mendoza, y en Nirihuau
en Río Negro.
Inmediatarp.ente de producido el descubrimiento de petróleo
en Comodoro Rivadavia, el gobierno que preside José Figueroa
Alcorta declara la zona del descubrimiento como de reserva fiscal,
bajo la premisa de que el país tenía. necesidad de preser_var _para
sí los beneficios que significaba la riqueza petrolera descubierta.
No obstante lo anterior, y la meu'talidad de conservación de
recursos que caracteriza al Poder Ejec__~tivó ~e la época, ~l petróleo
arcrentino empieza -l atraer a compamas privadas extran1eras, . y es
así como en Comodoro Rivadavia, además de la explotación pe-
trolera fiscal que es la más importante, van obteniendo conc_esio-
nes de explotación diversas compañías priv~das, :ntre las que los
estudiosos de la historia petrolera argentma citan la Astra, de
capital anglo-argentino, con 3.000 hectáreas; la Ferrocarrilera, _de
capital inglés, con 2.000 hectáreas; la Shell Royal Dutch que m-
gresa ·mediante su subsidiaria_ la Dia?~ma Co., con. 4:ºº? hectáreas
y la Anglo Persian, que también ut1hza a su subsidiaria _la Com-
pañía Industrial y Comercial, con 300 hectáreas. En la m1~ma for-
ma que en Chubut, cuando se descu?re petróleo y . se empieza con
la explotación fiscal en Neuquén, m~es~n también a esa zo~a
la compañía Challacó y la Standard 011 ae _N~w Jersey. Esta ul-
tima incursiona posteriormente en las provmc1as de Salta y de
Jujuy.
Hasta I 922, la entidad encargada de organizar y controlar. la
industria argentina del petróleo era la Dirección General de Mi-
nas con sus organismos dependientes, y es en ese año que el go-
bierno de Marcelo T. de Alvear, cuya política petrolera tendía a
evitar el acaparamiento de concesiones en manos privadas e inten-
sificar la explotación fiscal, organiza la Dirección General de Ya-
- II0 -
cimientos Petrolíferos Fiscales, cuya conducción encomienda, el 19
de octubre, al General de aviación Enrique Mosconi, fecha de la
que se puede decir constituye la iniciación de una nueva etapa
de la industria petrolera argentina y de su producción fiscal.
El General Mosconi era un convencido de la necesidad de
tender hacia eI monopolio fiscal del petróleo. Consecuente con su
inclinación contraria a las compañías privadas, desde la dirección
de YPF influenció en el gobierno para la adopción de medidas
tendientes a robustecer la explotación estatal y se enfren-
tó decididamente a la acción de la Standard New Jersey, la
que desde I 922 había ido trabajando en las provincias de Salta
y Jujuy para obtener concesiones al amparo de la Ley de Minas,
que determinaba que "las minas de petróleo" eran propiedaü del
fatado Nacional o de la Provincia, según la jurisdicción en que
se encontraban, determinación cuya modificación, entre otras, fue
planteada por el Ejecutivo en el proyecto de ley que el año 1923
envía al Congreso reformando el Código de Minas y estableciendo
nuevos procedimientos para las conseciones de exploración y ex-
plotación de petróleo. Este proyecto al no ser aprobado ese año,
motiva un decreto del gobierno federal declarando reserva fiscal a
amplias posib¡es zonas petrolíferas y señalando normas a las que
debían sujetarse los consorcios petroleros. El mismo año, el 12 de
abril, el gobierno promulga un decreto mediante el cual convierte
a Y. P. F. en un ente autónomo, marcando en esta forma el ver-
dadero punto de partida de la entidad fiscal del petróleo.
Con inmediata posterioridad a esas medidas, los gobiernos
provinciales de Salta y de Jujuy declaran a su va, mediante de-
cretos, zonas de reserva fiscal en sus respectivas jurisdicciones. El
gobierno de Jujuy prohibe admitir nuevas solicitudes de cateos
petrolíferos y autoriza al gobierno central a realizar investigacio-
nes y prospecciones en todas. las zonas de la provincia que se
encuentren libres de pt:dimentos mineros, fiscales o particulares.
El gobierno de Salta a su vez dispone se suspenda la admisión de
nuevas solicitudes de cateos petrolífero~ por un término de 5 ~ños.
No obstante las disposiciones que fueron adoptadas por' los
dos gobiernos provinciales, la Standard Oil continúa con sus tra-
hajós destinados a la obtención. de nuevas concesiones. A este efecto
- 111 '.;...
utiliza todos los medios · a su alcance, principalmente una hábil
propaganda, y la conquista de personajes locales que defienden
su po~ición y sus pretensiones.
Salvo pequeñas cantidades de gasolina, kerosene, fuel oil y
diese! oil que produce una pequeña planta <le destilación primaria
que trabaja en Comodoro Rivadavia, las necesidades de carburan-
tes que tenía la Argentina son satisfechas por la importación, que
casi en forma total se encontraba a cargo de la West lndiJn Co.,
subsidiaria de la Standard. Yacimientos, sorteando mucha~ dificul-
tades, inclusive mediante el otorgami.ento de una garantía perso-
nal que . salva el financiamiento, logra construir una plan~a topping
que se inaugura el 23 de diciembre de 1925 en La Plata, que pos-
teriormente es combinada con la construcción de una planta de
craqueo. fatos hechos permiten al gobierno encomendar a Y.P.F.,
a partir del lQ de mayo de 1929, la distribución y venta directa
de sus productos y el control del mercado de carburantes, a raíz
de lo cual la entidad petrolera fiscal acuerda el 1Q de agosto de ese
mismo año, fijar precios uniformes en todo el país, estableciendo
algunas rebajas en los mismos.
Otro de los aspectos enfocados por Y. P •F. constituye el de la
preparación de especialistas petroleros, labor que con la coopera-
ción de escuelas técnicas y universidades, le permite contar en
plazos más o menos breves, con personal idóneo para la atención
de las distintas fases de la industria.
En 1927, durante el mismo gobierno de Alvear, se declara
de utilidad pública la explotación de los "yacimientos y depósitos
de petróleo", y al año siguiente, durante el gobierno de Hipólito
Irigoyen, cuya política petrolera fue más clara aún que la de su
antecesor en cuanto a la defensa de la explotación estatal de los
hidrocarburos, la Cámara de Diputados aprueba un proyecto de
ley sobre la materia, que no llega a ser considerado por el Senado
.debido a la revolución de 1930 y al retiro de Y . P •F . del Gral.
Mosconi, quien había sido el motor que logró la redacción del
proyecto y su posterior consideración por los diputados.
El proyecto de ley declara como pertenecientes a la Nación
los criaderos, fuentes y depósitos de petróleo y los de hidrocarbu-
ros gaseosos, señalando como atribución exclusiva del Poder Eje-
- ---112 ,- .
cútivo Federal el acordar permisos de exploración o explotación
de estos recursos, a cuyo ·efecto faculta al mismo Ejecutivo a crear
sociedades mixtas, aspecto este último .que es sin embargo · modifi-
cado por la Cámara_de Diputados a tiempo de ser considerado el
proyecto, avanzando más allá de lo que éste señalaba y planteando
una virtual nacionalización de los yacimientos que se encontraban
'en poder de las empresas privadas al establecer el monopolio ex-
clusivo del Estado en la producción del petróleo.
Al alejarse el Gral. Mosconi de Yacimientos Fiscales el 9 de
septiembre de 1930, deja indiscutiblemente un amplio saldo favo-
rable en la entidad fiscal, no solamente por los resultados econó-
micos que obtiene y que consolidan la situación financiera de Ya-
cimientos, sino también por el desarrollo técnico y administrativo
que se logra, los equipo~ y maquinaria de que dispone, su adelan-
to en la capacidad de refino, y los importantes aumentos que ob-
tiene en la producción, todo lo cual permite a Argentina, no sola-
mente ir disminuyendo la importación de carburantes, sino lograr
un avance notable en la calidad del producto y una racionaliza-
ción en los precios, favoreciendo al consumidor.
Durante,. los gobiernos que suceden a Uriburu prosigue el
desarrollo de Y. P. F. y el incremento de la producción petrolera,
tanto fiscal como el de las empresas privadas, entre ellas la Stan-
dard seguida por la Shell, que van obteniendo concesiones en las
diversas- zonas productivas, aun cuando en forma permanente se
mantiene la primada de la producción fiscal, la cual, según s.
Almaráz, alcanza en 1939 al 55% del total producido en la Argen-
tina y llega eri 1945 al 68% .
Ei gobierno del Gral. Juan D. Perón que se inicia en 1946,
constituye en opinión de los autores que se refieren a la materia,
un retroceso para la industria petrolera fiscal argentina.
Aun cuando es durante el gobierno . peronista que se aprueba
una reforma constitucionaf mediante fa que se establece que todas
las fuentes de energía, entre las que señala al petróleo y al gas,
son propiedad imprescriptible e inalienable de la Nación, es indu-
dable que durante ese régimen se produce un fuerte debilitamiento
técnico y económico de Y. P. F,, entidad que es invadida por per-
sonal improvisado designado al calor del favor político del pero-
- -113 -

nismo, que además incrementa en gran proporción el número de
empleados y obreros. Estos factores hacen que Y .P .F- experimente
un fuerte debilitamiento económico y financiero, una ostensible
baja de la producción, un aumento en los gastos, y una reducción
notabl<' en las labores de perforación.
El mismo gobierno, en 1955, acuerda con la Standard Oil de
California el otorgamiento de una concesión de 49.800· Km2 de
territorio para ser explorados y explotados por la compañía, por
un lapso de 40 años prorrogables.
Entre las condiciones establecidas en el contrato se obliga a
Y. P. F. a entregar a· la empresa concesionaria, en forma totalmen-
te gratuita, todos los datos, antecedentes y documentos técnicos
que existieran con relación a las zonas comprendidas en la con-
cesión. · rior, la importación de ese producto alcanza apenas a 800.000 m3.
En el convenio, Argentina renuncia a la jurisdicción de sus
tribunales en · caso de divergencias con la Empresa. Se obliga a
indemnizar a ésta · si el Estado decidiera la rescisión del contrato,
en contraposición al derecho .que se _ac_u erda a los concesionarios
de poder rescindirlo en cualquier momento en .forma · unilateral,
y sin págo indemnizatorio alguno, autorizándoles además a co-
mercializar toda su producción al precio del petróleo puesto en
Texas (gulf plus).
Este acuerdo suscrito con Standard California, provoca un
fuerte' malestar en la opinión pública argentina que lo c.onsidera
como una verdadera entrega de las riquezas nacionales. Esto, y el
descontento ·que existe contra un gobierno cuyo sostén político es-
taba basado en un populismo anárquico, obliga a éste a postergar
la aprobación del contrato por el Congreso, el que no llega a
considera'rlo por la caída del régimen peronista.
, "' .
. Los _g obiernos que suceden a Perón, aun cuando van mante-
niendo actitudes conservadoras con las empresas petroler as priva•
d as, logran un reordenamiento ·de- la entidad fiscal del petróleo y
consiguen un· al!mento en la ·producción nacional con incidencias
de .b aja en 1975 y 197&i · -~
- - 114¡: ~
r
Argentina ha continuado realizanélo ·esfuerzos en 'procura de
ir disminuyendo sus importaciones de petróleo y gas mediante un
aumento en la producción. A este efecto ha venido inuementando.
las perforaciones y la búsqueda de nuevas zonas productivas con
notable éxito, al ·extremo de que, entre 1979 y 1980, logra cubrir
el 90% de sus necesidades de consumo, con una producción de
25.000.000 de toneladas, logrando su autoabastecimiento en 1982.
consecuencia no solamente de los nuevos descubrimientos realiza-
dos, sino también de una política energética que fomentó Ia utili-
zación de recursos sustitutivos, entre ellos los hidroeléctricos, los
nucleoeléctricos y los gasíferos.
La realidad argentina Pos muestra como, en comparac10n a
una importación de 3.500.000 metros cúbicos de petróleo en 1977.
el año 1982, que es el último en el que compra petróleo al exte-
Argentina ha logrado estabilizar sus reservas en aproximadamente
380.000.000 m3 con un consumo anual actual de 27.000.000 m3.
11
En lo que respecta al gas, este país h a triplicado su consumo
li
1, de gas natural durante los últimos quince años, sobrepasando los
13.200.000 m<atros cúbicos en 1985 y superando el mi~mo año los
l.000.000.000 de metros cúbicos de gas licuado y aún cuando con·
1:
tinúa comprando gas a Bolivia. debido a un acuerdo suscrito
1, durante el gobierno del Presidente Barrientm y lo hará hasta
1992, su producción actual le permite satisfacer la demanda inter-
I'
na, con una reserva de gas natural calculada a 1985, de - - - -
668.300.000.000 de metros cúbicos.
3.. EL PETROLEO EN VENEZUELA.
Venezuelá es otro ·d e ios países que merece nuestra especial
atención por s1;1 situación dentro del ámbito de la industria petro·
lera mundial.
Se cuenta que a principios de 1870, don Carlos Gonzales Bo-
na un médico ambulante que recorría caminos- atendiendo clientes,
al transitar el que llevaba a Rubio, capital del distrito de Junín,
observa riachuelos que arrastran capas aceitosas. Buscando el ori-
gen de_ este fenómeno, encuentra en un lugar situado entre 'Rubio
~ 115 -
y San Cristóbal, capital del Estado de Tachira, la afloración de un
líquido aceitoso que lo lleva al convencimiento de la existencia
de petróleo en la zona.
El Dr. Gonzales, luego de una serie de exploraciones que
reaiiza en la región, convence á Antonio Pulido, dueño de la tie-
rra donde encontró las afloraciones y que según algunos autores
habría denunciadQ la existencia de "minas de hulla" en sus terre-
nos y obtenido licencia de exploración el 3 · de octubre de 1878, a
Pedro . Rincones, al Gral.- José Antonio Baldó, de quien también
se dice que el 4 de febrero de 1881 habría obtenido licencia para
explotar petróleo en una zona aledaña a las tierras de Pulido y a
J. R. Villafañe, a constituir µna sociedad para explotar yacimientos
de petróleo. Existen discrepancias en cuanto a las fechas del des-
cubrimiento y e~ cuanto a los personaJes de entre los nombrados
que hubieran obtenido concesiones para la explotación de petró-
leo, pero lo cierto es que son ellos los que conforman la Compañía
Petrólia del Tachira, la que al parecer se inicia con un capital de
122.500:- bolívares.
La flamante sociedad resuelve enviar a su socio Rincones a
Pensilvania, considerada en esa época como la Meca del petróleo.
Este, además de compenetrarse de la técnica de la industria, trae
a Venezuela un equipo de perforación y un equipo de refino con
los que la, compañía venezolaPa, cuyos títulos definitivos los recibe
en I 884, inicia, en medio de muchas dificultades y de algunos
fracasos, su producción petrolera de pocos barriles y sus trabajos
de refino en la planta que poseían, que tenía una capacidad de
refinación de 15 barriles con los cuales, mediante una labor de
algo más de tres semanas obtenían 160 litros de kerosene, 150 de
gasoil y una mayor proporción de deshechos. La Petrólia conti~
núa trabajando durante varios años con su pequeña producción,
que eri 1912 alcanza apenas a 60 barriles diarios, hasta que como
resultado de su poco crecimiento empieza a declinar has_ta desapa-
recer.
En 1883, el Gobierno otorga al estadounidense Horacio Ha-
milton una concesión para explotar el lago de asfalto de Guanuco
que constituía uno de los mayores depósitos conocidos de ese pro-
ducto y de primerísima calidad. Esta concesión la transfiere a la
New York and Bermudez ·co. de Pensilvania, que desde 1887 em- .
pieza a explotar y exportar asfalto, hasta que en 1889 el Go-
bierno declara la caducidad de la concesión por nó haber cum-
plido la compañía compromisos que había contraído, entre otros
la- canalización de los ríos Guarapiche y Colorado. No obstante
la caducidad declarada, la compañía continúa con sus trabajos de
explotación por más de uua década. En 1899 el General Cipriano
Castro, caudillo localista de Tachira, toma el poder con fuerzas
irregulares, y exige a la compañía contribuciones económicas, ante
lo · que ésta promueve, valiéndose de un Sr. Matos, la iniciación
de un levantamiento que después de éxitos iniciales es derrotado
en una sangrienta batalla en las cercanías de Caracas, en la Vic-
toria. Vencedor Castro y en pose~ión de pruebas que demostraban
la intervención de la compañía en el derrotado levantamiento,
reclama de ésta un pago indemnizatorio de 50.000.000.- de boh -
vares y le inicia una demanda ante los tribunales de Justicia, los
cuales decretan el embargo preventivo de las instahciones de la
Bermudez. El mismo año de la fracasada revolución, en el mes
de diciembre de 1902, venezuela soporta un injustificado bom-
bardeo de la Guaira y Puerto Cabello, en uno de los peores actos
de bandolerismo ejecutados por Inglaterra la que, junto con Ale-
mania e Italia, asumen esa incalificable actitud pretextando el no
pago de deidas que había contraído con ellos el país.
Ante el embargo preventivo decretado contra la Bermudez no
se deja esperar la reacción del gobierno de Estados Unidos. Este,
asumiendo la defensa de la compañía, se vale de presiones de toda
índole, e inclusive envía a Caracas para investigar los hechos al
juez Calhoun, quien al parecer, a su regreso a Washington, ab-
suelve informes contrarios a la empresa, lo que obliga a aminorar
la fuerza de los reclamos estadounidenses. En tanto sucedían estos
hechos, la justicia venezolana se pronuncia sobre la acción inicia-
da contra la New York & Bermudez y la condena al pago de
24.000.000.- de bolívares, dando lugar a que el gobierno se quede
con el lago Guanuco y con las instalaciones de la empresa.
A mediados de l 908 quedan rotas las relaciones entre Estados
Unidos y Venezuela y se vuelven a e~cuchar voces que incitan
al gobierno americano a la toma de actitudes de hecho. Estas no
llegan a producirse, iniciándose más bien una labor de debilitrl-
miento del gobierno del Gral. Castro quien, involuntariamente,
- 117 - -
facilita esta acción al verse en la necesidad de tener que realizar
un viaje de salud a Europa, a cuyo efecto deja interinamente en
su puesto a uno de sus más cercanos allegados, el Gral. Juan Vi-
cente Gómez. Este no tarda en traicionar a su amigo y protector,
asumiendo la presidencia mediante un golpe de estado incruento,
para el cual no· duda en solicitar la intervención de Estados Uni-
dos, ofreciendo en cambio el arreglo de todos los asuntos que es·
tuvieran pendientes entre ambos países. La presencia durante tres
meses del Maine, del Des Moines y del North Caroline ante puer·
tos venezolanos, refuerzan la posición de Gómez, que consolidado
en el poder procede a arreglar los problemas existentes con com-
pañías americanas. En lo re!erente a los 24.000.000.- de bolívares
de ia multa judicial impuesta a la New York & Bermudez, no se
vuelve a hablar del problema y la empresa reinicia libremente
la explotación de Guanuco.
Las concesiones a particulares que ya se habían iniciado des-
de los primeros años del siglo, principalmente durante 1907, con-
tinúan otorgándose y todas van pasando posteriormente a manos
de consorcios petroleros. En 1910 el Dr. Rafael M,ix Valladares
adquiere por convenio con el gobierno, el derecho de explotación
de hidrocarburos en· la Península de Paria, el distrito Benítes, el
Municipio Pedernales y las islas adyacentes al territorio Delgado
.Amaruco; y a los 4 días de haberla obtenido transfiere esta inmen-
sa concesión a la Bermudez Companv, haciendo presumir, por lo
breve del tiempo que se mantuvo como titular del derecho a la
explotación, que había servido únicamente como simple interme-
diario de esa empre3a. Dos años después. en 1912, el mismo Valla-
dare~ suscribe un segundo contrato por el cual adquiere el derecho
de explorar y explotar el subsuelo de los Estados Sur.re, Mónagas,
Anzoátegui, Nueva Esparta, Trujillo, Mérida, Zulía, Lara, Falcón,
Carabobo y Yaracuy con un totar de 27.000.000 de hectáreas, pese
a que de acuerdo con la Ley de Minas de 1910, virrénte en esa
fecha, fa extensión máxima permisible para concesiones era sólo
de 800 hectáreas. Las condiciones del convenio son tan lesivas como
las que se habían señalado en anteriores concesiones, pudiendo
anotarse entre .ellas, una regalía de dos bolívares por cada tonelada
de mineral bruto explotado, un impuesto adicional de un bolívar
por hectárea de concesión y para la· producción de derivados un
SO%. del_ impuesto que ?sualmente pagaban en la época por la
...,,_ 118 - -
importación de esos refinados. El · Sr. Valladares transfiere , .e sta
inmensa nueva concesión a The Caribbean Petroleum Co. a los
dos días de haberla obtenido. Esta empresa traspasa a su vez sus.
derechos, en forma posterior, a la Royal Dutch Shell por $us.-
I.500.000.- y un 8% de participación en especie sobre la produc-
ción, lo que significaba que aparte del precio, la Caribbean reci-
biría una regalía varias veces superior a la que percibiría el Estado
venezolano, que era el verdadero propietario de los yacimientos.
Al amparo de la desaprensión de la dictadura de Gómez, se
organiza la British Controlled Oilfield, compañía de capital bri-
tánico estatal, la que se lama a la conquista del subsuelo venezo·
!ano mediante numerosas filiales que crea para el efecto. Llega
a apoderarse de extensas zonas, entre ellas de más de 15.000 mi-
llas en el Delta del Orinoco, controlando en esta forma el punto
exacto donde el Orinoco desemboca en el mar, cerca a la Guayana
y a la entonces isla inglesa de Trinidad, lo que convertía a la
zona en un punto de gran importancia estratégica, además de la
que tenía comercialmente. ·
Por su parte la Royal Dutch Shell, además de la inmensa
concesión que había comprado a la Caribbean, organiza la Vene·
zuela Oil Cohcessions Ltd., que adquiere por transferencia el
derecho de explotar yacimientos de petróleo en los Distritos . de
Bolívar y Maracaibo en Zulía, y es en el ámbito de e!-ta comesión
que en la Rosa, Municipio Cabima.s, en Bolívar, se descubre el
14 de diciembre de 1922 el pozo "Barroso 2", del cual, al ser
descubierto, fluye el petróleo con gran fuerza arrojando durante
nueve días más de 100.000 barriles diarios, hasta qu~ pudo ser
controlado. Marca este hecho la iniciación de la producción en
gran escala en Venezuela. Organiza además la Colón Development
Co., empresa que compra a Andrés Vigas una concesión de 840.000
hectáreas al S.E. del Lago Maracaibo, cubriendo todo el territo-
rio ·ae Colón_ en Zulía.
Es recién después de la Primera Guerra Mundial que las
renipresas americanas . se lanzan a la ..búsqueda de concesiones en
Venezuela. En la década del 20 al 30, unas 35 compañ'ías ingresan
en el territorio que hasta ese momento habían controlado los
ingleses. En pocos años; : la Lago Petroleum, la Texa~ Oíl, la Sin-
clair, la -Mérida Oil.,,' la Río Palma, la Vénezuela Gulf Oil del
- ll9 ._
Grupo Mellon, que cambia después _s u nombre por el de Mene
Grande Oil y otras, la mayoría subsidiarias de la Standard Ncw
Jersey y de la Gulf, llegan a concentrar en sus manos inmensas
zonas petrolíferas.
La dictadura de Juan Vicente Gómez, que gobierna Venezue-
la de 1909 hasta 1935, con algunos interregnos en los que diri je el
país a través de personajes colocados por él en la Presidencia de
la República, marca toda una época en la que, al amparo de lo
que se dio en llamar "la danza loca de las concesiones", el país
experimenta un gran desarrollo en la explotación petrolífera, en
beneficio casi exclusivo de los grandes consorcios petroleros.
En materia de legislación, la Ley de Minas de 1910 que sutre
ligeras modificaciones en 1918, es la que rige todo lo reiacionado
con hidrocarburos, su explotación y control, hasta la aprobación
por el Congreso de 1920 de la primera "Ley de Hidrocarburos y
Demás Minerales Combustibles" proyectada por el entonces Mi-
nistro de Fomento Gumercindo Torrez, ley que pretende poner
aigun;ts limitaciones al avance y a ,as utilidac!n de la, compañías
petroleras. Esta ley tiene sin embargo corta vigencia y es ,nodifica-
<.la, por acción de los consorcios, por Ley de 1922, :,0bre la que E.
Lieuwen, en "Historia del Petróleo en Venezuela" dice: "El Mi-
nistro Torrez fue destituido y represeutantes de las compañías ;une-
ricanas fue:ron llamados a cooperar en la redacción de una ley más
aQTadable. Un abogado de las compañías, Rafael Hidalgo H ermln-
cl~z, fue encargado por Gómez de redactarla". La Ley de 1922 fue
a su vez sustituida por otras varias disposiciones legales que se
sucedieron, hasta la aprobación de la Ley de Hidrocarburos de 13
de marzo de 1943, durante el gobierno del Gral. lsaías Medina
Angarita. Esta ley, cuyo proyecto según sosti_ene Rómulo B~tan-
court fue redactado por la firma Hoover Curt1s y Ruby, al mismo
tiempo que levanta algunas restricciones conte~pladas en la_ Ley
de 1938, establece el principio de que las concesiones no confieren
la propiedad de los yacimientos y el de que los concesionarios no
pueden quedar liberados de los impuestos generales, además de
elevar las regalías que se habían venido cobrando en favor del
Estado, hasta un 16.213%.
La política fiscal venezolana en materia de petróleo se ha
basado permanentemente' en· la cbrístitución de regalías sobre pro-
..... 120 ,- •
ducción en favor del Estado, como contribución independiente del
impuesto a la renta que corresponde pagar a las empresas, con
tasas que difieren según la mentalidad de los gobiernos que se
han ido sucediendo. Sobre e~te particular es necesario subrayar
que por Ley de 1948. Acción Democrática que gobierna al país de
1945 a 19·18, incorpora por primera vez el sistema 50 / 50, estable-
ciendo la distribución de los beneficios de la producción de hidro-
carburos por mitades, entre el Estado y las compañías petroleras.
La llamada L ey 50/ 50, aprobada por el Congreso en 1948,
determina en forma concha que si sumadas todas las contribucio-
nes que las empresas paga11 al Estado, éstas no alcanzaran al 50%
de sus beneficios totales, las empresas quedaban obligadas a pa-
gar la diferencia existente. Con relación a esta determinación legal.
se ha sostenido por parte de políticos venezolanos que ella habría
sido establecida por el gobierno de Medina Angarita, pero la po-
sición evidente es la que muestra a Acción Democrática como al
grupo político que aprueba la Ley en 1948, aún cuando efectiva-
mente fue en 1943 cuando la tesis 50150 fue planteada por delega-
dos del gobierno en las discusiones que éste sostenía con las em-
presas petrolíferas.
,.
Al estallar la Segunda Guerra. se produce un incremenlo en
la producción de los países del Medio Oriente. No obstante, Ve-
nezuela continúa ocupando su lugar privilegiado en el segundo
puesto mundial en la escala de productores, que lo mantiene desde
1937 a 1945, con baja en 1949, para volver inmediatamente a
repuntar sin grandes cambios hasta el período 1958-1962, en que
.;e producen aumentos importantes en la producción venezolana.
En 1960 por decreto de 19 de abril se crea la Corporación
Venezolana del Petróleo, empresa petrolera fiscal destinada a
desarrollar todas las etapas de la industria de hidrocarburos.
El mismo año 1960, Ven~zuela conforma junto con Irán, Irak,
Kuwait y Arabia Saudita, la Organización de Países Exportadores
de Petróleo, hecho que coloca al· país, ya no como un simple im-
portante productor pasivo de pelróleo, sino como uno de los prin-
cipales factores de decisión en la marcha de esa industria y en la
fijación de precios de sus productos.
- ·121 :....
 .t.n 1967 se incorpora a la legisiación · petrolera· venezoiana,
mediante modificación de la Ley de 1943, el sistema de .los contra-
tos de ·servicio en reemplazo del régimen de concesiones, dando
lugar a una mayor intervención estatal en la explotación del pe-
tróleo, facultándose además al Ejecutivo a fijar unilateralmente
los prc.::ios de exportación de petróleo y sus derivados.
Dentro de la política sf'guida por Venezuela, en sentido de
que si la contribución al Estado por parte ?e
las emp,resas mo~-
trara porcentajes no acordes con sus ganannas. se pod1a recurnr
al aumento de h,s tasas del impuesto a la renta, el año 1970 se
fija éste en un 60%. El 30 de junio de 1971 se promulga la Ley
de Reversión Petrolera, reservándose por ley de ese mismo año la
industria del gas . natural para su explotación por el Estado. Lo
mismo acontece en 1973 con la explotación del mercado interno
dr los productos refinados,que pasa a ser de exclusiva competencia
fiscal.
El año 1975 marca una etapa fundamental en la hi~.toria
petrolera de Ve~ezuela. El 29 de agosto se promulga la ley que
nacionaliza los hidrocarburos, iá que debe iniciar su vigencia a
partir del 1Q de enero de 1976. Sobre c~te hecho el Pre~idente
ve11e70J,1.no Carlos Aridré3 Pérez. en mensaje al Congreso en 12
de marzo de 1975, decía que la nacionalización definiría la suerte
de la República y al señalar algunas de las grandes fallas que
acusaban las empresas, que hacían imprescindible esa medida, ci-
taba ~3 explotación irracional, la falta de <'ctividad exploratoria en
los últimos años, el enorme desperdicio de gas que se produda,
la explotación preferencial de los crudos livianos, el bajo rendi-
miento de la refinación, la limitada participación de venezolanos
en la., decisiones de la. .industria petrolera, y la escasa transferen-
cia de tecnología que llegaba a efectivizarse en beneficio del pit:'.s.
La ley promulgada, en su parte fundamental establece que
"se reserva al Estado por razones de conveniencia nacional, todo
lo relativo a la exploración del territorio nacional en busca de
petróleo, asfalto y demás hidrocarburos, a la explotación de yaci-
mientos , de los- mismos; a .la manufactura o refinación, transporte
por vías especiales y almacenamiento; al . comercio interior y exte·
rior de las sustancias explotadas .y refin~das y a las obras que su
- 122 :_.
manejo requiera, en los términos señalados por esta ley. Como
consecuencia de lo dispuesto en este artículo, quedarán extinguidas
las concesiones otorgadas por el Ejecutivo nacional y la extinción
se hará efectiva el día 31 de diciembre de 1975".
La misma ley determina que el Estado podrá ejercer todas las
actividades señaladas, directamente por el Ejecutivo, o por em-
presas de su propiedad, facultándolo a celebrar los convenios ope·
rativos que sean necesarios, así como celebrar contratos de aso-
ciación con entes privados, con plazo fijo y manteniendo el control
del E_stado, con autorización de las Cámaras obtenida en sesión
conjunta.
Venezuelá, aun cuando su producción desde 1981 va disminu-
yerido con relación a la del año anterior, e5tá colocada entre los
grandes productores mundiales con 1.665.000 barriles diarios y es
el pais sudamericano que muestra el mayor ingreso per cápita.
En lo referente ,1 sus reservas probadas, si nos atenemos a la de-
daración que efectuara en 1981 el Director de Comercio Exterior,
é~tas alcanzan para 25 años, sin contar las de la faja del Orinoco,
las cuales, según el mismo funcionario, serán debidamente calcula-
..
das hasta el año 1983.
En todo caso y como hace más de cincuenta años, el petróleo
constituye la base fundamental de la economía venezolana y su
principal fuente de ingresos. Sobre los beneficios de los hidrocar·
buros se ha venido programando el avance industrial y sustentan-
do el progreso social del país. Los últimos gobiernos sostienen ha-
ber puesto especial énfasis en la exploración y desarrollo de nuevas
áreas petrolíferas; como afirmaba en 1982 el entonces Presidente
Herrera Campins, al manifestar que "el gobiern¿ pondrá todos
sus empeños en adelantar las exploraciones del área del Orinoco
y comenzar las de la plataforma. Aumentar las re.servas petroleras
es la más alta significación que el gobierno se ha trazado".
La situación ceonómica y financiera de· .este país sudameri-
cano ha sufrido serios quebr:mtos en los últimos años. Venezuela,·
que en la época de auge de la OPEP, fue uno de los más duros,
~ino el más intransigente de sus miembros e importaba para su
consumo desde · cerebros y ·cultura hasta pan elaborado, parece
haber empezado a pagar el precio de su propia intolerancia. Co·
•, '
..: 123
mo consecuencia de una disminu_ción important~ en su produc-
rión petrolera, sumada a rebajas experimentadas en . los precios
del crudo, ha visto mermados sus ingresos al extremo de tener que
reducir drásticamente sus planes de desarrollo y en algunos casos
anularlos. Al mismo tiempo que la inflación de su moneda y la
desocupación que alcanzan índices alarmantes, tiene que soportar
los problemas que conlleva su incapacidad de satisfacer obligacio-
nes financieras externas.
4. EL PETROLEO EN MEXICO.
Si nos referimos a México, el mayor país hispanoamericano,
que disputa con Brasil la primera posición de desarrollo en La-
tinoamérica, y ocupa el segundo lugar en población con 90.000.000
de habit~ntes, tenemos que reconocer que pocos países de América,
antes de lograr su actual estabilidad política y su desarrollo
económico, han soportado en su historia etapas más críticas, san-
grientas y dolorosas. Durante más de un siglo, desde su indepen-
dencia en 1821, México vive en medio de cruentas guerras civiles
e internacionales, sometido a la opresión de dictaduras como la de
Porfirio Díaz, que salvo dos pequeños intervalos, gobierna el país
un cuarto de siglo de 1876 a 1911; sufre el desgajamiento de exten-
"
sas áreas territoriales como Texas, Alto California, Nueva México y
el territorio de la Mesilla que es vendido a Estados Unidos en $us.
10.000.000.-; soporta el advenimiento y desaparición de dos im-
perios, el de Agustín Iturbide de mayo de 1822 a marzo de 1823 y
el de: Maximiliano de Hasburgo, hermano del emperador de Aus-
tria de 1864 a 1867 y atraviesa etapas de fusilamientos, de muerte
y de gobiernos que se suceden unos a otros a veloci'c!ades impre-
sionantes.
El petróleo, que ya fue utilizado por los aztecas que lo cono-
cían como "chapapote", empieza su historia en México con el
ctescubrir~iento que realiza en 1863 el cura Manuel Gil y s:ínchez.
( 1e afloraciones petrolíferas en lo que dio en llamar la mina ele
6an Fernando de Tatiplán, de donde envía algunos barriles del
producto a New York, sin resultado positivo alguno.
En 1864 y 1865 se otorgan las primeras concesiones oficiales
para extraer petróleo en Pánuco y en Tuxpan, pero es recién en
124 -
1869 que se perfora el primer pozo - por la Compañía para la
Exploración del Golfo de México, que se había fundado el año
anterior.
En 18'.6. se funda e_n Tuxpan la compañía Chapapote Núñez
y Cerro V1:Jº que empieza a producir kerosene y a exportarlo a
~st_a~os Umdos, lab~r que fracasa muy rápidamente por la impo-
s1b1hdad de competir con el producto similar norteamericano. Es
en realidad en 1882, en Tampico, donde se empiezan a reallzar
trabajos exploratorios en forma sistemática.
La norina legal que desde 1865 diferenciaba la propiedad
del suelo de la del subsuelo, correspondiendo la última exclusiva-
mente al Estado, es derogada por Ley de 19 de enero de 1885
mediante la que se reconoce al propietario del suelo la propiedad
del subsuelo,. destruyéndose en esta forma un principio que se
venía mantemendo desde la época colonial, que protégía los inte-
reses de la Nación en cuanto a la riqueza del subsuelo se refiere.
Además de la ley referida, durante el mismo período de gobierno
de Porfirio Díaz se dictan diversas normas relacionadas con la
materia, entre las que por su significación podemos referirnos a
la Ley ~e Mipas d:. 1892 que ?e~lara como irrevocable y perpétua
la propiedad adqumda con su1eoón a la misma norma legal y a
la ley de 1909 que entre otros bienes, señala que los criaderos ·0
depósitos de materiales bituminosos, de combustibles en todas sus
formas o de sales que afloren a la superficie, son de propiedad del
dueQo del suelo. -
Edward Dohóney, de nacionalidad americana, que descubre
petróleo en 1893 en Tampico, compra 160.000 hectáreas v funda
la Huasteca Petroleum Co. que inicia la explotación petrolera en
1902. Esta empresa se convierte en breve en una verdadera poten-
cia financiera.
Durante · el mismo gobier.µo de Díaz, que había servido de
marco a las leyes citadas y a la fundación de la Huasteca, incur-
sionan en México capitales petroleros ingleses y nor_teamericanos.
~s así que e~ 1906 se fu~da l~ Pearson Mexican Eagle, de capital
mglés, posteriormente 1a Smclair Consolidated Oil Corp., la Shouth
Penn Oil; I_a Transcontinental Petroleum, .la Atlantic Lobos Óil,
125 ｾ＠ 1
1
-las tres últimas del grupo Rockefeller- la Mexican Gulf Oil
del grupo de Andrew Mellon y varias otras.
Desde que ingre~a a México el capital inglés se 1mc1a en este
país la lucha entre los intereses inglés y norteamericano, con pre-
dominio de los primeros, no obstante que se calcula que en 1910
el capital americano invertido en México alcanzaba a los $us.
1.000.000.000.-. Esta lucha continuará hasta 1938, con ascenso
paulatino en la influencia americana, la que sin embargo, no logra
imponerse en ningún · momento a las compañías inglesas.
Francisco Madero que se había levantado en 1910 contra
Díaz, al que derroca y obliga a salir del país, es elegido Presidente
y asciende al poder en 1911. Durante su presidencia, pretende
establecer restricciones a las compañías petroleras, sobre las que
crea un impuesto de veinte centavos por tonelada métrica que se
explote en el país. Este impuesto será posteriormente elevado en
1914 a setenta y cinco centavos, además de establecerse otro de
diez centavos por cada barril que se llegue a exportar por el puerto
de Tampico.
Madero, que gobierna en medio de levantamientos propicia-
dos por un lado por Pascual Orozco hijo y el agrarismo de Emilia-
no Zapata por el otro, es depuesto en 1913 por el jefe del ejército
Victoriano Huerta. Hecho prisionero muere asesinado por sus car·
celeros. Huerta, que para sostenerse no duda en promover la
intervención americana, es a su vez derrocado y forzado a huir del
país después de· marcar, durante su corto gobierno, una de las
Hapas más sangrientas de la historia de México, que queda en-
vuelto en una guerra civil donde afloran figuras revolucionarias
como la de Zapata, y la de Pancho Villa, el bandolero divino, como
lo denominara José Santos Chocano.
Asume el poder Venustiano Carranza que gobierna de 1915
a 1920. Es.te convoca a Congreso, el que en 1917 dicta la llamada
Constitución de Querétaro, con normas de avanzada, entre las
c¡ue se destaca la declaración de que "las tierras, aguas y subsuelo
son propiedad del pueblo", principio éste que anula las disposi-
- ciones aprobadas durante el gobierno de Díaz que otorgaba la
propiedad del subsuelo al due_ñ o del suelo. Esta Constitución es-
tablece además que son los mexicanos . los únicos que pueden
- 126 -
poseer tierras propias y obtener concesiones para explotar yaci-
mientos minerales y de combustibles, determinando que las socie-
dades por acciones no pueden obtener la propiedad de las tierras.
Señala que el derecho de propiedad puede ser limitado y cualquier
propiedad expropiada, cuando así lo requieran los intereses de la
Nación. Las compañías petroleras asumen inmediatamente su de-
fensa sosteniendo que el Artículo · 27 de la Constitución aprobada,
que proclama los derechos exclusivos del pueblo y de los mexica-
nos sobre el suelo y el subsuelo, no podía tener carácter retroac-
tivo, y por consiguiente no podía afectar las concesiones que ellas
poseían.
Carranza, que además de las_ reformas constitucionales que
logra hacer aprobar por el Congreso, había adelantado sus proyec- •
tos de nacionalizar la industria petrolera, es derrocado y asesinado
1, durante la revolución que promueven Adolfo de la Huerta, ·Al·
11
varo Obregón y Plutarco Elías Calles, los cuales se van sucediendo
I' en el gobierno de la Repúbl_ica.
1:
Es durante la presidencia de Obregón, que se declara la · no
11
retroactividad del Artículo 27 de la Constitución de Querétaro · que
había sido impugnado por las ·empresas petroleras y durante el
gobierno de ~alles, a tiempo de reglamentane · dicho Artículo 27,
se ratifica el derecho de los concesionarios a continuar con · 1a ex-
plotación de las _concesiones obtenidas · en fecha anterior a -la Cons-
titución de Carranza, determinándose _sin embargo el principio de
que corresponden al dominio directo, inalienable e imprescnptible
de la Nación los yacimientos de hi(irocarburos, cualquiera sea el
estado físico en que se encuentren. Calles establece. también duran-
te su gobierno, el sistei;na de arrendamiento de los ya<;imi~ptos
petrolíferos por 50 años, señalando la obligación de las compañías
1, de someterse a este _n uevo régimen, a cuy.o -fin tie11en que -permutar
sus títulos de propiedad. Esta medida provoca una reacción de las
1! empresa~ que- inician una etapa de negociaciones, en la que no
11
siempre el gobierno lleva la mejor parte. - -
La · crisis de los años 30 provoca en Méxi~o despidos masivos
¡¡
de obreros y bajar fundamentales en- l_o s salarios. Esto lleva a la
iniciación .de movimientos obreros de defensa, a cuya conseq1encia,;
se funda, en 1935, el S.i ndicato de Trabajadores P.etrolerps de Méxi-
co, que _pqco _desp~és .. de _ su organización, plantea en 1~36 un
- 127 - ·
1
contrato colectivo de trabaJO -que es · rechazado por las empresas.
Por intervención del Gobierno, los obreros postergan la huelga
acordada como reacción al rechazo empresarial. Se inician reunio·
nes obrero-patronale~ en las que no se llega a ningún acuerdo, por
lo que en mayo de 1937 estalla una huelga de trabajadores petro-
leros, que sin embargo es suspendida para someter el · plantea-
miento obrero a la consideración de la Junta Federal de Conci-
1:
liación y Arbitraje. Este organismo, después de realizar investiga-
ciones sobre la situación económica de las empresas, se pronuncia
en favor del pedido laboral. Las compañías, negándose al cumpli-
miento del laudo expedido por la Junta recurren ante la Corte
Suprem3: de Justicia que se pronuncia confirmando el laudo. Las
em-presas, desconociendo la autoridad suprema de justicia de la
Nación, a la que estaban obligados a someterse -sin lugar a recurso
posterior alguno, rechazan la Resolución.
Ante la insólita actitud asumida por las empresas, el Presi-
dente Lázaro Cárdenas trata de encontrar soluciones al conflicto
planteado. No obstante el esfuerzo que despliega, el resultado de
sus gestiones se manifiesta negativo, por lo que el 18 de marzo
de 1938 decreta la expropiación de las concesiones y de los bienes
de 17 compañías extranjeras y el traspaso de éstos a la adminis-
tración del Estado Mexicano.
El Presidente Cárdenas, en mensaje dirigido al país con mo-
11
tivo de la expropiación, entre otros conceptos sostiene que "se
trata de un caso evidente y claro que obliga al gobierno a aplicar
la ley de expropiación, no sólo para someter a las empresas a la
obediencia y a la sumisión, sino porque habiendo quedado rotos
los contratos de trabajo entre las compañías y sus trabajadores, de
r.o ocupar el gobierno las instalaciones de las compañías, vendría
la paralfaación inmediata de la industria petrolera".
A raíz de la expropiación, México empieza a confrontar se-
rias dificultades en la marcha de su industria de hidrocarburos.
Se encuentra con refinerías y oleoductos que no habían sido debi-
damenté mantenidos y sin ningún dinero para repararlos; el trans·
porte del crudo de exportación tropieza con la falta de barcos;
algunos embarques de petróleo mexicano llegan a ser embargados
por ia Royal Shell; la propaganda y lo~ médios de difusión del
exterior, bien manejados por los consorcios petroleros, se estrellan
- 128 -
contra México y éste llega a ser demandado por el gobierno in-
glés que asume la defensa de la compañía El Aguila.
Como consecuencia del p:mceso expropiatorio, el gobierno
mexicano acuerda el pago de aproximadamente $us. 127.000.000.-
por conce~to de indemnización a las petroleras, suma que con in-
tereses asciende a un poco más de $us 182.000.000.-. En base a
esta re_solución se inicia el pago al grupo · americano en I 940, para
conclmrlo en 1953. Al grupo inglés, los pagos indemnizatorios se
los comienza en 1948 para concluirlos en 1962. Las empresas anglo-
holandesas representaban a tiempo de decretarse la expropiación
el 70%,_ y las americanas el 29.5% de la industria petrolera mexi-
cana, sm embargo, según Antonio J. Bermudez, ex Director de
Pemcx, fueron estas últimas las que resultaron más favorecidas con
la e~propiaci~n, pues mientras al grupo inglés el Gobierno le
valonza sus bienes en un orden del 51 % del total, el grupo ame·
ricano Sinclair, por ejemplo, que detentaba el 9.21 % del valor de
la industria, recibe el 16.12% del total de las indemnizaciones.
H~y _autores mexicanos que sostienen enfáticamente que la
exprop:~c1ón fu: gestada y apoyada por Estados Unidos y por las
comramas ª~t~i~anas, a las cuales interesaba eliminar la compe-
tenc1_a que s1gmf1caba el predominio de las compañías inglesas en
México y lograr además que este país dejara de exportar petró-
ｾ＠ M- .
(*) ~demás de la notoria preferencia que se dio a las compafHas ame-
ricanas en el pago de la ind~mnización, entre algunos de los ante-
cedentes que respaldan la tesis dt que la nacionalización, si no fue
prom?v1da, contó al menos con el visto bueno de[ gobierno norte-
americano. Carlos Alvear Acevedo sostiene en "Lázaro Cárdenas
el Hombre y el Mito" que según Vasconcelos el ex secretario d~
Industri~ de _México, Rafael Zabarán, fue el ' encargado de poner
en cons1derac1ón dtl g0b1erno norteamericano pi borrndor del de-
creto expropiatorio.
Otr3: cita ~ue se destaca sobre el mismo asunto, constituye lo que
s_ostle1!~ Miguel AIPmán Valdéz, ex Pr~sidente de México, en su
!:bro ½1 verdad del . petróleo en México" en el que manifiesta,
El _go~1erno estado1;1mdense no se limita a reconocer el derecho
de México f, expropiar; el embajarlor Daniel insiste ante sus supe-
r\ores en la n~esida~. de conven~er a los trust de que la expropia-
ción: por ser mmod1f1cable, exige entablar negociaciones con el
Gobierno de México, todo cot_tdicionado a que los petroleros no
opt_en por foment_ar una rebelión contra -el gobierno cardenista, so-
lución llena de riesgos y en contradicción abierta y radical con la
buena vecindad .. . "
-129-
 El 7 de junio de 1938 y como una necesidad que se presenta
a consecuencia de la expropiación, el gobierno de Cárdenas crea la
Empresa Estatal Mexicana del Petróleo, PEMEX, la que inicia
sus labores en medio de crecientes dificultades. A la falta de téc-
nico~ y a la deficiencia de maquinaria y eq~ipos con.. que se en-
cuentra, se suma, al decir de algunos estudiosos mepcanos, una
mala administración que coloca a PEMEX, desde 1938 hasta 1973,
en una situación de evidente deterioro económico y financiero.
Según Luis Pazos, catedrático de Teoría Económica de UNAM,
entre los elementos que contribuyeron a la situación de PEMEX,
cree que se deben anotar la "corrupción de los líderes sindica-
les(**) ; la venta de cargos en la industria petrolera en sumas
Huctuantes entre los 20.000.- a los IOU.000.- pesos, hecho que
además lo señala como demostrativo de los altos sueldos y salarios
que se pagan en la entidad petrolera focal; la corrupción de_ los
funcionarios y altos directivos de PEMEX; el robo de materiales
y gasolina, para cuya demostración anota el hecho de que en
1977, a raíz de un conflieto suscitado entre las gasolineras y PE·
MEX, sale a la luz el que millones de litros de gasolina y diesel
eran robados por funcionarios y empleados para ~et vendidos a
las gasolineras, con relación a _ las cuales se ~omprobó, de acuerde
con un balance efectuado en ellas, que vendian mucha mayor can·
tidad de gasolina que la que oficialmente les entregaba PEMEX;
los inventarios excesivos y varios otros factores. Como opinión
contrapuesta a la anterior, existen quienes colocan a PEMEX
e.muo modelo. Tal el caso de Sergio Almaráz, que sostiene que la
empresa petrolera fiscal mejicana constituye un ejemplo para los
(**) Luis Pazos cita un párrafo. de ':1ºª nota del President_e Lázaro Cár-
denas relacionada con la s1tuac1ón de PEMEX de abril de 1940, en
Ja que el Presidente mejicano expresa: "La incomprensión de h •
•nuevas condiciones en que la industria se desenvuelve de parte
de algunos núcleos . ?equeños de ~r~bajadores., en~r~ los que s_e
encuentran varios dmgentes, ha ongmado senas d1f1cultades, pet1- .
ciones sin límite e, indirectamente, un aumento constante en ero-
gaciones, as( como el crecimiento ascendente de las cargas impro-
ductivas que pesan. sobre la industria".
países latinoamericanos, y una muestra de lo que se puede lograr
mediante una administración estatal(").
Cualquiera sea Ia verdad sobre la administración petrolera
fiscal en México, lo cierto es que a partir de I 974, el alza de los
precios del petróleo permite una indudable mejoría económica y
financiera de PEMEX, cuya importancia en México es fundamental,
tanto que bastaría citar como ejemplo que su presupuesto, que en
1978 alcanza a $ 179.478.000.000.-, resulta superior al presupuesto
conjunto, en ese mismo año, de los tres poderes del gobierno
federal mejicano.
Surgen nuevos descubrimientos petrolíferos y de 1975 a 1976
la~ reservas probadas de México se incrementan en algo más del
45%. En 1977 este incremento se eleva con relación al primero
en un 150%. Entre los decubrimientos que permiten un desarrollo
efectivo de la producción mejicana, podemos señalar los produci-
dos en la bahía de Campeche, el manto petrolífero Bejuco-La
Laja, descubierto en la laguna de Tamiahua, cuyos recursos se
estiman en 80.000.000.000 de barriHes de petróleo y----
30.000.000.000'tl00 de pies cúbicos de gas, el yacimiento de Chicon-
te al Norte de Vc,-;:,crm. a,1 que se calculan recursos
que alcanzan a 100. 000. 006. 000 de barriles de petróleo y
40.000. 000. 000 . 000 de p3. de gas, y otros descubrimientos impor-
lantes que colocan a México en un lugar espectable dentro de la
(*) Según el despacho de "UP" de 3 de agosto de 1982, trabajadores de
PEMEX sostienen que "el llamado sindicato más poderoso de Amé-
rica Latina. está en complicidad con la empresa para esquilmarle su
salario a los trabajadores". Sostienen los mismos trabaiactores que
además de la venta de empleos, fraude y extorsión de los que son
culpables los líderes sindicaJes petroleros, cinco asesinatos de traba-
jadores, un suicidio y dos secuestros son parte de la acción reali-
zada durante los últimos siete años por los jerarcas sindicales del
petróleo. Se refiere que sólo en una de las secciones, los trabaja-
dores se han quejado que el lfder de la sección vende 180 emnleos
temporales cada seis meses a razón de 500 dólares cada uno. y
sostiene uno de los trabajadores que tiene documentos que prueban
"que por medio de la extorsión el dirigente Joaquín Hernández Ga-
licia y un grupo de 720 líderes han mantenido bajo férreo control
al Sindicato petrolero Mexicano con 110.000 trabajadores.
- 131 -
 ,.
comunidad económica mundial, avanzando entre los primeros
productore5 de petróleo del mundo, hasta ocupar el cuarto puesto,
que lo mantiene en 1986 (*).
(*) El entonces Presidente de México José López Portillo en mensaje
de ¡o de septiembre de 1981, manifestó que las reservas de México
aumentaron, desde marzo de ese año de 67.830.000.000 de barriles a
72.000.000.000, elevando a México del ~exto al cuarto lugar mundial,
y que ese año la producción mejicana ha promediado los 2.500.000
barriles diarios y su exportación alrededor de 1.300.000 barriles al
día.
...:. 132
IX. LOS COMIENZOS DE LA INDUSTRIA
PETROLERA EN BOLIVIA.
l. REFERENCIAS COLONIALES.
En nuestro país encontramos importantes referencias de la
época colonial relacionadas con la presencia de petróleo. Entre ellas
podemos remarcar la que cita J. Fernández, que refiere cómo en el
siglo XVI, el padre Barba refina las muestras de petróleo que le
trae el ca"pitán Fermín Núñez, de acuerdo con lo que relata Ulises
Peláez.
El padre Alvaro Alfonso Barba a que hicimos referencia y
que por el año 1590 regentaba el curato de Tarabuco, en el De-
partamento de Chuquisaca, publica en 1640 un libro en el que
trata de reflejar sus experiencias en trabajos de fundición y alea-
ción de metales, que lo titula "Arte de los metales, en que se
enseña el ver~dero beneficio de los de oro . y plata por azogue.
El modo de fundirlos todos y cómo se han de refinar y apartar
unos de otros". En su libro, el padre Barba identifica claramente
al petróleo, calificándolo como "betunes" y asigna un capítulo
especial a este producto bajo el título "De otros jugos que se lla-
man betunes", encontrándose en esta forma, en la primera mitad
del siglo XVII, una clara identificación del petróleo · en una obra
que posteriormente tuvo gran divulgación.
Si queremos señalar referencias coloniales de orden legal,
tenemos las Ordenanzas de Minería para la Nueva España, dic-
tadas por Carlos III en 1783, en las cuales al petróleo se lo califica
como "betunes" o "jugos de la tierra". ·
Las leyes coloniales establecían una clara diferencia entre el
suelo y el subsuelo, constituyendo este último propiedad exclusiva
de la Corona, pudiendo concederse su explotación para extraer oro,
plata y "bitúmenes", "betunes" o "jugos de la tierra", a los súbdi-
tos del Rey, mediante el pago de un quinto de lo extraído y por
un término que abarcaba como máximo la vida del monarca.
- 133 -
 . Enrique l\,j~r(ac.a, _ refiriéndose..· al :-Jmpue~to en .. favor de -la
Corona que sigi:iificaba ese '.'quinto real':; hace_ hincapié en el. he-
cho de que en contraposición .. a ,esta .. disposic;ión impositiva, adve-
nida la República,;."y ,por muchos años•.~ se expiota,. .en Bplivia el
subsuelo : sin pagar ,<;ontril¡m,ciqr¡. algupa, :e.n ben~ficio d_e la N.a ción,.
situación que por nuestra, parte . creemos ·que aJ :¡ue~o_s .du_ r a_n te_lo_s
priII_1ero~ añ·os ha podido ser resultago, ..i;i.o de u_na,J::orriente an,ti~
nacional. y antipatriótica, sir,o . II_l~S J;,i(_!n de )a ac_titud de ·reacción
que se produce contra tocio lo que estuviera relacionado ·cpn, la
"opresión'· monárquica, y como una aplicación de los principios
liberales y de. "libertad", -sobre los que se había basadc:> la lucha
independ_ista. , ,,.

2. LAS PRIMERAS CONCESIONES DURANTE LA

REPUBLICA.

Destacadas entre muchas concesiones, que se han debido_ ob-

tener sin más objetho por pa-rte de los _conce~ioriarios que el de
poseer derechos de explotación de yacimientos de petróleo, com0
poseían derechos sobre pertenencias minerás, •aparecen en 1865 las
concc:siones otorgadas a Manuel Velaide regiqnés d~ fos Depar- en
tamentos de Cooq~lisaca y Santa Cruz, sobre l¡1s qi.t~ coinéfden va-
rios autores· clasifü;ándólas entre las ···primeras de nuestra 'v ida re~
publitarta. No existe sin embargo··tiirigún antecedente ·que m.uestre
una posible explotación y menos aún resultados positivos :'·que ;se•
hubieran obtenido de ellas, .pudiendo presumirse que las. veleida-
des petrolíferas del sefior Velarde ha_n · debido. concluir cori el fra-
caso de sus seguramente •incipientes trabajos · y con _la posteriór"
caducidad, por abandono de ias concesiones. ·'
ｾ＠ • • ' ' ｾ＠ 'J ' " ;, ',

El 9 de enero de 1867, (*) . durante el_ gobierno del :Geheral

Mariano Mélgarejo, · los súbditos -alemanes Francisco . Hokst y
Eduardo· Harsen, sobre los ciiales no se d'an referencias," ni ~e esta~
qlec~ el motivo· por el c'ual habrían 'üegade> .a l pa1s; obtienen :ei'
"privilegio: ex~h:Ísivo :..para
ex tracdJn • y '_j)l~ri{icadóií" 'del .pétróleó
en i:octa· :la . pto_yin~ia . Salf~ás (**) , ~el' Dep_~rt~.n ienfo· _de ._1:'arija.":
. ｾ＠ . ~, . ·" ·,,.., . ... . . ｾ＠ . -' .
REGIONES MORFOESTRUCTURALES DE BOLIVIA _ _ _ _ _:_. y•::: ·,·:.;i ;
(') Ver anexo II.
(**) Actual provincia O'Connor del departamento de ~arija. .

- 135 ·-
 ...
Esta concesil'm que se la otorga por el término de diez años, al
dejar establecido que se la efectúa con el "objeto de fomentar y
proteger en cuanto le sea posible la industria química", no limi·
tándose en esta forma a la simple extracción, sino señalando ade-
más la "purificación de petróleo" como uno de los objetivos que
perseguía, muenra el hecho de que _los_ b:n~ficiari_os po~ían una
más amplia concepción de la todav1a mc1p1ente mdustna petro·
lera y pretendían, además de la explotación ingresar al campo del
1efino.
No sabemos qué ha i,ucedido con los concesionarios Hokst y
Harsen, ni cuáles han sido los resultados de sus trabajos y si éstos
llegaron o no a iniciarse.
,. PRIMERAS NORMAS LEGALES SOBRE PETROLEO.
Se puede sostener que es durante el primer gobierno de To-
más Frías que se dan las normas iniciales de legislación referidas
expresamente al petróleo. Mediante decreto de 31 de diciembre de
1872 C) en el cual, entre sustancias como el bórax y otros, se
diferencia al petróleo de lo!.1 minerales, calificánd?los de "inorgá·
nicos no metalíferos", declarando que éstos constituyen una pro·
piedad del Estado, sea que se encuentren en el subsueio o en la
superficie.
El decreto señala normas para la obtención de concesiones
de estos "inorgánicos n~ metalíferos". Entre las destacadas pode-
mos hacer resaltar, además de las que ei,tahlecen los principios que
hemos anotado, la obligación que adquiere el concesionario de
iniciar trabajos dentro de los seis meses de obtenida la concesión,
bajo pena de caducidad y la que limita la extensión de las conce-
siones hasta "cuatro estacas por persona y hasta doce estacas por
sociedad", creando . la "estaca" como una medida formada por
ochocientos metros de latitud, por ochocientos metros de longitud
y una profundidad ilimitada. El decreto determina también la
obligación del concesionario de pagar patentes al Estado de acuer·
do con el tipo de concesión y la extensión a que ésta alcance.
(-) Ver anexo III.
4. LOS ADELANTADOS DE LA INDUSTRIA PETROLERA
EN rmLIVIA. .
Tenemos que entender que en su mayoría, las primeras conce-
siones petroleras fueron solicitadas en base al entusiasmo que crea-
ban las noticias llegadas de Estados Unidos sobre ese nuevo pro-
ducto que había creado riquezas de la noche a la mañana y a un
afán de poseer estas concesiones para negociarlas en la primera
oportunidad que pudiera presentarse. _Debieron ser . muy pocos
aquéllos que las solicitaban con ~entahd~d empresan~l: pr?pen·
diendo al desarrollo de la industria petrohfera en Bohv1a, siendo
de justicia por tan~o destacar a los verdaderos adelantados de la
industria de los hidrocarburos, a cuya visión y afanes se deben las
primeras realizaciones logradas en este campo en nuestro país.
Entre estos adelantados no podemos dejar de menc10nar a Luis
Lavadenz y a Miguel Velasco.
Se relata que cuando Luis Lavadenz realizaba un. via~e de
Santa Cruz a Buenos Aires, atravesando a lomo de bestia cientos
de· kilómetros de caminos difíciles e intransitables, al pernoctar
cerca a la localidad de Yacuiba, en la hacienda de Crisólogo Vaca,
fste le enseñ:f' un líquido aceitoso que usaba el ganadero con fines
medicinales, tanto en hombres como en animales y que lo recogía
de un manantial cercano a su casa, líquido cuyo uso lo había
aprendido de los lugareños autóctonos, que le daban b denomi·
nación de "itani".
Convencido Lavadenz que este líquido no era otra cosa que
petróleo, del que había tenido oportunidad de cono_cer sus u_so3
y su importancia, obtiene algunas muestras que )as lleva consigo
hasta Buenos Aires, donde analizadas dan como resultado tratarse
de petróleo de muy buena calidad.
Hombre de empresa, Lavadenz a su regreso al país solicita Y
obtiene concesiones petrolíferas en la región de Saipuru, en tienas
de Crisófogo Vaca y posteriormente en Aguaragüe y en otras zo·
nas ·sobre las que había logrado obtener datos de una posible exis-
tencia de petróleo e inicia la búsqueda de capitales nacionales que
le permitan acometer la explotación de sus concesione~. Fracasa·
das sus gestiones y comprendiendo que sólo en el extranJero podrá
- 137 -
obtener el capital necesario, resuelve vi~jar a Lo~dres donde to~a
contacto con Percival Farqhuar, comerciante londmense que poseia
algunos intereses en países sudamericanos,_ el que c~~venci~o po_r
Lavadenz, resuelve enviar misiones geológicas a Bolivia a mvesu-
gar las posibilidades petrolíferas de las concesiones ofrecidas.
Contando con los informes favorables de sus geólogos, Far-
qhuar decide iniciar la explotación petrolífera en _n_u~stro país y
envía. los equipos necesarios. Después de muchas v1c1s1tudes_ y va-
rios ·meses de trabajo, se logra iniciar la primera perforación en
Mandiyuti, en la región de Cuevo, la que al llegar a los 170 mts.
de profundidad y rnand.,; ya se habí_a enc~ntrado una capa . de
areniscas petrolíferas, tiene que ser 1mprev1stamente ~uspend1da
debido a la quiebra de Farqhuar y a la falta total de dmero para
continuar los trabajos.
Lavadenz regresa a Londres y ante la realidad de la quiebra
de Farqhuar, en su búsqueda de capitales llega a tomar contacto
con Deterding, con el que sin embargo, más en razón de desen-
cuentros que por otras causas, no llega a ningún acuerdo. P?ste-
riormente organiza con capitales chilenos la Compañía Petrohfera
Caupolicán y Calacoto, mediante la cual se obtienen algu'1as nue-
vas concesiones y se llega incluso a perforar un pozo en Calacoto,
cerca a la frontera con Chile, aun cuando sin perspectiva de ini-
ciar trabajos más amplios de explotación por falta de suficientes
recursos. La primera guerra, que corta toda posibilidad de poder
conseguir capitale~ ingleses y su posterior fracaso en ~a húsque~a
de capitales americanos, acaban ·al· parecer con los suenos de Lms
Lavadenz.
Otro que debe ser destacado en~e los primeros q~e i~ician
la industria petrolera boliviana es Miguel Velasco, prop¡etano de
una hacienda llamada Lourdes, ubicada en la provincia Cercado
del Departamento de Santa Cruz y dentro de cuyos límites, en
algunas quebradas y principalmente en la llam_a da "Del Atajado",
aparecían afloraciones petrolíferas. ,
Sabedor Miguel Velasco de la imporJancia y posibilidades. del
petróleo, cuyo uso . se había extendido en el mundo en diferentes
campos de actividad, tramita y obtiene diversas concesiones, pri-
- 138-
mero dentro de los límites de su propiedad Lourdes, abarcando
posteriormente mayores extensiones. La idea que alentaba este
hombre emprendedor iba más allá de la simple explotación del
petróleo. Su objetivo consistía en incursionar en la refinación y en
la producción de kerosene y gasolina. Para llevar a la práctica
esta idea convence a otro hombre emprendor, hábil e industrioso,
llamado Percy Boland, para construir en su taller de Santa Cruz
un alambique que sirviera para destilar petróleo y obtener deriva-
dos de este producto. Boland inicia la construcción de una destila-
dora que después de algunos meses queda concluida y es traslada-
da a la hacienda Lourdes, donde en medio de gran espectativa
se realizan las primeras pruebas con gran éxito. Nace en esta forma
la primera refinería boliviana de petróleo.
El kerosene que requerían los habitantes de Santa Cruz,
incluida la Municipalidad y que lo utilizaban fundamentalmente
para alumbrado y la gasolina que consumían los pocos vehículos
motorizados que por esa época foer6n llevados .a dicha ciudad, son
provistos durante algunos años por Miguel Velasco y sus hijos,
hasta que sus productos fueron desplazados por un kerosene más
puro y una f.WSolina de meior calidad, que _en perfectos envases
de hoialata, forrados en madera, empezaron a llegar a Santa Cruz
vía Cochabamba a precios que no admiten competencia. En esta
forma, en la Hacienda Lourdes se deja de producir estos derivados
de petróleo y el imperio de la Standard conquista un nuevo mer-
cado.
Muchos nombres podríamos citar de personajes, que indivi-
dualmente o form:\ndo sociedades, adquieren concesiones petrolífe-
ras durante los últimos años del siglo pasado hasta fines de la
década del veinte, época en la que recién; en los últimos años,
aparecen nombres de concesionarios extranjeros, entre ellos Sprui-
lle y William Braden e Ivar Hoope; este último que ya había
formado parte del "Sindicato del ·oriente Boliviano" y que reapa-
rece posteriormente representando a Richmo~d Levering Incorpo- '
rated Co., empresa que después de obtener concesiones petrolíferas
en Bolivia las transfiere, lo mismo que hace Braden, a la Stan·
dard Oil of New Jersey.
- 139-
 ..
5. LEY DE 12 DE DICIEMBRE 'DE 1916 (*).
Según Sergio Almaráz, antes de la Ley de 12 de diciembre de
1916 promulgada durante el gobierno de Ismael Montes, se habían
otorgado· en Bolivia más de ochenta concesiones a particulares, con
una extensión de 3.700.000 hectáreas.
La Ley de 1916 a que nos referimos, ad~más de establecer
que la propiedad de los yacimientos de petróJeo corresponde al
Estado en forma exclusiva, pretende fundamentalmente acabar
con las indiscriminadas concesiones que se habían venido otorgan-
do. A este efecto prohibe toda nueva adjudicación, previendo
ademas que aquellas concesiones que fueran cayendo en caducidad
no podrán ser nuevamente adjudicadas y pasarán a ser propiedad
del Estado.
Mediante la Ley Montes que tratamos, se establece un im-
puesto de 3% sobre las exportaciones de petróleo, y por primera
vez se crea en nuestra legislación una regalía en favor del Estado,
que se la fija en el 10% de la producción bruta.
Es tonveniente dejar anotado que esa ley, promulgada en
una época en que primaba una liberalidad extrema en lo referente
a la explotación de los recursos naturales, y en la que si bien el
petróleo en el mundo ya había demostrado su capital importancia,
inclusive de orden estratégico, en nuestro país no se habían reali-
zado más que simples escarceos para su posible explotación, cons-
tituye una norma legal de avanzada. Respeta los derechos legales
adquiridos por particulare~, pero determina al mismo tiempo la
prohibición de nuevas adquisiciones por parte de personas priva-
das, . preserv~ndo de esta manera en favor del Estado esta riqueza
en todas las áreas no concedidas hasta ese momento_. estableciendo
para las áreas que. fueran objeto de explotación, una contribución
para el Estado, que _a l ser fijada eri un 10% de la producción total
en forma de· regalía, constituía en ese momento una participación
comparativa aceptable. . · ·
("') Ver anexo IV.
- 140 -
6. LEY DE 24 DE FEBRERO DE 1920 (*).
En las postrimerías del régimen liberal, durante el gobierno
de José Gutiérrez Guerra, se dicta la Ley de 24 de febrero de 1920,
mediante la que se autoriza al Poder Ejecutivo a otorgar concesio-
nes petrolíferas en zonas de reserva fiscal, en las extensiones que
considere conveniente.
La ley establece un término máximo de 66 años como vigencia
para las concesiones de explotación petrolera que se otorguen y la
obligación para el concesionario de pagar como contribución un
12.112% de regalía sobre el total producido, además de un im-
puesto adicional del 20% sobre las utilidades que obtenga.
Esta ley que levanta la prohibición de nuevas adjudicaciones
determinada por la de 1916, fue duramente criticada. Se sindica
al parlamento que la aprobó, haber actuado a simple presión
del Ejecutivo, sin analizarla y en contraposición de los intereses
nacionales, a pesar de que en su articulado establecía condiciones
de participación fiscal superiores a las que hasta entonces se ha-
bían aplicado.
7. "
EL CONTRATO RICHMOND LEVERING.
Mucho se ha comentado sobre la Ley de 24 de enero de 1920.
Se ha llegado inclusive a sostener que se habría sobornado a per-
sonajes del gobierno Gutiérrez Guerra para lograr su aprobación.
Por nuestra parte nos resulta incómodo aceptar esa afirmación,
pero no podemos m~nos que dejar establecido que lo extraño del
caso es que al amparo de la ley, el Ejecutivo dicta, a los cuatro
días de su promulgación, o sea el 28 de febrero de 1920, una
Resolución Suprema aprobatoria de un contrato con Richmond
Levering Incorporated Co. y a los seis días, con fecha 2 de marzo
se suscribe la Escritura correspondiente.
Resulta difícil comprender cómo después de la promulgación
de fa ley, basten cuatro días para analizarla, establecer sus venta·
jas y desventajas, definir en el domicilio de la compañía concesio-
(*) Ver. anexo V.
- 141-
1
 r
naria, a miles de kilómetros, su participación,. designar represen-
tantes que tendrían que trasladarse a Bolivia o al menos recibir
·e n el país las condiciones de su mandato y el · poder respectivo,
formular la solicitud, tramitarla, discutir con -los organismos · del
Gobierno las condiciones del contrato, con todas las incidencias
administrativas consiguientes, aprobarlo mediante Resolución Su-
prema y por último suscribir la escritura dos días después de las
anteriores instancias. Este hecho es demostrativo de qµe todo el
problema relacionado con el contrato Richmond Levering se en-
contraba preparado y listo, antes y durante la discusión y aproba-
ción de la ley, lo que de por sí merece cuando menos el calificativo
de irregular.
El contrato suscrito con Richmond Leveriñg otorga a e~ta
compañía el derecho de explorar hasta 2.355.000 hectáreas de re-
servas fiscales en los Departamentos de Santa Cruz, Tarija y Chu-
quisaca y ubicar de entre ellas, hasta l.000.000 de hectáreas para
dedicarlas a la explotación petrolífera por un término de 50 años.
Entre los aspectos más salientes del contrato podemos anotar
el que las regalías de participación del Estado se las fiia en un
15% sobre la producción total, estableciéndose además de· paten-
tes fija~. un impuesto de 20% sobre las utilidades y un derecho
del Estado de poder, ádquirir hasta un 25% del total de acciones
de la empresa concesionaria, la que se obliga a invertir diez mi-
llones de dólares en sus trabajos petrolíferos en Bolivia. Estos
puntos daban una imagen favorable al contrato ya que con ellos
b? habían superado las regalías mínimas previstas por · 1a ley, man-
teniéndose los impuestos sobre utilidades y las patentes. Se abría
además la posibilidad de un mayor beneficio con la_facultad acor·
dada al Estado de adquirir acciones, sin contar el monto mínimo
a invertirse por Richmond Levering que constituiría un · i'ntere-
sante aporte a la economía nacional de la época.' Lamentablemente
al poco tiempo de suscrito el contrato, la Richmond, represent~.da
por Ivar Hoope, en compañía de la Standard, solicitan al gobierno
sustanciales modificaciones, entre. ellas la rebaja del porcentaie de
regalías del 15% al 12½%. Esto demuestra la poca seriedad . de los
contratistas y la poca decisión dej gobierno que acepi:a modifica:-
ciories en 'perjuicio def Estadb, y admite fa presencia ·de la StátÍ~
dard a quien Richmond Levering había transferido sin autoriza-
ción previa sus derechos sobre la concesión. r ."~ :· r·
1
Entre las cláusulas del contrato más opuestas al interés del
país, además de la extensión territorial que abarca la concesión y
el largo plazo acordado, podemos señalar principalmente dos: el
injustificado derecho de zona que se .concede a Richmond, consis-
tente en 50 kilómetros a cada lado del eje de los oleoductos que
llegaran a construir y a lo largo de toda su extensión, con la
facultad de negar derecho de paso a otros oleoductos y el proceói-
miento establecido para el caso de expropiación, que determinaba
la organización de una comisión mixta paritaria encargada .de
valorizar los bienes a expropiarse, debiendo a los montos estable-
cidos por ella agregársele nn 50% para calcular el pago indcmniza-
torio, reconociéndose además en favor de los concesionarios. un
15% de la producción petrolera que se obtuviera en las concesio-
nes expropiadas.
En el contrato se establecen dos cláusulas que las consideramos
importantes. La primera es la que señala la jurisdicción de la
Corte Suprema de Justicia de Bolivia para conocer en única instan-
cia las diferencias que surgieran entre las partes con relación a la
aplicación e interpretación del contrato y la segunda, que es la
décimo octava, que determina las circunstancias y la forma en que
el Gobierno pográ dechirar la caducidad, rescisión o modificación
del contrato, señalando taxativamente que la declarac:ón de cadu-
cidad "también tendrá lugar administrativamente por cualquier
defraudación de los intereses fiscales". La significación e importan-
cia de estas cláusulas se comprenden años más tarde, cuando, co-
mo veremos más adelante, son las que permiten detender los inte-
reses del Estado que habían sido gravemente perjudicados por
Standard Oil.
En fecha 3 de marzo de 1921, Richmond Levering transfiere
en favor de Standard Oíl Company de New Jersey, mediante escri-
tura suscrita en Nueva York, los derechos que el Estado bolíyü•no
le había concedido, en contraposición a la condición establecida
en el mismo contrato de no poderlos transferir sin autorización del
Gobierno de Bolivia.
J
- 143 -
 X. LEY ORGANICA DE .PETROLEOS DE 20 DE
JUNIO DE 1921(*).
l. CONSIDERACIONES SOBRE LA LEY.

Entre los autores nacionales que se refieren a la Ley de 20

de junio de 1921, promulgada durante el gobierno de Bautista
Saavedra, existe el criterio coincidente de que esta "Ley Orgánica
de Petróleos" muestra "unidad jurídica"· y 9e caracteriza por la
"claridad de sus conceptos'.'.

La ley, dada. la mentalidad dominante en la época en que

fue promulgada, el desconocimiento que sobre la materia tenían
no ,sólo gobernantes sino los mismos profesionales abogados y téc-
nicos, la falta total de especialistas en petróleo y, seguramente,
la presión que en diversas formas han debido ejercer las compañías
petroleras, las '\'micas que tenían, no solamente claridaq de obje-
tivos, sino conocimientos ciertos en la materia y una experiencia
adquirida a través de muchos años y en di;.,ersos puntos del globo.
contiene en su texto importantes principios de evidente beneficio
para . el país, sobre todo si la comparamos con lo previsto por Ley
de 24 de marzo de 1920.

Para fines de mejor comprensión de la materia, no es posible

hacer una simple mención a la ley a que nos referimos. Creemos
necesario remarcar sus principales artículos aun cuando sólo fuera
para subrayar algunos de los conceptos que encierran.

2. REGIMEN DE PROPIEDAD DE LOS HIDROCARBUROS.

El artículo }Q de la ley determina en su primera parte que

"los yacimientos de petróleo y demás hidrocarburos sólidos, pas-
tosos, líquidos o gaseosos que se encuentren en la superficie o en el

(*) Ver anexo VI.

.\
- 145
 r
mbsuelo son del dominio directo de la Nación, inalienable e im-
prescriptible" y en su segunda parte delega su exploración y ex-
plotación al Poder Ejecutivo, autorizándole realizar estas tareas
"directamente o por medio de concesiones en sociedad".
En este artículo encontramos en primer lugar el concepto
genérico de hidrocarburos, ·y no la simple referencia a petróleo
como se describía a esta riqueza y una relación de las formas en
qqe éstos pueden encontrarse, sea que se hallen en la superficie
o en el subsuelo. Dentro de esta concepción se hallarían compren•
didos todos los hidrocarburos, sin lugar a interpretaciones erradas
o a posibles futuras discusiones sobre pretendidos derechos que
intentaran esgrimirse.
Tradicionalmente en Bolivia, la propiedad del subsuelo co·
rresponde a la Nación. Este principio lo tenemo5 incorporado en
nuestra legislación y arraigado en nuestro quehacer nacional. La
Ley General de Petróleo, ratificando lo determinado por la de
1916, deja claramente fijado que los hidrocarburns son del domi-
nio directo de la Nación, estableciendo ese derecho sobre el pro-
<iucto en sí, sin importar el lugar o la forma en que se encuentre.
Son los hidrocarburos como tal, y no como productos del subsuelo,
los que pertenecen a la Nación. Además de lo señalado, cuya im·
portancia no puede ·pasarnos desapercibida, encontramos que este
derecho de propiedad y de dominio directo sobre los hidrocarbu·
ros, lo ejerce la Nación en forma exclusiva, cualquiera sea el sis-
tema que se adopte en la explotación de estos bienes, derecho gue
tiene la calidad de inalienable e imprescriptible, o sea que bajo
ningún concepto ni por acción de ninguna autoridad puede trans-
ferírselo a persona o entidad alguna, ni podrá perdérselo por el
transcurso del tiempo, ya que su calidad de imprescriptible con-
lleva el hecho de que su ejercicio no reconoce ni admite plazo,
es permanente e ilimitado en el tiempo.
La segunda parte de este artículo que comentamos, otorg-a al
Poder Ejecutivo la facultad de explorar y explotar los yacimientos
de hidrocarburos, directamente o por medio de concesiones en
sociedad. Esta previsión es criticada por algunos autores de la
ma,teria, en:r~ ellos Sergio Almaráz; pero el pensamiento que
gma esta critica, formado en una época diferente a la de la pro-
- 146 -
mulgación de la ley, en circunstancias totalmente distintas, consi-
dera únicamente la posibilidad del aprovechamiento total de esta
riqueza ·en favor del Estado, olvidando que si las dificultades
financieras impidieran a éste invertir los fuertes capitales de riesgo
que requiere la industria petrolera en su fase exploratoria y los
también considerables que se necesitan para las etapas de perfora-
ción y explotación, la riqueza de los hidrocarburos permanecería
inexplotada sin beneficio alguno para la Nación y sin la posibili-
dad de generar capitales que sirvan para facilitar el desarrollo
nacional. Pretenden también estos autores pasar por alto el hecho
de que esta falta de disponibilidades ha sido y continúa siend o
una característica del Estado boliviano. Es precisamente por estas
razone_s, que segu~amente la ley prevé la posibilidad de otorgar
concesiones a particulares, en cuyo caso, por el hecho mismo de
la concesión, el Estado debe intervenir como socio, pero única-
mente en los beneficios de la explotación, limitando sus obligacio-
nes a las normas determinadas en la propia ley y sin perder sus
derechos de dominio sobre los yacimientos.
3. DE LAS CONCESIONES.
Al referirnos a las concesiones, es necesario hacer notar que
la ley establece una diferenciación entre concesionarios en socie·
dad con el Estado y adjudicatarios en propiedad. No define da·
ramente a ninguno de los dos, pero los diferencia al señalar para
cada uno de ellos derechos y obligaciones diferentes, pudiendo
comprenderse que el espíritu de la norma que estudiamos y la
mentalidad qu·e guió a los legisladores muestra una diferencia entre
aquellas• personas que hubieran obtenido adjudicaciones anteriores
a. la }Jromulgación de la ley, cuyos derechos se los reconoce y
respeta y que serían los clasificados como adjudicatarios en propie-
dad y los concesionarios en sociedad con el Estado, que serían los
que obtuvieron sus concesiones con posterioridad a la promulga-
ción de esta ley, sujetos a las estipulaciones señaladas en la misma.
La extensión máxima a que pueden alcanzar las concesiones,
<'5tá determinada por el artículo 5, el cual la fija en cien mil
hectáreas, sea ésta otorgada en favor de un individuo o de una
sociedad, limitada en su término a un máximo de 55 años. Este
mismo artículo señala la participación que debe recibir el Estado,
- 147 -

la que no podrá -ser inferior "al 1 l % del pro~ucto bruto" y 1.leter-
mina claramente qué los derechos de concesión sólo podrá otor-
gárselos por una sola vez, sea en favor de un individuo o de una
sociedad.
Esta última previsión y la que limita la extensión de las
concesiones, constituye un verdadero freno a cualquier intento de
monopolio e impide que una sola persona, física o jurídica, pueda
.acaparar campos petrolíferos en diversas regiones del territorio
nacional y en grandes extensiones, como pretendió hacer la Stan-
dard Oil, de acuerdo a lo que veremos más adelante. En lo refe-
rente al término máxim<> que señala el artículo y a la participación
o regalía en fayor del Estado, si consideramos que la ley de 1920
señalaba un término mayor, o sea el de 66 años, podría calificarse
esta disposición• como un avance o mejora de la nueva ley con
relación a la anterior. Sin embargo en este caso tenemos que rei-
terar el que en materia petrolera, la producción que constituye
un proceso de extracción permanente trae aparejado el hecho de
que el agotamiento de cada pozo sea relativamente rápido, razón
que nos lleva a sostener que un plazo de 55 años es excesivo y
contrario a los intereses de la Nación. ;En cuanto a la participación
en favor del Estado, ésta disminuye con relación al 12½% que
señalaba la ley de 1920 y al 15% acordado con Richmond Leve-
ring, antes de la modificacióu del contrato, lo que indudablemen-
te representa un verdadero y perjudicial retroceso.
1,
La ley que estamos analizando hace una clara diferenciación
entre conc~siones en exploración y concesiones en explotación, se-
ñalando entre ambas diferencias en los plazos, en el monto de las
patentes a pagarse, y por último en las obligaciones y derechos
que proclama para los titulares de cada una de las etapas seña-
ladas.
Establece la posibilidad de concederse permisos para la etapa
de exploración en áreas que no podrán superar las 300.000 hectá-
reas y por un plazo máximo de 4 años, preveyéndose la caducidad
de los permisos, no solamente en el caso de expiración del plazo
acordado, sino también en los casos en que se paralicen los tra-
bajos por más de seis meses o por no h:i.berse pagado durante un
11
año las patentes de exploración que la ley señala en dos y medio
- 148 -
11
ll
1
centavos por hectárea y por año. Como un beneficio nacional
evidente, la ley determina que del área que hubiera elegido el
concesionario p;_,_ra dedicarse en ella a la explotación, el Estado re-
servará una quinta parte para conservarla como reserva fiscal.
4. OBLIGACION DE PERFORACION DE POZOS.
En las concesiones para explotación en sociedad con el Estado,
que como vimos se las podía otorgar hasta una extensión máxima
de I00.000 hectáreas, el concesionario tiene obligación de iniciar
los trabajos dentro de \}n período de 4 años después de la firma
del contrato. Debe además en este plazo, perforar al menos un
pozo de 500 mts. de profundidad por cada cincuenta mil hectáreas
de concesión, y dentro de los ochos años siguientes un pozo de la
misma profundidad por cada diez mil hectáreas: Esta disposición
que tendría que haber constituido un beneficio para el Estado,
puesto que incentiva a los concesionarios a la agilización de la
producción, resulta sin embargo no solamente ineficaz para el
objetivo que se persigue, sino contraproducente, ya que la pequeña
profundidad exigida y la extensión del área señalada para la exi-
gencia de la p41rforación, permiten a los concesionarios mantener
vigentes sus derechos con gastos relativamente bajos. Quinientos
metros de perforación son desde todo punto de vista insuficientes
para la ubicación de un yacimiento, no sólo en nuestras re-
giones altiplánicas y en las de los valles, sino también en las zonas
orientales de menor altitud.
5. DERECHOS OTORGADOS A · LOS CONCESIONARIOS.
El artículo l 9 de la ley otorga a los concesionarios el derecho
de ejecutar las etapas de exploución, transporte, refinación y
comercialización de hidrocarburos y sus derivados o sea el realizar
todas las fases de una industria petrolera integrada, dejando en
esta forma en manos del concesionario el control total de ésta. A
e~te efecto le otorga facilidades, entre las que podemos señalar
el ocupar gratuitamente terrenos fiscales y expropiar y/ o gravar
con servidumbres, de acuerdo con ley, terrenos de los particulares,
construir, adquirir y poseer líneas telegráficas, líneas férreas, tran-
1
vías, caminos, todo previo permiso del gobíerno:
- 149 - ~
:
!
1
 La liberación del pago de aranceles de importación para to-
dos los bienes que importea los concesionarios con destino a tra-
bajos de explotación, es otro de los beneficios acordados por la ley,
que establece en este punto una peligrosa generalización al referir-
se a "útiles, enseres, rp.ateriales, maquinarias y herramientas né-
cesarias para los trabajos de explotación", sin siquiera excluir de
esta disposición los productos que se fabrican en el país.
El mismo artículo 19 que comentamos, otorga a los concesio-
narios la facultad de "gozar de un privilegio de zona de cinco
metros a cada lado del eje de sus oleoductos", dejando sin embargo
libre el derecho de cruce para otros posibles oleoducto~. Esta me-
dida, adoptada por el inciso "h" del artículo, la consideramos justa
dada la necesidad de establecer al menos una relativa protección
al tendido de un oleoducto, evitando con la salvedad del derecho
de cruce, la posibilidad de crear en extensas zonas de territorio,
monopolios de este importante sistema de 'transporte, limitando
además el derecho de zona a una extensión racional, diferente a
los 5 kilómetros a cada lado que señalaba la Ley de 1920 y el
contrato con Richmond Levering.
6. DERECHO DEL ESTADO DE DECRETAR LA
CADUCIDAD.
El artículo 22 proclama el derecho del Estado de declarar la
caducidad de la conce~ión en caso de incumplimiento por parte
de los concesionarios de todo o parte del contrato, sin otro requi-
sito que un plazo de seis meses que se le otorga para subsanar o
corregir aquellos aspectos que sean motivo de reclamación por
parte del Gobierno, el que además de poder aplicar la caducidad
de no ser corregidas las faltas, tiene la facultad de modificar o
rescindir el contrato.
Este mismo artículo determína claramente que el Gobierno
deberá decretar administrativamente la caducidad en el caso de
que los concesionarios cometieran defraudación a los intere~es fis-
cales. Esta segunda parte del párrafo primero del artículo 22, es
por su redacción de orden imperativo, y esa fue seguramente la
intención del legislador, que primero otorga al Gobierno la fa-
cultad de "declarar la caducidad, rescisión o modificación del
-150 - --
contrato" si el concesionario no subsana faltas cometidas, para lo
que le concede un plazo de seis meses y luego señala taxativamen-
te, refiriéndose a la caducidad, "que también se efectuará admi-
nistrativamente por cualquier defraudación de los intereses fisca-
les". Creemos que la ley no condiciona este último caso a la deci-
sión del Gobierno, ni lo establece como facultad del mismo, sino
que crea y señala para éste una obligación, cuyo cumpli~ iento
no es optativo, es forzoso, hecho que se desprende del mismo sen-
tido imperativo de la frase.
El artículo 23 dispone que la Corte Suprema de Justicia es el
únic& tribunal competente para resolver en única instancia, los
diferendos que se susciten entre el Gobierno y los concesionarios.
Obliga a estos últimos a tener en la sede del Ejecutivo un repre·
sentante provisto de poderes generales y amplios, con capacidad
suficiente para resolver cualquier problema que pudiera presen-
tarse.
7. OBLIGACIONES DE CONCESIONARIOS Y
ADJUDICATARIOS.
..
El capítulo V de la Ley está referido a obligaciones que deben
cumplir tanto los adjudicatarios en propiedad como -los concesio-
narios en sociedad con el Estado, relativas a patentes, regalías e
impuestos. Establece un pago de patentes que deben realizar los .
adjudicatarios en propiedad, en una escala que iniciándose el año
1921 en ocho centavos por hectárea, va aumentando año tras año
hasta llegar a cincuenta centavos por hectárea · para el año 1929 y
siguientes. Además un pago adicional del 30% sobre el monto que
c1rroje la patente anual para aquellos adjudicatarios que posean
1
más de 100.000 hectáreas. Para los concesionarios en sociedad .con
'
1
el Estado se establece un pago · por patentes en una escala ascen-
' clmte que va desde los diez centavos por hectárea para el primer
año, hasta cincuenta centavos por hectárea para el séptimo año y
' siguientes.
1
Pese a que nuestra moneda, en la época de que ·d ata la · ley
poseía un gran valor adquisitivo, es innegable que las ·patentes
establecidas resultaban bajas, con mayor razón si consideramos
- 151
pósibles devaluaciones que por otra parte no t?.rd:ff('!l c:1 r r .:;d~t-
cirse.
El artículo 25 establece penalidades consistentes en el pago de
f.!n boliviano por hectárea en caso de que los adjudic~tarios en
propiedad o los concesionarios en sociedad no dieran cumplimiento
a lo dispuesto por el artículo 13, que se refiere a la obligación
de perforación de pozos. Determina que si el incumplimiento per-
sistiera por tres años, la multa ascendería a dos bolivianos. Si se
prolongara la omisión pcr tres años más en exceso de los primeros,
la concesión caducaría de hecho. Esta medida prevista por la ley
resultaría indudablemente beneficiosa, si de acuerdo con lo que
comentamos al referirnos al artículo 13, la profundidad de los po-
zos de perforación obligatoria hubiera estado de acuerdo con la
realidad que nos muestran las necesidades de la industria petrolera
y con las caracter.isticas geológicas del terreno a perforarse.
El artículo 32 contiene una disposición que de haber sido
aplicada habría evitado muchos perjuicios al país, produciendo
ingresos para el erario fiscal. -Establece que en los contratos de
concesión que se celebren, deberá forzosamente señalarse un monto
mínimo de producción a ser alcanzado por los concesionarios a
partir del quinto año de otorgada la concesión. Esta obligación la
hace extensiva a los adjudicatarios en propiedad a partir del quinto
año de la promulgación de la ley, debiendo ser en este caso el
Gobierno quien fije esos montos mínimos. En todos los casos, de
no alcanzarse estos volúmenes mínimos de producción, faculta al
Estado a cobrar su participación en base a ellos.
El artículo 33 de la Ley dispone el pago de un impue_sto sobre
utilidades, en las mismas proporciones que las señaladas para la
industria minera, imposición que tratándose de una explotación
de las características de la industria petrolera, nos parece exigua.
8. OTRAS CAUSALES DE CADUCIDAD.
El artículo 34 determina causales de caducidad a coñsecuencia
dd incumplimiento de la obligación de pago de participaciones
en favor del Estado. Señala que si el adjudicatario en propiedad
dejara de pagar las patentes que corresponden a dos semestres
vencidos, su adjudicación caducará de hecho. Si el concesionario
- 152 -
incurriera en omisión similar, será apercibido para efectos de ca-
ducidad. A ambos se les aplicará la caducidad si no entregasen
durante seis meses la participaci6n estatal sobre producción o el
impuesto sobre utilidadc·s o por el hecho de no alcanzar durante
cinco años consecutivos la producción mínima que se les hubiera
señalado, sin perjuicio de que por mandato del artículo 35, el
Gobierno tiene la facultad de extraer por su cuenta la cantidad
de petróleo correspondiente a su participación, si el concesionario
no extrajera durante tres meses el volumen de petróleo señalado
como capacidad productiva de un pozo.
9. DISPÓSICIONES GENERALES DE LA LEY.
El capítulo VI de la Ley establece algunas disposiciones ge-
nerales. Se destacan entre las principales lo previsto en el artículo
39, de acuerdo con el cual las empresas que se organicen en el
país para la explotación de hidrocarburos deben necesariamente
constituir domicilio legal en Bolivia, estando prohibidas de trans·
ferir sus concesiones a particulares, de enajenarlas, traspasarlas o
hipotecarlas en favor de gobiernos extranjeros, o de empresas que
tuvieran relación con éstos, los cuales tampoco pueden ser integra-
dos como socigs de una empresa concesionaria.
Constituyendo el petróleo una materia prima de fundamental
importancia estratégica, no es posible dejar de anotar la conve·
niencia de las prohibiciones previstas por este. artículo, tanto más
si tenemos en cuenta, como ya hemos visto, la actitud que a través
de la British Petroleum y de sus numerosas subsidiarias ha adop-
tado permanentemente el gobierno inglés, que ya con anterioridad
'
pretendió ingresar a Bolivia; actitud que se agrava si recordamos
1
que la mentalidad de Inglaterra, demostrada a través de muchos
episodios de su historia, ha sido la de hacer prevalecer con el
"argumento" de sus cañones sus pretensiones e intereses, por encima
de cualquier otra posición ajena, por justa que ésta sea.
Los artículos 42 y 43 de la Ley prohiben a los adjudicatarios
y concesionarios, entablar reclamaciones diplomáticas en todo lo
relacionado con sus contratos. Establece la competencia de los
tribunales de justicia y de las autoridades administrativas bolivia-
.: nas en . todas las cuestiones que se susciten como emergencia de
los mismos y de las labores que en base a éstos se realicen.
- 153 -
 '

: •r

XI. EL CON'l'RATO SUSCRITO CON

STANDARD OIL CO.(*).

l. TRANSFERENCIA DEL CONTRATO

RICHMOND LEVERING.

La fecha de partida de la presencia de Standard Oil en Bolivia

constituye la de la transferencia que Richmond Levering and Co.
otorga, el 3 de marzo de 1921, en Nueva York, en favor de Standard
Oil Company de New Jersey, de la concesión que en fecha 2 de
marzo de 1920 se le había otorgado por el Gobierno de Bolivia
para explorar en los dep~rtamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa
Cruz y para explotar hasta un millón de hectáreas ele las zonas
comprendidas en la concesión, cuyas bases y condiciones principales
analizamos en anterior capítulo. La transferencia, de a.c uerdo con
información cablegráfica del Cónsul boliviano en Nueva York, tne
acordada en la !urna de $us. 270.000.oo.

Posteriormente, Tomas R:. Armstrong por Standard e Ivar

Hoope por Ri~hm<?nd Levering solicitan modificaciones al contra-
to:- Ma-riHíestan . al respecto r· que', "corresponde modificarlo" en el
sentido de que sin rescindirlo ni dejarlq las partes sin efecto", "se
introduzc:m las modificaciones ind1spensabJes y se fije una redac-
ción clara y concisa que facilite su leal entendimiento" y proponen
cláusulas modíficatorias. Solicita además la Standard la aprobación
de la transferencia efectuada en su favor.

Por ResolUción Supremá de 25 de julio de 1923, el Gobierno .

del Presidente Bautista Saavedra aprueba la. transferencia efe,c tu2da
por Richmond Lcvering en favor de Standard Oíl Company Incor-
porated de New Jersey y ·establece modificaciones al primitivo
contrato suscrito con Richmond Le"ering.

(*) El texto del contrato se fo inserta "in extenso" en el anexo VII.

11

--155 - ·
11

:!

En esta forma la Standard, que desde hacía algunos años se
había interesado en nuestro potencial petrolero del sudeste, ingresa
al país.
2. CONDICIONES DEL CONTRATO CON STANDARD OIL.
Es necesario dejar establecido que el cla•.1sulado aprobado
por Resolución Suprema de 25 de julio de 1923, no suspende el
contrato suscrito con Richmond Levering. Simplemente lo modifi-
ca y adara algunos de sus conceptos.
La cláusula primera aprueba la transferencia a que nos hemos
referido, señalando para Standard la obligación de cancelar el
correspondiente impuesto.
3.. EXPLORACION Y SELECCION DE AREAS
PARA EXPLOTACION.
En la cláusula tercera se otorga a Standard, "sucesora de
Richmond Levering", "el derecho preferente de explorar en una
extensión de 4.000.000 de hectáreas. ubicadas en los Departamentos
de Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija" y de ellas seleccionar hasta
un millón de hectáreas para la explotación de petróleo y otros
hidrocarburos, extensión que resulta inmensa oara <111Fd"r f>'1
manos de un solo concesionario, con mayor raz6n si este posee la
fama de constituir uno de los consorcios económicos más caliiicados
como monopolista en el mundo.
El contrato obliga a la Standard a m1C1ar los trabajos de
exploración en un término de seis meses y en ese término elegir
las zonas donde podrá ubicar el millón de hectáreas, dándole
además el derecho de poder comprender en las áreas seleccionadas,
una ampliación de cinco mil metros en toda su petiferie. Justifica
esta última disposición por la inexistencia de ma1ns de las zonas
a explorarse, ser poco conocidas y de difícil acceso. La cláusula
sexta fija el término del período de exploración en dos años como
máximo, dentro · de los cuales Ia compañía ubicará en forma defi-
ní tiva el millón de hectáreas, debiendo respetarse las concesiones
que se hubieran otorgado con anterioridad.
156 -
' ...
La cláusula séptima faculta a la compafüa incorporar dentro
1
del millón de hectáreas, sujetas a las condiciones del contrato,
otras áreas que ésta hubiera adquirido de adjudicaciones en pro-
piedad o de con~ nes_ en participación con el Esta~~•. estable-
ciendo que todas en con1unto, de optarse por esta pos1b1hdad, no
podrán sobrepasar el millón de hectáreas. No obstante que esta
cláusula en su redacción se refiere a una concentración de áreas
que poseyera la empresa, como posibilidad optativa para la Com-
pañía, la cláusula 3 es terminante. Establece que "no podrán los
capitalistas poseer además del millón de hectáreas concedidas por
la presente Resolución, sea por adquisición de otras concesiones
en participación con el Estado, sea de concesiones otorgadas en
propiedad, un número· mayor de un millón de hectáreas destinadas
a la explotación de petróleo y sus derivados. Cualquier exceso se
tendrá por nulo". El mismo artículo concede un plazo de dos años
desde la fecha de la Resolución para que los capitalistas circuns-
criban sus concesiones a ese límite.
Según la cláusula octava, la Compañía tiene un plazo máximo
de dos años, que es el de la exploración, para poner en considera-
ción del Gobierno los planos en los que se ubiquen las áreas
correspondien\_es al millón de hectáreas seleccionadas: La o~~sión
de este requisito, según la cláusula novena, es motivo sufroente
para que se pueda declarar la caducidad de la concesión. A la
inversa, la sola aprobación que el Ejecutivo hiciera de los planos
presentados, constituirá el título legal de la concesión así ubicada,
medida y limitada, pudiendo sin embargo, de acuerdo con la cláu-
sula décima, disminuir la Compañía el área concedida dando sim-
ple aviso al Gobierno <le este ·h echo, concluyendo desde esa fecha
- ~us derechos y obligaciones en la proporción renunciada.
11
4. OBLIGACION DE PERFORACION DE POZOS
Y EXPLOTACION
El contrato obliga a los contratistas dentro _del término de IO
meses desde la entrada en vigor de la escritura, a perforar uno o
li más pozos en los terrenos de la co:iicesión. No señala sin embargo
11
la profundidad que deberán tener los pozos y tampoco su nümt>ro
mínimo en relación con el tiempo. El no iniciar trabajos de perfo-
ración dentro de los diez meses lleva a la imposicih 1 de una multa
- 157 '-
11
11

de cincuenta mil dólares a ser pagados por la Compañía. Si la
demora se prolongara por más de 24 meses, se produciría la cadu-
cidad de la concesión. Estas situaciones difícilmente podrían pre-
sentarse dado lo elemental de la exigencia, que sólo requiere se
inicie la perforación para satisfacer la obligación determinada por
la Resolucion Suprema. Es más bien en la cláusula 16, que se
establece que si dentro de los cinco años posteriores al plazo de
dos años concedidos para fines de exploración y selección del
millón de hectáreas, la compañía no hubiese perforado o no estu-
viese perforado un pozo por cada 50.000 hectáreas, o no pro::luie~e
una cantidad mm1ma de dos millones de barriles de petróit o
anuales, se obliga a renunciar una extensión de 50.000 hectáreas
por cada pozo no perforado, o a pagar en compensación, limitada
a esas áreas, una patente anual de veinticinco centavos por hectá-
rea durante el sexto año de vigencia de la concesión, cincuenta
centavos c1 séptimo, un bolivia_no el octavo y dos bolivianos el no-
veno y el décimo aiíos, al cabo ,fe los cuales se aplicará indefecti-
blemente la pérdida de cincuenta mil · hectáreas por pozo no
perforado.
La cláusula 17 obliga a los concesion¡,_rios a intensificar la
explotación desde el déc.imo afio. ·'ep armonía .con la importancia
de la conce,ión, la abuudanéia de lo5> hidrocarburos, su calidad, su
costo de producción y las condiciones técnicas y usuales de la
industria petrolera". Esta disposición es de lógica aplicación en el
caso de cualquier : concesión. Su cumplimiento sóio debería ser
exigido por un organismo gubernamental técnica y administrativa-
mente capaz y suficiente, a pesar de lo cual, la cláusula . que_
comentamos - transfiere esta atribución a un tribunal arbitr~l de
tres miembros, designados unn por cada parte, y un tercero desig-
nado por ambos árbitros de parte, los que ~i no pudiera~ po!!er~e
de acuerdo en esta designación aceptarán al Presidente de la So-
ciedad Geológica de Londres o a la persona que éste nombre, corr:o
al tercer miembro del tribunal arbitral. ' En esta forma se est.i
renunciando a una facultad propia v exclusiva del Estado, que
tiene el derecho de exigir, por intermedio de ·sus organismos espe-
cializados, el cumplimiento de los objetivo~ perseguidos :-,or el
contrato y la aplicación . de los procedimientos técnicos requeridos
a este objeto.
158
r¡
5 REGALIAS EN FAVOR DEL ESTADO.
Mediante la cláusula décimo octava se establece una partm-
pación del 11 % de la producción total de hidrocarburos en favor
del Estado. En la redacción de esta cláusula se distingue claramente
la mentalidad que imperaba en la - época, -que lleva a los gober-
nantes nacionales al errado criterio que la explotación petrolífera,
en los términos y cóndiciones acordados, era beneficiosa para el
país y _que los concesionarios constituían por sí un factor de cre-
cimiento de la economía nacional. No otra cosa se puede inferir
cuando se lee: "el Gobierno tendrá en su calidad de socio, la par-
ticipación gratuita del once por ciento", etc. En la redacción parece
vislumbrarse una concesión de la empresa en favor del Estado, y
no de éste en favor de aquélla, sobre todo si se tiene en cuenta
que las magras patentes de explotación que se fijan como de pago
obligatorio y los bajos impuestos a las utilidades de empresas mi-
neras a que se obliga a los concesionarios son insuficientes y con-
vierten este 11 % en casi la total contribución que realiza la empresa
en favor del único dueño de los hidrocarburos.
6. PLAZO DE VIGENCIA DEL CONTRATO.
El contrato "según la cláusula 22 tendrá una duración de 55
años a partir de la conclusión del período de exploración. o sea
después de los dos año~ concedidos para esta etapa y para la
ubicadón de las hectá1e2~ que se destinen a la exploración.
7. OTRAS DISPOSICIONES IMPORTANTES.
La cláusula 25 del contrato prevé que en caso de guerra inter-
nacional en la que el país no esté comprom-e tido directamente, el
Gobierno podrá exigir que los capitalistas destjnen a las necesida-
des internas hasta el 25% de la parte que les corresponda en la
explótación de · hidrocarburos. Si la guerra comprometiera <lirectá-
mente al país, podrá exigir que la Compañía venda al Estado hásta
el total de su producción, al precio de costo, con un recargo del
20% por concepto de utilidad. Si se analiza el texto de la cláusula
nos encontre mos que rrJie-ntrns: el_-Estado busca la p ercepción de_
r!penas un 11 % de la producción bruta como su participación en eJ·
negocio, reconoce para la Compañía un .mínimo de 2Q% -de la pro-
- 159-
ducción como utilidad neta y esto en período de gran em:::rg :ncia
como constituiría una guerra en la cual Bolivia se encontrara
directamente_ comprometida.
La cláusula vigésimo octava, que fue una de las que más
controversia llegaría a causar, establece que si "durante la ejecu-
ción del contrato•·, el Gobierno reclamara por algo que en ·su
concepto constituyera un incumplimiento de éste, "dará aviso a los
capitalistas, los que desde ese momento tendrán un término máximo
de seis meses para subsanar la falta que motiva la reclamación.
En el caso de no hacerlo en el término de seis meses, el Gobierno
pronunciará la resolución correspondiente para el cumplimiento" ,
la cual se ejecutará dentro de los treinta días de notificados con
ella los capitalistas, "en su domicilio legal de la República, que-
dando a salvo para éstos los recursos que las leyes franquean".
Esta cláusula, según la Compañía, reemplaza a la 18 del contrato
Richmond Levering. Según el planteamiento del Estado no es otra
e.osa que una cláusula ampliatoria de la mencionada cláusula 18,
la cual subsiste, mantiene todo su vigor y guarda ·completa rela•
ción con el artículo 22 de la Ley de 20 de junio de 1921.
8. PATENTES DE EXPLOTACION.
Las patentes que establece la cláusula 30 del contrato son,
como ya habíamos manifestado, excesivamente bajas y sin protec·
ción alguna contra posibles devaluaciones monetarüs. F,ja la
insignificante suma de 2½ centavos por hectárea en el período
exploratorio. Para la etapa de explotación una escala ascendente
que va desde diez centavos por hectárea por el primer año,
subiendo cinco centavos por año, hasta alcanzar la suma de cín-
cuenta centavos por hectárea por el séptimo año y siguientes,
además del pago del impuesto sobre utilidades determinado para
las empresas mineras.
Los contratistas, de acuerdo con lo prevista por la cláusula 31,
no podrán poseer, cualesquiera sea la forma de adquisición y la
clase de adjudicación, más de un millón de hectáreas eara fines
de e_xplotación de petróleo y sus derivados.
- 160 -
9. JURISDICCION DE LA CORTE SUPREMA.
Una cláusula del contrato que merece atención es la 32. Esta
señala la jurisdicción de la Corte ,Suprema <le Justicia para resolver
c-:n umca instancia cualquier controversia que se presente entre el
Estado y la Compañía acerca de ios alcances, interpretación o
ejecución del contrato.
10. COMENTARIOS GENERALES.
El contrato con Standard Oíl provocó en su momento gran
controversia tanto en el Parlamento como en la prensa y entre
sectores de opinión pública.
El régimen republicano había esgrimido como una de sus ban·
<leras contra el liberalismo derrocado, una actitud de defensa de
los hidrocarburos, contraria a la Lev de 24 de febrero de 1920 y al
contrato suscrito con Richmond Levering. Sin embargo aprueba
la transferencia efectuada en favor de Standard y suscribe con ést:-t
un nuevo contrato, en algunas de cuyas cláusulas se contemplan
ventajas para el concesionario con relación al primitivo acuerdo,
tales como la 'C!"ebaja de la regalía o participación del Estado del
15% al 11 %, el aumento del tiempo de vigencia de 50 a 55 años,
(que con el período de exploración se convierten en 57) la amplia-
ción de los 4.000.000 de hectáreas concedidas para fines de explo-
ración con los 5.000 metros permitidos alrededor de la periferia de
las áreas seleccionadas.
Moisés Alcázar, en el "Centinela del Petróleo", cita una carta
<le Daniel · Salamanca dirigida al entonces Ministro José M aría
Escalier a los pocos días de la revolución republicana, exponiendo
su opinión contraria a las modificaciones solicitadas por Richmond
Levering. Entre otros conceptos señala: "Suponiendo que fuese
exacto que en nin~una parte del mundo se hubiese acordado al
dueño del suelo una participación mayor del 12½%, cabe observ<'. r
que en el caso presente se trata de una concesión de un millón de
hectáreas, cuya magnitud excepcional justifica el establecimiento
de condiciones excepcionales también. Es evidente que la empre~a
tendrá que emplear grandes capitales a causa de la misma enorm i-
dad de la concesión y de las condiciones geográficas de Bolivia .
161 ,_ .
1
/
1
1
 Pero es asimismo evidente que el empleo de los capitales no será
proporcional a esa magnitud sino que, al contrario, a consecuei,cia
de ella misma se obtendrá una grande economía de capitales con
relación a los resultados probables. Esta circunstancia basta para
justificar no sólo una partici¡,ación del 15% sino una participación
mayor".
En otro párrafo ·de su carta el Dr. Salamanca dice: "Me
inclino a creer que el gobierno debe mostrar firmeza en este asunto.
Se sabe que el petróleo toma en el mundo una importancia extra-
ordinaria y juzgo que, si esta ocasión se desvanece, no faltarán
otras en que Bolivia pueda obtener mayores o más seguros bene-
ficios".
En los debates parlamentarios que se realizan con motivo de
la aprobación posterior del contrato con la Standard, se destaca
la actuación del St>nador por La Paz, Abel Iturralde, quien fue
indiscutiblemente el mayor opositor a los convenios con Standard.
En una de sus intervenciones en 1921 manifestaba entre otros
conceptos: "Yo no soy enemigo de que vengan a Bolivia empresas
extranjeras; lo que pido es un riguroso control y que se evite que
una sola empresa monopolice toda la industria petrolera. El dfa
que se consuma una absorción por una sola empresa, estaremos
perdidos".
"La República". órgano del partido oficial, publica por su
parte una serie de artículos en los que, en notas editoriales,
comenta las diversas partes del contrato y defiende la posición del
Gobierno. Creemos que éstos muestran los objetivos que p ersigue
el régimen con la aprobación del contrato con la Standard y el
convencimiento que tenía de que la industria petrolera podría
constituir el medip más directo para el crecimiento nacional; que
ante la incapacidad del país de -solventar por sí los capitales nece-
sarios para el desarrollo de esa "costosa industria", enm los grandes,
consorcios, mejor cuanto mayores sean, los únicos capaces de sor- .
tear las dificultades que presentaba la geografía boliviana y los
riesgos propios de la exploración y explotación petrolíferas. E,1
estr sentido encontramos en el editorial de "La República" N<>
292, conr:eptos como el siguiente: "En estas condiciones no quedaba
al Ejecutivo sino dos caminos: dejar el pacto en los términos de
- 162 -
~u pnm1t1va redacción, o modificarlo de acuerdo con la otra parte
en sentido de asegurar firmemente la iniciación y desarrollo de la
industria, aceptando la transferencia del primitivo concesionario,
que carecía de los recursos para desarrollar todo el programa, a la
podero~a Standard, tal vez la única compañía suficientemente pre-
parada para la inversión de los enormes capitales que confronta
la creación de la nueva industria en condiciones geográficas muy
poco favorables. Y esta segunda solución es la que ha adoptado,
creyendo así llenar un deber al no negar eficacia a lo que en verdad
tenía y buscando mediante modificaciones convenientes. la eiectivi-
dad de los trabajos que es muy po5ible sean la base <le una poderosa
evolucióñ econ·ómica en la República".
Además de la transferencia de la concesión Richmond Levering,
que podía ser rechazada al haber sido efectuada sin autorización del
Gobierno, condición que se encontraba contemplada expres:i.mente
en la cláusula 19 del primitivo contrato, la Standard adquiere en
Santiago de Chile los derechos que el súbdito americano William
Braden, que mantenía intereses económicos en la vecina Repú-
blica, había adquirido por compra a particulares y por concesión
otorgada por el gobierno. Además de estas concesiones, la Standard
Oil fue adqui¡¡¡endo otras de particulares, que al decir de Sergio
Almaráz llegaban a totalizar cerca de siete millones de hectáreas
en 1926, incluidas las que sumaban su propia concesión y las
adquiridas a William Braden.
En esta forma la Standard había logrado, como única com-
pañía petrolera operante en Bolivia, tener bajo su control grandes
extensiones de territorio. Podía ingresar libre de toda competencia
a los trabajos de la industria petrolífera.
- 163 -
XII. LA STANDARD OIL NEW JERSEY
EN BOLIVIA.

l. SU CARACTERISTICA.

El ingreso de Standard Oíl Co of New Jersey al país marca

una etapa importante en la historia petrolera nacional, caracteri·
zada por la posición que adopta esa compañía en procura de lograr
el control de nuestras mejores zonas petrolíferas y de las reservas
que éstas encierran.

La presencia de la Standard en Bolivia, desde la aprobación

de la_ transferencia de Richmond Levering, en julio de 1923, hasta
marzo de 1937, en que el gobierno declara la caducidad de las
concesiones de ia compañía, se ha caracterizado por una serie de
argucias utilizadas por los concesionarios en procura de encubrir
el incumplimiento de los compromisos contractuales que habían
adquirido, por una permanente actitud de rehuir el pago de obli-
gaciones económicas y lo que es más grave, por una indiferencia
total hacia los problemas que confrontaba el país, a tal punto que
podría afirmarse que asume una actitud contraria a los intereses
bolivianos durante la Guerra con el Paraguay.

La Standard llega a Bolivia precedida de una doble tama:

m indiscutible poderío económico y los procedimientos de que se
v<1lía para lograr sus objetivos monopolistas. Es, precisamente esta
última caractl'!rística la que provoca en el país las mayores reaccio-
nes, algunas de cierto temor ante su presencia, y otra5 abierta-
mente contrarias a elb, como la ctel Senador Abe! ' Iturralde que
promueve intervenciones camarales para evitar o por lo menos
modificar; el contrato que se suscribía entre el Estado boliviano y
la poderosa compañía petrolera.

Si efectuamos una relació.n ligera del quehacer de la Standard

New Jersey en Bolivia, llegamos necesariamente a la conclusión

que a cambio de los $us. 17.000.000, que de acuerdo con sus propias
declaraciones invierte en el transcurso de los 15 años que duró
su concesión; al indiscutiblemente dificultoso traslado de equipps
que realizó a las inhóspitas e inaccesibles zonas donde debían
cumplirse trabajos de perforación; a los pozo~ perforados en
Bermejo, Sanandita, el pozo Saipurú I que resultó gasífero y el
pozo Camatindi I y a la instalación de las pequeñas plantas
refineras de Sanandita y de Camiri que fueron montadas con
equipo sobrante y con piezas adaptadas, el · perjuicio ocasionado
por la Standard a Bolivia no puede ser cuantiHcado. No se limita
a la explotación no declarada de nuestro petróleo, a la exporta-
ción clandestina de crudo, a los beneficios que obtuvo por la
provisión de derivados de procedencia peruana que Bolivia se vio
obligada a utilizar principalmente durante la guerra, sino que al
margen de que existen fuertes presuncio_nes en sentido de que
constituyó uno de los factores desencadenantes de· esa guerra, actuó
durante el desarrollo del conflicto en forma contraria a los intere-
ses nacionales.
2. LAS DEFRAUDACIONES DE -LA STANDARD.
La Standard, que según J. Fernández "anduvo con sus geólogos
desde 1920 por tierras del sudeste boliviano", inicia sus trabajos
el año 1922. Varios meses abriendo sendas y caminos en medio de
la selva, con el esfuerzo decidido y sacrificado de muchos hombres
fueron necesarios para trasladar equipos y maquinarias hasta Ber-
mejo, donde se perfora el primer pozo, el Bermejo I, para luego
seguir adelante salvando obstáculos y perforar Cambeiti, Saipurú,
Guarid, Tararenda, Camiri, San Telrno; Sanandita, Buena Vista
y todos aquellos puntos a los que, en Santa Cruz, Tarija y Chu-
quisaca, llegaron los técnicos y las perforadoras de la Standard.
Desde el inicio de sus trabajos y durante muchos años, pese
al resultado positivo que obtiene en varias de -sus perforaciones, la
compañía se nieg;i a admitir su ingreso a la etapa de producción,
en un afán de mantener como una potencial reserva los campos
descubiertos en Bolivia o para eludir . las obligaciones de pago que
debe efectuar en favor del Estado bolivano.
- 166 -
1
En tanto que durante el período de exploración la obfigación
de la Compañía comi~tia en pagar dos y medio cent2vos por
hectárea, durante el período de explotación debía realizar un
pago de diez centavos a partir de 1925, para ir aumentando esta
patente hasta llegar a cincuenta centavos por hectárea los a~os
1931 y siguientes, con un recargo de 30% por superar sus concesio-
nes las 100.000 hectáreas, además del 11 % de regalías sobre pro-
ducci0n bruta y los impuestos sobre utilidades correspondientes a
compañías mineras.
Según Carlos Montenegro, la defraudación en que incurre la
Standard por el no pago de patentes de explotación alcanza a
bolivianos 2.675.000.-, suma que a valores de 1937 significaría un
LOtal de Bs. 26.500.000.-
Sergio Almaráz cita que el Diputado Román Rivera habría
calculado en Bs. 5.853.000.- la defraudación de la Standard por
concepto del recargo de 30% con que debía pagar las patentes
progresivas calculadas sobre 500.000 hectáreas, ~urna que en la
moneda de post-guerra, según el mismo autor, representaría Bs.
58.000.000.-. Esta misma cifra es señalada por Carlos Montenegro
atribuida al mtsmo Román Rivera, pero referida a defraudaciones
imputables a la Standard "por conceptos ajenos a las patentes que
defraudó sobre el millón de hectáreas de su concesión", anotando
este autor como cifra global la de Bs. 85.000.000.-, monto aceptado
por Almaráz, estableciendo que a él no se han agregado Bs.
32.000.000.- que según cálculos realizados . por Luis Fernando
Guachalla habría gastado el país, de 1925 a 1933, en la compra
de derivados de petróleo, fundamentalmente de gasolina.
Por nuestra parte, consideramos que en lo relativo a la i!!icia-
ción del período de pago correspondiente a las patentes sobre
producción, no puede admitirse duda alguna, basados en la clásula
sexta del contrato que establece: "El tiempo de exploración no
podrá pasar, por razón alguna, del término de dos · años comput:>·
bles desde la fecha del otorgamiento de la pre~ente escritura- --";
por lo que no puede menos que llamarnos la atención la actitud
.isumida por el Dr. Hernando Siles, quien dur?.nte su presidenc;ct
dicta la Resolución Suprema de 12 de julio de 1928, mediante la '
cual prorroga el período exploratorio hasta el l 9 de enero de
- .167 '-
i
J
 1930. Zanja en esta forma ilegal y arbitraria, la dena:1ci?. in ' ::i:i.ch
en 1927 por la Oficina de Renta de Alcoholes e Impuestos Intcr·
nos, con la que se solidarizó la Dirección de Minas y Petróleo y
mediante la que se demanda a la Standard el pago de patentes de
producción escalonada sobre las dos clases de concesiones que
poseía: las adquiridas a título de compra y las otorgadas en socie-
dad con el Estado.
Durante el Gobierno de Daniel Salamanca, mediante Resolu-
ción Suprema de 2 de julio de 1932, se deja sin efecto la ilegal
Resolución que comentamos y se dispone que el período de pro-
ducción de la Standard se inicia el 27 de julio de 1924, debiendo
desde esa fecha computarse las patentes graduales. Esta Resolución
que ordena la cobranza respectiva, no llegó a cumplirse por la
acción contencioso administrativa que a raíz de ella in;cia la
Compañía por ante la Corte Suprema de Justicia.
3. UN OLEODUCTO CLANDESTINO.
S. Almaráz, en "El Petróleo en Bolivia", reproduce una cita
de José A. Deheza en la cual relata la versión de un Sr. Pompilio
Guerrero, agente aduanero, quien en los primeros meses de 1926
habría descubierto la existencia de un oleoducto clandesti'no cons·
truido por la Standard a través del río Bermejo. Este hecho lo
habría denunciado mediante oficio al Director Generar de Adua·
nas, Sr. William Magowan, quien a los 15 días de la denuncia
dispuso su traslado a La Paz y su inmediato retiro de la Aduana,
manifestando que tal denuncia era falsa, que la Standard no podía
hacer contrabando, que era una compañia correcta, lo que le
constaba por haber sido "empleado de la misma".
Con posterioridad, y a raíz de denuncias efectuadas por par·
lamentarios tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados
de Argentina, se reactualiza después de casi 10 años el problema
de.! oleoducto clandestino. Esto motiva investigaciones por parte del
Gobierno de José Luis Tejada Sorzano, llegándose a determinar
entre otras transgresiones a la leyes y al contrato cometidas por la
Standard, la construcción de un oleoducto aéreo sobre el río Ber·
mejo para trasladar petróleo directamente de esta localidad a la
de Agua Blanca en territorio argentino, en los años de 1925 a
168 -
1927. Sobre esta base el Gobierno se pronuncia en fecha 22 de
octubre de 1935. Estableciendo haberse comprobado que la Compa-
ñía colocó una cañería para llevar petróleo boliviano a la banda
argentina del río Bermejo, resuelve se inicie "por el Ministerio de
Industria un, proceso contra la Standard Oil Company of Bolivia
para el esclarecimiento de estos hechos y la fijación consiguiente
de responsabilidades, notificándose al personero legal de la Com·
pañía, para que dentro cte tercero día presente todos los verificati·
vos referentes a la citada explotación y export1ción de petróleos
bolivianos a la margen argentina del río Bermejo".
La citada Resolución firmada por el Presid('nte Tejada Sor·
wno y su Ministro Héctor Ormachea Zalles, es pronunciada un
día antes de la presentación de un memorial de la Standard ante
ese Ministerio, mediante el cual la compañía hace conocer la
entrega de 704 toneladas al campamento · argentino Agua Blanca,
ofreciendo el pago del I I % correspondiente al Estado, memorial
que si bien lleva fecha 22 de octubre, consta en el cargo respectivo
que fue presentado a horas 15 y 30 del día 23 de octubre de 1935,
hecho que hace presumir una nueva maniobra de la Standard,
que pretende.,mostrar el haber comunicado voluntariamente las
circunstancias de la exportacion.
El Senador argentino Alberto Arancibia Rodríguez, al refe·
rirse al traslado clandestino de petróleo bolivümo a terntono
argentmo, sosteniendo que además del oleoducto la Standard
habría utilizado otros medios de transporte para el traslado d"e
petróleo, manifestaba, con indudable lógica, que resultaba increr·
ble que la compañía hubiera construido un sistema de cañerías,
de por si complicado y costoso, "sólo para transportar 4.300 to-
neladas de petróleo. que es la única constancia que existe en las
oficinas de Aduana de la Nación". Nosotros podríamos repetir las
palabras del Senador argentino al referirnos a los 704.316 kilos c¡e
petróleo oue confiesa la Standard haber exportado entre los :-iños
1925 y 1926, desde Bermejo al vecino campamento de Agua B 1an·
ca en la República Argentina, "como acto de buena vecindad y
en reciprocidad de la ayuda que en otras ocasionrs hahía r r rihirlo
del mismo, en máquinas, útiles y enseres, tan difíciles de obtener
en e·sas alejadas y casi inaccesibles regiones".
- 169 -

fütablecer el monto exacto que hubiera ' podido exportar la
compañía ulilizando el oleoducto u otros medios de transporte,
desde Bermejo, -donde el pozo BERMEJO II permitía según
datos señalados por algunos autores una producción de entre 500
y 1.000 barriles diarios- hasta las instalaciones que poseía en la
República Argentina a pocos centenares de metros entre ambos,
resulta imposible. Hacer cábalas en base a la posible producción,
tanto más si no se sabe exactamente por cuánto tiempo se habría
cumplido ésta, significaría pretender basarnos en presunciones
engañosas. Lo único que podemos afirmar ciertamente es que en
Bermejo existían pozos productivos desde aproximadamente el
año 1925, y que la Standard no solamente exportó el petróleo
boliviano llevándolo a Agua Blanca, sino que entre sus proyectos
comprobados estaba el de sacar crudo boliviano o hacia el mer-
cado argentino o por la Argentina1
hacia otros puntos de destino.
Tan evidente es esto que en el año 1929, el Mini~tro boliviano en
Buenos Aires 'don José María Escalier, gestiona ante el Gobierno
argentino un permiso para la construcción de do~ oleoductos que
permitan a la Standard poner el petróleo boliviano en mercc1dos
argentinos y en puesto ferroviario para fines de tránsito hacia
ultramar, solicitud que es negada por Argentina sobre la base del
informe contrario expedido por el Gral. Mosconi, D irector de Y.
P.F., el cual textualmente dice: "Buenos Aires, diciembre 21 de
1929.- A S E- el señor Ministro de Relaciones Exteriores y Culto.-
Dr. Horacio B. Oyhanarte.- En cumplimiento de la misión que
V• E. tuvo ll: bien confiarme, requerí de s.E. el señor Mi.nistro de
Bolivia Dr. José M. Escalier, los antecedentes relativos al pedido
de concesión de oleoducto a construir desde la frontera sur de
Bolivia a los puertos de nuestro litoral. El señor Ministro d e Boli-
via me facilitó un memorándum de seis páginas referente a ll'l
convenio provisional de transporte; un anteproyecto de concesión
ele oleoducto de dieciocho páginas; un plano indicando el trazado
de oleoductos desde la Mina Mirtle, sobre el Río Bermejo y Ma-
nuel Elordi, donde ha establecido depó5itos y refinería la Stan-
dard Oil Co.; de todo lo cual adjunto copia a la presente comvni-
cación, agregando además un plano, que he hecho confeccionar,
en el que se indican los trazados de los oleoductos que se mencio-
nan en la concesión que, partiendo de Embarnción, finalizan en
Formosa, Santa Fe y Campana. El señor Ministro de Bolivia
intercede a favor del proyecto de concesión que solicita la compañ_ía
- 170 -
1
Standard Oil para construir, mantener y explotar un oleoducto
de una o varias tuberías, con el fin de conducir petróleo · crudo
y sus derivados, el que partirá de los terrenos cercanos a Yacuiba,
en Bolivia, y que con otra u otras tuberías que saldrán de Bermejo,
en !a parte sudeste de dicha nación (Embarcación) irán a termi-
nar en un punto cercano a Formosa, Santa Fe o Campana. Además,
pide concesión para construir, paralelamente a las tuberías de
petróleo, cañerías de agua, cañerías para conducir gas natu~al, que
podrá ser empleado por el concesionario para cualquier uso priva-
do o público, líneas telegráficas y telefónicas y · estaciones de radio,
estaciones de bombas necesarias, plantas de almacenamiento, ta-
lieres, bodegas, etc., para construir además los carriinos nec ~sarios
dentro de la zona de la concesión y sus desviaciones cuando el
terreno así lo exija; un ferrocarril de vía angosta, las líneas de luz
y fuerza eléctrica requeridas y, finalmente los muelles necesarios
en el río Paraguay o en el Paraná.- El pedido de concesión com-
prende todas las cláusulas para asegurar al concesionario el más
libre y seguro uso de aquélla.- Dos son los oleoductos que deben
considerarse: El primero, que partiendo de la Mina Mirtle, sobre
el Río Bermejo, terminaría en Embarcación, comprendiendo una
longitud de aproximadamente sesenta kilómetros, y sería destinado
a transportar .la producción que la Standard Oil obtiene en la
actualidad en ambas márgenes del Río Bermejo; por lo tanto, es
un oleoducto que debe clasificarse de internacional, pues en parte
transportaría la producción de petróleo que aquella compañía
obtiene en suelo boliviano.- El segundo, que partiendo de Yacuiba,
frontera boliviana, terminaría en las inmediaciones de uno de los
puertos de Formosa, Santa Fe o · Campana, se destinaría, ' n pr;-
mer término, al transporte de la producción que 'la Standard Oil
sola y en sociedad con el Gobierno de Bolivia obtiene y se propone
llevar a nuestros puertos para comerciarlo en nuestros centros de
consumo o exportarlo a otros países.- Considero que no conviene a
los intereses de nuestro país acordar la concesión de ninguno de
los dos oleoductos en cuestión, el segundo de los cuales constituye
un verdadero corredor de mil qumientos kilómetros de longitud
desde la frontera de Bolivn hasta los puertos de nuestro litoral,
que se entregaría a la Standard Oil Co., para uso de ella y del
gobierno de Bolivia.- Semejante solicitud de concesión no corre.s-
ponde al estado moral y a la capacidad económica, técnica e
industrial de nuestro país, en virtud de lo cual el P. E. que nos
-'- 171 ....:
 preside, con altas miras de resguardar la riqueza de los yacimi:::ntos
y defensa de nuestro patrimonio y de nuestra tranquilidad política,
ha concretado y sostiene conceptos monopolistas integrales de la
industria petrolera.- Además, el concepto fundamental que se
menciona, ha sido favorablemente sancionado por una de las Cá-
maras de! Congreso de la Nación y se encuentra a consideración
del Senado, que no podrá demorar su pronunciamiento, satisfa-
ciendo así los reiterados requerimientos del P. E. y las repetidas
manifestaciones en tal sentido de la opinión pública.· Por otra
parte, y esto como consideración accesoria, la concesión es solicitada
por la Standard Oil Co., de actuación conocida en el mundo en·
tero, que en nuestro país se ha destacado por sus procedimientos
nocivos a nuestra moral, a nuestra política y a nuestro bienestar,
y que actualmente se encuentra en litigio ante la Suprema Corte
de Justicia de la Nación con la Provincia de Salta, cuyos decretos
recientes restablecen el imperio de prescripciones legales, descono-
cidas por el Poder Ejecutivo del Dr. Corbalán.- Las servidumbres
que instituye nuestro Código de Minería en su artículo 48, inciso
2<>, no pueden tener aplicación ~n circunstancias en que se esperan
sanciones legales que modifican radicalmente las prescripciones de
la ley en vigor y cuando esta nueva ley, no solamente tiene todo
el apoyo del P. E. de la Nación sino también el de una de las
Cámaras del H. Congreso.- Es innegable además, que el P. }:.
puede dictar resoluciones generales y hasta invadir las esferas
legislativas en casos especiales y urgentes, anticipá:qdose a la san-
ción .d e una ley, no acordando servidumbres o suspendiendo la
aplicacion de las prescripciones pertinentes. Lo contrario ser ía
permanecer indefenso contra el abuso o el peligro inminente,
porque falta la ley que propicia el P. E. y cuya aplicación le
corresponde.- Conceder lo solicitado por la Standard O il Co. por
más que ello interese al Gobierno de Bolivia, importaría salvo
mejor opinión de V. E., una grave desventaja para nuestro país y
el arraigo de una compañía extranjera, cuyas modalidades e inte-
reses no concordarán nunca con los procedimientos e intereses de
nuestra Nación.- Es, sin embargo, posible dar satisfacción al pedi-
do del Gobierno <le Bolivia, tomando nuestro gobierno a su cargo
la construcción de' los oleoductos, es decir, el de Agua Blancá a
Embarcación y el de Yacuiba a Formosa, Santa Fe o Campana.-
Pero una obra de esta naturaleza, que importaría la inversión <le.
-:: 172 -
muchos millones de pesos, no puede emprenderse sin antes exami-
uar con toda prudencia y absoluta seguridad su posible financia-
ción, sin comprometer las rentas del Estado. Por ello, si el
Gobierno de Bolivia o la compañía solicitante cree tener a su
disposición el petróleo necesario cuyo_ tr~nsporte po~ el oleod~cto
pueda cubrir los intereses y la amortizaci?n c;lel capital requen:10,
tendrán que garantizarlo y, en consecuencia, el gobierno argentmo
podría emprender la obra. El servicio de los capitales necesarios
quedaría garantizado por parte del gobierno boliviano o de la
Standard Oil Co., pues se comprometerían a transportar anual-
mente un mínimo de toneladas de petróleo.- Teniendo el Gobierno
de Bolivia o la Standard Oil Co. la certidumbre de que existe para .
e! transporte el volumen de petróleo para financiar la obra, no
habrá dificultades de ninguna clase para la obtención de los ton-
dos que se requieren, con el fin de proyectar, construir y explotar
el oleoducto, dentro del concepto que informan los proyectos de
legislación del petróleo a consideración de la H. Cámara de Sena-
dores.• En cuanto al oleoducto de Aguas Blancas a . Embarcaci'ó n o
de Aguas Blancas a Orán es una obra que interesa realizar inme·
diatamente a la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales y cu'%il inversión se ha incluido en el proyecto de presu·
puesto para el año 1930, pues en breve esta Dirección General
iniciará perforaciones al sur de la Mina Mirtle, de propiedad de
la Standard Oíl Co., por lo tanto, por este oleoducto se podrá
transportar no sólo la producción que obtengan los Yacimientos
Petrolíferos Fiscales, sino también las de las explotaciones inme·
diatas.- Por otra parte, la construcción, de los oleoductos considera·
dos, esoecialmente del que trata de llegar a Santa Fe, demanda. •
naturalmente, algunos años, y si el gobierno de Bolivia tiene un
interés positivo en realizar las regalías que percibe de la Stan1.iard
Oil, así como su propia producción en su carácter de socio .de
dicha compañía, podría ~atisfacer inmediatamente este propósito
c.onstruyendo su propio oleoducto hasta Yacuiba y utilizar el trans-
porte de las líneas fcrréas del Estado, que desde esa estadón
conducirían el petróleo hasta Santa Fe, adeµiás, para ese mismo
transporte, dentro de algunos meses, es decir, dentro del tiei~po
necesario para fl montaje de los tanques indispensah1es en Yacmba,
que será el terminal del oleoducto boliviano, y en los puertos de
embarque, tendrá a su disposición las líneas férreas del Estado:
- 173 -
Yacuiba, Embarcación, Formosa y Yacuiba Embarcación-Barran-
queras.- Saludo a V. E. con mi consideración más distinguida
(fdo.) E. Mosconi, Director General".
4. ACTITUD DE LA STANDARD DURANTE LA GUERRA.
Si nos referimos a los daños que infirió al país la Standard Oil
con sus defraudaciones, a las patentes de explotación impagas, a
la no entrega de regalías correspondientes al Estado por concepto
de explotación, a la exportación clandestina y a las divisas gasta-
das en importar gasolina, kerosene y otros derivados, éstos son
muy grandes para nuestra economía fiscal, pero no tendrían sig-
nificación frente a la magnitud de los daños económicos, y sobre
todo moraies, que ocasi0nó a Bolivia la actitud asumida por la
compañía durante la Guerra con el Paraguay.
No nos vamos a detener en el hecho no probado de que fue
la presencia de la Standard en Bolivia, la que llevó a la Royal
Shell Dutch a alentar a los gobiernos paraguayos procurar la
conquista de las zonas petroleras bolivianas. Al mostrar la actitud
negativa de la Standard, sólo señalaremos hechos concretos y sufi-
cientemente. demostrados que tipifican por sí la . mentalidad que
caracteriza a esa empresa.
Antes del estallido de la guerra y previendo la Compañía la
inminencia del conflicto, dispone el traslado a territorio argentino
de maquinaria, herramientas y equipos existentes en sus instala-
ciones en Bolivia, acción que prosigue durante la campaña. Esta
actitud constituía no solamente una posición contraria a un efectivo
desarrollo de la producción perolera, tan necesaria para el abaste-
cimiento interno de carburantes durante la guerra, sino un despojo
perpetrado contra el Estado boliviano en su calidad de socio de
la empresa.
Cuando el Gobierno, urgido por la demanda de gasolina de
aviación para la atención de sus necesidades de guerra, solicita a
la Standard la 1efinación de este producto en su planta de
Camiri, la compañía niega totalmente la posibilidad de prodl! •
- . 174 -
cirla. Alega la calidad del petróleo boliviano y la insuficiencia de
]as instalaciones existentes. Ante esta negativa, el entonces Director
de Aprovisionamiento del Ejército toma muestras del crudo produ-
cido y las traslada a la ciudad de La Paz, donde en un 5imple
laboratorio de propiedad fiscal logra r~finar el producto y obtener
gasolina de aviación de buena calidad, prueba irrebatible que
obliga a la Compañía a producir la gasolina reclamada.
La negativa de la St,mdard no se limita a producir gasolina
de -aviación, sino · también al incremento de la elaboración de
gasolina corriente imprescindible a las necesidades dél ejército
boliviano y a lograr un aumento en la prodl'l.cdón de petróleo.·
Esta actitud fue permanente y para esto se vale la compañía de
toda suerte de argumentos. El incremento productivo tan necesario
al país solamente se logra debido a presiones muy fuertes del
Gobierno y de los Comandos del Ejército, lo que se observa en el
siguiente cuadro de producción extractad_o _del informe Bohan:
Año Barriles Año Barriles Afio Barriles
1926 7.610 1930 33.198 1934 157.979
1927 23.6i6 1931 13.586 1935 163.407
1928 5.286 1932 41.935 1936 104.007
J929 22.883 1933 112.050
A tales extremos llega la conducta de la empresa, que el
Gobierno se ve obligado _a dictar la Resolución Suprema de 30 de
octubre de 1933. Mediante ella, señalando la inutilidad de "las
gestiones amigables realizadas por el Gobierno durante varios
meses", "para obtener la ampliación de las instalaciones de refi-
nería de petróleo existentes en Camiri, para la destilación de g-aso-
1ina en cantidades exigidas por premiosas necesjdades de defensa
nacional", resuelve que "el Estado toma a su cargo mientras dure
la guerra, los pozos petrolíferos de Camiri a fin de obtener de ellos
la producción en cantidad exigida por las necesidades de defensa,
así como las instalaciones de refinería y anexas para destilar gaso·
Iina en proporción suficiente a atender dichas necesidades-··".
Con relación a la actitud asumida por la Standard durarite
la campaña, Ulises Peláez refiere que en una oportunidad, debido
- 175 -
 a l~s malos caminos e inclemencias del tiempo, una column:i. d=
camiones de aprovisionamiento del Ejército se enfangó en el cami-
110 ~e. Cururenda a Ballivián, resultando inútiles los esfuerzos que
se h1oeron para lograr que continúen su marcha. Ante esta situa-
ción y por el hecho de que la demora del viaje podía acarrear
gra~es consecuencias a la buena marcha de la defensa, se resolvió
enviar dos representantes a la localidad argentina de Semillosa, a
efecto de solicitar al Superintendente de la Standard Oil de esa
localidad el préstamo de un tractor de los muchos que poseían en
ese punto, -algunos de los cuales fueron trasladados de las insta-
laciones de los campos bolivianos- a fin de auxiliar a la columna
de c~miones enfangados: El funcionario de la Compañía negó
termmantemente el pedido alegando su obligación de mantener
una posición de "absoluta neutralidad".
Los hechos relatados, la intención, felizmente frustrada a
tiempo de trasladar l~s instalaciones existentes en Camiri a la
localidad argentina de Tartagal, la entrega que un cartógrafo
par~guayo empleado de la Standard hizo al ejército paraguayo cte
copias _de mapas de la zona en poder de la Standard, la negativa
al pedido del gobierno de adelantar pagos por concepto de im-
puestos, en contraposición a la actitud de Otras empresas naciona-
les q:1e otorgaron empréstitos voluntarios para la atención de las
neces1~ades de guer~a, los datos falsos que proporcionaba a los
orga~1smos gubernau~os sobre producción y capacidad de sus ins-
talaciones, la concesión de créditos que otorgan filiales de la
Standard al Paraguay, muestran una clara posición de la empresa
petrolera, contraria al país, durante una de las épocas más difíciles
de nuestra historia.
5. LA CADUCIDAD DE LAS CONCESIONES
DE LA STANDARD.
La_ actit:1d ~ue habí~ asumido la Standard durante la guerra
Y la~ mvest1gac10nes ~eahzadas por el Gobierno Tejada Sorzano
a ra1z de las denunoas parlamentarias argentinas sobre el oleo-
d ~c~o clan_d;s.tino, que puso de manifiesto muchos de los proce-
d1m1entos 11Ic1tos empleados por la Compañía, formó una corri~nte
generalizada de opinión, adversa a la permanencia de esta Com-
pañía en el país. Esto se agudiza por la sensación de frustración
- 176 -
colectiva que originó la derrota boliviana, a lo que viene a su-
marse una nueva mentalidad nacionalista nacida en las vicisitudes
de la guerra y en los campos de prisioneros en el Paraguay, que
empieza a asumir la defensa de todo lo nacional, en tradición, en
cultura, en atributos morales y en recursos naturales.
Esta generalizada opinión nacional que hacía inadmisible la
presencia de la Standard Oil en Bolivia, se traduce en la Resolu-
ción Suprema de 13 de marzo de 1937 dioada por el Gobierno
del Cnl. David Toro Ruilova, mediante la cual, y después de
varias consideraciones sobre las defraudaciones cometidas por la
empresa y sobre el incumplimiento de aspectos fudamentales de
su contrato, resuelve declarar "la caducidad de todas las propieda-
des de The Standard Oil Co. of Bolivia, dentro del territorio
de la República, por defraudación comprolfada .de los intereses
fiscales", encomendando provisionalmente a Y. P. F. B, la adminis-
tración y manejo de los bienes de La Compañía que por mandato
de la Resolución pasan a poder del Estado.
Las consideraciones de la Resolución que se basan en el pro-
ceso iniciado contra la Standard Oil Co. of Bolwia, determinan
que por la q,ocumentación presentada por la compañía se com-
prueba la exportación de petróleo en los años 1925 y 1926, hecho
que fuei·a negado por la empresa en el año 1928, cuando se le
exigió el pago de patentes de producción, posición esta última que
fue ratificada al negarse a ~ntregar las liquidaciones semestrales a
que estaba obligada, manifestando que al no existir producción no
había lugar a presentar ninguna liquidación. Defrauda en esta
forma los intereses fiscales no sólo en cuanto al pago de patentes,
sino a la entrega de la regalía rorrespondiente.
Señala también la Resolución en sus consideraciones, que el
contrato suscrito con fa Standard en 1922 no es sino una aclara-
ción del contrato suscrito con Richmond Levering and Co., que
fue subrogado a la Standard. Que no era posible- suscribir un
contrato nuevo en contraposición a la Ley Orgánica de junio de
1921, y que la cláusula décimo octava del contrato firmado con
R.ichmond Levering determinaba claramente la facultad del Go-
bierno de declarar la caducidad administrativa, por defraudación
de los intereses fiscales.
-177 ｾ＠
 La Resolución de c;iducidad constituye indiscutiblemente una
medirla que muestra por parte del gobierno de la época una
p_osición definida, que sumada a las que iremos analizando, prin-
cipalmente las disposiciones que determinan la creación y organi-
zación de Y P-F-B-, marcan el inicio de la producción petrolera
fiscal y la bú5gueda del aprovechamiento de esta importante
riqueza por la Nación y el pueblo bolivianos.
6. LA REACCION DE LA STANDARD OIL
Y LA DEMANDA CONTRA EL ESTADO.
Decretada la caducidad, no se deja esperar la reacción de la
empresa que inicia toda una suerte de maniobras tendientes a
lograr la anulación de la medida dictada por el Gobierno. Su
primer paso fue el de solicitar oficialmente su reconsideracióin,
la que es negada mediante resolución de 17 de marzo de 1937.
En ella, señalando que la caducidad ha sido decretada "después
de un atento estudio :le los antecedentes producidos y la aprecia-
ción de las razones aducidas por las partes", determina mantener
la resolución impugnada y dispone que la inventariación de los
bienes a ocuparse debe verificarse en presencia de un notario.
Frente a la negativa de reconsideración la· empresa empieza
a utilizar todos los medios persuasivos e intimidatorios a su al·
canee. Ante la inutilidad de sus esfuerzos, el 21 de marzo de 1938
recurre ahte la Corte Suprema de Justicia demandando la nulidad
de las Resoluciones de 13 y 17 de marzo de 1937 y del Decreto
Ley de 30 de .abril del mismo año. La demanda es iniciada contra
la Administración Nacional en la persona del Fiscal General de
la República y contra el Director del Tesoro Nacional y el Presi-
dente y Gerente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivanos.
El Dr. Emilio Mendizábal como Fi&cal General de la República,
en .fecha 16 de junio de 1938, contesta la demanda negando los
planteamientos de la Standard mediante un análisis amplio y fun-
damentado -de los hechos -producidos, ele las leyes y cláusuhs infrin- ..
gjdas y de las disposiciones sobre las que se apoya la ca::lucidad
decretada. A nombre del E5tado reconviene demandando a la
compama el ,pago ele los daños . y perjuicios ocasipnados a .la Na-
ción, que deben justipreciarse en ejecución de sentencia.
- 178:'..-
A ~u vez en fecha 2 ele Julio del mismo aíio, Y.P.F.B. con-
testa la demanda, opone excepciones y s~ adhiere a la reconvención
planteada por el Fiscal General.
O tro año duran el trámite y estudio de la de~nanda. ~a St~n-
d d trata de probar su tesis -de la incompetencia del E3ecut1vo
ar decretar la caducidad de las concesiones que se le habían
pna b d .
otorgado. Por su parte d 1;'.st;ido presenta pru_:, as emostrattvas
de las defraudaciones cometidas por la Compama y . del derecho
que le asiste a decretar administrativamente la caducidad.
Encontrados planteamientos se presentaron en las ac:iones
se tramitan ante la Corte Suprema. La Standard trabap en
que forma y se vale de med10s • publ'1otanos
· · y d e connaoon
· ales
d
to a 1 ·t - d l
adictos a su causa, para ejercer presión sobre e en eno e os
Ministros de la Suprema. Incluso se afirma que pretende soB b ?r?~-;
1
a algunos de ellos, como cita S. Almaráz en "Petróleo e;l' o~via ,
sosteniendo que se hizo llegar al Supremo Dr. Fran m . naya
Ferrufino un cheque en blanco. Por su parte, fuertes corne~tes
nacionales contrarias a la posición de la empresa se pronuncian
mediante prensa, folletos e incluso movimi_entos de masas que se
uroducen en :rigunas ciudades. Podemos citar la obra de Carlos
~fontenegro, "Frente al derecnu del Estc1.do el oro de la ~tan~anl
Oil", y la defensa de la posición del Estado que la ?.mvers1dad
Mayor de San Simón encomienda a tres de sus catedrat1cos de l_a
Facultad de Derecho, Dres. José Baldivieso, Carlos Salamanca F1·
gueroa y Eduardo Arze Quiroga.
7. FALLO PRONUNCIADO 'poR LA CORTE SUPREMA.
El 8 de .marzo de 1939 la Corte Suprema de Just~cia emite su
fallo. Sin pronunciarse en el fondo del asunto declara 1~procedente
e inadmisibles las demandas iniciadas por Standard Oil, por fal ta
de personería de sus representantes, absolviendo a los demandados.
Ante la determinación del más alto Tribunal de Just_ic~a de
la República, la Standard inicia ｾ｡＠ cam_raña d~ desprewg1? en
contra del gobierno boliviano. Moviliza su mfluencta _rara pres10n,ar
diplomática y económicamente al. país,_ al que emp1_ez,an a cerrar·
sele las p~ertás de las entidades fmanc1eras, obstacuhzandole en la
- 179
obtención de créditos como el que se estaba tramitar..do p u a fa
construcción del FF. CC. Cochabamba - Santa Cruz. El propio
Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica
no duda en dirigirse oficialmente a nuestra Cancillería, el 28 de
marzo de 1940, haciéndole conocer su criterio en sentido de que
la iniciación de un arreglo del Estado boliviano con la Standard
favorecería al país y complacería al gobierno de los Estados Uni-
dos.
Las acciones ejercidas por la Standard contra el gobierno
boliviano, tendientes a que éste le reconozca derechos sobre sus
caducadas concesiones, culminan el 27 de enero de 1942 con el
acuerdo que suscribe en Río de Janeiro el Canciller Eduardo Anze
Matienzo, mediante el cual Bolivia adquiere en $us. 1.500.000.-,
más un interés del 3% anual, computable desde el 13 de marzo
de 1937, los planos y estudios técnicos que poseía la Standard
relativos -a sus antiguas concesiones en territorio boliviano. La
realidad de este acuerdo es que el Estado boliviano reconoce a la
Standard Oil, una indemnización de $us. 1.700.000.-, como com-
pensación de los bienes y posesiones que poseía ésta y que habían
pasado a poder de Y-P-F-B.
- 180 -
XIII. PERIODO 1936 A 1939.
1. DECRETO DE 7 DE JUNIO DE 1936.
Durante el gobierno del Coronel David Toro, en el que se
declara la caducidad de las concesiones de la Standard, se dan
pasos dignos de destacarse dentro de la industria petrolera en
Bolivia. El 7 de junio de 1936, a los 20 días de asumir el gobierno
el Cnel. Toro, decreta la caducidad de todas aquellas concesiones
petrolíferas que no se hubieran obtenido con sujeción a la Ley de
20 de junio de 1921.
Con esta medida, que empieza a mostrar la mentalidad de
defensa de la riqueza petroléra nacional que constituirá la princi-
pal característica del régimen del Cnel. Toro, se revierten al
dominio directo del Estado todas las concesiones y adjudicaciones
que se habían otorgado, menos las que_ en ese momento poseía
Standard Oil en Bolivia y las de una compañía de capitales nacio-
nales dirigida por el señor José de la Reza llamada Aguila Doble,
que poseía una concesión en Cochabamba, que había realizado
algunas perforaciones en la región de la Angostura y que no fue
absorbida por la Standard en razón de su ubicación.
2. LEY ORGANICA DE PETROLEO.
El gobierno Toro promulga el 24 de octubre de 1936, me-
diante decreto, la Ley Orgánica de Petróleo sustitutiva de la de
20 de junio de 1921.
No pretendemos efectuar un análisis detenido de esta ley en
razón de la precariedall de su vigencia, pero vale la pena hacer
resaltar algunos conceptos ' fundaIJ1entales comprendidos en su
texto.
La ley define la pertenencia como un sólido cuya base es un
cuadrado horizontal de 100 metros de lado, y establece que las
- 181 -
1 concesiones deben formar necesariamente un rectángulo con una
proporción en sus lados de un máximo de l a 7, disposición ésta
que salvo la proporción de l a 5, es igual a la prevista en la Ley
de 1921.
A la etapa de exploración se le asigna un período maximo
de tres años en lugar de los cuatro que establecía la Ley del 21, .
pero superior a los dos años señalados en el contrato suscrito con
la Standard en 192S. La etapa de explotación se divide en dos
sectores: una etapa pr~paratoria de dos años que pueden ser pro-
rrogados por otros dos, y la ~i~uiente que se micia al concluir
la preparatoria, que constituye l .. productiva y que se la establer.e
a perpetuidad.
Esta es una de las medidas de la ley que resulta inexplicable.
Ante los 66 años que determina la Ley de 1921 y los 55 años
que se acuerda en el contrato con la Standard, períodos de por sí
sumamente !argos, el gobierno de Toro, que como expresamos se
caracteriza desde su iniciación por asumir actitudes de positiva
defensa de la · riqueza petrolera nacional, aprueba una ley que
permite la explotación perpétua de los yacimientos concedidos.
Más extraña aún resulta la medida, si se tiene en cuenta que la
misma disposición legal autoriza a que las concesiones que hubieran
sido. otorgadas con anterioridad á la misma, podían acogerse a sus
previsiones y beneficios dentro de un plazo de seis meses, lo que
rie acuerdo con el decreto de caducidad de concesiones de 7 de
junio a que nos hemos referido, sólo llegaba a beneficiar a las
empresas Standard y Aguila Doble.
En fo referen~e a patentes por el período exploratorio, la ley
Toro las fij~ en treinta centavos por hectárea, frente a los dos y
medio centávos señalados en el contrato Standard y en la Ley de_
1921.
En el pe_ríodo de explotación, durante los dos primeros años
considerados como de preparación, . se libera al concesionario de
todo pago. Sólo al ser prorrogado este plazo por otros dos años se .
exige el pago de diez centavos por hectárea; medida también • con-
tradictoria, dada la experiencia que se había tenido hasta esa
fecha con la única empresa internacional que operaba en Bolivja.
--:. 182 ;- ,_
Daba lugar a juegos por parte de los concesionarios, los que entre
reticencias y malas informaciones, podían llegar a s~spender el
pago de .los treinta centavos por d erecho exploratorio _durante
cuatro años, cancelando · a razón de cinco centavos mediante ~I
simple prorrateo de los dos años liberados y de los dos que obh-
gaban al pago.
Las patentes señaladas para explotación se las fija en una
escala ascendente, que va desde los veinte centavos para el p rime~
año con un aumento de diez centavos cada año, hasta Ileg-ar a1
pag~ de ochenta ce?tavos por hectár~a por el octavo añ_~ y siguien-
tes. Esta contribución resulta también mayor a la fl]ada en el
contrato Standard y en la Ley de 1921.
Otro punto que resulta inaceptable en la ley es el relativo
a las regalías correspondientes al Estado. Mientras la Ley de 1921
establece éstas en 12½% y el contrato con la Standard en 11 %, la
Jey Toro no duda en re~ajarlás al 9%, _lo que implica un gra:e
daño a la economía nacional y un evidente, real y voluntano
retroceso, que resulta difícil de comprender, salvo el caso_ de _q~e
el gobierno la hubiera dictado, consciente de que estas d1sposm ~-
nes de la Iey .. no serían nunca aplicadas y que antes de los seis
meses previstos como plazo para acogerse a 1~ misma. por, parte de
los concesionarios aún existentes en el pais, se dictan an otras
medidas que anularían las previstas por e~ta ley. En suma,_ que
ésta no represente otra cosa que una cortin~ de humo destm~da
a cubrir las verdaderas intenciones del gobierno en la adopc1ó~
de medidas de salvaguarda del interés nacional. _En todo caso, s1
esta única explicación posible fuera la real, consideramos que un
gobierno con autoridad moral suficie,nte, seguro de los derecho~ Y
prerrogativas de la Nación, no tendna por qué apela_r a est~ clase
· de recurso.s que a la postre resultan no solamente oc10sos, smo re-
prochables y perjudiciales.
3. CREACION DE YACIMIENTOS PETROLIFEROS
FISí:ALES BOLIVIANOS.
En diciembre de 1936, a escasos 6 meses de la ascención .al
poder del Coronel David Toro, su gobier~o ado~ta una de las
medidas más positivas relacionadas con la mdustna petrolera en
- 183 -
 Bolivia. Mediante decreto de 21 de diciembre de 1936 se crea Yaci-
mientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, empresa petrolera nacio-
nal con personería jurídica y autonomía propias. Se encomienda
al nue':'o organismo "la exploración y explotación de petróleo y
sus denvados dentro de las zonas . que se le asigne especialmente".
En esta forma se inicia la explotación petrolífera a cargo directo
del Estado, encomendando además a Yacimientos "la comercializa-
ción, transporte y exportación del petróleo y sus derivados dentro
de todo el territorio de la República".
Las consideraciones del decreto de creación de la entidad
fiscal del ~etróleo- señala~ principios fundamentales, que enmar-
can al gobierno que lo dicta dentro de una posición verazmente
nacionalista y muestran su intención de tonificar la economía
fiscal.
Entre otros conceptos sostiene que los hidrocarburos, en cual·
quier estado en que se encuentren, son del dominio exclusivo del
Estado, siendo éste por ·intermedio del Poder Ejecutivo, el único
facultado para determinar la forma de su explotación, constituyen-
do una de sus obligaciones buscar y adoptar los más eficientes
procedimientos para intensificar la exploración y explotación de
esta riqueza que debe estar destinada al fortalecimiento de la
economía nacional. Según el decreto, estas finalidades sólo podrían
cumplirse estando la industria de los hidrocarburos controlada por
una entidad pública, que persiga el interés fiscal y cumpla el
objeti~o de tender a una P?lítica petrolera estable y duradera que
garantice el desarrollo nacional. Señala que la forma de lograr
estos obj~tivos consiste en la creación de un organismo que actúe
con suficiente independencia, con atribuciones necesarias que. le
permitan desenvolverse y desarrollarse y que cuente con el capital
suficiente para el logro de sus finalidades, el que será provisto por
el Estado de acuerdo con las necesidades de la nueva entidad así
creada.(*)
A menos de un mes de la fundación de Y. P. F. B., el gobierno
asigna a éste, mediante Decreto de 16 de enero de 1937, todas
(*) Eltexto del Decreto de creación de Y. P. F . B . se lo transcribe en
anexo VIII.
- 184 - ·
las zonas petrolíferas comprendidas en la reserva fiscal y el 13 de
marzo del mismo año dicta la Resolución Suprema que declara la
caducidad de las concesiones de la Standard, · a que ya nos hemos
referido. Traspasa provisionalmente los bienes de la Compañía a
Ja joven empresa fiscal del petróleo. Esta medida, al mismo tiem·
po que concluye con la presencia de la Standard Oil en Bolivia,
robustece grandemente a Y. P. f . B., sobre todo cuando el mismo
gobierno adjudica a Yacimientos, el 30 de abril de 1937, en forma
definitiva, los bienes que habían pertenecido a la Standard.
4. LEY ORGANICA DE Y-P-F-B.
Yacimientos, que empieza en Bolivia con tan buenos auspicios,
recibe un nuevo y definitivo respaldo por parte del mismo gobier-
n'4 Toro. El 6 de mayo de 1937 se promulga un Decreto Supremo
mediante el cual se consolida definitivamente a Yacimientos Pe·
trolíferos Fiscales Bolivianos como una de las entidades de mayor
significación nacional. Se la dota de una Ley Orgánica que enmar•
cando su "status" jurídico, le fija un lugar preferente dentro de
la insti tucionalidad patria.
La Ley Orgánica de Y.P.F.B. determina que todos los intereses
del Estado retacionados con hidrocarburos y sus derivados, estarán
a cargo de la empresa petrolera fiscal. Esta dependerá directamente
del Ejecutivo a través del Ministerio de Minas y Petróleo, pasando
a convertirse en la entidad fiscal, industrial y comercial encargada
de organizar y dirigir todas las fases de la industria petrolera y
en un organismo ase.~or del Estado sobte todos los asuntos rela·
ciona<los con la materia. Se determina con relación a esta función,
que todas las repartic10nes estatales tendrán la obligación de
recabar el dictamen de Y. P. F. B. , en tocio aquello que tenga alguna
relación ~on hidrocarbtn-05 v sus deriva<les.
Concediéndose a Yacimientos autonomía presupuestaria, le
permite aplicar a las etapas y trabajos más necesarios de su proceso
industrial, los recursos con que cuente y los que gene1-e su actividad,
sin depender del casi siempre deficitario presupuesto fiscal. Esta·
blece, simultáneamente a esta medida, como un medio de evitar
posibles abusos, la obligación de presentar anualmente al Ejecutivo
su memoria y su l:.alance general, creando en esta forma un con-
trol sobre el manejo económico y financiero de fo entidad.
- . 185 -
 Una medida interesante contemplada en la ley, es la que
determina el que las utilidades que arroje cada balance, serán
distribuidas entre la entidad petrolera y el Estado, estableciéndose
que el porcentaje de Yacimientos no podrá ser menor al 20%.
Así la ley busca la forma de lograr la capitalización del ente fiscal
a efecto de que éste pueda contar con fondos suficientes para
incrementar sus. reservas.
Encomienda la dirección de Yacimientos a un cuerpo de cinco
directorés nombrados por el Ejecutivo, cuyo mandato tendrá una
duración de cinco años. E&tos sólo podrán ser separados de sus
cargos por faltas cometidas en el ejercicio de sus funciones, bus·
cándose en esta forma proporcionarles un evidente grado de inamo·
vilidad y una permanencia en sus cargos mayor que la de los
propios miembros del Poder Ejecutivo, pudiendo además estos
directores ser nuevamente designados a la conclusión de su período.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, por mandato de
la ley, queda autorizada para realizar la explotación de hidro-
carburos y sus derivados en forma directa o constituyendo socie-
dades mixtas, con el objeto de lograr un mayor desarrollo de la
industria, quedando obligada en el segundo caso, a la aprobación
dé los contratos por el Poder Ejecutivo. (*)
5. TRATADO CON BRASIL SOBRE SALIDA Y
APROVECHAMIENTQ DEL PETROLEO BOLIVIANO.
El 25 de febrero de 1938, durante la Presidencia del Cnel.
Germán Busch, el gobierno boliviano suscribe con el de Brasil
al~unos Tratados - independientes entre sí- y Notas Reversales
sobre ellos. Dos afectan o se refieren al petróleo boliviano. El
primero en forma indirecta, es el denominado Tratado de Vincu-
lación Ferroviaria, de muy antigua gestación, que permite la
cooperación económica del Brasil para la construcción del ferroca-
rril Corumbá-Santa Cruz, mediante préstamos que estarían garan-
tizados con el petróleo boliviano que produzca la zona por donde
atraviese el ferrocarril o a donde éste llegue. El segundo, que
(*) Se transcribe la Ley Orgánica de Y. P. F. B . en anexo X.
verdaderamente se encuentra relacionado con nuestra materia, se
refiere a la "salida y aprovechamiento del petróleo boliviano". Se
gesta a consecuencia del Protocolo suscrito el 24 de noviembre de
1936, mediante el cual se resuelve conformar una Comisión Téc-
nica Mixta que estudie los problemas relacionados con el aprove·
chamiento del petróleo boliviano y su salida por territorio brasi-
leño. Esta evacúa un informe el 30 de septiembre de 1937, a raíz
del cual se suscribe otro Protocolo el 25 de noviembre de ese mismo
año, aprobando las conclusiones de la comisión y la negociación
de un Tratado, el que como indicamos fue suscrito en febrero de
1938.
Por el Tratado se establece que una comisión mixta estudiará
ias posibilidades petroleras de la "zona subandina boliviana desde
el río Parapetí al Norte", a fin de explotar el petróleo de la zon::1
mediante empresas mixtas boliviano-brasileñas, las que devolverían
a los gobiernos intervinientes los gastos que éstos efectúen, gastos
para los cuales ambos gobiernos aportan la suma total de $us.-
I.500.000.-, de los que la mitad correspondiente a Bolivia será
financiada por el gobierno brasileño.
El convenio establecía además la salida del petróleo a/ y por
territorio brasil~o y la opción que tendrían las sociedades mixtas
a construir oleoductos para el transporte del producto explotado:
Los dos principales tratados suscritos en febrero de 1938, aún
cuando merecieron la aprobación de la Convención Nacional de
ese año, fueron motivo de fuertes críticas. En lo referente al aspecto
petrolero, se centran principalmente en el hecho de que la extensa
zona afectada al tratado no se halla claramente determinada. Con
relación a la aplicabilidad de las leyes bolivianas, la mención que
se hace es imprecisa, y más bien se podría decir que casi excluye
el imperio de la legislación nacional al establecerse que las socie-
dades mixtas previstas por el convenio se conformarán de acuerdo
con "las leye'> vigentes en cada país". Otro importante aspecto
criticable en el Tratado sería el no señalar la participación que
percibiría el Estado boliviano por la explotación de su petrólep.
Es indudable que las críticas hechas al Tratado son evidentes,
y justas. Posiblemente así lo comprendieron los propios organis-
mos gubernamentales, que trataron de salvar algunas de las defi-
- 187 -
 ciencias anotadas mediante la suscripc10n de las Nota~ R eservalcs
de 9 de julio del mismo año, mediante las cuáles, entre otros
aspectos relativos al Tratado, se circunscribe la zona asignada para
la exploración y explotación de petróleo, limitándola hacia el
Norte hasta el río Ichilo, sin fijar empero los límites oriental y
occidental, que recién se los señala mediante Notas Reservales de
17 de enero de 1952.
El Tratado de salida y aprovechamiento del petróleo boliviano
sufre virtualmente desde su suscripción, diversos cambios. Es motivo
de varias interpretaciones por parte de los países suscribientes.
Disensiones, negociaciones y modificaciones, planteadas unas veces
por Brasil y otras por Bolivia, culminan con los llamados "Acuer-
dos de Roboré", adoptados por los Cancilleres Manuel Barrau de
Bolivia y Carlos de Macedo Soares de Brasil, en su reunión del 23
al 27 de enero de 1,957 en la localidad de Roboré, formalizados
con la suscripción de los 31 documentos que legalizan los "Acuer-
dos", con motivo de la visita del Canciller brasileño a la ciurlad
de La Paz, el 20 de marzo de 1958.
Entre los acuerdos adoptados podemos señalar la delimitación
de la zona afectada para la exploración y explotación, asignándose
el 60% de la misma a Y-P.F.B. y quedando el 40% restante para
ser desarrollada por empresas privadas de capital brasileño, las
que podrán obtener concesiones sujetándose al Código del Petróleo
y a las leyes bolivianas, "renunciando de acuerdo al artículo 11
de dicho Código a toda reclamación diplomática". Señala un plazo
de l1l meses para que estas empresas tramiten sus concesiones,
transcurrido el cual, "el gobiern0 boliviano dispondrá libremente
de las áreas no pedidas ni concedidas". ·
dentes producidos por las empresas brasileñas podrán comercia-
lizarse en otros mercados. A este efecto todos los hidroc'.'\rburos de
origen boliviano que se lleguen a exportar a través de territorio
brasilero, gozarán de las facilidades de libre tránsito y estarán
exentas de cualquier gravamen por este c0ncepto, sea federal,
estatal o municipal.
En caso de que en las áreas asignadas a Y-P-F.B. y a las
empresas brasileras, llegue a determinarse una producción y reser·
vas que justifiquen la construcción de un oleoducto, ambos países
se comprometen a construirlo. Para esto se tomará en cuenta el
abastecimiento del mercado brasileño y la exportación de exce-
dentes. Igualmente se comprometen a construir un gasoducto si la
producción y reservas de este producto en la zona asignada a las
empresas brasileñas lo justifica. Para la construcción de ambas
obras . se compromete Brasil, si así conviniera a Bolivia, a otorgar
los créditos necesaríos reembolsables en petróleo y/o gas natural.
En lo que se refiere al Tratado Sobre Vinculación Ferroviaria,
que como vimos establecía la garantía del petróleo producido en
la zona por donde atraviese o llegue el ferrocarril Corumbá-Santa
Cruz, el respec¡ivo Acuerdo de Roboré, de entre los firmados en
1958, hace que quede sin efecto esta garantía.

El acuerdo establece que una vez satisfechas las necesidades

de consumo interno, del total de excedentes, Brasil se comoromete
a adquirir hasta 100.000 barriles diarios de petróleo, de la 'produc-
ción de las empresas _privadas brasileñas y hasta 5.000 b,,r~·iL ｾ＠
diarios de derivados que produzca Y-P.F.B., además de todo el
gas natural .producido por las mismas empresas brasileñas uentro
del área que se les tiene asignada, al precio y condiciones estable-
cidos en cada caso en el mercado internacional. Se conviene que
una vez cubiertos los 100.000 barriles diarios que Brasil compraría,
además del_ sa_ldo requerido .para cubrir sus 11ecesidades, los exce-

-::. 188 ｾ＠ -;-.. - 1S9 -

XIV. PERIODO 1939 A 1952.

l. LOS COMIENZOS DE LA PRODUCCION

PETROLERA FISCAL.

_La Standard Oil, durante los 15 años que dura su permanencia

en Bolivia, había mantenido una política de contratar personal ,
técnico importado. En ningún momento buscó la formación de
personal boliviano para labore5 de orden técnico especializado
dentro de la industria petrolera y nuestros connacionales llegaban
apenas a ocupar funciones administrativas generalmente de orden
subalterno. Este hecho, y el de que en nuestras Universidades y
Escuelas Técnicas no 'se formaban profesionales que tuvieran cono-
cimientos en el campo petrolero, siendo muy contados los que se
habían llegado a formar en el exterior, hace que Yacimientos a
tiempo de tomar a su cargo las instalaciones de la Standard y ante
la necesidad d; continuar con el desenvolvimiento de la industria,
se encuentre cqn una ausencia casi total de personal técnico espe-
cializado, viéndose obligado a emprender la más difícil etap'a de su
existencia, con los contados técnicos bolÍvianos que babia y con
unos pocos extranjeros que aceptan continuar trabajando para el
ente fiscal, juntamente con aquellos empleados nacionales que en
la compañía americana habían llegado a 'desempeñar ciertas fun-
ciones de especialidad petrolera.
' .

En cuanto a equipo y materiales, el traslado que hizo la

Standard de esos elementos a la Argentina, el poco mterés qu_e
tenía esa compañía en iniciar una amplia etapa de explotación
y sus restringidas inversiones, hacen que Y. P. F-B- se encuentre
con un equipo que además de ser insuficiente, resulta en gran
proporción inadecuado y obsoleto, con perforadoras a cable accio-
nadas a vapor que aumentaban costos y disminuían eficiencia. Las
refinerías existentes en' Camiri y Sanandita no eran otra cosa que
pequeñas plantas que habían sido construidas con elementos so-
brantes, que trabajaron ·impulsadas por el entusiasmo de unos

- 191 -
pocos bolivianos conscientes de las necesidades internas de carbu-
rantes durante la guerra, pero que no suplía la· insuficiencia de
esas instalaciones, las que no permitían un trabajo de refinación
técnico y sostenido y ocasionaban más bien fuertes desperdicios de
hidrocarburos. En lo referente a transporte, mientras la Standard
perseguía fundamentalmente el traslado del petróleo boliviano
hacia la Argentina y a las zonas atlánticas, Yacimientos necesitaba
enfocar el transporte de sus productos hacia la zona altiplánica,
donde se encontraban los mayores mercados de consumo d_e l país.
Este traslado tenía que cumplirlo a tan altos costos que trenaban
cualquier efectivo y permanente desarrollo de la industria._ Los
campos petrolíferos de Bermejo, a donde se había llevado maqui-
naria en meses, con la ayuda de grandes recuas de mulas, abriendo
senda, virtualmente no tenían otra salida que por territorio argen-
tino. De los otros campos, el transporte tenía que realizárseló en·
turriles a través de caminos de ínfima clase e intransitables en
ciertas épocas del año, lo que hacía que los produétos colocados
en ciudades como Oruro, La __ Paz y los ·centros mineros resulten
con precios sumamente elevados, obligando a que las utilidades
de la entidad fiscal tengan que ser en muchos casos totalmente
sacrificadas. Sobre este particular S. Almaráz, haciendo una trans-
cripción de la parte respectiva del informe de la comisión econó-
mica Bohan, que da una relación existente en 1941 entre costos de
transporte y precios de venta de algunos productos, nos muestra
objetivamente la tremenda realidad del costo de transporte desde
Camiri y Sanandita hasta Oruro. Nos limitaremos a señalar la.
relación de los productos de Sanandita colocados en Oruro según
la que se establece que la gasolina, con un precio de venta de
Bs. 3.00 había pagado un transporte de Bs. 1.70, o sea el 57% de
su precio; el kerosene, con un precio de Bs. 1.90 había pagado
Bs. 1.87 por transporte, equivalente al 98.42%; el Diesel Oíl, con
un precio de Bs. 1.60 había pagado Bs. 1.91, igual al 119%; y el
Fuel Oil, con un precio de venta de Bs. 1.30 había costado Bs.
1.96 en ser transportado, o sea un 151 % de su precio de venta .
La relación hecha es suficiente para hacernos comprender en
forma patética las dificultades que tenía que sobrellevar la indus-
tria petrolera fiscal en su necesidad de abastecer mercados de
consumo, -sobre todo en derivados de uso generaiizado "en la
época, como el kerosene y productos pesados como el fuel y el
- 192 -
diese!- y pretender al mismo tiempo mantener rentablemente sus
instalaciones.
A lo anterior debe sumarse, por una parte el aumento de las
necesidades de comumo de los diferentes productos r efinados, q ue
en gran proporción mantenían precios subvencionados por Yaci-
mientos y por otra la falta total de recursos económico-financieros
que caracteriza a la época, con un p aís fuertemente endeudado a
consecuencia de la guerra, con una producción deficiente y una
exportación reducida a una escasa gama de minerales, con cada
vez más crecientes dificultades en la obtención de recursos finan-
cieros externos, hasta el extremo de haberse visto forzado el gobier-
no a pagar a la Standard una indemnización disimulada, en
procura de facilitar sus trabadas gestiones de crfdito. En medio de
este cuadro expectamos a Y . P. F. B. que desde el inicio de sus
labores no cuenta con el capital necesario para lograr un mejora-
miento de su producción, menos aún para iniciar una amplia labor
de exploración y consiguiente aumento de reservas, ni para enfo-
car la solución de sus problemas de transporte y abaratámiento
de costos.
Otro aspecJo importante que se presenta en Y-P.F.B., del
que podemos decir ha representado una verdadera valla a su desa-
rrollo, y por consiguiente al de la industria petrolera nacional, es
el hecho de que, pese a la intención que había guiado a los autores
de su Ley Orgánica y a los gestores de su creación, -entre los que
debemos destacar a Dionisio Foianini y Jorge Muñoz Reyes- de
lograr para la .entidad fiscal una autonomía que evite la presión
gubernamental y la influencia partidista de cada época, Yacimien-
tos se convierte en una repartición pública donde el favor político
prima por encima de muchas consideraciones y los favoritos del
régimen de turno van engrosando como funcionarios y empleados
efectivos y en otros casos, como supernumerarios; las planillas de
una planta administrativa frondosa y de las mejor pagadas en
nuestro país.
Durante los años comprendidos hasta 1943 la producción
petrolera del país se basa fundamentalmente en la deficiente infra-
estructura gue dejó la Standard limitada a los campos de Camir-i
y Sanandita. A pesar de esto se registra un notable incremento en
la produccíón y un aumento en la capacidad de abastecimiento
- 193 -

dd mercado interno, sobre todo en combustibles livianos. Vemo$,
según datos que nos proporciona E. Mariaca, que mientras en
1937 la producción cubría el 28.8% del consumo nacional, este
porcentaje crece, con un alza muy fuerte, en los años 1939 y 1940,
en los que alcanza al 40.7% y al 51.2% respectivamente, bajando
al 38.8% en 1942 y al 30% el año 1943, bajas estas últimas que
se deben más al aumento del consumo que a la disminución de
producción, si hemos de tomar en cuenta los datos que nos pro-
porciona Almaráz, quien anota que mientras en 1937 Yacimientos
había producido 19.000 metros cúbicos, en 1941 produce 37.000
metros cúbicos y 53.000 metros cúbicos en 1943.
En todo caso, podemos señalar de ~cuerdo con datos existentes,
un creciente aumento de la producción durante este período con
relación a la que había obtenido Standard Oil, la que sin embargo,
forzada e intervenido Camiri por el Gobierno, aumenta notable-
mente la poducción en los tres años de guerra, sufriendo una baja
del 50% en 1936.
Año Producción en miles Afio Producción en miles
de barriles de barriles
1936 104 1940 279
1937 123.2 1941 234.8
1938 135.5 1942 307.5
1939 214.9 1943 334.1
2. TRATADO DE VINCULACION FERROVIARIA
CON ARGENTINA.
Dos hechos relacionados con nuestra materia podemos anotar
entre los producidos el año 1941, durante el gobierno del <?-ral.
Enrique Peñaranda,. El primero lo constit~ye el Tratado de _Ymcn-
lación Ferroviaria, suscrito en Buenos Aires el lO de febrero de
1941 entre los Cancilleres Alberto Ostria Gutiérrez de Bolivia y
Guillermo Rothe de Argentina, mediante el que se determina la
construcción del Ferrocarril Yacuiba-Santa Cruz, cuya génesis se
inicia el 16 de febrero de 1906 con la convención ferroviaria sus-
crita en esa fecha. El tratado establece, además del financiamiento
argentino para la construcción del fer~ocarril, un préstamo en
- 194 -
favor del Gobierno de Bolivia de $arg. 2.000.000.- destinados a
perforaciones y explotación de pozos petroleros en Sanandita y el
compromiso del Gobierno argentino de construir un oleoducto
desde los yacimientos bolivianos de Bermejo hasta Orán u otro
punto cabecera de estación del Ferrocarril CentraJ Norte Argen-
tino. Queda garantizado este financiamiento con el producto de
la venta de petróleo producido en las zonas por las que atraviese,
o a que llegue el ferrocarril Yacuiba-Santa Cruz y el oleoducto
Bermejo-Orán, pudiendo el gobierno boliviano pagar los créditos
establecidos en el convenio en petróleo o en dinero, a su elección.
3. LA MISION BOHAN.
El segundo hecho lo constituye 1a llegada a _Bolivia de una
misión económica estadounidense presidida por el señor· Merwin
Bohan que fuera destacada dentro de los program_as de cooperación
económica con los Estados Unidos.
La misión Bohan realiza durante tasi medio año de perma-
nencia en Bolivia, un· diagnóstico bastante completo de la situación
ec.orié!mica del país, dentro del cual enfoca con especial énfasis el
aspecto petrolero. Evacúa un informe que a su vez comprende un
programa rle f'ealizaciones en algunos campos de actividad . . ·Refi-
riéndose a la industria petrolera plantea la necesidad de adoptar
los siguientes cuatro pasos:
1.- Un desarrollo de los campos petrolíferos · probados que
permita: incrementar la producción.
2.- Intensificar los trabajos de . exploración en áreas nuevas
a efecto de aumentar las reservas.
3.- La construcción de medios de transporte, a efecto de que
tanto el crudo como los productos de refino disminuyan sus costos
en los mercados de consumo y en puntos de futura exportaáón.
4.- Con la aplicación de las tres anteriores medidas, después
de satisfacerse la demanda interna, se debe · encaminar la política
petrolera a la exportación, para lo que se hace necesario desarro-
llar mercados exteriores.
- 195 -
 En base al informe Bohan, para poner en práctica el plan y
facilitar los créditos necesarios, se crea la Corporación Boliviana
de Fomento, que sería la eucargada de aprobar los proyectos a
cumplirse y a través de la cual el Eximbank proporcionaría los
fondos necesarios para la ejecución de los mismos.
Sobre la misma base, Y. P. F. B. elabora su propio plan. Este
consiste fundamentalmente en la realización de nuevas perforacio-
nes en el campo de Camiri para aumentar la producción, en la
construcción de un oleoducto hasta Oruro que permita una baja
fundamental en el costo del transporte del crudo y la instalación
de una refinería en Oruro. Este plan, que fue rechazado por C.
B . F . y revisado a sugerencia de ésta por un técnico americano
traído al efecto, es reemplazado por otro que establece la perfora-
ción de un total de 45 pozos distribuidos en los campos de Camiri,
Sanandita y Bermejo, · 1a construcción de un oleoducto de Camiri
a Santa Cruz y la de una refinería en esta última ciudad. Este
programa de trabajo, debidamente aprobado, recibe la asignación
de un crédito de $us. 5.500.000.- que no llega a ser ejecutado
debido al golpe revolucionario de diciembre de 1943, que ocasiona
la suspensión del desembolso de fondos, el que según E. Mariaéa
habría llegado hasta los $us. 2.000.000.-.
4. YACIMIENTOS PETROLIFEROS FISCALES BOLIVIANOS
DURANTE EL GOBIERNO VILLARROEL.
Durante el gobierno del Presidente Gualberto Villarrocl, se
da un impulso decisivo a Y. p. f. B. al lograrse un financiamiento
de $us. 14.150.000.-, que llega a constituir la mayor suma aplicada
hasta entonces a la industria petrolera nacional.
El propósito de Y.P.F.B. durante el gobierno Villarroel
consistía en abastecer con petróleo y productos de refino las necesi-
dades del mercado interno, tendiendo a la producción de exce-
dentes con fines de exportación; solucionar el problema del trans-
porte y abaratar los derivados de petróleo para el consumo nacional.
Para cumplir estos objetivos se aprueba un plan al que se aplica
el financiamiento a que nos hemos referido. Este consiste en la
construcción de dos refinerías: una en Cochabamba con una capa-
cidad de tratamiento de 5.000 barriles diarios y otra en Sucre de
1.000 barriles diarios de capacidad; la construcción de un oleoducto
- 196 -
de Camiri a Cochabamba con un ramal a Lamboyo; y el incremento
de perforaciones, unas a realizarse en campo Camiri a fin de au-
mentar la producción de esa zona, y otras en Guayruy y Mande-
yapecua.
5. EL PETROLEO DURANTE LOS GOBIERNOS
HERTZOG Y URRIOLAGOITIA.
Sólo después de la muerte de Vi!lar roel se traduce en realida-
des la decisión de: este mandatario de impulsar el crecimiento de
Y. p. F. B. con obras de real magnitud y efectivo d esarrollo.
A tres escasos meses de la muerte del Presidente Villarroel,
se suscribe con William Brothers el contrato para la construcción
del oleoducto Camiri-Cochabamba, de 522 kilómetros de extensión
y un diámetro de 6% de pulgada, y del ramal a L amboyo, Sucre,
con un diámetro de 4 pulgadas y una extensión de 71 Kms., obra
que es concluida y entregada el año 1949. ·
El 15 de noviembre de 1946 s~ firma con la empresa Foster
Vlheeler, el contrato para la construcción de una refinería en
Cochabamba con una capacidad de 5.000 barriles diarios. Con la
misma firma .re suscribe en febrero de 1947 el contrato para la
instalación en Sucre de una refinería con capacidad de 1.000 ba-
rriles diarios. En diciembre de 1947 se cumple el contrato de cons-
trucción de .la refinería en· Sucre, acordándose la instalación de
otra refinería en la misma ciudad con una capacidad de 3.000
barriles diarios. Con relación a esta última refinería, no podemos
menos que estar de acuerdo con la crítica que hace el Ing. E.
Mariaca, señalando esta medida como producto d el "provmcia-
Iismo del Vice-Presidente Mamerto Urriolagoitia". Esta instalación
constituye una medida adoptada sin criterio técnico ni comercial,
a sabiendas de que se. iba a mantener una capacidad ociosa de
refino a un alto costo, que además del mantenimiento, eleva la
inversión programada de $us. 14.150.000.- a $us 21.050.000.-. La
refinería en Sucre ingresa en operación el año 1949 y la de Co-
chabamba el año 1951.
El programa de perforación plllnteado por y. p. F . B. se cum-
ple y se supera, aun cuando los fondos invertidos en esta actividad
resultan insuficientes. Se realizan perfor aciones en Mandeyapecua,
las que son abandonadas. Se intensifican las perfora ciones en Ca-
- 197 -
miri y Sanandita que habían iniciado su declinación. Se descubre
el campo Guayruy. Se perfora en los Monos encontrándose mucha
reiación <le gas. Se explora y perfora en campo Toro.
Yacimientos en este período inicia una etapa más ajustada a
una moderna tecnología petrolera. En los procesos de perforación
se empiezan a emplear técnicas más cuidadosas y modernas, lo que
da como resultado una mayor terminación de pozos. Esto, sumado
a la adopción de mejores procedimientos en el campo exploratorio,
se traduce en un evidente incremento en la producción, aun
cuando en los años 1951 y 1952 se anota una baja con relación a
los dos años inmediatos anteriores, como vemos en el siguiente
extracto de datos de Y.P.F-B .:
Año Producción en miles Año Producción en miles
de barriles de barriles
1944 313.9 1948 463.6
1945 381.6 1949 678.3
1946 362.7 1950 616.2
1947 377.4 1951 523.4
1952 525.8
En este período se empiezan a reemplazar los antiguos equipos
dP- perforación a percusión por modernos equipos a rotación. Si
tomamos en cuenta datos que nos proporciona S. Almaráz en su
obra citada, vemos que mientras Yacimientos poseía en 1942 tres
equipos a golpe, en 1947 poseía uno a rotación y 12 a 11;olpe y en
1952 cuenta con cuatro equipos a rotación y dos a golpe, con 57
pozos perforados a una profundidad que fluctúa entre 914 a 2.499
metros.
Basándonos en lo realizado durante el período que estudiamos,
podemos decir que al iniciarse la década de los años 50, la industria
petrolera boliviana había lleg<!do a consolidar su posición convir-
tiéndose Yacimientos en una empresa de wan solvencia técnica,
preparada infraestructuralmente para inwesar a una etapa pro-
ductiva que permita concluir los planes que se había trazado
desde el inicio de la anterior década, buscando el abaratamiento
de sus productos para el consumo interno, snurando las nccesi<b-
des nacionales, e iniciando la exportación tanto de crudo como
de derivados.
XV. PERIODO 1952 A 1964.
l. "EL PLAN 1953" Y EL AUTOABASTECIMIENTO
ALCANZADO EN 1954.
Hemos· visto que uno de los objetivos que se había señalado
Y. P. F. B.-, en concordanda con las recomendaciones del informe
Boñan, consistía en procurar el mejoramiento de sus campos en
explotación mediante ·"la intensificación de las perforaciones. En
persecución de este objetivo, como una fase de la aplicación del
Convenio de Asistencia Técnica suscrito en 1951 con Naciones
Unidas, Yacimientos. elabora su llamado "PLAN 1953" que i.:om-
prende la· perforación de 20 pozos nuevos en el campo de Camiri.
Para el cumplimient? de este programa de perforaciones, el
gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionarfo, partido
populista que había ascendido a-1 poder mediante un movimiento
popular respalciado por las fuerzas de Carabineros que consti_tuían
las unidades policiales de _la época, · pro:vee a Y.P.F.B. de un
fondo de $us. 2.000.000.-, provenientes de las reservas que poseía
el Banco Central. Estos fondos permiten a la entidad fiscal aáquirir
,uatro equipos de perforación a rotación.
Con los nuevos equipos, que refuerzan y mejoran la dotación
con que contaba Yacimientos, éste empieza sus proyectadas perfo-
raciones en Camiri, a mayores profundidades que las que hasta
entonces se habían alcanzado, descubriéndose como consecuencia
de estos trabajos la :1rcnisca Sararenda y a una mayor profundidad
la arenisca Santa Anita y algunas otras de menor significación.
Estos descubrimientos, sumados a · un aumento de producción que
experimentan algunos pozos en explotación, traen como conse-
cuencia el hecho destacado de que el año 1954 represente la fecha
de arranque del autoabastecimiento nacional en materia petrolífe-
ra, siendo ese extraordinario campo petrolífero de Camiri -pro-
veedor inagotable desde hacía casi treinta años- el que aporta con
el mayor volumen a la producción total lograda por Y.P.F-B.

193 - 199 - ·
 El autoabastecimiento marca una de las etapas fundamentales
de nuestra industria petrolera. El país durante muchos años había
fmcado sus esperanzas en su riqueza de hidrocarburos. Sin em-
bargo vemos cómo se produce una permanente sangría de divisas
destinadas a adquirir del extranjero derivados de petróleo, en
cantidades cada vez más crecientes por el aumento que experimenta
la demanda, que en 1954 supera los cinco mil barriles diarios de
petróleo.
El haber alcanzado la producción necesaria para abastecer
en su integridad las necesidades del consumo nacional, sin contar
las exportaciones que se venían realizando a la Argentina de la
producción de Bermejo y la posibilidad de aumentar los volúme-
nes exportables, no ha podido ser fruto de una sola gestión. Se
alcanza esta situación no solamente a consecuencia de la ejecución
del "plan 1953", sino también por todo el trabajo que se había
realizado desde años anteriores, que como vimos colocan a Y. P.
F.B., en los años 1951-1952, en situación óptima para emprender
una de las más decisivas fases de su desarrollo.
Sob?e el particular, el economista Cornelius Zondang, en su
obra "La Economía Boliviana", en la que enfoca las realizaciones
del M.N-R. en los diversos campos que comprendía su llamado
"Plan. Económico de la Revolución Nacional", dice, refiriéndose a
la industria petrolera: "El espectacular éxito ..de Y . P. F- B. a me-
diados de los años .50 . fue en alguna medida posible gracias al
enorme trabajo anterior. Algunos oleodue:tos y refinerías ya esta-
ban operando y se había hecho por lo menos alguna inversión
previa en exploración, incluyendo la inversión hecha por la Stan·
dard N . J. en exploración, valorada en un millón de dólares. De
modo que uq.as pequeñas inversiones adicionales consolidaban al-
gunas de las pasadas, . haciendo que una política inicial de inver-
sión diera espectaculares beneficios".
2. EL CONTRATO MC CARTHY.
El 26 de septiembre de 1952, el gobierno del M -N. R. suscribe
con el americano Glenn Me Carthy un contrato mediante el que
se adjudican a éste 3%.700 ftectáreas al este del campo Sanandita,
entre Villamontes y Yacmba. Dt> acuerdo a las cláusulas del con-
venio, el concesionario adquiere la obligación de iniciar al cabo
....,. 200 -
de tres años la etapa de producción ,a cuyo efecto se le otorgan
todas las facultades necesarias para uulizar los sistemas que dentro
de las normas técnicas usuales en la época considerara convenien-
tes.
De acuerdo al contrato, para el que se establece una vigencia
de _35 años, el contratista se obliga a invertir en la etapa explora·
tona la suma de $us. 4.000.000.- (de los cuales se habrían llegado
.a_ desembolsar solamente $us. 1.500.000.-) quedando liberado de
-todo pago por concepto de impuestos. Se establece en favor del
Estado un único pago por regalías, que deberán calcularse de
acuerdo con la productividad de cada pozo, en porcentajes que
fluctúan entre el 16.5% al 40% sobre la producción bruta, basán·
dose para esto en un procedimiento sumamente complicado.
. Se dete_rmina que el contratista debe realizar las correspon-
d1ent~s gest10nes para obtener la aprobación de la Agencia de
Segundad -Mutua y del Programa de Inversiones de la Adminis-
tración · de Petróleo, ambas entidades estadounidenses, establecién-
dose además que en caso de expropiación y /o confiscación -defi-
nidas caprichosamente en el contrato-(*) el gobierno boliviano
se obliga a R{lgar al contratista, por concepto de indemnización,
el valor- total a que alcancen sus inversiones, más un 15%, garantí·
zando este compromiso con el aval del Banco Central· de Bolivia,
traducido en un ofen(ivo sistema de pagarés.
El contrato Me Carthy nunca fue cumplido por el contratista.
.En cinco añ_os que permanece vigente es modificado en cuatro
oportunidades, hasta que en enero de 1957 se autoriza su trans-
ftrencia en favor de Chaco Petroleum Co., empresa integrada por
cuatro _compañías subsidiarias de consorcios norteamericanos: la
Chaco Petroleum S.A., la Monsanto Bolivian Inc., la M urphy Oil
de Bolivia - y la Únión Petroleum s. A . La Chaco, después de
realizar algunas perforaciones que le resultan fallidas, renuncia a
sus concesiones el año 1962.
(*) Cualqui~r medi~~ que adopte el_ gobierno boliviano y que impida al
.,. contratista. rec1b1r y expor~ar hbremente las divisas que obtenga a
consecuencia de sus traba¡9s de producción será considerada de
acuerdo al contrato como "confiscación".
- 201 -
 La significación principal del contrato Me Carthy · no consti•
tuye el hecho de habérselo otorgado en condicinoes poco favora-
bles y en algunos casos .ofensiva_~ para el Estado boliviano. Está
en que su ~uscrip~ión representa el regreso a la explotación pri·
vad:1 de la in~mtna p_etrolera en Bolivia. No queremos decir que
ésta sea neg~t1va en s1, lo que sucede es que resulta inexplicable
que un gobierno autodenominado nacionalista y que en su afán
de obtener apoyo político busca la estatización de las principales
f~entes productivas de la economía nacional, rompa el monopolio
fiscal en cuanto a una de nuestras riquezas básicas se refiere. La
única explicaci~n posible a e_sta actitud la encontramos en que el
M-N-R., que s1gmendo los lineamientos del informe Bohan había
formulado en su Plan de Política Económica . la necesidad de ex-
por~a_r petr~l~o hacia los mercados del Atlántico y hacia los del
Pac1fico, ex1g1do como estaba de lograr a cualquier costo exce-
dentes económicos que le permitan salvar su difícil situación
encuentra en el pe~róleo posibilidades más o menos inmediata;
de un significativo ingreso. Esto también explica la actitud del
gobierno de disponer arbitrariamente de $us.- 2.000.000.- de las
reservas del Banco Central -las que de $us. 30.000.000.~ en 1951
bajaron a $us. 714.000.- en 1954- y destinarlos a financiar obras
de Y. P. F-B., representando una parte de los $us. 80.000.000.-
que se llegan a invertir en esta entidad en el período , 1952-1965.
3. CONSTRUCCION DE OLEODUCTOS.
. Durante los gobiernos del M. N. R- se construyen un total cie
cinco ole~ductos. Ui~os _co~ el propósito determinado desde perío·
dos anten?res, de d1sminmr costos de transporte a los principales
mercados internos de consumo y otros con la finalidad de abrir
caminos a la exportación.
Se construye en I 964, mediante contrato con Wílliam Brothers,
el oleoducto Camiri-Yacuiba, con una longitud dé 258 · kilómetros
con un diámetro de 6% de pulgada, a un costo de $us. 4.175.000.-'.
La mentalidad que guía la construcción de este oleoducto, que
f?rmaba _parte de los planes de Y.P.F-B. nacidos como emergen•
Cia del informe Bohan, es la de facilitar la exportación hacia la
República Argentina.
- 20.2 -
. . El 23 de •mayo de 1956, se suscriben con Bolivian Gulf los
contratos de operación conjunta y de financiación de oleoductm.
En cumplimiento del segundo de estos acuerdos se. dete~mina la
construcción por William Brothers del oleoducto S1ca S1ca-Anca,
a un costo de $us. 14.340.000.-, con una extensión de 350 kilóme-
tros, un diámetro de 10¾ y 8% de pulgada y una capacidad de
hasta 50.000 barriles diarios.
El acuerdo de financiación de oleoductos determina la cons-
~rucción inmediata del tramo 'Sica Sica-Anca, establec.éndose que
·posteriorménte, en cuanto se lograra una producción mínima de
20.000 barriles diarios y una reserva probada de 200.000.000 de
barriles, se construiríá el tramo Camiri-Sica Sica. Para la construc-
ción del primer tramo, Boli vian Gulf otorgaría un crédito de $u s.
5.000.000.- pagaderos trimestralmente en 6 años, con un interés
que alcanza a la suma total de $us. 1.670.000.-. En el contrato se
srñala para el caso de cumplirse las amortizaciones en petróleo, el
precio de $us. 3:- el barril puesto en Arica. (*)
Según relata E. Mariaca, este contrato tuvo la oposición de los
técnicos de Yacimientos que trabajaban en el distrito de Camiri.
Estos sostenía-1 fundamentalmente que la construcción del oleo-
ducto resultaba inconveniente por no contarse con reservas suficien-
tes que justificaran tan fuerte inversión y que el precio de la
obra, calcmladó por William Brothers, podría ser rebajado al menos
en un 30%. Mariaca, que habría formado parte de la comisión
técnica opuesta a la construcción, sostiene que a raíz de e'sta actitud
e! proyecto quedó paralizado hasta fines de 1957, oportunidad en
la que el entonces Presidente Hernán Siles -Zuazo, "simplemente
ordenó la construcción del oleoducto, basándose en el argumento
inconsistente de que la fe del Estado comprometía el cumplimiento
de los contratos suscritos por Y. P. F. B. en 1956". Al oponerse a
que la construcción se realizara directamente por Y• P. F. B-, ma•
nifestaba que "la eliminación de la Compañía William Brothers
de este proyecto provocaría interferencias del gobierno norteame-
ricano en su programa de cooperación al de Bolivia".
(*) No obstante el precio señalado, el contrato determina que el producto
de la venta de cada partida efectuada a terceros, represen_tar~ el
valor que Gulf reciba por dicha partida para efectos de amort1zac1ón.
- 203 -
 No es posible desconocer que la construcción de este oleod
-al que E . M anaca· calºfº
i ica como obra "irracional"- tal como~ucto
. trata personal extranjero de alta especialidad y ads~ribe al mismo
su momento sostuvieron los técnicos de Yacimientos se la ete t ,
por imposición de Gulf Oíl, que exige se cumpla el 'acuerdo fi c u~
do en 1956,. sin importarle la necesidad que había de contarrma
. . con
reservas suf 1C1ent~s que permitan la utilización óptima de este
costoso
, dueto
. . .y sm tomar en consideración que al haberse . m e1ora•
· las reservas nacionales de hidrocarburos.
ao las
. posibilidades de transporte mediante el oleoducto
. Cam· ·
in•
Yacmba, el traslado de los excedentes de Camiri hacia la Argentina
se encontraba plenamente asegurado, además de que en últi
instancia, la vía hacia Arica contaba con otros medios de tra::
porte.
1 ;1
En septiembre de 1964, menos de dos meses ant~s de su caíd
el régimen del . M-N .R. suscribe con Gulf un contrato median;~
el cual, el oleo4~cto ~ue construye esa empresa por .su cuenta. de
Santa Cruz a S1ca Sica, conectará con el de Sica Sica a Arica,
tramo que será ut_ilizado por la empresa para transportar sus volú-
menes de producci?n, pagando ~na tarifa por transporte de quince
cen~avos por barnl hasta cubnr el valor total de la inversión
reah~ada. Una vez a~~~tizada la inversión, la tarifa quedará
rebapda en _forma dehmtiva a ocho centavos por barril. De esta
manera se produce una nueva · imposición para el ente fiscal del
pet_róleo, que p_ese a ser dueño del oleoducto, tiene que aceptar las
. tan fas que le imponen los usuarios, tarifas que con el transcurso
del . t!empo, lejos_ de auzr:ie~~ar como es normal en este tipo de
servic10s, t!s rebapda defimuvamente en una proporción cercana
al 50%.
Otros dos oleoductos se construyen durante el régimen del
M.N.R-: el que une Camiri con Santa Cruz, en agosto de 1957,
con un tendido de 268 kilómetros de extensión y un diámetro de
4.5 pulgadas; y el oleodusto Carandá-Santa Cruz de 60 kilómetros
de c:xtensión.
4. LA GERENCIA GENERAL DE EXPLO'fACION DE Y.P.F.B.
Un avance efectivo en la organización de Yacimientos Petro·
líferos Fiscales Bolivianos constituye la organización del "Departa·
mento Sur de Exploración", con sede en la localidad de ,Camiri
que más tarde se convierte en la Gerencia de Exploración. · ' de Bolivia.
- 204 -
Para la organización de este departamento, Yacimientos con·
a personal nacional, el que sobre_ la base del. tr~baJO que cumple,
a formándose en modernas técmcas y conoCimientos de esta im·
;ortante fase de la industria petrolera, lo que p_er~ite, mediante
la búsqueda y descubrimiento de nuevos campos, ir mcrementando
En esta actividad se inician trabajos de prospecc10n en Santa
Cruz, ~ediante el estudio geológico de zonas comprendidas ~entro
del área subandina y la aplicación de procedimientos gravimétn·
cos. Estos estudios serán transferidos más tarde a Bolivian Gulf
por $us. 300.000.-, cuando esa compañía obtiene, al amparo del
Código Davenport, el derecho de explotación de esas zon~s, que
llegan a constituirse en los más importantes campos productivos de
Gulf.
Esta medida de creación del Departamento de Exploración
debe ser destacada. La etapa exploratoria había sido permanente·
mente descuidada por parte de Yacimientos por ser una de las
más costosas y por el hecho de que en toda época, antes y después
de la creación de esta importante repartición, la mayor parte de
las posibilidade! financieras de Y. P •F. B. son destina~as. a otros
rubros. La simple presencia de un departamento especializado en
estas labores va forzando a aplicar algún financiamiento a esta
actividad.
5. NOTAS REVERSALES SOBRE LA
"LEY DE SEGURIDAD MUTUA".
El gobierno de la época, por intermedio de su Canciller
Walter Guevara Arze, firma el 23 de septiembre de 1955, con el
Embajador de los Estados Unidos A . . Drew, _las N_otas Reversal;s
sc,bre garantía a los capitales estadoumdenses mvert1dos en el pais,
autorizados por la Ley de Seguridad Mutua. Mediante estas Notas
se conviene que cualesquiera de los países suscribientes realizarán
consultas respecto a los proyectos que ~ayan a desarrollarse :º Bo·
Iivia y que fueran propuestos por cm~adanos norteamericanos,
comprometiéndose el gobierno norteamericano a no otorgar ningu·
na garantía a aquellos proyectos que no fueran aprobados por el
- 205 -
 . En_ los proyectos . apr.obados por el gobierno boliviano, se
aplicaran la5 garantías autorizadas por la sección 413 (B) (4) de
la Ley de, Segun~ad Mutua de 1954. Al aceptarse la aplicación de
las_ garantias prev1slas por ~sta Ley, queda estaQ1ecido que si cual-
qmer empresa de capital norteamericano o propiedad de un ciuda-
dano de los EE. UU., fuera objeto de e*propiación o confiscación
por parte del gobierno de Bolj via, el, gobierno norteamericano
, pagará al dammh cado el monto de sus inversiones y el boliviano
devolv~rá a éste los montos que hubiera pagado al inversíonista
garantizado.
En 4 de marzo de 1964, el mismo régimen del M. N ."R. me-
diante Nota Revei-~ai, enmienda el acuerdo de _ 23 de septiembre
de 1955. Establece que "Posteriormente al cambio de esas Notas
los Estados Unidos de América han promulgado legislacion modi~
hcando y ampliando la protección proporcionada a los inversio-
ni s1t_as, por medio _de garantías de inversión que podrían ser· c~n-
cecüdas por el gobierno de los Estados Unidos de América", y que
el gobierno de Bolivia "acepta las modificaciones y ampliaciones".
En esa virtud las considera .de aplicación a lo acordado mediante
la Nota de septiembre de 1955.
Resulta difícil explicarnos cómo gobiernos que han venido
e~grimiendo una eti9_ueta nacionalista, con la que pretenden justi-
ficar to?ª su actuac10n, se someten a esta clase de imposiciones de
un gobierno extran3ero, renunciando atribuciones inherentes .a un
~st~do _sobera_n? y extremando la dependencia de nuestro país a
l1m1tes rnadmisibles. La ayuda económica norteamericana tradücida
en varios centenares de millones. de dólares, que ·constituye la base
~el sostemmiento político del régimen del M.N-R., obligaba a
e~te a aceptar toda clase de exigencias en desmedro de la dignida.d
y soberanía nacionales.
6. CODIGO DEL PETROLEO.
A principios de 1955, 1a Misión de Aplicación de la Asistencia
<le los Estados U nido, en Bolivia, a pedido del ·gobierno boliviano,
puso a éste en contacto con la firma consultora neoyorquma Schus-
ter and Davenport, la que al costo de $us. 60.000.- . financiados
por el "P~nto IV", redacta un proyecto de Código del Petróleo,
más conocido en nue&tro país como '.'Código Davenport.'.', el .c ual
- 206' -
es aprobado el 26 de octubre de 1955, durante el gobierno de Víc-
tor raz Estenssoro, quien también promulga el 24 de ent:ro de
J956, el Decreto Reg1amentano del Código.
El Código del .Petróleo lo consideraremos en sus principales
aspectos en el capítulo siguiente, por lo que lo úmco que autlan-
tamos es el hecho de que este Cólligo abre legalmente Jas puertas
para el ingreso al país de empresas privadas extranJeras, ("') termi-
nando ep. esta forma una etapa de exclusiva explornción petrolera
fiscal iniciada en 1937.
No queremos analizar en esta oportunidad la conveniencia o
inconveniencia de la aplicación de capitales privados en la inJus-
tria petrolera. Sólo queremos 5cíialar que lo repruchaul~, en cuanto
al Cóuigo del Petró1eo se refiere, no const1tuye el h"cho de que
éste hubiera sido redactado por consultores extranJeros, sino el
haber sido aprobado sin que los aulucalificados "libertadores eco-
nómicos de Bolivia" hubieran efectuado un análisis de sus prec-.::p-
tos, aceptando norma~ perjudiciales al interés de la Nación y del
pueblo bolivianos, como, por eJemplo el llamado "tactor de agota-
miento", extraído de la parte más negativa de la legislación norte-
americana e inaplicable desde todo punto de vista en Bolivia.
Resulta tamb~n i11admisible, que quienes contormaban el Poder
Legislativo en la época, hubieran aprobado el Código conlund1cto
en un paquete de ~2 decr.etm elevados a rango de Ley, sin ningún
previo examen ni consideración, limitándose a suprimir por acuerdo
de la Cámara de Diputados, el Art. 21 del proyecto, indebidamen-
te incluido .en el mismo pon1ue se refería a un convenio interna-
cional cuya incorporación en la ley ,10 era procedente. (*) .
(*) El contrato suscrito con G. Me Carthy en 1952 llega a representar
el primer paso dado para el ingreso de empresas privadas explota-
doras de petróleo, realizado sin embargo al margen y con anterioridad
al Código del Petróleo.
(*) El Art. 21 del proyecto establecía: "Entre tanto se encuentren en
vigencia las partes correspondientes de las notas reversales suscritas
con el Brasil el 17 de enero de 1952 y los Tratados sobre Vincula-
ción Ferroviaria y Sobre S¡¡Jida y Aprovechamiento del Petróleo
,Boliviano, que establecen determinada área para exploración y e;·
plotación petrolera conjunta por los do!¡ pafses, se excluye die'
área de las zonas a que se refiere el articuJo anterior y por consi-
guiente de los regímenes de concesión de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bo!ivianos establecidos por este Código".
- 207 -
 7. CONTRATOS DE OPERACION CONJUNTA
CON BOLIVIAN GULF Y CHACO PETROLEUM.
Habíamos señalado al referirnos a los oleoductos construidos
en este período, que además del Contrato de Financiamiento de
Oleoductos, se suscribe con Bolivian Gulf el 23 de mayo de 1956,
o sea con posterioridad a la promulgación del Código del Petróleo,
un contrato de Operación Conjunta. Mediante este convenio Ya-
cimientos otorga a Gulf, en la zona en que la entidad fiscal posee
adjudicaciones, una extensión de 1.500.000 hectáreas a efecto de
que realice operaciones exploratorias, concediéndosele para el cum.
plimiento de las mismas un plazo de cuatro años a partir de la
suscripción del convenio. Vencido el plazo, la compañía deberá
tener seleccionada~ un total de 450.000 hectáreas en las que inicia-
ría la etapa de exp!otación. para la que se establece una vigencia
de 40 años.
El contrato obliga a la Compañía a iniciar los trabajos explo-
ra torios en un plazo máximo de seis meses a partir de la fecha
de su suscripción; a una inversión ¡:nínima de $us. 0.80 anuales por
l' ec,área durante la misma etapa y a efectuar una perforación de
al menos 5.000 metros por cada 100.000 hectáreas, en el transcurso
de los cinco años posteriores a la fecha en que los contratistas
hubieran seleccionado las áreas destinadas a explotación.
La participación del Estado consistirá de acuerdo con los
términos del contrato, en una regalía del 11 % y un impuesto único
del 19%, ambos calculados sobre el total de la producción.
En cuanto se refiere al contrato suscrito con Chaco Petroleum,
que como vimos se constituye en subrogataria del contrato Me
Carthy al que nos hemos referido anteriormente, las condiciones
que se acuerdan con esta compañía son similares a las establecidas
para Bolivian Gulf, con la misma participación total de 30% sobre
la producción bruta.
Estos contratos de operación suscritos con Gulf y Chaco, resul-
tan, en cuanto se refiere a las participaciones económicas en favor
del Estado, mucho más convenientes que lo establecido por el
Código del Petróleo. Si bien las empresas quedan excluidas del
pago de todo impuesto de orden general y de patentes, el monto
- 208 -
de lo que llegarían a pagar, que en total representa et 30% de la
producción bruta, podría llegar a calcularse aproximadamente t::n
un 45% de los beneficios totales, si tomámos en cuenta las amorti-
zaciones an uales rela,ivas a inversión y los montos corrc!>pondi1::n-
te1- a gastos de operación.
8. CONTRATO MADREJONES.
Al amparo del Código Davenport, en mayo de 1957, el gobierno
presidido por Hernán Siles Zuazo resuelve convocar a licitación
pública -prevista por el Código- para adjudicar en contrato de
opernción conjunta la zona de \fadrejones, ubicada en la parte
sud del área suuandina. lim1t1 ofe con la frontera argentina.
La licitación provoca reñidos debates en el Parlamento boli-
viano promovidos por Ius conraao, diputados no oficialist,1s que
lo integraban, los que logran crear en la opinión pública un
profundo malestar y la convicción de que se estaría entregando
la mayor nqueza petrolíiera con la que contaba el país.
No existían sin embargo pruebas fehacientes de la bondad
del yacimiente en cuestión. Al frente de la frontera boliviana, en
Madrejones argentino y Campo Durán, se estaban realizando ope·
raciones productivas de apreciable magnitud. Yacimientos Petrolí-
feros :Fiscales Bolivianos no contaba con equipos de perforación
aptos para profundidades m.;yores. que le permitieran enfocar un
trabajo positivo en la zona boliviana, y al parecer no pudo llegar
a obtener un financia mientu suficiente para salvar esas dificulta·
des.
Sergio Almaráz, al referirse a Madrejones, sostiene enfática-
ment(' ':lue la reserva de ese campo es más granrle que toda la
reserva combinada de los yacimientos que se encontraban en explo-
tación. Que si Y,P.F.B-, ¡,Ólo explotara Madrejones, clausuranJo
todos los demás campos, se encontraría en mejor 1,ituación. No
entendemos de dónde obtiene Almaráz la conclusión que tan ter-
minantemente expone en su obra. No es su única afirmación
equivocada. Creemos que es su mentalidad contraria a todo lo
que signi[ique empresa e irnciativa privadas, la que lo induce a
c.ometer estos errores.
- 209 -

A la licitación convocada por el gohierno presentan propues-
tas cinco compañías: Gulf, Fish, Madlener Cristiansen, Oil and
Gas Property Management y Petrofina. Calificadas las propuestas
por Y-P.F.B-, resultan habilitadas cuatro de las proponentes, ocu-
pando el primer lugar Petrofina de Bélgica, seguida por Fish y
Gulf, ambas norteamericanas.
No conforme el gobierno con las propuestas, resuelve convo-
car a las Compa11ía~ habilitadas, a puja abierta, a raíz de la cual
la Fish que mejora su propuesta, pasa a ocupar el primer lugar y
1 esulta por consiguiente elegida. Para efectos de la suscripción del
contrato, la Fish se une con las compañías North America Utility,
Tipsa S.R.L., <le origen argentino, y Petroleum Machiney, de
origen italiano, y entre las cuatro forman la Bolivian Oil Com-
pany, con la que se firma el contrato de operación conjunta.
Entre las principales condiciones emergentes de la oferta se
establece un premio de $us. 1.500.000.- en favor del Estado, un
adelanto a cuenta de participaciones sobre producción de $us.-
2.500.000.-, un préstamo por valor de $us. 12.000.000.- (parte de
los cuales irían a Yacimientos) y una participación en favor de
Y-P.F.B- de un 50% sobre la producción bruta de petróleo o <le
gas comercializable que se explote.
No tenemos información de las causas que justificaron la
suscripc10n del contrato con Bolivian Oil Company, una de
cuyas partes integrantes era la Fish, cuya propuesta había obtenido
la aprobación gubernamental. Lo cierto es que se inician de inme-
diato las perforaciones, llegándose a un total de 24.323.29 metros,
distribuidos en siete pozos, labor que permite constatar muy rápi-
damente que el campo de Madrejones no constituía una zona de
grandes posibilidades como se había _venido sosteniendo.
Datos del Ministerio de Minas y Pettóleo proporcionados al
de enero de 1966, e~tablecen qut> hasta esa fecha se había extraí-
]<.>
do, desde abril de 1960 en que empezara la producción en Ma-
drejones, un 90% de todo el petróleo recuperable contenido en el
yacimiento, en base a la siguiente producción :
- 210 -
Año M3 de Petróleo Año · M3 de Petróleo
1960 73.719.06 1963 20.589.10
1961 44.903.50 1964 9.380.30
1962 29.903.50 1965 5.502.40
_A lgunos volúmenes de gas extraídos de Madrejones se han
exportado a la Argentina desde 1963, pero la producción de gas,
al igual que la del petróleo, también ingresa en fuerte declinación ..
Según datos proporcionad0s por el Ministerio de Minas y Petróleo,
la Bolivian Oil habría gastado en los trabajos cumplidos en Ma-
drejones, algo más de $us. 13.000.000.- hasta el momento en que
t'ste campo fue revertido a Y-P.F.B.
Es innegable que el contrato Madrejones que fue duramente
criticado, constituye, por los procedimientos que se utilizaron en la
selección de la compañía contratista y por las condiciones en que
se Jo otorgó, el mejor convenio que se habría suscrito en favor de
Y.P.F-B. sobre la base del Código del Petróleo. La participación
del 50% de la producción bruta acordada en favor de Yacimientos,
a la que habría que agregar los montos relativos a recuperación
de inversiones y los correspondientes a gastos de explotación, nos
da corno resuftado aproximado un porcentaje que podríamos cal- ·
cularlo hasta en un 70% de los beneficios totales emergentes de la
explotación. Lo lamentable es que la declinación acelerada del
campo no ha permitido llenar las expectativas que sobre este te-
nían Y.P-F.B. y. la propia compañía adjudicataria.
9. OTROS HECHOS IM_P ORTANTES.
Entre otros importa.n tes hechos dignos de destacarse, produ-
cidos d~rante el período que estanÍos analizando, podem~~ señalar
los acuerdos de Roboré suscritos con el Brasil. Mediahte· éstos
queda modificado definitivamente el Tratado Sobre Salida y Apro-
vechamientos del Petróleo Boliviano, de acuerdo ｾ＠ los detalles que
hemos señalado en otro capítulo.
Otras obras que merecen especial mención , constituyen la ins-
talación en Carniri de una planta reinyectora · de gas y la de una
refinería en Santa Cruz, con una capacidad de 2.000 barriles .
- 211 - ·
 En lo relativo a perforaciones, vale la pena anotar que en
este período no se tratan con verdadero realismo las necesidades
que tiene Y-P.F-B. de procurar el incremento de sus reservas, no
sólo para cumplir los programas y compromisos de exportación
que se habían aceptado, sino para enfocar otros proyectos internos,
como los relativos a petroquímica que recién son considerados en
un período posterior. Si bien Yacimientos, debido a la obtención
de un importante crédito llega a perforar en 1963 un total de
23.133 metros, esta labor es descuidada al año siguiente en que
solamente se alcanza a perforar un total de 10.734 metros.
En cuanto a producción se refiere, ésta experimenta una im-
portante declinación a partir de 1957, la que llega a su clímax en
1962, año en el que durante algunos meses no se abastece la de-
manda interna, que vuelve sin embargo a ser satisfecha en el curso
del mismo año.
Bolivian Texas Oil Co.,
Cataract Mining Co.,
Comp¡¡ñía Petrolera Boliviana Shell Ltda.
Compañía Petrolera Brasilera S.A.,
Chaco Petroleum S-A.,
Unión Brasil Bolivia de Petróleo,
White Eagle International Oil Co.
No vamos a analizar el quehacer de cada una de estas compa-
ñías. Lo cierto es que todas, menos Bolivian Gulf Oil Co., fueron
abandonando paulatinamente sus concesione_s por los r~sulta~os
nulos e insuficientemente rentables que obtienen en sus trabaJOS
exploratorios, calculándose que en los . años que permanec1:ron
estas compañías en Bolivia, gastaron algo más de ochenta y cmco
millones de dólares.

La producción, durante el período de 12 años que gobierna

al país el régimen del M . N. R., es la siguiente, de acuerdo a datos
proporcionados por el Ministerio de Minas y Petróleo:

1953 608.820 barriles 1959 3.170.124 barriles 11

1954 l.605.231 barriles 1960 3.110.026 barriles
1955 2.696.015 barriles 1961 2.706.320 barriles
1956 3.195.996 barriles 1962 2.599.690 barriles
1957 3.575.401 barriles 1963 3.156.904 barriles
1958 3.435.877 barriles 1964 3.141.051 barriles

Es preciso señalar que durante el período que acabamos de

analizar, al amparo del Código del Petróleo, además de la inver-
sión que realizan las compañías con las que se suscriben contratos
de operación conjunta, ingresan al país las siguientes empresas
petroleras:

Andes Oil Co. lnc.

Bolivian Atlantic Corporation,
Bolivian American Oil Co.,
Bolivian California Petroleum Co.,
Bolivian Gulf Oil Co.
Bolivian Petroleum Corporation,

- 212 - - 213 -
XVI. EL CODIGO DEL PETROLEO.(*)

1. CONSIDERACIONES DE SU PROMULGACION.

El Código del Petróleo, más conocido er> d pais como Código

Davenport, aprobado el 26 de octubre de 1955, basa fundamental·
mente su existencia en la necesidad de crear condiciones para ca-
nalizar inversiones privadas ·extranjeras en las proporciones nece·
sarias para desarrollar con éxito la industria petrolera en Bolivia,
y explotar y explorar las áreas petrolíferas existentes en el territorio
de la República, esto en la "imposibilidad de aportar con recursos
nacionales" a esa labor necesaria para "crear un amplio desarroiio
de la economía nacional".

Sostiene e¡ Código en sus consideraciones que la leg~slación

petrolera vigente es anacrónica y no establece normas que protejan
la seguridad nacional, al mismo tiempo que den gar:mtías al ca·
pita! privado, asegurando además el desarrollo de la industria
fiscal del petróleo, por lo que afirma que es imprescindible la
dictación de una ley basada en normas "jurídicas, económicas y
técnicas" actualizadas y acordes con el interés nacional.

Si s.e· considera la necesidad que ten ía el país de contar con

capit:tles de riesgo que permitieran, primero evaluar el potencial
p :trolífero, y luego explotar esta riqueza como un medio de logrnr
fuer tes excedentes económicos que faciliten la ejecución de proyec-
tos de amplio beneficio nacional, se hacía indiscutiblemente nece-
saria la dictación de normas que coadyuven a la búsqueda de ese
objetivo. Pero si se analizan las partes funda~entales del Código,

(') Ver anexo XI.

- - 215 -
 nos encontramos con el hecho de que éstas, lejos de beneficiar a la
Nación. permiten la explot;i.ción estéril de una de nuestras prin-
cipales riquezas, y lejos de servir de punto de partida al robusteci-
miento de nuestra economía, la debilita, haciendo que nuestro
potencial petrolero beneficie a· consorcios extranjeros ｾ＠ cambio de
compensaciones muy magras en fayor del Estado. · '
2. PRINCIPALES CONSIDERACIONES GENERALES.
El Código proclama como princ1p10 fundamental el dominio
directo, inalienable e imprescriptible de la Nación sobre todos los
yacimientos de hidrocarburos que se encuentren .en territorio boli-
viano. Determina además ·que todo lo relacionado a la ejecución
de las etapas de exploración, explotación, manufactura o transfor-
mación, almacenaje y transporte de hidrocarburos, se. constituye
en utilidad pública. Deja claramente establecido· que "ninguna
concesión, sociedad ni conlrato" puede llegar a conferir la propie-
dad de los yacimientos de hidrocarburos y, solamente, pueden
llegar a constituir un "derecho real" que otorg-a el Estado· para
ejecutar determinadas fases de la industria petrolera, derecho que
de acuerdo a la ley puede ser ejercitado por el Estado directamente
a través de entidades autárquicas, a través de sociedades mixtas,
otorgando concesiones a personas públicas o privadas o .celebrando
contratos con personas privadas.
El Art. l 4 ~sta blece una clara distinción entre el suelo y el
subsuelo. Proclama que siendo el subsuelo, en virtud de preceptos
constitucionales propiedad exclusiva del Estado, se mantienen vi-
gentes todos los_ derechos que por ley corresponden al propietario
del suelo.
El Código prohibe expresamente que gobiernos o estados ex-
tranjeros o empresas que de ellos dependan, puedan obtener conce-
i;iones en forma directa o que puedan adquirir derechos sobre ellas
en forma indirecta o poseer acciones de las empresas a quienes se
hubiera otorgado alguna concesión. Se preve que los concesionarios
por el solo hecho de ser . tales, cualquiera sea su país de origen,
- 216 -
quedan sometidos a las leyes de la República de· Bolivia, renun-.
ciando en forma expresa _a cualquier reclamación diplomática que
pretendieran efectuar,. en todo. aquello que se relacione con lq
concesión.
El Art. 18 determina que si las disposiciones de.! Código o su
Reglamento llegaran a modificarse, estas modificaciones no com·
prenderán en sus alcances a las concesiones y contratos que se hu·
hieran otorgado con anterioridad a ellas, salvo acuerdo de partes,
dejando el Art. 19 establecida la jurisdicción de la Corte Suprema
de Justiáa para conocer cualquier controversia que se presentara
wbre la aplicación de las normas del Código en relación con las
concesiones. Este artículo 18 ratifica un principio jurídico univer-
ralmente aceptado; cuya inclusión en el texto de la ley creemos
innecesaria. Probablemente no representá otra cosa que un sentí·
mieD.to de desconfianza hacia la juridicidad boliviana, que· lleva a
los proyectistas foráneos a incorporarlo expresamente en el ·Código.
Para fines de aplicación de las normas del Código del Petró·
leo y el otorg;amiento de ccncesiones, el Art. 20 divide el territorio
nacional en tres zonas claramente definidas y una especial desti·
nada exclusivamente a Y.P.F.B., tal como se puede apreciar en
el gráfico NQ 6. No obstante que la cuenca subandina boliviana,
que se presume potencialmente petrolífera llega a incursionar en
las tres zonas, es indudable que la zona I y la asignada a Yacimientos
.Petrolíferos Fiscales Bolivianos, son las que pueden considerarse
de mayor posibilidarl para la explota<-ión de hidrocarburos.
3. PERMISOS DE RECONOCIMIENTO SUPERFICIAL
Y REGIMEN DE CONCESIONES.
El Código señala la posibilidad de obtener permisos para rea·
!izar reconocimientos superficiales de determinadas zonas. Para
este efecto otorga el plazo de un año ampliable a un segundo año,
coucediendo sin embargo para ambos casos a la Dirección General
- 217 -
de Petróleo, la facultad de poder cancelar el permiso con el solo
requisito de un pr<-aviso de 60 días o hacerlo en forma inmediata
en caso de existir alguna causal grave en contra del permisionario,
preveyendo que debe quedar asimismo suspendido el permiso si so-
bre las mismas áreas que éste comprende se llegaran a otorgar
concesiones de exploración o explotación.

El permiso de reconoom1ento superficial permite realizar tra-

l,ajos topográficos, geológicos, geofísicos, geoquímicos e inclusive
efectuar perforaciones superficiales destinadas a la obtención de /
datos geológicos.
'"'º"'º' s•Q., ..
<
•
En lo referente a las concesiones, éstas pueden otorgarse para
...,..•
fines de exploración y subsiguiente explotación, para explotación s• .ig"~~•0 Trinidad

directa; para refinación, transformación o industrialización y, para ZONA 2 º.,...

transporte; pudiendo estas dos últimas ser accesorias de las dos
primeras y la última accesoria de la tercera. El límite máximo ZONA 3(b) cepcló-. •
de extensíón territorial que puede otorgarse como concesión de 511 . 1011oe10 s11 ,,. , ;,,
Cochoboinbo
exploración y subsiguiente explotación se 1) fija en 150.000 hectá- • o llloottoct\v•t'
Tof oco,/ •
reas en l¡:t zona I, 400.000 hectáreas en la zona Il y 750.000 Sonia Cruz
. o
hectáreas· en la zona III, extensiones que disminuyen para el c;i<o
de otorgarmiento de concesiones para explot;i.ción directa a 75.000 Z ON A'·~··1 lhbo t•

hectáreas en la zona T, a 200.000 hectáreas en la zona II y a 375.000 •

hO Su ere
11:pota
hectáreas en la zona III, estableciéndose además el que ningu na Potos,· O h"ºrC"="º'---- ..J
persona física o jurídica, cualquiera que sea la clase d e concesión
que se le otorgue, podrá poseer u na extensión total m ?.vo r ?.
500.000 hectáreas en la zona I, a 1.500.000 hectáreas en la zona II
y a 3.000 .000 de hectáreas en la zona III. En esta form,:i. p ar ece
- ZONA 3·(c)
"~··· · P. F. B
¡,y
0

A•~~ho
1
•
1 1

que el Código pretendiera evitar el acap aramiento, por p arte de u na

p ersona o empresa, de concesiones y d e grandes extensiones en
d iferentes áreas del territorio nacional. Sin desmerecer el ob ietivo
p erseguid o, d ebemos seña lar el h echo d e que lo gnmde d e las
extensiones p ermisibles, anula al meno s en parte e~.e p rop ósito.
ARGENTINA

DIVISION DEL TERRITORIO NACIONAL POR ZONAS

(CODIGO DEL PETROLEO)

-· 218 - -·
 El capítulo IV regula el procedimiento para la obtención de
concesiones y señala los requisitos que deben llenar los peticiona-
rios. Entre ellos fija un depósito de garantía equivalente a $us.
0.20 por hectárea en la zona I, $us. 0.IO por hectárea en la zona
II y a $us. 0.05 por hectárea en la zona III, esto para las concesio-
nes de exploración y subsiguiente explotación, debiendo ser dupli-
cadas las sumas anteriormente indicadas para el caso de que las
concesiones otorgatlas sean para explotación directa.
Otros aspectos que en este capítulo referido a la hermenéutica
de las concesiones merece ser destacado, constituye la facultad que
se otorga al Poder Ejecutivo de . adjudicar concesiones mediante
el sistema de licitación. De acuerdo con esta facultad, el Ejecutivo
podrá llamar a licitación cuando así lo crea conveniente o cuando
se presenten las siguientes circunstancias señaladas expresamente:
1.- Si después de 30 días de promulgádo el Código se presen-
tan solicitudes de concesión en áreas que se encuentran superpues-
tas entre sí en todo o en parte.
2.- Cuando a raíz de la publicación del extracto de una
solicitud de otorgamiento de concesión, se presentara dentro de
los 15 días siguientes a dicha publicación otra solicitud referida a
la misma área, en la que el peticionario qfredera mayores ventaJas
a los intereses del país.
3.- Si el peticionario a que nos referimos en el punto anterior
pidiera expresamente que el área solicitada en adjudicación sea
sometida a li.-itación.
4.- Si dentro de los l!- días de publicado el extracto de la
solicitud de adjudicación se presentaran otras peticiones sobre la
misma superficie ya solicitada.
En la licitación deben establecerse las bases y condiciones
de la misma, aprobadas por Resolución ,Suprema, la que también
deberá señalar el monto de garantía que deben depositar los propo-
nentes. Se publica todo esto por 15 d ías consecutivos, otorgándose
un plazo de 30 días a partir de la última publicación para hacer
llegar las ofertas, que serán abiertas y leídas en acto especial. con
asistencia del Notario de Petróleos, debiendo en esa ocasión levan-
tarse un acta que será suscrita por los interesados presentes.
- 220 -
Calificadas las propuestas, para cuyo efecto la Dirección
General de Petróleo tiene un plazo máximo. de 15 días, ese orga-
11ismo notificará mediante publicación haber procedido a la califi-
cación, señalando día y hora dentro de los 15 días siguientes, para
la realización de una reunión en la que se procederá a puja abierta.
En ella los proponentes podrán ofrecer mejores premios pecuniarios
en favor del Estado, sobre la base de la propuesta que en la
calificación hubiera resultado la más ventajosa.
Este procedimiento de adjudicación de concesiones mediante
licitación, novedoso en nuestra legislación petrolera, resulta un
método conveniente a los intereses del Estado. Permite obtener
ventajas sobre bases mínimas que se señalan, que son las que en
todo caso debían ser estudiadas con especial empeño, procurando
establecer en ellas condidones favorables al interés nacional, a
efec~o de que partiendo de éstas,. los interesados puedan competir
libre y públicamente en el mejoramiento de esas condkiones.
Los artículos 67 y 68 reconocen en favor del concesionario el
derecho de explorar en forma exclusiva las áreas comprendidas en
una concesión de exploración y subsiguiente explotación, durante
un lapso de 4 años en la zona I, sin lugar a prórroga alguna,
durante cuatro años con posibilidad de una prórroga de dos años
en la zona II y por seis años, con posibilidad de obtener dos pró-
rrogas de a dos años cada una, en la zona III. Les confiere también
el derecho a explotar hidro~arburos durante 40 años en el área
que el concesionario seleccione para tal fin y de la que levantará
planos que deben ser aprobados por la Dirección General de
Petróleo, recabando la constancia protocolizada por el Notario de
Petróleos, del derecho otorgado por ese organismo de explotar las
áreas así seleccionadas.
Para el cumplimiento de la labor de explotación, el Código
obliga a los concesionarios a realizar una inversión mínim;; anual
de $us. 0.80 por hectárea en la zona I, · de $us. 0.50 por hectárea
en la zona II y de $us. 0.20 por hectárea en la zona III, estable-
ciendo un plazo máximo de 6 meses a partir de la Resolución
Suprema adjudicatoria para la iniciación de los trabajos explora-
torios. Las prórrogas que se otorguen a los plazos establecidos para
la exploración obligan al concesionario a incrementar en un 30%
las inversiones mínimas señaladas;
- 221
 Las cantidades obligatorias de inversión que establece el Có-
digo, son en nuestro .concepto insuficienLcs para el propósito de
un trabajo sostenido y efectivo de exploración. En lo relativo a
los plazos otorgados para estos trabajos, si bien son aparentemente
largos, resulta muy difícil establecer cuánto tiempo se puede reque-
rir para encontrar hidrocarburos en una determinada zona o para
descartar esa posibilidad. En todo caso, una inversión suficiente· y·
un efectivo control por parte del Estado, acortarían plazos y
t>vitai;ían injustificadas demoras en el logro del objetivo de iniciar
la etapa productiva, para la cual si nos parece largo el término µe
40 años que permite el Código, por las razones que refiriéndonos a
eHe mismo p·u nto hemos señalado al analizar leyes anteriores.
Concluidos los plazos para exploración e iniciado el período
de explotación, el concesionario está obligado a perforar uno o
más pozos, que en con1untu deben alcanzar una profundidad míni-
ma de cinco mil metros por cada cien . mil hectáreas, durante los
primeros siete años de iniciada esta etapa y dos o más pozos, con
una profundidad total mínima de diez mil metros .por cada veinte
mil hectáreas o fracción, durante los siguientes ocho años.
El Art. 100, salvando únicamente el caso de los que ob tuvieran
concesiones autónomas para refinación y/ o transporte, los c~ales
uedan obligados a pagar los impuestos sobre utilidades previstos
~or la legislación impositiva . general; determina _que todas ,l~s
demás actividades de la industna petrolera se basaran en el reg1-
men de tributación previsto por el Código.
En lo relativo a patentes, señala un pago por año y por hectá·
rea durante el período de exploración de $us. 0.50 en la z~na I,
de $us. 0.30 en la zona II y de $us. 0.20 en la zona III, cantidades
que serán elevadas a $us. O.SO en la zona II, en caso de otorgarse
prórroga en el término, y, en la zona III, a $us 0.30 por la pnmera
prórroga y a $us. 0.40, por la segunda.
Iniciada la etapa de explotación el concesionario deberá pagar
una patente inicial de $us. 0.40 por hectárea en la zona 1, de $us.
0.30 en la zona II y de $us. 0.20 en la zona 111, además de una
patente anual por hectárea, en moneda dólar norteamericano,
comprendida en la siguiente escala:

Los artículos 92 y 93 establecen el procedimiento a seguir para Zona I Zona n Zona 111
la adjudicación de concesiones para refino, manufactura, transfor-
Del IO al 5° "año 0.15 0.10 0.08
mación y/o transporte de hidrocarburos, entendidos como activida-
des subsidiarias de la explot;ición o ·como concesiones autónomas Del 6° al 10° año 0.45 0.30 0.15
Del 11 • al 15• año 1.25 0.80 0.50
Estas, de acuerdo al Art. 94, pueden otorgarse por un · término de
Del 16º al 20° año 1.50 1.00 0.60
40 años cuando son autónomas y por un plazo igual al de la con-
Del 21" al 30• año 1.25 0.80 0.50
cesión en explotación en el caso de solicitarse _como actividad sub-
Del 31 • al 40° año 1.00 0.50 0.30
sidiaria de ésta. En nuestro concepto, estas fases de la · industria
petrolera deberían ser obj~to de monopolio por parte de la entidad
petrolera fiscal. Sin embargo el Código sólo reserva en favor de La anterior escala de patentes es ascendente has~a el ·vigési~o
Y ._P . F- B . ."en -todo o en parte" y "de acuerdo a sus posibilidades", año de explotación. Lo inexplicable es que a partir de ese ano
la distribución de derivados destinados únicamente al consu:p10 se inicia un decremento en la suma a pagarse, cuando más bien
interno. el concesionario, después de haber amortizado en exceso los. gastos
en que incurrió durante la explotación, montaje y preparac1ó~- de
4. TRIBUTACION. la explotación, empieza a percibir mayores y más sanead~s uuhda-
des. No constituye justificativo suficiente para esta rebap el que
_ Dqnae el Código . del Petróleo muestra sus mayore¡ fallas es . lo~. yacimientos vayan decreciendo en su producción, o que _l~s
en el capítulo VI, _referido a la tributación a que están obligados , pozos se vayan agotando, ya que el momento e~ que l_a extracc1.o n
los concesionarios. de hidrocarburos resulte no rentable en el conjun to de su conce-
sión, el concesionario, con seguridad dejará de explotarla.
-.222 ·;....
- 223 -
 Sin embargo no es el hecho anotado, ni los exiguos montos
señalados, las partes más negativas del Código en lo relativo al
pago de patentes. Lo que resulta inadmisible está contemplado en
e! Art. 103, complementado por el 136, los cuales en sus disposi-
c10nes anulan totalmente el pago de patentes. Establece el pi-imero
que "en caso de existir participación o regalía del Estado de arnc:r-
~o al Art. 104 -que se refiere al 11 % sobre producción- y haber.
s1do pagada por el cqncesionario durante el trimestre anterior, de
su_ monto se d:,ducirá el de las patentes de explotación pagaderas -
trimestralmente . En su segunda parte este artículo estipula que
"e~ . todo caso el concesionario deberá siempre pagar como• patente
mm1ma en_ moneda de los Est~dos Unidos de América las siguientes
~urnas: qumce centavos de dólar en la zona I, diez centavos de
dólar en la zona II y ocho centavos de dólar en la zona III, por
año y por hectárea. _Sin embargo, esta disposición también queda
a~ulada po~ l? prev1st~ en el Art. 136 que señala que, salvo pre-
m10s pecumanos obtemdos por el Estado mediante el sistema de
licitación y puja abierta y las patentes iniciales de explotación, "la
s~ma de la parti~ipa~ión o regalía, las patentes y demás impuestos,
cterechos o contnbuc10nes pagados por el concesionario en cual-
quier año, nunca excederá del 50% de la utilidad líquiaa corres-
pondiente al mismo año·•.
Como veremos más adelante y de acuerdo con las propias
determinaciones del Código, las utilidades que declaran obtener los
concesionarios no permiten en la práctica cobrar otro tributo en
favor d~l Estad~ su'! el del 11 % de participación o regalía sobre
producción brut:i, regalía que por mandato del Art. 104 debe ser
pagada obligatoriamente, siu importar el resúltado financiero de
las operaciones del concesionar:o.
El Art. 106 estipula un impuesto fijo de 30% que el: conce-
sionario está obligado a pagar sobre utilidades líquidas.
Si consideramos el impuesto sobre utilidades a que nos referi-
mos,, la regalía del 11 % sobre. p_r~ducción bruta y el monto a que
podnan _alc;.nzar las p~t~ntes m1c1al y anuales, ·su con1unto podría
ser relativamente adm1s1Dle como participación para el Estado si
es que el mismo Código no se preocupara de elimin<tr los tributos
que sus disposiciones están creando. Hemos visto cómo desaparecen
- 224 -
como imposición las patentes anuales de explotación, por disposi-
ción de los Arts. 103 y 136, siendo este último el que concluye por
anular las posibilidades de tributación sobre utilidades, las que
además son previamente reducidas por las disposiciones contenidas
en los Arts. 121 al 127, que señalan normas y sistemas a que debe
sujetarse la confección de los balances de operación de los conce-
sionarios.
El Art. 123, negativamente destacable, preve que de los ingre-
sos que tuviera el concesionario, a efecto de calcular su utilidad
líquida, se deducirán "los gastos generales de administración, cual-
quiera que sea el lugar donde se realicen, los castigos por depre-
ciación de activo tangible y amortización del activo intangible, y
todos los demás gastos y costos que fueran necesarios para obtener
dichos ingresos". Establece además de lo anterior, la deducción por
concepto de "factor de agotamiento" de una suma igual al 27% del
valor bruto de la producción, que estará libre de todo impuesto.
Aceptar las deducciones de todos los gastos en que hubiese
incurrido el concesionario, cualesquiera que éstos sean y en el
Jugar en que se realicen, es aceptar de principio los gastos dispen-
diosos y las li~ralidades a que están acostumbradas las empresas
norteamericanas, en su permanente afán de disminuir montos im-
positivos y los altos costos que rigen fuera de nuestro país, sobre
todo en EE.UU. Es además otorgar al concesionario 'la gran posibi-
lidad de incorporar gastos ficticios, de imposible o al menos difícil
control, permitiéndose en esta forma ocultar y en el mejor de los
casos, minimizar utilidades. Como consecuencia, hacer inaplicable
el impuesto establecido con relación a ellas.
5. EL FACTOR DE AGOTAMIENTO.
Además de Jo que hemos mencionado, el Art. 123 contiene en
su texto la mayor aberración legal del Código constituida por el
llamapo "factor de agotamiento", al que simplemente se lo men-
ciona, sin explicar en qué consiste este factor que permite a los
concesionarios una importante utilidad en perjuicio de la Nación.
El factor de agotamiento, ajeno a nuestras costumbres y ·a
nuestra tradición jurídica, es incorporado al Código del Petróko
- 225 -
 trasplantándolo de la legislación _estadounidense en la cual se lo
aplica en un porcentaje de 27.5%. Los sostenedores de esta deduc-
ción contraria a los intereses del Tesoro estadounidense, la expli-
can en el sentido de que siendo -de acuerdo con la ley americana-
el propietario del suelo, propietario a su vez del subsuelo, al explo-
tarse la riqueza petrolera que es agotable, en la misma proporción
en que se extrae el petróleo se e~taría empobreciendo la propiedad
y disminuyendo por consiguiente el capital que posee el propieta-
rio, por lo que el factor de ago,amiento, según sus sostenedores, no
es otra cosa que una compensación que recibe el propietario por
la paulatina disminución de la riqueza que posee. 1
Esta interpretación que se pretende dar al factor de agota-
miento para justificar su permanencia en el ordenamiento jurídico
de EE. UU., resulta visiblemente forzada y no muestra su venla-
cero significado. En realidad no representa otra . cosa que un
subsidio que otorga el Estado norteamericano a los producto;es
petroleros, traducido en una fórmula tributaria que fue adoptada
en 1913 cuando se discutía el impuesto a la renta, que autorizaba
a ciertas industrias extractivas deducir el 5% de sus ingresos brutos
. al momento de calcular sus cargas impositivas, equiparando esta
~ed~~ción, en cua_n~o al subsuelo se refiere, a una tasa de depre-
C1ac10n que permltra recuperar el capital. Esa tasa por factor de
agotamiento se fue aumentando, principalmente durante la pri-
mera guerra como un aliciente para llevar a los petroleros a mavo-
res inversiones en capitales de riesgo, aplicables principalmente' a
exploración. Es recién en 1926 que se incorpora al Código de Im-
puestos Internos de la Nación el actual 27.5% de deducción per-
misible.
La fuerza con que los petroleros americanos han defendido
en su país el factor de agotamiento en su porcentaje actual, no ha
permitido su desaparición o al menos una disminución en su inci-
dencia, pese a que en varias oportunidades, tanto el Gobierno
como el Congreso de los EE. UU. han luchado contra esta gran-
jería, demostrando el enorme perjuicio que ocasionaba a su Nación
en materia impositiva, que en la década del 50 fue calculado en
una pérdida real que fluctuaba entre los $us. 750.000.000.- a $us.
l.500.000.000.- anuales.
- 226 -
El• factor de agotamiento, incorporado a nuestra legislación
por Íos proyectistas del Código Davenport, no constituye otra cosa
que un obsequio que se hace al productor petrolero, al que para
tines de cálculo impositivo se le permite reducir, sin justificativo
dlido, los volúmcne;; de lo efectivamente producido. Lo extraño
clef caso es que si se llega a aceptar que el factor de agotamiento
wnstitliye una compensación al empobrecimiento paulatino del
rnbsuelo, quien se beneficie con esta compensación debería ser el
dueño del subsuelo, en este caso el Estado boliviano y no el que
se enriquece éñ . proporción directa al empobrecimiento de ese
~ubsuefo, cual seria el concesionario.
De ·acuerdo a las normas del Código del Petróleo, mientras el
Estado recibe una regalía del II % ·sobre producción como com-
·pensación a la pérdida irremisible de una riqueza que le pertenece,
e:i concesionario, que resu'lta el beneficiario ·de la explotación,
recibe además de las utilidades que pudiera obtener, un injustifi-
cado subsidio, que adoptando la mejor fórmula de interpretación
ele la ley alcanza al 24.03% sobre el total de la producción. Este
porcentaje lo obtenemos de 100% - l l % = 89% x 27% = 24.03%.
De esto resulta que aplicando lo previsto por el Código, de que
lo primero qu<t. debe descontarse del total producido es la regalía
o participación del ~stado, obligatoria en cualquier circunstancia,
Jiegamos al resultado de que para fines impositivos y por el obse- .
qúio calificado como factor de agotamiento, el concesionario consi-
dera únicamente como total producido, 75.97 en lugar de 100, que
es· lo , que efectiva·m_e tne ha extraído.
6 , OTRAS DISPOSICIONES RELATIVAS A
·DEDUCCIONES,
_S_e gún el Art, 124, los. premios pecuniarios y la patente inicial
<le explotación no serán deducibles a efecto de calcular la utilidad
Jíq:uida para fines impositi1,,os, pero el concesionario los podrá con-
siderar como costos de adqui~ición de concesiones. Tampoco serán
dedµcibles · l:as patentes de exploración pero su monto podrá ser
considerado dentro <le los gastos .<le exploración, contabili-
_zados, . conjuntamente con los gastos e inversiones realizados
durante la etapa de exploración, en la cuenta capital, a efecto de
~ei:- _ai:nprtizado~ . en cuotas anuales, salvo que el concesionario re-
ｾ＠ 227
 f,uelva aplicar para estos gastos de exploración, incluidas las paten- El Art. 136 de este capítulo referente a tributación, es la cul-
tes, la opción que le concede el Art. 122, deduciéndolos como gas- minaoón de touo lo estaoiec,do en el nnsmo, no por ser el último
tos de operación. ctel capitulo, sino por el hecho de que con él se cierra cuaittmer
posible resquicio que se puctic:ra presentar para aplicar las normas
El Art. 127 admite la amortización de! capital que se hubier<t trwutanas en senuao tavorable a los 1nc1::rtses nac10naies. El ar-
invertido en el país mediante cuotas de hasta un 20% anual. Per- tículo establece textualmente que: "Salvo lo dispuesto en el Art.
mite en esta forma una recuperación de inver~ión en un plazo 105 y con excepción de la patente inicial de exp10tación y de la
de cinco años, comprendiendo en esta disposición, todos los equi- prima pecuniana contempiacta en el Art. 124, la suma g1oual de
pos, maquinarias, útiles, oleoductos, plantas de refino y én general 1 a participación o regalía, patentes y demás impuestos, derechos o
todo aquello que se hubiera aplicado a la cuenta capital, cualquiera contribuciones pagados por el concesionario en cualquier año,
que sea su costo y cualesquiera que sea el tiempo de vida útil que nunca excederá del cincuenta por ciento de la utilidad líqwda
poseyeran. Es inadmisible que refinerías, oleoductos, equipos de correspondiente al mismo año. Si dicha suma global excectie,a,
perforación y otros, algunos cuya vida útil supera los 25 años y será considerada como pago adelantado de la participación o re-
cuyos costos son elevados, puedan ser amortizados en cinco años, gaiia, patentes y demás impuestos, derechos o contriouciones que
permitiéndose al concesionario recuperar toda su inversión en tenga que pagar el concesionario en el año o años sigmentes".
tiempo · mínimo, en desmedro de los intereses fiscales. Salvo vehícu-
los y bienes de vida útil relativamente corta, debería haberse
aplicado una escala de depreciaciones que en algunos casos abarque Lo previsto por este artículo anula en la práctica todas las
por lo menos hasta los 20 años. determinaciones del Código relativas a tributos en favor del Esta·
do, el cual, hasta las modificaciones acordadas con la Gulf por el
Sobre el particular, Enrique Mariaca sostiene que "en la prác- Presidente Barrientos, relativas a: la anulación total y definitiva del
tica la industria petrolera mundial señala como aconsejable realizar factor de agotamiento y a que la depreciación se la aplique por
una depreciación calificada de acuerdo al carácter y tipo de los anualidades ~ivididas en todo el período de la concesión, 5Ólo lle-
materiales y equipo". Nos muestra la relación que el Departamen- gaba a percibir e1 11 % de regalía en boca de pozo.
to del Tesoro de los EE. UU. aplica como promedio de vida útil
para fines de depreciación y que es la siguiente: Volvemos a referirnos a Enrigue Mariaca que nos da un
Equipos de perforación 8 años Oleoductos 25 años ejemplo extraído de datos del "Rem~en de Activid~des . de la
Motores a gas y a gaso- Equipos de bombeo 30 años Bolivian Gulf Oil Company y Observac10nes al Plan Bienal 1965-
lina 10 años Equipos y herramientas 1966". Tomaremos ~se ej.:mplo para demostrar la incidencia que
Máquinas de vapor 15 año~ ·de taller 30 años tienen la depreciación, el cálculo de gastos y el factor de agota-
Usinas eléctricas 10 años Plantas compresoras 25 años miento, como elementos que anulan las contribuciones en favor
Tubería de pozos 20 años Refinerías en paquetes 25 años del Estado:
Líneas de conducción 15 años Plantas de gasolina na-
Separadores de petró- tural 15 años Producción Gulf, un año = 10.950.000 barriles por $us. 2.64
leo y gas 15 años Parte5 refinería, conden- el barril = $us. 29.000.000.-
Tanques de almacena- sadores, torres 15 a 25 años Costo de producción 10.950.000 barriles x $us. 0.50 por barril
miento 20 años Sistema de comunicado- = $us. 5.745.000......
Plantas de tratamiento 15 años nes 20 años Inversión total Bogoc a esa fecha = 80.000.000 + en-
Vehículos livianos 3 años Equipo de distribución tre l O años establécidos para lograr la recuperación de la
Vehícnlos pesados 8 años de producción 20 años inversión = $us. 8.000.000.- .anuales.

- 228 - 229 -
 Regalías en favor del Estado 11 % sobre $us. 29.000.000.-
= $us. 3.190.000.-
Factor de agotamiento 27% sobre $us. 25.810.000.- = $us.
6.968.700.-
Con los · datos anteriores Bolivian Gulf muestra el siguiente
usultado de balance en el año referido:
INGRESOS
haberse ya beneficiado con $us. 6.968.700.-, monto superior en más
del doble a la regalía y mayor que la propia utilidad, que es el
que arroja el cálculo por "factor de agotamiento". En esta forma
los únicos beneficiarios de la explotación petrolera resultan los
concesionarios.
Además de lo señalado, el capítulo referente a tributación
contiene algunos otros aspectos que por lo negativo deben ser espe-
cialmente anotados.

Producción bruta
EGRESOS
Regalías al Estado, 11 %:
Factor de agotamiento, 27% sobre
89% de la producción:
Recuperación anual de la inversión:
Gastos de operación:
TOTAL EGRESOS
UTILIDAD DE LA GESTION
SUMAS IGUALES
Él precio del petróleo según el Código, será fijado en base
$us. 29.000.000.-
a la cotización del petróleo boliviano, y en su defecto, (este sería
el caso) "se equipararán con otro~ petróleos y sustancias similares
de mercado amplio, y cuyo precio haya sido aceptado por la indus-
tria petrolera como patrón de valor para sustancias de calidad y
$us. 3.190.000.-
características similar<:~. 1. <tmbién se tendrán en cuenta los demás
$us. 6.968.700.- factores determinantes del precio en el lugar de producción".
$us. 8.000.000.- La disposición anterior señalada en la segunda parte del Art.
$us. 5.475.000.- 114 hace que la vaguedad del procedimiento para la fijación del
precio y la no individualización de "los factores determinantes"
$us. 23.633.700.- lleven al Estado, en caso de que éste exigiera el pago de la regalía
$us. 5.366.300.- en dinero, a aiscusiones, tratativas y componendas, en las que no es
é, precisamente quien lleva la mejor parte, ·como se ha experimen-
$1.!s· 29.000.000.- $us. 29.000.000.- tado con Standard y Gulf.

El Art. ll9 representa una autorización para la quema ilimi-

Basados en el anterior ejemplo, de la utilidad neta obtenida
ese año de $us. 5.366.300.-, el Estado debía percibir un 30% por
concepto de impuesto, o sea $us. 1.609.890.-, qt1e sumados a la
regalía del I I %, que arroja $us. fl .190.000.-, debía dar un ingreso
por el año que tratamos -y tomando en cuenta solamente esos
dos factores- de $us. 4.799.890.-, pero como de acuerdo _c on el
Art. 136 el Estado no pod1á percibir sumados todos los conceptos,
más del 50% de la utilidad obtenida o sea un máximo de $us
2.683.150.- y como ya habría recibido la regalía por un monto
de Sus. 3.190.000.- suma _inayor al 50% de la utilidad y que por
mandato del Código debe percibir en todo caso, cualquiera que sea·
el resultado financiero de la gestión, quiere decir que el Estado
debe conformarse únicamente con ese 11 %, quedando el concesio-
nario beneficiado con el 100% de Ja utilidad net<:1, además, de
tclda del gas. Establece que "el Estado no percibirá participación
o regalía sobre el gas devuelto al yacimiento o utilizado en cual-
quier procedimiento cuyo objeto sea estimular la producción del
petróleo, ni sobre el gas no aprovechable que deberá quemarse en
mecheros apropiados". Refiriéndose a lo previsto en la primera
parte de este artículo, ésta limita el derecho del Estado a percibir
participación y lo circunscribe únicamente al "gas enajenado por
el conce,;ionario, tratado en plantas para la extracción de la gaso-
lina natural o destinado a otros tratamientos industriales"y única-
mente por un máximo de 15 años, previa fijación de la regalía
mediante "convenio especial entre el Poder Ejecutivo y el conce-
siónario", convenio en el que además se deberá señalar el período
riurante el cual el Estado recibirá su participación sobre el gas
riatural explotado con los fines señalados. Este rég4nen del gas

- 230- - 231 -
 contemplado
. . . por el Código, nos parece insuficiente en sus' prev,- •
swnes e mJusto para el interés nacional, más aún si se considera
que _como resultado de estas regulaciones esa , riqueza no renovable
ha sido que1w1da durante mucho~ años, sin beneficio alguno .
el país. para
El ~rt. 120 resulta una norma '.'sui géneris" y merece poco
comentano. Estab~ece ~ue "cuando convenga a los intereses nacio-
nales, el Poder Ejecutivo tendrá la facultad de rebajar la regal'
ha~ta un_ siete y medio por ciento, por un período no mayor ~:
q_u1~~e anos a contarse desde la iniciación del período de explota-
ción , facultad que queda limitada en su aplicación a las zonas
II ｾ＠ III. Realmente es muy difícil encontrar ejemplo, en los q
el "mter~s nacional" _obligue a rebajar los únicos ingresos que per~~
~e el_ i:ia1s por ~n_a nqueza no renovable, los que a todas luces son
msufic·entes e mJustos.
Segun el Art. 131, la exportación de "petróleo, sus derivados,
gas natural y los productos obtenidos de la refinación" estará exo-
1:erad~ de tod~ impuesto, derecho o gravamen, por Jo que el wnce-
s1~nano podra ~xportar estos productos libremente. Se libera asi-
mismo al_ concesionario, por disposición del Art. 132, mientras dure
~a conces_1ón, de ~.odos .l~s impuestos y derechos consulares, por . Ja
1~portac1ón de los uules, enseres, equipos, maquinarias, herra-
m1en~as, tuberías, materiales y demás elementos que destine a sus
trabajos de e~ploración, explotación, refinación, almacenaje y
~ansporte de hidrocarburos". Libera de todo impuesto la co~struc-
nón o "~quipamiento .d~ edificios u obras qu~ el concesionario ·
<le?a. realizar en cumplimiento de las leyes sociales, pudiendo ade-
mas _importar libre de derechos todas las maquinarias, herramien-
tas, implementos y materiales necesarios destinados a dichas obras".
. La liberalidad estabiecida por los artículos citados es iiijusti·
f1cada. La experiencia nacional nos ha demostrado que dentro de
u~a liber~~ión co~c<;bida en forma tan general y aun en casos
mas _es~ec1ficos y hm1tados, siempre ha existido un abuso con estas
gra?J_enas. Per~anentemente ~e ha? encontrado fórmulas que be-
n:fic1en a los titulares de la hberac1ón en la importación de bienes
a1enos a sus industrias y trabajos específicos o en exceso de los
que realmente necesiten o que beneficien a terceros a quienes no
corresponde esta liberalidad. Pero hay un hecho más ..importante
- 232 --
aún que el señalado, es el de que si los concesionarios, de, acuerdo
a lo que hemos visto pagan en favor del Estado únicamente la
regalía del 11 % no entendemos por qué el fisco tenga que dejar
de percibir, por concepto de derechos de importación, cantidades
que en muchos casos rt:su1tan superiores a los montos que se reci-
ben por concepto de regalías. Se aparta también el artículo de ia
política de protección a la industria nacional que han venido
siguiendo nuestros gobiernos, colocando a ésta en imposibilidad de
competir con bienes importados liberados de derechos arancela-
rios, al establecer que "en igualdad de condiciones y de calidad el
concesionario preferirá materias primas y artículos nacionales".
ElArt. 134 faculta al concesionario, además de poder conver-
tir moneda extranjera en moneda nacional, a lo que están obliga-
dos por su propia actividad y por las circunstancias y condiciones
de su trabajos, a retener en el exterior las divisas provenientes de
dichas ventas y exportación y a convertir en cualquier tiempo en
moneda extranjera la moneda nacional que poseyeran en exceso,
liberándolo de la venta obligatoria de divisas que se impone a los
exportadores.
7. OTRAS D.{$POSICIONES DEL CODIGO.
Los capítulos VIII al XII se refieren a derechos y obligaciont>s
complementarios, al régimen de multas, a los casos en que las
concesiones resulten nulas, puedan ser declaradas caducas o se
extingan, al régimen de Y-P. F.B. y a algunas disposiciones finales.
En el capítulo VIII se exige al concesionario sujetarse a prin-
cipios técnicos en la ejecución de sus trabajos. Proteger m:1ntos de
agua que llegue a encontrar en ·sus perforaciones y emplear todos
los medios que resulten necesarios para proteger las aguas y las
tierras cultivables. Le obliga a informar en plazos determinados
sus actividades, trabajos y montos de las sustancias explotadas;
emplear personal boliviano al menos en un 30% en los estratos
superiores de su organización y por Jo menos en un 85% entre
empleados de niveles jerárquicos bajos y de obreros.
Se faculta a los conce~ionarios a ocupar gratuitamente todos
aquellos terrenos fiscales que requieran para sus trabajos y obras,
- 233 -
 así como a utilizar todas las materias primas que necesiten y que
se encuentren en ellos. A expropiar o gravar con servidumbres los
terrenos de los particulares con el correspondiente pago de indem-
nización. Les autoriza construir o adquirir, y operar, sistemas de
comunicación, sistemas de transporte marítimo, fluvial, ferroviario
y caminero, pudiendo usar además en forma "gratuita una faja de
11 cincuenta metros de ancho en los terrenos fiscales como ·zona de
seguridad" para sus duetos y canales.
11
El Art. 141 de este capítulo obliga al concesionario a propor-
cionar para el consumo nacional todo el petróleo y derivados que
para cubrir las necesidades del país se requieran, siendo únicamen-
te permisible la exportación de excedentes, estando sujeto a la
obligación de satisfacer en su caso las necesidades que en esta ma-
teria pueda exigir la seguridad nacional.
En el capítulo IX se hace referencia en tres artículos a las
multas y sanciones de que pueden ser objeto los concesionarios.
En el X se señalan las causales de nulidad, caducidad y extinción
de las concesiones.
El capítulo XI se refiere al régimen de Yacimientos Petrolífe-
ros }'.iscales Bolivianos al que el Código le asigna una zona delimi-
tada que la mostramos en el gráfico 6, otorgándole el derecho ex-
clusivo de explorar y explotar . hidrocarburos en dicha zona. Le
autoriza además, previa Resolución Suprema que deberá dictarse
en cada caso, a constituir sociedades con personas físicas o jurídi-
cas, con la obligación de retener para sí un mínimo de 51 % de
las acciones de dichas sociedades; así como a celebrar contratos
de arrendamiento u operación para explorar y explotar hidrocar-
buros en la zona que se le tiene asignada.
El Art. 163 de este capítulo establece específicamente que Y-
p. F. B. no gozará de ningún privilegio en el caso de que se deci-
diera a obtener concesiones en otra zona que no sea la que tiene
asignada y que su condición será la misma que la de cualquier otro
peticionario.
- 234 -
En el último capítulo de disposiciones finales, se señalan pla-
zos para dictar la reglamentación del Código,(*) para la entrada
en vigor de éste y para la recepción de soliri tu des de concesión.
Deroga la Ley de 20 de junio de 1921 y en el Art. 167 instituye
otra disposición contraria al interés nacional al levantar "toda
reserva sobre áreas o superficies petrolíferas establecidas por leyes
y disposiciones gubernamentales anteriores".
Como comentario final al Código del Petróleo, prescindiendo
de aspectos tales como el de la nacionalidad de los proyectistas, po-
demos señalar dos hechos favorables emergentes de su promulga-
ción y cinco entre los principales aspectos desfavorables.
FAVORABLES:
1.- El incentivo que representó para el ingreso de capitales
restituyendo la confianza de inversionistas foráneos.
2.- El ingreso de capitales aportados por las 14 compañías
que llegaron al país al amparo del Código.
DESFAVORABLES:
1.- El factor de agotamiento que representa uno de los pre-
ceptos legales más dañinos a los intereses del _país.
2.- Los intrincados procedimientos establecidos para determi·
nar los montos de utilidades y las liberalidades que se otorgan, a
cuyo amparo se pt'rmite aumentar los gastos y las deduccio_nes: A
esto debe agregarse la autorización que se otorga para cap1tahzar
intangibles y por consiguiente disminuir aún más toda posibilidad
impositiva.
~-- El hecho de que. la regalía del 11 %, baja de por sí, llerra
a constituir en la práctica la única participación que tenía f'l _Es·
tado, en razón y como consecuencia de las mismas normas estipu-
ladas por el Código.
(*) El reglamento del Código del Petróleo es aprobado durante el mismo
gobierno del Sr. l>az Estenssoro mediante Decreto Supremo de 24
de enero de 1956
- 235 -
 1

4.- El ningún control efectivo del Estado sobre los gastos de xvn. PERIODO 1964 A 1982.
los concesionarios destinados a sus trabajos petrolíferos, sobre todo
I. GOBIERNO DEL GENERAL RENE BARRIENTOS.
a los realizados en el exterior.
ｾ ｾＮ＠ 1.1. SITUACION DE LA INDUSTRIA PETROLERA.
5.-La inexistencia de normas con relación al gas natural.
La ascensión a la Jefatura de Gobierno del General René
Barrientos, primero como cabeza de una Junta Militar y luego
SALARIOS EN BOLIVIA.· SU EVOLUCION POR SECTORES como- Presidente Constituciou;1I, marca una etapa de evidente
ECONOMICOS (Cuadro publicado por el Instituto Nacional de preocupación gubernamental por el desarrollo de la industria pe-
Estadística con datos del Ministerio de Trabajo y Desarrollo La- u olera boliviana.
boral(*). Como consernencia de la aplicación del Código elaborado por
Schuster and Davenport, se habían reabierto las puertas del país a
SECTORES 1975 1976 1977 1978 1979 los consorcios extranjeros para la explotación de nuestro petróleo.
Las concesiones otorgadas, principalmente las que se habían con·
Salario medio nacional 2.171 2.728 3.042 3.371 3.979
cedido a Gulf Oil, compañía que ocupa el tercer puesto en impor·
Minería 2.128 2.364 2.562 2.597 2.824 tanda en ámbito mundial, constituían un hecho consumado. Las
condiciones en que :;e las había otorgado lesionaban los intereses
PETROLEO 3.854 5.364 6.425 8.911 9.360 del Estado en una medida que superaba las efectuadas a través de
toda la historia petrolera boliviana, · siendo con esta extrema libe-
Industria manufacturera 2.209 2.739 2.895 3.178 3.464 ralidad en materia petrolera, que el régimen 'del M. N. R. paga la
generosa ayuda americana que i;ecibe y que le permite ir cubriendo
Otras industrias 2.296 2.914 3.381 3.449 3.525 los enormes dé¡icits que fueron característica de sus gobiernos.(*)

Construcciones 1.839 2.345 2.676 2.943 3.200 ("') El economista Cornelius H. Zondag que en su obra "La Economía
Bohv1ana" realiza un detenido estudio de nuestra realidad económica
Electricid11.d, gas y servicios durante el régimen del M. N . R . , manifiesta entre otros. conceptos
sanitarios 3.683 3.877 4.222 4.869 5.025 al referirse <'. ta ayuda a;nericana: "El mont_o de la ayuda americana
extendida a Bolivia durante los años 1945-1964, excluyendo la asis-
tencia militar, es de $us. 400.000.000.-. El programa norteamerica-
Comercio 2.623 3.478 3.976 4.699 5.170 no de ayucta puede ser ctivio100 en rres granues cacegonc1s que son:
asistencia económica, cooperación técnica y créditos de desarrollo.
Bancos, seguros y otros esta- La ásistencia económica se m1ció en 19::i4 cuando se hizo claro que
blecimientos financieros 3.834 3.908 5.350 6.699 7.025 Bolivia se hallaba al borde del colapso económico. Para asistir al
país en superar algunos de sus problemas más urgentes, los Estados
Unidos empezaron a enviar ciertos renglones esenciales de alimen-
Transporte, almacenaje y tos comq trigo, as! como gas9hná de aviación, maquinaria y eq\lipo.
comunicaciones 2.536 2.809 3.317 3.925 4.565 La mayoría ae estos productos eran vendidos a importadores bolivia-
nos para su reventa en el mercado local. Los pagos por los pro-
Servicios 1.861 2.110 2.733 2.929 3.100
ductos de la ayuda eran hechos en bolivianos al gobierno, que a su
vez los depositaba en una menta especial (contrapartida). As! los
fondos eran retenidos en la economía boliviana, tanto para apoyo
del presupuesto como para propósitos de desarrollo. Además de esta
(*) Se puede observar el hecho de que los salarios del sector petrolero importación de productos y maquinarias, el gobierno de los Estados
sobrepasan los montos del salario medio nacional en proporciones Unidos inició un programa de donaciones en dinero efectivo desde
que van del 178% al 264% y superan en porcentajes mucho mayores 1957 para sostener las peligrosamente bajas reservas del Banco Cen-
a sectores como los de construcción, minería u otros industriales. tral y ayudar a estabilizar la cotización del boliviano".

- 236 - - 237 -
1.2. PRINCIPALES OBRAS EN MATERIA PETROLERA.
Desde los primeros días del gobierno Barrientos, éste procura
encontrar los cauces más convenientes para el desarrollo de la in-
dustria de hidrocarburos y para el de Y, p. F, B. Gobierno respe-
tuoso de normas de derecho y de los compromisos adquiridos por
el Estado, tenía que encontrar los medios de mejorar las condicio-
nes en que se habían llevado hasta ese momento las relaciones
gobierno-empresa, sin vulnerar los derechos de ésta y logrando al
mismo tiempo el acrecentamiento del prestigio boliviano en el
e~tranjero, haciendo que se considerara al país como un país dig-
no, respetuoso de sus compromisos y obligaciones, ordenado en sus
sistemas y seguro de sus derechos. Había que mejorar la imagen
de Bolivia desprestigiada por los gobiernos anteri0res, al mismo
tiempo que insuflar en los bolivianos la fe y la confianza necesa-
rias para iniciar un camino de recuperación moral y económica,
dentro de sistemas olvidados durante los últimos doce años.
En el · campo que interesa a nuestra materia, se incremeniaii
las perforaciones, que desde 1965, año en el que se 'p erforan 37.365
metros, muestran un alza continuada hasta 1969, - año en el que
fallece el Presidente Barrientos y en el qqe se perforan 77.772 me-
tros. Este ritmo disminuye violentamente ef"año·· 1970 en que ape~
nas se_ alcanza a perforar 8.588 metros.
ｾ＠ ... ... ｾ＠
La- producción de crudo y de gas aumenta a partir de 1965 y
~ún · cuando, por razone:; de agotamiento de algunos pozos se
procluce un descenso en la de petróleo ·en l966 en el orden del
4.5% y del 13% en Í967, ésta vuelve a subir a partir de 1968.
Bolivia interviene en la organización de la Asociación de
Asistencia Recíproca Petrolera Estatal (ARPEL) de la que son
miembros fundadores, además _de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos, la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol
y Portland (ANCAP) de Uruguay, la Corporación Venezolana del
Petróleo (CVP) de Venezuela, Empresas Colombianas del Petróleo
(ECOPETROL) de Colombia, Empresa Nacional del Petróleo
(ANAP) de Chile, Empresa Petrolera Fiscal (EPF) del Perú, Pe-
tróleo Brasildro S. A. (PETROBRAS) del Brasil y Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (YPF) de Argentina.
--::-. 238 ..,.
El objetivo fundamental de ARPEL es lograr la cooperación
mutua entre sus miembros, destinada a defender intereses comunes
y promover un intercambio tecnológico y de infor_maciones, :iue
tienda a una efectiva integración técnica y económica de Latmo-
américa.
Poco más de 4 años dura el Gobierno Barrientos. Durante este
período se descubren seis campos petrolíferos de importancia: San-
ta Cruz, La Peña, Tigre, Monteagudo, San Alberto y Yapacaní.
En esta misma época se empieza a dar significativa importancia a
la petroquímica, negociándose la asignación a Bolivia de algunos
productos petroquímicos, dentro del ámbito del Acue~do de la
Junta de Cartagena. Infelizmente, hasta la fecha, los gobiernos que
se han sücedido desde entonces no han enfocado con verdadera
decisión y seriedad la iniciación de programas de petroquímica,
siquiera básica, en Bolivia.
Entre las principales obras cumplidas durante el período que
estudiamos que han mejorado la capacidad y las instalacion es de
y _p. F. B., podemos citar la ampliación de la Refinería de Santa
Cruz y la de las instalaciones de la Refinería Gualberto y~narro~l
de Cochabamba, la construcción del propanoducto Camm-Boym-
be, la constru~ción de la línea colectora de Campo Monteagudo,
que conecta Monteagudo con la Estación Cerrillos, el tendido del
oleoducto Cerrillos a Choreti, la instalación de una planta de gas
licuado en Camiri y los contratos suscritos en abril de 1969 con
Refincry Management Co. para la realización de estudios sobre
producción de lubricant~s y selección de ~rocesos, y con Fluor Cor·
poration para un estud10 sobre producción de carburantes.
J .3. DISPOSICION CONSTITUCIONAL SOBRE EL
REGIMEN DE HIDROCARBUROS.
En 1967 la Asamblea Constituyente aprueba un nuevo texto
de Constitución Política. En él se incorpora (en el Art. 139) el
principio de que los hidrocarburos son del dominio directo, inalie-
nable e imprescriptible del Estado.
La inclusión de este principio al texto constitucional, concuer·
da con la filosofía de avanzada nacionalista, enmarcada en la ley
y el derecho, que caracteriza al gobierno Barrientos. Por mandato
- 239 -

del citado artículo constitucional, el Estado es el único que posee
el poder de disponer y aprovechar la riqueza que constituyen los
hidrocarburos, correspondiéndole la ejecución de todas las fases
de la industria petrolera. Esta facultad puede cumplirla por meLlio
de una institución fiscal o a "través de concesiones y contratos por
tiempo limitado a sociedades mixtas de operación conjunta o a per-
sonas privadas conforme a ley".
1.4. CARTA DE INTENCIONES DE OPERACION
CONJUNTA EN EL ALTIPLANO(*).
En diciembre de 1966 se intercambia una carta de intenciones
entre Y.P.F.B. y Bolivian Gulf (BOGOC) con miras a una p9si•
hle exploración y posterior explotación de áreas del Altiplano,
sobre la base de un futuro convenio de operación conjunta. Se
preve una distribución igualitaria de los beneficios en caso de
obtenerse resultados positivos, previa devolución a BOGOC de las
sumas que ésta hubiera invertido en la etapa exploratoria, traba·
jos que se realizarían sin costo alguno para Yacimientos en caso
de no obtenerse éxito, salvo que se i-uscribiera un nuevo acuerdo
de operación conjunta que resultara positiva y de la cual BOGOC
recuperaría los fondos invertidos.
Esa operación conjunta para explorar y explotar áreas del
Altiplano hubiera resultado sin lugar a dudas muy ventajosa para
el país. En su ejecución se habría realizado la prospección de una
zona que require elevados costos para su exploración, cumplién-
dose perforaciones a mayor profundidad que las usuales en los
llanos y en los valles, siendo er. realidad BOGOC la única que
aportaba con un fuerte capital de riesgo para este objeto.
La posibilidad del acuerdo Y-P.F.B.·BOGOC ha sido criti-
cada sin analizarse por parte de los impugnadores los puntos favo-
rables que éste podía contener para el país, sobre todo en cuanto
se reliere al posible descubrimiento y posterior explotación de una
nueva riqueza, sobre la que hasta la fecha, transcurridos 21 años,
no tenemos la menor idea de si existe o no.
(*) La Carta de Intenciones dirigida por BOGOC al Presidente de Y. P.
F. B., se Ja tn:iscribe en anexo XII.
- 240 -
Uno de los puntos más criticados por los insatisfechos de pro-
fesión, ha sido el relativo a la segunda parte del punto "C" de la
carta, que establece que de no llegarse a la producción, BOGOC
tendría el derecho de recuperar sus capitales invertidos, de la pri·
mera producción que pudiera ser obtenida como resultado de cual-
quier futura operación conjunta entre Y.P.F-B. y BOGOC. Sobre
esto es importante referirnos a las aclaraciones que en ese momento
hiciera el Presidente de Y. P. F. B., en sentido de que existía en la
Gulf el criterio, debidamente acordado, de no ejecutar en ningún
caso ese derecho consignado en la carta, el que se lo insertaba
simplemente como fórmula usual.
. ,
Con relación a este aspecto, el representante de Yacimientos
subraya lo publicado por el Boletín Informativo IPE que expresa:
"Y-P.F-B- evitaría el pago del 50% de la inversión de gastos ex·
ploratorios en el Altiplano, evitando un segundo convenio con
Gulf". En otra parte ese informativo manifiesta: "Gulf no tendría
intención de exigir dicho pago y la cláusula sólo se incluiría por
cubrir ciertas formalidades de la Compañía en su desenvolvimiento
internacional". Podrá calificarse de ingenuidad creer que Gulf hu·
biera cumplido su propósito claramente expresado de no reclamar
el posible derecho comprendido en este punto, pero lo que no se
podrá negar d' que en realidad dependía de Yacimientos, y no de
BOGOC, el suscribir un nuevo contrato de operación conjunta
después del posible fracaw del primero, y dependía de los organis-
mos del Poder Ejecutivo, y en última instancia de éste, no aprobar
cualquier nuevo contrato que Y-P.F.B. hubiera intentado suscri·
bir.
1.5. OTRAS IMPORTANTES REALIZACIONES.
En 1968 se constituye como sociedad mixta YABOG, confor-
mada por Y. P. F. B. y Bolivian Gulf Co., con acciones divididas
en un 50% para cada una de las partes, con el objetivo de trans·
portar gas para su exportación a la República Argentina, desde
Naranjillos y Monteagudo y desde Colpa, Caranda y Río Grande,
a través del gasoducto Santa Cruz-Yacuiba, que construirá Boli·
vian Gulf y que será administrado por Y-~-F-B.
En julio de 1968, Gas del Estado de la Argentina y Yacimien-
tos Petrolíferos Fi"-Cales Bolivianos suscriben un contrato por el que
- 241 -
 \'erdadera
. , acumulación
. de datos e m . formaciones
. que b .
Yacimientos se obliga a proveer y la República Argentina a adqui• ....orno consecuencia de las labores "X 1 . se o teman
rir, 15 millones de pies cúbicos diarios de gas natural al precio de mente se habían ido perdiendo ｾ＠ p oratorias y que lamentable·
Sus. 0.225 por cada mil pies cúbicos, durante un período de 20 la reorganización total de 1 D~n s1;1 mayor parte, resuelve enfocar
virtiéndola en un verdader a irec~ión General de Petróleos, con-
años.
la dota de una norma leg:l organtm~ fiscalizador. A este objeto
asignándole personal técnico c11:1l ｾ＠
A este contrato se le podría imputar una falla. Es el haberse
a ~ás fuerza, la jerarquiza
señalado en el mismo un precio fijo, que años más tarde tuvo que de fiscalización mediante 1 i ica o y a1usta 5US procedimientos
ser renegociado acordándose su modificación mediante revisiones rección en Santa Cruz La ap apert~- de dependencias de la Di-
periódicas. Sin embargo es necesario tomar en cuenta, si queremos presupuesto que le pe;mita caz Yl. ica, o_to:gándole a la- vez un
analizar el contrato en un marco de justicia, que en el momento de · ump ir sus ob1et1vos.
su negociación · se estaba obteniendo un precio que resultaba su·
mamente conveniente para el país, que uno de los principales De esta manera la Dirección Ge
realizar en forma eficiente s 'f~eral de Petróleos empieza a
objetivos que se buscaba era el de convertir en una importante · us especi icas labores · d
msmo contralor de toda la actividad ' P:opias el orga-
fuente de ingresos un producto que lamentablemente se desperdi· que podemos señalar principalm t lpetr~le:a nacional, entre las
ciaba en grandes volúmenes y que en esa época resultaba imposible en e as siguientes:
prever las alzas de precios que se llegaron a producir.
a) Calificación y cuantifica ió d - . .
-que era la compañía c n e las mvers10nes de la Gulf
En todo caso la venta de gas a la República Argentina, llega
explotación- a fin de d~~;m~e enclontraba en pleno proceso d~
a constituir al menos en los últimos 6 años, hasta 1987, .el más ·1·d d inar e monto que
importante renglón del presupuesto de ingreso de divisas de Bolivia. uti i a es correspondía ·p ercibir al Estado. por concepto de

I.6. REORGANIZACION DE LA DIRECCION . b) Fijacijn racional del precio del gas 1

impuesto o señalado por los mismos
. '. e que no podía ser
concesionarios.
GENERAL DE PETROLEOS.

La Dirección General de Petróleos, creada en 1956 como con- c) Reglamentación y e<.tricta a lica "6
clas a la quema o venteo de . p Cl n de normas relaciona·
secuencia de la aplicación de normas establecidas en el Código del • gas, en procura de dis · · 1 , .
Petróleo, constituía una dependencia del Ministerio de Minas y posible estas operaciones ue . _ minmr a mmimo
!:-le e inútil de energía. q 1 epresentcban una pérdida irrepara-
Petróleos. A ella se le había asignado las funciones de atender los
trámites legales relacionados con las concesiones y la liquidación
d) . E.xigencia
· · a los concesionarios del cumplimiento de las
ele patentes que debían pagar los concesionarios.
obhganonet
. . de presen•ar
· • datoº., e 1n
. f ormes rel,1cionados. con su
Esta Dirección tan importante, sólo contaba con un Director r
act1v1dad,. procurando con éstos comp1etar un cuadro, lo m':is am·
y un Secretario como todo personal, ampliado más tarde a un p 10 posible, del potencial pe~rolero del país.
ingeniero petrolero, un geodesta, un estadígrafo y un economista,
en un intento de mejorar su labor fiscalizadora. e) Realizar
en relacio'n l estudios que permitan contar con datos veraces
a as re5ervas de petróleo Y d e gas que poseía el país.
El Gobierno Barrientos comprendiendo la necesidad de enfo·
car una verdadera labor de control sobre las compañías petroleras, . f) Reaiizar estudios sobre todo a uello .
hidrocarburos que contr"b q que se relac10ne con
no sólo en lo relativo a la producción y a la exportación de crudo ' i uyan a que el b. d
l pneda ir aplicando una política técni g? i~rno e la Nación
que estaba a punto de iniciar una de las concesionarias, sino también se relacione con la materia. ca y e ect1va en todo lo que
en cuanto a los métodos de explotación que se ~mpleaban y a una

- 242 - - 243 -
\

1 \
1.7. TRES HECHOS SOBRESALIENTES.
A pesar de lo anotado, que bastaría para situar al gobierno
Barrientos como uno de los que mayor preocupación demuestra
por la industria petrolera fiscal, a la que considera un medio efec-
tivo de promover el desarrollo nacional, hay tres hechos cumplidos
durante est<> gobierno que merecen ser especi_almente subrayados:
El primero se refiere a la utilización del gas y a la iniciación
de su uso masivo en los campos domésticos e industrial.
La preocupación del gobierno del Gral. Barrientos por el gas,
como fuente de energía y materia básica para la petroquímica, era
permanente. No sólo se la puede observar en los intentos de nor-
mar su explotación como un hidrocarburo que tuviera un régimen
diferente al de los hidrocarburos líquidos, a cuyo efecto e.rea una
Comisión del Gas y proyecta un Código del Gas(*), sino en que
plantea un programa para la ulilización del gas en el orden de 20
millones de pies cúbicos diarios para la satisfacción de una indus-
tria petroquímica y de 10 millones de pies cúbicos diarios dedica-
dos a energía y electrificación. Considera que debe además apli-
carse este producto a un complejo industrial en el Mutún y después
de satisfacer todas las necesidades para un efectivo y amplio pro-
grama de industrialización, pensar en la exportación de los exce-
dentes, la cual debía procurarse cumplir exportando gas procesado
a obieto de vender benzenos, xilenos, butadilenos, nitrato de amo-
nio y otros productos semi elaborados.
El plan propuesto por el gobierno busca la utilización inme-
diata del gas como combustible y como materia prima para una
industria petroquímica. En el cam:)o industrial se iniciaría su uso
en Santa Cruz, que constituye un mercado inmediato rn.ediante su
aplicación en los ingenios azucareros y en la refinería de Yacimien-
tos. Plantea también la introducción del uso de gas licuado para el
consumo doméstico en Sant:, Cru1, ampliándose en un inmediato
se~undo paso este uso a.l ámbito nacional en procura <le reP.mplawr
hidrocarburos líquidos por gas y abaratar el consumo doméstico
(;') El proyecto de Código del Gas se Jo transcribe en su integridad
en anexo XIII.
- 244 -
de energía, además de abastecer las necesidades de lo, centros más
poblados y enfocar las que r;e presentarán con la instalación de las
fundiciones de estaño y de zinc.
En 1966 la refinería de Cochabamba empieza - a proveer gas
licuado a los mercados de Cochabamba y Santa Cruz. En 1969 se
construye la planta de gas licuado de Camiri, con lo que el consu-
mo de este producto se va ampliando, cada vez en mayores volú-
menes a todo el territorio de la República, con un evidente y fuerte
ahorro de hidrocarburos líquidos.
El segundo hecho que debe ser destacado constituye la pro-
mulgación del D.S. del 17 de abril efe 1968. Mediante est.:i dispo-
sición, el gobierno Barrientos deja en suspenso la aplicación del
Código del Petróleo y prohibe el otorgamiento de nuevas concesio-
nes al amparo de dicho Código. (**)
El Decreto 8341 plantea en su parte considerativa la necesidad
del mejor aprovechamiento de las riquezas nacionales en procura
del bienestar del pueblo y dd pak Sosteniendo que el Código
Davenport constituye una norma le¡;al contraria a los intereses de
la Nación, señala la necesidad de buscar fórmulas que armo;JÍcen
los intereses rtacionales con los derechos que habían adquirido las
concesionarias en base a una ley "injusta", pero que sin embargo
comprometía la fe del Estado.
En su parte resolutiva el decreto comentado es claro. Esta-
blece terminantemente que no se otorgarán nuevas concesiones pe-
troleras bajo las normas del Código del Petróleo, disponiendo la
inmediata devolución de las solicitudes en trámite, cualquiera sea
su estado. Aún cuando mantiene el régimen del Código para todas
las concesiones que hubieran sido otorgadas con anterioridad, dis-
pone la iniciación de negociaciones directas con las empresas, en
procura de lograr un mejoramiento en favor del Estado de las
condiciones bajo las C11ales éstas trabajan.
Al crear una Comisión de alto nivel que estudie las modifica-
ciones tjue deben introducirse en el Código del Petróleo, para su
consideración en la próxima legislatura por el Congreso Nacional,
("*) El texto del Decreto Supremo 8341, se lo transcribe en anexo XIV.
- 245 -
el gobierno adopta una polítirn realista. Comprende la necesidad
de continuar los trabajos d e prospección y explotación de hid.ro-
c21 lrnros ,iempre gue esa política se aj11ste fu11damentalmt:nt~ a los
intereses del país, dentro de un claro lineamiento de desarrollo
integral que beneficie a l;i nación y al pueblo.
Consecuente co11 la línea política señalada, el decreto, en
sus dos últimos artículos autoriza al Ministerio de Economía bus-
car líneas de crédito que beneficien y procuren la caFitalización de
y .p. F .B., a efecto de que ·esta entidad pueda enfocar con el sufi-
ciente soporte financiero tod,n los planes necernrios al desarrollo
de la industria petrolera fiscal, autorizándole además cumplir las
gestiones necesarias para el logro de una efectiva "explotación
din;\mica de los recursos de ludrocarburos del país".
El tercer hecho cumplido durante el gobierno que nos or.upa,
que es necesario hacer resaltar con especial énfasis, que junto con
los o'tros dos que hemos anotado muestra claramente una mentali-
dad verazmente nacionalista y de efectiva defensa del interés na-
cional y el bienestar popular, constituye el haber obtenido, en base
a gestiones realizadas por el propio Presidente de la República,
que de los contratos vigentes suscritos con Bolivian Gulf Oil, se
suprima definí tivamente la aplicación del incalificable "factor de
agotamiento" contemplado en el Código del Petróleo.
Al analizar el Código Davenport, hemos dedicado un párrafo
especial al "factor de agotamiento", mostrando como esta indebida
liberación representa uno' de los más injustificables daños inferi-
dos al Estado. Su supresión constituye un hecho que encierra dos
aspectos: uno el material, que permite rescatar un importante in-
,,Preso fiscal ' otro el moral, al acabar con una disposición aceptada
por un Código y por los gobiernos que lo aprobaron, que repre-
senta una verdadera aberración jurídica, que atenta contra la
dignidad y los intereses de la Nación y del pueblo.
El gobierno Barrientos al asumir el poder encuentra un país
en bancarrota, inmerso en· una inmoralidad pública que llega a
extremos increíbles, con las libertades ciudadanas e individuales,
no solamente restringidas, sino virtualmente 2bolidas, ba_io el con-
trol de organizaciones de milicümos y de una policía política pode-
rosa y cruel, situada por encima de toda norma legal, de todo
- 246 -
derecho ciudadano y de toda _otra fuerza militar o policial, domi-
nando al país mediante la violencia y el terror. El Gral. Barrientos
impone un verdadero ordenamiento legal. El país ingresa a una
etapa de confianza, 6Cguridad y estabilidad internas y de respeto
y solvencia internacionales. Se le abren los mercados de capital, y
el crédito boliviano llega a su máximo nivel. Bolivia ingresa a una
~ostenida etapa de desarrollo. Es en este marco que el gobierno
busca las mejores fórmulas para lograr un robustecimiento de la
industria perolera fiscal.
2. GOBIERNO DEL GRAL. ALFREDO OVANDO.
Muerto el Presidente Barrientos en un accidente que el clamor
popular lo señala como provocado, después de un corto interregno
de 5 meses en que asume el mando de la Nación el entonces' Vice
Presidente Luis Adolfo Siles, mo~trando un gobierno sin línea po-
lítica, sin objetivos, basado en actitudes personalistas y emociona-
les; valiéndose de un golpe de estado incruento toma el poder el
Gral. Alfredo Ovando con un grupo de personajes improvisados,
sin tradición política ni personal, rompiendo la continuidad de-
mocrática que había sido reconocida y aceptada por el país y por
el principal fac;¡or de poder, que en ese momento lo constituían
las Fuerzas Armadas.
El golpe de Estado no ofrecía justificación alguna. Ovando y
su grupo, en su desesperación de mostrar al país algo que al menos
explicara su presencia en el gobierno, dictan como su primer acto,
junto con una disposición anulatoria de reglamentaciones sindica-
les, un decreto mediante el cual derogan el Código del Petróleo. (*)
Olvidan o no conocen que mediante D.S. de 17 de abril de 1968,
que ya hemos comentado, había quedado en _suspenso · 1a vigencia
del Código en una tácita derogatoria.
El heterogéneo gabinete de Ovando, empujado a asumir acti-
tudes extremas, más por las circunstancias que por convicc10n,
presionado por sectores obreros y universitarios movidos por grupos
de izquierda, decreta el 17 de octubre de 1969 "la reversión al
Estado de las concesiones otorgadas a Bolivian Gulf Co." y la
'
(*) Ver anexo XV.
- 247 -
nacionalización de todos los bíenes e instalaciones de esa empresa,
que pasan a ser intervenidas . por Y. P. F. B. (*)
Como efecto de la medida y antes de la dictación del decreto,
que se produce recién en horas de la noche, al promediar la tarde
del 17 de octubre, un fuerte contingente de tropas del Ejército
dirigido personalmente por el C~mandante en Jefe de las Fuerzas
Armadas Gral. J. J. Torres, ,toma el pequ~ño departamento que
ocupaba Bolivian Gulf como oficinas en una casa de la calle Bueno
de la ciudad de La Paz, en una pantomima bélica sugerida segu-
ramente por la conocida vocación teatral de uno de los princip1ks
ministros ovandistas. (**) ·
· Nacionalización forzada, sin un estudio sereno de sus conse-
cuencias, sin un balance cierto de la realidad, ejecutada en la pre-
tensión de sostener con actitudes demagógicas y frases estereoti-
padas, a un gobierno débil, sin filosofía pol4tica ni objetivos, que
buscaba disfrazar con slogans' anti-imperialistas y poses dramátí-
cas, sus errores y precipitaciones, tenía forzosamente que devenir
en lo que agudos observadores predijeron: en un entendimiento
del gobierno con la poderosa empresa a la que el primero se · vería
obligado a satisfacer sus demandas indemnizatorias. · Después de una serie de incidencias el gobierno promulga el
Consecuencia inmediata de la nacionalización fue la paraliza-
ción total de la industria petrolera en los campos que estaban
siendo atendidos por BOGOC y la suspensión del crédito otorgado
(*) Ver anevo XVI
(''*) En la ejecución de la nacionalización de Gulf Oil decretada por el
Gobierno Ovando, se toman las oficinas de la empresa con gran
despliegue militar, varias horas antes de la dictación del decreto,
en una actitud de fuerza desde todo punto de vista ilegal. Como
simple comparación, vale la pena recordar lo que relata Ulises
Peláez sobre la forma en que se ejecutó la disposición de· caducidad
de las concesiones de Standard 011, cturante el gobierno Toro, cuan-
do después de firmada la Resolución Suprema en un día sábado, se
tuvo que esperar hasta el lunes para poder notificarse con ella a
los personeros de la Standard, misión que cumplieron los señores
Dionisio Foianini, Guíllermo Mariaca, Jorge Muñoz Reyes y un Se-
cretario, con la compañía del Notario de Minas; personeros de Y.
P, F. B. que luego de adquirir un candado en una ferretería qvo
encontraron en su camino, procedieron a notificar al representante
de la Standard y a cerrar y sellar las oficinas de la compañía, eje-
cutándose así la disposición gubernativa que determinaba que Ya-
cimientos se hiciera cargo de los bienes y dependencias de la
ex conC'esionaria.
- 248 -
por el Banco Mundial para la construcción del gasoducto a la
Argentina, que había sido garantizado por Gulf Oil.
Una comisión compuesta de tres ministros VIaJa a Buenos
Aires, encabezada por el de Minas y Petróleos, Marcelo Quiroga e
integrada por León Kolle y José Ortiz. La ~isión pública _qu~ lleva
esta delegación se la señala en la consecución de tres h~ahdad~s
principales: I) Lograr la suspensión del bloqueo ~e material de~t1-
nado a la construcción del gasoducto a la Argentma, 2) Negociar
co~ Argentina una ampliación en los plazos señalados en el acuerdo
de venta de gas y 3) Procurar la sustitución de la garantía para
el préstamo otorgado por el Banco Mundial.
La misión reservada y la principal que lleva a los ministros
de Ovando a la Argentina, de acuerdo a lo que sostienen autores
que se ocuparon del asunto, es una sola: negociar con Gulf ?il un
acuerdo indemnizatorio, negociaciones que según las propias de-
claraciones de Gulf hechas desde Pittsburg "se llevaron a cabo
continuamente desde el pasado octubre".
Decreto de II 4ie septiembre de 1970 estableciendo en favor de
Gulf un pago indemnizatorio de $us. 10I.098.961.11, suma que
según informe de la compañía francesa GEOPETROLE, contrata-
da para el objeto por el gobierno Ovando y su mini_stro de _Minas
Quiroga, constituían las inversiones netas, más los m~entanos de
G ulf Oíl. De este total, descontándose lo correspondiente a un
impuesto único de 22%, se obtiene como resultado el monto que
percibirá BOGOC como indemnización, de $us. 78.622.171.14. E~ta
suma será pagada con el 25% de los valores provenientes de la
exportación de hidrocarburos que se generen de los campos de
Colpa, Caranda y Río Grande, determinándose que <:_stos pagos n?
podrán continuar realizándose más allá de los 20 anos transc~rn-
dos desde que se inicien las exportaciones de gas ª.
la Ar~ent~~ª•
aún cuando no se hubiera cubitrto el monto de la mdemmzac10n.
Cesarán igualmente si é•ta llega a ser cubierta antes de ese pla-
zo.(*)
(*) El texto del D . S . por el que se d_etermina el pago de indemnización
a BOGOC se lo inserta en anexo XVII.
- 249 -

El Decreto indemnizatorio levanta fuertes críticas en el país.
En ellas se destacan dos aspectos. El primero relativo al hecho de
que el monto calculado por GEOPETROLE de $us IOI.098.961.II,
comprendía todas las inversiones que había realizado Gulf. inclu-
yendo las efectuadas en áreas que ya habían sido revertidas al
Estado _con anterioridad al decreto de naci~nalización, por· lo que
en realidad la suma que debía considerarse era sólo de $us.--
78.622. I 7 I.44,' de la cual, descontándose el 22% de impuestos esta-
blecido por el Art. 29 del Decreto, daba como resultado un monto
indemnizatorio total de $us. 61.325.294.-. De lo anterior se con-
cluye que el país estaría pagando a BOGOC más de $us. 17.000.000
en exceso de lo que en realidad le corresponde. El segundo aspecto
subrayado por las críticas era el de que el monto indemnizatorio
no se pagaría en los 20 años establecidos como plazo máximo para
el efecto, sino que tomando en cuenta los valores que representaban
el ~5% de_ las_ exportacio?es provenientes de los campos afectados,
l:t 1?~emmzac1ón · total se p~garía en menos de 9 años, lo que
sign_ificaba otra n~eva ventap para la compañía. En la práctica,
debido a los prec10s a que alcanzan posteriormente los hidrotar-
buros, este plazo calculado por los críticos del decreto resulta más
reducido aún.
Durante el período que comentamos, el retroceso de la indus-
t:ia petrnlera ~n. Bolivia_ es muy grande. Se disminuyen las perfora·
c10nes hasta hm1tes casi nulos. No se realiza trabajo alguno de
prospección en busca de nuevos campos. Y. P. F. B. s~fre las conse-
cuencias de las veleidades políticas de gobernantes improvisados,
que a~or~an,_ como . todo bagaje, fracaso, resentimiento y odio. La
comerciahzaoón del petróleo boliviano tiene necesidad de encon-
trar canales indirectos, muchos de los cuales derivan nuevamente
a la Gulf. Las regalías departamentales tienen que ser atendidas
y sólo en par.te, por el Tesoro Nacional. El Estado deja de percibir
1mport,;1ntes mgresos. En suma, la aventura "revolucionaria" sólo
trae como resultado mayor miseria, mayor entrega a factores exter- ·
nos . de presión, mayores erogaciones fiscales y mayor des.prestigio
para el país.
En 1970 la producción de crudo aumenta a I.402.308 metros
cúbicos con la incorporación de los campos que habfan pertenecido
a Gulf. Al finalizar ese año se inicia una fuerte exportación para
la que se usa en toda su capacidad el oleoducto Sica Sica-Arica.
.....: 250 -
1
3. GOBIERNO DEL GRAL. HUGO BANZER.
En agosto de 1971, en que es derrocado el Gral J. J. Torres
que sucedió a Ovando, a.sciende a la Presidencia de la Repúb,lica
el entonces Coronel Hugo Banzer. Este, a poco menos de 8 meses
de asumir el poder, dicta el D-L. 10170 que aprueba la Ley Gene-
ral de Hidrocarburos, · actualmente vigente, con la cual se inicia
una nueva etapa en la historia petrolera del país, ya que por man-
dato de la ley desaparece el sistema de concesiones que había
imperado hasta entonces. Se encomienda a Y. P. F. B. el manejo
de la industria de hidrocarburos, facultándosele hacerlo directa·
mente o por medio de contratos de operación o de contratos de
~ervicios petroleros, incorporándose de esta manera en nuestra
legislación, el concepto de Contrato de Operación.
La Ley General de Hidrocarburos será analizada en próximo
capítulo, por lo que nos limitamos en esta oportunidad a señalarla
como el principal acto en materia petrolera cumplido por el go-
bierno Banzer.
Bajo las normas de la Ley General de Hidrocarburos se fir-
man contratos de operación con_ diversas compañías petroleras.
Estas, según es'1'imación que nos presenta Jorge Fernández, habrían
invertido hasta el 31 de diciembre de 1975 la suma de $us.- · --
73.7~2.000.- en trabajos realizados en diversas zonas de nuestro
territorio:
En el período comprendido de 1971 a 1978 se descubren 13
nuevos campos. 10 por parte de Y.P.F.B. que son Caigua, Mon•
tecristo, Espejos y Cambeiti como campos petrolíferos y Santa Rosa,
Enconada, Palomitas, Palacios, JSrupucu y Río Seco como campos
gasíferos. Los· campos de Tita y Techi por parte de la Occidental
Boliviana y La Vertiente por parte de la Tesoro Petroleum. Entre
las principales obras realizadas durante este período podemos des-
tacar la conclusión en 1972 de la construcción del gasoducto San-
ta Cruz-Yacuiba, gestado e iniciado durante el gobierno Barrientos,
que permite comenzar las exportaciones de gas a la Argentina. El
mismo año se amplía el oleoducto Camiri-Yacuiba, aumentando
su capacidad a 15.000 barriles diarios. En 1974 se inician las opera-
ciones del gasoducto Monteagudo - Sucre con una extensión de
220 kilómetros y una capacidad de 17.5 millones de pies cúbicos y
- 251
 ... ,.,..

en 1975 comienza operaciones el poliducto Sucre-Potosí de 104 de gas durante el mismo período de 2.9 trillones de pies cúbicos a
kilómetros y una capacidad de 3.700 barriles día. 5.23 trillones de pies cúbicos.
Durante este período se ponen en ejecución proyectos de A partir de 1971, la producción de crudo se incrementa alcan-
ampliación de las Refinerías de Cochabamba (Gualberto Villa- wndo su punto · máximo en 1973 con un total de 2.744.345 m etros
rroel) y de Santa Cruz (Palmasola) y la instalación de una Planta cúbicos, para ir declinando desde ese año hasta llegar a 1.883.100
de Lubricantes en la Refinería coch.ibambina. Para esto, sobre la en 1978, como se desprende del siguiente cuadro:
base de los estudios contratados el 17 de abril de 1969, se llega a
acuerdos con Universal Oil Products para la realización de traba-
jos de ingeniería básica, optimización y compatibilización de las Af!O METROS CUBICOS Afl'O METROS CUBICOS
Refinerías de Cochabamba y Santa Cruz; con Foster Wheeler Corp.
para los trabajos de ingeniería básica, optimización y compatibili- 1971 2.099.550 1975 2.342.211
zación de una planta de lubricantes en Cochabamba; con Texaco 1972 2.538.598 1976 2.361.892
Oil Co., que otorga licencias y patentes para la fabricación de· rn13 2.744.345 1977 2.015.275
lubricantes y con la firma A. G. Me Kee para el cumplimiento de 1974 2.639.589 1978 1.883.100
las etapas de ingeniería final, construcción y puesta en marcha de
los proyectos, en cuya efectivización se invierten $us. 188.020.000.-
La exportación de crudo sigue el mismo ritmo de la produc-
obtenidos de diversas fuentes de financiamiento, entre otras el
ción. Virtualmente se la suspende en 1978 cuando la producción
BID, un consorcio de bancos y un crédito inglés, incluyendo un
apenas alcanza a cubrir el consumo interno.
aporte de Y.P.F-B. de $us. 7.319.000.-. (*)
En cuanto al gas, la exportación iniciada en 1972 con - - -
Todo el anterior trabajo permite un aumento en la capacidad
1.005.141.000 rrretros cúbicos se va cumpliendo en volúmenes cre-
nacional de refino, que considerando las plantas existentes, menos ,
cientes, acorde con la producción que presenta un incremento cons-
aquéllas que se dieron de baja por obsoletas, alcanz.i a un total
1ante, con una baja en 1977 y su recuperación inmediata al afio
ligeramente superior a 70.000 barriles diarios, programa ·que en la
siguiente.
práctica ha resultado apartado de la rea!idad. Nuestra producción
actual, que apenas alcanza a 23.000 barriles diarios, hace que la
capacidad ociosa de las refinerías que poseemos sea muy elevada,
. El ~recio d: _v~nta de gas a la República Argentina que había
sido senalado _1~1oalment~ en $us. 0.225 el millar de pies cúbicos,
por consiguiente perjudicial a la economía de Y. P. F. B. y a la del logra se_r modificado mediante una dáusula de revisión de precios
país, sin contar con el hecho de que una parte de los fuertes mon-
que se mcorpora al contrato en 1974. De esta manera se va incre-
tos de inversión que se han realizado en el campo del refino, podían mentando el valor de las exportaciones de gas mediante precios
haberse destinado a labores exploratorias tendientes a aumentar revisables semestralmente.
nuestras reducidas reservas, las que de 204.6 millones de barriles
calculadas a diciembre de 1971, se reducen a 102 millones según . Un _hecho ~estacado constituye la fundación de la Organiza-
cálculo realizado a diciembre de 1977, aumentando en cambio las ción Latmoamencana de Energía- (OLADE) en la ciudad de Lima
el 2 de noviembre _de 1973, e~ergente de _las recomendaciones qu~
emanaron de la Pnmera Reumón Consultiva Informal Latinoame-
(*) La inversión total del programa de ampliación de la capacidad de
· refinación, por proyectos, es la siguiente: Refinería Cochabamba: $us. ricana de Ministros de Energía y Petróleo, reunida en Caracas a
76.562.000.-; Refinería Sª11ia Cruz: $us. 84.029.000.-; Planta de Lu- iniciativa del gobierno venezolano, los días 21 al 24 de agosto de
bricantes de Cochabamba: $us. 27.429.000.-. 1972.
- 252 - - 253 -
 OLADE, en la que interviene Bolivia como miembro funda-
dor, señala como sus principales objetivos la defensa de los recur,
sos naturales de los países miembros y los de toda la región; el
PRODUCCION DE PETROLEO CRUDO Y aporte de un esfuerzo común para lograr el desarrollo de los re-
cursos de energía de los países miembros; propiciar el racional uso
PRODUCCION Y DESTINO DEL GAS NATURAL de los recursos energéticos de la región y promover las negociacio-
\
nes necesarias entre los países miembros para asegurar a éstos un
MILES DE suministro suficiente de energía para su desarrollo integral, pro·
15 ~1LES pugnando además la expansión de las industrias que sean produc-
14.000 toras de energía; tender a la elaboración de políticas energéticas
13 000
comunes, fomentar entre los países miembros el intercambio de
12 .000
11 000
toda información que tienda al desarrollo y difusión de.. tecnología
10 000 en lo relacionado con energía; adoptar las. medidas necesarias para
9 000 evitar la contaminación ambiental como COJ?.Secuencia de Ía exple>-
e ooo tación, almacenamiento, transporte o uso de recursos energéticos
7 000
6 .000
dentro de la región; y tender a facilitar y asegurar a los países
5 .000 mediterráneos de la región el libre tránsito o uso de medios de
4 000 transporte de recursos energéticos, a través de los te1ritorios de los
3 .000 miembros de OLADE.
2 000
1.000 Las compañías petroleras que habían suscrito contratos de
o AÑOS operación con Y-P-F.B -, al a~paro· de la Ley Gcn~r~l de Hidro-
1976 . 1977 1978 1979
,MILLONES
carburos, van füspendiendo sus trabajos y abandonando el país de
DE PIES CUBICOS manera que en 1978 en que concluye el período correspondiente
160 000 Pro ducc,ón
To! al
al gobierno lfanzer, sólo quedan en Bolivia· dos de esas compañías:
150 000
ｾ＠ La Tesoro· Bolivian Petroleum y la Occidental Boliviana lnc.
140 .000
l?.0 .000
120.000 4. PERIODO 1978 A 1982.
li°0 .000
IOO 000

---
90.000 En el período comprendido entre 1978 a 1982 se produce una
lny ectado
80 .000 en pozos ,
baja en la producción de crudo que hubiera colocado al país en
70.000 situación de tener que importar hidrocarlmro¡,, de no haberse
60 000 ｾ＠ - Dis ponible
par o lo vento descubierto por Occidental Boliviana Campo Porvenir, en la pro-
50.000
40,000
vincia Luis Calvo del Departamento de Chuquisaca, campo que

--
30.000
inicia su producción en noviembre de 1981 con 4.000 barriles
'
20.000
10.000
- Uso do comt>usf,ble.
l~eY pérdidas
modo.venreo-
diarios, con perspectiva de duplicar ese volumen.
o ANOS Otro descubrimiento promisorio constituye la verificación de
1975 1976 1977 1978 1979
la existencia de condensados y gas en el Campo de Vuelta Grande,
en Chuquisaca, a raíz del cual Y. P. F . B., mediante trabajos reali-

ｾ＠ 255 -
zados en 1982, pretende dar una máxima prioridad a lá planta de
gas en Vuelta Grande que le pumita 1eciclar gas- y producir con-
densados a partir ,de l 983. Estos,. trabajos que se encuentran muy
adelantados,- cuentan a la fecha únicamente con el 'soporte financie-
ro de Yacimientos, encontrándose en proceso de gestión la posibi-
lidad de obtener un crédito que permita cubrir , ,el costo tot·al de
las obras.
A los anteriores descubrimientos se suma el realizado en no-
viembre de 1981 del pozo gasífero Yapacaní 5, ubicado en el De:
partamento de Santa Cruz, que según declaraciones efectuadas por
autoridades de Yacimientos, tendría una producción de 10.000.000
de pies cúbicos de gas y l 40 barriles de condensados por día, con
un volumen de reserva calculado en 350 billones de pies cúbicos
de gas naLUral.
. En marzo de 1982 se anuncia el descubrimiento en la Provin-
cia Gutiérrez del Departamento de Santa C:ruz del ·pozo Santa
Rosa 3, con reservas que se calculan en 30 millones de barriles de
un crudo de 36 grados API, o sea mucho más pesado que los
norm·a lmente producidos en el país.
Con los descubrimientos anotados y las perspectivas de algu-
nos nuevos que pudieran presentarse en campos trabajados por
Y,P.F-B. y por las compañías contratistas, se habría alejado mo-
mentáneamente el fantasma de la importación de petróleo.
Otras realizaciones que podemos considerar importantes en
materia petrolera, que fueron _cumplidas durante este período,
constituyen los estudios contratados para la evaluación de las re-
servas gasíferas, con cuyo resultado, de ser éste positivo, se pro-
yecta encarar la construcción del sector boliviano del gasoducto a
San Pablo, destinado a la exportación de gas al Brasil y la dictación
del Decreto de 31 de marzo de 1982 que aprueba el proyecto de
construcción del gasoducto Santa Cruz-Cochabamba-Oruro-La Paz,
con una capacidad de 54.000.000 de pies cúbicos de gas por día,
con un costo de $us. 135.000.000.-, sobre la base de un financia-
miento de $us. 97 .000.000.- aprobado por el BID.
- 256 -
Y.P .F .B . ha suscrito nuevos contratos de operación con Occi-
dental Boliviana y con Tesoro Petroleum y el 29 de junio de 1982
ha firmado un contrato con Auschutz Bolivia Corporation para la
exploración y explo~ación de hidrocarburos en áreas del norte del
Departamento de La Paz, Beni y Cochabamba.
En cuanto se refiere a prodúcción de petróleo, durante este
período ha ·continuado el decremento hasta 1980, llegando apenas
a equilibrar las necesidades de consumo calculadas en 23.000 ba-
rriles diarios. Esta producción aumenta con los nuevos descubri-
mientos, pero el panorama, por lo menos hasta los primeros meses
de 1982, antes del descubrimiento de Campo Porvenir, presentaba
caracteres sombríos.
Lamentablemente, después de 1982, se re1mc1a la curva des-
cendente en la producción de petróleo crudo y condensado, como
veremos en el capítulo siguiente.
En lo relativo al gas, con algunas bajas esporádicas como
la producida en enero de 1982, la producción mantiene su ritmo,
al igual que la exportación de este producto, gue alcanza a tener
un promedio.., calculado al 30 de junio de 1981, de 196.341.36.5 pies
cúbicos por día.
Los datos de producción proporcionados por Y. P . F. B. hasta
1980, son:
Petróleo Gas:
Afio 1978 1.883.100 m3. 1978 154.764.400.000 pies cúbicos
Afio 1979 1.617.500 m3. 1979 158.275.900:000 pies cúbicos
Afio 1980 1.397.100 m3. 1980 165.317.600.000 pies cúbicos
- 257 -
XVIII. PERIODO 1983 A 1986.
1. ..
. ·~
GOBIERNO pEL DR.
•
HERNAN
.
SILES ZUAZO-U-D-P
• ' : . ·t
.

Cón posterioridad a 1982, v :P.F-B. prosigué sus trabajos en

medio de serias dificultades, tanto de índole financiera como de
carácter · político y social; que se agravan al advenimiento · del
br: Hernán Siles Zuazo. Este personaje, que ya· fue Presidente de
Bolivia cbn el M. N. R:, ascie~de al . poder en base a forza~os
malabarismos jurídico-pe>lít~cós, que acepto una fuerte proporción
de la ·ciudadanía, · agobiada por la inestabilidad. Sus compañe.ros
de gobierno son· un conglomerado de madces de izquierda, desde
t:1 foquista Frente de· Liberación Nacional o el Partido Comunista
hasta el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, todcis sin signi-
ficación en el panorama nacional, con pobre preparaci<'m perso-
nal en sus dirigentes, pero con gran vocación anarquizante y un
ansia indisimulaéla· de aprovechar de las prebendas que otorga el
e3ercicio del gobierno.
Impremeditación, audacia y poca capacidad, caracterizan las
medidas que aplica el gobierno Siles en materia económica, que
llevan a la bancarrota al país y a miles de decenas de pequt;ños
ahorri,tas, gestando por contrapartida grupos ele nuevos potentados.
La inflación monetaria que eleva el valor del dólar americano de
ib. 25.- a 1.800.000.- por unidad, aprovechada para el enrique-
cimiento ilícito de funcionarios de gobierno y allegados al régimen,
por el cómodo sistema del uso de cambios diferenciales, con már-
genes de hasta 10.000 veces entre uno y. otro, hacia intolerable la
si tu ación del país y por consiguiente de Y. P. F. B., la que tenía que
vender sm productos a precios políticos insignificantes que crean
otro canal de enriquecimiento ilícito, mediante el contrabando de
derivados que se extiende hacia todas nuestras fronteras, provocan-
do un fuerte crecimiento de la demanda.
El malestar social, con huelgas y paros casi de orden perma-
nente y por lapsos prolongados y la descomposición laboral, bajan

- 259 ·-
la productividad a extremos imposibles de soportar. Yacimientos perando en los años siguientes, con una nueva baja en 1986, aun-
Petrolíferos Fiscales Bolivianos, al igual que todas las empresas que sin llegar a niveles de 1983.
públicas, estaba en quiebra.
El siguiente cuadro nos muestra objetivamente las variantes
2. PRIMER BIENIO DEL GOBIERNO DEL sufridas en esta actividad tan importante, considerando exclusiva-
DR. VICTOR PAZ ESTENSSORO. mente los trabajos ejecutados directamente por Y-P.F.B -, en ki-
lómetros:
En agosto de 1985 asciende al gobierno el Dr. Víctor Paz
Estenssoro, .que ya había sido Presidente de la Republic~ en tres Años 1982 1983 1984 1985 1986
anteriores oportunidades durante el régimen del M. N. R. habiendo Prospección
sido derrocado en la última de ~llas. No obstante el populismo Geológica 1.591 1.684 1.743 2.104 1.609
que fue. <;aracterística de sus anteriores gobiernos, imprime en esta
oportunidad una política de libertad de comercio, de .racionaliza- Prospección
ción funcionaria en las empresas estatales y en los organismos pú- Sísmica 1.365 314 496 1.359 1.260
blicos, .eleva el precio de los derivados de hidrocarburos producidos
FOr Y. P. F. B. a niveles reales y muestra una decisión política de fOTAL 2.956 1.998 2.239 3.463 2.869
no permitir la continuación de la anarquía sindical que había
sido característica de la vida boliviana en los últimos años. En materia de perforación, vemos que, durante el período que
comentamos, salvo en 1984, se da mayor énfasis a la perforación _
Con la nueva política impresa por el gobierno de Paz Esten- de pozos exploratorios que a los de desarrollo, marcando 1983 el
ssoro y con los precios señalados para sus productos, la entidad año más bajo en esta actividad. El siguiente cuaqro, extractado de
fiscal del petróleo empieza a percibir cantidades mucho más im- datos cuya f-iente es Y-P-F.B., nos muestra, en metros, la lahor
portantes de fondos, además de las divisas provenientes de pagos de perforación cumplida:
de la República Argentina por volúmenes de gas exportado. La-
mentablemente, una parte importante de estos fondos deben ser Años 1982 1983 1984 1985 1986
transferidos al Tesoro Nacional para el sostenimiento del presu-
puesto fiscal y de los requerimientos nacionales en divisas, por lo Y.P.F . B. 66.645 38.734 45.648 41.579 50.866
que Y. P. F. B. no cuenta con di.~ponibilidades suficientes para Contratistas
cumplir programas amplios de prospección y exploración y, si bien de Operación 15.256 4.030 1.616 951 0.000
se llega a modificar el hecho de que los ingresos ·de Yacimientos TOTAL 81.901 42.764 47.264 42.530 50.866
sirvieran casi exclusivamente para alimentar el ítem de sueldos y
salarios, como sucedía durante el gobierno Siles Zuazo - Unión
Democrática Popular, la empresa petrolera fiscal continúa deba- 4. PRINCIPALES TRABAJOS CUMPLIDOS POR Y.P.F-B.
tiéndose en su endémica pobreza.
Durante 1983, que constituye sin lugar a dudas un año negativo,
~- PROSPECCION Y PERFORACION. no se descubre un solo campo petrolífero. Después de Huayco y
Suárez Roca, descubiertos en l 982, se descubre en 1984 Campo
La prospección de nuevos campos que había llegado en 1982 Santa Cruz, con una reserva calculada de 9.668.000 barriles .de
0

a cubrir 2956 kilómetros, además de 178 Km. cumplidos por con- petróleo. En 1985, son descubier tos los campos Cascabel, con una
tratistas, baja en 1983 a solamente 1998 kilómetros para fr recu- reserva de 2.680.000 barriles; Sirari, con 3.193.000 barriles de re-

- 260 - - 261 -
~erva; Warnes, con 179.000 barriles y Boquerón con 78.000 barri-
les de reserva. El campo Bermejo Profundo es decubierto en 1986,
con una reserva de 4.481.000 barriles y, en 1987, se produce el
descubrimiento de Campo Villamontes con una reserva de 6.550.000
barriles. Todos los campos mencionados, descubiertos en este pe-
ríodo, resultan mixtos, con · diversas proporciones de. gas que in-
crementan nuestras reservas.
tantes proporciones a la producción nacional de petróleo y de gas
pero, pese a ello, nuestra realidad en materia de hidrocarburos
líquidos se presenta poco alentadora, con una reserva calculada a
julio de 1987 en 161.110.000 barriles y una producción nacional
descendente que podemos observarla en el siguiente cuadro, que
comprende el total nacional de crudo y condensado, en miles de
¡•
barriles:

Entre los trabajos más destacados cumplidos por Y.P-F.B. en 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986
estos últimos años, podemos señalar la construcción del propano·
dueto El Palmar-Palmasola y el oleoducto Palmasola-Estación N27 8.704.000 8.091.000 8.918.000 8.100.000 7.621.000 7.245.000 6.411.000
del oleoducto Sica Sica-Arica, que permite trasladar GLP a Cocha-
b-m1ba; el autoabastecimiento de gasolina de aviación, logrado Si nos referimos al gas, a julio de 1987, nuestras reservas
mediante la construcción de una planta en Cochabamba; la cons- alcanzarían a los cinco billonés de pies cúbicos; con una · produc-
trucción del gasoducto Sucre-Potosí para proveer de gas natural a ción en el período 1980-1986 reflejada· en el siguiente cuadro:
La Pampa, Karachipampa y la Empresa Nacional de Electricidad 1980 168.818.000.000
= pies3
de Potosí; la construcción de los gasoductos Santa Cruz-Warnes, 1981 175.478.000.000
=
Taquipirenda-Cochabamba y Tarabuco-Sucre; del poliducto Co· 1982 187.877.000.000
=
chabamba-Puerto Villarroel;· de los oleoductos Campo Espino-Aba- 1983 - l 78.059.000.000
pó y Yapacaní-Caranda, la ampliación de capacidad en el gasoduc- 1984 173.206.000.000
=
to Monteagudo-Sucre y, como a los más importantes, la construc- 1985 164.118.000.000
=
ción del gasoducto Santa Cruz-Cochabamba-Oruro-La Paz, cuya \ l!ru6 = 160.811.000.000
conclusión se la ha previsto para 1988, con una capacidacl de hasta
43.000.000 de pies cúbicos diarios· y un costo calculado de $us.- Las ventas de gas, tanto n;ttural como GLP, en eÍ mercado
98.600.000.- y los trabajos que continúan éumpliéndose en l a Plan- interno, han experimentado importantes . alzas. En cuanto a expor-
ta de Vuelta Grande, para cuya ejecución, con un costo estimado tación, la de gas natural se mantiene más o menos uniforme mien-
lota! de $us. 78.000.000.-, sólo se han obtenido $us. 14.000.000.- de tras la de GLP, aunque su~ volúmem;s no tienen gran significa-
financiamiento externo. ción, experime~ta una creciente baja desde 1982.

5. PRODUCCION Y RESERVAS. Hasta 1992 debemos continuar exportando gas a la República

Si tenemos que referirnos · a producción y reservas, nos encon-
tramos con un cuadro poco alentador en materia de hidrocarburos
líquidos, con una producción que en los últimos años se presenta
notoriamente descendente. Esta disminución que empieza en 1979
y que la destacamos en su momento cuando en nuestra primera
'edición de Petróleo nos referíamos al período 1978-1982, . adelan-
tamos que el descubrimiento de Campo Porvenir había venido a
~alvar las deficiencias productivas que empezaban a presentarse.
Campo Porvenir, descubierto al comenzar 1982, aporta en impor-
Argentina en virtud del contrato de venta que se sustribió durante
el gobierno del Presidente René Barrientos. A la omclusión de ese
convenio, pese a que la Argentina tiende a incrementar sus expor-
taciones de subproductos, .es casi seguro que suspenderá toda com-
pra a Bolivia y, si llega a proponerla, será posiblemente en condi-
ciones muy desventajosas para nosotros.
La venta de gas a la República Federativa del Brasil se en-
cuentra en este momento en fase de negociación. Llegar a culmi-
nar ese acuerdo en condiciones favorables es, no solamente con-

- . 262 -:,-0, 263 -

veniente, sino imprescindible y perentorio para la economía boli·
viana. Infelizmente, negociaciones similares que se gestaron en la
década del 70, en circunstancias favorables para el país y con los PRODUCCION TOTAL DE GAS NATURAL
precios de los hidrocarburos en alza, no llegaron a culminar · debido (Millones de pies cúbicos)
a la falta de decisión ·del gobierno de entonces, presidido por el
Gral. Banzer, que cedió ante las presiones de personas y organiza-
ciones interesadas en frenar nuestro desarrollo. Los excedentes
económicos que habría generado esa exportación hubieran sido
tan importantes, que es difícil evaluar las incidencias · positivas que 200000
podía haber experimentado nuestra economía.
180000

SALARIOS EN BOLIVIA POR SECTORES ECONOMICOS. (*) 160000

(promedio mensual en $b. corrientes)
140000
SECTORES
ECONOMICOS (**) 1980 1981 1982 1983 l984(p) 120000

MEDIA NACIONAL 5.540 6.681 14.714 61.089 501.964 100000

Minería 4.560 5.311 11.924 51.971 424.225
...
PETROLEO 14.847 19.443 30.935 124.936 792.602 80000
Industria manufacturera 5.182 6.145 9.984 50.328 399.353
Otras industrias 5.926 7.163 9.984 50.328 399.353 60000 -· - - -- . --· --- -- ... __ .... ----
Construcción 5.476 6.806 7.513 25.887 230.671
Electricidad, Gas, Agua 7.419 8.534 21.628 62.087 294.234 .,,.
Comercio 6.626 7.975 11.492 44.337 528.345 40000
Bancos y Est. financieros 10.371 12.589 18.652 59.141 569.312
Transporte~ y Comunic. 6.974 8.498 16.031 59.303 531.966 20000
Servicios 4.671 5.614 7.495 26.640 244.900

o
1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986
(*) Cuadro publicado por INI, con datos del Consejo Nacional del Salario.
(**) Como en los afios anteriorns, se puede observar en este periodo
la enorme diferencia que existe entre los salarios de los trabaja- - Total general
dores petroleros con la de otros sectores de actividad y con la
Media Nacional, notándose que es justamente en los años de ma- YP.F.B.
yor crjsis, que estas diferencias se acentúan. ·
(p) Cifras provisionales. Contratistas

- 264 -
 PRODUCCION · TOTAL DE PETROLEO
( en miles de barriles)

10.000
XIX. LEY GENERAL DE fflDROCARBUROS.(*)
9.000 CONSIDERACIONES DE SU PROMULGACION. '

Durante el gobierno del Gral. Hugo Banzer, mediante Decreto

8.000 Ley 10170 de 28 de marzo de 1972, se promulga la Ley General
de Hidrocarburos, inte~rada por 83 artículos divididos en 6 títu los.
Al efectuar un somero análisis de la ley, procuramos mante-
7.000 ner el orden y los títulos establecidos en ella, más con el objeto de
evitar la posib1falad de pasar por alto algunas de sus principales
disposiciones que el de seguir un ordenamiento que facilite nuestro
6.000 trabajo.

El Decreto Iül 70 escablece en sus considerandos principios

5.000 básicos de nuestra riormatividad jurídica y de nuestra fiiosofía
nacional. Sostiene que los recursos naturales deben generar riqueza
que sirva paras un desarrollo económico y social de la Nación. En
4.000 procura de ese -objetivo plantea la necesidad de asegurar que el
país tenga el control de la explotación y aprovechamiento de ,us
hidrocarburos a ,ravés de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia-
3.000 ..................... nos, a la que identifica como la empresa pública especializada en
_______ _______ ..
.., ·--·----- , ... la materia.

Los considerandos afirman que los hidrocarburos, entre los

2.000 recursos naturales, representan un factor de fundamental importan-
cia par a el desarrollo del país, que, al ingresar a un proceso de
industrialización, experimentará un mayor requerimiento de . ellos,
1.000 demanda que debe ser satisfecha al igual que la exigida por un
proceso de exportación necesario para lograr _el mejoramiento de
nuestra balanza de pagos, por lo que se hace imprescindible una
o J acional explotación de nuestros hidrocarburos, y el fortalecimiento
1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 de la industria petrolera mediante el aumento de las reservas. A
Total (crudo y condensado) este efecto se debe promover y garantizar inversiones de capital de

Petróleo condensado
(*) Ver anexo XVIII.
Petróleo crudo
- 267 -
riesgo en proporciones que no se encuentran al alcance de nuestra
capacidad local de financiamiento, por lo que, además de la nece,
sidad de llenar el vacío legal que existe en materia de hidrocarbu-
ros desde la derogatoria del Código del Petróleo, es preciso contar
con una ley que recogiendo las nuevas tendencias que se han venido
imprimiendo sobre la materia, garantice la inversión a realizarse
y "promueva la creación de riqueza mediante un racional y ade-
cuado aprovechamiento de estos recursos naturales energéticos".
Es inn<>gable, por lo que acabamos de señalar, que las consi-
<leraciones en las que se basa la Ley General de Hidrocarburos
encierran planteamientos de política económica acordes con los
intereses de la Nación y del pueblo bolivianos y se hallan sujetas
a normas básicas modernas, contempladas en nuestra Constitución
de 1967.
2. DISPOSICIONES GENERALES.
El título I de la Ley comprende tres importantes capítulos,
referidos al régimen de propiedad de los hidrocarburos, a la con-
cepción de utilidad pública y a la ejecución de la política nacional
sobre la materia.
El Art. lQ de la Ley es la repetición textual de la pr-imera
parte del Art. 139 de la Constitución de 1967 y establece que "los
yacimientos de hidrocarburos, cualquiera que sea el estado físico
en que se encuentren o forma en que se presenten, son del dominio
directo, inalienable e imprescriptible del Estado".
El artículo, al conferir a los hidrocarburos la calidad de bie-
nes de dominio público, inalienables e imprescriptibles o sea que no
pueden enajenarse en ninguna forma, ni pueden ser objeto de
traslación de dominio por el transcurso del tiempo, está dejando
expresamente determinado que el derecho de propiedad que tiene
el Estado sobre los hidrocarburos no puede ser transferido, no
solamente por la propia calidad de éstos, que constituyen bienes
de dominio público, sino también por prohibición expresa de la
segunda parte del Art. 139 de la Constitución Política del Estado,
que prevé que "ninguna concesión o contrato podrá conferir la
propiedad de los y_acimientos 'de hidrocarburos".
- 268 -
El Art. . 2 de· la Ley señala · que '"el aprovechamiento de los
hidrocarburos deberá responder a -la política del Estado", siendo
al gobierno, por mandato del Art. 3, a quien corresponde deter-
minar esta política enmarcándola dentro de los lineamientos de
la política energética general que debe ser formulada y ejecutada
por el Ministerio de Energía e Hidrocarburos, el que tiene además
como obligación ajustar sus planes y programas en función de los
int~~s- de la Nación.
El Art. 4, a tiempo de mostrar como básica para el desarrollo
del país la industria de los hidrocarburos, reconociendo la impor·
tanda estratégica que tienen como factor de ese desarrollo, otorga
a todas las fases de la industria petrolífera el carácter de una
actividad de utilidad pública. La coloca por encima de cualquier
interés privado al que tenga necesidad de afectar, en cuyo caso
quedaría obviada la declaración expresa y previa de necesidad y
utilidad públicas, correspondiendo únicamente aplicar el procedí- ·
miento expropiatorio que la misma ley señala en el capítulo I
del título VI.
El Art. 139 de la Constitución que en su tercera parte preve
que "la exploración, explotación, comercialización ·-y transporte de
los hidrocarbu'f'os y sus aerivados corresponden al Estado'', 'deter-
mina en su parte final que este derecho exclusivo, puede . ejercerlo
el Estado por sí mediante entidades autárquicas u otorgando con·
cesiones o contratos por tiempo limitado "a sociedades mixtas de
operación conjunta o a personas privadas ... " dejando a las leyes
especiales que rigen la materia determinar la forma de aplicación
de esta facultad que la norma fundamental le otorga. Es en cum·
plimiento de dicha disposición que la Ley de Hidrocarburos, como
norma legal que rige lo relacionado con estos productos, al a-,i~-
nar a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos la "exploración,
explotación y aprovechamierito" de todas las áreas petrolíferas
existentes en el territorio boliviano con carácter de exclusividad,
declara abolido el régimen de concesiones en materia petrolera.
Esta abolición, determinada por el Art. 5 de la ley, podría pa-
recer contraria a la norma constitucional. Sin embargo creemos que
se estaría cumpliendo lo previsto por el Art. 139 de la Constitución
que al sefialar, que el derecho de ejecutar las distintas etapas de la
industria de hidrocarburos "corresponde al Estado", está facultan-
- 269 -

do a éste a elegir optativamente varios caminos ajustándose al
mayor interés nacional. •Puede elegir entre cinco opciones: ejercer
1,u derecho mediante entidades autárquicas, que en · este caso sería
Y. P. F. B., ejercerlo otorgando· concesiones a sociedades mixtas u
otorgarlas a personas · particulares y suscribir contratos para el efec-
to con sociedades mixtas o con personas particulares. Esta facultad
que · le otorga la disposición• constitucional le permite adoptar una
de las opciones, más de una al mismo tietilp6. o todas a· la vez,
?1ed}c,tn!e p.roced.imientc;>s que deben estar .aj1;1stados a 1~ ley, En este
taso una ley especial que nor!'llá el régimen de Íos hidrocarburos,
que es la que estú~iamos, habría adoptado fa ,Pr~mera ,opdóri entr~
todas ,las . que le , señala el . artículo· const~~uciona.l , descartando y
(!_~~echando .ademá51 , en f?rm.a ~xpresa; definitiva· y total: . la posi~
bihdad de o~orgar con~esiones. · ·
, ' · Por otra parté el Art. 136 de la Constitúción Política, al decla0
rar que son de dominio originario del :Estado; además de 'los
híenes
a los ·que la·•ley da esa ·calidad, el suelo··'.' y el subsuelo con :todas
5US riquezas naturales" -entre las c,uales tenemos nece~ariarhente
que comprender a los hidrocar~uros- determina claramente que
''~a }ey establecerá :las condiciones el.e ese dominio" ..
No · obstante la interpretación- que damos a la aparente contra-
dicción anotada, creemos que deben evitarse apreciaciones erróneas-
que pudieran presentarse. A e~te fin debería tenderse a modificar
el Art. 139 citado suprimiendo de su texto el régimen de las con-
cesiones, supresión que al haber sido resuelta por la Ley de Hidro·
carburos representa un avance conveniente a . los intereses del país.
El Art. 6 preve que los planes que sobre política de hidro-
carburos apruebe el gobierno serán ejecutados por Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos, entidad a la que el Art. 7 entrega
además "la conducción y manejo de la industria de hidrocarburos
del país", en cualquier fase de su aplicación, otorgándole !a facul-
tad de cumplir este mandato por sí, en sociedad mixta o a través
de terceros, sujeta a las formas que la propia ley exige. Este
artículo, además de mencionar todas las fases conocidas de la indus-
tria petrolífera, se refiere expresamente a "el petróleo, el gas natu-
ral y cualquier otro hidrocarburo", presentando un planteamiento
consecuente con el espíritu de la ley que analizamos, que legisla
no solamente para el petróleo como lo hacían anteriores leyes, sino
- 270 -
í
abarca a todos los hidrocarburos. Se subsana en esta forma una
íall~ !e.gal que la _señalamos en su oportunidad y que causó graves·
per1mc10s económicos a nuestro país cuya mayor riqueza en hidro-
carburos está, por lo menos hasta ahora, concentrada en nuestras
posibilidades gasíferas.
3. EXPLORACION, EXPLOTACION, INDUSTRIALIZACION,
TKANSPORTE Y COMERCIALIZACION
DE HIDROCARBUROS.
El título II de la ley, en tres capítulos, comprende siete artícu-
fos. ~l Art. 8 n~s da definiciones bastante precisas sobre lo que
constituyen _las dlf~rentes fases. o actividades que en conjunto con-
formar_i la mdustna de. los hidrocarburo~ o industria petrolífera.
· Se refiere a la exploración, a la explotación, a la refinación a la
industrialización -que comprende todos los procesos median'te los
cu~les _s,e llegan_ a transformar los productos provenientes de la
refmacron de hidrocarburos y que incluve a la petroquímica que
también utiliz~ ~id~ocarburo_s en su estado natural-, al tran;porte
Y_ a la come_rc1a_l~zaaón de hidrocarburos. Este artículo define, para
fines, de aphcac10n de la ley, lo que son hidrocarburos, lo que es el
petroleo, el gt,s natural y el gas asociado. Al petróleo lo clasifica
como a los "hidrocarburos líquidos en condiciones standard de
temperatura y presión", comprendiendo además dentro de esta
deno~inación aquéllos que se obtengan en estado líquido a conse-
cuencia · de procesos de separación a que se someta el gas asociado-
º cor_i~ensado. Denomina gas natural a los "hidrocarburos que en
condic10nes standard de temperatura y presión se presentan en
e~tado ga5eoso", y gas asociado constituye para este artículo, los
hidrocarburos q_ue en estado gaseoso se obtienen después del pro-
ceso de separación a que se puede someter un hidrocarburo aso-
ciado.
. Los capítulos I~ ｾ＠ III de este mismo título establecen la posi-
b1hdad de que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos ejecute
todas las actividades concernientes a la industria petrolera directa-
mente por sí con el empleo de sus propios equipos y personal,
~or ?,1edio de terce~0s o medi~n~e contratos especiales para la rea-
hzac10n de determmados serv1c10s, formas que no las considera
t:xcluyentes entre sí. ·
- 271 -
I!
1,
 El Art. 9 contempla el primer caso, o sea la posibilidad de que
la empresa petrolera fiscal realice por sí todas las fases o activida-
des de la industria de hidrocarburos, a cuyo efecto el Art. lO le
otorga enu_nciativamente y no en forma limitativa, una serie de
facultades que le facilitan el mejor cumplimiento de sus objetivos.
El artículo engloba en nueve incisos una gama de actividades
complejas e importantes que comprende todas las posibles etapas
de una industria petrolera integrada, incluyendo la industrializa-
ción de hidrocarburos y sus derivados. En esa forma le faculta
poder realizar, en todo el territorio de la República. los trabajos
necesarios para explorar y descubrir hidrocarburos, explotarlos, re-
finarlos, procesarlos o industrializarlos, transportarlos en su estado
natural o en cualquier estado de refinación o elaboración. mediante
duetos o utilizando cualquier medio de transporte necesario o po-
sible, almacenarlos, comercializarlos, venderlos y exportarlos, cons-
truir caminos, andariveles, y toda cla,e de vías que requiere para
llegar a su campo de operación y todas las demás obras que sean
necesarias en las actividades propias de su irrdustria, instalar y
operar sus propios medios de transporte y sus sistemas de comuni-
cación, importár todos los bienes y servicios necesarios a su activ1-
rlad, así como productos o derivados de hidrocarburos que no sea
posible producir en el país, que requiera en sus actividades pro-
pias o para satisfacer el consumo nacional.
El Art. 11 reserva para Y-P.F-B. la exclusividad en el trans-
porte de hidrocarburos y sus derivados dentro del territorio nacio-
nal y todo proceso de refinación que se destine _al consumo interno.
El Art. 12 faculta al ente petrolero fiscal ejecutar una, varias
o todas las etapas o fases de la industria petrolera por intermedio
de terceros, exceptuando aquéllas que la propia ley le obliga a
realizarlas con exclusividad. A efecto de ejercer esta facultad, que
debe ser aplicada cuando el interés nacional lo exija, le autoriza
suscribir contratos con personas naturales o jurídicas, nacionales o
extranjeras, de derecho público o privado, señalándose dos sistemas
mediante los cuales puede utilizar esta prerrogativa: el de los Con-
tratos de Operación y el de los Contratos de Servicios Petroleros.
Según este artículo, que en opinión de algunos comentaristas no
hace otra cosa que reeditar el régimen de concesiones bajo el nom-
bre de contratos de operación, Yacimientos puede encomendar
- 272 -
inclusive a empresas estatales· extranjeras la . ejecución de diversas
fases de la industria nacional de hidrocarburos. Creemos que esta
posibilidad entraña un indiscutible riesgo para los intereses del
país dado el extremo grado · ·de vulnerabilidad externa que nos
caracteriza, situación que en un determinado momento · puede for-
zarnos a ceder frente a presiones de países más .desarrollados. Nos
bastaría recordar las veces que la British Petroleum y el gobierno
británico no dudaron en ejercer 'toda forma de presión cbntra
países que en su concepto habían mellado sus intereses.
Sobre este mismo punto cabe recordar que las leyes anteriores
y el propio Código· Dave!1port, establecían la prohibición de ·otor-
gar concesiones, directamente o por interpósita persona, a gobier-
nos o estados extranjeros o a corporaciones que de ellos dependan
o de las que sean socios.
El Art. 13 permite que Y-P.F.B-, previa autorización 'del
poder Ejecutivo, si los intereses nacionales así lo exigen, constituya
sociedades mixtas con el objetQ -de ejecutar proyectos industriales
o de refinación de productos destin~dos a ,la exportación.
La ley no preve la proporción accionaria con que Yacimientos
podrá ingresa1 a la constitución de tina sociedad de economía
mi~t~,. lo que quedaría librado al análisis de las circunstan~ias y
pos1b1hdades que correspondan a cada caso específico y al criterio
<le! Ejecutivo á tiempo de otorgar o rechazar la autorización que
exige el artículo que comentamos. Consideramos que el sistema de
sociedades mixtas, admitido por nuestra Constitución, es eri algu-
nas circunstancias más conveniente que un contrato de operaóón,
sobre . todo en actividades en las que el riesgo de la inversión es
menor y los beneficios más permanentes, -como podrían ser el refi-
no y la petroquímica, por lo que debería legislarse de tal manera
que el . Estado, a través de Y. P. F. B., tenga el control de por lo
menos la mitad más uno del paquete accionario.
Mediante lo dispuesto por el Art. 14, Y-P.F-B. queda impedi-
da de transferir o de afectar en cualquier forma, en los contratos
que suscribe, ~! derecho de dominio que el Estado posee sobre los
hidrocarburos, por lo que cualquier acuerdo que pretenda violarlo
será nulo de pleno derecho.
- 2i3 -
 r
4. REGIMEN JURIDICO DE LOS CONTRATOS DE . ,
OPERACION Y DE LOS DE SERVICIOS PETROLEROS.
El capítulo I del título III de la Ley General de Hidrocarbu·
ros se refiere a las condiciones comunes que rigen para los contra·
tos de operación y para los de servicios petroleros.
El Art. 15 señala las obligaciones a que estarán sujetas las
personas que celebren con Y. P. F •B. cualesquiera de las dos da•
ses de contrato. Entre ellas les obliga a constituir domicilio en
Bolivia o designar su representación legal con las más amplias
facultades y a prestar garantía de cumplimiento de contrato. I:es
señala como obligación proporcionar a Yacimientos toda la infor,
mación técnica y económica que llegaran a poseer como consecuen·
cia de los trabajos que realicen al ejecutar el contrato. Al mismC>
tiempo les prohibe facilitar a terceras personas cualquier clase de
información referida a Y.P.F.B,, así como revelar secretos indus-
triales.
El inciso e) del Art: 15 establece la obligatoriedad de renun~
ciar a toda reclárrtación diplomática, disposición que sólo es con·
cebiHe en atención. a ,la d_e pendencia qu~ sufre el país, pl,lesto que
de acuerdo con nuestra normatividad leg¡¡J y preceptos constitu-
ci~nales, toda e~presa. mercantil _q ue opera en Bolivia, cualquiera
sea su origen y procedenda, 1,p considera nacional y sometida a las
leyes y soberanía bol~vianas, principi_o ratifica~o por el Art. l 7 de
la Ley General de HidrocarQuros que estu~iamos,_ .que establece
que todas_ las rel~ciones. contractua_le_s en la mdustna qe hidroca1 :
buros están sujetas a las leyes bolivianas.
En otros incisos del mismo artículo se sefíalan obligaciones
como la de ajustarse a la Legislación del Trabajo en la contrata·
ción de personal boliviano; la obligatoriedad de uso de bienes y
servicios de origen nacional, la necesidad de adoptar medid?.s de
seguridad industrial, la de preservar la fauna, la flora y otros re-
cursos naturales; proporcionar al _Ministerio de_ Energía ~odos los
datos que obtengan relativos a riquéia hídrica. minera o de cual·
quier otra clase, y otras:
La Ley exige hajo pena de nulidad, que Y- P. F •B., en todos
los contratos que celebre en materia de hidrocarburos, consigne en
- 274 -
su texto las necesarias cláusulas de seguridad, entre las que deben
quedar necesariamente especificadas las causales de resolución del
contrato así como las fórmulas que permitan hacer efectiva la co-
rrespondiente indemnización por daños y perjuicios. ocasionados
por el incumplimiento de parte o partes del acuerdo. ·
El Art. 19 señala las personas que por razón de su cargo o
por parentesco con funcionarios del Ministerio de Energía, de Ya-
cimientos o de sus empresas dependientes, tienen incompatibilidad
para ser socios o directivos de compañías que celebren contratos
con Y-P.F.B- .
5. CONTRATOS DE OPERACIÓN.
El capítulo II del misino título III se refiere en los Arts. 20 al
51, al Contrato de Operación, definido por el Art. 20 como aquél
por el cual un contratista ejecuta, en nombre y en representación
del contratante, que en este caso sería Y.P.F.B., en un área terri·
torial determinada, . todos los trabajos necesarios para realizar las
fases de exploración y explotación de hidrocarburos, trabajos que
los cumple por su cuenta y riesgo, recibiendo en compensación una
retribución en" especie consistente en un porce~taje del producto
que se obtenga en la explotación. '
De acuerdo con este artículo, el contratista está obligado a
aportar los equipos y capital necesarios para realizar por su cuenta
los trabajos exploratorios, corriendo el riesgo que sus inversiones
se pierdan o no sean rentables. Estará asimismo obligado a aportar
los capitales, equipos, personal y tecnología necesarios para efec-
tuar los trabajos que se requieran a fin de cumplir a satisfacción la
etapa de explotación de los hidrocarburos que se descubran. En la
realización de estos trabajos, el contratista actúa a nombre y en
representación de Yacimientos, o sea que en realidad trabaja para
esta .entidad que es la beneficiaria de las utilidades que se logren.
El contratista al que se asigna una determinada área para la ejecu-
ción de estos trabajos, recibe en compensación un porcentaje en
especie de los productos que se obtengan con la, explotación.
El Art. 21 no constituye otra cosa que una ratificación del
concepto de que los trabajos que realicen los contratistas serán de
- 275 -
su exclusiva · cuenta y riesgo. Señala en su texto que "Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos no estará obligada a efectuar in-
versión alguna, ni asumirá ningún riesgo o responsabilidad en las
inversiones o resultados relacionados con el contrato", esta blecien-
do claramente que debe ser el contratista quien aporte la totalidad
de "los capitales, instalaciones, equipos, materiales, personal, tec-
nología y otros elementos requeridos para el fiel y estricto cum-
plimiento del "contrato".
LOS dos artículos que acabamos de citar son' los que en reali-
dad encierran todo el espíritu de los denominados contratos de
operación, que no constituyen una concesión hajo otro denomina-
tivo como sostienen impugnadores de la ley. Tipifican un contrato
de operación con remuneración condicionada, perfecto, con carac-
terísticas definidas, que lo diferencian de cualquier otro acto jurí-
dico.
El Art. 22 de la ley exige que las empresas con que se firmen
los contratos de operación deben tener solvencia financiera, cana-
cidad técnica y experiencia en la materia. Les señala la obligación
de obtener el reconocimiento de su personalidad jurídica en Boli-
via, prohibiéndole por disposición del Art. 23, subrogar los dere-
chos que adquieran por el contrato sin consentimiento del gobierno
y sin consentimiento escrito de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos.
El área territorial en la que de acuerdo con el contrato se
pueden realizar los trabajos exploratorios, no debe tener solución
de continuidad. Corresponde a Y.P .F -B. determinarla, dividién-
dola en lotes, cada uno de los cuales no debe exceder de 20.000
hectáreas. De esta área, el contratista, una vez concluido el término
exploratorio o antes, seleccionará hasta un máximo del 50% para
destinarla a trabajos de explotación, quedando la fracción restante
a disposic~ón de Y.P-F.B. El Art. 26 prohibe que una misma
compañia "ni directa ni indirectamente pueda en el período de
explotación abarcar más de cuatro áreas".
El plazo de vigencia del contrato lo , limita la Ley a un max1mo
de 30 años, dentro de los que tienen que estar tomprendidos
tanto el período de exploración como el de explotación. Los éuatro
primeros años, que pueden ser ampliados en su ·caso, constituyen el
- 276 -
período d1:1rante _el , cual el co~tratista deberá realizar los trabajos
cxplor~t~nos, su1etan~ose estrictamente a un programa mínimo
de actividades e mvers10nes que es acordado a tiempo de su scribirse
el contra~o.. Está obligado, cualesquiera que sean las circunstancias,
al cumplimiento de esa inversión mínima, bajo pena de cancelar
a Y.l'.F.B. a la ~onclusión del período exploratorio, aquellas su-
m~s que no hubiera llegado a invertir. Debe procederse en la
misma for_ma en c~so de que a_ntes de la conclusión del período
ex~lor~torio resolviera no contmuar con dichos trabajos, siendo
obligación de Y-P -~ -~ - fijar y exigir las garantías necesarias que
respalden el cumplimiento de esta obligación.
El plazo de 4 años que el artículo 28 señala para cumplir el
perío~o exploratorio, puede ser, de acuerdo con el artículo 33,
ampliado por un período adicional máximo de tres años durante
los. ~uales e~ contra_tista podrá continuar con sus trabajos de explo-
r~C1on, debiendo sm embargo acordarse las condiciones ampliato-
rias._ Estas n? podrán convenirse sin que previamente el contratista
hubiera realizado la tota~idad de los trabajos e inversiones estipuia-
dos_ ｾ｡＠ _el primer período, los que no podrán ser demorados en
su m1C1ac1ón por más de seis meses, computables desde la fecha de
suscripción d~ contrato. ·
. El Art. 35, señala que en caso de que el contratista resolviera
mgresar a_l periodo de explotación de los hidrocarburos que llegue
a descubrir, d~be proceder a la selección del área correspondiente,
l~ que como vi~os no puede superar el 50% de lo concedido para
fmes exploratorios. En el área seleccionada, dividida en lotes sin
solución de continuidad, " unidos por sus lados o por sus vértices",
d~bt-rá el co_nt_r~tista en un }_)lazo que no podrá ser mayor que los
seis . meses, m1ciar .los trabajos de explotación, su jetos a normas
técnicas, que perrmtan una recuperación importante de los hidro-
carburos que contenga el yacimiento y una adecuada conservación
de éste.
Los_ trabajos de expl~t~ción deben sujetarse a programas pre-
fstablecidos. Serán superv1gilados por representantes de y . p. F . B.
y de los cont~atista~ const_ituidos al efecto en una Junta de Control
que se organizará mmediata~e~te de_ ~uscrito el contrato. la que
entre otras labores de superv1S1ón exigirá el cumplimiento de los
- 277 -
programas acordados, aprobando los ampliatorios que sean nec~sa-
rios poner en ejecudón, así como los presupuestos correspondien-
tes. Señalará los métodos más convenientes para la ejecución de
los trabajos, formulando las reco~endaciones que. crea nece~arias
en relación con el manejo económico de las operaciones, pudiendo
en su caso resolver la realización de auditorías que analicen el mo-
vimiento económico y la situación financiera del contratista. en
relación a las operaciones del contrato.
Los contratistas cumplen sus trabajos en representación de
Y-P.F. B. , por lo que el volumen total de la producción pertenece
y debe ser entregado a éste, de acuerdo con_el espíritu de la ley y a
lo expresamente previsto por el Art. 40. De este volumen total, en
el cual no se halla comprendida la cantidad de hidrocarburos que
se hubiera utilizado en labores propias de la producción, Yaci-
mientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos retendrá los porcentajes
necesarios para hacer efectivo el p~go de regalías _e impuestos ~ue
prescribe la ley. Entrega al contratist_a el_ porcentaje d,e _Producción
que se hubiera acordado como retnbución total y umca por lo~
trabajos realizados y las inversiones efectuadas, quedando como
t.eneficiario único del saldo total.
En este punto cabe hacer notar que en los contratos que se
han suscrito al amparo de la Ley General de Hidrocarburos. la
retribución al contratista ha sido acordada generalmente en un
50% de la producción total, por lo que desc~ntando las regalías e
impuestos que alcanzan a un 30 % de la _misma, Y-P·!-B - queda
como beneficiario del 20% de la producción bruta. Si aceptamos
como hipótesis que los gastos de explotación y la recuperación de
inversiones arrojan entre ambos un porcentaje igual al 25% de la
producción, tendríamos que los contratistas llegan a beneficiarse
con la utilidad líquida equivalente a la cuarta parte de la pro-
ducción bruta total, porcentaje que dado el tiempo de vigéncia del
contrato resulta altamente beneficioso para el contratista, tomando
en cuenta además que éste no dedicaría su atención a pozos y a
yacimientos que no sean económicamente r~ntables. Sin embarg?
estos beneficios no tienen punto de comparación con los que perCI·
bían los concesionarios durante la vigencia y aplicación del Código
del Petróleo.
- 278 -
- - - - - - ----------- -~
----~~~--~-------~--------·--~- -- - ~ - - - ~ - - - ~ - - - - - - - ~ - - - -~--------~_j
La Ley que estudiamos no señala porcentajes de retribución
para el contratista. Deja librado al criterio del gobierno y de Y-P.
F •B • esta~lecerlos en base a los antecedentes que rodeen cada
caso. C?nsi~eramos que ~ebería tenderse a disminuir el porcentaje
de retnbución que perciben actualmente los contratistas a fin de
beneficiar más al Estado o a la propia empresa petrolera fiscal.
Esto podría lograrse señalando en el contrato montos menores de
retribución, que podrían ser perfectamente fijados en un 40% de
1a producción bruta. Debe adoptarse además la fórmula de modi-
ficar la ley introduciendo en ella la obligación del contratista de
p_ag~r al Esta~~ los volúmenes de hidrocarburos extraídos del ya-
C1m1ento y utilizados en los procesos de explotación. Pagar asimis-
mo en n?mbre de Y• P.!. B., patentes por las áreas asignadas a
los traba1os de explotación, además de los aranceles y derechos
usuales .sobre bienes y servicios que importe para ejecutar y cum-
plir su contrato. Esta5 erogaciones formarían parte de los gastos
de producción y si bien afectarían en alguna medida a Y-P-F.B-,
beneficiarían en mayor proporción al Estado.
. Por autorizaci?n del Art. 43 el contratista podrá disponer
libremente, para fmes de exportación, sin pagar derecho alguno,
de los volumeftes que le correspondan como retribución, salvo el
caso de qu~ los correspondientes a Y.P.F.B., sumados a los que
produ~ca directamente es~a empresa fiscal, no sean suficientes pa-
r~ satisfacer la demanda mterna, circunstancia en la que el contra-
tista deberá entregar los porcentajes necesarios para cubrir cual-
quier déficit, al precio y en d lugar que determine el Ministerio
de Energía e Hidrocarburos.
. La prop!edad y administración de los duetos que sea nece-
sario ~onstru1r para el transporte de hidrocarburos corresponde
exclusivamente a Y.P.F-B-, aun cuando éste en el contrato puede
determinar que el financiamiento y construcción de estas líneas de
transporte sean realizados por el contratista, el que en este caso
tendrá prioridad en el transporte de los volúmenes que recibe como
retribución, pagando las tarifas establecidas por el Ministerio de
Energía e Hidrocarburos.
El Art. 47 otorga al contratista la garantía del Estado para
disponer libremente de las divisas que obtuviera de la exportación
- 279 -
de sus propios volúmenes de hidrocarburos o por las ventas que
en su caso efectúe a Y. P- F-B. En. cuanto a las divisas que interne
al país para cubrir sus gastos en moneda nacional deberá conver-
tirlas a través del Banco Central.
Salvo autorización del Ministerio de Energía e Hidrocarburos
y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, el contratista
no podrá en ninguna circunstancia retirar, transferir o gravar las
"edificaciones e instalaciones fijas, maquinarias, equipos y todo
otro bien" que forme parte de las unidades necesarias a las opera-
ciones de explotación. Estos bienes deberán ser transferidos en
propiedad y en su totalidad a Yacimientos, sin costo alguno para
é~te, una vez cumplido el contrato por transcurso del plazo acor-
dado o en razón del incumplimiento de éste por parte ·del contra-
tista.
El Art. 50 de la Ley General de Hidrocarburos determina ex-
presamente que "el aprovechamiento de los depósitos superficiales
de asfalto y esquitos bituminosos no queda comprendido dentro
del régimen de los Contratos de Operación". Constituye esta de-
terminación una exclusión de la facultad que otorga a Y. P. F. B-
el Art. 7 que le permite explorar y explotar cualquier hidrocar-
buro "a través de terceros". Aun cuando no se determina expresa-
mente a quién corresponde la explotación, transformación e indus-
trialización de estos productos, creemos que el espíritu de la norma
está señalando que este aprovechamiento debe cumplírselo directa-
mente por Y-P.F.B.
6. CONTRATOS DE SERVICIOS PETROLEROS.
El capítulo 111 del título que tratamos se refiere a los Contra-
tos de Servicios Petroleros definidos por ei Art. 52 como aquéllos
por los cuales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, o en
su caso los contratistas de un Contrato de Operación, convienen
wn una tercera persona "la prestación de un determinado servicio
o la ejecución de una obra específica de índole técnica especiali-
zada", que lleguen a requerir para el cumplimiento de los objeti-
I
vos perseguidos en cualesquiera de las etapas de la industria petro-
lera, acordando una remuneración determinada como compensación
y siempre que el contrato esté destinado a cubrir tareas especificas
dentro de la correspondiente fase de la industria.
- 280--:
La Ley exige al contratista de serv1oos petroleros inscribirse
en un registro especial a cargo del Ministerio de Energía e Hidro-
carburos. A este efecto deberá acompañar toda la documentación
que pruebe su legal organiza~ión y su suficiente capacidad para
operar en el país. En el caso de empresas establecidas en el extran-
jero, requieren demostrar su representación legal por intermedio
de . una firma nacional de servicios petroleros. Deberá igualmente
acreditar una necesaria capacidad y solvencia técnicas en materia
petrolera y constituir en el caso de empresas foráneas una garan-
tía suficiente que será fijada por la Dirección General de Hidro-
carburos: Se obliga además a facilitar cualquier labor de fiscalización
que crea conveniente ejercitar el Ministerio del ramo, comprome-
tiéndose al cumplimiento de las obligaciones que determina el Art.
15 de la Ley.
Tanto Y-P -F.B. como los contratistas de operac10n, por pro-
hibición ~el Art. 55, no_ deben contratar servicios petroleros con
empresas extranjeras, si de acuerdo con el Registro Oficial exis-
tiera una empresa nacional con suficiente experiencia y capacidad
como para cumplir los servicios requeridos, en condiciones simila-
res de calidad y precio que las ofrecidas por dicha empresa extran-
jera. La ley ,preve -que todos los contratos de servicios petroleros
que se suscriban deben ser obligatoriamen_te registrados en la
Dirección ·General de Hidrocarburos.
7. TRlBUTACION.
El título IV de la Ley General de Hidrocarburos comprende
las normas a que deberá sujetarse el régimen de tributación. En
este título que abarca del Art. 57 al 65 inclusive, nos apartaremos
por razón de mejor método del orden correlativo del <'.rticulado,
para referirnos exclusivamente a los aspectos básicos que encierra.
La Ley establece dos tipos o clases de tribut_ación. Una que
obliga a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos cuando reali-
za sus operaciones en forma directa o cuando trabaja por interme-
dio de terceros en forma de Contratos de Operación -quedando
también "éstos incluidos dentro de la obligación impositiva por la
fracción que les corresponda como remuneración- y la o tra que
se refiere exclusivamente a los contratistas de ~ervicios petroleros.
- 281 -

En el primer caso de tributación, prevista por los Arts. 57 y
58, tant~ Y. P. F. B . como los contratistas de operación, en los
porcenta1es que les corresponden, están obligados a pagar un im-
puesto o regalía en favor del departamento productor equivalente
al n % de la producción bruta calculada en boca de pozo, a pagar
además en favor del Tesoro Nacional un impuesto igual al 19% de
la misma producción bruta. Se llega en esta forma a pagar un total
impositivo de ;30% sobre la producción bruta, entendida corno la
producción total descontadas las cantidades que se hubieran tenido
que utilizar en. labores propias de la explotación del producto y
la~ 'Jue _se usen en ~a quem~ o venteo de gas autorizados por el
Mm1steno de Energ1a e Hidrocarburos. Sobre este último caso
creernos que en ninguna circunstancia debería autorizarse el venteo
de gas. En cuanto a la quema, si resultara imprescindible efectuar-
la, debería el contratista pagar una regalía sobre los volúmenes a
ser quemados, pero fundamentalmente debe exigírsele la reinyec-
c1ón de todo el gas que no se llegue a explotar con fines comercia-
les. En lo que se refiere a los volúmenes utilizados en operaciones
propias de la explotación, ya hemos dado nuestra opinión al
respecto.
Los impuestos a que nos hemos referido se los establece en
com_p ensación de todo otro impuesto sobre utilidades y sobre renta
total, cual preve el Art. 57 y de acuerdo con lo señalado por el
Art 65, de todo otro impuesto "nacional, departamental, munici-
pal y universitario creado o por crearse", de los que quedan
exento~ tanto Y. P. F •B • como los contratistas de operación, estan-
do obligados solamente al pago de aportes a la Seguridad Social y a
actuar como agentes de retencipn de los impuestos sobre servicios
personales y renta total que deben pagar sus dependientes. Estas
dos últimas obligaciones deben ser también cumplidas por los
contratistas de servicios petroleros.
La segunda clase de tributación está determinada por el Art.
61 y comprende a los contratistas de servicios petroleros. Estos se
h~llan obligados al pago de impuestos sobre utilidades que deter-
minan con carácter general las leyes impositivas, estableciéndose
sin embargo para ellos, un régimen especial de deducciones que
comprende además de las usuales, las erogaciones que el contratista
hubiera efectuado en el exterior del país y "que tengan relación
- 282 -
directa con sus operaciones en Bolivia". Entre éstas, de acuerdo con
d D. S. 06425 de 19 de abril de 1963, que el Art. 6 I de la Ley
General de Hidrocarburos señala como aplicable en este caso,
están comprendidos "salarios de personal, costos de trabajos de
investigación, análisis técnico, gastos de administración y todo
desembolso realizado con relación a las operaciones ejecutadas por
el contratista en el país". Se aplica además una escala de deprecia-
ciones que admite una deducción del 10% anual para edificios,
20% para maquinarias, equipos, muebles y útiles y un 25% para
vehículos. Esta liberalidad de la Ley de Hidrocarburos, ratificato· .
ria de la otorgada por el Decreto 06425 dictado como norma comple·
mentaria del· Código "Davenport", nos parece injustificada. Los
contratistas de servicios petroleros calculan la incidencia de los
gastos que por cualquier razón tuvieran necesidad de r ealizar en
el exterior -que no pueden constituir una importante proporción
en el conjunto de la operación- y mbre esa base cobran sus hono·
rarios. Autorizar la deducción de gastos realizados en el extraniero
lleva a un indebido incremento de los mismos (a lo que está~
acostumbradas sobre todo las empresas norteamericanas en su afán
permanente de rebajar montos impositivos) y, aun cuando el De·
creto establece que estos gastos "deberán ser expresamente certifü
cados por firlllflS contables o de auditoría de r~conocido prestigio
internacional", es indiscutible que fuera del control directo de las
autoridades nacionales se hace posible realizar todos los juegos
imaginables en procura de inflar gastos, favorecer indebidamente
a empresas subsidiarias o afines y en última instancia proceder
con injustificada dadivocidad a costa del Tesoro Fiscal boliviano.
En materia de depreciaciones, creemos que sobre todo en lo
referente a edificios, maquinarias, equipos y vehículos pesados, los
porcentajes contemplados son muy elevados. Sobre este particular
corresponde recordar lo comentado al analizar el Código del Pe- .
tróleo, en que nos hacemos eco de la crítica que realiza Enrique
Mariaca y transcribimos la lista inserta en la obra de ese autor
aplicada por el Departamento del Tesoro de los EE.UU.(*) ·
Con relación a la liberación de aranceles aduaneros con q ue
de acuerdo con el Art. 62 se favorece a los contratistas, autorizán-
(*) Ver p~gina 228.
- 283 -
doles la "importación de todos los materiales, equipos y vehículos
de trabajo para las operaciones ordinarias de Y.P.F.B. y la de
los contratistas, sean éstos de operación o de servicios petroleros",
~'ª hemos expresado nuestra opinión contraria . a esta clase de libe-
ralidad.
8. FISCALIZACION.
'
El Título V de la Ley se refiere a "Fiscalización y Regulación
del Sector de Hidrocarburos". Regula mediante lo previsto por los
artículos 66 y 67, las atribuciones del Ministerio del ramo para
fiscalizar, por intermedio de la Dirección General de Hidrocarbu-
ros, toda la actividad relativa a estos recursos.
En varios incisos, el Art. 67 señala las atribuciones de esa
repartición, desde la de velar por el cumplimiento de la política
de hidrocarburos delineada por el gobierno de la Nación y lo
relacionado con - las normas de política energética nacional, hasta
la fijación de precios de los hidrocarburos en boca de pozo, la
r~visión de las liquidaciones concernientes a la explotación para
fmes de pago de regalías e impuestos, así como ejercer todas las
funciones que los diferentes artículos de la Ley de Hidrocarburos
Ie encomienda, como al máximo contralor de toda actividad rela-
cionada con la materia.
9. DISPOSICIONES VARIAS.
El Art. 68 prescribe que cualquier asignación petrolera que
por su propia naturaleza requiera la realización de trabajos en el
subsuelo, no afectará los derechos del propietario del suelo, salvo
que la industria precise utilizar el suelo, en cuyo caso tendrá pre-
eminencia , sobre cualquier derecho preestablecido relativo a la
propiedad de éste, la que al ser afectada deberá ser objeto de la
correspondiente indemnización, excepción hecha de las tierras fis-
cales que no presenten mejoras, situación en la que éstas podrán
ser ocupadas gratuitamente para fines relacionados con ta indus-
tria de los hidrocarburos.
El Art. 69 coincidiendo con lo estable('ido por el Art. 4, pro·
clama como de utilidad pública la expropiación de propiedad
- 284 -
pública o privada, así como la constitución de servidumbres sobre
las mismas. Como consecuencia de este principio se autoriza a Y .
p.f.B. tomar posesión inmediata de los bienes a expropiarse sin
necesidad de declaración expresa de necesidad y utilidad públicas,
debiendo limitarse a seguir los trámites que la propia Ley señala,
sólo para efectos de fijar la indemnización correspondiente. Sin
embargo excluye de este régimen las viviendas urbanas y rurales
y sus dependencias inmediatas, los cementerios, las carreteras, las
vías férreas, los aeropuertos y toda otra construcción y edificarión
pública o privada que reúna condiciones de ~s.tabilidad y perma-
necia.
En base a lo previsto en los tres artículo!! precedentes, el Art.
71 otorga a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos el derecho
de expropiar terrenos de particulares y el de ocupar gratuitamente
los de propiedad fiscal, procediendo, de existir mejoras ejecutadas
por particulares, a realizar el pago indemnizatorio que correspon-
diera, el que procederá en todo caso si se llegan a afectar terrenos
urbanos pertenecientes a particulares, aun cuando en ellos no se
hubieran introducido mejoras de ninguna clase. Le otorga al mismo
tiempo el derecho de "utilizar todos los materiales y elementos que
se encuentren "i.n el área donde se ejecuten las obras", procedien-
ctv al pago indemnizatorio ~i con este hecho afecta económica-
mente a particulares.
Por manda to del mi~nio artículo. Y. P F. B. puede ocupar una
extensión de 25 metros a lo largo de sus líneas de duetos. Puede
dividir esta extensión a su criterio, a ambos lados del eje del dueto,
en las proporciones que creyera convenientes o aplicarla a un solo
lado.
Los Arts. 72 al 81 señalan el procedimiento a seguir para la
fijación del monto indemnizatorio, para el que recomienda que
debe tenderse a un acuerdo de partes. En defecto de éste se designa
a las Sub-Prefecturas en provincias y a las Prefecturas en capit;;i.les
de Departamento, como a las autoridades ante las que cualesquiera
de las partes puede recurrir en demanda de una audiencia, en- la
que ambas expongan ,sus razones para la fijación del monto a que
debe alcanzar la indemnización. La autoridad podrá disponer una
inspección ocular en el terreno, la designación de peritos de p arte
o cualquier otra medida que _le lleve a tener una clara concepción
- 285 -
 /

legisla, no en forma exclusiva sobre el petróleo sino comprendiendo

del problema puesto a su conocimiento. Debe, con los antecedentes
a todos los hidrocarburos; sino fundamentalmente por dar al país
que llegue a reunir, pronunciarse sobre la expropiación o servi·
la posibilidad de que se beneficie con un mayor porcentaje de la
dumbre. ~n caso de desacuerdo entre los peritos de parte sobre el
producción bruta, en relación al magro 11 % que percibía como
monto de la indemnización, designar un tercero . en base a cuyo
compensación total con la Ley anterior. Debe tenderse sin embargo
informe fijará el monto a pagarse.
a mejorar en beneficio del Estado y de Y. P . F. B. las condiciones
La resolución pronunciada por el Sub-Prefecto o Prefecto, se- que se han venido estableciendo en los actuales contratos de ope·
gún sea el caso, podrá ser apelada por ante la Dirección General. ración, fijándose en la Ley las formas y porcentajes que permitan
de Hidrocarburos, dentro del término de tres días de su notifica· elevar la participación nacional.
ción a las partes, debiendo el Director General después de correr
La Ley ha logrado que ingresen al país apreciables sumas de
traslado del recurso y con la contestación de la otra parte -trámi-
capital de riesgo destinadas a explotaciones p etroleras, salvando
. tes para lo que se otorga un plazo de 15 días-, pronunciar reso·
así la deficiencia financiera que muestra Yacimientos Petrolíteros
lución en un plazo de otros 15 días, contra la que no procederá
Fiscales :Bolivianos, que no puede disponer de los elevados montos
recurso posterior · alguno.
que deben destinarse a trabajos de exploración. Ha posibilitado en
La Ley, en el Art. 79, determina que el fallo pronunciado en esta forma abarcar mayores áreas territoriales en esta labor" funda·
primera instancia que no hubiera sido apelarlo, pasará en proceso mental de la industria petrolera.
de revisión a la Dirección General de Hidrocarburos, la que dentro
de los 15 días de llegar los obrados a su conocimiento deherá pro·
nunciar resolución. En base a ella se pagará por Y. P. F. B. la
indemnización dentro de un término de 90 días, cargándose en su
caso este pago al contTatista. ..
El Art. 82 establece que las disposiciones contempladas por
la Ley General de Hidrocarburos, serán aplicables, en todo aquello
que corresponda, a cualquier sociedad en la que Y.P,F-B. tenga
participación mayoritaria de capital. Se entiende que al ser la
entidad petrolera fiscal, accionista mayoritaria de una sociedad, es
ella quien se constituye en sujeto de los derechos y obligaciones
previstos por la ley.

El Art. 83 y último de la Ley de Hidrocarburos deroga todas

las disposiciones contrarias a ésta.

9. A MANERA DE. COMENTARIO.

Haciendo un somero balance de la Ley de Hirlroc;irburos,

encontramos que ésta constituye un evidente avance en relación a
la Ley General de Petróleos vigente hasta 1969, no solamente por
la supresión del régimen de concesiones que contempla, ni porque

.- 286 - - 287 -

¡;
T

XX. CONSIDERACIONES GENERALES EN

TORNO A UNA POLITICA NACIONAL
SOBRE IDDROCARBUROS.

Al comenzar este libro declaré que mi intención era solamente

sistematizar alguna documentación sobre petróleo y su leg,slacic,n,
para ofrecer a los estudiantes de Derecho un texto de estudio,
fácil de ser manejado. Pese a esa declaración inicial, a esta altura
siento la necesidad de esbozar algunas ideas que sinteticen mi pen·
samiento en relación a la política nacional que debe aplicarse en
materia de hidrocarburos.

Los hidrocarburos, así como los demás recursos de la naturaleza

no tienen un fin en sí mismos. Su verdadero significado surge en .
el momento en que se los vincula a un fin económico y social,
por lo que proponer una línea de acción en materia de hidrocar-
buros sin antew señalar, aunque sea en términos generales, los as·
pectos esenciales del desarrollo nacional, no tendría la importan·
cia que aspiramos alcanzar en un trabajo referido a temas atinentes
al destino de nuestro país.

Es muy difícil proponer un esquema de desarrollo sin contar

con los datos necesarios. Lamentablemente en nuestro medio las
estadísticas son insuficientes o simplemente no existen. Sin em-
bargo no se corre ningún riesgo al intentar la formulación de
alguno!> conceptos que tienen validez permanente en la evolución
de las naciones en desarrollo, con mayor razón si esas proposicio-
nes forman parte de una concepción innovadora del país y de su
destino.

Se ha repetido en diversos niveles y circunstancias que Bolivia

es uno de los países con mayor influencia externa, financiera y
económicamente débil, muy vulnerable, que constituye una de las
sociedades más fuertemente estratificadas.

- 289 -
 Frente a la realidad nacional que indiscutiblemente adquiere
contornos dramáticos por el costo social que implica el atraso y
fa dependencia, han sido planteados diversos proyectos, unos más
válidos que otros, entre los cuales el concepto del Desarrollo Na-
cional parece tener la mayor viabilidad histórica, considerando las
t:ondiciones internas e internacionales, cuyo conjunto en última
,nstancia constituye el problema que Boli_via debe resolver.
Se hace necesario dejar sentado un previo esclarecimiento
conceptual diferenciando al desarrollo de un simple crecimiento.
El primero se refiere a un proceso histórico global que abarca a
todos los sectores de la sociedad. El segundo se circunscribe sólo al
ámbito económico, descuidando lo esencial de la Historia, que es
el hombre en su dimensión tanto individual como colectiva.
Si el desarrollo es un p1oceso integral de transformaciones y
evolución, tenemos que admitir que dicho fenómeno no puede
realizarse en su totalidad y al mismo tiempo. Por esto, desde el
punto de vista metodológico, es necesario ubicar el sector priorita-
rio con capacidad de convertirse en la causa eficiente que desenca-
dene la dinámica global deseada.
Tal sector por el peso de su propia sign~ficación objetiva es
el económico, lo que quiere decir que previas las definiciones
políticas, aquí en Bc,livia el desarrollo, la "revolución" o lo que
quiera llamársele, debería comenzar a partir de las transforma-
ciones económicas. Pero entiéndase bien: lo económico en función
de las necesidades de la comunidad.
Siempre a nivel de proposiciones generales, no es posible una
evolución acelerada de la economía sin contar con un sector indus-
trial moderno y dinámico. Es preponderantemente en el discurrir
histórico de la industria donde la acumulación cuantitativa permite
los avances científicos y tecnológicos, los que a través de un proceso
de retroacción implícita, vuelven a incrementar la producción y
productividad no sólo de sí mi_sma, sino del resto de la economía.
En esa línea de razonamiento y cualquiera sea el modelo po-
lítico que se imponga, Bolivia tendrá necesariamente que realizar
ciertas tareas prioritarias.
290 -
En primer lugar es difícil pensar en industrializar al país sin
contar con la infraestructura necesaria. No podemos lograr uni-
dades productivas con un grado razonable de integración n acional,
sin contar antes con siderurgia, metalurgia, matricería y tratamien-
tos térmicos. Un capítulo esencial en el ámbito de una estrategia
soberana de industrialización es la industria pesada. Su implemen-
-tación haría posible disminuir en el margen históricamente posible
la influencia del poder externo.
En segundo lugar, la industrialización propiamente dicha debe
encararse con una doble finalidad: autoabastecerse para susbsistir
y exportar para crecer. En lo referente a la sustitución de impor-
taciones, el concepto de selectividad ha tenido una aplicación efi-
caz en los países que lo utilizaron.
En tercer lugar y tal vez como el de mayor importancia para
la economía del país, está la industrialización del sector agrope-
cuario, la que además de sus connotaciones económicas, puede servir
de inductor para resolver d problema angustiante del minifundio,
mediante cierta especialización del trabajo y de la producción
wbre la base de los requerimientos de cada centro agroindustrial.
,.
En cuarto lugar está el mejoramiento de todo el sistema de
transportes, que debe ser formulado con sentido integrador y de
vinculación entre todas las regiones de nuestra geografía.
Y finalmente los márgenes de seguridad con que el país debe
contar para precautelar su soberanía y su capacidad de autode-
terminación.
La concretización de proyectos en las áreas que hemos seña-
lado supone neces:iriamente la disposición de una cierta cantidad
de energía, calculada en un período tle tiempo compatible con la
naturaleza histórica del Estado. En esa dimensión, aún cuando no
se ha llegado a determinar cuál sería una relación aceptable entre
reservas y producción, podemos afirmar que nuestras reservas de
crudo y condensados son insuficientes, en tanto que las de gas nos
permiten contar con un excedente que puede ser comercializado
para financiar parte del desarollo nacional.
- 291 -
 En ámbito global, sobre política energética, es necesario pre·
parar un programa a largo plazo para la explotación y utilización
de nuestros recursos en este campo. Para ello debemos apoyarnos
fundamentalmente en nuestros hidrocarburos pero tomando en
cuenta, con audacia, con decisión y con responsabilidad el desarro-
llo de fuentes de energía renovables, accesibles a nuestra realidad.
Enfocar un sustancial crecimiento de la hidroeléctrica, promover
planes eficientes de reforestación, tender a la sustitución parcial
de la gasolina por alcohol de caña, incitar a la aplicación de la
energía solar, de la fuerza del viento y en cierta medida del bíogas,
en usos domésticos y de agroindustria básica, nos permitiría lograr
un ahorro sustancial de hidrocarburos fósiles y vislumbrar con
más optimismo el porvenir.
En lo relativo a petróleo, estando verificado el monto de nues-
tras reservas probadas, que según declaraciones de personeros de
Y.P-F-B- alcanzarían a junio de 1983 a 161.2 millones de barriles,
la política en esta materia debe abarcar dos aspectos:
a) Prohibir la venta de petróleo mientras las reservas proba-
das no garanticen la provisión de este recurso, con sus respectivos
márgenes de crecimiento, por un período de al menos 35 años, y
b) Poner en práctica una política austera y disciplinada que
permita ahorrar el petróleo y sus derivados, que actualmente se los
usa, en apreciable porcentaje, en actividades supérfluas que no
forman parte de las necesidades vitales ni de la Nación ni de las
personas.
En lo que respecta al gas, sin desmerecer las informaciones
divulgadas por Y. P. F. B- que nos señalan una reserva probada .al
30 de junio de 1983 de 4.73 billones de pies cúbicos, lo primario es
establecer en definitiva la cantidad de que dispone el país. Par-
tiendo de ese dato deben tomarse las previsiones necesarias a fin
de que Bolivia disponga de este recurso en los volúmenes suficien-
tes para la satisfacción de su progreso industrial, incluida la pe-
troquímica.
Aquí volvemos a tropezar con la ausencia de un plan nacional
de desarrollo, lo que nos impide opinar, con más o menos preci-
sión, respecto a la política que debería adoptarse para el uso del
gas.
- 292 -
. Si nos referimos a l~ venta de gas al Brasil, un concepto esen-
cial que debe ser considerado es que la simple conservación de
1,u~stras materias primas, mientras el pueblo sufre hambre y pri-
vac10nes, parece no tener la justificación necesaria. Una actitud
pasiva en relación con los factores productivos disponibles tiene
un costo social que ocasiona lesiones irreversibles a Ja comumdad.
En la operación de venta deben considerarse aspectos esencia-
les. Uno de ellos es la cantidad de gas a ser comercializada, Jo
que como ya hemos dicho debe ser el resultado de la relación de
nuestras reservas con las necesidades del desarrollo nacional, en
un período ~e tie'.11Pº, ~ue contemple _la existencia de la República
y la evolución c1ent1fica y tecnológica de la Humanidad. Otro
aspecto lo constituye el precio, que debe ser defi~ido --y periódi ·a-
mente actualizado- en relación con el mercado internacional. De-
be ser retributivo, no sólo en base a costos, sino también tomando
en cuenta el carácter no renovable de este recurso. El financia-
miento representa otro elemento importante a ser considerado.
Deben procurarse intereses, plazos y garantías compatibles con la
Pecesidad de convertir al gas en semilla de nuestro desarrollo,
siendo iítil además comprometer a los compradores en dicho finan-
ciamiento. ..
Desde el punto de' vista estratégico, reducir el significado del
gas o del petróleo a la mera condición de combustibles, es un error.
Como es de conocimiento general, de estos hidrocarburos se pueden
obtener las materias primas necesarias para la fabricación de un
sinnúmero de bienes que utiliza actualmente la Humanidad. Por
esto, cuando nos referimos a un proceso de industrialización, lo
hacemos en el marco de una concepción más avanzada en lo que
respecta a:I uso de estos productos.
En lo relativo a la contratación de empresas extranjeras para
trabajos de exploración y explotación, Bolivia, tanto por su debi-
lidad estructural como por su falta de ahorro interno, no está en
condiciones de asumir posiciones políticas radicales y definitivas.
En todo caso el significado de las empresas extranieras en nuestro
país depende de las condiciones y circunstancias de esa presencia.
La batalla de los países dependiente_s en busca de su 1iber~-
ción debe ser inteligente, oportuna y sistemáticamente ejecutada.
- 293 -
 ....
Lo que no pueden hacerlo de una sola vez deben lograrlo paso a
paso. Lo malo no está en la mera participación externa. lo malo
está en que esa participación sea ex~,oliadora e injusta. La presen-
cia extranjera es condenable cuando ocupa el país violando su
soberanía, ~u honor y sus intereses; pero ante todo no debemos
olvidar que las características de la concurrencia foránea dependen
1ambién de la capacidad de los países receptores.
En materia institucional, el fortalecimiento de Y.P-F-B. es
un postulado de carácter permanente y prioritario. La falta de su-
ficiente respaldo financiero, la burocratización-, la improvisación,
las actitudes anárquicas y el precio político que se impone a sus
carburantes y lubricantes, pueden llevar a nuestra empresa petro-
lera fiscal a la bancarrota definitiva.
El petróleo es la sangre de la civilización. Sin este recurso,
hoy por hoy el mundo quedaría paralizado. En la medida en que
los países productores de materias primas adquieren mayor con-
ciencia del precio que deben cobrar por sus recursos, el petróleo
juega papel decisivo en la ubicación de las naciones y en el nivel
de vida de sus pueblos.
'Es cierto que nosotros somos todavía un país productor y
exportador de minerales, pero no es meno, cierto que el significa-
do cualitativo del petróleo y de los hidrocarburos en general es
mucho más importante que el de los minerales para el destino
nacional. Bastaría imaginar la suerte de Bolivia en la hipótesis
de no tener hidrocarburos. La visión de una realidad ~emejantc
sería dramática.
Por todo lo que se ha dicho en el libro, así como por las ideas
formuladas en este epílogo, la política del petróleo en términos
gloh::iles y el comportamiento del país en la explotación y uso de
sus hidrocarburos, debe ser racional, eficaz y con un alto sentido
de realismo y previsión.
- ~94 -
ANEXO I
RESOLUCION 626 (VII) DE 21 DE DICIEMBRE DE 1952
DE LA ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS
"DERECHO A EXPLOTAR LIBREMENTE LAS RIQUEZAS
Y RECURSOS NATURALES_
La Asamblea General, teniendo en cuenta la necesidad de estimular a
los países insuficientemente desarrollados en el debido áprovechamiento
y explotación de sus riquezas naturales,
Considerando que el desarrollo económico de los países insuficientemen~
te desarrollados constituye uno de los requisitos fundamentales para el
fortalecimiento de la paz universal,
teniendo presentf que el der~cho de los pueblos a disponer y explotar
libremente sus riquezas y recursos es in~erente a su soberanía y confor-
me a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas:
1
l. Recomienda a todos los Estados miembros que, siempre que consi-
deren conveniente para su progreso y su desarrollo económico, · ejerzan
el derecho a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales
y al explotarlos tengan debidamente en cuenta, en forma comp~t'ble
con su soberanía, la necesidad de mantener tanto la afluencia de capi-
tales en condiciones de seguridad, como la confianza mutua y coopera-
ción económica entre las naciones.
2. Recomienda asimismo a todos los Estados miembros que se absten-
gan de adoptar medidas directas e indirectas para impedir que cualquier
Estado ejerza su soberanía sobre sus recursos naturales.
411' sesión plenaria, 21 de diciembre de 1952".
- 295 -

ANEXO 11
RESOLUCION DE 9 DE ENERO DE 1867,
EXPEDIDA DURANTE EL GOBIERNO DE MARIANO MELGAREJO
"Petróleo.- Privilejio concedido a Hokst y Harsen para su estracción.
Secretaría General del Estado.- Sección de Hacienda.- La Paz, enero 9
de 1867.
Vista la anterior solicitud y deseando el Gobierno fomentar y p~teger
en cuanto le sea posible la industria química, concede a los señores
Francisco Hokst y Eduardo Harsen, naturales del reino de Prusia, el
privilejio exclusivo para la estracción y purificación del petróleo en toda
la Provincia de Salinas, del Departamento de Tarija, por el término de
diez afios contados desde esta fecha: líbrese la respectiva patente a favor
de los interesados, publíquese por la prensa y archívese estos obrados
en la Secretarla Jeneral.- Rúbrica de S. E . - P.O. de S . E . .- Muñoz".
ANEXO 111
DECRETO REGLAMENTARIO(*) DE 31 DE. DICIEMBRE DE 1872,
DICTADO DURANTE EL GOBIERNO DEL DR. TOMAS FRIAS.
"Tomás Frias, Presidente de la República.
Considerando:
Que el Gobierno está autorizarlo por ley de 19 de Octubre de 1871 para
reglamentar el modo y forma de · adjudicar la esplotación de las sustan-
cias inorgánicas no metallferas,
Que el Decreto Supremo de S de Enero del presente año ofrece algunos
inconvenientes en su ejecución que lo hacen hasta cierto punto inapli-
cable. Oido el dictamen del Gabinete y del Consejo de Estado.
(*) El Art. 3• de la Ley de 19 de Octubre de 1871 entre "las autorizacio-
nes jenerales para promover el adelanto del país", que otorga al
Ejecutivo señala la de "reglamentar la man::ra de adjudicar los mi-
nerales o mantos de sustancias inorgánicas no metalíferas".
- 296 -
--
Decreto:
l1
A~tículo 1°- Son pro~iedad del Estado los depósitos, mantos, capas y o!ros
cnaderos
. de sustancias
_ . inorgánicas como el borax , amoniaco, ca,
1 mag-
nec1a, yodo, alumma, azufre, carbón de piedra, ulla turba bett'in-fó ·¡
. fó ·¡ ' ' SI'
recma s1 '. alumbre, petróleo, boratos y demás que no sean metalíferas
ｾ＠ sean aplicables a la industria, ya se encuentren en el interior de la
tierra, ya en su superficie.
2°· Todo individuo nacional o extranjero puede adquirir y explotar las
sustancias inorgánicas no metalíferas conforme a las prescripciones de
este Decreto.
3°- Estas sustancias
. son susceptibles d<>- cateo, medt"ante 11·cencia
· y pued en
ser denunciadas y adquiridas con arreglo a estas d'1spos1c10nes.· ·
4°· La licencia de cateo se obtendr á d el Prefecto del Departamento en
las capitales y ~u cercado, o de los Sub-prefectos en las provincias, limi-
tando su estenc16n y duración, que no pueden pasar de cinco leP,uas en
cuadro la una y de noventa días la otra. Estas licencias quedarán anota-
das e,1 un libro destinado al etecto.
5°- Las denunci9.s se harán ante el Prefecto del Departamento en
terr·t · ~e ,encuentren las sustancias esplotables. Presentando el escrito
1 orto cuyo
de denuncia, el Prefecto ordenará que se inscriba inmediatamente, por
li Secretaría, en un libro especial, el nombre del descubridor O descul:>rirlo-
res, el lugar Y clase de la sustancia descubierta, con las seflales e'lpPC''l·
les que se la den a conocer, y con todas las circunstancias que el inte-
resad~- -qui~iera hacer constar en la denuncia, en guarda de sus d~rr chos.
La dtltJencta en el libro será firmada por el interesado y el Prefecto
una .::opía de ella, certificada por el Secretario será entregada al i~t:
11
1, resada.
6°- Se entenderá por descubrt'dor al primero
· que manifiesta la su~tanch
que sea objeto de la denuncia, y demarque con precisión y claridad el
lugar en que se encuentra.
'
7•-Si dos º. más denunciantes se hallasen en igualdad de circunstn>1cias,
será prefend~ el que obtuvo licencia de cateo; y si torios la tuv;e-:;en,
el que acredite haber hecho prim~ro el reconocimiento y sacado la sus-
tancia que se presente de muestra.
- 297
s•- Practicadas las diligencias en el libro de denuncias, el Prefecto orde-
nará que se haga una inspección del terreno por peritos, que nombrará
el dei1undante y el Administr,idor del Tesoro público como representante
del Fisco, con objeto de asegurarse de la existencia del depósito, h
naturaleza y riqueza del criadero y sus principales condiciones en el
seno O en la superficie de la tierra. Esta diligencia se hará a costa del
peticionario dentro del término que debe fijar el prefecto, siendo el
máximum de cuarenta días.
9•- Con el resultado de esta diligencia, el Prefecto hará la adjudicación
definitiva al denunciante, y mandará que se le dé posesión de la estaca
estacas que le correspondan, ¡:;revia mensura, amojonamiento Y forma-
0
ción del plano, el cual debe archivarse en la Escribanía de Minas, ha-
ciéndose la medición en la forma y dirección que indique el interesado.
10•- El adjudicatario está en la obligación de poner trabajo para la
esplotación y laboreo dentro del término de seis meses bajo la pena
de despueble.
11 •- Ninguna empresa de esplotación de sustancias inorgánicas se consi-
derará amparada, si no tiene poi lo menos cuatro operarios trabajando
continuamente por cada cuatro estacas.
12•- Para la declaratoria de despueble se observarán las reglas estable.:i-
das por el Código de Minerla. Una vez hecha la declaración por el Juez
competente, los nuevos adquirentes aprovecharán de todos los tr,abajos
que hallasen hechos, sin retricución alguna a los que abandonaron la
explotación. En este caso los primeros denunciantes, contra quienes se
hubiese dictado la declaración de despueble, tendrán derecho a una esta-
ca de las que se hallen vacantes sobre el mismo terreno.
13•- Los descubridores en terreno no esplorado tendrán derecho a dos
estacas continuas que deben mensurarse Y amojonarse.
14º- La estaca en vetas o filones serán de 400 metros de lonjitud sobre el
rumbo designado por el interesado, reducida la superficie a horizontal,
con una Ionjitud de 25 metros a cada lado y en profundidad ilimitada.
15•- La estaca en mantos, capas, bancos u otras formaciones análogas,
será de 800 metros de lonjitud sobre 800 de latitud con profundidad
ilimitada.
-· 2()8 -
16•- Si el criadero de la sustancia denunciada se encontrase en costras
delgadas, aflorescencias o en cualquier otra forma análoga, o finalmente
J,
en estado líquido, la estención de cada estaca será fijada por el Prefecto
y un miembro de la Municipalidad, según la importancia de la sustancia,
y según el resultado de la inspección ocular que mandarán prac kar
previamente, procurando no exceder de la medida mayor establecida en
los dos artlculos anteriores.
17•- Cualquier individuo o sociedad puede pedir la concesión de un nú-
mero determinado de estacas, no debiendo pasar de cuatro por individuo
y de doce por sociedad legalmente constituida; entendiéndose por tal Ja
que se halle inscrita en los rejistros comerciales respectivos, a más del
derecho que tienen los descubridores a las dos estacas de que habla el
artículo 13.
18•-El espacio de una concesión o lote, compuesto de una o más estacas
no puede repartirse entre diversos socios. Pero las estacas adquiridas
conforme a este Reglamento pueden ser materia de todos los contratos
que autorizan las leyes.
,i 19•- La concesión no -iutoriza sino '.'! la explotación de las sustancias úti-
les en ella indicadas y de las que se hallen asociadas c~n éstas en el
mismo criader°" El terreno de una concesión puede ser objeto de inves-
tigación de otras m~•terias útiles, sin perjuicio de los derechos de los
primeros concesionarios que serán preferidos en igualdad de circunstan-
cias a toda empresa nueva.
20•- La adjudicación de estacas para la esplotación de sustancias inorgá-
nicas, no importa la adjudicación en propiedad de la superfic'e del
terreno, sino del usufructo por todo el tiempo que dur~ la explotación,
debiendo volver a la propiedad del Estado después de concluida, e cuan-
do según el Código de Minerla se haya prescrito el derecho de adjudica-
ción por desamparo o despueble; esta reivindicación tendrá Jugar aún
en el caso en que se hubiese hecho las indemnizaciones de que habla el
artículo siguiente.
21•- Cuando se encuentren edificios, cultivos o plantaciones en el terreno
adjudicado, la indemnización será de cuenta del adjudicatario a cuyo
fin se solicitará la expropiación forzosa con arreglo a las leyes.
El propietario del fundo tendrá derecho preferente (si quiere ejercerlo)
a las dos estacas siguientes a las del descubridor u otro adjudicatario
- 299 -
de su terreno, sin perjuicio de la indemnización que se le hubiese
acordado.
22•- Las demasías entre estaca y estaca son de la propiedad del Estado,
por consiguiente denunciables.
23•- Las sustancias inorgánicas de naturaleza terrosa como las piedras
silíceas o las de construcción, las arenas, las tierras arcillosas y las
piedras y tierras calfceas de toda especie, son de aprovechamiento co-
mún o propio según la costumbre o usos establecidos en las diferentes
localidades.
24º- No es permitida la esplotación de las sustancias inorgánicas de
naturaleza terrosa en terrenos ajenos sin consentimiento y convenio con
su propietario. Sin embargo cuando dichas sustancias tengan aplicación
a la alfarería, fabricación de loza y porcelana, ladrillos refractarios, fun-
dentes de cristal o vidrio, u otro ramo de la industria fabril, o para las
construcciones de interés público, podrá concederse la autorización ad-
ministrativa al que la solicitare, previo un expediente instruido ante la
primera autoridad departamental o provincial con audiencia del dueño
para la indemnización, el que en igualdad de circunstancias con el peti ·
cionario tendrá la preferencia.
25•- Las sustancias inorgánicas de naturaleza terrosa, no se adjudican por
estacas, sino por la estención que solicitaren los peticionarios, previa
inspección ordenada por el Prefecto.
26º- Siempre que la esplotación de sustancias inorgánicas no metalíferas
se tuviese que hacer por pozos o galerías subterráneas, el laboreo estará
sujeto enteramente a las prescripciones del Código de Minería.
27º- La ·estaca de carbón de piedra en vetas o filones, sefá de doble
estención a la establecida por el artículo 14; y en el caso de hallarse
en mantos, capas u otras formaciones análogas será también el doble
de la fijada por el artículo 15.
28º- La estaca de salitre en vetas o filones tendrá 800 metros de lonjitud
sobre el rumbo que se designe sobre 50 de latitud a cada lado del pozo
que se haya abierto, con una profundidad ilimitada.
Cuando el salitre se encuentre en capas, mantos u otras formaciones
análogas, la estaca tendrá 1600 metros de lonjitud sobre 1600 de latitud.
- ~ºº -
29º- Se establece un derecho de patente sobre cada estaca de sustancias
inorgánicas, quedando exceptuadas las de carbón de piedra.
Este impuesto mínimo de patente se pagará en el respectivo Tesoro
público conforme a la escala siguiente:
1•- Por las sustancias mencionadas en el artículo 1• y por cada estaca
adjudicada con arreglo al artículo 14 - 20 Bs. anuales.
2•- Por las -mismas sustancias y por cada estaca concedida conforme al
artículo 15 - 25 Bs. anuales.
3°- Por las que se hallen comprendidas en el artículo 16 el impuesto de
patente se regulará entre el Prefecto y un miembro de la Municipalidad.
30°- m impuesto de patente sobre cada estaca de salitre será el de 30 -
bolivianos en el caso del articulo 14 y de 40 bolivianos en el caso de
fas estacas adjudicadas conforme al artículo 15.
319- El impuesto de patente se abonará anualmente desde el día de la
I! toma de posesión de las estacas, a cuyo fin el Administrador del Te-oro
público llevará un libro especial en el que conste el nombre del individuo
o Compañía, el "lugar en que se encuentren las estacas adjudicadas, la
sustancia que se esplota, y otorgará al interesado el respectivo certificado
1 de oblación para su resguardo.
32°- Es obligación de todo adjudicatario de estacas de sustancias inor-
1,
gánicas; mandar levantar ' el respectivo plano de sus pertenencias, al
tiempo de la mensura y amojonamiento, para que con los documentos
relativos a la adjudicación quede archivado en la Escribanía de Minas.
Este plano servirá para ventilar los deslindes y cualquier cuestión que
se suscitare sobre límites de una pertenencia.
1:
33°- Es también obligación de los adjudicatarios de estacas de salitre,
acreditar dentro de los diez y ocho meses subsiguientes a la adjudicación
P.) adelanto de las obras y aparatos destinados a la elaboración.
34°- Los estacados conforme a las prescripciones del Decreto de 8 de
Enero último quedan amparados en sus pertenencias y nadie puede per-
turbar !a posesión de sus derechos.
- 301
1

35•- El impuesto de patente por las estacas adjudicadas con arreglo al
Decreto de 8 de Enero se regulará por el Prefecto del Departamento
en proporción a la estención de ellas y a la calidad y condiciones de la
sustancia que se esplota.
36•- Los descubrimientos y denuncias hechos antes de la publicación de
este Reglamento se sujetarán a sus prescripciones, teniéndose como de-
nunciantes de derecho preferente a los que se hallen en actual trabajo.
38•-El impuesto de patente establecido por el presente Decreto podrá
ser variado por el Gobierno conforme a lo que determina la ley finan-
cia! o presupuesto.
39•_ En todo lo que se halle previsto en el presente Reglamento se ob-
servarán las disposiciones del Código de Minería de la República.
40•- Las patentes serán emitidas por el Ministerio de Hacienda y remi-
tidas a los Prefectos '!n número competente; en la primera oficina se
llevará por el Jefe de la Sección Industria una cuenta detallada de su
espei~dio y producto, el cual queda declarado como ingreso nacional.
El Ministro de Hacienda e Industria queda encargado de la ejecución )'
cumplimiento del presente Decreto, mandándolo circular y publicar.
Dado en la ciudad de La Paz de Ayacucho a los treinta y un días del
mes de Diciembre del año mil ochocientos setenta y dos.
ANEXO IV
LEY DE 12 DE DICIEMBRE DE 1916, PROMULGADA DURANTE EL
GOBIERNO DE ISMAEL MONTES.
Ismael Montes
Presidente de la República de Bolivia.
Pur cuanto el Congreso Nacional ha sancionado la siguiente ley:
El Congreso Naciona'l,
:Uecreta:
Artículo 1•- Se concede a los adjudicatarios de pertenencias de petróleo,
nafta, carbón de piedra, azufre y lignita, por el término de tres años,
- 302 -
í
a partir del 1• de enero de 1917, la reducción de la patente fiscal a dos
centavos por hectárea y por año, debiendo en los dos años siguientes
pagar la patente de diez centavos por cada hectárea, sujetándose a las
disposiciones vigentes del ramo. Esta patente se pagará por seme::;tres
quedando desahuciadas de pleno derecho las concesiones que no abona-
ran la mitad de la patente establecida por esta ley antes del 30 de
junio y el 31 de diciembre de cada año.
Artículo 2•- El Estado se reserva la participación del 10% del producto
bruto de todas las explotaciones de petróleo.
Artículo 3•- Desde la fecha de promulgación de la presente ley queda
prohibida toda nueva adjudicación de yacimientos petrolíferos quedando
estos de propiedad exclusiva del Estado. Las concesiones que cayesen
en caducidad o desahucio pasarán igualmente al dominio de éste, sin
poder ser nuevamente materia de adjudicación.
11 Artículo 4•- Serán también de propiedad del Estado los aceites minerales
i que se encuentren en la explotación de concesiones mineras, quedando
li la propiedad de dichos aceites exceptuada de la que la ley de minería
acuerda a los concesionarios sobre todas las sustancias que se hallen en
1 el subsuelo de..sus pertenencias.
Artículo 5•- Destinase el producto de estas patentes a la prolongación
del ferrocarril de Sucre a Santa Cruz, por Lagunillas.
.
Comuníquese al Poder Ejecutivo para los fines constitucionales.
1
Sala de Sesiones del Congreso Nacional.- La Paz, 4 de diciembre de 1916.
Benedicto Goitia.- P. Sanches.
Ad. Trigo Achá S.S.- J. Enrique Calvo D . S .- Wenceslao Gonzales Duar-
te D.S.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como ley de la
República.
Palacio de Gobierno en la ciudad de La Paz a los 12 días del mes de
diciembre de 1916 años.
Ismael Montes.
A. Iturricha.- Ministro de Justicia e Industria".
- 303
1
 r
ANEXO V
LEY DE 24 DE FEBRERO DE 1920.
"José Gutiérrez Guerra, Presidente de la República.
Por cuanto el Congreso Nacional ha sancion,ado la siguiente ley:
El Congreso Nacional
Decreta:
Artículo 1º- Se autoriza al Poder Ejecutivo para contratar la explotación
de petróleo u otras sustancias minerales de reserva fiscal, en las zonas
y extensión que juzgue conveniente, mediante arrendamiento temporal
que no pase de sesenta y seis años, u otra forma cualquiera, con parti-
cipación del Estado en el producto ·bruto, fijándose como mínimo de esta
participación el doce y medio por ciento. Queda igualmente autorizado
para proceder a la explotación por administración directa, contrayendo
un empréstito hasta la cantidad que requiera el negocio, con garantia
de los mismos terrenos petroUferos y de las maquinarias que fuere nece-
sario adquirir.
Artículo 2º- El veinte por ciento del rendimiento líquido del petróleo será
para el Tesoro Departamental de la jurisdicción en que se hagan las
explotaciones.
Comuníquese al Poder Ejecutivo para fines constitucionales.
Sala de sesiones del H. Congreso Nacional.
La Pa'l, 14 de febrero de 1920.
José s. Quinteros.- Carlos Calvo.- Alfredo Ascarrunz, Senador Secreta-
rio.- Rugo O'Connor D'Arlach, Diputado Secretario.- Zenón Echeverrfa,
Diputado Secretario.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como ley de la
República.
- 304 -
/
1
Palacio de Gobierno en la ciudad de La Paz, a los veinticuatro días del
mes de febrero de mil novecientos veinte años.
José Gutiérrez Guerra.- E. Careaga Lanza".
ANEXO VI
LEY ORGANICA DE PETROLEOS DE 20 DE JUNIO DE 1921.
"Capítulo l.
Artículo 1º- Los yacimientos de petróleo y demás hidrocarburos sólidos
pastosos, líquidos o gaseosos, que se encuentren en Ja superfici: 0 en el
s~bsuelo, son del dominio directo de la Nación, inalienable e imprescr'p-
t1ble, Y s_ólo podrán ser explorados y explotados por el Poder Ejecutivo,
ya sea directamente o por medio de concesiones en sociedad conforme
a las prescripciones de esta ley. '
Artículo 2°- Paljji los efectos de estas concesiones se mantiene la distin-
ción del suelo y subsuelo que establece la ley de minería, no perdiendo
el dueño su derecho sobre aquel.
Artículo 3°- En terrenos cercados de propiedad particular no podrán
practicarse exploraciones y perforaciones de pozos, sin previo acuerdo
con el propietario o con licencia del Ministerio de Industria, mediante
indemnización de parte del concesionario, y la suficiente garantía por
daños Y perjuicios que pueden sobrevenir . por desbordes, incendios y
demás accidentes petrolíferos.
Artículo 4º- El área de cada pertenencia será de diez mil metros cua-
drados. .__Toda c?ncesión de más de diez hectáreas se localizará formando
un rectángulo, cuyos lados estarán en relación tal que no exceda ele
cinco a uno. El lado menor de este rectángulo corresponderá precisa-
mente al curso de los ríos o al rumbo de las costas lacustres, cuando
las concesiones se refieran a esas zonas.
Las pertenencias serán ubicadas sin solución de continuidad.
- 305 -
Artículo s•- Las concesiones para la explotación de petróleo, demás hi-
crocarburos y sus similares, en yacimientos de reserva fiscal u otros
terrenos, en sociedad con el Estado, sólo podrán hacerse, por una sola
,·ez, en favor de un individuo o de una sociedad, no debiendo exceder
de cien mil hectáreas ni abarcar un término mayor de cincuenta y cinco
años. La participación mfnima del Estado será del once por ciento en
el producto bruto.
El poder Ejecutivo podrá otorgar el total o parte de las hectáreas pe-
didas o denegar la solicitud, conforme a esta ley.
Capitulo II.
Concesiones de exploración.
Artículo 6•- Antes de otorgarse una concesión para la explotación de
esos yacimientos, podrán concederse permisos para la exploración, con
la expresa condición de que se reservará el Estado una quinta parte de
los terrenos elegidos por el explorador, para conservarla como reserva
fiscal.
Toda solicitud de exploración deberá ser localizada por puntos fijos de
partida y referencia, bien determinados, que encuadren · la extensión
pedida.
Se llenarán además estas condiciones:
a) El área de exploración podrá alcanzar a trescientas mil hectáreas;
b) El plazo para realizarla será fijado por el Gobierno, no pudiendo
exceder de cuatro años;
c) El concesionario para la exploración pagará una patente anual de
dos y medio centavos por hectárea, empozando previamente, como
depósito de garantfa, diez centavos por cada pertenencia.
Articulo 7•. Estos concesionarios tendrán preferencia para las concesio-
nes de explotación sobre las zonas exploradas, siempre que las soliciten
dentro de seis meses de haber expirado el plazo del permiso.
Articulo s•- Caducarán los permisos para la exploración:
-- 3"06 -
a) Por la expiración del plazo indicado en el inciso b) del articulo 6•;
b) Por falta de pago de la patente de dos y medio centavos durante
un afio;
c) Por la paralización completa de los trabajos de exploración durante
la mitad del término arriba indicado;
d) Por haber solicitado el concesionario la caducidad, en vista del mal
resultado de 1-tts trabajos, en cuyo caso tendrá derecho a la devo-
lución del depósito de garantía.
En los demás casos, se consolidará dicho depósito en favor del fisco.
Capitulo III.
Concesiones en sociedad con el Estado.
Articulo 9•. Las concesiones de explotación en sociedad con el Estado
se otorgarán por tiempo limitado, cuyo término no pase de cincuenta
y cinco años, por una o varias pertenencias, exploradas o nó, hasta un
máximo de citn mil hectáreas, que se ubicarán sin solución de continui-
dad, conforme a las indicaciones del articulo 4•,
Las propuestas para la exploración y explotación de petróleo y sus simi-
lares, serán presentadas al Ministerio de Industria y resueltas por este
despacho.
Artículo JO•- Las diligencias de mensura y demarcación de las pertenen-
cias se practicarán en el término fijado por el Gobierno, el cual no
podrá exceder del plazo máximo de cuatro años, a contar desde la fecha
del contrato.
Artículo 11 •- El concesionario presentará, dentro del plazo indicado en el
artículo anterior, un plano de la zona concedida, con especificación de
sus límites y de los principales detalles que sirvan de base a la apertura
de pozos y la instalación de edificios y maquinarias.
Articulo 12•- El concesionario deberá iniciar los trabajos de explotación
de petróleo y sus similares, dentro de los cuatro años de firmado el
contrato.
- 307 -
 g) Podrán establecer tuberías que conduzcan el petróleo de los pozos
. . 1 ··onc<>sionario o el adjudicatario en propiedad, a las estaciones de almacenamiento, así como colocar y explotar
Artículo 13º- As1r,11smo, e d . -- cinco primeros años del periodo de
oleoductos hasta los lugares de distribución, dentro de la· República
deberá ~racticar, o~;n~; qu~ni~:tos metros de profundidad, cuand_o ~e- y hasta los puertos de embarque para la exportación.
explotac1ón, un_ P ·¡ hectáreas y dentro de los ocho años s1gu1en-
por cada cincuenta m1 •
nos f un pozo por cada mil hectáreas, que tenga su con- Artículo 16- Antes de empezar las instalaciones y construcciones a que
tes, deberá per orarll á . quinientos metros de profundidad, como se refiere el artículo 15•, el concesionario presentará con la debida anti-
cesión. Los pozos egaer :u:iese encontrado petróleo o sus similares cipación, los siguientes documentos para su aprobación por el Ministerio
mínimun, salvo que s
de Industria;
antes de alcanzar a ella.
. . ·edad y concesionarios en sociedad, que ten- a) Una memoria descriptiva, por duplicado, del proyecto de construc-
Los adjud1catan?s en t~r:~ hectáreas, deberán practicar un pozo, den~ro ción que ha de instalarse, con sus respectivas dependencias, indi-
gan men?s de c_incuen - s y después de este término, en la proporción cando todos los datos técnicos y explicaciones necesarias para su
de los cinco primeros ano , .
pel'fecta comprensión;
que fije el Ejecutivo.
. . . de Industria, mediante los estudios e infor• b) Planos que indiquen en definitiva la localización de las obras;
Articulo 14°- El Mimstenoral y Oficina Geológica, concederá _su ap_roba . -
mes de la Dirección Gene de los pozos y de las instalaciones ind1s- c) Planos detallados de los terrenos fiscales que deben ocupar, o par-
ción previa para la localización ticulares que deben expropiarse;
pensables para su perforación.
d) Planos de construcción que contengan los cortes y demás detalles.
. . · "' • • trar por su cuenta y riesgo,
A tí lo 15º- El concesion¡mo deber.. sumims d l
_r c~ U del Gobierno, ni responsabilidad para éste, to o e Todos estos planos se presentarán en c!oble ejemplar, y serán firmados
sin ninguna ga~an a 'ó la extensión de. las hectái-eas conce:
capital necesario, en proporci n a por un ingeniero y el concesionario o quien lo represente: Un ejemplar
·ct para los objetos siguientes: quedará para el archivo de la Dirección General y Oficina Geológica.
d 1_ as,

a) Perforación de pozos de petróleo; Artículo 17°- Los concesionarios deberán someter semestralmente a la
consideración del Ministerio de Industria, un informe y balance relativos
b) Construcción de caminos para el transporte de ~a:uinarias y ma- al movimiento de la empresa, con un cuadro detallado de la producción,
teriales hasta el lugar de los pozos de explotación, y el Gobierno tendrá e! derecho de nombrar uno o más delegados o
inspectores que lo representen ante los concesionarios y vigilen el cum-
) Establecimiento y explotación de plantas de recibo, repr~sa_s y todo plimiento de las condiciones estipuladas. El cuadro de producción podrá
c género de recipientes para depositar el petróleo y sus sumlares, en ser exigido en cualquier tiempo.
el mismo lugar;
Artículo 18º- Como garantía del cumplimiento de las obligaciones que
d) Instalación de plantas de bombeo; contrae el concesionario. deberá depositar en el Banco de la Nación Bo-
liviana y a la orden del Tesoro .Nacional, la suma de doscientos cin-
.ó or lo menos de una refinería en el cuenta bolivianos por cada mil hectáreas, a tiempo de firmarse la escri-
e) Establecimiento Y exp1otaci n, P . .
pais, si la capacidad de la empresa requiere, tura. Este depósito podrá ser retirado por el concesionario una vez
cumplidas las prescripciones del artículo 13; quedando, en caso contrario,
onstrucción de tanques de almacenamiento, tanto de acero, como consolidado a favor del fisco, no obstante los efectos de caducidad del
f) C t mampostería u otro material adecuado para el petróleo
de concre o, . contrato, previstos.
crudo y para los productos obtenidos;
- 509 -
= 308 ｾ＠
 g) De importar, libres de derechos de aduana, por el tiempo que dure
Capitulo IV. la sociedad y con destino a ella, los útiles, enseres, materiales, ma-
quimrias y herramientas necesarios para los trabajos de explota-
en sociedad con el Estado.
Derechos de los concesionarios ción de la industria petrolifera en los terrenos concedidos en so-
ciedad;
· en sociedad con el Estado, tendrán los
Artículo 19º- Los concesionarios
siguientes derechos: h) De gozar de un privilegio de zona de cinco metros, a cada lado
del eje de sus oleoductos construidos o en construcción, quedando
f y vender petróleo, cualquier hi-
a) De producir, transportar, re mar sean explotados dentro de la con- salvado el derecho de cruce para otro oleoducto; sin afectar las
drocarburo o sus derivados, que cafierfas u oleoductos ya construidos por otras compafifas. Cuales-
cesl"6n, materia de la sociedad; quiera otros industriales podrán hacer uso de los oleoductos de la
de bombeaje, refine- empresa, para conducir el petróleo que produzcan, en la propor-
b) De instalar y explotar, oleoductos, :staciones la industria; ción que permita la capacidad de las cafierías, pagando la tarifa
rías y toda instalación que se relacione con que fijen los concesionarios, previa la aprobación del Gobierno;
para lo cual se declaran los oleoductos de servicio público;
. revio permiso del Gobierno, la super-
e) De ocupar gratuitamente, y p . para la explotación o depósito
. . d t rrenos fiscales necesarios , . i) De organizar, previa autorización del Gobierno, una o más compa-
f1c1e e e . . . del territorio nacional;
del petróleo, en cualquier reg16n ñías para el desarrollo de los negocios de la sociedad, debiendo
rme a las leyes, dicha compañía o compañías, tener, con referencia al Gobierno,
. avar con servidumbres, confo .
d) De expropiar o gr d' d' atarios o concesionarios vecinos las mismas obligaciones que imponga el contrato de sociedad a los
de particulares, a JU ic
los terrenos . a la industria petrolifera, pagando los con- concesionarios.
que fueren necesarios par . d . ·ones Las obras que ejecute ,.
. . el valor de las m emmzac1 .
cesionarios bl Artículo 20•- Los concesionarios por toda compensación de sus trabajos
.
la soc1e ad d se declaran de utilidad pú ica.
y ie su capital invertido, tendrán como máximun el ochenta y nueve por
su propio servicio, ciento de la producción bruta de los hidrocarburos explotados (petróleo,
nstru ir adquirir, poseer y explotar, en_ .
e) De co '. . lámbricas, previa autor1zac16n del Gobierno, nafta, gases o cualesquiera de sus derivados), dentro de las hectáreas
Hneas telegráficas o ma l y reglamentos vigentes. del contrato,
quedando sujetas a las eyes
l"bremente de estas líneas. Artículo 21•- A la terminación del plazo de los cincuenta y cinco aflos
El Estado podrá hacer uso i
a que se refiere el artículo 5°, el total de la industria establecida para
oseer y explotar líneas férreas, tranvías.
f) De construir, adquirir, P 11 d acuerdo la extracción, traslación, transporte y almacenamiento de petróleo y
·ón caminos andariveles, mue es, e sus similares, con todas sus instalaciones y dependencias, pasarán a pro-
canales de navega:m:ntos y d;spcisiciones vigentes sobre ferroca-
con las leyes, reg piedad del Estado, sin obligación ni indemnización de ninguna clase.
rriles o vialidad. Los edificios administrativos, construidos en el perímetro de la concesión,
quedarán también sujetos a esta condición.
ratuitamente de una faja de veinte metros
Tendrán derecho :i usar g . o zona de seguridad para las
terrenos fiscales, com
de ancho en 1os canales. Además podrán ocupar los te- Si conviniese al Estado arrendar nuevamente la concesión, podrá hacerlo,
vías férreas, oleoductos y . dependencias· quedando sal- f.-n cuyo caso tendrá el anterior concesionario, preferencia sobre otros
. ara estaciones Y sus '
rrenos necesarios p ·ones que estuvieren vigentes; proponentes, en igualdad de condiciones.
vados los privilegios y conces1
- 811 -
- 310 -
Los hidrocarburos y productos derivados existentes en los tanques de alma- En el año de 1921 ocho centavos
cenamiento, a la terminación del contrato, se repartirán en partes iguales En el año de 1922 diez centavos
entre el Estado y el concesionario. En el año de 1923 diez centavos
En el año de 1924 quince centavos
En cuant6 a refinerías y sus anexos y a los edificios de carácter admin's- En el a,ño de 1925 veinte centavos
trativo u hospitales, situados estos últimos fuera del perímetro de la con- En el año de 1926 veintinco centavos
cesión, podrá el Estado adquirirlos mediante una equitativa indemnización En el año de 1927 treinta centavos
acordada por peritos. En el año de 1928 cuarenta centavos
En el año de 1929 cincuenta centavos
Artículo 2)9- Si durante la ejecución del contrato, el Gobierno reclamare
por algo que en su concepto importe incumplimiento, dará un aviso a los Los adjudicatarios en propiedad, cuyas pertenencias pasen de cien mil
concesionarios, los que desde ese momento tendrán un término máximo de hectáreas, pagarán por el excedente; una patente adicional del treinta por
seis meses para subsanar la falta que motive la reclamación; en caso de ciento (30%), a partir del 1° de enero de 1927. ·
no hacerlo pasado dicho término, el Gobierno podrá declarar la caducidad,
rescisión o modificación del contrato, que también se efectuará administra- Los concesionarios en sociedad con el Estado, pagarán una patente anual
tivamente, por cualquier defr.audación de los intereses fiscales. en la forma siguiente:

La rescisión o caducidad importarán para el concesionario la pérdida de los a) Durante el período de · exploración, según se estipula en la cláusula
derechos acordados por la concesión, quedando hipotecados los bienes sexta, inciso e);
enumerados en el artículo anterior al cumplimiento de las obligaciones
b) A partir del período de explotación pagarán por hectárea:
que aquel contrajo con el Estado y a las responsabilidades que contra él
resultaren; más si el incumplimiento que dio lugar a la rescisión o cadu- Dur;mte el primer afio, diez centavos
cidad se hubiese producido con el propósito de defraudar los derechos del Durante el segundo afio, quince centavos
Estado, adquiridos en conformidad al artículo precedente, ei concesionario Durante el tercer afio, veinte centavos·
estará obligado a la indemnización de daños e intereses en proporción al Durante el cuarto año, veinticinco centavos
perjuicio causado, bajo la hipoteca legal de los mismos bienes. Durante el quinto afio, treinta centavos
Durante el sexto afio, cuarenta centavos
Artículo 23•- Toda cuestión que se suscite entre el Gobierno y los conce- Durante el séptimo afio, cincuenta centavos
sionarios, acerca del alcance e interpretación del contrato o su ejecución,
será sometida, en única instancia, al fallo de la Corte Suprema de Bolivia. Artículo 25°- Los adjudicatarios en propiedad y los concesionarios en
Los concesionarios tendrán, en la residencia del Gobierno, un representan•e sociedad con el Estado, que no dieren cumplimiento a las prescripciones
con poderes amplios y generales para tratar y resolver cualquier asunto del art. 13, pagarán la patente de un boliviano por hectárea de terreno
relacionado con la sociadad. no perforado por pozos.

Capítulo V. Dicha patente se elevará a dos bolivianos por hectárea, si no se diese

Obligaciones comunes a los adjudicatarios en propiedad y concesionarios cumplimiento a aquellas obligaciones a los tres años de vencidos los
en sociedad con el Estado.
términos indicados en el mismo artículo 13. !
1

Artículo 24º- Los adjudicatarios en propiedad de concesiones petrolíferas, Si persistiese el incumplimiento de dichas obligaciones por tres
pagarán por hectárea, una patente anual en la forma siguiente: años más, quedará caduca la concesión "ipso facto".

,- 31~ ｾ＠ - 313 - i
Artículo 26•- Los adjudicatarios en propiedad y los concesionarios en
sociedad con el fisco, podrán renunciar cualquiera extensión de sus per-
tenencias, para lo cual les bastará solicitar del Ministerio de Industria
la remensura de las conce::;iones. Las patentes recaerán en lo sucesivo
sobre las hectáreas subsistentes, sin perjuicio de la obligación que
tuviesen los concesionarios y adjudicatarios, de abonar las patentes de-
vengadas por las concesiones primitivas.
Artículo 27•- La participación del once por ciento (11 %) como mfni-
mun, a que están obligados los adjudicatarios en propiedad y los conce-
sionarios en sociedad con el Estado, consistirá en una parte alícuota del
petróleo bruto o sus similares, que se extraigan de los pozos.
Esta participación podrá ser entregada en producto bruto, en productos
beneficiacfos o en dinero, a elección del Gobierno, a cuyo fin se fijará
trimestralmente el precio medio de venta de dichos productos, según su
calidad de peso específico.
Artículo 28•- La entrega de estos productos se hará en el punto en que
realicen los adjudicatarios en propiedad y concesionarios sus embarques,
si se tratase de yacimientos situados en zonas fluviales, o lacustres, o en
la estación de ferrocarril más próxima, si estuviesen situados lejos de
aquellas zonas.
Los adjudicatarios y concesionarios en sociedad que tuviesen oleoductos,
estarán obligados a transportar por ellos los productos que correspon-
dieran en participación al Estado, cuando éste lo exija, hasta las esta-
ciones terminales, donde serán entregados, mediante una tarifa que no
excediese del costo de traslación por los expresados oleoductos. El Go-
bierno podrá también hacer refinar esos productos en las refinerías de
los concesionarios, sobre la misma base del costo, sin recargo alguno.
El transporte y refinaciór se realizarán en la misma proporción de la
participación que corresponde al Gobierno, según la capacidad de las
cafierías y refinerfas.
Artículo 29•- Las empresas que posean oleoductos estarán obligadas a
transportar los productos de los concesionarios vecinos, que carezcan de
ese medio, cobrando, las tarifas aprobadas por el Gobierno.
- 314 -
Las refinerías beneficiarán también el petróleo de otras empr esas, que
carezcan de ellas, siempre que su capacidad, debidamente comprobada,
sea superior a las necesidades de la producción de la empresa propie-
taria.
Artículo 30°- El adjudicat,'.rio o concesionario, en su caso, deberán
almacenar el petróleo perteneciente al Gobierno, en cantidad que no
podrá exceder de un tanque corriente, du rante noventa días en un afio,
que podrán ser o no consecutivos, pagando el Gobierno el interés del
ocho por ciento, (8%) anual sobre el capital invertido en el tanque de
almacenamiento.
Artículo 31 •- Las empresas productoras de petróleo y sus similares es-
tarán obligadas a proporcionar preferentemente para el consumo del
país, los productos que necesitase éste, no pudiendo exportar sino el
exceso.
Artículo 32•- En los contratos que celebre el Gobierno con los concesio-
narios, se fijará el monto mínimo que debe alcanzar la producción, a
partir del quinto año de la concesión, y sobre el cual cobrará el Est ado
la participación que le corresponda en la producción de los pozos, aún
cuando ésta no se alcance.
Esta misma cdhdición se hará extensiva a las concesiones en propiedad,
desde el quinto año de la promulgación de esta ley, a cuyo fin el Go-
bierno fijará el monto mínimo de la producción de pozos, de acuerdo
con las indicaciones de la oficina Geológica.
Artículo 33•- Las compañías, empresas o industriales quedan sujetos al
pago de impuestos que graven las utilidades de las compañías o empre-
sas mineras, con cará~ter general.
Artículo 34°- Las adjudicaciones en propiedad que dejaren de pagar la
¡ patente correspondiente a dos semestres vencidos, el 30 de junio y el
31 de diciembre, caerán en c.i<lucidad por ministerio de esta ley.
11
Los concesionarios en sociedad con el Estado que dejaren de pagar la
patente en el plazo expresado más arriba, serán apercibidos para los
efectos de la caducidad del contrato.
También caducarán las adjudicaciones y concesiones, siempre que no
se entregasen durante seis m<'ses la participación de los productos bru-
tos o los impuestos sobre sus utilidades.
- 315 -
En igual caducidad caerán por no alcanzar durante cinco año, consecu-
tivos la producción mínima de los pozos, a que se refiere el articulo 32.
Artículo 35°- Si los concesionarios no extrajesen durante tres meses una
cantidad de petróleo, proporcionada a la capacidad productora de un
pozo, €'1 Gobierno podrá extr:::er por su cuenta la participación que le
corresponde.
En caso justificado de accidente fortuito, como un incendio o la pérdida
de productos por fuerza mayor, el concesionario no estará obligado a
pagar participación al Gobierno, sobre las pérdidas sufridas.
Artículo 36•- Los adjudicatarios y concesionarios estarán obligados a lo
siguiente:
a) A enviar a Ja Dirección General y Oficina Geológica, bimestral-
mente una noticia del estado de la perforación, indicando la natura-
leza y espesor de cada una de las capas atravesadas.
b) A dar aviso inmediatamente que se encuentre un venero de agua,
a fin de evidenciar la obturación; así como cuando ocurra algún
otro accidente.
c) A no continuar la perforación más allá del promedio de metros
que oportunamente se fije, si no están listas las obras de almacena-
miento, conectadas las tuberías con dichas obras y puesta la
válvula del pozo.
d) A dar aviso de las fechas en que haya de efectuarse la cementa-
ción, cuando se haga la prueba de la misma, y cuando se tengan
listas las obras de almacenamiento, tendida la tubería a los depó-
sitos y conectada ésta última con la válvula del pozo.
e) A construir las obras necesarias a fin de evitar cualquier accidente;
y en caso de que éste se produzca por falta de precauciones en el
trabajo, la empresa será responsable de los daños y perjuicios que
se ocasionen a terceros;
f) A tapar el pozo convenientemente, si resultara improductivo o de
agua salada.
- 31h -
Artículo 37•. Los adjudicatarios o concesionarios deberán emplear per-
sonal boliviano en el servicio superior áe sus dependencias, en la
proporción, por le menos, de un treinta por ciento; quedando obligados
en cuanto a los obreros, a ocupar preferentemente a los de nacionalidad
boliviana.
Capitulo VI.
Disposiciones Generales.
Artículo 38•- El Poder Ejecutivo podrá reservar en cada zona petrolífera
las extensiones que ·estime conveniente, para destinarlas a la explotación
directa por cuenta del Estado, para concederlas en sociedad a compañías,
prefiriendo a las constituidas con capitales del país, y para tenerlas en
reserva fiscal. En íos terrenos elegidos por los exploradores se reservará
una quinta parte, conforme al artículo _6•.
Artículo 39•. Las compañías que se organicen para la exploración o ex-
plotación de yacimientos petrolíferos y sus similares, tendrán domicilio
legal en la República, y estarán sujetas a todas las obligaciones existen-
tes o que se estableciesen en lo sucesivo.
Artículo 40º- l!'I Gobierno vigilará la exploración y explotación de los
yacimientos y fiscalizará las operaciones de las empresas, no solo para
asegurarse en la participación de impuestos, sino también para organizar
convenientemente la industria en beneficio nacional, ya para combatir
el acaparamiento de la producción, transporte, almacenaje y comercio
del petróleo, sus similares y sus derivados.
Artículo 41 •- Los concesionarios, bajo pena de caducidad, no podrán en
ningún caso enajenar, traspasar o hipotecar sus concesiones, derechos o
franquicias, a gobiernos extranjeros, ni a sociedades o empresas rela-
c.ionadas con ellos, ni admitirles como socios.
Tampoco podrán, bajo igual pena de caducidad, transferir o traspasar
las concesiones a ningún particular o corporación extranjera, sin espe-
cial permiso del Gobierno.
Artículo 42•- Los adjudicatarios y los concesionarios no podrán entablar
ninguna reclamación diplomática, en lo que se refiere a las obligaciones,
derechos y emergencias de las adjudicaciones y contratos.
- 317 -
 Artículo 43•- Las cuestiones que se susciten sobre concesiones petrol!-
feras o puntos relacionados con esta ley, son de exclusiva competencia
de los tribunales de justicia y de las autoridades administrativas de la
República.
Corresponde a las autoridades administrativas: tramitar y resolver los
actos de posesión, expropiación, uso de servidumbres, amparos, oposicio-
nes y caducidad de pertenencias, e intervenir en la policía y supervigi-
lancia de la industria petrolífera, con arreglo a las prescripciones del
Código de Minería y de la presente ley.
Artículo 44°- Del producto recaudado, en conformidad a esta ley, se
destinará anualmente, con preferencia, la suma necesaria para manten~r
una "Dirección General y Oficina Geológica".
Esta oficina tendrá por Jefe un Director General, con la colaboración
técnica de un geólogo especialista en petróleo. Correrá a su cargo:
a) El levantamiento del plano geológico del país con la ubicación de
todos los terrenos de formación petrolera, etc., para lo cual, además
de sus estudios propios, aprovechará los efectuados por las empre-
sas petrol!feras del país;
b) Propondrá los . reglamentos necesarios, para su aprobación por el
Supremo Gobierno, en todo lo que se refiere a esta industria, e in-
tervendrá en las mensuras <Je terrenos, medición y comprobación
de los productos, su calidad, gravedad específica, etc.; asimismo
correrá a su cargo la inspección y fiscalización en los respectivos
casos;
c) Informará al Gobierno sobre las materias ~elacionadas con esta
industria, y sobre las medidas y disposiciones que sea necesario
adoptar, en resguardo de los intereses del Estado y de las empresas
explotadoras.
Artículo 45°- Los adjudicatar?os en propiedad, podrán dentro del término
de tres años, acogerse J. las prescripciones de la presente ley, relativas a
los concesionarios en sociedad, para convertjrse en socios del Estado,
con todos los derechos y oblig::iciones correspondientes a éstos.
Artículo 46•- Las concesiones en participación con el Estado, otorgadas
por el Poder Ejecutivo, o en trámite, se sujetarán a las disposiciones
- 318 -
de esta ley, pudiendo el Ministerio de Industria modificarlas en· condi-
ciones que no sean inferiores a las que establece la misma ley. Los con-
cesionarios podrán proponer dichas modificaciones dentro de los ocho
meses de su promulgación.
Artículo 47•. El Ejecutivo podrá, también, otorgar concesiones a socie-
dades o personas particulares, para el establecimiento de oleoductos,
estaciones de almacenamiento de petróleo o sustancias similares y ofi-
cinas de refinería, conforme a las disposiciones reglamentarias que acor-
dase el Ministerio de Industria.
Estas concesiones quedarán sujetas al pago de los impuestos creados o
por crearse sobre empresas análogas.
Artículo 48•- Todos los contratos relativos a la adjudicación de perte-
nencias petrolíferas, se inscribirán en el registro de derechos reales del
respectivo departamento.
Artículo 49•. Los adjudicatarios de metales y sustancias inorgánicas, que,
dentro de sus pertenencias encontrasen petróleo u otros hidrocarburos,
no tendrán derecho -a la exploración ni explotación de dichos productos,
sino conforme a los requisitos establecidos por esta ley.
Asimismo los"concesionarios de petróleo y productos similares, no po-
drán extraer los metales y sustancias inorgánicas, que hallaren en sus
pertenencias, sino conforme a las leyes de winería.
Articulo so•- Serán aplicables a las concesiones petrolíferas las disposi-
ciones de minería u otras, que no estén en oposición a esta ley"•
ANEXO VII
CONTRATO CELEBRADO POR EL GOBIERNO DE BOLIVIA
CON LA STANDARD OIL CO. OF NEW JERSEY.
"La Paz, 25 de julio de 1923.
VISTO: en Consejo de Ministros el memorial suscrito por Tomás R.
Armstrong, representante de la Standard Oil Company, incorporada en
Nueva Jersey de Estados Unidos de Norte América, con plenos poderes
-:- 319 -
y en debida forma autenticados, en que se pide la aprobación a la trans-
ferencia que hace la firma Richmond Levering y Co. a la dicha Standard
Oil Company 'de la concesión que, para la exploración y explotación de
petróleo, fué otorgada a los primeros por resolución de 28 de febrero
de 1920, solicitando a la vez se le otorguen algunas modificaciones en la
expresada concesión con el objeto de hacerla fácil en su inmediata
ejecución.
Se resuelve:
Primera.- El Gobierno de Bolivia da su consentimiento y aprueba la
transferencia hecha por los señores Richmond Levering y Co. concesio-
narios de un millón de hectáreas de terrenos, petrolíferos, según resolución
dictada en 28 de febrero de 1920, a la firma Standard Oil Company,
incorporada en Nueva Jersey de Estados Unidos de Norte América, de-
biendo esta Compañía abonar el respectivo impuesto de transferencia
establecido por ley, a cuyo efecto se insertará la escritura pública de
transferencia celebrada en Nueva York en 3 de marzo de 1921, que ha
sido transcrita telegráficamente por intermedio del Cónsul de Bolivia en
aquella ciudad, acreditando las condiciones bajo las cuales se ha operado
la expresada transferencia. La Standard Oíl Company, se compromete
además a presentar debidamente legalizado el testimonio de esta escritura
para que sea agregado a sus antecedentes.
Segund_a.- La Standard Oil Company dentro de los dos meses de la fecha
de esta resolución, presentará por medio de su apoderado legal, los do-
cumentos que acrediten la legal constitución de la sociedad en el pafs
de su fundación, para registrarla en Bolivia y constituir un representante
responsable de los actos y obligaciones de la compañía.
Tercera.- El Gobierno de Bolivia (que en lo futuro se llamará Gobierno)
otorga a la Standard Oil Company, sucesora de Richmond Levering y
Co., de Nueva York (que en lo futuro se llamarán los capitalistas), el derecho
preferente de explotar en los departamentos de Chuquisaca, Santa Cruz
y Tarija la existencia de petróleo o de cualesquiera hidrocarburos o sus-
tancias similares que pudieran existir en esos departamentos, para ubicM,
preferentemente, en los dichos terrenos explorados hasta un millón de
hectáreas petrolfferas, en el tiempo, forma y condiciones que se especi-
fican a continuación.
- 320 -
Cuarta.- Los capitalistas en el término de seis meses subsiguientes al
otorgamiento de la presente resolución, se comprometen a iniciar los
trabajos de exploración en una zona o en zonas que, en conjunto, no
pasen de cuatro millones de hectáreas y que en el dicho término de seis
meses se fijen por los concesionarios los lugares donde podrán elegir
y ubicar el millón de hectáreas petrolíferas materia de esta resolución.
En vista de la deficiencia de los mapas existentes y del escaso conoci-
miento de las regiones, se reconoce a los Capitalistas el derecho de poder
comprender en su ubicación, terrenos adyacentes en una extensión de
cinco mil metros, y nada más, respecto de la periferie de las zonas selec-
cionadas dentro de los seis meses señalados.
Quinta.- Dentro del término fijado en la cláusula siguiente, el Gobierno no
dará su aprobación a concesión alguna que comprobadamente se ubique
en los terrenos que tos Capitalistas hubieran señalado, conforme a la
cláusula anterior, para explorar y ubicar las hectáreas materia de esta
resolución.
Sexta.- El tiempo de exploración no podrá pasar, por razón alguna, del
término de dos años, computables desde la fecha del otorgamiento de la
presente escritura pública y dentro del cual término, deberá hacerse
..
por los Capitalistas la ubicación definitiva de las hectáreas concedidas
.
sólo en terrenos de reserva fiscal, así como en aquellos que hayan re-
vertido al dominio del Estado, respetando concesiones hechas con ante-
rioridad al presente contrato y vigentes en el momento de la ubicqción.
Es entendido que esta concesión se refiere únicamente a la explotación
de productos del subsuelo, sin que establezca, por modo alguno, derecho
de propiedad al suelo de las hectáreas materia de la presente resolución.
1
Séptima.- Podrán los Capitalistas, en el periodo de los dos años fijados
para la ubicación del millón de hectáreas, incluir dentro de estas en
los departamentos de Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija, y bajo las con-
diciones de este contrato, otras hectáreas concedidas en participación
con el Estado y que hubiesen sido adquiridas por los dichos Capitalistas,
siempre que el Gobierno otorgue la autorización de transferencia. Las
adjudicaciones hechas en propiedad y que hubiesen sido adquiridas por
los Capitalistas, podrán éstos incluirlas dentro de los términos de este
contrato, a cuyo efecto renunciarán el derecho de propiedad sobre la
parte incorporada, mediante aviso escrito que representen al Gobierno
para su aprobación. Estas inclusiones de hectáreas, sea de las concedidas
- 321 -
en participación con el Estado, sea de las adjudicadas en propiedad,
no determinarán un sobrepase al millón de hectáreas, que es la cantidad
única que podrán ubicar los Capitalistas, dentro de los términos del
contrato materia de la presente resolución.
Octava.- Dentro del período de los dos años de exploración fijado en la
cláusula sexta (o sea desde la fecha del otorgamiento de esta escritura),
los Capitalistas presentarán al Gobierno, para su conocimiento y apro-
bación, los planos de las ubicaciones que hubiesen hecho del millón de
hectáreas concedidas. Esta ubicación se formalizará en grupos o Jotes
claramente definidos, mensurados y deslindados.
Novena.- Si los capitalistas no presentasen en este término los planos
de ubicación, el Gobierno podrá declarar la caducidad de la concesión.
En cambio, la aprobación que otorgue el Gobierno a estos planos de
ubicación, mensura y deslinde, constituirá para los Capitalistas, título
legal de las hectáreas seleccionadas. Todos los gastos de exploración,
ubicación, levantamiento de planos y otros, destinados a} perfecciona-
miento legal de la concesión y a los trabajos de exploración, serán de
exclusiva cuenta y riesgo de los Capitalistas,
Décima.- Los Capitalistas podrán en cualquier tiempo disminuir el área
concedida, mediante aviso formal dado al Gobierno y sus derechos y
obligaciones cesarán, por Jo que se refiere a la parte renunciada, desde
la fecha de la presentación del mencionado aviso, reduciéndose, en con-
se::uencia, dichos derechos y obligaciones proporcionalmente al área que
retengan.
Undécima.- Los Capitalistas se obligan, como iniciación de sus trabajos,
a perforar uno o más pozos, en el término de diez meses desde la fecha
del otorgamiento de la presente escritura en los terrenos materia de este
contrato. Si los Capitalistas no comenzasen sus trabajos de perforación
en el expresado plazo de diez meses, pagarán al Tesoro Nacional una
multa de cincuenta mil dólart!s. Si esta demora pasase de veinticuatro
meses a partir de la frcha del presente contrato, caducará la concesión,
sin Jugar a recurso alguno por parte de los Capitalistas.
Duodécima.- El Gobierno acuerda a los Capitalistas los derechos siguien-
tes:
- 322 -
a) El de producir, transportar, refinar y vender dentro del pals o en
el extranjero, petróleo, y cualesquiera carburos de hidrógeno y sus
derivados, que sean explotados dentro de los terrenos materia de la
presente resolución, coiJ exclusión de cualquier otra persona o so-
ciedad dentro del área concedida;
1
b) El de instalar y explotar: tanques, oleoductos, estaciones de bom-
bear, refinerías y toda instalación que se relacione con la industria;
c) El de ocupar gratuitamente la superficie de terrenos fiscales nece-
sarios y convenientes para la explotación, así como para la insta-
lación de depósitos de petróleo;
d) El de expropiar o gravar con servidumbres, conforme a las leyes,
los terre.:ios de particulares que fueren necesarios para la industria
petrolffera, pagando los Capitalistas el valor de las indemnizaciones.
Las obras que ejecuten los Capitalistas se declaran de utilidad pú-
blica;
e) El de construir , adquirir, poseer y explotar en su propio servic;o
líneas telegráficas, telefónicas e inalámbricas, de acuerdo con las
leyes y reglamentos de la República, pudiendo servirse de ellas
gratuitamente el !:.!':taco en caso necesario;
f) El <le adquirir, poseer, construir y explotar líneas férreas, tranvías,
canales de navegación, caminos, andariveles y muelles, de acuerdo
con las leyes, reglamentos y disposiciones vigentes sobre ferroca-
rriles y vialidad, y mediante la presentación de trazos y planos al
Gobierno para su aprobación. Tendrán derecho a usar gratuitamente
una faja de veinte metros de ancho total o sea de diez metros a
cada lado de los terrenos · fiscales, como zona de seguridad para
las líneas férreas, oleoaur.tos y canales. Además podrán ocupar los
terrenos necesarios para estaciones y sus dependencias;
g) El de importar libres de derechos de Aduana, conforme al inciso
g) del artículo J9 de !a ley de 20 de junio de 1921, por el tiempo
que dure la sociedad y con destino a ella, útiles, enseres, materiales,
maquinarias o herramitntas para los trabajos de exploración, ex-
plotación y transporte de los productos de la industria petrolera,
y provisiones para hospitales debiendo los Capitalistas presentar las
facturas y demás documentos que acredit-en, en cada caso, la natu-
..,.. 323· -
,
 raleza y destino de dichas importaciones, para que el Gobierno
declare procedente su liberación. Si se presentara el ca.so de que
la liberación de los artículos previstos en esta cláusula deba ha-
cerse con urgencia, el Gobierno autorizará el inmediato despacho de
ellos, para luego expedir la liberación en forma legal;
h) El de gozar de un privilegio de zona de veinticinco kilómetros a cada
lado del eje de los oleoductos que construyan, sin que éste privi-
legio afecte los canales u oleoductos ya construidos o impida el
cruce de otras cañerías u oleoductos que el Estado, otras compaflías
o particulares construyan sobre los de los Capitalistas: Por excep•
ción y si las condiciones geográficas impusieran que otra cañería u
oleoductos se construyan paralelamente a las de los Capitalistas,
se podrá hacerlo, pero siempre que su extensión o recorrido no
pasen d(.' diez kilómetros. Si los oleoductos que construren los
Capitalistas tuviesen capacidad suficiente, satisfechas que sean las
necesidades propias de ellos, conducirán el petróleo que produzcan el
Gobiefno y otros industriales, pagando éstos las tarifas que fijen
los Capitalistas de acuerdo con el Gobierno, y siempre que el
petróleo ajeno no sea de calidad inferior al de los Capitalistas;
i) El de organizar, previa autorización del Gobierno, una o más com-
pañí:l.s, para el más rápido, eficaz y amplio desarrollo de la socie-
d3.d, debiendo dicha compañia o compañfas tener con referencia
al Gobierno, los mismos derechos, privilegios y obligaciones que el
actual contrato impone a los capitalistas.
Décima tercera.- Antes de empezar las instalaciones y construcciones a
que se refiere la cláusula anterior, los Capitalistas presentarán al Go-
bierno los siguientes documentos y planos.
a) Una descripción de las instalaciones y construcciones con las res-
pectivas dependencias que han de hacerse;
b) Los planos que especifiquen su localización y la indicación de los
terrenos fiscales que ocuparán y los particulares que precisaren
expropiar.
Déc;rn¡, ~u:>rt<t.- Los C,:ipitaiistas establecerán por lo menos una refinería
en el país si las necesidades de las industrias nacionales, las condic;ones
en que se encuentre la explotación de petróleo y los medios de trans-
ｾ＠ 324 -
porte así lo reclamen, debiendo el Gobierno y los Capitalistas, ponerse
de acuerdo sobre la fijación de la oportunidad en que deben implantarse
dichos establecimientos.
Décima quinta.- Los Capitalistas se comprometen y obligan a no inter-
venir en la política interna del país, como a no poner sus elementos,
capital, rentas, empleados, dependientes y trabajadores, al servicio elec-
toral o político de un partido o de un individuo. La infracción de esta
cláusula dará lugar al retiro o suspensión de aquellos que la contra-
viniesen.
Décima sexta.- Si dentro de los cinco año:.; subsiguientes al plazo de
dos años que tienen los Capitalistas, conforme a la cláusula sexta, para
seleccionar los terrenos y hectáreas de e-.:plotación, no hubiesdn perfo-
1ado o no estuviesen perforando, en condiciones técnicas con toda la
maquinaria y elementos que se e1npiea11 en ,,stos casos, un pozo ,)or
c¡;da cincuenta m;I hectárMs concendidas, o no pro.lujr-5en por lo menos
una cantidad de dos millones de barriles de petróleo crudo de a cuarenta
y dos (42) galones cada ~no, minimun por año, los ~apitalistc1.s ?.! cabo
de dichos cinco años estarán obligados a renunriar una cantidad de
cincuenta mil hectáreas por cada pozo no perforado, a menos que,
como derecho de retención de la cantidad de hectáreas por las cuales
no se hubiesen yealiwdo perforaciones en la proporción est«blecida, pa-
guen la patente anual de vemtinco centavos por hec~·i~ea el primer año,
después de vencidos los cinco ar.os, o sea el sexto año computado desde
Ju finalización del período previsto en la cláusula sexta; cincuenta cen~a-
vos el séptimo año, un boliviano el octavo año y dos bolivianos el no-
veno y décimo años. Si co~tcluyesen estos últimos cinco años sin haberse
perforado los pozos en la proporción establecida, perderán los Capitalis-
tas en la concesión la proporción de cincuenta mil hectáreas por
cada poz0 no perforado, sin ·rec•Jrso alguno para ellos. Queda expresa-
mente establecido que cualquiera que fuere la ubicación de los p ::iz0s,
la perforación de cada uno, dentro del perímetro de la concesión, sig-
nificará el cumplimiento pleno de la obligación para perforarlo en la
proporción de uno por cada cincuenta mil hectáreas y en una profun-
didad no menor de quinientos metros, siempre que no se encuentre pe-
tróleo a menor profundidad o que se encuentre rocas gratiticas u otras
de imposible o difícil perforación en los trabajos de penetración.
Décima séptima.- Desde el décimo año los Capitalistas intensificarán la
explotación en armonía con la importancia de la concesión, la abundan-
- 325 -

cia de los hidrocarburos, su calidad, su costo de producción y transporte
y las condiciones técnicas y usuales de la industria petrolera. Si el Go-
!>ierno estima que no se procede de esta manera, reclamará a los Capi-
t ,-1listas, y si éstos no atendieran el requerimiento, se someterá el con•
flicto al arbitraje de un tribunal compuesto de especialistas nombrados,
uno por cada parte y de un tercero designado por éstos dos árbitros.
En caso de que éstos no coincidiesen en la designación del tercero, será
el Presid1mte de la Sociedad de Geología de Londres o la persona que
él designe, quien integre el tribunal arbitral.
.Décima octava.- En los productos de la explotación de los carburos de
hidrógeno e hidrocarburos, cualquiera que sea su com¡:.odción (petróleo,
nafta, gases, etc.) y cualquiera que sea el monto del capital invertido,
e! Gobierno tendrá en su calidad de socio, la participación gratuita del
once por ciento (11 %) del producto bruto que se recoja de los pozos
y fuentes de explotación.
Décima novena.- Si el Gobierno lo exige, están obligados los Capitalistas
a almacenar el once por ciento (11 %) del producto bruto que le corres-
ponde por este contrato al Estado, en tanques que posean en el país,
hasta el once por drnto {ll %) de la capacidad de estos y transportar
hasta los puntos terminales de los olrnductos u otros medios de tr:i.ns-
porte que los Capitalistas posean, en igual proporción del once por ciento
(11 %) de la capacidad de los mismos, pagando el Gobierno el mismo
costo proporcional que los Capitalistas llegaren a erogar por el trans-
porte y almacenaje de sus productos en la proporclón que les toca.
Vigésima.- Los Capitalistas estarán obligados, si lo exige el Gobierno, a
refinar el producto que le corresponde por este contrato en la proporción
del once por ciento (11 %) de la capacidad de las refinerías que tengan los
Capitalistas, dentro o fuera del país, pagando el Gobierno por el refi-
namiento el mismo costo proporcional que eroguen los Capitalistas oor
ci de sus productos.
Vigésima primera.- Los Capitalistas se encargarén igualmente, si lo exige
el Gobierno, de la venta en el exterior de los productos que sean de
propiedad del Gobierno por este contrato, pagando éste el valor de los
envases y gastos de transporte, almacenaje y venta sin comisión alguna
para los Capitalistas.
- 326. -
1
Vigésima seguda.- La duración del presente contrato de sociedad será
de cincuenta y cinco años a contar desde que concluya el período fijado
en la cláusula sexta para la ubicación de las hectáreas concedidas. Al
térm1no de los cincuenta y cinco años, las instalaciones de explotación
de petróleo, refinerías, tanques, oleoductos y medios de transporte y
otras dependencias. existentes dentro del millón de hectáreas o del área
que los Capitalistas hubiesen retenido por esta concesión, pasarán al
dominio del Estado, sin indemnización alguna de parté de éste. Las exis-
tencias de petróleo e hidrocarburos o sus derivados en los tanques de
almacenamiento, al tiempo de finalizar el contrato, se repartirán por
partes iguales entre el Gobierno y los Capitalistas .
Vigésima tercera.- Los Capitalistas deberán someter semestralmente a
la consideración del Gobierno un cu.adro detallado de la producción, y el
Gobierno tendrá el derecho de nombrar uno o más delegados o inspec-
tores que lo represente ante los Capitalistas y vigilen el cumplimiento
de las condiciones estipuladas. _El cuadro de producción podrá ser exi-
gido en cualquier tiempo por el Gobierno. Podré también el Gobierno
exigir en determinado momento la demostración, del costo neto de pro-
ducción y de venta en forma reservada.
Vigésima cuarta.- Los Capitalistas estarán sujetos a las leyes y regla-
mento,, general-'!; que el Poder Público dicte para garantizar la seguri-
dad pública. y privada, así como la salud y la vida de los trabajadores
emplea:los en la Empresa.
Vigésima quinta.- En caso de guerra internacional en que Bolivia no
esté directamente comprometida, o de otros graves motivos de escasez
de combustibles y siempre que la participación del Estado !lO fuera sufl-
dente para atender las necesidades internas del país, el Gobierno podrá
obligar a los Capitalistas a rntener para el consumo, una parte de los
productos que les corresponda a éstos cuya proporción no pasará del
veinticinco por ciento (25%) de sus productos. Si Bolivia se enconirase
ccmprometida directamente en una · guerra internacional, podré el Go-
bierno obligar a los Capitalistas a cederle en venta el total de la produc-
ción mientras dure la guerra, al precio de costo, con más una utilidad
del veinte por dento (20%) para los Capitalistas.
Vigésima sexta.- Los Capitalistas garantizan el cumplimiento de las obli-
gaciones que contraen por este contrato con el depósito de cien mil
bolívianos, (Bs. 100.000.~) en Bonos del Estado, que Richmond Levering
11 - 327 - .
 ,..
y Cía., constituyeron y que se encuentran depoi;itados en el Banco de la Durante el primer año 10 centavos
Nación Boliviana a orden del Tesoro Nacional. Esta garantía se amplía Durante el segundo año 15 centavos
por los Capitalistas con la cantidad de ciento cincuenta mil bolivianos Durante el tercer año 20 centavos .
más, que dei:,ositarán en dinero efectivo en el mismo banco y a la orden Durante el cuarto año 25 centavos
del Tesoro Nacional al firmar esta escritura. Estas garantías quedarán Durante el quinto año 30 centavos
consolidadas en favor del Estado, siempre que no se cumplan por los Durante el sexto año 40 centavos
Cnpitalistas, en los plazos estipuiádos, las cláusulas que se refieren a la Durante el séptimo año
presentación de los documentos relativos a la personería de los Capita- y siguientes 50 centavos
listas, a la ubicaicón y fijación de las hectáreas concedidas y al comienzo
de los trabajos de perforación de pozos, y les serán devueltas luego que Asimismo estarán obligados a pagar los impuestos que gravan las utili-
la explotación hubiese empezado. dades de las compañías o empresas mineras con carácter general.

Vigésima séptima.- No serán de responsabilidad de los Capitalistas las
demoras que sobrevengan _por causas de fuerza mayor y casos fortuitos.
Vigésima octava.• Si durante la ejecución del contrato, el Gobierno :-e-
clamara r,or algo que en su concepto importa incumplimiento de él,
d~rá aviso a los Capitalistas, los que desde ese momento tendrán un
término máximo de seis meses para subsanar la falta que motiva la
reclamación. En el caso de no hacerlo en el dicho término de seis meses,
el Gobierno pronunciará la resolución correspondiente para el cumpli-
miento del contrato en el punto o puntos reclamados, resolución que se
ejecutará precisamente a los treinta días de notificada ella a los Capita-
listas, en su domicilio legal de la República, quedando a salvo para estos
los recursos que las leyes franquean.
Vigésima novena.- No podrán los Capitalistas enajenar o transferir sus
derechos sin previa autorización del Gobierno. Tampoco podrán enajenar
o hipotecar esta concesión a ningún Gobierno extranjero o a compafiía
o sociedad relacionada con Gobierno extranjero, determinando cualqu;era
de estos hechos, la caducidad de la concesión, motivo de este contrato,
en su totalidad.
Trigésima.- Durante la vigencia de este contrato los Capitalistas no po-
drán ser gravados en la industria, edificios y productos materia de este
contrato, con ningún impuesto municipal, departamental -o nacional, a
cuyo fin el Gobierno gestionará la sanción de la ley que así Jo determine.-
Los Capitalistas, en consecuencia, estarán sujetos solo a pagar durante
el período de exploración dos y medio (2%) centavos por hectáres al
afio sobre el millón de hectáreas, y desde que comience la producción
de !)etróleo, las 5.iguientes patentes por hectárea.
Trigésima primera.- No podrán lo:,, Capitalistas poseer además del millón
de hectáreas concedidas por da presente resolución, sea por adquisición
de otras concesiones en participación con el Estado, sea de concesiones
otorgadas en propiedad, un número mayor de un millón de hectáreas
,:lestinadas a la explotación de petróleo y sus derivados. Cualquier exceso
se tendrá por nulo. En el término de dos años desde la fecha de la
presente resolución, aeberán los Capitalistas reducir las ,concesiones y
adquisiciones a este límite, para que no se excedan del millón de hectá·
reas.
Trigésima segm¼(ia.- Toda cuestión que se suscite entre el Gobierno y
los Capitalistas, acerca del alcance o interpretación del presente contra-
to o de su ejecución, será sometida en única instancia al fallo de la
Excelentísima Corte Suprema de Justicia de Bolivia, sin que los Capita-
listas puedan recurrir por ninguna razón, a jurisdicción o potestad extra-
ña a ella y menos al amparo de Gobierno extranjero, aún alegando de-
negación de justicia.
Trigésima tercera.- Los Capitalistas fijarán en La Paz, para · los efectos
de este contrato, su domicilio legal, y tendrán un representante con po-
deres amplios ·y generales para tratar y resolver cualquier asunto rela-
cionado con la sociedad.
Trigésima cuarta.- Esta resolución elevada que sea a contrato, será
debiaamente registrada en la Oficina de Derechos Reales de los departa-
mentos respectivos.
Trigésima quinta.- Si esta resolución no se elevara a la · cate<?oría <;le
contrato en el término de treinta días de su fecha, por motivo imputable
a los Capitalistas, serán nulas las transferencias y las modificacio:ies.

- 328 - · -- 329 ｾ＠
Trigésima sexta.- Los poderes del Sr. Tomtis R. Armstrong, debidamente
legalizados, se insertartin en la escri~ura que se extienda de esta resolu-
ción y se tendrán como parte integrante de ella.
Trigésima séptima.- En rf:presentación del Poder Ejecutivo . suscribirán
h presente escritura el Director del Tesoro Nacional y el señor Fiscal
de Gobierno.
Regístrese, ptisese una copia legalizada al Notario de Hacienda para que
extienda la respectiva escritura y publfquese.
(Fdo.) B. Saavedra. (Fdo.) Severo F. Alonso. (Fdo.) Felipe Guzmán. (Fdo)
Pedro Gutiérrez. (Fdo) Hernando Siles".
ANEXO VIII
DECRETO DE CREACION DE YACIMIENTOS PETROLIFEROS
.FISCALES BOLIVIANOS DE 21 DE DICIEMBRE DE 1936.
"Coronel David Toro R.
Presidente de la Junta de Gobierno.
Considerando:
Que el artículo 1° de la Ley Orgtinica de Petróleos, establece que los
hidrocarburos naturales pertenecen al Estado, en cualquier forma que se
hallen, siendo el Poder Ejecutivo el único que puede disponer de ellos
según las mejores conveniencias de la Nación;
Que el Gobierno tiene el deber ineludible de buscar los t1rocedimientos
mtis eficientes para intensificar la exploración y explotación de los yaci-
mientos· petrolíferos;
Que teniendo Bolivia ricos y extensos depósitos de hidrocarburos, esta
riqueza no ha entrado hast3 el presente a tonificar la economla nacional
en la forma y proporcíon que corresponde a aquellos;
- 330 - - - 331
Que las necesidades de la República imponen que el control del petróleo
y sus derivados, y su utilización sea efectuada por una entidad fiscal de
conveniencia colectiva;
Que la importancia y situación de los citados combustibles en el mundo,
su significado económico y su valor con respecto al Estado, imponen cada
día más que estos recursos sean puestos bajo el control directo de la
Nación;
Que interesa esencialmente al Estado una política estable y de seguridad
para el país en materia petrolera y que es indispensable ademtis garan-
tizar el desarrollo de la citada industria bajo una base efectiva que ase-
gure su completo y rápido desenvolvimiento, lo cual solamente puede
obtenerse bajo los auspicios del Gobierno de la República.
Que las facultades que al gobierno confieren los artículos 58° y 59° de
la citada Ley de Petróleos, sólo puede tener realización prtictica me-
diante la creación de un organismo adecuado, que con plena indepen-
dencia y atribuciones, actúe como tal, pero siempre al servicio del Esta-
do y defendiendo sus intereses;
Y, <;le conformidad con los artículos 58, 59, 60 y 61 de la Ley Orgtinica
de Petróleos: ,.
Decreta:
Artículo 1•- Créase una entidad con personería jurídica y autonomía
propias, bajo la denominación de YACIMIENTOS PETROLIFEROS FIS-
CALES BOLIVI4NOS (Y. P. F . B.), la cual dependerti únicamente del Po-
der Ejecutivo por intermedio del Ministerio de Minas y Petróleos.
Artículo 2°- Los Y. P. F. B., tendrtin por objeto la exploración y explota-
ción del petróleo y sus derivados, dentro de las zonas que se le asigna-
ren especialmente; como también la comercialización, transporte y expor-
tación del petróleo y sus derivados dentro de todo el territorio de la
República.
Artículo 3°- Esta entidad estará constituida por el Estado mismo, el que
aportará para su organización los fondos que para el efecto destinare.
Artículo 4°- Y. P. F. B., ademtis de las atribuciones que se le conceden
por el artículo 2° de esta Ley, quedan facultados para- en~rar como com-
ponentes de compafifas mixtas, con aporte de capital privado, con los
fines de sus objetivos aquí determinados, pero precautelando siempre
los intereses del Fisco y sus regaifas.
Artículo 5°- La entidad Y. P. F . B., siendo de naturaleza fiscal, quedará
excenta de todo impuesto, ya sea nacional, departamental o municipal.
Asimismo, los útiles, maquinarias o materiales que para sus trabajos im-
portare quedan liberados de todo derecho o iµipuesto, ya sea arancelario
o de cualquier otra clase.
Artículo 6°- La organización, desenvolvimiento y trabajos de los Y. P. F.
B., quedarán encomendados a un Directorio formado por cuatro miem-
bros, los que serán nombrados por el Poder Ejecutivo. Este Directorio,
en el términ-:> de noventa días de su constitución, presentará al Ministe-
rio de Minas y Petróleo, para su aprobación •Y promulgación por el Eje-
cutivo, el proyecto de Ley Orgánica y Estatutos de los Y. P . F. B.
Artículo 7º- El sefíor Ministro de Estado en el Despacho de Minas y
Petróleo queda encargado de la ejecución y cumplimiento del presente
Decreto-Ley.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veintiún
dfas del mes de diciembre de mil novecientos treinta y seis años".
ANEXO IX
RESOLUCION QUE DECLARA LA CADUCIDAD DE LAS CONCESIONES
OTORGADAS A THE STANDARD OIL COMPANY OF BOLIVIA.
"Vistos:
Los obrados del proceso contra The Standard Oíl Co. of Bolivia por
defraudación de los intereses fiscales y considerando:
Que por la documentación presentada por The Standard Oil Co. of Boli-
via, se comprueba plenamente la producción de petróleo en los pozos
B!!rmejo, en 1925 y 1926, y su exportación del territorio de la República;
- 332 -
Que en el año 1928 la citada compañía, al exigírsele el pago de patentes
petroleras correspondientes al período de explotación, manifestó en varios
escritos no haber producido petróleo y, más aun, no estar en posibilidad
de producirlo, siendo asl que tenla evidencia de lo contrario puesto que
había autorizado la exportación de este producto desde el campamento
Bermejo· en Bolivia al de Agua Blanca en la Argentina;
Que· ratificó su negativa de haber producido petróleo en el hecho de no
entregar las liquidaciones semestrales a las que estaba obligado en virtud
de su contrato, manifestando más bien, que no había producción por
tanto no había lugar a presentar ninguna liq1,1idación;
Que a base de est:is falsas afirmaciones eludió el pago de patentes y la
entrega de la regaifa correspondiente al Estado, defraudando los intereses
fiscales en forma manifiesta;
Que el contrato suscrito con esta Compafifa en 27 de julio rle 1922, no es
sino una aclaración del contrato sobre el mismo asunto, firmado en 1920
con Richmond Levering and Co., ya que en J922 no era posible suscribir
legalmente un contrato en contraposición expresa de la Ley Orgánica de
Petróleos en 1921, y que en vista de ello The Standard Oíl Co. explicó
que no se trataba de uno nuevo,sino de la subrogación del de Richmond
Levering and Cii,. que era anterior a la Ley, sin rescindirlo ni dejarlo
sin efecto;
Que en la cláusula décima octava del contrato de Richmond Levering
and Co., se estipula que el Gobierno podrá declarar la caducidad o rescición
administrativamente, por defraudación de los intereses fiscales, cadu-
cidad que importa para los capitalistas la pérdida de todos 103 derechos
a los bienes que tuvieren en el país, los que pasan a propiedad exclusiva
del Estado;
Que mientras se defina la forma en que el. Estado administrará los cam-
pamentos petrolíferos, pozos y refinerías de The Standard Oil Co., of Bo-
livia, con todos sus anexos, enseres, útiles, etc., éstos podrán ser mane-
jados por Y.P. F.B .
Se Resuelve:
Declára3e la caducidad de todas las propiedades de The Standard Oil
Co. of Bolivia, dentro_ del territorio de la República por defraudación de
los intereses fiscales.
1
- 333 -
Todos los bienes de la Compafifa mencionada que se hallaran en territo-
rio boliviano al tiempo de dictarse la presente Resolución, pasarán a
propiedad del Estado.
Hasta que el Gobierno lo crea conveniente, quedará encargado de la
administración y manejo de todos los bienes de la Compafifa, que en
virtud de esta caducidad pasan a poder del Estado, la entidad oficial Ya-
cimientos Petrolfferos Fiscales Bolivianos (Y . P . F . B .).
Regístrese, etc.
(Fdo.) David Toro R.- A. lchazo.- E. Finot.- F. Campero A.• F. Tavera.-
Gral. Guillén.- Ten!. Viera".
ANEXO X
DECRETO SUPREMO DE 6 DE MAYO DE 1937 QUE APRUEBA
LA LEY ORGANICA DE Y ACIMIENTOS PETROLIFEROS
FISCALES BOLIVIANOS.
"Coronel David Toro,
Presidente de la Junta Militar de Gobierno.
Considerando: Que el Directorio de Yacimientos Petrol!feros Fiscales Bo-
livianos, en cumplimiento de lo prescrito en la Ley de su creación, ha
t:levado a c1msideración del Supremo Gobierno, un proyecto de Ley Or-
gánica para dicha entidad;
Que es deber del Gobierno dictar las disposiciones necesarias que deter-
minen el desarrollo y funcionamiento de los servicios públicos;
Que para regularizar el desenvolvimiento de las funciones de Y . P . F . B .
es preciso dotarle de normas legales a las que debe sujetar sus activida-
des y relaciones;
Que debidamente estudiados los términos del mencionado proyecto de
Ley Orgánica, se ha visto que no está en contraposición con las leyes
- 334 -
y disposiciones vigentes, y que resguarda convenientemente los altos inte-
reses del Estado;
En Consejo de Ministros,
Decreta: La siguiente Ley Orgánica:
Artículo 1•- Los intereses del Estado relacionados con el petróleo, los
demás hidrocarburos y sus derivados estarán a cargo de Y . P . F. B .,
entidad con personería jurídica y responsabilidad, que dependerá única-
mente del Poder Ejecutivo, por conducto directo del Ministerio de Minas
y Petróleos.
Artículo 2°- Las funciones de Y . P . F . B. serán:
a) De organismo asesor que expedirá dictamen de todos los actos y
expedientes, s in ex cepción alguna que se refieran al petróleo, · sus
deriv:1dos u otros hidrocarburos, tanto en las relacior:es entre las dite-
rentes reparticiones del Estado, como entre éstas y los particulares.
1::) De entidad fiscal, industrial, comercial encargada de organizar y regir
la explotación, exploración, comercialización, industrialización y trans-
porte de lo• hidrocarburos y sus derivados, dentro de los términos
de la politka ¡;etrolera de la Nación y sujeta a la fiscalización tócnica
de fo Dirección General de Minas y Petróleos, a la cual deberá elevar
anualmente un informe ·de sus labores.
Articulo 3º- En virtud de lo dispuesto en el artículo 2° inciso a) todos
las oficinas d~l Estado, antes de tomar resolución alguna que esté rela-
cionada con los hidrocarburos o sus d erivados remitirán a Y. P . F . B . el
e,rpediente respectivo, debidamente informado, recabando su dictarr.en.
Articulo 4•. Y . P. F . B . será administrado por un Directorio compuesto
por un Presidente y r uatro vocales, nombrados por el Poder Ejecutivo.
El nombramit:nto será en cada caso por diez años, a cuyo vencimiento
pcdrá recaer en la m isma persona; no podrán <;er miembrc,s del Directo-
rio de y . p. F B . personas que se 'hallen en estado de quieb:a, que hayan
s ido declaradas en falencia, o que sean deudores del Estado, con plie7,o
de -::argo. Fuera dC' estas causas, un miembro del Directorio de Y . P . F . U.
súlo poc!rá ser,ararse de su puest o directivo, por faltas comet;Jas en el
ejncicio de SU$ funciones o por renuncia voluntaria.
- 335 -

En caso de renuncia, separación o muerte de alguno de los miembros
•del Directorio de Y. P. F. B. elevará a consideración del Supremo Co-
bierno la terna respectiva para proveer el cargo.
En caso de que alguno de dichos miembros debiera oc•1r,ar temporal-
mente un cargo que a juicio del Ministerio fuera incompatible con rns
funciones de t.il, podrá obtener del mismo, licencia para •.Gdo t'I tiempo
que ejerza las precitadas funciones, debiendo su reempJ;¡,;antc interiPo
ser cl~sign!!do únicamente por ese tiempo y en la misma forma que los
titulares cual lo prescribe este mismo artículo.
Artículo 5°- El Presidente del Directorio y el Gerente tendrán la repre-
sentación administrativa y legal de Y. P. F. B. En caso de ausencia u otro
impedimento, el Presidente será reemplazado por otro Director, desig-
nado al efecto por el Directorio, que tendrá las mismas atribuciones y
deberes del Presidente titular mientras esté en el ejercicio de la Presi-
dencia. En cuanto a las funciones propias del Gerente, ellas serán deter-
minadas por el Reglamento Interno de Y. P. F. B. que deberá ser apro-
bado por el Supremo Gobierno.
'
Articulo 6°- El Directorio de Y. P. F. B. tendrá amplias facultades para
llenar las funciones que Je confiere el inciso b) del artículo 2° de esta
Ley estando sujeto a las disposiciones y responsabilidad de la misma.
Articulo 7•- El Directorio de Y. P. F. B. será personal y solidariamente
responsable de todas las actividades y manejo de fondos de la entidad.
Esta responsabilidad podrá ser exigida por el Supremo Gobierno en
cualquier momento. Cuando un miembro del Directorio cese en el ejer-
cicio de sus funciones sólo quedará libre de responsabilidad, por reso-
lución expresa del Poder Ejecutivo y previos los informes de Y. P. F. B.
y Contraloría General.
Artículo 8°- Serán inalienables e imprescriptibles los yacimientos adjudi-
cados a la entidad o adquiridos por ésta.
Articulo 9º- El capital efectivo de Y. P. F. B. es de diez millones de
bolivianos (Bs. 10.000.000.- ) que ·el Poder Ejecutivo proveerá en la for-
ma que crea más conveniente a medida de las necesidades de la entidad.
Artículo 10•- El Directorio de Y. P. F. B. elevará a consideración del
Poder Ejecutivo, ha:;ta el 30 de Noviembre de ~acta afio. el presupuesto
- 336 -
1
de ingresos probables y egresos proyectados por . el año venidero, de tal
manera Que· los gastos representen el máximo de fondos por desembolsar
con previsiones para poder reducirlos convenientemente cuando Jo~ in-'
gresos calculados no hayan alcanzado ese monto. El Poder Ejecutivo
po<..'•:á modificar el presupuesto p~ro si no lo hubiera hecho hasta ei 31
dP diciembre, el Directorio de Y. P. F. B. podrá ponerlo en vigencia en
la forma presentada a partir del primero de enero del afio siguiente con
las restricciones que se detallan: necesitará la autorización previa del
Ministerio del ramo para todos los gastos que, por un solo concepto
excedan de cien mil bolivianos (Bs. 100.000.-), asf como para la cons-
trucción y adquisición de buques cisternas y oleoductos, la realización
de operaciones de crédito mayores de cien mil bolivianos (Bs. 100.000.-)
y la fijación de tarifas _para operaciones de carácter industrial o de
servicio público.
Dada la índole autónoma de la entidad y los recursos propios de que
dispone, el presupuest.o de Y. P. F. B. será independiente del presupuesto
gene,;al de la Nación.
Artículo 11°- La contabilidad de Y. P. F. B. será llevada en su sede cen-
tral, en libros sellados y rubricados debiendo sujetarse en el detalle a lo
previsto por los reglamentos.
,.
Los fondos ingresados se depositarán dentro de las cuarenta y ocho ho-
ras, en los Bancos Mineros y Central de Bolivia. Girarán contra dicha
cuenta los funcionarios autorizados por el Directorio.
La Contralorfa General revisará periódicamente en la oficina central de
Y. P. F. B. los libros y cuentas de la entidad, debiendo pronunciarse des-
pués de cada revisión dentro del término improrrogable de 30 días. Sin
perjuicio ·de esto el Poder Ejecutivo podrá en cualquier momento, man-
dar revisar la contabilidad y manejo de fondos de Y. P. F. B.
Artículo 12°- Si a juicio del Directorio de Y. P. F. B. circunstancias es-
peciales requieran efectuar gastos extraordinarios no previstos en el
presupuesto d~l año, el Directorio podrá realiz<\rlos, previa opinión fa-
vorable del Poder Ejecutivo y buscando los fondos para cubrirlos, que
sen1n imputados al presupuesto del año siguiente.
Anualmente en el mes de marzo, el Presláente del Directorio de Y. P:
F. B. , elevará al Poder Ejecutivo la memoria y el balance de cuentas
337 -
de la repartición, demostrando el estado exacto del activo y pasivo y
de las ganancias y pérdidas hasta la fecha de la clausura del ejercicio
económico, que será el 31 de diciembre de cada año. Las utilidades que
arroje el balance anual serán divididas entre el Gobierno y Y. P. F . B.
dejando a favor de la entidad un porcentaje que no podrá ser menor Jel
veinte por ciento (20%) como fondos de incremento y reserva.
Articulo 14•- Y. P. F. B. quedará expresamente autorizado para importar
petróleo o sus derivados durante el tiempo que la producción nacional no
cubra las necesidades del consumo interno. Estas importaciones están suje-
tas a las reglas y disposiciones aduaneras vigentes.
Artículo 15•- En la adquisición de materiales, el Directorio de Y. p. F . B.
dará preferencia a los de origen nacional sobre los de procedencia extran-
jera en igualdad de condiciones y precio.
Articulo 16•- Y. P . F . B. queda autorizado de acuerdo a la ley de su crea-
ci6n, para realizar la explotación y comercialización del petróleo y sus
derivados directamente o en consorcio de otros, a fin de procurar el desarro-
llo de la industria en las zonas que crea conveniente y siempre que esta
medida no afecte desfavorablemente los intereses generales del Estado y
los objetivos de la polftica petrolera fiscal. Las sociedades organizadas en
consorcio de Y. P. F . B. deberán regirse por las disposiciones de la Ley
Orgánica del Petróleo, no pudiendo por lo tanto quedar exentas del pago
de los impuestos y regalías correspondientes al Fisco. Los contratos de
Y. P. F. B. al constituir las sociedades mixtas deberán ser aprobados por
r.l Supremo Gobierno, así como los contratos de enajenación de propie-
dades y productos de Y. P. F . B
La participación que corresponda a Y . P . F. B. dentro de la sociedad o
convenio será detenninada por acuerdo de las partes .
Artículo 17'- El Directorio de Y. P . F . B. nombrará el personal de toda
la entidad y fijará los sueldos y jornales respectivos, de acuerdo a las
disposiciones de carácter general dictadas por el Ministerio del Trabajo.
Articulo 18°- Los asuntos de Y . P. F . B. en que el Directorio declare no
tener jurisdicción o competencia para resolver, serán sometidos a cori-
sideración del Poder Ejecutivo por intermedio del Ministerio de Minas
y Petróleo.
- 338 -
El Sr: Ministro· de Estado en el Despacho . de Minas y Petróleos queda
encargado de l¡;i ejecuci(m y: cumRli!JliE:nto· ,de la presente Ley.
Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz a los seis días
del mes de mayo de 1937 años.
ANEXO XI
CODIGO DEL PETROLEO.
Víctor Paz Estenssoro,
Presidente Constitucional de la República,
CONSIDERANDO:
Que para superar las persistentes dificultades financieras que sufre el país
y crear las condiciones necesarias para un amplio desarrollo de la eco-
nomí~ nacional, es indispensable la explotación inmediata y en gran
escala de nuestra riqueza petrolera;
que las invers'!'ones iniciales de capital extranjero, en la industria del
petróleo, por su cuantía, y la consiguiente exportación de este producto,
contribuirán a solucionar la aguda· escasez de divisas, causa ·fundamental
del malestar económico de la Nación;
que la crónica deficiencia de los recursos fiscales, hace difícil al Estado
cumplir plenamente sus finalidades esenciales en beneficio de la co Ecti-
vidad, lo cual puede también remediarse mediante la tributación de una
vigorosa industria del petróleo;
que el desarrollo de la industria petrolera en gran magnitud y en br':!ve
plazo, significa un medio sustancial para escapar a nuestra condic'ón de
país monoproductor, proporcionándonos, al mismo tiempo los rec,: rsos
para llevar a cabo los planes de in: remento y diversificación de la eco-
nomía nacional, lo que contribuirá a elevar el nivel de vidl de los obre-
ros y las gentes de clase media, brindándoles nuevas oportunidades de
trabajo y progreso, que la economía raquítica y monoproductora del
presente no puede proporcionarles;
- 339
 que es injusto que las generaciones actuales de bolivianos vivan pobres
y trabajosamente, mientras el país encierra riquezas potenciales que
permanecen inexplotadas.
CONSIDERANDO:
Que e! establecimiento de una industria del petróleo, de gran magnitud
y en 1:,reve plazo, exige enormes capitales ya que, por la naturaleza
misma de esta industria, las inversiones iniciales deben ser cuant'osas,
mayormente en un país como el n_uestro, por las dificultades de trans-
porte para alcanzar los centros de distribución internacional;
que Bolivin carece de capitales a éonsecuenda de la larga explotación
semicolonial, organizada y mantenida por la fuerza, en acuerdo y pro-
vecho exclusivo de la oligarquía feudal-minera, que ha empobrecido a la
Nación con el régimen semi-feutlal en el trabajo de la tierra.
. que Y. P. F. B.. no obstante el éxito logrado en los últimos años, gracias
al esfuerzo, la eficiencia y la dedicación de sus obreros, empleados, téc-
nicos y directores, al producir petróleo para atender las necesidades
nacionales y aún para exportar, en reducidos volúmenes, está restrin-
gido en su desenvolvimiento, por la imposibilidad estatal de proveerle
de los capitales necesarios para explorar y explotar las extensas áreas
potencialmente petrolf~ras del país;
que como consecuencia de todos estos factores conjuntos, resulta im-
prescindible requerir del concurso del capital privado extranjero, para la
explotación de nuestra riqueza petrolffera, en condiciones que contem-
plen, a la vez que sus legítimas expectativas de beneficio, los altos
intereses de la Nación.
CONSIDERANDO:
Que la legislación vigente sobre la materia, por ser anacrónica, no con-
templa la realidad presente ni preve las medidas de protección nacional
y de seguridad al capital privado por lo que se hace nece-,ario dictar
un nuevo Código del Petróleo, que contenga las más avanzadas normas
jurídicas, económicas y técnicas aceptadas en el mundo sobre esta ma-
t~ria;
gue al mismo tiempo, debe asegurarse el futuro progreso de la indusi ria
fiscal del petróleo, con la asignación a Y. P. F. B. de una zona sufícien-
- 340 -
teniente amplia para su constante y normal desenvolvimiento bajo las
regulaciones de su actual Estatuto, facultándole operar también, en igual-
dad de condiciones, en las zonas abiertas a las empresas privadas;
que es indispensable tomar en cuenta las características de las distintas
zonas geoeconómicas del territorio nacional para establecer disposiciones
diferenciales adecuadas a cada una de ellas;
Por tanto, en Consejo de Ministros
DECRETA:
Capítulo 1.-
Disposiciones generales:
Artículo 1•- Los yacimientos de petról~. asfalto, gas natural y demás
hidrocarburos, en cualquier estado que se encuentren den~ro dei territo•
rio de la República, ya sea en la superficie o en el subsuelo, son del
dominio directo, inalienable e -imprescriptible de la Nación.
Artículo 2•- Se declara de utilidad pública todo lo relativo a exploración,
explotación, refiliación o manufactura o transformación de hidrocarburos,
así como a su almacenaje y transporte por oleoductos u otras vías
especiales; todo lo -:ua1 se regirá por este Código y su Reglamento, con
preferente aplicación sobre otras disposiciones.
Artículo 3•- El derecho de explorar con carácter exclusivo y de explotar,
refinar, almacenar y transportar hidrocarburos por · oleoductos u otras
vías especiales, podrá ejercer directamente por el Estado por medio de
entidades autárqu\cas de carácter nacional, de sociedades mixtas u otor-
garse tal derecho a personas naturales o jurídicas, mediante conceslo-
nes o contratos en sociedad celebrados entre el Estado y dichas perso-
nas.
Artículo 4•- En caso de que el Estado estableciera sociedades mLxtas o
celebrara contratos en sociedad con personas naturales o jurídicas, t les
0
sociedades y contratistas deberán sujetarse como mínimo a las norlllas
de este Código y_ su Reglamento, no pudiendo por tanto, y en ningún
caso [03 impuestos y obligaciones consiguientes, ser menores e inferiores
., los aquí establecidos.
- 341 -
 Artíc~lo 13º· El Poder Eject1Jivo por sí o med· . . .
Artículo 5°- Es potestativo del Poder Ejecutivo el otorgamiento de las fis.c altzará los trabaJ·os de los co . . iante delegación, v1g1lará y
. nces1onanos no sól0
:onces;ones a que se refiere este Código, lai. cu.;les se c;torgarán a participación, sino también el cumP11m1ento
. . 'de las obl'para• asegurar su
das por aquellos. igac1ones contra!-
todo riesgo del interesado, ya que la Nación no garantiza la exlstencia
de ninguna clase de sustancias.
Artículo 14º- Para las finalidades de este Cód'
Artículo 6°- Ninguna concesión, sociedad ni contrato, confiere la propie- y subsuelo, no perdiendo por tanto d igo se distingue entre suelo
sus erechos el duefio del suelo .
dad de los yacimientos, sino solamente un derecho real de explorar,
explotar, refinar y ¡o transportar los hidrocarburos por tiempo deter-
minado. Dicho derecho real puede ser objeto de hipoteca. Artículo
. 15º• De acuerdo a lo d'1spuesto por el tí 1
t1tución Polfüca del Estado la ar cu o 19° de la Cons•
, s personas naturales O • fd'
no podrán solicitar adquirir . Jur icas extra~jeras
Artículo 7°- Las· concesiones pueden ser adquiridas por cualquier per- • m poseer concesiones · · 1
sona civilmente capaz, que haya comprobado su solvencia técnica y fi- de reco;iodmiento superficial, dentro de lo . ' m ~1mp es permisos
fronteras, pero podrán constru· s cmcuenta kilómetros de las
nanciera para llevar a cabo la exploración, explotación, refinación y'o ir, poseer y explotar . 1 . .
sus concesiones interiores vía fé • p,ira e serv1c10 de
transporte de hidrocarburos. . • s rreas camino 1 d
v1esan dichas zonas limítrofes. -- • s u o eo uctos que atra-
Articulo 8°- El concesionario representará al Estado en la expórtación
de petróleo crudo y sus· derivados. Artfculo 16º· Los· gobiernos O est.a d os extranjeros O l
otras entidades que de ellos dependan ba. . • as corporaciones u
ninguna clase de concesiones n· d ' h JO nmgun título podrán obtener
Artículo 9°- Las obligaciones y derechos establecidos por este Código,
sea en forma directa o por inte~ óe~tec o alguno sobre las mismas, va
son inherentes a la concesión y el sujeto de ellas es tanto el concesiona- . P s1 a persona Tampoc d' h .
nos, entidades O corporaciones p d á ·. . o 1c os gob1er-
rio como sus herederos y causahabientes. "' o r n ser adrrutidos como sorios.

Artículo 10°- El Poder Ejecutivo Jjodrá otorgar concesiones a la misma Artículo 17"-. No podr á n o btener por sí o por interpósita
persona natural o jurídica en una o varias zonas o una o varias conce- pena de nuhdad, las concesiones a que se refier ~ersona, bajo
cores Y diputados, los funcionarios 'bl" e ~ste Código, los sena-
siones dentro la misma zona, hasta las extensiones máximas y totales
ciales y municipales, los funcionari:u d1cos, _autondades políticas! judi-
establecidas por este Código. miembros de las fuerzas armada ｾ＠ e ~nt1c!ades autárqukas y los
parientes de todos ellos dentro sd ｾ＠ e pohc!a en servicio '.!Ctivo, Y los
Artículo 11 º· Toda persona que explore, explote, refine y /o transporte
segundo de afinidad Esta proh'b• ~6 cuarto grado de consanguinidad o
, la& sustancias a que se refiere este Código, establecerá domicilio legal · 1 ici n no comprende la ｾ＠ ·
en el país y tendrá en la residencia del Gobierno un repre5entante con quiridas en época anterior a la elecci.6n o nou1bramiento de s _onces10nes
I f . ad-
poderes amplios, para tratar y resolver cualquier asunto relativo a las Y autoridades antes citados • ní a 1as que se hubiesen
.
adquirid os unc1onarios
d
por hP.rencia O legado• ni a las que e1 cónyuge d 1 . h oboT se a quieran
actividades de su mandante en el territorio de la República. 11
1,
a la celebración del _matrimonio. e m a 1 1tado llevare
Los concesionarios se someterán a las leyes y tribunales del país y siendo
extranjeros se tendrá por renunciada toda reclamacióri diplomática sobre
1, Artículo 18º- Este Código y su Reglamento d á
cualquier materia relativa a la concesión. i rarse o modificarse de acuerdo a I
P 1• .
d. ~º-
r n reconformarse, alte-
as 1spos1c1ones de la Constitución
Articulo 12º. Previa autorización •del Poder Ejecutivo, las concesiones o it1ca_ del Estado; pero las concesiones y los contratos
pueden ser materia de cesión o transferencia total o parcial, en favor las estipulaciones vigentes al momento de se regirán por
especial de partes. con~olidarse, salvo convenio
de quienes reunan y cumplan los requisitos y condiciones para ser con-
cesionarios.
- 34~ -
- 342 -
Articulo 19º- _Tc,da duda o controversia acerca de la ejecución de las
concesiones con relación a este Código y,'o su Reglamento, se procurará
resolver de común acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el concesionario.
A falta de avenimiento entre las partes, se someterá al fallo de la Corte
Suprema de Justicia, en única instancia.
Las dudas o controversias acerca de cuestiones de tipo técnico, en caso
dF.: no ser resueltas amigablemente entre el Poder Ejecutivo y el conce-
sionario, se someterán al juicio de peritos nombrados por las par:es;
si aquellos no llegaran a un acuerdo, designarán un perito dirimidor, cuyo
fallo será inapelable. A falta de avenimiento en los peritos en cuanto a
la designación del dirimidor, la Corte Suprema de Justicia nombrará para
tal efecto, a un organismo o persona especializados en la industria pe-
trolífera, dentro de la terna sugerida por las partes.
Artículo 20º- Para los fines del presente Código, Ee divide el territorio
de ia RF,públiéa en las siguientes zonas·
zona 1.- Su punto de partida s.;rá la intersección del para,elo 15° de
latitud Sur con el meridiano 65° de longitud Oeste de Greenwich; de este
punto se seguirá hacia el Es,te, por el mismo paralelo y el límite Sur de
las zonas II y Illb) hasta encontrar la intersección del paralelo 16° con
ei meridiano o2º; de este punto, sobre el mismo meridiano y el línute
criental de la zoni IIIb) hacia el Sur hasta la intersección del meridiar>o
62º con el paralelo 17'; de este punto, hacia el Este, · sobre el mismo
paralelo y el límite Sur :le la zona lllb), hasta la frontera co,1 el Brasil;
de este punto se seguirá dicha frontera en dirección Sur hasta encontrar
la frontP.ra con el Paraguay; de este punto, ,1ac:ia el Oeste, y ~igu1t11elo
dicha frontera hasta su intersección con el meric!iar.o oi º; de esta iner-
sección, hacia el Norte, por el mísmo meridiano y el límite oritntal .:le
!a zona de Y. p. F. B., hasta la intersección . del meridiano 61 ° con el
paralelo 18º 30'; de este punto, hacia el Oeste, por el mismo parale10 y
el límite r.orte de la zona de Y. P. F. B., hasta la intersección del para-
lelo 18º 30' con el meridiano 62° 30'; de este punto, hacia el Sur, sobre
. el mismo meridiano y el límite oriental de ia zona de Y. P. F. B., hasta
la intersección del meridiano 62° 30' con el paralelo 19°; de este punto,
sobre el mismo paralelo y el limite Norte de la zona de Y.P.F.B., hacia el
Oeste, hasta Ja intersección del para!elo 19° con el meridiano 64' 30'; de
este punto, sobre el mismo meridiano y el límite oriental de la zona
lllc), hacia el Norte, hasta la interserdón del meridiano 64° 30' con el
paralelo 18• 30'; de este punto, sobre el mismo paralelo, en dire.:ción
- 344 -
Oeste y sobre el límite Norte de la zona lile), hasta la intersección del
p1ralelo 18° 30' con el meridiano 65°; de este punto, sobre el mi.,!llo
¡:.aralelo fül diree<. ión Norte y siguiendo el límite oriental de la zon<1 11,
hasta encontrar el pur,to de partida.
Zona 11.- Su punto de partida será la intersección del paralelo 13° de
l<ttitud Sur con la frontera peruana; de este punto y sobre este micmo
paralelo y el límite Sur de la zona Illa), se seguirá hacia el Este a ~n-
contrar la intersección del paralelo 13• con el meridiano 64º; º''e',t.a
intersección y sobre este meridiano y el límite occidental de la zon~ IJJb),
baria el Sur, hasta la intersección del meridiano 64• con el paralelo 16•:
dl' esta intersección y sobre el mismo paralelo, en dirección Oeste ~: -
guiendo f! límite Norte de la zona 1, hasta la intersección del paralelo
16° con el meridiano 65°; de esta intersección, siguiendo estP mismo
meridi~.no en dirección Sur y el Umite occidental de la zona T, hasta
encontrar la intersección del meridiano 65• con el paralelo 18° 30': y ,fo
~ste punto y siguiendo este mismo paralelo y el límite Norte de la zo•1a
IIIc), hacia el Oeste, hasta la intersección del paralelo 18• 30' con el me-
ridiano 67"; de este punto, siguiendo este meridiano y el lfmite orient~l
de la zona Illc), en dirección Norte, hasta encontrar la interse,·ción de!
I
meridiano 67° con el paralelo 17°; de este punto, hacia el Oeste, sohre
el mism.o paralelo y el lfmite Norte de la zona IJlc), hasta encontrar 1a
intersección del"paralelo 17° con la frontera peruana; de esta :ntP-rsecci6n
y siguiendo dicha frontera en dirección Norte, hasta encontrnr el punte,
de partida.
Zona III.- Esta zona comprende las porciones a); b) y e).
Zona llla).- Su punto de partida será la intersección del par:ilelo rn• de
latitud Sur con la frontera peruana; de este punto se seguirá dicha fron-
tera hacia el Noroeste hasta la intersección con la frontera brasileña, en
el lugar denominado Bolpebra; de este punto se seguirá la frontera con
el Brasil en dirección Este, Noreste, Sur y Sureste, hasta encontrar la
intersección con el meridiano 64°; de este punto, en dirección Sur, hasta
la intersección del meridiano 64° con el paralelo 13°; de esta intersec-
ción y siguie11de, dirho paralelo en dirección Oeste y el llmite Norte de
la zona rr, hasta encontrar el punto de partida.
Zona lllb).- Su punto de partida será la intersección del paralelo 13º de
latitud Sur con el meridiano 64° de longitud Oeste de Greenwich; de
este punto se seguirá hacia el Norte por el mismo meridiano y el límite
- 3·15 -
oriental de la zona lila), hasta encontrar la frontera con el Brasil, para
proseguir por dicha frontera en dirección Sudeste, Sur, Este y Sur, hasta
la intersección con el paralelo 17°; de esta intersección siguiendo el
mencionado paralelo en dirección Oeste y el límite Norte de la · zona I,
hasta la intersección del paralelo 17° y el meridiano 62°; de esta inter-
sección, en dirección Norte, sobre este mismo meridiano y el límite orien-
tal de la zona l, hasta encontrar la intersección del meridiano 62° con el
paralelo 16°; de esta intersección hacia el Oeste, sobre este mismo para-
lelo y el límite Norte de la zona 1, hasta la intersección del paralelo
16º y el meridiano 64°; de esta intersección, sobre este mismo meridiano·
y el límite oriental de la zona II, en dir~cción Norte, hasta encontrar el
punto de partida.
Zona IIIc).· Su punto de partida será la intersección del paralelo 17°
de latitud Sur con la frontera peruana; de este punto se seguirá hacia
el Este snhre este mismo paralelo y el límite Sur de la zona II, hasta
la intersección del paralelo 17° con .el meridiano 67°; de este punto, ha- .
cia el Su;- siguiendo el mismo meridiano y el límite occidental de la
zona II, ha,na la intersección del meridiano 67° con el paralelo 18·· 3<'';
de este punto y sobre este mismo paralelo y el límite Sur de lc"s zonas
U y I, hacia el Este, hasta la intersección del paralelo 18° 30' con el
meridiano 64• 30'; de este punto, hacia el Sur, sobre el mismo merict,ano
y el límite N:cidt>ntal de las zonas I y de Y. P. F. B., hasta su intersec-
ción rr:n el paralelo 21° 30'; de este punto, hacia d Oeste, sobre e.ste
mismo paralelo y el límite Norte de la zona de Y.P.F.B., hasta rn
in!nsecc it'm •.=0n el meridiano 65°; de este punto, hacia ~l Sur, sobre cs•e
mismo meridiano y el límite occidental de la zona de Y . 0 . F. B. , n:ista·
intersectar la front'3n. argentina, la misma que se seguirá hacia el Oeste
hasta ,wcontrar la fzontera · ron Chile y siguiendo esta frontera en r-i-
rec,ción Oest"' y Norte, ha_sta llegar al punto de partida.
Zona Y. P F ll . - Su punto de partida será la intersección del par:>lelo
19° de latitud Sur y el meridiano 64° 30' de longitud Oeste de Greenwich;
de este ;-;unt,, se seguirá sobre el mismo meridiano y el lfmite or¡e1·,t~l
de- la zona U.le) hacia el Sur, hasta encontrar la intersección del mni-
diano 6!• 30' con el paralelo 21° 30'; de este punto y siguiendo P<=te
mismo paralel,:t, hacia el Oeste ·y sobre el lfmite Sur de la zona Hic),
¡¡
hasta encontrar la intersección del paralelo 21 ° 30' con el meridiano 65°;
de este punco, siguiendo este mismo meridiano hacia el Sur y !f:!"lite
r,rientnl de la zona IIIc), hasta encontrar el lfmite de la fr')ntMa argr::t•
tina, para luego proseguir hacia el Este, Sudeste, Noreste, Este y Smleste,
- 346 -
por la mism'l frontera, hasta encontrar el lugar denomimt~o F.~merdda,
o sea el límite entre Bolivia, Argentina y Paraguay; de este punto se
,Eguirá la f1 cnt~ra boliviano-paraguaya en dirección Norerte h:1sta i,n-
contrar la in1 ersección de !a frontera con el meridiano 61' c~m el para-
lelo 19° 30': dE éste punto, hacia el Norte y sobre trie mhmo meridiano
y el línuie o-:-ddental · de la zona I, hasta encontrar la inten;e,'.ci-m del
meridiano 61" con el paralelo 18° 30'; de este pu1.io, sohr:: el mismo
p'lralelo y el límite Sur de la zona I, hacia el Oeste, hasta lil intersecf'i6n
del paralelo 18° · 30' cor · el meridiano 62° 30'; de este punto, sobre el
mismo meridiano y el límite oriental de la zona I, hacia ~I Sur, hast'I
I& inters~cción del meridiano 62'" 30' con el paralelo 19•: de P.ste ¡:,u,•lo,
sobre el mismo ;)aralelo y el límite Sur de la zona 1, en dirección Oeste,
hasta encontrar el punto de pÍutida. . .
Artículo 21°- (Queda suprimido por no ser materia de este Código).
Capítulo U.-
Del Reconocimiento Superficial.
Artículo 22°- La Dirección General de Petróle-l podrá otorgar permisos
de reconocimiento superficial a personas naturales o jurídicas que ten-
gan la ·misma ~apacidad exig•da por este Código para ser concesionario.
Dichos permisos podrán otorgarse a la misma o diferentes persm,as,
simultánea o sucesivamente, para las ·mismas o diferentes zonas y áreas
o superficies.
Artículo 23°- El permiso de reconocimiento superficial sólo confiere la
facultad de reconocer el terreno cbjeto de la autorización, si!l conceder
ninguna clase de prioridad para el otorgamiento de concesiones. Su phzo
c:e duración máxima será de un año, que a petición expresa del permi-
slonario podrá renovarse por igual tiempo, sin perjuicio de que la Direc-
ción General de Petróleo pueda cancelarlo previo aviso de 60 días.
Mediai:i.do causa grave la cancelación podrá ser inmediata.
Artículó 24Q- En caso de otorgarse concesiones de exploración y subsi-
guiente explotación, o de explotación directa, sobre áreas o superficies
previamente ·otorgadas para reconocimiento superficial esta autorización
quedará automáticamente cancelada en cuanto al área co_mprendida por
Ja concesión, salvo que se llegara a un acuerdo entre el concesionario
y el permisionario.
- 317 -
Artículo 25•- En cualquier tiempo el Poder Ejecutivo podrá prohibir el
reconocimiento superficial en determinadas zonas, que se harán conocer
mediante publicación en un diario de la sede del Gobierno.
Artículo 26•- El permiso de reconocimiento superficial faculta al permi-
sionario para llevar a cabo, por cualquier procedimiento, · los estudios
topográficos, geológicos, geofísicos y geoquímicos relativos al petróleo
y de efectuar las investigaciones y pruebas similares, asf como llevar
a cabo perforaciones para obtener informes geológicos.
Artículo 27°- Los permisionarios de reconocimiento superficial no podrán:
a) Perforar pozos que tengan por objeto descubrir o producir petróleo.
b) Realizar los trabajos de reconocimiento superficial en áreas ya
otorgadas para exploración o subsiguiente explotación o p1:1ri:t PX-
plotación directa, salvo con el consentimiento de los interesados .
Artículo 28°- El interesado en efectuar reconocimiento superficial, pe::lirá
permiso a la Dirección General de Petróleo, indicando la zona y la exten-
sión del ána solicitada. La Dirección General de Petróleo otorgará el
permiso toda vez que el solicitante cumpla las condiciones y requisitos
exigidos por . este Código y su Reglamento. Asimismo, la Dirección Gene-
ral de Petróleo, normará mediante disposiciones reglamentarias el ré-
gimen correspondiente y vigilará las actividades y trabajos del permi-
sionario.
Artículo 29º- El pen:nisionario elevará a la Dire.:ción General de Petr(-leo
un informe trimestral acerca del progreso de . sus trabajos.
Artículo 30•- El permisionario tendrá la obligación de resarcir · los dafics
emergentes que pudiera causar a terceros, para lo cual llegará a acuPr-
dos directos con los interesados; sin perjuicio de ello, la Dirección Ge-
neral de Petróleo, toda vez que Jo juzgue conveniente, podrá exigir
al permisionario una fianza de hasta $us 5.000.-- (moneda de los Estados
Unidos de América). En caso de no llegar las partes a un avenimiento,
portrán recurrir a los tribunales ordinarios de justicia .
Capítulo lll.-
De las Conce.sicnes.
·- 348 -
Artículo 31•- Las concesiones petrolíferas tendrán por objeto:
a) La exploración y subsiguiente explotación de las superficies o áreas
concedidas.
, b) La explotación directa de superficies o áreas concedidas.
c) La refinación o manufactura o transformación de hidrocarburos y
la obter,ción de los productos derivados del petróleo y demás hi-
drocarburos.
d) El transporte, por oleoducto, u otras vías especiales de las subs-
lr.ncias extraídas, refinadas o dc·rivadas.
Articulo 32Y- Las concesiones a que se refieren los incisos c) y d) drl
artículo anterior, serán consideradas como accesorias o subsidiarias a las
concesiones de exploración y subsiguiente explotación o de explotación
directa. Asimismo, las concesiones a que se refiere el inciso d) del ar-
tículo anterior, se consideran como accesorias o subsidiarias a las enume-
radas en eJ inciso c) del mismo artículo.
Las concesiones a que se refieren los incisos c) y d) del artículo ante-
rior, t&mbién pod'rán otorgarse en el carácter de autónomas y no impli-
carán exclusividad.
Artículo 33•- Las concesiones establecidas en los incisos a) y b) del ar-
tículo 31°. podrán comprender íntegramente o en parte, tierra firme,
extensiones lacustres y fluviales y/o terrenos pantanosos.
Artkulo' 34•- Las concesiones de exploración y subsiguiente explotación,
no excederán a los ~iguientes limites:
Zona I, 150.000 hectáreas. Zona II, 400.000 hectáreas. Zona III, 750.000
hectáreas.
Artículo 35•- Las concesiones de explotación directa o sea aquellas que
no comprenden un periodo previo de exploración, no excederán de los
siguientes límites:
Zona I, 75.000 hectáreas.- Zona II, 200.000 hectáreas.- Zona III 375.000
hectáreas.
- 349 -
 c) Dem~stración comprobatoria de su capacidad económica.
Artkuio 36º· Las concesiones de exploración y explotación y/o de
Ecxplotación directa, no tendrán solución de continuidad, pero una misma d) Memoria exponiendo su capacidad técnica.
persona natural o jurídica, podrá obtener más de una concesión aún en
c) Un recibo de haber empozado el depós1·to de garantía a que se
la misma zona. refier~ el artículo 44•.
. . .

Artículo 37º- Ninguna persona natural o jurídica, bajo ningún motivo

La·
_ Dirección
. General de Petróleo podrá p e d'ir que se amplíe v / 0 com-
o forma, podrá poseer simultáneamente ya sea en carácter de explora-
p1emente dicha documentación conforme al Reglamento de est~ Código.
ción y subsiguiente explotación o de explotación directa, una superf'cie
mayor ·:1 las siguientes: Artí~ulo 40º- El escrito de petición será presentado personalmente- o
mediante apoderado y contendrá las generales del peticionario· el ncrn
Zona I, 500.000 hectáreas.- Zona II, 1.500.000 hectáreas.- Zona 111 3.000.000
hre,1 lugar, superficie,
de •ó • . . linderos o límites' puntos de , par t·d
1 a y ,referenc1;i
·. -
hc;ctáreas. . a conces1. n sol1c1tada; el nombre de los concesionarios
. . . 1 n · ,,~
colmd
Articulo 38º- Ninguna concesión de exploración y subsiguiente explota- s1 lods lhub1e~a. y ~na_ indicación acerca de si los terrenos comprendid~;
son e domm10 publico o privado.
ción podrá tener una extensión menor de cinco .mil hectáreas y siendo
de explotación dirzcta una extensión menor de mil hectáreas, salvo hs Si el pE:tic.ionario estuviera dispuesto a reconocer beneficios espec-ales
demasías cuyas áreas o superficies podrán ser inferiores a las antes en favor del . Estado, mejorando los establecidos por el presente Código
citadas . lo mamfest~rá expresamente en su escrito de solicitud, especificandc 1~
clase, térmmos, cuantías y demás pormenores concernientes a dicho 3
Se entiende por demasía todo espacio franco, que exista entre <los o li
beneficios.
más concesiones y cuya área e superficie sea inferior a cinco mil hectá·
r<:as, tratándose de concesiones de exploración y subsiguiente e·,p1ota-
.. .
~rtfc~lo 41 º- El croquis se presentará en doble ejemplar, firmado por un
ción, o mil hectáreas, en caso de concesiones de explotación directa. mgemero o topógrafo y contendrá los datos suficientes para realizar el
Los concesionarios colindantes tendrán preferencia en el otorgam•eo·o replanteo o delimitación de . la . concesión, en el terreno .
1,
de estas demasías, a cuyo efecto serán notificados toda vez que se
¡;
presenten solicitudes de esta clase. En caso de que el concesionario no La COI".r.esión tendrá forma rectangular y deberá estar orientada de Norte
hiciera uso dE. esta opción, la demas!a podrá adjudicarse al peticion1'r'o a Sur ast, onómico, con sus Iados dirigidos de Norte a Sur y de l.' t .
~este, s_alvo _cuan_do lindare con otras concesiones cuya forma 0 -sp:si~
que la solicite.
c16n no permita dicha demarcación o que el peticionario opte por utilizar
e&pftul.> IV. algún lindero natural, como ser la orilla de un lago, un
rfo u otro ce!
mismo género .
De la adju<liración de la concesión.
"•
Artículo
-~ t 42°- La capacidad
. . económica del pet·1c,cnano
, · se d emostr?.rá
. Articulo 39<·. La persona que pretenda obtener una concesión del género mc:i1c.n,e
. una . c-xpo11c
. 1 ón de sus antecedentes
. económico. ·t·manc1eros
· v su
rle las indi.-adas en los incisos a) y b) del artículo 31", presentará a la grado , de_ s~lvenci.! p~ra costear los· trabajos de la concesión y sop~rtar
Dirección C,eneral de Petróleo. por si o mediante apoderado con pool:',.
!i las cons1gmentes obhgaciones . y gravámenes legales.
11

suficiente, los siguientes documentos:

1:rtfculo . 43°- La cap~cidad técnica del peticionario se demóstrará me-
d1a~te un~ memoria expositiva acerca de su idoneidad y experiencia en
a) Escrito de solicitud. 11
la mdu5trta del petróleo.
b) Croquis de la concesi6n solicitada .
~--· ~51 -:-
...:.. 350 -
¡,
1,
 r
Articulo 44º- En las concesiones de exploración y subsiguiente explota-
ción, el depósito de garantía :;e hará en moneda de los Estado:. Unidos
de América, en el Banco Central de Bolivia, a orden de la Dirección Ge-
neral de Petróleo, por las siguientes sumas:
$us. 0.20 (veinte cent~vos de dólar) por hectárea en la Zona l.
$us. 0.10 (diez centavos de dólar) por hectárea en la Zona U.
$us. 0.05 (cinco centavos de dólar) por hectárea en la Zona lll.
En las concesiones de explotación directa, el depósito de garantía ,;e
hará en la forma indicada en el párrafo anterior y por el duplo de las
sumas detalladas en dicho párrafo.
En caso de ser la concesión denegada, en todo o en parte, se devolverá
al solicitante el todo o la parte correspondiente del depósito efectuado.
Artículo 45º- Las solicitudes que no reúnan como mínimo los requisitos
y condiciones establecidos por los artlculos que anteceden, serán deses-
timadas de plano, salvo que se tratase de omisiones subsanables, en cuyo
caso se concederá al peticionario un término de tres dlas con fines de
complementación y /o enmienda.
Articulo 46°- Subsanadas las observaciones o si la solicitud reuniese los
requisitos prescritos, la Dirección General de Petróleo dispondrá, dentro
de tercero d?a, la publicación de un extracto de la misma, en un diario
de la sede del Gobierno. Dicha publicación especificará además, con la
mayor exactitud posible, el área o áreas solicitadas y todos los demás
elementos básicos.
Articulo 47°- Desde la fecha de publicación del extracto correrán quince
·días, dentro de los cuales otros interesados podrán solicitar la misma
concesión. Vencido dicho plazo sin que se hubiesen presentado otras so-
licitudes, la Dirección General de Petróleo elevará la primera y única
petición ante el Poder Ejecutivo, informando si la superficie. solicitada
se halla libre, si la solicitud llena los requisitos legales y si el peticionario
ha demostrado satisfactoriamente su solvencia técnica y financiera. El
Poder Ejecutivo dictará la Resolución Suprema que corresponda, otor-
gando o negando la ::oncesión.
;... 352 -
Articulo 48°- Si -dentro de ·1os qu·1·nce días· se· hub·e
1 ran present ad o una o
más solicitudes, la · Dirección General de Petróleo las elevará, con ·unta-
ment~ con lá solicitud inicial, wn igual informe al previsto en e/Art.
a~tenor, Y ｾ＠ cua_d ro comparativo de las condiciones ofrecidas po; los
diversos pet1c1on~r_1os. El Poder Ejecutivo otorgará la concesión al que
ofrezca las cond1c1ones más venta1·osas, en conformi·dad con el _procedi-
miento establecido en el artículo 57•.
\ ' .
La simple prioridad en la ,netición,
,
en n1·nou
h
· n caso con
· fiere
º derecho· pre-
ferente.
Art_iculo 49.-. E~ ~aso de presentarse solicitudes para concesión de explo-
rac16n y subs1gu1ente explotación y de explotación directa compren-
diendo total o parcialmente una misma área O superficie, s~rán prefe.
ridas Jas últimas.
Artículo 50•- Cuando el área solicitada se superponga solamente en parte
s?bre _el área de u~a o varias concesiones vigentes O en trámite, el peti-
c1onar10 podrá pedir que se considere ·· su solicitud limitándola · a la ex-
te~sión l'.bre, siempre que ésta abarcase superficies no menores a cinco
mil ·o mil hectáreas, • respectivamente, y no se tratara de demaslas, de
acuerdo a lo previsto en el artículo 38•. Al efecto, se concederá al peti-
cionario un pltzo de quince días para <¡ue reforme su solicitud .
Ar~ículo 51°- Todas las solicitudes de exploración y subsiguiente explo-
tación, asl como las de explotación directa, que se presenten dentro de
los treinta dlas siguientes a_ la vigencia de este Código y que no im-
pliquen superposición total o parcial de sus áreas O superficies, serán
consideradas y adjudicadas de acuerdo al régimen ordinario de Este
Código.
Las peticiones que presentadas dentro del mismo periodo antes nombrado,
impliquen superposición, serán adjudicadas bajo el régimen de Jicitac:Gn
previsto en los artículos 57• y siguientes.
Artículo 52°- De no haber oposición o rechazada que sea ésta, el P ,>d c,:-
Ejecutivo adjudicará la concesión mediante Resolución Suprema, orde-
nando que la Notarla de Petróleo extienda al concesionario el respect'vo
título ejecutorial. La resolucion comenzará a surtir sus efectos lega 'es
desde su fecha Y será publicada por una vez, E:n un diario de la sede
del Gobierno. por cuenta del concesionario.
353
1
 ,r
Articulo 53•. El titulo ejecutorial deberá inscribirse en la oficina de
Derechos Reales de la capital del departamento dentro del cual se halle
situada la concesión; si lo estuviere en más de un departamento, se ins-
cribirá en la oficina de Derechos Reales de cada uno de ellos.
Artículo 54•. El que alegue que la concesión solicitada u ofrecida en
licitación invade una vigente o en trámite, podrá formular oposición en
el plazo de treinta días contados desde la publicación del extracto a que
se refiere el artículo 46°.
Articulo 55•. La , Dirección General de Petróleo conocerá y resolverá la
oposición, con recurso de nulidad ante la Corte Suprema de Justicia, que
se interpondrá en el término perentorio de ocho días de notificado el
interesado con la resolución de la Dirección General de Petróleo. Este
recurso no impedirá que a petición expresa del concesionario se le
otorgue provisionalmente la concesión solicitada, caso en el cual que-
dará sujeto a los resultados del juicio.
Artículo 56º- Cuando se formule oposición sobre el otorgamiento de
áreas o superficies cuya adjudicación deba someterse al procedimiento
de licitación, dicho acto quedará suspendido hasta . que se resuelva la
oposición.
Artículo 57°. La adjudicación de concesiones por licitación podrá tener
lugar en los siguientes casos:
a) Toda vez que el Poder Ejecutivo crea conveniente a los intereses
nacionales ofrecer determinadas áreas en licitación.
b) En caso de que durante los treinta días siguientes a •la vigencia
de este Código, se presentaran peticiones cuyas áreas o superficies
se superpongan total o parcialmente.
c) De presentarse· otra solicitud dentro de los quince días siguientes a
la publicación del extracto a que se refiere el art.. 46° y en la
cual el proponente ofreciera ventajas especiales a la Nació~ .º pr~-
pusiera expresamente que la adjudicación del área o superf1c1e soli-
citada, se someta al procedimiento de licitación.
d) Si dentro de los quince df'ls siguientes a la publicación ｾ･＠ extracto
a que se refiere el artículo 46° se presentaran otras pet1c1ones con
respecto a la misma área o superficie.
- 354 -
!
Artículo 58°- Para los fines de cada licitación el Poder Ejecutivo hará
conocer mediante Resolución Suprema los límites de las áreas ofrecidas,
la~ bases y demás condiciones mínimas de la licitación y cualquier otra
información concerniente, procediendo a la publicación respectiva en
un diario de la sede del Gobierno, por tres veces consecutivas.
Las condiciones básicas de la ,licitación no podrán ser inferiores a las
establecidas en el presente Código o a las ventajas especiales que pudie-
ran haber sido ofrecidas por los proponentes.
Artículo 59°- Fijadas las bases de licitación, serán publicadas en un dh rio
dP. la sede del Gobierno, por quince días consecutivos, llamando pos~ores
para que mejoren dichas bases. Hasta treinta días después del último
aviso, se aceptarán las propuestas que deberán formularse a la Direc-
ción General de Petróleo en sobre cerrado, acompafiando un recibo de
riepósito de garantía efectuado en el Banco Central de Belivia, a la
orden de la Dirección General de Petróleo, cuyo monto se fijará por el
Poder Ejecutivo, en cada caso, dentro de las bases mínimas a que se
refiere al artículo 58°.
Artículo 60°- Vencido el plazo que sefiala el articulo anterior, la Direc-
ción de Petróleo publicará avisos seflalando el día, lugar y hora en que
se abrirán las "propuestas recibidas, . en acto público y con intervención
del Nctario de Petróleo.
Artículo 61°- En el día seflalado, leídas ll',s ofertas recibidas, se exten-
derá acta pormenorizada que firmarán los interesados .que estuviesen
presentes.
Artículo 62,,.- La Dirección General de Petróleo, en el plazo de quince
<!fas, medhmte publicación en un diario <le la sede del Gobierno, dará
aviso de haber calificado la oferta más ventajosa para el Estado e indi-
cará, además el día, hora y lugar en que se reabrirá la subasta, pnra
que ~e mejore verbalmente dicha oferta, no pudiendo esta fecha exceder
de un término máximo de quince días. La oferta quedará a disposición
de los interesados en las oficinas de la Dirección.
Articulo 63°- Reabierto el acto, se invitará individualmente a los postores
a que declaren que equiparan su oferta a la calificada como más ven a-
josa para el Estado. Establecido lo anterior, se procederá a la pu¡a
abierta de premios pecuniarios en moneda de los Estados Unidos de
- 355 -
América, en- base a los cuales se adjudicará la concesión al mejor postor.
De lo actuado se levantará acta notarial pormenorizada, que podrán
suscribir los interesados presentes.
Artículo 64º- Dentro de los ocho días siguientes al acto público a que
se refiere el Art. anterior, el postor que hubiera ofrecido el premio
pecuniario más alto, presentará a la Dirección General de Petróleo el
recibo de depósito hecho eti el Banco Central de Bolivia, a la orden
de dicha Dirección, por la suma ofrecida al postular en la puja abierta.
Si el postor no cumpliera con esta obligación, perderá su derecho a la
adjudicación, consolidándose, además, en favor del Estado, el depósito de
garantía a que se refiere el Art. 59°. En este caso la Dirección General
de Petróleo, notificará al solicitante que hizo el ofrecimiento de la suma
inmediatamente inferior, para que en el término de tres días, cumpla:
con presentar el certificado de depósito por el importe de l!! cantidad
que ofreció. Si este postor tampoco cumpliera, se notificará en la m'sma
forma al que ofreció la cantidad inmediata inferior y así sucesivamente,
con los demás postores en el orden del mayor monto de sus ofertas.
Si ninguno de los postores cumpliera con el depósito de la suma ofrecida,
todos ellos perderán el depósito de garantía a que se refiere el articulo
59º y la concesión será otorgada mediante nueva licitación.
Artículo 65º- Dentro de los quince días siguientes al de la clausura de
la licitación, el Poder Ejecutivo por Resolución Suprema, aprobará la
propuesta aceptada y dispondrá, siempre que se hubiera empozado el
premio, el otorgamiento del respectivo tftulo y la extensi.ón de la e~cri-
tura pública del contrato, conforme a lo dispuesto por el articulo 52°.
Artículo 66º-Et depósito de garantía de licitación a que se refiere el
artículo 59º, constituído por quien hubiese resultado favorecido en la
licitación, permanecerá vigente durante todo el plazo de la concesión,
para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del favorecido .
Capítulo V.
De la exploración y explotación.
Articulo 67º- La concesión de exploración y subsiguiente exp1ot3ción,
confiere el derecho exclusivo de explorar el área• o superficie concedida,
por el tiempo señalado en el artículo siguiente. Confiere, asim'smo, f'l
_derecho subsiguiente, que durara 40 años, de explotar el área o áre<1S1
- 3!í6 -
que hubieran sido escogidas para este·· fin, de acuerdo con el articulo
73°-, comprendiendo este· derecho la facultad de extraer y aprovech'lr I::is.
substancias a que se ref_iere el artículo 1° y la realización de los trabajos
y actividades conducentes a tales fines.
Artículo 68°- Los plazos de exploración serán los siguientes:
¡"'"""• . ' 1••ttM,..., ·•~\~s ,, .~ '""'-' <" . ,...,,."/1""~~-
- Zona I, ··cuatro aflos sin prórroga. ·- tau..:!?>' - ·- - - · - - " ..._· ·- - - ....:.:.
Zona 11, cuatro años y una sola prórroga de dos años.
Zona III, seis años y dos prórrogas de a dos aflos cada una.
Artículo 69°-El concesionario que hubiese invertido la suma mínima
establecida por el artículo 72°, podrá pedir a la Dirección General de
Petróleo la prórroga o prórrogas previstas en el articulo anterior, para
cuyo objeto acompañará un certificado de haber empozado la primera
anualidad de la patente prevista en el indso b) del articulo 101•.
Artículo 70°- La concesión de exploración confiere la facultad de reali-
zar con exclusividad, a plazo fijo y en un área determinadá, todas las
obras y operaciones para el des.;ubrimiento del petróleo, inclusive la per-
foración de pozos y los . trabajos de reconocimiento superficial.
Artículo 71 º· El,. concesionario de exploración que descubriera en alguna
de sus concesiones las substancias a que se refiere este Código, ¡::odrá
utilizarlas libremente en cualesquiera de ellas, en las operaciones propias
de la explotación; el exceso quedará sujeto a lo dispuesto en el Ca-
pitulo VII.
Artículo 72°- En las concesiones de exploración y subc;iguiente explota-
don, los trabajos de exploración, deberán efectuarse por un valor anual
mínimo en moneda de los Estados Unidos de América, por hectárea, dii:
$us. 0.80 (ochenta centavos de dólar) en la Zona l.
$us. 0.50 (cincuenta centavos de dólar) en la Zona 11.
$us. 0.20 (veinte centavos de dólar) en la Zona III.
Pudiendo para la estimación de las inversiones promediarse el total de
las realizadas durante el plazo de exploración.
J.a iniciación de los trabajos de exploración no podrá demorarse por más
de seis meses, que se contarán a partir del comienzo del plazo de e'<plo-
ración, computado de acuerdo con lo determinado por el articulo 90°.
- 357 -
El concesionario de exploración y subsiguiente explotación que se aco-
giere a cualquiera de las prórrogas previstas en el artfculo 68°, invertir4
por los mismos conceptos, durante cada afio de la prórroga, un 30% más,
sobre las sumas establecidas en el primer párrafo de este artfculo.
Artículo 73°- Para ejercer el derecho inherente de explotación, el conce-
sionario de exploración y subsiguiente explotación, presentará un escrito
a la Dirección General de Petróleo, indicando la extensión y ubicación
de las áreas escogidas para explotación, acompafiando un plano general
de la concesión de exploración y planos especiales de cada una de las
áreas escogidas para explotación. Los planos contendrén las caracterfs-
ticas y especificaciones detalladas en el Reglamento. El escrito y los
planos podrén presentarse en cualquier tiempo dentro del perfodo de
exploración o de cualquier prórroga del mismo. Una vez aprobados los
planos, la Dirección General de Petróleo otorgará la constancia ael
derecho de explotación, la cual se protocolizará en la Notarfa de Pe-
tróleo.
Artículo 74•- El área o áreas seleccionadas para explotación no podrán
ser de una superficie mayor jel límite señalado para cada zona po~ el
articulo 35•, para concesiones de explot3ción directa; podrán agruparse
en la forma que más convenga al concesionario, con o sin solución de
continuidad, y se sujetarán a las disposiciones reglamentari:is en cuanto
a forma, orientación y proporciones.
El área seleccionada para explotación, en ningún caso excederá de la
mitad del área o superficie concedida originalmente para exploración y
subsiguiente explotación. Las extensiones no escogidas por el concesio-
nario revertirán al Estado y podrán ser objeto de nueva concesión.
Articulo 75•- Cuando una concesión de exploración y subsiguiente ex-
plotación, pase del período de exploración al de explotación, el depósito
de garantía a que se refiere el artículo 44•, subsistirá por todo el período
de explotación, para responder del ::umplimiento de las obligaciones que
este Código y su Reglamento imponen al concesionario.
El depósito de garantía será devuelto al concesionario que hubiera cum-
plido con sus obligaciones hasta la fecha correspondiente. Dicha devolu-
~ión procederá en los casos siguientes:
- 358 -
a) Expiración del plazo de exploración.
b) Falta de la selección prevista en el articulo 73•.
c) Renuncia de la concesión.
d) Extinción de la concesión por vencimiento del plazo.
E i : caso de que la renuncia fuera parcial, el depósito subsistirá en su
totalidad.
Artículo. 76•- Cuando el área concedida para exploración y subsiguiente
explotación fuera mayor de trescientas mil hectáreas, el concesionario
tendrá la facultad de seleccionar, en dos etapas, las áreas O superficies
que desee retener para explotación, siempre que para la fecha de Ja
primera selección el área retenida fuera de trescientas mil hectáreas por
lo menos. El procedimiento a seguirse será el siguiente:
. a) La prim:ra selección podrá hacerse durante el plazo de explora-
ción o cualquier prórroga del mismo, pudiendo el concesionario seleccio-
nar Y retener para fines de explotación, hasta el 25% dP. Ja concesión
otorgada Y seleccionar un otro 25% para su devolución al Estado. Sobre
el 50%- restante del área o 5uperficie original, el concesionario conser-
vará sus derechos de exploración, hasta efectuar la segunda selección.
Si el concesionario seleccionara un área • o superficie menor del límite
del 25%, la giferencia resultante, hasta este porcentaje, también rP.ver-
tirá al Estado.
b) Una segunda selección de hasta l.>. mitad de la superficie O área
retenida para exploración, después de haber seguido el procedimiento
descrito en el inciso anterior, que se hará antes de finalizar el sexto
año a partir de la fecha de la primera selección, revirtiendo por tanto
al Estado las superficies no seleccionadas.
Esta facultad de selección en dos etapas será aplicable solamente a cnn-
cesiones ubicadas en las Zonas II y III. En caso de que el concesionario
hubiera previamente hecho uso del derecho de renuncia previsto por el
artículo 89•, los porcentajes de selección se aplicarán solamente sobre
las extensiones entonces retenidas.
Artículo 77•- El plano topográfico de la concesión de explotación directa
se presentará dentro del plazo que fije el Poder Ejecutivo, al expedir
la Resolución Suprema que autorice la extensión del tftulo de la conce-
sión; plazo que no podrá ser mayor de cinco afios computables desde
la fecha de la Resolución Suprema inserta en dicho título.
7 359 -
 Artículo 78•- Los planos deberán certificarse por un ingeniero o agri-
mensor titulado, que personalmente los haya levantado o que haya
dirigido efectivamente en el terreno su levantamiento; se orientarán
por el Norte Sur astronómico, en escala fijada para cada caso por el
Reglamento; uno de los ángulos o vértices será referido a un punto
conocido o fijo en el terreno. Podrán también aceptarse planos aerofo-
togramétricos levantados por instituciones oficiales, por personas idó-
neas o por el concesionario mismo, de acuerdo a disposiciones legales
y reglamentarias aplicables, en cuyo caso el concesionario acompafiará
al plano general, un mosaico fotogrAfico de la concesión, en la escala
fijada por el Reglamento.
Artículo 79•- Presentados los planos en la forma prescrita, la Dirección
1
General de Petróleo dará aviso mediante publicación en un diario de lcJ
sede del Gobierno. Dentro de los treinta dfas siguientes, todo interesado
podrá oponerse a su aprobación, en caso de sostener que difieren de
la solicitud o del croquis en que se basaron, invadiendo por tanto alguna
concesión del opositor.
I!
Artículo 80º- Vencido el término para fines de oposición, dentro de los
treinta dfas siguientes, la Dirección General de Petróle@, haya o no
oposición, ordenará la corrección de las irregularidades o errores de
que pudieran adolecer los planos, para cuyo fin concederá un plazo no
mayor de seis meses y dictaminará sobre su aprobación y las oposiciones
que se hubieran presentado. Una vez corregidas las irregularid'\des o
errores los planos deberán presentarse a la Dirección General de Petróleo
y éste dictará dentro de los quince dfas siguientes, nueva Resolución
1>
para aprobarlos.
Articulo 81 º- Tanto la resolución aprobatoria de los planos como la que
ordene corregirlos, podrán ser recurridas de nulidad ante la Corte Su-
prema de Justicia, dentro de los ocho días siguientes a su public;,ción.
Si en virtud del fallo de la Corte se debiera proceder a corregir los
planos, la Dirección General de Petróleo dictará nueva Resolución, orde-
nando la ejecución de la sentencia, caso en el cual desde esta fecha
e;orrerán los términos a que se refiere el articulo 80°.
Artículo 82º- Una vez ejecutoriada la Resolución aprobatoria de los
planos, la Dirección General de Petróleo expedirá para el interesado,
copia certificada de los mismos.
- 360
'
En caso de concesiones de exploración y subsiguiente explotación, se
entregarán al interesado copias certificadas del plano general y de los
planos de las áreas escogidas para explotación.
Artículo 83°- En su concesión de exploración y / o explotación, el conce-
sionario podrá efectuar trabajos de exploración. Dentro o fuera de sus
límites, podrá levantar edificios, campamentos, depósitos, instalaciones
de almacenamiento, tender líneas telefónicas y demás medios de comu-
nicación; instalar sistemas de transporte terrestre, marítimo, fluvial y
ª:reo, oleoductos y/u otras vías de transporte; construir muelles y otros
s'.stemas de e~barque, y en gen~ral realizar todos los trabajos necesa-
rios o convementes para el desarrollo de sus actividades, sujetándose a
las disposiciones legales vigentes.
11 Artículo 84•- La concesión de explotación directa confiere los mismos
derechos mencionados en el artículo anterior, por el plazo de 40 afios,
li a contar de la fecha prevista en el inciso a) del articulo 90•.
Artículo 85°- Para el ejercicio de los derechos que confiere la conces1on,
el concesionario llegará a acuerdos directos con los propietarios del suelo,
Y de no ser ello posible, recurrirá a los medios legales autorizados para
..
los casos de ocupación temporal, expropiación o servidumbre.
Artículo 86°- El concesionario deberá cumplir con las siguientes obliga-
ciones mfnimas:
a) Durante los primeros siete años, contados a partir del comienzo del
período de explotación, con la perforación de uno o más pozos con una
profundidad total de cinco mil metros por lo menos, por cada cien mil
hectáreas concedidas.
b) Durante los ocho ali.os siguientes al período nombrado en el inciso
anterior, con la perforación de dos o más pozos con una profundidad de
diez mil metros, por lo menos, por cada veinte mil hectáreas o fracción.
tsta disposición se refiere a perforación de pozos de exploración y ex-
plotación, que no sean de diámetro pequefio, ni destinados exclusiva-
mente a obtener informaciones de carácter geológico.
,
Artículo 87°- Si el área o áreas o la fracción respectiva escogidas para
explotación fuera menor a las extensiones previstas en el articulo ante-
- 3Gl -
 o más perforaciones en un total Capitulo VI.
rior, el concesionario practicará una
podrá ser inferior a dos mil qui-
proporcional, el que, en ningú~ caso, De la refinación o manufactura o transformación y transporte.
siete años, por cada fracción de
nientos metros durante los pnmeros los ocho años siguien-
cien mil hectáreas y a cinco mil ~etros durante
Artículo 92•- En caso de que el concesionario de exploración y subsi-
tes, Por cada fracción de veinte mil hectáreas. guiente explofáción o de explotación directa, desee hacer uso de su
de la resolución apro- facultad subsidiaria de refinar C.\ manufacturar o transformar y/o trans-
Articulo 88?- Dentro de los tres años de la_ fec~a
de explotación demar- portar las substancias a que se refiere este Código, lo manifestará as(
batería de los planos respectivos, el co~ces1onar10
ices de su concesión, en la form.a prevista por el a la Dirección General de Petróleo, adjuntando los proyectos y planos
cará dos de los Vért de las obras e instalaciones que se propong~ realizar 'y la memoria des-
Reglamento. criptiva de las mismas.
. momento el concesionario podrá renunciar
Artículo 39•. En cualquier º6 d do aviso a la Dirección General
. te a sú conces1 n, an Dentro de sesenta dfas de recibida la solicitud, la Dirección General
total o parcia1men d ncia parcial el nuevo plano.
-ando en caso e renu • de Petróleo, hará las observaciones técnicas que juzgue convenientes
de Petróleo Y acampan ' . t t do impuesto O contribución de-
. . pagará prev1amen e o .d sobre el proyecto y planos o aprobará la solicitud. De haber observacio-
El conces1011ano br aciones ulteriores reduc1 os a1
vengado, quedando sus derechos y o ig nes y dentro de los 30 días de serle comunicadas, el concesionario hará
área O superficie retenida. las explicaciones o aclaraciones necesarias y la Dirección Genero! de
. rd·ca hubiese obtenido sus derechos me- Petróleo, se pronunciará en el término de treinta dfas, aprobando el
La persona natural o JUr _1 qule f ltad de renuncia sin antes haber proyecto y planos o manteniendo las objeciones. En este último caso
. . .6 podrá eiercer a acu 11
el concesionario dispondrá de sesenta dfas para salvar las observaciones,
<liante hc1tac1 n, no d su oferta y exiofüles hasta
cumplido con las obligaciones emergentes e " bajo pena de tenerse por abandonada la solicitud. Bajo igual pena, se
Ja fecha de aquella. comenzarán lo:., trabajos en el término de un año, computado desde la
de las concesiones se computará en la si- aprobación del proyecto y planos.
Artículo 90•- La vigencia
guiente forma: Presentado el proyecto y planos, el concesionario podrá iniciar sus tra-
concesiones de bajos sin perjuicio de . estar obligado a dar cumplimiento a las modifica-
El plazo de exploración, en caso de tratarse de
de explotación, ciones introducidas por la Dirección General de Petróleo.
a) 1 ·ón y subsiguiente explotación y el plazo
exp orac1 · de la fecha de
de tratarse de explotación directa, a partir
en caso 1 rticulo 52• En todo caso y bajo su exclusiva responsabilidad, el concesionario tendrá
la Resolución Suprema. prevista aso
en e a d.
de tratarse e concesiones
de la obligación de adoptar las medióas de previsión adecuadas, a fin de que,
b) El plazo de explotación, en c . f h d la en caso de siniestro, sus instalaciones y obras po constituyan peligro para
oración y subsiguiente explotación, a partir de ~a ec a e '
exp¡ . 1 ncesionario con la constancia del derecho poblaciones.
notificación escrita a co 1 D·rección General de Petróleo.
de explotación, otorgado, por a i Artículo 93°- Los que no siendo concesionarios de explotación, pretendan
fuera encontrada en combi- obtener concesiones autónoma;; de refinación o manufactura o transfor-
. l 91• Toda substancia mineral que mación y /o transporte, las solicitarán especialmente a la Dirección Ge-
Articu o · . queda sujeta al régimen del
nación o suspensión con los h1drocarbut:bºlse, de extracdón o aprovecha- neral de Petróleo, acompañando los planos, proyect9~ y memorias, e
. pudiendo ser suscep 1 ·
presente código, . . ien para ejercer dicha facultad, indicando el término en que comenzarán los trabajos. De no ser obser-
. rte del conces1onar10, qu . .
miento por pa . . notificará al Poder EJecutJvo a vada la solicitud, se elevará al Poder Ejecutivo con el rei;p~ctivo infor•
1
para interrumpirla o deJar de eJercer a, me, . para que, por . Resolución Suprema, se otorgue la concesión y el
Dirección General de Petréleo.
través de la
- 362 - - 363 -
1---
r

ficie ejecutar los trabajos necesarios para el t

título respectivo. De ser observada, se seguirá el procedimiento descrito tróleo y derivados. ransporte Y paso de pe-
en el articulo anterior.
Artículo 97•- Las concesiones autónomas de
El concesionario deberá comenzar sus trabajos en el plazo máximo de servicio . público. Cuando sus instalaciones ten:::sps:~:ie:: reputa~ de
un afio, que se computará a partir de la fecha de la Resolución Suprema. los concesionarios estarén obligados a restar . . . e capacidad,
sin discriminación de personas y d p d sus s~rv1c1os a terceros,
. e acuer o a tanfas unif
Artículo 94•- Cuando las concesiones a que se refiere este C1l.p[tulo ten- . ｾ＠ de comun
igualdad de condiciones' las que se r·1Jaran . acuerd onnes,
t 1en
gan el carácter de autónomas, durarán ·cuarenta aíios, contados desde partes con la intervención de la Dirección Genera1 d e p etróleo.
o en re as
la fecha de la Resolución Suprema de su otorgamiento, y una durac'ón
igual a la de la concesión principal. si se tratase de derechos subsidia- La anterior obligación se limita a los oleoductos principales y sus líneas
rios. En ningún caso se entenderán como un privilegio exclusivo que troncales y laterales, con sus correspondientes anexos, sin incluir las
impida o~orgamientos similares en favor de otras personas. líneas de recolección y sus anexos, que el concesionario utilice para la
explotación de sus concesiones.
Artículo 95•- La concesión de refinación o manufactura o transforma-
ción, sea de carácter autónomo o subsidiario, confiere al concesionario Articulo 98•- Cuando la capacidad de iius P1antas Y medios
. de tra
la facultad de refinar o manufacturar o transformar las substancias a ｾ＠
1 pe~ita Y sin perjuicio de lo establecido en el articulo 118• 1nsporte
que se refiere este Código; de construir acueductos, estaciones de bom- s10nano de exploración Y subsiguiente explota ' 6 • e conce-
directa y el concesionario autónomo de refinac:ó1 1 n o de explotación
beo, tanques, depósitos, edificios. hospitales; de construir caminos y fe- 1 t f '6 n o manufactura 0
rrocarriles que unan sus establecimientos entre s[ o con los centros a 1, rans ormac1 n Y transporte' estará obl'igado a refmar
; · almace
donde tengan que transportarse las substancias; de instalar los aparatos transportar el petróleo y derivados que el Estado t , nar, y
con tal objeto, cobrando las tarifas que sean fija~aser~eros le entreguen
necesarios para la industria y para producir y regenerar las materias que
fueran empleadas en las operaciones y, en general, de ejecutar las obras con la interven~ión de la Dirección General de Petróle:. mutuo acuerdo
necesarias para la refinación o m'lnufactura o transformación del petró-
leo y sus derivados. El concesionario tendrá también la facultad c:'e . En ningún caso podrá obligarse al concesionario a construir
obras e instalaciones adicionales para refinar transportar o etablecer
elaborar y refinar los productos de otros concesionarios y los que ad-
quiera de terceros con dicha finalidad.
el petróleo y sus derivados que provengan ~e terceros o
Tampoco se le podrá obligar a recibir .
~e; ~a~enar
s ado _
Artículo 96•- La concesión de transporte, autónoma o subsidiaria, con- traídas y / o los productos, en otras esta::o:::r~uª: 11:: ::i!:::::ias .r,x-
fiere al concesionario la facultad de transportar las substancias a que transportarlas o almacenarlas, cuando sean de, t . . s, 111 a
a las que el concesionario refine, almacene o carac erísticas dtferen~es
se refiere este Código; de construir vías especiales, oleoductos, estacio- 1
transporte, ni a har. ¡ d
nes de bombeo, obras portuarias, depósitos, edificios; de maneiar m<1.- modo distinto af que habitualmente emplee. ,er o e
quinarias, buque'.S y demás veh!r,ulos y , en general, de construir y opepar
A_rtículo 99~- El Poder Ejecutivo reservará a Yacimientos
todos los medios y obras reJ::lC'ionadas con la conces;ón y requeridos Fiscales Bolivianos, en total o en p.a rte, de acuerdo a sus Petrol[feros
"bTd d
para el transporte de dichas substancias. El concesionario podrá también la refinación destinada al consumo interno y la distribución p;s1 / i ｾ＠ e~,
adquirir de terceros dichas substancias para transportarlas. vados con igual fin; en este caso los concesionario " e os er1-
ejercer tales derechos con fines de exportación y/o ~e _porlaomp·1eonte podrán
consumo.
En conformidad con lo dispue<:to por la segunda parte del articulo 15•-,
cuando el oleoducto esté destinado al transporte internacional, el c0nc')-
La extracción
f t de la gasolina natural no se considerará como refin~ción
sionario tendrá la facultad de utilizar los terrenos que requiera den!ro
0 manu ac ura o transformación, sino como actividad de explotación.
de la faja de los 50 kms. fronterizos, pudiendo en dicha área o super-
1
- 365 - ·
-- 3'14 -·

1
 1

Zona I, cuarenta centavos de dólar.

Capitulo VII. Zona II, treinta centavos de dólar.
Zona III, veinte centavos de dólar.
Tributación.
b) Una patente anual de explotación, por hectáreas:
Artículo 100º- La exploraci6n y explotación de las. substancias a ~ue !e
refiere este Código, su refinación, almacenaje y transporte, . se su¡et_aran Zona 1 Zona 11 Zona m
al régimen especial de tributación aquf establecido, que_ es mdepend1en_te
. y autónomo del régimen tributario general ·de la Nación, salvo lo dis- 1° al 5° afio $us. 0.15 0.10 0.08
6° al 10° afio $us. 0.45 0.30 0.15
puesto en el artículo 107°.
11 • al 15° año $us. 1.25 0.80 - 0.50
Artículo 101•- El concesionario de ~xploración y subsiguiente expl~ta- 16° al 20° afio $us. 1.50 1.00 0.60
ción, pagará anualmente; durante el lapso fijado para la e_xplorac16n, 21° al 30° año $us. 1.25 0.80 0.50
por cada hectárea O fracción de hectárea que mida la co;ces1~n .~espe~- 31' al 40° año $us. 1.00 0.50 0.30
tiva, las siguientes patentes, en moneda de los Esta os m os e
Artículo 103°- En caso de existir participación o regaifa del Estado, de
,América: .
acuerdo con el articulo 104°, y haber sido pagada por el concesionario
a) Una patente anual, durante el lapso de exploración, conforme a la durante el trimestre anterior, de su monto será deducible el de las paten-
escala que sigue: tes de explotación pagaderas trimestralmente. En todo caso, el concesio-
nario deberá siempre pagar como patente mínima, en moneda de los
Zona I, cinco centavos de dólar. Estados Unídos de América, las siguientes sumas:
Zona II, tres centavos de dólar.
Quince centavoi, de dólar en la Zona I; diez centavos de dólar en la
zona III, dos centavos de dólar.
Zona II y ocho centavos de dólar en la Zona III, por afio y por hectárea.
b) D'\lrante cualquier prórroga del lapso de exploración prevista por
Artfculo 104°- Corresponderá al Estado una participación o regalía del
el articulo 68°:
once por ciento del petróleo crudo, gas natural, asfalto natural y demás
substancias extraídas y aprovechadas por el concesionario. Dicha parti-
Cinco centavos de dólar en la Zona II.
Tres centavos de dólar por la primera prórroga y cuatro centavos de cipación será medida en el campo de producción.
dólar por la segunda prórroga, en la Zona III. Artículo 105°- La regaifa o participación del Estado y las patentes fijadas
cada en los artículos que anteceden, son inherentes a la concesión y su pago
c) Una pátente anual de siete y medio centavos ~e dólar, por
será opligatorio aun cuando el concesionario sufriera pérdidas financie-
hectáre~ que retenga en el periodo de exploración, conforme a lo
ras.
establecido en el artículo 76°.
Artículo 106°- Además de la participación o regalía del Estado y de las
Articulo l02º- ¡anto el concesionario de explo~ación. y subsiguiente ex- patentes establecidas en los artículos que anteceden, todo concesionario
"ó como el concesionario de explotación directa, pagarán, en de explotación, pagará anualmente un impuesto fijo del treinta por ciento
p)ot ac1 n, 'd 1
moneda de los Estados Unidos de América, por cada hectárea que m1 an sobre las utilidades lfquidas que arrojen sus balances anuales de opera- 1

las superficies concedidas para explotación: ción en Boliva. Las utilidades líquidas imponibles se determinarán con- 1

forme a lo dispuesto en los artículos 121 • y 127°.

a) Una patente inicial de explotación, como sigue:
- 367
- 366 -
 ,.,.
Artículo 101•- El concesionario autónomo de refinación y /o transporte,
pagará el impuesto sobre utilidades· establecido por las disposiciones
impositivas ordinarias y en uso, pago que se hará efectivo en la moneda
en que se perciban dichas utilidades .
Artículo 10s•- El concesionario que efectuara el transporte del petróleo
y derivados, ·por oleoáucfo u otra obra o medio especial, pagará por d
transporte que haga por cuenta de . tercer.:>s, el impuesto que sefia)e el
Poder Ejecutivo, que · no excederá del dos y medio por ciento _sobre las
sumas que perciba en retribución de dicho servicio.
Artículo 109•- La transferencia · de concesiones · de exploración o de
explotación, pagará un impuesto . especial de cinco por ciento, adicional
8
todo otro impuesto y gravamen aquí establecido. Este impuesto se
calculará sobre el precio pactado entre las partes interesadas, o . sobre
icl valor fijado por sus peritos, en caso de ser la cesión gratuita. Las
transferencias entre filiales de la misma empresa, pagarán la mitad del
impuesto. '.1ntes mencionado.
El abono respectivo se ··h ará en la moneda en que se hubiera efectuado
la transacción.
Artículo 110•- La primera anualidad de la patente de exploración, esta-
blecida en el inciso a) · del artículo u•, se abonará dentro de los quince
días siguient~s a ·1a notificación escrita del concesionario con la Reso-
lucíón suprema que o_torga la -::oncesión, y todas las demás anualidades
dentro de los quince días siguientes a la fecha. aniversario de dicho.
título. Las patentes de los incisos b) y c) del mismo artículo, se pagarán
igua'mente dentro de los quince días posteriores a la fecha aniversario
del título respectivo.
Artículo 111•- La patente inicial de explotación prevista en el inciso a)
del artfcü!o 102•, se pagará po-r una sola vez, dentro de los treinta días
siguientes a la notificación escrita del concesionario con la vigencia de
tal derecho, computado de acuerdo con el articulo 90°.
Articulo 112•- La patente anual de explotación, prevista por el inciso
b) del artículo 102•, se pagará trimestralmente y por adelantado, dentro
de lo~ primeros diez días del trimestre respectivo.
- 368 -
Articulo 113•- Si el concesionario no completara las perforaciones pres-
critas por el artículo 86°, pagará la cantidad de veinte dólares (moneda
de los Estados Unidos de Améríca) por cada metro no perforado durante
los primeros siete afias y treinta dólar es (moneda de los Estados Unidos
de América) por cada metro no perforado durante los ocho afias si-
guientes.
Articulo 114•- La participación o regaifa del Estado prevista en el ar-
ticulo 104., se pagará total o parcialmente en especie o en dinero, a
elección del Poder Ejecutivo. Si este optara por recibirla en dinero, se
calculará el precio del petróleo y demás substancias extraídas, en el
lugar de su producción, seg\ln su calidad y precio vigente durante el
mes anterior.
El preci:> de venta será fijado mensualmente en base a la cotización del
petróleo boliviano Y demás substancias en el mercado internacional: a
falta de dichas cotizaciones, los productos bolivianos se equipararán con
otros ~<:_tróleos y substancias similares de mercado amplio y cuyo precio
haya s1ao aceptado en la industria petrolera como patrón de valor, para
substancias de calidad y características similares. También se tendrá en
cuenta los demás fa.:tores determinantes del precio en el lugar de pro-
ducción.
"
Articulo 115•- El Poder Ejecutivo notificará al concesionario si opta por
recibir su participación o regaifa total o parcialmente en especie o en
dinero, y mientras no lo haga, se entenderá que opta por el pago total
en dinero. Se notificará igualmente, con la anticipación que determina
el Reglamento, cuando decida percibir en especie la totalidad o parte de
la regaifa o participación que se hubiera estado pagando en dinero 0
viceversa.
Artículo 116•- Si el Poder Ejecutivo optase por la participación o regalía
en dinero, su pago deberá hacerse dentro de los diez días de recibida
la respectiva liquidación de la Dirección General de Petróleo, en dólares
americanos o en otra moneda de libre convertibilidad, siempre que la
venta del petróleo y demás substancias se hubiera efectuado en dichas
monedas.
Si determinado volumen de la exportación de hidrocarburos se efectuar¡¡
a uno de los países vecinos, con destino a su consumo interno, y si
ｾ＠ 369 -
 alguna ·parte de tal exportación fuera -pagada en la moneda • de dicho
;afs, el Poder Ejecutivo podrá aceptar el pago · de 1~ participación o
1
regaifa en la misma moneda y en igual proporción.
Artículo. 111•- Para determinar la participación o regaifa del Estado, se
excluirán los volúmenes de petróleo y sus productos que el concesiona-
rio utilice en sus propias operaciones, quedando dicho consumo libre de
todo· impuesto.
Artículo us•- Cuando el Poder Ejecutivo opte por recibí~ la participación
regalia en especie, el con~esionario entregará libre de costo Y de gra-
0
vámenes, . el porcentaje <:orrespondiente, en tanques de almace~je del
c::impamento · de su producción.
El concesionario tendrá la obligación de transportar y entregar la parti-
cipación del Estado · en la estación terminal de embarque que el mismo
haya establecido para su propia producción o en cualquier instalación
in¡ermedia de recibo, ubicada en el trayecto, ·entre el campo de produc-
ción y la estación terminal, a indicación del Poder Ejecutivo, que en
este caso pagará el costo del transporte.
En caso ·de que el Estado tomara su participación o regaifa en especie,
no pagará almacenaje durante los primeros treinta días, transcurridos
los cuales el concesionario podrá vender las substancias o cobrar alma-
cenaje, conforme al Reglamento de este Código. - manufactura, almacenaje, transporte y /o comercialización del petróleo
Artículo 119•- La participación o regalía sobre el gas natural extraído,
se limitará al gas natural enajenado por el concesionario, tratado en
pl"lnt.as p~ra la extracción de gasolina natural o destinado a otro<; trMa-
mientos industriales. En estos dos últimos casos, la regaifa o partic,pa-
ción 'del Estado se fijará por convenio especial entre el Poder Ejecutivo
y el concesionario por un término fijo, que no podrá ser mayor de
quince afios. El Estado no percibirá participación o regaifa sobre el
· as devuelto al yacimiento o utilizado en cualquier procedimiento cuyo
ll, -~ bjeto sea estimular la producción del petróleo, ni sobre el gas no apro-
,1 vechable, que deberá quemarse en mecheros apropiados.
11
Artículo 120•- Cuando convenga , los intereses nacionales, el Poder Eie-
cutivo tendrá !u facultad de rebajar la regalía o pllrtidpación del Estndo
hasta el siete y medio por · ciento, por un · tiempo no · mayor de quince
afias, a contarse desde la inidación del período de explotación. Esta
= 370 '--'
tacultad regirá únicamente en lo que respecta a las Zonas JI y 111, n,,
pudiendo por tanto aplicarse en la Zona I.
Artículo 121•- Para los fines de los artículos 106• y 128• el concesiona•
rio presentará sus declaraciones y pagará sus impuestos correspondien-
tes dentro de los noventa días siguientes, a la finalización del afio
gravable. .
Artículo 122•- Para los fines del artículo 106•, el balance de operaciones
será preparado con sujeción a reconocidas normas de contabilidad uti-
lizadas en la industria petrolífera, pudiendo seguirse cualquier sistem'l
contable generalmente empleado en ella, siempre que fuera usado de
afio en afio, sin variaciones de considerac-ión.
Podrá deducirse como gastos de operación, el monto de todos o cuales-
quiera de los siguientes conceptos: gastos de exploración; costos intangi-
bles de perforación y /o gastos de perforación de pozos improductivos
o productores de volúmenes no explotables en cantidades comerc•ales,
casos en los cuales dichos montos no serán incluidos en la cuenta de la
correspondiente gestión.
Artículo 123•- Por utilidad lfquida imponible, a los efectos del artículo
106•, se entien~e el monto de los ingresos obtenidos por el concesionario
por la venta de sus productos y por las operaciones accesorias de
y demás hidrocarburos, meno,; los gastos de _operación, entre los cuales
se incluyen los gastos generales de administración, cualquiera que sea
el lugar donde se realicen, los castigos por depreciación del activo tan-
gib1e y amortización del activo intangible y todos los demás gastos y
costos que fueran necesarios para obt.ener dichos ing resos, comprendidas
las pérdidas de operación y los provenientes de daños, destrucción, extn -
vfo o pérdida de bienes. Con respecto a los últimos cuatro casos, se hará
el correspondiente abono a tiempo de cobrarse el seguro. En dicho~
gastos y costos no se incluirán los gastos por cuenta capital, como ser
l<1s nuevas inst:ilaciones, ampliaciones o mejoras, ni en general, todas
las inversiones susceptibles de valorización.
Además, se deducirá pof conce¡;to de factor agotamiento, u·na suma que
estará libre de todo impueEto y que será igual al veintisiete por ciento
del valor bruto de la producción del petróleo, gas natural, asfalto
natural y demás substancias extraídas y comercializadas. Este veintisiete
- 371

por ciento se aplicará después de restarse los ,gastos de tr¡,r.spc~te de
los hidrocarburos desde el lugar de producción al de wnta
La deducción por agotamiento tendrá como límite el cincuenta por ciento
dt> las utilidades líquidas, que i;ean computadas en el respectivo balance
anual del concesionario, f-in considerar dicho factor.
Artículo 124•- Los premios pecuniarios y la patente inicial de explotación
conforme al artículo 63• y al inciso a) del artfculo 102•, asf como el valor
de las multas o sanciones económicas impuestas al concesionario, no
serán deducibles a los fines de la determinación de la utilidad líquida,
para los efectos de los artlculos 106• y 128°, pero podrán ser considera-
das como costos de adquisición de las respectivas concesiones.
Las patentes de exploración tampoco serán deducibles, pero podrán ser
consideradas como gastos de explotación para los fines del artículo
siguiente.
Artículo 125•. Salvo que el concesionario ejerza la opción prevista el!
el artículo 122•, los gastos e inversiones realizados durante el período
de exploración y antes del comienzo de la explotación comercial, serán
contabilizados en la cuenta capital y amortizados mediante cuotas anua-
les.
Artículo 126º- Las pérdidas netas de operación que dentro del afio gra-
vablé! sufra el conce, ionario, podrán diferirse a los afios subsiguientes
y restarse como cantidades deducibles; dichas pérdidas no ·se podrán
diferir a más de siete períodos de imposición sucesivos, ni deducirse en
ninguna forma . después de siete afios de ocurrida la pérdida.
Artículo 127º- Los capitales incorporados al país por el concesionario,
podrán ser amortizados, a opción de éste, en anualidades no mayores a
un veinte por ciento, a contar del comienzo -de la explotación comercial
de las substancias a que se refiere este Código.
Artículo 12s•- Salvo lo previsto en el articulo siguiente Y siempre que
después de deducido el impuesto del 30%, la utilidad líquida imponib·e,
determinada de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 121• al 127° in-
clusive, excediera de la suma de las patentes, participación o regaifa Y
cualquier otro impuesto o contribución pagado por el concesionar'o du-
rante el afio gravable, dicho excedente estará sujeto a un impuesto
adicional del cincuenta por ciento.
- · 372
,..
Artículo 129°- Estará exento del impuesto adicional a que se refiere el
artículo anterior:
a) El concesionario cuya utilidad Jfquida después de deducido el im-
puesto a que se refiere el artículo 106•, no excediera del diez por ciento
del saldo no amortizado del capital invertido.
b) Cuando dicha utilidad líquida fuera mayor del diez por ciento y
no excediera del quince por ciento del capital invertido, sólo estará
sujeta a este impuesto la mitad del excedente a que se refiere el
artículo anterior.
Para determinar el capital invertido se tomará el promedio de su monto
al principio y al fin del afto gravable.
Artículo 130°- En caso de retardo en el pago de patentes, participación
o regaifa, impuestos sobre utilidades y demás gravámenes previstos en
este capitulo, el concesionario pagará el interés moratorio del uno por
ciento mensual, en la misma moneda en que deban pagarse las cantida-
des en mora.
• Artículo 131°- l!a exportación que efectúe el concesionario del petróleo
extraído, sus derivados, el gas natural y los productos obtenidos de la
refinación, será libre, quedando por tanto exonerado de impuestos, cargos,
recargos, derechos aduaneros y cualquier otra clase de gravamen que
incida sobre la exportación.
Artículo 132°- Durante toda la vigencia de la concesión, el concesiomrio
gozará del derecho de libre importación, extensivo a los dt>rechos C"n-
sulares, sobre los útiles, enseres,. equipos, máquinarias, herramientas,
tuberías, materiales y demás elementos que destine a sus trabajos de
exnJor1J.ción, explotación, refinación, almacenaje y transporte de hidro-
carburos.
Est.:>. rá asimismo Jiherri.rlo de toda contribución o impuesto que grave o
pueda gravar las con!'truccion~s e instalaciones o equimimiento de edi-
ficios y obras que deba renlizsr en cumplimiento de las leves soc,~tes,
pudiendo importar libre de derechos todas las maquinarias, herramientas,
implementos y materiales necesarios dt;,;tinados a dichas obras.
1:
- 373 -
 ---

Artículo
ue t 135º-
d hEl pago de patentes, participación O regalía Y demás im-
Podrá ·internar temporalmente, libre de todo derecho, los equipos esp?.- ¡:. s os, erec os y contribuciones establecid
ciales requeridos por sus actividades. La obligación de reexportación las actividades bienes derech os en este capftulo, libera
plazo de la c~ncesió~, de to:: :t~e~tas del concesionario, durante el
vencerá a los dos afios, prorrogables por dos años más. creado o por crearse ·ualq . impuesto, derecho o contribución,
' '-' mera que sea su carácte d
El concesionario pagará las tasas legales siempre que use los servicios ya sea nacional, departamental, municipal o univer~it;r.º enominación,
cualquier otro gravamen . adicional sobre la .,: 10, así como de
correspondientes. duetos y substancias que se obten an con_ce_1ón o sobre los pro-
Artículo 133º- En caso de que el concesionario vendiera o enajenara derá también a los dividendos pa !d de ~lla.. D1c~a liberación se exten-
cualquier clase de material o equipo que hubiera introducido libremen!e tuadas por el concesionario que :eaº:n: ;:~~=:/º;~:~di:. reservas etec-
al país, el comprador pagará previamente los derechos e impuestos adua-

In patente inicial de explotación y la ri o 105 , ｾ＠ ~on excepción de

neros correspondientes. Artículo 13Gº- Salvo Jo dispuesto en el artíc~I •
en el artículo 124º 1· P ma pecuniaria, contemplados
Los artfculos de pulperla y otros importados para la venta a los trabaja- , a suma global de la participación
dores del concesionario, no gozarán de ninguna liberación. tes Y demás impuestos ,. derechos o contnbucione
. d o regalía, paten-
sionario en cualquier afio n s paga os por el conce-
.. , unca excederá del cincuent .
En .igualdad de condiciones y calidad, el concesionario preferirá materias la utilidad líquida correspondiente al mism - . . a por ciento de
primas y artículos nacionales, para el desarrollo de sus trabajos y el excediera, será considerada como o ano. S1 dicha suma global
regalía, patentes y demá . pago adelantado de la participación o
aprovisionamiento de sus pulperías. s impuestos, derechos o cont 'b .
tenga que pagar el concasionario en el año o - . nd~c10nes,
1 que
guientes. anos mme atamente si-
Artículo 134º- El concesionario poará convertir libremente las divisas
extranjeras provenientes de sus inversiones de capital o de la venta y ,.
exportación de sus hidrocarburos. Podrá asimismo, retener en el exterior, No se comprenden en esta disposición las tasa
a servicios prestados en favor d . . s legales, correspondientes
las divisas provenientes de dichas .ventas y exportación, todo ello sin e 1 concesionario y a la ¡ .
la última parte del artículo 1320. s cua es se refiere
perjuicio de proporcionar al Poder Ejecutivo las declaraciones o compro-
bantes· de depósito o cambio. Podrá también, libremente y en cual:_uier
tiempo, convertir a moneda extranjera, la moneda boliviana que tenga Capítulo VIII.

en exceso. Derechos y obligaciones complementarios.

.,
En caso de supr\mirse el mercádo libre de divisas extranjeras, vigente
en la Nación a la fecha de este Código, el concesionario tendrá derecho
a convertir las referidas divisas .a moneda nacional, por m')dio
de las instituciones banc::trias autorizadas al efecto y al tipo de cambio
más favorable para cualquier otro vendedor de divisas en el pa!s; dicho
1ipo de cambio también regirá en caso de co¡¡vertirse monedo boliviana
a divisas extranjeras.
Debiendo el concesionario pagar patentes, participación o regalía e im-
puestos sobre utilidades, en moneda extranjera, no estará sujeto al ré-
gimen de venta obligatoria de divisas a que están obligados los demás
Artículo 137º- El concesionario proveerá todo el capital, personal, equi-
po, maquinaria, instalaciones, materiales y suministros requeridos ~ara
sus trabajos y actividades.
Artículo 138º- El concesionario estará obligado:
a) A sujetarse a los principios técnicos apl' bl . .
todos los trabajos de explotación ref' ic~ó es en la e!ecuc1ón de
porte. . , mac1 n, almacena¡e y trans-
b) dA tomar todas las medidas necesarias a fin de proteger
e agua que encuentre en sus labores de perforación.
. los mantos

exportadores.
- 37'5 -
- 374 -
 ,.

c) Dentro de los primeros quince días de cada mes, una relación de

e) A tomar todas las medidas que aconseje la técnica con motivo las substancias explotadas durante el mes anterior y la información
para evitar daños
de la perforac1. 6n de pozos O de su abandono,
. necesaria para determinar su precio de venta.
a los yacimientos, en perjuicio de la Nación o de terceros, infor-
mando a la Dirección General de Petróleo todo lo que al respecto Artículo 140°- Para los fines del artículo 13° y los que estime necesario
ocurriere. dentro de las previsiones de este Código, la Dirección General de Pe-
tróleo designará los delegaaos o inspectores que crea necesario y por
. . de ev1'tar la pérdida de las
1 debida vigilancia a fm el tiempo que lo juzgue conveniente. El concesionario tendrá la obliga-
d) A e¡erc~r :xtraídas y a ejecutar los trabajos de modo que no
ción de prestar máxima colaboración a estos funcionarios.
substancias d. . de éstas responsabilizándose de los daíios y
ocurra desper 1c10 •
.
perjuicios emergentes causados a la Nación o a terceros. Articulo 141 •- Cuando lo requiera el Poder Ejecutivo, el concesionario
· estará obligado a proporcionar para el consumo del pafs, el petróleo
tomar las medidas adecuadas para eVItar y co_mbatir
. . incendios
.
e) A . . ndo estos ocurran, a part1c1par mmed1ata- crudo y /o derivados que necesitase éste, no pudiendo exportar sino el
u otros sm1estros Y cua . . r excedente. Dicho suministro se hará a prorrata entre los diferentes pro-
t .d des competentes y a los conces1onanos co m-
1
mente a as au on ª
dantes, requeriendo de ambos la cooperación
·necesaria. ductores de petróleo crudo o derivados, de acuerdo a la producción de
cada uno y a las necesidades del consumo interno. Los precios de venta
A llevar . en el país cuentas especia · l""
..,,.. de. las ·operaciones
. . serán fijados de común acuerdo entre el pr9ductor y el Poder Ejecutivo.
f) rf '6 producción refinación, transporte y almacena¡e, m-
de pe oraci n, ' • · ·d las leyes En caso de emergencia y de acuerdo a las disposiciones que dicte el
.
depend1entemente de 1a contabilidad comercial ex1g1 a por
Poder Ejecutivo, el concesionario estará especialmente obligado a sa-
pertinentes.
tisfacer Jas necesidades de la defensa nacional.
todas las medidas necesarias para procurar la conser-
g) A ~doptar a la tierra cultivable y de los cultivos existentes Artículo 142°- I¡n el servicio superiur de sus dependencias el concesio-
vac16n del agu p;endida dentro de la concesión, o en la que fuera nario estará obligado a emplear personal boliviano en una proporción del
en la zona coro ba·os evitando en lo posible daftos que ocasio- treinta por ciento, cuando menos, y del ochenta y cinco por ciento,
afectada por sus t~a l ~erma en la producción agrícola, pecuaria, tratándose del resto de empleados y obreros. Toda vez que no fuera
nen O puedan -ocasionar
forestal y en la vida silvestre. posible llenar estas proporciones, por la carencia de trabajadores boli-
vianos, recabará una constancia de la Dirección General de Petróleo.
concesionario remitirá a la Dirección General de Pe-
Articulo 139º- El
Asimismo, el concesionario estará obligado a cumplir las disposiciones
tróleo:-
concernientes a contratación de trabajadores, horario de labores, días
el mes de febrero de cada af\o, un informe relativo a ~us domingos y feriados, indemnizaciones por riesgo profesional y cesación
a) Dura~te t· "dades realizadas el afto inmediatamente antenor, de servicios, subsidios, asistencia médica, farmacéutica y dental, v1v1en-
traba¡os Y ac ivi 1 t
acuerdo a lo prescrito por el Reg amen o. da, pulpería, fuero sindical y a todo cuanto se halle previsto en las
en la f orma Y de ·
leyes sociales.
estadísticas y balances relativos al movimient~
b) Anual~ented, lals. empresa· las informaciones solicitadas por la Di• Articulo 143•- Con sujeción a las normas legales pertinentes, el conce-
financiero e a ' • ·ones y sionario podrá ejercer los siguientes derechos:
Petróleo respecto a los traba,Jos, operac1
rección Gener~1 de t te a
d "ón• las informacienes geológicas o geofísicas re eren s
-pro ucc1 .6' toda otra información señalada por el Reghmento. a) Ocupar gratuitamente en cualquier región del territorio nacional,
la conces 1 n Y d t · formación ten- los terrenos fiscales necesarios para sus obras en relación con tra-
En caso de Solicitarlo el concesionario,. to . a es a m bajos petrolíferos
drá el carácter . de estrictamente conf1denc1al.

- 376 - - 377 -

b) Utilizar el agua, madera, · leña y materiales de construcción que se
encuentren dentro o fuera de su concesión, debiendo a tal fin efec-
tuar los arreglos correspondientes con los propietarios, si se
tratara de terrenos pertenecientes al dominio privado o proceder
conforme a las leyes y reglamentos pertinentes en el caso de tra-
tarse de t ierras del dominio fiscal. El concesionario no podrá des-
tinar o aprovechar estos elementos en propósitos o finalidades
aistintas a las de su concesión.
c) Ocupar, expropiar o gravar con servidumbre los terreros de parti-
culares y de otros concesionarios, que fueran necesarios para su
industria, pagando las indemnizaciones correspondientes. Las servi-
dumbres que para sus obras y trabajos precise establecer el conce-
sionario sobre terrenos fiscales, se constituirán gratuitamente, a
menos que en dichos terrenos hubiera mejoras de particulares, en
cuyo caso aquel celebrará con estos los convenios necesarios. En
las concesiones sobre terrenos cubiertos por aguas lacustres o flu-
viales, las servidumbres podrán establecerse sobre la costa colin-
dante o sobre los terrenos más próximos a la concesión.
d) Construir, adquirir, poseer y operar, para su propio servicio, Jfneas
telefónicas, estaciones de radio y demás medios de comunicación,
de los que el Estado podrá usar libremente.
e) Instalar y operar sistemas de transporte marítimo, fluvial y aéreo;
construir, adquirir, poseer y operar líneas férreas, tranvías, canales
de navegación, caminos, andariveles, muelles y embarcaderos.
f) Usar gratuitamente de una faja de cincuenta metros de ancho en
los terrenos fiscales, como zona de seguridad para las vías férreas,
oleoductos y canales.
Capítulo IX.
Multas.
Artículo 144Q- Cualquier infracción de las obligaciones legales o regla-
mentarias por parte del concesionario, que no se halle incursa dentro de
las causales de caducidad, será penada con una multa de dólares cien
a cinco mil (moneda de los Estados Unidos de América), de acuerdo a
- 878 -
1
1
1
lo determinado por el Reglamento, pudiendo elevarse al duplo en caso
de reincidencia.
Artículo 145•- Por desperdicios que no se deban' a caso fortuito o de
fuerza mayor, el concesionario pagará, además de la multa que se le
imponga, la participación o regalía del Estado, correspondiente al volu-
men de dichas substancias.
Artículo 146Q- Las sanciones establecidas en este capítulo se aplicarán
por la Dirección General de Petróleo, sin perjuicio de la consiguiente
responsabilidad civil, fiscal o penal, de acuerdo a las leyes de la Re-
pública.
Capítulo X.
Nulidad, caducidad y extinción.
Artículo 147Q- Son nulas:
a) Las concesiones otorgadas a personas impedidas o legalmente inhá-
biles de adquirirlas o poseerlas; como también las cesiones o trans-
ferencias en favor de las mismas, o las que se hubieren 'realizado
sin llenar lgs requi_sitos de este Código.
b) Las concesiones de exploración y subsiguiente explotación o de
explotación directa, cuando se superpongan sobre concesiones otor-
gadas anteriormente, pero solamente en la parte superpuesta.
Artículo 148Q- Caducarán los derechos del concesionario:
a) Por no haber pagado la primera anualidad de la patente de explota-
ción dentro de los treinta días fijados en el artículo llOQ.
b) Por no pagar dentro de los tres meses siguientes a la fecha en que
sean exigibles, las patentes de exploración correspondientes a la
segunda o a cualquier anualidad posterior, de acuerdo a los ar-
tículos 102• y 110•.
c) Por no presentar los planos previstos en el artículo 73•, o por dejar
de hacer la selección del área o super!icie destinada a explotación,
i:le acuerdo y dentro de los plazos determinados por el mismo
artículo.
 , ,.
d) Por -rio pagar. la · patente inicial de explotación dentro del mes
siguiente a la fecha establecida en el articulo 111 •.
e) Por no cumplir con las obligaciones emergentes de la licitación,
conforme a lo prescrito en el articulo 64°.
f) Por haberse vencido una anualidad sin haber sido pagada la
correspondiente patente de explotación, de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 112•.
g) Por nó haber hecho las perforaciones obligatorias establecidas en
el articulo 86°, salvo que se subsanara dicha omisión mediante el
pago de los derechos a que se refiere el artículo 1.13°.
Artículo 149º- Las concesiones autónomas de refinación, manufactura o
transformación y/o de transporte, caducarán por no comenzarse los tra-
bajos dentro del plazo fijado en los artículos 92° y 93°.
Artículo 150•- Cuando se deje de pagar durante un año las patentes,
participación o regalía y/o el impuesto fijo sobre utilidades, podrá de-
clararse caduca la concesión. Mientras no haya tal declaratoria, el con-
cesionario podrá pedir la gracia de que se le admita el pago del total
de- las sumas devengadas ha~ta la fecha de petición, con más el interés
del uno por ciento mensual; en cuyo caso, el Poder Ejecutivo declarará
la caducidad en suspenso y accederá a la petición de gracia, sin perim-
do de exigir. en tal eventualidad ventajas especiales para el Estado. -
El concesionario pagará los impuestos adeudados y sus intereses dentro
de diez días de notificado con la Resolución pertinente. Luego de efec-
tuado el pago, se celebrará el contrato de ventajas especiales y el Poder
Ejecutivo dictará la Resolución Suprema correspondiente.
Si no se accediera a la gracia solicitada, el concesionario sólo estará
obligado a pagar los impuestos devengados correspondientes a un año
v sus intereses respectivos, cualquiera que fuera la fecha en que la
Dirección General de Petróleo hubiera ded~rado la caducidad.
El retardo en el pago de la participación o regalfa o de los impuestos
establecidos en los artículos 106• y 128°, no será causal de caducidad
cuando se deba a desacuerdo entre la Dirección General de Petról~o y
el concesionario, respecto al precio de venta u otras bases integrantes
de la respectiva liquidación, y siempre que, hasta llegar a un adveni-
m iento, hubiera el concesionario empozado por lo menos la cantidad que
- 380....:
a su ¡u1c10 sea exigible, de acuerdo a las ba;;es de liquidación propuestas
por él mismo, o en caso de que hubiera afianzado su obligación satis-
factoriamente.
Articulo 151 •- Las concesiones se extinguirán por el vencimiento de sus
plazos o por renuncia expresa hecha por el concesionario, en escrito
presentado a la Dirección General de Petróleo.
Articulo 152°- La nulidad prevista en el inciso a) del artículo 147°, podrá
declararse aún de oficio; la que preve su inciso b), solamente a instancia
de parte. En ambos casos la nulidad surtirá sus efectos a partir de la
fecha de la Resolución Suprema respectiva.
Artículo 153°- La nulidad, caducidad o extinción de las concesiones se
declarará por Resolución Suprema del Poder Ejecutivo, la que será
personalmente notificac:la al interesado o su representante legal y publi·
cada por una ·vez en un diario de la sede del Gobierno. Dentro de los 30
. días de su notificación, el concesionario podrá reclamar administrativa-
mente la Resolución, y si fuese mantenida o confirmada, podrá recurrir
de nulidad contra esta última decisión, ante fa Corte Suprema de Jus-
ticia, en el término perentorio de ocho días, desde su notificación.
Articulo 154°- 'En el plazo igualmente perentorio de treinta días, el con-
cesionario podrá también recurrir de nulidad, ante la misma Corte, en
todo otro caso en que no se conformare con las decisiones del Poder
Ejecutivo, relativas a derechos u obligaciones emergentes de la conce-
sión.
Artículo 155°- El Poder Ejecutivo tendrá la facultad de terminar tran-
saccionalmente las controversias suscitadas con los concesionarios, toda
vez que ellas no se refieran a materias específicamente previstas por
este Código.
Artículo 156°- La nulidad, caducidad y extinción, no excluye el ejerc1c10
por parte del Poder Ejecutivo o de terceros, en defensa de sus derechos,
de la acción pertinente, de acuerdo a las leyes de la República.
Artículo 157°- Declarada nula, caduca o extinguida la concesión, pasarán
a propiedad del Estado, sin obligación de pago, todos los pozos, equipos
permanentes de operación y conservación de los mismos y cualquier otra
obra estable de trabajo incorporada de modo permanente al proceso de
- 381 -
 ..
la explotación · de la: concesión, exceptuando los oleoductos troncales y
laterales, refinerías, plantas de gasolina y equipos móviles.
Los campamentos e instalaciones y cualquier otra obra estable de tra-
óajo, ubicada dentro de la concesión e incorporada de modo permanente
al proceso de la explotación y que, conforme a lo establecido en este
capítulo, deba pasar a propiedad del Estado, podrá cQntinuar siendo
usada por el concesionario, si al tíe>mpo de la reversión estuviera sir-
viendo para desarrollar otras concesiones de exploración o de explotación
vecinas y pertenencientes al mismo; en dicho caso se llegará a un
acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el concesionario, a fin de convenir
las bases consiguientes.
Los edificios . de carácter administrativo y hospitales, en caso de que
estuvieran situ.a dos fuera del perímetro de la concesión de explotación,
podrán ser adquiridos por el Estado mediante el pago de su valor jus-
tipreciado.
El Estado tendrá también ·derecho a adquirir los oleoductos principales,
refinerías, plantas de gasolina y equipos móviles, a su valor justipreciado.
En caso de no ejei:citarse esta opción en el término de noventa días de
haberse producido la nulidad, caducidad o extinción, el concesionario
podrá retirar toda propiedad móvil,. siempre que hubiese cumplido sus
obligaciones relacionadas con la concesión.
Artículo 158•- Si conviniese a los intereses nacionales, el Poder Ejecu-
tivo podrá otorgar nuevamente la concesión cuyo plazo haya expirado,
a cuyo efecto el anterior concesionario será preferido a otros propo-
nentes en igualdad de condiciones.
Capítulo XI.
Del régimen de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
Articulo 159•- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (Y . P. F. B.),
en su carácter de entidad autárquica, tendrá el derecho exclusivo de
explorar y explotar las substancias a que se refiere el articulo 1•, dentro
de la Zona que tiene asignada y que se halla delimitada en el ar· lculo
20•. Por tanto, en dicha zona, ninguna persona natural o jurídica poqrá
presentar solicitudes de concesión.
Artículo 160- La organización, desenvolvimiento y trabajos de Y. P. F . B.,
se rigen por su Ley Orgánica y Estatutos.
"- 382 -
~rtículo 161 •- Previa autorización del Poder Ejecutivo mediante Resolu-
ción Suprem'i para cada caso, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia-
nos, tendrá la facultad de constituir sociedades o celebrar contratos de
arrendamiento u operación con personas naturales o jurídicas para 1
exp1orac1'6n Y/ o expJotación de las superficies o áreas comprendidas
' en ª
su zona Y para el aprovechamiento de las substancias extraídas de
aquéllas.
En . l~s sociedades que se constituyan, Yacimientos PetroUferos Fiscales
Bohvtanos, retendrá como mínimo el 51 % de las acciones. Asimismo,
dentro los _términos de este artículo, podrá financiar, mediante présta-
mos o c~n1untamente ~on una o más personas naturales O jurídicas, la
construcción y ampiiac16n de oleoductos.
Articulo 162º• Yacimientos Petrolfferos F1'scales Bo¡·1vianos podrá efectuar
libremente la comerc1·a1·1za c1'6n, t ransporte y exportación del petróleo
y derivados.
Artículo 163°- Si Yacimientos Petrolfferos Fiscales Bolivianos decidiera
obt:ner concesion~s. en otras zonas diferentes a la que tiene asignada,
p~e"~ntará. ~u ~ohc1tud como cualquier otro peticionario, sin gozar de
nmgun pnv1leg10 o ventaja especial, debiendo cumplir con todos los
preceptos y oiligaciones consiguientes.
Capitulo XII.
D1sposichnes finales.
Artículo 164°- Las solicitudes para reconocimiento superficial podrán
presentarse desde el 10 de noviembre de 1955.
Artículo 165°- Dentro de los noventa dlas siguientes a Ja fecha de pro-
mulgación de este Código, se dictará el Reglamento correspond'1ente.
Artfcul~ 166~- Treinta días después de dictado el Reglamento entrará en
plena ~1ge~c1a este Código para la recepción de solicitudes de exploración
Y subs1gmente explotación, de explotación directa y /o refinación y
transporte.
Artículo 167°- Se levanta toda r eserva sob re áreas o superficies petrolí-
feras establecidas por leyes y disposiciones gubernamentales anteriores.
- 383 -
 •
Artículo 168º- Se deroga la Ley de 20 ·cte junio de 1921 y toda otra
disposición contraria á este Código.
Los ~eñores Ministros de Estado en los Despachos de Minas y Petróleo,
y H:cienda y Estadistica, quedan encargados de la ejecución Y cumpli-
miento del presente Decreto.
Es dado rn el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veinti-
sesis dlas del · mes de octubre de mil novecientos cincuenta Y cinco años.
(Fdo.) VICTOR PAZ ESTENSSORO.- Mario Torres Calleja.- Alberto Men-
dieta Alvarez.- Walter Guevara Arze.- Federico Fortún Sanjinés.- Gual-
berto Olmos.- Federico Alvarez Plata.- Augusto Cuadros Sánchez.- Angel
Gómez García.- Miguel Calderón Lara.- Alcibiades Velarde Cronenbold.-
Julio Manuel Aramayo.- :t-luflo Chávez Ortiz".
ANEXO XII
CARTA DE INTENCIONES SUSCRITA ENTRE BOGOC Y Y. P. F. B.
"Diciembre 3 de 1966.
No. 190.
Señor
Ing. José Patiño Ayoroa
Presidente de Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos
Pre:;ente.
Señor Pr~sidente:
REF: CONTRATO DE OPERACION CONJUNTA
Confirmando nuestros entendimientos de las conversaciones
r-.ostenidas con Ud. en 17, 25 y 29 de noviembre de 1966 concernientes a
las bases sobre las que YPFB y BOGOC podrían fusionar las llamadas
- 384 -
"Concesiones del Altiplano", las cuales están descritas en el "Anexo A'.',
y en el entendido de que las mismas nos serian otorgadas en un futuro
próximo, BOGOC propone lo siguiente:
A. Tan pronto como las concesiones mencionadas sean otor-
gadas a YPFB y BOGOC, dichas concesiones serian fusionadas para una
operación conjunta, en base a un 50-50 de interés. YPFB se comprome-
tería a solicitar inmediatamente áreas adicionales, seleccionadas por
acuerdo mutuo, las cuales combinadas con las áreas correspondientes a
las actuales solicitudes de YPFB de acuerdo a los demostrado en el
"Anexo A", excederían inicialmente un 10% el área cubierta por las
solicitudes de BOGOC, también demostradas en dicho "Anexo A", siendo
la razón para dicho excedente el que BOGOC no cobraría intereses
cuando recupere los costos de exploración, de acuerdo a lo previsto en
el siguiente párrafo C. Cualquier estructura geológica que se determinara
extendiéndose en áreas libres adyacentes serla también adquirida bajo
bases conjuntas e incorporada para operación conjunta, respetada la
prohibición del Articulo 19 de la Constitución Polftica del Estado.
B. En la forma y condiciones que serían establecidas en apro-
piado Convenio de Operación Conjunta, y siempre de acuerdo a las nor-
mas usadas en este aspecto por la industria petrolera, todas las opera-
ciones serían <!'onducidas por BDGOC, en su calidad de Operador con
estricta sujeción al Código del Petróleo. El cumplimiento del Convenio
antes citado estaría c01;idicionado al aumento de la nueva área de YPFB,
mencionada en el punto anterior "A", a las áreas inicialmente fusiona-
das para la operación conjunta.
ｾ＠
C. El Convenio de Operación Conjunta establecería que todos
los costos de exploración (exceptuando honorarios por trámites, paten-
tes, etc., que cada parte pagará individualmente) incurridos hasta alcan-
zar producción comercial, serían pagados por BOGOC, en el entendido
que BOGOC tendría el derecho de recuperar tales costos, de la totalidad
de la primera producción del área fusionada, deducidos sus costos y
regaifas, el pago de los cuales serla de la única responsabilidad de BO-
GOC. En la posibilidad de no haber producción, BOGOC tendría el dere-
cho a la recuperación antes mencionada de la primera producción que
pudiera ser obtenida como resultado de cualquier futura operación con-
junta entre YPFB y BOGOC. Después de ser alcanzada la producción
comercial y la recuperación total, todos los costos serían divididos y
pagados en partes iguales, sin demora.
- 3,~15 -

D. Todo el petróleo, gas y demás hidrocarburos producidos 1;n
el área conjunta pertenecerian a las partes bajo las bases de 50-50 y las
partes estarían obligadas a tomar y disponer individualmente de dichos
respectivos porcentajes de producción en algún punto conveniente del
campo de producción. En caso de que una de las partes no tomara
y dispusiera enteramente de su porcentaje, la otra parte tendría el dere-
cho, pero no la obligación, de comprar íntegra o parcialmente dicho
porcentaje; las condiciones de tal compra serian acordadas en el Con-
venio de Operación Conjunta.
E. El Convenio de Operación Conjunta contendria también una
cláusula para la perforación de pozos "a solo riesgo" y para otras ope-
raciones de aplicación standard en la industria petrolera.
F, Queda facultado, en favor de ambas partes, el derecho de
rescindir el Convenio de Operación Conjunta, si a juicio de cualquier una
de ellas, la continuación del mismo es geológicamente injustificada o
antieconómica, obligándose el denunciante a ofrecer gratuitamente las
concesiones materia de este Convenio (que le corresponden) a la otra
parte, que podrá aceptarlas dentro del plazo de 90 dias, después de
notificada, pagando únicamente los gastos legales de la transferencia,
desde que estos existan. En caso de que la parte notificada no contestara
a ta oferta en el término previsto de 90 días de haber recibido la noti-
ficación, o respondiera indicando no desear adjudicarse tales concesiones,
la parte que formuló la oferta, sin perjuicio de la rescisión, quedará en
libertad de retener las concesiones, renunciarlas o disponer de ellas de
cualquier otra manera.
Sin embargo y sin perjuicio de lo dispuesto en el primer
párrafo de este ftem, ninguna de las partes podrá rescindir unilateral-
mente el Co!l,venio de Operación Conjunta mientras no se concluyan
operaciones programadas que liayan sido previamente aprobadas por los
contratantes.
YPFB para poder ejercer el derecho de rescisión y consecuente
transferencia o renuncia de ias cuncesiones que le corresponden, de acuer-
do a esta cláusula, deberá llenar los requisitos a que se refiere el Art.
30 de sus Estatutos.
Esta carta está e~crita en dos originales y si los términos de
la misma son aceptados, rogamos firmar ambos ejemplares en el espacio
- 386 -
que aparece abajo y devolvernos uno de ellos como evidencia de nuestro
entendimiento.
Con este motivo saludamos a Ud. atentamente.
BOLIVIAN GULF OIL COMPANY
L. A. Ramsey
Gerente"
ANEXO XIII
PROYECTO DE CODIGO DEL GAS (1965)
Capítulo I.
Disposiciones Generales.
Artículo 19 DOMINIO: Los hidrocarburos gaseosos provenientes de
yacimientos qu~ se encuentren dentro del territorio de la República, son
del dominio directo, inalienable e imprescriptible del Estado.
Articulo 2° UTILIDAD PUBLICA: Se declara de utilidad pública la
explotación, procesamiento, almacenaje y transporte de dichos hidrocar-
buros. Estas actividades se sujetarán al presente Decreto Ley cim prefe-
rencia a cualesquiera otra~ disposiciones.
Articulo 39 MANEJO DEL GAS: El derecho de industrializar, transportar,
distribuir, comercializar, exportar e importar hidrocarburos gaseosos con
destino al consumo interno, se ejerce por el Estado a través de Yacimien-
tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
Articulo 4° FACULTADES DE YACIMIENTOS PETROLIFEROS FISCA-
LES BOLIVIANOS: A los fines del artículo anterior, Yacimientos Petro-
líferos Fiscales Bolivianos está facultado, previa autorización del
Supremo Gobierno, por conducto del Ministerio de Minas y Petróleo,
para· celebrar contratos o constituir sociedades de econom[a mixta con
personas físicas o jurídicas.
- 387 -
Artículo 5• CONCESIONAR10S DE PETROLEO: Las personas físicas o
jurídicas que hubieran obtenido concesiones de petróleo de conformidad
con la ley de 29 de octubre de 1956, se sujetarán a las regulaciones
del presente Decreto-Ley en cuanto a la explotación y aprovechamiento
de los hidrocarburos gaseosos.
Artículo 6• DOMICILIO LEGAL: Toda persona que explota hidrocarburos
gaseosos: establecerá domicilio legal en la República y tendrá en la sede
del Gobierno un representante con poderes amplios para tratar, compro-
meter y resolver cualquier asunto relativo a las actividades de su man-
dante. Se encuentra sometida a las leyes y tribunales de la República y
siendo extranjera se tendrá por renunciada toda reclamación diplomática.
Artículo 7• INCAPACIDAD; No podrán ejercer ninguno de los derechos
a que se refiere el presente Decreto-Ley bajo pena de nulidad, el Prnsi-
dente y Vicepresidente de la Repú6lica, los Ministros de Estado, los
funcionarios públicos, autoridades políticas, judiciales y municipales; los
funciomi.rios de entidades autárquicas y Tos miembros de las Fuerzas
Armadas y de Policía en servicio activo y los parientes de todos ellos
dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. Esta
prohibición no comprende los derechos adquiridos en época anter!or a
la elección o nombramiento de los funcionarios antes citados ni a los
que hubieren adquirido o adquieran por herencia o legado, ni a los
que el cónyuge del inhabilitado llevare a la celebración del matrimonio.
Artículo 8• AUTORIZACION PARA CONSTRUIR LINEAS DE TRANS-
PORTE: En los casos en que el Poder Legislativo sancione la ley que,
de conformidad con el artículo 19° de la Constitución Política, es nece-
saria para la construcción de líneas de transporte por ·z onas fronterizas,
establecer en ella todas las previsiones necesarias para garantizar la
seguridad, control, y fiscalización por el Estado de dichas 11neas y zonas
aledañas.
Artículo 9• SEPARACION DEL GAS: Siempre que en un campo se pro-
duzca gas y petróleo simultáneamente, será obligatorio separar todo el
gas, sea para su reinyección o para otras formas de aprovechamiento.
Artículo 10• RELACION RESERVA EXPORTACION: Las empresas que
exporten hidrocarburos están obligadas a mantener la relación de uno
a veinte (1:20) entre los volúmenes de hidrocarburos exportados y las
reservas correspondientes de los mismos en sus campos de explotación.
- 388 -
Artículo 11• OBLIGACION DE SATISFACER LAS NECESIDADES NA-
CIONALES: Toda empresa productora o exportadora de gas está espe-
cialmente obligada, de conformidad con el artículo 2• del presente
Decreto-Ley, a satisfacer previamente las necesidades nacionales .
Artículo 120 DEFINICIONES: Son objeto del presente Decreto-Ley, los
siguientes hidrocarburos:
a) GAS NATURAL: Es la mezcla de hidrocarburos gaseosos más las
partículas líquidas en suspensión que pudiera contener, obtenida
directamente de un pozo, o como remanente de los procesos nor-
males de separación de gas y petróleo, a las presiones y tempera-
turas standar.
b) GAS SECO: Básicamente metano, etano y otros hidrocarburos ga-
seosos livianos en · menor proporción, ~ue contengan volúmenes de
hidrocarburos licuables menores de 66.8 centímetros _cúbicoli por
metro ·cúbico de · gas (0.5 galones americanos por 1.000 pies cúbi-
cos de gas).
c) GAS . HUMEO.O: Básicamente metano, etano, propano, los butanos,
los · pen'tanos y otros hidrocarburos en_ menor proporción que con-
tengan volú~enes de· hidrocarburos licuables n:iayores a 66.8_ cen-
tímetros cúbicos por metro cúbico de gas (0.5 galones americanos
por 1.000 pies cúbicos de gas).
d) GASOLINA NATURAL: Compuest¡1 básicamente de butanos, pen-
tan_os, exanos, heptanos y otros hidrocarburos en menor propor-
ción, obtenida del tratamiento del gás natural, por medio de procesos
tales como la .comprensión, .e nf(iamiento, absorción, destilación y
otros.
Artículo 13• BASES · DE MEDIDA: Pará la medición de los hidrocarburos
gaseosos y a los efectos del presente Decreto-Ley se adopta como tem-
peratura básica quince cincuenta y ·seis grados centígrados (15• 56' ·q y
como presión la correspondiente a uno cero tres kilogramos por centí-
metro cuadrado (1.03 kgs. por centímetro cuadrado).
Artículo 14• NORMAS DE CONSERVACION: Las empresas están obliga- .
das al estricto cumplimiento de las normas que en materia de conser-
vación de hfdrocarburos dicte la Dirección General de Petróleo.
- 389 .-
 ,.
Capítulo II.
De la ':lxplotación.
Artículo 15º S"EPARACION DE GASOLINA NATURAL Y [ICUABLES:
Todas las empresas que en cualquiera de sus campos de explotación
tengan una producción mayor de 30.000 metros cúbicos de gas natural
por día, cuyo porcentaje de licuables sobrepase 66.8 centímetros cúbicos
por metro cúbico de gas, están obligadas a extraer la gasolina natural
que contenga el gas o sus licuables, observando las normas técnicas
corresponciientes.
Artículo 16º LICUACION DEL GAS SECO: La licuación del gas seco,
sólo podrá efectuarse previa autorización de la Dirección General de
Petróleo.
Artículo 17•· ALMACENAJÉ DE GAS SECO: El gas seco que no se
aproveche ni exporte, deberá ser reinyéctado obligatoriamente al mismo
o a otros yacimie·n tos o almacenado en depósitos adecuados.
Artículo 18º UTILIZACION DEL GAS HUMEDO: Las empresas no podrán
usar gas húmedo como combustible, · sino después de extrafda la gaso-
lina natural que contenga, exceptuando _los volúmenes para sus opera-
ciones directas de explota~ión.
Artículo 19º QUEMA Y VENTEO: Se prohibe la quema del gas en por-
centajes superiores _a los que en cada caso determi_n e la . Dirección Ge-
neral de Petróleo mediante resolucióQ expresa, por esc'rito. Igualmente,
se prohibe, con carácter absoluto, el venteo de hidrocárburos gaseosos.
Artículo 20• RECUPERACION SECUNDARIA Y CONSERVACION: Las
empresas están obligadas a incrementar la recuperación final de los ya-
cimientos, evitando el desperdicio de hidrocarburos y energía, ademas
de apficar métodos apropiados de recuperación secundaria. Con dicho
fin, se sujetarán a las siguientes normas:
a) Ubicación racional de los pozos.
b) Utilización del régimen de explotación del yacimiento.
Aitfculo 21 º POZOS "LIMITROFES:' . Ninguna napa podrá ·ser explotada
desde uh punto más allá de un plano paraleló vertical a doscientos
metros del límite de la concesión.
- 390 -
Artículo 22° NORMAS TECNICAS DE EXPLOTACION: Las empresas
explotarán sus campos sujetándose a las normas técnicas que establezca
11:! Dirección General de Petróleo.
Artículo 23° NORMAS DE SEGURIDAD: Las operaciones de explotación
y aprovechamiento de hidrocarburos gaseosos deben sujetarse a las nor-
mas de seguridad que señala la Dirección General de Petróleo, sin per-
juicio de otras que las empresas consideren convenientes.
Artículo 24° DETECCION Y REGISTRO: En toda perforaci_óc: será obli-
gatorio el uso de registradores selectivos de gas.
Artículo 25° MANIFESTACIONES DE GAS: Es obligatorio verificar las
man1festacioncs de gas que se encuentren en una perforación, m1;diante
muestreo. El muestroo, el posterior análisis, las pruebas de producción y
las primeras estimacione~ de reservas, se realizarán de acuerdo con las
normas que dicte la Dirección General de Petróleo.
Artículo 26° DAlil"O A FORMACIONES: En toda perforación se utilizarán
técnicas adecuadas para no dañar las formaciones y evitar la pérdida
de los hidrocarburos que contengan.
Artículo 27° AISLAMIENTO
,. DE NAPAS GASIFERAS: Toda napa gasf-
fera descubierta deberá· ser entubada y cementada para proteger los
fluidos que contiene y permitir su posterior explotación. La Dirección
General de Petróleo mediante resolución expresa, por escrito, podrá dis-
pensar de dicha obligación cuando la napa no sea económicamente
explotable.
Artículo 28° EXPLOTACION DE OTROS NIVELES: Es de cuenta de las
empr~sas petroleras la terminación de los pozos hasta cualquier nivel:
sin embargo, cuando el Estado requiera la explotación de hidrocarburos
gaseosos a otros niveles, el Minbterio de Minas y Petróleo acordará con
la empresa interesada, las condiciones de dicha explotación.
Artículo 29° ABANDONO DEL POZO: Para abandonar un pozo, toda
empresa deberá recabar la autorización correspondiente de la Dirección
General de Petróleo. Obtenida ésta, protegerá las napas freáticas mediar.•
te la aplicación de técnicas de abandono apropiadas.
Articulo 30° CONTROL DE FRENTES: Durante la explotación, las em-
presas están obligadas a adoptar las medidas necesarias para el control
-- 391 -

del avance unlforme de los frentes gasffetos · y · acuíferos de los yacimien-
tos.
Artículo 31 º REGIMEN MAS EFICIENTE DE PRODUCCION: La pro-
ducción de todo pozo, yacimiento o campo se efectuará respetando
estrictamente las normas del' régimen más eficiente de producción.
Capitulo III.
Oel transporte.
Artículo 32° SERVICIO PUBLICO: Las operaciones de transporte de
hidrocarburos gaseosos en el pafs, son de servicio público.
Artículo 33° TRANSPORTE DE HIDROCARBUROS GASEOSOS: El
transporte de hidrocarburos gaseosos desde los campos de producción
hasta las plantas de almacenamiento o centros de distribución, para
atender las necesidades del país, se realizará por Yacimientos Petrolífe-
ros Fiscales Bolivianos, por sociedades de economía mixta o empresas
privadas con las que dicha entidad estatal hubiera suscrito los contratos
respectivos, con autorización del Poder Ejecutivo, por conducto del Mi-
nisterio de Minas y Petróleo.
Artículo 34° CONSTRUCCION DE RAMAL DE GASEODUCTO: El que
necesitase utilizar un gasoducto de ajena propiedad, construirá el res-
pectivo ramal, los anexos y además instalaciones para el transporte de
hidrocarburos gaseosos, hasta la línea troncal o lateral correspondiente.
El propietario del gasoducto troncal, controlará el correcto funciona-
miento de esas instalaciones auxiliares.
Artículo 35° ENTREGA DE GAS SECO PARA TRANSPORTE: El gas
seco podrá entregarse en cualquiera de las estaciones de comprensión
del gasoducto o de sus ramales debiendo cumplir las normas que sobre
la materia dicte la Dirección General de Petróleo.
Artículo 36° ENTREGA DEL GAS TRANSPORTADO: Si el gas recibido
por d propietario del gasoducto troncal se mezclara c;on otro gas debido
a razones propias del funcionamiento de las instalaciones, su entrega se
-efectuar::\ en un volumen equivalPnte en forma de mezcla, no pudiendo
el o los propietarios exigir precisamente el gas original.
- 392 -
·1
Artículo 37° · TRANSPORTE DE GAS CONTAMINADO: El propietario
del gasoducto no está obligado a transportar gases que, a juicio de la
Dirección General de Petróleo puedan dañar las tuberías y sus anexos o
que, debido a contaminaciones normales en el gasoducto, o por mezclas
inevitables en el trayecto, puedan rebajar considerablemente el valor
de los demás hidrocarburos gaseosos transportados por la .misma vía.
Artículo 38º TRANSPORTE PROPORCIONAL DE GAS: Cuando la capa-
cidad de transporte disponible para terceros fuese inferior al volumen
que éstos deseen transportar, el propietario del gasoducto sólo estará
obligado a aceptar una fracción proporcional del gas de cada interesado.
Artículo 39° DEDUCCION DE MERMAS EN EL TRANSPORTE DEL GAS:
El propietario del gasoducto podrá deducir del gas transportado las
mermas que se produzcan por difusión o fuga. Estas mermas se det er-
minarán experimentalmente y su porcentaje será establecicio por la
Dirección General de Petróleo.
Artículo 40° RESPONSABILIDAD EN EL TRANSPORTE DEL GAS: La
responsabilidad del porteador cesará al ser entregado el gas a su pro-
pietario en las terminales o estaciones de comprensión que éste fije. El
propietario no responderá por pérdidas que se produzcan por causas
ajenas a su voluntad, que no sean imputables a su negligencia o se
deban a fuerta mayor. '
Artículo 41 • PREVENCION DE INCENDIOS: El propietario del gasoducto
estará obligado a instalar los mecanismos de seguridad y prevención nece-
sarios para evitar explosic.nes, incendios y otros accidentes en sus ins-
talaciones y áreas círcundantes,
Articulo 42° TRANSPORTE DE GAS AJENO: Para transportar gas a
través de un gasoducto ajeno, la persona interesada en dicho transporte
tiene la obligación de contar con las instalaciones y facilidades de entre-
ga y recepci6n hasta su conexión con el gasoducto troncal.
Artículo 43º CONSTRUCCION DE GASODUCTOS: Las empresas petro-
leras que deseen construir gasoductos así como Yacimientos Petrolfferos
Fiscales Bolívianos y las sociedades de economía mixta que se consti-
tuyan con éste, deberán cumplir los siguientes requisitos:
a) Presentar solicitud escrita ante la Dirección General de Pet róleo
acompañando la información necesaria para dar una idea clara y
precisa de las obras a emprenderse;
- 393 -
 ...
b) Comprobar su capacidad técnica y solvencia económica de acuerdo
a las normas que fije la Dirección General de Petróleo.
Artículo 44• DOCUMENTACION: La solicitud prevista en el inciso a)
del artículo anterior, se presentará acompañando los siguientes docu-
mentos:
a) Plano del proyecto, indicando el trazo de la vía y un perfü de la
zona atravesada;
b) Memoria de:;cnp· t'1va de los aspectos técnicos concerñientes a las
obras proyectadas;
c) Relación de las medidas de seguridad que se ~ornarán ~ara que el
funcionamiento de las instalaciones no constituya peligro.
Artículo 45• MEMORIA DESCRIPTIVA: La memoria descriptiva conten•
drá:
a) Ubicación de la obra, indicando el Departamento, Provincia Y Can•
tón en que será instalada;
b) Descripción razonada del funcionamiento general con especificación
de los sistemas a emplearse; capacidad de trabajo y cualquier otro
dato de importancia;
c) Presupuesto de las obras de que conste el proyecto;
d) Fechas de iniciación y de conclusión de los trabajos;
e) Descripción de las características topográficas de la región atrave-
sada por la vfa de transporte ·Y las facilidades o dificultades que
ofrezca su ejecución;
f) Descripción de las instalaciones de que consta~á 1~ obra; ca_pacidad
de operación, sus caracterfsticas, número, local!zac1ón, c~p~c1dad de
comprens1'ón y almacenamiento e indicación . del proced1m1ento que
se usará para la protección de la tubería.
, ¡O 46º APROBACION DE LA DIRECCION GENERAL DE PETRO-
A rt ,cu ¡· · d 1 D' º6
LEO: En el término de sesenta dfas de recibida la so 1c1tu , a 1recc1 n
General de Petróleo formulará las observaciones de carácter téénico Y
- 394 -
económico que juzgue pertinentes sobre el proyecto y planos, o l::s
aprobará. El solicitante absolverá las observaciones formuladas o las
aclaraciones requeridas dentro del término de treinta dfas, vencido el
cual, la Dirección General de Petróleo aprobará el proyecto o manten-
drá sus objeciones; en este último caso el solicitante deberá cumplir los
requisitos dentro de los sesenta dfas de su notificación; de no hacerlo,
reclfazará la solicitud sin ulterior recurso y no cumpliendo fielmente
con las observaciones formuladás incurrirá en responsabilidad, sin per-
juicio de que la Dirección General de Petróleo, prohiba el funcionamien-
to de las instalaciones. .
Articulo 47° OBSI;RVACIONES DE LA DIRECCION GENERAL úF PETRO-
LEO: Las observaciones de la Dirección General de Petróleo rec:1erán
también sobre los aspectos <le carácter económico, tales como b magni '.ud
de las reservas de hidrocarburos gaseosos y otros, y sobre aspectos de
carácter técnico, de seguridad , de planificación regional.
Articulo 48° AUTORIZACION GUBERl'ii\MENTAL: De no haber observa-
ciones o. salvadas que hayan sido ellas, la Dirección General de Petróleo
elevará la solicitud con informe detallado ante el Poder Ejecutivo por con-
ducto del Ministerio de Minas y ·Petróleo. Aquel se pronunciará dentro del
término de qajnce días, mediante Resolución Suprema. La Resolución se
publicará por cuenta del interesado, por una sola vez, en un diario de la
Sede de ·Gob!crno, . dentro de los ocho días de dictada.
Artículo 49° AUTORIZACION PARA OPERAR: El solicitante dará comien-
zo a sus trabajos a contar de la fecha de la respectiva resolución. Termi-
nadas · las obras e instalaciones, lo comunicará por escrito a la Dirección
General de Petróleo, para que ésta las inspeccione y compruebe dentro del
término de treinta días, estableciendo la conformidad de las obras con el
proyecto y planos aprobados. No existiendo observaciones, la indicada Di-
rección dictará Resolución por escrito, bajo su responsabilidad, autorizando
el funcionamiento de las instalaciones dentro del mismo plazo.
Articulo 50° TARIFAS: Las tarifas de transporte por gasoductos serán fija-
das por el Poder Ejecutivo mediante Resolución Suprema, asegurando a los
propietarios de aquellos la recuperación de sus inversiones, reconociéndoles
además, una utilidad razonable. Dichas tarifas podrán modificarse cuando
el Poder Ejecutivo lo considere conveni'ente.
- 395 -
Artículo 51 • TRANSPORTE DE GAS LICUADO: El transporte de gas licua-
do desde las plantas de elaboración hasta los centros de distribución se
ejercerá directamente por Yacimientos PetroHferos Fiscales Bolivianos o
por sociedades de economía mixta, constituídas de acuerdo a lo prescrito
en el presente Decreto-Ley,
Articulo 52• TRANSPORTE AL DETALLE: Las personas físicas o jurídicas
que hubieran obtenido contratos-concesión de Yacimientos Petrolíferos Fis-
rnles Bolivianos para la comercialización del gas licuado, deben realizar
el transporte con arregfo a las normas que se establecerán en los mismos.
Artículo 53• NORMAS TECNICAS DE SEGURIDAD: Todos los medios de
almacenamiento, mediación, control y seguridad que se utilicen para la
distribución y comercialización del gas licuado, se sujetarán estrictamente
a las normas técnicas que establezca el Ministerio de Minas y Petróleo en
coordinación con el Ministerio de Economía.
Artículo 54• SEPARAClON Y ENTREGA DE GAS: Las empresas petroleras
están obligadas a procesar el gas natural . para separar la ga~olina natural
y el gas licuado.
Las cantidades de gasolim., gas licuado o gas seco que requiera el país,
serán entregadas por las empresas al Estado, sin obligación de pago, en los
lugares de procesamiento. Este, sólo pagará los gastos de separación del
gas licuado o la ga solina natural que reciba.
La cuota de entrega para cubrir las necesidades del país será proporcional
a la producción disponible de gas natural de cada empresa. Se entiende por
producción disponible, la total producida menos la utilización en los pro-
cesos directos de explotación. La Dirección General de Petróleo queda
encargada de fijar trimestralmente la producción utilizada y determinará,
asimismo, las condiciones de dicha entrega.
Capítulo IV.
De la industria petroqufmica.
Artículo 55• INDUSTRIA PETROQUIMICA: La industria petroquímica con-
siste en la utilización del gas natural y de los productos y subproductos
del petróleo como materia prima. Se excluyen de la industria petroquímica
- 396 -
bs · actividades que tengan por finalidad principal, la producción de com-
bustibles y aceites lubricantes de petróleo y asfalto.
Artículo 56• INDUSTRIA PETROQUIMICA BASICA: Para los efectos del
presente Decreto-Ley se entiende por industria petroqufmica básica, la
elaboración de los siguientes productos:
a) Hidrocarburos no saturados: etano, propeno, buteno y los acetilenos;
b) Hidrocarburos aromáticos: benzeno, xilenos, toluenos;
c) El amoniaco, el hidrógeno y mezclas de hidrógeno con menómido de
carbono.
Artículo 57• UTILIDAD PUBLICA: La industria petroquímica básica reviste
carácter de utilidad pública.
Articulo 58° EJERCICIO DE LA INDUSTRIA PETROQUIMICA BASICA Y
DERIVADA: El Poder Ejecutivo reglamentará el ejercicio de la industria
petroquímira básica propendiendo a que ésta se encuentre a cargo de or-
ganismos estatales.
La instalación de industrias petroquímicas que utilicen como materia prima
cualquiera de los productos mencionados en el artículo 56• se realizará
pr~ferentemen~e, por personas naturales o jurídicas de capitales privados,
suJetándose para ello a los trámites establecidos en la legislación vigente .
Artículo 59• FACILIDADES DE EXPORTACION DE PRODUCTOS PETRO-
QUIMICOS: El Poder Ejecutivo a través de sus organismos competentes
otorgará facilidades a los industriales p ara la exportación de sus productos
petroqufmicos, una vez cubiertas las necesidades nacionales .
Capítulo V.
De la distribución y comercialización.
Artículo 60• AUTORIZACION PARA DISTRIBUIR: Será necesaria la auto-
rización expresa, por escrito, de la Dirección General de Petróleo para la
distribución del gas seco, del gas licuado y del gas seco que hubiera sido
licuado. Esta distribución estará sujeta a las normas técnicas y de seguridad
que el mencionado organismo establl;zca.
Artículo 61 • DISTRlBUCION Y COMERCIALIZACION DEL GAS SJ¡:CO:
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos realizará la distribución del
- 897 --
gas licuado y del gas seco, desde los centros de producción o elaboración
hasta los de consumo, en el mercado del país. La distribución al detalle
de éstos y su consiguiente comercialización, podrá efectuarse por cualquiera
personas naturales o jurídicas.
Artículo 62º GAS PARA EL CONSUMO NACIONAL Y EXPORTACION: Las
empresas petroleras están obligadas a proporcionar para el consumo del
país, los hidrocarburos gaseosos que necesita éste, no pudiendo exportar
sino el excedente. El Estado sólo pagará los gastos directos de comprensión
y transporte.
Artículo 63• EXPORTACION DE GAS LICUADO: La exportación de gas
licuado requerirá autorización expresa del Poder Ejecutivo.
Capítulo VI.
De la tributación.
Artículo 64• TRIBUTACION DEL GAS EXPORTADO: Corresponderá al
Estado una participación única del cincuenta por ciento (50%) sobre todos
los volúmenes de gasolina natural, gas licuado y gas seco exportados por
los concesionarios de petróleo. Dicha participación será entregada en especie
o en dinero, moneda de Estados Unidos de Norte América, a elección del
Poder Ejecutivo.
Los volúmenes de gas que se entreguen al Estado para el consumo nacio-
nal, estarán exentos de toda tributación.
Artículo 65• PRECIO DE VENTA: El precio de venta será fijado mensual-
mente en base a la cotización del gas boliviano en el mercado internacional.
Cuando no existan cotizaciones de gas boliviano en dicho mercado, podrá
determinarse su precio aplicándole los precios de gases extranjeros de cali-
dad y características semejantes.
Art!cuio 66• TRIBUTACION DE LA INDUSTRIA PETROQUIMICA: La in-
dustria petroquímica en cuanto a la tributación, se sujetará a las disposicio-
nes legales vigentes, incluyendo la Ley de Inversiones.
Capitulo VII.
De la .fiscallzación.
- 398 -
Artículo 67• PROGRAMAS DE PERFORACION: Treinta días antes de la
perforación las empresas deberán elevar programas completos de perfo-
ración. En los casos que no fuera posible enviar tales programas dentro del
plazo señalado, por motivos técnicos debidamente justificados, La Dirección
General de Petróleo concederá una prórroga racional.
Artículo 68• INFORME TECNICO: Durante la perforación de un pozo es
obligatoria la obtención y entrega de la información técnica que sea exigida
por la Dirección General de Petróleo, así como la relacionada con los
estratos y fluídos encontrados.
Artículo 69• INFORME DE AVANCE: Las empresas remitirán semanalmente
a la Dirección General de Petróleo copia del informe de avance de la
perforación con datos de litología, estrat igrafía, tectónica y otros que señale
la misma Dirección. ·
Artículo 70• NOTIFICACION DE OPERACIONES: Toda empresa está obli-
gada a notificar radiográficamente a la Dirección General de Petróleo, con
cuarenta y ocho horas de anticipación, salvo casos de fuerza mayor, la
fecha, hora y lugar en que se realizarán las siguientes operaciones:
a) Cementaci,(in de cañerías;
b) Pruebas de información;
c) Registros eléctricos, radioactivos y de cualquier otra indole;
d) Obtención de núcleos;
e) Terminación del pozo;
f) Abandono del pozo.
Artículo 71 • NOTIFICACION DE OPERACIONES: Deberán notificar en
igual forma la fecha, hora y lugar en que se realizarán:
a) Las pruebas df' producción de cada pozo;
b) Obtención de muestras de fondo y superficiales;
c) Cambio de estrangulador;
d) Reacondicionamientos:
e) Instalaciones de unidades de procesamiento y sus modificaciones;
f) Cambio en el diseño de las redes o troncales de sus gasoductos.
Artículo 72° REMISION DE RESULTADOS: En los casos a que se refieren
los dos artículos anteriores las empresas están obligadas a remitir por
- 399 -
escrito, en doble ejemplar, los resultados de las referidas operaciones a la metro de altura, el cual llevará una placa donde se inscriba el número del
Dirección General de Petróleo. Esta, cuando lo considere necesario, desig- pozo, su profundidad, la fecha de taponamiento y de abandono y el nombre
nará sus repre.,entantes para la fiscalización de ellas. de la empresa a que pertenece.

Artículo 739 ENTREGA DE INFORMES: Las empresas están obligadas a Artículo 77° NORMAS TECNICAS DE FISCALIZACION: Fu(;ra de las dis-
entregar a la Dirccdón General de Petróleo, a su conclusión y en doble posiciones establecidas en los artículos anteriores, la Dirección General de
ejemplar, informes detallados de las siguientes operaciones: Petróleo dictará las normas técnicas de fiscalización complementarias, cuyo
objeto será obtener la información técnica necesaria y la explotación más
a) Registros geofísicos de los pozos; racional y eficiente del yacimiento. Estas normas tienen carácter obligatorio
b) Registros eléctricos, radioactivos y de cualquier otra indole; y coercitivo para todas las empresas.
c) Programas de terminación:
Artículo 78° INFORME SOBRE UTILIZACION DE HIDROCARBUROS: Las
d) Programa de abandono;
empresas están obligadas a informar cada mes a la Dirección General de
e) Informe final del pozo; Petróleo respecto a los volúmenes de gas seco, gas seco licuado, gasolina
f) Informacion geológica básica de los yacimientos encontrados;
natural y otros hidrocarburos que utilicen diariamente en sus operaciones.
g) Levantamiento de presiones de fondo;
Asimismo, deberán elevar a la referida Dirección también mensualmente,
h) Análisis de muestras y núcleos y de cualquier otra operación que la
informes sobre los volúmenes que exporten.
Dirección General de Petróleo requiera.
Artículo 79° CONTABILIDAD: Las empresas que hubieran obtenido conce-
Artículo 74• INFORMES DE PRODUCCION: Las empresas deberán enviar siones de petróleo de acuerdo con la Ley de 29 de octubre de 1956, están
.informes mensuales de producción diaria por pozo, dende se anotarán los obligadas a llevar contabilidades independientes para cada una de sus con-
siguientes datos: cesiones de acuerdo con los límites establecidos en el respectivo título
ejecutorial. Nin¡¡una persona natural o jurídica, podrá cargar inversiones
a) Producción de petróleo crudo;
y gastos realizados en concesiones renunciadas en la liquidación de otra
b)_Producción de condensado;
u otras concesiones ~n !as q~.~ existan estructuras productoras de hidro-
c) Producción de gas;
carburos.
d) Producción de agua;
e) Estrangulador; Artículo 80° PRESENTACION DE CUENTA DOCUMENTAL: Las empresas
f) Presión en la tubería de producción;
están obligadas a presentar semestralmente a la Dirección General de Pe-
g) Presión en la cañería;
troieo, la cuenta documentada de las inversiones y gastos corrientes que
h) Relación gas petróleo;
hubieran realizado en sus trabajos. Los organismos competentes, verifi-
i ) Relación agua petróleo.
carán tales cuentas a través de la revisión de Ia contabilidad de cada em-
presa, así como las de los contratistas que trabajaran con éstas y los docu-
Artículo 75• SINIESTROS: Los siniestros tales como descontroles, incendios,
mentos contractuales correspondientes.
explosiones, etc., de pozos e instalaciones deberán notificarse radiográfica-
mente a la Dirección General de Petróleo dentro de las veinticuatro horas
Artículo 81 9 DÉPRECIACION DEL ACTIVO FIJO: Las empresas que hubie-
de su iniciación. Una vez concluidas las operaciones de control, se enviará
ran obtenido concesiones de petróleo de acuerdo con la Ley de 29 de
a dicha oficina un informe escrito y detallado de dichas operaciones y de
octubre de 1956 y estuvieran explotando hidrocarburos gaseosos, están
las causas y daños producidos por el siniestro.
obligadas a depreciar su activo fijo aplicando las tablas que para el efecto
Artículo 76º PROCEDIMIENTO DE ABANDONO: Todo pozo abandonado formule el Poder Ejecutb o mediante Decreto Supremo. El ministerio de
tendrá cementado un niple no menor de seis pulgadas· de diámetro y un Hacienda fiscalizará la ap.licación de :licbo Decreto.

- 400 - - 401 -

Capítulo VIII.
De los derechos y obligaciones.
Articulo 82º PROVISION DE CAPITAL PARA SUS TRABAJOS: Las em-
presas están obligadas a proveer todo el capital, equipo, maquinaria, insta-
laciones, materiales y suministros para la explotación de hidrocarburos
gaseosos.
Artículo 83• PROTECCION DE MANTOS DE AGUA: Las empresas están
obligadas a tomar las medidas necesarias a fin de proteger los mantos de
:,gua culee qu:? encuentren en sus labores de perforación. En los pozos de
exp!oración, antes del abandono, deben asimismo poner en producción la
napa acuífera más importante, tomando las precauciones necesarias para
evitar su contaminación, salvo que la Dirección General de Petróleo dis-
pusiera lo contrario a solidtud del interesado.
Artículo 84º MEMORIA ANUAL: Durante el mes de febrero de cada afio,
las empresas remitirán a la Dirección General de Petróleo, un informe
relativo a sus trabajos y actividades realizadas en el afio precedente, debien-
do la contabilidad sujetarse a lo prescrito en el artículo 'roº y 80° del
presente Decreto-L<:y. Euviarán igualmente, cada afio, las estadfsticas y
balances relativos al movimiento financiero de la empresa.
Artículo 85º PERSONAL BOLIVIANO: Las empresas petroleras en el servicio
superior de sus dependenci,1s están obligadas, así como las que exploten
hidrocarburos gaseosos, a emplear personal boliviano en una proporción del
treinta por ciento, cuando menos, y del ochenta y cinco por ciento en el
resto de empleados y obreros. Toda vez que no fuera posible llenar estas
proporciones, por la carencia de trabajadores bolivianos, recabarán cons-
tancia de ello de la Dirección General de Petróleo. Asimismo están obligados
a cumplir las disposiciones que establecen las leyes sociales.
Artículo 86: GASES RAROS: Es obligación de las empresas dar parte a la
Dirección General de Petróleo el descubrimiento de gases raros, tales como
helio, neón, xenón, kriptón y otros.
Capítulo JX.
De las sanciones.
- 402 -
Artículo 87° CAUSAS DE CADUCIDAD: Ademlis de las causas de caduci-
dad a que se refiere la Ley de 29 de octubre de 1956, las concesiones
caducan por:
a) Falta de pago de impuesto único a que se refiere el artículo 64º del
presente Decreto-Ley, vencido que sea el plazo de sesenta días desde
la fecha de requerimiento de pago realizado por la Dirección General
de Petróleo;
b) Suspensión injustificada de los trabajos de explotación debidamente
comprobada por la Dirección General de Petróleo, y siempre que no
hubiesen sido reiniciados esos trabajos en el plazo que fije dicha
DirP.cción;
,--- --- ·•
'
e) Ocultación maliciosa de los informes y datos que deben presentar
las empresas a la Dirección General de Petróleo y que a 1u1c10 del
Poder Ejecutivo sP.an tan ~raves que motiven la caducidad.
d) Alteracion frauduknfu ele documentos contables y balances.
Artículo 88° MUtTAS: Independientemente del resarcimiento de dafios y
perjuicios, las infracciones de orden técnico o económico se sancionarán
con multas equ~valentes al diez por ciento (10%) del dafio causado que
serán impuestas por la Dirección General de Petróleo.
En caso de que esos daños no puedan cuant1ficarse, las multas se aplicarán
en una escala de $us. 100.oo a 10.000.oo.
Artículo 89° PROPIEDAD DEL ESTADO: Declarada. la caducidad, pasarán
a propiedad del Estado, sin obligación de pago, los pozos, equipos perma-
nentes de operación y conservación de los mismos y cualquiera otra obra
estable de trabajo incorporada de modo permanente a la explotación, excep-
tulindose los gasoductos troncales y laterales, refinerías, plantas de gaso-
lina y equipos móviles.
Artículo 90° ADQUISICION DE BIENES POR EL ESTADO: El Estado tendrá
tamt\ién derecho a adquirir _los gasoductos, plantas de gasolina natural,
instalaciones de separación, licuación y equipos móviles por su valor jus-
tipreciado. En caso de no ejercitarse esta opción en el término de noventa
días de producida la caducidad. las empresas podrán retirar sus bienes
muebles, siempre que hubieran cumplido sus obligaciones relacio~adas con
la concesión.
- 403 -
Capitulo X.
Procedimientos.
Artículo 91 • APELACION: De las resoluciones de la Dirección General de
Petróleo se podrá interponer apelación ante el Ministerio de Minas y Pe-
tróleo, en el término de cinco días fatales computados de la fecha de
notificación. Cuando se trate de resoluciones que impongan multas, la
apelación sólo será procedente previo el empoce del monto de éstas en el
Banco Central a la orden de la Dirección General de Petróleo.
Ar tículo 92° RECURSO DE NULIDAD; De las resoluciones dictadas en
apelación por el Ministerio de Minas y Petróleo, se podrá interponer el
rccurso extraordinario de nulfdad, ante la EXCMA. Corte Suprema de Jus-
ticia, en el plazo de ocho días fatales computables de la fecha de noti-
fkHción.
Ar;;ículo 93° RECURSO DE NULIDAD POR CADUCIDAD: Dictada la Reso-
lución Suprema de caducidad, las empresas, dentro de treinta días fatales
de la notificaicón con aquella, podrán interponer reclamación administrativa
ante el Poder Ejecutivo y en el ca30 de que éste la confirmara, es proce-
dente el recurso extraordinario de nulidad ante la Excma. Corte Suprema
de Justicia, en el plazo de ocho días fatales computados desde la fecha
de notificación.
Art iculo 94º NOTIFICACIONES: Las resoluciones se notificarán personal-
mente a los interesados o sus apoderados legales, dentro de las veinticuatro
horas de haberse expedido. Al pie del documento objeto de la notificación,
firmarán el interesado y el notificador, debajo de ra constancia de fecha
y hora de haberse praéticado la diligencia. Cuando no fuera posible la
notificación personal, ésta se practicará mediante cedulón colocado con
intervención de Juez Parroquial en la puerta del domicilio señalado. El
procedimiento Civil se aplicará en todo cuanto no se halle previsto en este -
capítulo.
Capitulo XI.
Disposiciones finales.
Artículo 95° REGLAMENTACION: Dentro de los ciento veinte días siguien-
tes a la fecha de promulgación del presente Decreto-Ley, la Dirección
- 404 -
General de Petróleo elevará al Mlnísterio de Minas· y Petróleo el proyecto
de reglamento para el ejercicio de todas las facultades y atribuciones que
se le confiere a aquella, mediante esta dispGsición.
Artículo 96• DEROGATORIA: Se derogan las disposiciones legales contrarias
al presente Decreto-Ley.
La Paz, 22 de septiembre de 1965.
ANEXO XIV
DECRETO SUPREMO 8341, DEJANDO EN SUSPENSO LA APLICACION
DE LAS NO~MAS DEL CODIGO DEL PETROLEO.
René Barrientos Orfuño, Presidente Constitucional de la República,
Considerando:
Que uno de los objetivos históricos de la Revolución Boliviana es pro-
mover el apro'tjechamlento de las riquezas de la Nación, en procura
del desarrollo integral del país y el bienestar del país y el 6ienestar
del pueblo;
Que los gobiernos posteriores a la Guerra del Chaco dispusieron la
nacionalización del petróleo y la consiguiente creación de y . p. F . B . sin
haber logrado consolidar los objetivos perseguidos con dicha nacionali-
zación;
Que el 26 de Octubre de 1955 se impuso a la Nación un Código del
Petróleo que no consultó equitativamente los verdaderos intereses de la
Naci6n, pero que sin embargo comprometió la fe del Estado:
Que el idearlo que movilizó a las Fuerzas Armadas y ·al pueblo el 4 de
noviembre de 1964, contempló la necesidad de establecer normas ade-
cuadas para el justo aprovediamiento de las riquezas nacionales;
Que por el mandato de la Constitución Política del Estado y -de acuerdo
a los altos intereses nacionales, es necesario arm~nizar los derechos
- 405 -
1
legalmente adquiridos por compafiias nacionales o extranjeras que obtu-
vieron concesiones anteriores a la fecha, con los planes de desarrollo a
que está abocado el Supremo Gobierno;
En Consejo de Ministros . . DECRETA:
Art. 1•- A partir de la fecha del presente Decreto, no se otorgarán
1'uevas concesiones petroleras bajo las normas del Código que rige la
materia. La Dirección General del Petróleo ordenará la inmediata devo-
lución dr. las solicitudes que estuvieran en trámite, cualquiera que sea
el estado en que ellas se encuentren.
Art. 2•- Las concesiones petroleras otorgadas hasta la fecha a empresas
nacionales o extranjeras, continuará!'. rigiéndoe~ por la norma jurídica
ba jo la cual fueron concedidas, sin perjuic:.-. de seguir negociaciones
directas para mejorar la participacíón del Estado.
Art. 3•- · Se · crea una comisión especial integrada por representantes de
todos los organismos que conforman el Consejo Nacional de.!. Petróleo y
Petroqufmica, con el objeto de estudiar las reformas que deben introdu-
cirse en el nuevo Código del Petróleo. El proyecto será. remitido al H.
Congreso Nacional para su consideración en la próxima legislatura.
Ar t. 4•. M:ent ras dicha reforma sea aprobada por el Poder ~egislativo,
las Compañías nacionales y/o extranjeras que deseen invertir capitales
en la exploración, explotación, distribución o comercialización de hidro-
carburos, podrán hacerlo mediante acuerdos directos con el Poder Ejecu-
tivo, que contemplen condiciones sustancialmente más favorables para
el Estado de las que actualmente establece el Código del Petróleo.
Art. 5•. Autorizase al Ministerio de Economía Nacional ·inicie de inme-
diato gestione ante los organismos crediticios internacionales, a fin de
procurar los recursos necesarios para la capitalización de Y. P. F. B.
Art. 6•- Se autoriza a Y. P. F. B. a realizar todas las gestiones necesarias
para garantizar una explotacíon dinámica · de los recursos de hidrocar-
buros del país, ya sea directamente o mediante contratos de operación
conjunta." Los acuerdos resultantes de estas gestiones deberán ser apro-
bados por el Consejo Nacional del Petróleo.
La Paz, 17 de abril de 19.68.
- 406 -
ANEXO XV
DECRETO SUPREMO MEDIANTE EL CUAL SE DEROGA EL
- CODIGO DEL PETROLEO.
"General de Ejército Alfredo Ovando Candia, Presidente del Gobierno
Revolucionario:
CONSIDERANDO:
Que el Código del Petróleo f ue proyecta
· do en forma de un Decreto
Supremo con el No. 4210 y aprobado, en ese carácter, el 26 de octubre
ffe 1955;
Que dicho Decreto Supremo derogó la Ley Orgánica del Petróleo de 20
de junio de 1921;
11
Que en fecha 24 de enero de 1956 se aprobó el Decreto Reglamentario
del Código del Petróleo, bajo el número 4298;
Que, en fecha 27 de octubre de 1956 se aprobó una Ley por la que se
• 03 supremos
elc:varon a la categoría de leyes de la República, 32 Dec~et
aprobados entre el 9 de abril de 1952 y el 4 de agosto de 1956, entre
e!Jos el _Código del Petróleo y su Reglamento, disposiciones estas que,
~or su importancia, complejidad y extensión, exigían un estudio pro-
fundo que requería un tiempo responsablemente prolongado;
Que el Código del Petróleo no f ue re dactado por bolivianos y en servicio
de Bolivia, sino por abogados ext ran1eros
· y en provecho de consorcios
privados extranjeros;
Que Bolivia, p~s sin la suficiente tradición petrolera, en razón de su
escasa ~xplot~c1ón : producción y de los incipientes procesos de apro-
v~chamien~o mdustnal ~e los hidrocarburos, carecía en 1956 de la capa-
cidad técmca para realizar una evaluación certera d e 1as características
·
- 407 - .
físicas de sus yacimient&is, y de la suficiente experiencia para la redac-
ción precisa de una disposición Tegal normativa de la industria petrolera;
Que el concepto y ejercicio de la Soberanía Nacional, son incompatibles
con la conservación de una norma que, como ·el Código del Petróleo,
)la sido desde su origen odiosamente violatoria tle la independencia del
Estado;
Que el pueblo boliviano ha repudiado, reiterada y categóricamente, al
Código del Petróleo popularmente señalado como "Código Davenport".
En Consejo de Ministros:
DECRETA:
ARTICULO UNICO.- Derógase el Código del Petróleo y su Reglamento,
dictado el 26 de octubre de 1955 y el 24 de enero de 1956, respectiva-
mente, así como toda otra disposíción complementaria.
Es dado en el Palacio de Gobierno, a los veintiseis días d~I mes de sep-
tiembre de mil novecientos sesenta y nueve años.
ANEXO XVI
DECRETO DE NACIONALIZACION DE LOS BIENES E INSTALACIONES
DE THE BOLIVIAN GULF OIL COMPANY.
Considerando:
Que por mandato de la Constitución Política del Estado de 1967, decla-
rada en vigencia por el Gobierno Revolucionario, "los yacimientos de
hidrocarburos, cualquiera que sea el estaao en que se encuentren o la
forma en que se presenten son del dominio directo, inalienable e impres-
criptible del Estado. Ninguna concesión o contrato podrá conferir la
propiedad de los yacimientos de hidrocarburos, la exploración, explota-
ción, comercialización y transporte de los hidrocarburos y sus derivados,
cor responden al Estado".
- 408 -
Que por mandato de la misma Carta Magna, "el régimen económico
propenderá al fortalecimiento de la independencia nacional y al desarro-
llo del país mediante la detensa · y el aprovechamiento de los recursos
naturales y humanos · en resguardo de la seguridad del Estado y en
procura del bienestar del pueblo boliviano".
Que la misma Carta fundamental del Estado establece que, "No se per-
mitirá lá acumulación privada de pod()r económico en grado tal que
ponga en peligro la independencia económica del Estado".
Que el citado cuerpo de leyes prescribe que, "Todas las empresas esta-
plecidas para explotaciones, aprovechamiento o negocios en el país se
consideran nacionafes y estarán sometidas .ª la soberanía, a las leyes y
a las autoridades de la República".
Que la empresa Bolivian Gulf Oíl Company se ha constituido en un
nuevo Superestado, que dispone de un poder económico y político supe-
rior al del Estado boliviano, incompatible con el principio y la práctica
de la soberanía nacional.
Que los mandatos revolucionarios que, en nombre del pueblo de Bolivia,
han dado las tuerzas Armadas de la Nación a este Gobierno, señalan el
deber de "asegurar la soóeranía de la Nación sobre las fuentes de
producción del país. En resguardo de este objetivo, recuperar las ri-
quezas nacionales".
Que el Gooieril'.l Revolucionario ha derogado el Código del Petróleo
norma legal reguladora de la explotación de los hidrocarburos naciona-
les redactada por abogados dependientes de las empresas petrolíferas
privadas extranjeras e impuesta al país a través de gobiernos seudona-
cionalistas para asegurar a la empresa Bolivian Gulf Oil Company un
margen de utilidad y de impunidad que comprometen gravemente el
interés económico y la dignidad nacional. \
Que el pueblo boliviano, en todas sus actividades y sectores sociales ha
tomado conciencia de la necesidad de proceder a la nacionalización de
los bienes de Bolivian Gulf 011 Company y ha exigido la adopción inme-
diata de esta medida.
Con dictamen afirmativo de los ministros del Gobierno Revolucionario.
- 409 -
 ,..
Deereta:
Artículo 1•. La reversión al Estado de todas las concesiones otorgadas
a Bolivian Gulf Oil Company, y la nacionalización de todas sus insta-
laciones, inmuebles, medios de transporte, estudios, planos, proyectos y
todo otro bien, sin excepción alguna.
Artículo 2º· El inmediato control, por las Fuerzas Armadas de la Nación,
de todos los campos, instalaciones y dem4s pertenencias de Bolivian
Gulf Oíl Company.
Artículo 3•. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (Y. P. F. B.)
intervendrá inmediatamente en el control técnico y administrativo de
las instalaciones y pertenencias de Bolivian Gulf Oil Company, bajo la
directa dependencia y fiscalización del Ministro de Minas y Petróleo.
Artículo 4•. La formación de una Comisión presidida por el Ministro
de Minas y Petróleos, integrada por un representante de las Fuerzas
Armadas, un représentante del Ministerio de Hacienda, un representante
dP. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, un representante de la
Dirección General del Petróleo y un representante de 1aJ Con-
federación de Trabajadores Petroleros, la misma que, con el aseso-
ramiento técnico que requiera establecerá el monto, condiciones y tér·
minos de la correspondir;nte indemnización.
Artículo 5•. La continuidad de las actividades de YABOC, en cuanto a
persona jurídica beneficiarla del crédito otorgado por el Banco Mundial
y por la New York State Cammon Retirement-Fund, para el tendido det
gasoducto Santa Cruz-Yacuiba y los ramales respectivos, entidad q~e
con el aval y respaldo del Estado, asume la totalidad de las obligaciones
emergentes de dicho crédito y la suma de las acciones, derechos y obli-
gaciones contraídos por el acuerdo de venta de gas a la República Ar-
gentina.
Articulo 6•- Quedan salvados los derechos reconocidos por el Código
del Petróleo derogado, en favor de los departamentos productores de
hidrocarburos, y asegurada, en su beneficio, la percepción · de regaifas
departamentales definidas por la norma legal citada. Asimismo se reco-
noce en favor de los departamentos productores, la recepción de gas
a precio cero en los volúmenes y condiciones establecidos por disposi·
ciones legales en vigencia.
ｾ＠ 410 -
Artículo 7°- La permanencia y el reconocimiento de su atigüedad y de
todos los beneficios sociales que de acuerdo a ley les correspondieran,
de todos aquellos obreros, empleados y técnicos, tanto nacionales como
extranjeros, que prestan servicios en la Empresa Bolivian Gulf Oil Com-
pany y que manifiesten su intención de continuar trabajando en la em-
presa nacionalizada.
El gabinete en pleno del Gobierno Revolucionario queda encargado de la
ejecución Y cumplimiento del presente decreto, con la garantía y respaldo
de las Fuerzas Armadas de la Nación.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los die-
cisiete días del mes de ocfub~e de mil novecientos s_e senta y nueve años.
ANEXO XVII
DECRETO QUE DETERMINA EL PAGO DE INDEMNIZACION
A THE BOLIVIAN GULF OIL COMPANY.
Considerando: ,.
Que por Decreto Supremo No. 22 del Gobierno Revolucionario de fecha
17 de octubre de 1969, se revirtieron al Estado Boliviano todas las con-
cesiones otorgadas a Bolivian Gulf Oi! Company (BOGOC) y se naciona-
lizaron sus instalaciones, inmuebles, medios de transporte, estudios, pla-
nos, proyectos y todo otro bien sin excepción alguna.
Que por el Art. 4° del mencionado Decreto Supremo No. 08956 se cons-
tituyó una Comisión para establecer el monto, condiciones y términos
de la correspondiente indemnización a BOGOC.
Considerando:
Que en _fecha 29 de diciembre de 1969, el Gobierno de Bolivia firmó con
la compañía francesa GEOPETROLE un contrato con el fin de realizar
"una evaluación total y completa de lo que significan todas las inver•
siones y erogaciones que partiendo de la pre-explotación lleguen a la
explotación y expo_rtación de bidrÓcarburos hasta el 17 de octubre de
- 411 -

1969", habiendo verificado la citada compañía que la inversión neta sin
recuperar de BOGOC en Bolivia al 17 de octubre de 1969 e., de Us$.
101.098.961.11.
Considerando:
Que la Comisión, creada dentro de los alcances del Art. 4• del Decreto
Supremo citado, ha establecido que deben ser susceptibles de indemniza-
ción únicamente las inversiones efectivamente realizadas en las conce-
siones revertidas al dominio del Estado por el Art. 1• del Decreto Su-
premo No. 08956 de 17 de octubre de 1969.
Que la Comisión ha considerado que el pago del monto indemnizable
debe estar condicionado al cumplimiento de los siguientes puntos:
a) Ratificar que el monto indemnizable excluye el valor de las conce-
siones y reservas ya revertidas al - Estado .en ejercicio de la facultad
soberana, expresada en el Art. 1• del D. S. de 17 de octubre de 1969.
b) Que de acuerdo al espíritu y texto del Decreto de nacionalización,
únicamente debe ser objeto de indemnización la inversión productiva
que pueda traducirse en un beneficio efectivo en favor del país. -
0
c) Q~e- solamente se· debe utiÍizar parte de los ingresos resultantes de
las exportaciones de crudo y gas provenientes únicamente de los
campos de Caránda, Colpa y Río Grande, después de descontar la
provisión del consumo interno.
d) Que es perjudfcial para la economía del Estado pagar intereses sobre
ei monto indemnizable.
Considerando:
Que a los efectos ele eliminar los problemas de doble tributación que
nacen de las diferencias de legislación entre los Estados, la doctrina
tributaría latinoamericana ha consagrado el principio de la fuente y ori-
gen de las rentas como único hecho generador de obligación tributaria.
Que en aplicación de este principio, al ejercer el Estado boliviano su
poder tributario, mediante la creación de un impuesto elimina cualquier
- 412 -
reclamación por intereses sobre pagos diferidos a largo plazo y a la v ez
reduce el monto de la inversión contable no recuperada a la suma fijada
por la Comisión.
En Consejo de Mi!listros,
úecreta:
Artículo primero.- El Gobierno de Bolivia cancelará la indemnización a
que se refiere el Art. 4• del Decreto Supremo 08956 de fecha 17 de
octubre de 1969, mediante pagos sucesivos en favor de BOGOC, en la
proporción del 25% de los valores 'totales provenientes de las exporta-
ciones de los hidrocarburos producidos en los campos de Caranda, Colpa
y Río Grande, hasta totalizar la· suma de Us$. 101.098.961.11 considerada
como inversión neta más inventarios.
El pago diferido de esta suma no devengará interés alguno.
El 75% restante corresponderá íntegramente a Y. P. F . B . para la aten-
ción de sus necesidades y obligaciones.
Ártículo segundo.- Créase un impuesto único del 22% (veintidos por
ciento) sobre los· pagos del 25% sefialados en el artículo anterior, hasta
que BOGOC haya recibido de acuerdo con lo fijado por la Comisión la
suma de $us. 78.622.171.44 a la que se llega después de aplicarse y dedu-
cirse de dichos pagos el impuesto único establecido como compensación
a los tributos. o contribuciones sobre rentas, utilidades o intereses, ciertos
o presuntos, que eventualmente pudieran aplicarse sobre tales pagos.
De conformidad al Art. anterior esta suma de $us. 78.622.171.44 no
devengará interés alguno.
El impuesto creado por el presente artículo se destina íntegramente a la
cuenta de capital de Y. P. F. B. para ser utilizado exclusivamente en
trabajos de exploración y estudios e ingeniería de proyectos propios de
su actividad.
Artículo tercero.- Los pagos del 25% con destino a cubrir la indemniza-
ción a BOGOC, se harán efectivos a partir del 1• de enero de 1975, o
después de transcurridos tres meses de la primera exportación de gas
-- 413 -
 •r
a la República Argentina, a elección del Gobierno boliviano. Los pa:gos
en favor de BOGOC cesará.n después de transcurridos veinte años desde
iniciadas las entregas de gas según el contrato de compra-venta entre
Y. P. F. B. y la empresa argentina Gas del Estado, aun cuando el monto
total de la indemnización no haya sido cubierto, pero en ningún caso
continuará. después que BOGOC haya recibido la suma neta de $us.-
78.622. l 7U4.
Arffculo cuarto.- Los pagos a que se refiere el Art. 1° será.n efectuados
por un fideicomisario, designado por el Gobierno de Bolivia, que admi-
nistrará. los fondos provenientes de_ los créditos destinados a la cons-
trucción del Gasoducto Santa Cruz-Yacuiba.
Los fondos en poder del fideicomisario no podrá.n ser objeto de embargo,
secue:;tro, :retención o cualquier tipo de interferencia judicial o extraju-
dicial. El fideicomisario realizará. directamente los pagos correspondien-
tes por cor.r epto de la inriemnización a BOGOC, solamente hasta cnm-
pletar la suma de $us. 78.622.171.44 después de ap_licar y pagado el im-
puesto, a que se refiere el articulo 2• del presente Decreto y ademá.s
efectuar:i en favor del 1::st«do boliviano, las retenciones de los montos
resultantes de la aplicación de dicho impuesto.
Ar~ículo quinto.- Y. P. F. B . exportará. preferentemente la producción na-
cio;-ial de los yacimientos contenidos en los campos de Caranda, Colpa
y Río Grande. Se Exceptúan de la exportación comprendida por el pre-
sente artículo, los volúmenes necesarios para atender el consumo inter-
no de hidrocarburos y que sean efectivamente utilizados en este propó-
:,ito. En caso de agotarse la pr'Jducción de dichos yacimirntos de;;tinada
a la exportación, antes de cubrirse el monto neto establecido en el Art.
2•, las sumas pagadas hasta ese momento constituirá.n la indemnización
total y el Estado boliviano no esta:-á. obligado a ningún pago ulterior.
Sí por conveniencia de Y. P. F. B. se redujeran las exportar.iones de los
c,impos antes mencionados por debajo de su potencial determinado s~gún
criterios técnicos de explotación racional, y a su vez se destinara a 11
exportación la producción de otros campos, se considerará. ella como
proveniente de los campos revertidos solamente a los efectos de mante-
11er el monto de los pagos previstos por el Art. 1°, y únicamente por la
diferencia entre las exportaciones potenciales y las reales de los campos
de Caranda, Colpa y Río Grande.
-· 414
Artículo sexto.- Lo3 pagos a BOGOC estará.n sujetos al cumplimiento o
vigencia de las siguientes condiciones:
a) La recepción por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos de los
originales de todos los estudios, registros, planos y toda otra docu-
mentación técnica relacionados con la actividad de BOGOC en Bolivia.
b) El despacho a Bolivia. sin interferencias, de todos los materiales des-
tinados a la construcción del sistema del gasoducto Santa Cruz-Ya-
cuiba.
c) La normal comercialización de los hidrocarburos destinados a la ex-
portación.
d) La transferencia al costo de los materiales y equipos de las plantas
de procesamientos de Caranda, Colpa y Río Grande que se encuentren
fuera del país.
e) La efectivización del préstamo del Banco Mundial destinado a !.a
construcción del gasoducto Santa Cruz-Yacuiba y la financiación adi-
cional para esta obra, así como para completar las construcciones y
puesta en marcha de los campos de Caranda, Colpa y Río Grande.
Les señores Ministros de Estado en los Despachos de Energía e Hidro-
rnrburos y Finanzas quedan encargados de la ejecución y cumplimiento
del presente Decreto.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz a los diez
días del mes de septiembre de mil novecientos setenta.
ANEXO XVIII
LEY GENERAL DE HIDROCARBUROS (Decreto-Ley No. 10170).
Cnl. Hugo Bánzer Suá.rez, Presidente de, la República,
Considerando:
Que es deber del Supremo Gobif'rno interpretar la aspiración popular,
canalizá.ndola dentro de un lineamiento de política econ_ómica auténtica-
- 415 -
mente nacionalista, que asegure al país el control de la explotac:ón y Decreta:
aprovechamiento de sus hidrocarburos a través de Yacimientos Petrolf-
feros Fiscales Bolivianos, como la empresa pública· especializada en este Ley General de hidrocarburos
sector;
Título J.
Que los recursos naturales del país deben generar la riqueza necesaria
para lograr un efectivo desarrollo económico y social de la Nación, que Disposiciones Generales.
le permita participar con auténtica soberanía en la comunidad interna-
Capítulo I.
cional;

Que, en el ámbito de los recursos r,aturales, los hidrocarburos constitu- Régimen jurídico de propi·edad de 1os hidrocarburos.
yen un poderoso factor de expansión potencial que debe materializarse
mediante su racional explotación, para satisfacer la creciente demanda Artículo 1°- De conformidad 1 d"
del Estado lo . . . a o tspuesto por la Constitución Política
del mercado interno y atender el indispensable proceso de industrializa- d ff . ' s yac1m1entos de hidrocarburos, cualquiera que sea el cs•a-
ción que demanda el país; o . s_1co ~n que se encuentren o forma en que se presenten son del
oomm10 directo, inalienable e imprescriptible del Es tad o. '
Que, subsecuentemente es necesario estimular una política de exporta-
ciones que coadyuve el mejoramiento de la balanza de pagos del país; Artículo _2_º· El aprovechamiento de · los hidrocarburos deberá
a la pohtica del Estado, en función de los resp:>nder
- altos intereses nacioa::iles,
Que, para la continuidad y fortalecimiento de la industria petrolera na- promoviendo el desarrollo integral del país.
cional, es imperativo el descubrimiento de nuevas reservas de hidrocar-
buros, para cuyo objeto es preciso invertir cuantiosos recursos que tanto Artículo 3°- El Suprem G b · .
. . o o terno determmará la política del Estado
por su magnítud, cuanto por la naturaleza aleatoria de la operación, no materia de h1d1Wcarburos dent>:o del contexto de los . en
se hallan dentro de la capacidad total del financiamiento interno; de_ d~s_arro!lo . encuadrada a la política energética gene:~~n;:J :ªa~~on~::
P_~mc1p1os ás1cos Y las normas generales que regirán esta .
Que, para tal efecto, se requiere promover y garantizar la inversión cte fIJados a través del Ministerio de Energía e H1'd b política serón
• rocar uros el que velará
capital de riesgo que, en condiciones contractuales adecuadas al interés porque la industria petrolera de$envuelva . '
mcnc:onada política, u fin de ~e sus operac1o~e~ dentro de la
nacional contribuya a la gran tarea del desarrollo económico de Bolivia; fijados. q se cumplan los obietivos nacionales

Que la falta de una oportuna norma reguladora en la materia, luego de . Capítulo II.
h ,.bro~~cic'in del Código del Petróleo, creó un vacío legislativo que es Utilidad Pública.
necesario superarlo, con el objeto de dinamizar el desarrollo de la indus-
tria nacional de los hictroc,uburos; Artículo 4°- Debido a qu I · d
e a m ustria de hidrocarburos es de orden
bázico y estratégico para l d l'
Que es necesario dotar at país áe un instrumento legar que, recogiendo e_ es_arro .o del pafs, todas sus actividades
incluyendo las fases d
las nuevas tendencias económico-jurídicas en la explotación de hidro- . .e exp1orac1ón, explotación, refinación indusmali-
zac1ón, transporte, comercialización y otras se hallan re /d d 1
cat buros. promueva la t:re:ic1ón de riqueza mediante un racional y adP rácter de utilidad pública. ves 1 as e ca-
cuado aprovcchamu;;nto de e&tos recursos natu1ales ener.gét1co<-
Capítulo III.
En Consejo de Ministros, Ejecución de la política de hidrocarburos.

- 416 -
- 417 -

Artículo 59- Queda abolido el régimen de concesiones en materia de
hidrocarburos. Se asigna a Yacimientos Petroliferos Fiscales Bolivianos la
explotación de todo el territorio nacional y la subsiguiente explotación
y aprovechamiento de las áreas petrolíferas de acuerdo a planes espe-
cíficos.
Artículo 6°- Será responsabilidad de Yacimientos Petrolíferos Fiscale:
Bolivianos la ejecución de los planes de desarrollo del sector de hidro•
carburos elaborados de acuerdo a la política fijada por el Supremo Go-
bierno para dicho sector. A tal fin Yacimientos Petrolfferos Fiscales
Bolivianos realizará sus operaciones bajo normas de eficiente adminis-
tración, buscando los mayores beneficios para la Nación.
Artículo 7°- La conducción y manejo de la industria de hidrocarburos
del país, incluyendo estudios, planificación, construcción, operación y
administración en sus fases de exploración, explotación, industrialización,
transporte y comercialización del · petróleo, el gas natural y cualquier
otro hidrocarburo, los productos y subproductos de los mismos, corres-
ponden exclusivamente a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos,
que puede efectuarlos por sf y, en Blguna de las fases señaladas anterior-
mcntP., en sociedad mixta o a través de terceros, de conformidad a lo
dispuesto en este Decreto-Ley; en sus estatutos y en las leyes vigentes
para cada caso.
Titulo III.
Exploración, Explotación, Refinadón, Industrialización, Transporte y Co-
mercialización de los hidrocarburos.
Capítulo l.
Definiciones.
Artículo 8°- Para fines de la presente ley, se adoptan las siguientes aefi·
niciones:
a) Exploración: el reconocimiento geológico de superficie, levantamientos
aerofotogramétricos, topográficos, trabajos gravimétricos, magnetome-
tricos, sismológicos, geoquímicos, perforación de pozos y cualquier
otro trabajo tendente a determinar las posibilidades petrolíferas de
una región.
- 418 -
b) füq:>lotaciqm la perforación ~e pozos . petrolíferos, , tei;idido Ae lineas
: . d.e . r:e.coJección, construcción ,de ¡;;layas de: ahna~~11aje, plantas . ,y . faci~
lidades de separación de fluidos, de recuperación s~cundaria y en
general toda actividad en la superficie y en el subsuelo dedicada a
la producción, recolección, separación y almacenaje de hidro~rburos
para lograr · su. ·aprovechamiento.
e) Refinación: , los procesos. industriales que convierten los hidrocarburos
de .su estado natural a los produ.cto~ genéricamente ·denomírtados car-
burantes, combustibles líquidos o gaseosos, · lubricantes, grasas, parafi~
nas, asfaltos, solventes y los subproductos que generen dichos pro-
cesos.
d) Industrialización: todos aquellos procesos de· transformación de los
p1•oductos de refinación de hidrocarburos, incluyéndose la 'petroquímica
en esta definición. La petroqufmica, por su naturaleza, podrá también
utilizar hidrocarburos en su estado natural. · ·
e) Transporte: el conjunto de diversos medios y facilidades auxiliares
utilizados para almacenar y trasladar o conducir en forma ininterrum-
pida por medio 'd e tuberías de un lugar a otro, hidrocarburos o sus
derivados.
"
f) Comercia_lización: todas las actividades relativas a la venta, trueque
o cualquier forma de transferencia de hidrocarburos en su estado
natural, productos de refinación y subproductos de los mismos, pro-
d~cto~ industriales y petroqufmicos, incluyendo el almacenaje y dis-
tribución correspondientes a esta fase.
g) Hidrocarburos: los componentes de carbón e hidrógeno que se pre-
sentan en la naturaleza, ya sea en la superficie o el subsuelo, cual-
quiera que sea su estado físico.
h) Petróleo: los hidrocarburos lfquidos en condiciones standard de tem-
peratura Y presión. Esta denominación abarca a la mezcla de hidro-
carburos líquidos que se obtengan en los procesos de separación de
gas asociado o condensado.
i) Gas natural: los hidrocarburos que en condiciones standard de tem-
peratura y presión se presentan en estado gaseoso.
- 419 -
j) Gas asociado: la fracción gaseosa de hidrocarburos que resulta de
los procesos de separación de Uquidos y gases en la producción de
hidrocarburos.
Capitulo II.
Ejecución directa por parte de Yacimientos PetroUferos Fiscales Bolivianos.
Artfculo 9•. De acuerdo a Jo dispuesto por el artfculo 7• de este De-
creto-Ley, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos podrá ejecutar
por sf todas Jas~actividades dP. la industria de hidrocarburos.
Artfculo 10•- Para el cumplimiento de lo establecido en el artfculo ante-
rior, Yacimientos Petrollferos Fiscales Bolivianos estA facultada en forma
enunciativa y no limitativa para:
a) Realizar todo género de investigaciones y pruebas exploratorias para
el descubrimiento de hidrocarburos, en cualquier parte del territorio
nacional.
b) Explotar los hidrocarburos y sustancias que los acompafían, situados
en el territorio nacional, cualquiera que sea el estado ffsico en que
se encuentren.
c) Refinar, procesar e industrializar los hidrocarburos.
d) Transportar mediante poliductos, oleoductos, gaseoductos u otros
medios los hidrocarburos en estado natural, semi-elaborados o elabo-
rados y los productos y sub-productos de los mismos .
e) Construir caminos, sendas, andariveles, embarcaderos, puentes y cual-
quier otro tipo de vfas que le permitan el acceso a sus centros de
trabajo, así como cualquier obra necesaria para su:. operaciones.
f ) Almacenar y comercializar los hidrocarburos y sus derivados.
g) Importar equipos, herramientas y toda clase de materiales necesa-
rios para sus operaciones, así como productos o derivados del petróleo
y gas, que por la naturaleza de los hidrocarburos nacionales no sea
posible producir en el pafs.
·- 420 ·-
h) Vender y exportar, mediante negociaciones directas, los hidrocarburos
en su estado natural, semi-elaborados, elaborados y los productos y
subproductos de los mismos, sin excepción alguna, considerando los
requerimientos del mercado interno.
i) Instalar y operar sus propios sistemas de transporte marítimo, lacus-
tre, terrestre y aéreo, así como de comunicaciones por radio, teléfono
y otras formas que considere necesarias.
Artículo 11°- Corresponde a Yacimientos Petrollferos Fiscales Bolivianos,
con carácter exclusivo, el transporte de los hidrocarburos y sus de-
rivados dentro del territorio nacional mediante oleoductos, gasoductos
y poliductos, as! como la refinación destinada al mercado intemo.
Capítulo III.
Ejecución por medio de terceros.
Artículo 12•- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos podrá ejecutar
una o varias fases de la operación petrolera por medio de terceros o
contratar servicios petroleros especializados para ciertos proyectos espe·
cfficos 0 parte de los mismos, en ambos casos con personas naturales
o jurídicas, nacionales o extranjeras, de derecho público o privado,
cuando así cony,enga al interés nacional, en cumplimiento de la política
de hidrocarburos del Estado. La ejecución de dichas fases podrá efectuarse
por medio de Contratos de Operación y contratos de Servicios Petroleros.
Artículo 13°- Cuando asf convenga a los intereses del pafs, Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos podrá constituir sociedades mixtas para
la ejecución de proyectos industriales y de refinación de productos des-
tinados a la exportación. Dichas sociedades requerirán indispensable-
mente para su validez la autorización expresa del Poder Ejecutivo.
Artículo 14°- En ningún caso, cualquiera que . fuese la forma y objeto
ctel contrato, el contratista adquirirá derechos sobre las reservas descu-
biertas de hidrocarburos y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos
p.o podrá bajo pena de nulidad, transferir ni afectar los derechos origi-
narios, que por precepto constitucional pertenecen a la Nación.
Título III.
Régimen Jurídico de los Contratos de Ope_ración y de Servicios Petro-
leros.
ｾ＠ 421 -

Capitulo l.
Condiciones comunes a los contratos de operación y de servicios pe-
troleros.
Artículo 15º- Toda persona natural o jurídica, que celebre contratos con
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivian'os, de conformidad al articulo
1
12º está obligada a:
a) Constituir domicilio en el pafs o designar representante legal.
b) Prestar garantía suficiente del cumplimiento del contrato.
c) Proporcionar a Yacimientos Petroliferos Fiscales Bolivianos toda la
información técnica y económica que reuna como consecuencia de
la ejecución del contrato, e-specialmente en cuanto se refiere a las
fases de exploración y explotación.
d) No facilitar a terceros ninguna información o documentos, ni re~elar
secretos industriales que se refieran a Yacimientos Petroliferos Fisca-
les Bolivianos y a sus actividades, si no es con autorización expresa
y especifica de esta entidad.
e) Renunciar a toda reclamación por la vía diplomática.
f) Permitir durante la ejecución del contrato, el entrenamiento del per-
sonal de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
g) Emplear personal boliviano de conformidad a lo establecido por la
Ley General del Trabajo.
h) Utilizar bienes y materiales producidos por la industria nacional Y
servicios ofertados por empresas nacionales, de acuerdo a disposicio-
nes legales que rigen para Yacimientos Petrolfferos Fi,scales Bolivianos.
i) Observar en el desempeño de sus trabajos medidas de seguridad in•
dustrial, cumpliendo normas intern~cionalmente . aceptadas.
j) Adoptar las m~didas adecuadas para la preservación de la fauna Y
flora y todo otro recurso natural. · · ｾ＠ · .;.
·:.:. 422 ..:.
k) Proporcionar al Ministerio de Energía -e Hidrocarburos toda la infor-
mación soóre la existencia 'de riquezas mineralógicas, hidrológicas
y otras, obtenidas como resultado de sus operaciones.
1) Otorgar a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, en los casos
no contemplados en el artfculo 48°, la opción de adquirir materiales,
equipos y maquinarias que decida reexportar o vender y que sean
de comercialización usual.
Art~culo 16°- El contratista no podrá subrogar o transferir total O par-
cialmente sus obligaciones y derechos contractuales, salvo expreso con-
sentimiento escrito dado por Yacimientos Petroliferos Fiscales Bolivia-
nos.
Articulo 17°- Todas las relaciones contractuales emergentes de la indus-
tria de hidrocarburos están sujetas a las leyes bolivianas, debiendo los
contratistas cumplir con todas las disposiciones legales vigentes en el
país.
Artículo 18°- Todo contrato estipulado bajo las prescripciones de este
Decreto-Ley incorporará necesariamente, bajo pena de nulided, cláusulas
de seguridad que establezcan las causas de desvinculación contractual,
asf como el ré~men de resarcimiento de daños y perjuicios por incum-
plimiento de las obligaciones contraídas.
Artículo 19•- Aquellas personas que desempeñen funciones en el Minis-
terio de Energía e Hidrocarburos, en Yacimientos Petrolfferos Fiscales
Bolivianos o en sus empresas dependientes, el cónyuge, los hermanos y
los ascendientes y descendientes en primer grado, no podrán ser socios
ni directivos de empresas de Servicios Petroleros o de empresas que
celebren Contratos de Operación con Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos.
Capítulo II.
Contratos de Operación.
Artículo 20°- Contrato de Operación es aquel por el cual, bajo las condi-
cione:,; del pacto, el contratista ejecutará con sus propios medios y por
su exclusiva cuenta y riesgo, pero en nombre y representación de Ya-
cimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, las operaciones correspon-
- 423 -
dientes a las fases de exploración y - explotación derifro del área materia
del contrato, bajo el sistema de retribución a que se refiere la presente
iey en caso de ingresar a la fase de explotación.
Artículo 21 •- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos no estará obTI-
gada a efectuar inversión alguna y no asumirá ningún riesgo o responsa-
bilidad en las inversiones o resultados relacionados con el contrato,
debiendo ser exclusivamente el contratista quien aporte la totalidad de
los capitales, instalaciones, equipos, materiales, personal, tecnología Y
otros elementos . requeridos para el fiel y estricto cumplimiento del con-
trato.
Artículo 22•- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos suscribirá Con-
tratos de Qperacién con las empresas interesadas que juzgue de suficiente
solvencia técnico-financiera y probada experiencia, de acuerdo a los
términos y condiciones que resulten de las negociaciones que para el
efecto queda autorizada a realizar. Dichas empresas estarfo obligadas a
obtener el reconocimiento de su personalidad jurídica en Bolivia. Los
referidos contratos requerirán para su validez, ser aprobados por Decreto
Supremo.
Artículo 23•. Estos contratos sólo podrán ser subrogados con autoriza-
ción expresa del Supremo Gobierno, además de cumplir con el requisito
establecido en el artículo 16•.
Artículo 24•. El 'á rea objeto del contrato, dentro del cual el contratista
tendrá derecho exclusivo de exploración, en nombre y representación
de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, consistirá en un exten-
sión superficial, sin solución de continuidad, que será determinada por
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos en cada caso y dividida en
lotes que no excederán de 20.000 hectáreas cada uno.
Artículo 25•- C~ncluido el período exploratorio o en un lapso menor ·a
opción del contratista, éste seleccionará el área destinada al proceso
dée explotación, que de ningún modo podrá exceder el 50% del área de
exploración, quedando el saldo a disposición de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos.
Artículo 26•- En ningún caso una misma compañía, directa o indirecta-
mente, podrá tener más de cuatro áreas durante la fase de explotación.
- 424 -
Artículo 27•- El plazo máximo de duración de todo Contrato de Opera-
ción será de 30 afios improrrogable, computable a partir de la fecha
de suscripción de la es.c ritura pública pertinente.
Artículo 28•- Dentro de los primeros 4 aftos de vigencia del contrato, el
contratista estará obligado a cumplir un programa ininterrumpido de
exploración, que comprenderá un mlnimo de trabajos e inversiones, den-
tro del área mater'ia del contrato, que será convenido en el mismo,
tomando en cuenta las condiciones naturales del lugar, su ubicación y
la extensión del área.
Articulo 29•. La iniciación de los trabajos exploratorios deberá cum-
plirse antes de los 6 meses, computable a partir de la fecha de vigencia
del contrato.
Articulo 30•- Si vencido el período exploratorio el contratista no hubiese
cumplido parte o la totalidad de las obligaciones contenidas en el articulo
28•, pagará a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos el importe de
los trabajos programados y no realizados, de acuerdo a las estipulaciones
<let contrato, con la salvedad de que podrá deducir cualquier gasto efec-
tivamente realizado en el país, en conexión con dichas obligaciones y
que Yacimientq;; Petrolfferos Fiscales Bolivianos considere de utilidad
para sus fines.
Artículo 31•- Si el contratista antes de haber cumplido parcial o total-
mente las obligaciones contenidas en el artículo 28º decidiera no conti-
nuar con el contrato, pagará a Yacimientos Petrolfferos Fiscales Bolivia-
nos el valor correspondiente a la porción de los trabajos programados
y no realizados.
Attículo 32•- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos fijará garan-
tías especiales para el cumplimiento de estas obligaciones adecuadas a
los planes de inversión ofrecidos por el contratista y se halla facultada
a cargar contra las mismas cualquier importe que resulte deudor el
contratista como consecuencia de su incumplimiento.
Artículo 33°- Si habiendo el contratista llenado todos los requisitos que
se mencionan en el artículo 28•, dentro del plazo establecido en el mismo
artículo, y no obstante no haber encontrado hidrocarburos que a su cri-
terio sean comerciales, des~ara continuar con sus trabajos explorato-
...,. .425 -
rios, podrá convenir con Yacimientos Petrolrferos Fiscales Bolivianos la
continuación de los mismos por un período adicional máximo de 3 años,
lapso dentro del cual estará obligado a cumplir un programa exploratorio
adicional que se incorporará al contrato.
Artículo 34•- El contratista que hubiera cumplido todas sus obligaciones
contractuales de exploración, dentro de los términos fijados, podrá dar
por terminada la vigencia del contrato sin sanción o responsabilidad ul-
terior, en cualquier momento previo a la fecha de iniciación de las
lóbores de explotación.
,,
Artículo 35•- El contratista E:n el caso de que resolviera ingresar en la
fase de explotación de los hidrocarburos descubiertos, procederá -en
el plazo fijado en el contrato- a la selección, dentro del área de ex-
ploración, de los lotes necesarios para conformar el área de explotación.
Los lotes seleccionados dentro de cada área en exploración no deberAn
tener solución de continuidad entre ellos, debiendo estar unidos por sus
lados o por sus vértices.
Artículo 36•- Conformada el Area de explotación, el contratista estará
obligado, en el plazo fijado. en el contrato, que no será mayor de 6
meses a contar de la fecha de terminación del período exploratorio, a
iniciar y realizar las operaciones de explotación de manera eficiente,
sujetándose al plan de operaciones programado, el cual estará basado en
c.-onceptos de operación y conservación racional de yacimientos, con el
oojeto de lograr una recuperación óptima.
Artículo 37•- La ejecución de todas las operaciones programadas por el
contratista, serán supervisadas por una Junta de Control, integrada por
representantes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y del
contratista.
Artículo 38•- La Junta de Control comenzará a funcionar tan pronto se
suscriba el contrato y de acuerdo a lo estipulado en el mismo .
Artículo 39•- Las atribuciones de la Junta de Control serán básicamente
las siguientes:
a) Aprobar todos los presupuestos y programas de trabajo complemen-
tarios a los contenidos en el plan de actividades a que se refiere el
artículo 36•, y sus subsecuentes modificaciones.
- 426 -
b) Acordar los métodos y procedimientos que debe emplear el contratista
para el eficaz desarrollo de sus operaciones.
c) Formular las recomendaciones que considere convenientes en relación
con el manejo económico y financiero de las operaciones.
d) Obtener del contratista todos los informes y documentos que crea
necesario conocer para el cumplimiento de sus cometidos.
e) Disponer de auditorías para determjnar el estado de las operaciones
del contratista.
Artículo 40•- Una vez iniciada la producción, el contratista está obligado
a entregar a Yacimientos PetroUferos Fiscales Bolivianos la totalidad
de los hidrocarburos producidos, con la única excepción de los volúme-
nes efectivamente utilizados en producir los mismos. Dicha entrega se
efectuará en el lugar y bajo las condiciones de almacenamiento que se
estipulen en el contrato.
Artículo 41 •- Del total de la producción recibida, Yacimientos Petrolífe-
ros Fiscales Bolivianos retendrá, al precio en boca de pozo, los volúmenes
necesarios para el pago de los impuestos nacionales y departamentales,
según lo disp\Jilsto por los artículos 57• y 58•.
Artículo 42°- Además de lo dispuesto en el artículo anterior, Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos retendrá en favor suyo, sin pago alguno
de su parte, los vohlmenes convenidos contractualmente y entregará al
contratista los correspondientes a la retribución estipulada en el contrato
como único pago de las operaciones realizadas. '
':rtículo 43~- El contratista podrá disponer libremente, para exportación,
oe los volumenes de hidrocarburos que Je corresponden de acuerdo a
con.trato, con la sola excepc_ión de abastecer el mercado interno cuando
a~í lo determi~e el Ministerio de Energía e Hidrocarburos, en las propor-
c10nes Y precios en el lugar de entrega que establezca éste, de acuerdo
al artículo 67•.
Artículo 44•- El contratista está facultado a construir y operar por su
cu~nta Y riesgo dentro del área materia del contrato, todo tipo de insta-
laciones que considere necesarias para la exploración y explotación de
hidrocraburos.
- 427 -
Artículo 45°- Corresponde exclusivamente a Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos la propiedad y operación de los oleoductos, gaso-
ductos y poliductos necesarios para transportar los hidrocarburos produ-
cidos, según lo dispuesto por el artículo 11°.
los Contratos de Operación podrán incorporar, en su caso, previsiones
para que el contratista financie y construya para Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos las líneas de transporte referidas. El contratista ten•
drá proridad en el transporte de los volúmenes correspondientes a su
retribución.
Artículo 46°- Los contratistas, al utilizar las lfneas de transporte de Ya-
cimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, pagarán a éste las correspon-
dientes tarifas establecidas por el Ministerio de Energía e Hidrocarburos.
Artículo 47°- Las empresas que suscriban Contratos de Operación con
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos en virtud de este Decreto•
Ley, gozan de la garantía por parte del Estado, de la libre disponibilidad
de sus divisas provenientes de sus ingresos de exportación; asimismo,
el Estado garantiza la libre convertibilidad de sus ingrerns por concepto
de ventas a Yacimientos Petrolfferos Fiscales Bolivianos. Las divisas
que el contratista interne al país para sus gastos en moneda nacional
deberán ser convertidas a pesos bolivianos a través del Banco Central
Je Bolivia.
Artículo 48°- Una vez terminado un Contrato de Operación por trans•
curso del plazo convenido o por incumplimiento del contratista, todas las
edificaciones, instalaciones fijas, maquinarias, equ:pos y todo otro bien
de propiedad r.le éste que formen parte de la operación, serán transferi-
dos en propiedad a Yacimientos Petrolfferos Fiscales Bolivianos sin costo
alguno.
Artículo 49º- Durante la vigencia del contrato, el contratista no podrá
transferir, gravar o retirar los bienes referidos en el artículo anteriór,
salvo expreso consentimiento de Yacimientos Petrolfferos Fiscales Bo-
livianos y autorización del Ministerio de Energfa e Hidrocarburos.
Artículo 50°- El aprovechamiento de los depósitos superficiales de asfalto
y esquitas bltuminosos no queda comprendido dentro del régimen de
los Contratos de Operación.
-- '428
Artfcu!o 51 °- ~n los casos en que se considere necesario, Yacimientos
Petrohferos . Fiscales Bolivianos podrá pactar, con aprobación del Su-
premo Gobierno contratos, a sólo riesgo del contratista para la f
de 1 "ó . . • ase
exp ora~1 n u_mcamente, cuyas modalidades y condiciones se regirán
por las est1pulac1ones convenidas en el respectivo contrato.
Capítulo III.
Contratos de Servicios Petroleros .
~rt'.culo 52°- Contrato d_e S~rvicios Petroleros es aquel por el cual Ya-
c1m1entos Petrolíferos Fiscales Bolivianos o el contratista de un Con-
trato de Operación estipula con un tercero la prestación de un determi-
nado servicio o la ejecución de una obra específica de índole téc ·
.r d I mea
especia iza a, con e objeto de coadyuvar primordialmente a la industria
petrolera, mediante el pago de una remuneración fijada de común acuerdo
Y correspondiente al valor del servicio prestado o de la obra ejecutada.
Artículo 53•- _El Contrato de Servicios Petroleros podrá referirse a coad-
~uvar _c~alq~1era de las fases de exploración, explotación, refinación,
mdustnahz~c1ón, transporte y comercialización de hidrocarburos y sólo
podrá cubrir t;¡¡:-eas específicas de estas operaciones.
" t ro1eros para poder actuar
Artfcu!o 54°- El contratista de Serv1·c1·os .-e
dentro del país, además de cump1·1r 1os requisitos
· establecidos en el
artículo 15°, deberá:
a) Acreditar calificaciones de suficiente capacidad especializada en ma-
teria de servicios petroleros.
b) Inscribirse en el Ministerio de Energía e Hidrocarburos, para cuyo
efecto, prese~tará la documentación que acredite su constitución lega l
-~n el pals, s1 se ~alla esta~lecido en éste, o su representación legal,
a través de una fuma nac10nal de Servicios Petroleros.
c) Constituir una garantía fijada por la Dirección General de Hidroc'.lr·
buros, en el caso de empresas extranjeras.
d) Facilitar la fiscalización de sus actividades por parte del Ministerio
de Energía e Hidrocarburos.
- 429 -
Artlculo 55•. Yacimientos Petrol!feros Fiscales Bolivianos ni sus contra-
tistas de operación podrán utilizar a empresas extranjeras de Servicios
Petroleros si de acuerdo a los registros de la Dirección General de Hi-
drocarburos, existen firmas nacionales calificadas para ejecutar dichas
labores en forma competitiva en calidad y precio.
Artículo 56º- Todos los Contratos de Servicios Petroleros deben ser
1,
registrados en la Dirección General de Hidrocarburos.
Título IV.
Tributacíón.
Artículo 57•. Las operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Boli-
vianos por ejecución directa, en sustitución de los impuestos sobre
utilidades y renta total, estarán sujetas a los siguientes gravámenes:
a) Un impuesto departamental, denominado regal!a, equivalente al 11 %
de la producción · bruta en boca de pozo, pagadero en beneficio del
departamento donde se origine la producción, y
b) Un impuesto nacional, equivalente al 19% de la producción bruta
en boca de pozo.
En la determinación de la producción bruta de hidrocarburos quedarán
excluidos los volúmenes efectivamente utilizados en las operaciones de
explotación y la quema y venteo de gas, debidamente autorizados por
el Ministerio de Energía e Hidrocarburos.
Artículo 58º- Yacimientos_Petrolíferos Fiscales Bolivianos con respecto a
su participación en la producción bruta de hidrocarburos, y toda persona
natural o jurídica con respecto a su retribución establecida bajo los
términos de un Contrato de Operación de conformidad a los artículos
70 y 12• de este Decreto:Ley, estarán sujetos al pago de los impuestos
a que se refiere el artículo anterior, en sustitución de los impuestos
scbre utilidades y renta total.
Artículo 59•. El Estado y el departamento productor percibirán el im-
puesto nacional -y el departamental, denominado regalía, respectivamente,
en dinero, que _se calcularán en base al precio en boca de pozo, fijad<t
por el Ministerio de Energía e Hidrocarburos, de acuerdo a lo dispuesto
por el artículo 67°.
- 430 ｾ＠
Artículo 60•- Los impuestos a que se refiere el artículo 58•, cubren
todas las operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos,
con excepción de las relacionadas con las de industrialización por cuenta
propia o por empresas mixtas, que se regirán por las disposiciones de la
Ley de Inversiones.
Artículo 61°- Los contratistas de Servicios Petroleros estarán sujetos- al
pago del impuesto so6re utilidades, de acuerdo a ley, con excepción de
pagos efectuados en el exterior y el régimen de depreciaciones para cuyo
efecto se aplicará respectivamente lo dispuesto por el Decreto Supremo
No. 06425 de 19 de abril de 1963 y la siguietne escala de- depreciaciones:
Edificios . 10%
Maquinarias y equipos 20%
Muebles y Utiles 20%
Vehículos . 25%
Artículo 62°- La importación de todos los materiales, equipos y vehículos
de trabajo para las operaciones ordinarias de Yacimientos Petrolfferos
Fiscales Bolivianos y de los contratistas, sean éstos de Operación O de
Servicios Petroleros, así como la de materias primas e insumos interme-
dios destinado\ a productos acabados que comercialice Yacimientos Pe-
trol!feros Fiscales Bolivianos, está exenta de todo derecho de imparta-
ción e impuesto sobre ventas, con excepción del pago de la tasa del 2%
por servicios prestados, que en todo caso se cancelará sólo por un mes.
comercial. Las aduanas darán curso a los respectivos despachos sin otro
requisito que la presentación de la autorización correspondiente emitida
r,or la Dirección General de Hidrocarburos. La exención a que se refiere
el presente artículo se limitará a la lista consignada en disposición legal
especial.
Artículo 63•-Quedan exentas de_todo impuesto las ventas para exporta-
ción de petróleo crudo, gas natural y sus derivados y subproductos.
Artículo 64•- Las obligaciones del Gobierno Central, de las empresas
públicas o ·de las instituciones públicas descentralizadas en favor de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos por concepto de provisión
de carburantes y etros productos, recursos o servicios, serán compen-
sables con los adeudos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos al
Tt,soro General de la Nación por impuesto y otros gravámenes.
431---

Articulo 65º- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y las empresas
contratistas de Operación estarán exentas de todos los impuestos direc-
tos nacionales, departamentales, municipales y universitarios, creados o
por crearse, con excepción de los señalados en los artfculos 57° y 58°
y de las tasas y aporte a la Seguridad Social. La presente exención no
alcanza a la obligación que tienen las empresas de constituirse en
agentes de retención o responsables de los impuestos a los servicios
personales y renta total de sus empleados o dependientes.
Título V.
Fiscalización y Regulación del Sector de Hidrocarburos.
Artículo 66º- El Ministerio de Energfa e Hidrocarburos fiscalizará y
regulará las actividades del sector de hidrocarburos por medio de la
Dirección General de Hidrocarburos.
Articulo 67º• Para los efectos del articulo anterior, son atribuciones del
Ministerio de Energfa e Hidrocarburos:
a) Velar por la ejecución y cumplimiento de la polftica establecida por
el Supremo Gobierno en n:ateria de Hidrocarburos.
b) Cuidar que las operaciones de explotación se realicen bajo conceptos
y normas establecidas para una racional conservación de las reservas
de hidrocarburos del pals, vigilando porque se mantengan las relacio-
nes de reservas-producción establecidas por la política energética del
Supremo Gobierno.
· c) Velar porque las operaciones petrolfferas se efectúen de acuerdo a
normas de alta técnica y eficiencia, procurando una recuperación y
procesamiento óptimos de los hidrocarburos.
d) Controlar los volúmenes y reg!menes de producción, así como los
tipos y calidades de hidrocarburos a producirse, tanto para fines de
consumo interno como de exportación.
e) Aprobar los planes especfficos de ejecución de la polftica de hidro•
carburos del pafs, que Yacimientos Petrol!feros Fiscales Bolivianos
detierá someter a s~ consíderación, velando por la consecución de los
objetivos previstos.
- 4~2 -
f) Verificar
. el cumplimiento de los Contratos de Oｾｮ＠ '6 en todo fo
r~lac1onado con los principios básicos y normas generales de la polí-
t1ca energética nacional.
g) Llevar el registro de los contratistas de Operación de Y . .
Petrolíf F' B . . ac1m1entos
eros isca1es o1iv1anos y de las empresas de S . .
!eros d ¡ r erv1c1os Petro-
e pa1s, as como de los correspondientes contratos.
h) Sancionar el incumplimiento de disposiciones legales y normas en
materia de hidrocarburos por parte de los contratistas.
i) ReguJar los precios de los hidrocarburos y sus derivados destinad
al ~onsumo interno, incluyendo los correspondientes a 'las transf:~
renc1as a Ya~imientos Petroliferos Fiscales Bolivianos de los volú-
~ene~ provementes de las retribuciones a los contratistas de Opera-
ción igualmente destinados al consumo interno
. . Di'chos p rec10s
· serán
apro b ados por Resolución Suprema.
i) Determinar los precios de los hidrocarburos en boca d
como 1 . .d e pozo, asr
os precios e referencia que en su caso fueran .
tomando 'd . necesanos,
. en cons1 erac1ón los precios reales, costos de transporte y d
adecuación, ;ondiciones del mercado, especificaciones de calidad e
o~ros factor~s que deben intervenir en la composición de aquéllo/
Dichos precios serán aprobados por Resolución Suprema. ·
k) Establecer tarifas de transporte por oleoductos gasoductos y poliduc-
tos aplicables a los Contratos de Operación. '
1) Autorizar a los cont rat'1stas ¡as importaciones, reexportaciones y
transferencias de equipos, materiales y vehículos de trabajo de la
industria petrolera.
m) Revisar Y dar . su conformidad a las liquidaciones por concepto de
explotación de hidrocarburos para efecto del p ago de los impuestos
,
nacionales, departamentales y otros gravámenes.
n) Realizar estudios económicos y técnicos con referencia a los asuntos
de su competencia, recabando para este fin toda la inforináción per-
tinente . y llevando las estaarsticas del desarrollo y evolución del
sector de hidrocarburos.
- 433 -
o) Conocer en grado de apelación y de revisión, definiendo en última
instancia las controversias que surjan entre los particulares y Yací-
mientos PetroUferos Fiscales Bolivianos sobre indemnización por
expropiaciones y constitución de servidumbres.
p) Establecer normas en todo lo referente a la determinación de limites
de áreas, estructuras comunes, caminos de penetración, pistas de
aterrizaje y otros medios comunes de utilización y resolver en última
instancia las controversias que pudieran surgir sobre estos aspectos.
q) Establecer todas las normas técnicas que sean necesarias para la
buena ejecución de los Contratos de Operación y los contratos áe
Servicios Petroleros, velando por el cumplimiento de las mismas.
Titulo VI.
Disposiciones varias.
Capítulo l .
Distinción entre suelo y subsuelo y regímenes de expropiación y
servidumbres.
Artfculo 68º- Las asignaciones petrolíferas por referirse esencialmente
a trabajos en el subsuelo, no afectarán 10;1 derechos del propietario del
suelo. Empero en casos en que por necesidades de la industria petrolífera
se precise la utilización del suelo, ésta tendrá preeminencia sobre cual-
quier derecho preexistente de terceros. relacionado con el suelo en cues-
tión, sujeta a indemnización. Cuando se trate de la ocupación de tierras
fiscales que no lleven mejoras, no habrá lugar a indemnización.
Artículo GG•- Se declaran de utilidad pública la expropiación de la pro-
piedad- pública o privada y la constitución de servidumbre sobre las
mismas, cuando la naturaleza de los trabajos de la industria petrolera
as! ¡0 exija, pu_diendo Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos tomar
posesión inmediata de los bienes afectados o a expropiarse, debiendo
seguir los trámites correspondientes, según el procedimiento que se es-
tablece en los artículos siguientes, par~ el solo efecto de la indemniza-
ción, si hubiese lugar a ella.
Articulo 70º· El régimen de expropiación y constitución de servidumbre
establecido en el articulo anterior, no comprende a las viviendas urba-
- 434 -
nas y rurales y a sus dependencias inmediatas, los cementerios, las
carreteras, las vias férreas, los aeropuertos y toda otra cnnstrucc:ón y
edificación, pública o privada, que reuna condiciones de estabilidad y
permanencia.
Articulo 71 •· Yacimientos Petrolfferos Fiscales Bolivianos, por si o por
medio de terceros que actúen en nombre y representación de ella, ten-
drá derer.ho, cuando sea necesario para sus actividades petrolíferas, a :
a) Expropiar terrenos de particulares y ocupar gratuitamente terrenos
fiscales; si en cualquiera de dichos terrenos existieran mejoras rea-
lizadas por particulares, se procederá a la indemnización correspon-
diente. Tratándose de terrenos urbanos de particulares, siempre habrá
lugar a indemnización por expropiación, aunque no existieren mejoras.
b) Utilizar todos los materiales y elementos que se encuentren en el
área donde se ejecutan las obras, indemnizando a los particulares
que sufran menoscabo económico comprobado.
c) Ocupar un ancho máximo de · veinticinco metros a lo largo de las
líneas de sus oleoductos, poliductos y gasoductos, pudiendo distri-
buirse esta extensión a ambos lados de la línea o ubicarse en uno
solo, según 1as necesidades.
Artículo 72°- Las indemnizaciones que procedieren por expropiación o
por constitución de servidumrires se procurarán fijarlas por acuerdo de
partes. En su defecto, se hará el trámite respectivo ante las Sub-Prefec-
turas en provincias y ante las Prefecturas en las capitales de departa-
mento, siguiendo en ambos casos el mismo procedimiento.
Articulo 73°- En la fijación de la indemnización por concepto de expro-
piación o por constitución de servidumbre se tomará en cuenta para
una compensación total o parcial, los beneficios recibidos por el propie-
tario afectado con motivo de los trabajos petroleros y la plusvalfa de
la propiedaa como consecuencia de los mismos.
Articulo 74•- En los casos en que no se pudiera llegar a un acuerdo de
partes para el pago de la indemnización, cualquiera de ellas podrá recurrir
a la autoridad señalada en el articulo 72°, pidiendo que se fije día y
hora para audiencia, a la que concurrirá también la otra parte, previa su
notificación.
- 435 -
Artículo 75°- En la audiencia referida en el artfculo anterior, las plrtes
Artículo 83º- Quedan derogadas todas las disposiciones cont rarias al
expondrán sus razones, pudiendo el Prefecto o el Sub-Prefecto según sea sente Decreto-Ley. pre-
el caso, disponer se efectúe inspección ocular y la designación por las
partes de peritos tasadores y cualquier medida que considere necesaria Los sefiores Ministros de Estado en los
para la atención del caso. Despachos de Energfa e Hidro-
carburos y Finanzas, quedan
encargados de la ejecución y cumplimiento
del presente Decreto-ley.
Articulo 76°- Una vez reunidos los antecedentes que juzgue necesarios,
declarará la expropiación o la constitución de servidumbre, si fuese ne-
cesario, y luego, si no hubiese acuerdo entre los peritos de hs p:trtes, Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de L p 1 . .
d' d a az, a os vemt1ocho
nombrará un perito dirimidor para determinar el monto provisional de ias el mes de marzo de mil novecientos setenta Y dos años.
fo indemnización.

Artículo 77°- Las partes podrán apelar ante la Dirección General de

Hidrocarburos dentro del término de tres dfas de ser notificadas con
el fallo del Prefecto o Sub-Prefecto.

Artfculo 78°- El Director General de Hidrocarburos, desoués de correr

traslado del recurso, que deberá ser contestado por la otra parte en el
término de quince dlas después de la notificación, pronunciará resolu-
ción en el término de quince días, la que no admitirá ningún otro recurso.

Ártfculo 79°- En el caso de que ninguna de las partes apelara, los obrados
pasarán para su revisión a la Dirección General de Hidrocarburos, la que 11

en el término de quince dfas deberá expedir resolución definitiva, con-

firmando, modificando o revocando el fallo de primera instancia.

Artículo 80°- Los términos sefialados en los artlculos 77• y 78'' no admi-
tirán prórroga ni restitución, siendo de carácter perentorio.

Artículo 81 °- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos cancelará la

indemnización fijada, dentro del término de noventa días de dictada
la resolución correspondiente por la Dirección General de Hidrocarburos;
debiendo, en su caso, cargarla al contratista .

Capítulo II.

Disposiciones finales.

Artículo 82°- Las disposiciones de la presente ley serán aplicables en

cuanto correspondan, a toda sociedad en la cual Yacimientes Petrolíferos
Fiscales Bolivianos tenga participación mayoritaria de capital.

- 436 -·

1
 INDICE DE GRAFICOS Y CUADROS
Pág.
Moléculas sencillas y complejas . . . ... . . . 14
Escala geológica (evolución de la vida en la tierra) . . 16

Ejemplos de trampas petroleras . . . . . . . . . 18

Vista de refinería (Refinería Gualberto Villarroel
en Cochabamba) . . . . . . . . . . . . . . . . .. 53
Distribución de las cuencas sedimentarias en América 108
Regiones morfoestructurales de Bolivia . . . 134

División del territorio boliviano en zonas, de acuerdo

al Código del Petróleo . . . . . . . . . . . . . . . 219
Salarios en Bolivia. Su evolución por sectores económicos
(Cuadro pubhcacto por INE con elatos ctel Ministerio ctel
Trabajo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236
Producción de petróleo crudo 1975-1979 (cuadro preparado
por INE con datos de Y. P .F .B .) . . . . . . . . . . . . . . . 254
Producción y destino de gas natural 1975-1979 (cuadro pu-
blicado por INE con datos de Y. P . F . B.) 254

..
Producción total de gas natural
Producción total de petróleo . . .
265
266
Algunas equivalencias útiles a nuestra materia 440

INDICE DE ANEXOS
Pág
I.- Resolución 626 · (VII) de 21 de diciembre de 1952 de la
O.N.U.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295
II.- Resolución de 9 de enero de 1867, expedida durante el
gobierno de Mariano Melgarejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 296
III.- Decreto de 31 de diciembre de 1872, dictado durante el
gobierno del Dr. Tomás Frias . . . . . . . . . 296
IV.- Ley de 12 de diciembre de 1916 . . . . . . 302
V.- Ley de 24 de febrero de 1920 . . . . . . 304
VI.- Ley Orgánica de Petróleos de 20 de junio de ..,1921 . . . . 305
VII.- Contrato suscrito con Standard Oil Co. . . . . . . . . . . . . 319
VIII.- Decreto de creación de Y. P. F . B . de 21 de diciembre
de 1936 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... ... ... 330

- 439:...
 Pág.
IX.- Resolución que declara la caducidad de las concesio-
nes que tenía otorgadas The Standard Oil Ce. of Bo-
livia . . . . . . . . . . . . . . . • • • . • • • • • • • • • • • • • • • • • 332
x.- Ley Orgánica de Y. P. F . B. de 6 de mayo de 1937 .. 334
XI.- Código del Petróleo . . . . . . . . . . . . . · . . . . . . . . . . . . 339
XII.- Carta de Intenciones entre BOGOC y Y. P. F. B . . . . . . . 384
OBRAS CONSULTADAS
XIII.- Proyecto de <::ódigo del Gas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 387 Anuarios Administrativos, Legislativos y Gacetas Oficiales.
XIV.- Decreto Supremo 8341, dej~ndo en suspenso la aplica- Redactores del H. Congreso Nacional.
·ción de las normas del Código del Petróleo . . . . . . . . 405
XV.- Decreto derogatorio del Código del Petróleo . . . 407 "Abel Iturralde, el Centinela del Petróleo".· Moisés Alcázar.
XVI.- Decreto de Nacionalización de las instalaciones de The "Los Betunes del Padre Barba".- Rafael Ulises Peláez.
Bolivian Gulf Oil Co. . . . . . . . . . . . . . . . • • . • • • • • • 408 "Mito y Realidad del Petroleo Boliviano".. Enrique Mariaca.
XVII.- Decreto que determina el pago de indemnización a The "Petróleo en Bolivia" .• Sergio Almaráz. •
Bolivian Gulf Oil Co. . . . . . . . . . . . . • • • . • . 411
415 "Lucha por los Hidrocarburos en Bollvia".- Foro UMSS.
XVIII..:.... · Ley General de Hidrocarburos . . . . . . . . . . . . . . • • • .
"Tema: El Petróleo".- Jorge Fernández.
"Legislación Petrolera".- Enrique Levy.
ALGUNAS EQUIVALENCIAS UTILES "Bolivia en Cifras".- Instituto Nacional de Estadística.
"Libro Blanco del Gobierno de las FF.AA.".
A NUESTRA MATERIA "La Industria Petrolera Nacional. Realidad y Perspectiva".- Ministerio
barril americano = 42 galones americanos de Minas y Petróleo.
= 35 galones imperiales "El Fraude de la Nacionalización de Bolivian Gulf Oil Co".- F. Hugo
il 3.786 litros
1 galón americano Salamanca.
1 galón imperial 4.543 litros "Qué es Y. P. P'. B. ".- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
1 ton. métrica de petróleo "Bienvenidos a la Capital Petrolera de Bolivia" .- Y. P. F . B.
de pe::;o medio 7. 2 barriles americanos aproxi-
"Informe de Actividades".- Bolivian Gulf Oil Co.
madamente
= al calor necesario para "Consideraciones Generales Sobre la Industria Petrolera en Bolivia" .
1 kilo caloría (c/g)
elevar en un grado C. Dirección General de Petróleos.
un kg. de agua de una "La Industria del Petróleo". (Contrato con Standard Oil Co., y publica-
temperatura de 15•C. ciones editoriales de "La República").- Escuela Tipográfica Salesiana.
1 kg. de alcohol etflico 6.519,999 calorías/g "Frente al Derecho del Estado, el Oro de la Standard Oil".- Carlos Mon-
1 kg. de carbón 8.:l16,000 ca lorfas/g tenegro.
1 kg. de petróleo crudo 10.500,000 calorías / g "Bolivia y The Stanclara Oil Co.".- Y . P . F . B.
1 caballo de fuerza (hp) 745.7 vatios "Historia Diplomática de Bolivia".- Jorge Escobari.
42.4 BTU por minuto "La Economía Boliviana".• Corneliu·s H . Zo.ndag.
1 BTU (Brit1sh Thermal Units) = 0.2520 calorías - kilogramo "Mi.sión Para mi País".- Mohammed Reza Shah Phalavi.
kilovatio - tiora = 1.341 hp - hora
"Venezuela, Política y Petróleo".- Rómulo Betancourt.
1 electrón voltio (ev) = 15.187 x 1023 BTU "El Ultimo S. O. S . ".- Gordon Rattray.
1 hectárea = 10,000 metros2
"La Crisis de la Energía".- Juan M. Elorduy.
= 2.4711 acres
1 pulgada(") = 2.5400 cms. "Mito y Realidad del Petróleo Mejicano".- Luis Pazos.
ｾ＠
1 kilogramo , = 2.2046 libras " Petróleo, Tercera Guerra Mundial".- Pierre Pean.
~ ~ U ; Q ' . ~ ~

... 440 - - 441 -

,/
"El Petróleo, Estrategia Mundial".- Jean J. Berreby.
"Petróleo".- 3uillermo Salas.
"La Energía y la Vida".- J . Velkin y V. Mezentzev.
"Petróleo, el Mayor N~gocio <le! Mundo".- Christopher Tupendhat.
'·Legislación Petrolera Internacional".- Luis Araoz.
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Artículos sobre la materia. Revistas y periódicos del exterior y de los S-0274 Esq. Santiváñez. Telfs.
diarios "El Diario", "Presencia" y "Los Tiempos". 27366 - 31994. Casilla 3881.
Cochabamba - Bolivia_
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PETROLEO
REFERENCIAS Y SU LEGISLÁ'CION EN BOLIVIA

VICTOR HOZ DE VILA BACARREZA

Nació en La Paz en 1928; Abogado en la

República de Bolivia y en la del ·Perú. Desempeñó
altas funciones públicas ejecutivas y legislativas,
de dirección y gerencia en empresas privadas.

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