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Los 36 milagros de Jesús registrados en la Biblia:

1. Sanó a una mujer que hacía doce años que padecía de hemorragias - Mateo 9:20-21
2. Curación de dos ciegos - Mateo 9:27-31
3. Sanó a la hija endemoniada de una mujer cananea - Mateo 15:21-28
4. Alimentó a una multitud con 7 panes y algunos pescados - Mateo 15:32-38
5. Sacó una moneda de la boca de un pez para pagar los impuestos - Mateo 17:24-27
6. Secó una higuera - Mateo 21:18-22
7. Curación de otro ciego en Betsaida - Marcos 8:22-26
8. Sanó a un hombre sordo y tartamudo - Marcos 7:31-37
9. Expulsó un demonio de un hombre - Lucas 4:33-35
10.Una pesca milagrosa y abundante que llenó dos barcos - Lucas 5:1-11
11.Sanó a la suegra de Pedro - Lucas 4:38-39
12.La sanidad de un leproso - Lucas 5:12-13
13.Resucitó a la hija de Jairo - Lucas 8:41-56
14.Sanó a otro paralítico - Lucas 5:17-25
15.Calmó la tormenta - Lucas 8:22-25
16.Curación de un hombre con la mano paralizada - Lucas 6:6-10
17.Sanidad de un hombre poseído por muchos demonios - Lucas 8:27-35
18.Sanidad de un muchacho poseído - Lucas 9:38-43
19.Curación del siervo de un centurión - Lucas 7:1-10
20.Expulsó de un hombre un demonio que lo había dejado mudo - Lucas 11:14
21.Resucitó al hijo de una viuda - Lucas 7:11-15
22.Restauró la oreja cortada de un siervo del sumo sacerdote - Lucas 22:50-51
23.Sanó a un hombre con hidropesía (acumulación de líquido) - Lucas 14:1-6
24.Supo con antelación y profetizó que Pedro lo negaría - Lucas 22:31-34
25.Sanó a una mujer encorvada - Lucas 13:11-13
26.La curación de 10 leprosos - Lucas 17:11-19
27.Sanidad de un mendigo ciego en Jericó - Lucas 18:35-43
28.Pesca milagrosa y abundante - Juan 21:1-11
29.La resurrección de Lázaro - Juan 11:1-44
30.Sanidad de un paralítico - Juan 5:1-9
31.Alimentación de una multitud con 5 panes y 2 pescados - Juan 6:5-13
32.Sanidad del hijo de un oficial del rey - Juan 4:46-54
33.Caminó sobre el mar - Juan 6:19-21
34.La sanidad de un ciego de nacimiento - Juan 9:1-41
35.Cambió el agua en vino - Juan 2:1-11
36.¡Su resurrección! - Juan 20:1-7

Mateo 9:20-22
20
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y
tocó el borde de su manto; 21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré
salva. 22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer
fue salva desde aquella hora.

Mateo 9:27-31
Dos ciegos reciben la vista

27
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de
nosotros, Hijo de David! 28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que
puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. 29
Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a
vuestra fe os sea hecho. 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente,
diciendo: Mirad que nadie lo sepa. 31
Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella
tierra.

Mateo 15:21-28
La fe de la mujer cananea

(Mr. 7.24-30)

21
Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22
Y he aquí una mujer cananea que
había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23
Pero Jesús no le respondió palabra.
Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras
nosotros. 24 Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de
Israel. 25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! 26
Respondiendo él,
dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27
Y ella dijo: Sí, Señor; pero
aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28
Entonces respondiendo
Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde
aquella hora.

Mateo 15:32-38
Alimentación de los cuatro mil

(Mr. 8.1-10)

32
Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días
que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen
en el camino. 33 Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el
desierto, para saciar a una multitud tan grande? 34
Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos
dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. 35
Y mandó a la multitud que se recostase en tierra. 36
Y
tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a
la multitud. 37 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete
canastas llenas. 38 Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los
niños.

Mateo 17:24-27
Pago del impuesto del templo

24
Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron:
¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25
Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló
primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o
los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? 26
Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le
dijo: Luego los hijos están exentos. 27
Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo,
y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por
[a]

mí y por ti.

Mateo 21:18-22
Reina-Valera 1960
Maldición de la higuera estéril

(Mr. 11.12-14,20-26)

18
Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. 19
Y viendo una higuera cerca del camino,
vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y
luego se secó la higuera. 20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó
en seguida la higuera? 21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no
dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el
mar, será hecho. 22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Marcos 8:22-26
Reina-Valera 1960
Un ciego sanado en Betsaida

22
Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. 23
Entonces, tomando la
mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le
preguntó si veía algo. 24 Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que
andan. 25 Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido,
y vio de lejos y claramente a todos. 26
Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo
digas a nadie en la aldea.

Marcos 7:31-37
Reina-Valera 1960
Jesús sana a un sordomudo

31
Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de
Decápolis. 32 Y le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que le pusiera la mano encima. 33
Y
tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su
lengua; 34 y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. 35
Al momento
fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien. 36
Y les mandó que
no lo dijesen a nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. 37
Y en gran
manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos
hablar.

Lucas 4:33-35
Reina-Valera 1960
33
Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a
gran voz, 34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para
destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios. 35
Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y
sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño
alguno.

Lucas 5:1-11
La pesca milagrosa

(Mt. 4.18-22; Mr. 1.16-20)

5 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír
la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores,
habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual
era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a
la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes
para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y
nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran
cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en
la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que
se hundían. 8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí,
Señor, porque soy hombre pecador. 9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había
apoderado de él, y de todos los que estaban con él, 10
y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de
Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás
pescador de hombres. 11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron

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